EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

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Iglesia Evangélica Luterana de Colombia EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

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Iglesia Evangélica Luterana de Colombia

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Page 2: EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Iglesia Evangélica Luterana de ColombiaIELCO

SEDE ADMINISTRATIVACalle 75 No. 20C-54 / Tel: 212 5735 - Fax: 212 5714

E-mail: [email protected]

MINISTERIO DE EDUCACIÓN [email protected]

Equipo EditorialZulma OjedaNélida Mora

Diseño de Carátula: Herry Hernando Lozano M.

Diseño gráfico: Herry Hernando Lozano M.

Bogotá - ColombiaPrimera Edición

Todos los Derechos Reservados2019

“PARA QUE TENGAN VIDA Y PARA QUE LA TENGAN EN ABUNDANCIA”

GUÍA PARA EL DISCIPULADO CRISTIANOEl mundo en el cual vive su fe

3EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

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Iglesia Evangélica Luterana de ColombiaIELCO

SEDE ADMINISTRATIVACalle 75 No. 20C-54 / Tel: 212 5735 - Fax: 212 5714

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MINISTERIO DE EDUCACIÓN [email protected]

Equipo EditorialZulma OjedaNélida Mora

Diseño de Carátula: Herry Hernando Lozano M.

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Bogotá - ColombiaPrimera Edición

Todos los Derechos Reservados2019

“PARA QUE TENGAN VIDA Y PARA QUE LA TENGAN EN ABUNDANCIA”

GUÍA PARA EL DISCIPULADO CRISTIANOEl mundo en el cual vive su fe

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Como Ministerio de Educación de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia, damos gracias a Dios por permitirnos llevar las buenas nuevas de salvación y servir a las comunidades de IELCO, a través de la provisión de este material de discipulado que acompaña el trabajo de evangelismo.

Agradecemos al equipo colaborador que participó en la elaboración del material: Lic. Zulma Ojeda, Lic. Nélida Mora, Lic. Liria Andrea Suarez y Rev. Nelson Celis, quienes con amor y dedicación hicieron posible este trabajo.

A la Misión Evangélica Luterana de Finlandia (MELF), quienes aportan económicamente para que nuestros proyectos se puedan realizar.

AGRADECIMIENTOS

4

COLABORACIÓN

HAROLD LEVER ARANGO BLANDON:

Licenciado en Teología; Licenciado en Filosofía; Máster en Teología. Actualmente es docente en Teología y Biblia en Instituciones Teológicas en Bogotá.

ZULMA INEYDA OJEDA FERNÁNDEZ:

Licenciada en Educación Preescolar, Magister en Teología, con énfasis en Educación y Religión. Actualmente trabaja con IELCO como Coordinadora del Programa de “Formación Cristiana” y del proyecto “Formación y Liderazgo” del Ministerio de Educación. Escribió las lecciones

NÉLIDA MORA:

Licenciada en Pedagogía y Administración Educativa. Especialista en Filología e Idiomas y Psicolingüística. Actualmente colabora como maestra de Escuela Dominical, Servicio Luterano de Instrucción Teológica por Extensión (SELITE) y atiende la Misión Evangélica Luterana de Mosquera. Aportó la corrección lingüística y teológica de las lecciones del Proyecto.

LIRIA ANDREA SUÁREZ PRECIADO:

Teóloga. Directora del Proyecto “Global Young Reformers” de la Federación Luterana Mundial en Colombia.

NELSON CELIS:

Especialista en Infancia Cultura y Desarrollo; Licenciado en Teología; Estudios en Filosofía; Estudios en Lingüística Italiana; Diplomado en Formulación de Proyectos. Pastor de la IELCO.

Escribió las lecciones de la Cartilla número Uno: Viva Plenamente su Relación con Dios.

de la Cartilla número Dos : Dios nos ha Dado Dones Para Servirle.

Escribió las lecciones de la Cartilla número Tres: Somos Parte de una Comunidad Llamada Iglesia.

Escribió las lecciones de la Cartilla número Cuatro: El Mundo en el Cual Vive su Fe.

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Como Ministerio de Educación de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia, damos gracias a Dios por permitirnos llevar las buenas nuevas de salvación y servir a las comunidades de IELCO, a través de la provisión de este material de discipulado que acompaña el trabajo de evangelismo.

Agradecemos al equipo colaborador que participó en la elaboración del material: Lic. Zulma Ojeda, Lic. Nélida Mora, Lic. Liria Andrea Suarez y Rev. Nelson Celis, quienes con amor y dedicación hicieron posible este trabajo.

A la Misión Evangélica Luterana de Finlandia (MELF), quienes aportan económicamente para que nuestros proyectos se puedan realizar.

AGRADECIMIENTOS

4

COLABORACIÓN

HAROLD LEVER ARANGO BLANDON:

Licenciado en Teología; Licenciado en Filosofía; Máster en Teología. Actualmente es docente en Teología y Biblia en Instituciones Teológicas en Bogotá.

ZULMA INEYDA OJEDA FERNÁNDEZ:

Licenciada en Educación Preescolar, Magister en Teología, con énfasis en Educación y Religión. Actualmente trabaja con IELCO como Coordinadora del Programa de “Formación Cristiana” y del proyecto “Formación y Liderazgo” del Ministerio de Educación. Escribió las lecciones

NÉLIDA MORA:

Licenciada en Pedagogía y Administración Educativa. Especialista en Filología e Idiomas y Psicolingüística. Actualmente colabora como maestra de Escuela Dominical, Servicio Luterano de Instrucción Teológica por Extensión (SELITE) y atiende la Misión Evangélica Luterana de Mosquera. Aportó la corrección lingüística y teológica de las lecciones del Proyecto.

LIRIA ANDREA SUÁREZ PRECIADO:

Teóloga. Directora del Proyecto “Global Young Reformers” de la Federación Luterana Mundial en Colombia.

NELSON CELIS:

Especialista en Infancia Cultura y Desarrollo; Licenciado en Teología; Estudios en Filosofía; Estudios en Lingüística Italiana; Diplomado en Formulación de Proyectos. Pastor de la IELCO.

Escribió las lecciones de la Cartilla número Uno: Viva Plenamente su Relación con Dios.

de la Cartilla número Dos : Dios nos ha Dado Dones Para Servirle.

Escribió las lecciones de la Cartilla número Tres: Somos Parte de una Comunidad Llamada Iglesia.

Escribió las lecciones de la Cartilla número Cuatro: El Mundo en el Cual Vive su Fe.

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“PARA QUE TENGAN VIDA

Y PARA QUE LA TENGAN EN ABUNDANCIA”

Es un Proyecto de Discipulado y Consolidación del Trabajo del Ministerio de Evangelismo y Educación de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia – IELCO, para usarse como recurso en los procesos de evangelización de las Congregaciones, Misiones, Puntos de Predicación y otros. El material sigue un orden en el proceso de formación cristiana de las personas que han comenzado a congregarse y participan en nuestras comunidades.

El Proyecto de Discipulado y Consolidación, se desarrolla entre las personas: quien guía y quien participa en la formación bíblica, que tiene como meta el discipulado. El Proyecto se compone de textos bíblicos, como base del estudio y de las experiencias de vida y fe de los participantes. Introduce a los participantes en una aventura a través de la Biblia utilizando una serie de estudios, que con la ayuda del Espíritu Santo, guían y fortalecen la relación con Dios en su vida personal y con el prójimo.

PRÓLOGO

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El Ministerio de Educación de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia (IELCO), elaboró el Proyecto de Discipulado y Consolidación, que tiene como meta el discipulado de personas que empiezan a participar en las diferentes Comunidades de la IELCO. El material tiene como marco teórico los principios bíblicos teológicos de la IELCO, cuyo fin es el conocimiento y vivencia de La Biblia. El Proyecto contiene cuatro Cartillas. Cada una se desarrolla en temas con sus respectivas lecciones.

La Cartilla número Uno: “Viva Plenamente su Relación con Dios.” Consta de tres temas: Uno: ”Dios Nos Invita a Reconciliarnos.” Tema Dos: ”El Espíritu Santo Guía Nuestra Vida.” Tema Tres: ”Guía en Nuestra Experiencia de Fe.”

La Cartilla número Dos: “Dios Nos ha Dado Dones Para Servirle.” Consta de cuatro temas: Tema Uno: Los Dones, Evidencia de Dios en Nuestra Vida. Tema Dos: Nuestros Dones y Vocación en el Ministerio de la Iglesia. Tema Tres: Aprovechando Nuestras Capacidades para el Liderazgo Eclesial. Tema Cuatro: Lo que hemos aprendido compartámoslo con otros.

La Cartilla número Tres: “Somos Parte de una Comunidad Llamada Iglesia.” Consta de cinco temas: Tema Uno: La historia de cual ahora somos parte. Tema Dos: La Misión y Visión que nos une. Tema Tres: Conozca La Estructura y Forma de Gobierno de su Iglesia. Tema Cuatro: El Culto: Espacio Comunitario para Celebrar Nuestra Fe. Tema Cinco: Su Iglesia en Relación con Otras Familias confesionales.

La Cartilla número Cuatro: “El Mundo en el Cual Vive su Fe” Consta de tres temas: Tema Uno: La Tarea de su Iglesia en un Mundo Lleno de Injusticias. Tema Dos: La Naturaleza También Clama. Tema Tres: Diaconía: Respuesta de la Iglesia a los Retos de su Contexto.

Oramos a Dios para que estas cartillas sean herramientas de bendición a quienes las utilicen.

INTRODUCCIÓN

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“PARA QUE TENGAN VIDA

Y PARA QUE LA TENGAN EN ABUNDANCIA”

Es un Proyecto de Discipulado y Consolidación del Trabajo del Ministerio de Evangelismo y Educación de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia – IELCO, para usarse como recurso en los procesos de evangelización de las Congregaciones, Misiones, Puntos de Predicación y otros. El material sigue un orden en el proceso de formación cristiana de las personas que han comenzado a congregarse y participan en nuestras comunidades.

El Proyecto de Discipulado y Consolidación, se desarrolla entre las personas: quien guía y quien participa en la formación bíblica, que tiene como meta el discipulado. El Proyecto se compone de textos bíblicos, como base del estudio y de las experiencias de vida y fe de los participantes. Introduce a los participantes en una aventura a través de la Biblia utilizando una serie de estudios, que con la ayuda del Espíritu Santo, guían y fortalecen la relación con Dios en su vida personal y con el prójimo.

PRÓLOGO

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El Ministerio de Educación de la Iglesia Evangélica Luterana de Colombia (IELCO), elaboró el Proyecto de Discipulado y Consolidación, que tiene como meta el discipulado de personas que empiezan a participar en las diferentes Comunidades de la IELCO. El material tiene como marco teórico los principios bíblicos teológicos de la IELCO, cuyo fin es el conocimiento y vivencia de La Biblia. El Proyecto contiene cuatro Cartillas. Cada una se desarrolla en temas con sus respectivas lecciones.

La Cartilla número Uno: “Viva Plenamente su Relación con Dios.” Consta de tres temas: Uno: ”Dios Nos Invita a Reconciliarnos.” Tema Dos: ”El Espíritu Santo Guía Nuestra Vida.” Tema Tres: ”Guía en Nuestra Experiencia de Fe.”

La Cartilla número Dos: “Dios Nos ha Dado Dones Para Servirle.” Consta de cuatro temas: Tema Uno: Los Dones, Evidencia de Dios en Nuestra Vida. Tema Dos: Nuestros Dones y Vocación en el Ministerio de la Iglesia. Tema Tres: Aprovechando Nuestras Capacidades para el Liderazgo Eclesial. Tema Cuatro: Lo que hemos aprendido compartámoslo con otros.

La Cartilla número Tres: “Somos Parte de una Comunidad Llamada Iglesia.” Consta de cinco temas: Tema Uno: La historia de cual ahora somos parte. Tema Dos: La Misión y Visión que nos une. Tema Tres: Conozca La Estructura y Forma de Gobierno de su Iglesia. Tema Cuatro: El Culto: Espacio Comunitario para Celebrar Nuestra Fe. Tema Cinco: Su Iglesia en Relación con Otras Familias confesionales.

La Cartilla número Cuatro: “El Mundo en el Cual Vive su Fe” Consta de tres temas: Tema Uno: La Tarea de su Iglesia en un Mundo Lleno de Injusticias. Tema Dos: La Naturaleza También Clama. Tema Tres: Diaconía: Respuesta de la Iglesia a los Retos de su Contexto.

Oramos a Dios para que estas cartillas sean herramientas de bendición a quienes las utilicen.

INTRODUCCIÓN

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Page 8: EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Tema 1 La tarea de su iglesia

en un mundo lleno de injusticias

La acogida, el cuidado y preocupación por los que sirven a Dios, aún en medio de las adversidades, es tarea de la comunidad de fe. Velar por el bienestar de cada uno de sus miembros y procurar ser de apoyo cuando lo requieren, es prueba de la vivencia del amor de Dios con los hermanos y hermanas.

La invitación central de este primer tema es contribuir en el fortalecimiento de su iglesia doméstica, su comunidad de base, su familia en la fe; velar por aquellos cercanos, para así, fortalecidos, poder llevar la misión más allá. Que la iglesia sea pues, reflejo de la unidad que vive Cristo con el Padre, y allí todos sepan su nombre, conozcan su vida y caminen con usted, porque realmente le consideran hermano. Que la iglesia crezca, en la medida del amor que es capaz de vivir y de la fe que puede coherentemente profesar.

Agradezca a Dios incansablemente por su familia, por la comunidad de fe de la que forma parte y en la cual desarrolla la misión a la que Él le ha llamado. Pídale que le permita servir con ánimo y propiciar habilidades para el cuidado mutuo como hermanas y hermanos, para dar testimonio de Su amor. No se canse de trabajar fielmente por la extensión del Reino y el conocimiento pleno del Evangelio de Cristo, para que el mundo crea en Él y viva la vida abundante y la paz que nos ha dado. Ponga todas sus acciones en Sus manos, siempre en el nombre de Jesucristo Nuestro Señor.

Podemos sentirnos tranquilos al saber que el nuestro, no es un Dios que se quede callado, antes bien, nos mueve por su gracia a gritar y denunciar las injusticias, para disponer el corazón de todo el género humano a su transformación en Él y a recibir Su Evangelio.

Queremos que nuestra voz sea oída por los poderosos del mundo, por aquellos que en la miseria de su corazón se han hecho los sordos ante el dolor que han causado: han explotado al pobre, han oprimido al indefenso, han robado el fruto del trabajo del humilde y se han engordado con la vida que extraen de quienes les sirven por un mezquino sueldo.

Primera Lección: Ser profetas hoy

Observe lo que sucede...Colombia es uno de los países que registra los mayores índices de violación de los

Derechos Humanos, a la vez que de impunidad: desplazamiento forzado, violencia sexual, persecución política, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, denuncias de las comunidades no atendidas, trata de personas con fines de explotación sexual, laboral, acoso y discriminación por cuestiones de género; sólo por citar algunas situaciones que desconocen los derechos fundamentales.

Las violencias en Colombia, presentes a lo largo de toda nuestra historia, están de tal modo naturalizada, que es difícil conocer algún nacional que no las haya vivido, y que no las considere parte de su vida, como si de anécdotas se tratara. De igual manera, la capacidad de asombro y respuesta solidaria, así como la sensibilidad hacia quien sufren violencias que deberían mover a compasión, van ausentándose de los elementos idiosincráticos del pueblo Colombiano.

Entre los grupos poblacionales que más padecen las diversas violencias se encuentran los niños y niñas, las mujeres y las minorías étnicas, así como personas que abiertamente han expresado su sexualidad fuera de los "estándares".

¿Qué determina que parezcamos "condenados" a vivir en este contexto caracterizado por las diversas violencias? ¿Cuál ha de ser el camino a seguir para, como mensajeros del mundo actual, trabajar por la superación de nuestra cruenta historia y construir una nación reconciliada y en paz?.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …

Sobre la importancia de nuestra misión: Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís. Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio; quizá Jehová Dios de los ejércitos tendrá piedad del remanente de José." Amós 5:14-15; 1ª Corintios 15:58.

En contextos de injusticia y conflictos que afectan al ser humano y al resto de la creación, ser iglesia es más que engrosar numéricamente un libro de membresía u ocupar una banca cada domingo durante el servicio religioso. Hay un compromiso radical con el seguimiento de Cristo, en el desarrollo de la misión a la que nos ha llamado, pero principalmente desde el ámbito doméstico: nos hacemos prójimo, en primer lugar, de aquellos con quienes compartimos la vida, nos ocupamos de cuidar y fortalecer a cada persona con quien se desarrollan nuestras actividades cotidianas y después, obviamente, la misión logra mayor alcance, se extiende y trasciende el ambiente familiar y comunitario.

