El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

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Sherry Sontag yCon Annette

Christopher DrewLawrence Drew

EL JUEGO DE

LAGALLINACIEGA

La historia inédita del espionajesubmarino norteamericano

INSTITUTO DE PUBLICACIONES NAVALtrSDEL CENTRO NAVALAv. Cordoba 354

(1054) Buenos AiresRepúrblica Argentina

Page 3: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

' r r l r r l l . Sherryl ' ,1 ¡rrcgo de la gal l ina c iega: la histor ia inédi ta del espiona. j t ,, r l, rrrarirlo nortearncricano' Sherry Sontag y Christopher l)r 'cw,

I ' r ' r [ . - BuenosAires. Inst i tuto de Publ icaciones Navales, 2004.l2 t págs.; 23 x 15 crn (Histor ia) .

' l \ 'aclucción de: Arturo Guil lermo Marfort

ISBN: 950-899-049-X

1. Guerra Fría - Espionajc subrnarino I - Drew, Christopher ILTítulo.

cDD 940.545 1

Título del original en inglés: BLIND N'{AN'S BLUFF - T}re untoldstory r-rf Arnerican submarine espionaÍle.By Sherry Sontag and Christopher l)rcwISBN: 0-06-103004-XClopyright O 1998 by Sherry Sontag ancl Christopherr Drew

Es propiedacl.f)crechos reservados para su traducciírn al españoi y su venta entodo el mundo.O 2004, Instituto de Publicaciones Navales del Centro Naval,Av. Córdoba 354, (1054) Buenos Aires, República Argentina.Heclro e.l dcpósito que marca ia Ley 71.723.

D i o ¿¡ rcr r rt a c ió n ín te r i o r: Rooot. po JueN B orex¡.

Está prohibida la reproducción total o parcial. No puede ser repro-clr-rcido ni transmitido en ningún medio electrónico o mecánico, in-cluyendo las fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de acumu-Irición y reproducción de informaciírn, sin autorización por escritor l t , l Ecl i tor ' .

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l ' \ l l ' l i l : l ( ) \ ' l , l l ) l ' l ) \ lx) I lN LAARGENTINA

A los hombres que protagonizaron estos relatosy especialmente a aquellos que los compartieron

L.On nosostt-os.

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INDICE

Prr i iogo . . . . . 131 Urr comienzo nrort¿r l . . . . . . . . .272 Wlr iskey a go-go . . . . . . . .53i l Vuelco hacia ias profundidadcs . . . . . . . . . . . . . . . 754 Puño de terciopelo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 955 Mucl tc de un subnrar ino . . . . . . . . . . I196 "La balada de Wl-r i tev N'{¿rck" . . . . 1I¡37 "Aciuí se v icne.. . " . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17: l5 ' 'Oshkosh b'Gosh" . . . . 1919 El cast i l lo de alen¿i de 500 mi l lones de dólares . . . . . . . . . . 219

10 I \ ' innfb y cr is is . . . . . . . .24511 l ,a iov¿rs de la coron¿r. . . . . . . . . . . . . . . . .269I2 ( lonf iar pero ver i f ic¿u' . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299

I ipí logo . . . . . . . . . . . .311-rPal¿rbr '¿r-c de ciel re . . . . . . . . . . . . . . . . . .321Apéndice A . . . . . . . . . . . . . . . . . . :325Apéndice I1. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3:11Apéndice C.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339Nr-itas ... :157Agradecinientos . . . . . .395Crér l i to por las fbtoglaf ías . . . . . . . .403Indice . . . . '107Acerc¿r c le los ¿rLrtoles . . . . . . . . . . . . . . . . - I '21

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;FF- '

"Después de todo, las operaciones submarinas han sido siem-pre corno el juego de la gallina ciega."

Un almirante submarinista en un cargo de maximo niuel l

"Y cada hombre a bordo sabía muy bien,Que cuando la acción se ponía dificil,En este juego de 'La gallina ciega',De alguna forma conseguía escabullirse."

Estrofas de "La bal.ada de Whitey Mack"Una oda dedicada o rrn comandante de submarinct

por Tcnnmy Cox, subnrarüústa, y agente de inteligencia.

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PROLOGO

Había algo acerca del capitán de fragata Charles R. MacVean quetcnía la particularidad de inspirar leyenda. No se trataba de su aspecto:alto, algo corpulento y, al acercarse a los cuarenta años de edad, coronacloya por una cabellera rala y gris. Era su sentido del humor y de lo humano.Este era un l-rombre que poclía quedarse debajo de una escotil la despuésqtre lo empapara una tromba de agua, impasible y todavía masticando suchorreante pipa. Este era tarnbién el hombre que recientemente había con-duciclo al submarino nuclear de ataque USS Seo¿uolf en una de las opera-ciones más peligrosas de la guerra fría. Se había introducido en un marsoviético ¡, esctrchaclo subrepticiamente al enemigo en una forma en que lamayoría de los restantes subrnarinos jamás habría osado. Ahora, de regre-so en su patria, MacVean estaba clisfrutando de la oportunidad de poderconci l iar e l sueño.

Sonó la campanil la del teléfono. MacVean se despertó sobresaltado ymiró la hora, 2:00 a.m. El l larnado provenía de los cuarteles generales de laArmada cn Washington I).C., y la voz en el otro extremo de la línea perte-necÍa a un oficial naval algo avergonzado y muy confundido.

"Hay un ¡l¿rrinero cle su br"rque: en un bar l lamado The Horse and Cow-diio- y está tratando cie l lamar al Presidente y contarle del gran trabajr-rqner hizo usted y cuán buencl es. ¿Podría sacar lo de la cabinatelef'ónic4?"

MacVean sabía exactamente dónde se encontraba The Horse and Cow,como lo sabían todos sus hombres. Este era el lugar predilecto de los sub-marinistas en Vallejo, California, un lugar oscuro decoraclo con piezas decasi todos los submarinos que alguna vez navegaron por el Pacífico haciala Unión Soviética, un lugar donde los hombres juntaban fuerzas para loquc deberían enfrentar en el mar y donde festejaban la supervivencia cuan-

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I 1 El iuego de la gall ina ciega

rlo rcgresaban alhogar. El comandante despertri a su suboficial de buque,r. '. juntos se dirigieron en automóvil al iugar aislado junto a la colectora clerrna autopista e ingresaron a una playa de ettacionamiento que tenía rnásb¿rches que pavimento. Sin inconvenientes, encnntraron al tripulanter del,leotuolf algo ebrio, encerrado en una cabina telefónica, tratando todavÍ¿r<le convence'r a la operadora de la Casa Blanca que pasase su l lamadr¡.tr 'IacVean alejó a su hombrc del teléfbno, y luego le comprri una cerveza.Ilr¿¡ esta clase de comanclante. Adcmás, sabía que el individuo se lo mere-cía. Todos se lo merecían.

Esto sucedió a mediados cle la década del setenta, pero pudo habcrocurrido casi en cualquier momento durante la guerra fría. Después clc:todo, NlacVean.y sus hombres fircron parte de una operación de inteligen-ci¡r distinta dc cualquier otra en los anales de la historia norteameric¿tna.I)urante más de cuatro décadas, baio la cobertura de clasifrcaciones dcscgur idad inclusive super inrers a la de sccreto, lc ls Estados Unidos c ' r r -viar'<ir. l decenas de miles de hombres en incrirncidos cil indros de acero acumplir rnisiones de cspionaje frente a las escabrosas costas de la UnirinSoviética. Allí, el trabajo consistía en permanecer oculto, recoger inform¿r-ción accrca de las intcncriones del enemigo y sus capacicladcs para sostenerla guerra er-r el mar. Por su propia naturaleza, los subnrarinos resultabanpcrfectr-rs para esta tarea, cliseñados para acechar casi silenciosos e invisi-bles debaio de las olas. Ellos sc convirtieron rápidamente en uno de losvehículos de espiona. le más cruciales de los Estados f ln idos.

Ninguna otra operación de inteligencia ha abarcado tantas genera-cione.s pertenecientes a una fuerza militar en particular, ningrrna otrah¿r colocado c<¡nsistentemente a tantos norteatnericanos en situación deriesgo. Tanto como 140 hornbres en cada submarino, varios de eistos aun mismo tiempo, casi todos los hombres que sirvieron en subrnarinos deataque estadounidenses fueron enviados a vigilar los puertos y asti l lerossoviéticos, a monitorear las pruebas de misiles soviéticos, o a seguir a sussubmarinos. Varios buques, tales como el Seawolf, estaban especiahnertterequipados para interceptar cables o recuperrar fragmentos de armas so-viéticas que habían sido disparadas durante la realizació¡ de pruebasy habían caído al fondo del mar. Naclie que no fuese voluntario estuvoinr.olucrado.

Estos espías submarinos se levantaron como centinelas solitarios enol frente de combater de una gurrrra l ibrada ferozmente por ambos banclos.Srilo que en esta guerra los torpedos no fueron las armas más importantcs,sino las cátnaras, lc¡s sonares sofisticados y un surtido de complejrrs t ' t¡r,t i-

¡ros de escucha subrepticia. Y mientras estos hombres tripulabiln algunasrlc las naves tecnológicamentc. más intimidatorias jamás construidas, susolr.jctivos fueron engañosamente simples: "conocer al enernigo", aprenderlo suficiente para impedir un ataque por sorpresa, para prcvcnir a casicurr l r ¡u ier costo una repet ic ión de Pear l Harbor en la era nuclear.

Prólogo I 1b

Silenciosa y furtivamente, pero más importante, en secreto, los sub-marinos dc ataque cumplieron clel olden de dos mil misiones de espionajemientras efectuaban el seguimiento de los submarinos soviét icos. Elseguirniento dc las unidades misilísticas fue cle lo más crucial -submari-nos soviéticos más largos que una cancha de football que transportabanhasta veinte misiles balísticos. Estos rnisiles podían proyectar cada unohasta cliez cabezas de combate nucleares, y un solo submarino misilísticopodía dar origen a una tormenta de fuego superior al poder combinado detoclas ias bombas lanzadas durante la Segunda Guerra Mundial. El quecstos arsenales fuesen transportados y escondidos en el mar los hacía muchorrenos vulnerables y mucho más peligrosos que las bombas diseñadas paraser arrojadas descle aviones o lanzadas desde puntos fi ios en tierra.

Había sólo una forma adecuada de enf'rentar los rnisiles transporta-dos por submarinos, y aquélla era con otros submarinos. No era entoncescle extrañar que el conocer estas unidades misilísticas y l levar a cabo suseguimiento se convirtiera en la Írnica prioridad importante de Ia Armadade los EE.UU. Esto justif icaba casi cualquier riesgo, éste era el rnotivo porel cual los submarinistas eran cnviados al mar una y otravez. Esto fue loque dio lugar al juego de "la gall ina ciega" que se extendió por décadas.Fue en este esfuerzo por estar al tanto de los avances soviéticos y sus sub-marinos que los hombres dejaron a un lado sus hogares, el sol, y cualquieri lusi<-rn de privacidad a cambi<-r de naves herméticas y atestadas, y recorrie-ron a tierntas los exóticcrs espacios oce ánicos que cubren dos tercios del glo-bo. l.Iavegaron hacia el sur hasta el Mediterráneo, hacia el norte hasta loshelados peligros del Artico, y con f recuerncia directamente al interior de la.saguas territoriales soviéticas. Vivieron con apenas una idea de los océanosy rnares por los que navegaban, salvo por lo que podían observar a travésde las lentes de un periscopio o imaginarse a partir de los parpadeos elec-trónicos que salpicaban las pantallas de los sonares y las cantidades in-contables de chirridos de estática que surgían de los auriculares de lossonar istas.

En el frío y la oscuridad, los submarinistas enfrentaron peligros peo-res qLre aquellos que tradicionalmente acosaban a los marinos, ya que laspresiones clel océano podían aplastar fácihnente los cascos de acero si l le-gabirn ¿r descender demasiado. A io largo de los años, tales catástrofes aso-larcxr ¿r los submarinos de ambos bandos. Igual de amenazadores fueronlos mismos soviéticos, que estaban decididos a detener a estos espías nor-teamericanos y rechazarlos tan bien como pudiesen, a veces con cargas deprofundidtrd, a veces reclutando miembros de las fuerzas armadas y de losservicic.¡s de inteligencia norteamericanos para que espiasen para ellos.El ricsgo en todo esto se volvió cada vez rnás obvio a medida que los sub-m¡rr inos soviét icos y estadounidenses se empeñaban en persecucionesfi ' t 'nóticas, los errores de juicio conducían a colisiones, y los submarinos, . r l : r r l r runidenses eran detectados en aguas soviét icas.

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18 El juego de Ia gal l ina c iega

Fue solamente a través de seis años de entrevistas que f 'uimos capa-ces de relacionar los eventos tanto tiempo escondidos, y ello inclusive congran esf'ucrzo y persistencia. Contactarnos a cientos de submarinistas.Algunos respondieron telefoneando a los investigadores de la Armada,algunos sinplc.mente desistieron cle hablar. Muchos otros, sin embargo,accedieron a rnantener entrevistas que tuvieron iugar frente a frente entodo Estados Unidos. En ocasiones, el Servicio de Investigaciones de laArm¿rda visitó o convclcó a estos hombres, entonando ásperos recordatoliosde sus votos de silencio y sus obligaciones legales. Pero de cualquier formalos dertalles se acumularon, A medida que oficiales y suboficiales submari-nistas, f iguras polít icas y funcionarios de inteligencia decidían que habíallegado el momento de contar sus historias. Especialmente a los submari-nistas, e l hablar los l iberó. La mayoría no lc había contado jamás a suspadres, esposas, hijos o a sus rnejores amigos los detalles de sus largosn)eses dc ausencia. Jamás pr.rdieron regresar a sus hogares y simplernenteclescargarsc después de los duros meses de trabajo. Necesitaban hablarcon algr-rien que cntendiese, para encontrar el reconocimiento tanto tiempomt:recir-lo.

Y por erso escr ib imos ¿rcerca de el los, y para el los. La gente, sus nom-bres, y los acontecimientos en este l ibro son reales, y los relatos narradosen cada capítulo fueron transcriptos tan fielmentc: y escrupulosamente comofüe posible, bas¿rclos en numerosas entre'vistas y lcls escasos documentosquc han sido l iberados. Las conversaciones son descritas aquí tal como nosfireron repeticlas por la gente que tomó parte en c'l las o que estuvo allí yerscuchó lo quc se dijo. Sin embargo, no toda la gente que describintos eneste l ibro c<lnversó con nosotros. Por el contrario, f iguran aquí porque es-tuvieron en el centro de algunas cle las clperaciones más crít icas de la gue-rra fría. En la mayoría de los casos, tuvimos que prometerles a nuestrasfüentes que serían protegidas, que no les atribuiríamos a ellos la infirrma-ción o inclusive revelar que nos habíamos reunido con ellos.

La mayol parte de las historias de El juego de lo gall inct ciegu no hasido jamás contada en público, y ninguna ha sido descrita con este gradode detalle. De' fbrma tal que en lugar de señalar repctidanreute en cadacaso que ofrecemos información nueva, hemos optado por destacar, ya seaen el texto o en notas a pie de página, scllatnentc los detalles que ya esta-ban disponibles. El resto de este l ibro es una primicia, inciusive paramuchos de los hombres que sirvieron en el arma submarina durantt ' t.orlrtsu carrera pero se lcs br indó solamente la infbrmación que la Ar¡rrrr t l¿tconsideró quer debían conocer.

Este es un l ibro sobre submarinos, espionaje y geopol í t i t ' i r . l ) ( ' r ' ( ) ( ls

también un l ibro sobre personas: el c ient í f ico de las prof t r t t r l i r l r r r l t 's t ¡ l tereci ta poesía y a quien se le pidió idear una forma dt : r t '< ' t t ¡ , r ' r ' : r l r r r is i lesnuclc¿¡res del lecho del océano; el ofrc ia l de Intel igcnt ' i ; r N,rr : ¡ l t t t . \ 'os re-cuerdos de la infancia lo l levaron a pergeñar la posi l r i l r r l r r r l ,1, ' r r r t t ' t 'c t 'ptar '

I , ró logo l l )

los cables submarinos de comr.rnicaciones soviéticos; un comandante dcsubm¿rrino vaquero que no puede resistir la tentación de aproximarse fur-tivamente irasta unos pocos metros de ios subrnarinos soviéticos; los hom-brcs cuyo subrnarino fue fblzado a permanecer en inmersión con apenas elaire¡ suficiente corno para mantenerse con vida mientras los buques sovié-ticos arriba de cllcls l<ls rcgaban con explosivos. También presentamos nue-v¿r ir-ifbrmación que puede re.solver el misterio de lo que sucedió con el IJSSScorpirstt, un subm¿rrino espía norteamericano que sc hundiri, con toda sutr ipulación, t re inta años atrás.

Casi todos los l ibros sobre submarinos se cr¡ncentran elt un hombre,quizás el of ic ia l que' tomado indiv idualmente fue el más inf luyente en laArmada de hoy y padre del submarino nuclear: almirante Hyman G. Ric-kovcr. Pcro inclusive Rickover erA un simple observador mientras otrosh<;mbres conclucían sus n¿rves y emprendían estas misiones. Por eso estano cs la histor ia de un hombre, s ino la histor ia de una fucrz¿r de hombresquc' s i rv ie ' ron c lurante décadas. En tres f rases dcscr ib incls sus esfuerzosa lo largo de¡ estos años: desde las pr i r .neras torpezas, pasando por lascaccrí¿rs navales más espléndidas, hasta los t iempos en que la tccnologíal ' la intn¡Jinl rc i r in ¡rcrnr i t icro¡r a la f i re lza c lc .submarinos introducirseclirecta.rnente en las mcntes srivieticas. Y comt,, tantas epopcyas glandio-sl is. c¡sta no ha f inal izado. l ,os submarinistas norte¿rmericanos todavíason enviaclos a vigilar Rusia, corno t¿rmbi(ln ¿,r lnirar con ¿rtcncirir.r otrospuntos c¿rlierntes alrerdedor del globo. Estas historias no son sin"rplementeuna vis ión rr icrocirs ln ica dc los gigantescos esf i ¡erzos c le espiona. je de ialracirin. Son una lección de hasta c¡ué punto los gobic:rnos av¿lnzar'¿ln paraconoccl los sccreto-s de los demás, no importa el t iempo o lugar donde seeltcuentrc,lr.

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l ( ; El j r " rcgo de la gal l ina c iega

Para los soviéticos, los submarinistas norteamericanos eran más quertn enemigo; eran pestes omnipresentes. Para los otros nortearnerican()s,cran simplemente los hombres anónimos de la Fuerza Silente. Este l ibroc's la historia de ellos, Lrna que hasta ahora ha persistido callacla y mocles-tamente. Esta es un¿r de las úl t imas, inédi tas e histor ias sensacionalcs c lcln guerra fría.

En el fondo, la mot ivacir in para la cacería de los subrnar in ist i rs-irnpedir que un adversario lance de¡scle los océanos un rerguL.ro oleada demucrte- parece casi externporánea. Aprincrpios clel siglo XIV, Leonardo cla\, ' inci bosqucjri el cl iserlo dc un submarino primitivo pero escribió en susnotits quejamás habría dc revelar cómo füncionaría en inmersión ya qlletemía "a la naturalcza mal igna del hombr€' , que lo emplearía como herra-micnt¿r dc clestrucción en el fbndo del mar".

Sin cmbargo, f i re ese mismo potencial para la dervastación por sorprc-sa lo <trne i r - rccnt i r ' í r a los invcntorcs que vinicron dcspués. Durante la Gt¡e-rra Civil Nortcalncricana, i-utcntaron construir subllarinos ccln form¿i deburbtrja v m¿is tarde otros qur) sc ase mc'jabirn a cigarros cortos, todos ellost lc 'st in¿rdos a coloc¿t l nr in¿rs cn los cascos de los buques encmigos. Lo,qsubnr¡rr inos eran i rnpulsados por manivelas ¡r pedaleras, y la mayoría c lelos hotnbrcs qtrc nrur ieron por c¿usa de cstas nr lcvas ¿rrnas fueron micm-irros de sus propias v minr isculas t r ipulacior les. IVo obstante, este c larointc into c¿rusó tcrr 'or . y fL le aper)as unos 1)ocos años dcspuós dc la GuerraCivi l Norteanrer icana que . Iu l io Verrne. €)n su novc, la \4:út te LI i l Leguosrlc Voia Sttl-ttttari.tto. dc-ccribiri l l subnraril 'ro collo un mottstruo ntarinoqur. embostía a ios buques. I l l hechr> quo su crc¿lci(i lr f 'uosc pro¡-ruls¿¡cla cclncr iorgía t ' loclr ica lcsul t ¡ i profét ico. El Hol lot t .c l *c l pr imcr subntat ' inoo¡r t r t ' i r t ivo c le l¿r Arm¿rda dc los EE.t lu.- era impulsado por acumtt ladoreselt:rctl icos cuando est¿rba cn inlncrsión y por un rnotor a nafta ern superficie.. , \c iquir ido c l 11 der abr i l c le 1900, te¡nía sol¿rmcnte quince rnetros c le eslorav cont¿rb¿r cor l Lm¿l t r ipulacion de,ser is hombres.

Lir tercnologi¡r dc¡ suLrmatinos ¿tv¿tnzri con tanta rapidelz qtrc mr:nos clcLl t ia generacir , rn despu(:s los subnrar inos alcnanes con propuls ión c{)nvcn-c: ion¿r l c l icscl-c lóctr ica cstal¡ i rn aterrof iz¿rndo al t r í r f ico rnclrcar l tc al iadorllrr '¿tnte'ia f 'r imerr¡ ()ucrra N{undial. Fue uno de¡ estos [-]-Bootc aiermanesr l que I)ulver izr i la ner.r t r¿r l ic lad estaclr¡unic lensc al I ' iuncl i r e l buque br i táni-cr , c lo pasajeros Lusi tunrrz, luego que zarpasc de NuevaYork en 1915. P¿irat ' r rando los Estados Uniclos cntraron en Ia guerra dos años despuí:s. los[ ] -Boote ¿r lornanes h¿rbí¿rn destruido var ios c ientos de buqucs.

Ccln l¿r l iegat la de l t r Seguncla Guen'a l {undial , los srrbmarinos st , l r¿r-l r i l in vuel to tan poclerosos que Érran capaces de. i r t ras lo-s con\¡ov(,s rrrnl i r -r los. v sc habian converr t ic lo cn ur1 factor decis ivo. Alemani i r ( ' r rv l r ) sussrr l r ru l r r inos intcgranckr "NIanadas de Lobos" que podían convr ' r ' ¡1 i r ' ¡ r i r la elrr l r r r lur ' . una táct ica tan lctal que los Est¿rclos lJnidos rct :urr ioor l a el lal ) in ' i r l ' ( 'cLrper¿rr c l cont lo l c le l Pacíf ico dcspués de Pear l I l r r r l ro l ' . F) l impacto

Próicrgo 17

sobre los transportes de tropas, buques tanque y carglleros japoneses füerdevastador. pero se logró a un costo enorrne. Los Estados l lnidos perdicroncincu¿:nta y dos snbm¿lrin()s y tre-q mil qtrinientos hon-rbres.

Son estas imágenes de los subrnarinos de la Segunda Guerra Mundiallanzauclo torpcclos, o dc hombres sucloro-sos atrapados dentro de incómo-dos ci l inclros de acero mieutras las emisiones sonar jap()nesas resonaban alc., i irrgo de -qus cascos y las bombirs cle plofundidad caían a -qu ¿rlrededor. lasque perduran con intcnsid¿rd. Pe¡o había algo más que también tcnía lu-g¿ir t:n aquelios días. el inicio cle un r-.or-tc' io inciert<¡ entr(,. submarinistas yespías. En ciertas ocasiones, k¡s subm¿rr ino-* c lesplcgaron antcnas scnci-l las para interccptar las conrunir :aciones racl ioel i ¡ctr icas japcurcsas y cercadc r tna c loce¡na dc éstos fuclon envi¿ldos a erfcct t ¡nr rcconocimicntos de pla-y¿ls con sus per iscopios cr ,m,r paso prcvio ¿r l c lcsenib¿irco de tropal i . Estoserpcr imcntos ca¡r t iu 'on el interrés c ler los f t rncionar ios de intc l igenciA v nlos-tralon qucr los subm¿ir inos podí i rn contar c(rn r . lna nLrcvir rn is ión ul la vezir i ic i¿ida la gucrr i i f i ' ía. Después vino la c<rnstrucci<jn con uu¿r f t rcnte c lcerncrgí¿r c i rs i in i rgot i rb le y una disclccir in i l imi tad¡r -naves inrpulsrrdas pr.rrrcactorcs rtrtcle¿rres que prlr-lí lrn pcl'm¿urecfrl ' strrnelgiclas dtrr¿rntc variosmest:s scguic los-. ( l t ;n c l las. l r ;s sr ibm¿rr i ¡ r is tas l ¡stadounick¡nscs h¿rbrían dc¿l lcar lz¿u el ¡ runto culnl in¿rntc t le la guerr i r { i ' ía ba. jo los m¿lres.

i ,os d¿, ' t ¡ t l les de tor l r l esto hart ¡ rerrrnarrccid{) guarcl¿rclos ccr los¿uncnte

¡ror los ai l l i r¿rnt .es y c i rp i tancs ( : )n l ( )s l r r - tcstos c lc ntal 'or i rnpor ' t l rnci i l cn l¿]¡ \mt¿rr la. c¡ui< 'nt 's h lb i tualnlcntc cr¡ loni lur r ,st¿ls o¡rerr i r r : ionts s,-r l¿nlc¡r tc aiPresidr:ntcr , sus nr¡¡s ¿r l tos asesores ni l i t¿rrcs -v- de intc l igencia, -y a Llnosp()cos c{)ngrc¡sist¿is ( lu l ( , r )cs l '¿ l l 'AS \ cct ,s plcsic.rn¿1r 'o l t I )¿1ra cono(:cr ' los deta-l l r 's . I ' r ' r 'o e¡n c le{ in i t iv l r , o l control r lc cualqtr io l misir j r r recal l r en l¿rs lnanosdc. i r ivernes cornanclantes de subnr¿rr inos, qLle ( ,n general tcrr í i ln alrederclordr¡ t rc int¡r .y c inco al ios de edad v rccibían írrdenes cler r l¿rntencr estr jctosi lencir¡ r lc rar l i r ¡ . A estos l iorrrbrcs se los alcntrrba para que ¿rsunl i r rscn losrie'sgos. \. rLIgr-rnos sc clcslizirrun dircctarntrnto dentlcl dc, los I¡ui¡rtos o e'n eln.rc ' t l io r l r ' t , . jerc ic ios ¡ tavalr- 's sr lv iét icos para l leval" de regreso a su patr ia lanrt ' jo l i l l lornr¿rcir in. Sin r .mbargo, -qu dircct iv¡r pr incipal se nrantuvo igual :cvi t r r r l r r r ic t r ,ccir jn ) 'm¿lntctret '¿r los srx, ie i t icos ignorant<. 's dc ct ián ccrcacst¿i l . i¿ur s icnr l r ¡ observ¿rclo-. . Esr ne¡r : r , ,s idacl . n i¿is que ninguua otr '¿ i cosa. fue:tarnbir :n l r r l r rc c l io lugar '¿r l cstr icto se(: lcto <1ue rocleabt i a estas misionc:s.

-No obsl l rute. dc vez cr t culrndo. inclusive aigunos part ic ipantes direc-tos sr : s i r r t icron prcor juplrc los. ¿,Eran aqucl lus misirures denlasiaclo provoc¿r-t ivas, derni is i¿rr lLr pr , l igrosts? ¿' ,Pocl í t r una nr i - { i ( in 1j ' lcasada r¡ ur-r a l l idcntctcrr ib le ernrpu. j i r r h¿r,* ta c l l ími te a l¿rs dos nuevi ' ts sul)r , r 'pol t 'nui¿tr ' . ' , ' . I 'ocl í r r r tcstas nr is iones dc erspionaje encc'ncler in¿r<. lverr t ic l¿rmente 1l mi: i l ¡a gr lerr i r

l ) iu ' i r cuya prcvcncir i t r h¡rbían sidcl conccbidas' l \ I ierntras cst l rs t , ¡ l t , r ' : r t ' io-r , r ' : l ¡ l rnrrrr i l t¿ts ¡ret 'nt l tnecicron ( i l r secr-( t ( ) , l i l Armada sc v i t l l locI IS \ ' ( ' ( ' ( 's, ¡ r l r , r , l r r , l : r : r r ' ¡ ios intcr t -ogi tnt t 's .

Page 10: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

CORTT LONGITUDINAL

Corpartimlento detorpedos de popa

/

Tronco de embargue Aoiemientode torpedos de tr tripulación

B¡teií¿sde pop¡

iláqvinasdo proa

Comprrtimiento del

Comedorde la tripul*ón

Snorke{

Conundo

Compartimientode conüol

Cuarto de ¡o#r,

0amareta

Periscopios

?VSo¡¡r'banda

de babor

Tronco de enbarque / ^. Oe totneUos

' / Contpartitniento de

torpedog de prüa

Baterías AloJamiento de Oficial+s

Brteri¿sde groa

Cornpartinrientode naniobrr

€scoülla

Mdguina:de pope

Alojamiento d,eSuboficiale¡

Los submarino.s convencionales diesel-eléctr icos de la clase Guppy fueron los primeros en empeñarseen t:rreas de espionaje durante la guerra fría.

Compartim,iento de control / Cor¡¿*do

tompartimiento de sonar

/

Ooinpa¡fmlento de torpedotflláquin¡s auriliares

Compartimiento de baterías

ComFartjmignto de máquinas$ección de Fro¡

Los de propulsión nuclear de la clase Los Angeles son los submarinos de ataque

más uti l izados en Ia actual idad en tareas de espionaje.

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Page 11: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

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Page 13: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

1UN COMIENZO MORTAL

"f)cbo estar chiflado", gruñír en voz baja Harris M. Austin mientrasobsurvaba arr¿rstrarse dentrc¡ de I¿r base naval britáuica en Londonderry,Irlanda dcl Norte. el pedazo de chatarra de aspccto más desagradable queiamás hubicr¿r visto. Estc no podía ser su submarino. Este no podía ser elCocltitt.t¡.

Pr¿icticamcnte cualquiera otra persona cn el c<lncurrido muelle ha-bría pensado que se trataba solamente de un operador de radio de veintio-cho años der edad. El sabía que no era así. Se encontraba allí cumpliendorirdenes clircctas del Jefe cle Operaciones Navalesl estadounidense. Habíarecibido instrucciones de los almirantes que comandaban las fuerzas esta-dounidenscs en Europa, sus antecedentes verif icados una y otra vez. Y hoyse estaba por incorporar a la dotación de este submarino como uno de losespÍas más noveles de la Armada, un "agente de inteligencia",? algrtienque había sido adic:strado para arrancar del éter las señales y comunica-ciones electrónicas soviéticas. Su trabajo consistiría en tratar de arrebatarcon audaci¿r algunos de los secretos mejor guardados de la Unión Soviética.

Austin saltó hacia el muelle y comenzó a cobrar de las amarras juntoir un puñado de hornbres. Luego alguien Io dijo, dijo que éste era elCochi-rro, e l submarino estadounidcnse SS-345, la nave que Aust in había estadocspcrando durante tres días.

"Maldito y desagradable pedazo de chatarra", pensó mientras coloca-ba sobre su trornbro una bolsa de equipo repleta de documentos clasifica-clos y descendía trabajosamente a través de la escoti l la para presentarse

.jtrnto con sus órdenes al comandante del Cochír¿o, capitán de fragataRafáel C. Benítez.

t N. del Z. "Cli ief of Naval Operiit ions", en el texto original, es la máximarrutolidad rnil i tar de l¿r Armada de los EE.UU., conocida también bajo la sigla(rNo.

'2 N. t lel ?: "Spook", en el tcxto original. Ei término tiene en inglés un doblesi grr if icarlo: espía .y espectro.

Page 14: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

: ls IL l . jut 'go r le la gal l ina c icgr i

Austin había l legado a los submarinos proveniente de los cruceros delrrrt ¿il l¿r e'n busca de excitación, la misma razón por la cual se había ofrecidovoluntariamente para este últ imo cambio, transformarse a sí mismo deo¡rcrador de radio en agente de intel igencia. El que se incorporara r i laslircrz¿rs armadas había sido una certeza casi absoluta desde el mismo ins-t ¡ rnto de su naciu ' r icnto. DcscendÍ¿r de una extensa l ínea do guerreros esco-('cscs, una línea que podía remontar sin gran esfuerzo hasta el siglo XIVStr padrt 'habia s ido coci l t t . ro en una escuadr i l ln aórea rrorteamericana cnlnglaterra antes de embarcar en b¿rllcneros y buqucs mercantes oceánicoscon destino a los Estaclos l lnidos. Su madre galesa había trabajado pararrna fábrica británica de nruniciones. Ar-rstin mismo tení¿r diccinueve añost lc edad cuando se hizo a la mar por pr imera vez, y su cabel lo ro. j izo le hizog¿lnar rápiclamente cl apoclo cle "Rcd".

Bcnítez, de t re int idr is años cle edad, era uno de csos hombres que ha-bía s ido cr iaclo crol t dercoro. Su padre era jucz cn l ruerto Rico, y el capi tán defi 'agata Benítez acabab¿r de terminar I¿r f¿rctrltad de Derercho, un privilegiotlue la Armada le había conceclido para retenerlo. Comr¡ oficial subrnarinis-t¿r durante la Seguncla Guerra Mundi¿rl, h¿rbí¿r sclbrervivido ¿r varios ata-(.lucs con cargas de profundidad y adqui¡ido la reputación de ntantener lac¿rlma bajo fucgo. Ahora, a fi l les de julio cle 1949, habí¿r regresado tressL,m¿ul¿ls atrás a la l irerza de submarinos, y tenía su comando propio.

En realidad, era un comanclcl qtrc Bcruítcz habia tratado cle evitar,tr-¡rbado por cl nombre dc su strbmarino. El Cor:híno ¡tudo l.raber sido bauti-zarkr así en referencia a un pcz to lerr istol lo caracterr íst ico de las aguastropicales del Atlántico, pero ern español, cl idiorn¿r dr: su f 'amilia y amigos,cl erstaría crim¿¡ndandc¡ cl subrnarinc¡ Cardt¡.

Le había conf'esado todo csto a su rnaclrc cuando escribit i a su h<-rgar,¡rerro todavía f 'altaba recibir su rc'sltuesta micntras permanccia en su apre-t¿rd¿r cámar¿r. con los hombros cch¿rdos hacia atrás ptrra mc.jorar el aspectotle su figura poco imponente. Est¿rba solo junto a este corpulcnto subofi-c ia l , r :ste n- lar inero convert ido en espía. la c: lase de hombre que al a lcanzarIos setenta años cle edad todavía estaría derclarando que era "mzis cluro que,,1 clernor-l io".

Red Austin erntregó sus írrdencs. Fll cornandantc las inspecciclnri .v se¡ruso tenso al leer que el Cocl¿ino, su submarino, estaba por convert i rse enr l r subnrar ino cspÍa expcr imental .

Benítez estaba estupef'acto. La misirin del Cochino ya era lo suficien-I t 'nteute compleia. Se había programado que eml l rcndería un¿l navegrrc i í rnr l r , adiestramiento dest inada a cambiar la naturaleza misma de la guerra.rrbmarir ta. L<is submarinos clase f lota t íp icos de la Segunda Guerr¿r Nlun-r l i r r l podían navegar bajo las olas sólo el t iempo suf ic iente para atacar lasr¡rr i r lades de superf ic ie y evadir ios contraataques antes c le tener que sal i r, ' l los nt isrnos a superf ic ie. Pero dcsde que habÍa terminado la guerra, e l( ' t ¡ t l t int¡ v otras Docas naves habían sido modif icados drást icamente. Aho-

Un comienzo mortal 29

rrr lucían equipos nuevos y en gran medicla sin probar, que incluían unatubcrÍa de snorkel qlre supuestamente les permitiría aspirar aire l impio,l-r¿rcerr funcionar los motores diesel y descargar los gases de escape sin ne-cesiclad de salir a superficie. Esto le pcrmitiría a los buques pernanecergrirn parte dei t iempo en inmersión, volviéndolos ef'ectivamente invisiblesy haciendo posible que fuesetr tras otros sublnarinos como también trast¡nidades de superf i< ' ie.

Benítez había estado esperando zarpar con su submarino y probar elequipo nuevo, adiestrar la dotación y aprender a operarlo como vehículovcrdaderamente subacuático. Perr¡ Ias órdenes de Austin estaban agregandocltra dirnensión a la misión dc' Benítez, transfbrmándol¿r de una constitui-da sc¡lamente por juegos de guerra y pruebas de rnar en una operación ene'l reino nllnca incursionado de la inteligencia subnrarina. Más aún, todocsto tendrí¿r lugar en el holado mar de Barents dentro del Círculo PolarArticcr, próxin-ro a las aguas alrccleclor de Nfururansk donde ia Llnirjn Sovié-t ica tenía apostada su l ' lota del Norte.

Para peor, los cables y antellas dcl rudirnentario dispositivo de escu-ch¿r tcnían qlre pasar direrctamcnte a través del casco resistente del sub-rnarino. Esto signil icaba abrir orif icios cn el acerc¡ mismo que retenía alocó¿tno.

Benítcz echr i una rrr i rada a los planos para perforar el casco delsubrnar ino, lo quc él consideraba un craparazón protector, e l "ú l t imo recul lso" clel subrnarino, y se sintiri le:almente preocupado. Lo que sucedió des-

¡rucs es una histor ia quc Aust in contar" í¿r una y otra vez.", ',Perforar cl casco resistentc'?", di. icl Benítez lo suficientcrnente firerte

l )ara captar la atención de su segundo c()marldante y del subof ic i¿r l deburluer, quiencs se acercaron <'orriendo. ¿Abrir orif icios sin orden expresar le l¿r Dirección del Nlater ia l de la Arrnacla,r i que se st tpouía que debíasu¡rervisar toda construcci(in y modificacirin de submariuos'i

"¿;Tienc usted algo de BUSHIPS?", preguntó."No serlor, esto es lo quc me dieron -respondió Austin. Con r-rn des-

lrf irrtunado gest(l d<l concil iación, agrega): *Van a ser orif icios pequeiros."Austin esperó Lrna respuesta. No i¿r hubo. En su lugar RenÍtez se dio

vrrt¡lta r, salió del local. Se comunicaría con Londres. Presentaría este asLlntoil sr¡ col1l¿1ndo superior. En última instancia, no se quedaría alií discutien-do con Austin.

El espacio para los errores ya era reducido en esos submannos ccln-\ 'orlcionales diescl-elóctricos atestados y frágiles, donde e'l combustibleini¡rrcgnaba el aire y los generadores tenían una tendcncia preocupante a

l)r '{}vocar arcos eléctricos. Siempre existieron incontables posibil idacles der l r ,srrstre. Aveces la nrera supervivencia requir ió de esfuerzos heroicos. Eso

' I ' . 'd( ,1Z: " l lurean of 'Shi¡rs" , en el texto or ig inrr l , organismo de la Armadlr l r , l , , , , I , l l ' l l l t i . respons¿rble del mater i : r l , conocido tarnbién por Ia s ig la tsUSHIPS.

Page 15: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

l irc ¡rurl icui¿rrrnente cierto durante la Segunda Guerra Mundial, pero allu)onos entonces Benítez y los demás habían enfrentado a un enemigocr>nocitio en las aguas más familiares del Pacífico. Ahora poclna rener quecnfrentar tormentas violentas en los límites de la nada. y por encima detodo eso, se le estaba pidiendo que llevase a cabo una búsquecla directa ydescle el mar cle secretos soviéticos, y que arriesgase su buque y setenta yocho hombres en una misión de espionaje antes que nadie estuviese segurtde que el submarino podía sobrevivir al océano mismo.

En breve, Benítez estuvo de regreso, no muy arrepenticlo, pero clis-puesto a obedecer. Las órdenes habían vencido su enojo aristocrático. suprimcra prioridad era ahora Ia misión de espionaje de Austin.

Fue con este inicio difíci l que los submarinistas y los espías comen-zaron a fbrjar una relación que llegaría a definir la guerra fría bajo losr¡céanos y nares del mundo. Y de sus batallas surgirían nuevas misionesque finalmente habrían de convertir a estas naves furtivas en las máscruciales y l lamativamente simbólicas de la era.

Ya era claro que los Estados unidos contaban con un adversario nue-vo y peligroso y que el mundo era muy diferente de aquel que existÍa cuan-do Benítez l-rabía salido a superficie por últ ima vez. En ese entonces, Llnanación hinchada por la victoria se había paralizado ante la imagen de unmarinero abrazando a una muchacha para darle un beso exuberante en elmedio de Times Square. Ahora, mientras Benítez se preparaba para regre-sar a las profundidades, la gente a lo largo de los Estados unidos estábaaterrorizada por el significado de tal victoria. Se habían sentado en losteatros rodeados de un silencio sobrecogeclor, observando los rollos de pelí-cula de los noticieros sobre Hiroshima y Nagasaki, l loranclo ante la visiónde mujeres y niños horriblemente quemados, mujeres y niños que algunavez fueron solamente el enemigo, monstruos sin rostro que no merecíanlas iágrimas de nadie. La gente que alguna vez había ovacionaclo la bombala vio como Lrn horror emergente que podía, cualquier día de éstos, serlanzada contra sus hogares. Había informes de que la unión soviética, elaliad' convertido en enemigo, se estaba apurando a construir su propiabomba atórnica. Y parecía no haber duda de que los soviéticos se habianlanzado a obtener el dominio del mundo. Los comunistas chinos acababande expuisar de china a chiang Kaishek. Los comunistas habían ejecutadoun golpe de Estado en checoslovaquia. Los soviéticos habían establecido elbloqueo de Berlín. Y Winston churchil l había declarado que sobre Europaoriental había descendido una cortina de Hierro. Parecía que en cual-quier rnomento los comunistas podrían emprender un golpe de Estado enlos Estados Unidos. ¿De qué otra manera podía la nación intcrprerttrr lostitulares provenientes del Comité de la Cámara de Representar-rtes delcongreso sobre Actividades Antinorteamericanas, especialmcnt,r¡ las acu-saclones sensacionalistas de quc url ex funciona¡io del Departamento deEstado, Alger Hiss, había espiado para los soviéticos?

Un comienzo mortal r 31

Usta fue Ia atmósfera de desconf\anza que condujo a la creación de laAgcncia Central de Inteligencia (CIA) e hizo que sus agentes se zambulle-ran inmediatamente en un duelo contra los espías soviéticos. Esta fue laer¿r de temor que inspiró a Occidente a unir sus fuerzas una vez más, aho-ra integrando la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Ytodo ello fue una inspiración para el desafío de los ciegos, el pedido paraque los submarinistas en cil indros herméticos se sumergieran profunda-

mente en un nuevo rol que ayudaría a la nación a detener esta amenaza.Los soviéticos habían usado ya sus submarinos, la mayoría de ellos

pequeños y anticuados, para defensa costera. Pero al repartirse el botín deguerra nazi, los Estados Llnidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética sehabían quedado cada uno de ellos con unos pocos U-Boote experimentalesalemanes, submarinos extremadarnente avanzados con snorkel y nuevas y

sofisticadas clases de sonar. Esta tecncilogía prometía hacer rnás letalesque nunca a los submarinos y despertó el temor de que los soviéticos ha-brían de modificar su estrategia costera y diseñar submarirros para altamar. Lo que más deseaban Benítez y otros comandantes era tiempi-r para

aprender, t iempo para adiestrarse, t iempo para transformar sus submari-l los en los "cazadores-matadores"4 requeridos para enfrentar cI torrentede submarinos soviéticos que algún día podrían dirigirse a las costas esta-dounidenses.

Diseñado a partir de la tecnol ogía nazi, el snorkel del Cochin<) prome-tía posibil i tarle permanecer en inmersión durante días o semanas, escon-diendo su enorme mole del largo de una cancha de football al t iempo queofrecía apenas un blanco del tamaño de un tacho de residuos como los que

se ven en las calles. Inclusive podía permanecer oculto mientras tenía enmarcha sus motores térmicos para recargar sus baterías, su única fuentede energía cuando necesitaba navegar en silencio con los diesel detenidos.Gracias a los alemanes, el Cochino poseía baterías con una capacidadsuperior a las de cualquiera de k¡s submarinos clase flota clásicos de laSegunda Guerra Mundial.

El Cochino estaba equipado también con un nuevo sistema sonarpasivo: podía escuchar, y de esa manera "ver" bajo el agua, sin hacer élnrismo demasiado ruido. Los submarinos de la Segunda Guerra Mundialusaban fundamentalmente sonares activos, que emitían pulsos audibles y

se valían del eco para generar una imagen de las aguas circundantes aldetectar los blancos y medir distancias. El resultado era bastante parecido

al del uso de una linterna. Los submarinos podían ver lo que había a sulrlrededor, pero en el proceso se ponían en evidencia. Los sistemas sonar

¡rirsivo exploraban todo el espectro acústico, sin irradiar jamás sonidosrlr, lrrtores, y esta visión silenciosa prometía proveer la ventaja crucial en, u: t lqr , r ier r iña submarina.

I N rl, l Z; "Hunter-kil ler", en el texto original.

Page 16: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

32 El juego de la gal l ina c iega

La Armada de los trstados Unidos se estaba preparando también paraio máxirno en términos de superioridad submarina. l/n ingenicro desco-nocido, Hvmán G. Rickover, estaba concibiendo un plan para construirsubrnarinos de propulsión nuclear que serían capaces de permanecer eninr.¡rersión indefinidamente sin tener iamás que hacer snorkel. I ler.andonuevanente a su favor las apuesta-< en la guerra submarina. Pero porahora, la prr-rpulsión nuciear era apenas algo rnás que un concepto, ¡ 'elCc¡chino y los submarinos como él eran lo meior con que contaba la Anna-da. En un nuevo programa, denominado acertadamente Operación Kal,o.la Armada estaba ai istando al Cochino y otros submarinos clase f lota dc, laSeg'unda Guerra NÍr-rndial para asestar un golpe demoledor si sobreveníala guerra.

