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160 . LV EL TRABAJO SOCIAL EN UNA ESCUELA PUESTA AL DIA [2171 53 tescas empresas que la han alejado en ocasiones del ritmo económico de otros países. Ahora que, con remozado brío, se reincorpora al movimiento económico mundial; ahora que está poniendo en marcha un avanzado plan de desarrollo económico no puede olvidar —porque sería infiel a esa constante de su devenir histó- rico— su reciedumbre moral y espiritualizadora. Nos hace verdadera falta entrar de lleno en esta nueva corriente técnico-económica de la vida actual, pero a la vez necesitamos también un nuevo entendimiento del humanismo, que debe comenzar en la familia y en la escuela, para continuar luego en todas las esferas y ac- tividades cotidianas, así como en el ocio de cada cual. Nos hace falta un desarrollo económico y téc- nico dentro del más amplio horizonte cultural, en el que cada hombre posea una plena y bien cultivada educación de su personalidad para que sepa hacer el mejor uso de su rendimiento social y de su propia libertad. Aspiremos, pues, a que en un futuro próximo las nuevas generaciones produzcan más y hagan el mejor empleo de sus horas de asueto. Re- cordemos. a la manera de un símil o de un símbolo expresivo, aquella novela de Thomas Mann titulada Los Buddenbrook, a la que po- dríamos llamar la novela de las tres generacio- nes: la primera buscó denodadamente el dinero; la segunda —que había logrado ya la riqueza— trató de conseguir una respetable posición social, y la tercera generación —nacida en la opulencia y el prestigio familiar— pudo consagrar su vida a la más espiritual de las artes: a la música. El trabajo social en una escuela puesta al día M . RAQUEL PAYA IBARS 1. CONSIDERACIONES SOBRE LA MISION DE LA ESCUELA Las consideraciones que se hacen sobre escue- la no están ceñidas a los grados primarios. Abar- can todos los tipos, clases y grados de la ense- ñanza escolar. Incluso no queda fuera del ámbito la Universidad. En los momentos actuales la misión de la es- cuela ha superado en exceso las tareas docente- discentes, para ampliar a todo lo humano y a todo lo social su acción directa. O. al menos in- directamente, ha de tenerlas en cuenta. Este desbordamiento de las funciones mera- mente instructivas exige que el cuerpo docente busque la integración de otros profesionales en el equipo escolar. Cualificados éstos en el trata- miento de aspectos o sectores que no son propios de los profesores, maestros o catedráticos, ven otros aspectos del hombre, necesarios para una educación. He aquí la composición del equipo mínimo para un centro escolar: Dirección del centro escolar.—Debe recaer en un educador —cualquiera que sea su especiali- dad— que tenga cualidades personales de jefe de grupo, de leader. Al mismo tiempo ha de te- ner una especial preparación en psicopedagogía de aquellos que son sus alumnos. No compren- demos de otro modo la estructuración de una escuela en una organización científica del tra- bajo. La o las personas que compongan el cuer- po directivo depende de la modalidad del centro. Jefatura de estudios—Utilizamos este término por ser de uso común. Personalmente preferiría- mos otros que hiciesen claramente referencia a su función de «guías del trabajo escolar». Para este cargo es imprescindible una formación psi- cológica y didáctica especializada. La cualifica- ción profesional de las funciones escolares exige que no seamos su p erados por otros sectores de la producción nacional que entitativa y axioló- gicamente son inferiores. Servicios de psicopedagogía escolar.—No cabe una organización científica del trabajo escolar sin un conocimiento del personal que ha de rea- lizarlo. Los servicios de psicología escolar se han ido abriendo camino entre nosotros, pero con frecuencia no obtienen el fruto que sería de es- perar, porque no se completan con la aplicación a un mejor aprendizaje, a una más racional com- probación de lo aprendido. a una dirección de

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tescas empresas que la han alejado en ocasionesdel ritmo económico de otros países.

Ahora que, con remozado brío, se reincorporaal movimiento económico mundial; ahora queestá poniendo en marcha un avanzado plan dedesarrollo económico no puede olvidar —porquesería infiel a esa constante de su devenir histó-rico— su reciedumbre moral y espiritualizadora.

Nos hace verdadera falta entrar de lleno enesta nueva corriente técnico-económica de lavida actual, pero a la vez necesitamos tambiénun nuevo entendimiento del humanismo, quedebe comenzar en la familia y en la escuela,para continuar luego en todas las esferas y ac-tividades cotidianas, así como en el ocio de cadacual.

Nos hace falta un desarrollo económico y téc-nico dentro del más amplio horizonte cultural,

en el que cada hombre posea una plena y biencultivada educación de su personalidad para quesepa hacer el mejor uso de su rendimiento socialy de su propia libertad.

