El narcotráfico en los territorios indígenas de América Latina

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Narcotráfico y los territorios indígenas en América Latina Dr. Norberto Emmerich 1 Los actuales estudios sobre narcotráfico, sean descriptivos o analíticos, centran su atención en el tránsito y consumo de drogas, el lavado de dinero y los precursores químicos, dejando de lado el que fuera la primera preocupación central de los estudios sobre narcotráfico, el análisis del mercado de producción. Entre otras consecuencias este enfoque implica una mirada esencialmente urbana y europeizante del narcotráfico, en desmedro del enfoque rural e indigenista. 1. El mercado de producción, alejado de la mirada de los especialistas y enajenado de la actuación de la policía nacional, queda bajo la órbita de la política exterior estadounidense y es de incumbencia militar. 2. La visualización del componente étnicamente indígena, actor central del mercado de producción y la centralidad que el mismo tiene para la geopolítica mundial es dificultosa. 3. La producción de drogas ilegales es una actividad que se da en territorios confinados 2 , con baja integración poblacional, dificultades de comunicación vial, una geografía agresiva y exuberante, altos niveles de pobreza y una baja penetración del Estado. 1 Doctor en Ciencia Política y Licenciado en Relaciones Internacionales. Investigador senior del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI). Investigador de la Facultad de Estudios para Graduados de la Universidad de Belgrano, Buenos Aires, Argentina. Investigador del Ministerio de Seguridad de la Nación, República Argentina. Investigador invitado por el Conacyt (2011) en el Posgrado en Estudios Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana, México. Investigador invitado por el Senescyt (2014) en el Instituto de Altos Estudios Nacionales, Ecuador. Miembro de la Junta Directiva y del Comité Científico de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (Alice). Miembro de la Red de Investigadores Parlamentarios de México. 2 El término confinados hace referencia al concepto de frontera y la característica de labilidad o lejanía del Estado en los “confines” del territorio nacional. 1

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El narcotráfico lleva adelante una político de asedio sobre varios territorios indígenas de nuestro subcontinente latinoamericano. En este asedio el narcotráfico actúa como fuerza paramilitar al servicio de empresas y gobiernos. Y como actividad económica actúa conjuntamente con la minería, las explotaciones petrolíferas, el turismo, la tala ilegal de árboles, etc.

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Narcotráfico y los territorios indígenas en América LatinaDr. Norberto Emmerich1

Los actuales estudios sobre narcotráfico, sean descriptivos o analíticos, centran su atención en el tránsito y consumo de drogas, el lavado de dinero y los precursores químicos, dejando de lado el que fuera la primera preocupación central de los estudios sobre narcotráfico, el análisis del mercado de producción. Entre otras consecuencias este enfoque implica una mirada esencialmente urbana y europeizante del narcotráfico, en desmedro del enfoque rural e indigenista.

1. El mercado de producción, alejado de la mirada de los especialistas y enajenado de la actuación de la policía nacional, queda bajo la órbita de la política exterior estadounidense y es de incumbencia militar.

2. La visualización del componente étnicamente indígena, actor central del mercado de producción y la centralidad que el mismo tiene para la geopolítica mundial es dificultosa.

3. La producción de drogas ilegales es una actividad que se da en territorios confinados2, con baja integración poblacional, dificultades de comunicación vial, una geografía agresiva y exuberante, altos niveles de pobreza y una baja penetración del Estado.

4. Esos territorios sufren el proceso de colonización bajo el régimen hacendatario de tenencia de la tierra o son sometidos a fuerte asedio cuando se trata de ejidos comunitarios.

5. En las situaciones de asedio sobre las poblaciones indígenas el narcotráfico actúa en el mismo escenario, y muchas veces conjuntamente, con la tala ilegal de árboles, la explotación minera y petrolífera, el turismo y la militarización del territorio3.

6. En esta conjunción de actores, el narcotráfico actúa como fuerza paramilitar al servicio tanto de los empresarios como del Estado nacional, en un juego que es de extorsión y apoyo al mismo tiempo.

1 Doctor en Ciencia Política y Licenciado en Relaciones Internacionales. Investigador senior del Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI). Investigador de la Facultad de Estudios para Graduados de la Universidad de Belgrano, Buenos Aires, Argentina. Investigador del Ministerio de Seguridad de la Nación, República Argentina. Investigador invitado por el Conacyt (2011) en el Posgrado en Estudios Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana, México. Investigador invitado por el Senescyt (2014) en el Instituto de Altos Estudios Nacionales, Ecuador. Miembro de la Junta Directiva y del Comité Científico de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (Alice). Miembro de la Red de Investigadores Parlamentarios de México.2 El término confinados hace referencia al concepto de frontera y la característica de labilidad o lejanía del Estado en los “confines” del territorio nacional.3 “… los recursos naturales legales en Colombia –específicamente el banano, el café, las esmeraldas, el ferroníquel, las flores, el oro, el petróleo y el aceite de palma- están asociados con el conflicto armado en varias regiones colombianas”. Para desvincular los recursos naturales del conflicto armado en Colombia. Recomendaciones para formuladores de política y activistas, Ralf Leiteritz, Carlo Nasi, Angelika Rettberg, Colombia Internacional Nº 70, julio a diciembre 2009, 215-229.

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7. Los desplazamientos masivos de población son una consecuencia de las políticas de acumulación primitiva de capital impulsadas por el sistema social y toleradas por el régimen político.

8. Esta combinación de servidumbre social, explotación económica y aislamiento político convirtió a los indígenas en actores nacionales (Ecuador, Bolivia, Argentina, Perú, Chile, Brasil).

Esta descripción del rol del narcotráfico en las políticas de acumulación primitiva de capital ubica a los pueblos indígenas como víctimas de una penetración que viene desde afuera. A esta “invasión” de territorios, se suman las políticas de servidumbre que el narcotráfico ejerce sobre la mano de obra indígena en la producción de droga en la selva.

La situación de los pueblos indígenas La territorialidad, los recursos naturales y la integridad (física y cultural) de los pueblos indígenas son sitiados sistemáticamente por las corporaciones capitalistas, entre ellas el narcotráfico. Los TLCs firmados con Estados Unidos provocaron una debacle del mundo rural y un desempleo generalizado. Muchas comunidades encuentran en el crimen organizado una alternativa autoritaria que los fuerza al cultivo de la amapola o la mariguana. Los jóvenes indígenas son reclutados por los cárteles.Al mismo tiempo, con el pretexto del combate contra el narcotráfico, en extensas zonas indígenas se impone un proceso de militarización que da lugar a todo tipo de abusos y violaciones de sus derechos humanos y comunitarios. Esta guerra contrainsurgente agrega dos actores armados más en las regiones: los grupos paramilitares y los guerrilleros. Los indígenas se encuentran entre tres fuegos cruzados: los militares, los narcoparamilitares y los guerrilleros. La etnia nasa, en el norte del Cauca, se ha visto forzada a poner en práctica una ordenanza para que su Guardia Indígena, armada sólo con sus bastones adornados con colores vivos, expulse a los narcotraficantes de su territorio, dentro del cual operan las Fuerzas Amadas Revolucionarias de Colombia (FARC), organización con la que también han negociado el cese del reclutamiento involuntario de sus jóvenes.En México, los carteles del narco operan en muchas zonas indígenas de Michoacán, Jalisco, Sonora, Guerrero, Durango, Chihuahua, Oaxaca, Chiapas y Veracruz, entre otras entidades. En las cárceles estatales centenares de presos indígenas están acusados por delitos contra la salud. Al criminalizar a los pueblos indios, la guerra contra el narcotráfico encubre una gran variedad de extorsiones e injusticias, que se agregan a las que sufren los indígenas por parte de autoridades militares, policiales y judiciales.En los poblados mayas del oriente y occidente de Guatemala, las mafias mexicanas han instalado a sangre y fuego sus estructuras delictivas, controlando el transporte hacia México y Estados Unidos. En Puerto Lempira, Honduras, el narco hostiga a los indígenas misquitos. En Nicaragua, las redes del narcotráfico han penetrado las comunidades misquitas de la costa del Caribe, así como las urbes multiétnicas de Bilwi (Puerto Cabezas) y Bluefields. En el área fronteriza entre Panamá y Colombia, conocida como Tapón de

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Darién, el narco despliega una red terrestre y marítima que se extiende por Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala, para sus destinos finales en México-Estados Unidos.Las corporaciones madereras, mineras o turísticas buscan apoderarse de los recursos de los pueblos indígenas. En cambio, lo que está en el centro del problema del narcotráfico es el esfuerzo por alcanzar el control territorial, fundamento material de su reproducción y espacio estratégico de sus luchas. El ejército es cómplice de esta sustracción en virtud de sus acciones represivas y contrainsurgentes realizadas con el apoyo de los grupos paramilitares, el brazo clandestino de esta guerra sucia4.

El conflicto armado se expresa en la presencia, reclutamiento, señalamiento y persecución de los actores armados. Y además es impulsado y respaldado por emprendimientos económicos que buscan acceder a recursos naturales y obras de infraestructura. La mayoría de los proyectos económicos están respaldados por la legalidad y el poder político, aunque afecte a los pueblos indígenas. Pero también hay iniciativas impulsadas por grupos ilegales como el narcotráfico e iniciativas cuya estrategia principal es el control territorial.El conflicto armado, la pobreza, la falta de territorio y de oportunidades y el contacto intercultural frecuente han provocado desplazamientos y migraciones de los indígenas, sobre todo en los sectores más jóvenes5.

