El prevenido engañado. Comedia en tres actos

5/13/2018 El prevenido engañado. Comedia en tres actos - slidepdf.com

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e



El msnuscruo que aquf sc trenscnbc se encontro en los srciuvos de Gorostiza. Estd

/ormsdo de 33entregas (130pp.) enpapel estampado y no tiene una pigina separada

para el dtulo. Como -portsda tiene unapigina en blanco con la meres de agua GilllJoles.

De las entrega~ 31 tienen /mpreso un sella oblongo Sello 40 en el extrema izquierdo

y, 'j4no de 1822" 40 mrs en el extrema dcrecho.

En el centro del sello csts el escudo de armes de EspaiJa, rodeado en Ibrms de

moneda por la leyenda "Fcrd VII D. G Et Const. Monarc. Hispan. Rex. "Las riltl:

mas dos entregas tienen "1823" en lugar de "1822" y el escudo de srmes esta rodes-

do por la leyenda "Fer: 7Par la Gra. De Dios y la Const. Rex de las Esp. " Cada

entrega tiene tambiin impreso un sella mds chico, que presenta la cabeza de Fcmsn-

do rodeada por la mscripcion de 1822, cscepto que "Monsn:" es(i abreviado como

"Mon ".Muchas de las entrcess tienen la meres de agua Segue 0M Alamany

Al inicio de la piglila 1 se lee: flElprererudo engaiiado. Comedia en Ires actos.

Sacada de una no vela de dona Marfa de Zayas'~ La escrtturs no es la de M E De

Gorostiza y las correcciones no cstdn hechas par if

La comedia es una sdsptsaoa en verso de la no vela del mismo nombre de Malia de

Zayas.

El eduor; en curo poder esta el msnuscruo. desconocc sise hicieron representscio-

aes teatrales 0copias unpresss.

PERSONAJES:

DOS COSME

DONA LUISADON GABRIEL

LA TiA REMEDIOS

CANUTO

ROLDANJULIANA

La escens es en un lugar de las A1puiaJTa~ en cess de don Cosme.

ACTO I

ESCENA I

CANUTO: [Se pudiera imaginar

una cosa mas extrafia?

[Que no me reconoceis?

DON COSME: No por cierto.

CANUTO: Vaya, vaya.

Cuarenta afios a 10 mas

hara per Semana Santa

que me despedi de vos,

[y ya teneis tan borradas

las especies?COSME: Ahi veras.

CANUTO: Reniego de vuestra casta.

[No os acordais de Canuto,

e!mozo de la Posada

del Higo, que siendo vos

colegial en Salamanca

entr6 en farnulo vuestro,

por respetos de su hermana

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la salchichera?

COSME: No caigo.

[Que memoria tan bellaca!

CANUTO: Pues, senor, yo soy el pio

Canuto, cuyas hazafias

remonto sobre los astros,con mil trompetas, la fama:

el sopista de manteos

mas rotos, el que gozaba

entonces de toda vuestra

gratitud y confianza,

por su habilidad notoria

en dar amorosas cartas,

bus car dinero prestado,

y proporcionar jaranas,COSME: Dos Canutos me sirvieron

en aquella temporada,

a cual mas salvajes ambos;

con que, amigo, no me bastan

las sefias para inferir

quien eres tu.

CANUTO: lNo? Pues vayan

otras. lHabeis olvidado,

que por andar vos a cazade gangas, nos sacudieron

cierta paliza en la plaza?

COSME: [Y que soberbia que fue!

Pero, lcomo es? lNo me enganas?

LTu fuiste el apaleado

conmigo?

CANUTO: lYo?Patarata.

Me hundieron la paletilla

y me abrieron tantas rayas

en la cabeza, que dude

si estoy vivo.

COSME: lQuien pensara?

Pero ven aqui ala luz,

me pondre las antiparras,

y exarninare tu gesto.

[San Nicomedes me valgal

lQue ven mis ojos? jEl es!

No hay duda, la mismacara

de borracho y de ladron

cuatrero; las mismas trazas

de alcahuete. [Pesia tal!

[Canuto de mis entrafias!

Mil veces dame los brazos

y perdoname si ...

CANUTO: Gracias

a Dios, que por fin se digna

batiros las carataras.

Mas tampoco vos habeis

ganado con las mudanzas

del tiempo. No, ciertamente.

Siempre anuncia vuestra facha

que sois el mayor judiede cuantos hay en Espana:

el mas vicioso yavaro,

el mas ilustre can alIa

que nacio de madre y que ...

COSME: Me parece que ya basta

de cumplimientos.

CANUTO: Si no,

a mi no me cuesta nada

proseguir.COSME: Mejor sera

dejarlo para mariana

y que me digas de donde

vienes.

CANUTO: Vengo de Jalapa,

y he pas ado muchos aiios

en Lima, yen Guatemala.

COSME: LVendras muy rico?

CANUTO: En verdad

que no traigo mas alhajas

ni dinero, que un frasquillo

de balsamo de copaiba,

y dos docenas de cocos.

COSME: [Has hecho buenas ganancias

por vida mial, lY ahora

que quieres?

CANUTO: Que te dignaras

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admitirme en tu servieio;

digo, con tal que no haya

mujeres a vuestro lado.

COSME: Hombre, si en eso reparas

no te puedo cornplacer,

porque viven dos en easa.

CANUTO: LDos demonios? Pues, abur.

COSME: No perm ito que te vayas sin

oirme.

CANUTO: Es excusado

hablar. Tengo con las faldas

invencible antipatia.

COSME: Vamos. Dejate de chanzas,

y escuchame; te dire

quienes son estas muchachas.Aiios hace que muri6

en Sevilla cierta dama

ilustre, rica y hermosa,

a quien yo galanteaba.

Dej6 una nina de pecho,

y a mi cuidado encargada

su tutela, pues en nadie

tenia igual confianza.

Sus parientes intentaronal punto desheredarla,

y este pieito se ha seguido,

y sigue aim, por entrambas

partes con notable empeiio.

Mientras yo, que meditaba

casarme con ella, puse

a Luisa, que asi se llama

la huerfana, en un convento;

para que me la criaranlas monjas a mi manera,

y en la mas santa ignorancia

de las malicias del mundo.

Cuando estuvo ya espigada,

la traje conmigo a este

rinc6n de las Alpujarras,

en donde nadie la ve,

ni la pobrecilla trata

sino con la lavandera

cuando viene, y con Juliana,

otra chica de su edad

que andaba guardando cabras

en el monte; y a quien yo

elegi para criada,

par su feroz inocencia.

Ya yes que si te quedaras

con nosotros, tu sosiego

y pudor no peligraban.

CANUTO: L Y ya os habeis desposado?

COSME: Aun no.

CANUTO: LPuesa cuando aguardan?

COSME: No eorre prisa. Ademas,

que si por una desgraciami pupila pierde el pleito,

se me quitaran las ganas

de casarrne, y solamente

pienso ayudar a dotarla

para que se meta monja.

CANUTO: Es resoluci6n cristiana.

COSME: Pero espero que le gane,

y con el mi mano blanca.

Entonees tambien pudierasttl casarte con Juliana,

que no tiene mal palmi to.

CANUTO: Ya se ve que fuera ganga.

COSME: Y pasaramos los dos

una vida regalada.

CANUTO: Como el raton ermitano,

de nuestras antiguas faltas,

hicieramos penitencia

en dos quesitos de Holanda.COSME: Cabalmente.

CANUTO: Sin embargo,

una duda me acobarda.

COSME: LCuales?

CANUTO: Que siempre habeis sido

de tragaderas muy anchas,

y no fuera nada extraiio

que las dos corderas mansas

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supiesen mas que nosotros.

COSME: Hombre, no digas bobadas.

Tu novia es una infeliz,

a tal punto que ya pasa

de buena; la senorita

manifiesta por desgracia

mas caracter, y es preciso

llevarle el genio y mimarla;

pero en cuanto ala inocencia,

estan como si acabaran

de nacer, y entre los sexos

mas diferencia no hall an

sino la de usar el uno

calzones y el otro enaguas.

CANUTO: Es mucho que no les cause

ninguna impresi6n la barba,

la forma del cuerpo, y otras

sefiales bastante c1aras.

Aunque, si han visto levitas

ala rusa, no me pasma

que se confundan un poco.

COSME: No dudo yo que la sabia

N aturaleza algun dia

disipara su ignorancia,

pero aun no 10 ha hecho.

CANUTO: Pues

en el Reino de Granada

no sue1e dormirse tanto.

COSME: Es seguro; mas aguarda,

que alli viene mi pupila.

LVesque trozo de muehacha?

CANUTO: Vos debeis considerarlo

y no eehar fanfarronadas.

ESCENA II

Dichos ydona Luisa.

LUISA: jJesus! LQuien es ese hombre?

COSME: No te asustes, prenda amada.

Es uno que fue criado

mio, cuando yo esrudiaba,

y viene a que le reciba

segunda vez.

LUISA: Vaya en gracia.

Pues a buen tiempo se acuerda.

COSME: No te admire la tardanza,

que vuelve del otro mundo.

LUISA: jAy, Dios!

COSME: 0de la otra banda.

LUISA: Eso pase. L Y esta ya

recibido?

COSME: S6lo falta,

que illeonsientes en ello.

LUISA: A mi no se me da nada.

Si fuera como el sobrino

del senor Marques.

COSME: jAparta!

LQue sobrino es ese, Luisa?

LUISA: EI sobrino; asi le Haman.

EI es oficial de tropa,

y lindo como una plata.

COSME: LPues que, illle has visto?

LUISA: Si, senor.

COSME: LCuando?

LUISA: Ayer manana.

CANUTO: Esto va malo.

COSME: LYad6nde, bribona?

LUISA: L D e que se enfada?

COSME: No me enfado, pero quiero

saber, en poeas palabras,

por que fatal aceidente

le viste?

LUISA: Ayer fastidiada

de haeer labor, me asomeun poquito a la ventana,

y estaban algunas mozas

refiriendo la llegada

del Marques de San Narciso,

que segun aseguraban

es senor de nuestra aldea.

Celebraban su bizarra

comitiva, y anadieron

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que tambien Ie acornpanaba

el sobrino que le hereda;

el cual tiene muy gallarda

figura y es militar,

De este modo conversaban

cuando echaron a correr;

y yo, por saber la causa

de su fuga, mire a todas

partes, y vi que llegaban

un oficial y un soldado.

Me alegre de que pasaran,

sospechando quienes eran,

por no haber en la comarea

hoy en dia militares.

Al acerearse a las tapiasdeljardin, me saludaron;

yo me puse colorada,

mas correspondi; siguieron

sin decir una palabra,

pero muy po quito a poco,

y volviendo arras la cara

muchas veces. Ya por fin,

aillegar a la bajada

de la cuesta se ocultaron;me quede como una estatua,

sin saber 10 que senti a ,

muda, inm6vil, azorada:

al cabo de largo rato,

iba a entrarme, cuando cata

otra vez el oficial:

me volvi a quedar pegada

ala barandilla. Entonees

el se acerea y en voz bajaestuvimos conversando

10 menos dos horas,

hasta que llamasteis.

COSME: L Y que fue

10 que te dijo, insensata?

LUISA: Mil cumplidos yexpresiones

a cual mas finas y blandas.

Que soy un angel y que

le he robado toda el alma;

que nunca se cerraria

en su eoraz6n la llaga

que mi hermosura

Ie hizo; que dichoso el que gozaba

la luz de mis ojos; que el,

por lograr dicha tan alta,

diera cuanto poseia,

vida, honor, hacienda ...

COSME: Calla.

Calla, loca, desenvuelta,

miserable.

LUISA: [Virgen Santa!

LPerdeis eljuicio?

COSME: LPues que,no conoees, mujer fatua,

el peligro en que te encuentras,

los males que te amenazan?

Ese joven tan melifluo

y que tanto nos alabas

es un sireno espantoso,

un cocodrilo de marea

mayor, una sierpe boba

como la que esta colgadaen la Historia Natural

de Madrid, que de mirarla

da grima, y tendra de largo

al pie de catorce varas.

LUISA: L Q u e deds?

COSME: La verdad pura.

L Tu no sabes 10 que pasa

enelmundo?

LUISA: No, senor.COSME: Pues mira; de todas cuantas

imagenes me valiese

para ponderar la sana

cruel, Ia inhumanidad,

la obstinaci6n sanguinaria

de los mancebos, ninguna

fuera capaz de pintarlas.

LUISA: [Quien 10 hubiera discurrido!

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COSME: Con esas almibaradas

expresiones y requiebros,

con esas caricias falsas,

cuando logran atraer

a las j6venes incautas,

Lsabes tu 10 que las hacen?

LUISA: Yo, senor, me figuraba ...pero sin duda sera

muy al contrario,

COSME: Las matan y las devoran.

LUISA: LVivitas?

COSME: Y crudas.

LUISA: [Jesus me valga!,

[que porqueria!

COSME: Pues elIos

en melindres no reparan.

LUISA: lLos j6venes?

COSME: s t. senora.LUISA: [Que inclinacion tan extrafial

LPero todos son asi?

COSME: Toditos.

LUISA: jHabra canallas!

LLuego vos tambien habreis

probado la carne humana

cuando mozo?

COSME: No, hija mia.

En aquel tiempo no estaba

el mundo tan corrompido;

eran menos depravadas

las costumbres; pero ahora

losj6venes s6lo tratan

de perder a las mujeres.

LUISA: Yved, senor; jque desgracial,

precisamente a nosotras

losrrodtos nosagradan m a s que 1 0 5 viejos.

COSME: Los viejos,

aunque no tengan las gracias

delajuventud, merecen

de parte de las muchachas,

la preferencia exc1usiva.

LUISA: L P o r que raz6n?

COSME: [Ahi, es nadal,

que te 10 diga Canuto.

CANUTO: Porque somas vuestraguarda.

