El loro de AVA nº 20 - Mayo 2014-

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Lo Nuevo en la RED del Área Virtual Analítica Año 3 – Nro. 20 – Mayo 2014 “Una biblioteca virtual, con libros reales, en una red de psicoanálisis. Nuestro loro es una repetición original.” www.aplp.org.ar Comité Organizador de A.V.A. Asesores: Enrique Acuña y Leticia García Responsable: Ana Gutiérrez Adjunto: Sebastián Ferrante Integrantes: Mariángeles Alonso, Gabriela Terré, Iván Pelitti EDITORIAL “Un programa en marcha”, por Marcelo Ale EN LINEA Conversación con Fátima Alemán LECTURAS Sobre El conflicto de la Facultades de I. Kant, por Patricia Iribarren NOVEDADES DE BIBLIOTECA Y LIBRERÍA ARCHIVO BELA SZEKELY Entrevista con Jacques Lacan de Pierre Daix, por Inés García Urcola BLA, BLA, BLA… Curso Anual: Psicoanálisis y herejía científica –entre ciencia y religión- , por Adriana Saullo No hay enseñanza sin investigación por Daniela Ward Pragma Crítica - Lacan y los discursos – psicoanálisis en sociedad- por Germán Schwindt Ejercicio clínico en los hospitales: Locura y Psicosis, por Laura Arroyo Reseña Coloquio-Seminario: “De lo real en el síntoma, lo que queda sin descifrar”, por Christian Gómez Inconsciente Siglo XXI –El saber para cada uno, en lo contemporáneo por Claudia Espínola El arte, donde “resuena la cosa” por Ana Gutiérrez Comentario sobre el libro de poemas “Epifania de los epitafios” por Paola Boccalari Exposición de fotos: “La vida secreta de mi jardín y la mafia” de Lulú Fernández, por Mariángeles Alonso FOCO EN MICRO por Sebastián Ferrante LO QUE SE VIENE…

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Boletín del Área Virtual Analítica

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Lo Nuevo en la RED del Área Virtual Analítica Año 3 – Nro. 20 – Mayo 2014

“Una biblioteca virtual, con libros reales, en una red de psicoanálisis. Nuestro loro es una repetición original.” www.aplp.org.ar

Comité Organizador de A.V.A.

Asesores: Enrique Acuña y Leticia García

Responsable: Ana Gutiérrez

Adjunto: Sebastián Ferrante

Integrantes: Mariángeles Alonso, Gabriela Terré, Iván Pelitti

EDITORIAL “Un programa en marcha”, por Marcelo Ale

EN LINEA Conversación con Fátima Alemán

LECTURAS Sobre El conflicto de la Facultades de I. Kant,

por Patricia Iribarren

NOVEDADES DE BIBLIOTECA Y LIBRERÍA

ARCHIVO BELA SZEKELY Entrevista con Jacques Lacan de Pierre Daix,

por Inés García Urcola

BLA, BLA, BLA… Curso Anual: Psicoanálisis y herejía científica

–entre ciencia y religión- , por Adriana Saullo

No hay enseñanza sin investigación

por Daniela Ward

Pragma Crítica - Lacan y los discursos –psicoanálisis en sociedad- por Germán Schwindt

Ejercicio clínico en los hospitales:

Locura y Psicosis, por Laura Arroyo

Reseña Coloquio-Seminario: “De lo real en el síntoma, lo que queda sin descifrar”, por Christian Gómez

Inconsciente Siglo XXI –El saber para cada uno, en lo contemporáneo por Claudia Espínola

El arte, donde “resuena la cosa” por Ana Gutiérrez

Comentario sobre el libro de poemas “Epifania de los epitafios” por Paola Boccalari

Exposición de fotos: “La vida secreta de mi jardín y la mafia” de Lulú Fernández, por Mariángeles Alonso

FOCO EN MICRO por Sebastián Ferrante

LO QUE SE VIENE…

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Editorial

Un programa en marcha

En el marco del Programa de Investigaciones Clínicas (PIC), pusimos en marcha el miércoles 7 de mayo el Seminario de

Investigación Analítica (SIA) cuyo tema es “El inconsciente freudiano y el porvenir”. La actividad inaugural del ciclo 2014-

2015, llevó las marcas del Instituto de Investigación y Enseñanza -Pragma Clínica y Crítica-. Contó con la participación de

quien escribe y de Enrique Acuña, con la coordinación de Leticia García quien hizo una presentación del programa y de

las instancias que lo componen.

En primer lugar, presenté el programa del Seminario y comenté las versiones del inconsciente que se pueden encontrar

tanto en Freud como en Lacan. Luego Enrique Acuña tuvo una intervención titulada “Inconsciente Siglo XXI” en la que se

detuvo en el “porvenir” del inconsciente en este siglo –cómo son sus presentaciones actuales a partir de las variaciones

del Otro como receptor del síntoma-, planteando además un esquema de tres versiones del concepto en Lacan como guía

para la investigación del año en el Seminario.

Enseñanza e investigación son los pilares sobre los que se apoya el Programa. Lacan respecto de la primera decía, en el

Seminario La angustia, que tiene su sustento en la experiencia analítica, preguntándose si eso que el analista sabe de la

experiencia “puede enseñarlo”, y subrayaba además que ella requiere que se haga algo que vaya más allá de la

recopilación. J-A Miller en “Prólogo en Guitrancourt” señala: “...el saber enseñado, si obtiene su autoridad por su

coherencia, solo encuentra su verdad en el inconsciente, es decir, en un saber en el que no hay nadie que pueda decir yo

sé”.

Por el lado de la investigación hay preguntas que conservan su vigencia, por ejemplo: ¿En qué consiste investigar, como

se investiga? respuestas que podemos encontrar en algunos textos de Freud en donde “enseña” como investiga:

“Conferencias de introducción al psicoanálisis”, “La interpretación de los sueños” y “Teorías sexuales infantiles”, entre

otros.

Más allá de los contenidos vertidos, se puso el énfasis en el par enseñanza e investigación planteando las particularidades

que tienen ambas en el campo del psicoanálisis, y qué las distinguen de las formas que adoptan en otras disciplinas,

como así también en la conexión que hay entre ellas -por ejemplo que no hay enseñanza sin investigación- Esta conexión

se puede leer en el diseño del Programa de Investigaciones Clínicas (PIC), en tanto por un lado contempla la enseñanza

que imparte Enrique Acuña en su Curso Anual que este año lleva por título “Psicoanálisis y herejía científica –entre ciencia

y religión-“ y la que llevará adelante el equipo docente del Seminario de Investigación Analítica, y por otro la investigación

a desarrollarse en los Módulos de Investigación y Escritorios Clínicos –ocho en total- en donde los participantes podrán

investigar los temas de su elección a partir de la selección de algún detalle particular.

Como premisa y horizonte a la vez, se hace necesario una lectura crítica que priorice la glosa sobre la jerga repetitiva de

frases hechas que funcionan como consignas, alejándonos de los argumentos dogmáticos y ad-hominen sostenidos en el

“prestigio” del sujeto de la frase a la que se hace mención. De esta manera lectura crítica, investigación y enseñanza se

anudan en una trama, en una red que precipita en un Programa de Investigaciones Clínicas...que ya está en marcha.

Marcelo Ale

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En línea

Conversación con Fátima Alemán, por Ana Gutiérrez

¿Podrías contarnos como fueron tus inicios en relación con el psicoanálisis y en particular con la Asociación de Psicoanálisis de La Plata -Biblioteca Freudiana-, ya que sos miembro de esta institución desde su fundación? ¿Qué situación vivía el psicoanálisis en la ciudad en ese momento y que diferencias destacarías en la actualidad?

