El proceso de poblamiento de la región patagónica

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1 UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE ODONTOLOGÍA Departamento de Medicina y Cirugía Bucofacial EFECTO DE LA MELATONINA APLICADA LOCALMENTE EN EL INTERIOR DE ALVEOLOS POST-EXTRACCIÓN DE TERCEROS MOLARES RETENIDOS. ESTUDIO PILOTO Carlos M. Cobo Vázquez Prof. Dr. Juan López-Quiles Martínez Madrid, 3 de septiembre de 2013

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Escuela de Ciencias Políticas

Programa de Investigación Geográfico Político Patagónico

El proceso de poblamiento

de la región patagónica

Director Académico

Lic. Federico Mihura Seeber

Coordinador Ejecutivo Lic. Alex H. Vallega

Responsable del Informe Lic. María Marta Orfali Fabre

Colaboradora Viviana Vecchi

Buenos Aires, marzo de 2002.

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2

INDICE

Pag. INTRODUCCIÓN

3-5

I MARCO TEÓRICO

6

II TREVELIN COLONIA GALESA

7-23

III LA OBRA SALESIANA EN RÍO GRANDE 24-37

IV LA LABOR DEL EJÉRCITO EN JUNÍN DE LOS ANDES 38-43

V EL ROL SOCIAL DE YPF EN COMODORO RIVADAVIA 44-58

VI LA PRODUCCIÓN LANERA Y FRUTÍCOLA COMO MOTOR DE DESARROLLO DE PUERTO DESEADO Y GENERAL ROCA

59-73

VII CONCLUSIÓN 74-75

VIII BIBLIOGRAFÍA 76-77

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3

INTRODUCCIÓN

Aunque por siglos constituyó el escenario de numerosos intentos fundacionales,

la Patagonia fue una de las últimas regiones del país en ser colonizadas. Su posición

periférica sumada a la rigurosidad de su clima retrasaron su poblamiento hasta finales

del siglo XIX.

Numerosas expediciones militares y científicas tuvieron lugar durante dicho siglo; pero

recién es posible hablar del comienzo del proceso de poblamiento regional hacia 1865,

año en que desde el gobierno central de la flamante Nación Argentina se toma la

importante decisión política de impulsar la colonización galesa en Chubut, de manera

tal de garantizar la efectiva ocupación de las tierras.

Años más tarde, diversos factores, entre los que se destacaron la inseguridad de las

fronteras y los continuos avances chilenos en la región, como así también el cambio de

la clase dirigente, provocaron un rotundo giro en la política formulada por el gobierno

para emprender este proceso. En este sentido, se decide la ejecución de la denominada

“campaña al desierto”, que se prolongó durante seis años (1878 – 1884) y que permitió

afianzar la soberanía nacional sobre 10.000 leguas de tierra.

De esta manera se obtuvo el dominio sobre el territorio patagónico, aunque ello no

hubiese sido suficiente para alcanzar su integración al país. Las condiciones geográficas

propias de la región planteaban la imposibilidad de que su poblamiento se produjera de

manera espontánea y, consecuentemente, demandaban la necesidad de medidas político-

económicas concretas que atrajesen pobladores y fomentaran su desarrollo.

El 18 de octubre de 1884 es promulgada la ley 1.532 por la que se establece la creación

de los Territorios Nacionales de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del

Fuego. El poblamiento y desarrollo de los mismos requerían la formulación de una

política gubernamental.

Sin embargo, la Patagonia no quedó exenta de lo que ha sido un rasgo característico de

la política nacional argentina: su falta de continuidad y de planteo de objetivos a largo

plazo; quizás esta sea la causa profunda de la situación actual por la que atraviesa la

región, en la que puede observase la persistencia de la necesidad de implementación de

una verdadera política que permita completar su proceso de integración.

Empero, a pesar de la carencia de una política nacional de desarrollo regional, al

analizarse el proceso de poblamiento patagónico, es posible reconocer determinados

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factores que cumplieron un rol sumamente relevante en la promoción de su desarrollo.

Estos son:

- El asentamiento de colonias de inmigrantes (galeses, boers, italianos, etc.).

- La obra “civilizadora” llevada a cabo por la orden de los salesianos.

- La presencia de las Fuerzas Armadas en lugares estratégicos.

- El descubrimiento del petróleo y el rol social de Yacimientos Petrolíferos

Fiscales.

- El emprendimiento de determinadas actividades económicas, destacándose la

producción lanera y frutícola.

Muchos de estos factores respondieron, en gran parte, a medidas adoptadas por el

Gobierno Nacional en el período que se extiende desde las últimas décadas del siglo

XIX hasta la segunda mitad del siglo XX. Aunque promovidos por gobernantes

inspirados en distintas ideologías, todos ellos llevaron tanto a la conformación como al

desarrollo de diferentes localidades a lo largo de toda la extensión del territorio

patagónico e imprimieron un carácter propio en sus habitantes.

Así se perfiló un proceso de poblamiento de peculiares características; en primer lugar

debido a la prolongación del mismo (aún hoy parece no haber culminado) y en segundo

lugar en cuanto que se encuentra subdividido en numerosas olas colonizadoras que se

establecieron en distintos puntos de la región en diferentes momentos.

De esta forma se configuró el escenario patagónico actual protagonizado por pobladores

que, si bien heterogéneos en cuanto a su origen, comparten el mismo espíritu de

sacrificio y perseverancia propio de quienes habitan en tierras en las que el clima y las

distancias se presentan como obstáculos difíciles de sortear.

Precisamente, a través de este trabajo, se procurará analizar este riquísimo proceso de

poblamiento. Para ello se estudiará la forma en que influyeron los citados factores que

promovieron el desarrollo regional como así también el fin que los animó,

considerando, en el caso de aquellos impulsados por el Gobierno Nacional, si se buscó

un auténtico desarrollo regional o solamente obtener el aprovechamiento de sus

recursos.

En este sentido, se analizará la historia de determinadas localidades, de características

muy disímiles, en cuyos orígenes o desarrollo dichos factores desempeñaron un papel

protagónico. Las mismas serán consideradas dentro del contexto de las comarcas a las

que pertenecen, entendiendo por comarca a una subregión integrada por localidades que

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5

comparten características geográficas y actividades económicas – productivas y, en

algunos casos, también su origen.

Para comprender las consecuencias del establecimiento de colonias de inmigrantes, se

examinará el caso particular de la población de Trevelin (comarca del Valle 16 de

octubre) creada como fruto de la colonización galesa.

En segundo lugar, se considerará la relevancia de la obra “civilizadora” realizada en el

sur argentino por la orden salesiana, estudiando la localidad de Río Grande (comarca de

la Isla), lugar en el que se estableció la misión de Nuestra Señora de la Candelaria,

verdadero refugio de los aborígenes fueguinos.

Posteriormente, se analizará la fundación de Junín de los Andes (comarca de los Lagos)

cuyo origen estuvo ligado al asentamiento del Quinto Regimiento de Caballería y, de

esta manera, se profundizará sobre el rol de las Fuerzas Armadas en el proceso de

poblamiento regional..

Asimismo, se investigarán los efectos del descubrimiento del petróleo, ahondando,

fundamentalmente, en el rol social que cumplió Yacimientos Petrolíferos Fiscales

(YPF) en Comodoro Rivadavia (comarca del Golfo San Jorge), lo que permitirá analizar

la conveniencia del establecimiento de este modelo de empresas para atraer pobladores.

Luego se estudiará el caso de aquellas localidades que deben su desarrollo al

emprendimiento de determinadas actividades económicas, considerándose el ejemplo de

las ciudades de Puerto Deseado (comarca Hernando de Magallanes) y General Roca

(comarca del Alto Valle), que surgieron como producto de la actividad lanera y

frutícola, respectivamente.

Como puede observarse todos estos ejemplos responden a modelos de colonización muy

distintos. Teniendo en cuenta la situación por la que atraviesa la región, en la que se

requiere de la formulación de nuevas políticas para promover su desarrollo y definitiva

integración, se procurará responder si, entre los modelos estudiados, existe alguno que

se presente como el más adecuado para ser impulsado en la actualidad; o si por el

contrario, deben extraerse algunas notas positivas de cada uno de ellos para ser

integradas en un nuevo programa gubernamental para la región.

Para concluir, cabe señalar que el fin que se persigue con la investigación es que la

misma sirva para orientar el desarrollo de futuras políticas para el desarrollo regional,

siempre dentro del marco de la perspectiva del paradigma particular pluralista.1

1 Ver descripción de su alcance en el capítulo I denominado “Marco Teórico”.

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6

I. MARCO TEÓRICO

Al analizar cada uno de los distintos modelos de poblamiento regional seleccionados se

procurará comprender cuáles fueron las intenciones perseguidas por los agentes que

participaron, interpretando a qué paradigma respondieron.

Un paradigma es un elemento interpretativo y, por tratarse ésta de una investigación

propiamente histórica, los paradigmas a considerar serán sólo “paradigmas

hermenéuticos o interpretativos”, que permitirán evaluar la orientación ideológica y

fines que guiaron a cada modelo.

Los paradigmas a la luz de los cuales se procurará comprender cada caso de

poblamiento son los siguientes:

- Paradigma economicista: es la perspectiva que plantea un país orientado hacia

exterior. Aunque en la época en la que se produce el proceso de poblamiento

regional no se hablaba de “globalización” como en el presente, sin embargo, sí

existieron políticas denominadas “librecambistas” que defendieron un modelo de

desarrollo “abierto”, es decir sujeto al mercado externo. Dicho modelo presenta

“un país orientado hacia fuera, con máximo desarrollo en la pampa húmeda y

algunas islas en el resto del espacio nacional (...) relega a un segundo plano la

importancia del mercado interno, subestima el valor de las industrias básicas

como apoyo, sostén y multiplicador de otros sectores, tales como el

agropecuario y el de la industria liviana y pone su acento en el mercado externo

con productos tradicionales y de una industria especializada que no exija altas

inversiones de capital y tecnología (...)”2. “En lo que respecta a la Patagonia y a

otras zonas hoy marginadas, las condena, a constituirse en las áreas coloniales de

la otra Argentina, la del puerto de Buenos Aires y su zona de influencia”3.

- Paradigma particular pluralista: propone “un país realizado como Nación,

integrado en lo geoeconómico y sectorial, que incorpore las áreas hoy

postergadas, tales como la Patagonia”4. Se centra en un modelo de poblamiento

y desarrollo que integre a la región dentro del marco nacional. Lo cual supone la

primacía de los objetivos políticos sobre los económicos y, por ende, se

completa en un objetivo colectivo particular. 2 Autores varios; “Epopeya del desierto en el sur argentino”; Volumen 698; editado por la Biblioteca del Oficial; Buenos Aires; 1979; Capítulo XIII; pag.278. 3 Autores varios; op. cit.; pag. 278. 4 Autores varios; op. cit.; pag. 278.

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II. TREVELIN: COLONIA GALESA

1. El Modelo de poblamiento por inmigración

Una de las políticas impulsadas desde el Gobierno Nacional en pro del

poblamiento de la región patagónica, fundamentalmente durante la segunda mitad del

siglo XIX y principios del XX, fue la de fomentar la inmigración.

Dichas medidas fueron inspiradas en los dos movimientos que influyeron en el accionar

de los distintos gobiernos que se sucedieron por aquellos años: las denominadas

“generación del 37” y “generación del 80”.

El primer caso de promoción de la inmigración en la región lo constituyó el

establecimiento de la colonia galesa en el territorio de Chubut. Posteriormente, a partir

del éxito del mismo, se incentiva el asentamiento de nuevas colonias, como, por

ejemplo, los Boers en Colonia Escalante o los italianos en la zona del Alto Valle de Río

Negro.

2. La colonización galesa en el marco del programa de la “generación del 37”

Hablar de la colonización galesa en la Patagonia, implica referirse a una de las

primeras decisiones políticas tomadas desde el Gobierno Nacional en pro del

poblamiento regional y de la consecuente ocupación efectiva de las tierras. Durante

décadas el escenario político nacional había estado protagonizado por luchas internas

que impidieron contar con el marco adecuado para la formulación de un programa de

integración regional. Pero una vez culminada la batalla de Pavón y conformada la

unidad nacional, se requería del emprendimiento de políticas que permitieran avanzar en

su consolidación.

Cobra importancia, entonces, la idea de integrar definitivamente el territorio nacional e

impulsar su poblamiento. El 17 de octubre de 1862 se sanciona la ley por la que el

Gobierno Nacional toma bajo su dependencia la administración de los territorios

ubicados fuera de las jurisdicciones provinciales y, dentro de este contexto, se encuadra

la decisión de fomentar la inmigración galesa en la región patagónica.

La acción del gobierno de Bartolomé Mitre fue la realización de la política postulada

por movimiento denominado “generación del 37”. El mismo estuvo integrado por

hombres como Juan B. Alberdi, Esteban Echeverría o Domingo F. Sarmiento y entre sus

premisas “sostenía que el mal de la Argentina era el desierto, y la consigna primera

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debía ser destruir ese mal de su raíz, facilitando las comunicaciones, poblando las vastas

extensiones y multiplicando los centros urbanos”.5

De esta forma, el impulso a la colonización galesa, constituyó una clara concretización

de la propuesta efectuada por Juan B. Alberdi en sus “Bases”:

“¿Cómo, en qué forma vendrá en lo futuro el espíritu vivificante de la civilización

europea a nuestro suelo? Como vino en todas las épocas: Europa nos traerá su

espíritu nuevo, sus hábitos de industria, sus prácticas de civilización, en las

inmigraciones que nos envíe (...). ¿Queremos que los hábitos de orden, de

disciplina y de industria prevalezcan en nuestra América? Llenémosla de gente

que posea hondamente esos hábitos. La planta de la civilización no se propaga de

semilla. Es como una viña: prende de gajo. Este es el medio único de que

América, hoy desierta, llegue a ser un mundo opulento en poco tiempo. La

reproducción por sí sola es medio lentísimo (...). Firmad tratados con el

extranjero en que deis garantías de que sus derechos naturales de propiedad, de

libertad civil, de seguridad, de adquisición y de tránsito, les serán respetados.

Esos tratados serán la más bella parte de estos países llamados a recibir su

acrecentamiento de fuera. Para que esa rama del derecho público sea inviolable y

duradera, firmad tratados por término indefinido o prolongadísimo. No temáis

encadenaros al orden y a la cultura”6.

También coincide con lo expresado por Domingo F. Sarmiento en su libro “Facundo”:

“(...) ese día la inmigración industriosa de la Europa se dirigirá en masa al Río

de la Plata; el “nuevo gobierno” se encargará de distribuirla por las provincias;

los ingenieros de la República irán a trazar en todos los puntos convenientes los

planos de las ciudades y villas que deberán construir para su residencia, y

terrenos feraces les serán adjudicados; y en diez años quedarán todas las

márgenes de los ríos cubiertas de ciudades, y la República doblará su población

con vecinos activos, morales e industriosos (...)”7.

3. ¿Por qué los galeses?

El pueblo galés desciende de los celtas y no de los anglosajones, lo que explica

que posean un idioma, religión y costumbres diferentes al resto de Inglaterra. Por siglos

habitó al suroeste de las islas británicas con bastante independencia; hasta que en el año

5 Romero, José Luis; “Las ideas políticas en Argentina”; Fondo de Cultura Económica; Buenos Aires; 1999; pag. 149. 6 Alberdi, Juan Bautista; “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”; editorial Plus Ultra; Buenos Aires; 1994; pag. 90 –91. 7 Sarmiento, Domingo F.; “Facundo”; editorial Sopena Argentina; Buenos Aires; 1958; pag.183.

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1282 el rey Eduardo I los sometió a las leyes inglesas, concediendo a su segundo hijo el

título de Príncipe de Gales. Dos siglos más tarde son incorporados definitivamente a la

corona británica cuando, al contraer matrimonio el rey Enrique VIII con Ana Bolena,

provoca el cisma con la iglesia católica romana y se convierte en el jefe supremo y

protector de la Iglesia Anglicana.

Sin embargo, los galeses no abandonaron sus esfuerzos por mantener su idiosincrasia.

“El país comenzó una lucha tenaz para preservar de contaminación los hábitos de su

población, por defenderlo de la fuerza absorbente de los dominadores”8. Con ese anhelo

pensaron en emigrar hacia otras tierras en las que les fuera posible conservar la pureza

de sus costumbres. El primer grupo se estableció hacia fines del siglo XVIII en Ohio,

Estados Unidos, pero fracasó puesto que el gobierno norteamericano no aceptó las

condiciones impuestas por los colonos, lo que los obligó a regresar.

Desde aquel fallido intento se desarrollaron diversos planes que proyectaban distintos

horizontes que reunieran las condiciones necesarias para lograr su cometido; entre ellos

se incluyeron Australia, Palestina, Brasil y la Patagonia. De esta forma, luego de una

nueva y desordenada oleada emigratoria a Estados Unidos entre 1830-1840, tiene lugar

la primera experiencia de los galeses en la región patagónica. Así, en el año 1856, arriba

al golfo de San José un grupo de colonos galeses conducidos por el capitán inglés

Elsegood. Empero, dado al excesivo aislamiento que presentaba la región sumado a la

falta de organización y respaldo económico, la empresa no prosperó. Diez años más

tarde se produce un segundo intento, resultando, esta vez, exitoso.

4. Negociaciones y preparativos previos a la misión

Hacia el año 1860 un grupo de colonos residentes en Estados Unidos comienza a

trazar y difundir el plan de reunir a todos los galeses dispersos por el mundo en un lugar

cuyas características de aislamiento les permitiera vivir a la usanza de sus costumbres,

bajo su religión y conservando el idioma: La Patagonia.

Si bien poco conocían sobre la región, salvo por los relatos en los que Fitz Roy efectúa

una detallada y optimista descripción de la zona del valle del río Chubut, unieron sus

esfuerzos en este proyecto de gran envergadura pero de difícil consecución. Esta vez lo

8 Ygobone, Aquiles; “Historia de la provincia de Chubut”; en “Historia de la Nación Argentina – Historia de la Argentina contemporánea 1862 - 1930”; Colección “Historia de las provincias y sus pueblos de la Academia Nacional de Historia” – Vol. 4; editorial El Ateneo; Buenos Aires; 1967; pag. 439.

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hicieron de forma organizada e invitaron a formar parte de él a los grupos de galeses

que habitaban no sólo en Gales y en Estados Unidos sino también en Australia, Brasil,

etc.

Otro rasgo importante de esta nueva empresa fue que se llevaron a cabo negociaciones

previas con el gobierno de Argentina. Las mismas comenzaron a través del cónsul

argentino en Liverpool, Samuel Phibbs, quien se contactó con la comisión integrada en

esa ciudad para desarrollar el proyecto y con el pastor Miguel David Jones, promotor de

la causa colonizadora en Gales. En conjunto se resolvió enviar un petitorio al gobierno

argentino para establecer una colonia en la Patagonia por intermedio del cónsul, a quien

el ministro del Interior Guillermo Rawson respondió de forma positiva diciendo:

“...se le autoriza a informar a los promotores del movimiento en pro de una

colonia galesa, que no habrá inconvenientes de parte del gobierno para otorgar

un número de leguas de tierra, o alguna donación de tierra a fijarse, a cada

familia, si la situación de la asociación es tal como para garantir una efectiva

colonización en las tierras que se otorguen. Si a su juicio esta asociación galesa

ha sido cuidadosamente formada, y posee los medios y la estabilidad suficientes

como para realizar lo que propone, sería mejor que enviase aquí representantes

debidamente autorizados, para terminar el convenio, y hasta para ver y elegir los

lugares que se propone colonizar”.9

De acuerdo con lo solicitado se integra una comisión para este cometido que estuvo

integrada por Jones Parry y Luis Jones. En 1863 se reúnen con Rawson para discutir las

condiciones del asentamiento. Como bien describe Clemente Dumrauff en su libro

“Historia de Chubut”:

“...la mayor divergencia se produjo al tratar el tema de las libertades que

pretendía L. Jones; él sostenía que una colonia galesa, dentro de la república

compuesta por provincias, y fuera de los límites de toda provincia organizada, no

constituía una dificultad ni incompatibilidad político social. En cambio Rawson

afirmaba que las colonias de distintas nacionales dentro de una misma república

serían elementos de discordia, y que obstaculizarían la fusión en una sola

nacionalidad argentina”10.

Finalmente pudieron llegar a un acuerdo debiendo, los comisionados, modificar sus

aspiraciones. Posteriormente, continuaron su misión visitando las tierras en las que se

9 Jones, Luis; “Una nueva Gales en Sudamérica”; Comisión del Centenario de Trelew; Trelew; 1981; pag. 50. 10 Dumrauf, Clemente; “Historia de Chubut”; Colección “Historia de nuestras provincias” – Vol. 15; editorial Plus Ultra, Buenos Aires; 1996; pag.147.

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establecerían, a las que consideraron muy fértiles y regresaron optimistas a su lugar de

origen con la promesa del gobierno argentino de brindarles el apoyo necesario.

El 27 de agosto de 1863 el ministro Rawson informó ante el Congreso el proyecto por el

que firmaría un convenio con la Sociedad de Emigración de Gales, pero fue rechazado

puesto se temía, luego de la usurpación de Malvinas de 1833, que el mismo facilitara el

avance inglés en territorio argentino.

Sin embargo, este hecho no detuvo la voluntad del presidente Bartolomé Mitre y su

ministro del Interior, quienes encontraron una solución para que el establecimiento de la

colonia galesa en las tierras del sur pudiera viabilizarse. El proyecto fue, finalmente,

encauzado en la legislación vigente, que permitía adjudicar unas 25 cuadras de tierra a

cada familia. Con esta propuesta quedaba allanado el camino para el inicio de la

empresa.

5. Los primeros años de la colonia galesa

A mediados de 1865 se establece la colonia galesa en Chubut, hecho

importantísimo si se considera que la denominada “campaña al desierto” tiene lugar

recién quince años después.

“Este acontecimiento fue el resultado de la convergencia de dos inquietudes,

diferentes en su origen y propósitos, pero coincidentes en cuanto al lugar de su

realización; por su parte los galeses buscaban un territorio aislado donde poder

vivir de acuerdo a sus tradiciones, hablar su idioma y practicar su religión sin

ingerencias extrañas; el gobierno argentino quería poblar esas vastas extensiones

para afianzar de una manera efectiva su autoridad soberana sobre ellas”11.

Unos días antes de partir de Gales los futuros colonos eligieron por voto secreto una

comisión para administración de la Colonia con 12 miembros, sancionaron su

constitución y acuñaron su propia moneda.

El 28 de julio de 1865, 153 galeses de diversas edades y profesiones a bordo de la

“Mimosa” desembarcaron en las costas del golfo Nuevo (Puerto Madryn), donde fueron

recibidos con provisiones, ganado y granos por Luis Jones y Jones Parry.

Desde allí avanzaron hacia el Valle del río Chubut y se establecieron en el lugar donde

diez años antes había habitado el primer grupo de galeses. Poco tiempo después fueron

visitados por el comandante militar de Patagones, el teniente coronel Julián Murga,

enviado por el Gobierno Nacional, que seguía de cerca todo lo que sucedía en la

11 Dumrauf, Clemente; op. cit; pag. 137

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Colonia. Murga, además de ordenar el trazado de Rawson y de efectuar la donación de

las tierras en nombre del gobierno argentino, les recordó a los galeses el acatamiento

que debían a las leyes y autoridades del país.