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Tema 1 La tarea de su iglesia

en un mundo lleno de injusticias

La acogida, el cuidado y preocupación por los que sirven a Dios, aún en medio de las adversidades, es tarea de la comunidad de fe. Velar por el bienestar de cada uno de sus miembros y procurar ser de apoyo cuando lo requieren, es prueba de la vivencia del amor de Dios con los hermanos y hermanas.

La invitación central de este primer tema es contribuir en el fortalecimiento de su iglesia doméstica, su comunidad de base, su familia en la fe; velar por aquellos cercanos, para así, fortalecidos, poder llevar la misión más allá. Que la iglesia sea pues, reflejo de la unidad que vive Cristo con el Padre, y allí todos sepan su nombre, conozcan su vida y caminen con usted, porque realmente le consideran hermano. Que la iglesia crezca, en la medida del amor que es capaz de vivir y de la fe que puede coherentemente profesar.

Agradezca a Dios incansablemente por su familia, por la comunidad de fe de la que forma parte y en la cual desarrolla la misión a la que Él le ha llamado. Pídale que le permita servir con ánimo y propiciar habilidades para el cuidado mutuo como hermanas y hermanos, para dar testimonio de Su amor. No se canse de trabajar fielmente por la extensión del Reino y el conocimiento pleno del Evangelio de Cristo, para que el mundo crea en Él y viva la vida abundante y la paz que nos ha dado. Ponga todas sus acciones en Sus manos, siempre en el nombre de Jesucristo Nuestro Señor.

Podemos sentirnos tranquilos al saber que el nuestro, no es un Dios que se quede callado, antes bien, nos mueve por su gracia a gritar y denunciar las injusticias, para disponer el corazón de todo el género humano a su transformación en Él y a recibir Su Evangelio.

Queremos que nuestra voz sea oída por los poderosos del mundo, por aquellos que en la miseria de su corazón se han hecho los sordos ante el dolor que han causado: han explotado al pobre, han oprimido al indefenso, han robado el fruto del trabajo del humilde y se han engordado con la vida que extraen de quienes les sirven por un mezquino sueldo.

Primera Lección: Ser profetas hoy

Observe lo que sucede...Colombia es uno de los países que registra los mayores índices de violación de los

Derechos Humanos, a la vez que de impunidad: desplazamiento forzado, violencia sexual, persecución política, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, denuncias de las comunidades no atendidas, trata de personas con fines de explotación sexual, laboral, acoso y discriminación por cuestiones de género; sólo por citar algunas situaciones que desconocen los derechos fundamentales.

Las violencias en Colombia, presentes a lo largo de toda nuestra historia, están de tal modo naturalizada, que es difícil conocer algún nacional que no las haya vivido, y que no las considere parte de su vida, como si de anécdotas se tratara. De igual manera, la capacidad de asombro y respuesta solidaria, así como la sensibilidad hacia quien sufren violencias que deberían mover a compasión, van ausentándose de los elementos idiosincráticos del pueblo Colombiano.

Entre los grupos poblacionales que más padecen las diversas violencias se encuentran los niños y niñas, las mujeres y las minorías étnicas, así como personas que abiertamente han expresado su sexualidad fuera de los "estándares".

¿Qué determina que parezcamos "condenados" a vivir en este contexto caracterizado por las diversas violencias? ¿Cuál ha de ser el camino a seguir para, como mensajeros del mundo actual, trabajar por la superación de nuestra cruenta historia y construir una nación reconciliada y en paz?.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …

Sobre la importancia de nuestra misión: Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís. Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio; quizá Jehová Dios de los ejércitos tendrá piedad del remanente de José." Amós 5:14-15; 1ª Corintios 15:58.

En contextos de injusticia y conflictos que afectan al ser humano y al resto de la creación, ser iglesia es más que engrosar numéricamente un libro de membresía u ocupar una banca cada domingo durante el servicio religioso. Hay un compromiso radical con el seguimiento de Cristo, en el desarrollo de la misión a la que nos ha llamado, pero principalmente desde el ámbito doméstico: nos hacemos prójimo, en primer lugar, de aquellos con quienes compartimos la vida, nos ocupamos de cuidar y fortalecer a cada persona con quien se desarrollan nuestras actividades cotidianas y después, obviamente, la misión logra mayor alcance, se extiende y trasciende el ambiente familiar y comunitario.

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De alguna manera, el modelo de iglesia doméstica, de familia o comunidad de fe, con no más de 50 miembros, garantiza cercanía, involucramiento con la realidad del hermano, apoyo mutuo y una organización horizontal funcional. La masificación en la iglesia, roba el espíritu de unidad y fraternal cercanía. La aglomeración en el culto, hace de la fiesta del encuentro, un evento individualista y a la vez despersonalizado. La predicación de la Palabra se constituye en la conferencia de un orador, sin diálogo, sin interpretación comunitaria; sólo un discurso, quizá bueno, pero que no quiere ser retroalimentado ni compartido desde varias voces.

Hoy denunciamos el mal que envuelve la humanidad y a quienes lo han originado, pero queremos también, que quienes han ido perdiendo la esperanza, la recuperen en Dios: para ellos es también nuestro grito, que sepan que Él muestra su misericordia para con ellos, que no los ha olvidado, ni guarda silencio ante su sufrimiento. Si callamos, la bondad de Dios no sería puesta de manifiesto y el malvado impondría su régimen de terror; pero nos ha dado Dios potestad para obrar en su nombre, y el poder que nos concede al hacernos sus hijos nos saca de la pasividad y nos mueve a la acción transformadora.

No podemos quedarnos de brazos cruzados ante la realidad del mundo: niños que pasan hambre, madres que sufren el abandono, hombres conducidos por la fuerza a la guerra, destrucción de la naturaleza y saqueo de los bienes de la tierra, apropiación del pan de los hijos de Dios, gobernantes despiadados que pisotean los derechos del pueblo, corrupción, miseria, violencia... ¡Cuánta tristeza!, ¡cuánta desolación!, nuestra voz debe ser oída; la voz que lleva la Palabra de esperanza y que es a la vez oración, denuncia, y buena nueva. Si no habláramos nosotros, dice Jesús, "las piedras clamarían" (Lucas 19:40).

Ante los corazones de roca retumba nuestro clamor, ante la desesperanza del mundo, resuena nuestro grito; para quienes saben esperar y confían en Dios, sea nuestro mensaje de consuelo; para toda la Creación, anunciamos la paz y esperamos que el Espíritu Santo la renueve y todos conozcan y se alegren en la obra de Sus manos. El pueblo de Dios somos mensajeros de su Reino y del nuevo pacto, oramos ante Él, sirviéndole en santidad y justicia, en el nombre de Cristo Jesús. Ejerzamos nuestro quehacer según nos lo enseña Marcos 16:15 y la misericordia de Dios y su fidelidad, según Lucas 1:72-253.

Por eso… Dios le invita a continuar congregándose y como iglesia animarse mutuamente para el servicio frente a las necesidades del prójimo. La iglesia debe vivir su misión profética y por ello está inmersa en el mundo, acompañando el dolor del pueblo, se congrega en el templo, pero sólo puede vivir el Evangelio fuera del mismo templo.

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No hay verdadera iglesia, si no hay vivencia de la compasión, si no se camina junto a quienes claman justicia, si no se acompaña la causa del pobre y del oprimido. Hebreos

10:24-25; Sobre nuestra respuesta al amor de Dios: Romanos 12:2. Sobre la fe comprometida: Juan 16:33.

No "desconectarse" de las situaciones del mundo en el que vive, de modo que pueda actuar en medio de ellas para contribuir en su transformación y esto, siempre en comunidad.

Elabore una cartelera o infografía que recoja las principales situaciones problemáticas o características del contexto en el que se encuentra inmersa su comunidad de fe; agregando aquellas posibles acciones que usted, junto con la iglesia misma podría desarrollar para transformar tales problemáticas. Se vale soñar, pero que esto no nos distraiga de la labor que efectivamente se puede desarrollar. Aterrice sus propuestas de modo que pueda llevarlas a buen término. Recuerde que los grandes problemas se enfrentan con acciones sencillas pero de impacto acompañadas de compromiso. No proponga cosas que no se enmarquen en su propia capacidad de ejecución. Preséntela ante la comunidad o el grupo de discipulado al comenzar el siguiente encuentro.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…

10 EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE 11EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

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De alguna manera, el modelo de iglesia doméstica, de familia o comunidad de fe, con no más de 50 miembros, garantiza cercanía, involucramiento con la realidad del hermano, apoyo mutuo y una organización horizontal funcional. La masificación en la iglesia, roba el espíritu de unidad y fraternal cercanía. La aglomeración en el culto, hace de la fiesta del encuentro, un evento individualista y a la vez despersonalizado. La predicación de la Palabra se constituye en la conferencia de un orador, sin diálogo, sin interpretación comunitaria; sólo un discurso, quizá bueno, pero que no quiere ser retroalimentado ni compartido desde varias voces.

Hoy denunciamos el mal que envuelve la humanidad y a quienes lo han originado, pero queremos también, que quienes han ido perdiendo la esperanza, la recuperen en Dios: para ellos es también nuestro grito, que sepan que Él muestra su misericordia para con ellos, que no los ha olvidado, ni guarda silencio ante su sufrimiento. Si callamos, la bondad de Dios no sería puesta de manifiesto y el malvado impondría su régimen de terror; pero nos ha dado Dios potestad para obrar en su nombre, y el poder que nos concede al hacernos sus hijos nos saca de la pasividad y nos mueve a la acción transformadora.

No podemos quedarnos de brazos cruzados ante la realidad del mundo: niños que pasan hambre, madres que sufren el abandono, hombres conducidos por la fuerza a la guerra, destrucción de la naturaleza y saqueo de los bienes de la tierra, apropiación del pan de los hijos de Dios, gobernantes despiadados que pisotean los derechos del pueblo, corrupción, miseria, violencia... ¡Cuánta tristeza!, ¡cuánta desolación!, nuestra voz debe ser oída; la voz que lleva la Palabra de esperanza y que es a la vez oración, denuncia, y buena nueva. Si no habláramos nosotros, dice Jesús, "las piedras clamarían" (Lucas 19:40).

Ante los corazones de roca retumba nuestro clamor, ante la desesperanza del mundo, resuena nuestro grito; para quienes saben esperar y confían en Dios, sea nuestro mensaje de consuelo; para toda la Creación, anunciamos la paz y esperamos que el Espíritu Santo la renueve y todos conozcan y se alegren en la obra de Sus manos. El pueblo de Dios somos mensajeros de su Reino y del nuevo pacto, oramos ante Él, sirviéndole en santidad y justicia, en el nombre de Cristo Jesús. Ejerzamos nuestro quehacer según nos lo enseña Marcos 16:15 y la misericordia de Dios y su fidelidad, según Lucas 1:72-253.

Por eso… Dios le invita a continuar congregándose y como iglesia animarse mutuamente para el servicio frente a las necesidades del prójimo. La iglesia debe vivir su misión profética y por ello está inmersa en el mundo, acompañando el dolor del pueblo, se congrega en el templo, pero sólo puede vivir el Evangelio fuera del mismo templo.

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No hay verdadera iglesia, si no hay vivencia de la compasión, si no se camina junto a quienes claman justicia, si no se acompaña la causa del pobre y del oprimido. Hebreos

10:24-25; Sobre nuestra respuesta al amor de Dios: Romanos 12:2. Sobre la fe comprometida: Juan 16:33.

No "desconectarse" de las situaciones del mundo en el que vive, de modo que pueda actuar en medio de ellas para contribuir en su transformación y esto, siempre en comunidad.

Elabore una cartelera o infografía que recoja las principales situaciones problemáticas o características del contexto en el que se encuentra inmersa su comunidad de fe; agregando aquellas posibles acciones que usted, junto con la iglesia misma podría desarrollar para transformar tales problemáticas. Se vale soñar, pero que esto no nos distraiga de la labor que efectivamente se puede desarrollar. Aterrice sus propuestas de modo que pueda llevarlas a buen término. Recuerde que los grandes problemas se enfrentan con acciones sencillas pero de impacto acompañadas de compromiso. No proponga cosas que no se enmarquen en su propia capacidad de ejecución. Preséntela ante la comunidad o el grupo de discipulado al comenzar el siguiente encuentro.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…

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12 EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE 13EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Observe lo que sucede...Colombia ha dado un paso hacia delante en su historia, al lograr que la

institucionalidad dé respuesta al clamor de un pueblo que desde siempre ha clamado "¡Paz!" y promueva el diálogo con los actores del conflicto armado. Firmar acuerdos para lograr la paz, es el primer esfuerzo, comenzar a desarrollarlos y cumplir lo que postulan, implica mayor compromiso y voluntad política; mas el objetivo que se espera a futuro es lograr la reconciliación.

Sin embargo, es claro que, para propiciar escenarios para el diálogo, la paz y la reconciliación, se debe trabajar incansablemente, desde todos los frentes para lograr la justicia social. "No habrá paz sin justicia social", es la consigna del pueblo de Dios y, ciertamente, la realidad del país nos muestra con crudeza que estamos lejos de lograr reducir las injusticias, superar las brechas entre oprimidos y opresores, entre generadores de desigualdad y víctimas del modelo económico deshumanizado.

La supuesta reducción de la pobreza durante las últimas décadas en Colombia, si bien es un hecho referido con cifras "perfectas" por las fuentes de la institucionalidad, que pretenden hacer parecer que la situación económica de los colombianos ha mejorado, no logra alcanzar cifras que reflejen verdaderos procesos en la disminución de la desigualdad, mejora en las condiciones de vida y consecuente bienestar integral para la mayoría de los compatriotas.

La opción de Jesús por los pobres, es una invitación directa a trabajar por la justicia e impulsa a cada discípulo suyo a hacerla su causa, el procurar con sus medios, talentos y la ayuda del Señor mismo, el bienestar propio; y para quien no lo tiene, en un sistema donde predomine la solidaridad, donde el trabajo y su producto sean comunitarios y la vida plena se manifieste en cada criatura.

Segunda Lección: Opción por los pobres y búsqueda de la Justicia

Escuche lo que nos enseña la Biblia …Sobre la anhelada paz y la justicia: Salmo 12:5; 146:7; Zacarías 9:10b; Lucas 18:7; Hechos 10:34-36.

Parte de la estrategia de engaño que el sistema socio económico y político que la mayoría del mundo dominante utiliza con la humanidad, consiste en hacerle creer que la

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pobreza es consecuencia de la falta de compromiso y de esfuerzo por quien la padece y que los pobres viven lo que merecen. Incluso algunos enajenados argumentan que Jesús valida la existencia de ésta cuando afirma "Porque ustedes siempre tendrán a los pobres, pero a mí no siempre me tendrán." (Mateo 26:11), dando a entender que Dios quiere que la pobreza, como condición del ser humano exista hasta el fin de los tiempos, mas no es a la pobreza como consecuencia de la inequidad, la explotación y la acumulación de unos que afecta a otros, a la que se refiere el Maestro, ni es su voluntad que prevalezca; antes bien toda la Escritura insta a buscar la justicia y a acudir en ayuda del pobre y desvalido, para que por misericordia pueda superar su condición.

Los pobres de los que habla el Evangelio, están asociados a quien no tiene a Dios en su vida, quien necesita conocerlo y sentirlo presente obrando en su historia: de éstos siempre habrá y, quizá, de los otros también, mas no porque Dios lo desee así o lo ordene, sino porque la humanidad que crea y perpetúa estructuras de injusticia, no conoce la ley perfecta de Dios y así lo promueve y permite.

No hay un modelo económico perfecto, pero sí el deseo de Dios de que tengamos un corazón puro; que nuestra vida, guiada por el Espíritu, sea santa; y que el amor, como ley suprema, nos mueva al servicio y nos lleve a denunciar la opresión y anunciar buenas nuevas a la humanidad sufriente, que alejada de Dios está perdida, pero en Él, halla su salvación.

No hay un modelo económico perfecto, pero sí el mandato del Señor de practicar la misericordia, de actuar movidos por la compasión y de seguir su ejemplo en la entrega por el prójimo y el compromiso con el Reino que ya ha establecido entre nosotros.

Decir que en el pobre y excluido no siempre está el Señor, es dudar de sus palabras cuando afirma "todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron. Todo lo que no hicieron por uno de estos más pequeños, tampoco por mí lo hicieron." (Mateo 25:40.45). Pensar que la pobreza está justificada es apartarse de Aquél que derroca del trono a los poderosos, y pone en alto a los humildes; a los hambrientos los colma de bienes, y a los ricos los deja con las manos vacías. (Lucas 1:52-53).

Sobre el camino que debemos seguir: Romanos 12:21; Deuteronomio 15:7; 1ª Juan 3:17.

Mas en tanto la humanidad es transformada, nuestra motivación para seguir sirviendo a Dios, en el anuncio de su Evangelio, nos la da el apóstol Pablo, quien nos enseña a adecuarnos a cada situación de la vida (Filipenses 4:12-13) y, además, en las palabras que dirige al joven Timoteo en 1ª Timoteo 6:6-10).