Perú: la tala ilegal y el narcotráfico se han convertido ahora en una seria amenaza para los pueblos indígenas que permanecen en aislamiento voluntario en la Amazonia peruana6.Los maschco piro son un grupo nómada, tienen un sistema inmunológico vulnerable y se comunican en la lengua yine, la cual no comprenden en su totalidad las comunidades aledañas a la reserva. La fiebre del caucho fue una mala experiencia para los indígenas del departamento Madre de Dios, debido al choque cultural, la depredación de su entorno, la explotación y las matanzas. Muchas comunidades decidieron internarse en la selva.

México: la pobreza y el desempleo han obligado a los jóvenes indígenas a incorporarse a las filas del narcotráfico. Así lo afirmó el líder del Consejo Auténtico de los Pueblos Purépechas “Rey Tanacuri”, Heraclio Reyes García diciendo que hay rezago y marginación en las comunidades indígenas de Michoacán. Los narcotraficantes aprovechan la ignorancia y pobreza de los nativos para utilizarlos como “burreros”. Reyes García destacó que los traficantes de estupefacientes buscan a los analfabetos para involucrarlos en sus ilícitos

4 Pueblos indígenas y narcotráfico, Gilberto López y Rivas, La Jornada, 15 de octubre de 2010, http://www.jornada.unam.mx/2010/10/15/opinion/029a1pol 5 Educación Propia: Desafío De Los Pueblos Indígenas, Plano Sur.org, http://www.plano-sur.org/index.php?option=com_content&id=725:educacion-propia-desafio-de-los-pueblos-indigenas&catid=43:educacion&Itemid=586 Narcotráfico y tala ilegal amenazan a indígenas peruanos, El Comercio, 26 de agosto de 2013, http://www.elcomercio.com/mundo/Peru-tala_de_arboles-narcotrafico-pueblos-Indigenas_0_981501919.html

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porque pueden ser engañados fácilmente. Son usados como “burreros” para el transporte de las drogas7.Un grupo de gobernadores indígenas de siete comunidades serranas denunciaron el asesinato de sus compañeros Jaime Subía Ceballos y Socorro Ayala Ramos, en hechos ocurridos en la comunidad de Choreachi, municipio de Guadalupe y Calvo, quienes fueron asesinados por grupos del narcotráfico contratados por quienes tienen los aprovechamientos forestales en la región.Lorenzo Moreno Pajarito, gobernador indígena, Emilio Enríquez Cruz y Alfonso Molina, comentaron que están siendo víctimas del crimen organizado para amedrentar a las familias que pelean sus tierras, asesinando a quienes luchan en contra del aprovechamiento forestal ilegal. “Los narcos y los forestales se juntan”, por lo que llevaron una solicitud a Gobierno del Estado para que intervenga en dicha situación.“Ahora les pedimos que nos manden las leyes y nos dejen vivir a gusto, porque si nos siguen matando,  la gente le teme y salen de su pueblo o se van a las barrancas, dejan sus costumbres tradicionales, dejan su escuela y los maestros tampoco van a trabajar a gusto”, dice la petición que hizo el pueblo de Choreachi, en el municipio de Guadalupe y Calvo, a autoridades federales y organismos internacionales.Entre los asistentes estuvieron pueblos tarahumaras, warojíos, ódame y yaquis, de Sonora y Chihuahua.“Los maestros se fueron de aquí el día 6 de septiembre porque el 5 de septiembre mataron a un muchacho que se llamaba Jaime Zubías Cevallos y los maestros no han vuelto desde entonces. En el día 5 de noviembre mataron a otro, Socorro Ayala Ramos, y en ese caso la gente van a dejar sus casas, sus ranchos, danzas, sus costumbres antiguas, dejan su juego de carrera de bola, dejan donde ellos se reúnen,  dejan su bosque libre y pueden robar sus pinos”, les informan a las autoridades. “Quienes suscribimos, las autoridades yaqui, odami, warojío, asociaciones civiles que asistieron al cuarto foro de los pueblos indígenas en defensa de nuestro territorio, exigimos que se investiguen los asesinatos, se lleve a juicio a los responsables, se den medidas necesarias para garantizar la seguridad de autoridades indígenas y familias de víctimas, que se adopten las medidas necesarias para que cesen las persecuciones, amenazas y hostigamiento en contra de las familias de las víctimas y se dé garantía  a su vida”, solicitan a las autoridades, ya que las municipales y estatales no les han hecho caso.En esa comunidad y otras de Guadalupe y Calvo, los indígenas luchan por defender sus tierras y también contra la tala de árbol. “También queremos que no tumben más pinos, los que tumban están amenazando en el pueblo”, indican8.

7 Jóvenes indígenas ingresan al narcotráfico por falta de empleo, Crónica, 11 de febrero de 2013, http://www.cronica.com.mx/notas/2008/340618.html 8 Asesinan narcos a jefes indígenas por tierras, acusan, El Diario, 16 de noviembre de 2013, http://diario.mx/Estado/2013-11-16_01a4c61f/asesinan-narcos-a-jefes-indigenas-por-tierras-acusan/

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La pobreza y el abandono social en que viven las indígenas de Oaxaca las colocan en la disyuntiva de tomar el camino de la migración o emplearse como “burreras” o “mulitas” (transportadoras de droga).“Las mujeres indígenas a lo largo de su vida están sujetas al dominio patriarcal. Los hombres evaden las responsabilidades y las abandonan a su suerte, incluida su progenie. La realidad rural de algunas comunidades presiona de tal manera a las mujeres y los hombres que sólo deja dos disyuntivas: o ‘narco’ o ‘norte’”, apuntó Concepción Núñez Miranda.  La también asesora en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del estado de Oaxaca explicó que muchas de las mujeres detenidas por este delito entre 2002 y 2006 fueron arrestadas por la policía encargada del “combate al narcotráfico”.Las mujeres eran detenidas en los cateos a los autobuses provenientes de regiones, donde la policía sabe que hay siembra de mariguana, señaló la investigadora.A partir de una recolección de historias de vida, Núñez Miranda confirmó que las protagonistas de estos episodios son mujeres que pagan el saldo de la migración y la pobreza extrema, pues casi todas eran analfabetas o analfabetas funcionales, eran mujeres abandonadas o madres solteras. “Cuando realizan esta actividad, las mujeres no piensan en que se van a volver ricas, lo hacen por una necesidad de comer, de alimentar a los hijos, de comprar uniformes, llevarlos a la escuela, de cubrir las cuotas en la escuela. Esto se da por una sociedad injusta, desigual y una estructura socioeconómica donde existe la explotación de la fuerza de trabajo y donde no hay accesos para todos y todas por igual”, sostuvo9.

Brasil: Drogas como la cocaína y el crack, que azotan a los centros urbanos, vienen ganando cada vez más espacio en las comunidades indígenas de Brasil, según lo afirma Gustavo Henrique Pivoto, delegado de la Policía Federal de Tabatinga, en el estado de Amazonas.Ubicada a 1.105 km de Manaos, la capital del estado, Tabatinga tiene 52.000 habitantes y comparte una triple frontera con Leticia, en Colombia, y con Perú, dos de los mayores productores de cocaína del mundo.Pivoto afirma que los indígenas de la etnia Ticuna han sido detenidos en reiteradas oportunidades con drogas y armas. Las investigaciones indican que los traficantes convierten a los indígenas en adictos para después convencerlos de transportar drogas por vía fluvial entre municipios y entre países.Desde enero a julio de 2013 se han confiscado más de 300 kg de cocaína en Tabatinga. En la capital Manaos las autoridades decomisaron casi una tonelada de cocaína.“La proximidad con áreas de plantaciones y laboratorios hace que la cocaína sea barata aquí en la región de Tabatinga”, explicó el delegado. “Los habitantes de bajos recursos consumen principalmente la pasta base de cocaína, porque cuesta menos que el crack”.

9 Indígenas oaxaqueñas: emigran o se dedican al narcotráfico, Página 3, 17 de abril de 2013,li http://pagina3.mx/mujeres/8799-indigenas-oaxaquenas-emigran-o-se-dedican-al-narcotrafico.html

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Carolina Schneider Comandulli, directora de Promoción del Desarrollo Sustentable de la Fundación Nacional de Asuntos de la Fundación Nacional de Asuntos Indígenas (FUNAI), dijo que el consumo de drogas ilícitas por parte de los indígenas en Tabatinga es una preocupación desde hace cinco años. No existe aún en Brasil una política consolidada de combate al uso de estupefacientes en tierras indígenas.“Para llegar al nivel ideal es necesario que los diversos organismos responsables de la salud de los indígenas, con el fin de combatir el uso de estupefacientes y la criminalidad en general, construyan una estrategia conjunta para enfrentar el problema, respetando la cultura de los pueblos indígenas”, añadió la funcionaria.La pasta base de cocaína es sólo uno de los problemas que afectan a los Ticuna. El abuso del alcohol junto a la alta densidad demográfica también genera trastornos en la comunidad.“Problemas territoriales, conflictos generacionales, pobreza y otros factores que involucran la pérdida cultural han llevado a los indios a consumir drogas"10.

