El saqueo de Siberia - Nodo50habitan la tundra al norte. Sus bosques del sureste son el último...

8
E l 30 de agosto de 2000, 10 policías en- mascarados armados con fusiles automáti- cos irrumpieron en la oficina de la Funda- ción Glasnost, una organización de defen- sa de los derechos humanos en Moscú. La policía forzó a la docena de personas que encontraron a tenderse en el suelo. Pasaron 40 minutos registran- do intensamente la oficina, y se fueron sin una palabra de explicación. El personal de la Fundación nunca supo exactamente lo que buscaba la policía, asumiendo que tenían algo más específico en mente que la mera intimidación. Pero nadie dudaba de la importancia de la correría. Era otra escaramuza en la guerra política por la mayor área natural del mundo fuera de la Antártida aún sin explotar, y por los derechos sociales de las personas que viven allí. Siberia, la inmensa zona de Eurasia, contiene inmensos recursos de madera, pe- tróleo, gas natural y minerales. Los depósitos de pe- tróleo y de gas natural de Siberia son la más impor- tante fuente de divisas de Rusia. Siberia es también un lugar de extraordinarias riquezas naturales y cul- turales. Alberga culturas indígenas como los Udege que viven a lo largo de los ríos que atraviesan los bosques del lejano oriente siberiano y los Inuit que habitan la tundra al norte. Sus bosques del sureste son el último refugio del tigre siberiano, el más grande de los felinos. La tundra es la zona de repro- ducción de la muy amenazada grulla siberiana que inverna en el sur de India. Los ríos que desembocan en la costa del Pacífico reciben las mayores poblacio- nes de salmones del mundo. Por esto luchan los policías y las personas tendi- das en el suelo. Los policías reciben órdenes, aunque normalmente de forma indirecta, de la oligarquía que heredó el maltrecho aparato industrial del viejo imperio soviético. Al otro lado está la pujante socie- dad civil rusa. Fui a la lejana Siberia oriental a en- contrar a algunas de las personas que están constru- yendo este movimiento. Las encontré en las oficinas de organizaciones no gubernamentales (ONG) en ciudades como Vladivostok, en la punta suroriental de Siberia. Los espectaculares fiordos del Pacífico de Vladivostok la habrían hecho aún más bonita que San Francisco, de no ser por los decrépitos y macizos edificios cubiertos de carbonilla. Encontré a otros activistas en Khabarovsk, que queda al norte, junto a la frontera china, una ciudad que es hogar de mu- chas personas cuyos padres o abuelos fueron conde- nados a los gulags. Y cuando me encontré con estos activistas en sus pequeños apartamentos, sus decré- pitas universidades, o en las oficinas de sus revistas, oí muchas cosas positivas: claramente, han ganado algunas de sus batallas. Cierto es que no han remendado los escapes que son demasiado abundantes en los viejos oleoductos de petróleo de la era soviética, ni han solucionado el grave problema de los abundantes residuos nucleares de Siberia, ni han invertido el descenso de la espe- ranza de vida de la región, que ha caído a 70 años para las mujeres y a sólo 57 años para los hombres. Pero han conseguido licencias para sus propios ins- pectores ambientales que hoy supervisan las opera- ciones forestales y las fábricas químicas. Y en los lí- mites de un Lugar Patrimonio Mundial reciente- mente aprobado en Kamchatka, la inmensa superfi- cie relativamente sin estropear enfrente de Alaska al otro lado del Pacífico, han bloqueado la apertura de una mina de oro sin las adecuadas medidas ambien- tales. Comparadas con los problemas, tales victorias pueden parecer pequeñas, pero suponen un enorme avance respecto a los tiempos soviéticos. La Kam- 8 WORLD•WATCH 2002 El saqueo de Siberia La oligarquía rusa está depredando los bosques, los recursos pesqueros y los minerales de Siberia. Enfrente tienen a un pequeño ejército de organizaciones sociales cuya visión, para las normas locales, es revolucionaria: creen que Siberia debe gestionarse en función de los intereses de aquellos que realmente viven allí. por Hal Kane Fotografías de Bryan y Cherry Alexander

Transcript of El saqueo de Siberia - Nodo50habitan la tundra al norte. Sus bosques del sureste son el último...