Los primeros tiempos de la Colonia transcurrieron allí y no fueron en absoluto sencillos;

aquellas tierras diferían mucho de las que habían soñado; el frío invierno las asechaba y

estaban sumerjas en un profundo aislamiento.

Los colonos, provenientes de diversas profesiones y ocupaciones como la minería, el

comercio, etc. y poco conocedores del arte de trabajar la tierra, debieron dedicarse a la

agricultura. “Su falta de conocimientos los llevó a sucesivos fracasos y aún los pocos

agricultores capaces comprobaban que los sistemas de riego que traían desde Gales eran

ineficaces en Chubut”12.

Este desconocimiento provocó reiteradas malas cosechas, lo que ocasionó la falta de

alimentos, que pudo ser subsanada gracias al auxilio enviado desde Buenos Aires. Al

enterarse de la situación por la que atravesaba la Colonia, el presidente Bartolomé Mitre

dispuso en el año 1866 la entrega de setecientos pesos fuertes para provisiones a los

colonos; al año siguiente, al ver que no habían podido sembrar, dispone la asignación

mensual de cuatro-cientos pesos fuertes hasta el 31 de diciembre, que reiteró durante

1868.

Además, en noviembre de 1867, respondió a la demanda efectuada por Luis Jones,

entregando alimentos, granos y ganado.

El apoyo del gobierno ayudó a disuadir a los colonos de no abandonar el territorio del

Chubut y continuaron realizando numerosos esfuerzos por alcanzar una buena cosecha.

Lamentablemente la fortuna no los acompañó, y esto los llevó a pensar nuevamente en

retornar a Gales.

“Era tal su pobreza que ya se decidían a abandonar el Chubut, cuando uno de los

colonos descubrió la clave de la fertilidad del suelo. En efecto, la chacra de Aarón

Jenkis estaba junto al río, y un día, al practicar éste un boquete, las aguas

invadieron su parcela, sembrada poco antes. El hecho accidental fructificó en una

excelente cosecha y el éxito alentó a todos, comenzando a desarrollarse un cada

vez más vasto programa de riego que permitía aumentar y mejorar los cultivos,

ganando nuevas tierras para la agricultura”.13

12 Ygobone, Aquiles; op. cit.; pag. 441 13 Ygobone, Aquiles; op. cit.; pag. 441.

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Animados por este suceso, los galeses se dispusieron a sembrar, y dado que el río creció

en el momento oportuno, les permitió regar los cultivos. Sin embargo, en el momento de

la cosecha una fuerte tormenta arrasó con todo, con lo que nuevamente debieron hacer

frente una situación adversa, sin recibir en esta oportunidad el apoyo esperado de las

autoridades argentinas.

“La buena disposición del gobierno cambió al asumir la presidencia de la

República Domingo F. Sarmiento (...) volvió a insistir Luis Jones ante el

presidente Sarmiento, tan poco dispuesto para ayudar a los sufridos colonos de la

Patagonia y logró arrancarle que se continuara pagando la subvención aunque

reducida, al disponer el 6 de abril de 1869 que se otorgue a la colonia como

último auxilio, una subvención de 250 pesos fuertes por todo el año (...)”.14

No obstante ello, los colonos no se dieron por vencidos y ya no pensaron en regresar

dado que habían comenzado a confiar en la fertilidad de las tierras que los albergaban.

Así, paulatinamente, la Colonia comenzó a prosperar: establecieron buenas relaciones

con los aborígenes de la zona, de quienes aprendieron, por ejemplo, el uso del caballo;

llegaron a obtener, finalmente, buenas cosechas y hacia el año 1874, pudieron enviar

trigo a Buenos Aires que fue muy bien vendido gracias a su excelente calidad; además,

atrajeron nuevos pobladores, provenientes fundamentalmente de Gales y Estados

Unidos, con los que se llegó a duplicar la cantidad de habitantes para el año 1874.

Como señala Clemente Dumrauff, la nueva población trajo sangre nueva a la Colonia,

mientras que los primeros pobladores fueron en su mayoría indigentes, habiendo sido

esa condición, quizás, la que los ayudó a seguir adelante pese a la adversidad al preferir

vivir en la pobreza absoluta antes de sufrir la servidumbre en Gales; los nuevos colonos

eran emprendedores y poseían recursos y conocimientos, como por ejemplo en la

agricultura.15

Entre los años 1875 y 1876, continuaron llegando grupos, lo que los incentivó a buscar

nuevas tierras, por lo que realizaron sucesivas expediciones siguiendo el curso del río

Chubut, hasta establecerse en una segunda colonia denominada Gaiman.

Paralelamente, vuelve a observarse la presencia del gobierno argentino, que nuevamente

les otorga un subsidio y provisiones, al ver azotada a la creciente Colonia por las

sucesivas malas cosechas. Además, en 1875, nombra como comisario en Chubut para la

colonización de los galeses a Antonio Oneto, a quien se le encomendó que presidiera la

14 Dumrauf, Clemente; op. cit.; pag. 172. 15 Dumrauf, Clemente; op. cit.; pag. 172.

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distribución y venta de lotes de tierra a los colonos, que realizara un censo y que

efectuara informes sobre la situación reinante. También se le advirtió que:

“en la Colonia se gobiernan por sí mismos; todo debe seguir igual; su acción se

limitará a tomar nota e informar todo para que el superior gobierno resuelva.

Usted irá preparando el terreno para introducir las reformas que se crean

necesarias (...) hará comprender la necesidad de que los niños aprendan el idioma

español, y puede asegurar que el gobierno cooperará a la construcción de un

edificio que sirva de escuela, dotándola de útiles y personal”16 .

Oneto presidió dos comisiones: la de distribución de tierras y la de administración de

Justicia. Para ambos casos reconoció a los representantes galeses elegidos por los

colonos, como así también para los cargos de juez de paz y presidente del Consejo.

El censo arrojó la cifra de 700 personas de los cuales 152 eran argentinos (la mayoría

menores de 12 años). Sus informes describieron, entre otros numerosos aspectos, el

sistema de gobierno de la Colonia establecido de acuerdo a sus propias leyes (integrado

por una Comisión Ejecutiva y un Tribunal de Justicia) y propusieron pautas para lograr,

paulatinamente, introducir las reformas necesarias para encuadrar la administración de

la Colonia dentro de la Constitución y leyes nacionales, como, por ejemplo, el

establecimiento de una escuela con maestros argentinos para que se les enseñara a los

niños el español. Logra Oneto, de esta forma, obtener la autorización para fundar la que

se convierte en la primera escuela elemental para niños.

6. La creación de la Gobernación de Patagonia y el advenimiento de diferencias

Cuando en 1878 Roca asume como ministro de Guerra y Marina comienza a

arbitrar todos los medios necesarios para llevar a cabo la “campaña del desierto”.

Obtiene, así, la aprobación de la ley 947 sobre la traslación de la frontera a los ríos

Neuquén y Negro. Asimismo, se decide la creación de la Gobernación de la Patagonia

(abarcaba la zona comprendida entre el río Negro hasta el cabo de Hornos) con capital

en Mercedes de Patagones (actual ciudad de Viedma). El cargo de gobernador fue

otorgado al coronel Alvaro Barros.

El territorio de Chubut y, consecuentemente, las poblaciones de origen galés pasaron a

formar parte de la nueva Gobernación. Además, el 29 de enero de 1879, se establece en

Rawson la Subdelegación Marítima del Chubut en manos de Alejandro Vivanco, quien,

16 Biblioteca Nacional; “Informe Anual del Comisario General de Inmigración”; Buenos Aires; 1975; pag. 31.

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al tener Oneto que abandonar su cargo por serle encomendada una nueva misión, lo

reemplaza de forma interina.

El nuevo escenario provocó la reacción de los colonos galeses y, en particular, de la

Comisión, ya que deseaban mantener su independencia en la administración de la

Colonia, lo que provocó serias y prolongadas diferencias.

A Vivanco lo sucede Rodolfo Petit de Murat, quien se entera de su nombramiento a

través de una carta remitida por el capitán del puerto de Buenos Aires, Mariano

Cordero. En dicha nota el capitán Cordero le informa al nuevo subdelegado que su

designación se efectuó, fundamentalmente, atendiendo a su carácter energético y a su

valor “necesario para tratar con aquella gente, habituada a hacer lo que quiere”17.

Al llegar a oído de los colonos el contenido de la carta se ocasionaron aún mayores

conflictos. El comisario general de Inmigración, Juan Dillon, en un intento por suavizar

las asperezas, decidió nombrar comisario de la Colonia a Luis Jones. Empero, al no

cesar las desavenencias, fue destituido al poco tiempo, reemplazándolo Juan Finoquetto

quien tuvo fuertes diferencias con los colonos.

7. La creación del Territorio Nacional

En 1884 se produce otro hito importante en la historia de la región. Una vez

finalizada la “campaña al desierto”, se promulga en el mes de octubre la ley 1.532 por la

que se crean cinco Territorios Nacionales en la zona explorada: Neuquén, Río Negro,

Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Esta ley, además de señalar los límites,

establecía que el gobernador sería designado por el Poder Ejecutivo Nacional; que el

Poder Judicial sería integrado por un juez letrado y jueces de paz locales; y que la

Legislatura se crearía cuando se llegara a la cantidad de 30.000 habitantes.

En Chubut es designado primer gobernador el teniente coronel Luis Fontana. Al llegar

al Territorio la población ascendía a alrededor de 1.600 habitantes y existían dos

poblaciones en el valle: Rawson y Gaiman. La producción de las mismas incluía trigo,

cebada, forrajeras y hortalizas (obtenidos en base al riego) y, en lo referente a la

ganadería, se contaba con vacunos, ovinos (bajo porcentaje), yeguarizos, porcinos y

aves de corral. Dichos productos habían sido comercializados en primer lugar con los

aborígenes del lugar y luego enviados a Buenos Aires.

17 Dumrauf, Clemente; op. cit.; pag. 215

Page 16: El proceso de poblamiento de la región patagónica

16

Las nuevas condiciones, como así también la noticia de que el gobernador Fontana tenía

la instrucción de explorar todo el territorio de Chubut y la autorización para disponer de

50 leguas de campo y distribuirlas entre los colonos que quisieran instalarse en la

cordillera, envistió nuevamente de cordialidad a las relaciones entre ambas partes.

Rápidamente, los colonos le propusieron al gobernador llevar a cabo una expedición,

pero Fontana no aceptó porque su responsabilidad le indicaba que era él mismo quien

debía realizar la difícil empresa.

Sin embargo, esto no los detuvo y aunaron sus esfuerzos para obtener los recursos

necesarios para afrontar los gastos de la expedición, logrando recolectar la suma de

6000 pesos a partir de contribuciones individuales.

Una vez reunido el dinero, los colonos reiteraron su propuesta al gobernador invitándolo

a estar a cargo de la misión, lo que demuestra la excelente relación establecida. Fontana

acepta y comienza rápidamente los preparativos.

8. Las expediciones de “los rifleros” y el descubrimiento del valle 16 de octubre

La expedición, a cargo de Luis Fontana, contó con 30 jinetes, amados de sables

y fusiles de repetición (motivo por el que recibieron el nombre de rifleros) con cien

balas cada uno; 260 caballos; veinte cargueros con víveres; dos cargueros con

instrumentos científicos y herramientas mineras; y un botiquín de campaña. Estuvo

integrada por siete argentinos, dos alemanes (uno era agrimensor), un norteamericano y

diecinueve galeses, entre ellos John Evans y John Murray Thomas.18

Como bien señala Aquiles Ygobone:

“(...) entre este conglomerado de gente heterogénea y cosmopolita existía un

fuerte vínculo de solidaridad, porque todos llevaban en lo íntimo de su conciencia

el mismo anhelo de acometer exitosamente la empresa que había venido

preocupándoles desde largo tiempo atrás, y todos sabían que si iban a un fracaso

y la suerte les fuera adversa, debían soportar la desgracia en común, como común

había sido su anhelo de triunfo (...). La sola presencia del propio gobernador y

tan luego como jefe y primer interesado en el éxito de la expedición, infundía un

profundo respeto a todos sus integrantes”19.

18 Evans, Clery A.; “John Daniel EVANS el Molinero- Una historia entre Gales y la Colonia 16 de octubre”; Buenos Aires; 1994. 19 Ygobone, Aquiles; op. cit.; pag. 448.

Page 17: El proceso de poblamiento de la región patagónica

17

La expedición comenzó el 14 de octubre de 1885 y durante su transcurso se realizaron

numerosas observaciones científicas (geográficas, biológicas, etc.); se denominaron

distintos accidentes geográficos; y se trazó un plano del territorio.

En primer lugar se siguió el curso del río Chubut hasta llegar al río Tecka, donde al

encontrarse cerca del paralelo 42, que indicaba el límite de Chubut, se separan de él. El

22 de noviembre llegan al valle al que denominaron de las Frutillas (porque en el lugar

abundaba esta fruta) y desde allí continuaron el curso del río Corintos hasta llegar al

imponente valle al que denominaron 16 de octubre (en homenaje a la fecha en que se

aprobó la ley 1.532 por la que se crean los Territorios Nacionales). Quedaron

sorprendidos tanto por la hermosura del lugar como así también por la calidad de sus

tierras. Allí establecen campamento y el 25 de noviembre Fontana toma posesión del

mismo izando la bandera argentina.

Desde el valle emprenden el regreso, recorriendo tierras desconocidas hasta ese

entonces. El viaje duró tres meses. La distancia total explorada fue de más de tres

millas, recorriendo las zonas de valle Hermoso, Esquel, Corcovado, Lago Rosario,

Apeleg, Lago Fontana, Sarmiento y Comodoro Rivadavia.

Tanto el gobernador como los colonos regresaron con gran entusiasmo de la expedición

y, en poco, tiempo fue difundida la buena nueva sobre la calidad de las tierras

descubiertas en el valle cordillerano, lo que incitó el interés de muchas familias en

trasladarse a ellas.

Fontana solicitó rápidamente al gobierno la autorización para establecer una nueva

colonia agrícola, de por lo menos 50 leguas, para que hasta allí se trasladen 50 familias

(cuyas solicitudes ya había recibido). Las autoridades nacionales le conceden la

autorización, iniciándose inmediatamente los preparativos para la consecución de la

empresa. Así, en 1887, se efectúa el trazado del camino para carros entre el valle del río

Chubut y la cordillera; se trasladan animales y herramientas; y se inicia la mensura de

las mismas.

En 1888 se realizó la segunda expedición encabezada por Luis Fontana hacia los Andes

durante la cual realiza la fundación de la Colonia 16 de octubre el día 1° de febrero y se

procede al trazado del mapa de la Colonia, estudiándose muy bien la región.

Page 18: El proceso de poblamiento de la región patagónica

18

9. Trevelin: el pueblo del molino

En el mes de octubre se trasladan hasta la Colonia los primeros pobladores

provenientes de distintas profesiones (32 galeses y 7 personas de distintas

nacionalidades).

Al llegar al valle, la primera acción emprendida fue la construcción de una casa

comunitaria que permitiera albergar a las familias que fueran llegando (se la denominó

campamento Catango). Además se continuaron con las mensuras iniciadas en febrero.

Sin embargo, tampoco la suerte los acompañó en este valle durante los primeros

tiempos, puesto que un incendio desbastó el lugar. El suceso fue relatado con detalle por

uno de los pioneros, John Evans:

“En campamento tuvimos la visita del Sr. William Mostyn (...) de regreso acampó

en la zona de valle Chico cerca de Esquel, levantó un campamento y prosiguió el

viaje. Esa tarde se levantó viento, y avivó las brasas del fuego de Mostyn, el

incendio arrasó con el 60% de la zona pastoril, quemó faldeos de Esquel, los de

Nahuel Pan, luego continuó por ambas márgenes del arroyo Esquel, ganando la

ribera del río Percy y bajó rápidamente a la Colonia, llegó hasta la Legua Rhys

Thomas, devoró, consumió todo y redujo a cenizas nuestra casa albergue que

habíamos construido con tanta ilusión y esperanzas para esperar a nuestras

familias”20.

Era menester, entonces, empezar nuevamente, lo que no fue tarea fácil. Para ello, traen

ganado, pero esta vez fue difícil encontrar tierras para el pastoreo luego del incendio.

El desarrollo de la Colonia demandó mucho esfuerzo, pero logró llevarse adelante

aunque de forma paulatina, fundamentalmente, debido a la demora del gobierno en

entregar los títulos de propiedad. La autora Olivia Mulhall, en su libro sobre John

Murray Thomas, designado por Fontana como fundador de la Colonia, nos describe la

situación de la siguiente manera:

“Lo más difícil era ubicar a los colonos en sus tierras, ya que muchos pretendían

un cambio de lotes. Este tema insumió mucho tiempo de Murray Thomas, por sus

viajes para ponerse en contacto con el gobierno central. Conviene recordar que

en estas mensuras colaboró el Sr. Ap. Iwan y el plano de la colonia lo realizó

Juan Murray Thomas, ya que era dibujante”21.

20 Evans, Clery A.; op. cit.; pag. 107. 21 Mulhall, Olivia H.; “John Murray Thomas. Pequeño hombre pero gran héroe para la historia de Chubut”; Biblioteca Popular “Agustín Alvarez”; Trelew - pcia. de Chubut; 1999; pag. 143.

Page 19: El proceso de poblamiento de la región patagónica

19

En el mes de febrero de 1991 comienzan a llegar las primeras familias y con ellas la

Colonia comienza a cobrar vida, como así también el sueño de aquellos pioneros. Se

suma a este hecho un hito importante: la llegada del primer arreo de 900 ovejas.

Así, en el transcurso de los primeros años, la principal actividad económica estuvo

constituida por la ganadería: cría de ganado vacuno y ovino. “Fue una lucha muy dura

para los primeros pobladores, el centro comercial más cercano era la zona Atlántica

distante a 400 millas y los únicos productos que podíamos vender eran cueros, lanas y

nos pagaban 10 kg. 2,50 a 3$ M7N, apenas pagábamos el flete”22.

Otro hecho importante, que marca la vida de la Colonia, se había producido en 1889: la

llegada del primer molino. Sin embargo, este suceso, en un primer momento, pasó por

desapercibido, dado que el molino, originario de Gales, circuló de mano en mano por

dos años porque sus sucesivos propietarios lo consideraron un “mal negocio” o “de

difícil manejo”.

En 1991 cae en manos de John Evans, quien luego de grandes esfuerzos y continuas

pruebas, logra hacerlo funcionar con gran potencia. El molino llegó a abastecer a toda la

Colonia. Además, se fueron dando cosechas muy buenas a pesar de la falta de arados.

“Por la falta de arados se adoptó u método muy usado por los chilenos, primitivo

pero muy eficaz. Primero se buscaba un lugar con abundantes matorrales y

arbustos no muy altos, se prendía fuego hasta reducir a cenizas, luego se cercaba

el perímetro y se sembraba el trigo sobre las cenizas, enseguida se echaba un lote

de yeguas ariscas para pisoteen el trigo y lo compacten con tierra, con la ayuda

de las lluvias, esperábamos que comience a brotar el trigo (...) la cosecha se hacía

a mano (....) El grano de trigo, capotillo y demás desprendimientos de la espiga se

ponían en una lona y se esperaba que corra algo de viento, con una pala de

madera hecha para este trabajo se tiraban paladas de trigo para arriba, y por ser

pesado el grano que caía sobre la lona y la paja y el capotillo se lo llevaba el

viento (...) Los bolsones de trigo eran transportados hasta el molino (...)”23.

En torno a esta actividad fue concentrándose un núcleo poblador que dio origen a la

conformación de la población de Trevelin (que en galés significa pueblo del molino).

El pueblo fue creciendo paralelamente a la evolución de la actividad harinera. La

superficie cultivada fue incrementándose y, consecuentemente, la producción también.

Este hecho, sumado a la llegada de nuevas familias, hizo insuficiente aquel primer

22 Evans, Clery A.; op. cit.; pag. 114. 23 Evans, Clery A.; op. cit.; pag. 116.

Page 20: El proceso de poblamiento de la región patagónica

20

molino primitivo, por lo que en 1897 se traslada al pueblo el segundo molino, apto para

producir mayor cantidad y calidad de harina, llegándose a abastecer a toda la zona.

Fue tal el crecimiento de aquella primitiva colonia que en el año 1904 el Poder

Ejecutivo Nacional decide la subdivisión y el trazado de un pueblo, pero los colonos se

oponen a entregar parte del territorio para dicha urbanización sugiriendo, en cambio,

tres parajes propicios para establecer la población. Entre ellos se eligió el valle de

Esquel, fundándose una población con dicho nombre el 24 de febrero de 1906.

Un rasgo importante que ayudó a diferenciar ambos asentamientos fue la construcción

de una nueva capilla. Como señala el autor Pedro Navarro Floria:

“Hasta entonces, el centro de reunión y actividad natural era la capilla, instalada

en un lugar cercano a Trevelin. Las capillas fueron verdaderos centros sociales y

educativos. Con un sistema propio de sus tierras, los galeses alfabetizaban con la

Biblia. Era una tarea comunitaria en la que los más grandes enseñaban a los más

pequeños, junto a las mujeres de la comunidad. La capilla funcionaba como

escuela en la semana. Para evitar recorrer grandes distancias, se tuvo cuidado

que las capillas no distaran más de diez kilómetros una de otra. Poco a poco, con

el asentamiento de algunas familias en el valle de Esquel, la creación de una

capilla y una escuela, esta población fue diferenciándose como la mayor de la

zona” 24.

Si bien con el tiempo Esquel se convierte en la ciudad más importante de la zona,

siendo declarada capital del Departamento de Futaleufú, Trevelin también tuvo un

crecimiento importante. Gracias al esfuerzo de sus pioneros el pueblo fue

desarrollándose poco a poco. Ellos y sus descendientes debieron hacer frente a diversos

obstáculos pero, no obstante ello, no escatimaron en sacrificios y creatividad a la hora

de enfrentarlos. Por ejemplo, un problema permanente fue el del aislamiento. Como ya

se señaló anteriormente, al pueblo lo separaban 400 millas del centro comercial más

cercano. Cuando en 1910 llegan los rieles del ferrocarril Línea Sur hasta Ing. Jacobacci

(a 330 km), se pensó en transportar o recibir productos desde allí, pero como los

caminos hasta la estación eran muy malos y solitarios, el traslado demandaba mucho

tiempo y costos elevados. Por ese motivo trabajaron durante años en el proyecto de abrir

un camino que los conectara con el océano Pacífico, aunque no lograron concretarlo

hasta épocas muy posteriores. Pero sí obtienen una red telefónica que cubría casi todo el

pueblo en 1916 y la creación de una oficina de correo y telégrafo en 1925.