Aspiremos, pues, a que en un futuro próximolas nuevas generaciones produzcan más y haganel mejor empleo de sus horas de asueto. Re-cordemos. a la manera de un símil o de unsímbolo expresivo, aquella novela de ThomasMann titulada Los Buddenbrook, a la que po-dríamos llamar la novela de las tres generacio-nes: la primera buscó denodadamente el dinero;la segunda —que había logrado ya la riqueza—trató de conseguir una respetable posición social,y la tercera generación —nacida en la opulenciay el prestigio familiar— pudo consagrar su vidaa la más espiritual de las artes: a la música.

El trabajo social en unaescuela puesta al díaM. RAQUEL PAYA IBARS

1. CONSIDERACIONES SOBRE LA MISIONDE LA ESCUELA

Las consideraciones que se hacen sobre escue-la no están ceñidas a los grados primarios. Abar-can todos los tipos, clases y grados de la ense-ñanza escolar. Incluso no queda fuera del ámbitola Universidad.

En los momentos actuales la misión de la es-cuela ha superado en exceso las tareas docente-discentes, para ampliar a todo lo humano y atodo lo social su acción directa. O. al menos in-directamente, ha de tenerlas en cuenta.

Este desbordamiento de las funciones mera-mente instructivas exige que el cuerpo docentebusque la integración de otros profesionales enel equipo escolar. Cualificados éstos en el trata-miento de aspectos o sectores que no son propiosde los profesores, maestros o catedráticos, venotros aspectos del hombre, necesarios para unaeducación.

He aquí la composición del equipo mínimo paraun centro escolar:

Dirección del centro escolar.—Debe recaer enun educador —cualquiera que sea su especiali-dad— que tenga cualidades personales de jefe

de grupo, de leader. Al mismo tiempo ha de te-ner una especial preparación en psicopedagogíade aquellos que son sus alumnos. No compren-demos de otro modo la estructuración de unaescuela en una organización científica del tra-bajo. La o las personas que compongan el cuer-po directivo depende de la modalidad del centro.

Jefatura de estudios—Utilizamos este términopor ser de uso común. Personalmente preferiría-mos otros que hiciesen claramente referencia asu función de «guías del trabajo escolar». Paraeste cargo es imprescindible una formación psi-cológica y didáctica especializada. La cualifica-ción profesional de las funciones escolares exigeque no seamos su perados por otros sectores dela producción nacional que entitativa y axioló-gicamente son inferiores.

Servicios de psicopedagogía escolar.—No cabeuna organización científica del trabajo escolarsin un conocimiento del personal que ha de rea-lizarlo. Los servicios de psicología escolar se hanido abriendo camino entre nosotros, pero confrecuencia no obtienen el fruto que sería de es-perar, porque no se completan con la aplicacióna un mejor aprendizaje, a una más racional com-probación de lo aprendido. a una dirección de

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las actividades escolares o extraescolares de losniños y jóvenes.

Servicio social escolar.—No cabe duda que elalumno no es una pieza aislada o un elementodesconexionado con el antes, en torno y despuésde la vida escolar. Esta necesidad de «conoci-miento, contacto y acción» sobre el medio noescolar necesita un profesional cualificado entrabajo social. La asistencia y el asistente socialescolar tienen ya un contenido y una profesio-nalización que ha permitido el trabajo, que sin-tetizamos aquí, de un grupo de estudio en lasI Jornadas de Trabajo Social (Barcelona, 18-21 deseptiembre de 1963).

Servicio médico-escolar.—De ya larga trayec-toria, pero no de suficiente sentido en todos loscentros y para cada uno de los escolares.

Reunión de educadores.—No es tan sólo lo quese entiende por «claustros» o Juntas de profeso-res. Nos referimos al conjunto de todos aquellosque directa o indirectamente influyen en la edu-cación para conseguir al máximo unas directricesde acción aunadas.

Un centro escolar así entendido cumple fun-ciones más amplias y ofrece un sentido de aten-ciones al hombre —niño— todavía mucho máscompleto que el que tenemos habitualmenteen uso.

Por estas y otras razones hemos pensado de-dicar unas páginas a poner ante los educadoresla panorámica de los estudios que en torno alServicio Social Escolar se han puesto de mani-fiesto recientemente. En ellas se ha procuradoadaptar a las necesidades escolares españolas elmedio técnico adecuado.

2. NECESIDADES SOCIALESDE LOS CENTROS ESCOLARES

No pretendemos hacer un estudio completo dela panorámica social de todos y cada uno de loscentros escolares españoles. Destacamos tan sóloaquellas sin las cuales consideramos mutilada laacción educativa. Mutilada e ineficaz.