Page 1: El saqueo de Siberia - Nodo50habitan la tundra al norte. Sus bosques del sureste son el último refugio del tigre siberiano, el más grande de los felinos. La tundra es la zona de

El 30 de agosto de 2000, 10 policías en-mascarados armados con fusiles automáti-cos irrumpieron en la oficina de la Funda-ción Glasnost, una organización de defen-

sa de los derechos humanos en Moscú. La policíaforzó a la docena de personas que encontraron atenderse en el suelo. Pasaron 40 minutos registran-do intensamente la oficina, y se fueron sin unapalabra de explicación. El personal de la Fundaciónnunca supo exactamente lo que buscaba la policía,asumiendo que tenían algo más específico en menteque la mera intimidación. Pero nadie dudaba de laimportancia de la correría.

Era otra escaramuza en la guerra política por lamayor área natural del mundo fuera de la Antártidaaún sin explotar, y por los derechos sociales de laspersonas que viven allí. Siberia, la inmensa zona deEurasia, contiene inmensos recursos de madera, pe-tróleo, gas natural y minerales. Los depósitos de pe-tróleo y de gas natural de Siberia son la más impor-tante fuente de divisas de Rusia. Siberia es tambiénun lugar de extraordinarias riquezas naturales y cul-turales. Alberga culturas indígenas como los Udegeque viven a lo largo de los ríos que atraviesan losbosques del lejano oriente siberiano y los Inuit quehabitan la tundra al norte. Sus bosques del suresteson el último refugio del tigre siberiano, el másgrande de los felinos. La tundra es la zona de repro-ducción de la muy amenazada grulla siberiana queinverna en el sur de India. Los ríos que desembocanen la costa del Pacífico reciben las mayores poblacio-nes de salmones del mundo.

Por esto luchan los policías y las personas tendi-das en el suelo. Los policías reciben órdenes, aunquenormalmente de forma indirecta, de la oligarquíaque heredó el maltrecho aparato industrial del viejo

imperio soviético. Al otro lado está la pujante socie-dad civil rusa. Fui a la lejana Siberia oriental a en-contrar a algunas de las personas que están constru-yendo este movimiento. Las encontré en las oficinasde organizaciones no gubernamentales (ONG) enciudades como Vladivostok, en la punta surorientalde Siberia. Los espectaculares fiordos del Pacífico deVladivostok la habrían hecho aún más bonita queSan Francisco, de no ser por los decrépitos y macizosedificios cubiertos de carbonilla. Encontré a otrosactivistas en Khabarovsk, que queda al norte, junto ala frontera china, una ciudad que es hogar de mu-chas personas cuyos padres o abuelos fueron conde-nados a los gulags. Y cuando me encontré con estosactivistas en sus pequeños apartamentos, sus decré-pitas universidades, o en las oficinas de sus revistas,oí muchas cosas positivas: claramente, han ganadoalgunas de sus batallas.

Cierto es que no han remendado los escapes queson demasiado abundantes en los viejos oleoductosde petróleo de la era soviética, ni han solucionado elgrave problema de los abundantes residuos nuclearesde Siberia, ni han invertido el descenso de la espe-ranza de vida de la región, que ha caído a 70 añospara las mujeres y a sólo 57 años para los hombres.Pero han conseguido licencias para sus propios ins-pectores ambientales que hoy supervisan las opera-ciones forestales y las fábricas químicas. Y en los lí-mites de un Lugar Patrimonio Mundial reciente-mente aprobado en Kamchatka, la inmensa superfi-cie relativamente sin estropear enfrente de Alaska alotro lado del Pacífico, han bloqueado la apertura deuna mina de oro sin las adecuadas medidas ambien-tales. Comparadas con los problemas, tales victoriaspueden parecer pequeñas, pero suponen un enormeavance respecto a los tiempos soviéticos. La Kam-