24 Navarro Floria, Pedro; “Historia de la Patagonia”; editorial Ciudad Argentina; Buenos Aires; 1999.

Page 21: El proceso de poblamiento de la región patagónica

21

De esta forma, el 6 de abril de 1927, Trevelin logra designar su primera Comisión de

Fomento. Al respecto expresaba el pionero John Evans:

“Los años de prueba, desdicha e infortunio habían quedado atrás y parecía que

eso estimulaba a los colonos que habían comenzado una etapa de modernización

en las maquinarias agrícolas, por lo tanto la agricultura iba en aumento, la

Colonia merecía y exigía a medida que se desarrollaba, un molino acorde a sus

necesidades (...) compramos en Henry Simons, Manchester – Inglaterra un molino

capacitado para moler100 bolsas de harina de 60 kilogramos cada una y por

día”25.

A partir de la incorporación de capitales se formó la sociedad en comandita Molino

Andes, que incrementó notablemente la producción, comercializándose los excedentes

en otros centros de la Patagonia, con lo que lograron salir airosos de la difícil crisis del

año 30.

En 1945 se produce la llegada del ferrocarril Línea Sur hasta Esquel y con la

finalización del aislamiento se origina también la entrada de productos cerealeros de la

Pampa Húmeda a precios inferiores, provocando el cierre de los molinos.

El fin de la “época de oro” de la actividad harinera, sin embargo, no detuvo el desarrollo

del pueblo; los descendientes de aquellos pioneros prosiguieron con la obra iniciada. En

los años posteriores se continuó con el desarrollo de la actividad centrada en la

producción agrícola ganadera, principalmente alfalfa y ganado bovino. “Y con el paso

del tiempo, han surgido nuevas alternativas: los criaderos de zorro; el cultivo de 70 ha.

de ajo, con el objetivo de exportar a Brasil; la instalación de aserraderos; el cultivo de

bulbos de tulipanes que se re-exportarán a Holanda. También se realiza producción de

cereza y guinda”26.

De esta manera, a través de la introducción de nuevas alternativas de desarrollo, la

población no detuvo su crecimiento, superando hoy los 5.193 habitantes27. Asimismo,

sorprende encontrar entre sus actuales pobladores muchas familias descendientes de

aquellos primeros colonos, lo que demuestra el alto nivel de arraigo que caracteriza al

pueblo.

25Evans, Clery A.; op. cit.; pag. 145. 26 De Lorenzo, Florencia; “Informe economías regionales”; PIGPP; Buenos Aires; año 2000. 27 INDEC; “Censo Nacional de Población y Vivienda de 1991”.

Page 22: El proceso de poblamiento de la región patagónica

22

10. La importancia de la Colonia 16 de octubre en la defensa del territorio

argentino

La presencia de la colonia 16 de octubre en un lugar tan importante desde el

punto de vista geopolítico por su cercanía con la frontera chilena, tuvo gran relevancia

para Argentina; manteniendo de esta manera su ocupación efectiva del territorio.

Luego de sucesivos conflictos limítrofes entre Argentina y Chile (como por ejemplo el

establecimiento de la base naval chilena Fuerte Bulnes en el estrecho de Magallanes en

el año 1843; la detención de la nave francesa Jeanne Amelie en la desembocadura del

río Santa Cruz efectuada por parte de un buque chileno; el traslado hacia Punta Arenas

efectuado en 1878 por el mismo buque chileno de la nave Devonshire, que circulaba por

aguas argentinas con permiso de las autoridades del país; etc.), los dos países firman un

Tratado con el objeto de poner fin a estas cuestiones.

El Convenio del año1881 establecía como límite entre ambas naciones de norte a sur,

hasta el paralelo 52 de latitud sur, la cordillera de los Andes. La línea correría por las

cumbres más elevadas divisorias de aguas y pasaría por entre las vertientes que se

desprende a un lado y al otro. En Tierra del Fuego se trazaría una línea que partiría del

punto denominado cabo del Espíritu Santo, en la latitud 52°40´, se prolongaría hacia el

sur, coincidiendo con el meridiano occidental de Greenwich, 68°33´ hasta el canal de

Beagle, correspondiendo a Chile la parte oriental y a Argentina la occidental de la isla.

Sin embargo, después de la firma del Tratado, devinieron los conflictos por la

demarcación de la frontera, por ejemplo el suscitado por las tierras de la Colonia 16 de

octubre

En el año 1902 llega hasta Trevelin una Comisión de Límites con el objeto de poner fin

a la polémica establecida entre ambos países. La misma estuvo integrada por el árbitro

inglés, Sir. Thomas Holdich, el representante de la Argentina, perito Francisco P.

Moreno y por Chile, el Dr. Balmaceda.

La solución planteada por la Comisión fue la de realizar un plebiscito por el que se les

preguntara a los colonos bajo qué bandera deseaban vivir. El mismo se llevó a cabo en

la Escuela 18 de Trevelin y la respuesta fue unánime: bajo bandera argentina,

ganándose, así, ciento treinta y dos leguas cuadradas de territorio.

11. Conclusión

Del análisis de la evolución de la colonia galesa en el territorio de Chubut, se

desprende su relevancia en el proceso de poblamiento regional.

Page 23: El proceso de poblamiento de la región patagónica

23

Si bien en tiempos en que las fronteras nacionales aún no se encontraban

definitivamente delimitadas, la presencia de una colonia extranjera en territorios

aislados podría haberse planteado como peligrosa, la acción del Gobierno Nacional supo

conducir la situación transformándola en beneficiosa para la región y el país.

Como ya se ha señalado, las autoridades nacionales siguieron de cerca todo lo que

sucedía en la Colonia y, a través de diversas acciones, tales como las visitas y

nombramientos de funcionarios gubernamentales en el lugar o el constante respaldo

económico brindado, ayudaron a enmarcarla dentro de la Constitución y leyes

nacionales.

Prueba de ello lo es, sin duda, el plebiscito efectuado en Trevelin en el año 1902, en el

que los colonos defendieron por unanimidad su pertenencia a la Nación Argentina,

obteniéndose, de esta forma, el ejercicio de la soberanía sobre un vasto y rico territorio.

La presencia de la colonia galesa en la Patagonia permitió a la flamante Nación la

ejecución de la ocupación efectiva de tierras, por aquel entonces casi inexploradas y

sólo habitadas por los aborígenes naturales de la región.

Asimismo, cabe resaltar otro rasgo importante: tres lustros antes del desarrollo de la

“campaña al desierto”, el asentamiento de los colonos fue absolutamente pacífico

permitiendo el paulatino desarrollo de la zona.

Como puede observarse, este caso de poblamiento respondió a una perspectiva

particular pluralista. Aunque, como ya se ha mencionado anteriormente, la idea de

fomentar la inmigración fue la realización de la política postulada por movimiento

denominado “generación del 37”, cuyo planteo podría ubicarse bajo un paradigma

economicista, el asentamiento de la colonia galesa en la Patagonia respondió al

paradigma particular pluralista. Esto se explica por las siguientes razones:

- La finalidad perseguida por el Gobierno Nacional, a través de la promoción de la

colonización galesa, fue la de alcanzar la ocupación efectiva de las tierras a fin

de ejercer la soberanía sobre la región.

- El Gobierno Nacional no escatimó en esfuerzos para lograr la plena integración

de la colonia a la Nación (por ejemplo el envío de autoridades o la creación de

escuelas).

Page 24: El proceso de poblamiento de la región patagónica

24

III. LA OBRA SALESIANA EN RÍO GRANDE

1. Las misiones salesianas como modelo de poblamiento

La “campaña al desierto” permitió obtener el dominio sobre la región patagónica

pero ello no alcanzaba para lograr su completa integración al país; era necesario

formular políticas que impulsaran su poblamiento y desarrollar una importante labor

“civilizadora” en la región a fin de alcanzar su plena integración. Esta labor fue

realizada por la orden salesiana, que llevó adelante un arduo trabajo a lo largo de toda la

Patagonia, tanto en materia religiosa como educativa y asistencial.

La Congregación de los Salesianos fue fundada el 12 de diciembre de 1859 en la ciudad

de Turín, Italia, por San Juan Bosco, quien entre 1871 y 1872 tuvo un sueño revelador

que lo llevó a conocer el campo de acción de los misioneros: la Patagonia.

Luego de conseguir el permiso de Pío IX, a quien había relatado su sueño, es enviado,

en el año 1875, el primer grupo de misioneros a Argentina, quienes, durante los

primeros tiempos, de acuerdo al pedido del arzobispo de Buenos Aires, atienden a los

numerosos inmigrantes italianos y crean escuelas para jóvenes pobres en la ciudad.

Una vez efectuada la primera parte de la “campaña al desierto”, “la Patagonia quedó

abierta a la amplia acción salesiana que se dirigió a las tribus concentradas en las

cercanías de los fortines o diseminadas a lo largo de toda la región, a los destacamentos

militares y a las nuevas poblaciones”. 28

La obra de la orden de Don Bosco, integrada por los sacerdotes salesianos y las Hijas de

María Auxiliadora, se centró en la educación de niños y jóvenes, impartiendo

conocimientos que incluyeron desde la enseñanza religiosa hasta la enseñanza de

escritura, de oficios, de artes, etc.; permitiendo, así, una verdadera integración de sus

pobladores. Su inconmensurable labor también incluyó la construcción de capillas;

escuelas de artes y oficios, de agricultura y de primeras letras; hospitales; imprentas;

periódicos; y tuvo iniciativa en obras públicas, canales, plantaciones, caminos y

observatorios meteorológicos.

El primer lugar en el que se establecieron fue en la ciudad de Carmen de Patagones,

cuando corría el año 1878 y, cinco años más tarde, a fin de dar orden a la acción

misionera se organiza el Vicariato Apostólico de la Patagonia Septentrional ubicado en

28 Bruno, Cayetano; “Los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora en la Argentina”; Volumen primero 1875 – 1894; Instituto Salesiano de Artes Gráficas; Buenos Aires; 1981; pag. 254.

Page 25: El proceso de poblamiento de la región patagónica

25

Patagones (que comprendería también la Patagonia central, por entonces inexplorada) y

la Prefectura del Sur de Santa Cruz, Tierra del Fuego e Islas Malvinas.

Como vicario apostólico de la Patagonia fue nombrado monseñor Juan Carlos Cagliero,

quien desarrolló el plan de establecer misiones volantes con estaciones misioneras, para

lo que se efectuaban permanentes recorridas a lo largo de los ríos Colorado, Negro y

Chubut en busca de lugares aptos para la construcción de escuelas, capillas y hospitales.

Mientras que para la parte meridional de la región, fue designado prefecto monseñor

José Fagnano y capellán de Santa Cruz, el padre José Beauvoir. Hasta el año 1888 se

estableció una Misión en Santa Cruz desde donde se realizaban “visitas periódicas”

hacia el cabo Vírgenes y la Cordillera, con el fin de extender la obra evangelizadora.

Cuando dicha Misión es levantada se la reemplaza con una reducción en Tierra del

Fuego, desde donde se efectuaban continuas “recorridas”, estableciéndose, asimismo, la

sede de la Prefectura en Punta Arenas.

En 1893 otra reducción es construida en la Isla Grande: la Misión de Nuestra Señora de

la Candelaria, claro ejemplo de la importante labor desarrollada por la orden salesiana

en pro de la integración regional, transformándose en un verdadero nexo entre dos

civilizaciones. En torno a esa Misión se concreta, años más tarde, la fundación de la

ciudad de Río Grande.

2. Los primitivos pobladores de la Isla

Antes de analizar el importante rol desempeñado por la Misión de Nuestra

Señora de la Candelaria, es necesario referirse a los primitivos habitantes de la Isla, para

así comprender el escenario en el que realizaron su obra los sacerdotes salesianos.

Los aborígenes que habitaron por siglos Tierra del Fuego se encontraban divididos en

dos grupos: uno al norte y otro al sur y oeste. Tal como menciona el autor Arnoldo

Canclini:

“La diferencia entre ellos estaba claramente señalada por el hábitat (...). Los

primeros eran los indios de tierra o indios de a pie; los segundos eran los

canoeros. Los primeros merodeaban hasta las costas de los océanos y los lagos,

pero no tenían la idea más mínima de navegación. Los segundos, por lo contrario,

eran igualmente nómades, pero sólo en el ámbito acuático” 29.

29 Canclini, Arnoldo; “Historia de Tierra del Fuego”; Colección “Historia de nuestras provincias” – Vol. 10; editorial Plus Ultra; Buenos Aires; 1988; pag. 36.

Page 26: El proceso de poblamiento de la región patagónica

26

Ambos grupos compartieron el rasgo de haberse adaptado a vivir en un lugar cuyas

condiciones geográficas eran adversas, tanto por sus duras condiciones climáticas como

por su posición de aislamiento.

Los canoeros estaban subdivididos, además, en dos grupos: los alacaluf y los yámanas.

Los alacaluf habitaban en la costa sudoccidental de la Isla (en territorio chileno) y los

yámanas en la costa sur, en la zona que se extiende aproximadamente desde el canal

Beagle hasta el cabo de Hornos. Carlos Marínez Sarasola en su libro “Nuestros

paisanos los indios”, señala que el hábitat de los canoeros presentaba una ubicación

altamente desfavorable para la vida humana dado que la costa queda alejada de toda

posibilidad de contacto cultural en razón de las inmensas extensiones oceánicas y

describe que, a pesar de todo, pudieron desarrollar por siglos una forma de vida propia,

siendo pueblos cazadores y pescadores de los productos del océano, en los que la base

de su comunidad se encontraba constituida por la familia generalmente monogámica30.

Por su parte los onas se integraban por los selkman, que habitaban al norte de Tierra del

Fuego (en casi la totalidad del territorio argentino), y los haus establecidos al sureste.

“Este grupo constituye el tercer componente del complejo tehuelche (...) compartieron

una misma forma de vida, sustentada en la caza del guanaco y secundariamente aves

como patos, cisnes, etc. Fueron también recolectores de raíces y frutos silvestres (...) El

matrimonio era exogámico y por lo general monogámico (...)”31.

En relación a sus creencias, ambos grupos reconocían un ser supremo, llamado el

Watauinewa (el ancianísimo) para los canoeros y el Tamaukel para los onas. A su vez el

primer grupo creía que en otra dimensión se encontraba el mundo de los espíritus y de

las almas de los grandes yámanes muertos, mientras que el segundo superponía la

existencia de un ser supremo con la de un héroe civilizador (Kénos) que habría formado

el cielo y la tierra y era portador de la ley moral. Además los onas sostenían que un

conjunto de “demonios de la naturaleza” actuaba, por lo general, sobre las mujeres,

asechándolas; y vivían la muerte como un tabú32.

Ambos grupos, pese a la adversidad que presentaba el medio en el que habitaban,

pudieron subsistir por siglos, en una situación de alto aislamiento. Aunque desde el

descubrimiento del estrecho de Magallanes (1521) se sucedieron en la Isla numerosas

30 Martínez Sarasola, Carlos; “Nuestros paisanos los indios”; editorial Emecé; Buenos Aires; 1996; pag. 89 - 90. 31 Martínez Sarasola, Carlos; op. cit.; pag. 69. 32 Martínez Sarasola, Carlos; op. cit.; pag. 69 y 90.

Page 27: El proceso de poblamiento de la región patagónica

27

expediciones, el definitivo establecimiento de los nuevos pobladores recién se produce

hacia la segunda mitad del siglo XIX.

Debido a las peculiares características de este territorio, fundamentalmente a su

aislamiento, este proceso se produjo de manera gradual y constó de tres etapas: 1)

religiosa; 2) política; y 3) económica.

“El impulso explorador vendrá por la fe, que buscan inculcar los misioneros; más

adelante por necesidad política, o sea por la obligación gubernativa de conocer

un territorio que integra la nación desde el día en que se suscribe el Tratado de

límites con Chile y se establece el “status” jurisdiccional, obligación que se

expresa en la exploración naval y militar; finalmente, por el interés económico

que atrae la corriente pobladora que se dirige, primero, a la explotación de la

riqueza aurífera –que resulta más aparente que real- y termina en la ganadera

lanar. La penetración del hombre blanco en Tierra del Fuego, simbólicamente

expresada, lleva el siguiente orden: la Cruz, la Espada y el Trabajo”33.

La etapa religiosa estuvo integrada por dos hechos; en primer lugar, por la llegada de los

misioneros anglicanos y, en segundo lugar, por la fundación de las misiones salesianas.

Con relación al primero de ellos, se produce en el año 1844, cuando el reverendo Allen

Gardiner, luego de haber efectuado un reconocimiento de las zonas aledañas al estrecho

de Magallanes y de haber tomado contacto con los aborígenes naturales de la Isla,

decide fundar la “Sociedad Misionera de la Patagonia” (posteriormente llamada de Sud

América), con el propósito de reunir fondos para enviar predicadores al sur. “Decidió

probar donde no hubiera llegado la influencia del hombre blanco y sus ojos se volvieron

hacia los fueguinos, de los que se hablaba tanto desde los tiempos de Fitz Roy y en los

que ya había pensado”34.

Una vez recaudados los recursos necesarios, se dirige a los canales fueguinos, donde la

agresividad de los aborígenes, sumado a las duras condiciones climáticas lo obligan a

regresar. A pesar de ello, más tarde, se llevan a cabo nuevos intentos como, por

ejemplo, el efectuado por Jimmy Button, aborigen fueguino que después de haber sido

trasladado a Inglaterra y educado allí regresa a Tierra del Fuego, donde vuelve a ser uno

más entre sus pares.

Pero no todos los intentos corren la misma suerte. Dos residentes de las islas Malvinas,

Despard y su hijo adoptivo Thomas Bridges, después de desarrollar sucesivos viajes al 33 Braun Menéndez, Armando¸ “Historia de Tierra del Fuego, Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico 1862-1930”; separatas de la obra “Historia de la Argentina contemporánea”; Academia Nacional de Historia; Buenos Aires; 1967; pag. 12. 34 Canclini, Arnoldo; op.cit.; pag. 50.

Page 28: El proceso de poblamiento de la región patagónica

28

canal de Beagle, consiguen familiarizarse con el idioma y las costumbres de los

yámanas. En 1863, en ocasión del viaje de Perdón, Thomas Bridges obtiene la confianza

de los aborígenes al hablar con ellos su propia lengua.

Años más tarde, en 1871, el Rvdo. Bridges, junto a su esposa e hija, se establecen

definitivamente en Tierra del Fuego (en la zona de la actual ciudad de Ushuaia), siendo

los primeros blancos en hacerlo. De esta forma, paulatinamente, se da la integración

entre ambas culturas: se celebran los primeros matrimonios entre indios; nacen los

primeros niños blancos en la Isla (Thomas Despard Bridges y Bertha M. Bridges); y se

construye la primera escuela en la isla, localizada en la misión anglicana en el año 1885.

En 1886 Thomas Bridges decide dejar la misión y hacerse ciudadano argentino. El

presidente Julio A. Roca le otorga en obsequio, en nombre del Gobierno y en

agradecimiento por sus múltiples trabajos con los nativos y náufragos, tierras en la Isla.

Bridges funda Haberton, la primera estancia en territorio fueguino.

Paralelamente, tiene lugar el segundo hecho de esta etapa religiosa: la llegada de los

sacerdotes de la orden Don Bosco y la consecuente fundación de misiones salesianas;

suceso de gran relevancia y notables consecuencias en el proceso de poblamiento del

territorio de Tierra del Fuego y, en particular, de la ciudad de Río Grande.

3. La Misión Nuestra Señora de la Candelaria y su importancia en la fundación de

Río Grande

Hacia 1880 el padre José Fagnano, misionero salesiano original de la región

italiana de Piamonte, es nombrado Prefecto Apostólico de la Patagonia. Desde dicha

Prefectura, con sede en la ciudad chilena de Punta Arena y jurisdicción sobre Santa

Cruz, Tierra del Fuego e Islas Malvinas, el padre Fagnano desarrolla su gran obra

misionera.

“Fagnano barruntó el problema que se plantearía en la zona septentrional en la

Tierra del Fuego -hábitat de los onas- cuando empezara a llegar el hombre

blanco representado por expedicionarios y exploradores, funcionarios

administrativos y gendarmes, buscadores de oro y otros aventureros”.35

Por ese motivo emprendió, junto al padre Beauvoir, una expedición por el archipiélago a

fin de elegir el sitio adecuado para el establecimiento de una reducción indígena. El

lugar seleccionado fue la isla Dawson, localizada en el estrecho de Magallanes a

cuarenta millas de la sede de la Prefectura Apostólica. La misión atrajo a yámanes y 35 Braun Menéndez, Armando; op. cit.; pag. 32.

Page 29: El proceso de poblamiento de la región patagónica

29

onas y llevó a la conformación de una población de aborígenes alrededor de ella,

denominada San Rafael.

Entre 1890 y 1895 cuando los gobiernos de Argentina y Chile deciden llevar adelante la

concesión y venta de las tierras situadas al norte de la Isla a fin de promover la actividad

ganadera ovina, la situación con los aborígenes se complica. “Esta explotación no era

posible mientras permaneciera el indio ambulando con sus perros cazadores a través de

los campos otorgados a diversos pobladores, cercados por éstos y ocupados con ovejas.

El ona, en lugar del guanaco, cuya caza lo obligaba a mil fatigas, prefiere ahora la presa

fácil, constituida por la mansa oveja, que él llamaba guanaco blanco”36.

Monseñor Fagnano supo ver esta realidad y es quien ayuda a resolver este inconveniente

a través de la creación de la Misión de Nuestra Señora de la Candelaria37 en la

desembocadura del río Grande, esta vez en la parte de jurisdicción argentina.

Así, luego de llevar a cabo el reconocimiento de los territorios comprendidos entre

Punta Arenas y el río Grande, se organizó la expedición hacia el punto elegido. El 3 de

noviembre de 1893 desembarcan en bahía San Sebastián las naves María Auxiliadora y

King Fisher en las que se trasladaron los misioneros, víveres y materiales de

construcción. Desde allí el padre José María Beauvoir (director de la nueva Misión) se

traslada a caballo hasta el río Grande, mientras que las embarcaciones echaban anclas en

el puerto Golondrina el 11 de noviembre desde donde ascienden hasta los Barrancos

Negros, lugar escogido para establecer la Misión. Allí comenzaron a construir las dos

primeras viviendas de la reducción.

Los primeros tiempos fueron muy duros; el excesivo aislamiento dificultaba tanto el

asentamiento en aquellas tierras como la atracción de aborígenes que quisieran habitar

en la reducción. Sin embargo, nada los detuvo y continuaron trabajando con gran

sacrificio, logrando atraer a los primeros onas. El autor Juan Belza relata detalladamente

ese momento, cuando los misioneros, que se encontraban en busca de guanacos para

alimentarse, dan con tres aborígenes:

“Nevaba. No se veía ni un guanaco. Después de unas horas los hombres se

separaron para ampliar el radio de inspección. Al fin cada uno volvió por su lado.

Chamorro sin nada: Zacaría, en cambio, vino a pie tirando del cabresto y con tres

“chinitos” desnudos sobre la cabalgadura. Tiritaban de frío. Los había

36 Braun Menéndez, Armando; op. cit.; pag. 32. 37 Monseñor Fagnano decide denominar a la misión con el nombre de Nuestra Señora de la Candelaria porque en dicho día (2 de febrero de 1893) los salesianos salieron de Punta Arenas a la Isla de Tierra del Fuego en busca de un lugar adecuado para establecer la reducción.

