163

SANTIAGO (95) 2002

Inés Suayter

El trabajo social en uncontexto de pobreza. Sus

estrategias

1. El Trabajo Social

En primer lugar ubiquemos al Trabajo Social y el "sentido" que ledamos a él. Para ello presentaré una postura personal y comparti-da. Personal porque me hago cargo de ella, la sostengo y lafundamento desde mis marcos referenciales, y compartida porqueno creo que sea particularmente propia; otros colegas ya seexpresaron al respecto y además es dialogada, consensuada einternalizada a través de los trabajos realizados con otros profe-sionales y las relaciones entabladas en la comunidad académica enla que me desempeño.

Considero que el Trabajo Social no se debe entender ni explicarsolamente desde su interioridad, desde lo intraprofesional, éstetiene significación desde el papel que ocupa en la sociedad, desdela posición que asume en las relaciones sociales y de lo que escapaz de brindar y aportar al mundo societal. Y obviamentecuando hablamos del mundo y de la sociedad, estamos hablandode cambios, de transformaciones, estamos hablando de una diná-mica en las relaciones, por lo tanto el Trabajo Social tambiénasume diversas posturas, acorde con esa dinámica que le planteala realidad misma. Por lo tanto no podríamos hablar de interven-ciones unívocas sino de posicionamientos diferentes, de concep-ciones diferentes que expresan una pluralidad de "formas o modos

164

de operar". Por supuesto que estas formas de intervención debenser "re-conocidas" como partes de un campo específico, de allí laimportancia de no sólo poder implementarlas, construirlas, sinotambién de difundirlas, socializarlas y compartirlas con un colec-tivo que permita institucionalizarlas como "posibles" comporta-mientos profesionales para determinados contextos y/o espaciossociales. Y esto –de alguna manera– es una de las intenciones deesta comunicación: poder compartir una construcción simbólica,ver su viabilidad de ser implementada por otros, de ser comple-mentada y enriquecida con otros aportes, logrando un reconoci-miento que imparta validez a las mismas.

Si aceptamos que podemos tener distintas visiones del mundo, dela realidad, no podemos hablar de uniformidad. Esto no nos debellevar a un planteamiento anárquico del Trabajo Social. De ningúnmodo. El marco general deberá ser igualitario, pero en él se podránreconocer las diferencias. Por lo tanto, las teorizaciones quepodamos emplear también serán variadas. Serán implementadascon contenidos de utilidad y de eficacia. Debemos desterrar lashegemonías de los niveles teóricos, aplicar los conceptos derelativismo y formar trabajadores sociales dúctiles, flexibles, noestructurados y con alta capacidad en el manejo de las distintasteorías sociales. Un cientista social no limitativo, abierto y crítico.

Por otro lado aquí se debe cumplir la dialéctica que nos habla dela "unidad en la diversidad", pues si bien nuestra disciplina debetener un constructo teórico que constituya una base unificada,también debe legitimar esta dialéctica como propia de la identidadde la profesión.

También debemos dejar claro, que el Trabajo Social posee unfuerte componente "interventivo" y se constituye como una prác-tica social. Pero esto no significa desconocer la importancia de lateoría ni mucho menos, ni tampoco la posibilidad de que elTrabajo Social pueda elaborar teorías, sino simplemente valorarque "la categoría de la práctica" es aquí fundamental para contri-buir a elaborar los saberes profesionales. Y estos saberes confor-marán un "campo específico" –al decir de Bourdieu–,1 cuyosreferentes empíricos serán los "modos de hacer", lo que permitirá

1 P. Bourdieu, Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción, Barcelona,Editorial Anagrama, 1997.

165

la construcción continua de una disciplina que nos lleve a laadquisición de un determinado status científico. Remarcando quetodo esto es un proceso de construcción, al igual que los sistemasautopoiéticos que se autoconstruyen y que debemos llevar a cabolos agentes sociales involucrados en él.

En este proceso de construcción queremos referirnos principal-mente a las estrategias que son utilizadas para un abordajecomunitario, poder transferirlas a objetos de compartir, aportar,discutir con quienes nos dedicamos a trabajar "con" y "por" lascomunidades.

Por ello, afirmamos que lo social es un fenómeno complejo ydinámico que supera cualquier modelización por rica y complejaque ésta sea, posee conceptos sensibilizadores de interpretación,por lo que esto simplemente constituye una referencia posiblepara utilizar.

Por otro lado sabemos que la humanidad se transforma, se "re-construye" y cambia a través de esas interacciones entre experien-cias personales y propiedades estructurales, que mueven y mol-dean conocimientos, símbolos y valores compartidos socialmen-te, dando así sentido a la vida y a las responsabilidades con que seasume el devenir histórico, creando identidades sociales y relacio-nes de pertenencia a un determinado grupo social, una etnia o a unpaís, todo lo cual alimenta la búsqueda de "respuestas" paraexplicar y abordar diferentes aspectos de la dinámica de larealidad.

También sabemos que la modernidad ha generado moldes estruc-turados por el antropocentrismo, el dualismo y la fragmentaciónque, por un lado socavan las identidades locales y propicianrelaciones de exclusión social.

