EL REGALO MÁS GRANDE: UN ESTUDIO AMA A DIOS …

EL REGALO MÁS GRANDE: UN ESTUDIO AMA A DIOS GRANDEMENTE

Copyright © 2021 por Love God Greatly Ministry – Ama a Dios Grandemente

Se garantiza el permiso para imprimir y reproducir este documento con el propósito de completar el estudio bíblico de El Regalo Más Grande: Un Estudio Ama a Dios Grandemente. Por favor, no alterar este documento en forma alguna. Todos los derechos reservados.

Publicado en Dallas por Love God Greatly.

RV2020 © Sociedad Bíblica of Spain Used with permission

C U A N D O L A S M U J E R E S

E S T A N E Q U I P A D A S C O N

E L C O N O C I M I E N T O

D E L A V E R D A D D E L A

P A L A B R A D E D I O S , E L

M U N D O C A M B I A , C O N

U N A M U J E R A L A V E Z .

C O N T E N I D O

BIENVENIDA

AMA A DIOS GRANDEMENTE

NUESTRA MISIÓN

MÉTODO DE ESTUDIO

TESTIMONIO

ALCANCE GLOBAL

CONOCE ESTAS VERDADES

INTRODUCCIÓN

PL AN DE LECTURA

OBJETIVOS

SEMANA 1

SEMANA 2

SEMANA 3

SEMANA 4

SEMANA 5

SEMANA 6

ACOMPÁÑANOS

PARA TÍ

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HEMOS ORADO POR TI ; NO ES UNA COINCIDENCIA QUE ESTÉS PARTICIPANDO EN ESTE ESTUDIO.

SabesSabes??

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Estamos muy contentas de que hayas decidido acompañarnos en este estudio bíblico. Antes

que nada, tienes que saber que hemos orado por ti. No es una coincidencia que estés participando en este estudio.

Nuestra oración por ti es sencilla: que estés más y más cerca del Señor a medida que profundizas en Su Palabra cada día. Cada día, antes de leer los pasajes asignados, ora y pídele a Dios que te ayude a comprenderlos. Invítale a hablarte a través de Su Palabra. Y después, escucha. Es Su trabajo hablarte y el tuyo escuchar y obedecer.

Toma tiempo para leer los versículos una y otra vez. Se nos dice en Proverbios que, si buscamos, hallaremos: “Si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios” (Proverbios 2:4-5)

Todas nosotras en Ama a Dios Grandemente no podemos esperar a que comiences y esperamos verte en la línea de llegada. Resiste, persevera, sigue adelante y no te rindas. Termina bien lo que estás comenzando hoy.

Estaremos contigo a cada paso del camino, animándote y orando por ti. Estamos en esto juntas. Veamos lo que Él tiene para cada una de nosotras en este estudio. Acompáñanos mientas aprendemos a amar a Dios grandemente con nuestras vidas.

¡ B I E N V E N I D A A M I G A !

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A M A A D I O S G R A N D E M E N T E

Ama a Dios Grandemente existe para inspirar, animar y equipar a las mujeres alrededor del mundo a hacer de la Palabra de Dios una prioridad en sus

vidas.

INSPIRAR a las mujeres a hacer de la Palabra de Dios una prioridad en sus vidas a través de nuestros recursos de estudio bíblico.

ANIMAR a las mujeres en su caminar diario con Dios a través de comunidad en línea y personal.

EQUIPAR a las mujeres a crecer en su fe, para que puedan alcanzar a otras para Cristo de manera efectiva.

Comenzamos con un sencillo plan de lectura, pero no termina ahí. Algunas se reúnen en hogares e iglesias de manera presencial mientras otras se conectan en línea con mujeres alrededor del mundo. Sea cual sea el método, unimos fuerzas con el propósito de amar a Dios Grandemente con nuestras vidas.

En Ama a Dios Grandemente encontrarás mujeres reales y auténticas. Mujeres que son imperfectas pero perdonadas. Mujeres que quieren menos de ellas mismas y mucho más de Jesús. Mujeres que anhelan conocer a Dios a través de Su Palabra porque sabemos que la Verdad transforma y nos hace libres. Mujeres que son mejores juntas, saturadas en la Palabra de Dios y en comunidad unas con otras

ADG está comprometido con proveer materiales de estudio bíblico de calidad y cree que las finanzas no deberían interponerse para que una mujer pueda participar de nuestros estudios. Es por eso que todos los estudios en todas sus traducciones puedes descargarse de manera gratuita desde AmaaDiosGrandemente.com para todas aquellas que no pueden permitirse comprarlos. Nuestras guías devocionales pueden comprar en Amazon (en ingles por ahora). Busca “Love God Greatly” para ver las guías disponibles.

Ama a Dios Grandemente es una organización sin ánimo de lucro 501 (C) (3). Los fondos provienen de donaciones y beneficios de nuestros estudios bíblicos y libros a la venta. El 100% de las ganancias regresan directamente al ministerio para sostener económicamente a Ama a Dios Grandemente y ayudarnos a inspirar, animar y equipar mujeres alrededor del mundo con la Palabra de Dios.

Brazo a brazo, mano a mano, hagamos esto juntas.

ENCONTRARÁS MUJERES IMPERFECTAS, PER O PERDONADAS

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L A N E C E S I D A D

Billones de mujeres alrededor de mundo no tienen acceso a la Palabra de Dios en su idioma natal. Algunas de las que lo tienen, no encuentran estudios Bíblicos para mujeres diseñados y escritos especialmente para ellas.

L A M I S I Ó N

En Ama a Dios Grandemente, preparamos estudios Bíblicos en más de 30+ idiomas. Equipamos misioneros, ministerios, iglesias locales, y mujeres con la Palabra de Dios de una manera sin precedente, cuando permitimos que las guías sean descargadas de manera gratuita desde nuestros sitios internacionales.

Al estudiar la Biblia en su propio idioma con comunidades de ideas afines, las mujeres son capacitadas y equipadas con la Palabra de Dios.

Creemos que cuando las mujeres leen y aplican la Palabra de Dios a sus vidas y aceptan el amor inmutable de Dios, el mundo será un lugar mejor. Sabemos que una mujer en la Palabra de Dios puede cambiar una familia, una comunidad, una nación …una mujer a la vez.

Ú N E T E A N O S O T R A S

Non gustaría mucho que nos acompañaras en esta misión de proveer a las mujeres alrededor del mundo el acceso a la Palabra de Dios y a materiales de calidad para sus estudios Bíblicos. Si tienes alguna pregunta o para mayor información, puedes visitarnos en línea o enviar un mensaje. Nos encantaría saber de ti.

[email protected]

LOVEGODGREATLY.COM

AMAADIOSGRANDEMENTE .GU I SETTE@ GM AI L .COM

AMAADIOSGRANDEMENTE .CO M

N U E S T R A M I S I Ó N

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E O A OM é t o d o d e E s t u d i o B í b l i c o

En Ama a Dios Grandemente, creemos que la Palabra de Dios es viva y eficaz. Creemos que las palabras que encontramos en las Escrituras son poderosas,

efectivas y muy relevantes para la época y la cultura en la que vivimos. Sabemos que la Biblia fue escrita para el pueblo y para situaciones específicas de determinado tiempo. Creemos que, para interpretar la Biblia de manera correcta, debemos entender el contexto y la cultura de la época en que fueron escritos los originales.

Al estudiar la Biblia, usamos el método EOAO. Este acrónimo significa Escritura, Observación, Aplicación y Oración. Una cosa es leer las Escrituras solamente, pero cuando interactuamos con ella, de una manera intencional y tomando tiempo para reflexionar, la verdad salta a nuestra vista. El método EOAO nos permite profundizar en las Escrituras y ver mucho más de lo que se puede obtener con una simple lectura. Nos permite ser no solo oidoras, sino también hacedoras de la Palabra (Santiago 1:22).

En esta guía devocional, encontrarás lectura diaria y versos para llevar a cabo tu devocional. Leeremos una porción diaria de versículos y aplicaremos el método EOAO a algunos de ellos. Creemos que al usar este método podremos obtener un mayor entendimiento de las Escrituras, lo que nos permitirá aplicarla a nuestra vida de manera práctica.

Los ingredientes más importantes del método EOAO es la interacción que tendrás con la Palabra de Dios y la aplicación de ella a tu vida. Tómate un tiempo para estudiarla con cuidado, descubriendo la verdad del carácter de Dios y Su corazón para Su pueblo.

NUNCA ES PERDER EL TIEMPO CUANDO LO DISPONES PARA LEER LA PALABRA DE DIOS.

ELLA ES VIVA, PODEROSA Y EFECTIVA; TE HABLA DIRECTAMENTE POR MEDIO DE ELLA

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Apocalipsis 12 : 1 0

Entonces oí una gran voz en el cielo , que decía :

«Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro

Dios y la autoridad de Su Cristo[a[, porque el acusador de

nuestros hermanos , el que los acusa delante de nuestro Dios día

y noche , ha sido arrojado .

2 Tesalonicenses 3 :3

Pero fiel es el Señor , que os afirmará y guardará del mal.

Gran voz, poderoso , conocedor

Somos acusadas día y noche – es una batalla constante

El Señor ayudará , establecerá y me protegerá.

El está siempre.

Él es constante , un guardián en mi vida , protector

E O A OM é t o d o d e E s t u d i o B í b l i c o

E E S P O R E S C R I T U R A S .

Escribe los versículos por lo menos una vez.

Lentamente copia el pasaje del texto, enfocándote en lo que estás escribiendo.

Si lo escribes más de una vez, siempre será más gratificante.

O E S P O R O B S E R VA C I Ó N .

Toma un tiempo para observar el pasaje.

¿Qué puedes observar en los versículos que estás leyendo?

¿Cuál es la audiencia a la que se está intentando llegar?

¿A quién le habla el escritor? ¿Cuáles son los factores culturales de la época?

¿Qué factores culturales son importantes? ¿Hay palabras que se repiten? ¿Qué tipo de géneros literarios son usados?

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Recuerdo que la fuerza de Dios es más poderosa que cualquier

otra cosa .

Memorizar estos versículos y repetirlos todos los días esta

semana.

Pedirle a Dios que fortalezca mi fe en Él.

Confiar en que Dios me librará del mal.

Orar por mis hermanos y hermanas en Cristo .

Amado Dios ,

Gracias por ser constante , fiel y amoroso conmigo y con mi

vida. Ayúdame a aumentar mi confianza y fe en ti todos los

días y en los momentos difíciles .

Ayúdame a saber que siempre estás ahí , a mi lado ,

guardándome y protegiéndome. Recuérdame el sufrimiento de

los demás y ayúdame a animarlos en su crecimiento .

Te pido todas estas cosas en el nombre de Jesús.

Amén.

A E S P O R

A P L I C A C I Ó N .

Después de observar con cuidado lo que está sucediendo en el pasaje,

determina el mensaje principal y observa la

verdad del mismo.

¿Cómo puedes aplicar esa verdad a tu vida?

¿Qué acción es necesaria en tu vida después de

leer esa verdad?

O E S P O R O R A C I Ó N .

Ora la Palabra de Dios.

Pasa un tiempo agradeciéndole

Si Él te ha revelado algo durante ese tiempo de oración, considéralo con mayor atención.

Confiesa algún pecado que te haya sido revelado en ese tiempo.

Y recuerda que Él te ama muchísimo.

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I D I O M A D E S T A C A D O

T E S T I M O N I OL G G R a m a B e n g a l í

Después de conocer al Señor, Él despertó en mí el deseo

por las misiones, si bien eso no sucedió de manera inmediata. En ese momento no me daba cuenta de que Dios siempre estaba trabajando para lograr esto en mi vida, a pesar de que las cosas tanto bajo mi control como fuera de él causaron muchos retrasos. Hice muchas amistades internacionales y estuve orando por diferentes lugares del mundo. Y sin embargo seguía esperando que Dios me diera un lugar específico para ir de misión.

Finalmente, Dios me conectó con un hombre de Bangladesh. Era un ex musulmán que había estado siguiendo a Cristo durante unos diez años. Fue rechazado por muchos, incluidos sus padres. Había realizado capacitación y evangelización a través de una organización llamada Cru y estaba activo en muchas universidades y colegios en Bangladesh. Su pasión por servir al Señor me conmovió profundamente. Comenzamos a orar juntos y a hacer estudios bíblicos juntos a través de las redes sociales. Al hacerlo, comenzamos a preocuparnos profundamente el uno por el otro y sabíamos que debíamos servir a

Dios juntos, ¡como el Señor nos había mostrado divinamente!

Por pasos de fe, llegué a Bangladesh y nos casamos! Ahora vivimos para servir al Señor, juntos en Bangladesh para la gloria del Señor! ¡Alabado sea Dios por Su dirección y todas Sus preciosas promesas para nosotras!

Dios me llevó a Love God Greatly (Ama a Dios Grandemente) a través de los devocionales publicados en la aplicación de YouVersion. Descubrí que estos estudios se traducen a más de 35 idiomas, y me emocioné. ¡Esta era una gran noticia! Ahora sirvo con el equipo de Love God Greatly Bengali, haciendo que estos estudios estén disponibles en el idioma bengalí, donde se necesitan tan desesperadamente.

Nuestra oración es que muchas más mujeres en Bangladesh encuentren una nueva pasión y amor por Dios y Su Palabra por medio de los estudios bíblicos.

Lori

¡ALABADO SEA DIOS POR SU DIRECCIÓN Y TODAS SUS PROMESAS PARA NOSOTRAS!

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I D I O M A D E S T A C A D O

A L C A N C E G L O B A LL G G R a m a B e n g a l í

¿ C O N O C E S A A L G U I E N Q U E P U D I E S E B E N E F I C I A R S E D E L O S E S T U D I O S D E A M A A D I O S

G R A N D E M E N T E E N E L I D I O M A B E N G A L Í ?

¡Si es así, asegúrate de compartir con ellos sobre estos recursos increíbles de estudio Bíblico que les ofrecemos para que sean equipados con la Palabra de Dios!

PA R A C O N E C TA R T E C O N E S TA R A M A :

Email: [email protected]

¿ C Ó M O P U E D E S O R A R P O R E S TA R A M A?

El esposo de Lori, Wadud, es el único traductor en el momento de los materiales en Bengalí.

Ora para que esta rama pueda crecer y ten en oración a Lori y Wadud mientras continúan el trabajo de traducción.

¿ Q U I E R E S AY U D A R ?

[email protected]

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DIOS TE AMA

La Palabra de Dios dice “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

NUESTRO PECADO NOS SEPARA DE DIOS

Todos somos pecadores por naturaleza y elección y a causa de esto estamos separadas de Dios, que es Santo. La Palabra de Dios dice “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

JESÚS MURIÓ PARA QUE TÚ PUEDAS VIVIR

La consecuencia del pecado es muerte, pero tu historia no debe terminar ahí. El regalo de la salvación está disponible para cada una de nosotras porque Jesús tomó la culpa por nuestros pecados cuando murió en la cruz.

La Palabra de Dios dice: “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23); “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).

¡ JESÚS VIVE!

La muerte no lo pudo retener y tres días después de que Su cuerpo fuera colocado en la tumba, resucitó de nuevo, derrotando al pecado para siempre. Él vive en el cielo y está preparando un lugar en la eternidad para todos los que creen en Él.

La Palabra de Dios dice “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3)

C O N O C E E S T A S V E R D A D E S

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SÍ , PUEDES SABER QUE ERES PERDONADA

Aceptar a Jesús como Salvador no se trata de lo que tú puedes hacer, sino de tener fe en lo que Jesús ya ha hecho. Implica reconocer que eres pecador, creer que Jesús murió por tus pecados y pedir perdón al poner tu confianza en la obra de Cristo a tu favor.

La Palabra de Dios dice, “que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10:9-10).

ACEPTA A JESÚS COMO TU ÚNICO SALVADOR

De manera práctica, ¿cómo se hace? Con un corazón sincero, puedes hacer una sencilla oración como esta:

Jesús,Sé que soy pecador. No quiero vivir otro día sin aceptar el amor y el perdón que Tú tienes para mí. Pido Tu perdón. Creo que moriste por mis pecados y te levantaste de la muerte. Rindo todo lo que soy y te pido que seas el Señor de mi vida. Ayúdame a volverme de mi pecado y seguirte a Ti. Enséñame lo que significa caminar en libertad y vivir bajo Tu gracia y ayúdame a crecer en Tus caminos a medida que Te busco más y más.Amén.

CONÉCTATE Y CRECE

Si acabas de hacer esta oración (o alguna parecida con tus propias palabras) puedes escribirnos a [email protected]

Nos encantaría ayudarte a comenzar en este emocionante viaje como hija de Dios.

ComencemosE L R E G A L O M Á S G R A N D E

Un Estudio Ama a Dios Grandemente

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Cuando recibimos un regalo anónimo, quizás nos emocionamos y lo disfrutamos, pero nos queda la duda de por qué nos ha sido dado. Cuando

nuestra mejor amiga nos da un regalo, sabemos que lo ha hecho porque nos ama, nos conoce y se ocupa de nosotras. Los regalos usualmente tienen un valor especial por quién es el dador del regalo.

DIOS ES EL ÚNICO QUE NOS DA TODO DON PERFECTO.

Dios es el único que nos da todo don perfecto. No solamente nos dio a Su Hijo Jesús, Su único Hijo, como el más grande regalo de la historia, pero nos ofrece más y más regalos cada día. Él mismo es bondad, y no nos niega nada bueno porque solo Él es bueno. Jesucristo es el regalo más grande que nos da el único buen Dador, pero no es el único regalo que Dios nos ha dado.