Page 30: El proceso de poblamiento de la región patagónica

30

encontrado abandonados en el campo. Son los únicos guanaquitos que he

conseguido (...) dijo sonriendo el campañista.

- Esto vale más que mil guanacos, exclamó Beauvoir. Eran los primeros onas (...).

Poco a poco se encariñaron con la casa. Tiempo después se los bautizaba (...) ”38.

A partir de entonces fueron, paulatinamente, sumándose nuevos pobladores. Aunque

este hecho reavivó las esperanzas en la Misión, la situación continuó siendo compleja.

Desde Punta Arenas monseñor Fagnano trabajaba duramente en abastecer a la

reducción, enviando animales para su alimentación. Además supo ver el grave problema

que representaba el no contar con un buque que facilitara el aprovisionamiento. Así, a

pesar de las deudas que los asechaban, logra obtener un embarcación que ayudó a

mejorar notablemente las condiciones de vida. El padre Fagnano llega a la Misión a

bordo del buque Torino en agosto de 1894. “(...) Al hacerlo halla 30 indios, a los que

luego se suman 45, días después, y anunciaban juntarse otros. Antes de regresar asignó

Fagnano nuevo sitio a la misión, a la vera de tres manantiales distantes (...). Y partió el

16 de agosto. Mientras el Torino dejaba el puerto, vio alborozado cosa de 200 indios

cruzar el río para incorporarse a la misión”39.

Poco a poco comenzaron a levantarse distintas construcciones: la iglesia, la casa

albergue para los misioneros, la casa para las hermanas, las viviendas para los

aborígenes y dos colegios de varones y de mujeres.

Las relaciones con los indios fueron muy cordiales. Al respecto, el padre Cayetano

Bruno, en su libro “Los salesianos y las hijas del María Auxiliadora en Argentina”,

relata “por agosto de 1895 podía ya el alentado padre Beauvoir aludir a las buenas

relaciones con los indios de casi toda la Tierra del Fuego, a saber, desde San Sebastián

hasta el canal de Beagle. Era la misión como la casa de todos”40. También menciona que

los aborígenes entraban y salían de la Misión constantemente, deteniéndose en ella

durante 15 o 20 días, momento que era aprovechado por los salesianos “para

adoctrinarlos, no embargante la enrevesada lengua, y el excesivo amor de los indios por

sus hijos, que a malas penas dejaban en la misión”41.

Cuando ya la Misión parecía casi absolutamente fundada, una serie de acontecimientos

pusieron en peligro su desarrollo. En primer lugar, el padre Beauvoir debió ser suplido

por el padre Fortunato Griffa como director de Nuestra Señora de la Candelaria, dado 38 Belza, Juan; “En la isla del fuego 1° - Encuentros”; publicación del Instituto de Investigaciones Históricas Tierra del Fuego; Buenos Aires; 1974; pag. 337. 39 Bruno, Cayetano; op. cit; pag. 481. 40 Bruno, Cayetano; op. cit.; pag. 483. 41 Bruno, Cayetano; op. cit.; pag. 483.

Page 31: El proceso de poblamiento de la región patagónica

31

que el primero había mantenido continuos roces con la policía y el gobernador. El

Gobierno había dispuesto reservar para uso fiscal a las tierras pertenecientes al lote XLI

de Tierra del Fuego, en el que precisamente se encontraba emplazada la Misión. Este

hecho originó la reacción del padre Beauvoir, quien se dirigió por cuenta propia a las

autoridades nacionales en un intento por salvar la reducción, provocando los

mencionados roces.

En segundo lugar, luego de pasar un frío invierno, un grupo de indios del norte se

acercaron a la Candelaria y, aprovechando un descuido, se llevaron 59 yeguarizos. Sin

embargo, el hecho que determinó por desbastar completamente la Misión fue un grave

incendio que tuvo lugar el 12 de diciembre de 1896.

Pese a la adversidad la obra no se detuvo; monseñor Fagnano no dudó en recurrir a

préstamos para emprender la reconstrucción de Nuestra Señora de la Candelaria. Esta

vez se ubicó apartada de la margen norte sobre la que se levantaba “un pequeño poblado

alrededor de edificios públicos, la policía y un incipiente comercio, cuya vecindad podía

ser perjudicial para los indios que volvían a cobijarse bajo la sombra de la Cruz”42. Allí

comienzan a construirse las primeras viviendas, emplazadas en el centro del territorio

que Monseñor Fagnano había solicitado al Gobierno Nacional.

El 29 de septiembre de 1889 el Poder Ejecutivo envía un mensaje al prefecto que decía:

“(...) tiene el honor de dirigirse a Vuestra Honorabilidad, presentándole el

adjunto proyecto de ley por el que se concede a los misioneros salesianos de

Tierra del Fuego, el uso de una superficie de tierra para el establecimiento de los

indígenas del territorio, sobre la base de la misión expresada. Por repetidos actos

del Honorable Congreso Nacional, se han reconocido los beneficios que prestan

esos misioneros y se les ha dado ayuda pecuniaria para la prosecución de sus

trabajos. Faltaba, sin embargo, darles una situación estable con la posesión de la

tierra, donde tienen invertidos capitales de consideración, y donde han reunido un

núcleo de familias indígenas, dándoles instrucción religiosa y conquistándolos

para la vida civilizada. A este propósito responde el adjunto proyecto de ley, en el

cual están consultadas todas las conveniencias públicas de la concesión y los

medios de hacerla eficiente (...). Esta concesión durará veinte años. Si al fin de

este término no se prorroga el derecho de uso a los padres salesianos, del

territorio cedido, los edificios levantados por estos o por los indígenas de dicho

territorio, quedarán en propiedad de los mismos, así como el terreno que ocupen

si son de carácter particular. Las escuelas, hospitales, casas para indígenas y 42 Braun Menéndez, Armando; op. cit.; pag. 35.

Page 32: El proceso de poblamiento de la región patagónica

32

demás edificios de carácter público, quedarán del dominio del Estado, que no

podrá destinarlos a otro efecto que el de su afección primitiva”43.

Es decir que este proyecto les otorgaba el uso de las tierras, que los misioneros venían

realizando de hecho desde 1893. Pero esta resolución no satisfizo al padre Fagnano,

quien creía necesario obtener la posesión de las tierras y señalaba “hay que pedir o

mejor comprar en remate público los lotes del sur de Río Grande (...). Dios nos debe

ayudar en esto porque los indios que vienen de los bosques del sur, entrarían en muestra

concesión y no serían molestados por nadie. Son buenos terrenos con pastos y bosques.

¿Cómo pagar la primera cuota? Venderemos ovejas. Ya es tiempo de dejarnos de

sonseras. Se compran casas para tener niños pobres, ¿por qué no compraremos terrenos

para los indios pobres?”44. Monseñor Fagnano “deseaba continuar la obra civilizadora

iniciada y evitar el choque de hábitos y costumbres entre indígenas y blancos, en un

campo de gradual aclimatación”45.

Recién en 1909, bajo el gobierno de Figueroa Alcorta, y en el marco de la ley nacional

N° 4167 que disponía que el Poder Ejecutivo podía realizar ventas directas en colonias

ganaderas o fuera de ellas siempre que no excedieran las 2.500 hectáreas, logran

comprar las tierras. Cinco misioneros compraron lotes de 2.500 hectáreas cada uno,

obteniendo las escrituras el 16 de octubre de 1913.

Todas estas acciones realizadas por los misioneros tendieron a buscar el establecimiento

permanente de los aborígenes. Sin embargo, dado a su condición de nómades, la

mayoría de ellos, aún los que recibían instrucción en la Misión, entraban y salían de ella.

Sólo algunos pocos residieron en la reducción, entre los cuales la mayoría eran niños y

mujeres abandonadas.

No obstante ello, la acción de los misioneros tuvo grandes consecuencias. En primer

lugar buscó “convertir a la fe y a la civilización a los aborígenes de la Tierra del Fuego y

terminó atrayendo a la fe a los nuevos habitantes, a ese heterogéneo conjunto de raza –

bastante necesitado también de Evangelio- que reemplazó al aborigen, para luego

dedicarse a educar e instruir a sus descendientes”46.

43 Extraído del Archivo del Congreso de la Nación. Diario de Sesiones en Belza, Juan E.; “En la isla del fuego – 2° Colonización”; op. cit.; pag. 338. 44 Párrafo de la carta remitida por Monseñor Fagnano al padre Domingo Perrazo en Belza, “En la isla del fuego – 2° Colonización”; op. cit.; pag. 339. 45 Belza, Juan E; “En la isla del fuego – 3° Población”; Instituto de Investigaciones Históricas Tierra del Fuego”; Buenos Aires; 1977; pag. 211. 46 Braun Menéndez, Armando; op. cit.; pag. 337.

Page 33: El proceso de poblamiento de la región patagónica

33

Como bien señala el padre Belza “(...) la empresa misionera fueguina, no produjo otra

renta que evangelización, la conversión de los indios al catolicismo de que hablaba la

Constitución Nacional, necesariamente precedida por la promoción del indígena hacia

condiciones humanas indispensables como para vivir con dignidad de hombre cristiano

y argentino (...)”47. Para alcanzar el anhelo de promover las condiciones de vida del

pueblo ona, la acción misionera estuvo centralizada en la educación, que abarcó no

solamente la enseñanza religiosa sino que también incluyó la instrucción primaria,

secundaria y de artes y oficios.

“Los planes de Fagnano incluían la organización de una fuente de medio de

manutención y desarrollo, no sólo para el sostenimiento misionero, sino también para la

calificación de los indígenas que debían capacitarse hasta poder valerse por sí mismos y

lograr su independencia”48. Para ello hizo llevar hasta el lugar millares de ovejas,

yeguarizos y vacunos, puesto que se propuso organizar una estancia dedicada a la

ganadería ovina, de manera tal de atraer a un mayor número de indígenas, enseñándoles

a llevar a cabo los trabajos de campo.

Empero, la gran obra realizada comenzó a desvanecerse a causa de la creciente

mortandad de los aborígenes, cuyos cuerpos no se encontraban preparados para hacer

frente a las enfermedades introducidas en la Isla con la llegada de los nuevos

pobladores. “No obstante sus laudables esfuerzos para conservar esta raza y reducirla a

una vida civilizada, han visto morir a casi todos los indios de las misiones que tuvieron

en Río Grande e Isla Dawson en muchísimo menos tiempo que el empleado en

formarlas”49.

En 1906 sólo habitaban en la Misión 27 aborígenes lo que originó la decisión de llevar

adelante, a partir de Nuestra Señora de la Candelaria, la práctica de las misiones

volantes (basada en la experiencia obtenida en la norpatagonia). Sin embargo, ello no

alcanzó; “(...) no obstante el refuerzo de un grupo de doscientos aborígenes traídos

desde los alrededores del lago Fagnano, en 1913 sólo se cuentan ochenta y dos

residentes (...) en 1934 los onas no llegaban a treinta individuos: ¡ocho mujeres y

veintidós criaturas (...)”50. De esta forma la gran labor desarrollada por la orden

salesiana en la Misión de la Candelaria llega a su fin, pero su influencia moral y

47 Belza, Juan E.; “En la isla del fuego – 2° Colonización”; op. cit.; pag. 333. 48 Belza, Juan E.; “En la isla de fuego – 2° Colonización”; op. cit.; pag. 335. 49 Informe sobre la obra salesiana del gobernador Fernández Valdés en Belza, Juan E.; “En la isla del fuego – 3° Población”; op. cit.; pag. 211. 50 Braun Menéndez, Armando; op. cit.; pag. 36.

Page 34: El proceso de poblamiento de la región patagónica

34

educativa sobre lo pobladores de la zona, no cesa con el paso del tiempo sino que, por el

contrario, se acrecienta.

Es importante resaltar, asimismo, la relevancia de las observaciones (geográficas,

meteorológicas, etc.) realizadas por los misioneros, las que facilitaron al Gobierno

Nacional un mayor conocimiento sobre la zona. Cuando en 1894 el gobierno chileno

funda la población y puerto de Bahía Porvenir, el cónsul argentino en Punta Arenas, el

capitán Gregorio Aguerriberry sugirió la conveniencia de establecer una población en

Río Grande, justificando su propuesta con la opinión de monseñor Fagnano.

Finalmente, el gobernador del Territorio decide efectuar la organización administrativa

de Río Grande porque consideraba que entorno a ella se establecerían, de forma

espontánea, los pobladores.

Se inicia de esta manera la etapa política en el proceso de poblamiento de Río Grande.

En 1895 se crea la Comisaría a cuyo cargo se designa a José Menéndez, fundador de la

estancia Primera Argentina, lugar en el que se establece la institución hasta tanto se

construye el correspondiente edificio.

En 1904, al efectuarse la división departamental, Río Grande se transforma en la capital

del Departamento de San Sebastián.

Paralelamente, comienzan a llegar los primeros pobladores atraídos por el potencial

económico que encerraban aquellas tierras. El emprendedor rumano Julio Popper,

autorizado por el Gobierno Nacional, efectuó una importante exploración en la Isla en

busca de oro. A su regreso funda la Compañía Lavaderos de Oro del Sur y establece al

norte de la bahía San Sebastián el lavadero “el Páramo”. A partir de allí se dio origen a

la denominada “fiebre del oro” que atrajo a numerosos aventureros, durante la última

década del siglo XIX, tras el preciado mineral que, al resultar ser escaso, generó

frustración entre los exploradores, por lo que en su mayoría abandonaron la Isla.

Empero, otros hombres supieron ver con mayor claridad el destino de las tierras

fueguinas, que presentaban grandes ventajas para el desarrollo de la cría de ganado

ovino. “Con la llegada de éstos, la remota región fueguina cierra, definitivamente, su

ciclo milagrero –dirá Sierra- y se incorpora a la civilización”.

Hacia finales del siglo XIX, José Menéndez llega a la zona a fin de recorrer las 30.000

hectáreas que había obtenido al comprar los derechos a Juan Fernández, tierras que

Page 35: El proceso de poblamiento de la región patagónica

35

originalmente habían pertenecido a Julio Popper51. Menéndez hace notables mejoras al

predio, lo cerca con alambre, lo divide en potreros e incorpora en él ovejas traídas desde

Magallanes y las islas Malvinas. Por sus esfuerzos, el gobierno le otorga los títulos

sobre las tierras, sobre las que en pocos años quedan instaladas las estancias: Primera

Argentina y Segunda Argentina (en la desembocadura del río Grande).

La entrega de títulos sobre tierras la efectuaba el Gobierno Nacional en el marco de la

ley 1265. Dentro de este contexto llevó a cabo el remate público, al mejor postor, de los

campos fueguinos, alentando el desarrollo de la actividad ganadera en la Isla. El autor

Armando Braun Menéndez describe este proceso señalando:

“El progreso de la ganadería ovina en Tierra del Fuego se fundamenta, pues, en

la promisoria liberalidad del Gobierno Nacional interesado, a fines del siglo

pasado y a principios de éste, en propender al desarrollo del territorio, hasta

entonces tan venido a menos. La venta de la tierra pública y su transferencia, sin

limitaciones nacionalistas o estatistas, a personas ya experimentadas en la

ganadería ovina, que traían, además ingentes capitales, pronto dio sus frutos:

amén de que los afanes que traían se tradujeran en cuanta empresa fuera

necesaria para fomentar el desarrollo de aquel territorio nacional. Así

construyeron los caminos, tendieron puentes (el de Río Grande es de hierro y aún

subsiste, después de un uso continuado de medio siglo), extendieron las líneas

telefónicas, construyeron depósitos portuarios y muelles e incluso contribuyeron a

la instalación en Río Grande, de una estación radiotelegráfica, cuyo poder

transmisor llegaba hasta Ushuaia y Río Gallegos y, a través de esta última

localidad, se ligaba a la Capital Federal”52.

En 1916 la policía inauguró el servicio de correo a caballo entre Río Grande y San

Sebastián. Además la empresa Menéndez Behety instaló un frigorífico con fin de

efectuar la compra, faenamiento, comercialización y exportación de reses.

Hacia 1922 el Consejo Nacional de Educación creó dos escuelas y por iniciativa privada

se construyó el primer hospital de Tierra del Fuego. De esta forma la primitiva

población comenzó a desarrollarse rápidamente, lo que llevó a la fundación oficial de la

colonia agrícola de Río Grande en 1921 que ya contaba, según el censo de 1920, con

350 habitantes. En el año 1928 se transforma en Comisión de Fomento.

51 Dichas tierras habían pertenecido originariamente a Julio Popper. Luego de su fallecimiento, su esposa se las transfiere al ganadero bonaerense, Juan Fernández quien al no estar dispuesto a trasladarse a tan altas latitudes vende sus derechos a José Menéndez. 52 Braun Menéndez, Armando; op. cit.; pag. 42.

Page 36: El proceso de poblamiento de la región patagónica

36

Es importante, asimismo, referirse al puerto de Río Grande, ya que el mismo se

constituyó en uno de los principales factores que impulsaron a la colonia a convertirse

en la capital económica de la Isla, al facilitar, en un primer momento, la exportación de

la producción ganadera y, posteriormente, la comercialización de la importante

producción industrial desarrollada en la ciudad.

El trazado de la Ruta Nacional 3, el establecimiento de la Aduana, el inicio del

transporte de pasajeros hasta Puerto Porvenir (Chile) y de vuelos regulares (en 1935), la

habilitación de la línea telefónica que la conectó en un primer momento con Ushuaia,

etc. fueron otros de los numerosos factores que contribuyeron al desarrollo de la

población porque le permitieron lidiar contra su principal obstáculo: el aislamiento.

Actualmente, la población de Río Grande, como en general toda la fueguina, presenta

un rasgo particular: es una de las más dinámicas en cuanto a su crecimiento. En 1991, la

población de la Isla ascendía a los 69.369 habitantes, de los cuales sólo el 28,9 % era

población nativa (censados en el lugar donde nacieron), mientras que el 55,8 % eran

nacidos en otro lugar y el 15,3 % eran extranjeros.53

4. Conclusión

El padre Cayetano Bruno, en su libro Los Salesianos y las Hijas de María

Auxiliadora en la Argentina, plantea una tesis que puede ser claramente comprobada en

la historia del poblamiento de Río Grande: “Toda fundación de pueblos, chacras,

estancias; es decir, toda iniciativa de llevar la civilización a un lugar despoblado de

cristianos, en manos de indígenas, debe ser precedido por una misión de paz, de dulzura,

de prédica cristiana. Cumplida esta misión, debe venir la siguiente, que es la población

material, el afincamiento del hombre civilizado con sus empresas de explotación y de

trabajo”54.

Cuando los misioneros salesianos se aventuraron a la conquista de la fe en territorios

fueguinos, la situación no fue la misma que en el resto de la región patagónica. Julio A.

Roca y su expedición no habían llegado hasta aquellas latitudes, lo que hacía aún más

difícil la empresa.

Sin embargo, gracias a su espíritu de sacrificio y su “prédica cristiana”, lograron

consolidar excelentes relaciones con los naturales de la Isla, convirtiéndose en un

53 De Lorenzo, Florencia; op. cit. 54 Bruno, Cayetano; op. cit.; pag. 495.

Page 37: El proceso de poblamiento de la región patagónica

37

verdadero nexo entre éstos y los nuevos pobladores que llegaban alentados por el

potencial económico de las tierras.

La presencia salesiana en las proximidades de Río Grande llevó a la zona la paz

necesaria para poder desarrollar una política fundacional. Además, sus importantes

observaciones dieron luz sobre cuál era el lugar más adecuado para establecer el

asentamiento.

Por otra parte, la actividad ganadera ovina que impulsó el crecimiento de Río Grande se

hubiera visto gravemente dificultado de no haberse fundado Nuestra Señora de la

Candelaria porque, como ya se ha mencionado, los aborígenes acostumbrados al duro

arte de la caza de guanacos se hubieran visto tentados frente a la presa fácil que

representaban las ovejas traídas por los estancieros. En la Misión, los onas aprendieron a

desarrollar trabajos de campo. No sólo trabajaron en la producción ovina de la Misión

sino que además muchos de ellos pudieron trabajar como peones en las estancias de la

zona.

La obra salesiana, que estuvo centrada en la educación religiosa, académica y de artes y

oficios, llevó la civilización y cultura a la región, factor indispensable para la

constitución de un pueblo. Esta educación no sólo fue impartida a los onas sino que

posteriormente alcanzó a los nuevos pobladores.

Si el pueblo hubiera surgido solamente como producto de la actividad agrícola

ganadera, impulsada desde el Gobierno Nacional con un criterio solamente

economicista55, el proceso de poblamiento se hubiera llevado adelante de una manera

muy distinta, guiado, quizás, por los intereses netamente particulares.

Sin embargo, los salesianos con su obra sentaron las bases del pueblo, lo que ayudó a

encauzar la acción de quienes se establecieron en dichos territorios. Precisamente,

muchos de los que llegaron con el único fin de desarrollar una actividad económica

rentable, fueron quienes promovieron la realización de diversas obras, como por

ejemplo la construcción del hospital local, que dieron lugar al crecimiento del pueblo.

Su población posee un alto dinamismo, producto de las dificultades geográficas y

climáticas que presenta como así también de su ubicación portuaria, pero posee mayor

arraigo que la de Ushuaia. Quizás esto sea una consecuencia directa de su origen.

55 Ver descripción de Braun Menéndez, Armando citada en las pág. 34 y 35 del presente informe.

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38

IV. LA LABOR DEL EJÉRCITO EN JUNÍN DE LOS ANDES

1. El modelo de poblamiento en torno a asentamientos militares

Una de las primeras medidas formuladas por el Gobierno Nacional en pro de la

integración y desarrollo de la región fue el afincamiento de distintos asentamientos

militares en lugares estratégicos de la Patagonia, con lo que se alentó el establecimiento

de poblaciones en su entorno.

Esto se ve claramente en el Territorio de Neuquén, sobre todo en su parte cordillerana.

“Esta realidad se relaciona, como bien supo ver el coronel Olascoaga en su época, con

la importancia fundamental del área cordillerana neuquina para el dominio de las vías

de comunicación, por su cercanía y estrecha relación con Chile”56. Así, por ejemplo, a

partir del afincamiento del Quinto Regimiento de Caballería, se fundó la ciudad de

Junín de los Andes.

2. Los primitivos pobladores de Neuquén

En el territorio de Neuquén convivieron por años distintos grupos indígenas. En

su parte noreste se encontraban los huarpes, que se caracterizaban por ser sedentarios

dado que su economía, basada en la caza de algunos animales como guanacos, liebres y

perdices, incluía también el desarrollo de una actividad agrícola rudimentaria, “que no

llegó a ser una base de sustento sino una actividad más. Trabajaban bajo riego por

acequias, cultivando maíz, quinoa, poroto y zanahoria. También recolectaban las vainas

de algarrobo, que luego canjeaban por vestimenta o comida”57.

