El Nuevo Institucionalismo

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H,t ruáxcvü gNSTETA¡eg*ru,qffi $r*G gru g¿,qruÁc.gsg$ *R*Aruffi&eE*IqAt wAtTER W. POWELL Y PAUL t. DIMAGGIO (compiladoreg El estudio de las instituciones -un área de gran atractivo para el examen de las organizaciones- es objeto de un resurgimiento en las ciencias sociales de hoy. Este volumen presenta, pcr primera vez, tanto trabajos fundacionales ampliamente citados como textos más recientes de especialistas dedicados al enfoque institucional en el análisis de las organizaciones. En la introducción, los compiladores discuten puntos de convergencia y divergencia en la invefigación de las instituciones en economía y ciencia política y sitúan el enfoque institucional en relación con los principales clesarrollos de la teoría sociológica contemporánea. Varios capítulos giran en torno a los avances teóricos más recientes, identifican y aclaran las mayores ambigüedades del paradigma y orientan la agenda teórica de manera novedosa al desarrollar argumentos bien sustentados acerca de los vínculos entre los modelos in$itucionales y las formas de la estructura social. Los efudios empkicos que siguen -referentes a temas tan diversos como clínicas de salud mental, museos de arte, grandes corporaciones, sistemas de servicio público y políticas nacionales- ilustran el poder explicativo de la teoría institucional en el análisis del cambio organizacional. Lectura obligada para el interesado en la sociología de las organizaciones, esta obra está dirigida especialmente a los estudiosos de la cultura, Ias instituciones políticas y el cambio social. Colaboran en estas páginas, además de los compiladores, Robert R. Alford, Nicole Woolsey Biggart, Steven Brint, Neil Fligstein, Roger Friedland, Joseph Calaskiewicz, Cary C. Hamilton, Ronald L. Jepperson, Jerome Karabel, Agnes G. Meinhard, john W. Meyer, Marco Orrü, Brian Rowan, W. Richard Scott, Jitendra V. 5ingh, David J. Tucker y Lynne C. Zucker. Walter W. Powell es profesoi'de sociología en la Universidad de Arizona y editor de la revista Contemporary Sociology. Paul J. DiMaggio es profesor de sociología en la Universidad de Princeton. COLEGIO NACIONAL DE CIE Y ADMINISTMCIÓN PÚBLIC. UNIVTRSIDAD AUTÓNOMA FONDO DE CULruRA ECON( !f ',.' ,.,u,0 $tü3 n' flt ;. '' " '' 2Ao/'. r;i.; :1i"'il,l:t #i,.s,*, i,fmt'l,i#'i :\L :@ -h ¡-^ F-v' ¡-+ F-........=:6 3:F --6 ¿-^ :CO o\ ..! G x{E '*l ."1 ú j; Éi\/ n.; ( i:2 .=^ ¡:" **: '- :-: - tr: < ,il ¡ €J i-i! J *'1i LU :{3 -:, A .gA tt FLU Ji l.- :::- { ..,1 t: b _2 ó f.I /-¡I ffiffi

Transcript of El Nuevo Institucionalismo

Page 1: El Nuevo Institucionalismo

H,t ruáxcvü gNSTETA¡eg*ru,qffi $r*Ggru g¿,qruÁc.gsg$ *R*Aruffi&eE*IqAt

wAtTER W. POWELL Y PAUL t. DIMAGGIO(compiladoreg

El estudio de las instituciones -un área de gran atractivo para el examen de

las organizaciones- es objeto de un resurgimiento en las ciencias sociales

de hoy. Este volumen presenta, pcr primera vez, tanto trabajos fundacionales

ampliamente citados como textos más recientes de especialistas dedicados al

enfoque institucional en el análisis de las organizaciones.

En la introducción, los compiladores discuten puntos de convergencia y

divergencia en la invefigación de las instituciones en economía y ciencia

política y sitúan el enfoque institucional en relación con los principales

clesarrollos de la teoría sociológica contemporánea. Varios capítulos giran en

torno a los avances teóricos más recientes, identifican y aclaran las mayores

ambigüedades del paradigma y orientan la agenda teórica de manera

novedosa al desarrollar argumentos bien sustentados acerca de los vínculos

entre los modelos in$itucionales y las formas de la estructura social. Los

efudios empkicos que siguen -referentes

a temas tan diversos como clínicas

de salud mental, museos de arte, grandes corporaciones, sistemas de servicio

público y políticas nacionales- ilustran el poder explicativo de la teoría

institucional en el análisis del cambio organizacional. Lectura obligada para el

interesado en la sociología de las organizaciones, esta obra está dirigida

especialmente a los estudiosos de la cultura, Ias instituciones políticas y el

cambio social.

Colaboran en estas páginas, además de los compiladores, Robert R. Alford,

Nicole Woolsey Biggart, Steven Brint, Neil Fligstein, Roger Friedland, Joseph

Calaskiewicz, Cary C. Hamilton, Ronald L. Jepperson, Jerome Karabel, Agnes

G. Meinhard, john W. Meyer, Marco Orrü, Brian Rowan, W. Richard Scott,

Jitendra V. 5ingh, David J. Tucker y Lynne C. Zucker.

Walter W. Powell es profesoi'de sociología en la Universidad de Arizona y

editor de la revista Contemporary Sociology.

Paul J. DiMaggio es profesor de sociología en la Universidad de Princeton.

COLEGIO NACIONAL DE CIE

Y ADMINISTMCIÓN PÚBLIC.

UNIVTRSIDAD AUTÓNOMA

FONDO DE CULruRA ECON(

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32 AGRADECIMIENTOS

fue el trabajo ejemplar de nuestros colaboradores, más que cualquier otra

cosa, el qrr" u,rln"trió nuestra aspiración. (También Ies agradecemos su pa-

ciencia.)Finalmente, damos las gracias a nuestras dos científicas naturales fa-

voritas, Marianne Broome Powell y Carol Mason, por haber tolerado este

libro y a sus editores a pesar de que ellas están incluso más ocupadas que

nosotros.

INTRODUCCIÓN

P¡ur J. DIM¡,ccloY WALTER W. POWELT

-\La teona institucional presenta una paradojalEl análisis institucional es tanantiguo como Ia exhortación de Emile Durkheim a estudiar "los hechossociales como cosas", y no obstante es suficientemente novedoso para serprecedido por la palabra nuevo en mucha de la bibliografia contempo-ránealEl institucionalismo tiene la intención de representar un enfoquedistintivo del estudio de los fenómenos sociales, económicos y políticos; sinembargo, frecuentemente es más fácil ponerse de acuerdo sobre lo que noes que sobre lo que es. Hay varias razones para esta ambigüedad: ios estu-diosos que han escrito sobre las instituciones a menudo las han definido de

manera casual; eI institucionalismo tiene distintos significados en diferen-tes disciplinas;', irlcluso dentro de Ia tegría de la organización, los "ins-titucionalistas" difieren en el relativo énfasis que dan a las característicasmicro y macro, en sus ponderaciones de los aspectos cognoscitivo y norrna-tivo de las instituciones, y en la importancia que atribuyen a los intereses ya las redes de relaciones en la creación y difusión de las instituciones.lAunque hay tantos "nuevos institucionalismos" como disciplinas de las

ciencias sociales, q-sJg flbro sólo se referirá a uno de ellos; el que ha dejado suhuella en la teoría de la organización, en especial la rama que se vincula másestrechamente con la sociología. AI presentar los estudios reunidos en este

Iibro, esperamos lograr tres i6iáb. Por un lado, al publicar juntos -lo que

nunca se había hecho-, en la Primera Parte, cuatro trabajos fundamentalescitados a menudo, proporcionamos un buen inicio a los lectores que buscanuna introducción a esta bibliografía.l Por otro lado, los capítulos que siguen(en especial los de la Segunda Parte) profundizan en la agudeza teórica delinstitucionalismo al aclarar ambigüedades en el paradigma y definir losprocesos por los cuales las instituciones conforman la estructura y Ia ac,ción organizacionales. Estos capítuios consolidan el trabajo de la últimadécada y sugieren agendas para investigaci<¡nes posteriores. Por último, lascontribuciones empíricas de la Tercera Parte ejemplifican el potencial ex-

plicativo de la teoría institucional en un campo en que se ha habiado mtlypoco de eila: ei análisis del cambio organizacional. Dos de estos capÍtulos(DiMaggio; Galaskiewicz) analízan el surgimiento de los campos otganiza'

I Scott y Meyer han reüsado cuidadosamente sus artículos para este libro y Zucker ha aña-dido un nlevo-agregado al de ella. Los capítulos de Meyer y Rowan y de DiMaggio y Powellaparecen en su versión original.

33

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34 INTRODUCCIÓN

cionales; otros dos (Fligstein; Brint y Karabel) abordan transformacionessigniñcativas dentro de campos existentes; y los dos últimos capítulos (Orrü,

Biggart y Hamilton; Singh, Tucker y Meinhard) exploran la relación entre

los procósos institucionales y la cornpetencia iiterorganizacional.Es así como en conjunto las contribuciones en este libro se ocupan de los

orlgenes del nuevo inititucionalismo, su presente y su futuro. Exponen ideas

funáamentales, definen y aclaran estmcturas analíticas distintivas y explo-

ran los temas del cambió, conflicto y competencia que hacen que el análisis

institucional se relacione más estrechamente con los intereses de los estu-

dios de la organización y con la teoría social contemporánea'Esta Introáucción conforrna un contexto para los capítulos del libro. No

presentamos un panorama general ni un estudio crítico del nuevo institu-cionalismo en la leorla de la organización; tampoco ofrecemos una agenda

de investigaciones. Las contribuciones a este libro se encargan de ello muy

eficienterientello que haremos en las siguientes secciones será ubicar lateoría "neoinstiiúcional" de la organización que se presenta aquí, primero,

entre los varios institucionalismos contemporáneos, en particular aquellos

de la economía y de las ciencias políticas; y segundo, dentro de las discipli-nas de la sociologla y de los estudios de la organizacíón, en ambos casos

con respecto al "v1ejo" institucionalismo y a los desarrollos independientes,pero convergentes, en Ia teoría sociológica.,iTerminaremos esta Introduccióncon l. expoJición de varias cuestiones diséutibles claves en cuanto al análi-

sis institucional, y mostraremos Ia forma en que los capítulos de este librotratan tales cuestiones.

Et- "Nunvo INsrrrucIoNALISMo" EN EL coNTEXTo DISCPLINARIo

+

l El estudio de las instituciones experimenta un renacimiento en todas las

ciencias sociales.2 En algunos sectores, este desarrollo.es, u¡ra reaqg!ó¡.cqntra

Ia revolución conductuJ de décadas recientes, la cual ilterp¡e¡ó la c,O+dueq

óéonómica y política colectiva como Ia conseCuencia agregada de la,elec-

Ci¿n l.r¿luiáúá1. iot conductiitas consideraban a las instituciones epife-

noméniéas, iá simple suma de las propiedades al nivel individual. Pero su

omisión del contexto social y de la permanencia de las institucionessociales trajo un costo muy alto, especialmente en un mundo en que "las

instituciones sociales, políticas y económicas se han expandido, se hanvuelto considerablemente más complejas y cuentan con más recursos, yprima facie son más importantes para la vida colectiva" (March y olsen,1984, p. 734).

El resurgimiento del interés en las instituciones contempla una tradición

2 para una discusión de las definiciones de institución, institucionalizado e instituciona-liZación véanse los capltulos de la Primera y la Segunda partes, en especial los de Jepperson(cap. v) y Scott (cap. vl).

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INTRODUCCIÓN 35

más antigua de la economía política, asociada con Veblen y Commons, que

,. .orr...tt*ba en los mecanismos mediante los cuales ocurría la acción so-

cial y económica; contempla también los esfuenos de funcionalistas como

Parsbns y Selznick para comprender las interconexiones duraderas entre laorganizáción política, la economía y la sociedad. Esas tradiciones se des-

préstigiaron no porque hicieran las preguntas equivocadas, sino porqueproporcionaban respuestas demasiado descriptivas e históricamente espe-

.ifiiut, o tan abstractas que carecían de efectividad explicativa. El esfuerzo

actual para conjuntar los motivos de investigación de estas tradiciones con

los desarrollos contemporáneos en la teoría y el método es no sólo un retor-no a las raíces académicas, sino también un esfuerzo por proporcionar res-

puestas nuevas a preguntas üejas acerca del modo en que los arreglos insti-tucionales confo.*ui, median y canalizan las elecciones sociales.--

Una corriente distlnta del pensamiento institucional proviené de campos

como la ¡qacrqEgciologÍ4, la.histgqia qocial y log estudios culturales, en que

el conduótismo nunca ar:raigó,¡,En estos campos, las instituciones siemprese han considerado elementos básicos para la construcción de la vidasocial y polÍtica. Nuevas perspectivas de la antropologÍa, la historia y Iateoría social continental ponen en tela de juicio las variedades determinis-tas tanto del funcionalismo como del indiüdualismo y ayudan a entendercómo se construye socialmente el significado y cómo la acción simbólicatransforma las nociones de la agencia. Esta corriente sugiere que las refe-

rencias individuales y categorías básicas del pensamiento como la perso-

nalidad, la acción social, el Estado y la ciudadanía son conformadas porfuerzas institucionales.

Dentro de los estudios organizacionales, la teoría institucional ha res-pondido a anomalías empíricas, al hecho de que, como dicen March yOlsen (1984 , p. 747), "1o que observamos en el mundo es incongruente con

la forma "tt

q.t" las teorías contemporáneas nos piden que hablemos". Los

estudios del cambio organizacional y político habitualmente señalan des-

cubrimientos difíciles de compaginar ya sea con las explicaciones funcio-nalistas o con las que se basan en el actor racional (véanse DiMaggio y

Powell, cap. u). Los administradores y los políticos abogan por programasque se estiblecen, pero que no se llevan a cabo; los gerentes reúnen infor-mación asiduamente, pero no la analizan; se contratan expertos, no en

razón de sus consejos, sino para exhibir legitimidad. Esos descubrimientostan comunes de la investigación basada en casos han generado esfuerzos palaremplazar las teorías racionales de la contingencia técnica o de la elección

estrátégica por modelos alternativos que son más consistentes con la realidad organizacional que han observado los investigadores.

No puede esperarse que enfoques de las instituciones basados en terTenos

tan diierentes converjan en un solo conjunto de prerniszrs y metas. De hecho,

hay muchos institucionalismos nuevos --en la economía, teorla de Ia orga-nización, ciencia política y elección pública, historia y sociología- casi

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3ó INTRODUCCIÓN

desvinculados, excepto por una convicción común de que los arreglos insti-tucionales y los procesos sociales son importantes. En esta breve reseñasólo nos concentraremos en algunas de las principales tendencias y las con-trastaremos con el "nuevo institucionalismo" en el análisis organizacional.3

La nueva economla institucional

La tradición analítica que inició Coase (1937, 19ó0) y reforzó Williamson(1975, 1985) ha sido retomada por hist<¡riadores de la economía (North, 198 1 ),estudiantes de leyes y economía (Posner, 1981), teóricos de juegos (Schotter,1981) y economistas organizacionales (Alchian y Demsetz, 1972; Nelson yWinter, 1982; Grossman y Hart, 1987).4

La nueva economÍa institucional añade una saludable dosis de realismoa los supuestos usuales de la teoría microeconómica. Los individuos procu-ran maximizar su conducta hacia ordenamientos prioritarios estables yconsistentes, pero lo hacen, argumentan los economistas institucionales,en presencia de límites cognoscitivos, información incornpleta y dificulta-des en el seguimiento y capacidad para hacer cumplir los acuerdos. Lasinstituciones surgen y persisten cuando confieren beneficios mayores quelos costos de transacción (esto es, los costos de negociación, ejecución ycumplimiento) en que se incurre al crearlas y mantenerlas.I I-a nueva economía institucional considera a Ia transacción la unidad pri-

maria de análisisiLas partes en un intercambio desean economizar en loscostos de transactión e.r un mundo en que la información es costosa, en quealgunas personas se conducen de manera oportunista y en que la raciona-lidad se ve constreñida. Por consiguiente, es entender de qué forma atribu-

3 Al hacerlo, nos interesan más las tendencias centrales que las excepciones. Aunque elneoinstitucionaiismo en la economía y en la ciencia política surgió en oposición al atomismomás que a los modelos de la acción racional, muchos economistas científicos políticos hanpuesto en tela de juicio (y han modificado en sus modelos) elementos clave de los enfoques dela elección racional que han dominado sus campos. Por otra parte, enfoques como el de laeconomía del costo-tmnsacción y de la teoría de la agencia han incursionado en el análisis or-ganizacional y en la sociología. Para complicar alin más las cosas, los usos previos de instituciónpersisten en la sociología (donde institución a veces se refiere a complejos de agentes interre-lacionados y ámbitos como ley, religión, medicina, familia o Estado), la ciencia política (dondeel trabajo institucional incluye explicaciones históricas o ricamente descriptivas de unidadespolíticas como las agencias del Estado o las legislaturas) y la historia (donde institucional a

veces se refiere a estudios de constituciones y reyes). Nuestro punto no es que cualquier disci-plina presenta un frente unificado, sino que las variaciones en el trato que las diferentes dis-ciplinas dan a las instituciones tienden a ser mayores que las variaciones dentro de ellas.

a Putten¡ran (198ó) proporciona un excelente panorama de esta bibliografía y ofrece selec-ciones de artlculos importantes en esta tradición. Como ha indicado Richard Nelson en uncomunicado personal, el nuevo institucionalismo en la economía contrasta fuertemente corllo que se üegó a conocer como "la economía institucional". Esta última, asociada con académi-cos de principios del siglo xx como John Comrnons y Thorstein Veblen, era muy sociológicaen su insistencia en las costumbres, la economía política y el particularismo histórico de lasinstituciones económicas.

INTRODUCCIÓN 37

tos específicos de las transacciones -como la particularidad de los activos,

la incertidumbre y la frecuencia- originan clases específicas de institu-ciones económicas,' Según esos economistas organizacionales, las insti-tuciones reducen la iñcertidumbre al proporcionar estn¡cturas confiables yeficientes para el intercambio económico (North, 1988U

A pesar de los supuestos compartidos, hay puntos de divergencia aundentro de la nueva teoría institucional. En particular, hay diferencias en larnanera de tratar los costos de transacción, las contiendas en cuanto a loóptimo de las instituciones y la inrportancia expectativa diferencial dada alEstado y a la ideología. Wiiliamson (1985) ve el oportunismo (la búsquedacon dolo del interés propio) como una fuente fundamental de los costos det;:ansacción. En contraste, Mathews (1986) hace hincapié en los costos pu-ramente cognoscitivos al organizar y supervisar las transacciones, inclusocuando los participantes son honestos. North (1984) también define loscostos de transacción rnás ampliamente, considerándolos gastos generalesde la manutención de un sistema de derechos de propiedad, bajo condicio-nes de especialización creciente y de una compleja diüsión del trabajo.

Otro problema no resuelto se refiere al grado en que las institucionesrepresentan respuestas óptimas a las necesidades sociales. En mucha de labibliografía sobre el tema se encuentra, para usar el término de Kuran(1988, p. 144), un aire de "funcionalismo optimista, un modo de explica-ción por medio del cual los resultados se atribuyen a sus consecuenciasbenéficas". Por ejemplo, Williamson (1985) dice implícitamente que seejerce una considerable previsión en el desarrollo de los arreglos institucio-nales y que ia competencia elirnina ias instituciones que se han vuelto inefi-cientes. Por el contrario, Akeriof (1976) demuestra que las institucionespueden persistir aun cuando no sin'an al interés de nadie. Por ejemplo, aun-que todos puedan quedar peor bajo un sistema de castas, los individuosracionaies pueden acatar sus norrnas porque no desean arriesgarse al ostra-cismo. En otras palabras, urTavez que se establecen las instituciones, pue-den persistir aunque sean subóptimas colectivarnente (Zucker, 198ó).

Nelson y Winter (1982), quienes adoptan un enfoque evolucionista, con-sideran las instituciones productos finales de la variación, selección yretención aleatorias, antes que de la previsión individual. Nonh (1988) ar-gumenta que las instituciones son conforrnadas por factores históricos que,limitan el rango de opciones abierto a quienes toman las decisiones; así,producen diferentes resultados que ios implicados por una teoría de eleccio-nes ilimitadas y respuestas estratégicas. Mathews (198ó) argumenta que lainercia juega un importante papel en la persistencia institucional. Inclusocuando las instituciones no se sometan a las demandas de determinadosambientes, pueden perdurar porque, como sugiere North, Ios beneficios po-sibles por cambiar{as son superados por los costos de hacer los cambios. Deeste modo, para North y otros, lo.g costos de transacción de cambio institu-cional proporcionan a las instituciones una especie de amortiguador.

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38 INTRODUCCIÓN

;_North es de los pocos economistas que prestan atención a la importanciaque tienen la ideología.y el !,st4do en el mantenimiento de las institucio-nes.$ medidi que los intercambios entre los individuos se vuelven más

espétlallzados y complejos, los contratos requieren de una tercera parteque los haga cumplir, demanda satisfecha por instituciones políticas, que

áesempenán un papel positivo en la especificación y en la salvaguarda de

los derechos de propiedad. Pero la forma en que los Estados definen los de-

rechos de propiedad varía mucho, y los ciudadanos pueden considerar a

las instituciones políticas más o menos legítimas, dependiendo de sus ideo-logías. Cuando el consenso ideológico es elevado, la conducta oportunistase ve limitada. Cuando es bajo, los costos de contratación son más altos y se

gasta más energla en los esfuerzos por el cambio institucional. De este

modo, el consenso ideológico representa un sustituto eficiente de las reglas

fórmales.

Itt teoría positiva de las instituciones

Ha surgido un nuevo institucionalismo en el campo de la política comoreacción a las concepciones previas del comportamiento político que eran

atomistas no sólo por su visión de la acción como producto de individuosracionales orientados a metas (posición que muchos "teóricos positivos"todavía comparten), sino también por su concepción abstracta y asocial de

los contextos en los que se persiguen estas metas. Una rama del institucio-nalismo de Ia ciencia polítical(la f-qg.fía pos!Lr.¡1) se concentra en las insti-tuciones políticas nacionales; otra (la teorÍa áel régimen) trata de las relacio-nes internacionales.ila teoría positiva áe las instituciones está interesada en la toma de deci-

siones políticas, especialmente en las formas en que las estructuras políticas(o instituciones) conforman los resultados politicostr(Shepsle, 1986). Las

versiones atomistas de la teoría de la elección social,"á las que da respuesta

este trabajo, predecían decisiones inestables y paradójicas bajo las reglas de

votación mayoritaria. Sin embargo, la vida política no se encuentra en unconstante flujo; de hecho, la característica primordial de la política de los

Estados Unidos es su estabilidad general (Moe, 1987). Entonces, ¿qué expli-ca esa estabilidad? La respuesta que dan los institucionalistas en las ciencias

políticas es que las reglas legislativas eliminan gran parte de la inestabilidadinherente en los sistemas puros de votación mayoritaria'

Este enfoque complementa la nueva economía institucional en su esfuerzo

porvincular los intereses del actor con los resultados polfticos. Se conside-

ian los acuerdos institucionales que estructuran la política de los Estados

Unidos respuestas a problemas de acción colectiva, los cuales surgen pre-

cisamente porque los costos de transacción del intercambio político son

elevados. Shepsle describe las instituciones políticas como "acuerdos e.t

ante e\cuanto a la estructura de cooperación" que "economizan en lós cos-

INTRODUCCIÓN 39

tos de transacción, reducen el oportunismo y otras formas de desvlos de la

agencia y, por tanto, aumentan las posibilidades de beneficios por medio de

la cooperación" (198ó, p.74). De esta manera, las instituciones políticaspropician estabilidad en la vida política'-

Lá mayor parte de la investigación de los teóricos positivos trata de las

características estructurales relativamente fijas del Congreso de los Es-

tados Unidos: los poderes de los comités del Congreso para fijar la agenda

y las reglas que definen los procedimientos legislativos y las jurisdiccio-nes de los comités (Riker, 1980; Shepsle y Weingast, 1981, 1987; Weingasty Marshall, 1988). Los modelos de elección pública que son la base de lainformación de estos trabajos dan una importancia especial, por ejemplo, a

la mecánica de la acción legislativa, a la distribución de los poderes paraestablecer la agenda, a Ia secuencia en que se deben hacer las propuestas ya la asignación de los derechos de veto (Shepsle y Weingast, 1987; Ostrom,1986; Shepsle, 1986, 19S8). Los modelos en esta tradición con frecuenciaemplean ripresentaciones del principal/agente para estudiar los esfuerzosde un actor político (por ejemplo, un subcomité del Congreso) por contro-lar a otro (por ejemplo, una agencia federal)'

La imagén general que proporciona esta línea de estudio es que la polí-tica del Cóngreso depende en gran medida de los poderes para establecer la

agenda inherentes en las reglas legislativas. La explicación del poderosopápel de centinelas que desempeñan los comités legislativos "radica en las

reglas que gobiernan la secuencia de las propuestas, las enmiendas y en

especial del veto del proceso legislativo" (Shepsle y Weingast, 1987, p. 86).

Li estructura de las reglas políticas se adapta muy bien al flujo y reflujo de

las agendas de los políticos, y las reglas pueden sobreviür fácilrnente cuando.,t ufoyo original disminuye. Como resultado;se considera que las reglas le-

gislalivas son fuertes, que resisten en el corto plazo las presiones políticas yque en el largo plazo limitan las opciones que pueden seguir libremente quie-

nes toman las decisiones.,El científico pohtico terry Moe ha criticado severamente el institu-

cionalismo de elección racional por hacer hincapié en los mecanismos for-males del control legislativo con exclusión de los métodos indirectos, nointencionales y sistémicos (Moe, 1987, p. 291).pas características dinámi-cas e inforrnaies de las instituciones están ausintes de los modelos de re-glas y procedimientos de la teoría positiv"¿jEn una historia analítica de Ía

Ñational Labor Relations Board (NI-nn) (Junta Nacional de Relaciones Labo-rales) de lm Estados Unidos, Moe demuestra cómo la agencia transformó su

propio ambiente político y destaca la dependencia mutua y vital que se des-

á.róttO entre la NLRB y sus integrantes. También pone de relieve el papel de

las normas y estándares informales de profesionalismo en la conformaciónde las relaciones de la junta con el Congreso. No obstante, Moe concluyeque, a pesar de sus defectos, el nuevo institucionalismo en la economla y en

lá política promete una teoría de la elección racional general de las institu-

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40 INTRODUCCIÓN

ciones sociales. Nosotros Somos menos optimistas, en parte porque el exce-

lente trabajo de Moe dernuestra que este enfoque se conc_entra sólo en los

aspectos más formales y fijos del proceso político. Aunque hay interés por Ia

forma en que surgen lás instituciones, la mayor parte del análisis trata las

reglas y los proceáimientos como determinantes exógenos de la conductapolítica.

Lo s regí menes internacionales

La segunda línea del nuevo institucionalismo en las ciencias políticas ha

surgiáo en el campo de las relaciones internacionales. En éste, Ios estudio-

.or-h.r, rechazado un punto de vista caótico, en alguna ocasión popular,

de las relaciones internacionales y se han ocupado de las condiciones en

ias cuales se da Ia cooperación internacional, alavez que han examinado las

instituciones (regímenes) que promueven la cooperación (Krasner, 1983;

Keohane, 1984, 1988; Young, i98ó).f,:Los regímenes internacionales son

acuerdos multilaterales que resuitan de, y a la vez facilitan, Ia conductacooperativa por medio de Ia cual los Estados ¡egulan sus relaciones entre sí

d"ni.o del carnpo de un tema en particular,.hlgunas de esas institucionesinternacionaies (por ejemplo, las Naciones Unidas o el Banco Muridial) son

organizaciones formales; otras, como el régimen internacional de dinero y

coioe.cio (el A.cuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y cornercio)(cerr), son conjuntos complejos de reglas, estándares y agencias. Los regí-

menes son instituciones ya que se basan en, dan homogeneidad a, y repro-

ducen las expectativas normales, y al hacerlo estabilizan el orden interna-cionai.

El trabajo inicial sobre los regímenes se apropió sin resewa del lenguaje

y de tras arrnas conceptuales de Ia teoría de juegos y de la economía institu-cional y consicleró que Ia escasez y la competencia eran característicasbasicas del sistema internacional. Se pensaba que las naciones-Estado eran

egoístas maximizadoras de la utilidad que, no obstante, tenían poderosos

incentivos para concertar acuerdos limitadoles a fin de aumentar al nláxi-mo su bienestar en el largo plazo (Young, 198ó). Si no se obtuviera ningún

beneficio por los acuerdos internacionales o si se pudiera sostener la coope-

ración sin costo alguno, los regímenes internacionales no surgirían- La ló-

gica es similar a la del trabajo sobre la pcllítica nacional: los regímenes

áparecían donde los costos de comunicaciones, supervisión y cumplimien-tó eran bajos en comparación con los beneficios que se derivaban de ellos.

De este modo, las naciones, en un esfuerzo por obtener ganancias conjun-

tas, acuerdan vincularse a regímenes que posteriormente limitan su liber-

tad de acción.¿. Más recientemente, los estudiosos de las relaciones internacionales han

É*p""udo a poner en tela de juicio el valor del enfoque del actor-racionai

"r, "l .*o de las instituciones internacional:,:::Co-o señala Keohane (1988'

INTRODUCCIÓN 4I

p. 388), "deja sin responder la pregunta de qué clases de instituciones se

desarrollarán, a quién beneficiarán y qué tan efectivas serán". Evidente-mente, muchas instituciones internacionales no son óptimamente eficien-tes y, si se reconstruyeran, sin duda tendrían un aspecto muy dif'erente.iNoobstante, Ios regímenes irnperfectos sobreviven debidc a que los costoshundidos, Ios grupos de presión y ia dificultad de concebir alternativashacen que sea sensito'Uóiisérvarlos. -.1

La insatisfacción con el enfoque basado en el actor racional ha hechoque algunos estudiosos desarrollen una indagación más sociológica, la cualreconoce que las "instituciones no sólo reflejan las preferencias y el poderde Ias unidades que las constituyen; Ias mismas institucic¡nes conformanesas preferencias y ese poder" (Keohane, 1988, p. 382; véanse también Kra-tochwil y Ruggie, 198ó; Krasner, 1988). En este punto de vista más orientadoa los procesos. las instituciones designan a los actores y alavez ios lirnitan,y surgen intereses dentro de contextos normativos e históricos particu-lares.tEntender cómo piensan quienes hacen las políticas acerca de las re-glas y estándares internacionales, y los discursos polÍticos que emplean,es crítico para cualquier análisis de política internacional. i

Tanto el enfoque basado en el actor-racional como el más sociológico delas instituciones internacionales están mejor desarrollados teóricamente:hay poca investigación sobre por qué los regimenes se desatrollan más enalgunas áreas qr,re en otras; tampoco sabemos qué factores explican Ia per-sistencia de los regímenes"5 Lo que resulta evidente es que las institucionesinternacionales son duraderas y con ello conforman y limitan las relacio-nes entre los Estados, por Io que es una tarea irnporlante cornprender la for-ma en que esas institucioñes se desarrollan, persisten y terminan.

Puntos de divergencia

Las disparidades entre los diferentes enfoques se ilustran por sus variadasdefiniciones de institución. Los cientÍficos políticos en ia tradición teóricadel juego de la eiección racional consideran a Ias insiituciones "gustos con-gelados" temporalmente (Riker, 1980), estructuras de "reglas, procedimien-tos y acuerdos" (Shepsle, 198ó) o "prescripciones acerca de las accionesregúeridas, prohibicias o permitÍda." (Ott--, 198ó)iLa nueva economíainstitucionai, en particular la rama establecida en la historia econónrica,sostiene que "las instituciones son regularidades en interacciones repetiti- ivas [...] costumbres y r"eglas que proporcionan un conjunto de incentivos y '

desincentivds para los indir"iduos' {North, 198ó, p. 231).La economía de la

s Véase Young (198ó) para una cuidadosa revisión de los primeros trabajos sobre los re-gímenes. Cntica la vaguedad y desconcertante elasticidad de los conceptos clave, pero sugiereque este trabajo representa una importante nueva línea de pensamiento sobre las relacionesinternacionales,

Page 7: El Nuevo Institucionalismo

42 NTRODUCCIÓN

organización concibe las instituciones como estructuras de gobierno,acuerdos sociales ajustados para reducir al mlnimo los costos de transac-

ción (Williamson, 1985).En las obras sobre las relaciones internacionales, los regfmenes se de-

finen como "conjuntos de principios, norrnas, reglas y procedimientos de

toma de decisiones implícitos o explícitos en torno a los cuales convergenIas expectativas de los áctores en determinada área de las relaciones inter-nacionales" (Krasner, 1983, p. 2). Lo que distingue esta Iínea de investiga-

ción de los enfoques de la elección-racional es su elemento específicamente

normativo -se áefine en los patrones de conducta en términos de costum-

bres y obligaciones, un enfoque que acerca este trabajo mucho más a la tra-

dición .o.iolOgi"u-, De hecho, la definición que da Young (1986, p' 107)

de una institución -"prácticas

reconocidas que consisten en funciones fá-

cilmente identificablei, junto con una serie de reglas o convencionalismosque dirigen las.relaciones entre los poseedores de esas funcions5-" s6¡-cuerda con gran parte del trabajo reciente de la sociología.

A medida que pasamos del nuevo institucionalismo en la economía y en \ .,-

Ia elección páUti.u al nuevo institucionalismo en la teorÍa de los regÍmenes ' ' ,*iü?' ^ *y en la teoá de la organización, el término institución toma un significado , "^ü{f'álferente.ilp,n los pririeros enfoques, las instituciones son producto del di- 'vr:'*i-seño humáno, rezultado de acciánes útiles realizadas por individuos orien-

tados instrumentalmente. Pero en los segundos, aunque las institucionesciertamente son el resultado de la actividad humana, no Son necesariamen-

te producto de un diseño consciente.Óonsidere la institución del Estátio soberano, noción con una anti-

güedad de más de 300 años que se desarrolló lentamente. El principio de la

ioberanía es bien conocido -implica reciprocidad entre las naciones-

Estado, crea funciones y estatus bien definidos y conlleva ser miembro de

un sistema internacional-. Pero la institución del Estado soberano moder-

no no puede atribuirse a los esfuerzos conscientes de grupos sociales espe-

cíficos. Tampoco puede reducirse fácilmente la complejidad del Estado

moderno u ,r.tidudér de análisis más pequeñas, ni se le puede describir ade-

cuadamente por medio de técnicas simples de agregación. Qe-hecho, esas

instituciones son relativamente constantes en vista de Ia con$iderable rota-

ción entre los miembros individuales y quienes ocupan los cargos públicos,

y con frecuencia se adaptan a la demandas idiosincrásicas de quienes desean

influir en ellas.El nuevo institucionalismo en la teoría de la organizaciÓn y en la socio-

logía comprende el rechazo de los modelos del actor-racional, un interés

en las instituciones como variables independientes, una nueva orientación i

hacia las explicaciones cognoscitivas y culturales y un interés en las pro-

piedades de las unidades de análisis supraindividuales que no pueden ser I

reducidas a agregados o a consecuenciai.directas de los atributos o motivos

de los indivi¿i-,oi. iB" la tradición sociológica, la institucionalización es un

INTRODUCCIÓN 43

"proceso fenomenológico por el cual algunas relaciones y acciones sociales .,

llegan a darse por sentado" y un estado de cosas en que los conocimientos ;

coá¡aitidos définen "lo que tiene significado y las acciones que son posi- '

bles'; (zucker, 1983, P. 2).:En tanto'que economistas y teóricos de la eleccióh

púb-lica frecuentementé'toman in st it uc ión y convención como sinónimos,sociólogos y teóricos de la organiiáéiéñ?iiitringen el primer término a aque-

, llas convenciones que, lejos de ser percibidas como meras conveniencias,

¡jitoman un estatus con carácter de norma en el pensamfgnto y acción social" ,

'"(llt"y". y Rowan, cap. I; Jepperson, eá¡i. ?; Dougláí, '198i6ii, pp. a6-a$En este qentido, entonces, el enfoque sociológico de las instituciones es

más restrictivo que el de la economÍa y la elección pública: sólo algunasclases de convenciones califican. Por otra parte, con respecto a la clase de

cosas que se pueden institucionalízar,la sociología es mucho más abierta,.,Mientras que la mayorÍa de los economistas y de los científicos políticos se

concentran exclusivamente en las reglas econórnicas o políticas del juego,

J.q¡ lB..eiolggos encüentran insliluciole-S 9n todas partes, desde los apreto-

"éi áé ritu"á'háita ioS dépáiiamóntoi de planificación estratégica, pasando

por los matrimonios. Además, los sociólogos consideran que las conductasion potencialmente institucionalizables en un amplio campo, desde la com-p."nrió.t dentro de una familia hasta los mitos de Ia racionalidad y el pro-greso en el sistema mundial (Meyer y Rowan, cap' I).

El nuevo institucionalismo en la teoría de la organización tiende a enfo-carse en una parte amplia, pero finita, de la cornucopia institucional de lasociología: las estructuras y los procesos organizacionales que abarcantoda Ialndustria, con un alcance nacional o internacional. De hecho, el

nuevo institucionalismo en el análisis organizacional toma como punto de

partida Ia sorprendente homogeneidad de prácticas y acuerdos que se en-

cuentran en el mercado del trabajo, escuelas, Estados y corporaciones(DiMaggio y Powell, cap. II; Meyer y Rowan, cap. I)' La calidad constante yrepetitiva de mucha de la vida organizada puede explicarse no simple-ménte en relación con actores individuales maximizadores, sino más biencon un planteamiento que localiza la persistencia de las prácticas tanto en

su calidad dada por sentado com,o en su reproducción en estructuras que

en cierta medida se sostienen a sí mismas (véase Zucket, cap. m).De estas diferencias definitorias se deriva una segunda línea divisoria

entre los variop "institucionalismos". ¿Reflejan las instituciones las prefe-rencias de los individuos o actores empresariales, o representan resultadoscolectivos que no son la simple suma de intereses individuales? La mayoríade los economistas institucionales y de los teóricos de la elección públicasuponen que los actores erigen instituciones que logran los resultados de-

r"idor y que raras veces preguntan de dónde provienen las preferencias o

.r.ur u""ét consideran los mecanismos de retroinformación entre losintereses y las instituciones. Seguramente las opciones de los actores están¡

limitadas por los costos hundidos en los acuerdos existentes y sus estrate-

Page 8: El Nuevo Institucionalismo

44 INTRODUCCIÓN

gias pueden incluso tener efectos no intencionales. Pero lo que predomina

ér, "rto,

enfoques es una visión de los acuerdos institucionales como solu-

ciones adaptu^bles a los problemas de oportunismo, información imperfec-

ta o asimétrica y supervisión costosa'

Laramadel instiiucionalismo rnás orientada a la sociología rechaza esta

orientación por varias razones. Primero,flos individuos no eligen libremen-

te entre las instituciones, costumbres, nórmas sociales o procedirnientos

legales. Uno no puede decidir divorciarse de una nueva manera' o jugar

aiádrercon reglai diferentes, u optar por no pagar impuestos' L<¡s teóricos 'de la organi zicíónprefieren modelos que no sea' de elección, sino de ex- 'pectativás que se dán por hecho, y suponen que "los actores asociandeter-

minadas acciones.on d"t.t-inadas situaciones mediante reglas de lo que

es adecuado" (March y Olsen, 1984, p. 741) adquiridas por medio de la so-

cíalizacíón,la educación, la capacitación en ei trabajo o la aceptación de

convenciones. Los individuos se enfrentan a elecciones tc¡do el tiempo'

pero al hacerlo buscan orientación en la experiencia de otros en sitr¡acio-

nes semejantes y en relación con los estándares de obligación' I

Ademas, los institucio'alistas sociológicos dudan que se púedan enten-

der adecuadamente las elecciones y preferencias individuales fuera de las

estructuras culturales e históricas en que se encuentran. La gente en dife-

rentes sociedades o esferas institucionales sostiene, en diversos tiempos,

supuestos distintos sobre ios intereses que motivan la acción legítima, bajo

."yo, u"rpicios pueden actuar las personas o las colectividades, y sobre

Ias formas de acciórr adecuadas. Lá misrna noción de elección racional

refleja rituales y mitos seculares rr¡odernos que constituyen ylimitan la

acciár, legítima (véase Jepperson y Meyer, cap. 'III;

Friedland y Alford,

cap. x).Ü., t...." punto de disputa entre las variantes económica/elección públi-

ca y sociológica de la teoia institucional se refiere a la autonomía, plastici-

áaá y efi.iJ"cia de las instituciones. ¿Se adaptan las i'stituciones a Ios

intereses indivirluales y responden rápidamente al cambio, o evoluciona-

ron con mucha lentituci y en formas que comúnmente no se prevén?

Algunos institucionaiittuu "tt las ciencias políticas y- en la economía

.."oio""n que las instituciones no son fácilmente maleables'$Los acuerdos

institucionajes limitan la conducta individual al hacer que algunas eleccio-

nes no sean viables, eliminar determinados cursos de acción y restringir

ciertos patrones de asignación de recursos*lor ejemplo' Shepsle (198ó'

1989) h; argumentado-que instituciones póliti.us como la estructura de

comiiés del bongreso y su sistema de rango según la antigüedad deben eli-

minarse si se quiere que los polÍticos hagan compromrs-o-s creíbles'

Además, los economistai Richarcl Nelson y Sidney Winter (1982) destacan

el papel de las normas, reglas y cultura en el cambio organizacional' y

."iiiiitu-"trte descalifican la opinión de que la competencia en el merca-

do us"g.rru Ia seiección de estructuras y procesos organizacionales eficien-

INTRODUCCIÓN 45

tes. Pero tal trabajo, aunque importante, es una excepción; la mayoría de

los teóricos y economistas de la elección pública que estudian las institu'ciones las cónsideran provisionales, lugares de reposo en el camino hacia

una solución de equilibrio eficiente'Los sociólogos organizacionales encuentran la historia adaptable menos

convincente. En su opinión, las conductas y estructuras clue son institucio-

nalizadas por lo común cambian más lentamente que las que no lo son'ó

(En realidád, dada la distinción entre convención e institución señalada

antes, esto es casi cuestión de definición.) Los sociólogos están de acuerdo

con los estudiosos partidarios de la eiección racional en que !a interdepen-

dencia técnica y los costos físicos hundidos son en parte responsables por

la inercia institucional. Pero éstos no son los factores únicos o los más

importantes. Los acuerdos institucionales se reproducen porqu: frecuente-

*".tt" los individuos ni siquiera pueden concebir alternativas adecuadas (o

porque consideran irreales Ias alternativas que conciben)'7 las institucio-

""r tro sólo limitan las opciones: establecen los criterios por los que las per-

sonas descubren sus preferencias. En otras palabras, algunos de los costos

hundidos más importantes son cognoscitivos.Cuando el cambio organizacional sí ocurre es probable que sea episódico

y dramático, como respuesta a un cambio institucional a macronivel, en vez

de incremental y gradual. El cambio fundamental ocurre en condiciones en

las que los acueidós sociales que han sostenido los regímenes institucionales

repentinamente parecen problemáticos (véase Por.vell, cap. uD. Mientras los

ectnomistas y loi científicos políticos ofrecen explicaciones funcionales de

Ias formas "t q,r" las instituciones represenlan soluciones eficientes a los

problemas de la gobernabilidad, los sociólogos rechazan las explicaciones

iuncionales y se Concentran, en cambio, en las formas en que las institucio-

nes cornplicán y constituyen las vías por las que se buscan las soluciones.

Er ¡¡uEvo INSTITUCIoNALISMo Y LA TRADICIÓN soclolÓGlcA

El nuevo institucionalismo en el análisis organizacional tiene características

sociológicas, Esta perspectiva destaca las formas en que se estructura la

acción ! se hac" posible el ordep rnediante sisternas compartidos de reglas

que a la vez limitan la tendencia y la capacidad de los actores para optimi-zar, y privilegian algunos grupos cuyos intereses son asegurados por las san-

ciones y recompensas prevalecientes. No obstante, el neoinstitucionalismoen el análisis organizacional no es sirnplemente la antigua sociológía con

etiqueta nueva; difiere de manera sisternática de ios enfoques sociológicos

ó Sin embargo, en circunstancias de un cambio cultural rápido en lo social, las organiza-

ciones ouedenlncorporar nuevos elementos en el ambiente institucional a una tasa rápida.

Agradeiemos a John Meyer por esta observación, que se ilustra en Thomas, 1989.

7 Agradecemos a Ron Jepperson esta última obseruación'

Page 9: El Nuevo Institucionalismo

46 INTRODUCCIÓN

anteriores de las organizaciones e instituciones. Para explicar las diferen-cias, empezamos esta sección con una descripción de la relación entre el

neoinstitucionalismo y el viejo institucionalismo en la teoría de la organi-zación. Esta discusión nos lleva a considerar las afinidades entre el nuevoinstitucionalismo y las corrientes más amplias en la teoría social anglo-americana y la europea, en particular el desarrollo en la teoría de la acción'

El nuevo y el vieio institucionalismo

Si uno pudiera asignar una fecha de nacimiento al nuevo institucionalismoen los estudios organizacionales, tendría que ser 1977, año en que JohnMeyer publicó dos artículos novedosos, "The Effects of Education as an

Institution" ["Los efectos de Ia educación como institución"] e "Institu-tionalized Organizations: Formal Structure as Myth and Ceremony" ["Lasorganizaciones institucionalizadas: la estructura formal como mito y cere-mónia"] (con Brian Rowan, cap. I), que establecieron muchos de los funda-mentos del pensamiento neoinstitucional. Sin duda, algunas de estas ideasya eran manifiestas en Ia investigación que Meyer conducía sobre el sis-

tema mundial (Meyer y Hannan, 1979); unas aparecieron en su brillanteartículo sobre ios efectos de "socialízación" de las escuelas en una colec-ción publicada en 1970, y el interés de Meyer en las macroinfluencias sobre

los fenómenos locales es evidente en sus primeros trabajos acerca de los

efectos contextuales en la investigación organizacional (1968). Los artícu-los de 1977 y la posterior fructífera colaboración entre Meyer y W. RichardScott (1983b) aclararon y desarrollaron los principios institucionales en el

contexto de las organizaciones formales. En 1985, cuando Lynne Zucker con-

vocó a una breve conferencia sobre el tema en la ucm (Zucker, 1987), el nú-mero de académicos interesados en los efectos de la cultura, el ritual, laceremonia y las estructuras de mayor nivel en las organizaciones era sufi-cientemente grande para que la teoría neoinstitucional fuera bautizada ymaterializada.

El neoinstitucionalismo tiene sus raíces en el "viejo institucionalismo" de

Philip Selznick y sus asociados; no obstante, diverge sustancialmente de esa

tradición (véase Selznick,1949, t957; y, para una reseña de apreciaciónpero crítica, el cap. 5 de Perrow, 198ó). Tanto el viejo como el nuevo enfo-que comparten un escepticismo con respecto a los modelos de organizaciónbasados en el acto racional y cada uno considera Ia institucionalización unproceso dependiente del Estado que hace a las organizaciones menosracionales instrumentalmente al limitar las opciones que pueden seguir.8

Ambos ponen de relieve la relación ent¡:e las organizaciones y sus am-bientes, y ambos prometen revelar aspectos de la realidad inconsistentes

8 Un proceso de cambio de sisterna depende del Estado cuando la probabilidad y dirección del

cambio de un periodo al siguiente son una función del estado dei sistema en el periodo inicial.

INTRODUCCIÓN 47

con las explicaciones formales de las organizaciones.dCada enfoque hacehincapié en el papel dq_lg.g$Jtpa.-en la conformación de la realidad organi-zacional. ,

Dado éf molde racional y materialista de Ia mayoría de los enfoquesalternativos a las organizaciones, estas similitudes muestran una gran con-tinuidad entre el viejo y el nuevo institucionalismo. No obstante, este últi-mo se aleja del primero de manera significativa (lo cual se resume en elcuadro l). Al describir estas diferencias, resaltamos las características cen-trales. Por supuesto, es posible encontrar excepciones indiüduales.s

El viejo institucionalismo era directamente político en su análisis delconflicto de grupo y de la estrategia organizacional. El liderazgo de laAutoridad del Valle de Tennessee, por ejemplo, cooptó el electorado externointencionalmente, modificando los planes agrícolas más populistas de suscreadores para proteger el programa de electrificación rural (Selznick,1949). En contraste, el nuevo institucionalismo por lo común ha dadomenos importancia a los conflictos de interés dentro y entre las organiza-ciones, o bien ha observado la forma en que las organizaciones respondena esos conflictos desarrollando estructr¡ras administrativas muy elaboradas(véase Scott y Meyer, cap. tv). Aunque, como observaremos más adelante,los enfoques institucional y político del cambio organizacional están em-pezando un fructífero diálogo, el punto de interés en el trabajo inicial estabaen los aspectos de las instituciones que tienden a impedir que los actoresreconozcan o actúen en favor de sus intereses (DiMaggio, 1988a).

Por esto,$aunque los viejos y nuevos enfoques están de acuerdo en queJainstitucionhiizqciónlimita la racionalidad o¡g4nizati.va, identifican dife-rerife's- fuentes de limitaciones, ya que,_gl,f_ej.o enfoque hace hincapié ep.]osglupos d9 p1eg1ó,a-lentro de las organizaciones como iéSültádó'dé intei-cambios y alianzas políticas, en tanto que el nuevo da importancia a larelación entre estabilidad y legitimidad y el poder de "acuerdos comunesque pocas veces se expresan explícitamente" (Zucker, 1983, p. 5).i

Dichas diferencias se reflejan en el tratamiento de la estructura organiza-cional en las dos tradicionesi,El viejo institucionalismo ponía de relieve el'1p.sgqro c4mpo.de la interacción inforrr*al" (Selznick, 1949, p.2ó0)

-patro-nes de influencia, coaliciones y corrillos, elementos particularistas en elreclutamiento o la promoción-, tanto para ilustrar el modo en que lasestructuras informales se desvían de los aspectos de la estructura formai ylos limitan, como para demostrar la manera en que los intereses localessubvierten la misión racional que se pretendía de la organización. En con-traste, el nuevo institucionalismo ubica la irracionalidad en ler propia

e Éste es particularmente el caso con respecto al üejo institucionalismo, cuyos límites seconstruyeron de modo retrospectivo para abarcar una variedad de trabajos y autores qlle nose consideraban a sí mismos miembros de una escuela reconocida (Perrow, 198ó). En nuestradiscusión, hacemos referencia especialmente aTosloci classici del viejo institucionalismo, ryaand the Grass Roots (1949) y lzadership in Administration (1957), de Selznick.

Page 10: El Nuevo Institucionalismo

48 INTRODUCCIÓN

Cumno l. El vieio y el nuevo institucionalismo

n¡rnonucclóu

institucionaliza son las formas organizacionales, los componentes estruc-turales y las reglas, no las organizaciones específicas. Así, mientras que elviejo institucionalismo consideraba las organizaciones como todos orgáni-cos, el nuevo institucionalismo las trata como grupos unidos flexiblementede elementos estandarizados.

De esto se derivan otras diferencias importantes: la institucionalización,desde el punto de vista antiguo, establecía un "carácter Iorganizacionalúnico] cristalizado mediante Ia preservación de la.s costumbres y los pre-cedentes" (Selznick, 1949, p. 182; 1957, pp. 38-55). Arraigada en la psico-logía del ego, la noción del carácter implicaba un alto grado de consisten-cia simbólica y funcional dentro de cada institución. Adernás, debido a queel proceso de formación del canícter operaba en el nivel organizacional, sólopodía aumentar la diversidad interorganizacional. Desde el nuevo punto devista, la institucionalización tiende a reducir la variedad, pues opera através de las organizaciones para superar la diversidad en los ambientes lo-cales (DiMaggio y Powell, cap. r; pero véase el agregado de Zucker al cap. ury el cap. vt de scott). Sin embargo, los componentes estandarizacios de iaorganización sólo se vinculan débilmente, y con frecuencia muestran unaintegración funcional mínima (Meyer y Rowan, cap. r). El neoinstituciona-lismo no sólo hace hincapié en la homogeneidad de las organizaciones;también tiende a destacar Ia estabilidad de los componentes instituciona-lizados (Zucker, cap, ul). E,n contraste, para el viejo institucionalismo elcambio era una parte endémica de la relación adaptativa en evolución de laorganización con su ambiente local (Selznick, 1957, p. 39).

Aunque ambos,pl.viejo y el nuevo institucionalismo, rechazan la visiónde la conducta orgTnizacional como una simple suma de las acciones indi-viduales, lo hacen con bases muydiferentesiPara los viejos institucionalis-fáí,'el pioblema tiene menos que ver.on .i't,rp.r"sto de que los individuospersiguen intereses mt.teriales, especialmente ideales (por supuesto, defi-nidos de manera más amplia que en ei'pensamiento utiiitario) -Jos buro-cratas y los influyentes iocales de Selznick eran sagaces estrategas, aun-que no siempre tenían éxito-, qlre con la noción de que los esfuerzos deesos individuos conducen a Ia racionalidad organizacional. Más bien, lasorganizaciones son "instrumentos recalcitrantes" y los esfi,rerzos para diri-girlas producen "consecuencias imprevistas" que nadie puede controlar..Por el contrario, el rechazo que el neoinstitucionalismo hace de la inten-cionalidad se fundamenta en una teoría alternativa de la acción indivi-dual, que destaca la naturaleza no reflexiva, rutinaria y presupuesta de lamayor parte de la conducta humana y considera los intereses y actoresconstituidos por las instituciones (véanse ios capítulos de Jepperson yZucker).

subyacente en estas diferencias se encuentra un abismo entre lo viejo y lonuevo en sus concepciones de las bases culturales o cognoscitivas de la con-ducta institucionalizada. Para los üejos institucionalistas, las formas cognos-

Vieio NueYo

Conflictos de intereses Central Periférico

Fuente de la inercia Grupos de presión Imperativo de legitimidad

É,nfasis estructural Estructurajnformal Papel simbólico de laestructura formal

organización incorporada en La comunidad local El área, el sector o lasociedad

Naturaleza de la incorporación Cooptación Constitutiva

U,ri, a"la institucio;alización Organización El área o la sociedad

ói.re*icu organizacional Cambio Persistencia

n"r.-á. f" cáica del utilitarismo Teorla de la agregación Teoría de la acción

de intereses

Evidencia para la cútica del Consecuencias imprevistas

utilitarismo Actiüdad no refleúva

Formas clave de cognición Valores, norrnas y actitudes Clasificaciones, rutinas,guiones, esquemas

psicología social Teoría de socialización Teoría de la atribución

i"t. "t'g"tt.itiva

de orden Compromiso Hábito' acción práctica

Metas DesPlazadas Ambigr'¿5

Asenda Importancia de la polltica Disciplinaria

estrüctura formal y atribuye la difusión de ciertos departamentcs y proce-

dimientos de operación a l,as influencias interorganizacionales, a la confor-

midad y a la persuasión de las explicaciones cr¡lturales, más que a las fun-

.iorr", qne aáUt" desempeñar (Meyer y Rowan, DiMaggio y Powell' en este

libro).Otra diferencia fundamental entre ios dos institucionalismos es su con-

."ftrraliru.ión del ambiente. Autores de trabajos anteriores (Selznick,

1g49; Gouldner, 1954; Dalton, 1959; Clark, 19ó0) describen organizaciones

que están incorporadas en comunidades locales, a las que se encuentran

v'inculadas por múltiples lealtades del personal y por tratados interorga-

nizacionalei ("cooptáción") que se realizaron mediante una interacción

frente a frente. En óambio, el nuevo institucionalismo se centra en ambien-

tes no locales, ya sean sectores o áreas organizacionales cuyos límites son

más o menos ii-ilu.", a los de las industrias, profesiones o sociedades

nacionales (Scott y Meyer, cap. lv). Los ambientes, desde esta perspectiva'

iienen una influencia más sutil; en vez de ser cooptados por las organiza-

ciones, penetran en Ia organizactón, creando los lentes a través de los cua-

les los actores contemplan el mundo y las categorías de la estructura,

acción y pensamiento (véase la segunda parte)'

Comá ia institucionalización era un proceso en que las relaciones li-

mitantes con ios gmpos locales evolucionaball con el tiempo, ios viejos ins-

titucionalistas consideraban las organizaciones y las unidades que eran

institucionalizadas como el/ocl clave del proceso. Por el contrario, los neoins-

lilucionalistas perciben Ia organización como si ocurriera en los niveles sec-

torial o social, y en consecuencia interorganizacional enlocus. Lo que se

Page 11: El Nuevo Institucionalismo

50 INTRODUCCIÓN

citivas dominantes eran los valores, Ias normas y las actitudes' Las organi-

zaciones se institucionalizaban cuando se les "infundía valor", como fines en

sí mismas (Selznick, 1957, p.17). Las preferencias de los participantes

eran conformadas por las normas, reflejadas en juicios,valorativos. Los

recién llegados a una institución pasaban por un periodo de "socialización"

que condicía a la "interna.l;ización" de los valqres erganizacionales, experi-

mentada como un "éiiiiifiomiso"'El nuevo institucionaiir..ro r. aleja notoriamente de este marco de refe-

rencia esencialmente moral. "La institucionalización es fundamentalmente

un proceso cognoscitivo" (Zucker, 1983, p' 25)' "l-,..qs,qlligaciones nordna;

tivas [...] entrán en la vida social prime.o .o^d'h".hós" que los actores

d$é., to-ut en cuenta (Meyer y Rowan, cap' I)' Los elementos de las insti-

tuciones no son las normas ni ts valores, sino Ios guiones, las reglas y las

clasificaciones que se dan por hecho. Más que organizacio¡es concretas

que producen compromisoi efectivos, Ias instituciones sonabstracciones a

áacroniu.l, "prescripciones racionalizadas e impersonales" (Meyer y Rowan'

cap. r), ,.tipificaciones" compartidas, independientes de cualquier entidad

par.ticulur'a la que pudiera deberse una lealtad moral. Los neoinstituciona-

iistas tiende n i t"ihurur la teoría de la sociali zación, con su imagen de

"cálidos" afectos por la identificación y la internalización' Prefieren psi-

cologías implícih; más frías: modelos cognoscitivos en que los esquemas y

to, irlo.r., hacen que quienes toman las decisiones se resistan a las evi-

d..r".ia, nuevas (eúelson, 197ó; Cantor y Mischel, 1977;Bower' Black y

'furner, l979lTaylor y Crocker, 1980; Kiesler y Sproul, 1982); teorías de

uf."r,diru¡" qr" úu."r hincapié en la forma en que los individuos organi-

zanlainformación con la ayrda de categorías sociales (Rosch et al., 1976',

Rosch, 1978; Fiske, 1982; Fiske y Pavelchak, 1986; Kulik, 1989); y la teoría

de la atribución, por la que los autores infieren los motivos post hoc a par'

tir de los menús áe las explicaciones legítimas (Bem, 1970; Kelly' 1971)'

El institucionalismo y la teoría de la acción

Las diferencias entre el viejo y el nuevo institucionalismos -en su foco

analítico, en la forma de cónsiderar el ambiente, en sus puntos de vista

,oU.. "t

éonflicto y el cambio y en sus imágenes de la acción individual-son considerables. Son tanto Áás notables porque pocas veces son señala-

das: lejos de ofrecer una crítica sostenida del viejo institucionalismo, los

neoinstitucionalistas, cu4ndo se refieren a sus predecesores, tienden a

reconocer la continuidad y a suprimir los puntos de divergencia (pero

véanse Zucker,1983, p. 6; Scott, 1987a,pp.493-495)'-g.r,o.r""r, ¿cuál es la base de este profundo cambio? En cierta medida, el

¿"rpl^ru-i"ito d.l fo.o i"Ori.o .efl"¡u cambios histórióos que han transfe-

¿dá la autoridad formal y la capacidad de organización de élite¡ locqles a

INTRODUCCIÓN 51

niveles mas'"macros" (véanse Scott y Meyer, cap. ry). Pero esto sólo es partede la historia. De igual importancia es una impresionante transformaciónen la forma en que los científicos sociales han llegado a pensar acerca de lamotivación y conducta humana. En las últimas dos décadas ha habido uncambio cognoscitivo en la teoría social, un mar de cambios comparable con elrechazo del utilitarismo que hicieron los teóricos de finales del siglo pasado(Parsons, 1937). Los actuales desarrollos representan un desplazamientodesde la teoría de la acción de Parsons, con raíces en la psicología del egofreudiana, a una teoría de Ia acción practica basada en la etnometodología yen la "revolución cognoscitiva" de la psicología.10 Aunque los analistasorganizacionales frecuentemente han estado a la vanguardia en la apli-cación de esta nueva teoría de la acción a los problemas sustantivos, rarasveces han reconocido el cambio.ll

Se han realizado pocos esfuerzos para hacer explícitos los microfunda-mentos del neoinstitucionalismo (pero véase Zucker, 1.987 , cap. 2). La ma-yoría de los institucionalistas prefieren concentrarse en la estn¡ctura de losambientes, los efectos de los macro y microniveles y la autonomía analíticade las macroestructuras. No obstante, creemos que es importante desarrollaruna base psicológica social a fin de destacar tanto las grandes diferenciasentre los modelos institucionales y los del actor racional, como las desvia-ciones más sutiles de las tradiciones establecidas en la sociología y de losenfoques del análisis organizacional, como las teorías de la dependencia enIos recursos y de la contingencia estratégica.

Estamos de acuerdo en que el lado macro del neoinstitucionalismo, quese expone en detalle en los capítulos de la primera y segunda partes, es cen-tral. No obstante, toda macrosociología se basa en una microsociología, sinimportar lo tácita que sea; mucho de lo que distingue al trabajo neoinstitu-cional se deriva de sus imágenes implícitas (que constituyen los rudimen-tos, por lo menos, de una "teorÍa de la acción" en el sentido de Parsons) delos motivos de los actores, de las orientaciones hacia la acción y de los con-

10 Aunque cognición a veces se refiere a toda actividad mental, nosotros seguimos el usocomún al distinguir enire cognición, por una parte, y el proceso afectivo o evaluativo, por laotra. Yar.cog:nición .nos referimos al razonamiento y a las .bases preconscientes de 1a razón;

,e,14$ificacio-rles, representaciones, guiones, esquemas, sistemas de producción y otros.ll Aqul nuestio argumento es sólo que la teóría institucional de las organizaciones ha par-

ticipado en un cambio teórico más amplio; no nos interesan las cuestiones de prioridad. Unaojeada a los patrones de las citas y a las fechas de publicación sugiere que, excepto por lainfluencia de Garfinkel y Berger y Luckmann en las primeras formulaciones de Meyer yRowan y Zucker, la afinidad entre el institucionalismo organizacional y esas corrientes másamplias es en gran medida de convergencia más que de influencia. Lo que sí parece cierto es

que la revolución cognoscitiva ha alcanzado la teoría institucional antes de dejar su improntaen la teoría social en conjunto, probablemente debido a la presencia dentro de la teoría de laorganización del trabajo novedoso de Herben Simon y James March. Los capltulos de estelibro son evidencia de un provincialismo dentro de la teoría institucional que está dismi-nuyendo a medida que aumenta el conocimiento del trabajo convergente proveniente del exte-rior del campo de los estudios de la organización (véanse Friedland y Alford, Jepperson,Jepperson y Meyer, Powell y Scott).

iliII

ñüc

Page 12: El Nuevo Institucionalismo

52 INTRODUCCIÓN

textos en que actúan. De esto se deriva que para entender el neoinstitucio-

nalismo es necesario sacar a la luz estos supuestos.l2

El trabajo de Selznick y sus colegas tiene una fuerte afinidad con la teoíade parsoni

-no con el trabajo de Parsons sobre la organización (195ó), sino

con la "teoriageneral de la acción" del periodo medio de Parsons (1951;

Parsons y Shils, 1951)-.t: Esa teoría fue influida profundamente por las

Iecturas que hizo Parsons de Freud, a quien consideraba afín a Durkheim"en Ia comprensión de la internalización de Ias normas culturales y de los

objetos sociales como parte de la personalidad" (1937, p. 11)'

És de Ia teoría freucliana de las relaciones-objeto de donde proviene la

insistencia de Parsons en la internalización, compromiso e infusión de valor

a los objetos, témas que también destacan en el trabajo de Selznick¿E-n ei

modelo de Parsons, la relación entre los padres y ei niño sirve de prototipo

para Ia interacción social.iLa tendencia a amoldarse a las expectativas de

tt.o, ,,r.g" "por la senslÉiiidad abrumadora ldei niño] a la reacción de ob-

jetos adultos significativos" (Parsons y Shills, 1951, p' 17)' El seno de la

madre es el primer objeto de apego catéctico (por la libido), pero el niño

gradualmente aprende a generalizar las necesidades, desde las recompensas

áateriales hasta las socioemocionales, los objetos de catexis de los padres a

otras personas y, a la larga, a las abstracciones morales. Con Ias recompen-

,u, ,oiio.-ocionales como incentivo, el niño internaliza las orientaciones

de valor de los padres y adopta internamente estándares de evaluación para

el desempeño áe funciones, de tal manera que el desempeño adecuado,

tanto de él.o-o de otros, se considera de suyo gratificador (Parsons, 1951,

pp.20l-248), con esos valores y disposiciones de necesidades, así como

tón el dominio de un sistema simbólico que hace posible la comunicación,

lcrs niños se hacen adultos Iistos y capaces de a-rpg!-darse a las expectativas

de otros y de desempeñar los papeles sociales que se les han asignado¡ -La

integración de las orientaciones de valor dentro de una colectividad se pos-

tula*como un imperativo funcional: Ios papeles sólo son "institucionaliza-

t2 Nosotros distinguiríamos nuestro punto de vista, que es consis¡ente con la demanda de,'microtraducción" ie collins (1981), del reduccionismo individual (es decir, postular laacción individual motivada como la causa última de todos los fenómenos sociales en un senti-

do analítico). De conformidad con esto, en todos los casos usamos el término acción para

referirnos a la conducta social, sin ninguna de las connotaciones reduccionistas musculares,

.""io*f"r o individuales que algunoJhan asociado con ese término. Agradecemos a John

Meyer, Ron Jepperson y otios l"óto.er de una versión previa por presionarnos con el fin de

q.ró hiaié.u-ot explícitás nuestras razones para concentramos en los microfundamentos en

e^sta ue..iOn, y por aclarar la falta de consenso dentro de la teoria institucional sobre la impor-

tancia relativa del lado "micro".r¡ Ál hacer referencia al periodo "medio", seguimos a Alexander (1987, pp. 53-72). Para

nuestra discusión de Parsons recurrimos a doi obras principales (Parsons y shils, 1951;p^.*"., 1951) que fueron publicadas después de rvt aná the Grass Roo¡s (1949) de Selznick.

Sin embargo, parsons intlgró la teoría de las relaciones-objeto en su modelo de acción

durante h i¿óada de los cuaienta, y Selznick tuvo acceso a sus ensayos (por_ejemplo, Parsons,

fS+ll.n ese periodo. Selznick (t9-57) también aprovechó directamente trabajos sobre la psi-

colcgía del ego.

INTRODUCCIÓN

dos cuando son plenamente congruentes con los patrones de cultura preva-Iecientes y están organizados en torno a las expectativas de conformidadcon patrones sancionados moralmente de las orientaciones de valor com-

, partidas por los miembros de la colectividad" (Parsons y Shils, 1951, p. 23).,

",'_La integración instituciona_1", esto es, "la integración Ce un conjunto de

pátrones de valor comunes con la estructura internal izada de la disposiciónde las necesidades de Ia personalidad de las partes",q es el "fenómeno cen-tral" que se encuentra en la base del orden social (ParSlons, 1951, p.42).

Este resumen telegramático difícilmente hace justicia a Ia riqueza e inge-nio de la explicación de Parsons. Parte de lo que hemos omitido -los nume-rosos puntos en que Parsons presenta oportunidades para el conflicto o dafluidez a su sistema, o su exposición sobre mecanismos adicionales quecomplementan el consenso normativo para asegurar el orden social- nodeben detenernos aquí. Lo que es digno de tomarse en cuenta es que loscimientos de la conducta humana en la moralidad y en el compromiso,esta herencia selectiva de Freud, no surge, como pretende Parsons (1951,p. 12), naturalmente del marco de referencia de la acción; más bien, reflejauna estrategia reductiva que minimiza elementos cruciales en la propiadefinición que hace Parsons de la cultura.la El camino que no se empren-dió habría conducido a una mejor apreciación del aspecto puramente cog-noscitivo de Ia conducta social habitual.

De conformidad con su esquema tripartito de la orientación a la acción,Parsons describe inicialmente la cultura como si incluyera un área cogngs-

,.cifiva (,que comprende ideas y creencias), una dimensión catéctica (afec-tiva"/expresiva) y un elemento valorativo (que consiste en orientaciones devalor)i pada uno de estos aspectos de la cultura puede servir como obietode orientación o, en contraste, puede ser interiorizado como constituiivo delas orientaciones hacia la acción".iEste esquema es rico y suficientementemultidimensional para proporcionar Ia base de un análisis exhaustivo de lasformas en que la cognición, el efecto y los valores influyen y están impli-cados en la conducta (J. Alexander, 1983). Sin embargo, al desarrollar Ia es-tructura, Parsons hace una serie de movimientos reductores que truncanradicaimente el propósito de su discusión. De éstos, tres son críticos. Pri-mero, se descarta Ia cultura coüro un obietc¡ de orientación existente fueradel actor, en favor de Ia cultura como un elemento internalizado del siste-ma de la personalidad, lo que impide el análisis del uso estratégico de la cul-tura al buscar fines deseados. Segundo, dentro del modo constitutivo de lacultura, Parsons desplaza la atención de los aspectos cognoscitivos a losevaluativos al hacer hincapié en "la internalización de las orientaciones devalor" y ubicar el hecho de inculcar las expectativas institucionalizadasde funciones en el centro del análisis (Parsons y Shils, 1951; Parsons, 195 1,

l4 Para una perspicaz discusión sobre cómo el tratamiento que hace Parsons de la acciónsocial descuida los modos en que los indiüduos constn¡yen su conducta a partir de una amal-gama de papeles culturales y valores nornativos, véase Camic (1989), pp. ó3-ó9.

53

Page 13: El Nuevo Institucionalismo

54 INTRODUCCIÓN

p. 37). Finalmente, la cognición y la catexis se fusionan para muchos pro-

poritor en una "orientación catéctica-cognoscitiva" híbrida hacia la si-

iuación de la acción que "siempre implica expectativas acerca de las re-

compensas o privaciones" (Parsons y Shils, 1951, pp. 11, ó8 y 69)" Así,

Parsons descarta el análisis de lo neutral afectiva y evaluativamente, da por

hecho aspectos de la conducta habitual ex cathedra, aparentemente sin otra

razón que simplificar la construcción de sus seis variables de patrón, que a

la largá se reducen a la "cultura". EI resultado es que el rompimiento de

Parso-ns con el utilitarismo es incompleto.lsJtre acción sigue siendo ra-

cional en el sentido de que comprende la búsqueda cuasiintencional de

recompensas que hacen seres humanos racionales, los cuales equilibrancriterios evaluativos complejos y de múltiples facetas.;

Parsons estableció un paradigma multidimensional que abarcaba las

dimensiones evaluativa y afectiva de las orientaciones de los actores y una

sofisticada forma sin precedentes de la teoría de las funciones que vincula-

ba los niveles individual y social del análisis. Fue más allá de la limitadaracionalidad individual, trascendió la fácil dicotornía entre pasiones e in-tereses y volvió endógena y social la motivación. Éstos no son logros sin

importancia; pero en el nivel fenomenológico, al omitir los procesos de la

cognición y adoptar el paradigma estilizado del ego y el otro, reprodujo el

estilo de razonamiento "como si" dei utilitarismo y su retórica de recom-pensas y elección. Quedaría a la fenomenología y a la etnometodología Ia

exploración del aspecto cognoscitivo constitutivo de la cultura (Cicourel,

197 4; Hentage, 1 984, cap. 2)}6

ls De hecho, Mayhew (1984) ha mostrado cómo, a pesar de las primeras críticas que

Parsons hizo del utiiitarismo, el trabajo último de éste progresivamente incorporó una ima-gen utilitarista del orden social moderno. Tanto Mayhew (1984) como Bourricaud (1981) su-

!i"."t qu. Parsons intentaba extender los instrumentos de la teoría utilitarista más allá del

Ia-po áel mercado a todas las formas modernas de la organización social. Este "individua-

lisml institucionalizado" (Bourricaud, 1981) argumenta que los procesos de intercambio son

estabilizados por estmcturas normativas restricüvas externas a quienes realizan el intercam-bio. Algunos G.to.". podrán observar los paralelismos obvios entre esta versión del institu-cionaliimo y los trabajos recientes en la nueva economía institucional. Véase la discusión que

hace Camic (1986, p. 1 076) para más información sobre este punto.16 En comentariós extraoidinariamente cuidadosos y amplios sobre una versión previa de

este ensayo, Jeffrey Alexander sugiere que el punto de vista de Parsons sobre los valores y las

nonnas "r -ncho -ár consistenti con las imágenes de los cognoscitiüstas de guiones, reglas

y clasificaciones de lo que reconocemos y que Parsons anticipó mucha_de la "teoría prácticaáe la acción" que descritimos más adelante. Ciertamente, la crítica que hace Parsons del utili-tarismo, su descripción de la autonomía analítica de los niveles de análisis y su interés en laorientación mutuá de los actores son precursores fundamentales de los enfoques contemporá-neos que estamos tratando; hoy es fácil dar por hecha su contribución precisamente porque

fue muy efectiva. Por otra partó, nos es difícil localizar en los principales escritos de Parsons

evidenóia de que haya anticipado las tendencias que describimos; nos llama la atención, en

cambio, su insistencia en los aspectos morales de los compromisos de valor, el ajuste general

entre los valores y las normas, y la manera cuasirracional en que los actores persiguen ca-

denas de medios-fines. El problema es difícil, porque Parsons no tuvo a su disposición el

vocabulario que han desariollado durante muchos años de trabajo la_escuela Carnegie, los

etnometodoldgistas y los psicólogos cognoscitivistas, y por tanto no pudo expresar fácilmente

INTRODUCCIÓN 55

Para resumir, la solución de Parsons fue incompleta por tres razones.Primera, se concentró en lo evaluativo casi a costa de Ia exclusión de losaspectos cognoscitivo o catéctico de la cultura y de la acción-orientación.tzSegunda, implícitamente trató la acción como producto de un agente querazona discursivamente.ls Tercera, supuso requisitos para la consistenciaintra e intersubjetiva mucho más rigurosos de lo que los trabajos recientesen psicología han demostrado.

Estos problemas se derivan menos del análisis de la acción que se en-cuentra en el núcleo de esta teoría que de la base del modelo en la psi-cología de la personalidad. Difícilmente se le puede culpar por esto, porqueescribió antes de que la revolución cognoscitiva de la psicología revisara lasimágenes anteriores de la conciencia, Su opinión sobre la personalidad, lacultura y la sociedad como entes moralmente integrados y su definición de

las instituciones como "sistemas de normas reguladoras, de reglas que go-

biernan las acciones en busca de fines inmediatos en términos de su con-formidad con el sistema de valor común en última instancia de la comuni-dad" (Parsons, 1990, p,324) reflejan Ia era en que escribía. Estos supuestos yla teoría de la acción subsiguiente tuvieron sentido para los institucionalis-tas como Selznick y les ayudaron a entender áreas de la vida organizacionalanteriormente descuidadas. Sin embargo, antes de que pasara mucho tiem-po, dos fuerzas -la etnometodologla y la revolución cognoscitiva- haríanque el lenguaje de Parsons de normas y valores sonara menos y condujeron a

la búsqueda de una teoría alternativa de la acción social.Una de éstas, la psicología cognoscitiva, tiene una rama indígena, la

escuela de Carnegie, dentro de la teoría de la organizaciln. Una contribu-ción clave de la escuela de Carnegie ha sido su concentración en la mtina de

ciertas imágenes de la acción, aunque las haya anticipado. Además, como ha señaladoAlexander, el trabajo de Parsons es complejo y no siempre consistente. Quizá 1o más segurosea concluir que las discusiones de Parsons de los valores y normas, empleando el lenguajeque le estaba disponible, se prestan a la materialización de los valores, a tratar a las personascomo "exageradamente socializadas", y a una visión esencialmente moral de la dimensiónevaiuativa de las orientaciones de los actores hacia los medios y fines de la acción. En otraspalabras, creemos dar una explicación exacta del pensamiento de Parsons tal como lo recibióla sociología estadunidense, aun cuando el mismo Parsons hubiera tenido una visión máscompleja que la que ofrecemos nosotros de la manera en que los valores y las normas entranen acción.

l7 Como Werner (1978) nos dice, para Parsons la cognición se asirnila a un modo científicode pensamiento o a uno normativo. Wamer (1978, p. 1 328) señala que el primer moümientoanalítico rechaza la noción de que la cognición tiene propiedades variables, mientras que elúltimo esfuerzo reconoce el estatus variable de la cognición, pero lo reduce a poco más queel estatus de una creencia. Como resultado, los actores en el esquema de Parsons parecencarecer de aptitud interpretativa o de conciencia práctica. A este individuo pasivo, Garfinkel(1967 , pp.6ó-68) lo ha llamado acertadamente un "tonto cultural".

r 8 U;; premisa clave de Structure of Social Action ( I 937) de Parsons es que la acción con-siste en una selección razonada de los medios y fines a través de la aplicación de normasorientadoras. No obstante, la tendencia invariable de su argumento era homogeneizar la ac-ción social (Camic, 1986). Al omitir cualquier consideración de la naturaleza habitual de laacción, limitó severamente sus esfuerzos por explicar los patrones del c¡rden en las relacionessociales.

Page 14: El Nuevo Institucionalismo

5ó INTRODUCCIÓN'

aspectos comunes de la vida organizacional. Podemos encontrar rastros

dei cognoscitivismo en la teoríale Ia burocracia de Weber: su insistenciaen el papel de las "reglas calculables" para reducir la incertidumbre y ra-cionalizar las relaciones de poder, y su concepción de que la,b.urocracia,por tanto, difiere considerablemente de la administración, la cual, "poreStarmenoSvinculadaaesquemaS,,,tiene..menoSforrna,,y,.funcionaconmás lentitud" (Ug22l1978, pp. 956-1005). Pero Ia ciencia cognoscitivap¿rsefue introducida en Ia teoría de la organización por Herbert Simon y James

r

March (Simon 1945; March y Simon, 1958; Cyert y March, 19ó3)"1e i

March, Simon, Richard Cyert y sus colegas desarrollaron varios juicios l

intelectuales que los estudiosos de la organizacíón consideran hoy funda- . ..¿

mentalesi la importancia de la incertidumbre y su reducción mediante ruti- -r )'

INTRODUCCIÓN 57

de decisiones: los miembros de la organización descubren sus motivos alactuar; los problemas y las soluciones suelen estar separados; y las decisio-

nes frecuentemente ocurren por descuido o por un emparejamiento casi

aleatorio de los problemas y las soluciones (Cohen y March, 1974; MatchyOlsen, 1976; March y Weissinger-Baylon, 1986).

El trabajo de la escuela de la Carnegie representa una fuerte alternativa a

los cánones de la elección que se encuentran en la teoría de Ia decisión esta-

dística y la teoría microeconómica. En sus esfuerzos por desarroliar una teo-

ría de la elección conducida por la asignación de la atención, el interés pri-mario de March y Simon fue Ia toma de decisiones y otros procesos

organizacionales internos. Este interés los alejó de una preocupación explí-cita por los ambientes organizacionalesf!.Io obstante, en la evqlucióndel aná-:,

lisis organizacional de Barnard a la escuela de ia Carnegie vemos un cambio, i.

paralelo a la transición del viejo al nuevo institucionalisrno, cle un enfoque inormativo de Ia acción u.rno .ág.roscitivo: del compromiso a ia rutina, de los ivalores a ias premisas, de la motivación a Ia lógica del seguimiento de reglas. i

Et no m et o do lo gía y f'eno menolo gí a

Como no eran sociólogos, March y Simon no necesitaban enfrentar el pa-

radigma de Parsons; más aún, su trabajo tuvo Lrna influencia limitada, alprincipio, sobre la sociología general (a diferencia de la organizacional).Dentro de la propia disciplina, no fue sino hasta la década de los sesenta

cuando se enfrentó el reto de analizar los aspectos cognoscitivos de Ia con-

ducta y el elemento que se daba por hecho en Ia cognición. En esos años

Harold Garfinkel, un estudiante de Parsons en quien había influido la feno-

menología de Alfred Schutz, emprendió esa tarea. Garfinkel desarroiló unenfoque de Ia investigación social, la etnometodología, que él llegó a consi-derar una alternativa a la sociología; la sociología entonces marginó la etno-

metodología como una especie exótica de indagación, mal adaptada para

sobrevivir al oriente de las sierras.20 No obstante, a pesar del fracaso delambicioso proyecto de Garfinkel, su respuesta aIa teoría normativa de laacción de Parsons ha tenido un efecto muy importante'2l

EI trabajo de Garfinkel reconsideró el problema, ya descuidado, del "orden

en los sisiemas simbólicos" y buscó descubrir Ia naturaleza del cono-

cimiento práctico y el papel de la cognición en la interacción frente a fren-

20 Garfinkel ha publicado relativamente poco y sus escritos por lo general son difíciles de

entender; su princlpal obra es St¡¿di¿s in Ethnomethodology (1967). Afortunadamente, la bi-bliografía secundaria es sistemática e informativa; véanse, en especial, Heritage (1984, 1987)

y Alexander (1987 , pp. 238-270).2r Alexander (1987) ha distinguido entre los primeros trabajos de Garfinkel, que represen-

tan una elaboración de la estmctura de Parsons, y los últimos, que rechazan a los primeros.Nuestros comentarios se refieren a la segunda fase, que ha tenido una influencia más marca-da en la teoría contempotánea.

ttas orgat llácionales; Ia noción de que la organización de la atención es unproceso central del cual surgen las decisiones; la preocupación por las

implicaciones para la toma de decisiones cuando se elige en condiciones de

ambigüedad con respecto a Ias preferencias, Ia tecnología y la interpre-tación; los muchos discernimientos que se derivan de considerar la toma de

decisiones como un proceso político que abarca muchos actores con prefe-

rencias inconsistentes. Los nuevos institucionalistas en la teoría de laorganización tienen una gran deuda con la escuela de la carnegie. De los

primeros trabajos de Simon (1945, pp. 88-90) aprendimos que se debe ver

el hábito no como un elemento del todo pasivo en la conducta, sino comoun medio por el que se dirige la atención a aspectos seleccionados de una

situación, con exclusión de aspectos competidores que pueden hacer que la

elección siga otro rumbo. La rica exposición que hace Simon (1945' pp'79-109) del papel de las premisas en Ia estructuración de las actitudes y per-

cepciones de los participantes organizacionales también sigue siendo unjuicio que se ha rnantenidor March y Simon (i958) nos enseñaron que la

conducta organizacional, en particular la toma de decisiones, implica que

la regla siga algo más que el cálculo de las consecuencias. EI trabajo re-

ciente de March y sus colegas sobre el "modelo del bote de basura" ha pro-

fundizado nuestro conocimiento de Ia complejidad de los procesos de toma

le March y Simon obtuüeron parte de la inspiración para su trabajo pionero de The

Function of ihe Erecutive, de Chesler Barnard ( I 938), un ejecutivo de lr¡.r que daba apoyodocente a la Harvard Business School. Barnard era un talentoso académico aficionado;Functíons... es una obra que carece de disciplina teórica, llena de agudas intuiciones, pero nosiempre consistentes. La lnfluencia de Harvard, de Parsons y del círculo de Henderson y su

apreóiación de Pareto es evidente en el enfoque de sistemas de Barnard. Su modelo volun-tarista de apego a la empresa y su insistencia en el compromiso apasionado como fuente de

solidaridad-organizacional son consistentes con la teoría normativa de la acción de Parsons.

Pero también hay un aspecto cognoscitivo en Functions... que se encuentra en el análisis que

hace Barnard de la toma de decisiones, en su explicación previsora de lo que posteriorme-ntese conocería como "el ambiente establecido", en su consideración de las metas y submetascomo objetos que los líderes pueden manipular y en su noción de la "zona de indiferencia"dentro dé la cuál los trabajadores cumplen sin reflexionar las instrucciones de la gerencia. Loque Simon, March y sus colegas de la carnegie lograron fue liberar a Barnard de Parsons y

slstematizar y desarrollar aún más la teoría cognoscitiva que luchaba por escapar.

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Page 15: El Nuevo Institucionalismo

58 INTRODUCCIÓN

te. El orden social, argumentaba, no se deriva automáticamente de patro-nes de evaluación compartidos y de los papeles sociales, sino que se consti-tuye, como una actividad práctica, en el curso de la interacción diaria. Lainteracción es un proceso complejo y problemático por el que las personasdeben trabajar arduamente para construir una impresión mutua de inter-subjetividad. En sus esfuerzos por tener un sentido juntos, los participan-tes en la conversación emplean un marco de conocimiento tácito, tipifica-ciones cognoscitivas a las que Garfinkel se refiere como "hechos de la vidasocialÍrente sancionados en sociedad, que todo miembro auténtico de lasociedad conoce" (1967, p.76). Las conversaciones se slrstentan en inhe-rente posibilidad de indexar el lenguaje, la capacidad de los participantespara relacionar cualquier expresión con algún conocimiento externo que la

hace interpretable.iGarfinkel se aleja de la fenomenología al observar que el conocimiento

contextual no puede sostener un orden en la interacción por sí soló, porqueel orden simbólico nunca se comparte perfectamente. Como afirma RandallÓoilinS (1981, p. 995), las expresiones "son frecuentemente ambiguas oerróneas y no siempre se les entiende recíprocamente o se les explica deitodo". Por tanto, la conversación no se sostiene automáticamente sino que

es "un logro organizacional práctico". Las personas inician una conver-sación con actitud de confianza y disposición de pasar por alto muchascosas, y hacen "labor adaptativa" para "normalízar" las interpretacionesque parecen seguir el rumbo equivocado. Las reglas y normas poseengrandes regiones indefinidas; una "cláusula de etcétera" implícita en todaregla de pauta a la negociación y la innovación. Los actores se ajustan alcaso cuando se enfrentan a circunstancias inesperadas y emplean "explica-

ciones" legitimadoras para definir una conducta como sensible' Garfinkeldesarrolló este vocabulario en el contexto de una brillante serie de "experi-

mentos innovadores" en los que éi y sus estudiantes violaban expectativasconstitutivas sutiles y observaban las consecuencias frecuentemente dra-máticas (Garfinkel, l9ó7).

¿En qué sentido constituye la etnometodología un reto teórico para ei

modelo de Parsons? Para empezar, Garfinkel cambió la imagen de la cog-nición de un proceso racional, discursivo, casi científico, a uno que operaen gran medida por debajo del nivel de conciencia, una "razónpráctíca"rutinaria y convencional gobernada por "reglas" que sólo son reconocidascuando se violanol,A esto añadió una perspectiva de interacción que arrojadudas sobre Ia importancia del consenso normativo o cognoscitivo. La acti-tud subyacente de confianza y la disponibilidad de los participantes parausar técnicas normalizadoras les permite sostener encuentros incluso enausencia de intersubjetividad real y de acuerdo (Cicourel, 1974,p.53). Final-mente, la intencionalidad se redefine como posl hoc; mientras para Parsonsla acción siempre tiene un aspecto evaluativo y un fin deseado, para Gar-finkel en gran medida se asigna a la acción un guión y se le justifica, des-

INTRODUCCIÓN 59

pués del hecho, por referencia a un caudal de "explicaciones" legitima-doras disponibles culturalmente.22

Garfinkel retiene las normas, pero no son las norrnas sustantivas que

Parson tenla en mente, Más bien, son sistemas cognoscitivos orientadores,reglas de procedimiento que los actores emplean flexible y reflexivamentepara asegurarse a sí mismos y a los que los rodean de que su conducta es

razonable. La desviación de estas reglas generales puede originar fuertes

reacciones emocionales, pero esas nolrnas no están vinculadas a valores del

tipo resumido en las variables de los patrones, ni están conectadas plausi-blemente al compromiso en el sentido que le da Parsons de apego a un obje-

to. Lejos de internalizarse en el sistema de personalidad, ei contexto de las

normas se externaliza en las explicaciones. Así, las reglas de Garfinkel se

parecen más a los "guiones" o "sistemas de producción" de la psicologíacognoscitiva (Schank y Abelson, 1977;YJahr et al., 1987) que a las norrnasy valores de Parsons.23

Los años sesenta también vieron el surgimiento de otra línea de pensa-

miento fenomenoló grco, The Social Constnrction of Reality de Feter Bergery Thomas Luckmann. Este trabajo tuvo una influencia directa sobre los aca-

démicos organizacionales más interesados en las instituciones, sin dudaporque daba a éstas un papel más importante en el aseguramiento del

orden social. Berger y Luckmann (1967, p. 19) argumentan que el pro-blerna central para la teoría sociológica es: " ¿Cómo es posible que signifi-cados subjetivos se conviertan en factibilidades objetivas?" Al igual que

Garfinkel, Berger y Luckrnann hacen hincapié en lo central del "cono-

cimiento de sentido común" para la interacción y la separación de dudas."Lava\idez de mi conocimiento de la vida diaria", afirman, "la damos porhecho yo y otros hasta nuevo aviso" (p. 44).

Berger y Luckmann, al igual que Parsons, desprecian la microconstruc-ción del orden social que tanto preocupaba a Garfinkel. La razón prácticano les interesa. De hecho, su explicación dé las instituciones como si estu-

vieran constituidas por "una tipificación recíproca de acciones habitualespor tipos de actores" (1967 , p. 54) es similar a la discusión de Parsons

sobre los papeles institucionalizados, pero con una diferencia importante.22 Weick siguió una iínea de argurnentación semejante sol¡re la conducta organizacional en

su obra de lgTO sobre los sistemai vinculados débilmente; Staw y sus colegas hicieron lo mis-mo (Staw, 1981; Staw y Ross, 1987) en su trabajo sobre la escalada del compromiso.

23 Dentro del neoinsiitucionalismo, la posicióh de las normas y de las "sanciones" asociadas

es asunto sobre el que hay desacuerdo o, quizás, ambigiiedad. Scott y Meyer sostienen que las

instituciones poseén fundamentos normátivos, así como cognoscitivos; DiMaggio y Powell(cap. u) describen el isomorfismo normativo, pero, como argumenta Scott (cap. rn), no 1o distin-g,,én co.r claridad de los efectos cognoscitivos. Zucker (agregad-o al cap. nI) es más rigurosa-irente cognoscitiva y argumenta qué el uso de sanciones para defender un patrón de conducta

es evidenJia de una instiiucionalizáción débil, en la medida en que niveles elevados de institucio-nalización hacen que las sanciones sean innecesarias. Jepperson y Powell (capítulos v y'"'u),

por el contrario, ven el apoyo de recompensas y sanciones como un aspecto intrínseco de las ins-

iituciones, pero Jepperson especifica que ese apoyo ocurre mediante "procesos soc.iales que se

autoactivalrelativámente", "n

t^nto que Powell se basa más en el poder obligatorio de las reglas'

Page 16: El Nuevo Institucionalismo

óO INTRODUCCIÓN

Su análisis opera en gran medida en el nivel de Ia cognición, mientras queParsons destaca los aspectos evaluativos y catéctico y la integración de losrequisitos del papei con el sistema de personalidad. En contraste, Berger yLuckmann dan un poder extraordinario a las instituciones como construc-ciones cognoscitivas y sugieren que controlan "la conducta humana [...]antes de, o aparte de, cualquier mecanismo o sanciones específicamenteestablecidas para apoyarlas" (p. 55). Incluso la internalización de las tipifi-caciones, aunque guiada por apegos catécticos y vinculada a la legitima-ción normativa, esencialmente es de naturaleza cognoscitiva.

La etnometodología y Ia fenomenología proporcionan al nuevo institucio-nalismo una microsociología muy poderosa. Aunque este fundamento no se

ha discutido extensamente (pero véanse Ios capítulos de Jepperson, Scott yZucker, que corrigen este descuido), está implícito en la forma en queMeyer y Rowan tratan las "explicaciones", en su insistencia en el papel deIa "lógica de la confianza" para sostener una ilusión de intersubjetividaddentro de las escuelas y en su definición de las "reglas institucionalizadas"como "clasificaciones construidas dentro de la sociedad como tipificacioneso interpretaciones recíprocas".

Esta fusión de Ia etnometodología y la fenomenología no es una teoría dela acción satisfactoria, ya que no otrece respuestas convincentes a variaspreguntas. Primera, ¿por qué están dispuestos los actores a trabajar tanarduamente para mantener sus imágenes de la realidad y las interaccionesque las confirman? No es suficiente argumentar, como lo hacen Berger yLuckmann, que la cualidad exterior objetivada de las tipificaciones com-partidas no deja alternativa, pues Garfinkel demuestra que el sentido comúnpor sí solo no es adecuado para producir una interacción exitosa. Segunda,

¿de qué manera los microprocesos de que se ocupan estas teorías producenel orden social? No basta reducir la estructura social a un inventario de ti-pificaciones o a un conjunto de reglas constitutivas. Los guiones proporcio-nados y constituidos socialmente raras veces prescriben la acción de unamanera que establezca sin ambigüedades la conducta correcta. Tercera, ¿quélugar ocupan Ia intencionalidad y los intereses en el orden institucional?

Una discusión de eSte tema requeriría un volumen dedicado exclusiva-mente a é1. Estos problemas no han sido resueltos, y es probable que nohallen solución dentro de la estructura de Ia teoría neoinstitucional. Porotra parte, podemos discernir importantes desarrollos en la teoría socialgeneral que tienen claras afinidades con el nuevo institucionalismo y queempiezan a influir en é1. Nos ocuparemos ahora de estos nuevos enfoques.

Elementos de una teoría de la acción práctica

En ei micronivei, el nuevo institucionallsmo se basa en lo que hemos 11a-

mado una teoría de la acción práctica. Nos referimos a un conjunto de

INITRODUCCIÓN 61

principios orientadores que reflejan un carnbio cognoscitivo en la teoríasocial contemporánea de dos maneras' Primero, el nuevo trabajo en Ia

teoría social destaca Ia dimensión cognoscitiva de la acción en mucho ma-

yor meclida que Parsons y, al hacerlo, ha sido influido por la "revolucióncognoscitiva" en la psicología. Segundo, este trabajo se aleja del interés deparsons por el aspecto racional, calculador, de la cognición, para concentrar-se en los procesos y esquemas preconscientes a medida que forman parte

de la conducta ruiinaria, que se da por sentada (actividad práctica), y para

describir las dirnensiones efectiva y evaluativa de la acción como si estuvie-

ran íntimamente vinculadas con, y en cierta medida subordinadas a, lo

cognoscitivo. En otras palabras, el cambio hacia lo cognoscitivo conduce a

una "teoría de la acción práctica" que define la cognicién de manera dife-rente de como la define Parsons y, alavez,le da mucha mayor importancia.za

Las percepciones de la etnometodología están infegradas en una estruc-tura más multidimensional en el trabaio de Anthony Giddens (1979, 1984,

1986). La influencia de Garfinkel es evidente en Ia noción de Giddens de

la "estructuración", la reproducción continua y necesaria de la estructurasocial mediante "agentes conocedores" de la vida diaria y la catalogaciónrecíproca de sus acciones para conforanar tipificaciones compartidas; en su

insistencia en Ia "supervisión reflexiva de Ia conducta en la continuidad de

la vida social diaria" (1984, p. 44), y en su distinción entre conciencia prác-

tica y discursiva, o entre la reflexión tácita y Ia consciente. Giddens hace

resaltar el papel de Ia rutina en ei sostenimiento de la estructura social y

bosqueja los rudimentos de una psicología de Ia motivación en su nociónde "el sistema de seguridad básico" como componente fundamental del ser.

Utilizando cuidadosamente la psicología del desarroilo del ego, Giddensafirma que el control de la ansiedad difusa es el "origen motivacional más

generalizado de la conducta humana" (p. 5a). El medio de ese control es el

apego a la mtina, y la compulsión de evitar la ansiedad motiva a los actores

a mantener los encuentros sociales que constituyen la materia de la vidadiaria y de la estructura social. De este modo, Giddens proporciona unateoría cognoscitiva del compromiso con conductas que siguen guiones yque no se basan en Ias norrnas y sanciones de Ia tradición de Parsons.