Existía un inconve.nier.¡te en los planes de' la f 'uerza de submarinos:los espías de la nación vieron amenazas más inmediatas y querían ut i l i -zarlos submarinos para oponérseles. Todavía no había evidencias de quela Arnada soviética estuviera construyendo submarinos equipados consnorkel. y la CIA -v

la Oficina de Inteligencia Naval pensaban qr"re ios dcEE.UU. contaban con tiempo suficiente para prepararse para las riñassubmarinas que pertenecían todavía a un füturo lqano. Nf ás inquietantes,en opinión dc los clf iciales de inteligencia de nta)/or jcrarquía, e¡ran otraspiezas herecladas cle la tecr.rología alemana: ia "bomba voladora" V-1 notripulada, un avión en miniatura con piioto automático y una bomba abordo, ¡ ' la V-2, el primer cohete en superar la velocidad del sonido. Estosdise¡1os alemanes, capturados también por los aliaclos, fueron los prede-cesores del misil crucero y del misil balístico, bombas con sus propios mo-tores cohete para impulsarlas. Los Estados Unidos estaban desarrollandomisi les "bobos" exper imentales que podían ser lanzado.s desde buquesespecialmente conf igurados, los pr imeros y rudimentar ios submarinosmisilísticos. Los sovjéticos cstaban dando también señales de que estabandesarrollando sus propios misiles precoces. Ya se estaban recibiendo infor-mes der desertores en cuanto a que los soviéticos estaban llevando a cabolanzarnientos cxperimentales desde tierra y desde submarinos antignoscon asiento erl el área de Nfurmansk.

Además, la Fuerza Aérea estaba enviando a las cercanías del terri-torio soviético aviones equipados con fi l tros diseñados para retener par-tículas radiactivas y así evaluar si aquéllos estaban ensayando armas ató-mic¿rs. Ese era mayor el tentor, que sc pudiera equipar a ias bombasvoladclras con cabezas de combate nucleares, que llevaría a la aparición delos misi lcs nuclearcs.

Nlucho de esto era todavía conjetura. La poca información de que dis-ponÍan krs servicit-rs de inteligencia acerca de la Armada soviética proveníade la Armada Real británica, que había trabajado e-qtrechamente con lossoviéticos durante la Segunda Guerra N{undial. También e-qtaban siendointercerptada.s por e-qtaciones de escucha operadas por i:-stadounidenses en

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Un comienzo mortal 33

Eulopa ¡t Alaska las comunicaciones entre buques sovióticos y sus bases.Todo este espionaje sobre un antiguo aliado era tan sensible que los men-sajeros l levaban los informes sobre las colrunicaciones soviéticas inter-ceptadas en nalet ines bajo l lave a los almirantes de mayor jerarquía.Cualquier esfuerzo para acercarse más, para conocer más. debía sermantenido en el más estr icto secreto.

Era esa necesidad de sigiio la que, más que ninp¡una otra cosa. con-venció a los funcionarios de rnteligencia que los submarinos podían ser elpaso lógico siguiente en la creación de una red de escucha subrepticia querode¡aría a la Llnión Soviética. El esfuerzo ya se estaba llevando a cabo. En1948 la Armada había enviaclo dos naves de la cl¿rse flota, el USS Seo Dog(SS-401) v el USS Blockf in (S3-322), a l mar de Bel ing para ver s i podíaninterceptar las radiocomunicaciones soviéticas y contar a qué velocidadgiraban las hél ices de los destructores y buques mercantes soviét icos-un primer paso destinado a saber cómo identif icarlos mediante sonarespasivos-. Perr¡ los funcionarios de inteligencia sospechaban que los nuevossubmarinos con snorkel, como el Cochino, podían hacer todavía más. Ellospodían permanecel ocultos frente a 1a costa soviética y observar y monito-rear. Tal r 'ez podrían conocer inclusive de primera mano cuán avanzadosestaban ios soviéticos err el clesarrollo de la peligrosa tecnología misilísti-ca. Con su snorkel, el Cocltino podía avanzar a hurtadil las tan cerca comose atreviese. Solamente su periscopio, antenas y snorkel habrían de aso-marse en la superficie. Era, en resumen, el vehículo de espionaje perfectcl.

De hecho, el Cochinc¡ había estado destinado desde el principio a unaIucha diferente. Había sido el últ imo submarino en ser puesto en serviciodurante la guerra y enviado al rnar dos semanas después que el Enola Gayarrojó la primera bomba attimica. Ahr¡ra. él y el USS ?l¿sl¡ (SS 426) habíansidcl reacondicionados con snrirkel y t ltras innovaciones, y se convirtieronen 1o que la Armada denominó "GUPPY's", sigla correspondiente a MayorPotencia Propulsora en Inmersión. Esta se ajustaba mucho me'jor de lo quecualquiera hubiera deseado -como submarinos de caza-y ataque, eran prin-cipiantes absolutos, que tenían que aprender nuevanente a nadar-. Dehecho, cuando los c ientí f icos inspeccionaron las naves pocos meses antesdc la navegación, habían descubierto que sus tr ipulaciones y personal dcast i l l r ' ros sabia tan poco dt . los s istemas de sonar pasivo quc ni s iqtr iera sehabíarr conectado los hidrófonos indispensables. De forma tal que las na-vers habían sido enviadas a Londonderrv a adiestrase con los britá¡ricos,que habían logrado nayores avances en el dorninio de los nuevos sonares.

Fue en Londonderry que Aust in se incorporó al Cochi t¿o. Habíatambién a bordo un civil experto en sonares, Robert W. Philo, que estabatrabajando como asesor. Los ejercicios de cazay ataque e¡an consideradostan importantes que el jefe cle la Operación Kayo, comodoro Roy S. Ben-son, había ido con ellos y embarcaría frnalmcnte en el Tlzsh, comandadirpol Robelt K. Wolthington.

Page 18: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

:14 El juego de la gall ina ciega

Como Benítez, Worthington había asuniido el comanclc¡ apenas ullos

día-q antes cle que todos ellos zarpasen para esta navegación, y como Bení-

tcz, Worthington y Benson se sent ian escept icos respecto de su nucvo viai t '

hacia el espionaje. Benson creía que, en el mejor de los casos, era una

misión accesoria, una que no era ni de cerca tan importante como el adies-

tramiento eu el arte de la verdadcra guerra submarina. Red Austin sabía

que no era así. Pero una vez más, este astrnto del espionaje parecía ser su

v0c¿rci(in..,Necesito hacer algo relacionado con el espionaje -le gustaba decir a

Austin-. Simplemente es mi fbrma de ser."Y aunque todo esto era una costumbre arraigada en Austin, no suce-

tiía lo mismo con otros. Su equipamiento especial debía ser instalado en un

arsenal en Portstnouth, Inglaterra, dondcr hasta sus operarios estaban algo

confundidos por el nuevo material.,,Maldición, e;10 es nada más que un pedazo de espagueti -gritó enfu-

rcciclo url Austin impaciente, tomando parte de un cable coaxial que los

opcrarios simplemente no parecían poder instalar cortectalnente-. Viejo y

conocido coaxial, de rneclia pttlgada. Y me parecc que ustedes deberían ser

capaces de uti l izar lcis plangs para realizar esta tarea. ¿Por qué no pueden

sencil latnente seguir los planos?"Austin estaba clesespcrándose por iniciar su trabajo. Se estaba acon-

clicionando un cubícult¡ minúsculo para él y su equipo de espionaie en la

lnisna cubierta que el compartimiento de control, próximo al cuarto de

racli<-r. Estab¿r l isto para conectar el cable coaxial a lo que él l lamaba su,,caj:t negra". Pintacla en realid¿id corl el viejo y conocido color gris de la

Armacla, la caja era única en su tipg, construida para captar las señales

de raclio que tendrían que elnple¿rr lgs soviéticos pirra transmitir los pará-

metros cle telemctría a cualquicr misil que estuviesen tratando de probar.

Con u¡a ¿tltura de setenta y cinco centimetr()s, la caja estaba diseñada

para grabar las señ¿rles en segmentos de cinta metálica, y probablemente

erzr el dispositivo más sensible y secreto en el Cocltino.Desde esa caja, el cable pas¿lría a través del casc<t y se conectaria a

nuevas "orejas" colocadas al costado de la vela del submarino, la extensa

estructura Inetálica que conformaba una suerte cle aleta de tiburón en un

casco por el contrario refinado. Estas antenas especiales verdaderamente

parecian orejas. Eran pequeñas pantallas con fbrma de C, fabricadas con

álambre, que asomaban aproximadamente treinta centímetros de la vel¿r,

una a cada lado. Con estas mallas de alambre adicionales agregadas ll

coniunto dc las acostumbradas antenas del Cocltino, el submarirlo tent a I : r

apariencia de una criatura alienigena de película de segunda categoríi l.

Finalmente todo estuvo instalaclo para mediados de agosto, y cl ( ' ,r

chino zarpó de Portsmouth acompañado por elTúsk y por dos submltrirr0s

estándar de 1a clase flota, el USS Toro \SS-422) y el {JSS Corsair (SS '/"J51.

Estab¿rn oDelando bajo estricto silencio de' radio, en lo que la Arnllrt l lr dt¡-

Un comienzo mortal :J5

nominó una "patrulla de guerra simulada". Se suponía que nadie en tierr¿rdebía saber dónde se encontraban. Cuando abandonasen Inglaterra,tenían que desaparecer.

A las pocas horas de su zarpada, las empaquetaduras alrededor de loscables deAustin cedieron, propinándole a éste una desagradable ducha enel interior de su cubículo. Con algunos ajustes y traba.lo fino consiguiri po-ner su sistema nuevamente en servicio. Pero si las empaqr.retaduras falla-ban nuevamente, tendría que cortar sus cables, y su parte de la misiónhabría terminado.

Para ese entonces, la tripulación sabía que esa misión habría de serdiferente, en la misma medida ell que la mayoría sabía que el nuevo miem-bro de la dotación no era lo que parecía. Red Austin podría lucir las cente-llas de operador de radio en su uniforme pero ern rcalidad trabaiaba para elGrupo de Seguridad de laArmacla, el mítico servicio cle criptoanálisis quehabía interceptado y descifrado comunicaciones cruciales de la Armadacler Japón durante la Scrgunda Guerra Mundial. Todo eso crra secreto, perohasta la tripulación sabía qr-re un sin'iple operador cle radio janrás tendríatanta l lcgada al cornandante.

Sin embargo, los submarinistas son submal in istas, y los más popula-res a bordo serán siempre los individuos con las mejr-rrcs historias sobre eln-iar. Esto era particularmcnte cierto a bordo dcl Codtüto, donde casi unterrcio de la dotación había participado de la guerra. Austin contaba histo-rias dc sus días en los cruceros durante aqucl confl icto, y jugaba mediana-m(¡nte bien al acey-deucey, una variante del backgarnmcln inventada porlos marinos que habia subsistido en los buques durantc más de un siglo.Aclemás, re-qult¿rba difíci l no hacerse de amigos rápidamentc, ya que todosestaban suietos al sistema de "cama caliente" -acostándose cuando otrosinclividuos se levantaban, y clejaban los espacios l ibres para el siguientetrozo de guardia; un tiempo compartido al esti lo submarinista-. La dota-ción estaba dividida en tres grupos que trabajaban según tres husos hora-r ios di fercntes. Un grupo vivía según la hora estándar del Este, otrosegún la hora de Honolulu, y otro según la hora en el océano Inclico. Habíatres conjuntos de operadores sonar, de mecánicos de armas, dc cocineros,de operadorc's de radio, de hombres para cualquier tarea que hubiera quecuniplir.

Solamente el comandante, su segundo comandante (XO), capitán deCorbeta Richard M. Wright, Austin y su ayudante vivían con indepen-dencia de esos husos horarios. Austin no se sentía molesto por esa cargalaboral triple, no cuando tenía la oportunidad de comer algunos de los tresdesayunos, tres almuerzos y tres cenas que se servían diariamente a bor-do. Este hombre amaba la comida, inclusive la viandada, y Do encontrómotivcls para discutir por el huevo en polvo.

Fue después de uno de los primeros o segunclos almuerzos o cenas tlt 'Arrst in que Benítez lo convocó para cubr i r guarcl ia en el complrr t i rn io l r lo

Page 19: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

:t( i t i l l jucgo de la gall ina ciega

dr: com¿rndo, un espacio apretado a una cubierta de distancia arriba del

cornpartimiento deicontrol del submarino, lugar desde el cual el coman-

clante u otro oficial a cargo conducía el subrnarino'.,Hágase cargo del periscopio núrnero 2, Austin", ordetló el comandan-

te. Era un puesto en cl que podía mantener a Austin ocupado y compene-

trado. Era también, Austin estaba seguro, un puesto desde el cual Benítez

sabía que poclía mantener la mirada atenta sobre él'

Ai poco t iempo, los dos submarinos clase f lota quc habían acr)mpa-

ñaclo al tJochirut y alTúsk se separaron y pusierr,ru rul¡bo hacia cl borclc del

pack cle hielos del Artico al nordeste de Groe'nlandia para realizar ejerci-

. in, " . r

aqucl las aguas heladas. El Cochino y el Ttusk s iguicrr"rn acercándose

a la Unión Sovitit ica.Pasaron las primc-.ras horas nsvegando af¿inosamcnte hacia el norte

¡tr l r er l ln¿rr c le Norucglr a l norte del círculo Art ico. Ambos submarinos

poseían grifbs cn los conrpartinicntgs clc torpctlos parir tomar nlucstras

,1., ugu. f,ara mc,clicirin dc tempcrattrra v saiinidad, y ambos estaban rele-

ur, l , i , , e l lbndo marino. El 20 dr: agosto de 1949, L;s buques l lcgaron al mar

iltt l ] lrrc.nts. E¡tonces lg-* clcls se soparal'on. cl ?J¡s/¿ para aleiarse y rcalizar

pruobas cOn c¡ l sonar ' , y t : l Cochir¿o par¿l d i r ig i rse a un puntr) a Llnas

c¡lc:t¡ mil las f rentc ¿rl exfi-cm,, norte clc. Nolucgrt y dar inicio a la nrisirin de

Ar-rst in, z igzagtrcando cn uno y otro scnt id<l I r l icntr i ts el csl l ia t rataba

clc clctoc:tal ' las conrunicaciont's stlviéticas.

Aust in t rataba de no t lcurostrar lo, pcro cstabl i prct lcupado. Si se pre-

tetncl í i r quc captaser cualqui t ' r t r¿rnsmisi í ln, h¿'rbría quc hacer sobresal i r de

la su¡t,, if icio 9s¿ls antenas es¡tccialcs con frrrrna de r-rrejrr. Eso significaba

qr,' "i

sttbnrarino t<¡nclría quer "af1<lrar" -navegar a una profirndiclld menor

qLre aquella cler snorkel- y expoller parter de stt vel¿r. En csta ópoca clel año

ün al'¡6r'te, e'l cielo permanecía i lunin¿rclo irrclr-rsive clc' noche, v la clc¡ta-

rrir iu tenclrí¿r que tener cuiclado en cvitar l¿r cleLerccitin por buquers der sltper-

ficicl -1, entbalc¿rci¡trles pcsqueras que abundaban en estas agu[ls. El largo

clía i ircrementaba tambión cl peligro del ser ¿rvist¿rdo si el Cocltit lo tcnía

<1tre sul i r a strpt ' rñci t ' .' ,Dem¿rsiacla l.rz cliurna -se quc'jó Austirr-. Esto es un nlal presagio.

Ningún lugar para t 'sctrndt ' rst ' . " Benít t 'z t 's laba asentant lo prt 'ocupaci t rnes

sil.nilarets en el cliario de narreg¿rci<jn. "La rloche conlo tal ha desaparecidr.r

-t¡scribió-. Lo mcior que podentos esperar es aproxitnadalnelrte dos horas

de pcnutnbra. Aquí no se poclría navegar en supc'rficie en tie'mpo dc ¡1rerra."

Austin efi:cturi un barridrl en busque:da de señales electrónicas micll-

tras el Cochít¿o ua\.cgaba próxirno al extrelno no¡deste de l{oruega. Ahtrt 'rr

e l subrnar ino estab¿r á f Z¡- f SO mi l las de Murmansk, demasiado lc ' jos prtrrr

vc¡ l¿r costa, pero lo suf ic icntemente cerca, esperaba, para interct ' ¡ r l ; t t

la te lemetr ía soviét ica de rnis i les. Esto era casi lo más cerca que Bt ' r r í1 ' 'z

qr-rería l lergar.

Un comienzo nrort . i r l ' , ) ,7

En el mapa, Munnansk yace en lo quc parece la base dcl pulgi i r dr ,un¿r nlasa de tierra con forma de guante dado vueita, sus dedos constittr i-dos por lrToruega, Suecia y Finlandia. El pulgar es la península soviética dcI{ola, asicnto dc las bases ope'rativas cle \¡ayer-rga (l larn¿rda rnás tarde Seve-romorsk.) y Polyarny)¡. Estos son clos dc los puertos soviéticos más impor:-t¿rntes dr:l norte porque se los puede uti l izar todo el año -un clesprendi-nrie-nto dc la corriente del Golf<l los manticne 1o suficientemente templadosy en corrsecuencia l ibres de hielo-. Polyarn¡ty era rrna base de submarinos,y tambión asicnto de los cuarteies gcnerales subterráneris del comandanteen.jcfe dc la F lota clel Norte. Disimulados clebajo dc edificios aclminis'urati-vos construidos en ladril lo y ¡riedra e stab¿ur lcls cuartcls de cifrado y centrosd(, ( ' { r rn ul l icaciont s sovict icos.

Austin cstaba buscandri sr¡ñ¿rlcs de tclt:metría pr<lvenientes de estasbases o dc buques'cercanos. Dado quc la te lc.netr í¿r de nr is i les sc¡ t ransmi-t ia gerneralmontc en el cspectro sr ipcr i r ; r , I<¡s {uncionar ios de intel igcnciahabían configurado la caja negra der Austin para detectar los l¿rnzamicntosen rrjecucitin en las banclas cle fiecuencia n-rás aitas. Si estaba sucediendoalgo, c lebería set capaz de cscuch¿rr lo. O cso esperaba. Est¿r misir in de cs-

¡rior-raic cra un iuego dc ¿rclivin¿rnzas urás que cualquier otra cosa. No h¿rbíafbnlrir de s¿rbcr si los soviéticos h¿rbían planificado algírn lanzamicnto. Todolo quc pocl í i r hacerAust in era girar las per i l las c le los c l i¿r lcs en su cubículo

.y r:onct.rntrarsc en cualquier activid¿rd. Tambi(rn se habí¿r dedic¿rdo a vagar

¡ror ol cu¿rrto cle radir-¡ y sintonizar las convers¿rcionr¡s cle radio sr¡viéticas.Austin no Iiablab¿r ruso, ni tampoco lo hacían los ripeladclres de r¿rdit¡. Peropodia irttcrprctar los c¿rractr:re's cirí l icos cicl código Morse, uno de los tru-cos que habí¿i aprenclidcl ¡rara nlatar r: l aburrimicnto durante sus días enl¿rs rrnid¿rrlcs de su¡-rcrficir.. Ahora, mientr¿rs se sentaba a escribir en rusoen lir rrráquina de cscribi¡ del Coclúno, se imaginó que realmente podíac'r ' r tcndcr lo qtrc estaba e scr ib iendo. Se imagin¿ba que un buquesoviético estaba tr¿rnsrnitienclo lrn infclrme diario, comunicándole a su co-rlrando cuántr¡ ¿rrroz habí¿r a bordo, y que toda la fi 'uta había sido consumi-ci¿r. Otrri cstab¿r notif icarrdc¡ la l ista dc'enI'ermos del día.

'fransculrieron trcs clías, y hasta cse rnome:nto Austin había recogidoscllamerntc unas poc¿is comunic¿rciones de voz sovióticas. Benítez decidiócf-cctu¿rr una nncva ct¡rrida dr.rrante la noche pirra darle a Austin una oporltunidacl cle c'ncontrar algo miis. Este habría dcseado permaneccr durantescniílr1¿ls. Estaba desespclado ¡ror apoderarse del Grial, por registrar algu-na telornctría de niisi ics soviótica.

Fue en esta úrlt ima noche quc algo comcnzri a aparecer. No sonab¿rcorlro Lu1 lanzanriento, pero a Austin también ler habían dicho que buscasetransrnis iones de prueba de cquipos. Quizás eso era lo que estaba suce-ciienclo. Quizá los rusos estaban c¿rlibrando sus equipos, alistándosc pararr t ta dcm<lstraci í1.r . Le soi ic i t í r a Benítez que ordonase un cambio de rnmbo,¡r : r r i r i t r terntar posic ionar aI Cocl¿ino partr obtcnerr una señal más clara. In-

Page 20: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

l l t i El juego de Ia gall ina ciega

clusive después cle esto, Austin no estaba seguro de qué era lo que estab¿

cscuchan¡lg, o inclusive si provenía dc tierra o ciel n-rar. Esto no e1.a una

voz, era todo lo que sabía.Por un rnomento las frecuencias parecian scr las correctas para un

ensayo de armas. Pero en realiriad no se recibía l<t suficiente -de hecho,

nacla- cerc¿rno a l¿r cl¿rse de sonido que hubiera producido la telcmetría de

un ensayo de misiles-. Los funcionarios de inteligelncia en los EE.LlU.

poclrían habe. irnaginado que los soviéticos estaban enfrascados en inter-

minables lanzamientos, preparánclose para l levar sus misiles al mar' Pero

si ése era el caso, lo-q soviétictls se habían tomado un rcrspiro justo cuando

eI Cochino se aproximó. La misión de espionaje de Austin era un fracas{1,

por lo lnellos hasta cse instante. Se programri un nnevo intento para más

iarcle, pero por el momento , e l cochino estaba Iegresando a su misión

inic ia l . Iba o ¡ugot a las escondidas con el Tú.sl¿ de manera que los dos

subnariurls puclieran aprender con)o cualquier deprcdacltlr jr iven a conver-

t i rsr ' cn cr tzadort 's y n)at f tdores.Para csc entonces, inclusive Bcnítcz se sentía decepcionado mientras

irlc' jabir al (lr¡cl ' t ino ciel área. Apesar de toclos los it. lconvel'I ientes que htr-

bían ocasionado las órclenes de Atrstirr, al comancl¿rnte le h¿rbria gustaclt;

haber poclido rcgresar y decir: "Ah, encclntramos alg<1", asent¿1r É)n su infor-

nre dc patrulla que "interce,ptamos csto tl aquello". No ob'stante¡, ruientras

<;rdenaba un nllc\¡o rumbo, noloeste, sc scntía fcliz de poder declicarsel a lo

que consideraba stl misií ln primaria. De hecho' sc sentía b¿rstante desprcrcl-

. 'üpaclo. Era el miércolcs 24 cle agosto, el día previo al cuarto cumple¿lños

dei Co¿,1¿¡¡¡ri, y Bcnítcz había 'rdcnaclo

un f 'estej. anticipado.

Los cocineros estaban trabajanclo, preparando una gran torta de

cumplearlos y un plato de c¿rrne para la cena que hasta Austin tuvo que

,".,¡-r,,.", qul estaba meicir que la viandada. Hubo cancir)nes, chistcs' y s€r

reprocluierron los cleseos para el curnpleaños que habían sido grabados con

rinticipzición esa mañana por algunos de los hombres que desayun¿1rol1 en

Ia camareta. Más tarde, Benítez habría cle escribir: "Era ttn buque f'eliz, y

en la cámara explesamos tluestrg cle'seo de que el siguiente cumpleaños

nos i¡ncontrase. a toclos juntos a bclrdo del Cochino"

Temprano en la mañana siguiente, el cctchin.o avistó al TltsJz abierto

por su t ravés de estr ibor. A las 10:30 a.m' de ese. iueves, el Cochir to conen-

,ó a desplazarse a profundiclacl de snorkel. Era su ttt l.no pala esconderse

El TLtsl¿ ya se habíá ale.iado para realizar la versión submarina de la cuen-

ta hasta diez.Era un clía lúgr_rbre, brumoso y gris, y con mar gfuesa. En el cuarto clt¡

radio habían recibiclo poco antes un pronóstico que anticipaba torment¿rs

polares, y el viernto nania estado soplando durante horas. Las olas sactr-

áíor-r al iochinoy los planeros luchaban por mantener constante la pr.lr-r.-

clidad, mientrasios ti ipulantes se sostenían a sí mismos, aferrándos. ¿r las

mesas de cartas y tuberías por encima de sus catlezas. otros se l¿tl lzabirn

Un conr ic l rzo nlort¿r l ;11)

para atrirpar tazas de café y herramientas que se deslizaban. Desdc' clcornpartittr iento de máquinas le informaron por el intcrcomunicadr-rr a Bc-nítez que estaba entrando agua al submarin<l a traveís del snorkel. el culrlse tendría que haber obturado herméticamente por medio de una válvula di-scriacla para cerrarse autornáticamente tan pronto sus sellsores se mojaban.

Benítez envió a Wright, su segundo comandante, a popa para investi-gar cuando los motores se detuvieron por falta de aire. Apenas unos dosrninutos después, se escuchó un ruido seco y amortiguado y cl submarinose sacudiri. Austin se golpeó con fuerza contra el ocular del periscopionítmero 2. Estaba seguro de que habían emberstido un "objeto s€rmisumer-giclo",¡ Lll l tronco, tan seguro como que tenía dos o.jos negros para probarlo.

Pcro lo que cstaba sucedienclo rcalmentc era mucho peor. Un elec-tricista vio chispas provenientes de uno de los dos compartimientos queconteníarr cada uno dos de las enormes baterías que propulsaban al Cochi-r io cuando cstaba cn innrerrs i r in. Los compart imie:ntos c 'st¿rban ubica-dos hacia el centro del subm¿rr ino. Las baterí¿rs en ul to de los locales,oi compartimiento de la "batería de popa", estaban en l l¿rrtras y el humo loestabll inundando.

"Desalojar el compartirnicnto", grití l cl etlectricista, quedándose atrásparar t ratar de hal lar la manera de apagar el incendio. Los hombrescolt)cltzal'on er desplazarse hacia proa cn dileccirin al compartimiento decontrol, l levándole l¿r informacitin a Benítez

"¡Fuego en la batería dc 1topal", cxclamri alguit:n. Bcnítez rcspondiítcon Lln¿l orden. "¡Supcrf ic ie !" Lucgo sc dir ig i í l hacia uno dc los nuevosdispositiv<l-s que cstaban probancln, un teléfbno subacuático, y enviti unrtrerrstr. je al Tl¿sh. "Avería. Salgo a sr-rperficie."

Los hombres soplaron los lastres, y poco después el Cochino salió a lasupr:rf icie, sacucliéndose salvajemente en las aguas tornrentosas, con r_riasdc cinco metros estrcllándose contra su casco. El cclmandante se encamin(rnuel,amente al compartirniento de cr¡mando. Dcspués abrió la escoti l la ytrepó al puente protegido, una protuberancia amplia por delante dc la re-cortada vela de acero del submarino. Allí sc encontrab¿r a una buena alturapor encima de la cubierta principal, tratando de avistar alTLtsk, sus pris-rn¿iticos inúti les por cotnpleto.

(lomunicánclose a través dc la escoti l la con el conrpartimiento de con-trol, Benítez envió a uno de los oficiales más jóvenes del submarino, elalfórez John P. Sirelton, hacia popa para informar acerca del incendio. Otroshrlrnbres corrieron para tratar de ayudar a combatir las l lamas, pero seprodujo una demora terrible. El equipo de respiración de emergencia quctendría que haber prr-rtegido contra el humo y los gases al hombre que losencabezaba estaba inservible. Para cuanclo pudo conseguir otro, la porta

5 N. del Z: "Deadhead", en el texto original, se trata de un tronco o nr¿rrlr,r 'ot¡rrc flot:r por uno de sus extrernos y que está en su rnayor parte bajo el agul.

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40 El juego de la gall ina cieg:r

estanca quet conducía i i l compartitniento sc encrlnttaba trabada, retenida

tal vez por la presión que aumentaba en el int.rri<lr de óstel o pegada por las

elervadas ternperaturas product(l del incendio.En el interior del compartimicnto, parecía que una batería cargaba a

l¿r otra, emitiendo como resultado hidrógenrt ¿rltamentc inflamable. A mc-

nos quc alguien pudiera abr i rsc paso hacia c l icho espacio cn l lamas, a me-

nos qqe alguien pudiera Acclonar con una llave l<ls interrupt6res principa-

lcs para abr i r los c i rcui tos eléctr icos entre las baterí¿rs incendiadas, c i

hiclrí-rgcn<-r aumentaría hasta alcanz¿ir concentr¿tciones crític¿rs y habría tltra

cxplosiírn. Ccrn una detonación lo suficientemelntc füerle, d. Cochino po-

dría pcrderse.Bcnítez se retir(i del puente y se encaminíl al compartimiento de cgn-

trol. Allí verif icó los detectores de hidrógeno. Todavía indicaban cero. Por

un instante se sintió agradecidr-r, pcro apenas por Lrn instantc. Luego com-prendiít qui: los detectores sencil lamentc no e¡stab¿ll l funcionando. Sabíaque solamcnter qucdaba una opciíln. Alguicn tendrÍa que dirigirsel al corn-

partimient<l de batcrías desclct el otro extrtltn<t, desde ell cuartcl de rnáqui-

n¿rs dc proa. Alguion tendrí¿r que intcntar nucvilrtcntc' descortcct¿rr las

batcrías. Justo cn esc mon-lento, Wright se comunicó clcsde popa -trataría

{e hacer cx¿rct¿rntcntc cso-. Resur-niir sus i lttcncirlnes, sin un¿t inncccsaria

cxpl icaci í rn de los r icsgos. Tanto ól como Beníte 'z sabí¿in Quc el local de la

b¿rtcr í¿r l todía cxplotal en cualc lu icr rnomerl to, que cl la lquierr intcntrr

por ingrers:rr ¡xrdía resultar f¿rtal. También s¿rbían quc wright tenía que

intentar lo.Prcocupackr, Bcnítez subió nuevamentc al pucnte en busc¿t de la úni-

c¿r ¿ryud¿r cercana, los hombres en cl ft.sl¿. Sc-'c'ncontr¿rba allí cuando sintió

la scgutrda explrtsiírn, un estampiclo quel arrancó una válvuia del charnclaqire habíii rn¿rntenido ¿rl humo del compartimiento incencliado aislaclo del

rcsto clel sistema cle vcnti l¿rcit in. El humo y icis gascs tt ixicos ser estab¿rn

diseminando ahora en la scccii.rn de prc-ra del submarino. Aiguien sc comtl-

tricri con cl puentc. Los hombres e¡n el interior del buqr"re estaban eIr serios

problcm¿rs.Benítcz ordernít la etvacu¿rción, hacicndo subir a todos los que nrl esta-

ban cubr ie:nclo un pt tcsto cr i t ic t - l 9 cclmbat ie lndo el l incendio. La gente

ct¡metnzít a dcsplazarse hacia proa, toda tendencia al pánico abrumada por

la ma¡¡nitud casi incrcríble de la avoría. Uno tras cltro, algunos boqueandtr

en busca de aire frescrt, se abrieron camino hacia la pfo¿r, hasta el misnlrr

erxtrcmo del subrnarino, ascendiendo por la escala quc conducía a l¿1 escoti-

l la superior. Siguiendo las órdenes del con-randante, se dirigieron haciir

el pasa,mancls en la banda de sotavento de la velar y se ataron con cuc'td¡ts

¿1 aqu(]r.Hacía r,rn fiío penetr¿rnte, y las olas continuaban cayendo cou iirt 'r 'z¡l

contra cl buque que rolaba. Algunos hombres habían salido diretct¿rnle nte

clc sus camas. v ist ienclo solamente calcet ines, Ienlel 'as y ropa inte ' l ' i r l r . LJn

[Jn conl i t ' r rzo nrort ; r l , l I

p¿Ir scl encontraba envuelto en frazadas. Sólo unos pocos vestíi ln ciull l)( ' t.¡sdc ¿f¡ig,,. Ccln cllos tonían ¿rpenas una cantidad reducid¿r de ch¿rlecrx srrlv¿iv idas, y nada de comida ni agua ni insumos rnédicos. Estaban, r :n srrmayoría, indefenscis contr¿t el frío -y el mar enf'urecido.

Para entonces, había allí cuarenta y sietc hombrcs aferrados en crrbic.rta. otros doce se habian amontonaáo en el pucrnte junto a Benítcz,aunque el espacio estaba diseñado para alojar siete hombrcs. Todavía qut'-daban dieciocho en popa, tratando de restableccr la propulsión y combátirel incendio. El comandante miró hacia abajo a su tripulaciírn, después lc-vant<i la vista hacia el horizontc. ¿Drinde estaba el Tusk? El incendio l leva-ba ya mcdia hora de declar¿rdo.

Alguien consiguió ponc. cn marcha nuevamcnte lcls motores del co-clt inr¡. Bcníterz crirlenzír a tener esporanzas de poder crlnducir l¿r nave ha-cia la cost¿r cuanclo una ola se lerv¿rntó y cubliri su popa. Se t:scuchó un grito¿rntc¡s cier que ctl agua rctrocecliesc.

"¡ l - - r rnbre al agua! ¡ j lombre al agua!" Era Josrrph N{organ, uno de roscocinerros deI Cochi tto.

"Dcbo ir ¿¡ rescatarlo", murnrurri l lenítcz, ¿rhor¿t tetalrncnte¡ concen-traclo cn ¿lccrcarsc con cl subrnilr ino a Nllor.gan, que era apcnas visiblecrr l¿rs ¿lgLl¿ts t 'ncrcspadas. Justo cn esc] montcnto ¿rlguier.r aui.tí, al Túshabierto por la alet¿r der elstribrir.

Para cntonci 's, Aust in había subido ai puentc y sc encnntraba junto aBcnÍtcz. Trrdos krs scñali 'ros dt.\ Cochirtr¡ est¿rb¿u-r intoxic¿rdos por loi gases,v Ar,rst in c¡ra l¿r única pcrsi ln¿r quc pormanecía cn pic y quc conocía elcódigo A{orsc io stlf icicnte como para transrnitir un tt.rensá.¡e,. Irüo habíattsado b¿rnde-'rolas desdc quc habÍa cleiado el ccntro de instruccirin, peroscguidantente l¿rs ton'rt i y lev¿rntó en alto.

Luch¿lnclo cr¡ntra cl vicnto, dclctrerí"I{oN{}lrtE Ar, A(ir.-A, Jr.rsro A pROA. xrN('l,rNr)ro r.tN rlATrrRrA oR I'op¡". Flr¿rn las 11:21 a.m.

Después sc cscuchó un rugido provorientc del interior del submarin6que hizo estrcmc'ccr las planchas dc accro de la cubjerta. El Tl¿.sA estabatratanclo de aproximarse, pero Benítez mantenÍa sus oic ls en cl cocineroqLrc se estaba ahogando, consciente de quc el hombrc nn podría sobreviv i rmucho nrás en aguas tan f i ' í¿rs. Sin dcmora, el subof ic ia l Hubert H. Rauchs¿rl t r i ¿ i l agl ia or) ¡ ruxi l io de N'krrgan y luchr i contra c l mar agobiantt 'lrara l legar a su lado. P¿rr¿r cuandr Rauch logrri regrcsar con Morgan. clstrbo{ici¿¡l r¡staba demasiado dc¡bil i t¿rdo por el agua a 11 graclos como par¿rir¡rudar a izar tr Morgan a cubicrt¿r. Otro de los cocinercls del buquc sgltrisus ¿rtaduras y corr ió en su apo) io, incl inár ' rdose sobre el cost¿r{o c le l b¡ou, 'l l l tra torl l irr a N{organ dc lris br¿tzos de Rauch. Otros sacaron del

"o.r,, ,,

ft¿rrtch t¡¡ir¡rttr¿rs N'Ittrgan t:ra l ler.ado al puente y colocado sobre un r¡st¿r¡tc¡rerquer io disr :ñaclo para scr ' , ' i r dc nres¿r de cal tas. Estaba tcrnbl i rnt l , ,derscr lntrolad¿rmr:nte, at tn cuaudo los hombres lo cubr icron cor l las ¡ror.r isl r¿rzad¿ls qur: tcnían. Dos h<lmbres le ¿rrrancaron sus ropi ls ompaparlrs vt ' t lvolv icrot l ( to11 sLls cLlerpos tr l congelad<-r N[organ, t ratancl<t c l i 'ses¡ror.rr t l : rr r r lnt( ' c ' l t ' hat : r . r r lo c¡ntr¿tr c 'n calor.

Page 22: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

I '¿ b)l juego de la gail ina ciega

Resultat¡a claro para Benítez que sus hombres no estaban a salvo en

li i intcmperie, no con las olas rompiendo violentamente contra la cubierta

listrrs para arrancar de sus atadtrras a su congelada tripulación. Les orde-

nri a sus hontbrcs que se anrontonasell en el angosto puente' Se apilarcln

unos sobre otrcls, formando una pirámide humana. Les indicó a otIOS que

cle-sccndiese¡ y se dosplazaran hacia el compartirniento de torpcclos tle pr-oa,

prácticarnente el único espacio que de alguna rnanera todavía era habitablc.

Micntras sgcedía todo e sto, Benítez tornri conocimietrtcl de que la nris-

ma cxplosión que discminír gases y humo cn el interior del submarino ha-

bí¿r causaclo bajas seri¿rs. Wright había conse¡1uido abrir por la ftrerza la

porta hacia el compartimiento de: la b¿rtcría, pero cuando l<l logró, el hidró-

gcrlo ¿lcumul¡rdo estalló cn una llarn¿rrada gigantesca que icl arrojó hacia

:r ln is. H¿rbia st t f r idr , qrr t 'macl t r ras gr i l \ ' ( 's ( 'n st ls nl¡ tn( ls, pt 'cho y piernas

-todo el f rernter cle su cucrpt.l ctxcc:ptrt su cara, que estaba protegida por Ia

m¿iscara clel erqui¡to cltt rerspiracirin-. Ahor¿r est¿rb¿r cn trn Scvcro estado

clc shock. Otros cuat l0 hombres habían resul tado tambión her idos dcgr¿rvcci¿rd. Todos ellcls habían siclo retirados al compartinriento de torpe'cl<ls

cle popa, qu( j or¿r el que sc cncontr¿rba rnás a popa dc todos. Estaban

separ.acl¡s cle sus c¿trlar¿rdas prlr cl fuegcl. Ncccsitaban urgentetrlentr' asis-

tcncia sanitaria, petro cl médico, Hubcrt T. "f)clc" Easgn, estaba a proa

s6brc cubielta.junto ai resto de la dotación.l{o habí¿r fornt¿r der atravos¿tr cl

f ucgo v los gascs por el interirlr del submarino. I)ric podría pasar por arribzr

clt: l f uego, pcro l¿r crscoti l l¿r de acct:so al conrpartimiento de torpe'dos de popa

estaba ale.jacla más de 45 metrr¡s -45 lnctros de acero húmedo y resbaladi-

zo cn un subtnarino que rebotab¿l contra l¿rs olas que se estrellaban contra

él y quc eran tan poderosas quc sacudían ¿rl Tt¿sl¿ como si fuora una ranta

mientras trataba de acercarse para ayudar.

Un j<lvetr oficial ofreciti tender ulla cuercla desde la vela hasta la esco-

ti l l¿r dc pop¿r. una cuerda salvavidas a la que l)oc Eason podría después

af'errarse. Cluantlo la cucrcla estuvo cr¡l<¡cada, Eastln sc arrastló, luchri

contra cl violento olea.je, recorrió cl camino hacia popa y descenditi por la

esc6til la qur. conclucía haci¿r krs heridos. Austin tomíl sus birnclclrolas y

comc¡nzó a tr¡rnsmitir. "Poxr;,q.s¡ r\ \{I LADO, I 'oDriIANIos TENIiR QIiFI ARAND()NAR

lir, ¡rre¡Ft. Trrn pronto conro Benítez rocibit j los prirtteros infortnes cle l)oc

Eason, Austin tomó nuevamelltct l¿rs bandetrolas. "RaQut¡Ro AsIS'rFlNtllA l lr l-

t ) t ( ' . \ X ( t lNCo I I ( ) I IRRES l tERIDt)s X t lxo c lRAVEx' IENTE QI 'E}I ' \D{ ) . "

EI puente había rccibiclo el diagnóstico de Eason. Wright estaba gra-

r-cnrente quemado y te'nía pocas posibil idades de sobrevivir. Los infbr¡rles

r.le Doc eran t¿rn tcrribles que Benítez tomti enseguida el teléf'crno autoexci-

t¡iclo clel suboficial que habia cst¿rdo letransmitiendo los mensajes' La rro-

t ic ia cra c lemasiado f i rnesta como p¿rra ser di fundida entre el pcrsonal

srrbalterrno. l,a moral era sumanlente crít ica. t]n oficial ocupó su lugar.

I-Jn comienzo mort¿rl .1;|

Había transcurrido una hora y media desde que empezara el inct:n-clio. y los hombres reuniclos en el compartimiento cle torpedos de proacon"r(]nzaron a escapar de los gases. Era obvio que todos allí tendrían quesalir nuevanrcnte a la peligrosa cubierta. Tantos como fuera posible seapi i rarran en t , l put ,nte.

uno tras otro, los hombre-q fucron iz¿rdos a través deil comparti lnientode comando, rl ientras el comandante clbservaba, pensando que algunos deellos parccían nás muertos que vivos. Un hombre firc retirado inconscien-te y s in respirar. Sus camaradas comcnzaron a insuf lar le airc en suspulr t tones, masajeando su pecho.

En popa, Wright cstaba agonizando. Eason lo inyectó con morfina,lucgo trató de' ater¡rdcr las qucmaduras dcr los otros hombre¡s con el pctrola-to de su equipo de pr imeros auxi l ios.

Nlientras t¿rnt<t, el capitán Wortiringt<tn estirba buscando la fbrrna deenviar al Cc¡<:hino ¿rl médico del Tu.sl¿, posiblermcntc en una balsa dc goma.Sus hombrcls conlenzaron a bombcar al nlar combustible diesel. nlás desescnta mertros cúbicos, col) cl quc delibc'radamerntc buscaban crear unacrJr:r de acelite en un esfuerzo ¡ror suavizar las olas. El Túsh le lanzó unc¿ibo al Coclúno. Los hombrcs en ambos subnr¿rrinos tratarí¿rn de sostener-lcl ¿r moclo dc pasamanos ¿r través de las aguas l)Írr¿1 que fuese usadt) parahaccr' ¿rvanz¿rr l¿r balsa. La primera vc:z fracasaron. Lris del ft¿.sl¿ no pudie-ron sostcnerrlo, perri en el intento sigrriente, cl nuervc¡ cabo reisistiír. Obser-vanckr las olas, Worthingtrin comprerrdió que todavía era muy peligrosoenviar urt hombrcr. En c:rnrbio, el 7l¡.^l¡ envi<i l ir balsit, sin clcupantes, rcple-t¿¡ cler insumos médicos, incluycndo drogas y whisky.

Benítcz también conocía l<ts pel igros, sabía que cualquiera que tra-t¿rsc dc cruzar c l tnar cmbravecido cn aqucl la balsa podría perdersefáci l rnentc. Pcro hacia l¿rs 2:00 p.n-r . , micntras l l tv¿rba la cuenta c lc las ex-plosioncs qucr se succdían bajo sus pies, conclu¡,ó finalmcnte que no teníaotra opcirin. Nccesitaba d,ccirlc. a los o{icial<¡s clcl ?t¿slr cxactnmonte cuántorribie era la situaciírn, luc los hombres d,e\ Cr¡chino podrían tener queab¿rndonar el buque. Necesitaba enviar más mensajes que los que Austinpodía transrnitir con banderolas letra por lctra luchando contra el viento.Sobre tudo, necesitaba ver si era posiblc usar la balsa para transf'erir sudot¿rcit in a la seguridad dei Zi¿sÁ.

El com¿rndante le preguntó a Shelton si se ofrecía a intentar l levar acabo el cruce peligroso. Lo hizo, ,y otrr¡ hombre quiso ir con é1. Era RobertPhilo, cl jovcn civil experto en sonares que había zarpado con ellos para losejercicios que ahora nunca se realizarían.

"Phi lo, ¿,cs esto algo que usted desea haccr?", d i jo Benítez, lenta, del i -ber¿rdamente.

"Sí."Benítez repitió la pregunta, palabra por palabra, con la misma delibc-

racitin, quizá con un poco más de énfasis en la palabra desea.I{uevamente, Philo respondió "Sí".

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44 El juergo de la gal l ina c icga

Benítez aspiró prof-undamente. "Muv bictl, van usted y Shelton "

Inclusive mientras lo decía. pensaba que si algo salía mal pasaría unmonento endemoniado explicando por qué había embarcado un civil enaquella balsa. Pero había hombles qrtemados, hombres intclxicadcls por los

lfases, hombres congelándose. El cotuandante no tcnía tiempo para debatirni t iempo para vociferar contra el viento para descubrir si Philo estabatratando de ser un héroe o de abandonar erl buque, ni t iempo para advertir-le qtre, a pesar de lo mal quc estaban las cosas a bordo del Cochinr.,, escviaie en la balsa podía muy bien resultar peor. Todo lo que podía haccr erapreguntarle ¿r Philo si estaba sefluro, y lucgo preguntarle nuevamente.

Tan pronto como la tripulación del Cochino arrió al agua la balsa conPhilo y Shelton, ésta se dio vuelta. Ahora los dos estaban agarrtindose decorreas quc cruzaban el fondo de la balsa mientras los hombres a bordo del?t¿s/¿ tiraban de ellos a trar'és cle las aguas revueltas.

Benítez observaba, incapaz de ayudar, cómo Shelton comenzaba adcrivar rnicntras trataba cle nadar dc regreso a la balsa. Luego Benítezno pudo mirar más. T\rvo que devolverle su atenciíln a su submarino. Loshonrbrc's dcl Tl¿sá cstaban en una posicit in ntucho mejor para intentar unrescate. Además, el Cochino no tenía gobierno. Sus estaciones de gobierno

no se podían cubrir debido a ios gases tóxicos. Era todo lo que Bcnítezpodía hacer para tratar de mantener a salvcl a sus otros hombres. Ahorahabía c incuctr ta y s icte hombres encaramados junto a él en la vela y elpuentc del Cochinr¡. Debajo de cubierta y a popa había otros dieciocho,cinco de ellgs quemados, irrcluyendo a Wright. Los hombres intoxicadosque se encontraban afuera tenían todavÍa mal aspccto.