Esperanza. Dios nos promete que nuestra esperanza, si está puesta en Jesús, nunca nos defraudará. Tenemos esperanza en las promesas que Dios nos da y en la venida de nuestro Salvador. Podemos alabarle por el regalo de la esperanza, porque en ella podemos ver Su fidelidad.

Fe. La fe tiene un propósito y sin ella no podemos complacer a Dios. Pero la fe es un don, que se nos dio por medio de Jesús. Por la fe, el Espíritu Santo trabaja en nosotras para que nos parezcamos más a Cristo y para protegernos de los ataques del enemigo.

Gozo. Alejadas de Cristo, no podremos nunca tener verdadero y duradero gozo. Él es la fuente del gozo, y nos lo da para cada día que caminamos con Él. Solo en Cristo podemos tener ese gozo en medio de cualquier circunstancia.

Paz. Jesucristo es el Principe de Paz. En Él, tenemos paz en nuestros corazones y en nuestra mentes, porque Él ha ganado todas las batallas. El va delante nuestro y nunca nos abandonará.

En la medida que nos aferramos al Dador y a los dones que nos da, podemos vivir una vida de verdadera gratitud hacia Él. Al estudiar los increíbles dones que tenemos en Cristo, podemos adorarle y alabarle por quién es y por lo que ha hecho. Él es el único regalo que necesitamos, y es el regalo más grande que se nos ha dado y se nos dará.

Introduccion´

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P L A N D E L E C T U R A

S E M A N A 1 : E L D A D O R

Ȩ L u n e s : L a B o n d a d r e p r e s e n t a d a e n É lLectura: Salmos 34:8; Salmos 84; Marcos 10:18EOAO : Salmos 84:11

Ȩ M a r t e s : E l R e g a l o d e D i o sLectura: Juan 3:16; Romanos 6:23; Efesios 2:8EOAO: Efesios 2:8

Ȩ M i é r c o l e s : To d o D o n Pe r f e c t oLectura: Lucas 11:1–13; Santiago 1:17EOAO: Santiago 1:17

Ȩ Ju e v e s : U s a n d o Tu s D o n e sLectura: 1 Corintios 12; 1 Pedro 4:10–11EOAO: 1 Pedro 4:10–11

Ȩ V i e r n e s : E l A m o r d e D i o s Pe r m a n e c e Lectura: Salmos 136EOAO: Salmos 136:26

S E M A N A 2 : U N A V I D A D E G R A T I T U D

Ȩ L u n e s : D a d G ra c i a s a l S e ñ o rLectura: Salmos 107EOAO: Salmos 107:21–22

Ȩ M a r t e s : G ra t i t u d p o r l o s D o n e sLectura: Filipenses 4:10–20EOAO: Filipenses 4:18–19

Ȩ M i é r c o l e s : D a n d o c o n A l e g r í aLectura: Lucas 6:37–38; 2 Corintios 9EOAO: 2 Corintios 9:7–8

Ȩ Ju e v e s : A g ra d e c i e n d o e n t o d a C i r c u n s t a n c i aLectura: Efesios 5:15–20; 1 Tesalonicenses 5:16–18EOAO: 1 Tesalonicenses 5:16–18

Ȩ V i e r n e s : E l S e ñ o r e s B u e n oLectura: Salmos 100EOAO: Salmos 100:1–5

Marcalo en la lista

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S E M A N A 3 : E L R E G A L O D E L A E S P E R A N Z A

Ȩ L u n e s : E s p e r a n z a e n e l A m o r d e D i o sLectura: Romanos 5:1–11EOAO: Romanos 5:3–5

Ȩ M a r t e s : E s p e r a n z a e n l a P r o m e s aLectura: Hebreos 10:19–25EOAO: Hebreos 10:23

Ȩ M i é r c o l e s : E s p e r a n z a e n C r i s t oLectura: Romanos 15:7–13EOAO: Romanos 15:13

Ȩ Ju e v e s : E s p e r a n z a e n l a S a l v a c i ó nLectura: Romanos 8:18–25EOAO: Romanos 8:24–25

Ȩ V i e r n e s : A l a b a n z a p o r S u F i d e l i d a dLectura: Salmos 105EOAO: Salmos 105:42–43

S E M A N A 4 : E L R E G A L O D E L A F E

Ȩ L u n e s : E l P r o p ó s i t o d e l a FeLectura: Hebreos 11EOAO: Hebreos 11:1, 6

Ȩ M a r t e s : L a P r o m e s a d e l a FeLectura: Mateo 17:14–20; 21:18–22EOAO: Mateo 21:21–22

Ȩ M i é r c o l e s : E l R e s u l t a d o d e l a FeLectura: Mateo 15:21–28; Lucas 8:42–48EOAO: Mateo 15:28; Lucas 8:48

Ȩ Ju e v e s : L a P r o t e c c i ó n d e l a FeLectura: Efesios 6:10–20EOAO: Efesios 6:16

Ȩ V i e r n e s : A l a b a n z a p o r S u Pa c i e n c i aLectura: Salmos 103EOAO: Salmos 103:8–10

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S E M A N A 5 : E L R E G A L O D E L G O Z O

Ȩ L u n e s : G o z o e n S u P r e s e n c i aLectura: Salmos 16EOAO: Salmos 16:11

Ȩ M a r t e s : G o z o e n l a s P r u e b a sLectura: Filipenses 1; Santiago 1:2–4EOAO: Santiago 1:2–4

Ȩ M i é r c o l e s : G o z o e n l a A d o ra c i ó nLectura: Salmos 30EOAO: Salmos 30:11–12

Ȩ Ju e v e s : G o z o e n l a P r o m e s aLectura: Juan 16:19–24EOAO: Juan 16:22

Ȩ V i e r n e s : C a n t o d e A l a b a n z a d e G o z oRead: Salmos 147EOAO: Salmos 147:1

S E M A N A 6 : E L R E G A L O D E L A P A Z

Ȩ L u n e s : Pa z e n Tu C o ra z ó nLectura: Colosenses 3:12–17EOAO: Colosenses 3:15

Ȩ M a r t e s : Pa z e n Tu M e n t eLectura: Filipenses 4:2–9EOAO: Filipenses 4:6–8

Ȩ M i é r c o l e s : Pa z e n Tu s C i r c u n s t a n c i a sRead: Isaias 26:3; 2 Corintios 1:3–11EOAO: Isaias 26:3

Ȩ Ju e v e s : Pa z e n Tu Fu t u r oLectura: Isaías 9:6; Juan 14:27–31EOAO: Juan 14:27

Ȩ V i e r n e s : ¡ A l a b a a l S e ñ o r !Lectura: Salmos 113; Lucas 1:46–55EOAO: Salmos 113:1–2

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T U S O B J E T I V O S

Es impor tante que de termine s t re s ob je t ivo s en lo s que de s ea s enfocar te cada día a l rea l izar tu devoc ional y pro fundizar en la Palabra de Dio s . A segúrate de rev i sarlo s en e l t ranscur so de la s s emanas

de e s tudio para que t e apoyen y t e ayuden a mantener te enfocada. ¡Seguro que s í puede s hacerlo !

U N O

D O S

T R E S

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S E M A N A 1

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del P adre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación.

Santiago 1:17

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O R A

D E S A F Í O D E L A S E M A N A

Escr ibe tu orac ión y tu s agradec imiento s de la s emana.

Esta semana, crea una lista de los dones que Dios te ha dado. Ten en cuenta que algunos de estos dones pueden no ser lo que esperabas. Alábale por cada uno de estos dones.

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L E C T U R AS e m a n a 1 • L u n e s

S a l m o s 3 4 : 8

Gustad y ved que es bueno el Señor. ¡Dichoso aquel que confía en él!

S a l m o s 8 4

Anhelo por la casa de Dios Al músico principal; sobre «Gitit». Salmo para los hijos de Coré 1 ¡Cuán amables son tus moradas, Señor de los ejércitos! 2 ¡Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios del Señor! ¡Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo! 3 Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde poner sus polluelos, cerca de tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. 4 ¡Dichosos los que habitan en tu Casa; perpetuamente te alabarán! 5 ¡Dichoso aquel que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos! 6 Al atravesar el valle de lágrimas, lo cambian en fuente cuando la lluvia llena los estanques. 7 Irán de poder en poder; verán a Dios en Sion. 8 Señor, Dios de los ejércitos, oye mi oración; ¡escucha, Dios de Jacob! Selah 9 Mira, Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu elegido. 10 Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios que habitar donde reside la maldad, 11 porque sol y escudo es Dios el Señor; gracia y gloria dará el Señor. No quitará el bien a los que andan en integridad. 12 ¡Señor de los ejércitos, dichoso aquel que en ti confía!

M a r c o s 1 0 : 1 8

Jesús le dijo: —¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino uno, Dios.

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E O A OS e m a n a 1 • L u n e s

E O A O / E S C R I T U R A S / e s c r ibe lo s ver s í cu lo s de l devoc ional

O B S E R V A C I Ó N / e s c r ibe 3 - 4 obser vac ione s

Salmos 84:11

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A P L I C A C I Ó N / Escr ibe por lo menos 1 - 2 ap l i cac ione s

O R A C I Ó N / Escr ibe una orac ión sobre lo que has aprendido y lo que Dios t e ha reve lado.

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D E V O C I O N A LS e m a n a 1 • L u n e s

D E V O C I O N A L :

Sa lmos 84:11

“porque so l y e s cudo e s Dio s e l Señor ; grac ia y g lor ia dará e l Señor. No qui tará e l b ien a lo s que andan en integr idad.”

E N E L T E X T O

¿Alguna vez has recibido un regalo absolutamente perfecto? Eso esperado, insinuado, soñado, ahora era tuyo. Tal vez vino bellamente envuelto y presentado de una manera que te hizo saber que, sin duda, esto era especial. Lo que lo hizo aún mejor fue que la persona que te lo dio se había tomado el tiempo de prestar atención a lo que deseabas. Sabía lo que amabas e hizo sacrificios de tiempo y dinero para asegurarse de que te llegara ese regalo. Recibir ese regalo te hizo sentir tenida en cuenta, conocida, amada y valorada.

Aunque los regalos que Dios nos da no están envueltos con moños y papel hermoso, valen mucho más que cualquier cosa que encontremos debajo del árbol de Navidad. Los regalos de Dios para nosotras no son simplemente las cosas que queremos, sino aquellos que satisfacen el alma, eternos, amorosos, que Dios sabe que necesitamos.

Los regalos de Dios para Sus hijas son buenos, porque Él es bondad. El Salmo 34:8 nos instruye a “gustar y ver que el Señor es bueno”, y en Marcos 10:18, Jesús nos dice que “nadie es bueno sino solo Dios”. Mientras dedicamos tiempo en esta temporada de Adviento a desenvolver los buenos regalos que el Padre tiene para nosotras, que nuestros corazones estén abiertos a recibir Sus dones, que son mucho más de lo que queremos, pero exactamente lo que necesitamos.

O R A C I Ó N

Dios Padre, solo Tú eres bueno y me siento muy honrada de recibir los dones buenos y perfectos que sabes que necesito. Gracias por ser mi protector, mi refugio y mi fuerza. Que todo mi ser exulte de gozo mientras comparto de Ti, mi mayor regalo, con los que me rodean. Amén.

25

J u a n 3 : 1 6

Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo único para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.

R o m a n o s 6 : 2 3

Porque la paga del pecado es muerte, pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.

E f e s i o s 2 : 8

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no procede de vosotros, sino que es don de Dios.

L E C T U R AS e m a n a 1 • M a r t e s

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Efe s io s 2 :8

E O A OS e m a n a 1 • M a r t e s

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Efe s io s 2 :8

“Porque por grac ia so i s sa lvo s por medio de la f e ; y e s to no procede de vo so t ro s , s ino que e s don de Dio s .”

E N E L T E X T O

Cada verano pasamos algunas semanas recorriendo nuestra casa para recolectar artículos no utilizados o no deseados para donar o agregar a una venta de garaje. Hay zapatos que ya no se usan, tazas que perdieron la tapa hace tiempo, ese regalo de una tía abuela que fue muy claramente un re-regalo y que ocupaba espacio en nuestro garaje. E, inevitablemente, añadimos algunas cosas a la pila que, hace apenas unos meses, estaban en nuestra lista de “imprescindibles” para cumpleaños o Navidad.

El artículo era exactamente lo que pensábamos que queríamos, pero en realidad no era tan perfecto como esperábamos. El juguete fue divertido durante unos minutos, pero rápidamente fue reemplazado por otra cosa. El electrodoméstico que pensamos que debíamos tener solo ocupaba demasiado espacio en nuestros gabinetes y era más difícil de usar de lo que pensamos. Las cosas que tenían un valor y un potencial enormes simplemente nunca estuvieron a la altura de nuestras expectativas, y ahora estaban en una pila para encontrar un nuevo hogar.

Ningún regalo que podamos recibir en esta tierra durará para siempre. Se desgastará, se quedará sin baterías, se romperá o será reemplazado por algo nuevo y emocionante. Eso no significa que no debamos comprar regalos para aquellos que amamos o emocionarnos de recibir un regalo (es uno de mis lenguajes de amor más importantes), pero nos ayuda a recordar que debemos poner nuestras expectativas en perspectiva.

El regalo más grande que podamos recibir nunca nos fallará ni se desvanecerá. El regalo de Dios para todas las personas es la salvación a través de Su Hijo Jesucristo. Se da gratuitamente, está disponible para todos y nos ofrece un lugar con Dios por la eternidad. En esta temporada de Adviento, ¿cómo puedes compartir este regalo con alguien?

O R A C I Ó N

Dios, gracias por el regalo más grande que jamás me hayas podido ofrecer: el regalo de la salvación a través de Tu Hijo. Ayúdame a ver a las personas en mi vida que aún no conocen este regalo, y abre oportunidades para que yo comparta el gozo que tengo en Ti, con ellos. Amén.

D E V O C I O N A LS e m a n a 1 • M a r t e s

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L u c a s 1 1 : 1 – 1 3

En cierta ocasión Jesús estaba orando en un lugar y, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: —Señor, enséñanos a orar, al igual que Juan enseñó a sus discípulos. 2 Él les dijo: —Cuando oréis, decid: Padre nuestro, que estás en los cielos, santi!cado sea tu nombre. Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 3 El pan nuestro de cada día dánoslo hoy. 4 Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. 5 Les dijo también: —Pensad que uno de vosotros tiene un amigo, va a él a medianoche y le dice: «Amigo, préstame tres panes, 6 porque otro amigo mío que está de viaje acaba de llegar a mi casa, y no tengo nada que ofrecerle»; 7 y suponed que aquel a quien le pide responde desde adentro: «No me molestes. La puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados. ¡Cómo me voy a levantar para dártelos!». 8 Os digo que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, se levantará para evitar que siga molestándolo y le dará todo lo que necesite. 9 Por eso os digo: Pedid y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad y se os abrirá. 10 Todo aquel que pide recibe, el que busca halla y al que llama se le abrirá. 11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide pescado, en lugar de pescado le dará una serpiente? 12 ¿O si le pide un huevo le dará un escorpión? 13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más no hará vuestro Padre celestial? Él dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan.

S a n t i a g o 1 : 1 7

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación.

L E C T U R AS e m a n a 1 • M i é r c o l e s

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Sant iago 1 :17

E O A OS e m a n a 1 • M i é r c o l e s

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Sant iago 1 :17

“ Toda buena dádiva y todo don per f e c to de s c i ende de lo a l to, de l Padre de la s luce s , en quien no hay cambio ni sombra de var iac ión.”

E N E L T E X T O

En nuestra lectura de hoy, tanto Jesús como Santiago nos animan a ir ante Dios con nuestras necesidades más profundas, creyendo que Él responderá con buenas dádivas y dones perfectos porque Dios es bueno y Su carácter no cambia cuando cambian nuestras circunstancias.

La iglesia primitiva a la que Santiago estaba escribiendo se había dispersado debido a la persecución. En su carta, les recordó que aferrarse firmemente a su fe a través de todo tipo de pruebas produciría en ellos paciencia. Aquellos que pidieran sabiduría a Dios, debían pedir con confianza, con fe sin dudar nada.

En Lucas leemos que los discípulos de Jesús le pidieron que les enseñara a orar. Jesús no solo ofrece un modelo de oración, sino un vislumbre a la naturaleza y el carácter de Dios. Jesús nos dijo “Pedid y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad y se os abrirá.” (Lucas 11:9). Nuestro Padre Dios ama a Sus hijas y, aunque ya sabe todo sobre nosotras, quiere que vayamos a Su presencia y pidamos dones que se alineen con Su voluntad y hagan anticipar Su reino.

Si tus oraciones no han sido respondidas de la manera que deseabas, confía y cree que nuestro Dios solo dará dones que se alineen con Su carácter, y Él es bueno. Quiere lo mejor para ti. Santiago llama a Dios “el Padre de las luces”, y en esta temporada de Adviento, que cada luz de Navidad que veas te recuerde que los caminos de Dios son mejores que los tuyos, Él es inmutable y te ama tanto que no puede darte nada más que lo mejor, incluso cuando no es lo que esperabas.

O R A C I Ó N

Dios Padre, gracias por invitarme a ir a Ti en oración con los deseos más profundos de mi corazón, los lugares donde me siento débil e impotente y en necesidad de Tu provisión. Mientras cuelgo las luces de Navidad o las veo en las casas de mis vecinos, que me recuerde que todos los regalos buenos y perfectos provienen de Ti, y que Tú me amas. Amén.