Dios nos invita a no endurecer el corazón, a optar preferencialmente por el servicio al

Page 13: EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

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12 EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE 13EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Observe lo que sucede...Colombia ha dado un paso hacia delante en su historia, al lograr que la

institucionalidad dé respuesta al clamor de un pueblo que desde siempre ha clamado "¡Paz!" y promueva el diálogo con los actores del conflicto armado. Firmar acuerdos para lograr la paz, es el primer esfuerzo, comenzar a desarrollarlos y cumplir lo que postulan, implica mayor compromiso y voluntad política; mas el objetivo que se espera a futuro es lograr la reconciliación.

Sin embargo, es claro que, para propiciar escenarios para el diálogo, la paz y la reconciliación, se debe trabajar incansablemente, desde todos los frentes para lograr la justicia social. "No habrá paz sin justicia social", es la consigna del pueblo de Dios y, ciertamente, la realidad del país nos muestra con crudeza que estamos lejos de lograr reducir las injusticias, superar las brechas entre oprimidos y opresores, entre generadores de desigualdad y víctimas del modelo económico deshumanizado.

La supuesta reducción de la pobreza durante las últimas décadas en Colombia, si bien es un hecho referido con cifras "perfectas" por las fuentes de la institucionalidad, que pretenden hacer parecer que la situación económica de los colombianos ha mejorado, no logra alcanzar cifras que reflejen verdaderos procesos en la disminución de la desigualdad, mejora en las condiciones de vida y consecuente bienestar integral para la mayoría de los compatriotas.

La opción de Jesús por los pobres, es una invitación directa a trabajar por la justicia e impulsa a cada discípulo suyo a hacerla su causa, el procurar con sus medios, talentos y la ayuda del Señor mismo, el bienestar propio; y para quien no lo tiene, en un sistema donde predomine la solidaridad, donde el trabajo y su producto sean comunitarios y la vida plena se manifieste en cada criatura.

Segunda Lección: Opción por los pobres y búsqueda de la Justicia

Escuche lo que nos enseña la Biblia …Sobre la anhelada paz y la justicia: Salmo 12:5; 146:7; Zacarías 9:10b; Lucas 18:7; Hechos 10:34-36.

Parte de la estrategia de engaño que el sistema socio económico y político que la mayoría del mundo dominante utiliza con la humanidad, consiste en hacerle creer que la

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pobreza es consecuencia de la falta de compromiso y de esfuerzo por quien la padece y que los pobres viven lo que merecen. Incluso algunos enajenados argumentan que Jesús valida la existencia de ésta cuando afirma "Porque ustedes siempre tendrán a los pobres, pero a mí no siempre me tendrán." (Mateo 26:11), dando a entender que Dios quiere que la pobreza, como condición del ser humano exista hasta el fin de los tiempos, mas no es a la pobreza como consecuencia de la inequidad, la explotación y la acumulación de unos que afecta a otros, a la que se refiere el Maestro, ni es su voluntad que prevalezca; antes bien toda la Escritura insta a buscar la justicia y a acudir en ayuda del pobre y desvalido, para que por misericordia pueda superar su condición.

Los pobres de los que habla el Evangelio, están asociados a quien no tiene a Dios en su vida, quien necesita conocerlo y sentirlo presente obrando en su historia: de éstos siempre habrá y, quizá, de los otros también, mas no porque Dios lo desee así o lo ordene, sino porque la humanidad que crea y perpetúa estructuras de injusticia, no conoce la ley perfecta de Dios y así lo promueve y permite.

No hay un modelo económico perfecto, pero sí el deseo de Dios de que tengamos un corazón puro; que nuestra vida, guiada por el Espíritu, sea santa; y que el amor, como ley suprema, nos mueva al servicio y nos lleve a denunciar la opresión y anunciar buenas nuevas a la humanidad sufriente, que alejada de Dios está perdida, pero en Él, halla su salvación.

No hay un modelo económico perfecto, pero sí el mandato del Señor de practicar la misericordia, de actuar movidos por la compasión y de seguir su ejemplo en la entrega por el prójimo y el compromiso con el Reino que ya ha establecido entre nosotros.

Decir que en el pobre y excluido no siempre está el Señor, es dudar de sus palabras cuando afirma "todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron. Todo lo que no hicieron por uno de estos más pequeños, tampoco por mí lo hicieron." (Mateo 25:40.45). Pensar que la pobreza está justificada es apartarse de Aquél que derroca del trono a los poderosos, y pone en alto a los humildes; a los hambrientos los colma de bienes, y a los ricos los deja con las manos vacías. (Lucas 1:52-53).

Sobre el camino que debemos seguir: Romanos 12:21; Deuteronomio 15:7; 1ª Juan 3:17.

Mas en tanto la humanidad es transformada, nuestra motivación para seguir sirviendo a Dios, en el anuncio de su Evangelio, nos la da el apóstol Pablo, quien nos enseña a adecuarnos a cada situación de la vida (Filipenses 4:12-13) y, además, en las palabras que dirige al joven Timoteo en 1ª Timoteo 6:6-10).

Dios nos invita a no endurecer el corazón, a optar preferencialmente por el servicio al

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pobre, desvalido y excluido, a buscar que la justicia sea una realidad para la humanidad y a anunciar la esperanza en Cristo y los bienes de su Reino, en tanto nuestra confianza está puesta en el mismo Señor, que obra a través nuestro y nos hace ver su luz para encontrarlo en cada hermana y hermano que se cruza en nuestro camino.

La Biblia dice "Dar algo al pobre es dárselo al Señor; el Señor sabe pagar el bien que se hace." (Proverbios 19:17). Dé a Dios todo su corazón, toda su alma, toda su mente, todas sus fuerzas y en el amor mismo hallará su recompensa.

Confiar en el Evangelio del Señor y esperar en sus promesas, en tanto trabaja por la justicia, la paz y la reconciliación, en esta tierra que le ha sido otorgada para que usted y su descendencia la habiten, preservando la vida y en fiel obediencia a Dios.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…Usted tiene la posibilidad y la obligación de comenzar a transformar el contexto en que

vive y en el que se encuentra su comunidad de fe: ya conoce las principales problemáticas del sector en el que vive. Organice, pues, junto con otros miembros de la iglesia, acciones que permitan resolverlas y mejoren las condiciones de vida de las personas del entorno, o por lo menos, que muevan a la comunidad para que asuma el compromiso con la transformación de tales condiciones. Las acciones pueden ser: realizar campañas para visibilizar las problemáticas que requieren respuestas urgentes; convocar reuniones con vecinos para elaborar proyectos de mejoras; apoyar la elaboración de derechos de petición y/o solicitudes respetuosas ante entidades estatales, frente a derechos que están siendo vulnerados; organizar capacitaciones sobre temas de resolución de conflictos; preparar acciones solidarias, que favorezcan a la población vulnerable, entre otras.

Dios ha prometido vida en abundancia. Su promesa es hecho cumplido para quienes le aman, pero ¿cómo lograr que esta realidad alcance a todos? ¿Cómo tocar el corazón de los más favorecidos por el sistema, para que sean solidarios con los explotados y oprimidos? ¿Cómo desbaratar la cadena de miseria que amarra la mayor parte de la humanidad y que es cada vez más apretada por unos pocos desalmados que no conocen a Dios?

Tercera Lección: Vida en abundancia

Observe lo que sucede...¿Hasta cuándo el ser humano se mantendrá en la necedad y la rebeldía que lo alejan

de Dios? Humanos que viven hacinados con familia y trastes en menos de 20 metros cuadrados, los más "favorecidos" entre los pobres, habitan en espacios reducidos de 35 a 50 metros cuadrados, en edificios que más parecen colmenas, en las márgenes de las ciudades, sin parques, sin bosques, sin vías de acceso adecuadas, con las deudas que los agobian, viendo por su ventana a las ventanas de otros que los mantiene en esperanza, pues viven peor que ellos. A esto llaman progreso, vida digna y le dicen bienestar.

Hay infinidad de historias de personas que aman profundamente a Dios, que oran de día y de noche, que asisten a culto, leen la Biblia, pero que, a pesar de sus esfuerzos, no encuentran empleo digno, abren la nevera y está vacía, ellos y sus hijos pasan la jornada con un poco de café y algunos granos de arroz. Gente de fe que trabaja más de 10 horas e invierte de 3 a 4 horas adicionales cada día en desplazarse, así cada día hasta el fin de mes y cuando reciben un mísero salario, ya lo deben por completo. Llegan a casa a pensar qué preparar para comer el día siguiente, ver la televisión que les hace olvidar por un momento sus carencias y descansar unas pocas horas, para retomar monótonamente el ritmo al día siguiente, horas antes de que el sol asome.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …Leamos y meditemos: Isaías 1:17; Santiago 2.15-16.

Viajar por la ciudad es contemplar un cuadro impresionista, donde la lluvia ambienta la mezcla de tristeza, frustración y alguna pizca de esperanza. Los sueños no se alejan, pero sabido es por todos, que tampoco se alcanzan. ¿Cuándo el ser humano

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pobre, desvalido y excluido, a buscar que la justicia sea una realidad para la humanidad y a anunciar la esperanza en Cristo y los bienes de su Reino, en tanto nuestra confianza está puesta en el mismo Señor, que obra a través nuestro y nos hace ver su luz para encontrarlo en cada hermana y hermano que se cruza en nuestro camino.

La Biblia dice "Dar algo al pobre es dárselo al Señor; el Señor sabe pagar el bien que se hace." (Proverbios 19:17). Dé a Dios todo su corazón, toda su alma, toda su mente, todas sus fuerzas y en el amor mismo hallará su recompensa.

Confiar en el Evangelio del Señor y esperar en sus promesas, en tanto trabaja por la justicia, la paz y la reconciliación, en esta tierra que le ha sido otorgada para que usted y su descendencia la habiten, preservando la vida y en fiel obediencia a Dios.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…Usted tiene la posibilidad y la obligación de comenzar a transformar el contexto en que

vive y en el que se encuentra su comunidad de fe: ya conoce las principales problemáticas del sector en el que vive. Organice, pues, junto con otros miembros de la iglesia, acciones que permitan resolverlas y mejoren las condiciones de vida de las personas del entorno, o por lo menos, que muevan a la comunidad para que asuma el compromiso con la transformación de tales condiciones. Las acciones pueden ser: realizar campañas para visibilizar las problemáticas que requieren respuestas urgentes; convocar reuniones con vecinos para elaborar proyectos de mejoras; apoyar la elaboración de derechos de petición y/o solicitudes respetuosas ante entidades estatales, frente a derechos que están siendo vulnerados; organizar capacitaciones sobre temas de resolución de conflictos; preparar acciones solidarias, que favorezcan a la población vulnerable, entre otras.

Dios ha prometido vida en abundancia. Su promesa es hecho cumplido para quienes le aman, pero ¿cómo lograr que esta realidad alcance a todos? ¿Cómo tocar el corazón de los más favorecidos por el sistema, para que sean solidarios con los explotados y oprimidos? ¿Cómo desbaratar la cadena de miseria que amarra la mayor parte de la humanidad y que es cada vez más apretada por unos pocos desalmados que no conocen a Dios?

Tercera Lección: Vida en abundancia

Observe lo que sucede...¿Hasta cuándo el ser humano se mantendrá en la necedad y la rebeldía que lo alejan

de Dios? Humanos que viven hacinados con familia y trastes en menos de 20 metros cuadrados, los más "favorecidos" entre los pobres, habitan en espacios reducidos de 35 a 50 metros cuadrados, en edificios que más parecen colmenas, en las márgenes de las ciudades, sin parques, sin bosques, sin vías de acceso adecuadas, con las deudas que los agobian, viendo por su ventana a las ventanas de otros que los mantiene en esperanza, pues viven peor que ellos. A esto llaman progreso, vida digna y le dicen bienestar.

Hay infinidad de historias de personas que aman profundamente a Dios, que oran de día y de noche, que asisten a culto, leen la Biblia, pero que, a pesar de sus esfuerzos, no encuentran empleo digno, abren la nevera y está vacía, ellos y sus hijos pasan la jornada con un poco de café y algunos granos de arroz. Gente de fe que trabaja más de 10 horas e invierte de 3 a 4 horas adicionales cada día en desplazarse, así cada día hasta el fin de mes y cuando reciben un mísero salario, ya lo deben por completo. Llegan a casa a pensar qué preparar para comer el día siguiente, ver la televisión que les hace olvidar por un momento sus carencias y descansar unas pocas horas, para retomar monótonamente el ritmo al día siguiente, horas antes de que el sol asome.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …Leamos y meditemos: Isaías 1:17; Santiago 2.15-16.

Viajar por la ciudad es contemplar un cuadro impresionista, donde la lluvia ambienta la mezcla de tristeza, frustración y alguna pizca de esperanza. Los sueños no se alejan, pero sabido es por todos, que tampoco se alcanzan. ¿Cuándo el ser humano

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abandonará la necedad y la rebeldía que le alejan de Dios? Hay quienes tienen de sobra, quizá por mérito, por su esfuerzo y trabajo, pero olvidan que su bienestar está asentado sobre la miseria de los de abajo. Comen a su gusto y se adornan de bagatelas de elevado precio, pero tan insignificante valor: sus lujos son resultado de las privaciones de los asalariados, del hambre de los hijos de los rebuscadores. Pareciera que el dicho "plata llama plata" se cumpliera como si fuera una profecía. Y quienes ya gozan de suficiente bienestar, siempre reciben más. Para unos conseguir algo de dinero para comer es toda una batalla contra su miseria, para otros gastar en una noche de excesos el equivalente a un año de trabajo de un asalariado, es un acto que ni siquiera afecta sus bolsillos. Mañana será otro día: para unos de seguir sudando y luchando por su comida, para otros, de seguir recibiendo en abundancia lo que nunca ha merecido; ¿cuestión de cuna, de suerte, de destino? ¿Hasta cuándo? (Mateo 25:44-46).

Para muchas personas en nuestro país, el bienestar es un lujo y la vida se tasa en el día a día, en el "rebusque" y en el sueño de que cada día sea mejor que el anterior o por lo menos que no sea peor. La vida puede llegar a ser vista como una dolorosa prueba que se debe superar para alcanzar el verdadero goce.

Si se preguntara a las personas que juiciosamente se desplazan en el transporte público cada mañana para dirigirse a su trabajo, si son felices o si creen que sus condiciones de vida son las que merecen, quizá la respuesta iría acompañada de un gesto de resignación o incluso de frustración, aunque sus palabras refieran que no hay motivo para quejarse; mas bastaría verlos al regreso a sus hogares, para que no haga falta preguntar lo que a simple vista se evidenciaría: para muchas de estas personas, la vida no es lo que quisieran que fuera. Pero, si no es su culpa, si no es por causa de sus errores ni por el inadecuado diseño de su proyecto de vida, ¿qué determina que no estén viviendo a plenitud conforme a la promesa de Dios? ¿Es posible encontrar personas que viven en abundancia conforme a la promesa de Dios, aún en medio de sus dificultades económicas?

Vivamos en el amor de Dios, maternal y paternal que lo llena y sobrecoge. Deseemos dar todo lo que hemos recibido de Él, en el servicio de su Reino. Estemos alerta para que no nos ganen las tendencias y dinámicas del mundo deshumanizado que se aparta de Dios, sino que, por el poder de su Palabra, recordemos que Él ha vencido al mundo, ha derrotado los lazos de la muerte y del pecado y no se cansa de derramar su amor, su gracia y misericordia sobre sus hijas e hijos. (Isaías 62:11; Juan 10:10;17:3; Efesios 3:20-21; Filipenses 4:11-13).

Comencemos con pequeños gestos; tomemos la iniciativa para invertir el orden; arranquemos la desesperanza de los que sufren mostrándoles compasión, haciendo la

práctica vital del Evangelio que hemos recibido. No podemos acostarnos esta noche en paz, si no hemos hecho nada por nuestro prójimo, si no mejoramos en algo el mundo que habitamos. Dios cumple sus promesas, eso tengámoslo por cierto, pero quiere que por esa gracia con la que nos colma, también seamos instrumentos suyos para hacer nuevas todas las cosas, para vencer al mal; para que la humanidad plena abandone la necedad y la rebeldía ante Dios y viva por su gracia y por su amor.

Identifiquemos, junto con nuestro grupo de estudio bíblico escenarios posibles de evangelización, en los que, además de anunciar el Evangelio, demos testimonio por medio de nuestro actuar frente a las injusticias que allí puedan presentarse. Recordemos que lo que hacemos no es una iniciativa personal, sino una respuesta a un llamado realizado por Dios, quien ha creído en nosotros y nos confió una tarea específica, junto con nuestra comunidad de fe, en favor del pobre, desvalido, maltratado y excluido.

¡No descansemos hasta hacer que nuestra vida valga la pena!