Sin embargo, la explicación de Giddens hace poco por aclarar la razón

2a Puecle ser útil hacer un contraste entre este enfoque de los modelos del actor racional y el

modelo de la acción de Parsons con un ejemplo concreto: el cada vez más socorido caso de la

automovilista que se detiene en un restaurante de la carretera al que no espera regresar nun'ca. Una automovilista racional no dejará propina, pues pensará que el mesero al que ha

defraudado no tendrá oportunidad de castigar su conducta. Una automovilista en el modelo

de Pamons dejará una piopina porque ha inte¡nalizado la noción de que eso es correcto; ella y

el mesero intercambiaián una ionrisa en mutuo reconocimiento del desempeño adecuado delpapel de ella. un actor práctico también dejará propina, porque eso es. lo que uno acostumbra

itu..., p"ro sin sentir nada. Si el actor práctico se detuviera a meditar, tal vez no dejaríapropiná (si su imagen de la acción humana se deriva de los cursos de economía en los posgra-

ios) o podria dejaila y sentirse bien por ello (si ha sido mesero o un partidario de Parsons),pero en la mayoría de los casos no pensará mucho al respecto.

Page 17: El Nuevo Institucionalismo

62 INTRODUCCIÓN

de que algunas interacciones marchen mejor que otras o de que las rutinascreen patrones particularmente estables. Aunque Giddens repetidamentehace hincapié en que los actores son inteligentes, en contraste con la ima-gen de los humanos como "tontos culturales", su trabajo no abunda en lasfuentes de este conocimiento. Una solución al problema de la macroestabi-lidad requiere la integración del elemento de acción catéctico, afectivo,que, aunque subyace en el tratamiento que da Garfinkel a la moralidad,nunca se desarrolla plenamente.

Dos teóricos, Erving GofFrnan y Randall Collins, han recurrido a Durkheimpara explorar esta dimensión de la conciencia práctica (Collins, 1988a).Goffman (1967) hizo una contribución decisiva{al adaptar la teoría de lasociedad de Durkheim a la pareja, al interpretar la interacción como unminirritual, una activiclad ceremonial orientada a afirmar lo sagrado delser. También Parsons creía que las personas valoraban el desempeño ade-cuado de los papeles por sÍ mismo. Pero Goffman hizo una innovación almoderar los supuestos de intersubjetividad y de consenso de valor, com-parando el "orden ritual" que analizó con el "orden de los estudiantes" dela teoría de Parsons, en que las personas deben esforzarse mucho por ob-tener los créditos y las trampas ameritan castigos. El juego ritual, argu-menta, es "más ÍáciI" para ias sociedades y las personas por igual porque"la persona se aísla mediante [...] la ceguera, las verdades a medias, las ilu-siones y las racionalizaciones" (Goffman, 1967 , p.43). Lo relevante en eljuego ritual es el sentido de afirmación que los participantes en el inter-cambio derivan de sus encuentros venturosos, los sentimientos de la indivi-dualidad reforzados. El compromiso es con la "interacción ritual" y el ser,no con valores específicos, el objetivo explícito de Ia interacción o losaspectos incidentales del desempeño adecrrado de los papeles.

Collins ha incorporado las percepciones impulsadas por procesos deGoffman a una teoría más comprensiva. Lo que la mayor parte de la gentellama estructur"a social, argumenta, se constituye por "cadenas de interac-ción ritual" en las que las personas, que operan en el nivel de la concienciapráctica, invierten recursos culturales y energías emocionales en encuen-tros rituales que representan lajerarquía (cuando los recursos culturales yemocionales son desiguales) o la solidaridad (cuando son parejos) . En vezde ver a la sociedad unida por un consenso moral funcionalmente necesa-rio, Collins la ve unida y dividida en diferentes grados por la solidaridademocional, que surge no de la evaluación orientadora de los actores, sinode un sentimiento de ser comiembros o de un antagonismo generado porla interacción repetitiva. Los grupos definidos por clase, género, logroseducativos u ocupación varían en su densidad moral, en su control de losrecursos naturales y en el número y dispersión de sus interacciones. Estascaracterísticas a su vez conforman el estilo del discurso, Ias orientacioneshacia Ia desviación y el castigo y el cosmopolitismo de los miembros delgrupo. La estabilidad (en el sentido de fuertes patrones de alianza y divi-

INTRODUCCIÓN 63

sión, más que de la estasis política o ideológica) surge de los patrones de

estas interacciones en el tiempo y en el espacio y de los efectos perrnanen-

tes de la solidaridad, reforzados por rituales recurrentes de intensidad va-

riable, en que la densidad moral es más fuerte (Collins, 1981, 1988a)'zs

. Hemos óonsiderado varios teóricos contemporáneos cuyo trabajo, que

tiene afinidad con el institucionalismo, aporta sustanciales pro$resoQi..f9s:

tablece ia posición central de,la ccgnición, hace hincapié en Ia naturaleza

práctica, semiautomática y no calculadora delarazónpráctica, y rechaza

el supuesto de la consistencia intra e intersubjetiva que eran importantes

"r, "fp"trru-iento de Parsons. Pero estos progresos han tenido un costo.

primáro, ai reaccionar exageradamente al empeño de Parsons en las nor-

mas, algunos cognoscitivistas sociológicos se han tardado en teorizar sobre

el elemento de la acción práctica y mejor han presentado irnágenes de

acción que carecen de contenido sustancial. Segundo, han descujdado una

importante consideración de Parsons, desarrollada en su argumento sobre

el papel decisivo de la orientación cognoscitiva en la toma de decisiones

económicas, esto es, los diferentes dominios institucionales evocan orienta-

ciones cognoscitivas, catécticas y evalüativas en diferentes grados. Tercero,

no han prlsentado una construcción analítica tan poderosa como el sistema

de papeles para explicar el ajuste relativo entre las personas y las posicio-

.r"t qr" o.,tpur en Ia división social del trabajo. Sin embargo, incluso en

estas áreas pueden descubrirse avances dentro de la perspectiva emergente

de la acción práctica.Los esfuerios por conforrnal una teoría sobre las bases sustanciales de la

evaluación practica -]arazónde que ciertas ideas, imágenes o símbolos evo-

2s pocos institucionalistas han aceptado el trabajo de Collins por dos razones (pero véase

Jeppenon, cap. v). Primero, su artículo más conocido sobre el tema equivocadamente rechaza

loi enfoques;cognoscitivos" de la acción porque identifica "cognición"_con el pensamiento

racional discursivo. En realidad, Collins siguó a la etnometodologla al hacer hincapié en el

',elemento tácito ireductible en la cognición y en la comunicación" (1981, p. 991); lo que re-

chaza es el interés por aquella parte dé la cognición a la que Giddens se refiere como concien-

cia discursiva, ¡unto con el vocabulario racionalista "como si" de los valores y norrnas

Segundo, debidó a su insistencia en los fundamentos interactivos de la organización social y

enios aspectos afectivos o rituales del microorden, el trabajo se malinterpreta a veces como si

compartiera el realismo radical de algunos (pero de ninguna manera de._todos) los etno-

met;dologistas, esto es, como si consiáerara que los macroconceptos son_ "meros" epifenó-

menos de,"o glosas sobre, un micronivel "esencial". De hecho, aunque consid_era que el aspé'cto

ritual de la interacción es primario, Collins (1981) reconoce el papel de las explicaciones,

macrorreferencias y recursós culturales en la normalización y estructuración de las interac-

ciones. Como acepia la polémica carga de poner en duda las desafiantes explicaciones mate-

rializadas cuasirrácionaies de la accidn social, Collins opta por descuidar los orígenes y el uso

de las tipificaciones compartidas (pero véase su trabajo más reciente, en especial Collins

ié88^ y iSSAU). ¡ pesar de lo unt.rio., su planteamiento indica una solución al problema del

orden que está mái en consonancia con la nueva investigación sobre la cognición y que es más

plausiúle que los enfoques que subvalúan el afecto y el ritual. En este volumen, Meyer y

ilo*un, y Ériedland y Aiford, desarrollan argumentos institucionales que incorporan la aten-

ción al ritual y la cerémonia a un mayor macronivel. Véase también Meyer (1988a) sobre el ser

sagrado modemo.

Page 18: El Nuevo Institucionalismo

64 INTRODUCCIÓN

quen fuertes respuestas afectivas, mientras que otras parecen operar sólo

en el nivel cognoicitivo- han tomado dos formas.2ó Primero, algunos estu-

diosos han raitreado el surgimiento y difusión de lo que John Meyer llama "la

explicación cultural occidental", un complejo del tipo de los de Durkheim

de i.rdiuidualismo, racionalismo y evolucionismo, y han relacionado ia

iegitimidad y la evocación de esos referentes, tai como se les emplea en el

dilcurso, con cambios en la estructura social y en la cultura (véanse los ca-

pítulos de Jepperson y Meyer, y de Friedland y Alford; véanse también

il4"y"r, l9S8a_y 1988b; Thomas, 1989). En un nivel más general de abstrac-

ciOn, Mary Douglas (198ó) ha desarrollado un sofisticado y fascinante

argumentá que alribuye Ia legitimidad de las instituciones a su capacidad

paia sostener "analogias ¡raturalizadoras". Ella argumenta que las institu-aio.r", empiezan como convenciones, las cuales, al estar basadas en Ia co-

inciclencii cle intereses, son vulnerables a la deserción, Ia renegociación y

el oportunismo. Para institucionalizarse, una convención de conducta re-

quiére "una convención cognoscitiva paralela que Ia sustente", una analogía

q.r" ora,,rr""" sus orígenes puramente hunranos. Dotadas de esa base analó-

gica, Ias instituciones se presentan como "parte del orden deluniverso y

Istán listas para servir corno la base dei argumento". Pero no todas las con-

venciones puede.t sostener analogías naturalizadoras, sino sólo aquellas

que "se .o.rfor-u., con una estructura de autoridad o precedencia"' de

Áodo que "el patrón social refuerza los patrones lógicos y Ie da prominen-

cia,, (Dáuglas, 198ó, p. 52). Así, Douglas proporciona una base para antici-

par las clises de instituciones que pueden surgir y relaciona el orden insti-

tucional con los patrones de Ia jerarquía social'La noción de que las ponderaciones reiativas de la cognición, el afecto y

la evaluación cambian én varios escenarios de acción ha sido menos des-

arrollada, aunque también aquí se ven progresos recientes. Scott y Meyer

(cap. iv) distinguen errtre dimensiones técnicas e institucionales analítica-

-"nt" indepenáientes de los arnbientes organizativos: cuanto más desaro-

Ilado técnicarnente esté un arnbiente, mayor será el papel para ia cognición

discursiva y analítica; cuanto más institucionalizado sea, mayores serán ios

papeles delarazónpráctica y, quizás, de la evaluación, Bell (1973) sugiere

q"" tu economía, la culfura y Ia política están organizadas eu torno a "prin-

.lpio, axiales" contradictorios en las sociedades postindustriales. Fried-

tana y Alford (cap. x) identifican varios dominios institucionales, cada uno

2ó La necesidad de tal trabajo es evidente sobre bases empíncas. !n vista de que cualquier

"oru qu" L"üu en la interacción humana puede convertirse en la base de una tipificación

.á-pá"1ü ¿poi qué algunas tipificacionei (la. nación, la familia, la propiedad privada) son

muciro más fiiertei que ótras (lós municipios, los primos segundos, las lierras comunales)?

Una teoria puramente.ogrro..itiuu de la aición, incluso una que integre^las.ideas de Giddens

sobr. .l sisiema de seguri'dad básico, no puede explicar las respuestas.afectivas y normativas

rá.pi*¿.ri"Á.nte diierentes de los sujetos en el-experimentode Zucker en "condiciones de

;iiJi";; (cap. nr) y de los participantes en el programa de investigación de la obediencia a Ia

autoridad de Milgram (1974).

INTRODUCCIÓN ó5

con su propia "lógica" de acción que hace hincapié en diferentes bases de

evaluación y, en cierta medida, en el predominio de distintas orientacionesde la acción: cognoscitiva en el mercado y la burocracia, efectiva en la fa-

milia y evaluativa en la religión. ,

La relación entre los micro y lós macroniveles del aniílisis no ha recibidomucha atención de parte de los que practican el nuevo institucionalismo,la mayoría de los cuales usan alternativamente argumentos de etnome-todológía, fenomenología y de dependencia convencional en los recursos.Zucker (cap. m) es el más etnometodológico al sugerir que muchas tipifica-ciones las "construyen" desde el nivel más bajo los participantes en las

interacciones, aunque algunas (por ejemplo , "la organización") tienen sig-

nificación general. Jepperson (cap. v) también reculTe a la etnometodolo-gla y, al igual que Giddens y Collins, ve las instituciones como "diseños

estables para secuencias de actividad repetidas crónicamente". Jepperson yMeyer (cap. vrrr) son los.más fenomenológicos al destacar tipificacionescompartidas que varlan entre las sociedades, pero que son ampliamen-te compartidas dentro de las naciones-Estado. Scott y Meyer (cap. w) yDiMaggio y Powell (cap. rr) emplean imágenes más estructurales y reculTen

a la noción de satisfacción de Ia escuela de la Carnegie: los primeros danimportancia a los incentivos creados por estmcturas de autoridad verticalquá varían entre sectores organizacionales; los segundos subravan las

redes horizontales que concentran la atención en, y ayudan a, la difusiónde tipificaciones compartidas de la forma organizacional.

Dentro del campo más arnplio de la teoría social, nos acercamos a unaalternativa genuina a la versión de Parsons de la teoría de los papeles en la

teoría del habitus de Pierre Bourdieu (1977). El trabajo de Bourdieu ha sido

importante en el cambio cognoscitivo en Ia teoría social; hace hincapié en

los elementos dóxicos (que se dan por sentado) de la acción, las clasificacio-nes sociales, la conciencia práctica ("conocimiento sin conceptos" [1984, p'

aTOl) y Ia reproducción situada, inco¡porada, de la estructura social (Bour-dieu y Passeron, 1977). El habitus es una construcción analítica, un sistema

de "improüsación regulada" o de reglas generativas que representa la inter-nalización (cognoscitiva, afectiva y evaluativa) que hacen los actores de ex-

periencias pasadas sobre la base de tipificaciones compartidas de las cate-

gorías sociales, experimentadas fenomenológicamente como "personas comonosotros".l,Debido a las historias comunes, los miembros de cada "fracciónde clase" comparten :uy.fugbTtys similar y crean regularidades en el pensa-

miento, las aspiraciones, Iai disposiciones, los patrones de apreciación y las

estrategias de acción vinculadas a las posiciones que ocl¡pan las personas

en las estructuras sociales que reproducen continuamente. En este plantea-

miento, las instituciones son inseparables de la distribución de ias disposi-ciones: una institución "sólo puede establecerse y actuar' si, "al igual que unvestido o una óasa, encuentra a alguien que se interesa en ella y que se siente

suficientemente cómodo con ella para aceptarla" (Bourdieu, 1981, p' 309).

Page 19: El Nuevo Institucionalismo

INTRODUCCIÓN

:,La construcción del habitus es la piedra angular de la teorfa de la prác-

tica de Bourdieu.su papel es explicar por qué y cómo agentes orientados

estratégicamente reproducen y aceptan de forma crónica estructuras socia-

les que no son de su interés. Con respecto a los temas identificados antes, el

argumento de Bourdieu hace cuatro contribuciones crlticas. Primero, pro-

poiciona una explicación alternativa a la de la teorla de los papeles, de la

áiferenciación de los entendimientos cognoscitivos y de las normas de con-

ducta siguiendo llneas estructurales sociales. segundo, va más allá de las

imágenes freudianas de la "internalización" para postular una gramáticagenerativa de la conducta estratégica, arraigada en el pasado, pero no de-

ierminada del todo por éste. Tercero, es multidimensional en dos sentidos:

nos indica una teorla sustancial de la evaluación práctica arraigada en las

diferencias en el habitus de las fracciones de clase, y proporciona una expli-

cación de las estrategias "racionales" de la acción al presentarlas como si

ellas mismas estuvieran institucionalizadas.2T Cuarto, ofrece una solución

alternativa al problema que enfrentó Parsons de la distribución de las per-

sonas en las posiciones sociales. Ciertamente, la construcción del habitus

requiere un desarrollo más amplio y aún no se ha dado respuesta a pregun-

taJemplricas sobre las formas precisas de los lfmites sociales con los que

coinciden las variaciones en el habitus y sobre la forma en que éste se trans-

forma en el transcurso del tiempo. No obstante, la estructura de Bourdieuofrece un enfoque de la acción particularmente equilibrado y de múltiplesfacetas. Aunque su trabajo apenas empieza a influir en la teorla de la orga-

nización (DiMaggio, cap. x; Bourdieu y Boltanski, 1975; Thévenot, 1984;

Boltanski, i987; Marceau, 1989), gran parte se amolda a ella y puede con-

tribuir a ampliar y profundizar la tradición institucional.2s

Implicaciones de la nueva teoría de la acción práctica

Ubicadas en el contexto de la transformación de la teorla sociológica de la

acción que acabamos de descubrir, las diferencias entre el viejo y el nuevo

institucionalismo en el análisis organizacional se hacen comprensibles.Los desplazamientos del foco teórico de las relaciones-objeto a la teoríacognoscitiva, de la catexis a la ansiedad ontológica, de la razón discursiva a

la práctica, de la internalización a la imitación, del compromiso al impulsoetnometodológico, de la sanción ad hoc, de las normas a los guiones y es-

quemas, de los valores a ias explicaciones, de la consistencia y la integra-ción a la vinculación débil, de los papeles a las rutinas, han cambiado natu-

27 Sobre lo prirnero, véase en cpecial Dktinction (Bourdieu, 1984); sobre lo último, véase

especialmente The I'ogb of hactice (1990)'ia La afinidad natu"ral ehtre Ias ideas de Bourdieu y la teoría neoinstitucional es particular'

mente evidente en Thévenot (1984); obsérvese también la caracterización que hace Jepperson

de la "institucionalización como un conjunto particular de procesos sociales reproductivos"(cap. v).

INTRODUCCIÓN

ralmente las preguntas que los estudiosos de las organizaciones han hechoy las clases de respuestas que han ofrecido.

Cuando se pensaba que las instituciones estaban basadas en los valores ylos compromisos, y se identificaban las instituciones formales con la bús-queda relativamente racional de metas, tuvo sentido preguntar de qué ma-nera la "zona de sombras" de las relaciones sociales informales propor-cionaba un contrapunto a la estructura formal. Por el contrario, si laIegitimidad se deriva de explicaciones posÍ ftoc o señales simbólicas, es mássensato concentrarse en la cualidad institucionaLizada de las propias estruc-turas formales. De hecho, es el hincapié en formas culturales estandari-zadas como las explicaciones, las tipificaciones y los modelos cognoscitivoslo que hace que los neoinstitucionalistas encuentren el ambiente en el nivelde las industrias, las profesiones y las naciones-Estado, más que en lascomunidades locales que estudiaban los viejos institucionalistas, y lo quelleva a ver la institucionalización como la difusión de reglas y estructurasestándares, en vez del ajuste pertinente adaptativo de organizaciones par-ticulares a escenarios especfficos.

En otras palabras, las diferencias entre el viejo y el nuevo enfoque insti-tucional de las organizaciones no podrían ser menos arbitrarias. Reflejan,son confornadas por, y a su vez están empezando a influir en amplios yconvergentes cambios en toda la teorla social de las imágenes fundamenta-les de la acción humana y de la sociedad.

Nurves DrREccroNEs EN LA TEoRla INSTITUcIoNAL

Aunque simpatizamos con las tendencias que hemos descrito, nuestraintención ha sido más descriptiva que laudatoria. Como debe quedar claropor lo anterior, sospechamos que algo se ha perdido en el cambio del viejoal nuevo institucionalismo. Aunque la importancia de asimilar la revolu-ción cognoscitiva a la teoría sociológica no se puede negar, estamos deacuerdo con Alexander (1987) en que !4 peta debe s-er un4 mejor teo¡ía¡pgflidi¡¡ensional,,en vez de una teorla unilateralmente cognoscitiva. Enrealidad, uno de los propósitos de la conferencia que dio origen a este librofue ampliar el universo del discurso en la teor:fa institucional para incluirinvestigadores cuyo trabajo hiciera hincapié en los elementos estratégicosy políticos de la acción y del cambio institucional, El resultado, tanto en laconferencia como en este libro, ha sido integrar más firmemente el institu-cionalismo organizacional con la sociología general, incluir los intereses yel poder en la agenda institucional y aclarar y profundizar el diálogo sobrela forma que puede tomar una teoría del cambio institucional.

Uno de los principales objetivos de este libro es tratar directamente conlos problemas del cambio, el poder y la efi-ciencia. Hasta ahora, es justodecir que el nuevo institucionalismo ha prestado más atención a los pro-

67

Page 20: El Nuevo Institucionalismo

INTRODUCCIÓN

cesos de legitimización y reproducción social. Hemos hecho hincapié en

que los ambientes organizacionales se componen de elementos culturales,

"rto "r, de creencias q,t" ." dan por hecho y reglas ampliamente promulga-

das que sirven como patrones para organizat, La reproducción institucio-

nal ha sido asociadacon las demandas de poderosos actores centrales,

como el Estado, las profesiones, o agentes dominantes dentro de las áreas

organizacionales. Se han destacado las limitaciones impuestas por las ins-

titúciones y se ha subrayado la ubicuidad de las reglas que guían la conducta.

Pero las instituciones no sólo son limitaciones sobre la agencia humana;

son prirnero y ante todo producto de las acciones humanas. En realidad,las reglas se éonstruyen mediante un proceso de conflicto y prueba' Burns

y Flam (1987) abordan este punto enérgicamente cuando argumentan que

las principales luchas políticas en las sociedades modernas giran en torno

a la formación y reforma de los sistemas de reglas que guían la acción politica y económica.

Dé este modo, aunque se haga hincapié en que las reglas y las rutinas

traen orden y minimizan la incertidumbre, debemos añadir que la creación

y ejecución de acuerdos institucionales están plagadas de conflictos, con-

iraáicciones y ambigüedades. Los capítulos de la primera y segunda partes

se plantean varias preguntas fundamentales: ¿de qué manera conformanloJacuerdc¡s institucionales la naturaleza de la acción colectiva? ¿Qué tan

persistentes son las instituciones: qué tan variables son las prácticas insti-

iucionales? ¿Cuándo entran en conflicto lógicas institucionales diferentes?

¿Cuál es el pápel de las élites en el mantenimiento de las instituciones? ¿Bajo

[ué condiciones pueden los descontentos y los empresarios_ rehacer las re-

glas existent", o ó..ur nuevos órdenes institucionales? Finalmente, ¿cuáles

ion las tensiones entre los argumentos que resaltan la "permanencia" de

las instituciones y los enfoques que suponen una lógica de optimización,presentando las instituciones como resultado de acciones intencionales o

soluciones adaptativas a intereses contrarios'

Ins instituciones como conformadores de los intereses y de la política

Un tema que se encuentra en muchos de los capítulos de este libro es Ia

noción de que los actores y sus intereses se constluyen institucionalmente'Ann Swidler (198ó) ha argumentado que la "cultura" representa una caja

de herramientas de la cual Ias personas seleccionan tanto fines institucio-nalizados como estrategias para obtenerlos (véase también Bourdieu,1981). De rnanera similar, Scott (cap. u) sostiene que "las estn'lcturas institu-

cionales definen los fines y conforman Ios medios por los que se determinan

y buscan los intereses". Así, los marcos culturales establecen los medios

aprobados y definen los resultados deseados, haciendo que los hombres de

nlgocios blsquen ganancias, los burócratas traten de aurnentar el pre-

INTRODUCCIÓN

supuesto y los académicos se esfuercen por publicar: sus obras' Friedland yAlford (cap. x) están de acuerdo en que "la maximización de la utilidad, lasatisfacción, la maximización del ingreso, la maximización de las ganancias,

el poder del riesgo, incluso los propios intereses, son institucionalmentecontingentes". Jepperson y Meyer (cap. vnr) sugieren que las "necesidades

funcionales" y los problemas sociales sólo se descubren y se les enfrentacuando se adaptan las instituciones existentes'

Tales argumentos están bien documentados con ejemplos de cambioshistóricos y diferencias entre las naciones en cuanto a las definiciones cul-turales de los actores, los intereses y la política. No obstante, no consideranuna cuestión importante: si las instituciones ejercen una influencia tanpoderosa sobre las formas en que las personas pueden formular sus deseos

y trabajar para obtenerlos, entonces ¿cómo ocurTe el cambio institucional?Las respuestas a esta pregunta incluyen las que operan dentro de una es-

tructura institucional y las que buscan los orígenes del cambio en procesos

institucionales.Varios autores siguen la primera línea al desarrollar nociones de "contra-

dicciones institucionales". Una forma de contradicción está relacionadacon el modo en que las instituciones se ajustan al micronivel. Jepperson(cap. v) hace hincapié en el acomodo de las instituciones entre sí.

Greenwood y Hinings (1988), al reintroducir el carácter organizacional de

Selznick, pero con un giro cognoscitivo, argumentan que el componenteorganizacional y las estrategias caen en gmpos socialmente construidos,interdependientes, a los que llaman arquetipos. Zucker (1988b) sostieneque, dentro de las organizaciones, Ia institucionalización de Ios compo-nentes se difunde mediante un "contagio de Ia legitimidad" a medida que

nuevos elementos vinculados con las viejas instituciones son instituciona-Iizados. En otras palabras, los elementos institucionales constituyen unared interrelacionada de partes que se oponen o se apoyan mutuamente.

Lo anterior tiene varias implicaciones para las discusiones sobre el cam-bio. Por una parte, sugiere que es poco probable que los modelos institucio-nales sean importados completos por sistemas muy diferentes de aquellosen los que se originan. Este punto es bien ilustrado por Westney (1987) alreferirsi a lo que los emuladores de Meiji de finales del siglo xx desarrolla-ron mientras adaptaban los modelos occidentales de la policía, el sistemapostal y Ios periódicos dentro de una estructura institucional japonesa pre:existente. Por otra parte, sugiere que las instituciones vinculadas estrecha-

mente pueden.volverse inestables al enfrentar impactos externos. Además,

como sostiene Zucker (1988b), dadas las variaciones en los ambientes loca-les, la institucionalización fuerte en el nivel local puede interferir con lapersistencia de las macroinstituciones vitales.

El grado de vinculación entre las instituciones es, en última instancia,una cuestión empírica. Por ejemplo, mientras que Zucker (1987) consideraIa dependencia de los profesionales en las organizaciones un obstáculo para

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70 INTRODUCCIÓN

actuar como una fuente de cambio, Scott (cap. vr) y Powell (cap. vn) argu-mentan que la competencia de Ios profesionales crea conflicto y aumentala ambigüedad. Las disputas por la jurisdicción profesional generan incer-tidumbre sobre las reglas y rutinas que se producen en situaciones espe-ciales. De manera similar, DiMaggio (cap. x) describe la autonomía relativade los niveles organizacionales y demuestra que los mismos profesiona-les de museos que se conducen correctamente en las organizaciones dondetrabajan promueven reformas radicales desde los foros en el nivel de suscampos.

Friedland y Alford (cap. x) exponen argumentos muy diferentes acercade la "contradicción institucional". La sociedad, sostienen, comprende variosórdenes institucionales, cada uno con una lógica central -un conjunto deprácticas materiales y de construcciones simbólicas- que constituyen susprincipios organizadores y que está disponible para que las organizacionesy los individuos la sigan desarrollando. El conflicto ocurre cuando los órde-nes institucionales se contradicen (por ejemplo, cuando las personas dispu-tan acerca de tratar el trabajo de la mujer o la venta de órganos corporalescomo si cayeran bajo Ias reglas del mercado, la familia o la religión). Envez de enfrentar a los que están contra las instituciones con las institu-ciones "conservadoras", la política trata de "las relaciones adecuadas entrelas instituciones" y de la pregunta "¿por qué lógica institucional deben re-gularse diferentes actividades y a qué categorías de personas se debenaplicar?"

La perspectiva de Friedland y Alford aparentemente tiene mucha validez.Puede discernirse el conflicto interinstitucional en la explicación que haceDiMaggio (cap. x) de los modelos democráticos vers¿¿s los de élite del mu-seo de arte estadunidense en los años veinte y en Ia discusión que presentaGalaskiewicz (cap. xt) de los esfuerzos de los líderes empresariales paramantener un modelo comunitario, envez de un mero modelo de mercado,comunitario, del papel de las corporaciones en Minneapolis.

Fuentes extrains titucionales del cambio institucional

Ninguno de los autores considera las instituciones del todo inmutables, niel cambio institucional un proceso rigurosamente endógeno. Jepperson(cap. v) y Fligstein (cap. xu) se refieren a los efectos de los impactos exóge-nos que impiden la reproducción de los patrones institucionales e inducende esta manera el cambio; Jepperson considera la acción colectiva unmecanismo causal separado que puede erosionar o eliminar las institu-ciones (aunque la forma y el objeto mismos de tal acción puedan estarinstitucionalizados). Meyer y Rowan distinguen entre los efectos institu-cionales y "los efectos generados por las redes de conducta social y las re-laciones que conforman y rodean una organización determinada". Scott y

INTRODUCCIÓN 7I

Powell reconocen que las limitaciones institucionales siempre dejan unespacio para el juego autónomo de intereses e improüsación.

El poder y los intereses han sido temas poco apreciados en el análisisinstitucional. Es cierto que Meyer y Rowan hablaron del poder del Estadoy los esfuerzos de movilizaciín colectivos de las profesiones. DiMaggio vPowell hicieron hincapié en la forma en que los procesos coercitivos, estoes, la imposición directa de procesos de operación estándares por pode-rosas organizaciones en un área, así como presiones más sutiles paralograr la conformidad, limitan la variabilidad. Pero poca atención se haprestado a la forma en que los funcionarios mantienen sus posicionesdominantes o responden a las amenazas durante periodos de crisis o de

inestabilidad. Y sabemos atln menos sobre la forma en que los empresarioshábiles aprovechan estratégicamente las múltiples lógicas institucionales.Los capítulos de este libro empiezan a corregir este descuido.

Los esfuerzos por incorporar el poder en las argumentaciones institu-cionales comienzan con dos sencillas observaciones: ,1/ los actores en lasinstituciones clave obtienen considerables beneficios por la conservaciónde esas instituciones, y 2) cuando los campos organizacionales son inesta-bles y las prácticas establecidas no es!án bien formadas, la acción colectivaexitosa suele depender de la definición y elaboración de reglas del juegoampliamente aceptadas. En consecuencia, la adquisición y mantenimientodel poder dentro de los campos organizacionales requiere que las organiza-ciones dominantes continuamente pongan en práctica estrategias de con-trol, más notoriamente, ya sea mediante la socialización de los recién llega-dos para compartir una forma de ver el mundo o mediante apoyo del Estadoy de su brazo judicial.2e

2e A este respecto hay curiosos paralelismos entre el pensamiento institucionaiista y latradición marxista, y amplio campo para un diálogo que aún no se ha realizado. La noción dehegemonía de Antonio Gramsci (1971), el dominio por las élites de la conciencia de los miem-bros de otras clases, por ejemplo, presta atención a por qué algunas ideas y prácticas soninstitucionalizadas y otras no. De manera similar, la representación que hace Michael Mann(1973) del proceso de cuatro partes por el que r¡na clase social desarrolla "una conciencia" -sereconoce a sl misma como clase, está consciente del capitalista como oponente, destaca cadavez más la identidad de clase e identifica las alternativas- tiene mucho en común con las ex-plicaciones institucionales del cambio. Estas afinidades han sido reconocidas sólo en rarasocasiones por dos razones: primero, los autores de la tradición marxista generaknente se con-forman con un modelo a pnori de la estmctura de clases que sólo tiene aplicabilidad limitadaen el caso de muchos fenómenos en los que están interesados los neoinstitucionalistas (enespecial en el nivel organizacional). Segundo, los analistas marxistas por lo común ven el cam-bio social como el resultado de un conflicto entre actores conscientes de sl mismos, racionales

-corporativos- (esta tendencia es más expllcita en el "marxismo analltico" contemporáneo[Wright, I 985; Elster, 1982]), y tratan procesos que los institucionalistas consideran casi uni-versales como alejamientos patológicos de la racionalidad ("la falsa conciencia"). A pesar deesto, la tradición marxista tiene la virtud de concentrarse en el ejercicio del poder (consciente oinconsciente), en los medios por los que el poder se ejerce y en los patrones de desigualdadcomunes a la mayoría de las sociedades en gran escala. Agradecemos a Don Shin por recor-dámoslo y a Chick Perrow por sus constantes exhortaciones para que prestáramos atenciónseriamente al poder y a la desigualdad, un punto en el que coincidimos y que hemos intentadoatender en otras partes (véanse DiMaggio, I 988a, y Powell, 1 985b).

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72 INTRODUCCIÓN

Fligstein presenta muy bien este punto al argumentar que ciertas estrate-gias corporativas fueron favorecidas por los principales funcionarios ejecu-tivos que tenlan experiencia en comercialización y finanzas porque lasestrategias se ajustaban a sus intereses y competencias. Los ejecutivos deéxito desarrollaron conceptos de control que llegaron a dominar sus indus-trias y definieron nonnas de conducta adecuadas. Brint y Karabel (cap. xnr)observan el ajuste entre la agenda de los administradores de las escuelassuperiores locales de carreras brreves y sus antecedentes y preocupaciónpor el estatus. DiMaggio describe a profesionales que buscaban cambiosradicales en las misiones y políticas de los museos, cambios que tenderíana fortalecer sus propias posiciones en relación con la de los miembros desus juntas directivas.

En todos estos casos, los defensores del cambio se apoyaron en modelosinstitucionalizados y emplearon explicaciones legítimas y sofisticadas, que in-dudablemente creían, para mejorar sus posiciones. Pero las opciones favo-recidas y los términos de debate tenían una clara afinidad con los interesesde Ios participantes.

Los tres estudios de institucionalización -Galaskiewicz

sobre la fiian-tropía empresarial, Brint y Karabel sobre las escuelas superiores locales decarreras breves y DiMaggio sobre los museos de arte- convergen notoria-mente al sugerir cómo el poder y los inter'eses conforman Ia evolución deIos campos organizacionales. Cada uno identifica la intervención de élitesorientadas a metas en puntos críticos del desarrollo de un campo; cadauno identifica la construcción de organizaciones que abarcan todo uncampo, en las que los profesionales desempeñan los papeles principales,que ejercen un efecto autónomo en la ideologla y la conducta; y cada unoregistra contiendas entre los modelos institucionales que se conformaronerr torno a consideraciones estratégicas. El asunto no es que los interesesperseguidos no estuvieran de alguna manera institucionalizados, sino quepara los propósitos explicativos de cada artículo, el lado activamente polí-tico de la historia (que, en cada caso, tiene elementos decisivamente insti-tucionales) es más pertinente.

Brint y Karabel sugieren que los neoinstitucionalistas todavía tienenrnucho que aprender del trabajo de Selznick, que se concentró directamenteen el ejercicio del poder. "Nuestras dificultades con el nuevo institucionalis-mo -escriben- tienen menos que ver con sus dogmas que con sus silen-cios." En algunos aspectos, Ia orientación profesional en las universidadescomunitarias o locales es una historia de libro de texto de la institucionali-zacíón: un cambio en la misión organizacional promovida por élites clavecomo una contribución a las metas de la justicia y del progreso económicoempezílentamente y luego se difundió con amplitud. Pero es una historiainstitucional con un giro extraño: la difusión ocurrió después de 60 años,durante los cuales los adrninistradores de las universidades locales.y susaliados estuvieron abogando sin éxito. ¿Qué es lo que explica, en primer

INTRODUCCIÓN 73

Iugar, los esfuerzos continuos pero inútiles de dar orientación profesionalante la oposición de los estudiantes y, en segundo, el posterior éxito delproyecto? Para responder esta pregunta, Brint y Karabel destacan no sóloIos modelos institucionales y los mitos racionales, sino también "la búsque-da de intereses organizacionales" y "el papel de la lucha de grupos en laconformación de las estructuras y políticas organizacionales".

(Jna perspectiva institucional de la competencia y la eficiencia

Las contribuciones a este libro reflejan un esfuerzo no sólo por tratar conla política y el conflicto, sino también por ocuparse de los problemas de iacompetencia y la eficiencia. Característico de este esfuerzo es el acerca-miento entre el institucionalismo y el interés de la población en la ecología.Los institucionalistas están mucho más dispuestos a reconocer la impor-tancia de la competencia y de la selección organizacional de lo que estabanantes (véase Powell, cap. vII), Los ecologistas, por su parte, ahora hacenhincapié en la importancia de los factores institucionales en la competen-cia y explícitamente abandonan los modelos de Ia evolución organízacionalque tratan de resumir todo por igual (Hannan y Freeman, 1989). EI capítu-Io xv de Singh, Tucker y Meinhard es un buen ejemplo de esta convergen-cia: por medio de modelos de población, Ios autores demuestran los efectosdel cambio institucional sobre Ia dinámica de la población y el efecto salu-dable de la legitimidad institucional sobre las tasas de supervivencia de lasagencias de servicio social voluntario de Toronto. Sugieren que Ia compe-tencia por la educación social decididamente rinde frutos.

En vez de negar la importancia de la competencia, ahora los teóricos dela institución hacen hincapié en la variedad histórica e intersocial de losregímenes competitivos y en el papel de las instituciones en la constituciónde esos regímenes. El capítulo xrv de Orrü, Biggart y Hamilton ejemplificaesto con su comparación de la coordinación interempresarial en Japón,Taiwan y Corea. Las estructuras de las empresas y sus redes son "sorpren-dentemente uniformes o isomorfas dentro de cada economía, pero diferentesde cada una de las otras: expresan los principios organizadores del ambien-te económico". Los autores ponen en tela de juicio la noción de que las ins-tituciones y los imperativos técnicos son inconsistentes; por el contrario,encuentran que las consideraciones institucionales y técnicas "convergenarmoniosamente en la delimitación de las formas organizacionales". Envez de "obstaculizar la eficiencia organizacional", las "distintas concepcionesde lo que constituye una actiüdad económica adecuada", en sus tres casos delLejano Oriente, "proporcionan una base para el orden del mercado y paralas relaciones competitivas".;r De hecho, como sugieren Powell (cap. vu) y Scott (cap. vI), la tendenciainicial de muchos neoinstitucionalistas de identificar las características téc-

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nicas con empresas lucntllr'tralucrativas o gubernamcrr I rrleE

modelos institucionalcs ir l¡thecha por compañfas prr r¡rlstlo de Galaskiewicz sobrt' l* llestrategia empresarial, se ltázos recientes en este scrrllrlr¡divisiones (Fligstein, lrrHE l(Galaskiewicz, I 985a; ( inlea1989; Useem, 1987), tlc L,a

los despachos lcgak's ('li'llción y difr-rsión clc l¡r Heretrr láclc los nrétclckrs ¡lut'lt cl¡rlrnt;+lp¿u1a¡ltcnt()s k'¡qllt's (k' r nt¡t¡rtí'lorlos l<lt't'rurrlos rlc ¡rt r,tI,llclrrr¡rrr, 1990), rlr. llr ¡',tl.lerrrtiugs, l9116) y tlc l;urrltll'lirrl< ¡s t'slos cslrrtlios r' jcrrt¡rl

irrst ittrcio¡ t¿tlt's t'ortlot t¡r¡rtt l,*é

¡'sigrtif icurr cstr¡s ¡ltl.,t rtlr¡iirrr¡rlicaciortcs t'sl¡in lcjor,lencs dcl ntrcvo irrslilr¡t i,,tt¡tlinstittrcio¡ralcls (:( )r r irt¡r rcl llrargutncntzrb¿In (luc: t'l tl i I lr,l ;1

les constitufa "costos ¡urrreRowan, cap. I; v¿'arrsc l:rrrtlmento es disctrti[>lc I)()r' vtlllos procesos por los (lltc ttltltcambio que ha hecllo: llr ¡'lllción de productos p()r'(lucficiarse materialnrenlc ¡rotelecciones motivadas i¡rsl lltdepartamento de adn¡i¡risl I

neto en la eficiencia. 'l'ct t r'l É

ingreso de la legitimiclltl, t'ltun distrito escolar poclrfiractividades ceremonialcs sl

adquirir una emisión clc lrou'El propósito clave dcl ¡tlr;il

de las prácticas instil-ucir¡¡r¡tdos institucionales. Solllos ' 'nen que Ias instituciones t¡ttrporque reconocemos qut: lrr<

stlperan las de la adaptaciirtr

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lau luerzas institucionales con agencias no**, cs viable. La aplicación venturosa de losI'in de eléméntos y prácticas estructuralesrltre se presenta en este libro en el capítu-

fa empresarial y el de Fligstein sobre latido en una actividad próspera. Esfuer-

err estudios de las empresas con muchaspatrones de filantropía empresarial

I Burt, 1991; Galaskiewicz y Wasserman,rientos de capacitación y promoción enTolbert y Stern, 1989), de la introduc-lio de matrices (Burns y Wholey, 1990),s financieros (Mezias, 1990), de los de-rrltinacionales (Miyazawa, 198ó); de losr en las empresas (Dobbin et al., 1988:recursos humanos (Baron, Dobbin y.gerentes (Amburgey y Lippert, 1989).rliamente la manera en que las fueruasas y practicas de las grandes empresas.

,¡ue las empresas son ineficientes? Las. Por una parte, las primeras expresio-lastaban explícitamente los procesosrs por consideraciones de eficiencia, yrn actividades legltimas o ceremonia-rnto de vista de la eficiencia" (Meyer y

io y Powell, cap. n). Pero este argu-r. Primera, debemos distinguir entreión hace un cambio de los efectos delirdopta una estrategia de diversifica-,la en su industria bien podría bene-r. Segunda, debemos preguntar si lasrrte (por ejemplo, la adopción de unrrrsos humanos) tienen algún efectoexplicar los efectos productores de

ri,(rruar simplemente los costos: parait:nte gastar millones de dólares entl resultante induce a los electores a

!rl¡rl de 15 millones de dólares.i, ir¡nal no es exponer la ineficiencia

rr¡'la no optimización de los acuer-lc..¡lecto a los argumentos que supo-

r lcpresentan soluciones eficientes,¡ ¡rnbio ambiental frecuentementetunirl. Como las prácticas organiza-

INTRODUCCIÓN 75

cionales subóptimas pueden persistir por extensos periodos, rara vez espe-ramos que las instituciones simplemente reflejen las fuerzas económicas ypolíticas actuales. El punto no es discernir si las instituciones son eficien-tes, sino llegar a explicaciones sólidas de cómo las instituciones incorporanlas experiencias históricas en sus reglas y lógicas organizativas.

RrcoNocr¡vrIp¡¿ros

Esta introducción es resultado de un esfuerzo conjunto; para efectos prácti-cos, Ios nombres de los autores se presentan en orden alfabético, Agrade-cemos los perspicaces comentarios por escrito sobre nuestros borradores dela introducción de Jeff Alexander, Steve Brint, Randall Collins, Ken Dauber,Ron Jepperson, John Meyer, Steve Mezias, Dick Nelson, Charles Perrow,Ken Shepsle, Don Shin, Harrison White y Mayer Zald.La discusión de la teo-ría positiva de las instituciones se debe en mucho a las exposiciones de Shepsley Barry Weingast en una conferencia a Ia que asistió Powell. Los autores tam-bién se beneficiaron de las cuidadosas lecturas de los primeros borradoreshechas por los participantes en los talleres de posgrado de las facuitades deArizona y Yale. Los autores son responsables de cualquier ambiguedad o de laforma poco satisfactoria de tratar algún tema.

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Page 24: El Nuevo Institucionalismo

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Page 25: El Nuevo Institucionalismo

I. ORGANIZACIONES INSTITUCIONALIZADAS:LA ESTRUCTURA FORMAL COMO MITO Y CEREMONIA

JouN W. Mev¡nv Bnra¡¡ Rowe¡'r

Pon lo general se entiende que las organizaciones formales son sistemas deactividades controladas y coordinadas que surgen cuando el trabajo es

incorporado en redes complejas de relaciones técnicas e intercambios quetraspasan fronteras. Perofen las sociedades modernas, las estructuras deorganización formal ,lr.g"lil"n contextos muy institucionalizados. Se creanprofesiones, políticas y programas junto con los productos y servicios quese supone deben producir racionalmente. Este proceso permite que sur¡'anmuchas nuevas organizaciones y obiiga a las existentes a incorporar nue-vas prácticas y procedimientos. Esto es, lleva a que las organizaciones in-colporen las prácticas y procedimientos definidos por los conceptos racio-nalizados prevalecientes del trabajo organizacional e institucionalizado enla sociedad. Las organizaciones que lo hacen aumentan su legitimidad ysus perspectivas de supervivencia, independientemente de Ia eficacia inme-diata de las prácticas y procedimientos adquiridos.

Los productos, servicios, técnicas, políticas y programas institucionaliza-dos funcionan como mitos poderosos y muchas organizaciones los adop-tan ceremonialmente. Pero la conformidad con las reglas institucionalesfrecuentemente entra en un agudo conflicto con los criterios de eficiencia;por el contrario, coordinar y controlar la actividad con el fin de promoverla eficiencia socava Ia conformidad ceremonial de una organización y sa-

crifica su apoyo y legitimidad. Para mantener la conformidad ceremonial,las organizaciones que reflejan las reglas institucionales tienden a protegersus estnrcturas formales de las incertidumbres de actividades técnicasmediante una integración poco rígida, estableciendo diferencias entre susestructuras formales y las actividades de trabajo reales.

Este capítulo argumenta que las estructuras formales de muchas organi-zaciones en la sociedad postindustrial (Bell, 1973) reflejan marcadamentelos mitos de sus ambientes institucionales, más que las demandas de susactividades de trabajo. La primera parte describe las teorías prevalecientessobre los orígenes de las estructuras formales y el principal problema queenfrentan las teorías. La segunda parte discute una fuente alternativa deestmcturas formales: los mitos implícitos en el ambiente institucional. Latercera parte se refiere a que las organizaciones que reflejan ambientesinstitucionalizados mantienen brechas entre sus estructuras formales y las

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80 LASFORMULACIONESINICIALES

actividades diarias de trabajo. La parte final es un resumen que retoma la

discusión de algunas implicaciones de la investigación.A lo largo del capítulo se distinguen claramente las reglas instituciona-

lizadas de las co.tductas sociales prevalecientes. Las reglas institucionali-zadas son clasificaciones incorporadas en la sociedad, como tipificacioneso interpretaciones intercambiadas (Bergery Luchnann, 1967, p.54). Esas re-

glas simplemente se pueden dar por hecho o pueden ser apoyadas por Ia

opinión pública o por la fuerza de la ley (Starbuck, 1976). Las instituciones

inevitabiemente conllevan obligaciones normativas, pero a menudo ingre-

san en la vida social principalmente como hechos que los actores deben

tener en cuenta. La institucionalización conlleva procesos por los que los

procesos sociales, las obligaciones o las realidades llegan a tomar un estatus

áe reglas en el pensamiento y la acción sociales. De modo que, por ejem-

plo, eI estatus sócial de un doctor es una regla altarnente institucionalizada(normativa y cognoscitiva) para el trato de las enfermedades, así como unpapel social compuesto de determinadas conductas, relaciones y expectati-

u"i. fu investigación y el desarrollo es una categoría institucionalizada de

la actividad organizacional que tiene significado y valor en muchos sectores

de la sociedad; también es un conjunto de la investigación real y de las ac-

tividades de desarrollo. De manera menos importante, un letrero de "no

fumar" es una institución con estatus e implicaciones legales, así como un

intento por regular la conducta de los fumadores. Fundamental para el ar-

gumento de este capÍtulo es que las reglas institucionales pueden tener

áfectos sobre las estructuras organizacionales y su cumplimiento en el tra-

bajo técnico real, los cuales son muy diferentes de los generados por las

reáes de conducta y relaciones sociales que integran y rodean una orga-

nización determinada.

TBONf¡S PREVALECIENTES DE LA ESTRUCTURA FORMAL

Debe hacerse una distinción clara entre Ia estructura formal de una organi-

zacióny sus actividades de trabajo diarias. La estructura formal es un plan

para lai actividades que incluye, ante todo, el cuadro de la organización:una lista de las oficinás, departamentos, posiciones y programas. Estos ele-

mentos se vinculan mediante metas y políticas explícitas que conformanuna teoría racional del modo, y el propósito, al que se deberán ajustar las

actividades. La esencia de una organización burocrática moderna se en-

cuentra en el carácter racionalizado e impersonal de estos elementos es-

tructurales y de las metas que los ünculan.uno de lós problemas centrales en Ia teorÍa de la organización es des-

cribir las "o.tdi.iott"t

que hacen surgir la estmctura formal racionalizada'

En las teorías corru..rcionules se supone que la estructura forma.l racional

es el instrumento más efectivo de coordinar y controlar las complejas redes

ORGANIZACIONES INSTITUCIONALIZADAS 81

de relaciones implícitas en las actividades técnicas o de trabajo modernas(véase Scott, 1975, para un resumen). Este supuesto se deriva de las discu-siones de Weber (1946, 1947 , 1952) sobre el surgimiento histórico de lasburocracias como consecuencia de los mercados económicos y de los Esta-dos centralizados. Los mercados económicos recompensan la racionalidady la coordinación. A rnedida que se expanden los mercados, las redes derelaciones en un determinado campo se hacen más complejas y se distin-guen mejor, y las organizaciones en ese campo deben manejar más interde-pendencias internas y externas. Factores como el tamaño (Biau, 1970) y latecnología (Woodward, 1965) aumentan Ia complejidad de las relacionesinternas, y la división del trabajo entre las organizaciones incrementa losproblemas que superan sus fronteras (Aiken y Hage, 19ó8; Freeman, 1973);Thompson, 1967). Debido a que la necesidad de coordinación aumentabajo estas condiciones, y a que el trabajo coordinado formalmente tieneventajas competitivas, surge una tendencia al desarrollo de organizacionescon estructuras formales racionalizadas.

La formación de Estados centralizados y la penetración de los centrospolíticos en las sociedades también contribuyen al surgimiento y difusiónde la organización formal. Cuando las redes de relaciones implícitas en elintercambio económico y en la administración política se hacen muy com-piejas, se piensa que las estructuras burocráticas son los medios más efec-tivos y racionales para uniformar y controlar las subunidades. El controlburocrático es muy útil para los centros poiíticos en expansión y frecuente-mente se requiere uniformidad tanto en las unidades centrales como en lasperiféricas (Bendix, 1964, 1968). Los centros políticos organizan cargosque logran ampiiar la conformidad y desplazan actiüdades tradicionales entodas las sociedades.

El problema: las teorías prevalecientes suponen que Ia coordinación y eI

control de la actividad san las dimensiones críticas en las que las organiz,a-ciones fonnales han tenido éxito en eI mundo moderno. Tal supuesto se basaen la opinión de que las organizaciones ftincionan según sr"rs planes for-males: la coordinación es rutinaria, se siguen reglas y procedimientos y Ias

actividades reales se sujetan a las prescripciones de la estructura formal.Pero mucha de la investigación empírica sobre las organizac\c-tnes pone entela de juicio este supuesto. Una ¡Jeneración anterior de investigadores con-cluyó que había una gran brecha entre la organización formal y la informal(por ejemplo, Dalton, 1959; Downs,1967; Homans, 1950). Una observaciónafín es que las organizaciones formales suelen estar integradas débilmente(March y Olsen, 197ó; Weick, 1976): ios elementos estn-rcturales sólo estánvinculados débilmente entre sí y con las actividades, a menudo se violan lasreglas, frecuentemente no se ejecutan las decisiones o si se ejecutan tienenconsecuencias inciertas, las tecnologías son de eficiencia problemática y lossistemas de evaluación e inspección son subvertidos o son tan vagos quesuscitan escasa coordinación.

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82 LAS FORMULACIONES INICIALES

Las organizaciones formales son endémicas en las sociedades modernas.Hay necesidad de encontrar una explicación de su surgimiento libre del su-

puesto de que, en la práctica, las estructuras formales en realidad coordinany controlan el trabajo. Tal explicación debe tener en cuenta la elaboraciónde los propósitos, las posiciones, las políticas y las reglas de procedimientoque caracterizan a las organizaciones formales, pero io debe hacer sinsuponer que estas características estructurales se cumplen en la actividaddiaria del trabajo.

Fur,¡¡res INSTITUCIoNALES DE LA ESTRUCTUM FoRMAL

AJ concentrarse en el manejo de complejas redes de relaciones y en el ejer-cicio de coordinación y control, Ias teorías prevalecientes han descuidadouna fuente weberiana alternativa de la estructura formal;"la legitimidad de

las estructuras formales racionalizadas. En las teorías prevalecientes, lalegitimidad está dada; las afirmaciones sobre Ia burocratización se basan

en el supuesto de normas de racionalidad (Thompson, 19ó7). Cuando las

normas sí juegan papeles causales en las teorías de la burocratización, se

debe a que se considera que forman parte de las sociedades y persona-lidades modernas como valores muy generales, los cuales se cree que facili-tan Ia organización formal. Pero las norrnas de racionalidad no son simplesvalores generales. Existen de maneras mucho más poderosas y específicasen las reglas, entendimientos y significados que se atribuyen a las estruc-turas sociales institucionalizadas. Se ha descuidado la importancia causalde esas instituciones en el proceso de burocratizacíón.

Las estructuras formales no sólo son producto de sus redes de relaciones

en la organización social. En las sociedades modernas, los elementos de las

estructuras formales racionalizadas están fuertemente acopladas con, yreflejan, los entendimientos difundidos de la ¡ealidad social. Muchas de las

posiciones, políticas, programas y procedimientos de las organizacionesmodernas se cumplen gracias a la opinión pública, las opiniones de ciu-dadanos destacados, el conocimiento legitimado mediante el sistema, elprestigio social, las leyes y las definiciones de negligencia y prudencia que

usan los tribunales. Esos elementos de la estructura formal son manifesta-ciones de poderosas reglas institucionales, las cuales funcionan comomitos sumamente racionalizados que son obligatorios para determinadasorganizaciones.

En las sociedades modernas, los mitos que generan estructuras organíza-cionales formales tienen dqs propiedades clave. Primero, son prescripcionesracionalizadas e impersonales que identifican como técnicos varios pro-pósitos sociales y especifican a manera de reglas los medios adecuadospara buscar racionalmente estos propósitos técnicos (Ellul, l9ó4). Segundo,están considerablemente institucionalizados y por tanto, en cierta medida,

ORGANIZACIONES INSTITUCIONALIZADAS

se hallan más allá del arbitrio de cualquier participante u organilaciónindividual. Por consiguiente, deben tomarse como legítimos, aparte de las

evaluaciones de su efecto en los resultados del trabajo.Muchos elementos de la estructura formal están altamente instituciona-

lizados y funcionan como mitos. Los ejemplos incluyen profesiones, pro-gramas y tecnologías:

Hay un gran número de profesiones racionalizadas (Wilensky, 19ó5;Bell, 1973). Éstas son ocupaciones controladas no sólo por inspeccióndirecta de los resultados del trabajo, sino también por reglas sociales delicencias, registros y escolaridad. Las ocupaciones son racionalizadas y se

entiende que controlan técnicas impersonales, no misterios morales.Además, están altamente institucionalizadas: socialmente se espera la dele-gación de actividades a las ocupaciones adecuadas y a menudo ello es obli-gatorio legalmente por encima de cualesquiera cálculos de su eficiencia.

Muchos programas forrnales organizacionales también están institucio-nalizados en la sociedad. Las ideologías definen las funciones adecuadaspara los negocios -como

las ventas, la producción, la publicidad o la con-tabilidad-, para una universidad -como

la enseñanza y Ia investigaciónde la historia, la ingenierÍa y la literatura- y para un hospital -como

la ci-mgía, Ia medicina interna y la obstetricia-. Esas clasificaciones de funcio-nes organizacionales, y las especificaciones para realizar cada función, sonfórmulas prefabricadas y disponibles para cualquier organización'

De manera similar, las tecnologías se institucionalizan y se convierten enmitos que vinculan a las organizaciones. Se da por hecho que los proce-dimientos técnicos de producción, contabilidad, selección de personal oprocesamiento de datos se convierten en medios para lograr los fines orga-nizacionales. Independientemente de su posible eficiencia, esas técnicasinstitucionalizadas hacen ver una organización adecuada, racional y mo-derna. Su uso muestra responsabilidad y evita reclamos por descuido.

Es enorme el efecto de esos elementos institucionales racionalizadossobre las organizaciones y situaciones organizativas. Estas reglas definenlas nuevas situaciones organizativas, redefinen las existentes y especificanIos medios para tratar racionalmente con cada una. Permiten, y a menudorequieren, que los participantes se organicen siguiendo lineamientos yaestablecidos. Y se difunden rnuy rápido en la sociedad moderna como partedel surgimiento de la sociedad postindustrial (Bell, 1973). Se registran nue-vos y extensos campos de actividad en programas institucionalizados, pro-fesiones o técnicas, y las organizaciones incorporan los paquetes de regis-tros. A continuación se dan algunos ejemplos.

La psicología crea una teoría racionalizada de selección de personal yacredita a profesionales especializados en los temas del personal; departa-mentos y funcionarios de personal aparecen en cualesquier organizacionesexistentes, y también aparecen agencias especializadas en personal.

A medida que se crean programas de investigación y desarroilo y se

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LAS FORMULACIONES INICIALES

adiestr,a y define a los profesionales con experiencia en estos campos, las or-

gu.riru"lorr"s enfrentan presiones c.adavez mayores para incorporar las

unidades de investigación y desarrollo.A medida que se racionaliza la profesión prerracional de Ia prostituciórl

siguiendo lineamientos médicos, surgen más fácilmente organizaciones

biocratizadas -las clínicas de terapia sexual, los salones de masajes y

otros similares-.A rrredida clue surgen problemas de seguridad y contaminación.ambien-

tal, y amedida que lás piofesiones y programas pertinentes se instituciona-

lizan er, leyes, iáeologías sindicales y opinión pública, las organizaciones

incorporan estos programas y profesiones'

El irecimiento-de las estructuras institucionales racionalizadas en la so-

ciedad hace a las organizaciones formales más comunes y más elaboradas.

Esas instituciones son mitos que hacen a la vez más necesarias y más

fáciles de crear las organizaciones formales' Después de todo' los elemen-

tos con que Se "o.rrt*"y".,

las organizacioned se encuentran dispersos en el

punoru,,,u social; sóló se requiere un poco de energía empresarial para

integrarlos en una estructura. Y como se consideran estos elementos co-

'.r"Ár, adecuados, racionales y necesarios, las organizaciones deben in-

corporarlos para evitar la ilegitimidad. De este modo, los mitos construidos

dentro de loi elementos inst]tucionales racionalizados crean la necesidad,

la oportunidad y el impulso para organizar racionalmente, por encima de las

presiones en este se.rtido óreadas por la necesidad de manejar redes de

relaciones de proximidad:Proposición 1) A medida que surgen reglas institucionales racionalizadas

en detirminados campos de fa actividad laboral, se integran y amplían organi'

Zlorior", formales ol ir"orporo, estas regJas como elementos estructurcLles'

Aquí están implicitas dos ideas: 1A) A medida que los mitc¡s institucio-

nalizados definén nuevos campos de la actividad racionalizada, surgen

organizaciones formales en estos campos' '1'B) A medida que surgen mitos

inJtitucionales racionalizados en los campos de actividad existentes, las

organizaciones ya establecidas amplían sus estructuras formales para ha-

cerse isomorfas con estos nuevos mitos'Para entender el mayor proceso histórico conviene observar que:

Proposición 2) Cuaáto mds *od"rnizada esté la sociedad, mds extendida

estari la estructira formal racionalizsda en ciertos cempos y mayor será e!

número de campos que contengan instituciones racianalizadas'po. corrsignü.rt", las instituciones modernas se racionalizan completa-

mente y estJs elementos racionalizados actítan como mitos que dan origen

a más árganizaciones formales. Cuando se cambian las proposiciones ,f,) y

2) se desirenden dos ideas más específicas: 2A) es más probable que surjan

o.guniru.iones formales en las soiiedades más modernizadas aun cuando

se mantenga constante Ia complejidad de las redes de relaciones inmedia-

las; 28) es"probable que las organizaciones formales en determinado cam-

ORGANIZACIONES INSTITUCIONALIZADAS

El predominio de los

85

po de actividad posean estructuras más elaboradas en las sociedades más

*od"rrrur, aun cuundo se mantenga constante la complejidad de las redes

de relaciones inmediatas.Si se combinan las ideas anteriores con la teoría de la organización pre-

valeciente, queda claro que las sociedades modernas están llenas de buro-

cracia racionalizadu po.áot razones. Primera, como lo aseveran las teorías

prevalecientes, las .edes de relaciones se hacen más complejas a medida

qu" 1", sociedades se modernizan. segundo, las sociedades modernas

"rtán ll"nur de reglas institucionales, las cuales funcionan como mitos que

muestran varias estructuras formales como medios racionales para lograr

fines deseables. La figura r.l resume estas dos líneas de la teoría. Ambas

líneas sugieren que la sociedad postindustrial -la sociedad dominada pcr

la organilación iacional más que por las fuerzas de la producción- surge

tantJ por Ia complejidad de la red organizacional social moderna como,

más directamenre, por cuestiones ideológicas. Una vez que se ha institu-

cionalizado, Ia racionalidad se convierte en un mito con potencial organi-

zativo explosivo, como Ellul (19óa) y Bell (1973) io observan -aunque con

reacciones muy diferentes-'

/','/

Modernizaciónde la sociedad

\

elementos insl.iLucionales .

a/ racionalizados

\\

\. La Presencia Y\ elaboración de las

estructuras formalesorqanizacionales.r

\ La complejidad de las\ redes de organización e

intercambio social

Flcun¡ l.l . Los orígenes y la elaboración de estructuras formales organila-

cionales.

I-n relación de las organizeciones con sus ambientes

No es nueva la observación de que las organizaciones están estructuradas

por fenómenos en sus ambientes y tienden a volverse isomorfas junto con

ellos. Unu explicación de ese isomorfismo es que las organizaciones formales

," ulustar a sus ambientes por medio de interdependencias técnicas y de

intercambio. Tal perspectiva puede observarse en las obras de Aiken y Hage

iigáSl, Hawley tigOg) y Thompson (1967). Fsta explicación afirma que los

"t.-"rrto, estrlcturales se difunden porque los ambientes crean exigencias

que traspasan las fronteras entre los campos para las organizaciones, y que

Page 29: El Nuevo Institucionalismo

8ó LASFORMULACIONESINICIALES

las organizaciones que incorporan elementos estructurales isomorfos con elambiente son capaces de administrar esas interdependencias.

Una segunda explicación para el paralelismo entre las organizaciones ysus ambientes -y que aquí se destaca- es que las organizaciones reflejande modo estructurai la realidad construida socialmente (Bergery Luckmann,1967). Este punto de vista se sugiere en la obra de Parsons (195ó) y Udy(1970), quienes ven las organizaciones como condicionadas en gran medi-da por sus ambientes institucionales generales y, por tanto, como institu-ciones en parte. Emery y Trist (1965) también ven las organizaciones comosi respondieran directamente a estructuras ambientales y distinguen conrnucha claridad esos efectos de los que ocurren por intercambios que tras-pasan las fronteras entre campos. De acuerdo con la conCepción institu-cional tai como se desarrolla aquí, las organizaciones tienden a desaparecercorno unidades distintivas y con lÍrnites. Bastante más allá de las relacionesinterambientales sugeridas en las teorías de sistemas abiertos, las teoríasinstitucionales en sus formas extremas definen las organizaciones cornorepresentaciones dramáticas de mitos relacionados que prevaiecen en lassociedades modernas más que como unidades que participan en intercam-bios -sin importar lo complejo que sean- con sus ambientes.

Las dos explicaciones del isomorfismo ambiental no son del todo incon-sistentes. Las organizaciones tratan con sus ambientes dentro de sus lími-tes e imitan los elementos ambientales en sus estructuras. Sin embargo,ambas tienen implicaciones muy diferentes para sus procesos organiza-cionales internos, como se argumenta más adelante.

Ins orígenes de los mitos institucionales racionales

La burocratización se debe en parte a la proliferación de mitos racionaliza-dos en la sociedad, y esto a sll vez conlleva la evolución del sistema institu-cional moderno completo. Aunque el último tema se halla más allá de iospropósitos de este capítulo, es posible observar tres procesos específicos dela estructura organizacional que generan mitos racionalizados.

Itt elaboración de complejas redes de relaciones

A medida que las redes de relaciones en las sociedades se rruelven densas einterconectadas, surge un número cadavez. mayor de mitos racionalizados.Algunos están muy generalizados; por ejemplo, los principios del universalis-mo (Parsons,l97l),los contratos (Spencer, 1897),la restitución (Durkheirn,1933) y el conocimiento experto (Weber, 1947) se generalizan a cliversasocupaciones, programas y prácticas organizacionales. Otros mitos descri-ben elementos estructur.'ales específicos. Estos mitos pueden originarse en

ORGANIZACIONES INSTITUCIONALIZADAS 87

contextos muy limitados y aplicarse a otros. Por ejemplo, en las sociedadesmodernas, los contextos de las relaciones de las organizaciones empresariales

en una sola industria son similares de un Lugar a otro. En estas condiciones,

una práctica particularmente efectiva, la especializacíón del trabajo, o el

principio de coordinación pueden ser codificados en forma de mito. Las

leyes, los sistemas educativos y de registro de las profesiones y la opiniónpública puede entonces hacer necesario o ventajoso para las organizacionesincorporar las nuevas esttucturas,

El grado de organización colectiva del ambiente

Los rnitos generados por prácticas organizacionales particulares y difundi-dos mediante las redes de relaciones basan su legitimidad en Ia suposiciónde que son racionalmente efectivos. Pero muchos mitos también basan su

legitimidad oficial en mandatos legales. Sociedades que, ya sea mediante laconforrnación de una nación o de un Estado, han desarrollado órdeneslegales racionales son en especial propensas a dar autorida.d colectiva(legal) a instituciones que Iegitiman estructuras organizacionales particu-Iares. El surgimiento de Estados centralizados y de naciones integradassignifica que los agentes organizados de ia sociedad asumen jurisdicciónsobre un gran núrnero de campos de actividad (Swanson, 1971). Las auto-ridades legislativas y judiciales crean e interpretan rnandatos legales; las

agencias adrninistrativas -colno los gobiernos estatales y federales, las au-

torid¿¡des portuarias y los distritos escolares- establecen reglas de prácti-ca; y las licencias y ios registros de profesiones se hacen necesarios paradesempeñar ocupaciones. Cuanto más fuerte sea el orden legai racional,mayor será el grado en que las reglas y los procedimientos y el personalracionalizados se conviertan en requisitos institucionales. Surgen nuevas

organizaciones formales y las que ya existen adquieren nuevos elementosestructurales.

Esfuerzos de lideraxgo de las organizeciones locales

Generalmente se piensa que el crecimiento del Estado y Ia expansiOn de lajurisdicción colectiva dan por resultado organizaciones domesticadas(Carlson, 1962) sujetas a altos niveles de desplazamiento de sus objetivos(Clark, 195ó;Selznick,1949;Zald'y Denton, 19ó3)' Este punto de vista es en-

gañoso: las organizaciones frecuenternente se adaptan a sus contextosorganizacionales, pero a menudo desempeñan papeles activos en la confor-

mación de esos contextos (Dowling y Pfeffer, 1975; Parsons, 195ó; Perrow,1970; Thompson, l9ó7). Muchas organizaciones buscan afanosamente que

las autoridades colectivas }es concedan priviiegios legales y se las ingenian

Page 30: El Nuevo Institucionalismo

88 LASFORMULACIONESINICIALES

para institucionalizar sus objetivos y estructuras en las reglas de esas

autoridades.Los esfuerzos para modificar los ambientes institucionales obedecen a

dos dimensiones. Primero, Ias organizaciones poderosas obligan a susredes de relaciones inmediatas a adaptarse a sus estmcturas y relátiones.Por ejemplo, los productores de automóviles ayudan a crear demandaspara que haya cierto tipo de carreteras, sistemas de transporte y com-bustibles que hacen de los automóviles necesidades virtuales; las formascompetitivas de transporte tienen que adaptarse al contexto de relacionesexistentes. Pero, segundo, las organizaciones poderosas intentan construirsus objetivos y procedimientos directamente dentro de ia sociedad comoreglas institucionales. Por ejemplo, Ios productores de automóüles intentaninculcar en la opinión pública los criterios que definen los automóvilesdesleales, influir en las normas legales que definen los automóviles satis-factorios, influir en las reglas judiciales que definen a ios automóviles queson suficientemente adecuados para evitar demandas contra los fabri-cantes y obligar a los agentes de la colectividad a comprar sóio sus vehícu-los. Por consiguiente, los rivales deben competir tanto en las redes o mer-cad<¡s sociales como en los contextos de las reglas institucionales definidaspor las organizaciones existentes. De este modo, formas organizacionalesdeterminadas se perpetúan al convertirse en reglas institucionalizadas. Porejemplo, los administradores escolares que crean nuevos currículos o pro-gramas de capacitación intentan validarlos como innovaciones legítimasen la teoría educativa y en los requerimientos gubernamentales. Si tienenéxito, se pueden perpeftrar los nuevos procedimientos como los requiere Iaautoridad o por lo menos como satisfactorios. Los nuevos departamentosdentro de las compañías, como el de personal, el de publicidad y el de in-vestigación y desarrollo, intentan ser profesionales al crear reglas de prác-ticas y registro de profesionales que las escuelas, los sistemas de prestigio ylas leyes exigen. Las organizaciones que se encuentran amenazadas en losambientes competitivos -las pequeñas granjas, los ferrocarriles de pa-sajeros o los Rolls Royce- tratan de ocupar una posición central en lastradiciones culturales de sus sociedades a fin de recibir protección oficial.

El efecto de los ambientes institucionales en las organizaciones

EI isomorfismo con las instituciones ambientales tiene algunas consecuen-cias decisivas para las organizaciones: a,) incorporan elementos que sonlegitimados exteriornente, más que en términos de eficiencia; b) empleancriterios de evaluación externos o ceremoniales para definir el valor de loselementos estructurales, y c) Ia dependencia respecto de instituciones fi-jadas exteriormente reduce Ia turbulencia y mantiene la estabilidad. Comoresultado, se argumenta aquí, el isomorfismo institucional promueve el

ORGANIZACIONES INSTITUCIONALIZADAS

éxito y la supervivencia de las organizaciones. Al incorporar estructurasformales legitimadas exteriormente se incrementa el compromiso de losparticipantes internos y de Ios componentes externos. Y el uso de criteriosde evaluación externos -esto es, dirigirse hacia el estatus de una subuni-dad en la sociedad y no hacia un sistema independiente- puede permitir a

una organización seguir teniendo éxito por definición social, reduciendosus posibilidades de fracaso.

Cambio de las estructuras fonnales

Al diseñar una estructura formal que se adhiere a las prescripciones de losmitos en el arnbiente institucional, una organízación demuestra que actúacon base en propósitos valorados colectivamente de manera adecuada(Dowling y Pfeffer, 1975; Meyer y Rowan, 1978). La incorporación de ele-mentos institucionalizados proporciona una explic:ación (Scott y Lyman,1968) de las actividades que protege a la organización de que se dude de suconducta. Es decir, la organización se hace legítima y usa tai legitirnidadpara f<lrtalecer su apoyo y asegurar su supervivencia.

Por tanto, desde una perspectiva institucional, uno de los aspectos másimportantes del isomorfismo con las instituciones ambientales es ia evolu-ción de un lenguaje organizacional. Los nombres en la carta de organi-zacíón, y el lenguaje utilizado para delinear los objetivos, los procedimien-tos y las políticas organizacionales son análogos a los vocabularios demotivos usados para explicar las actividades de los individuos (Blum yMcHugh, 1971; Mills, 1940). Así como los celos, la ira, el aitruismo y elamor son mitos que interpretan y explican las acciones de los individuos,los mitos de los doctores, de los contadores o de una línea de ensambleexplican las actividades organizacionales. Así, algunos pueden decir quelos ingenieros resolverán un problema específico o que las secretariasrealizarán ciertas tareas, sin saber quiénes serán estos ingenieros o secre-tarias ni exactamente qué harán. Ambos, el que habia y el que. escucha,entienden que esas afirmaciones describen cómo se realtzarán ciertasresponsabilidades.

Los vocabularios de estmctura que son isomorfos con ias reglas institu-cionales proporcionan explicaciones prudentes, racionales y iegÍtimas. Se

supone que las organizaciones descritas en los vocabularios legitimadosestán orientadas hacia propósitos definidos y a menudo ordenados colecti-vamente. Por ejemplo, ios mitos de los servicios de personal no sólo expli-can la racionalidad de las prácticas de empleo; también indican que ios ser-vicios de personal son valiosos para una organización. Los empleados, lossolicitantes de empleo, los gerentes, Ios miei'nbros de las juntas directivasde las empresas y las empresas gubernamentales están predispuestos a con-fiar en las prácticas de contratación de organizaciones que siguen procedi-

Page 31: El Nuevo Institucionalismo

90 LASFORMULACIONESINICIATES

mientos legítimos -como programas de oportunidad igual o de pmebas de

personalidad- y están más dispuestos a participar en esas organizaciones o

a financiarlas. Por otra parte, las organizaciones que orniten element<¡s de es-

tructura legitimados ambientalmente o que crean estmcturas únicas carecen

de explicaciones legitimadas aceptables de sus actividades. Esas organiza-

cionei son más vulnerables a las acusaciones de que son negligentes, irra-

cionales o innecesarias. Acusaciones de esta clase, Sean de participantesinternos, de componentes externos o del gobierno, pueden hacer que las

organizaciones incurran en costos reales. Por ejemplo, con el surgimientode las instituciones médicas modernas, las grandes organizaciones que no

toman medidas para dar servicios médicos a sus trabajadores son conside-

raclas negligentei -por los trabajadores, por algunas facciones gerenciales,

por los'aie[rraclorei, por los tribunales que definen legaimente la negligen-

lia y frecuentemente por las leyes-. Los costos de la ilegitimidad en térmi-

nos de primas del aseguramiento y de las obligaciones legales son muy

reales. De manera similar, la instituciones de conservación del ambiente

hacen que sea irnportante que las organizaciones procuren reglas forrnales,

departameltos )¡ prograrnas de seguridad. Las reglas y letreros que pro-

híben ftlmar, in<lependientemente de su cumplimiento, son necesarios para

evitar acusaciones de negligencia y el caso extremo de ilegitimidad: la clau-

sura que decica ei Estado. El desarrollo de la economía profesional hace

q,r" páru las organizaciones sea útil incorporar gmpos de economistas y

ánáhsis econornétricos. Aunque quizás nadie los lea, los entienda o los crea,

los análisi.s econométricos ayudan a legitimar )os planes de la organización

a los ojos de los inversicnistas, clientes (como en el caso de los contratistas

del De¡rartamento de la Defensa) y participantes internos. A la vez, esos

análisii pueden proporcionar explic.aciones racionales después de que ocu-

rren los lracasoi: ios gerentes cuyos planes han fracasado pueden demos-

trar a los inve¡sionistas, accionistas y superiores que los procedimientos

eran prudentes y que las decisiones se tomaron con medios racionales'

Poi tanto, las instituciones racionalizadas crean mitos de estructura for-

mal que determinan a las organizaciones. Dejar de incorporar los elemen-

tos adecuados de estructura es negligente e irracional; el apoyo continuo se

ve amenazado y Ia disidencia interrra se fortalece. Al mismo tiempo, estos

mitos ofrecen a las organizaciones grandes oportunidades de expansión'

Asignar los nombres correctos a las actividades puede transformarlas en

servicios valiosos y despertar ios compromisos de los participantes inter-

nos y de los comPonentes externos.

La adopción de citerios de evuluación extemos

En ambientes elaborados institucionalmente, las organizaciones también

se pueden hacer sensibles a, y emplear, criterios externos de valor. Los cri-

ORGANIZACIONES INSTITUCIONALIZADAS 9I

terios incluyen, por ejemplo, recompensas ceremoniales como el premioNobel, declaraciones de apoyo de personas importantes, ios precios nor-males que cobran los profesionales y los consultores, o el prestigio de losprogramas o del personal en los círculos sociales externos. Por ejemplo, lasconvenciones de Ia contabilidad moderna se esfuerzan por asignar un valora componentes particulares de las organizaciones con base en su contribu-ción -por medio de la función de producción de la organización- a losbienes y servicios que produce la organización. Pero para muchas uni-dades -los departamentos de servicios, los sectores administrativos yotros- es poco claro qué de lo qr.le se produce tiene un valor definible entérminos de su contribución ai producto organizacional. En estas situa-ciones, los contadores recurren a prácticas oscuras: suponen qlre son nece-sarias determinadas unidades organizacionales y caiculan su valor por losprecios afuera de la organi zación. De este modo, Ia contabilidad modernacrea funciones de producción ceremoniales y la.s incluye en las funcionesde producción económicas: las organizaciones asignan valores definidosexteriormente a los departamentos de publicidad, de segrrridad, a los ge-

rentes, a los econometristas y ocasionalmente a los sociólogos, ya sea queestas unidades contribuyan o no de manera medible a la producción. Losprecios rnonetarios, en la sociedad postindustrial, rellejan numerosas in-fluencias ceremoniales, al igual que las medidas económicas de eficiencia,rentabilidad o patrinronio neto (Hirsch, 1975).

Los criterios cerernoniales del valor y las funciones de prodr-rcciónderivadas ceremonialmente son útiles para las organizaciones: iegitirnan alas organizaciones con los participantes internos, los accionistas, el púbii-co y ei Estado, así como con el Departarrrento de Impuestos Internos o IaCornisión de Valores y Operaciones Bursátiles. Demuest¡:an sociaimentelas buenas condiciones de una organización. La incorporación de estruc-turas con alto valor ceremonial, como las que reflejan conocirnientosexpertos recientes r: prestigiosos, hacen que la posición crediticia de unaorganización sea rnás favorable. Es más fácil obtener préstamos, dona-ciones o inversiones. Finalrnente, las unidades dentro de la organizaciónusan evaluaciones ceremoniales pq.ra explicar sus servicios productivos a Iaorganización. Su pcder interno aurnenta con su desempeño en las medidasceremoniales (Salancik y Pfefter, 1974)"

Estabilización

El surgimiento de ¡rn ambiente institucional complejo estabiliza las rela-ciones organizacionales internas y externas. Los Estados centralizados, lasasociaciones comerciales, los sindicatos, las asociaciones profesionales ylas coaliciones entre las organizaciones uniforman y estabilizan (véase lareseña de Starbuck, 197 6).

Page 32: El Nuevo Institucionalismo

92 LASFORMULACIONESINICIALES

Las condiciones del mercado, las características de los insumos y de losproductos y los procedirnientos tecnológicos se ponen bajo la jurisdicciónde significados y controles institucionales. También se produce la estabi-iización a medida que una institución se convierte en parte de un sistemacolectivo más amplio. Se garantiza el apoyo mediante acuerdos y no con-pletamente mediante el desempeño. Por ejemplo, independientemente de

que las escuelas eduquen a los estudiantes o los hospitales curen a Ios

pacientes, las personas y ias agencias gubernamentales siguen compro-metidas con estas organizaciones, les dan financiamiento y las usan casiautomáticamente año tras año.

Los ambientes controlados institucionalmente protegen de turbuienciasa las organizaciones (Emery y Trist, 19ó5; Terreberry, 1968). Las adapta-ciones ocurren con menor rapidez a medida que se celebran muchosacuerdos. Los monopoiios otorgacios colectivamente aseguran ia clienteiapara organizaciones como escuelas, hospitales o asociaciones profesiona-les. La calidad dada por hecho (y legalmente reguiada) de las reglas institu-cionales hace poco probable que haya inestabilidades irnpresionantes enlos productos, técnicas o políticas. ,Además, su legitimidad como subuni-dades aceptadas de la sociedad protege ias organizaciones de sancionesinmediatas por las variaciones en el desempeño técnico. De este modo, ios

distritos escolares estadunidenses (al igual que otras unidades guberna-mentales) casi tienen monopolios y son muy estables. Deben conformarsecon reglas nrás amplias sobre las ciasificaciones adecuadas y Ios acredita-mientos de profesores y estudiantes, y de temas de estudio. Pero están pro-tegidas por reglas que hacen que la educación sea obligatoria tal como Ia

definen estas clasificaciones. Las escuelas alternativas o privadas son posi-bles, pero deben sujetarse estrechamente a las estructuras y clasificacionesrequeridas de modo que casi no permitan ventajas. Algunas organizacionesempresariales obtienen niveles muy altos de estabiiidad institucional. Unagran empresa contratista de obras de defensa puede recibir pagos porseguir los procedimientos acordados, aun cuando el producto sea ineficaz.En el caso extremo, esas organizaciones pueden tener tanto éxito que so-

breviven intactas a la bancarrota -como ha sucedido con Ia Lockheed y

los ferrocarriles Penn Centrai*- al convertirse parcialmente en compo-nentes del Estado. Más comúnmente, Ia supervivencia de esas empresasqueda garantizadagracias a las tarifas reguladas por el Estado, que ies ase-

guran ganancias sin importar los costos, como ocurre con las empresas de

servicios púbiicos estadunidenses. Las grandes empresas automoviiísticastienen un poco menos de estabilidad. Existen en un ambiente que contienesuficientes estructuras para hacer de los automóviles, como se les defineconvencionalmente, necesidades virtuales. Pero aun así, los clientes y losgobiernos pueden inspeccionar cada automóvil, evaluarlo e incluso des-

acreditarlo legalmente. La acción legal no puede desacreditar con la mismafacilidad a un graduado de preparatoria.

ORGANIZACIONRS iNSTITUCIONALIZADAS

El éxito y la supervivencia organizacionales

Por tanto, el éxito organizacional depende de otros tactores aparte de la co-

ordinación y control eficientes de las actividades productivas. Indepen-

dientemente de su eficiencia productiva, las organizaciones que existen en

ambientes institucionales complejos y tienen éxito en hacerse isomorfas aesios ambientes obtienen la legitimidad y los recursos que requieren para

sobrevivir. En parte, ello depende a su vez de los procesos ambientales y cie

Ia capacidad de determinados licierazgos organizacionales para adaptardichos procesos (Hirsch, 1975). En parte depende de la habilidad de deter-

minadas organizaciones para conformarse con instituciones ambientales y

ser legitimadas por éstas. En ambientes institucionalmente cc)mplejos se

requiere una conformidad sagaz: el liderazgo (en una universidad, un hos-

pitál o una empresa) requiere éntender las pleferencias cambiantes y los

p.ogru*ur gubernamentales. Pero esta clase de conformidad -y la casi

garántizada supervivencia que la acompaña- sólo es posibie en un ambien-

te con estructura muy institucionalizada. En tal contexto es posible fijar laorganización en un isomorfismo que refleje ceremonialmetrte el ambienteinstitucional en su estructura, funcionarios y procedimientos. Así, además

de las ftientes del éxito y sr:brevivencia organízacionai deiinidas conven-

cionalmente, puede plantearse la siguiente afirmación general:

Proposición 3) Ins organizaciones que incorporan elementos socialmentelegitimados y facionaliZados en sus estructuras formales maximizan su legiti'midad y aumentan sus recurso.s y capacidad de superivencia'

Esta proposición afirma que las perspectivas de super-vivencia a largoplazo de las organizaciones aumentan a medida que las estrrrcturas del

Estado se hacen más complejas y las organizaciones responden a reglas

institucionalizadas. Por ejemplo, en los Estados Unidos, las escuelas, los

hospitaies, y las organizaciones de asistencia social muestran una consi-

derable habilidad para sobrevivir, precisamente porque se ajustan -y casi

se incorporan- a sus ambientes institucionales. De la misma rnanera, las

organizaciones fracasan cuando se desvían de las prescripciones de los

mitos institucionalizadores: independientemente de la eficiencia técuica,las organizaciones que innovan en fonnas estmcturales importantes inctt-rren en a.ltos costos de legitimidad.

La figura I.2 resume el argumento general de esta sección, jnnto con el

punto de vista de que las organizaciones subsisten gracias a ia eficiencia.

LeS gsTRUCTURAS INSTITUCIONALIZADAS Y LAS ACTIVIDADES ORGANIZACIONALES

Las estructuras formales racionalizadas surgen en dos contextos. Primero,las demandas de las redes de relaciones locales favorecen el desarrollo de

estructuras que coordinan y controlan actividades. EsaS estructuras con-

Page 33: El Nuevo Institucionalismo

94 LASFORMULACIONESINICIALES

Elaboración de mitos -

Conformidad organizacionalinstitucionales raciona.lizados - con los mitos institucionales

ORGANIZACIONES INSTITUCIONALiZADAS

ducción, con frecuencia se desarrolla un mercado y los consumidoresobtienen importantes derechos de inspección y control. En este contexto,por Io generai Ia eficiencia determina el éxito. Las organizaciones debenenfrentar las exigencias de una estrecha coordinación con sus redes de

relaciones, y lo hacen organizándose en torno a problemas técnicos in-mediatos.

Pero el crecimiento de Ia sociedad organizada colectivamente y la inter-conexión mayor de las relaciones sociales ha socavado muchos contextosde mercado. Cadavez más, organizaciones como escuelas, unidades de in-vestigación y desarrollo y las burocracias gubernamentales usan tecno-Iogías variables, ambiguas, para obtener producciones difíciles de evaluar,y para otras organizaciones con tecnologías claramente definidas no es

posible adaptarse a Ia turbulencia ambiental. La incertidumbre de contin-gencias técnicas imprevisibles o de adaptarse al camirio ambiental nopuede resolverse con base en la eficiencia. Los participantes internos y los

componentes externos requieren por igual reglas institucionalizadas que

promuevan la confianza y credibilidad en las producciones y protejan las

organizaciones del fracaso (Emery y Trist, 19ó5).

Así, se puede concebir un continuo en que pueden ordenarse las organi-zaciones. En un extremo están Ias organizaciones bajo fuertes controles de

su producción (Ouchi y McGuire, 1975), cuyo éxito depende del manejode sus redes de relaciones. En el otro están las organizaciones instituciona-lizadas cuyo éxito depende de la confianza y estabilidad logradas medianteel isomorfismo con las reglas institucionales. Por dos razones es impor-tante no suponer que Ia localización de una organización en este continuose basa en las propiedades técnicas inherentes de su producción y que portanto es permanente. Primero, las propiedades técnicas de las produccio-nes se definen socialmente y no existen en un sentido concreto que permitadescubrirlas empíricamente. Segundo, con frecuencia los ambientes y las

organizaciones redefinen la naturaleza de los productos, Servicios y tecno-

logías. La redefinición a veces aclara las técnicas o los criterios de evalua-

ción. Pero a menudo las organizaciones y los ambientes redefinen la natu-raleza de las técnicas y de la producción, de modo que se introduce laambigüedad y disminuyen los derechos de inspección y control. Por ejem-plo, las escuelas estadunidenses han evolucionado de producir una cap4ci-tación específica evaluada según criterios rigurosos de eficiencia, a pro-ducir servicios definidos ambiguamente que se evalúan según criterios de

acreditación (Callahan, 1962;Tyack, 1974; Meyer y Rowan, 1978).

I nc o n s i s t enci as e s t r uc t ur ales en la s organiZac io ne s in s t it uc i o naliZad a s

Hay dos problemas muy generales que enfrenta una organización si su éxi-

to depende principalmente del isomorfismo con reglas institucionalizadas.

95

Ititvl

E f iciencia or ganizacional -/

Legitimidad y

--?t"'uno"

________> Supe rvivencia

Ftcune L2. Superviv encia organizacional.

tribuyen a la eficiencia de las organlzaciones y les dan ventajas sobre com-petidores menos eficientes. Segundo, la interconexión de las relacionessociales, la organización coiectiva de la sociedad y el liderazgo de las élitesorganizacionales crean un contexto n-luy institucionalizado. En éste, lasestmcturas racionalizadas ofrecen una aceptable explicación de las activi-dades organizacionales y las organizaciones consiguen legitimidad, estabi-Iidad y recursos.

En cierta medida, todas las organizaciones están incorporadas a los con-textos relacional e institucionalizado y, por tanto, se hallan interesadas en lacoordinación y el control de sus actividades y en dar una explicación pru-dente para las mismas. Las organizaciones en ambientes muy institu-cionalizados se enfrentan a contingencias internas y externas. Por ejemplo,las escuelas deben transportar a ios estudiantes y regresarlos a sus casas enciertas circunstancias, y deben asignar aulas a los profesores, estudiantes ytemas. For otra parte, las organizaciones que producen en mercados quehacen hincapié en la eficiencia crean unidades cuya relación con la pro-ducción es oscura y cuya eficiencia está deterrninada no por una verdaderafunción de producción, sino por una definición ceremonial.

No obstante, la supervivencia de algunas organizaciones depende másdel manejo de las demandas de las relaciones internas y externas, mientrasque la supervivencia de otras depende más de las demandas ceremonialesde ambientes muy institucionalizados. La discusión que sigue muestra queel que la supervivencia de una organización dependa sobre todo de las de-mandas relacionales o institucionaies determina la fuerza de los alinea-mientos entre las estructuras v las actividades.

Tipos de organización

Los mitos institucionalizados difieren en la cabalidad con que describenlas relaciones de causa y efecto y en la claridad con que describen criteriosque deben considerarse para evaluar producciones (Thompson, 1967).Algunas organizaciones usan la rutina, tecnologías claramente definidaspara obtener su producción, Cuando es posible evaluar fácilmente la pro-

Page 34: El Nuevo Institucionalismo

96 LAS FORMULACIONES INICIALES

Primero, ias actividades técnicas y las demandas de eficiencia crean con-

flictos e inconsistencias en los esfuerzos de una organización institucio-nalizadapor sujetarse a las reglas ceremoniales de la producción. Segundo,

como estas .*gü, ."r*-oniales se transmiten por mitos que-puecien surgir

de diferentes partes del ambiente, las reglas suscitan conflictos entre sí.

Tales inconsistencias hacen que sea problemático el interés por ia eficien-

cia y Ia coordinación y control rigurosos.Las estructuras formales que rinden culto a los mitos institucionalizados

difieren cle las estructuras que actúan eficientemente. La actividad ceremo-

nial es significativa en relación con reglas categóricas, no con sus efectos

concretos (Merton, 1940; March y Simon, 1958). A un trabajador enfermo

lo debe tratar un clpctor que usa los procedimientos médicos aceptados;

que el trabajador sea tratado eficazmente es rrienos importante. Una com-

panía de u,riob*u"u debe clar servicio en las rutas ..q,.,".idut, sea que haya o

ir.o muchos pasajerqs. Una universidad debe mantener departamentos ade-

cuados, indepenáienlemente de la rnatrícula. Es decir, la actividad tiene un

sigr:ificado iitual: mantiene las apariencias y da validez a una organi-

zación.Las reglas categór:icas entran en conflicto con la lógica de la eficiencia.

A menudlo las organizaciones se enfrentan ai dilema de que las actiüdades

que siguen ias reglas institucionales, aunque se pueden considerar gastos

c"re*|,niales ¡usiificados, son meros costos desde el punto de vista de la

eficiencia. poi ejemplo, contratar al ganador de un premio Nobei da gran-

des beneficios córemoniales a una universidad. El nombre de Ia eminencia

puede ayudar a obtener donaciones para investigación, atraer a estudiantes

más deslacaclos o aumentar la reputación. Pero desde el punto de vista de

ios resultados inmediatos, el gasto disminuye el rendimiento de la ense-

ianza por dólar gastado y reduce la capacidad de la universidad para

resolvei. problemás logísticos inmecliatos. Además, las tecnologías caras,

que dan prestigio a loi hospitales y a las empresas, simplemente pueden

ser.ostoi "*."riuor

desd.e el punto de vista de la producción inmediata. De

manera similar, los consuitores de gran prestigio que obtienen la aproba-

ción externa para una organización difícilmente pueden justifica¡se en térmi-

nos de una mejor productividad. No obstante, pueden ser muy importantes

para conservar Ia legitimidad interna y externa'

Surgen otros conflictos entre las reglas categóricas y la eficiencia porque

Ias ,eg1as institucionales se elaboran en niveles muy aitos de generaiización

(Dr.rrkieim, 1933), en tanto que las actividades técnicas varían según condi-

iiorr", específicas, no uniformes y posiblemente únicas. En vista de que las

categoría.s ceremoniales uniformes deben enfrentar variaciones y anomalías

técnicas, las reglas generalizadas del ambiente institucional frecuentemente

son inadecuadás paia situaciones específicas. Un plan de estudios impuesto

por el gobierno puede ser inadecuado para los estudiantes que se tienen; un

iratam]ento m¿dico convencional puede ser inútil dadas las características

ORGANIZACIONES INSTITUCIONALIZADAS 97

del paciente, y los inspectores de seguridad federales pueden retrasar into-lerablemente los intercambios a través de las fronteras,

Una fuente adicional de conflictos entre las reglas categóricas y la eficien-cia es la inconsistencia entre los elementos institucionalizados. A menudoIos ambientes institucionales son pluralistas (Udy, 1970), y las sociedadespromulgan mitos marcadamente inconsistentes. Como resultado, las orga-nizaciones que buscan apoyo externo y estabilidad incorporan muchos ele-

mentos estn¡cturales incompatibles, Las profesiones se incorporan aunquepretendan tener jurisdicciones que se traslapan. Se adoptan programas quecontienden entre sí por autoridad sobre cierta área. Por ejemplo, si unoindaga quién decide qué planes de estudio se enseñarán en las escuelas, es

posible que varios participantes, desde los gobiernos hasta los profesores,respondan que ellos son los que deciden.

Luego entonces, en organizaciones institucionalizadas, la preocupaciónpor la eficiencia de las actividades diarias crea incertidumbres enorrnes.Contextos especlficos destacan lo inadecuado de las prescripciones demitos generalizados, y elementos estrrrcturales inconsistentes suscitan con-flictos acerca de sus derechos de jurisdicción. Asl, las organizacionesdeben esforzarse por vincular los requerimientos de los elementos ceremo-niales con las actividades técnicas, y vincular los elementos ceremonialesinconsistentes entre sí.

[.a resolución de inconsistencia

Hay cuatro soluciones parciales a estas inconsistencias. Primero, una orga-nización puede resistirse a los requerimientos ceremoniales. Pero unaorganizaciín que descuida los requerimientos ceremoniales y se pretendeeficiente puede no tener éxito para respaldar su eficiencia. Además, al re-chazar los requerimientos ceremoniales se omite una importante fuente derecursos y de estabilidad. Segundo, una organización podrá mantener unasujeción rígida a las prescripciones institucionalizadas si elimina sus rela-ciones externas. Aunque ese aislamiento sostiene los requerimientos cere-moniales, los participantes internos y los componentes externos puedendesilusionarse pronto por su incapacidad para manejar los intercambiosque traspasan sus lronteras. Las organizaciones ínstitucionales no sólodeben conformarse con los mitos; también deben mantener la aparienciade que los mitos verdaderamente funcionan. Tercero, una organizaciónpuede reconocer cínicamente que su estructura es inconsistente con los re-querimientos del trabajo, pero esta estrategia niega la validez de los mitosinstitucionalizados y sabotea la legitimidad de la organización. Cuarto, unaorganización puede prometer reformas. Las personas pueden pensar queen el presente no es viable, per:o que el futuro está lleno de prometedorasreformas de estructura y actividad. Pero al definir la estructura válida de la

Page 35: El Nuevo Institucionalismo

98 LAS FORMULACIONES IMCIALES

organización como algo que se halla en el futuro, esta estrategia hace que

la estructura actual de la organización sea ilegltima.No obstante , envez de basarse en una solución parcial, una organización

puede resolver los conflictos entre las reglas ceremoniales y la eficienciaiecurriendo a dos medios interrelacionados: la separación y la lógica de la

confianza.

