El marxismo
-
Upload
maria-noelia-ibanez-echevarria -
Category
Documents
-
view
147 -
download
0
Transcript of El marxismo
EL MARXISMO (Parte I: La teoría de Karl Marx)
A- MATERIALISMO DIALÉCTICO Y MATERIALISMO HISTÓRICO
El origen del pensamiento de Marx encuentra sus bases en el pensamiento del filósofo
alemán Hegel; tanto para Hegel como para Marx la fuerza impulsora de cambio social es la
lucha y el factor determinante es el poder. La lucha tiene lugar entre clases sociales y el
poder es más económico que político, siendo en Marx el poder político una consecuencia
del poder económico. A juicio de Hegel, la historia es un proceso lógico, una tarea de la
razón, en la cual las situaciones conflictivas (tesis y antítesis) se reconcilian en la síntesis.
Desde el punto de vista de Marx, cada fase de la producción económica es una síntesis,
pero también una tesis con una antítesis. Una clase produce para organizar la producción,
pero las técnicas llegan a superar su cascarón social y surge una nueva clase, interesada en
un nuevo modo de producción y enfrentada con la clase anterior. Marx consideraba a la
dialéctica como un método lógico, único capaz de explicar una materia de estudio en
constante desarrollo y de revelar la necesidad de su desarrollo. Como Hegel, Marx
consideraba la explicación mecánica como correspondiente a una forma inferior de la
lógica porque se refiere a una etapa inferior de la realidad. Marx consideraba al
materialismo como una ciencia alejada de la religión y de todo aquello que no tuviese
sentido lógico o razonable; dado que estos elementos serían apoyos ficticios de una clase
para controlar y explotar a otras clases (clase dominante sobre clase dominada). El
materialismo y la dialéctica, para Marx, era la génesis de una nueva revolución de mayor
alcance (esto significa la superación de todas las etapas revolucionarias y de producción
para llegar a la etapa de la abolición de las clases).
La economía se convirtió, para Marx, en una combinación de historia y análisis: análisis de
las relaciones prevalecientes en cualquier sistema dado de producción, complementado por
la historia del auge y desarrollo de ese sistema. Marx adoptó también una visión económica
clásica de David Ricardo de que sólo el trabajo crea valor y el capital es trabajo
almacenado, enajenado al proletariado. Los obreros se ven obligados a adaptar salarios
bajos porque, a medida que aumenta el capital que producen, se ven sustituidos por
máquinas. Así, existe una reserva cada vez mayor de mano de obra; la tesis y la antítesis se
encabezan así hacia la síntesis. Con el tiempo la capacidad productiva supera a la demanda
y caen los precios, la reserva de desocupados y pobres aumenta hasta que se produce una
revolución, gracias a la cual los obreros se hacen con el control de los medios de
producción.
El materialismo histórico de Marx se sustenta en que la historia se interpreta como una
lucha de clases, un proceso en el cual las condiciones económicas son la base de la vida, y
el desarrollo de las técnicas de producción determina el carácter de una sociedad. Sobre
estas bases se edifican sistemas políticos e ideológicos. El movimiento de la historia es una
dialéctica dentro de cada fase económica que produce la clase que se opone al orden social
y político y lo derroca.
B) LA TEORÍA DE MARX
“En la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones
necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a
una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de
estas relaciones de producción forma la superestructura jurídica y política y a la que
corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida
material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la
conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que
determina su conciencia. Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas
productivas materiales de la sociedad chocan con las relaciones de producción existentes o,
lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro
de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas
productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de
revolución social. Al cambiar la base económica se revoluciona, más o menos rápidamente,
toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas revoluciones,
hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones
económicas de producción y que pueden apreciarse con exactitud propia de las ciencias
naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra,
las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan
por resolverlo… Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las
fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas
relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan
madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Por eso la humanidad se propone
siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar pues, bien miradas las cosas, vemos
siempre que estos objetivos sólo brotan cuando ya se dan o, por lo menos, se están
gestando, las condiciones materiales para su realización”.1
El modo de producción capitalista implica relaciones sociales de producción en la cual
los obreros cambian su mercancía, que es la fuerza de trabajo, por la mercancía del
capitalista, que es el salario (tanto dinero por tantas horas de uso de la fuerza de trabajo).
