El potencial transformador de la radio

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EL POTENCIAL TRANSFORMADOR DE LA RADIO EDUCATIVA Por: José Antonio Ulloa Cueva Por sus características de portabilidad, inmediatez y accesibilidad, la radio se ha ido consolidando como un espacio de consensos en donde paulatinamente se ha generado la participación democrática de los oyentes. Por eso, siempre ha sido vista como un medio con alto potencial educativo, práctico para informar, recrear y formar conciencia crítica en el público. La radio, bien utilizada, puede ofrecer métodos y formas de educación, que se conviertan en vías alternativas de desarrollo social. Amparada en sus 13 años dedicados a promover el desarrollo social en las comunidades más empobrecidas de la provincia de Trujillo, en el 2008 la ONGD Círculo Solidario Perú sacó al aire la segunda temporada del programa radiofónico “Nueva ciudad” a través de Radio Nova, una emisora comercial de La Libertad. Cuando empezamos el trabajo de producción nos propusimos promover el empoderamiento ciudadano para que las personas gesten su propio desarrollo desde el fortalecimiento de su identidad individual, social y política. Sabíamos que para lograr nuestro objetivo teníamos que cambiar en las personas sus maneras particulares de pensar y hacer algunas cosas, había que desmitificar algunas ideas enraizadas en el imaginario colectivo y debíamos darle presencia en y a través del medio. Entendimos que la única forma era dándole al proyecto una intencionalidad educativa. Luis Espina, en su libro “Radio educativa”, define a la radio como “el instrumento cultural más poderoso de la sociedad actual y futura” e incluso como el medio adecuado para la socialización de la enseñanza, que pasa necesariamente por el reconocimiento de la identidad social de los oyentes. La educación popular, gestada en los años setenta y ochenta especialmente en países latinoamericanos, sustentó la recuperación de la identidad popular como el propósito fundamental del uso de la comunicación local o masiva con intenciones educativas. En nuestro caso concreto, esta recuperación de la identidad no solo tuvo que ver con las tradiciones y las costumbres (la mayoría de los pobladores de las zonas en intervención eran inmigrantes procedentes de la sierra de La Libertad o de otras ciudades del norte de Perú), sobre todo se fortaleció en la reafirmación de su comunicación natural, de esas formas más espontáneas de expresión e interacción que procuramos sean rescatadas y regeneradas para los fines educativos que nos planteamos.

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Por sus características de portabilidad, inmediatez y accesibilidad, la radio se ha ido consolidando como un espacio de consensos en donde paulatinamente se ha generado la participación democrática de los oyentes. Por eso, siempre ha sido vista como un medio con alto potencial educativo, práctico para informar, recrear y formar conciencia crítica en el público. La radio, bien utilizada, puede ofrecer métodos y formas de educación, que se conviertan en vías alternativas de desarrollo social.

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EL POTENCIAL TRANSFORMADOR DE LA RADIO EDUCATIVA

Por: José Antonio Ulloa Cueva

Por sus características de portabilidad, inmediatez y accesibilidad, la radio se ha ido consolidando como un espacio de consensos en donde paulatinamente se ha generado la participación democrática de los oyentes. Por eso, siempre ha sido vista como un medio con alto potencial educativo, práctico para informar, recrear y formar conciencia crítica en el público. La radio, bien utilizada, puede ofrecer métodos y formas de educación, que se conviertan en vías alternativas de desarrollo social.

Amparada en sus 13 años dedicados a promover el desarrollo social en las comunidades más empobrecidas de la provincia de Trujillo, en el 2008 la ONGD Círculo Solidario Perú sacó al aire la segunda temporada del programa radiofónico “Nueva ciudad” a través de Radio Nova, una emisora comercial de La Libertad. Cuando empezamos el trabajo de producción nos propusimos promover el empoderamiento ciudadano para que las personas gesten su propio desarrollo desde el fortalecimiento de su identidad individual, social y política.

Sabíamos que para lograr nuestro objetivo teníamos que cambiar en las personas sus maneras particulares de pensar y hacer algunas cosas, había que desmitificar algunas ideas enraizadas en el imaginario colectivo y debíamos darle presencia en y a través del medio. Entendimos que la única forma era dándole al proyecto una intencionalidad educativa.