LQue fuera de muchas ninas

si los viejos les faltaran?

LUISA: Ya ... pero ...

COSME: Lo dicho, dicho.

ESCENA III

Dichos yJuliana.

JULIANA: Senor amo.

COSME: lQue hay, Juliana?

JULIANA: El pobre del escribano,

que viniendo de Granada

le salieron los ladrones,

y le dej aron sin blanca;

y adernas le han sacudido

tantos palos y patadas,

que si no Ie recogieran

unos hombres que pasaban,

ya no hubiera pleitos.

COSME: L Y

que quieres que yo le haga?

JULIANA: [Jesus, que picaros! £1

bien les dijo, camaradas,

pero no le conocieron.

COSME: [Tambien es fuerte desgracia!

JULIANA: Luego dieen que entre sastres

las hechuras no se pagan.

COSME: Mal dicho.

JULIANA: Con que, por fin,

le han traido en una andas,

pero ha estado siete dias

en una venta cercana,

sin movimiento.

COSME: LYahora

en d6nde queda?

JULIANA: En la cama.

Toma, riene para meses

antes que a la calle salga.

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COSME: Otros tantos estaremos

en una paz octaviana.

JULIANA: Con que dice que vayais

alla,

COSME: L Y o ?

JULIANA: Si, que os aguarda.

COSME: LPara que?

JULIANA: Porque traia

en la maleta una carta

que Ie dieron para vos,

de muchisima importancia;

pero como le robaron

todo, qui ere de palabra

deciros algo de parte

de vuestro agente, yencarga

que al momento le veais,

porque os puede costar cara

la tardanza.

COSME: Siendo asi,

alla voy en dos zancadas;

y tu sigueme, Canuto,

pues conviene que te traigas

tu equipaje a1punto mismo.

CANUTO: Y el frasquete de copaiba.

ESCENA IV

Dichas menos don CosmeyCanula.

JULIANA: Senorita, Lque teneis,

Que os encuentro tan parada?

LUISA: Ay, amiga, si supieras ...

Le conte 10que pasaba

con el oficial a mitutor, y le dio tal rabia,

me regano tanto que

yo temi que me azotara.

JULIANA: [Que diablura! LPero avos,

senorita, quien os manda

enterarle del suceso?

Pues nos tiene tan guardadas,

claro esta que no podia

convenirle que os hablara

ninguno.

LUISA: [Como se puso!

L Y si le vieses 1acara?

£ 1 es feo, si Dios tiene

que, mas yo no imaginaba

que se pudiera poner

tan horrible.

JULIANA: Me haceis gracia.

L Y que os decia?

LUISA: LQuien sabel

Una relaci6n tan 1arga.

Eso si, fue por mi bien.

JULIANA: No creais tal patochada.

Mi senor no quiere a nadie

sino a si mismo, ni trata

de conseguir otro bien

que e1suyo; pero en substancia,

ademas de las injurias,

Lque os dijo?

LUISA: Muchas cosazas;

y que los j6venes todos

son fieras encamizadas.

JULIANA: [Ay, que boberia!

LUISA: No,

e1 asunto no es de chanza.

JULIANA: LQue los j6venes son fieras?

LUISA: Si, senora.

JULIANA: jQue patranal

LUISA: Ybuscan a las mujeres

s610para devorarlas.

JULIANA: Calle, calle.

LUISA: Pues amiga,mi tutor 10 aseguraba,

y poniendo por testigo

alotro.

JULIANA: jBuena fianza!

LY quien es ese?

LUISA: Un criado

que va a tomar.

JULIANA: Tiene cara

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de lechuza; mas creed,

senorita, que os enganan

esos viejos enfadosos.

ElIos si que desearan

devoramos si pudiesen.

Si, pardiez; mientras andaba

yo siguiendo mis cabrillas

por barrancos y montafias,

no escuchejarnas de parte

de los j6venes palabra

dolorosa, ni me vi

por sus manos maltratada.

Al contrario, [cuantas veces,

sesteando yo a la falda

de algun cerro, me soli a

encontrar ya la granada,

ya la pera, en el zurr6n!

[Cuantas veces me arrojaban

por detras un gran manojo

de olorosas y pintadas

flores; y buscando yo

al autor de aquella chanza,

de contado descubria

escondido entre las ramasalgunjoven, que amoroso

a mis pies se recostaba,

y pasabamos la tarde

sin sentir.

LUISA: LEn que, Juliana?

JULIANA: En coloquios apacibles,

o si no, me acompanaba

a la fuente, a que bebiera

el ganado; y junto al agua,cuando ya la luz del dia

en los valles pardeaba,

acudiendo los dernas

compafieros y zagalas,

al instante disponian

los muchachos una danza.

LUISA: Leon que nunca te ofendieron,

aunque a solas te encontraran

esosj6venes?

JULIANA: Ni ami,

ni a las otras aldeanas;

al reves los mas traviesos

con nosotras retozaban

a cosquillas y pellizcos,

y en teniendo confianza

nos besaban en las manos.

LUISA: jQue las manos os besaban!

JULIANA: Si, senora, y mas que fuera

menester.

LUISA: [Que buenas trazas

de queremos devorar!

JULIANA: LY quien piensa tal infamia

de los j6venes? Creedme,

ellos son los que nos aman,

como que nos necesitan,

aunque s610 fuese para

meter bulla, y no los viejos,

que jarnas brincan ni saltan.

LUISA: L P u e s entonces, a que viene

mi tutor con la embajada

de que son tan alevosos?

JULIANA: A mi ver, la cosa es clara:el can vos quiere casarse,

pero teme, no sin causa,

que si algun joven os gusta

podeis darle calabazas.

LUISA: Es un miedo mal fundado;

pues cediendo a sus instancias,

le ofreci ser su mujer;

aunque, chica, hablando en plata,

ni yo se 10 que ofreci.JULIANA: [Esta buena la ignorancia!

Prometisteis desposaros

can el viejo

LUISA: Muchas gracias

por I noticia.

JULIANA: Pues que,

Lno es eso?

LUISA: Ya, pero falta

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saber ...

JULIANA: lQue?

LUISA: Mira, por mas

que doy vueltas en la cama

devanandome los sesos,

no adivino 10 que pas a

entre dos que se desposan.

Ya se sabe que se agarran

de las manos y despues

viven juntos, pero ... vaya,

lno sucede nada mas" ,les aquesto 10 que Haman

hacer vida de casados?

JULIANA: Ciertamente amime asaltan

esas mismas dudas; yeo

que por fuerza hay entruchada,

pero no S f cual. Si yo

en lugar vuestro me hallara

se 10 hubiera preguntado

a don Cosme.

LUISA: Siempre calla

cuando quiero que me explique

algo de esto; 0 si no cambia

de conversacion ... Por fin,saldra todo a la colada,

pero, lquien viene?

JULIANA: La tia

Remedios. LTan de manana,

tia Remedios?

ESCENA vLa tfa Remedios ydichas.

LUISA: lVenis

porIa ropa?

REMEDIOS: No; pasaba

por aqui cerca, y pensando

que estariais levantadas,

he subido a saludaros.

JULIANA: iQue abuelica tan humana!

Como sabe que pasamos

una vida solitaria,

menudea sus visitas.

REMEDIOS: Es muycierto; me dais tanta

compasi6n de veros siempre

a las dos emparedadas,

que si yo pudiera hacerlo,

muchas veces os sacara

a orearos un poquito,

aunque fuese por las bardas

del corral 0el agujero

de la chimenea.

JULIANA; iCalla!,

L Y montadas en escobas?

REMEDIOS: [Holal Miren la Juliana,

que chulita se me ha vuelto.

Ya, ya S f que negra fama

debo a muchos maldicientes,

pero estoy.acosturnbrada

Y jamas les hago caso.

LUISA: Bueno fuera que os picaran

semejantes desvarios.

REMEDIOS: L A mi, n inas? iQue bobada!

Tengo yo mucha correa.

Y volviendo a 10 que hablaba:es seguro que la gente

se santigua y amostaza

viendo en tierra de cristianos

dos mujeres condenadas

a perpetua reclusion,

porque a un viejo le da gana,

cuandotodas las demas

de sus anos ccrren, bailan,

se divierten; y si fueraque no hicieran mucha falta;

pero son precisamente

las dos jovenes mas guapas

que hay en todo este distrito;

las que mas tormento causan

a los pobres mozalbetes

deseosos ...

LUISA: No pensaba

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yo que fueseis tan burlona,

abuelita; L c o n que a entramabas

los muchachos nos desean?

REMEDIOS: LSi os desean? jLinda

chanza!

Seran pocos. [Ay, si yo

me atreviera y os contara

10que pas a en este instante!

LUISA: LQue hay de nuevo?

REMEDIOS: [Patarata!

JULIANA: Por amor de Dios, hablad.

REMEDIOS: Antes dadme la palabra

de que no os enfadareis

LUISA: jQue sospecba tan extrafia!

LEnfadamos? L P o r que asunto?

REMEDIOS: No es posible que le baya,

siendo vos mi favorita;

mas decidme en confianza,

Lconoceis a un oficial

que ha llegado ayer manana

de Madrid?

LUISA: LEs e1 sobrino

del Marques!

REMEDIOS: iHoIa! Taimada,

[ya sabeis quien es!

LUISA: Levi

por casualidad

REMEDIOS: Y, vaya,

Lque as parece?

LUISA: Muy galan,

REMEDIOS: Decis bien. Todos alaban

su extremada gallardia;

pero a mi10que me agradamas en el, es su bondad,

su dona ire, y aque1 alma

tan sencilla y generosa.

Se conoce que le guarda

el senor para here dar

la opulencia de su casa,

cuando el titulo por muerte

de su tio en el recaiga.

LUISA: No 10dudo; pero L Y que?

nos quereis decir en plata?

REMEDIOS: Que ese Adonis, tan com-

pleto,

y que trae alborotadas

a toditas las mozuelas

del lugar, s610 se abrasa

por vas, hija.

LUISA: L P o r mi?

REMEDIOS: Cierto.

Y si en vos piedad no halla

No respondo de su vida.

LUISA: LC6mo?

REMEDIOS: Digo que sin falta

morira si no atendeis

amorosa a sus plegarias.

LUISA: {El, morirse? [Ay, que mentira

Tan gordisima!

REMEDIOS: [Carambal,

Leon que miento yo?

LUISA: No, pero

os 10habran dicho por chanza,

y 10 habeis tornado a veras.

REMEDIOS: Si que soy tan mentecata;

mas en fin, Lpor que as parece

mi noticia extra ordinaria?

LUISA: Porque no se muere nadie

de esas casas

REMEDIOS: L N o ? jBien haya

Vuestra sencillez, amiga!

LCon que no sabeis que mata

el amor a tantas gentes

como un medico de fama?L Y si yo as confieso que

don Gabriel, asi es la gracia

del galan, me esta esperando,

sin saber 10que le pasa,

a la vuelta de la esquina,

que direis?

LUISA: LPara que aguarda?

REMEDIOS: Para ver, si al fin le llevo

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1arespuesta suspirada,

de que vos quereis oirle

dos docenas de pa1abras.

LUISA: L Y O ? jJesus! [Si 10supiere

mi tutor!

REMEDIOS: Se accidentaba

sin remedio; mas pregunto:

LEs precisa circunstancia

que 10 sepa?

LUISA: Nunca ha entrado

ningun hombre en esta sala,

si no es el, y otro vejete

que hoy llego.

REMEDIOS: [Buena pedrada

para vuestro amante!

LUISA: LY cuando

presumis que deseara

don Gabriel hablarconmigo?

REMEDIOS: Por si acaso van mal dadas,

10mas pronto es 10mejor.

LUISA: Va.

REMEDIOS: Y ahora, verbigracia,

si quereis Ie puedo ir

a llamar.LUISA: Y que asomara

e1senor de la pe1uca ...

JULIANA: Si ese riesgo os acobarda,

facil es ponerme yo

en la reja de atalaya.

LUISA: No me atrevo.

JULIANA: LPor que, nina?

LUISA: Es empresa aventurada.

Si por un raro accidentealgun dia 10llegara

a saber el viejo, [que

expresiones tan amargas

me diria! [Cuanto fuera

menester llorar, y cuantas

pesadumbres, un momento

de placer me acarreara!

Por supuesto era preciso

renunciar a la esperanza

de casarme con dos Cosme.

REMEDIOS: jA fe mia, gran cucana

se nos iba de las manos!

LUISA: LPues que no?

REMEDIOS: Callad, menguada.

LSiquereis comparar ese

triste arbitrio a las ventajas

que os trajera el casamiento

con unjoven de prosapia

tan ilustre, y que adernas

de ser rico tiene tantas

buenas prendas en su abono?

LUISA: Si supiera que me amaba

verdaderamente ...

REMEDIOS: Pues

a no estar bien cerciorada

de su amor, LOS figurais

que jarnas me interesara

yo por el? No, ciertamente;

pero tengo pruebas claras

de 10 mucho que os aprecia,

y si no Ie sois ingrata,

antes de las navidadesos veremos desposada

con el. Si, querida.

LUISA:LQue

me aconsejas tu, Juliana?

JULIANA: L Yo? Que vengasin demora,

Y entableis parleta larga.

LUISA: LEso piensas?

JULIANA: Eso pienso.

LUISA: Pues decidle que manana ...REMEDIOS: LQue manana ..? [Voto

va .. !

[Me ha gustado la cachaza!

Vaya, veo que si yo

no me valgo de mis manas,

esto nunca se termina.

Esperadme aqui, muchachas.

LUISA: LDonde vais?

16



REMEDIOS: Yoy a buscarle.

LUISA: Escuchad ... tia ...

JULIANA: Dejadla.

ESCENA VI

Dichas menos Remedios.

LUISA: Pero, lno valiera mas

aguardar a que llegara

un momenta favorable

para hablamos?