Los alojamientos de la dotación y los trajes anticxposición que habíaallí eran inalcanzables debido a los gases. Todos sc: estaban congelando,cspecialmcnte Morgan, que todavía temblaba por causa de su anteriorchapr-rzón. Benítez se quití-r su campcra y se l¿r dio a un hombre, despuésse quitó sus zapatos y se los dicl a otro.

Ahora el comandante estaba en rnaltgas de camisa y sus pies sólocubiertos por medias, deseando más que n:rda sacar del buque algunos desus hombres y transferirlos al Tl¿.sft. Si podía conservar a bordo una dota-ción reducida, estaba seguro de que podria l levar al Cc¡chinrt de rcgreso asu b¿rse. inclusive si tenía que ser rcmolcado y embicado contra Ia cost¿r.Tod¿rvía estaba determinado a no abandqnar el buquc, no mientras Wrightno pudiera ser trasladado. No iba a dejar el submarinrl sin su segundcr

comandante.Pero el Tl¿sá estaba nuevamente fuera de vista. Benitez no había ob-

serrvado cómo terminó el intento de Shelton y Philo por alcanzar al TLtsk

v no sabía que Philo había sido arrojado con füerza contra aquél por las

olas, dejándolo inconsciente, ct)n erl rostro hundido en el agua. Para cuandoun tripulante del Túsh se arrojó y lo agarrír f ir l '¡emente, Philo estaba

desangrándose y no respiraba ntás. Los rif iciales del ?l¿si¿ comenzaron a

Un comicnzrt r t ror t¿r l .15

atenderlo directamente en cubierta, realizándole respiración boca a bot:rry administrándoie adrenalina. Shelton fue izado a bordo tres minutosclespués, consciente pero sufriendo por la exposición. Fue llevado abar.jo,donde, temblando violentamente, consiguió comunicarle a Benson y a Wor-thington el primer informe detallado acerca de la catástrofe que teníalugar en el otro submarino -sobre las baterías que chisporroteaban, lasexplosiones, la nube tóxica que se había extendido por casi todo el interiordel Cochino.

Afuera, en la cubierta del TLtsk, había quince tripulantes, algunos aten-dienclo a Philo, que no tenía pulso perceptible, otros tratando de evitar queel grupo de rescate fuera arrojado por la borda. Repentinamente, una olaenorme chocó contrael?ztsk,luego otra más tan poderosa que dobló cuatrclcandeleros que soportaban el pasamanos para los hombres que estabanafüera. En un instante, doce hombres fueron arrastrados por el mar, Philoentre ellos.

Worthington y su dotaciíln exploraron las aguas. Philo y otro hombreestaban ambos fuera de vista. Uno de los marinos fue avistado boca abajoen el agua. Worthington comenzó a lucha¡ nuevamerrte contra las cr¡rrien-tes, tratando de alcanzar a sus hombres.

Pero el horror se volvía peor. A di ferencia de sus camaradas delCochüto, dos de los hombres del ?tzsá tuvieron ticmpo para colocarse lostrajes antiexposición, y ahora esos trajes estaban conspirando contra ellostratando de hundirlos. El equipcl era otro experimento de la Armada, tra-.jes de una sola pieza, prototipos diseñados para proteger a la tripulacióncontra el frío del Artico. Estaban equipados con un "Mae West", salvavidasinflable cosido directamente al mameluco, y botas que se sujetaban ñrme-mente al traje con unas abrazaderas metálicas especiales a la altura de lostobil los y que requerían de una herramienta especial para destrabarlas.

Los trajes habían resultado adecuados en cubierta. Pero en uno deellos, vestido por el suboficial John G. Guttermuth, el salvavidas incorpo-rado reventó cuando chocri contra el agua helada. Ello dejó solamente unaparte del traje con gran flotabil idad -las botas, que estaban selladas tanfirmemente que retenían bolsil los de aire.

Guttermuth estaba tiatando desesperadamente de nadar hacia uncabo salvavidas, remolcando un homble inconsciente. Los dcls hombresestaban a apenas veinte metros, lo suficientemente cerca como para serrescatados. Los pies de Gutterrnuth subían a la superficie, forzando sucabeza hacia abajo. Worthington observó, horrorizado, mientras el sub-oficial luchaba contra sus botas para salvarse, cómo Guttermuth soltabaal otro hombre, que se hundió instantáneamente. "Entonces, las botas derGuttermuth levantaron sus pies hacia Ia superficie -escribiría más ta¡dcWortirington en el diarto de navegación del Tttsh-. Interrtó enderezarsr,nadando, pero no pudo lograrlo y se ahogó con sus pies todavía asom¿urtloen la snperficie del a€fua."

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.1( ; I , ) l . juego de [a gal l ina c iega

No había tiempo para los lamentos. Había otros hombres en el agua.Ei rescate continuó. Más camaradas se arrojaron al agua para ayudar.Otros que ya estaban en el agua trataban de sujetar a compañeros en peorestado que ellos mismos. El teniente de fragata L. Phil ip Pennington estu-vo en el agua una hora y veinticinco minutos antes de que fuera izado abordo del submarino. Raymond T. Reardon fue avistado en una balsa pe-queña, de donde fue arrancado por las olas. Otro hombre se arrojó al aguay lo sr-rjetó.

Para entonces, dos horas habían pasado desde que los hombresfucralr lanzados por la borda. Worthington estaba enf'rentándose a unarealidad casi insopt-rrtable. Tr¡davía quedaban siete cn el agua, y casi concerteza estaban muertcls.

Nadie a bordo del Cochino sabía que el desastre se había cobrado susprimcras víctimas. Pero la muerte cstaba en la mente de tcldos. Austinestab¿r pensando en su esposa y dos hijos, en hunclirse bajo las olas antesdc poclc:r l,6rrlos nuevatncntc. Lo rcconfortó la idea de qtte siempre habíacscucrhado que el agua helada acabaría con un hombre ztntes que éste seahogase.

Benítcz continuír evaluando una y <¡tra vez la situación. Habí¿r rea-Iizado trcs intcntos por venti lar su buque, pero los gases cr-rntinuabandifundiéndose. Ttat<i de enviar algunos hombres a l)opa por la cubierta,más al lá del compart imiento de batería aver iado, hasta el mismo extremocler Ia nave donde Eason estaba ctridando todavía cle Wright. Era el únicorincír' l dc:l submarino que todavía est¿rba l ibre de gases, pero los clos prime-ros hombres que trataron de dirigirse ¿i popa casi ft¡eron arrastrados porlas agttas.

Se hiciero¡r dos intentos por bloquear la escoti l la del compartimientode com¿rndo. Pero en cada oportunidad los gascs surgieron como una trom-ba, invitando al desastre. La imagen der los hombres int<txicados por losgases al cornenzar la tarde todavía estaba fresca en la mente de Benítez.No podía correr el riesgo de exponer a un destino similar a todos los queestab¿rn encaramados en la vela.

No quedaba mucho por hacer salvo esperar, y rezar. Habían pasadoscis hclras desde la primera explosión. El incendio todavía seguía propa-giindosc cuando el TúsJ¿ surgió nucvantente de la niebla. Pasarían variasl-lrrr"¿rs lnás antes qtte Benítcz supiese que aquel submarino l levaba sietehon.¡brcs mellos que antes. Todo lo qlre tenía ahora en mente era l lcvar elCor:hittt¡ dc rcgreso a su base.

La unidad estaba sin gobierno. No obstante, Benítez tenÍa esperan-zas de pr-rder conducir su submarino a aguas más c¿rlmas, donde podríatransferir con mayor seguridad los heridos al T\Lsk, que entonces podríadestacarse rápidamente para trasladar a lcls hombres a Hammerfest, No-rueÉ{a.yaunhospi ta l .

Benítez trató de seguir al Túsk por casi una hora, pero el Cochinocontinuaba navegando en círculos. Entonces uno de los heridos, abajo en el

Lfn conr icnzo nrr l r t ¡ l ,17

extremo popel del submarino, consigrrió restablecer el gobierncl apoyan<LrsLr cuerpo agobiado por el dolor contra una llave Stilson que había af'errad<ra una válvula cle control del t imón. Gobernaba obedeciendo a ciegas lasdirectivas que Benítez le transmitía. Finalmente, el Cochino pudo seguiral Tt¿sk. Eran cerca de las 7:10 p.m., casi nueve horas desde la pr imeraexplosión.

A través del sistema de comunicaciones interiores del submarino,Benítez continuaba asegurando a los heridos que se estaban acercando aNoruega. A tan sólo tres horas de ruarcha, había dicho en una oportunidadaquella tarde. Luego, cuatro horas después, repitió su promesa -solamen-te tres horas más-. Inclusive entonces sabía que transcurriría por lo me-nos el doble de tiempo antes de que pudieran aproximarse a la costa.

"Tüvimos que reducir la velocidad para que los hombrers ern proano suf i '¿rn por las olas que tc¡davÍa rompen contra el puente -di . jo Bení-terz, t ratando de sonar todo lo convincente que podía-. Sé que ustedescontprenderán."

Los hombres en popa sabían que estaba mintiendo. Pero respondie-ron: "Desde luego que entendemos. Gracias".

Benítez se ermocionó, sorprendido de que este grupo de hornbres que-maclos y heridos pudiera sentir todar'ía preocupación prtr los que estabancongclándose afuera en cubierta, y usar esa preocupación para aliviar supropicl sufrimiento. Quería l levarlos de regreso a casa, a todos ellos.

Parecía que la mayoría de los heridos 1o lograría. Excepto Wright,estaban dando señale¡s de rne.juría. Inclusive el oleaje estaba comenzando aamainar un poco. Benítez continuó hablándole a sus hombres, alentándo-los, pidiéndoles tan scilo que rcsistiesen. El comandante recurrÍa a cad¿tmonrento vivido durante la guerra, cuando se había agazapado en silencioiunto a otros tripulantes mientras su submarino era atacado con cargas deprofundidad. Si pretendía ¿rhora dcmostrar su l inaje, éste era evidente-mente uno de ¡Jran coraie, y estaba logrando impresionar inclusive al im-pcinente y pelirroio celta que había a su lado.

Be.nítez todavÍ¿r creía que podía gar-rar su batalla contra cl submarinov el ln¿tr cuando se produio otra e'xplosii ln poco después de la meclianocheclel v iernes 26 de agosto. La nave se sacudió v io lentantente, y el luego sepropagó al segundo compartimiento de máquinas, acerrcándose al dc torpe-dos donde estaban Wright y los otros. Ya no quedaba otra alternativa. Aque-llos hombres tenían que salir a cubierta. Uno por uno, quince hombrestreparon por la escot i l la y avanzaron hacia proa. Sin embargo, no se podíanrover a Wright y a otro de los heridos, y Doc Ea-son no iba a de.jarlos solos.Le dijo a Benítez que podrían resistir.

\{ icntras tanto, el comandante tenía claro que debía intentar transf'e-ri l el resto de la tripulación al h¿slz. Austin no quería correr el ricsgo

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.18 Bl ju i :go de la gal l ina c iega

rle que los hornbres del ft¿sl¿ no pudieran ver las banderolas en la brumanocturna. Entonces levantí l una l interna, y empleando su interruptorcleletreó en código Morse¡, "Otn.q Dxpt,osrtrN. Acnnc¡trrsn".

Hecho es<1. Benítez dirigió nuevamerlte su atención a traer a cnbiert¿ra aquellos tres últ imos hclmbres. Los teléfcrnos autoexcitados habían que-daclo finalmente mudos. No habí¿i forma de comunicarse. Un voluntariose ofi 'cciri para correr hacia la erscroti l la cn popa. Las olas tridar,ía barrían 1acubierrttr, pero ahora había una oportunidzrd mejor de que e,l hombrc pudie-ra lograrlo. Benítez consintií), quería aquellos marinos en cubierta. No obs-tante, por todo 1o que se le había dicho acerrca de la condición de Wright,t,cnía pocas e)speranz¿rs de que el segundo colnandante pudiera l legar aabandr,nar t ' l subnlar ino.

Benítez tornír una decis ión cn s i lencio: "Está bien, s i no sale, yo i réal compart inr ic 'nto de tr l r ¡ rcdos de popa y me hundiré con é1". La f i rmeza dt :su decisión le parcció c¿tsi abnrm¿rdora. Una cahna prclfunda 1o irrundo.Era la misma sensación que tuvo durante la guerra cuando estaba a bordot le. l subnrartno Duce mientras era cast igaclo por los c lestructores iaponeses,cualrdo h¿rbÍ¿r crcído (lr-rc) no habría escapatoria. Aqueila vez había sidoafirrtunado.

Entoncers pcnsa): "Bien, voy a morir. Es el f in".Tcmir i por ur) lnomcnto quc l r - rcra arr¿rstrado por las olas cua¡ ldo se

dirigiesc h:rcia ¡topir, o pcor, que f.uera arrastrado y lucgrt rescatadcl, de.jan-do a Wright morir solo. Pero alcjí l t:sos pcrnsamientos. Su calma dio lugar¿r unil scns¿tcirin cle paz, Llna paz, que parecía cxcc,cler toda comprensii ln,supcranclo l¿r inr : l in l rc i r in a rez¿rr ' .

N'Iientras tanto, el Túsk se preparaba para aproxirnarse . Primero, suclotaciírn l¿lnzíl los torpcdcls de conrbate cargados en sus tubos dc pro¿r, I larart-q(]f jurarse dc que no h¿rbria explrsión algtrna si los dos submarinos choca-l-r¿in o si el ?¿sl¡ se encclntraba rnuy cerca cu¿u1do hubier¿r otra explosiónviolenta en el Cix ' l ¡ i r lo. Dcspués el Tt¿sA lnaniobrr i para colocarse. iunto alCr¡chi¡ t t ¡ . l ln éstc. a lgunos miemblos de la t r ipulación se prepararor l pararegr€rs¿rr a i lopa y re't irar a Wright, pcro cuando mirarr)n hacia allí, lo vie-ron salir ck:l crimpartimiento de torpedos de popa detrás de citro hombre.I)e alguna fornra había conseguido arrastrarse fuera de su lecho, aferrarsetanrbale¡ndo a l ¡ r esc¿r la al p ie c le la escot i l l¿r , y se obl igr i a levantar un piclo suf ic ientc corno para ¿r lcanzar c l pr imcr peldaño. El dolr l r era insoporta-tl l t¡. 1l\vo que detenerse. v mientras estuvo allí fue consciente de que DricI l r ison estaba detr¿is dc é1, consciente del agua quc bañaba el p iso deli orn¡r i r r t imiento. Ahor¿r el subn-rrrr ino se cstaba inundancio.

\ l¿rs t l ¡ . rde, Wright juraría que no tenía idca alguna de cómo ernpezt i a1r ' r ,1rnr ntrr :vamente l ¡ r e ' -*cala, juraría quer casi s int ió como si una manoir lv is ib l r . ' -qrr izá f i re la dc Easc¡n- lo hal : ía tornado por los fondos de su

¡r i rn1:rk i r . r -v e- 'ntpujaclo hacia arr iba por la escala y hacia la cubierta. Mien-1r ' r rs Rcnít i 'z o i rst : rvaba, notr i las manos de Wright f rente a é1, totalmcnte

t ln comicnzo rnort¿r l . l f )

vendadas. Otros tripul¿rntes estaban observando también mientr¿rs Wri-ght comenzaba a dcsplazarse hacia proii. lr lo hubo ovaciones, ni gritos.Algunos clc los hombres corrieron para ayudarlo, pero no había casi lugarpor donde tomar a Wright sin ¡rrovocarle una agonín rnavor. En silencio icrmiraron dar tr¿rbaiosamentc un paso tras otro.

Los hombres en ambos subnarinos estaban trabaiando para insta-lar una planchada angosta cntre los dos. Ya no quedaba nadie¡ en et l inte-rior. Todos est¿rltan sclbre cubierta. La mayoría cerca de la planchada, unsubibaia movedizo de seis metros de largo que iba desde la banda deun subllarino a la del otro, con apenas un par de ccntímetrr¡s de apo-y-o encada cxtremo. Algunos hr¡mbres tendieron cucrclas, afinnando la plancha-da. Pero corno los buques rolaban cn el oleaje violento, la planchacla sesaldría de su si t io y tendría que ser levantada y colocada nuevantentc ensu ltrgar'. Si esa ¡rlanciracla sc) c¿lía micntr¿rs un honlltrc cst¿rb¿r circulandopor ell:r, era cvidcrnte r¡uc tcrminaría apl¿rstado c:ntre los cascos dc accrocluc estaban chor:ando uno contra otro donde la manga de los submarinosor¿l nrAyor, . justo debajo ck ' la l íncr¿r de f lot¿rción. Era un¿r c le ' las rutns dt :esc¿U)c mcnos ¿ttractiv¿rs jamás concebid¿rs cn cl nrar.

Wright i i rc c l ¡ r r inero cn car.ninal 'hacia la planchada, krs hombrcs¿rbr i t ' r r t r lo lc paso estu¡rcr f¿rctos y t :n s i lcncio. Dc ¿r un p¿rso nrer l ic lo y agr in ico

Jlor vcz, l leg<i lusta el ptrentc i t t tprovisaclo y s igui t i avanzarrc i<t , a kt largo dcla planchada. r 'n direrccirln ¿rl Tl¿.sl¡.

Ese fuc c l pr incipio. Aqr"rel lo cra tor lo lo qr-rcr ncce's i tab¿r c l rcsto c lc lat lot¿rt ' i r in. Si Wrigl t t lo pudo h¿tct ' l ' t 'n su col l t l ic i r in, c l los t¿rr t rb iór . r ¡ roclr ' ían.f-ittr l l tor Llno, sc dosliz¿rrou haciir el otro laclo, los heridos ¡tr-imerro. N{iclic-ron los t iermpos, ospcrando nt ic l lLr¡rs un buque era lcvant¿rdo pt-rr l i lsolas. lucgo cl r ¡ t ro, esperanclo r :se brevc inst¿tnte e¡ l que ¿rnrbos qnrrc labannivclrrt los. Nadie les clio indic¿rciirn erlgtLnli. Ahora no precisaban rccibirclircctiv¿rs desdc el ptretiter. (lac'la hornbrc cscogiri cl momentti apropiadclpntn ntravt-'sarl ir r i lpidalnc'nte.

Nu rniis cler ckrs o tres hornbres habrÍ¿rn cle lrasar por cila antc-s dc quela pl t r r tchl ic l¿t sc 'sol t¿rse . \ ' t l rv icrrr qu(,scr colocad¿r nuevamcntc en su lugar.tr{i lagrosanrentc¡, n¿rclie se cayó. Clirantlr-r aprclximacl¿rnil-:nte un tercio dela dot i rc i í in i rabr¡r ct-rnscgui i lo I )¿rsar al 7 l¿sl¡ , las ol i rs separ l r ron c le ta lfbrma ¿r ios -cubnarinos qnc varias cle las ar:narl '¿rs cntre ellos sc cortaron.El Tlrs* r 'ccupcrti su posición, ¡rero cst,aba claro qr-re las antarras restantesno rcsist i r Ían nruclro t i t . 'mpo. I r : r rocir j que r . - l resto c lq: los hombrr, ' ,q r :n l l r í¿r encucst i ( in c l t 'sc¡ l r - rnclr s el t ra.r ' r . . , - t t ) i1 t r : rvr ,s d(; i r , l t ' -str t ,c l r i i ¡ r i ; , r r l l t t r r i . r . tu l l , ¡sexcr--ptrr i l r : i ' r i tcz. qur: aun ¡ , lcrmlncr: ia i 'n l ¡ r cut¡ icr l . t dt , l ( ) r , t ' i t i t t , ¡ .

Bcr. lson sc dir ig ió a Boni tez. "¿,Abrnr lona u-r ter l e l but l r rc ' . ) ' '"Pot 'su¡r t t t 's t { ) qr ! { 'n{) - re) ipr}¡}Ll i r j Prr .ní tcz gr i t l r t r lo \ , ¡ ¿¿b¿¡r; l i 'ur ' , i l

I rLt i1t . i . ' . " Qtrr . r r ía ( l ] l ( - ) r ' l 7 l¿s/ : sr 'p l 'c i i f l r Í rsc ¡ , lo tor l i rst ' l t rerrrolr¡ l rc ' . ( 11, i .1 r¡rrrl i i r l i r r ' í r r ¡ tor l ia sr l lar l¿r n¡rvr , . Era ce¡r 'c¿t do l¿r 1:45 ¡r .nr . r l r . l v i l r ¡ i1,r [ , . ] I ' r .

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; ¡1) l , ) l . j t rc¡¡o c lc l i i grr l l ina c iega

, ' / r ¡ r¿o estaba escoránclose a estr ibor. La escot i l la del compart imiento de)tor'¡rc'dos de popa estaba bajo el agua. Y el submarino comenzó a inclinarserrrloptando un ángulo hacia arriba. sumergiendo su popa en el mar.

N{ ientras el ángulo se volvÍa cada vez más pronl lnciado, Benítezubserrvaba tenso, esperando ver si el submarino se estabil izaba nuevamen-te . lJnos pocos grados más y estaría perditlo.

"¡Ahora!", lc: gritaron los hombres desde Ia cubierta del Tl¿sl¡. "¡Aho-ral" , le di jeron una vez más. Lo comprendieron antes que él lo hic iera,vic¡rcln que no tenía alternativa.

Benítez pcrmaneció allí, mientras la popa del Cochiru¡ se deslizabahacia abajo, mic-ntras el ¡nar invadía cada vez más la cubierta. "Bien, éstecs el f in", se dijo a sí rnismo. Luego sc dirigió a Benson, y pronunció las

Ileores palabras que cualquier comandante podría l lcgar a de¡cir: "Abando-no el t ruque".

Atravcsó la planchada unos pocos segr¡ndos antes de que el tabl<jn seclespcdazara.

Worthington cstaba va impartiendo las órdenes que alejarían al Túslzdol srrbr¡ar ino que sc hrurdía mientras Benítez comenzaba a exhortar a supersonal p¿lra que descendiesc. Después ser clir igió al puente para observarl¿r irrmcrsi<in final clel Cr¡chinr¡.

St¡ submarino estaba cscorado unos 15 gradr)s a erstribor. El agua ha-bía sobrepasado ya la vel¿r. Se quedó, su proa alzánclose sobre la superf ic ie,como si mirase el cielo por últ ima vez antes de recclstarse y deslizarsesu¿rvcrnente bajo las olas.

E) CocJti¡to se hunclió crn agua-s de 300 metros dc profundidacl a unasi00 nr i l las de la cr ista de Noruega. HabÍan transcurr ido quince horasdesde que se desatara el incendio. Benítez observó hasta quc hubo desapa-recido. No pronlrnció una sola palabla, no en ese instante, n i durantcla hrira que siguió. Fue recién cuando cornenzó a hablar que Benson yWorthington le dijeron que Philo ¡r seis tripulantes del Tt¿sA h¿ibíanl.¡-iucrto, y sus cuerpos desaparecido.

Seis horas más tarde, el Tl¿sh ingresó a Hammerfest. Algunos hom-brcs füeron l levados al hospital. Alos otros se les dio a elegir. Podrían volarde rcgreso a sus hogares en New London, Connecticut, o podrían volvernavr:gando, los rescatados y sus salvadores, ambas clotaciones apiñiicias abordo del Tl¿si¡. Todos los que poclÍan hacerlo regresaron a bordo del ?¡¿.sÉ.

La pérdida del Cochino acaparó los titulares en los Estados Unidos, ycn la flnión Soviética. El periódico Flotct Roja de la Armada soviética

¡rublicti un artículo acusando a los Estados Unidos de efectuar un "adir:s-t r¿rnriento sospechoso" cerca de aguas soviéticas y de en'"' iar al Cochin.o at 'spiar cerca de Murmansk.

Por su parte, la Armada de los Etr.UU. había hecho público el di 'sas-Irr '. r 'e'conociendo, en efecto, que sus hombres y sus buques todaví¿r no po-

Un comienzo mort¿r l 5 l

c l Ían compet i r contra los t ra ic ioneros mares del ncir te. El intento de espio-najc de Austin habÍa fracasadr-r, pero la Armad¿r no tenía intención de reve-lirr erqtrello, ni siquiera quc un agente de inteligencia había estado a bordo.Cluando se les pidió informaciírn sobre las manifestaciones soviéticas deqtre el Cc¡clt ino había est¿rdo cerca de N{urrnansk, los oficiales ofrecieron laruisma r€)spucsta que habrÍa de dar la Armada a otras preguntas de esetenur durante las décadas venideras: "Sin comentarios".

A pesar de la tragcdia, y Ia renur:ncia inicial de algunos comandantesv almirantes, no cabía dud¿r de que la Armada continuaría enviando sub-rn¿rrinos para monitorear cl des¿¡rrollo de la amenaza nuclear soviética.Justcr nueve días después que se perdiese el Cor:hino, un avión de reconoci-rnic'nto de la Fuerza Aérca recogiír cvidencias de que los soviéticos habí¿rndetonado un disposi t ivo nuclear. El otro bando poseía la bomba. La amena-za plevista que había inspirado en primer lugar la nrisión de espionajestrbrn¿rr ino ahora cra real .

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WHISKEYA GO-GO

El t-lSS Gudgeon 63-567) arribó aYokosuka, Japtin, el domingo 21de. ju l io de 1957. Esta cr¿r l¿r úl t i rna esc¿r la, c l lugar dr¡nde las t r ipulaciones desubm¿rrinos provenientes de Pcarl Harbrlr -y San Dicg<l podían realizar lospreparativos para dcsliz¿rrse ccrca de' l¿rs costas sovióticas. Allí era donderegresarían dcspuí:s clc completar sus nrisiones, para celebrar, relajarsc, yprepararsc par¿r partir nuevamente. Vrkosuka se había convcrtido en laccntral de espiorraje submarino del PacÍf ico.

Esta base -cobre la cntrada a la bahía dc ftrkio estaba caracterizadapor una mezcla de espionaje y l ibertinaje, tensión y l iberacií¡n. Había sidoun prrerto de la Armada iaponesa y más tarde fue ocupada por los Aliados.Aquí, el pcrsonal subalterno podía embrlrracharse como una cuba y aquílos clf ic:iales habían organizado un "santuario para submarinos" en un de-partamento clecrlrado con 1111 bar, unas pocas cuchetas y fotografías demujercs posando desnuclas sobre terciopelo negro.

Habían pasado casi ocho años desde la tragedia del Cochino, y lossubmarinos se habían vuelto esenciales para el esfuerzo de inteligenciadc la guerra fría. Habían demostrado definit ivamente su valor durantela Guerra de Corea, cuando los submarinos convencionales equipados consnorkel füeron enr.' iados al Mar dc Japón para montar guardia contracualquicr esfüerzo soviético por intervcnir. Desde entonces, hasta los opo-

-sitore¡s más intransigentes dc'ntro cle la firerz¿r de subm¿rrinos rer:onocieronla irnportanci¡r cle l)el 'nranc(:(,r f i 'ente a i¿¡ costa del encmigo, observando suir ,v- venir. A ule'nos que estallaser la guerra, la vigilancia sería la misiónprimaria de los submarinistas, su razón de ser, la mcjor forma cle acumu-lar información detallada ¿rcerrca cie la expansión naval soviética que ahoratenía h-igar a tocla r.narcba.

Los subrn¿rrir.ros e spíirs t 'a habÍ¿rn trirÍdr¡ informers de que los asti l lerossoviéticcis erstaban const¡'u.r. 'el. lt lo nuevos submarinos de gran radio de ac-ción e:n c¿rr-it id¿rdcs elrormcs. inclt ivcnclo más cle 250 unidades de las clases

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Wlriskcy y Zulu equipadas con snorkel . El a l to mando soviét ico había deja-r lo c lato que se estaba preparando para dcsaf iar a laArmacl¿r de lc¡s EE.t IU.t ,n ¿r l ta nrar ernplc lando al submarino como cl arma pr incipal . Los sovió-t icos todavía estaban aprendiendo cr imo opcrar sus submarinos; porcjemplo, una de las pr imeras patrul las exper imentales de 30 días en unWhiskey provocti tai estrago en su dotaciíln debidcl a los gases ti lxicos qr-re

-rus brazos y piernas sc habían hinchado hasta el doble dc su tanlaño nor-mal. A pesar de estr-rs problenras, los soviót ic<ls s iguierron adclante. Encfecto, los Estados Unidos habí¿rn recibido infbrmes, aunquc sin c<lntirmar,cle quer la Unión Soviética estaba modificando irlgun<ts de sus Zulu paral levar misi les, posiblemente con cabczas de conrbate nucleares.

Aquel lo fuc suf ic ientc ¡ lara convenccr inclusive a los alnt i rantesln¿is conscrvaclores que Ia icle¿r del ospionaje submarino era algo más queprovccrr l t 'd¿rtos a un nrolr t ( iu c lc ¿rnal ist¿rs int t : lectuale¡s cscondidos en lascntr¿tr i¿rs c le Intel igcncia Naval y dc la aún nr istcr iosa CIA. Comprcndien-clo que poclrían ltsar los submarinos para obtener intcligur-rcia que era devital importancia par¿r la nrism¿r fuerz¿r cle subnrarir-rr)s, los almirantes queconclucí¿tn las f ' lotas de'l Atlántico v clel P¿¡cíficc¡ se habí¿rn hercho cargo clclas cuestiones rel¿rcion¿rdas con cl espior-raje sulrmarino, rl ir igierndo las opr---racioncs y asignarido las t¿l'e¿rs. Cumplienclo sus órderne-". los submarit-ros¿rccchabart baio las aguas, con sus pcl iscopios ¿is( lmáncl()s( 'sobrc: las olas,v ig i iar-rdo todo el t icrnlro exce¡r to duranter los nrcscs nrírs gel ic los c lc l ¿rñ<rrrierltras los sovi(rt icos probaban las capacicl¿,rdcs cle strs unidades niásnLlovas. I '¿rra kls strbmarinist¿r.s estir urrr también una l) ' lanera e¡xcelentcclc rl¿rntener ia preparncion para el combate, nt¡ solan-lt ' lrte ern .jtrc-.gos deguerra con fuerzas amig¿ls s ino introduciúndose crr ¿lguas soviót icas yr 'nfrcntuudo al advcrsar io.

La pr ior idad absoluta c le cualquier comandantc de un submarincrespía era lo quc: la Armada l larnaba " indic ios .y advertencia". Se esperabaque si cr¿lptaban cualquier scñal que indicase (luc la Arrn¿tda soviética seestaba movil izando, quízá preparándose p¿rra atacar, lcls comanclantes de-

.jarían de lado la cautela, se olvidarÍan ciel silencio de radio. y enviaríanrápidamente a sus bases clcsde el mar dc B¿rrernts o de Jtrp<'rn un nrensa.je.Los submarir-ros espías estadounidenses ahora estaban usando tambiénvcrsiones mucho más sofistic¿rdas de' las "orejas" de Austin para exploraren busca de pruebas de misi les sovi(¡ t icos. Y los subn-rzrr in istas, con susantenas izadas, estaban escuchando rut inar iamente. las cclnversacioncsrlr-re le indicaban a la Armada est¿rdouniderise cuántos buques ¡r submari-rro-c soviéticos estaban listos para zarpaÍ y cuáles podrían ser sus tácticascn la guur¡a.

Oada vez rnás, los almirantes de la flot¿r intercarnbiaban opinionesr',rn Inteligencia I '{aval, convirtiéndose en socios en el cspionaje. Los oficia-lcs clc¡ intc' l igencia invitaban a otros integrantes de la Armada a acliestrar-

Whiskey a go-go {-rl->

s(' coll crl los, dcstacando en una de las invitaciones que se estaban involu-cr¿rndcl en la "segunda profesión más antigua" del mundo, una "más inmo-rar l que la pr imera".

La rlayorÍa de los funcionarios de gobiemo de mayor jerarquía reci-bían poca o ninguna indicación de los riesgos que estaba corriendo la fuer-za clc submarinos, o de qué.juego extraño de machismo tenía lugar. Mien-tr¿rs el prcsidente Drvight D. Eisenhower aprobaba sólo con gran vacilaciónkrs vuelos de espionaje a gran altura de los U-2 sobre Rusia, por temor airritar al premier soviético Nikita Khrushchcv, muchos comandantes desubmarinos -dc'jando a un lado las delicadez¿rs clol derecho internacional-o't ían que o'¿r su obligación ingresar de l leno a las aguas territoriales so-viéticas. Los comandantes de flota calif icaban a los com¿rnclantes según eltiempo que mantenían sus "sjos y r¡ídns" fuera dcl agua. Cuanto más audazel intento, nrás ¿rlto los calif icaban. Esto se había (:onvertido en una especiecle compctcnci¿r, un¿i prueba clc 'hombría para los comandantes, sus t r ipu-laciones y sus buqLres. Y para la mayor parte c le k¡s comandantes, aqucl losdías de riesgo il imitado marcarían para siempre el punto culminante desus carreras. Con toda seguridad cxistí¿r el cstrés. y en grandes cantida-cles. Algunos comandantcs veteranos perdieron diez k i logramos cle pesocumpliendo estas extensas patruilas en el Pacífic<l clccidental -" 'Westpacs",en la.jerga de l¿r Armada-. Nadie podía decir con anticipación quién seríacapaz de soportar la presi í rn y quión no.

EI Gudgeort zarp(t de Yokosuk¿r para cumplir su turno con los soviéti-cos con Nurman G."Buzz" Bessac eierciendo e- l comando. El ya había con-ducido al GtLdgeon, sin ser cletectado, en una misión de reconocimientodebajo de un grupo de' buques soviéticos que operaban en las heladas aguasdcl norte. Ahora estaba i ievanclo a su submarino directamcnte hacia eltemitorio enemigo, su primera vcz cono coman(lante en estas aguas peli-gri)sas. Pero, en primer lugar, el capitán de c<¡rbeta cle treinta y cuatroarios de edad estaba aquí, estaba sobre todo en submarinos, porque le fas-cinaba l¿r aventura. En el ario -y medio clesde quc había asumido el coman-i{o del (}tLclgeon, había convencido a su tripulación de que él era uno deesos comarrclantes capaccrs de "ir al infierno v volver de allí", un hombrequc deseaba qLre sr¡ sr,rbrn¿rrino de.jase su nrArca entrc los ptrs.?dr.rs aviones aliólicer, los reactorcs tJ-2 y l¿rs est¡rcionc¡s dc cscucha en tierra que cstabanvigilandcl ¡i los sclviéticos clerscle todcis los ángulos.

En ellr tcní¿¡ lnucho en común con ios agentes dc inteligencia a b<.¡rdorkr su n¿vc,. Eiios poclian elcgir sr-r destino. estos hombres (lue erran los prin-cipnles espías y fisgoncs cle la Armacla. Podrí¿rn haber tripulado avioneserspías navalcs y estar cacl¿r noche de rcgreso €ln sus hogares a tiempo para('er-r¿lr, durnrienclr¡ con sus esposas en iug¿ir de dormitar rneji l la contra piesr:on nrecli¿r docena clc lrombrcs ] 'uno o clo-q torpedo-q. Pero para los agentesclc intel igc.nci i i . c¿rsi todr¡ io rcf i : rerntc a subrnar inos parecía i r radiar impor-tanci¿r v clram¿r. ¡i¡ ¡jg-r1.rlr lu.l ibirn a borclo con uniforrnes, como aquellos de

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) l ; I i l . ¡ r r t ,grr r lc l t r g i r l l in i r c i lg l

, \ r rst i r r tn al Cochi . r ¡o, rnodi f icaclos par¿l lucir l¿rs ccntel i¿1s de los operado-rcs r lc radio en lugar de sl ls propi¿rs insignias, las lcgendar ias var i l lasrclumpagueantes y plumas. Sus órclenes escritas indic¿rban solanic'nte quer lc 'bran present¿rrse de pase al "USS Cl¿rsi f icado".

l,a tarea dc'erstos ¿lgcntes era monitorcar ¿ll enelnigo, l levrrr a su paísla intel igenci¿r obtenida, dar la voz dc alanna si e l submarino cra detecta-clo por buqucs soviéticos o instalacion<-'s coster'¿rs que estaban comenzandoa explt.rrar los océ¿rnos con rirdar y sonar. Los patrulleros soviéticos habíanperrseguido ya a varios submarinos erstadr¡unidcnscrs. Estos cran, despuésde todo, k ls años que conducir Ían a ia Cr is is c le los N{ is i les Cub¿rnos. Erael t iernpo cn que la maquinar ia dc propaganda soviót ic¿r cncontró carne decaririn inclusivrr en el ctrento infi lnti l dc¡ "Hanscl y Gretel", elaborandcrtuna vcrsi t in segt in la cu¿i l los niños cl r : unos csf i r rzados trabajadr l les dc unagr:rr-rja cr¡lectiva cr¿rn esclavizados por un capitalista gorclo en una resi-c lencia plutocrát ica cr- i er l denroníaco Occidentc. Y los " : rmigos pol co-rrcspunclenc: ia" soviót icos lc escr ibían ¿r los nortear.ncr icanos r¡ f i 'eciéncl<¡ lesintcrcambi¿rr fotografías dc "c¿rtcclr¿rle-s hcrrnosas" por tomas de las costasnortcar¡rer ican¿rs. incluye r . rdo quizá pucrtos y f ondcaclcros. N{ ientrasIos honrbres dcl Cir i r lgc(, /¿ se prclraraban partr cmbarcar, pocos dc c l losr ludaban que r)ran los comb¿rt icntcs de Lrn¿r Í l r lcrr '¿r no dr,c lar¿ida. Var iosavioncs erspías n()r tcar lor ic¿rnos h¿rbí¿rr-r s i r lo c l r r r l ibados, y la t r ipulacióndt. l ( ) tu lgun¿ sr i lo podía sr . r ¡ roner Io r¡ue hrrr ían los soviót icos s i a. lgunl i vczlrr inct inabiul i l r in sLrbrr¿rr ino c le isu¿i l r - r¿ic ior-ral ic l¿rd.

El Gutl¿¡eott cl 'a ullo dc los subm¿rrinos ur¿is nrodurnos dt¡ la Armada,trn¿t c l r . Ias pl i t r rcras unic l¿rdc,s cronvcnr: iorur l t ,s c l icscl-< ' l r ic t r ic '¿rs c l is i ,ñad¡ ic lcsde un pr incipio con sn<lr l<cl v crqLr ipos c le:ctrr in icos dr,¡ cscucrh¿r subrcpt i -c i¿r. En su ant igur i .v logcnr lar io ast i l lero t 'n ( l roton, Llonnect icut , la Eiec-tr ic Bo¿rt Compan-v había com¡r lct¿rdo .ya Lrs ckrs 1;r inrelos subnr¿rr inos c lc

¡rro¡ruls i t in nuclerar dc l¿¡ Arnracla, e¡ l [ ]SS l , t roul i lus (^ l 'SN-571) y c l LISS,Scnrrro// '(SSN-575), pero Il.ynritn Rickovcr, ¿lh()r¿1 convertido t:n ¡rlnrir '¿rnte,rro r :statr¿r r l t : l todo st : Í l 'ur ' ( ) r le quercr pon( ' r sus naves dircctar lent t 'en elc¿u.uino de l¿i Armada soviótic¿r. El e'jcrcía 1'¡ici lnre'nti¡ cl p<lder suficientr:¡ rara mirntcncl los en cl p¿rÍs.

Ricl<or.r:r cr¿1 ],-a un m¿restr<¡ t lo la ¡rolit ici i clcl potlt 'r. Nacickl en el en-clave. j t rdío de N' I¿, ikr¡r ,v. I 'o lonia, cerca ck '80 k i lónrctros al nortc c le Varsovia.¡r-r f irmil ia uti l izri sus r'íncukrs con el Cr.rngr-eso ¡rara iograr su admisitin er.lla Acaclcrnia Nal '¿i l . CuancLr co¡.r t t , t rzír u t rabi¡ar en los exper imentos in i -ci¿¡le¡s con encrgía nucloar. presiolró a la Arnr¿rcla par¿l quc comenzasc ¿li :onstrui l subnrar inos nuclealcs h¿rciént. lose pr imcrro dcsignar cn Lln c i r re,or l i rer : t i r '<¡ c le nráxirno nivc: l cn ia Conl is ión de Enorgía Atórnica. Era t ¡ rnr l t 's i r¿rrado que laArmacl¿i le ncgt i dos veccs el ascenso a contr¿ralmiratntc,

¡rr , r 'o l t icko" 'cr recurr i r i a u.u anr igo en cr l Oongrcso y tambión consigui , r escr ionl l r r¿tr t t icnto.

Whislier. ' ¿I go-flo 57

r\ [ ror '¿r r ,st¿r l t¿r ut i l izanclo sus submarinos nuclc l i res corno estrel las del ; rs r t : l¿r t : iones publ ic: is -el presupuesto de la Arm¿rda p¿rrecía adquir i rnu(,vo in ipulso cacla vez quo un cotrgresista entprendía una naveÉTación enl¡na unicl¿rcl propulsacla con energÍa nuclear-. Por cierto, el l/o¿¿li lus sei'stabir prep¿irando para 1o máximo en dramatización: la Amrada queríacolrve rtir lo en el plimer submarino erl desliz¿rrsc bajc.r erl hielo del Artico yl lc l rnzar ei pcl lo Norter.

Así es que lireron los subrnarinos clicsel Ir s que hacían todo el trabajo¡[6¡ ¡-spi<rnaj c, el (]Lt.dge.¿l¿ entre ellos micntras naveg¿ib¿l con rumbo nortehacia Vl¿rclivostok, la mayur b¿rse naval soviética en el P¿rcífico. Aquél l legíla sLr estación par¿r csta operacitin erspeciul, o "spec o¡t", a principios de trgcls-to, t ranspol ' tando trcs r¡ cuatro agentes dc intel igenci i r , a lgunos de el losl"rabituados va ir pre,star atencirin a cualqr,ricr indicir¡ de qr.re su ¿iproxima-ción hubie:r'¿r si(lo cletcctad¿r.

Sc'h¿r l - , í ¡ ¡ a¡ t i r iado eqtr ipcl c le cscuch¿t adic ional e l r tot los los t rspaciosclr¡nclc cupicse. lJn tócnico en courunicaciones. instruid<l en ruso, explorabacl t ráf ico brrqr-rc-cr . rsta cn busc¿r dc cuir lquicr gr i to soviót ico de "subrnar ino

¿rvist¿rdo". Otro agentc de intc l igencia cr tmt 'nzt i a operar el equipo dc apclyoelerc: t ron ico, buscando emisiones r¿rdar qLtc pt td ieran detectar al Gudgeon yscl la iar la ncccsic iad dc i r ¿r inmersión. Si pocl ía, grabar ia la emisión de eseracl¿rr para quc la intc l igcncia cstadotrnide¡¡ ; ¡ pudiera buscar fonnas deintt 'r{ 'crir ern cl f 'r,rtur<l las cmisioncs soviótic¿rs de este tipo. Un especialistason¿rr est¿rba l is to para ¿ryud¿rr i r grabar las " f i rnras acútst icas" de cualquiersubm¿ir ino o buquc sovi( : t ico quo tr¿tnsi tase por al l í . Aquel las huel lasdistintivas y erxclusivas clc kls ruidos clc hrrl ice'y maquinirria podrían ayu-cl:rr más t¿rrclc ir las firerrzirs cstaclot¡nidc'l)scls a identif icar eu el mar lasun ic laclcs soviót icas.

Como sicmpre , lo quc los agentes de intc l igencia poclr ían f inalmentcrecol lcr toní i l qtrer ver con l¿r suertc tant<l como con l¿l habi l idad. Nohabíaforrna cle predecir cómo se desarr t t l lar ía l¿r misión.

Bc-ssac n<.r perrmitici quc su subm¿trino sc, cle morara deurasiaclo con esat:rre'¿r antr's dc clar las rirdcnes qr.re lt i l lc¡vanrrr a acercarsc) sigilosamente allírnitc clc las 12 mill¿rs del mar territorial reclalnado por los soviéticos,

. justo l ror c lc lante¡. Sus <irc letrcs le permit íau hacer eso, inclusive a ingresar¿rl iímite¡ de las 3 nri l l¿r-. de mar territori¿rl rcconocido por Ios Estados Uni-cios. Este era el verrdaderri inicio de la operacir-rn, el corniernzo de una rutina

¡r lani f icacla c le un rncs de dnlación. Ingrcsar c lurante el día, acercarse,nrantener la mayor parte c le los 87.5 metros de e s lora ¡z 8,3 metros de man-ga clel casco del ,*ubrn¿rrino cscondidos ba.ic' el agu¡I, pcro permitiendo que

Ios l ie'risco¡rios y las ¿rnten¿¡s asorn¿isen en la superficier.C¿td¿i noche, t:I Gurlgect¡¿ debería alc.iarse 20 rl 30 nti l las, apenas lo

strficicnternentc it ' jos como p¿lr¿] quc ltudiera l l i) l tcl 'en m¿trcha sus ruido-sos notc¡rcs. h¿rce-'r snorkel y carg¿lr sus bate-'rí¿rs, aspirando aire l impio y

r' l irninando erl moníixiclo dc carbotro v otros gascrs tóxicos a través de una

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l ' )1.¡rrcgrr r l t , l r r g i r l l in i r c iegrr

t t r l r t ' r ' ía esl lecial . Esta maniobra proveerÍa el a i re l impio y car.gar. í¿r. laslurterr¿rs lo suficiente para poder operar durante otro día de inmersiónsi lenciosa ell aguas sr.¡viéticas.