La separación

Las organizaciones que se han construido en torno a la eficiencia tratan de

manteier un alineamiento estrecho entre las estructuras y las actividades.

se impone la conformidad por medio de la inspección; Ia calidad de la pro'

duccién se supervisa continuamente; se evalúa la eficiencia de las diferen-

tes unidades, y se unifican y coordinan los distintos objetivos. Pero una

polftica de alineamiento estrecho en las organizaciones institucionalizadas

rólo huce público un historial de ineficiencias e inconsistencias'Las orgánizaciones institucionalizadas protegen sus estructuras- formales

de la eva-iuación basada en el desempeño técnico: la inspección, la evalua-

ción y el control de las actividades se reducen a un mínimo, y la coordi-

nación, la interdependencia y los ajustes entre las unidades estmctumles se

manej an informalmente,Proposición 4) Ya que los esfuerzos por coordinar y c-ontrolar las activi'

dades'en los organizaiiones institucionales llevqn a conflictos y a pérdida de

Iegitimidad, ,ri"poron los elementos de estructura de las actividades, ademds

de separarlos uno de otros'ebunas propiedades bien conocidas de las organizaciones ejemplifican el

p.o"""ro de sep-aración: ,l) Las actividades se realizan más allá del alcance de

ios gerentes. Én particular, las organizaciones favorecen activamente el pro-

fesionalismo y las actividades se delegan a profesionales. 2,) Las metas se

hacen ambiguas o vaclas y los fines categóricos son sustituidos por fines

técnicos. Loi hospitales tiatan a los pacientes, no los curan. Las escuelas

producen estudiantes, no conocimiento. De hecho, se eliminan o se hacen

invisibles los datos sobre el desempeño técnico' Los hospitales procuran

ignorar información sobre las tasas de curación, Ios servicios públicos elu-

d"en datos sobre la efectividad, y las escuelas restan importancia a las medi-

das de consecución. 3) Se evita la integración, se descuida la ejecución de

los programas y la inspección y la evaluación se vuelven ceremoniales. 4) Se

hacen muy importantes las relaciones humanas. Las organizaciones no

pueden colrdinar formalmente las actividades porque sus-reglas formales,

si se aplicaran, generarían inconsistencias. Por tanto, se deja que los indi-viduoi desarrollen informalmente interdependencias técnicas. Se da gran

valor a la habilidad para coordinar las cosas -es decir, llevarse bien con

otras personas- en violación a las reglas.

ORGANIZACIONES INSTITUCIONALIZADAS

Las ventajas de la separación son claras. El supuesto de que las estruc-turas formales están trabajando realmente se protege de las inconsisten-cias y anomalías que implican las actividades técnicas. Además, como se

evita la integración, se minimizan las disputas y los conflictos y una orga-nización puede ganar el apoyo de un amplio rango de personas y compo-nentes externos. De este modo, la separación permite a las organizacionesmantener estructuras estandarizadas, legitimizadoras y formales, en tantoque sus actividades varían en respuesta a consideraciones prácticas. Lasorganizaciones en una industria tienden a poseer estructuras formales si-milares -lo que refleja sus orígenes institucionales comunes-, pero en lapráctica mtrestran una gran diversidad.

La lógica de la confianTa y de la buena fe

No obstante la falta de coordinación y control, las organizaciones que hanrealizado una separación no son anárquicas. Las actividades diarias se rea-lizan de -a.r".i ordenada. Lo que da legitimidad a las organizacionesinstitucionalizadas y les permite parecer útiles, a pesar de su falta de vali-dación técnica, es la confianza y buena fe de sus participantes internos y desus componentes externos,

Corsideraciones de prestigio caracterizan la gerencia ceremonial (Goffrnan,

1967). La confianza en los elementos estructurales se mantiene por mediode tres practicas -eütar, ser üscreto y "hacelse de la vista gorda' (GofFrnan,

1967, pp. 12-18)-. Las subunidades autónomas separadas favorecen el evi-tar y el ser discreto; también es muy común hacerse de la vista gorda conrespecto a las anomalías. Tanto los participantes internos como los compo-nentes externos cooperan en estas prácticas. Asegurar que los participantesindividuales conserven su prestigio sustenta la confianza en la organi-zación y en última instancia refuerza la confianza en los mitos queracionalizan Ia existencia de Ia organización.

La delegación, la profesionalizaci6n, la ambigüedad en las metas, laeliminación de los datos de producción y el mantenimiento de prestigioson mecanismos para eliminar la incertidumbre, a la vez que se conserva laestructura formal de la organizaciín (March y Simon, 1958). Contribuyena la atmósfera general de confianza dentro y fuera de la organización,Aunque la bibliografla sobre la organización informal con frecuencia trataestas prácticas como mecanismos para lograr propósitos desviados y de

subgrupos (Downs, 1967), tal tratamiento ignora una característica críticade la vida de la organización: eliminar efectivamente la incertidumbre ymantener la confianza requiere que las personas crean que todos actúan de

buena fe. El supuesto de que las cosas son lo que parecen, que los emplea-dos y los gerentes desempeñan sus cargos adecuadamente, permite a laorganización realizar sus ¡utinas con una estructura separada.

99

Page 36: El Nuevo Institucionalismo

100 LAS FORMULACIONES INICIALES

En otras palabras, la separación y mantener el prestigio son mecanismos

que conservan el supuesto de que las personas actúan de buena fe. La profe-

sionalización es no sólo una manera de evitar Ia inspección: compromete a

los inspectores y a los subordinados a actuar de buena fe. Lo mismo hace, en

menoimedida, la clemencia estratégica (Blau, 1956). Y lo mismo hacen las

muestras públicas de alta moral y satisfacción características de muchas

organizaciones. Las organizaciones emplean rnuchos mecanismos para exa-

geiar los compromisos rituales que sus participantes hacen con los elemen-

tos estructurales básicos. Estos mecanismos son especialmente comunes en

las organizaciones que reflejan fuertemente sus ambientes institucionales.Proposición 5) Cuanto más se deriva Ia estructura de una organiTación de

mitos institucionalizados, mds mantiene la ostentación de confianza, satis-

facción y buena fe, interna y extemamente.Los compromisos creados por la ostentaciÓn de moral y satisfacción no

son afirmaciones vacías de mitos institucionalizados. Los participantes se

comprometen no sólo a apoyar la fecha ceremonial de la organización,sino también a hacer que las cosas funcionen atrás del telón. Los partici-pantes comprometidos se encargan de una coordinación infermal que,

uuttq.te a menudo es inadecuada formalmente, mantiene las actividades

técnicas funcionando sin problema y evita problemas públicos. En este

sentido, la confianza y la buena fe que generan las acciones ceremonialesno son fraudulentas. Incluso pueden ser el medio más razonable para que

los participantes realicen sus mejores esfuerzos en situaciones a las que ha-

cerproblemáticas los mitos institucionalizados contrarios a las demandas

técnicas inmediatas.

La inspección y evaluación ceremoninles

Todas ias organizaciones, incluso las que mantienen altos niveles de con-

franzay de buena fe, están en ambientes que han institucionalizado los ri-tuales racionalizados de la inspección y la evaluación, las cuales pueden

descubrir sucesos y divergencias que debilitan la legitimidad. Por tanto, las

organizaciones institucionalizadas minimizan la inspección y la evaluacióny las hacen ceremoniales.

De hecho, en las organizaciones institucionalizadas la evaluación acom-

paña y produce ilegitimidad. El interés del gobierno de los Estados unidosán la investigación sobre la evaluación, por ejemplo, tiene en parte la inten-

ción de debilitar a las autoridades estatales, locales y privadas que han

administr.ado los servicio.s sociales en ese país, Desde luego, Ias autori-

dades federales por lo común no han evaluado los problemas que están

totalmente bajo la jurisdicción federal; sólo han evaluado aquellos en que

Ios controles federales son incompletos. De manera similar, los gobiernos

de los Estados han insistido en evaluar ios fondos especiales que crean para

ORGANIZACIONES INSTITUCIONALIZADAS 101

beneficencia y educación, pero casi nunca evalúan Ios programas que fi-nancian habitualmente.

La evaluación y la inspección son afirmaciones públicas del controlsocial que violan el supuesto de que todos actúan competentemente y de

buena fe. Tal violación disminuye la moral y la confianza. Así, la evaluacióny la inspección socavan los aspectos ceremoniales de las organizaciones.

Proposición 6) Las organizaciones institucionalizadas procuran reducir alminimo la inspección y la evaluación tanto por parte de sus gerentes intemoscomo de los componentes externos.

La separación y el evitar la inspección y la evaluación no son merasestratagemas que usa Ia organízación. También los componentes externosevitan inspeccionar y controlar las organizaciones institucionalizadas(Meyer y Rowan, 1978). Las agencias que otorgan registros, las juntas

Isomorfismo con unambiente institucionalcomplejo

Separación de subunidadesestructurales entre sí y de lasactiüdades

Rituales de confianza y de buena fe

Evitar 1a inspección y la evaluaciónefectivas

Flcune I.3. Itts efectos del isomorfismo institucional en las organizaciones.

directivas, Ias agencias gubernamentales y los individuos aceptan ceremo-nialmente, por su valor aparente, las acreditaciones, metas ambiguas yevaluación categóricas características de las organizaciones ceremoniales.En ambientes institucionales complejos, es probable que estos compo-nentes externos sean agentes de la sociedad organizados corporativarnente.Mantener relaciones categóricas con sus subunidades organizacionales es

más estable y seguro que basarse en la inspección y el control. La figura t.:resume los principales argumentos de esta sección de nuestra discusión.

Rr,sutrtex E IMpLICACIoNES pARA LA IN\,'ESTIGACIóN

Las estructuras organizacionales se crean y se hacen más complejas con el

surgimiento de los mitos institucionalizados, y, en contextos altamenteinstitucionalizados, la acción de la organización debe apoyar estos mitos.Pero una organización también debe prestar atención a su actiüdad prácti-ca. Los dos requisitos se oponen, Una solución estable es mantener la orga-nización en un estado de integración interno flexible.

Aquí no se toma partido sobre la efectividad social general de las organi-zaciones isomorfas y flexiblemente integradas. En cierta medida, esas

Page 37: El Nuevo Institucionalismo

IO2 LAS FORMULACIONES IMCIALES

estructuras protegen la actividad de los criterios de eficiencia y producenineficiencia. Por otra parte, al comprometer a los participantes a actuar de

buena fe y apegarse a racionalidades mayores de una estructura más

amplia, aumentan la efectividad al máximo a largo plazo. No debe supo-nerse que la creación de racionalidades microscópicas en la actividaddiaria de los trabajadores afecta los fines sociales más eficientemente que

los compromisos con pretensiones y propósitos institucionales más vastos.

El argumento que se presenta aquí genera varias tesis importantes que

tienen claras implicaciones para la investigación. La primera tesis es que Ios

ambientes y los dominios ambientales que han institucionalizado un gran

número de mitos racionales genei^an organizaciones más formales. Esta

tesis conduce a la hipótesis de investigación de que las organizaciones for-males surgen y se hacen más complejas como resultado del surgimiento de

un Estado complejo y de otras instituciones para la acción colectiva. Talhipótesis debería seguir siendo cierta aun cuando el desarrollo económicoy técnico se mantiene constante. Los estudios podrían buscar la difusiónde las organizaciones formales de instituciones específicas -las profesio-

nes, programas claramente dirigidos y otros similares-. Por ejemplo,podrían estudiarse los efectos del surgimiento de las teorías y profesionesde la selección del personal en la creación de los departamentos de perso-

nal en las organizaciones. Otros estudios podrían buscar la difusión de Ios

departamentos de ventas o de investigación y desarrollo' Debería encon-trarse que las organizaciones sé adaptan a esos cambios ambientales, aun

cuando no haya evidencia de su efectiüdad.Uno puede estudiar experimentalmente el efecto de las variaciones hipo-

téticas en la institucionalización ambiental sobre las decisiones de los ge-

rentes organizacionales en la planificación o en el cambio de la estructurasorganizacionales. ¿Planifican los gerentes de manera distinta cuando saben

de la existencia de ocupaciones o instituciones programáticas establecidas

en sus ambientes? ¿Planifican de manera diversa cuando diseñan orgatiza-ciones para ambientes más o menos complejos institucionalmente?

Nuestra segunda tesis es que las organizaciones que incorporan mitosson más legítimas y exitosas y tienen más probabilidades de sobrevivir. En

este caso, la investigación debe comparar organizaciones similares en

diferentes contextos. Por ejemplo, la existencia de departamentos de per-

sonal o de unidades de investigación y desarrollo debe presagiar el éxito en

ambientes en que están ampliamente institucionalizados. Las organiza-ciones con elementos estructurales no institucionalizados en Sus ambien-

tes tienen más probabilidades de fracasar, pues esa complejidad no autori-zada debe justificarse con eficiencia y efectividad.

Más generalmente, las organizaciones cuyas pretensiones de apoyo se

basan en la evaluación tendrán menos probabilidades de sobrevivir que las

que están mucho más institucionalizadas. De este argumento se deriva que

ORGANIZACIONES INSTITUCIONALIZADAS IO3

las organizaciones que existen en un ambiente altamente institucionaliza-do por lo regular tendrán más probabilidades de sobrevivir.

Se puede estudiar experimentalmente el monto de los préstamos que losbancos estarlan dispuestos a conceder a organizaciones, los cuales varíansólo en: ,1/ el grado de institucionalización ambiental y 2) el grado en quela organización incorpora estructuralmente las instituciones ambientales.

¿Están dispuestos los bancos a prestar más dinero a empresas cuyos planesvan acompañados de proyecciones econométricas? Y ¿es mayor esta ten-dencia en las sociedades en que esas proyecciones están institucionalizadasmás ampliamente?

Nuestra tercera tesis es que los esfuerzos de control organizacional, enparticular en ambientes muy institucionalizados, se dedican a la conformi-dad ritual, tanto interna como externamente. Es decir, esas organizacionesseparan la estructura de la actividad y a las estructuras unas de otras. Aquíla idearcs que cuanto más institucionalizado esté el ambiente, más tiempoy energía dedicarán las élites organizacionales al manejo de la imagen pú-blica y estatus de la organizaci6n, y menos dedicarán a la coordinación yadministración de las relaciones particulares que van más allá de los límitesde la empresa. Además, el argumento es que en esos contextos los gerentesdedican más tiempo a articular las estructuras y relaciones internas en unnivel abstracto o ritual, a diferencia del manejo de relaciones particularesentre actividades e interdependencias.

Deben estudiarse experimentalmente las asignaciones de tiempo yenergla que proponen los gerentes con los diversos ambientes descritos.Los gerentes a quienes se han presentado descripciones de un ambientecomplejamente institucionalizado, ¿se proponen gastar más energía man-teniendo el isomorfismo ritual y menos en el control de la conformidadinterna? ¿Tienden a dejar de prestar atención a la evaluación? ¿Elaborandoctrinas de profesionalismo y de buena fe? En otras palabras, aquí losargumentos sugieren estudios comparativos y experimentales que inves-tiguen los efectos sobre la estructura organizacional y la coordinación de

Ias variaciones en la estructura institucional de un ambiente más amplio.Las variaciones en la estmctura organizacional entre las sociedades, y den-tro de cualquier sociedad en el transcurso del tiempo, son centrales paraesta concepción del problema.

RncoHoct¡{reNTos

Este capítulo fue publicado originalme nte en American Journal of Sociology,83(2), pp. 340-363.

Page 38: El Nuevo Institucionalismo

RETORNO A LA JAULA DE HIERRO 105

II. RETORNO A LA JAULA DE HIERRO:

ELISOMORFISMOINSTITUCIONALYLARACIONALIDADCOLECTIVA EN LOS CAMPOS ORGANIZACIONALES

Paut- J. DIM¡ccloY W,qI"TEn W. PowE'I-L

Mex WBs¡n advirtió, enThe Protestan Ethic and the Spirit of Capitalism, que

elespírituracionalistaq.,"i''t'o¿"joelascetismohabíalogradounimpul-;;;i*;ta;,

"r' "t "fiiiuli';'á orden racionalista se había convertido

en una jaula de hi.t.;;;;;; lu itt-u"idad estaba presa' excepto por Ia

páriUfiá"¿ de un nuevo despertar profético' "quizá hasP gYe^:s: haya que-

mado la última tonelada de carbón-" (Weber' 1952' pp' 181-182)' En su en-

sayo sobre Iu brrro.ru"ia, Weber retomó- e.ste tema y sostuvo que la buro-

cracía,la manifesta.iO-"1'guttitacional.del espíritu racional'.era un medio

t"" .ñ"["r" y poderoso dJcontrolar a los hombres y las mujgre¡ clue' una

vez establecida, no poáiu du"" marcha atrás al impulso a la burocrati-

zacíón (Weber U9221' 1978)'

La imagen de Iu la.rlá-d" hi"*o ha obsesionado a los estudiosos de la

sociedad a medida qrrá ," aceleraba la burocratización. Pero aunque la bu-

rocracia se ha amplia;;;;il";mente en los 80 años transcurridos desde

q"" "t"tiUio

Weúer, nosotros sugerimos que el mecanismo de raciona-

lización organizacional ha cambiádo' Para Weber' la burocratizacíón eta

resultado de tres "u.rru,

relacionadas: la competencia entre las empresas

capitalistas en el mercado; la competencia entre los Estados' la cual

aumentaba la necesidad de los gobernantes de controlar a su personal y a

sus ciudadanor; y turá"-a"dasiutguesas por protección igual bajo la ley'

De estas tres, Ia *ar iÁportunte eraél -"t"ldo competitivo' "Hoy día -es-cribió Weber (Ug22), út8'; g74)-la economía de mercado capitalista es la

á"" *e, ¿"-"rrda tue los asuntos oficiales de la administración sean rea-

lizados con precisió",'ri" á-Ulguedades' continuamente y con tantarapídez

;;;; rt" pásible. P";i; "g"iut' Ias.empresas capitalistas modernas muv

;;;;t ;J-modelos sin iguál de estricta organización burocrática'"

Nosotros ufirr'u*o, ^qir"

f ur-áru, de fa buroc ratización y racionali-

zaciónhan cambiad;. \¡; il; logrado la burocratización de las grandes

;;;;:;;t Jel nstaJo' Las organú1c1o1es siguen haciéndose más homo-

géneas y las burocra"i* tig""" liendo, la forma organizacional más común'

3;;;;ü"tg", en la **"riá"¿ el cambio estructural en las organizaciones

;;;;;;;; uÁo cuau-'"1""""o' por la competencia o por Ia necesidad de

eficiencia. por er contrario, afirmamos que ia burocratizac\ón y otras for-

mas de cambio organizacional ocurren como resultado de procesos que

hacen a las organizaciones más similares, aunque no necesariamente más

eficientes. Sostenemos que la burocratización y otras formas de homo-

geneización surgen de Ia estructuración de los campos organizacionales

icidd"nr, 1979).-Este proceso, a su vez, es efectuado en gran medida por el

Estado y las profesiones, que se han convertido en los grandes racionaliza-

dores de la segunda mitad del siglo Xx. Por razones que explicaremos más

adelarite, los campos organizacionales altamente estructurados proporcio-nan un contexto en que los esfuerzos individuales por tratar racionalmente

con la incertidumbre y las limitaciones a menudo conducen, en conjunto, a

la homogeneidad de estruetura, cultura y producción.

L¡ rgonfe oRGANIZACIoNAL Y LA DTVERSIDAD oRGANIZACIoNAL

Mucha de la teoría organizacional moderna expone un mundo diverso y di-

ferenciado de organizaciones y busca explicar la.variación en Ia estructulay conducta entre éstas (por ejemplo, woodward, 1965; child y Kieser, 1981).

ilu.r.run y Freeman empiezan un importante artÍculo teórico (1977) con la

pregunta: .,¿Por qué hay tantas clases de organizaciones?" Aun nuestras

iecriologias de inlestigación (por ejemplo, las basadas en el método de los

mínimos cuadrados) están orientadas a explicar la variación, más que su

ausencia.Nosotros, en cambio, preguntamos: ¿por qué hay una homogeneidad tan

sorprendente de formas y prácticas organizacionales? Y procuramos expli-

.uilu ho-ogeneidad, no Ia variación. En las etapas iniciales de su ciclo de

vida, los .u-por organizacionales muestran una diversidad considerable

en enfoques y fnt-*. No obstante, una vez que un campo ha quedado biert

establecido, hay un impulso inexorable hacia Ia homogeneización.

Coser, Kadushin y Powell (1982) describen Ia evolución del libro de texto

universitario estadunidense desde un periodo de diversidad inicial a la ac-

tual hegemonía de sólo dos modelos: el gran generalista burocrálico y el

pequenó especialista. Rothman (1980) describe el paso de varios nrodelos

competitivós de educación legal a dos enfoque dominantes. starr (1980)

proporciona eüdencia de imitaciones en el desarrollo del campo de los hos-

pitut"r; Tyack (1974) y Katz ( 1975) muestran un proceso similar en las es-

Lu"ias púthcas; Barnouw (1966-1968) describe el desarrollo de formas do-

minantes en Ia industria de la radio; y DiMaggio (1982a,1982b) muestra el

surgimiento de modelos organizacionales dominantes pala proporcionaralta-cultura a finales del siglo xrx. En cada uno de estos casos vemos el

surgimiento y estructuración de un campo organizacional como resultado

de iás actividades de un conjunto diverso de organizaciones y, además, la

homogeneización de estas organizaciones y también de las que ingresan

por primera vez cuando ya se han establecido los campos'

104

Page 39: El Nuevo Institucionalismo

IOó LAS FORMULACIONES INICIALES

Por campo organizacion¿l nos referimos a aquellas organizaciones que, enconjunto, constituyen un área reconocida de la vida institucional: los pro-veedores principales, los consumidores de recursos y productos, las agenciasreguladoras y otras organizaciones que dan servicios o productos similares.La virtud de esta unidad de análisis es que nos hace prestar atención nosólo a las empresas competidoras, como lo hace el enfoque de la poblaciónde Hannan y Freeman (1977), o a las redes de organizaciones que real-mente interactúan, como lo hace el enfoque de las redes interorganizacio-nales de Laumann, Galaskiewicz y Marsden (1978), sino también a la totali-dad de los actores importantes. Asl, la idea del campo abarca la importanciatanto de laconexión (véanse Lauma¡n, Galaskiewicz y Marsden 1978), comodela equivalencia estructural (White, Boorman y Breiger, 1976).1

La estructura de un campo organizacional no puede determinarse a priori,sino que debe definirse con base en la investigación empírica. Los camposexisten en la medida en que están definidos institucionalmente. El procesode definición institucional, o "estructuración", consiste en cuatro etapas: unaumento en el grado de interacción entre las organizaciones en el campo; elsurgimiento de estructuras interorganizacionales de dominio y de patronesde coalición claramente definidos; un incremento en la carga de informa-ción de la que deben ocuparse las organizaciones que participan en un cam-po; y el desarrollo de la conciencia entre los participantes de un conjunto de

organizaciones de que están en una empresa común (DiMaggio, 1983).Una vez que las organizaciones dispares en la misma lÍnea de empresas se

estructuran en un campo real (como indicamos, por competencia, por elEstado o por las profesiones), surgen fuerzas poderosas que las hacen cadavez más similares. Las organizaciones pueden cambiar sus metas o desarro-Ilar nuevas prácticas y nuevas organizaciones pueden ingresar al campo.Pero a largo plazo, los actores organizacionales que toman las decisionesracionales construyen en torno suyo un ambiente que limita su habilidadpara cambiar adicionalmente en años posteriores. Los primeros que adop-tan las innovaciones organizacionales por lo común estan motivados por eldeseo de mejorar el desempeño. Pero las nuevas prácticas pueden, en pala-bras de Selznick (1957, p. l7), "adquirir valor más allá de los requisitos técni-cos de la tarea de qub se trate". A medida que se difunde la innovación, se

llega a un umbral más allá del cual la adopción proporciona legitimidad, envez de mejorar el desempeño (Meyer y Rowan, I97 7 ). Las estrategias racio-

I Por conexión nos referimos a la existencia de transacciones que vinculan las organiza-ciones entre sí: esas transacciones podrfan incluir relaciones contractuales formales, la parti-cipación de personal en empresas comunes tales como asociaciones profesionales, sindicatoso juntas de directores, o relaciones informales en niveles organizacionales como las corrientesde personal. Un conjunto de organizaciones fuertemente vinculadas entre sl y débilmenterelacionadas con otras organizaciones constituye un corrillo (clique). Por equivalencia estruc-tural nos referimos a la similitud de posición dentro de una estructura de red. Por ejemplo,dos organizaciones son estructuralmente equivalentes si tienen vfnculos de la misma clasecon el mismo conjunto de otras organizaciones, alrn cuando ellas mismas no estén ünculadasentre sí; aquí la estructura clave es e\ papel o bloque.

RETORNOALAJAULADEHIERRO IO7

nales para las organizaciones individuales pueden dejar de serlo si se adop-tan en gran número. No obstante, el hecho mismo de que se apmeban nor-mativamente aumenta la probabilidad de su adopción. De este modo, las

organizaciones pueden trat¿r de cambiar constantemente; pero después de

cierto punto en la estructuración de un campo organizacional, el efecto delcambio individual es reducir el grado de diversidad dentro del campo.z Lasorganizaciones en un campo estructurado, parafraseando a Schelling (1978,p. 14), responden a un ambiente que consiste en otras organizaciones que

responden a su ambiente, el cual consiste en organizaciones que respondena un ambiente de respuestas de qrganizaciones.

El trabajo de Tolbert y Zucker (1983) sobre la adopción de la reforma de

Ios servicios públicos en los Estados Unidos ejemplifica muy bien esto. Latemprana adopción de las reformas de los servicios públicos se relacionabacon las necesidades internas del gobierno y fue anunciada firmemente porcaracterísticas urbanas como el tamaño de la población inrriigrante, Iosmovimientos de reforma política, la composición socioeconómica y el ta-maño de la ciudad. Sin embargo, posteriormente las características urba-nas ya no anuncian la adopción, sino que se relacionan con las definicionesinstitucionales de la forma estructural legítima del gobierno municipal.: Elestudio de Marshall Meyer (Meyer, Stevenson y Webster, 1985) sobre laburocratización de las agencias fiscales urbanas ha hecho descubrimientos si-

milares; fuertes relaciones entre las características urbanas y atributosorganizacionales a finales del siglo xx y ninguna relación en los años re-cientes. Los descubrimientos de Carroll y Delacroix (1982) sobre los ín-dices de nacimiento y desaparición de los periódicos apoyan la opinión de

que la selección actúa con gran fuerza sólo en los primeros años de la exis-tencia de una industria.a Freeman (1982, p. 14) sugiere que las organiza-

2 Por cambio organizacional nos referimos al cambio en la estructura formal, la culturaorganizacional y las metas, programa o misión. El cambio organizacional varfa en su sensi-bilidad a las condiciones técnicas. En este capltulo nos interesan más los procesos que afectanlas organizaciones en un campo determinado: en la mayorla de los casos, estas organizacionesemplean bases técnicas similares; por tanto, no intentamos distinguir la importancia relativade 1o técnicamente funcional ?¿rsas otras formas de cambio organizacional. Aunque citamosmuchos ejemplos de cambio organizacional, aquí nuestra finalidad es identificar una claseampliaménte difundida de procesos organizacionales que son pertinentes para una ampliagama de problemas fundamentales, envez de identificar determinfsticamente las causas dearreglos organizacionales especlfi cos.

3 Knoke (1982), en un cuidadoso análisis histórico de la difusión de la reforma municipal,refuta las explicaciones convencionales de choque cultural o difusión jerárquica y encuentrasólo un modesto apoyo a la teorfa de la modernización. Su principal descubrimiento es quelas diferencias regionales en la adopción de la reforma municipal no surgieron por diferenciasen la composición social, "sino por algrln tipo de efectos de imitación o de contagio, como lorepresenta el nivel de ciudades regionales vecinas que previamente adoptaron la reforma delgobiemo" (p. 1337).

a Un amplio rango de factores -compromisos

interorganizacionales, patrocinio por lasélites y apoyo del gobierno en forma de contratos abiertos, subsidios, tarifas arancelarias ycuotai dé importación o leyes fiscales favorables- reduce las presiones de selección inclusoen los campoi organizacionales competitivos. Un mercado en expansión o estable, protegido,también puede mitigar las fuerzas de la selección.

Page 40: El Nuevo Institucionalismo

108 LAS FORMULACIONES INICIALES

ciones más antiguas y grandes llegan a un punto en que pueden dominarsus ambientes en vez de ajustarse a ellos.

El concepto que mejor contiene el proceso de homogeneízación es iso-morfismo. Según Ia descripción de Hawley (19ó8), el isomorfismo es unproceso limitador que obliga a una unidad en una población a parecerse aotras unidades que enfrentan las mismas condiciones ambientales. En elnivel de Ia población, ese enfoque sugiere que las características organiza-cionales se modifican en dirección a una creciente compatibilidad con lascaracterísticas ambientales; el número de organizaciones en una poblaciónes una función de Ia capacidad de soporte ambiental, y la diversidad de Iasformas organizacionales es isomorfa a la diversidad ambiental. Hannan yFreeman (1977) han ampliado significativamente las ideas de Hawley. Ar-gumentan que el isomorfismo puede darse porque se seleccionan formasno óptimas entre una población de organizaciones o porque los que tomanlas decisiones organizacionales aprenden las respuestas adecuadas y enconsecuencia ajustan su conducta. Hannan y Freeman se concentran casiexclusivamente en el primer proceso: Ia selección.s

Siguiendo a Meyer (1983b) y Fennell (1980), sostenemos que hay dostipos de isomorfismo: el competitivo y el institucional. El artículo clásico deHannan y Freeman (1977) y mucho de su trabajo reciente tratan del iso-morfismo competitivo, suponiendo una racionalidad de sistema que hacehincapié en la competencia del mercado, el cambio en los nichos y las medi-das de ajuste. Esa perspectiva, pensamos, es más pertinente para los camposdonde existe competencia libre y abierta. Explica partes del proceso de buro-cratización que observó Weber y puede aplicarse a las primeras adopcionesde la innovación, pero no ofrece una imagen del todo adecuada del rnundomoderno de las organizaciones, Para este propósito, debe completarse conun punto de vista institucional de Ia clase de isomorfismo que introdujoKanter (t972, pp. 1,52-154) en su discusión de las fuerzas que presionan a lascomunidades para adaptarse al mundo exterior. Como ha argumentado

s Al contrario que Hannan y Freeman, nosotros hacemos hincapié en la adaptación, perono estamos sugiriendo que l4s acciones de los gerentes son necesariamente estratégicas en unsentido de largo plazo. De hecho, dos de las tres formas de isomorfismo descritas posterior-mente

-mimético y normativo- conllevan conductas gerenciales como supuestos que se dan

por sentado y no como elecciones estratégicas conscientes. En general, ponemos en tela dejuicio la utilidad de argumentos sobre las motivaciones de los actores que sugieren una polari-dad entre lo racional y lo no racional. La conducta orientada a las metas puede ser reflexiva oprerracional en el sentido de que refleja predisposiciones, guiones, esquemas o clasificacionesprofundamente incorporados; la conducta orientada a una meta puede reforzarse sin con-tribuir al cumplimiento de dicha meta. Mientras que con frecuencia los deseos de los gerentespor aumentar la efectividad de sus organizaciones pueden ser intermediarios del cambio iso-morfo, a nosotros nos interesan las opciones posibles que los gerentes consideran, más quesus motivos para elegir determinadas altemativas. En otras palabras, aceptamos sin reparosque la comprensión de los actores acerca de sus propias conductas puede interpretarse en tér-minos racionales. La teoría del isomortismo trata no sólo de los estados psicológicos de losactores; también de los determinantes estructurales del rango de elecciones que los actoresperciben como racionales o prudentes.

RETORNOALAJAULADEHIERRO 109

Aldrich (lg7g,p. ló5), "los principales factores que las organizaciones de-

ben tener en cuenta SOn las otras organizaciones". Las organizaciones

compiten no sólo por recursos y clientei, sino también por poder político ylegitimidad institucional, por una buena condición social y económica.0 El

concepto de isomorfismo institucional es un instrumento útil para atender

la politica y la ceremonia que subyacen en gran parte de la vida organiza-

cional moderna.l

Tres mecanismos de cambio ínstitucional isomorfo

Identificamos tres mecanismos por medio de los cuales ocurre el cambioinstitucional isomorfo, cada uno con sus propios antecedentes: ,1) el isomor-

hsmo coercitivo, que se debe a influencias políticas y al problema de legiti-midad; 2)el isomorfi smo mimético, que resulta de respuestas estándares a la

incertidumbre, y 3)el isomorfism o nomativo, asociado con la profesionali-

zación, Esta tipología es analítica: los tipos no siemple son empíricamente

distintos. Por ejemplo, los actores externos pueden inducir a una organi-zación a ajustarse a sus similares al requerir que realice cierta tarea y

especificar la profesión responsable de ejecutarla. o el cambio miméticopuede reflejar incertidumbres construidas en el ambiente.z No obstante,

á.r.,.tq.t" los tres tipos se mezclan en ambientes empíricos, tienden a derivarde condiciones distintas y pueden conducir a resultados diferentes.

EI is omorfi smo co erc itiv o

El isomorfismo coercitivo resulta de presiones tanto formales como infor-males que sobre unas organizaciones ejercen otras de las que dependen y

que ejeicen también las expectativas cultulales en la sociedad dentro de la

cual funcionan las organizaciones. Esas presiones se pueden sentir como

una fuerza, persuasión o invitación a coludirse. En algunas circunstancias,

el cambio organizacional es la respuesta directa a un mandato del gobier-

no: los fabricantes adoptan nuevas tecnologías para controlar la contarrr-.i-

nación a fin de sujetarse a las regulaciones gubernamentales; las empresas

no lucrativas llevan registros de su contabilidad y contratan contadorespara cumplir con los requisitos fiscales legales; y las organizaciones em-

plean funcionarios de acción afirmativa para evitar alegatos de discrimi-nación en Su contra. Las escuelas canalizan a los estudiantes especiales y

ó Carzoll y Delacroix (1982) reconocen claramente esto e incluyen la Iegitirnidad política e

institucionai como un recurso importante. Aldrich (1979) ha argumentado que la perspectiva

de la población debe restar atención a las tendencias históricas y a los cambios en las institu-ciones legales y políticas.

7 John Meyéisugirió este punto. Le agradecemos sus amplios comentarios'

Page 41: El Nuevo Institucionalismo

I1O LAS FORMULACIONES INICIALES

contratan profesores de educación especial, cultivan relaciones con las aso-ciaciones de profesores y padres de familia y con los administradores conquienes tratan, y promulgan planes de estudio que se ajustan a las normasdel Estado (Meyer, Scott y Deal, 1981). El hecho de que estos cambios seanen gran medida ceremoniales no significa que no tengan consecuencias.Como argumentaron Ritti y Goldner (1979), el personal participa en unadefensa de sus funciones que a largo plazo puede modificar las relaciones depoder dentro de las organizaciones.

La existencia de un ambiente legal común afecta muchos aspectos de laconducta y estructura de una organización. Weber indicó el profundoimpacto de un sistema racionalizado y complejo de ley contractual querequiere los controles organizacionales necesarios para cumplir con com-promisos legales. Otros requisitos legales y técnicos del Estado -las vicisi-tudes del ciclo presupuestario, la ubicuidad de ciertos años fiscales, losinformes anuales y los requisitos de informes financieros que aseguran laelegibilidad para recibir contratos o fondos federales- también determi-nan las organizaciones de maneras similares. Pfeffer y Salancik (1978,pp. 188-224) se han referido a córno las organizaciones que se enfrentan auna interdependencia no manejable procuran utilizar el mayor poder delsistema social más grande y su gobierno para eliminar dificultades o satis-facer necesidades. Observan que los ambientes construidos políticamentetienen dos características: a menudo los que toman las decisiones políticasno experimentan las consecuencias de sus acciones; y las decisiones polí-ticas se aplican de manera general a toda clase de organizaciones, lo quehace esas decisiones menos adaptativas y menos flexibles.

Meyer y Rowan (1977) han argumentado conüncentemente que, a medidaque los Estados racionalizados y otras grandes organizaciones racionalesextienden su dominio sobre más escenarios de la vida social, las estruc-turas organizacionales reflejan más las reglas institucionalizadas y legiti-madas por y dentro del Estado (véase también Meyer y Hannan, 1979).Como consecuencia, las organizaciones son cada vez más homogéneasdentro de ciertos dominios y estan organizadas cadavez más en torno a ri-tuales de adaptación a instituciones más amplias. Al mismo tiempo, lasorganizaciones están cada vezmenos determinadas estructuralmente porlas limitaciones que presentan ias actividades técnicas y cada vez menosunidas por los controles de producción. En esas circunstancias, las orga-nizaciones emplean controles ritualizados de acreditamiento y solidaridadde grupo.

La imposición directa de procedimientos de operación estándar y dereglas y estructuras legitimadas también ocurre fuera del área gubernamen-tal. Michael Sedlak (1981) ha documentado las formas en que durante ladécada de los treinta United Charities alteró y homogeneizó las estructuras,métodos y filosoftas de las agencias de servicio social que dependían de ella.A medida que aumentan el tamaño y los propósitos de los gmpos de grandes

RETORNOALAJAULADEHIERRO 111

empresas, no es forzoso que se impongan criterios de desempeño estándarsobre las subsidiarias, pero es común que éstas sf se sujeten a mecanismosde información estándar (Coser, Kadushin y Powell, 1982). Se obliga a lassubsidiarias a adoptar prácticas de contabilidad, efaluaciones de desem-peño y planes presupuestales compatibles con las pólíticas de las empresasmatrices. Una variedad de infraesttucturas de servicio, a menudo propor-cionadas por empresas monopólicas -por ejemplo, telecomunicaciones ytransporte-, ejerce presiones comunes sobre las organizaciones que lasusan. De este modo, la expansión del Estado central, la centralización delcapital y la coordinación de la filantropía apoyan la homogeneización de losmodelos organizacionales a través de relaciones de autoridad directas.

Hasta ahora nos hemos referido sólo a la imposición directa y explícitade modelos de organización sobre organizaciones dependientes; sin em-bargo, el isomorfismo coercitivo puede ser más sutil y menos explícito delo que estos ejemplos sugieren, Milofsky (1981) ha descrito cómo las orga-nizaciones de vecinos en las comunidades urbanas, muchas de las cualesestán comprometidas con Ia democracia participativa, desarrollan jerar-qulas organizacionales para obtener apoyo de organizaciones donantes que

están organizadas más jerárquicamente. De manera parecida, Swidler(1979) describe las tensiones en las escuelas libres que ella estudió por lanecesidad de tener un "director" para negociar con el superintendente de

distrito y para representar la escuela ante las agencias externas. En gene-

ral, la necesidad de dar un lugar a Ia responsabilidad y autoridad geren-ciales por lo menos de manera ceremonial en un papel definido formal-mente a fin de interactuar con organizaciones jerárquicas es un obstáculoconstante para la conservación de formas organizacionales igualitarias o

colectivas (Kanter, 1972; Rothschild-Whitt, 1979).

Procesos miméticos

Sin embargo, no todo isomorfismo institucional se deriva de la autoridadcoercitiva. La incertidurnbre también es una fuerza poderosa que propiciala imitación. Cuando se entienden poco Ias tecnologías organizacionales(March y Olsen, 197ó), cuando las metas son ambiguas o cuando el ambien-te crea incertidumbre simbólica, las organizaciones pueden construirsesiguiendo el modelo de otras organizaciones. Las ventajas de la conductamimética son considerables; cuando una organización enfrenta un proble-ma de causas ambiguas o soluciones poco claras, la búsqueda en otrasorganizaciones puede dar una solución viable con pocos gastos (Cyert yMarch, 19ó3).

El modelado, como usamos el término, es una respuesta a la incertidum-bre. La organización de la que se toma el modelo puede no estar cons-ciente de ello o puede no desear ser copiada; solamente sirve como una

Page 42: El Nuevo Institucionalismo

II2 LASFORMULACIONESINICIALES

fuente conveniente de prácticas que la organización que las toma prestadas

puede usar. Los modeios pueden difundirse involuntaria o indirectamente

mediante transferencia o rotación de empleados, o explícitamente me-

diante organizaciones como las empresas consultoras o las confedera-

ciones ináustriales. Incluso la innováción puede explicarse por el mode-

Iado organizacional. Como ha observado Alchian (1950):

Aunque es cierto que hay quienes hacen innovaciones conscientemente, hay

quienes, "n

,,r, "rfu.rzos

imperfectos por imitar a otros, de modo inconsciente

innovan ai adquirir involuntáriamente atributos únicos inesperados o no busca-

dos que en las circunstancias prevalecientes demuestran Ser en parte respon-

sables del éxito. otros, a su vez, intentarán copiar la singularidad, y el proceso de

innovación-imitación continúa lpp. 2 1 8-2 1 9]'

uno de los ejemplos más sorprendentes de modelado fue el esfuerzo de

los moderniruáo.", japoneses de finales del siglo xx por modelar nuevas

iniciativas gubernamentales con base en prototipos occidentales aparen-

temente exitosos. Así, el gobierno imperial envió a sus funcionarios a es-

tudiar los tribunales, el ej?rcito y la policia en Francia, la armada y el sis-

tema postal de la Gran BietaRa, y lot butt.ot y la educación artística en los

Estadts Unidos (véase Westney, lg87). Ahora las empresas estadunidenses

están devolviendo el cumplidó al poner en práctica (sus percepciones de)

los modelos japoneses puá hur"r frente a los difíciles problemas de la pro-

ductividad y á"1 prrro.tal en sus propias compañías. La rápida prolife-

ración de los circulos de calidad y de Iás temas de la calidad de vida en las

empresas estadunidenses es, al menos en parte, un intento de modelar imi-

tanio los éxitos japoneses y europeos. Estos desarrollos también tienen

un aspecto ¡tuali lás .o*puñíur adoptan esas "innovaciones" para reforzar

s.r legitimidad, para demortrar que por Io menos tratan de mejorar las con-

diciÁes de tratajo. Más generálmlnte, cuanto mayor sea la cantidad de

personal emplead"o pot nttu organización, o de los clientes a los que sirve'

más fuerte será la presión sobre ésta para proporcionar los programas

y servicios que ofrecen otras organizaciones. Así, una fuerza de trabajo

capacitado ó una amplia base de clientes puede propiciar el isomorfismo

mimético.Gran parte de la homogeneidad en las estn¡cturas organizacionales pro-

viene del hecho de que, ip"ru. de una considerable búsqueda de diversi-

dad, hay relativamente poca variación de la cual seleccionar' Las nuevas

organizacion", ," modeLn con base en las antiguas por la economía, y los

geientes buscan afanosamente modelos a partir de_los cuales construir

[fimberly, 1980). De este modo, en las artes uno puede encontrar libros de

texto sobre cómo organizar un consejo de artes de la comunidad o cómo

empezar una asociacíón de mujeres que apoyen una sinfónica' Las grandes

organizaciones eligen entre urrconjunto relativamente pequeño de empre-

RETORNO ALAJAULADE HIERRO 113

sas consultoras importantes, que, como Johnny Appleseeds,s difundenunos cuantos modelos organizacionales por todas partes. Esos modelosson poderosos porque se observan los cambios estructurales, mientras queIos cambios en la política y la estrategia no se observan fácilmente. Con laasesoría de una importante empresa consultora, una gran estación públicametropolitana de televisión cambió de un diseño funcional a una estruc-tura multidivisional. Los ejecutivos de la estación eran escépticos respectoa que la nueva estructura fuera más eficiente; de hecho, ahora algunos ser-vicios se habían duplicado en las divisiones. Pero estaban convencidos deque el nuevo diseño llevaría un poderoso mensaje a las empresas lucrativascon las que trataba regularmente Ia estación. Estas empresas, ya fuera en eipapel de colaboradoras corporativas o en el de socios potenciales enempresas conjuntas, verían la reorganización como una señal de que "laadormecida estación no lucrativa se estaba interesando más en hacer nego-cios" (Powell, 1988). La historia de la reforma gerencial en las agenciasgubernamentales de los Estados Unidos, notables por la ambigüedad desus metas, es prácticamente un ejemplo de libro de texto sobre el modeloisomorfo, desde el pppB de la era de McNamara hasta el presupuesto debase cero del gobierno de Carter,

Las organizaciones tienden a modelarse a sí mismas siguiendo organiza-ciones similares en su carnpo, las cuales les parecen más legítimas o exi-tosas. Quizá la ubicuidad de ciertas clases de arreglos estructurales puedeatribuirse más a la universalidad de los procesos miméticos que a cual-quier eüdencia concreta de que los modelos adoptados aumentan la eficien-cia. John Meyer (1981) afirma que es fácil predecir la organización del go-bierno de una nueva nación sin saber nada de la nación misma, ya que "lasnaciones periféricas son más isomorfas -en formas administrativas ypatrones económicos- de lo que cualquier teoría del sistema mundial deIa división económica del trabajo nos haría suponer".

Presiones normativas

La tercera fuente del cambio organizacional isomorfo es normativa y se

debe principalmente a la profesionalización. De acuerdo con Larson (1977')y Collins (1979), interpretamos la profesionalización como Ia lucha colecti-va de los miembros de una ocupación por definir las condiciones y métodosde su trabajo, por "controlar la producción de los productores" (Larson,1977 , pp. 49-52) y por establecer una base cognoscitiva y la legitimidad desu autonomÍa ocupacional. Como señala Larson, el proyecto profesionalraravez se logra con éxito total. Los profesionales deben hacer compro-

8 El autor se refiere a John Chapman (1774-1845), pionero estadunidense que recorría losterritorios para difundir la siembra de semillas de manzano. Popularmente se le conocíacomo Johnny Appleseeds ("Juanito Sernilla de Manzano") [T.].

Page 43: El Nuevo Institucionalismo

LAS FORMULACIONES INICIALES

misos con clientes, jefes o reguladores no profesionales. El crecimiento

reciente más importante en las profesiones se ha dado entre los profesiona-

les del campo oiganizacional, en particular entre los gerentes y el personal

especializaio de las grandes organizaciones. La creciente profesiona-

lización de los trabaju-do."t .,tyoi futn.os están vinculados inextricable-

mente con los destinós de las organizaciones que los emplean está hacien-

do obsoleta la dicotomía entre ál compromiso organizacional y Ia lealtad

profesional que caracterizó a los profesionales tradicionales en organiza-

.io.t"t anteri,ores (Hall, 19ó8)' Las profesiones están sujetas a las mismas

presiones coercitivas y miméticas que Ias organizaciones' Además, aunque

va¡as clases de profesionales dentro de una organización pueden diferir,presentan gran similitud con sus contrapartes profesionales en otras orga-

.riru.io.r"rlPor añadidura, en muchos casos, el Estado asigna tanto poder

a los profesionales como el que crean las actividades de las profesiones.

Doi aspectos de la profesionalización son fuentes importantes de isomor-

fismo. Uno es que lá educación formal y la legitimidad tienen una base

cognoscitiva producida por especialistas universitarios; el segundo es el cre-

ciriiento y complejidad de redis profesionales que van mas allá de una sola

organizaóión y a tlavés de las cuales se difunden rápidamente los nuevos

modelos. Las universidades y las instituciones de enseñanza técnica profe-

sional son centros importantes para el desarrollo de normas organizacio-

nales entre Ios gerentÁ profesionales y su personal. Las asociaciones profe-

sionales y las d"e oficios son otra vía para la definición y promulgación de

reglas sotre la conducta organizacional y profesional. Esos mecanismos

crJan indiüduos casi intercambiables que ocupan posiciones semejantes en

un rango de organizaciones y poseen orientación y disposición similares, las

cuales iueden irrp..ut las variáciones en la tradición y el control qrre de otra

*ur"á podrlan áeterminar la conducta organizacional (Perrow, 1974).

Un mácanismo relevante para alentar el isomorfismo normativo es la fil-

tración de personal. En muchos campos organizacionales, la filtraciónocurre al contratar individuos que provienen de empresas dentro de Ia mis-

ma industria; por medio del reclutamiento de personal que hace carTeras

cortas en un limitado número de instituciones de enseñanza; mediante

prácticas de promoción comunes, como la de contratar siempre ejecutivos

ie alto nivel de departamentos financieros o legales; y por los requerimien-

tos de gran habiliáad para determinados trabajos. Muchas calTeras profe-

sionalei se reservan tan celosamente, tanto en las exigencias para el ingreso

como durante el progreso de la carTera, que no es posible distinguir a los

individuos que llegan a la cima. March y March (1977) descubrieron que

los individuot qn" ".utt

superintendentes escolares en Wisconsin tenían

antecedentes y orientaciones tan parecidas que el progreso futuro en sus ca-

rTeras era aleatorio e impredecible. Hirsch y Whisler (1982) descubrieron

una semejante ausencia de variación entre los 500 miembros de juntas

directivas que aparecen en la lista de Fortune. Además, los individuos en

RETORNOALAJAULADEHIERRO 115

un campo organizacional pasaron por una asociación anticipada con res-pecto a las expectativas comunes sobre su conducta personal, la maneraadecuada de vestir, los vocabularios organizacionales (Cicourel, 1970;Williamson, 1975) y los métodos normales de hablar, bromear o dirigirse aotros (Ouchi, 1980). En particular, en las industrias con una orientación deservicio o financiera (Collins, 1979, argumenta que la importancia de lascredenciales es más fuerte en estas áreas), la filtración del personal se

aproxima a lo que Kanter (1977) llama "la reproducción homosexual de lagerencia". En l¿ medida en que los gerentes y el personal clave se seleccio-nan de las universidades y son filtrados con base en atributos comunes,tenderán a considerar los problemas de manera similar, a ver las mismaspolíticas, procedimientos y estructuras, como si estuvieran sancionados ylegitimados normativamente, y tomarán sus decisiones en forma muyparecida.

Los que logran cursar una carrera profesional y evadir de alguna manerael proceso de filtración -por ejemplo, oficiales judíos en la armada, muje-res corredoras de bolsa o ejecutivos negros en los seguros- probablementese verán sometidos a una profunda socialización en el trabajo. En la me-dida en que las organizaciones en un campo difieren y Ia socializaciónocurre en el trabajo, ésta puede fortalecer, erLvez de debilitar, las diferen-cias entre las organizaciones. Pero cuando las organizaciones en un camposon similares y la socialización profesional se lleva a cabo en talleres de laasociación de los trabajadores, programas educativos dentro del servicio,arreglos con consultores, redes de relaciones entre los patrones y las escue-las de nivel profesional y en las páginas de las revistas comerciales, lasocialización actúa como una fuerza isomorfa.

La profesionalizaciín de la gerencia tiende a ocurrirjunto con la estruc-turación de los campos organizacionales. El intercambio de informaciónentre los profesionales ayuda a contribuir a una jerarquía comúnmente reco-nocida de estatus, centro y periferia, que se convierte en una matriz paraIos flujos de información y el movimiento del personal entre las organiza-ciones. Este ordenamiento del estatus ocurre por medios formales e infor-males. La designación de algunas grandes empresas en una industria comoagentes de negociación clave entre los sindicatos y las gerencias puede con-vertir esas empresas centrales en eje de otros aspectos. El reconocimientoque hace el gobierno de las empresas u organizaciones clave al cederles elproceso de contratación puede dar a estas organizaciones legitimidad y vi-sibilidad y hacer que las empresas competidoras copien aspectos de su es-

tructura o procedimientos de operación con la esperanza de obtener re-compensas similares. Las asociaciones profesionales o de los trabajadoresproporcionan foros en los que se reconocen las organizaciones centrales ya su personal se le dan posiciones de influencia sustantiva o ceremonial.Los gerentes en organizaciones muy notables pueden, a su vez, ver reforzadosu nivel mediante la representación en las juntas de otras organizaciones,

Page 44: El Nuevo Institucionalismo

LAS FORMULACIONES INICIALES

la participación en los consejos de una industria o interindustriales y en las

.orrs.rlta, que hacen las agencias del gobierno (useem, 1979), En el sector

no lucrativt, donde no existen barreras Iegales para la colusión, Ia estruc-

turación puede proceder incluso más rápido' De este modo, los producto-

res ejecutivo, o io, directores artlsticos de los principales_ teatros encabezan

Ios ctmités de las asociaciones profesionales o gremiales, son miembros

de los comités gubernamentales o privados que conceden donaciones, dan

consultoría como gerentes financiados por el gobierno o por fundaciones

privadas a los teatios pequeños o son miembros de las juntas de organiza-

.iorr", más pequeñas,'lo lue se suma al reforzamiento y ampliación de su

estatus po, iu, donucionei que sus teatros reciben de las fuentes de finan-

ciamienio gubernamentales, empresariales o de las fundaciones (DiMaggio,

1 983).Esas organizaciones centrales sirven alavez como modelos activos y

pasivos; sris polfticas y estructuras serán copiadas en todos sus campos. Se

iortalece su posición central a medida que gerentes y personal que se su-

peran procuran asegurarse posiciones en esas organizaciones centrales a

iin d" pro*ou", sus propiai carreras. Los aspirantes a gerentes pueden

puru, po, una socialiiación anticipada de las normas y costumbres de las

t.ganiru.iones a las que desean ingresar. Las trayectorias de las carreras

üi-,Ui¿" pueden conlieuar movimientos que van desde las posiciones de

ingreso a las organizaciones centrales hasta Ias posiciones de gerencia

-ódiu "n orguniruciones periféricas. La homogeneización estructural,

también, forienta los flujos de personal dentro de un campo organiza-

cional, por ejemplo: la existencia de títulos de carrera y trayectorias co-

,''rrrr", '("o-f

tas de ayudante, adjunto y profesor) con significados de

comprensión común.puede esperarse que cada uno de los procesos institucionales isomorfos

p-"rJu po, fultu de prueba de que aumenta Ia eficiencia organizacional

interna. ün la medidu "r,

q.r" se ?ortalece la efectividad organizacional, a

menudo la razón es que ró .""o*p"t sa a las organizaciones pof su simi-

litud con otras organizaciones de zu campo. Esta semejanza puede facilitar

que las organizaciones hagan transacciones con otras organizaciones, atrai-

gu' p"rro"rrul que desea hácer carrera,. sean reconocidas como legítimas y

á" br"rru repuiación y queden incluidas en categorías administrativas que

definen Ia eiegibilid áa pur" donaciones y contratos públicos-y privados'

Sin embargo, iada de eito asegura que las organizaciones conformistas se

desempenJn de manera más eficiente que sus contrapartes desviadas.

Las presiones por la eficiencia competitiva también se reducen en

muchos campos porque el número de organizaciones es limitado y hay

fuertes barreras fiscales y legales para ingresar y salir' Lee (1971' p' 51)

sostiene que ésta es la razónle que los administradores de hospitales se

preocupen menos por el uso eficiente de los recursos y más porla compe-

iencia ".,

po, de eitatus y paridad en el prestigio. Fennell (1980) observa

RETORNO A LA JAULA DE HIERRO

que los hospitales son un sistema de mercado deficiente porque lospacientes carecen del conocimiento necesario de intercambio potencial de

socios y precios. La autora argumenta que los doctores y los administra-dores de hospitales en realidad son consumidores. La competencia ehtre loshospitales t. butu en "atraer doctores que, a su vez, llevan sus pacientes alhospital". Fennell concluye que

Los hospitales funcional de acuerdo con una norma de Iegitimidad social que

frecuentemente entra en conflicto con las consideraciones de mercado de la efi-ciencia y la racionalidad del sistema. Aparentemente, los hospitales puedenaumentar el rango de sus servicios no porque haya necesidad real de un servicioo instalación en particular dentro de la población de pacientes, sino porque sólose les considerará buenos hospitales si pueden ofrecer todo lo gue otros hospi-tales en lazana ofrecen [p. 505].

Estos resultados sugieren un patrón más general. Los campos organiza-cionales que incluyen una gran tuerza de trabajo capacitada profesional-mente estarán motivados sobre todo por la competencia en pos del estatus'El prestigio y los recursos organizacionales son elementos clave paraatraer profesionales. Este proceso favorece la homogeneización a medidaque las organizaciones procuran proporcionar Ios mismos beneficios y ser-

vicios que sus competidores.

Er¡nnNros euE PERMITEN PREDEcIR EL cAMBIo ISoMoRFo

De nuestra discusión sobre los mecanismos por los que ocurre el cambioisomorfo se deriva que debemos ser capaces de predecir empíricamentecuáles campos organizacionales serán mas homogéneos en estnrctura, pro-ceso y conducta. Si bien una pmeba empírica de esas predicciones está más

allá de los propósitos de este capítulo, en última instancia el valor de nues-

tra perspectiva radica en su utilidad de predicción. No se supone que

exponemos a continuación hipótesis que agoten el universo de elementosque permiten predecir el cambio isomorfo, sino solamente sugerimosvarias hipótesis que pueden seguirse, usando los datos sobre las caracterís-ticas de las organizaciones en un campo, ya sea en varios sectores o, pre-feriblemente, en el tiempo. Las hipótesis se rigen de modo implícito por su-

puestos ceteris paribus, en particular en lo que respecta a tamaño, tecnologíay centralización de los recursos externos.

Elementos que permiten predecir en el nivel organizacional

La medida y la tasa a la que cambian las organizaciones en un campo paraasemejarse a otras varían. Algunas organizaciones responden rápidamente

Page 45: El Nuevo Institucionalismo

118 LAS FORMULACIONES IMCIALES

a las presiones externas; otras sólo cambian después de un largo periodo

de reiistencia. Las primeras dos hipótesis se derivan de nuestra discusión del

isomorfismo coercitivo y de las limitaciones.Hipótesis A4. Cuanto mayar es la dependencia de una organi4ación respecto

de oira, mds se asemeiará a esa organización en estructura, ambiente y foco de

conducta. Si seguimos a Thompson (1967) y a Pfeffer y Salancik (1978),

esta proposición reconoce la mayor habilidad de las organizaciones para

resisiir las demandas de organizaciones de las que no dependen. La depen-

dencia lleva al cambio isomorfo. En las relaciones de intercambio se crean

presiones coercitivas. Como ha mostrado Williamson (1979),los intercam-

tior s" caractertzanpor inversiones específicas de transacciones tanto en

conocimiento como en equipo. Una vez que una organización elige a un

proveedor o distribuidor áspecífico para ciertas partes o servicios, el pro-

ueedor o distribuidor se hate experto en el desempeño de lalarea y des-

arrolla un conocimiento idiosincrásico de la relación de intercambio. La

organización llega a confiar en el proveedor o distribuidor y esas inver-

sio=nes específicas de transacciones dan al proveedor o distribuidor consi-

derables ventajas en cualquier competencia subsecuente con otros provee-

dores o distribuidores'Hipótesis A-2. Cuanto m&yor es la centralización de la oferta de recursos de

Ia organiZación t, mayor será el grado en que Ia organiZación t' cambiará iso-

móriicamente a fin i" por"r"rt" a las organizaciones de las que depende en

cuanto a sus recursos. Como observa Thompson (1967),las organizaciones

que dependen de las mismas fuentes en cuanto a financiamiento, personal

y legitimidad estarán más sujetas a los deseos de Ios proveedores de recur-

ror qn" las organizaciones que pueden contraponer una fuente de apoyo a

otra. En los cásos en que no están fácilmente disponibles fuentes alterna-

tivas, o en los que se requiere esfuerzo paralocalizarlas, la parte más fuerte

de la transacción puede obligar a la más débil a adoptar sus prácticas y

ajustarse a sus necesidades (véase Powell, 1983).

Las hipótesis tercera y cuarta se derivan de nuestra discusión sobre el

isomorfismo mimético, el modelado y la incertidumbre.Hipótesis A4. Cuanto mds incierta es la relación entre los medios y los fines,

*oyó, seni el grado en que una organización se construirá siguiendo el modelo

d.ebrganiZaclones que-le parecen exitosas, El proceso mimético del pensa-

mien-to implícito.tt lu bútq,t"da de los modelos es característico del cam-

bio en organizaciones en que las tecnologías clave apenas se comprenden

(March ytohen, lg74). Aquí nuestra predicción difiere un poco de la de

ü"y". y Rowan (1977), quienes argumentan' como nosotros, que las orga-

nizaciones que carecen áe tecnologías bien definidas importarán reglas y

prácticas inititucionalizadas. Meyer y Rowan proponen un vínculo débil

entre las prácticas externas legitimadas y la conducta organízacional inter-

na. Desdé el punto de vista de un ecologista, es más probable que las orga-

nizaciones vinculadas débilmente tengan variaciones internas' Por el con-

RETORNOALAJAULADEHIERRO 119

trario, junto con más prácticas ceremoniales esperamos cambios significa-tivos internos y, por tanto, mayor homogeneidad y menos variación. La con-

sistencia interna de esta clase es un medio importante de coordinacióninterorganizacional. También aumenta la estabilidad organizacional.

Hipótesis A-4. Cuanto mds ambiguas son las metas de una organización,mayor serd el grado en que la organización se construirá siguiendo el modelo

de organizaciones que le parecen exitosas. Hay dos razones para este mode-lo. Primero, las organizaciones con rnetas ambiguas o disputadas proba-blemente dependerán mucho de sus apariencias de legitimidad. Para esas

organizaciones puede ser ventajoso satisfacer las expectativas de impor-tantes organizaciones o personas relacionadas con ellas sobre la forma enque deben estar diseñadas y funcionar. A diferencia de nuestro punto de

vista, los ecologistas argumentarlan que las organizaciones que copian aotras por lo general no tienen ninguna ventaia competitiva. Nosotros afir-mamos que, en la rnayoría de las situaciones, la dependencia respecto deprocedimientos establecidos, legitimados, refuerza la legitimidad organiza-cional y las características de supervivencia. Una segunda razón para el

modelado se encuentra en las situaciones en que el conflicto por las metas

organizacionales se reprime en aras de la armonía; de este modo, a los par-ticipantes les es mas fácil imitar otras organizaciones que tomar decisiones

con base en análisis sistemáticos de las metas, pues esos análisis resul-tarían dolorosos o perturbadores.

Las hipótesis quinta y sexta se basan en nuestra discusión de los proce-

sos normativos que se encuentran en las organizaciones profesionales.Hipótesis A-s. Cuanto mayor es la dependencia respecto de las acredita'

ciones académicas al elegir personal gerencial y de otro nivel, mayor serd eI

grado en que une organización se parecerá a otras en su campo. Los solici-tantes con acreditaciones académicas ya han pasado por un proceso de

socialización en los programas universitarios y, por tanto, es más probableque hayan internalizado las normas vigentes y los modelos organiza-cionales predominantes.

Hipótesis *e . Cuanto mayor es la participación de los gerentes organiza'cionales en las asociaciones profesionales y gremiales, tanto mds probable

serd que la organixación sea, o se vuelva, similar a las otras organi?.aciones en

su campo. Esta hipótesis es paralela al punto de vista institucional de que

cuanto más elaboradas son las redes de relaciones entre las organizacionesy sus miembros, mayor sera la organización colectiva del ambiente (Meyer yRowan, 1977).

Elementos que permiten predecir en el nivel de campo

Las siguientes seis hipótesis describen los efectos esperados de varias ca-

racterísticas del campo organizacional sobre el grado de isomorfismo en

Page 46: El Nuevo Institucionalismo

I2O LASFORMULACIONESINICIALES

un campo determinado. Como el efecto del isomorfismo institucional es Ia

homogeneización, el mejor indicador del cambio isomorfo es una disminu-ción en la variación y la diversidad, que se puede medir a través de lasmenores desviaciones estándar de los valores de indicadores seleccionadosen un conjunto de organizaciones. Los indicadores clave variarán según Ianaturaleza del campo y el interés del investigador. Sin embargo, en todoslos casos se espera que las medidas en el nivel de campo afecten las organi-zaciones en un campo, independientemente de los valores que obtenga laorganización en medidas relacionadas con el nivel organizacional.

Hipótesis s-t. Cuanto mqyor es el grado en que un campo organizacionaldepende de una sola (o varias similares) fuente(s)de apoyo para recursos vi-tales, mayor serd el nivel de isomorfismo. La centralizacíón de los recursosdentro de un campo causa directamente la homogeneizacíón al colocar las

organizaciones bajo presiones similares de los proveedores de recursos, e

interactúa con la incertidumbre y la ambigüedad de las metas para aumen-tar su efecto. Esta hipótesis es congruente con el argumento del ecologistade que el número de formas organizacionales está determinado por la dis-tribución de los recursos en el ambiente y por los términos en que estándisponibles los recursos.

Hipótesis B-2. Cuanto mayor es el grado en que las organizaciones en uncqmpo realizan transacciones con agencias del Estado, mayor será el grado de

isomorfismo en el campo entero. Esta hipótesis se deriva no sólo de la ante-rior, sino también de dos elementos de las transacciones entre los sectoresprivado y estatal: su limitación de las reglas y Ia racionalidad formal, y lainsistencia de los actores gubernamentales en las reglas institucionales,Además, rutinariamente el gobierno federal designa los estándares indus-triales para un campo entero, los cuales requieren ser adoptados por todaslas empresas competidoras. John Meyer (1980) argumenta convincente-mente que los aspectos de una organización que se ven afectados por lastransacciones con el Estado difieren en la medida en que la participacióndel Estado es unitaria o esté fragmentada entre varias agencias públicas.

Las hipótesis segunda y cuarta se derivan de nuestra discusión del cam-bio isomorfo que resulta de la incertidurnbre y del modelado.

Hipótesis B-3. Cuanto menor es el número de modelos organilacionalesalternativos visibles en un carnpo, mayor será la tasa de isomorfismo en ese

cqmpo. Las predicciones de esta hipótesis son menos específicas que las de

otras y requieren un refinamiento adicional; pero nuestro argumento es

que, para cualquier dimensión pertinente de las estrategias o estructurasorganizaCionales en un campo organizacional, habrá un nivel de umbral, opunto de impulso, más allá del cual la adopción de la forma dominanteprocederá cada vez más rápido (Granovetter, 1978; Boorman y Levitt,1979).

Hipótesis s-q. Cuanto meyor es el grado de incertidumbre de las tec-

RETORNOALAJAULADEHIERRO 121

nologías o de ambigüedades de las metas dentro de un campo, mayor serd la

tasa de cambio isomorfo. Un poco en contra de la intuición, los aumentosabruptos en la incertidumbre y Ia ambigüedad, después de breves periodosde experimentación motivada ideológicamente, deben conducir a un rápi-do cambio isomorfo. Como en el caso de a-4, la ambigüedad y la incer-tidumbre pueden ser una función de la definición ambiental y, en cualquiercaso, interactuar tanto con la centralización de recursos (e-t, a-2, e-t, n-z)

como con la profesionalización y estructuración (e-s, A-ó, B-s, n-o). Además,

en los campos que se caracterizan por un alto grado de incertidumbre, los

recién ingresados, que podrían servir como fuentes de innovación y va-

riación, procurarán superar las desventajas de su reciente ingreso a través

de la imitación de las prácticas establecidas dentro del campo.

Las dos hipótesis finales en esta sección se derivan de nuestra discusiónde la filtración, socialización y estructuración profesionales.

Hipótesis B-s. Cuento mqyor es el grado de profesionalización en un cam-po, mayor será el cambio institucional isomorfo. La profesionalizaciónpuede medirse mediante la universalidad de los requerirnientos de acre-ditación, la solidez de los programas de capacitación de posgrado o la vita-Iidad de Ias asociaciones profesionales o gremiales.

Hipótesis r.-6. Cuanto mayor es el grado de estructuración de un campo,mayor serti el grado de isomorfismo. Los campos que tienen centros, perife-rias y órdenes según estatus estables y reconocidos ampliamente serán más

homogéneos porque la estructura de difusión para nuevos modelos y nor-mas es más rutinaria y porque es mayor el nivel de interacción entre las

organizaciones en el campo. Si bien Ia estructuración quizá no se preste aser medida fácilmente, se podría estimar de manera burda utilizando medi-

das conocidas como los coeficientes de concentración, los estudios de repu-tación mediante entrevistas o los datos sobre características de las redes.

Esta exposición esquemática de una docena de hipótesis que relacionanel grado de isomorfismo con atributos seleccionados de las organizacionesy de los campos organizacionales no constituye una agenda completa paraIa evaluación empírica de nuestra perspectiva. No hemos discutido las noIinealidades esperadas y los efectos tope sobre las relaciones que hemospropuesto. Tampoco hemos abordado la cuestión de los indicadores que

deben usarse para medir la homogeneidad. Las organizaciones en un carnpopueden ser muy diversas en algunas dimensiones y no obstante ser muyhomogéneas en otras. Aunque sospechamos, en general, que la tasa a laque las desviaciones eslándares de los indicadores estructurales o de conduc-ta se aproximan a cero variará según la naturaleza de la tecnología y delambiente de un campo organizacional, aquí no desarrollamos estas ideas"

Esta sección sugiere que la discusión teórica es susceptible de pruebaempírica y presenta algunas proposiciones comparables que pueden orientaranálisis futuros.

Page 47: El Nuevo Institucionalismo

LAS FORMULACIONES INICIALES

IupttcecroNns pARA LA TEoRfA socIAL

Una comparación de las teorías macrosociales de orientación funcionalistao marxista con el trabajo teórico y empírico en el estudio de las organiza-ciones lleva a una conclusión paradójica. Parece que las sociedades (o élites)son listas, mientras que las organizaciones son tontas. Las sociedades com-prenden instituciones que se coordinan cómodamente en su interés de laeficiencia (Clark, 1962), el sistema de valores dominante (Parsons, l95l) o,

en la versión marxista, los capitalistas (Domhoff , 1967; Althusser, 1969).En contraste, las organizaciones son anarquías (Cohen, March y Olsen,t972), federaciones de partes débilmente vinculadas (Weick, 1976) a

agentes que buscan su autonomía (Gouldner, 1954) que se esfuerzan bajolimitaciones tan enormes como la racionalidad limitada (March y Simon,1958), la incertidumbre o metas en disputa (Sills, 1957) y tecnologías pococlaras (March y Cohen, 1974).

A pesar de los descubrimientos de la investigación sobre las organiza-ciones, la imagen de que Ia sociedad está constituida por instituciones vin-culadas muy estrecha y racionalmente persiste en gran parte de la teoríasocial moderna. La administración racional elimina la formas no buro-cráticas, las escuelas asumen la estructura de los lugares de trabajo, lasadministraciones de los hospitales y de las universidades llegan a parecersea una gerencia de empresas lucrativas y la modernización de la economíamundial prosigue sin descanso. Los seguidores de Weber señalan Ia conti-nua homogeneización de las estructuras organizacionales a medida que laracionalidad formal de la burocracia se extiende hasta los límites de la vidaorganizacional contemporánea. Los funcionalistas describen la adaptaciónracional de las estructuras de las empresas, escuelas y Estados a los valoresy necesidades de la sociedad moderna (Chandler, 1977; Parsons, 1977). Losmarxistas atribuyen cambios en organizaciones como las agencias bene-factoras (Piven y Cloward, l97l) y las escuelas (Bowles y Gintis, 1976) alalógica del proceso de acumulación.

Nos parece difícil ,relacionar la bibliografía existente sobre organiza-ciones con estos puntos de vista macrosociales. ¿Cómo puede ser que lostorpes confundidos y pendencieros que pueblan las páginas de las teorías yestudios de casos organizacionales se combinen para construir el edificiosocial complejo y bien proporcionado que describen los macroteóricos?

La respuesta convencional a esta pdradoja ha sido que ocune alguna ver-sión de la selección natural en que los mecanismos de selección operanpara eliminar las formas organizacionales menos adecuadas. Esos argu-mentos, como hemos sostenido, son difíciles de compaginar con las reali-dades organizacionales. Las formas organizacionales menos eficientes per-sisten. En algunos contextos ni siquier4 pueden medirse la eficiencia o laproductividad. En las agencias gubernamentales o en las corporaciones

RETORNOALAJAULADE HIERRO 123

vacilantes, la selección puede ocurrir en terrenos políticos, más que

económicos. En otros contextos, por ejemplo, la Metropolitan Opera o laBohemian Grove, sus partidarios están más interesados en valores no eco-

nómicos, como la calidad estética o el estatus social, que en la eficienciaper se. Incluso en el sector lucrativo, donde serla de esperarse que los argu-mentos competitivos fueran más fructíferos, el trabajo de Nelson y Winter(Winter, 1964, 1975; Nelson y Winter, 1982) demuestra que la mano invisi-ble opera, cuando mucho, con un toque muy ligero.

Un segundo enfoque de la paradoja que hemos identificado proviene de

los marxistas y de los teóricos que afirman que élites clave dirigen y con-trolan el sistema social por medio de su dominio de las posiciones decisi-vas en las organizaciones más importantes (por ejemplo, las institucionesfinancieras que dominan el capitalismo monopólico)' Según este punto de

vista, aunque los actores organizacionales por lo común proceden imper-turbables entre laberintos de procedimientos operativos estándares, en lospuntos clave las élites capitalistas obtienen lo que quieren al intervenir en

las decisiones que establecen el curso de una institución durante años(Kata,1975).

A pesar de que la evidencia sugiere que, de hecho, a veces éste es el caso

-el relato de Barnouw (1966-1.970) de los primeros años de la radio o eltrabajo de Weinstein (19ó8) sobre los progresistas son buenos ejemplos-,otros historiadores han tenido menos éxito en su búsqueda de élites conconciencia de clase. En casos como el desarrollo de los programas del NewDeal [Nuevo Trato] (Hawley, 1966) o la expansión del conflicto vietnamita(Halperin, 1974),la clase capitalista parece haber estado confundida ydesunida.

Además, sin una supervisión constante, los individuos que promuevenintereses organizacionales locales o de subunidades pueden deshacer rápi-damente el trabajo que incluso las élites más consciente hayan logrado.Perrow (1976, p. 21) ha observado que a pesar de recursos y poder de san-

ción superiores, las élites organizacionales frecuentemente se ven impedidasa maximizar sus preferencias debido a que "la complejidad de las organiza-ciones modernas las hace difíciles de controlal'. Además, las organizacionesse han convertido cada vez más en el vehículo para numerosas "gratifica-ciones, necesidades y referencias, de modo que muchos grrpos dentrp yfuera de la organización procuran utilizarla para fines que restringen el

rendimiento que obtienen los que las controlan"'No rechazamos los argumentos en favor de la selección natural ni los

que favorecen el control de las élites. Las élites ejercen considerable in-fluencia sobre la visión moderna, y las organizaciones anómalas o inefi-cientes a veces sí desaparecen. Pero afirmamos que ninguno de estos pro-cesos basta para explicar el grado en que las organizaciones se han hechomás similares estructuralmente. Argumentamos que una teoría del isomor-fismo institucional puede ayudar a explicar las observaciones de que las

Page 48: El Nuevo Institucionalismo

124 LASFORMULACIONESINICIALES

organizaciones se están haciendo más homogéneas y que las élites fre-cuentemente se salen con Ia suya, a la vez que nos permite entender la irra-cionalidad, la frustración del poder y la falta de innovación tan comunesen la vida organizacional. Más aún, nuestro enfoque concuerda mejor conIa bibliografía etnográfica y teórica sobre la forma en que trabajan lasorganizaciones que las teorías funcionalistas o de élite del cambio organi-zacional.

Concentrarse en el isomorfismo institucional también puede aportar unaperspectiva muy necesaria sobre la lucha política por el poder organiza-cional y la supervivencia que está ausente en gran parte de la ecología cle

las poblaciones. El enfoque de ia institucionalización asociado con JohnMeyer y sus discípulos postula la importancia de mitos y ceremonias, perono se pregunta cómo surgen estos modelos ni a qué intereses sirven inicial-mente. La atbnción explícita a la génesis de los modelos legitimados y a ladefinición y eiaboración de los campos organizacionales debe responder a

esta pregunta. El examen de la difusión de estrategias y estructuras organi-zacionales similares debe ser un medio productivo para evaluar la influen-cia del interés de ias élites. Una consideración de los procesos isomorfostambién nos conduce a una perspectiva bifocal del poder y su apiicación enla política moderna. En la medida en que no se planifica el cambio organi-zacional y se realiza en gran medida sin que se den cuenta los grupos quedesean influir en é1, nuestra atención debe dirigirse a dos formas de poder.La primera, como Io indicaron hace años March y Simon (1958) y Simon(1957), es el poder de establecer premisas, de definir las normas y están-dares que conforman y canalizan la conducta. La segunda es el punto deintewención crítica (Domhoff, 1979) en que las élites pueden definir mode-los apropiados de la estructura y política organizacionales que después se

aceptan sin cuestionamiento durante muchos años (véase Katz, 1975). Esepunto de vista concuerda con algunos de los mejores trabajos recientessobre el poder (véase Lukes, 1974);Ia investigación sobre la estructuraciónde los campos organizacionales y de los procesos isomorfos puede ayrrdara darle más sustancia empírica.

Finalmente, una teoría más desarrollada del isomorfismo organizacionalpuede tener importantes implicaciones para la política social en aquelloscampos en que el Estado trabaja por medio de organizaciones privadas. Enla medida en que el pluralismo es un valor orientador en las deliberacionesde política pública, necesitamos descubrir nuevas formas de coordinaciónintersectorial que promuevan la diversificación en vez de aceierar la homo-geneización. Comprender la manera en que los campos se hacen máshomogéneos evitará que quienes determinan las políticas y los analistasconfundan la desaparición de una forma organizacional con su fracasoesencial. Los esfuerzos actuales para alentar la diversidad tienden a con-ducirse en un vacío organizacional. Los que determinan las políticas yestán interesados en el pluralismo deben tomar en cuenta el efecto de sus

RETORNO A LAJAULA DE HIERRO 125

programas sobre la estructura de los campos organizacionales en conjuntoy no simplemente sobre los programas de organizaciones individuales.

Creemos que se puede ganar mucho si se presta atención a la similitud ya la variación entre las organizaciones, así como, en parlicular, al cambioen el grado de homogeneidad o variación en el transcurso del tiempo.Nuestro enfoque busca estudiar el cambio incremental y Ia selección.Consideramos muy seriamente las observaciones de ios teóricos organiza-cionales sobre el papel del cambio, la ambigüedad y las restricciones, e

indicamos las implicaciones de estas caracteústicas organizacionales para

las estructuras sociales en conjunto. Los focos y las fuerzas motivadoras de

la burocratizacíón (y, más ampliamente, de la homogeneización en gene-

ral) han cambiado, como hemos dicho, desde el tiempo de Weber. Pero iaimportancia de comprender las tendencias sobre las cuales llamó la aten-

ción nunca ha sido más apremiante.

RncoNocul,tlgNtos

Este capítulo se publicó originalmente en 1983 enla American SociologicalRevian, númoro 48, abril, pp. 147-160. El capítulo incorpora varios aspectos

que no se incluyeron en dicha versión. Powell presentó ia primera versiónen Ias reuniones de la American Sociological Association en Toronto, en

agosto de 1981. Los autores se han beneficiado considerablemente de las

Iecturas cuidadosas que de los borradores hicieron Dan Chambliss, RandallCollins, Lewis Coser, Rebecca Friedkin, Connie Gersick, Albert Hunter,Rosabeth Moss Kanter, Charles E. Lindblom, John Meyer, David Morgan,Susan Olzak, Charles Perrow, Richard A. Peterson, Arthur Stinchcombe y

Blair Wheaton. Por efectos prácticos, Ios nombres de los autores se presen-

tan en orden alfabético. Éste fue totaimente un esfuerzo de colaboración.

Page 49: El Nuevo Institucionalismo

!

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓ¡T T,N TR PERSISTENCIA CULTURAL 127

tencia cultural en tres experimentos distintos, cada uno concentrado en undiferente aspecto de la plrsistencia. Primero, para la persistencia cultural l Idebe ocurrir una transmisiQn de una ge4e-¡4s,iQn-a otra, con el g{edg*dg

III. EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LAPERSISTENCIA CULTURAL

LvNNn G. Zucrnn

"Le úNtca idea común para todos los usos del término'institución' es la de

alguna clase de establecimiento de permanencia relativa de una clase dis-tintamente social" (Hughes, 1936, p. 180). Las explicaciones específicas de

la persistencia cultural han sido variadas y a menudo la institucionalíza-ción y la persistencia no se han separado conceptualmente en forma clara.Este capítulo muestra que un concepto mucho más desarrollado de la ins-titucionalización, derivado en parte del planteamiento etnometodológico,puede usarse para hacer predicciones más claras sobre la persistencia cul-tural. Gran parte de la confusión de discusiones anteriores sobre la institu-

¡

cionalización se centra en el uso de mecanismos intemgdiarios paraJexplicar la persistencia. Aquí se argumenta que no es necesario que estén '

presentes la internalización, la autorrecompensa u otros procesos interme-dios para asegurar la persistencia cultural, porque el conocimiento social ¡¡

Lrna vez institucionalizado existe como un hecho, como parte de la realidad fobjetiva, y se puede transmitir directamente sobre esa base. Para actos alta-mente institucionalizados, es suficiente que una persona simplemente digaa otra que ésta es la forma en que se hacen las cosas. Cada individuo estámotivado a cumplir, porque de otra manera sus acciones y las de otros en el

sistema no se pueden entender (Schutz, 1962; Berger y Luckmann , 1967);

el proceso fundamental es aquel en que lo moral se hace real.l Sin embargo,la institr-rcionalización no está simplemente presente o ausente; a diferen-cia de muchos de los planteamientos anteriores, la institucionalización se

define aquí como una variable con diferentes grados de institucionalizaciónque modifican la persistencia cultural que se puede esperar.

La investigación que se presenta aquí examina el efecto de los diferentesgrados de institucionalización en las realidades construidas sobre la persis-

1 Los etnometodologistas tratan tanto con la cultura emergente, enfrentando el problemade crear una cultura nueva, como con la cultura existente, enfrentando el problema de la per-sistencia cuitural. Este segundo sentido de la etnometodología es el que se selecciona para elestudio posterior en este capítulo. Cuando la cultura emergente es el punto principal, el pro-blema de establecer los hechos se convierte en el problema central. Es aquí donde el caráctermoral de los hechos sociales se convierte en el interés cenfal (Garfinkel,1967). Cuando loshechos sociales no están bien establecidos, su transmisión es problemática y bien puededepender de una respuesta moral obligatoria a una situación específica. Sin embargo, cuandolos hechos sociales están bien establecidos, el carácter moral se luelve menos significativoque el cognoscitivo. É,sta es la situación que se estudia más adelante en este capítulo.

uniformidad seneracionál direclamente relacionado eon-el-grado de-insti-*tü¿iónált;ñ; (".p.r"4"-rtt-"- d;-ffiri=s6frffiundo, titu u", que latransmisión ha tánido lugar debe col¡lg{yg:e ll rultula, y el_grado de con- -

iervaciónestarádirectamenterelacionádiñoñGf gradode'ñffi -eforra-

tEamnt^perimento- de c,-o¡se-n¿aeié+)- Tercero, una vez que ha ocurrido 5la conservádiófila péisiitencia cultural depende d" lu_I.$glgg e]eclg!-

'

tativas de cambio. con el erado de resistencia directamGñi6relálionado con-e-.Í ,#-:-. -:--H

el grado lG institucionallzaclon (expenmento de r:s]st-e¡ciaal-eam5ló).---'

La psnsISrBNcIA cULTURAL EN LA TEoRIA INSTITI.JCIoNAL

Explicaciones tradicionales de la persistencia cultural

Dos explicaciones tradicionales de la persistencia cultural han recibido lamayor atención en las obras sobre el tema: el planteamiento del subsis-tema y el del marco normativo. El planteamiento del subsistema se con-c e n t ra

" " frt$ *.-e<ñióG/ e s p e c í f i c-o s, táTá;A m o];TámII6 la e-c' o n o m í a

o el gobieflo. ením tü¡sittemas institucionales sonGT6ñs t"pañdat d"e.Ffl]/T,ilaill4da una con grupos de ngrm4s distintivos y cáda una formauna-p44,q distinta de una tipología de instituciones. Mientras que la tipo-lógía específica usada varía ampliamente (véanse Storer, 1973; Bierstedt,Meehan y Samuelson, 1964; Merton, Brown y Cottrell, 1959),.las.eaplica-ciones de la persistencia se 4poyan en Ia necesidad funcional (Angell, 1936)

o en el deseo egoísta de recompensas (Blake y Davis, l9ó4; Parsons, 1938,

1940;'Sümner, 190ó),lSin embargo, ambas explicaciones han recibidofuertes críticas. Prim#o, es ditícil determinar la neceqi.dad funcional inde-peqdienlgme¡ite de.la per$iÉté-nc,ia; de hecho, a menudo la persistencia se

usa como un indicador de la necesidad funcional. Segundo, se ha encon-trado que alg!ur-?"q."e-c-gig¡1es" eq.las instituciqngs P4rgc.e*Ilrequerir" sanciones,mignt{?.s gqe otras to, Ce malefq que gl conlrol sopi,Al;lirgglo,lq¡l4e

"*p l-ieur. p oi gom pletoJ4" p e{glpJgqg*L_.[ffi]#ii#bffi"-"to

tradicional importante se concentra en el marconormativo de las instituciones que persiste porque se qglnpa¡:te{l norryas.No es necesaria ninguna motivación externa para que haya conformldadporqúe las normas que son centrales para las instituciones se internalizan.El"actoi está mótivado inteinamente para hacer lo que tiene que hacerl(Parsons, 195 I ; Berger y Luckmann , lg¿7). Sin embargo, el planteamientodel marco ngrmativo no proporciona criterios para separar los procesosifdtitucionalizados de los que no lo están. No existe una medida indepen-diente para conocer cuáles norrnas son las más importantes en un sistema

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Page 50: El Nuevo Institucionalismo

128 LASFORMULACIONESINICIALES

social -sólo {e.spués $e quq un4npnna se internaliza se puede identificarcomo institucionalizada-.Ademas, no hay criterios explícitos para determi-

nar si un acto se internalija ó no. 'Desdeluego,

las acciones desarrolladasiítr rrn lá"tiáf social directo no se consideraián necesariamente internali-zadas. Sin embargo, no está clara la forma para distinguir la internaliza-ción de otros actos.

Cuando se trata de expiicar la persistencia, ambos planteamientos tradi-cionales de las instituciones Se concentran en el consentimiento del actorde la acción prescrita por la institución. Se cree qub el ieconocimiento de

la necesidad funcional, del interés propio o de la internalización motivan al

actor a cumplir. .F.l "9!of no desempe-ña un papel independiente para man-

tener estas instituciones; más bien ellas sirven para restringir su conducta.La estructura social (el macronivel) determiná la conducta de los indivi-duos y gr-upos pequeños (el micronivel) y existe independientemente de

ellos. Si bien se han subrayado Ias limitaciones de los planteamientos tra-

dicionales de Ia institucionalización, éstos son los apropiados para trataralgunos aspectos de la institucionalización y la transmisión de algunasclases de significados. De hecho, pueden proporcionar buenas explica-ciones cuando la institucionalización es débil'

El plant eamient o etnometo doló gic o de la ins titucionalización

Un planteamientg relativamente reciente, el etnometodológico, proporcio-na un punto de vista muy distinto del papel que desempeñan las institu-ciones en la persistencia cultural y aborda de manera explícita la acción

altamente institucionalízada. La realidad, aunque construida en formasocial, se "experimenta como un mundo intersubjetivo reconocido o que se

reconoce de ácuerdo con otros", que existe históricamente antes que los ac-

tores y proporciona "'las estructuras objetivas' resistentes" que limitan la

acción (Zimmerman y Pollner, 197 0, p. 37)' Para llegar a definiciones com-

Bartidas de Ia realidad, Ios actores individuales transmiten una rea-lidad

exterior y objetiva, mientras que al mismo tiempo ésta, a través de sus

cualidades de exterioridad y objetividad, define lo que es real para estos

mismos actores.lEl macronivel y el micronivel están inextricablementeentrelazados. Cada actor percibe y describe fundamentalmente Ia realidad

social al ponerla en vigor y, de esta manera, la transmite a los otros actores

en el sistema social (Berger, 19ó8). La transmisión generacional propor-ciona el ejemplo más claro de este proceso.ila generación anterior trans-mite sus patrones culturales a los jóvenes,:quienes, a su vez, transmiten los

suyos a la generación siguiente. Los abüelos no tienen que estar presentes

para asegurar una transmisión adecuada de este significado cultural gene-

ral, Cada generación cree simplemente que está describiendo Ia realidadobjetiva.',

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAL 129

Por ende, la institucionalización es tanto un proceso como una pro-piedad variable.i.Es el proceso por medio del cual los actores individualestransmiten lo que socialmente se define como realiy, al mismo tiempo, encualquier punto del proceso el significado de un acto se puede definir, máso menos, como una parte dada por hecho de esta realidad social. Los actosinstitucionalizados, entonces, se deben percibir alavez como objetivos ycomo exteriores.)Los actos son objetivos cuando otros actores pueden repe-tirlos potencialmente sin cambiar el entendimiento común del acto; mien-tras que los actos son eité.ioies óuando el entendimiento subjetivo de losactos se recolllluyg como entendimiento intersubjetivo,.de manera queIos actos se consideran parte del mundo -gxterno (véanse Berger y Luck-inann, tgOZ, sobre la maie¡álización y la objetivación).

A menudo la objetivación y la exterioridad varían, y un incremento enuna produce causalmente un aumento en la otra. Según sea la relaciónespecÍfica entre estas dos variables, el grado de institucionalización puedevariar de alto a bajo. Por tanto, el grado en que los actos estén institu-cionalizados puede variar. Cuando los actos tienen explicaciones ya hechas(Garfinkel, L967), están institucionalizados, es decir, son tanto objetivoscomo exteriores. Las explicaciones ya hechas no existirán para actos únicosde un actor individual o para actos en los que el conocimiento intersub-jetivo es bajo. Si bien estas explicaciones se crean socialmente, funcionancomo reglas objetivas porque se ignora su origen social (Schutz, 1962). Almismo tiempo, las explicaciones ya hechas definen Io posible -la ins-titucionalización pone en claro lo que es racional en un sentido objetivo-.Otros actos carecen de significado, incluso son inconcebibles (Meyer,1971). De esta manera, el control social directo -ya sea a través de incen-tivos o de sanciones negativas- no es necesario, De hecho, sancionar losactos institucionalizados puede provocar su desinstitucionalización.Pueden parecer menos objetivos e impersonales, menos reales -y el hechomismo de sancionarlos puede indicar que existen otras alternativas atrac-tivas posibles-.

Pero los actos no son simplemente institucionalizados o no instituciona-Iizados. Es posible percibir el significado de un acto como más o menosexterior y objetivo, Io que dependerá de la situación en la que el acto se lle-va a cabo y/o de la posición y el papel que ocupa el actor. Por ejemplo, Iosactos que dependen de un actor único en particular son bajos en institu-cionalización, así como en influencia personal.2 En contraste, los actos quedesarrolla un actor que ocupa una posición o papel específicos son altos eninstitucionalización.

2 A lo largo de este capítulo, la influencia personal se refiere a la influencia directa entreactores que se cohsideran iguales entre sí. La influencia entre actores a los que se percibecomo si ocuparan papeles diversos o como si interactuaran en un escenario especializadogobernado por reglas consensuales no se considera una influencia personal.

T

Page 51: El Nuevo Institucionalismo

130 LAS FORMULACIONES INICIALES EL pApEL DE LA INSTITUCIoNALIZACIóN rN rn pERSISTENcIA CULTURAL 131

Los entendimientos culturales se pueden transmitirya sea en forma ramifica-da, en la que cada actor sucesivo comunica el significado a múltiples actores,o en forma simplemente subsecuente, produciendo una cadena de actoresen la que cada uno comunica el significado sólo al siguiente actor en lacadena. En todo caso, ya sea que la transmisión ocurra dentro de una sola"generación" o entre "generaciones", procede de un actor a otro indepen-dientemente de cualesquiera actores transmisores anteriores.

Se argumenta aquí que la transmisión de actos con una instituciona-lización alta no es problemática. El actor que hace la transmisión simple-mente los comunica como hechos objetivos, y el actor que los recibe losconsidera una versión exacta del hecho objetivo. Sin embargo, la trans-misión vanará dependiendo del grado de institucionalización de los actos.Algunas transmisiones ocurrirán con influencia personal (como se muestraen Jacobs y Campbell, 1961); pero ya que los actos desempeñados poractores que ejercen influencia personal son bajos en exterioridad y objeti-vación (únicos para el actor en particular y no transferibles para actoressucesivos), Ia influencia personal no tendrá un efecto tan importante en latransmisión como el contexto o el cargo institucionalizados. Es decir, sibien ocurren transmisiones con influencia personal, aumentar la objeti-vación y exterioridad aumentará a su vez la transmisión.

La continuidad del proceso de transmisión también aumentará,la institu-cionalización. Cuanto más se conozca la historia del proceso de transmisión,mayor será el grado de continuidad que los actores supongan. La historiade la transmisión proporciona un fundamento para suponer que el signi-ficado del acto es parte del mundo de sentido común intersubjetivo. A me-dida que aumenta la continuidad, los actos se hacen cadavez más obje-tivos y exteriores a la interacción en particular. .pl acto es claramenterepetitivo y no está ligado a un actor o una situación únicos. La suposiciónbásica es, entonces, que Ia continuidad produce casualmente la objeti-vación y la exterioridad.

Ahora bien, en cuanto a la conservación, la suposición principal es que 14

transmisión^de actos con un4 institucionalizaiión altal;s suficiente paraconservar estos mismos actos, Si bien un gran número de hallazgos experi-mentales explican el papel central que el co"-Ttrol socialdilegto desempeflaen conservai o módificar la. conducta, en e3téd'eipériménida los actos qr.re

ídíó6én¿ófseruafpoi ló généiai ion bajos en institucionalización; aáe-más, no se examinan otros métodos para modificar o conservar la conduc-ta. En este planteamiento teórico se argumenta que el grado de institucio-naiización afecta radicalmente el papel y el efecto del óóntrol'sócial directo.Párá"acfés de baja institucionalización, el control social directo (u otrosmecanismos intermedios, taleS comó'lá internalización) es necesario, mien-tras que para actos altos en institucionalización todo lo que se requiere es

la transmisión. El proceso de institucionalización simplemente define unarealidad social que será transmitida y conservada como un hecho.

Los escenarios pueden variar en el grado de institucionalización de los

actos que se realizan en ellos. Al estar incorporados en contextos más

amplios en que los actos se consideran institucionalizados, los actos en si-

tuaciones especlficas se llegan a percibir como institucionalizados. Indicarque una situación está estructurada como las situaciones en una organi-iaciónhace que los actores supongan que las acciones que otros actores les

requieran elesa situación serán tlpicas de una interacción más formal y

*"nor personal. Esta suposición da lugar a que los actores piensen que los

actos estarán más regularizados y que la interacción se ajustará definitiva-mente más al modelo, que si la situación no estuviera incorporada en un

contexto organizacional.Cualquieiacto que desempeña el ocupante de un cargo se considera alta-

mente'objetivo y exterior. Cuando un actor ocupa un Cargo, se considera

que los actos no Son personales y que son continuos en el tiempo a través

de diferentes actores (Hughes, 1937). Además, un cargo aumenta el cono-

cimiento intersubjetivo de la acción apropiada (Weber, 1947; Berger y

Luckmann, 19ó7). Tanto la posición como el papel del ocupante establecen

condiciones que maximizanla consideración de cualquier acto como unreflejo exacto de un "hecho de la vida"' De esta manera, los actos desem-

peñados por los ocupantes de un cargo están, por definición, instituciona-lizados, si bien el grado de institucionalización puede vanar'

En contraste con el cargo, la influencia personal depende del actor único'

No hay una razón para que un actor se pueda remplazar sin cambiar

muchas de las expectativas de conducta. Cuando un actor que ejerce in-

fluencia personal ábandona la situación, no es posible clasificar al sigUien-

te actor como si tuviera la misma cualidad o cualidades. El efecto de una

influencia personal única depende solamente de las características de las

personas párticulares que inieractúan. De ninguna manera la legitimidadse deriva de otros actores o contextos. Cada actor Se considera único y,

sobre esa base, cada uno influye en forma independiente en los otros. Los

actos que desempeñan actores que ejercen influencia personal son bajos en

objetivación y exterioridad; por tanto, son bajos en institucionalización.

Las implicaciones del planteamiento etnometodológicoen la institucionalización para la persistencia cultural

Como se señaló anteriormente, tres aspectos de la persistencia cultural son

afectados en forma direct4 por la institucionalización: la transmisión, la

conservación y la resistencia al cambio. Se considera que la institucionali-zación aumenta los tres.

La transmisión se define como el proceso por medio del cual los enten-

dimientos o comprensiones culturales se comunican a una serie de actores.

Page 52: El Nuevo Institucionalismo

t32 LAS FORMULACIONES INICIALES

EI tercer aspecto de Ia persistencia cultural que deberfa variar con el gra-

do de institucionalización es la resistencia al cambio. Los actos con un alto

gled.S de i.r.rS-trtggig.naliTación se resistirán a las tentativas de cambio -ú"qr

ñedip -{p.I lnfiüencia personal porque se les considera hechos externosimpuestos en el escenario y, al mismo tiempo, como si lo definieran. Por

otrá parte, Ios actos que desempeñan los actores que ejercen influencia per-

,o.tui r" consideran muy dependientes tanto del actor particular como de la

situación especial en que se intenta influir.,pe.esta manera, una vez que se

transmite un acto con alto grado de institucionaltzación,las tentativas para

cambiarlo por medio de la influencia personal no tendrán éxito y, de hecho,

pueden resultar en una redefinición del actor más que del acto. Cada uno

á" "rtot

aspectos de la persistencia cultural se examinó en experimentos de

Iaboratorio separados en los que la institucionalízactón podía variar.