JULIANA: lPues es mala

coyuntura la presente,

cuando esta fuera de casa

el tutor, y las vecinasenlassuyasocupadas

en barrer y cocinar?

LUISA: lY si acaso despachara

pronto el viejo?

JULIANA: Me figuro

que la lleva para larga,

pues el bueno del notario,

si se pone a hablar, no acaba

tan aprisa. Como quierala ocasion, senora, es calva,

y conviene echarle mana

al copete cuando pasa,

porque suele no volver.

LUISA: Mas tan pronto dar entrada

a un galan, es imprudencia.

JULIANA: Ese cargo a las que tratan

con las gentes y disfrutan

de una cuerda y moderadalibertad, pero a nosotras

que nos vemos con el agua

por encima de la boca,

y la soga a la garganta ...

Lquien habra que vitupere

10 que hacemos despechadas

y aburridas? Es preciso

conocer que ya nos falta

la paciencia, y que si no

opusieramos la mana

ala fuerza, nos harian

para siempre desdichadas.

LUISA: Es verdad; mas sin embargo

10 mejor es quetuvayas

en un vuelo a detener

ala tia; estoy en brasas;

otra vez tendre quiza

menos miedo.

JULIANA: [Que nifiada!

Con tempI ad que si tuvimos

hasta aqui tan solo un guarda,

vamos a tener ahora

dos alanos que nos hagancentinela; y si al mirarse

desairado se cansara

don Gabriel. .. Dichosamente

ya no es tiempo de lilailas,

pues el viene.

LUISA: jDios eterno!

Es el mismo, y Ie acompafia

el soldado.

JULIANA: No me pesade eso a ni.Sin duda estaban

ala puerta.

ESCENA VII

Dichas; don Gabnel yRoldan.

GABRIEL: [Senorita,

es verdad que a vuestras plantas

llega el mas enamoradode los hombres! jQue impensada,

que feliz casu ali dad

favorece mi esperanza!

Ciertamente el cielo mismo,

condolido de mis ansias,

Ha inspirado vuestro pecho:

el es solo quien levanta

mi humildad a tal altura,

17



que los reyes 1aenvidiaran.

[Cuanto debo a subondad!

[Cuanto a vos, alma de un alma

que se obliga, no a pagaros,

porque fuera temeraria

osadia presumirlo;

pero si a mostraros tanta

gratitud, amor tan firme

y rendido a vuestras gracias,

que jamas ospesara

de haber hecho confianza

de mi. No, mientras respire

vos sereis 1aque...

LUISA: Juliana,

ve por Dios aver si vuelve

mi tutor.

GABRIEL: L Q u e os acobarda?

ESCENA VIII

Dichos rnenos Juliana.

LUISA: Don Gabriel, yo no se dar

expresi6n a mis palabras,

ni conozco el idiomadel afecto que me arrastra;

pero baste para prueba

de que siento su eficacia,

ver que me hace reprimir

hoy por vos mi extraordinaria

timidez, yaventurarme

a peligros y desgracias

superiores a mis fuerzas.

Ni recela tanto el almala ojeriza de don Cosme

cuanto aquella duda infausta

de sivoz me enganareis.

Desde nina separada

del comercio humano, ignoro

los ardides y asechanzas

de que un perfido se vale;

no distingo si me hablan

con verdad, 0si pretenden

abusar de mi ignorancia.

S6lo se sacrificarme,

Sentir mucho, ser muy franca,

muy sencilla ... LCausaran

estas prendas mi desgracia?

[Dios eterno, si despues

que le amase me dejarapor alguna mas hermosa!

[Sime viese despreciada!

[Ah! Sin duda yo debia

procurar que se arraigara

su pasi6n, y resistir

mucho tiempo a sus plegarias.

Yo debia; mas no se

fingir.

ESCENA IX

Dichos yJuliana.

JULIANA: Pronto, [que se vayan,

que se oculten!

LUISA: iAy de mi!

LPeroc6mo tu...?mLIANA: Si estaban

dentro del portal, y estan ...

y si le da la gana

de toser al uno ... [tomal

Ya se sienten las pisadas

en la escalera.

LUISA: jDios mio!

Don Gabriel...

GABRIEL: No temais nada;retiraros y negad

que me habeis visto. Juliana,

tu diras que nos haciascampania.

ESCENAX

Don Cosme, don Gabnd, Canula, Rol-

din yJuliana.

18



COSME: L C o n que amaba

a un negro? jJesus mil veces!

L S e dara mayor audacia?

GABRIEL: Perdonad, senor don

Cosme,

si me hallais en esta sala

sin permiso vuestro, pero ...

COSME: (A Juliana.)LQue haces ill

aqui, tunanta?

JULIANA: Es que ...

COSME: Marcha a la cocina.

ESCENA XI

Dichos mcnos Juliana.

GABRIEL: Pues decia que me manda

el Marques mi tio, a fin

que os anuncie su llegada

a este pueblo; y, juntamente,

que ha resuelto celebrarla

convidando a comer hoy

ala flor, espuma y nata

de la sangre azul; y como

vos teneis en vuestras arm astantos sapos y culebras,

aprensiones tan extrafias

que ni el diablo las entiende,

con las mas vivas instancias

os supIica mi buen tio

que vengais a honrar su casa

y su mesa; y si gustais,

pues tambien asisten damas,

que lleveis a una pupilaque, segun dice la fama,

debe ser esposa vuestra

cuando pasen estas pascuas;

oalo menos ...

COSME: Es imrtil

que gasteis polvora en salvas;

porque mi pupila y yo

hemos hecho voto a Santa

Genoveva de pasar

una vida retirada,

sin ver gentes, ni asistir

a ninguna cuchipanda.

GABRIEL: Pero, en fin, sefior don

Cosme ...

COSME: No hay mas perc, ni manzana.

Dad, amigo, a vuestro tio,

de mi parte, muchas gracias;

y marchaos, pues alla

estareis haciendo falta;

yaqui no es por adularos;

mas os digo en confianza

que nos estorbais bastante.

GABRIEL: Nada menos aguardabayo de vuestra urbanidad;

y creed que tan grabada

queda en mi, que hasta pagaros

por entero, y con ganancia,

es dificil que yo tenga

ya quietud.

ESCENA XII

Dichos mcnos don GabneJyRoldan.

COSME: L S o n amenazas?

CANUTO: Tal parecen.

COSME: Pues, sefior,

esto solo me faltaba.

[Voto va! Maldita sea

su venida, y la recarga

de cuidados que me trae.

Yen que buenas circunstancias,

cuando el pleito se va aver

yes preciso que yo vaya

a Granada al punto mismo,

aunque estoy con almorranas,

y mi yegua tiene un trote

queya, ya.

CANUTO: Si no importara

suspender algunos dias

19



el viaje, las puchadas

can harina de maiz

y manteca, as aliviaran

el ardor.

COSME: Buena manteca;

y haee mas de dos semanas

que debiera estar alla,

pues par eso me llamaba

can tal prisa el escribano.

Aqui se rernataran

mis angustias; pero ahara

10 mejor del caso falta.

CANUTO: [Yque es ello?

COSME: Convencer,

si es posible, ami adoradanovia, para que me deje

if.CANUTO: [Pues que?

COSME: Si se Ie planta

en mitad de la cabeza,

ha de haber toros y canas,

antes que me 10 permita.

CANUTO: [A vos, ella? iQue bragazas!

COSME: Hijo, en la ocasi6n presente,no me atrevo a disgustarla;

ademas, que tiene un genio

tan cruel, que si se enfada

es capaz de echarse al pozo

par vengarse.

CANUTO: [Noramala

para el genio!

COSME: Te aseguro

que 10 haria; tengo larga

experiencia de ella; asi

es preciso usar de mafia;

y si lagro persuadirla,

en ti fundo mi esperanza

para todo 10 dernas.

Mira que, segun las trazas,

hay morillos en la costa;

dobla el celo y vigilancia;

que se acuesten muy tempranolas dos ninas; que no salgan

al bale6n; y sobre todo

que jamas penetre en casa

ningun bipedo sin plumas.

Y can esto, y unas cuantas

filos6ficas sentencias,

que a su tiempo se disparan,

puede ser que nos libremos

de la nube que amenaza.CANUTO: Yo 10 dudo.

COSME: Y yo tambien;

con que en eso estamos pata.



ACTO II

ESCENA I

D o n Co sm e, do na L uisa yCsnuto.

COSME: LNo te dije que yo habriaforzosamente pendencia,

y que nada la convence?

Pues mira, mira la muestra

delpafio.

LUISA: Tenc~israz6n;

es una injusticia horrenda,

no querer que vos vayais

a divertiros, y mientras

que estarme yo encarceladamuriendome de tristeza

y fastidio.

COSME: ,Por ventura,

te dejo sola? LNo quedan

aqui Juliana y Canuto?

,No tienes libros, macetas

y pajaros, que te ayuden

a sobrellevar mi ausencia?

LNo sabes tantas labores:

coser, bordar, hacer media,

y otras cosas divertidas;

Lquieres que te deje fuera

el tablero de las damas,

o la oca, y las raquetas

parajugar al volante?

,Quieres unas castafiuelas

que fueron de tu mama?Una es macho, y otra es hembra.

LUISA: Yo no quiero nada de eso.

COSME: ,Pues que quieres, chu-

chumeca?

LUISA: Ya 10 he dicho: no pudrirme

o secarme viva en esta

sepultura, en tanto que

vos correis a rienda suelta

a gozar de mil placeres.

COSME: ,Que placeres? Quien te oyera

pens aria que yo voy,

por 10 menos, a Venecia

a pasar el carnaval.

[Ciertamente que me esperan

buenos ratos en Granada!

Llevar postes, dar esquelas

a los jueces; presentarles

con muchisimas zalemas

10 que fuere menester;

escuchar unas respuestas

como esparto; si procede,

ya veremos, de una vuelta

por ahi... Si, sefior. Vuelvo.

Aun no ha habido providencia.jHombre de Dios, se me sigue

un perjuiciol Buena es esa;

pues si no buscais empefios ...

Es verdad... La cocinera

de su sefioria, el paje,

el portero de la audiencia ...

como es celibe ... No hay duda.

Son personas muyatentas,

e insinuandose ... Lo creo.Si quereis acortar tierra,

subastad al escribano.

LC6mo asi? La parte adversa

le ha ganado el corazon.

,Por que medio? ... Con moneda.

Yo tambien le prometi...

LPrometi? ... Palabra necia,

insufrible, L Y pretendeis,

amiguito, que no lluevan

sobre vas las rebeldias,

los apremios, y que mientras

el contrario no consiga

mil trasiados, mil sentencias,

a pedir de boca? En fin,

siempre y cuando Ie convenga,

Ldudar<!is de que se mante

recibir el pleito a prueba?

21



Hasta aqui mi agente.

Aturdido con taljerga,

bajo el morro y me dirijo

dando tumbos a la iglesia

a rogar a Dios que haga

un milagro, pues no queda

mas arbitrio para mi.

Yaqui tienes, dulce prenda,

los placeres refinados,

los banquetes, y las fiestas

que me aguardan.

LUISA: Si es asi,

yo no quiero preferencias;

y 10 mismo que pretendo

disfrutar de todas vuestrasdiversiones, debe entrar

a la parte en vuestras penas.

Si, senor; llevadme pues

a Granada.

COSME: [Zapatetal

LUISA: lQue decis?

COSME: lEstas borracha?

LUISA: jYo, borracha!

COSME: 0te chanceas.LUISA: lChancearme? No por cierto.

antes hablo ...

COSME: lCon que piensas

que despues de haber pasado

tantos sustos y molestias

por guardar tu honor, podria

consentir yo que vinieras

a quedarte en la posada

sola? Porque la decencia

no permite que tu salgas

a evacuar las diligencias

necesarias, agarrada

demibrazo.

LUISA: Pues que vengan

los criados.

COSME: Ya se ve,

y dejar casa y hacienda

totalmente abandonadas.

Mira, chica, no me muelas,

ni te empei'i.es en lograr

disparates. Si deseas

que te traiga de Granada

algun dije 0bagatela,

dilo pronto, y 10 tendras

ciertamente cuando vuelva.

LUISA: Yo de nada necesito.

COSME: Pues, amiga mia, piensa

en que puedo complacerte

fuera de eso, y como sea

regular, te ofrezco ...

LUISA: Ahora

que me acuerdo ... de esta hechano te escapas, Asi que

si renuncio a las ideas

que tenia, lprometeis

complacerme?

COSME: Como pueda ...

LUISA: s r , podeis,COSME: En ese caso

te 10 ofrezco.

LUISA: Enhorabuena.Pues saber que a mi me causa

dias hace gran verguenza

conocer cuan ignorante

soy en todas las materias.

Voy creciendo, y sin embargo

me hallo cada vez mas lerda

y atrasada de noticias;

cada dia tengo nuevas

dudas y...COSME: Si no te apura

otra cosa, no padezcas,

hija; yo te sacare

de tus dudas con presteza,

lQuieres que te diga cuantas

son las partes de la tierra?

lCuantos cardenales hay

en Roma? lComo se pesca

22



el atun? LQuieressaber

los nombres de los planetas

o los signos del zodiaco?

Oye y haz cuenta que rezas

con las monjas. Arias, tauro ...

LUISA: Nada de eso me interesa.

COSME: LPuesque quieres?LUISA: Por de pronto,

senor mio, no quisiera

saber mas sino la vida

que hacen luego que se quedan

a sus solas los casados.

[eual sera la diferencia

que hallaremos vos y yo,

si las bodas se eelebran?

Pues estamos siempre juntos,

nos sentamos a una mesa,

y vivimos bajo un techo.

COSME: (.4 Canuto.)LVespord6ndese

meapea?

CANUTO: Respondedle cualquiera

cosa.

No dejeis que se detenga

su discurso en semejantes

pensamientos.