Que en un contexto de cambio de roles y debilitamiento delEstado, donde la política mundial es cada vez más policéntrica ydonde los centros de poder no están concentrados en el Estado, yse trasladan nuevas responsabilidades a la sociedad civil, dondelas voces de los grupos étnicos, de pequeños productores ruralesy urbanos, de las mujeres o de los ambientalistas generan nuevasexpectativas, y éstas constituyen un cuestionamiento creciente alos paradigmas del desarrollo globalizante.

Que los nuevos protagonismos demandan mayor asociatividad y

166

desarrollo de sinergias, coordinación, responsabilidad, compromi-sos, rendición de cuentas, participación, eficiencia, mecanismos denegociación y concertación. De ahí que develar el rumbo de lasdemandas, de las capacidades propias y del acceso a recursos quecontribuyen a dar forma a las "utopías colectivas" que favorecenuna gobernabilidad diferente de las épocas anteriores, es undesafío para la gestión del desarrollo local y regional.

Que si bien no hay recetas posibles, y hay bastante que recoger delas experiencias pasadas, el desarrollo futuro para enfrentar laglobalización está fuertemente relacionado con el conocimientoque nos permite entender la dinámica del cambio y la innovaciónsocial en territorios concretos y encontrar las posibilidades que seconjugan con las capacidades sinérgicas y las formas ingeniosasde enlazar las dinámicas locales y regionales.2

Por tanto, la intención es mantener siempre en el trabajo comuni-tario una "conducta estratégica" que convoque a una acción "sinfronteras" para la construcción de redes y una agenda para laciudadanía global, que permita una determinada seguridad encontra de la incertidumbre instalada por los modelos hegemóni-cos.

2. Lo metodológico

En anteriores publicaciones hemos explicitado pasos de unametodología para el abordaje comunitario. construida a través dela experiencia, la cual se sintetiza en: Organización. Go-gestión yAutogestión. Pero también explicamos que para lograr estos pasosdebíamos concretar distintos "procesos" que tienen que ver con laComunicación, la Capacitación, la Concientización y como uncomponente de máxima importancia la Participación.3

2 S. Boisier, Las regiones como espacios socialmente construidos.Documento 87/01. Área de Planificación y Política Regional, Chile,ILTPES, 1997.

3 I. Suayter, Los procesos de organización social, Artículo publicado en laRevista de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional deTucumán, 1998.

167

Al momento actual pretendemos poner énfasis en esta comunica-ción, más que en los pasos metodológicos, en estas categorías quefueron enunciadas como procesos. Hablar de procesos es hablartambién de estrategias, más precisamente de "estrategias metodo-lógicas" entendiendo por tal a los procedimientos lógicos que nosaproximan al conocimiento de la realidad, que fundamentan yarticulan coherentemente teorías, métodos y técnicas. Da sentido,dirección a los procesos de reflexión, sistematización y teoriza-ción a partir de la práctica. Que se encuentran entre lo necesarioy lo viable. Estrategias que "siempre implican una lógica deacciones que pretenden conseguir un objetivo y evitan que otrasestrategias se lo impidan".

Definiciones estas que tienen que ver con la idea de proceso sientendemos por ello al "conjunto de fases sucesivas de un fenóme-no".

Puede resumirse, entonces, que cuando realizamos una gestiónpara el desarrollo en una comunidad debemos tener en cuenta lossiguientes rasgos generales o principios estratégicos:

Orientarse de la manera más directa posible (con la menorintermediación posible) a los grupos destinatarios, los que, a suvez, son partícipes de las decisiones y de la ejecución de lasacciones de desarrollo. Por lo tanto se trata de un proceso partici-pativo.

Considera las especificidades de cada proceso local y regional. Nopuede haber recetas válidas, de manera general.

Se interrelacionan procesos y acciones.

Debe ser viable económica, social y ecológicamente (sostenible ysustentable).

Se nutre de la sinergia social que se logra mediante un proceso queintegra y coordina: sectores (institucionales, públicos y privados);es decir, un enfoque multisectorial. Integra y coordina, también,actores de la sociedad civil y de Estado, disciplinas, así comorecursos de todo orden.

Impacta positivamente y de la manera más amplia a las personasinvolucradas por el proceso de desarrollo.

Se relaciona estrechamente con procesos de descentralización.

168

3. Lo estratégico

En este apartado pretendemos aportar distintas estrategias –notodas–, las más importantes para un trabajo comunitario y siguien-do las pautas enunciadas precedentemente. Comenzaremos conuna de las primeras que nos habla de "otorgar sentido a la localidady a los contextos". También nos podemos referir a ella como "creary recrear espacios socialmente construidos".