Mi encuentro con el psicoanálisis no sale mucho de lo común de

alguien que elige la carrera de psicología a mediados de los 80, en la ciudad de La Plata. Siendo alumna de la

tercera promoción, luego de la reapertura de la carrera por el intervalo nefasto de la dictadura, la lectura de los

textos freudianos se dio casi al comienzo, en los primeros años, y el gusto por el psicoanálisis se impuso de

inmediato. No está demás aclarar que aquellos años de reapertura se vivieron junto al regreso de la

democracia y los aires de libertad y participación; esos rasgos creo que fueron una marca para muchos de los

estudiantes de ese entonces. Recuerdo que a mitad de la carrera, y habiendo incursionado en grupos de

estudios de psicoanálisis por fuera de la Facultad, ya tenía en claro que la psicología no era mi vocación sino

esa profesión extraña de ser algún día psicoanalista. Pero, como alguna vez lo comenté en una entrevista que

me hicieron para los 10 años de la fundación de la APLP, en julio del 2006 (Microscopía nº 46) el verdadero

encuentro con el psicoanálisis fue el comienzo de un análisis, luego de algunas incursiones frustradas que

luego interpreté como “psicoterapias”. Eso sucedió bajo la angustia de recibirme y de lo que vagamente podía

entrever como “formación analítica”. Fue así que mi elección de un analista que ya no estaba en la Universidad

pero sí animaba un movimiento hacia el grupo analítico (y no de estudio) en la ciudad, Enrique Acuña, puso las

cosas en otro orden. Más allá de un síntoma inicial ligado a la salida exogámica, los avatares de la vida

amorosa y la marca de un título ligado a la madre, la posibilidad de ensamblar a partir de un “deseo de saber”

lo que ocurre en el espacio privado de un análisis con el espacio público de una institución analítica me resultó

un verdadero hallazgo, impensable en el marco de la academia universitaria. La apuesta de Perspectiva

Lacaniana en el año 1992 y luego la fundación de la Biblioteca Freudiana de La Plata en 1995, pusieron en

marcha un lugar atópico necesario para inscribir al “analista en la ciudad del síntoma”, parafraseando la

editorial de la revista Anamorfosis nº 3 escrita por Enrique Acuña para esa época. Ser parte fundadora e

incluirme como “una más” en un grupo analítico, hizo tambalear la marca de un nombre propio que me recluía

en las huestes de una educación religiosa y hacía de la excepción un síntoma. Entrar en la “serie” de nombres

me permitió seguir con otros una enseñanza, escribir con otros en una publicación y militar junto a otros en la

causa analítica.

En la actualidad, la pertenencia desde hace unos años a la Escuela de la Orientación Lacaniana, redobló la

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apuesta por el psicoanálisis en mi ciudad, no sin los obstáculos de un encuentro complejo con los estilos

diversos y con ideales no siempre convergentes. El desembarco un tanto apresurado de una Escuela con la

que “todos soñamos” en la ciudad del síntoma, deja un poco en suspenso mi lugar allí a la espera de que la

“traición” no sea la moneda de cambio para obtener reconocimiento.

En tu trayectoria en la APLP, has sido presidenta de la Asociación, coordinadora del Seminario de Investigación Analítica (SIA), integrante del staff de Conceptual y Microscopía, ¿Cómo pensás el ensamble en psicoanálisis entre la enseñanza, las publicaciones y la investigación?

Creo que es imposible pensar la enseñanza sin la investigación, y las mismas sin una política de publicación.

Desde la fundación de la APLP siempre contemplamos este anudamiento como principio fundamental, y de

hecho si vemos las publicaciones que hemos puesto en marcha a lo largo de 20 años no quedan dudas que allí

están presentes escritos breves o extensos sobre lo que se investiga en Módulos o Escritorios, lo que se

presenta en las Jornadas de Apertura y Cierre de la APLP, o lo que se transmite en la enseñanza desde el

Seminario de Investigaciones Analíticas (SIA). Por otro lado, las publicaciones permiten que “lo escrito” circule

por otros lados, dando lugar a la lectura y al intercambio con analistas de otras ciudades del país o del exterior.

Tener por otra parte una Biblioteca favorece la lectura y la consulta bibliográfica, para promover efectivamente

una investigación rigurosa en relación a las referencias del psicoanálisis.

En relación al programa PRAGMA – Crítica del que formas parte de la coordinación, ¿Podrías contarnos brevemente sobre esta propuesta, y del entrecruzamiento del psicoanálisis con otros discursos y sus resonancias, en el contexto actual en nuestra ciudad?

Pragma-Crítica ha sido gran invento de Enrique Acuña para instalar un espacio en la ciudad donde se pongan

en práctica debates del psicoanálisis con otros campos del saber, contando cada vez con un invitado especial.

Es también la continuación con otro nombre de actividades que se venían realizando desde la APLP en el

marco del Instituto Oscar Masotta, es decir, en el contexto de lo que concebimos como psicoanálisis en

extensión. Para este año la propuesta de Pragma-Crítica, como habrán visto por la difusión, es “Lacan y los

discursos”, orientada a partir de los desarrollos del Curso anual dictado por E. Acuña y de un cartel donde se

investiga el vínculo que el psicoanálisis mantiene actualmente con la ciencia y la religión. Esta oferta lanzada a

la ciudad, siendo además libre y gratuita, creo que resulta toda una novedad a la hora de convocar un público

interesado en el psicoanálisis pero no necesariamente psicoanalistas.

La red Área Virtual Analítica (AVA), que lleva ya dos años funcionando favoreciendo el intercambio con distintas ciudades del país, te incluye como un miembro activo. ¿Podrías comentarnos cómo ha sido tu experiencia?

La Red AVA es una apuesta fuerte por conectar psicoanalistas de distintas ciudades del país a partir de una

evidente transferencia de trabajo, que viene creciendo año a año. Para mí ha sido desde el comienzo una

bocanada de aire fresco porque permite salir de las intrigas locales y escuchar lo que ocurre en otras regiones

en relación a la transmisión del psicoanálisis. También ha sido la prueba de un intercambio real, con

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invitaciones a participar en Jornadas o dar algún seminario, en mi caso en las ciudades de Posadas y

Resistencia. Para este año contamos con la novedad del lanzamiento para mediados de Agosto de una

publicación virtual cuyo nombre es todo un símbolo, “Analytica del sur”, que cuenta con un comité editorial

conformado por analistas de distintas ciudades (Bahía Banca, Tres Arroyos, San Fernando, La Plata, Posadas)

conectados vía mail, donde la premisa es llegar a lectores de todas partes haciendo uso de la herramienta de

las pantallas y la conexión online.

¿En qué otros proyectos estás trabajando actualmente? Sabemos de tu pertenencia a AAGua.

¡Es cierto! Hace un año que formo parte de la AAGua, Asociación de Amigos Guaraníes, por invitación de

Enrique Acuña. Es una experiencia nueva para mí porque implica reunirme mensualmente con un equipo de

investigación compuesto por antropólogos, abogados y médicos, lo cual resulta muy enriquecedor y una

prueba para hablar la lengua del Otro. Justamente a mediados del año pasado hice mi primera estancia en la

cabaña de AAGua en El Soberbio, Misiones, visitando diariamente la aldea mbya guaraní de Pindo Poty. A

partir de una investigación en curso sobre el ritual del Ñengué, destinado a sancionar el pasaje de la niñez a la

adolescencia en las mujeres, una suerte de iniciación sexual, el encuentro y la conversación con los miembros

de dicha comunidad cobra un valor de intercambio que permite repensar la “metamorfosis de la pubertad”

desde una cosmovisión diferente.

Por otro lado, actualmente estoy trabajando en un libro sobre “las figuras de la feminidad”, recopilando textos

ya escritos y otros que están en proceso de escritura. Veremos cuándo sale a la luz…

Lecturas

Sobre El conflicto de la Facultades de I. Kant (*)

En el marco del curso anual Psicoanálisis y herejía científica-entre ciencia y

religión- dictado por Enrique Acuña, la referencia a Immanuel Kant permite situar

un corte conceptual que desplaza el eje de la fe hacia la razón, de la religión a la

ciencia. Encarnando el ideal de la Ilustración que invitaba al sapere aude, al pasaje

de la minoría a la mayoría de edad, Kant pudo articular los pilares fundamentales

de la filosofía moderna.

En esta oportunidad la referencia es El conflicto de las facultades (1798) publicado

en un contexto donde el gobierno en manos de la monarquía funcionaba al

unísono con los ideales de la Iglesia.

