El Porque de Las Cosas - Quim Monzo

8/14/2019 El Porque de Las Cosas - Quim Monzo

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En este libro, la capacidad desntesis de Quim Monz llega asu mxima pureza: sus relatos,

aparentemente simples yesquemticos, son unaenrgica exhibicin demaestra, y se complementanpara formar un todo que nosmuestra con implacableprecisin la eternaincertidumbre humana.El porqu de las cosas ha sidouno de los mejores xitos de


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crtica y de ventas de laliteratura catalana de los

ltimos aos. Un libro queconfirma la calidad de un autorque la crtica internacional ha

comparado con Kafka, Borges yRabelais.

Los cuentos de hadas de QuimMonz no son los cuentos dehadas tradicionales, sino las

historias de nuestro presentede relaciones afectivas,narradas por el autor, acontracorriente, de maneracruda, directa, implacable, a


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veces obscena y brutal Unescritor impagable (Julia

Guillamon, La Vanguardia).Desde siempre, los libros deQuim Monz me han parecido

uno de los ms agudos retratosde la sociedad actual salidos dela mano de un escritor Tras lalectura de esos cuentos, lasensacin que permanece es lade haber pasado unatemporada en un mundoconocido (porque es elnuestro), pero sabiamentedesfigurado, ridiculizado yrevisado por un maestro en el


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arte de rizar el rizo (OriolCastanys, El Peridico).

La fuerza de las ficciones, latensin transparente dellenguaje, la precisin

disciplinada de la imaginacin yla ausencia de efectismos ytrucos gratuitos hacen de estoscuentos autnticas obrasmaestras del gnero. Qu msse le puede pedir? (ManelOll, El Temps).


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Ttulo original: El perqu de tot plegat Joaquim Monz, 1992Traduccin: Marcelo Cohen

Editor original: anbiar (v1.0)

Segundo editor: Editor2 (v2.0 a v.2.x)

Tercer editor: Editor3 (v3.0 a v3.x)

Correccin de erratas: EditorA, EditorB yEditorC

ePub base v2.1


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Jean Giraudoux (enSiegfried et le Limousin , captulo 2) plantela interesante cuestin de cmo,a veces, los pequeos misterioscon que se tropieza en la vida seaclaran de repente, aunque con

retraso. Agrega: No renuncio aver cmo, en Oceana o enMxico, se resuelven algn daciertos enigmas de mi pasado;los nudos siempre acabandeshacindose por simpledesgana de ser nudos. Por lo

dems, el nico que me preocupa verdaderamente es elenigma Tornielli; esteembajador en ejercicio, a quienvi por primera vez durante laentrega de premios del concurso


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general, me hizo una sea paraque me acercase y me deslizen la mano un huevo duro. Demomento, mi intensainvestigacin sobre el enigmaTornielli slo ha producido la

informacin de que el condeGiuseppe Tornielli Brusati diVergano (1836-1908) fueembajador italiano en Parsdesde 1895 hasta 1908. Las preguntas obviamente nocontestadas son: es cierto que

el embajador de una potenciaextranjera le dio a Giraudoux unhuevo duro?, o ste jug allector la treta francesa dedisociar al narrador delautor? En el primer caso,


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muri Giraudoux sin resolver el enigma Tornielli? Quizlo ha aclarado alguna otra persona? Me pregunto si algunode los lectores conoce lasrespuestas.

Carta del marqus de Tamarn publicada en el Times LitterarySupplement el 28 de enero de1983.


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LA HONESTIDAD

Empujando un carrito con unbandeja en la que hay un vaso

agua, un frasco de cpsulas, utermmetro y una carpeta, enfermera entra en la habitacin 9dice Buenas tardes y se acercala cama del enfermo, que yace clos ojos cerrados. Lo mira sexcesivo inters, consulta laindicaciones colgadas a los pies la cama, saca una cpsula dfrasco que lleva en el carrito


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mientras coge el vaso de agudice:

Seor Rdz, es hora de lcpsula.El seor Rdz no mueve ni u

prpado. La enfermera le toca brazo. Vamos, seor Rdz.

Con los presentimientos mnegros, la enfermera coge mueca del enfermo para tomarle pulso. No tiene. Est muerto.

Guarda la cpsula en el frascarrincona el carrito y sale de habitacin. Corre hasta emostrador de control de esa ala d


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hospital (la D) y le anuncia a enfermera jefe que el paciente de

habitacin 93 ha muerto.La enfermera jefe mira el reloo le va nada bien que se le hay

muerto un paciente en estmomento. Le falta un cuarto de hopara irse, y hoy ms que nunca interesa salir rpido porque al fha conseguido que el novio de mejor amiga le haya dicho que vieran, justamente con la excusa hablar de su amiga. Aunque elsabe (precisamente por laconfesiones de esa amiga suya) qes hombre que no se anda por l


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ramas y que hablar es lo que menle interesa en el mundo, y que si

ha invitado a cenar en su casa esin la menor duda, para empalarlalos pocos minutos, encima de

mesa mismo, entre las velas y lplatos de espaguetis, si es qucomo casi siempre (lo sabe por amiga), ha preparado espaguetpara cenar. Y lo espera con ansiPor eso, si anuncia que el enfermde la habitacin 93 se ha muerto, quiera o no tendr que quedarse rato ms, aunque ya haya llegado turno siguiente, el que empiez


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usto dentro de un cuarto de horLos muertos traen papeleo. So

cosas que no se solucionan en umomento. Y eso significa llegtarde a la cita. Claro que pued

llamar al novio de su amigexplicarle lo que le pasa proponerle que se vean ms tarde

otro da. Pero la experiencia le henseado que los aplazamientos las primeras citas suelen sefatdicos. Que cuando una cita aplaza por un motivo, la vesiguiente se aplaza por otro. Y, hopor una cosa y maana por otra, aplazamiento se vuelve definitiv


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Adems, ha sido un da terribletiene unas ganas locas de acabar,

a casa de l y abandonarse.Si se tuviesen ms confianzpodra decirle (a la enfermera q

ha encontrado al paciente muertoque haga como que no se ha dadcuenta. As lo descubrira una dlas enfermeras del prximo turnode las complicaciones posteriorse encargara la siguiente enfermeefe. A los del prximo turno l

mismo les da. Apenas habrcomenzado a trabajar, y un muerno les desbaratar la jornada. Desta manera ella se librara d


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asunto y llegara puntual a la citPero no tiene mucha confianza c

la enfermera. Es nueva y hasexiste el peligro de que padezca eespecie de devocin a la tica qu

a veces tienen los principianteAdems, puede que no la padezpero se apunte el dato y un dcuando le convenga, lo utilice beneficio propio.

La enfermera jefe vuelve mirar el reloj. Est cada vez mnerviosa. Las agujas avanzainexorables hacia la hora de salidhacia la cita que por nada d


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mundo quiere perderse. Quhacer? Tiene que decidirse rpid

porque la enfermera que hencontrado al muerto empieza mirarla con cara de no entender p

qu se queda quieta, boquiabiertaindecisa. Le dice que ya sencargar ella y que siga con

recorrido.Tampoco puede pedirle el favo

a la enfermera jefe del prximturno. No porque la mujer tengveleidades ticas sino porqulamentablemente para la resolucidel trago en que se encuentra, hun odio mutuo que dura desde el d


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en que se conocieron.Si no encuentra ningun

solucin, va a quedarse de brazcruzados y renunciar a la cita? Pnada del mundo. Pero e

desasosiego no la deja pensar coclaridad. Cada vez lo ve todo mnegro.

Justo en el peor momentocuando la preocupacin est punto de impedirle encontrar usalida, ve la solucin entrando pla puerta: el mdico nuevo, qutrabaja en el hospital desde hacpoco y siempre le sonre, con usonrisa entre insinuante


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interrogativa. Es la nicposibilidad. Se acercar al mdi

oven, le contar que tiene ucompromiso ineludible y le pedique le haga un favor: encargarse

del muerto. Por ms que sepa quecambio del favor, las sonrisainsinuantes se convertirn eproposiciones concretas. Lapetece acceder a laproposiciones concretas de emdico? Nunca lo ha pensado serio. En principio habra dichque no. Pero, despus de hacerse composicin de lugar y mirarlo u


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vez ms, por qu no? Adems, realmente no le apeteciera nad

hasta podra decirle que no. Ufavor se hace a cambio de nada. Ufavor que se paga ya no es un favo

Pero cuanto ms lo piensmenos le apetece decirle que nDe hecho, le apetece decirle que

Es ms: tiene muchas ganas de qle haga proposiciones. Tantas ganque cada vez piensa menos en hombre con quien est citada mtarde y al cual se imaginempalndola sobre la mesa, entlos espaguetis.

Se le acerca, abre la boca y s


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esfuerza por no quedarse muda. Llabios del mdico la trastornan. S

carnosos, tersos. Los mordera amismo. En vez de eso le pide favor. El mdico le sonre, le dic

que no se preocupe y que se vaytranquila: l se encargar. Lenfermera jefe se aleja por pasillo y, antes de entrar en vestuario, se vuelve por ltima vpara mirarlo y comprobar quefectivamente, l tambin la hestado mirando; la mira an, sonren y ella entra en el vestuariSe cambia deprisa: ya pasan dminutos de su hora de marchars


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Sale a la calle. Levanta un brazpara parar un taxi pero lo pien

mejor, lo baja y se queda uinstante quieta. Despus echa andar, busca una cabina telefni

y, mientras llama al novio de amiga para musitarle una excupoco creble, calcula cunto tardael mdico nuevo en hacerlproposiciones, y cmo har paincitarlo si ve que tarda mucho.