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Dios lo invita a vivir confiado en sus promesas, las cuales no siguen el estándar del mundo, sino que superan, incluso lo que es deseable.

Dios lo invita a trabajar como promotor de la esperanza en Cristo, rompiendo los lazos de esclavitud y opresión en el contexto en el que vive y a no perder la convicción de que la vida en abundancia, que le ha sido prometida, es una realidad que lo ha de mover a mantenerse firme para realizar la obra encomendada por Dios.

Promueva en su comunidad espacios de encuentro en torno a la Palabra y de oración, para animarse mutuamente en el servicio del Reino y en el anuncio de la vida plena a quienes viven en desesperanza y que esto, antes que distraerlo, lo impulse a seguir trabajando para transformar el contexto al que ha sido llamado a cumplir su misión.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…

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abandonará la necedad y la rebeldía que le alejan de Dios? Hay quienes tienen de sobra, quizá por mérito, por su esfuerzo y trabajo, pero olvidan que su bienestar está asentado sobre la miseria de los de abajo. Comen a su gusto y se adornan de bagatelas de elevado precio, pero tan insignificante valor: sus lujos son resultado de las privaciones de los asalariados, del hambre de los hijos de los rebuscadores. Pareciera que el dicho "plata llama plata" se cumpliera como si fuera una profecía. Y quienes ya gozan de suficiente bienestar, siempre reciben más. Para unos conseguir algo de dinero para comer es toda una batalla contra su miseria, para otros gastar en una noche de excesos el equivalente a un año de trabajo de un asalariado, es un acto que ni siquiera afecta sus bolsillos. Mañana será otro día: para unos de seguir sudando y luchando por su comida, para otros, de seguir recibiendo en abundancia lo que nunca ha merecido; ¿cuestión de cuna, de suerte, de destino? ¿Hasta cuándo? (Mateo 25:44-46).

Para muchas personas en nuestro país, el bienestar es un lujo y la vida se tasa en el día a día, en el "rebusque" y en el sueño de que cada día sea mejor que el anterior o por lo menos que no sea peor. La vida puede llegar a ser vista como una dolorosa prueba que se debe superar para alcanzar el verdadero goce.

Si se preguntara a las personas que juiciosamente se desplazan en el transporte público cada mañana para dirigirse a su trabajo, si son felices o si creen que sus condiciones de vida son las que merecen, quizá la respuesta iría acompañada de un gesto de resignación o incluso de frustración, aunque sus palabras refieran que no hay motivo para quejarse; mas bastaría verlos al regreso a sus hogares, para que no haga falta preguntar lo que a simple vista se evidenciaría: para muchas de estas personas, la vida no es lo que quisieran que fuera. Pero, si no es su culpa, si no es por causa de sus errores ni por el inadecuado diseño de su proyecto de vida, ¿qué determina que no estén viviendo a plenitud conforme a la promesa de Dios? ¿Es posible encontrar personas que viven en abundancia conforme a la promesa de Dios, aún en medio de sus dificultades económicas?

Vivamos en el amor de Dios, maternal y paternal que lo llena y sobrecoge. Deseemos dar todo lo que hemos recibido de Él, en el servicio de su Reino. Estemos alerta para que no nos ganen las tendencias y dinámicas del mundo deshumanizado que se aparta de Dios, sino que, por el poder de su Palabra, recordemos que Él ha vencido al mundo, ha derrotado los lazos de la muerte y del pecado y no se cansa de derramar su amor, su gracia y misericordia sobre sus hijas e hijos. (Isaías 62:11; Juan 10:10;17:3; Efesios 3:20-21; Filipenses 4:11-13).

Comencemos con pequeños gestos; tomemos la iniciativa para invertir el orden; arranquemos la desesperanza de los que sufren mostrándoles compasión, haciendo la

práctica vital del Evangelio que hemos recibido. No podemos acostarnos esta noche en paz, si no hemos hecho nada por nuestro prójimo, si no mejoramos en algo el mundo que habitamos. Dios cumple sus promesas, eso tengámoslo por cierto, pero quiere que por esa gracia con la que nos colma, también seamos instrumentos suyos para hacer nuevas todas las cosas, para vencer al mal; para que la humanidad plena abandone la necedad y la rebeldía ante Dios y viva por su gracia y por su amor.

Identifiquemos, junto con nuestro grupo de estudio bíblico escenarios posibles de evangelización, en los que, además de anunciar el Evangelio, demos testimonio por medio de nuestro actuar frente a las injusticias que allí puedan presentarse. Recordemos que lo que hacemos no es una iniciativa personal, sino una respuesta a un llamado realizado por Dios, quien ha creído en nosotros y nos confió una tarea específica, junto con nuestra comunidad de fe, en favor del pobre, desvalido, maltratado y excluido.

¡No descansemos hasta hacer que nuestra vida valga la pena!

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Dios lo invita a vivir confiado en sus promesas, las cuales no siguen el estándar del mundo, sino que superan, incluso lo que es deseable.

Dios lo invita a trabajar como promotor de la esperanza en Cristo, rompiendo los lazos de esclavitud y opresión en el contexto en el que vive y a no perder la convicción de que la vida en abundancia, que le ha sido prometida, es una realidad que lo ha de mover a mantenerse firme para realizar la obra encomendada por Dios.

Promueva en su comunidad espacios de encuentro en torno a la Palabra y de oración, para animarse mutuamente en el servicio del Reino y en el anuncio de la vida plena a quienes viven en desesperanza y que esto, antes que distraerlo, lo impulse a seguir trabajando para transformar el contexto al que ha sido llamado a cumplir su misión.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…

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Page 18: EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Somos parte de la naturaleza: la creación bella y perfecta de Dios que no descuidó detalle alguno

para lograr dar vida a la obra de Sus manos. Hablar del cuidado de la creación no es parte de un

discurso ambientalista o de una iniciativa ecológica que dé respuesta a esta o aquella tarea del

plan misional de la iglesia. Hablar de la importancia y exigencia del cuidado de la naturaleza, de la

creación de Dios, del lugar que habitamos, de la "madre tierra", "Pacha mama" o "Adama", es

parte de nuestro ser creyente, fruto de la fe que nos fue dada, y de la misión que se nos encomendó.

La ciudad ideal, aquella en la que no hay inseguridad y donde se puede vivir en paz; el espacio en el que todo proyecto de beneficio, tanto individual como comunitario, se puede desarrollar el escenario de la solidaridad, la equidad y la concordia. El ambiente propicio para que los niños y niñas crezcan y en el que nadie caería en la pobreza o la miseria, pues todos gozan de bienestar, conforme a sus necesidades, esa ciudad no es una utopía, como tampoco lo son sus ciudadanos, coherentes con las dinámicas de esta ciudad ideal, parte de la "casa común" (oikoumene). Ciertamente, los referentes actuales que tenemos resultan invivibles, nuestras ciudades están deshumanizadas, han caído en la dinámica de la marginalización, el empobrecimiento, el saqueo y sobreexplotación, la destrucción del ambiente y, por consiguiente, la muerte. No se vive en ellas, se sobrevive, no se goza de bienestar, se lucha por subsistir, no son el escenario de la vida buena, sino el lugar de confinamiento obligado e incómodo de quienes tratan de garantizar que su existencia en esta tierra perdure, aun en medio de la devastación y deterioro ambiental, que es nuestro propio deterioro.

Tema 2

18 19EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

La naturaleza también clama

Primera Lección: Nuevas ciudadanías

Observe lo que sucede...No hay que esforzarse mucho en identificar en el lugar que habitamos y donde transcurre nuestra cotidianidad, situaciones que dan cuenta del deterioro del planeta causado por el ser humano y los efectos que genera en la vida: uso irracional de recursos, extinción de especies de fauna y flora, fabricación de materiales de poco uso y mucho impacto ambiental, afectación de ecosistemas vitales, destrucción de fuentes de

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agua, tala descontrolada, deforestación sumada a extensos monocultivos, desechos tóxicos fuera de control y una lista que pareciera infinita, de impactos negativos del "ser humano" en la naturaleza.

La tierra se ha transformado afectando el orden establecido por Dios y, frente al daño irreversible, el pueblo de Dios está en deuda de asumir un ejercicio de mayordomía responsable que dé cuenta de la respuesta al clamor de la naturaleza. Y muy a pesar de nuestras convicciones y certezas, el ejercicio de la ciudadanía del Reino en términos del cuidado de la "casa", no es justamente la característica que permite reconocer a quien se presenta como cristiano en la contemporaneidad.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …El ideal del Reino de Dios, no se corresponde con la construcción del "topos" o lugar

que el ser humano ha establecido para que sea su hábitat. Las transformaciones causadas en el paraíso que nos fue confiado no fueron afortunadas: la obra de Dios, menospreciada por la humanidad, con la intervención de ésta, devino en caos, espacios inhóspitos, desertificación y ambientes polutos. El azul del cielo cambió a gris y la maravillosa policromía de las plantas, fue reemplazada por la palidez del cemento y los verdes artificiales de una naturaleza sintética. Al agua se le robó su pureza y la generosa frugalidad de la naturaleza, fue cohibida, expropiada y escondida.

La cuestión ecológica no es asunto de los ambientalistas o activistas de la ecología, sino parte de todo cuanto hacemos y que involucra la existencia misma. Cada acto relacional entre los seres de la naturaleza, se enmarca en el ámbito de la ecología, al punto que no es posible ni siquiera respirar sin que esto genere un efecto sobre el ambiente. Los hombres y las mujeres de fe no pueden desprenderse de su compromiso preservador y de mayordomía sobre la obra de las manos de Dios, menos aún, cuando el deterioro causado sobre el ecosistema terrestre es responsabilidad del ser humano, efecto de sus prácticas erróneas y nefastas relaciones con su entorno.

La naturaleza también clama justicia y pide que seamos consecuentes con la fe que profesamos fundada en el amor de Dios, considerando como parte de la tarea del Reino, restaurar el orden alterado, recuperar las relaciones armónicas con la creación, asumir la responsabilidad que tenemos de cuidar la tierra que habitamos. Es tarea nuestra como creyentes y de la iglesia como comunión de fe, alzar la voz en defensa de los derechos de la creación, los cuales son nuestros derechos en la "casa común", y asumir, una ética del cuidado que propugne por la paz con la naturaleza y bienestar para toda criatura. Leamos y meditemos: Filipenses 3:20; Efesios 2:19; Romanos 8:19. 22.

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Page 19: EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Somos parte de la naturaleza: la creación bella y perfecta de Dios que no descuidó detalle alguno

para lograr dar vida a la obra de Sus manos. Hablar del cuidado de la creación no es parte de un

discurso ambientalista o de una iniciativa ecológica que dé respuesta a esta o aquella tarea del

plan misional de la iglesia. Hablar de la importancia y exigencia del cuidado de la naturaleza, de la

creación de Dios, del lugar que habitamos, de la "madre tierra", "Pacha mama" o "Adama", es

parte de nuestro ser creyente, fruto de la fe que nos fue dada, y de la misión que se nos encomendó.

La ciudad ideal, aquella en la que no hay inseguridad y donde se puede vivir en paz; el espacio en el que todo proyecto de beneficio, tanto individual como comunitario, se puede desarrollar el escenario de la solidaridad, la equidad y la concordia. El ambiente propicio para que los niños y niñas crezcan y en el que nadie caería en la pobreza o la miseria, pues todos gozan de bienestar, conforme a sus necesidades, esa ciudad no es una utopía, como tampoco lo son sus ciudadanos, coherentes con las dinámicas de esta ciudad ideal, parte de la "casa común" (oikoumene). Ciertamente, los referentes actuales que tenemos resultan invivibles, nuestras ciudades están deshumanizadas, han caído en la dinámica de la marginalización, el empobrecimiento, el saqueo y sobreexplotación, la destrucción del ambiente y, por consiguiente, la muerte. No se vive en ellas, se sobrevive, no se goza de bienestar, se lucha por subsistir, no son el escenario de la vida buena, sino el lugar de confinamiento obligado e incómodo de quienes tratan de garantizar que su existencia en esta tierra perdure, aun en medio de la devastación y deterioro ambiental, que es nuestro propio deterioro.

Tema 2

18 19EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

La naturaleza también clama

Primera Lección: Nuevas ciudadanías

Observe lo que sucede...No hay que esforzarse mucho en identificar en el lugar que habitamos y donde transcurre nuestra cotidianidad, situaciones que dan cuenta del deterioro del planeta causado por el ser humano y los efectos que genera en la vida: uso irracional de recursos, extinción de especies de fauna y flora, fabricación de materiales de poco uso y mucho impacto ambiental, afectación de ecosistemas vitales, destrucción de fuentes de

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agua, tala descontrolada, deforestación sumada a extensos monocultivos, desechos tóxicos fuera de control y una lista que pareciera infinita, de impactos negativos del "ser humano" en la naturaleza.

La tierra se ha transformado afectando el orden establecido por Dios y, frente al daño irreversible, el pueblo de Dios está en deuda de asumir un ejercicio de mayordomía responsable que dé cuenta de la respuesta al clamor de la naturaleza. Y muy a pesar de nuestras convicciones y certezas, el ejercicio de la ciudadanía del Reino en términos del cuidado de la "casa", no es justamente la característica que permite reconocer a quien se presenta como cristiano en la contemporaneidad.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …El ideal del Reino de Dios, no se corresponde con la construcción del "topos" o lugar

que el ser humano ha establecido para que sea su hábitat. Las transformaciones causadas en el paraíso que nos fue confiado no fueron afortunadas: la obra de Dios, menospreciada por la humanidad, con la intervención de ésta, devino en caos, espacios inhóspitos, desertificación y ambientes polutos. El azul del cielo cambió a gris y la maravillosa policromía de las plantas, fue reemplazada por la palidez del cemento y los verdes artificiales de una naturaleza sintética. Al agua se le robó su pureza y la generosa frugalidad de la naturaleza, fue cohibida, expropiada y escondida.

La cuestión ecológica no es asunto de los ambientalistas o activistas de la ecología, sino parte de todo cuanto hacemos y que involucra la existencia misma. Cada acto relacional entre los seres de la naturaleza, se enmarca en el ámbito de la ecología, al punto que no es posible ni siquiera respirar sin que esto genere un efecto sobre el ambiente. Los hombres y las mujeres de fe no pueden desprenderse de su compromiso preservador y de mayordomía sobre la obra de las manos de Dios, menos aún, cuando el deterioro causado sobre el ecosistema terrestre es responsabilidad del ser humano, efecto de sus prácticas erróneas y nefastas relaciones con su entorno.

La naturaleza también clama justicia y pide que seamos consecuentes con la fe que profesamos fundada en el amor de Dios, considerando como parte de la tarea del Reino, restaurar el orden alterado, recuperar las relaciones armónicas con la creación, asumir la responsabilidad que tenemos de cuidar la tierra que habitamos. Es tarea nuestra como creyentes y de la iglesia como comunión de fe, alzar la voz en defensa de los derechos de la creación, los cuales son nuestros derechos en la "casa común", y asumir, una ética del cuidado que propugne por la paz con la naturaleza y bienestar para toda criatura. Leamos y meditemos: Filipenses 3:20; Efesios 2:19; Romanos 8:19. 22.

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Page 20: EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Preparándonos para el siguiente encuentro…

Imagine el lugar que habita y comparta con otros ciudadanos, un renovado ambiental: más árboles, más plantas de flor, más pájaros y abejas, mejor aire, menos contaminación, más bello... y, aunque parezca un gesto simple, recuerde que no hay gesto pequeño que no sea transformador cuando se obra con amor motivados por la fe en Cristo. En actitud de oración, busque un espacio de su entorno en el que pueda sembrar una planta, e invite a otros a hacerlo, enseñando con el testimonio, que la vida se abre camino en medio del caos de la ciudad, para florecer y transformar cualquier lugar. Un modo de resistencia pacífica y de ejercicio de ciudadanía responsable y eco-sostenible consiste en sembrar dos plantas, por cada planta que desaparece o generar terrazas verdes, aceras verdes, paredes verdes, en lugares donde predomina el cemento.

20 21

Mas el Dios que nos despierta cada día con una sonrisa y esperanza en el corazón, nos mueve a hacer de nuestras ciudades, un reflejo de su prototipo edénico, un re-crear la pura y deseada naturaleza; nos impulsa por su Espíritu, a renovar el ambiente vital y buscar que sea nuevamente un paraíso para todos, una tierra donde florezca incansable la vida, el maravilloso reino anunciado. Ver el grisáceo cielo no debe ser razón para el desconsuelo, sino una motivación para esforzarnos aún más en regresar a nuestro origen, buscar el equilibrio entre el impacto que genera la capacidad transformadora que nos fue dada y el respeto que debemos tener por todas las formas de vida y su hábitat natural. No es del todo tarde para replantear nuestra relación con el universo y el uso que damos a los recursos que tenemos para nuestro disfrute y provecho. En las manos del Señor, la vida siempre florecerá: a Él debemos pedirle que en las nuestras, suceda igual. Así, cuando todo sea renovado, comenzando por nuestra mente y espíritu, la armonía retornará, habitaremos con alegría en la ciudad santa, como santos ciudadanos y Dios nos concederá la ciudadanía celestial y eterna y nunca más obraremos el mal y la destrucción, dejaremos de ser hijas e hijos de las tinieblas, para vivir perfectamente según nuestra condición natural de hijos e hijas de Dios.

