El Oro Yolanda Sandoval

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EL ORO, UN PUEBLO INDUSTRIAL DEL PORFIRIATO EN EL ESTADO DE MÉXICO YOLANDA SANDOVAL SANTANA* PRESENTACIÓN El mineral de El Oro cuyo descubrimiento se esfuma entre las brumas de la leyenda. Aún el nombre mismo —El Oro— llegó a asombrar a propios y extraños a fines del siglo XIX y principios del XX. Este lugar de clima frío y terreno montañoso no sólo atrajo a un heterogéneo contingente de trabajadores sino también a diferentes grupos de comerciantes de las más variadas nacionalidades. La minería no fue la única fuente de trabajo y de riqueza para los que llegaron a El Oro, ya que el comercio era la actividad más importante después de la minería. El tipo más común de establecimientos comerciales durante 1905-1910, fueron los tendajones (tienda de menudencias y bebidas embriagantes) y los expendios de pulque que entre ambos sumaban 419; otros negocios que dejaron pingües ganancias a los dueños fueron las once casas de empeño. Además de estos giros había expendios especializados en la venta de explosivos, cajas para muerto, fotografías, boticas, panaderías, carbonerías, maicerías, lecherías, carnicerías, aguas minerales, reposteńa y relojería. Resulta claro que en aquella época había más comerciantes que dueños de minas, tal vez porque el comercio era una ocupación menos arriesgada que la minería, aunque en el momento en que ésta se encontraba en decadencia muchos tenderos se vieron afectados y otros empujados a la quiebra. Esta región pintoresca enclavada al noreste del Estado de México estuvo integrada hasta 1910, por 16 barrios con empinadas calles, construido con influencia europea y norteamericana por el gran número de extranjeros que allí *Profesora de la Universidad Autónoma del Estado de México 83

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EL ORO, UN PUEBLO INDUSTRIAL DEL PORFIRIATO EN EL ESTADO DE MÉXICO

YOLANDA SANDOVAL SANTANA*

PRESENTACIÓN El mineral de El Oro cuyo descubrimiento se esfuma entre las brumas de la leyenda. Aún el nombre mismo —El Oro— llegó a asombrar a propios y extraños a fines del siglo XIX y principios del XX. Este lugar de clima frío y terreno montañoso no sólo atrajo a un heterogéneo contingente de trabajadores sino también a diferentes grupos de comerciantes de las más variadas nacionalidades. La minería no fue la única fuente de trabajo y de riqueza para los que llegaron a El Oro, ya que el comercio era la actividad más importante después de la minería. El tipo más común de establecimientos comerciales durante 1905-1910, fueron los tendajones (tienda de menudencias y bebidas embriagantes) y los expendios de pulque que entre ambos sumaban 419; otros negocios que dejaron pingües ganancias a los dueños fueron las once casas de empeño. Además de estos giros había expendios especializados en la venta de explosivos, cajas para muerto, fotografías, boticas, panaderías, carbonerías, maicerías, lecherías, carnicerías, aguas minerales, reposteńa y relojería.

Resulta claro que en aquella época había más comerciantes que dueños de minas, tal vez porque el comercio era una ocupación menos arriesgada que la minería, aunque en el momento en que ésta se encontraba en decadencia muchos tenderos se vieron afectados y otros empujados a la quiebra.

Esta región pintoresca enclavada al noreste del Estado de México estuvo integrada hasta 1910, por 16 barrios con empinadas calles, construido con influencia europea y norteamericana por el gran número de extranjeros que allí *Profesora de la Universidad Autónoma del Estado de México

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habitaban. En este lugar floreció el comercio, la banca, las construcciones y el lujo así como la embriaguez y la prostitución. En Ias principales calles se encontraban los hoteles, cantinas, clubes, establecimientos industriales y la gran Casa Wilson.

Se puede observar que las dos empresas más importantes establecidas en El Oro fueron "El Oro Mining and Railway" y "La Esperanza Mining" que asumieron el control de la gran pane de los recursos económicos, monopolizando el comercio, la explotación de bosques, construcción de campamentos para sus trabajadores, zonas habitacionales, hospitales, mercados, templos, vías de comunicación, medios de transporte, centros de diversión, clubes, banco, palacio municipal y escuelas; creó sus propios cuerpos policiales. La ciudad de El Oro como ostentosamente le llamaron los habitantes, surgió como un lugar dependiente de los intereses de los mineros ingleses y norteamericanos quienes diseñaron el espacio y los servicios con el propósito de controlar a la clase obrera y tenerla subordinada en todos los aspectos de su vida. Por ello, se puede describir a El Oro, como una población donde la vida económica y social estaba supeditada a las empresas mineras. El Oro Estado de México Marco geográfico El marco geográfico en que se encuentra esta población es bastante singular, se ubica en el grupo de montañas que se levantan a 78 kilómetros al noroeste de Toluca, y se ligan con las de Tlalpujahua por una parte, y con las serranías que parten del Zempoaltecatl, por otra; aquí se asienta el rico Mineral del Oro, situado al noroeste del Estado de México en las primeras estribaciones de la Sierra de Angangueo Michoacán y del Cerro de Somera una de las serranías más elevadas del distrito de El Oro.1

Este pueblo pequeño de El Oro se localiza a 19 grados 45' latitud norte y a los 0 grados 50' longitud oeste. 2

1Joaquín Noriega, Estadística del Departamento de México 1853-1854, Toluca, Biblioteca Enciclopédica del Estado de México, 1980, p. 734. 2 Ignacio P. Guzmán, Geografia Física, Política y Estadística del Estado de México, Toluca, Oficina Tipográfica

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El Oro de Hidalgo es la cabecera del municipio del mismo nombre está tocando la línea divisoria entre el Estado de Médico y el de Michoacán; limita al norte con la municipalidad de Temascalcingo y el distrito de Maravatío Michoacán; al este con la municipalidad de Atlacomulco y Jocotitlán; al sur con Ixtlahuaca y Victoria y al oeste con el distrito de Toluca.