D E V O C I O N A LS e m a n a 1 • M i é r c o l e s

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1 C o r i n t i o s 1 2

Hermanos, no quiero que ignoréis acerca de los dones espirituales. 2 Sabéis que cuando erais gentiles, se os desviaba y erais arrastrados hacia los ídolos mudos. 3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios puede maldecir a Jesús, como tampoco nadie puede llamar a Jesús «Señor» sino es por el Espíritu Santo. 4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6 Y hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios, el que hace todo en todos. 7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para que sea útil. 8 A uno, el Espíritu le da palabra de sabiduría, mientras que a otro, el mismo Espíritu le da palabra de conocimiento; 9 a otro, el mismo Espíritu le da fe, y a otro, el mismo Espíritu le da dones de sanidades. 10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, que reparte a cada uno en particular como él quiere. 12 Porque del mismo modo que el cuerpo es una unidad, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, forman un solo cuerpo, así también Cristo es uno solo. 13 Porque todos, judíos o griegos, esclavos o libres, somos bautizados por un solo Espíritu en un cuerpo, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si el pie dijera: «Como no soy mano, no soy del cuerpo», ¿por eso no sería del cuerpo? 16 Y si la oreja dijera: «Porque no soy ojo, no soy del cuerpo», ¿por eso no sería del cuerpo? 17 Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Pero Dios ha colocado cada uno de los miembros en el cuerpo como ha querido. 19 Pues si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20 Por eso, lo cierto es que son muchos los miembros, pero es un solo cuerpo. 21 Ni el ojo puede decir a la mano: «No te necesito», ni tampoco la cabeza a los pies: «No tengo necesidad de vosotros». 22 Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios; 23 y los miembros del cuerpo que consideramos menos dignos, los vestimos con más dignidad; y los que nos parecen menos decorosos, los tratamos con más decoro, 24 porque los que nos parecen más decorosos no tienen necesidad de nada. Pero Dios ordenó el cuerpo dando mayor honor al que menos tenía, 25 para que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos por los otros. 26 De manera que si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros se alegran con él. 27 Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro en particular. 28 Y a unos Dios les ha asignado un lugar en la Iglesia. En primer lugar los apóstoles, luego los profetas, en tercer lugar maestros, luego los que hacen milagros, después los que tienen dones de sanidades, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29 ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? 30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos? 31 Sin embargo, procurad los dones mejores.

1 P e d r o 4 : 1 0 – 1 1

Cada uno según el don que ha recibido, ponedlo al servicio de los demás entre vosotros mismos, como buenos administradores de la variada gracia de Dios. 11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme a las fuerzas que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

L E C T U R AS e m a n a 1 • J u e v e s

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1 Pedro 4 :10–11

E O A OS e m a n a 1 • J u e v e s

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1 Pedro 4 :10–11

“Cada uno s egún e l don que ha rec ib ido, ponedlo a l s e r v i c io de lo s demás entre vo so t ro s mi smos , como buenos admini s t radore s de la var iada grac ia de Dio s . Si a lguno habla , hable conforme a la s pa labras de Dio s ; s i a lguno mini s t ra , mini s t re conforme a la s fuer zas que Dios da , para que en todo s ea Dio s g lor i f i cado por Je sucr i s to, a quien per t enecen la g lor ia y e l poder por lo s s i g lo s de lo s s i g lo s . Amén.”

E N E L T E X T O

¿Qué sucede la mañana de Navidad cuando los hermanos o primos se reúnen para abrir los regalos? A veces es puro caos, y nadie sabe realmente lo que recibieron los demás hasta que las cintas y el papel de regalo quedan finalmente en el suelo. O si tus reuniones familiares son un poco más organizadas, cada niño desenvuelve un regalo a la vez para que todos tengan la oportunidad de ser el centro de atención. Inevitablemente, no importa cómo se abran los regalos, habrá un momento de comparación. ¿Cómo es lo que recibí comparado con lo que acaban de abrir? ¿Preferiría tener algo diferente o estoy contenta con lo que me han dado?

Los regalos que nos da nuestro buen Dios no son artículos para desenvolver debajo del árbol de Navidad, sino elementos de nuestra personalidad y carácter que nos hacen especialmente diseñadas para hacer anticipar Su reino. Los dones que los creyentes reciben del Espíritu Santo deben usarse juntos para crear unidad, no para separarnos unas de otras. Todos estos dones: sabiduría, conocimiento, fe, sanidad, milagros, profecía, discernimiento, todos están destinados a ser mejores juntos.

Cuando aceptamos los dones que Dios nos ha dado y los usamos para Su gloria y no para la nuestra, nuestras familias, comunidades e iglesias se benefician. Aunque voltees la mirada para ver lo que alguien más ha recibido, ten la certeza que Dios te diseñó de una manera hermosa para que estés equipada de manera única para usar tu don para Su gloria. Mira a tu alrededor, pero solo para ver dónde tu don puede alentar a otra persona. Mira a tu alrededor, pero solo para ver dónde puedes colaborar en lugar de comparar. Pero sobre todo, mira hacia arriba, agradeciendo a Dios por darte un don maravilloso.

O R A C I Ó N

Dios, puede ser fácil para nosotras mirar a otras creyentes y comparar dones y oportunidades. Ayúdanos a mantenernos enfocadas justo donde nos has llamado, sirviéndote a Ti y no a nuestras propias agendas. Que nos comprometamos a usar nuestros dones para hacer crecer Tu reino y traerte gloria, porque realmente somos mejores juntos. Amén.

D E V O C I O N A LS e m a n a 1 • J u e v e s

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S a l m o s 1 3 6

1 Alabad al Señor, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia. 2 Alabad al Dios de los dioses, porque para siempre es su misericordia. 3 Alabad al Señor de los señores, porque para siempre es su misericordia: 4 al único que hace grandes maravillas, porque para siempre es su misericordia; 5 al que hizo los cielos con entendimiento, porque para siempre es su misericordia; 6 al que extendió la tierra sobre las aguas, porque para siempre es su misericordia; 7 al que hizo las grandes lumbreras, porque para siempre es su misericordia: 8 el sol para que señoree en el día, porque para siempre es su misericordia; 9 la luna y las estrellas para que señoreen en la noche, porque para siempre es su misericordia. 10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, porque para siempre es su misericordia. 11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos, porque para siempre es su misericordia, 12 con mano fuerte y brazo extendido, porque para siempre es su misericordia. 13 Al que partió en dos el mar Rojo, porque para siempre es su misericordia; 14 e hizo pasar a Israel por en medio de él, porque para siempre es su misericordia; 15 y arrojó a Faraón y a su ejército en el mar Rojo, porque para siempre es su misericordia. 16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, porque para siempre es su misericordia. 17 Al que hirió a grandes reyes, porque para siempre es su misericordia; 18 y mató a reyes poderosos, porque para siempre es su misericordia; 19 a Sehón, rey amorreo, porque para siempre es su misericordia: 20 y a Og, rey de Basán, porque para siempre es su misericordia. 21 Y dio la tierra de ellos en heredad, porque para siempre es su misericordia. 22 En heredad a Israel su siervo, porque para siempre es su misericordia. 23 Al que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, porque para siempre es su misericordia; 24 y nos rescató de nuestros enemigos, porque para siempre es su misericordia. 25 Al que da alimento a todo ser viviente, porque para siempre es su misericordia. 26 ¡Alabad al Dios de los cielos, porque para siempre es su misericordia!

L E C T U R AS e m a n a 1 • V i e r n e s

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Salmos 136:26

E O A OS e m a n a 1 • V i e r n e s

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D E V O C I O N A LS e m a n a 1 • V i e r n e s


Sa lmos 136:26

“ ¡Alabad a l Dio s de lo s c i e lo s , porque para s i empre e s su mi ser i cordia !”

E N E L T E X T O

Hay algo especial en recibir una nota de agradecimiento por correo. Después de haber dedicado tiempo, esfuerzo y recursos a hacer algo especial para otra persona, una nota escrita a mano o un mensaje de texto que diga “gracias” se siente como un regalo a cambio. A menudo no es algo que necesitemos, porque nos encanta hacer que nuestros seres queridos se sientan especiales, pero es una bendición la consideración.

¡La lectura del Salmo 136 hoy nos da veintiséis razones para dar gracias al Señor! Nuestra relación con Dios es más que pedir regalos y que Dios responda. Es usar nuestros dones para honrar y glorificar a Dios, recordar todo lo que ha hecho por nosotras, adorarle por quien es y por lo que ha hecho, celebrar Su carácter inmutable, hablarles a otros sobre Él y el regalo de la salvación que tiene para cada uno, y darle gracias con corazones alegres.

¿Cuándo fue la última vez que usaste tu tiempo con Dios para simplemente decir “gracias”? Agradécele por quién es: nuestro buen Dios, el Señor de señores, el Rey de reyes. Agradécele por lo que ha hecho: lo que ha creado, los dones que te ha dado, las oraciones que ha respondido. Recuerda las veces que Dios cerró puertas, abrió un camino, ofreció protección, se mantuvo firme como tu refugio y te consoló. Agradece a Dios por amarte cuando todavía eras una pecadora, por llamarte Su hija, por hacer un lugar e idear una manera para que vivas con Él por la eternidad. Agradece a Dios por enviar a Su Hijo a la tierra para que sea el regalo más grande que puedas recibir.

¡Da gracias al Señor!

O R A C I Ó N

Dios, hoy vengo humildemente ante Ti en acción de gracias, no vengo a pedirte nada, sino a recordar y celebrar todo lo que ya has hecho, todo lo que eres y todo lo que me has dado tan gratuitamente. Te quiero. Amén.

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R E F L E X I O N AS e m a n a 1

1. ¿Cómo encuentras consuelo sabiendo que Dios es tu protector?

2. ¿Crees que Dios no te niega nada bueno? ¿Cómo concilias esta verdad cuando Dios no responde tus oraciones de la manera que esperabas?

3. ¿Cómo es la salvación un regalo de Dios?

4. ¿Cuáles son algunos de los dones espirituales que Dios te ha dado? ¿Cómo puedes usar estos dones para bendecir el cuerpo de Cristo?

5. ¿Cómo puedes dar gracias a Dios por Su amor hoy?

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S E M A N A 2

Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo J esús.

1 Tesalonicenses 5:16-18

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O R A



Enfócate en 1 Tesalonicenses 5:16-18 esta semana. ¿Cómo puedes estar siempre gozosa? ¿Qué significa orar sin cesar? ¿Estás dispuesta a dar gracias en todo, incluso en las dificultades y las desilusiones? Reflexiona sobre lo que Dios te enseña.

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S a l m o s 1 0 7

Alabad al Señor, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia. 2 Díganlo los redimidos del Señor, los que ha redimido del poder del enemigo 3 y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del norte y del sur. 4 Anduvieron perdidos por el desierto, por soledad sin camino, sin hallar ciudad en donde vivir. 5 Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. 6 Entonces, clamaron al Señor en su angustia, y él los libró de sus aflicciones. 7 Los dirigió por camino derecho, para que llegaran a ciudad habitable. 8 ¡Alaben la misericordia del Señor y sus maravillas para con los hijos de los hombres!, 9 porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta. 10 Algunos moraban en tinieblas y en sombra de muerte, aprisionados en aflicción y en hierros, 11 por cuanto fueron rebeldes a las palabras del Señor, y aborrecieron el consejo del Altísimo. 12 Por eso, quebrantó con el trabajo sus corazones; cayeron, y no hubo quien los ayudara. 13 Luego que clamaron al Señor en su angustia, los libró de sus aflicciones; 14 los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones. 15 ¡Alaben la misericordia del Señor y sus maravillas para con los hijos de los hombres!, 16 porque quebrantó las puertas de bronce y desmenuzó los cerrojos de hierro. 17 Fueron afligidos los insensatos a causa del camino de su rebelión y a causa de sus maldades; 18 su alma rechazó todo alimento y llegaron hasta las puertas de la muerte. 19 Pero clamaron al Señor en su angustia, y él los libró de sus aflicciones. 20 Envió su palabra y los sanó; los libró de su ruina. 21 ¡Alaben la misericordia del Señor y sus maravillas para con los hijos de los hombres! 22 ¡Ofrezcan sacrificios de alabanza y publiquen sus obras con júbilo! 23 Los que descienden al mar en naves y hacen negocio en las muchas aguas, 24 ellos han visto las obras del Señor y sus maravillas en las profundidades, 25 porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso que encrespó sus olas. 26 Subían a los cielos, descendían a los abismos; sus almas se desalentaron ante el peligro. 27 Temblaban y titubeaban como ebrios, y toda su pericia era inútil. 28 Entonces clamaron al Señor en su angustia, y él los libró de sus aflicciones. 29 Cambió la tempestad en sosiego y se apaciguaron sus olas. 30 Luego se alegraron, porque se apaciguaron, y así los llevó al puerto que deseaban. 31 ¡Alaben la misericordia del Señor y sus maravillas para con los hijos de los hombres! 32 ¡Exáltenlo en la asamblea del pueblo, y en la reunión de ancianos lo alaben! 33 Él convierte los ríos en desierto y los manantiales de las aguas en sequedales; 34 la tierra fructífera en estéril, por la maldad de los que la habitan. 35 Vuelve el desierto en estanques de aguas y la tierra seca en manantiales. 36 Allí establece a los hambrientos y fundan ciudad donde vivir. 37 Siembran campos y plantan viñas; rinden abundante fruto. 38 Los bendice, y se multiplican en gran manera; y no disminuye su ganado. 39 Luego son menoscabados y abatidos a causa de tiranía, de males y congojas. 40 Él esparce menosprecio sobre los príncipes y los hace andar perdidos, vagabundos y sin camino. 41 Levanta de la miseria al pobre y hace multiplicar las familias como a rebaños de ovejas. 42 Véanlo los rectos y alégrense, y todos los malos cierren su boca. 43 Quien sea sabio y guarde estas cosas, entenderá las misericordias del Señor.

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Salmos 107:21–22

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Sa lmos 107:21–22

“ ¡Alaben la mi ser i cordia de l Señor y su s maravi l la s para con lo s h i jo s de lo s hombre s ! ¡Ofrezcan sacr i f i c io s de a labanza y publ iquen su s obras con júbi lo ! ”

E N E L T E X T O

¿Te encuentras entrando en esta temporada con el corazón cansado, sintiéndote como si hubieras estado deambulando, agotada, angustiada, atribulada y buscando una luz en la oscuridad? El mundo que te rodea puede estar lleno de alegría y emoción, pero estás buscando un lugar de refugio para descansar y recuperarte del peso de todo lo que has cargado este año.

Dios entiende y te invita a entrar en Su perfecto descanso. Tu cansancio y frustración no son nuevos para Él, y no se sorprenderá con tus muy sinceros sentimientos y dolor. Lee nuestro salmo de hoy en las Escrituras y coloca tu nombre en todos los lugares donde diga “esos” o “ellos”. De la misma manera que Dios asistió y proveyó para aquellos que deambulaban por el desierto, está preparado para librarte a ti.

¡Qué regalo! El deseo de Dios es que estés libre de cargas, libre de la oscuridad y libre para proclamar con acción de gracias todo lo que Él ha hecho en tu vida, para que otros puedan acercarse a Él. Tu historia de acción de gracias podría ser la luz que alguien cercano a ti más necesita en esta temporada navideña para llevarlo hacia la libertad y la restauración que Dios ofrece amorosamente.

O R A C I Ó N

Padre Dios, hoy, incluso en medio de mi desastre, cuando siento que todavía ando errante, quiero proclamar Tu bondad, Tus grandes dones y Tu asombroso amor. Gracias por conocerme, amarme e invitarme a Tu perfecto descanso. Amén.

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F i l i p e n s e s 4 : 1 0 – 2 0

Me alegré mucho en el Señor de que ya al fin habéis reavivado el tener cuidado de mí. Sin duda alguna, el interés lo teníais, pero os faltaba la oportunidad. 11 No lo digo por necesidad, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo. 12 Sé vivir humildemente y sé tener abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener abundancia como a sufrir necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. 14 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mis di!cultades. 15 Y sabéis también vosotros, filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en lo que respecta a dar y recibir, sino únicamente vosotros. 16 Incluso a Tesalónica, más de una vez, me enviasteis ayuda para mis necesidades. 17 No es que busque donaciones; lo que busco es fruto que abunde en vuestra cuenta. 18 En cualquier caso acuso recibo de todo y me es suficiente. Tengo cuanto necesito pues he recibido lo que me enviasteis por medio de Epafrodito: una ofrenda de olor fragante, sacrificio aceptable y agradable a Dios. 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.


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Fi l ipense s 4 :18–19


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“En cualquier ca so acuso rec ibo de todo y me e s su f i c i ente . Tengo cuanto nece s i to pue s he rec ib ido lo que me envia s t e i s por medio de Epafrodi to : una o f renda de o lor f ragante , sacr i f i c io aceptable y agradable a Dio s . Mi Dios , pue s , sup l i rá todo lo que o s fa l ta conforme a su s r iquezas en g lor ia en Cri s to Je sú s”

E N E L T E X T O

En un mundo que nos grita que tenemos que comprar más, tener más, hacer más, Jesús nos da una hermosa opción de contracultura para acallar los gritos: el contentamiento. Cuando era pequeña, mi lista de deseos navideños estaba compuesta por todos los juguetes más recientes que vi durante las caricaturas de los sábados por la mañana, o los atuendos más lindos que había marcado con un círculo en el catálogo de los grandes almacenes que llegó a nuestro buzón en noviembre. Le sumamos a eso las publicaciones de las redes sociales y YouTube; y que mi hija tiene una lista de deseos aún más larga y más complicada, llena de artículos que sé que no necesita ni disfrutará mucho más tiempo que la mañana de Navidad.