Si la misión se desarrollaba segírn lo planeado , el Gudgeon no opera-ria su.s mcltores en ningúrn lugar próximri a la costa soviética, y no se accr-caría a la superficie más all¿i de Ia profundidad de snorkel hasta queo.stuviera navegando francamcntc cle rcgreso a Japón. Hasta ese instante,los hombres vivirían dentro de su apretada caparazón de acero, trabajan-tk¡ en medio de una nube de vapclres de cornbustible diesel que ni siquierase podía eliminar cuando se h¿rcía snorkel.

su tripulación difíci lnlente percibítr ya el olor. Sus ropas, su pier, sucabello, todo estaba impregnado de "Eau de Diesel", la fragancia cle marcaregi.strada propia del subnrarinista y una quc en¡rascaraba cltros oloresinsultantes. con las duch¿rs de la tripulación generalmente atiborradascon cornida, Ios honrbres tcnían, cn e.l ntc' jclr de los casos, medio balclc cleitgua fresca por día para lavarse. Glacias a Ios nucvos desti ladorers instala-clos en eI ( )udgeon, c l agtra cra rnucho más l inrpia quc aqucl)a cr¡n sabor alata oxidada habi tual en los submarinos convcncionales más viejus, perosu dis¡ lonibi l idacl era reclucida. De modo que los holnbrcs ic learonalgir¡ostrucos para sac¿rr cl máxirno provecho de esta preciosa comcldid¿rd. trl bañocolnr:nzaba prinrero por la cara, lucrgrr sc f rotaban el cuerpcl cron una espon-.ja. Uti l izaban duchas con agua salad¿r proveniente de los contpartimieirtosclc nráquinas,.y t tbtenían algunos l i t ros acl jc ion¿r l r ,s c le agua en el intcr iortlel btrque coloc¿tndo baldcs p¿rr¿r recoger la omniprescnte i:onclcnsaciíln quedt ' jaba todo a bordo completanrente húmedo. Generalmc'ntc. h¿rbía conclen-sacirin sufjciente para permitir les a los hon.rbres lavar su r.opa al rlenosttna vez e¡I ' r cada operaci í l t r . Aque' l lo era grat i f rcacióu suf ic iente ' , f le maneraque r '¿lra vez se preocupaban por maldecir la niebla que) se elevaba cle lasstlntit-ttts, transfbrnando sus cuchetas en pantanos me'tálicos. Eptgnccs.¿quó importaba que sus colchoncs tuvieran quc ser envueltos proli jamentecon inrprovisados cubrecalnas der plástico para protegerlos de la humc.cl¿rd?Todcls los subnrar in istas aprendían en poco t ienrpo a abr i r sus carnascon rapidcz, desl izarse dentro de el las y cerrar nucrvanrente la envol turaplást ica.

El conf'ort e¡ra una cosa, el seguir vi., 'o era otra. Y para r:lkr, las rc-glaseran sencil las. Permanecer en silencio, permancccr sumer.gidos v, s;bret .dr . evi tar ser detcctados. Esta úl t ima era la r t 'g la más crucial . y i no qu,,t l Guct.geon estaba por romper.

sucedió el lunes 19 de agosto de 1957, en algún instante después clelas 5:00 p.m., hora de la costa soviética del Pacífico . Er Guitgeo,t hub¡uostado sumergido durante casi doce horas. Tornaría dos a tlr:s hclras nave-gar al punto aislado donde haria snorkel, y despuó,s varias más para reno-var el aire y generar la suficiernte energía eléctrica para operar todo el clíasiguiente. El aire a bordo ya se había vuelto bastante dernso. olía peor quecl a loma usual del combust ib le diesel . y sabía isual de mal.

Wtriskey a go-go 59

[ ]n grupo de hombres e-staba en la carnareta mirando el primer rollorlt, la película Bad Day at Black Rock. Por encima del zumbiclo de un pro-

.\ 'r 'ctor de 16 inm, Spencer Tbacy, Lee Marvin y Ernest Borgnine estabanrepresentando los días inmediatamente posteriores a la Segunda GuerraN{uncl ia l . La pel ícula era razor lablemente nueva. La Armada tratabade' compensar con buenas películas y buena comida la carencia de agrra,espaci<r y privacidad que afcctaba a los submarinos.

Entonces, por un momento, la nave se escoró a una bancla. Sólo l ige-r¿rnrente cn realidad, la clase de balance<) que se produce normalmenteba.jo la superficie con mar agitado. Pero en las aguas calmas de Vladivos-tok, csa clasr¡ de cscora sólo se proclucía cuando afloraba la vela, y golpea-b¿i contra las cllas. Luego el Gttdgeort comenzó a descender. lJna vez más,no se trataba cle n¿rda exagerackr, no era una za¡nbull ida vertiginosa. Estocra r.nás suave, apenas un ángulo que los tripulantes podían percibir bajostis pies.

I)e repcnter sonó la alarma. l{o había nada de suti l en el l lamado questrrgió c le l c l i fusr¡r c le í r rdenes: " ;Ctrbr i r pucstos de cr¡mbatel" .

Ahora todos est¿rban despic:rtos y corricnclo a la vez, arrojándose fue-ra r.lc' las cuchetas, fucra de la cam¿rreta, fuera de casi cualquic'r rincón,¿rlrrctuiándose unos contr¿r <ltros en los pasil los no más anchos que un hclm-bre. Sc' tomaban dc l¿rs barr¿rs sr¡ldadas sc¡bre las portas estancas de formaoval, lanz¿tndo sus piernas haci¿r el siguiente compartimientri, se¡¡ridaspor los honrbros y la cabcza. Desccndí¿rn cleslizándose por t:scalas o porcscaleras que no eran mucho más que escal¿rs. Todos el los estaban hacicn-<i<¡ m¿.rs ruiclo de'l quc debían.

"Aflor¿irnos -gritír un hombre a cualquiera que quisiera oírlo-. Losmalclitos rusos cstán allí arriba. Y eri viejo acaba de l lcvarlo a plano profunclo."

Algunos de los otros hombres pensaban que el mást i l de contra-mcdicl¿rs electrónicas había pernraneciclo izaclc¡ derrnasiado tiempo. Teníaaproximadamentc 30 cm de diámetro y sr-rbresalía medio metro, y se supo-nía qr-re cl cll icial cc¡rna¡rcl¿inte cle guardia lo arriaría tan prontn clctectaseernisiones radar qtre indicasen que los soviéticos podían haber localizadoaI Cudgeon. Nonnalmente cl m¿isti l permanecÍa izado mientras lo estuvie-ra cl pcriscopio, es decir:, l l0 segundos por vez. Pero en estos viaies cercaclc l¿r c<¡st¿r sc¡r' iótic¿r. el násti l se mantenía izado un poco más, ya que se lehabían agregzrdo como ramas otras antenas para obtener inteligencia.O bien l¿r orden cle arriarlo l legír demasi¿rclo tardc o los controles de profun-didad del GLtdgeor¿ lleron mal operados, dc-jando tal vez expuestos tantoci mást i l como parte de la vela.

De todas fbrma, cualquier cosa que se proyectase por fuera de esas¿rglras calrnas habría conve¡ticlo al Cttdgeort en algo extremadamente fácildr; avistar, y lo habían avistado. Los buques soviéticos todavía estabanrlit ' igiéndose h¿icia ól cuarrdo Bcss¿rc corncnzó a gritar las órdenes para lac' jccución de rnaniobras evasivas . Hizo descender abruptamente al buque,

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l , i l . ¡ r r t ,go t l t , l r r grr l l i r ra c icgi i

l rusc¡nclo una napa, una masa de agua fr ía que pudiera esconder su s l lb-lrarino refleiando hacia la superficie cualqLrier ernisión sonar dirigida ha-cia abajo por los buques arriba de é1. Dcfinit ivamente los soviéticos opcra-ríatr sus sonares elt acti\¡o, enviando haces sonoros extremadamente precisosque creaban una imagen rnuy cornpleta de lo quc había bajo las aguas. Notenían motivos para tratar dc cscuchar a tr¿l\,és de la estática del sonarpasivo, n ingún mot ivo para no haccr ruido. El los no €tran quie:nes estabansiendo cazados.

Treinta metrrls, sr¡senta mctros, Bcssac uo lograba encontrar esa napabajo la cual csconderse . Cl icn metros.

Entonces la dotacir in lo cscuchr i . "Ping.. . Ping. . Ping.. . " L¿rs ernis io-l les rus¿ls reson¿lron provtlcando ttscalt¡fríos mctálicos cn el Grzr/g.r.)/? .y sulr ipr , r laciórr . un buque sc r l i r igía dire¡ctamcnte ¿r su posic i t in. Bess¿rccoltlc¡nzri ¿r l lev¿rr erl subtn¿,trino ír lnayor profünclidad y nri is allá clerl líniiteclc ias I2 millas. Muchos cn la tripulircirin cstaban conve-'r.rciclos quer h:rbíanlogrudo csc¿lp¿rr , pcro los soviót icos cont inuaban con l¿r caccrÍ¿1. Operanclotrxclrtsivlrt ' t. leuter sclbrc b¿rterías.y en inmcrsirin, cl Gu.cl¿1cotr no podíit csca-pi i rsclcs, no podía darr a lgo ruás quc unos pocos nudos.

Para etrtonccs, toclos los hornbrers a bordo cstabalt concentr¿rdos c-'ncr iur<i cscabul l i rsc. Los ¡r laneros conclucían cl submarino cn f i t rma cstabledurante el c lcscenso. Otros l ronrbrcs v ig i l i rban los manrimctros dc¡ prof i rn-c l ic lacl . Bessac pe r tnanecía on cl aprctaclo compart in i iento de control i rn-par l i r :nclo t l rdcncs. El tcnienLc.Iol ln O. Oo¡r¡rcdge, el scgunclo contandantedc nroclalers srrreñ{rs, "Bo" para la dot¿rcir in, cst¿rb¿r j t rnto ¿r l cor-nand¿rnto.

Cubr icndo sus puestos etr un círculr i ¿r l rededor der l l l ismo r- 's t ¡ rban losol ic ia les c lc contrr¡ l ckr l¿rs: l r lnAS, l is tos para apuntar las y lanzar las s i seles claba la tlrcleu, y l<ls subofici¿rles se¡ñalcros, csos ¿rvr¡d¿rntes clcl nave--ga-cit in qtre se inclinaban sobrc. Ias r:itrtas tr¿rz¿tnclo los camltios dc runrbo mie¡-t ras c l Gttdgettn sc m<¡ví i t para c ludir ¿i sus tor turadorcs. Al otro laclo c leuna purta estanca, . justo af ut ' ra del cot lpart imiernt<t de control . lcrsol lc ' radt l res son{ l r cstaban scntr tdos en srr rccinto oscuretc ido obse.rv¿indnl:is pantallas y tratanckr dc cont¿rr las rr.r '<lltrc' i<lncs dr¡ l¿rs hti l ic:cs.

Había dos buques arr iba, despuós tn¿is, todos rcuniéndos€) paraalerrar al Guclgeott .

Los hontbres comenzaron a tomar n<¡ta clrr la situaciór.r. Las tl¿rteríasc)el Gudgeol poserian la poc:r carg¿t c¿tractcrístic¿r del f irr clcl día, ¡. slr aile ,la contar¡inacirin propia de tai circunstancia. I.Io había ft lrrna dc h¡rcer fun-cion¿tr los tncltores cliesel y as¡tirar airer t i ' t -sco o rcrcargar las l¡atelías, no arnenos qrrc Bessac pucliera l ler.¿ir al Gud¿¡eon l<l -quficiententerntc ccrca cle l its t rperf ic ic cot lo para izar el rnást i lde snorkcl y mantener lo al l í hasla qtrct ' l ¿r i re se hubiera renovado. L¿r concentración de dióxido de, curbol to era yaIo str f ic ientementc al ta conro para qLte algunos de los hombrcs s int ieranl l r iust tas y r l t ros t t t t ' iera¡ i c lo lores de cabeza, del t ipo que srr s ientc como si l¿r

Whiskev a g0-go 61

tapa de los sesos fuese a partirse. Este era el peor mr.¡mento del día encualquier submarino convencional, con seguridad el peor de todos para seratrapado.

Los equipos que no eran esenciales fueron desconectados para conser-val encrgía y disminuir los luidos. Se pararon las máquin¿1s para fábricarhielo. Las luces se atenuaron hasta niveles de emergencia, rnás resplandorque i luminación. Los vent i ladores.y extractores fueron apagaclos.

Bess¿rc dio la orde'n de cubrir puestos dc combate reducidos, permi-tiendo que uruchos tripuiantes fueran a sus cuchetas para conservar eloxígeno. Arriba, un buque tomó al Gudgeon con las emisiones de su sonar,l levándolo hacia otro buque, que repitió el acoso con las slryas. Cada ermi-sión recorclaba a la dotación que alguien a bordo habí¿r conretido un error,un0 grarrde.

Del cuarto sonarr l legó crl infbnne. Arriba habi¿i ahora por Io menoscuatro buquers. Los hombres mnlcl i ieron a "Ol'rarl ic Brou'n", e'l norrrbrc cortquo se referían a los soviét icos cuaudo no enrplcaban descr ipcioncs nráscokrr idas.

Lucgo l lcgr i otra ruecla de emisjones sonar ' . Fucron seguidas por algonriis, ir lgo nrucho más aterrador.

Cr in una scr ie de "pr)ps", una l luvia de pequeñas explosiones des-cerndiri y rodcri t l Gutlgeott. Había estado tratandr> cle cambial dr: rumbonuev¿rnrente, tratando de eluclir a sus captores. Y atluélkrs h¿rbían rcs-p<lndido. Los soviéticos estaban lanzando al agna carflas der profirndidadpcquc'r1as, sonaban como !{ranadas dc mano.

l,os sonid¡rs rctumbaron a través del casc:o, con {irerz¿r. El buque csta-b¿r irrtacto; t: l ()udgeon podía soportar est¿rs explosioltos per¡ucñus. Pt'ro

¿.qtré pasarí¿r si los so'u'i(¡t icos tomaban después el asunto etr sc:rio, c{)r) car-g:rs de profr-rndidacl de verdad?

Bessac comcnzal a inrpartir rirclenes ptri i Lrrl nucvo conjunto dc ma-niobras evasivas. En c.l compartimiento cle c<introl, los hornbrers trabajirronesfbrzándose por (rscuchar nrás al lá del submari t ro. C)tros ¡rermanccieloninmóviles en sus cuch('-tas, escucharrdo también, erspcrando cl estruend<lde explosiones más fuertes, del t ipo dc las que significaban que el Guclgeonpodr'ía no salir nlrnca más a -superficie.

Los marineros más modernos estaban perceptiblemente ne'rviosos. Losveteranos e'ncanecidcls, los pocos que habían participaclo c'n Ia SeglrndaGuerra Mundial, podían esconcler mejor sus tcmores, pero para ellos estcmomento era realnente mucho peor. Ellos sabían lo clue poclía provocarLlna carga de profundidad. Sabían que el buque homrinirno. el submarino()tt.clgeon de la Segunda Gtrerra N{undial, se perdiír cn el Pacífico en 1944 yser creía que fue destruido por cargas de profundidad ernemigas. Ellos ha-bían perdido camaradas en subrnarinos de aquella ópoca, y algunos cle elloshabían estado en buques que escaparon por ruuv poco cuando les fueronlanz¿rclas esas carsas. El los habían sent ido las fur iosas sacudidas. queda-

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( ' :

ron ellrpapados cuando el agua brotó de las tuberías averiadas cle susbuques, se habían preguntado cuánto tiempo podrían resistir dentro dellrágil acero.

Los soviéticos hicieron otra pasada, luego otra, haciendo llover sobreerllos sus emisiones sonar y cargas como granadas.

"Permanezca en calma, saldremos de csto", le murmuró Bessac a unloven asistente, todavía en su adi¡lescencia.

El muchacho ya exhibía talismanes contra las catástrofes, tatuajes cleun pollo y un cerdo, cada uno de ellos dibujado en un pie. Aquello erá .,nur:specie de tradición, tomada de una antigua leyenda hawaiana. Se decíac¡ue los pollos y los cerdos encontrarían siempre algo donde permanecer aflotc y nunca se ahogarían. varios de los hombres estaban tatuados de lamisma ftirrna.

Para entonces, el asedio se había extendido por casi tres horas. Bes-sac cont inuó buscando esa napa, sumergienclo al submarino hasta alcan-zar la profundidad de prueba, alrededor de 210 metros, v crespués un pocomás. No hr-rbo suerte. Quizás había una napa cerca dc los 260 metroi . El()tdgeon debería haber sido capaz cle soportar la presión del mar inclusive¿l csos trcinta rnctros adiciclnales o algo por el esti lo, y probablemente Bes-sac hubicra corrido el riesgo. Pero había otro problem¿1, uno quc Ie impedíaal comarrdanter l levar la prueba al extremo: en las primeral horas de eseclía algo st: había atorado en la porta externa clel eyector cle resicluos. Sesuponia c¡ue todo lo que sc metía en el evector debÍ¿r estar dentro cle bolsasbicn cerradas. Todos ¿r bordo sabían eso. Normahnente se expelía una co-It¡mna dc aguir a través de la abertura, y tanto el agua como los resich¡oser¿rn derscargadtis al mar. Pero alguien simplemente arro.jó algo dentro delcyector', probablemente sin pensarlo, y cualquiera que hubier¿r siclo el ob.je-to, lo habí¿r tr¿lbaclo.

Ahor¿r sri lo quedaba ler porta interna del eyector, un pedazo cle accrcrcrlntetl iendo al océano fuera del subrnarino. Inclusive a una profirnclidaddcr t¿rn s(rlo 60 metros, Ia presión del mar podría forzar a través cle unorif icio de 3 cm de diámetro una cantidad de agua suficiente para rebasarla capacidad del sistema de bombeo y hundir un submarinri. si la portaintcrna que cerraba el eyector de residuos cedía aho¡.a, con el Guclgion aesa profündidad, el buque estaría perdido.

l lno de los hombres más antiguos entre cl personal subalterno clclsubrnarino, un subofrcial, había tenido todo el día un mal presentimientorespecto clel cyector, mucho antes de que llegasen los soviéticos. Había su-gerido enviar alguien nadando afüera del buqrre par.a clestrabarlo. peroBessac había deciclido que rlo podían arriesgarse a una maniobra de esetipo. No habría tenido importancia de no ser que el Gudp¡eon estaba ahoracn una posición cn la cual una profundidad algo rnayor lo podría salvar.Pero no podrían ir más profundo.

Bessac comenzó a probar otras maniobras evasivas. Recurrió a los"falsos blancos", clispositivos que eran lanzaclos a través clel eyector cle se-

WhiskeY a go-go 63

¡, lq, : r , . t , l c . r ' ¡ rar t r r . iento de popa. Venían en recipientes de lata de casi

, r r , r t , t r . , ) ( r ( . I l r rgo . , r ioü" b";"¿o se ros lanzaba, reaccionaban forman-

rl, r 'rr r ' l i l Í iu¿I una t*¡o ¿" burbujas q"u to"f""clian ai sonar' un efecto

¡, ' , , , ' t . i< lo " i

q. ," provocaría un Alka-Sel tzer grgante

r,os soviéticos no cayeron en er "r"rgun,r.

ñÁpundieron a ios falsos blan-

,.,,s <lrrl Gtttrgettn or, átru .oncla de cargas conro granadas lanzadas al agua'

,.trrr castigt.r pot ott*otse a realiza' '-tt-u lutlobtu evasiva? ¿Una burla

r¡;rr.¿t mostrar cuán -t."á"fr"¡iu

=idu cl fracasci? No importaba' El G¿¿d-

,,,'..,,, ''.'.8t* r*:';'*iil lt"J?,,"""el y. con un ,,intentémosl.", comenzír a

rlarle órclenes para.""i". l, "r

submaiino directarnente hacia el enetnrgo'

t 'spcranclo que esa d;;;; 'ú-ttu "tun¡ubta que los soviéticos janrás cspe-

r.rrrían. N' f 'unci'nó Ñt;;;;.o sucedió t"u'-tdu cavl c9n su bglue ib:?:.1

luego a estribor, f""g't 'otlu cl frerltc u-na vez más Cacla mani<lbra cvaslva

.. 't ' . .urtto.tacla con ina tormenta de explosivlrs'

Al-rora podría ñ"t'"t habiclo to'"ttt ' ct 'mo ocho buqucs allí ¿rrriba' Un

butluc pasarÍa ouf""IZt' <I¿¡"o"' luego vendrÍa el siguientc para stl corrl-

cla. Tockr el t icmpo,1,,. ,urluri.tos nrantuvi.erclrr couLactr) sobrt: Ios sovióti-

cos,yclpersonalc{ect lntrol t i ronranttrvclapunt i rdossu-storpcldt ls.Pcrohabía ulra polít ica general d9 "no abrir fuego;-para los snbmarinrls espías:

rr() abrir fuego a nrñ.rq,r" ftcsen atacaclos. Hasta sl nlolDelnto, las ci 'rrgas

pcqtteñas ,-ru l- 'at ' io" " ' iai ' t"t '- 'ptn'adas por explosivos rnas poderrlsrls'

Elasediocc¡nt inuó'c l t ¡celroras,"" i " t i . "ot ' t lhoras.Nacl ierecuerdacluer Bessac -" d" ;tt; i ;; ' c."nnáar"- abanclon¿rra ci cornparti '-r ionto

clc contr<tl. Si tugraBun dorntir algo, eran siestas breves. La mayorÍa' sr es

rtLre no toda la ¿ot"JJ", "Jut'n

uiui¿a"áose tambié1 1-^1::]" 't '

inclusive

lirs h<.rmbre, .u,tt i i"áo;;; ;ttt cuchetas que pernanecían cscuchando

""*t:iJ"",Tlorobl,lo., e l resp i rar, re sul tab a cxtrem ad a'rc n tr¡ doloroso

EI crcirt0 trayecto J"r¿"',eI aloiamiento de suboficiales hasta cl comparti-

' ienro cle controt ;;ü""jJ;;;J" "

los hombres, con sus ojos lagrimean-

do,comosiacabase'¡rdccorrervar ioski lómetros'Porsupuesto'nosclcocinaba a bordo. En cambio, lu* .u-u."ros repartían emparedados fiíos'

Se prohibió t¡-t l 'b"-tuttqoiu' fgrma era casi imposible e'ncender urr

cigarrillo or-, tu nt-oif"* tu'"t't" d" toig""o No obstante-' algunos holl-

bres encontrar.oD ;;;;i1"" á" ui.u donde -pudieron

hacerlo y aspirar una o

o"t' i ::Tj*;res dosificaron dentro dcl submari'o oxígerro provenierrte

de los boteltn'-'"" itJiJuJo'. i""'u ¿ut tJttt" dnt !" qolul:os cn proa' Percr

el agregar utt,i"';;t-;.;-fodia huto' pu'u reducir él rnonóxido v dióxido de

carbono q.," "ttuJ^t

oltutt'utt¿o niveles peligrosos' tit] L'ld"t teuían una

i a qu ec a p u'.,, u,.'t" lÑ;\;; ;: hTg::"::l3l il fl 'ffi ff : ]Jff f i:i:''Xü. o.-

Se ccllocaron recipientes con crlsli

lrt,r.parte ¿"r """".1ál' i l ;rd;,

;"."r;;;;. Algunos cle los ff istales f 'ueron

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( ; I I ' i l . ¡ r r r '1 io t l r ' l r r i i r r l l r rnr crr ' ;1;r

extencl idos encim¿1 de colchones para ¿lyudar en el proccso. Pero los nivck:sde dióxido der carbono sc mantuvieron demasiado altos. Los cristales nopodíiin absorber el mclnóxido de carbono, el gas incoloro e inodoro quefinalmente podría sumir a todos a borclo en un suerio pernranente. Lclsscrvióticos mantuvieron al Gudgeon itrrirtcc¡nado mientras se movíanaccrcándose y alcjándose, hacia los costados, diagonalmcnte, siguiendo losradios de un círcr i lo, fbrmado por los buques enemigos. Clon cada pasadal lcgaban las cmisiones, y después las granadas.

Al despunt¿rr la mañana del miércr¡ lcs 21 de agosto: s in cambios. Enla tardc del miércolcs: sin cambios. Al anocheccr del miórcoles: el Gudgeonhabía estado bajo asedio durante casi cuarenta y ocho h<lras y sumergidosin hacer snorkel durante casi sesenta y cuatro horas. Bessac había regis-trad<l proli jamcnte como nula la clistancia real navegada el-t sus piernascl t r rante esos dos días. Había quc hacer algo, algo drást ico.

Crip¡rt:dge conrcllzír ¿1 rccorror el buquer, diciéndole a los horrrbres queib¡rn a t rat¿rr c lc haccr snorkcl , t t ' l t¿tr c le "sacar nucstra nar iz fuera del¿rgLr¿1". Durantc c¿rsi todo cl asedio, los hombres habían cstado cubriendopr-rcstos dc combat,c reducidos. Ahora se había orden¿rdo cubrir todos lospucstos. TenÍan qlre renovar la atmósf'cra. Tenían que cnviar un mensajepidiendo ayucla. TenÍan que producir uu cambio en el statu qucl o morir ent ' l intcnto.

"Vamos ¿r subir -¿rnunciri Bessac crn t ' l cclrnpartimicnto de control-.Tan pronto l l r :guemos, conrcl l tzar a hacer snorkel ."

Mientras el Gtrclge<trt ascenrlí¿r. algunr-rs <le lcls hornbres trataron cieopcr¿lr o l mccanistno hidrául ico que izarÍa la ¿rntena de radio. Esta perma-neccría inrr t jv i l . Tendrí¿r que hubcrsc'extcndido con un f i rcr te ruido. Perotoclo lo que pudieron oscuchar fire un golpe, después otro. Tan pronto elsnorke¡l dal Cluclgt'<n¿ ¿rsonl<i cn la supcrficie, los hombres pusieron en mar-ch¿r los lnotores. El submarino aspiró r¡lra bocanada de aire, luego otra.

Entonccs uno cler los buques maniobró, se abaianzó directamente so-bre cl Grtdgaort cor.no si fuera a embestirlo, o al ment¡s para obligarlo astrmerrsirser. Los scrviét icos no i rabí¿rn terminado con el subnrar ino. Nohalirí¿rn clc permitir que sus hombres rellovasen cl ¿rirer, y ciertarnente nolcs deiarían pedir a.yuda.

Alguien hizo sonar ia alarma de col is ión, y Bessac cl io la orden desunrerrgirse. Se detuvieron lcls motclres, y el Gud.geon regresó a plano pro-

firnclo. La clotacirin no había podido envi¿tr un SOS. La atmósfera seguíatan cclntamin¿ida co¡ lo antes.

Ress¿rc orclenír que el Gudgeort descendiera hasta aproximaclamettte120 metros c le ' profundidi ld, mientras ideaba su próxima nr¿rniobra. Con-strltó con Coppcclge, que hablri con el.jcf 'e de Máquinas ¿fcerca del estado dc'I¿is b¿rt.crÍas y con Doc IIuntley, el cufermcro. respecto del estado dc'l airc ¡rde' l¿r c lotación. Ressac tcnía pocas opcionc's. Era obvio quer sus hombre-o nr¡

sgbre¡'n' ivirían ntucho tiempo más. Las baterías podrían durar otras ochcl

Whiskey a go-g0 6b

hclras o algo así si el submarino no se movía demasiadcl, pero eso no ser.vi-ría para nada. El viejo sabía que carecía de la energía necesaria para esca-par cle sus torturadores.

Rápidamente, se tomó la decis ión. El Gudgeon trataría de hacersnorkel nuer,amente, y probablelnente tendría que salir a superficie. perohabía algo que no sucedería. No sería abordado; no sería capturaclo. Elcclnranciante y la tripulación moririan primero. Ningún hombre: a borclcrfbrmuló r-rna objecii in.

Bes-qac ordenó abrir todas las portas externas cle los tubos lanzator-pedos. sabÍa que los soviéticos pcidrían escucharlos, y quería demclstrarque los norteamericanos eran cosa seria. Despué:s, se distribuyeron pisto-las entre algunos oficiales, incluido Doc Huntley, qlre recorrió er buqueblandiendo su .45, diciendo quc sll tarea sería matar a los agentes de inte-l igencia si los sovié:ticos trataban cle abordarlos. "Puede tragar una píklorayercic. o pucdo nratarlo", le: di.¡,, a ullo de ellos. D¡tc había siclo siempredif 'erente a los dclnás.

Probablemente Doc no estaba autor izado a c i rcurar morestando consu ¿rctitud morbosa. Tal vez, rnurmuró la tripulación, nunca se lc deberíahaberr provisto una pistola. Pero tenía la .45, y por el momcnto los agentesdc inteligencia le tenían más termor a Doc que a los soviéticos.

Mientr¿rs tanto, los agent.s v los operadores en el cuarto de racrioal otro lado dcl compart imit :nt ,o de cclntrol , cualquicra quc mani.pulaseralguna clave u otros papeles sensibles, comenzaron a colocar los c lentrocle sacas cle cucrcl repletas cle orif icios y lastradas ccln pkrmo. Algunosdocumentos fueron destruiclos directamente. Si los soviéticos trataban deabclrdarlos. csas sacas serían sacadas por la escoti l la y arrcrjaclas al fbnclclclel mar de Japón.

Este era el m.mento que ningún submarinista quería experimentar,y era uno de lr¡s peores que poclía cnfrentar cualqr.rier comandante. Eratambién una situación inevitable. Quizás el Gurlgeon htrbiera podido ale-jarse s i hubiera s ido capaz de i r ¡nás prof 'undo, s i aqrrel eyerctor de rcsiduosno sc hubierra trabado. Cualesquiera hubicsen sido los motivos, Bessac habíasido dcrrotad<t.

Desanimado, dio la orden de ascenderr.Bessac quería envi¿rr un rnensaie a la base estadounidense en Japón.

Pero durante el ascenso, el mástil de la antena de radio se trabri nueva-rlt¡nte. Tan pronto comr¡ el snorkel rompió la superficie, Bessac impartió laorden y lcls tres motores dcl Grrcl.geon se pusieron en marcha, ianzanclogases de escape tanto a la atmrisfera viciada en el interior del submarinoconro ¿r l e 'xtcr ior . Anadie le preocupaba ahora el escape de los motores, nonricntr¿rs e I snorkei siguiera aspirando aire l impio .v extrayendo el peor clelos venenos que los hombres h¿rbían estado respir.ando.

El submarino estaba ahora en plano de periscopio. Y era claro que loslrtrrlr-res soviéticos continuaban replegados. Pero ¿por cuánto tiempo?

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66 El iuego de la gal l ina c iega

Pasó un minuto, después dos. Después cinco. Los ]rombres ioclar, ía 'ohabían podido envi¿rr el mensaje. peroel Guclgeon continuaba aspira^doaire t- descargando los gases de escape. Los hombres se prcguntaban si sucoma-ndante seguiría con sll intención y saldría u .rp"ri i. i".

Inclusive hasta el ú l t into minuto Be..a. estuvocalcularrc lo, evalu¿rn-d'sus ,pci.nes. Er Gudgeon

'ccesitaría al menos veinte mi'utos de snor-

kel para logr^r una mínima purif icaciíln cle su atmósf'era, y aquello no ha-bría siquiera c'menzado a cargar sus baterías. Si tenía

"qr., .o-".grr*"

nuevamente, poclría, cn el mejr.¡r de los c¿rsos, arrastrase prlr el ug.,u ób."baterías. si perma.ecí¿r en plano de periscopio. poclía clóstinar un motorpara cargar las baterías e inclusive avanz¿rr algcl más rápido. pero eratinicamentc cn la supcrficic r¡uc cl Gu.dgeon poclia cmpr"rrhu. el tránsitc_rhacia Japrin a sll vc,locidad muxima cle' aproxirnaclanrcnte 20 ¡uc¡¡s. NohabÍa fbrma del saber si lrts br-rc¡uos sclviétrcos tratarían de ¿rcer.c¿rrse nuc-vanlente, pero ¿r r¡s¿r vclocidad, y con una ventaia, quizá, sol¿rmentc quizá,¡-roclría escapiirseles.

lbnlr j la únic¿r decis ión quc pocl ía. Bcssac le orclenó a su dr¡ tacrón sal i ri r supcrf ic ie.

N¿rcl ie h¿rbía resul tado hcr idor no s. habían cruzado las espadas, y n.s.t¡ había c'ntrcgado ningún tc¡rritorir>. Pero los Est¿rdos Unidos acabab¡inclc pcrdcr r¡n¿r b¿rtal l i r cru_cial . porpr imera vez en esta guerra f r ía bajo eJl l l i i l ' , t l l l s t tbnr¿lr ino est¿rdounidense había s ic lo obl igaclo ¿r elnprendár Iarct i r¿rda, a s¿r l i r dc su e¡sconcl i tc y poncrse en ul-ra s i tuación vulnerables<¡brc l¿r crcst¿l dc l¿rs ola-s.

Dcspues cle elso, Rcss¿tc c l i jo a sus hombres qrre enviasc¡ c lef in i t iva-l r . lenLer c l l terdido de'a-vuda t¿rrc l Ío.

"Enr'Ícn erl ln¿rlclito clesPacho en clar.o", gritó, cn respuesta a una pre_gunta del opcraclol de r¿rcl io a quien la t r ipulación l lamja , .Bacl Ass".

No tenía sentido tratar de scguir ocuitanclo quieines eran. El mensajesal ió s in c i f l 'ar . Mient las tantr¡ , e l conlancl¿rntr¡ comenzr i a t repar la exte-,nsaescala quc iba descle la cscot i l la i le l compart imiento de control haci¿r lave'la v h¿rsta el pue'te. Tlas ól subió uno cie los oficiales, un scñalero y untripu_lante para operar los teléfbn's autoc¡xcitacros que enviarían Ias órcle-nes dc Bessac resor.l¿ulclo a travrrs del buque' si los sirviéticos scr aproxlma-ba. parir t: l cornb¿rte. si había u. clcstrúctor entre eiios, el Gu<lget tt txttendrí¿r oportunidad.

AfLera todavía era de día. y los hombres en el pue^te podían ver a losst.rvioticos. Sólo dos buques, tal vez tres, habían queclaclo a la vista. Toclosellos er¿rtr unidacles antisubmarinas minúsculas. L¡r.s .soviéticos habían re-plegadcl el rcsto. No se precisaba una multitud para arrear a un submarinocon sus baterías moribundas.

Los s,vióticos transrnitieron "AA" -bigrama en código Morse que cleaclrerdo con el código Internacio¡ral de Scnales significa .fq.uion es usted?Identifíqr-re-se".

El Gudgeon respondió "A\"Los soviét icos contestaron, "CCCP", [ ]RSS en ruso.

Whiskeyago-go, 67

El GtLdgeor¿ contestti a su \¡ez, nuevatrtente en código Morse, "USN.

Nos uRrcllros a J¡póN".Se r t 'c ib ió la respuesta. una r l i rect iva al Cudgeon para que omprenda

l¿r marcha y se aleje de las aguas soviéticas. Ei señalero tradujo con sornapara 1a dotación: "Dije ron, 'Gracias por el ejercicio antisubmarino. Gracias

por ayudarnos a practicar la guerra antisubmarina"'. No pudo evitar una

-sonrisa. El restg de la clotación estaba riéndose también. De hecho, los

hornbres estaban alborozados. Estaban alejándclse de allí como si los persi-

guiera el d iablo.El festejo ya había comenzadcl cuando, lo que pareció ser hrlras más

tarde, avicrnes estadounidenses sobrevolaron para ver si el Gudgeor¿ esta-

ba a salvo mientras navegaba en superficie, poniendo la mayor distancia

posible entre él y la Unión Soviética.Por primera vez en días, los cclcineros calentaron los hornos. Esa no-

che hubo un plato cle carne para la cena y dtls lat¿rs de cerveza por hombre.

La gernte estaba asombrada. Nunca se les había ocurriclo que habría cerve-

za á borclo, ciertamente no cajas cle ella. Pero allí estaba, y estos hombres

sin clucla preferirían beberla antes que recordarle las normas al viejo.

Estaban en movimiento, estaban respira¡do, y las baterías se estaban

cargando. Estaban avergonzados, inclusive enroiccidos. Percl en esc mo-

meirto, no lss importaba. Estaban lejos y a salvo, y por primera vez los

hombres admitían entre ellos que nunca habían estado seguros de pr-rder

escapar. Obviamente, lgs soviéticos habrían podido hundir el submarino.

sirnplemente no quisieron hacerl6. o quizá, musitaba la dotación, querían

l-racerlo pero lro se los autclrizó.No hubo festeio oficial por el regreso del G&dgcon a Yokosuka cuando

tomó puerto aquel lunes 26 de aggstr-r, en el octavo aniversario del hundi-

rriento d,el Cochino. El humor en la base era lúgubre: aquel día los sovióti-

cos anunciaron que habían realizaclo exitosamente el primer vuelo de prueba

cle un rnisil balístico ir-rtercontinental (ICBM) lanzado desde tierra' Con un

clima tan tenso, la Armacla quería clar por terminado el incidente del Gttd'

ge(üt, y hacerlo rápido.-- ..-8,.r Ass", el operaclor de radio que había enviado el mensaje en claro,

firc ascencliclo a suboficial y daclo cle pase del buque inlnediatarnente. S€1

clecía que a partir de ese instantc la fuerza de submarinos le obligó a trans-

mitir lts mclnsaies con su mano izquierda, para que su esti lo, una especie

cle firma, no le dijese a quiene.s interceptaban las comunicaciones que ha-

bía un suburarino estadounidense ell las proximiclades'

Bessac fue traslaclado también. con-ro su traslado desde lcis submari-

nos convencionales a un puesto en la armada nuclear del almirante Ricko-

ve'r había siclo dispuesto ante's del asedio -soviético, no se cambiaron sus

ó¡clenes. Sin embargr.r, lo que c¿imbió fue el programa de actividades del

CrLclgeon. La Armada anunció precipitadamente que se convertiría en el

¡>,.i,r ier submarino cle cualquier nación en circunnavegar el globo. Era la

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IIII

\V l r ¡s l ic l i l go-go ( i9

( 1, \ r l ; r . \ ; , r . r r t r r r l t , St 'grrr i t I r r t I N¿tcir tn¿r l -e l o lganismo responsabler dell r r ¡ r lo:rrr ; r l is is r l t rc ' r r r¿r t¿lr supersecreto que inclusive ia gente que trabaja-l r : r r r l i i l r ronrr , r rb¿t ¿rcerca r ic que NSA signi f icaba "No éxiste ta l agencia" o"Nrrnc¿r c l iga nada"- comenzaron también a jugar un papel más importan-1r ' l r i r ra establecer las pr ior idades respecto de los f incs a sat isfacer con laoI r t t 'ncir in dt . i r r t t , l igent ' ia.

Di f ic i ln lernte ul1 sublnar ino cor lve'r . lc ional soviét ico habría cubiel tohasta esr: e:ntoncr:s el extenso rcc<irridn hasta las costas estadnunidenses,pero ello no dg¡¡1yu el estall ido cle l¿r "Il isteria lr¡j ir". Un micmbro de laCámara der Represent¿rntes declarr i que se habían avistado frente a lacost¿r clcl Atlántico casi doscientos submarinos sovióticos. Los ciudadanoscomuncs comcrnzaron a cubrir grrirrdias en "tones de observación de sub-m..rrir-ros", y dulante lcls años postcrirlrcs los "avistaie.s" dc submarinosse volv icron nras Jrecuentes. Un¿r mr.r . jcr tan sr i lo ident i f lc¿rda en los docu-rutentos c lc la Arrnad¿t como Sra. Gi lk inson inf i r rm¿rrÍa habcr avistacl<l t ressubnrar inos cerca de una playa dc Flor ida, incluvcndo Lrno que según el lasc aproximri hast¿r tms me¡tros c lc distancia mientras el la rcal iz¿rba buceoautrinclno. f ln hombrcr cn 1t¡xas infbrmó haber visto un periscopio donclerrcsul tó habel un me¡tro y medio c ic ngua.

La Arll¿rda cst¿rb¡r busc¿rndo t¿rnrbiór'r subnr¿rrinos sovióticos, pero gr¿rnpartr) do ln v ig i lanci¿r tcnía lugar. justo cn los l ímites del embuclo natnrall r r rm¿rdo por Liroenlandi¿r. Is lancl ia y c l Reincl l )n ido. Br¿r ruta venta. ja enor-nro par '¿i los Estnclos Unic l<ls. Los buqlres y subnrzrr inos soviét icos tenÍanquc transi tar cste punto fbc¿i l , la angostura "GIUK", para dir ig i rsc alos Estados t ln idos por la rut¿r dc¡ l At l¿int ico. Un cordón de submarinosconvoncic¡nalcs estadounide'nsc-s cstab¿1 cstacionado a menudo realizar-rdo"o¡rcraciont's de¡ barrera" a l¿r salid¿r dc la angostura, y las fuerzas navalesbr i tánicas ct¡nt inuaron buscando t¿rrnbi(rn submarinos soviét icos. Además,l¡. Arrnada c'staclor-rnidense habÍa colnenzado a instalar en las costas dcrlr \ t lánt ic<l . r 'c l t ; l l ) r rcí f ico disp<is i t ivos de cscnc,ha subacuát ica danclo r i r ige'na un¿r rcd cle escucha subrc¡rticia conocida como SOSIJS, por sisten'ra clevigi lnncia l rcúst ica, para detectar buques y subn.rar inos-. Sin embalgo, los¿rnal istas que trataban de interpretar las grabaciones del SOSUS precisa-ban r.n¿is dntos prlra ser capaccs dc reconocer los sonidos de los buques deguerra soviéticos entle todo el rr-rido de fondo provclcackr por embarcacionespcsqLlelas y buques mercantes. Necersitaban una biblioteca de firmas acús-t ic¿rs, -y la rncjor fcr lma der obtener la cra enviando submarinos esplas paracscuchitr y grah-rar.

Flabí¿r otra cosa que la Armada estaba buscando: la oportunidad paradc-.r 'olvcr e¡l mal rato. Queríarl vengarse de lcls rusos por 7o dcl Gttdgeon ycltros actos de acoso a submarinos cstadounidenses. El almirante JerauldWright, comandante en iefe do la Flota del Atlántico, colgó fuera de suof ic ina una proclama cnmarcada que decía:

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68 El juego de la gall ina ciega

mejor fr¡rma de sacarlo del Pacífico, cloncle ahora era bien conocido por lossoviéticos, y era la mej<-rr forma de tratar de evitar que la historia se difün-diese por toda la fuerza de subnrarinos.

Por suptiesto, la Armada ofreció otras explicaciones para el viaje. Ar-gumentando que se lo había elegido para l levar adelante el programa "deun pueblo a otro",l el presidente Eiserrhower designó personalmente a cadahombre del buque como "ernbajador de buena voluntad ante el mundo''. Acada uno de estos embajadores se ie orclenó no hablar ianás acerca delincidente.

Mientras tanto, vigorizada por su victoria, la Armada soviética co-menzó a acosar a otros submarinos espías estadounidenses. Entre ellosestuvo el USS Wahoo (SSN-565), que fue atrapado cerca de una playa so-viética a principios de 1958 pero consiguió escapar aun cuando uno de susmotores reventó. Quizá debido a que los snbrnarinos cumplían su traba.josilenciosamente, los sor.iéticos mostraron nrayor contcrnción que la eviden-ciada con los aviones espías, algunos de los cuales activaban deliberada-mente los radares de defensa con el objeto de evaluar taies sistemas. Apesar de lo molestos que se tornaron esos comb¿rtes subacuáticos, ningúnsubmarino resul tó hundido, v eu casi todas las ocasionc,s las "carga,. deprofundidad" no superaron er1 poder a los explosivos pequeños arrojadosal Gudgeon.

Pero los combates subr¡ar inos en ei ter¡ i tor io soviét ico se'habían af i r -mado cono parte de 1a gue.rra fi ' ía. r ' las tensior-res sri lr se intensificaroncuancio ambos bandos se prepar¿1rol1 para dcsplegar su: pr imeros , .ubma-r inos nucleares. Despu¿-s qutr cr- t t ¡ tot io de 1957 los sor- iét icos lanz¿rran elSputnik al espacio, e ' l presic lente Eisenhower aceleró rápic lamente lc,s pla-nes para construir submarinos de propuls ión nuclear que lanzarían nr is i -les balísticos Polaris mientras perrnanecían ocultos y en inmersión. Al mis-mo t iempo, la Armada estaba reacondic ionanclo algunos submarinosconvencionales para l levar a bordo misi le 's guiados Regulus, descencl ientescle las bombas voladoras alemanas con alcances entre 300 y 400 mi l lasnáuticas. Los submarinos Reguir"rs tenclrían que salir a superficie parrr.llanzamiento, y los misi les tendrían que ser guiados por radar desde el l¿rr-zamiento hasta el impacto tanto por el submarino lanzador como por Lrnilsegunda unidad estacionada más próxima a la costa soviética, pero airn asrconstituirían una amenazanueva y poderosa contra los soviéticr-rs.

El temor a que los soviét icos respondieran desplegando sus pl l ¡ r t , ,ssubmarinos espías y buques misilísticos cerca de aguas estadouniclensesalentó a los altos funcionarios en Washington a extender su gflrl 'a s,bt'eeste asunto del espionaje subacuáticcl. De improviscl, las operaciones a lasque los comandantes de las flotas de la Armada se habían acostumbraclo acontrolar estaban siendo revisadas por la Casa Blanca y el Pentágor-ro. Lat

I N. ¿l¿l Z: "People to People", en el texto original.

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Whislit '- l ' i t go-90 69

OIA y la Agencia dc Seguridad Nacionai -el organismo responsable delcriptr-ranii l isis quc er¿1 tan supersecreto quc inclusive la gente que trabaja-l¡¿r allí bromeub¡r acerca cle tlue NSA significaba "No éxiste tal agencia" r,r"Nunca cliga nada"- comenzaron t¿rmbién a jugar un pape'l nrás importan-te para establecer las prioridades rcspecto de los fines a satisfacer con laobtencir in dt ' int t ' l igent ' ia.

l) ifíci lmente un subrnarino convencional soviético habría cubiertoh¿rsta esc cntonces el extenso recorrido hast¿r las costas estadounidenses,pcro ello no clettrvo el estall ido de La "Histi:r ia roja". IJn miembro de laC¿im¿ira cle' Represcntantes declaró qlrr sc habÍan ¿rrristado frente a Iacosta del At lánt ico casi doscientos submarinos soviót icos. Los c iudadanosconrunes colnenzaron a cubrir guardias en "torrcs der observaci<in de sub-marinos", y durante los años postcriorcs los "avistajers" cle submarinosse¡ volvieron nras fre.cuentcs. Una mujer tan sri lo idcntif icada en lcls docu-nrenlos c lc la Armada como Sl 'a. Gi lk inson infrrrmaría haber ¿rvistado tressubnrar inos cerca dc rrna pluyir dc Flr l r ic la, incluycndo Lrno qut: según el lasc aproximri hast¿r t res met los de¡ distancia mierntras c l l¿r real izaba buceoautrinomo. f-Tn honibrer en Texas informó h¡rbcr visto un pcriscopio dondcrresultír h¿rbcr un me¡tro y mcdio cle i lgua.