El diseño experimentel general

El problema de investigación requiere una situación en que la instituciona-lizición de los actos puede variar de alta a baja. Si bien el grado de institu-

cionalización puede variar en escenarios ambiguos y no ambiguos, se le

puede hacer variar más fácilmente en los ambiguos (Cicourel, 1964, ca-

pit.rlo 7). Por tanto, esta investigación experimental inicial se limita ai

Lscenario ambiguo menos problemático. Además, es necesario que todos

los actores en Ii situación se comprometan a tener una comprensión ade-

cuada de la misma (Garfinkel, 1967, capitulo 1), aunque no necesaria-

mente Se comprometan a la tarea en sí. Asimismo, la tarea no debe tener

pertinencia préexistente para los escenarios organizacionales, a fin de mi-

.ti*irat la posibilidad de que haya respuestas obligatorias normativas.

Cuanto mas ¿¿Uit e increíble sea la relación entre el escenario experimental

y los escenarios organizacionales, mayor seni la probabilidadde.gue las di-

ierencias se puedan atribuir a una comprensión cognoscitiva de "los hechos

de la vida" más que a una conformidad obligatoria. Por último, el escena-

rio debe ser suficientemente flexible para permitir el estudio de la trans-

misión de un conjunto de noünas preestablecido a los actores que recién

ingresan a la situación.ún escenario que es ambiguo, que genera el compromiso de obtener una

comprensión común de la situación, que no tiene pertinencia preexistente

pu.u las organizaciones y que puede diseñar flexiblemente es la situaciónautocinéticá (Sherif, 1935).3 El efecto autocinético es una iiusión visual: un

3 En artículos publicados después del estudio original de Sherif se apoJa_ considerable-

-.nt. lu afirmación de que el efécto subyacente es muy variable, incluyeldg los estudios de

i"r U"*r firi"tOgicas dei efecto (Marsháil, 196ó; Gregory y Zangweil, 1963; Farrow et al ,

l9ó5), El efecto éstá tan poco estructurado que con frecuencia se le ha propuesto como una

técnica proyectiva (Cornwell, 19óó; Rechtschaffen y Mednick, 1955)'

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAL 133

punto estacionario de luz en un cuarto totalmente oscuro parece moversecon suavidad o de manera irregular. En sus primeros estudios, Sherif (1935)encontró que los sujetos que estaban solos desa¡rollaron un juicio estándarpara el movimiento aparente y que ese estándar particular era peculiar parael individuo. Este estándar permaneció muy estable en el transcurso deltiempo (tres sesiones en una semana). También encontró que en situa-ciones de grupo los individuos no formaron sus propios estándares dejuicio, sino, más bien, que el grupo en conjunto estableció un estándar ca-racterístico de ese grupo.4

Al variar el diseño básico de Sherif, Jacobs y Campbell (19ó1) desarro-llaron una situación de transmisión que consistía en una serie de etapasque representaban las generaciones, cada una de las cuales contenía dospersonas: una que ha juzgado el conjunto previo de exposiciones de luz yuna recién ingresada a la situación. En la primera generación, Ia personaseñalada como la que ha participado en una generación precedente es

colaborador de los experimentadores que juzga que la luz se mueve muchomás lejos de lo que estimaron los sujetos que responden solos a la luz (elgrupo de "control"). EI colaborador representa un definidor de la situaciónadaptado a los patrones culturales existentes, que transmite un estándar dejuicio de distancia al primer sujeto. En la siguiente generación, el colabo-rador abandona el experimento e ingresa un sujeto nuevo y el sujeto adap-tado a los patrones culturales transmite el juicio al sujeto nuevo. Se siguióel mismo procedimiento en las generaciones sucesivas.

Jacobs y Campbell (1961, pp.342-343) estaban interesados en "mani-pular la fuerza cultural" por medio de la variación en el número de cola-boradores "portadores de cultura" y en el número de sujetos ingenuos.Para cada condición experimental, Ias generaciones se continuaron hastaque los juicios eran casi iguales a los de la condición de control (al juzgarsolos el movimiento de la luz). Si bien Jacobs y Campbell habían antici-pado producir culturas fuertes, sus descubrimientos no apoyaron talpredicción. Después de la última generación con el colaborador, la normaarbitraria se transmitió en cierto grado sólo a la cuarta o quinta gene-ración. Hubo poca diferencia entre las condiciones con diferente númerode colaboradores.

En Ia investigación que se menciona aquí se esperaba que la institu-cionalización variable produjera diferencias más notables. Se usaron lasinstrucciones para crear tres niveles de institucionalización. Cuanto más alto

4 Como se demostró en un estudio anterior (Alexander, Zucker y Brody, 1970), las expecta-tivas de que el moümiento de la luz seguirá un patrón y será estable explican la convergenciade juicio. Cuando las expectativas de los sujetos se alteran, ya sea a través de instruccionesque explican la ilusión autocinética o a través de oír por casualidad a un colaborador de losexperimentadores darjuicios divergentes sobre una luz que no pueden ver, se encontró quelos juicios de los sujetos no convergían. Sin embargo, las instrucciones básicas de Sherif,usadas en los experimentos que se mencionan en este capítulo, dieron lugar a que los sujetosmostraran convergencia en sus juicios.

Page 53: El Nuevo Institucionalismo

134 LASFORMULACIONESINICIALES

era el nivel de institucionalización, se esperaba una mayor transmisión,conservación y resistenci4 al cambio de la comprensión cultural. Cada uno

de los aspectos se examinó en experimentos separados. El cuadro m.l pre-

senta un resumen del diseño general de los tres experimentos'

Cueono IIÍ. I . Trans mi s ió n

Orden de respuesta

Primero Segundo

1a. generación2a. generación3a. generaciónConservaciónResistencia al cambio

ColaboradorSujeto ISujeto 2

Sujeto 3 (solo)

Colaborador

Sujeto 1

Sujeto 2

Sujeto 3

Sujeto 3

Nor.c: los experimentos de conservación y resistencia al cambio se lieva¡ a cabo cuando el

sujeto 3 reg."su.ttta semana después del experimento de transmisión'

-\-)-\ Er nxPrmu¡Nro DE TRANSMISIÓN

l

EI experimento de transmisión prueba la proposición de que cuanto más

grurrá" sea el grado de institucionalización, mayor será la u-niformidad

leneracional dá los entendimientos culturales. Se predijo que la uniformi-áad generacional de los entendimientos culturales sería menor en el caso

de la influencia personal, más alta en el del contexto organizacional y el

cargo e intermedia en el del contexto organizacional solo'

Suietos

Se utilizó un total de 180 sujetos femeninos; 45 sujetos participaron en cada

una de las tres condiciones experimentales y 45 sujetos en la condición de

control. Se usaron tres generaciones con 15 repeticiones en cada condición'

Ap arato y pr o c edimi ent o

El experimento se llevó a cabo en un cuarto totalmente oscuro para facili-

tar la percepción del fenómeno autocinético. Para proporcionar un tiempo

de exposiciSn constante, se dispuso luz con un cronómetro conectado a un

motor, como en el estudio de Jacobs y Campbell. A cada sujeto ingenuo se

le leyeron las instrucciones de Ia condición apropiada antes de entrar en el

cuarto del experimento. En la condición de control, las instrucciones se

concentraron en la tarea, sin ninguna información sobre las características

o entendimientos sociales:

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAL 135

É,ste es un estudio de la percepción visual. Requiere juicios hechos con informa-ción limitada. En unos minutos se le llevará al cuarto contiguo. En ese cuarto hay

un aparato que proyectará una pequeña luz. Después de que aparece, Ia luz se em-

pieza a mover. Permftame explicar lo que usted va a hacer. Debe juzgar la distan-cia en que se mueve la luz desde el momento en que aparece hasta que desaparece.

Usted repetirá este procedimiento varias veces. Cada vez que la luz aparezca, se le

pedirá que juzgue la distancia en pulgadas en que se movió la luz a lo largo de unallnea recta que conecta el punto de partida con el punto final. Después de que se

apague la luz, se le preguntará la distancia en que se moüó.Trate de hacer sus juicios lo más exacto posible.Por favor llene la tarjeta que está sobre el escritorio. Como podrá ver, las tarje-

tas están numeradas. Para asegurar el anonimato en este estudio, a cada partici-pante se le ha asignado un n¡lmero y todos los nombres se eliminan de cualquierregistro.

La condición de influencia personal siguió muy de cerca las instruc-ciones de Jacobs y Campbell (1961) e incluyó una descripción completa de

Ia tarea, como en las instrucciones de la condición de control:

Este estudio requiere resolver el problema en gmpos. Usted participará con otrapersona. Ya están trabajando dos personas en el otro cuarto [...]

Para simplificar el procedimiento de registro, primero se pedirá a la personaque ya está en el cuarto que exprese su juicio. En ese momento, a usted se lepedirá su juicio. Después de un rato, la otra persona se irá, usted tomará su lugary una nueva persona entrará. Entonces se le pedirá primero a usted su juicio'

Las instrucciones para la condición de contexto organizacional incorpo-raron el contexto y Ia continuidad organizacionales (modificados a partirde Weick y Gilfillan, 197 l), y por lo demás conselvaron el mismo texto que

el de la condición de influencia personal:

Este estudio requiere resolver el problema en organizaciones modelo. Usted par-

ticipará con otro miembro organizacional. Su organización de dos miembrosbusca ser un modelo en pequeña escala de organizaciones más grandes y tienemuchas de las caracterfsticas de éstas.

La mayorla de las organizacionés grandes continúan aun cuando miembrosindividuales, o incluso divisiones completas, puedan ser remplazados debido acambios de trabajo, retiros, reorganización, etc. La organización modelo en'queusted participará también tendrá esta caracterfstica: los miembros que han esta-

do en ella durante algún tiempo se retirarán e ingtesarán nuevos miembros, pero

el trabajo continuará. De esta manera, el desempeño de cualquier miembro indi-vidual puede no ser importante para la organización en tanto se siga haciendo el

trabajo.Ya hay una organización de dos miembros trabajando en el cuarto contiguo.

En pocos minutos, uno de los miembros se irá y usted ingresará. Después de que

haya trabajado con el otro miembro durante algún tiempo, usted tomará su

Iugar. Entonces se traerá un nuevo miembro como sustituto y formará parte de

Ia organización.

Page 54: El Nuevo Institucionalismo

13ó LAS FORMULACIONES INICIALES

Las instrucciones para la condición del cargo se prepararon directa-

*"rr* u partir de las instrucciones del contexto organizacional, agregando

un cargo:

Lasorganizacionesgrandestambiéncolocanasusmiembrosenposicionesdife.,..rt.r,"u menudo dJacuerdo con el tiempo que han estado en la organización' La

o.guríru"io" modelo en que usted- participará también tiene esta característica:

el miembro con más tiempo "n la otgunitación será el Operador de la Luz'

Cuando se vaya, usted será el Operador de la Luz'

Como probabi"*"rri" rrrt"¿ ya habra adivinado' el miembro del grupo clasifi-

cado "olno

operador de la Luz será el responsable de encender Ia luz después de

q.r" .u¿u miembro exprese su juicio del rnovimiento previo. En cada caso el ope-

rador de la Luz debe presionai un botón para encenderla. De allf en adelante, el

cronometraje y el movimiento de la luz se controlan automáticamente hasta la

siguiente Prueba.---ü;; siinplificar el proceso de registro, se-pedirá al operador de la Luz que

exprese su juicio p.i-á.o Se le ilamárá Miembro 1' En este momento' a usted se

lepedirásujuicioyselellamaráMiembro2.Despuésdeunratoeloperadordelu Lrr, ,e irá, ustedtomará su lugar como Operador de Ia Luz e ingresará un nue-

vo miembro. Entonces a usteJse le pediiá su juicio primero y se le llamará

Miembro 1.

En cada caso, se pidió a cada sujeto que llenara una tarjeta numerada'

¿i*náá" paru io.tal.cer la maniiulaciOtt de la continuidad en las ins-

tituciones. B' lu .onii.ión de influencia personal' baja en continuidad' el

'.i-"l^oasignadoacadasujetofue3;enlascondicionesdecontextoorga-nizacional y d" cu.go, u cadá sujeto se le asignó el número 103; en la condi-

;; ¿ control, u ádu suieto se le asignó el número 21' que no representa

baja ni alta continuidad.l;;il¿; de que los sujeros entrab¿n en el cuarro del experimento, se les

sentaüa .r.ro uiludo del ttro a una distancia de aproximadamente dos me-

iro, y.""aio de la caja de luz. A todos los sujetos se les vendaron los ojos

antes de entrar en el óuarto y en los momentos que transcurrían al ingresar

Ias nuevas generaciones a fin de evitar el contacto visual con los otros suje-

tos,Lapersonaqueconducíaelexperimentosecomunicabaconlossu-j;t;; medio ie un micrófono y pedía las respuestas por nombre o por

,16*.ro (según lu "orrdició,,).

En ias condiciones de influencia personal v

de contexto órganizacional, el experimentador controlaba el cronómetro y so-

licitaba las reipuestas por -"áio del primer nombre del sujeto' Sin em-

ü"t8", "n

lu .orrdición de cargo, el sujeto que había estado durante más

tieripo en el cuarto controlabá el cronómetro colocado junto a él durante

;irüñ. grupo de 30 pruebas. El sujeto. simplemente presionaba el bo-

;;;6";"¡iruüu la lr, á,r.urt" rr' p"iiodo fijo. Las respuestas se solici-

iuúu., po, ,,Miembro 1;' y "Miemb ro'2" ertla primera prueba, después sólo

por I y ¿.

EL PAPEL DE LA INSTTTUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAL 137

Se activó la luz y se registraron las respuestas de los sujetos (los juiciosdel movimiento de Ia luz en pulgadas) para un grupo de 30 pruebas. Des-pués de cada grupo de pruebas, el miembro con más tiempo abandonabael cuarto, el otro miembro se cambiaba de asiento e ingresaba un nuevomiembro. En la primera generación, el miembro con más experiencia eraun colaborador al que se le había instruido sobre cómo responder. Al co-laborador se le había indicado hacer juicios con una media de 12 y unalcance de 9 a 15 (de Sherif, 1967).

Después de cada generación, al sujeto que había abandonado el cuarto sele llevaba a un cuarto de entrevistas. Si era el último sujeto en el experi-mento de transmisión (cada grupo consistía en tres generaciones), no se leentrevistaba, sino que se Ie programaba para que regresara una semanadespués.

Resultados

In condición de control

La condición de control se diseñó con el fin de proporcionar la línea de refe-rencia para toda Ia información experimental recabada, con un solo sujetoque respondía a la luz durante 90 pruebas. Esto pone en claro qué grado decambio ocurrió cuando un estándar de juicio inicial más alto lo propor-cionó un colaborador en las condiciones experimentales, Se encontró que larespuesta media de los 45 sujetos en la condición de control fue muy con-sistente durante los tres grupos de 30 pruebas (4.37 ,3.95, 3.95 pulgadas).Por tanto, a diferencia de los resultados indicados por Sherif (1935) y Jacobsy Campbell (19ó1), que mostraron una disminución significativa y cons-tante en los juicios, los juicios promedio de los 45 sujetos de control en esteexperimento no mostraron una disminución importante. Así, la respuestade Ia línea de referencia básica se puede definir como Ia media de todos losjuicios (90 pruebas): 4. I ó pulgadas.

Itts c ond. icione s e xpe rimenl ale s

Se examinan de dos formas principales las predicciones de que ia trans-misión (y, en consecuencia, la uniformidad generacional) sería mayor en lacondición del contexto organizacional que en la de influencia personal, ymayor en la condición del cargo que en la del contexto organizacional.Primera, se comparan los niveles de respuesta de las generaciones poste-riores. Segunda, se comparan los niveles medios de respuesta de los sujetosingenuos durante las tres generaciones para probar el orden pronosticadode las condiciones experimentales.

Si nos ocupamos primero de la discusión sobre el coeficiente de trans-

Page 55: El Nuevo Institucionalismo

138 LASFORMULACIONESINICIALES

misión, los datos de Jacobs y Campbell (1961) sugirieron el uso de los nive-les medios de respuesta de los sujetos ingenuos (nuevos) sucesivos para pre-

decir los niveles de respuesta de las generaciones posteriores. Aunque ellos

no lo notaron, en sus datos para las cuatro condiciones la tasa de dismi-nución relativa en el nivel de respuesta hacia la línea de referencia básicapennanece esencialmente constante entre las generaciones bajo las mis-mas condiciones. Esto queda bien ilustrado en su figura 2 (Jacobs yCampbell 1961,p.345): con una línea de referencia de 3.8 pulgadas, el

sujeto ingenuo hizo juicios medios (en 30 pruebas) de 12.4,9.3,7.1 y 5'8pulgadas. Al examinar el coeficiente de elevación sobre la línea de referen-cia en generaciones sucesivas, se puede observar que perrnanece esencial-

mente constante:9.3 - 3.8

, ='', i'i = .64;12.4 - 3.8

7.1 - 3.8I 'i I'i = .ó0;9.3 - 3.8

s.8 - 3.8-:::----::: = .61

Al diseñar el experimento aquí referido, se supuso que esta disminución,tan característica de la información de Jacobs y Campbell y también evi-

dente en Sherif (1967 , pp.264-268), es un rasgo general de la transmisióngeneracional en la situación autocinética. La disminución geométrica esen-

cialmente constante hacia la lÍnea de referencia permite predecir los niveles

de respuesta de las generaciones posteriores, de manera que no es necesario

recabar datos en todas las generaciones.Antes de volver a los resultados específicos de este experimento, la medi-

da de la tasa de disminución relativa en los niveles de respuesta deberíaexpresarse en forma más general como un coeficiente de transmisión. Esta

medida de transmisión se basa en una comparación de los niveles de

respuesta de los sujetos ingenuos (nuevos) en cada generación, donde el

nivel de respuesta se define como la media de los juicios de un sujetodurante 30 pruebas. Entonces se puede definir el coeficiente de trans-misión como la razón de elevaciones sobre la línea de referencia de los

sujetos ingenuos sucesivos:

S,+BT; (i = 1, 2),'S¡-B

donde S¡ es la respuesta promedio de los sujetos I en la posición ingenua yB es la respuesta de línea de referencia. una propiedad deseable del coefi-ciente de transmisión definido de esta manera es que hace posible predecir

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAL 139

la generación en que el nivel de respuesta se aproximará ala línea de refe-rencia, lo que permite reflejar más directamente los descubrimientos expe-rimentales. Ya que no se puede esperar que la información experimentalreal sea completamente constante, se usará un coeficiente de transmisiónpromedio, definido como sigue:

T, +7"'- 2

El cuadro ttl.2 presenta los coeficientes medios de transmisión (T) paralas tres generaciones en este experimento.s l-os coeficientes de transmisiónpara cada par de generaciones lZl y T) en cada condición fueron esencial-mente constantes. Había una diferencia más grande entre los coeficientes

CuR¡no IIl.2. Coeficientes de transmisión que definen Ia tasa de disminucióndel nivel de respuesta para cada condición experimental

InstitucionalizadónCoeficientes de

transmisiónCargo

Influenciapersonal

Contextoorganizacional

I¡ (primera a segunda generaciones)

I, (segunda a tercera generaciones)

I (coeficiente promedio)

.49

.37

.43

.87

.89

.88

.92

.97

.94

en Ia condición de influencia personal que entre los de las otras dos condi-ciones, probablemente porque el nivel de respuesta en la tercera gene-ración se aproxima mucho a la respuesta de línea de referencia.

La figura III.1 presenta los niveles de respuesta extrapolados basados enel coeficiente de transmisión media, T, para cada condición experimental,así como los datos experimentales reales en que se fundamentaron los coe-

ficientes. Se puede ver claramente las diferencias pronosticadas entre lastres condiciones. En la condición de influencia personal, el nivel de respues-

Cuaor.o III.3. Nivel medio de respuesta de los suietos ingenuos durante tresgeneraciones en el experimento de transmisión

Institucionalización

GeneraciónInfluenciapersonal

Contextoorganizacional Cargo

PrimeraSegundaTercera

ó.535.31

4.58

10.5 i10.009.79

9.448.778.25

s Si bien es técnicamente posible usar dos generaciones -un coeficiente de elevación arri-ba de la línea de referencia-, se usaron tres generaciones para probar la suposición de que ladisminución también fue constante en el experimento descrito aquí.

Page 56: El Nuevo Institucionalismo

140 LAS FORMULACIONES INICIAIES

Generación

FtcuRt III.1. tos niveles de respuesta extrapolados basados en los coefi'cientes de transmisión determinados por las primeras tres generaciones en

cadq condición.

ta extrapolado se aproxima a la respuesta de la línea de referencia en la

séptima generación, mientras que en la condición del contexto organiza-cional el nivel de respuesta extrapolado no se aproxima a Ia respuesta de la

IÍnea de referencia sino hasta la generación 29. Incluso en Ia generación 38,

en la condición del cargo, el nivel de respuesta extrapolado no se aproximatodavía a Ia respuesta de la línea de referencia'

Ahora se hacen comparaciones directas entre los niveles medios de

respuesta de los sujetqs ingenuos para permitir pruebas significativas del

orden pronosticado de las condiciones experimentales. El cuadro IIL3 pre-

senta estos niveles medios de respuesta por condición. El orden pronosti-cado para la magnitud del nivel de respuesta se obtuvo como sigue:

Influencia personal < contexto organizacional < cargo

En la condición de influencia personal, el nivel medio de respuesta de los

sujetos ingenuos disminuyó rápidamente, de manera que estaba sólo lige-ramente arriba de la línea de referencia en la tercera generación (4.58 com-parado con 4.16 para Ia respuesta de la línea de referencia).

Se usó un análisis de varianza con el fin de evaluar la magnitud de las

Eb0

o

oE

o

F)

3632281ALA201ót2

Cargo (T=.94)

nizacional (T=.88

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAL 14I

diferencias en el nivel de respuesta por condición. Ya que las compara-ciones entre los diferentes niveles de institucionalización conllevan dife-rencias entre las generaciones así como diferencias asociadas con ia insti-tucionalización misma, no es adecuado el usual análisis de varianza en dosdirecciones. En cambio, el cuadro IIL4 usa el análisis de varianza para el

caso especial del experimento de dos factores con medidas repetidas en unfactor (Winer,1962, pp.298-318). Los datos proporcionan un ciaro apoyopara la significación estadística de los principales efectos que se deben a lainstitucionalización.ó

Cu¡ono IIL4. Análisis de la prueba de varianza en el nivel medio de respuestade los suietos ingenuos

Fuente de Sumade Cuadrado Nivel d¿

vaianza cuadrados dif medio F significación"

-* ^r" b rP*A (condición) 5 14.75 2 257.37 74.83 p <.001

Sujetos dentro de grupos 144.45 42

Dentro de los grupos

B (generación)

B x suietos dentro de grupos

o Bajo la prueba más conservadora, sesgada en sentido negativo.

En resumen, el experimento de transmisión somete a prueba la proposi-ción de que, si se aumenta la institucionalización,la uniformidad generacio-nal de los entendimientos culturales será mayor. A partir del análisis prece-dente de los datos es evidente que los efectos de la institucionalizaciónocurrieron como fueron pronosticados. Una interpretación ulterior de losresultados se pospondrá hasta que se hayan descrito los tres experimentos.Antes de pasar al experimento de conservación, se informan los resultadosque tienen importancia para la eficiencia de las manipulaciones experi-mentales.

kt eficiencia de las manipulaciones experimentales

Como ya se describió, las instrucciones que se leyeron al principio delexperimento se diseñaron para manipular el grado de institucionalización.Puesto que ésta es la única manipulación de las variables independientespara los tres experimentos que se presentan en este capÍtulo, es importanteevaluar su eficacia. Por tanto, en vez de tratar de evaluarla directamente,para validar la manipulación se seleccionó un número de otras variables

ó También se exploró el mecanismo que subyace en las transmisiones diferenciales y secompararon los niveles de respuesta de los mismos sujetos cuando estaban en las posicionesingenuas y en las experimentadas. La autora puede proporcionar los resultados a petición delos interesados.

37.96 2

169.30 84

J.ts

18.98 9.42 p<.0012.02

Page 57: El Nuevo Institucionalismo

142 LASFORMULACIONESINICIALES

que se esperaba cambiarían directamente con el grado de institucionaliza-ción. Específicamente, se pronosticó que la creciente institucionalizacióndebería aumentar la certeza subjetiva de los sujetos sobre la exactitud de

sus juicios, la facilidad expresada por los sujetos para estimar el movimientode la luz y las expectativas reporladas de los sujetos de que sus respuestas de-berían ser iguales a las del sujeto experimentado (el transmisor de los en-tendimientos culturales). Además, se predijo que a quien ocupara la posi-ción del cargo se le consideraría en forma menos personal; la posiciónaltamente institucionalizada debería aumentar el distanciamiento delpapel y afectar de manera significativa la percepción de los atributos deocupante de esa posición.

Partes del cuestionario posterior al experimento y la lista de adjetivos(entregada antes del cuestionario) se diseñaron para determinar si estasvariables dependientes adicionales diseñadas para medir la validez en rea-lidad variaron con el grado de institucionalización. Si vemos primero losresultados del cuestionario, a los sujetos se les hicieron tres preguntas que re-flejaban la percepción de Ia institucionalización. La primera fue: "¿Qué tanseguros estuvieron de la exactitud de sus juicios?" Se les enseñó una tarjetaseparada en la cual se mostraba una escala de siete puntos, donde I repre-sentaba "seguro" y 7 indicaba "dudoso". Se predijo que su certeza o seguri-dad aumentaría con una institucionalización creciente, porque reflejabacerteza en la exactitud del estándar de grupo, no un juicio individual. Se

predijo que los sujetos en las condiciones más institucionalizadas estaríanmás seguros de sus juicios y mostrarían más propensión a cambiar hacia losjuicios del colaborador a partir de la respuesta de Ia línea de referencia en el

experimento de transmisión, predicción contraria a la suposición de muchosestudios psicológicos en que se considera que la certeza aumenta la resisten-cia al cambio (Boomer, 1959).

La segunda pregunta que se hizo era sobre la facilidad dejuicio: "¿Fue

difícil estimar la distancia en que se movió laluz?" Se predijo que cuantomás institucionalizado y, por tanto, seguro de la exactitud estuviera el suje-to, mas fácil le sería estimar el moümiento de la luz. En ausencia de criteriosobjetivos para determinar Ia dificultad del juicio, la evaluación de la dificul-tad se apoyaría en un examen prueba por prueba de Ia dificultad para lle-gar a una decisión. En el caso en que la certeza en la exactitud de los están-dares de grupo es alta (en las condiciones más institucionalizadas), lasdecisiones deberían ser menos difíciles. Por consiguiente, en este caso, lacerteza determina la dificultad, envez de que la dificultad determine la cer-teza, como lo supone la mayoría de los estudios (Coleman, Blake y Mouton,1958; Kretch y Crutchfield, 1962; Freedman, Carlsmith y Sears, 1974).

La tercera pregunta que se hizo en la entrevista después de Ia sesión, quereflejaba la percepción de la institucionalización, fue: "¿Sintió que susrespuestas deberían ser iguales a las de la otra persona en el primer con-junto de juicios?" Se predijo que cuanto más alto fuera el grado de institu-

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAL 143

cionalización, con más frecuencia el sujeto indicaría que sus respuestasdeberían ser iguales a las de la otra persona en la posición "experimentada"o de transmisor. Cuanto más institucionalizados estuvieran los sujetos, más

sujetos se deberían sentir obligados normativamente a transmitir el están-dar del colaborador.

El cuadro IIL5 resume las respuestas a estas t¡es preguntas en el cues-tionario posterior al experimento. Cada uno de los tres conjuntos de hallaz-gos está de acuerdo con Ia dirección prevista. Los sujetos estaban muchomenos seguros de su exactitud en la condición de influencia personal queen las otras condiciones más institucionalizadas. Si bien los sujetos en lacondición del contexto organizacional estaban menos seguros de su exacti-tud que los sujetos en la condición de cargo,la diferencia no fue muynotable. Pasando ahora a las respuestas a la pregunta "¿Fue difícil estimarla distancia en que se movió laluz?", tal y como se predijo, los sujetos en lacondición de cargo que indicaron dificultad fueron menos que en la condi-ción de contexto organizacional. Casi todos los sujetos en la condición de

influencia personal indicaron dificultad. Finalmente, mas de la mitad de lossujetos en la condición de influencia personal no se sintieron normativa-mente obligados a dar la misma respuesta que el colaborador, en compara-ción con menos de la cuarta parte de los sujetos en la condición de contextoorganizacional, Sólo 7o/o en la condición de cargo no se sintió normativa-mente obligado.

Cueono IILS. Respuestas al cuestionqrio por condición experimental

lnstitucionalización

lnlluencia ConteJctoPregunta personal organizacional Cargo

Puntuación media de certidumbreuNúmero que reporta dificultad de juicioNúmero que no considera que la respuesta

debería ser la misma que la de los sujetosexperimentadosb

5.3541

28

3.6226

1l

3,22ló

3

Not¡: N en cada condición es 45.a Cuanto menor sea el número, hay más certeza sobre la exactitud del juicio propio. La es'

cala es de I a 7.b Se inürtió la pregunta de manera que todas las magnitudes preüstas en el cuadro estu-

üeran en la misma dirección.

La lista de comprobación de adjetivos se diseñó principalmente paracomprobar la manipulación del cargo. Se seleccionaron seis pares de adje-tivos para indicar el distanciamiento del papel y la naturaleza impersonaldel cargo. Al comparar a la persona que ocupaba la posición experimenta-da en la condición del cargo con la persona que ocupaba esa posición en lacondición de influencia personal paracada uno de estos pares de adjetivos,los sujetos en el cargo se caracterizaron con más frecuencia por ser decidi-

Page 58: El Nuevo Institucionalismo

144 LASFORMULACIONESINICIALES

dos, fríos, insociables, dominantes, metódicos y poco emotivos' Cada una

de estas diferencias, con excepción de la comparación insociable-sociable,

es significativa según la prueba -t'7

-S) ExpenrMElüo DE ..NSERVACIóN

El experimento de conservación se diseñó para probar Ia proposición de

que cuanto más alto sea el grado de institucionalización, mayor será el

ál"utr." de la conservación de los entendimientos culturales sin control di'recto, Se esperaba que los sujetos en la condición de influencia personal

conseryaran menos satisfactoriamente el nivel de respuesta del experimen-

to de transmisión, que los sujetos en la condición del cargo lo conservaran

en el grado más alto y que los sujetos en la condición del contexto organi-

z,acíonal se hallaran en uno intermedio,

Suietos

El tercer sujeto de cada grupo en el experimento de transmisión regresó

.rru ,"*unu después; por tanto, el número de sujetos disponibles para el

experimento de conservación fue de l5 por condición, para un total de 45

sujetos.

Ap arato y proc edimient o

Se usaron el mismo aparato y los mismos procedimientos que en el experi-

mento de transmisión, con las siguientes excepciones: ,1) no es una situación

de transmisión, por tanto no se usó el diseño generacional , y 2) el sujeto res-

pondió en forma individual durante las 30 pruebas.

Se Ieyeron al sujeto instrucciones (las mismas para todos los sujetos en el

experimento de conservación, independientemente de la condición experi-

mántal) idénticas a las usadas en la condición de control, sólo que al prin-cipio se agregó la frase "como usted recordará". Se informó al sujeto que la

oi.u p".róricitada a la misma hora todavía no había llegado y con el finde relrescar su memoria sobre la tarea por realízar juzgaría en forma in-

dividual el movimiento de ia luz hasta que llegara la otra persona'

Resultados

El anáiisis de los resultados se basa en la comparación entre las respuestas

del mismo sujeto en las últimas 30 pruebas en el experimento de trans-

7 A solicitud de los interesados, la autora puede proporcionar los cuadros'

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAL I45

misión y las 30 pruebas en el experimento de conservación. El cuadro ut.opresenta las diferencias medias en los niveles de respuesta entre estas dosfases, El orden de Ia magnitud de las diferencias es como se predijo:

Influencia personal < contexto organizacional < cargo

Sin embargo, no se predijo que realmente las medias aumentarían muypoco en las condiciones del contexto organizacional y del cargo.8

Cueono III.6. Diferencias en el nivel de respuesta en las 30 pruebasen el experimento de conser¿ación

InstitucionalizaciónDiferencia entre los experimentos Influencia ConteJüo

de transmkióny conservación personal organi¿acional Cargo

Tercer sujeto .78

Se usó el análisis de varianza para estudiar la diferencia entre los niveiesde respuesta del mismo sujeto en Ia fase de transmisión y en la de conser-vación. El cuadro III.7 presenta estos resultados. La información propor-ciona un apoyo evidente para la significación estadística de los principalesefectos en la conservación de los entendimientos culturales como resultadode la institucionalización.

Cueono IILT. Andlisis de la prueba de varianza sobre la diferenciaen el nivel de respuesta del mismo sujeto en los experimentos

de transmisión y de conseruación

Fuente de

la varionzaSuma de loscuadraáos

Cuadradomedio

Nivel de

significacióndifEntre gruposDentro de los grupos

12.35

49.1 8

6.17|.17

2

425.27 P<.01

ExpEzuMeNro DE REsISTENCIA AL cAMBIo

EI experimento de resistencia al cambio se diseñó para probar la proposi-ción de que cuanto mas alto sea el grado de institucionalización, mayor es la

I Se usan diferencias absolutas porque cualquier cambio, incluso un aumento en el nivel derespuesta, se debe a la percepción del sujeto del entendimiento común en la situación. El ligeroaumento en las medias en las dos condiciones más institucionalizadas se debe probablementea un "efecto tope". Las respuestas, en general, se mantuvieron en un alto grado. Cuando se des-arrolló el diseño utilizado aquí, se supuso que los estándares de juicio establecidos artificial-mente por medio de t¡n colaborador más un lapso de una semana no serían tan bien conserva-dos como lo estimado en estudios anteriores. É,se no fue el caso. En experimentos futuros, esposible eütar el problema de una conservación casi perfecta usandoun escenario más es-tructurado y menos ambiguo, en el que una definicién artificial de la situación no sería tanbien conservada.

Page 59: El Nuevo Institucionalismo

14ó LASFORMULACIONESINICIALES

resistencia al cambio en los entendimientos culturales a través de la in-

fluencia personal. Se pretende hacer un cambio en la definición de Ia

situación,Después de las pruebas individuales (experimento de conservación), se

trajo a un colaboiador identificado como el sujeto que llegaba tarde' El

coüborador, que respondía primero, trató de establecer un nivel de res-

puesta por debá.¡o de Ia línea de referencia, para permitir medir la resisten-

cia al cambio. Él ¡ri.io del colaborador tenía una media de aproximada-

mente 1.5 y un rango de 0.5 a 2.5 pulgadas. Se predijo que los juicios en la

condición de influéncia personal serían menos resistentes al cambio que

los juicios en la condici¿n de contexto organizacional, y que los juicios en la

condición de contexto organizacional serían menos resistentes al cambio

que los juicios en las condiciones de cargo.

Suietos

El experimento de resistencia al cambio fue una continuación del experi-

mento de conservación y, por tanto, tuvo los mismos sujetos'

Ap arat o y pr o c edimient o

De nuevo se usó el mismo aparato. se utilizó el mismo procedimiento que

en el experimento de conservación, con la excepción de que se trajo a un

colaborador. A cada sujeto se le dieron 30 pruebas; el colaborador contestó

primero, ya que ".to uiittió a la sesión para refrescar la memoria"' No se

dieron otras instrucciones.

Resultados

Una comparación entre las 30 pruebas en el experimento de conservación

y las 30 pru"bas para el mismó sujeto en-el experimento de-resistencia al

cambio iroporciónO las bases para el análisis de los resultados. En el cua-

dro nr.g ,. p.er".rtu la diferencia media en los niveles de respuesta entre los

dos experimentos. El orden es como se predijo; ia condición de influencia

p"rso.rul tiene el mayor cambio, la condición de contexto organiz'acional

ii".r. ,r, cambio -.rrt. y la condición de cargo tiene el menor cambio.

Cu.qono lII.8. Diferencia en el nivel de respuesta entre los experimentos

de consetvación y de resistencia ql cambio

Institucionalización

Tercer sujeto

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAL 147

Se usó el análisis de varianza para estudiar las diferencias entre los nive-

les de respuesta del mismo sujeto en los experimentos de conse¡vación y de

resistencia al cambio. El cuadro m.9 presenta los resultados. La informaciónproporciona un apoyo evidente de los efectos previstos de la institucio-nalización en la resistencia al cambio. Así, el análisis de los resultados en el

experimento de resistencia al cambio Sustenta de manera consistente los

pronósticos que se hicieron.

Curono lI}.9. Análisis de la pnteba de varianza sobre la diferenciaen el nivel de respuesta del mismo suieto en los experimentos

de conservación y de resistencia al cambio

Fuente de

la varianzaSumadelos Cuadradocuadrados dif medio

Nivel de

F significación

Entre grupos

Dentro de los gmpos18.23

23.53

9.1 I.5ó

2

42

16.27 p < .001

Cortclusto¡tBs Y coNSEcUENcIAS

Las predicciones que se derivaron del planteamiento etnometodológico de

la institucionalización recibieron un fuerte apoyo en los resultados de los

tres experimentos que se presentaron en este capítulo. Cada descubrimientoespecífico tiene consecuencias en la investigación sobre la instituciona-lización y plantea cuestiones importantes que no han sido suficientementeabordadas en otros planteamientos teóricos más tradicionales del proble-ma de la persistencia cultural.

Transmisión de los entendimientos culturales

Dado que los entendimientos culturales se construyen socialmente, el pro-

blema es explicar por qué algunos son tan permanentes y universales mien-tras que otros son únicos a la persona, el lugar o el tiempo. El experimentode transmisión se diseñó para probar ideas específicas sobre los mec4nis-mos que subyacen en Ia uniformidad generacional, identificando el gradode institucionalización (objetiva y exterior) como una parte determinante de

esta uniformidad.Es posible hacer algunas explicaciones alternativas, pero ninguna es tan

convincente como la explicación etnometodológica en la que se basó el expe-

rimento. Específicamente, crear un contexto organizacional puede dar lugarde manera implícita a que los sujetos ingenuos crean que el experimentadorespera que concuerden con el sujeto "más experimentado". Sobre la base de

los procedimientos experimentales, esto parece poco probable, ya que en cada

Page 60: El Nuevo Institucionalismo

148

condición los sujetos ingenuos saben desde un principio que ocuparán la

otra posición. Además, la tarea en sí no se relaciona con los escenarios orga-

nizacionales. Sin embargo, Ia refutación más enérgica se puede hacer a par-

tir de la evaluación de la eficacia de las manipulaciones experimentales' Se

encontró que otros aspectos de la institucionalización no relacionados con

el contexto organizacional variaban según el grado de institucionalización;lacertezade exactitud, informes sobre la dificultad para juzgar el movimiento

de la luz y las expectativas de que las respuestas debían ser las mismas que

las del sujeto "experimentado".Las teorías del valor del estatus (Berger, Cohen y Zelditch, 1966,1972)

pronosticarían los resultados obtenidos únicamente para la condición del

cargo, aunque no por completo, pues los sujetos ingenuos saben que ocu-

parán el cargo después de un conjunto de pruebas' Sin embargo, puesto

qrr" r" diferencian las posiciones, se puede argumentar que es más proba-

bl" q.," el ocupante de la posición baja sea influido por el ocupante de la

posición alta. No obstante, el alcance del planteamiento teórico que se pre-

ienta en este capítulo es muy diferente, pues predice no sólo la direcciónde Ia influencia én la condición del cargo, sino también la magnitud relati-va de Ia influencia que depende no del valor del estatus sino de la institu-cionalización.

I¡t conservación de los entendimientos culturales

A menudo la conservación se ha descrito como si ocurriera sólo cuando

hay control social directo. Las sanciones directas llevan al cumplimiento;sie*pre y cuando el comportamiento esperado sea del interés propio del

actoi, se le conservará. Incluso la internalización y las concepciones de

autorrecompensa dependen de sanciones directas para establecer inicial-mente el comportamiento ylo para conservarlo en los actores no del todo"socializados".

En el planteamiento teórico que se presenta en este capítulo, se afirmaque cuanto mayor sea la institucionalización, mayor será la conservación,1., ,rn control social directo. Los efectos de la institucionalización se

pueden ver con mas claridad cuando no hay un proceso de sanción. En los

éxperimentos que se mencionan aquí hubo influencia social, pero debía

op"ru. en formá uniforme en todas las condiciones. Por tanto, las diferen-

.iur qn. se encontraron se pueden atribuir a la dependencia relativamente

alta de los actos bajos en institucionalización respecto de los mecanismos

de control social, en comparación con la dependencia notablemente baja de

los actos con alto grado de'institucionalización. Cuanto más alto sea el grado

de institucionalización, menor será la probabilidad de que existan sancio-

nes. Por ejemplo, las leyes que regulan la interacción de negros y blancos

en el sur de los Estados Unidos se promulgaron sólo después de que se

desafió la institución de la esclavitud (Woodward, 1957).

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAI 149

lm) Le nestsrn¡¡clA AL cAMBIo

La resistencia al cambio está afectada de manera fundamental por Ia insti-tucionalización, independientemente de las sanciones. Las respuestas abajode la línea de referencia del colaborador sirven para sancionar en formapositiva respuestas más bajas de los sujetos, a pesar de lo cual se encontróque sólo cuando el grado de institucionalización era bajo (la condición deinfluencia personal), esta sanción hacfa que los sujetos redujeran sus res-puestas por debajo de la línea de referencia.

En un nivel, estos resultados no son intuitivos, ya que los sujetos quemás se acercaron al nivel de respuesta del colaborador son los que máscambian. Los sujetos en la condición de influencia personal adoptaronesencialmente el nuevo estándar de juicio: la situación se redefinió. Sinembargo, los sujetos más lejos del nivel de respuesta del colaborador cam-biaron mucho menos. Tal y como se predijo, resistieron la tentativa delcolaborador para redefinir la situación.

Los resultados de este experimento contradicen en forma muy directaotros planteamientos. En otros planteamientos, Ia resistencia al cambio,sin importar la fuente o contenido, proviene directa o indirectamente de lafuerza de la sanción anterior.:El planteamiento del subsistema supone quela resistencia al cambio es una función de la distribución de recompensas;si se asocian más recompensas"aon una ácción que con otra, la acción conmás recompensas será Ia que se presente-rPor tanto, aquellas acciones muybien recompensadas serán más resistentes al cambio.,lEl planteamiento delmarco normativo argumenta que la resistencia al cá-inbio es una funciónde motivación internamente generada, ya sea internalízación o autorre-compensa. Por lo general, se considera que esta motivación interna se deri-va de sanciones previas aplicadas a algunas acciones y no a otras. Ningunode estos planteamientos tradicionales de la institucionalización puede pre-decir o explicar los resultados obtenidos en el experimento de la resistenciaal cambio.

Consecuencia general

Los descubrimientos presentados en este capítulo son consistentes conargumentos anteriores y sirven para modificar algunas partes de losplanteamientos tradicionales de Ia institucionalización. Estos descubri-mientos no sugieren un rechazo a los planteamientos tradicionales; másbien, sirven para condicionarlos por medio de restringir el conjunto de

situaciones a las cuales se aplican. Es decir, no se trata de rechazar estosotros planteamientos, sino de especificar con más precisión la clase desituaciones a las que se aplican. Estos otros planteamientos no tratan enforma adecuada con una acción altamente institucionalizada: los mecanis-

LAS FORMULACIONES INICIALES

Page 61: El Nuevo Institucionalismo

r50 LAS FORMULACIONES INICIALES

mos que usan son más importantes cuando el grado de institucionalizaciónes bajo.

El planteamiento teórico desarrollado en este capítulo, que se basa en el

planteamiento etnometodológico, proporciona una explicación mas comple-ta de una acción altamente institucionalizada.Enlos tres experimentos se haobservado que la persistencia de los entendimientos culturales varía de ma-nera directa según el grado de institucionalización. El grado de institu-cionalización

-dependiendo de la influencia personal, el contexto organi-

zacional o el cargo- afecta directamente tres aspectos importantes de lapersistencia: la uniformidad generacional, la conservación y la resistenciaal cambio. De esta manera, una teoría que explica la acción altamenteinstitucionalizada también permite hacer predicciones más exactas y com-pletas de la persistencia cultural.

En conclusión, los descubrimientos en los tres experimentos proporcio-nan un apoyo fuerte y consistente para la relación pronosticada entre elgrado de institucionalización y la persistencia cultural. Tal y como se pre-dijo, se encontró que cuanto más alto sea el grado de institucionalización,mayores serán la uniformidad generacional de los entendimientos cultura-les, la conservación sin un control social directo y la resistencia al cambioa través de la influencia personal.

PosoRte: Los MIcRoFUNDAMENToS DEL PENSAMIENTo INSTITUcIoNAL

Los neoinstitucionalistas por lo general operan en el macronivel y se con-centran en el papel de un ambiente institucionalizado ("el Estado" o "las

leyes" o "las reglas constitucionales") al legitimar las organizaciones y sus

estructuras (Zucker, 1987; Meyer, 1987). A menudo, ese trabajo, bien repre-

sentado en este libro, hace hincapié en el creciente isomorfismo entre lasorganizaciones sujetas a presiones institucionales similares (DiMaggio yPowell, capftulo tt; Scott y Meyer, capítulo rv) y se concentra en el con-tenido más que en el proceso de institucionalización. La mayor parte de lainvestigación institucional a un macronivel estudia los indicadores de los

efectos del ambiente institucional en algún aspecto de la estructura o actiü-dad organizacional (véanse Meyer y Scott, 1 983b; Zucker, 1 988b). El proce-so por medio del cual esto ocurre continúa siendo una "caja negra".

En contraste, el planteamiento a micronivel representado en mi artículo de

1977 y posteriores (Zucker, 1983; Tolbert y Zucker, 1983; Zucker, 1987) se

concentra en la institucionalización como unproceso más que un estado; enel proceso cognoscitivo implícito en la creación y la transmisión de las ins-tituciones; en su conservación y resistencia al cambio; y en el papel dellenguaje y los slmbolos en esos procesos. Aunque el microinstitucionalismoes en gran medida un complemento del macroinstitucionalismo, no su com-petidor, varias diferencias importantes merecen que se les preste atención.

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAL 151

Grado s de institucionalización

La idea original en el planteamiento cognoscitivo de las instituciones fue

que las acciones varfan en la medida en que se perciben como exteriores yobjetivas, es decir, la institucionalización es una variable continua mas que

binaria. Mi estudio de 1977 demostró cómo las variaciones pequeñas en la

exterioridad y la objetividad pueden crear grados variables de institucionali-zacíón. En contraste, la mayor parte del trabajo en el macronivel ha dadopor hecho la institucionalización y simplemente examina sus efectos confrecuencia no intuitivos. Ese planteamiento remplaza eI proceso conlos efec-

/os como el objeto de la investigación institucional, tiende a concentrarse en

los aspectos iiracionales o disfuncionales de los sistemas institucionales(por ejemplo, el mito y la ceremonia en Meyer y Rowan, capítulo t) y se aleja

de Ios beneficios de eficiencia potenciales inherentes a las rutinas repetiti-vas que se transmiten fácilmente a los recién llegados organizacionales y se

conservan con facilidad en el transcurso del tiempo (Zucker, 1977; Nelson y

Winter, 1982).

La institucionalización contra Ia dependencia de recursos

Las medidas cognoscitivas del grado de institucionalización tienen otraventaia: son analíticamente independientes de la capacidad para sancionarque tiene el ambiente externo. Las medidas del grado de instituciona-lización construidas únicamente en el macronivel a menudo confunden la

institucionalización con la dependencia de recursos: por ejemplo, las com-pañías adoptan estructuras de personal de acción afirmativa en la medida en

que depenáen de contratos federales para obtener utilidades (Dobbin ef a/.,

1988) y las universidades adoptan estructuras administrativas en respuesta

a los cambios en los flujos de recursos de fuentes privadas y públicas (Tol-

bert, 1985). Sin las estrategias de micromedida, no se puede decir si tales

adopciones reflejan Ia institucio nalizacíín per se (por ejemplo, la exteriori-dady la objetividad) envez de respuestas estratégicas más inteligentes a

las limitaciones externas.

In variación estratégica en respuesta a los ambientes institucionales

En contraste con la insistencia convencional del macroinstitucionalismo en

Ia homogeneidad organizacional, la investigación directa de los procesos de

transmisión y conservación produce conocimientos sobre la variabilidadde las respuestas estratégicas de las organizaciones a ambientes institucio-nales similares. Por ejemplo, todas las firmas de abogados se enfrentan a

sistemas altamente institucionaiizados de capacitación legal y acreditación

Page 62: El Nuevo Institucionalismo

152 LASFORMULACIONESINICIAIES

que, desde la macroperspectiva, deberían producir isomorfismo entre las

dr.r,u, de abogados én h contratación y supervisión de los abogados. Pero

Tolbert (1988i encuentra estrategias diferentes entre las firmas de aboga-

dos: algunas contratan sobre todo en una sola escuela de abogados, mien-

tras qu! otras lo hacen en varias escuelas. Las estrategias de socialización y

,,rp"-irión varían en consecuencia, con empresas gue contratan de una

,oia escu"la y se apoyan en clases de control más tacitas y menos formales.

En otras puübrur, lá variación en la respuesta estratégica al mismo am-

biente pn"d" producir una diferenciación en vez de isomorfismo. Espe-

cificar iut "ottdi"iones

en las cuales ocurre cualquiera de éstos requiere

pr"rtut atención al proceso instituiional interno. El microinstitucionalis-

-o ofre.e una alterrrativa potente, pero aún no desarrollada, a los fuertes

planteamientos de transacción-costo y de la teoría de la agencia que pre-

fieren los economistas.

L¡ orsnsutucloNAllzAclÓN

Se ha realizado muy poco trabajo sobre los procesos por medio de los

cuales las institucion"i d"rupu.ec-en. Los resultados de mi experimento de

iqiZ fro".o" sorprendent"t por la facilidad con que se crearon los efectos

institucionales: una manipulación de instrucción de una acción aparente-

mente trivial dio significado al sistema. Como indicaron los resultados de

mi tercer experimento, esos efectos fueron mucho más difíciles de destruir.

A menudo la institucionalización ocurTe por accidente, como producto de

la creación de otras estructuras; la desinstitucionalización muy pocas veces

es accidental. Una vez institucionalízada,la estmctura o actividad se puede

conservar sin una acción adicional: los elementos institucionalizados se in-

corporan en los sistemas de redes, y se resiste el cambio en cualquiera de

los elementos debido a los cambios que implicaríaparatodos los elementos

interrelacionados del sistema. (De eJta manera es difícil suprimir las califi-

caciones en las clases universitarias porque las escuelas de graduados de-

penden de medidas de aprovechamiento delestudian!: ap3renT:lente com-

parables para tomar sus decisiones de admisión [Zucker, 198ó; Nadel,

rss¡].) Todo sistema institucionalizado tiende a llevar un "equipaje" de es-

tructuras y actividades relacionadas que en el transcurso del tiempo se ins-

titucionalizan -un proceso al que ya me he referido (1987) como el "conta-

gio de Ia legitimidad"-.

CoNct uslóN

Sin un sólido fundamento cognoscitivo a micronivel, nos arriesgamos a con-

siderar a la institucionalizacún una "caja negfa' en el nivel organizacional,

y a concentrarnos en el contenido, a costa del desarrollo de una teoría ex-

plicati.,ra y si'stemática del proceso, combinando la institucionalización con

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN EN LA PERSISTENCIA CULTURAL 153

la dependencia de recursos y descuidando la variación y la persistenciainstitucionales. Aunque se pueden obtener conocimientos importantes alestudiar el contenido de las instituciones, existe un peligro siempre latentede hacer de la empresa neoinstitucionalista una ciencia ta-xonómica, en vez de

una ciencia que construya teorías explicativas. La teoría institucional siem-pre está en peligro de olvidar que la clasificación de un proceso o estntcturano los explica.

RscoNoclrvtnNros

Este capítulo, con excepción de la posdata, se publicó por primera vez en

1977 en Ia American Sociolo gical Review 42 (5), pp. 7 26-7 43. La autora desea

agradecer a Morris Zelditch, Jr., John W. Meyer y Anne M. McMahon porsu ayuda durante la investigación que se presentó en este capítulo.Además, agradece a las siguientes personas por sus amplios comentariossobre una versión anterior de este capítulo que la autora presentó en laConferencia de la Costa Occidental sobre Ia Investigación de los GruposPequeños en Victoria, Canadá, en abril de 1975: Phillip Bonacich, MelPollner y Ralph H. Turner. Por último, un agradecimiento especial a PaulDiMaggio por corregir y comentar la posdata.

Page 63: El Nuevo Institucionalismo

" fu"¡iiitn( i.$*' -"

\

1

rv. LAoRGANrzecróNDE Los rrffir'PROPOSICIONES Y PRIMERAS EVIDENCIAS

W. RICHARD Scorr v JoHN W. MeYen

Esre capítulo toma muy en serio la suposición de que las organizaciones se

ven afectadas por sus ambientes; así, su finalidad es ampliar nuestra con-cepción sobre cuáles son las características ambientales de importanciapara explicar la estructura y el desempeño organizacionales. Los modelosde ambiente -o,rganización que dominaron durante la década de los setenta

-de los que hablamos aquí- subestimaron la medida en que las organiza-ciones se vinctrlan con sistemas más grandes de relaciones, así como la for-ma en que se ven afectadas por ellos. Estos sistemas, argumentamos, se

integran cadavez más a niveles más extensos, de manera que las organi-zaciones locales se unen en jerarquías no locales y verticales, así como enlos sistemas horizontales en el nivel de la comunidad a los que se ha pres-tado atención. También sugerimos que los modelos ambientales anteriorescuidaron las características técnicas de los ambientes, pero no la importanciade los elementos institucionales dentro de los mismos.

Con base en los conocimientos que se derivan de tres campos de trabajo

-sobre la estructura de la comunidad, la ejecución de políticas y la coor-dinación de las agencias*, argumentamos Ia utilidad de aislar para suestudio a los sistemas interorganizacionales más amplios. En particular,proponemos el concepto de sector social como una forma útil de limitaresos sistemas. Se define un séctor social como el que incluye todas lasorganizaciones dentro de una sociedad que proporcionan un determinadotipo de producto o servicio junto con sus gmpos orgáni2acionales asocia.dás: p.ouéedoreS, financieios, reguladores, etóétera.

Este capítulo persigue identificar las dimensiones o características sobre-salientes de la estructura del sector, sugerir los factores que justifican talescaracterísticas y, sobre todo,proponer las hipftesis que relacionan las carac-terísticas del sector con el núméio, la variedad, la estructura y eI funciona-miento de Ias unidades organizacionales dentro del sector. La estructura delsector dentro del cual se lácaliza una organización se considera un aspectorelevante del ambiente de la organización. Cuando es posible, resumimos el

trabajo empírico pertinente para las hipótesis propuestas. Las hipótesis se

discuten, se explican y se pmeban principalmente con referencia a los sec-tores públicos en los Estados Unidos, pero creemos que el esquema y iosargumentos propuestos tienen aplicaciones potenciales para los sectoresprivados y en especial para el análisis de sectores similares -ya sean públi-cos o privados- en diferentes sociedades.

LAORGANIZACIÓNDE LOS SECTORES SOCIALES 155

RE,sEÑ¡ DE ESTUDIoS ANTERIORES DE LAS ORGANIZACIONES-AMBIENTES

Deficiencias de los modelos anteriores

Los paradigmas organizacionales que dominaron durante la década de lossetenta tuvieron que ver, de modo poco adecuado, con los patrones de

conexión y desconexión entre las organizaciones. Si bien hubo un granprogreso durante los años sesenta y setenta al salir de los lÍmites de lasorganizaciones formalmente definidos, para tomar en cuenta los estímulosy las restricciones ambientales y los intercambios y vínculos interorganiza-cionales, los modelos predominantes estaban restringidos en aspectos im-portantes. A continuación citamos algunos de los modelos predominantesdurante este periodo.

Mo delo s del coniunto organizacional

Estos modelos abordan el ambiente desde el punto de vista de una organiza-ción "focal" específica (véase Blau y Scott, 1962, pp. 195-199; Evan, 1966).

Se considera que una organización esta vinculada con organizaciones "con-trarias" variables que proporcionan recursos críticos y/o información parasu funcionamiento. Dependiendo del valor y la escasez relativos de estosrecursos, el sistema interorganizacional resultante se concibe como unconjunto de relaciones de poder y dependencia. Se piensa que las interde-pendencias económicas dan origen a procesos políticos e intentos de soiu-ción. La atención analítica se concentra en los tipos de estrategias que laorganización focal busca para adaptarse a las circunstancias variables(véanse Dill, 1958; Thompson, 1967; Aldrich y Pfeffer, 1976;Pfeffer y Sa-lancik, 1978). Las principaies limitaciones de ios modelos de esta ciase hansido su tendencia a circunscribirse a las relaciones y corrientes directas, yno a las indirectas, entre las organizaciones; también, al considerar el am-biente desde ei punto ventajoso de una organización individual, tienden aoscurecer las características del sistema de relaciones más amplio del cualla organización focal sólo es un componente.

Mo delos de población organizacional

Estos modelos aíslan para su análisis conjuntos o gmpos de organizacionesconsiderados similares en forma o función, por ejemplo, todas las uni-versidades o todos los periódicos en un área determinada (véanse Hannan yFreeman, 1977; Aldrich,1979). El concepto de población es análogo al de

las especies en biología. Se han propuesto criterios variables para identi-ficar a los miembros de una población organizacional, incluyendo carac-

I

Jlt

154

Page 64: El Nuevo Institucionalismo

156 LASFORMULACIONESINICIALES

terÍsticas estructurales comunes, patrones similares de procesos centralesde trabajo y sensibilidad similar a ia variación ambiental. Por tanto, la aten-ción se concentra en formas de organización que compiten entre sí, Losmodelos ecológicos suponen que, debido a las propiedades de inercia de laestructura organizacional, gran parte del cambio en las formas organiza-cionales deriva de remplazar una forma de organización por otra: las quetienen mucho éxito se remplazan por las que tienen más. Se presume que el

ajuste de las formas organizacionales a las condiciones ambientales ocurreprincipalmente por medio de procesos de selección más que de adaptación(véanse Aldrich y Pfeffer, 1976;Hannan y Freeman, 1984).

Los modelos de población ecológicos tienden a suponer que los procesoscompetitivos dominan las relaciones entre las unidades que abarcan a lapoblación y prestan poca o ninguna atención a las relaciones cooperativasque se desarrollan entre organizaciones distintas. Así, estos modelos igno-raron aspectos relevantes de las relaciones organización-ambiente. Sinembargo, recientemente los ecologistas organizacionales han dado impor-tancia a los modelos "comunitarios" que incorporan relaciones competitivasy simbióticas o cooperativas entre las organizaciones en poblaciones simi-Iares y diferentes (véanse Carroll, 1984; Astley, 1985). Si bien continúan dan-do importancia a los procesos de cambio de más iargo plazo mediantemecanismos selectivos, estos modelos se parecen a los modelos de campointerorganizacionales.

Modelo s de camp o interorganizacionales

Estos modelos estudian \g natur4leza de las relaciones de un conjunto de

organizaciones distintas en un sistema o red común. La mayoría de los mo-delos de este tipo ha examinado Ias relaciones entre organizaciones simi-lares o disímiles dentro de Ia misma área geográfica, por ejemplo: unacomunidad o un área metropolitana. A diferencia de los otros tipos de

modelos, éstos se ocupan de los'patrones exhibidos en las.relaciones entrelas organizaciones. De hecho, estos modelos se concentran, con más fre-cuencia, en la naturaleza de las relaciones entre las organizaciones J{ nQ enlas organizaciones mismas. (Para ejemplos, véanse Litwak y Hylton, 1962;

Warren, 19ó7; Turk, 1977.) Sin embargo, con muy pocas excepciones, estos

modelos de campo se han aplicado en vínculos horizontales entre las orga-nizaciones

-vínculos entre organizaciones que carecen de autoridad for-

mal una sobre la otra- y en las relaciones entre las mismas dentro de unadeterminada área geográhca relativamente estrecha, como una comunidadurbana. Por lo general se emplean las proposiciones de Ia teoría del inter-cambio y de la teoría de redes para la obtención y el análisis de informa-ción. Trabajos más recientes han hecho hincapié en las capacidades de

adaptación de dichos sistemas (véase Galaskiewicz, 1984),

LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES 157

'Si bien los tres tipos de modelos apoyan importantes modos de análisisasociados con conocimientos valiosos de la estructura y el funcionamientode las organizaciones, tienen sus limitaciones.lTomar Ia perspectiva de unaorganizacíón seleccionada, focal, como es distintivo de ios modelos delconjunto organizacional,'distrae la atención de la estructura y las carac-terísticas del sistema de relaciones más amplio dentro del cual funcionanmuchas organizaciones. EI modelo ecológico de población ayuda a exami-nar las relaciones compeiitivas entre organizaciones similares, pero tiendea ocultar o ignorar las relaciones de apoyo entre las organizaciones simi-lares y entre las disímiles, y tiende también a afectar sus oportunidades desupervivencia. Y los modelos de campo interorganizacionales -en su apli-cación, si no en principio- subrayaron la relevancia de los vínculos hori-zontales entre las organizaciones en una región local. De esta maneraignoraban la vinculación extralocal y vertical (erárquica) entre las organi-zaciones.

Por último, los modelos previos de organización-ambiente dieron impor-tancia a las corrientes técnicas entre las organizaciones. Éstas fueron con-cebidas principalmente como sistemas de producción y sus estructurascomo configuradas, en primer lugar, por sus tecnologías y los aspectos téc-nicos de sus ambientes (véanse Perrow, 19ó7; Thompson, 19ó7; Galbraith,1973). Los ambientes eran tomados como ambientes de tareas: comofuentes de información y proveedores de recursos necesarios para la ejecu-ción de Ia tarea. Si bien esos puntos de vista no están equivocados, es claroque son incompletos y limitados. Los nuevos conceptos que surgieron enIos años setenta se encaminaron a los aspectos culturales y sociales de lasorganizaciones y sus ambientes. Reflejan la creciente conciencia de queninguna organización es sólo un sistema técnico y que muchas organiza-ciones no son principalmente sistemas técnicos. Hacen hincapié en Ia rele-vancia de los ambientes institucionales de las organizaciones.

El tipo de modelo desarrollado en este capítulo difiere de los anteriores envarios aspectos: ,1/ la atención se dirige no sólo a los vínculos entre organi-zaciones específicas, sino también a Ia estruCtura de relaciones más ampliadentro de la cual estas organizaciones pueden funcionar; 2) los vínculosentre las organizaciones similares y las disímiles son de igual interés; 3/ seincluyen tanto los vínculos verticales como los horizontales; 4/ se exami-nan tanto las relaciones locales como las no locales, y 5/ se considerantrascendentes tanto los aspectos institucionales como los técnicos de lasorganizaciones y los ambientes.

Los precursores del modelo propuesto

Es posible identificar tres corrientes de trabajo que anticiparon algunascaracterísticas de nuestro propio planteamiento. Sería interesante que todo

Page 65: El Nuevo Institucionalismo

158 LASFORMULACIONESINICIALES

este trabajo tuviera sus orígenes fuera de la corriente principal de la teoríade la organización. Sólo recientemente estas líneas de trabajo han empezadoa converger e influir en los modelos desarrollados para explicar la estmcturay el funcionamiento de las organizaciones. La primera línea, propuesta porWarren, se desarroiló para estudiar la estructura de las comunidades. Lasegunda, que refleja el trabajo de numerosos analistas, sobre todo científicospolíticos, surgió en relación con las cuestiones y resultados de la políticapública. De la tercera se ocuparon principalmente trabajadores sociales yreformadores urbanos interesados en mejorar Ia operación de las agenciasde servicios humanos. En forma breve examinaremos cada uno de estosplanteamientos.

Los patrones comunitarios de Wanen

Desde 19ó3, Roland Warren conformó un modelo teórico para apoyar eiexamen de la estructura de las comunidades estadunidenses. En su modelodestaca Ia diferencia entre el patrón de relaciones "horizontales" y el "verti-cal" que vincula las unidades sociales dentro de las comunidades y entreellas. Warren(1972, pp. 161-162) describe esta distinción como sigue:

Definiremos un patrón horizontal de la comunidad como la relación estructural yfuncional de sus unidades sociales y subsistemas diferentes. Se usa el términohorizontal para indicar, más o menos, que las unidades de lá comunidad, en lamedida en que son importantes dentro del sistema comunitario, tienden a estarcasi en el mismo nivel jerárquico (un nivel de unidad de comunidad, a diferenciadel nivel estatal, regional, nacional o internacional de autoridad, administración,toma de decisiones, etcétera).

Definiremos un patrón vertical de la comunidad como las relaciones fun-cionales y estructurales de sus unidades sociales y subsistemas diferentes con lossistemas extracomunales. Se usa el término vertical porque a menudo tales rela-ciones comprenden niveles jerárquicos diferentes dentro de la estmctura del siste-ma extracomunitario de autoridad y poder. Las relaciones suelen ser las de unaunidad del sistema con el centro de operaciones del sistema, aunque pueden exis-tir varios niveles intermedios.

Warren señala que su.tipología distingue entre los patrones de relacionesy no entre los tipos de unidades: la mayoría de las unidades sociales, queincluyen las organizaciones, participan en las relaciones verticales y en lashorizontales. Se considera que la distinción entre horizontal y verticaltiene que ver con la reconocida distinción entre mantenimiento y tarea (oinstrumental y afectiva) (véanse Bales, 1953; Parsons y Bales, 19ó0). De estamanera, Warren (1972, p. 163) argumenta que, en general, los desempeñosde tarea por organizaciones que constituyen la comunidad -por ejemplo,escuelas, iglesias, fábricas, bancos- tienden a vincularlas verticalmente con

LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES 1 59

los sistemas no locales, mientras que las funciones de integración y mante-nimiento tienden a realizarse mediante relaciones horizontales entre las

unidades dentro de la misma comunidad. Más importante para nuestrospropósitos es el argumento de Warren en el sentido de que es más probableque los patrones extralocales verticales estén construidos racionalmente yordenados en forma jerárquica, mientras que los locales horizontales quizáestén estructurados de modo informal y que en ellos los procesos competi-tivos y de intercambio del mercado, y no Ia autoridad, determinan la in-fluencia de las diversas unidades (Warren, 1,972, pp.242-243,273).

La tesis de Warren es que actualmente las comunidades estadunidensessufren un "gran cambio" que implica "la creciente orientación de las uni-dades locales de la comunidad hacia los sistemas extracomunitarios de los

cuales forman parte, con una correspondiente disminución en la cohesión y

autonomía de la comunídad" (1972, p. 53). Es decir, en opinión de Warren,la estructura de las comunidades estadunidenses cada vez esl^ más domi-nada por el patrón de relaciones verticales que vincula sus unidadessociales con los sistemas externos, en vez de los patrones de relaciones ho-rizontales entre las unidades en la misma localidad. Más tarde esta tesis

sirvió de guía para la investigación empírica de Warren basada en el pro-grama de ciudades modelo. Dicha investigación analizó hasta qué puntolas organizaciones locales de "decisión comunitaria" en varias ciudadesestaban unidas en un contexto social más amplio y estructuradas porfuerzas externas al reaccionar al programa y al ejecutarlo (véase Warren,Rose y Bergunder, 1 974).

I q obj.to de investigación principal de Warren es la.qgmunidad y, comoya se indicó, él afirmó que Ia fuerza dominante que configura la estructurade la comunidad, por lo menos en los Estados Unidos, era la naturaleza de

los,vínculos entre las organizaciones locales y los sistemas regionales, esta-

tales o nacionales externos*:Es sorprendente entonces que, en el área de lateoiíá de 1a órganización, Warren haya estado asociado a un conjunto de

modelos de campo interorganizacionales que se ha ocupado en especialde los patrones de relaciones horizontales entre las organizaciones que

comparten la misma localidad. Atribuimos tal equivocada concepción alefecto de su artículo publicado en Administrative Science Quarteily, una re-vista importante dedicada a la teoría y la investigación de la organización.En ese influyente artículo, "The Interorganizacional Field as a Focus forInvestigation" l"El campo interorganizacional como foco de investiga-ción"], Warren (1967) se limita aarralizar los patrones de relaciones hori-zontales entre las organizaciones de la comunidad; define varios modelosde interrelaciones y los ejemplifica con información proveniente de un estu-

dio sobre la planificación de las organizaciones en el nivel de la comunidaden tres ciudades. Warren (1967,p.399, nota 10) hizo hincapié en el alcance li-mitado de su análisis en una nota de pie de página: "Aunque el presenteanálisis se limita a la interacción entre las organizaciones en este nivel de

Page 66: El Nuevo Institucionalismo

1óO LASFORMULACIONESINICIALES

comunidad, no se deben pasar por alto las relaciones verticales con los sis-

temas organizacionales de fuera de la comunidad, como el gobierno fe-

deral".Sin embargo, aparentemente una generación de analistas organizacio-

nales pasó pór alto esta limitación autoimpuesta -así como otro trabajo

teóricá y empírico de Warren sobre la estructura de la comunidad- y se

tomó como totalidad el modelo truncado del artículo dela Administrativescience Quarterly. Así, a pesar de sus considerables esfuetzos, la influenciade Warren en la teoría y el análisis interorganizacional consistió en atender

los vínculos horizontales informales entre las organizaciones en la misma lo-

calidad, a costa de las relaciones extralocales verticales formalizadas. Nos

proponemos corregir esta omisión y reforzar la visión más amplia de

Warren de los sistemas interorganizacionales.

kts estudios de política pública

Durante las décadas de los sesenta y los setenta hubo un rápido desarrollo

del análisis de la política pública. Los primeros trabajos en este campo se

concentraron en lós determinantes de las decisiones de polÍtica pública -lascaracterísticas de los actores políticos, la naturaleza del contexto político y

burocrático, las actividades de los grupos de interés-, así como en el pro-

ceso de decisión mismo (véanse, por ejemplo, Wildavsky, 19ó4; Lindblom,

19ó8; Allison , lg7 l). Recientemente se atendieron no sólo las decisiones de

po}Ítica sino también su ejecución, pues en los diferentes escenarios de la po-

iitlca el examen reveló que, lejos de ser automática, la ejecución de las

decisiones de política pública es muy problemática. (véanse, por ejemplo,

Moynihan, 1969, sobre los programas de pobreza; Neustadt y Fineberg,

1g7-g, sobre las medidas de salud pública; Estes, 1979, sobre los servicios

para los ancianos.) Las cuestiones de ejecución son el punto principal para

ulgtlr,ot analistas (véanse, por ejemplo, Pressman y Wildavsky, 1973; Bar'd,ich, 1977; Weatherly, 1979), y éste es el trabajo que antecede nuestros

propios esfuerzos.- Dár relevancia a la ejecución es resaltar las estructuras administrativas

que unen a los que toman las decisiones con los receptores de las reglas o

servicios. Las decisiones de que se trata son políticas públicas establecidas

en niveles nacionales o estatales que normalmente se supone serán llevadas

a cabo en los niveles locales. El aparato de ejecución está constituido como

un sistema interorganizacional: un conjunto de vínculos ordenados verti-

calmente y coordinados en forma horizontal que enlaza las unidades

administrativas de los niveles más altos con las unidades de servicio o

ejecución en los niveles más bajos, así como las unidades de un lugar con

lás de otros lugares. Las unidades que participan pueden ser organizacio-

nes privadas o públicas.

LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES 1ó1

Es posible encontrar temas comunes en el trabajo de los analistas que hantratado de caracterizar estos sistemas de ejecución tal como funcionan hoyen los Estados Unidos. Observamos tres: // la estructura distintiva y cam-biante del sistema federal; 2) la dificultad de obtener que unidades semi-automáticas dentro de un área política cooperen en el desarrollo de unapolítica común, y 3) el problema de coordinar los esfuerzos de unidadesindependientes que operan en diferentes áreas políticas.

Desde hace tiempo, los observadores de la escena política en los EstadosUnidos han advertido que no existe una tendencia a que las estructurasadministrativas de las agencias gubernamentales que operan dentro de unárea política determinada sean simples burocracias "racionales", sino másbien sistemas competitivos y superpuestos, más o menos complejos. Unfactor que contribuye a esta situación es el sistema federalista, que ha limi-tado históricamente el poder y la jurisdicción de los órganos nacionales afin de favorecer un fuerte e independiente desempeño de los Estados yórganos locales (véanse Grodzins, 1966; Elazar, 1972). Aunque original-mente se buscaba que operaran en terrenos separados, las diversas capasdel sistema federal compiten y se sobreponen cada vez más en sus fun-ciones. Para comprender esta evolución, Grodzins (1961, pp. 3-4) sugiereque la estructura del "pastel en capas" del sistema federal con sus zonas dejurisdicción separadas se ha transformado en fechas recientes en una es-tructura de "pastel de mármol":

Dondequiera que lo parta, revela una mezcla inseparable de ingredientes dediferentes colores. No hay un estratificación horizontal clara, Las lfneas verticalesy diagonales casi hacen desaparecer a las horizontales, y en algunos lugares hayconfusiones inesperadas y una imperceptible combinación de colores, de maneraque es diflcil determinar dónde termina una y dónde comienza la otra. Lo mismosucede con las responsabilidades federales, estatales y locales en el caótico pastelde mármol del gobierno estadunidense.

Esta estructura federalista contribuye a un segundo problema general: Iadificultad de lograr que múltiples organizaciones casi independientescooperen para ejecutar una política común. Downs (1967) habla de Ia "fil-tración de autoridad" a medida que los programas diseñados por los políti-cos se transmiten a las agencias cuyo personal consiste en servidorésciviles de carrera y, en forma más general, a medida que los programasdeben procurarse el apoyo de diversos grupos de funcionarios con metas eintereses variables. Bardach (1977, p. 46) amplía este escenario e incorporano sólo las agencias administrativas, sino también los múltiples distritoselectorales y sus intereses:

El conjunto de actores pertinentes en el proceso de ejecución es extenso y diversoe incluye, además de las oficinas gubernamentales, a sus clientes, contratistasprivados, asociaciones profesionales, publicistas y otros. Todos estos actores son

Page 67: El Nuevo Institucionalismo

162 LASFORMULACIONESINICIALES

capaces de expresar sus propios temores y ansiedades.Talvez este amplio en-

foi te e. el que distingue el estudio de "ejecución", un asunto de interés muy

reciente, del iema más tradicional, que es la adminis6ación pública'

La "complejidad de la acción conjunta" entre organizaciones indepen-

dientes o semiautónomas está explicada de manera precisa en el análisis

de la ejecución de un proyecto presentado por Pressman y wildavsky(1923), bajo el auspicio áe La Economic Development Administration [Ad-

ministración de Desarrollo Económico], cuya finalidad es apoyar los pro-

yectos de mejoras públicas y dar empleo a trabajadores de las minorías'

Las metas no eran motivo de polémica y existÍa un fuerte consenso para

seguir adelante con un proyecto de construcción en Oakland. No obstante,

de"scriben un complejo-p.á."ro de aprobación y decisión que comprende

casi 70 convenios importantes que duró más de tres años, que redujo los

gastos en la constru..iO.t y que ireó menos trabajos para la minoría de lo

que se tenía planeado.Un tercer problema que identifican los analistas de las políticas es la falta i

de coordinación entrejas diferentes agencias que actúan en áreas de polí-

ticas relacionadas y dentro de la misma área geográfica' Hay una tenden-

cia a que las políticas se formulen de manera aislada y lo mismo ocurre

con la búsquédu d" soluciones. Se tiende también a la "sectorización" de

las políticas (wildavsky, 1979, p.72). Es decir, cada vez más las políticas,

lo, p.ogru-as y las agáncias r" d"fi.r"r, en términos limitados, funcional-

*"rrt" áife."nciador. P"to mientras estas áreas diversas pueden separarse

en forma analítica y distinguirse teóricamente, a menudo sus operaciones

o sus efectos ," .ob."pot"tt. eti, los programas de tránsito rápido pueden

tener un impacto en lá renovación urbana y las políticas de impuestos en

ambos. Está problema nos regresa a la descripción de Warren-del predo-

minio de los patrones verticalés (sistemas de política individual) sobre los

horizontales (sistemas de política a través de la integración), a la vez que

nos hace considerar las preocupaciones de los analistas del sistema de ser-

vicios humanos.

Los sistemas de seruicios humanos

En los años setenta hubo una explosión de programas sociales nacionales

diseñados para procurar el bienestar de los grupos necesitados, así como

para mejoür el^funcionamiento de los servicios locales en esta sociedad'^gntre

loi programas pues(os en vigor en unos cuantos años estuvieron los

siguientei: aluda a l,os estudiantes necesitados, promulgación de leyes

lolales, capaóitación de la fuerza de trabajo, programas contra_la pobreza,

renovación urbana, salud mental de la comunidad y asistencia hospitalaria

para pobres y ancianos. Aunque estos programas se emprendieron con gran

LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES

ostentación y optimismo durante los gobiernos de Kennedy y Johnson,pronto surgieron deficiencias y problemas impreüstos. Además de las difi-cultades en la ejecución de programas específicos, los analistas y los crí-ticos censuraron la falta de coordinación entre los numerosos programas yagencias. Entre esas críticas estaban que los requerimientos del cliente nocoincidían con los paquetes de servicios proporcionados y que las personasnecesitadas no se ajustaban fácilmente a los programas, La duplicación deesfuerzos en algunas áreas se comparaba con la total ausencia de serviciosen otras. En muchas áreas, la cantidad y variedad de agencias y la rapidezcon que se crearon, desaparecieron y se volvieron a organizar propició unagran complejidad y Ia correspondiente confusión e ignorancia de parte delos proveedores y de los clientes (véanse, por ejemplo, Aldrich, 1972 Bakery O'Brien, 1971; Gardner y Snipe, 1970; Reid, 1969; Rosengren y Lefton,1e70).

Un problema particular fue la falta de capacidad de las comunidadeslocales para dar lugar e integrar estos actores públicos nuevos. ComoSundquist (1969, p. 24) comenta: "La proliferación y la vasta expansión delos programas de asistencia federal en los años sesenta pronto aplastaronlas instituciones de coordinación local que existían: los gobiernos locales,principalmente, y los órganos de planificación de área y organiiacionesprivadas como los consejos de agencias sociales". Y así como los proble-mas originales de pobreza, inferioridad de condiciones y servicios comuni-tarios deficientes habían sido calificados como un problema nacional, "páralos planificadores de esos programas, pronto fue evidente que la debilidadde las instituciones comunitarias eraunproblema nacional que demandabauna solución nacional" (Sundquist, 19ó9, pp. 24-25).

En consecuencia, desde fines de los años sesenta y hasta nuestros días sehan hecho grandes esfuerzos para desarrollar estrategias y mecanismos decoordinación centralizados dentro de las áreas de servicios y entre ellas.Sundquist (1969, p. 25) observa que "en 1967 habia más de una docena detipos de estructuras de coordinación locales iniciadas federalmente". Éstasiban desde agencias de acción comunitaria hasta agencias de planificaciónen el área de la salud. La cantidad y variedad de estos mecanismos de coor-dinación han aurnentado y los esfuerzos se realizan en todos los niveles:federal, estatal, regional y local (véanse Gans y Horton, 1975;Heintz, 1976;Lehman, 1975; Morris y Lescohier, 1978; Rogers y Whetten, 1981). Dehecho, parece que en la actualidad se hace tanto o más hincapié en la coor-dinación entre los programas que en los programas mismos. Tal actitudprobablemente refleja cambios en el clima político y fiscal, los cuales co-mienzan desde finales de los años setenta y continúan en los ochenta, tantocomo cualquier preocupación por las deficiencias en la operación del pro-grama. Como Brown (1983) sugiere, las políticas "innovadoras" que en laciécada de los. sesenta procuraban que el gobierno participara en áreasnuevas han cedido su lugar a las políticas "racionalizadoras" en los ochenta,

163

Page 68: El Nuevo Institucionalismo

164 LASFORMULACIONESINICIALES

a medida que hay más atención en Ia reforma y mejora de los programas

actuales. Morrissey, Hall y Lindsey (1.982, p. 2) ahondan en este punto:

Una década de recesión e inflación en los setenta, junto con el clima actual de

conservatismo social y fiscal, ha desgastado la base de apoyo para los programas

de intervención a gran escala, pero iodavfa hoy son relevantes las cuestiones de

coordinación de sérvicios. Laí polfticas públicas se defienden ahora con base en

la austeridad y la consolidación, y las previsiones actuales indican que sólo habrá

fondos para po"o, gru.áo progtu** tociales o nuevas iniciativas de servicios hu-

-*or. po,. él contrario, ,"iur p.oprr"sto programas relativamente modestos que

ejercen demandas limitadas sobre recursos escasos para coordinar los servicios

de bienestar y de salud que ya existen'

f"E.tu, tres líneas de trabajo -sobre la estructura comunitaria, Ia ejecu-

"io" J" políticas y Ia coordinación de la agencia- difieren en vocabulario

y punto de vista, pero convergen en una amplia conclusión: en Ia actuali-

áá¿ tu, relacionesverticales dominan las laterales entre las organizaciones,

por lo menos entre las del sector público.'freferimos no adoptar esta con-

ilusiOn, aunque en verdad es una hipótesis interesante que hay que tener

en mente. En cambio, encontramos mucho apoyo en este trabajo para la

suposición más modesta de que¡o se deben pasar por alto los vínculos ver-

ticales y no locales entre las órganizaciones si queremos entender la estruc-

tura y el funcionamiento de las organizaciones en la sociedad contem-

poránea. Nos satisface observar que otros estudiosos de Ias organizaciones'Ábierr"hu., llegado a esta conclusión (véanse, por ejemplo, Benson, 1975,

1981; Aldrich y Whetten, 1981; Knoke y Laumann, 1982)'

El irabajo qle hemos examinado proporciona evidencia de la creciente

interrelación áe los sistemas organizácionales -tanto privados como públi

cos- en la sociedad estadunidense. Proporciona, además, valiosa infbrma-

ción descriptiva sobre la variedad de formas que pueden tomar esas re-

laciones, corno la información sobre los cambios en diferentes épocas' Con

este material como antecedente, estamos listos para iniciar una discusión

*ar ii¡t"-atica del modelo teórico que identifica log sectores sociales

como un foco importante de la imestigáción grganiz3cional y que describe

"á;."ptts y proptsiciónés páia q"e siiiiutt dé guía a las investigaciones de

estos iistemas. Donde nos es posible presentamos evidencia empírica

importante.

LR oprrNlclÓN DE Los sECToREs socIALES

El concePto de sector

l)n sector social sedefine como: 1) las organizaciones que actúan en la mis-

ma área,las cuales se identifican por la similitud de sus servicios, produc-

tos o funcionesi 2)junto con las organizaciones que influyen de manera

crítica en el desempeño de las orgánizaciones focales' por ejemplo' Ios

LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES 16s

proveedores y clientes principales, los dueños y los reguladores, las fuentesde fondos y los competidores. El adjetivo social hace hincapié en que lossectores organizacionales en las sociedades modernas quizá se extiendandesde los actores locales hasta los nacionales o incluso internacionales. Loslímites de los sectores sociales se definen en términos funcionales nogeogr'áficos: los sectores contienen unidades interrelacionadas funcional-mente aun cuando pueden estar muy alejados geográficamente. El concep-to de sector incorpora y usa como fundamento el concepto de industria deleconomista: todos los vendedores de un solo tipo de producto o servicio

-o, más abstracto, todas aquellas compañías que se caraclerízan por unaalta posibilidad de sustitución del uso del producto y que, en consecuencia,muestran una demanda interdependiente-. Sin embargo, el concepto delsector es más amplio que el de industria, pues contiene los diferentes tiposde organizaciones con que se relacionan estos proveedores similares.

Las tentativas de clasificar las organizaciones por medio del criterio desimilitud del producto o función están plagadas de problemas, de los cua-les tres merecen comentario. Uno es el que presenta el nivel de especifici-dad en que se aplican los criterios de similiiud. ¿Debemos concentrarnosen los viajes por avión o en el transporte? ¿En las unidades de terapiaintensiva o en todos los servicios médicos? EI problema se puede enfrentarsi se es explícito sobre la naturaleza

-incluso sobre el nivel de especifici-dad- de los criterios utilizados y se reconoce que los análisis y las conclu-siones estarán influidos fuertemente por las elecciones que se hagan (véanseAldrich y Pfeffer, 1976, pp.99-101), Este problema se facilita un poco poruna importante propiedad de los sistemas organizacionales, a saber: que sucomplejidad tiende a ser jerárquica en el sentido de que las unidades de-finidas en los niveles más altos están formadas por gn¡pos de unidades enlos niveles más bajos (véase Simon, 19ó2). Por ejemplo, el transporte comouna categoría de servicios incluye los viajes por avión y otros medios aiter-nos de locomoción. Esta tendencia hacia los grupos jerárquicamente orga-nizados es explotado por la bien conocida Standard Industrial Ciassification(src) [Sistema de Clasificación Industrial Estándar], desarrollado por laOficina del Censo de los Estados Unidos (Oficina de Administración y pre-supuesto, 1972).Este sistema de cuatro niveles clasifica todas las unidadesque proveen bienes y servicios, primero, en 10 divisiones funcionales am-plias (por ejemplo, minería, manufacturas, servicios); segundo, en grupos(por ejemplo, dentro de la división de servicios, en servicios de salud, lega-les y educativos); luego en industrias individuales (por ejemplo, dentro de losservicios de salud hay oficinas para los médicos, instalaciones para aten-ción médica y cuidado personal y hospitales), y por último en proveedoresde productos o servicios más específicos (digamos, dentro de los hospitaleslos hay para medicina general, para cirugía, psiquiátricos, etc.). El concep-to de sector social puede aplicarse a un gmpo de organizaciones identifica-das por los criterios en cualquiera de estos niveles.

Page 69: El Nuevo Institucionalismo

166 LASFORMULACIONESINICIALES

Un segundo problema al que se enfrentan todos los esfuerzos por identi-

ficar productoJ o servicios "similares" es el de la sustitución. Con frecuencia

o.rr.. que productos y servicios muy diferentes en forma o composiciónpueden áphcarse a la misma necesidad o función. A lo largo del continuo de

io.-u ,rirut función, hacemos hincapié en el criterio de función: dentro del

mismo sector deseamos incluir unidades que proporcionen productos o ser-

vicios en apariencia distintos pero funcionalmente equivalentes. Por ejem-

plo, los cuianderos que se basan en la fe y en doctrinas holísticas y otros

p.oueedores de saluá "alternativos" serían incluidos dentro del sector de

luidado de la salud. Puede haber desacuerdos entre los participantes y los

observadores sobre cuáles funciones desempeña un determinado número de

organizaciones. Esos desacuerdos crean problemas de definición, pero tam-

bién señalan ambigüedades o disputas sobre la definición del campo. Es

decir, una caracterñtica importanie de cualquier sector es el grado de con-

senso entre sus miembrot tob." la naturaleza del campo y de los miembros

que lo integran (véanse Thompson, 1967;Braito, Paulson y Klonglon, 1972).

El terceiproblema surge cuando se intenta aplicar criterios de clasifica-

ción: a -".r,rdo las unidaáes concretas son más extensas que las clases iden-

tificadas. En nuestro caso, al haber decidido hacer hincapié en Ia función,

debemos reconocer que no todas las organizaciones son funcionalmenteespecíficas. De hecho, existe una reconocida tendencia de las compañías y

agencias contemporáneas a diversificar y producir bienes o servicios para

oú;"tiuor y .n"..idor muy diferentes. Un planteamiento para enfrentar este

prábt"-u es aquel que han diseñado los que desarrollaron el sIc. Propo-

,r"., qrr. las unidadei clasificadas no sean compañías sino "establecimien-

tos" -una unidad económica por lo general en un solo lugar y que muy

probablemente se dediq,re u un solo tipo de actividad-. Es posible, si las

iu"rrt"t de información lo permiten, que avancemos en esta dirección e

incluyamos únicamente componentes o subunidades seleccionadas de las

organizaciones. Por ejemplo, al definir el sector de salud mental, de seguro

qrr""rríu*o, incluir *rttiduá"r psiquiátricas especializadas dentro de los hos-

pitul.t comunitarios (aunque es muy probable que no se podrían incluiriodos los pacientes de salud mental atendidos en "camas dispersas", y no

en una sección especial, dentro de los hospitales generales)' Pero no siem-

pre es posible descender al nivel de establecimiento o subunidad; incluso,

.rrutrdá lo es, puede no eliminar el problema de las funciones múltiples.

Sin duda a menudo nos veremos obligados a adoptar el segundo principiodel SrC y a contentarnos con incluir o excluir unidades del sector según su

actividad funcional sea "principal".Los principios de clasihcación del slc son útiles para afro¡tar los proble-

mas de definición de límites para los sectores sociales: determinan qué

unidades organizacionales se pueden considerar dentro del sector focal. Sin

embargo, otra vez nuestro interés en las características del sectorper se nos

permite convertir este problema en una variable útil en el nivel de sector.

LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES 167

Podemos evaluar hasta qué punto las unidades organizacionales dentro de

un sector determinado están funcionalmente especializadas, a diferenciadel desempeño de un conjunto de funciones más extenso y no diferenciado.Sin duda, los sectores varían mucho en esta dimensión.

Como se observó, el concepto de sector social es más amplio que el deindustria porque deseamos incluir las organizaciones que integran el "con-junto" del grupo focal industrial -las organizaciones que apoyan y/o li-mitan sus actividades-. Por ejemplo, el sector de vivienda consistiría entodas las unidades organizacionales privadas y públicas, las relaciones ycorrientes pertinentes para mantener y aumentar la oferta de viüenda. Taldefinición abarcaría las unidades de muchas industrias diferentes, di-gamos, Ios componentes de las industrias de construcción, finanzas, admi-nistración pública y seguros. Por eso, la definición de sector social se parece

en muchos aspectos a la de sector de política pública (véanse, por ejemplo,Dye, 1981; Wildavsky, 1979), aunque preferimos no relacionar muy de cer-ca nuestra definición con el contenido de las políticas públicas actuales ylas controversias acerca de las mismas.

Dentro de los escritos sobre las organizaciones, el concepto de sector se

parece al de "sistema industrial" de Hirsch (1972, 1985), al de "sistema i¡rteror-ganizacional" de Benson (1975) y al de "campo organizacional" de DiMaggioy Powell (1983). (Para una discusión de las similitudes y diferencias entreestas definiciones, véase Scott, 1983, pp. 160-16a.)

Si bien hemos decidido apartarnos de la definición específica de indus-tria, tal como fue desarrollada por los economistas, seguimos su pauta en

nuestra orientación teórica general. A pesar de las dificultades de definicióny operación con que se han encontrado, Ios economistas han descubiertoque el concepto de industria es muy útil para comprender uno de los am-bientes importantes dentro de los cuales actúan las compañías y reconocenque "el comportamiento de la compañía puede depender directamente de

la organización de su industria" (Sherman, 1974, p.215). Al hablar deI sector

socialhallamos problemas de definición similares, pero esperamos demos-trar que este concepto identifica también un ambiente revelante -que Ia

estmctura y la conducta de una organización dependen, de manera deci-siva, de las características del sector en el que actúa-.

La tendencia a la sectorización social

EI concepto de sector social sugiere la presencia de sistemas organizacio-nales que, por lo menos en cierta medida, son diferentes funcionalmente.En un caso extremo, muy simplificado, observaríamos que todas las activi-dades asociadas con una función determinada -por ejemplo, proporcionaratención médica- se llevan a cabo por un conjunto especializado y ordena'do jerárquicamente de organizaciones interrelacionadas. Toda asistencia

Page 70: El Nuevo Institucionalismo

168 LAS FORMULACIONES INICIALES

médica sería proporcionada por estas estructuras especializadas y no porconiuntos sociales difusos como las familias o formas organizacionalesdedicadas a otras funciones -por ejemplo, no habría médicos industriales o

enfermeras escolares-. Desde luego, en realidad observamos un nivel totalde especialización mucho más bajo: múltiples arreglos estructurales desem-

peñan funciones individuales y estmcturas particulares desempeñan múlti-ples funciones. Además, hay una gran variedad en el grado de especializa-

ción en todos los sectores dentro de una sociedad. Por ejemplo, hoy día en

los Estados Unidos los servicios del sector de salud mental presentan un bajogrado de especialización: los proveedores e instalaciones de salud mentalespecializados proporcionan menos del 20o/o de estos servicios (véanse

Regier, GoldbergyTaube, 1978; Scott, 1986).

Una suposición fundamental de este modelo es que las sociedades con-temporáneas muestran más sectores funcionalmente diferenciados cuyas

estructuras están conectadas de manera vertical con líneas que Se extien-den hasta la nación-Estado central.:;Esta idea proviene de analistas sociales

como Bell (1973) y Wildavsky (1979), quienes conciben la sociedad comoun sistema de organizaciones que tiende a la racionalización, dirigidopor una organización cada vezrnás poderosa y activa: la nación-Estado.Alford y Friedland (1985) han clasificado esta perspectiva como el puntode vista mundial "gerencial". Una variedad de cambios sociales en el mundo

-la integración y Ia competencia económica, las ideologías desar-rolladas

de justicia e igualdad, los sistemas mejorados de control técnico- apoyaun proceso de centralización bajo controles organizacionales explícitos.Por supuesto, la medida en que Ia diferenciación y la centralización hayanocurrido es una cuestión que se debe determinar empíricamente' Hay unagran variación en todos los sectores dentro de una sociedad, así como entre

las sociedades.En la actualidad las mejores explicaciones de las diferencias existentes

en la organización sectorial se encuentran en las obras de ciencia políticaque contienen trabajos sobre: 1) 7a naturaleza y el alcance de Ia orga-niación de los intereses privados en una sociedad, 2/ su relación con el

Estado central y 3) la forma y el grado de concertación de intereses lo-grado. La forma más desarrollada y explícita de la articulación de los inte-reses se halla en el Estado "corporativista". Como Schmitter indica (1974,

pp. 93 y 94):

El corporatiüsmo se puede definir como un sistema de representación de intere-

ses en el que las unidades constitutivas están organizadas dentro de un númerolimitado de categorfas singulares, obligatorias, no competitivas, jerárquicamenteordenadas y funcionalmente diferenciadas, reconocidas o concesionadas (si no es

que creadas) por el Estado y a las que éste concede un monopolio representativodeliberado dentro de sus respectivas categorías a cambio de observar ciertos con-

troles en su selección de llderes y su presentación de demandas y apoyos.

LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES

Es decir, en un orden más corporativista, los intereses competitivos,sobrepuestos y pluralistas dentro de un sector determinado se conviertenen asociaciones "máximas" organizadas más jerárquicamente, las cuales asu vez tienen acceso a la nación-Estado, que les otorga condiciones y po-deres especiales. En este trabajo se da especial atención al papel de las aso-ciaciones de negocios y de comercio, ya que actúan para suavizar lastendencias competitivas entre las compañías dentro de un sector, con el finde promover los intereses del sector en conjunto en contra de otros inte-reses. Y en estas obras existe un conocimiento de las cualidades únicas dela nación-Estado como un tipo de actor corporativo y al mismo tiempocomo un tipo de ambiente organizacional. Como Streeck y Schmitter (1985,p. 20) señalan:

IEn las obras organizacionales convencionales] el papel peculiar facilitador delEstado [...] no parece entenderse de manera adecuada en términos de unarelación entre la asociación y un ambiente. La "condición pública" se refiere a laadquisición, directa o indirecta, de un recurso único que ningún otro ambiente,sólo el Estado, ofrece: la capacidad para depender de la coerción legítima. La teo-ría de la organización tiende a estar "libre del Estado" en el sentido de que noreconoce sistemáticamente esta distinción decisiva

-decisiva, por lo menos,

para entender el surgimiento de un orden asociativo-corporativo-.