Luis Espina, en su libro “Radio educativa”, define a la radio como “el instrumento cultural más poderoso de la sociedad actual y futura” e incluso como el medio adecuado para la socialización de la enseñanza, que pasa necesariamente por el reconocimiento de la identidad social de los oyentes. La educación popular, gestada en los años setenta y ochenta especialmente en países latinoamericanos, sustentó la recuperación de la identidad popular como el propósito fundamental del uso de la comunicación local o masiva con intenciones educativas.

En nuestro caso concreto, esta recuperación de la identidad no solo tuvo que ver con las tradiciones y las costumbres (la mayoría de los pobladores de las zonas en intervención eran inmigrantes procedentes de la sierra de La Libertad o de otras ciudades del norte de Perú), sobre todo se fortaleció en la reafirmación de su comunicación natural, de esas formas más espontáneas de expresión e interacción que procuramos sean rescatadas y regeneradas para los fines educativos que nos planteamos.

Una de las premisas que establecimos desde que empezamos a crear el concepto del programa, fue trasladar el escenario cotidiano a la cabina de radio. Con ello pretendíamos recrear el sentir, pensar e interactuar de la gente. Los años de trabajo de Círculo Solidario Perú en estos sectores populares brindaron el conocimiento de las características del público y la confianza en el proyecto para compartir sus experiencias y para canalizarlas a través del medio. Establecimos lo que Rolando Pérez define como “una sintonía constante con la vida cotidiana del oyente, lo que permitirá conocer más de cerca sus gustos y generar niveles de relación entre emisor y receptor”.

Así, la radio se convirtió en un medio cercano al oyente, que la daba calidez al proceso, que le brindaba oportunidad a la voz de la gente. Esa presencia en el medio, al que Rosa María Alfaro llama “apropiación”, permitió que los receptores contaran sus vidas, se sientan importantes, valorados, considerados y fundamentalmente les permitieran ser partícipes de un crecimiento individual y colectivo, del que además se hicieron gestores y testigos. El receptor se involucró en el proceso de comunicación asumiendo su condición de emisor. “Nueva ciudad” promovió un aspecto adicional dentro de este proceso: el compromiso. Una de las estrategias que utilizamos para lograrlo fue involucrar desde la producción del programa a los y las protagonistas del cambio social que proponíamos. Esta participación permitió al oyente adentrarse más en su vida y reconocer sus formas de intercambio cultural. La radio, se quiera o no, a quizá diga, se crea o no, tiene una potencialidad educativa única, tanto así que algunos autores han llegado a afirmar que “educa sólo con hablar”, lo que obliga aún más a reflexionar sobre la intencionalidad educativa de los productos radiofónicos. Eugenio Rodríguez define la radio educativa como la que prepara, diseña y comunica propuestas educacionales: “Contribuye a la promoción cultural y a la comunicación de distintas expresiones artísticas, forma e informa en base al acontecer mundial, nacional y local, permite la percepción y análisis de la realidad”.

En sus investigaciones de los años ochenta, Eugenio Rodríguez sostenía que la radio educativa debe fortalecer procesos que sean respuestas a necesidades e intereses muy concretos y características; así marcar el camino para trabajar constantemente para que la radio se convierta en vehículo de un movimiento educativo más amplio, fundado en la potencialidad comunicativa y abierta a la expresión popular en sus formas y estilos. En pleno siglo XXI, con toda la transformación tecnológica del medio, la esencia educativa de la radio sigue vigente.

“Nueva ciudad” permitió cerrar el círculo de la comunicación educativa, evidenciando los resultados del proceso. Las verdaderas lecciones del programa se hacían concretas en la vida de la gente. Los consejos y los testimonios se mostraron como historias comunes que permitieron identificación, propusieron referentes y generaron réplicas. Esta experiencia radiofónica propició una comunicación representativa que promovió la revaloración de los intereses y las formas expresivas de los sectores sociales con menos recursos de Trujillo. Los pobladores de estas zonas urbano marginales y rurales encontraron en la radio un espacio de diálogo y, mejor aún, comprendieron que su verdadera fortaleza comunicativa estaba en la interacción humana.

Uno de los grandes retos del proyecto fue crear en una radioemisora comercial un espacio de participación popular. Por un lado, las personas de los sectores a los que nos dirigíamos no estaban acostumbradas a interactuar con la radio de esta manera, su uso primordial del medio era por entretenimiento y acompañamiento. Su consumo fundamentalmente era musical e informativo (noticias). Había que llevar la radio a la gente.