8 WORLD•WATCH 2002

El saqueo de

SiberiaLa oligarquía rusa está depredando los bosques, los recursos

pesqueros y los minerales de Siberia. Enfrente tienen a un pequeño

ejército de organizaciones sociales cuya visión, para las normas

locales, es revolucionaria: creen que Siberia debe gestionarse en

función de los intereses de aquellos que realmente viven allí.

por Hal KaneFotografías de Bryan y Cherry Alexander

Page 2: El saqueo de Siberia - Nodo50habitan la tundra al norte. Sus bosques del sureste son el último refugio del tigre siberiano, el más grande de los felinos. La tundra es la zona de

WORLD•WATCH 2002 9

La mayor fuente de divisasen Rusia es el petróleo yel gas natural de Siberia.Aquí, un trabajador luchacon una manguera en unpozo de gas natural en lapenínsula Yamal, en elnoroeste de Siberia.

Page 3: El saqueo de Siberia - Nodo50habitan la tundra al norte. Sus bosques del sureste son el último refugio del tigre siberiano, el más grande de los felinos. La tundra es la zona de

chatka soviética no sólo estaba vetada a las ONG, si-no a cualquier visitante civil. Era sobre todo domi-nio del ejército. A lo largo de Siberia, la nueva socie-dad civil está consolidándose, pero todavía se en-frenta a varios fantasmas del pasado soviético.

Primer asalto: la vieja escuela degobierno

Gennady Devyatkin, el gobernador de Bystrinsky,un gran distrito en el centro de Kamchatka, está sen-tado en su oficina a primera hora de la tarde de unfresco y soleado día de verano. El gobernador es unhombre pálido y con el pelo desgreñado, de unos 55años. Y está bebido, muy borracho. Se levanta y nossaluda calurosamente a los cinco, que integramosuna comisión de tres ecologistas de Kamchatka y doscolegas estadounidenses.

Bystrinsky alberga algunos de los mayores volca-nes del mundo, y también tiene una de las mayorespoblaciones de salmón. Cuando los salmones re-montan los ríos, los pescadores extienden sus redesen los inmensos ríos sin la menor pausa.

¿Por qué no vamos todos al restaurante? pregun-ta Devyatkin. No tenemos ninguna necesidad de es-tar sentados alrededor de la gran mesa en la oficina.Así que nos dirigimos al único restaurante del pue-blo, donde el gobernador ordena el almuerzo, perotambién pide vodka que viene primero, en varias bo-tellas. Mientras, intentamos hablar sobre la razón denuestra visita: una decisión pendiente acerca de laposible apertura de una mina de oro.

Pensamos que la mina es una mala opción, y sos-tenemos que el turismo generaría más ingresos y cre-aría más empleos. Pero los turistas no vendrán a me-nos que la provincia conserve sus recursos naturales.No se puede tener ambas cosas, le decimos. Las mi-nas y los turistas no se mezclan. Pero el gobernadorprefiere la mina, aunque tiene dificultades para ex-plicar cómo llegó a esta convicción. Quizás flotandoen los vapores del vodka llegó a esa conclusión.

Esta es la vieja manera de gobernar, y de dirigircualquier tipo de negocio. El beber es la norma. Al-gunas personas incluso dicen que es necesario: “laspersonas sobrias pueden guardar los secretos.” (Sinembargo, los políticos siberianos evidencian que losbebedores expertos también pueden guardarlos.)Pero la mayor deficiencia es la falta de cualquier aná-lisis real de beneficios, empleo, impacto ambiental, yde todo aquello que serviría al interés público. Enausencia de tal análisis, generalmente prevalecen de-terminados intereses particulares. Y dado que el con-trol de tales intereses privados son una función esen-cial del gobierno, se puede concluir que el distritode Bystrinsky, como gran parte de Siberia, realmen-te no tiene ningún gobierno efectivo.