COSME: Mas ...

CANUTO: Cualquiera

patochada.

COSME: Si no se...

Pero si... iFamosa idea!

De este modo la deslumbro,

y no vuelve a darme guerra.

10 que tu quieres saber,no se puede sin licencia

de la via reservada

revelar a las solteras.

Sin embargo, eonociendo

tu muchisima prudencia

y que no te vera nadie

abusar de mi flaqueza,

te 10 voy a decir todo.

Sabe, nina, que la esencia,

el busilis de la union

conyugal estriba en ciertas

ceremonias misteriosas,

a las cuales se sujetan

largo tiempo las casadas,

y tan gran virtud encierranque por elIas el honor

del marido se conserva

puro, ileso, y la mujer

vive siempre satisfecha

de si misma y de su estado.

LUISA: Pero bien, Lcualesson esas

Ceremonias?

COSME: Son ... Por fin,

LvesaqueUas armas viejas

defensivas y ofensivas

que hay guardadas en la pieza

del archivo?

LUISA: Si, senor.

COSME: Pues armandose con elIas,

o con otras parecidas,

de los pies a la cabeza,

las esposas, rnientras duermen

los maridos y en su ausencia,

deben dar sendos paseos

por la casa, cerrar puertas

y ventanas, registrando

todo, hacer la centinela,

y velar a sus consortes;

por si alguna vez se acercan

los ladrones del honor

y, a favor de las tinieblaso la soledad, les quieren

haeer dano. (.4parte.)iQue suspensa

seha quedado!

LUISA: L Y que, no hay mas

que decir en la materia?

COSME: Lo demas es muy cormm.

LUISA: LYsin otras diligencias

afirrnais que viviremos

23



vos honrado, y yo contenta?

COSME: No es posible imaginar

el placer que esto acarrea.

LUISA: [Pues no es bueno que las cosas

han de ser siempre diversas

de 10que nos figuramos

todos antes de saberlas!Mas decid: LRay embarazo

en que yo principie, mientras

vos haceis vuestro viaje,

a ensayarrne en esta nueva

profesion, y que me ponga,

aunque solamente fuera

casco, peto yespaldar?

COSME: Al contrario, es buena idea;

y tambien puedes blandir

lanza y embrazar rodela.

LUISA: L Y Juliana?

COSME: ,Por que no?

LUISA: Pues ire de una carrera

a contarselo y qui tar

el orin y polvo a nuestras

arrnaduras.

ESCENA II

Dichos menos dona Luisa.

COSME: jMira, mira

como salta! jQue veleta!

Pero es nina y no me debe

sorprender. La mas pequefia

nove dad absorbe toda

su atenci6n y la enajenade 10mismo que anhelaba.

Me alegrara mucho verla

disfrazada de guerrero.

Es preciso que parezca

una reina de Amazonas;

aunque mas completa y bella

en sus miembros que la que

habitaban las riberas

del antiguo Termodonte.

Sin embargo corre prisa

irme, porque si la espero

podra ser que me detenga

otra vez.

CANUTO: Por de contado;

si Ie da la ventolera,antes que la persuadais

os vereis en calzas prietas.

COSME: En verdad, tiene mal genio

y caprichos; pero es buena,

y al instante se la engafia.

Ya tu vez. ,Quien sino ella,

s610 porque yo 10digo

se tragara una simpleza

tan absurda y garrafal?

Mas, en fin, salimos de esta;

yo me voy; 10que te encargo

es que siempre las mantengas

en su dulce error, y que

mientras yo estuviere fuera,

hagas ni de Cancerbero

principaL Que no se pierda

en tan poco tiempo el fruto

de mis largas ymolestas

precauciones; ojo al Cristo,

que es de plata, y si no velas

sin cesar nos quedaremos

a la luna de Valencia.

Muchitanga ... pero alguno

se aproxima; hasta la vuelta.

ESCENA III

Julianay Csnuto.

CANUTO: LEsminovia? S1... [Oportuna

ocasi6n se me presenta

para echarle una puntada!

Procuremos con destreza

descubrir el campo. ,Que,

buscais algo, compafiera?

24



JULIANA: Al senor.

CANUTO: Se fue, yahora

correis s6Io por mi cuenta;

asi que debes tratar

de agradarme.

JULIANA: De manera

que si no basta la ollaasaremos una piema

decarnero.

CANUTO: jDios nos libre!

JULIANA: Pues armaos de paciencia,

porque yo guiso tan mal

que ... si gusta de chuletas,

eso si, 0albondiguillas.

CANUTO: No me apura a mi Ia mesa,

ni despierta mi apetitonada sino ti, morena.

JULIANA: jCalla! LMe quereis comer?

Esa fue la cantinela

de don Cosme esta manana.

Ya femia, es cosa nueva

para mi, que se manduquen

los varones a las hembras.

CANUTO: No aseguro yo tal cosa,

y porque mejor entiendas

mi deseo, te suplico

purarmente que me quieras.

Quiereme, pichona mia.

JULIANA: Mirad, yo sere muy bestia;

pero a mi se me figura

que cualquiera que 10intenta,

puede hacerse amar de todos.

CANUTO: LPor que medios?

JULIANA: La primera

diligencia es la de amarlos,

pues entonces nada cuesta

procurar en todo tiempo

su placer y conveniencia.

Al contrario, los que s610

a si mismos se festejan

yen el mal ajeno fundan

su felicidad, por fuerza

han de ser aborrecidos.

CANUTO: Esa es excelente regIa:

mas tambien sacrificarse

siempre ...

JULIANA: Cuando 10merezcan

las personas y 10exijala justa correspondencia;

hoy por ti, manana por

mi. Supongo yo que mientras

esta el amo ausente vos

le imitais en 10postema,

que andais siempre tras nosotras,

escuchando, y dando vueltas

que nos abrasais la sangre

y tirais tanto la cuerdaque se rompa; en este caso,

si Dios mismo no se empefia,

no podra nadie sufriros.

CANUTO: Ya se ve; pero es diversa

la cuesti6n; yo no queria

sino hacerte una propuesta.

JULIANA: LCual?

CANUTO: Supuesto que se casan

nuestros amos, bueno fuera

que siguiesemos su ejemplo.

Digo, a menos que no tengas

novio ya.

JULIANA: No, ciertamente.

CANUTO: L E s posible que no encuentres

ningun hombre que te guste?

JULIANA: Esas son otras monteras;

que me gusten, haybastantes.

CANUTO: LPero asi, con preferencia

sobre todos los dernas?

JULIANA: Hoy en dia el que me lleva

la atenci6n es un soldado.

CANUTO: LUn soldado, dices? [Pesial

JULIANA: Pues, el asistente de

don Gabriel.

CANUTO: A fe que hicieras

25



un solemne desatino.

jTu no sabes cuantas penas,

cuantos sinsabores pasan

las irnpavidas mozuelas

que secasan con soldados!

Ademas de la pobreza,

y los malos tratamientos,casi nunca estan con elIas:

tocan el tambor, se van,

y jarnas vuelven a verlas.

JULIANA: lQue decis? Pues si los dos

nos casaramos, quisiera

yo que fueseis militar.

CANUTO: Agradezco la fineza;

mas si no me engano ladran

los mastines de la huerta;voy a ver, con que motivo.

JULIANA: lMe dejeis asi?.. No llevas

mala banderilla ... Pero.

ESCENA IV

Juliana ydo jja Lu isa .

JULIANA: Senorita, ,que os altera?

LUISA: ,Se marcho ya mi tutor?

JULIANA: Hace rato.

LUISA: jQue bajeza!

No hay un hombre mas indigno.

JULIANA: lPues que ha hecho?

LUISA: jSisupieras

10 que he descubierto!

JULIANA: ,Que?

LUISA: Al pasar por su vivienda,vi la ropa que se pone

siempre en casa, toda en tierra:

pantalones, bata, gorra.

Me dio gana de cogerla

y meter segun costumbre

la mano en la faltriquera,

por si algo se le olvido.

Encontre una carta abierta,

y mirando el sobrescrito

conoci luego la letra

de la pobre monja que

me eri6; causorne cierta

novedad, pues no sabia

yo que tal correspondencia

existiese entre los dos;ocurri6seme leerla,

no creyendola importante;

pero, [cual fue mi sorpresa

cuando vi su contenido!

JULIANA: lPues que dice?

LUISA: Manifiesta

que el senor don Cosme solo

me pretende por mi hacienda,

y es un viejo abominable,sin decoro ni verguenza,

JULIANA: Eso si,nohay m a s queverle.

Pero proseguid.

LUISA: La buena

religiosa Ie asegura

que por ser corta la renta

del convento, no querran

admitirme ni de lega

si 110 llevo todo el dote;

que tampoco pueden ellas

encargarse de juntarle

de limosna, y pues no piensa

su merced ser mi marido

en caso de que yo pierda

el pleito, que busque modo

de proporcionarme aquella

cantidad,0

haga de mi10 que mejor le parezca.

JULIANA: Biendecis, que esun infame;

pero, LVOS sereis tan lela

que os easels con el, si acaso

os volviesen vuestra herencia?

LUISA: Me parece que ya no;

mientras no tuve sospecha

de su falsedad, crei

26



que debia, en recompensa

del amparo que me daba

(aunque todo en el me apesta),

recibirle por esposo;

pero cuando no me queda

la menor duda de que

al momento que me yea

pobre me abandon ani

si al contrario sucediera.

Yo le juro ... mas jay triste!

no es posible que suceda.

JULIANA: LPor que?

LUISA: Soy muy desdichada.

JULIANA: Eso mismo vociferan

cuantos hombres y mujeresperegrinan por la tierra.

Todosgrunen;aunquetodos

saben esto, y que se alternan

los pesares y los gustos

mientras existimos. Ea,

pecho firme, senorita;

la divina Providencia

no se olvida de ninguno;

antes bien cuando se cierrauna puerta, otra ignorada

se descubre y nos franquea

paso libre. Ya 10 veis,

. el suceso 10comprueba;

si os ofen de un viejo sucio,

al instante se presenta

un muchacho como un sol

a vengar vuestros ofens as

y ofreceros una suerte

mas dichosa.

LUISA: [Cuanto diera

por contarle todo!

JULIANA: jChito!

que si no mien ten las senas

alIi viene ranqueando

la mas util de las viejas,

la mejor parlamentaria

de Cupido.

LUISA: LQuien?

ESCENA vDichos yRemedios.

REMEDIOS: Yo mesma,

Hija.

LUISA: LQue hay, tia Remedios?

REMEDIOS: Hay noticias placenteras.

El mancebo esta perdido.

LUISA: LQue mancebo?

REMEDIOS: jQue inocencia!

digo yo; pero te ries

sin querer y se te alegranlos ojillos; conque basta,

porque a mi no me la pegas.

LUISA: No os entiendo.

REMEDIOS: Ya, quereis

que os regale las orejas;

esta bien, nombrare partes:

don Gabriel.

LUISA: fA Ju]ia.na.)Chica, si fueras

a mirar que es 10que haceel criado.

REMEDIOS: Abajo queda

rellenandose un braguero.

LUISA: L O S via entrar?

REMEDIOS: Me abri61a puerta.

LUISA: L Y no as dijo nada?

REMEDIOS: No.

JULIANA: Ya tendra la contrasena.

REMEDIOS: Yhabra vistopormisannas

que soy vuestra lavandera.

LUISA: L Y que dice don Gabriel?

REMEDIOS: [Ay, es una bagatela!

que si no se casa pronto

con vos, pierde la chaveta,

o se tira al rio.

JULIANA: jZape!

LUISA: Yo tambien estoy dispuesta

27



a ser suya, mas 10 yeo

tan dificil.

REMEDIOS: Interesa

en extremo que tengais

una larga conferencia

para concertar el nudo.

LUISA: Yo me diera por contenta

con hablarle dos palabras.

REMEDIOS: Si quereis es una ernpre-

sa facil.

LUISA: L C 6 m o ? Si estara

el Canuto siempre alerta

para que no se introduzca

nadie aqui sin su licencia,

y esa nunca la dara.Ved si es menester que sea

incapaz de descuidarse,

cuando mi tutor se ausenta,

y nos deja encomendadas

asuguarda.

REMEDIOS: Todas esas

son dificultades que

al instante se superan.

LUISA: Yo las hallo terribles.REMEDIOS: El amor se burla de ellas.

LUISA: LDe que modo?

REMEDIOS: Es muy sencillo;

el amante a quien se niega

paso por la puerta, calla,

y por el balc6n se cuela.

LUISA: L Y me persuadis?

REMEDIOS: LAmais

ono amais?

LUISA: No fuera ingenua

si negase que agradezco

en extremo las finezas

y el amor de don Gabriel;

pero aunque tal vez me yea

en mas triste situaci6n

de la que podra cualquiera

suponer, y aunque no se

distinguir que dafio encierra

eso que me aconsejais,

me parece acci6n ligera

esperarle ...

JULIANA: Yo me ofrezco

a meterle por la brecha.

LUISA: Es 10 mismo.

REMEDIOS: Ya se ve;

pero no dais en la tecla.

Nadie trata de humillaros,

hija, y solamente os ruega

mi carifio que no echeis

esta noche la falleba

del balc6n y que no eneajes

demasiado las vidrieras.LUISA: LPero c6mo ha de subir

don Gabriel?

REMEDIOS: Sin mucha pena;

el soldado que Ie asiste,

antes de servir en tierra,

fue grumete de un navio,

y con tanta ligereza

sube por cualquier maroma

que no hay mono que le puedaigualar. Tirando, pues,

desde alla abajo una cuerda

con un gancho que se agarre

a la barandilla, trepa

el senor Roldan y luego

afianzandola bien echa

una escalera de eordeles

a su dueno, el cual penetra

sin que vos le apadrineis

en la oculta madriguera.

LUISA: Siempre tuve yo afici6n

a la gente que navega.