A partir de la publicación de la Crítica de la razón práctica (1788) Kant se vuelve

sospechoso para el Rey Federico Guillermo II, a tal punto que una comisión de censura prohíbe la aparición de

la segunda parte de Religión en los límites de la propia razón. A pesar de esto la obra sale a la luz lo que le

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vale una carta de reprimenda de parte del monarca. En el prefacio de El Conflicto de las facultades aparecen

algunos fragmentos de esta carta y la respuesta dada por Kant. Se lo acusaba de hacer un uso abusivo de la

Filosofía desfigurando y envileciendo diversos dogmas capitales y fundamentales de la Sagrada Escritura y del

Cristianismo, y por lo mismo de llevar adelante con irresponsabilidad su tarea de enseñar a las nuevas

generaciones, yendo en contra de las intenciones soberanas. En la respuesta de Kant puede leerse su posición

crítica del modo de autorizar los saberes por parte del Gobierno que, conforme a su propio interés, solo

buscaría influenciar a las masas. Al proponer a la facultad de Filosofía como el lugar de la autonomía, libertad y

verdad ligada a la razón, Kant no solo hace un planteo epistemológico sino también político.

El libro reúne tres escritos realizados en distintas épocas pero que tienen en común referirse a la disputa entre

las facultades superiores (Teología, Derecho y Medicina) y la inferior (Filosofía). Me centraré en el primero de

estos escritos titulado “El conflicto de la facultad de filosofía con la facultad de teología”.

Que la Teología, el Derecho y la Medicina sean llamadas facultades superiores dentro de la Universidad

responde a una decisión del gobierno, ya que ellas tienen a su cargo la transmisión de saberes afines a los

intereses políticos y la formación de eclesiásticos, magistrados y médicos que -en su calidad de instrumentos

del gobierno- no son libres de hacer uso público, según su propio juicio, de la ciencia sino solo bajo la censura

de las facultades. En cambio, la facultad de Filosofía califica de inferior por ocuparse de doctrinas que no son

aceptadas como normas por orden de un superior. Su búsqueda es de la verdad mediante el ejercicio libre de

la razón.

¿Cómo resolver este conflicto definido por Kant como inevitable? Aquí su respuesta: “Bien podría llegar el día

en que los últimos sean los primeros, por supuesto no para ejercer el poder, sino como consejero del que lo

detenta (el gobierno), el que encontrará en la libertad de la filosofía y en la ilustración que ésta recibe, más

fácilmente que en su propia autoridad absoluta, los medios para alcanzar sus fines”.

El Sapere aude propuesto por Kant importa al psicoanálisis porque permite fundar una ética del bien-decir.

Aquí es necesario hacer algunas distinciones. En primer lugar, cuando Kant formula la pregunta “¿Qué puedo

saber?” se trata de un saber a obtener con independencia de lo permitido por el poder reinante, pero lo piensa

como un “conocer”. Para Lacan, en cambio, el saber que cuenta es el saber inconsciente, que es un saber

fundamentalmente supuesto; lo que implica un saber distinto al del conocimiento. En segundo lugar, en

psicoanálisis no es posible tomar la perspectiva kantiana universal ya que las preguntas son de cada quien en

particular, como también lo son las respuestas obtenidas -se obtienen respuestas a la medida de uno, no

extensibles como fórmulas válidas para todo el mundo-.Como explicaba Enrique Acuña en su curso, lo legal

(norma a priori) puede no coincidir con lo legítimo (deseo).Y el Sapere aude kantiano que plantea la oposición

entre la posición de minoridad y la de responsabilidad ligada al saber adquirido y su autorización, reenvía al

problema de la autoridad analítica.

Patricia Iribarren

*Kant, I. El conflicto de las facultades, Editorial Losada.

-Miller, J.A. Lakant, Editorial Tres Haches.

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Novedades de Biblioteca, Librería y Archivo

BIBLIOTECA FREUDIANA DE LA PLATA

Publicaciones recibidas:

-Libros:

Kant, Immanuel. El conflicto de las Facultades. Editorial Losada, Buenos Aires, 2004. (Donación Patricia Iribarren)

Gide, Andre. Las cuevas del Vaticano. Editorial Tirso, Buenos Aires 1956.

Bourdieu Pierre. El sentido social del gusto. Biblioteca esencial del pensamiento contemporáneo. Editorial Siglo XXI.

Barthes, Roland. Fragmentos de un discurso amoroso. Biblioteca esencial del pensamiento contemporáneo. Editorial

siglo XXI.

Milner, Jean-Claude. Las inclinaciones criminales de la Europa democrática. Editorial Manantial, Bs.As. 2007. (Donación

Ana Gutiérrez)

Hegel, G.W.F.: La positividad de la religión cristiana. Editorial Rescate, Buenos Aires, 1984.

Nijinsky, Vaslav. Diarios completos. Versión no expurgada traducida del ruso por Christian Dumais-Lvowski y Galina

Pogojeva. Traducción del francés: Piña, Cristina, 1996

Koyré, Alexandre. Estudios de historia del pensamiento científico. Siglo XXI Ediciones, Madrid, 1977. (Donación

Guillermo Ranea)

Koyré, Alexandre. Del mundo cerrado al universo infinito. Siglo XXI Ediciones, Madrid, 1979. (Donación Guillermo Ranea)

Tendlarz, Silvia Elena-Álvarez Bayón, Patricio. ¿Qué es el autismo? Infancia y psicoanálisis. Colección Diva, Buenos

Aires, 2013.(Donación Laura Arroyo)

Recordamos a los miembros del Área Virtual Analítica (AVA), teléfono de contacto y e-mail para pedidos virtuales de textos. TE: (0221) 421 – 4533/ e-mail [email protected]

ARCHIVO BÉLA SZÈKELY

ENTREVISTA CON JACQUES LACAN DE PIERRE DAIX (1)

En noviembre de 1966, y con motivo de la publicación de los Escritos, Pierre Daix realiza una entrevista a

Jacques Lacan que es publicada en Les Lettres-Françaises nº1159, y posteriormente en el libro de P. Daix

Claves del estructuralismo.

Es una época en que, como dice Jean-Claude Milner (2), se produce un cambio que concierne a los saberes y

al nacimiento de ciencias nuevas, vinculado a la lengua que hablan estas ciencias. “la mayoría emplean la

lengua francesa, ya sea paralelamente a otras, ya sea como lengua principal. De hecho, la alemana iba a

portar durante mucho tiempo más cicatrices del nazismo; la inglesa se estaba convirtiendo en la lengua de la

forma mercancía; quedaban la francesa y, en términos más amplios, las lenguas romances. Fueron un reto

para el freudismo (...) el léxico de la estructura pasó a ser casi un signo de reconocimiento entre los actores de

la renovación de los saberes.”

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En este contexto entonces, el entrevistador ubica a Lacan en un estructuralismo en el que anidan otros

nombres: Lévi-Strauss, Foucault, Althusser, Barthes. Lacan se refiere a cada uno de ellos, a las analogías,

debates y operaciones de cada uno de esos nombres dentro del estructuralismo, no sin subrayar que “El

estructuralismo no es un color, precisamente por razones estructurales, ni ninguna de esas formas de manchas

que progresan por difusión. Por eso me opongo, finalmente, al empleo de ese término del que nada dice que

no será desviado para los usos de un humanismo húmedo”.

Por otro lado se referirá a la traducción al francés de la obra de Freud: “Sepa usted que Francia es el único, de

los grandes países civilizados, que no posee una traducción completa y seria de la obra de Freud. La

responsable de este estado de hecho es, en primer lugar, la princesa Marie Bonaparte. (...) Ha tenido

consecuencias graves. Obstruyó los efectos que el descubrimiento de Freud debía obtener”. Lacan subraya

entonces la obstrucción al descubrimiento freudiano en la política de traducción, y señala que el primer título al

que aspira es “ser alguien que ha leído la obra de Freud con todo el cuidado que su obra merece”.