La corrupción rusa es bien conocida por los in-

formes sobre los gángsteres en Moscú. Pero la fuen-te de esa corrupción está en gran parte en lugarescomo este. Los oligarcas rusos pueden vivir en Mos-cú, pero la mayor parte de su dinero proviene de losrecursos naturales siberianos. Este modelo se re-monta a la era soviética y a la época de los Zares. Y esuna de las razones que explica que muchos rusos,quizás la mayoría, crean que la privatización postso-viética ha fracasado.

A mediados de los años noventa, el presidenteBoris Yeltsin intentó llevar a cabo una reforma eco-nómica al estilo occidental tan rápidamente comofuera posible, sin alienarse a sus aliados adinerados.Para lograrlo, permitió que estos oligarcas hicieranpréstamos al gobierno, préstamos garantizados porparticipaciones masivamente infravaloradas en lasmayores empresas estatales, como Gazprom, LU-Koil, Sibneft y Sidanco. Cuando el gobierno suspen-

10 WORLD•WATCH 2002

Finlandia

Ucrania

Bielorrusia

Lituania.Letonia

Estonia

Kazajstan

Moscú

RUSIA

0

0

250 500

250 500

750 Kilómetros

750 Millas

Page 4: El saqueo de Siberia - Nodo50habitan la tundra al norte. Sus bosques del sureste son el último refugio del tigre siberiano, el más grande de los felinos. La tundra es la zona de

dió el pago de los préstamos, algo que se cree queera parte del trato, unos pocos hombres terminaronapoderándose de la mayor parte de la base industrialdel país. Los conglomerados de Rusia han sido pri-vatizados, pero el resultado no fue un sector privadoen el sentido occidental. En cambio, los camaradasde Yeltsin usaron su nuevo estatus de cuasi-mono-polio para hacerse aun más ricos, a través de la ventade los recursos naturales controlados por sus empre-sas. Las agencias gubernamentales no están en posi-ción de regular o incluso supervisar la mayoría de es-tas actividades. Como dijo un funcionario al MoscowTimes, “¡sólo tenemos un inspector de naturalezapor cada 3.000 kilómetros cuadrados! En Luxem-burgo, por ejemplo, tienen más de 300 inspectorespara un territorio de menos de 3.000 kilómetroscuadrados.”

El resultado es la violación desenfrenada de las

regulaciones de los recursos naturales. Según ViktorDuroshenko, director de Primorsklesprom, una delas mayores compañías madereras de Siberia oriental,más de la mitad de las talas son ilegales. En el sectorpesquero, la situación es aún peor. La pesca ilegal enSiberia oriental se estima en más del triple de las cap-turas legales de 2,5 millones de toneladas por año.En Kamchatka, los furtivos al servicio de la Mafia deMoscú colocan redes en la desembocadura de losríos, capturando a la totalidad de los salmones. Lashuevas, a pesar de su alto valor, son arrancadas y api-ladas en enormes montones donde se pudren.

La lucha contra esta corrupción es muy peligro-sa. En el año 2000 en la Isla de Sakhalin, que quedaal norte de Japón en el Mar de Okhotsk, una bombaen un automóvil hirió gravemente al inspector res-ponsable de la pesca. Se le llamaba “el terror de losfurtivos locales” por sus esfuerzos por frenar la co-

WORLD•WATCH 2002 11

agoago

Mar de Ojotsk

Mar deJapJaJ ón

Océano Pacíficoífí

CH

KKKO

SAKAHLINSKAYA O

Mongolia

ChinaJaaJapón

Vladivostok

asnokamenska 2

Magadan

K

M OO

sketrop

Kamchatski y

ROVSKIY K

arKhaba ovsk

PenínsulaYamal

R TR

SKIY AO

AS

A

AO

Siberia

Petróleo y gas

REPÚBLICA (R), PROVINCIAS (O), DISTRITOS AUTÓNOMOS (AO), TERRITORIOS (K)CLAVES:

Ciudad

1Verkoyansk es la ciudad más fría del mundo, con temperaturas medias de -49ºC en invierno.