Se ubica a 2 748 metros sobre el nivel del mar. La superficie que corresponde a la cabecera de El Oro es de 18 luns., cuadrados, de terreno accidentado, seco y montañoso; con clima subhúmedo y lluvias en verano durante los meses de junio a septiembre, prolongándose muchas veces hasta octubre. 3

Una pequeña parte de la superficie total la constituyen los terrenos planos; en esta pequeña superficie se estableció la población.

El mineral de El Oro, antiguamente llamado Rancho de El Oro comprende los pueblos de: San Nicolás, Santa Rosa y Santiago Otempan, las Haciendas de Tultenango, la Jordana y Venta de Aire y el Rancho el Tejocote.4 La Cabecera de El Oro estaba integrado hasta la primera década del Siglo XX por 16 barrios.

Antecedentes históricos

Época prehispánica

El Oro estaba habitado desde mucho antes de la llegada de los europeos, fueron conquistados por Xólotl convirtiéndose en tributarios de los mexicas. Se asegura que los antiguos habitantes de El Oro fueron mazahuas quienes estaban en constante pleito no sólo con los tarascos, sino también con los matlazincas. Al ser dominados por los mexicas no pudieron desarrollarse ni económica ni culturalmente.5

Con relación al laborío de las minas se afirma que ya se trabajaba por Ia obtención del oro desde antes de la conquista, pues contribuía el pueblo de Jocotitlán con tributo en metal a los emperadores medicas como se puede constatar en sus tablas, eп la obra del Excelentísimo Señor Lorenzana. 6

del Gobierno en la Escuela de Artes y Oficios, 1906, p. 53. 3Síntesis Geográfica del( Esιado de México, 1972, p. 4. 4Ignacio P. Guzmán, Geografía Física y Estadísticas del Estado de México, Toluca, Gobierno del Estado de México, 1906, p. 53. 5Ruíz Chávez Glafira, Acerca de los Mazahuas del Estado de México, vol. II Secretaría de Desarrollo Económico. Dirección General de Turismo, Toluca, 1980, p. 12.

6Archivo General dela Nación, (en adelante AGN), Ramo de la Minería, 1774, vol. 130

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Época colonial EI territorio mazahua fue ocupado desde la tercera década del siglo XVI, se establecieron en los centros mineros de Angangueo, Tlalpujahua y EI Oro que constituyeron el primer gran distrito minero novohispano que abarcaba desde Taxco en el sur hasta Tlalpujahua en el norte. Los mazahuas no opusieron resistencia y sucumbieron en silencio y en silencio vivieron, "tal como actualmente viven sin protestar nunca por el trabajo abrumador de las minas".7

Fundación del Real de El Oro

Quienes se dedicaron a estudiar esta región ya sea con fines de explotación de las vetas mineras para integrar la geografia e historia de este pueblo, se han referido a su fundación, unos apoyándose en las leyendas aseguran que fue fundado por la familia Mondragón quienes fueron guiados por un niño que, mientras llevaba un rebaño, vio brillar algunas piedras y las mostró a sus parientes apellidados Mondragón que eran barreteros y reconocieron el cuarzo descubriendo la veta Mondragón. 8

El Ingeniero Ignacio P. Guzmán asegura que fue fundado en I787 por los primeros descubridores de minas, quienes compraron el terreno donde estaba la veta al propietario de la Hacienda Tultenango, poblándose después.9

El Gobernador de la Entidad, General José Vicente Villada en su memoria presentada a la XV Legislatura del Estado referente al cuatrenio 1889-1893, dejó asentado que el mineral de El Oro, fue fundado por los primeros buscadores de metales en 1787.10

En el Archivo General de la Nación en el ramo de minería existe un expediente sobre el mineral de El Oro que entre otros asuntos toca el tema relativo

7 Diego Nájera Yanguas, Doctrina y Enseñanza en la Lengua Mazahua, Toluca, Biblioteca Enciclopédica del Estado de México, 1970, pp. 12-14. 8AGN, Ramo Minería, 1794, vol. 130. 9Ignacio P. Guzman, op.cit. p. 52. 10José Vicente Víllada, Memoria dela Administración Pública dеl Еstado de México presentada ala XV Legislatura por el Gobernador Constitucional General Vicente Víllada durante el cuatrenio 1889-1893, Toluca, Escuela de Artes y Oficios, 1984, p. 235

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a su función. Ahí se dice: "El pueblo de El Oro es un Real de Minas llamado así por el descubrimiento de una veta de oro que hizo Don Vicente Arciniega en las faldas de unos cerros a una legua y media de otro real de minas muy antiguo llamado Tlapujahua, aunque sin especificar fecha se asegura que antes de Don Andrés Arciniega lo hicieron Don José Zelada, José Bernal y Cayetano Arechavala guiados por Juan de la Rosa, arrendatario de la Hacienda de Tultenango que se conocía con el nombre del Rancho de El Oro. En ese mismo expediente se asegura que el Real de El Oro fue fundado en 1789.

Reubicación del pueblo

El 16 de abril de 1794, el Conde de Revillagigedo V virrey de la Nueva España, emitió un decreto por medio del cual se comisionaba al ingeniero Manuel Agustín Mascaró a pasar al Real de El Oro a reconocer la forma de su población y levantar los planos correspondientes de su terreno y arreglo de sus casas. En el mismo decreto se dictó la providencia para la erección del Tribunal de Minería en el mencionado lugar. A este respecto, el 5 de junio del mencionado año, el Real Tribunal de Minería informó al Virrey, que había dictado la providencia correspondiente para proceder a la erección de la diputación en el Real del Oro conforme lo mandado en el superior decreto del 16 de abril.

Por su parte el ingeniero Mascaró acatando la orden del Virrey inició su trabajo de exploración el lo. de mayo de 1794. En julio de ese año envió al Virrey el plano correspondiente con un informe bien detallado sobre el lugar.