LaArrnada estaba buscanclo tarnbión submarinos soviéticos, poro gr¿lnparte de la v i f j i lancia tenía lugar justo cn los l ínr i tes del embudo naturalf i r rm¿rdo pur Ciroenlancl ia, Is lancl ia y c l Reino l . l l l ido. Era t tna vcntaja enor-niLr para lc ls Estados Uniclos. Los buques . \ , submarinos st iv iét icos tenÍanql le t ransi tar este punto fbcal , la angostura "GIUK", para dir ig i rse aios Estados I-, lniclos por la rut¿r del Atl¿intico. Un cordrin de submarinosco¡rvencionalcs estadounidenses estaba cst¿rcionad<l a me- 'nudo real izando"opelacir.nc's de' barrer¿1" a la salida dc la angostura, y las firc'rzas navalesbl i t¿ir- l icas cont inuaron buscando t¿rrnbión subm¿rr inos soviót icos. Además,l¿i Armacl¿r cstadounidensc habÍ¿r comcnzado a instalar en las costas dclAt lánt ico l .c le l Pacíf ico dis¡rosi t ivos de escucha subacuát ic¿1 -dando or igen¿r ur1¿1 rcd clr: escucha subrepticia conocida como SOSIJS, por sistema devigilancia acústica, par:r dctcctar buqucs y submarinos-. Sin embargo, los¿rnalist¿rs que trataban clc intcrrprctar las grabaciones del SOSUS precisa-b¿rn r.n¿is datos plrra scr capacrels cle reconr.rccrr los sonidos cle los buques degllerra soviéticos entre todcl ei ruido de fondo provocado por embarcacionespesqucras -\ 'buqucs mercantes. lr lecesitab¿rl1 una biblioteca de firmas acús-ticas, y la mcjor forma cle obtenerla era enviando subrnarinos espías paracscLrchar y grabar.

Había otra. cosa que la Armada estaba buscando: la oportunidad paracle'volvcr e:l ¡ 'nai rato. QuerÍan \¡engarse de los rusos por lo del GtLdgeon yotros ¿rctos dc acoso ¿r submarinos estadoLuridenses. El alnrirante Jer¿rulclWright, conrandante en jefe de la Flota del Atlántico, colgó fuera de suoficir-ia una proclama enmarcada que decÍü:

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i o F)l iuego de la gall ina ciega

Visto que la presencia de submarinos no identif icados enproximidades de los Estados Unidos ha sido infbrmada frecueu-temente, y

Visto que los sr-rbrnarinos no han co<-rperado en infbrmar suidentidad o intenciones como lo requierern los usos v costumbrcsde marinos honorables, y

Visto que l¿r evidencia tangible sobre la ejecución de estasoperaciones subrepticias provocaría la vergüenza de quienes es-tán invi¡lucrados.

Por ello, por la presente me comprometo a donar un cajónde whiskey Jack Daniels Old No. 7, de pura malta der Tcnncsscey calidad reconocida, elaborado como lo hicieron nuestros padrcsdurante siete generaciones en la desti lerÍa de whiskey rnás anti-gu¿l que se registra cn los Estados Unidos, erstablecida en 1866,al primer Colnandantc en la Escena dc' la Accirin en el Atlánticoque provea evidencia de que un "subltrarino no estaclounidcnsc clno idcntif icado como amigo" ha quedaclo cxtcnuado.

I firnrudo / Jerauld WrigirtAhnirante, Armada der los EE.UU.

trl 18 de mayo de 1959, Wright declar<'r tttr ganador. El USS Crenadier(SS-525) pcrsigui í r un subnrar ino soviét ico cerca dei Is landia durantc nt te-I 'e horas antes dc forz¿tr lo a sal i r a superf ic ie. conlplctamente "extenLtado".

Il l comandantc derl Granotlicr, capitán cle corbeta Theodore F. Davis, rcci-

bió el whiskey, V la Arntada obligó a salir a superficie a su primcr subnrari-no soviért ico.

Más importantc, la Armada efectuó tanlbión su primera obscrvaciónclctallada de una unidad misilística soviética. f)avis h¿¡bí¿r atrapado a uno

de los Zulu quc había s ido convcrt ido para t rat isportar misi lcs. Tambiénlle¡vri a su base fotografizrs y grabacioncs, v la Annacla difhndió discreta-ntente' por tr dcl Wasl-rington su éxitrt. De hccho, nrás tardc cse año el asis-te 'nte c 'spercial c le l presidi :nte Eisenhowcr par:r la c icncia y la tecrr<r l<lgí t r ,(ieorge B. Kisti¿rkowsky, nnotó en su di¿rlio que había recil¡ ido un "rclatr-r

ntuy intercsante sobre las furrnas cn que nlrestr¿t Armacla obtiene ittfttrma-

cirin íntima de las ¿rctit, id¡rcles navales soviÓticas", ttn resLlmen informativoque era tan "secreto" que r-ro lo podÍa t ranscr ib i r a l papel . "Algún día-meditír sc convertirá cn una historia periodística rnuy erxcitante."

Algo más surgió t¿rmbién de estas riñas. Había una percepcirin c're-

c iente en ambos ban<ios dc que si b ien el snorkel había revolucionado la

gLrerra submarina, tenÍ¿r l imitaciones enornrcs. N'[ientras los submarinosprrdieran se.r rctcniclos en plar-ro profundo v sr-rs tri¡tulaciottes cleti¿rdas sil i

¿rire, todavía serí¿rn ntuy vulnerablc:s. P¿rr¿r la fucrza de subtnarinrls r:sta-

clounidensc estaba claro que la armada nuclear c lc Rickover no cotr t inuaríasiendo Lrna raleza. Hatría l legado el momentt) para l<ls subnariuos cle-'ocu-par t ' l ccntro dr ' l t 'scen¿tr iu.

Wlr is l i t 'y l l go'go 7I

1,os revolucionarios buques <1e Rickover contaban con una fuente depoderr aparelrtemente inagotable. Los reactores dividían átomos y conver-tí¿rn el agu¿r Lrl l v¿lpor, vapor suficicntc para n-rover el eje de un¿r hélicec impulsar ¿il strbmarino a mayor velocidad y por más tiempo de lcl clrLc.j irmás pocirÍa un submarino convencional . Tambión poclítrn irroducir slr pr'o-pir-r oxígcno y elin'rinar dc su ¿rtnrosfcra ei exceso dc di(rxiclo de carbono. Laperln¿lrlel)cia forzada en inniersión no constituiría nunca más una amcna-z¿r. Estos buqucs serían c¿rpaccs de quedarse sumergidos indefinidamente.

Los subm¿rr" inos nuclr :arc ls comenzaron a curnpl i r misiones c¡.rcref lerjaban fielmente aquellas er:nprendidas originalmente por los subn'iari-nos convol lc ionales, invacl iencio iu ipuncmente las agu¿ls soviét icas. Lastjrdcncs ¡rerrttanccicro¡r sin camltios. Navegar cerca de. las naves sovió-t icas, : run mi is ccrca de las costas sovic i t icas. Correr cual( l l l icr r iesgo. Noclc' i arsc irtrir¡ritr.

Pol t jemplo, r r l iners dc 1960. r ' l capi tán de fragata Wi l l iam "ts i l l " Be,l-i lelrs conclu.jo l¡ l t lSS Sh.ip.jctclt (5-S¡/ 5,95)h¿rsta la boc¿r dcl largo canal deaccieso ¿r N'[r¡rtnattsl<. Llcg<i t¿rn cerca cle otro puerrto sovictico que sus oficia-lcs J-rodÍ:rn obscrt,¿lr ¿r travírs del periscopio erl muelle clcl puerto ¿r tan s<iktlJ0 o 40 nrctros de cl ist¿urci¿r. Aquel lo pudo haber s ido nr¿is cerca de lo queinclusi 'u,c l¿r Arnrad¡r hr-rbicr¿r c lescado, al rnenos más cerca de lo que laAnn¿rcl¿i htrbicr '¿i quer ido jarnás ¿ic ln l i t i r . I )or c ier to, . justo antc 's dcl pasccrclc Bchrens ¡ror c ' l canal , a lgunos t l iqrulnntcs v icron a uno dc. sus ofrc ia lcss¿rc¿l' t le serviri ir) un erstinit igr¿rlo r'¡. lcc¿u-rico quc traz¿rb¿r los novimientosc.lt ' l subm¿rrirlo rlc fbrrna qlrc nuncil habrí¡r un registro grrlf ico de Ia incur-

-s i r in. N{¿ls tar tkr , durantc csa misr¡ra misión, Behrens l .nolr i toreo tambiénlas ¡rruebas cic t 'nar cle unri dc ios primeros subrn¿rrinos de la clase Golf,un¿r unidad de propuls ión diescl-eléctr ica quc f i rc el pr imer submarino so-viót ico diseñ¿rdo desde ei pr incipio para l l ( lvar misi les bal íst icos. Behrens,qr-rc in ic ia lnr t 'nte c¿rusó entre algunos de sus tr ipr-r lantes ler imprcsión des()r l)onrposo.v estúrpido, había clermostradcl qtrer podía.j ugtrr t irn poligrosa-r-ncntc cr imo cualc¡ t r ie r otro comanclante. quc podía ser un hombre en t ie¡rray otlo nrr.r¡, difercnte en el nar, cspccialmente cn el urar e.r) aguas soviéticas.

En este sent ido. Bt hrerns no c.staba solo. Est¿r era una época de co-r.l.rartdantcs de subnrarinos nuclc'¿rres tentcrarios a quienes, f ieles al legadocler l¿rs unid¿rr.les convc¡ncionales, era imposible encerrarl()s dctrás de unosl¡¿rn'otes. Al otro iado en el PacÍfico, un p¿lr de contandantes ¿p¿guacln tran-sitori arncnte sus reactores para elirninar el ruido de fondo cuando trata-ron de obtcnt'r f irrl¿rs acústicas -y repentinamcntc se encontraron con susbuquers descencl icndo dernasiado profundrr . Otro subrnar ino acechando e11piar-ro de per iscopio f i re embcst ido l tor un submarino soviét ico que come nzóa snlir a slrperfjcie descle abajo clc. cl.

Un¿r cle las metas m:is urge:ntes er¿l determinar cuán adelantados e¡s-tab¿in los st¡vióticos en su invcstigtrcirin sobre desarrollo cle submarinos de

¡lropulsirin nuclear. Aunque algunos altos funcionarios estadounidenses

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; ) I l l . jucgo de Ia gal l intr c icga

{ r' ir l l rc'nuentes a creerlo, gladualmentc' se hizo cviclente que los soviéticos.st l rb¿¡n comenz¿rndo a prodlrcr i r t res t i ¡ ros: Hotel , cacla un<l arnrado contrc 's rnis i lcs bal íst icos; Echo, quc transpr i r taban misi les c l 'L lcoro c lest ina-<los a ser eurplcados coutra unidadcs cle superf ic ier ; y subrnar inos dcrr t i - rque November. No obstante, los le lcv¿lmientos in ic ia les mostraronr lur- estos subrnar inos cran tan rucl inenlar ios y midosos que la Armadaestaclounidense le's r-rtorgí> cl apr-rclo de "gall in:r¡¡".2 y fornó por costumbrerefcr i rse a el los con ul1 sírnbolo c le taquigraf ía corrcspr¡ndicntc a la s ig laindicada. Pcro ni los Golf ni los Hotel estaban siquierra cc¡rc¿r de pod€rr serclestacados a una patrul ia.

Era cvic lente quc los Estados Unidos habían g¿1nado la carrera paraclr-,splcgar submarinos misilísticos dentro del alcance de l¿rs cost¿rs enerni-gns. Cuatro submarincls c l iesol con los pr imit ivos rnis i les Regr-r lus habÍannr¿rrc¿rdo el rumbo ern er l P¿rcí f rco en 1959 y 1960, y el pr imcl subnlar incrPolar is, c l t lSS George Wctshrngtot¿ (SSBII-598), sai ió al At iánt ico ennuvicmbre de 1960, impulsado por encrgía nuclc)ar. Al poco t icmpo, Ic lssr¡bnr¿¡r ' inos Rcgulus e-qtaban dcr l icándolc tarr to t ienr¡)o ¿r p( ' rn l¿rrrr :ccl ' ¿r lltcercho en el terrible clin-r¿r frcnte ¿,r l¿rs costi¡s sovictict¡s quo sus tripulacio-l lcs colrenzaron ¿1 ilarnarse a sí nrismas cl "Club de Y¿iters tlel P¿rcÍficoNortc". LIno, r ' l l lSS Cro¿uler ( .SS(]-57 7), rcsul t r i cr¡r . r ¿ivcrías dc consic lera-c: i t in cuando cl- locó contra un tómpano cle l - r ic io ccrca de la pcnÍnslr la dciiarnchatka. iustr-r f i 'cnte a la base soviótica cle I 'ctropavlovsk. Poco dcs-

¡ruús, los hombres diser iaror- i brochcs pzrra solap¿r quc mostr¿rban ul . rancla cruzada por trcs bandcr¿rs dc serñalers corresponclicntr:s ¿r las lctras"S", "M".y "F".Las in ic ia lcs aludían al gr i to ¿rcostumbraclo c l r r rantc unatr¡r 'nrc.nta: "¡Shi t ! ¡Manl ¡Fr.rck!"

Dur¿rnte tockrs cstos c lespl icgues, c l progranra Polar is s iguir í ¿rv¿rr1-zanclo. El presidente Eiscnhriwer le h¿tbía concedido ¿r Will i¿rnr F. "Red"Raborn, el iocuaz contra¿rlmir'¿rntc ¿t cargcl dc Polaris, una ¿rutoriclacl sin

1;rccedentes, pc ' rmit ióndole pasar por al to la acostumbrad¿r rut ina buro-cr'¿it ica y cclntratar a cualclr"ricra quc ól clccidiesc c¡ue pr-rdía rcalizar el tra-ba. jo de diser iar y construir corrccta -v rápidarncnte los subnrar inos f 'o lar is.Hubo tropiezos prcdeciblers con l¿r nueva tecnologia (los asistentes dc Ra-born derrnostraron suliciente sentido clel hunrclr como p¿lra cotnpilar una

¡-rc.lícula clasificada de los lr 'crros de Polaris, nrisiles dc prueba que c'asi nisr, elevarrin y otros quc apeni¡s l- i icierclu l lna volte'rota). Pero Pol¿rris alcan-zír cl éxito, y sc cumplicron los ticmpos progr¿rnr¿iclos, en gran rncdida por-qtre al programa se Ic asignó máxima prir-,ridad. ?rdos ellos habían traba-

,jado tantas hor¿rs quc los subrnarinistas l legaron a cr€rer qtro lris nuevosbuques fucron denominados SSBN n() polque "SS" significase' buqtte stt-

'2 N. dt:/ 7l: ' 'HEN", en cl texto origintrl, tórrnino fbrm¿rdo por las iniciales derlas tre,q cl¿rses cle suburarinos v qur: sigr-rif ic:r g:rl l ina.

Wlriskey ¿r g()-go 7:)

r.nergible, "8" prir misiles balísticos, y "N" por propulsión nuclear, sino quelas in ic ia les cor lc 'spondían a "Sábado, Domingo y un Montón de Noches". i l

N{ientras Raborn v su equipo trabajaban para asegurarse que se cons-truyeran los submarinos, le corresponditi a Rickover supervisar la instala-ción de los reactores nucleares y las dotaciones que habrían de operarlos.Rickclver estab¿ buscando hombres quc reaccionarían resueltamente enuna crisis, hombres descoscls de prestar ¿rtención al más mínimo detalle,httn.rbrcs quc fireran tan mcticulosos co¡lto ól rnismo. Estaba co¡vr:ncidoque era la únic¿r forma de garantizar la seguridad derl rc¿rctor, y sabía queoper¿lr con seguridad el reactor serí¿r Ia rinica f<rrma de cclnservar cl apoyoof ic ia l para sus submarinos de propuls i r in nucloar. Con todo esto, estabaayurJando a crear trna fuerz¿r de submarinos que no te.ndría paralelo. Ahri-ra los hr lnrbrcs de Rickovcr cstaban a pnnto dc c<lnducir los subnrar inosntás lctalcs j : rmás construidos, buques qtrc resul tar ían cr¡-rc ia les en el equi-l ibr io c lc podcr cn la guerrra f r ía.

Los pr imerrs subm¿rr inos Polar is tcnían 11G,4 metros dc cslor¿r, 18nlct l ' r . rs más quer los submarinos nucleares c lc atar luc, y l levaban diccisóisnr is i le¡s cr in <r j ivas nucleaxrs quc pocl ían sur erpuntados c<¡ntra bl¿rncos am¿is de 1.000 l t l i l l¿rs c lc c l is t i tnci i i . Tambión sc lcs asign¿iron dos t l ipulacio-ncs, azul y oro, quo zarpaban ¿r l tcrnat iv¿rmente en cruccros de 60 días dedt¡r¿rcir in -m¿rntc¡nicndo los subm¿rr inos en el rnar el lnáximo t iempo posi-blc . L¿r ta lea et '¿r c l i f ic i l . El a lcancc dc 1.000 mi l las c le los rnis i lcs obl igr i acst<ls buqut's . ' t navcgar las aguas t<lrmt ntos¿rs de l¿r costa nortc cic Eurgpzrctlu cl ob.iet<l de tn¿rntencr ¿t Moscúr dentro dci alcancc¡ de aquellt-rs. Su tareacr¿r "esconderse coll orgullo", selr una f 'ue¡za de misiles intercr¡ntinentales¿r l acecho y l is ta ¿r lanzar un segundo ataque si la naci<in era atacada y losmisi les terrerstres destruidos.r

:J N. rlcl Z: "Saturday, Slrnday. and a Runch of Nights", en el texto original.1 Aunque tti siquier:r el Presidente s¿rbí¿r dónde cumplían en un rnstante

d¿rdr¡ su patrulla los subln¿iri lros rnisilísticos Pol¿rris, clio-s tení¿rn:i ireas de ope-l '¿tcio¡tcs prcscritas par¿i rccorrcr, cajones cle cientr¡s de luil las en los gcéanosll i¿ttt letlí¿lri ¿t estos ¡rrirneros subm¿rrinos misilísticos cer<:¿r de la distancia del¿rnz¿rr-niento dc 1.000 l t i i l las dc sus blancos.

Adcmás liabí¿,r medidas cic seguridad cruciales par-zr hacer imposible que untrast.ornaclo, actuando pol su cuent,a, pudicra iniciar un¿i guerra nucle¿rr. pri lnero,crtlt l t l tt icr orden de l¿inz¿unicnto ternía que coincirl ir exactallente con los cródigos de¿rtttetit icación tlue c:rtnbiabatr cad¿r día .y que se guardaban ¿r ltordo del sqbrnari¡odctrás dc dos irregos de pucltas cerradas en una caja fuerte soldacl¿r contr¿r unrn¿llnparo eu el compartirniento de contlol. l)os hombres tenían la colnbinaciónP:rra abrir la caja fuerte y comprobar los códig<.'"s de autentjc¿rción, quc mostrabanal comnndantc v al segundo cr¡r'nanclante. Una vez que lzr orden de lanz¿rmientcrh¿rbí¿r sido vc¡if icada, tres honiblts tenían <¡ue uti l iz:rr l i :rves sep:rr:rcli is, tarnbiéngtrrird:rdas en caja fuerte, ptrra rezrlmcnte l¿rnzar los misiles. La l i¿rve del corl¿rn-d¿urte le permitía activar ei sistern¿r dc control de fuego del buque. l,a l lave del

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/ l l l l . jucgr.r c ic la grt l l in:r c icga

Por su parter, los soi' i(rt icos contab¿rn con sólri unos l locos submarinosruclcares, y é:stos estabatt tan m¿rl d isc 'ñadtts que ios hombrcs se estabannluriendo. t ln submalino sufrió un ¿rccide¡nte tan terriblc en el rcactclr quelirc' rebautizad<¡ Hirr¡shlnicr por los sobrcvi-u'ientcs. Cuando los sovióticostrataror- l en 1962 dc' instalar lanzadores de misi lc¡s en CtrLra, los EstaclosLrnidos sc les habían aclel¿urtndo tanto que fuerot l c i lpaccs c lc dc'splcgarvrr l ios submarinos Polar is, f inalmcntc nuevc cn total , hacia posic iout :s l tr l is ta l rc i¿r de la l rz¿rmiento c lc l¿r f l r r ión Sovict ic i t . :

Los Estaclo-q Llniclos contabalr con la venta.ia obvia. l)cro ¿.p()r cttántol icrnpo'? La cr is is le 'pr :c lo haber enseñ¿rclo a krs l Íc lcrcs soi , iét icos c¡ue sc ' r iain iposible establcccr un¿r f 'ucrza misi l íst ica nucle¿tr e 'n t ie rra ccrc¿t de lascostas estadounidenscs. Pero al dersplergar l<ls subtlr¿rrinos I 'oi¿rris hacialas posiciones dc'l¿rnzanriento, Lis Est¡rdos {.lniclos lc h¿rbí¡rn urostr¿rclcl tam-bión a lc ls soviót icos t lna fonna mejor dc alcanz¿rr t ¡ l misrnt¡ f i r l .

scgundo conundariLe alnt¿tb¿r l t¡s mecanismos dc l ibcr¿rcit i ¡r cle lr¡s I tr isi lcs. Por r i l t i -

¡16, cl of icial cle control de misión ¡rudíi t usar sr-r l lavc pltrr l i t t tzttr los tt t is i l t- 's. Se

suponía que cl proceso debía torl¿tr t tnos qrt iuct l nr inutos.5 El públ ico est¿rdounidcnse t).ul lc¿r supo cui in tcmcroso se h¿rbía vttelto su

gobierno dc que krs soviét icos esc¿ria-qen cu:r lqtt icr confi ontaciort nar'¿t l . Justo u¡ros

rnt¡scs ¿urtes, un desertor soviót ico habín entregacltt Io c¡tt t , st ' l i¿rbrí¿t cle ct l t tot:er

¡¡r¡o los "Papelcs Ironb¿rrh" -detal les cle plar-ros soviet icos ¡xtt ' l t etnpleiu artras

nucleares táct icas contr¿l los buquc's v subrnrr inos cst l tdotluiclc ' trscs si cstal l¿rb¿r

ul l l t gLrerr¿l cn cl l t lar '- . Lt ls asesot ' t l -" del prersidente ' iol ln F. Kcl l l let lv quedalon

lusonrblaclr¡s ¡ tor la idea de que la l . ln i t in Soviét ic l l lnbiera por l ido col lccbir los pr i -

rner.o-s p¿rsos p¡irnit ivos cle ¡qucl plan. Oiertanlcnte, ¿t l icnrtet lY le rt tetnot ' iz¿tba qt lc

crr¡ l t¡-r ier cornbat.e en el mar pucl iera intensif ic¿rr I¿L cl isis, st lanz¿rsttn o no at 'nl¿ls

nucl<¡ales. Nl ientr¿rs imponia el bloqueo nav¿rl a ( l t tb¿r. t t tr subur¿rriuo soviét ictr

f ¡e avist¡rdo próxirno a dos cargueros de esa nacional id¿rcl. ( lu¿rndo Kennt:dy supo

aqr-rel lo, le preguntó a -qus trsislentes: "¿HaV alguna forln:t l r t tr la cual pod:rtr ios

evitar tener el prin'rer enfrentaruiernto con un sultrn¿rrino rt t-*o?;Culr lquicr cosa

menos e¡sol"Hub6 tales enficnt¿ulr icnt,os, pero ningutto dut 'ó pitr i i convert i l cn real idad

los peores ten-rores de Kennc'd-1.. l ,os burlues y ¡tvione-q estadoutt idcnse-q r lctect ir lon

¡¡ puñ:rdo de sublnarinr¡s col 'rvcrcion¿rles soviét icos y obl ignron con l¿rci l id¿rcl a

tres de el los ¿r sal ir ¿r sultc 'r f i t : je,

VUELCO HACIA LAS PROFUNDIDADES

Aprovechando el éxito f 'enomcnal su programa l)olaris, cl almiranteIterd Rab<lrn comenzó ¿¡ mirar hacia aclcl¿rnte, pcnsanclo en fbrmas nuevase in-raginat ivas c le anrpl iar l¿r d isuasión nuclear. En brevcr recurr i r i a l soña-t l<¡r ct l t rc sus subrtrdinnclos, un. joven civ i l a quien cl a lnt i l 'antc h¿rbía saca-do ¿r relucir pocos años ¿rntes y luego dersignado. jcf 'c c icnt í f ico dc polar is.

John P. (]ravelt tenia alrecleclor dc trcint¿r y cinco ¿rños clc-. cdad cuan-clo R,¿rborn lo encr¡ntr t i , pcro su lab<lr fuc sulrcrv isar a todos los involucra-dos ttu el desarrolit l dt: ios st¡t lmarjnos nrisilísticos. de,scubrir los problt-.mas,¡r hallar las sttlttcioncs. Era, .ur, 'tu úl mismo kl exprcsti, r, l "r:onst' jcio cn jefer".

El sobrcl' lolubre etrca.jaba. Muy convers¿rdor', .on sus icleras normal-mcnte desbord¿urtcs, (Jraven cla la clasc do persor)a que podía analiz¿rrdctalladamente Lln plano y todaví¿r h¿rcersc de tiernrpo para rccitar los ver-sos c le un pocnla, dc¡ la Bibl ia l o Lln¿l dc sus intemrinablcs scr ics de rnáxi-ln¿rs d€l su propia concepci(in sobrer el rnar. Algunas vr¡cos había nezcladoIos vc¡rsos con las m¿ixilnas y cantndo el rcsr-rlt¿rclr¡ en voz ¿rlta. Preclicaba |afhntasí¿r en medio de la discipl in¡r mi l i t¿ i r ' ; l leyaba el ronr¿'rnce a la mecáni-ca dc l¿r frl lerra nuclear.

Era un rol para t, l t l trc c)raven había sido prepa.ado. Era erl productodt¡ utta lámili¿r que sci t 'cnlout¿rba hasta krs piratas morisr:os por parte cle sull l irdrc y por e I lado cle sr.t padre se dividía t:ntrc presbíteros y oficiales cle laAnn¿rda que bostezaban en el banco fant i l iar er-r lzr ig lcsia.

La intre'pidez ^¿rval

era la parte del l ina.lc de la cual le gustaba jactar-se a l¿r mayoría dc krs Craveu. La parte que se renrontaba hasta TtrnisAgustas N{acDonotrgh craven, que durante la Guerrra civil comanció elbr"rque de ia l- lnión Tacuntse,h v sc hundió en su puesto de mando cuandoch<icri contra una mina autopropulsacla confcderada durante¡ la Batalladc la Bahí¿r dc N{obile, inspirando la rne¡mor:rblc arenga del alnirante Da-vici Farragut al resto cle la f ' lcita: "Al demonio con los torpcdos. Máouinas¿rclc' iante toda".

3

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' ; ( ; I , ) l . i r - rcgo dc la gal l ina c iega

l'enr solamcnte John Craven se jactaba de lo que el resto de la familian i -*iqui.era se atrevía a susurrar: la sangre pirata que heredó por ¡rarte dcsrr luadre.

Desde cl mollento en que hizo su primcra aparición en el ¡rlaneta,r l t ,sr :mbarcando en la sección de Wil l ianrsburg en Brookl in. era evidente,1uc John Craven iba a ser diferente. Er¿r noche cle brujas, un hecho quesus parientes paternos prefirieron ignorar cuandcl de inmediato lo bauti-zaron como marin{i, con 1a firme intención de que llevase ade¡lante unavida de rígida disciplina militar. Que su plan estuviera destinado al fra-caso se hizo evidente unos quiÁce años más tarde cuandri Craven fue re-chazado por la Acadenri¿r Naval. No fue por f 'alta de inteligencia. Cuandocontaba con once años de edad ya había avanzado hasta el secundar io.Per 'o una vez al l í , tornó el carnino más fáci l hacia la popular idad. Conven-ciír a sus comparicros mucho mayorcs que irl que cra t¿rn sírlo pequt.ño parasu cdad, y después procedió a ganarse su respeto convirtiénd()se) en cl pil lodc la c lase, el n iño que era dcnrasiado terco como para hacer su tarea.

Finalmente, cumplit i al menos parte dc Ias expectativas de su familia.lttrunca obtuvo un título de la Ac¿rdemia Naval, pero sí obtuvo su nom-br¿rmiernto ern la rcserva y se graduíl de ingr'nicro en ()ce¿ln{)gralia. Dcsdeentoncers, se dedicó a scrrnonear accrca cle l¿rs profLrndidades, acerca dern¿rniobras baio el agua qr¡L) l¿r mayor parte cle la Armada descartó comcrirnposibles, o al menos sunralncntc imyrnrbirblers. No esperab¿r converrsosf¿ic ikrs. Pcro como cualquie r re l ig ioso predicando la l lcgada cler un mi lagro,Craven cst¿rba imbuido de la f 'e de que fin¿rlmente él estaría en lo cicrto.

Ahora Raborn le estab¿r erxtendiendo a Clrave¡n un cheque casi en blancopara hacer lo que mejor sabía, concebir idcas, t¿rntas como pudiera. En1963 Craven estaba trabaiando duro en el sueño de Raborn de un Progra-l¡a Avanzado de Disuasión desde el Mar. (-lclmo primer paso, apartó unmillón dc dólares por año, pensando que alcanzaría justo para crear unpr'ograma de ciencias polít icas para analiz¿rr l¿r estrategia de disuasión. Enel proceso, descubrió que habia contrataclo a c¿rsi toclos los profesionales enciencias polít icas que se especializaron en defensa cstratégica.

Con el resto de su presupuesto y su nueva platafbrma, comenzó aescudriñar dentro del reino inexplorado de las profundidades, trabajandocolr su grupo para esbozar ideas: misiles que pcldían -qer instalados en elfbndo del océano a miles de metros bajo Ia superficie; submarinos que po-dían alcanzar las lóbregas profundidades y mirar dentro de ell¿rs, l levarcámaras a aguas extrañas y nunca visitadas.

Mucha gente en la Armada recibió las ideas de Craven con escepticis-mo. Los estuclios qlre se habían realizado anterion¡rente. la perrspectiva deun pt,r¡rreño grupo de oceanógrafos, habían sido archivados hacía muchoticrn¡,r, ()n un rincón. Los almirantes considcraban que operar en aguasprt-rf undas era más difíci l que los lanzamientos tripulados al espacio exte-rior que. en ese momento. habían cautivado la atención de la nación. Los

Vuelco h¿rcia las prof i rndidades 77

mejole's submarinos de la Arrnada podían alcanzar ape¡nas entre 300 y450 metros aproximadamente. Si descendían más prof'undo, ciertamentesobrevendría la muerte por implosión debido a la agobiante presión de lasaguas, quc or'¿t 1o suficientemente intensa como para aplastar inmediata-r¡ente inclusivc a los poderosos suburarinos Polaris.

Los kilótnetros que se extendÍan deba.jo de la franja donde operaba laArmada merecían la misma consideración que un basural. El principalorganismr-r de la Armada dedicado al diseño, la Dirección del Material, ha-bía coiocado a la inmersión prof'unda en el décimo lugar en su l ista de lasdiez prioridacles más altas -y le asignaban a las profundidades el númerodicz solamcnte porque la l ista no cl '¿r más extensa-. Inclusive el almiranteRickover, quc se encrintraba protegido por el manto público de la innova-cirjn cn la Arl.n¿rcl¿r. no estaba interesado en sondear las profunclidades.

El grupo de inmersión proflrnda dc Cravcn estab¿r al nlargen, ¡rerrclcleseroso cle trabaiar. Se le pidió a un equipo de sus científ icos que ayudasca prc.rbar al USS Tltresher (SS¡.¡-5.9J), erl primerro dc una clase nueva ypclclcrosa dc¡ submarinos nuclearcs de ataque diseñados para ir algo másprofundo que los otros submarinos de esa ópoca. El 10 de abril de 1963,t:l 1'hresher sufrió una avería durante una prueba de inmersiíln a 400metros. H¿rst¿r clonde puclo saberse. una falla en una tubería y la postcriorpórdic la dc propuls ión desencadenaron una ser ic de eventos que mot iva-ror l qLle c l subnrar ino se l - rundieser, perecicndo los 129 hombres a bordo,inclnvendo cuatro clel equipo cle Craven. Este recibiri las noticias mientrascstaba sent¿rdo jr-rr-rto a Harry Jackson, un oficial maquinista que habíaayudado a probar el subrnarino poco antcs de su últim¿r inmersión, y quehabí¿r estado prcserntc cn todas las demás inmersiones profundas.

Jackson se sentó, repitiendo una y otra vez'. "Yo debí haber estadoallí". Pcro Ct'aven se sentía aliviado de quc Jackson junto cr-rn tres de loshombres de Cr¿rven que habían sido desafectados de la prueba por falta deespacio hubic 'se e-qtado ausente on ósta, la pr imera pérdida de un submari-no nuclear dc la nación.

Rccién fue más tarde que Craven comprendió que el desastre habríade marcarlo como uno de los partícipes más importantes en un capítulonuevo y dranático de esta saga de espionaje submarin<t. La oportunidadcler Craven surgiría inesperadamente de las promesas casi imposibles de laArmada en sus esfuerzos orientados al control de daños.

Comcl consecuencia de lo acaeciclo con el Thresher,la Arrnada prome-tió realizar un esfuerzo masivo para conocer las implacables profundida-des oceánicas. Habría un programa de Seguridad en Submarinos. HabríaVehiculos de Rescate de Inmersión Profunda.

Esta era la oportunidad de 1a Armada para calmar Ia opinión pública,una oportunidad para borrar la tragedia con imágenes de las maravil lasoceánicas, una oportunidad para ocultar los peligros submarinos con irná-

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' i ,s l l l juegcr dc la gal l ina c iega

!t( 'r)cs de innovaciones en seguriclad. Casi todos los involucrados reconocie-r'on qLle al¡¡r-rnas de las propuestas eran más ciencia-ficción que cienciapur¿r. especialmente aquella dt¡ los Vehículos de Rescate de Inmersirin Pro-funda (DSRV) para submarinos hundidos. Cualquiera que tuviese que serrescatado tendría que tener la buena suerte de irse a pique en una plata-firrma continental o en la cirna de una montaña submarina, en aguas mu-cho menos profundas que aquellas de tr-es, cuatro o cinco kilómetros deprof'undidad que constituyen gran parte de los océanos del mundo. Casitodos los submarinistas sabían que una avería grave en el mar casi siem-pre significaba que desaparecerían -ningún sobreviviente, ningún resca-t t ' . nuda más que decir .

Sin embargo, c i Congreso autor izó estas propuestas populares yofreció un financiamiento que clespertó la atención de la Oficina de Inteli-gencia Naval. La Armada podría haber estado prometiendo una era queemulab¿r a la de Julio Vcrne, pero algunos especialistas en espionaje sub-marino vicron cntonces la fclrma de impulsar una nueva era de espionajequo estaría mucho más cerca de la de.Iames Bond.

Estcls clf iciales de inteligencia estaban ya elaborando sus planes cuandoClraven ccrmenzír a dirigir un cnorlne) cstr-rcli<.r p<tst-Tlt.reslter. También seh¿ibía hecho cargo del Proyecto de Sistemas de Inmersión Profunda, unprof{rama crcac,lo para cl iseñar los vehículos de rescate de inmersión pro-funda prometidos ¡rr.rr la Arnlad¿r .y constrtt ir un l¿rboratorio subacuático,rrn hábi tat conocido como Seal¿tb, donde la Armada podría estudiar loseléctos psicológicos de las presiones a grandes profundidades sobre Ios buzos.

Craven vio la oportunid¿rd. espccialmente en el programa DSRV. Comocasi todos los quc: poseian conocimientos acerca de los océanos, sabía quekls DSRV eran fund¿rmentalmente una fantasía. Pero consideró que qui-zás el ímpetu para construirlos podría abrirle la posibil idad de alcanzarotro de sus sueños -una flota cle minisubmarinos construidos con vidrio-.Por su cstructura quírnica, el vidrio es un líquido, de manera que Cravendcdu.lo que los submarinos de vidrio alcanzarían su máxima resistenciacuando se encontrasen sometidos a las más fuertes presiones de las pro-fundidades del océano.

No era el único que trataba de venderle algo a la Armada siguiendo laidca de algún tipo de minisubmarino. ReynoldsAluminium Company esta-ba construyendo su propia emb¿rrcación, esperando clbtener un contratolucr¿rtivo. El Instituto Oceanogrrif ico Woods Hole, junto con la Oficina deInvestigaciones Navales, estaba discriando elAluin, un sumergible con unatripulación de tres que pr.rdía descender hasta 1.800 metros. En aquell.época, el úrnico batiscafb que la Arnrada tenía en inventario era el Tiiest.11, dirigible miniatura que tenía que sel trasladado o remolcado a los luga-res donde irÍa a inmersión. Cont¿rba solamente con una maniobrabil idadl imitada, pero podía l levar una tr ipulación de tres hombres hasta 6.100metros de profundidad. En 1960 el prirner Ti' ieste había sido arriado hasta

Vur, lco l r¿rci i t l¿rs proluncl ic lacles 79

a¡rroximadamente 11 kilómetros en el sit io l¡rás profundr.r del mundo -elabismo Challenger en la fosa cle las N,fariana-q, a unas 200 millas de Guam-.Tanto el Tiieste 1 como el Tlieste 1/ exploraron el naufragi o del Thresher.

Fue justo cuando Craven comenzaba a diseñar los sistemas de losminisubmarinos de inmersión profirnda atrtopropulsados e independien-tes que se le acercó un oficial de Inteligcncia Naval, uno de los hombresque ayudaban a coclrdinar las operaciclnes de vigilancia submarina f 'rentca las costas soviéticas. Para entonces, estAs operaciones se habían extendi-do hasta proveer una presencia continua todo el año. Operando bajo elnornbre código "Binnacle" -y rnás tarde, "Holystone"- la creciente flota desubmarinos nucleares y convencionales de 1a Armada mantenía una vigi-lancia constante de los soviéticos mientras éstos efectuaban lanzamientoscle prueba dc misiles apuntados hacia los océanos desde silos en tierra ybuques. Los submarinos estadounidenses estaban siguiendo también ala flota soviética de submarinos nucleares en rápida expansión cuandofinalmente comenzó a aventurarse en el Atlántico y el Pacífico. La Armadasoviética estaba empczando a poner en march¿r el plan para convertirse enla f uerza de alta mar con que tantr-r t iempcl habían amenazado.

Con todo esto sucediendo, la Armada estaclounidense casi sicmprc tuvoal menos un submarino vigilando en el Barents y dos frente a los puertossoviéticos en el Pacífico, rlonde todavía tenían qr.re eludir las ocasiclnalescargas de profundidad soviétic¿rs. Inclusive algunos de los primercls sub-marinos nucleares, como el USS Sr:alip (SSN-588), fueron perseguidos concargas de profundidad pequeñas, y otros sr¡bmarinos convencionales, comoel l lSS Ronqtdl (55-396) y el USS Tittmpetfislt (SS-125), fueron forzados apermanccer en inmersión al esti lo del Gudgeon a principios de la décadade 1960. Sumado a estas oper:aciones frente a las costas soviéticas, algunossubmarinos convencionales transportaron a emigrados rusos de regreso ala Unión Sovié-'t ica para espiar para los Estados Unidos, y otros derl mismotipo estaban desembarcando comandos en lugares como Borneo, Indonesiay Oriente N{edio para seguir de cerca la influencia soviética en expansión.r

I I 'oco después de la ft 'acasada invasión en bahía de los Oochinos en 1961,conantlos do l¿i Annada uti l izaron submarinos convencionales p:rra concretar ias¿riid¿r de cub¿rnos prominentes que huían dei régimcn de Ca-qtro. I lurante variassemall¿ls, los cornandos se deslizaron fuera de los subrnarinos y remaron hacia lacosta en botes neumáticos. Los cubanos que eran conducidos iracia los submarinostcni¿rrt que bucear con frecuencia 5 a 10 metros en aguas oscuras para ingresar albrrclue sumergido a través de cornpartimientos especialniente presr-rrizados. Segúner ur¿rrineros estadounidenses que participaron en la operación. niuchas de lasl)erson¿ts auxil i¿rclas probablemente hubiesen sido encarceladas o ejecutadas porconiolot¿rr oara derrocar a Castro.

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, ' io l l l . jr-rcgo dc la g:rl l ina cicga

l,)l osJriona.jer submarino se hal¡ía vuclto tan importante que eI Jefe de Ope-r'¿rt: ione¡s l '{avales en Washington había tornado a su cargo la coordinaciónrlt ' t.oclas las operaciones, v se había establecido una oflcina espe'cial degucn'a submarina dentro de la Oficina de Ínteligencia Naval con el objetor l t ' p lani f icar las.

Los f 'uncionarios de. inteligencia estaban tan ansiosos por conocer lori lt imo acerca de los nuevos submarinos y misiles soviéticos que los agen-tcs de inteligencia-subn.rarinistas tenían órdenes de transmitir, durante eltránsito de regreso, mensajes con los aspectos salientes de la misión. Loserxperrtos en idioma ruso quc había entre ellos comenzaron a transcribircintas de comunicaciones interceptadas tan pronto abandonaban las aguassoviéticas. Los estafeteros recibían en los muelles a los submarinos queregresaban, l is tos para l levar la intel igencia a toda pr isa directamenter aios cuarteies generales de la NSA en Fue rte N{eade, l{aryland. Lns misnro.strgentes de inteligencia eran tan valiclscls que la Armada les ordenaba via-jar clesde y hacia los puertos en tren en lugar de aviones comcrciales. LaArmada no deseaba arriesgar ni siquiera la mínima posibil idad de quefueran raptados y l levaclos a Cuba.

Ahora el oficial de Inteligencia Naval se había dirigido a Craven, pi-diéndole ayuda en un esfuerzo más imponente que cualquiera que hubierasido intcntado antes. El ofici¿ll le entregó a Craven un documento secreto,c 'n rcal id¿rd una extensísima l is ta de deseos que Intc l igencia Naval habíaestado acumulando durantc var ios años, un documcnto que h:rbía pasadopor las manos dc apenas una docena de personas antos que é1.

Cruzando la car¿itula estaban estampadas las palabras "OperaciónSand Dollar". Luego la l ista se extendía por '" 'arias páginas. Estos eran lospuntos de caída al mar de los misiles balísticos soviéticos cuidadosamentenronitoreados y registrados por unidades de superficie de la Armada, ehidrrifonr¡s subacuáticos y radares cle la Fuerza Aérea, como también laposición de aviones y otros equipos militarse soviéticos que habian sidor, istos u oídos zarnbui l i rse en las olas.Asólo nnos pocos l i i l r imetros bajo lasuperficie, cinco como mucho, yacían los secretos defensivos rnás sensiblesdc los soviéticos: lo mejor de sus sistemas de guiado, metalurgizr y electró-nic:a de misiles -todo ellcl convertido en tentadora basura y todo ello f uerade alcance-. No era necesario imaginarse por qué la Unión Soviética ncrhabía tratado de cuidar el escr¡ndite. Nadie habría podido imaginar unaincursión subacuática a través de estrellas de plancton luminiscente y ha-cia la oscur idad absoluta de las profundidades.

Pero ¿por qué no emplear la reconfirrtante idea de los vehículos delescate de inmersión profunda para erlmascarar el esfuerzo para alcanzarlos elementos catalogados en Sand Dollar'/, razonaron los oficiales de inte-l igencia. ¿Por quó no usar los presupuestcls para artefactos de rescate queclifíci lmente serían empleados alguna vez para crear algunas herramien-tas que tal vez podrían otorgarle a los Estados Unidos la venta.ja definitiva?

Vr.rc lco l r l rc i r r l¿r , . r ¡ r ro l t r r rc l ic [ r rdcs bj l

La tragcdia del Thresher sería la excusa; los nuevos programas descgur idad, la esencia de una compl icada histor ia para encubr i r la. Y todocllo dependía clc la respuesta cle Craven a una sola pregunta. ¿,Podría élconducir una búrsqueda del tesoro en las profundidades derl mar?

Se le di jo a Craven que cra un asunto de máxi lna sergur idad nacional .Pero no se le dijo que también era un¿r cucstirjn de orgullo, rcputacir' lnpolít ica y espÍritu deportivo. El arma de inteligencia clc la Armada estabaen una lucha desesperada por ponerse a Ia altura de su par de la Fuerz¿rAérea, quc acababa de desplegar una nut:va generación dc satélites espías.Con su creciente cobertura de la Unión Soviética, estos nuevos "cljos erlel cielo" estaban devolviendo imágenes de los lugares donde se estabancavando sik ls para poderosos misi les con base en t ierra y diquc.s secosdonde los soviéticos estaban prcparándose para crear su propia gener¿l-c iór-r de subn'¡ar inos equivalentcs a los Polar is. El programa Polar is habíaccrnse'gnido impedir que los bolnbardor<ls y cohetes c le la Fucrza Aérea mo-nopol iz:rsen la cucst i r jn de l¿r disuasión nuclcar ' . Quizás ahora los espÍasdc la Arm¿rda podrían competir contra ios satélites, btrceand<l en busca dearmas y n¿r\¡os sovióticas de verrd¿.rd y no tras simples irnágenes.

Est¿r err¿r l i i oportunidad quc había cstado buscando Craven, la posibi-l idacl de dedicarsc a sus planes más fantást icos. I {abí¿r una sola cosa que lodetenía. No tc l l ía idea clc cómo logr:rr lo qr-re el of ic ia l de intel igencia lepedía. Inclusir,c c' l Tri.t:ste 11 no 1lodíir cumplir con gran parte de krs requc:-rinricntos clc un¿¡ ir.rcr,rrsirin subrnlrrir.¡a secreta -ora dc'nr¿rsiado pequt,ño, yla unicl¿rcl de superficic reqr-rr:ricla para transportar eI sumergible h¿rst¿r elmedio de¡l <lcé¿rno lr.r pondría lrrlr crompleto en evidcrncia.

"Básicamente, estamos dcs¿rrrol lando l¿r tecnología, pero no los me-cl ios", d i jo Craven, recurr iendo a su mejor léxico naval . Si lencio. Dos lat i -dos, quizá tres. No importaba cuán oficialmcnte lo di. jcra, todavía estabaadmit iendo que no tcnía fbrma de haccr lo que se le pccl ía.