Asimismo, habitaban en Neuquén los puelches, aborígenes nómades dedicados a la

caza, y los pehuenches (gente de piñares) que se caracterizaban por ser recolectores de

piñas. Estos últimos son ubicados por el padre Cardiel en 1746 en la zona entre el río

Atuel y el lago Huechulafquen 58(en las cercanías de Junín de los Andes). “Los

pehuenches vieron rodeado su hábitat por culturas diferentes que le dieron dinámica a la

subregión. “En los siglos XV y XVI desde la Patagonia comienzan a sentir la presencia

tehuelche septentrional que en continuo desplazamiento alcanza el territorio pehuenche.

Por el norte, aparentemente mantenían amistosas relaciones con los huarpes”59.

56 Navarro Floria, Pedro; op. cit.; pag. 141. 57 Navarro Floria, Pedro; op. cit.; pag. 26. 58 Navarro Floria, Pedro; op. cit.; pag. 27. 59 Martínez Sarasola, Carlos; op. cit.; pag. 71.

Page 39: El proceso de poblamiento de la región patagónica

39

Además, a mediados del siglo XVII, se profundiza un proceso que se había iniciado

antes de la llegada de los españoles y que produce un cambio importante en la

configuración de la población de la zona: la araucanización. La misma es definida por el

autor Carlos Martínez Sarasola como el “conjunto de fenómenos por el cual la cultura

araucana penetra primero lentamente y luego de forma decidida y masiva en territorio

tehuelche produciendo la absorción cultural paulatina de éstos (...)”60.

Los araucanos pertenecían a Chile (habitaban en el siglo XVI en la zona localizada entre

el río Choapa al norte y la isla de Chiloé) y se componían de tres grupos: los picunches

(al norte), los mapuches (en el centro) y los huilliches (al sur). De estros tres el grupo

que se desplaza al otro lado de la Cordillera fue el de los mapuches.

Este desplazamiento comenzó siendo en forma pacífica pero “se transformó de

improviso en el avance incontenible de una cultura decidida a ocupar la llanura, tomar

las mujeres y hacerse cargo de la vida de la región”.61

A pesar del esfuerzo realizado por la cultura tehuelche por mantener su idiosincrasia,

paulatinamente fue siendo absorbida hasta prácticamente desaparecer.

3. El desarrollo de la campaña del desierto en el territorio neuquino

Una vez producida la independencia de la corona española e iniciado el

proceso de consolidación del Estado Argentino, la conquista del territorio patagónico

comenzó a ser una necesidad imperante.

La Patagonia se presentaba como un gran desierto, entendido como “el territorio que

queda más allá de las fronteras guarnecidas, donde no hay propiedad, donde las tribus

indígenas vagan y viven según su estado salvaje (...)”62.

Este “desierto” traía aparejado un gran problema: la inseguridad interna. La gran

inestabilidad de las fronteras generaba incertidumbre en la población y alejaba la

posibilidad de atraer inmigración, punto que formaba parte del plan de la clase política

de aquel entonces. Pero a su vez aparecía como un vasto territorio no explotado con

grandes potencialidades económicas.

60 Martínez Sarasola, Carlos; op. cit.; pag.128. 61 Martínez Sarasola, Carlos; op. cit.; pag. 132. 62 Castellán, Angel; “Nacimiento historiográfico del término Desierto”; Congreso Nacional de Historia sobre la Conquista del Desierto; Tomo IV; Academia Nacional de Historia; Buenos Aires; 1980; pag. 293.

Page 40: El proceso de poblamiento de la región patagónica

40

Estas razones, sumado a la necesidad de afianzar la soberanía argentina sobre la región

ante los continuos avances chilenos, fueron las causas que llevaron al Gobierno

Nacional a emprender la “campaña al desierto”.

Una vez finalizada la primera etapa de la campaña, durante la cual se logró con éxito el

propósito de llevar la frontera hasta el río Negro y Neuquén, se inició una segunda etapa

que se extendió entre los años 1881 y 1883 y que se llevó a cabo principalmente en

territorio neuquino, incluyéndose el área de Junín de los Andes. Durante la misma se

produjeron algunos combates con distintas tribus de la zona.

Al finalizar, el general Conrado Villegas, quien comandó la expedición en esta etapa,

informa el 5 de mayo de 1883 los resultados de la misma:

“En el territorio comprendido entre los ríos Neuquén, Limay, Cordillera de los

Andes y Lago Nahuel Huapi; no ha quedado un solo indio, todos han sido

arrojados al Occidente. Con la vigilancia que en adelante ejercerán nuestros

destacamentos, colocados en los bosquetes de la cordillera; les será imposible

pasar al Oriente. Al sur del río Limay y en lo que propiamente se puede llamar

Patagonia, queda del salvaje los restos de la tribu del cacique Sayhueque (...)”63.

Posteriormente, la campaña continuó por los territorios de las actuales provincias de

Chubut y Santa Cruz y fue formalmente concluida cuando, luego de haberse logrado el

sometimiento de los caciques Namuncurá, Foyel e Inacayal, se produce la rendición del

cacique Sayhueque el 1° de enero de 1885 en las proximidades de Junín de los Andes.

4. La conformación de Junín de los Andes en torno a un asentamiento militar

Como ya se ha mencionado, durante el desarrollo de la campaña del desierto, se

establecieron diversos asentamientos militares a fin de garantizar la defensa de la

soberanía argentina sobre lugares estratégicos de la región patagónica como así también

de impulsar la formación de poblaciones en su entorno.

En 1882 una avanzada del ejército arriba a Yconiyén, valle de los Chacayales, y se

decide alzar un fortín. Así, el 8 de febrero de 1883, se establece el Quinto Regimiento

de Caballería de Línea. El lugar para construirlo fue elegido por el sargento mayor

Miguel Vidal, quien estaba al mando de la unidad, por lo cual se lo considera el

fundador.

La presencia de este asentamiento impulsó rápidamente la conformación de un poblado

que inicialmente se llamó General Frías, pero luego acabó llamándose Junín de los

63 Cita en Martínez Sarasola, Carlos; op. cit.; pag. 284.

Page 41: El proceso de poblamiento de la región patagónica

41

Andes (Junín deriva del vocablo aymará “hunis” que significa pastizal y se le agregó de

los Andes para diferenciarlo de la ciudad bonaerense). Fue la primera fundación

registrada en territorio neuquino, lo que la convierte en la localidad más antigua de

Neuquén.

El ejército desempeñó un papel protagónico en el proceso de poblamiento de Junín de

los Andes cumpliendo un rol verdaderamente civilizador. Este rol lo llevó a cabo a

través de la ejecución de acciones muy diversas, que trascendieron lo militar y

abarcaron obras en materia educativa, asistencial, de infraestructura, etc.

En el libro “El ejército en el sur del país” del V Cuerpo de Ejército Tte. Gral. Julio

Argentino Roca, se detallan las numerosas acciones desplegadas por el ejército en el

proceso de poblamiento patagónico:

"La instalación de escuelas donde el oficial era el maestro; el abnegado accionar

de médicos y boticarios militares, los llamados médicos del fin del mundo, que

dotados de escasos medios ejercieron su apostolado e hicieron funcionar los

Hospitales Militares simples, rudimentarios, pero en su género en estos lugares;

la construcción de caminos (...) y de líneas telegráficas que llevaron la

información en el día a los más recónditos lugares (...)

Los cuadros y los soldados aprendieron como tarea complementaria de su

quehacer militar a delinear y construir fortines, fuertes e incipientes poblaciones,

a fabricar adobes (secados al sol primero y cocidos posteriormente), a cavar

zanjas defensivas y de regadío, a construir iglesias, escuelas, cuarteles, casas,

líneas telegráficas, caminos y como tarea importante el dictar clases en

improvisadas escuelas”64.

Cabe destacar que las numerosas obras realizadas por el ejército en Junín de los Andes

no sólo fueron realizadas durante los primeros años del población sino que acompañaron

todo su desarrollo. Así, por ejemplo, se efectuó en 1964 la nivelación y marcación de la

pista de aterrizaje en Junín de los Andes; la construcción de defensas en las márgenes

del río Chimehuien y la limpieza y mantenimiento del canal de riego en 1966; la

construcción de la pista de aterrizaje, cabeceras, calle de carreteo y playa de

estacionamiento de aviones (aeropuerto Chapelco) entre San Martín de los Andes y

Junín de los Andes; la construcción de un terraplén para evitar el desborde del río

Chimehuien y la pavimentación de 43 cuadras de la ciudad; etc.

64 V Cuerpo de Ejército Tte. Gral. Julio Argentino Roca; “El ejército en el sur del país”; Buenos Aires; enero de 1997; pag. 9.

Page 42: El proceso de poblamiento de la región patagónica

42

Además, la acción del ejército fue acompañada por la de los padres de la orden

salesiana. En 1892 llegan hasta el lugar los padres Domingo Milanesio y Juan

Ruggerone. El primero de ellos se instaló definitivamente en 1895, y fundó la Casa

salesiana con dos colegios, para atender a los niños nativos, proporcionarles alimentos,

educación y evangelizarlos.

“Tan pronto como fue posible –relata Milanesio- se edificó en Junín de los Andes

otro rancho recostado sobre los ya existentes, para establecer una pieza bastante

grande, dividida en dos secciones: una sección para dormitorio de unos pobres

niños que se recogieron en los valles y la otra sección para que sirviese de

escuela. Dicho y hecho. Se abrió una escuela para internos y externos: unos 45

niños (...).

El 29 de enero de 1899 las Hijas de María Auxiliadora llegaban a Junín de los

Andes desde Chile, a caballo. Y el 15 de marzo comenzaron las actividades

escolares”65.

El pueblo encontró su sustento en la actividad ganadera (cría de ganado ovino, bovino y

equino). En poco tiempo fue tan importante el desarrollo adquirido por esta actividad,

que desde el año 1933 la Sociedad Rural de Junín de los Andes organiza anualmente

una exposición ganadera denominada “Fiesta del Puestero”, que se lleva a cabo a fines

del mes de enero.

Con relación al aspecto político, en 1894 se conforma el primer Concejo Deliberante y

en 1945 se crea la Municipalidad.

En la actualidad la localidad de Junín de los Andes cuenta con una población de

alrededor de 9.000 habitantes y ha encontrado una nueva alternativa para su desarrollo

en el turismo (es la puerta de entrada de la comarca turística de los Lagos) y la pesca

deportiva.

5. Conclusión

La labor realizada por las Fuerzas Armadas en el proceso de poblamiento de la

región patagónica, en este caso particular por el ejército en Junín de los Andes,

desempeñó un papel verdaderamente protagónico. “El ejército fue el brazo guerrero,

poblador y civilizador que utilizó el poder Ejecutivo Nacional para cumplir sus fines”66.

65 Szanto, Ernesto; “Raíces y claves históricas de la Patagonia”; Archivo Histórico de la Patagonia Norte; Instituto Superior “Juan XXI”; Bahía Blanca – pcia. De Buenos Aires; 1998; pag. 99. 66 V Cuerpo de Ejército Tte. Gral. Julio Argentino Roca; op. cit.; pag. 9

Page 43: El proceso de poblamiento de la región patagónica

43

La sola presencia de un asentamiento militar en un lugar cordillerano, revestía gran

relevancia desde el punto de vista estratégico pues garantizaba el afianzamiento de la

soberanía en tiempos en que, a pesar de la firma del Tratado de 1881, continuaban

existiendo diferencias con la República de Chile en cuanto a la delimitación de las

fronteras.

Sin embargo, su aporte no se redujo a garantizar la paz necesaria para poder impulsar el

poblamiento (lo cual no era poco), sino que además excedió su misión original

cumpliendo un rol civilizador: que abarcó desde la construcción de caminos hasta el

dictado de clases en las escuelas del pueblo.

Podría concluirse diciendo que la labor del ejército contribuyó a un desarrollo armónico

del pueblo de Junín de los Andes, siendo una de las localidades que actualmente posee

mayor porcentaje de población aborigen.

Page 44: El proceso de poblamiento de la región patagónica

44

V. EL ROL SOCIAL DE YPF EN COMODORO RIVADAVIA

1. El modelo de poblamiento y desarrollo en torno al establecimiento de YPF

Existen en la Patagonia, como así también en el resto del territorio argentino,

localidades que surgieron o se desarrollaron en torno al asentamiento de una empresa.

Este es el caso de la ciudad de Comodoro Rivadavia, en cuyos inicios la presencia de la

por entonces nacional empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales, cambió rotundamente

su rumbo.

El rol desempeñado por YPF trascendió la esfera meramente económica, cumpliendo un

importante papel en la vida social y cultural de la población, lo que le imprimió

características propias y distintivas.

2. Los orígenes de Comodoro Rivadavia

Hacia 1890, el italiano Francisco Pietrobelli llega al sur contratado por un

empresa inglesa encargada de la construcción del ferrocarril que originalmente se pensó

uniría Puerto Madryn con la Cordillera de los Andes, pero que finalmente llegó hasta

Trelew. Una vez concluida la obra no regresa a su tierra natal y permanece con su

familia en Chubut, donde lleva adelante diversos emprendimientos, entre los que se

destaca la fundación de la sociedad El Fénix con el fin de explorar los valles

cordilleranos, la cual, frente a la falta de apoyo oficial y de dinero, fracasa.

Sin embargo, esto no lo llevó a abandonar sus esfuerzos y continuó trabajando en la

creación del Club Social de Gaiman y solicita al gobernador Conesa la concesión de dos

secciones de tierras localizadas al sur del lago Colhué Huapi, con el objeto de formar

una colonia agropecuaria con personas que aún no poseyeran tierras.

Pietrobelli organiza, entonces, una expedición en la que se recorren 500 km de

territorios inexplorados en busca de un valle apto para el asentamiento de una colonia y

regresa de la misma convencido de que el lugar más adecuado era el de los valles de los

lagos Colhué Huapi y Musters.

Finalmente, el Gobierno Nacional otorga por decreto 50 leguas cuadradas de tierras,

divididas en 200 lotes de 625 hectáreas cada uno, para la fundación de una colonia

agrícola que en un principio se llamará Colonia Ideal y después Colonia Sarmiento.

También dispone que otorgará un lote de tierra a todo argentino que quisiera

establecerse allí o a todo extranjero que poseyera su carta de ciudadanía. Así, atraídos

Page 45: El proceso de poblamiento de la región patagónica

45

por los beneficios otorgados, poco a poco comienzan a establecerse diversas familias de

origen galés, polaco, italiano e, incluso, aborigen.

El principal obstáculo que se presentó para el desarrollo de la Colonia fue sin duda su

excesivo aislamiento; el puerto más cercano (Camarones) se encontraba a 366 Km lo

que encarecía notablemente los costos de traslado de la mercadería y dificultaba su

abastecimiento de medicinas y víveres.

Frente a esta situación, el incansable Pietrobelli piensa en encontrar una nueva salida

para facilitar la comercialización de los productos de la Colonia (avestruz, lana y pieles

de guanaco) y, en dicho intento, recuerda el relato que Fitz Roy hiciera de Rada Tilly,

puerto natural más cercano ubicado sobre el golfo San Jorge

El lugar había sido recorrido por el comodoro Marín Rivadavia en el año 1891 luego de

que el perito Moreno aconsejara sobre las ventajas de establecer un puerto en sus costas.

En dicha oportunidad el comodoro Rivadavia había realizado un exhaustivo

reconocimiento de la geografía de la zona que quedó plasmado en el informe elevado al

jefe del Estado Mayor de la Armada.

Pietrobelli no desconocía los obstáculos que presentaba la apertura de esa nueva vía de

comunicación: para fondear en la rada los buques debían desviarse 60 millas de su

derrotero habitual. Y, en este sentido, creyó importante realizar el trazado de un camino

hasta ella, de manera tal de obtener mayores argumentos para defender su proyecto.

Para ello en primer lugar estableció contactos con dos empresarios interesados en el

proyecto por las facilidades que traería al desarrollo de la actividad ganadera ovina en la

zona: Francisco Fernández y Demetrio Piñero. Los ganaderos prometieron su apoyo a la

propuesta y coincidieron en la necesidad de construir un galpón en el puerto.

Posteriormente, Pietrobelli llevó a cabo dos expediciones a fin de abrir la huella hasta la

rada. La primera de ellas fracasa por falta de víveres, pero, en la segunda, logra su

cometido. Luego continuó con la segunda etapa del plan y se dirigió a Buenos Aires a

fin de conseguir apoyo al proyecto, para lo que se contactó (con una carta de

recomendación de Francisco Fernández) con un grupo de personas que tenía arrendados

campos en la zona. El resultado de la misión fue positivo, obteniendo el apoyo y los

materiales necesarios para la construcción del galpón, como así también que el traslado

de los mismos fuera realizado por el buque Primero de Mayo.

La embarcación arriba el 9 de enero de 1900 frente a Punta Marqués y de inmediato se

procede a la descarga de los materiales. Pietrobelli observa, durante el desarrollo de

dicha operación, que ese sitio no era el más adecuado para el desembarco y decide

Page 46: El proceso de poblamiento de la región patagónica

46

transportar los materiales hacia un lugar más apropiado al que se denominó Punta Borja

(a 12 kilómetros). Allí se levanta el primer galpón que constituyó el comienzo de

Comodoro Rivadavia.

En marzo de 1900 Pietrobelli recibe un telegrama del presidente Julio A. Roca en el que

se le informa que en adelante los buques tocarán Rada Tilly y a fines de ese mismo año

se inicia el sacrificado asentamiento de las primeras familias, el cual es detalladamente

descrito por Clemente Dumrauf:

“El 12 de diciembre de ese mismo año el Primero de Mayo hace escala por

segunda vez en el lugar desembarcando a las familias de José Grimoldi, Bernando

Fanjul y Andrés Minoli. Al partir el buque les dejó un barril de agua, una bolsa de

galletas y algunos otros alimentos. Cuando llega al día siguiente Pietrobelli los

encuentra acampados detrás de una mata. Bajo una lluvia torrencial conduce

hasta Punta Borja a estos primeros pobladores y sus pertenencias”67.

El 23 de febrero de 1901 el Gobierno Nacional decide la fundación del pueblo de

Comodoro Rivadavia entre Punta Borja y Punta Márquez y ordena la mensura del

territorio y adjudicación de lotes. El pueblo creció rápidamente: en 1901 se abrió la

oficina del Telégrafo Nacional para hacer frente al aislamiento característico de los

pueblos patagónicos y, al año siguiente, contó con tres almacenes, un hotel, una herrería,

la Subprefectura, el correo, varios galpones utilizados como depósitos y distintas

viviendas que albergaban alrededor de 30 habitantes68.

3. El descubrimiento del petróleo y las polémicas en torno a su explotación

El desarrollo de Comodoro Rivadavia presentó un grave obstáculo que puso en

peligro su subsistencia: la falta de agua.

En 1902 el pueblo es visitado por el perito Moreno al finalizar una de sus expediciones

científicas. En dicha oportunidad tomó conocimiento del serio problema que aquejaba a

la población y de la necesidad de que las autoridades nacionales acudieran en su ayuda.

El perito sabía de lo dificultoso que sería esa tarea y realizó un importante vaticinio:

“Agua para beber no van a encontrar, esto se los puedo decir casi con seguridad.

Pero es fácil que encuentren otra cosa, de tanto o más valor, yo estoy convencido

de que debe haber petróleo debajo de estos campos. Para averiguar esto es

67 Dumrauf, Clemente; op. cit.; pag. 430. 68 Dumrauf, Clemente; op. cit.; pag. 431.

Page 47: El proceso de poblamiento de la región patagónica

47

necesario que se hagan perforaciones, así que soliciten nomás la perforadora, que

yo los he de ayudar en sus gestiones”69.

En respuesta al pedido la Dirección de Minas, Geología e Hidrología de la Nación envía

la primera perforadora. Con ella se llegó a excavar hasta los 172 metros de profundidad,

pero al agotarse su capacidad, se suspendieron los trabajos sin haber hallado rastros de

agua.

Recién en 1907, luego de numerosas negociaciones, fue traslada al pueblo una

perforadora de mayor tecnología que había sido traída por el ingeniero Julio Krause, jefe

de la sección Hidrología.

Krause dispuso que un grupo (entre cuyos miembros se destacaron el auxiliar mecánico

de la Dirección de Minas, Beghin, y el técnico en perforación contratado en Europa,

José Fuchs) se estableciera en Comodoro Rivadavia para realizar los trabajos de

búsqueda de agua. Luego de grandes esfuerzos , el día 13 de diciembre de ese mismo

año, cuando la perforación había superado los 530 metros de profundidad son

sorprendidos por un gran descubrimiento que definitivamente cambiaría la historia no

sólo de Comodoro Rivadavia y Chubut sino de todo el país. Los anuncios del perito

Moreno se habían cumplido: en busca de agua dieron con petróleo. “-Gran Dios (...)

encontramos querosén. Es del Estado. Vamos a comunicárselo” exclamó Beghin, quien

rápidamente envió un mensaje a Buenos Aires diciendo “Garantizamos que se trata de

querosén de la mejor calidad. Todo en buen estado. Beghin y Fuchs”70.

Muchos autores coinciden en señalar que la operación tenía el firme objetivo de hallar

petróleo. Prueba de esto sería el hecho de haber contratado a un experto en

perforaciones como José Fuchs, quien se había desempeñado en la Deutch Royal Shell o

las declaraciones del titular de la División Minas desde 1904, Enrique Hermitte, quien

señaló que el Ministerio de Agricultura no sólo buscaba agua sino también carbón. Sin

embargo, el por entonces presidente Julio A. Roca no se interesó en la explotación, en

aras del comercio que mantenía con Inglaterra71.

Cualquiera haya sido la intención, lo cierto es que el hallazgo efectuado tuvo

importantes consecuencias. Si bien no se trató del primer descubrimiento de petróleo en

territorio argentino, su magnitud no tuvo precedente alguno. Esto originó un gran debate

69 Testimonio del perito Moreno, citado por Carlos Moreno en “Rada Tilly Comodoro Rivadavia, sus ancestros, su historia regional”. 70 Dumrauf, Clemente. op. cit.; pag. 440. 71 Crónica de Comodoro Rivadavia; ”Comodoro Rivadavia - Crónicas del Centenario “; Comodoro Rivadavia – pcia. de Chubut; año 2001; pag. 52.

Page 48: El proceso de poblamiento de la región patagónica

48

en torno a los derechos de explotación sobre el mismo, que fue protagonizado por

aquellos que defendían una política economicista y los que apoyaban una salida

nacionalista.

Un día después del hallazgo se presentó ante las oficinas de la Dirección General de

Hidrología, Geología y Minas, la primera solicitud de cateo. “Pero sobre esta solicitud

cabe una observación: cuando quedaron definidas las posiciones en Comodoro

Rivadavia, todas las pertenencias particulares estaban en manos inglesas, de donde

resultaría que desde el primer momento y en ausencia de un ferrocarril que interpusiera

sus tarifas, pretendieron copar los cateos del descubrimiento. La salida al mar, con fletes

treinta veces inferiores a los terrestres, permitiría comercializar en su provecho aquellas

extracciones”72.