Los Estados Unidos han avanzado muy poco hacia esta forma de centrali-zacíón en comparación con otras sociedades corporativas muy organizadas,como los países escandinavos, Suiza, los Países Bajos y, en menor grado,Alemania y Francia. Como Wildavsky (1979, pp.71.-72) señala:

¿Cómo pueden convertirse los grupos de presión en sectores cuando la ideologíaestadunidense prevaleciente y las instituciones existentes militan en su contra?La estructura federal, fortalecida por la separación de poderes, hace que la cen-tralización y la coordinación de los grupos de presión sea difícil de alcanzar y lasospecha de "intereses especiales" da lugar a la restricción de sus esfuerzos. [...]Las asociaciones "máximas" -un interés, un gr.rrpo- han tenido un comienzolento en los Estados Unidos.

No obstante, la evidencia sugiere que en la sociedad estadunidense lastendencias hacia Ia centralización están en camino y, como lo indicaremos,toman un aspecto peculiar en ese país.

Los ¡e,tnn¡TTNANTES y LAS coNSEcuENCIAS DE LA oRGANTzACTóN DEL sECToR

El planteamiento general que empleamos es la identificación de varias ca-racterísticas de los sectores sociales con el fin de 1) considerar los deter-minantes de esas características en el nivel sectori aI, y 2) examinar las rela-

ló9

Page 71: El Nuevo Institucionalismo

I7O LASFORMULACIONESINICIALES

ciones entre tales características y las propiedades de las organizacionesque funcionan dentro de los sectores. Se presta atención especial a esta

última tarea: hacemos hincapié en que los sectores son un tipo importantede ambiente que influye en la estructura y el desempeño de las unidades

organizacionales constitutivas. Se generan, describen y explican varias hipó-

tesis, así como señalamos evidencia desarrollada desde que fueron pro-

puestas por primera vez. Creemos que todas las proposiciones se pueden

probar por medio de un diseño intersectorial (por ejemplo, al comparar la

atención médica con el sector educativo en los Estados Unidos), intersocial

(digamos, comparando los sectores de atención médica en los Estados

Unidos y en el Reino Unido) o longitudinal (por ejemplo, al comparar el

estado del sector de atención médica en los Estados Unidos en 1940 y en

1980); Hasta ahora, nuestros esfuerzos empíricos se han limitado a las

comparaciones intersectoriales y longitudinales dentro de una sola

sociedad: Ia de los Estados Unidos.

lns sectores técnicos contra los industriales

iLa definición de los ambientes técnicos e institucionales '

sus energías en el control y coordinación de sus procesos técnicos y existe

la posibiiidad de que traten de moderar o proteger estos procesos centrales

de las perturbaciones ambientales (véase Thompson, 19ó7).

Por definición, ¡los, ambie\tes institucionales son aquellos que se caracte-

rizan por reglas y requisitos a los que se deben ajuslar las organizaciones

individualés di desean recibir apoyo y legitimidad. Los requisitos pueden

tener su origen en agencias reglamentarias autorizadas por la nación-Es-

tado, en asociaciones profesionales o comerciales, en sistemas de creencia

generalizados que determinan cómo se deben comportar tipos específicos

de organizaciones y en otras fuentes similares (véanse Meyer y Rowan,

1977;DrMaggio y Powell, 1983). cualquiera que sea la fuente, las organiza-

ciones se ven favorecidas cuando se ajustan a las reglas o creencias'

En trabajos anteriores hemos hablado de la utilidad de distinguir entre

ambientes técnicos e institucionales de las organizaciones (véanse Meyer y

Rowan, 1977; Meyer, Scott y Deal, 1981; Meyer y Scott, 1983b; Scott, \i,1987b). Las distinciones se aplican a los sectores como un nivel del am-

biente. Por definición, los arnbientes técnicos son aquellos en que-se p-ro- fduce e intercambia un'producto o servicio en un mercado donde á las,' ,{ ,io;rgani¿^¿i;.r"i ró les recompensa por

"".9,9"iiói éiéótiiió-de sus sistemas t tf -d'

dJproducción.,En el caso más simple, tuiéi gqUú idénticos a los \p-

meicudos competitivos tan apreciados por los economistas neoclásicos. Se

@ones que actúan en esos ambientes concentren

LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES 171

In combinación de ambientes técnicos e institucionales

Es importante subrayar que no debemos considerar los ambientes técnicos e

institucionales estados recíprocamente exclusivos: pueden coexistir, y de

hecho así ocurre (véanse los argumentos a este resPecto en Powell, capítulovtI). Aunque están correlacionados de manera un poco negativa, no Io están

en demasía y es útil clasificarlos tomándolos en cuenta simultáneamentepara identificar varias combinaciones, como se indica en el cuadro rv.t.

El cuadro IV.t muestra esa planificación; cada variable se limita a dosestados: fuerte y débil. Se presentan listas de los tipos explicativos de ias or-ganizaciones que se encuentran en cada combinación de los ambientes.Organizaciones como las de servicios públicos, compañías de aviación ybancos se consideran sujetas a presiones técnicas e institucionales muy des-

arrolladas. Se enfrentan a demandas de eficiencialehcacia, así como a pre-siones para ajustarse a los requisitos procesales. Por consiguiente, esperaría-mos que sus estmcturas administrativas fueran más amplias y complejas que

las de organizaciones que se enfrentan a ambientes menos complejos. Engeneral, las organizaciones de este tipo llevan a cabo tareas que combinanrequisitos técnicos complejos con un fuerte componente de "bien público".

En contraste, la mayoría de los intereses empresariales están sujetos prin-cipalmente a fuertes condiciones técnicas con grados de presiones institu-cionalizadas más débiles, pero variables, que se refieren a cuestiones comosalud, seguridad, controles de contaminación, etc. La mayor parte de las or-ganizaciones de servicio profesional, como las escuelas, las clínicas de saludmental, Ias iglesias, las oficinas de abogados, actúan en ambientes técnicosdébiles e institucionales fuertes, si bien oltavez están presentes niveles va-riables de controles técnicos.

Cu¿ono -IV.1.

Combinaciones de ambientes técnicos e institucionales

Más fuerte

Ambiente s ins tituc ionalesMds débil

Másfuerte

servicios públicosbancoshospitalesgenerales

manufactura general

farmacéuticos

Ambientes técnicos clínicas de saludmental

escuelas, agenciaslegalesiglesias

restaurantes

clubes deportivosMásdébil

Furvrn: Scott, 1987b, p. 12ó, cuadro 6.1.

Es difícil que las organizaciones se desarrollen y prosperen donde no ha

habido un gran desarrollo, ni en los ambientes técnicos ni en los institu-

Page 72: El Nuevo Institucionalismo

172 LASFORMULACIONESINICIALES

cionales. Las formas, como las unidades de servicio personal (por ejemplo,

clubes deportivos), que surgen bajo estas condiciones tienden a ser pequeñas

e inestabies. Según pa.ece, pueden surgir formas organizacionales fuertes y

estables "r,

u*bi"ni"s técnicos o institucionales, pero debe estar presente

uno de estos dos conjuntos de restricciones/apoyos'

Reconocemos que a menudo no es fácil distinguir las reglas y procedi-

mientos empíricamente técnicos de los institucionales, debido a que quie-

.r", pr"pu.u., reglas institucionales procuran que parezcan técnicas en su

contenüo. Vivimos en una época en la que se tiene en gran estima Ia ca-

pacidad técnica (véanse r,ilul, tso+; Berger, Berger y Kellner, 1973). Así se

"rp"ru que los trabajadores sociales sigan procedimientos detallados para

dei".*i.rur la elegibilidad de los servicios o para proporcionar terapias

específicas a los ilientes; Ios abogados se deben ajustar a condiciones

prtcesales muy detalladas para redactar un testamento o constituir una

l-p..ru ,ttt"uá. Tales requlsitos se conciben de modo que parezcan de

carácler técnico, aunque no existen criterios para evaluar los resultados

independientemente de aquellos que evalúan la correspondencia con ios pro-

cedimientos especificados.Como Selznick (19a9) indicó, con frecuencia los procedimientos institu-

cionales imitan los técnicos y viceversa: muchos procedimientos técnicos,

con el transcurso del tiempá, se institucionalizan. Las reglas procesales

que tenían una firme justificación técnica cuando se establecieron pueden

jersistir mucho tiemio después de que sus contribuciones técnicas útiles

terminaron.Tanto los ambientes técnicos como los institucionales dan origen a for-

mas organizacionales "racionales", pero cada tipo se asocia con una con-

cepciOñdiferente de racionalidad. Los ambientes técnicos hacen hincapié

", ,rru racionalidad que incorpora preceptos para igualar los medios y los

fines de maneras eficáces para producir resultados previsibles. Los ambien-

tes institucionales adoptan una racionalidad sugerida por el término ratio-

nale: éste proporciona una explicación que ruelve comprensibles y acepta-

bles las u"tio.r., pasadas y hace alaorganízación responsable de elias.

Esta breve visión general de Ia distinción entre los ambientes técnicos y

los institucionales y sus implicaciones en la estructura organizacionai

puede resumirse en seis proforciones. Las primeras cuatro se adaptaron

áe Meyer, Scott y Deal (1981, pp. 153-154):

Hl Las organizaciones en los Sectores técnicos tratarán de controlar y coor-

dinar lus actividades de producción, protegiéndolas de la influencia

ambiental.H2 Las organizaciones en los sectores técnicos conseguirán desarrollar

- actiuiaá¿es de producción eficientes y estructuras coordinadoras efi-

caces.H3 Las organizaciones en los sectores institucionales no tratarán de contro-

LA ORGANIZACIÓNDELOS SECTORES SOCIALES 173

Iar o coordinar muy estrechamente sus actividades de producción, peroprocurarán moderar o desacoplar estas actividades de las estructurasorganizacionales.

H4 Las organizaciones en los sectores institucionales lograrán el éxito en lamedida en que sean capaces de adquirir tipos de personal y desarrollararreglos est¡ucturales y procesos de producción que se ajusten a Ias es-

pecificaciones de las normas y/o de las autoridades establecidas dentrode ese sector.

Las hipótesis I y 2 se derivan de Ia discusión de Thompson ( 19ó7), Se hanaceptado ampliamente y los analistas organizacionales las han desarrollado(véase Scott, 1987b, pp. 182-185), pero se han considerado más suposicio-nes orientadoras que hipótesis comparables. La hipótesis 3 fue propuestapor Meyer y Rowan (1977), que también proporcionaron información ex-

plicativa procedente de las escuelas para apoyar sus argumentos (véase

Meyer y Rowan, 1978). Meyer et al. (1978) y Firestone y Herriott (Firestone,

1985; Herriott y Firestone, 1984) expusieron una evidencia más sistemáticaque se refiere a las propiedades estructurales de las escuelas. EI estudio de

Meyer y sus colegas, basado en información recabada en 188 escuelas pri-marias en 34 distritos en el 6rea de la bahía de San Francisco, indica bajosniveles de consenso en cuestiones de política educativa dentro de las escue-

las y los distritos, pero niveles de consenso relativamente altos entre losgrupos según el cargo (por ejemplo, directores, maestros, superintenden-tes) en todas las escuelas. Tales resultados están de acuerdo con el argu-mento de que Ias escuelas no se hallan muy estructuradas por medio demecanismos organizacionales (es decir, reglas, supervisión rigurosa), sinoordenadas por sistemas de creencias institucionales más amplios. El estu-dio de Firestone y Herriott, basado en la información obtenida de múltiplesdemandados de una encuesta en más de cien escuelas, examina el patrón de

varios tipos de coordinación (acoplamiento) y concluye que las escueiassecundarias muestran mayor evidencia de acoplamiento débil que las es-

cuelas primarias, las cuales presentan sistemas de autoridad más centra-lizados y niveles más altos de consenso en las metas. Así, estos resultadosapoyan sólo parcialmente la hipótesis 3. Estos analistas también exploranuna variedad de tipos de mecanismos de acoplamiento y de ese modo plan-tean preguntas metodológicas útiles sobre la magnitud y la mejor forma enque el acoplamiento puede hacerse operativo.

La evidencia indirecta que se refiere a la hipótesis 4 se deriva del estudiode Rowan (1982), aunque su unidad de análisis no fueron las organiza-ciones sino los programas dentro de éstas. Su análisis de ia informaciónproveniente de una muestra de distritos escolares en California indica queno sólo era más probable que tales distritos adoptaran programas apoyadosen un ambiente institucional "balanceado" -una situación en que habíaconsenso con respecto a la legitimidad de un programa entre los cuerpos

Page 73: El Nuevo Institucionalismo

174 LAS FORMULACIONES INICIALES

legislativos, las asociaciones profesionales y las instituciones de capacita-ción de profesores-, sino que también era más probable que dichos pro-gramas, fueran conservados, que sobrevivieran en el transcurso del tiempo,en comparación con los programas que carecían de ese apoyo consensual.Un estudio de las organizaciones de servicio social voluntario en Torontodirigido por Singh, Tucker y House ( 1986) proporciona evidencia más di-recta. Al usar indicadores como la lista del Community Directory ofMetropolitan Toronto [Directorio de la comunidad en el área metropolitana deTorontol y los recibos con número de registro de instituciones de caridadexpedido por la Oficina de Ingresos Fiscales de Canadá como prueba delrespaldo de las autoridades institucionales, este estudio muestra que las or-ganizaciones que obtienen tales aprobaciones tuüeron más probabilidad desobrevivir durante el periodo de estudio que las que carecían de esos indi-cadores de legitimidad.

La discusión anterior sugiere dos hipótesis adicionales:

H5 Las organizaciones que actúan en sectores muy desarrollados, tantoinstitucional como técnicamente, desarrollarán sistemas administra-tivos más complejos y experimentarán altos niveles de conflicto interno.

Como ejemplo, organizaciones tales como los hospitales de cuidado deancianos y los contratistas de la defensa que se enfrentan a altos nivelesde demandas tanto institucionales como técnicas probablemente presentensistemas de autoridad duales o estructuras de matrices; se informa que losniveles de conflicto son aitos en estas situaciones (véanse Neuhauser, 1972;Davis y Lawrence, 1977; Scott, 1982b).

Hó Se espera que las organizaciones que actúan en sectores no muy desarro-liados, ni técnica ni institucionalmente, sean relativamente pequeñas entamaño y débiies en cuanto a su capacidad para sobrevivir.

Los restaurantes, los clubes deportivos y los establecimientos de serviciopersonal similares son ejemplos de esas organizaciones. Freeman yHannan (1983) han sugerido que los restaurantes se pueden considerar las"moscas de las foutas" del mundo oígani?á-éitñz'fyaque su expectativa de

¡,\L. vida es muy breve. Sin embargo, las organizaciones en esta categoría siem-' Lr- pre son objetivos potenciales para un apoyo social creciente y una mejora\us! ' . organizacional, con la creación de nuevas tecnologías o nuevos "mitosr .¡Jracionales" (Meyer y Rowan, 1977) qte proporcionan un apoyo institu-

.,r,0 Ñ cional. Un ejemplo de ese proceso de organización y racionalización basa-

do en la elaboración de reglas y creencias institucionalizadas está hoy díaen marcha en los Estados Unidos dentro del sector de servitios para losancianos, a medida que los acuerdos familiares informales dan paso cadavez más a formas de atención más organizadas y públicamente financiadasy reglamentadas (véanse Scott, 1981b; Alexander, 1988).

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LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES I 75

-*le##PrUna característica importante de la estructura del sector es el número y ellugar de los niveles en los que se han desarrollado las unidades organiza-cionales, Los cinco niveles que se observan más comúnmente dentro de unasociedad en que se pueden formar unidades son los siguientes: .f) oficinas,asociaciones y centros de operaciones en el nivel nacional o social;2,) au-toridades, asociaciones regionales o multiestatales; 3,) oficinas, asociacionesestatales; 4) áreas subestatales, distritos y ayuntamientos, y 5) unidadeslocales, sucursales y establecimientos.

Estos niveles se pueden explicar con facilidad en áreas dominadas pororganizaciones públicas. El sistema de escuelas públicas en los EstadosUnidos está organizado formalmente en todos los niveles, aunque sólo mo-destamente en el nivel multiestatal o regional. Por tanto, las escuelasindividuales en las áreas locales están organizadas en distritos escolaresque, a su vez, se sujetan principalmente a la autoridad estatal. Los pro-gramas regionales no están tan desarrollados y funcionan en áreas espe-cializadas, tales como las asociaciones atléticas o los centros de investi-gación educativa. En lo nacional existe una oficina en el nivel de gabinete yuna agencia federal especializada dedicada a la educación, aunque Iaautoridad nacional sobre las instituciones educativas se limita a dominiosespecíficos, como los programas para los que están en condiciones dedesventaja educativamente. Varias asociaciones profesionales y sindicatostambién se organizan en niveles distritales, estatales y nacionales. (Parauna discusión de los niveles de autoridad en el sector de educación supe-rior, véase Clark, 1983.)

Cada vez más las empresas y las industrias privadas también se organi-zan en sistemas estructurados verticalmente que funcionan en múltiplesniveles. De esta manera, muchas unidades manufactureras o tiendas almenudeo con frecuencia son sólo establecimientos de compañías que tra-bajan bajo la autoridad de compañías organizadas en los niveles regionales,nacionales e incluso internacionales. Las divisiones principales de las orga-nizaciones corporativas multidivisionales se estructuran a menudo sobreuna base regional.!Además de estos patrones de propiedad, muchas cor,n-pañías combinan sús esfuerzos mediante asociaciones locales, regionales ynacionales que actúan para contener la competencia y promover interesescomunes (por ejemplo, Ias cámaras de comercio, las asociaciones .o*.r-lciales

-véanse Aldrich y Staber, 1988-). Y tanto las perspectivas de la in-

dependencia de recursos como la teoría de Ia cohesión de clase señalandiversas evidencias que van desde juntas directivas vinculadas, empresasconjuntas y fusiones hasta los patrones de los préstamos bancarios y de lapropiedad de acciones para desafiar la dominante "imagen de la economíaestadunidense como un sistema libremente conectado de grandes compa-

Page 74: El Nuevo Institucionalismo

176 LASFORMULACIONESINICIALES

ñías autónomas no restringidas por propietarios externos o entre sí (Glasberg

y Schwartz, 1983, p.311).Una proposición muy aceptada d" luJ:9!14g ti{g*gi_a-biertoles que:

sz Las organizaciones ubicadas en embientes més-colqplejqq e ingiello; - iJ-'.,*'+desarrollan estructuras internas más complejas -que mantienen cons-tante la complejidad de los procesos de trabajo-.

Los sectores varían en su complejidad y coherencia organizacional yesperaríamos que estas diferencias afectaran las características estructuralesde las organizaciones que actúan dentro de un sector.r,De esta manera, den-tro de un sector, a medida que se desarrollan las unidades de orden superiorpara administrar o regir las unidades locales, esperaríamos observar cam-tio,

"r, las características estructurales de estas unidades. En particular, se !

espera que los cambios en la estructura de los ambientes organizacionales '

produzcan cambios en los componentes administrativos de las organiza-ciones, ya que éstas son estructuras que desempeñan funciones de mante-nimiento de las fronteras y funciones que las traspasan.

t De acuerdo con estas expectativas, Powell (1988) ha contrastado la situa-ción a la que se enfrentan los editores de libros escolares con Ia situaciónde las estaciones de televisión pública. Si bien las organizaciones en ambossectores se dedican a distribuir productos bulturales, las estaciones de teleü-sión se enfrentan a un conjunto más diverso y menos coherente de elemen-tos y presiones que los editores, para quienes "la oferta y Ia demanda estánunidos, La industria siwe sólo a una comunidad: la académica" (p. 124).

Powell comparó las estructuras administrativas de un editor de libros y unestudio de televisión pública comparables en tamaño y presupuesto de ope-ración. EI editor sólo tenía tres departamentos y un comité de toma de

decisiones, mientras que la compañía de televisión tenía cuatro divisiones,cada una con seis a ocho departamentos y varios comités importantes de

toma de decisiones. Powell (1988, p. 126) concluye: "En especial, las orga-'nizaciones, como wNET, que se localizan en ambientes en los que se les pre-sentan demandas de conflicto, mostrarán una propensión a generar estruc-turas organizacionales complejas con componentes administrativos des-proporcionadamente grandes y múltiples unidades que traspasarán lasfronteras".. Sin embargo, cuando existe un sistema de múltiples niveles, se debe haceruna pregunta importante: ¿dónde -a qué nivel de sector- probablementese manifestarán los efectos organizacionales previstos? Si se espera que losambientes complejos y conflictivos estén asociados con la complejidadadministrativa de las unidades organizacionales componentes, ¿cuálesunidades tienen más probabilidades de verse afectadas? Es posible argu-mentar que se afectarán unidades en todos los niveles -la complejidad enlos niveles más altos produce complejidad en los niveles más bajos en elsistema entero, siguiendo el principio de isomorfismo (véanse DiMaggio y

Powell, 1983). Por otra parte, es posible que sólo algunos niveles se veanafectados, pues las formas organizacionales en un nivel sirven para admi-nistrar o absorber la complejidad del ambiente y actúan para modeiár susefectos en las unidades subordinadas más bajas. La investigación sobre lasescuelas públicas llevada a cabo por investigadores de Stanford propor-cionó evidencia pertinente al respecto,

En un estudio que utilizó la información obtenida en una encuesta en 20distritos de escuelas primarias en el área de la bahía de san Francisco,Rowan (1981) encontró una fuerte asociación positiva entre la cantidad defondos federales y estatales especiales recibidos por estudiante y la magni-tud del personal administrativo del distrito escolar, si se compensaba porel tamaño del distrito. Un estudio posterior que llevaron a cabo Scott yMeyer (1987) comparó escuelas públicas, católicas parroquiales y privadas.Se encontró que las escuelas privadas no mostraban ninguna o sólo una mí-nima estructura por encima del nivel escolar local, En parte, como conse-cuencia, revelaron porcentajes proporciones administrativas considerable-mente más altas en el nivel escolar que las escuelas parroquiales o públicas.Aunque las escuelas católicas que se estudiaron se hallaban organizadas enel nivel de área -en estructuras diocesanas-, Ios aspectos educativos deestas estructuras eran muy restringidos y subdesarrollados en relación conlos distritos de escuelas públicas. Atribuimos esta diferencia en parte a quelas escuelas católicas se enfrentaron a ambientes administativos más sen-cillos: no recibieron fondos estatales y los fondos federales recibidosfueron administrados por los distritos públicos y dirigidos directamente alas escuelas individuales para estudiantes calificados (véase Encarnation,

" 1983). Al igual que Rowan, encontramos que la complejidad de los distritosde escuelas públicas varió directamente según el número de programas es-tatales y/o federales especiales en los que participó el distrito. Además,encontramos que para las escuelas públicas de nivel medio o secundario,pero no para las primarias, la complejidad administrativa en el nivel de laescuela individual estuvo asociada también, en forma positiva, con el núme-ro de programas públicos en que participaron. Aparentemente, la compleji-dad en el nivel de distrito protege las escuelas primarias de los efectos de lacomplejidad ambiental, más que en las escuelas de educación media o se-cundaria. La evidencia obtenida de las escuelas de educación media'osecundaria apoya la noción de una vinculación débil entre los niveles de lasunidades educativas:fen cierto modo cada nivel se ajusta en forma inde-

$pendiente a las demandas que presenta el ambiente,

LA ORCANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES 177

Toma de decisiones en el sector''''t':''::\

Se proponen ¿."r .q"j""tgr d" dit ¡3gra caracterizar, primero, lostipos de decisiffiión en las unidaáes que con-

Page 75: El Nuevo Institucionalismo

178 LAS FORMULACIONES INICIALES

que se deben dirigir las actividades del sector; Z) lgs-&q1si9!9:-1gtrumen'tglg;--se refieren al derecho de determinar los ¡qg¡lios¡+

Eesd'imeñfÍtñs:para comprender la variación en la distribución de los.,

derechos para la toma de decisiones dentro de un sector' Primero, la cen-

tralización-descentralización dela toma de decisiones se refiere al grado en ¡

que se toman éstas en los niveles más altos en vez de los más bajos dentro 1

de un sector (véase también Aldrich, 1978). Mientras el grado de centrali-zaci1nde la toma de decisiones varía mucho en los sectores y sociedades,parece que en los Estados Unidos ha habido un aumento en la centraliza-ción de la toma de decisiones durante este siglo en casi todos los sectores

-aunque en la mayorfa de los terrenos la toma de decisiones perrnanece

más descentralizada en los Estados Unidos que en otras sociedades indus-trializadas-, Esta tendencia se aprecia tanto en los sectores dominadospor organizaciones privadas como en los que se caracterizan por una fuer-

te participación pública. En el primer caso, la creciente centralización se

asocia con niveles crecientes de concentración económica dentro de los gru-

pos industriales, asl como con el surgimiento generalizado de tacticas comovincular juntas directivas y crear asociaciones formales e informales parareducir la incertidumbre y apoyar la acción interorganizacional (véanse

Pfeffer y Salancik, 1978; Aldrich y Staber, 1988). En los sectores públicos, se

reconoce ampliamente la creciente tendencia de los gobiernos estatales y, en

especial, los nacionales para apoyar y reglamentar un conjunto más extenso

de productos y servicios.Parece que la centralización de la toma de decisiones dentro de los sec-

tores que presentan una extensa participación pública no se ha desarrolla-do de igual manera en relación con los tres tipos de decisiones:

H8 Dentro de los sectores públicos en los Estados Unidos, las decisionessobre el financiamiento están mucho más centralizadas que las deci-siones programáticas, y éstas mucho más que las instrumentales.

Tal generali zación refleja en parte la capacidad tributaria superior ile los

niveles de gobierno más altos en comparación con los más bajos. Tambiénrefleja la realidad de que es.más fácil mover el dinero que cambiar el com-portamiento (véase Wildavsky, 1979, p.48). Pero lo más crítico es el des-

arrollo ampliamente difundido de las ocupaciones profesionales y el apoyo

a las mismas en esta sociedad. Como grupo corporativo, los profesionalesen sus asociaciones exigen e imponen discreción y control sobre las decisio-

LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES t79

nes programáticas e instrumentales incluidas en la esfera de competenciaque reclaman. Estas asociaciones tienen mucha influencia en el estable-cimiento de normas del producto, de servicio y de personal en una ampliavariedad de sectores (véase Freidson, 198ó, pp. i35-208). Además, comopracticantes individuales, los profesionales guardan celosamente su opi-nión sobre las decisiones instrumentales. Por tanto, argumentaríamos:

He Cuanto más profesionalizado esté un sector, mayor será la probabilidadde que se descentralicen las decisiones instrumentales y programáticas.

Grupos poderosos de profesionales han resistido con éxito y se oponen alas tentativas de centralizar incluso las decisiones de financiamiento. Así, porejemplo, la American Medical Association se opuso con éxito a la adopciónde un seguro nacional de salud y retrasó por mucho tiempo el desarrollo delos programas Medicare y Medicaid (véase Starr, 1982).

La centralización de la autoridad programática se debilita también porlas divisiones de autoridad en un sistema federalista. Debido a que el go-bierno central en los Estados Unidos carece de autoridad en algunas áreas,debe utilizar mecanismos como el subsidio de ayuda para inducir a los nive-les de gobierno subordinados a que cumplan. Como señala Derthick (1972,p. 84) en su discusión del programa de New Towns [Pueblos Nuevos], acausa de la "división de autoridad entre los gobiernos en el sistema federal,el gobierno federal no puede ordenar a estos gobiernos que hagan cual-quier cosa. Consigue que lleven a cabo sus objetivos al ofrecerles incentivosen forma de ayuda, que pueden o no aceptar, y al poner condiciones a laayuda".

De esta manera, el tipo de centralización que se presenta dentro de unsector tiene consecuencias importantes en la estructura de los controlesque operan dentro de ese sector. Argumentamos:

uto La centralización de la toma de decisiones que se refiere al financia-miento, en ausencia de toma de decisiones programática o instrumen-tal centralizada, se asocia con el desarrollo de controles verticales entreniveles que se ejercen a través de mecanismos contables (véase Meyer,1983a).

Cuando el financiamiento está centralizado, pero la autoridad programá-tica no, el control se ejerce por medio de funcionarios financieros y conta-dores. Como describe Meyer (1983a, pp. 187-188) la situación actual de con-trol en la educación pública de los Estados Unidos, "vemos el surgimientode lo que se puede llamar en general los'contadores': el personal que admi-nistra los fondos y tiene relaciones de información con el poder central. Losfuncionarios centrales no tienen autoridad directa para establecer políticas y,por consiguiente, justifican sus gastos por medio de reglas técnicas más

ilrlg*"bgglAl.be identifican tres tipos de decisiones:-,1) las decisiqgq¿ro- J

WlUó.licSS se rtfieren al derecho de determinar los,objsllygs o metas a los

'se emplearán para alcanzar los objetivos lectoriales¡ y 3/ las decisiones de

financiamienlo se refieren al derecho a determinar el nivel de fondqs que se

"e6en gadTaryttn-qué forma se deben asignar los fondos éntre las activi-

dades Jel p.og.u-u y entre las unidades dentro del sector. Y se identifican I

Page 76: El Nuevo Institucionalismo

180 LAS FORMULACIONES INICIALES

limitadas". De esta manera, en los sistemas escolares, por ejemplo, los fon-

dos están ligados a la información sobre la asistencia y se presta mucha aten-

ción a su contabilidad adecuada; en los hospitales, el reembolso federal se

basa en las categorías de diagnóstico que determinan Cuántos dÍas de aten-

ción a los pacientes internos se deben compensar. Las decisiones de finan-ciamiento no prescriben en forma directa las decisiones programáticas e

instrumentales, pero crean presiones y establecen limitaciones sobre ellas y,

en el caso restrictivo, ürtualmente pueden determinarlas.El aumento de contadores está documentado en un estudio de Rowan

(1982). Mediante información longitudinal de una muestra aleatoria de 30

distritos escolares urbanos en California, estudió los cambios en la com-posición del personal en intervalos de cinco años de L930 a I 970. De acuer-

do con la hipótesis 10, Rowan (1983, p. 49) concluye:

La tendencia más pronunciada en los distritos de la muestra fue la de diferenciarlas posiciones con funciones contables y las de personal. La proposición de distri-tos con estas especializaciones aumentó de 0o/o en 1930 a 83o/o en las posiciones

contables y a 670/o en las de personal en 1970. Ese patrón de crecimiento tan mar-

cado refleja no sólo el crecimiento en Ia escala de operaciones dentro de Ios dis-

tritos escolares, sino también el creciente interés en la contabilidad financiera y

en las contingencias de acreditamiento y administración laboral.

La segunda dimensión, lafragmentación-unificación de la toma de deci-

siones, "s.

,efier" al grado "rr

q,i" las decisiones se integran o coordinan en \cualquier nivel determinado de un sector. Mientras que la centralización se

refiere a la integración vertical, la unificación se refiere a la integraciónhorizontal o lateral. No existe una asociación necesaria entre estas dimen-

siones. Los sectores que se han vuelto cadavez más centralizados pueden

presentar todavía un alto grado de fragmentación. Es especialmente proba-

tl" qrr" esta combinación de centralización y fragmentación ocurra en los

sectores sociales bajo ciertas condiciones políticas:

Ht1 Los regímenes políticos liberales que fomentan un planteamiento plu-ralista de la toma de decisiones y que hacen hincapié en la separaciónde Ios poderes dentro de las estructuras de la nación-Estado probable-

mente muestren niveles más altos de fragmentación en la toma de

decisión dentro de los sectores, así como entre ellos'

La atención médica y los sectores educativos son buenos ejemplos de

sectores sociales en los Estados Unidos que se cataclerrzan por altos nive-

les de fragmentación (véanse Meyer, 1983a; Scott, 1982b)' Si bien en años

recientes ambos sectores han presentado una creciente centralización a

medida que la autoridad que toma las decisiones se ha desplazado de los

niveles locales a los estatales y los nacionales, el grado de integración en

estos niveles sigue siendo bajo. Se ha generado una gran cantidad de pro-

LA ORGANIZACIÓN DE LO.S SECTORES SOCIALES 181

gramas y requisitos, pero son muy específicos en su finalidad, están asocia-dos con agencias y poblaciones diferenciadas, y a veces se contradicenentre sí. Sergiovanni y sus colegas (1980, pp.162-164) describen la frag-mentación que existía en el nivel federal a principios de los años ochentaen los programas educativos de los Estados Unidos:

De hecho, uno se puede preguntar si es acertado hablar de "pohtica federal" en laeducación. Desde luego, no hay un solo centro de planificación y coordinacióndentro de la capital de nuestra nación. Los programas que influyen en la edu-cación surgen, más bien, de literalmente docenas de agencias y comités delCongreso [.. .] La Oficina de los Derechos Civiles ha sido el instrumento para poneren vigor los lineamientos de la supresión de la segregación racial.iLos programasde Ventaja Inicial, de Seguimiento y de Ascenso tienen su sede en la Oficina deOportunidad Económica. Las escuelas para los familiares dependientes de lasbases militares en el extranjero están administradas por el Departamento de De-fensa y muchos niños indlgenas asisten a escuelas administradas por la Oficinade Asuntos Indlgenas del Departamento del Interior.

(Para descripciones de la fragmentación en el sector de cuidado de la sa-lud, véanse Somers, 1969; Kinzer, 1977.)

En especial, es muy probable que Ia fragmentación se concentre en tornoa las decisiones programáticas y de financiamiento: los programas específi-cos se incorporan a determinadas agencias o son generados por ellas ycada programa está vinculado con un grupo específico de mecanismos definanciamiento. Pero la fragmentación también se puede formar en tornoa decisiones instrumentales, como cuando las agencias se especializan endesempeñar o apoyar diferentes tipos de terapias o métodos de instruc-ción. La fragmentación está indicada ya sea por una gran cantidad de lu-gares no coordinados de toma de decisiones en un nivel determinadb o poruna gran y variada cantidad de vías o canales que se usan para transmitirlas decisiones, los informes o los fondos de un nivel del sector a otro.

En vista de que se espera que Ios efectos de la fragmentación en la orga-nización del sector sean similares a los de la federalización, definimos estatercera dimensión antes de desarrollar hipótesis y exponer la evidencia: la.federalización-concentración de la toma de decisiones se refiere al grado en Ique las decisiones se toman de manera independiente en múltiples niveles 'dentro de un sector. Sólo porque las decisiones programáticas que se refie-ren a la política educativa se hacen en el nivel nacional, no se excluye nece-sariamente que se hagan decisiones programáticas en la misma área en losniveles estatales y/o locales. En el sector educativo de los Estados Unidos,la creciente actividad federal no ha desplazado las agencias estatales, sinoque parece haberlas estimulado y fortalecido (véanse Murphy, 1981;McDonnell y Mclaughlin, 1982), y la influencia de los intereses locales nose ha sustituido, sino sólo complementado por la creciente participación delas agencias estataies y federales. Se ha sobrepuesto un conjunto de autori-

Page 77: El Nuevo Institucionalismo

182 LASFORMULACIONESINICIALES

dades sobre otro y cada uno demanda autoridad sobre distintas bases de

legitimidad -el "ir-terés nacional", "la investidura constitucional", la "reli-

gián del localismo" (véanse scott y Meyer, 1988)-. La variante contempo-

i¿nea del federalismo, como ya se indicó, es aquella en que los diversos nive-

les del gobierno dentro de un sector pueden ejercer una jurisdicción

indepenáiente y sobrepuesta sobre los mismos tipos de decisiones. De esta

-un^"ru, Coleman y H-offer (1987) caractetizanel ambiente anterior de la

escuela pública como si hubiera consistido, a menudo, en una "comunidad

funcional" donde las normas sociales se desarrollan fuera de la estructura

social de la comunidad local, en contraste con el ambiente de hoy día, al que

describen como una "red abierta", en que las escuelas trabajan en un con-

texto de valores incompatibles y afirmaciones conf,lictivas de autoridad.

Cuando se centrahzán, unifióan y concentran los diferentes tipos de deci-

siones dentro de un sector, esperaríamos observar un conjunto de controles

en línea vertical relativamente directos entre las organizaciones en niveles di-

ferentes dentro del sector y componentes administrativos relativamente

escasos en cada nivel. Nuestro pronóstico es que

Hl2 se espera que las organizaciones que actúan en sectores que se carac-

terizan poilu torrru áe decisiones programática centralizada, unificada

y "orr"átruda

estén estrechamente asociadas en todos los niveles y

muestren componentes administrativos relativamente pequeños en

cada nivel.

En los Estados Unidos, los ejemplos de esos arreglos incluyen las agen-

cias del sector público como Ia Social Security Administration (ss¡) lAdmi-nistración del Seguro Social], que administra los beneficios del seguro social

por medio de un-conjunto de áepartamentos y agencias que trabajan en los

.rlrrele, federal, estatal y local, y e1 Internal Revenue Service (ns) lservicio de

Ingresos Fiscales Internos] responsable de la administración del programa

del impuesto sobre la renta'Como ya se indicó, ejemplos de sectores que incluyen las organizaciones

públicas así como las privádas que presentan niveles más altos de centra-

iización, unificación y.o.r"".rtiución se encuentran en otras sociedades

organizadas ".,

,rt ord".t corporativo en el que los intereses p.rivados se

est-ructuran en asociaciones máximas, ejercen autoridad pública (auto-

rizadapor el Estado) y de esta manera pueden lograr una "concertación"

(unificación) de la toma de decisiones. Streeck y Schmitter (1985) hacen

una discusión reveladora de las ventajas de control de que disfruta esta for-

ma de "gobierno de interés privado", en comparación con formas más con-

vencionales de autoridad pública'La mayoría de los sectores en los Estados unidos, por el contrario, se ca-

racterizan en este momento por niveles relativamente altos de frag-

mentación y federalización y por grados variables de centralización. Se

LA ORGAMZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES I83

espera que esos ambientes conflictivos e inconsistentes generen estruc-turas entre los niveles y dentro de las organizaciones más complejas entodo o en casi todos los niveles. Específicamente,

Hl3 Se espera que las organizaciones que operan en sectores caracterizadospor la toma de decisiones programática fragmentada o federalizadamuestren vfnculos complejos en todos los niveles y componentes ad-ministrativos complejos ampliados en cada nivel.

Los servicios de asistencia social, educación y atención médica son ejem-plos de esos sectores. El principal atributo de esos sectores es su multiplici-dad y variedad organizacional, con agencias y programas que se acumulanen formas que a veces son suplementarias, pero que con más frecuencia seduplican o se sobreponen y en ocasiones son conflictivas. Las organizacio-nes locales que responden a estos ambientes complicados desarrollanestructuras m:ís complejas y erunarañadas.

Varios estudios proporcionan evidencia pertinente para esta predicción.El estudio de Stackhouse (1982) basado en una encuesta nacional deescuelas secundarias en los Estados Unidos encontró que las escuelas quefuncionan en estados con niveles más altos de toma de decisiones centra-lizada y unificada mostraron componentes administrativos más pequeñosque las escuelas que participan en ambientes estatales centralizados, perofragmentados. Un estudio de Meyer, Scott y Strang (1987) combinó infor-mación de varias fuentes nacionales que describen Ia estructura del distritoeducativo y del financiamiento durante los años setenta. Los investigado- tres supusieron que, en general, el financiamiento en el nivel estatal repre-sentó un ambiente menos centralizado y más unificado en tanto que losfondos en el nivel federal significaron un ambiente más centralizado yfragmentado. Se encontró que la cantidad de fondos federales recibidos se

asociaba en forma positiva con el tamaño de la administración del distrito,mientras que la cantidad de fondos estatales estaba relacionada en formanegativa con el tamaño de la administración.

En contraste, en un estudio de cqoperativas agrícolas en Hungría que lle-varon a cabo Carroll, Goodstein y Gyenes (1988), se informó que la aso-ciación entre la fragmentación ambiental y la complejidad administrativaera negativa y no positiva. La fragmentación de la toma de decisiones seevaluó por medio de un cálculo de la desigualdad de la distribución de lainfluencia dentro de cuatro áreas de toma de decisiones en 14 agentes, aslcomo por una medida que evalúa el número de consejos municipales autó-nomos a los que estaba sujeta la cooperativa. Los resultados mostraronimportantes correlaciones negativas entre las medidas de fragmentación y elcoeficiente administrativo de las cooperativas, Carroll, Goodstein y Gyenesdiscuten varias explicaciones alternativas para la discrepancia que existeentre los descubrimientos de este estudio y los anteriores.

Page 78: El Nuevo Institucionalismo

184 LAS FORMULACIONES INICIALES

En la discusión del problema de la definición de los sectores socialesobservamos que varlan en su diferenciación funcional: las organizacionesen algunos sectores están más restringidas en el tipo de actividades quedesempeñan que las de otros sectores. Ahora podemos sugerir una posiblefuente de esta variación:

H14 Cuanto más centralizada, unificada y concentmda esté la toma de deci- l+ t*i'J,siones programática y financiera dentro de un sector, mayor será el I t* ur\Vigrado en que las organizaciones dentro de ese sector estarán limitadas l. \o otffy en que el tipo de actividades funcionales que desempeñan será espe- t\rY;rttcífico. " (*'

El argumento es que la autoridad unificada y centralizada apoya la crea-ción de un sistema de organizaciones limitadas, funcionalmente específicas.Existe una oposición a nuevas iniciativas a menos que estén de acuerdo conla misión existente. Si se adoptan, se hace de manera centralizada y se

imponen firmemente en todas las unidades subordinadas apropiadas. Encontraste, los sectores fragmentados y federalizados son blanco fácil de

nuevos programas y reformas, de modo que es muy probable que las escue-

las públicas, por ejemplo, incorporen individualmente y de varias maneraspropósitos tan diversos como la nutrición, la salud pública, el control de lanatalidad y la defensa civil (véase Meyer, 1983b).

El estudio que enfrenta el programa y los objetivos del plan de estudiosde las escuelas públicas con el de las privadas expone evidencia sistemáticaacerca de esta predicción (Scott y Meyer, 1988). Encontramos que las es-

cuelas públicas en el nivel de secundaria tenían más probabilidad de exigiratención especial en la preparación para la universidad y en la capaci-tación vocacional, mientras que las escuelas privadas y parroquiales en el

nivel de secundaria informaron que su enseñanza se concentraba en la pre-paración para la universidad. Por consiguiente,

Las escuelas secundarias católicas y privadas concentran sus programas en lapreparación de la persona de clase media que aspirá a ir a la universidad. Las

escuelas públicas tienden a resaltar esta meta de modo muy diferente en la aten-ción a estudiantes que probablemente terminen dentro de la clase trabajadora de

Ia sociedad. La información refleja un truismo sobre la educación públicaestadunidense -la mayorla de las escuelas públicas poco pueden hacer por selec-cionar sus elementos o los objetivos adecuados para ellos- [Scott y Meyer, 1988,

pp. 154-1551.

Se espera también que la división laboral entre las organizaciones en unsector se vea afectada por estas mismas características del sector. Unahipótesis formulada por nuestros colegas Elaine Backman y Michal Tamuzpredice que

l.l,\N

(W

LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES 185

Hl5 Cuanto más esté centralizada, unificada y concentrada la toma de deci-siones en un sector, menor será la cantidad de formas organizacionalesdiferentes dentro del sector y mayor la variación entre ellas.

Nuevamente, una autoridad unificada y centralizada permite a quienestoman las decisiones diseñar y crear un sistema de organizaciones contro-lado por criterios "racionales"

-es decir, ordenados y sistemáticos-. Se

puede constituir una división de trabajo que "tenga sentido". Backman yTamuz usan esta proposición, la cual ayuda a explicar las diferencias queobservaron entre los sectores que proporcionan servicios carcelarios -unsector relativamente unificado que presenta una cantidad limitada de insta-Iaciones que se diferencian claramente- y el sector de servicios de saludmental -un sector fragmentado que muestra una gran cantidad de instala-ciones y servicios sobrepuestos y difusamente definidos- (véanse Tamuz,1982; Scott y Lammers, 1985).

lns controles en el sector

Las formas de control que dentro de los sectores ejercen las unidades másaltas sobre las más bajas están muy relacionadas con las características dela toma de decisiones en el sector. Se pueden distinguir tres tipos de con-trol importantes, según los indicadores utilizados para evaluar el desem-.peno (véanse Donab-edian, 1966; Suchman, 19ó7; Siott, 1977): 1) Los co.t- ttroles estructurales se concentran en "las características organizacionales o

de los participantes que se supone tienen un efecto en la eficacia organiza-cional, que incluyen fcaracterísticas] administrativas que apoyan y dirigenlas actividades de producción" (Scott, 1977, p.84); por ejemplo: Ias medi-das para determinar la eficiencia de las instalaciones y del equipo o las ap-

titudes del personal. 2) Los controles de proceso "se concentran en las{¡actividades que desempeñan los participantes organizacionales y Ia evalua-ción consiste en determinar el grado de conformidad con estos estándaresde desempeño" (Scott, 1977 , p.82); por ejemplo: parámetros de cantidad(número de clientes atendidos o unidades producidas) o evaluaciones decalidad basadas en algún estandar de desempeno específico. Y 3/ "Los indi- Icadores de resultado se concentran en las características específicas de losmateriales o los objetos en los que la organizaciónha realizado algunaoperación" (Scott, 1977, p.75); por ejemplo: medidas de mortalidad o depatología de los pacientes en las organizaciones de cuidado de Ia salud omedidas sobre la información o las aptitudes de los estudiantes en los esce-

narios educativos.

H1ó Las organizaciones que actúan en los sectores muy desarroilados técni-ca pero no institucionalmente estarán sujetas principalmente a con-troles entre niveles que resaitan los resultados.

Page 79: El Nuevo Institucionalismo

18ó LAS FORMULACIONES INICIALES

Por ejemplo, la Environmental Protection Agency (era) [Agencia para laProtección Ambiental] trata de especificar los estándares de emisiónpara regular la contaminación de los automóviles. El objetivo es especi-

ficar la calidad del aire que se debe obtener, no el método para lograrlo o

las aptitudes de los trabajadores que van a producir el efecto deseado. Porsupuesto, como se ha observado, las tentativas iniciales para utilizar loscontroles de resultado en muchos sectores frecuentemente cambian altranscurrir los años y hacen hincapié en los controles de proceso; porejemplo: los estándares de la calidad del aire se remplazan por las especifi-

caciones del equipo o por la cantidad de inspecciones ordenadas (véase

Wildavsky, 1979).

Hlz Las organizaciones que actúan en sectores muy desarrollados institu-cional pero no técnicamente estarán sujetas ante todo a controles entreniveles que hacen hincapié en las medidas estructurales.

En sectores como la educación y la salud mental se presta especial aten-ción a los controles estructurales como el acreditamiento, la certificación yla licenciatura.

H18 Las organizaciones que actúan con sectores con toma de decisionescentralizada pero fragmentada o federalizada probablemente estaránsujetas, sobre todo, a controles entre niveles que hacen hincapié en los

procesos.

Las autoridades que deben compartir el control con otras unidades, comoen el caso de sectores fragmentados o federalizados, muy raravez pueden

exigir cambios en los resultados. Lo que pueden hacer es presentar pruebas

de que se está haciendo un esfuerzo para lograr sus metas. Los controles de

procéso -que se concentran en la cantidad de clientes procesados y de ser-

vicios administrados- proporcionan esas pruebas.

H19 El ejercicio de controles estructurales es más compatible con la vincu-lación flexible entre las tareas de producción y las administrativas que

el ejercicio de los controles de proceso, y éste lo es mucho más que el

ejercicio del control de resultados.

De hecho, una importante contribución en las obras sobre la vinculaciónflexible en las organizaciones (por ejemplo, March y Olsen, 1976; Meyer yRowan, 1977; Weick, 1976) es la de recordarnos que las características es-

tructurales de las organizaciones pueden variar en una forma un tantoindependiente de los procesos que se llevan a cabo, y a su vez éstos de los

resultados obtenidos.

LA ORGANIZACIÓNDE LOS SECTORES SOCIALES 187

Co¡¡crusró¡t

EI argumento central de este capítulo es que las organizaciones se hallanincorporadas en sistemas de relaciones más amplios, Esos sistemas presen-

tan cada vez más una estructura vertical en que las decisiones sobre los

objetivos y el financiamiento están muy centralizadas y más estructuradasformalmente que antes. Los vínculos verticales entre las organizaciones son

un hecho cadavezmás frecuente y sobresaliente de las estructuras sociales.Tan importante como la existencia de estas relaciones verticales es su va-

riedad. Los sectores sociales varían en muchos aspectos importantes: si

están dominados por procesos institucionales o técnicos, el número de ni-veles en que se han desarrollado las organizaciones, la estructura de latoma de decisiones y la naturalezade los controles entre los niveles. Se

espera que estas dimensiones, además de otras que todavía no se identifi-can, tengan fuerte influencia en el número, la clase, la estructura y el des-

empeño de las organizaciones dentro de cada sector. Así, por ejemplo, se

puede esperar que los procesos reglamentarios tengan aspectos completa-mente diferentes y efectos distintos en el sector de atención médica de losque tendrían en el sector de aeronáutica civil, pues reflejarán no sólo las

diferencias en los procesos políticos (véase Wilson, 1980) y los mecanismoseconómicos (véase Noll, 1971), sino también en los arreglos organíza-cionales.

Para desarrollar y explicar estas ideas, nos hemos concentrado en laorganización actual de los sectores públicos en los Estados Unicios, aunque

creemos que el esquema será de utilidad para analizar la estructura de

otros sectores, otras sociedades y otras épocas. Los Estados Unidos son el

caso extraordinario e interesante de una sociedad organizada histórica-mente en forma descentralizada --que da mucha importancia a las liberta-des individuales, la autonomía local, los procesos de mercado y las restric-ciones en el poder público- que ha experimentado una centralizaciónconsiderable en este siglo. Sin embargo, las tentativas de centralización hansido muy variadas, como lo explica Sundquist (1969, p.13) en su descripciónde la oleada de centralización que ocurrió durante las reformas de la GranSociedad:

Cuando Ia estructura federal se ransformó en los años sesenta, no se reconstruyóde acuerdo con ningún plan maestro. Nadie tenla uno [...] Cada decreto tenfa su

propia tragedia administrativa. Algunos prográmas siguieron el modelo de fede-

ralismo anterior; la mayorfa se formaron en el nuevo. El otorgamiento de subsi-dio mediante fórmulas generales coexistió con el de subsidios por proyecto. Las

agencias establecidas competlan con las nuevas por la obtención de los fondosfederales, en una confusión de relaciones y patrones que variaban de una agencia

a otra y de un programa a otro.

Page 80: El Nuevo Institucionalismo

188 LAS FORMULACIONES INICIALES

Además de describir la variación por sector y en diferentes épocas -nues-tro modelo se diseñó para incorporar esa variación-, la imagen de Sundquistrevela ausencia de autoridad programática centralizada y unificada en elnivel nacional: a menudo Ia autoridad programática se fragmenta y federa-liza, y cuando ocurre la centralización ha mostrado tendencia a tomar laforma de controles del financiamiento (véanse Meyer y Scott, 1983b).

La ausencia de una autoridad programática centralizada y unificada daorigen a sistemas de control difíciles de manejar y complejos por muchasrazones. Primera, los intentos para ejercer control principalmente a travésde sistemas fiscales tienden a crear un sistema complejo de controles indi-rectos: fórmulas de reembolso, requisitos contables y de reporte, informa-ción recabada para Ia documentación y la justificación más que para finesde producción. Segunda, cuando los controles se fragmentan y federalizan,existen muchas agencias de control, cada una con sólo una parte de laacción y una relación independiente con todas las organizaciones bajo sujurisdicción. Los procedimientos analíticos y de toma de decisiones dentrode cada una de estas agencias pueden ser muy racionales, pero el efectocombinado en las unidades subordinadas de los requisitos acumuladospuede producir una confusión que linda con el caso administrativo (véase

Sproull, 1981). Tercera, la toma de decisiones fiscal y fragmentada tiende adepender de controles estructurales y de proceso que, argumentamos, se

asocian con una vinculación débil entre las tareas administrativas y las deproducción. Al reaccionar a la falta de control sobre las tareas de produc-ción (y los resultados) observada, a menudo se intensifican las tentativasde control en estos sectores. Cuarta, cuando la autoridad está fragmentaday federalizada, los esfuerzos de coordinación a menudo se frustran. Nue-vamente, Sundquist (1969, p. 19) proporciona una buena descripción de

esta condición:

A medida que los planificadores y administradores empezaron a tener la necesi-dad de coordinación dentro del gobierno federal -y aumentaba la crÍtica exter-na-, el gobierno respondió promoviendo la creación de una estructura de coor-dinación compleia, tanto en Washington como en el nivel de la comunidad (coninnovación también en los niveles regionales y estatales). Al hacerlo, el gobiernoeligió depender casi completamente de los sistemas de ajuste mutuo más que de

la dirección central, es decir, de lo que se podfa lograr por medio de la nego-

ciación entre iguales, y no a través del ejercicio de la autoridad jerárquica.

Probablemente el gobierno "eligió" el ajuste mutuo porque Ia autoridadprogramática no estaba centralizada y no se podía centralizar o unificar enbsos sectores. (O, como la versión de Benson Ii981] lo expresa, el "feudalis-

mo interorganizacional" observado en muchos sectores de la sociedadestadunidense es resultado de la incapacidad de las estructuras guberna-mentales centrales para superar los intereses privados establecidos que

ejercen control en cada uno de esos fondos.) Nuestra conclusión un tanto

LA ORGANIZACIÓN DE LOS SECTORES SOCIALES I 89

irónica es que una menor autoridad produce más controles. La ausencia deautoridad programática dentro de un sector que experimenta centraliza-ción propicia sistemas de control más complejos y extensos y, en conse-cuencia, componentes administrativos más complejos en las unidadesorganizacionales constitutivas.

Un comentario final. Aunque hemos hecho hincapié en los costos asocia-dos con los sistemas fragmentados y federalizados, no deseamos que se nosconsidere defensores del centralismo burocrático. En una sociedad liberalhay muchas buenas razones para dividir y descentralizar e\ poder, inclusoa costa de incompetencia administrativa. Además, aun desde la perspectivamás limitada de una administración efectiva, cabe recordar que los sis-temas administrativos deben servir a muchos valores y la eficiencia es sólouno de ellos. Grodzins y Landau, observadores experimentados de la escenapolítica, han señalado funciones administrativas importantes a las que sir-ven el federalismo y la duplicación: "Morton Grodzins concluyó, basado ensu estudio seminal del federalismo, que run poco de caos'es bueno -todo elsistema es más sensible cuando las líneas jurisdiccionales no son claras yexclusivas, porque una ciudadanía frustrada en un nivel de gobierno puederecurrir a otro nivel-" (Sundquist, 1969 , p. 27). De igual manera, Powell(1988, p. 125) señala las ventajas asociadas con el financiamiento múltipley complejo y los controles reglamentarios a los que está sujeta la televisiónpública: "En relación con el acceso público, la televisión pública tienebeneficios sociales que pueden exceder los costos administrativos. El sis-tema fragmentado actual proporciona probablemente más canales detransmisión de los que proporcionaría si el sistema lo financiaran única-mente el gobierno, las fundaciones privadas, la filantropía de las corpora-ciones o las cuotas de los suscriptores".

Grodzins y Powell citan los valores de acceso y disposición a responder.Landau (1969, p.351) señala la importancia de la veracidad y de la correc-ción de errores:

puede ser muy irracional recibir la apariencia de dupiicación y sobreexposición,y actuar automáticamente para suprimir y redefinir. unificar los departamentosde defensa, o varios de los servicios independientes del gobierno que recabaninformación, o Ia gran cantidad de agencias que prestan asistencia técnica, o losdiversos programas para combatir la pobreza, o la miscelánea de agencias intere-sadas en el transporte, o la gran variedad de administraciones federales, estatalesy locales que actúan en las mismas áreas, podrfa despojar al sistema del apoyonecesario. Es posible plantear la hipótesis de que son precisamente esas redun-dancias las que permiten el delicado proceso de ajuste mutuo, de autorregula-ción, por medio del cual todo el sistema puede sufrir daños locales graves y seguirfuncionando en forma confiable.

En la medida en que Ia centralización del poder y los recursos propicie elaumento de la homogeneización de las formas estructurales dentro de un

Page 81: El Nuevo Institucionalismo

190 LAS FORMULACIONES INICIALES

sector organizacional (véase DiMaggio y Powell, 1983), hay que pr€ocü:parse por la pérdida de la variedad. Como Hannan y Freeman (1989, p' 7) loseñalan, tal reducción puede disminuir

la capacidad de una sociedad para responder a cambios futuros inciertos. La va'riedad organizacional denro de cualquier área de actividad, como la atenciónmédica, la producción microelectrónica o la investigación cientffica, constituyeun depósito de soluciones alternativas al problema de producir conjuntos de

resultados colectivos. Estas soluciones están incorporadas en estmcturas y es-

trategias organizacionales.

La pérdida de esa capacidad organizacional y de Ia adaptabilidad futuratambién puede ser un precio demasiado alto que habría que pagar por las

economías actuales en la administración.

Rnco¡¡oclnlreNTos

Este documento se publicó por primera vezhace siete años (véanse Scott yMeyer, 1983). En esta versión revisada, los autores han tratado de modi-ficar y actualizar los argumentos teniendo en cuenta los estudios subse-

cuentes y al mismo tiempo han tratado de retener Ia esencia del original, ya

que reseñó la bibliograffa sobre la organización-ambiente de los años seten-

ta y trató de dar una dirección nueva para su desarrollo en los ochenta'La preparación de la versión original se financió en parte con fondos de

la División Organizacional y de Política Educativa del Instituto Nacionalde Educación (donación núm. on-NIs-c-80-0111) administrada por el Insti-tuto para la Investigación sobre Finanzas y Gobierno Educativo, Centropara la Investigación Educativa, Universidad de Stanford. Los análisis y las

conclusiones no reflejan necesariamente los puntos de vista o las políticasde ninguno de los dos institutos.

El trabajo original se benefició de los comentarios y sugerencias de

Elaine Backman, Mary Bankston, Eleanor Ferguson, Mitchell LaPlante,Allyn Romanow, John Sutton, Sharon Takeda, Michael Tamuz y DavidWeckler, la mayoría de los cuales estuvieron con nosotros en un seminarioinformal para desarrollar estas ideas y diseñar los estudios para compro-barlas.

En la revisión de este capítulo, los autores fueron apoyados con las ob-servaciones y comentarios de Bruce L. Black, Andrew Creighton, Paul J'

DiMaggio, Frank R. Dobbin, Ronald L. Jepperson, David Strang, Lynne G.

Zucker y en especial de Walter W. Powell.

SBcuuna Penrs

REFINAMIENTO DE LA TEORÍA INSTITUCIONAL

Page 82: El Nuevo Institucionalismo

V. INSTITUCIONES, EFECTOS INSTITUCIONALESE INSTITUCIONALISMO

Ro¡lcI-o L. JnppnnsoN

L¡ tlsrrruc¡óu y la institucionalización son conceptos centrales de la socio-logía general. En las ciencias sociales, los especialistas hacen uso de estostérminos para referirse, de una u otra manera, a la presencia de reglasautoritarias o de una organizacíón obligatoria. por ejemplo, en este mo,mento, la universidad donde trabajo lleva a cabo simposios sobre el racis-mo institucional. Estos difieren probablemente de otros que podrían tratarsobre el racismo -o por lo menos asl lo sugieren sus declaraciones-. Lossimposios parecen concentrarse más en las características históricas, orga-nizacionales y estructurales del racismo -el racismo institucional-, iascuales son distintas de las orientaciones relacionadas con larazav las pre-ferencias de los individuos.

Este uso se ajusta a lo que puede ser el significado central de instituciónen la sociología general, es decir, la institución como un procedimiento or-ganizado y establecido.l Estos procedimientos especiales a menudo se pre-sentan como reglas componentes de la sociedad (las "reglas del juego,,). Sepueden experimentar y analizar en forma externa a la concienciá de losindividuos (Berger, Berger y Kellner, 1973, p. 1i). Este significado más ge-neral nos puede ayudar a entender por qué incluso algunos especiahsáshan identificado la sociología con el estudio de las instituciones. por ejem-plo, Durkheim llamó a la sociología "la ciencia de las instituciones" (véase[1901] 1950, p. 1x). Y un comentarista de Weber sugiere que ,,la teoría delas instituciones es la contraparte sociológica de la teoría de la competenciaen la economía" (Lachmann, L971, p.ó8).

Pero la importancia del concepto de institución (y de términos relaciona-dos) no ha garantizado su uso claro y,cuidadoso. Algunos especialistasrecurren al término institución sólo para referirse a asociaciones pa.rticu-larmente grandes o importantes. otros parecen identificar a las institucio-nes con los efectos ambientales. Y algunos simplemente usan el tél'minocomo si fuera equivalente a los efectos "culturales" o históricos.2

Esta variedad y vaguedad conceptual es notable. También es preocupante

t Maclver (1931, pp. 15-17) distingue claramente entre una asociación, como un gn¡poorganizado, y una institución, como un procedimiento organizado.

z véanse Fisenstadt (19ó8) para un catálogo de los usoi del ténnino; Znaniecki (1945) parauna amplia discusión histórica del pensamiento institucional, y scott (19g7b) para un panora-ma del uso del concepto en el análisis organizacional.

193

Page 83: El Nuevo Institucionalismo

1g4 REFINAMIENTO DE LA TEORÍA INSTITUCIONAL

debido al reciente surgimiento de "institucionalismos nuevos" en las cien-

cias sociales: en la ciencia polltica (por ejemplo, March y Olsen, 1984), en la

economla (Langlois, 198ó), en la psicología (Farr y Moscovici, 1984) y aho-

ra en el análisii organizacional (por ejemplo, este libro). Es mejor que los

evaluemos, antes de que esos institucionalismos se institucionalicen -seconviertan en "estrategias teóricas" expresas, se codifiquen en los libros de

texto y los profesionalis los den por sentado-. De este modo, el presente

capitúlo se interesa en gran medida en la conceptualización de las institu-

ciónes, los efectos institucionales y el institucionalismo. Mis intenciones

tienen dos aspectos. Primero, busco describir una estructura central dentro

del campo semántico de los términos institucionales. Recomiendo que se

empleen exclusivamente estos significados centrales y se evite un número

de conceptualizaciones modernas, muchas de las cuales sólo sirven para

confundir los términos institucionales con otros conceptos o para hacer

afirmaciones empíricas no probadas dentro de nuestras definiciones.Segundo, al hacer esta aclaración, trato de especificar las características

distintivas del institucionalismo como una línea de teoría'

En resumen, argumento que la institucionalización indica una propiedad

o estado social diitinto (y busco especificar esta propiedad) y que las insti'tuciones no deberían identificarse específicamente, como con frecuencia

sucede, ya sea con elementos culturales o con un tipo de efecto ambiental(secciones I y 2 siguientes). Entonces es posible representar la instituciona-

iización como un óonjunto particular de procesos sociales reproductores, a

la vez que se evita la oposición entre institucionalización y "cambio" (sec-

ción 3). Y se hace posible representar el institucionalismo de una manera

completamente clara, como argumentos que se caracterizarlpor restric-

ciones de orden superior impuestas por realidades construidas socialmente,

y distinguirlo de otras líneas de razonamiento (secciones a y 5).- Si bien este capítulo se concentra en la conceptualización básica, pre-

tende decididaminte ser sustantivo. Espero proporcionar elementos de

utilidad inmediata para comunicar, organizar y proponer argumentos sus-

tantivos. (Los conceptos sin proposiciones no constituyen una teoría, como

Homans le recuerda acertadamente a Parsons, pero las proposiciones que

unen conceptos mal formados también pueden representar mucho esfuer-

zo áesperdiciado,) Mis ejemplos y aplicaciones se obtienen del análisis

organiiacional, pero las cuestiones conceptuales básicas son completa-

mente generales.3

3 Este capítulo aprovecha un gran número de trabajos, pero especialmente los,d.e Fararo y

skvoretz (tiao); zu^cker (1983) Jn este libro; y Meyer, Boli y Thomas (1987). También sartori

iiSS¡j y i"tt.l (1SSO), ."pftulo 7, proporcionan ideas importantes y complemertarias sobre

io, ."qúi.ito. d" rnu br"n^ "ott."itráliru.ión -ideas

que este capltulo trata de emplear-.

INSTITUCIONES,EFECTOSINSTITUCIONALESEINSTITUCIONALISMO I95

I¡¡srrruc¡oNes E INSTITUcToNALTzAcTóN

Comienzo con ejemplos de objetos que comúnmente se piensa que repre-sentan instituciones. Considere la siguiente lista:

matrimoniosexismoel contratosalarioel saludo de manoseguroorganización formalel ejército

ocupación académicapresidenciavacacionesasistir a la universidadla corporaciónel motella disciplina académicavotar

Primero, obsérvense ciertas diferencias entre estos objetos. Algunos sepueden considerar organizaciones, otros no. Algunos pueden parecer más"culturales", otros más "estructurales". Pero los objetos comparten impor-tantes elementos comunes que nos hacen agruparlos. De diversas manerastodos son "sistemas de producción" (Fararo y Skvoretz, 198ó), o "estructu-ras que permiten hacer algo", o "programas" sociales, o documentos de eje-cución. Cada una de estas metáforas conlleva diseños fijos de secuenciasde actividad que se repiten crónicamente. Estas imágenes básicas se en-cuentran en la esencia de los usos sociológicos.a

Si continuamos con estas metáforas podremos ajustar considerable-mente nuestra conceptualización de los términos institucionales. La insti-tución representa un orden o patrón social que ha alcanzado cierto estadoo propiedadi la institucionalización indica el proceso para alcanzarlo.s Pororden o patrón me refiero, como se acostumbra, a secuencias de interac-ción estandarizadas. Por tanto, una institución es un patrón social que re-vela un proceso de reproducción particular. Cuando se contran'estan lasdesviaciones respecto de este patrón en forma regulada, por medio de con-troles reiterativamente activados, socialmente construidos -es decir, poralgún conjunto de recompensas y sanciones-, decimos que un patrón estainstitucionalizado.ó Expresado de otra forma, las instituciones son ehos

I Estas imágenes se reflejan en los trabajos de un gran número de teóricos sociales, entreellos Mead (1934, pp. 2ó1 ss.); Parsons (1951); Gerth y Mills (1953); Berger y Luckmann(19ó7); Durkheim ([1901] 1950); Daüs (1949); Hayek (1973); Goffman(1974); Buckley (19ó7);Eisenstadt (19ó8); March y Olsen (1984); Douglas (198ó); Maclver (1931); Giddens (1984,p.375, y 1982, p. l0); Bierstedt (1970,p.320); Shibutani (1986, p. 1ó); Stinchcombe (1986a,pp. 904-905).

s Aquí sigo a Zucker (1983) al representar los términos como variables de proceso y pro-piedad, aunque no la sigo en los detalles de la conceptualización.

0 He adaptado libremente una caracterización que proporcionan Fararo y Skvoretz (1986).También me baso en Przeworski y Sprague (1971). Debo agregar que las instituciones no

Page 84: El Nuevo Institucionalismo

19ó REFINAMIENTO DE LA TEORIA INSTITUCIONAL

patrones sociales que, cuando Se reproducen crónicamente, deben su Su-

pervivencia a procesos sociales qr,re se activan relativamente por sl mismos.

be modo notable, su persistencia no depende de la movilizaci1n colectiva

periódica, movilización que reiterativamente se reconstruye y reactiva con

"t tin d" asegurar la reproducción de un patrón. Es decir, Ias instituciones

,ro ," ,"p.oJ.,cen por lá "acción", en el sentido estricto de Ia intervención

colectivá en una convención social. Más bien, los procedimientos reproduc-

tores rutinarios apoyan y sustentan el patrón, favoreciendo su reproducción

-a menos que la acciOn colectiva obstmya, o el choque ambiental inte-

rrumpa, el proceso reProductor-.fa condiciOn "a ménos que..." es importante. Hasta ahora la discusión

podría sugerir que la institulionalización equivale a, o es una forma de, esta-

üU¿ua o iupervivencia. Pero esta identificación resulta inexacta. Si uno sus-

tenta que un patrón está institucionalizado, se indica la presencia de pro-

cesos rep.odüctores en curso, por lo que "las desviaciones respecto de las

formas normales de acción definidas por el diseño linstitucional] tienden a

contrarrestarse" por medio de rutinas (Fararo y skvoretz, 1986, p.22a).pero que estos procesos realmente tengan éxito y aseguren la supervivencia

del patrOn es un asunto completamente distinto' Por ejemplo, bajo ciertas

.orrái.io.r"r, una alta institucionalización puede hacer que una estmctura

sea más vulnerable al impacto ambiental (de ambientes internos o exter-

nos). El análisis de Tocquiville en El Antiguo Régimen y Ia Revolución pro'porciona un ejemplo clásico: el Estado trancés estaba altamente institu-

cionalizado, p"ro d. una manera que lo hacía muy vulnerable al cambio

ambiental (era un "castillo de naipes", en palabras de Tocqueülle) (Tocque-

ville, [1856] 1955)'Considere de nuevo los elementos anteriores en la lista de supuestas ins-

tituciones. Consideramos que votar es un patrón social institucionalizado

en (digamos) los Estados unidos, mientras que en (digamos) Haití no lo es.

Lo estimamos así en gran medida porque votar en los Estados unidos está

incorporado en un conjunto de prácticas reproductoras y de apoyo y no es

muy iependiente (como en el cáso de Haití) de una intervención política

,"pátiaa para su empleo. Igualmente, la disciplina académica es una insti-

tuciOn dent.o del sistema universitario moderno porque está unida a otras

prácticas institucionales similares que, en forma conjunta, constituyen el

.irt"-u universitario. Estas prácticas institucionales requieren, de nuevo,

relativamente poca " acción" -movilización e intervención reiterativas-

para su subsisiencia. (En seguida me referiré a las diferencias entre la

institucionalización y la "acción".)Además, estos ejemplos nos recuerdan que Ia institucionalización es una

equivalen a las normas. Muchos teóricos han distinguido las,normas de-las instituciones

t á.i"n¿o estas últimas auücontrolables, no así las primeras Véanse, por ejemplo' Schotter

i'isil,'po. lGiZj; tu-ui¿" parsons (por ejemplo, 1951, p. 20); según parsons, una norma está

instituóünalizaáa si su cumplimientb es recompensado o sancionado'

INSTITUCIONES,EFECTOSINSTITUCIONALESEINSTITUCIONALISMO 197

propiedad relativa: nosotros decidimos si debemos considerar un objetocomo una institución según sea el contexto analltico. Los ejemplos anterio-res sugieren una dimensión de esta relatividad general: que una prácticasea una institución está. 1) en relación con contextos especiales. Pero pode-mos ampliar y formalizar esta relatividad un poco más.

Dentro de cualquier sistema que tiene múltiples niveles u órdenes de or,ganización, 2) los niveles primarios de organización pueden funcionarcomo instituciones en relación con los niveles secundarios de organiza-ción. Un sistema de operación básico de microcomputadora parece unainstitución en relación con su programa de procesador de palabras (enespecial con un ingeniero en programación). En las colectividades, losprocedimientos constitucionaies pueden parecer institucionales en relacióncon las prácticas de organización formal, y estas prácticas pueden parecerinstitucionales en relación con las prácticas sociales no organizadas.

Además, que un objeto sea una institución está 3) vinculado con la di-mensión particular de una relación. En ciertos aspectos, la Universidad deYale es en mayor grado una institución para New Haven que para la ma-yoría de las otras comunidades (es un elemento sobresaliente del ambienteIocal); no obstante, en otros aspectos, Yale es en menor grado una institu-ción para New Haven que para cualquier otro Iugar (Paul DiMaggio señala,en broma, que el prestigio de una universidad Ily League* parece ser igualala raíz cuadrada de la distancia a la que se encuentra). Los padres son másinstituciones para sus propios hijos que para otros niños, como realidadesque se dan por hecho; sin embargo, los niños pueden rebatir la autoridad desus propios padres mucho más que la de los padres de otros.

Por último, el que un objeto sea una institución está 4) en relación con lacentralización. En los sistemas, las partes centrales son instituciones enrelación con las periferias, El régimen de coordinación político-económicainternacional es una restricción más externa y objetiva para Ghana quepara el FMI. Una asociación puede ser más una institución -más una ca-racterística fija de un ambiente externo- para el que no es miembro quepara el que sí lo es.

Aquí los detalles y las dimensiones son menos importantes que el puntogeneral -que el mismo término, "en una referencia diferente" (Maclver,1931, p. l6), puede o no indicar una institución-. El que consideremos.unobjeto una institución depende de lo que consideremos nuestro problemaanalítico.

¿Cómo funcionan las instituciones ?

Las instituciones son no sólo estructuras restrictivas; todas autorizan y con-trolan al mismo tiempo. Las instituciones presentan una dualidad de restric-

*Así se llama al grupo de las más prestigiosas y tradicionales universidades del este de losEstados Unidos. [T.]

Page 85: El Nuevo Institucionalismo

198 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

ción/libertad (Fararo y Skovertz, 198ó): son medios de actividad dentro de

las restricciones (a esto se deben las imágenes de "sistemas de producción"sugeridas por Fararo y Skvoretz). Todas las instituciones son estructurasde programas o reglas que establecen identidades y líneas de actividadpu.á di.hut identidades.T por ejemplo, la organización formal, consideradauna institución (March y Simon, 1958, pp. 2-4; Stinchcombe, 1973), es una

tecnología social empaquetada, con reglas e instrucciones para su incorpo-

ración y empleo en un escenario social. De esta manera, las institucionesincluyen "acciones programadas" (Berger y Luckmann, 1967, p' 75) o "res-

puestas comunes a situaciones" (Mead [1934] 1972,p.2ó3). Los programas

institucionalizados producen entonces vínculos de perspectivas o "expecta-

tivas recíprocas de predictibilidad" (Field, 1979,p.59). Dicho informal-mente, las instituciones funcionan sobre todo afectando las revisiones de

las personas acerca del ambiente y la actividad colectivos.sPor medio de sus efectos sobre las expectativas, de alguna manera se lle-

gan a dar por hecho las instituciones. El calificativo "de algr'rna manera2 es

decisivo en tanto que la mayor parte de las discusiones asocian en formadirecta la institucionalización con "lo dado por hecho" (por ejemplo , Zucker(1983) y el capítulo ttt del presente libro); este concepto fenomenológico es

ambiguo y no se le ha analizado lo suficiente. Los objetos que se dan porhecho son aquellos que se consideran restricciones exteriores y objetivas(véanse, por ejemplo, Berger y Luckmann , 1967; Zucker, 1983)' Pero esos

hechos pueden tomar formas completamente distintas. Primero, como se

reconoce, dar algo por hecho es diferente de comprenderlo (véanse Bergery Luckmann , 1967 , p. 60): se puede considerar un modelo exterior, objeti-vo, restrictivo, ya sea que las personas tengan o no Ia impresión de que lo

entienden bien. Pero también, lo que se reconoce menos, dar algo por he-

cho es distinto del conocimiento consciente: se puede dar por hecho unmodelo porque no se le percibe o se piensa en él; por otro lado; es posible

someter al modelo a un examen minucioso y seguir dándolo por hecho

-aunque de manera muy diferente- como una restricción objetiva exter-

na. Además, dar algo por hecho es distinto de evaluarlo: es posible evaluarpositiva o negativamente un modelo, o no evaluarlo, y en cada caso (en forma

diferente) darlo por hecho.e

z "Las situaciones institucionalizadas con sus arreglos morales y prácticos crean obliga-ciones y poderes de los indiüduos, crean actividades" (Stinchcombe, 198óa, p. 905).

a Paia ejemplos de muchas formulaciones adicionales, paralelas_, véanse Berger y Luck-mann (19ó7, p. OO) (las instituciones incorporan "lo que todo el mundo sabe", "el conocimien-to de recetas;); Lachmann (1971, p. 13) (son "mapas que orientan" las acciones futuras de

otros), y Parsons (las institucioneJproducen un acuerdo sobre la línea de acción específicaque demanda una situación).^ n Pu."." especialmente arbitrario asociar las instituciones (como a menudo se hace en las

discusiones aituales) con la ausencia de pensamiento o con una evaluación positiva. Estapráctica introduce clandestinamente afirmaciones empíricas no probadas en nuestra concep-

ir"lirá.t0., t" que después perjudica el debate teórico- Por ejemplo, tanto Mary Douglas

como Lévi-Straus. par"tett aiociar las instituciones con la ausencia de pensamiento (con "lo

INSTITUCIONES,EFECTOSINSTITUCIONALESEINSTITUCIONALISMO 199

Cuando los analistas se refieren a las instituciones como si se dieran porhecho, pueden tener en mente una idea más especlfica. Sugieren que lasinstituciones son esas secuencias de actividad estandarizada que han dadopor hecho razones fundamentales, es decir, en lenguaje sociológico, alguna"explicación" social común de su existencia y propósito. Quizás las personasno comprendan bien una institución, pero por lo general tienen fácil acceso

a alguna explicación funcional o histórica de la razón por la que existe en lapráctica. También esperan que haya explicación adicional, en caso de quela requirieran. Por tanto, las instituciones se dan por hecho en el sentido deque se les considera características relativas en un ambiente social y se les

explica (expone) corno elementos funcionales de ese ambiente.lo

¿A qué debería oponerse la institucionalización?

Si consideramos lo que no está institucionalizado, podremos comprenderaún más lo que es la institucionalización. Si un objeto social no está insti-tucionalizado, ¿a qué clase analítica se podría decir que pertenece?

Puesto que la institucionalización es una propiedad de un orden, se lepuede oponer, en primer lugar, a la ausencia de orden -de hecho, a laentropía social*. Pero más allá de este contraste trivial (y en segundo lu-gar), la institucionalización también se puede distinguir de la ausencia deprocesos reproductores. Por ejemplo, podemos encontrar algunos patronessociales que son productos recurrentes del comportamiento social elemen-

irreflexivo") (Douglas, 198ó; Lévi-Strauss, 19óó). Asl, las sociedades modernas, que revelanuna mayor reflexión sobre las prácticas sociales, probablemente estén menos instituciona-lizadas que las no modernas (por ejemplo, las tribales). (Para Lévi-Strauss, los sistemas tri-bales son culturas "frías" y tienen sus instituciones sociales entrelazadas con la naturaleza ysin las contradicciones endógenas que generan el cambio.) En contraste, Stinchcombe argu-menta que las sociedades modernas poseen tanto mayor reflexibilidad como mayor capacidadinstitucional autorreproductora ( 1 9ó8, p. 1 I 5). Necesitamos tratar esas diferencias como sus-tantivas teóricamente, a las que es preciso juzgar de manera empírica, en vez de ignorarlas alconsiderarlas defi nitoriamente.

to En una versión anterior de este capítulo, los comentarios de Francisco Ramírez propicia-ron este párrafo. El da un excelente ejemplo en su discusión sobre la misa anterior alVaticano II: "Nadie pondrfa en duda su carácter institucional. La misa siempre consistió en laejecución de una acción promulgada, nunca fue el producto de una acción colectiva. La misasL celebró en latín; se preicribióiguiosamente la sécuencia de actos. Cada acto tuvo un noitr'bre. Lo que el sacerdote tuvo que hacer para cumplir con una acción determinada estaba pre-visto en un documento escrito; también estuvo cuidadosamente prescrito lo que los demástenían que hacer en respuesta (pararse, hincarse, persignarse). La única variable fue el con'tenido del sermón (al que ahora se llama homilía) y si el escrito se cantaba. [...] Desde unaperspectiva aiena, una producción tipo zombi. Pero aunque no se atribuya un alto grado decomprensión a los participantes (no todos tomaron un curso sobre liturgia o sabían que elcolor de las vestiduras usadas en determinado dla tenía un significado simbólico preciso), casitodos podían decir que la misa fue para adorar a Dios y que se debía ir a misa todos los do-mingos y otros días de guardar. Los participantes no llevaban a cabo simplemente secuenciasde interácción estandarizada sin haber compartido alguna parte de la historia referente alasunto del que se ocupaba la práctica".

Page 86: El Nuevo Institucionalismo

2OO REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

tal (como lo describe Homans, o en la biosociología contemporánea).Como ejemplos, podemos desear considerar algunos procesos de prestigiogenérico o de valoración, o patrones sociales comunes que surgen en casode un rompimiento institucional (Homans, 19ó1, capítulo 1ó). Además,algunos patrones sociales son involuntarias consecuencias reiterativas opersistentes de la interacción social, más que patrones reproducidos cróni-camente. Por ejemplo, considere la operación reiterativa de alguna regula-ridad sociológica general, como los procesos de "distanciamiento social"que inducen algunos patrones de segregación de vivienda. En estos casos,podemos encontrar un patrón social persistente, pero no se obtiene pormedio de los procesos de reproducción autoactivados que son característi,cos de las instituciones.

Tercero, la institucionalización se puede distinguir de otras formas dereproducción. Por ejemplo, podemos desear considerar la socializaciónprofunda (pongamos por caso, la internalización) un proceso diferente dela institucionalización y una alternativa para Ia reproducción de patronessociales. (Sería útil tener una tipología de las principales formas de repro-ducción social.) Aquí quiero concentrarme en un solo contraste: el que hayentre la institucionalización y la "acción", como he definido anteriormente,como dos formas de reproducción diferentes. Un patrón social se repro-duce por medio de la acción si las personas, en forma reiterativa (re)movi-lízany (re)intervienen en el proceso histórico para asegurar su persisten-cia. En algunos países de América Latina, Ia democracia es sustentada(cuando sí se sustenta) por medio de la acción en este sentido, y no pormedio de los procesos institucionales que en gran medida la fomentan en(digamos) el Reino Unido. La "acción" es una forma de reproducciónmucho mas débil que la institucionalización, porque se enfrenta a todos losproblemas "lógicos de la acción colectiva" que están bien establecidos en labibliografía al respecto (por ejemplo, Olson, 19ó5).

De manera similar, cuando Dahrendorf habla de la "institucionalizacióndel conflicto de clases" (1964, pp.267 ss.) argumenta que se remplaza laacción de las clases: que la interacción política entre las clases procede, engran medida, sin intervenciones tentativas recurreRtes de las clases orga-nizadas en los procesos sociales y, además, que el "conflicto de clases" sepuede sustentar en Ia ausencia de subculturas de clase persistentes o de laconciencia de clase. (Aquí no es pertinente saber si su argumento es correctoo no.) Las relaciones de clase se vuelven menos inmediatamente políticas,ya que se naturalizan como una característica estable del ambiente restric-tivo : se institucionalizan.

Este contraste entre la institucionalización y Ia acción es central. Si unoparticipa, convencionalmente, en un patrón social altamente instituciona-lizado, no toma una acción, es decir, interviene en una secuencia, hace unadeclaración. Si un apretón de manos es una forma institucionalizada desaludar, uno toma acción sólo al rehusar ofrecer la mano. Si asistir a la

INSTITUCIONES,EFECTOSINSTITUCIONALESEINSTITUCIONAIISMO 2OI

universidad se ha convertido en una etapa institucionalizada de la vida, unjoven toma acción al negarse a asistir a la universidad, más que si se ins-cribe en ella. El punto es general; uno cumple con las instituciones; unotoma acción al alejarse de ellas, no al participar en ellas.

Para resumir, sin tratar de dar una definición rigurosa: Ias institucionesson sistemas de programas o de gobierno socialmente construidos y repro-ducidos rutinariamenle (ceteris paribus). Funcionan como elementos rela-tivos de ambientes restrictivos y están acompañadas de explicaciones quese dan por hecho. Esta descfipción concuerda con las metáforas que semencionan repetidamente en las discusiones

-metáforas de estructuras oreglas-. Estas imágenes incluyen simultáneamente la potencialidad y Iarestricción contextuales y lo dado por hecho.

Eiemplos de conceptualizaciones de los té.rminos institucionalesdiscutiblemente meno s pro ductivo s

He argumentado que la institucionalización se representa mejor como unestado o propiedad particular de un patrón social. Ahora necesito distinguir,brevemente, esta conceptualización de otras descripciones actuales.

Algunos analistas presentan la institucionalización como una idea de"propiedad", como yo lo hago aquí, pero la asocian con las propiedades de Ie-gitimidad, organización forrnal o contextualidad. Cada una de estas asocia-ciones parece mal orientada. La legitimidad puede ser resultado de la insti-tucionalización o puede contribuir a ella, pero esta claro que hay elementosilegítimos que pueden institucionalizarse (el crimen organizado, la cornrp-ción política, el fraude, etc.).11 De manera similar, aunque quisiéramosconsiderar la organización formal una institución, o argumentar que Iaorganizaciín formal puede incluir o generar instituciones (por ejemplo,Zucker, 1987), o que algunas organizaciones se han convertido en institucio-nes (la Cruz Roja), es arbitrario identificar Ia institucionalización con laorganización formal. Tenemos buenas razones para considerar el votar y eimatrimonio instituciones, por ejemplo, y no son organizaciones formales.

Además, mientras algunos analistas consideran los efectos contextualeso ambientales iguales a los institucionales, analíticamente son muy dife-rentes. Como ya lo hemos observado, todos los efectos institucionalestienen cualidades contextuales (la cualidad de externo, objetivo, rest¡icti-vo), pero no todos los efectos contextuales son institucionales.l2 Por ejem-

I ¡ Walter Buckley es categórico al insistir en que se debe distinguir la institucionalización dela legitimación: algunos "problemas sociales", dice, "son tan penetrantes, estables y difícilesde suprimir precisamente porque están 'institucionalizados'. Es decir, conllevan cadenas deexpectativas, comunicaciones, interpretaciones normativas, intereses y creencias interperso-nales complejos y a menudo altamente organizados, incorporados en la misma matriz iocio-cultural en que están las estructuras'legitimadas"' (1967, p.1ó1; rambién pp. 145, 129 y 130).

r2 Es decir, los efectos contextuales a menudo se refieren a los efectos de la distribución

Page 87: El Nuevo Institucionalismo

2O2 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

plo, muchos efectos contextuales tienen un carácter totalizador en vez de

institucional. Podemos considerar que ciertos efectos del mercado interna-

cional en las economías nacionales son efectos contextuales; si bien esos

mercados tienen fundamentos institucionales, no acostumbramos consi-

derar sus efectos inmediata o aproximadamente institucionales.El contexto invoca un contraste espacial: externo, difundido o global con-

tra local. Algunos analistas usan la institucionalización no para invocar el

contexto, sino para delimitar un nivel particular de análisis, con más fre-

cuencia un macronivel.Lo macro, como lo contextual, puede especificar un amplio lapso de tiem-

po y espacio, o, por otro lado -en lo que creo que es un uso mas estricto--,puede iecurrir a una comparación jerárquica: mucho más organizado con-

ira mucho menos organizado.l3 En cualquier caso, la identificación de la

institución con un nivel determinado de análisis también es engañosa. Al-

gunos efectos institucionales no están macroorganizados -por ejemplo,

algunos de los "rituales de interacción" que registró Goffman-' Estos

modelos pueden estar difundidos y por tanto tener cualidades contextua-

les, pero están institucionalizados en submacroórdenes de organización.(En una sección posterior volveré a estas cuestiones')14

Una tercera categoría de definiciones diferencia las instituciones al aso-

ciarlas con dominios o controles sociales particulares. Especialmente en el

análisis organizacional, muchos comentaristas asocian las instituciones, de

una manera u otra, con la "cultura", es decir, con efectos normativos, ideas,

conceptos, "entendimientos preconscientes", mitos, ritual, ideología, teorías

o explicaciones. Esta conceptualización confunde en gran medida la dis-

cusión y el desarrollo de argumentos institucionales, porque cualquiera de

las diversas estructuras de control social puede estar más o menos institu-cionalizada; ninguna por sí misma contiene la institucionalización. La"cultura"

-repreientada normalmente como esas formas de "conciencia"

con efectos socialmente coordinadores- puede estar más o menos institu-cionalizada. (Por ejemplo, se podría considerar a los padres solteros unmodelo cultural significativo y, sin embargo, no desear representar talpaternidad, por lo menos no todavía, como muy institucionalizada.) Todas

proporcional de los individuos en los gtupos dentro_de una colectiüdad, o a las tasas de inter-acció., ent.e los individuos en localidádei sociales diferentes. Véase, por ejemplo, Przeworski(1974).Para ejemplos de tales argumentos, véase Blau (1977).'

tt Lo mncró se puede referir a una gran extensión espacial o a grandes números, pero tam-

bién a un alto orden de organización áentro de una estructura que tiene múltiples órdenes de

organización (un alto orden es un conjunto de órdenes más bajos: los capítulos son, en pane,

.oijrrtrto. de párrafos, que a su vez son organizaciones de oraciones). Por tanto, lo macro se

pueáe referir a los efectós de un "centro" c-olectivo o de sistema, en relación con la periferia,

así como a los efectos (extensos) globales sobre una localidad. Con frecuencia ambos usos se

combinan.la Observe el uso ambiguo deambiente en la bibliografía organizacional. Algunas veces el

término evoca imágenes contextuales (digamos, campos de organizaciones), otras veces ma-

croimágenes -ordinamiento jerárquico- (por ejemplo, las referencias a la ley), o a veces

ambas (-por ejemplo, "el ambiente institucional")' Esto produce confusión.

INSTITUCIONES,EFECTOSINSTITUCIONALESEINSTITUCIONALISMO 203

las instituciones incorporan fundamentos o explicaciones sociales, pero ellono es razón para identificar las instituciones con la clase de fundamentos oexplicaciones. Puede ser que, por una razón histórica, los analistas tiendana igualar la institucionalización con la cultura: en la nación-Estado moder-no, gran parte de la institucionalización se lleva a cabo mediante reglasculturales (como se argumenta, por ejemplo, en Meyer, Boli y Thomas,19SZ¡.ts Pero es mejor dejar la institucionalización como una propiedadabstracta que puede caracteizar muchas formas de coordinación social.ló

Forules y cRADos DE rNSTrrucroNALrzAcróN

F ormas de ins titucionalizac ión

Se pueden delimitar tres portadores primarios de la institucionaiización:la organización formal, los regímenes y Ia cultura. Quizá la mayor parte de ladiscusión se ha concentrado en los efectos institucionales que surgen de la or-ganización formal, por ejemplo, los estudios de los efectos de la organi-zación del trabajo en la conformidad individual (Kohn, 1969).

Existen entonces dos tipos primarios de institucionalización informal-mente organizada. Señalo el primero con el término regímenes, que se refierea la institucionalización en algún sistema de autoridad central --€s decir, enreglas y sanciones explícitamente codificadas-, sin una incorporación pri-maria en un aparato organizacional formal. Un sistema legal o constitu-cional puede funcionar como un régimen en este sentido, pero también Iopuede hacer, por ejemplo, una profesión (o, en este caso, un sindicatocriminal). En relación con los regímenes, las expectativas se concentran enel control y sanción mediante alguna forma de "centro" colectivo, diferen-ciado.lT

La institucionalización también se puede llevar a cabo por medio de la"cultura": en este caso, simplemente por las reglas, procedimientos y metassin representación primaria en Ia organización formal y sin el control y lasanción por parte de alguna autoridad "central". Más bien, estas reglas son

rs De hecho, varios autores, entre ellos los citados, pueden confundir estos argumentoshistóricos con los conceptuales. Esta combinación fue realmente uno de los problemas cen-trales de la teoría de Parsons.

10 Es diflcil categorizar y evaluar la discusión de Stinchcombe sobre la institucionalización

-en términos aproximados, el proceso de vincuiar el poder a un valor ( 1 9ó8, en especial pp.181-188)-. Para é1, una institución es mejor considerarla una estructura en la que personaspoderosas están comprometidas con algún valor (p. 107), o con los valores y noÍnas quetienen altas correlaciones con el poder. Estas imágenes son evocadoras, pero no me pareceque sean suficientes para fines conceptuales, por dos razones: las imágenes vincuian muyestrechamente la institución con dos conceptos relativamente inestables (poder y valor); tam-bién hacen que nos concentremos indebidamente en las instituciones formalmente organi-zadas (como en los ejemplos de Stinchcombe). En la reseña reciente de un libro, Stinchcombeemplea una conceptuaiización que se acerca más a la que se recomienda aquí (198óa).

t7 Centro en el sentido de Shils (1975) o Eisenstadt (19ó8), no en un sentido geográfico.

Page 88: El Nuevo Institucionalismo

REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

de carácter habitual o convencional. La institucionalización en la culturaproduce expectativas sobre las propiedades, orientaciones y comporta-miento de los indiüduos, como restrictiva de "otros" (Mead) en el ambientesocial.

Al decir que las instituciones se pueden llevar a cabo de maneras dife-rentes, he distinguido entre los distintos tipos de estructura de reglas o decontrol (organización, régimen, cultura).i8 Las instituciones ciertamentepueden tener una incorporación compleja: tanto en el régimen como en Iacultura, por ejemplo (la ciudadanía). Pero, por varias razones, requerimos dealgunas de esas distinciones. Primero, nos obligan a mantener separada lainstitucionalización, como una propiedad, de tipos particulares de estruc-turas de reglas o control. Asimismo, Ias instituciones que tienen portadoresprimarios diferentes (por ejemplo, el saludo de mano en la "cultura") puedenfuncionar de manera diferente. Además, talvez queremos distinguir colec-tiüdades, o periodos históricos, por su dependencia relativa respecto de dis-tintas formas de institucionalización. Por ejemplo, considérese Ia afirmaciónde que la historia del mundo occidental moderno está guiada particular-mente por instituciones "que se transfirieron de una cultura histórica, uni-versalista y dominante" (Meyer, Boli y Thomas, 1987, p.27).

Grados de institucionalización

¿Se puede obtener una medida aproximada de institucionalización? Porejemplo, ¿cómo podríamos comparar la institucionalización relativa de lassiguientes instituciones en Ia sociedad estadunidense contemporánea: elestado iiberal, la discriminación racial, la corporación, el sexismo?1e Estetema representa un punto débii constante err la discusión institucional, yen este momento, lejos de delimitar Ia cuestión, puedo hacer muy pocopara remediar el problema.2o

tE Estas distinciones no tienen el prbpósito de representar niveles diferentes de análisis uorganización.

re Uno no se puede ocupar propiamente de la comparación holística de la instituciona-lización; la pregunta: ¿cuál es la institucionalización relativa en el Reino Unido y la Franciaactuales? Como detalles históricos, no se presta a seguimiento. Parece más legítimo (y en prin-cipio más productivo) comparar la institucionalización relativa de las instituciones dentro delas colectividades, o los tipos de instituciones en las sociedades, o los tipos anallticos de órde-nes sociales. Por ejemplo, se puede comparar el grado en que los tipos de regímenes políticosestán institucionalizados en sociedades comparables (como muchos lo hacen con frecuencia;Huntington [1968] aborda ampliamente este tema). O se puede tratar de comparar la institu-'cionalización

relativa de diversos tipos de sociedades "no modernas" (por ejemplo, tribal, feu-dal) con las "modemas" (por ejemplo, racionalizadas, ricas, indiüdualistas).

uo La bibliografía sobre este tema en su mayor parte lo ha tratado en forma implícita, o, silo hace en forma expllcita, de una manera informal y superficial. Parsons (1982) discute eltema somera e informalmente; también Eisenstadt (19ó8). Meyer, Boli y Thomas (1987) pro-porcionan una discusión estimulante, pero de un solo párrafo. Huntington (19ó8) nos ofreceun tratamiento amplio de ios grados de institucionalización política. É,1 asocia una mayor

INSTITUCIONES. EFECTOS INSTITUCIONALES E INSTITUCIONALISMO

podemos reunir algunos indicios clave sobre la forma de proceder a par-

tir de la bibliografía al respecto. Las instituciones "totales" de Goffman son

estmcturas que abarcan mucho, muy segregadas de los ambientes y que

integran estráchamente varios aspectos de la üda en torno a un plan singu-

lar (Goffrnan, 1961). Berger y Luckmann proporcionan imágenes más ge-

nerales cuando sugieren que'la institucionalización total es, arquetípica-mente, liturgia -la ausencia total de "acción"-. Todos los "problemas" son

comunes; todas las "soluciones" se construyen y materializan socialmente;

todas las expectativas son comunes y públicamente hegemónicas (Berger y

Luckmann, 1967, p.80).zt gott la institucionalización total, "la única con-

tribución distintivá que un individuo puede hacer está en la habilidad y el

estilo de ejecución" (Shibutani, 1986, p' 16).