A fines de 1794, el Conde de Revillagigedo cesó de su cargo de Virrey de la Nueva España, lo que significó que la reubicación del pueblo de EI Oro de acuerdo a los planos presentados por el ingeniero Manuel Agustín Mascaró quedara pendiente.

Sobre este lugar se habló mal y se habló bien por ejemplo a fines del siglo XIX, los comentarios sobre El Oro, eran más bien en el sentido de la producción aunque no se dejaba de señalar algunos aspectos negativos como lo hacía Graham T. C. al referirse a lo sucio del lugar, al abuso en las rentas y lo difícil del acceso.

En 1874 el ingeniero en Minas Santiago Ramírez dijo: El Oro es uno de los principales distritos mineros, destinados a ser la mansión de una sociedad industriosa y civilizada.

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Por su parte Alfredo Grothe también ingeniero en minas, describía en ese mismo año El Oro como un lugar agradable.

Es curioso que este mineral enclavado en una zona montañosa del noreste del Estado de Médico, haya pasado casi toda la época colonial sin que nadie al parecer se interesara por 6I, a pesar de que había sido ocupado por un grupo de españoles desde el siglo XVI. Sin embargo, la mayor importancia de este mineral se localiza hasta el siglo XIX, cuando se tiene noticia de su riqueza fuera de sus fronteras. Al tener conocimiento de la riqueza de este lugar, muchos llegaron en busca de fortuna o de trabajo. Pronto surgieron intereses, de tal suerte que las noticias que llegaban a las autoridades eran diversas.

Mientras unos hablaban de riqueza, otros evidenciaban el hacinamiento y el vicio de sus habitantes.

Fisonomía de el mineral de El Oro a fines del siglo XIX y principios del XX

A finales del siglo XIX y principios del XX encontramos un pueblo muy bello. Agradable para vivir como decía Grothe, construido casi en su totalidad en madera con influencia europea y norteamericana, destacaban en el centro de la ciudad dos construcciones de piedra: La Casa Blanca y El Retaje; gerencia y subgerencia de una de las empresas mineras importantes.

En la planta baja de la Casa Blanca se encontraban las oficinas administrativas, la caja de pago y el departamento de trabajo de los ingenieros. En la planta alta estaban Ias habitaciones.

El Retaje estaba ubicado en el centro de lo que llamaban "La Ruleta" tenía dos piso, jardín, huerta y hall donde las damas se reunían a bordar.

En este primer cuadro, se construyó el Palacio Municipal de estilo francés, el Teatro Juárez, el Hospital Civil, las oficinas del Ferrocarril y el Banco.

En este mismo espacio se localizaba la plazuela de Guadalupe, el mercado y los baños de vapor.

Además del núcleo central de la ciudad donde se hallaban concentradas todas las actividades administrativas, judiciales y comerciales, había otros núcleos dentro de ella que estaban vinculados a la vida religiosa: La Iglesia Católica construida el siglo XVIII era el centro de reunión de muchas actividades de la vida cotidiana de los habitantes, y el templo metodista fundado por las principales empresas mineras a fines del siglo XIX.

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Los portales Boulebard y Alcántara serv ían de paseo para los lugareños, pero también de dormitorio para los vagos, borrachos y retien llegados al mineral.

En los barrios trazados con irregularidad, mal empedrados, sin drenaje ni agua potable, habitaban en su mayoría gente venida de fuera. Tal era el caso del barrio de Guanajuatito. Los barrios eran los más populosos con casas de tejamanil al lado de las zahurdas. Expansión comercial Paralela a la expansión demográfica, se produjo también la expansión comer-cial y así encontramos que entre I903-1907 la Cabecera del Distrito Minero de El Oro, contaba con una amplia gama de comercios que revelan la importancia que llegó a tener esta actividad. En las principales calles se encontraban los centros comerciales como: El Palacio de Cristal, la Ciudad de Londres, Los Cedros de Líbano, La Casa Mata y la Casa Wilson. Esta última era la más importante ya que abarcaba diversos departamentos como: planta de luz, peluquería, ferretería, tlapalería, casa de modas para señoras y caballeros, farmacia, hotel, pensión de caballos de alquiler, bar y tienda de abarrotes. Se encontraba también en el centro del pueblo el Banco, el Oro Club, el Hotel del Oro, el Hotel Jardín, el Hotel New Rooming House, el Hotel Humbolt, el Hotel La Valenciana, el Hotel Juárez, la Casa de Préstamos " El Banco", Los Cajones de Ropa "La Ciudad de París" y "La Ciudad de México" y las oficinas del Ferrocarril.

En los barrios había negocios de diferente giro entre los que destacaban los expendios de bebidas embriagantes. Además de estos comercios, había establecimientos industriales, como: "La Industria Nacional", fábrica de velas de parafina, la fábrica de jabones "La Esperanza" y la fábrica de pastas. Para esta época se localizaban seiscientos treinta y seis establecimientos comerciales de diferente giro, destacando por su número aquellos dedicados a la venta de bebidas embriagantes como puede apreciarse en la muestra del siguiente cuadro.

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ESTABLECIMIENTOS COMERCIALES EN EL ORO MÉXICO 1903-1907

Giro comercial Número de comercios

1. Tendajones con venta de bebidas embriagantes 237 2. Expendios de pulque 182 3. Tiendas de artículos varios 25 4. Cajones de ropa 18 5. Boticas 17 6. Expendio de licores 12

Los cafés, los billares y las casas de empeño, eran otros giros comerciales en manos de extranjeros además de la ferretería National Hardware Company S.A., el restaurante New York y American Saloon. El negocio de las casa de empeño venía a ser redituable para los dueños, pues el número de prendas (camisas, gabanes, rebozos, enaguas, cobijas, sombreros, jorongos, huaraches y calzones) que se empeñaban eran considerables. Pero no sólo eran prendas de vestir sino también importantes instrumentos de trabajo. De 1905 a 19I0 se encontraban en El Oro las siguientes casas de empeño.