Ello es gran easualidad.

REMEDIOS: Y rnuy grande, pues os deja

libertad de haeer melindres

y aspavientos cuando venga

el fogoso don Gabriel;

28



pero dadme una respuesta

positiva: Ldejareis

esta noche un poco abierta

la ventana?

JULIANA: Despachad,

senorita, que se ace rca

elpotroso.REMEDIOS: Vaya, nifia,

Ldais palabra?

LUISA: De manera,

que ... ya veis, hace calor

y hasta muy tarde se quedan

las maderas entomadas.

JULIANA: Ya se ve; nada consuela

en verano como e1aire.

REMEDIOS: Vamos pues a toda priesa

a dejar la ropa.

LUISA: No

La guardeis si no esta seca.

ESCENA VI

Juliana, Luisa y Canuto.

CANUTO: [Senorita, vos aqui!

LUISA: L D e que nace la extrafieza?

Lque no puedo yo habitar

mi aposento?

CANUTO: LQuien 10 niega?

Pero por 10que pas6

antes de que se partiera

mi senor, yo os suponia

ocupada en la faena

de limpiar las armaduras.LUISA: Empezaba muy resuelta

a pasarles el plumero,

cuando me ocurri6 una idea

que apag6 todo mi ardor.

CANUTO: LYpudieramos saberla?

LUISA: Conoci que me cansaba

sin utilidad, pues era

imposib1e, careciendo

de noticias mas extensas,

conseguir mis intenciones.

CANUTO: LNo apurasteis la materia

conversando con el amo?

LUISA: Como estabamos de priesa,

y yo soy tan aturdida,

se me fue de la cabezapreguntar cabalmente

10 que mas me desconsuela

no saber.

CANUTO: LYque es?

LUISA: Mirad,

si por a1go me deleita

la esperanza de casarme,

es porque desde pequefia

me desvivo por los nines:

tanto que si me dijeran:

Lquieres ser pobre y tenerlos,

o bien ser muy opu1enta

pero esteril", sin dudarlo

escogiera la pobreza.

CANUTO: Bueno, LYque?

LUISA: LPues no 10 digo?

Que me encuentro muy perpleja,

sin saber en que consiste,

que unos matrimonios tengan

muchos hijos, otros pocos,

oninguno.

CANUTO:Ya.

LUISA: Quisiera

que alguien me 10descifrara.

CANUTO: Sefiorita, es un problema

facil: las casadas que

mas aprisa se pasean

revestidas con sus armas,

mientras no llegan a viejas

son fecundas; al contrario,

las que gas tan mucha flema,

y se dejan dominar

del cansancio y la pereza,

casi siempre son machorras.

29



LUISA: Es precis a consecuencia.

jY que me pasase a mi

una duda tan pequenal

CANUTO: Lo mas facil suele ser

10 que mas trabajo cuesta.

LUISA: Soy muyboba, 10 confieso:

y pues ya nada me quedaque saber, voy a seguir

animosa la tarea

principiada.

COSME: LY no dareis

luego por aqui una vuelta,

cuando esten las dos armadas

ya, de punta en blanco?

LUISA: Fuera

ser ingrata rehusaros

ese gusto; pero cuenta

con marcharos al instante,

porque siendo entrambas nuevas

en el oficio, queremos

hacer nuestras experiencias

sin testigos.

CANUTO: jBien estal

LUISA: Pues, adios.

CANUTO: El os mantenga

en su gracia.

ESCENA VII

Can uto s oja.

CANUTO: jQue prodigio

de virtud y de inocencia!

[Y en el terrnino de Ugijar;en la tierra predilecta

del amor! Es caso digno

de ponerle en la Gaceta.

Pero ya vuelve la bruja

que nos lava; si quisiera

interesarse par mi

con mi novia. La tal vieja

(perdonerne el amor); pero

tiene traza de cualquiera

fechoria. Ya esta aqui,

echemosle una indirecta.

ESCENA VIII

CsnutoyRemedios.

CANUTO: LDonde va la buena tia

Remedios, la que remedia

si yo no me engafio muchas

necesidades caseras?

REMEDIOS: L Que decis?

CANUTO: Que si no mienten

vuestro nombre y reverenda

catadura, sabeis mas

que lavar.

REMEDIOS: jQue bueno fuera

que me hubiese conocido!

Hijo en Dios y en mi conciencia,

que no entiendo 10 que dice.

CANUTO: Digo que, segun las reglas

fisonornicas, debe is

descender por linea recta

de la Madre Celestina.REMEDIOS: Todo cabe; Lrnclsquien era

esa mi senora?

CANUTO:Fue

una celebre tercera

de estos reinos, a la cual

no quitais pinta ni media.

REMEDIOS: [Yo tercera! Vive Dios ...

Hable bien, senor trompeta,

si es que sabe. Jamas huboen mi larga parentela

sino diez encorozadas,

y mi hermana Mari Pepa,

que, por blanda y compasiva,

en mitad de su carrera

se deja cortar los vuelos.

CANUTO; Muchos dafios acarrea

el prurito de volar;

30



pero hablando con franqueza,

~vosno habeis salido nunca

por las bovedillas?

REMEDIOS: [Buena

soy yo para persuadirme

que son esas cosas ciertas!

CANUTO; ~Puesque, 10 dudais?

REMEDIOS: Si, amigo;

porque tengo muchas pruebas

en contrario; 10 que hay

es que, a veces, cuando llegan

las mujeres a una edad

avanzada, y las mo1esta

el histerico, no puede

saber nadie cuanto suefian,

aunque no peguen los ojos,

ni que sarta de simplezas

nos retrata el pensamiento,

y acabamos por creerlas.

CANUTO: jEs posible!

REMEDIOS; Imaginad

dentro de una casa vieja,

en las noches borrascosas

del invierno, cuando alternael silbido de los vientos

con el son de las goteras;

suponedme, digo, ami,

pobre, anciana, sola, enferma,

sin haber cenado mas

que unas malas habichuelas,

y bail andome en los sesos

cuantos suefios y quimeras

me han contado en esta vida,~seraextraiio que me venza

la misma debilidad

de mis organos y yea

cosas que no es t an escritas?

CANUTO: No, par cierto.

REMEDIOS: Yoquisiera

que los que murmuran tanto

de nosotras, y se precian

de tener un alma fuerte,

una vez no mas se vieran

en iguales circunstancias.

CANUTO: No hay humana resistencia

para tales casos, idigo!

Cuando hasta la cama tiembla,

y el candil se esta muriendo ...

REMEDIOS: ~Y d e s p u e s ? ~Cuandosequeda

todo a oscuras? AI instante,

de las vigas se descuelga

una califa de aranas,

cientopies y correderas

tan disformes, que no hay como

ponderarlo; ya nos pegan

cintarazos con las patas,

ya nos muerden las orejas,

ya ... por fin, desaparecen,

y nosotras muy contentas

nos salimos de la cama,

nos ponemos en porreta;

y tomando un botecillo

preparado con mil hierbas,

y sain de ajusticiado

nos untamos las caderasy... ~piespara que os quiero?

Adios, hijo.

CANUTO: Hasta la vuelta,

comadrita, y muchas cosas

al patron.

REMEDIOS: Ay, si quisiera

la fortuna que al pasar

se nos presentara cerca

del camino algun muchachocomo los que crian estas

aldeanas, blanco, rubio,

al igual que unas candelas,

con su cara de angelote,

o si no de luna lIena,

vaya,vaya,descubrule

y chuparle todo fuera

uno mismo; y aun a ti,

31



si tuvieras mejor hebra,

y no fueses tan enteco ...

CANUTO: jA mi! Tatara hechicera,

archibruja, protodiabla,

ave fenix, quintaesencia

de las sucubas, que alla

en Zugarramurdi, besan

al demonio ... jA mi chuparme!

Anda, y chupate una pieza

de artilleria; masjuro

por la leche de mi abuela

no tenerjamasreposo

hasta verte en una hoguera

vuelta chicharrones, y

completando la docenade tus encaperuzadas

y pestiferas parientas.

REMEDIOS: Vaya , t ernp le se , hijo mio.

lPues no ve que ha sido fiesta,

y que yo no doy ascenso

a las cosas que se cuentan?

CANUTO: Eso ya muda de especie;

pero, lhablais de todas veras?

REMEDIOS: L P u e s ignora yo que sonilusiones y apariencias

del histerico nacidas?

CANUTO: Es segura, y fue simpleza

no caer; pero decid:

lese flato cuya fuerza

es tan grande, y de tal modo

os trastorna la cabeza,

que os parece que sois bruja,

siempre, siempre os representauna misma cosa? LNunca,

por diferencia siquiera,

os transforma en otro monstruo,

verbigracia, en alcahueta?

REMEDIOS: No, senor,

CANUTO: lNunca os parece

que pasais por la gatera

a la casa del vecino,

en figura de culebra

infernal; y si podeis

engafiar a cualquiera Eva

con pro mesas y artificios,

no parais hasta que prueba

de la fruta prchibida?

REMEDIOS: Tengo mas delicadeza

de 10 que pensais.

CANUTO: [Tambien

es preciso que yo tenga

una estrella bien fatal!

REMEDIOS: l ,De que nacen vuestras

quejas?

CANUTO: De que s6lo en vos fundaba

la esperanza lisonjerade ablandar a una cruel.

REMEDIOS: Canutico ... L te chanceas?

CANUTO: No; a fe mia.

REMEDIOS: LPues que sientes?

CANUTO: [Ay, comadre! Siento un Etna,

un Vesubio, un Mongibelo,

junto a la tetilla izquierda.

REMEDIOS: lYa quien amas?

CANUTO: A una hermosaguardacabras.

REMEDIOS: jEs cabrera!

CANUTO: Es cesante.

REMEDIOS: No adivino ...

lY en el dia, en que se emplea?

CANUTO: En hacernos unos bodrios

que ni el diablo los comiera.

REMEDIOS: Torna, torna, es Jul iani l la.

CANUTO: l,Julianilla?. [Oh gran fla-queza!

perc ... vos la habeis nombrado.

REMEDIOS: Expliquernonos: Lsejue-

galimpio?

CANUTO: L C 6 m o ?

REMEDIOS: LQuieres ir

per delante de la Iglesia?

CANUTO: Cabalmente.

32



REMEDIOS: En ese caso

yo te ofrezco mi asistencia;

y con tal que nime ayudes

por tu parte ... Alguien se acerca;

adios, chico; ya hablaremos.

ESCENA IX

Canuto solo.

CANUTO: Efectivamente suenan

pasos. lQuien sera? [Pardiez!

Las andantes caballeras.

[Yque pronto se han armado!

LPero cuando tardan ellas

en tratandose ...

ESCENAX

Canuto, Ltus»yJuliana armadas.

LUISA: Venimos

a cumplirte la promesa;

conque, miranos y vete.

CANUTO: El dios Marte os favorezca

en las lides y aventuras,hermosisimas guerreras.

Elos de muchas victorias,

y que siempre quedeis duefias

de los campos de batalla ...

pero alzaos la visera

unpoquito.

LUISA: (A Juliana.) LQue nos dice?

JULIANA: (A Canuto.)LEsto? (AJzan-

dose las dos la nsera.)CANUTO: Sf; jbendita sea

tanta gracia! L Y yo he cumplido

por octubre los sesenta?

No es posible. Si no estoy

en la verde primavera

de la edad, segun mi ardor

voy a entrar a toda pries a

en el veranillo de

SanMartin.

JULIANA: [Vayal, lnos deja en paz?

CANUTO: Si; me voy al punto

a cerrar muy bien las puertas

yacostarme. Buenas noches.

ESCENA XI

Luiss yJuliana.

LUISA: El Canuto es un postema.

JULIANA: Ya me tiene encanutada

A mi, con su impertinencia.

Pero hablando de otra cosa,

L e s posible que esta sea

lavida de las mujerescasadas?

LUISA: LOtta molienda?

Si me 10 dijo don Cosme

con una cara tan seria,

LPudiera no ser verdad?

JULIANA: LQue quereis? A mi no me

entra.

LUISA: L Y por que razon?

JULIANA: Por muchas.LUISA: LVamosa ver?

JULIANA: La primera,

porque nunca hemos oido

hablar de tal extrafieza.

LUISA: A eso te dicen que somos

unas muchachas solteras,

y no podemos saberlo.

JULIANA: No quedo muy satisfecha

de la excusa; pero, en fin;quiero suponer que deban

las esposas usar este

disfraz de camestolendas.

LNo se ha discurrido mas?

LAqui dio fin la comedia?

LUISA: Otras menudencias faltan,

que por triviales se dejan

al discurso del lector.

33



JULIANA: Me atengo a la s menudencias.

LUISA: lPor que?

JULIANA: Porque se me antoja

que por insulsas que sean,

no tendran tan poco chiste

como esto promete.

LUISA: Deja;

ya veras ill10 que es bueno,

y el placer que experimentas

cuando llegue el caso.

JULIANA: lY cuando

ha de llegar?

LUISA: iQue viveza!

No hem os empezado aun

a dar paseos y vueltas

por el cuarto, lY desconfias

ya de senrir la influencia

deliciosa de las armas?

JULIANA: Me parece que aunque diera

mas vueltas que da un molino

y aunque anduviese mas tierra

que el Judio Errante, nunca

es posible que yo sienta

frio ni calor por eso.LUISA: [Cuidado que es buen tema!

Sobre que todas 10 sienten.

JULIANA: Pues bien, hagamosla prueba.

LUISA: Hagamosla; ya veremos

quien tiene raz6n. Pasea

illa 10 largo y yo a 10 ancho.

JULIANA: lYpor que esa diferencia?

LUISA: Para ver cual es mejor.

JULIANA: Bueno. (Sepasean.)LUISA: Menea las piernas

algo mas.

JULIANA: lC6mo?LUISA: Aprisita.

JULIANA: Mal pensado.