El lector de Freud dirá entonces que con Freud asistimos a un hecho científico en la medida que “Un hecho

científico sólo nace si se pone a prueba una categoría existente (...) El inconsciente es un hecho nuevo que

comporta una estructura nueva e implica un desmentido de la antigua estructura sujeto-objeto.” La “coherencia

lógica” de la obra de Freud, y que Lacan trata de expresar por medio de letras y símbolos, lo llevarán a la idea

de que el inconsciente no pertenece al “espacio euclidiano”, por lo cual es necesario construirle un espacio

apropiado.

Inés García Urcola

(1) En: http://www.ddooss.org/articulos/entrevistas/Lacan.htm

(2)Milner, Jean Claude: La arrogancia del presente, Editorial Manantial, Buenos Aires, 2009.

Bla bla bla…

Red AVA: La Plata

Curso Anual Psicoanálisis y herejía científica –entre ciencia y religión-

Situar el corte conceptual entre saber y religión, es uno de los planteos

propuestos por Enrique Acuña en la clase del 30 de abril de este año. Desbrozar

esas dos comarcas de controvertidos límites, nos conduce a la lectura de las

referencias. En esta ocasión, El conflicto de las facultades de Kant (1798),

comentado por Patricia Iribarren, y por mi parte, un ensayo de Hegel, Creer y

saber (1802).

En su texto Kant despliega una resistencia teórica como contrapartida al poder

del estado-iglesia que jerarquizaba las facultades, en tanto moldes al que el

saber se adecuaba para transmitir la enseñanza en la Universidad. Legitimaba

así como facultad superior- puesto que su interés es consecuente con los objetivos del gobierno- a la Teología

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junto al Derecho y a la Medicina; y como inferior, a la independiente Filosofía. Kant intenta subvertir estas

posiciones, poniendo el acento en la función crítica de la Filosofía, que cuestiona este principio de autoridad,

aunque venga como “ya dado” de la mano de la fe.

En cuanto a Hegel, su publicación tiene como telón de fondo, los litigios entre la primacía de la razón propuesta

por la Ilustración Europea y la tradición cultural para quien Dios, la religión y el estado eran los pilares que

fundamentaban la vida social. La función crítica que Hegel asigna a la filosofía comanda la discusión con las

filosofías de su tiempo. Ellas han producido diversos tipos de oposiciones tales como creer y saber, que al

resolverlas como una cuestión de dominio, no han hecho más que fijar esta separación. Así, el conflicto entre

razón y fe, se ha desplazado desde la religión hacia el terreno de las llamadas filosofías imperfectas.

Imperfectas porque su razón, rebajada al mero entendimiento, coloca la fe en un más allá o más arriba,

imposible de conocer. Ahora, ¿de qué manera estas filosofías conectan la creencia y el saber? Solo por medio

de la subjetividad del anhelo y el presentimiento de ese incognoscible que es Dios. La religión se contentará

así, con edificar sus templos en el corazón del individuo. Ley del corazón que para Hegel, solo se ajusta en

forma necesaria al placer propio, singular, pero que se pretende como universal ser ley de todos los corazones.

Lo propio de la filosofía hegeliana será entonces conjugar creer y saber por medio del Espíritu Absoluto, que en

una síntesis de la razón, supera tanto la forma filosófica del concepto abstracto, como la concepción religiosa

de Dios que lo sitúa fuera del hombre y del mundo.

Retomando el planteo inicial Enrique Acuña problematiza estos textos. En Hegel, la idea de la subjetividad de

la religión queda ligada, como posición de ignorancia, a una conciencia desdichada que no reconoce su deseo.

El recorrido de la experiencia de la conciencia, como lo desarrolla en la Fenomenología del espíritu (1807),

permite pasar del desconocimiento a una restitución del saber con la verdad por la vía religiosa.

Para Kant, en el canon de la religión, en su ordenamiento lógico, opera una ley universal a priori, insensata,

que como tal coloca al sujeto en la minoridad, es decir, en la posición de aquel que direcciona su

entendimiento de acuerdo a lo que el estado y la religión consideren como saber autorizado o prohibido. Con

su sapere aude!, atrévete a saber,- noción que desarrolla en el texto ¿Qué es la Ilustración? (1784)- subvierte

esta posición de minoridad puesto que, dado lo legal que establece cómo actuar, también está lo legítimo: la

interpretación que cada quien hace de esa ley.

Del lado de la ciencia entonces, el saber como fórmula que se transmite y del lado de la religión la creencia con

su motor de la no evidencia. La cuestión es que hasta el momento los filósofos medievales como Santo Tomás

de Aquino y San Agustín, necesitaron de las pruebas de la existencia de Dios, que en una serie de pasos

lógicos y deductivos comprueban con la evidencia de la razón científica su existencia. El conflicto aparece

cuando entra en juego la revelación. ¿Cómo explicarla si la revelación no necesita ser explicada? En ambos

casos, la ciencia y la religión aspiran a un universal. En ese sentido cualquier precepto religioso es científico en

la medida en que universaliza. El “para todos tal cosa” como política homogeneizante, ante la cual el

psicoanálisis mueve sus piezas cada vez.

Adriana Saullo

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Red AVA: La Plata

No hay enseñanza sin investigación (*)

Con esta premisa No hay enseñanza sin

investigación el pasado miércoles 7 de mayo, la

Asociación de Psicoanálisis de La Plata inauguró el

Seminario de Investigación Analítica (SIA), El

inconsciente freudiano y el porvenir y con él se

completó lo propuesto en PRAGMA como Programa

de Investigaciones clínicas (P.I.C) para este año.

Un Instituto de Investigación y Enseñanza en

Psicoanálisis que comienza a andar en la ciudad a

partir de la pregunta, del interés del investigador en

una enseñanza que se viste de los temas que implican a cada uno, hace de esta propuesta una novedosa

articulación entre enseñanza e investigación. Propuesta trazada en los dos años presentados en el programa,

con el acompañamiento del saber referencial previo, de doctrina, en manos de un asesor del equipo docente

que, lejos de propiciar la “minoridad kantiana”, orienta en la lectura.

La apertura estuvo a cargo del Director de Enseñanza Enrique Acuña y los coordinadores del seminario:

Marcelo Ale y Leticia García.

Mientras Leticia García encaminó su participación inicial a explicar al nuevo auditorio los modos en que se

articula PRAGMA –Clínica y Crítica- y concibe el Programa de investigación en el que se inscribe el Ciclo 2014-

15, con sus actividades obligatorias y optativas, Marcelo Ale realizó el comentario detallado del programa. Así

fue que contagiando al nutrido público presente, de interés por recorrer la propuesta de las versiones del

concepto de inconsciente en Freud y Lacan, dio cuenta del camino que va del desciframiento freudiano del

sentido de las formaciones del inconsciente, que compromete un inconsciente que excede a su definición como

atributo, subrayando una ley de funcionamiento: la elaboración en Freud y la retórica para Lacan, -versión en

la que Lacan se apoya para enunciar su concepción del “inconsciente estructurado como un lenguaje”-, a la

versión desligada del significante y más vinculado al objeto, en Lacan. Luego se detuvo en un punto -

retomando una versión del inconsciente trabajada en el curso 2013 Inconsciente político - Una h(y)storia del

Psicoanálisis en la Argentina de Enrique Acuña-: “el inconsciente es un lapsus”, en clara referencia a lo

desarrollado por Lacan en el “Prefacio a la Edición inglesa del Seminario 11”. Es decir una versión del

inconsciente que no tiene que ver ya con el significante, ni con el objeto, sino un inconsciente ligado a un vacío.

Ese agujero, causa de la cadena, dio pié a Leticia García para retomar la palabra. Primeramente planteando el

uso de Freud y de Lacan respecto de cómo presentar cada vez al inconsciente: Freud en su necesidad de

demostrar su hipótesis del inconsciente como algo sin valor que tiene un sentido, comienza sus Conferencias

de introducción al Psicoanálisis hablando del lapsus, de algo común a todos, cotidiano. Por su parte, Lacan en

su enseñanza vuelve a textos freudianos y no a cualquiera ni en cualquier momento. Al comienzo –como

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también lo señala Masotta-, vuelve a El chiste y su relación con el inconciente, para poder hablar de su

mecanismo, de su retórica. Y en el Seminario 11 habla de Psicopatología de la vida cotidiana para poder

centrarse en lo fallido, en ese agujero en el discurso, como elemento disruptivo, que causa la cadena

significante.