Nombre Propietario

Sociedad Colectiva Mercantil La Navarra El Diamante El cambio La Casa de Préstamo El Banco El Empeño y Bazar La Paz El Sol La Fortuna La Casa de la Paz (Monte de piedad)

José Pons Manuel Romero Albino Ramírez Francisco Canera Alonso Anguiano Lucas Isatorza Carlos Prieto y Cía. Donato Anguiano Ramón Villa Donato Anguiano Pedro Fernández y Cía. 11

Además de estas casas de empeño había billares que realizaban esta misma actividad sin ninguna autorización. Los jugadores dejaban sus gabanes, camisas y muchas veces hasta sus huaraches cuando no tenían dinero para pagar las jugadas.

11AHMO, vols. 12-13, 1906-1909.

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A partir de 1906 el pequeño comercio se vio seriamente afectado, entre otras cosas, por los altos impuestos que tenían que pagar los comerciantes, amén de los malos tratos que recibían por parte del recaudador obligando a los dueños a cerrar sus negocios y emigrar a Tlalpujahua. Entre mayo y diciembre de 1906 se presentaron 133 solicitudes de clausura.

Como puede apreciarse, el comercio tuvo en El Oro grandes avances. Había un grupo considerable de comerciantes extranjeros y otro no tan importante de nacionales que constituían un esbozo de clase media con cierto peso político y con posibilidades de ocupar cargos administrativos en el pueblo. Entre estos comerciantes cabe señalar a Nеstоr Flores, Dimitrio Chávez, Teófilo Monroy, Reynaldo Lozano, José Tejero e hijos y Anastacio Gutiérrez. También hubo comerciantes mujeres muy destacadas como: María Pérez y Blasa Garzilazo conocidas por la población masculina por ser dueñas de dos prostíbulos importantes.

La abundancia de centros comerciales de diferente giro, dió por resultado que en 1903 se formara una sociedad que se denominó Cámara de Comercio de El Oro de Hidalgo. Su objetivo fue facilitar el tráfico de mercancías, representar al comercio y discutir los negocios de interés para 61. Dicha Cámara se integró por William Jons Wilson, Pedro Pons, Felipe y Jesús Carmona, Valentín Bertrand y Francisco Rangel Loyzaga. Un año más tarde, se fundó una nueva institución denominada The Oro Trust Company para realizar préstamos e hipoteca a particulares sobre fincas, terrenos y madera.

En cierta manera se puede describir a El Oro como una población donde la vida económica y social estaba supeditada a la dinámica de las empresas mineras. El peso de las compañías sobre la población fue considerable pues ellas tomaban decisiones de índole urbanística y de servicios (agua y electricidad) pues de los cuatro manantiales existentes que surtían a la cabecera, tres de ellos eran controlados por empresas extranjeras, y hasta se daban el lujo de vender el agua extendiendo escrituras como en el caso del señor Hipólito Duvergey representante de la Compañía Industrial El Oro.

Las compañías mineras más importantes de "El Oro"

La noticia sobre la importancia del centro minero de El Oro traspasó las fronteras del Estado de México. El interés por la explotación de minas originó

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la creación de sociedades para trabajar en este sitio. Es así como en noviembre de 1842 se creo la Compañía Restauradora de EI Oro, cuyo socio mayoritario era el inglés Francisco Murphy con veinte acciones; William Henry Eguerton que figuraba como segundo accionista, también como el anterior de nacionalidad inglesa. Un tercer socio era el mexicano Rafael Oropeza con sólo tres acciones, en cuarto lugar se encontraba un prestamista español de nombre Lorenzo Carrera; y, José Marzan, también español, era el quinto participante; el último sitio lo ocupó Birus y Compañía. En total sumaban 48 acciones con un valor de $80,000.00.

La compañía trajo máquinas de vapor y otras herramientas para hacer nuevos socavones. La primera etapa terminó en 1845 sin obtener resultados sаtısfасtоrıоs, las minas no producían mucho debido a la falta de mano de obra, los ánimos no decayeron y para 1847 este distrito minero recibió más impulso, construyendo una importante hacienda de beneficio superada únicamente por la de Fresnillo en el estado de Zacatecas.12

Esta empresa, como otras que se fundaron posteriormente, no declararon con honestidad el volumen de las riquezas que estaban obteniendo para no pagar los impuestos que la ley marcaba. El socio mayoritario Francisco Murphy negó los hechos y se ofreció pagar la deuda del Estado contraida por la guerra contra los Estados Unidos. Se desconoce si el inglés llegó a convencer al gobernador Riva Palacio, lo que sí se sabe es que este hombre compró propiedades en otros centros mineros importantes de la República, como Ilalpuj ahua.

A partir de 1850 Murphy sufrió muchos tropiezos en la minería, vino a me-nos la producción, sufrió atropellos por parte de facinerosos. Derrotado vendió su propiedad a Manuel Madrid, quien trabajó en condiciones adversas y finalmente abandonó las minas, hasta que fueron compradas en 1883 por la Compañía Americana "El Oro Mining Company".13

La importancia que cada día adquiría El Oro debido a la riqueza de sus metales no era un secreto para nadie, Santiago Ramírez consideraba que había sido un error abandonar las minas cuando hubieran podido dar buenos dividen

12 Anne Staples, Mineros, Inversionistas y una suerte cambiante (ponencia), 1era Reunión de Historiadores de la Minería Latinoamericana, Zacatecas, 1990, p. 7 13 Anne Staples, op.cit. p. 18

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dos. Después de la compañía Restauradora, se establecieron otras, en este sitio, entre estas podemos mencionar a:

La Compañía Esperanza Mining

El 3 de mayo, de acuerdo con los artículos 154 y 155, título 80. del Código de Minería, los señores Clemente E. Shine y Mariano J. Peña acordaron asociarse para denunciar y explotar con el nombre de "La Esperanza" la continuación de la veta San Rafael, cita en el mineral de El Oro.