Entonces, Cravcn tuvo un arr¿rnquc der inspiración. "Vea, no conta-mos con nada quc pueda real izar su operación porque e'srr requiere que lascos¿rs se hagan en la clanclestinicl¿id." Después clc aspirar rápidamente l le-gó ln sorpresa: "De manera qLle no tienc sentido l lev¿rr adelante Sand Do-llar a menos qlre se lo haga desde un submarino".

Al l í estaba, planteada en medio de la de-qesperaci<in, la idea de lo quese convertiría sin duda en el emprendimiento m¿is audaz de la Armada. IJnsubmarino de verdad, lo suficientemente grande como para navegar enalta mar, serÍa cquipadr-r para poder permanecer a dos aguas en el estratosuperior del ocel¿rnci 1, arriar can)Al'as a miles de metros cle profundidad, losuficiente c()no para cxplorar erl lecho oceánico en busca de. tcsoni.q sor.' ié:t i-cos. Fne una inspiración. H¿rcer el esf 'uerzo desde abaio c ic ia superf ic ic.c-ncr¡ntrar la forrna cle ser c¿rsi indetectable. Nunca dejar que los sovióticossupi t , r 'an ( l t ¡ ( . l ( )s r lor t r ,ant t ' r icat tos t 's taban siqu i t ' r ' i r c( ' rca.

En re¿rliciatl, toclo 1o quc est,:rba haciend<¡ Craven ela reiterar su firmeconvellcirnicnto dc que operar desde la supcrficie del océano era un infier-

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t i : I , ) I . i t rcgo r l t , l l r g i t l l ina c ieg¿l

rro t ' r r sí r r i ismcl . Ya había incluido el concepto en "Los Diez Nlandamientosrlr, l ir Ingeniería para las Profundiclades Oceánicas" escritos por é1. La for-r)l¿r en que lo dijo fue: "Recuerden que la superficie l ibre ncl es ni océano nirr i r t , . y que el hombre no puede caminar por encima de cl la ni los equipos

I)ol 'manecerán estables en su presencia. De nranera que diseñen sus equi-I)os p¿f ra que no estén mucho tiempo en servicio y no rcquicran ser mante-nidos cl rcparados en esta inadecuada conclición intermedia".

Entonces, repentinamente, no sólo tuvo los medios para poner a prue-ira esc,rs mandamicntos, tambión tuvo la oportunidad de satisfacer la partcrcle su l inaje que márs le agradaba y apr-rderarse det los tesoros escondidos.(lon su predicamento asi:gurado y su sangre cclrsaria hirviendo, toclo lclque Craven necesitaba era un submarino.

Ahor¿r habí¿i veinte submarinos nucle¿rres de ataque en la flota, y másr¡n construcci<in. Pcro los almirantes de l¿r Armada no estaban dispuestos aentregar un buquc dc primcra categoría para que permanecicser inmírvilen rnedio del ocóano con cám¿iras a la pendura. Si Craven quería un sub-nr¿trino, tcndría que tomar uno de los dos despojos nuclearcs de la Armada,Ios dos cxpcrimcntos fhli idos cuyos diseños nlrnca fucron rcproducidcis.l lstaba el USS Seau.tolf, un buque extraño con proa en frlrma de V como lader un dcstructor y la superestructura de un submarino, construido paraalojar nn r:cactor delicado quer funcionaba con sodio iíquido -un reactorque fue pronto reemplazado-. Tambión estaba el t lSS HaLibut. un buquecon un pasado grandioso pero breve. El Halibut (SSGN-587) había sidoel irnico submarino nuclear en transportar los misiles guiados Regulus,cumpliendo siete misiones frente a la costa soviética. Pero aquel programaterminír a mediados de 1964 cuando la Armada comcnzó a desplegar lossubmarinos Polaris en el Pacífico. Finalizada la era Regulus, nadie sabíamuy bien que hacer con el HaLibut.

El buque era una rara especie marina, uno de los menos hidrodinámi-c<ls de la flota nuclear y una de las creacic¡nes de apariencia más ridículajarnás surgida de una grada. Adiferencia del pez aplanado al que aludía sunrrnbre, el Hctl ibut lucía una joroba enorme, más apropiada para una insa-ci¿rble criatura del desierto excepto por cl hecho de que se abría como sifuera una enorme escotil la con forma de fauces de tiburón, y que era partedel hangar de misiles original. Tal vez en otras circunstancias, el Halibuth¿rbría sido degguazado en silencio. fs-spués de todo, este buque no erasolamcntc extraño, sufría de lo que era una dolencia casi fatal para unstrbmarino: cacofonía hidromecánica. EI Halibut era ruidoso. Los submari-nistas oían el estrépito que producía, cuando observaban la escoti l la veíansólo la potencial inundación, y se estremecían cuando examinaban sus in-cómodos tanques de lastre, amplias cavernas diseñadas originalmente para

¡:rermitir le saiir rápido a superficie,lanzar un misil y sumergirse todavíarniis rápido.

Vut ' lco [ r¿rci l i l¿rs ¡rrolurrc l idar lcs 83

(,lravc¡n le dirigiír una mirada al submarino que parecía que nadie po-dría amar y quedó paralizado. Todo lo que veía eran las posibil idades, lascosas extrañas y maravil losas que podrían h¿rcerse con todo ese exceso deespacio. Y la visión de esa magnífica y amplia escoti l la fue suficiente parahacerlo saltar de alegría como a cualquier científ ico loco que se preciara detal. lt{ ingún otro submarino en la flota contaba con una escr¡ti l la de más de65 centímetros de diámetro. La escotil la del Halibu.t tenía 6,7 netros.

Quedó acordado: el Halíbut sería el submarino de Craven, su labora-torio, su templo, su buquc pirata. Dispondría de 70 millones de dólarespara equiparlo con dispositivos electrónicos, acústicos, fotográfrcos y arte-factos de vídeo. La Armada difundió la noticia, y en febrcro de 1965 elHalibttt se dirigió a Pearl Harbor para ser reacondicionado como buque deinvcstigación oceanográfica.

Menos una ment i ra que un'a gran omisir in, e l la fue tan sólo una de lastantas coartadas quc Craven habría de uti l izar. El programa DSRV y sr,rsotros proycctcls orientados a las grandes profundidadcs agregarían máscapas, todas eilas escondiendo lo que Craven h¿rbía declarado quc cr¿tn sus"Dc¡s¿rrrollos Estrafhlarios"2 -url térnrino quer tomír prestado para su dra-ma dc la LockheedAircraft Corporation, ol f '¿rbricantc dc ¿rvirtnt's csptits aquier.r Oraven prr-rnto ponclríi i a traba.jar cn el diseño dcl DSRV y tarnbiént¡n el Vehículo dr: Búsqucda dc Inmersirin Profund¿r-. El plan era quc elDSSV fucra capzrz cie posarsc cn el fc¡ndo clel océano a 6.000 metros de

¡trt if irncl idacl y nrcogur objctos con un brazo nrec¿inico. Dcbcría tr¿rslaclarscra cr-ralquicr árer¿r de traba.j<l a horca.iadas de t¡n submarino.

Tonrarí¿r dos años rcconstruir y probar el Halibttt, perr'o Craven dis-pondría dc poco t ienrpo para p{)nerse impacielnte. Casi desde el mismr-rinst¿rntc cn que se iniciri el reacondicionamiento, la gran cantidad de coar-tadas ersgrimidas por Craven comenzil a darler ncltoriedad fuera derl reir.rcrinsul¿rr de Inteligencia Navai. Repentinamente estaba sienclcl incorporaclo¿r otros proyectos clr: ¿ilto vuelo.

Rickovcr, quc en una r-rportunidad había hecho todo lo posible paraponer lírnitcs al interés dc Cr¿rven por ios minisubmarinos de grtn capaci-d¿rd cle inrncrsión, ahora ser acercó a Craven pidiéndole ayuda para cons-tr t ¡ i r ' 'e l pr imero de el los de propuls ión nuclear, aunquc uno de Acert t , no dcviclr: io. (El aln'rirante se mostraría siempre inflexible respecto del r. idrio,hasta l lergar al punto de los insnl tos.) Pero ahora Craven estaba traba-

.jando con Rickor.<:r, -vr.i vínculo dcmcl.qtraria sLrr un paso crucitt l e¡n la for-rnaciítn dcl cic¡ntíf ic¡r: unrciul l.,orque fi-re a tr¿rr'és dc Rickovt' l ' i¡. ie (-lr itrrctr

a¡rrc 'ndcrr ía conio usuf iu( : tu¡ i l del presuptresto c le ia Arul i i< la, l i t l i¿rr concl Crrngrcso, r, 'n¿rnipui¿rr ¿ri grupo de ¿rlmir¿rntes tlue ¿rclitr inistr¿rb¿in +¡l

ir l 'oglir ir) a dc s¡-; brn ¿rrrt-lo¡.

2 N. t lcl Tl. ' 'Sliunk Work-.". en cl tr¡xto orieinal.

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) - l

l"u. un l l¡ icto fáustiano. Rickover debió haber.tenido sesonta y cuatroiu)()s, una cdad a la que inclusive oficiales menos contlclvertidos l levabannlrr:ho tiernpo de retirados, pero Craven, como casi cualquier ritro en lar\rnrada, nunca pudo aprender lo sufrciente como para manipularlo. A Ric-l i.ver le agraclaba iniciar las conversacirines entre ambos en una formar¡trc deiaba bien claro quién era el que mandaba: "craven, mi gente es máscornpctente que la suya, pero su negocio es más pgande, de manera que1.ndré que trabajar con usted". A Rickover le gustaba hacer perder la com-¡;ostura a la gente para vcr cómo se conducía a sí misma.

Rickover bautizó personalmente al minisubr-narino'w,R-7". También¡,rr-rdría haberse l lamado USS ftlcl¿ouer, ya que la sigla "IrIR" designaba a laDivisión de Reactores Navales, el reino der Rickover. si el presiclénte podíatener un Fucrza Aérea 1, Rickover tendría su l/R-i.

A diferencia del Aluin, de woods Hole, que fue completaclo en 1965 ytcnía una eslora de solamente 6,2 metros, el l/R-7 tendría una cslora de41,7 metros, casi ia mitad de aquella de un submarino nuclear. El l/R-7sería capaz de descender hasta 900 metros de profundiclad. Equipado conlárnparas y cámaras submarinas y un brazo con una pinza en su extremopara recoger objetos pequeños, tendría capacidad para realizar ciertastarcas de espionaje. uno de los principales problemas de diseño era encon-trar alguna fornra de bl indar el reactor en el NR-7. Los reactores delos submarinos estándar estaban recubiertos con treinta centímetros deplomo en cada extremo. Pero ello habría tornado clemasiado pesado al Nft-7. En su lugar, Rickover, craven y los otros diseñadores decidieron quecontaría con el recubrimiento de plomo estándar solamente en el frente,clonde daba hacia los compartimientos de la tripulación. El área completade 4 metros del submarino detrás del reactor estaría permanentementecerrada e inundada. La idea era permitir que la pared de agua absorbiesecualquier radiación que escapase y sirviese cle sustituto al recubrimientode plomo. craven no tenía duda alguna de que los ambientalistas tembla-rían ante el plan, pero tanto ól como Rickover creían que era totalmenteviable. 4 metros de agua tienen el mismo peso molecular que treinta centí-metrris de plomo. Pero cuando el l/R-1 estuviera sumergiclo, el agua nongregarítr peso alguno -puesto que el agua estaría desplazando una lnasaidént ica, la var iación de peso resul tante es nula.

Pero antes que el N,?-1 pudiera ser co'struido, tenía que ser pagado,y en ese momento había un margen escaso en ei presupuesto para un mini-submarino entre los planes para construir DSRVs y sealabs. El problemano amilanó a Rickover, y lo rcsolvii l en una reunión con Craven, el contra-ahnirante Levering smith, el máximo asistente de Raborn en polaris,v Robert Morse, el secretario adjunto de la Armacla para investigación ycl esarrollo.

"¿Tienen ustedes ahora mismo algún dinero con el cual podamos em-pt'zat:?", preguntó Rickover. Craven respondió que su grupo de inmersión

Vuclco I r¿rci¿r l¿rs prof undidacles 85

¡rrof t r ncl i r podÍa c lcst inar 10 mi l l rnes dc dólares de sus fbndos para invest i -gircirir.r ; l doserrrollo. Srnith señaló que el programa Polaris tenía cerca de10 nril loncs en fbndos pala la construcción de buques sin uti l izar.

"¿,Cuánto va a costar cstc submarino'?", preguntó N{orse.Sin dud¿rrlo, Rickover respondió: 20 millones de dólares. Morse conti-

nuó deiineando el proceso tortuoso por medio del cual se construyen nor-malmente los buque-'s: delinición de los contratos, construcción, aprobaciónpor el Congrescl. Rickover lo interrumpió antes de que pudiera terminar."Simplemente déjerne tc¡do eso." Después Rickover se dirigió a Craven yle señaló: "l lsted comuniquese mañana con Electric Boat y dígales quecomie,ncen a trabajar".

Craven, Smith y Morse intercambiaron miradas de desconfianza. Nin-guno creía quc esto pudiera hacerse con 20 milk;nes -pronto el presupues-to ascendió a 30 millones de dólarcs*. Tampoco veían cómo el Congresrihabría de apoyar esto. Menos de una scrnana después, Rickover l lanó aCraven y le dijo que el Presidentc iba a anunciar que se construiría el N/?-1.

Luego de escuchar Ia noticia, Morse pasó rápidamente del estado deshock a otro de pánico. Hasta eso momento, el l/R-7 había sido poco másclue ia fantasía dc un almirante; ciertarncntc, Rickover le había brindadoun informe superficial de su plan ¿il secretario de la Armada, Paul H. Nit-ze, y al secretario de Defensa, Robert S. McNamara. Aunque ambos lohabían aprobado, Morse sabía que al Congreso no le iba a agradar el tomarconocimiento de un proyecto importante de csta forma. Tan pronto elPresidente anunció al ly 'R-1, e l Comité de Finanzas de la Cátnara deReprescntantes solicitó con urgencia una interpelación.

Craven, cumpliendo órdcnes de Rickover, tuvo apenas unos pocos díaspara prcpar¿1r una declaración oficial sobre la misión, un análisis profundocle la relación costo-beneficio, y un estudio detallado de por qué la Armadanecesitab¿r cl minisubmarino.

"Bien, ustcd sabe, almirante, ese estudio realmente no existe", con-testó Cr¿rven.

"Existira parancuandcl tenga lugar la interpelación", ladríl Rickoveren respucst¿r.

Ahora la cxistcncia clel .A//?-7, y quizá su propia carrera, descansabanen la capacidad clc (-lrave¡n para hilvanar visiones a partir de un agujeroneÉlro. Necesit¿rb¿r clcnlostr¿rr que el .A'/R-1 era una inversión crucial, unaque val ía 30 mi lkrncs c lc r l< i l¿rrcs.

El Comite dc Ii ' inrrnz¡rs l]o se dejó engañar, pero al f inal no tuvo otraopci<in que ceclerr. Bl ¡/11 1 cra ahora una orden presidencial. Ningún otrosubmarino o buquc h¿rbí i r s ic lo autor izado tan rápido, ni jamás volvería aser lo. Más tarclc¡ , la Of i r : inrr Gt 'neral de Cuentas, la div is ión de invest iga-ción del Congrcso, ¿rtrcli l .r i cl ¡rroyecto y concluyó que era uno de los prngra-mas pcor adn.r in istrrrr los r¡rr t ' sus invcst igadores habían visto jamás.

Rickover rcspr lnt l i t i r l r ' l r r f i r rm¿r ¿rcostumbrada, disparándole a sus cr í -t icos con una cart¡r c¡ t rc rrsotnbt ' r ' r t r rnto ¿r Craven que se la aprendi i t c l t '

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r r ) ( ' l r lor i¿1. "Lco el inf i r rme clel C}AO, y me recuerda una crí t ica que leí sclbrell l At¡tatúe de Laclv Chcttterlel en la revist¿r Fielcl an.d Strectm. El crít ico clet'st- ' I ibro sabía t¿rnto sobre el propósito de El A¡nente d,e Lacly Cltatterleycouro el GAO sabe de diseño y desarrollt¡ de submarinos., '

Rickover no fue gentil con craven. Er almirante estab¿r fu.ioso porquetenia que ccrmpartir a craven con el rcacondicionamiento del Halibut, elprograma DSRV, y los otros proyectos relacionados con las profundidaclesoceánicas. En lo que concernía a Rickover, ninguncl de ellos era más impor-tantr , qut ' su NR- / .

Al almirante lc provocaba aún más ern..i ' el hecho de que no estaba¿rutorizado a conocc)r los detalles de la nuer,¿r nrisirin clel Holibut pocascosas sucedían clentro de la firerza cle submarinos cle las que no supresealg., pero los programas de i ' teligcncia cran unas dc l¿rs pr.,cas áreas *:nlas que ncl tenía una "influencia" oficial, ninguna participación real. Re,s-ponsabil izó a Craven por sus frustr¿rcione¡s, qnien conrenzó ¿ imaginarscquo cl almirante se pasaba las r.loches clespie'r-to alrtes clt: l lamarl6, espe-r¿trl i lo a que hubiese c¿rído cn un sueño profunclo o pensascr erl l enamorar rrsn csposa. Estab¿r c¿tsi convcncido que el t ienrpo en inmgt 's i r i ¡ conclucicncl<tlas pruebas clel I{alibut estab¿r siondo nionitoreado po. Rickovcr, quien¡rarecÍa prograrnar sus l lantad¿rs par¿t qur) coincidietscn con atluerllos ins-t¿rnt t :s en qt le para Cravon err¿r in lposibl<: responcler. ( l ravclr s i .mpr.e pagr ic¿rro cr l no cst¿rr d isponible.

L,rn v ierues, Rickrtvcr estab¿r pronrrnci ; t r - r r lo un¿r corr f t , re l rc ia c¡¡ lac:ir-rclad rle Nuer,¿r vrrk y enr.-i( i un mcnsajr, ' , i l Iktl ibut, (lLr(,sc) c¡contr¿rbanavegandti ccrca dc lf¿rwai, exigiendo rluc Cravcn se c_.¡co¡t.r¿rra con él enNuova Vrrk a pr imr, . ra hor¿r dol lunes.

Cra'n'en abrlrcló ei aviri lr clc rrn salto, tuvo un luonrento tic, ¡ránico cuan-clo el vuelc¡ sufrirj corrrplicaciones por la niebla clurante una Ác,ala e¡ LgsAtrgelcs, y finairnente aten'izri en Nucva -rorh y corrit j ¿gitaclo hast¿r lah¿rbitación cle Rickover e.r) un hoterl, doncle el alniirante est'ába esperanclg."Llsted estaba allÍ iug¿rndo al golf con los ntuchachos dc la playa',, cl i io,burlándose de la historia clue (jraven h¿¡bía crnccbiclo'po.a ct,t. ir su vjajera Hau'¿ri.

. Lucgo herbló por el teléfono interno clel hotel. "l 'ráiga¡lc ¿t este h6r¡-bre el almuerzo más suculento que haya." crrirven

"rp"rJipo.o ver cuál eira

la gracia: sabía qr-rc al almirante nci le pr"u..rpobu quc pucliera est¿rrhambriento después del vuelo prolongaclo.

com'era de esperar: "Dur¿r ' te la próxima hrra, usted \¡a a permane-cor sent¿rd<; y almot'zar -scntenciír Rickover-. y yo lo vov a re,gañar."

C)ontrari¿rrlente a las aparicncias, Ricliuver aprecirba ¿,1 Crarre¡ r.r¡nl¿r tnisma intensidad con que disfrutaba hacerlo sentir miserable. Rickcx't¡restab¿r imlrresionado porque craven tuviesc. el coraje suficiente para en-frerrta. sus peores berrinches. E] airnirante t¿rrnbií:n adoraba que- orave'.lanás hubier¿r asi-sfi¡ l¡¡ a laAcadeuria Nav¿rl. I l ickover l ial¡r¿r siclo un soiita-

Vur¡ lco h¿rcia l¿rs prolundic lades 87

rio tonro t ' i ir lrtc,. v ¿rhor¿r sc clive,rtía agreganclo algo de tortura a la confu-sirin cr.rrndo e:ntre."' istaba a 1o-r egresaclos de la Academia l{aval para su

[)r'ogr¿rrrr¿r nucler¡rr. Aquellas entrcvistas de admisión se habían convertidom¿is bien en ritos de iniciacitin, c'n los cuaies el almirante l levaba a los

.jí lvenr:s h¿rsta cl límitc psicológico e'n su búsqueda de la perfección. Tratan-clo de ¡toncl' nervioso-s a su-s postulantes, Rickover proferiría obscenidades,los l 'rarÍa sentar t:n sil las con unA pata recortada, o los echaría a "Siberia",un piuiol donde qucclarían abandonados durante horas.

Quizás el clásico más trascendente de Rickover tuvo lugar cuando seplr-so ()n guardia fre'nte a un candidato y le diio: "Trate de zurrarme, siptror le". El . joven respondió s in dudar lo y s in pronunciar palabra. Levantósu brazo y con un scllo nrovin-i iento barrió dc l ibros, papeles, lapiceras, todo,el cscritorir¡ cle Rickover. El c¿rndidato fue adlt-rit ido.

P¿rra Rickover, torturar a (lr¿rven cra un mero complemento.N{ientras tanto, Craven era requerido cada vez más como expertcr

permanente de la Armada para las profundidades oceánicas. Pero hubcluna llarn¿rda que se dcst¿rcó entre todas las dem¿is. Llegó en l¿r lnañana deun sábadr i dc enero dc 1966.

' 'Soy.Iack Horvard -diio r-rn secrctario adjunto de Defensa a cargo delos asuntos nuclcares-. Perdí una bomb¿r H."

"¿,Pr-rr qué me llam¿r a mí?", preguntó Cra'u'en.' 'Esta l¿r he pcrdiclo en cl agua, y quiero que usted la encuentre." A

Cr¿rvcn lo est¿rl¡an tlesignanclcr para trabajar con un equipo organizado pre-cipiterdamcnte por un almirantc en el Pentágono. Otro grupo se estabaclirigicnclo al lugar de los hechos.

I-Tn bombardero B-52 había chocado con un avión cisterna duranteuna operación de reaprovisionamie.nto; de con"rbustible a 9.100 metros dealtur¿r fi 'ente a la costa de Palom¿rres, España, v perdió su carga atómica.Tres de las cuatro bombas fucron recuperadas casi inmediatamente. Perouna cuarta se había perdido y presumiblemente había caÍdo al fondo delMediterr'áneo. El presidente Lyndon Johnson sabía que los soviéticos esta-ban br-rscando la bolnba, y se negaba a crecr en las afirmaciones de la Ar-mada c'n cuanto a que había una buena posibil iclad de que jamás fuerarecuperada por alguno de kls b¿rndos. Ciertamente, ésa era la creencia decasi trid¿r la gente zisignada a la búsqueda de bombas, pero no de Craven.

Ilste reuniír a un grupo dc rnatemáticr-rs y los puso a trabajar confec-cionando r,rn croquis dcl fbndo m¿rrino fre¡nte a Palomares. Aquello parecíasullcielrternente razonable, pcro ()raven pretendía usar el croquis para un¿rnáiisis que rccorclaba m¿is a las apuestas en un hipódrono que a cual-quier otra cc.rsa j irmás csclit¿r cl1 Lur manual de búsqueda y salvamento dela Alm¿rda.

LIna vez c¡uc e I croquis estul.o termiuado, Craven le pidió a un grupode ex¡rc-'rtos cn subnr¿rrlnos y salr.arnento qLre, colno si estuvieran apostan-clo cn L¿rs Vegas, arrrcsgaran una probabi l idad a cada uno de los escena-

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ss l , ) l . ¡ r r r , ; io r l t i r r grr l l i r r ; r t : r t ,g l

' i ,s r ¡u. ¡ r ,dÍa dr:scr ib i r l¿r pórdida de l¿r bomba y que eran consic lerados

¡ror c ' l c t l t t i l io de bú-qqueda en Espar i¿r. Cacl¿r "scenár io

ubicaba Ia boniba enurr lugar di ferente.

Después' c¿rda localización posible fire procesada con un alggritmcrr¡ue estaba basadt l en las ¡ : robabi l i r lades gcner iadas durante la sesi í rn ante-rior. Las posicione's ftterctu trazacl¿rs ntre,n,amentc, a metros o kilt irnetroscle distancia de dttnde las habríal colocaclo Ia trógica o la ciencla acústicapor sí solas.

Para el desconocedt l r . tc ldo csto sonaba cr¡mo el v ie- jo chiste acerca clelhombre que pierde su bil letera ell un c¿rlleicjn o...,.,r. Ér, t-.rgu. de buscaren el calle.jón, el hombre

'pta po. buscar su bii letera ,, ,ru.io, metros de

distancia bajo un f¿rrol de calle porque la i lLuninaciírn allí ",

,r.,".¡ur. pe,ro enlo que respecta a Cravcn, exisliai fund¿rmentris cicntíf icos cletrás de suaparente locura.

Estaba apoyiindose en el teorema de Ba.ves sobre probabil idad condi-cional, r-rna fórmula algebraica claburacl¿r pnr: Thorr.,.,, bn-y"., un materná_tic. naciclo en 12G0. En escncia, el teorerma procura cuantif icar el valor deIa intuición, f 'actor de discrernimiento hunl¿rno que se encucntra m¿is alláciel consciente dcl i.¡rdividuo.

cr'¿rve' aplicó esa cl<lctrina cn la búsquecla. I-¿¡ bomba había cstacloenganchada a d.s paracaíd¿rs. contempl<i las prsibil idacrcs de que .mbossc hubieran abierto, o uro,

'n inguno. Repi t i í r c l nr ismo . jerc ic io conside-

randr¡ cada detalle posible clcl choque. Sr-r cqr-riprl clc matcrirl¡t icos clesarrcl-l ló prsiblcs dese.laces para la hist'r ia . lei .hoq,,,, y u.ri irrg, oprnio'cssobre aqucl en el que rnás confiaban. Luego der teimiiadas l¿ls scsrr.¡nes deapur-'stas. uti l izaron los valore¡s gcnerados para a-*ignarlc' í¡clice,s cle pro-babil iclad a varias ubicaciones posibles. Luego u-"nrrt"ron cn el croiuisesas probabil idadcs y determinaron el lugar más probable y varlos otrosposibles.

Si' haber saiiclo nunca ar mar, el equipo crcí¿r ahora que sabía cl<indecstaba la bomba. De acuerclo con sus cálcuirs, e l s i t io más probable seencontraba le.ios de clonde l-labían siclo rccupcradas las .tras tres bombas ylejr.rs de dondc irabia caíclo al agtia la rnay.r. p.r.te cle los restos clei avión.Peor aún, si los c¿ilculos dc craven eran crrrectos, la bomba yacía en unbarranco profundo y era definit ivarnente inalcanzable.

La Armada había encontrado un español qucr tcnía la rcputacrrin clcrscr el me.i.r pescador cn Palomares, Francisco simo-orts. IJste dcclarri haber'isto

la bomba caer al agua, y marcó s' posición exactamente sobre esebarranco. sin ning,na otra .rientación, c,J equipo e. el M.,ir irerr¿ineo notuvo otra ,pción que organizar u^¿l búsquecla cuid¿rchs¿r. e. el ba.ranco ycomenzó a contactar a las compañÍas que habían tr¿rtado de interesar a laArmada en sus surnergibles de innrersión profunda.

La Dirección del Material accediri a lrag'ar cl traslacro ¡ror avirin aPalomares de dos sumergibles. Er Aruttt i,, iru' i d" ReyrrnrJ* y er Art,in crc

Vtrr , lcoh¿rci¿r l i rs¡rr t . r lunt l idrrr lcs f i l )

\Voor ls [ f t r lc . Derspués cle var ias scmanas y ningún éxi to, e l prersidentc.Johnson estaba firrioscl. Exigió s¿iber dóncle estaba la bomb¿r y corloccr exac-t¡ i rncnte cu¿indo serí t r recupcracla.

En rcspuesta, se le cnvió al Pre'sidentc una copia del (rlt imo listado deprobnbil idacles rle Cr¿rvcn -modificado para tener en cuenta las semanasdc fracasos.

Johnson cstalló ante l¿r vist¡r de las curvas y gráficos de Craven. Si losequipos dc bírsquecla no poclían brindarle vs-spuestas inmecliatas, el Presi-dente encclntraría científ iccls quc sí lo harían. Insistió en que se contrataraa otro grupo der científ icos de Clrrnell y clel Instituto Te'cnr-rkigico de Mas-sachusertts. Ser leunieron en una sesirjn qrle se prolongíl todo eI día. Al f inalcoincidieron cn qu€l cl pli in de Craven era el me.jor con que contab¿rn.

Johnson no tuvo mucho t iernrpo para reaccionar. Ese mismo día, laLripuiación derl A/ulr¿. avistó un paracaídas recubriendo un objeto cilíndri-co. Estaba ¿r 685 metros de profündidad clavado en urlA pendiente de 70gr i rc los. El ALLl in habí¿r cncontrado la bonrba H f i r l tante justo donde losúltirnos cálculc¡s dc Cr¿rven la localizab¡rn. Tom¿rría varias senranas másrccLrper¿1r la bornba. Primelo, elAluin trabó de engancharla, pero la bombacayri nne'vamentr. al agua y cstuvo pcrdida por otras tres sernanas. Luegola Arnr¿rda descolgo un robot, e-l vchículo clc recuperación subacuática con-trolaclo por cable (CURV), dosclc una t¡niclad de superficie. El equipo derccuperaciírn casi pierde t¿rnto al CTIRV como a la bomba el 7 dc abril de1966 culurdo cl lobot no consigtri ir enganchar la br¡mba y en cambio se en-rcdri ccln cl piu'acaídas aclosado al arma. En la dcsespelación, I¿r Armadadecicliír izar cl CURV y la bomba iuntos, csperando quc la maraña fuesecapaz cle soportar arnbos Jrasta la superf ic ic. Fue una maniobra menos queelcgante, pelo funcionci. N{ás importante para Craven, habÍa demostraclosus teorías. Al-rora est¿rl¡a seguro que poclría rcalizar milágros una vez quetuvicr¿r al I7 a l.i l'¡ t t t .

Nrr tuvo qLl(r esperar nucho tiempo. El f lalibut fue colrsicleraclo termi-nriclo.justo trcs sem¿rniis despr-rés dt-- la recuper¿rción dc' la bomba H.

I'r lr f ireri i, no sr: 1o veía muy cambiaclo. Su va imponcnte vela habíasido anr¡r l iada para dar cabida a mást i les adic ionales que incluían per isco-pios . ' , ' antcnas para interrceptar comunicaciouers desde y hacia buqucssor,' ictic:osi a ios clue pudiera perseguir. Encima de su proa había un bultopcrtlr-rcrio que-. cualquiera l 'rabria poclido confundil con un domo mal instala-cl<¡ clc,l t i¡ro uti l iztrdo paf¿i alojar allcglos sollarf. En realiclad. cse bulto eraalgo qr-re Craven cienonrinab¿r contlol de empuje

"'ectore¿rdo. Era un dispo-

si t ivr l que or ig i r - ra lmente csbozó en el reverso de un sobre y que permit íarlrrt: t, l i igtra fluvese desde. erl f i 'cntc' del f lulibut y fucse expulsada por suscost i r t los, h¿rciendo que cl buqr-re f lotasc i i dos aguas práct icanrente iu-nrr jv i l . El l lc t l ibut no sólo podía explorar el fondo del océano, podía perma-nt'cr,r colgaclo ¿irriba cic los obji:tos, clándole ¿r la Armada tierlpti para estu-r l i r r r l t rs, c lu iz i is a lgr in c l ía dándolc ¿r los buzos del Hol ibut la oportunidacl c les¿r l i l r l t , l subm¿r¡ ino y rccupcrarkls.

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l ' ) l . ¡ r r , . ; io r l , ' l : r ¡ i i r l l i rur ( r ( , l l r l

' ' l r ( ' { l l l l ( ' t ) t i t ( lo" ¡ t t ' t 'c isaL-r¿t l )¿tr¿t f i rncionar rn¿is c lc los 3Z Kbytcs c le r¡e¡ror ia

' ¡ t rc t t r t i í l t l i r cotn¡ lutadora. Cuatrdo los componentes c lc la computaclora c le ll ) f ' :4 s( 'avt : r ia|on, so l levaron en secreto a pear l H¿rrbor unos nuevos clcntrorlr, l t 'r1r-ripajc de las azafatas cle Anieric¿rn Airl ines.

l,trego estaba el resto del equipamie'to cle innersión profuncra delI ltt l i lnt.t. S' tripulación estab¿r clescubricndo que sistemas que funciona_lrrrrr pcrfectamcllte a Lrnos pocos cientos cle meticis bajo la superficie se'ci-l l r r l l le lnte ncl funcion¿rban de igual fcrmra a 4.500,rr" t rn. c le prof¡ncl ic lad,r loDclc ias presiones eran suf ic. ientcs para convert i r cualquier rnrpe¡ngcción. c lcbi l idad en un fracaso total . Los minúsculos conector" . .nn báño cle orov rccubiertos con goma empleaclc.rs en erl cable¿rd' clel pez fhllar'n a 3.000nrr¡tros de profundidad cuando el oro y el cable .o-"nru.on a cornplmirsct' ' proporciones diforentes, des¡rrendiendo la laminil la clc oro y abritndoIos c i rcui tos elécrtr icos.

Las lámparas estroboscópicas, c l iseñadas tan ctr ic l¿ic losame¡te para¡xrclcr gui : r r i l l pez e i lumirr¿tr c i leciro rnal ino, funcionab¿ui c lenr¿rsiaclo bien.[ ']r 'an tan bril lantes que cegaban las cámaras. Fir-ralmente, se collstruye_.,n lárlparirs corl atcnuadores. Desgraciaclamente, la sen¿rl de vídeo no¡ruclo stibrevivir a su paso por el cablé coaxial que sóstenía al pez, uro porVcz. Por eso, en las primeras misiones der HcLíibut, la tripuiación tepclríarlue arreglárselas con las imágr:ncs sonar gr¿lnulosas, fbrmaclas por som-lrras, puntos bl i l lantes y fornras. La t r ipulaci í rn ser ia capaz cle obtc:nerfirtrrgrafías m¿rs cluras sri lo ur.r¿r vez cacla seis clías, cuanclri el enorme pezt i rcr¿r izado nucv¿rmcntc a borclo, l levanclo sr-r pel ícula a la supc.f ic ie: .

"s i se just i f ica hacer algo, sc just i f ica hacer lo -n1",

. " i . , r ra p.rma-rentementc craven, tratando dc aliviar el dolor pr.rr el f i laca.o. Nfie,ntrasta'to, se reunía semanalmentc con ros cliseñadore.s clel pez en la planta del : r west inghouse en Maryland, csperanclo cclnvort i r cn soluci6¡cs sushistor ias de des¿rstres.

"N{uy bicD, cabal leros, tendre,¡ los una fregacla, ¡ rero quicre que toclostrstedes sor l t ' ían", cornet lz¿tb¿r c l ic icnclo en cacla .eúni f in, inf i rncl ie¡c lo avt:ces sonri,sas, muecas en 0tr¿rs.

un día los ingenieros decidieron respo'de. dcl misnro modo ¿r sr-r bien-vc.ida. l 'e entregaron a craven una ca.ia de plástic. transparente . En sui.rterior había u' cepil l ' de ala'rbre. su nombre estab¿r éoloreado r¡' ello\rerso del ccprllo quc yacii.r prt)ximo a una placir pequerña grabada cont¡na sola palabra: SoNnt. , \ .

En una cle las 'a',egacir.rncs i lara irrrbar el pez, una uniclad cle super-

Iicie tendría quc arrojar al 'cóa.o

un ,bieto. La iclea era empli:ar: al pez ,:nla lrú'squeda de clespojos. La tripulación del Halíbut tendría qr"re iclentif icarcl ob.ieto, quLr permanecería clculto a la obscrvació' por pcriscopro nre,clian-tc una gran caja. Esta s.e abrir 'ía p'r er fo'do y delaría óaer el ób;eto hacia, .1 f i rnclo s in st , r ' r ' is t r r

Lie'gó cl dí¿r, Ia metcorologí¿r era fhvorable. El I lctl i .but ¡r la uniclad ciestr¡rerf ic ie se hic ieron a la mar. LLr g. i rche en el buque le 'a i t r i l^ caja .y la

Vuelco hacia las profirndidades 93

:¡r ' r ' io l r rstrr i lc . jar l i r b¿r lanceándose apenas pclr encima de las olas. Luego serr l r l i r i t ' l fonckr c le la caja. Instantes después, l legaron las malas not ic ias port : l c i rcui to buque-submarino: el objeto que a la Armada lc había provocadot¿rntas rnolestias ocultar estaba flotando.

La dotación dc¡ la unidacl de superficie izó el objeto nue'u'amente a bor-do y comenzó a envolverlo con lona y pesadas cadenas de ancla. grandescant idades de cl la. Lo arroiaron nuevanente por la borda. Al poco t iernpo,el Servic i r i de Invest igaciones N¿rvales sc puso en movirnicnto, enviandohonrbres ¿r bordo para <,,bligar a formular pronles¿ls de confidencialidad atoda la gente clel buque, que ahora sabía perf'ectarnenlc cuál er¿r su cargasecrcta. A juzgar por el tamaño de la caja y las reaccioncs de los invcst iga-dores, el objeto socreto estaba probablemernte cliscñado para simular unaoj i r , : r de misi l .

Durante los días poster iores, e l Hal ibut re¿1l l2f su búsqucd¿r. En al-gún punto del trayecto, un¿l b¿rrra de control sc atascó e'n cl fbndo delcontcncdol de¡l reactor, apzrgándolo .y obiigando al buquer a re'currir a losr"uotrlres diesel. Luego se pe'rdió uno de los peces portaclclrers der cámaras,( lLrc se unió a toda la basura sensible y de al ta tecnología para cuya bús-qircda había s ido diseñaclo. Craven había previsto al¡4r" in t ipo de desastrecorr los pecres. Había orden¿rdo seis de los artel 'actos, aunque el Halibt¿tc¡st lb¿r dise'r iado para l levar s<¡ lanente dos a l¿r vcz. I {¿rst¿r dondc a él leconcurnía, l-rabían descartado r.rr-r repuesto -uno nruy costoso.

Finahnentc, ei otro perz fire ¿rrriado v r-rl¡tur,o las imágencs quL' los hom-bl 'cs habian estado buscando. Más tardc, y ct , rn algo dc rcgoci j<1. l¿r dotacir inclc ¡rroyectos especialers hizo desfi lar por t<ldo el buque una fbtografia delobjcto de su búsqueda.

Clavc'n acababa de inscribir un éxito importante, ci primerr indicio deqtrt: cl Huli l>ut pociía ser re¿rllnente capaz de cumplir todcl aquello para loqrrc había s ido reconstruido. Pero los honrbrt :s c la l Hal ibut no pudierclnvcr lo. Lu nr¿l) 'or partc de las fotograf ías había s ido velad¿i por rnot ivosclc scgtrr ic lacl . En cuanto a krs honrbres c le l submarino, acababau de com-plctnr una búsqucda intensn cle tan sólo un rnuntr in de caden¿rs de ancl¿rernrcclad¿rs.

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l ' r r t t l t ' t t t r t ¡ , r ' l I lu l . ibuf habi¿r s ic lo cortaclo .v dcstr ipado, y se lc cr instr"u-t i ' t otl otltr¿lñas clif 'ererntes de aqr-rell¿rs de otros strbnt¿lrinos. Esa joroba cqmo,1, ' t r l r ' ¡ i t ' l lo ( :ot l sLl ampl ia escot i l la habi¿r s ido t r ¡ rnsfbrmada e¡ una ca\rer-rr ; r tccnol t ig ica ¡" ' se la baut izó l¿r "Bat icueva".

Con revestit¡ietrtos grises, rnarrones -v azul celeste rcsaltando el ace-

l, inoxiclable de sus pare.des, l¿r cuova se extendía con un ancho cle g,5n.rctros, un largci de 15,2 rnetros, una altura de 9,1 metros, y estaba clividi_r la en tres niveles.

Había un cuarto oscuro, un¿r sala para el anál is is de datos, y una salacle cómputos ocupada por completo por una computadora monumental : launivac 1724. Era una máquina enorme con grancles rollrs de cinta y lucesclcstcllantes, y lc otorgaba a la caver-na la sensación del reino de ciencia-ficción y aventura por el cual fue bautizada. (lvo obstante, la Llnivac teniaaperlas una fracción rninírscula clel poder de un¿r computaclora portáti ll lromcdio de la actualidad.) Apirlados en toclos los otros cspacios habí¿rcuchctas, suficiurtes para Lln equipo de dieciséis agcntcs dc inteligenciasubmarinist¿rs.

Eimáximo logro de crave¡n era el "¡rez" del Hatibu.t, del cual esperabaqnc pudiera recorrer los abism<ls utris profündos. Con un peso cie do.s toni¡-laclas cada una, y con una longitucl cle 3.7 rnetros. cstas criaturas de alurni_nio tcnían cámaras con lám¡raras estrol¡oscripicas aliment¿rdas por batc-rÍas por oios, arregios sonar remolc¿rdos ¡rclr bigotes, -\, t imongs y pian<ls cicI)ro¿l cn lugar de alctas. Dist'ñaclos p¿lr¿r scr rcnrolc¿rdos dcsdc eil fonclcrde Ia Bat ic i ¡c\¡A por nredio de var i , rs k ik imetrr¡s c le cablc, habÍan sido e,n-gendrados por Westinghousrr Elerctric Crtrpclration ¿r un costcl de 5 millonesclc dólares cada uno.

Nlientras craven y conrparira sc prc,parabar para Ia r'nda final cle¡lrruc:bas en el Hal.íbtif, el primcro lrantenÍa casi a cli¿rriri reu¡iones con sllscontactos en inteligencia en cuar.trs espc'ciales a prueba cle ruidos. Se ha_bituci a hacer malabarismos coll sus numeros{)s proyectos, mantenienclcrtoclo cl t iernpo completan.rente a oscuras a quienes ncl tenían permiso cle:acceso dentro de la Armada. Sc inventab¿rn coartaclas cle¡ntro cle otras cadavez quc se lo reqttería para resolver divcrsos problernas relacignaclos co¡las profundidades. Estaban las cnntinuas exigencias de Rickr)ver. con-i()también las preocupaciones del Congreso rcspecto cle lcls r¡clt iygs por loscuales sus proyectos de inmersión profirnd¿r estaban consumiendo dccena-*clc¡ mi l lones de dr i la les más de lo previsto. Los exce-qos en c. l prersupucstr) ,desder luego, estaban sicnclo r.,olc¡¡clos en t 'r lrulib¿¿l. pero cl prqyccro er¿uno cle los de más alta clasificación cientro clc. la Arrri¿rcla, y crar.en no¡lodía revelar esos costos rnírs de lo rluc lrociÍa hncerlo con su porád".,, cua¡docstaba en el subm¿rino.

Otros progratras sc convir t ier<¡n en su.s r . Íct in l¿rs mierntras c l is t r ibuíaItrs crrstos deI Holibut ctt insumr.rs fi '¿ludulerntris clentro clcl prersupuesto cletocla la Arn.i¿rcla. A un pobrc capitán rle nar'ío se le orclcnri ,,,,.,]to. ios gastt¡-*

Vucicr.r h¿rcia las profundidades 91

t l , , ' l I Iu l t l ¡ t t t cn las cucnt¿ts de un programa de cabczas cle cr lmbate de misi-

. l t ,s , .y ' lucgr> mantu\ 'o rel l r l lo l le¡s semani l les en las cuales tuvo que encon-. trlrr algún modo de explicar por qué: su equipo estaba excediéndose tanto

('n su presupuesto. Otro de los lugares f¿rvoritos de Craven para esconder-se era el programa DSRV. Existía cierta poesía en ello, ya que Craven esta-ba trabajando en un DSRV falso qucr algúrn día sería soldado a la cubiertadel Halibut para servir como cámara de descompresión para los buzos.Cuando Craven hubo terminado, cl proÉirama DSRV había excedido elprcsupuesto original en un 2.000 por ciento.

La suma escandalizó tanto a1 senador Will iam Proxmire, que eI de-mócrata por Wisconsin le otorgó al proyecttl su "Premio Vellocino de Oro".El DSRV declaró, t iene uno de los peores registros de presupuesto en lahistoria de los EE.UU. La Armada se sintió horrorizada ante la reproba-ción pública. Craven estaba alborozado. ¿,A cuántos piratas les entregabanuna coartada escrita por un senador'i

Desde iuego, Rickover flnalmentc clescubrií l qué era 1o que estabahaciernclo el. IIali.but. Presionó hasta que supo la nrayor parte de los deta-lles. Cuando fuc rechazado por los directores de inteligencia, se dirigióclirect¿rmente a los almirantes a cargo de las operaciones de submarinos.lrl<l acerptaría que hubiera opcraciones que r"rti l izaban sus sttbmarinos quese llerr'¿rran a cabcl sin su participación. Los almirantes no se atrevieron arechazarlo. Pcro los oficiales de inteligencia se molestaron por su interfe-rencii l. En plirncr lugar. Rickover se nt:gíl a firmar el juramento de reser-va. cftrr-r:nclo que su lealtad debí¿r clarse por sentada.