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quien la llama, ella a l no lo llamnunca), aunque no tenga nada q

hacer le dice que ese da no le vbien que se vean. Da a entender qtiene otros amantes, para que

futbolista no se crea con ningderecho. Alguna vez ha cavilad(tampoco mucho, no fuera a dar

cuenta de que se estabequivocando) y llegado a lconclusin de que lo trata codesdn porque en el fondo lo quiemucho y teme que, si no lo tratacon desdn, caera en la trampa y enamorara de l tanto como l esenamorado de ella. Cada vez que


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archivera decide que se acuesten, futbolista se pone tan contento q

le cuesta creerlo y llora de alegrcomo con ninguna otra mujer. Pqu? No lo sabe, pero cree que

desprecio con que lo trata archivera no lo es todo. De ningumanera es el factor decisivo. Sabque en el fondo ella lo quiere, sabe que si finge dureza es para ncaer en la trampa, para nenamorarse de l tanto como l esenamorado de ella.

El futbolista querra que larchivera lo tratase sin desdn como mnimo, con un poco meno


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Porque as vera, por un lado, qusa no es la nica forma de relaci

posible entre los dos y, por otrque no debe tener ningn miedo enamorarse de l. Porque l amar

la ternura de la archivera, esternura que ahora le da miedmostrar.

A veces el futbolista sale cootras mujeres. Porque le parece qha llegado al lmite, porque decique ya no soporta ms que lo tracomo un jarro, que casi no lo mirque lo utilice de cepillo y despulo ignore.


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Pero siempre vuelve. No es qulas otras no le interesen l

suficiente. Todo lo contrario: somuchachas esplndidasinteligentes, guapas y considerada

Pero ninguna le da el placer que da ella.

Un da (una tarde, mientras archivera fuma y lo observdesvestirse), el futbolista se deciy le habla. Le dice que no deberser tan seca, tan huraa, que l quiere tanto que no debe tenmiedo de mostrarse tal como eQue no se aprovechara de ningudebilidad de ella. Que si fues


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tierna (y l sabe que lo es, y qufinge no serlo) la querra an m

Airada, ella le dice que quin se credo que es para decirle lo qutiene que hacer y lo que no; le di

que se siente y lo abofetea. Etarde, el futbolista disfruta ms qnunca.

Pero, otro da que se veninopinadamente ella no es tamalcarada como de costumbre. futbolista se sorprende. A lo mejlo ha pensado y, sin decirle nadempieza a hacerle caso. Al dsiguiente es incluso tierna. E


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futbolista se alegra mucho. Por fha entendido que no tena por qu

tener miedo. Que mostrarse tcomo es no va a reportarle ningmal. Estn en la cama. El futbolis

est tan emocionado que sconmueve con cada gesto, con cacaricia. En cada mimo encuentra

placer especial. Es tal la ternuque ni tiene ganas de follar: lbasta con abrazarse y decirse qse quieren (ahora, ella se lo dicecada momento).

La archivera no vuelve tratarlo con desprecio nunca mEst tan enamorada del futbolis


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que se lo dice por la maana, por tarde, por la noche. Le rega

camisas, libros. Se le entregsiempre que l quiere. Es ella quilo llama, cada vez ms, para que

vean todos los das. Y una noche propone que se vayan a vivuntos.

El futbolista la observframente, con la mirada vidriosHasta no hace mucho hubiera dadel brazo derecho porque ella propusiese lo que acaba dproponerle.


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VIDA MATRIMONIAL

A fin de firmar unos documentoZgdt y Bst (casados desde hac

ocho aos) tienen que ir a unciudad lejana. Llegan a medtarde. Como no podrn resolver asunto hasta el da siguiente, buscun hotel donde pasar la noche. Ldan una habitacin con dos camindividuales, dos mesillas dnoche, una mesa para escribir (hsobres y papel de carta con membrete del hotel, en un


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carpeta), una silla y un minibar cun televisor encima. Cenan, pase

por la orilla del ro y, cuandvuelven al hotel, cada uno se meen su cama y coge un libro.

Pocos minutos ms tarde oyeque en la habitacin de al ladestn follando. Oyen claramente

chirrido del somier, los gemidos dla mujer y, ms bajo, los bufidodel hombre. Zgdt y Bst se mirasonren, hacen algn comentarchistoso, se desean buenas nochesapagan la luz. Zgdt, caliente por follada que sigue oyendo a travde la pared, piensa en decirle alg


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a Bst. A lo mejor ella se ha puestan caliente como l. Podr

acercrsele, sentarse en la cambromear sobre los vecinos y, comquien no quiere la cosa, acariciar

primero el pelo y la cara y continuacin los pechos. Muprobablemente, Bst se apuntarenseguida. Pero y si no se apuntY si le retira la mano y chasca lengua o, peor todava, le dice Ntengo ganas? Hace aos no habrdudado. Habra sabido, justo antde apagar la luz, si Bst tena ganasi los gemidos de la habitacin dal lado la haban encendido o n


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espalda hasta las nalgas. Sin corapara decirle que se acaba d

masturbar, Zgdt le dice que no tienganas. Bst deja de acariciarlo, hun silencio breve, largusimo, y

vuelve a su cama. Zgdt oye cmaparta las sbanas, cmo se medentro, cmo se revuelve. A cad

revuelta, a Zgdt se le multipliclos remordimientos por habermasturbado sin haber intentadantes saber si Bst querra follaAdems, se siente culpable de nhaberle dicho la verdad. Tan pocconfianza se tienen, tan extrason ya el uno para el otro, que


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hundiendo la cara todo lo qupuede. Las lgrimas son abundant

y calientes. Y cuando oye que Bahoga el gemido final contra pulpejo de la mano, grita con u

grito que es el grito que ella smuerde.


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LA SUMISIN

La mujer que est tomando uhelado de vainilla en la prime

mesa de este caf ha tenido siemplas cosas muy claras. Busca buscar hasta que lo encuentre) que ella llama un hombre dverdad, que vaya al grano, que npierda el tiempo en detallegalantes, en gentilezas intileQuiere un hombre que no presatencin a lo que ella puedcontarle, pongamos, en la mes


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mientras comen. No soporta a lque intentan hacerse lo

comprensivos y, con cara dangelitos, le dicen que quierecompartir los problemas de ell

Quiere un hombre que no spreocupe por los sentimientos qella pueda tener. Desde pber huy

de los pipiolos que se pasaban da hablndole de amor. De amoQuiere un hombre que nunca habde amor, que no le diga nunca qula quiere. Le resulta ridculo, uhombre con los ojos enamoradosdicindole: Te quiero. Ya se ldir ella (y se lo dir a menud


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porque lo querr de veras), cuando se lo haya dicho recibi

complacida la mirada dcompasin que l le dirigir. sa la clase de hombre que quiere. U

hombre que en la cama la use comse le antoje, sin preocuparse pella, porque el placer de ella seel que l obtenga. Nada la saca mde quicio que esos hombres que, un momento u otro de la cpula, interesan por si ha llegado o no orgasmo. Eso s: tiene que ser uhombre inteligente, que tenga xitcon una vida propia e intensa. Qno est pendiente de ella. Qu


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viaje, y que (no hace falta que haga muy a escondidas) tenga otr

mujeres adems de ella. A ella nle importa, porque ese hombsabr que, con un simple silbid

siempre la tendr a sus pies para que quiera mandar. Porque quieque le mande. Quiere un hombque la meta en cintura, que domine. Que (cuando le d la ganla manosee sin miramientos delande todo el mundo. Y que, si poesas cosas de la vida ella tiene acceso de pudor, le estampe unbofetada sin pensar si los est


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mirando o no. Quiere que tambile pegue en casa, en parte porque

gusta (disfruta como una loccuando le pegan) y en parte porqest convencida de que con tod

esta oferta no podr prescindams de ella.


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EL CICLO MENSTRUAL

En tercero de biolgicas, Grmest enamorada de Pti y Pti d

Grmpf. Pero como Pti tiene un no qu entre tmido y orgulloso, no dice nada a Grmpf y Grmpf termipor creer que en realidad no esenamorado de ella. Por eso, cogran esfuerzo, intenta quitrselo la cabeza. Le cuesta Dios y ayudporque est locamente enamoradpero al fin consigue mediolvidarlo. Sobre todo desde qu


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conoce a Xevi y se interesa por A Xevi la cosa no le viene nad

mal, porque se habra agarrado a clavo ardiente: acaba de rompcon Mari y se siente absolutamen

solo. Con la aceleracin propia quien quiere enterrar el pasado antes posible, Xevi y Grmpf

casan en seguida. Cuando Pti entera, se hunde por completo: golpe comprende que establocamente enamorado de GrmpEspera a la puerta de la casa della y, cuando ve que Xevi se vllama. Grmpf abre la puerta y queda de piedra al ver a Pti con u


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rodilla en el suelo ydeclarndosele. Se le trastocan l

sentimientos, est a punto de caen la duda, pero es fuerte, inspihondo y le dice que es demasiad

tarde. Pti calla, se incorpora y va, desesperado y para que ella nvea que est llorando. Mientrtanto, en el camino a la oficinXevi se ha encontrado con MaAh, qu encuentro. Les basmirarse a los ojos para darse cuende que romper fue un error. Sabrazan y se prometen amor eternPero Mari sufre por Xevi: no pueacabar de creer que se haya dad


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cuenta tan rpido que es a ella quien quiere y no a Grmpf. Xe

insiste en que s, en que es a ellaquien quiere, y para demostrrsevuelve a casa cuando calcula qu

Grmpf no est; hace la maleta deja una nota donde le dice lo qupasa y se excusa. Cuando Grmllega a casa, ve la nota y sdesespera. Qu imbcil ha sido no aceptar la propuesta de Pti. Abuna botella de vodka. Se la bebtoda. Eso le da valor. Llama a Ple dice que lo ha pensado mejorque lo quiere.


