El Nacimiento Del Matrimonio Pastor Hilmar Ochoa Guatemala, 24 de abril del Año De La Revelación

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Génesis 1:27-28 LBLA Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra. En la Escritura, esta es la primer pareja que aparece, es decir, que esta fue la constitución del matrimonio, que inició con una bendición de parte de Dios. En nuestro caso es muy importante que tengamos conciencia de cómo fue el inicio de nuestro matrimonio, para que esto marque una tendencia en él. Para aquellos que no son casados, este tema debe ser una medicina preventiva y que no tengan que pasar por los males que otros hemos pasado, ahora bien, para los que estamos casados, los temas matrimoniales son medicina curativa, lo cual nos indica que para todos los problemas hay una solución. Queremos entonces abordar este tema para que sepamos cómo deberíamos iniciar un matrimonio y cómo no debería iniciarse una empresa de este tipo. Por eso estudiaremos algunos nacimientos de personajes bíblicos que nos pueden ayudar a entender cómo nacen los matrimonios. Nacimiento es sinónimo de inicio, principio, comienzo, por ello hacemos la relación entre el nacimiento de una persona, con el inicio de un matrimonio. El matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, ambos han tenido una vida de solteros y después de tener una amistad y un compromiso, deciden unirse, esta fecha es el nacimiento del hogar, de una familia. Génesis 35:18 RV 1960 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín. Cuando Jacob con su familia, iban hacia Efrata, empezó el trabajo de parto de Raquel, su esposa, un parto muy difícil a tal punto que la mujer perdió la vida. Ese día le pusieron a Benjamín dos nombres, uno de maldición y otro de bendición. En el caso de muchos matrimonios, la fecha en que nos unimos fue un día muy hermoso, como el caso del rey Salomón, que el día en que se casó con la mujer que amaba, fue el día de la alegría de su corazón. Pero para otros, ese día está marcado como un día de tristeza y luto. El día en que nos casamos debería ser un día de partida para la felicidad, es decir, el inicio de una vida llena de bendición y de amor, sin embargo, en muchos casos no es de esta forma, sino que la relación ha llegado a una cúspide y el día del matrimonio inicia un descenso en el amor, en el cariño, en la comprensión, etc. Pero Dios nos puede ayudar a que las cosas vayan mejorando. En el caso de la madre de Benjamín, él cuando nació, ella no lo pudo bendecir, le puso un nombre que significa “hijo de mi tristeza, hijo de mi dolor, hijo de mi mano izquierda”, esto fue debido a las circunstancias físicas del parto de Raquel, se complicó de tal manera que no solo fue angustiante, sino que el alma se le salió del cuerpo, pero antes de morir maldijo a su hijo, en base a lo que ella estaba sintiendo.

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La analogía es entonces, que cuando un matrimonio nace en circunstancias en donde a los padres no les produce alegría, satisfacción y gozo de la decisión que su hijo(a) está tomando, porque a su parecer no es la persona indicada con la que se piensa casar, o porque interrumpió su carrera universitaria para casarse, o porque se está haciendo de una forma desordenada. Inconscientemente, los padres al no regocijarse por esta decisión, están maldiciendo el nacimiento del matrimonio de sus hijos. El día del nacimiento A muchos de nosotros se nos ha acostumbrado a celebrar el día en que nacimos, por lo cual es una fecha de festividad, sin embargo, algunos personajes de la Biblia, han maldecido el día en que nacieron. Si se puede bendecir o maldecir el día en que se nace, entonces la analogía es que también podemos bendecir o maldecir el día en que inició o nació nuestro matrimonio, por lo cual podemos llegar a bendecir o maldecir aquella fecha, de acuerdo a las circunstancias que estamos viviendo actualmente. En el capítulo 16 de Ezequiel, Dios compara a Israel con una mujer, en esta figura el esposo es Dios y la esposa es Jerusalén, y en este capítulo la mujer se desvía y se menciona cada una de las razones por las cuales sucedió esta desviación. Ezequiel 16:3-5 RV 1960 …y di: Así ha dicho Jehová el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue amorreo, y tu madre hetea. 4 Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas. 5 No hubo ojo que se compadeciese de ti para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste arrojada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste. El Señor le habla de dos cosas a Israel: de su origen, es decir, de sus ancestros, y del día de su nacimiento. Si seguimos con la analogía, el día del nacimiento representa el momento en que se da un matrimonio, considerando este pasaje, dice que fue lo que no se hizo con Jerusalén, y representan entonces las cuatro cosas que se deben hacer cuando un matrimonio nace. Ezequiel 16:4 PDT "Fuiste como un bebé abandonado al nacer. Nadie te cortó el cordón umbilical, nadie realizó la ceremonia de bañarte con agua para purificarte. Nadie te frotó con sal para desinfectarte ni te envolvió en pañales." Un comentario bíblico indica que aún en el último siglo, se frotaba a los bebés con sal para limpiar y para evitar infecciones. Ahora bien, este versículo nos dice que cuando hay un nacimiento, al bebé deberían cortarle el cordón umbilical, bañarle y luego ser desinfectado, posiblemente hoy día con otros métodos, para después ser envueltos en pañales. Esto significa que cuando los matrimonios no les hacen estas cuatro cosas, después de algún tiempo, empiezan a encontrar diferencias por las cuales pueden llegar hasta un divorcio. El momento en que una pareja se separa, es el momento cuando un matrimonio está muriendo, esto nos dice, que cuando una pareja fracasa y se separa, debe haber luto. Sin embargo, cuando una

