El reloj inmobiliario en China, España y Estados...

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L ograr reducir el contrabando de tabaco y ayudar a mantener 56.000 puestos de trabajo en Es- paña es una labor de toda la sociedad. Labor que exige la adopción de medi- das tanto desde el punto de vista de la demanda como de la oferta. Dentro de las primeras, la más im- portante de todas es la concienciación social. Hasta que la sociedad no entien- da y vea que comprar y consumir taba- co de contrabando es perjudicial para todos, será difícil lograrlo. Pero quizás, a efectos de la lucha contra el fraude, las medidas más novedosas y que re- quieren una mayor actuación de la Ad- ministración y sobre todo una mayor responsabilidad de los fabricantes, son las que se sitúan en el lado de la oferta y en concreto, las siguientes: Mayor control sobre los fabrican- tes/importadores y distribuidores. Es relevante señalar que las grandes compañías tabaqueras tienen suscritos acuerdos de cooperación con la UE a través de la Oficina de Lucha contra el Fraude por el que se comprometen a luchar contra el comercio ilícito de ta- baco. Estos acuerdos contemplan, en- tre otras medidas, la implementación por parte de las compañías de un siste- ma de localización y seguimiento de los productos y la aceptación del pago de multas si se incautan marcas de los fir- mantes en destinos diferentes a los que en teoría se dirigían, que pueden osci- lar entre el 100% de los impuestos deja- dos de pagar a multiplicar varias veces el monto de estas cuantías. Sería interesante que las distintas administraciones animasen a todos los fabricantes a someterse a este tipo de acuerdos, ya que de esta forma las com- pañías que ven el mercado ilícito como un mercado altamente rentable, perde- rían en parte este atractivo. Aun cuando todos somos conocedo- res de las constantes actuaciones de la Agencia Tributaria y la Guardia Civil en materia de aprehensiones, sería muy importante que aumentasen estos controles. Un mayor control sobre las prácticas de distribución de algunos fa- bricantes que podrían incluso traducir- se en la suspensión de la habilitación para operar sus marcas de tabaco en nuestro país, tendría además de efectos positivos, un claro rebote para toda la industria del tabaco, ya que no debe ol- vidarse que más del 50% del contra- bando sigue siendo atribuible a los grandes fabricantes y que la “diligencia debida” en el abastecimiento de la ofer- ta en función de la demanda real de productos aplica para todos los actores del sector. Intensificar la aplicación del régi- men sancionador existente. Otra forma de ayudar a reducir la ofer- ta de tabaco ilegal sería una mayor apli- cación y publicidad por parte de la Ad- ministración del establecimiento de sanciones como consecuencia del in- cumplimiento de la legislación que re- gula el mercado del tabaco. La propia normativa prevé el cierre preventivo de establecimientos. No se duda que no se haga en la actualidad, pero un au- mento de este tipo de actuaciones por parte de las distintas autoridades esta- tales, regionales o locales haría menos atractivo (ante el riesgo de cierre del establecimiento) la venta de estos pro- ductos en los sitios no autorizados. Mayor interlocución con las auto- ridades fiscales de los mercados emi- sores. Una medida extraordinariamente efi- caz, aunque compleja en la práctica pe- ro no imposible porque ya se hizo a fi- nales de los 80, comienzo de los 90, es tratar de convencer a las autoridades fiscales de los mercados de origen, en nuestro entorno son claramente Ando- rra, Canarias y Gibraltar, para que re- duzcan la brecha impositiva. Me cons- ta que los Gobiernos de Andorra y Ca- narias no tienen como objetivo que sus territorios sean famosos SOLO por lo barato que son sus cigarrillos. Es más, en ambos casos tienen una clara preo- cupación y están trabajando en la bús- queda de soluciones a este tema. Mantener una estructura imposi- tiva adecuada. De todas las medidas citadas para in- cidir por el lado de la oferta e incluso de la demanda, puesto que en este úl- timo caso impediría un aumento sig- nificativo de los precios y en conse- cuencia, los consumidores se verían menos atraídos a comprar tabaco de contrabando, la medida más impor- tante es el establecimiento de una es- tructura impositiva adecuada. Es de- cir, una estructura impositiva que tra- tando de cumplir con las previsiones presupuestarias en materia de ingre- sos tributarios por Impuestos Espe- ciales del tabaco, no aumente más su tributación. La experiencia de algu- nos años anteriores ya ha demostrado que los aumentos continuados de es- tos impuestos, no siempre se traducen en aumentos de la recaudación sino más bien todo lo contrario. Nadie du- da hoy que el tabaco ha dejado de ser un bien de demanda inelástica, ya que el consumidor es sensible a las subi- das de precios y además, tiene pro- ductos sustitutivos como lo son (sin entrar en valoraciones de calidad ni de conservación) el tabaco de contra- bando. Si somos capaces, entre todos, de ob- tener resultados en estas áreas, sere- mos capaces de reducir esta lacra que afecta la sociedad en su conjunto. Sería recomendable un mayor control sobre las prácticas de distribución de algunos fabricantes El contrabando de tabaco: la responsabilidad de la industria Directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis A FONDO Rocío Ingelmo O.J.D.: E.G.M.: Tarifa: Área: Fecha: Sección: Páginas: 32013 177000 4448 € 429 cm2 - 40% 14/06/2014 OPINION 46

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OpiniónSábado 14 junio 201446 Expansión

L ograr reducir el contrabando de tabaco y ayudar a mantener 56.000 puestos de trabajo en Es-

paña es una labor de toda la sociedad. Labor que exige la adopción de medi-das tanto desde el punto de vista de la demanda como de la oferta.