Colombia: Según lo dice Mauricio Cárdenas en un reciente libro, un colombiano tomado al azar entre el 25% de la población con menores ingresos, tiene el siguiente perfil:- Su hogar tuvo en el año 2003 un ingreso mensual inferior a 413.000 pesos, provenientes exclusivamente de su trabajo. Esta suma de dinero no le alcanza para adquirir la alimentación básica que la aporta el mínimo de calorías para reponer sus energías. En otras palabras, esto lo convierte en una persona que vive en condiciones de miseria.-Por otra parte, su nivel educativo es de tres años de escolaridad, vive en un hogar compuesto por cinco miembros y tiene tres hijos.- Aunque este individuo también es mestizo y habla castellano, buena parte de las minorías étnicas, como los afrodescendientes y los grupos indígenas, pertenecen a este grupo. Además el trabajo de estos colombianos se encuentra en el sector informal, es decir, sin ninguno de los beneficios que la legislación laboral otorga, empezando por el salario mínimo.- Siguiendo con la descripción, este mismo colombiano vive en condiciones similares a las de los países más pobres del mundo, como Haití y el Congo.En este grupo, más del 20% interesado en trabajar no tiene empleo. Y hay una alta probabilidad del 60% de que sus hijos también vivirán en condiciones de miseria, en un entorno de baja movilidad social11.Así atrapados están los miembros de la comunidad Nasa, en las montañas del norte del departamento del Cauca, desde que se propusieron hacer cumplir la Resolución 002 de febrero de 2009 del Cabildo de Jambaló, que equivale a una ley de obligatorio cumplimiento en el sistema político indígena. 

10 Brasil: indígenas sufren el acoso del narcotráfico, InsoSur Hoy, 8 de agosto de 2013, http://infosurhoy.com/es/articles/saii/features/main/2013/08/08/feature-01 11 Un colombiano de menor ingreso vive como en Haití, Portafolio.co, 22 de enero de 2007, http://www.portafolio.co/archivo/documento/MAM-2365368

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“Se notifica a los dueños de las cocinas o laboratorios que se han instalado dentro del territorio para que en el término de tres días, contando a partir de la firma y publicación de la presente resolución, desalojen voluntariamente del territorio”, dice la ordenanza. En caso de que lo provisto por la resolución no se cumpla, la ley indígena ordena que los Nasakiwe Tegnas (Guardias Indígenas) ubiquen a actores armados, armas y laboratorios, y procedan a desalojarlos. “Comuníquese, aplíquese y cúmplase”, remata el texto. Los líderes indígenas saben que el narcotráfico y la avidez de dinero están amenazando su cultura, aunque la erradicación del negocio de la coca no es una idea que todos acepten.En reacción a la presión de los indígenas para erradicar el narcotráfico, se creó en Caldono la Asociación de Cocaleros, la cual sacó su primera resolución defendiendo los cultivos de coca bajo el argumento de la “soberanía alimentaria”. “Se reunieron como 800 personas, más que todo jóvenes tanto indígenas como campesinos”, todos motorizados”, dando un indicio de las ganancias que les está dejando el negocio.Los indígenas reconocen la autoridad del Estado, pero consideran que la presencia militar, guerrillera o paramilitar es un nuevo capítulo de la colonización española. Por eso los militares han tenido dificultades para ganarse a la población.Por el contrario las filas de la guerrilla están hechas ante todo de indígenas, muchos de ellos niños. En lo que va del año 60 jóvenes y niños han desertado de los colegios de la zona de Toribío. Los indígenas tienen certeza de que diez de ellos han sido reclutados por las Farc.En 2008, fueron 80 niños los que desertaron del colegio, según un informe de la Defensoría del Pueblo, aunque no se sabe si todos se enrolaron en un grupo armado. Aunque muchos niños ingresan a las filas por voluntad propia y con la ilusión de una vida asegurada, también hay muchos que se arrepienten. Son numerosos los casos en los que la Guardia Indígena va hasta los campamentos para exigir a los jefes guerrilleros que los devuelvan a sus familias y con frecuencia consiguen traerlos de regreso a sus casas. Pese a las amenazas, los muertos y los hostigamientos, en la valiente comunidad Nasa no piensan dejar su tierra. No lo han hecho en 500 años y no piensan hacerlo ahora. A diferencia de lo que sucede con las comunidades negras del Cauca, los indígenas no se desplazan fuera de sus territorios sino que realizan desplazamientos internos hacia otros resguardos o hacia los puntos de encuentro que ellos mismos han construido para refugiarse cuando los bombardeos o los combates arrecian12. En una entrevista de la revista Semana al líder indígena Feliciano Valencia, realizada en julio de 2009, éste respondía que se vieron envueltos en la guerra “desde 1971, cuando nace el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), para recuperar nuestra autonomía, territorios y cultura. Ese proyecto nos echó una cantidad de enemigos encima, partidos políticos, el sector religioso, los terratenientes y la guerrilla se vieron amenazados, ¿por qué?, porque todos ellos nos creían su base social”.

12 Los indígenas desafían al narcotráfico, Semana.com, 21 de julio de 2009, http://www.semana.com/nacion/conflicto-armado/articulo/los-indigenas-desafian-narcotrafico/105282-3

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La persecución se hizo tan extensa en el tiempo “porque en el norte de Cauca se formaron todos los grupos revolucionarios que existieron y existen en el país y en esta región se dieron los primeros brotes de violencia colectiva tales como las masacres”. Los asesinatos, los desplazamientos, los reclutamientos, y los atentados que se cometen en esta guerra no son nuevos. Pero la pelea de fondo es por el control del territorio y controlar la economía del narcotráfico. Los indígenas tienen dudas sobre las reales intenciones estatales. “Lo que vemos y analizamos en la región es que si la presencia estatal realmente buscara erradicar a la guerrilla y el narcotráfico, hace rato lo habría hecho controlando las rutas por donde suben los precursores químicos y sacan la coca; pero nadie entiende que con tanto batallón de alta montaña eso siga ocurriendo”. “Pareciera que hubiese un negocio más bien de los unos y los otros. Todo eso se lo he dicho a los comandantes del Ejército y les he reclamado que existan tantos invernaderos de marihuana en las zonas por donde ellos patrullan”13.En el año 2013 las organizaciones indígenas de la región de Antioquía, en Colombia, expresaron su preocupación ante una posible ola de violencia en sus comunidades.Alertaron que sus comunidades y cultura están siendo afectadas actualmente por la presencia del narcotráfico, la minería ilegal, los grupos guerrilleros y las fuerzas paramilitares.El año empezó muy mal para los pueblos indígenas de la región de Antioquía. El líder indígena del pueblo Emberá, Reinaldo Domicó, fue tiroteado y asesinado en su vivienda cuando celebraba Año Nuevo junto a su familia.William Carupia, presidente de la Organización Indígena de Antioquía, reveló que los pueblos indígenas de la región han denunciado las actividades ilegales de personas y grupos extraños que en venganza estarían atacando a las comunidades.Según la Organización Indígena de Antioquía, durante el año 2012 fueron asesinados cuatro indígenas en el departamento.Carupia también denunció que en los últimos 2 años, los grupos guerrilleros han reclutado a 23 niños indígenas, entre 10 y 12 años, secuestrándolos de sus comunidades14.

Nicaragua: la presencia del narcotráfico y la pobreza exacerban la corrupción, la delincuencia y los problemas sociales en las comunidades indígenas del Caribe de Nicaragua, según un estudio divulgado por el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP) en el municipio indígena de Bilwi, cabecera de la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), la más grande y pobre del país.

13 La pelea de fondo es por el narcotráfico: líder indígena Feliciano Valencia, Semana.com, http://m.semana.com/nacion/articulo/la-pelea-fondo-narcotrafico-lider-indigena-feliciano-valencia/261521-3 14 Indígenas colombianos amenazados por narcotráfico, minería ilegal, guerrilla y paramilitares, Agencia Púlsar, 9 de enero de 2013, http://www.agenciapulsar.org/dd-hh/indigenas-colombianos-amenazados-por-el-narcotrafico-la-mineria-ilegal-la-guerrilla-y-los-paramilitares/

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Bilwi (ciudad de los pinos en lengua miskita) es el municipio “más delictivo” de Nicaragua con una tasa de 667 delitos por cada 10.000 habitantes, en su mayoría robos con intimidación y abusos sexuales.Las autoridades atribuyen el incremento de la delincuencia a la extrema pobreza (60% de la población), la deserción escolar (58%), el consumo de drogas y el apoyo que brindan los nativos a los narcotraficantes a cambio de dinero o armas.“La situación ha ido empeorando”, afirmó uno de los investigadores del IEEPP, Alfonso Malespín, durante la presentación del estudio en Managua.El apoyo a los narcos “se da de diferentes maneras como esconder lanchas, pasar información sobre movimiento de tropas, trasegar drogas, proporcionar combustibles (o) servir de baqueanos”, indicó.Según el documento, en Bilwi -con más de 66.000 habitantes de la etnia miskina, en su mayoría menores de 24 años- también han proliferado las pandillas que se dedican a cometer delitos, atemorizar a la población o colaborar con los narcos.“En algunas ocasiones los narcos han utilizado a estos grupos juveniles para introducir droga en la ciudad o para trasegarla a lo largo del litoral” a cambio de 200 o 300 dólares por misión, precisó Malespín.Durante el estudio, los investigadores entrevistaron niños cuya expectativa es llegar a ser “políticos y narcos” porque -aseguran- “tienen mucho poder y dinero, hacen lo que les da la gana y no le rinden cuentas a nadie”.“La iglesia morava (de mayor influencia en la zona) acepta que varios pastores de las comunidades que fueron destruidas por el huracán Félix en 2007 recibieron donaciones de los narcos para reconstruir sus iglesias” y que “incluso llegan en ocasiones a entregar ofrendas de 200 o 300 dólares al pastor”, reveló Malespín.Bilwi es el segundo puerto de importancia de la costa atlántica de Nicaragua después de Bluefields, que registra la tasa de homicidios más alta del país (44 por cada 100.000 habitantes) como consecuencia de la presencia del crimen organizado15.