Ríos

Extensión aproximada de los bosques (varían mucho en densidad)

PlataMetales raros

Explotaciones forestalesintensivas

CarbónOro

Diamantes

2Krasnokamensk: lugar de la mina de uranio que fue la fuente de la mayor parte del material fisio-nable de las bombas atómicas soviéticas.

Page 5: El saqueo de Siberia - Nodo50habitan la tundra al norte. Sus bosques del sureste son el último refugio del tigre siberiano, el más grande de los felinos. La tundra es la zona de

rrupción. Aunque sólo sufrió heridas en una pierna,es probable que la bomba infligiera daños muchomayores, dados sus efectos de intimidación.

Segundo asalto: emerge lasociedad civil

Varios estudiantes universitarios en traje de camuflajecaminan por un desierto camino en la taiga siberiana.“Taiga” significa “el bosque” en ruso, y hay muchatierra detrás de esa palabra. Los bosques rusos cubrenun área tan grande como Estados Unidos y casi dosveces el tamaño del bosque tropical húmedo amazó-nico. Durante 11 horas, los estudiantes caminan. Esverano y el bosque secundario a ambos lados del ca-mino parece infinito. Pero al llegar la tarde, el hechi-zo se rompe: el camino emerge de la taiga para revelaruna inmensa zona talada y desolada.

Los estudiantes son representantes de la Ins-pección Ecológica de Estudiantes de Tomsk (TESI),una ONG y escuela para “los jóvenes inspectores eco-lógicos.” Antes de la creación de la escuela, había só-lo un inspector de recursos naturales en todo Tomsk,una provincia en Siberia occidental. Ahora hay cien-tos. TESI se fundó en la Universidad Estatal deTomsk en agosto de 1999. Sus profesores procedendel Servicio Forestal de Tomsk, del Departamento deProtección de las Pesquerías, la ONG NovosibirskEcoclub, y de otras organizaciones. Sus sesiones deentrenamiento, a las que asisten más de 50 estudian-tes de 11 provincias rusas, cubren un amplio plan deestudios. Los estudiantes aprenden nociones de pe-riodismo ambiental y gestión de la fauna y flora. Perotambién se les enseñan otras habilidades más tácticas,como capturar a los cazadores furtivos e inspeccionarlos sitios con residuos tóxicos y radiactivos.

Rusia tiene leyes ambientales muy rigurosas en elpapel, pero apenas se aplican. TESI ha iniciado la ba-talla para hacer cumplir las leyes. Ese grupo de estu-diantes tiene el poder para citar a las grandes empre-sas por talas ilegales, o por vertidos en las minas. In-cluso pueden multar directamente a los cazadoresfurtivos.

TESI es sólo una de los cientos de ONG que hannacido tras la implosión de la URSS. Al contrario desus precursores soviéticos, que eran pocos y contro-lados por el Estado, las nuevas organizaciones tienenun papel activo en el sector de los recursos naturales.Muchas son gestionadas por eminentes científicosque perdieron sus sueldos estatales cuando se de-rrumbó la Unión Soviética. Dado que están acos-tumbrados a la pobreza y porque el rublo es tan dé-bil, estas personas frecuentemente sobreviven con elequivalente a sólo 1.100 o 2.200 euros por año. Al-gunos, que todavía reciben sueldos residuales de susviejos trabajos oficiales, donan su labor a las ONG.