El proyecto radiofónico no solo comprendió el espacio en la emisora, implicó crear espacios paralelos para que las personas interactúen a través de la radio:

- Las caravanas de “Nueva ciudad”.- Un equipo de promotores de la ONGD iba en una camioneta perifoneando por las zonas urbano marginales y rurales durante la semana, promocionando el programa del día sábado. Estas caravanas incluían regalar polos, gorros y stickers del programa. Se ubicaban en plazas, mercados comedores populares y centros de salud, lugares de gran tránsito y congregación de público.

- Los enlaces en vivo.- Durante la emisión del programa, un equipo de producción del programa se instalaba en plazas, mercados, centros de salud, comedores populares con parlantes sintonizando el programa. Se invitaba a los pobladores de la zona a participar de concursos en vivo, en donde se les hacía preguntas sobre gobernabilidad, ciudadanía, salud y educación referentes a la realidad de su comunidad, además hacían preguntas al especialista en cabina. Esto permitía tener un termómetro sobre el nivel de información de la gente y su capacidad de interesarse en temas de desarrollo social. Se entregaban regalos como la “Canasta solidaria”.

- Corresponsales ciudadanos.- Se detectó en cada zona personas que puedan cumplir el rol de corresponsales, a los que se capacitó en temas de comunicación: redacción, locución y periodismo. Su función era recoger información de su comunidad sobre los espacios de participación ciudadana, las actividades de los gobiernos locales y de sus instituciones representativas, logros y dificultades en su proceso de formación ciudadana. Durante el programa ellos se enlazaban telefónicamente con la cabina para emitir su información.

El programa se emitía los sábados de 11 a.m. a 12 m. en Radio Nova y estaba estructurado en cuatro bloques, conducidos por Eliana Pérez, comunicadora especializada en desarrollo social, miembro del equipo de comunicaciones de la ONGD.

Las secciones del programa eran:

- Tema de la semana.- Cada semana se presentaba un tema específico ligado a las áreas de intervención de la ONGD: salud, educación y gobernabilidad. Teniendo como eje transversal la participación ciudadana.

- Reportaje.- Cada programa se presentaba un reportaje sobre el tema de la semana, producido con entrevistas, datos estadísticos y académicos.

- Entrevista.- Se invitaba a cabina a un especialista o autoridad en los temas que se abordaban, representantes de organizaciones de base y líderes comunales. La conductora entrevistaba y enlazaba preguntas del público.

- Ronda de corresponsales.- Secuencia de reportes de los corresponsales ciudadanos.

- Enlaces en vivo.- Durante el programa la conductora se enlazaba con el equipo de producción instalado en alguna zona de intervención.

- Agenda.- Secuencia de datos sobre actividades importantes a realizarse en la localidad referentes a espacios de participación ciudadana, ferias y campañas educativas y de salud, entre otras de interés para el público.

- Sondeo.- Secuencia de opiniones de personas sobre el tema de la semana.

Para algunos programas se produjo especialmente radioteatros en los que actuaban pobladores de las zonas debidamente preparados, con los que se creaba o validaba los guiones. Estas producciones servían también para las campañas promocionales de la ONGD y del programa mismo.

Es importante mencionar que el programa no buscaba altos índices de sintonía, sino crear espacios de interacción para que los pobladores de las zonas urbano marginales y rurales formen su conciencia ciudadana. Esto se logró permitiendo que las personas sean escuchadas a través de sus representantes y líderes, acercándose a especialistas en los temas relevantes para su desarrollo y tendiendo puentes con sus autoridades. Por otro lado, el abordaje de estos temas procuraba un nivel distinto de formación,

apelando a estrategias de educación no formal, trabajadas en lenguaje sencillo y cercano a su forma de ver el mundo.

Durante los doce meses de emisión del “Nueva ciudad” fue difícil discernir si la participación del público era forzada por la intervención de los mismos promotores de la ONGD y por los beneficios que recibían directa o indirectamente (desde merchandising del programa hasta mayor apoyo de la institución en los proyectos), o era espontánea por interés de crecimiento individual y colectivo. Eso no lo supimos hasta muchos años después, cuando vimos gente más comprometida en los espacios de intervención ciudadana, que manejaba información y tenía mayor criterio para participar en el desarrollo de su comunidad.