El Niño y la Hormiga

Había una vez, un niño pequeño llamado Víctor, el no paraba de hacer preguntas a sus papas, ya que era un niño muy curioso.

Víctor tenia 6 años y tenia la curiosidad por todo aquello que había a su alrededor.

Si veía un pájaro volar, le preguntaba a sus padres por que volaban los pájaros, si veía una rana saltar y croar, les preguntaba por que hacían eso sin parar, y así se pasaba todo el día Víctor haciendo miles de preguntas.

?

CroaCroa

Un día Víctor salió con su mama al parque que había cerca de su casa y donde solía jugar con otros niños de su edad.

De repente cuando se encontraba recostado sobre el césped, miro a su derecha y se encontró un insecto con dos antenitas caminando hacia el.

- ¡Ahh socorro!, grito Víctor

Su madre que estaba sentada en una banca del parque se asusto al oír a su hijo gritar, así que rápidamente fue a ver que es lo que había sucedido.Cuando vio que su hijo se había asustado con una pequeña hormiga, no podía parar de reír…

Jajaja

ja

Ayudo a Víctor a levantarse del césped y le dijo que no pasaba nada que era solo una inofensiva hormiguita.

Sin embargo Víctor vio a un grupo de niños que estaban alrededor de la caja de arena mirando hacia algo que les parecía ser muy interesante, así que se acerco para ver que estaba pasando…Al llegar lo primero que oyó fue:-Tenemos que acabar con todas las hormigas, están en nuestra zona de juego!!!

Víctor había aprendido que las hormigas eran unos insectos inofensivos y grito:- ¡No, quietos!Los otros niños se quedaron quietos por unos instantes mirando a Víctor. Pero otro de los niños grito: - Vengan sigamos con nuestro plan.

-No, no puedes matar a las hormiguitas, ellas no nos hacen nada!- Se han apropiado de nuestra caja de arena donde siempre hemos jugado, dijo otro de los niños.-No, ellas solo están buscando comida para almacenarla en sus hormigueros para el invierno, respondió Víctor.- Pero no podemos jugar aquí…, dijo otro de los niños.

Víctor se quedo pensativo unos instantes y entonces tubo una gran idea.- Ya lo tengo, ya se lo que podemos hacer para que las hormigas se vallan de ahí.-¿Qué cosa?, pregunto un niño.-Si queremos que se vallan a otro sitio solo tenemos que dejarles un camino de comida hacia otro hormiguero; Hoy cuando nuestras mamas nos den la comida guardaremos unos trocitos de pan.

Y así fue, los niños guardaron trocitos de pan y fueron haciendo un caminito de comida hacia otro hormiguero que había en el parque, alejado de su espacio de juego.

Todos los niños ese día aprendieron a respetar a las hormigas y también aprendieron a buscar

solución para los problemas.

FIN.