Lrrs oficiales del HaLib¿¿l hiciercrn poco para facil i tar el trabajo de apa-ciguar al almirante. Cuando uno de los inspectores cle Rickover trató dem¿rntcner el submarino amarrado a muelle argumentandcl su preocupa-

cirin ¡ror la form¿r en que la tripulación estaba operando el reactor del bu-qrri:. cl comandante del Halibul, capitán de'fragata Harold S. "Hank" Clay,se ncgri ir rerconocer la autclriclacl de Rickover.ElHalibul operaba bajo elc<icligo rlc prioridad más alto en 1¿rs fucrzas armadas, y según la historiacor-rtrrrla a bordo del HeLibtLt, Clay le ladró al hombre de Rickover. "Ustedcltrit,rtr rcplobartnc', repruébeme. Usted dígalc al Presidente que no puedo

zr i r l ) Í r r ' . Este buque est í r bajo la autor idad dc Br ick-Bat 01".( l l ly tcnía suficicntcs prcrblemas sin Ia interf 'erencia de Rickclver. Las

prrrt ' lrrs cltI I lalibut no estab¿rn salienclo lt ieu. Ninguno de los equipos deerspiorrrrjc había sido construido de ¿rcuerdo c()rl las e'specificaciones milita-lt-.s ustr¿rlcs. De heciro, las fuerrz¿rs arrnadas nunca habían dcfinido ult colt-

. j r rnto <lc espcci f icaciones para:r lgo que f t test- '¿t opcrrar a 6.000 metros de¡

¡rlof irntl iclarl. Y así, por prue ba y error, la mayclrÍ:r de las veces por error, latr i ¡ . r r r l i r t i t in tk: l I la l ibtLt puso io mc. jor de sí pnra hacer f i rncionar todo suc'r¡ t r i ¡ ro r l r , l¿r era cspacial . En cstos pr iurcr<ts días, la dotación se estabacorrvt 'nci t 'ndo cle que a la Bat ic l reva se t iabí¿lr mr-rc laclc l dueudes, Había

¡r l t r l r l l r rurs interminable 's con la computaclora. Ei s istema operat ivo del t ipt t

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PUÑO DE TERCIOPELO

lJse¡ único óxito del Halibttt deiír a Craven convencido de que estabaprerJrlrlado para comenzar a satisfacer la i ista dc dcse¡os de Sand Dollar. Ypor' -cll parte, en Inteligencia Naval naclie estaba más ansios<l por creerlequc ci capi tán de navío James F. Bradley. I r .

Bradlcy, der cuarenta y seis años cle eclad, acababa de asumir corno elnl¿iximo espía subacu¿itico de la Armada, y ahora se e-'staba reuniendo re-gr-rl i irr lente con Craven en su oficina sin identif icar y a prueba de ruidost'n ei quinto piso del anil lo E clel Pentágono. Trcs conjuntos de puertascurr¿rdas impedÍan el paso dc krs infractores. Custodianclo la entrada ha-bía una rcccrpcionista armada con una miracl¿r de confusirin bien practica-da y una respuesta estándar para preguntas indeseadas. El la s iempredecía que no sabía nada de Bradley o de su equipo. Su legajo of ic ia l en laArmada mcncionaba que su destino era simplernente "Operaciones Nava-lers, Departamento de N{arin¿r" -ninguna precisión, nada más.

Nada en su legaio sugería quc Braclley tuviese algo que ver con laplani f icación dc las misiones cle intel igencia para cada submarino deataquc dc la flota de la nación. Y nada sugería quc él era ahora responsa-blc dc planificar la primera nisiór-r real del HaLibut.

Bradley y Craven sabÍan que no serían capaces de seguir obteniendoriinc'ro de ntros departamentos de la Armada para apoyar al Hctl ibut inde-linidamcnte, no sin un respaldo cle muy alto nivel. Rickover ya se habíal¡rnzadr¡ en su cacería, en parte porque su submarino. que era consideradoun "buquc. de proyc.ctos especiales", era una de las pocas unidades nuclca-rcs cuyo control lc clcasionaba prciblemas. Necesitaban resultados, y losner:esitaban pronto si su idea de búsqueda en las profundidades del marhabrÍa de sobrcvivir.

Tal cr¡rno lo veía Bradley, todos lcls misiles soviéticos que otros subma-rincis espía habían monitoreado desde el lanzamiento hast¿i su caída al¿rgua o tierra eran solamente palabras en una lista a nrenos quc el Hctl ibut

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Lr , . r l l r r r t , r {

l ,u{ l r , r , r ¡ , r , ,1, , r r u l r l r , l . r r l I l , , r r ' , ,n\r l r r ' . ( ( r ¡ l l j , r ¡ n)rs. l ) r ' l r ¡ to¡ l t t ' i t r i t ¡ ,l , ¡ { t nul l , r r r , r l . r l , , l ; r l r ' : r Y nl i l ls t l t ' l tot i ts r l l t r i t l l i t jo r lct l ic l tdt ls ¿t st¡rr ' . r ( ) ¡ r r l r r ' r r r r r : rnrr . r i l , ¡ ror l t i ln l )o l ' igtr l r l h i rbcrr s i t lo i i r rc l jados al lnár.

1, , , , , , r , , \ r . l r r ' .s l l r l rnrrr ( ,st l r ( l ( ) c les¿rrrol lando nt is i les a un r i tmo fcno-rr , ,n:r l r l .sr l . r ¡ r r r , l i r t , r 'on obl ignclos a ropleg. ' l rse dtrrante la Cr is is de lc ls. \ l r r l , s ( ' r ¡ l , ru)r ,s. l ,os l¿rnz¿rmientos de prueba, re¿¡ l izados desde centrosrrr ; r l rs l i tos t , ¡ lc l l r r '¿r( [os en cl inter ior de la Unión Soviét , ica, y otros lanza-r l . : , r l .sr lc str l r r r r r r r inos, habían caÍdo ¿r l agt i¿i er1 el Pacíf ico. Los submarinos,.r ; l : r r l .ur) i r l t ' r rscrs se habían csforzado cn tr¿t tar de f i lmar esas prucbas y

' l r t t . r r r , l ' r ( 'g istros que pudieran contr ibuir a c letcr ln inar la te lemetr ía delrrs rrrnir rs. Estos submarinos corr ieron gr¿rncles r iesgos, escabul léndoserllnt ro rkr aguas totalmentc cercaclas por buqlres soviéticos que conducíanlrrnzlnr icntos desde el mar y monitoreaban la- . caídas al agua de misi leslrurz¿rclos desde t ierra, cuyos re,qtos quedaban esparcidos en fragmentos

¡rcrltrcños sobre un amplio sector del fondo marino, trozos de metal negrorlt.s¡rarrarnados por todas partes por la fuerza del impacto contra el agua,r l t ' l¿rs implosiones y de las corr ientes r iceánicas. Lo que más deseabalirrrdlcy eran l¿rs ojivas de los misiles que contenían krs sistemas de guiadov l¿rs cabe zas de crunbate sirnuladas que podían provcrclr una buena estima-cir jn c le las dimensionos, potencia y rendimiento c lcr l arma. Encontrarl i rs piezas no sería fáci l -e l Hul íbut pudo haber s ido capaz de encontrar unobjcto cle prur, 'ba clepositaclo cuid¿rdosamente en el agua, pero ¿cómo le iríarrhclra que su clcst ino cra rnucho ncnos exacto y su yacimiento estabat'n las aguas del Pacífico norte habitualnlente patrulladas por buquessr-rviirt iccls' i-. Una detccción, en el verancl de 1967, en ese momento seríacliplomáticamentc desastrosa. Justo ese.iunio los Estados Unidos y la UniónSoviótica habían estado cerca del cnfrent¿rntiento cuando ambos banclost¡r'rviaron flot¿rs de buques y subrnarinos al mar Mcditerráneo durante laGuerra Arabe-Israel í .

Dc todas formas, Bradiey quería un milagro, Y Do uno cualquiera.(]trería que el Hel.ibttt enconttase un tcrsoro soviético de tal magnitud, ob-tuviese tant¿r inteligencia, que el Pentágclnr-r no tendría c¡tra alternativacll lc' construir una flot,a de submarinos para proyectos especiales. Cravenclcscaba casi lo lnisno y esto unió a ambos htlmbres hasta ft lrmar un equipo.

Al igual que Craven, Bradley prclvenía der ttna familia de marinos.Antbos ]rontbres conlpartían la fhscinaciírn pol ltrs profündidacles inexplo-radus 1' peligrosas, collro tambión ttna sensación de asornbro por lo que elIlulibut estaba por atreverse a hacer. Pero la an'ogancia de Brooklyn que

había en C-lraven contrastaba fuertemente cort el pragmatismo del medicl-oeste <1e, tsradley. Este no tenía historias familiarcs de la Guerra Civil para('ontar. No habÍa calaveras ni huesos cruz¿rdtls en su pasado -solamentel¿rs estrc l las tatuadas con carbc¡ni i la y un cortaplumas en cada una de lasnrcli l las de su padre y el tatuaie de un gran tigre negro y amaril lo saltandoc'n erl vientre derl anciano-. Fue sclbre el brazo izquierdo de su padre que

l ' r ¡ r ro r l t t ,cr t : i r r l t t , lo 97

l l r r , l l , t l r , ¡ l , r . r t , ; r l r r : ; r r l , )s l r J)r ' r r r r t , r ' r ' i r r . j r ' ¡ lorer l ntundo,siguiendolascator-, , l ' , r t r r l , r ; r i r l ; r l t t ; r r l r rsr¡ t tcsctrr l l r l l l in lospucrtosdeescaladesuhéroena-' , , r1 rrr . . r l , r ' ;u l r l r ' . : ; r r ¡ l r t lnr , t lLrc f i rc un ayudante de contramaestre en la( I r . ¡ r r l , ' lot : r l ' , l r r I r t t r " r Ic l prr :s idente Theodore Roosevel t .

l i ' r r r l l t ' .v sc incor l ;or í r ¿¡ la Arnrada no para sat isfacer obl igaciones fa-r¡r l r : r l t 's r r l r r igacl l rs largo t ierrpo, s ino porque en vísperas de la Segunda( i r ¡ r ' r ' r ' i r N{rurdi¿r l creyó que tenía que escoger entre las imágenes de lasI r ' ¡ r r r ' l r . r '¿rs l len¿rs c le barro del e jérc i to o de los valerosos combates en mar-esl , : r r r r r l rs ¡ror c l soi y las hermosas muchachas exhibidas en la pel ícula del1).1 o,Ay'aurr BltLe ctttd Gold.Bradley se encontró a sí mismo combatiendc-rnr( 'nos dc un año después de egresar en la segunda mitad de su promociónr l l l l )44 de laAcademia Naval . Apesar de el lo, s int ió tanto placer surcandolos ni¿rres en submarinos convencionales que más tarde rechazó la invita-cirin de Rickover para incorporarse a ia Armada nuclear.

Fue un acto similar al cle rechazar las printeras ofertas por accionesde iBN{ o AT&T. Ya era cvidentc que los nucleares de alto perfi l se conver-tirían pronto en el mejor camino hacia el conjunto de estrellas de almiran-te para la mayoría de sus pares. Pero Bradley no era como los otros candi-datos de guante blanco que pr'ovenían de la Academia Naval. Preferiríabeber un margarita antes que ull martini, agitado o batido, y si alguienalguna vez trataba dc st:rvirle un emparedado de pcpinos, probablemente.lo sumergiría en salsa Taba-sco. Le ponía salsa Tabasco a todo excepto a lastortasyaloshelados.

Musculoso, bien parecido y r . rbcecado, se incorporó a intel igencia demodo tardío e inclirecto. No condujo misiones de espionaje en ninguno delos dos submarinos convencionales que comandó. Pero se había ctedicado ala práctica de la inteligencia cn reuniones sociales, fundamentaimente in-terrogando agregados navalcs y diplomáticos de otros países a l ines de ladécada de 1950, cuando era agregado naval adjunto en Bonn. Set le asignócse trabajo porque había estudiado alemán en la Universidad cle George-town, enriqueciendo el ya colorido vocabulario que había adquirido cuandoti:nía doce años de edad y jugaba en las l igas infanti les para un equipoparroquial en el sector alemán de St. Louis.

Cuando en 1966 apareció la vacante para el trabajcl de guerra suba-cuhtica en la Oficina de Interl igcncia Naval, Bradley tenía un carnaradaque era el a-riudante del dirr:ctor dc Inteligencia Nava1. Esa era la época enla clral I l ickover se rehusab¿r a de'stinar cualquiera de sus submarinistasnuclcares a tareas adrnir-r istrat ivas en t ierra, pur lo que el t rabajo tuvo qucscr asignado ¿1 Lln sr-rbnrarinista convencional, y se lo dieron a Bradley.

El disfrutaba la ironi¿r de que ahora estuviese dirigiendo las rnisionest l t ' cspionaje de la f lota nuclear de Rickover. Ciertamente, e l capi tán dis-l l 'Lr t l iba esto casi tanto conio a su amada salsa Tabasco.

Por su parte , Rickovc'r no podría olr, idar jamás el desaire de tsradley,su rr t 'gut ivzr a unirse a la sociedad de el i te dei a lmirante, no más de lo que

Page 52: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

l ¡ r , ,1¡ , r ' i r l l r ' ( ) l )¿ir su ut i l ic lacl y l r ¡s convir t ie-sc en algo r : rás. De lo contrar io,

1, , ¡o rrr i l lones de dólares y tn i les de horas de trabajo dedicados ¿r s¡"r

r , , , r r . l r t r l ic ionamiento podrían por igual haber s ido arrojados al mar.

l,o-q sovióticos habían estacLr desarrollando misiles a un ritrno feno-

ur( .n i l l c lesde que füeron t tb l igaclos a replegarsc durante la Cr is is de l r ls

i \ l is i lc ,s Cubanos. Los lanzamicntos de prueba, real izados desde centros

¡r¡rs i l Ís t icos cnclavados en el inter ior dc la Unión Soviét ica, y otros lanza-

rlr ¡s cle¡sde submarinos, habían caídrl al ¿tgua en el Pacífico. Los submarinc¡s, staclounidenses se habían esftrrzado <ln tratar de fi lmar esas pruebas y

llrtcner rcgistros que pudicran contribuir a deterrninal la telemetría dtr

lrrs armas. Estos submarings corrielon grandes l iesgos, escabulléndost'

rlt 'ntrcl t le aguas totalmentc cercadas por buques Soviéticos que conducí¿rll

l i rnzamientos dcsde el mar y monitoreal lan las caídas al agua de misi l t 's

l l inzaclr-¡s desde tierra, cuyos restos qued¿lban esparcidos en fragmentos

¡rr . t1ut . r ios sobrt ,un ampl io scctor del fondt-r Jnar ino. t r ( )z()s c le metal n( ' l l l r )

i l " rpu. .u-uclos por todas partes pol la fue'rz¿¡ c lc l i rnpacto contra el agrr ; r ,

c lc ias implosiotres y dc las corr icntes o(:c¿i t l ic¿ls. Lo que más dest ' l r l ¡ : r

I l r¿cl lery eran las oj ivas de los misi lcs qu( ' ( ' { ) r ) t r ' l r Ían Ios s istemas de gtr i r r r l , ,

. r . las c¿rbezas cle combate s i rnL¡ ladas t¡r t t ' ¡ r , , r l r i rn pl 'o\ /eor una buen¿1 cs1 i l r r ; ¡

c i r t ¡ c lc las c l i rne,nsioncs, Jrot , t ' r r t : i r r I ' r lnt l i l r l iento del arma. Ent:ot t l t : r t '

Ias piezas no sería fáci l -e l I lu l i l ¡u l ¡ l r r r lo I i l rbcr s ido capaz de encr l t t l r ' j ¡ r ' t r r )

objcto de prueba deposi taclo c i r i r l r r r losirmente en el agua, pero ¿,cott ro l ( r t r i l

¡hrrra ( lUC SU Clt 'St ino ( . r t l t l t t l ( l ) ( r l l l ( 'n()S ( 'Xa( ' to y SU yacin) i t l t l , r ' : l ; t l r ; t

en las aéluas del Pacíf lco nortc habi tualmente patrul ladas ¡rot l r r t , ¡ t t t 's

soviét icos?-. Una detccci t i l l , e ' t r e l verano de 1967, en ese l l lorrrr ' r r l r ' \ r ' r ' t i t

d ip lomát icamente c les¿rstrosa. Justo ese. iunio los Estados lJr . r i r los r l ; r I Trr i r j t l

Sclv iót ica habían cstaclo cerca del enfrentamiento cu¿rn( lo ¿t l r r l , , ,s l , ; t r t t los

cnviaron f lotas dc buques y submarinos al mar Medit t ' r r r i r r lo t l t t r ' ; t t t l t ' l r t

G uerra Arabt ' - l srat ' l i .De toclas formas, Bradley quería un nl i lagro, .y l l ( ) t r r r r ) r ' r r : r l r ¡ r t i . t ' r t .

Quería que el Hal ibut cncontrasc un tcsoro soviót ico t l l t r r l r r r r t ; l r r i t r l t l , ob-

tuvicse tanta intel igencia, que el Pentágono no tcnt l r ' Í r t of t r t r r l t t ' r ' l l r t t iva

quc construir una f l t i ta de submarinos par¿i l ) ro.vcctos t 's¡rct ' i ; r l t 's . Or:rven

cleseaba casi lo mismo y esto uniír a ar¡bos honrlrri 's hrtst it f irrtttrtr t l l l e qurpo.

Al iguai que Craven, Bradley provcní¿r dc t rn¿t l i r l l l i l i r r ( l ( t marinos.

Ambos hombre-q cornpartí¿ur la f 'ascin¿rci(in pot- las ¡rrof trlrt l i t l irclos inexplo-

r¿tc las y pel iÉirosas, como tanrbién una sonsaci t i t r r l t ' asot1tbro por lo que el

Hol ibut estaba por atreverse a hacerr . Pero l¿r an'ogi t t - tc ia de Brooklyn que

habÍa L'n C-lravelt contrastaba fuertemc,ntc cr¡n el pragrtlatismo del medio-()este clc Bradley'. Este no tení¿r histoli¿rs {anii l iares cle la (lue¡ra Civil para

cgntar. Nr l habia c i r lavt , ras rr i hucs,rs cruzudos ( ' r ] su pasado -solanlent( '

las e¡strellas tatuaclas con carbonil la y r.rn cortaplumas en cada una de las

rocii l las de su paclre y cl tatuaie de un grau tigrc negro y amarii lo saltand<l

cn cl vicntre detl anciano-. Ftte sobre e I brazo iztluierdg de su padre que

l ' r ¡ r to r l r ¡ tcrr : io¡rr , lo l ) i

l lrrrclle.y había realizado su primer viaje por el mundo, siguiendo las cator.-ce' b¿rnderas tatuadas que señalaban los puertos de escala de su héroe na-val más grande, su padre, que fue un ayudante de contrarnaestre en la"Gran l-lota Blanca" del presidentc. The<ldore Roosevelt.

Bradley se incorporó a la A.nr¿rda no para satisfacer obligaciones fh-miliares abrigadas largo tiempo, sino porque en vísperas de la segundaGuerra Mundial creyó que tenía que elscoger entre las imágenes de lastrincheras l lenas de barro del e.jército o de los valerosos combates en maresbañados por el sol y las hermosas mnchachas exhibidas en la película cle7940 Nauy Blt¿e and Gold. Bradley se encr.¡ntró a sí mismo combatiendomenos de un añr¡ después de egresar en Ia segunda mitad de su promociónde 1944 de la Academia Naval. A pesar de ello, sintió tanto placer surcandoios mares en submarinos convencionales que más tarde rechazó 1a invita-ción de Rickover para incorporarse a la Armada nuclear.

Fue un acto similar al de rechazar las primeras ofertas por accionesde IBN{ o AT&T. Ya era evidente que los nucleares de alto perfi l se conver-tirían pronto en el mejor camino hacia el conjunto de estrellas de almiran-te para la mayoría de sus pares. Pero Bracllev no era como los otros candi-datos de guante blanco que provenían de la Academia Naval. Preferiríabeber un margarita antes que ' in martini, agitado o batido, y si alguienalguna veztrataba de servirle un emparc'dado de pepinos, probablenentelo sumnrgir ía en salsa Tabasco. Le ponía salsa Tabasco a todo excepto a lastortasyaloshelados.

X4usculoscl, bien paleciclo -y obcec¿rdo, se incorporó a inteligencia demcldo tardío e indirecto. No concltrjo misiones de espionaje en ninguno delos dos submarinos convencionales que comandó. Pero se había dedicado ala práctica de la inteligencia en reuniones sociales, fundamentaimente in-terrogando agregados navales y diplornáticos de otros países a fines de 1adécada de 1950, cuando era agregado naval adjunto en Bonn. Se le asignóese trabajo porque habÍa estudiado alemán en la Universidad de George-town, enriqueciendo el ya colorido vocabLrlario que había adquirido cuandotenÍa doce años de edacl y jugaba en las l igas infanti les para un equipoparuoquial en el sector alemán de St. l,ouis.

Cuando en 1966 apareció la vacante para el trabajo de guerra suba-cr.rática en la Oficina de Inteligencia }Javal, Bradley tenía un camaradaque era el ayudante del director de Inteligencia Naval. Esa era la época enia cual Rickover se rehusaba a dest inar cualquicra de sus submarinistasriucleares a tareas administrativas en tierra. por lo que el tral:ajo tuvo qucsur asignado a un submarinista cr . ¡nvencional , v se Io dieron a Bradley.

El disfrutaba la irolría de que ahora estuviese dirigiendo las misionersclt ' espionaje de la flota nucic,ar cle Rickovcr. Ciertarnente, el capitán clis-f i 'ut : tba csto casi tanto como a su amacla salsa Tabasco.

Prlr su parte, Rickover no podría olvidar jamás el desaire de Bradley',srr r rcglr t iva a unirse a la sclc iedad de el i tc del a lmirante, nn más de lo que

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1)B El juego de la gall ina ciega

¡ l r , ,c l íatolerar lavulgar i r reveret"rc iadeot¡ossrrbmari t r is tasdiesel .Pe'nsa.ba oué Bradlev

"'u ti''':;;;;;;;i'o" v odiaba el hecho de que no pudiera

::ffiil;;?J.ou fi;;" ;;;;"no de 1e6?' Bradlev estaba menos preocu-

pado por apaciguar a Rickover que por demostrar que su programa de

i.p¡ti":" podia prodttcir resultados' ales de Bra-

Gran parte de la ar.nada flota de sulmarinos convenclon

dley era empleacla ";#;td;"'

tnttt"¿u'iut' v^ q": l l

Flota del Atlánti-

co irabía dejado ¿u ""uiu'

esos buquet t-"g"át soviéticas' La Flota del

Pacífico contaba to'J*u"ot submarinos v t"t i¡ iu unidades nucleares con

rnás leutitu¿, A" t¡ '-a";; i ;;" to¿uuia itutía buen uso cle sus unidades

convencionut"*, """ii'i¿;;;t-;;;" a la tlnión Soviética como a las aguas

lrlenos profundas frente a China pu'u tá"i[orear los esfuerzos que se ha-

cían alií pu.u d"tu"ollu' "ob-u'i"ot

tn^ *isi les nucleares (La Flota del

Pacíf ict- lenvióinclusivesubmarinosconvencionalesparamonitorear losensayos de armas uio-i.u. de Francia

"n-"t pu.¡nco sur.) Ju-sto antes de

que Braclley ""

p'" '" ' l f i*a en Washingt; ' J"t submarinos convencionales

estaclounicl"r-r.".."i lu¡á estrella¿o.urriru cargueros mientr¿ls curnplían

misiones de t igilantiu t 'u"t" a Vietnam'r Pero mientras los €lrrores como

ristos aceleroUor, "t 'n?'¿"i

r"i,-,o¿,, <le Los diesel, los comandantes de los

submarinos nt ' ' t l *u '* ' ' " tun

ol*ntudos para qut ' corr iesen' tat) t { )s r iesgos

como lo habían L"t'ü ' i"Áp'"

los prirr"reros -o nlás-' Verdaderamente' a

r.e'clicla q'e l 's "";i;;;;;

i"; '""-plu'obu'-t ' lu -uyntía

de los comanclan-

tes en la flota qr"rion todavía ignorar las irlcursiolres dentro de aguas

soviéticas y ru. a"iÁ"ciones a las que poco les faltó para convertirse en

t"tttt i l i ; ;.1 que Bradley, los_comandantes s¿rbían que los riesg<is . ' .1ían la

pena si . ignifitur'u"l i ' tJu' u tn' submarinos misilísl icos soviéticos cuando

zarpaban de sus bases' IJna vez que alcanzaban aguas abiertas ' eran

mucho más difíci lJs áá-rugrrir; inclt isiv.e las redes sosus en c.ntintt. t 'x-

pansión cubrían solamente una pequeña porción de los océanos' Estc pro-

blema se estaba volrrie.rdo más urgent". fát,1"" {".p1". de toclos esos ¡rños

cleprcocupu, iot" tWutni t tgto" ' iu""oui¿t i toshabíancomettz¿lndo¿ren-viar submarinos misilísticos -en su mayoría'tu"u"1:t-o1a-les de la clase

Golf_ a cumplir #;.,1ü;-;;gulares. frente a las costas estackrunidenses'

La Fuerza Aé,"";;;; iJo"' ' tu¡u clesesperad'i p* -: l::L-r

aYuda para

averig¡rar fut tupu'iJud"t d" los ntteuot misiles soviéticos crln base en

tierra probados -"áiu"tn

lanzamientos hacia el océancl'

1 Tal como suceciió en la Guerra de Corea' pocos co-mbates tuvierolt lrt;- i"t '

en el mar durant.e *i.u.ni.to cle vietna¡n. se enr' iáron submarinos a un¿rs l)o( irs

operaciones d" ,igii;;; i ;y ," ",rpluuron

subn¿rrinos convencionales put:t (t( 'sl 'rrr

b¿rrcar com¿rndos.'EI-^;';;t, y dos antr_guos submalinos Regulus -Tlt¡tttt ' \ (¡/1/\ '

óacl¡- desembor"o;n Jáentos SEAL "n

lu. p loVus para la ejecuci t i r r r l . r ' r t t t i ts

iu.u.rio.t". ciandestirl¿rs enlrer 1965 y 1972

I 'uno dc Lcrciope lo 99

Y así comenzó la "Operación Winterwind", el plan de Bradley paraconseguir uno de los elementos más importantes que figuraban en la anti-gua lista de deseos de la operación Sand Dollar. A pedido de la FuerzaAérea, iba a enviar el Hctl ibut a buscar la ojiva de un rnisil balístico inter-continental soviético. A Bradley no le intcresaba que aquél toclavía notuviese la capacidad de recuperar objetos. Consideraba que si el Halibutera capaz de tan sólo rastrear lcis fragmentos de un misil y marcar lclslugares doncle se encontraban con transpondedores acústicos, la Armadapodría idear una forma para recuperarlos más tarde. Los transpondedoresdeberían permanecer activos hasta siete años, t iempo suficiente para con-cebir un pian, tal vez el necesario para que el equipo de Craven construye-se uno de esos vehículos de búsqueda de inmersión profunda para que fi-nalmente recogiera los fragmentos.

Esta vez el I lalibu.t estaba siendo comandado por el capitán de fraga-ta C. Edward Moore, un hombre recién salido de la "escuela del encanto",el centro de adiestramiento para los candidatos a comandante (PCO) don-de se los evaluaba en la clperación de reactores nucleares. Dirigido por losfavoritos de Rickover, los cursos sobre reactores consistían en ejerciciosmarcados por la desesperación y las frustraciones, en los cuales los candi-clatos eran machacados sin misericordia. El mismo Rickover se deleitabaen advertir a los PCO que al menos un tercio habría de fracasar. El y sushombres interrcigaban implacablemente a los candidatos sobre los detallescle 1a tcoría dc funcionamiento de los interruptores eléctricos, física y cual-c¡tt ier cosa en la gruesa pila de manuales de reactores, tratando de descu-br i r cuál st ' r ia esc tcrc io.

Ahora Moore había heredado un buque atormentado por un reactortemperarnental y el rencor de Rickover. De complexión robusta con)o unluchador, Moore encarri su tarea con silenciosa determinación. Su cabello,aunque ya entrecano, se volvería apenas algo más claro durante este co-rrrando, pero pocas veces se quejó en voz alla, y casi nunca respecto delmismo Rickover -aunque periódicamente habría de dirigir una maldicióna alguno de los subordinados más notoriamente sádicos del almirante.

Mientras eI Halibut se desplazaba a más de 400 millas al norte deNlidway, sólo NIoore y unos pocos oficiales sabían detrás de qué andaban,rri siquiera los habitantes especialrhente seleccionados y autorizados del;r l l¿it icueva habían sido infbrmados. Su líder, el capitán de corbeta Johnll ()ook III, uu ingeniero electricista de treinta y un años de edad con elcloble crrrgo de oficial de operaciones y oficial a cargo del proyecto, mencio-n<j sol¿rmente que debían explorar el lecho del océano a 5.000 metros deproiunclidad en busca de cualquier objeto de tamaño mayor que un tachode basura.

Las cosas comenzaron bastante bien. El personal sembró una gril larlc t lanspondedores c'n el fondo marino, uti l izando los tubos lanzatorpedosdal l lalibtLt para lanzar más de una docena de los dispositivos acústicos.( l;rrl ir uno de ellos poseía una firma acústica particular y podía ser activado

Page 54: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

100 El juego de 1a gal l ina c iega

¡ l t l rcc,r t r t ro l remotoclesd.eelsubmarino.Arrrecl ic l¿rquecaclatranspondedt l rl legatra al fond.o, 1". ;;;;;;t ln'

'"gittt"ban stt posición exacta uti l izanclrr

run sistema cle navegación satelital '

Cr¿rt ,en, ,n", tuuuabordornierr t rassucecl íatcrdclesto,peroest i rbast te spiritr_r. La mayoría-iJ" ir ip"lación clei HctLibttt crcía r:r-r la coartada quc

¿rcluól había l l lventado, q.r" iu. transponcleclorcs de 2.5 r.netros de largo

"rj,-r ' rrinas d" fbndo'-iát-^."a"'pottdedóre.-' habían sido

'rarcados inc.isive'

con códigos ,t" ,rrrri.üilv ""ir ig"¿"

s a\ Hctl i.but por Lrn dopósito de muni-

cií l lr cle la Armada. para asegurarse que la ckltaciírn quedase convencida,

c.rirven les advirtió .;;;Ñ" a los hombres (luo ncgasen que las minas

cstab¡n a bordo.Tomó treinta y seis horas armar la gri l lLi Dt:s¡rtrirs t lg

":9' los hombres

l¿r.za'on uno cle los peces. AIa mayor partc 'c l t ' la t r ipulaci<in se le habí¿r

cl ic l roquelosmecanismospertenecía¡ra.unnt | ( )V() t i ¡ l t rc l t 'SonaIren1() lcadcl ,,cr, 1¿r clotación d",,;;;;".¿", especiales" apiñlrrlrr r¡¡.t. r lcl p.queñr) cruarto

li" '","i."f ¿e la Baticueva conocía l¿r verrcl¿tt[. f .c lavía rru." r"J i"ui ; ; i " r señales c l r ¡ v i t l t ' r l l ' su lugar, los h. t 'bres

t 'stabatr t ratatrc lo de..vel , ,e l fondo a t ravi .s t l t ' l l ts i t t l l igt l r ics s(} I l¿ l r crrv iadas

l l r r re lpcz.sesentaron,mir¿'rncl<l l ' i j l r r l i t ' r r t t . l l tss. l t t l l l r l tsgr ist lscnr ' iadasal l rs p. ' t . l las, t ratanclo c le sc¡ lur l r r r r r r r ¡s r l . r t t ,s l .s sr t tpos c ic scimbras'

l . ,uscancl t ¡ c l is t ingurr l ; ; ñ; ¡ r , , r l r ' í , , r r lur l r r , r 's i r lo, l r . ic tos t lavcr c le los peces

nacl¿i l r r io, o c le rocas. Tambi¡n l r r r l r í r r ¡ r : r r r r ' l ( 's t ) t oVt ' \ ' ( ' l t t lo lc 'ctr ' t ras digi ta les

l tar i t ver i f icar la c l is lauci^ rr l l i r l r l , r l . l ¡ , , '1. r r l t 'c i r r r i t : r l t l l ietr t ras '¿rt laba

i l l t l r l i l r¿rncl t ¡supropiaclcrrr l t l t . ; i i | ( ' i l t ) { | { ) l i , t . , r ] l . l ¡ f . i i rst l t tc. t t i r t l i t lhabríader 'etl r l rst l r que f 'ue:ra recobr¿l( l r t t l t ¡ t ' r , l t I l l t , l l1t , ¡ r r l t . t '1 sr t l ln l , . ' . i ] , . . i - .

' ' , .Lasct lsassevolv i t ¡ r t l t . t t t l t l : t r ' t l t l l l i ¡st I i i ic i l t ,scuandt l f 'a l Ió laUnivac

112.1.Noclbst t rnte,est¿t t , t lz l l t t l r l l : t t . i t j l t r l t , l l rR¿rt ic: t tev¿tcstat laprcparada.Equipaclosconunacalct¡ l i i r l r l t . l ¡ t l t ' t . t t i t t t t l l l t , r ' i r t l l r¿rbr l r .d<l l ] ( ) rL i l l ingenierocle l i r West i , 'gr- 'o. , . " , - r . , l i ' l ' . , , . l '1 , ) ' . . , , t ' t ' l t l iz l t r t l l l l¿r tarel¿r plrr l r l l r cu¿r l habí¿l

s ic lo c l iseñacla la con'r¡ lutr tdt l r r t . Sir l t ' r r l l l r r rgo' l lo mucho t icnlpr l c lc '*pr-rés de

erscr, los duencles ,trrí-í l, i ¡ lr,t cl isi ¿rcr¿r¡rrr ..,,,,r 1r. misión. Est¿.r vcz erl l lroble-

r1la füe pro,rn.u,lu ";^;:tt;t '

pol una li i l t 'r lcirr t luie Craveu había ignoradcl

conscientetnente, trr 't lL;;; c¿rlctrlaclo El gLrinehe hidr11..............11:: para el cable

erra tuás pequeno i;k' q; debí¿i I ' lrr¿t t ' i t l lor e11 un espacio de 2'1 metros

entreelc¿rscclresistenteyl i lpar: tcsu'pc.r i r r rc lc lacubiertadelsubrnar ino,el guinche .nro-*rri"^po¿'lu 1""g.

un cli¿rntctro de 1,8 rlretro. como resulta-

cio, el cablc ¿" u."ru-.itorcido clc once nii l nlctros cle largo tenía que enro-

lü..; latt apretadamente que era erxig.iclo h¿rsta el lín"ritc'

( - ] r .avenhabíacalculadt lqueclcal l lc igrr i r l } - ¡abríar lesclpclr tar l r l 'Pert l

, l ' icló algo. En g"rl"rut, el cabie c' ' sí mis'rt l .ra srtf iciente fuerte, p.'o oll

rc¿r l ic laclestabacompuestoporunlrx l t r t t inhebr.asseparadasquctut l r t t r - tciev¿rrraclas

"^ .orrjrrrriu. iu.'- i.nrus hebras tenían una l 'ngitud mtrtr,r 'y

estabansolc ladasporsusextrelnoslrastaa]canzar los11.000mctrr ls,Ycaria s.iclad.rru

"ri ' lr"Jo"t" á¿¡ir. Era u'¿r cle esas soldaduras la c¡rt. se

I ' t ¡1 i , , t l , ' I r t r ' t r , ¡ r r '1, r

l r , r i r t , r cot ' l r r r lo, t lc ianclo un al¿rr t rbre suel to que había atascar lo t ' l r l is¡r , , - , l ir r ¡ r l i : r ' rur t l r ) ¡ r l r rn cobrar dcl cable, y dejando al pez colgando ¿l l¿r r l r , r ' i r ' : r , ' r ¡. l ( ' r r l r ' ( ' r l lo de aqtrel . En un esl i rerzo desesperado por impedir la ¡r t , r ' r l i r l : r r l , 'r ¡ r r st 'gt t l tc l<t de los artcfactos dc j - r r .n i l lones de dólares, una nrul t i lut l t 'otnl t tzt¡ a t rabajar en conjunt<-r para izal las dos toneladas dc ¿r l r - rnr i r r io lt , r r rs igrr ic i t r¿ic ' r a l pez dc regreso a bordo e' introducir lo en cl tubo t¡ t rcl , r l i r t rzaba. Despuós t I Hul ibut sal i r i a supc'r f ic ic. Dur¿rnte los t res dÍrrs- i ¡ l t r icntes, sr-rs hombre's dcsenrol laron la total idad de los 11.000 r .netros <l t ', : ¡ l r ler , lo acornod¿rron en la Bat icur¡va fbrmando un ocho aparentencntt 'rttttrrmitrablc, y luego lo .u'olvieron a enrollar complctamente e'n c:l t¿tmlr¡rrIcl guinclie -sólo que e'st¿r vez comenzaron por cl otro extremo-. L¿r idr'¿rr)r¿1 ¿rsegurarse qlre la sección rota permanecería a bordo cn el guinclrcr,uando se volvicra a arriar el pez. El esfuerzo rindió su fruto, pero a pes¿r.clc e-.l lo los hombres nultca encontraron un pedazo de misil.

Cuando al Halibtú regre's(t a puerto a fines de octubre, Craven esta.ba(:¡slrcranclo cn el niucll le. Yá había concluiclo quc el HaLibut no podría salirnuevamente con un cable sold¿rdo. La Armada comenz<i a contactar l¿rbr i -cantcs, erxplicerndo solamcnte quc precisaba once kilómetros de cable cletuna sola pieza, s in soldaduras, par¿1 un proyecto c lasi f ic¿rdci . Desde compa-ñías do perfbraciírn pctrolera hasta fi ibricas de ascensores, los vendccloresse accrcAron al Pentágono. Un honrbrcr no pudcl contrcllar su intriga. "DebedecÍrmclo -dejó cscapar- . ( ,Para qtré edi f ic io es esto?"

Ninguna com¡tañía podÍir sirt isfhcer l¿rs c-s¡tecificaci<lnes cle la Arnr¿idai)ar '¿r un c:rble s in soid¿rdur¿rs dc 11.430 metros de longi tud. Finalrrr t 'nte,U.S. Stcel acccditj ¿r modifical st¡ procesr) cle f 'abricación de cables. Inclusi-vc entortces, tomrrrÍa tre s nlt 'scs -hast¿r junio de 1968- para l 'r i lar lr is r¡ncehilrirnetros clt- ' ¿tcc'ro. Cuanclo el cable estuvo finalntentc terrnin¿rdo, Bra-dley decidió que €rra t iernpo clc t ratar nuevamente de pescar un misi l .

La partida del IIoLibut sc produ.jo aproximadamentc¡ al mismo tiernpoquc los nol'coreanos abord¿rb¿rn y capturaban al USS Ptteblo, un buque derecolecci t jn do intel igenciu quc espiaba desde la superf ic ie. Cuando los co-realr{)s irtacaron, el Put:blt¡ est¿rba en aguas internacionales, interceptandoenis iones radar. Fue un nrovimiento ¿rudaz. Los cr. ¡ reanos rociaron elbuquc con fuego de anlctral ladoras, v la t r ipulacir in del Pueblo, con su bu-que equipado sol¿rntt 'ntc con arn)as i igeras, nri se atrcvió a responder. Cuan-cio los corcanos int t ' rv i r r i t , r ' r )n p¡u 'a inrpedir que la dotación destru¡ 'eralos cquipos v rergistros r lc cspiona. jer del buque, dieron muerte a un norte-americano e irir icron ¡r otr.s trcs. AI f inirl, los coreanos robaron algunos dclos equipos cr iptográl icos ¡rr i is c lc l ic¿rclos de los Estados Unidc¡s, y funciona-l ios de intel igcnci i r cst¿rr lotrnir lcnsc's est¿rban convencic los que ei cquipost ' r ía entrcg¿rdo ¿r los sr lv iet icos.

Pe¡ro a bordo clt ' I Hulibttl, toclo comenzó bien. Navegó de: regreso a lagr i l ia dc t ransponcledol ' r 's -q i r r incidcntes. Esta vez el pcz nadó sin t ropie-zr is. L¿ts granulosas imágcrr t 's sonar aparccieron en forrna cont inua en laspantallas dc l:r l]¿rticu(]\¡i l , ullA replclducción bclrrosa de un lejano planeta¿r 5.000 ntctro-q dcbaio c ler r , l los.

Page 55: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

I ( )2 El iuego cie ia gal l ina c iega

F] lsubmarrnOy.qutr ipulaciónbuscaroncl t r rantecasidosmeses'pcrot.oclavía no había rnttif

"t ' tá-éticos a la vista' Lucgo el sistema del cable se

l l r .er iónuevamente,y losequipcrselectrónicost luese]cclmunicabanconel¡rez entraror,

",', tn'táti"t-tiiu' Todo esto.no era

f*::::ll Hacía tiempo

oue la clotación h"br;;;;;; tJ-u completar utla reparación de emergen-

,ii,,,. ",.,.

cl mar. T"d. l;;;;...ii"^i"fr".íá habn. lle'aclo menos -de

un¿r hora'

Ei pl 'oblema era que) tení¿rn que completarla e'n superficie' Los htlmbre-q

tenclriarr que clesafiar' lr ' .r¡i"r, u a"i noUt ¿rf , en pl"ttu n..,t id¿rd a las

3:00 a'n ' r" - ' r ' r í^ " ' l ' .hío t he para esosHasta ese rnomento, el clía se había.cclnf'undido con la noc

hornbres a totl metrir;;;;;.t á; to lt" cl"i-sol' Derivando en las profundi-

cl¿rdes silernciosas tlt l-;;;; i ;"tto tttbutt '?tico' habían' sufrido poco de las

grancles ur,-,. u.,,.rrr".". ...1¡^ clc ellos. pero ¿rhora, cl capitán de flagata

Mtlr l rcnotenÍau' ," .not i* . .Suslr t lnrbrcstenclr í¿rnqtreenfrentar lasagi ta-r l i ts r rguas clc ' la supr ' r l ic i t ' . , , , r r in¿r a '

N{ ient l .as¿or,o.r"^u'a"nclcsoplar lastrels,ur.requipcldereparacronesintergrucltl por tres hombrc's crlmenzo n

-"t""" dentro de sus incómodos

traies de ncoprentl ' ' i?t" "ifut "ttubo el suboficial ayuclante de máquinas

char.ric Hammoncls. Esperó hasta que N[oore impartiera la .rden' El co-

m¿rnclarrtc'habí¿r ,t.tu¿t' iU'*"rv¿utdti ias olas' csperando el m'omento en que

I¿r cubi<:rt^ n' tue¡ra ttrpaclu qr.r el ng.ru. o", ' lruós de un instante dio el

c.nsent mietr t l ' .u tur . . , d i . j , er subof ic ia l Sk.at .n Nurt .n

' r ie ' t ras Ha'r-

monclssoprcptrrabap¿lratrcp.arpor lac¡scr- , t i l lahacialacubiertac|elHal i .btLt.f,orcncima,l" r.,. tra.jes dc,r.,,,pr,,tt,,, el eau-inrrtl¡.:.: ' l i i ,"tttttts vestía

salvirvidas "q,ipuit ' t '* ' i ' l"qt"'nni

lámparas. estr.b.scópi.as con forma

clc ciipsula y t rin'"tt"a;;;;;;"tías' HaÉían sido diseñados p¿ira l¿r Fuerza

Acrtr¿r, partc clel ttqttipu clc ' 'escate

cle los pilotos dc-al'rone¡s caza'

,,L¿r e.ccnd"r¿-., ,.., clcbiclo tiempo", contestó Hamrnclnds con stl tes-

taruclerz habi tual . El macluinista cra ü. . ,n. , , , c le 1,72 mctro c lc al t t t ra,

nl t tsct t lost l ,yct ln lac¿r lv ic ic. . , . , , . . , . . , - ' " , ' tu 'Er¿lunsol i tar ic l , } )eI()¿rbordoh¿,bítr siclo apodado "Tío Ch¿rrl ie"'

" l ,aencenclert iantesclc¿rtravesaraqui . l lapuc'r ta" ' respondióNorton

con su tono más severo de subofici¿rl de buquel'

Hanrnonds tt-crl"t"l" una orclen cuand'o la oía' Respondió con un

sirnpl t ' ¿tccionamit 'nto del intcrruptor '

En la noche;;;.ül;;"'¡tu' to pequeña l:" 1" llt*'l 'd" caza apenas

ihu.uinaba el rostr, ác Ha,.,rlo'cls rnientias salí¿r ¿rl exterior y enganchzrba

s' cabo cle seguridacl en una muesca ""-Jti"r

cle serp¡rriclacl que corría ai

mismo nivcl que io'.rli.,r.ru y a lc, larfo cle tocla^la eslora-dcl submarino'

Ar'¿rnzír por l. tofi"ltu rnr-' ' iada' o'lgo'iu y tlegra''después se t'nsl¿rdti ¿rl

I'rcnte de la vela, cloncle se aferró a ,-,n riel. Estaba en una posicitirr latr

buc¡na .n*u poa.iu ""rti,

."ur,1.,i", ,"rr-ári"ista, considcrando qttc: t'stabir

c,' .l erxtc,rjr,, al" .rr. a.r"n*o.1,1o, de nochc, en el rnedio dcl agitncl. .('tirtll.'

I ' r ¡11o dc terrc iop<' lo 103

Entonces el océatrri se ¿rbalanzó sobre el -qubmarino, como si estuvieratratando dc ernpu.jarlo por conipleto de regreso a las profunditlades a don-de pertenecía. una ola infame sc levantó más de vcinte metros, sobrepa-s¿rndo la vela, descargando litros de agua a travós de la cscoti l la abiertadel cornpartirniento dc control, l¡arriendo la cubierta y l levánclose a Hanr-monds ccllr ell¿r. Fue arrastraclo hacia la proa del submarino, con su cabcl cleseglrridacl corriendo por toda la longitud del riel. El cabo dcbería habersido suflciente para retenc'rlo a bordo, y habria sjdo suficiente si la olahubiera sidr.¡ menos poderosa, si no lo hubiera arl"astrado tan lejos. Sóloque Ilammonds fue l lcvado todo el recorrido hacia proa, hasta l legar alas proxirnidades de l¿r cscoti l la del compartimiento de torpedos, clondehabía otr¿r rnuesca en el riel de scguridad coloc¿rda allí por discño parapcrmitir qtre los hc¡mbres enganchascn sus cabos cle seguridad y perr.nane-cic¡ser l ¡ r f 'crradr¡s. St i lo qtr t r ahor i r , tn icntras Hanr luoncls pasabrr vclgzmen-te ' , cs¿l pccl t teñet t ruesca set convir t io cn su sal id¿r dcl r ic l . Rcpent i r . ra¡re¡te,sirr nada quc lo rctuvicrn, f ler arrastr¿rclo por las violc¡ntas ag'uas.