Agradezcamos a Dios por hacernos ciudadanos de su Reino e invitarnos a trabajar por Él, desde la búsqueda de la justicia, junto al anuncio de la buena nueva de la Salvación en su Hijo Jesucristo. Que Él nos siga ayudando a vivir una relación adecuada con la creación de la que formamos parte y a preservar los recursos que Él mismo nos has dado para el sostenimiento de nuestra vida. Que nunca más despreciemos la obra de sus manos, antes bien, nos esmeremos en preservarla para las generaciones venideras. Su voz resuene en todo el universo y transforme los corazones de quienes aún no le aman, para que, reunida en torno a su mesa, la humanidad toda celebre la fiesta de la vida, en tanto comparte el alimento y la bebida que no se agotan, anunciados por Aquél que se hizo pan partido y vino repartido, por nuestra redención, Jesucristo nuestro Señor.

Reflexionar sobre el modo como ejerce su ciudadanía en la "Casa común", y cuán responsable es con la tarea de la mayordomía que le fue confiada.

Dios le invita a asumir su identidad de hijo de Dios, ciudadano del reino, custodio de la creación para promover nuevas relaciones con la naturaleza y contribuir con carácter eco-teológico, en la reducción del daño ambiental que genera la humanidad, anunciando el Evangelio de vida que propicie el cuidado de ésta y la renovación de la creación de Dios.

Dios le invita a...

Exaltar la importancia del trabajo humano, su esfuerzo y las transformaciones provocadas a través de la historia para beneficio de la misma humanidad, es reconocer a la vez la obra de Dios, original y perfecta, que ha confiado a sus hijos e hijas, permitiendo que la disfruten y sean sus protectores. Cada aporte del ser humano, hecho con amor y sin perjudicar el diseño y propósito de Dios, antes bien, buscando que el fruto de la tierra y de su trabajo sea bien administrado, y todos se nutran de él, es parte del deseo del Señor porque todos gocen de bienestar y la vida no cese de florecer.

Segunda lección:

Cuidando nuestra casa

Observe lo que sucede...Nuestra casa común, no es ya la que Dios creó, la hemos utilizado mal, la hemos

destruido y cada día la hacemos menos habitable. Su riqueza que garantizaba la vida para todos, fue explotada, saqueada, devastada y cuando debía ser preservada ha sido extinguida, cuanto tenía de bella y perfecta ha sido malograda. ¿Quién detendrá la catástrofe?

¿Quién lo ha hecho feo?,¿quién lo ha deteriorado? ¿Quién lo ha tasado por partes y lo ha restringido para algunos? ¿Quién decidió que unos pocos son sus dueños y los demás, la mayoría que lo cohabitan, sean expropiados? ¿Quién nos hizo nativos o extranjeros de sus territorios? ¿Por qué para unos es un paraíso y para otros un infierno? ¿Por qué para unos es negocio rentable y para otros está enajenado, y se paga el derecho a usarlo?

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EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Preparándonos para el siguiente encuentro…

Imagine el lugar que habita y comparta con otros ciudadanos, un renovado ambiental: más árboles, más plantas de flor, más pájaros y abejas, mejor aire, menos contaminación, más bello... y, aunque parezca un gesto simple, recuerde que no hay gesto pequeño que no sea transformador cuando se obra con amor motivados por la fe en Cristo. En actitud de oración, busque un espacio de su entorno en el que pueda sembrar una planta, e invite a otros a hacerlo, enseñando con el testimonio, que la vida se abre camino en medio del caos de la ciudad, para florecer y transformar cualquier lugar. Un modo de resistencia pacífica y de ejercicio de ciudadanía responsable y eco-sostenible consiste en sembrar dos plantas, por cada planta que desaparece o generar terrazas verdes, aceras verdes, paredes verdes, en lugares donde predomina el cemento.

20 21

Mas el Dios que nos despierta cada día con una sonrisa y esperanza en el corazón, nos mueve a hacer de nuestras ciudades, un reflejo de su prototipo edénico, un re-crear la pura y deseada naturaleza; nos impulsa por su Espíritu, a renovar el ambiente vital y buscar que sea nuevamente un paraíso para todos, una tierra donde florezca incansable la vida, el maravilloso reino anunciado. Ver el grisáceo cielo no debe ser razón para el desconsuelo, sino una motivación para esforzarnos aún más en regresar a nuestro origen, buscar el equilibrio entre el impacto que genera la capacidad transformadora que nos fue dada y el respeto que debemos tener por todas las formas de vida y su hábitat natural. No es del todo tarde para replantear nuestra relación con el universo y el uso que damos a los recursos que tenemos para nuestro disfrute y provecho. En las manos del Señor, la vida siempre florecerá: a Él debemos pedirle que en las nuestras, suceda igual. Así, cuando todo sea renovado, comenzando por nuestra mente y espíritu, la armonía retornará, habitaremos con alegría en la ciudad santa, como santos ciudadanos y Dios nos concederá la ciudadanía celestial y eterna y nunca más obraremos el mal y la destrucción, dejaremos de ser hijas e hijos de las tinieblas, para vivir perfectamente según nuestra condición natural de hijos e hijas de Dios.

Agradezcamos a Dios por hacernos ciudadanos de su Reino e invitarnos a trabajar por Él, desde la búsqueda de la justicia, junto al anuncio de la buena nueva de la Salvación en su Hijo Jesucristo. Que Él nos siga ayudando a vivir una relación adecuada con la creación de la que formamos parte y a preservar los recursos que Él mismo nos has dado para el sostenimiento de nuestra vida. Que nunca más despreciemos la obra de sus manos, antes bien, nos esmeremos en preservarla para las generaciones venideras. Su voz resuene en todo el universo y transforme los corazones de quienes aún no le aman, para que, reunida en torno a su mesa, la humanidad toda celebre la fiesta de la vida, en tanto comparte el alimento y la bebida que no se agotan, anunciados por Aquél que se hizo pan partido y vino repartido, por nuestra redención, Jesucristo nuestro Señor.

Reflexionar sobre el modo como ejerce su ciudadanía en la "Casa común", y cuán responsable es con la tarea de la mayordomía que le fue confiada.

Dios le invita a asumir su identidad de hijo de Dios, ciudadano del reino, custodio de la creación para promover nuevas relaciones con la naturaleza y contribuir con carácter eco-teológico, en la reducción del daño ambiental que genera la humanidad, anunciando el Evangelio de vida que propicie el cuidado de ésta y la renovación de la creación de Dios.

Dios le invita a...

Exaltar la importancia del trabajo humano, su esfuerzo y las transformaciones provocadas a través de la historia para beneficio de la misma humanidad, es reconocer a la vez la obra de Dios, original y perfecta, que ha confiado a sus hijos e hijas, permitiendo que la disfruten y sean sus protectores. Cada aporte del ser humano, hecho con amor y sin perjudicar el diseño y propósito de Dios, antes bien, buscando que el fruto de la tierra y de su trabajo sea bien administrado, y todos se nutran de él, es parte del deseo del Señor porque todos gocen de bienestar y la vida no cese de florecer.

Segunda lección:

Cuidando nuestra casa

Observe lo que sucede...Nuestra casa común, no es ya la que Dios creó, la hemos utilizado mal, la hemos

destruido y cada día la hacemos menos habitable. Su riqueza que garantizaba la vida para todos, fue explotada, saqueada, devastada y cuando debía ser preservada ha sido extinguida, cuanto tenía de bella y perfecta ha sido malograda. ¿Quién detendrá la catástrofe?

¿Quién lo ha hecho feo?,¿quién lo ha deteriorado? ¿Quién lo ha tasado por partes y lo ha restringido para algunos? ¿Quién decidió que unos pocos son sus dueños y los demás, la mayoría que lo cohabitan, sean expropiados? ¿Quién nos hizo nativos o extranjeros de sus territorios? ¿Por qué para unos es un paraíso y para otros un infierno? ¿Por qué para unos es negocio rentable y para otros está enajenado, y se paga el derecho a usarlo?

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Page 22: EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

El planeta es nuestra casa, cada lugar en él está ideado por el Señor para acogernos. En sí mismo, fue dispuesto de modo agradable y confortable: bosques, mares, ríos, selvas, montañas, nevados, desiertos, humedales y ciénagas... todo pensado para el buen vivir de todas las criaturas. (Nehemías 9:6; Job 12:7-10; Jeremías 32:17; Isaías 40:25-28).

Es necesario constatar, que no todos los seres humanos han sido coherentes con la voluntad de Dios y que el impacto de su malévolo y negligente obrar ha conllevado destrucción, escasez y muerte. La creación ha sufrido la voraz y devastadora ambición de la raza humana, el uso del poder de unos cuantos que han oprimido y subyugado a otros, para explotar sus fuerzas y abusar de la tierra, arrasando con la vida, arrebatando para fines absurdos los escasos recursos que antes eran patrimonio común y dificultando las posibilidades de que la vida se equilibre y la tierra se recupere de tales desmanes.

La humanidad y su hábitat se han visto afectados, el daño parece irreversible, mas el corazón de esos cuantos insensatos, está tan podrido que se niega a entender que la explotación irracional nunca es la vía y que la armonía en el cosmos exige ser restablecida.

Es hora de detener el daño que causamos a nuestra casa, de reclamar lo que nos ha sido otorgado para cuidarlo, sostenerlo y disfrutarlo sin poner en riesgo su permanencia. Que no pase un día más sin que hagamos algo para revertir el daño causado al planeta, para frenar la devastación que provocan los insensatos y contribuir al cuidado y preservación de nuestra casa común, que es de todos no de unos, nos pertenece en la medida que es comunitaria, y nos garantiza la vida en equidad. Sal de la indiferencia y comienza a disfrutar la herencia, no para derrocharla, sino para garantizar que tú y las generaciones que te sucedan cuenten con este don de Dios y de modo abundante, para que también pueda la exuberante belleza de la obra del Señor, motivarnos y motivarles a decir "Bellos lugares me han tocado en suerte; ¡preciosa herencia me correspondió!".

En manos de Dios está nuestra salvación y la garantía de nuestra vida. En manos

EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE22 23

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El ser humano, obra de Dios, se ha constituido en amenaza para sus semejantes y en general para toda la creación. Volver al origen, restablecer el orden, acogerse en fidelidad a la voluntad del Señor, Dios de la vida y permitir que la tierra sea renovada por su Espíritu, habría de ser el principio de la nueva humanidad.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …

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nuestras trabajar para que en toda la tierra sea conocida su obra y su Palabra sea atendida.

Tenemos la gran tarea de provocar en nuestra especie los cambios que han de posibilitar que la vida sea conservada, que nuestra casa común sea restaurada y cuidada, y que las relaciones que ha gestado el ser humano mediadas por la injusticia, el abuso de poder y el afán de apropiarse de lo que nunca le fue propio, sean transformadas por el amor, la búsqueda del bien común, de la justicia y la paz.

Gracias damos a Dios bondadoso, por el don de la Creación, por habernos hecho sus herederos y por darnos las herramientas para vivir como hijas e hijos suyos en dignidad sobre la faz de la tierra, mientras esperamos con gozo el establecimiento pleno de su Reino y la vida eterna prometida. Qué bueno poder cantar con el salmista: "Por suerte recibí una bella herencia; hermosa es la heredad que me asignaste". (Salmo 16:6)

Confiamos en que por la misericordia de Dios y por su poder serán renovadas todas las cosas incluida nuestra propia vida, para que la obra de las manos de Dios, finalmente sea recibida por nosotros conforme a su deseo y nunca más sea destruida. Nuestros esfuerzos y fatigas y la intención de contribuir a la restauración de la tierra que nos ha sido dada, para gozarla y preservarla con la fuerza del Espíritu Santo, no cesarán, recordando que "toda casa es hecha por alguien, pero el que hizo todas las cosas es Dios." (Hebreos 3:4) y "la creación aguarda con gran impaciencia la manifestación de los hijos de Dios." (Romanos 8:19)

A Dios, de donde proviene la vida abundante y plena, damos gracias por todo lo que nos da y le pedimos que toque el corazón de aquellos malvados que destruyen, destrozan, devastan, esta obra hermosa que nos ha otorgado. Él permita que podamos dignamente custodiar los bienes que nos confió, que evitemos que sea destruida la casa en la cual habitamos, la casa que nos provee alimento, sustento, vivienda; la casa que nos permite vivir como familia y como comunidad, la casa que estaba hecha para que todos gozáramos de sus bienes, que la cuidemos, que no continuemos devastándola, que seamos sus custodios y guardianes, que la sintamos como propia, pues es nuestra herencia, pero sin apropiárnosla individualmente o con interés de seguirla devastando, de seguirla destruyendo y explotando. Dios permita que nuestro corazón sea tocado por el amor al planeta que nos concedió a nosotros y a todas sus criaturas, a todos los que la cohabitan, a todos los que allí hallan sustento y pueden desarrollar su vida.

Permita también que seamos constructores de paz desde el escenario del cuidado ambiental, que demos testimonio de su Evangelio en el cuidado de la creación y en la sensibilización a aquellos que aún no entienden que este lugar que cohabitamos, que

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El planeta es nuestra casa, cada lugar en él está ideado por el Señor para acogernos. En sí mismo, fue dispuesto de modo agradable y confortable: bosques, mares, ríos, selvas, montañas, nevados, desiertos, humedales y ciénagas... todo pensado para el buen vivir de todas las criaturas. (Nehemías 9:6; Job 12:7-10; Jeremías 32:17; Isaías 40:25-28).

Es necesario constatar, que no todos los seres humanos han sido coherentes con la voluntad de Dios y que el impacto de su malévolo y negligente obrar ha conllevado destrucción, escasez y muerte. La creación ha sufrido la voraz y devastadora ambición de la raza humana, el uso del poder de unos cuantos que han oprimido y subyugado a otros, para explotar sus fuerzas y abusar de la tierra, arrasando con la vida, arrebatando para fines absurdos los escasos recursos que antes eran patrimonio común y dificultando las posibilidades de que la vida se equilibre y la tierra se recupere de tales desmanes.

La humanidad y su hábitat se han visto afectados, el daño parece irreversible, mas el corazón de esos cuantos insensatos, está tan podrido que se niega a entender que la explotación irracional nunca es la vía y que la armonía en el cosmos exige ser restablecida.

Es hora de detener el daño que causamos a nuestra casa, de reclamar lo que nos ha sido otorgado para cuidarlo, sostenerlo y disfrutarlo sin poner en riesgo su permanencia. Que no pase un día más sin que hagamos algo para revertir el daño causado al planeta, para frenar la devastación que provocan los insensatos y contribuir al cuidado y preservación de nuestra casa común, que es de todos no de unos, nos pertenece en la medida que es comunitaria, y nos garantiza la vida en equidad. Sal de la indiferencia y comienza a disfrutar la herencia, no para derrocharla, sino para garantizar que tú y las generaciones que te sucedan cuenten con este don de Dios y de modo abundante, para que también pueda la exuberante belleza de la obra del Señor, motivarnos y motivarles a decir "Bellos lugares me han tocado en suerte; ¡preciosa herencia me correspondió!".

En manos de Dios está nuestra salvación y la garantía de nuestra vida. En manos

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El ser humano, obra de Dios, se ha constituido en amenaza para sus semejantes y en general para toda la creación. Volver al origen, restablecer el orden, acogerse en fidelidad a la voluntad del Señor, Dios de la vida y permitir que la tierra sea renovada por su Espíritu, habría de ser el principio de la nueva humanidad.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …

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nuestras trabajar para que en toda la tierra sea conocida su obra y su Palabra sea atendida.

Tenemos la gran tarea de provocar en nuestra especie los cambios que han de posibilitar que la vida sea conservada, que nuestra casa común sea restaurada y cuidada, y que las relaciones que ha gestado el ser humano mediadas por la injusticia, el abuso de poder y el afán de apropiarse de lo que nunca le fue propio, sean transformadas por el amor, la búsqueda del bien común, de la justicia y la paz.