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Al otro extremo de la lnesilencio. Por fin, Pti se aclara

garganta y habla. Le explica que declaracin llega tarde porqucuando ella le dijo que no, se que

tan destrozado que inici dinmediato el proceso ddenigracin y, como es un hombrpido, en unos momentos ya hdestruido la buena opinin qutena de ella y ha transformado pcompleto el amor que haba sentipor ella hasta aquella misma tardAhora lo nico que siente es odiun odio intenso que le permidespedirla sin contemplaciones


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la herida.La herida se cicatriza, Grmpf

repone del todo y Toni insiste: saca a pasear, la lleva a cenar, vaal cine. l querra algo ms, pe

desde el principio ella deja claque slo sern buenos amigos. Tose conforma con eso. Se conform

porque es comprensivo. Comprenque Grmpf todava tiene losentimientos en carne viva y que es cosa de jugar. Todos losbados, a la vuelta del cine o restaurante, la deja en la puerta casa y se despiden con un beso la mejilla.


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Hasta que un da Toni conoce Anni. Es lo que se llama amor

primera vista. Se enrollainmediatamente y Toni deja de va Grmpf. Molesta, Grmpf decid

que Toni ya no sale con ella porqulo nico que quera era llevrselala cama y como no se la llevaba no quiere salir con ella. Ah est prueba: como no es una mujer fctermina con la hipocresa de lcenas, las salidas al cine y esa fraque deca siempre: No mimporta. Entiendo que todava estdolida por lo de Xevi; no mmolesta que no nos acostemos. D


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veras. Hipcrita. Para vengarsGrmpf se va a un bar y se acues

con el primero que encuentra, uescocs llamado Eric, que acaba llegar de Aberdeen y piensa est

aqu una semana para quitarse de cabeza a una chica llamada Fiona


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LA INOPIA

La profesora universitaria va almorzar a casa del profeso

universitario. Trabajaron juntohar unos doce aos y de vez ecuando (cada ao o cada dos aoalmuerzan juntos y se cuentan cmles ha ido desde la ltima vez quse vieron. Esta vez hace casi traos que no se ven: desde antes que ella se divorciase.

La profesora universitaria patodo el rato hablando nicamen


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de si la gente est buena o no. ti te parece que Kim Bassinger es

buena?, pregunta. No me pareque Mickey Rourke est tan buenoBruce Willis s est bueno. E

mi facultad hay un profesor que esbuensimo. T crees que Andrest bueno?.

Es la caricatura en negativo dun determinado tipo de hombrecuando hablan de mujeres. Pero cciertos detalles que la convierten ridcula. Los hombres que elinconscientemente caricaturiznunca preguntaran si tal o cumujer est buena.


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Lo sabran desde el momenmismo de verlas, fuera en el cin

en una revista o en la facultaTampoco diran siempre estbuena, como nica frase d

repertorio, y tendran cincuenfrases ms, desde poticas groseras, para describir todos cada uno de los detalles anatmico el potencial lascivo que intuyeren cada caso.

Despus de aos y aos destar absolutamente casada, aho(despus del divorcio) hdescubierto el Mediterrneo. Petantos aos de falta de prctica h


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labios. Y el pelo lo lleva cortadola perfeccin, teido de un casta

rojizo que en las canas se vuelvcobre grisceo.Mientras toman caf, e

profesor universitario la escuchala observa. Se estar reprochandtodos los aos perdidos en la

monogmica? Estar haciendo lista de la cantidad de hombres qpodra haberse tirado y no se htirado? Ser consciente de qufiel a la fidelidad, se le ha aflojadla carne, le han salido arrugas gente que hace diez aos hubiequerido follar con ella ahora ni


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considera? Por qu me miras tan fijo

dice ella de golpe. No te mquerrs insinuar?


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S. Te quiero como nadie hsido capaz de querer nunca. T

querra aunque me rechazaraaunque no quisieras ni verme. Tquerra en silencio, a escondida

Esperara que salieses del trabanada ms que para verte de lejoCmo es posible que dudes de qte quiero?

Cmo quieres que no dudeQu prueba real tengo de que mquieres? S, t dices que mquieres. Pero son palabras, y lpalabras son convenciones. Yo sque a ti te quiero mucho. Percmo puedo tener la certeza d


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que t me quieres a m? Mirndome a los ojos. N

eres capaz de leer en ellos que quiero de verdad? Mrame a loojos. Crees que podra

engaarte? Me decepcionas. Te decepciono? No ser

mucho lo que me quieres si decepcionas por tan poco. todava me preguntas por qu dude tu amor?

El hombre la mira a los ojos le coge las manos.

Te quiero. Me oyes bienTe quie ro.


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parecen. Hace una pausContempla a Ral y suspira. A

mejor tendra que creerte. Pues claro que tienes qucreerme!

Pero por qu? Qu masegura que no me engaas incluso, que t mismo estconvencido de que me quieres peen el fondo, sin t saberlo, no mquieres de verdad? Bien puede sque te equivoques. No creo quvayas con mala fe. Creo que cuandices que me quieres es porque crees. Pero y si te equivocas?


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si lo que sientes por m no es amsino afecto, o algo parecido

Cmo sabes que es amor dverdad? Me aturdes.

Perdona. Yo lo nico que s es que quiero y t me desconciertas co

preguntas. Me hartas. Quiz es que no me quieres.


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PIGMALIN

Es una adolescente tan bella que, cuanto la conoce, Pigmalin quie

hacer una escultura. La lleva estudio y se pasa hora(dibujndola primero, pintndodespus) antes de hacer la primeprueba en barro. Al contrario quen la pelcula, la chica no eignorante ni habla mal. Cuandtermina la escultura se haenamorado uno del otro.

En la cama, Pigmalin descub


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que es tan bella y educada cominexperta. Consciente de su pap

en la historia, le ensea todo lo qsabe, sorprendido por la facilidacon que la chica aprende. Hasta q

la convierte en la amante perfectconsciente de serlo: la que siemphaba soado. Se amolda

cualquier juego a que l la somethasta que la ha sometido a todos lque conoce. Espoleado por receptividad de la chica, hurga el saco de las fantasas que nunha llevado a la prctica. Hasta quya no es slo l quien propone, sique entre los dos construyen u


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crescendo de excitaciones. Ahola chica est a sus pies, con la bo

abierta y los ojos encendidos. Cuna cuchara, Pigmalin recoge mezcla de semen y lgrimas qu

resbala por la cara de la chica y la mete en la boca, alimentndocomo a un beb. Hechizado inquieto, Pigmalin mira cmlame la cuchara. Qu ms puedhacerle? La chica le implora que haga lo que quiera.

Basta que me lo digas y marrastrar por las calles; si quiertraer hombres a casa, para quveas cmo me follan. Llmam


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puta; t me has hecho as.Es cierto. Sabe que, slo co

que se lo ordene, se arrastrar plas calles. Pero tambin sabe quaunque no se lo ordene, lo ha

igualmente. No hay ms qumirarla. Cualquiera que la mire los ojos ver un volcn de lasciviQue no slo no se negar nuncanada, sino que aprovechar primera posibilidad de traicionarpara disfrutar del placer de engaa quien ha sido su maestro. Y si ha empezado a traicionarlo ysabiendo que a l le gustar


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saberlo y conocer todos lodetalles, por pura perversin no

lo dice? Lo vuelve loco lposibilidad de que se la clave othombre sin estar l delante,

perdrselo. La mira con rabia pasin. Tira la cuchara a un ladse levanta; cuando la vuelve a mir

el corazn le late desbocadamentEn un arrebato coge las cuatrcosas que la muchacha tiene en estudio (un cepillo para el pelunos pendientes, un pintalabios, libro), las mete en una bolsa, agara la chica por la mueca, le incrusla bolsa en el sobaco, abre


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puerta, la echa y cierra de uportazo.

Puta!


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LA INMOLACIN

Marido y mujer contemplan silueta de la torre. La mujer s

siente especialmente tierna y abraal marido.

Tena muchas ganas de haceste viaje.

Se besan. El marido acaricia pelo de la mujer. Vuelven a mirla torre.

A qu hora tenemos questar en Florencia? dice la muje

Por la noche. Tiene


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hambre, ahora? Cogemos el cocy vamos a comer a algn sitio cer

de aqu? S. Pero primero subamos la torre.

A la torre? Ni hablar. Cmo que no? A ver shemos venido a Pisa y nos vamos

ir sin subir a la torre. Pues claro que no. Lo que

yo, no subo. Por qu no? Porque no es segura. No m

hara ninguna gracia que se cayeusto cuando subimos nosotros

hacer la visita turstica.


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Cmo se va a caer? Hacsiglos que se aguanta as. N

pensars que se va a derrumbprecisamente cuando subimonosotros?

Hace siglos que estinclinada. Pero no es verdad quhaga siglos que est tan inclinadLo est cada vez ms. Y algn dse va a derrumbar. Todo el munddir: Ya ves, ha sido hoy, quiiba a decirlo?. Pero yo no quieestar dentro el da que pase.

No ves que la han tenidcerrada durante aos hasta que han asegurado de que no pasab


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nada, hasta que un comit dgelogos, arquitectos y no s qu

ms ha decidido que no habpeligro? Precisamente, que la haya

tenido cerrada tantos aos quiedecir que es peligrosa. Cuando caiga dejar de haber peligro. Yno podr subir nadie. El problemes mientras no se cae. Adems, nico que han hecho es fajarla cunos anillos de acero, anclarla una plataforma de cemento ponerle un contrapeso de plomo. el hecho de que slo pueda subir


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menos pensado. Me dejas de piedra. D

verdad no quieres subir? Hemvenido a Pisa y no vas a subir a torre conmigo?