3.1. Construcción de espacios sociales

En este sentido, la especificidad de las dinámicas sociales, econó-micas, políticas internas y de relación con los recursos naturales,en territorios configurados históricamente y en permanente proce-so de cambio, enriqueció la conceptualización de "regiones"como espacios donde se reproducen las relaciones sociales, es-tructuradas tanto por las características biofísicas, como por losrasgos propios de organización social, de las dinámicas culturalesde la población y de las relaciones de poder. De ahí que cobrarelevancia "la regionalización" a partir de los procesos y movi-mientos sociales que articulan los ejes de relación: conflictividad,participación o concertación, según sean las contradicciones ycaracterísticas de las dimensiones estructurales. En la perspectivay la práctica de esta primera generación del desarrollo regional losgobiernos centrales funcionaban como un actor principal, con unrol movilizador de recursos e impulsor del crecimiento económi-co, en regiones seleccionadas.La ineficiencia en la aplicación de las estrategias de desarrollo, lascrisis económicas y sociales, los procesos de reestructuración delEstado y de la sociedad civil, y apertura económica, fueronfactores que estimularon la redefinición de la noción de región enlas políticas de desarrollo, buscando fortalecer la "especializaciónflexible", las políticas reflexivas, las capacidades tecnológicasy de innovación y de gestión productiva, con el fin de articularlos distintos espacios. En las nuevas visiones del desarrolloregional se han enfatizado las "alianzas estratégicas" y "la coope-ración" –que también se conforman como estrategias para untrabajo comunitario– entre los distintos sectores de la sociedad,con el fin de alcanzar las metas de manera conjunta, definir reglasdel juego de manera concertada y así enfrentar los distintosprocesos para un desarrollo.

169

El enfoque de la "reflexión de los contextos" que se enlazan consituaciones locales, sugiere una visión pragmática (y constructi-vista), para poner atención a las prácticas y conocimientos (explí-citos y tácitos) que son la fuente y el motor desde donde los actoressociales elaboran sus representaciones y toman vida propia.

Las formas internas de organización social y de trabajo en unalocalidad, son el resultado de los conocimientos y prácticasacumulados en el tiempo. El sentido de localidad no es unfenómeno cerrado o confinado a espacio pequeño, sino que suamplitud puede ser extensa y con interacciones a distancia, quelleva a que grupos sociales determinados ubiquen ciertos centrosde encuentro para congregarse. 4

3. 2. Lo participativo y la organización

Se ha hecho mención de la importancia del factor "participativo"de la gestión del desarrollo humano, cosa que en el caso de unaperspectiva local-regional resulta más necesario de tomar enconsideración. Se ha hablado mucho de esto y ahora simplementequeremos remarcar algunos aspectos.

Cada comunidad, localidad y región enfrenta un conjunto denecesidades y una determinada problemática que requiere, por símisma, de un manejo específico, en cuya solución debe concursarun conjunto de agentes del desarrollo. Así es que, de partida, serequiere un manejo participativo de la problemática existente (porlo general, diversa y compleja), por parte de los diferentes actoressociales, haciendo uso de sus capacidades, de sus conocimientosy de todo tipo de recursos disponibles (naturales, financieros,tecnológicos) para la generación de un conjunto de productos,tangibles (bienes materiales y servicios) e intangibles (amor,libertad, sabiduría, felicidad, creatividad), en un marco de soste-nibilidad.

El desarrollo local y regional requiere una gestión que se traduceen acciones congruentes, articuladas, con resultados eficaces yeficientes. Todo ello supone la existencia de capacidad proposi-tiva y de iniciativas que provienen de diversos actores, para lo cual

4 N. J. Thift, On the Determination of Social Action in Space and Time.Environment ant Planning Society and Space, vol. I, 1993.

170

es necesario garantizar el compromiso y la movilización de losmismos.Para que lo anteriormente señalado sea posible debe existiruna efectiva participación y organización de la ciudadanía en latoma de decisiones, en la planificación y gerencia de su propiodesarrollo.La participación ciudadana en la toma de decisiones ya no sólo selimita hoy día a las decisiones respecto a la marcha de susorganizaciones, incluyendo sus propios recursos, sino, y sobretodo, comprende decisiones sobre la forma en que los recursosestatales disponibles sean utilizados en el desarrollo de las comu-nidades, así como la posibilidad de tomar decisiones respecto aldestino y prioridades de su uso. Así, la participación ciudadanaaparece como la condición que adquiere, las personas cuandoentran en relación con las diferentes estructuras del Estado paraincidir en los asuntos públicos que le competen y ser clave de laspolíticas públicas.El desarrollo es una tarea de gran magnitud que demanda laconcurrencia del mayor número posible de actores. Con la parti-cipación de la ciudadanía en los procesos de desarrollo, no sólose contribuye con el proceso de democratización de la sociedad,sino que se incide en la pertinencia de la definición de las posiblessoluciones, así como en el aporte de una mayor cantidad decapacidades, energía y recursos para enfrentar un reto de tangrandes dimensiones.La participación ciudadana comprende decisiones respecto al usode los recursos y el importante proceso de rendición de cuentas delos gobernantes a los gobernados (de los elegidos a los electores).Por otra parte, esta participación comprende y amplía el hábitociudadano de asumir responsabilidades en el desarrollo de sucomodidad. El hábito de rendición de cuentas debe conducir alestablecimiento de auditorías comunitarias, para lo cual es nece-sario que existan mecanismos para realizar estas auditorías quefaciliten la toma de decisiones y la fiscalización de los recursoscanalizados para el desarrollo local.