Tal vez tengas un proceso similar en tu hogar, pero a medida que se acerca la festividad de entrega de regalos, examinamos detenidamente todas las “cosas” que ya tenemos. Encontramos algunos artículos que estamos felices de compartir con un amigo, o artículos que sabemos que traerán más alegría a otra persona para que podamos hacer espacio para algo nuevo. Pero, en última instancia, analizamos detenidamente cuán agradecidas y satisfechas estamos con lo que ya tenemos. ¿Están todos esos “imprescindibles” juguetes y juegos tirados en un rincón, acumulando polvo o ya rotos? ¿Nos hemos ocupado de lo que ya tenemos de una manera que demuestre que estamos listas para lo que sigue?

Cuando Pablo escribió esta carta a los filipenses, compartió que descubrió el secreto de una vida llena de gozo: encontrar contentamiento sin importar sus circunstancias. Ya sea en tiempos de necesidad o en tiempos de abundancia, sea viviendo libremente o en la cárcel, sea teniendo hambre o estando satisfecho, Pablo estaba contento porque encontró gozo en el Señor. Pablo sabía que era débil y que Jesús le proporcionaría todo lo que necesitaba. Dios hará lo mismo por nosotras. ¡Seamos agradecidas con Él!

O R A C I Ó N

Dios, eres generoso y amoroso, y estoy muy agradecida de que, sin importar mis circunstancias, siempre eres más que suficiente. Ayúdame a tomarme un tiempo para hacer una pausa y reflexionar con un corazón agradecido sobre todo lo que has hecho en mi vida para que pueda estar contenta y llena de Tu gozo en esta temporada. Amén.


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L u c a s 6 : 3 7 – 3 8

7 No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. 38 Dad y se os dará: medida buena, apretada, remecida y rebosante os revertirá en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medís os medirán.

2 C o r i n t i o s 9

En cuanto a la ayuda para los creyentes, está de más que yo os escriba, 2 pues conozco vuestra buena disposición, de la cual yo he hablado con orgullo entre los de Macedonia, pues les he dicho que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro ejemplo ha estimulado a la mayoría. 3 Y he enviado a los hermanos para que, en este asunto, nuestro motivo de orgullo por vosotros no sea infundado, y para que, como lo he dicho, estéis preparados; 4 no vaya a ser que si algunos macedonios van conmigo os encuentren desprevenidos y nosotros nos avergoncemos, por no decir vosotros, de este proyecto. 5 Por tanto, consideré necesario pedir a los hermanos que fueran antes a vosotros y acabaran de recoger vuestra ofrenda, que ya habíais prometido, para que estuviera preparada como una ofrenda generosa y no como una ofrenda mísera. 6 Esto os digo: El que siembra escasamente, también cosechará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también cosechará. 7 Que cada uno dé como haya propuesto en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama a quien da con alegría. 8 Y Dios es poderoso para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, tengáis siempre todo lo necesario, con abundancia para practicar toda clase de buenas obras. 9 Así está escrito: Repartió, dio a los pobres, su justicia permanece para siempre. 10 Y el que da semilla al que siembra, también le dará pan para comer; y multiplicará vuestra semilla y hará crecer los frutos de vuestra justicia. 11 Para que al ser enriquecidos en todo, seáis del todo generosos, lo cual, por medio de nosotros, será motivo de acción de gracias a Dios. 12 Porque la administración de este servicio no solo suple lo que falta a los creyentes, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios. 13 Por la experiencia de esa administración ellos glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por vuestra generosa contribución para ellos y para todos. 14 Además, orarán por vosotros, pues os aman a causa de la eminente gracia que Dios os ha dado. 15¡Gracias a Dios por su don inenarrable!


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2 Corint io s 9 :7–8


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2 Corint io s 9 :7–8

“Que cada uno dé como haya propue s to en su corazón: no con t r i s t eza ni por ob l igac ión, porque Dios ama a quien da con a l egr ía . Y Dios e s podero so para hacer que abunde en vo so t ro s toda grac ia , a f in de que , t engái s s i empre todo lo nece sar io, con abundancia para prac t i car toda c la s e de buenas obras .”

E N E L T E X T O

¿Te has visto alguna vez obligada a participar en un intercambio de regalos, tal vez en el trabajo o con un grupo de personas que no son particularmente cercanas a ti? Comprar un regalo para tus seres queridos es divertido y fácil. Los conoces y quieres que sean felices con esos obsequios. Dar por obligación es un desafío, no solo por agregar la temida “una cosa más” a nuestras agendas abrumadas, sino también a nuestra creatividad, nuestras actitudes y nuestros recursos.

Así es como terminamos con una variedad aleatoria de velas, repasadores e interesantes decoraciones de jardín que nunca luciremos.

Hay algo especial en recibir un regalo que sabemos que fue elegido con amor. Lo abrimos con entusiasmo y apreciamos el obsequio incluso cuando puede que no sea lo que esperábamos. Dios quiere que seamos dadores alegres, no ayudar a otros por un sentido de obligación, culpa o coerción, sino desde un lugar de amor.

Cuando amamos a Dios y amamos a los demás, es una bendición poder satisfacer las necesidades de quienes nos rodean. Es un gozo servir, dar de nuestro tiempo y compartir nuestras habilidades con los demás, no por lo que podemos obtener a cambio, sino porque estamos dando un buen uso a los dones que Dios nos ha dado tan generosamente. Muestra a los demás que nos preocupamos por ellos y los honramos más que nuestra comodidad.

Dar no siempre es fácil. Pero podemos confiar en que Dios puede hacer más con los dones que entregamos de lo que jamás podríamos imaginar.

O R A C I Ó N

Padre, sé que amas al dador alegre. Que mis ojos estén abiertos y mi corazón alerta a las formas de servir a los demás en esta temporada, dispuesta y capaz de dar generosamente y con amor mientras honro a los demás. Gracias por mostrarme lo que significa darlo todo a través de la vida de Tu Hijo, Jesús. Amén.


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E f e s i o s 5 : 1 5 – 2 0

¡Tened, pues, cuidado de vuestra manera de vivir! Ya no viváis como necios sino como sabios, 16 y aprovechad bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, al contrario, tratad de entender cuál es la voluntad de Dios. 18 No os embriaguéis con vino, lo cual lleva al desenfreno; llenaos, más bien, del Espíritu. 19 Hablad entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones. 20 Dad siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

1 Te s a l o n i c e n s e s 5 : 1 6 – 1 8

Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.


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1 Tesa lonicense s 5 :16–18


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1 Tesa lonicense s 5 :16–18

“Es tad s i empre gozo so s . Orad s in ce sar. Dad grac ia s en todo, porque e s ta e s la vo luntad de Dio s para con vo so t ro s en Cri s to Je sú s .”

E N E L T E X T O

A medida que nuestros calendarios se llenan de cosas buenas y nuestras listas de tareas pendientes se hacen más largas, puede ser fácil cambiar al piloto automático. Tenemos lugares para estar, cosas que hacer, gente que ver, y de repente la alegría de esta temporada se desvanece, reemplazada por obligaciones en lugar de celebración. Nuestro asombroso Padre sabía que nos encontraríamos en estas situaciones y nos ha dado una manera de superarlas:

Da gracias.

Las Escrituras nos instruyen a dar gracias, no solo en las comidas o antes de dormirnos por la noche, sino en todas las circunstancias. Las quejas y la gratitud no pueden coexistir, así que si te sientes abrumada, ocupada, insegura o desanimada, desenvuelve el regalo de la gratitud que Dios te ha dado y úsalo sobre tus circunstancias.

Incluso cuando las cosas se tornan difíciles, los planes no salen como esperabas, tienes que decir “no” a algo bueno para dar lugar a algo grandioso, o las expectativas no se cumplen, busca razones para agradecer a Dios en esa situación.

Vivir una vida llena de gratitud, especialmente cuando no es fácil, será una luz en la oscuridad para quienes te rodean. Tu ejemplo será un regalo para demostrar que tu amor por Dios es más importante que tu amor por tus planes. Podría ser la única cosa que alguien más necesita experimentar para amar a Dios grandemente.

O R A C I Ó N

Dios, Tú me amas tanto que incluso has preparado un camino para que mi corazón y mi mente se mantengan enfocados en Ti en toda circunstancia. A medida que esta temporada se vuelve más ocupada y mi atención se divide en un millón de pequeños objetivos, ayúdame a cambiar las quejas por gratitud para que pueda ser una luz para los que me rodean. En toda circunstancia te doy gracias, porque incluso cuando las cosas no salen como quiero, confío y creo que Tu forma de actuar es mejor. Amén.


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S a l m o s 1 0 0 S a l m o d e a c c i ó n d e g r a c i a s

Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. 2 Servid al Señor con alegría; venid ante su presencia con regocijo. 3 Reconoced que el Señor es Dios; él nos hizo, y le pertenecemos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado. 4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. ¡Alabadlo, bendecid su nombre!, 5 porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.


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Salmos 100:1–5


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Sa lmos 100:1–5

“Cantad a legre s a Dio s , habi tante s de toda la t i e rra . Ser vid a l Señor con a l egr ía ; venid ante su pre s enc ia con regoc i jo. Reconoced que e l Señor e s Dio s ; é l no s h izo, y l e per t enecemos ; pueblo suyo somos y ove ja s de su prado. Entrad por su s puer ta s con acc ión de grac ia s , por su s a t r io s con a labanza. ¡Alabadlo, bendec id su nombre ! , porque e l Señor e s bueno; para s i empre e s su mi ser i cordia , y su f ide l idad por todas la s generac ione s .”

E N E L T E X T O

¿Te ha pasado alguna vez que escuchar un himno, una canción de adoración o un villancico te hizo sentir más profundamente conectada con Dios? Tal vez la canción reveló una parte de Su carácter que nunca conociste, o la letra hablaba de esperanza y sanación sobre la situación que estabas enfrentando. La música es un regalo que nos ayuda a contar historias, cantar alabanzas y celebrar quién es Dios, lo que ha hecho y lo que hará.

El escritor del salmo de hoy estaba celebrando la relación especial de Israel con Dios e invitó a todos a alabar a Dios por Su fidelidad. No fue una arenga a “repetir de pie juntos las mismas palabras”; no, ¡constituyó una instrucción especial para adorar a Dios con gozo!

Tomemos nota del ejemplo del salmista y escribamos hoy nuestro propio salmo de alabanza. ¿Qué hay en Dios que quieres reconocer y alabar con un corazón alegre? ¿Qué dones te ha dado Dios por los que puedes agradecerle? ¿Cómo has experimentado el amor y la fidelidad de Dios en tu vida este año? ¿Qué oraciones te ha respondido? ¿Qué significa para ti que Dios te creó, te llamó a ser parte de Su familia eterna y te cuida?

¡Ora a Dios o cántele tus palabras con todo el gozo que tu corazón pueda contener! ¡Nuestro Dios es bueno y digno de nuestra alabanza!

Si no sabes por qué alabar a Dios hoy, ¿por qué no empezar por orar las Escrituras de hoy?

O R A C I Ó N

Señor, solo Tú eres Dios. Tú me hiciste y me reclamaste como Tuya. ¡Me invitaste a Tu familia y me proteges y me provees! Dios, eres bueno y te agradezco por Tu amor y fidelidad perdurables. Amén.

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1. ¿Cómo puedes compartir lo que Dios ha hecho en tu vida? Piensa en formas de reconocer la bondad de Dios como un hábito diario.

2. ¿Cómo ha suplido Dios todas tus necesidades en el pasado? ¿Crees que Él está dispuesto y es capaz de satisfacer todas tus necesidades en el futuro?

3. ¿Qué significa ser un dador alegre? ¿Cómo puedes dar hoy con alegría y voluntariamente?

4. ¿Cuál es la voluntad de Dios para ti, según 1 Tesalonicenses 5:16-18?

5. ¿Cómo has visto la bondad de Dios en tu vida esta semana? ¡Alábale por Su bondad hoy!

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S E M A N A 3

Y no solo esto, sino que también nos enorgull ecemos en las tribulaciones, pues sabemos que la tribulación produce paciencia; y la paciencia produce un carácter probado; y un carácter probado produce esperanza; y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu S anto que nos fue dado.

Romanos 5:3-5

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O R A



En Romanos 5:3-5, Pablo nos dice que nuestra esperanza en Cristo no nos defrauda. ¿Has encontrado que esto es cierto? ¿Alguna vez te has sentido defraudada por la esperanza? ¿Cómo puedes estar segura de que tu esperanza en Cristo nunca te defraudará?

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R o m a n o s 5 : 1 – 1 1

Ahora pues, justificados por la fe tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. 2 Por él también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos enorgullecemos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no solo esto, sino que también nos enorgullecemos en las tribulaciones, pues sabemos que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia produce un carácter probado; y un carácter probado produce esperanza; 5 y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. 6 Cuando aún éramos débiles, a su tiempo, Cristo murió por los impíos. 7 En realidad, es difícil que alguien muera por un justo; aunque pudiera ser que alguien tuviera el valor de morir por una persona buena. 8 Sin embargo, Dios demuestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Con mucha más razón, ahora que ya hemos sido justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10 Porque, si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, al estar reconciliados, seremos salvos por su vida. 11 Y no solo esto, sino que también nos enorgullecemos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación.

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Romanos 5 :3–5

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Romanos 5 :3–5

“Y no so lo e s to, s ino que también nos enorgul l e cemos en la s t r ibulac ione s , pue s sabemos que la t r ibulac ión produce pac ienc ia ; y la pac ienc ia produce un carác ter probado; y un carác ter probado produce e speranza; y la e speranza no nos de f rauda, porque e l amor de Dio s ha s ido derramado en nue s t ro s corazone s por e l Espír i tu Santo que nos fue dado.”

E N E L T E X T O

Esta semana de Adviento pasaremos tiempo enfocadas en el regalo de esperanza de Dios, ¡y qué hermoso regalo es! La esperanza que tenemos no depende de nuestras circunstancias, éxito, lo que poseemos o lo que podemos lograr. Nuestra esperanza no tiene nada que ver con los títulos que tenemos, el trabajo que hacemos, la frecuencia con la que nos ofrecemos como voluntarias o lo bien que se portan nuestros hijos. Nuestra esperanza está en Dios, ¡y es una esperanza que nunca cambia ni decepciona!

A diferencia de la versión mundial de la esperanza que espera que todo sea fácil, nuestra esperanza es más fuerte cuando deviene del desarrollo de nuestro carácter a través de los desafíos. Cuando sabemos que el resultado final de nuestro sufrimiento es la esperanza y una vida más parecida a Cristo, podemos enfrentar cualquier cosa que se nos presente con los ojos enfocados en Dios y la cabeza en alto.

Es a través del sufrimiento que se produce la paciencia, que nos da lo que necesitamos para seguir adelante en nuestra fe mientras aprendemos a descansar, no a detenernos. A medida que desarrollamos nuestra paciencia, nuestro carácter se refina, diferenciándonos de aquellos que se rendirán o cederán cuando los tiempos se vuelvan difíciles. Adoptamos el estilo de vida contracultural del reino de Dios que dice que “el poder de Dios se perfecciona en nuestra debilidad”. Invitamos a otros a entrar en nuestras vidas para que nos ayuden a correr bien esta carrera, y animamos y amamos a aquellos que el mundo consideraría nuestra competencia.

Y al final, después de perseverar, nuestro sufrimiento produce esperanza. Esperanza que no se trata de nosotras, sino que proviene de una abundancia del amor que Dios ha derramado en nuestros corazones. Cuando nuestro mundo es sacudido, esta esperanza permanece firme, porque el amor de Dios nunca cambia.

O R A C I Ó N

Dios, eres mi esperanza. Cuando la vida sea difícil, ayúdame a concentrarme en los dones que tienes para mí mientras mi carácter se refina para ser más como Cristo. La esperanza que tengo en Ti es inquebrantable porque Tu amor por mí no cambia. Amén.

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H e b r e o s 1 0 : 1 9 – 2 5

9 Así que, hermanos, tenemos libertad para entrar en el Lugar santísimo por la sangre de Jesucristo, 20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su cuerpo. 21 También tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios. 22 Acerquémonos, pues, con corazón sincero, llenos de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura. 23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la esperanza que profesamos, porque fiel es el que ha hecho la promesa. 24 Y tengámonos en cuenta unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. 25 No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; al contrario, animémonos unos a otros, y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.


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Hebreo s 10:23


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Hebreo s 10:23

“Mantengamos f i rme, s in f luc tuar, la e speranza que pro fe samos , porque f i e l e s e l que ha hecho la promesa”

E N E L T E X T O

A lo largo de toda la Biblia, Dios hace promesas a Sus hijos y las cumple. Le prometió a Abram que sería el padre de muchas naciones (Génesis 17: 4); Dios prometió proteger al pueblo de Israel y liberarlo de 430 años de esclavitud (Éxodo 2: 24-25); y prometió salvación a todos los que creen en Su Hijo (Romanos 1: 16-17).Dios también promete que:Si lo buscamos, lo encontraremos (Deuteronomio 4:29).Su amor nunca fallará (1 Crónicas 16:34).Recibiremos nueva vida en Cristo (2 Corintios 5:17).Encontraremos paz cuando oremos (Filipenses 4: 6–7).Él suplirá nuestras necesidades (Mateo 6:33)....¡y mucho más!