Es un riesgo innecesario. Todo es un riesgo

innecesario. Subir a un avin. Ir coche. Fumar. Incluso quedarte ecasa. Puede ser que la vecina dabajo no haya apagado bien el gaque alguien encienda una cerillaestalle todo el edificio.

Eres una pelma. Yo subo. Si quieres, m

esperas aqu.


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El viento sopla de manerpavorosa. El pauelo que la muj

lleva al cuello se le pega a la carLo aparta con una mano; mira marido con rictus ofendido. E

marido comprende que negarsera abrir la primera grieta en muro que los une, un muro que hido construyendo a fuerza de aoPorque hara cualquier cosa porqel muro no se agrietase, acepta.

Venga, vamos dice.La mujer sonre, lo abraza po

la cintura, van hacia la torrempiezan a subir y no tiene tiemp


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ni de darse cuenta de esa prueba amor.


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LA SENSATEZ

Cada vez que la mujer juiciosa acuesta con alguien le cuenta

novio que lo ha hecho no por uataque circunstancial de lubricidasino porque se ha enamorado. Nes que tenga que sentirse culpab(al respecto, la mujer y su novtienen un pacto de lo ms claroelstico), pero si cuando se acuescon alguien remarca que lo haenamorada, es como si se sintiems limpia. En cambio, cada v


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que su novio se enrolla con alguiela mujer considera que lo hace p

pura lubricidad, y eso la irrita. Nes que se ponga celosa. No. No celosa en absoluto. Simplemente

molesta que su novio sea tan vulgtan carnal. El novio s que se poceloso cuando sabe que ella s

acuesta con otro. Pero son celocomprensibles: porque ella senamora. Y si la persona con cual (ms o menos elstico) tienun pacto de convivencia se enamode otro, es lgico tener celos.

Qu escala aplica la mujepara decidir que sus asuntos d


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cama son producto del amor y ldel novio de la lujuria? El nov

dice que una escala muy sencillque ella es ella misma (y por tanto se lo justifica todo) y l n

slo no es ella, sino que es hombrcon la carga histrica que escomporta. La mujer lo niegaunque los aos le hayan enseadque, en general, hombres y mujerse comportan de manera diferentPero no lo dice porque, aunque una creencia sobre la cual tiencada vez menos dudas, egeneralizadora. Y siempre haexcepciones, aunque nunca se h


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visto tan cerca de reconocer que frase hecha que asegura que tod

los hombres son iguales, aun sientpica (y por lo tanto repugnantes, cuando menos parcialment

cierta: quiz no todos, pero inmensa mayora de los hombres que son iguales. La mujer juiciosabe de qu habla: se ha enamorade muchos, y todosindefectiblemente y por mucho qlo adornen, en el fondo ligan coella llevados por la lubricidaLubricidad a la cual ella cede menudo porque (es forzos


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reconocerlo) desde muy pequea sido terriblemente enamoradiza y

amor la embriaga de tal manera qno bien un hombre le pasa el brapor los hombros, le besa el lbu

de la oreja y le pone la mano entlas piernas, por ms que abra boca para decir que no, nunca

sale el no y siempre dice que s.


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LA DETERMINACIN

Por la tarde, la mujer fatal y hombre irresistible se encuentran

un caf de paredes color ocre. Smiran a los ojos; saben que esta vser la ltima. Desde hace semanaa uno y otra se les viene haciendevidente la fragilidad del hilo qulos ha unido desde hace ms de traos y que los haca llamarse todas horas, vivir el uno para otro; una agitacin tal que ni ltardes de domingo eran aburrida


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Ahora el hilo est a punto dromperse. Ha llegado el momen

de poner en duda el amor que tienen y, en consecuencia, acabar.Antes se vean casi todos lo

das, y cuando no se vean sllamaban por telfono aunque fueen mitad de un congreso en Nuev

Escocia. En las ltimas semanapenas se han visto tres veces, y lencuentros no han sido alegres. Shabrselo dicho, los dos saben qel encuentro de hoy es pardespedirse irremisiblemente. Hllegado a tal grado dcompenetracin que a ninguno


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los dos le hace falta explicitar quse aburre; los dos se percata

simultneamente. Se cogen de mano y recuerdan (cada cual pas, en silencio) la perfecci

fornicatoria a que han llegadltimamente: ellos mismos smaravillan. No es extrao que lado de semejantes acrobacias resto de sus vidas les parezcinspido. Toman el caf, se diceadis y se va cada uno por su ladElla se ha citado a cenar con uhombre; l se ha citado a cenar cuna mujer.

Despus de los postres, l


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mujer fatal tarda una hora y meden irse a la cama con el hombre c

el que se ha citado. El hombirresistible tarda tres en irse a cama con su acompaante. Amb

se descubren hacindolo con tantorpeza que se emocionan. Qupasividad! Qu impericia! Cunansiedad! Cunta impaciencia! Lqueda por recorrer un camino mlargo antes de llegar con los nuevamantes a la perfeccin a la cuhan dicho adis esta tarde, con caf.


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LA ADMIRACIN

Boquiabierta, la chica escucha novelista crptico leer un captu

de su ltima novela. Cuandtermina, mientras la gente aplaudella aprovecha para situarse en uposicin estratgica y, cuando novelista sale de la sala, charlandcon ste y aqul y estrechandalguna mano, lo aborda. Le dique est muy interesada en lo quhace y que, si fuese posible, gustara conocerlo ms a fondo. L


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chica es bonita, y al novelista gustan las chicas bonitas. Mientr

la mira, la chica le sostiene mirada y le sonre. El novelisacepta; se deshace de lo

organizadores y van a cenar a urestaurante.Es un restaurante sencillo

porque el novelista, aunque es mbueno (o precisamente porque es) no tiene suficiente xitcomercial como para permitirrestaurantes de lujo. Eso a ella da lo mismo. Est (se da cuenmientra lo mira a los ojosabsolutamente enamorada. l char


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y charla sin parar, y a ella le guslo que le cuenta. Se re mucho

salen del restaurante abrazadoVan a casa de l, que vive en ultimo piso sin ascensor (Cm

en las pelculas!, se entusiasmella) y all pasan la noche. Al dsiguiente vuelven a verse.

Terminan por vivir juntos. Acabo de cuatro meses, ella quedembarazada. Tienen un nio. Episo se les hace no slo pequesino demasiado incmodo pacriar un hijo. Una noche, novelista crptico toma undecisin: debe aumentar lo


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ingresos como sea. Las novelcrpticas a duras penas dan nada.

la suma de lo que cobra l pohacer reseas de ajedrez en diario y de lo que cobra ella com

dependienta en una perfumera una miseria.

Por suerte, un amigo (que hacaos public un par de libros dpoesa y ahora es montador dspots) le encuentra un puesto en uagencia de publicidad. Entra comredactor de textos. Ingenio no le faltado nunca, y escribir sabe dsobras. Tanto que los directivos


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valoran enseguida. Las cosamejoran, econmica

profesionalmente.Al fin pueden mudarse. Elvuelve a quedar embarazada. D

tanto en tanto l recuerda la poen que escriba novelas crpticaEs una poca cada vez ms lejan

Es una etapa concluida, y eocasiones le parece imposibhaberse dedicado nunca a la novecrptica. No volvera a eso ponada del mundo. Ahora la literatuse le antoja apolillada, un arte dsiglos pretritos. El futuro, presente, no estn en los libros, q


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ya no lee nadie, sino en los diarioen la televisin, en la radio. Y

publicidad, porque se prostituyconscientemente, es el arte mexcelso. Y en ese arte excelso

est triunfando. Hasta el punto dque tres aos despus ya tienagencia propia, y cada da llegacasa totalmente agotado, con tiempo justo de darles un beso a lnenas antes de tumbarse en el sofresoplar y contarle a su mujer, ritmo de ametralladora, los mtrfagos del da.

La mujer lo mira con lstimSabe que l no echa en falta


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semanas se ha convertido en uxito, un gran xito dentro d

mundo residual de la literatura. Lresulta apasionante, tanto que npiensa perderse la conferencia q

maana por la tarde dar enovelista en un prestigioso centcultural de la ciudad.


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me deja vivir. Me llama da noche. Y si no contesto viene a m

casa. Y si no estoy me busca potodas partes. Me viene a ver trabajo, dice que no puede vivir s

m. Y? He perdido la tranquilida

Desde que la conoc no he podidquitrmela de encima un solo dUsted no ha notado nada?

Cundo la conoci? Hace un mes y medio. Uste

estaba en Roma.En efecto, hace un mes y med


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el hombre azul estuvo en Roma. Usted cmo sabe que y

estaba en Roma? No me cree? Me lo dijella, cuando la conoc. La conoc

un cursillo de informtica.En efecto, aprovechando que hombre azul estaba en Roma,

mujer hizo un curso de informtic Bueno, y qu quiere? Que me ayude a zafarme. N

es que su mujer no me guste. Eextraordinaria, inteligente, sensuQu voy a decirle? Pero

Es muy absorbente. Verdad que s? dice


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contento, el hombre magenta al vque el hombre azul lo comprende.

Tiene ganas de quitrsela dencima. Francamente, s.

No lo deja en paz ni umomento, no? Si lo ve solfumando, tomando el frescleyendo el diario, estudiandmirando el programa de televisique ms le gusta, inmediatamente le echa encima y empieza a hacercarantoas.

Adems, si no estabsolutamente pendiente de elcree que molesta y se pone de e


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manera que se pone. Por esaunque s que no tengo ning

derecho, quiero pedirle un favohable con ella, mntele una escede celos, amencela. Lo que se

Cualquier cosa con tal de que nnos veamos ms.

De veras se la quiere quitde encima?