La organización comunitaria representa un medio privilegiado, através del cual la ciudadanía unifica una serie de recursos ycapacidades, con miras a participar en el alcance de objetivos dedesarrollo comunes a diferentes niveles de especificidad.

171

Si en forma más concreta se entiende la descentralización como tal-otra estrategia válida para el trabajo comunitario-, entonces sedesprende que para actuar con especificidad, pertinencia y efica-cia sobre una problemática tan compleja e integral como lo es eldesarrollo, resulta indispensable involucrar organismos de nivellocal en estrecha articulación (en alianzas) con las capacidades yel potencial humano de las comunidades y en forma articuladacon políticas que emanan de las propuestas de planes de desarro-llo de carácter general.

El principal rasgo de la participación consiste –entonces– en laposibilidad que tenga la sociedad civil de incorporarse a la tomade decisiones. Cuando esto realmente sucede, permite que seamplíen las facultades de los sujetos sociales de construir supropio destino (empoderamiento de los ciudadanos –otra estrate-gia–) a la vez que se posibilita la democratización del aparatoestatal, y por ende la descentralización de recursos y poderes, afin de que actúe eficazmente en función de los intereses públicos.En el desarrollo de esta estrategia hemos tocado puntos básicosque a su vez se constituyen en otras estrategias y –algunas de ellas–podríamos ampliar un poco más para su adecuada internalizacióny ellos son: conformación de alianzas, los acuerdos, los consen-sos, etcétera, y la estrategia del empoderamiento.

3.3. La contribución de las alianzas

La construcción de alianzas es una modalidad de trabajo que se haestado experimentando en diversos países y que implica unaflexibilidad estatal a la hora de definir las prioridades del destinode los recursos públicos, mediante la incorporación de la partici-pación ciudadana y de la empresa privada, lo cual tiene, comocontrapartida, la toma de responsabilidades de la comunidad en elproceso de organización y realización de las mismas, lo queincluye el aporte, por parte de ésta, en recurso y capacidades dedistinto orden.Como ya se ha señalado, las alianzas son una modalidad organi-zativa que incorpora en acciones conjuntas a diferentes actoresprovenientes del sector público y del sector privado.

Estas alianzas se realizan con propósitos diversos. Ya sea que setrate de alianzas para el intercambio de información, de aptitudes

172

o de materiales. Ya sea que existan para obtener financiamientoconjunto a favor de los proyectos. Ya sea que se coordinen lasactividades para evitar superposición o repetición de eventos. Yasea que exista una cooperación técnica. Puede que las alianzassean para enfrentar determinados problemas del desarrollo cuyamagnitud y complejidad demanden la existencia de alianzas.Puede que la alianza constituya un medio para facilitar el trabajosobre el terreno.En cualquiera de estos casos, las alianzas pueden ser coyunturaleso de mayor estabilidad en el tiempo; pueden ser informales (decolaboración informal), en este caso se trataría de "redes". Puedeser con mayor grado de formalidad, al punto que establezcan supersonería jurídica, en este caso puede tratarse de cierto tipo defederaciones, comités o consorcios. Puede también tratarse derelaciones entre organizaciones complementarias (coaliciones).Lo cierto es que entre más consolidadas sean estas formas deacción conjunta, cuanto más se consolida el tejido social, seprofundizan las relaciones horizontales y, por lo tanto, la capaci-dad de desarrollo de una localidad o de una región.Resulta, pues, una tarea de primer orden en los procesos de gestióndel desarrollo local-regional el fortalecer o impulsar la creación dealianzas entre los agentes de desarrollo de la localidad y de laregión. Lo cual es un desafío impostergable, propio de nuevosesquemas (estilos) de organización y administración del desa-rrollo.

3.4. Empowerment =Empoderamiento?

Para comenzar quisiera hacer algunas consideraciones concep-tuales sobre este término. En inglés empowerment y sus derivadosse utilizan en diversas acepciones y contextos, pero en español lapalabra se encuentra en pugna con una serie de expresiones sinlograr la plenitud del sustantivo inglés.Al respecto me asentaré en el análisis realizado por Carlos Riveroy sus investigaciones sobre el sustantivo empowerment y elinfinitivo to empower.• To empower: dar o conceder poder, facultar, habilitar, capacitar,

autorizar, dar poder de, potenciar, permitir, empoderar, otorgarderecho (o la facultad de ).

173

• Empowerment: potenciación, empoderamiento, apodera-miento.Si tomamos textualmente estas definiciones podemos ver que eltérmino en su sentido de potenciación pareciera expresar tácita-mente que se precisa de un agente externo para facultar la entregade poder. No podemos olvidar que este término se origina en loque conocemos como Gestión de Empresas y aparece como unaestrategia para "otorgar" facultades a los empleados en sus distin-tos niveles. De ahí que esto de "habilitar" viene desde arriba, noposee plena autonomía y obedece a objetivos directrices para elcumplimiento de metas preestablecidas.