El regalo de la esperanza que Dios nos da es un fundamento sólido para nuestra fe, porque las promesas que Dios hizo a los hombres y mujeres en la Biblia nos muestran ese increíble aspecto de Su carácter cumplidor de promesas. Cuando nos tomamos el tiempo de escudriñar la Palabra de Dios en busca de pruebas de ese aspecto de Su carácter, encontraremos más ejemplos de los que jamás podríamos compartir. Pero el ejemplo más poderoso de la confiabilidad de Dios para con tus amigos, familiares y comunidad es la forma en que vives la esperanza que tienes en Él.

Dios cumple Sus promesas en ti también. ¿Has compartido eso con alguien últimamente? ¿Le has contado a alguien acerca de la paz, el amor y la presencia reconfortante de Dios que has experimentado cuando más lo necesitabas?

No puedo evitar pensar en el antiguo himno que dice: “Mi esperanza se basa nada menos que en la sangre y la justicia de Jesús”. Dios nos prometió un Redentor y cumplió esa promesa mediante el nacimiento, la muerte y la resurrección de Su Hijo.

O R A C I Ó N

Padre, gracias por incluirme en las promesas que has hecho a Tus hijos. Mi esperanza viene de Ti. Ayúdame a compartir la fuente de mi esperanza con quienes me rodean mientras celebramos a Tu Hijo. Amén.


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R o m a n o s 1 5 : 7 – 1 3

Por tanto, aceptaos los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó, para gloria de Dios. 8 Pues os digo que Cristo Jesús fue siervo de los judíos para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a nuestros antepasados, 9 y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito: Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles y cantaré a tu nombre. 10 Y otra vez dice: Naciones, alegraos con su pueblo. 11 Y otra vez: Alabad al Señor todas las naciones y exaltadlo todos pueblos. 12 Y otra vez dice Isaías: Estará la raíz de Isaí y el que se levantará para gobernar a las naciones, las naciones esperarán en él. 13 Que el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en la fe, para que reboséis de esperanza por el poder del Espíritu Santo.


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Romanos 15:13


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Romanos 15:13

“Que e l Dio s de la e speranza o s l l ene de todo gozo y paz en la f e , para que rebo sé i s de e speranza por e l poder de l Espír i tu Santo.”

E N E L T E X T O

Nuestro Dios, el gran Dador, nos ha dado un regalo asombroso en Su Hijo, Jesús. A diferencia de los regalos que recibimos de amigos o familiares, este es un regalo que continúa dando, porque cuando aceptamos el regalo de Dios de la salvación a través de Jesús, ¡seguimos recibiendo buenos regalos!

Los regalos siempre requieren algún tipo de sacrificio, y en la carta de Pablo a los creyentes en Roma, les recordó que Jesús nos ha dado el ejemplo perfecto a seguir. Jesús dejó a un lado todo lo que fácilmente podría haber reclamado — todos sus derechos y privilegios por ser Hijo de Dios — y en cambio sacrificó Su vida para que pudiéramos recibir el regalo de la salvación. En lugar de encontrar motivos de divisiòn, Pablo animó a los creyentes (incluyéndonos a nosotras) a seguir el ejemplo de Jesús, amando bien a los demás, trabajando juntos y abrazando el regalo de la esperanza y el poder que recibimos del Espíritu Santo.

Dios no envió a Su Hijo a nacer como un ser humano y morir por nuestros pecados para luego dejar que nosotras resolvamos el resto por nuestra cuenta. Dios es bueno, esa es Su naturaleza, y la esperanza que Él desea para nosotras proviene de la abundancia que recibimos de Él, a través del Espíritu Santo. Esta es una esperanza que no se desvanece. Es una esperanza que brilla intensamente cuando todo lo que nos rodea se ve oscuro.

Cuando ponemos nuestra esperanza en Cristo y confiamos en la ayuda y el poder del Espíritu Santo, nada puede quitarla. El Jesús que celebramos en Navidad fue una promesa que Dios cumplió para Su pueblo: una promesa de salvación y libertad del pecado y todo lo que nos impide vivir una vida plena y abundante para Su gloria. ¡Ese es un regalo que continúa dando!

O R A C I Ó N

Padre Dios, gracias por enviar a Tu único Hijo a nacer aquí para que yo tuviera un camino de regreso a Ti. Esta Navidad, ayúdame a recordar que debo mantener mi corazón enfocado en Ti, el fundamento sólido de mi esperanza. Amén.


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R o m a n o s 8 : 1 8 – 2 5

Pues estoy convencido de que lo que padecemos en este tiempo no es comparable con la gloria venidera que se ha de manifestar en nosotros. 19 Porque la creación espera con impaciencia la manifestación de los hijos de Dios. 20 La creación fue sometida al fracaso, no por su propia voluntad, sino porque alguien la sometió, pero con la esperanza 21 de que también la creación misma sería liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22 Porque sabemos que hasta ahora toda la creación gime con dolores de parto. 23 Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, mientras esperamos la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza somos salvados; pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza; porque lo que uno ve ya no lo espera. 25 Sin embargo, si lo que esperamos es algo que todavía no vemos, entonces lo esperamos con paciencia.


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Romanos 8 :24–25


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Romanos 8 :24–25

“Porque en e speranza somos sa lvados ; pero la e speranza que s e ve , ya no e s e speranza; porque lo que uno ve ya no lo e spera . Sin embargo, s i l o que e speramos e s a lgo que todavía no vemos , entonce s lo e speramos con pac ienc ia .”

E N E L T E X T O

¿Qué clase de destinataria de regalos eres? ¿Te gusta tomarte tu tiempo mientras abres el regalo, desenvolviendo con cuidado cada capa de cinta y papel, disfrutando del proceso y la anticipación tanto como el resultado? ¿Eres una agitadora de regalos, alguien a quien le gusta pinchar, presionar, sacudir y torcer tu regalo con los ojos cerrados para tratar de adivinar qué hay dentro antes de abrirlo porque disfrutas tanto del hecho de acertar como del presente mismo? ¿O tal vez simplemente rompes, arrojando papel y moño a un lado con salvaje abandono porque no puedes esperar un segundo más para ver qué hay dentro?

Ahora toma ese sentimiento y aplícalo a la santa anticipación de la realidad venidera del tan esperado regreso de Cristo, la pieza final de nuestra salvación prometida cuando todo sea renovado.

En su carta a los romanos, Pablo les recordó que mantuvieran la esperanza en el reino que Dios ha prometido, no en lo que veían a su alrededor. El entusiasmo que sentimos al recibir un regalo en Navidad pierde algo de su chispa cuando nos entregan un regalo sin envoltorio. Nosotros lo vemos. Sabemos lo que es. Perdemos la oportunidad de esperar algo especial porque nos enfrentamos de inmediato a la realidad.

Pablo nos dice que debemos mantener nuestra esperanza fija en lo que no podemos ver, la obra perfecta de salvación que Dios está haciendo por nosotras, y que continuemos esperando con paciencia o perseverancia lo que Dios ha prometido. Al desenvolver los regalos esta Navidad, que cada momento de esperanza en lo desconocido nos recuerde que debemos seguir adelante con esperanza en lo que Dios todavía tiene que hacer en nuestras vidas, por Su reino.

O R A C I Ó N

Dios, gracias porque podemos aprovechar momentos de esta temporada especial, cuando celebramos a Tu Hijo, para acercarnos más a Ti. Haz que nuestra fe y esperanza aumenten al conectar nuestros sentimientos de emoción y anticipación con el entusiasmo que sentimos por el regreso de Jesús, nuestro Salvador. Amén.


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S a l m o s 1 0 5

¡Alabad al Señor, invocad su nombre, dad a conocer sus obras entre los pueblos! 2 ¡Cantadle, cantadle salmos! Hablad de todas sus maravillas. 3 Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al Señor. 4 ¡Buscad al Señor y su poder; buscad siempre su rostro! 5 Acordaos de las maravillas que él ha hecho, de sus prodigios y de los juicios de su boca, 6 vosotros, descendencia de Abrahán su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos. 7 Él es el Señor, nuestro Dios; en toda la tierra están sus juicios. 8 Se acordó para siempre de su pacto; de la palabra que mandó para mil generaciones, 9 la cual concertó con Abrahán, y de su juramento a Isaac. 10 La estableció a Jacob por decreto, a Israel por pacto sempiterno, 11 y dijo: «A ti te daré la tierra de Canaán como porción de vuestra heredad». 12 Cuando ellos eran pocos en número y forasteros en ella, 13 y andaban de nación en nación, de un reino a otro pueblo, 14 no consintió que nadie los agraviara, y por causa de ellos castigó a los reyes. 15 «No toquéis —dijo— a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas». 16 Trajo hambre sobre la tierra y cortó todo sustento de pan. 17 Envió a un hombre delante de ellos: a José, que fue vendido como esclavo. 18 Afligieron sus pies con grillos; con hierro aprisionaron su cuello. 19 Hasta la hora en que se cumplió su palabra, el dicho del Señor lo probó. 20 Envió el rey y lo soltó; el señor de los pueblos lo dejó ir libre. 21 Lo puso por señor de su casa, y por gobernador de todas sus posesiones, 22 para regir a sus grandes como él quisiera y enseñar a sus ancianos sabiduría. 23 Después entró Israel en Egipto, Jacob moró en la tierra de Cam. 24 Y multiplicó su pueblo en gran manera y lo hizo más fuerte que sus enemigos. 25 Cambió el corazón de ellos para que aborrecieran a su pueblo, para que contra sus siervos pensaran mal. 26 Envió a su siervo Moisés, y a Aarón, al cual escogió. 27 Puso en ellos las palabras de sus señales, y sus prodigios en la tierra de Cam. 28 Envió tinieblas que lo oscurecieron todo, pero no tuvieron en cuenta su palabra. 29 Volvió sus aguas en sangre y mató sus peces. 30 Su tierra produjo ranas hasta en las cámaras de sus reyes. 31 Habló, y vinieron enjambres de moscas y piojos en todo su territorio. 32 Les dio granizo por lluvia y llamas de fuego en su tierra. 33 Destrozó sus viñas y sus higueras, y quebró los árboles de su territorio. 34 Habló, y vinieron langostas y pulgón sin número; 35 y se comieron toda la hierba de su país, devoraron el fruto de su tierra. 36 Hirió de muerte a todos los primogénitos en su tierra, las primicias de toda su fuerza. 37 Sacó a su pueblo cargado de plata y oro, y no hubo en sus tribus enfermo. 38 Egipto se alegró de que salieran porque su terror había caído sobre ellos. 39 Extendió una nube por cubierta y fuego para alumbrar la noche. 40 Pidieron, e hizo venir codornices; y los sació con pan del cielo. 41 Abrió la peña y fluyeron aguas; corrieron por los sequedales como un río, 42 porque se acordó de su santa palabra dada a Abrahán su siervo. 43 Sacó a su pueblo con gozo; con júbilo a sus escogidos. 44 Les dio las tierras de las naciones y las labores de los pueblos heredaron, 45 para que guardaran sus estatutos y cumplieran sus leyes. ¡Aleluya!


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Salmos 105:42–43


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Sa lmos 105:42–43

“porque s e acordó de su santa pa labra dada a Abrahán su s i e r vo. Sacó a su pueblo con gozo ; con júbi lo a su s e s cog ido s .”

E N E L T E X T O

El salmista de las Escrituras de hoy comienza invitando a todas las personas a tomar posesión de su relación con Dios y de su adoración. Hemos de: dar gracias, invocar, dar a conocer, cantar, hacer música, contar, gloriarnos, alegrarnos, buscar y recordar.

Luego leemos un resumen de la historia de los israelitas, desde la primera promesa de Dios a Abraham hasta el cumplimiento de esa promesa cuando el pueblo entró en Canaán. En Su tiempo perfecto, Dios cumplió Su palabra a Su pueblo, y a través de la adoración y alabanza, ellos pudieron contar la historia de Su fidelidad.

¿Cuál es tu historia de la fidelidad de Dios? ¿Cómo ha cumplido Sus promesas, te ha llenado de esperanza, te ha librado del pecado, caminó contigo por el desierto, te proporcionó lo que más necesitabas? ¡Da gracias a Dios hoy! Invoca Su nombre y da a conocer lo que Él ha hecho en tu vida para todas las naciones: tu familia, vecinos y comunidad. Vuelve a cantarle a Dios lo que ha hecho en tu vida o toca música que te ayude a compartir tu historia.

¡Adelante, presume de lo que Dios ha hecho en tu vida y dale permiso a tu corazón para regocijarse! Los israelitas no eran perfectos y nosotras tampoco. Pero nuestro Dios es, y permanece fiel a Sus hijos. No permitas que la vergüenza de los errores del pasado te impida recibir el don de alabar a Dios. Lo que ha hecho por nosotras, a través de Jesús, lo cubre todo.

O R A C I Ó N

Dios, hoy te alabamos por Tu fidelidad. Cumpliste Tu promesa y nos enviaste un Redentor para que nuestras historias no terminaran en el vagabundeo, sino en nuestro maravilloso reencuentro contigo. Ayúdanos a contar la historia que estás escribiendo en nuestras vidas para que otros también puedan escucharte y creer en Ti. Amén.

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1. ¿Cómo puede el sufrimiento producir paciencia? ¿Has experimentado esto en tu vida?

2. ¿Cómo sabes que Cristo es fidedigno? ¿Cómo este aspecto de Su carácter te da confianza mientras esperas en Él?

3. ¿Qué significa rebosar de esperanza?

4. ¿Cómo se relacionan la esperanza y la paciencia? ¿Puedes tener esperanza sin paciencia? ¿Puedes ser paciente sin tener esperanza?

5. Dios siempre cumple Sus promesas y puedes depositar tu esperanza en Él. ¿Cómo puedes dar gracias hoy por el don de la esperanza?

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S E M A N A 4

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Hebreos 11:1

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O R A



Esta semana, dedica tiempo a meditar en el don de la fe. ¿Cómo es la fe un don? ¿De qué manera tu fe ha sido un don en tu vida? ¿Cómo puedes estar segura de tu fe cuando no puedes ver el objeto de tu fe?

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H e b r e o s 1 1

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2 Por ella nuestros antepasados fueron aprobados. 3 Por la fe comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. 4 Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que el de Caín, por lo cual fue reconocido como justo y Dios aceptó sus ofrendas. Y aunque está muerto, aún sigue hablando por medio de su fe. 5 Por la fe Enoc fue traspuesto para que no viera la muerte, y no pudo ser encontrado, porque Dios lo traspuso; y antes de que fuera traspuesto, se testificó que él había agradado a Dios. 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. 7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca para que su casa se salvara. Por esa fe condenó al mundo y fue hecho heredero de la justicia que se obtiene por la fe. 8 Por la fe Abrahán, cuando fue llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9 Por la fe habitó en la tierra prometida como extranjero en tierra ajena, y habitó en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa. 10 Porque Abrahán esperaba la ciudad que tiene fundamentos sólidos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 11 Por la fe también la misma Sara, aunque era estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz, a pesar de que se le había pasado el tiempo por su avanzada edad, porque consideró que quien le había hecho la promesa era fiel. 12 Por eso también, de un solo hombre, y ese ya cercano a la muerte, nació una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo, como la arena innumerable que está a la orilla del mar. 13 Todos estos murieron con esa fe sin haber recibido lo prometido, pero, por fe, lo vieron de lejos, lo creyeron y lo saludaron, pues reconocían que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 14 Los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria, 15 pues si hubieran estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de regresar a ella. 16 Pero anhelaban una patria mejor, esto es, una patria celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse su Dios, y les ha preparado una ciudad. 17 Por la fe Abrahán, cuando fue puesto a prueba, ofreció a Isaac: el que había recibido las promesas, ofrecía a su único hijo, 18 aunque se le había dicho: A través de Isaac tendrás descendencia. 19 Y es que Abrahán creía que Dios es poderoso para resucitar aun a los muertos. Por eso, en sentido figurado, puede decirse que Abrahán recuperó a su hijo de entre los muertos. 20 Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú acerca de cosas venideras. 21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre la punta de su bastón. 22 Por la fe José, al morir, se refirió a la salida de los hijos de Israel y dio instrucciones acerca de sus restos mortales. 23 Por la fe, cuando nació Moisés, fue escondido por sus padres durante tres meses, porque vieron que era un niño hermoso, y no tuvieron miedo del decreto del rey. 24 Por la fe Moisés, siendo ya adulto, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón, 25 y prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios, antes que gozar de los deleites temporales del pecado. 26 Pues consideró que sufrir el oprobio por causa de Cristo era una riqueza de más valor que los tesoros de los egipcios, porque tenía puesta la mirada en la recompensa. 27

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Por la fe se fue de Egipto sin temer la ira del rey, y persistió en su propósito como si estuviera viendo al Invisible. 28 Por la fe celebró la Pascua y la aspersión de la sangre, para que el exterminador no tocara a los primogénitos de los israelitas. 29 Por la fe pasaron el mar Rojo como por tierra seca; pero cuando los egipcios intentaron hacer lo mismo, se ahogaron. 30 Por la fe cayeron los muros de Jericó después de que los israelitas dieron vueltas a su alrededor durante siete días. 31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, porque recibió amistosamente a los espías. 32 ¿Y qué más puedo decir? Porque el tiempo me faltaría para hablar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas. 33 Todos ellos, por fe, conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron el filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. 35 Hubo mujeres que recobraron resucitados a sus muertos. Pero otros fueron torturados, y no aceptaron ser liberados, porque esperaban obtener una mejor resurrección. 36 Otros experimentaron ultrajes, azotes, y hasta cadenas y cárceles. 37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada. Anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados. 38 Estos hombres, de los cuales el mundo no era digno, anduvieron errantes por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. 39 Pero ninguno de ellos, aunque fueron aprobados debido a su fe, recibió lo prometido. 40 Y es que Dios tenía reservado algo mejor para nosotros, y no quiso que ellos alcanzaran la perfección sin nosotros.