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pareja se une en Cristo, este matrimonio nunca morirá porque para ellos no hay divorcio, es decir, muerte. Por eso debemos saber que si nuestro matrimonio inició cuando no conocíamos al Señor, al venir a Él, nacemos de nuevo a una esperanza viva y podemos llevar nuestro matrimonio a un nuevo nacimiento también. Aunque nacimos biológicamente en circunstancias difíciles, cuando nos encontramos con Cristo, nacimos de nuevo, lo mismo sucede con el matrimonio, puede volver a nacer aunque tengamos muchos años de estar casados. El tener cortado el cordón umbilical significa tener un vínculo con los ancestros o estar amarrados a la genética de nuestros padres. Cuando se inicia un matrimonio se debería cortar el cordón umbilical de ambos contrayentes para que no se les diga como el Señor le dijo a Jerusalén, “vienes de la tierra cananea y tu padre fue amorreo y tu madre hitita, por lo que traes costumbres paganas y te has estado alimentando y nutriendo de eso, pero cuando vienes al Señor, naces de nuevo y entonces tu vida será diferente, pues se rompe el cordón y todos aquellos pactos que hicieron tus ancestros serán cortados y ya no afectaran a tus generaciones”. Cuando se da el inicio de un matrimonio debería lavarlo, lo que significa un proceso de ministración; frotado con sal para que lo desinfecten de la contaminación del mundo. Estas cosas deben ser al inicio del matrimonio, porque si no, uno puedo contaminar al otro, deberían limpiarse, desinfectarse antes de unirse para que su matrimonio prospere y hasta sus hijos tengan bendición espiritual y material. Salmos 51:5 LBLA He aquí, yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre. David ya era rey de Israel cuando lo alcanza un pecado terrible, yendo al pasado, logra identificar el por qué había llegado hasta eso, y dice en este Salmo “yo nací en iniquidad”, eso significa que hay matrimonios que se formaron en pecado, o bien, hay matrimonios que después de muchos años de casados, de pronto les aparece una traición o infidelidad. Ahora bien, derivado de esto aquellos que aún no se han casado, pueden decidir iniciar su matrimonio con bendición y no con maldición, y para aquellos que iniciaron su matrimonio en pecado, existe la oportunidad de pedirle al Señor que perdone aquel pecado y pueda cambiar la maldición en bendición. Veamos el mismo versículo en otras versiones: BMN Ya nací en la culpa BLPH Yo, en la culpa fui engendrado BLA Tú ves que malo soy de nacimiento NTV Pues soy pecador de nacimiento TNM ¡Mira! Con error fui dado a luz Al hablar de culpa, podemos tomar el ejemplo de un hombre que deshonra a una mujer y así mismo, y producto de la fornicación queda embarazada la mujer, pero no están enamorados, sino que solo existía pasión. Pero empiezan a sentir culpa y esto se convierte en una obligación, lo cual los conduce a una boda sin amor, pero esto no es lo correcto. Este matrimonio, como otros, nacieron de la culpa, no del amor.

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Juan 9:1 LBLA Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Un hombre que nació ciego puede ser figura de matrimonios que nacen sin visión y sin expectativas. Hechos 3:2 LBLA Y había un hombre, cojo desde su nacimiento, al que llevaban y ponían diariamente a la puerta del templo llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban al templo. El cojo representa matrimonios que cuando nacieron tenían impedimentos para caminar. Este hombre tenía dependencias, aquellos que no logran adquirir una independencia sana, y siempre dependen de sus padres biológicos. En el caso del cojo, su dependencia lo llevó a un problema económico, por lo cual tenían que llevarlo al templo a pedir dinero. En el caso de los matrimonios, esto significa que le dan mayor importancia a las cosas materiales que a las espirituales y eso les impide entrar al templo y se quedan afuera siempre, son aquellos que aunque están en la iglesia, no pueden entrar en el fluir del Espíritu y siempre son espectadores. 1 Samuel 4:20-21 LBLA Al tiempo que moría, las mujeres que estaban junto a ella le dijeron: No temas, porque has dado a luz un hijo. Pero ella no respondió ni prestó atención. 21 Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Se ha ido la gloria de Israel!, por haber sido tomada el arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su marido. Esta mujer da a luz en momentos en que el arca del Pacto, es decir, la presencia de Dios se había perdido, por ello le pone por nombre a su hijo Icabod, o sea “Sin gloria”. Veamos ahora otros ejemplos donde los nacimientos fueron con bendición: Jueces 13:5 LBLA Pues he aquí, concebirás y darás a luz un hijo; no pasará navaja sobre su cabeza, porque el niño será nazareo para Dios desde el seno materno; y él comenzará a salvar a Israel de manos de los filisteos. Los nazareos eran hombre dedicados a Dios. La palabra significa dedicado, consagrado, apartado. Este niño representa los matrimonios que fueron dedicados a Dios desde su nacimiento, son aquellos que llegaron al altar honrando a Dios, a sus padres, a ellos mismos, a su pareja, a sus autoridades; ese matrimonio entonces es entregado a Dios. Lucas 1:14 LBLA Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento. Este versículo habla de muchos hogares que cuando se formaron provocaron alegría y gozo por las circunstancias en que se dio el matrimonio. Ahora bien, si meditamos en el día en que nació nuestro hogar, aunque no se haya dado en las mejores circunstancias y no sea grato recordarlo, aunque no hubiera una bendición de parte de nuestros padres y hubo circunstancias que marcaron para mal nuestro matrimonio; hoy podemos cambiar esto y pedirle al Señor que las maldiciones pronunciadas en contra de nuestro matrimonio, se conviertan en bendiciones.