Cuando trasladamos este término para el trabajo con comunida-des, el "sentido" que le damos es otro. Y aquí vamos a referirnosjustamente a ello. A cómo interpretamos este término y porsupuesto que en una opinión personal, esto no es totalmenteoriginal sino que está influenciada por todo lo que me impactó deotros autores y que internalicé haciéndolo propio.

Por ello diríamos que empowerment es: concedernos poder,facultarnos, habilitarnos, etcétera, etcétera, o sea, que lo pondría-mos en primera persona del plural, en un "nosotros". Y por quéesto? Porque partimos de los siguientes argumentos que losexpreso muy sintéticamente.

Creemos totalmente en las potencialidades del hombre, que elhombre posee potencias por el solo hecho de ser hombre.

Consideramos que todos los hombres poseen "saberes" –aunqueéstos pueden ser distintos– y no nos inclinamos por valorar estossaberes, como por ejemplo: decir que el saber científico es"mejor" que el saber cotidiano de la gente común, simplementeson diferentes y cada uno posee cualidades distintas.

Si todos los hombres tenemos distintos saberes, la educación–como un factor potencial de empowerment– es un intercambio deellos que se produce en el "nosotros" y no es necesario que existaun maestro y un alumno con un rol fijo para que se dé una relaciónde formación. Y aquí podemos traer a colación lo que P. Freiredecía que: "nadie se educa solo, nadie educa a nadie, nos educa-mos mediatizados por el mundo", con lo que también estamosafirmando que la realidad nos educa, que el mundo nos forma, nosinfluencia, etcétera.

Por lo tanto, para poder "apoderarnos" debemos habilitarnos para

174

ello y esto lo podemos lograr a través de distintos medios, porejemplo: nosotros nos estamos habilitando para poder tener máscapacidades para trabajar con la gente y esto es una adquisición depoder, fundamentalmente de "poder hacer".

De acuerdo con ello, no creemos que sea ineludible –puede darseo no- la presencia de un agente externo para que las organizacio-nes, los grupos de personas de comunidades locales logren unempowerment, también se le puede lograr sin la presencia de estosfactores. Obviamente para lograrlo se necesita de "procesos"donde el componente de la capacitación, de la formación, esfundamental, pero como una relación de intercambios y de trans-ferencias. Además no es el único proceso que nos permitirá esto,la organización, la movilización, la participación, la comunica-ción, etcétera, son también procesos que coadyuvan a un em-powerment. Y cuando hablamos de intercambios también cree-mos en la posibilidad de que un técnico y/o un profesional puedatrabajar en una comunidad buscando la complementariedad y nola dependencia de los demás hacia él y en relación con sus saberesy capacidades.

También se hace necesario, con respecto a ello, hablar algo delpoder, y sobre esto considero que el mismo no se encuentra en uncentro, que se irradia. Ni tampoco se encuentra en un hombredeterminado. El poder –desde una postura sistémica– se encuentraen la "relación" que se logra entablar entre los hombres. No estáni en uno ni en el otro extremo de una dicotomía, sino justamenteen el centro de los lazos de la misma. Así por ejemplo, el poder deun líder reside en la relación que entabla con sus propios liderados.

Además consideramos que el Estado –si así se lo propone– puedeposeer un rol protagónico en estos procesos para estimularlos,para promoverlos, y de esta manera estaría contribuyendo tam-bién a la consolidación de la democracia y a una ciudadanía plenaen uso de todos sus derechos, tanto políticos, civiles comosociales. Pero si no es así, tampoco creemos que no pueda darse,no es imprescindible la presencia del Estado, pues estos procesospueden surgir desde la localidad, desde la ciudadanía, desde laparticipación, y el Estado no podría controlar su proyección ydiseminación a menos que se convierta en un tipo de Estadoautoritario, de tipo gendarme y/o centralista.

175

Si estos, y otros argumentos más, como los postulados por elDesarrollo Humano tienen una congruencia racional, y confor-man una "utopía reflexiva" –al decir de Bourdieu– consideramosque la estrategia del empowerment es totalmente útil para posibi-litar procesos de desarrollo que estén sustentados desde las baseslocales y de allí se proyecten hacia los otros escenarios másglobales.

Resumiendo, podemos decir que el empoderamiento se da en unespacio de carácter social, cultural, político y económico deciertos grupos de personas con el objeto de mantener su organiza-ción social, sus tradiciones, costumbres y demás valores que lespermitan desarrollarse en un ámbito que favorezca la expresiónautónoma a partir de su acervo natural. Así podríamos asumir quela constitución del poder local en pequeñas comunidades a travésdel empoderamiento de sus organizaciones de base posibilitaríaun desarrollo económico y social de carácter integrado, por locual, el empoderamiento podría constituirse como una estrategiaútil, en lo económico, social, político y cultural, para el desarrollolocal de dichas comunidades.

3.5. La capacitación

Siguiendo con las relaciones, observamos que estamos hablandotambién de otra estrategia que aparece implícita en las anterioresy es la capacitación que debe acompañar a todo proceso dedesarrollo y a todo proceso de trabajo social en las comunidades.