En julio de ese mismo año, se amplió la sociedad con la participación de dos socios más, Augusto Sahlberg y Walterio Nolan. El contrato escrito para la formación de esta compañía especificaba:

lo. La compañía se denominarla "Compañía Explotadora Minera La Esperanza". 2o. El capital para la explotación sería limitado. 3o. La mina sería dividida en 24 acciones o barras y cada uno de los socios sería dueño de las barras. 4o. Cada uno de jos socios quedaba en libertad de vender. 5o. Ningún contrato de la propiedad sería válido mientras no se registrara en los libros de la compañía respectiva. 6o. Desde el momento en que se diera posesión al señor Clemente E. Shine, vecino de Estados Unidos, funcionó como gerente de la compañía y el mexicano Mariano J. Peña como secretario tesorero de la compañía. 7o. La residencia de la Compañía y sus oficinas estarían en el Mineral de EI Oro. 80. Las anteriores cláusulas no podrían ser modificadas si no es con sujeción al Código de Minería. Los componentes dejarían cons t i tu ída la compañía explotadora minera "La Esperanza" y su permanencia dependía de la asamblea general.

La compañía quedó legalmente establecida en 1895 luego de que se dieron a conocer los estatutos. Este documento especificaba cada una de las funciones de dicha empresa. En su artículo 2o. subrayaba que el objeto de la empresa era la de explotar a las minas "La Esperanza" Bumerango y La Emilia. En el artículo 3o. se daba a conocer el capital que manejaría desglosado de la siguiente manera:

Capital Social $200.000 representado por 2 000 acciones de $100.00 cada una. De estas acciones 1 150 eran de contribuyentes y $850.00 destinados a:

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compra de los fundos mineros, remuneración de trabajos de establecimiento y creación de la compañía.

El señor Sahlberg de nacionalidad noruega, que se había integrado después a la compañía, con amplia experiencia en este ramo, promovió en 1893 la organización de una nueva compañía con capital mexicano. Para tal fin se asoció con los señores Pedro G. Méndez, Guillermo Brockman y José L. Requena. Parece ser que en esta empresa, el señor Sahlberg no tuvo el éxito que esperaba y continuó con sus actividades en la compañía "La Esperanza" En 1899 descubrió la mina "Tiro México" y en 1902 adquirió mediante compra efectuada a Teodora Osterheld las dos terceras partes de la mina Santa Rosa por un costo de $1 000.00.14

Para 1903 en las minas de la Compañía "La Esperanza" se producíаn 76 989 kilogramos de oro y plata con valor de $982 112.53. En este momento operaban en la empresa 180 trabajadores, 11 máquinas de vapor y una hacienda de beneficio llamada "Esperanza y Anexas".15

La importancia de esta compañía la podemos apreciar por su producción que se ilustra en el siguiente cuadro.

La Compañίa El Oro Mining And Railway Co.

Esta Compañía ocupaba la parte céntrica de El Mineral de El Oro, abarcando una superficie de 3I5.42 hectáreas, distribuidas en los siguientes fundos: Triatón, Carmen, El Oro, Carmen 2, Diamante, Somera No.1 y Anexas a México No. 3.

La mencionada Compañía, se organizó en la ciudad de Londres en 1899 con el nombre de El Oro Mining conforme a las leyes de Ias compañías del Reino Unido de Gran Bretaña. Su principal objetivo era venir a México y adquirir la totalidad o parte de las acciones del capital de la American Mining Company y cualquier interés en la American Railway and Lumber Company. Las dos empresas fueron organizadas con arreglo a las leyes de los Estados Unidos. La primera según ias leyes del estado de Virginia Occidental y la American

14 AGN, Fondo Rui y Azcárate, 1895-Doc. 29 15 Protocolos de la Notaría No. 1 de Toluca 1903-1904, escritura 99

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Railway and Lumber Company, corporación integrada de acuerdo con l a leyes del Estado de Nueva Jersey, en los Estados Unidos.16

De la primera compañía era gerente el señor Mathew Josepp Walsh en 1898, quien más tarde se unió con los señores: Aillaud, Eyssantier y Plaisant para formar una nueva compañía minera. La compañía El Oro llegó a México en 1900 y empezó a negociar con las compañías americanas. Para llevar a cabo esta operación, las compañías antes mencionadas otorgaron amplios poderes al señor Foster para fusionar sus bienes.

El ingeniero Felipe L. Foster, apoderado de las compañías americanas y el señor Pablo Martínez del Río, representante jurídico de la sociedad El Oro Mining, declararon el 4 de mayo de 1900 que las empresas quedaban fusionadas con el nombre de El Oro Mining and Railway Co. Las pertenencias de la American Mining Company, como eran: el derecho de vía, almacenes, talleres, edificios, el ferrocarril de Tultenango a Yondesé, con 48 kms. rieles, durmientes, teléfonos y todos los accesorios y las concesiones, pasaban a favor de la nueva compañía, lo mismo las propiedades de la antigua compañía American Mining, como las minas San Antonio, Consuelo, San José, Descubridora, San Rafael, Dolores, Providencia, El Socorro y San Miguel. El señor Foster otorgó a favor de la compañía El Oro Mining, la escritura de traspaso de todos los bienes que ya se tenían y Ias que se iban a adquirir como l a de San Rafael y San Antonio con 48 pertenencias.

Por su parte, la mencionada empresa, asumió el pago de todas l a obligaciones y todos los accionistas acordaron que después de pagar sus derechos se dividirían el resto.