La escuela, la familia y el medio social másamplio no son sociedades distintas para el niño.Para el niño las tres son la vida misma, y nopuede comprender determinadas escisiones en elfin y en los -medios que ellas pretenden yemplean.

Por otra parte, la escisión que actualmentepresentan los distintos grados y tipos de escue-las está al margen del sentido unitario de lapsicología evolutiva. El niño está genéticamentesometido a maduraciones graduales, sin cortesbruscos. sin condicionamientos exclusivamenteexternos. Esta es con frecuencia la situación enel paso de la educación preescolar a la escolar,de la primaria a la media, e incluso a la supe-

rior. Y no está condicionada su capacidad al niveleconómico de los suyos.

Con frecuencia estos tres factores o elementoseducativos —familia, escuela y sociedad—dienenacciones y direcciones no concurrentes, de talmodo que pueden contrarrestarse e incluso anu-larse. Si estos elementos educativos aúnan susdirecciones, el niño adquiere conciencia de símismo y del sentido de su existencia. Es un niñoque puede tener una evolución normal de su per-sonalidad. Cuando las direcciones son dispersas,o contrarias, el niño oscila y presenta actitudesde ambivalencia o contradicción entre unos yotros aspectos de su pensamiento y de su con-ducta. Tiene rota la armonía interior.

Las reflexiones sobre educación parecen con-firmar —en las distintas filosofías pedagógicas—que el gran mal de los tiempos presentes es quese ha perdido la dirección 4nica, es que no setiene el sentido del engranaje de los fines haciaun fin único y supremo. Los caminos por los quey hacia los que la humanidad camina son sinuo-sos. Y esto es particularmente nocivo para losniños.

Estas consideraciones hacen que pensemos enla necesidad del S..evicio Social Escolar encar-gado de la función coordinadora: poner en con-tacto, ayudar a la comprensión. hacer posible laponderación de fuerzas. Y todo esto realizadocon una preparación técnica capaz de conseguiren cada caso individual el mejor aprovechamien-to de los datos para una ubicación futura ade-cuada y feliz.

He aquí algunas de las necesidades y proble-mas de la vida escolar que exigen aportacionestécnicas y actividades del Servicio Social. Al mis-mo tiempo señalan y delimitan su campo deacción:

2.1. AUSENTISMO ESCOLAR

Existen leyes de escolaridad obligatoria. Unasveces son universales, como en la primaria; otras,obligan al universo matriculado en los cursos,como sucede en los grados medio y superior.

A pesar de todo, el «ausentismo» es una plagaque hace que se pierda esfuerzo económico y hu-mano.

Podemos encontrar diversa etiología —causasvariadisimas— en el ausentismo escolar. Una con-cepción tradicional se limita a la «falta». Peroésta tiene muy diverso valor y tratamiento.Veamos:

Falta de «plaza» en los centros escolares. Serefiere fundamentalmente a la escolaridad pri-maria. Y no bastan medidas coercitivas. Es pre-ciso un servicio social escolar de orientación paraque ni un solo niño en edad escolar quede sinlugar en un centro. Que puede ser diferenciadode acuerdo con la modalidad del niño.

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Descuido de los padres. Los padres no cumplenel deber de guarda y educación de sus hijos.Pero aun en este caso necesitan una reeducación,un asesoramiento que les haga estimar la edu-cación y les dé conciencia de sus deberes (válidoa todos los niveles de la enseñanza).

La causa está en los propios niños. Pero aunasí no podemos hablar de tratamientos rígidos yuniformes. Es posible que la causa esté en unaenseñanza poco motivada, o en una inadecuaciónmaestro-alumno, o en la misma rigidez del sis-tema escolar, que hace que el niño huya de laincomprensión disciplinaria.

En cada uno de estos casos, un Servicio SocialEscolar atendería al individuo que manifiesta elsíntoma del ausentismo, al medio familiar y so-cial del que procede. Y al medio escolar. Confrecuencia el ausentismo es un signo de un malfuncionamiento del grupo y permite un trata-miento colectivo después de realizado un diag-nóstico de las causas.

Como es normal, un estudio en profundidad delausentismo escolar permite y obliga a una seriede medidas que han de ser llevadas a cabo porotro personal que el educativo. La asistente so-cial escolar es el agente necesario y el único quepermite una remoción de las causas.

son propias. En cambio, la escuela debe llenarde contenido sus horas normales. No queremoscon ello destruir la recreación, los espacios li-bres, la variedad de actividades. Lo que desea-mos desterrar de las escuelas son los espaciosvacíos, los tiempos sin hacer nada.

