El proyecto personal en las distintas Etapas de la

vida

El Proyecto Personal es una mediación valida a partir de la primera juventud, cuando comienzan a despertar los ideales capaces de ir madurando una opción fundamental.

Cada etapa de la vida tendrá intereses y contenidos muy distintos según la edad y el momento de vida en que uno se encuentre.

Una buena forma de vivir la vida en clave de proceso es trabajarla desde el Proyecto Personal y así seguir el hilo conductor de nuestra vida

El momento más rico y que da más frutos es el tiempo de su elaboración. Se han de cuidar mucho las condiciones:

Lugar, silencio Clima de acogida, de querer De oración De aceptación de si mismo De conocimiento interno

El tiempo de elaboración del Proyecto Personal es momento de GRACIA y de SALVACION donde se ilumina la propia existencia.

Y como tal conviene vivirlo muy conscientemente.

El tiempo ideal para hacerlo es durante un Retiro, los EE o un tiempo amplio semejante.

Proyecto personal y acompañante

Gran parte del éxito del Proyecto Personal depende de la voluntad de verdad, autoconocimiento y discernimiento.

Una de las mediaciones mas eficaces para el auto conocimiento y el discernimiento es la del confidente, el amigo de calidad, el acompañante, como le queramos llamar.

Dice Paul Tournier que, “En este mundo nadie puede crecer en libertad y vivir en plenitud sin sentirse comprendido al menos por una persona….”

Quien quiera conocerse como es debido tiene que abrirse a un confidente libremente elegido y merecedor de tal confianza.”

La introspección no nos sirve de mucho si de vez en cuando no la confrontamos con alguien para objetivarla.

Una cosa es mirar y otra ver bien.

Podemos hacer todos los días examen de conciencia, que es muy bueno y necesario, y hay que hacerlo

Podemos confiar todos nuestros secretos mas íntimos a las paginas de un diario….y con todo podemos seguir sin conocernos, incluso podemos reforzar falsas imágenes sobre nosotros mismos.

Solamente nos ayudara a conocernos el encuentro con otra persona a la que podemos abrir confiadamente nuestra intimidad para que nos la refleje como un espejo.

Para los religiosos que están en proceso de formación inicial es decisivo que el Proyecto Personal sea conocido y comentado con el Formador o Formadora o con la persona que le acompaña en el proceso.

El P.P va muy ligado a la figura del “Acompañante espiritual”…

Hombre o mujer que uno escoge para: abrirle el corazón, contarle las reacciones, los temores, las dudas las inquietudes los descubrimientos los deseos y sueños para que le ayude a discernir las situaciones que le

toca vivir.

El Acompañante es aquel o aquella persona que ayuda a clarificar cuando uno se siente perdido, a verbalizar lo que siente confusamente, a sugerir posibles soluciones.

El acompañante no es el que decide lo que debe o no debe hacer la persona que es acompañada, eso es responsabilidad de uno mismo.