A su tiempo Enrique Acuña explicó su interés por participar de la mesa por la presentación de líneas de

investigaciones posibles a partir de textos freudianos propuestos y conocidos. La pregunta por el “Porvenir del

inconsciente en el siglo XXI” abrió la intervención que culminó con la contundente expresión “No hay abolición

del inconsciente”. En el medio, los argumentos que dieron cuenta de las posibles modificaciones en las figuras

del Otro –A en la grafía lacaniana-, de época que se lleva mejor, según su momento, con un inconsciente que

con Freud y Lacan tiene diferentes definiciones según el estado de la teoría y la enseñanza. Se extendió en

especificar las diferencias entre un inconsciente que llama al desciframiento de la psicopatología de la vida

cotidiana, de un inconsciente que es la escansión del tiempo y a la vez marca el fracaso, expresado en los

lapsus y los actos fallidos por la ruptura de la linealidad de la cadena significante. Y finalmente, un inconsciente

que ya no es ni mecánico ni retórico, sino que está ligado más a la idea de angustia en Lacan. Se va a tratar de

un inconsciente como espacio, de ese “espacio donde conviene habitar”, siguiendo lo expresado por Lacan,

que marca ese espacio como real.

Poniendo a jugar en todo lo desarrollado lo que Acuña presenta como la “Pragmática de la satisfacción” vuelve

sus pasos sobre una relectura de textos freudianos a partir de esa satisfacción en el “epílogo prolongado” del

síntoma, que hace que los análisis no se dejen tan fácilmente en tanto “se goza” -jouisens-. Identificarse a sí

mismo -sua mème- en ese goce, cuenta para el final de la experiencia analítica, al modo de “soy eso que está

gozando ahí”.

Entonces, pueden cambiar las figuras del A de la época. Lo que no cambia es la barra, el inconsciente mismo

¡No hay abolición del inconsciente!

Daniela Ward

(*) El título está extraído de la intervención de Enrique Acuña en la apertura del Seminario

Red AVA: La Plata

PRAGMA CRÍTICA - Lacan y los discursos –

psicoanálisis en sociedad-

El día viernes 25 de abril de 2014 en la Biblioteca

Central de la Provincia de Buenos Aires realizamos

el primer debate de la serie propuesta para este año

en PRAGMA Crítica, esta vez en torno al tema

“Creencia e ideología –psicoanálisis entre ciencia y

religión”-. Para tal oportunidad contamos con la

Page 12: El loro de AVA nº 20 - Mayo 2014-

presencia de Fátima Alemán integrante del equipo docente del Programa de Investigaciones Clínicas (PIC) y

del Dr. en Filosofía Guillermo Ranea amigo de la Asociación de Psicoanálisis de La Plata (APLP), con un

extenso recorrido como “profesor de filósofos” y otros, en diversas universidades-entre ellas la UNLP- y

actualmente en el Instituto Di Tella; traductor al castellano de la obra de Gottfried Leibniz e investigador de la

historia de la ciencia.

Desglosar la afirmación de Lacan en la cual el sujeto del psicoanálisis es el sujeto de la ciencia –el que ésta

rechaza-, hacer hablar a algunas de las referencias en torno al texto “La ciencia y la verdad” de los Escritos,

localizar en este tema las incidencias determinantes de Alexander Koyré sobre Lacan y de éste a su vez sobre

Louis Althusser –autor de Ideología y aparatos ideológicos del estado-, y las diferencias entre Freud y Lacan en

la consideración de la ciencia; fueron los temas principales de las intervenciones en este debate prolongado

largamente con los interesados que concurrieron en la ocasión.

El trípode que las epistemologías de tradición más bien empírica

–como la devenida del empirismo lógico de fuerte incidencia en

occidente, en particular en la ciencia y la técnica de la segunda

mitad del siglo XX- han intentado mantener disyuntos: ciencia,

creencia e ideología. Las intervenciones precisaron cómo este

intento se ha visto interferido en el trascurso del siglo pasado y el

que comienza. Las marcas de ese resquebrajamiento retoman

otras hoy, esas que como puntos de ruptura señalaron a su vez el comienzo de la modernidad –y

conjuntamente de la ciencia- como cambio de “mentalidad”.

Es decir que el contexto de emergencia de la ciencia, estuvo dado por un tiempo en el cual no solo se trastocó

el íntimo sentir del hombre por venir, convertido en ciudadano y luego en consumidor… sino también de la

realidad, las creencias y con ellas una transformación de lo verdadero – por ende de lo que de esto se creía de

inmutable y universal-.

Los retornos de lo rechazado en los inicios del siglo XXI pueden ser señalados en los intentos de regulación a

la tecnociencia: la ideología de la evaluación –Milner dixit- en cifras, en humanismos más o menos creyentes -

sean científicos o religiosos-, etc. El corrimiento de las investigaciones sobre “la verdad” a la noción de “valor”,

dan cuenta así mismo de ello.

El triunfo de la religión como sentido, del cual Lacan habló, no se corresponde punto a punto ni con la

confianza ni con el anhelo científico de Freud, ahí hay más bien un debate abierto. El “entre” ciencia y religión

en que el psicoanálisis se desplaza refiere tanto a: un marco de creencias, que no es otra que la del

inconsciente –el neurótico cuando cree que su síntoma tiene algo de su parte y quiere decir- y de ciencia, en

tanto sus formulaciones y conjeturas mantienen un vector hacia alguna formalización. Una operación sobre el

sujeto rechazado de la ciencia como condición de posibilidad y una serie de operaciones entre el saber y la

verdad vía el dispositivo analítico.

Germán Schwindt

Page 13: El loro de AVA nº 20 - Mayo 2014-

Red AVA: La Plata

Ejercicio clínico en los hospitales: Locura y Psicosis

El pasado viernes 16 de mayo a las 11 hs. se realizó la segunda conferencia

de Ejercicio Clínico organizada por Pragma-Clínica en el Hospital Rossi de La

Plata, titulada “Clínica continua y discontinua”. La misma estuvo a cargo de

Leticia García y los comentarios a cargo de quien escribe.

Para comenzar y como presentación del tema, retomé algunas cuestiones

planteadas por Enrique Acuña en la conferencia anterior en el Hospital San

Martín que están en consonancia al problema del diagnóstico y las

clasificaciones. En la actualidad es cada vez más común ver psicóticos en

análisis, pero muchas de estas presentaciones no están marcadas por

grandes delirios, por el contrario nos encontramos con desencadenamientos

muy sutiles y con ausencia de fenómenos elementales en muchas oportunidades. Esto genera toda una serie

de confusiones entre una primera clínica de Lacan y la clínica que surge partir de su última enseñanza, como si

esta última clínica superara la otra.

Leticia García, retomando el escrito de Enrique Acuña “Clasificar, diagnosticar, psicoanalizar” se refiere a la

pregunta; “¿Quién decide la nominación, el consenso de una epidemiología estadística o el uno por uno de los

casos?” Señalando la respuesta que daba Enrique Acuña sobre que, lo que interesa es qué epistemología se

utiliza para clasificar algo que no está clasificado. Estamos en una época donde aparecen crisis en la normas

porque el sistema de nombres de la clasificaciones entra en una suerte de vencimiento ligado a los efectos

técnicos. Esto nos lleva a nosotros, psicoanalistas, a responder por medio de una clínica del detalle.

¿Cómo entender entonces las clasificaciones a partir de una clínica continuista? dentro de la clínica clásica

tenemos entonces la tripartición neurosis, psicosis, perversión; en la clínica continuista ¿se puede pensar en

una clasificación? Leticia García retomó lo planteado por J.-A. Miller en los Inclasificables de la clínica

psicoanalítica donde a partir de Lévi-Strauss en El Pensamiento Salvaje observa el comportamiento de las

clasificaciones en psicoanálisis. Partiendo de la clasificación estructural, que distingue la neurosis de la

psicosis por la presencia o ausencia del significante del Nombre del Padre (NP); y centrándose en la

formalización de la misma a partir de la sustitución (metáfora), pasó por el planteo de Lacan en “De una

cuestión preliminar…” sobre la metáfora delirante y así arribó a la generalización de la metáfora en la función

del síntoma en los años 70 en Lacan.