2.3. HORARIO Y CALENDARIO ESCOLAR

Sólo una encuesta social bien llevada podriadar fundamento científico al prólogo escolar, te-niendo en cuenta la constelación ambiental, elmedio en que están enclavadas las escuelas. Lassituaciones descritas en 2.1 y en 2.2 nos confir-man que la clave de la solución es un horarioy un calendario escolar racionalmente construidosegún las necesidades concretas de tal escuelao región, después de haber hecho un sondeo decausas.

Esto supone también una concepción planifi-cada del trabajo escolar, que exige un calendarioy un horario no rigidos. La flexibilidad es nece-saria en toda tarea humana, mucho más cuandose trata de niños.

2.2. IMPUNTUALIDAD ESCOLAR

Es el segundo gran mal , al menos en exten-sión, de los que afectan a la escolaridad. Es confrecuencia subsidiario del anterior y a la vezcausa y efecto del mal de la impuntualidad queafecta a la vida nacional.

Podemos distinguir entre:— Impuntualidad incidental, que debe atacarse

mediante la formación en el hábito opuesto porvaloración de sus ventajas.

— Impuntualidad habitual. Puede obedecer ahorarios escolares no sincronizados con los am-bientales. Su tratamiento necesita intentar unsondeo previo de opinión entre los padres de losalumnos sobre el horario escolar óptimo.

— Impuntualidad cuya «etiología» está en losdocentes. La impuntualidad habitual o incidentalfrecuente de los rhaestros, profesores, catedrá-ticos, puede repercutir en una «dejadez» de losalumnos. Un servicio social adecuado tendríaque afrontar este problema con soluciones dis-tintas en cada caso.

Las pérdidas y deficiencias del trabajo escolartienen el principal factor en la impuntualidad.Hoy que las organizaciones administrativas semontan como empresas debemos pensar en eltrabajo escolar con un espíritu orientado a con-seguir un alto índice de productividad. Las defi-ciencias de aprendizaje no se superan con pro-longaciones innecesarias del horario escolar nicon «trabajos del escolar en casa». El hogar ne-cesita ser descargado de actividades que no le

2.4. LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES

La racionalización del trabajo y de la produc-ción ha invadido cada vez áreas más amplias dela vida del hombre. Siguiendo, aunque con ciertoretraso, este paralelismo se empieza a introducircomo «preocupación de urgencia» en el campo dela educación primaria la racionalización del tra-bajo escolar. Esta preocupación invade tambiéna los planificadores de la Enseñanza media y su-perior. Este es un problema que no queda total-mente enclavado en el ámbito puramente docen-te. Su panorámica, exige aportación de elemen-tos o sectores cada vez más amplios.

Las diferencias individuales suponen una dis-tinta capacidad y ritmo de producción. Necesi-tan ser tenidas en cuenta tanto cuando atañen.al alumno como si el afectado por ellas es eleducador.

He aquí algunas soluciones que la organiza-ción escolar comparada nos ofrece:

a) Asistencia de niños «especiales» a escuelasde tipo común, con atenciones especiales en cadacaso.

Esta solución es útil para niños con pertur-baciones leves. De todos modos, la asistenta so-cial se necesita para conseguir el tratamientoindividualizado en el hogar y en la escuela. Almismo tiempo, sólo el servicio social de este tipobien organizado puede hacer concordar los dis-tintos medios y educadores.

(Se necesitarían asistentas sociales especializa-das en «tratamiento de casos» y en trabajo socialde grupo.)

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b) Asistencia a escuelas con grados diferen-ciarlos. Cada conjunto escolar. teniendo en cuen-ta la existencia de niños especiales entre susalumnos, puede dedicar distintos grados y «es-pecializarlos» para niños que presenten dificulta-des escolares de algún modo agrupables. Estaatención especial se lleva a cabo en el marco dela escuela común (todos los niños en grupos he-terogéneos con un solo maestro) con muchas di-ficultades. Cuando se trata de una agrupaciónescolar y los grados especialmente dedicados que-dan incluidos en la unidad total, los niños defi-cientes pueden mejorarse, incluso más los menosdotados que los superiores. Es de desear que enestas circunstancias existan muchas actividadescomunes: culturales, recreativas, deportivas, et-cétera.

La misión de ajuste y de adaptación de losniños al grupo y de aceptación de los familiaresa esta situación «especial» exige una asistenciasocial bien organizada y un agente profesionalcapaz de conseguir el éxito con un aprovecha-miento al máximo de las oportunidades.

Esta solución es ideal para perturbados leves,a los que podríamos llamar «fronterizos».

c) Asistencia a conjuntos escolares especiales.Toda la escuela y cada uno de sus grados admi-ten sólo niños especiales. No tienen en el ámbitoescolar contacto alguno con niños normales.