El presupuesto anual de una ONG siberiana ape-

nas supera los 6.000 euros (aunque unas pocas cuen-tan con presupuestos de más de 110.000 euros). Engeneral, la mayor parte del apoyo económico proce-de del extranjero, en forma de pequeñas donacionesde las fundaciones u ONG occidentales. Algunas deestas organizaciones se han especializado en apoyar alas ONG siberianas, no sólo financiándolas, sinoproporcionando acceso a la información, a las auto-ridades occidentales y a los medios de comunicacióninternacionales. Entre los grupos más prominentesestán: Global Greengrants Fund, Pacific Environ-ment, ISAR, y el Centro del Salmón Salvaje. En1999, la W. Alton Jones Foundation lanzó una seriede reuniones de ONG siberianas, reuniones en lasque representantes de muchas ONG pudieron ela-borar estrategias comunes, pero la fundación aban-donó estas actividades y es incierto el porvenir de es-tas reuniones.

A pesar de sus magros recursos, las ONG siberia-nas están trabajando en un amplio espectro de pro-blemas ambientales. Una revista llamada Zov Taigi(el Rugido de la Taiga) refleja la situación ambientalde Siberia. A lo largo de los miles de kilómetros deSiberia oriental, varias organizaciones pequeñas de-fienden los derechos a la tierra de los pueblos indí-genas. Una ONG llamada Sakhalin EnvironmentWatch ha llamado la atención internacional sobre laausencia de medidas para evitar los derrames de pe-tróleo en las plataformas de la costa del Pacífico. Yen el año 2000, los estudiantes de TESI proporcio-naron evidencias para 33 actuaciones contra los ca-zadores furtivos y otros delincuentes ambientales enla taiga de la provincia de Amur.

Las condiciones en las que trabajan la mayoría deestas personas son muy precarias, por decirlo suave-mente. En un pequeño apartamento de la ciudad dePetropavlovsk-Kamchatsky en el Pacífico, la botáni-ca Olga Chernyagina dirige la Liga de Expertos In-dependientes de Kamchatka. Su apartamento a me-nudo carece de agua corriente, y a veces de electrici-dad o calefacción. Está lleno de libros. Desde la callefuera del edificio, se puede ver el puerto donde estánatracados los submarinos nucleares, negros y amena-zantes.

El propósito de la Liga es unir a los científicos su-bempleados o desempleados y ponerlos a trabajar enla protección de la naturaleza. La Liga se centra enlas empresas que construyen los oleoductos de pe-tróleo en Kamchatka, presionándolas para que dise-ñen tuberías “a prueba de vertidos”, y para que de-sarrollen planes de limpieza en caso de derrame. LaLiga también se ha opuesto a las minas de oro y dia-mantes, dados sus costes sanitarios y ecológicos paraSiberia, mientras que casi todos los beneficios termi-nan en otra parte. Muchos políticos locales y empre-sarios se sienten atacados. Pero Chernyagina ha per-sistido y la Liga ha ganado en prestigio: es una enti-

12 WORLD•WATCH 2002

Page 6: El saqueo de Siberia - Nodo50habitan la tundra al norte. Sus bosques del sureste son el último refugio del tigre siberiano, el más grande de los felinos. La tundra es la zona de

dad de denuncia y una pionera conceptual.Ha presentado a los políticos locales plan-teamientos que son completamente nuevaspara ellos, como la idea de que la pro-tección del medio ambiente tiene sentidoeconómico.

El apartamento de Chernyagina parecelujoso comparado con la escualidez con laque operan muchas otras ONG, como loseditores de la revista Zov Taigi, en Vladi-vostok. Pero no todas las oficinas de ONGson decrépitas, como es el caso de la Fun-dación de la Vida Salvaje de Khaborovsk,que ha logrado recaudar fondos no sólo pa-ra el espacio de trabajo adecuado, sino tam-bién para nuevos ordenadores donde se ela-boran detallados mapas de la región.

Tercer asalto: elcontraataque de laoligarquía

Sergei Grigoryants, el presidente de la Fun-dación Glasnost, describe la redada policía-ca en su organización como una “acciónconsciente del gobierno encaminada a inti-midar a la sociedad civil.” Entre las ofensasprobables de la Fundación: había criticadofuertemente al Servicio de Seguridad Fede-ral (el sucesor de la KGB), y la guerra enChechenia.