En la capacitación se tiene que tener en cuenta que no sólo nosinteresamos por trabajar con transferencia de conocimiento sinotambién con el fortalecimiento de valores y actitudes culturalesque deben poseer los diferentes agentes que intervienen en unproceso de desarrollo. Entendiendo que el hombre es un ciudada-no de derechos, un sujeto carente pero potente, en procura de suemancipación más que de una asistencia.

Dando una idea general y sintética debemos tener en cuenta quebuscamos "instalar capacidades" en un grupo de personas, en unacomunidad, y éstas tienen que ver con:

• Capacidad para pensar estratégicamente. Esto se exterioriza enla capacidad para detectar y movilizar fuerzas (internas y

176

externas) que potencian e impulsan el desarrollo, así como paraminimizar las fuerzas (internas y externas) que lo inhiben, conbase en una visión de futuro compatido.

• Capacidad propositiva.• Capacidad de aprendizaje.• Capacidad para adquirir conocimientos y capacidades

relacionadas con la dinámica técnica que interviene en losprocesos productivos que entran en juego en el desarrollo.

• Capacidad para adquirir conocimientos y capacidadesrelacionadas con los procesos organizativos (coordinación,integración, claridad de objetivos, fortalecimientoorganizacional e institucional) de planificación y de la mismagestión.

• Capacidad para el autodiagnóstico de la comunidad, de lasorganizaciones e instituciones que forman parte del tejidosocial en el plano local y en el regional, así como conciencia delcontexto en que se desenvuelven la localidad y la región.

• Capacidad para el conocimiento de las tradiciones querepresentan un potencial para el desarrollo.

• Capacidad para el fortalecimiento del sentido de pertenencia,autoestima y creatividad de los agentes protagónicos deldesarrollo.

• Capacidad para fortalecer los valores de justicia social, equidadde diverso orden (de género, étnica, etaria, etcétera, consentido de uso sostenible y de conservación de los recursos dela biodiversidad y de la naturaleza en general.

• Capacidad para soñar y crear utopías.

3. 6. La mediación, los acuerdos, las concertaciones

Sobre la mediación se ha hablado mucho, ahora sólo queremosremarcar que esta estrategia, con algunos matices, se empleaconstantemente en un trabajo comunitario.

Si recordamos que uno de los objetivos de la mediación es el deimpulsar un acercamiento entre las personas envueltas en unconflicto, ayudarlas a clarificar e identificar sus intereses, y a que

177

desemboquen en un acuerdo satisfactorio para ambos, estamosante una realidad que se da continuamente en nuestro trabajo yante ella debemos actuar. Para ello es necesario implementar loque conocemos sobre este tema.

Lo más importante es llegar a un "acuerdo", construir "puentes" –que unen y separan– aunque se trate de aguas turbulentas, realizaruna "concertación" donde no hay perdedores ni ganadores, ya quelas partes deben sentirse favorecidas por este acuerdo. La aplica-ción de la mediación nos permitirá restablecer la comunicación ylas relaciones entre las personas, los grupos que se encuentren enconflicto o en problemas. Además la debemos emplear tambiéncomo una técnica participativa donde todos tengamos un rol deimportancia y el trabajador social, en este caso es quien debebuscar reestablecer dicha comunicación y dicha relación, notomando partido por alguna de las partes sino buscando recons-truir el tejido social alterado o roto. Por ello atendemos problemasy/o situaciones de tipo sociales o cualquiera que sea su índole, nolimitándonos a aquellos problemas que necesiten un procedimien-to judicial y se opte por recurrir a esta instancia de mediacióncomo estrategia para la resolución de problemas. La intenciónbuscada es "metacomunicarnos" para lograr un acuerdo, y a partirde él, comenzar o continuar trabajando juntos.

3.7. La interdisciplinariedad, la metodología basada en laresolución de problemas y la flexibilidad de roles

Mencionamos estas estrategias juntas por la íntima relación quelas mismas poseen. En cuanto a la interdisciplina también se hahablado bastante y aquí solamente proponemos una breve síntesisy siempre en relación con nuestro trabajo en las comunidades.

La interdisciplina tuvo su surgimiento en las décadas finales delsiglo XX y como una reacción a distintos factores, por un lado,aparece cuando se produce en todas las ciencias un proceso deultraespecialización y como contraposición al mismo, tambiéncomo una reacción al capitalismo frente a sus propios problemasde legitimación y también ante la demanda de la sociedad que nosplantea problemas cada vez más complejos y que no pueden serresueltos por un solo especialista.

178

La interdisciplina es la interacción que se logra entre diferentesdisciplinas para lograr consenso ante un determinado problema osituación, es un proceso de relacionamiento; está regida por lo quesuele entenderse por el término "entre"; implica un trabajo de tipocooperativo y no dependiente, se trabaja sobre la intersección queposeen los distintos campos de distintas disciplinas; es un entre-cruzamiento de informaciones provenientes de ámbitos discipli-narios diferentes, y de allí la riqueza que posee para la realizaciónde trabajos comunitarios.