Esta solución es aceptable tan sólo para niñoscon perturbaciones profundas o en períodos detiempo limitados. Sólo cuando se pretende con-seguir la observación y el fruto de tratamientosreducidos. La ubicación de un niño en uno deestos centros supone situaciones personales, fa-miliares y escolares de inadaptación que suelenhacer necesario el servicio de la asistenta socialescolar.

Toda «segregación» es siempre una medida so-cial deplorable y molesta. El único modo de sa-carle partido es la aceptación por parte de todosaquellos que en ella se encuentran implicados.La misión de la asistenta social es ayudar aaceptar lo irrevocable y ayudar a superar lassituaciones que todavía pueden removerse.

d) Asistencia a centros especiales, general-mente con internamiento. Esta solución es lamás grave y está sujeta a mayores riesgos. Su-pone trastornos graves de desarraigo para losalumnos y de «trastornos de la personalidad» enlos educadores que se encuentran siempre conniños sometidos a un «clima especial». En estecaso la asistencia social tiene tres momentos deactuación:

— Previa al ingreso en el centro especial.— Durante la estancia en dicho centro.— El llamado «tratamiento post-institucional»

o after care.Es clara la necesidad y exigencia de asistentas

sociales especializadas para este tipo de institu-ciones, ya que, en la mayoría de los casos, los«clientes» necesitarán tratamiento muy pro-longado.

2.5. UBICACION DE CADA NIÑO EN LAESCUELA ADECUADA

Con frecuencia la asistencia a una u otra es-cuela, a escuelas de un tipo o de otro, es debidaal azar, al deseo caprichoso de los adultos, a in-tereses secundarios y no directamente relacio-nados con el bien del niño. El niño puede en-contrarse también en un ambiente escolar in-adecuado y presentar problemas cuya causa esabsolutamente ambiental. Una asistenta socialcapaz de detectar el problema se daría cuentade que una simple localización en un centro ogrado distinto la soslayaría. La experiencia es-colar muestra con frecuencia que los alumnosson «buenos» o «malos» tan sólo en relación con«tales» o «cuales» docentes.

No pretendemos que la asistencia social supri-ma o se arrogue el derecho inalienable en los pa-dres a educar a sus hijos. Es precisamente estederecho el que nos hace considerar necesario el«consejo» de «tal» ubicación escolar para «tal»niño concreto.

2.6. ATENCION ESPECIAL A LOS«MOMENTOS-CLAVE»

La improvisación, que es habitual en todo loque a educación se refiere, y con ella se enfrentaa los dos «momentos-clave» como si no tuviesencapital importancia. Nos referimos a la:

a) Entrada de nuevo ingreso en un centroeducativo. Hágase en el momento que se haga.en cualquier edad o circunstancia este ingresoexige una «adaptación», una gradual «puesta encontacto del niño con el medio escolar» que ne-cesita un servicio especialmente preparado paraafrontar la situación. Cuando se improvisa pue-den grabarse actitudes negativas que, sometidasa un proceso de fijación, reduzcan o anulen elrendimiento escolar, e incluso hagan imposiblèla adaptación a medios sociales más amplios.

b) Salida de un centro docente. Lo dicho so-bre el ingreso puede transferirse y hasta subra-yarse respecto al «egreso». Suele este suceder enel momento critico de la adolescencia si de edu-cación primaria se trata, o en otros momentosen que la psicología evolutiva no alcanza el ple-no equilibrio del educando. La introducción brus-ca en el mundo del trabajo, o en otros mediosescolares con sentido de orden y disciplina muydistintos, se hace sin ayuda, sin gradual intro-ducción. y el choque puede malograr los gradosde perfección educativa anteriormente consegui-dos. Todo cambio escolar perturba siempre. pues-to que rompe conexiones anteriores y fuerza acrear rápidamente otras nuevas. Si pensamos queeste cambio crítico se produce en la adolescenciacuando se trata del paso «escuela primaria-mun-do del trabajo» nos damos cuenta de su mayorgravedad: de la excesiva superprotección esco-

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lar y tutela familiar sobre el niño a la autono-mía laboral absoluta. Todo esto ha de hacersesin gradual introducción y a costa del esfuerzopara adaptarse del más débil, puesto que el me-dio adulto no piensa en dar una mano, en aco-plarse, en proteger. Considerar la importanciaque tiene exigiría que una asistencia social es-colar se ocupase del proceso gradual de adapta-ción, atendiendo, por una parte, al individuo, ypor otra, al clima, ambiente y circunstancias quele reciben. Sería un medio de mayor adaptaciónsocial y productividad en el futuro.