S, por favor. Nada ms fcil. Haga com

yo. Deje de rehuirla, no se escondsea amable, tierno, consideradHgale ms caso que ella a usteLlmela, dgale que la quiere com


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no ha querido nunca. Promtale qle dedicar la vida entera. Csens


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LOS CELOS

Tamar pasa una vez ms la lenguy, muy lentamente, levanta los oj

hasta encontrar los de Onn. Me gusta mucho tu polla.Est extenuada. Cierra los ojo

Al cabo de un rato se ha dormidcon la cabeza sobre el pubis dhombre, que no para de pensar ello. Me gusta mucho tu pollaMe gusta mucho tu polla. Pqu siempre le dice lo mismoDesde que se conocieron, cunt


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veces se lo ha dicho mientradescansan? Innumerables. E

cambio, nunca le ha dicho que gusta mucho su brazo derecho, o lomplatos. Siempre lo mismo:

polla. A veces, Tamar la sostienen la palma de la mano y la frase diferente:

Tienes una polla preciosa.Ahora ella duerme y el homb

se ha vuelto de lado. Para hacerha tenido que apartarle la cabezDormitando y todo, todava saferra a ella. Qu mana con polla. Es que, de l, slo le gusla polla? Y l, no le gusta? Eso n


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Me gusta mucho. Te gusta mucho?

S. Hay un instante dpausa. Me gusta mucho tu pollaOtra vez lo mismo.

Si no tuviese polla, mquerras igual?

Lo mira de reojo. Qu te ha pasado? Qu quieres que me pase

o hablas de nada ms que de mpolla.

Detu polla. A m nunca me dices si

gusto.


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curioso.


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CON EL CORAZN EN LAMANO

Se comprometen en fin de a

usto a medianoche, mientras en ciudad estallan los castillos dfuego y la gente se abraza: en lcasas, en las calles, en las salas fiesta. Para los dos se acaba poca de amistad y comienza noviazgo que los ha de llevar matrimonio. Cundo van casarse? Lo decidirn madelante; ahora la emocin e


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maana se duermen en el sofcansados, uno en brazos del otro.

Se levantan al medioda, coresaca. Se duchan, se visten, salenla calle con gafas de sol.

Vamos a comer? dice l S. Por m poca cosa. Con u

par de tapas me basta. Pero debes de tener mucha hambre.

l est a punto de decir que nque cualquier cosa le va bien, perecuerda la promesa.

S. Tengo hambre. Pero mconformo con unas tapas. T comun par y yo como ms.

No. T debes querer sentar


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a una mesa. No prefieres quvayamos a un restaurante?

Han prometido secompletamente sinceros uno cootro. Por tanto no puede decirle

que le habra dicho: que ya le vbien tomar unas tapas en un baAhora tiene que reconocer qurealmente prefiere ir a urestaurante y sentarse a una mesa.

Pues vamos dice ellaVamos a aquel restaurante japondonde fuimos hace una semana que te gust tanto?

La semana pasada todava no


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haban prometido secompletamente sinceros el uno c

el otro. Adems, l nunca dijo quel restaurante japons le hubiegustado. Lo recuerda con clarida

a instancias de ella, haba dichque el restaurante le haba parecibien, frmula que no expresaba

entusiasmo que ahora ella pone su boca.

Te dije que me habparecido bien, no que me hubiegustado.

Es decir: no te gust.Tiene que confesrselo: Odio la comida japonesa.


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Ella lo mira a los ojos, ceuda Sabes que a m me gus

mucho. Lo s.Duda si la promesa lo exige

no, pero como prefiere traicionarpor exceso que por defecto declael resto de lo que piensa: quprecisamente una de las cosas qle disgustan de ella (y que tiene qver con cierta actitud que elconsidera esnob pero que en fondo no es ms que chabacana) su aficin a ir siempre a esorestaurantes que sustituyen la buecocina por las relaciones pblica


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Ella le dice que es un imbcil. l ve obligado a decirle que no

siente nada imbcil y que esconvencido de que, si hubiese qudemostrar quin posee un cereb

ms potente, el de ella no saldrganador. Estas palabras terminan ofender a la muchacha, que abofetea, iracunda, mientras vuela decirle que es un imbcil, uimbcil crnico, que lo ser toda vida y que no quiere volver a vernunca ms, propuesta con la que est inmediatamente de acuerdo.


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LA INESTABILIDAD

Harto de que le arrancaran una otra vez la radio del coche, el se

Trujillo se hizo instalar una que poda sacar y poner. As no se robaran nunca ms.

Sali del taller de reparacioneal volante del coche y escuchanduna emisora. Era una buena radiCuando llegase a casa y dejase coche en el aparcamientcomunitario, siempre sacara radio, se la metera bajo el brazo


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subira a casa. Lo mismo harcuando fuese a la oficina. El ca

era, pues, que llevara la radio bael brazo muy poco tiempo. Daparcamiento comunitario a su pi

y del aparcamiento de la oficinala oficina: en ambos casos cortviajes en ascensor. Por eso no

preocupaba mucho tener qullevarla bajo el brazo. Si hubietenido que llevarla por la calle habra pensado mejor. Siemprhaba despreciado a los que vantodas partes con la radio del cochbajo el brazo. Le daba rabia verlen las barras de los bares con


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aparato al lado de la copa. O en ltiendas, arrastrndolo de u

mostrador a otro, sin perderlo dvista un instante aunque edependiente le pusiera encim

quince camisas.Por eso, una semana y med

ms tarde se detuvo de golpe emedio de la calle y se mir sobaco. Qu haca l con la raddel coche bajo el brazo? Cmo eposible que no se hubiese dadcuenta hasta haberse alejado quinmetros? Haba ido de compras centro de la ciudad y, luego de dvueltas y vueltas durante un ra


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exasperante sin encontrar dndaparcar, cuando al fin hab

encontrado un sitio, haba sacado radio de manera mecnica. Ltensin acumulada por la dificult

de encontrar aparcamiento le habllevado a que el cerebro, autnomconsiderase (por un instante) quesa reticencia suya a andar por calle con la radio bajo el brazo euna tontera. Por eso no se habpercatado hasta quince metros mall. Se senta ridculo. Volviatrs, abri el coche, se sent cola radio en las manos. Dnd


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poda dejarla? Debajo deasiento? Tal vez el posible ladr

la viese por las ventanillas de atrEn la guantera? Ech una miradala calle para ver si haba alguie

observndolo. Nadie. Abri guantera, meti la radio dentro y cerr de nuevo. Baj del coche.

asegur de que la puerta estabbien cerrada y fue a la primetienda. Compr un par de zapatverdes.

Cuando, tres cuartos de hordespus, volvi cargado de bolsse encontr con que le haban roel vidrio de la ventanilla izquier


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y le haban robado la radio.Al da siguiente regres a

taller de reparaciones. Hizo que volviesen a poner el vidrio de ventanilla y otra radio. Por la tar

pas a recoger el coche y volvicasa con dudas. Qu hara dahora en adelante? Si slo strataba de ir a casa o a la oficinno haba problema: llevara radio puesta y, al llegar, la sacarpara subirla a casa o a la oficinPero si iba a cualquier otro lad(de compras, al restaurante) no dejara en el coche, porque si dejaba se la robaran.


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Por eso, a la noche siguiente encontr circulando en coche s

radio. Cosa que odiaba. Le gustamucho or msica mientraconduca. Adems, para qu

haba hecho poner una radio si a fde cuentas tena que dejarla ecasa? Decidi que, mientras nresolviese el dilema, dejara coche en el aparcamiento circulara en taxi.

Precisamente en un taxi, cincdas ms tarde, lleg a lconclusin de que era idiotgastarse una fortuna diaria en tax


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mientras el coche se quedaba en aparcamiento, acumulando polv

Pens en venderlo. Pero enseguidescart la idea: slo era fruto dsu indignacin y, por tanto

desmesurada. Tena que haber unsolucin que quiz la angustia impeda encontrar. Por el momen

hara una cosa: como le reventabtomar taxis teniendo el coche en aparcamiento (para no tener qucoger el coche sin la radio, ni cola radio si luego tena que llevarencima) se quedara en casa, ssalir. Adems, en caso dnecesidad imperiosa, le quedaba


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posibilidad de ir a pie al bar, a tienda o al restaurante donde fue

que quisiese ir. Esta determinacino obstante, le limitaba mucho campo de accin. A menos qu

aceptase tardar tres horas para irun lugar y tres horas para volver.

Al octavo da de quedarse ecasa todas las nochesaburrindose, sac el televisor dcuarto de los trastos, donde haba dejado unas semanas antecuando haba empezado a salir caquella chica que consideraba quno ver la tele volva a estar bieLe quit el polvo. Lo enchuf


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Daban una pelcula con Jean-LouTrintignant. Al cuarto de hora

pantalla se puso magenta. Apag televisor. Lo desenchuf, volvi dejarlo en el cuarto de los trasto

Cogi la americana, sali a calle, camin hasta un bazar quhaba tres calles ms all, compun televisor (de pantallrectangular, enorme), volvi a caacompaado del instalador, lconect (el televisor) y busc canal donde daban la pelcula dJean-Louis Trintignant.

Cuando termin la pelcul


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participar en el juego y tratar dadivinar, letra a letra, qu palab

formaban los cuadrados en blanque haba en un plafn. Cadcuadrado, una letra y una foto. L

fotos: de diversas cantidades ddinero, de un apartamento en costa, de un lote delectrodomsticos, de un templo Bangkok, de una cmara de vdede una bicicleta, de un coche y una playa caribea. Cada unindicaba el premio obtenidCuanto ms fcil la letra, ms bael premio. Cuanto menos habituel premio ms importante. Si


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concursante optaba por vocales consonantes fciles, poca co

sacara. Si para conseguir premialtos deca letras poco corrienteprobablemente no acertara y

quedara sin completar la palabrlo cual le impedira conseguir todlos premios posibles.

