El principio esperanza.

José María Olayo olayo.blogspot.com

El principio esperanza

(En situaciones de discapacidad)

http://www.olayo.blogspot.com/


“El principio esperanza” es el título más conocido de la obra de Ernst Bloch, escrita allá por

los años 30-40 del siglo XX ...


… una mirada antropológica del ser humano como “ser utópico”, una realidad siempre en construcción,

capaz de convertirse en el centro de su propia historia ...




… una propuesta filosófica que parte de una idea central: “pensar significa traspasar”, y vivir es

un viaje en el que lo mejor siempre está llegar ...



… la realidad siempre es un proceso y las oportunidades surgen de esa realidad contante y sonante.



La esperanza proyecta al hombre hacia lo mejor de sí mismo, y le impele a generar y transformar

una nueva esperanza para rebasar siempre el horizonte de lo inmediato con la que afrontar

las expectativas aún no cumplidas ...



… una teología de la esperanza que se alimenta de un “optimismo militante” capaz de transformar

una realidad que necesitamos poner a nuestro favor.



La esperanza es una herramienta humana que es preciso aprender y aprehender; tiene una función y contenido

que pone al hombre de cara siempre al futuro ...



… un compromiso con las ilusiones y un trabajo constante para evitar todos los callejones

sin salida que la vida nos depara.



La esperanza nos permite soñar hacia delante cuando la vida se pone muy cuesta arriba, en los

momentos en los que todo se viene abajo ...



… cuando la propia espera y aquello que es esperado pasan de ser tendencia a rutina, y los acontecimientos

ahogan toda posibilidad de logro.



Espera y esperanza nos permiten tomar partido por el futuro y apostar fuerte por nosotros mismos,

más allá de nuestras limitaciones y más acá de nuestras capacidades ...



… acceder a los espacios donde cada riesgo es la antesala de cada logro, allí donde es posible indagar

la función y el contenido de cada oportunidad.



La esperanza como oportunidad nos permite traspasar el curso natural de lo que acontece cada vez

que actuamos, cada vez que ejercemos nuestros argumentos ...



… nos coloca ante rutas soñadas y anhelos ocultos en los que todos los momentos vividos pasan a pertenecernos.



La esperanza nos permite existir y encontrarnos, sin aplazamientos ni lejanía, con intención y cercanía ...



… existir, para poner al descubierto nuestra voluntad de llegar a ser más y mejores; encontrarnos,

para compartir todo aquello desde lo que procedemos y hacia lo que tendemos.



La esperanza nos aleja de los arrabales del miedo para dejar de escapar del mundo y ponernos

a trabajar pra su transformación ...



… es así como dirigimos nuestra voluntad solo a objetivos alcanzables que nos permitan acceder

a una vida que ha de ser conquistada ...



… una realidad que trasciende las fronteras de lo dado o ya conseguido, un territorio fértil en el que los demás no son los límites de la propia felicidad,

sino los elementos en los que ésta se verifica.



En situaciones de discapacidad, sostener la esperanza es más difícil porque uno tiene la sensación de

que todas las pérdidas se concentran ...



… una situación desventajosa en la que se hace más difícil ver lo importante y obviar lo insignificante,

ir siempre a remolque de las dudas y las propias limitaciones ...



… saberse uno menos dotado e incapaz de remontar el vuelo, dudar de las propias capacidades y no saber

aún lo que buscamos y aquello que nos busca.



La esperanza se agranda ante las grandes necesidades vitales, recobra todo su vigor cuando los afectos

se muestran y la elección está ya realizada ...



… alcanza su mejor sentido y significado cuando todo querer es, en esencia, un querer hacer ...



… abre camino a los impulsos, no a los que flotan en el vacío, sino a aquellos que se sustancian en

las motivaciones y compromisos propios.



Ante la adversidad, los rumores de la vida acogotan nuestra capacidad de indagar y crecer, tanto

en el tiempo como en el contenido, en su angostura y su agudeza ...



... los miedos se acrecientan y la soledad acucia más que nunca; la distancia entre lo que se piensa

y lo que se siente se agranda y actúa como aguijón del desaliento.



Es entonces cuando la esperanza emerge como el mejor argumento para aspirar al más amplio

y lúcido de los horizontes posibles ...



… para armar intenciones de futuro, darle vidilla a la fantasía, y proyectarnos de forma comprensiva

a nosotros mismos hasta la frontera más avanzada de lo ya logrado.


El principio esperanza.

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