La prevención de la mal llamada «delincuen-cia juvenil» tiene aquí un punto nuclear y bá-sico cuya atención precoz es rentable inclusodesde el punto de vista económico.

2.7. CONTACTO EXTRAESCOLAR

Las estructuras sociales básicas son, para elniño, la familia y el medio más amplio llamadovecindad o barrio. Estas estructuras sociales mar-can una idiosincrasia, gravan un eacuriamiento»e incluso tienen un «lenguaje distintivo». Laescuela-tipo, rutinaria, puede dar un saber he-cho, independiente del medio, con lo cual se con-vierte en un hacer sin sentido, en algo «avital»para el niño.

La necesaria observación científica del medioy el estudio de los puntos neurálgicos exigen unosagentes adecuados. Mucho más si se trata de con-seguir una mejora de estructuras sociales o unamayor eficiencia en las que existen.

2.8. ASPECTOS RECREATIVOS

La llamada «educación para el tiempo libre»es hoy uno de los problemas educativos funda-mentales. y para algunos el que puede decidiren el futuro la vida del hombre y el nivel hunza-no de los pueblos. La no planificación de esteaspecto vital del hombre hace que se pierdangrandes esfuerzos educativos. El mundo de larecreación y de las diversiones contrarresta e in-cluso anula los logros. Un servicio social escolarnecesita sincronizar las necesidades educativas ylos medios con que se cuenta para cubrirlas.Le cabe además promover mejores medios derecreación e influir sobre los existentes paraorientarlos. ordenarlos e incrementar su eficacia.

2.9. LA ORIENTACION ESCOLAR

A medida que la cultura ha ido haciendo máscompleja la vida de los hombres, estos necesitan -ser orientados, sucesiva y gradualmente, en elcurso de su «preparación para la vida». La tareade educación está profesionalmente asignada aun equipo —psicólogo, pedagogo, experto en sa-

lud , asistente social...—, pero no hay duda queuna gran parte de la realización completa correa cargo de la asistencia social escolar. El restodel equipo diagnostica y propone tratamiento,pero de llevarlo a efecto se han de encargarsiempre los trabajadores sociales.

2.10. EL TRABAJO SOCIAL Y EL DOCENTE

Con frecuencia existe un tabú que reafirma elaintangibilidad del maestro». Este aparece reves-tido de autoridad, aislado, impecable. Con fre-cuencia también esta desorbitación de su magis-terio—potenciada cuando se trata de Enseñan-za media o superior— hace que la discordanciaentre idea y realidad convierta el respeto en«escarnio» y burla. Es difícil ser perfectos cuan-do se encarna una profesión «tan idealmenteperfecta». Este desacuerdo y otros problemas per-sonales y profesionales encontrarían su solución.o al menos atenuamiento, si existiese un buenservicio social escolar. Los angustiosos proble-mas concretos, y aun generales, del maestro po-drían así encontrar un cauce de diagnóstico, tra-tamiento y prqnóstico. Entre estos problemasestarían: inadecuación educador-ambiente, des-ajuste educador-equipo, problemas de relacioneshumanas entre el cuerpo docente y directivo oentre educadores, alumnos, familias, etc.

3. FUNCION DE LA ASISTENTE SOCIALEN UN CENTRO ESCOLAR

La función es siempre subsidiaria de la nece-sidad, ya que está en dependencia directa conella. De la lectura de los apartados anteriores sepuede concluir cuál y cuáles serian la función ylos campos de actividad de la trabajadora socialescolar.

Al maestro actual en la enseñanza primariase le exige y fuerza a ser enciclopédico. desor-bitado:

— Ha de saberlo todo.— Conocerlo todo.— Ser técnico en la enseñanza.— En relaciones humanas.— En sociografía.— En problemas de salud.— En problemas familiares.— En recreación...

Y todo esto dentro y fuera de la escuela. Sele pide incluso que sea un dietista y hasta querealice personalmente actividades «de comple-mento alimenticio». De este modo se diluye sufunción propia y estrictamente educadora ins-tructiva.

En los grados superiores, aunque los conteni-dos didácticos se reduzcan y la explicación por

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grupos de materias o materias de campo delimi-tado se vaya haciendo, no se excluyen el que lasfunciones de formación sean de todos y cadauno de los educadores. Tal vez por esto, tareatan diluida se lleva a efecto con grandes defi-ciencias.

La presencia de este servicio social en la es-cuela podria descargar al Magisterio de funcio-nes que no le son propias y que mutilan la efi-ciencia de su profesionalidad, puesto que la des-orbitan.

Vamos a fijarnos en dos aspectos de la asis-tencia social escolar en los grados primarios ymedios de la instrucción en España.