Bolivia: el gobierno boliviano está proponiendo una alternativa social ante la crisis internacional de las políticas antidrogas. La iniciativa boliviana parte de la idea de que la lucha es contra los narcotraficantes, no contra los pequeños agricultores campesinos. De igual forma, el propósito es acabar con un negocio ilegal que corrompe las instituciones democráticas; no con la economía rural de subsistencia de las comunidades campesinas. Para ello, es necesario diferenciar la coca de la cocaína. Por eso, luchar contra el narcotráfico no es contradictorio con revalorizar la coca, es decir, reconocer su uso ancestral, cultural, indígena, religioso, ritual, laboral y medicinal de la hoja milenaria.

15 Narcotráfico corrompe poblaciones indígenas del Caribe de Nicaragua, Estrategia y Negocios, 6 de febrero de 2013, http://www.estrategiaynegocios.net/blog/2013/02/06/narcotrafico-corrompe-poblaciones-indigenas-del-caribe-de-nicaragua/

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Reconociendo que la coca es un patrimonio cultural, sin embargo, propone la racionalización de los cultivos. No puede haber cultivo libre de coca ni tampoco cultivo cero de coca. Se trata de una reducción voluntaria16.

La frontera colomboecuatorianaEn la zona fronteriza se destaca el poco desarrollo de las poblaciones y la escasa actividad de los entes estatales en el desarrollo. Por ello, los grupos ilegales operan con facilidad en los poblados limítrofes y tienen el apoyo de habitantes de los caseríos. Esto es reconocido por los militares y por el actual régimen; aspecto que fue confirmado por el propio presidente Rafael Correa durante el lanzamiento del Plan Ecuador al decir que “la zona de frontera presenta un abandono histórico por parte del Estado”.Ecuador no es un país productor de drogas, como es el caso de Bolivia, Colombia y Perú, los cuales se han caracterizado por tener enormes hectáreas de coca. El caso de Ecuador es muy peculiar, ya que se han hallado y destruido en la frontera cultivos de dos a tres hectáreas, según voceros de la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional. En la frontera es muy común el término “traqueto”, el cual en Colombia significa individuo relacionado directamente con el tráfico de sustancias ilegales, de manera más específica, cocaína y marihuana.Ecuador fue el único país andino que, hasta mediados de los años ochenta, desempeñó un papel marginal en la economía política del narcotráfico. Su tardía inserción se dio, en primera instancia, como un minúsculo productor de coca, debido a que no contaba con apoyo de la población que permitiera el cultivo extensivo de la planta.Ecuador no sólo debe lidiar con los problemas derivados de la ilegalidad del tráfico de drogas en Colombia, sino que además su frontera colinda con los frentes 13, 29, 32 y 48 de las FARC; a lo que se suman la presencia de bandas de crimen organizado y la falta de presencia del Estado Colombiano en sus zonas limítrofes. Todas estas circunstancias han convergido para permitir el florecimiento de la ilegalidad (léase subversión, paramilitarismo y narcotráfico) en la frontera común de ambos países.Actualmente, a los grupos guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes se suma un nuevo actor: las bandas conformadas por disidentes y desmovilizados de los dos primeros grupos. Hoy en día se las conoce como Águilas Negras, Rastrojos y Organización Nueva Generación. Se concentran en el sur del departamento de Nariño y su fin es coordinar las rutas de la cocaína hacia Ecuador, para luego llevarla hacia Estados Unidos por vía marítima. Por tal motivo, las poblaciones de San Lorenzo, Borbón y Campanita, en la provincia de Esmeraldas, y Jama, en la provincia de Manabí, viven a diario actos violentos ligados al narcotráfico.En las décadas de los ochenta y noventa Ecuador ya se encontraba articulado —como en la actualidad— dentro del complejo productivo coca/cocaína en la región andina, como país

16 Evo Morales, apuesta para el cambio, Amparo Trujillo, Americas, julio/agosto 2007, vol. 59, N° 4, pág. 14 y ss.

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de tránsito de precursores y de lavado de dinero proveniente del negocio del narcotráfico (Rivera 2005, 215).Ahora bien, la presencia de los grupos subversivos y su vinculación con el tráfico ilícito de drogas hicieron que la economía política de éstas se sofisticara, dificultando la posición ecuatoriana, debido a que estos grupos pasaron a controlar la fase de cultivo-cosecha y procesamiento, que son los que utilizan de manera intensiva la mano de obra local.En San Lorenzo, municipio de Esmeraldas, una buena parte de los moradores tiene nexos con los negocios ilícitos, debido a que representan una buena entrada económica. “Son un secreto a voces” los vínculos con la guerrilla, los paras o los narcos para poder subsistir: “es un buen negocio y lamentablemente no hay otras alternativas para vivir”, dice un pescador de la zona.Otro campesino de la comunidad que cruza la frontera para ganarse el sustento cosechando hoja de coca dijo que la violencia hace que muchas veces no trabaje, lo que le impide generar ingresos para su familia. Se conoce que unos 120 campesinos de la zona se dedican a esta actividad.Según fuentes oficiales de la Policía Nacional ecuatoriana, es más económico para los narcos arriesgarse a entrar y salir vía Ecuador. El sur de Colombia está bajo control de las FARC, con los frentes 32 y 48. Así, los narcotraficantes evitan cruzar por Colombia para no pagar tributo en cada retén. Como prefieren ir por Ecuador, esto hace que en dicho país exista un ciclo para el acopio, transporte y envío de droga, que nuevamente se repite entre septiembre y noviembre con la nueva cosecha17.

Las drogas como commodities criminalesLas organizaciones criminales operan dentro de limitaciones geográficas, políticas y económicas. Los commodities de los que se benefician se ven limitados por una serie de factores:

La marihuana

La producción interna de marihuana en Estados Unidos está en auge. Las incautaciones de la planta de cannabis en Estados Unidos aumentaron de 4.209.086 plantas en 2005 a 10.329.185 en 2010, incluyendo la incautación de 462.419 plantas de cultivos de interior, de acuerdo con el Departamento de Justicia. A diferencia de los campos más comunes condensados en México, los cultivos ilícitos de marihuana al aire libre en los Estados Unidos suelen extenderse en áreas boscosas (incluyendo los bosques nacionales) por el bien de la ocultación de las autoridades. Las estimaciones sugieren que los productores estadounidenses plantan entre 200 y 1.600 plantas por hectárea, lo que significaría que en

17 Entre santos y ‘traquetos’. El narcotráfico en la frontera colomboecuatoriana, Hernán Moreano, FLACSO Ecuador, enero/julio 2010, págs. 235-261.

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2010 fueron confiscadas entre 6.455 y 51.645 hectáreas. Esto indica que la producción en los Estados Unidos es comparable a la producción en México.La producción de Estados Unidos probablemente aumentará debido a la demanda y a la relajación de leyes sobre la marihuana en el país. Mientras la posesión y el cultivo de marihuana son ilegales en el ámbito federal, varios estados han promulgado leyes que permiten el uso y posesión de marihuana para los individuos con ciertas condiciones médicas. En 1996, California aprobó la Ley de Uso Compasivo, la cual protege a las personas que cultivan y consumen marihuana bajo supervisión de los médicos. Desde entonces, otros estados han aprobado leyes similares.Se informa que carteles como La Familia Michoacana invirtieron en la producción de marihuana en Estados Unidos. La prevalencia de esto es desconocida, aunque Gil Kerlikowske, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, dijo en diciembre de 2011 que la producción del cártel es "desproporcionada" respecto a los demás productores. Pero uno de los efectos de la legalización podría ser que los carteles simplemente encuentran más rentable trasladar la producción de marihuana directamente a los Estados Unidos.Sin embargo para los carteles la competencia reduce la rentabilidad de la marihuana. Los costos de producción son de aproximadamente $ 165 por kilogramo, mientras que el valor al por mayor en Estados Unidos varía entre $ 1.100 a $ 13.000 por kilogramo, dependiendo de la calidad. Estos márgenes son muy inferiores a los de la cocaína, la metanfetamina y la heroína. En comparación, en 2009, el valor en la calle de la metanfetamina va desde $ 19.720 a $ 87.717 por kilogramo. Para obtener beneficios similares a la marihuana, los carteles tendrían que producir un mayor volumen de la droga. En lugar de ello se centran en la producción de otras drogas.Debido a estos factores productivos y a las variables inherentes al valor de calle, es difícil estimar los ingresos de la marihuana y discernir con exactitud en cuánto dependen los cárteles de la droga en comparación a la metanfetamina, la heroína y la cocaína. Sin embargo, la marihuana seguirá desempeñando un papel central en las actividades de los carteles, a pesar de sus limitaciones como cultivo comercial.