Al da siguiente compr ufrasco de conservas vegetales de marca requerida, recort la etiquey la envi. Una semana ms tarvio cmo sacaban su carta. Eseguida le telefonearon. Le hicierla pregunta sencillita. De cul


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los siguientes productos la marpatrocinadora no haca conserva

de guisantes, de judas verdes, datn o de zanahorias? Respondcorrectamente: de atn. Pasaron

plafn con la palabra misteriosa. seor Trujillo fue diciendo letraComplet la palabra

inestabilidad. En las aes habfajos de veinticinco mil pesetas. Elas es fajos de cincuenta mil. Elas des fajos de cien mil, y en la un fajo de ciento veinticinco mEn la ese un televisor con teletexy en la ene un apartamento en costa.


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El apartamento estaba en uncasa de tres pisos, con jard

comunitario. El vecino del piso abajo era un holands calvo que pasaba el da cuidando las flore

uno de esos jubilados nrdicos qdeciden pasar sus ltimos aos dvida en un pas clido y baratdonde el dinero de la jubilacin alarga con facilidad. Los vecinodel piso de arriba eran una parejA menudo se los encontraba en escalera, o los oa moverse por piso. Llegaban los sbados por maana y se iban los domingos pla tarde. El seor Trujillo iba tod


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los fines de semana. Sala de ciudad el viernes por la tarde (co

el coche y la radio encendida) volva el domingo, cuandoscureca.

Un sbado los vecinos de arriblo invitaron a cenar. Acept. Else llamaba Raquel. l, BplzznCenaron aguacates con gambas salsa rosa y rosbif con salsmarrn. Bebieron dos botellas dvino. El matrimonio bailDespus, mientras Bplzznpreparaba unos whiskies, Raquerindose, oblig al seor Trujillo


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que bailase con ella. La cercana la mujer lo excit. Acabada

cancin, se sent en el sof. Lpareja tambin se sent. Lcontaron de qu trabajaban, cun

haca que estaban casados. Quertener muchos nios. El seoTrujillo se fue a la una de l

madrugada. Se durmi oyendcmo la pareja charlaba durante buen rato.

Al da siguiente al mediodllamaron a la puerta. Eran RaquelBplzznt, que se iban a la playa. Linvitaron a unrseles. Como no tennada que hacer, acept. Fueron


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una cala que conocan Raquel Bplzznt, escondida y con tres roc

grandes en el agua, equidistanteEn la cala no haba nadie ms. Stumbaron en las toallas. La pare

fue a baarse. Se alejaron hasta ude las rocas, unos cien metros madentro. El seor Trujillo sadormil. Lo despertaron unogritos. Se levant. A pocos metrode la roca, Raquel agitaba lobrazos pidiendo auxilio. El seTrujillo se tir al agua. No era mubuen nadador. Cuando lleg ssenta agotado, pero se uni a lesfuerzos de Raquel para encontr


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a Bplzznt. Infructuosos. De vuelen la playa, Raquel le cont ent

sollozos que Bplzznt habempezado a nadar hacia otra rocaa medio camino haba empezado

pedir ayuda. Seguramente ucalambre.

La polica encontr el cadvunas horas ms tarde. Lo enterrardos das despus. Durante tres finde semana la mujer no fue apartamento. Al cuarto s. Cuandoy pasos en el piso de arriba, seor Trujillo subi. La mujer se ech a los brazos y estall e


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llanto. La cercana de la mujer excitaba. De las caricias en el pe

para consolarla pas a los besoSe sentaron en el sof cogidos dlas manos. De vez en cuando, aho

uno ahora otro soltaba una de lmanos, coga el pauelo y ssecaba las lgrimas. Aquella mism

noche decidieron casarse. Scasaron el viernes siguiente. Unvez casados, decidieron vender unde los dos apartamentos. Sdeshicieron del del seor Trujillporque si se deshacan del dRaquel para ocupar el del seTrujillo poda pasarles que lo


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nuevos vecinos de arriba fueseruidosos. Con el dinero qu

obtuvieron acondicionaron el pique el seor Trujillo tena en ciudad. Dos aos ms tard

tuvieron un nio. Le pusieroBplzznt, en recuerdo del maridmuerto. Al cabo de un ao tuvieruna nia. La parejita! Le pusierClara, que era el nombre de madre del seor Trujillo. El terchijo (dos aos despus) tambin fnia. Le pusieron Chachach.

Todas las maanas de dalaborables, antes de ir a la oficinel seor Trujillo coge la cartera


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al nio con una mano y a las nicon la otra y los lleva a la escuel

Ahora Bplzznt ya tiene seis aoClara cinco y Chachach trePrimero deja al nio en primero

bsica. Despus a la nia mayor el parvulario y a la pequea en guardera. A continuacin, el seTrujillo baja la escalera, saluda algn padre o alguna madre que encuentra por el camino, le hacosquillas en la cabeza a algn nique conoce y se va hacia eaparcamiento. Se sienta en el cocy saca la radio de la cartera: se


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SAN VALENTN

El hombre que no se enamora nunsale del museo y se sienta en u

banco de la plaza que hay enfrenEn el museo, mirando un dibujo Manolo Hugu ha conocido a umujer de ojos limpios, profundoscon un punto de malicia, y hpensado que de esa mujer quipodra enamorarse. Tambin hpensado que no son slo los ojlimpios y el punto de malicia lo qle gusta de ella. Es tambin


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forma de hablar. En todo el rato qhan estado hablando, en el muse

no ha dicho una sola obviedad ni recitado ningn dogma aprendidde memoria. Por eso, despus d

que se despidieran la ha seguido,distancia, hasta que la ha visentrar en un portal; ahora es

esperando.Desde muy pequeo, el homb

que no se enamora nunca intuy qencontrar a la mujer soada no iba ser cosa fcil. Ya de beb mirabcon deseo las piernas cocalcetines blancos de la canguro,en su interior algo le deca que


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camino sera agreste. Sobre todporque no tena una idea clara

cmo tena que ser la mujer soadni si (en realidad) habra una. Ntena preferencias. No la imagina

ni alta ni baja, ni rubia ni morenTampoco suspiraba porque fuesespecialmente inteligente, ni bobcomo quieren algunos. A los cincaos se enamor de la hija de lde la papelera de cerca de su casdonde compraba los lpices, lgomas, las plumas, las plumillas, tinta y los cuadernos de espiraComo es evidente, no le dijo nadFue un amor secreto que le hac


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pasar las noches en velarevolvindose en la cama y con

imagen de la librera en la retinaquellos ojos limpios, con un punde malicia. Todava hoy, cuand

piensa en la mujer de quien podrenamorarse, piensa en aquelloojos limpios y con un punto dmalicia. Un da, no obstante, los la papelera se la vendieron, fueron de la ciudad y nunca msupo nada de ellos. La aoraba. Aextremo de lamentar ms no sabnada de ella que tenerla delanteno atreverse a declarrsele. No


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volvi a enamorar hasta los ochaos. l lo ignoraba, pero iba a s

la ltima vez que se enamorase. enamor de una amiga de shermana mayor, que a menudo iba

su casa a jugar. Se senta culpabde haberse enamorado: le parecuna traicin a la de la papelera. L

amiga de su hermana deba dandar por los doce y l, un nio ocho, no tena ninguna posibilidaA lo mejor cuando fuera mayor las distancias que ahora parecaabismales se relativizaranDespus, los aos pasaron a cipor hora, cada vez ms deprisa.


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Ahora ya tiene diecinuevDesde hace un ao es mayor d

edad. Un ao ms y tendr veintVeinte! Jams habra pensado quiba a llegar, l, que entre los doce

los catorce haba hecho una mstidel hecho de morir antes de loveinte: en accidente de coche o moto, o cuando menosuicidndose. La duda es: no volver a enamorar nunca mHace ya dos lustros que no senamora de nadie y empieza a echde menos las noches en blanco, lvueltas en la cama con la imagen la amada en la retina. Tal ve


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hacerse adulto sea precisameneso. En definitiva, cavila

enamorarse es una muestra dinmadurez, una seal de que uno es lo bastante independiente. L

que no entiende es cmo echa dmenos algo racionalmente tanefasto. Cmo es que se sienvaco? Por qu no se henamorado de Marta, esa chica qconoci en la clase de dibujoVirtudes no le faltan. Tampocdefectos. Son defectos perdonableComo todos los defectos: al fin y cabo todos los defectos se pued


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perdonar. Es lo que pens cuanddecidi romper con ella. Pero p

qu perdonar los de Marta y no lde cualquier otra? Si tiene ququerer a alguien, si querer e

realmente lo que supone, no puedirritarlo defectos nimios. Y lodefectos de Marta lo irritan. E

arrogante y obsesiva. Claro que clida, comprensiva, acogedorPero tambin Neus es clidcomprensiva y acogedora. Ecambio Neus tiene el inconveniende ser demasiado banal, de nhaber tenido nunca un solpensamiento original. Est


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inconveniente lo completa con el (por inseguridad) mostrars

agresiva. Ese tipo de agresividatpica de los que frecuentadiscotecas y, en poco tiempo y co

la msica a todo volumen, tienque demostrar que sointeresantes . La imagen deinteresantes la construyen a fuerzde frases cortantes, prefabricadasiempre a punto para ser colocaden donde sea. Y Tessa? Tessa einteligente, ingeniosa, divertida. se compenetran. Les basta mirarde una punta a otra de una mesa restaurante para saber, sin decir


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nada, qu piensan, de quin burlan. Adems, en la cama s

entienden de maravilla. Pero ecambio es una nia malcriada, qse enfada cuando se le niega u

capricho. Adems, es perezosa y pasa el da estirada en el soffumando lnguidamente ucigarrillo que no se acaba nuncTodo lo contrario de Anna, qusiempre est haciendo algo. Es udinamo que contagia ganas de vivPero cul es el defecto de AnnQue es posesiva como ningunmujer que haya conocido, que l


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meses que han salido lo hcontrolado da y noche, qu

siempre pona en duda que l quisiera tanto como ella a l. Y verdad. Porque l no ha consegui

quererla por ms que lo hintentado. La aprecia, le gusta. Pequererla, quererla Y no es qu

busque ideales inalcanzables. No tan imbcil como para creer quencontrar a alguien sin defectos. de veras se quiere a alguien, lodefectos se guardan en un cajpara no echarlos en cara a cadmomento. Ha intentado quererla. Lmismo que ha intentado querer


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dijo que lo que le pasa es que npuede querer a nadie porque s

se quiere a s mismo. Porque es egosta indigno del amor de lmujeres que se enamoran de l. A

qu gran conclusin, si fuese dtodo cierta! Y sa es otra: muchmujeres se enamoran de l. Nacaba de entenderlo. Por qu todse enamoran con esa pasidesmesurada? Por qu l eincapaz de enamorarse, en juscorrespondencia, de ninguna dellas?