De acuerdo al artículo 17 del Código de Minería, que establecía “las minas se conceden

a los particulares por tiempo ilimitado”, el Gobierno Nacional estaba obligado a

conceder todas las solicitudes de cateos que fueran presentadas; con lo cual la

explotación del petróleo de Comodoro Rivadavia hubiera pertenecido a capitales

británicos. “Por falta de previsión y de ignorancia de los conflictos económicos

mundiales, ya desatados en el campo de los combustibles, el propio Código de Minería,

a pesar de su tardía aprobación, ataba de pies y manos al gobierno para intentar

cualquier defensa nacionalista de esa riqueza del país. El liberalismo del Código se lo

impedía”73.

Frente a ello, el ministro de Agricultura, Pedro Ezcurra, teniendo en cuenta que los

terrenos en los que se había producido el hallazgo eran fiscales, se ampara en la ley

4167, en cuyo marco se dicta un decreto que prohibía “la denuncia de pertenencias

mineras y concesión de permisos de cateos en el puerto de Comodoro Rivadavia,

Territorio del Chubut, en un radio de 5 leguas kilométricas a todo rumbo, contándose

desde el centro de la población”.

A través de este recurso se ganaba tiempo para proceder al estudio de la zona del

hallazgo y, de esta forma, contar con mayores precisiones para tomar decisiones acerca

del futuro del yacimiento. Inmediatamente el Ministerio de Agricultura inició los

minuciosos trabajos de exploración, que concluyeron en un balance muy positivo sobre

el potencial del mismo.

72 Vedoya, Juan Carlos; “Moscón, el petróleo y los trenes” en revista “Todo es Historia”; número 68; Buenos Aires; diciembre de 1972; pag. 12. 73 Vedoya, Juan Carlos; op. cit.; pag. 13.

Page 49: El proceso de poblamiento de la región patagónica

49

Al finalizarse la exploración, en el año 1909, el Poder Ejecutivo Nacional propone al

Congreso la sanción de una ley por la que se fijase una reserva de 10.000 hectáreas,

dentro de cuyos límites no se concedería pertenencias mineras ni permisos de

exploración y cateo, destinándose su explotación al Estado, solicitándose, asimismo, la

aprobación de un crédito para hacer frente a los gastos. Esta propuesta encerraba una

seria contradicción: cuando el gobierno aún desconocía la importancia del yacimiento se

había reservado 100.000 hectáreas pero una vez que esta fue comprobada reduce su

extensión a la décima parte.

“Esta dualidad de criterio, flagrante y manifiesta, niega toda intención de una

“política nacional” para proteger, con un régimen de excepción, aquel horizonte

petrolífero, reservándolo para la explotación fiscal. Se aceptaba y proponía esa

explotación fiscal, considerándola un régimen de excepción al Código de Minería,

pero con una mezquindad tal que la reserva propuesta parecía una forma

sospechosamente encubierta de entregar la casi totalidad del petróleo de

Comodoro a la explotación privada. Y es conveniente puntualizar, para que los

términos tengan su exacto sentido, que “privatizar” no significaba,

necesariamente, un sinónimo de “nacional” en su contenido argentino, sino por el

contrario (como había sucedido con los ferrocarriles y frigoríficos y estaba

sucediendo con los cereales) de inversión extranjera”74.

A pesar de ello, al tratarse la ley en el Congreso, algunos legisladores como por ejemplo

el senador por la Rioja, Dr. Joaquín V. González, propusieron reducir la reserva a sólo

5.000 hectáreas porque consideraban que el Estado era un mal administrador y que por

lo tanto, no debía imponerse límites a las compañías privadas y extranjeras.

Finalmente, la ley 7059 fue aprobada con algunas modificaciones, quedando, entonces,

el 10% de la reserva original en manos del Estado y posteriormente la Dirección de

Minas otorgó las concesiones y permisos.

4. La fundación de la Administración General de la Explotación del Petróleo de

Comodoro Rivadavia: precedente de YPF

Al asumir Roque Sáenz Peña la Presidencia de la Nación, fue designada la

Comisión a cargo de la Administración General de la Explotación del Petróleo de

Comodoro Rivadavia, que fue presidida por el Ing. Luis Huergo. En el decreto por el

cual se designa la Comisión se propone la sustitución de importaciones y el

74 Vedoya, Juan Carlos; op. cit.; pag. 68

Page 50: El proceso de poblamiento de la región patagónica

50

autoabastecimiento. “Es evidente, así, que la Dirección General, antecesora de YPF,

nació persiguiendo ese objetivo nacionalista; aunque se reconociera que ella no podía

ser productora total del combustible necesario sino el ejemplo de practicabilidad de esa

solución”75. Los yacimientos de Comodoro Rivadavia producían un excelente

combustible con el que se abría la posibilidad de sustituir el carbón importado desde

Gran Bretaña, utilizado fundamentalmente por los ferrocarriles.

Durante los primeros tiempos de explotación, la producción no fue muy importante

dado que se debió hacer frente a distintos obstáculos que entorpecían la actividad: el

escaso presupuesto y la carencia de un sistema de almacenamiento.

Sumado a estos inconvenientes, persistía además la falta de agua. “Incluso, el problema

se vio agravado, ya que la explotación es una boca más para el requerimiento de agua,

cada vez más escasa por el constante crecimiento poblacional. Esa carencia, la del agua,

sumada a las condiciones geográficas y climáticas, plantea el primer conflicto de índole

social, porque abarca a todo el pueblo: nada menos que la supervivencia frente a una

marcada adversidad”76.

Para dar solución a este serio problema era necesario que el Estado realizara importantes

inversiones para poder llevar a cabo el tendido de cañerías. Ya se había encontrado una

importante fuente de agua localizada en la estancia de Francisco Behr, tierras que le

habían sido cedidas por el Gobierno Nacional como al resto de los pioneros. Faltaba, sin

embargo, transportar el agua al pueblo.

En el año 1913 Behr firma un contrato con la Administración General del Petróleo de

Comodoro Rivadavia, por el cual la empresa se compromete al pago de un canon por el

derecho a la extracción del agua. Además, esta última construye el acueducto necesario

para abastecer de agua al pueblo.

Como la empresa cobraba un canon a los usuarios, Francisco Behr le reclama la mitad

de ese impuesto. Esta cuestión es finalmente resuelta recién en 1920, cuando el

presidente Hipólito Yrigoyen expropia los campos a Behr de manera tal de garantizar el

aprovisionamiento de agua para el yacimiento y el pueblo. De esta forma se soluciona el

grave problema que aquejó al pueblo durante sus primeros años hasta 1950, año en que

se hace necesario la construcción de otro acueducto.

Paralelamente se construyen el muelle, los tanques de almacenamiento y las viviendas

para los operarios. El pueblo inicia rápidamente un crecimiento sostenido. A las

75 Vedoya, Juan Carlos; op. cit; pag 68. 76 Crónica de Comodoro Rivadavia; op. cit.; pag. 59.

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51

primitivas casas comerciales se le agregan otras de gran envergadura como “Lahusen y

Compañía” (1906) y la “Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia”

(1908).

Esto atrajo a numerosos nuevos pobladores, tanto extranjeros como naturales de otras

provincias, que llegaban no sólo atraídos por el petróleo sino fundamentalmente por las

posibilidades de rápido ascenso social que ofrecía el pueblo.

“Antes del “oro negro” y tantas otras leyendas, hubo una tierra de

oportunidades, porque la “escalera social” estaba a disposición de quien quisiera

trabajar o arriesgarse en un negocio acertado (...).

En aquel tiempo se podía trabajar de mozo en el bar, pero quien se proponía

podía llegar a ser dueño. Los comerciantes y profesionales frecuentaban el club

Social, ya había una distinción económica entre los pobladores, pero podía ser

que el pobre de ese año, al siguiente tenía más que los otros, porque se aventuró a

un negocio y le salió bien (...).

El primer lugar en la escala social lo ocupaban los propietarios de comercios.

El segundo lugar, los servicios urbanos, que integraba a propietarios de hoteles y

fondas, herreros y carpinteros, panaderos, sastres y peluqueros.

El último, los obreros en relación de dependencia, con tres niveles: los empleados

de comercio y la administración pública (...). Luego los obreros que llegaron para

tareas como el tendido de la línea telegráfica y después la ferroviaria. Finalmente,

los peones estibadores en carga y descarga de carros que llegaban del interior, a

los que pueden agregarse los peones petroleros (...).

Luego comenzaría a surgir un nuevo grupo social en el pueblo: la clase dirigente,

a partir de la organización política municipal”77.

Hacia el año 1909 otro hecho atrae pobladores: la construcción del ferrocarril entre

Comodoro Rivadavia y Colonia Sarmiento. Alrededor de 300 obreros provenientes de

diversas nacionalidades de Europa se incorporan a la obra que se finaliza hacia el año

1912.

Respecto a la producción de petróleo debe señalarse que la misma continuó creciendo

muy lentamente. Hacia el año 1913 el Ing. Luis Huergo criticó fuertemente la política

petrolera de la Dirección de Minas, que otorgaba, sin demasiados requisitos,

concesiones y permisos a empresas extranjeras sin observar el cumplimiento de las

disposiciones del Código de Minas, lo que señalaba traía aparejado el peligro de que los

recursos petroleros quedaran en manos extranjeras.

77 Crónica de Comodoro Rivadavia; op. cit.; pag. 60.

Page 52: El proceso de poblamiento de la región patagónica

52

Esta crítica originó la rápida reacción del Gobierno de Sáenz Peña que, por un decreto

del año 1913, anula las concesiones en las que no se estuviera trabajando y extiende las

posesiones del Estado a 160.000 hectáreas.

No obstante esta importante medida y a pesar de la reducción experimentada en la

importación de petróleo, la producción siguió siendo baja por la escasez de recursos y la

crisis energética a nivel mundial. En 1916, el por entonces presidente Victorino de la

Plaza, informa al Congreso sobre la situación del yacimiento de Comodoro Rivadavia,

señalando que por falta de equipos sólo se habían perforado 46 pozos de los que 19 se

encontraban en producción. En dicho mensaje solicita la aprobación de un empréstito

para elevar la producción petrolera a 400.000 metros cúbicos anuales para el año 1918 y

la aprobación de un código petrolero. Ambos pedidos no tuvieron respuesta.

A este problema se le suma otro de no menor magnitud: el surgimiento de conflictos

sociales protagonizados por las continuas huelgas organizadas por la Federación Obrera

Petrolífera. Estas huelgas tienen lugar dentro de un escenario mundial en el que el

desarrollo de la revolución rusa en 1917 había dado gran estímulo a las organizaciones

obreras.

Además, localmente existían numerosas carencias que ayudaron a desencadenar los

conflictos: la baja rendición del yacimiento se tradujo bajos sueldos y malas condiciones

de vida para los obreros. Todos estos motivos originaron el comienzo de una prolongada

huelga el 29 de septiembre 1917. Los obreros pedían una jornada laboral de ocho horas

y un aumento del salario. Ante esta situación el presidente Hipólito Yrigoyen dispuso el

envío de dos buques con el fin de trasladar hasta la zona centenares de marinos.

La Comisión a cargo de la Administración General, por aquel entonces dirigida por el

Ing. Sol, informó al Gobierno Nacional que la única solución posible era tomar medidas

contra los cabecillas del movimiento (de los cuales muchos no eran locales) porque

consideraban imposible dar respuesta al petitorio obrero ya que elevaría

considerablemente los costos.

Sin embargo, Hipólito Yrigoyen no se contentó con esta propuesta y solicitó al ministro

de Agricultura que preguntara el parecer a dos capitanes de la Marina, cuyas opiniones

se apartaron considerablemente de la de la Comisión.

La situación es detallada a las autoridades nacionales por el comandante del crucero

Almirante Brown, capitán de fragata Horacio Esquivel:

“Alejada como está la zona petrolera de centros civilizados en donde hay

atractivos que distraen el espíritu y el cuerpo del espectáculo del trabajo, los

Page 53: El proceso de poblamiento de la región patagónica

53

obreros entregados a una faena sucia, con 10 o 12 horas diarias de trabajo, sin

darse el tiempo necesario, con el cambio de ropas y lavado general que al más

deseado le gusta, esperándole por comida un guisado que se sabe enferma (...) el

clima ventoso hace que predominado los vientos de tierra todos estén obligados a

usar anteojos; no hay pues variedad alguna de vida y fácil es comprender como se

pondrán los ánimos de hombres que tienen que permanecer muchos años en estos

parajes para hacerse un capitalito con que soportar la vejez (...)”78.

Ante ello el Gobierno Nacional resuelve aumentar entre un 10 y un 20% los salarios,

reducir las jornadas laborales a nueve horas y media, mejorar las condiciones de

alojamiento y atención médica y reincorporar a los huelguistas. Con estas medidas se

dio por finalizada la huelga.

Frente a la política formulada por el Gobierno la comisión renunció e Yrigoyen designó

a cargo al capitán Felipe Fliess. Empero todos sus esfuerzos por aumentar la producción

fueron en vano; la Administración seguía bajo la dependencia del Ministerio de

Agricultura, que continuamente negaba el envío de recursos.

En 1918 el presidente visita la zona petrolera porque le interesaba“(...) adquirir un

conocimiento personal sobre la realidad y las posibilidades que ofrecía como medio para

llegar a una mayor independencia económica. Le preocupaba asimismo otro aspecto que

afectaba a la Patagonia: la mayoría de la población era extranjera; había que

argentinizarla en su doble aspecto: preservar para el país esa riqueza y poblarla con

argentinos (...). Fue a partir de la visita presidencial que se fomentó el establecimiento

de operarios de la provincias norteñas, con lo cual se buscaba infundir un poco de

espíritu nacional en la zona e integrar en la comunidad argentina a ese grupo humano no

consolidado aún espiritualmente por el aislamiento geográfico y el origen extranjero de

su mayoría”79.

Pero a pesar de los esfuerzos las huelgas continuaron. En 1918 se inició una huelga

cuando Fliess expulsó a cinco “agitadores”, pero culminó a causa de que se comenzó a

importar petróleo de México lo que permitió garantizar el abastecimiento aliviando la

situación. Además fueron trasladados en buque a la zona 200 infantes con el fin de

garantizar el orden y trabajar en la producción. Al siguiente año se convoca a otra

huelga que es finalizada gracias a la intervención de la Marina que interrumpió

78 De Lorenzo, Florencia; “Los comienzos de YPF” en la revista “Tiempos Patagónicos VI”; PIGPP; Buenos Aires; junio de 2001; pag. 16 79 Dumrauf, Clemente; op. cit.; pag. 449.

Page 54: El proceso de poblamiento de la región patagónica

54

reuniones gremiales y manifestaciones y expulsó a huelguistas y sus familias de las

viviendas que ocupaban a punta de bayoneta80.

En 1921 se hicieron grandes adelantos que ayudaron a aumentar considerablemente la

producción: se construyeron ocho tanques de almacenamiento, se incorporaron buques-

tanques y entra en producción el pozo n° 128 de gran rendimiento. Sin embargo, el

hecho de no poseer una legislación nacional en materia petrolera dio lugar a grandes

concesiones a empresas extranjeras, que al contar con mayores recursos mantuvieron un

ritmo de producción que no pudo ser alcanzado por el Estado.

En 1912 la empresa ASTRA – Compañía Argentina de Petróleo, a los pocos años de

capitales alemanes, había comenzado con las actividades de exploración y cateo. En

1916 había obtenido la concesión de 1500 hectáreas y comenzado la explotación. Su

campamento lo instaló 20 km al norte del centro de Comodoro Rivadavia donde se

formó un pueblito.

Años más tarde obtiene la concesión e inicia la explotación la compañía Diadema

Argentina S.A., subsidiaria de Royal Dutch Shell. El campamento de esta empresa,

constituido también en un pueblito, había sido levantado hacia el sur. Por su parte las

compañías de ferrocarriles británicos (Conferpet) habían iniciado también la explotación

petrolera.

Sumado a ello, al asumir Emilio Vargas Gómez al frente del Ministerio de Agricultura,

descubre la gran cantidad de irregularidades y “favoritismos” que habían perjudicado

notablemente la actividad de la Administración, como así también, la venta de petróleo.

Ante ello el presidente Hipólito Yrigoyen toma una rápida medida: reemplaza la

Administración por la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF),

que mantuvo bajo la dependencia del Ministerio de Agricultura.

En 1922, el flamante presidente Marcelo T. De Alvear, nombró como director de la

empresa al general Enrique Mosconi81. Con él la empresa se transforma en eficiente y

desempeña un importante rol social en la comunidad local.

5. La importancia de YPF en el desarrollo de Comodoro Rivadavia 80 Solberg, Carlos; “Petróleo y Nacionalismo en la Argentina”; Emecé; Buenos Aires; 1982; pag. 111. 81 Enrique Moscón nació en Buenos Aires el 21 de febrero de 1877. Egresó del Colegio Militar con 14 años de edad. Obtiene más tarde le título de Ingeniero Civil junto con su compañero y amigo Alonso Baldrich, participando ambos en la comisión que realiza las trazas vinculadas a la extensión del ferrocarril de Perico a Oran. Fue uno de los pioneros en la aviación argentina, desempeñándose como director técnico de la Escuela de Aviación Militar en 1912. En 1920 se hizo cargo del Servicio Aeronáutico del Ejército y fue el fundados de su Grupo N° 1. En 1922 asume frente a la Dirección de YPF , a la que transforma en una empresa eficiente y dinámica. Fallece el 4 de junio de 1940.

Page 55: El proceso de poblamiento de la región patagónica

55

La creación de YPF y la tarea realizada por Mosconi desde su dirección sin duda

cambiaron la historia de los yacimientos de Comodoro Rivadavia y, consecuentemente,

la del pueblo, que con en tiempo llega a convertirse en una de las ciudades patagónicas

más importantes.

Cuando se funda la empresa, si bien el consumo de petróleo como combustible había

crecido notablemente en detrimento del carbón, la producción no había podido aumentar

de igual forma por lo que debió apelarse a la importación del hidrocarburo para lograr el

autoabastecimiento. Además, pese a los esfuerzos realizados, persistían los conflictos

sociales, en gran parte ocasionados por las malas condiciones de vida y el elevado

porcentaje de operarios extranjeros que trabajaban en el yacimiento.

No era, por lo tanto, fácil la situación a la que Mosconi debía hacer frente, sin embargo

con gran esfuerzo y patriotismo logró cambiar el destino de la empresa en el transcurso

de pocos años.

En el primer informe que presenta al gobierno menciona una serie de carencias

importantes: la falta de una flota petrolera, la escasa capacidad de carga del puerto de

Buenos Aires, la falta de agua en los yacimientos y la reducida capacidad de las

destilerías de Comodoro Rivadavia y Neuquén, en donde muchas veces se quemaba

petróleo sin llegar a procesarlo.

Desde el punto de vista productivo las mayores contribuciones que realiza son “la

electrificación de los yacimientos, la adquisición de barcos petroleros, remolcadores y

cisternas; la construcción de destilería de La Plata, que cuando se inauguró en 1925

llega a ser la más grande del mundo en términos de capacidad; la actividad desarrollada

en la provincia de Salta y en la zona neuquina de Plaza Huincul, la existencia de

surtidores en la vía pública (...)”82.

Mosconi, quien admiraba el modelo mixto de Petromex en el cual el Estado sólo

aportaba el 50% y el resto era aportado por consumidores, agricultores, transportistas,

industriales (con la única condición de que fueran mexicanos), logra que durante su

dirección el Gobierno Nacional no debiera invertir ningún porcentaje de su renta en la

industria petrolífera, que se autofinanció, utilizando sus propias ganancias en la

perforación de nuevos pozos o en la construcción de mayores instalaciones.

“(...)YPF se creó cuando empezó realmente a petrolizarse la República. Pero la

institución no nació como Minerva de la cabeza de Júpiter dotada de todas sus

82 De Lorenzo, Florencia; “Los comienzos de YPF” en la revista “Tiempos Patagónicos VI”; op. cit.; pag. 16.

Page 56: El proceso de poblamiento de la región patagónica

56

armas. Fue la tarea de Mosconi ir proyectándolas de ellas, no sólo creando

paulatinamente una estructura adecuada para el cumplimiento integral de sus

fines sino infundiéndole un espíritu nacional completamente propio,

característico y especializado, por primera vez aparecido en el país y ajeno al

ejercicio de las armas, irreductiblemente consubstanciado como una

manifestación de la simple condición de ser argentino”83.

Uno de los logros más importantes fue el de “generar políticas sociales tendientes al

bienestar de los trabajadores con el fin de asegurar la fuerza de trabajo en la zona. La

política implementada por el Gral. Mosconi, nombrado Director General, contribuye a

aumentar el número de argentinos, especialmente procedentes del norte país

(catamarqueños y riojanos) que participan en las tareas petroleras”84.

La tarea de elevar el porcentaje de trabajadores nacionales no fue fácil puesto que las

tareas de exploración y explotación necesitaban de una mano de obra calificada que no

se encontraba en el país. Por ello, además de convocar trabajadores de otras provincias,

“para inculcar respeto por los valores y tradiciones nacionales sobre una fuerza de

trabajo políglota, Mosconi anunció una campaña para implantar los principios de la

moralidad cristiana y del culto de los héroes. En Comodoro Rivadavia este programa

incluyó la erección de una majestuosa iglesia católica y de un gran monumento a José

de San Martín, inaugurado con adecuada pompa en 1930”85.

Con relación a los conflictos sociales, a pesar de los grandes esfuerzos en pro del

mejoramiento de las condiciones de vida, como por ejemplo la construcción de

viviendas para casados, la relación entre los directivos de YPF y las organizaciones

obreras conducidas por extranjeros, no fueron buenas. Así, el creciente movimiento

obrero agrupado en primer lugar en la Federación de Obreros Petroleros (FOP) y,

posteriormente, en la Unión General de Obreros Petroleros (UGOP) organizada por el

partido comunista, convocó a sucesivas huelgas (en el año 1924, 1927 y 1932) que

concluyeron con la intervención de la Marina.

Estos conflictos no detuvieron la obra por la comunidad realizada por YPF: la

construcción de escuelas, lugares de recreación, comedores, servicios de salud,

proveedurías, centros para la práctica de deportes. De esta forma, nada falta al

yacimiento (al que se conoce como Km.3) para garantizar a las familias de los

trabajadores un vida completa.

83 Vedoya, Juan Carlos; op. cit.;pag. 68. 84 De Lorenzo, Florencia; “Informe de economías regionales”; op. cit.; pag. 35. 85 Solberg, Carlos E.; op. cit; pag. 150.

Page 57: El proceso de poblamiento de la región patagónica

57

“El rápido incremento que experimentó la explotación petrolera en Comodoro

Rivadavia bajo la conducción de Mosconi imprimió características muy

particulares al desarrollo de la zona. Así, ka acción del municipio se redujo

exclusivamente al primitivo casco urbano, ya que en los lugares donde actuaba

YPF todas las actividades estaban bajo el control de sus administradores. Esta

influencia se extiende también, indirectamente, a la ciudad propiamente dicha,

subordinándose su vida al desenvolvimiento de la actividad de YPF, sobre todo en

su aspecto económico”86.