La heroína negra

En los últimos siete años, la producción mexicana de heroína ha aumentado de manera espectacular, pasando de un estimado de 8 toneladas métricas en 2005 a 50 toneladas métricas en 2009. La mayor parte mayoría de la heroína tiene como destino la exportación a los Estados Unidos y, en consecuencia, para el año 2010, el 58% de todas las incautaciones de heroína en los Estados Unidos se realizaron en la frontera suroeste con México.Gran parte de este aumento se ha atribuido a la creciente prevalencia de la heroína negra, un derivado opiáceo menos refinado que su famoso primo, la heroína blanca. La mayor región productora de opio de México se encuentra a lo largo de la Sierra Madre Occidental

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y de la Sierra Madre del Sur, que se extiende desde Chihuahua en el norte hasta Oaxaca en el sur. Los carteles mexicanos que controlan este territorio, en particular la Federación de Sinaloa, lo utilizan para diversificar sus actividades de tráfico de drogas más allá de la marihuana, la cocaína y la metanfetamina y aumentar su producción de la variedad altamente rentable de heroína negra.Aunque la mayoría de la goma de opio de Afganistán, el sudeste asiático y Colombia se sintetiza en heroína blanca, los grupos en México han desarrollado un atajo en la fase de procesamiento que les permite producir la heroína negra, más barata pero aún así muy poderosa. La heroína blanca se hace mediante un previo aislamiento de la morfina del opio y la heroína se produce a continuación de la síntesis de la morfina. Este es un procedimiento complicado y caro en comparación con la producción de heroína negra, que se saltea el paso intermedio de aislamiento de la morfina y la heroína es sintetizada directamente del opio. Además de ser un procedimiento más rápido, parece que los productores mexicanos pueden sustituir el anhídrido acético, que es caro y está fuertemente regulado y que se requiere para procesar la droga, con ácido acético. El ácido acético diluido es esencialmente vinagre, por lo que es fácilmente accesible en grandes cantidades a bajo precio: se invierten unos 50 dólares en valor de anhídrido acético para hacer un kilogramo de heroína, pero sólo hacen falta $ 10 en valor de ácido acético.Sobre la base de la ubicación geográfica de las áreas de cultivo de amapola en México y las rutas de tráfico de heroína negra que tendrían que recorrerse para llegar a Estados Unidos, parece que la Federación de Sinaloa se beneficiaría más del comercio de heroína negra en México; de hecho muchos traficantes de heroína negra arrestados en Estados Unidos han tenido vínculos con la Federación de Sinaloa en México. Sin embargo, el principal rival de Sinaloa, Los Zetas, no están por completo fuera del mercado de la heroína, como lo demuestra la carretera Interestatal 35, un corredor que conduce al sur de Texas (un conocido territorio Zeta), donde se ve una gran cantidad de tráfico de heroína. También hay un bolsón de cultivo de adormidera en el suroeste de México, bajo control del cartel del Pacífico Sur, que está asociado a Los Zetas. Geográficamente, no parece que la Federación de Sinaloa cuente con el control total sobre el cultivo de adormidera (y por lo tanto, sobre la producción de heroína de alquitrán negro), pero el grupo parece tener una cierta ventaja.

Las metafentaminas

A diferencia de otras drogas, las metanfetaminas pueden ser fabricadas con independencia de consideraciones ambientales o climáticas. Igualmente ventajoso es que pueden ser producidas en espacios pequeños en ambas escalas, pequeñas e industriales.Sin embargo, la producción está limitada por la calidad de los precursores químicos utilizados y la integridad del proceso de fabricación. Los precursores químicos están regulados en diversos grados en todo el mundo, aunque la mayoría de ellos se puede obtener legalmente debido a que tienen aplicaciones industriales lícitas. Por lo tanto, en la

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evaluación de la dinámica del mercado de metanfetaminas en México, y por la aproximación al mercado de Estados Unidos, las normativas legales sobre los precursores químicos es muy importante. La eficacia del poder de policía para hacer cumplir las leyes que regulan estos productos químicos es igualmente importante, ya que los fabricantes tienen capacidad de eludir las leyes en los países donde estos productos químicos precursores se obtienen, así como en los países donde el producto final se fabrica y vende.El volumen y la rentabilidad de los productores mexicanos de metanfetaminas ha disminuido y seguirá disminuyendo, aunque ligeramente, como consecuencia de las regulaciones a los precursores químicos en Estados Unidos. 

La cocaína

El lugar de México en el mercado mundial de cocaínaAl analizar los carteles mexicanos, somos conscientes de que para entender sus acciones y sus interacciones, debemos reconocer que en el fondo son las empresas y no son organizaciones militantes con motivos políticos. Esto significa que aunque la violencia inter e intra cárteles toma gran parte del centro de atención, un análisis cuidadoso de los carteles debe mirar más allá de la violencia hacia los factores económicos que impulsan sus intereses y sus finanzas.Hay varios factores económicos diferenciados que tienen un profundo impacto en el comportamiento de cada cartel. Un ejemplo es el ciclo de cultivo y cosecha de la marihuana en la Sierra Madre Occidental. Otra es la industrialización de la producción de las metanfetaminas en México y el creciente conjunto de beneficios que ha proporcionado a los cárteles mexicanos en los últimos años. Pero cuando examinamos el comportamiento transnacional de los cárteles mexicanos, el factor más importante que influye en el comportamiento es sin lugar a dudas la economía del tráfico de cocaína.Estos sindicatos mexicanos del crimen organizado, tales como el cartel de Guadalajara, comenzaron a traficar cocaína a Estados Unidos a finales de 1970, pero durante muchos años las organizaciones mexicanas trabajaron como socios menores de los poderosos carteles colombianos de Medellín y Cali. México era una ruta secundaria de la cocaína en comparación con la vía principal que circulaba por el Caribe. Como resultado, los colombianos embolsaron la mayor parte de los beneficios obtenidos de la cocaína traficada a través de México y los mexicanos percibían una comisión por cada kilo que transportaban. Sin embargo, no asumían ninguno de los riesgos de pérdida de los envíos que sucedían en el trayecto entre América del Sur y México.A finales de 1970 y 1980 -la fase temprana de la participación de México en el comercio de la cocaína- algunos intermediarios estadounidenses como Juan Matta-Ballesteros también estaban muy involucrados en el flujo de cocaína a través de México. Movían cocaína desde Sudamérica a México, convirtiéndose en ricos y poderosos, como resultado de las ganancias que habían hecho.

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Dado que los esfuerzos de interdicción de Estados Unidos, ayudados por la mejora de la vigilancia aérea y marítima, redujeron gran parte del flujo de cocaína por el Caribe en las décadas de 1980 y 1990, y como los gobiernos de Colombia y Estados Unidos desmantelaron los carteles colombianos, las rutas terrestres a través de Centroamérica y México se hicieron más importantes para el flujo de cocaína. Es mucho más difícil detectar y confiscar contrabando que se mueve a través de la ajetreada frontera México-Estados Unidos de lo que era detectar contrabando que fluía a través del Caribe.Este aumento de la importancia de México permitió a los carteles mexicanos ganar influencia en las negociaciones con sus socios centroamericanos y colombianos y asegurarse una mayor participación en las ganancias. En efecto, a mediados de la década de 1990 la creciente importancia de las organizaciones mexicanas en el flujo de cocaína hacia Estados Unidos permitió a los cárteles mexicanos convertirse en los socios principales de la relación comercial.En la búsqueda de una porción aún mayor de la cadena de beneficios de la cocaína, los carteles mexicanos aumentaron sus actividades en América Central y América del Sur en las últimas dos décadas. Los mexicanos han expulsado a muchos de los intermediarios en América Central que transportaban cocaína desde Sudamérica a México para su venta a los carteles mexicanos. Sus esfuerzos por consolidar su control sobre el centro de las rutas de contrabando de América Central continúan en la actualidad.Este cambio significó no sólo que los carteles mexicanos se hicieron cargo de las pérdidas sufridas por el transporte de cocaína desde Sudamérica a México, sino que también les permitió cosechar una parte creciente del lucro. En lugar de obtener un beneficio ajustado de tal vez u$s 1.000 o u$s 1.500 por kilogramo de cocaína ingresada de contrabando a Estados Unidos, los carteles mexicanos pueden ahora comprar un kilo de cocaína a u$s 2.200 o menos en América del Sur y venderlo por u$s 24.000 o más a sus socios en Estados Unidos.Pero la expansión de los carteles mexicanos no se detuvo en Centroamérica. De acuerdo con las autoridades sureñas estadounidenses, los carteles mexicanos están cada vez más involucrados en el procesamiento de cocaína a partir de la hoja de coca en Colombia, Perú y Bolivia. También hubo informes de incautaciones de pasta básica de cocaína contrabandeada a los laboratorios de procesamiento en Honduras y Guatemala. El uso de estos laboratorios de procesamiento centroamericanos, a cargo de los carteles mexicanos, parece ser una reacción a las iniciativas emprendidas por la Policía Nacional de Colombia para acabar con los laboratorios de cocaína y su disponibilidad de productos químicos de procesamiento de cocaína.Los funcionarios estadounidenses antinarcóticos informan que hoy los cárteles mexicanos son los principales actores en el comercio mundial de cocaína y están constantemente trabajando para apoderarse de la parte de tráfico de cocaína que aún no está bajo su control. Pero los esfuerzos de los carteles mexicanos por incrementar su participación en el negocio de la cocaína no se limitan al aspecto de la producción, sino que también han ampliado su participación en el contrabando de cocaína de Sudamérica hacia Europa y