Mientras medita esto, el homb


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que no se enamora nunca ve que chica que ha conocido en el mus

sale del portal y dobla por uncalle. l se levanta de un salto. Lsigue. Cuanto ms la mira camin

delante de l, ms le gusta, y por que ha notado en el museo, l a elno le disgusta. Y si esta vez fue

de verdad? Est justo detrs della; la tiene al alcance de la manBastara con tocarle el hombro paque se volviese.


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el ascensor silbando, sale en planta baja, por la calle esquiva

la gente y entra en una estacin metro que est a dos pasos. Mete tarjeta en una de las bocas d

cancelador, la recoge en la otrboca, pasa por el molinetmientras baja las escaleras oye q

el metro arranca y un ro de geninunda las escaleras de subidtanto las mecnicas como las fijaAprovecha para, en el andn, mirlos carteles de cine. Llega un nuevmetro. Se abren las puertas, entrse coge a la barra y observa la cade un hombre con los prpado


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hinchados y cerrados. Desva mirada y la fija en un nio que

mira a l, muy serio.

El hombre que en la infancia tuvcierta fe religiosa sonre al nio. nio le saca la lengua. El hombr

que adems de tener cierta religiosa durante la infancia tuvinters por las matemticas, se rAparece el revisor pidiendo lobilletes. El hombre que en infancia se interes por lamatemticas se asombra de qutodava haya revisores. Haca a


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que no vea ninguno. Lo pienmientras se revuelve los bolsillo

buscando la tarjeta que ha marcado la encuentra. Ni en el bolsilinterior de la americana (que

donde debera estar) ni en loexteriores, ni en los del pantal

o est en ninguna parte; el revisse impacienta.

El hombre que en la infancia haba interesado tanto por lamatemticas como por la religisaca la cartera del bolsillo y abre, si bien no recuerda hab


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guardado la tarjeta all. En efectno est. Debe de haberla perdid

Eso es lo que le dice al revisoLa debo de haber perdido. Erevisor lo multa. El hombre qu

adems de interesarse por religin y las matemticas, en infancia tuvo problemas dinadaptacin, paga la multa, salela calle, sube a la oficina. Se quila americana, se sienta ante escritorio pensando an en revisor y en la nostalgi(agradable) que le ha causadcomprobar que todava los haMira la pila de carpetas que s


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amontonan delante de l. Abre primera y se aplica al trabajo.

Ocho horas ms tarde levanta

cabeza, se despega de la silla, pone la americana, sale a la callevuelve al metro. Llega a su casa; hijo menor sale a recibirlllorando. Se le abraza a la cinturEl perro se ha muerto; al nio llgrimas le inundan las mejillas. hombre que en la infancia tuvciertos problemas de inadaptacise agacha, abraza al hijo y trata consolarlo. Le dice que el perro e


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muy viejo, que comprarn otro, tbonito como el que se ha muert

Cuando su hija llega de clase dingls, procura darle la noticia dla manera ms delicada posibl

Cuando los dos se han acostado y y su mujer se sientan en el soffrente a la tele, coge mano de mujer y le dice que es con estpequeas desgracias como lonios se van haciendo adultos.

La mujer se bebe una ginebdoble. El hombre que, adems dciertos problemas de inadaptaci


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de joven tuvo una cazadora de pique todava recuerda, cuando ve

su mujer bebindose una ginebdoble le dan ganas de salir a tomuna copa. Le propone llamar a

canguro y salir los dos. La mujvuelve a llenar el vaso de ginebrale dice que vaya l; ella no tienganas de salir.

As pues, sale. Va al bar dsiempre. Est dos horas, bebiendhablando, flirteando. Se marchcuando cierran. Una mujer conocisale al mismo tiempo que l. E


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hombre que tuvo una cazadora qtodava recuerda le pregunta

quiere que la lleve. Ella le dice qno porque ha trado el coche. Cacual se sube al suyo y arrancan. U

par de calles ms all se encuentrante un semforo en rojo, uno lado del otro. Se miran por ventanilla. Sonren. El semforo pone verde. Vuelven a avanzar. Ecada semforo en rojo vuelven encontrarse y se sonren.

El hombre que de joven tuvo uncazadora que todava recuerda mi


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a la mujer con falsos ojoenamorados. Es una tcnica qu

dice, le da buenos resultados. Peen uno de los semforos en rojo distrae al mirarla, no frena a tiemp

y choca con el coche de delantcuyo conductor se baja indignadagitando los brazos. El hombre qde joven, adems de haber teniduna cazadora que todava recuerden el ltimo ao de bachillerato fa Mallorca en viaje de fin de curstambin se baja del coche, con usonrisa conciliadora en los labiomientras ve cmo la mujer se alej


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rindose y dicindole adis con brazo.

El golpe ha sido flojo. Los coch

estn un poco abollados y nadms. Habra podido ser peoLlenan el informe para l

aseguradora e intercambianombres y telfonos. Al dsiguiente, el hombre que en ltimo ao del bachillerato fue Mallorca en viaje de fin de curso apresura a llevar el coche al talleSlo falta una semana para lavacaciones y tiene que tenerlo


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punto. Le dicen que lo pase recoger dentro de dos das. Do

das ms tarde llama al mecnicover si lo tiene a punto. El mecnile dice que tiene que hablar con

personalmente. Que pase por alPasa: el taller se ha incendiado los tres coches que haba dentro

han quemado. Uno de los tres era suyo.

Sale del taller perplejo. Piensa alquilar un coche para irse dvacaciones. Pero su mujer no esde acuerdo: cree que ha sido un m


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entre los dos desde hace tiempestallan. De repente todo e

fastidioso; discuten por minuciaLa ira se apodera de ellos. Un dla mujer levanta la mano y abofet

al hombre. El hombre le devuelvla bofetada. De inmediato sapaciguan. Coinciden en que as pueden continuar. Decidesepararse.

Se separan a comienzos de otol hace las maletas y se va a upiso (pequeo) que ha alquiladLo amuebla enseguida. Pide u


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crdito para el sof, el vdeo, nevera, las mesas, las sillas, l

camas. Est contento: el coche (han dicho que probablemente los la aseguradora no lo considerar

siniestro total y se lo podrarreglar) se lo ha quedado l. Ehombre que, adems de haber iden viaje de fin de curso del ltimao de bachillerato a Mallorca, adolescente se probaba los sostende su madre frente al espejo darmario, no hace ms que pensar lo acertado de su decisin dsepararse. Lo maravilla que (pesetodas las evidencias en contra)


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funesta costumbre de aparejarseconvivir persevere a lo largo de l

siglos.

Todo esto lo piensa mientras sublas escaleras de unos grandealmacenes adonde ha ido comprarse ropa. En la seccin dcamisas conoce a una chicencantadora. Se sienteinmediatamente atrados el uno pel otro. Tres horas ms tarde, euna cafetera de la Diagonal, hombre que de adolescente sprobaba los sostenes de su madre


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propone ir a su casa (la de l). VaLa chica se ofrece a preparar el

misma los whiskies. FollanTerminan enseguida. Al hombre parece que no ha sido un polv

especialmente maravilloso. Pero se sabe que con frecuencia loprimeros no son muy logrados; peso hay que dejar la puerta abiera la esperanza. Se duerme. Cuandal da siguiente se despierta, media maana, la casa est vacse han llevado (no ha podidllevrselos ella sola), el dinero, ltarjetas de crdito, el televisor,


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vdeo, el sof, las sillas, las mesala nevera y hasta las botellas d

whisky.

Una semana ms tarde, mientras ducha, se descubre en el glande grano enorme, de un blanc

amarillento. Va al mdico, que lreceta abstinencia durante utiempo prudencial que oscilaentre cuatro meses y un ao, uninyecciones y una pomada. Est casa, en el cuarto de baoponindose la pomada; suena telfono. Llaman de la asegurado


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primera novia a los quince aovende el coche a un precio irrisor

para obtener el dinero necesarpara ponerse una prtesis. Una vvendido el coche y hechas la

pruebas pertinentes, el dinero qha sacado apenas le sirve papagar las pruebas necesarias padecidir qu brazo ortopdico conviene, brazo que queda, puefuera de su alcance econmico.

A partir de ese momento los hechse precipitan. Cuando vuelve trabajo se encuentra con un reajus


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de plantilla, provocado por crisis econmica que se vien

arrastrando desde hace aos peque desde hace uno se manifiescada vez ms claramente. L

despiden: le aseguran que despido nada tiene que ver con prdida del brazo, pero hasta (que dara el otro brazo porqufuese verdad) se da cuenta de quno lo dicen muy convencidos. hombre que tuvo su primera novialos quince aos intenta apreciar cara buena de la situacin: duranunos meses cobrar el paro. No alegra porque va a poder gandulea


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Se alegra porque as tendr tiempo necesario para rehacer

vida.