Estas imágenes sugieren que quizás sea posible concebir ryej?r los gra-

dos de institucionaliiación en términos de una vulnerabilidad relativa a la

intervención social. Una institución está altamente institucionalizada si

presenta un umbral de acción colectivo casi insuperable, un problema de

acción colectiva muy grande debe ser enfrentado antes de permitir la inter-

vención en, y la obstrucción de, los procesos reproductores'Es menos probable que una institución determinada sea lulnerable a Ia

intervención si se halia más incorporada en una estructura de institu-ciones. Se halla más incorporada si ha estado instituida por largo tiempo(de manera que otras prácticas se han adaptado a ella) o está establecida

más centralmente dentro de una estmctura (de manera que está muy arrai-

gada). Se halla más incorporada si está integrada dentro de una estructura

ior medio de explicaciones unificadoras basadas en principios y reglas co-

*.rn"r. Además, cuanto mayor sea el vínculo de esta institución con las

restricciones concebidas para ser socialmente exógenas -es decír, ya sea a

una autoridad moral (trascendental) socialmente exógena o a las supuestas

leyes de la naturaleza- menor será la vulnerabilidad ala intervención.zz-nl

grado de institucionalización depende también de Ia forma en que se da

institucionalización con una mayor adaptación, complejidad, diferenciación, aisiamiento y

uÁficacl¿n. También dice cómo hacer operatiuas estai ideas, para comparar la institucionali-

iu.iO" ¿. los reglmenes gubemamentales. Welfling (1973) usa el trabajo deHuntington en un

"rtuai" empiricó de la iñstitucionalización en losiisternas de partido en Africa. Las ideas de

ftutti.rgtot pueden tener una utilidad más amplia, pero parecen requerir mayor ajuste y

n.nrrulídud.'Wurhnow (1987), capÍtulo 8, discuie la institucionalización de la ciencia en el

;üi; ;;; y iu u*.i" con la auronómía organizacional, la obtención de una base de recursos,

eliesarrollo de un sisterrra interno de comunicación y organización y la legitimación externa.

lfr.l* v ói"rU"rg t f SSSI proporcionan una_ discusién pÁrspicaz, pero conrpletamente infor-t""i, á. t;i""ituiionalllaiiOn d"l .égim"n de Reagan", asociando la institucionalización con

una coalición de recursos segura, desómpeño exitoJo, control de la agenda, ideología legitima-

J;;;;"liil"s que benefici"aban a sus partidarios. (Sin embargo, como ocurre con muchos

ñ;;"i¿¡ este pioblema, tienden a confundir la institucionalización con la supervivencía.)'- it Cotnpu.", i'Cuando iodo está institucionalizado, no se necesita ninguna historia u otros

mecanismos de conservación:'La institución lo dice todo"'(schotter, 1981, p. 139).-- , co-pu." con lo que dice Mary Douglas (198ó,-pp. 46 ss., yo_parafraseo): una convención

está institucionalizada si cualquieipregrinta sobre lá misrna recibe una resPuesta que discute

la naturaleza del r¡niverso'

Page 89: El Nuevo Institucionalismo

206 REFINAMIENTo DE LATEonfRrNsrIrucIoNar

por hecho. Si los miembros de una colectividad dan por hecho una institu-ción porque no están conscientes de ésta y por tanto no la cuestionan, oporque se ha intermmpido cualquier propensión a ponerla en tela de juiciodebido a la eliminación de instituciones o principios alternativos (por ejem-plo, al quitarles legitimidad mediarrte referencias a la ley natural o espiri-tual), la institución será sin duda menos vulnerable al reto y la intervencióny tendrá más probabilidad de perrnanecer institucionalizada.23

Er ca¡usto INSTITUCIoNAL

Existen distintos tipos y procesos de cambio institucional. Si recordamos elprincipio de que cada entrada es una salida de algún otro lugar, se puedendistinguir cuatro tipos importantes de cambio institucional: la formacióninstitucional, el desarrollo institucional, la desinstitucionalización y lareins titu cion alizacíón.2 a

La formacién institucional es una salida de la entropía social, o de patro-nes de comportamiento no reproductores, o de patrones reproductoresbasados en la "acción". Ejemplos de estas tres salidas, respectivamente,podrían ser la institucionalización del ego, ya que se diferencia de la natu-ralezay de los dioses (por ejemplo, en el periodo griego [Snell, 19ó0]), de lasexualidad (como lo discuten Foucault, 1978, o Elias, 1978) y del conflictode clases (Dahrendorf, 1964).

El desarrollo institucional (o la elaboración) representa la continuacióninstitucional más que una salida -un cambio dentro de una forma institu-cional-. Un ejemplo podrÍa ser la expansión de la ciudadanía, tal como laestudia Marshall (1964).

La desinstitucionalización representa una salida de Ia institucionaliza-ción hacia la reproducción por medio de la acción recurrente, o de patro-nes no reproductores, o de entropía social. Ejemplos de ésta son las crecientesdesinstitucionalizaciones de género, o de las estructuras corporativas de lacomunidad, como medios socioorganizacionales centrales.

La reinstitucionalización representa la salida de una institucionalizacióny la entrada.a otra forma institucional, organizada en torno a diferentesprincipios o reglas. Un ejemplo de la reinstitucionalización de una fuerzasocial persistente es la larga transformación de la religión en las sociedadesoccidentales, registrada en las discusiones sobre la secularización.

Existen formas distintas en que las instituciones, una vez establecidas,pueden cambiar (por ejemplo, desarrollarse, desinstitucionalizarse, reinsti-tucionalizarse) (véase Ia discusión general de Eisenstadt, 1968, pp. 418-420).Las instituciones pueden desarrollar contradicciones con sus ambientes (talcomo se describe en el pensamiento ecológico), con otras instituciones (como

zr Meyer, Boli y Thomas (1987), p. 37, discuten la eliminación de alternativ¿s.24 DiMaggio (1988a) proporciona una lista similar.

INSTITUCIONES, EFECTOS INSTITUCIONALESEINSTITUCIONALISMO 207

lo describe Marx) o con el comportamiento social elemental (descrito por

Homans, 1961, capítulo 16; véanse también Friedland y Alford, capftulo xde este libro). Estas contradicciones o, en forma separada, los choques am-

bientales exógenos pueden forzar el cambio institucional al obstaculizatlaactivación dJ los procedimientos reproductores o al obstruir la termi-

nación exitosa delos mismos, y deoesta manera modificar o destruir la

institución. Las instituciones pueden incorporar también un cambio en-

dógeno: por ejemplo, la racionalidad procesal, como institución social en sí,

impulsa al cambio social al hacerlo mtinario.

Los errcros INSTTTUcIoNALES Y EL INsrmucIoNALIsMo

Los efectos institucionales son los que presentan a las instituciones como

causas. Los efectos institucionalés imaginados pueden ser sobre las institu-

ciones, como variables dependientes (pongamos por caso Ios efectos del

Estado en la ciencia), o sobre variables dependientes que no están repre-

sentadas en sí mismas como instituciones (por ejemplo, los efectos de los

cambios en el sistema educativo sobre las opciones del consumidor). De

esta manera se pueden identificar dos clases importantes de efectos institu-

cionales.Las explicacion¿s institucionales son las que describen e-fectos institu-

cionales, o que ponderan altamente los efectos institucionales en relación

con otros efectoi, o que separan las características institucionalmente cau-

sadas de un objeto analitiio. Por tanto, las teorías institucionales son las

que incluyen las explicaciones institucionales. El institucionalismo es una

est..te4á teórica que incluye las teorías institucionales y busca desarro-

llarlas y aplicarlas.Tal vez se entienda mejor el institucionalismo por su contraste con otras

líneas de teoúa. Una manera de diferenciar los argumentos sociológicos es

observar el grado en que representan las unidades como socialmente cons-

truidas y por los niveles de análisis que emplean con más frecuencia en

,,r, p.oioilciones causales. La dimensión de "niveles" distingue, más o

*".r'or, entre las imágenes metodológicamente estructuralistas y las indi-vidualistas; la dimensión de "construcción" distingue entre las concep-

ciones fenomenológicas y las realistas de las unidades y los procesos causa-

les. Estas dos dimensiones permiten un cuadro sencillo de líneas de teorla(véase figura v.t).2s El institucionalismo considera las instituciones causas,

de manera que necesariamente hace hincapié en la alta construcción social

y en los efectos de orden más alto. Así, en los nombres que se emplean en

lsta sección, el institucionalismo tiende a ser tanto "fenomenológico" como

"estructuralista". Trato en primer lugar estas dos dimensiones en forma

2s En la preparación de esta figura, me he servido de conversaciones con John W. Meyer'

Page 90: El Nuevo Institucionalismo

208 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

Niveles de análisis considerados

Orden bajo(individualista)

I

"Cultura organizacional";interacción simbólica

2

Institucionalismo

3

Actor y/o tentativas de reduc-ción funcional; economjaneoclásica; psicología de laconducta; casi toda laeconomf a neoinstitucional;alguna teorla de redes

4

Ecología social; dependenciade los recursos; algunateorla de redes

Flcune Y .1. L{nea de teoría en el andlisis de la organilación.

abstracta y después explico cada celdilla de la figura con ejemplos; hago undesarrollo completo de la celdilla del institucionalismo.

Las unidades altamente construidas de manera social se oponen a lassupuestamente naturales o no contextuales. Es decir, una construcción altadenota que se considera a los objetos sociales que se eslín investigando pro-ductos sociales complejos que reflejan reglas e interacciones específicas decontexto. En las imágenes de construcción baja (en este texto, "realistas"),las unidades pueden entrar en las relaciones sociales que influyen en sucomportamiento, pero las unidades en sí están socialmente predetermina-das, son autóctonas.2ó En Ias imágenes de construcción alta (en este texto"fenomenológicas"), la existencia de las unidades en sí es una creación so-cial de estructura específica -en el lenguaje fenomenológico, las unidadesestán "constituidas"-. Por tanto, a estas unidades también las puedeninfluir por separado las relaciones sociales.2T En las imágenes de construc-ción alta, no se pueden aislar los "fundamentos" de la subunidad de Ia or-

2ó No estoy satisfecho con el calificativo "realista", pero no tengo una mejor alternativa. "Elrealismo" ha tomado las connotaciones que deseo sugerir. De hecho, hay dos formas distintasde realismo. La primera, un realismo naturalista, ejemplificado en los argumentos de tipo deselección racional, que ve las unidades como si tuüeran una alta a¡..¡tonomía social y las re-presenta como bloques de construcción primordiales de la estructura social. La segunda, elrealismo estmctural social, que considera que las unidades están muy restringidas por lasposiciones que ocupan dentro de las redes de estatus y funciones (por ejemplo, White,Boorman y Breiger, 197ó). Pero estos últimos argumentos siguen siendo una variante delrealismo porque no ven las unidades mismas (o las redes) como resultados de la construcciónsocial o de los procesos de constitución. Consideran que las redes representan patrones "con-cretos" de intel'acciones (una palabra común que indica imágenes realistas); las unidadesünculadas por estas redes de infraestructura son exógenas a la teoría.

27 Los argumentos fenomenológicos permiten dos tipos diferentes de efectos instituciona-les: las instituciones pueden actuar como reglas o instrucciones que generan y definen objetossociales; pueden actuar en forma independiente como reguladores de los procesos sociales.Compare con la obra de Fararo y Skvoretz (1986, p.243).

Grado en que lasunidades se construyensocialmente

Construcción alta(fenomenológica)

Construcción baja(realista)

Orden alto(estructuralista)

INSTITUCIONES, EFECTOSINSTITUCIONALESEINSTITUCIONALISMO 209

ganización social; más bien, se buscan reglas profunda.s o centrales' Las

imágenes causales son muy diferentes: una base natural, una superes-

tructura social en líneas realistas; en las fenomenológicas, un sistema esta-

blecido en programas sociales. Las distinciones idealista/materialista o

estructura./agencia convencionales (y dudosas) no registran esta diferenciafundamental.28

Por niveles de análisis, la segunda dimensión, me refiero a los niveles de

organización social considerados con más frecuencia en las proposicionescausales, es decir, órdenes de organización más altos contra más bajos. Esta

dimensión trata de las diferencias sobre la forma en que oculTen Ia influen-cia social o los procesos de construcción. Las líneas metodológicamente in-dividualistas tratan de recurrir sólo a órdenes bajos de organización socialen sus explicaciones y de esta manera buscan explicaciones de un solo nivel;por tanto, relativamente dan primacía causal a microórdenes sobre más

macroórdenes de organizaeiór.. Las líneas estructuralistas permiten efectos

independientes e inmediatos de múltiples órdenes de organización y, a me-

nudo, aunque no necesariamente, perciben los órdenes más altos como si

tuvieran un mayor potencial causal que los órdenes más bajos'2eLa figura v.1 se puede usar en forma muy general, pero aquí sus celdillas

presentan ejemplos a partir del análisis organizacional. Considérense Ios

conceptos de las celdillas tendencias típicas ideales. Por ejemplo, Ias líneas

de teoría representadas en la celdilla 3 -construcción

baja y orden bajo:individualista"/realista- tratan de reducir las propiedades organizacionalesdirectamente a unidades primitivamente sociales (construcción baja),vinculadas principalmente por interacciones dentro de un solo orden de

organización, por Io general bajo. Con valores bajos en ambas dimensio-nes, los conceptos de las celdillas, lo que no es sorprendente, tienden a venirde fuera de la sociología -estas

líneas de razonamiento, en extremo (por

28 Así, esta dimensión de "construcción" no se debería concebir como si representara las

diferencias de "dónde Irazar la línea de lo exógeno/endógeno" o dónde detenerse en la expli-cación. La dimensión registra diferencias rnucho más importantes: las diferencias sobre loque es la exogeneidad. En líneas "realistas", el campo exó_geno (de las variables explicativas)¡io es social i-formado de estados psicológicos no sociales o elementos dados por la natu-raleza (véase Langlois, 198ó, capítulo 10, sobre las aspiraciones de exogeneidad en la teoríageneral del equili6rio)*. Los argumentos "fenomenológicos" difieren p-orque dudan empírica-irente del supuesto carácter no social de las variables exógenas del realista y, de esta manera,restringen en gran medida la gama de las variables exógenas no _sociaies. En los argumentosfenománológióos, las variablei exógenas que dan lugar a variables, endógenas sociales tam-bién pueden ser sociales -pero están representadas en un nivel diferente de organizaciónsociai, o reflejan alguna dimensión distinta de la sociabilidad, de la reflejada por las variabiessociales endógenas-.

¿s El estructuralismo niega que la microtraducción (Collins, 1981) de un efecto estructuralsea equivalente a un conjunto de variables macroorganizadas vinculadas-p-or una micro-rrelación mediadora (y de esta manera negaría la forma en que Coleman [198ó] trata los efec-

tos estructurales). La diferencia entre esté estructuralismo metodológico y e.l individualismose centra, por consiguiente, en el número y la interpretación adecuada de los efectos de com-posición en los órdáes sociales. (Véase Mayhew, 1980, para una peculiar polémica en favordel estructuralismo metodológico.)

Page 91: El Nuevo Institucionalismo

210 REFINAMIENTO DE LA TEORfA NSTITUCIONAL

ejemplo, en la teorla neoclásica de la empresa), no admiten contenido ni

"itrutt,r.u sociales-. De manera que las empresas en esta línea de razona-

rniento Se representan como unidades que muestran poca construcciónsocial (en el óaso extremo, como "cajas negras"), que se influyen principal-mente entre sí (unidades homogéneas) y que están unidas por procesos

causales que actúan a través de órdenes de organización bajos (en el caso

extremo, por medio de mercados concebidos como contenedores de agre-

gados sin gran estructura).3OLas líneas de razonamiento en la celdilla 4 (niveles más altos, construc-

ción baja: estructuralista/realista) difieren de la celdilla 3 principalmenteporquelntroducen en sus imágenes causales órdenes de organización adi-

cionales y más altos. En estas líneas, Ias empresas pueden ser la contraparteorganizacional de las "moscas de la fruta" -es decir, en gran medida, enti-

daáes naturales-, pero se enfrentan a ambientes con importante estructuray heterogeneidad (por ejemplo, múltiples tipos de restricciones de recursos y

ielecciói, representados en órdenes de organización diferentes ---como en la

dependencii respecto de los recursos y las ideas ecológicas-). Los lazos de

intlracción pueden ser redes que vinculan unidades heterogéneas (por ejem-

plo, empresas con individuos o Estados, así como con otras empresas).- Las líneas de razonamiento en la celdilla 1 difieren, de otra manera, de

las de la celdilla 3. En estas lÍneas de razonamiento individualista,/fenome-nológicas, envez de agregar niveles y considerar efectos causales de orden

más alto, las ideas de la celdilla 1 se apartan de las imágenes de Ia "caja

negra". Aqul las empresas pueden ser historias o culturas. En las psicolo-

glas socia[es inspiradas fenomenológicamente, por ejemplo -como en las

ideas de Weick (19ó9) o en la investigación de la "cultura organizacio-nal"-, las entidades vinculadas entre sí están altamente constmidas: porejemplo, identidades o funciones con historias locales complejas y con

.á.á.t". específico. Sin embargo, en la dimensión de "niveles", las ideas de

la celdilla 1 son paralelas a las de la celdilla 3. Las imágenes causales típi-camente recurTen al análisis de nivel individual y no al de varios niveles, y

las fuerzas causales primarias que se mencionan parecen actuar en un nivelrelativamente local, vinculado a un conjunto de unidades muy homogéneas(pongamos por caso, la negociación local de identidacies o los efectos de la

cultura organizacional pasada sobre la presente).La celdifa 2 representa el institucionalismo (orden alto y'construcción alta:

estructuralista/fenomenológica), que se aparta de las tentativas de reducciónde la celdilla 3 en ambas dimensiones. En las imágenes institucionalistas,las empresas pUeden estar, entre Otras CoSaS, incorporadas en teorías cul-turalei de la organizaci64(March y Simon, 1958, pp. 2-4; Stinchcombe,1973; Meyer y Rowan, capítulo I en este libro). Algunos ejemplos del ins-

30 La economfa neoinstitucional, tal como la representa, por ejemplo, Williamson, comien-za a apartarse de la celdilla 3 a lo largo de la dimensión de "constmcción", pero pern¿¡nece engran medida dentro de esta celdilla.

INSTITUCIONES, EFECTOSINSTITUCIONALESEINSTITUCIONALISMO 211

titucionalismo pueden ayudar a aclarar sus características. Comienzo conalgunos ejemplos de fuera del análisis organizacional y después sugiero al'gunos dentro del mismo.

En la sociología histórica, el institucionalismo es manifiesto en Ia investi-gación recientemente retomada de la formación y desarrollo del capitalismo,el individualismo y la democracia. Por ejemplo, son característicamenteinstitucionalistas los argumentos de que el individualismo surge comoparte de marcos políticos y religiosos colectivos (y en parte de contenidossustantivos de la doctrina cristiana), más que de agregaciones de las reac-ciones de las personas a las experiencias sociales inmediatas al micronivel.También lo son los argumentos que sostienen que el cristianismo es unafuerza impulsora en el desarrollo del capitalismo occidental, no sólo por-que "pacifica" las relaciones sociales al proporcionar un marco normativo(Mann, 198ó), sino por Ia constmcción y el estímulo de relaciones económi-cas por medio de principios culturales institucionalizados especfficos(Meyer, 1988a). Los argumentos institucionalistas se manifiestan en lasdescripciones de la "modernización" como la incorporación de un paqueteideológico de instituciones y explicaciones, en vez de un efecto de umbralde Ias experiencias y reacciones acumuladas (Inkeles y Smith, 1974). EnIapsicología social, Swanson, Goffman y Berger y Luckmann desarrollaronlíneas institucionalistas al hacer hincapié en cómo la variación en los tiposde colectividad puede constituir formas diferentes del ego (por ejemplo,Swanson, 198ó; GofÍman, 1974; Berger, Berger y Kellner, 1973). Son mani-fiestos también argumentos institucionalistas diferentes en el estudio de las

instituciones mismas, como la educación o la familia. Obsérvese el argu-mento de que la educación afecta la sociedad no sólo en forma indirectapor medio de la socialización o el acreditamiento de los individuos, sinotambién directamente por los efectos de la educación (orden y construcciónsocial más altos) sobre otras instituciones, por ejemplo, por medio de lacreación de una sociedad instruida, las teorías del personal y una "políticacientífica" (Habermas, 1970; véase también Meyer, 1977).

Este libro proporciona varios ejemplos de argumentación institucionalis-ta en el análisis organizacional (y Scott, en el capítulo vl de este libro, clasi-fica una serie de mecanismos causales institucionalistas). La atencióninstitucionalista sobre la construcción y sobre los efectos de orden alto"semanifiesta en su repetida insistencia en la dependencia de la organizaciónformal respecto de las condiciones institucionales especiales (por ejemplo,Stinchcombe, 1965; Meyer y Rowan, capítulo I de este libro); en argumen-tos acerca de la incorporación de prácticas organizacionales que provienende los ambientes en vez de la generación intraorganizacional de esas prác-ticas (Tolbert y Zucker, 1983); en la insistencia institucionalista sobre elsignificado de los nexos sociales y ecológicos entre las organizaciones (porejemplo, DiMaggio y Powell, capltulo u de este libro; quizas también White,1981); en el argumento de que las diferencias entre las empresas de las na-

Page 92: El Nuevo Institucionalismo

212 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

ciones-Estado pueden representar ejemplos de formas de organización más

amplias específicas para Ios tipos de organizaciones políticas (Jepperson yMeyer, capítulo vIII de este libro); en la sugerencia de que si bien en lassociedades contemporáneas pueden abundar las organizaciones, y de que,

si bien Ia organización formal puede ser una institución dentro de las mis-mas, lo mejor no es considerar a estas sociedades "sociedades de organiza-ciones" (Jepperson y Meyer, capítulo vlu de este libro).

Estos argumentos institucionalistas por lo general no sólo hacen hin-capié en la cualidad estructuradora de las reglas o las estructuras; tambiénasignan una importancia causal a los contenidos sustantivos especiales de

las reglas empleadas -los marcos son no sólo estructuras formales-'Fararo y Skvoretz distinguen ventajosamente la teoría institucional de Ia

de redes al indicar que los argumentos institucionales son estn-icturales ytambién "[preservan] el contenido de la acción y Ia interacción sociales";"las relaciones sociales son estrrrcturas de control llenas de contenido"(Fararo y Skvoretz, 198ó, pp. 242,230). Por ejemplo, se puede observar laimportancia que se asigna a la historia social de elementos; en la práctica,esto puede equivaler a tomar variables retrasadas dependientes como cau-sas. Además, la insistencia en la construccién hace que se preste atención a

la reflexión social de suyo como una fuente independiente de estructu-ración social, es decir, el funcionamiento del análisis sociai públicamentenotable de los procesos sociales y a la disertación sobre los mismos, comosi fueran, por sí mismos, una fuerza de estructuración potencial.3l En esta

dimensión (grado de construcción), los argumentos institucionalistasdifieren notablemente de aquellos que postulan unidades con experiencias,reflexiones, elecciones, preferencias y acciones que surgen naturalmente yson en gran medida autónomas -tanto al poner en duda la autonomía y el

inevitable surgimiento, como al cuestionar y restringir, independiente-mente, la potencialidad causal de estos elementos no (o menos) construi-dos*. No se consideran primordiales el actor ni la actividad; por tanto,hay muy poca tendencia a considerarlos fundamentales en la estructurasocial. En las imágenes institucionalistas, las reglas o los marcos son loselementos básicos de la estructura social y no uná cl4se de subunidadesasociales.

En su insistencia sobre las relaciones causales a multinivel y sobre los

efectos altos o de macroorden, el institucionalismo difiere de los argumen-tos que dependen principalmente de los procesos globales (por ejemplo, Ia

colectividad en gran medida como un resultado adicional de los estados de

micronivel), de las descripciones "demograficas" de la estn¡ctura (caracteús-

3t Así, las proposiciones institucionales incluyen (pero no se limitan a) las "teorías de losefectosdelaieorización"(Bourdieu, 1977,p. 178).Porejemplo,Pfeffer,ensutextosobreelanálisis organizacional, siguiendo a Zucker, da varios ejemplos de los efectos institucionalesque ocurren porque los miembros de la organización consideran un proceso como si estuvierainstitucionalizado en la estructura formal (Pfeffer, I 982, pp. 241 , 242 ' 244).

INSTITUCIONES, EFECTOSINSTITUCIONALES EINSTITUCIONALISMO 213

ticas estructurales que reflejan partes relativas de conjuntos de subunidades

fstinchcombe, 1968, capítulo 3]) y de los modelos causales que presentanen gran medida explicaciones en un solo nivel (pongamos por caso los re-sultados a micronivel asociados con causas a micronivel). Los efectos de

un orden más alto pueden funcionar de manera contextual o ambiental ocomo un efecto estrictamente colectivo, es decir, como en los efectos de un"centro" o núcleo de un sistema, representado como un orden de organi-zación más alto, sobre una periferia del sistema.

Er NsrnuctoNALISMo Y Los AcroREs

Esta discusión ha procurado explicar el carácter distintivo del institucio-nalismo en el análisis organizacional y relacionar estas propiedades con uninstitucionalismo general en la ciencia social. Obsérvese que no he tratadode evaluar los méritos relativos o el éxito explicativo del institucionalismo en

comparación con las otras líneas de razonamiento representadas en Ia fi-gura v.1 (aunque he sugerido algunas distinciones que deberían tener utili-dad inmediatapara evaluar la condición lógica de varios argumentos).Tampoco he tratado de evaluar el alcance de las relaciones de las diversaslíneas, es decir, determinar si las líneas de teorla compiten directamente, o

tienen diferentes explicaciones, o revelan complementariedades. Sin em-bargo, por lo menos¡ Ia discusión anterior debería generar fuertes sospe-chas sobre las oposiciones comunes a los argumentos institucionales y alos del "actor" o del "interés". Este contraste puede hacer confundir diver-sas cuestiones muy distintas.

Considérense los argumentos institucionales y de "elección racional"; a

menudo se dice que existen bajo una clara oposición. Pero obsérvese que losargumentos de elección racional autopromulgados con frecuencia incluyenrestricciones institucionales (en relación con los costos de oportunidad)como causas centrales (Friedman y Hechter, 1988; Elster, 1986), y los argu-mentos institucionales frecuentemente recurren a respuestas que se adap-tan al cambio en las condiciones institucionales (véase Scott, capítulo vl en

este libro). ¿Estas dos líneas de razonamiento equivalen realmente a para-digmas competitivos? Por otro lado, para mencionar sólo dos alternativas,pueden representar formas competitivas para indicar efectos institucio-nales, o reflejar desacuerdos sobre los microfundamentos adecuados de los

macroefectos. Las obras sobre el tema no lo aclaran.Algunas cuestiones parecen claras. El institucionalismo, como cualquier

conjunto de argumentos causales, debe ser capaz de proporcionar una"microtraducción" (Collins, 1981) de sus proposiciones, es decir, muestrasde procesos en un nivel más bajo incorporados en los efectos de.un ordenmás alto (de hecho, enunciados acerca de ias actividades o conductas de

las personas). Algunas líneas institucionalistas de razonamiento -en par-

Page 93: El Nuevo Institucionalismo

214 REFINAMIENTO DE LA TEORIA INSTNUCIONAL

ticular el institucionalismo temprano de, por ejemplo, Durkheim, o losargumentos institucionalistas de Parsons, o el institucionalismo primitivode los estudios de "cultura y personalidad" descuidaron en gran medida lamicrotraducción o no pasaron su prueba (por ejernplo, los argumentos de

socialización de la niñez de los primeros estudios de la cultura/personali-dad). Pero los nuevos institucionalismos no parecen menos capaces de pro-porcionar microtraducciones que los argumentos no institucionalistas,aunque podrían proporcionar algunas diferentes. El institucionalismo puede

no proponer argumentos convencionales sobre los "actores" o la "acción"(me referiré a esto más adelante), pero esas convenciones de ninguna ma-nera definen la totalidad de los argumentos causales legítimos.32 De modosimilar, las tentativas exitosas de influencia de un "actor" delimitado, que

tiene un "interés" específico, representan sólo una categoría de las posibles

explicaciones del cambio social y no es necesario que los argumentos exito-sos de cambio se limiten a ella. El institucionalismo también aporta unconjunto distintivo de ideas a la clase de argumentos de cambio (por ejem-plo, la idea de la contradicción institucional, en Marx, o en Friedland yAlford, capítulo rX de este libro). (Véase la sinopsis de los mecanismos cau-

sales institucionalistas que presenta Scott en el capítulo vl de este libro.)La conceptualización sugerida en la sección 1 anterior opuso la institu-

cionalización, en parte, a la "acción" -s¡ el sentido especlfico ahl defi-nido-, pero no a los actores. Los argumentos institucionales no necesitanestar directamente en contraste con las explicaciones del actor y del in-terés; más bien, representan, en parte, una línea distinta de razonamientosobre los actores y los intereses. Las explicaciones institucionales argu-mentan, como se discutió antes, que no se pueden representar los actorescomo elementos fundamentales de la estructura social.33 Sugieren, demodo recurrente, que los orígenes y el funcionamiento de los actores y losintereses son altamente institucionales y, además, que en las formas de

organización política modernas a menudo son ellos mismos institucionesconstruidas (por ejemplo, en Jepperson y Meyer, capÍtulo uII de este libro).El institucionalismo sugiere que los sistemas sociales varían en la medidaen que los actores llevan a cabo la "acción", en el séntido canónico de los

¡z Necesito reiterar que la microtraducción se debe distinguir claramente de la microrre-ducción. La capacidad para esa traducción es un requisito para una teoría causal y una pro-tección contra la ofuscación; la reducción, en contraste, representa quizás una aspiraciónteórica final, pero no es un requisito para una adecuación teórica. Además, proporcionarmicrotraduccibnes no requiere la existencia de microfundamentos, si se toma este término li-teralmente. Los fundamintos pueden ser una metáfora engañosa para la ciencia social. Loscimientos de un edificio pueden existir sin una superestructura; en el mundo social, sin em-bargo, los "fundamentos" típicos imaginados no tienen la capacidad para subsistir libremen-te. Este punto subyace en lá crftica mordaz de Marx al razonamiento.de "Robinson Crusoe"en la ecónomla clásica y detrás del recordatorio de Durkheim de que no habrla un "indiüduo"moderno sin el "culto" (colectivo) del indiüdualismo.

¡: Cabe señalar que las personas son los únicos elementos ontológicos de la estructura so-cial -a menos que, por supuesto, sigamos a Hegel-. Pero éste es un asunto completamenteaparte de las cuestiones epistemológicas y metodológicas que estamos discutiendo.

INSTITUCIONES, EFECTOSINSTITUCIONALESEINSTITUCIONALISMO 215

egoístas racionales autónomos, que actúan en capacidad privada. En los

,irt"*ur modernos, agentes colectivos autorizados de una u otra clase lle-

van a cabo gran parte de la acción. Los sistemas también pueden variar en

la cantidad de "acción" que sustentan y en el grado en que la reproducciónsocial depende de la acción, en relación, por ejemplo, con los procesos

institucionales.A menudo las referencias a la acción se convierten en la analogía teórica

social de la invocación automática (y no explicativa) del economista a las

preferencias y la utilidad. En respuesta, el institucionalismo ha tendido a;'desenfocar" intencionalmente a los actores (DiMaggio, 1988a), porqueparece que el enfoque indebido en los actores ha perjudicado la produc-iiOtt d" L sociología. Pero esta discusión todavla no está bien desarrolladapor los que se hallan dentro ni por lo que se hallan fuera del instituciona-iis*o, de manera que el debate de estos asuntos ha sido superficial.

REcA.prrut¿clóN

Las instituciones y los efectos institucionales son la parte central de la socio-

Iogía general, envez de ser periféricos o de competir con ella. Los efectos

inititucionales no deben asociarse estrechamente con las explicaciones de

estabilidad ni se debe creer que son irrelevantes para el cambio; las ins-tituciones pueden ser fuentes poderosas de estabilidad y cambio. Y aunque

la institucionalización se puede oponer, en parte, a la "acción", no se distin-gue bien de los efectos del actor o del interés.

En esto hay ironfas. Quizás Ia discusión de las instituciones y la acciónno ha sido suficientemente desarollada debido a los procesos institucio-nales. La materialización de la acción que durante muchos años ha des-

arrollado la sociología estadunidense (Münch, 198ó), arraigada en la matrizinstitucional más amplia de la sociedad de los Estados Unidos, ha fomen-

tado que se dé por hecho a la acción y simultaneamente ha obstaculizadolapercepción de los efectos institucionales por parte de los especialistas.

REcoNocIMrE¡TrOS

Este capítulo refleja la discusión o correspondencia del autor con ElaineBackman, Randall Collins, Carol Conell, Walter W. Powell, John W. Meyer,

David strang y Morris Zelditch, Jr. También se benefició de los comenta-

rios escritos de Carol Conell, Paul J. DiMaggio y Francisco Ramírez sobre

una versión anterior. En el texto se proporcionan reconocimientos más

específicos.

Page 94: El Nuevo Institucionalismo

VI. RETOMANDO LOS ARGUMENTOS INSTITUCIONALES

W. Rrcn.mp Scorr

El ors¡n¡ollo de una nueva estructura teórica requiere aptitudes y esfuerzosdiversos. Existen las intuiciones creativas de los fundadores, las aplicacionesimaginativas de los nuevos conversos, los diseños y pruebas meticulosos delos investigadores empíricos y los desafíos y dudas expllcitos de los críticos.Todo lo anterior contribuye al proyecto.

Sin embargo, otro tipo de esfuerzo constructivo incluye la tentativa deaclarar los argumentos y distinguir entre la variedad de trabajos dentro de laestructura teórica. A medida que aumentan las teorías, son también másdiversas. Se desarrollan argumentos genéricamente similares, pero diferen-tes. Se debe prestar más atención a la consolidación de argumentos exis-tentes y a la aclaración de argumentos nuevos y variados. Si bien estasactividades pueden ser menos estimulantes y palpables que las que com-prenden la generación de argumentos o aplicaciones nuevos, no dejan deser esenciales para el progreso del proyecto teórico.

La teoría institucional, como Ia han desarrollado y aplicado los sociólo-gos interesados en el análisis de las organizaciones, ha crecido rápida-mente en Ia última década.1 Ha habido un desarrollo y una diferenciaciónteórica suficientes, de modo que se hacen más necesarios y valiosos losesfuerzos para evaluar y consolidar las contribuciones anteriores -paraproporcionar una base más firme a los desarrollos actuales y futuros-.Éste es ei trabajo que me propongo ofrecer en el presente capítulo.

Este capítulo se divide en dos partes. En Ia primera trato de describir loscambios que han ocurrido en diferentes épocas en las formas en que los teó-ricos organizacionales han concebido los ambientes dentro de los queactúan las organizaciones. En particular, hago hincapié en la introducciónde elementos culturales y estructurales y en los cambios en el nivel de aná-lisis. Existen diferencias en las formas de concebir qué tan diversos son loselementos simbólicos y culturales implícitos y cómo se deben limitar los am-bientes organizacionales. En la segunda sección analizo los estudios empí-ricos recientes de los efectos institucionales con el propósito de examinarqué argumentos causales preparan los investigadores a medida que tratande explicar cómo influyen los ambientes institucionales en las formas y

I Los desarrollos relacionados con la ciencia política (por ejemplo, March y Olsen, 1984) y laeconomía (por ejemplo, Williamson, 1981) se excluyen del análisis. Estas variantes recurren yse apartan a la vez del trabajo sociológico en formas demasiado complejas para analizarlas eneste capítulo.

RETOMANDO LOS ARGUMENTOS INSTITUCIONALES 217

funcionesorganizacionales.Seidentificanydiscutenvariosmecanismoscausales diferentes.

LA coNCEPcIÓN ne l-os AMBIENTES oRGANIZACIoNALES

I'a reconceptualizoción de los elementos ambientales

Basado en una distinción propuesta por Zucker (1987) en su reciente

resumendelateoríainstitucional,meconcentroprincipalmenteenlalíneade trabajo que se o""pu á"f examen de los efectos que suscitan los am-

;i";; ilütrr.io.rul"i sobre las estructuras organizacionales' en vez de

estudiar la generaciórrinterna de formas institu¿ionalizadas dentro de las

organizaciones'Quízála contribución individual más importante de los teóricos institu-

cionalesalestudiodelasorganizacioneseSsureconceptualjzacióncielosambientes d" tt, o.guJ'*ñ_-"tt' Con el advenimiento y difundida adop-

ción de modelos d" ;i;";; uüi"r,o, de las organizaciones durante Ia

década de los sesenh: fu; evidente la importancia de los factores ambien-

tales en la configura"iOtt y apoyo de las formas organizacionales' Sin em-

bargo, los primeros modtlos subrayaban los aspectos técnicos -recursosque se requieren en el sistema de producción de la organización para

transformar los insumos en utilidadés-. Aunque algunas versiones consi-

derabanlosambient",zu""'"tdeinformación'esteconceptoseinteraretólimitadamente para iJ""tlficu' el conocimiento requerido en el proceso de

producción -pt. "j;;;ú, la posibilidad de predecir los. insumos; el co-

:;J;.";d" i;i;;;;. J"',.^"ra y efecto; las posibilidades de analizar

los procesos d" Urirq"-"átl' t-p"tuúa Ia tecnología y se creía que confi-

g,r.ub. la estructura organizacional'

Introducción de elemento s culturales

En 1.977 , el trabajo de Meyer y Rowan destrozó esta hegemonía concep-

tual, aunque re"u..iá t utti"""d"t'tes importantes' Su influyente artículo

iülof. atención sobre el aspecto descuidado de los ambientes: creencias'

reglas y funciones i"tri,"tiá"ttlizadas -elementos simbólicos capaces de

afectarlasformasorganizacionalesindependientementedelascorrientesde recursos y los requerimientos técnicos-'

En su concepto de institucionalización, Meyer y Rowan se apropiaron de

la definición y ,rro a" n"rger y Luckmann (19ó7)' quienes hacen hincapié

en que los sistemas .ág*J"itlíos compartidos' a pesar de qye los humanos

los crean en interacción, llegan u "onrid..u.se

estmcturas objetivas y exter-

nas que definen la realiáad locial. cuanto más institucionalizadas estén las

216

Page 95: El Nuevo Institucionalismo

218 REFINAMIENTO DE LA TEORÍA INSTITUCIONAL

categorÍas cognoscitivas y los sistemas de creencias, las acciones humanasson más "defendidas por una esfera cadavez más amplia de rutinas que se

dan por hecho" (Berger y Luckmann , 1967 , p. 57).Aunque en su trabajo fundamental Berger y Luckmann se interesaban en

identificar y describir los procesos generales por los cuales se constmye yse mantiene la realidad social, en un trabajo subsecuente Berger y sus cole-gas se concentraron en el subconjunto de sistemas de creencias distintivosde la modernización. En un libro que extrañamente los teóricos institu-cionales posteriores han ignorado (quizás porque su título, The HomelessMind lLa mente sin hogar], parece un ámbito existencialista que los añoscincuenta dejaron atrás), Berger, Berger y Kellner (1973) identifican tresgrandes tipos de instituciones que subyacen en, y apoyan, las formas mo-dernas de conciencia: los sistemas de conocimiento y los estilos cognosci-tivos asociados con: .1) la producción tecnológica, 2) la adrninistraciónburocrática y 3) Ia pluralización o diferenciación de mundos de vida' Porejemplo, los sistemas de conocimiento que apoyan formas burocráticasincluyen creencias en esferas delimitadas de competencia, importancia delprocedimiento adecuado e impersonalidad. Los estilos cognoscitivos aso-ciados incluyen subrayar el sentido de orden, la organización autónoma, lapredicción, Ia neutralidad afectiva y el anonimato moralizado. En este tra-bajo, Berger y sus colegas se interesan en identificar los sistemas de creen-cias generalizados y los conjuntos de pensamiento que apoyan Ia existenciay difusión de formas burocráticas en casi todas las esferas de Ia vida mo-derna. Prevalece la suposición de que, "en principio, todo es organizable entérminos burocráticos" (1973, p. 50).

Zucker (1983, p. 1) adoptó y amplió este punto de vista general de la bu-rocracia como una forma institucional -o, más forzadamente, como "laforma institucional superior en Ia sociedad moderna"-:

Las organizaciones no sólo penetran en todas partes; también han redefinido engran medida a la sociedad moderna. La adopción inicial, estrechamente asociada

con una mejor eficiencia de las manufacturas y de los servicios públicos, tuvoéxito en legitimar la estructura formal racional. Considerada en términos obje-tivos, impersonales y como un elemento exferno, dado pór hecho del sistemasocial, la forma organizacional se institucionalizó. Se difundió hacia otras clases

de actividad colectiva, entre ellas los sistemas polfticos y, más recientemente, los

movimientos sociales lp. 241.

Zucker añade la proposición de que la estructura organizacional racionaladquirió legitimidad por medio de su asociación temprana con una mejoreficiencia industrial, pero por lo demás adopta la concepción de Berger de

un modelo simbólico generalizado de "tipo ideal", el cual hace hincapié enque la racionalidad formal subyace en la difusión de las organizaciones.

RETOMANDO LOS ARGUMENTOS INSTITUCIONALES 219

Culturas generales contra espec{ficas

Meyer y Rowan (1977, p. 3a3) comienzan también con esta concepción ge-

neralizada: "En las sociedades modernas, los elementos de la estructuraformal racionalizada están firmemente engranados con los entendimientosdifundidos de la realidad social y los reflejan". La mayor parte de sus pro-posiciones formales se conciben en este nivel muy general. Por ejemplo,"Proposición 1. A medida que surgen reglas institucionales racionalizadasen determinados campos de la actividad laboral, las organizaciones forma-les se integran y extienden por medio de incorporar estas reglas como ele-

mentos estructurales" (1977, p. 3a5). Sin embargo, también introducen el

concepto de los mitos racionales, una noción que tiende a sugerir que laracionalidad puede no ser toda de una pieza sino diferenciada, presentán-dose en varias formas y apariencias. Señalan que "las normas de raciona-lidad no son simplemente valores generales. Existen en formas mucho más

especfficas y poderosas en las reglas, los entendimientos y los significadosque se dan a las estructuras sociales institucionalizadas" (1977, p' 343).

Cabe señalar que en su discusión hay múltiples y diferentes ejemplos de

fuentes potenciales de mitos racionalizados: la opinión pública, los sistemaseducativos, las leyes, los tribunales, las profesiones, las ideologías, las tec-nologías, las estructuras reguladoras, los honores y los premios, los órganosde certificación y acreditación, los requisitos y las aprobaciones guberna-mentales. Si bien no se persigue de manera sistemática, está fuertementeimplícito que no hay uno sino muchos ambientes institucionales y que

algunas supuestas fuentes de mitos racionalizados pueden hallarse en

competencia, si no en conflicto. Así, se da un paso importante para avan-zar de un modelo generalizado de contextos institucionales a uno diferen-ciado: de una concepción de el ambiente institucional a una de múltiplesambientes institucionales alternativos.

Ambientes institucionales y técnico s

Hubo un progreso adicional cuando, en conceptualizaciones subsiguientes,de manera cadavez más explícita se distinguieron los ambientes institr¿-cionales de los ambientes técnicos. Las primeras definiciones fueron vagas:

los ambientes técnicos conllevaban "tecnologías complejas" e "intercam-bios", en tanto que los ambientes institucionales conllevaban "reglas" y"categorías socialmente definidas" (Meyer, Scott y Deal, 1981, p. 152). For-mulaciones posteriores han proporcionado criterios más explícitos paradistinguir entre los dos tipos de ambientes. AsÍ, Meyer y yo proponemosque "los sectores técnicos son aquellos dentro de los cuales se intercambiaun producto o servicio en un mercado tal que las organizaciones son recom-pensadas por el control efectivo y eficiente del proceso de trabajo" (Scott y

Page 96: El Nuevo Institucionalismo

220 RE,FINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

Meyer, 1983, p. i40). Y que, en contraste, "los sectores institucionales se

caracterízan por la elaboración de reglas y requerimientos a los que las

organizaciones individuales deben ajustarse si desean recibir apoyo y legi-timidad del ambiente" (p. 140). De modo más explícito, "los ambientes téc-nicos manifiestan control de la producción sobre las organizaciones [...]En los ambientes institucionales, las organizaciones son recompensadaspor establecer estructuras y procesos correctos, no por Ia cantidad y la cali-dad de sus productos" (Scott, 1987b, p. 126; véanse también Scott y Meyer,1983, p. 149).

Este último criterio es muy similar al propuesto por Berger, Berger yKellner en su esftrerzo por distinguir los estilos tecnológicos de los cog-noscitivos burocráticos. Argumentan que la conciencia tecnológica admitela "posibilidad de separación de los medios y los fines" (1973, p.27), entanto que

La burocracia afirma que no hay posibilidad de separar los medios de los fines

[...] En la burocracia los medios son característicamente tan importantes, o casi

tanto, como los fines. Es cuestión no sólo de obtener un pasaporte para alguien,sino de obtenerlo por los medios adecuados [...] A los medios y procedimientosadecuados se les otorga un valor rnoral positivo, y en muchos casos se suponeque, aun cuando se obtenga el fin legftimo por medios ilegltimos, el daño que

esto provoca a la agencia burocrática pesa más que cualquier beneficio de laacción [1973, p. 53].

EI desarrollo de un conjunto de criterios más precisos para diferenciarlos dos tipos de ambientes permitió otra modificación -creo

que fue unamejora- en nuestro tratamiento de estas distinciones' Cada vez fue másclaro para Meyer y para mí que la presencia de un conjunto de elémentosno excluía la presencia del otro tipo, Es más conveniente ver las distin-ciones como dimensiones en las cuales varían los ambientes y no comoestados dicotómicos. De hecho, una reclasificación que combine las dosdimensiones produce una tipología interesante de ambientes en Ia quealgunas organizaciones, digamos, las empresas de servicios públicos y los

bancos, se consideran sujetas a fuertes presiones técnicas e institucionales;otras organizaciones, como los clubes para mejorar la condición física, se

consideran sujetas a ambientes técnicos e institucionales débiles; organiza-ciones como las compañías de manufactura competitivas se enfrentan a

presiones relativamente técnicas, pero débiles institucionalmente; y orga-nizaciones como las escuelas y las iglesias actúan en ambientes institu-cionales relativamente fuertes, pero técnicamente débiles. La tipologíaparece tener una utilidad heurística porque hernos podido generar hipóte-sis que se refieren al probable impacto estnrctural de estas combinacionesva¡iables de las presiones ambientales (véanse Scott y Meyer, capítulo tv;Scott, 1987b).

La línea de trabajo indicada por Berger y sus colegas y seguida por

RETOMANDO LOS ARGUMENTOS INSTITUCIONALES 221

Meyer y Rowan hasta hoy, Ia cual hace hincapié en los aspectos simbólicos

-tanto cognoscitivos como norrnativos- del ambiente ha modificado sig-

nificativamente las concepciones previas de los ambientes organizacio-nales. Se ha exigido que los modelos que prestan atención exclusiva a las

características técnicas incorporen elementos culturales. Hay un crecientereconocimiento de que ninguna organización es sólo un sistema técnico yque muchas organizaciones no son principalmente sistemas técnicos'

La creciente atención a los factores institucionales ha contribuido al reno-vado interés en la sociología de la cultura y alavez lo ha aprovechado. La

insistencia "cultural nueva", ejemplificada en el trabajo de Berger, Bourdieu,Douglas, Foucault y llabermas, presenta la cultura como "el aspecto expre-

sivo-simbólico de la conducta humana" (Wuthnow, et al., 1984, p. 3; véanse

también Wuthnow y Witten, 1938). La cultura no está limitada a los pen-

samientos o valores internos, subjetivos de los individuos, o a algunanoción amorfa de una conciencia colectiva, sino que se reconoce que cons-

tituye su propia realidad objetiva -aunque es una realidad socialmente

construida-. Ya no se acepta que la importancia de la cultura consisteexclusivamente en su impacto sobre la estructura social. Más bien, los sis-

temas culturales no sólo se pueden estudiar como fenómenos socialesinteresantes por derecho propio; pueden influir en el mundo social inde-pendientemente de su efecto sobre las estructuras sociales al afectar los

significados que se atribuyen a estas estructuras (Wuthnow et aL, 1984).De esta manera, Meyer y Rowan (1977) argumentan que la estructura for-mal de una organización tiene importancia aparte de su efecto sobre laconducta de los participantes organizacionales, ya que significa racionali-dad y un orden determinado, lo que aumenta la legitimidad de sus opera-ciones ante los ojos de los participantes y los elementos que Ia componen.Por último, la irnagen de Swidler (198ó, p. 273) de la "cultura como una'caja de herramientas' de símbolos, historias, rituales y visiones del mundo,que las personas pueden usar en diferentes configuraciones para resolverdistintas clases de problemas", está de acuerdo con nuestra insistencia de

que pueden existir múltiples versiones que compiten entre sí de los sistemasde creencias institucionalizados entre los que, en cierta medida, las orga-nizaciones pueden seleccionar (véase Scott, 1990). En la siguiente secciónse amplía este argumento.

Izgitimidad

Un carnbio asociado en los modelos acerca de cómo se relacionan las orga-nizaciones con los ambientes es el renovado interés en el concepto de legiti-midad y la reconceptualización parcial del mismo. A partir de Parsons (19ó0),

quien antes que nadie hizo hincapié en que la correspondencia de los valoresque siguen las organizaciones debe ser congruente con los valores socia-

Page 97: El Nuevo Institucionalismo

222 REFTNAMIENTo DE LA TEonfl rnsrrrucrox¿r

les más amplios si se quiere que la organización sea legítima y por tantotenga derechos reconocidos sobre los recursos sociales, la legitimidad hasido interpretada en gran medida como si perteneciera a las evaluaciones so-ciales de las metas organizacionales. Ésta es la concepción que han adopta-do Pfeffer y sus colegas (véanse Dowling y Pfeffer, 1975; Pfeffer y Salancik,1978). En contraste con este enfoque en las evaluaciones basadas en laimportancia o la conveniencia de las metas organizacionales, Berger y suscolegas (Berger, Berger y Kellner, 1973) subrayan los aspectos cognosciti-vos de la legitimación, en particular las teorías o explicaciones que relacio-nan los medios con los fines. La legitimación tiene que ver con el problemade "explicar o justificar el orden social de tal manera que las disposicionesinstitucionales sean subjetivamente plausibles" -el problema de motivar a

los actores a que emprendan acciones ubicándolos "dentro de un mundosignificativo comprensible" (Wuthnow et al., 1984, p. 50)-.

Berger y sus colegas argumentan que adquirir legitimación es especial-mente importante, alavez que problemático, para las organizaciones quese hallan en ambientes institucionales -en sus términos, para las estruc-turas burocráticas en comparación con las tecnológicas- debido a su for-malidad abstracta.

Aquf, la organización se puede establecer de manera autónoma, es decir, siguien-do sólo su propia lógica [...] Como resultado, Ios procesos de la organizaciónburocrática tienen un alto grado de arbitrariedad [...] No existe nada que prohí-ba intrlnsecamente que la oficina de pasaportes decida que 10 burócratas en vezde tres deben aprobar cada solicitud de pasaportefl9T3, pp. 50 y 51].

Como resultado, esas organizaciones tienen una necesidad especial delegitimación procesal y son particularmente vulnerables a los ataquessobre la credibilidad de sus disposiciones y procedimientos de trabajo.

De acuerdo con el modelo de sistemas abiertos de organizaciones, es

más probable que las explicaciones, justificaciones y relatos significativosprovengan del ambiente en vez de ser elaborados desde adentro. Brown(1978, p. 375) señala: "Todos nosotros, en cierta medida, diseñamos o pre-paramos nuestros mundos, pero nunca Io hacemos de material no elabora-do; de hecho, en su mayor parte nuestros mundos nos llegan listos parausarse. Esto sucede quizás con más frecuencia cuando el mundo en cues-tión es el de las organizaciones formales". Si agregamos ahora la nociónque se presentó anteriormente de un ambiente simbólico cada vez máscomplejo y diferenciado, obtenemos lo que considero una concepciónmejorada de legitimidad que se origina en la perspectiva institucionalista:

Adoptamos el punto de vista de que la legitimidad organizacional se refiere algrado de apoyo cultural de una organización -la medida en que las varias expli-caciones culturales establecidas proporcionan interpretaciones de su existen-cia- [Meyer y Scott, 1983a, p. 201].

RETOMANDO LOS ARGUMENTOS INSTITUCIONALES 223

O, expresado en forma contraria:

La legitimidad de determinada organización se ve afectada negativamente por el

número de autoridades soberanas diferentes sobre la misma y por la diversidad o

inconsistencia de sus explicaciones acerca de la forma en que debe funcionarF983a, p.2o2l.

La concepción de un ambiente institucional competitivo y diferenciadosustenta también la opinión de que las organizaciones no son actorespasivos conformados por los patrones culturales. Más bien, como sucede

dentro de sus ambientes técnicos, se puede esperar que las organizacionesejerzan "elección estratégica" (véase Child, I972) al relacionarse con sus

ambientes institucionales. Además, podemos esperar que varios agentes

ambientales compitan entre sí por la fidelidad de cualquier organizaciónen particular. Las elecciones que las organizaciones tienen a su disposiciónpueden ir desde el extremo más modesto, como decidir qué tipos de cober-

tura de seguro otorgar a los empleados, hasta, en el extremo opuesto, selec-

cionar el tipo de ambiente institucional con el cual relacionarse. Comoejemplo de esto último, consideremos las elecciones disponibles para el

gerente de un programa de capacitación creado a fin de instruir a sus ern-

pleados para que realicen trabajos sencillos de carpintería. Esos gerentes

se enfrentan a la opción potencial de definir sus programas como capacita-ción ocupacional, terapia ocupacional o recreación' Según sea su decisión,su organización se localizará en ambientes institucionales muy diferentes,que varían en sus presiones reguladoras, fondos disponibles y muchosotros aspectos importantes. Ellos justificarán sus pretensiones de apoyoexterno mediante argumentos muy diferentes (legitimacj.ón de los fines);emplearán instructores con aptitudes y acreditamientos distintos y usaránrazonamientos y lógicas diversas para justificar sus procedimientos de capa-

citación (legitimación de los medios). Además, como ya se indicó, Ia fuerzade esos argumentos para promover la legitimidad estará determinada porel grado de consenso dentro del sector o campo pertinente con respecto a

lo apropiado de los medios seleccionados para lograr los fines deseados.

Introducción de elemento s es tructurales

Aparte de agregar factores culturales o simbólicos como elementos críticosque caractenzan el ambiente de las organizaciones, Meyer y yo (Meyer yScott, 1983b) hemos propuesto que se preste más atención a lo que hemos

llamado las "estructuras de relación" dentro de las cuales se localizan las

organizaciones. De manera similar, DiMaggio y Powell (1983), adaptando el

concepto de Giddens (1979), han llamado la atención sobre la creciente"estructuración" de las relaciones interorganizacionales. Ambas concep-

Page 98: El Nuevo Institucionalismo

224 REFINAMIENTo DE LA TEonfe rxsflrucroNlr

ciones destacan que las organizaciones no sólo están implícitas en un con-

junto de relaciones de intercambio con otros actores sociales; también se

iocalizan en un sistema o una estructura de relaciones que sus propias

actividades crean, pero que alavez actúa para configurar y restringir sus

posibilidades de acción. Ambas conceptualizaciones hacen hincapié en la

importancia potencial de las relaciones distantes así como de las próximas,

y de las relaciones verticales (poder-autoridad) así como de las horizon-

iales (competitivas-cooperativas). Ambos gmpos de teóricos argumentanque los contextos de relación o las relaciones estructurales entre las organi-

,ucionus están cada vez más organizados. Como Meyer y yo (1983b, p' 15)

concluimos: "Los ambientes de las organizaciones formales están a su vez,

en grado sorprendente, fc,rmalmente organizados". Sin embargo, también

insistimos "t qr" existe gran variación en el número y la clase de estruc-

turas presentes en ambientes organizacionales distintos. La cantidad y el

tipo de estnrctura ambiental se deben determinar empíricamente'un creciente número de analistas, que incluyen a Burt (1983) y a DiMaggio

(1936a), ha demostrado la utilidad de los análisis de redes, entre ellos las

iécnica, de equivalencia estructural, para observar este aspecto de los am-

bientes organizacionales. Mucho más importante, los argumentos institu-cionales en.iquecen el fundamento teórico para emplear metodologías de

redes al evaluar los sistemas interorganizacionales'Para poner fin a la corriente de consenso, existen diferencias entre las

predicciones de Meyer y Scott y las de DiMaggio y Powell con respecto a

ios efectos de los ambientes organizacionales en la estructura. DiMaggio ypowell (1983) proponen la hipótesis maestra de que, a medida que los am-

bientes de las organizaciones se tornan más estructurados, las estructuras

organizacionalei dentro de éstos se hacen más homogéneas. De hecho,

uu"nq,r" identifican tres ¡necanismos diferentes de influencia entre las orga-

nizaóiones en el mismo ambiente -coercitivo, mimético y normativo-, se

predice que tienen el mismo efecto: un mayor isomorfisrno estnlctural.' En contraste, Meyer y yo argumentamos que, bajo ciertas condiciones,

Ios ambientes organizacionales más estructurados pueden crear una cre-

ciente diversidad de formas. Por ejemplo, sugerimós que, en los ambientes

que carecen de autoridad centralizada, las formas organizacionales po-

árían tener una creciente similitud (debido a sus procesos competitivos y

miméticos). Pero a medida que la autoridad se vuelve más centralizada, Ios

que toman ias decisiones podrían crear formas organizacionales más espe-

cialirudas, lo que aumentaría Ia diversidad organizacional intencional-mente (coerción) (Scott y Meyer, capítulo rv de esta obra)'

Dentro de un ambienie determinado, Ia relación entre los sistemas cul-

turales compartidos y Ia presencia de un marco estructural quizás sea

problemática. A menudo ios elementos ambientales tendrán el poder de

i^po.r.1. una disposición estructural en un ambiente determinado, pero

carecerán del poder para crear un sistema simbólico consistente. DiMaggio

t,:

iri.

RETOMANDO LOS ARGUMENTOS INSTITUCIONALES 225

y Powell (1983, p. M7) están en lo correcto al identificar al Estado y lasprofesiones como "los grandes racionalizadores de la segunda mitad delsiglo >e<". También sugieren acertadamente que es más probable que el Es-

tado se asocie con el uso de la coerción y las profesiones con formas de in-fluencia normativas -si bien yo propondría que con formas de influenciaincluso más cognoscitivas-. Esto a su vez sugiere que las naciones-Estadose ocupan principalmente de crear marcos estructurales racionalizados, en

tanto que es más probable que las profesiones se ocupen de crear sistemasculturales racionalizados, Que estos dos sisternas sean o no convergentesdependerá, entonces, de la naturaleza de la relación entre el Estado y laprofesión o las profesiones activas en ese ambiente en determinado mo-mento. Aunque esta formulación es simplista, atiende al argumento deDiMaggio (19S8a) de que los teóricos institucionales identifican con másclaridad a los actores o agentes impllcitos cuando se exponen los efectosinstitucionales. Además, dicha formulación sugiere que los varios tipos deactores no sólo usan diferentes tipos de mecanismos de influencia, sinotambién que afectan a diferentes tipos de objetivos. Por último, reafirmaun punto importante ya señalado que se refiere a Ia variedad de sistemasculturales en los ambientes institucionales. Existen no sólo una sino mu-chas formas de racionalidad, y podrían existir concepciones competitivasacerca de cómo se debe estructurar adecuadamente un ambiente en par-ticular. Por ejemplo, es más probable que los administradores públicosestablezcan disposiciones burocráticas que centralicen la discreción en laparte más alta de la estructura y permitan relativamente poca autonomía alos funcionarios. En contraste, los actores profesionales, tanto individualescomo corporativos, preferirán estructuras administrativas más débiles ydescentralizadas que dejan Ia máxima discreción en manos de los ejecu-tivos. Ambas formas incorporan suposiciones y modos de concienciaracionales, pero hacen surgir disposiciones estructurales muy diferentes(véanse Alford, 1975; Scott, 1985).

Delimitación de los elementos ambientales

Durante años los analistas organizacionales pudieron considerar residua-les a los ambientes -como

todo lo que "no ss 5i5fsrn¿"-. Pero cuando,bajo modelos de sistema abierto, los ambientes se convirtieron en fuerzascausales importantes, fue necesario ser más explícito en su definición. Enparticular, es necesario "delimitarlos"

-definir sus límites e identificar sus

componentes de manera que sea posible evaluar sus características-.En otra parte hemos examinado en detalle los modelos anteriores impor-

tantes desarrollados para especificar Ios límites de los ambientes organi-zacionales (véanse Scott y Meyer, capítulo lv de este libro; Scott, 1987b,pp. l19-125). Los conjuntos organizacionales parecen mejor adaptados

Page 99: El Nuevo Institucionalismo

226 REFTNAMIENTo DE LA Tponfn tNsrrrucroxlt

para apoyar los análisis que se concentran en las relaciones de dependen-

riu d" poá". que resultan del intercambio de recursos e información (véan-

r. po. "¡"*plo,

Evan, 196ó; Thompson, 19ó7; Pfeffer y Salancik, 1978)' Las

pobto"lóneiorganizacionales son útiles para examinar la diferenciación de

las formas organizacionales que resultan de las interacciones competitivas(véanse, por eJemplo, Hannan y Freeman, 1977; Aldrich, 1979)' Y la identi-

ficación de "á*p-ot

interorganiZacionales nos ha ayudado a examinar las

clases de diferenciación y los vínculos de sistema que resultan entre unconjunto diverso de organizaciones que comparten una localidad (véanse,

por ejemplo, Warren, 1967, 1972; Turk, 1977).- Esós modelos representan un adelanto importante en las formulaciones

que han tratado de identificar fuerzas o dimensiones ambientales genera-

lizadas, como señala DiMaggio (1986a, p. 337):

Este cambio de un ambiente descrito en términos generales como turbuiento,estable o munffico, a un campo construido a partir de la medida de atributos o

relaciones de un conjunto especffico de organizaciones, proporciona ventajas

anallticas importantes t...] Es menos rltil saber que un ambiente de la organi-

zacíón es "munffico" o "turbulento" que identificar las fuentes organizacionales

de esa munificencia o turbulencia. Segundo, los efectos de las variables ambien-

tales pueden depender de la posición que una organización ocupa en su campo.

No obstante, cada uno de esos modelos anteriores adolece de serios

defectos cuando se le considera base para el análisis institucional. EI con-

junto organizacional identifica los límites ambientales con base en unintercamlio de recursos que es crítico para una organización "focal" deter-

minada. La población organizacional limita su atención a la interdepen-dencia competitiva entre tipos similares de organizaciones. Y el campo

interorganizácional emplea límites geográficos -por lo general fundamen-

tados en definiciones pollticas, por ejemplo, la jurisdicción metropo-litana-, por Io que excluye las influencias no locales.

En años recientes, varias investigaciones han propuesto una nueva gene-

ración de modelos similares, con clasificaciones variables, que son más con-

sistentes con las concepciones institucionales y Ias apoyan' He sugerido el

término genérico "rurnpor organizacionales funcionales" para identificarestos moáelos (véase Scott, 1987b , p. 124). Otras clasificaciones incluyen un"sistema industrial" tal como lo emplea Hirsch (1972,1985), un "sector so-

cial" que usamos Meyer y yo (Scott y Meyer, capítulo rv) y un "campo orga'

nizaci,onal", como lo definen DiMaggio y Powell (capítulo u). En todos estos

modelos, los llmites se definen en términos funcionales mas que geográficos.

Todos comienzan por ideritificar un grupo de organizaciones que crean pro-

ductos o seruicios similares (como el concepto de población que emplean

los ecologistas o el de grupo industrial que emplean los economistas), pero

incluyen también a los socios determinantes para sus intercambios, Ias

fuentls de financiamiento, los grupos reguladores, Ias asociaciones profe-

RETOMANDO LOS ARGUMENTOS INSfiTUCIONALES 227

sionales o comerciales y otras fuentes de influencia normativa o cognosci-

tiva. Las relaciones no locales y las locales, los vínculos verticales y los hori-zontales y las influencias culturales y políticas, así como los intercambiostécnicos, estan incluidos en el campo organizacional de fuerzas que se con-

sideran pertinentes.Quedan muchos problemas para el investigador que trata de utilizar esta

concepción de los límites ambientales: ¿qué grado de relación o de influen-cia se requiere para incluir a un actor organizacional en el campo funcio-nal? ¿Qué tan específicos son los criterios que usamos para evaluar Ia"similitud" de los productos o servicios (un criterio más amplio o más

abstracto aumentará notablemente el tamaño y la complejidad del campoidentificado)? ¿De qué manera se puede tratar el problema de que organi-zaciones grandes diferenciadas y/o diversificadas participan en múltiplescampos funcionales? ¿Cómo se evalúan y limitan los patrones culturales,q,r. á rn".r,rdo son menos visibles y más sutiles y agresivos que las rela-

.io.t". estructurales? Éstas y otras dificultades similares seguirán desafian-

do a los investigadores por algún tiempo.A pesar de estas dificultades de funcionamiento, estoy totalmente de

acuerdo con la afirmación imperialista de DiMaggio (198óa, p. 337) de que

"el campo organizacional ha surgido como una unidad crítica que vinculalos niveies organizacionales y sociales en el estudio del cambio social y de

la comunidad". El campo funcional sirve como una base útil para delimitarel ambiente de una organización cuya estructura o desempeño se debe

examinar desde una perspectiva institucionalista, así como para definiruna unidad intermedia significativa -un sistema crítico por derecho pro-pio- que se debe emplear en análisis macrosociológicos.

Er I'fNcuro ENTRE Los AMBIENTES INSTTTUcIoNALES

Y LAS ESTRUCTURAS ORGANIZACIONALES

Dejo ahora de considerar cómo los teóricos institucionales han tratado de

conceptualizar los ambientes de las organizaciones y paso al examen de al-gunos argumentos propuestos por los analistas institucionales para expli-

óar los efectos de los ambientes en las organizaciones.2 Si bien todos los

teóricos institucionales afirman que esos efectos oculTen, un examen de las

obras de investigación actuales sugiere que hay poco acuerdo entre ellos

acerca de cómo, por qué y dónde -en qué partes de la estructura- ocu-rren dichos cambios.

Aunque no he tratado de llevar a cabo un extenso estudio, mi lectura de

diversoi análisis institucionales ha identificado explicaciones diferentes de la

influencia estructural. Las explicaciones var{an en uno o más aspectos: ,l/ Ios

2 Una ve¡sión anterior de esta sección apareció por primera vez en Scott (1987a).

Page 100: El Nuevo Institucionalismo

228 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

tipos de elementos ambientales que se seleccionan para nuestra atención;2,) la influencia o los mecanismos causales que se identifican, y 3) los aspec-

tos de la estructura organizacional que se ven afectados. El esquema de ca-

tegorización hace mayor hincapié en los argumentos causales propuestos.

Eñ h siguiente discusión se identifican siete argumentos diferentes.

La "imposición" de la estructura organizacional

Algunos sectores o campos contienen agentes ambientales que son sufi-

ciJntemente poderosos para imponer formas estructurales en las unidades

organizacionales subordinadas. Las naciones-Estado hacen esto cuando

poi mandato de ley efectúan cambios en las formas organizacionales exis-

ientes o cuando crean una nueva clase de agencias administrativas' Las

corporaciones lo hacen también cuando adquieren compañías nuevas o

reoiganizan divisiones existentes. DiMaggio y Powell (1983) se refieren a

este Iipo de influencia como "coercitivo", pero puede ser útil emplear dis-

tinciones más refinadas. Bajo la categorÍa de Ia imposición, yo distinguiríados tipos: la imposición por medio de la autoridad en contraste con Ia

imposición por medio del poder coercitivo. Esperaríamos que los cambios

enlas formas estructurales que impone la autoridad encontraran menos

resistencia, que ocurieran más rápidamente (véanse Tolbert y Zucker,1983, sobre lá difusiOn de las reformas municipales en los tres estados que

adoptan los requisitos del servicio civil para todas las ciudades) y se asocia-

.ur, "o.,

niveleJ más altos de cumplimiento y estabilidad que los estableci-

dos por la fuerza. Los cambios estructurales también deberían ser menos

s.tp"ifi.iules y flexiblemente adaptados a las actividades de Ios participan-

tes que los impuestos mediante el poder coercitivo. Si bien los institucio-naliitas co-páftrn con otros -por ejemplo, los teóricos de la dependencia

respecto de los recursos- un interés en los procesos de poder, una pers-

p""ii\ru institucional subraya en especial las relaciones de autoridad: lahabilidad de las organizaciones, especialmente las públicas, para aplicarcoerción legítima (véanse Streeck y Schmitter, 1985).

Ia "autorización" de la estructura organizacional

Un tipo relacionado pero distinto de mecanismo institucional conlleva Ia

autorización o legitimación de las características o cualidades estructurales

de una forma organizacional local por parte de una unidad de orden supe-

rior. La característica que distingue esta forma de la imposición es que no

se obliga a la unidad subordinada a someterse, sino que voluntariamentebusca la atención y la aprobación del agente que autoriza. como DiMaggioy Fowell (1983) señalan, es muy probable que este tipo de presión "norma-

RETOMANDO LOS ARGUMENTOS INSTITUCIONALES

tiva" se encuentre en los sectores profesionales. De esta manera, como con-dición para funcionar no se exige a los hospitales voluntarios en los EstadosUnidos que cuenten con el acreditamiento de Ia Joint Commission onAccreditation of Hospitals fComisión Conjunta de Acreditación de Hospi-tales], pero a Ia mayoría le es conveniente obtener esa legitimación. (Laacreditación se ha convertido también en una condición para tener derechoal reembolso de fondos públicos, pero es importante distinguir analítica-mente entre la autorización y los efectos de inducción, descritos en segui-da.) En su estudio de Ia población de agencias de servicios sociales volun-tarios que funcionaron en Toronto, Canadá, durante el periodo de 1970 a1980, Singh, Tucker y House (1986) usaron como medidas mecanismos de

autorización, como estar incluido en el Community Directory of MetropolitanToronto [Directorio de la Comunidad del Area Metropolitana de TorontoJ yrecibir el número de registro como institución de beneficencia expedido porla Revenue Canada lOficina de Impuestos Internos de Canadá]. Esos indi-cadores, que se obtuvieron voluntariamente, se consideraron una "legitimi-dad externa" importante -un anuncio de que las organizaciones incluidashabían sido "aprobadas por actores colectivos externos poderosos" (Singh,Tucker y House, 1986, p. 176)-. El estudio de Toronto proporciona una sóli-da evidencia de que la obtención de esas aprobaciones se relacionaba conmejores oportunidades de vida: las organizaciones que aparecían en el direc-torio mostraron tasas de supervivencia mucho más altas que las que no esta-ban incluidas en la lista durante el periodo señalado.

Empleo el término autorización en este contexto con el fin de relacionardirectamente este mecanismo con un tratamiento anterior de las normasde autoridad. En nuestra discusión de las fuentes de autoridad, Dornbuschy yo (Dornbusch y Scott, 1975, pp. 5ó-ó3) definimos la autorización comoel proceso mediante el cual una unidad de orden superior define y pone envigor las normas que apoyan el ejercicio de la autoridad por parte de unagente determinado. La autoridad es un poder legitimado; éste es un podernormativamente regulado. Cuando se autoriza el uso de poder a una orga-nización, presuntamente está apoyado y restringido por las acciones de losfuncionarios superiores que pueden supervisar su empleo adecuado.

En muchas áreas existen múltiples fuentes de autorización posibles. Porejemplo, las escuelas privadas pueden buscar la acreditación de las agen-cias de educación pública, pero también tienen la opción de que nume-rosas asociaciones profesionales y comerciales privadas las certifiquen. Lasorganizaciones deben determinar con cuáles patrocinadores, si los hubie-ra, se deben relacionar. A menudo hay costos y beneficios asociados a estaselecciones. Quizá las organizaciones tengan que modificar sus estructurasy/o actividades en varias formas con el fin de adquirir y mantener el apoyode agentes externos; como mínimo deben proporcionar información yacceso a los representantes de estos organismos. Sin embargo, el predo-minio de los procesos de autorización en una amplia variedad de sectores

229

Page 101: El Nuevo Institucionalismo

230 REFINAMIENTo DE LA TEonh n¡srrtuclo¡,¡Rt

sugiere que, para muchos tipos de organizaciones, los beneficios asociados

a estas relaciones externas son mucho mas importantes que los costos.

El "estímulo" de la estructura organizacional

Muchos campos organizacionales no poseen agentes con el poder y/o laautoridad para imponer sus propias definiciones estructurales sobre las

formas organizacionales locales. Pero podrían estar en posición de propor-cionar fuertes estímulos a las organizaciones que se ajustan a sus deseos.

Las naciones-Estado relativamente débiles, como la de los Estados Unidos,a menudo reculTen a esas tácticas de control tipo mercado porque carecen

de autoridad para imponer sus programas a las unidades subordinadas.(Es probable ql-," .ru ¿eUmaaa se presente especialmente cuando estas uni-dadés se Iocalizan en una capa diferente del "pastel" federalista de aquellaen que está el agente que controla. Por ejemplo, las agencias educativasfederales carecen de autoridad sobre sus contrapartes en los estados indi-viduales.) Para emplear una distinción que a Meyer y a mí nos ha parecido

útil, el gobierno de los Estados Unidos frecuentemente puede ejercer auto-

ridad sobre las decisiones de financiamiento dentro de un sector socialdeterminado, como el de los servicios educativos y el de la salud, pero no

sobre las decisiones programdticas, las cuales pennanecen bajo el controlde funcionarios organizacionales estatales o locales o de agentes profesio-

nales (véanse Meyer y Scott, 1983b).Las estrategias inductoras crean cambios estrLrcturales en las orgarliza'

ciones y los campos organizacionales al proporcionar incentivos a las orga-nizaciones que están dispuestas a ajustarse a las condiciones del agente. Es

típico que lá agencia de financiamiento especifique las condiciones de ele-

giuiuaáa' las óndiciones para recibir fondos en forma de subsidios, con-

iratos, beneficios fiscales y asf sucesivamente, o el reembolso por trabajosrealizados. Por lo general, la organización receptora debe proporcionar, en

informes periódicos, evidencia detallada de que continúa ajustándose,estructural o procesalmente, a los requisitos -infoimes

sobre qué persona

ha hecho el tiabajo, la forma en que el trabajo ha sido desempeñado y a

quién pertenece-. Se emplean complejos sistemas de control contablepotq.t" r" carece de directa autoridad de mando y cumplimiento. El agente

puede controlar lo que la organización hace sólo en caso de que ésta use

los fondos del agente.El estudio de DiMaggio (1983) de los efectos de los controles ejercidos

por la National Endowment for the Arts (Nel) lFundación Nacional para las

Ártes] proporciona un ejemplo cuidadosamente investigado de este tipo de

estrategia para ejercer influencia. Este estudio, junto con el que realizamos

Meyer, Strang y yo sobre el financiamiento federal de los programas educa-

tivos, indica una característica importante de este planteamiento que afecta

RETOMANDO LOS ARGUMENTOS INSTITUCIONALES 231

el lugar donde los cambios estructurales tienen más probabilidad de ocu-

rrir. Las estrategias de estímulo crean un creciente isomorfismo organiza-cional (similitud estructural), pero mucho más en el nivel intermedio que

en el nivel del campo organizacional operativo' Los principales efectosque informó DiMaggio ocurren en los consejos estatales sobre las artes -suexistencia, forma y funciones están especificadas por la NEI como condiciónpara tener derecho a los fondos-, y no sobre las propias organizaciones para

fomentar las artes. En forma parecida, los principales efectos de los progra-mas financiados federalmente que obseruamos en nuestra investigación so-

bre los sistemas educativos se encontraron en el nivel de las agencias educa-

tivas de los estados y las oficinas distritales y no en el nivel de la escuelaparticular

-aunque la mayoría de los programas estudiados se diseñaron

para influir en el comportamiento de los profesores y no en los adminis-tradores estatales y distritales (Meyer, Scott y Strang, 1,987)-'

Por muchas razones es poco probable que las estructuras organiza'cionales creadas por estímulos tengan efectos poderosos o duraderos en los

desempeños organizacionales en que pretenden influir. Por lo común, sólo

constituyen una de las muchas corrientes de fondos en los que la organi-zacíón se apoya para mantener su desempeño, y se ha observado que losparticipantes organizacionales poseen una gran aptitud para "merecer"fondos de varias fuentes, mientras llevan a cabo sus funciones normales en

la búsqueda de sus propósitos organizacionalmente definidos (véase

Sproull, 193l). Es más probable que se reflejen los propósitos distintivosdel agente del financiamiento en la preparación de las "explicaciones"organizacionales -en los informes fiscales y en los retrospectivos- que en

el desempeño de los trabajadores. Las obras de psicología social sugierenuna explicación adicional de Ia debilidad de las estrategias de estímulosque indica que la motivación interna y el compromiso de los participantesse ven debilitados, y no fortalecidos, al recibir incentivos externos (véanse

Deci, 1,971; Staw ¿/ ql., 1980).

l^a " adquisición" de estructura organizacional

Probablemente el proceso de influencia que los analistas institucionAleshan estudiado más ampliamente se refiere a Ia adquisición -la eleccióndeliberada- de los modelos estructurales por parte de los actores organi-zacionales. Ya sea debido al efecto de mecanismos miméticos o norma-tivos, se ha observado que quienes toman las decisiones organizacionalesadoptan diseños institucionales y modelan sus propias estructuras conbase en patrones que se consideran, de diversos modos, más modernos,apropiados o racionales.

gn los análisis de Tolbert y Zucker (1983) sobre la adopción de las refor-mas al servicio civil por parte de las agencias municipales y de Fligstein

Page 102: El Nuevo Institucionalismo

232 REFINAMIENTo DE LA TEonfe rxstrrucroN,lt

(1985) sobre la difusión de las formas multidivisionales entre las grandescorporaciones de los Estados Unidos, se observó la difusión de un patrónorganizacional nuevo en un campo de organizacic,¡nes autónomas simi-lares. Cuando los gerentes organizacionales adoptan voluntariamente unpatrón estructural nuevo -en contraste con las situaciones descritas ante-riormente, en las que los impulsos principales para el cambio provienen defuera de la organización-, los analistas deben tratar de descartar unaexplicación competitiva obvia: que se adoptan los cambios por razones deeficiencia

-porque se espera que mejoren el desempeño técnico-. Es más

fácil decirlo que hacerlo. Los planteamientos que hasta ahora se hanempleado son indirectos y los resultados están sujetos a varias interpreta-ciones. Por ejemplo, Tolbert y Zucker argumentan que las características"internas"

-digamos, demográficas- de las ciudades predijeron la adop-

ción de reformas al servicio civil en los primeros periodos, pero no en losúltimos, y afirman que a los funcionarios anteriores los movían motivos"racionales" -un interés por excluir a los inmigrantes del poder político ymejorar el control-, en tanto que a los últimos adoptadores se les motivómediante presiones de conformidad -un interés por aparentar estar aldía-. Sin embargo, puede ser que los últimos funcionarios de Ia ciudad se

enfrentaron a diferentes tipos de problemas de gobierno internos en quese consideró que las reformas del servicio ciül eran una solución racional.

En comparación con los cambios estructurales impuestos o inducidos, se

esperaría que los cambios adquiridos fueran menos superficiales. Los ge-rentes organizacionales deberían estar más comprometidos con ellos y enuna mejor posición que los agentes externos para comentar su adopción yejecución o, si fuera necesario, para examinar y fortalecer el ajuste a ellos.Williamson (1975), entre otros, ha argumentado que los gerentes organiza-cionales tienen capacidades de auditoría superiores en comparación conlos reguladores externos o los socios en el intercambio.

La "fiiación" de la estructura organizacional

Si bien se han hecho relativamente pocos estudios empíricos sobre Ia"fijación"

-el proceso por medio del cual, en el momento de su fundación,Ias nuevas formas organizacionales adquieren características que tenderána conservar en el futuro-, este fenómeno se ha discutido mucho desde queStinchcombe (19ó5) 1o presentó por primera vez en su ensayo seminal. Élexpone evidencia ilustrativa respecto al proceso de fijación y señala cómolas características básicas asociadas con las diversas industrias -las carac-terísticas de la fuerza laboral, el tamaño del establecimiento, la fuerza delcapital, el tamaño relativo de la burocracia administrativa, la proporciónentre los trabajadores de producción y los empleados de oficina, la propor-ción de profesionales dentro de la administración- varían sistemática-

RETOMANDO LOS ARGUMENTOS INSTITUCIONALES 233

mente según la época en que se fundaron. En un estudio posterior, Kim-

berly (1975) mosiró que el tipo de programa, de personal y de- estructuras

"*¿"udor áentro de una poblaciOn de organizaciones de rehabilitación

.lra.iuba de acuerdo con la época en que se establecieron las unidades'

El mecanismo propuestó para eiplicar estos resultados incorpora el

argumento centra[ de Berger y Luckmann (1967) de que las organizaciones

udlqrri"r"., ciertas características estructurales no por decisión o diseño ra-

cional, sino porque se dan por hecho como "la forrna en que se hacen estas

cosas,,. Se aigumenta después que esta característica de dar por hecho es

una base importante para su persistencia en el tiempo'

La "incorporación" de Ia estructura ambiental

March y otros nos han enseñado (por ejemplo' March' 1981; March y

olsen, tss+) q.r" no todo lo que sucede es necesariamente intencional, que

no toáo producto es resultado de un proceso consciente de decisión. Este

conocimiento nos ayuda a explicar algunos efectos de los ambientes insti-

tucionales que mis colegas y yo hemos descrito en varios estudios recientes

(véanse tvteyer y Scott, f SSjU; Scott y Meyer, 1988; Meyer et al', 1988)'

Una proposiliOn bien conocida en Ia teoría de sistemas abiertos es que

las organiiaciones tenderán a delinear la complejidad de los elementos

ambiátales dentro de sus propias estructuras (Buckley, 19ó7)' Hemos bus-

cado empíricamente una instancia específica de este argumento: que "las

organizaiiones que actúan en ambientes más complejos y conflictivos

.*Éibi.ár, mayor complejidad administrativa y una coherencia reducida de

programas" (Scott y Máyer, 1988, p' 129)' Pata probar esta predicción'

L*uiri.ru-os Ia orgánizu.iO.t d" los sectores sociales tanto centralizados

"á-o fug-entado-s -una

situación que, argumentamos, crea una comple-

jidad adriinistrativa desproporcionada en Ia estructura de Ias organiza-

tiorr", locales que tratan de relacionarse con ellos (véanse también Meyer y

Scott, 1983b)-.Aquí el argumento no es que por poder y/o autoridad los agentes am-

bieniales requieren ese desairollo administrativo (aunque a veces sí), nique los ug"rf.r ambientales necesariamente proporcionan incentivos para

"l d"ru.rJllo administrativo (aunque a veces sí), ni que los gerentes organi-

zacionales deciden agregar conscientemente componentes a sus estruc-

turas administrativas con el fin de t¡atar, de manera más efectiva, con un

ambiente diferenciado (aunque, de nuevo, algunas veces sí toman esas ac-

ciones). Más bien, por medió de un conjunto amplio de procesos de adap-

i".io" q"" o.rrt "r,

drr.ante un periodo y que va desde Ia cooptación de los

."pr"t""tu"tes de los elementos ambientales pertinentes hasta Ia evolución

de funciones limitantes especializadas para tratar con contingencias estra-

tégicas, las organizaciones llegan a reflejar o duplicar aspectos sobre-

Page 103: El Nuevo Institucionalismo

234 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

salientes de la diferenciación ambiental en sus propias estnrcturas. Incor-poran estnrcturas ambientales.

Este tipo de proceso de institucionalización, en el que la estructura orga-nizacional se desarrolla con el tiempo por medio de un proceso históricode adaptación no planeado, tal vez se halle más de acuerdo con la versión de

la institucionalización de Selznick (1957). En su hincapié en resultados nointencionales, en determinantes causales que dependen de la historia yen residuos estructurales por inercia, también tienen mucho en común conel "nuevo institucionalismo" en la ciencia política tal como lo describenMarch y Olsen (1984).

" Evitar" la estructura organizacional

No obstante, nuestra investigación de las escuelas desarrolló otro punto de

vista de la relación entre los ambientes institucionales y la estructura orga-nizacional. Hemos propuesto que, en aspectos importantes, gran parte delsentido de orden y coherencia presentes en las escuelas estadunidensesestá fundamentado en creencias institucionalmente compartidas más queen estructuras organizacionales (véanse Meyer, Scott y Deal, 1981).

Por supuesto, de acuerdo con casi todos los argumentos resumidos hastaeste momento, en el caso de las escuelas se codifican las funciones, reglas ycreencias institucionales dentro de la estructura de organizaciones educati-vas. Como Meyer y Rowan (1978, p. 9ó) argumentan: "En la sociedad moder-na [...] las organizaciones educativas tienen buenas razones para controlarestrechamente las propiedades definidas por el orden social más amplio. Pormedio de incorporar tipos de instrucción, maestros y estudiantes externa-mente definidos dentro de su estructura formal, las escuelas evitan la ilegi-timidad y el desacreditamiento".

En la investigación de los sistemas de creencias y la existencia de reglasde que informan diversas clases de participantes escolares

-superinten-dentes, directores, profesores-, descubrimos que existía un gran consensoentre estos gmpos que desempeñan diferentes papeles, en cuanto al al-cance de la política educativa referente a materiales del plan de estudios,calificaciones, conducta del estudiante y asuntos similares. Esto no es sor-prendente en su contexto altamente institucionalizado. Sin embargo, esos

acuerdos se vieron poco afectados por los límites organizacionales: losmaestros y los directores dentro de la misma escuela, así como los profe-sores, directores y superintendentes en el mismo distrito, no mostraronniveles de consenso más altos sobre las polÍticas educativas que los que, porlo general, están presentes en los grupos con diferentes papeles; gmposcuyos miembros fueron seleccionados de una variada muestra de escuelasen un área metropolitana urbana.

Parece que el alto nivel de "acuerdo total sobre el alcance de las políticas

RETOMANDO LOS ARGUMENTOS INSTITUCIONALES 235

formales y las áreas a las que se aplican" fue resultado de procesos no orga-

nizacionales, sino institucionales:

Según este punto de vista, los acuerdos sobre la naturaleza del sistema escolar y

las normu, q.re lo gobiernan se logran en niveles colectivos muy generales (por

medio de procesos pollticos, desarrollo de sfmbolos comunes y convenios ocupa-

cionales). Cada escuela y distrito -y cada profesor, director y funcionario de dis-

trito- adquiere un entendimiento del proceso educativo y de la división de

trabaio, tro pot la relación con otros dentro de la misma unidad organizacional,

sino por participar en el mismo ambiente institucional y compartir la misma"cultura" educativa [Meyer, Scotty Deal, 1981' pp' 159-ló0].

Hoy yo rectificaría este argumento para incluir a los estudiantes y a los

padrés-de familia entre los principales portadores del sistema cultural de

creencias,Esas concepciones y símbolos compartidos proporcionan un orden no

sólo por estai delineados en formas y procedimientos organizacionales,sino iambién por su influencia directa en las creencias y las conductas de

los participantes individuales, haciendo que su representación organíza-

cional sea menos esencial. Están incorporados en la infraestructura cultu-ral. Es posible que sólo se requiera que las estructuras organizacionalesupoy.r y complémenten los sistemas culturales que ejercen una influenciadirecta en los participantes.

De acuerdo con este argumento, Ia existencia de ambientes institucionales

fuertes puede, bajo ciertas condiciones, disminuir en vez de aumentar el gra-

do de c-omplejidad de la estructura organizacional. Los controles estruc-

turales pueden sustituir los controles culturales. Cuando se compartenampliamente las creencias y se dan por hecho las categorías y los procedimientos, no es tan esencial que se les codifique formalmente dentro de la

estructura organizacional.

CoNcrustó¡¡

En este capítulo he argumentado que los teóricos institucionales han trans-

formado nuestras concepciones de los ambientes relevantes de las orgapi-

zaciones; en particular, han destacado la importancia de los sistemas sim-

bólicos -tanto cognoscitivos como normativos- y las característicasestructurales de los ambientes organizacionales. Tarnbién han presentado

nuevos criterios para la delimitación de los ambientes organizacionales.En mi resumen dé estos desarrollos en la primera sección de este capítulo,

subrayé la importancia de reconocer que la mayor parte de los tipos de

orgaiización ie enfrentan a múltiples fuentes y tipos de sistemas simbóli-.of o cultrrrales y que pueden emplear sus preferencias para seleccionar los

sistemas con los cuales se relacionarán. Los futuros estudios pueden con-

Page 104: El Nuevo Institucionalismo

236 REFINAMIENTo DE LA TEonf.q lNstttucloNlr

centrarse útilmente en caracterizar la variedad de fuentes institucionales(por ejemplo, las profesiones, las naciones-Estado), señalando sus modosde influencia preferidos (por ejemplo, la creación de vínculos estructurales envez de sistemas culturales) y examinando los estilos de racionalidad que apo-yan (por ejemplo, el seguimiento centralizado de reglas en vez de la discre-ción descentralizada).

En la segunda sección, examinaré los estudios empíricos que revelaronuna variedad de mecanismos y argumentos sobre cómo los elementos insti-tucionales afectan las estructuras organizacionales. Ya que los argumentospresentados son muy diversos -y, por lo menos, algunos de ellos hacen pre-dicciones competitivas-, sugiero que los analistas institucionales necesitanser más precisos sobre las vías alternativas que utilizan los procesos institu-cionales al suscitar sus efectos y los factores que determinan esas elecciones.Los siete mecanismos específicos que he obtenido de las obras empíricaspueden o no sostenerse bajo un escrutinio posterior como tipos distintos de

fuerzas institucionales. No obstante, argumentarÍa que la selección y Iaaclaración de estos argumentos es un complemento esencial del continuodesarrollo de la teoría institucional.

R¡,coNocttvtmuros

Este capítulo es la versión revisada de un documento preparado para laConferencia sobre el Cambio Institucional que se llevó a cabo en el Centerfor Advanced Study in the Behavioral Sciences [Centro de EstudiosAvanzados en las Ciencias de la Conducta], en Stanford, California, el 15 yel 1ó de mayo de 1987. Al hacer las revisiones, el autor se benefició con loscornentarios y las sugerencias de Ronald L. Jepperson, John W. Meyer yWalterW. Powell.

VII. EXPANSIÓN DEL ANÁLISIS INSTITUCIONAL

WALTER W. Poweu-

CoNsneRo que todavía está por realizarse el potencial total de la perspec-tiva institucional, en parte debido a las ambigüedades en algunas de lascontribuciones iniciales a esta línea de trabajo y al hecho de que hasta ahoraIo que se ha desarrollado es una versión algo estilizada de la teoría institu-cional -un institucionalismo restringido-. Mi propósito en este capítuloes abordar estas deficiencias y sugerir formas para ampliar el análisis insti-tucional. No estoy de acuerdo con algunos de mis trabajos anteriores,hechos en colaboración con Paul DiMaggio, ni con los de otros investiga-dores que han empleado la ideas institucionales con gran talento y prove-cho intelectual. Mi propósito no es simplemente dar pie a la polémica, sinopermitir que progresemos en el refinamiento y agudeza de nuestros argu-mentos.

Específicamente, sostengo que hay tres áreas en las que se necesitamejorar el programa de investigación: 1)El trabajo de campo actual damucha importancia a las diferencias entre los denominados sectoresimpulsados por el mercado y los institucionalizados. Los procesos institu-cionales y los competitivos no necesariamente se oponen. Como Braudel(1982, p.227) ha señalado: "Es muy fácil decir que una forma de intercam-bio es.económica y que otra es social. En la vida real, todos los tipos soneconómicos y sociales". 2) Aunque es fundamental la observación de quelas prácticas y estructuras organizacionales se relacionan flexiblementecon los resultados y Ias políticas, dicha observación ha dado lugar a lo quecreo es un punto de vista inadecuado de que las organizaciones institucio-nalizadas son manipuladoras relativamente pasivas e ineficientes de sím-bolos más que de contenido. Una línea de investigación más productiva se

concentraría en la razón por la que los arreglos inferiores al óptimo persis-ten con el tiempo. 3) Es necesaria una mejor comprensión tanto de lasfuentes de heterogeneidad en los ambientes institucionales como de los pro-cesos que generan el cambio institucional. La bibliografía al respecto su-giere un punto de vista estático, restringido y excesivamente socializado delas organizaciones.

¿ Ur'r rusrtrucIoNALISMo RESTRICTTvo ?

Hasta ahora, gran parte de la investigación empírica se ha concentrado enlas organizaciones no lucrativas y las agencias públicas (las escuelas, el sec-

237

Page 105: El Nuevo Institucionalismo

238 RERNAMIENTO DE LA TEORÍA INSTITUCIONAL

tor de salud mental, el cuidado de la salud, las instituciones culturales, etc.).

Quizás involuntariamente esta atención a los sectores públicos y no lucra-tivos ha llevado a lo que creo es una división desafortunada del universoorganizacional. Meyer, Scott y Deal (1981) sugieren que hay sectores técni-cos e institucionales, mientras que DiMaggio y Powell (1983), así comoTolbert y Zucker (1983) afirman que hay dos fuerzas: el isomorfismocompetitivo y el institucional. Se pretendía que értas fueran distincionesanalíticas; obviamente las dos formas se agrup¿in de maneras diferentes en

campos distintos. Pero muchos lectores consideraron estas categoríasdescripciones de diferentes clases de organizaciones. Sin embargo, ese pun-to de vista cede mucho te¡reno a los procesos de mercado. Ademas, conllevaque los escenarios competitivos sean el área donde los modelos del actorracional resulten los más adecuados y que los escenarios institucionalesestén dominados por aquellos que proporcionan satisfactores y se esfuerzan

sólo por disminuir la incertidumbre y asegurar su pernanencia.Un breve análisis de las diversas dimensiones que se han empleado en la

bibliografía sobre el tema nos ayudará a percibir la forma en que los lec-

tores pueden haber confundido una distinción analítica con una cuestiónempÍrica. Meyer, Scott y Deal ( 1 98 1) argumentan que las organizaciones se

diferencian en la medida en que su éxito depende de solucionar sus proble-mas técnicos o de cumplir con las demandas institucionales. La super-vivencia de algunas organizaciones depende más de lograr altos estándares

de producción interna eficiente, en tanto que la supervivencia de otras re-

quiere un ajuste a los códigos normativos de las redes de relaciones en que

están incorporadas. Los ambientes técnicos son aquellos en que se evalúanlas organizaciones por su producción. Estas compañías controlan muyestrechamente la producción y protegen sus partes centrales técnicas de las

influencias ambientales. Los ambientes institucionales se componen de

organizaciones que se valoran más por Io adecuado de su forma que por su

producción. En los ambientes institucionales, las organizaciones compitenpor su convivencia social y no por Ia eficiencia económica.