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Hebreo s 11:1, 6

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Hebreo s 11:1, 6

“Es , pue s , la f e la c er t eza de lo que s e e spera , la convicc ión de lo que no s e ve .” “Pero s in f e e s impos ib l e agradar a Dio s , porque e s nece sar io que e l que s e acerca a Dio s c rea que é l ex i s t e y que recompensa a quiene s lo buscan.”

E N E L T E X T O

El diccionario define la fe como “la esperanza o la confianza en una persona o cosa; una creencia que no se basa en pruebas.” La Biblia define la fe como “estar seguras de lo que esperamos, estar convencidas de lo que no vemos” (Hebreos 11:1).

El regalo de la fe que Dios nos ha dado es diferente de la versión que el mundo entiende, porque si bien podríamos tener esperanza en lo que no hemos visto, ¡sí tenemos pruebas! La Palabra de Dios es nuestra prueba de que Dios nos ama, que tiene un buen plan para nosotras y tiene un lugar para nosotras en Su familia. Hebreos 11 es un buen lugar para comenzar, ya que el autor nos da ejemplo tras ejemplo de hombres y mujeres que demostraron una gran fe en Dios y el resultado de su fe.

Por la fe, Abel ofreció a Dios un gran sacrificio, y por la fe Dios lo alabó como justo. La fe de Enoc agradó a Dios y, como resultado, Enoc no enfrentó una muerte natural. Por fe, Noé construyó el arca que Dios diseñó, y por fe Dios liberó a la familia de Noé. La fe de Abraham y Sara resistió la prueba del tiempo, y aunque no vieron todas las promesas de Dios hacerse realidad durante su vida, su fe fue recompensada por muchas generaciones.

Cuando nuestra fe es depositada en las personas o las circunstancias, el resultado suele ser la desilusión. Cuando nuestra fe está puesta en Dios, Él nunca nos defraudará. De hecho, nuestra lectura de hoy dice que Dios recompensa a quienes lo buscan y creen en Él. Solo la fe en Dios da como resultado un derramamiento continuo de regalos, más allá de lo que podríamos pedir o imaginar, y a veces más allá de lo que viviremos para experimentar. ¡Nuestra fe en Dios dejará un legado que impactará a generaciones!

O R A C I Ó N

Padre Celestial, es asombroso que diseñes esta relación de una manera tan hermosa, que mi fe en Ti se convierte en una bendición. Gracias por los ejemplos de hombres y mujeres en Tu Palabra que me animan a seguir creyendo y esperando en lo que todavía no puedo ver. Amén.

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M a t e o 1 7 : 1 4 – 2 0

Cuando llegaron adonde estaba la gente, se le acercó un hombre que se arrodilló delante de él diciendo: 15—Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático y sufre muchísimo. Muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. 16 Lo he traído a tus discípulos, pero no han podido sanarlo. 17 Respondió Jesús: —¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo aquí. 18 Jesús reprendió al demonio, el cual salió del muchacho, y este quedó sano desde aquella hora. 19 Se acercaron entonces los discípulos y le preguntaron aparte: —¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 20 Jesús les dijo: —Por vuestra poca fe. Os aseguro que si tenéis fe como un grano de mostaza diréis a este monte: «Pásate de aquí allá», y se pasará; y nada os será imposible.

M a t e o 2 1 : 1 8 – 2 2

Por la mañana, al volver a la ciudad, tuvo hambre. 19 Vio una higuera cerca del camino y se acercó, pero no halló nada en ella sino hojas, y le dijo: —¡Nunca jamás nazca de ti fruto! Y al instante la higuera se secó. 20 Al ver esto los discípulos, decían asombrados: —¿Cómo es que se secó en seguida la higuera? 21 Jesús les respondió: —Os aseguro que si tenéis fe y no dudáis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte le decís «¡Quítate y arrójate al mar!», será hecho. 22 Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.


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Mateo 21:21–22


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Mateo 21:21–22

“Je sús l e s re spondió : —Os a seguro que s i t ené i s f e y no dudái s , no so lo haré i s e s to de la higuera , s ino que s i a e s t e monte l e dec í s « ¡Quítate y arró ja te a l mar !» , s e rá hecho. Y todo lo que p idái s en orac ión, c reyendo, lo rec ib iré i s .”

E N E L T E X T O

La fe es un regalo, y no necesitamos tener mucha para que Dios haga algo asombroso con ella. Mateo compartió un momento con Jesús donde le dijo que todo lo que se necesita es fe del tamaño de una semilla de mostaza para mover montañas. ¿Alguna vez has visto una semilla de mostaza? Tenemos un frasco de semillas de amapola en nuestra despensa que usamos para hornear, ¡y una semilla de mostaza es la mitad del tamaño de una de esas!

Las plantas de mostaza, cuando se les da el cuidado adecuado, son arbustos resistentes que crecen lentamente, pero pueden soportar altas temperaturas y poca agua. Cuando están completamente desarrolladas, estas plantas miden entre dos y seis metros de altura y tienen raíces profundas que buscan agua, lo que las ayuda a sobrevivir durante las sequías.

Nuestra fe no necesita ser grande para tener un gran impacto, pero con la nutrición y el desarrollo adecuados, un compromiso con un crecimiento lento pero constante, y la voluntad de enterrar nuestras raíces profundamente en la Palabra de Dios y el Agua Viva de Jesucristo, un pequeño grano de fe puede madurar y convertirse en algo que pueda resistir nuestros períodos en medio del desierto.

Dedica algún tiempo hoy a reflexionar sobre tu fe. Pídele a Dios que te revele en qué situaciones has estado dudando o en cuáles has estado dilatando el ir a Él en oración porque tu fe no se sintió lo suficientemente grande. Abraza tu fe, sea que la percibas tan pequeña como una semilla de mostaza o como la planta de seis metros de altura, y agradece a Dios por este hermoso regalo que puedes traerle.

O R A C I Ó N

Dios,Tú prometes que cuando pida con fe y creyendo, recibiré, y ese es un hermoso regalo. Gracias por darme todo lo que necesito para nutrir mi fe del tamaño de una semilla de mostaza convirtiéndola en algo increíble que puedes usar para mover montañas. Amén.


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M a t e o 1 5 : 2 1 – 2 8

Salió Jesús de allí y se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22 Entonces una mujer cananea que vivía por allí comenzó a gritar y a decirle: —¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. 23 Jesús no le respondió palabra. Entonces se acercaron sus discípulos y le rogaron: —Despídela, pues viene gritando detrás de nosotros. 24 Él replicó: —No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 25 Entonces ella vino y se arrodilló delante de él y le dijo: —¡Señor, socórreme! 26 Él contestó: —No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perrillos. 27 Ella: —Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28 Entonces respondió Jesús: —¡Mujer, grande es tu fe! Hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

L u c a s 8 : 4 2 – 4 8

porque la única hija que tenía, como de doce años de edad, se estaba muriendo. Y mientras se dirigía a la casa, la multitud se apiñaba en torno a él. 43 Pero una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía sin obtener remedio alguno para su mal, 44 se acercó por detrás y tocó el borde del manto de Jesús. Al instante se detuvo la hemorragia. 45 Entonces Jesús dijo: —¿Quién me ha tocado? Todos negaban haberlo hecho. Pedro dijo: —Maestro, la gente te aprieta, te oprime y preguntas ¿quién me ha tocado? 46 Jesús insistió: —Alguien me ha tocado porque yo he sentido que de mí ha salido poder. 47 Viendo la mujer que no había pasado desapercibida, se acercó temblando a Jesús y postrándose a sus pies declaró delante de todo el pueblo la causa por la que le había tocado y cómo al instante había sido curada. 48 Jesús le dijo: —Hija, tu fe te ha salvado. Ve en paz.


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Mateo 15:28; Lucas 8 :48


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Mateo 15:28; Lucas 8 :48

“Entonce s re spondió Je sú s : —¡Mujer, grande e s tu f e ! Hágase cont igo como quiere s . Y su hi ja fue sanada de sde aque l la hora .

“Je sú s l e d i jo : —Hija , tu f e t e ha sa lvado. Ve en paz .”

E N E L T E X T O

Cuanto más aprendemos sobre Dios y los regalos que nos ha dado, más se siente como si estuviéramos desenvolviendo una hermosa muñeca matrioska. Si alguna vez has jugado con una, sabes que estas muñecas rusas se abren y aparece otra muñeca de menor tamaño, y luego otra, hasta que queda la muñeca más pequeña.

Aprendimos sobre el carácter y la bondad de Dios y luego abrimos otra capa para descubrir el regalo de la gratitud, que luego reveló el de la esperanza y ahora el de la fe. Cada nuevo descubrimiento nos enseña algo sobre Dios, Su Hijo y nuestra fe. La lectura de hoy nos lleva de “lo que la fe es” a “lo que la fe hace”.

Nuestra fe en Jesús y el poder del Espíritu Santo nos da la fuerza para acercarnos a Dios con los deseos de nuestro corazón, confiando en que Su voluntad es la respuesta correcta a lo que necesitamos. El resultado de esa fe es la paz. No importa qué circunstancias enfrentemos, no importa cuán complicada o confusa se sienta la vida, cuando tenemos fe en Dios, creyendo que Él es el creador y gobernante de todo, podemos estar en paz.

La paz no es un sentimiento o una experiencia que solo ocurre en Navidad con nuestras decoraciones de “Paz en la Tierra”. La paz es el resultado del regalo de la fe que Dios nos ha dado, y es un regalo que podemos compartir con otros mientras les decimos por qué celebramos a Jesús y esperamos con entusiasmo Su venida prometida.

O R A C I Ó N

Dios, gracias por darme con tanta generosidad todos estos buenos regalos que necesito para crecer en mi fe y animar a los demás. Cuanto más aprendo acerca de Ti, más asombrada estoy de la profundidad de Tu amor por mí. Dame la oportunidad de compartir la razón de mi paz con otros esta Navidad. Amén.


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E f e s i o s 6 : 1 0 – 2 0

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. 11 Revestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra los engaños del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra enemigos de carne y hueso, sino contra autoridades, contra poderes, contra los señores que dominan este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal que están en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo podáis resistir y permanecer firmes después de haber acabado todo. 14 Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de justicia 15 y calzados los pies con la disposición de anunciar el evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todas las flechas incendiarias del maligno. 17 Tomad el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. 18 Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu. Estad alerta, y orad con insistencia y perseverancia por todos los creyentes. 19 Orad también por mí, para que cuando hable me sea dada la palabra adecuada para dar a conocer con valor el misterio del evangelio, 20 por el cual soy embajador encadenado. Orad para que hable de él con valor, como debo hacerlo.


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Efe s io s 6 :16


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Efe s io s 6 :16

“Sobre todo, tomad e l e s cudo de la f e , con que podái s apagar todas la s f l e chas incendiar ia s de l mal igno.”

E N E L T E X T O

En la carta de Pablo a los Efesios y en su carta a los Tesalonicenses (1 Tesalonicenses 5:8-10), le dio a la iglesia primitiva algunas instrucciones muy claras para ayudarlos en su camino de fe. Sabía que necesitaban algo más que una palmadita en la espalda y un recordatorio de “tengan fe”. Esta fe nuestra nos distingue del mundo. Requiere perseverancia, firmeza, amor y confianza. Pero como hacedores de discípulos, también estamos llamados a la acción.

Dios nos proporciona una armadura completa que podemos ponernos, ofreciendo la protección de la fe. La protección de la verdad, la justicia, la paz, la fe y la salvación están destinadas a que las apliquemos en nuestra vida y las usemos a diario. La Palabra de Dios y la oración son esenciales para combatir las mentiras del enemigo. Es nuestra propia fe lo que nos protege, y Dios nos ha dado todas las herramientas que necesitamos.

A través del regalo de la fe, Dios nos ha equipado para atravesar todo lo que enfrentaremos en este mundo con confianza, sabiendo que nuestra fe nos da esperanza, paz y protección.

Esta es la fe en acción. Esto es disponernos como hijas del Rey, listas y preparadas para ir a la batalla por nuestras almas. Se nos da la armadura y los pasos a seguir, y Dios nos equipa para ir y hacer discípulos, para ser la luz, para servir a Sus hijos con amor mientras el enemigo intenta cada ataque furtivo que conoce.

O R A C I Ó N

Padre, gracias por la fe que protege y por todas las herramientas que me has dado para enfrentar las batallas y los planes del enemigo. Al despertarme cada mañana, ayúdame a recordar ponerme la armadura que me has dado para estar preparada y protegida para afrontar cada día con fe y confianza en Ti. Amén.


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S a l m o s 1 0 3 S a l m o d e D a v i d

Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2 Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 Él es quien perdona todas tus maldades, el que sana todas tus dolencias, 4 el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias, 5 el que sacia de bien tu boca, de modo que te rejuvenezcas como el águila. 6 El Señor es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia. 7 Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras. 8 Misericordioso y clemente es el Señor; lento para la ira y grande en misericordia. 9 No contenderá para siempre ni para siempre guardará el enojo. 10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras maldades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados, 11 porque, como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. 12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. 13 Como el padre se compadece de los hijos, se compadece el Señor de los que le temen, 14 porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo. 15 El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, 16 que pasó el viento por ella y pereció, y su lugar ya no la conocerá más. 17 Mas la misericordia del Señor es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos, 18 sobre los que guardan su pacto y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. 19 El Señor estableció en los cielos su trono y su reino domina sobre todos. 20 ¡Bendecid al Señor, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra y obedecéis a la voz de su precepto! 21 ¡Bendecid al Señor, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos que hacéis su voluntad! 22 ¡Bendecid al Señor, vosotras todas sus obras, en todos los lugares de su señorío! ¡Bendice, alma mía, al Señor!


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Salmos 103:8–10


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Sa lmos 103:8–10

“Miser i cordio so y c l emente e s e l Señor ; l ento para la i ra y grande en miser i cordia . No contenderá para s i empre ni para s i empre guardará e l eno jo. No ha hecho con noso tro s conforme a nue s t ra s maldade s , n i no s ha pagado conforme a nue s t ro s pecados”

E N E L T E X T O

Al terminar esta semana de Adviento, volvamos nuestra atención a alabar a Dios por quién es y lo que ha hecho por nosotras. Dios es bueno y nos ha dado el regalo más asombroso en Su Hijo, Jesús. No solo es bueno, sino que el Salmo de hoy nos recuerda que Dios es increíblemente paciente con nosotras.

A lo largo de toda la Biblia leemos historias de hombres y mujeres de gran fe, que a menudo estaban distraídos, desobedientes o demorados en actuar en la dirección que Dios les dio. Pero Dios nunca renuncia a Su plan, y muestra gran paciencia hacia Su pueblo escogido.

El salmista recuerda la gran bondad, el perdón, la sanidad, la liberación, el amor, la compasión, la renovación, la justicia, la fidelidad, la misericordia y la paciencia de Dios. Él no nos trata de la manera que merecemos, sino que diseñó un plan de salvación que requería enviar a Su Hijo como el sacrificio máximo. Jesús, el bebé que celebramos en Navidad, vino a cargar los pecados del mundo, una promesa que Dios hizo y mantuvo durante miles de años.

Alaba a Dios hoy por Su paciencia en tu vida. Recuerda las veces que te esperó, te amó, te cargó y cumplió Sus promesas. Este gran regalo de Jesús que estamos a punto de celebrar fue enviado para ti, mucho antes de que tomaras la decisión de aceptarlo como tu Salvador. ¡Qué hermoso regalo!

O R A C I Ó N

Dios, gracias por ser increíble, extremadamente paciente conmigo. Ayúdame a pasar ese regalo a otros en esta temporada navideña en lugar de elegir la frustración o la impaciencia. Que mi vida sea un reflejo de Tu carácter para quienes me rodean. Amén.

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1. En Hebreos 11:6, ¿que es necesario para agradar a Dios? ¿porque le agrada esto?

2. ¿Impacta tu fe en la voluntad de Dios para responder a tus oraciones? ¿Por qué sí o por qué no?

3. Jesús sanó a muchas personas en los Evangelios debido a su fe. ¿Dios todavía responde nuestras oraciones de esta manera hoy? ¿Por qué o por qué no?

4. ¿Cómo te permite la fe combatir los ataques del enemigo?

5. Alaba a Dios por el don de la fe hoy. Registra tu oración de acción de gracias junto con una declaración de tu fe en Él.

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S E M A N A 5

Hermanos míos, gozaos profundamente cuando estéis pasando por diversas pruebas, pues sabéis que cuando vues tra fe es puesta a prueba produce paciencia.. P ero procurad que la paciencia ll eve a feliz término su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.

Santiago 1:2-4

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O R A



Reflexiona en Santiago 1:2-4 esta semana. ¿Por qué es importante que estés gozosa en las diversas pruebas? ¿Las pruebas siempre tienen el propósito de probar tu fe? ¿Por qué necesitamos paciencia en nuestro caminar en fe?