La compañía El Oro Mining and Railway Co. Ltd., quedó integrada en 1900 por los siguientes fundos: María Teresa, El Sirio, Descubridora, Porfirio, Carmen, Chihuahua, Kerby, San Nicolás, El Banco, Cabo Rojo, El Mortero, Costock, Esperanza, El Diamante, Cometa de Oro, México, Nolán No. 1, Emilio Ofir, Somera 1, El Atorón, Victoria No. I, La Unión y Amistad. En este mismo año el señor Juan Federico Allan vendió a esta compañía el fundo minero llamado Carmen. Por su parte, la compañía British Gold Mines México Limited, le vendió dos propiedades en la cantidad de 5,000 libras esterlinas.

16 Acervo Casa Blanca, 1900, escritura 16

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El Carmen tenía una extensión de 6 hectáreas que producían oro y plata, dicha propiedad quedo registrada en el libro de "Industrias Minerales", hasta 1927 por el apoderado de la compañía señor Genaro Barrera.

En 1902 adquirió el Fundo Somera No. 1, cuya superficie era de 113 hectáreas y 55 áreas propiedad de los señores Francisco J. Fournier y Harwood H. Simpson a quienes Don Porfirio Díaz, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos les extendió el título de propiedad No. 6966, el 26 de octubre de 1897.

La compañía El Oro Mining and Railway Co. pagó por este inmueble $1 250 000.00. De la misma propiedad adquirida, la Compañía exceptuó una fracción conocida con el nombre de "Ofir Black" de cuatro hectáreas y fracción de superficie que estaba siendo explotada por el señor Augusto Sahlberg. 17

Para la empresa resultó ser una buena adquisición el Fundo Somera, pues tenía la veta de San Rafael, una de las famosas del distrito. Por esta misma época la mencionada Compañía compró al señor Blas Tapia 5 820 metros cuadrados por los que pagó la cantidad de $174.46, esto es aproximadamente a tres centavos por metro cuadrado.

A pesar de que "Ofir Black" había quedado fuera del contrato de compra-venta por haber sido otorgada al señor Sahlberg, por los antiguos dueños, la empresa reclamó la propiedad hasta obtenerla. La negociación no sólo deseaba adquirir ricas vetas sino también montes para la explotación de los árboles; es así como en enero de 1904, el señor Robert Maten, apoderado de dicha compañía pagó $l 000.00 a Juan B. García por el poder que le otorgó para explotar y tomar todos los árboles de cualquier tamaño que se encontraran en terrenos de su propiedad.18

En noviembre de 1907 ante el notario público Luis Guerrero, el representante de la compañía El Oro Mining and Railway Company, recibió el título de propiedad de la mina denominada "Anexa a México No. 3", situada en la municipalidad y distrito de El Oro de Hidalgo, Estado de México, con una superficie de 44 áreas y 19 centiáreas.

Aunque la escritura fue otorgada a Robert M. Raymond, la propiedad quedó registrada como exclusiva de la compañía El Oro Mining and Railway y como

17Acervo Casa Blanca, 1900, Escritura 18. 18Protocolo de la Notaría No. I de Toluca, escritura 43, 1904

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gerente sólo hizo el denuncio, para que esta quedara incorporada a la mina Trianón.

En 1908 esta compañía recibió todos los bienes materiales de la Sociedad The Somera Gold Mining Company Limited así como los derechos y acciones por cualquier título que le perteneciera en ese momento. También se apoderó de los contratos, convenios, transacciones y todos los créditos de que se componía su pasivo sin ninguna excepción, pues todas esas obligaciones y créditos quedaban a cargo exclusivo de la negociación de ""El Oro Mining and Railway", además se comprometió a pagar $77 500.00 acciones liberadas de una libra esterlina cada una, con el objeto de que fueran distribuidos entre los mineros de la antigua compañía.

Las empresas que lograron un mayor desarrollo en su producción, fueron aquellas que introdujeron la cianuración para el beneficio de sus metales, tal es el caso de El Oro Mining and Railway Co., en El Oro Estado de México.

Rosenzweig dice que esta compañía recuperó en dos años, 1909-1910, la suma de tres millones de pesos, equivalente al 165% de su capital contable.

Por su parte, Cuauhtémoc Velasco, en su obra Estado y Minera en México 1767-1910, asegura que El Oro Mining and Railway Co. desarrollo una de las más redituables explotaciones del Porfiriato, ya que fue precursora del método de cianuración y pudo repartir dividendos entre sus accionistas por once años.

Bernstein calculó que entre 1900-1910 esta negociación obtuvo 2 166 303 toneladas de mineral con una utilidad de $11 613 100.00. Aún durante el movimiento revolucionario, seguía siendo la más importante del distrito de El Oro, ya que contaba con un capital de $11 500.00, cantidad muy elevada si se compara con el capital del resto de las compañías.

Otras compañías

The British Gold of México Limited

Se estableció en El Oro en 1896 después de haber obtenido seis pertenencias para formar el fundo minero denominado "Carmen Número Dos", dicha propiedad fue cedida por el señor Ismael Sánchez al apoderado de la mencionada compañía, Don Juan Federico Allan, a quien entregó el inmueble con todos los derechos, acciones y privilegios. Para asegurar esta compraventa, la

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compañía recibió el título número 6371, el 20 de julio de 1897, sobre la propiedad rica en oro y plata. En 1900 vendió cuatro pertenencias de Ias seis que comprendía su fundo.

The Somera Gold Mining Company Limited

Fue organizada en Londres en 1905 con sujeción a las leyes de la Gran Bretaña, cuyos estatutos y demás documentos fueron protocolizados en México en donde se estableció en ese mismo año. Los derechos fueron otorgados al mexicano Pablo Martínez del Río, dicha empresa contaba con 234 000 acciones de una libra esterlina cada una, que constituía el capital social.

En 1908, el señor Thomas Dundas Pillans, apoderado de la Sociedad The Somera Gold Mining Company, entregó al señor Herbert Francis Wreford las minas, derechos minerales, concesiones, terrenos, edificios y otros bienes de La Somera, quien a su vez pagó 67 500 acciones de una libra cada una.