El salario es el precio de una determinada mercancía (de la fuerza de trabajo) entonces,
¿cómo se determina el precio de la mercancía? A través de la competencia entre
compradores y vendedores, la relación entre la oferta y la demanda. El capital está formado
por materias primas, instrumentos de trabajo y medios de vida de todo género que se
emplean para producir nuevas materias primas, nuevos instrumentos de trabajo y nuevos
medios. Todas estas partes integrantes del capital son hijas del trabajo, productos del
trabajo; por esto el trabajo acumulado origina capital: el trabajo acumulado que sirve de
medio para una nueva producción es el CAPITAL. En la producción los hombres no
actúan solamente sobre la naturaleza, sino que actúan también entre ellos. No pueden
producir sin asociarse de un cierto modo. Para producir los hombres contraen determinados
vínculos y relaciones, y a través de éstos vínculos y relaciones es cómo se relacionan con la
naturaleza, cómo se efectúa la producción. Las RELACIONES SOCIALES en las que los
individuos producen = LAS RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN forman en
conjunto lo que se llaman las relaciones sociales, la sociedad y, concretamente, una
sociedad con un determinado grado de desarrollo histórica, una sociedad de carácter
peculiar y distintivo. La sociedad antigua, la sociedad feudal, la sociedad burguesa; son
otros de los tantos conjuntos de relaciones de producción, cada uno de los cuales
representa, a la vez, un grado especial de desarrollo de la historia de la humanidad.
También el capital es una relación social de producción; una relación burguesa de
producción (una relación de producción de la sociedad burguesa).
TEORÍA SOBRE EL VALOR Y LA PLUSVALÍA
1 Marx, K. (1859): Contribución a la crítica de la Economía política. En: http://www.marxists.org
El capital no se compone solamente de medios de vida, instrumentos de trabajo y materias
primas (no se compone únicamente de productos materiales) sino igualmente de valores de
cambio y todos los productos que lo integran son mercancías. La MERCANCÍA, o sea el
objeto que en vez de ser consumido por el que lo produce, está destinado al cambio y a la
venta, es la forma elemental de la riqueza en las sociedades donde impera el régimen de
producción capitalista. Las mercancías son valores en tanto que son materialización de la
fuerza humana de trabajo.
La teoría sobre el valor y la plusvalía constituye uno de los aspectos centrales de la obra
“EL Capital”. En síntesis:
Las cosas tienen dos valores; el de uso y el de cambio, el primero sirve para
satisfacer necesidades, el segundo consiste en el elemento común de todas las cosas
que pueden cambiarse, es decir, el trabajo, tanto mayor cuanto más esfuerzo
humano se necesite para realizarlo medido por el tiempo invertido por término
medio.
El trabajo obrero como mercancía tiene su valor de uso en el mundo capitalista,
medido por el número de horas empleado para la obtención del producto y un valor
de cambio correspondiente a la cantidad de trabajo acumulado en las fuerzas
gastadas por el obrero, medido por el número de horas necesarias para la producción
de alimentos, ropa, etc. que se requieren para restaurar las fuerzas del obrero
consumidas por su trabajo.
El capitalista compra trabajo del obrero además de lo que éste produce (valor de uso
del trabajo) y a cambio el trabajo prestado (valor de cambio) le da un salario
necesario para que el obrero pueda reponer sus fuerzas. Pero el valor de uso del
trabajo es siempre mayor que su valor de cambio, ya que el obrero, siempre produce
más de lo que necesita para su sustento. Por ejemplo, si el trabajo dura ocho horas,
quizás en seis horas ya haya producido lo suficiente para su manutención. La
diferencia entre los dos valores de trabajo es la que se queda el capitalista, el
aumento de valor, trabajo que el obrero realiza gratis para el capitalista: la
plusvalía.
Al capitalista le interesará que la plusvalía crezca, aumentando el tiempo de trabajo
o la productividad. Las denominadas “horas extras” también serán un engaño,
puesto que el beneficio de ellas será limpio para el capitalista que les pagará en
proporción, incluso a menos precio que las normales y el obrero no tendrá más
remedio que realizarlas para sobrevivir.
LA LUCHA DE CLASES
Desde el punto de vista de Marx, la sociedad siempre se ha reducido a dos clases en
constante lucha: la dominante y la dominada, que corresponden –en la época capitalista- a
la burguesía y el proletariado. La historia humana avanza mediante un proceso dialéctico
o de contradicciones que consiste en la lucha de estos dos opuestos y antagónicos
elementos que son las clases sociales.