Gracias damos a Dios bondadoso, por el don de la Creación, por habernos hecho sus herederos y por darnos las herramientas para vivir como hijas e hijos suyos en dignidad sobre la faz de la tierra, mientras esperamos con gozo el establecimiento pleno de su Reino y la vida eterna prometida. Qué bueno poder cantar con el salmista: "Por suerte recibí una bella herencia; hermosa es la heredad que me asignaste". (Salmo 16:6)

Confiamos en que por la misericordia de Dios y por su poder serán renovadas todas las cosas incluida nuestra propia vida, para que la obra de las manos de Dios, finalmente sea recibida por nosotros conforme a su deseo y nunca más sea destruida. Nuestros esfuerzos y fatigas y la intención de contribuir a la restauración de la tierra que nos ha sido dada, para gozarla y preservarla con la fuerza del Espíritu Santo, no cesarán, recordando que "toda casa es hecha por alguien, pero el que hizo todas las cosas es Dios." (Hebreos 3:4) y "la creación aguarda con gran impaciencia la manifestación de los hijos de Dios." (Romanos 8:19)

A Dios, de donde proviene la vida abundante y plena, damos gracias por todo lo que nos da y le pedimos que toque el corazón de aquellos malvados que destruyen, destrozan, devastan, esta obra hermosa que nos ha otorgado. Él permita que podamos dignamente custodiar los bienes que nos confió, que evitemos que sea destruida la casa en la cual habitamos, la casa que nos provee alimento, sustento, vivienda; la casa que nos permite vivir como familia y como comunidad, la casa que estaba hecha para que todos gozáramos de sus bienes, que la cuidemos, que no continuemos devastándola, que seamos sus custodios y guardianes, que la sintamos como propia, pues es nuestra herencia, pero sin apropiárnosla individualmente o con interés de seguirla devastando, de seguirla destruyendo y explotando. Dios permita que nuestro corazón sea tocado por el amor al planeta que nos concedió a nosotros y a todas sus criaturas, a todos los que la cohabitan, a todos los que allí hallan sustento y pueden desarrollar su vida.

Permita también que seamos constructores de paz desde el escenario del cuidado ambiental, que demos testimonio de su Evangelio en el cuidado de la creación y en la sensibilización a aquellos que aún no entienden que este lugar que cohabitamos, que

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nos ha dado Dios en herencia y como don, queremos preservarlo para las generaciones venideras.

En este orden de ideas y trabajando en el establecimiento del Reino en medio nuestro, somos servidores de Dios y le pedimos que nos dé la fuerza para seguir trabajando incansablemente para que no desistamos y que nuestra esperanza no se pierda en medio de tanta angustia, dolor, tristeza, devastación. Nos ponemos en sus manos y todas nuestras acciones, y bajo su presencia nos quedamos hasta siempre.

Convenzámonos que en las manos de Dios están todos los seres humanos que viven en opresión, que trabajan como esclavos para enriquecer a otros, que sufren las condiciones indignas que otros seres humanos les han generado. Que tengamos la confianza que Dios no nos descuida y por ello nos ayuda a que comprendamos que el camino no es el que muchos han seguido, guiados por su afán de lucro, devastándolo todo, generando desesperanza, desequilibrando la naturaleza; sino que hay un camino mejor y es el que representa Cristo, que lleva a la vida eterna, y que transita por el respeto, el servicio, la justicia y el amor.

Dejarse "trabajar" y moldear por Él y producir los frutos que Él espera; asumir este día como el día para comenzar a construir juntos un nuevo orden mundial, donde sea nuestro Dios quien gobierne y no haya más desigualdad entre los seres humanos, beneficiando a la vez a todas las criaturas con las cuales cohabitamos la tierra. Dios nos llama a vivir en armonía, y nos invita a hacer visible su Reino desde ya y para todos con nuestro testimonio y esfuerzo. Es el día en el que finalmente, podremos celebrar que Dios hace nuevas todas las cosas y nos ha regalado el vivir a plenitud, con su presencia, cobijados por su amor.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…No tiene sentido meditar sobre la creación de Dios y la importancia de su cuidado, si la

conciencia de mayordomos no nos alcanza para desarrollar acciones que favorezcan su cuidado y preservación. Por ello, organice una reunión con las personas de la comunidad más sensibles al tema ambiental y piensen juntos en acciones de impacto que se puedan desarrollar como iglesia en red con otras organizaciones o actores sociales, en algún lugar que lo demande con urgencia. Puede ser una campaña de limpieza de la ronda de un río, la creación de una huerta urbana, la recuperación de algún parque donde siembren plantas nativas, plantas ornamentales que den flor para favorecer a los insectos, un taller de fortalecimiento de capacidades para el cuidado ambiental o aquello que más se requiera y sea alcanzable a corto plazo. Cuéntele al grupo de discipulado o a la comunidad cómo le fue.

EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Tema 3

EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Diaconía: respuesta de la iglesia a los retos de su contexto

Diaconía es servicio, diaconía es presencia, diaconía es Evangelio vivo entre quienes confían en Dios. Como indica Pablo (Hechos 20:35): "a los necesitados se les ayuda trabajando como he trabajado yo, y recordando las palabras del Señor Jesús, que dijo: 'Hay más bendición en dar que en recibir'." Y también Isaías (58:10) cuando afirma "y si compartes tu pan con el hambriento y satisfaces el hambre de los afligidos, entonces tu luz brillará entre las tinieblas, y la oscuridad que te rodea será como el mediodía." Es decir, el servicio es parte de la vida de fe del pueblo de Dios y los auténticos discípulos se hacen diáconos del Reino. Aquí es importante señalar que, la diaconía no es un ejercicio individual que implica la práctica de la caridad, sino que tiene una dimensión comunitaria y se arraiga en la misión eclesial. Como indica Kjell Nordstockke "la práctica diaconal fundamenta el discurso profético en la sociedad (…) La diaconía es acción, a partir de la identidad cristiana, en un contexto de sufrimiento e injusticia, con la finalidad de transformar." (En: Harpprecht, C., 2011, Teología práctica en el contexto de América Latina, pág. 292-293).

Observe lo que sucede...

Grandes desafíos se presentan en el mundo actual para los seguidores de Cristo, quienes viven su discipulado en oración y acción. La invitación a servir, presente en el Evangelio demanda un compromiso que trasciende los muros de la iglesia y tiene alcance allí, justamente, donde la sociedad se encuentra más resentida, vulnerada, marginada; donde el ser humano clama a causa de su situación y, sólo las personas de fe pueden dar respuesta consoladora y efectiva, mostrando el rostro de Cristo a quienes como "cristos" sufren.

Primera Lección: Siendo Evangélicos

En Colombia proliferan las iglesias que se autodenominan cristianas, cada una pretendiendo ser poseedora de verdades irrebatibles y eternas, cada una con un sello que la distingue de las demás, sin embargo, todas, justificando su existencia en el mandato de Cristo, a su modo, desde sus comprensiones y alcances. Mas al repasar su compromiso con el Evangelio, en cuanto corresponde al servicio o diaconía,

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nos ha dado Dios en herencia y como don, queremos preservarlo para las generaciones venideras.

En este orden de ideas y trabajando en el establecimiento del Reino en medio nuestro, somos servidores de Dios y le pedimos que nos dé la fuerza para seguir trabajando incansablemente para que no desistamos y que nuestra esperanza no se pierda en medio de tanta angustia, dolor, tristeza, devastación. Nos ponemos en sus manos y todas nuestras acciones, y bajo su presencia nos quedamos hasta siempre.

Convenzámonos que en las manos de Dios están todos los seres humanos que viven en opresión, que trabajan como esclavos para enriquecer a otros, que sufren las condiciones indignas que otros seres humanos les han generado. Que tengamos la confianza que Dios no nos descuida y por ello nos ayuda a que comprendamos que el camino no es el que muchos han seguido, guiados por su afán de lucro, devastándolo todo, generando desesperanza, desequilibrando la naturaleza; sino que hay un camino mejor y es el que representa Cristo, que lleva a la vida eterna, y que transita por el respeto, el servicio, la justicia y el amor.

Dejarse "trabajar" y moldear por Él y producir los frutos que Él espera; asumir este día como el día para comenzar a construir juntos un nuevo orden mundial, donde sea nuestro Dios quien gobierne y no haya más desigualdad entre los seres humanos, beneficiando a la vez a todas las criaturas con las cuales cohabitamos la tierra. Dios nos llama a vivir en armonía, y nos invita a hacer visible su Reino desde ya y para todos con nuestro testimonio y esfuerzo. Es el día en el que finalmente, podremos celebrar que Dios hace nuevas todas las cosas y nos ha regalado el vivir a plenitud, con su presencia, cobijados por su amor.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…No tiene sentido meditar sobre la creación de Dios y la importancia de su cuidado, si la

conciencia de mayordomos no nos alcanza para desarrollar acciones que favorezcan su cuidado y preservación. Por ello, organice una reunión con las personas de la comunidad más sensibles al tema ambiental y piensen juntos en acciones de impacto que se puedan desarrollar como iglesia en red con otras organizaciones o actores sociales, en algún lugar que lo demande con urgencia. Puede ser una campaña de limpieza de la ronda de un río, la creación de una huerta urbana, la recuperación de algún parque donde siembren plantas nativas, plantas ornamentales que den flor para favorecer a los insectos, un taller de fortalecimiento de capacidades para el cuidado ambiental o aquello que más se requiera y sea alcanzable a corto plazo. Cuéntele al grupo de discipulado o a la comunidad cómo le fue.

EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Tema 3

EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

Diaconía: respuesta de la iglesia a los retos de su contexto

Diaconía es servicio, diaconía es presencia, diaconía es Evangelio vivo entre quienes confían en Dios. Como indica Pablo (Hechos 20:35): "a los necesitados se les ayuda trabajando como he trabajado yo, y recordando las palabras del Señor Jesús, que dijo: 'Hay más bendición en dar que en recibir'." Y también Isaías (58:10) cuando afirma "y si compartes tu pan con el hambriento y satisfaces el hambre de los afligidos, entonces tu luz brillará entre las tinieblas, y la oscuridad que te rodea será como el mediodía." Es decir, el servicio es parte de la vida de fe del pueblo de Dios y los auténticos discípulos se hacen diáconos del Reino. Aquí es importante señalar que, la diaconía no es un ejercicio individual que implica la práctica de la caridad, sino que tiene una dimensión comunitaria y se arraiga en la misión eclesial. Como indica Kjell Nordstockke "la práctica diaconal fundamenta el discurso profético en la sociedad (…) La diaconía es acción, a partir de la identidad cristiana, en un contexto de sufrimiento e injusticia, con la finalidad de transformar." (En: Harpprecht, C., 2011, Teología práctica en el contexto de América Latina, pág. 292-293).

Observe lo que sucede...

Grandes desafíos se presentan en el mundo actual para los seguidores de Cristo, quienes viven su discipulado en oración y acción. La invitación a servir, presente en el Evangelio demanda un compromiso que trasciende los muros de la iglesia y tiene alcance allí, justamente, donde la sociedad se encuentra más resentida, vulnerada, marginada; donde el ser humano clama a causa de su situación y, sólo las personas de fe pueden dar respuesta consoladora y efectiva, mostrando el rostro de Cristo a quienes como "cristos" sufren.

Primera Lección: Siendo Evangélicos

En Colombia proliferan las iglesias que se autodenominan cristianas, cada una pretendiendo ser poseedora de verdades irrebatibles y eternas, cada una con un sello que la distingue de las demás, sin embargo, todas, justificando su existencia en el mandato de Cristo, a su modo, desde sus comprensiones y alcances. Mas al repasar su compromiso con el Evangelio, en cuanto corresponde al servicio o diaconía,

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26 EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FEEL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE 27

especialmente a los excluidos de la sociedad, por el modelo económico, prejuicios, xenofobia, aporofobia, marginación o exclusión por cuestiones ideológicas, religiosas, étnicas, geográficas o de género, buena parte de estas "iglesias" no responden a las exigencias de Cristo.

¿Cómo se expresa la vivencia de la práctica del Evangelio en su comunidad de fe?, ¿Cuánto de lo predicado se lleva realmente a la práctica? ¿Cuál es su compromiso en la acción diaconal de la iglesia como evangélico?

“Y si ustedes son de Cristo, ciertamente son linaje de Abrahán y, según la promesa, herederos”. (Gálatas 3:23).

Pablo introduce un mensaje a los Gálatas, usando la expresión "si ustedes son de Cristo", a la verdad, podemos quedarnos detenidos ahí, en esa corta expresión, meditando si en verdad podemos ponernos al frente, sacar pecho, mirar a los ojos a nuestros interlocutores y decirles "soy de Cristo," "somos de Cristo" o "soy evangélico," "somos evangélicos", sin dudar, conscientes de lo que ello implica, capaces de sostenerlo, incluso delante del mismo Cristo.

Dijo alguna vez un ateo de la India "no creo en Cristo, pero sí en los cristianos porque a Cristo nunca lo he visto, pero a los cristianos sí y de su proceder si puedo hablar", esa frase nos hace recordar otra que pronunció su paisano Mohandas Gandhi, quien después de entrar a una iglesia con la intención de conocer el cristianismo y ser rechazado por su color de piel afirmó "yo sería cristiano de no ser por los cristianos" y en otro momento en una conferencia lo reafirmó al decir que tras leer los evangelios no le costaría creer en Cristo, pero difícilmente podría creer en los cristianos. Frases que desde un lado u otro dan cuenta de lo que reflejamos quienes nos decimos cristianos y además, evangélicos, ante aquellos que no son parte de nuestra tradición religiosa. Parece que nuestro Maestro ya sabía cuán difícil sería para sus seguidores dar auténtico testimonio y por eso afirmó lo que nos cuenta el evangelista Mateo (18:6) "A cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino, y que lo hundieran en el fondo del mar." Y esto para advertirnos, como lo dijo en otro pasaje "el que no recoge conmigo, desparrama" (Mateo 12:30).

No es para desinflar a nadie, como se desinfló Pedro ante la insistencia de Jesús al preguntarle, después de haberlo negado, si lo amaba. Pero, siendo cristianos, denominándonos evangélicos, conociéndonos y conociendo a nuestras hermanas y

Escuche lo que nos enseña la Biblia …

pase a la próxima página

hermanos, no deja de ser motivo para sonrojarse el pensar que en nuestro cristianismo profesado todavía falta mucho de Cristo. Él, que es Evangelio encarnado, Maestro que se hace servidor, Dios que se abaja para liberarnos, Sanador que toca nuestra vida para restaurarla en todo sentido, Salvador que nos recoge de en medio de nuestra corrupción para volvernos a dignificar, verdadero Emmanuel que no nos ha dejado nunca solos, y que si no fuera por su misericordia y compasión, estaríamos tan, pero tan perdidos...

La invitación a los cristianos, a los seguidores y seguidoras de Cristo, evangélicos, emisarios de su Evangelio auténtico, desde la tribuna en que se ubiquen y más allá de los ritos que practiquen, es a retomar la lectura del Evangelio y desde ahí, se lean a sí mismos, en su historia, pensamientos y comportamientos, para ver hasta qué punto pueden decir "Soy de Cristo", pero no para terminar dándose golpes de pecho y profiriendo "ayes" sobre su propia vida, sino para reencausarla, pidiéndole al Maestro que nos haga verdaderos discípulos, odres nuevos, vasijas nuevas, criaturas nuevas en sus manos. No digamos más "soy cristiano" o "soy evangélico", si ello es sólo una frase vacía que de lo único que da cuenta es de que asistimos a una iglesia: comencemos a ser en verdad de Cristo y todos los que nos vean, sin que se lo digamos sabrán qué somos. Que para siempre estemos en Él y Él esté en nosotros.

Leamos Lucas 14:12-14. En toda la Escritura es posible encontrar alusiones y mandatos asociados a la solidaridad, el servicio, el cuidado de los desfavorecidos, la hospitalidad y el compartir del pan. El Nuevo Testamento da cuenta de la vivencia evangélica de los primeros seguidores de Cristo y el modo como se fue configurando la iglesia a partir de la diaconía. Pablo pide a Tito (3:8): "Ésta es palabra fiel, y en esto quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en las buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres." Juan hace lo suyo al afirmar a sus compañeros de camino "Pero ¿cómo puede habitar el amor de Dios en aquel que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano pasar necesidad, y le cierra su corazón? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad." (1ª Juan 3:17-18) y Pedro insiste en que "cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios." (1ª Pedro 4:10).

¿Qué otros pasajes de las Sagradas Escrituras conoces? Son muchos de seguro en los que se enfatiza el servicio a los excluidos como parte del hecho mismo de ser hijos e hijas de Dios.

Agradezcamos a Dios por mirarnos a los ojos y descubrir en ellos nuestros vacíos, pues sabemos que sólo Él puede llenarlos. Dejemos que siga tocando nuestro corazón con el poder de Su Palabra y nos permita ser dóciles en sus manos para que haga de nosotros sus dignos hijos e hijas, todo esto si en verdad lo amamos y confiamos en su voluntad.

Page 27: EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

26 EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FEEL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE 27

especialmente a los excluidos de la sociedad, por el modelo económico, prejuicios, xenofobia, aporofobia, marginación o exclusión por cuestiones ideológicas, religiosas, étnicas, geográficas o de género, buena parte de estas "iglesias" no responden a las exigencias de Cristo.