Arreglárselas con el síntoma, éste homologado ahora al NP, haciendo uso de él, vuelve a la clínica una serie

de casos únicos. Por eso se suele plantear que del lado de la formalización borromea no hay una verdadera

clasificación.

Entonces, en el sinthome nos encontramos con una clínica basada en el arreglo, en la solución. Aquí no habría

conflicto sino más bien tendríamos que pensar en el goce que conlleva ese arreglo. Como señala Leticia

García la importancia del diagnóstico sigue siendo la misma, se trata de la dirección del tratamiento. Lo

Page 14: El loro de AVA nº 20 - Mayo 2014-

importante es lo que está en relación con la práctica clínica: se trata de ver cómo hacer para evitarle al sujeto

las crisis de los desencadenamientos y las escansiones.

Señaló que esta clínica continuista, centrada en los arreglos del sujeto (su sinthoma) permite realizar un

diagnóstico donde no nos encontramos con fenómenos elementales, teniendo en cuenta detalles clínicos que

llaman la atención del lado de la psicosis. Para ejemplificar se refirió a un caso de psicosis publicado en Los

inclasificables de la clínica psicoanalítica.

Laura Arroyo

Red AVA: Posadas

Instituto Oscar Masotta. (IOM2)-Delegación Posadas- Seminario Clínico 2014-

Inconsciente siglo XXI: El saber para cada uno, en lo contemporáneo.

Reseña Coloquio-Seminario: “De lo real en el síntoma: lo que queda sin descifrar”.

Docente invitado: Enrique Acuña

El día viernes 9 de mayo tuvo lugar el inicio de la segunda clase del seminario clínico de la Delegación

Posadas del IOM2. Bajo la modalidad de Coloquio-Seminario, contamos con la presencia de Enrique Acuña

quien tituló a su intervención “De lo real en el síntoma: lo que queda sin descifrar”.

Comenzó por situar el carácter complejo que tiene el axioma “El inconsciente está estructurado (como un)

lenguaje” con el cual Lacan, en el escrito “Función y Campo de la Palabra…” afirma que la función de la

palabra, al agujerear el campo del lenguaje, produce un efecto de división en quien habla, entre lo que dice y lo

que quiere decir. Esa palabra, proveniente del inconsciente, es una causación de la neurosis como en una

curación en su interpretación. Las formaciones del inconsciente son el único modo de existencia del mismo. Así

el síntoma en el caso freudiano “El hombre de las ratas” (1910) enseña, al ubicar allí Freud una frase del padre

que funciona a modo de “injuria”, término usado por Lacan en el escrito “La metáfora del sujeto”: “serás un gran

hombre, o un gran criminal”. La frase es una manera de nombrar que deja al sujeto indeterminado en el

intervalo del “ni –ni”-. El efecto de esta indeterminación significante se observa luego en la conexión con la

palabra “rata” en su polisemia (ratt-ratten…) como significante que remite a más de un significado en la

dimensión de su deuda simbólica.

Luego Acuña diferencia el sujeto del inconsciente del individuo como ser social a partir del “mito individual”,

lectura en clave levistrossiana de “la novela familiar del neurótico” que hiciera Jacques Lacan. El mito remite a

una modalidad lógica de cuatro términos que se ponen en juego en articulación como significantes llave para la

apertura y cierre del inconsciente.

En este momento, para Lacan, el significante, cristal de la lengua, agujerea el campo del lenguaje entendido

como la significación común. Se trata de un inconsciente “retórico” –red de significantes articulada- que toma

su tropos en las figuras de la metáfora y la metonimia, pero aquí se incluye un desarreglo esencial por la vía de

un objeto no significante, que es su causa real. Este inconsciente, en forma elíptica en la neurosis obsesiva, o

bien bajo el modo de la hipérbole histérica o el pleonasmo fóbico, tiene como vía regia el sueño.

Page 15: El loro de AVA nº 20 - Mayo 2014-

¿Cómo mantener el suspenso del significante? Enrique Acuña toma, por ende, el fragmento de un sueño

relatado por un analizante que permite demostrar el límite donde ya no hay más palabras, aislando un real. EL

ombligo del sueño -como detención de la cadena asociativa- supone un aislamiento de la causa. Introduce

entonces aquello que en los años 60, a partir del Seminario 11, Los Cuatro Conceptos Fundamentales del

Psicoanálisis, Lacan propondrá una versión del inconsciente como escansión temporal. Un movimiento de

apertura y cierre que sigue la estructura de borde pulsional. Un corte de la cadena significante que introduce la

pulsión. Se agrega así un inconsciente mecánico, verificable en el fracaso del acto de decir del lapsus que es

su expresión frecuente, efecto de esa experiencia del límite del significante, castración simbólica; que conduce

a un elemento causal: el objeto “a”. Es el acto de decir como enunciación lo que crea ese espacio.

Por ello, a partir de los años 70, señala; el inconsciente es situado como el “espacio de un lapsus” que Lacan

escribe como el “esp de un laps” (situado en el texto “Prefacio a la edición inglesa del Seminario 2”). Se trata

de un decir que habita ese hueso logrado en el dispositivo analítico, donde ya no hay significación, siendo el

“esp” el sitio propio del inconsciente como un real que se logra después de desplegada la cadena. Más que el

sentido de las palabras importa aquí el sonido que queda fuera del sentido gozado, juego homofónico del

neologismo lacaniano jouisens.

Esta perspectiva, en correlación con el final de la experiencia, conduce a una dimensión pragmática del

inconsciente, es más bien un “saber hacer” con el fracaso del inconsciente que aparece en un sujeto pensado

como discontinuo con la Lingüística y como vacío con la referencia a una Topología.

De este modo, las figuras de la retórica, la mecánica articulada al corte temporal y el espacio donde se cava un

ser diferente del sujeto, recortan tres versiones del inconsciente que solo a los fines de la exposición y como un

modo de situar momentos en la enseñanza de Jacques Lacan se localizan como sucesiones. Lejos de la

superación hay por el contrario, en esta brújula, una articulación que permite vislumbrar modos de trasmitir el

recorrido de un análisis.

El coloquio continuó el día sábado 10 de mayo con la presentación de dos casos clínicos a cargo de Fernando

Kluge y Claudia Espínola, docentes de la Delegación, con los comentarios de Enrique Acuña.

Christian Gómez

Red AVA: Posadas

Seminario Clínico del IOM2 Delegación Posadas: Inconsciente Siglo XXI –El saber para cada uno, en lo contemporáneo. Enseñanza de los casos.

En el marco de este Seminario, los días 9 y 10 de mayo la Delegación Posadas contó con la intervención de su

interlocutor, Enrique Acuña, quien presentó el tema: “De lo real en el síntoma –lo que queda sin descifrar”-,

bajo la forma de un Coloquio Seminario.

Page 16: El loro de AVA nº 20 - Mayo 2014-

En la actividad de “Enseñanza de los casos”, presentaron Fernando Kluge y Claudia Espínola, quienes

mostraron en sus relatos una lógica propia a

cada uno de aquellos y las hipótesis que los

orientan, revelando a su vez, que el neurótico

tiene una fórmula lógica que organiza –sin que él

lo sepa- su campo semántico.

En la introducción el interlocutor diferenció la

supervisión (psicologista) y lo que atañe al control

de casos, como así también la presentación de

enfermos, de la presentación de casos. Expresó

que el control de casos supone verificar si frente

al relámpago de la presencia evanescente del

inconsciente acompaña el analista con su deseo, su presencia, con la interpretación o el acto analítico, y no

con sus afectos; destacando que se trata de una complementariedad lógica. Vale decir que en el control se

trabaja sobre la hipótesis del analista y no sobre la descripción. Por su parte, la presentación de casos no

apunta a la ilustración de la teoría sino a lo que estos pueden enseñar.