Para Marx la clase tenía una unidad colectiva, actúa en la historia como una unidad y
produce sus ideas y creencias características como una unidad, actuando bajo la presión de
su situación en el sistema económico y social. El individuo cuenta principalmente por su
participación en la clase, porque sus ideas son esencialmente un reflejo de las ideas creadas
por la clase.
1) El marxismo como movimiento revolucionario: Marx concibió su doctrina como
movimiento revolucionario, cuyo objetivo es acelerar la destrucción del capitalismo
que al llevar en sí mismo su propia contradicción el conduce a su propia
destrucción.
2) La meta será la sociedad comunista, donde el hombre encontrará su pleno
desarrollo social e individual, superando las alienaciones o enajenaciones del
sistema capitalista. Estas alienaciones colocan al hombre fuera de sí y pueden
explicadas como:
Económica: que atenta tanto contra el trabajador, porque el producto de su trabajo
se lo lleva el capitalista, como contra éste porque, al recibirlo, no se perfecciona con
su esfuerzo. La raíz de esta alienación se halla en que mientras el trabajo es
colectivo, los medios de producción son individuales (de los capitalistas).
Social: el hombre, social por naturaleza, busca en otros su complemento, pero en el
capitalismo sus dos clases sociales (burguesía y proletariado) no pueden
complementarse por ser antagónicas, siendo ilusoria toda reconciliación. Al
terminar con la alienación económica mediante la supresión de la propiedad
privada, se acabará con las clases sociales y el hombre podrá realizarse en una sola
sociedad.
Política: porque en una sociedad donde los individuos no son iguales
económicamente es imposible la verdadera igualdad de derechos del capitalismo
liberal, la fraternidad y la libertad.
Religiosa: porque se cree en la existencia de seres espirituales que según Marx no
existen. La clase oprimida ve en la dominante el reflejo de los dioses y sueña en otra
vida en la que se repararán las injusticias. La clase dominante utilizará a la religión
como opio de los pueblos.
Filosófica: actitud del mundo desordenado capitalista en el que se conocen
teóricamente los conflictos políticos y socioeconómicos, mientras que la praxis del
marxismo posee la solución para todos ellos.
C) EL MATERIALISMO DIALÉCTICO Y LA POLÍTICA
Los conceptos de ideología, determinismo económico y lucha de clases completan la parte
teórica de la filosofía social de Marx. Estas concepciones debían constituir un estímulo para
la revolución proletaria y una guía para los partidos revolucionarios, puesto que el fin
último de la teoría, según Marx, no era interpelar al mundo sino cambiarlo.
La lucha por el poder entre las clases sociales constituye la fuerza impulsora de la política
porque, según la concepción de Marx, alguna clase debe ser dominante en un momento
dado. Utilizará su poder superior para explotar a las clases con menos poder y el estado no
es más que el aparato del poder que la clase utiliza para esa explotación de la clase
dominante. La tesis general de Marx era que la clase obrera (trabajadora) ha sido sometida
por la organización industrial a un régimen que no está de acuerdo con la profesión de la
libertad y la igualdad en la filosofía democrático – burguesa. En su libro “El Capital” Marx
buscaba demostrar que el capitalismo, al destruirse a sí mismo, daría origen al socialismo,
su antítesis. El concepto básico del análisis propuesto por Marx era el de la plusvalía. Por
esto, Marx trataba de demostrar que en un régimen capitalista, donde los capitalistas son los
dueños de los medios de producción, el trabajo siempre se verá obligado a producir más de
lo que recibe y más de lo necesario para el funcionamiento del sistema. Los salarios, en
general, corresponderán al mínimo de subsistencia. El capitalismo debe morir
inevitablemente y su desaparición dará origen inevitablemente al socialismo.
La filosofía social de Marx fundó las concepciones de la estrategia política que en la
práctica se mostraron divergentes a lo largo del siglo XX y que constituyó uno de los
grandes paradigmas no solamente para el desarrollo político y la acción de masas y
partidos, sino para el análisis histórico y su aplicación en la investigación de todas las
disciplinas de las ciencias sociales y humanísticas.
Prof. Noelia Ibáñez Echevarría
Fuentes y bibliografía consultar [email protected]