Éste es el tipo de correo electrónico quelos activistas rusos están acostumbrado arecibir de sus colegas:

“9 de agosto de 2001. Nuestros amigosestaban protestando contra los planes deGazprom. Acabo de llamar al policía alfrente de la comisaría local en SmolenskaStanitsa. Me dijo que Andrey Rudomakha yVasiliy Agafonov estarán detenidos durante10 días. No hay información de otros dosactivistas, Vera de Krasnodar y Yura de Ta-ganrog, pero supongo que también estarándetenidos durante 10 días.”

Siguen algunas informaciones prácticas: El nom-bre del jefe de policía en la región de Severskiy: Ser-geev Aleksandr Nikiforovich. Fax: (266) 21-331.¡Buena suerte! Semen Simonov.

Tal acoso no se limita a las ONG. Incluso las agen-cias gubernamentales han sufrido ataques, a veces conefectos devastadores. En mayo de 2000, por ejemplo,el Kremlin abolió el núcleo de la agencia de medioambiente del gobierno federal, el Comité de Ecolo-gía. “Nuestros gigantescos conglomerados de mate-rias primas no podrían sobrevivir a cualquier estudioserio de impacto ambiental. Por eso nos suprimie-ron,” dijo Viktor Danilov-Danilyan, el último direc-

tor, en una entrevista en agosto. “Las autoridades loapuestan todo a las materias primas… Creen que ven-diendo petróleo, gas natural, oro, diamantes y meta-les en los mercados mundiales, Rusia podrá superaresta crisis. Este prejuicio está muy arraigado en las ca-bezas de nuestros gobernantes y es difícil superarlo.”

Algunos de los críticos del gobierno temen queeste prejuicio, como lo llama Danilov-Danilyan, esen algunos aspectos aún peor que las viejas políticaseconómicas soviéticas que por lo menos ponían elénfasis en algunos tipos de fabricación, por muy con-taminantes que fueran. Nikita Fedorovich Glazovs-kii, Director del Fondo de Medio Ambiente de laFederación Rusa, una entidad ligada al gobierno, loexpone de esta manera:

WORLD•WATCH 2002 13

El vertido de petróleo es una formafrecuente de contaminación de losacuíferos en buena parte de Siberia.

Page 7: El saqueo de Siberia - Nodo50habitan la tundra al norte. Sus bosques del sureste son el último refugio del tigre siberiano, el más grande de los felinos. La tundra es la zona de

“Ha habido un cambio radical en las prioridadeseconómicas de Rusia, en la dirección de la extraccióny venta de materias primas. Este cambio de políticaestá transformando la doctrina económica de Rusia.Los líderes actuales de la nación han escogido los re-cursos naturales como su panacea. La liquidación delComité de Ecología es el primer paso. Seguirán cam-bios en la actual legislación ambiental, para benefi-ciar los intereses del sector extractivo.”

Potencial congelado

Yuri Shmakov, un veterano periodista en la ciudadde Khabarovsk, me explica su optimismo. Mientrasbebe, me dice que los chicos no conocen su historia,y del centelleo en sus ojos, puedo ver que lo consi-dera como otra causa para la esperanza. Las personasque tenían seis o siete años cuando la Unión Soviéti-ca se derrumbó en 1991, observa Shmakov, recorda-rán poco de esos tiempos duros. Además, señala,cualquier recuerdo que tengan, se refiere a los añosde Gorbachov, cuando las cosas ya habían mejoradobastante. Hoy, esas personas tienen 17 ó 18 años ynunca aprendieron el fatalismo o el pesimismo desus mayores.

Khabarovsk es la tierra de los gulags. Era el desti-no para miles de disidentes y delincuentes que habíansido desterrados a los campamentos. Su economíadurante mucho tiempo se basó en las minas y en laextracción de madera, y también en el trabajo escla-vo. Los recuerdos de las personas más viejas comoShmakov están llenos de miserias completamenteajenas a las experiencias de sus hijos y nietos.