LUISA: lPor que, necia?

JULIANA: Porque estas cosas se deben

hacer con prosopopeya.

LUISA: Al contra rio, muy de prisa.

JULIANA: Cada cual riene su regIa.

LUISA: Yo bien se 10 que me digo.

JULIANA: Asi mandan en mi aldea

los alcaldes; pero, vaya.

LUISA: Mas despacio.

JULIANA: jPues no es buena!

LUISA: Una cosa es andar lista,

y otra dar esas carreras.

JULIANA: lSi acertaremos?

LUISA: Asi.

JULIANA: lDecid, Y a la s cuantas vueltas

se empieza a experimentar

el refrigerio?

LUISA: Paciencia,

que no es la purga de Bias.

JULIANA: Ya se ve; pero quisiera

saberlo.

LUISA: No me 10 han dicho.

JULIANA: Pues ha sido negIigencia

no informarse.

LUISA: Verdad es.

JULIANA: lY no habeis hablado acerca

del particular algunacosa con la lavandera?

LUISA: Yo, nada, lY to?

JULIANA: Yo tampoco.

Fue lastima.

LUISA: No 10 creas.

JULIANA: Algo hubieramos sabido.

LUISA: Muy poco; si tambien ella

es soltera.

JULIANA: Pero tieneunas barbas mas espesas

y ensorrijadas que un moro.

LUISA: lY que importa?

JULIANA: [Frioleral,

lno veis que de virgen rancia

ha degenerado en dueiia?

LUISA: Maldito 10 que te entiendo.

JULIANA: Me explicare. Las solteras

34



cotorronas y aguerridas

saben tres veces y media

mas que todas las casadas.

LUISA: LQue dices?

JULIANA: Que ni se acuerdan

ya de 10 que nos conviene

ignorar, y cuando 11ega

la ocasi6n hablan con tal

propiedad en la materia

que se conoce ... mas jay,

Dios!

LUISA: L Que tripa se te suelta?

JULIANA: LNo sentis nada?

LUISA: Yo, no.

JULIANA: Sois de piedra berroquefia.

Pues yo creo ... Si, no hay duda;

algo me escarabajea

en las plantas de los pies.

LUISA: ,Lo ves, grandisima terca?

JULIANA: Es cierto pero se queda

todo en los pies.

LUISA: No le haee.

Prosigamos nuestra empresa

y ella cundira, Si, si,que a mi tambien me eomienza

asi a modo de un ealambre;

pero es en las ehoquezuelas.

JULIANA: Auto a favor ... [Caspitital

Echan ungancho a la ventana.

LUISA: [Ay, Juliana!

JULIANA: lGaneho y cuerda?E110s son.

LUISA: Perc, LYnosotras

que haremos?

JULIANA: Estamos quietas.

,Acaso nos toea mas?

LUISA: Vente a un lade de la pieza.

ESCENA XII

Roldan sube a la ventanaymonta sobre

labarandIlla.

ROLDAN: Ya he eogido el tope; ahora

(hablando hacia la calle)

izaremos la esealerade cordel. Alia va eso;

cuidado con la cabeza,

mi teniente; no hay que atarla;

meted el ganeho en cualquiera

nudo ... perc registremos

primeramente, no sea

que haya estorbo ... dicho y hecho ...

(Entrando en lapieza. ~ a las muje-resyse anoja poria rentsae.)

ESCENA XIII

Dona Luisa yJuliana.

LUISA: ,Se ha tirado?

JULIANA: A buen seguro.

LUISA: lY nos ha visto?

JULIANA: Por fuerza.

LUISA: lQUe sera esto?

JULIANA: No atino.A menos que no Ie dieran

miedo las malditas armas.

LUISA: ,C6mo quieres que no sepa,

siendo var6n ... L si se habra

hecho daiio?

JULIANA: [Bagatela!

LUISA: Yo le llego a la ventana. (Lle-gindose.)

Don Gabriel. .. oid ...

JULIANA: Ya esperan.

,No veis c6mo van corriendo?

LUISA: jAy,Dios mio!, y tambiensuena

Ruido en easa. lSi estaria

Canuto de eentinela?

JULIANA: No hay duda, y hacia

aqui viene;

huyamos pronto.

LUISA: Voy muerta.

35



ACTO III

ESCENA I

Csnuto yRemedios.

CANUTO: Apenas la blanca auroradejando el mullido lecho

empieza a espulgarse, Lya

venis a favorecernos?

L O s han tenido despierta

los ayunos? LHubo asueto

en Barahona esta noche?,

L O por que accidente ..?

REMEDIOS: Vengo

a traer a dona Luisaun bollito recien hecho

para el chocolate.

CANUTO: Sois

seguramente un modele

de oficiosidad. L Y tiene

matalahuva?

REMEDIOS: En efeeto;

y en 10 interior un gallito

de alcorza con espejuelos.CANUTO: Es rara invenci6n.

REMEDIOS: Alude

a una historia que sabemos

nosotras.

CANUTO: Pues todavia

estan entrambas durmiendo ,

porque anoche se acostaron

algo tarde.

REMEDIOS: ,Que tuvieron

quehacer?

CANUTO: No se si seria

novena 0falta de sueno.

Yo senti bastante ruido

en este mismo aposento,

conque me puse a mirar

largo rato por el hueco

de la Have; pero como

se qued6 todo en silencio

despues, me volvi a la cama.

REMEDIOS: ,Por que no entrasteis

adentro?

CANUTO: Porque estaba ya desnudo,

y no quise que mi duefio

me viera en patios menores.

REMEDIOS: So i s timorato en extremo;

pero la errasteis.

CANUTO: LEn que

REMEDIOS: Ungalan de vuestro gesto,

si gusta mucho de gala,

mejor parece en farseto.

CANUTO: Ya 10 se para otra vez.

REMEDIOS: Chico, sigue rnis consejos

y no te ira mal.

CANUTO: Os doy

palabra y mano de hacerlo.

REMEDIOS: Mucho tardan.

CANUTO: ,Teneis prisa?

REMEDIOS: Bastante, porquehoyhacmn;

la colada, y no podre

ciertamente volver luego

a visitarlas.CANUTO: Dejadme

el bolIo, que os ofrezco

entregarle.

REMEDIOS: No 10 dude;

mas quisiera al mismo tiempo

sondear a Julianilla.

CANUTO: LSobre que?

REMEDIOS: Sobre tu afecto.

CANUTO: Muy bien; pero en ese caso,para no perder momento,

voy a buscar mi maleta;

porque ayer se fue el arriero

con quien vine aver su novia ,que vine fuera del pueblo,

y dej6 toda la carga

encerrada.

REMEDIOS: Yo aqui espero

36



hasta ver si se levantan

las muchachas.

CANUTO: [Cuanto siento

Dejaros sola!

REMEDIOS: Nopases

ninguna pena por eso.

ESCENA II

Remedios sola.

REMEDIOS: Este animal nada vale;

pero entonces, ~quienes fueron

los satelites que dicen?

Cada vez entiendo menos

el enigma, si, Yaestanaqui las dos.

ESCENA III

Remedios, Luisa y Juliana.

LUISA: [Ay, Remedios!,

[quegran conflicto ..!

REMEDIOS: jYa, ya!

LUISA: [Que noche!JULIANA: Noche de truenos,

y sobre ser como boca

de lobo, apestaba a queso.

REMEDIOS: ~Peroque ha pasado?

JULIANA: Nada;

dejar el bale6n abierto;

subir un senor, Roldan,

que segun su gran denuedo

es el de los doce nones;ponerse muy satisfecho

a caballo en la baranda;

entrar en el cuarto, vernos,

dar un grito y arrojarse

a la calle de un voleo.

No ha pasado mas.

REMEDIOS: Si dice

que vio dos hombres cubiertos

dearmas.

LUISA: Eramos nosotras.

REMEDIOS: Tambienesbuenembeleco

disfrazarse de ese modo.

LUISA: Si es que estabamos haciendo

la vida de las casadas.

REMEDIOS: LQ u e hacias?

JULIANA: L0tra tepeg6?

La vida de las casadas.

REMEDIOS: ~Quereisque yo pierda el

seso?

LUISA: ~Loves? ~No te dije yo

que ignoraba todo el cuento?

JULIANA: lQue ha de ignorar?

LUISA: lTodavialodudas?

REMEDIOS: Vaya, acabemos.

~Erasustedes, senoras,

las que estaban aqui dentro

disfrazadas de Longinos?

LUISA: Las mismas.

REMEDIOS: Es pensamiento

original. Todo cambia

en este mundo; en mi tiempolas mujeres se solian

componer con mucho esmero

para esperar a sus novios;

hoy es modo, vestir hierro,

en iguales casos; digo

modo; porque sicreyeron

guardarse mejor asi,

en verdad no les arriendo

la ganancia.LUISA: ~Querezais?

REMEDIOS: Nada, nina; que no vuel-

vo en mi del asombro.

LUISA: jDale!,

[no ha tornado mal empefio!

Mujer, declarate tu

10 que hay.

JULIANA: Es un secrete

37



muy raro, pero, de veras,

Lno les sabeis?

REMEDIOS: Ni os entiendo.

JULIANA: Pues pongo en vuestra noticia

que las mujeres debemos,

cuando nos casamos, dar

muchas vueltas y paseos

vestidas de todas armas;

y s610 en este misterio

consiste la diferencia

que hay entre el estado honesto

y el conyugal.

REMEDIOS: LDigo, chicas,

haceis burla?

LUISA: No, por cierto.REMEDIOS: LCon que vosotras creeis

a pufios cerrados eso

que me referis?

LUISA: Yo, sf.

REMEDIOS: L Y tu?

JULIANA: Yo hago cuanto puedo

para creerlo.

REMEDIOS: Teneis

una fe robusta; pero,Lquien os revel6 un arcano

tan sublime yestupendo?

LUISA: Don Cosme.

JULIANA: Y Canuto.

REMEDIOS: Ya.

Sin duda les habeis hecho

algunas preguntas sueltas

sobre la materia, y ellos

salieron asi del paso.LUISA: Eso mismo, y que, Lmintieron?

REMEDIOS: De manera, que las cosas

tienen diversos aspectos

segun por donde se toman.

LUISA: Dejernonos de rodeos;

Llavida de los casados

es tal como nos dijeron

amo y criado?

REMEDIOS: Distingo:

la vida antigua, concedo;

pero en cuanto a la modema,

positivamente niego.

LUISA: Explicaos mas.

REMEDIOS: Mirad,

hijitas; alla en los tiempos

del rey que rabi6, y aun

mucho despues, por ejemplo,

siendo muchacho don Cosme,

puede ser que fuese cierto

10que dice; pero ahora

se han hecho descubrimientos

de la mayor importancia;

y los casados modernoshan adoptado una vida

que requiere tanto esfuerzo

como la otra, y es mucho

mas bonita.

LUISA: Ya 10 creo;

pues si aquella no podia

ser mas sosa; pero hacednos

el favor de continuar.

REMEDIOS: Si quereis, en un momentoos enterara el amigo

don Gabriel.

LUISA: [Miren si quiero!

Por desgracia hasta la noche ...

pero encargadle a 10menos

que no haga falta.

REMEDIOS: LQuien? LEI,

hacer falta? jLindo genio

tiene para no venira inmolarse en vuestro obsequio!

LUISA: LEs seguro?

REMEDIOS: Aunque supiese

que Ie costaba el pellejo.

JULIANA: Pues anoche bien corria,

REMEDIOS: Eso fue por miramiento,

como estais bajo el poder

de los dos malditos viejos;

38



pero creed que os adoran.

LUISA: Con el alma se 10aprecio.

JULIANA: Y yo, y todo. Mas decid,

LRoldancillo sera bueno

para darme a mi lecci6n?

REMEDIOS: Excelente; es un maestro

igual casi a don Gabriel;te hara haeer unos progresos

extraordinarios.

LUISA: [Ay, que

largas van a pareeemos

las horas!

JULIANA: LSise pudiera

eneontrar algun remedio

para aeortarlas?

REMEDIOS: LA ver?

Con barro a mano ... En efeeto;

ellos s610 renuneiarona su primer pensamiento

por don Cosme; pero ahora

que esta fuera ... dicho y heeho.

Ninas, no tengais cuidado.

LUISA: LA d6nde vais?

REMEDIOS: Hasta luego.

ESCENAIV

DiclJasmenos R~m~dios.

LUISA: i,D6nde ira?

JULIANA: [Buena pregunta!

A buscarlos y traerlos

aqui al instante.

LUISA: jDe dialJULIANA: Seguramente.

LUISA: No puedo

Coneebir d e que manera.

JULIANA: No le faltara un enredo

para enganar a Canuto.

LUISA: jQue vieja!

JULIANA: Vale un imperio;

y sabe su obligaci6n.

LUISA: (Hablando consigo misma.)

[Requerirse tanto esfuerzo!

JULIANA: L Que deds?

LUISA: (Id~m.)Por otra parte,

don Gabriel.

JULIANA: [Esas tenemos!

LHablais a solas!LUISA: No atino

eon este metodo nuevo.

JULIANA: Ah, ya; Lpensais en la vida

de los casados modemos?

LUISA: Es claro.

JULIANA: No cavileis

demasiado, que muy presto

llegaran los profesores.

LUISA: Entretanto, Lque perdemos

en discurrir?

JULIANA: Es inutil

molestarse; no teniendo

ningun indicio, Lquien puede

atinar?

LUISA: No hay duda; pero,

Lque te figuras til alla

en tu meollo?

JULIANA: Yo creo

que los casados de ahora

estaran siempre (supuesto

que dicen que es tan bonita

su vida) eontando cuentos,

jugando ajuegos de prendas,

bailando, yendo a paseos

y diversiones; y que

usaran ademas de esoalgunas hierbas,las cuales

echadas en el puchero

tendran la virtud de haeer

que se quieran.