Llama a su mujer. Ahora que tientiempo libre querra ver ms a shijos (la nia y el pequeo), a lque francamente no ha dedicadtodo el tiempo que hubiera siddeseable. Su hija le dice que nquiere verlo ms, que lo repudia. hombre que tuvo su primera novialos quince aos y cobr su primsueldo a los diecisis cuelga telfono; por la mejilla le resba


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siempre los vagones ms llenoEntra y, con dignidad, se quita

boina (se ha procurado una; imprescindible) y recita: Seory seores, perdonen que les moles

un instante. Soy manco, padre dfamilia, con mujer y dos hijos: unia y un nio pequeo. Acabo dsalir de la crcel y apelo a scaridad para no tener que robar nuevo. Si es triste verse obligadopedir, ms lo es tener que robar que los dems han ganado con duro trabajo diario. Lo que sea mva bien, gracias. Alarga la boina


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va pasando por delante de lopasajeros. Hasta que un d

encuentra uno que, conmovido, habla de una asociacin dinvlidos que se dedica a vend

una lotera. l es uno de loprincipales impulsores y har lgestiones necesarias para que

admitan. Esto pasa por la maanPor la tarde ya lo han admitido.

Al hombre que cobr su primsueldo a los diecisis aos asignan un puestecito en una calcerca de un chafln, por dond


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pasan muchos coches y poca genPor eso se las ingenia para (a

manera de ciertos restaurantes dcomida rpida, que sirven a loclientes sin que tengan que baj

del coche) orientar el puestecihacia los conductores y venderllos cupones sin que tengan qu

bajar del coche. Los automovilistparan junto a la acera y, al volantcompran el cupn. Es un xito totl se pone justo al borde de acera, entre dos contenedores dbasura, con los cupones prendida la camisa con pinzas de tendeLos autos pasan casi rozndol


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Algunos se paran. Hay quien queja porque el lugar donde es

hace que los coches se paren en carril donde no est permitidpararse. Pero como al poco tiemp

racionan la gasolina, prontempiezan a circular muchos mencoches y los que circulan no tienganas de complicarse la vida.

Pronto no circula ninguno; stanques. El hombre que, adems haber tenido su primera novia a lquince aos y cobrado su primsueldo a los diecisis, no acab


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mster de empresariales sigue coel puestecito, esperanzado, has

que un tanque conducido por usoldado bromista se lo aplastAhora s que el hombre que n

acab un mster se indigna, pero sensatez lo lleva a decidirse por disimulo cuando se entera (por umujer que pasa corriendo, pegadala pared) que a las ocho y media la maana ha estallado la guerrLa guerra!

Como es manco no lo reclutan. Es: vive en la indigencia, s


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alimenta de los restos comestiblque encuentra en los contenedor

de basura de los barrios altos (tiene la suerte de que antes no hapasado otro en su misma situaci

y duerme en las bocas de metro. Eel metro, ahora es intil pedlimosna porque todo el mundo esigual y nadie da nada. Los mespasan como si fueran aos y un d(casi como para dar la razn quienes dicen que el momento moscuro siempre precede al albtermina la guerra. Como siemprganan los otros, que evidentemenocupan el pas e impone


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costumbres nuevas. El hombre qno termin un mster d

empresariales y, adems, durantres aos jug regularmente a ftbsala con sus compaeros d

trabajo, se alegra. La guerra hterminado y, haya ganado quiehaya ganado, es la mejor noticposible.

Sin embargo, muchos de suconciudadanos no piensan como Antes, dicen, al menos tenan esperanza de que un da se acabarla guerra. Ahora, como ya h


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terminado, no les queda ni siquieesa esperanza. La desesperacin

tan grande que abundan losuicidios. De las azoteas y de lbalcones de las casas se lanza

hombres a la calle, vestidos y cosombrero. Bajo las ruedas de lotrenes y de los tranvas se tiran lmadres con las hijas cogidas de mano. Los viejos eligen el gas. Ltmidos se atan al cuello una piedgrande y se arrojan al mar. Loestudiantes de bachillerato metlos dedos en los enchufeintentando electrocutarse. E


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hombre que durante tres aos jugregularmente con los compaer

de trabajo sufre cada vez qutropieza con un suicida o ve que abre un balcn y alguien se tira.

pudiese correr y salvarlos Pelos cuerpos caen a gran velocidadcuando l llega ya se han reventa

en el suelo. Si pudiese decirles qes cuestin de no descorazonarsde no dejarse vencer por ladversidad Si se hace frente infortunio, el viento siempre sopa favor.


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Alza los ojos al cielo y ve a unmujer que abandona el antepech

de una ventana del piso veintisietSin pensarlo un instante, calcula vertical de cada y se pone debaj

con los brazos abiertos parrecogerla. Del impacto, el hombque siempre se saltaba las pginde economa de los diarios quedaplastado en el suelo como uchicle sanguinolento. La mujer, qucontra su voluntad se ha salvado, maldice y, loca de rabia y dfrustracin, salta sobre el cadvey eso hace que el alma inmortal dhombre que, adems de no leer l


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pginas de economa de los diarioantes de casarse todas las seman

se gastaba dos o tres mil pesetas lotera se apresure a abandonar cuerpo mortal y se eleve, atravie

la capa de cirrocmulos que cubla ciudad, atraviese la estratosferla ionosfera y la exosfera, llegue espacio exterior, salga del sistemsolar, de la galaxia y, unos cuantoaos luz ms all, se pare ymientras esquiva meteoritobusque infructuosamente un lugdonde reposar.


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E NTRE LAS DOCE Y LAUNA

El hombre da una calada

descuelga el auricular. Dgame? Hola. Es una voz de muj. Soy yo.El hombre endereza e

espinazo. Aplasta el cigarrillcontra el cenicero que hay al laddel telfono. Habla en voz baja:

Te he dicho mil veces que nme llames nunca a casa.


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Es que Te he dicho que me llame

siempre al despacho. Puedes hablar? Claro que no. Ya te

imaginars. Dnde est ella? En el dormitorio. Nos, te oye? No. Pero puede entrar e

cualquier momento. Perdname. Lo siento. Per

es que necesitaba llamarte ahoro poda esperar hasta maana,

el trabajo.Hay una pausa. Es el homb


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quien la rompe. Por qu?

Porque esta situacin mhace sufrir mucho. Qu situacin?

La nuestra. Cul va a ser? Pero A ver si no

entendemos No! No. No digas nada. N

hace falta. Intenta ser irnica no lo consigue. Podra orte.

Ahora no me oye. Escucha Creo que ha llegado e

momento de tomar una decisin. Qu decisin?


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No te la imaginas? No tengo ganas de jugar a l

adivinanzas, Maria. Tengo que elegir. Entre t l.

Y? Y como t no me puedes d

todo lo que quiero No noengaemos: para ti yo nunca senada ms que Respira hondA lo lejos se oye una ambulanc

. No quieres dejarla verdad? Ns ni por qu te lo pregunto. Yconozco la respuesta.

Qu es todo ese ruido? Te llamo desde una cabina.


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Hemos hablado de esto mveces. Siempre he sido sincer

contigo. Nunca te he escondidcmo estaban las cosas. T y ynos caemos bien, no? Pues

Pero yo estoy muy colgada dti. T ya s que no lo ests nada m.

Siempre te he dicho que nquiero hacerte ningn dao. Nunte he prometido nada. Alguna vte he prometido algo?

No. Tienes que ser t quie

decida qu debemos hacer.


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S. Te he dicho o no te he dich

siempre que tienes que ser t quidecida qu debemos hacer? S. Por eso te llamo. Porqu

ya he tomado una decisin. Siempre he jugado limpi

contigo. Se detiene. Qudecisin has tomado?

He decidido dejar dverte.

La mujer lo dice y se echa llorar. Llora durante un buen ratPoco a poco los sollozodisminuyen. El hombre aprovechpara hablar.


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Lo siento. Pero si realmenesto es lo que

La mujer lo interrumpe: Pero no entiendes que nquiero dejaaar de veerteee?

Cuando el hombre deja de or llanto, habla:

Maria No. Se suena. Prefier

que no digas nada.De golpe el hombre sube e

tono de voz. Hombre, yo ms bien elegir

un coche que te asegurase mejrendimiento.


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Qu? Sobre todo si tienes qu

hacer tantos kilmetros. Se paun momento. S. Hace otpausa. S, ya lo entiendo. Y

claro, en eso no s qu aconsejartPero me parece que lo que convendra sera un coche comucha ms, con mucha ms Simula buscar la palabra. S, acuerdo. Pero consume demasiado

No puedes hablar? No, claro. La tienes cerca? S. Enfrente?


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S. Pero este modelo no tientanta diferencia de precio con l

aponeses. Y los japoneses T con tu mujer enfrente y yaqu, sentada sin saber qu hace

Cada vez ms indignada. Sdecidirme de una vez y acabar cesta desazn.

Lo ideal son cuatro puertaPara vosotros, cuatro puertas.

Ves como no hay otrsolucin? As no podemos segui

o podemos tener ni unconversacin civilizada.

Pero se gasta unos sei


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Pero antes de colgar dime maana nos veremos.

S. No tengo remedio. Llampara decirte que hemos terminado

acabo preguntndote si maanaQuedamos donde siempre?

S. A la hora de siempre? Exacto. Y ahora habla con vo

melosa haremos como siemprTe imagino de rodillas, delante dm, subindome la

El Porque de Las Cosas - Quim Monzo

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