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S a l m o s 1 6 O r a c i ó n d e D a v i d

Guárdame, Dios, porque en ti he confiado. 2 Alma mía, dijiste al Señor: «Tú eres mi Señor; no hay para mí bien fuera de ti». 3 Para los santos que están en la tierra y para los íntegros es toda mi complacencia. 4 Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre ni en mis labios tomaré sus nombres. 5 El Señor es la porción de mi herencia y de mi copa; tú eres quien dirige mi destino. 6 Me ha tocado una buena porción; es hermosa la heredad que me ha tocado. 7 Bendeciré al Señor que me aconseja; aun en las noches me enseña mi conciencia. 8 Al Señor he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido. 9 Se alegró por tanto mi corazón y se gozó mi alma; mi carne también descansará confiadamente, 10 porque no dejarás mi alma en el seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. 11 Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre.

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Salmos 16:11

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Sa lmos 16:11

“Me mos trará s la s enda de la v ida; en tu pre s enc ia hay p l eni tud de gozo, de l i c ia s a tu die s t ra para s i empre .”

E N E L T E X T O

El diccionario define el gozo como “una fuente o causa de deleite”. No sé qué piensan ustedes, ¡pero creo que es una definición bastante buena de Jesús! Esta semana, para nuestro estudio de Adviento, dedicaremos un tiempo a enfocarnos en otro gran regalo que Dios nos ha dado: ¡el regalo del gozo! El gozo es el tema de la tercera semana de Adviento, y es un momento para celebrar las buenas nuevas del nacimiento de Jesús, ¡noticias que definitivamente nos traen alegría!

Hay muchas cosas en la temporada navideña que pueden ser una fuente temporal de deleite. Luces centelleantes, una nueva capa de nieve, regalos para amigos y familiares, incluso la simple sonrisa de un extraño en una noche ajetreada. ¡Pero esta semana celebramos una fuente de gozo eterno! Cuando Dios envió a Jesús a la tierra para que sea el sacrificio expiatorio por nuestros pecados, fue un pacto permanente e inmutable que nos volvería a situar en una relación con Él.

Debido a que el carácter de Dios no cambia, podemos celebrar esta Navidad sabiendo que nuestro gozo se encuentra en la presencia de Dios, que podemos experimentar personalmente a través de nuestra relación con Jesús, el regalo más grande que se nos ha dado. El salmista escribe que experimenta gozo absoluto en la presencia de Dios, ¡nunca falla!

¿Qué necesitas hacer esta semana para asegurarte de que pasar tiempo con Dios esté en la parte superior de tu lista? ¿En qué lugar todas las obligaciones de la temporada navideña desviaron tu atención del gozo prometido que puedes experimentar cuando descansas en la presencia de Dios?

O R A C I Ó N

Dios, gracias por darme el regalo del gozo. Mientras cuento los días para la celebración del nacimiento de Tu Hijo, ayúdame a compartir el motivo de mi gozo con las personas que encuentro cada día, ¡porque Tus Buenas Nuevas son para todas las personas! Amén.

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F i l i p e n s e s 1

Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los creyentes en Cristo Jesús que están en Filipos, junto con sus obispos y diáconos: 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 3 Doy gracias a mi Dios todas las veces que me acuerdo de vosotros. 4 En todas mis oraciones siempre ruego con gozo por todos vosotros, pues habéis colaborado conmigo en la difusión del evangelio, desde el primer día hasta ahora. 6 Estoy seguro de que Dios, que comenzó en vosotros la buena obra la irá llevando a término hasta el día de Jesucristo. 7 Y es justo que yo sienta esto de todos vosotros, porque os tengo en el corazón, ya que participáis conmigo de la misma gracia, tanto cuando estoy preso como cuando tengo que defender y confirmar el evangelio. 8 Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. 9 Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde más y más en conocimiento y en toda comprensión, 10 para que podáis discernir lo que es mejor, y os conservéis limpios e irreprochables para el día de Cristo, 11 llenos de los frutos de justicia que provienen de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. 12 Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han contribuido más bien al progreso del evangelio. 13 En todo el pretorio y a todos los demás se ha hecho evidente que estoy preso por causa de Cristo. 14 Es más, la mayoría de los hermanos al verme preso se han animado y se atreven mucho más a proclamar la palabra sin temor. 15 Es cierto que algunos predican a Cristo por envidia y rivalidad; pero otros lo hacen con buena voluntad. 16 Unos anuncian a Cristo por rivalidad, no sinceramente, pues piensan que así añaden aflicción a mis prisiones; 17 pero otros lo hacen por amor, y saben que estoy aquí para defender el evangelio. 18 ¿Qué puedo decir? Pues que a pesar de todo, y de todas maneras, sea por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me alegro y me alegraré siempre. 19 Porque yo sé que por vuestra oración y la ayuda que me brinda el Espíritu de Jesucristo, todo esto servirá para mi liberación. 20 Mi anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado. Al contrario, tengo la plena confianza, que ahora, como siempre, Cristo será engrandecido en mi cuerpo, tanto si vivo como si muero. 21 Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. 22 Pero si el vivir en este cuerpo resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23 Entre las dos posibilidades estoy en un dilema. Por un lado tengo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; 24 pero, por otro lado, para el bien de vosotros, es más necesario que yo siga con vida. 25 Y confiado en esto, sé que me quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y alegría de vuestra fe. 26 Así, mi retorno entre vosotros hará que tengáis toda clase de motivos para sentiros orgullosos de mí Cristo Jesús. 27 Solamente os ruego que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que, sea que vaya a veros o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, que combatís unánimes por la fe del evangelio 28 y sin dejaros intimidar por los que se oponen. Para ellos ciertamente es indicio de perdición, pero para vosotros de salvación; y esto procede de Dios. 29 Porque por causa de Cristo, a vosotros os es concedido no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, 30 librando la misma batalla que habéis visto en mí y que ahora oís que aún mantengo.

S a n t i a g o 1 : 2 – 4

Hermanos míos, gozaos profundamente cuando estéis pasando por diversas pruebas, 3 pues sabéis que cuando vuestra fe es puesta a prueba produce paciencia. 4 Pero procurad que la paciencia lleve a feliz término su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.


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Sant iago 1 :2–4


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Sant iago 1 :2–4

“Hermanos mío s , gozaos pro fundamente cuando e s t é i s pa sando por diver sa s pruebas , pue s sabé i s que cuando vue s t ra f e e s pue s ta a prueba produce pac ienc ia . Pero procurad que la pac ienc ia l l eve a f e l iz t é rmino su obra , para que s eá i s per f e c to s y cabale s , s in que o s fa l t e co sa a lguna.”

E N E L T E X T O

La vida es una mezcla complicada de contramarchas, altibajos, cimas de montañas y valles. En nuestro pasaje de hoy, Santiago le escribe a la iglesia primitiva para animarlos a que, sin importar las pruebas que tuvieran que enfrentar, había gozo que encontrar, ¡y ese mismo aliento se aplica a nosotras también!

¿Cómo experimentamos el gozo en medio de las pruebas? Como creyentes, sabemos que nuestras circunstancias actuales son temporales y que tenemos un hogar perfecto en el cielo esperándonos. Cuando quitamos nuestra mirada de lo que nos está sucediendo, de lo que nos rodea y, en cambio, nos enfocamos en Dios, podemos ver las lecciones que tenemos por aprender a lo largo del camino.

Santiago nos dice que la prueba de nuestra fe produce paciencia, o la capacidad de perseverar. A medida que se desarrolla nuestra paciencia, nuestra fe se fortalece, lo que hace que nuestra vida sea “perfecta y cabal”. En este caso, perfecto no significa que no cometeremos errores o no experimentaremos pruebas en el futuro, pero nuestra fe será madura, completa e íntegra.

Dios nos ha dado el regalo del gozo, que podemos encontrar en Su presencia y en nuestra relación con Jesús. Nuestras circunstancias no son nuestra fuente de gozo, pero podemos elegir vivir nuestra fe en todas las circunstancias, las fáciles y las difíciles, las buenas y las malas, con el deseo de llegar a ser más como Cristo. Puede ser que nuestro ejemplo en esos tiempos difíciles, cuando otros sigan viéndonos encontrar gozo en las pruebas, llegue a ser el mejor regalo que podamos darles.

O R A C I Ó N

Padre, no pareciera tener sentido que encontremos gozo en nuestras pruebas, pero Tus caminos son mucho más grandes que los caminos del mundo. Gracias por darme el regalo del gozo y un enfoque eterno que me ayuda a perseverar y aumentar mi paciencia a medida que se fortalece mi fe. Amén.


122

S a l m o s 3 0 C a n t o p a r a l a d e d i c a c i ó n d e l a C a s a . S a l m o

d e D a v i d

Te glorificaré, Señor, porque me has exaltado y no has permitido que mis enemigos se alegren de mí. 2 Señor, Dios mío, a ti clamé y me sanaste. 3 Señor, hiciste subir mi alma del seol. Me diste vida, para que no descendiera a la sepultura. 4 ¡Cantad al Señor, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad!, 5 porque por un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, pero a la mañana vendrá la alegría. 6 En mi prosperidad dije yo: «No seré jamás conmovido», 7 porque tú, Señor, con tu favor me afirmaste como a monte fuerte. Escondiste tu rostro, fui turbado. 8 A ti, Señor, clamaré; al Señor suplicaré. 9 ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad? 10 Oye, Señor, y ten misericordia de mí; Señor, ¡sé tú mi ayudador! 11 Has cambiado mi lamento en baile; me despojaste del luto y me vestiste de alegría. 12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Señor, Dios mío, ¡te alabaré para siempre!


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Salmos 30:11–12


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Salmos 30:11–12

“Has cambiado mi lamento en bai l e ; me de spo ja s t e de l lu to y me ve s t i s t e de a l egr ía . Por tanto, a t i cantaré , g lor ia mía, y no e s taré ca l lado. Señor, Dio s mío, ¡ t e a labaré para s i empre !”

E N E L T E X T O

¿Cuándo fue la última vez que te permitiste sentirte verdaderamente feliz? Imagina la última vez que cerraste los ojos, con las manos levantadas hacia el cielo, una hermosa sonrisa en tu rostro y tu corazón lleno de risa, asombro y deleite, tanto que tus pies no pudieron evitar bailar, aunque sea un poquito.

¿Qué pasaría si te dieras permiso para presentarte ante Dios de esa manera hoy? Por solo diez minutos, deja que las cargas y pesadez del año caigan al pie de la cruz y adora a Dios con gozo. Ríe, canta, baila, sonríe; permítete volver a ser una niña en la presencia de tu Padre. Confía en que Él recibe tu alabanza y te ha dado el regalo del gozo para que puedas experimentarlo completa y profundamente. No solo eso, ¡Dios quiere cambiar tu lamento en baile y tu silencio en canción!

Pon tu canción de adoración favorita o música navideña y disfruta de este momento con Dios, adorándolo por todo lo que Él es, todo lo que te ha dado y todo lo que promete hacer en el futuro. En Navidad celebramos el nacimiento del Salvador del mundo y Dios no ha cesado de dar buenos regalos a Sus hijos. Aparta un momento del ajetreo y simplemente adora a Dios, experimentando el gozo que proviene de estar plenamente en Su presencia.

O R A C I Ó N

Dios, solo Tú eres digno de nuestra alabanza. Gracias por el glorioso cambio de mi lamento en baile, de mi silencio en canción. Hoy pongo mis cargas en Tus manos y tomo de buena gana el gozo que Tú prometes. Te daré gracias por los siglos de los siglos. Amén.


126

J u a n 1 6 : 1 9 – 2 4

Jesús se dio cuenta de que querían una aclaración, así que les dijo: —¿Os preguntáis acerca de lo que significa «Dentro de poco no me veréis, pero poco después me veréis de nuevo»? 20 Os aseguro que vosotros lloraréis y lamentaréis y, en cambio, el mundo se alegrará. Aunque estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en alegría. 21 La mujer cuando da a luz tiene dolor porque ha llegado su hora; pero, cuando el niño ha nacido, ni se acuerda del sufrimiento pasado, por la alegría de haber traído un ser humano al mundo. 22 Vosotros ahora también sentís tristeza, pero os volveré a ver y de nuevo y se alegrará vuestro corazón con una alegría que nadie podrá quitaros. 23 Cuando llegue ese día ya no me preguntaréis nada. Os aseguro que todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre os lo dará. 24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre: pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa.


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Juan 16:22


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Juan 16:22

“ Vosotro s ahora también s ent í s t r i s t eza , pero o s vo lveré a ver y de nuevo y s e a l egrará vue s t ro corazón con una a legr ía que nadie podrá qui taro s .”

E N E L T E X T O

Jesús hizo una promesa a Sus discípulos que continúa brindándonos un gran gozo hoy. Los discípulos, puestos aparte estaban charlando unos con otros, y Jesús respondió una pregunta que en realidad no le habían hecho directamente. Jesús les había dicho que iría y vendría de nuevo, y estaban luchando por entender lo que quería decir. Aunque Jesús sería crucificado y moriría, volvería a verlos. ¡Y lo hizo! Un día, también veremos a Jesús regresar, pero mientras ese día viene, podemos encontrar gozo sabiendo que el ser “Cumplidor de Promesas” es una característica inmutable de nuestro Dios.

En nuestros versículos de hoy, Jesús les dijo a los discípulos que, aunque estaban sufriendo porque Él los iba a dejar, con un cambio de perspectiva y enfoque, esas mismas circunstancias los llenaron de gozo. Cuando cambiamos de perspectiva, nuestros dolores realmente pueden convertirse en nuestro gozo, en nuestra razón de regocijo. Las cosas que nos causan dolor se convierten en las vías que Dios usa para traer gozo duradero a nuestras vidas.

Jesús es una promesa cumplida. Su nacimiento, cada detalle de Él fue planeado, profetizado y perfectamente orquestado para que no hubiera duda de que Él era el Mesías prometido. La muerte y resurrección de Jesús completaron otra parte de la promesa, y podemos encontrar gozo al celebrar que ningún plan humano arruinará jamás lo que Dios ha puesto en marcha. Veremos a Jesús de nuevo, ¡y nadie podrá quitarnos ese gozo!

O R A C I Ó N

Padre Celestial, gracias por planificar tan cuidadosa y atentamente cada parte de la promesa que hiciste de enviarnos un Redentor. Que mi gozo se encuentre solo en Ti, sabiendo que el dolor es temporal pero el gozo es eterno. Amén.


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S a l m o s 1 4 7

Alabad al Señor, porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios, porque suave y hermosa es la alabanza. 2 El Señor edifica a Jerusalén; a los desterrados de Israel recogerá. 3 Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas. 4 Él cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres. 5 Grande es el Señor nuestro y mucho su poder, y su entendimiento es infinito. 6 El Señor exalta a los humildes y humilla a los impíos hasta la tierra. 7 Cantad al Señor con alabanza, cantad con arpa a nuestro Dios. 8 Él es quien cubre de nubes los cielos, el que prepara la lluvia para la tierra, el que hace a los montes producir hierba. 9 Él da a la bestia su mantenimiento y a los hijos de los cuervos que claman. 10 No se deleita en la fuerza del caballo ni se complace en la agilidad del hombre. 11 Se complace el Señor en los que le temen y en los que esperan en su misericordia. 12 ¡Alaba al Señor, Jerusalén; Sion, alaba a tu Dios!, 13 porque fortificó los cerrojos de tus puertas; bendijo a tus hijos dentro de ti. 14 Él da en tus territorios la paz; te hará saciar con lo mejor del trigo. 15 Él envía su palabra a la tierra; velozmente corre su palabra. 16 Da la nieve como lana y derrama la escarcha como ceniza. 17 Echa su hielo como pedazos; ante su frío, ¿quién resistirá? 18 Enviará su palabra y los derretirá; soplará su viento y fluirán las aguas. 19 Ha manifestado sus palabras a Jacob, sus estatutos y sus juicios a Israel. 20 No ha hecho así con ninguna otra de las naciones; y en cuanto a sus juicios, no los conocieron. ¡Aleluya!


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Salmos 147:1


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Sa lmos 147:1

“Alabad a l Señor, porque e s bueno cantar sa lmos a nue s t ro Dio s , porque suave y hermosa e s la a labanza.”

E N E L T E X T O

La temporada navideña puede ser una época difícil para muchas de nosotras. Algunas se enfrentan a una primera Navidad sin un ser querido, o la distancia les ha impedido reunirse. Quizás la Navidad fue una temporada difícil cuando eras pequeña y las tradiciones y actividades solo te traen recuerdos desalentadores.

Si alguna parte de tu corazón se siente roto hoy, permite que nuestras Escrituras sean un suave recordatorio de que Dios estará allí para sanar y reparar tu espíritu, de la misma manera que estuvo allí para los israelitas hace mucho tiempo. El mismo Dios que creó, numeró y nombró a cada estrella en el cielo conoce tu nombre. Eres hermosamente creada a Su imagen, y no hay parte de tu pasado, presente o futuro que a Él no le importe.

¡Es bueno cantar alabanzas a Dios! Considera todos los regalos que hemos aprendido que tenemos en Cristo hasta ahora en este estudio de Adviento, y todas las pequeñas formas en que Dios se preocupa por ti. Es bueno alabar a Dios por esas cosas, porque ayuda a elevar la mirada y cambiar nuestro enfoque. Cuando sentimos que la presión de las fiestas es demasiado, tómate un tiempo para pensar en cosas buenas y dignas de alabanza (Filipenses 4:8).

La alabanza es agradable y apropiada. Honra a Dios y también hace bien a nuestro corazón. Como pueblo escogido por Dios, tenemos el privilegio de ser invitadas a comparecer ante Su trono con denuedo. ¡Pasemos ese tiempo en alabanza hoy!