Pero si consideramos los sectores técnicos e institucionales alternativasdicotómicas, nos metemos en problemas. Para ilústrarlo, hagamos unacomparación estilizada de las clínicas de salud mental y el mercado de pro-ductos básicos según las dimensiones de los ambientes técnicos e institu-cionales. ¿Cuál se enfrenta a un ambiente institucional más fuerte? Laclínica de salud mental parecería Ia opción obvia. El campo de la saludmental tiene un carácter altamente profesional, sujeto a la jurisdicción re-

guladora de numerosas autoridades locales, estatales y federales, así comode diversos organismos semipúblicos de reconocimiento. A menudo los fon-dos y el apoyo dependen de la aprobación legislativa. Los productos de unaclínica de salud mental no se controlan estrechamente, ni es probable que

las clínicas sean recompensadas de modo generoso por el uso altamente efi-ciente de sus recursos. Existe muy poca evaluación, si es que la hay, de la

EXPANSIÓN DEL ANALISIS INSTITUCIONAL 239

eficacia del tratamiento porque Ia tecnología del tratamiento de la saludmental es ambigua y es difícil definir sus productos, mucho menos medir-los. La naturaleza misma del proceso de trabajo protege las clínicas de las

pmebas de eficiencia; sin embargo, al mismo tiempo, la falta de compren-sión del tratamiento de la salud mental hace que las clínicas sean vulnerables

a las demandas externas conflictivas.Los mercados de productos primarios son un ejemplo supuestamente

clásico de intercambios anónimos inmediatos en el mercado. En los merca-dos inmediatos de productos, los precios se ajustan a los cambios en la ofer-

ta y la demanda y las fuerzas del mercado rigen sin mediación de relacionespersonales o factores institucionales. A Ios comerciantes se les recompensapor su desempeño efectivo y eficiente. Se enfrentan a un continuo conflictode intereses con los demás comerciantes por realizar transacciones al pre-cio más ventajoso. Pero esta forma de intercambio econÓmico se apoya en

varias estlucturas regulativas en el macronivel y en el micronivel, sin las

cuales el comercio sería demasiado volátil incluso para llevarlo a cabo(Abolafia, 1984; Leblebici y Salancik, 1982). En cierta rnedida, tanto las

reglas federales (por ejemplo, Ia U. S. Securities and Exchange Commission

[Comisión de Valores y Bolsas de los Estados Unidos] y la CommodityFutures Trading Commission [Comisión de Comercio de Futuros de Pro-ductos Primarios]) como las conductas proscritas de la bolsa vigilan losabusos comerciales. También está restringida la admisión al piso de nego-

ciaciones. Pero es en el micronivel donde se combinan las consideracionesde reputación y relación para controlar la conducta de interés propio yrefrenar los abusos. La transacción estándar es como sigue:

Comprador-r Corredor--*--+ Casa de -------+ Piso de negociacionescorretaje

I

JCámara de compensación

I

JVendedor (- Corredore-Casa de <-Piso de negociaciones

corretaje

En medio de gritos y ruido, se lleva a cabo una intrincada serie de tran-sacciones, sin siquiera un saludo de mano. Se gastan grandes cantidadesde dinero con sólo mover la mano y los negociantes de piso mantienen unregistro de las numerosas negociaciones en sus cabezas. ¿Qué impide que

este sistema se rompa continuamente y sea víctima del oportunismo, el

fraude y la manipulación? ¿Cómo es que los comerciantes no se ven ago-

biados por el volumen y Ia volatilidad de su trabajo? Este intercambio en el

mercado es, en muchos aspectos, una actividad altamente institucionaliza-da. El sistema no es un gran piso impersonal de negociaciones; más bien es

Page 106: El Nuevo Institucionalismo

240 REFINAMIENTO DE LA TEORIA INSTITUCIONAL

una serie de transacciones repetidas entre redes pequeñas de socios comer-

ciales que dependen entre sí para llevar a cabo fidedignamente su tarea del

día, porque saben que regresarán el día de mañana al piso de negociacio-,r"r.ico-o Baker (1984) ha mostrado en su estudio del mercado de valores

nacional, se negocia con las personas cercanas con el fin de reducir el ries-go. En contraste con las predicciones de la microeconomía, Baker (1984)

encontró que los microsistemas muy cerrados promueven una comuni-cación segura que disminuye Ia volatilidad de los precios. Esta breve com-paración de loi mercados de productos primarios y las clínicas de salud

mental ilustra lo difícil que resulta separar claramente los procesos eco-

nómicos y los institucionales. Incluso las actividades más competitivas son

posibles sólo por medio de disposiciones institucionales en el micro y ma-

cronivel que aseguran la reproducción del intercambio económico. Y Ias

organizaciones que usan tecnologías mal entendidas, como el tratamientopsiquiátrico, están sujetas a controles de producción, como las cuotas de

carga de casos.Una confusión similar se deriva del modelo de dos étapas del cambio

organizacional de DiMaggio y Powell (capítulo lr). Nosotros argumentamosque Ios campos organizacionales tienen ciclos de vida característicos; en

sus primeros periodos dominan las propiedades de eficiencia y en los pe-

riodos de madurez el isomorfismo institucional regula la supervivencia.Esto sugiere que es posible predecir la adopción temprana de una inno-vación en términos de las necesidades técnicas de los adoptadores poten-

ciales; pero una vez que se vislumbra Ia institucionalización, la adopciónproporciona legitimidad y no un mejor desempeño. Varios estudios empíri-.or qn" tratan de temas como la adopción de las reformas del servicio civilpor parte de los gobiernos de las ciudades (Tolbert y Zucker, 1983), el creci-

miento de las agencias que financian las ciudades (M. Meyer, Stevenson y

Webster, 1985) y la adopción de unidades de personal y programas de eva-

luación del trabajo (Baron, Dobbin y Jennings, 198ó), apoyan su modelo de

cambio.Sin embargo, hay varias deficiencias en este argumento. Primera, conlleva

que ajustarse a las presiones institucionales sea relativa.mente fácil y barato.Esta forma brumosa y refleja de adaptación (véanse Hannan y Freeman,1989, p. 34) sugiere que la legitimación es simplemente un proceso de se-

ñalización. Segunda, tal explicación representa erróneamente la prácticainicial como una especie de solución natural a los imperativos técnicos.Ignora los muchos caminos que no se tomaron, las alternativas que no se

Ilevaron a cabo. como muchos académicos de la organización han sugeri-

do, no había nada inevitable o natural en el modo en que se desarrolló Ia

I La investigación reciente sobre la sociología de los mercados (por parte de especialistascomo Abolafial Baker y Granovetter) no se concentra en las transacciones discretas, sino que

realza el papel'ütal de la reputación. Este trabajo ilustra cuán difícil y poco práctico resulta

aislar una transacción individual de la reputación total de un actor.

EXPANSIÓNDELANALISISINSTITUCIONAL . 241

organización industrial moderna a fines del siglo xx y principios del xx(Piore y Sabel, 1984; Fligstein, 1990b). Tercera, a menudo Ios criteriosacerca de Io que es una buena solución técnica son discutibles. Los inge-nieros, economistas, empresarios y ambientalistas pueden hablar conautoridad, pero serán un grupo muy discordante. Finalmente, el modelo dedos etapas complica el proceso entero de patrocinio institucional pormedio del cual se definen algunas innovaciones como útiles y tienen granaceptación.2

ArreRNarrvas: uN INSTITUcIoNALISMo AMpLIADo

Si estos argumentos iniciales no son completamente satisfactorios, ¿quéotras opciones podrÍan ser más fructíferas? Una alternativa, sugerida porScott (véanse el capítulo vr, así como el rv), es que los factores institucio-nales y técnicos no son dicotomÍas, sino dimensiones en que los ambientesvarían. Ambos tipos de ambientes ejercen presiones en las organizaciones alas que deben responder con el fin de sobrevivir. Algunos sectores, como elbancario o el de transportes, se enfrentan tanto a fuertes demandas com-petitivas como a presiones por parte de diversos organismos reguladores ygrupos de consumidores para ajustarse a los requisitos procesales. Si se-

guimos la propuesta de Scott, necesitamos desarrollar argumentos acercade cómo las presiones técnicas e institucionales influirán en el grado deheterogeneidad y homogeneidad en los diferentes campos organizacionalesy cómo esos efectos de composición influyen en las tasas de difusión devarias prácticas de una compañía a otra.3

Otro enfoque sería descubrir las diversas formas en que los factores insti-tucionales refuerzan o debilitan la lucha competitiva entre las organiza-ciones. EI apoyo que dan las élites políticas y sociales es una poderosafuerza estabilizadora. Los reglamentos gubernamentales protegen a muchasorganizaciones de las presiones competitivas. Algunas organizaciones sonprotegidas por el hecho de que financian actividades comunes con ventasconsiderables a partir de Iíneas de productos bien establecidas. En esoscasos, quizás no sea necesario que, para sobrevivir, las organizaciones se

desempeñen mejor que otras. Pero, incluso entre las organizaciones orien-tadas al mercado, la eticiencia productiva puede tener muy poco que vercon Ia superwivencia. Hannan y Freeman (1989) sugieren que la selección enlas poblaciones organizacionales no necesariamente favorece a los produc-

z Como Meyer, Scott y Deal (1981, pp. 175 y 17ó) señalan en una discusión de problemasteóricos no resueltos, "las organizaciones técnicas satisfacen sus ambientes con toda clase deproductos de valor abstracto que resultan concretamente inútiles".

3 Convendría estudiar cómo han cambiado las influencias institucionales en diferentesépocas. Por ejemplo, los estudios de casos de industrias antes de la intervención del Estado ola investigación sobre los orígenes de las asociaciones comerciales podrlan proporcionar unaidea del proceso de institucionalización.

Page 107: El Nuevo Institucionalismo

REFINAMIENTo DE LA TEoRfe INsuructoNll-

tores más eficientes.a Argumentan que varios factores estratégicos -par-ii.ifu.io" en el mercadá, ."p,rta.i-ón-del producto, lublicirlad exitosa,

Iocálización, protección de pátentes y la presencia de amenazas legales-

puedensermásimportantes.Aunlasorganizacionesmáscomprometidasio., tu eficiencia dependen de creencias socialmente construidas, como

aquella de que más es mejor. Además, como Friedland y Alford sugieren en

"i."pit"r" x de este riurá, ru ganancia y el riesgo son caregorías cultural-

.rr..rl construidas cuyas defiriiciones varían ampliamente entre las nacio-

.r".-grtu¿o y dentro dá fe.iodos específicos'

un tercer enfoque consiste en mostrar la manera en que las fuerzas polí-

ticas e institucionales establecen la estructura misma para el estableci-

miento de Ia acción económica; esos procesos definen los límites de lo que

es posible. Este punto de vista va más allá del argumento de que-una mano

invisible actúa con un ligero toque, o de que la acción económica está

in.o.fo.uau en las relaciJn", totiul"s, y sugiere que los.procesos institu-

cioruj", ayudan a configurar la estructura misma de las disposiciones

""""á-i.ár. Las reglas iel ambiente más amplio determinan no sólo lo

que las organizaciones pueden hacer, sino cuáles organizaciones pueden

&istir. No hay un gran p.o.",o de selección natural que determine los re-

sultados eficientes; mai bien, hay un proceso que ocurre gradualmente

á;;á;1", opciones básicas esrán limitadas y configuradas por los procesos

institucionales Y Políticos.Roy (1986) pieienta una fuerte argumentación acerca de que el gobierno

creó históricamente -no sólo legaliió- Ia corporación moderna. Su argu-

-".r,o sugiere que las formas orlanizacionales -corporaciones privadas y

f,lUli.ur,"rocieáades y organizaci.ones 19 lucrativas- se constituyen so-

cialmente en un sentiáo lelgal y político' El gobierno de los Estados Unidos

¿"r"-p"oo un papel decilivó án la creacián de la forma corporativa. El

Estado p.opo..io.ró l'os soportes legales de la forma corporativa de la

p.opi"aá¿, áfrecio urlri"rr.iá financieia a las corporaciones inexpertas, eli-

minó varias barreras al mercado nacional y ayudó a di"sminuir la.oposición

de las fuerzas anticorporativas. El Estadt también desempeñó un papel

similar en el desarrollá del sector no lucrativo. Háll (19S7) describe cómo

rtu .o*binación de élites religiosas y sociales y los gobiernos estatales y

iud..ut., crearon la noción de administración para terceros, de responsa-

bilidad privada puru "l

bien público' Roy demuestra cómo' desde 1865' los

;Jrd;;r del poder privadt se concentraron en dos áreas estrechamente

relacionadas: la formacion de corporaciones comerciales privadas capaces

de actuar en escala nacional y la üansformación de instituciones no lucra-

4 Hannan y Freeman (1989, p. 37) sostienen que "los procesos de seiección son multidimen-

sionales y que la efici"r,cia eliü.Jn..iO" y lu óo-e..iuliru.ión, ampliamente definida, es sólo

una de las dimensiones pertinentes". Los aútores comparten la opinión de muchos sociólogos

nolíticos v teóricos del institucionalismo de qu", en -.,chas circunstancias, los vínculos poli-

iri"i'v t.ÉlJ"i t". *át iÁp".u"t.s para la supewivencia que la eficiencia

EXPANSIÓN DEL ANALISIS INSTITUCIONAL 243

tivas, especialmente las universidades, en organizaciones que facilitaríansus propósitos de expansión.

Una vez que se establecen las formas organizacionales, no mengua elpapel del Estado, Ios grupos profesionales y las diversas élites organiza-cionales. Como hemos argumentado, el Estado y las profesiones se han con-ve¡tido en los grandes racionalizadores de este siglo (DiMaggio y Powell,capítulo n). Construyen y dan legitimidad a las metas organizacionales,norrnan y distribuyen los recursos (leyes tributarias, políticas monetarias,apoyo para el sistema bancario) y desarrollan y mantienen los sistemas de

control burocrático (políticas de personal y ley laboral). Más específica-mente, actividades tan diversas como la adopción de la forma multidivi-sional (Fligstein, 1990b), de prácticas contables (Hopwood, 1983; Covaleskiy Dirsmith, 1988; Meyer, 198ó), de política personal (Baron, Dobbin yJennings, 1986) y de filantropía corporativa (Galaskiewicz, 1985a; Useem,1987) están fuertemente configuradas por las expectativas y presionesinstitucionales. A medida que las empresas crecen y participan en activi-dades industriales, así como en densas redes de intercambio, las expecta-tivas institucionalizadas de otras empresas, de los consumidores y del go-bierno ejercen mayor influencia en su comportamiento (Jacobs, Useem yZaId, 1991). De hecho, los ecologistas Carroll, Delacroix y Goodstein (1988)

argumentan que las expectativas y el poder del Estado moderno imponenrestricciones sobre la diversidad de formas organizacionales que se puedenadoptar. Además, a menudo el Estado proporciona los modelos para losmedios de organización aceptables.s

La agenda crítica del análisis institucional debería mostrar cómo las elec-ciones que se hacen en determinada época crean, más adelante, institu-

s Los ecologistas muestran gran propensión a responder a la noción de que los factoresinstitucionales suceden en el nivel de la población y, por tanto, pueden configurar los proce-sos competitivos. Los descubrimientos de Carroll y Huo (1986) muestran que las variablesinstitucionales afectan fuertemente las tasas de fundación y fracaso de las organizacionesperiodísticas en el área de la Bahía. Hannan y Freeman (1987) afirman que la legitimaciónproduce dependencia respecto de la densidad positiva, es decir, la fuerza de las reglas institu-cionales que apoyan la organización racional influye en la fundación de sindicatos laboralesnacionales. Tucker¿t ¿1. (1988; véase también el capítulo xv, en este libro, de Singh, TuckeryMeinhard) muestran cómo los grandes cambios institucionales pueden alterar categórica-mente la dinámica ecológica dentro de una población de organizaciones de servicio social.Los autores se concentran en el papel del Estado en cuanto al establecimiento de las condi-ciones que estimulan la fundación organizacional. En un documento sobre el mismo tema,Singh, Tucker y House (198ó) muestran que el apoyo de actores colectivos poderosos ayuda adisminuir la tasa de mortalidad a medida que las organizaciones son más antiguas, en tantoque la pérdida de legitimidad externa aumenta significativamente la probabilidad de fracaso.El efecto de la legítimidad persistió cuando controlaron la forma organizacional, Ia escasez derecursos, la munificencia y la densidad de población. Esta rama de la investigación hace hin-capié en que ei análisis de los factores institucionales es fundamental para el estudio de laorganización formal. Aunque los ecologistas han hecho funcional el ambiente institucional enformas no del todo satisfactorias para los teóricos institucionales (véase la crítica de Zucker,1989), existe claramente un área importante de consenso: los procesos institucionales y losecológicos pueden ser complementarios.

Page 108: El Nuevo Institucionalismo

244 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

ciones que generan patrones reconocibles de restricciones y oportunidades'

Existen muihos ejemplos de estos procesos. El papel del Fondo Monetario

Internacional en ia piomulgación de procedimientos de la banca centralque ahora limitan las opciones disponibles para enfrentar la crisis de la

de,rda, o los efectos benéficos de los esfuerzos de la Organización Mundial

de la Salud en la creación de ministerios nacionales de salud, que ahora

son decisivos en la lucha contra el Sida, son dos importantes ejemplos con-

temporáneos.Nuestra contribución al estudio de las organizaciones se verá enorme-

mente enriquecida si podemos percibir las fuentes de Ios patrones institu-cionales, su complejidady fuerza subsecuentes, el grado en que se sustentan

estas fuerzas y las clases de escenarios donde tienen más repercusión. Esta

agenda está de acuerdo con las percepciones centrales del planteamiento

iÁtitucional: es más probable que lts o.gunizaciones modernas surjan, se

amplíen y sobrevivan en escenarios donde el ambiente social crea y man-

tiene los fundamentos de la organización racional formal'Sin embargo, el argumento de que los patrones institucionales limitan

las opciones fut,-,.ut es no sólo una afirmación que se aplica a las estruc-

turas sociales. También es imporlante para los individuos' Una idea insti-

tucional clave es que las preferencias y elecciones individuales no se

pueden entender sápuradai del amplio escenario cultural y del periodo

iristórico en que están inmersas.ó En la medida en que aceptamos la idea

de que ia autodefinición individual está constituida en parte por una es-

truciura institucional más amplia,T ponemos en duda la noción de que las

formas sociales recurrentes como el mercado laboral o la organizaciónpolítica democrática son creadas y sustentadas por las elecciones colecti-

uas de los individuos que procuran maximizar Ia utilidad. Como Meyer,

Boli y Thomas (1987, p. 15) observan, estas formas de organización están

-rryiifurrdidas y a Ia,uez son extraordinariamente perdurables. Es difícilimaginar que loi valores y el conocimiento de un gran número de indivi-duoi diferentes serían tan uniformes, si no hubiera normas ampliamenteaceptadas sobre el comportamiento apropiado y los modelos de acciÓn.

nnl ilamado a un instiiucionalismo más amplio reQuiere que el enfoque de

la investigación empírica no se limite a los sectores públicos y no lucrativos,

y que se preste más atención a los sectores centrales de la economía como la

o En su respuesta al polémico esquema de Coleman (1986) de una teoría de la acción,

S"*"U tiés7) ieRala que los u.gr-"rrio. basados en los intereses individualesignoran "la flo';;i;ilt ;iltipi; biLliografii sobre la constmcción social o cultural del individuo v de los

uutot.r iit¿iui¿uales" 1p. íog). Estu bibliografía, que se encuentra en el marxismo, en la an-

i[p"iági" ""fiural

(poi ejemplq Geertz, lg73t Rosaldo, 1980; Shweder y LeVine, 1984) y en

i.,]"á"T, irsi8) y rjáurdieu itsiz), roril.r,e que los intereses individuales se producen his-

tórica y culturalmente.---iOúuiu*.",", las sociedades difieren mucho en el grado en que se prescriben socialmente

los papeles y las características indiüduales. Los mártires religiosos en Irán bajo el mandato

a; ;üi;l;;1;; .Áft.uaor leales de grandes compañías japonesas son contrastes absolutos

con lás especuladorel de la fiebre del oro en las fronteras amazónicas'

EXPANSIÓN DEL ANALISIS INSTITUCIONAL 245

manufactura y las finanzas. También se requiere una agenda teórica másamplia. Es necesario desarrollar argumentos sobre la razón de que los re-sultados en determinada época no se puedan entender en términos de laspreferencias de los actores que existen en esa misma época, sino que se

deban explicar como producto de elecciones previas configuradas poracuerdos y capacidades institucionales. Esto requiere un análisis muchomás complejo sobre cómo las instituciones, al excluir algunas opciones yfacilitar otras, configuran las identidades individuales y el discurso público.

LA REPRODUCCIÓN INSTITUCIONAL

La inicial atención a los sectores públicos y a los no lucrativos significó quemuchas de las organizaciones se caracterizan por tecnologías pobrementeentendidas, que actuaban en ambientes con demandas técnicas modestas yexperimentaban presiones de selección débiles. Una importante idea quesurgió de este trabajo es que las presiones para alcanzar eficiencia son va-riables -se perciben con fuerza diferencial en campos organizacionalesdiferentes-. Estos estudios subrayaron la discrepancia entre Io que las or-ganizaciones dicen que hacen y lo que realmente hacen. Se encontró, enmuchos niveles, un acoplamiento débil entre los procedimientos y los obje-tivos -entre

Ia organización formal y la informal, en niveles jerárquicosdiferentes, y entre la política adoptada y los resultados observados (Marchy Olson, 1976)*.

Éstos fueron y siguen siendo descubrimientos importantes. Pero la ma-nera en que se han interpretado y difundido en la bibliografía organiza-cional me parece peculiar. Los argumentos institucionales se han asociado(en mi opinión, inadecuadamente) con nociones de que las organizacionesno se ocupan del desempeño de Ia tarea; en cambio, las organizaciones se

consideran manipuladoras de apariencias, buscando sólo legitimidad.Otros han usado el institucionalismo como una explicación residual, útilpara dar razón de resultados cuando otras explicaciones instrumentalesson improcedentes. A los individuos que habitaban en campos institu-cionalizados se les consideró poco seguros de sus intereses o incapaces derealizarlos, por lo que eran propensos a las influencias miméticas. A losargumentos institucionaies y a perspectivas como la elección racional o laecología de la población se les representó como opuestos.

Mi punto de vista es que esta "institucionalización de la perspectiva insti-tucional" se halla mal orientada. Subraya descubrimientos específicos acosta del argumento básico de que las presiones institucionales se derivande procesos de racionalización de alcance social más general. Ignora lapercepción de que, si las organizaciones pueden manipular los sÍmbolosque presentan al ambiente externo, también deben ser expertas en pro-ducir y controlar elementos simbólicos.

Page 109: El Nuevo Institucionalismo

246 REFINAMIENTO DE LA TEORIA INSTITUCIONAL

Evidentemente, parte de esta "mala interpretación" se debe a Ia falta de

claridad en algunas de las afirmaciones originales. Por ejemplo, DiMaggio

y Powell sugirieron que "el cambio estructural en las organizacionesparece'moti.Ádo

"ada u", *".ro, por la competencia o por la necesidad de

eficierrcia" y que "los procesos isomorfos proceden en ausencia de pruebas

de que urr-..rtun la eficiencia organizacional interna" (véase el capítulo u

".r Át" hbro). Zucker (1987, p. 5) sostiene que las organizaciones institu-

cionalizadas "satisfacen muchas e importantes funciones de legitimación,pero las tareas centrales no se desempeñan tan bien como lo harían en una

organización orientada al mercado, y a menudo también se desvían los

objetivos organizacionales básicos".Á u.."r loi teóricos institucionales sugirieron que los procesos institu-

cionales eran ineficientes y al mismo tiempo aumentaban las perspectivas

de supervivencia. Scott y M"y"t (capítulo IV en este libro) afirman que "la

confo^rmidad organizacional al ambiente institucional aumenta la evalua-

ción positiva, lai corrientes de recursos y, por tanto, las oportunidades de

supervivencia y simultáneamente disminuye la eficiencia". Meyer y Rowan

(cápítulo r en este libro) y DiMaggio y Powell (capítulo rr) argumentan que

las-organizaciones adoptan prácticas o estructuras requeridas por sus

ambientes, aun cuandoestos elementos no son adecuados para lalareaque deben desempeñar. Sin embargo, este ajuste a las demandas externas

bntau tt"gatrar la supervivencia organizacional, porque esos agentes exter-

nos Son cáracterísticamente proveedores de recursos clave. La pregunta

obvia es: ¿cómo es posible qué prácticas que aumentan Ias perspectivas de

supervivencia sean consideiadas ineficientes? Y si se recompensan las or-

ganizaciones por cumplir con las demandas externas, ¿cómo podemos

árgumentar que el ajuste no se basa en la conducta calculadora de quienes

buscan legitimidad?Con freiuencia, en los mismos documentos que contienen esas afirma-

ciones equívocas se presentan también rectificaciones sensatas' Por ejem-

plo, Scoti y Meyer t"ñulu.r que apegarse a especificaciones procesales es

Lrru -..t"iu de trear y legitimar formas organizaciónales estables en áreas

conflictivas. DiMaggio y Powell sostienen que se recompensan las organiza-

ciones por ser similares a otras en sus campos, porque así se facilita rea-

Iizar inlercambios, atraer personal, mantener una buena reputación y

Iograr la elegibilidad para contratos y subsidios. La solución a este enigma,

coio lerry óavis (peisonalmente) me ha señalado, es "replantear el proble-

ma como rl fu"ru áe optimización conjunta". Las organizaciones adoptan

estructuras y prácticas que en algunos aspectos son subóptimas con el finde obtener los recursos necesarios. Las organizaciones siempre tienen que

considerar muchos factores de producción, de Ios que cualquiera se podría

usar "ineficientemente" en términos categóricos, pero que se combinan con

otros factores para producir resultados satisfactorios.Quiero ,,rg"ti. que estas ambigüedades se deben en parte a que hemos

EXPANSIÓN DEL ANALISIS INSTITUCIONAL 247

descuidado cuestiones de persistencia o reproducción institucional. ¿Enqué forma se perpetúan Ias prácticas y estmcturas en el tiempo, particular-mente en circunstancias en que los cálculos utilitarios sugerirían que noson funcionales? ¿Por qué se reproducen las prácticas cuando se disponede opciones superiores? ¿Por qué se mantienen los arreglos subóptimosaun ante oposición? Como punto de partida, quiero sugerir cuatro vías de

reproducción institucional 1) el ejercicio del poder, 2,) las interdependen-cias complejas, 3) Ias suposiciones que se dan por hecho y 4) los procesos

de desarrollo que dependen de la trayectoria.A menudo, las prácticas y las estructuras perduran por medio de los es-

fuerzos activos de quienes se benefician de ellas. De hecho, Stinchcombe(19óS, p. 107) define una institución como "una estrt¡ctura en que las per-

sonas poderosas están comprometidas con algún valor o interés". Nos hace

ver (lo cual con frecuencia se subestima en los argumentos institucionales)que 'lel poder tiene mucho que ver con la preservación histórica de los

patrones de valores". Por buenas razones teóricas, los institucionalistas se

han mostrado renuentes a clasificar como una institución algo que se man-tiene únicamente por medio del ejercicio del poder. Pero está claro que laintervención de la élite puede desempeñar un papel importante en la for-mación institucional. Una vez establecidos, las prácticas y los programasson apoyados y promulgados por parte de las organizaciones que se benefi-cian de las convenciones prevalecientes. Así, las élites pueden ser tantoarquitectos como productores de las reglas y expectativas que han fomen-tado. Pero las prácticas también pueden tener existencia propia y persistirsin el apoyo activo de la élite. El capítulo x de DiMaggio es un excelenteestudio de la institucionalización exitosa de un proyecto profesional -unmodelo particular de lo que debería representar un museo de arte y de

quiénes deberían ser sus conservadores-'Gran parte de Ia influencia de las profesiones modernas se deriva de su

control sobre la selección de nuevos miembros, la socialización de los

sucesores y el control sobre las condiciones del ejercicio de la misma. Una

vez establecido ese sistema de control y reproducción, casi ineütablementeinrenta ampliar su jurisdicción (Abbott, 1988). Los hábiles formadores de

instituciones que se benefician de ese sistema de poder, por lo común,harán un esfuerzo considerable para mantener su dominio. Sin embargo,otros pueden emplear el proyecto profesional como un recurso para justi-ficar ácciones alternativas. Lo que falta en la investigación de las profe-siones y el análisis institucional es un buen entendimiento de la ecología de

Ia competencia: ¿por qué se aceptan fácilmente las pretensiones de algunos

gmpos ocupacionales, en tanto que se rechazan o cuestionan las de otros?jeor que afejercicio del poder de Ios profesionales o de la élite lo apoya el

patrocinio institucional y se le refuerza en forma efectiva en algunos casos

por medio de recompensas y sanciones y en otros casos no sucede así?

La reproducción no depende necesariamente de la movilización colecti-

Page 110: El Nuevo Institucionalismo

248 REFINAMIENTO DE LA TEORIA INSTITUCIONAL

va recurrente -un punto que Jepperson subraya en el capítulo v-. La per-sistencia puede no depender de la agencia activa como consecuencia deque una práctica o estructura en particular esté tan incorporada en una redde prácticas y procedimientos que un cambio en cualquier aspecto conllevecambios en muchos otros elementos (véase Thompson, 1967, para tecno-logías con relaciones alarga distancia y la interdependencia seriada). Éstees el argumento de inercia común por el que los fabricantes estaduniden-ses de automóviles estaban renuentes a rediseñar sus líneas de ensamble,aun ante la evidencia considerable de que pronto habrÍa menos demandade autos grandes, consumidores ávidos de gasolina (Abernathy, 1978).Cuando las interdependencias se extienden a través de los límites organiza-cionales a otras organizaciones, sobre todo en el caso de relaciones jerár-quicas (por ejemplo, a la oficina central, a autoridades superiores como elEstado o a las agencias de coordinación central), las prácticas se vuelvenmuy resistentes a los esfuerzos de cambio. Las obras de economía sobre elescenario estándar y los aspectos externos del sistema (Katz y Shapiro,1985, 1986; Arthur, 1989) ilustran muy bien las interdependencias tecno-Iógicas que se acumulan una vez que se elige una tecnología o un conjuntode reglas que abarcan toda la industria. Cuantos más usuarios haya, es

menos probable que las compañías estén dispuestas a un cambio hacia unnuevo régimen, aun cuando la nueva tecnología sea superior. Este argu-mento se puede extender sin dificultad más allá del campo de la tecnología.Los procedimientos comunes que facilitan la comunicación interorganiza-cional se pueden mantener, incluso ante la notable evidencia de que sonsubóptimos, porque los beneficios asociados con la familiaridad fácilmentepueden pesar más que los asociados con la flexibilidad. Cambiar las reglasinstitucionales siempre conlleva altos costos de sustitución, por lo que ungran número de consideraciones políticas, financieras y cognoscitivasmoderan la realizaciín de esos cambios.s

Los patrones sociales también pueden reproducirse sin intervención acti-va cuando las prácticas y las estructuras se dan por hecho, por lo que no seponen en duda ni se les compara con otras (véase la. discusión de la acciónpráctica en nuestra introduccién). Los patrones institucionales configuranla conducta de tal manera que se consideran algunas acciones naturales ylegítimas. Pienso que esto es un punto clave en Ia teoría de la estructu-ración de Giddens (198a): las instituciones configuran las definicionesmorales de los objetivos y reglamentos de la vida social recurrente. Así, alefectuar sus funciones en el lugar de trabajo, quizás el trabajador y el ge-rente nunca piensen en las disposiciones institucionales (de poder, control,estatus, etc.) que estas funciones y escenarios de trabajo conllevan.

Los procedimientos y las formas organizacionales pueden persistir de-bido a patrones de desarrollo que dependen de Ia trayectoria, en los cuales

s Véase Sundstrom (1988) para una discusión interesante de las razones económicas y so-ciológicas de ia persistencia institucional.

EXPANSIÓN DEL ANALISISINSTITUCIONAL 249

las elecciones iniciales excluyen opciones futuras, incluso las que seríanmás efectivas a la larga. Estos procesos ocurren tanto en el nivel de la orga-nización individual como en el nivel colectivo de la industria o del campo.Los argumentos que dependen de la trayectoria ayudan a explicar una deIas más interesantes observaciones en la teoría de la organización: el ar-tículo clásico de Stinchcombe (1965, pp. 153-1ó4) sobre los procesos defundación, el cual sugirió una impresión permanente de característicasestructurales básicas

-composición de la fuerza laboral, tamaño de la

compañía, tuerza del capital, etc.-, que varían sistemáticamente según elmomento de Ia fundación y permanecen muy constantes con el tiempo.

La memoria organizacional y los procesos de aprendizaje no sólo regis-tran la historia, sino que configuran su curso futuro; Ia dirección de estatrayectoria depende en gran medida de los procesos por medio de los cua-les se mantiene la memoria (Levitt y March, 1988). A menudo el aprendi-zaje en las organizaciones es supersticioso; es decir, las organizaciones se

Ilegan a comprometer a rutinas configuradas por éxitos anteriores y confrecuencia arbitrarios (Nystrom y Starbuck, 1984; Powell, 198ó). El éxitosuele ser enemigo de la experimentación y conduce a trampas de compe-tencia

-circunstancias en las que el desempeño favorable con un pfocedi-

miento o tecnología inferiores hace que una organización acumuie expe-riencia adicional y de esta manera mantiene tan limitado el conocimientode un procedimiento o tecnología más ventajosos que no le resulta retribu-tivo utilizarlo (Levitt y March, 1988)-.

Los historiadores económicos Brian Arthur y Paul David, en un conjuntode sugerentes documentos, han descrito la sorprendente manera en que lospequeños acontecimientos históricos pueden hacerse grandes mediante unaretroalimentación positiva. Así pues, la economía, bajo condiciones de ren-dimientos crecientes, como consecuencia de decisiones casuales se puedeencerrar dinámicamente en una trayectoria tecnológica que no tiene una efi-ciencia garantizada, ni se puede modificar fácilmente, ni se puede anticipar.La investigación de los procesos que dependen de la trayectoria se ha con-centrado principalmente en la competencia entre tecnologías genéricas(como la competencia, a principios de siglo, entre las locomotoras de vapory las de gas), en los estándares rivales (por ejemplo, la máquina de escribirde tablero ewERry, o los lenguajes de programas de computación), en lastecnologías patrocinadas por compañías opuestas (videocaseteras vHS con-tra eera) y en los sistemas de distribución competitivos. A algunos esta ramade Ia historia económica les puede parecer incomprensible, pero comparteuna noción decisiva con la teoría institucional: las prácticas y los proce-dimientos tienen efectos externos positivos; por consecuencia, en las elec-ciones que hace una organización influyen las de otras organizaciones.Estos efectos económicos externos tienen ei pc,tencial para múltiples equi-librios y "cierres".

Paul David (198ó) observa que los procesos que dependen de Ia trayecto-

Page 111: El Nuevo Institucionalismo

250 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

ria a menudo son determinados por accidentes históricos o secuencias par-ticulares de elecciones que se hacen cerca del inicio de un proceso. Unasecuencia de cambios económicos que depende de Ia trayectoria es aquellaen que se pueden ejercer influencias importantes sobre el resultado even-tual por medio de acontecimientos fortuitos, pequeños. Varias caracterís-ticas clave son comunes a los procesos que dependen de Ia trayectoria:-1l interrelación tecnológica fuerte, 2,) rendimientos crecientes o retroalimen-tación positiva, y 3) carácter irreversible de la inversión debido al aprendi-zaje y la costumbre.

Brian Arthur (1989, 1990) demuestra que muchas tecnologías presentanrendimientos crecientes: cuanto más se adopte una tecnología, más se me-jorará y su rendimiento será mayor. Cuando esto ocurre y se acumula laadopción, la elección de la tecnología se vuelve estructuralmente rígida ycerrada. Aun cuando las elecciones individuales sean sensatas, no hay unagarantía de que un resultado en particular seleccionado entre muchasalternativas será la "mejor" elección. Y debido a la característica de cierre,las mejoras competitivas posteriores no se pueden aprovechar fácilmente.Los crecientes rendimientos de la adopción provienen de varias fuentes: elaprendizaje por medio del uso, las interdependencias interorganizacionales,las economías a escala, los crecientes rendimientos de la información y Iainterrelación tecnológica. Pero la tecnología que "toma el mercado" nonecesariamente es la de mayor rendimiento a largo plazo para quienes laadoptan.

Los modelos que dependen de Ia trayectoria sugieren que las disposi-ciones institucionales probablemente no son flexibles; no pueden cambiarrápidamente en respuesta a perturbaciones en el ambiente. Los mecanismosde retroalimentación autorreforzados que apoyan los procesos dependien-tes de la trayectoria dificultan que las organizaciones exploren alternativas.Si bien estos modelos se han aplicado principalmente a la adopción de tec-nología, su importancia es potencialmente mayor. Arthur (1987) ha demos-trado su utilidad para explicar economías de aglomeración tales como el éxi-to del Silicon Valley, asl como su relevancia para el comercio internacional yla organización industrial (1988a, 1988b). De manera similar, parece evi-dente la aplicabilidad de las nociones de dependencia de la trayectoria a losefectos triunfantes en cadena de la ciencia, Ia comunicación de las masas yla cultura popular. Como explicación general del grado en que las prácticasy los procedimientos se r,rrelven más atractivos, desarrollados y difundidos,a medida que se les adopta, los argumentos de la dependencia de la trayecto-ria mantienen una considerable promesa para explicar la persistencia insti-tucional,e

e Arthur (1990) sugiere que hay una diferencia fundamental entre los sectores de la eco-nomfa fuertemente basados en los recursos (por ejemplo, agricultura, minería, producción debienes a granel) y los que se basan en el conocimiento. Los primeros están suietos a ren-dimientos decrecientes, en tanto que los segundos conllevan rendimientos crecientes. En este

EXPANSIÓN DEL ANALISIS INSTITUCIONAL 25I

Esta discusión ilustra varias formas en las cuales disposiciones institu-cionales que no son necesariamente óptimas pueden, no obstante, persistiren el tiempo. Una vez establecidos los conjuntos especÍficos de arreglossociales, incorporan costos hundidos

-económicos y psicológicos- que

no se pueden recuperar. Surgen expectativas compartidas que permitenseguridad psicológica, disminuyen el costo de difusión de la información yfacilitan la coordinación de diversas actividades. A menudo se resisten losesfuerzos de cambio porque arnenazan el sentido de seguridad de los indi-viduos, aumentan el costo de procesamiento de la información e inte-rrumpen las rutinas. Además, las concepciones establecidas de "la formaen que se hacen las cosas" pueden ser muy benéficas; los miembros de uncampo organizacional pueden usar esas expectativas estables como guía de

acción y una manera de predecir la conducta de otros. Éstas no son nece-sariamente historias sobre la ineficacia o una mala adaptación, sino expli-caciones plausibles de cómo las prácticas y las estructuras se reproducenen un mundo de información imperfecta y rendimientos crecientes.

Expuceclóru DE LA HETERoGENEIDAD Y EL cAMBIo

En el capítuio u de este libro argumentamos que la institucionalización es

un proceso limitador que obliga a la unidades en una población a pare-cerse a otras unidades que se enfrentan a las mismas limitaciones. Nuestraimagen sobre cómo se desarrolla este proceso se resume mejor en la afir-mación de que "los actores organizacionales que toman decisiones racio-nales construyen en torno suyo un ambiente que restringe su habilidadpara cambiar más en los años subsiguientes". En esta forrnulación, el iso-morfismo institucional parece externo a la acción humana, una fuente de

restricción obligatoria. Sin embargo, omitimos hacer hincapié en que cadaforma de restricción es también, de diversas maneras, una forma de auto-rización. Las restricciones abren posibilidades al mismo tiempo que limi-tan o niegan otras.10 Nuestros esfuerzos para desarrollar una teoría de laacción práctica (véase la introducción) son un paso para remediar dichaomisión.

También quiero sugerir que gran parte de Ias imágenes de la teoría insti-tucional representan las organizaciones demasiado pasivamente y descri-ben los ambientes como si fueran excesivamente restrictivos. Existe una

último caso, el aumento de producción ocasiona no sólo una disminución en los costos uni-tarios, sino más experiencia y mayor entendimiento. Pero Arthur argumenta que la produc-ción basada en el conocimiento complejo también está mucho más sujeta a procesos decierre, por lo que acontecimientos circunstanciales junto con una retroalimentación positivadeterminan las trayectorias tecnológicas.

ro La socialización es quizás el mejor empleo de un proceso que fusiona la restricción y laautorización. La bibliografía sobre controles moderados y el establecimiento de premisas se

refiere a este punto (Simon, 1957; Perrow, 1977; Powell, 1985a)'

Page 112: El Nuevo Institucionalismo

')<) REFINAMIENTO DE LA TEORÍA INSTITUCIONAL

amplia gama de influencias institucionales y las respuestas internas a estaspresiones son más variadas de lo que nuestros argumentos iniciales sugie-ren. De hecho, Ios actores pueden usar reglas y explicaciones instituciona-lizadas para apoyar sus propios fines, para tratar de legitimar los cambiosque aumentan su prestigio y poder. Más aún, como sabemos por el trabajoen la teoría de la dependencia respecto de los recursos (Pfeffer y Salancik,1978), con frecuencia las organizaciones tratan de resistir o modificar lasdemandas externas que se les presentan.

Fuentes devariación

¿Cuáles son las fuentes de variación en las respuestas organizacionales alas presiones instituci'onales? ¿Por qué algunas prácticas instituciona-lizadas varían en Ia tasa y alcance de su difusión y por qué se adoptan rápi-damente algunos procesos externamente legitimados, en tanto que otrosno se aprueban o reciben sólo un apoyo simbólico? La institucionalizaciónsiempre es cuestión de grado, en parte porque es un proceso que dependede la historia. Los campos organizacionales se crean en diferentes épocas ybajo circunstancias distintas; de esta manera, evolucionan de acuerdo contrayectorias divergentes y a ritmos diversos. Además, las organizacionespueden conformarse, de manera diferente, a demandas institucionales con-fiictivas. Pueden comprometerse con presiones externas o resistirse a ellas,enfrentar una fuente de legitimidad y de apoyo contra otra o cumplir conalgunas expectativas y oponerse a otras (véanse Powell y Friedkin, 198ó;Covaleski y Dirsmith, 1988). Si reconocemos que los ambientes institu-cionales son complejos y rastreamos las fuentes de demandas conflictivas,será posible explicar las circunstancias en que Ia institucionaiización es dis-cutible o incompleta. Con el fin de avanzat en estas cuestiones, es necesarioun mejor entendimiento de los factores que promueven Ia heterogeneidaden los ambientes institucionales, así como las fuerzas que generan el cam-bio institucional. En esta última sección, describo varias fuentes clave deheterogeneidad en los ambientes organizacionales.

Las ambientes de recursos vartan mucho

La mayoría de las organizaciones obtienen insumos -recursos,

legitimidad,personal- de otras organizaciones. Se contratan empleados después de quehan terminado sus estudios en organizaciones educativas o han completadosu capacitación en programas vocacionales o sindicatos laborales; se solicitacapital financiero a los bancos y a los capitalistas que aceptan riesgos; seobtienen suministros y materiales de compañías en otras industrias, a ve-ces localizadas en otros países. Incluso dentro de los campos organíza-

EXPANSIÓN DEL ANALISIS INSTITUCIONAL

cionales estrechamente vinculados, no habrá dos compañías con el mismopatrón de flujos de recursos. Los ambientes de recursos complejos crean

heterogeneidad y permiten la posibilidad de que las organizaciones respon-

dan estratégicamente a las demandas externas. Cuando los límites de los cam-

pos organiiacionales son oscuros o han sido penetrados por miembros de

ótrot Cu*pos (por ejemplo, la tecnología de atención médica incluye hos-

pitales, ^ri

.o¡no compañías con alta tecnología), la heterogeneidad en las

formas y prácticas organizacionales será aún mayor.

Existen diferencias clave en Ia estructura de las industriasy en la maner& en que las organizaciones se relacionan con el Estado

Las industrias no sólo varían enormemente en tamaño, depe.rd".tcia res-

pecto de las exportaciones, diferencias en los ciclos vitales del producto y

del mercado ,Ia tuerza de mano de obra y de capital, etc., sino que existeuna divergencia considerable en el grado de intervención estatal directa e

indirecta én la industria. Algunas políticas del gobierno se aplican a todaso casi todas las organizaciones, pero muchas políticas son específicas para

una industria o tienen un impacto desigual. La variación en las relaciones

entre las empresas y el Estado conducirá a patrones divergentes de res-

puesta organizacional a los mandatos del Estado'

In sociedad estadunidense generq muchos niveles y tipos de organizaciones,

con responsabitidades superpuestas, interpenetración organizacionaly sistemas de gobierno parciales o fragmentados

Múltiples niveles de gobierno -federal, estatal y local- y diferentes clases

de agencias gubernamentales compiten por el control y proporcionan diver-

sos tipos de reglamentación e incentivos. Las presiones contradictorias y las

jurisdicciones superpuestas crean heterogeneidad y complejidad organiza-tionales (véanse Scott y Meyer, capítulo IV; también Meyer, 1986; Powetrl,

1988). Las demandas que compiten entre sí de los diversos segmentos del

ambiente dan lugar a que las organizaciones desarrollen unidades especia-

lizadas para tratar con las demandas específicas de los diferentes elementos

externos. Es más probable que las organizaciones localizadas en ambientes

en que se les presentan demandas conflictivas o incongrrrentes generen es-

tructuras organizacionales complejas con componentes administrativosdesproporcionadamente grandes y múltiples unidades con muchas fronte-

ras. Si bien estas Subestructuras pueden parecerse mucho en organizaciones

expuestas a demandas comparables, pocas organizaciones enfrentarán exac-

tamente el mismo conjunto de presiones; de esta manera, en el nivel organi-

zacional, podúa muy bien haber una amplia diversidad en forma y práctica.

253

Page 113: El Nuevo Institucionalismo

254 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

Ins organilaciones no siempre consideran que los requisitosgubemamentales son una coerción directa

Paradis y Cummings (1936) sugieren que la noción de isomorfismo coerci-tivo de DiMaggio y Powell hace hincapié en el mandato a costa del com-promiso y Ia concertación. Su estudio de la evolución de los hospicios losllevó a sugerir que el gobierno no imponía simplemente sus estándares a

las unidades de servicio social recientemente diseñadas. Ocurría un pro-ceso de negociación y compromiso; los burócratas y los representantes de

esas unidades tratan de llegar a soluciones que en cierto modo responden alas demandas de ambas partes. Cuanto más se afinan estos compromisosa los casos individuales, mayor es la heterogeneidad dentro de un campo'

Los proyectos ocupacionales y los profesionales vanan

Existe una amplia variación en Ios fundamentos de las demandas de legi-timidad que hacen las diversas ocupaciones, así como un éxito desigual enla movilización. Algunas ocupaciones buscan apoyo externo, movilizán-dose por medio de asociaciones profesionales o uniones de tipo gremial.Cuando las profesiones tienen éxito, por lo general se limita la admisión y el

acceso y se concentra el control sobre la capacitación y el proceso de acredi-tamiento. En contraste, otras ocupaciones son menos ambiciosas en sus de-

mandas y más bien buscan controlar el proceso de trabajo dentro de sus pro-pios departamentos funcionales. Esos gmpos buscan autonomía internamás que control externo. De esta manera, las diferentes ocupaciones y pro-fesiones tienen concepciones competitivas sobre cómo se debe estructurarla organización. La diversidad profesionai y laboral conduce a la heteroge-neidad y el conflicto dentro de los campos organizacionales.

kts fuentes de restricción varían en relación directa con la capacidad de las

organiTaciones para configurar o influir en la naturaleza de las expectativasinstitucionales

En el capítulo rr, DiMaggio y Powell identifican tres mecanismos de influen-cia

-coercitivo, mimético y normativo-, los cuales configuran las organi-

zaciones que actúan en el mismo campo. Aunque vinculamos estos me-canismos con diferentes fuentes de influencia, argumentamos que cadamecanismo tenía un efecto comparable: un aumento de la homogeneizaciónen las prácticas y formas organizacionales. Pero esta formulación es muyamplia. Como Scott (capítulo vl) sugiere, los patrones de influencia se dejansentir con diferente fuerza. Varios factores son determinantes de la fuerzade las presiones institucionales: que las restricciones se fundamenten en

EXPANSIÓN DEL ANAI-ISIS INSTITUCION4¡ 255

tuentes de autoridad reconocidas, el poder coercitive o las expectativasnormativas (véase la discusión de Scott sobre las rnúltiples fuentes de

autoridad), que se enlacen las restricciones con controles fiscales o pro-gramáticos (véase Ia discusión en el capítulo tv y la ilus¡¡¿si6n de eilo enPowell, 19S8) y que las fuentes de influencia se acepts¡ con entusiasmo o

se les resista enérgicamente. Múltiples restricciones conflictivas proporcio-nan oportunidades para que se establezcan varias clases de formas organi-zacionales. Estas taiantes presiones institucionales permiten un espaciopara que los empresarios construyan una organización eligiendo entre unconjunto diverso de prácticas legitimadas.l l

I-os patrones del cambio institucionql

Los primeros trabajos en la teoría institucional prestaban más atención alcambio organizacional que a las fuentes de heterogeneidad. Por ejemplo,en el capítulo II sostuvimos que las cosas que están institucionalizadastienden a ser relativamente inertes, es decir, resisten los esfuerzos de cam-bio. Nuestro punto de vista sugiere que el cambio no es frecuente ni ruti-nario, porque es costoso y difícil. Cuando el cambio ocurre, afirmarnos,probablemente es episódico, marcado por breves periodos de crisis o inter-vención decisiva, y seguido de periodos más largos de estabilidad o des-arrollo dependiente de Ia trayectoria. Por ejemplo, los periodos en que

desaparece la reglamentación probablemente serán seguidos por unaépoca de consolidación. Los cambios importantes ocun"en a menudo cuan-do se hacen flexibles los marcos legales u otros 9ue rrrantienen las reglas.Pero, una vez que se ha restablecido un orden institucional, tiende a reor-ganizarse y se protege de influencias exteriores. Esto, a su vez, puede darlugar a disposiciones institucionales muy rígidas, las cuales podrían des-

arrollar contradicciones internas y hacerse nü€varns¡te vulnerabies aldesafío.

Sugerimos que la mayoría de las innovaciones organizacionales surgende fuera de los conductos institucionales. Dentro de los campos organiza-cionales, el locus del cambio se originará en las unidades menos sujetas alas presiones isomorfas. En ausencia de incentivos incs¡pe¡¿6|os en las dis-posiciones institucionales existentes, la innovación y la diversidad proba-blemente vendrán más de la periferia de los campos organizacionales o de

fuentes externas. Un buen ejemplo es el caso de ia reforma del lugar de tra-bajo en los Estados Unidos.

En los Estados Unidos, las nuevas formas de gerencia participativa o de

reforma del lugar de trabajo inicialmente tuvieron Poco éxito. La mayor

ll Se pueden encontrar buenos ejemplos de este proceso en los est¡¿iqs empíricos de Rowan(1982), Powell y Friedkin (198ó) y Covaleski y Dirsmith (1988).

Page 114: El Nuevo Institucionalismo

256 REFINAMIENTo DE LA TEonf¡, rNsrrrucroNer

parte de las tentativas para modificar el trabajo durante los años setenta se

llevó a cabo en fábricas nuevas, por lo común sin sindicatos, en tanto que

apenas hubo alguna reforma en las compañías establecidas (Kochan,KatzyMcKersie, 198ó). Otras clases de cambios en el lugar de trabajo ocurrieronen Ias empresas familiares (por ejemplo, Cummins Engine o en compa-ñías en quiebra (donde, como último recurso, se ofreció un título de pro-piedad al trabajador). Las políticas innovadoras para dirigir los recursoshumanos surgieron de industrias nuevas (por ejemplo, Ias de alta tecno-logía), que todavía estaban en el ciclo inicial de existencia de su producto(Kochan, McKersie y Katz, 1986). Estos desarrollos no fueron sorpren-dentes; las nuevas prácticas sociales se enfrentan cotidianamente a la re-sistencia activa y recalcitrante por parte de quienes están conformes con el

stq-tlt quo. Como Cole (1985, p. 5ó3) observa, "los principales actores institu-cionales -la gerencia, los sindicatos, el gobierno- mostraron poco interésen introducir nuevas estructuras de trabajo". No fue sino hasta fines de lossetenta y principios de los ochenta que el núcleo de compañías manufactu-reras en los Estados Unidos, que enfrentaban graves pérdidas económicas yuna audaz competencia extranjera, empezaron a considerar seriamente y aponer en práctica formas alternativas de organización del trabajo.

El argumento de que las fuentes de cambio e innovación vienen de la pe-

riferia tiene un paralelo obvio con los argumentos ecológicos que sostienenque el cambio organizacional resulta del remplazo de las poblaciones exis-

tentes por nuevas formas organizacionales (Hannan y Freeman, 1989).Hannan (198ób, pp. 89 y 90) apoya la proposición de que las normas ge-

nerales de racionalidad y ios agentes organizacionales específicos (como el

Estado, Ias escuelas de comercio y las asociaciones profesionales) creanfuertes presiones de homogeneidad estructural; sin embargo, también su-giere una tendencia opuesta. Parafraseándolo: si la población de indivi-duos que demanda los servicios de ias organizaciones es heterogénea y si

las organizaciones se hacen cadavez más homogéneas, limitando así el

rango de sus productos, entonces habrá una creciente demanda para pro-ductos y servicios que no se satisfará. Esto crea oportunidades para que

empresarios "fuera de la ley" experimenten con formas organizacionalesnuevas. En la medida en que las nuevas formas tienen éxito, se introduce el

cambio en las poblaciones organizacionales.Hannan y Freeman (1989) sugieren otra explicación del cambio organi-

zacional al señalar el papel de las organizaciones "multiplicadoras"' Al-gunas clases de innovaciones organizacionales generan grandes cambiosen los índices de fundación de otras organizaciones. Un ejemplo notablefue la creación de la bolsa de valores. Igualmente, Ias empresas de capita-Ies de riesgo jugaron un papel importante en Ia extraordinaria expansiónde compañías con alta tecnología en los años sesenta y setenta. ¿Qué otraclase de explicaciones -más

o menos compatibles con los principios básicosdel planteamiento institucional- ayudarían a explicar por qué algunas

EXPANSIÓN DEL ANALISIS INSTITUCIONAL 257

prácticas institucionales pierden preferencia, por qué algunas innova-ciones parecen surgir de organizaciones altamente institucionalizadas ypor qué los procesos de difusión e imitación pueden dar lugar a nuevas

clases de arreglos?

La imitación sin éxito

A menudo las tentativas de imitar las prácticas de otras organizacionesderivan en cambios involuntarios. Esto es muy común cuando las practicaso formas organizacionales se trasplantan a través de contextos sociopolí-ticos: del trabajo del obrero al del empleado, de una profesión a otra y de

una nación-Estado a otra (Westney, 1987). En esos casos, Ias diferencias cul-turales, así como las formas de resistencia sutiles (o quizá abiertas) pueden

crear modificaciones locales o cambios impreüstos. Como resuitado, puede

ocurrir una difusión parcial o pueden llegar a predominar nuevas disposi-ciones híbridas,

La recombinación

Las organizaciones ubicadas en ambientes complejos, en particular las

sujetas a fuertes presiones institucionales y técnicas, pueden modelarse a

partir de un conjunto de organizaciones muy diverso. Pueden ocurrirnuevas recombinaciones cuando las organizaciones se inspiran en fuentesdistintas.

I n s tit ucio nali zac i ó n inc omplet a

La influencia de las presiones externas puede ser parcial, inconsistente o

de poca duración. Por ejemplo, las agencias gubernamentales, los patroci-nadores corporativos o los grupos comunitarios pueden influir en la adop-ción de prácticas específicas, pero carecen del poder para regirlas. En esos

casos, el apoyo a las nuevas políticas puede ser estratégico, es decir, las

organizaciones las adoptarán siempre y cuando les convenga. Varios ac-

tores colectivos, como Ia asociaciones profesionales, comerciales y otrasfuentes de influencia de grupos de referencia, pueden promulgar ideas de

cambio, pero no requerirlas. De manera similar, el gobierno puede legislarciertas políticas (como las de igualdad de oportunidades de empleo), perodejar sin especificar cómo se llevará a la práctica la política. Como resul-tado, las prácticas se pueden institucionalizar sólo débilmente' En cada

uno de estos casos, las prácticas que parecen tener apoyo institucional ten-

drán una fv,erza desigual de resistencia. En consecuencia, se podrían intro-

Page 115: El Nuevo Institucionalismo

2s8 REFINAMIENTo DE LA TEoRfe rNsrrtucroNer

ducir políticas, pero no reproducir, o se podrían mantener firmes duranteun corto periodo, para decaer rápidamente cuando su fuente de apoyo nor-mativo pierda fuerza.

La recomposición de los campos organizacionales

Una forma menos común pero muy tajante de cambio institucional ocurrecuando se modifican los límites de los campos establecidos. Este procesose puede dar de manera geográfica o como resultado de trastornos polí-ticos" A menudo, Ios dos procesos ocurren sucesivamente. Esos trastornosson más probables cuando las prácticas establecidas ya no otorgan bene-ficios ni sirven para reducir la incertidumbre a los miembros de un campo.Por ejemplo, la regresión de autoridad federal en el nivel de estados ymunicipalidades durante el gobierno de Reagan tuvo un notable efecto enla naturaleza del poder gubernamental. Los diversos estados y municipali-dades promulgaron un conjunto de políticas mucho más amplio; a veces

sirvieron como laboratorios para la experimentación gubernamental yotras veces disminuyeron la influencia de las políticas estatales y cedieronlas iniciativas a los sectores privados o no lucrativos. Otro ejemplo deredefinición geográfica y política de un campo se está dando en Europa, amedida que la comunidad europea avanzó hacia la integración en 1992 y lacreación de un mercado interno. Cuando la estructura de los campos cam-bia de manera tan profunda, las organizaciones establecidas se apresurana proteger sus intereses y volver a establecer reglas y prácticas que favorez-can su statu quo. Pero los cambios de límites también hacen que los reciénIlegados ocupen un primer plano y crean la posibilidad de redefinir las reglasy suposiciones que favorecen a los recién llegados u oponentes a costa de los

que ya estan establecidos.Obviamente, no todas las formas de cambio social se pueden explicar

desde un punto de vista institucional. Muchas clases de cambio -sean físi-

cas, ecológicas o políticas-- se presentan como impactos exógenos.Stinchcombe (1965) ha hecho hincapié en cómo la'expansión de la base de

recursos de una sociedad (a través del crecimiento de la población y/odesarrollo económico) y las crisis políticas ponen en tela de juicio o renun-cian a las formas existentes de hacer las cosas y permiten la oportunidadde que surja todo género cle nuevos arreglos organizacionales. I-a preguntaclave es: ¿cuánto pueden las instituciones modificar sus prácticas y volvera configurar su ambiente en respi¡esta a impactos exógenos o tensionesinternas? Una atención explícita a las fuentes de heterogeneidad y cambionos deberla permitir aprender qué tan flexibles y adaptables son las institu-ciones.

EXPANSIÓN DEL ANALISIS INSTITUCIONAL 259

RnsuunN E IMPLIcAcIoNES

El propósito de este capítulo ha sido proyectar un nuevo patrón de análisis

institucional. Mi intención no ha sido descartar argumentos anteriores,sino sugerir nuevas y útiles cuestiones que es necesario evaluar. Necesi-

tamos implicar el alcance de nuestros esfuerzos de manera que podamos

entender mejor las diferentes lógicas institucionales que sobresalen en una

amplia variedad de campos organizacionales. Los argumentos institucio-nales son aplicables a un terreno mucho más extenso que el de los sectores

públicos o no lucrativos, que han sido el foco de la investigación existente.

Ha habido una tendencia a descuidar las innumerables formas en que los

grupos y las organizaciones profesionales pueden configurar el ambiente

institucional en el que actúan.Necesitamos mucha más investigación y teoría sobre los procesos de

reproducción. ¿Qué clases de procesos sociales poseen tendencias irrever-sibles? ¿Están algunas prácticas o creencias "clavadas frente a su posible

disminución", es decir, se sostienen por sí mismas ciertas cosas como el

concepto de los derechos de ciudadanía? ¿Por qué, una vez establecidos,

algunos procedimientos y creencias son relativamente inmunes al desafío,

en tanto que otros pierden su legitimidad fácilmente? ¿En qué aspectos la

competencia es el enemigo de las instituciones establecidas? ¿Por qué el co-

nocimiento que se puede monopolizar tiene más probabilidad de volverse

institucionallzado? Luego entonces, una tarea clave es explicar la variación

en Ia fuerza de las reglas institucionales. ¿Por qué algunas disposiciones

institucionales sancionan o aprueban metas específicas y después especifi-

can los medios para alcanzarlas, en tanto que otras presiones institucionales

son más difusas y por tanto están sujetas a mucha más experimentación y

ajustes crecientes?En la medida en que desarrollemos una explicación más significativa de

las fuentes estructurales de heterogeneidad en los ambientes institucionales,

estaremos en mejores condiciones para explicar las etapas de cambio. ¿Enqué momento los órdenes institucionales sufren presiones más allá de su

capacidad para resistir los desafíos y absorber nuevos elementos? ¿Cuándopierden su- coherencia y desarrollan contradicciones internas los proce-

áimientos y prácticas que constituyen el régimen institucional? Las acciones

que se toman para responder a los desafíos y a las crisis frecuentemente

conducen al establecimiento de nuevos poderes y precedentes institucio-nales. No obstante, hoy conocemos relativamente poco acerca de cómo

cambian los campos organizacionales su estructura y contenido'Sin embargo, necesitamos tener en mente que un planteamiento institu-

cional ampliádo posee límites definibles. No todo elemento cultural o in-fluencia ambiental es un efecto institucional (punto en el que Jepperson

insiste en el capítulo v). La bibliografía sobre Ia organización comúnmente

Page 116: El Nuevo Institucionalismo

RecoNocrtlrni.¡Tos

Este capftulo fue escrito mientras el autor era investigador del Center forAdvancód Study in the Behavioral Sciences fCentro de Estudios Avanzados

de las Ciencias de la Conducta]. Durante esa época, la National Science

Foundation [Fundación Nacional de Ciencias], donación número eNS

g4-t 1738, y el Exxon Education Fund [Fondo Exxon para la Educación]proporcionaron apoyo financiero. Para el autor fueron muy útiles los

comentarios y las discusiones con Paul DiMaggio, Mark Granovetter, Ron

Jepperson, Róbert Keohane, Steve Krasner, Harrison White y Mayer Zald'

260 REFINAMIENTO DE LA TEORfI INSTTTUCTON¡T

combina las presiones institucionales con cualquier clase de efecto contex-

tual. Sin embargo, los argumentos institucionales son inherentementecomplicados porque cualquier análisis de las formas o procedimientos que

hanlogrado un carácter de regla, que se mantiene por sí mismo, debe

reconocer que estos arreglos son variables dependientes en el momento / yvariables independientes en el momento / + 1. Para explicar cómo están

sujetos institucionalmente los actores sociales y los patrones de acción que

siguen, se requieren tanto estudios etnográficos detallados que revelen Ia

-án"ru en que las prácticas institucionales se legitiman como estudios lon-

gitudinales e.t g.a.t escala que exploren la fuerza de resistencia de los arre-

glos institucionales. Queda mucho por hacer, pero el resultado final -uninstitucionalismo vigoroso-- merece el esfuerzo.

VIII. EL ORDEN PÚBLICO Y LA CONSTRUCCIÓN DEORGANIZACIONES FORMALES

RoNalo L, J¡,pp¡,r.soNY JoHN W. MByE,n

FI¡cB dos décadas, Ios determinantes de la estructura y expansión de lasorganizaciones formales parecían muy ciaros. Las ideas funcionales yevolucionistas calificaban la organización formal como resultado rutinariode la competencia generadora de eficiencia entre los actores naturales. Sinembargo, desde ese tiempo, la leoría organizacional se ha hecho másautocrítica. Ahora incluso ios que tienen sus raíces en la economía neo-clásica subrayan los requisitos institucionales de la organización económi-ca y algunos argumentan que los derechos de propiedad y formas de orga-nización de Occidente son construcciones raras y poco aprobables (enespecial North, 1983,1987; véase también Hicks, 1969;y, para un comen-tarío,Barzelay y Smith, 1987). Aparte de la teoría neoclásica, casi todas lascorrientes de pensamiento actuaies revelan gran atención a los ambientesorganizacionales (Scott, I 987b).

Pero la incertidumbre acerca de cómo hay que pensar en los ambientesmás amplios -de hecho, acerca de cómo conceptualizar la sociedad, susinstituciones y los efectos institucionales- nos deja sin buenas respuestasa algunas preguntas ciásicas sobre la organización formal:

¿Cuándo, y por qué, surge y se expande la organización formal? ¿Qué implica-ciones generales se derivan de la manifiesta relación histórica de la organizaciónformal con el Occidente moderno? Las discusiones actuales rehuyen en granmedida estos problemas debido a su funcionalismo implícito (ya sea que corr"es-pondan pollticamente a izquierda o a derecha); por tanto, nos quedámos sinexplicaciones plausibles de la constn:cción organizacional-.

¿Por qué encontramos muchas cosas en común en la trayectoria y formas deorganización en los diferentes sistemas occidentales? Esas cosas en común -porejemplo, en las grandes "revoluciones organizacionales" de finales del siglo xtx-son una molestia para las teorías funcionales (o del conflicto), que vinculan a laorganización con los variables intereses locales o con las estructuras del poder.

¿Qué explica las notorias diferencias en el número, dominios y rasgos de laorganización formal en las naciones-Estado modernas? Gran parte de la teorfaignora las fuentes políticas e históricas sistémicas de esa diversidad (diversidadque, sabemos, es grande).

Una razón de nuestro relativo silencio sobre esas preguntas es queguardamos un punto de vista limitado del ambiente de la organización, y

261

Page 117: El Nuevo Institucionalismo

EL ORDEN PIJBLICO Y LA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 263

262 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

Io vemos principalmente como un sistema de recursos adyacente a las or-

ganizaciones, o a sus tecnologías y actores elementales, en alguna frontera'

un realismo excesivo -robl".^igado con supuestos sobre Ia existencia

preüa y autóctona de los actores, tecnologías y organizaciones- genera un

irnpoUi".iao punto de vista del ambiente organizador y a su vez,hace difí-

cil explicar lós aspectos en común o la diversidad contextuaies en las

actividades de organización.Elpensamientoinstitucionalactualofrecediscernimientosquepueden

serútiles.Laprincipalcontribucióninstitucionalistaconsisteenconside-,u. q"" los ambientes y escenarios organizacionales están muy interpene-

trados. En las imágenás institucionalistas, primero, los actores y las fun-

ciones técnicas, que otras teorías consideran determinados previamente, se

representan como si "rt,rui".u.,

constituidos por ambientes sociales, es de-

cii, éstos dan forma y legitiman a aquéllos y posteriorm:"t: lTbot hacen

prrlúf. V U,,'ltu., fu fó.-á organizaci,onal. El';ciudadano individual estadu-'rri¿"rr.;, tanto en la teoría légal como en la práctica social, es el ente más

¡;.ilrr""i" organizable. Perolste individuo también tiene derechos y po-

J"rm qt" limitan la actividad organizativa (por ejemplo' puede impedir la

esclavitud). De manera similar, l-a int"raccién socialmente construida lia-

*.du t..upia hace poribl., nuevas adiciones a las organizaciones, alavez

ñ;;]}'ii|a al definir el personal y los procedimientos profesionales''t"g""¿., los ambientes se interpenetran directamente con las organiza'

.io.rJs formales: las organizaciones existen como ideologías sociales con

licencias sociales (po. É común legales). Tercero, el institucionalismo su-

giere que la interpenetración de los ámbientes con las actiüdades de organi-

zaci6n(y sus actore, f fu.r.io.r"s técnicas) es particularmente considerable

cuando'las características de los ambientes sociales están muy raciona-

lizadas, es decir, con elementos de lo que tradicionalmente se ha llamado,.sociedad civil,,. La organizaci1n formál no sólo es interdependiente, sino

que se interpenetra .oi to, diversos elementos de la sociedad racionaliza-

áu, lo, actores modernos y sus "intereses", las funciones legitimadas y sus

fu.tcionarios, y los "g;;iá áe Ia colectividad moderna como Ias élites del

Estado, y los táóricos'y practicantes legales y profesionales'

Cuaná, b teoría inititucional pone de manifiesto que lo¡ sistemas orga-

nizacionales y la sociedad racionalizada dependen {9 llor8anización

ñ;;;;;¡áu, tul como está incorporada en la nación-Estado v el sis-

tema mundial. Las "stru.tr.u,

racionalizadas, de las organizaciones o los

actores, a las funciones técnicas y a los funcionarios, obtienen sus recur-

sos, significado y legiiimidad de si¡s relaciones con las reglas modernas del

bien público.Laiorma de las organizaciones políticas nacionales modernas varía. Y es-

pecialmente varía enla manera en que constluyen la sociedad. racionaliza-

áu -lo, actores y las frrnciones racionalizados (o tecnologías) que son los

irrgr.ái.*", dirpo"iú1", pura las actividades de organización formales, a la

vez que constituyen sus limitaciones-. Gran parte de la variación en el

,rúmero y las formas de la actividad organizadora formal en la unidad

política áoderna pueden explicarse a partir de variaciones en la raciona-

iización social, como: a) la construcción de actores legítimos con intereses

autónomos; b,) la construcción de elementos legitimados funcionales o téc-

,ri"ot lpot ejemplo, gn¡pos ocupacionales corporativos, las ciencias o las

f.of"rtrrul"s); o c/ Jt giuao en que esas estructuras se absorben directa-

mente en una organización estatal ampliada'tEste capítulo áesarrolla argumentos sobre los modos en que Ia organi-

zacíón formal depende de lá organizacíón política moderna. En todas

partes la actividaá de organización es en gran medida producto de esta

LlguiiruriOn política y ulur"res parte de la subestructura de la sociedad

rafionalizadu qr.r" .o.rrt*ye. Lahomogeneidad de las actividades de orga-

nización en toáo "l -rrndo refleja Ia homogeneidad en los perfiles de la

árganiru.iOn política de las naciones-Estado, y las variaciones reflejan

,raiiaciones en la organizaci1n política, Procedemos a desarrollar nuestro

argumento general sob.. la interpenetración (sección 1) y sobre las conse-

cu-encias organizacionales comunes del modelo de la nación-Estado occi-

dental (secc-ión 2). Luego tratamos de Ia variación -el tema principal de

"rt" .upit"fo- de los Áodelos en que la forma de organización política

moderna se institucionaliza en las diferentes naciones-Estado (sección 3) y

en la variación organizacional que resulta (sección 4). Finalmente (sección

5), discutimos los-procesos institucionales de cambio en la organizacíínpoliti.u, la socieda-d racionalizada y (por tanto) en los sistemas organiza-

cionales.Aquí el argumento contrasta fuertemente con los influyentes legados de

la teoría del"siglo xI)(. A diferencia de la teoría social y económica clásica,

no vemos la organización como el producto natural de actores e intereses,privados,,. ivleí blen, consideramoi que los actores, los intereses y las fun-

.io.,.", implícitos están legitimados públicamente, como lo están las orga-

nizaciones construidas: la organización moderna es una criatura de Ia

autoridad pública. (El mismísimo término privado indica la delegación a

la sociedad y su interpretación pública, lo cual canactertza la organización po-

litica moderna.) La iociedad moderna es, por decir una verdad a medias,

una sociedad de organizaciones. También es la sociedad de elementos,.no

organizacio.rules rJ.io.ralizados -personas modernas, profesiones, cien-

cia-s, intereses legítimos- que construyen y limitan las organizaciones'

A lo largo de Jste capÍtuio, el término organización fory?l se^emplea de

modo con"vencional (vease por ejemplo, Stinchcombe, 1973, p' 24' y 1965'

p. 142, para la conceptuali)aciOn). Pot organización política moderna nos

referimos al sistema á" ."glus que confiere autoridad social en pos de fines

r euizás nuestro argumenro general se acerca más a aquellos gy" h19"." hincapié en la im-

po."r,liá de los ,,patráner";;"i;;e;á; social de la.orgsnización polí1i:,1B3lu entender la

árganiracion econ'ómica, por ejemplo, Bendix (195ó), Hamilton y Biggart (19óEl'

Page 118: El Nuevo Institucionalismo

264 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

colectivos, estableciendo agentes de regulación e intervención colectiva(swanson, 1971). No omitimos procesos como la modernización y Ia demo-

cratización -la construcción de mercados y derechos- y la instituciona-Iizaclón de metas como el progreso colectivo y la justicia. Por sociedad

racionaliZada nos referimos a la reconstrucción y sistematización de los

elementos de Ia sociedad en torno a las metas de la organización polÍtica y a

Ia integración: la constmcción de individuos-ciudadanos, profesiones y

otras tecnologías sociales, ciencias y otras similares.2 De acuerdo con nues-

tro uso del término, la organización polÍtica moderna es una ideologíasocialmente obligatoria que toma la forma de una teoría funcional; la so-

ciedad racionaiiiada está constituida por los elernentos de un modelo se-

meiante realmente construido'

LA ORG,ANIZACIÓN FORMAL Y LA SOCIEDAD RACIONALIZADA

EN LA ORGANIZACIÓN POLfTICA MODERNA

La organización formal y la sociedad racionalizad(r

Laorganización forrnal racionaiizada requiele las grarrdes estructuras insti-

tucionales de ia sociedad racionalizada (Meyer y Rowan, capítulo I, en este

iibro). Es probable que cualquier sistema de funciones o papeles esté incor-

porado en alguna clase de contexto institucional, ya sea que el sistema de

iunciones r"á d" hábito individual y de significados que se dan por hecho,

de costumbres de grupo o de cultura local (por ejemplo, "organizacional").

Pero el orgarirzar formai y racionalizadamente depende de manera especí-

fica de un contexto social racional\zado, en el que se hacen y difunden los

ingredientes particulares de la organizacíón formal, a saber: actoles calcu-

ladores con intereses codificados, funciones sociales legítimas, sistemas de

conocirniento y otros similares. Más y más áreas y actividades sociales se

ven sujetas al estándar normativo del cálculo medios-fines (Moore, 1979,

pp. 1,30).

La organización política moderna, la racionalización socialy la racionalización organizacional

EI modelo moderno de la acción colectiva es un sistema distintivo de reglas

que organiza a las personas y su actividad en términos de recursos

definidás universalmente, y de medios para fines colectivos. Hay una dis-

cusión reciente y reavivada del ascenso de esta forma de organización po-

lítica al lugar predorninante.3 No entramos en esta discusión aquí, pero

2 para la racionalización nos apoyamos en Weber (U92711950), capítulos 22, 29; Stinchcombe(19Sób); Kalberg (1980); Moore (1979), pp. 1, 30; y Habermas (1984), capítulo 2''

3 Se'mencioria'"on fiec,t"ncia la heróncia de 1á cristiandad y del Imperio romano (Ander-

EL ORDEN PIJBLICO Y LA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 265

nos basamos en ella por considerarla un contexto analítico esencial: el

resultado importante es que una forma de organización política distintiva,una creación del sistema mundial fundamentado en Europa, se desarrollay se expande por todo el mundo'4-

Esta-organización política reorganiza la vida social en torno a dos di-mensione; fundamentales de la racionalización: la soberanía y la identidad

colectivas (definen a los agentes públicos legitimados, por ejemplo, "acto-

res", en la sociedad) y las tareas o funciones colectivas (detinen e integranla actividad hlrmana en torno a metas universalizadas de justicia y pro-

greso). Las personas y actividades se interpenetran con la iegitimidad y

autoridad colectivas; además, están relacionadas mediante complejos es-

quemas y tecnologías sociales de medios-fines. Todas las organi.zacionespolíticas moderTlas exitosas se movilizaron racionalizando sus elementospolíticos constitutivos y las responsabilidades funcionales colectivas de

esos elementos (y las relaciones entre ellos).Las instituciones de la organización poiítica moderna, en nuestra con-

ceptuaiización, incluyen el Estado, pero no se iimitan a éste. También in-cluyen, notablemente, una "esfela pública" del discurso colectivo y los mo-

vimientos sociales, y una sociedad racionalizada, o "civil", de organismos y

agentes acreditados públicamente, pero fcrrmalmente "privados" (por ejem-

pio, las corporaciones, los gerentes de empresas, la ciencia, las profesiones

y los indiüduos modernos).Luego entonces, la organización política moderna proporciona muchas

oportunidades, facultades, recursos y legitimidad y permite así a la organi-

zición formal toda clase de actividades en términos del buscado biencolectivo. Los centros de la organización política construyen y Iegitiman

son, 1974; Mann, 198ó; Hall, 198ó; Eisenstadt, 1985; Collins, 1986b), así como ias condicionescompetitivas cle Europa (Anderson, 1974; Tilly, 1975; Skocpol, 1979) en ausencia de inte-g.u.ió.r política (Wailérstein, 1974, y muchos otros), y dentro de la distintiva ecología física

europea (Jones, 1981; McNeill, 1982).a ios sistemas canónicos modernos se encuentran entonces (lo qr¡e no es sorprendente) en

Europa occidental y en América del Norte, pero lambién están presentes en otras zollas.

Japón, después de la segunda Guera Mundial, también es claramente representatiVo, aunque

con nttu articulación muy distintiva de indiüdualismo y colectivisrno modernos interpenetra-dos. Muchos de los paísós latinoamericanos representan la forma de organización políticamoderna en su aspiración y diseño constitucional, con diferentes grados de instituciona-lización y penetración social reales (los que abordamos en la sección 3). La URSS representa

una variánte periférica del modelo moderno; ciertamente es un proyecto colectivo raciona-

lista, pero sólo es ritualmente individualista y absorbe en gran medida la soberanía del"puebio" en un actor colectivo unificado. Muchos de los sistemas africanos son naciones-

Estado de nombre y posición exteÍ¡a solamente, sin mucha racionalización interna de los ele-

mentos sociopolíticos (es decir, elementos tribales no racionalizados), o mucha interpene-

tración de los propósitos "privados" y públicos. En contraste, la organización política de la

India es de forma-más -oá"*u, con relaciones sociopolíticas más racionalizadas entre los

poderosos elementos de casta y étnicos. Nepal y Birmania, de diferentes maneras, son en gran

medida formas de organización política nb modernas, que depositan la _soberanía fuera del

fueblo, sin una socieáad (profaná) que vincule al individuo (sagrado) y el cosmos por medio

de un proyecto de progreso.

Page 119: El Nuevo Institucionalismo

266 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

los objetivos necesarios (por ejemplo, la búsqueda de la riqueza material),tecnologías medios-fines (formas científicas de producción o de edu-

cación), recursos estandarizados y universalizados (la monetarización),principios de soberanía colectiva (reglas de propiedad) y sistemas de con-

irol racionalizado (modelos de jerarquía, principios de los contratos de tra-bajo). Cuando estos elementos construidos se hallan difundidos y rela-

ciónados con las descripciones universalizadas de los mundos moral ynatural, la organízación racionalizada se facilita considerablemente.

La actividad sin vínculo político

Los aspectos de la sociedad moderna que no están firmemente vinculados.o., ,"glu, de la organi zaciónpolÍtica que inco.poran mitos del bien colec-

tivo universal -como en los grupos, las organizaciones o las subculturas-

no tienden a generar una gran estructura organizacional o una gran evolu-

ción de la sociedad racionalizada. De este modo, los esfuerzos para cons-

tlair organizaciones formales fuera de la organización política moderna(como o..t... con las comunas, los "huteritas", los menonitas de Amish ovarias mafias) son notoriamente inestables. De manera similar, las "cul-

turas organizacionales" no racionalizadas no persisten ni se difunden bien.

Los apoyos legales, científicos, culturales y administrativos de una organi-

zación política más amplia son requisitos decisivos de la racionalizacióntanto sócial como organizacional. Es mucho más probable que las enti-dades o funciones sociales a las que se concede una posición colectivacomo agentes o aspectos del interés público -por ejemplo, los ciudadanos,las profesiones o las asociaciones modernas (grupos de negocios, de con-

sumidores o de ambientalistas)- se conviertan en puntos nodales de la

organización, que los gmpos o actividades sociales que carecen de dichaposición.

El sistema mundial y la organizacíón formal

A través de su historia, la organizaciónpolítica de la nación-Estado se ha

integrado dentro de un sistema de Estados y una organización política

-nndiul eurocéntrica más amplia. Esta organización política más ampliaes evidente en los sistemas de conocimiento y en los religiosos; definicio-nes compartidas de los fines, medios y recursos colectivos, y modelos co-

munes de estructuras de control y soberanía (véanse Bull y Watson, 1984;

Meyer, 1987; Mann, 198ó).El ritmo de evolución de este sistema competitivo e isomorfo -ya sea

que consideremos que se halla impulsado por las propiedades endógenas

de las unidades o por el marco institucional mundial- genera una granexpansión y penetración. Nuevos ámbitos sociales se incorporan a las imá-

EL ORDEN PÚBLICO Y LA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 267

genes comunes de progreso y justicia; nuevas funciones y grupos en la vida

iocial adquieren el estatus de actores o miembros. Las reglas e ideologías

de las naciones-Estado explican y regulan las propiedades inesperadas de

los humanos y su actividad (la reproducción sexual, la educación, la salud

mental), propiedades que en el escenario mundial se consideran aconte-

cimientos universalmente significativos, relevantes para las imágenes gene-

ralizadas de progreso (el prn) o de justicia (igualdad).

Las licencias y regulaciones ocurTen principalmente en el nivel de la na-

ción-Estado, aunque existan gigantes multinacionales. La organizaciónmundial se está expandiendo rápidamente, pero sólo participa de manera

secundaria en la Constitución directa de organizaciones, actores y fun-ciones. No obstante, al estructurar tantas actividades y valores modernos en

un sistema de competencia explícita cultural, política, militar y económica,y de isomorfismo competitivo, el sistema de Ia nación-Estado: a/ intensificaáún mas la racionalización de la sociedad, pero especialmente b) aumenta

la probabilidad de que esta racionalización conduzca o pertenezca a la or-

ganización formal. Promueve la organización formal en el Estado, como

áparato estatal, y en la sociedad, como organización formal "privada"'

Resumen

Estas ideas ayudan a explicar por qué existe la organización formal, ya sea

en el Estado o en la sociedad -un fenómeno claramente decisivo al que la

teoría posrracionalista de la organización casi ha renunciado como algo

casi imposible de explicar-. Ciertamente, la teoría antigua suponía que la

organización formal ocurre porque es funcional, más o menos como se

afirma; la teoría actual es más escéptica -sobre bases muy sólidas-, pero

entonces ya no puede explicar por qué está presente la organización formal.Nuestro argumento propone que una organización política más amplia (fre-

cuentemente mundial) de definiciones colectivas universalistas desempeña

un papel rector, en combinación con un conjunto en expansión de socie-

dades nacionales subunitarias que,compiten entre sí y se imitan dentro de

este marco. La lenta evolución que supone la comprensión de la ley naturalno es suficiente para explicar esta expansión de la organización formal: hay

un impulso histórico definido para codificar los medios y fines y los con-

troles en estructuras formalizadas, esto es, de presionar para que sea posi-

ble Ia organizacíón formal en el Estado y en la sociedad. Desde este punto

de vista, 1a organización formal es una especie de explosión frenética de ra-

cionalidad producida en condiciones de considerable urgencia competitiva y

que, por la misma razón, es poco probable que funcione como se espera' (Si

lós arreglos sociales fueran naturalmente eficaces, ¿por qué se consideraríaque la organización mesiánica es necesaria?) Se puede observar Ia carac-

terística frenética de la organizaciónformal con más claridad en las perife-

Page 120: El Nuevo Institucionalismo

268 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

rias del sistema moderno, donde las presiones externas hacen que la organi-zacíóncompleja parezca decisiva en Ia lucha contra el fracaso y la entropía'

CONSnCUSNCIAS ORGANIZACIONALES DE LA FORMA DE ORGANIZACIÓN POLfTICA

MODERNA: ALGUNOS ASPECTOS COMUNES

Para muchos campos de la vida social, lo sorprendente de las modernasorganizaciones políticas nacionaies en consideración son los aspectos

comunes que presentan en la estructuración de las actividades e identi-dades sociales. Estos aspectos comunes pueden ser especialrnente notorios

en los campos de Ia vida social constluidos en torno a reglas de eficiencia o

efectividad en las relaciones medios/fines. Por ejemplo, estudios cornpara-tit os de la educación sugieren mucha más variación en la organización de

su control por parte tanto de Ia organización política mundial como de la

nacional), que en Ia estn¡cturación de sus metas y relaciones medios/fines.

En esta Sección nos concentramos en impoftantes aspectos institucionalescomunes en otro sistema de actividad en que las relaciones medios-fines sori

prominentes, tanto en Ia actividad social como en las concepciones colec-

tivas: la economía. A Io largo de Ia sección hacemos hincapié en cómo se

forma la economía dentro de la organizacíón política más arnplia y cómo

se interpenetra con ésta; asimismo, cómo los elementos comunes de la or-ganización política parecen explicar muchos de los rasgos comunes en la

organización formal dentro de este campo económico construido.

In economía

Las imágenes que presentan la econornía corno un ámbito "privado" son

engañosas; las antiguas imágenes de "una casa pública" probablemente se

ajustan mejor teóricamente. Las llamadas organizaciones privadas, los

ottor"r privados o los grupos funcionales privados presentan pi'incipal-mente a la autoridad.pública o colectiva ¡' la responsabilidad delegada a

funcionarios o agentes de las subunidades. Por tanto, las organizacionespolíticas moclernas tienen dos conjuntos de agentes colectivos que dirigenia organización económica: los funcionarios del Estado y los gerentes de

empresas. Los gerentes de las corporaciones son autoridades sociales; su

autoridad tiene, ante todo, un earéLcter delegado (véase en particular,Lindblom, 1977, parte 5). En las organizaciones políticas modernas, mu-cha de la "acción" social se realiza no por parte de los actores canónicosdescritos en la teoría económica, sino en gran medida por parte de agentes

autorizados de los intereses colectivos -quizá especialmente en lo que lla-

mamos la economía-.Hay un considerable isomorfismo en la manera en que las organizaciones

EL ORDEN PÚBLICO Y LA CONSTRUCOÓN DE ORGANIZACIONES

políticas nacionales construyen esta casa pública. Relativamente pronto, lasreglas de la organización política racionalizan la sociedad en torno a"fac-tores de producción" construidos y de modos estandarizados: Wuthnow(1980) sugiere, por ejemplo, que la ciencia y la tecnología se instituciona-lizaron ya desde el siglo xvll; el capital y la mano de obra se prefiguraronantes.

Esta pronta racionalización, y la interpretación de lo público y lo priva-do, parece un legado institucional directo del "capitalismo religioso" de lacristiandad (Collins, 198ób): el desempeño de la Iglesia simultáneamentecomo una organización política y una agencia de desarrollo, y de la cris-tiandad corng la cuitura pública dominante (Collins, 198ób); Mann, 198ó).Tanto esta organización política como la cultura permitieron y promovie-ron un extraordinario grado de propiedad y actividad económicas "pri-vadas", fuera del ámbito de la intervención o control políticos (Mann,198ó, p. 399 y passim). Una racionalización económica significativa y unaintensificación organizacional inicial ya se habían establecido antes de laformación de los distintos Estados nacionales. Los puntos nodales de in-tensificación fueron las suborganiz6Biones políticas de las ciudades-Estadodentro de la más amplia organización política europea

-unidades que

estabanorganizadasmáscomosociedadescivileseconómicas-.La organización formal fue¡a de la Iglesia y el Estado no se expandió hasta

que se establecieron bien los órdenes legales nacionales limitados y losterrenos sociales pacificados, que funcionaban como proyectos de produc-ción competitivos. Aunque la organización económica moderna tiene unaherencia extranacional, toma formas nacionales: solemos referirnos a

sistemas de producciónnacionales, estructuras de clase nacionqles. F,slossistemas nacionales, como nuevos "contenedores de poder" (Giddens,1984, p.262), generaron y sustentaron la organización formal moderna, undesarrollo muy fortalecido por su competencia simultánea como capitaiis-mos de guerra y su incorporación a una cultura de élite común legada ini-cialmente por la cristiandad (McNeill, 1982). Las organizaciones formaiesrepresentaron entonces las "entidades intermedias" nuevas y públicas enexpansión (Coleman, I974, p. 27) entre las instituciones primordiales de laorganización política, el individuo y el Estado: los tratados formalizados enun ambiente competitivo

Todas las organizaciones políticas que surgían en este sistema del mun-do europeo construían el "capital" como un interés público legitimado yformaban la casa pública en torno a éi. Varias clases, fracciones de clases,coaliciones de clases, grupos de estatus y mezclas adquirieron así la agen-cia por este factor legitimado en los sistemas nacionales y en el transcursode Ia historia. Raras veces esta agencia fue llevada a cabo por una solaclase estable y limitada (aunque los factores se asociaban más estrecha-mente a clases singulares en los primeros capitalismos que en los másavanzados). Mann observa, por ejemplo, que después del siglo xw "el mer-

Page 121: El Nuevo Institucionalismo

270 REFINAMIENTo DE LA TEoRfR rIIstITucroNAL

cado dejó de ser un instrumento principalmente de Ia clase de los lores y se

convirtió en un instrumento dela propiedad y el capital en general" (Mann,

1986, p.411, las cursivas son mías). La incorporación de la autoridadpública en este principio general del capital se anticipa al capitalismoindustrial y también está arraigada en la antigua forma distintiva occidentaldel capitalismo religioso. Nuestra misma capacidad para (y propensión a)

analizar estas economías como concatenaciones de "factores" abstractosde producción es un legado histórico -un reflejo del carácter sistémico y

constmido políticamente de estas economías-.

In revolución organizacional del siglo xtx

Las revoluciones organizacionales del siglo XD( que generaron nuevas enti-

dades organizadoras intermedias reflejaron amplios proyectos políticospara redefinir la interacción de la agencia pública y la vida privada. Estos

p.oy..tor fueron creados y procurados muy rápidamente en Ias políticasliberales del sistema del mundo europeo (esto es, los Estados Unidos e In-glaterra, donde el acuerdo ideológico de la élite sobre el crecimiento econó-

mico se logró rnás fácilmente), pero pronto fueron adoptadgs, de distintasmaneras, por regímenes competidores. Los argumentos que aciucen sólo

consideraciones de eficiencia o explicaciones muy limitadas del actor/interésno han podido dar explicaciones convincentes de la expansión de la organi-

zaciónformal en el siglo XIx; por ejemplo, Douglass North ahora argumen-

ta que la economía neoclásica "no explica ni puede explicar las dinámicasde cambio," (North, 1981, p. 57, y 1983; también, para un comentario,Barzelay y Smith, 1987).

La evolución del derecho comercial representó un alejamiento inicial de

las limitadas reglas de la propiedad privada hacia estatutos públicos, leyes

de responsabilidad pública y la redefinición estatal de las eficiencias, esto

es, hacia una forma de organización prlblica (Horwitz, 1977;Barzelay y

Smith, 1987; Hurst, 1982). Originalmente Ia corporación fue un instrumentolegal que extendía el poder público a los individuos "lrrivados" (es decir, los

que no estaban en el gobierno), en nombre del bien público; las primerasláyes sobre las corporaciones no distinguían entre los ámbitos y las fun-ciones públicas y privadas. Después se amplió considerablemente la nuevaforma órganizacional y, en sentido limita.do, se reprivatizó, con el paso de

la incorporación especial a la general.La reconstrucción del campo "privado" implícita en la creación de la

organización autónoma del capital estuvo en continua interdependenciacon la racionalización y Ia penetración pública de la sociedad no organi-zacional. La revolución organizacional cclnllevó simultáneamente una ex-

pansión pública extraordinaria: la creación de sociologías y psicologías ofi-ciales y el acceso público a características de la sociedad no reconocidas

EL ORDEN PÚBLICOYLA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 271

preüamente (como se ha señalado en la reciente historia social, por ejemplo,de Foucault).

Es notable, dadas las dispares historias políticas internas, que hacia elúltimo cuarto del siglo xx se hayan considerado y plasmado en estatutosformas muy similares de organización económica en los Estados Unidos,Inglaterra y la Europa continental. Las,similitudes legales eran muchomayores que las similitudes en la práctica: la utilización de la forma corpo-rativa de responsabilidad limitada se expandió rápidamente en los EstadosUnidos (y en Inglaterra) durante el siglo xrx, pero todavía era excepcional afinales de ese siglo en la mayor parte de la Europa continental (Ashworth,1975, pp. 93-96). La expansión fue rápida, como lo predecirían nuestrosargumentos, donde los actores legales y políticos podían representar cam-bios en la forma corporativa que parecieran convenientes para los propó-sitos públicos y los derechos de propiedad. La homogeneidad subyacenteen los países fue sustentada por una supervisión y difusión competitivas ypropiciada por Ia organización política eurocérdrica mayor.

Aunque estos desarrollos legales dan la impresión de ser organizacionespolíticas controladas instrumentalmente por las clases económicas, dichaimpresión es engañosa en algunos aspectos fundamentales. Primero, losestados y los tribunales del siglo xtx, en los Estados Uniclos, Inglaterra yotras partes, estuvieron activos en la selección y promoción de algunasprácticas y orientaciones de negocios. Esa selección se hizo con una con-siderable autonomía. La nueva forma corporativa no era una evolucióninevitable de las primeras leyes empresariales (Friedman, 1973). Segundo,en la medida en que la ley (o el Estado) funcionaba como "instrumento" deuna fuerza social, lo hacía como expresión de una agencia pública y de unproyecto de "capital" amplios, más que como instrumentación directa declases específicas movilizadas. Por ejemplo, las clases aristocráticas de In-glaterra y los Estados Unidos a la larga perdieron esa agencia. Los inver-sionistas y los empresarios pudieron hablar con autoridad legitimadacomo los portadores especiales del proyecto social de producción económi-ca. Tercero, no es posible explicar bien los casos de homogeneidad legal enlos sistemas por medio de argumentos centrados muy limitadamente en lasclases, en vista de la heterogeneidad sustancial de las estructuras de claseen las organizaciones políticas del siglo xtx que estamos considerando. Escierto que la desigualdad de poder se reflejó en la evolución legal, pero losprocesos no estuüeron rnotivados en mener rnedida por los intereses.

ln institucionalización de la arganización fonnal en el siglo xx

A medida que Ia organización formal se institucionalizaba en las eco-nomías y otros ámbitos sociales en el siglo xx, desplazó formas previas deasociación comunales, tradicionales y basadas en el parentesco (véase en

Page 122: El Nuevo Institucionalismo

272 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTNUCIONAL

especial Zucker, 1983). Esta institucionalización representó una mayorracionalización de los actores y funciones sociales. La sociedad de asocia-

ciones racionalizadas y la organización formal convergen, por ejemplo, alhacerse más interdependientes y recibir más consideraciones legales comu-nes y más prestigio. Las asociaciones se convierten (como se dice en Iadeñnición de una reseña) en aquellos grupos formalmente organizados enque la mayoría de los miembros no recibe remuneración por su partici-pación (Knoke, 198ó, p. 2). Y las organizaciones formales tienden a conver-tirse en asociaciones, en particular en las organizaciones políticas iiberales;por ejemplo, las corporaciones se convierten cada vez más en entidadesfinancieras controladas por las juntas de asociados. La revolución gerencial,que en parte marcó la diferencia entre Ia propiedad y el control, racionalizamediante separar aún más la agencia para el "capital" de Ia familia o de Ia

incorporación específica en una clase. Así, los elementos sociales se con-vierten aún más en factores funcionaies.

Todas las formas de organización política bajo consideración se con-vierten en "sociedades asimétricas" (Coleman, 1982) con esta instituciona-Iízacíón de Ia organización formal. Las personas físicas parecen opacadaspor las personas corporativas de diferentes tipos (el principal tema de Cole-man, 1974,1982). Estas organizaciones políticas se vuelven tanto socie-dades de masas como sociedades organizadas masivamente. Todas se

hacen rnás individualistas, alavez que organizan el individualismo expan-

dido por medio de nuevos colectivismos. La profecía de Marx de una gran

simplificación estructural de la economía ha sido plenamente confirmada(pero no así sus expectativas de Ias consecuencias políticas de esa simplifi-cación).

No obstante, parece erróneo representar estas sociedades como socie-dades de organizaciones, es decir, como sistemas en los cuales las organi-zaciones en gran medida representan, construyen o controlan sus propiosambientes (véanse Zucker,1983, p. 12 y passim;Perrow, 1986, pp. 173-174y passim). La organización formal, en el proceso mismo de su expansión e ins-

titucionalización, también se ha visto inmersa en controles sociales e ideo-

lógicos mayores (Meyer, 1983b). El desplazamiento organizacional de las

formas anteriores contribuye simultáneamente a Ia construcción del indi-viduo como miembro de la sociedad racionali zada y a Ia expansión de laorganización política como estructura institucional. Ciertamente, las per-sonas fÍsicas se vinculan más con, y se hacen más dependientes de, variaspersonas corporativas (urídicas), como se subraya correctamente en las

explicaciones de Ia sociedad organizacional. Pero también reciben podercomo mienrbros de un "público" difuso para esperar y participar en variasformas de intervención y penetración en el sector organizacional. La orga-nización política y la sociedad racionalizada se expanden a medida que lohace la organización formal -en Ia jurisprudencia, en la participación en

la movilización colectiva y en un Estado ampliado-. Pensamos que las

EL ORDEN PIJBLICO Y LA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 273

organizaciones políticas son el lugar propio de la institucionalización, no

las organizaciones mismas (y tampoco el "ambiente" difuso).Considere en estos sistemas el carácter de las estructuras de interés. Las

organizaciones políticas modernas construyen e imponen sistemas institu-cionalizados de intereses o funciones nacionales interdependientes. Todas

tienen un conjunto muy similar de intereses y de foros legitimados que

están a disposición del pueblo: capital, trabajo, ciudadanía o público, con-

sumidor. Las clases tienen conexiones incluso más débiles con los factoreseconómicos de la producción (si uno define las clases, como creemos que es

más conveniente, en un sentido rigurosamente marxista, como en Wright,1979). Aquellos individuos que siguen incorporados en el sistema econó-mico tienen similares intereses económicos legitimados, constituidos por'

diferentes proporciones (seguramente) de elementos interdependientes:capital, trabajo, consumidor y ciudadano.