¿Cómo se expresa la vivencia de la práctica del Evangelio en su comunidad de fe?, ¿Cuánto de lo predicado se lleva realmente a la práctica? ¿Cuál es su compromiso en la acción diaconal de la iglesia como evangélico?

“Y si ustedes son de Cristo, ciertamente son linaje de Abrahán y, según la promesa, herederos”. (Gálatas 3:23).

Pablo introduce un mensaje a los Gálatas, usando la expresión "si ustedes son de Cristo", a la verdad, podemos quedarnos detenidos ahí, en esa corta expresión, meditando si en verdad podemos ponernos al frente, sacar pecho, mirar a los ojos a nuestros interlocutores y decirles "soy de Cristo," "somos de Cristo" o "soy evangélico," "somos evangélicos", sin dudar, conscientes de lo que ello implica, capaces de sostenerlo, incluso delante del mismo Cristo.

Dijo alguna vez un ateo de la India "no creo en Cristo, pero sí en los cristianos porque a Cristo nunca lo he visto, pero a los cristianos sí y de su proceder si puedo hablar", esa frase nos hace recordar otra que pronunció su paisano Mohandas Gandhi, quien después de entrar a una iglesia con la intención de conocer el cristianismo y ser rechazado por su color de piel afirmó "yo sería cristiano de no ser por los cristianos" y en otro momento en una conferencia lo reafirmó al decir que tras leer los evangelios no le costaría creer en Cristo, pero difícilmente podría creer en los cristianos. Frases que desde un lado u otro dan cuenta de lo que reflejamos quienes nos decimos cristianos y además, evangélicos, ante aquellos que no son parte de nuestra tradición religiosa. Parece que nuestro Maestro ya sabía cuán difícil sería para sus seguidores dar auténtico testimonio y por eso afirmó lo que nos cuenta el evangelista Mateo (18:6) "A cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino, y que lo hundieran en el fondo del mar." Y esto para advertirnos, como lo dijo en otro pasaje "el que no recoge conmigo, desparrama" (Mateo 12:30).

No es para desinflar a nadie, como se desinfló Pedro ante la insistencia de Jesús al preguntarle, después de haberlo negado, si lo amaba. Pero, siendo cristianos, denominándonos evangélicos, conociéndonos y conociendo a nuestras hermanas y

Escuche lo que nos enseña la Biblia …

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hermanos, no deja de ser motivo para sonrojarse el pensar que en nuestro cristianismo profesado todavía falta mucho de Cristo. Él, que es Evangelio encarnado, Maestro que se hace servidor, Dios que se abaja para liberarnos, Sanador que toca nuestra vida para restaurarla en todo sentido, Salvador que nos recoge de en medio de nuestra corrupción para volvernos a dignificar, verdadero Emmanuel que no nos ha dejado nunca solos, y que si no fuera por su misericordia y compasión, estaríamos tan, pero tan perdidos...

La invitación a los cristianos, a los seguidores y seguidoras de Cristo, evangélicos, emisarios de su Evangelio auténtico, desde la tribuna en que se ubiquen y más allá de los ritos que practiquen, es a retomar la lectura del Evangelio y desde ahí, se lean a sí mismos, en su historia, pensamientos y comportamientos, para ver hasta qué punto pueden decir "Soy de Cristo", pero no para terminar dándose golpes de pecho y profiriendo "ayes" sobre su propia vida, sino para reencausarla, pidiéndole al Maestro que nos haga verdaderos discípulos, odres nuevos, vasijas nuevas, criaturas nuevas en sus manos. No digamos más "soy cristiano" o "soy evangélico", si ello es sólo una frase vacía que de lo único que da cuenta es de que asistimos a una iglesia: comencemos a ser en verdad de Cristo y todos los que nos vean, sin que se lo digamos sabrán qué somos. Que para siempre estemos en Él y Él esté en nosotros.

Leamos Lucas 14:12-14. En toda la Escritura es posible encontrar alusiones y mandatos asociados a la solidaridad, el servicio, el cuidado de los desfavorecidos, la hospitalidad y el compartir del pan. El Nuevo Testamento da cuenta de la vivencia evangélica de los primeros seguidores de Cristo y el modo como se fue configurando la iglesia a partir de la diaconía. Pablo pide a Tito (3:8): "Ésta es palabra fiel, y en esto quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en las buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres." Juan hace lo suyo al afirmar a sus compañeros de camino "Pero ¿cómo puede habitar el amor de Dios en aquel que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano pasar necesidad, y le cierra su corazón? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad." (1ª Juan 3:17-18) y Pedro insiste en que "cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios." (1ª Pedro 4:10).

¿Qué otros pasajes de las Sagradas Escrituras conoces? Son muchos de seguro en los que se enfatiza el servicio a los excluidos como parte del hecho mismo de ser hijos e hijas de Dios.

Agradezcamos a Dios por mirarnos a los ojos y descubrir en ellos nuestros vacíos, pues sabemos que sólo Él puede llenarlos. Dejemos que siga tocando nuestro corazón con el poder de Su Palabra y nos permita ser dóciles en sus manos para que haga de nosotros sus dignos hijos e hijas, todo esto si en verdad lo amamos y confiamos en su voluntad.

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28 EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FEEL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE 29

Revisar su modo de ser cristiano, a releer el Evangelio y llevar a la práctica sus exigencias; a aprender de los primeros cristianos. (Hechos 2:44 y 4:34).

Piense en cómo vive su proceso de discipulado y de qué manera ha incorporado la diaconía en su cotidianidad y plantee acciones de servicio que estén a su alcance, de manera que pueda percibirse como autentico evangélico.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…Lea algunas biografías de personas de fe cuyo compromiso con el Evangelio les llevó a

amar, incluso hasta ofrendar su vida por una causa, persona o comunidad. Tome nota de los aspectos con los que se identifique en estas historias. En una conversación con sus compañeros de discipulado refiérales tales aspectos, buscando trazar un perfil que dé cuenta de los principios que deben caracterizar al creyente en su dimensión diaconal, es decir de servicio al modo de Cristo.

La Iglesia Evangélica Luterana, ha de constituirse en embajadora de la paz de Cristo, de su amor y no cansarse de trabajar por la justicia social y la reconciliación. Ciertamente es una labor que demanda gran compromiso y entrega, pero que no debe ser pospuesta, máxime cuando se viven en la actualidad situaciones que comprometen la humanidad y generan gran dolor y que, por consiguiente, precisan urgente atención por parte de los discípulos de Cristo.

Primera Lección: Fe y amor eficaz

Observe lo que sucede...El ritmo que impone la sociedad de consumo y la tensión que genera a cada persona

que trata de seguirlo, van llevando a que los corazones vivan en amargura y que se pierda de vista la compasión. Subir a un medio de transporte empujado por otros, escuchando cómo su frustración y estrés se vuelven palabras ácidas y comprendiendo con tristeza que hasta las más nobles personas pueden llegar a actuar como auténticas

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bestias, nos ha de cuestionar. Ir por la calle y cruzarse con cientos de individuos que caminan a prisa, ninguno mira al otro, a nadie le interesa lo que va aconteciendo alrededor, todos parecen estar compitiendo y sólo interactúan cuando alguien ocupa su espacio o pasa demasiado cerca y, casi siempre es para proferir algún improperio, esto es un signo de la decadencia que conlleva a estar presos del sistema despiadado que opera el mundo actual.

Colombia enfrenta desde siempre situaciones de polarización que, con el tiempo van cambiando de "vestido", pero no dejan de generar conflictos, divisiones y se constituyen en obstáculo para avanzar como nación. En la política siempre se ha tendido a considerar polos opuestos e irreconciliables, como lo fueron santanderistas y bolivaristas; liberales y conservadores; partidos de derecha y partidos de izquierda; azules y rojos; progresistas y retardatarios, entre otros; dinámica que ha propiciado incluso guerras civiles y movimientos armados en confrontación permanente: guerrillas y paramilitarismo, por ejemplo. El ámbito religioso y de fe no ha sido ajeno a estas dinámicas y por esto, también entre el pueblo de Dios, se han dado sendas divisiones y confrontaciones. Basta con citar la persecución histórica realizada por la iglesia de Roma hacia el protestantismo, y más recientemente los distanciamientos entre las iglesias históricas y los neo-pentecostal, fundamentalistas asociados a grupos de poder político.Mas, como lo postulara el padre Camilo Torres a comienzos de los años 60 del siglo XX, se hace necesario promover y testimoniar un "amor eficaz", más aún, llevar adelante la revolución del amor eficaz, como cristianos. Esta premisa fue bien acogida por destacados teólogos latinoamericanos, ministros coherentes con el Evangelio y comunidades eclesiales de base, pero aún hoy, no se ha arraigado plenamente en la vida de la iglesia.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …Leamos y meditemos: 2ª Tesalonicenses 3:5 y Efesios 3:14. 16-18.

Perdemos sin tratar de evitarlo, la humanidad, la mirada contemplativa que nos dio Dios, la capacidad de sentir con el otro, de considerarlo hermano, de ofrendarnos por él. El Maestro ya lo cuestionaba cuando se dirigía a los suyos: "¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma?" (Mateo 16:26) Pero ¡cuán pronto olvidamos sus enseñanzas! Cuando caemos en la angustia y nos invade el desconsuelo, es porque hemos perdido de vista las promesas de Dios, su presencia en nuestra vida y los dones con que nos dotó para poder asumirla dignamente. Nos ha poseído el mundo y nos dejamos convencer de qué es lo correcto, lo natural, el único camino y el destino para nuestra especie. Mas no es así, nunca lo fue, y no lo será.

Es apremiante recuperar la conciencia de que somos hijos e hijas de Dios, de modo

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Page 29: EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

28 EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FEEL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE 29

Revisar su modo de ser cristiano, a releer el Evangelio y llevar a la práctica sus exigencias; a aprender de los primeros cristianos. (Hechos 2:44 y 4:34).

Piense en cómo vive su proceso de discipulado y de qué manera ha incorporado la diaconía en su cotidianidad y plantee acciones de servicio que estén a su alcance, de manera que pueda percibirse como autentico evangélico.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…Lea algunas biografías de personas de fe cuyo compromiso con el Evangelio les llevó a

amar, incluso hasta ofrendar su vida por una causa, persona o comunidad. Tome nota de los aspectos con los que se identifique en estas historias. En una conversación con sus compañeros de discipulado refiérales tales aspectos, buscando trazar un perfil que dé cuenta de los principios que deben caracterizar al creyente en su dimensión diaconal, es decir de servicio al modo de Cristo.

La Iglesia Evangélica Luterana, ha de constituirse en embajadora de la paz de Cristo, de su amor y no cansarse de trabajar por la justicia social y la reconciliación. Ciertamente es una labor que demanda gran compromiso y entrega, pero que no debe ser pospuesta, máxime cuando se viven en la actualidad situaciones que comprometen la humanidad y generan gran dolor y que, por consiguiente, precisan urgente atención por parte de los discípulos de Cristo.

Primera Lección: Fe y amor eficaz

Observe lo que sucede...El ritmo que impone la sociedad de consumo y la tensión que genera a cada persona

que trata de seguirlo, van llevando a que los corazones vivan en amargura y que se pierda de vista la compasión. Subir a un medio de transporte empujado por otros, escuchando cómo su frustración y estrés se vuelven palabras ácidas y comprendiendo con tristeza que hasta las más nobles personas pueden llegar a actuar como auténticas

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bestias, nos ha de cuestionar. Ir por la calle y cruzarse con cientos de individuos que caminan a prisa, ninguno mira al otro, a nadie le interesa lo que va aconteciendo alrededor, todos parecen estar compitiendo y sólo interactúan cuando alguien ocupa su espacio o pasa demasiado cerca y, casi siempre es para proferir algún improperio, esto es un signo de la decadencia que conlleva a estar presos del sistema despiadado que opera el mundo actual.

Colombia enfrenta desde siempre situaciones de polarización que, con el tiempo van cambiando de "vestido", pero no dejan de generar conflictos, divisiones y se constituyen en obstáculo para avanzar como nación. En la política siempre se ha tendido a considerar polos opuestos e irreconciliables, como lo fueron santanderistas y bolivaristas; liberales y conservadores; partidos de derecha y partidos de izquierda; azules y rojos; progresistas y retardatarios, entre otros; dinámica que ha propiciado incluso guerras civiles y movimientos armados en confrontación permanente: guerrillas y paramilitarismo, por ejemplo. El ámbito religioso y de fe no ha sido ajeno a estas dinámicas y por esto, también entre el pueblo de Dios, se han dado sendas divisiones y confrontaciones. Basta con citar la persecución histórica realizada por la iglesia de Roma hacia el protestantismo, y más recientemente los distanciamientos entre las iglesias históricas y los neo-pentecostal, fundamentalistas asociados a grupos de poder político.Mas, como lo postulara el padre Camilo Torres a comienzos de los años 60 del siglo XX, se hace necesario promover y testimoniar un "amor eficaz", más aún, llevar adelante la revolución del amor eficaz, como cristianos. Esta premisa fue bien acogida por destacados teólogos latinoamericanos, ministros coherentes con el Evangelio y comunidades eclesiales de base, pero aún hoy, no se ha arraigado plenamente en la vida de la iglesia.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …Leamos y meditemos: 2ª Tesalonicenses 3:5 y Efesios 3:14. 16-18.

Perdemos sin tratar de evitarlo, la humanidad, la mirada contemplativa que nos dio Dios, la capacidad de sentir con el otro, de considerarlo hermano, de ofrendarnos por él. El Maestro ya lo cuestionaba cuando se dirigía a los suyos: "¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma?" (Mateo 16:26) Pero ¡cuán pronto olvidamos sus enseñanzas! Cuando caemos en la angustia y nos invade el desconsuelo, es porque hemos perdido de vista las promesas de Dios, su presencia en nuestra vida y los dones con que nos dotó para poder asumirla dignamente. Nos ha poseído el mundo y nos dejamos convencer de qué es lo correcto, lo natural, el único camino y el destino para nuestra especie. Mas no es así, nunca lo fue, y no lo será.

Es apremiante recuperar la conciencia de que somos hijos e hijas de Dios, de modo

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Page 30: EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

30 EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FEEL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE 31

que proclamemos con el salmista "Mi alma tiene sed de ti, Dios de la vida; ¿Cuándo vendré a presentarme ante ti, mi Dios?" (Salmo 42:2); y además podamos, por la confianza que le tenemos a Dios, por la fe que Él mismo nos dio, decir también "¡Escucha mi oración! ¡Atiende a mi clamor! ¡No guardes silencio ante mis lágrimas!" (Salmo 39:12), y escuchar también cuando nos reclama y recuerda "¿Pero acaso se olvida la mujer del hijo que dio a luz? ¿Acaso deja de compadecerse del hijo de su vientre? Tal vez ella lo olvide, pero yo nunca me olvidaré de ti." (Isaías 49:15).

No es verdad que no haya otro camino y que la humanidad esté condenada a vivir presa de los desmanes y la opresión del mundo alejado de su Creador. Si nuestra mirada se ha nublado, tengamos presente que Dios nos ha dado su luz; si nuestro ser se siente esclavo irremediable de una vida sin esperanza, sintamos que el Espíritu nos fue dado y no se ha apartado de nosotros, pues además nos vivifica y nos conduce a la vida plena en Dios. Recordemos que "mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo... Nosotros somos de Dios... Dios es amor... Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él." (1ª Juan 4:4.6.8.16). Somos hijas e hijos de Dios, nos fue dada esta dignidad en Cristo y por su muerte en cruz y su resurrección, hemos recibido la vida y la libertad de la opresión del pecado. No sigamos caminando entre tinieblas, repitiendo cual entes sin alma, el modo de ser del mundo, cuando nuestro modelo auténtico es Cristo.

Obremos al modo de Cristo, reconociéndonos como hermanos, sirviéndonos mutuamente, caminando juntos movidos por el amor eficaz y su consecuente compasión. Y, ante el ritmo de maltrato y deshumanización, que trata de imponer la sociedad actual, dejemos que sea en el tiempo de Dios, que todas las cosas sean renovadas, no siguiendo el juego al mal, sino antes bien, siendo testimonio del actuar del Espíritu Santo en nosotros, reflejando su luz, venciendo el mal a fuerza de bien... Que el próximo empujón y ofensa en el medio de transporte público que nos estresa, o el roce accidental con quien va de prisa llevado por su propia miseria, sea una oportunidad para regalar una sonrisa, irradiar esperanza y mostrar con una serena mirada la grandeza de Dios, que tanto nos ama, y de quien somos imagen y semejanza... para que el mundo crea, para que el mundo sea otra vez pleno de Dios.

Indague sobre el impacto del pensamiento del padre Camilo Torres Restrepo, en la teología latinoamericana y lea su "Mensaje a los cristianos" (1965), con espíritu crítico y a la luz del Evangelio.