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Australia y han establecido una presencia en África, Asia y los países europeos. Además, han intensificado sus actividades en lugares como la República Dominicana y Haití, en un intento por aumentar su participación en el contrabando de cocaína a través del Caribe hacia el mercado de Estados Unidos. Como se ve por las recientes operaciones lanzadas por la Policía de Estados Unidos, tales como la Operación Xcellerator, Chokehold o la Operation Imperial Emperor, los carteles mexicanos también han ido aumentando su presencia en los puntos de distribución dentro de Estados Unidos, como Chicago, Atlanta y Dallas, en un esfuerzo por aumentar su participación en la cadena de beneficios de la cocaína en el interior de Estados Unidos.Mientras que las ventas de marihuana siempre han sido una importante fuente financiera para los carteles mexicanos, los grandes beneficios del comercio de la cocaína son los que han permitido a los carteles a ser tan poderosos como lo son hoy. Los miles de millones de dólares de ganancias que se obtienen del tráfico de cocaína no sólo han motivado gran parte de la expansión global de los carteles mexicanos, sino que también la han financiado. Las ganancias de la cocaína permiten a los carteles mexicanos comprar barcos y aviones, contrabandistas y asesinos de alquiler ("sicarios") y sobornar a funcionarios del gobierno.La cocaína es un producto que tiene un área de crecimiento muy limitada y específica. Por consiguiente, esta área de cultivo de coca y los corredores de transporte que se extienden entre la zona de producción y los mercados finales son muy importantes. Con un modelo de negocio de venta de cocaína 10 veces superior al costo de adquisición -y aún mayor sobre el costo de producción- no es de extrañar que la competencia entre los diversos carteles mexicanos por la conquista de los corredores de contrabando a través de México hacia Estados Unidos llegue a ser muy agresiva.

La coca como producto andinoCantidades muy importantes de toda la coca mundial, la planta de donde se deriva la droga ilícita llamada cocaína, crecen en América del Sur, y los fabricantes locales procesan casi toda la cocaína allí mismo. La coca se puede cultivar en una serie de lugares geográficos, incluyendo a México, pero sólo la geografía de América del Sur es ideal para cultivar la planta de forma natural en cantidades suficientes para la producción masiva. De hecho, Perú, Bolivia y Colombia en conjunto representan toda la producción mundial de cocaína. Quien controla el territorio donde se cultiva y produce la coca controla la oferta mundial de cocaína, pero no es una sola la organización criminal de América del Sur que controla todos estos territorios. El resultado es una red de suministro de oligopolios que excluye a los cárteles mexicanos de la droga. Ya que no puede suministrarse coca por sí mismo, México seguirá actuando como un conducto a través del cual se trafica cocaína, relegando a los carteles de la droga mexicanos a ser distribuidores, pero no proveedores.

El complejo coca-cocaínaLa cocaína es uno de los 14 alcaloides naturales de la planta de coca, de la cual hay más de 200 especies en el Hemisferio Occidental, según la DEA estadounidense. Estas plantas

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crecen durante todo el año en diversos lugares. Sin embargo, de las más de 200 especies de coca, sólo dos contienen niveles de alcaloides de cocaína suficientes para la producción de cocaína HCL. Una de estas especies crece por lo general en las laderas orientales de la Cordillera de los Andes, en Bolivia y Perú. Generalmente considerada la especie superior, en términos de contenido de alcaloides, esta planta crece en climas húmedos, a altitudes entre 500 y 1.500 metros (1,600-4,900 pies) sobre el nivel del mar. Mientras que la coca se cosecha en promedio entre tres y seis veces al año, la coca de los Andes orientales supuestamente se puede cosechar hasta ocho veces al año. Las otras especies adecuadas para refinar clorhidrato de cocaína crecen en climas más cálidos y en altitudes más bajas, como las de Colombia. De hecho, gran parte de la coca que se cultiva en Colombia nace en las selvas de las tierras bajas del país. La coca que se cultiva contiene menos alcaloide de cocaína que su homólogo de montaña y es de menor calidad. Por lo tanto, se obtiene menos cocaína HCL a partir de la coca cultivada en las selvas colombianas y es posible que los esfuerzos de erradicación por parte de las autoridades colombianas también contribuyan a ello. La erradicación destruye las plantas maduras, lo que obliga a los productores a cosechar plantas más jóvenes, con menos alcaloide de cocaína. Según el Informe Mundial 2011 de Naciones Unidas sobre las Drogas, tres países -Colombia, Perú y Bolivia- cosechan todos las formas conocidas de coca en el mundo y prácticamente toda la cosecha de coca se refina y se procesa localmente. Colombia cosechó unas 81.000 hectáreas (200.000 acres) de cultivos de coca en 2008, produciendo cerca de 450 toneladas métricas de clorhidrato de cocaína pura. El clorhidrato de cocaína pura se refiere a la que los distribuidores compran a los proveedores antes de que se corte con agentes tales como maicena, talco en polvo o leche en polvo. Perú cosechó alrededor de 56.100 hectáreas de coca en ese mismo año con una producción de alrededor de 450 toneladas métricas de cocaína pura HCL, mientras que Bolivia cosechó 30.500 hectáreas de coca para producir 113 toneladas métricas de clorhidrato de cocaína pura. Cabe destacar que el Informe Mundial 2011 de las Naciones Unidas sobre Drogas no ha terminado de elaborar los montos agregados de la cocaína producida por estos tres países en 2010. Las cifras proporcionadas oscilan entre 786 y 1.054 toneladas métricas, lo cual es consistente con los montos producidos entre 2005 y 2007 (1.020 toneladas métricas a 1.026 toneladas métricas). Colombia sigue siendo el fabricante más prolífico del mundo. Dado que la mayoría de la cocaína colombiana está destinada a Estados Unidos, no es sorprendente que haya muchos sitios de producción allí. Sin embargo, con el aumento de la demanda en mercados como Asia, África y Europa, se necesitan más centros de refinamiento en los países que forman parte de la ruta de transporte hacia estos mercados florecientes. Esto puede explicar por qué los centros de refinamiento reportados están aumentando en Brasil y Venezuela (en la ruta a Europa) y en Perú y Bolivia (en la ruta a Asia).

La geografía y la cadena de suministroLa transformación de la coca en clorhidrato de cocaína es un proceso relativamente simple que consta de tres pasos. Una vez que las hojas de la planta de coca se cosechan, se produce

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lo que se conoce como pasta de coca. A partir de ahí, la pasta de coca se procesa para convertirse en pasta base de cocaína, que eventualmente se convierte en clorhidrato de cocaína. El proceso implica varios productos químicos precursores: kerosene, ácido sulfúrico, carbonato de sodio, ácido clorhídrico, permanganato de potasio y acetona. La mayoría de los productos químicos utilizados en el proceso se encuentran comúnmente, fácilmente disponibles y fáciles de ser sustituidos, haciendo que el control de las autoridades sea difícil. Pero no es la química de la refinación de coca lo que ayuda a los grupos criminales de América del Sur a mantener su preeminencia en la cadena de suministro, sino la geografía de América del Sur. De hecho, las mismas características geográficas que dotan a América del Sur con un acceso sin igual al suministro de coca ayudan a proteger la coca de la interdicción del gobierno y por lo tanto a mantener su control sobre la oferta. La Cordillera de los Andes divide Perú y Bolivia, separando a la mayor parte de sus respectivas poblaciones de las regiones remotas donde crece la coca. Esto barrera aísla las zonas de plantaciones y las instalaciones de refinamiento de las zonas donde residen las autoridades gubernamentales. Los gobiernos de Perú y Bolivia a menudo no pueden construir efectivamente la infraestructura de transporte en regiones con bajos niveles de población –lo que la hace muy cara- tornando muy difícil la proyección de poder en las regiones cocaleras. En Colombia, la división geográfica beneficia del mismo modo a los cultivadores de coca, que se localizan principalmente en la parte sur del país. Instalar seguridad en la selva colombiana y en las tierras altas durante largos períodos de tiempo es extremadamente difícil, como lo demuestra la existencia de grupos insurgentes como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. La capacidad de operar con un mínimo de interferencia del gobierno ha permitido que los grupos criminales en algunos países, particularmente en Colombia, puedan agilizar el proceso de refinamiento. En las zonas remotas, los cultivos de coca, las instalaciones de refinamiento y la infraestructura de transporte, incluyendo las pistas de aterrizaje y las carreteras, están situados uno cerca del otro. Las poblaciones locales por lo general son agricultores de subsistencia y las hojas de coca se venden a un precio más alto que la mayoría de los otros productos básicos. Además, muchas regiones productoras de coca están pobladas por pueblos indígenas, que tienen profundas y duraderas relaciones culturales con la planta de coca. Esto no significa necesariamente que apoyen la producción de drogas ilícitas, pero sí proporcionan cierta cobertura política para el cultivo de la planta de coca. Después de todo, la coca sigue siendo un cultivo legal en Perú y Bolivia, siempre y cuando esté prevista su utilización tradicional. Por estas razones los campesinos cocaleros pueden cultivar sus cosechas con relativamente poca presión de sus gobiernos. Incluso cantidades masivas de recursos dedicados a los esfuerzos de erradicación de plantaciones han resultado insuficientes hasta el momento para la prevención de los cultivos y el refinamiento de coca. Así como la geografía de América del Sur engendra a gran escala el cultivo de coca, la geografía también protege a los productores y refinadores de las operaciones del gobierno contra el narcotráfico. Por lo tanto se produce un corte relativamente leve a la cadena de suministro.