De modo que, en la lectura comparada que Enrique Acuña realizó, señaló los significantes amo, como clave-

llave en la neurosis, puntualizando que el estilo de vida de alguien cambia por el sólo hecho de ir a ver a un

analista, en tanto que la neurosis se instala en un espacio diferente, algo se resignifica en transferencia. Ubicó

las entrevistas preliminares como tiempo de puesta en forma del síntoma, como división del sujeto, y de que

ciertas palabras se vuelvan un enigma. A partir de ello habrá un nuevo lugar para el sujeto, un espacio del

lapso.

Asimismo, los relatos mostraron la referencia edípica utilizada como justificación neurótica –la cual tendrá un

límite-. Y más precisamente tomando el primer caso, indicó una frase-injuria tomada por un obsesivo, y una

palabra que lo hace otro para sí mismo que representa la división para el sujeto entre su deseo y su demanda;

el pensamiento erotizado; la extrañeza que irrumpe y lo deja sin referencia, como también la búsqueda de que

el Otro se haga testigo de su ser. En cuanto al segundo caso, situó la queja histérica invertida, en la que se

pone en juego la autenticidad del amor, y la pregunta “¿cuál es el goce de mi madre?”. Como así también una

prueba por el cuerpo, que la hace otra para sí misma -la duplicidad propia- que señala que puede desear otra

cosa.

Por un lado, subrayó que, a partir de lo que el neurótico experimenta como un goce extraño, el analista

encuentra su guía, y por otro, que la cuestión será confrontarlos con su más allá del edipo y poner en juego si

quieren lo que desean. Interesó plasmar en esta actividad: qué enseñan los casos al psicoanálisis, vale decir,

lo que cae del paradigma, por lo que en los relatos hubo un pasaje de la descripción a la formalización, cuya

construcción supuso una desclasificación.

Claudia Espínola

Page 17: El loro de AVA nº 20 - Mayo 2014-

El arte, donde “resuena la cosa”

Muni Caretti, artista plástico platense, expone su obra en “El Puente arte y cultura”. Se expresa en sus cuadros

a través de un lenguaje de color. Con una gran audacia cromática y con pinceladas plenas de pigmentos puros,

revela fuertes vibraciones visuales de colores intensos y estridentes que impactan en el espectador, -rojo, ocre,

verde, negro o amarillo-, transmitiendo una arrolladora potencia de tonalidades. Con un sentido expresionista

en la captación y transmisión de pasiones cromáticas,

donde la luz es la consecuencia del choque de las

distintas intensidades de colores y donde el equilibrio

pictórico lo construye a través de la combinación de

la línea, la luz y el color. Cambia en sus cuadros lo

abstracto y lo figurativo, plasmando con plena fuerza

expresiva, contornos de líneas curvas y límites

negros. Se introduce en las profundidades de las

temáticas que lo convocan y retorna con figuras

abstractas, sutilmente expresionistas que nos

acercan a sus secretos, los que velados resuenan.

Dice el autor en una entrevista (1): “para mí los cuadros son colores, es más, hay colores que no los puedo

usar, porque me quedo duro ahí, el azul por ejemplo”. Sigue diciendo a lo largo de la entrevista, “pintar un

cuadro no es una algarabía, es un ida y vuelta con el cuadro, un proceso que va pasando adentro, a veces hay

un proceso de angustia”, “Uno se está expresando consigo mismo, porque es uno y el lienzo, después hay

otros, los que miran el cuadro y encuentran una definición sobre lo que ven, pero eso es lo subjetivo del otro”

Qué tiene para decir el psicoanálisis en ese entrecruzamiento con el arte; por un lado está el creador y su

proceso de sublimación, que Freud lo explicará como desvío y cambio de meta de la pulsión, en la que el

objeto se transforma en un producto o formación cultural con una adscripción a juicios de valor y

reconocimiento social. Lacan hará otra lectura y dirá que la función del objeto de arte como producto cultural le

permite al autor “no evitar la cosa, como significante, sino representarla en tanto ese objeto es creado” (2). La

cosa (Das ding) dirá, está representada siempre por un vacío, en tanto ella no puede ser representada, pero se

filtra un resto de ese real, al organizarse el arte contorneando ese vacío. Y en toda forma de sublimación el

vacío será determinante para que el juego sublimatorio sea posible.

Por otro lado está el que mira el cuadro, el cuadro como “trampa para cazar miradas”, dirá Lacan, donde la

obra de arte “es el objeto causa de la interpretación que hace al público y no al autor un sujeto, y ahí el

espectador termina siendo dividido por el objeto artístico que lo convoca a asociar sobre las causas de su

deseo que se pone en acto en el hecho artístico” (3).

Podemos decir entonces que en el objeto cultural producido “resuena la cosa”, en ese más allá del principio del

placer, en el territorio de lo éxtimo, como exterioridad íntima donde el goce se juega.

Ana Gutiérrez

Page 18: El loro de AVA nº 20 - Mayo 2014-

1-Posdatas- Lo que queda por decir de arte: Entrevista a Guillermo Muni Caretti: “Encantamientos-esa mirada atrapada entre colores” por Paola Boccalari.

2-Lacan, Jacques: Seminario 7, La ética del Psicoanálisis

3-Acuña Enrique: Resonancia y silencio-psicoanálisis y otras poéticas.”Borges y la extimidad en el Aleph”.

Comentario sobre el libro de poemas Epifania de los epitafios

Epifanía de los epitafios *

(el poeta)…suelta un idioma que golpea en el

trasfondo aquietado de los siglos…

R.G. Aguirre

Epifanía de los epitafios es el primer libro de poemas, pero no el único, que escribió

Enrique Acuña, psicoanalista y escritor. Es una poética que al estar publicada, y por

lo tanto desprendida de quien la escribe, habilita, y me habilita, a interpretarla, a

inventar significaciones alrededor de las consecuencias que produjo su lectura.

Por un lado para abordar el libro en tanto libro de poemas, me remito a las

referencias poéticas, y a las palabras de otro poeta argentino como fue Raúl Gustavo Aguirre, “…Prefirió…la

incertidumbre a las ortodoxias, la interrogación al magisterio. Y no obstante, se hizo letra,…en la fatalidad de

las contradicciones y en la consumación del devenir…esas voces…siguen hablando…en un universo donde no

existe la última palabra…” (1)

En este sentido, considero que Epifanía de los epitafios pone en evidencia la fragmentación, la fuga de sentido

que el lenguaje mismo implica, pavoneándose en la imposibilidad de arribar a una última palabra o a un último

poema, o en la imposibilidad de ser un yo bramando completud; enseñanzas que por otra parte nos deja el

psicoanálisis.

Sostenida en la idea de que “….todo arte (la poética incluida) se organiza en torno a un vacío, y (que) a partir

de hacerse un borde se (lo) delimita” (2); y sostenida en otros aportes de Enrique Acuña (3) inventé una de las

posibles claves de lectura para éste libro. Un libro, un nombre, Epifanía de los epitafios, que me guiña el ojo,

que me indica cuales son los hilos a tejer, y me habilita a decir que en el interior de muchos de sus poemas y

en la dinámica como conjunto, se advierten modulaciones que conllevan la subversión de signos estancos y

mortíferos en su sincronía (epitafio) hacia la constitución de un vacío, de un hueco que permite y causa un

devenir de invenciones (los poemas como epifanías, como acontecimientos). Invenciones también

acompañadas de los ecos que resuenan desde la carcajada y el silencio.

En Resonancia y Silencio –psicoanálisis y otras poéticas- (3) otro libro de Enrique Acuña, en el artículo

“Alguien habla –poética analítica o desierto de la ciencia-”, escribe acerca de tres tiempos lógicos asociados a

su propia experiencia analítica. La coyuntura de gestación de la poética de Acuña se descuelga de estos

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momentos. Cito…”al principio de mi experiencia analítica hubo un relato trágico con tonos épicos, donde el

nombre del síntoma era “hijo muerto”. Luego supe que este síntoma se apoyaba en un fantasma, donde el

nombre de goce era el signo de un “padre vacío”, y finalmente se encontró una solución en torno al nombre

propio modalizado como nombre común al hacerse un editor de palabras.