Los jóvenes siberianos cuyas imaginaciones notienen las cicatrices del pasado ven otras posibilida-des distintas a trabajar las minas o los bosques. Noasumen que el principal propósito de la sociedad si-beriana deba ser la venta de sus recursos naturales aMoscú o a Occidente. Están bien educados—la es-colarización se acerca al 100 por ciento—, y manejancon soltura los ordenadores e Internet como sus co-legas occidentales. Te recuerdan que no son un paísdel Tercer Mundo, y esperan desarrollar una econo-mía del Primer Mundo.

Pero el optimismo de mi interlocutor contrastacon la realidad. Siberia nunca ha conocido otra eco-nomía que no sea la de proveedora de materias pri-mas. Su paisaje está lleno de ciudades que tienennombres como Uglegorsk (“ciudad del carbón”) yNeftegorsk (“ciudad del petróleo”). En la provinciade Magadan, por ejemplo, el 70 por ciento de la ac-tividad industrial procede de la manipulación de ma-terias primas, principalmente oro, plata y diamantes.Las grandes minas se remontan a 1932, cuando eltrabajo forzado del sistema del gulag se extendió porla región. Setenta años después, Magadan aún tieneque diversificar mucho su vieja economía del gulag,

y su estrecha base económica es muy vulnerable a lasfluctuaciones de los precios en los mercados de me-tales. Es la misma historia que en todas las provinciassiberianas, basada en el petróleo, el gas natural, lamadera, la pesca, los metales preciosos y los diaman-tes.

Después del derrumbe de la Unión Soviética, du-rante un tiempo parecía como si Siberia pudierareinventarse. Durante décadas se había poblado concientíficos e ingenieros disidentes. El sistema del gu-lag transfirió una cantidad enorme de talento técni-co a la región. La Unión Soviética también habíaproporcionado algunos beneficios intencionales, enforma de “ciudades de la ciencia” como Novosi-birsk. Toda esta especialización, junto con el aseso-ramiento occidental que ha empezado a llegar, po-dría servir para fines más constructivos. Por fin, pa-recía, había llegado la hora de pasar de la madera a

14 WORLD•WATCH 2002

Norilsk, una ciudad de 230.000habitantes en el noroeste deSiberia, fue creada como un centrode fundición de níquel y cobre enlos años treinta. Las primerasfundiciones fueron construidas porprisioneros políticos en los gulagsde Stalin; más de 100.000 murieronen la tarea. La contaminación delas fundiciones ha destruido más de350.000 hectáreas de bosque.Arriba, un trabajador en Cobre deNorilsk toma una bocanada deoxígeno para prevenir los humos dedióxido de azufre. Níquel deNorilsk, cuyos beneficiosascendieron a 1.500 millones dedólares en 2000, pertenece a unoligarca moscovita, VladimirPotanin. Adquirió la empresa porsólo 170 millones de dólares.

Page 8: El saqueo de Siberia - Nodo50habitan la tundra al norte. Sus bosques del sureste son el último refugio del tigre siberiano, el más grande de los felinos. La tundra es la zona de

los muebles, de la plata a la vajilla de plata, a la elec-trónica y quién sabe qué. Pero las nuevas políticaseconómicas nunca llegaron. Siberia seguía siendouna colonia de recursos; sólo su propiedad cambióde manos, del viejo estado soviético a la nueva oli-garquía cleptocrática rusa.

Esta es la paradoja de Siberia: entre las regionessubdesarrolladas, pocas tienen una riqueza tan gran-de de talento con tanta formación. Y sin embargo es-te potencial social sigue congelado. Contra tal des-pilfarro, las nuevas ONG pueden parecer muy pe-queñas y mal equipadas. Pero representan algo fun-damentalmente nuevo en la región. El deshielo sibe-riano, si llega, no ocurrirá de arriba hacia abajo, sinodesde la base.

Hal Kane es un antiguo investigador delWorldwatch Institute.

WORLD•WATCH 2002 15