En lo que respecta al Trabajo Social, podemos decir que es unaprofesión que asume, tanto en su fundamentación como en supraxis, un carácter eminentemente interdisciplinario, y esto sederiva de una sólida formación de los supuestos de las diferentesdisciplinas que nutren el acervo teórico y metodológico deltrabajador social. Y compartiendo con Rocio Cifuentes cuandonos dice que:

[...] teniendo en cuenta que las fronteras entre las ciencias socialesson difusas, que entre una y otra disciplina existen, –y es deseableque así sea–, poderosos vasos comunicantes que permiten unaconstante transferencia de categorías entre modelos distintos, esinnegable que para preservar la vigencia y la legitimidad comoprofesión social debemos no sólo de mantener sino también fortale-cer los nexos con las disciplinas sociales, lo cual no implica negar lanecesidad de avanzar en la construcción de saberes propios delTrabajo Social.5

La interdisciplina puede encontrar su paralelo en la intersectoria-lidad –de la cual algo hablamos anteriormente–; son dos estrate-gias que pueden fundirse en una sola en determinados momentosdel trabajo comunitario, son complementarias, y cuando lo hace-mos producen una sinergia importante en nuestras intervencionesy en las situaciones en las que estamos trabajando.

Si relacionamos esta estrategia con la de metodología basada enla resolución de problemas también encontramos su sentido.Nuestras intervenciones en una comunidad se dirigen a buscarcanalizar problemas sociales demandados, problemas no

5 M. R. Cifuentes, Documento de Política y Formación en Trabajo Socialen la transición al siglo XXI, Colombia, Editado por la Universidad deCaldas, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, 2000.

179

disciplinarios, sino sociales, complejos, de vastas consideraciones,pues bien, estos problemas pasan a ser objeto de una interdiscipli-nariedad. O sea, que cada disciplina debe saber y explicitar quépuede aportar para la resolución de ellos. El objetivo que nos unees la resolución del problema desde nuestros saberes y desdenuestra identidad. Éste es nuestro punto de encuentro y habrámomentos en que una profesión asuma un rol más protagónico anteeste problema, porque su especificidad así lo permite y habrá otrosmomentos en que dejará paso a otra profesión. Se trata nuevamen-te de una complementariedad, no de una competitividad; no de unahegemonía y dependencia entre profesionales. Se trata también decuestiones éticas, de un respeto por el otro profesional.

Y aquí también entra en juego la "flexibilidad de roles", que seconstituye como otra estrategia para el trabajo comunitario, cuan-do más flexibles, más dinámicos sean los roles, cuando cadaprofesional no se "fije" en un rol sin querer de él, cuando hayaductilidad, creatividad y no conductas estereotipadas, podrá con-cretarse la interdisciplinariedad, la metodología basada en laresolución de problemas y la flexibilidad de roles.

3. 8. El capital social

Cuando hablamos de capital social estamos hablando de Bour-dieu, pues él estudia las prácticas sociales y extiende la lógicaeconómica al análisis de estas prácticas. Bourdieu va a recuperarlos conceptos vertidos por Marx, pero a su vez nos va a plantearuna ruptura con el marxismo. Recupera a Marx en cuanto retomasu lógica de análisis en término de lógica económica, pero marcauna ruptura al extender su lógica a otros campos diferentes deleconómico, logrando así construir instrumentos que permitenexplicar las prácticas sociales sin reducirlas exclusivamente acausas económicas. En esta ruptura, Bourdie se expresa en laextensión del concepto de Capital e Interés a otros campossociales. Y va a definir al Capital como "un conjunto de bienesacumulados que se producen, se distribuyen, se consumen, seinvierten, se pierden". Como ya lo mencionamos, libera a esteconcepto de la connotación económica y lo extiende a cualquiertipo de bien susceptible de acumulación, en torno al cual puedeconstituirse un proceso de producción, distribución y consumo, y

180

por lo tanto de un mercado. Y en este sentido, los campos sociales,pueden ser considerados como mercados de capitales específicos.

Este autor va a distinguir, además del capital económico, el capitalcultural, el capital social y el capital simbólico. Centrándonos enel capital social, lo define como "conjunto de los recursos actualeso potencialidades que están ligadas a la posesión de una reddurable de relaciones más o menos institucionalizadas de interco-nocimiento y de interreconocimiento" o en otros términos, "a lapertenencia a un grupo como conjunto de agentes que no sóloestán dotados de propiedades comunes (susceptibles de ser perci-bidas por el observador, por los otros o por ellos mismos) sino quetambién están unidos por lazos permanentes y útiles".