En el segundo tiempo, al decir del autor, se desprende desde el fervor poético, Epifanía de los epitafios,

posibilitando una transformación. Es decir ante un lugar mortal, un epitafio al modo de un signo (analizando un

lapsus escrito en el epitafio de mi padre: un número, una fecha que conectaba mi nacimiento con su muerte…)

logra la subversión a partir de la creación de ciertas epifanías poéticas.

Subversión, a mi entender, está demostrada al interior del poema que otorga el nombre al libro. Se vislumbra

en el devenir de este poema, donde hay un pasaje del epitafio como signo mortífero, que duele, a la producción

de otra cosa; es así que un cespedmenterio* pisoteado por un taco que duele un duelo dormido, que sangra un

niño vivo que silencia…/ y releva a todos los ausentes/ se va transformando en un taco roto que desnuda a los

héroes del cielo, que chilla y que también se ahueca recortando un vacío, violentando y por qué no

agujereando la tumba. Un taco, por lo demás, agujereado que permite también drenar carcajada y silencio, y

que permite el necesario vacío para seguir causado por la escritura.

Paola Boccalari

* Acuña, Enrique: Epifanía de los epitafios. Ed. Letritas del Changarrito, 2013.México

Citas

(1) AAVV, El movimiento poesía Buenos Aires. Fraterna, 1979. Buenos Aires.

(2)Boccalari, Paola. Revista Posdatas –lo que queda por decir de arte- 2011. La Plata. Buenos Aires.

(3) Acuña, Enrique. Resonancia y silencio –psicoanálisis y otras poéticas-.Edulp, 2009. La Plata, Buenos Aires.

Exposición de fotos: “La vida secreta de mi jardín y la mafia” de Lulú Fernández

“La vida secreta de mi jardín y la mafia” es la muestra de fotos que expone Lulú Fernández en Espacio 44 (calle 44 nº 496 e/ 4 y 5, La Plata) durante el mes de mayo.

No es un estreno, la misma ya ha sido dada a ver en la ciudad de La Plata en agosto del 2012, siguiendo por Capital Federal en el mismo año, así como también ha pasado por Mar del Plata y Pigüé en 2013.

Compuesta por fotos de colores vibrantes, que muestran los misterios de las flores e insectos, así como también por fotos montadas que dicen algo acerca de los minúsculos y misteriosos acontecimientos que pueden tener lugar en un jardín. Jardín que está en las antípodas de un jardín encantado, aquí se recrea la clandestinidad, el chantaje y los códigos de la mafia. Imágenes que pueden provocar la risa, y también la pregunta.

En el centro de la sala, la mantis religiosa en todo su esplendor, no se presenta sola, sino acompañada de un

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texto. Mantis religiosa que ilustra la tapa de la última revista Conceptual –estudios de psicoanálisis- nº 14.

Este texto es una invitación a recorrer la muestra, ver y ser visto por las imágenes, desde la singularidad que despierta en cada uno.

Mariángeles Alonso

Foco en Micro

“Clasificar, diagnosticar, psicoanalizar”, es un texto que contiene parte de la

intervención de Enrique Acuña en el marco de la primera actividad de Ejercicios

clínicos en los hospitales, convocada por PRAGMA Clínica y publicada en

Microscopía N° 131 de Mayo de 2014. La problemática referida al diagnóstico en

psicoanálisis toca de cerca otras cuestiones, entre ellas, la que tiene que ver

con el saber que se pone en juego en un análisis y la condición de posibilidad de

su transmisión.

El interés sostenido del autor por indagar estos temas, tomando referencias de

otras disciplinas, puede verse trazando un puente de complementariedad entre

el presente texto y otro anterior. En efecto, en “La construcción entre lo universal

y lo particular”, publicado en Microscopia N° 89 de febrero de 2010, Acuña

tomaba el concepto de exemplum de Giorgio Agamben, definido como ejemplo

que no sirve para otros casos, en tanto es una singularidad construida en un segundo tiempo del análisis, que

verifica la existencia de un elemento irreductible en el caso. Entonces, se trata de una doble operación: la

obtención del tipo clínico –universal- por un lado, y por otro, la producción de un plus que cae como resto de

esta primera operación. La clave radica en que este segundo momento es correlativo de la presencia del

analista, y esta presencia adquiere consistencia en el devenir de una hipótesis. En este punto puede producirse

una articulación con el texto sobre el cual hago foco.

Aquí, apoyándose en El pensamiento salvaje de Levi Strauss, afirma que la operación de armado (bricolage)

que supone el acto de clasificar se produce a partir del deseo del operador (el bricoleur), es decir que, ordenar

las cosas nombrándolas implica el deseo de quien nombra. Podría plantearse que el psicoanálisis va más allá

de diagnosticar y clasificar. “El juicio con el que paga el analista, ese juicio que es una hipótesis, deriva en una

construcción que no se transmite como fórmula, ni manual, pero que está funcionando como brújula para

orientarse cuando se cava ese vacío fecundo que hay en el hecho de psicoanalizar”.

Enrique Acuña plantea que estas diferentes operaciones corresponden a tres órdenes diferentes de problemas.

El diagnóstico es un problema clínico y la clasificación responde a una cuestión epistémica. Pero psicoanalizar

implica asumir un riesgo, dar una respuesta al vacío construyendo una hipótesis.

Sebastián Ferrante

LINK:http://issuu.com/aplp/docs/microscop__a_may_14_3cf43c4

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Lo que se viene … Próxima clase: miércoles 28 de mayo, 20 hs.

Próxima clase: miércoles 21 de mayo, 20 hs.

Page 22: El loro de AVA nº 20 - Mayo 2014-

ATENCION DE URGENCIAS SUBJETIVAS (AUS)

Una antena de recepción para la angustia de cada uno

* Equipo de médicos y psicólogos orientados en psicoanálisis que reciben las demandas de urgencia

y responden con una atención particular a cada caso.

* Dispone de consultorios particulares distribuidos en la ciudad.

* Se podrá concertar una consulta privada con los integrantes del equipo para iniciar un tratamiento.

* Recepción de pedidos de control que los practicantes del psicoanálisis realizan.

Responsable: Leticia García Coordinación: Iván Pelitti

Integrantes: Ana Gutiérrez, Sebastián Ferrante

Asesores: Inés García Urcola, Germán Schwindt

Profesionales:

Lic. Marcelo Ale, Lic. Fátima Alemán, Lic. Laura Arroyo,Lic. Sebastián Ferrante

Lic. Gabriela Rodríguez, Lic. Leticia García, Dra. Inés García Urcola, Dr. Iván Pelitti,

Lic. Adriana Saullo, Dr. Germán Schwindt, Lic. Carolina Sanguinetti, Lic. Gabriela Terré, Lic. Daniela Ward

Solicitar entrevista al tel. 421-4533/ 15 353-3448 Horario: lunes a viernes 16 a 20 hs.

Nuevos miembros del AVA

Carlos María Wal - Asociación de psicoanálisis de Misiones (APM) Osvaldo Gómez Lez - APPA ARANDU-Paraguay Luciana Fernanda Molfino - A.C.I.D. IOM delegación Corrientes-Chaco Evelina San Martín - A.C.I.D. IOM delegación Corrientes-Chaco

Page 23: El loro de AVA nº 20 - Mayo 2014-

Corresponsales:

Ivana Chillemi (Santa Rosa)

Christian Gómez (Posadas)

Carlos Wall (Oberá)

Martín Gómez (Corrientes)

Evelina San Martín (Resistencia)

Guillermina Martínez (Tres Arroyos)

Daniela Gaviot (Bahía Blanca)

Verónica Ortiz (San Fernando)

Leonardo Vera (Mar del Plata)

Osvaldo Gómez (Asunción, Paraguay)

Paulina Moreno (Quito, Ecuador)

Pablo Sauce (Bahía, Brasil)

Gabriel Roel (México, D.F.)

Envío de textos, comentarios o contribuciones a :

[email protected] Formato Word de no más de 1.000 palabras, con tipografía Arial 12, sin negritas ni subrayado, editado con corrector. Si se agregan fotos o imágenes en formato jpg mediano. Se recibirán textos hasta el 14 de cada mes.