LUISA: Asi pienso

que debe ser; pero ami,

10que me causa mas eeo

es el esfuerzo.

39



JULIANA: A mi, no.

LUISA LPor que?

JULIANA: No sera tan fiero

el leon como 10 pintan.

LUISA: Si 10 asegura Remedios.

JULIANA: Ya veis: hasta los placeres

disfrutados con exceso

cansan, y mas cuando media

la obligacion 0 el precepto;

pero Canuto ...

LUISA: jJesus!,

[que malditisimo gesto!

ESCENA V

Canutoydichas.

CANUTO: Buenos dias.

LUISA: EI senor

nos los de santos y buenos.

CANUTO: L S e ha dormido bien?

LUISA: Tal cual,

CANUTO: (A Juliana.) L Y vos?

JULIANA: Yo tambien.

CANUTO: Me alegro.LVelaron mucho?

LUISA: S1.

JULIANA: No.

CANUTO: Si y no, son dos adverbios.

LEn que quedamos?

JULIANA: En que

nos marchamos al momento

alacama.

CANUTO: jQue pereza!L Y c o m o !

JULIANA: Tuvimos miedo.

CANUTO: LMiedo?

JULIANA: Si, senor.

CANUTO: L D e que?

JULIANA: LEso preguntais? De vernos

una a otra solamente

con aquellos aparejos

encima, y a media noche,

nos temblaba todo el cuerpo.

CANUTO: L Y no sentisteis algun

ruido?

JULIANA: Muchos y tremendos.

CANUTO: LPero uno mayor?

JULIANA: Si, si,

uno a manera de un trueno

gordo.

CANUTO: No tal.

LUISA: Como cuando

descargan un carro entero

de piedra.

CANUTO: No tanto, como

si cayera de su peso

un hombre desde el baleen

a la calle.

JULIANA: ?4parte.)Malo es esto.

CANUTO: LEn fin le sentisteis?

LUISA: Si.

CANUTO: L Y que hicisteis?

JULIANA: Irnos luego

al dormitorio y cerrar

muy bien la puerta por dentro.CANUTO: L C o n q u e no podeis saber

10 que ha sido?

JULIANA: No por cierto.

CANUTO: Pues, hijas, no fueron mas

que dos hombres que subieron

por el baleen, y no S f

si entraron en casa.

JULIANA: jFuego

de Dios! Sin duda seriandos ladrones.

CANUTO: No me atrevo

a faltar, aunque presumo

que les gustaba 10 ajeno.

JULIANA: L Y quien os 10 refirio?

CANUTO: Yome desperte alestruendo,

y 10 demas me 10 ha dicho

el cirujano del pueblo,

40



que venia de ayudar

a bien morir a un enfermo.

JULIANA: ,Y el picaronazo?

CANUTO: jToma!

LUISA: [Juliana! ,Pierdes el seso?

JULIANA: Pues digo bien. [Que no

pudovenir, si no a socorrernos,

a dar aviso, y seguir

a los hombres a 10 lejos

para conocerlos?

CANUTO:Ya

se sospecha quienes fueron.

JULIANA: [Carambola! Mas, ,que

miro?

LUISA: (Apsrte] [Ay, Dios! Vamonos

corriendo.

ESCENA VI

Don Gabne~RoldJn y Canato.

GABRIEL: [Ah de casal

CANUTO: ,Que se ofrece,

senor mio?

GABRIEL: Poco y bueno,

esta boleta.

CANUTO: ,De que?GABRIEL: [No 10 veis?De alojamiento.

CANUTO: ,Pues no sois vos el sobrino

del Marques?

GABRIEL: [Y que tenemos

coneso?

CANUTO: Que vivireiscon el.

GABRIEL: Vivo donde quiero.

CANUTO: 0 donde podeis.

GABRIEL: Jarnas

quiero sino 10 que puedo.

CANUTO: Pues aqui nadie se aloja.

GABRIEL: Hablais demasiado presto:

aqui, mi asistente y yo

por hoy nos alojaremos.

CANUTO: Eso sera ...

GABRIEL: Tan seguro

como que vos sois un necio.

CANUTO: Lo dudo.

GABRIEL: Muy mal haceis,

CANUTO: [Pues que pensais?GABRIEL: Acabemos

de una vez, senor Canuto;

id a ensefiar al momento

a mi asistencia la cuadra;

y despues que meta dentro

los caballos volvereis

a decimos cual es nuestro

cuarto.

CANUTO: No puedo aunque quiera ...

GABRIEL: Haced un poder.

CANUTO: No tengo

facultades ...

GABRIEL: Poco importa.

CANUTO: Estando ausente del pueblo

elamo.

GABRIEL: A mi, de que este

ausente se me da un bledo;

su casa no se ha movido,

sigue abierta, y yo me cuelo

en ella, porque me place.

CANUTO: jTambienestembleempefio!

Pues aunque supiera ...

GABRIEL: Oid,

amigo, yo tengo un genio

como una malva; jamas

me ha ocurrido el pensamientode dar ninguna paliza

a nadie; perc es bien cierto,

que la primera que de

ha de servir de modelo

a todas la venideras;

asi que, si os pide el cuerpo

garrotazos, estoy pronto

a cumplir vuestros deseos.

41



CANUTO: L Y que derecho teneis

para abusar?

GABRIEL: jJesus! Tengo,

si vamos a examinarlos,

una carga de derechos.

CANUTO: Verbigracia, LCUlil?

GABRIEL: Repitoque son muchos. El primero,

un pasaporte que manda

en terminos muy expresos

que se me aloje, y asi

que Ie presente, me dieron

esta boleta.

CANUTO: Muybien;

pero se puede exponiendo

las razones que uno tiene

pedir al Ayuntamiento

que os de otra.

GABRIEL: LQuien 10 duda?

CANUTO: Pues abien que no est: i Iejos,

id a decir que as la muden.

GABRIEL: [Que yo vaya!

CANUTO: 0si no, vuestro

asistente.

GABRIEL: ,Que apostais

a que os machaco los huesos?

CANUTO: ,He de abandonar la casa?

GABRIEL: Mirad, noperdamos tiempo.

Aqui aguardo; id a mudar

la boleta y valved presto;

si no, dispongo de todo

como de hacienda sin duefio.

CANUTO: No hareis ...

GABRIEL: Espera, tunante. (M 1 a sscu-

dirle unpuntapie, y Canuto huye.)

ESCENA VII

Gahde1y Roldan.

ROLDAN: Yo no se si fue bien hecho

dejarle marchar.

GABRIEL: ,Por que?

ROLDAN: Si atienden a sus lamentos

y le mudan la boleta,

sera preciso ...

GABRIEL: Estoy cierto

que no se la mudaran,

Adernas, 10 que yo quiero

es hablar a dofia Luisaal punto, y si esejumento

estuviese aqui, tal vez

no lograra mi deseo

tan pronto, mas elIas vienen.

ESCENA VIII

Dichos. do.na Luisa yJuliana.

GABRIEL: Luisita, dulce embeleso ...

LUISA: L Y Canuto?

GABRIEL: Se larg6.

LUISA: ,A d6nde?

GABRIEL: No tengais miedo,

que no volvera tan pronto.

LUISA: Aunque eso sea, en volviendo

podra.,

GABRIEL: Nada receleis,

,Ignorais de que pretexto

me he valida para entrar

aqui? ,No sabeis que vengo

alojado?

LUISA: Ya 10 se.

GABRIEL: L C 6 m o ?

JULIANA: No estabamos lejos.

GABRIEL: ,Pues, a que fue preguntar

porelcriado?LUISA: Primero,

nos quedamos en 1a pieza

inmediata, pero luego

que empezasteis a refiir,

nos marchamos alla dentro.

JULIANA: Por exceso de prudencia,

nada mas,

ROLDAN: Lo suponemos.

42



JULIANA: Es seguro, y despues cuando

ya disminuy6 el estruendo

nos vinimos de puntillas

hasta ...

LUISA: No desperdiciemos

los instantes. lDon Gabriel,

cuales son vuestros intentos?

GABRIEL: lCuales son, me preguntais?

lHaceis tan bajo concepto

de mi que podeis dudarlo?

lDesconoceis el imperio

de esa hermosura divina?,

lde esos ojos, cuyo fuego

abraza los corazones

rebeldes que se atrevierona esperar sus rayos? [Ahl,

no me queda mas arbitrio

que aspirar por cuantos medios

estan a1 alcance humane

a la dicha de ser vuestro,

o morir:

LUISA: lOs casareis

Conmigo?

GABRIEL: Por Dios, os megaque no me 10pregunteis

otra vez, no. Lo de menos

es el insulto gratuito

que me haceis; pero creedlo:

me consternais, se me quita

el animo todo, viendo

que no os parece infalible,

como a mi, que lograremos

esta ventura.j Pues que,podra descansar un tiemo

amante, podra vivir

hasta ser unico duefio

de la que adora? lHallani

vinculos bastante estrechos

y santos que Ie aseguren

la posesi6n del objeto

querido? lRenunciara

jamas por ningun pretexto

a cualquier titulo que

manifieste al universo

que ya aquel tesoro es suyo?

Suyo hasta el postrer momenta

de su vida; suyo s610;

sin que ni el arbitrio ajeno

ni la suerte se 10puedan

disputar. No; porque el cielo

y la tierra se obligaron

a defender su derecho;

a mirar como enemigo

comun a cualquier perverso

que pretendiese usurparle

un tesoro que se ha vuelto

ya parte de la substancia

que le anima; del secreto

principio que vive y siente

en el. Si, divino objeto

de mis ansias, seras mia,

y yo tuyo, sin remedio,

y pronto, hoy mismo, si no

entrambos pereceremos.

LUISA: Bien suenan a vuestra arnigaesos amantes extremos,

don Gabriel; y era preciso

que fueseis capaz de haeerlos

para que resucitase

la eonfianza en mi pecho.

Engafiada, escamecida

par el que ha sido el objeto,

si no de mi amor, de toda

mi estimaci6n y respeto;par aquel en quien fundaba

mi esperanza y el consuela

de mis tristezas, ahora

easi forzada me veo

a ponerme en vuestras manos;

siendo asi que apenas puedo

decir verdaderamente

que os conozeo, y... 10confieso,

43



recelando que podeis

ser mas ingrato y funesto

que don Cosme para mi;

abusar mas de mi ciego

error ... pero no 10 hare is,

Les verdad? Ah, no 10temo

de vos, amigo. LQue puede

excitaros a un exceso

de crueldad semejante?

No 10hagais, no; condoleos

de una infeliz que no tiene

mas delito que el de haberos

amado ... [Ay, Dios! Ya 10dije;

en todo caso os advierto,

don Gabriel, que no he nacidopara tolerar el peso

del oprobio, y 10que es mas,

el de los remordimientos.

GABRIEL: Deponed, Luisita mia,

una imaginario miedo,

y creed que muy en breve

hablaran pOI mi los hechos:

mas a fin de que veais

cuanta es mi franqueza, quieropreveniros una cosa:

tengo un tio a quien profeso

la mayor veneraci6n

y carifio; si podemos

conseguir su apoyo, al punto

dispondra nuestro himeneo;

pero si nos 10rehusa,

es preciso que busquemos

otro arbitrio ...LUISA: LY pensais que

nos dara el consentimiento?

GABRIEL: Si vos sois de ilustre cuna,

y os ve, ciertamente creo

que nos 10dara. Es un hombre

bajo todos los aspectos

respetab1e; pero tiene

tan metidos en los sesos

los cuarteles.

LUISA: Poco irnporta,

porque soy de nacimiento

esclarecido, segun

mi tutor.

GABRIEL: [Cuanto me alegro!

Pero mi tio querra

informarse bien, primero ...

LUISA: Mirad, yo se d6nde estan

los papeles de mi pleito;

pudieramos ir aver

si nos deparaba el cielo

algun santo pergamino ...

GABRIEL: Teneis raz6n, vamos presto.

ESCENA IX

RoldanrJuliana.

ROLDAN: LYnosotros, reina mia?

JULIANA: LNosotros, que?

ROLDAN: Por ejemplo,

se pregunta ... ya se ve,

mas claro, Lsinos queremos?

JULIANA: No se. LMe quereis a mivos?

ROLDAN: S1.

JULIANA: Yo tambien os quiero.

ROLDAN: Pues entonces ... (Quiere

abrazarla.)

JULIANA: Poco a poco,

haced antes juramento

de que os casareis conmigo.

ROLDAN: Juro a fe de malaguero ...

sin embargo, ya que vos

enteramente habeis hecho

como vuestra senorita,

me parece que yo debo

pintipararme tambien

a mi teniente.

JULIANA: Lo apruebo:

Pintiparese.

44



ROLDAN: Alla voy.

LTuvisteis algun abuelo

rabudo?

JULIANA: No, senor: todos

han sido cristianos viejos.

ROLDAN: L Y como se probara eso?

JULIANA: [Que 10 prueben elIos!

Tocante ami, si quereis

ser testigo del salero

conque me como un pedazo

dejamon de cuatro dedos

de gordo, venid conmigo

alacocina.

ROLDAN: La acepto

par no despreciar mas, ihola!

A bien que nos conocemos.

ESCENAX

Dichos yCanuto.

ROLDAN: L Q u e tal, buen hombre? Pareee

que se vuelve satisfecho.

LConque, nos vamos de aqui?

CANUTO: Si os fuerais a los infiemos.(Apsrte)

ROLDAN: LLemudaron laboleta pronto?

CANUTO: No estoy parajuegos,

asi... pero, LYdofia Luisa?

ROLDAN: Tan famosa. Hace un mo-

menta

que se fue con mi teniente

a tratar sabre su pleito.

CANUTO: iHabra tal infamia! (Quiereeatrsn)

ROLDAN: Paso. (Detemendole.)

CANUTO: L C o m o eseso? [Que nopuedo

entraryo!