Este Capital Social ligado a un círculo de relaciones estables,como también los otros tipos de capitales, se constituyen, expresany articulan en los campos sociales que –como ya dijimos– seconsideran mercados de capitales específicos.Ante ello es necesario expresar qué entiende Bourdieu por campossociales, y nos dice: "espacios de juegos históricamente constitui-dos con sus instituciones específicas y sus leyes de funcionamien-to propios". Pensar en campos es pensar relacionalmente. Loscampos se expresan como un "sistema de posiciones y de lasrelaciones entre posiciones". La estructura de un campo es unestado de la distribución en un momento dado del tiempo, delcapital específico que allí está en juego. Se trata de un capital queha sido acumulado en el curso de luchas anteriores, y que orientalas estrategias de los agentes que están comprometidos en elcampo. En este sentido, puede decirse también que su estructuraes un estado de las relaciones de fuerza entre los agentes o lasinstituciones comprometidas en el juego. Al hablar de luchaspermanentes, de acumulación de capital, de estado de las relacio-nes de fuerzas, etcétera, estamos considerando a los campossociales en su aspecto dinámico, y rescatando la dimensiónhistórica de los mismos. En este sentido, agregamos que en loscampos se producen constantes definiciones y redefiniciones delas relaciones de fuerza entre los atentes y las institucionescomprometidas en el juego.Asimismo, también se definen y redefinen históricamente loslímites de cada campo y sus relaciones con los demás campos, loque lleva implícita una redefinición permanente de los límites dela autonomía relativa de cada uno de ellos.

181

Los conceptos de capital, como así también los de volumen yestructura de capital, que también define Bourdieu, van a formarlas dimensiones fundamentales que permiten construir el espa-cio social. En efecto, el volumen global del capital (o conjunto derecursos y poderes efectivamente utilizables, capital económico,cultural, social, etcétera), determinan las diferencias primariasque distinguen las grandes clases de condiciones de existencia. Laestructura patrimonial (forma particular de distribución del capi-tal global entre las diferentes especies de capital) determinadiferencias secundarias que separan distintas fracciones de clase.

Ahora bien, el espacio social es entonces un espacio pluridimen-sional de posiciones, donde toda posición actual puede ser defini-da en función de un sistema pluridimensional de coordenadas,cada una de ellas ligada a la distribución de una especie de capitaldiferente. En este espacio, los agentes y grupos de agentes sedefinen por sus posiciones relativas según el volumen y la estruc-tura del capital que poseen.6

Este planteamiento de Bourdieu se convierte en fundamental paratenerlo en cuenta como estrategia para el trabajo comunitario. ElCapital Social de cada uno de los pobladores y de los gruposexistentes en una comunidad, potencian un campo social y estruc-turan un espacio social donde los trabajadores sociales inmersosaportando nuestras intervenciones y en la búsqueda del desarrollode esa comunidad.

4. Síntesis

Se han mencionado en este artículo algunas de las estrategiasposibles de ser usadas en un trabajo comunitario –no son lasúnicas– existen muchas más como: –el trabajo por imperio de lanecesidad; –la connotación positiva; estrategias de confianzas ydesconfianzas; estrategias donde "todos ponen"; –la detección delíderes; –el fortalecimiento de los líderes; –el fortalecimiento dela sociedad civil; la equidad como estrategia de inclusión, y otrasque tienen un papel protagónico en cuanto a la metodología del

6 A. Gutiérrez, Pierre Bourdieu: las prácticas sociales, Centro Editor deAmérica Latina, 1994.

182

Trabajo Social Comunitario como: –los diagnósticos participativos;–el autodiagnóstico; –los análisis de la realidad; –la planificaciónparticipativa; –la planificación estratégica; etcétera.Estas estrategias –al momento de su implementación– no sepresentan aisladas sino que se interrelacionan entre sí, por lo tanto,en un momento dado podemos estar trabajando con varias estra-tegias al mismo tiempo y enfatizamos una de ellas si así fuerenecesario.Y a manera de síntesis podemos expresar que la intención de estacomunicación es la de brindar un aporte o una mirada específica,que no se pretende un trabajo acabado ni exhaustivo al respecto,que está lanzado para la discusión, el discenso y los acuerdos, quees factible de ser ampliado e enriquecido, que pretende ser unaporte más para aquellos profesionales que nos dedicamos a ladifícil tarea de contribuir con la población a instalar capacidadesen la población, en "ponerlos al lado" para que los mismos puedanelaborar y gestionar sus propios procesos de desarrollo, un desa-rrollo cada vez más humano, con equidad, buscando una mejorcalidad de vida y una inclusión para todos.

Bibliografía

Bourdie, P., La distinción, Madrid, España, Editorial Taurus, 1999.

Gutiérrez, A., Pierre Bourdieu: Las practicas sociales, Centro Editor deAmérica Latina, 1994.

Giddens, A., La constitución de la Sociedad, Edición Amorrortu, 1998.

Habermans, J., Problemas de legitimación en el capitalismo tardío,Madrid, España, Ed. Cátedra, Colección Teorema, 1999.

Max Neef , M., Desarrollo a escala humana: una opción para el futuro,Ed. Capaur, 1986.

PNUD, Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas parala Argentina, Informes 1997, 1998.

Aquin, N., "Hacia la construcción de enfoques alternativos para ElTrabajo Social para el nuevo milenio", Revista de Servicio Social,vol. I, núm. 3, 1999.

Watzlawick y otros, Teoría de la comunicación humana, EditorialHerder, 1987.