Con el paso de los años y a medida que fue afianzándose la organización política del

pueblo esta “brecha” fue acotándose. Además las obras emprendidas por YPF no sólo

beneficiaron a los comodorenses que habitaban en el yacimiento sino a la población en

su conjunto.

Así, por ejemplo, el general Mosconi, convencido de que la educación era un medio

indispensable para crear el sentido de unidad nacional dentro de una comunidad

cosmopolita, puso especial esmero en promover la fundación de escuelas. Luego de la

Escuela Nacional N° 2 fueron estableciéndose nuevas instituciones a medida que crecía

la población. Además, a fin de que la comunidad pudiera tener acceso a la educación

secundaria, Mosconi ofrece a los padres salesianos un extenso terreno y apoyo

económico para la creación del gran colegio Dean Funes con el objeto de ofrecer una

educación integral que abarcara también la práctica laboral. La Escuela llegó a

convertirse en una de las importantes del país.

El mandato de Mosconi culmina en 1930 cuando al producirse la revolución presenta su

renuncia indeclinable ante el ministro de Agricultura. Con sólo 8 años a cargo de la

dirección de YPF había logrado darle una completa identidad nacional a la empresa que

pudo competir contra los “trust” petrolíferos extranjeros.

Su tarea abarcó mucho más que lo relacionado puramente con la producción. Gracias a

su labor, YPF cumplió un rol social de gran relevancia que permitió la consolidación del

pueblo de Comodoro Rivadavia.

Con los años la suerte que correrá YPF no será la soñada por Mosconi: la empresa fue

privatizada y pertenece hoy a un único dueño, la española Repsol, habiéndose

disminuido de manera drástica la cantidad de empleados. Pero, la obra realizada por él

ayudó a establecer los sólidos cimientos sobre los que se apoyó la ciudad.

86 Dumrauf, Clemente; op. cit.; pag. 452.

Page 58: El proceso de poblamiento de la región patagónica

58

El desarrollo que alcanzó en pocas décadas la llevaron a ser elegida hacia el año 1944

como centro de la Gobernación Militar que tuvo su nombre. La misma se encontró

dividida en trece departamentos que se extendieron desde la costa atlántica hasta la

frontera con Chile y desde los 20 Km al norte de Camarones (Chubut) hasta la

desembocadura del río Deseado.

Esta Gobernación fue suprimida por la ley de provincialización en 1955, pero la

importancia de la ciudad de Comodoro Rivadavia no mermará, siendo en la actualidad,

con más de 125.693 habitantes87, la ciudad más importante de la Patagonia Austral,

núcleo de las comunicaciones de la zona.

6. Conclusión

Al analizar el proceso de poblamiento de Comodoro Rivadavia, puede

observarse con claridad el rol protagónico desempeñado por YPF. Aunque sus

comienzos anteceden al descubrimiento de petróleo en su subsuelo, muy distinto hubiera

sido su destino de no haberse producido este importante acontecimiento.

Sin embargo, debe resaltarse que su desarrollo no responde exclusivamente a este

descubrimiento. De haber primado un criterio economicista en la explotación del

hidrocarburos (como sucedió durante los primeros años), sus consecuencias no hubieran

tenido el mismo impacto en el poblamiento comodorense.

Fue gracias a la creación de YPF bajo una perspectiva particular pluralista, y

especialmente durante la administración del Gral. Mosconi, que lograron establecerse

las sólidas bases de la ciudad, dando lugar a la conformación de una población con alto

nivel de arraigo y un gran sentido de pertenencia nacional.

La acción de YPF trascendió el aspecto meramente económico y dio origen a la creación

de instituciones educativas, iglesias, instituciones de esparcimiento, etc., lo que dio

lugar al desarrollo de una vida cultural desconocida en la mayoría de los pueblos

patagónicos.

Este aspecto reviste gran importancia porque permitió a los primitivos pobladores

adaptarse más fácilmente a las condiciones climáticas adversas del lugar, dando impulso

a una importante vida comunitaria, que aún hoy, a pesar del cambio de situación de

YPF, se conserva en gran medida.

87 INDEC; “Censo Nacional de Población y Vivienda de 1991”.

Page 59: El proceso de poblamiento de la región patagónica

59

VI. LA PRODUCCIÓN LANERA Y FRUTÍCOLA COMO MOTOR DE

DESARROLLO DE PUERTO DESEADO Y GENERAL ROCA

1. El modelo de poblamiento y desarrollo en torno a la promoción de una actividad

económica

En el proceso de poblamiento de la región patagónica, el emprendimiento de la

actividad ganadera ovina y de la actividad frutícola, fue un verdadero motor de

desarrollo, atrayendo a numerosos pobladores.

De esta forma, hacia fines del siglo XIX y principios del XX, en torno al impulso de la

actividad lanera surgieron diferentes pueblos en la Patagonia Austral (principalmente en

las comarcas de Hernando de Magallanes y de la Isla). Y, de la misma manera, a partir

de la promoción de la actividad frutícola, se dio lugar al desarrollo de distintos pueblos,

fundamentalmente en las comarcas del Alto Valle y Valle Medio.

Claros ejemplos de ambos casos fueron representados por las localidades de Puerto

Deseado y General Roca, cuyos orígenes estuvieron íntimamente ligados a las

mencionadas actividades.

Cabe desatacar que la creación de ambos pueblos se llevó a cabo en momentos en que la

clase dirigente se encontraba representada por la “generación del 80”, cuyo programa

(librecambista o economicista) defendía un modelo agroexportador para la Argentina.

Dentro de este contexto se comprende que desde el Gobierno Nacional se haya

impulsado la fundación de Puerto Deseado como colonia pastoril y de General Roca

como colonia agrícola.

“El proceso de expansión del capitalismo, motivado por el interés de incorporar

nuevos mercados, de asegurar materias primas a bajo costo y de obtener mayores

beneficios en las inversiones, y el rol asignado a la Argentina –exportadora de

productos agrícolo-ganaderos-, condujeron a la decisión de integrar nuevas

tierras y redefinir el uso de las ya incorporadas, para aumentar la producción, y

al desplazamiento del ovino a las áreas más alejadas del puerto de Buenos Aires,

campos que convenían destinar al vacuno y a los cereales”.88

88 Barberia, Elsa Mabel; “Los dueños de la tierra en la Patagonia austral 1880 –1920”; Universidad Federal de la Patagonia Austral; Buenos Aires; 1995; pag. 49.

Page 60: El proceso de poblamiento de la región patagónica

60

2. Los comienzos de la colonia de Puerto Deseado: un lugar de larga historia

Su larga historia comienza hacia el año 1520, cuando es visitado por la

expedición de Magallanes, que lo denomina Bahía de los Trabajos Forzados, por el mal

tiempo que debieron sobrellevar en el lugar. También el marino inglés Drake lo visitó

entre los años 1577 -1580 y lo bautizó Bahía de las Focas.

En 1586 Thomas Cavendish, expedicionario inglés, llega con sus barcos Hugh Gallant,

Content y Desire (Deseo), y llama al lugar como este último: Puerto Deseo.

Dos siglos después, el extraordinario puerto no deja de sorprender a los sucesivos

navegantes que lo visitan. Así, por ejemplo, en 1768 el teniente de fragata D. Manuel

Pando efectúa una entusiasta y visionaria descripción del mismo:

“En el mar o playa hay toda especie de pescados, uno imitación del bacalao,

mariscos, patos, chorlitos. Hay una isla llena de pájaros blancos que se pueden

comer, otra isla de patos, otra de lobos de mar y otra isla cubierta de gaviotas. Es

tierra abundante de piedras para hacer casas y otra clase de piedras que me

parece buena para fabricar cal. Sería muy conveniente poblar dicho puerto, antes

que otra potencia se establezca en él”.89

Años más tarde, durante el impulso fundador de los Borbones, Antonio de Biedma

estableció en 1780 una población de colonos donde se efectuaron algunas

construcciones pero que, lamentablemente, debió ser desalojada al poco tiempo por una

contraorden de la corona española que no podía continuar haciendo frente a los altos

costos que ocasionaba el mantenimiento de una colonia en tan altas latitudes.

A los pocos años, llega Alejandro Malaspina a las costas de Puerto Deseado a bordo de

sus corbetas Atrevida y Descubierta al mando de una expedición científica realizada con

el objeto de rectificar la situación geográfica de las posesiones españolas en las Indias.

Durante el desarrollo de la misma, que se extendió por cinco años, permaneció un

tiempo en Puerto Deseado donde fueron efectuados diversos estudios.

En 1790, la Real Compañía de Pesca, instaló en la ribera norte una factoría dedicada a la

pesca, grasería y salazón de cueros, fundándose, así, la primera colonia industrial de la

Patagonia. Luego se construyó un fuerte de piedra, pero, con la disolución de la factoría

a los cinco años, la colonia fue abandonada.

89 Ratto, Héctor; “Actividades marítimas en la Patagonia durante los siglos XVII y XVIII”; Ministerio de Marina; Sociedad Anónima de Impresiones Generales; Buenos Aires, 1930.

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61

Desde 1803 hasta 1825 existe un período de silencio. Posteriormente otros exploradores

continúan llegando hasta él, destacándose el perito Moreno, quien declaró su

fascinación por el lugar.

En conocimiento de todos estos relatos, el Gobierno Nacional crea en 1879 la

Subdelegación Marítima de Puerto Deseado y encarga en noviembre de 1882 al por

entonces comisario para la colonización galesa en Chubut, Antonio Oneto, realice una

exploración por la ría de Puerto Deseado. En su carta de noviembre de 1883 anunció

que:

“El resultado de mi exploración lo considero bueno y me felicito con V.S. por la

buena idea que ha tenido de sugerir al señor ministro del Interior la exploración de

Puerto Deseado. Sobre este puerto escribiré una larga relación y acompañaré un

trabajo con planos y peculiares descripciones. Un monte distinto por forma y

posición tiene el nombre de Enrique. Es límite navegable en alta y baja marea con

buques pequeños. En este puerto se puede establecer una cadena de rebaños a lo

largo de sus costas (...).

Dirá acerca de Puerto Deseado que algunas veces es visitado por la ballena,

frecuentado por lobos marinos y habitado por pingüinos (...).

Siente fascinación por este pueblo tal vez porque le recordará su ciudad natal, tan

parecida geográficamente, a orillas de un mar impecable, cristalino rodeado de

vegetación. Un paisaje pintoresco coronado con un interesante puerto de fácil

acceso. Como galardón de sus sacrificios se denominó “Oneto” al cerro más alto

de la región de Colonia Sarmiento y los Lagos Musters y Colgué Huai”90.

En documentos oficiales publicados en el año 1884, el ministro del Interior se refiere a

Puerto Deseado señalando que:

“El Poder Ejecutivo opinó que es conveniente el reconocimiento al sur del río

Negro y comisionó a Don Antonio Oneto para que estudiara el río Deseado y

examinara las condiciones de ese puerto y sus inmediaciones. Según los informes

presentados por el ingeniero, Puerto Deseado es seguro y presenta grandes

ventajas como puerto militar, de agua excelente y en abundancia. Los pastos son

buenos para alimentar ganado lanar. La naturaleza del suelo facilita la

construcción de estanques para depositar el agua de lluvia, y aprovecharla en

tiempos de sequía. El temperamento (temperatura) es sano y agradable.

Conocidas las condiciones el Poder Ejecutivo resolvió enviar algunas familias,

proporcionándoles casa, alimentación durante un año, ganados y útiles de labor.

90 Entraigas, Raúl; “Oneto, pionner patagónico” en la revista “Argentina Austral”; Buenos Aires; 1955; pag. 440.

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62

De este modo daremos principio a la ocupación de nuestras costas australes,

descuidadas por tantos años, y si la instalación de las familias a que me refiero, no

ofrece dificultades, duplicaremos en pocos meses su número(...).

No es posible –agrega Bernardo de Irigoyen en su exposición ante el Congreso de

1883- mantener desiertas y abandonadas nuestras costas. Es necesario poblarlas y

favorecerlas por la acción administrativa; de otro modo permanecerán

esterilizadas, dando lugar a que se crea en el extranjero, que carecemos de medios

para vigilar y proteger el territorio que poseemos”91.

Mientras sucedían las exposiciones del ministro en Buenos Aires, el capitán italiano

continuó con su trabajo de exploración en Puerto Deseado y diseña un nuevo proyecto

para utilizarlo con fines comerciales y militares; para ello habría que trazar nuevos

caminos y lo fundamental: poblarlo. Presenta el proyecto ante las autoridades de la

Nación, quienes lo respaldan y le brindan los medios necesarios.

Oneto elabora, además, planes de comercio para la supervivencia de los futuros

habitantes. Piensa en el comercio de los bueyes, que de acuerdo a lo que informa al

ministro del Interior:

“(...) también se venderían en Punta Arenas en condiciones ventajosísimas, pues es

notoria la gran cantidad de buques que llegan a hacer provisiones en aquel puerto.

El valor que se paga por cada buey es de 70 a 80$. Y ahora que se piensa

establecer una Subprefectura se envíen una docena de vacas, o más si se puede, un

toro, algunas ovejas y carneros, algunas yeguas y un caballo padre, la madera y

alambre necesarios para formar un corral. Se puede establecer una colonia

penitenciaria y si no se podrá construir en la Isla de los Estados”.92

El Ministro apoya la iniciativa, abre el registro de inscripción para poblar el sur y en

octubre de 1883 el Gobierno Nacional promulga la Ley de Fundación de Colonias, una

de ellas: Puerto Deseado. Teniendo en cuenta el informe presentado por Antonio Oneto,

que aconsejaba establecer una cadena de rebaños a lo largo de la costa sur del puerto, la

decisión del gobierno fue de instalar en Puerto Deseado una colonia pastoril93.

Dentro de este marco, el 15 de junio de 1884, Oneto funda el pueblo y conduce a

veinticinco familias. Además un gran número de ganado (2400 lanares y 100 vacunos),

otorgado por el Gobierno Nacional, es arriado desde Río Negro hasta el lugar.

91 De Irigoyen, Bernardo; “Memoria del Ministerio del Interior, presentada al Honorable Congreso Nacional correspondiente al año 1883”; Imprenta de “La Universidad” de J.N. Klingelfuss; Buenos Aires; 1884. 92 Entraigas, Raúl; op. cit.; pag. 442. 93 Lenzi, Juan Hilarión¸”Historia de Santa Cruz”; editor Alberto Raúl Segovia; Río Gallegos – pcia. de Santa Cruz; 1980; pag. 421.

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63

Oneto, a fin de dar impulso rápidamente a la cría de ganado ovino, entregó a cada

familia una importante cantidad de ganado y repartió entre ellas las tierras previamente

mensuradas.

“A los pobladores les parecía mucho campo (...) tendían la vista sobre él y sus ojos

no alcanzaban a medir su extensión. Pero bien pronto se percataron de que en la

Patagonia se necesita mucho campo para la cría de oveja. Huelga decir que los

pobladores tuvieron que trabajar intensamente para el cuidado de sus haciendas.

No había peones. Todo debían hacerlo ellos y sus hijitos. Los más pequeños, fueron

los primeros pastores de la zona, y soportaron el duro clima de estas regiones

patagónicas, cuidando corderitos recién nacidos a los que salvaron del frío y de

los zorros. Al cabo de un año la familia Viricat señaló que obtuvo 165 corderos,

Jenkins y Noya,150 cada uno. El rendimiento fue del 64% y fue extraordinario

Así comenzó la industria agropecuaria en esa zona (...). Así se realizaban los

sueños de Oneto que quería una “cadena de estancias” repletas de ovejas que

orlaran todo el litoral atlántico de nuestra Patagonia”94.

3. General Roca: de fuerte a ciudad

Como ya se ha mencionado, el 11 de octubre de 1878, el Gobierno Nacional, en

manos del presidente Nicolás Avellaneda, decidió la creación de la Gobernación de la

Patagonia con capital en Mercedes de Patagones (actual ciudad de Viedma). A su cargo

asumió el gobernador Alvaro Barros.

Paralelamente, una vez producida la muerte de Adolfo Alsina, asumió como ministro de

Guerra Julio A. Roca, quien inició una nueva estrategia para llevar adelante la

“conquista del desierto”.

La expedición partió en abril de 1879 integrada por cinco columnas que avanzaron

hacia Choele Choel y contó con el apoyo de la Marina que envió una misión por el río

Negro al mando de Martín Guerrico. La campaña se llevó a cabo de forma sincronizada,

logrando cumplir con éxito su objetivo en junio de 1879. De esta forma consiguió

llevarse la frontera hasta el río Negro y Neuquén, afianzándose la soberanía argentina

sobre una extensa parte de la región patagónica.

En el transcurso de la expedición fueron rescatados numerosos cautivos y no hubo

combates de gran envergadura aunque fueron apresados una gran cantidad de indígenas.

94 Entraigas, Raúl; op. cit.; pag. 443.

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64

Además, se establecieron fuertes en los puntos más estratégicos, entre los que se destaca

el de General Roca, que tuvo un carácter mixto de campamento militar y asentamiento

civil.

El mismo fue fundado por el general Vintter el 1° de septiembre de 1879 en la zona de

la confluencia de los ríos Limay y Neuquén, cumpliendo con lo recomendado por

Estanislao Zeballos en su estudio anterior al inicio de la campaña del desierto, quien

destacó la importancia estratégica de la zona y sugirió la colonización de esas lejanas

regiones con la fundación de colonias militares95.

Pero “no era meramente militar, sino colonizador y civilizador el ideario que determinó

la fundación de General Roca. El general Vintter vislumbró el futuro que esperaba a

este rudimentario fuerte por su excepcional ubicación y la riqueza de su valle”96. Por

ello solicita al Gobierno Nacional la autorización para erigir el pueblo del General Roca

y, al obtenerla, realiza la colocación de la piedra fundamental el 12 de octubre de 1881.

Se le asignaron 42.000 hectáreas y comprendía una parte de la actual comuna de

Fernández Oro y las actuales comunas de Allem, General Roca, Cervantes, Mainqué e

Ingeniero Luis Huergo.

Los primeros pasos ya habían sido dados; se planteaba, entonces, la necesidad de atraer

pobladores y emprender actividades económicas que permitieran el sustento del pueblo.

Para ello, el Gobierno Nacional, convencido de la importancia estratégica que revestía

el lugar, promovió sucesivas medidas orientadas a impulsar el desarrollo de la colonia.

En primer lugar, gran parte de las tierras fueron distribuidas, de acuerdo con la ley 1678,

entre los jefes, oficiales y tropas de las fuerzas que participaron en la campaña, quienes

supieron trabajarlas o, en su defecto, las vendieron a otras personas que sí lo hicieron.

Además, en cumplimiento con las premisas del programa formulado por la “generación

del 80”, fueron difundidas las cualidades del lugar a fin de atraer inmigrantes. El

objetivo fue alcanzado con éxito y en poco tiempo la zona recibió contingentes de

italianos, alemanes, franceses, rusos e ingleses.

Sin embargo, dichas medidas no hubieran sido suficientes para impulsar el definitivo

progreso de la colonia. Era necesario crear las condiciones necesarias para facilitar el

emprendimiento de actividades económicas que permitieran las subsistencia de los

nuevos pobladores. 95 Zeballos, Estanislao; “La conquista de las quince mil leguas”; Biblioteca del Suboficiales; Buenos Aires; 1931; pag. 176. 96 Guaglione de Madile, Perla A; “La fundación de General Roca”; separata del Congreso Nacional sobre la conquista del desierto; General Roca – pcia. de Río Negro; 6-10 de noviembre de 1979.

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“Una de las primeras necesidades de General Roca era la construcción de un canal de

irrigación que , trayendo las aguas desde el río Neuquén hasta la población, permitiría el

desarrollo de tareas agrícolas”97. Por ello el Gobierno Nacional dispuso la realización de

la obra que modifica por completo el destino de la colonia y sus alrededores: la

construcción del canal de los Milicos, primera obra de regadío del Valle, que tuvo una

extensión de 50 kilómetros. Comienza así el desarrollo de General Roca como colonia

agrícola, que en un primer momento se aplica principalmente al cultivo de alfalfa para,

posteriormente, dedicarse a la producción frutícola, actividad que le brinda su definitivo

desarrollo.

Durante los primeros tiempos el canal presentó algunos inconvenientes. “(...) unas

ochenta familias de inmigrantes que habían sido los primeros agricultores llegados en

esa función específica, siendo franceses, ingleses y rusos, los que fueron ubicados en el

paraje denominado “Sauce Ladeado” entre Cte. Martín Guerrico y Allem, en su mayoría

abandonaron las tierras que se les habían adjudicado en vista de las enormes dificultades

para el riego de sus parcelas, lo cual no le brindaba los beneficios que aspiraban”98.

Incluso, el propio Gral. Vintter solicita al presidente Roca detenga el envío de colonos

hasta tanto la irrigación sea un hecho práctico99.

Los inconvenientes comienzan a solucionarse lentamente a través de la fundación de la

Oficina de Irrigación y Agricultura en General Roca dependiente del Ministerio del

Interior y la sanción del Reglamento para la administración del canal de riego en 1886,

que facilitaron la distribución de las aguas entre los vecinos.

Por otra parte, en lo referido a la distribución de tierras, la Oficina de Tierras y Colonias

consideró que:

“los empleados de la Dirección Canal Fuerte Roca no iban a establecerse

definitivamente en aquellas colonias para cultivar las tierras que se les

concediesen, puesto que –señalaba- no reúnen las condiciones de colonos, jefes de

familias y agricultores. Pero como lo que se debía procurar, por todos los medios

posibles, era la más rápida población de la nueva colonia, creía la repartición

que a dichos empleados debía otorgárseles en venta, con arreglo a los artículos

86 y 87 de la ley 817, el máximun de superficie. Como esta clase de concesiones

llevaban consigo la obligación de población y cultivo continuado por dos años,

97 Guaglione de Madile, Perla A.; op. cit. ; pag. 124. 98 Toledo, Transito Leandro; “Historia de la fundación y progreso de General Roca”; editorial “Gráfica del Sur”; Bahía Blanca; 1972; pag. 192. 99 Guaglione de Madile, Perla A.; op. cit.; pag. 124.

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según el artículo 92 de la ley de referencia, era de suponer que estos

concesionarios gestionarían la instalación de familias, que cumpliesen por ellos

con tales requisitos con lo cual se lograría un adelanto en la colonia (...). Por

decreto del 18 de diciembre de 1884 se les concedió el derecho de adquirir lotes

en compra en la colonia General Roca a los solicitantes en las condiciones

establecidas por la citada ley. Este fue el prístino antecedente del poblamiento de

la colonia General Roca. De acuerdo a la ley de colonización se preveía la

concesión gratuita a los cien primeros colonos de cada sección, que fuesen jefes

de familias y agricultores, de un lote de 100 hectáreas, que serían otorgados

alternativamente. Mientras que los lotes rurales serían vendidos a razón de dos

pesos fuertes la hectárea, pagaderos en diez anualidades, haciéndose el primer

pago al terminar el segundo año. La venta podría limitarse a la cuarta parte de un

lote y no podría venderse a un solo individuo más de cuatro lotes”100.