Después de la venta recibió el nombre de "Sociedad El Oro". El representante de la antigua sociedad señor Luis Riba y Cervantes, vecino de la Ciudad de México, hizo cesión legal con la presencia de los testigos Frank William Allen y George William Bren, ambos mayores de edad.

La Compañía Carmen Mines of El Oro Ltd

Las propiedades de esta compañía eran: El Carmen No. 2, Porfirio y Pléyades. A fines del periodo Porfirista se fraccionó: primero, vendió una parte, se desconoce a quien hizo la venta; después, pasó el resto de las acciones a Consolidated Mines of El Oro, con la representación de la antigua compañía.

La nueva empresa elevó el capital de 2 000 a 3 000 libras esterlinas y se constituyó por 120 000 acciones.

El Oro Nolan

Esta compañía era dueña de 50 pertenencias, colindaba por el poniente con la Compañía México Mines of El Oro. El capital social de esta negociación fue de $l 297 500.00, debido al bajo rendimiento paralizó sus actividades a fines de 1909.

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Sociedad Minera y Beneficiadora de Santiago y Anexas, Sociedad Anónima. Constituida por Emilio Aillaud, Melchor Eyssatier, Luciano Plaisant y Nicolás, se organizó para explotar el fundo minero Santiago, además de adquirir y explotar otras minas y haciendas de beneficio, hacer toda clase de contratos, negocios y operaciones convenientes a los fines de la sociedad por un plazo de veinte años.

El 2 de marzo de 1897, el Presidente de la República expidió en favor de la expresada "Negociación Minera y Beneficiadora de Santiago y Anexas" el título de la propiedad de la mina "Trianón" con una superficie de 24 hectáreas y una demasía de dos hectáreas y dieciseis áreas más. Un año más tarde los accionistas de dicha empresa decidieron vender la mina por estar alejada del resto de su propiedad; para tal efecto, se nombró al señor Joseph Walsh; esta operación se efectuó con la compañía minera "American Mining Company", representada por el señor Mathew Joseph Walsh, quien entregó a los miembros de la junta de la compañía $10 000.00 ante el notario público. Los vendedores se comprometieron a entregar la propiedad con entradas y salidas, usos, costumbres y servidumbre y cuanto más le corresponda y pertenezca de hecho y de derecho, y cuya propiedad comprobará con el testimonio que de esta escritura se expida con el título.

Chihuahua Mines

Compañía Americana, cuyos accionistas radicaban en Texas y poco se ocupaban de los asuntos de la empresa. Las exploraciones se iniciaron a principios de 1900 y los trabajos cesaron en 1906.

Victoria y Anexas

Contaba con 3 600 acciones y durante el año de 1906 era de las empresas que más activamente trabajaba en El Oro. Compañía Wesfalia Se organizó en 1903 con un capital de $400 000.00, representada por 1000 acciones y las exploraciones se iniciaron en 1905.

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American Mining Company

Organizada y constituida de conformidad con las leyes del estado de Virginia, establecida en Nueva York.

Compañía México Mines of El Oro Ltd.

Se organizó en Londres en 1900 con el objeto de venir a México a explotar las minas. El capital que tenía disponible esta empresa era de 50 000 libras.

Al llegar a México se establecieron en el mineral de El Oro, adquirieron algunos fundos, pero pronto se dieron cuenta que el capital con que contaban resultaba ser insuficiente, pues apenas se habían iniciado los trabajos, se les agotó. Para poder continuar, recurrieron a dos empréstitos que les fueron proporcionados por la "Gold and Silver Rec . Co . Ltd." y Sir Weet Man Pearson.

El capital obtenido de estos préstamos sirvió para exploración y descubrimiento de vetas mineras, pero no para extraer los metales. Con estas carencias y la necesidad de seguir trabajando tuvieron que pedir ayuda a otra compañía que se comprometió a construir una planta metalúrgica e invertir por lo menos 1 000 libras esterlinas para complementar la exploración.

Esta empresa de la que se desconoce el nombre, también como la anterior, se organiza en la ciudad de Londres el 14 de octubre de 1904; para emprender esta tarea contaban con 180 000 libras. De sus exploraciones obtuvieron en 1905, la cantidad de 81 800 toneladas de mineral cuyas leyes eran 19 gramos de oro y 236 gramos de plata.

En conclusión, se puede asegurar que el éxito de las dos principales empresas mineras establecidas en El Oro se debió en gran medida a la bonanza y riqueza de los minerales, a la introducción de nuevos métodos (cianuración)para el beneficio de los metales al uso del ferrocarril y a la intervención directa en la compraventa y adjudicación de terrenos urbanos para la construcción de inmuebles y terrenos rurales para potreros y pastizales de su ganado y para l a tala de árboles cuya madera había de servir en la actividad minera.

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La población de El oro El Real del Oro, conocido hasta fines del siglo XVIII como el Rancho de El Oro, se convirtió en una de las ciudades más ricas y populosas de la municipalidad de El Oro. La población fue creciendo en forma alarmante. Santiago Ramírez y Joaquín Ramos, aseguran que para 1886 la cabecera del distrito minero de El Oro contaba con 3 556 habitantes.24

A estos había que agregar a los indígenas de los pueblos, haciendas y ranchos que pertenecían a esta municipalidad. Conforme a las cifras obtenidas del censo de población del Estado de México 1900-1910, se sabe que para 1900 había 12,469 habitantes y para 1910 ya contaba con 21,841 habitantes.

Además del crecimiento natural del pueblo, hubo oleadas de inmigrantes alrededor de los años 1900, 1901 y 1910. Los obreros que llegaron a este lugar entre 1900-1901 fueron 12 841 procedentes de: Aguascalientes, Chihuahua, Distrito Federal, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.25

En estos mismos años vinieron 154 extranjeros provenientes de: Alemania, China, Francia, Hungría, Inglaterra, Italia, Japón, Suecia, Austria–Hungría, Bélgica, Canadá, Estados Unidos.