Dentro de las primeras, la más im-portante de todas es la concienciación social. Hasta que la sociedad no entien-da y vea que comprar y consumir taba-co de contrabando es perjudicial para todos, será difícil lograrlo. Pero quizás, a efectos de la lucha contra el fraude, las medidas más novedosas y que re-quieren una mayor actuación de la Ad-ministración y sobre todo una mayor responsabilidad de los fabricantes, son las que se sitúan en el lado de la oferta y en concreto, las siguientes:

� Mayor control sobre los fabrican-tes/importadores y distribuidores. Es relevante señalar que las grandes compañías tabaqueras tienen suscritos acuerdos de cooperación con la UE a través de la Oficina de Lucha contra el Fraude por el que se comprometen a luchar contra el comercio ilícito de ta-baco. Estos acuerdos contemplan, en-tre otras medidas, la implementación por parte de las compañías de un siste-ma de localización y seguimiento de los productos y la aceptación del pago de multas si se incautan marcas de los fir-mantes en destinos diferentes a los que en teoría se dirigían, que pueden osci-lar entre el 100% de los impuestos deja-dos de pagar a multiplicar varias veces el monto de estas cuantías.

Sería interesante que las distintas administraciones animasen a todos los fabricantes a someterse a este tipo de acuerdos, ya que de esta forma las com-pañías que ven el mercado ilícito como un mercado altamente rentable, perde-rían en parte este atractivo.

Aun cuando todos somos conocedo-res de las constantes actuaciones de la Agencia Tributaria y la Guardia Civil en materia de aprehensiones, sería muy importante que aumentasen estos controles. Un mayor control sobre las prácticas de distribución de algunos fa-bricantes que podrían incluso traducir-se en la suspensión de la habilitación para operar sus marcas de tabaco en nuestro país, tendría además de efectos positivos, un claro rebote para toda la industria del tabaco, ya que no debe ol-vidarse que más del 50% del contra-bando sigue siendo atribuible a los grandes fabricantes y que la “diligencia debida” en el abastecimiento de la ofer-ta en función de la demanda real de productos aplica para todos los actores del sector.

� Intensificar la aplicación del régi-men sancionador existente. Otra forma de ayudar a reducir la ofer-ta de tabaco ilegal sería una mayor apli-cación y publicidad por parte de la Ad-

ministración del establecimiento de sanciones como consecuencia del in-cumplimiento de la legislación que re-gula el mercado del tabaco. La propia normativa prevé el cierre preventivo de establecimientos. No se duda que no se haga en la actualidad, pero un au-mento de este tipo de actuaciones por parte de las distintas autoridades esta-tales, regionales o locales haría menos atractivo (ante el riesgo de cierre del establecimiento) la venta de estos pro-ductos en los sitios no autorizados.

� Mayor interlocución con las auto-ridades fiscales de los mercados emi-sores. Una medida extraordinariamente efi-caz, aunque compleja en la práctica pe-ro no imposible porque ya se hizo a fi-nales de los 80, comienzo de los 90, es tratar de convencer a las autoridades fiscales de los mercados de origen, en nuestro entorno son claramente Ando-rra, Canarias y Gibraltar, para que re-duzcan la brecha impositiva. Me cons-ta que los Gobiernos de Andorra y Ca-narias no tienen como objetivo que sus territorios sean famosos SOLO por lo barato que son sus cigarrillos. Es más, en ambos casos tienen una clara preo-cupación y están trabajando en la bús-queda de soluciones a este tema.

� Mantener una estructura imposi-tiva adecuada. De todas las medidas citadas para in-cidir por el lado de la oferta e incluso de la demanda, puesto que en este úl-timo caso impediría un aumento sig-nificativo de los precios y en conse-cuencia, los consumidores se verían menos atraídos a comprar tabaco de contrabando, la medida más impor-tante es el establecimiento de una es-tructura impositiva adecuada. Es de-

cir, una estructura impositiva que tra-tando de cumplir con las previsiones presupuestarias en materia de ingre-sos tributarios por Impuestos Espe-ciales del tabaco, no aumente más su tributación. La experiencia de algu-nos años anteriores ya ha demostrado que los aumentos continuados de es-tos impuestos, no siempre se traducen en aumentos de la recaudación sino más bien todo lo contrario. Nadie du-da hoy que el tabaco ha dejado de ser un bien de demanda inelástica, ya que el consumidor es sensible a las subi-das de precios y además, tiene pro-ductos sustitutivos como lo son (sin entrar en valoraciones de calidad ni de conservación) el tabaco de contra-bando.