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Competencia y demandaTeniendo en cuenta todos estos factores geográficos es muy dudoso que los carteles mexicanos puedan producir la cantidad de coca producida por sus contrapartes en América del Sur. La combinación de la tierra disponible, la altitud y la humedad única de la producción de coca en los países de América del Sur no pueden ser replicadas en México. Para las organizaciones criminales de México la compra del producto terminado en origen es más barato que el desarrollo de una capacidad agrícola para cultivar la planta de coca a nivel industrial.

Etapas históricas de desarrollo del narcotráfico

Primer período o Período productivo: el centro de la actividad reside en la producción de la materia prima, la coca. Este período atraviesa por dos fases de desarrollo:

Fase Histórica-cultural: Esta fase abarca un largo período histórico que es anterior aun a la constitución del imperio Inca. El impacto de la coca en la cultura andina la convierte en un recurso nacional que domina todos sus aspectos [Retamales, 2004]. El cultivo de la coca está entretejido en su cultura y no se percibe dentro de ningún contexto negativo. Esta fase no pertenece específicamente al narcotráfico ya que se produce sólo coca y no ha nacido aún el complejo coca/cocaína18, pero se sientan las bases de una explotación agrícola centenaria, cultural y socialmente aceptada y estimulada. Sobre esta base cultural se asentará posteriormente la actividad del narcotráfico.

Fase Productiva: A principios de los ‘70s algunas circunstancias internacionales explican el nacimiento del complejo coca-cocaína. El “triángulo dorado” (Birmania, Laos, Tailandia), principal proveedor mundial de heroína, se ve afectado por las guerras de liberación. En 1969 también cesa la provisión de heroína desde Turquía. Ante el cierre del mercado mundial la producción andina, con base cultural, se transforma en una producción con fines comerciales, sustentada en los derivados de la coca. Esta reconversión implica grandes transformaciones sociales, culturales y ambientales. Abarca desde 1970 hasta 1987, cuando Estados Unidos interviene en el Chapare boliviano para aplicar su política de interdicción19. Las principales características de esta fase son:

- desplazamientos poblacionales, por el cambio y extensión de las actividades agrícolas, crisis de la agricultura tradicional por la caída en la producción de papa,

18 El concepto complejo coca-cocaína significa el abandono del cultivo de la hoja de coca para consumo personal como estimulante energético. Se comienza a producir cocaína como droga, sin posibilidades de ser incorporada en la cosmovisión andina que nunca la había utilizado. Esta actividad de transformación de coca en cocaína no comienza en 1970 sino que es muy anterior. El complejo coca-cocaína alude a un cambio, donde aparece una producción organizada y centralizada, con fines comerciales.19 Son las operaciones Snow Cap y Self Refuge, con participación de los marines norteamericanos.

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maíz y arroz.- Cambio en los hábitos de empleo con el fin del tradicional trueque de trabajo por

trabajo y la monetización de la cosecha de la coca.- Daños ecológicos por el vertido de los componentes químicos en los canales de

riego.- Corrupción del indio, como pisador o consumidor de pitillo (Bolivia), pastillo

(Perú) o basuco (Colombia).En este período se va construyendo la estructura productiva del narcotráfico, aumenta la mano de obra disponible y se extienden las áreas de cultivo.

Segundo período o Período Comercial: el centro de la actividad reside en el tráfico de droga que era de antigua data pero anárquico. En este periodo el tráfico deja de ser paralelo y horizontal para ser monopólico y vertical, en una organización con división internacional de trabajo (continental) y estructura jerárquica por países. Colombia se va poniendo a la cabeza y el resto de los países cumple funciones productoras (Bolivia, Perú), de provisión de insumos, lavado de dinero o de tránsito. Sólo México sigue siendo un mercado de tráfico paralelo. También pasa por dos fases:

Fase Individual: La forma de comercialización es el contrabando por “mulas”, personas que esconden en su equipaje o en su cuerpo pequeñas cantidades de cocaína y entran a los países por los canales normales de ingreso. Esta modalidad de transporte cambia en 1976 cuando Carlos Lehder Rivas hace su primer transporte en avión. Esto implica enormes cambios en el narcotráfico: se cambia la marihuana por la cocaína, más fácil de transportar, con menor personal y mayor margen de ganancia; se abandonan las fronteras “normales” y se abren nuevas vías de ingreso a Estados Unidos; la mafia colombiana elimina a los cubanos (guerra de la cocaína, Florida, 1978/1979); el narcotráfico tiende a convertirse en una actividad monopólica.

Fase Empresarial: En esta fase se constituyen los carteles colombianos: el cartel de Cali (1970) y el cartel de Medellín (1977/82). En 1973 se crea la DEA (Drug Enforcement Agency), dependiente del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. La sola constitución de estos carteles es mérito suficiente para constituirlos en una fase por el surgimiento de una instancia institucional que expresa la capacidad de combinar la actividad de varios grupos dispersos. En 1977 la DEA habla del “sindicato de tráfico de Medellín” mientras que el cartel de Cali sigue manteniendo una estructura de cinco grupos semiautónomos que cooperan entre si. La organización en carteles significa un salto cualitativo en la capacidad de penetrar los mercados; un manejo de tipo empresarial, con estructuras burocráticas fijas en los niveles altos y móviles en los niveles bajo y medio; el manejo del negocio es por asociación y no por competencia. Yano habrá grandes guerras por el control de mercados, características de las fases anteriores de acumulación.

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Tercer período o Período Económico: el centro de la actividad reside en la ampliación hacia mayores niveles de poder en lo económico y nuevos ámbitos de poder en lo político. La estructura jerárquica y monopólica ya se había constituido en la etapa anterior. En este período, que comienza en 1980, el narcotráfico comienza a operar como un organizador de la economía global y componente sistémico de algunos Estados. Este período tiene dos fases:

Fase Nacional: En esta fase el narcotráfico actúa como organizador de la economía ilegal de varios países. Ya no estamos hablando de una actividad delictiva, que en la fase anterior se había elevado organizativamente, dedicada a la comercialización de drogas en un nivel progresivamente más alto, sino del surgimiento de un actor económico clave en la economía de algunos países. En esta fase la actividad necesariamente se ha extendido en tres aspectos:

- en la base, cumpliendo funciones de organizador social e ideológico de los excluidos

- en la estructura, incorporando funciones de coordinación con otros actores ilegales, coordinación necesaria para el control territorial de sus actividades

- en la superestructura, formando parte de la alianza de poder necesaria para la supervivencia de los Estados.

Fase Internacional: Esta fase ya se había iniciado con la transformación del narcotráfico en una actividad comercial empresarial, cuyo primer objetivo del mismo era el mercado norteamericano. En este período económico se estructura una paz mafiosa internacional [Sterling, 1996], en la que el narcotráfico es un socio privilegiado. El narcotráfico se asocia a nivel internacional con otras actividades ilegales (mientras en el plano nacional el narcotráfico es el motor de la asociación mafiosa). Esta fase surge con la descomposición del Estado soviético y el interregno hacia el nuevo Estado. Las principales características de esta fase son:

el narcotráfico, sin abandonar territorio latinoamericano, se transforma en multinacional.

su expansión es inversamente proporcional a la capacidad de los Estados para ejercer sus prerrogativas soberanas.

los cambios en el sistema internacional, al debilitar la autoridad gubernamental, facilitan el incremento del comercio mundial de drogas y este incremento refuerza esa tendencia.

el interés por levantar las restricciones al flujo de bienes, capital y servicios, redujo los controles aduaneros en favor de los controles automatizados y las post-auditorías, permitiendo un mayor desplazamiento de los cargamentos de drogas.

la revolución en las comunicaciones, el transporte, el comercio y las finanzas benefician directamente la internacionalización de las operaciones del narcotráfico, permitiendo vincular a productores y consumidores, antes separados

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por grandes distancias. la evolución del tráfico de drogas ha alcanzado zonas geográficas que en el

período anterior no entraban en el circuito.

Etapas de desarrollo de las relaciones políticas del narcotráfico

Estas etapas se refieren a las relaciones del narcotráfico con el poder político. La población indígena de los países andinos fue incorporada dificultosamente al Estado-nación moderno. En estos países no se dan todas las condiciones que permitan hablar de Estado en sentido estricto, siendo hoy unas “democracias sin Estado” [Bosoer, 2000: 2] y se explican así las dificultades para combatir el narcotráfico dado que las política antidroga carecen de patrones inclusivos de las poblaciones indígenas.

Primera etapa o Etapa Premoderna: En esta etapa no hay relaciones con el poder político. Las plantaciones de coca, que forman parte de la cosmovisión andina, no resultan del interés de las burguesías nacionales. En las décadas iniciales del siglo XX, cuando se inicia la actividad del narcotráfico en América Latina, las burguesías no demuestran interés en elaborar políticas de combate. El mercado consumidor y el aparato productivo aún no se han configurado.