3.1. CAMPOS DE ACCION EXISTENTESYA EN LA ACTUALIDAD

Vamos a hacer una enumeración sucinta:

Servicio escolar de alimentación.—En colabo-ración con el servicio médico escolar. Orientadoen un doble sentido formativo y educador, sa-nitario y social.

Servicios de orientación y psicología escolar.—Unas veces como servicios autónomos dentro delcentro y otras en relación con organismos téc-nicos existentes.

Relación con las familias.—La asociación depadres de alumnos, padres y maestros, educaciónde padres.

Atenciones post-escolares.—Existen ya, y sonpreceptivas en la Enseñanza media, las asocia-ciones de antiguos alumnos. De momento es unaactividad más que recae sobre educadores yarecargados. La proliferación de actividades des-plazadas es, posiblemente, el handicap mayor dela función docente en el momento actual y. almismo tiempo. la causa mayor de su ineficacia.

Instituciones en torno a la escuela.—Mutua-lidades, cotos, bibliotecas recreativas, circulan-tes, de padres. Aspectos recreativos, deportivos,de relación extraescolar: clubs juveniles... Todoesto es excesivo para unos profesionales de lainstrucción y, cuando más, de la educación.

Problemas del niño y de la familia.—+Son tanconocidos y es tan necesario que en una plani-ficación educativa se adviertan en el futuro queno es necesario ni oportuno subrayarlos más.

3.2. CAMPOS DE ACTUACION EN UN FUTUROMAS O MENOS PROXIMO

Sobre los ya iniciados campos de actuación, re-señados en 3.1, hemos de añadir, para perfeccio-narlos y ampliarlos, algunos que siguen y que va-mos simplemente a enumerar:

Servicio Social Escolar durante el aprendiza-je.—En relación directa con los servicios de psi-cologia y pedagogía escolar. Muy especial lugartendrían los trabajos de diagnóstico y tratamien-

to correctivo de las deficiencias de aprendizajeescolar, sobre todo cuando necesitasen ser com-prendidas y ayudadas en el ambiente familiar.

Servicio psicomédico-pedagógico a los niños«especiales» (2.4).—El diagnóstico y el tratamien-to de los diferentes tipos y grados que puedanpresentar los niños necesitan «agentes de reali-zación» en el medio familiar, escolar y social delniño. y éstos no pueden ser otros que los traba-jadores sociales escolares.

Servicio social de adaptación.—Los problemasde conducta exigen un diagnóstico preciso y pre-coz. De otro modo se avanza hacia una mayorinadaptación social en profundidad y número,uno de los más serios problemas que tiene plan-teados la sociedad moderna.

La escuela podria ofrecer precozmente el cua-dro de futuras posibles inadaptaciones en el mo-mento en que el tratamiento podria ser eficaz.—Lo hace con más buena voluntad que preparacióncientífico-técnica, y esto no siempre. Parece serque existe una alta correlación entre la inadap-tación social juvenil y la adulta, con la proble-mática escolar que estos mismos sujetos presen-taron en el período de escolaridad primaria y'media. La escuela incapaz e inconsciente se'inhibe de estos problemas o toma sencillas me-didas de aislamiento o expulsión. Mientras, la«bola de nieve» rueda y se agranda para asus-tarnos después con la crueldad y el «gambe-rrismo» atroz de los jóvenes, sin tener en cuenta'que antes fueron abandonados, olvidados o mal'tratados por las instituciones educativas.

¿Valdria la pena tomar en consideración atiempo las pequeñas perturbaciones de conducta.aunque fuese a costa de un incremento y mejordistribución de los presupuestos educativos? Esposible que cupiese una mejor planificación ydistribución interna de los mismos presupuestos.

Trabajo social de preorientación profesional.—Aplicable a la elección y aprendizaje. El trabajosocial en la industria es una realidad. En el cam-po escolar es una necesidad. Esto sería comoenlace de ambientes: trabajaría sobre la forma-ción profesional como intermedia entre la esco-laridad primaria y el mundo del trabajo pro-ductivo.

Planificación de la recreación infantil y juve-nil.—Y en dependencia con ello los problemasde dirección y orientación de las horas libres.

Coordinación de los servicios sociales a la fa-milia, madre y niño.

4. OBSTACULOS QUE SE PRESENTANA LA INSTAURACION DE UNSERVICIO SOCIAL ESCOLAR

En dos principales campos podemos encontrarestas dificultades: la falta de ambiente y la ca-rencia de dotaciones.