Preparándonos para el siguiente encuentro…

Dar testimonio del Evangelio con su vida, con amor eficaz, haciéndose ministros del Nuevo Pacto, servidores del Reino de Dios, emisarios de Cristo en medio del contexto en el que la iglesia toma carne y desempeña su labor profética.

Dios le invita a...

Tercera Lección: Misión en un mundo plural, misión para transformar

Ser discípulo de Cristo, trabajar por el Reino y ser fiel al Señor, es ante todo amar y vivir expresando el amor de Dios, en todo nuestro actuar. Cualquier acción que vaya en contra de esta máxima vital, reflejaría que no somos y no obramos como hijos e hijas de Dios, y llamarnos cristianos sería una contradicción.

Observe lo que sucede...La Iglesia Evangélica Luterana de Colombia (IELCO), con presencia en el país por más

de 80 años, ha ido comprendiendo su misión en contexto en la medida que se ha acercado a los dolores, angustias y necesidades del pueblo de Dios; es así, como a través del tiempo ha expresado su dimensión diaconal con proyectos puntuales de acompañamiento a las comunidades en las que tiene impacto. Iniciativas asociadas a la atención a personas que viven y conviven con el VIH, atención integral a migrantes, acompañamiento a mujeres jóvenes, promoción de capacitaciones en sexualidad, exigibilidad de derechos, protección a la infancia, desarrollo comunitario, cuidado del ambiente; así como participación en organizaciones, colectivos, plataformas de carácter ecuménico, inter-confesional e interreligioso donde se promueven la justicia y la paz, han sido característica de su ser y quehacer cotidiano.

Con la construcción participativa de sus planes misionales estratégicos, la IELCO ha demostrado su capacidad de respuesta frente a los desafíos del mundo y su compromiso con el Evangelio de Cristo, dando cuenta de su rol profético por medio de la acción diaconal y siendo testimonio para otras iglesias y organizaciones de sociedad civil que reconocen su aporte a la transformación social. Sin embargo, aún hay mucho por hacer como iglesia y la capacidad de respuesta debe acrecentarse también en la medida que se nutren las comunidades con nuevos miembros, fruto de estrategias pertinentes de evangelización y diálogos de fe desde el amor, con las generaciones hijas del nuevo siglo.

Page 31: EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE

30 EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FEEL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE 31

que proclamemos con el salmista "Mi alma tiene sed de ti, Dios de la vida; ¿Cuándo vendré a presentarme ante ti, mi Dios?" (Salmo 42:2); y además podamos, por la confianza que le tenemos a Dios, por la fe que Él mismo nos dio, decir también "¡Escucha mi oración! ¡Atiende a mi clamor! ¡No guardes silencio ante mis lágrimas!" (Salmo 39:12), y escuchar también cuando nos reclama y recuerda "¿Pero acaso se olvida la mujer del hijo que dio a luz? ¿Acaso deja de compadecerse del hijo de su vientre? Tal vez ella lo olvide, pero yo nunca me olvidaré de ti." (Isaías 49:15).

No es verdad que no haya otro camino y que la humanidad esté condenada a vivir presa de los desmanes y la opresión del mundo alejado de su Creador. Si nuestra mirada se ha nublado, tengamos presente que Dios nos ha dado su luz; si nuestro ser se siente esclavo irremediable de una vida sin esperanza, sintamos que el Espíritu nos fue dado y no se ha apartado de nosotros, pues además nos vivifica y nos conduce a la vida plena en Dios. Recordemos que "mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo... Nosotros somos de Dios... Dios es amor... Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él." (1ª Juan 4:4.6.8.16). Somos hijas e hijos de Dios, nos fue dada esta dignidad en Cristo y por su muerte en cruz y su resurrección, hemos recibido la vida y la libertad de la opresión del pecado. No sigamos caminando entre tinieblas, repitiendo cual entes sin alma, el modo de ser del mundo, cuando nuestro modelo auténtico es Cristo.

Obremos al modo de Cristo, reconociéndonos como hermanos, sirviéndonos mutuamente, caminando juntos movidos por el amor eficaz y su consecuente compasión. Y, ante el ritmo de maltrato y deshumanización, que trata de imponer la sociedad actual, dejemos que sea en el tiempo de Dios, que todas las cosas sean renovadas, no siguiendo el juego al mal, sino antes bien, siendo testimonio del actuar del Espíritu Santo en nosotros, reflejando su luz, venciendo el mal a fuerza de bien... Que el próximo empujón y ofensa en el medio de transporte público que nos estresa, o el roce accidental con quien va de prisa llevado por su propia miseria, sea una oportunidad para regalar una sonrisa, irradiar esperanza y mostrar con una serena mirada la grandeza de Dios, que tanto nos ama, y de quien somos imagen y semejanza... para que el mundo crea, para que el mundo sea otra vez pleno de Dios.

Indague sobre el impacto del pensamiento del padre Camilo Torres Restrepo, en la teología latinoamericana y lea su "Mensaje a los cristianos" (1965), con espíritu crítico y a la luz del Evangelio.

Preparándonos para el siguiente encuentro…

Dar testimonio del Evangelio con su vida, con amor eficaz, haciéndose ministros del Nuevo Pacto, servidores del Reino de Dios, emisarios de Cristo en medio del contexto en el que la iglesia toma carne y desempeña su labor profética.

Dios le invita a...

Tercera Lección: Misión en un mundo plural, misión para transformar

Ser discípulo de Cristo, trabajar por el Reino y ser fiel al Señor, es ante todo amar y vivir expresando el amor de Dios, en todo nuestro actuar. Cualquier acción que vaya en contra de esta máxima vital, reflejaría que no somos y no obramos como hijos e hijas de Dios, y llamarnos cristianos sería una contradicción.

Observe lo que sucede...La Iglesia Evangélica Luterana de Colombia (IELCO), con presencia en el país por más

de 80 años, ha ido comprendiendo su misión en contexto en la medida que se ha acercado a los dolores, angustias y necesidades del pueblo de Dios; es así, como a través del tiempo ha expresado su dimensión diaconal con proyectos puntuales de acompañamiento a las comunidades en las que tiene impacto. Iniciativas asociadas a la atención a personas que viven y conviven con el VIH, atención integral a migrantes, acompañamiento a mujeres jóvenes, promoción de capacitaciones en sexualidad, exigibilidad de derechos, protección a la infancia, desarrollo comunitario, cuidado del ambiente; así como participación en organizaciones, colectivos, plataformas de carácter ecuménico, inter-confesional e interreligioso donde se promueven la justicia y la paz, han sido característica de su ser y quehacer cotidiano.

Con la construcción participativa de sus planes misionales estratégicos, la IELCO ha demostrado su capacidad de respuesta frente a los desafíos del mundo y su compromiso con el Evangelio de Cristo, dando cuenta de su rol profético por medio de la acción diaconal y siendo testimonio para otras iglesias y organizaciones de sociedad civil que reconocen su aporte a la transformación social. Sin embargo, aún hay mucho por hacer como iglesia y la capacidad de respuesta debe acrecentarse también en la medida que se nutren las comunidades con nuevos miembros, fruto de estrategias pertinentes de evangelización y diálogos de fe desde el amor, con las generaciones hijas del nuevo siglo.

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32 EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FEEL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE 33

Solidaridad es la palabra que expresa, la inclinación del ser humano a considerar a otras criaturas que se encuentran en dificultad o precisan ayuda, para apoyarles; ésta es consecuente con la compasión, como capacidad humana de percibir e identificarse con el dolor del otro, asumirlo como propio y buscar sanarlo. Pero tanto la compasión como su respuesta solidaria, sólo son posibles si hay amor. De modo que, en primer lugar, está el amor. Jesús lo reafirma en el Evangelio al indicar cuál es el principal mandamiento, que recoge en sí toda la ley de Dios, “pues quien ama, ha conocido a Dios, porque Dios es amor”. (1ª Juan 4:16).

Jesús se presenta como diácono y nos da ejemplo en Lucas 22:27. Su misión es diaconal: Marcos 10:45 y da ejemplo a sus discípulos de cómo hacerse diáconos: Juan 13:12-17. Él asocia la diaconía al seguimiento en Juan 12:26. Y envía a los discípulos a servir en el mundo: Juan 20:21; Marcos 16:15.

Con su ejemplo Él nos enseña que:

* No es posible ser cristiano y ofender a otro porque piensa u obra diferente, en comparación con nuestra escala de valores.

* No es posible ser cristiano y desear el mal para otros seres, sea cual fuere su obrar. * No es posible ser cristiano y apoyar activamente la violencia, o incluso callar frente a

situaciones donde ésta se presenta.* No es posible ser cristiano y maltratar a los animales, destruir ecosistemas, hacer mal

uso de los recursos naturales, permitir la explotación minera que afecta la vida, o pensar que el desarrollo consiste en levantar moles de cemento y cubrir de asfalto la tierra en detrimento de los bosques, humedales y fuentes de agua.

* No es posible ser cristiano y atentar contra la propia vida, consumiendo cosas que enferman el organismo, viviendo sedentariamente, llenando la cabeza de basura vista en televisión y a través del internet.

* No es posible ser cristiano, si se vuelve el rostro ante las necesidades del prójimo, si se piensa sólo en el beneficio propio, si se cree que quien está mal es porque lo merece, si se acepta la explotación laboral, sexual, infantil... por considerar que son parte del sistema. Dios no justifica la explotación y violencia en contra de ninguno.

* No es posible ser cristiano, si el único fruto de nuestra fe es ocupar una banca en la iglesia cada domingo, cuando justamente la condición para hacer y ser iglesia, es liberar las bancas y ponerse de camino, con Jesús, al encuentro del prójimo.

* No es posible ser cristiano, sin darnos cuenta que aún nos falta mucho para ser un verdadero seguidor de Cristo, y esto nos incomoda, y estamos dispuestos a acatar el llamado para acercarnos más a la voluntad de Dios, expresada en el precepto del amor.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …

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Los desafíos de la acción diaconal, enmarcados en el discipulado cristiano y la vivencia de la fe en la confesionalidad luterana, son cada vez mayores y se presentan como urgentes.

Para ello, es apremiante que la iglesia esté dispuesta a acompañar la misión, suministrar herramientas a quienes tienen vocación y seguir impulsando iniciativas que den cuenta del ser cristiano a partir del compromiso con la causa del Reino y asumiendo los desafíos que la realidad del mundo presenta.

Se empieza por el primer paso, y al concluir este módulo de la guía de discipulado, de seguro, ya hay un buen trecho avanzado.

¡Gracias por ser parte de la Iglesia Luterana y caminar con nosotros en los procesos formativos, pero ante todo, en la praxis diaconal!

Que el Señor, Dios de la vida, tenga misericordia de nosotros por no serle fieles y pretender gozar su herencia inmerecida, sin esforzarnos en lo mínimo para dar testimonio su amor. Que Él nos ayude a ser coherentes con el Evangelio y ser capaces de obrar al modo de Cristo, aunque esto conlleve ofrendar la propia vida por la causa de su Reino. Y que el amor, ley universal, esencia divina, sea en nosotros la fuerza vital para todo lo que hacemos y nos lleve a superar nuestra vieja condición para poder decir con honestidad y compromiso que somos de Cristo, hijos e hijas del Padre, plenos de su Santo Espíritu y nada nos separará de su amor.

Fortalecer las capacidades para el servicio y dar testimonio del Evangelio con la práctica pastoral encarnada y humanizada como miembros de la comunidad de fe, pero haciéndose prójimo más allá del entorno eclesial.

Capacitémonos y preparémonos para la acción diaconal contextual, superando la barrera de los prejuicios, haciéndonos prójimo como Cristo, en aquellos que requieren ser servidos: migrantes, empobrecidos por el sistema, excluidos por cuestiones étnicas o de diversidad sexual, mujeres víctima de diversas violencias, mujeres en ejercicio de prostitución, ancianos abandonados, niños y niñas vulnerados o desprotegidos, jóvenes desorientados, jóvenes que padecen enfermedades asociadas al consumo de psicoactivos o adicciones, entre otros.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…

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32 EL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FEEL MUNDO EN EL CUAL VIVE SU FE 33

Solidaridad es la palabra que expresa, la inclinación del ser humano a considerar a otras criaturas que se encuentran en dificultad o precisan ayuda, para apoyarles; ésta es consecuente con la compasión, como capacidad humana de percibir e identificarse con el dolor del otro, asumirlo como propio y buscar sanarlo. Pero tanto la compasión como su respuesta solidaria, sólo son posibles si hay amor. De modo que, en primer lugar, está el amor. Jesús lo reafirma en el Evangelio al indicar cuál es el principal mandamiento, que recoge en sí toda la ley de Dios, “pues quien ama, ha conocido a Dios, porque Dios es amor”. (1ª Juan 4:16).

Jesús se presenta como diácono y nos da ejemplo en Lucas 22:27. Su misión es diaconal: Marcos 10:45 y da ejemplo a sus discípulos de cómo hacerse diáconos: Juan 13:12-17. Él asocia la diaconía al seguimiento en Juan 12:26. Y envía a los discípulos a servir en el mundo: Juan 20:21; Marcos 16:15.

Con su ejemplo Él nos enseña que:

* No es posible ser cristiano y ofender a otro porque piensa u obra diferente, en comparación con nuestra escala de valores.

* No es posible ser cristiano y desear el mal para otros seres, sea cual fuere su obrar. * No es posible ser cristiano y apoyar activamente la violencia, o incluso callar frente a

situaciones donde ésta se presenta.* No es posible ser cristiano y maltratar a los animales, destruir ecosistemas, hacer mal

uso de los recursos naturales, permitir la explotación minera que afecta la vida, o pensar que el desarrollo consiste en levantar moles de cemento y cubrir de asfalto la tierra en detrimento de los bosques, humedales y fuentes de agua.

* No es posible ser cristiano y atentar contra la propia vida, consumiendo cosas que enferman el organismo, viviendo sedentariamente, llenando la cabeza de basura vista en televisión y a través del internet.

* No es posible ser cristiano, si se vuelve el rostro ante las necesidades del prójimo, si se piensa sólo en el beneficio propio, si se cree que quien está mal es porque lo merece, si se acepta la explotación laboral, sexual, infantil... por considerar que son parte del sistema. Dios no justifica la explotación y violencia en contra de ninguno.

* No es posible ser cristiano, si el único fruto de nuestra fe es ocupar una banca en la iglesia cada domingo, cuando justamente la condición para hacer y ser iglesia, es liberar las bancas y ponerse de camino, con Jesús, al encuentro del prójimo.

* No es posible ser cristiano, sin darnos cuenta que aún nos falta mucho para ser un verdadero seguidor de Cristo, y esto nos incomoda, y estamos dispuestos a acatar el llamado para acercarnos más a la voluntad de Dios, expresada en el precepto del amor.

Escuche lo que nos enseña la Biblia …

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Los desafíos de la acción diaconal, enmarcados en el discipulado cristiano y la vivencia de la fe en la confesionalidad luterana, son cada vez mayores y se presentan como urgentes.

Para ello, es apremiante que la iglesia esté dispuesta a acompañar la misión, suministrar herramientas a quienes tienen vocación y seguir impulsando iniciativas que den cuenta del ser cristiano a partir del compromiso con la causa del Reino y asumiendo los desafíos que la realidad del mundo presenta.

Se empieza por el primer paso, y al concluir este módulo de la guía de discipulado, de seguro, ya hay un buen trecho avanzado.

¡Gracias por ser parte de la Iglesia Luterana y caminar con nosotros en los procesos formativos, pero ante todo, en la praxis diaconal!

Que el Señor, Dios de la vida, tenga misericordia de nosotros por no serle fieles y pretender gozar su herencia inmerecida, sin esforzarnos en lo mínimo para dar testimonio su amor. Que Él nos ayude a ser coherentes con el Evangelio y ser capaces de obrar al modo de Cristo, aunque esto conlleve ofrendar la propia vida por la causa de su Reino. Y que el amor, ley universal, esencia divina, sea en nosotros la fuerza vital para todo lo que hacemos y nos lleve a superar nuestra vieja condición para poder decir con honestidad y compromiso que somos de Cristo, hijos e hijas del Padre, plenos de su Santo Espíritu y nada nos separará de su amor.

Fortalecer las capacidades para el servicio y dar testimonio del Evangelio con la práctica pastoral encarnada y humanizada como miembros de la comunidad de fe, pero haciéndose prójimo más allá del entorno eclesial.

Capacitémonos y preparémonos para la acción diaconal contextual, superando la barrera de los prejuicios, haciéndonos prójimo como Cristo, en aquellos que requieren ser servidos: migrantes, empobrecidos por el sistema, excluidos por cuestiones étnicas o de diversidad sexual, mujeres víctima de diversas violencias, mujeres en ejercicio de prostitución, ancianos abandonados, niños y niñas vulnerados o desprotegidos, jóvenes desorientados, jóvenes que padecen enfermedades asociadas al consumo de psicoactivos o adicciones, entre otros.

Dios le invita a...

Preparándonos para el siguiente encuentro…

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