Los que llegaron de fuera

La noticia sobre el mineral de El Oro acerca de la riqueza de sus minas y minerales, atrajo a este lugar a propios y extraños desde fines del siglo XIX.

En la primera década del siglo XX, seguían llegando inmigrantes al pueblo, pero muy pocos de las rancherías de su juridicción; entre ellos, Simón Chaparro de Tapaxco, que se empleó como ademador. Otros llegaron de más allá: de Ocampo Michoacán, el repartidor Jesús Acevedo; del Distrito Federal el contratista José Ordoñez. Eran de Sombrerete Zacatecas, el muestrero Pedro Rueda y el aguzador José Soto, quienes venían con sus mujeres y sus hijos.

24Santiago Ramírez y Joaquín Ramos, Estudio Minero del distrito de Ixtlahuaca, México, Secretaría de Fomento, México 1886, p. 27.

25Concentrado de Datos Estadísticos del Estado de México, /9004910

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La población era flotante, mientras unos llegaban, otros se iban. El pueblo no contaba con viviendas suficientes para albergar a una población de 12,469 que había en 1901, pues sólo existían 1576 chozas y 723 casas de un piso, esto dio lugar a que muchos levantaran viviendas improvisadas, otros que ocuparan el portalito y la mayoría se fue a las barracas construidas por las empresas mineras para albergar a los obreros.

En el siguiente cuadro se aprecia la población que arribó a este centro minero entre 1900 y 1901 misma que se sumó a la población establecida en este sitio.

Poblacion Economicamente Activa

La ocupación de la población en este lugar dependió en gran medida de la industria extractiva, es decir del trabajo en el interior de las minas, por lo tanto los movimientos de población dependían de los períodos de crisis y bonanza de la producción minera. Por ejemplo, entre los años de 1901 y 1902, las empresas que adquirieron el mayor número de trabajadores tanto para la construcción de instalaciones como para la operación de maquinaria y laborío de minas, fueron La Esperanza Mining y El Oro Mining and Railway.26

Quienes no se dedicaban a las actividades mineras, tenían otras ocupaciones como lo registra el censo de población de 1900 y de acuerdo con el total de la población de la cabecera arroja los siguientes porcentajes:

Dependientes 0.27% Albañiles 0.32% Carpinteros l.42% Canteros 0.10% Panaderos 0.19% Zapateros 0.23% Tejedores 0.16% Empleados públicos 0.24% Criadas l.86% Alfareros 0.03% Parteras 0.02%

26 Alberto Grothe y Leopoldo Salazar. Lo Industria Minera de México. Secretaría de Fomento 19

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Diferenciacion ocupacional

La base del asentamiento extranjero fue por lo general la explotación de las minas o actividades relacionadas con ésta, como fue el caso de la tala de bosques que realizó la compañía The Suchi Timber.27

La ocupación de los extranjeros era de diferente índole, pues había quienes se dedicaban a la limpieza de la ropa, como era el caso de los chinos, hasta los ingenieros, médicos, dibujantes, contadores y gerentes. Otros se convirtieron en dueños de panaderías, hoteles, casas de empeño, billares, cantinas, pulquerías, palenques y otros centros de diversión. 28

Las actividades minerometalúrgicas y otros servicios, no encontraron mano de obra suficiente en el Estado de México, lo que determinó fuertes inmigraciones de otros lugares del país.

Sabemos que de las empresas que se establecieron en El Oro, dos fueron ias más importantes, una de ellas El Oro Mining and Railway, de la que se conoce una estadística de trabajadores que laboraban en esta negociación en 1906-1907 provenían de diversas partes del país y del extranjero. Este documento contempla 849 empleados, además de las esposas e hijos; pero no aparece los empleados de confianza.

La empresa tuvo buen cuidado de conocer al trabajador en sus más mínimos detalles, por tal razón no sólo registró su nombre, sino también su procedencia, edad, ocupación, estado civil y número de familiares, sin pasar por alto un apartado de observaciones donde se anotó si los hijos eran mayores o menores de edad.

Conocer al trabajador constituía para la empresa una seguridad, no sólo en la fuerza de trabajo sino también saber que contaba con personal calificado. Cada departamento tenía áreas de especialización en ias que había trabajadores con experiencia para el desempeño de sus tareas. Aunque muchos eran migrantes de otros estados mineros. 27Santiago Ramírez y Joaquin Ramos, op.cit, p. 72. 28AMO, 1900, Exp. s/n

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BIBLIOGRAFÍA

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Tipografía del Instituto Literario 1900; vol. 22, Toluca, Talleres Gráficos de la Escuela de Artes y Oficios, 1908.

- García Luna, Margarita Huelga de Mineros en El Oro México 1911-1920, Toluca, Secretaría de Trabajo, Gobierno del Estado de México, 1989.

- Grothe, Alberto y L. Salazar. La Industria Minera de México, México,Tipografía de la Secretaría de Fomento, 1901.

- Herrejón Peredo, Carlos. Historia del Estado de México, Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México, 1985.

- Rosenzweig, Fеrnаndо. "La Industria Moderna de México" en Daniel Cosío Villegas, Historia Moderna de México, Porfiriato. Vida Económica, México, Hermes, 1965.

- Staples, Anne. "Mineros, Inversionistas y una Suerte Cambiante" ponencia presentada en la primera reunión de Historiadores de la Minería Latinoamericana, celebrada en Ia ciudad de Zacatecas, abril de 1990.

- Von Mentz, Brígida, "La Mineria en el Estado de México Durante el Porfiriato" Manuscrito, 1990.

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ANT. Archivo de la Notaría No. 1 de Toluca, en Toluca.

Protocolo Caja Año Notaria

No. 1 4-5 1890 No. 1 de IxtlahuacaNo. 2 7 1898 Idem.No. 1 7 1899 Idem.No. 3 3-8 1901-1904 Idem.No. 4 4 1900-1907 Idem.

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