Los intereses básicos llegan a relacionarse con los elemffitos o factoresfuncionales de la sociedad racionalizada; se construyen "actores", se tomanacciones, en términos de estos intereses previos, Iimitados y altamenteinstitucionalizados. Las clases de personas que incorporan los diferentesintereses -por ejemplo, si el "trabajo" existe como un interés personificado,representado por una subcultura o asociación destacada- difieren muchoen cada forma de organización política. Pero los sistemas de interés funda-mentales en las organizaciones políticas modernas son muy similares.

Los sistemas institucionalizados de interés ylo función modifican con-siderablemente la aplicación del poder en las sociedades modernas. Todas

estas organizaciones políticas son sistemas de poder de masas, en el sen-

tido de movilización de recursos. Y todos basan las desigualdades delpoder en el control inmediato diferencial de los recursos. Pero ha ocurridouna gran disminución, en términos históricos amplios, en el poder de los

recursos que no están vinculados con los papeles y la autoridad legitimada.Gran parte del poder se convierte en autoridad institucionalizada (como el

de las élites de los negocios llindblorn,lgTT; Block, 1977)): en realidad es

un "poder estructural". Por tanto, quienes detentan el poder afirman que

esüín muy limitados en su capacidad para maniobrar e influir, y los analistascontinúan encontrando e informando de dificultades para ubicar las fuen-tes de poder en estos sistemas -en

gran medida debido a que no descubrenni buscan su institucionalización y transformación-'s

s Así, los tipos de investigaciones bien llevadas a cabo que señaló Domhoff (por ejemplo,1983), aunquL údles para ievelar las redes de influencia, con frecuencia_parecen utilizarcanales del ioder más-superficiales. Después de todo, ¿es la Arboleda del Bolemio realmenteconstitutiva de la estructura de poder de estos sistemas? Estamos de acuerdo con Knoke en

este punto: con una concentración en el indiüduo, "se pierde el sentido de una estructura que

cubri todas las relaciones entre las organizaciones corporativas y las colectividades más

difusas, que se pueden ver correctamenle como las depositarias últimas de los recursos delpoder en un sisiema nacional. Por lo general, las personas individuales que ocupan las posi-tiones superiores de mando en varias jirarquías institucionales están limitadas en sus papeles

de fideicomisarios, o agentes, de la organización para conducirse en formas que no se relacio-

Page 123: El Nuevo Institucionalismo

274 REFINAMIENTO DE LA TEONf¡' INSUTUCIONIT

Lns pnrNcIp,qLES FoRMAS DE LA oRGANIzRcIÓN porfnce MoDERNA

Hasta aquí hemos discutido los aspectos comunes ala organízación políti-

." V " f"r actividades organizacionáles. Pero las organizaciones políticas de

Ia áación-Estado no ,o.r--".u, copias de una organización política mundial

más amplia, aunque se ven influidas por ella de manera importante' Sus

posiciones en el slstema competitivo mayor varían, y las formas particu-

iu.., d. la organización políiica nacional -y, en consecuencia' la pro-

pensión a organizar formalmente y las formas de organización que se

i-pf"u"- dJfenden mucho de esas posiciones. La idea aceptada de que

lu. ,orrus comerciales se convierten en organizaciones políticas liberaliza-

das, en tanto que las militares/políticas se vuelven estatistas o corporati-

vistas, refleja ér" .".o.o"imiento. Trataremos de desarrollar esas ideas y

sus implicaliones organizacionales adicionales en esta sección 3 y en la 4.

Antes describimosla organización política moderna como si movilizara

a personas y actividader'á1 bu¡o el control y soberanía colectivos y b) en

torno a -"áio, y fines ("funciones") colectivos. Todas las organizaciones

políticas ,rrodeina, racionalizan la soberanía y funciones colectivas, de

*odo qr" se considera que las personas y las actividades contribuyen al

bien colectivo. Desarrollos paralelos pueden ser característicos de muchos

sistemas políticos movilizaáores en la historia humana; lo que es distintivo

de la criitiandad occidental, y de la subsecuente organización política

moderna, es su intensificación o interpenetración (como, basado en Weber,

lo observa Mann, 1986). No se trata de hacer que las personas y las activi-

dades en la sociedad queden bajo un control pasivo: las personas individua-

les y sus actividades normales realizarán por derecho propio imporlantes

puri", del proyecto colectivo' Esta propensión occidental' muy desarro-

iludu po. lá Ráfo.-u y la Contrarreforma, hizo posible ubicar las partes

centráles de la organi zación política occidental dentro de Ia sociedad mc-

uifiru¿. y .ucionaii, ada, y no sólo en el organismo político central. Ahora,

u -".r,.rdo los analistas piesentan irreflexivamente este proceso como des-

arrollo socioeconómico o modern ización'Las organizaciones políticas modernas varían en las dos dimensiones

centrales]ó En la primeia dimensión, algunos sistemas modernos incorporan

nan con sus vidas o intereses personales (aunque los dos conjuntos de intereses sin duda coin-

ciden en gran medida)" (Ituoke, 1981, pp. 308 y 309)'- Ob;Ñ;.r q,.r" 1a.'l.ru.rtigacionei que ie originan en las corrientes de pensamiento

marxista también fru" .o"r..liJ" tru.iu é.tu posición. Véase, por ejemplo, la sorprendente

.ár.i"riOr a. que informan Fáeworski y Wailerstein, guie¡es han estado realizando una sus-

tentada investigación teóri;; tempírica áe las "teorías d'el Estado": en una sociedad capitalista

^"""r"a^, Jii"-", ;u" goui"#o q"!

",.,r, ug"nr" perfecto de los trabajadores.no se conducirá

á. ;;á;';ry áif"rát";'i;"=;;b;;o'q"" JrJ un asente perfeóto de los capitalistas"

(Przeworski y Wallerstein, 1986, p.244)'ó Esta ."."iórr r" basa, en diferentes grados, en la tesis (en preparación) de Jepperson y en

Meyer (1983b).

I

ri.

1

EL OR.DEN PÚBLICO Y LA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES

a las personas como lo que los teóricos estadunidenses llaman actores indi-viduales, al relacionarlos estrechamente con la colectividad como un pro-yecto y validarlos luego como portadores de capacidad soberana y com-promiso. Así, no hay mucha diferencia entre la actividad social y la pública.Otras formas de organización polÍtica moderna autorizan a los individuosy a los subgrupos, en sus capacidades socialmente "privadas", de maneramucho más débil: como miembros con derechos naturales y funcionales, enmenor grado como actores con poderes. En este último caso, la sociedad ysu historia -así como sus portadores y funcionarios colectivos actuales-son análogos al actor del teórico estadunidense. (Y por tanto la actividadprivada y pública y los actores están más diferenciados.) q

La segunda dimensión de la variación se refiere al grado en que Ia orga-nización política especifica y controla directamente las tareas colectivas ylas relaciones funcionales. Algunas organizaciones políticas modernas tra-tan de especificar e institucionalizar las funciones sociales mediante proce-sos sociopolíticos centrales, al controlar muy de cerca su surgimiento,legitimación relativa y cambio: por ejemplo, las actividades y las relacionesentre las ocupaciones, las tecnologías, las profesiones; o los contenidos es-pecíficos de los bienes públicos. En otras, las funciones e intereses públi-cos son resultados o derivados epifenomenológicos de la operación actualde la sociedad como una comunidad o asociación natural. El esfuerzo porregular la historia colectiva mediante procesos de la organización polÍticacentral (por ejemplo, por medio de los mecanismos del Estado o de Ia co-munidad) está mucho más limitado.

Luego entonces surgen cuatro trayectorias históricas principales quedemarcan diferentes formas de organización política moderna, como se veen la clasificación adjunta (figura \,1II.1). La tipología nos da, a lo largo de lasdiagonales, dos formas de organización política estatistas y dos formas ba-sadas en la sociedad.

Uno de los tipos de organización política autoriza las subunidadessociales como actores públicos e institucionalizalas funciones colectivas, ypor tanto necesariamente comprende un modelo de organización formal(la ventana 2 "alto-alto"). Aquí tenemos la organización política como unaorganización racional unificada de actores y funciones sociales legitimados

-la sociedad estatista (Badie y Birnbaum, 1983; Dyson, 1980)-. El Estadoexiste tanto como un modelo de racionalidad organizadora y como el lugardonde se articula la voluntad general de los actores de la sociedad (lavisión jacobina). La organización política francesa moderna es, por tanto,Ia más representativa. Bélgica, Canadá (en especial Ia parte francesa) e

Italia (en especial el norte) incorporan este modelo en grados menores y dediferentes maneras. El Estado organiza ambos aspectos de la racionali-zación: las personas y los intereses, las actividades y las funciones. Lasociedad es validada en última instancia como soberana y como objeto deiprogreso (según lo requiere el proyecto occidental), pero se considera irra-

Page 124: El Nuevo Institucionalismo

276 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

Grados de institucionalización de las funciones

públicas y de las relaciones funcionales

Bajo Alto

ILiberaVindiüdualista

)

Sociedad estatista

3

Segmentada (Estado

fuera de la sociedad

4

Corporativista

EL ORDEN PÚBLICO Y LA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 277

colectivo y a cuyas construcciones resultantes se concede licencia y protec-ción legales. Se da mucha atención legal, religiosa y educativa al control ysocialización de estos actores dotados de poderes. Después, los interesesexpresados por los actores quedan bajo un menor control legal y social for-mal o explícito. Con un sistema organizado en torno a personas y gruposlegitimados no sólo como miembros, sino como actores constitutivos conuna soberanía y elección significativos, se ve limitado (comparativamente)el papel del Estado para controlar y conformar los intereses y las elec-ciones.

La forma corporativa (ventana 4) refleja exactamente la resolución opues-ta basada en la sociedad; la historia alemana, con su herencia de estatismo,es particularmente representativa (en especial la Alemania de los kaiser,pero también la República de Bonn y Austria; asimismo, se encuentran ele-mentos del modelo en Suiza y en los países nórdicos). En esos casos, lamodernidad surge mediante Ia racionalización e institucionalización colec-tivas; no por actores que conforman subunidades, sino por las funcionessociales y las actividades especializadas, y los agrupamientos corporativosque las llevan a cabo

-entre otros, las ocupaciones, las clases, Ios estratos,

las regiones, las comunidades, las profesiones-. Los individuos gananprestigio no como actores con intereses autónomos, sino como funcionarios

-como miembros de grupos con necesidades y responsabilidades funcio-

nales legitimadas-. De allí se genera mucha organización, pero de formadistinta, como lo trataremos en la sección 4.

EI aislamiento que hemos hecho de unas cuantas formas básicas de laorganización sociopolítica depende por completo del "muestreo de la varia-ble dependiente", aunque en este caso no cometemos un error metodoló-gico, pues la historia mundial ha realizado el muestreo. La consolidaciónde las formas de organización política, y las grandes continuidades quealgunas logran en relación con otras, en realidad representan las herenciasdel éxito competitivo en el sistema mundial. Otras formas de organizaciónpolítica -las puramente corporativas, libres de individualismo (sólo pormencionar un ejemplo)- han fracasado al tratar de difundirse o sobre-vivir, derrotadas por la competencia militar o económica.

Nuestros ejemplos de la organizacíór. política sugieren que ciertos paísesrepresentan formas de organización polÍtica relativamente singulares(Francia, los Estados Unidos, Alemania), mientras que otros países tienenorganizaciones políticas más parecidas, mezcladas ya sea regionalmente(por ejemplo, el norte de Italia en comparación con el sur) o en sus moldesinstitucionales (por ejemplo, el Canadá, con sus herencias liberal y es-

tatista). Se antoja más difícil que algunos países presenten esta tipologíasimplificadora (por ejemplo, la Unión Soviética), pero las distinciones delas organizaciones políticas parecen ayudar enormemente a encontrar lavariación en los sistemas organizacionales -tema

que trataremos a conti-nuación-.

cional y caótica en sí. En la práctica' se opone ala organización del Estado

;]i^.J;ñ;ti*iturto. Se encuentra una organización relativamente menos

racionalizada en la ,o.i"¿u¿ independiente del Estado, y las grandes orga-

nizaciones que surgen directamente se hacen de una u otra manera partes

de Ia estructura estatal o dependientes de la misma'

Grados de autorizaciónde ias subunidadessociales como actores

públicos

Bajo

Alto

FlcunaVIII.l'CuatrotiposprincipalesdelaorganizaciónpolíticarqcionL-lizada moderna.

una forma estatista más débil institucionaliza algunos elementos de la

racionalidad,peroenunaestructuraSegmentadadelasociedadyrelativa-mente externa a éstai;;;;" caso, la rÁntana 3, "bajo-bajo",_debido a la

;;iñ;;;u.io" ¿" lu orguriru.ión política en la sociedad). con frecuen-

cia los Estados latinoameiicanos tienen este carácter, al igual que algunos

lr,u¿o, de un solo put i¿o. La sociedad misma es denigrada y sostiene una

Uu;u.u.io.rulízací6n' El Estado existe en gran me-dida como un proyecto

externo, vinculado ", V f"gitit""do, por la iglesia' el sistema mundial exter-

no o un lejano futurJ táZiA' St"pát' (1978) denomina a la.forma latino-

americana,,estatismJo.g,árri"o,,, con varias élites militares, intelectuales o

de clase que obtiener, ,ii u"r"ri¿ad en el exterior y realizan frecuentes

acciones con base "" "fi" (pot ejemplo' intentos de golpes de Estado)' La

organización del Estaáo "t"t", p"to ta sociedad misma incorpora formas

de organización débiles'Las dos formas restantes Surgen históricamente al dar carácter

,,sagrado,,

a Ia sociedad, más que al Estaáo, un proceso arraigado en las poblaciones

de Ia Reformu prot"rtu"ie' La forma ^llberal

(en especial laestadunidense)

seorganizaentornoaactoreslegalmenteconstituidos,alosquesedaelatributo de soberanía y .tfutiauaiecnica (ventana 1)' El Reino Unido y Aus-

tralia incorporan esta forma de varias maneras; además' siglos de hegemo-

nía británica y "rttd;;iá;;" f'u" am"¿ido notablemente las propiedades

de esta forma y han fropiciado los intentos de definir como la quintaesen-

cia de la modernidai-li o'ganización racional se expande como producto

de actores institucionalizuáñ, .,ryur elecciones o intereses tienen prestigio

il.l

Page 125: El Nuevo Institucionalismo

278 REFINAMIENTO DE LA TEORÍA INSTITUCIONAL

CoNsecu¡NcIAS DE LA v¡nrecIÓN DE LA oRGANlz¡ctÓN

POLfTICA MODERNA PARA LA ORCANIZECIÓN FORMAL

Todaslasformasdeorganizaciónpolíticamodernaracionalizanalosactores y funciones sociales, pero difieren en la manera en que organizan y

,rbi.u., ésta raciona¡zacíón. ial variación produce diferencias en a) la can'

tidad d,eorganización formal que ocurrirá y los ámbitos en que ocurrirá

;i;ir; ;dización foÁal; b/ los tipos de estructuras que empleará la

t g"Áir;i,on formal, y c) la forma de.interpenetración de la organizaci'ón

foimal con Ia organizáción política y la sociedad. Estas diferencias tienen

;;;;;;tt *ugiit,ra suficientes para ser equivalentes a sistemas o regí-

h".r"t organizacionales formales distintos'

Descubrimientos de la investigación sobre

la vaiación en la organización forunal

Losesfuerzosdelainvestigacióndelaorganizacióncomparativahansus-.itudo varios descubrimie.r"to, q.r" nos servirán de guía en esta sección'7 La

nacionalidad ha surgido como indicador poderoso de las prácticas organi-

,u.iorrut., y de las áctitudes de los individuos ante la organización' Por

ejemplo, los pasaportes de los gerentes son el mejor indicador individuai

á'" ," ¿lrp"riciOn'hacia la estructur a organizacional y la solución de pro-

blemas: Ias diferencias siguen importando aun dentro de las corporaciones

multinacionales (Laureni, 1983)' Dentro de los países' ámbitos organ\za-

cionales y organizaciones muy diferentes parecen compartir características

"u.io"urá, (á-o ro

"Áti, por ejemplo, crozier en sus estudios de Francia).

Frecuentemente esas .u.uct".í.ti.as llevan a los investigadores a inferir la

;;;;;;.; ¡e "modelos implícitos de organización" que rigen prácticas v

orientaciones.Así surge un esquema común de los grupos de modelos y prácticas en un

;i, i;;**., y Hi.kro n (1979), en su reseña de lós estudios realizados a^fi.rules

de los años setenta, recabaron un conjunto de comparaciones en su

mayor parte entre p.r", i" países (por ejemplo' los Estados Unidos-Gran

S;áuná, Alemania-los Estad-os Uniáos, GrarrBretaña-Francia, los Estados

Unidos-Italia),comparacionesquesugierenpatroneszubyacentes'persisten-te;.;irii;d;.onio, gn¡pos á" puir", latinos, anglosajones y "tradicio-

,rul"r" en tZrminos d. iu uu.iu"ión en las estructuras de organización' las

;;;i;, a;;;; i" flexibilidad o lo explícito de la regulación) y las tronreras

(sJpa.acion ¿" f"t páp"i., o,gu"iátionales de los no organizacionales)'

i_u,].".rr, en sus .rtülo, de las orientaciones gerenciales (ocop, pero princi-

r A 1o largo de esta sección nos basamos en Laurent (1983); Hofstede (1980); Rose (1985);

Faucheux, Amado y l"^"rá"Tii's"dzi;L;;;; t nt"k'on (197e); Pueh (197ó); scott (1987b).

EL ORDEN PÚBLICO Y LA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 279

palmente europea y estadunidense), encuentra un eje norte-sur que dis-tingue a los grupos que tienen modelos de organización instrumental enoposición a los que tienen modelos de organización colectivista. Los ge-

rentes del Reino Unido y de los Estados Unidos muestran puntos de vistamás instrumentales; los franceses e italianos, imágenes más colectivas y las

orientaciones alemanas se hallan en un punto intermedio (Laurent, 1983).

En su reflexión de las obras sobre la variación estructural, y en su propiainvestigación sobre las actitudes de los empleados ante Ia organización en

una multinacional con sucursales en 40 países, Hofstede encontró cuatroimportantes grupos de países: latino, gerrnano, nórdico y anglo. Estos gru-pos difieren tanto en las clases de estmcturas de organizaciín empleadascomo en las actitudes ante el poder organizacional, Ias reglas, los papelesindividuales y las metas organizacionales (Hofstede, 1980).

Hamilton y Biggart, en investigaciones comparativas de la estructuraindustrial y de la actividad económica estatal en Asia oriental (1988; tam-bién Orni, Biggart y Hamilton, capítulo xrv, de este libro), argumentan queJapón, Corea del Sur y Taiwán reflejan tres modelos distintos de organi-zacíón económica. En Japón, el centro político coordina fuertes autori-dades económicas intermedias (como los grupos industriales zaibatsu). Elcapitalismo estatista-burocrático de Corea del Sur incorpora una ideologíade administración social central. En Taiwán, el Estado actúa como un"centro ejemplar" en medio de una red de capitalismo familiar chino.

Estos patrones, aunque son aludidos cada vez rnás, todavía no hanrecibido gran atención teórica. (El trabajo que acabamos de citar es unanotable excepción,8 al igual que el de Dobbin, 198ó.) Los analistas han con-cluido que Ia estructura social o cultural nacional conforma los modelosorganizacionales, pero generalmente reconocen que no se han desarrolladodivisiones claras entre causas y efectos ni los procesos que los vinculan(Rose, 1985, pp. 77-82). Por tanto, los argumentos teóricos rivales sobre talvariación no son fácilmente visibles en este campo.

La explicación de Ia variación organizacional nacional

Las cuatro forrnas de organización política abordadas registran muy bienla variación que están encontrando los investigadores comparativos. Paranuestras imágenes causales centrales, sugerimos que lo que la organiza'ción política institucionaliza en la sociedad racionalizada será estandari-zado y dado por hecho para los fines de la organización formal. La forma

8 Hamilton y Biggart vinculan la variación que describen con las prácticas de autoridadsociales legitimadas. Después de que ocurrieron trastornos institucionales (la segunda GuerraMundial, la guerra de Corea, la consolidación dei régimen de Chiang en Taiwán), las élitespolíticas reformularon y adoptaron modelos anteriores de autoridad legítima para promoverla estabilidad política. Esta explicación causal parece ampliamente compatible con la líneageneral de la argumentación que presentamos en este capítulo.

Page 126: El Nuevo Institucionalismo

280 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

básicadeinstitucionalizacióndelaorganizaciónpolítica(lainstituciona-Iización de actores ,."i"1", que conforñ-ran subunidades, o de las funciones

sociales, o de ambos) establece un marco restrictivo para Ia organización for-

mal: ésta se construye en torno a esos materiales' Los organizadores se ven

inducidos a adaptarse a la organización política y a Ias in-slituciones

sociales racionalizadas al conformar Ia estructura organlzaclonar'

Es posible distinguir ia estructura organizacional por los grados en que

específica: a,) Ia diferen.i."io" t"rrical y-lateral delaipersonas, y el control

de ra autoridu¿ ,ou." áJiÁ, "¡r-á-r¡,

b/ la diferenciación vertical y lateral v

Ia coordinación de u" lt¿r¡i"áes. Esta distinción nos da un rango de es-

tructura organizacio,,J' d"'d" la baja estructuración de las personas y de

la actividad, a traves áá varias comtinaciones intermedias, hasta la alta

estructuracio' a" ^-ü-, J;;"" genera los varios tipos organizacionales

bien conocidos en tu, ob'u''ott"*"I tema (Scott ' tS}lb; véase también el

trabajo de Aston, en gspecial Pugh' 1976)-'Debe ser evidente;'i"-;t;; ";;;ptuaÍización

de la organización formal

es análoga a nuestro anterior tratamiento de la estructura de la organiza-

;ó";;lirt.". Los dos modelos tienden a coincidir de la siguiente manera:

si la estructuración orgurriru.iorral se desarroua dentro de, y es estimulada

;;;;;;;;il"i¿" ¿"j^-.rganización política que concede poder v limita,

sus formas primarias debe"n ser las cóntraparies dialécticas de Ia forma

institucional de la o.g;rr"iotr política. poi ejemplo, si la organización se

desarrolla dentro de una organización polítiáa que institucionaliza a los

u"ior", de las subunidades,-probablemente se cristalizará en torno a es-

pecificacion", y ,"fi"u*i""tá' o'gu"iz¿cionales de las actividades: puede

(v debe) incorporar ulo, á","r"r Jstablecidos en la organizacíón política'

iL;;;t;;;;;i;, ia institucionalización por parte de la organizac\ón po-

lítica de las funciones pluir.* árrigirá la organización f?Trd hacia el con-

trol de las personas,;;;;;;; o"tiu la or{anización' debe estructurar la

acción a partir del grupo de funciones proforcionadas por la organización

política.Además,elcarácterdelainstitucionalizacióndelaorganizac\ónpolítica

debe afectar "t croao- "f,'ql"l"

tt""u a cabo la orgáníz4ción formal' de ma-

nera sistemática. Tambián consideramos dialéctica esta conexión: si una

.tg"*-"iá" polític; i;stitucionaliza principalmente siguiendo una u otra

de las dimensiones á" lu tutiot'alización (es decir' si es alguna de las dos

formas de organizajJn;;lrti;; ;'alto-ba¡o';)' ra otganízación.formal se verá

muy estimuluau y il"iurálo, "orrt""i¿o,

d" Iu estructura social racionaliza-

da.Encontraste,tu,ro'*u,deorganizaciónpolíticaalto-altoybajo-bajolimitarán la estructuración orgarii zacional, yu t-"u^r"*plazándola o su-

primiéndola 0u ror-u dlo-alto)Io no estimulándola (la forma bajo-bajo).

Tres proposiciones integran este razonamiento y nos permiten relacionar

nuestra "orr."pt,ruliiu.io-"

u"t"rior de la estr-uctura de la organización

políticaconlavariaciónenlasformasorganizacionalesfundamentales:

1)

)l

EL ORDEN PIJBLICO YLACONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 281

La institucionalización por parte de la organización política de actores que

conforman subunidades sociales produce: a,) una gran organización formal,en que ésta b) constnrye con base en actores predeterminados elaborando lacoordinación de la actividad.La institucionalización de ia organización pohtica en torno a funcionessociales especificadas colectivamente: a) produce también gran parte de laorganización formal, pero b) con un mayor control autoritario y diferen-ciación depersonas.

3) La institucionalización por parte de la organización pohtica en torno a ambas

dimensiones de estructura social racionalizada produce: ¿.) menos organi-zaci'n formal y, b/ donde ocurre organización, una estructuración raciona-lizada expllcita tanto de las personas como de la actividad.

Ahora trataremos de explicar nuestro razonamiento -y describir proce-sos causales- mediante ejempios empíricos de variación que comprendenlos cuatro tipos de organización política.

In organización p olít ic a lib eraUindiv idualis t a

In magnitud y el dmbito de la organización formal

Dar licencia a las personas individuales como actores sociales racionales ylegítimos, con intereses reconocidos colectivamente, facilita Ia creación de

muchas organizaciones formales. En esto, los Estados Unidos son el arque-

tipo. Los ámbitos en que ocurre la organización formal abarcan todo el

mapa social en esta forma de organización política' Primero, en un sistemaen que a los individuos se les entrega ei arma poderosa de ser actores legitimados y de los intereses también legitimados, cada individuo debe reconocerque a los otros se les han dado poderes similares. El primer interés de to-dos (y obligación colectiva) en esta sociedad tocquevillena es lograr el con-trol sobre todos los demás, es decir, apoderarse de Ia socialización y el controlsocial de los actores mismos. Así, la organización formal se concentra en

primera inStancia en torno a los actores. Se construye un enorrne número de

esas organizaciones: organizaciones religiosas, sistemas de tribunales y pe-

nales, gobiernos locales, partidos, esfuerzos masivos de educación, mejorasmorales y asociaciones de autocontrol, movimientos por la moderación en el

consumo de bebidas alcohólicas, asociaciones de salud mental y muchosotros. Incluso en otros ámbitos -por ejemplo, el económico- surgen gran-

des sectores ünculados con las actividades personales.Segundo, el sistema liberal también genera una gran organización en tomo

a intereses legitimados, en sentido ordinario: la formación de organiza-ciones económicas se ve estimulada considerablemente por las leyes y lacultura. Tercero, gran pafte de la organización formal se desarrolla en tornoal control del sistema político y de la ley, ya que estas estructuras consti-

Page 127: El Nuevo Institucionalismo

282 REFINAMIENTo DE LA TEonf'l lNstltucloNaL

tuyen y reconstituyen directamente a los actores y los intereses' Por tanto'

en general, esos sistemas están densamente poblados de organizaciones

formales racionalizadas.

Estructurq

Las estructu ras organízacionales creadas por este sistema se difunden' La

ñ;i;;;; fo.rial debe incorporar actores socialmente dotados de

poderes e incorporar soluciones para anticipar problemas. Esta restricción

limita la formalidad;;;iti" y la autoridad en ñ organización formal. Los

actores predeterminaáos sustituyen la neces.idad de una mayor precisión en

iu d"fi.ri.iO., del estatus y autoridad organizacionales. Con actores prove-

,ritrr*, de la socieduJ y áo" metas sustantivas establecidas por la organi-

)asronformal, las estmcturas organizacionales débiles pueden sostenerse

pá.,i *ir*as: Ia organi zación"'-odut en este tipo de organización política

ie extiende y diferencia vertical y lateralmente' pero esta débilmente inte-

ttJ. t.rináhda por sus relaciones de autoridad vertical'

GranpartedelaorganizaciónseconstruYeennivelesbajosporpartedela gente que "actúa",

"estando las acciones vinculadas sólo débilmente con

i"r'.""I.á, por medio de la autorid ad organizacional. Las organizaciones

tiendenainterpenetrarseyadministraneincorporanlagranvariedaddeactores legitimados creadás en ese sistema; las distinciones entre las for-

mas de organización r. "".r""" particularmente confusas (por ejemplo, las

asociaciories a diferencia de las organizaciones)'

In actividad organizadora y Ia organización política

La organización política liberal no es en sí una organizaciín racional' Más

bien, sus estructuras confederadas frecuentem".ri" pu."."tt caóticas -"iacond.ición de los ttib;;;i"; t los partidos" en los Estados Unidos' de

Skowronek (1981), poo-.i"*pío (Meyer y Scott' 1983b).-' A cierta organi-

zación formal se le llama ptúlica y a otra privada' pero' desde un punto de

"ir" _a, amplio, el sistema interorganizacional entero es una estructura

de control público. io pJuti." y lo"privado se interpenetran y no se dis-

;ú;; con claridad. nspeciahén-te el esos sistemas' el poder s-e concentra

en la sociedad y está institucionalizado como autoridad social (por ejem-

plo, "la posición p.i.'li"giuat 4"-1": negocios" y la dependencia estructural

de la sociedua r"rp..á'á. .ilu flindülom, lg77D. En vista de la licencia

que tienen las personas como actores con una posición pública' se presen-

tan más intereses en estos sistemas y cada interés proporciona un campo

fot.rr.iul para la organización formal' Pero estos diversos intereses tam-

bién tienden u r"r.oilpu.utivamente homogéneos en forma y contenido' La

EL ORDEN PIJBLICO YLA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 283

forma de la organi zación política conduce a las personas a exigir sus dere-

chos y a la movilización legal, y hace difícil deslegitimar a otros actores y

exigencias; esta ecología similar al mercado produce una estratégica reduc-

ción y convergencia de los focos de interés, exigencias y agendas. Sin Iainstitucionalización social de las funciones colectivas, y en torno a ellas, los

intereses no se cristalizan rápidamente en torno a categorÍas funcionalesamplias como la clase. Hay mucho menos de esa conciencia funcional (por

ejemplo, la "clase") en estos sisternas, y es menos fácil que oculTa la "inter-

mediación de intereses" a través de la construcción de personas funcionales

colectivas como el trabaio o el capital'

La organización p olític a c orp o rativis t a

Magnitud y ámbito de la organización

La organízación política corporativista que representa el otro eslabón de la

reforma entre la organización política y la sociedad no construye actores o

intereses, sino que presenta a personas y grupos como agentes que realizan

funciones sociales legitimadas. (Aquí nos concentramos en el corporati-vismo europeo central.) Incluso ahora, Io que en Ios Estados Unidos se

define como un interés privado legítimo, en Alemania se presenta como una

función social sustancialmente valiosa. También aquí los efectos organi-zacionales conllevan la construcción de muchas organizaciones racionales

formales, pero las estructuras y ámbitos y las secuencias varían. La organi-

zación foimal se agtupa en torno a las funciones sociales y se relacionaestrechamente con ios patrones de autoridad vertical que legitiman las fun-

ciones: por ejemplo, los gr-upos ocupacionales parecen menos grupos de

interés y más elementos de estatus en una ceremonia pública (conllevan un

Beruf). La presión es menos apremiante por el control social de los actores

que por el control social de la integración funcional -así, hay mitos exa-j"ruior, no sobre las personas y Ia personalidad (como en los Estados

Únidos), sino sobre la autoridad y sobre la comunidad nacional con sus

supuestos requerimientos-.

Estructura

La organización formal debe reunir las funciones sociales y los estatus aso-

ciadoi. por ejemplo, en algunos aspectos fundamentales, la organizacióncorporativista oculre en un espacio profesional asignado de antemano. La

organización evoluciona como una burocracia racional, tiene vínculos con

los-centros políticos, económicos y culturales y no hace tanto hincapié enlaparticipaciSn y diferenciación en el nivel inferior. En un sistema tal, la di-

üv

ír

Page 128: El Nuevo Institucionalismo

284 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

ferenciación en el nivel inferior siempre tiene elementos amenazadores, y

iu upuri"""lu de delegación del nivel superior hacia abajo es decisiva. En la

praitlca, la organizaóión puede estar_rálativamente descentralizada. La di-

ierenciación funcional es en realidad más lateral que vertical y vincula la

.árpo"rubifidad por la actividad con estatus adscritos exógenamente a dis-

tinias competencias y conocimientos. La importancia que se da a los mitos

de control crea imágenes muy diferentes a Ia representación estadunidense de

la autonomía del aitor locai. Predomina una"lógica de profesionalismo",

en vezde una "lógica de administración" de sistemas más estatistas (Rose,

1985, p. 75, citaaMaurice, Sellier y Silvestre, 1982)'

La actividad organizadora y la organización política

La organización poiítica corporativista, como la liberal, es una forma "so-

cial" áás que estátista y tamüién tiende a unir lo público y lo privado' Pero

no crea urrprivatismo prbli"o liberal; más bien, las personas se^descubren a

sí mismas en teorías funcionales como miembros de una profesión, clase,

familia, género, región, comunidad, estado y otros similares' Sus demandas

son sustantivas, no procesales -los requerimientos de los grupos fun-

.iorrut", (por ejemplo, protección del Estado, como los cárteles); los reque-

rimientos de Iás personas con el fin de funcionar adecuadamente en sus

gr-upos (por lo común, demandas de bienestar social)-' Las personas en

lste tipo-de sistema pueden obtener acceso como en todas las modernas e

intenüs formas de organización política. Pero no lo hacen como actores

que socializan adecuaáamente intereses, sino como elementos con necesi-

dude, y derechos naturales y como .Jementos con el derecho de exigir so-

ü.e lus"obligaciones de los demás. La forma corporativista es más un sistema

áe bienestar que de participación: las demandas de bienestar social, dere-

chos y servicios se extienden más rápidamente que la participación educa-

tiva, religiosa y política (Flora y Heidenheimer, 1981)'

ni Bsáao y iu o.guttiración social comparten el mismo patrón en la

organización"polític; Corporativista: menos diferenciación aparente, más

esiructuración jerárquicu. fl pod". también se difunde en la autoridad

social, pero en una sociedad que encuentra más expresión y penetra en el

aparat; estatal. La autoridad social y los intereses se agrupan en torno a

funcion", sociales, generan una comunidad de personas interdependientes

y, no obstante, de intereses competitivos' Las funciones que se reconocen

.rár *"ro, que los intereses de lai formas liberales, pero tienden a estar más

intensa y formalmente organizadas' El capital y la mano de obra encuen-

tran más fácilmente representación en estos sistemas y más "conciencia"

funcional aliada. La foirna predominante de intermediación de los intere-

ses es, entonces, el co.po.itivismo en sentido estricto -la negociación

autorizada socialmente entre asociaciones destacadas- (Schmitter' 1979)'I

Ilt

I

EL ORDEN PÚBLICOYLA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 285

La sociedad estatista nacional

Magnitud y ámbito de la organiTación

Las organizaciones políticas que institucionalizan tanto a los actores comoa las funciones en el nivel nacional en un aparato estatal que penetra en lasociedad, pero que también legitiman a actores racionales con obligacionesen la sociedad misma, establecen un sistema opuesto. Las organizacionesestatales se amplían de manera compleja y racionalizada. (Francia propor-ciona el mejor modelo del Estado para muchos teóricos; véanse, por ejem-plo, Badie y Birnbaum, 1983.) Surge en Ia sociedad la organización forrnal,vinculada, subordinada, y definida en términos de funciones y accionesrepresentadas por el Estado. Pero hay menos organización formal en lasociedad misma que en otros sistemas, y menos ámbitos sociales recibenorganización formal; Ia racionalidad organizacional carismática tiende aser un monopolio del Estado. La organización formal canónica que llegaa surgir se agnrpa en tor-no a actores o funciones categorizados por el Es-tado. Las personas en la sociedad actúan en oposición al Estado y a la am-pliación de la organización formal racionalizada.

Estructura

La organización formal debe incorporar actores predeterrninados, de fun-ción específica, definidos por el Estado. Por tanto, Ia organización formalsurge en relación isomorfa con la estructura estatal -el

"fenómeno buro-crático" (tema de Crozier)-. Para que ocurra Ia acción formalmente orga-nizada autónoma, la organización debe especificar internamente tanto laautoridad (relación con Ias categorías estatales) como la actividad (conver-tir Ia autoridad definida por el Estado en acción organizacional). Laracionalización de Ia organización, combinada con la oposición social a ella,tiende a significar que en estos sistemas la separación es extrema.

I-a actividad organizadora y la organización política

Los sistemas estatistas distinguen claramente entre lo público y Io privado, alinstitucionalizar lo primero en el Estado y lo último en la sociedad. Losmitos, la retórica y las ideologías reflejan esta diferenciación; así, la identi-dad personal, aunque localizada en la sociedad (privada), requiere estableceruna actitud o posición vis-d-vis el Estado (público). Los individuos son por-tadores de grados centrados en el Estado -los sistemas estatistas contienenelementos y matices de casta claros-, pero también incorporaciones deenergías e impulsos racionalizados, no obstante asociales y antinómicos. EIsistema de la sociedad estatista describe la organización como una estruc-

Page 129: El Nuevo Institucionalismo

286 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

I.

I

iiñnt

h

ffi

turadepodermanifiestoyportantounafuenteinevitabledeenajenamiento;los gerentes son controlaáor", q,r" "alternan el autoritarismo y la seducción"

lrui.tl""*, Amado y Laurent, 1982, pp' 354' 362)''^ ;l;"i;; en esta io...,u de organización política (y en la segunda estatista

que se presenta a continuación) se concentra más en un aparato que en los

sistemas sociales, y se confiere a los agentes que tienen autoridad en el

;.urtiffo de la colina".-po, ej"*plo, el Estado francés es tradicionalmente

fuerte como o.ganiza.ión y e'ta t"lativamente protegido de la penetración

social, pero es relativameníe débil en la maneraen que se üncula con la so-

ciedad (Badie y Bi.rr;;;;, iéá¡1. La dialéctica dál nstado y la sociedad

g".r".u urra curucte.itii.u "'t^tt"'u de intereses' Los intereses en Ia socie-

dadsonmuchos,peronotienenreconocimientopúblicoinmediato.Losin.tereses compiten pu.u l,"g.u. la institucionalización en términos del aparato

;;;;;;;tr.t:estatales y plr tanto definen una voluntad general -de ser ne-

l,"t;ti;, por medio de apropiarse y manejar el aparato estatal-' Esto pro-

á;;;i;á"t., *ty uuro-u.tá' y "'títuudoslorganizados

no en torno a funcio-

nes comunales, como en los sistemas corporátivistas, sino en torno a líneas

de acción e intervenciár, .ou." el Estado-c¿¿z-Sociedad. (Las varias "iz-

["r".J"; v lJ".".hur" fueron una invención francesa y esas categorías con-

tinúan siendo tu, *a, ..to^t't"' "tt esta forma de organización política')

Laconcienciaseorganizaentornoaunconjuntolimitadodeesaslíneasdeacciónylaintermediacióndeinteresesadquiere.laformade,,partidos,,(másquelamovilizaciónmedianteasociacionesdelasorganizacionespolí.ii.^, üü"*res y que iu irrt..*"diación,,corporativista" de Ias organízacio'

nes corporativistas).

EI Estado fuera de la sociedad

Lastípicasorganizacionespolíticaslatinoamericanasnoinstituciona|\zanalos actores ni fuera lu, zurr.jorr.s sociales en la sociedad. En gran medida, la

institucionalización ocutTe en un aparato estatal segmentado, en su mayor

p*" zu"ru de la sociedad. Pero Ia organización estatal -legitimada exógena-

mente- tiende d" t;t; ; estar relalivamente fragmentada: una asamblea

de élites burocratizadas que compiten entre sí y derivan su justificación de

misiones definidas exteriormente'Aquí ocurre fu org;"i;"ción formal menos racionalizada' La organi-

zación que ocurre e"s de carácter más ,.tradicional,, e incorpora grupos

socialmente p.lmorálal.s, o elementos burocráticos del Estado, con poca

autonomía g"r".uau-;rost"rridu por ia organización misma. La organi-

zaciónformal se presenta menos en una socliedad diferenciada del Estado,

pero oculTe "n

rr., aÁliio á"i sttu¿o y de la organizaciÓn formal' diferen-

iiu¿o ¿. una sociedad que contiene la organización primordial'

Frecuentementelosinteresessonexógenosenlaspretensionesdelegi-timidad y toman un carácter de suma cero' El poder y la intermediación de

EL ORDEN PÚBLICO Y LA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 287

intereses son más cabalísticos que en los otros sistemas, con menes con-versión en autoridad legitimada. Ei capital, por ejemplo, tiene menos (ymás exógena legitimidad) en términos del bien colectivo.

L¡s rueNres INSTITUCToNALES DE cAMBro EN LA oRGANIzACIóN FoRMAL

En este capítulo hemos discutido procesos que a la vez mantienen y cam-bian los sistemas. Es difícil discutir el "cambio" separado de otros aspectosde la operación de un sistema. En Ia ciencia social, a menudo el cambio se

concibe como un asunto separado por parte de quienes postulan variablescausales que (supuestamente) están libres de la incorporación institucional,y por tanto son fuerzas exógenas potenciales, po: ejemplo, la genética, losmotivos humanos primordiales, la experiencia hurnana asocial, las circuns-tancias ecológicas y, en anteriores corrientes de pensamiento (en particuiarlas hegelianas), las iniciativas trascendentales. Un punto de vista institu-cional de ninguna manera niega que es correcto concebir a algunas fuerzascomo exógenas a las instituciones.9 Pero en esta sección nos concentramosespecíficamente en las fuentes institucionales de cambio en la organizaciónformal, porque consideramos ese cambio altamente institucional en susfuentes impulsoras primarias y porque creemos que las expiicaciones noinstitucionales exageran sus rasgos menos institucionales.

Fuentes institucionales de cambio

Externas

Las organizaciones políticas de las naciones-Estado en Occidente siempre se

han situado en una red densa y competitiva de intercambio económico, decompetencia e imitación política y militar, y de isomorfismo cultural. El pro-pio isomorfismo facilita el cambio local mediante la competencia y la di-fusión. A medida que surgen nuevas mercancías en el sistema (por ejemplo,

9 Las características de la ecología social y fisica, los acontecimientos circunstanciales, losefectos o "choques" ambientales de varias clases (el clima, la opnp, el sida), las constantes bio-genéticas y sus correlativos sociales (por ejemplo, el opoftunismo), las constantes ontogenéticasy sus correlativos (como los remplazos generacionales), los rasgos de la intervención humanaen la naturaleza ("praxis")

-todos pueden representarse, en casos particulares, como exógenos

institucionalmente-. Pero un punto de vista institucional en gran medida hace endógenas laexperiencia humana, la acción y la reacción; esta posición puede muy bien distinguirlo decualquier otro punto de vista, en especial de la característica materialización que losestadunidenses hacen de la acción (véanse Münch, 198ó; Jepperson, capítulo v, en este libro).Además, una posición institucional argumenta que la experiencia y reacción humanas tendránmás probabilidades de funcionar como inductoras del cambio cuando se les dé una posición enlas reglas colectivas institucionalizadas, por considerarse que son importantes para los bienescolectivos. Los sistemas sociales parecen tener una gran capacidad para ignorar los reque-rimientos humanos no codificados, o el sufrimiento humano que cae fuera de las definicionesde lo colectivo y de su bien (históricamente, por ejemplo, las necesidades de los campesinos)-

Page 130: El Nuevo Institucionalismo

288 REFINAMIENTO DE LATEORfAINSTITUCIONAL

computadoras), todo miembro intenta incorporarlos -y los miembros más

exitosos Io hacen más exitosamente-' A medida que se crean nuevos

instrumentos de control y coordinación política (por ejemplo, sis-temas tri-

butarios o técnicas militáres), se hacen esfuerzos similares en todas partes'

A medida que surgen mayores instituciones culturales (por ejemplo' Ia edu-

cación de áite y d-" ,,,uru, en el último siglo, los movimientos en favor de la

incorpor-ación étnica o racial en las décadas de Ios cincuenta y de los sesenta,

o los movimientos feministas en Ia décadade los setenta), hay más difusión'

Tanto la construcción social de nuevos grupos de acción en la ciudadanía

(mujeres, niños, minorías) como de nuevas funciones sociales (el control de

ia contaminación del aire y del agua, Ias instalaciones recreativas, las nuevas

mercancías o las nuevas ie.apias) pueden generar esos efectos' Es posible

predecir con más mpidez la .üyor iarte del cambio institucional que actual-

inente ocurre en cuilq*ier organización política a partir del conocimiento

del ambiente mundiai qr-re a partir de Ia comprensión de la-estructura in-

i"*u -rrn punto obvio en cuálqnl"t lugar del mundo (como lo indica clara-

mente la información en los p"iiOdi.ot¡, excepto en el hegemónico Estados

Unidos-.

Intema

Las organizaciones políticas de la nación-Estado incorporan la lógica del

p.ogr"!o y la justicii que continuamente alimenta nuevas expansiones' al

i]1"ío, bajo cándiciones favorables de expansión mundial (una condición

i*portu"i"). Estas lógicas crean la tattas veces observada "inquietud

,u.io.rul,, (úeber) de "Jtos

sistemas. No sólo contienen gruposJ funciones,

sinogruposyfuncionesjustificadosentérminosdemetascolectivasmásá*pfíut v en evolución. La creación de la ciudadanía' por ejemplo' como

r.-rn ti"n óolectivo general más que como un estatus absoluto específico da

licencia a toda claie de partidos y agentes para promover la creación de las

instituciones: en todoi los sistemas modernos, nuevos grupos (niños'

mujeres, fetos, agonizantes, desequilibrados), o sus agentes' pueden hacer

esas de-arrdur. b" manera similar, una vez que alguñas funciones' como

la educación, obtienen prestigio, varias partes pueden proponer que se les

desarrolle con base en fa justicia o el prágreso (por Io común ambas) -de"q"i

f^, escuelas de maneio, Ia educación sexual o (incluso) la sociología-.

Lás apoyos institucionales legales, morales, religiosos, políticos y económi-

.o, yá "ttátt,

ul menos parcialmente, en su lugar'

La s proceso s caus ales institucionales

La licencia moderna a los individuos y grupos para que sean actores o

miembros, y a los intereses y funcioneÁ, .o*o si estuvieran imbuidos de

EL ORDEN PIJBLICO Y LA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 28g

bienes colectivos, crea agentes del cambio institucional. Las diversas cien-cias desempeñan papeles de poder, en particular al importar cambios desistemas externos e interpretarlos como si produjeran bienes públicos parala colectividad local. Incluso tras la Cortina de Hierro, los economistasimportan versiones de la "economía de Reagan"; los sociólogos y periodis-tas, doctrinas sobre nuevas formas de igualdad; y los psicólogos, nuevasnecesidades humanas. Los científicos fÍsicos y los ingenieros introducentécnicas y definiciones de problemas. En sistemas en que las justifica-ciones dependen mucho de doctrinas de efectividad y justicia en un mundoreal en evolución, los portadores del conocimiento tienen mucho prestigiocomo agentes del interés colectivo. Sus justificaciones son decisivas para Iamayoría de los cambios institucionales en los sistemas modernos.

Pero Ios "actores" sociales ordinarios o "funcionarios" también tienenuna posición como portadores ya sea de "intereses" válidos o de "fun-ciones" reconocidas. Esos agentes transmiten el cambio institucionalexógeno (por ejemplo, los derechos de la mujer o la necesidad de unaindustria nacional de computadoras), pero también desarrollan las institu-ciones que ya existen. En la práctica, la mayorla de los nuevos "intereses" o"funciones" surgen de grupos o funcionarios que ya tienen una posición yresponsabilidad, y son una reelaboración de los "intereses" y "funciones"que ya tienen tal posición. Por ejemplo, un tema central en la bibliografíamoderna sobre los movimientos sociales es que esa movilización rarasveces se origina de lo genuinamente periférico, pues esto por lo general noestá organizado.

Las intervenciones institucionales son gobernadas en gran medida por (odistorsionadas en términos de) la lógica del progreso y la justicia demanda-dos y no están estrechamente guiadas por los intereses per se. Se predica eléxito de las demahdas no tanto por su poder relativo como por la relativaautoridad institucionalizada considerada en términos amplios. (En el aná-lisis sociológico, por lo común el término poder se usa para referirse a laautoridad que el analista desea privar de legitimidad.) Y muchos cambiosinstitucionales en la organización formal provienen de amplios cambios na-cionales y mundiales en las organizaciones políticas, que después penetranen los ámbitos organizacionales.

Cambio en las diferentes formas de organización política

Las organizaciones políticas nacionales, que difieren fundamentalmente ensu organización social, también difieren en Ias fuentes y formas dominantesde cambio institucional en la organización formal. Cada tipo de organi-zación política genera incertidumbres características e intentos de resolver-las. Los sistemas liberales que carecen de una definición específica de losintereses y funciones sociales desarrollan sistemas de conocimiento que

Page 131: El Nuevo Institucionalismo

290 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONALEL ORDEN PÚBLICO YLA CONSTRUCCIÓN DE ORGANIZACIONES 2gI

tancia o responsabilidad moral de otros grupos) y de los derechos naturalesderivados de estas funciones. En su base, el sistema recurre a una comu-nidad humana que aparece "natural", vitalmente importante, y las deman-das basadas en necesidades comunales naturales tienen una posiciónprominente.

En los segmentos modernizados del tercer mundo, las élites fragmen-tadas, cada una con demandas validadas exteriormente de incorporar elpropósito colectivo, son las que realizan acciones

-frecuentemente unas

contra otras y contra la supuesta decadencia,o retraso de la sociedad-.Las élites, al hacer demandas racionalizadas, 3on actores, más que en unaparato estatal integrado o sociedad con poder. Entonces, el cambio fluyede las definiciones exógenas en continua evolución del Estado, y también delas exigencias de los esfuerzos por dominar la sociedad.

Re s ub ad o s or ganiTac io nale s

Los cambios institucionales, en los competidores exitosos a quienes prestaatención la mayoría de los investigadores, tienden a hacer que las organi-zaciones políticas sean isomorfas en muchos aspectos. Pero también tien-den a reforzar los patrones distintivos de estructura organizacional quehemos descrito (Dobbin, 19Só). El individualismo liberal en los competi-dores exitosos se amplía por la construcción de aún más actores e intere-ses. Su sistema organizacional los incorpora en divisiones cada vez másamplias del "trabajo" o en tratados sobre las funciones. Los corporativis-mos re-crean y cambian los grupos corporativos importantes

-como cuan-do los países corporativistas de la Europa continental, que ahora se venimpedidos de tomar posiciones militares, incorporan gmpos económicos,regionales y a veces étnicos como componentes funcionales-. En los sis-temas estatistas aparecen nuevas funciones y grupos como elementos delEstado. Sin embargo, en sistemas estatistas orgánicos débiles en el tercermundo, la predicción de la continuidad organizacional es menos válida,debido a la menor racionalización y penetración institucional de la socie-dad. Aquí el carácter exógeno de lo "moderno" tiene mucho que ver con lainestabilidad de la forma organizacional.

Posoarn

En contraste con el funcionamiento latente de la teoría actual, conside-ramos que los modelos funcionales constituyen la organización políticamoderna: en su núcleo, es justamente ese modelo incorporado en princi-pios normativos y cognoscitivos e institucionalizado de varias maneras enIas prácticas de los sistemas modernos. Consideramos que los actores y

apoyan y estabilizan los intereses' Los sistemas corporativistas también

generan teorías soctales, pero s€ concentran especialmente en la justicia

distributiva: en estos ,iri"*ur, las funciones seiontrolan de manera más

directa, pero hay p"Ié;;;;;;üt" h'cuestiones de los derechos' Ambos ti-

oosdesistemasestatistasconstn¡yennegociacionesdelasrelacionesentre:iffi-;'i;'."J;;:H;;';' á *'diáu que sursen nuevas cuestiones'

estos sistemas las organizan de modos "u'utt"'Í'tños'

y por lo menos las

;;;;;;;;;i;n", politi"u' más dominantes-reoroducen con éxito sus estruc-

turas durante largos;";#;;t ('t"tt" b"uui"' 198ó' acerca de los patrones

de la política lndustrili)' Lot puitg¡ más periféricos' presionados de varias

maneras por el sistemlde estratificación mundial' mantienen una menor

continuidad en sus "t'fu;;;; ;;ganizadores; más aún' sus fuentes de cam-

bio son más externas' e intereses aprobados' las per-

En los Estados Unidos, con sus actores

sonas que aprenden u u''-t*i' dicha postura Drocuran el cambio; incluso

loscientíficoshablancomociudadanosinteresadosconalgodeexperien-cia técnica r rro "o*o"i".'r"oirt;;;;";"t

directa, de la autoridad central'

Los agentes -en este cu'o, f'""""ntemente abogados- que actúan Io ha-

cen por los actores;;i;;;;;'"'' v 'olo ttt' poto como agentes de la

autoridad central ofiáufipot ejemplo'-los tribunales)' No obstante' se com-

portan como agent;';ltl;;t; t hut"n lut afirmaciones directas del bien

público, las cuales ;J" ;;;;t t" tr discurso público estadunidense'

Incluso las empresaJt ""g"t!; se dirigen al pritlico como ciudadanos

preocupados por la ttl"t"ii" ¿" su paíslen los Estados Unidos' muchas

L-or.ru, ostentan ñ;;dJ; nacional u ofrecen comentarios de ciudada-

;:'#il;;ffi;¡l",", ¿" i"-"ndar más truculentamente derechos

e intereses "Privados"'

EnFrancia,elcambioesdiferente.Laposiciónlegítimaparaparticiparenlaacción.ot".ti.',u,u"ionalizadaseencuentra,demaneramásrestringi-da, en el Estado; la;;;;;iátd para defitr los problemas v las'soluciones

está más racionalizál"i U"r..i"rirada. El .u-tio institucional surge rrás

poderosamente de personas que -se

p1eYtan como agentes del Estado' a

medida que se adaptaa la competencia mundial y reacciona a ias contien-

das de poder que ," fáÁut' "t'u"do

surgen olas daprotestas y desórdenes en

la sociedad. E.t., p;;;;;; io*u" ciclos de estabilidad v perturbación ins-

titucionales que tienen largas historias (,,1a inestabilidad estable,, lsiegfried,

les6l).En la Alemania de los kaiser, clásicamente (e incluso, aula}e en menor

medida, en la Repriüfitá a" Bonn)' los agentes importantes del cambio son

losgruposfuncionalesysusestructuras:lasclases'losgruposdecorpora-ciones industriales, lÁ'-iii,"*s, los intelectuales (como funcionarios co-

lectivos, no como ciudadanos) y ut"t ug*putiones locales' regionales y profe-

sionales ,rp""ifi"ut ni cambio adquiere lu fot-u de demandas ampliadas

de importan.iu zutii*ui 1y to" frecuencia la estigmatización de Ia impor-

Page 132: El Nuevo Institucionalismo

292 REFINAMIENTo DE LA TEonfn r¡¡snrucroNlt EL oRDEN púsrrco y LA coNSTRuccróN DE oRGANrzAcroNES 293

les en contextos subnacionales. Además, una contradicción básica en estasorganizaciones políticas se debe al poder concedido a las colectividades y aias personas individuales como proyectos morales racionales. Los indivi-duos, en esos sistemas, tienen derechos, responsabilidades y capacidadesno sólo como miembros sociales, sino también como unidades indepen-dientes. La ürtud de la colectividad no es autónoma, sino que se vincula conel desarrollo e igualdad de las subunidades individuales. Esta tensión gene-ra gran parte del cambio político y por tanto del cambio organizacional, elcual observamos.

La teoría organizacional, que se desarrolló sin una idea clara de lasociedad, ha tendido a dejar estas "viejas" percepciones institucionalistasdetrás de ella. Quizás el "nuevo" institucionalismo debería recuperarlas.

Rp,co¡¡octtr,tiENros

Los autores han aprovechado ideas que presentaron Meyer y Scott (19g3b),March y olsen (1984) y Thomas et al. (1987), y se han beneficiado con loscomentarios hechos por lectores de varias versiones previas de este capí-tulo: M. Barzelay, J. Boli, C. Conell, F. Dobbin, S. Eisenstadt, N. Fligstein,G. Hamilton, J. March, W. Powell y M.Zald.

grupos funcionales modernos se construyen mediante tal institucionali-

zación,y continuam""i" ii"uutt su dependencia colectiva con ellos' mante-

niendo el orden moderno y, bajo ciertas condiciones ' maletializándolos en

las estructuru, ,i*bOfi"ur'u tu, q,r" llamamos organizaciones formales'

Nuestra argu*e,,tJJ" iu*Ui¿" plantea latazón de que las teorías mo-

dernas que postula";;;;;;;" t"uiidud tengan tan poco que decir sobre

ellos o sobre sus intereses -y tratan a uno o al otro como recursos gene-

rales de explicaciÓn- V, u¿áat' la-razónde que las teorías funcionales

modernas sean tan ""g';-;;;; d" lu' funciones colectivas' Estas líneas

teóricas construyen ."-ro*o a materializaciones. Es decir, tienden a incor-

oorar reflejos de los ;;á;l;, institucionalizados de la sociedad como pre-

rnirur "n

los modelos analíticos' Entonces producen y alavez requieren el

il;;; teórico sobre la acción y los intereses reales. Los intentos recu-

rrentes para derivatl" "tg^"i'utió" fot"'ul de supuestos- actores o fun-

ciones "naturales", titip"tt?t"t "tención a Ias fuentes sociales o al proceso

histórico, ahora parecen ingenuos' Io sugiere

De manera similar, lu toi.ri"t't" de pensamiento en este capítu

Ia razónde que l"t t;;;;'tt'tt"'ui"t" no hayan parecido alternativas

atractivas' La mayoría de los argumentos. en el macronivel sobre los efectos

culturales han tratadl i;;;itñ como algún compuesto o efecto colectivo

vago. Hemos tratado'dJf-por.iorur imZgenes ciusales más específicas :

Ia cultura implícita, uri#ulnt., es el sistem"a de reglas que se ha construido

en la organi zaciónp;il;i;;á"*a' El que estas imágenes causales sean

"culturales" o no se convierte en gran medida en una cuestión semántica'

sin importancia.Esciertoqueestecapítulonoofreceunateoríaalternativacompleta.Así,

nohemosintentadoespecificarcómoseproducenlasdefinicionesdelbiencolectivo, o cómo tuJ-átt'tio""s sociales obtienen legitimidad' o cómo ios

modelos rivales pu.u^fu irrtitucionalización podrán haber competido'

Tomar posición ,ob'" "'o' problemas segurámente complementaría y

ampliaría nuestra ¿iáti¿"' pero "l

argum"ento que hemos presentado de

ninguna manera lo requiere'Para aquellos que podrían esperar una argumentación más. completa'

añadimos .r.ru r"n"¡ár, ,ou." tu politica de la institucionalización occiden-

tal. Todas lu, orgu"i'uciones poiiticas modernas fueron sin duda "terrenos

en disputa". p".o tas co"tienáas ocurrieron en el nivel del sistema -entreinstituciones legitir;;;'-' étu" parte del conflicto consecuente se debió

a los rasgos a" tu o'fulizacion politica en que hemos h::h? hincapié' Pri-

mero, estas orgu,,l,i"iot'"s políiicus incorporan suUuir-a1!ls,autorizadas

desiguales: "i .ot riiltl^átJtit¿o conduce a una gran racionalizactón'

Segundo, muchas ¿"i"t aitp""t-u"-*fi"'"t' a cómo las formas y las reglas

de las organiru.io"i'ioiitlia' ma' amplias deben adaptarse a las exigen-

cias de los escenarios lo"ale': cómo se incorporan las estructuras mun-

dialesenlasnacionesycómoseincorporanlasreglasnacionalesymundia-

:

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fr,0*1

Page 133: El Nuevo Institucionalismo

IX. INTRODUCIENDO DE NUEVO A LA SOCIEDAD:"

;itr ó¿; ió s, FnaggS¡,á Sl#yD Ic clo N E s

Rocen FnEoLnN¡Y Rosnnr R' ALFoRD

L¡scienciassocialesestánenmediodeunaretiradateóricadelasociedad'La retirada ha tomadl áo' t"t'o'' uno hacia el ind'ividuo utilitarista y el

otro hacia la organiza;lJt' oJt"tu¿a al poder' En este capítulo argumenta-

mos lo contrario: "t ;;;;ü;*t"n¿át lu conducta individual u organi-

zacionalsinubicarla'"t"tcontextosocial'Peroproponerlaexterioridadde la sociedad de una;;;;; funcionalista y no determinista requiere

una conceptiot ult"tt'u;;;;;1; t;ciedad como un sistema interinstitu-

cional. Concebimos las instituciones como patrones de actividad superor-

ganizacionales por #;;;"1";ttut"' los humanos conducen su vida ma-

terial en el tiempo y;;l "tp*i"' y alavez'como sistemas simbólicos por

medio de los cualet ;l;;;""a cátegoría a esa actividad v le otorgan un

rtTjl:if*ciones centrales der occidente capitalista contemporáneo -el

mercado capitalista, "i n"u¿o burocrático' la d"moctacia' el núcleo fami-

liar y la religión. cristiu""u- """f"rman las preferencias individuales y los

intereses o.gu.trru"tolui"'' u'l torno las posibilidades de conducta por

medio de las cualet ;;;; oUi"""'to'' Estas instituciones son potencial-

mente contradictorias y por tanto ponen múltiples lógicas a disposición de

los individuos y de fu. figu"iruciones. Los indlviduos y las organizaciones

transforman r., ."ru"i"ori"r^irrriit,r.ionales de la sociedad al aprovechar

estas contradicciones'

La nEtn¡nn DE LA socIEDAD: LA socIEDAD coMo uN LUGAR DE MERCADo

Laretiradamásradicaldelasociedadhasidohaciaelindividuoinstrrr.mental, racional, "";;;;""t "" -¡itiples intercambios se consideran

la causa primaria de las disposicionestotiul"'' La teoría de la elección

pública, la teoría d;i;;"""á' to' fltoa"tos del actor racional v la nueva

economía institucional ieflejan esta premisa' Los teóricos de la elección

racionalderivanlasdisposicionesorganr'u.lo.'u1",_yaSeaelpartido,elEstado, la famitia ;f^;;;r"r"- de ia racionalidad de los individuos que

INTRODUCIENDO DE NUEVO ALA SOCIEDAD 295

actúan en el intercambio, cada uno de los cuales procura maximizar suutilidad intercambiando recursos escasos, por lo general materiales. Lasestructuras organizacionales -como

los parlamentos, las municipalidadeso las empresas- se analizan como escenarios en los que estos recursos es-casos se producen y se asignan, o como si estuvieran estructurados por ioslímites funcionales de intercambio, como Ia racionalidad limitada y la difi-cultad para ganarse la confianza de extraños.

Los nuevos economistas institucionales argumentan que las grandes je-rarquías corporativas surgen debido a las dificultades del cambio eficienteen que los costos de transacción son altos

-aquellos cambios con resulta-dos inciertos, poco actores y conocimiento muy localizado- (Williamson,1975). El origen y difusión de estas jerarquías corporativas se encuentranen su contribución a Ia eficiencia por medio de una menor incertidumbre ydel oportunismo individual. Los teóricos de la agencia analizan las organi-zaciones como redes de contratos voluntaristas. Las estructuras organiza-cionales surgen como soluciones a los problemas del oportunismo, en elcual, de otra manera, el interés propio y los costos de vigilancia podríaninteractuar para impedir el intercambio (Alchian y Demsetz, 1972 Moe,1984; Perrow, 198ó).

Hay argumentos similares sobre la organización del Estado, así como deIos grupos y clases que utilizarán su autoridad (Hechter, 1983; Elster,1985). Por ejemplo, en los Estados Unidos, Ios teóricos de la elección púbrlicaanalizan el surgimiento de múltiples municipalidades en una zona metro-politana como respuesta eficiente al problema de proveer de bienes públi-cos a comunidades residenciales diferenciadas. En este mercado de bienespúblicos, Ios patrones orales electorales y las elecciones migratorias de sa-iida producen un equilibrio en que cada municipalidad proporciona unpaquete de bienes públicos a un precio fiscal que se ajusta a las preferen-cias dei votante medio (Borcherding y Deacon, 1972 ; Deacon, 1978).

Quienes estudian la conducta individual en las sociedades precapitalis-tas, preestatales, o en un escenario institucional sin mercados y sin Estado,intentan conseryar la premisa de la racionalidad instrumental individuaiampliando las fuentes de la utilidad que los individuos tratan de optimizar:prestigio, honor, poder, santidad, seguridad, esposas o lo que sea. Los an-tropólogos suelen suponer que los individuos economizan en el honor,.yasea que obedezcan las reglas por las que se mide y se adquiere, como en elcaso de Goode, quien argumenta que las personas intentan maximizar laestima por medio del intercambio social, o manipulen las reglas cuando lesconviene hacerlo, como en el caso de los pobladores de las islas Trobriandque señaló Malinowski, o de los birmanos de las tierras altas que observóLeach (Hatch, 1989).

Esta línea de análisis ha sido fuertemente influida por la economía neo-clásica, que ha marginado el análisis institucional y en cambio ha optadopor los modelos elegantes, deductivos y transhistóricos que esa teorÍa hace

294

Page 134: El Nuevo Institucionalismo

2s6 REFINAMIENTo DE LA TEonfe rNsrrrucroNeL

posible. Al concentrarse en el mercado, pueden convertir Ia economía en

una ciencia de la distribución y entender al mercado como un mecanismo

para introducir preferencias que provienen de alguna otra parte' La teoría

económica rr"o.láriru considéra que las preferencias son exógenas, orde-

nadas y estables. La formación de las preferencias está fuera del interés

analitico de la disciplina porque, argumentan los economistas, los individuos

hacen elecciones independiéntes, racionales, para maximizar su utilidad'Pero una vez que nos alejamos de los bienes materiales, valorados por

medio de precits relativos, el aparato neoclásico se encuentra en dificul-

tades precisamente porque .ur"." de una teoría de la formación de utilidad.

Sin mercancÍas a lai que se fija un precio, el postulado de la maximización

racional de la utilidad se vuelve tautológico rápidamente, un tropo liberal,

no sujeto a falsificación. La economía no puede tener una teoría de la for-

macián de utilidad porque entiende a los indlviduos tal como los construye

el mercado o, Io qui es más importante, tal como el mercado les permite

constituirse a sí mismos (Friedland y Robertson, 1990)'

Nosotros creemos que un mercado no es simplemente un mecanismo de

distribución, sino tar¡bién un sistema cultural institucionalmente específico

para generar y medir el valor. Muchas de las dimensiones más importantes

de la vida económica -la seguridad material, el prestigio, el trabajo signifi-

cativo, la sociabilidad, la capacidad artesanal- no tienen precios explícitos'

Los fundamentos filosóficos utilitarios y contractualistas de la economía

neoclásica se llevan a cabo con un dualismo medios-fines, sujeto-objeto que

supone que los individuos son instrumentalmente racionales, que valúan su

puii"ipu.ion en las relaciones sociales de acuerdo con los costos y benefi-

cios que éstas les dan.Si ü votación les parece a los economistas una forma no racional de con-

ducta cuando ," urruliru con base en el costo-beneficio, la decisión de tra-

bajar no es menos problemática. El trabajo proporciona identidades tanto

.o*o pu., para la mesa; la participación en los mercados es por igual una

"*pr"riór, ie lo q,re ,ro

"r y d" lo que uno quiere. Los economistas suelen

,tpon". que el traba¡o es una desutilidad que debe compensarse con algún

o"io o ingreso. El trabajo contiene toda clase de utilidades positivas -ya,"u

"o*o "*presión de L.ra identidad (Yo trabajo o Yo soy un trabajador

metalúrgicoj, ,.., dese-peño relativo (Soy un buen trabajador metalúr-

gico), un vaior social (Es bueno ser un trabajador metalúrgico), género

iE, b,r".ro que un hombre sea un trabajador metalúrgico) o estatus social (Es

me¡or ,", tt trabajador metalúrgico que un vendedor)-' Estas utilidades

están estructuradas social e históricamente. El grado en que haya proble-

mas de supervisión, medición y control del desempeño -los principales

determinantes del desplazamiento del mercado por parte de jerarquías

burocráticas en las explicaciones económicas del costo de la transacción-dependerá de las utilidades que los individuos obtienen por trabajar. Sin

urr^ teoría de la formación dá utilidad, Ias explicaciones acerca de cuándo

INTRODUCIENDO DE NUEVOA LA SOCIEDAD 297

se coordinarán las actividades por medio de mercados, jerarquías o "clanes"son inevitablemente Iimitadas. Puede argumentarse que una economía demercado no podría darse eficientemente si los individuos en realidad fue-ran instrumentalmente egoístas y sólo participaran de modo legal cuandolos beneficios probables del doio fueran sobrepasados por sus costos. Algunosfracasos de los mercados contemporáneos pueden ser, de hecho, resultadodel éxito del mercado.

Este fracaso para explicar la forrnación de las preferencias se relaciona conel supuesto de que individuos independientes interactúan sólo por medio delintercambio, Si las preferencias se construyen socialmente, no sólo socia-lizadas sino estn¡cturadas socialmente, entonces los mercados no puedenfuncionar de ia manera óptima de Pareto. La evidencia de la racionalidadretrospectiva, que Ias personas forman sus preferencias con base en lasopciones viables para ellas, hace que la economía neoclásica del bienestarexplote de dentro hacia afuera. Por tanto, los mercados sólo están agregan-do las utilidades que han sido conformadas por esos mismos mercados.

Además, la formación de utilidad es específica institucionalmente. Losanalistas que convierten todas las actividades en actividades similares a lasdel mercado, en problemas de economízación, argumentan que los valoresdeben formarse y distribuirse con pleno conocimiento de los costos y bene-ficios. Un mercado vuelve relativos todos los costos y beneficios, y derivaestos costos y beneficios de precios que deben depender de una distribu-ción del ingreso preexistente, basada en el mercado. Ei enfoque margina-lista, al igual que el mercado mismo, margina el poder, en parte porquemargina el significado (Reddy, 1987). Otros campos institucionales -lasfamilias, los Estados, las religiones- tienen más probabilidades de generarvalores, y por tanto utilidades, como absolutos que no pueden intercam-biarse con alternativas. La relativización por medio dei precio transformalas bases de su coherencia. De hecho, los individuos se enfrentan a elec-ciones instrumentales dentro de cada uno de estos campos institucionales,y dentro de cada uno el ejercicio de una elección expresa una diferenteclase de individualidad. La conducta instrumental y la conducta expresivasiempre están relacionadas. Por ejemplo, un modelo que supone que unhogar es una empresa que procura optimizar la producción no puedeexplicar la división relativamente invariable del trabajo entre el esposo y la"esposa en el hogar, en particular Ia falta de respuesta del hombre a las exi-gencias de tiempo del trabajo doméstico (Berk, 1985). Como argumentaBerk, los hogares producen no sólo bienes, sino también género, y el "hacer"es inseparable de la función de producción del hogar. Los economistastienden a argumentar que estudian la formación racional de elecciones,mientras que otros científicos sociales estudian las bases irracionales queimpiden a las personas elegir. Nosotros argumentamos que la oposición noes entre racional e irracional, sino entre diferentes órdenes transracionales.

Page 135: El Nuevo Institucionalismo

2g8 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

EL PLANTEAMIENTo cENTRADo EN EL Esrloo

La otra línea de retirada de la sociedad ha sido hacia la organización' cuyo

impulso hacia la ,u.io]iJi'utió" y "o"t'ol

de su ambiente y sus conflictos

consecuentes con otras organizaciones se consideran primarios' Las

teorías organizacio""ftt ¿átii"antes aíslan las organizaciones de sus con-

textos institucional"s o sociules' La teoría de la Jependencia respecto de

Ios recursos supone il"LaS organizaciones tienen autonomÍa estratégica

para negociu. Io, ,"tüt*' lt'"iJtto' disponibles en sus ambientes' en favor

de la supervivencia v "ipáa"t organiza.cional (Pfeffer y Salancik' 1978)'La

principal teoría contr;;;i;;"ftgía- de la población' priva a las organiza-

ciongs de su autono-iu .rtrut¿gici al con*rertir la sociedad en un conjunto

no especificado, abstracto, de iecursos que son escasos o magros' refina-

dos o burdos, turbulentos o plácidos' La evolución de este ambiente selec-

;""",;;;"¿lo ¿"1u'u' diferenciales de nacimiento y de muerte' aque-

llas formas orguti,u"ilt'ul"' q'" explotan efectivamente los varios nichos

que proporciona eI t^üi"*J' nebido a la inercia estructural' en gran

medidalasorganizacionesnosoncapacesdeadaptarseestratégicamente.Este modelo oFrece;;;";;;" teoría sobre el desarrollo de esos nichos' ni

siquiera sobre su ¿"ri"r.rá", que es independiente de las organizaciones

que Ios ocupan. E" ;;;;;;;foqt'*'' la sociedad se reduce a un ambiente

abstracto o a un campo interorganizacio-nal'

Si se amplía l" ló;í;';;i;;;tit de la dependencia respecto de los re-

cursos, los análisis iecientes del Estado Io consideran una estructura orga-

nizacionaldominantequeintentacontrolarunambienteinternacionalynacional p.obt"*ati""o:;;;;;;;rando.así la sociedad sobre Ia cual pre-

tende gobernar' Ese enfoque es una mejora sobre los que reducen el Es-

tado a un gobierno representati":: u un medio tlP::lt^tj:*l mercado'

En el trabaj. d" Th;á;sttotpot' la representante- preeminente de este

género, se entiende JE'tu¿o "orno

lu organizacióndominante dentro de la

sociedad, ,r.ru o.guttitu"iá" tot' una "neiesidad básica de mantener el con-

,rJv a orden" (isss, P' s)'Skocpol está tan .úJ"riá.r.¿^ con demostrar la autonomía potencial del

Estado de ras fuerzas á" ru ,o.i.dad, en particular los actores de clases,

como una g"n".u"iá;*p;uá a" tit"tilt:t't sociólogos lo estuv-o con la im-

portancia política át itt-p"tit¿os políticos' En el modelo de Skocpol' las

variables qu" "*pliclir

lu pti'itt del Estado son aquellas que afectan las ca-

pacidades organizac\ot'aies dt éste' La autonomíá estatal varía en el tiem-

i", I", ...t"it¿"t v iát "t""nutio' políticos' según sean los recursos -en

iuJ.rrfu. Ios financieros- que el Estado controla'1

lSkocpoiargumentaque.,losmediosdeunEstadoparaobteneryaprovecharlosrecursosrinancieros,, .. .l ru.to. TJL i;i;il; ;;; "*pri.^

;rá' capacidadés [der Estado] para crear

INTRODUCIENDO DE NUEVO ALA SOCIEDAD 299

EIla afirma que "las orientaciones extrahacionales de los Estados, Ios

desafíos que pueden enfrentar al mantener el orden nacional y los recursosorganizacionales que podrían obtener y asignar colectividades de fun-cionarios del Estado [son] rasgos del Estado [que] ayudan a explicar Iaacción autónoma del Estado" (1985, p. 9, las cursivas son nuestras). Peroéstos no son factores que explican la acción autónoma del Estado; sonaspectos de una acción autónoma del Estado. Un conjunto de supuestos se

transforma en una teoría. Este modo de argumentar confunde los princi-pales conceptos incorporados en el supuesto de la autonomía del Estado aitratar de definir las variables independientes y dependientes como atribu-tos del Estado, sin recurrir a ningún factor social que ayude a explicar las

acciones estatales.Skocpol rechaza las teoúas "centradas en la sociedad" porque convierten

al Estado en un instrumento cautivo de electores, intereses de grupo oclases, o en un medio funcional que expresa los requerimientos de Iasociedad, ya sea que éstos sean ordenados por una clase o por un consenso.Esos enfoques no pueden comprender Ia autonomía y la independencia delEstado (1985, p. 4). Por tanto, Skocpol crítica la perspectiva neomarxista alargumentar que los desarrollos históricos después de la primera GuerraMundial inexorablemente introdujeron de nuevo al Estado como un "actororganizacional autónomo" (1985, p. 6). "La administración macroeconó-mica nacional se convirtió en la norma" y "los gastos públicos aumentaronconsiderablemente" en todas las "democracias capitalistas industrialesavanzadas" (1985, p. 6). Esto supone aquello que se debe demostrar. ¿Hafuncionado la administración macroeconómica? Claramente no, pues losEstados se han hecho vulnerables a las corrientes de capital y de mercan-cías entre los países, Ias cuales han erosionado su capacidad para adminis-trar sus economías nacionales, financiar los gastos públicos o conservar alactual régimen en el poder. Las estructuras y estrategias del Estado puedenperdurar porque están incluso menos sujetas a los mecanismos de selec-ción que las formas corporativas. El tamaño, la estructura y las estrategiasde los Estados no pueden utilizarse a priori para justificar una afirmaciónteórica sobre la autonomía del Estado. Sin demostrar sus causas y conse-cuencias reales, su origen y persistencia no pueden ser utilizados paradefender la afirmación de la autonomía del Estado.

Ni los orígenes ni los usos de la autonomía del Estado son sólo proble-mas materiales en la tecnología del dominio. Las teorías centradas en elEstado tienden a reducir el significado del gobierno y de la participaciónpolítica a intereses en el poder o recursos utilizados por las élites paraobtener obediencia y consentimiento. Skocpol marginó, de esta manera, el

significado de Ia participación en las revoluciones con el fin de evitar el su-

o fortalecer las organizaciones estatales, para emplear personal, para cooptar el apoyo polí-tico, para subsidiir empresas económicas y para financiar programas sociales (1985, p. 17).

La autora no da argumentos para explicar por qué éste es el factor más importante.

Page 136: El Nuevo Institucionalismo

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3OO REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL

puesto de que las sociedades están integradas norrnativamente o de que las

.euol.rciorr"s de alguna manera son "hechas" por revoiucionarios motiva-

áos ideológicamen;e egTg). De este modo, a Skocpol le fue posjble hablar

de Ia Revoiución francesa sin considerar siquiera la doctrina de los dere-

chos naturales o el catolicismo.En otro ejemplo, Orloff y Skocpol explicaron por qué los Estados Unidos

desarrollarán más lentamlnte que la Gran Bretaña un Estado benefactor,

haciendo hincapié en las diferencias en la competencia -entre-

las élites de

los partidos y lá centrali zación del Estado ( 1984). Orloff y,skocpol recu-

...., . la,b[icade la construcción del Estado en la lucha de los políticos

por controlar y obtener ventajas, y en las expectativas de los grupos sobre

io q,r. los Estádos con estruóturás organizacionales específicas deben o

prá"., hacer" (1984, p.746). Aquí, introducen creencias y valores como;expectativas", pero se da la *uyór importancia a las estrategias de la élite

dentro de las organizaciones estatales y los partidos políticos'

Si bien se reconoce empíricamente el papel de Ia creencia o Ia ideología'

éstas desaparecen teóricamente. Nunca se hace referencia a la opinión

popular "o*o,, factor causal que explique la adopción de los programas

i"ii"n"stur, No obstante, las referencias a lo que sólo podemos considerar

.o-o "r""rr"ias

públicas muy difundidas se encuentran por todo_el ensayo:,,un clima en que una amplia élite y el gobierno reconocen un problema"; "un

supuesto .r"gutiuo firmé" en la era del Nuevo Trato acerca dei gasto pú-

blico; "una reacción general del Congreso, junto con grupos locales y de

intereses económicos! ,r.r ".o-promiso público que ya existía" en la Gran

Sretana para las políticas de bienestar; los estadunidenses "dudaron" o,,temieron" la cormpción y por tanto se opusieron al gasto social; y "los ecos

de esta aversión (contra los subsidios gubernamentales) tuvieron conse-

cuencias que llegaron hasta Ia era progresista". Estas formulaciones son un

reconocimiento empírico de símbolos, sistemas de creencias e incluso va-

Iores como factores que conforman la política del Estado' Sin embargo' no

se les concede un esiatus teórico porque se supone que son conformadas

por las élites que se encuentran en;l Estado y en las organizaciones de par-

iiao, y en el mejor de los casos son variables que intervienen entre las

.ufá.iaua", de ia élite y las políticas_públicas. Puede ser cierto que Ia

opinión pública ,to ", ,rnu base para Iá competencia, entre los partidos

po.qrr", como ellos suponen, los partidos seleccionan los temas y confor-

man las alternativas páliti.u, para el electorado, y no al contrario' No obs-

tante, Ias políticas dá Bstado no sólo son soluciones técnicas a problemas

materiales de control o extracción de recursos; están arraigadas en las cam-

biantes concepciones de Io que es el Estado, lo que puedg y debe hacer' Así'

urgrr-"rrtu., qu" "el clima ie opinión" entre las élites clave en los Estados

Uñido, y en Ia G.a' Bretaña favorecía el seguro social y las pensiones' Estas

concepciones no son simplemente legitimaciones de lo que debe hacerse;

tampoco son sólo formatós acerca delo que debe hacerse compartidos por

INTRODUCIENDO DE NUEVO A LA SOCIEDAD 301

las élites y aquellos a quienes gobiernan. El poder del Estado está arraigadono sólo en las tecnologías de coerción y control, sino también en su organi-zaciín simbólica.

El punto de vista de Skocpol proviene de un nivel muy alto, a la sedeestatal en que se formulan los objetivos y se toman las decisiones estraté-gicas, no del cálculo de individuos y grupos en las calles, campos, fábricaso recámaras ni de las contradicciones institucionales entre el capitalismo,la democracia, la familia y el Estado. se afirma la autonomía der Estado, secatalogan sus instancias, pero sus orÍgenes perrnanecen ocultos. Se reducela sociedad a un ambiente sobre el cual no hay teorÍas, compuesto deactores organizacionales que controlan los recursos relevantes para elpoder estatal. Ningún gran sistema de relaciones interinstitucionalei limitala estructura y la acción del Estado. Se ha reducido la sociedad a un campointerorganizacional, y el Estado a una estructura organizacional autónomadotada de una motivación abstracta por el poder y-el control. La acumu-lación de recursos por parte del Estado y su conversión en autonomía opoder, el desafío al control estatal, no depende simplemente de las interac-ciones de unjuego racional por el poder, sino de la estructura institucionalde la sociedad que conforma la regla bajo por la cual los recursos se acu-mulan, se transforman en capacidad para lá acción y se hacen disponiblescomo motivos que dan significado a la acción. Incluso en la guerra, cuandolas tecnologías de la destrucción son más importantes, la construccióncategórica de "nosotros" y "ellos" es casi de igual importancia. Sea que elenemigo se someta o se incorpore, que gente sin alma se convierta enpropiedad, víctimas para ser sacrificadas en lo alto de grandes pirárnides,ur'a raza maligna a la que hay que destruir

-éstos són parte de la tec-nología simbólica del poder-. La especificidad institucional del poderestatal debe ser más clara en los tiempos en que se está transformanáo. Siempezamos con una organización desinstitucionalizada, aunque sea elEstado, sólo podremos entender parcialmente esas transformaciones.

Los lf¡,ltr¡s slsrónrcos DEL REDUccroNrsMo

Nue^stras concepciones de los individuos y de las organizaciones han sidóconformadas decisivamente por las transfor-u.t.r", institucionaies.Considere, por ejemplo, al individuo instrumental que maximizasu ingre-so, utilidad o lo que sea, aunque también se puede hablar de Ia organi-zación racionalizadora orientada al poder. El individualismo metodolágicoafirma que sólo es posible observar Ia conducta individual y que las estruc-turas sociales supraindividuales son materializaciones no observables.Pero el surgimiento del individuo como una catego¡íay er contenido delser y de la racionalidad misma han sido transformádos íristórica e institu-cionalmente. En la historia de las naciones, Marcel Mauss observó en su

Page 137: El Nuevo Institucionalismo

302 REFINAMIENTO DE LA TEORfA INSTITUCIONAL INTRODUCIENDO DE NUEVO ALASOCIEDAD 303

ción individual y de la acción son productos modernos contingentes. Una yolravez,los etnógrafos de las sociedades no occidentales informan de co-nocimiento discursivo y explicaciones verbales del ser propio y del de otrosindividuos que son más concretas, menos abstractas, más dependientes delcontexto que las del Occidente contemporáneo (Shweder y Bourne, 1984;

Levy, 1973). Es menos probable que la gente en muchas de estas socie-dades conceptualice a los individuos independientemente de los papelesque desempeñan y de los contextos en que se sitúan. En comparación conlas descripciones occidentales de las personas, las de la India, por ejemplo,dependen temporal y especialmente del contexto social, de atributos abs-

tractos como la honestidad o el valor. En estas sociedades, no se conoceo está mal desarrollada una concepción abstracta del individuo como unaentidad única, despojada de contexto social y poseedora de valor en sí y porsí (Geertz, 1975). Las diferencias no parecen relacionarse con la carenciade instrumentos lingüísticos, retención de información o retraso cognosci-tivo.7 En Japón, una nación muy industrializada, el concepto de individua-lismo provino de afuera y carece de una traducción adecuada. Su traduc-ción sigue teniendo la connotación peyorativa de egoísmo. Cualquiera quesea la razón, algunas sociedades no conceptualizan, y mucho menos apre-cian y le dan un valor, al individuo abstracto. Está claro que la obtención de

la individualidad fue una transformación cultural tanto como resultado na-tural de la división del trabajo.

La experiencia occidental de individualidad, elección y libertad ha sidoconformada institucional e históricamente por el surgimiento del capitalis-mo, el Estado, la democracia, el núcleo familiar y la religión cristiana. Elcapitalismo produce y distribuye por medio de intercambios individualesde mano de obra y capital y establece regímenes fabriles que proporcionana los trabajadores individuales derechos de propiedad en los trabajos(Burawoy, 1983). EI surgimiento del Estado constituyó progresivamente alindividuo como un sujeto legal abstracto con derechos -que se especificanindependientemente de la estructura social- ante la ley, responsable de

sus acciones, y mediante formas de comunicación que privatizaron losintercambios entre el Estado y la sociedad (Piven y Cloward, 1980; Rokkanet al., 1970). Estas construcciones del individuo basadas en el Estado hansido internalizadas por medio de la interacción de las naciones-Estado(Giddens, 1986). La ideología e instituciones de la democracia exaltan losderechos autónomos del individuo para participar como ciudadano en lavida pública, en particular por medio de la votación individual secreta. Elsurgimiento del núcleo familiar regula la selección del compañero con base

I Véase Shweder y Bourne (1984) para el caso de la India. Aunque estos analistas mos'traron que los hindúes eran intelectualmente capaces de hacer abstracciones, no lo hacÍancon respecto al concepto de la persona. Desafortunadamente, los investigadores no especi-ficaron el contexto en que sería más o menos probable que se desarrollara un concepto abs-tracto de la persona.

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último ensayo: "los que han hecho de la persona humana una entidad com-

;i";;;i#;:n¿i".,t"i" todos los demás excepto de Dios' son raros" (Mauss'

1985, p. 14).2

LatransformaciónhistóricadelaindividualidadenlaantiguaGreciaresulta instructiva' El griego antiguo' preclásico' no atribuía-la acción a

una personalidad o ,tii"iEtitt' Litifitu¿o (Barbu' 1960; Snell' 19ó0)' El

lenguaje psicológico dela lliadade Homero (siglo vllt a'C') sugiere que los

seres humanos no se iárrri¿".uuun a sí mismor-r"."r únicos, que sus moti-

vaciones gobernaran su conducta' sino que estaban fragmentados interna-

mente, que su torrd,,tlu estaba determinada por los dioses (Snell' 1960)'

Los individuos se veían a sí mismos .o*o "tp."siones-de

los papeies

sociales que desemp.oJ^"' B" el curso de tres iiglot' de Homero a Eurí-

oii"tlt"lriu "l indiuiár-,o, se valoró su subjetivid^d'.t^"^l:".c:nó su perso-

nalidad como acro a"lu ,u.lo"alidad (trloálgliano, 1985).3 Esta transfor-

mación está arraiga¿" ""."*uios institucio.rále, "laramente

conocidos: el

surgimiento de una ;;;;; comercial monetizada en que la acumula-

ción de la riqueza "" -r;;;i;bu

"o., Ios derechos de nacimiento; ei surgi-

miento del amor..-;;;i;;;ntre hombres v mujeres't l":?Tlfcción de

Estados que obligab"" " t"*pfir las.leyes e'ctitát y que a-signaban Ia cul-

oabilidad al individuá ;;; it familiai el logro de.un orden. democrático

:fi";l:il il#J.d de'la ley estaba asentadá en el consentimie'to de la

ciudadanía; y el surgimiento de un sistema religioso más personalizado'

opuesto al cívico.Inferir estas transformaciones institucionales de la individualidad que

hicieron posible ". ;;;;;;;; al individuo presociológico del que se mofó

Emile Durkheim's Estas instituciones t'áutot' sacializaron y de hecho

proporcionaron las ""t"gttí"t (intensión' derecho' racionalidad' libertad'

culpa, Iocura, "iudt;;;í;, tt*u' ut'lot) por medio de las cuales vivía Ia in-

dividualidad. nl d"Ue.*.ráu-".rtrl del Eitado moderno, escribió Durkheim'

era "llevar p.og."ri"u*"ti'al individuo a una existencia moral"'o Sin un

individuo autónomo, autoconsciente' n9 podía existi r la polis ' Pero sin la

iA¡t, l"individualidad significaría algo.diferente' . . -- - - ^ ^i ^- ^¡Como han puesto;;;ñ;itt antrJpólogos' nueitras nociones de la elec-

2Maussbuscaelorigendel"hechosocial"delapersonaeneldesarrollo'delaciudadaníaromana v la obtención d"';r;";;";;;

"l.g^i". p". r"i ó"i*u., junto con la historia de la per-

...^. .o-o un derecho a un conjunto de nombret "ü;;;;;;';t movimiento histórico del

t"T8lifoXtft:ff:.Tffiliii;la biografia no-exislía. Hacia el siglo rv va era.un.género literario'

a Safo, Ia poettsa tirica á'iá q""'rE-*]i¡ó plarón "o-o

lu. "dí.i-" ht:a^1t-t súplicas per-

sonales a Afrodita y ," O"il;ü";"" r. üUl" suicidado debido a que un marinero no corres-

t"?$:,1tn:,XTll;no,u que, en opinión de los economistas franceses de su tiempo, "no hav

nada real en la sociedad é*."pto el indiüduo; d",él ";;;;';;iol á el ."to''-'u todo ["'] El indi-

üduo [...] es Ia ú¡ica t"Jüuá-ü"eiule que puede p;;;ibl;;i"út"rvador' v el único problema

que puede planrear l" .ii"l]I "l¿""..rru.i..¿-o á.ü"'.o"áu.irse el indÑiduo en las princi-

nales circunstancias de ," Já? ...,ij"";;,-d"d" su naturaleza" (Lukes, 1972, p. 80)'

"-ó;;;;;;'is ie sociotogie, en Lukes (1e72)'p'27t'

Page 138: El Nuevo Institucionalismo

'"'1r,!ry

304 REFINAMIENTO DE LATEORfAINSTITUCIONAL

en el afecto, independientemente de la propiedad, la producción o- la política'y el surgimiento de la cristiandad afirmó la existencia de un alma indivi-

dual única de lndole eterna, ya sea o no que esta cualidad pueda ser influi-

da o revelada por la conducta sobre Ia Tierra (Eisenstadt, 1983).8 Como in-

dica Ia epístoü de Pablo a los gálatas, la fe habÍa remplazado la ley como,,nuestro custodio": "Pero, una vez llegada la fe, ya no estamos bajo el cus-

todio; porque en cristo Jesús todos sois hijos de Dios por la fe [...] No hay

ya judio ni griego, no hay siervo ni libre, no hay varó¡ ni mujer' porque

iodos sois ,rrro "r cristo Jesús" (Gálatas 3:25-29). En el cristianismo, el in-

dividuo histórico tiene una relación -sin importar que haya un media-

dor- con Dios y, lo que es más importante, con un hombre sagrado en la

persona de Jesús. ta Iglesia está simbolizada como el cuerpo de Cristo,

i.,na comu.tidad de individuos sobre la Tierra (Dumont, t982)'s

De la individualidad histórica que esas transformaciones institucionales

crearon no es posible derivar una teoría de Ia sociedad. El individuo trans-

histórico no puede tener una prioridad ontológica en la representación

teórica de la sociedad. Empezar con los individuos como actores instru-

mentales racionales toma Lomo premisa teórica una categoría anaiítica

qrr" hu sido conformada por la tránsformación institucional. Como resul-

ádo, lu, lógicas institucionales dominantes se importan, de tal manera que

se convierten en supuestos invisibles. Como argumentamos, especificar las

bases institucionales de las identidades, intereses y acciones individuales y

organizacionales no es simplemente un problema que preocupa a los que

esiudian la transformación social en el Iargo plazo; también lo es para el

análisis social contemPoráneo'

Ll ¡uro¡¡otlfe oB los Nñ'ELES

El proyecto que proponemos es el desarrollo de una concepción no fun-

cionalista de-la iociedad como un sistema interinstitucional potencial-

mente contradictorio. Una teorla social adecuada debe comprender tres

niveles de análisis: los individuos que compiten y negocian, las organiza-

ciones que se coordinan y entran en conflicto, y las ihstituciones interde-

pendienies y que se contradicen. Las instituciones se deben concebir

iim,rltáneamente como materiales y simbólicas' Sin embargo, a ningún

orden institucional se debe asignar una primacía causal a priori. Para

¡ A diferencia del judaísmo, cuyos textos sagrados nalTan una historia colectiva, el texto del

"¡riiu"irÁo "r una tiografÍa'sagiada. S. N. E-ísenstadt argumenta en favor de la. importancia

á. "nu "¿ua

axial que s-eparó loi órdenes mundano y traicendental en varias civilizaciones'

;; i"di.^ri"; de ásta tiansformación es que Dios ya no era simbolizad.o en términos

f,",¡á"or. Esa transformación hizo surgir la posibilidád de una relación individual directa

.o" "lorá"" trascendental y de este moáo esiableció las condiciones simbólicas necesarias

para la individualidad. Véase Eisenstadt (1983)'e Dumont argumenta que la progresiva individuaiización llega al máximo^con el calvinis-

-o, q"" i¿."tifi".a la voluntad humána con la voluntad de Dios (Dumont' 1982)'

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INTRODUCIENDO DE NUEVO A LA SOCIEDAD 305

restaurar el significado en el análisis social de manera que no sea subje-tivista, funcionalista ni teleológica, es fundamental la noción de Ia con-tradicción institucional.

Como hemos argumentado en Powers of Theory [Poderes de la teoría],tres niveles -los indiüduos, las organizaciones y la sociedad- constituyenel ámbito propio de las perspectivas teóricas dominantes en la sociologíapolítica, es decir, pluralista, gerencial y de clase (Alford y Friedland, 1985).roCada perspectiva teórica sólo teoriza la relación entre el Estado y la socie-dad desde el nivel que constituye su propio ámbito,

Los pluralistas analizan a los individuos en su interacción competitivaIimitados por las restricciones normativas consensuales, que en últimainstancia se basan en las motivaciones individuales, las expectativas y Iossistemas de interacción individual. Los gerencialistas analizan la forma-ción, operación y relaciones entre las estructuras burocráticas controladaspor la élite. Estas organizaciones son autónomas con respecto a las estruc-turas sociales en las que se ubican y con respecto a los individuos que lascomponen, e intentan racionalizar las condiciones internas y externas desu existencia. Los teóricos de las clases analizan la sociedad en términosde las contradicciones dentro y entre las instituciones. Las instituciones nopueden analizarse aisladas de las demas, sino que se deben entender en susrelaciones mutuamente dependientes y no obstante contradictorias. Laestn¡ctura del capitalismo, basada en la propiedad privada y en traba-jadores asalariados legalmente libres, no sólo es internamente contradicto-ria y tiende inevitablemente hacia Ia crisis económica y política, sino quees externamente contradictoria en su relación con el Estado, la democraciay la familia.

Cada teoría tiene un ámbito propio de análisis en el que es poderosaanalíticamente. cada teoría observa empíricamente los otros niveles deanálisis, pero no teoríza sobre sus propiedades emergentes. Por ejemplo,los pluralistas creen que los requisitos de democracia en un sindicato labo-ral, un pueblo pequeño y una nación-Estado capitalista son equivalentes, oderivan a Ia estructura burocrática de los límites del intercambio y compe-tencia individuales. Los teóricos gerenciales derivan la lógica del capitalis-mo de los requisitos de racionalización de las empresas burocráticas que Iointegran. Los teóricos de clases tienen dificultades al estudiar las bases dela autonomía estatal, y no digamos la organización política de la clase.Cada perspectiva teórica tiene espacios que no puede ver, territorios que nopuede describir. Aunque esta tipología fue diseñada para describir el te-rreno de la sociología política, los problemas que genera se refieren a lateoría social en general.

ro Este estudio falló al no tomar con seriedad el contenido simbólico de la estructura socialy descuidar los órdenes institucionales principales del mundo moderno, en particular lareligión y la familia. Al libro también le hace falta un último capftulo de síntesii. Ofrecemoseste ensayo como una compensación parcial.