Segunda etapa o Etapa Infraestructural: este término se refiere al nacimiento y desarrollo de la estructura productiva de la droga. Se establecen las primeras relaciones de producción en el narcotráfico. Desde el punto de vista subjetivo el campesino indígena es corrompido y sometido a relaciones de servidumbre por traficantes individuales sin cooperación burocrática entre sí. Estas relaciones de servidumbre se transformarán, cuando la producción aumente, en una separación entre campesino productor y traficante, consagrando un avance en las relaciones de producción. El campesino se emancipa de la tierra y puede cambiar la zona de cultivo frente a persecuciones futuras y podrá enfrentar la política de erradicación del cultivo en la etapa siguiente. Desde un punto de vista objetivo comienza la relación entre coca y subdesarrollo, la coca suplanta las producciones tradicionales y se convierte en un monocultivo en amplias zonas andinas por los grandes márgenes de ganancia para el campesino. Los grupos guerrilleros que operan en las zonas de producción actúan como operadores económicos de los campesinos iniciando una relación político-comercial perdurable frente al narcotráfico20. Las condiciones objetivas (monocultivo de la coca, aumento de la ganancia de los campesinos) y subjetivas (actuación de la guerrilla como agente comercial frente al narcotráfico) crean el sustrato para la futura disputa por el control territorial (dualidad de poder – failed state) en el sur colombiano.

20 Jacobo Arenas (dirigente de las FARC) en la revista “Semana” (10-3-87) explica la especial relación entre los campesinos cocaleros analfabetos y los guerrilleros que los instruyen para mejorar sus precios de venta.

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Cuando la producción crece y nace el complejo coca/cocaína, aún no se elaboran políticas globales de combate al narcotráfico y su marco de referencia es policial, configurando una actividad marginal, ilegal y clandestina y operando en forma dispersa y molecular. Los Estados están embarcados en la política de seguridad nacional y en el conflicto este-oeste, por lo que el único enemigo es el “comunismo”.

Tercera etapa o Etapa Estructural: el término se refiere a un proceso en el cual el narcotráfico forma una estructura de dominación, con una amplia jerarquía social que abarca desde el campesino productor propietario, el indígena sometido a un régimen de servidumbre, la estructura administrativa y militar media, los pequeños jefes urbanos, los vendedores callejeros, los profesionales de los laboratorios y los grandes dirigentes de los carteles. El narcotráfico reproduce en su estructura productiva todas las relaciones de producción y propiedad de la sociedad capitalista. Se establece definitivamente el vinculo producción-narcotráfico y éste se transforma en una actividad comercial. Dado que el narcotráfico sigue en cierto modo el modelo de desarrollo de cualquier rama de producción capitalista, comienza a darse un fenómeno de alta concentración. Aquí se da plenamente la separación entre productor y narcotráfico y se establece una cadena económica (producción-tráfico) contratada entre partes “libres”. El fenómeno del narcotráfico se traslada y se asienta principalmente en las ciudades, dejando el control de las zonas productoras en manos subalternas. En los ‘80 se abandonan las doctrinas de seguridad nacional, desaparece el eje de contradicción este-oeste y la mayor parte de la energía de las nuevas democracias está destinado a autosostenerse y desprenderse de los resabios de poder militar que puedan quedar en ellas. Los grupos de narcotráfico comienzan a coordinarse entre sí y amplían su dominación territorial chocando con sectores guerrilleros con los que finalmente pactan acuerdos. En este mismo período los grupos guerrilleros abandonan el objetivo de la “toma del poder” y se comportan como brazo armado del narcotráfico. El cobro de impuestos de la guerrilla al narcotráfico (y a otros sectores sociales) explica su supervivencia en la vida política de algunos países.

Cuarta etapa o Etapa Superestructural: el narcotráfico encuentra justificación en la propia existencia de los Estados y en el desarrollo del capitalismo de economía abierta. A partir de los ‘90s la desocupación masiva y la marginalidad crean la base social para una nueva transformación del narcotráfico que ahora cumple funciones para-estatales y da respuestas laborales, sociales y política a amplios sectores poblacionales desplazados de la economía formal e informal. En los períodos anteriores el narcotráfico establecía alianzas con la elite política. Ahora los Estados se han debilitado, se han retirado del control de la actividad económica, han dejado de ser agentes productivos y económicos y han disminuido los controles del flujo mercantil. En las economías latinoamericanas aparecen sectores de alto consumo e internacionalizados al mismo tiempo que crecen bolsones de pobreza urbana. El narcotráfico penetra estas estructuras en tres formas:

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coopta el aparato estatal, necesitado de inversiones y poco proclive a controlarlas; aprovecha los beneficios del libre tránsito de mercaderías e información; organiza económica, social y militarmente a los sectores sociales excluidos. En un marco internacional de economía globalizada el narcotráfico se transforma en la más globalizada de las estructuras económicas21, ya que no se vincula a estructuras nacionales o regionales (Estado, territorio, nación, población, costumbres, historia). Altamente centralizado pero sin casa matriz el salto al período superestructural realizado por el narcotráfico en algunos países latinoamericanos no fue gradual sino repentino. La coyuntura económica de gran debilidad de algunos países latinoamericanos (Argentina) no podía esgrimir argumentos sustentables para resistir el embate de las mafias de la droga. Pero si la globalización no puede existir sin una ligazón con el sitio nacional, el narcotráfico, en consecuencia, no puede expandirse sin una relación de algún tipo con el país de referencia. Nuevamente vemos que el narcotráfico no “invade”, sino que se disemina por una red de contactos culturales, económicos, políticos y sociales.

Características principales de los mercados de producción

Cualquier estudio de caso que pretenda estudiar los países productores debe analizar a Perú, Bolivia y Colombia, lo que geopolíticamente ha surgido a partir de los años ’80 como la Región Andina, nucleada en el Pacto Andino o CAN (Comunidad Andina de Naciones).La coca es originaria de la zona andina, de ahí que el mercado de producción esté geográficamente vinculado a estos países, dato que no llega a explicar por qué la región se convirtió en un sujeto geopolítico tan importante.- Control militar del territorio (en manos guerrilleras o por gobiernos militares) que evita

la disminución significativa de los cultivos.- Una población indígena aislada de la actividad económica y de la política nacional.- Un Estado que carece de formas permanentes de integración y penetración del

territorio. Suele carecer de altos niveles de legitimidad y en general son débiles. La marginación de los actuales productores de coca tiene carácter histórico.

- Una geografía que divide a las poblaciones, fragmentando los procesos políticos nacionales y permitiendo un largo desinterés de las burguesías nacionales. Hay amplias regiones con autonomía geográfica, fuera del alcance del poder central del gobierno. El control social de estas regiones no está en manos del gobierno.

- Un producto agrícola de fácil producción y alta productividad (4 o 5 cosechas anuales) que se produce con carácter histórico, incluso antes de la conformación del complejo coca/cocaína.

21 “El tráfico de drogas tiene una naturaleza internacional, no respeta fronteras y pone a las autoridades nacionales en una tremenda desventaja para confrontarlo”, William Perry, Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Bariloche, octubre de 1996.

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- La producción de cocaína emplea una gran cantidad de mano de obra en países con altos niveles de desocupación y subocupación, particularmente en las áreas rurales.

- El mercado de producción de cocaína produce una baja tasa de riqueza para el país productor. La mayoría de las ganancias son invertidas en otros países (a través de depósitos bancarios o a través de IED).

- Economías nacionales con crisis económicas crónicas (hiperinflación en Bolivia, crisis en Perú, reconversión en Colombia). Colombia es un caso particular de crecimiento constante y alta violencia. Son países con bajo nivel de inserción en la economía mundial (globalización negativa). Sus economías se basan en materias primas.

- Constante presión internacional por intervenir militarmente en los distintos países. El plan más avanzado de intervención es el Plan Colombia, que utiliza a Colombia como instrumento de penetración en América Latina.

- Inutilidad de los programas de sustitución de cultivos por la carencia de obras de infraestructura comercial (rutas, puertos, cadenas de comercialización) o por diferencia de precios.

A pesar de la conveniencia de plantar coca en vez de plantar cítricos u hortalizas, los productores recibían hasta los años ’80 menos del 1% del valor de la cocaína refinada cuando llega a los mercados de destino (USA y Europa).Esto estaba relacionado con:- la falta de organización de los campesinos y - venta de hojas de coca o pasta básica a los cartelesLa presencia de las organizaciones guerrillas intermedia entre los campesinos y los narcos. La intervención guerrillera produce varias consecuencias:1. Suben los precios de la producción de hoja.2. La guerrilla se transforma en un nuevo actor intermediario. La derrota de Sendero

Luminoso permite el deterioro de la producción peruana. El éxito de las FARC fortalece la producción en el sur colombiano.

3. El proceso se politiza. Los campesinos comienzan a ser interlocutores permanentes de la política nacional (movilizaciones, organizaciones, enfrentamientos, internacionaliza-ción).

4. Los narcos se alejan del mercado de producción, dedicándose a la comercialización. Esto significa que abandonan el control territorial en el mercado de producción, dejando la disputa por recuperar el control territorial en manos del Estado nacional.

5. En Bolivia el rol intermediario es ejercido en forma organizacional propia, llegando a la formación de un partido político y un nuevo liderazgo: el MAS de Evo Morales. Renace Sendero Luminoso en Perú.

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