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Cuando se ha conseguido formar opinión, cuan-do ha madurado el clima adecuado, podemos vercómo las instituciones, los centros y los sistemaseducativos surgen. Lo difícil, costoso, lento, espreparar el clima. Además, ésta es una tarea depoco brillo y lucimiento. En ella estamos traba-jando hace arios buscando como fin el mayorbien de los niños. Ellos merecen este esfuerzopor gris que parezca.

Se trata de una tarea de muchos. Una voz so-litaria no hace ambiente. Son las voces de todos,aunque sean como un murmullo, un «cuchicheo»,lo que esparce como semilla que cuaja en rea-lidad.

En el Congreso Internacional de Pedagogia deSantander en 1949 se presentó una comunicacióncon este tema. Era tan desconocido que levantóprotestas: para unos, todo estaba hecho; paraotros, los mismos educadores se bastaban paradesempeñar el cometido de un asistente socialescolar. Hoy el ambiente se ha contagiado, seSolicita información y no produce asombro oiro leer sobre actividades de esta profesión. Es deesperar que en este decenio veamos ya los frutosen un trabajo social escolar planificado, a lavez que la educación se planifica como actividadunitaria y orgánica.

Reseñamos sucintamente las soluciones quepueden remover los obstáculos:

4.1. EN TORNO AL AMBIENTE

Ocupar espacio en la prensa diaria y en la pro-fesional.

Procurar información a través de los medioshabituales de propaganda: radio, cine y tele-visión.

Intensificar la preparación profesional de lasA. S. en estos aspectos de su calificación pro-fesional.

Proyectar cursos de cualificación y perfeccio-namiento en el Servicio Social Escolar a A. S. yatituladas.

4.2. EN TORNO A LOS PROBLEMASECONOMICOS

Lo fundamental que se exige desde el puntode vista de la propaganda es demostrar la produc-tividad de este servicio. Para ello:

Hacerlo recomendable en centros de cierto nú-mero de alumnos, puesto que es tanto más nece-sario cuanto mayor es el alumnado.

Instaurarlo en la Enseñanza media oficial yprivada, mejor dotada económicamente que laprimaria.

Iniciarlo en plan de ensayo-piloto en ciertosconjuntos escolares que reciben ayudas: patro-natos, subvenciones fundacionales, etc.

Hacerlo reglamentario en los conjuntos esco-lares de más de doscientos alumnos.

Crear por los organismos competentes uno o

varios centros de consulta y asesoramiento queresuelvan sobre creación de servicios sociales es-colares y sobre formación especializada de losprofesionales del trabajo social.

Considerar como obligatorio este servicio enlos internados, semiinternados y en todos loscentros de «educación especial».

5. APLICACIONES A LA REALIDADESCOLAR

Sabemos que no hemos hecho más que bosque-jar la amplia panorámica del trabajo social enla escuela de todos los tipos y grados. Un exper-to en propaganda lo habría hecho con otro sen-tido. Nosotros —dentro del campo de la educa-ción y del trabajo social desde hace tiempo—quisimos incluir aqui el fruto de una larga expe-riencia porque nos duele ver cómo se malogranesfuerzos por no planificar íntegramente la edu-cación y los servicios pro y para y post-educati-vos. Entre nexos, ramificaciones y escisiones senos pierde gran parte del esfuerzo.

Las técnicas del trabajo social presentan tressistemas:

— Trabajo social de casos.— Trabajo social de grupos.— Trabajo social de comunidad.

Los tres son necesarios en la escuela. El pri-mero, para el problema del individuo en esaatención que una sociedad cristiana necesita daral hombre-persona para que no se sienta hundi-do en la masa; el segundo, para poder atendera los grupos por similitud o, a pesar de las dife-rencias que haya entre sus miembros, utilizandola dinámica del grupo, el poder que las interrela-ciones tienen para la configuración de los miem-bros; tercero, la escuela no puede permaneceral margen de la campaña y del movimiento depromoción social. Y en la promoción social todoslos centros de educación tienen un lugar de avan-zada. Los que permanecen al margen mutilan susentido humano y acortan su alcance.

Seria curioso, desde el punto de vista de unaorganización escolar comparada, comprobar laeficiencia de estos servicios en «centros-piloto».Es posible también que por un movimiento dereactividad «se pusieran de moda», estadística-mente hablando, y acabásemos por encontrarlosrealizados en breve.

Sabemos, de todos modos, que han de ser rea-lidad. Que lo dicho aquí ha de verse un día con-vertido en obra. Llegará momento en que joshombres no comprenderán que algún día no fueasí, que esta realidad difícilmente se pudo abrircamino.

NOTA.—Este trabajo es el fruto de la actuación de ladoctora Payá como relatora del grupo «Escuela» que ac-tuó en las Primeras Jornadas de Trabajo Social en Bar-celona, septiembre de 1963.