ROLDAN: No por ahora.

CANUTO: iQue risa!, pero veremos

si vos ... (Insiste en entra.r.)

ROLDAN: Detengase, digo; (como en-

tes.)

y gaste mas miramientos;

si no, se Ie ensenara

eortesia.

CANUTO: jLo celebro!

LCon que me he de estar yo aqui,

mientras ellos alla dentro,

quien sabe si? iQue locura!

vaya, quitese ... (Idem.)

ROLDAN: [Mostrencol, (Idem.)

no solamente estaras

sin salir de este aposento

hasta que se te permita,

sino que, si yo te veo

haeer par easualidad

el mas leve movimiento

para escaparte, 0si grunes

y me replicas de nuevo,

te vas a poner al punta

aquellas armas, y hacemos

centinela, mientras que

los cuatro eapitulemos.

CANUTO: Eso aunque me 10 mandara

el Rey Herodes ...

ROLDAN: No andemos

en fiestas ...

CANUTO: Repito.

ROLDAN: Mira

que ...

CANUTO: Sere capaz ...

ROLDAN: Silencio. (Aganindole 'por

elbrazo.)

CANUTO: L C o m o que? Favor, veeinos,que me matan.

ROLDAN: Acabemos; (sacandoelsa-

ble)

al instante mismo ponte

las armas, 0te deguello.

CANUTO: iYO,ponermelasl

ROLDAN: Aguarda. (Hace que va a

darle un tajo.)

45



CANUTO: [Ay de rni! .. No. (Arrodi-

lIJndose.)

ROLDAN: Pues corriendo

a ponerselas,

CANUTO: Ya voy;

pero mas valiera ... ofrezco,

si me dejais ...

ROLDAN: Nadaescucho.

CANUTO: Ser un marmol,

ROLDAN: No hay remedio;

a ponerselas.

CANUTO: [Dios mio! ..

ROLDAN: Ypara echar menos tiern-

po,0uliana.)

l.le quereis servir de ayuda

de camara?

JULIANA: Os obedezco

(A Canuto.)Perdonad, que soy

mandada. (Pomendole las armas.)

CANUTO: (Aparte.)jAh, si yo te pillo

Luego!

JULIANA: Asi, no; bajad los brazos ...

ROLDAN: Ha sido buen pensamiento.

CANUTo. Muy oportuno.

ROLDAN: Sin duda:

l .vos y el otro no habeis hecho

mayor burla de las nifias?

Pues, amigo, quien a hierro

mata, a hierro muere.

CANUTO:Ya.

S610... mujer, que no veo.

JULIANA: Si es la visera. LQue no

os acordais?CANUTO: Si me acuerdo.

JULIANA: Tomad el chuzo. (DDe la

lanza.)

CANUTO: LYahora?

ROLDAN: Dad unos cuantos paseos.

CANUTO: Mejor es con esta lanza.

(Viendole vueltodeespaldas vaa dar-

Ie con la lanza.)

ROLDAN: jAh villano!

Se vue1ve de pronto, ve la sec/on de

Csnuto, saca unapistola y Ie apunta,' t! 1

entonces dt;jacser.lalanza y quie.reIuur;

cuando ha vuelto la espalda Ie dispara

Roldan, pero poniendo lapunterfa alto.Canuto cae desmayado sobre elsom.

JULIANA: LLe habeis muerto? (Asus-

tada.)

ROLDAN: No; pero voy a cortarle

las orejas. (Guardandolapistola, sa-

cando e1sable. y haciendo ademan

de irhacia cl)JULIANA: Deteneos. (Detenicndole.)

ROLDAN: Oejadme.

JULIANA: No le acabeis.

ROLDAN: Hadepagarla.

ESCENA XI

Dona Luisa, don Gabn'e1ydichos.

GABRIEL: LQue es esto?ROLDAN: Nada: unhombre desmayado .

LUISA: LDesmayado?

ROLDAN: Si; de miedo.

LUISA: LYel tiro?

ROLDAN: Le dispare

yo, mas al aire.

LUISA: l.Estciscierto?

ROLDAN: Mirad la bala. (Seiialandoa

lapared)LUISA: Sino

hace ningun movimiento.

ROLDAN: Digo que es de miedo. Sabre

que no le he tocado al pelo

de laropa.

LUISA: LNo es Canute?

ROLDAN: El mismo.

LUISA: LPues a que efeeto

46



se armo?

ROLDAN: Forzado por mi,

en castigo del empefio

que tenia de estorbaros.

LUISA: LY cuando vino?

GABRIEL: Dejemos

eso para luego: ahora

vamos, adorada duefia

a que os yea y nos amp are

mi tio; pues ya con estos

papeles, no tengo duda

de que 10 conseguiremos.

ESCENA XII

Juliana y Roldan.

JULIANA: E1 pobre no vuelve en si,

nisemenea.

ROLDAN: A su tiempo

volvera: no corre prisa.

JULIANA: Si se Ie pasara presto ...

ROLDAN: Asi sera; no se muere

nadie de susto, a 10 menos

tan pronto.JULIANA: Bueno seria,

sin embargo, ir al momenta

a llamar al cirujano.

ROLDAN: En estando algo mas lejos

nuestros amos.

JULIANA: Me parece

que habeis hecho un desacierto.

ROLDAN: l.Queriais que me dejara

meterla lanza en el cuerpo?JULIANA: No tal; pero dispararle ...

ROLDAN: Fue por alto.

JULIANA: Doble yerro;

si el viendo que no Ie dio

el tiro se hubiera vue Ito

contra nosotros ...

ROLDAN: Ya habia

dejado caer de miedo

la espingarda, cuando yo

por reirme le hice fuego.

COSME: (Ventro.)Juliana ... Canuto ...

JULIANA: iAy, Dios!

ROLDAN: LEs don Cosme?

JULIANA: Si por cierto.

ROLDAN: l.Pues como se vuelve arras?

JULIANA: l.Quien es capaz de saberlo?

l.Sihabra dado con los otros?

ROLDAN: Llevaban camino opuesto.

JULIANA: No nos hallejuntos; voyme,

Y vos tambien escondeos.

ROLDAN: Esperare hasta que pase

detras de esta puerta, y luego

me ire. (Se ocuia detnis de1apuerta.)

JULIANA: Decid a los amos

en que gran peligro quedo.

ESCENA XIII

Don Co.sm~Roldin escondido,yCanulo

desmayado en elsolii.

COSME: l.Ad6nde estaran metidos

estos diablos? l.Mas que yeo? (Repa-rsndo en Csnuta)

l.Es ella? Si. [Pobrecita!

Habra velado, y el sueiio

la rindi6. [Serafin mio! (Accrcandose.)

Despiertate, que ya vengo

a ser tu esposo. l.No sabes?

Al fin, ganamos el pleito,

y somos ricos. Muy cerca

de aqui, me encontro un expresodespachado por mi agente

con la noticia; al momento

volvi riendas al caballo,

y en alas de mi deseo

vengo a decirtelo. Ahora

te puedo dar sin recelo

den mil besos conyugales

en las manos; y aun me atrevo

47



a pedirte que me dejes

plantarte dos a 10 menos

en esas frescas mejillas,

copula de nieve y... iCuerno! (AJ be-

sarle, le reconoce)

jCanuto! jVoto a Brios!

LSiacaso?. Esta como un lefio;

pero respira. No hay mas;

le voy a meter los dedos

en la boca, pues si no,

jarnas Ie vete despierto. (La hace.)

Aunque ... No importa .. Yo soy,

(Canuto se resiste.)

Canutillo; estate quiero

para que ... [Ay! No me muerdas,

condenado.

CANUTO: (Volvitndose en sf.)jMons-

truo fiero!

,No es bastante? .. ,Mas que miro?

jDonCosme! ,C6mo?

20SME: Comiendo;

jpues no viene a preguntarme!

Explicame tu primero.

,Por que raz6n te pusiste

esasarmas?

CANUTO: Fueron elIos,

elIos.

COSME: ,Quienes?

CANUTO: Ademas

de atropellarme quisieron

que yo ... pero no tardeis;

acudid, si acaso es tiempo

aim.COSME: ,De que?

CANUTO: Si los cuatro

se divierten alla dentro.

COSME: lCuaIes cuatro?

CANUTO: lLo dudais?

Los soidados forasteros

y las doncellas.

COSME: jPorvida

de sanes! Quitate presto

ese disfraz, mientras voy;

pero cuidado, gran perro,

no se nos escape alguno

poraqui.

ESCENA XIV

Canuto solo.

CANUTO: Muy bien ... Apuesto

a que vueives con el rabo

entre las piemas. Si. Buenos

son los dos para espantarse

de tus clamores y gestos.

Pues levantales la mano;

me parece que te yeo

antes de poco venir

convertido en coracero

a relevarme; no hay duda;

o para mayor arreglo

pondran centinela doble.

Casi, casi me arrepiento

ya de haberme desarmado;

aunque me duelen los huesos,

y siempre descansare

un rato; pero yo debo

estar herido. La bala

me entr6, si mal no me acuerdo,

(tentindose)

por el occipucio, no hallo,

sin embargo, el agujero.

Rebotaria. Es muy dura

la cabeza de un gallego;y puede echarse a topar

con cualquiera cosa, excepto

con un catalan; mas, [tate!

Se me figura que tiento

aqui un bulto ... 0contusi6n ...

yes tamafia como un huevo.

48



ESCENA xvCsmuo. don CosmeyJuliana comenda

COSME: (Dentro.)Detenla.

JULIANA: [Virgen Maria!,

socorredme.

CANUTO: AI fin te pesco, (Agnindo1a.)

[tunanta!

JULIANA: jPor Dios!

CANUTO: Ahora

me las pagaras

COSME: [Reniego (Ai e rum rs « s epega

un coscorron en 1atieat«)

de la puerta! LD6nde estan

los otros?

Asiendo1a tambien del cuei/o.

JULIANA: [Ay, mi pescuezo!

No 10 se.

COSME: Dil0, malvada,

0, si no, te 10retuerzo

como a un pollo.

JULIANA: Pero ... [Ay!Yo 10 dire.

COSME: Dilo presto.

JULIANA: Se fueron al palomar.

COSME: Ese mentira; de alla vengo

Ahora, y esta cerrado.

JULIANA: Porque los dos estan dentro.

COSME: Si he dado mil golpes, y

ni por esas han abierto.

JULIANA: Valientes bobos seriansi abriesen.

COSME: Yo les prometo ...

Canuto, ve, corre, vuela

a Hamar a un cerrajero.

JULIANA: Asi los entretendre. (Aparte.)

CANUTO: AI instante ... jSantos cielos!

ESCENAXW

Todos.

COSME: LC6mo, aleves?

GABRIEL: Serenaos,

senor dos Cosme.

COSME: No quiero;

antes ...

GABRIEL: Son de aquellas cosas

que tienen poco remedio.

COSME: LNo Ie tienen?.

GABRIEL: Os suplico ...

COSME: Aunque se empefiara ...

GABRIEL: Os ruego ...

COSME: Nunca .GABRIEL: Senor .

COSME: No ...

GABRIEL: Siquiera ...

COSME: Digo ...

GABRIEL: Con todo ...

COSME: Me ...

GABRIEL: Pero .

COSME: Jamas .

GABRIEL: Vaya .COSME. Juro ...

GABRIEL: LC6mo?

COSME. Repito ...

GABRIEL: LCuiindo?

COSME: Protesto ...

GABRIEL: Siempre ...

COSME: LQuien?

GABRIEL: [Voto!

COSME: [Revoto!GABRIEL: Sois .

COSME: Y vos .

GABRIEL: Dejad .

COSME: Primero .

GABRIEL: S6lo .

COSME: Nada .

GABRIEL: En fin ...

COSME: L Y que?

49



GABRIEL: Si no callais me la llevo (A

gatos.)

otra vez.

COSME: Hablad.

GABRIEL: Oid:

esta es mi esposa.

COSME: Me alegro

infinito.

GABRIEL: No os burleis.

Y si hay alguno tan necio

que me la quiera quitar,

se ha de medir, cuerpo a cuerpo,

conmigo, hasta perecer.

COSME: jPues hombre!

GABRIEL: Ni mas ni menos.

COSME: LYen virtud de que ley?

GABRIEL: Ella

es libre; quiere, y yo quiero;

mi tio nos patrocina;

ved si teneis algun medio

de impedirlo.

COSME: LConque ahora

que ha ganado el pleito, y puedo

resarcirme de mis gastos ..?GABRIEL: Si tratamos de dinero,

no tendreis queja de mi;

pues dejo al arbitrio vuestro

fijar las compensaciones

que deseis, y os ofrezco

no replicar; pero en cuanto

a mi esposa, no la cedo

ni avos, ni a ninguno.

COSME:LYtUIe rienes igual afecto?

LQuieres casarte con el?

GABRIEL: Hablad, adorada duefia.

LUISA: Quien calla otorga.

COSME: Pues idos

todos juntos al infierno,

ydejadme.

GABRIEL: No es posible

Por ahora complaceros.

Mi tio, a quien encontramos,

que venia de paseo

hacia esta parte, despues

de aprobar nuestros intentos,

me persuadio facilmente

que debiamos volvemos

a vuestra casa, hasta que

se celebre el himeneo;

para que no se murmure.

COSME: LY vos tambien?

GABRIEL: EI primero.

COSME: LComo?

GABRIEL: Tal vez no sabeis

que soy alojado vuestro

COSME: Se que sois mi azote. En fin,

manana, con el pretexto

del pleito me ire a Granada,

donde estare un mes entero:

este tiempo es suficiente;

conque mientras que yo vuelvo

podran ustedes hacer ...

REMEDIOS: La vida de los modemos.

Don Cosme hace ungesto de impacien-

cia, y se va. Todos Ie slguen y cae el

tekin.

Fin.

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El prevenido engañado. Comedia en tres actos

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