Si somos capaces, entre todos, de ob-tener resultados en estas áreas, sere-mos capaces de reducir esta lacra que afecta la sociedad en su conjunto.

C omo si de las manecillas de un reloj se tratara, podemos poner en comparación la situación del sector inmobiliario en China, España y

EEUU. Mucho se habla últimamente del estallido de la posible burbuja inmobiliaria china y las conse-cuencias mundiales que ello tendría. Y es que el año ha empezado con datos muy débiles en el sector. En 2008, la situación del sector inmobiliario español era una buena muestra de los desequilibrios que presen-taba el conjunto de nuestra economía. Un volumen de transacciones nunca visto, y unos precios que se habían triplicado en once años. Desde entonces, el ajuste que se ha producido en el sector ha sido ma-yúsculo. El precio de la vivienda acumula una caída de más del 30% y el ritmo anual de compraventas se ha reducido en más de la mitad. Ahora, el sector, co-mo el conjunto de la economía, pa-rece que ya está cerca de la estabili-zación. La compraventa de vivien-das, que suele reaccionar antes que los precios a cambios en la oferta y la demanda, empieza a acercarse a ta-sas de crecimiento positivas. Por otra parte, el precio de la vivienda se sitúa ya en una zona de valoración neutral. Este compás se observa claramente en el mercado inmobiliario estadounidense donde, entre 2005 y 2012, las agujas ya han completado una vuelta y han retornado a la fase expansiva. Así, cuando en 2007 EEUU marcaba fase contractiva, en España justo empezaba a desacelerarse: el precio de la vi-vienda todavía crecía un 5,8% interanual a pesar de que las compraventas ya caían un 15,2%. La mayor velocidad del ajuste en EEUU y la doble recesión que ha experimentado la economía española han au-mentado el desfase horario entre ambos mercados.

Riesgo creciente Y si el reloj inmobiliario español se encuentra todavía en una franja horaria distinta de la estadounidense, este desfase todavía es mayor cuando comparamos con el mercado inmobiliario chino. A lo largo de los últimos años tanto la oferta inmobiliaria como el ni-vel de precios han estado creciendo a tasas muy ele-

vadas. Sin embargo, a pesar de que llevamos ya tres años alertando sobre la posible burbuja en el país, en los últimos meses han saltado todas las alarmas. La demanda parece que se está retrayendo y los inven-tarios están creciendo. El peso del sector de la cons-trucción sobre PIB ha crecido rápidamente hasta ni-veles del 13%, muy por encima de otros países, pero no obstante lejos de los niveles que se alcanzaron en España. Un análisis típico en la caída del sector de la vivienda se centra en una corrección en precios, pero en el caso de China, importa más un fuerte descenso en los volúmenes. Una gran caída en la actividad de construcción incluso sin una gran corrección en pre-cios tendrá un impacto seriamente negativo en mu-chos sectores y por ende en todo el crecimiento eco-nómico. Un análisis de sensibilidad sugiere que una caída de un 10% en el volumen de construcción re-sultaría en una caída de un 2,5% en el PIB. Para este año se espera una caída de las ventas entre un 0-5% y de otro 5-10% en 2015. Por otra parte, las previsiones de nuevas construcciones apuntan a un retroceso en-tre un 10-15% en 2014 y otro 10% para el próximo

año. ¿Nos deben preocupar estos datos?

Realmente pensamos que una caída más grande y aguda del sector inmobiliario es uno de los grandes riesgos que podría enfrentar la eco-nomía china en los próximos años, no sólo por las repercusiones inter-nas, sino por el efecto colateral que

tendría sobre todos los países exportadores al país. Entre los grandes damnificados encontramos un gran número de países asiáticos, junto a Australia, y dentro de los europeos destaca también la fuerte ex-posición de Alemania, un 2,5% del total de sus expor-taciones. Una desaceleración en el sector es sana y lo más importante es que se produzca de una forma equilibrada. Además, son las propias autoridades económicas las que están intentando frenar el estalli-do de esa posible burbuja. Pensamos que el gobierno todavía tiene las herramientas para mitigar esa desa-celeración, incluyendo un aumento en las inversio-nes en infraestructuras, un aumento de la vivienda de protección social y una relajación de las políticas monetaria y crediticia. Por lo que sigamos muy aten-tos a los datos del sector, que pueden ser decisivos para el futuro económico chino.

El reloj inmobiliario en China, España y Estados Unidos

Sería recomendable un mayor control sobre las prácticas de distribución de algunos fabricantes

Doctora en Economía Gestora de Inversiones, Ibercaja Gestión

El contrabando de tabaco: la responsabilidad de la industria

Directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis

A FONDO

Rocío Ingelmo

EN PRIMER PLANO

Beatriz Catalán Corredor

Pese a que llevamos tres años advirtiendo de la burbuja china, en los últimos meses ha saltado la alarma

O.J.D.: E.G.M.: Tarifa: Área:

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