O R A C I Ó N

Dios, me conoces mejor que yo misma. Gracias por estar cerca cuando tengo el corazón roto, por consolarme cuando más te necesito y por nunca dejarme. Es un regalo poder alabar Tu santo nombre. Amén.

134


1. ¿Por qué en la presencia de Dios se encuentra la plenitud del gozo ? ¿Qué emociones experimentas al pasar tiempo con Dios?

2. ¿Cómo puedes gozarte en las pruebas? ¿Cómo te llevan las pruebas a perseverar en la fe?

3. ¿Has experimentado de lo que habla el salmista en el Salmo 30:11-12? ¿Ha habido algún momento en tu vida en el que Dios haya convertido tu lamento en gozo?

4. Si estás en Cristo, nada ni nadie puede quitarte el gozo. ¿Cómo te consuela esta verdad?

5. ¿Qué te ha traído gozo esta semana? Alaba a Dios por esas cosas hoy.

135

S E M A N A 6

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo J esús.

Filipenses 4:7

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O R A



En Filipenses 4:6-8, Pablo dice a sus lectores que la paz de Cristo guarda nuestros corazones. ¿Cómo es que meditar en todo lo que es verdadero, honesto, justo, puro, amable, de buen nombre, virtuoso, loable guarda nuestros corazones y mentes? Esta semana, tómate el tiempo para evaluar tus pensamientos, asegurándote de concentrarte en las cosas que coinciden con esta lista.

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C o l o s e n s e s 3 : 1 2 – 1 7

Por tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, vestíos de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. 13 Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. Del mismo modo que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15 Que en vuestros corazones reine la paz de Dios, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. 16 La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros. Enseñaos y exhortaos unos a otros con toda sabiduría. Cantad al Señor salmos, himnos y cánticos espirituales, con corazones agradecidos. 17 Y todo lo que hagáis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, y dad gracias a Dios Padre por medio de él.

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Colo sense s 3 :15

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Colo s ense s 3 :15

“Que en vue s t ro s corazone s re ine la paz de Dio s , a la que a s imi smo fui s t e i s l lamados en un so lo cuerpo. Y s ed agradec ido s .”

E N E L T E X T O

Al comenzar la última semana de este estudio de Adviento y al acercarse el día de Navidad, es apropiado que pasemos un tiempo estudiando sobre la paz. Podemos encontrar en Lucas el relato de la visita del ángel a los pastores durante “el nacimiento de Jesús”, así como una multitud de ejército celestial cantando «Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace».” (Lucas 2:14 ). Mientras los pastores y los sabios llevaban regalos a Jesus, Él les traía el regalo de la paz.

Esta paz no es un sentimiento, sino una elección diaria de permitir a Cristo estar en control de nuestros corazones. Cada mañana estamos llamadas a vestirnos con un traje especial: misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre, paciencia, perdón y amor (Colosenses 3:12–14). Esta es la demostración externa de lo que Dios está haciendo en nuestros corazones, y cuando escogemos agregar estas características y conductas, podemos ser personas que viven en paz con los demás.

Una vez que nos hayamos revestido de estas virtudes, podemos mantenernos firmes en nuestra fe cuando: “Permitamos que la palabra de Cristo habite en abundancia, enseñándonos y exhortándonos unos a otros con toda sabiduría, cantando al Señor salmos, himnos y cánticos espirituales, con corazones agradecidos” (Colosenses 3:16). El vivir en paz con otras creyentes sucede cuando trabajamos juntas en eso, responsabilizándonos unas a otras en nuestro tiempo en la Palabra, cuando compartimos lo que Dios está haciendo en nuestras vidas, cuando nos animamos unas a otras y cuando alabamos a Dios juntas.

Somos llamadas a ser embajadoras de Cristo que muestran al mundo cómo puede ser realmente la paz en la Tierra. ¿Cómo puedes compartir esta paz en esta semana?

O R A C I Ó N

Dios, gracias por el gran regalo de Jesús y esa paz que Él dejó a disposición para cada una de nosotras. Ayúdame a escoger cada día el vestirme con las virtudes y las conductas que traerán gloria a Tu nombre y que pueden animar a los demás a vivir en paz. Amén.

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F i l i p e n s e s 4 : 2 – 9

Ruego a Evodia y a Síntique que sean de un mismo sentir en el Señor. 3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a estas que lucharon juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida. 4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez os digo: ¡Regocijaos! 5 Que vuestra bondad sea conocida por todas las personas. El Señor está cerca. 6 No estéis preocupados por nada, sino más bien, dad a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, pensad en todo lo que es verdadero, en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo que es de buen nombre: si hay en ello alguna virtud, si hay algo loable, pensad en ello. 9 Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.


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“No e s t é i s preocupados por nada, s ino más bien, dad a conocer vue s t ra s pe t i c ione s de lante de Dio s en toda orac ión y ruego, con acc ión de grac ia s . Y la paz de Dio s , que sobrepasa todo entendimiento, guardará vue s t ro s corazone s y vue s t ro s pensamiento s en Cri s to Je sú s . Por lo demás , hermanos , pensad en todo lo que e s verdadero, en todo lo hone s to, en todo lo ju s to, en todo lo puro, en todo lo amable , en todo lo que e s de buen nombre : s i hay en e l lo a lguna v ir tud, s i hay a lgo loable , pensad en e l lo.”

E N E L T E X T O

¿Alguna vez te has preguntado por qué es tan difícil cambiar la manera de pensar sobre ciertas cosas en nuestras vidas, en nuestras circunstancias o sobre nosotras mismas? Las Escrituras nos dicen que nuestras palabras provienen de lo que está en nuestro corazón (Lucas 6:45). Como le hablamos a los demás y a nosotras mismas es producto de lo que está en nuestro corazón. Nuestros pensamientos siguen a nuestro corazón y nuestras palabras siguen a nuestros pensamientos. Quizás has escuchado la expresión: basura que entra, basura que sale.

Cuando se trata de nuestra vida de fe, los corazones llenos de Dios, la gracia y el evangelio dan buenos frutos en pensamiento, palabra y acción. Los corazones que se centran en las expectativas y demandas del mundo darán malos frutos. A través de la salvación y con la ayuda de Dios, podemos ser, como dice Romanos 12:2, transformadas por la renovación de nuestras mentes.

Y esa transformación puede marcar la diferencia entre sobrevivir y prosperar. Se ha dicho que Satanás no necesita destruirnos, solo distraernos, para evitar que cumplamos los planes que Dios tiene para nosotras. ¿Qué mejor manera que distraernos con el ruido del mundo, llenando nuestros corazones y mentes con todas las cosas que pensamos que deberíamos estar haciendo, pero luego perdiéndonos la obra satisfactoria que Dios tiene para nosotras?

La ciencia nos dice que nuestros pensamientos crean patrones en nuestro cerebro que cambian el terreno de nuestro cerebro, células y genes. A medida que los pensamientos viajan, crean caminos que crean hábitos. La ciencia y las Escrituras están de acuerdo, sin embargo, en que realmente podemos cambiar de opinión. Con Dios, podemos cambiar la dirección de nuestros pensamientos. No es imposible, pero no podemos hacerlo solas. Todos los pensamientos tóxicos deben ser derribados para hacer espacio para que podamos habitar con Jesús, sirviendo a Su reino con confianza y paz.

O R A C I Ó N

Dios, gracias por darme una manera de cambiar de opinión para que mis pensamientos se dirijan hacia cosas verdaderas y dignas de alabanza. Ayúdame a desarrollar el hábito de la oración para que mis preocupaciones y pensamientos ansiosos puedan encontrar paz en Tu presencia. Amén.


145

I s a í a s 2 6 : 3

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado.

2 C o r i n t i o s 1 : 3 – 1 1

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de todo consuelo. 4 Él nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros también podamos consolar a los que están sufriendo, con el mismo consuelo con que nosotros somos consolados por Dios. 5 Porque así como abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así también por el mismo Cristo abunda nuestro consuelo. 6 Pues si somos atribulados es para vuestro consuelo y salvación; o si somos consolados es para vuestro consuelo y salvación, de modo que podáis soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. 7 Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues estamos seguros que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo seréis en el consuelo. 8 Hermanos, no queremos que ignoréis acerca de la tribulación que nos sobrevino en Asia. Nos vimos abrumados en exceso, más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que hasta teníamos dudas de salir con vida. 9 Nos llegamos a sentir como sentenciados a muerte; pero esto sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos. 10 Él nos libró y nos libra de tantos peligros de muerte. Y aún tenemos la esperanza de que él nos volverá a librar. 11 Para ello contamos con vuestras oraciones por nosotros; y si son muchos los que oran por nosotros, también serán muchos los que den gracias por el don que se nos concede.


146



Isa ia s 26:3


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Isa ía s 26:3

“ Tú guardarás en comple ta paz a aque l cuyo pensamiento en t i per s evera , porque en t i ha conf iado.”

E N E L T E X T O

Hemos aprendido a lo largo de este estudio que Dios es bueno, consistente e inmutable. Pero nuestro Dios también es justo y el profeta Isaías tiene algunas palabras un poco duras para aquellos que desafían el pacto que Dios hizo con Su pueblo. Para aquellos que permanecen fieles, Dios les promete paz y seguridad.

En el capítulo 26, Isaias nos invita a cambiar nuestra atención de las circunstancias del mundo caído que nos rodea al perfecto reino de los cielos. A pesar de que todavía no lo vemos, podemos animarnos sabiendo que Dios hará lo que dice que hará: nuestro Dios reinará sobre todos. Sin importar lo que suceda en el mundo, en nuestras comunidades o en nuestras familias, Dios tendrá la victoria final.

En Navidad celebramos la llegada de Jesús, nuestro Salvador, como un bebé nacido de una virgen, tanto Dios como hombre. Pero la historia apenas comienza, porque ahora podemos vivir con la santa expectativa del regreso de Cristo, no como un bebé, sino como nuestro último Libertador.

A medida que nuestra fe se fortalece y nos aferramos a los dones y promesas de Dios, experimentaremos paz, independientemente de nuestras circunstancias.

O R A C I Ó N

Señor, Tú eres mi roca y mi fundamento seguro. Cuando busco seguridad y paz, quiero encontrarla solo en Tu presencia, sin importar las circunstancias. Gracias por el regalo de la paz y por siempre guardar Tus promesas. Amén.


149

I s a í a s 9 : 6

Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre «Admirable consejero», «Dios fuerte», «Padre eterno», «Príncipe de paz».

J u a n 1 4 : 2 7 – 3 1

La paz os dejo, mi paz os doy; yo os la doy no como el mundo la da. No se angustie vuestro corazón ni tengáis miedo. 28 Habéis oído que os he dicho: «Voy, pero vuelvo a vosotros». Si me amarais, deberíais alegraros de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. 29 Os lo he dicho ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, creáis. 30 No hablaré ya mucho con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene poder sobre mí. 31 Pero, para que el mundo conozca que amo al Padre, hago como el Padre me mandó que hiciera. ¡Levantaos, vámonos de aquí!


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Juan 14:27


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Juan 14:27

“La paz o s de jo, mi paz o s doy ; yo o s la doy no como e l mundo la da. No s e angus t i e vue s t ro corazón ni t engái s miedo.”

E N E L T E X T O

Dios, nuestro gran Dador, nos dio el regalo más asombroso cuando envió a Su Hijo a la tierra como nuestro Redentor. Pero en Su gran misericordia y sabiduría, Dios continúa dándonos regalos buenos y perfectos, no solo para hoy, sino para nuestro futuro.

Los discípulos aún no se habían dado cuenta de la plenitud de quién era Jesús en este punto del Evangelio de Juan. Lucharon por entender de qué estaba hablando Jesús cuando dijo que se iría para hacerles un lugar en la casa de Su Padre. Es por lo que Jesús haría en la cruz que los discípulos, y todos los que creen en Jesús, ya no estarían separados de Dios.

Además de este maravilloso regalo, Jesús también prometió enviar un Ayudador, el Espíritu Santo, para estar con nosotras para siempre. ¡Es solo a través del nacimiento, muerte y resurrección de Cristo que podemos tener acceso al Espíritu Santo, acceso a Dios, acceso a los recursos del cielo, una vida abundante en la tierra y una vida eterna en el cielo! Jesús también promete paz, no solo para el tiempo en que los discípulos estuvieran físicamente con Él, sino paz que perdura para siempre para cada una de nosotras.

O R A C I Ó N

Dios, gracias por el regalo de la paz que me has dado, paz para hoy y para el futuro. Estoy muy agradecida de que no la des como el mundo la da. Tus regalos son exactamente lo que necesito, no meramente lo que quiero. Amén.


153

S a l m o s 1 1 3

1 Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. 2 Sea el nombre del Señor bendito desde ahora y para siempre. 3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre del Señor. 4 Excelso sobre todas las naciones es el Señor, sobre los cielos su gloria. 5 ¿Quién como el Señor, nuestro Dios, que se sienta en las alturas, 6 que se humilla a mirar en el cielo y en la tierra? 7 Él levanta del polvo al pobre y al menesteroso alza de su miseria, 8 para hacerlos sentar con los príncipes, con los príncipes de su pueblo. 9 Él hace habitar en familia a la estéril, que se goza en ser madre de hijos. ¡Aleluya!

L u c a s 1 : 4 6 – 5 5

6 Entonces María respondió: —Mi alma engrandece al Señor 47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. 48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva. Desde ahora me llamarán dichosa por todas las generaciones; 49 porque el Poderoso me ha hecho grandes cosas. ¡Santo es su nombre 50 y su misericordia permanece de generación en generación para los que le temen! 51 Hizo proezas con su brazo. A los engreídos les desbarató el pensamiento de sus corazones. 52 Derribó de los tronos a los poderosos y exaltó a los humildes. 53 A los hambrientos colmó de bienes y a los ricos envió con las manos vacías. 54 Socorrió a Israel, su siervo, y se acordó de su misericordia, 55 de la cual habló con nuestros padres, con Abrahán y con toda su descendencia para siempre.


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Salmos 113:1–2


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Sa lmos 113:1–2

“Alabad, s i e r vo s de l Señor, a labad e l nombre de l Señor. Sea e l nombre de l Señor bendi to de sde ahora y para s i empre .”

E N E L T E X T O

¡Hoy es un día de gran celebración! Nuestro Salvador ha llegado, ¡el Rey de reyes y Señor de señores! Nuestro Redentor ha nacido y podemos unirnos con los ángeles en el cielo mientras cantamos Sus alabanzas. Antes de que se abran los regalos, antes de que se compartan las comidas, antes de que se canten los villancicos, canta alabanzas a Dios, porque sólo Él es digno.

Alaba a Dios por los regalos de esperanza, fe, gozo y paz que nos ha dado. Alábale por el glorioso regalo de Su Hijo, Jesús. Alábale por todo lo que ha hecho y por los relatos de las Escrituras que hablan de Su bondad, misericordia y amor. Alaba a Dios por todo lo que ha hecho en tu vida, cántale la historia que ha escrito en tu vida. Alábale por las formas en que te ha salvado, ayudado, rescatado, amado, sanado, redimido y cambiado el dolor por el gozo.

Alaba a Dios por amarnos tanto que hizo cualquier cosa, a lo largo de miles de años, en la vida de innumerables hombres y mujeres, para hacer que Su plan para nuestra salvación funcione perfectamente. Alábale porque la salvación que ofrece es un regalo, no algo que podamos ganarnos o por lo cual trabajar, sino un regalo que se da gratuitamente.

Alábale, como María, “porque ha hecho en mí grandes cosas el Poderoso, y santo es su nombre” (Lucas 1:49). ¡Alégrense, amigas! Hoy celebramos el nacimiento de Jesús, el mayor regalo dado por nuestro buen y perfecto Dador.

O R A C I Ó N

Dios, todos tus regalos son buenos y perfectos. Gracias por enviar a Tu Hijo para salvarnos y por ofrecernos a cada una de nosotras la oportunidad de aceptar Tu regalo de salvación. Gracias por los dones de esperanza, fe, gozo y paz que nos has dado: regalos para hoy y para la eternidad. Amén.

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1. ¿Es la paz de Cristo la que tiene el control en tu corazón? ¿Cómo puedes permitir que esa paz controle tu corazón, tu mente y tu vida?

2. ¿Cómo te mantiene Dios a salvo? ¿Cómo te trae paz el saber que Él te mantiene a salvo?

3. ¿Qué significa que Cristo te ha dado Su paz?

4. ¿Cómo te protege la paz de Cristo de la angustia o la falta de valor?

5. ¿Cómo has experimentado la paz de Dios esta semana? Alábale por esa paz hoy.

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MarcosNo Más Vergüenza

Pacto EternoJesús Nuestro Todo

Amor TotalEquipadas: Ayer y hoy

Miedo y AnsiedadHa Resucitado

AcércateBienaventuranzas

EsterEl Poder de las PalabrasCaminando en Victoria

Ser Justas, Amar la Misericordia y Caminar Humildemente

Amor Fiel Se Valiente

SalvadorPromesas de Dios

Amar al falto de amorLa verdad que triunfa1 & 2 Tesalonicenses

Miedo y AnsiedadSantiagoSu Nombre es...Filipenses1 & 2 TimoteoTransformadasRuthQuebrantada Y RedimidaCaminando en SabiduríaDios con NosotrasEn todo Da GraciasEres PerdonadaDavidEclesiastésCreciendo a través de la OraciónNombres de DiosGálatasSalmo 1191 & 2 PedroCreadas para RelacionarnosLa Ruta hacia la Navidad El Origen de la GratitudEres Amada

EL REGALO MÁS GRANDE: UN ESTUDIO AMA A DIOS …

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