A ambas márgenes del canal comienzan a establecerse las primeras chacras, “siendo

evidente que muchos chacareros venidos entonces, que pudieron sobrellevar los

problemas y dificultades que ocasionaba el riego se quedaron y afianzaron en el lugar,

siguiendo el ritmo normal de vida regional, con las lógicas suplantaciones en su

evolución y progreso”101.

El crecimiento de General Roca la llevó a ser constituida en un Municipio en 1887, año

en llega al lugar el sacerdote salesiano Alejandro Stefenelli, quien establece una misión,

colegios y una capilla.

A pesar de los numerosos esfuerzos, la superficie cultivada hacia fines del siglo XIX era

sólo de 300 hectáreas y la producción se comercializaba en Chile hasta que en 1899 la

llegada del ferrocarril del Sud la contactó con los puertos del Atlántico (San Antonio

Este, Bahía Blanca y Buenos Aires).

4. Volver a empezar

Los procesos de poblamiento de Puerto Deseado y General Roca presentaron

una similitud en sus comienzos: ambos pueblos debieron hacer frente a circunstancias

que pusieron en peligro su subsistencia.

El 26 de junio de 1887 naufragó en las costas de Puerto Deseado el buque nacional

Magallanes, entre cuyos pasajeros se encontraban los gobernadores de Santa Cruz y

100 Martínez de Goha, Dora Noemí; “La colonización del riego en las zonas tributarias de los ríos Negro, Neuquén, Limay y río Colorado”; editorial Corregidor; Buenos Aires; 1994; pag. 16. 101 Toledo, Transito Leandro; op. cit.; pag. 192.

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Tierra del Fuego. El naufragio provocó dos víctimas y grandes pérdidas en ropa, víveres

y materiales. Luego de este suceso el gobernador santacruceño Ramón Lista aconseja al

Gobierno Nacional la supresión de la colonia. Siguiendo esta sugerencia, en 1887 el

presidente Miguel Juárez Celman dispone por un decreto el despoblamiento de la

colonia y al siguiente año se declara oficialmente disuelta, quedando sus restos

materiales en Río Gallegos.

Sin embargo, sus pobladores se negaron a abandonar las tierras por las que tantos

sacrificios habían realizado, lo que obligó al Gobierno Nacional a disponer que el

pueblo fuera oficialmente fundado por segunda vez (en esta oportunidad de forma

definitiva) en 1899, fundación que se hace efectiva en 1903.

Por su parte General Roca sufrió en el mes de julio de 1899 una fuerte inundación

originada por la crecida del río Negro, que arrasó con el pueblo y provocó serios

desperfectos en el canal. A pesar de ello, la obra no fue abandonada y el pueblo fue

trasladado más hacia el noroeste porque presentaba la ventaja de posibilitar que la

expansión urbana se llevara a cabo fuera del área de tierras más valiosas para el cultivo.

Además se nombró una comisión encargada de la reparación del canal.

5. El desarrollo de los pueblos

Una vez producida la refundación de ambos pueblos, fueron ahondados los

esfuerzos por alcanzar su definitivo poblamiento y desarrollo, el cual fue impulsado, en

gran parte, por el emprendimiento de actividades agrícolas – ganaderas.

Puerto Deseado

En lo que respecta a Puerto Deseado, como señala el autor Juan Hilarión Lenzi,

al iniciarse la formación de la colonia, la posesión de los campos para explotarlos fue un

factor predominante, pensándose en los beneficios de la ganadería. Se dio allí una

efectiva identificación entre las dos manifestaciones demográficas: urbanismo y

ruralismo. “La ciudad sirve al campo y se beneficia de éste, proceso que habrá de

acentuarse en el período de su industrialización”102.

La autora Elsa Mabel Barberia, en su estudio sobre el proceso de poblamiento en la

Patagonia Austral, puntualiza los factores que posibilitaron el poblamiento del territorio

102 Lenzi, Juan Hilarión; op. cit.; pag. 404.

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(tanto de Puerto Deseado como del resto del territorio de Santa Cruz y Tierra del Fuego)

señalando:

“El acelerado proceso de ocupación de la Tierra en Santa Cruz se origina en el

interés de los capitalistas instalados en la región por expandir sus negocios

–ganaderos, comerciales y financieros- sobre territorios “vacíos”, aprovechando

la coyuntura internacional favorable para la producción lanera y la relación

directa con los mercados que les aseguraba la situación privilegiada del estrecho

de Magallanes en el tráfico comercial. Esta inserción coincide con la marginación

del ovino a las áreas periféricas de la Argentina , a raíz del nuevo destino

productivo otorgado a los terrenos de la pampa húmeda, y –en menor medida-

significa sentar soberanía en un territorio reclamado y permanentemente invadido

por Chile (...)”103.

Dentro de este marco, el pueblo comenzó un desarrollo continuo y los colonos lograron,

con sacrificio, conseguir, poco a poco, la prosperidad para sus familias. “Los bien

definidos caracteres del puerto, que le han dado fama, y la instalación de la línea férrea,

que la puso en contacto directo y sostenido con la dilatada zona rural, extendida hasta el

lago Buenos Aires, promovieron el rápido desarrollo de Puerto Deseado, como centro

urbano. También influyeron en el ánimo de muchas personas, para quedarse, el

panorama que se destaca netamente sobre otras poblaciones costeras y el clima menos

rudo, por más que los inviernos sean duros y los vientos asaz persistentes”104.

A la mensura de las tierras, trazado de calles y manzanas y la construcción de viviendas,

le siguió el trazado de la línea férrea, obra que dio un gran impulso al desarrollo local.

La misma formó parte del plan de promoción del ministro Ezequiel Ramos Mexía y se

puso en marcha en 1909. “En Puerto Deseado fue construida prontamente la estación,

que fue un edificio muy destacado en aquel centro urbano (...). Además de esa

contribución, el personal del ferrocarril hizo otras, también importantes para el

crecimiento local, al tiempo en que influía en crear y asentar poblaciones a lo largo de la

línea (...). Luego, inaugurado el ferrocarril, comenzó el movimiento de cargas que

influyó mucho en el desarrollo urbano”105.

También las importantes ventajas de su puerto facilitaron el crecimiento de la Colonia.

Esto fue observado por el por entonces secretario para la Gobernación Burmeister,

quien en los informes presentados para la ubicación del centro urbano, previó la

103 Barberia, Elsa Mabel; op. cit.; pag. 22. 104 Lenzi, Juan Hilarión; op. cit.; pag. 425. 105 Lenzi, Juan Hilarión; op. cit.; pag. 426.

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posibilidad de instalar una población pesquera, a la par de la pastoril existente,

anticipando, que una vez que los campos de alrededores se vendan y pueblen, se

formaría una población entorno al puerto.106

Otro rasgo de particular relevancia que posibilitó el desenvolvimiento de una rica vida

comunitaria, fue el rápido establecimiento de importantes instituciones, entre las que se

destacan: la Sociedad Rural, dos colegios de la obra de Don Bosco, la Sociedad de

Damas de Beneficencia, el hospital municipal, el Círculo Italiano Gioconda (entidad

dedicada al mutualismo), la Sociedad Española de Socorros Mutuos, el club Deseado

Junior y el club Ferrocarriles del Estado, entre otras.

Por otra parte el establecimiento de casas comerciales como la Sociedad Anónima

Importadora y Exportadora de la Patagonia o la Compañía Argentina del Sud; de

hoteles; almacenes; y de representantes de empresas marítimas; como así también la

construcción del frigorífico y de la fábrica de prensas para enfadelar lana, ayudaron al

rápido crecimiento del pueblo que debió enfrentar desde 1920 a 1940 un estancamiento

en la producción lanera para posteriormente afrontar su declinación.

Cuando la coyuntura nacional e internacional dejó de ser favorable para la producción

lanera, el pueblo se encontraba firmemente consolidado, por lo que no sucumbió ante la

adversidad de la situación. Además, el contar con un puerto con altas ventajas le

permitió encontrar una nueva salida.

Puerto Deseado, cuenta con la terminal portuaria más importante de la provincia de

Santa Cruz. A mediados del siglo XX, al iniciarse la explotación petrolera, fue utilizado

para la descarga de materiales relacionados con dicha industria, mientras que en la

actualidad concentra la actividad pesquera caracterizándose por la pesca de merluza,

calamar y langostino, por parte de la flota congeladora.

El desarrollo obtenido por la ciudad (que cuenta con alrededor de 12.000 habitantes) ha

sido realmente importante, fundamentalmente si se tiene en cuenta el grave problema de

aislamiento al que hace frente debido a la supresión del ferrocarril que la comunicaba

con otros puntos de la región como así también al hecho de que la ruta nacional n° 3 no

pase por ella.

Empero, gracias al sentido de pertenencia y arraigo que presenta su población, el pueblo

continúa en crecimiento y busca nuevas alternativas económicas que le permitan

106 Lenzi, Juan Hilarión,; op. Cit.; pag. 425.

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sobrellevar el obstáculo que representa el aislamiento, como por ejemplo la promoción

del turismo histórico.

General Roca

La autora Dora Martínez Gotta, en su estudio sobre el poblamiento de la región,

señala que la colonización de los territorios del Alto Valle hubiera sido imposible sin la

aplicación del riego artificial y añade que “para que la colonización del riego diera los

resultados esperados, ésta debía hacerse sobre la base del desarrollo de las

comunicaciones”107.

En 1899 además de llevarse a cabo el traslado del pueblo se produce la llegada del

ferrocarril, hecho que dinamiza notablemente la economía de la zona. “El ferrocarril del

Sud, de origen inglés, vislumbra la posibilidad de incrementar las ganancias mediante el

aumento de la producción y de la población. Por este motivo se promueve la realización

de obras de regadío que superen a las existentes”108.

En este sentido, en el año 1906 se aprobó la ley 6.546 de irrigación y en 1908 la ley

5.559 de Fomento de Territorios Nacionales, que, entre otras importantes obras, preveía

la regularización del régimen del río Negro.

Sumado a estas medidas, en 1907 se dicta un decreto con el fin de incentivar la

producción mediante la incorporación del capital necesario. El mismo establecía en su

artículo 4° “que el precio de la tierra en la Colonia sería, en adelante, de $50 m/n por

cada hectárea, pagaderos en los plazos y forma que determinaba la ley vigente. En el

artículo 5° se dejaba constancia que los adjudicatarios de lotes, tendrían derecho a una

reducción hasta el precio de $ 2,50 por hectárea, mínimo fijado por la ley, siempre que

aceptasen, entre otras condiciones, la de constituir una Sociedad Cooperativa de

Irrigación”109.

Dentro de este marco, se constituyeron la Cooperativa de Irrigación Ltda. de General

Roca y la Cooperativa de Riego Ltda. del Este de la Colonia Roca; y, entre 1911 y 1916,

la Compañía de Tierras del Sud financia la construcción del dique Contralmirante

Cordero (hoy llamado Ingeniero Ballester).

Durante las primeras décadas del pueblo, la producción se centró en la alfalfa y luego en

la vid. Recién en una segunda etapa y con la importación de las primeras plantas frutales

107 Martínez de Goha, Dora Noemí; op. cit.; pag. 15 y 135. 108 De Lorenzo, Florencia; “Informe de economías regionales”; op. cit.; pag. 20. 109 Martínez de Goha, Dora Noemí; op. cit.; pag. 53.

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de Australia, se inicia la supremacía de la producción frutícola (con el predominio de la

pera primero y después de la manzana).

“Y ello no podría ser de otra manera porque, a la llegada del riego, implantar

frutales –especialmente de propiedades latifundistas por medio de terceros-

significaba esperar años para obtener producción y renta adecuada, lo que no

ocurría con la alfalfa.

(...) Las cifras de cultivo del año 1924 son ilustrativas al respecto: la alfalfa cubre

19.753 has.; los viñedos apenas 1.638; las peras, manzanas y duraznos tan sólo

137 has. Y, por último, otros frutales 286 has.

Todavía hacia 1930 el 76% de los cultivos está dedicado a la alfalfa; sólo el 12,

2% a viñedos; el 5,4% a los frutales y el 6,4% a cultivos varios.

Cuantitativamente, la expansión llegaba en forma vertiginosa, notándose algún

rubro de explotación. En la Memoria de la Gobernación del año 1933 se lee: “el

progreso ha sido tan extraordinario en estos últimos 8 años, que el área cultivada

con viñedos se ha quintuplicado.; ha sido aumentada en más de quince veces el

área cultivada con tomates y las tres fábricas de conservas (...). Se proponen

industrializar alrededor de 15.000.000 de kilos”110.

La evolución de la producción frutícola se vio beneficiada al conseguir incorporarse a

los mercados internacionales y por la tecnificación de los cultivos. Este hecho produjo,

en General Roca y en general en todo el Alto Valle, un cambio en la estructura agrícola

valletana dividiéndose los grandes lotes de tierras.

Con el desarrollo de esta actividad se produjo, consecuentemente , un claro aumento de

la superficie bajo riego, como así también, un notable crecimiento de las exportaciones.

La producción fue transportada por ferrocarril hasta Buenos Aires hasta

aproximadamente mediados de la década del 60, momento en que dicho medio es

reemplazado por el transporte automotor, que se vio beneficiado por la pavimentación

de la ruta nacional 22.

Para hacer frente a un mercado cada vez más exigente tanto en cantidad como en

calidad, entre 1970 y 1979 aumenta considerablemente el número de establecimientos

frigoríficos, mientras que las firmas empacadoras y exportadoras de la zona compran o

alquilan chacras dedicadas a la producción, factor que aumenta su poder de negociación

tanto en el ámbito interno como en el mercado externo111.

110 Rey, Héctor Daniel y Vidal, Luis; “Historia de Río Negro”; editorial Río Negro S.A.; General Roca – pcia. de Río Negro; 1972; pag. 118 –119. 111 De Lorenzo, Florencia; “Informe sobre economías regionales”; op. cit.

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Con relación a la evolución de la población, según el censo de 1905, se observa que la

llegada del ferrocarril no provocó un inmediato crecimiento demográfico como se

esperaba. Pero “(...) después de un período de reacomodamiento poblacional y

productivo a partir del traslado del pueblo a su nuevo emplazamiento, comenzó en la

colonia General Roca, poco antes de 1910, un desarrollo sostenido (...)”112.

Durante el comienzo del ciclo frutícola hacia 1930, a pesar del significativo desarrollo

económico que alcanzó el Alto Valle, el crecimiento de la población fue moderado y

con poca participación extranjera, porque en el transcurso de dicha década se detiene

considerablemente la inmigración europea en Argentina. Pero, posteriormente, el

emprendimiento de la actividad frutícola provocó un fuerte aumento demográfico: la

población de General Roca, que en 1947 ascendía a los 57.096 habitantes, llega en 1960

a los 97.024, de los cuales 71.204 eran argentinos. Por otra parte, la actividad frutícola

trajo aparejada el surgimiento de una importante población temporaria que llega hasta la

zona entre los meses de enero y abril para trabajar en la cosecha113.

Podría decirse, entonces, que el desarrollo de la actividad frutícola imprimió rasgos

propios en la población de ciudad de General Roca: es bastante reciente y posee gran

nivel de movilidad.

Hoy General Roca es la ciudad rionegrina más importante del Alto Valle y secunda a

San Carlos de Bariloche tanto en el ranking provincial referido a la cantidad de

establecimientos comerciales e industriales como en materia de ocupación.

Estimaciones publicadas por la Cámara de Industria y Comercio local revelan que el

número de pobladores localizados en Gral. Roca aumentó casi un 9% durante los

últimos siete años de la década, mientras que cayó cerca de un 5% en los otros

asentamientos valletanos114.

6. Conclusión

Los pueblos de Puerto Deseado y General Roca, aunque distantes y con

características geográficas muy distintas, compartieron un mismo origen. Las

fundaciones de ambos se produjeron en el marco del programa economicista de la

“generación del 80” que perseguía un modelo de país agroexportador y, en este sentido,

fueron impulsadas como colonias agrícola – ganaderas. 112 Vapnarsky, César A.; “Pueblos del Norte de la Patagonia 1779 – 1957”; centro de Estudios Urbanos y Regionales; editorial de la Patagonia; Buenos Aires; 1983; pag. 145. 113 Vapnarsky, César A.; op. cit.; pag.255-257. 114 Río Negro -Suplemento Economía-, 1 de septiembre de 2000.

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Sin embargo, aunque dichos asentamientos respondieron a un programa político de

raíces liberales, esto no significa que el desarrollo de los mismos haya sido librado al

azar. Por el contrario, el Gobierno Nacional formuló importantes medidas que

impulsaron su poblamiento. Las leyes sancionadas en materia de distribución de tierras,

la promoción del sistema de riego y el impulso al ferrocarril, fueron claros ejemplos de

dichas acciones gubernamentales.

A pesar de esta similitud en cuanto a sus orígenes, dichas ciudades adquirieron rasgos

muy distintos a partir del desenvolvimiento de sus procesos de evolución. Por este

motivo, se observan en la actualidad claras diferencias entre las poblaciones de ambas:

mientras que la de Puerto Deseado es mucho más pequeña y presenta mayor arraigo y

menor movilidad, la de General Roca creció de forma vertiginosa en la segunda mitad

del siglo XX y posee gran dinamismo.

Numerosas son las causas que explican esta diferencia. En primer lugar, General Roca

presenta una mayor proximidad geográfica con Buenos Aires y mejores vías de

comunicación que Puerto Deseado, ciudad que al no estar ubicada sobre la ruta nacional

n° 3 y al haberse cerrado el ferrocarril que la tenía como cabecera, fue sometida a una

situación de alto aislamiento. Además, el clima en el Alto Valle es mucho más benigno

que en la Patagonia Austral.

Sumado a ello, debe considerarse la lógica seguida por el desarrollo de las actividades

económicas que les dieron sustento. El emprendimiento de la producción frutícola

promovió la consolidación de una importante industria que emplea una gran cantidad de

mano de obra. Asimismo, atrae anualmente, para el período de cosechas, un alto

porcentaje de trabajadores temporarios.

Por su parte, la actividad ovina no generó en Puerto Deseado, ni aún en el período de

auge de la producción lanera, la conformación de una industria de gran envergadura. Y,

posteriormente, cuando la actividad lanera dejó de ser tan rentable y la actividad

pesquera se transformó en el centro de la vida económica de la ciudad, tampoco se

produjo, hasta la actualidad, el surgimiento de una industria relevante que atrajese una

mano de obra importante.

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VII. CONCLUSIÓN

Hace casi un siglo y medio el Gobierno Nacional emprendía la primera acción

para promover el poblamiento e integración de la región patagónica, meta que revestía

gran importancia en el proceso de consolidación nacional. Sin embargo, a pesar de las

cuantiosas y diversas medidas adoptadas, aquella meta aún no ha podido ser alcanzada

de manera completa.

Esto se debe fundamentalmente a dos causas. En primer lugar, la falta de una política o

programa nacional a largo plazo en pro del desarrollo patagónico impidió la continuidad

de las acciones emprendidas. Y en segundo lugar, el hecho de que muchas de dichas

medidas hayan sido regidas por un criterio netamente economicista condenó a la región

a constituirse en un “área colonial” del puerto de Buenos Aires y su zona de

influencia115.

Hoy la Patagonia aún requiere ser poblada y desarrollada de manera integral para su

vertebración definitiva en el orden nacional. Para ello, antes de proceder a la

formulación de una política que permita completar la integración regional, es importante

mirar al pasado de manera tal de aprender de los aciertos y errores cometidos.

Los modelos de poblamiento analizados a lo largo de este trabajo, de los cuales algunos

fueron impulsados por una perspectiva economicista y otros por una particular

pluralista, han sido seleccionados porque representaron experiencias exitosas de las

cuales es posible extraer algunas conclusiones que orienten futuras políticas.

Primeramente, es importante resaltar el rol civilizador desempeñado en la Patagonia por

los misioneros salesianos, las Fuerzas Armadas y la empresa YPF. Dichas instituciones

estuvieron presentes desde los orígenes de las poblaciones de Río Grande, Junín de los

Andes y Comodoro Rivadavia, entre muchas otras, y las acompañaron a lo largo de todo

su proceso de crecimiento. Su obra en materia educativa, asistencial, social, etc., dio

lugar al desarrollo de una profunda vida comunitaria que los transformó en pueblos

fuertes capaces de enfrentar los difíciles obstáculos que presenta la región para el

afincamiento (rigurosidad climática, aislamiento, etc.).

En ninguna de estas localidades se dio un desarrollo espontáneo solamente a partir del

impulso a una actividad económica que les diera sustento, sino que en ellas se realizaron

grandes esfuerzos a fin de crear las condiciones socio-culturales que permitieran a sus

115 Autores varios; “Epopeya del desierto en el sur argentino”; pag. 278.

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pobladores desarrollar una vida completa, lo que garantizaba su permanencia en el

lugar. Incluso en los procesos de poblamiento de Puerto Deseado y General Roca,

altamente vinculados con el emprendimiento de una actividad económica, también

estuvieron presentes los misioneros salesianos o las Fuerzas Armadas, realizando su

obra civilizadora. Sin la presencia de ellos, probablemente muy distinto hubiera sido el

destino de estos pueblos.

Otro aspecto que debe destacarse en la historia de estas dos últimas localidades, fue el

impulso que recibieron a partir de la llegada del tren. La idea del ferrocarril como motor

de desarrollo e integración fue una de las principales premisas del programa

economicista de la “generación del 80”, en cuyo marco se produjo la fundación de

ambas ciudades, y sin duda fue uno de sus mayores aportes en pro de la integración

regional que hiciera esta “generación”.

En la actualidad, el cierre de la mayoría de los ferrocarriles que vinculaban diferentes

puntos de la vasta región entre sí y con Buenos Aires, rescatándolas de su aislamiento,

han sido cerrados. Este hecho ha provocado un grave retroceso en el desarrollo

emprendido, que requiere ser revertido de forma urgente.

Por último, del análisis del modelo de poblamiento a partir del impulso a la inmigración

galesa, debe rescatarse el rol desempeñado por el Gobierno Nacional, quien guió

permanentemente el asentamiento de los colonos, otorgándoles todos los auxilios

necesarios. Si el Estado no hubiera conducido este proceso, las consecuencias hubieran

sido muy distintas: probablemente el intento poblador hubiera sido abandonado o, en su

defecto, se hubiera puesto en peligro el ejercicio de la soberanía argentina sobre esas

tierras.

Debe tenerse en cuenta, entonces, para la enunciación de nuevas políticas de

poblamiento, que el papel representado por el Estado debe ser protagónico, no

solamente brindando el impulso inicial sino además acompañándolo durante su

desarrollo, atendiendo a las demandas que se presenten para su concreción.

De esta forma, el estudio de las acciones realizadas debe contribuir a orientar la

formulación de un nuevo programa que permita completar el proceso de desarrollo e

integración regional, que deberá ser a largo plazo. El mismo deberá estar orientado al

fortalecimiento de las comunidades locales, para garantizar la permanencia de sus

pobladores y la atracción de nuevos habitantes, y a la integración de las mismas en el

marco regional y nacional, y así alcanzar la definitiva vertebración de la Patagonia en el

orden nacional.

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VIII. BIBLIOGRAFÍA

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