Dentro dc l¿r vela, la misnr¿r ola tomíl a un. jovc:n tc¡nientc, qLlg sc tgrc i<iat'nbos bra zos trt i ontr¿rs trat¿rba d cscs¡rcrtrd am ente¡ d c sostencrsi:. Cr.ran d clrcaparccir i boqucando, pudo vcr que Charl ic Hamnrclnds había des:r¡rareci-do. I -os honlbrr¡s cn cubierr t¿r c.)nlcnz¿u'on a gr i tar ' : " ;Hombre al i lgulr ! , , .

Ahora había rnuchtt gonte gr i t i r r . rdo csa voz. ( lomenzaron a busc¿rr losigui t :n i lo las l , \ ráct icas r lc zafhrr¿rncho, lo qur: h¿rbría s ido una r t ¡ t ina c:¡-múrt cl-t tttt buquc dc supcrficit- ' . Pcro csto cra un subrnari¡ro nuclear. Y lastr ipulacior.res de los submarinos se habían habi tuaclo ¿t pasar l : r maygr par-tc cle su tionpo deba.jo dc cubir'¡ ' t¿r y baio cl agua. Antes, en los días clc lasunidades convonr:ior-rAlcs, los días dcl Cr¡chitu¡ y del Túsk, est¿r clase clei:or.rt ingenci¿l era unA amen¿1zil c'<lnst¿rnte. Perr<l ahrlra muy pocos de los [r¡rn-brcs quc sr:r ' r ' Ían en l¿r Armacla nuclear, s i es que alguno hablan exper i -r rentado csto i r lguna vez, \ ,e l z¿rfhrr¿rncho dc recuperacir jn c le hombre alagua r)rít ¡tract.icado poc¿ts vr,ccs.

"6Quié:n se pcrdió?""¿Quc sucedió?""Es Charl ic. Perdimos a Char l ie."Los comentarios continuaron rnientras los hornbres corrían a sus

puestos c lc conrbate. uno dc los of ic ia les se cncaramri a l pcr iscopio. ElIlolibut seguítr cabeccando, creanclu una irnagen verrtiginosa de las aguasc.¡r ei exterior.

"Veo trna luz allí afuera", gritó el oficial."Manténgal¿r a la vista", gritri alguien cn respuesta, probablcmente cl

cclni¿rndante.Hammonds estaba a setenta y cinco yardas pclr el través de estribclr.

El l raLibut se había estado moviendo lentamente hacia adelante y enalc. jamicnto.

Page 56: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

l ( ) I I l l j r re go de la gai l ina creg¿l

"Atr¿rs emergcncia tocia' atrás cmergencia totla"' *.t l l :-.11:t"t" al c"tt ' t-

¡ r l i r t i r r l icntodemaquinas,completamel l tcconscientequesiperdíandevistai , , ' i ; ; ; ; . .^ de Hanrmonis ' qui 'a.nunca Io podrían cncontrar '

Elcclrnpart imientocleniáquina""tpo"t l ióalaorden'hacic l rdos¿r l tar(in reversa aI IIaLitt i ' t i ' . 'ü; .;; i"r;. ino vibrri, y luego retrocedió micritras

sns l ré l ices se agi taban oponiénciose-a sL] inercia en cl sent ido dc avance'

Aiguien gritri p<,rr "t lr lt"..u*unicaclor

clel compa.rtimiernto cle máqttira-'

q"?l .q""Ír"s se e'*tah¿rn recalentand<l'.,¡Mantenga ,".,*"ir. i,-es or.clenacl¿rsl", rr:spondiír N'Ioore con un gri1o.

S¿ri l íaclut lc l t r r r r rácluinasatrá-sct lnt¿rrr t¿r luerzaclur¿rnter l r t lc l l t l t ienr¡ropr.rclírr rccale:r-ttu. f u' iu'ü"*' ptttt ' cstaba convenciclo qr're el LIali 'but potJia

soportarkr. HabÍa s lc lo c l ise¡ñai , , ¡ , " r" rcal iz¿rr maniobras de t 'n lergcncia '

Actcnás, no h¿lbÍa rltra ¿riterrr¿rtir 'a quc irctl¡ ltar e,l r ' icsgtl. Te¡rí¿rn i¡tre l lc¡¡ar

h¿rsta Hammot-rcls'Par¿rt lntr lnc: t lshi lbÍ¿rht lnrbl .escn¿itnbosper iscopir ls, .pr t lbablerrrel l te

cl sogu'c*r.,,rrr,r,-,,1,,,-,.t;-;"i ;;! ircl,, r le n.r't i¡¡.. ión. Dirigíar"r st¡ mir¿¡cla

h¿¡cia Ia 'scr_rrid.cl

, ' ;;;,r. i,, crescsper.rr.m.,r-rt i, cle 'o

perde. clc vist¿r el

i;;;;;, ^il;in"

J',''l..; ;"-';"i"": " I'.L11" ile H ¿immonds ni entras otros

hrinrbrcs prepar2lhall utl reflectot' lnucho tl i is ¡lott ' l . l tt l '

Cuatr t lb. . , . , . . "nret icr t lnclcntroclesustra. jcscl t 'neoprenr)ycorr le-rtlt l ¿ll crlrrrpartinri..,- ' t.,.]., corrtrt l l ' Dos sirl ierrln ¿r cr.rbicrta y sc art.rl jarotr aI

lugua. otr0 nun.,r,r.r^ff i1*r",,10 clcl:aio cle Ia cscoti l l¿i clc' l puente. sofbcán-

closedentro. t . . , . ,u" ' . t inrcntaclebttceo, l is t r ' rparasal tar .a lagtrasi l t lsotrosbltzos tctl í¿rn Problen-r as'

co<tk se n.."r 't-.Jl-r.ci¿i l¿r B¿rticucv¿r gritando que iba a rocupt-rrar

t: l Pttz."Al cliablo con el ptz"' le gritó N{oorer'

Cook sigtrit i aderl¿rnter de trtclns ibrnr¿rs'

El capitán NI;;l*,p¿ o la u"1,. con un pirr rle prismáticos, 1' ói rtristntr

comenzír a segr-tir a Han'rmoncis'

Crln la t¡;rnrent¡r y e,] t lcóatro cn Su.s trjos y tlíclos, }Iamrnoncis rrlr ¡lt ldía

r.er al LIaLibtú. t i r ig io" i " r" I^. i " óI . Estabanaclatrc lo con f ienesí s i l r un

rumb. clcfi. iclo. I lnionces escuchó .rru rru" a l¿r clist¿i'cia, *nil voz que cle-

cÍ i r : . .Aguantestrbol lc ia l ,vanrcls l r rescatar io, ' .Hamm<ltrdssere¡Iaió,Eral¡rcos¿r tn¿is ir-npt'ttutti t i t l ttJt^ l ' 'ot '"t hecho' Dentro clc su tr¿r' ie de neople-

no, la hipoternrra ""

Jt"ltt un problema' pcro "\

o1ltt:,Tata' Se aierrti a

.si¡ voz., la v.z dá ..u .umanáantc¡, att. cua¡rdo su lninúsc'la 1uz clc' iír

clc clestellar. Nt,lm'c,ni<,, i".p"¿. e\ IIci ltbut cstaba a su laclo. Los buzr.'s

saltaron al agua;;;.;á"; .,,, .obo fur clebajo cle sus brazos. l,uego firtr

izadoabclrdo' I ]abíaestaclc lquincenl i r rutosct . r ]asuc: 'The]adas'yNlr l r r r t 'sabí i r qtre r . r" .nrJ-"r t" a. ," . t i¿r- , c le s 'er te que cl subo{ ic ia l

' ' sc l r t r l r i t ' r r t

t lcrc l idt ldef i r r i t ivamente' Inmecl iatanrenteclespui lsclucl fuer. : l , . ' ' l :1.1 ' : , . .1] . , :i , 'ü,i irrl, H"grr;Du.;' wheat, el enfermero de la clotacii ir-r, (:o¡D('r)zo a

t ratarlo a,,r-, b.otlt ly, el tnetl icatuentcl rnás e{ic:az a bordo'

I ' r r ¡ lo r l t ' t t . r ' t . io¡r t , lo l Or l

I ' Iarnmor'¡cls sírlo sep¡r-ría repitiencro: "No podía ver nacla, no podía vcr

'acl¿r". Estaba ternbl¿rndo violentamente. Dor: wheat le prescribió más bran-

d.y. El subofi.cial Gary L. Patterson también pidió branáy, pero Doc no esta-ba dispuesto a dárselo. Hamr'onds fue lrev¿rdo a ias cluclas para hacerlocntrar cn calor, y luegr se lo puso en cama. Sin cmbargo, tardaría horas enre-)cuper¿lrse del shock, horas que la tripulación dedicó a decorar el Hatibutcon leyendas que decían "Bicn', 'enido cle regreso, charlie. ¿euó tal e¡stuvol¿r I iberr tad?".

El sentido del humor puclo haberse esfumaclo en Hammonds. sus ca-maradas narr¿rrían una y otra vez durante años la historia de su espantosochaptrz(rn cn cada reunión de ex tripulantcs del Hctl ibut, pero Hamrnondsnunca sc presentaría para escucharla. Sin embargo, mientras estuvieronen el nlar, sorprenditi ¿r todos saliendo nrrer amente a cubic¡rt¿r, casi incitan-do al .céano ¿r int.ntarlo de nuevo. Na.^lrc esper:rbzr eso clc é1. cualquicrotflr hombre habría pcrmanccido bajo cubierta, habría estaclo clemasiado¿rterrorizado colno para enfrcntar las agitaclas cllas. pero todo el t iernpoque Hn.rnro.cls estuv'en cl buquc rehus¿rrí¿r a cle.iar.se vencer por e I mieáo

y habría cle cstar otro rnes.A pr i 'c ip ios c lc abr i l , M.ore volv i í i con el buque a su b¿rse. Estaba

rtlgrestrtrd<-r cc¡u las m¿ltlos vací¿rs. Ni él ni sus hontbres eltcrintraron.jarnásun lnisil. I)ercl retornaba a su b¿lse c:cln todos y cada uno cle sus ho,nüre,s, .yno le prerocupaba e--l trucque, en lo más mínimo. Aclemás, habría dc tener lao¡rortunidncl clc su l ' ida para redimirst¡ a sí rri ismcl y a su subnrarir.ro.

El Hal ibut .ntró a Poar l H¿rrbor el 11 de abr i l de 1968, en el scxagési-mo octavc¡ aniversar i r . ¡ del día en que laArmada adquir ió su pr imer subma_I'inrr. El pc'rsotri l l subaltcrno ¡xrrtici¡;t i dcl "tsailc cle Cuml¡leaños clc los.Subn'r¿irinos", y los of iciales ser reunieron elr lo que Lrs r."iclentcs localesllamab¿rn la "l)¿rm¿r rtosada", el Re¿rl Hoterl Jfawaiancl, en playa waikiki.Allí. cl icron cLrcnta cle tres o cuatro cajas cle champaria q.i" .,ru cle elloshabía apilado deba.io cle¡ la *rcsa. corno también d.i ,r"ro .4u dc l icr_rr quehabÍ¿r s ido sustr .aída de la habi tación dc, un almirante.

Mi e 'ntr¿rs ccr lcbr¿rban, se estab¿r c le.s¿rrrol la l r do un¿r sorprendentehistori¿t detectivesc¿r. Una docena de buqucs sciviéticos se habían lanzaclohacia el Pacíf ico, movióndose lent¿rmente, mart i l lanclo el oceano conios sr¡n¿rres acrt ivos. obvi¿rmentc estaban buscando ¿r lgo. pronto se l r iz<levidentc que los sovieit icos estaban br.rscancl,r a uno cle los suyos. Habíanperclido un subrn¿rrino.

trl l ' fSS Baró (SS,V-5961 había estado en estacií¡n frcnte' al puerto s¡-

' ióticti dc \ ' ' l i icl ivostok cuando crmc.zri la búrsquecla frenética. El com¿rn-

dante del -Bor'ó, Bernard \{. "Bucl" Kaudcr.er. nunca había vistr_r algo así.Cuatro 0 c inco srtbmarinos soviét icos z¿rrparon a toda pr isa y colnc¡z¿rrona castigar el trcéano cou los sonares acti l,os. Lcls submarinos irían a olanoproii lr.rdo, luego ascenderían a prof undidad de periscopio, y desccnclerlannuevallte.nte.

Page 57: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

| ( i t ; l ' i l ¡ t r r ' ; ' r , r l , ' l l r g l l l l i r r l t c t t 'g i t

l , { )s s() \ ¡ lot tcos no hic icrorr esfuerzo alguno para evi tar la detección ni

¡ , . r | r r ot . r r l t i i rse. sus l lantos l lenab¿rn el éterr , l iaciendo vibrar el a i re alrecle-

,1, , ' ' ,1, ' Vlacl ivostok cou desesperados mensajes en cl i r ro '"(-j l- i¿irl ie. Victor, Red Star, conterstc'""Rt 'd Star. cot) teste '" I t t 'c l Star, contt 's te. coutest t" contt 's te "

E. t ierra, l6s agentes de intel igencia estadounic le lnsels s( ' l - t ' t l l l ic i ' ( )n

rr l r t ,c leclor de los monitores de intercept¿rción electrónica y t lsct tc:hlr l 'on' EI

/irr16 ,bservaba, guardando silencio i le radio. Un mensa.je urgtrrltt ' l lc'gó

r l t ,sde el colnal ldo en t ierra: "Permanezca en estación" ' Kaudercr s i l s in l i r l

IIr-rstrado por un instante. Había planeado |egresar a.su bllse, y l lc¡1¿r a

,,"-pó para asistir al bar mitzvah de su úLnic. hii.. Perrl ah¡rt '. Úst. st '

,.,,rr"".t i.íu en hombre siD su presencia. Kauderer estaba legalmcrltc ir lt-

pcdido de explicarle el porqué a su hiio'

Mie.trás el Bcrb y c,tirrs naves cle vigilancia e'staclounide'ses e'st't¡-

t,habaD, era evidc.nte que los soviéticos no tenían ide¡a dc dónde enctintt 'ar

su submarino. En Wáshington, Bradle-y pensó que él podría tencr rtt l¿t

nreior idea.Porunt iempo, laof ic inacleGuerraSubmarinadeBradleyhabí¿r

t ,stado mantenierndo una vigi l ia larga y f rustrante sobre-.un coniuntrr

lu.ur,rprun. ib le c le comunicaciotres soviét icas que la intel igencia est¿r-

rlouniclense nunca había podido idear cómci descifiarlas. Los soviéticos

t,staban uti l izanclo transmisores sofisticad()s l lt le cotnprilnian los mensa-

jcs cn ráfagas de microsegundos cle c luración Bracl ley pensaba quc:

laclavepalaencontrarelsubmarinoperdic loestabaenestasráfagasder rstática indescif rables.

Losof ic ia lesdeintel ige'nciahabíanconcluidoquelastransmisiones

Jrrovenían de submarinos misilístic0s soviéticos en tránsito hacia v desde

l<|.,n ár"u, de patrulla dentro de distancia de lanzamicnto cle las crlstas es-

l;rrlouniclc'nse-s. Los Estaclos Uniclos habían estado mouitoreándolas y gra-

li¡ indolas uti l izando una serie cle estaciones rc'ceptoras qtte f ueron cons-

tr . i r idas ut i l izando tecnología ale 'mana -c loccnas cle ai l tenas cstaban

lr*rl izadas estrategicamenté a lo largo cle 1¿r cost¿r del Pacífico ¡r en Alaska'

Despuésde.- .nt i "nrpo,rroimportóclelrr¿rsi¿rcloqueI l0se¡) t t< l icr i tnt les ', rf i 'rLr l¿rs ráfagas. Flabía una el)orme canticl¿rd de infortlación quer ¡lodÍi l

Ix t r l lurse tan sólo a-part i r c le los chasquic los y s iseos. Pequeñls Iar iecio-

n(,s (, l l frecuencia di'ferenciaban a un subtr]arino soviético de otro, y los

,.,rVicticcls eran tan reglarnentarios que sus submarinOs establelcit lton un

l)r.ograrla p".*urr"nt"-que era atendido por la inteligencia.estailouniclc' '

; i ( , , l rcntras recorr ían, óomo si f i reran un equipo de corredol 'es dc'por; t l r .

lrrs -1.000 millas "niro]

No'u.h¿rtka ¡, alguna de sr.¡s princlpales árclts dtr

¡ , : r t r . t r l l i t cntre ?b0.V f .OOO mi l las ain. , roe,ste c le Hawai ' Norrnal tncir ter se'

{ , ,,rrsntit,ía ur-ra .áfaga cualclo erl submarino alc¿lnzaba el límite de las agtta-"

r¡r . r i l i ' r r l r rs i t rst , f i t ' i ter a KamcSat l ia. Otra era t ransmit ida cur lnclr) cr t lz¿1-

Puño de terciopelo ,, I0Z

b¿r. el límite inter'acio.al de cambio de f-echa, a unas 2.000 millas de laY::l l*^"l itt_:1:".180

grados de longitucl. Una tercera señataba su l lega_da al ¿trea dt ' patrul la.

Era como si r:stuvieran diciendo: "Estarnos zarpando... Llegarnos alos 180 grados de longitud... Estamos en estación". Los informes de situa_crrin continuaban cuando el submari'o regresaba a Kamchatka, y los horn_brcs de Bradlev creían que casi poclían escuchar a través de la estática losrequ.rirri ientos s'viéticos de.leche y.vegetales fresc.s, vodka y mujeres.

Ahora el equipo de Bradley revisó Ias grabacio"". a" .o-"nicacionesy casi inmediatamente encontró aquello que estaba buscando. un subma-ri 'o Golf II -uno de una clase de submárinos convencionales aparecidaentre l 's primeros submarinos Zuru converticlos para transportar misilesy el advenimiento de los prirneros submarinos misilísticos soviéticos depropuls ió^ nuclear- había zarpacl 'de puertr¡ e l 24 de f 'ebrero de 196g.El submarino habÍa estado tranimitiend' como era usual hasta i legar a la'ritad

de su tr 'ánsito. Luego la transmisiri 'cesó. No hubo mensa.ie cuandocruzri bs 180 grados. de lo.¡¡tucr; ninguno que cri jese q.r" náuru salido cleaguas orclfu'das, nada que pudier:r serinterprct¿rdt c.mo un requerimientode lcche . f ruta o cuaiquie 'otra cosa quó pucl iera señalar un resresoa si t l \ 'o.

B¡adlcy cornr-rnicó rápidamcnte a ros almira'tes más antigu's de raA''acla la rovedacl: los s.viéticos ciertaure'tc habían p".aiá,, u. subma_rlno-' uno que portaba tres misiles balísticos. El creí¿r qire e,l submarino setc^dría quc haber hundido entre la últ ima transrnisión en ráf'aga y la queser csperaba dcspués y que nllnca sc procrujo, pcro l 's .ori¿tr-, n, estabanbuscando en ningúrn lugar cercano ar área que Bradley h¿lbía señalado.

¿,Y si ios Est¿rdos [-Inidos podía' hallar -el

submarino antes que 'adie?En primcr lugar estarían los nrisiles sovióticos, los códigos de señales, unaprof'usión de información.tecnológica -y BradÍey p"rrr, i q.r"-tenía los me_

dios para e'contrarlo- F,r Hatibt r puaá no habér .siao .o'iro" áe encont.arrr tragmento cle misil rclativamente pequeñr_r, poro un .rrb-.rrrrn era unblanco mucho más grande y meior.

Los capitanes áe fragatu r4oo." y cook crer Hatibut fuero. lramados awashington. Esperándorcis estaban el cont¡aalmirante prrit ip a. Beshany,¿r"sistente ejecutivo de opcraciones Navales para r, g"";;; sub*ariná,Craven y Albert G. Beutlcr que supervisaba la tarea d"el Hctl. ibtd.

. _"Rccibimos algunos informeÁ de inteligencia que l"ái"o" que losso'iéticos pr-rdrÍan haber perdido un submarii io

"' el pacÍfico',, les comu_

nicri Bcsha¡y apenas arribaron los hombres. Después g".t ;y res comuni-có los detalles y a.unció que eII{aLibut iría en busca del Golf sovrético.

Desdc la oficina dc Beshany. craven llevó a Moore y-u-cout ¿l trcl¿iprisa a ver a Paul lrtritze, secretaiio de Marina. Esta vcz, íos oficiales firr,_rcn inclagados .es¡rect' dcl l i '¿rcaso crel Heliüú poru u.ré.-lrar c,ualqui,,.t iagmcnto de misil Cr¿tver¡ c:ontuvo su respiración mientras Cool< s6ltrrlrrru l la perorata que r ival iz¿rb¿r con la me. jor que pocl l ia haber prer- lu¡ t : i r r r l ,c l misrno Cravc¡r .

Page 58: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

l ( )s l ' ) l jut 'go c lc l r r ¡ ¡a l l in i l ( ' ie g¿l

.lr-r¡rc¡rso o no, cli. jo Clool<, I¿r dotación de]t IIolíbt¿t h¿rbía teniclo ¿rhora

t i t 'nt1to para sol t tc ic lnar 1¿rs f 'a l las en su equipo. Los hc¡nrbres podían, insis-

1ro. L ' r1( 'ontrat ' t t l1 sr , tbniar ino s i se les daba l l t oport t rn ic laCl. No er¿r ur la

rrrgumentaci<in impulsiva. Ntro había ninguna otra uave en i¿r Arm¿rcla que

ltr-rclicr¡ intentar esta clase de búsquccla nti(rntras los soviéticos csttlvicran

¿r{irer¡r en l lasa. El optimismo de Cook {irc suficiente para euviar ¿il Sccle'-

t¡tri0 ciirect¿unente a la casa Bianca en busca de ia aprr-rbación.

Clravcn. Mc¡ore r, ' Clooh tro podían hact-r'r iada por ei lnomento excepto

rezar por la autorización final. Apenas tuvieron tiempo de arrodil larse' A1

calto de Lrn¿ls pocas hor:rs, Nitzc terlefbncó a Beshziny, quien l lamó nuerva-

¡rerntc a su Oficiua a Moore, Cook y Cravcn para darles Ia notict¿l.

"Ticncn ut la nLIcva misión."2Cr¿rvc¡ c6menzci ahor¿r ¿r buscar cualquier '< l t r¿r e v ic lencia que pr.rdiera

estableccr con mayor precis ión la ubicación del Gol f . Estaba convencido

qr-rc tc¡ía que l-rabr.r otras scrñalcs audibles dc un sttbluariuo cluer st- ' iba a

¡ri,1'.,", t le ntoclo que contactíl al calpitári clc navío Jostlpl-r Kelly, erl hclmbre

cscncialnlcnte rcspotlsable cle la expansión cle la l 'ccl SOSUS de dispositi-

\ 'os de escuch¿r subacuát ica qtre 1a Armada había estado colocat ldo en todos

los océ¿rnos.

I Nl ientr¿rs ( lravcn.y cornpl ir l i l conrcrrz¿tbit l t ¡r l rrrscal cl subn¡¡r i t lo sor' ' iót i-

c., y l¡ gport¡nir l l rd de estudial ' l i t tecnoiogírr soviét lc¿r tr iccl i¿t i l te observlciories a

cort¿r cl i-qtancia cor-r c¿lnrar '¿rs subacu¿rt icats, otras lbtogrulías habían conveucido al

al.r ira¡te Rickover e¡ la f i telzi t clc submarinos quc la seguridad n¿rcion¿rl est¿rdo-

nniclense se l-rabi¿r vislo cotnprometicl¿r serianrenter. A nledid¿l ql le ¿tparccen nue\¡aS

fologrzrf ias secret¿rs, l i rs ¡t | inrt, tas pi lrucen -*er bltstantc int l t lu¿l-s. Un puñaclo clc

sulr in¿rrinistas del USS Ba¡'b ,eI mi.srno subtn¿ir ino que habia monitort: ;rdo la bus-

quecia soviét ica clel ( iol l l habírr pre,parzrdo un di¿tl io cl t ' l t :ntcero pi lr¿l conl l lernol¿Il

l r . ,s lne,scs en erl mar clur¿rr¡tc una misión antt ' r ' ior t¡n l fJ6?. I in cielt¿rs lbtografías,

algurrcrs honrbl 'es del Barb fuclon tctr '¿rt¿rdos .vl solt con las rnzit lui t t i rs (¡ i l lgt l l l¿I

pzrrtc clel r 'e¿rctor nuclear en el fblrr lo. Cu¡rndo l l ichovcr ovó hablar cle cso, enloque-

cir i . Irrsist i t i el1 que tgclas las lbtos de sus te¿tctort:s, o dc cuaicluie¡ pai ' te dc's¡s

|c:rcL0l 'ers, clerbían conserYar utr¿t alta clasif lc¿lción de -*egu¡id¿rcl. Par¡r cu¿tudo sc

¡. lro t¡anquii iz¿rclo, e I resto clc la Armacla h¿rbía enloquecido t¿tmbién. Lo.s ¿rlru. i-

r¡r. tcs r 'orrrer]z¿1l.ol l a tr '¿rt¿rr frelrét ic¿rmente dc retrnir ' los 112 diarios que se halrÍarr

ci ist¡ ib¡ iclc¡. L¿s l lam¿rclas y los rnenror¿Il ldos del cotuauciant.t : t f el Bor'ó : t t | lLves¿tt 'oIr

el l )¿rcif ico en uno v otro sentido h¡lcia el courandante de los st¡bntrrt iuos el l ( 'srt

'egi,n, ¿r los of iciales snbt¡arir l istas nrás antigt los el-r Wa-qir ington, V hast:r l t icko-

'r¡r ' . El l¿rbr¡r¿rtorir¡ cr imin¡r l clel I" l l I se vio invoiucraclo, l l i l lnado prtr ' :r vt ' r ' si I ls

f i .¡¡6-s p.clían set 'veladas para ocult irr ' las partes dcl ict,uos¿Ls clcl re¡r: tor. l i l I ¡ l l I

l le gó a l¿i co¡clusión quer 1o,* l) l 'ocesos 11uímicos ¡-,oclríau leve:rt ir el ve1ad0 v 1l¿tc'er

o. i" ibtes las par.tes. l ' in¿rh'nente, c¿r-si nueve ntt:ses derspués de comenzada la crisis,

l . Ar. ' r*da cletc¡¡ inr i que el fonclo clasif icado poclí ir sel borracio l trec¿irr ical l lol l t t ' c le

las fbtos y los hombres dc:l l lolb podrian recLrpelul st¡ di¡t i t , clc crttct:r ' t .r

I )ur io t lo t . ( , r . ( . lo l ) ( , lo I01)

El equipo cte Kelly revisó una serie de grabaciones der SOsus. bus_c¿rndo indicios de r¿i nruerte: el terror convursivo de una implosión se¡Juicrapol' oxplosiifnes más pequeñas que €rn conjunto señalan un subm¿rrinoyéndosc al fo'rd'rrer océano. pero'el equipo aL xetty, d;;;;. su búsqueda,no encontró aberraciones signi f icat ivas que ináicasen una rmprosi í rnpoclerosa" No obsta'te, había üna cresta minúscula en sus rolros de papel,una pequeñ¿r erevación indicando una explosir;n aislacia y tuc.te. Estaba.iust' e. el área clonde Bradley c.eía que se había ido a pique el s'bmarinosoviét ico.

6Qué habría sucediclo si de algún modo el Golf se hubiera inundacloantes cle l legar a la profundidad clel colapso?, razonó c.urr"r, Habría des-cendido sin producir la rr,rptura desgarradoru, ".r.o.d".*an.n,

enceÉruece_do.a, cataclísmica e implásiva cl,,r ice.o. craven necesitaba saber cómoson¿rb¿r un subma.ino hundiéndr.rse, uno que se estuviera yencro a piquecr ' Ias escot i l ras abiertas, inunclánáos".on lu" aguas del-oieano, las pre_si*ers exter'a e'inte.ra igualadas mticho a'tes cre que ei buque arcanzarala profundidad de cc'rapsu Había solo una forma a" ."-p."¡.r1".crave' y Bradley c.nvencieron a la Armacla ¿" .o..rir.ur un subma_rino hundié'dri lo, u' subrnarino cuya muerte pucriera ser grabacla. LaArnrada le entregri un viejo .rrb.na.i"ná convencional, un veterano de lasbatal las q 'er probabremente había u".opu,ro a incontables torpedosjapr-r'eses clurante ra Segunda Guerra Munáial. Ahora suf'rrri¿r una muerte

-qin gloria.Ya se habían sacrif icado anteriormente submarinos de la segundaGuerra N{u'dial, h¿ciend'de blancos para ejercicirs con torpedos. pero

esos buques sc hundieron naveganclo, sris motores en marcha, sus timonestrabados a la ví¿r. H¿rbía algo casi ,robl" ."rp"cto de esa clase ae muerte,

i:,1:ilj:Tiento provocaclo por un único clisparo como si ?;;." un viejo y

Por el contrarir, este submarino simpremente fue entregado a las¿rgLl¿rs, rn ientras los ingenieros del sosus ügistraban,. , á"r ."rro. Mrr i r isi le.ciosanie.te, que era justo l ' que habíari 'espe.;; ó;;n y .tsradley.coricluyeron que si un sutma.ino ccrn ,od" .,nu^.I" ..,. "..oii,us

y portas.st¿1'cas cuid¿¡dosamente abiertas se iba a pique silenciosanrente, enton_c'es r¡tro buqtre pr-rdría hundirse con una perqueña explosión sr una cic strsIlortas est¿rnc¿rs habí¿r qr.redado cerrada.^En .n,r.*.r 'Á.iá,^r".rr. i" 'clo adatos p.r'e' ientes cle ótros hidrírfbnos qrre también rrabia' recogic{o iaerxplosió', Kellv -y craven determinarán.mediante triargulación lo quecreían quc era la posición rnás probabre clel Golf: ¿o g."¿".rie latitud norte'v 180 grad.s-de longi tud. Aqul l io lo ubicaba. justo a r , rnas 1.700 mi l las alror,este de ÍIalv¿ri, donde el agua tenía una profunclidacl cle más de 4.500n)ctros.

Besha'v todavía no estaba convencido. creía que tendría que haberhabii l, implosione.s. También tu p.o"o.uüu duao. "r

ü".rr,, á" q,_,o to. s.vié_

Page 59: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

I l :¿ l i l . i t r t 'go r lc la gl l l i r t i t c lcHiI

Braci leyleasignóalasfotograf ' íaselnomblecódigo..VelvetFist ' ,porli i clelicaclczu .on q.r""=" i", tulná del océano. Todos esos millones de dóla-

lcs, todas "ro,

ho'át vert idas dentro d 'e l Hal ibú '

f inalmente habían

rt lncl idosufr t r to 'L levórápic lamel l teelboñnalnuevodirectordelntel i -genci¿r Naval, Ft"d;;k;'

ip' it '" Harlf inger II ' que había asumido el

1,..g" t"l. ' tttrá" el HaLibut toctavía estaba en el mar'

Este era .rr, to-üt" q"" ft"¡i" sido clirector adjunto de Obtención'

un¿r forma cortés d" ;;;i;;oo "n

*rt ambiente cle inteligencia de la Agencia

;:ril;;Gilá" D"f";r* Trabajando. con los sirios v los israelíes unos

años antes, .,, "ot'ioo-ft"¡*r"-tt'"Jeguido robar un caza a reacción MIG

cle origen soviéticc¡. é,r.u"t" la Gueria de Vietnam, le entregó al Pentágo-

r1o un misil superñ; ; i;; soviético' También logró sustraer un misil

soviét icoenlndonesiayelmotorcleunaviórrsoviét icoqueseestrel lóccrc¿r de Ber l ín.

Pero las tbtografías cie Velvet Fist no tenÍan pr"ececlente' En 1o que

conc:crnía a Haruinglff iÑ'et"otu' al presiclente eia Ia forma perfecta de

concnzar un nuLrvo trabajo'

Ba.jo la dirot.. iO" Je Harlf ingcr' Bracllcy prepyó "" l^11:t

de cuarenta

fotografías pu.u "trt it i 'r;; i ;t

ma's ' i l tas'¡órarquías

navales v después de

t:,as a ra casa Blanca. La prir- 'era poroá. erá Beshany en el corn¿rndo

de l r r fut ' rza dt ' *ubmarinos'. .L¿rtecnologÍanorteanrer icatraesextrac¡rdinar iamentel 'antást ic¿r, ' '

pcnsó Beshany tti";;;;J;;ft'tln1"'''tura su primer-co¡'tacto con Velvet Fist'

De alrÍ etr ntás .,r,t;;;;;;'5*pt" tu p'o"á del Hatib,ut-:.o:lu de un hcli-

cóptcro c<llgacio u i 'OOO rnebrt-' i cie altura con ur)a pequeña cámara en

cl .xtrc'ro <ie una ;,;á" inmanclu fi i tografías err el medio de una densa

t tt,o' iu",, .cspuós, Harlf inger mostró las fotografías al.presidernte J.hn-

son, quicn quectó ;;; ' lñ;;-io'ado qu. los ófi. iol"t de la Intclige^cizr

Nauai se f 'cl icitarían a sí mislnos durante meses'

En enero ¿" i loé, nilnut¿ l 'Tixon juró como presidente' Ptico tiempcr

clerspués, el teléfbnti l;;; "tt

la olicina de Bradlcy' Era Harlf ingcr'

"Accrqttese ¿r i" ó;t; Blanca' y,l leve consigo a Velvet Fist "

Aiexa'cler i l ;, ;;";.", uí,r¿u',te del A-sesor cle Seguridad Nacio-

nal de Nixon, Heniy Kissinger' qt't"t iu-ver las fcltogra{ías Haig qtredíl

tan inrpresio'ado ü"i "rfgri 3;r 'él^quien custodiara a Velvet Fist.

Braclley l lan(i a Hailf inger pidientlo ayuda' haciéndole ab¿rndonar

una reuniótr. "Haig quiere consel'var el material" ' inforrnó'

"Al demonru .1,i ¿i', responclió eliefe qe.tntetls¡111.];-.

l,t:ro rgnorar""'i¡,ris .,,,. m¿is fácii decirlo que hacerio. "Quiere rnos-

trarlr¡ estu á su jefe y al jefe de' su ie-fé' ' ' diio Bradley'

Nactie n",,".,i'utu *i;i;.;¡-;'Horifttig". 1"" ol ' j1r,e ltet iefe" de llais

era senci l lamenre; l ; ; ;vo presic lente de ios Estados unidos' I {ar l f inger

había participaclo suficrientemente en polít ica a lo t-":t:* ios trños cromcr

;;;" .;ü". curinclo era el momento de hacer una conceslon

l ' t t r to r lc t . t , r ' t ' io¡r t , lo I I i t

"Está bicn". cediri. Las firtografías pcidrían perlr¿ulecer en poclt 'r <lt.lIaig, pero sólo durante veinticuatro hor.as.

Eso er¡r t iempo suficiente Ir¿1ra que Haig l lcvara el nraterial a Kissin-ger. NIás tarde, sería Kissinger quiern sc. lo había de mostrar a Nixon. Estccstaba fascinado. Tanto que los colnentarios l legaron a oidos de la CIA.

Aunque lcls analistas de la agencia esttrvieron dura¡rte mucho tiempr-rinteresados en lo que los submarinos espías comunrs y cor.ricntes logr.abanobtener, habían dejado generalmente en manos de la Armacla cl contr'ol clelas operacioncs. Pero ahora, la cIA y su director, Richard Heims, se sintie-ron repentina c inmediatamente interesados en las profündidades del océa-no. Helms comenzó a idear cómo hacerse cargo clcl proyecto, al esti lo de lacIA. Prinrero, creo un nuevo escalón burocráticr¡, un¿r oficina cle enlaceque supuestanrentc aunaría los recursos de Inteligerncia Naval y de la CIA.Se la l lamaría of ic ina Nacional de Reconocimientc¡ submarino (¡ IURO).

Esta no era la prin.rer:ir vcz que la oiA habÍa hecho est,e tipo cre ¿rrre-glos. En 1961 la agencia decidió conpart i r con la F'uerzaAórea er l controlde las operaciones con satelites rnediante la crcación un organisnlo con-.junto c:on<tcido corno Ofici¡r¿r Nacional ckr Reconocir¡ionto.

Se sup.nía qlre pe.son¿l1 de la Arrnadir y de ltr cIA se rcpartirían enpirr tes igtrales los c¿rgos cle Ia Nt l I to. En sus nive. les super iores, así fue.sr-r dircctor cr'¿r John warnerr, erl nuevo secletario de \Iar.ina de Nixon. Bra-die.y scrízr director ad.junto. Encabezando la lraccirin de la cIA estaba carlDuclcet t , s l r d i rector er jecut ivo para <: iencia y tecnología. Pcro c lesde cl rn is-mo rnstantc¡ en qLrL¡ sr: constitu.yó l¿r NIIRO, l¿r OIA se hizo carflo. Bradlevpr-rdo clisponer srl l lunento de unas pocas pcrsorlas par¿l la nueva of ici¡ra. Suerquipo contplett-r en la scccitin sr-rbacuática de la Interl igerrcia N¿rval asccn-dí¿r a ttua drtcen¿r. Sin e rnbargo, la CIA no tenía esas l imitaciones. Apareciócon ocho directivos perrnanente-s ¡r más consultores leales a la agencia.

Peor aún, se estaba volvicndo cada más evidentc para Bradley -y Cra-vell qllc la CIA inclusir,e era incapaz clc diferenciar un subllarino de un¡lmontarla subm¿rlina. Llegado ese momcnto, los dos hombrcs habían bos-qur:jado un plan para rccuperar el nraterial rlue fuera de lnayor uti l idad ¿rbt t rdo c l t ' l Gol f 'soviét ico. Su idea era f inalnrente enviar minisubrnar inospara rertirar Llna cabeza de combate nuclear, la caja fuerte que conteníal¿ts "ciit. ' 'es de cliptografía" sovieticas, y It,s transnrisoles ¡ r 'cceptore's porríifagas de fbrm¿r tal qr:e la Armada puclicra finalmt'nte descifi 'ar t<icio eltr¿iñco de contnnic¿rci<lncs quc habia estadcl colec:tando.

Los clo-'r hotnbres ya htrtrían dr¡nrostrado quc el casco clel Goif poclía scr¿r l l ie l t r t s in c lerstrui t ' toclo cu su intr , ' r i r ¡ r . H¡rbían re¡curr ido I ex¡;r : r tos cnvrt [¿iduras c lc l l i1érci t t t pal-a probr i r sr i teru ' ía. ] lcntro c[e un tanqu(]co¡ i { r ! j r " t i tst ' ctl loc¿lron .v de¡ton¿rron cxploslvos ¡rl: isticos aclhe¡' icios a una [.¡t:clut.rrirrstlpttrf icie clc utta grrir-r piancha de ¿rccrrl r¡uc protegÍa diversos objrrtos f).á-gi l i 's e inf l ¡ rmrrbies. Lzr e.x¡r losión ahr i í r un boquetc pe,qtrer io. i rpt , ,nas cha-nrr-rsc¿ludo los artÍcuios cle¡tr '¿is dcl ¿rce ro.

Page 60: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

I I I l l l . i t r t 'go c lc la gal l ina c ierga

r\quel l r lerarealme¡ntetodoloquenecesi taban:hacerunaaber. tura

,,,,q*",i 'u u ,,.."d". aL i ' terior. El resto clel Golf podía q'edar septtltado en

.'t -o'.

nura,'tn diez años los militares habían observado estos submari.

rr()s, rnientras se los construía, mecliante fotografías tomadas.desde arriba'

Inteligencia Naval cnnocía a íos Golf II casi hasta el más mínimo detalle.

1,u.. . i i tt"t". que los Golf 'uti l izaban para lanzar su cargamento nuclear

t l ranpr imit ivcts,conalcancesdesolamenteT50mil las.TantolosEstadosIrnidos como la unión soviética ya habían diseñado cohetes con alcances

cte 1.500 millas. Era poco lo que 'se poclía ganar con el intento de l levar a

cab' l¿r tarea imposibie der levantar del fonJo del océano miles de toneladas

á* "qulpo.

ya a't icuad.s. Además, l lcvaría años desa.'ollar el equipamientcl

po.o ,,,t salvamento de aquella ínclole^'- .(larl Duckett v sus leales de la CiA escucharort cortésmente los pla-

nes nás abre¡viaclos. Peilr cuando regresaron con la respuesta, craven y

Bracllcy que'claron antlnad¿rclos. La CIA recomendaba lecoger el submarino

.,,-pt.,"tu'" intentaba const.uir u' buque equipado con una €f' 'úa enorme

p.tu tl"gn. hasta clondé se encontraba el Golf y asirl<-r''

crio",].y Braclle¡z no podían creerlo. El Golf pudo haberchocado con-

tra el fbndo a 100 nutlos o más, hundiéndose a razón de 20 metros por

,"f.,, ldu. Podría parecer intacto, pcro probablemente era tan frágil como

un castillo cle arena. Si lo tocaban l<l suficientemente fuerte, se desintegraría'..ustcdes no pqeden levantar c¡l malclito submarino, porque se partirá

en dos _est¿rll<i Biadley-. oh, no, Dios Todopoderoso. ustedes están ence-

rr¿rdos <:r1 una burbuja Eso es un sueñr¡ de locos'"

Bradley poclría ítube, estado en lo cierto' pero la CIA tenía el poder en

Washingtonygc'neralmenteconseguíaloquequería 'aun-cuandr l loqueqr_rería

"ru, "" ia opi^irin cle Harlf inger, clelira'te e irnposible. (El ex direc-

tor de la cÍA Richard M. Helms dice ahora que él jamás-oyó hablar siquie-

ra cler esta alternativa que habían propuesto Bradley y Craven )

No obstante, la cli no estabá ,ul. "r 'r

su entusiasmo. El jefe de ope-

¡aciolres Navales Thonras H. Moc,r'er amaba los proyectos-tecnológicos, gran-

des y 1'ascrntnt", yq.,udó cautivado-por el plán de ta CiA' Aiií estaba la

c,poritrniclacl c{e apr'piarse de un submarino completo v desquitarse con

los soviéticos p.r Ia.uft.rru d.e1 Pueblc¡ a Iranos de C.rea clel Norte' Acle-

más, nu estaba .or-r,r.niido cle que el niétodo de Bradley y Craven pudiese

.".,,p"ru, todos los equipos sensibles en el Golf '

F inalmente," l ru.* tn ' iodeDefensaMelvinR'Lairddioiaaproba-ciónf inalalplandelaClA,reconociencloquelohizo-a.pesa.rdelhechodeque..algunaSpersonascreíanqueeraunaideaalocada, ' .Lairdracional izóla situación. El construir un buque para reti lar del Pacífico al Golf podría

tarnbién darle a los Estados Uniclos-la capacidad de recuperar sus pro¡;ios

submarinos si -qe hundían'Laird.consul tóaHowardHughes,elniul t imi l lonar iorecl t l idr lc l t r -ya

cornpañía naviera fue contratada por la cIA para constluir el buclr'rer que

I 'uno t lc¡ tcr .c io¡ tc lo l l l ,

tr¿rtaría de levantar al Golf del lecho oceánico. Aquel buque habría de l la-marse_Glomar Explorer, y el esfüerzo recibiría ei nom¡.e cricrigo de ,,pro-yecto Jennifer".

craven observaba esta,s disputas, sin que lo sorprendiera ya el hechode que un proÉJrama cre i ' telige^cia 'ácio'ur

frr"." conducido por ra polít i-ca Pudo haber sido cínico, pero estaba seguro que la cIA estaba buscancro'un proyecto que tran.sfiriera a Hughes cientis de millones de dóraresdestinados al pago de las pesadas deudas polít icas cle Nixon.

cualquiera hubiese siclo er 'rotivo,

Nixon aprobír,ápiáur".r"tc cl plande la ciA' Y Bradley y c-raven se quedaron murmurandti su dr:sacuerdoqara sí mismos y entre ellos. \radie más perrecía interesad, en cscuchar.En todo caso, debid. a su protesta cravcn fue recompu.r*odo excluyéndo_selo de la operación. El emprencrimiento en aguas profundas más grancle.iarnás l levado a cabo habría cle c:<jnfinu¿r siri lá guia ae ios h<rmbres que lohic ieron posible.

También crntimraría sin Moore, er comandante clel Harib,'.Le h¿rbí¿rllcgado el turno a Rick'ver de sarirse con la suya, de tomar medidas crnaquellos que en este munclo habían tratado cle excluirlo. El almir¿rntc sc.habÍa apartado cuanclo el predecesor cler Moclre habia invocaclo una ¿*rto.i-dad superior pitra el Hatibut que aquelra de la Divisiír. de Re¿rctores N¿r-vales de Ricktlvcr. Este habia tibscrli¿rclo cómo se vertían clece.nas clc millo-nes en cl Hal ibut mie¡ntras t lue él mismo lue cuest ionaclo cuanclc l cr lprersupuesto der 30 nl i l lonc's dc dr i lares para c lArJ?-1sc c l ispar<i a 90 rni l l r_nes' Habí¿r aguarclado una oportunic lad rnás favorablc c l r¿rncl ' Nix.nle concediír al ltatibut la Mcnción Prc'sidencjal para Lr f lr iciaci (pl.rC), l¿rrnás alta condecoraci¿r¡ .1.,u poclí:r otor.gárselc a un subma.irru. pe.,.,r1nccióindiferente cuando Moore recibiri la ñ{edarla po. s".ur.i,r. ur"tir,,g.,iau*por encontrar el Golfl

Mientras ta'to, los especialistas c'reactores dc Rickovcr que traba_jaban en el arsonal siguieron conccntrados cn el l{ulíbttt. Los hr-r'rbrers sepusieron tan inquietos por cl constante cscrutinio que Moo*: sospechabaque r:staban con.¡t:t iendo errores sólo para clarress a los hombrcs crc Rickrl_ver algo para serialar, sólo lo suficie'te para quc queclaran satisf 'echos y seretiraran. Los integrantes cle Ia d,tación no lo a¿mit¡.,", p"- r¿oore sabíaque la tensión sc estaba apoclerand' cle ellos, cle la misma f.rma en qucsabía quc era sólo cue,stión de ticmpo que Rickover obtur.iese la munició'que cstaba brisca'do. Iba a disparui ,r^u salva tan estr.emecedora que ni._gún submarino, sin irnportar su misión o sus logros, rtrtredaría t 'era rle sualcance o de aque:l dc, sus inspectore,s clc, sc.guriciad.. T[vo su oportuniclad tempralio uu:t ,o],no,rn c.n 1g6g. nI Hatib*t ha-bÍa sido trasladaclo alArsen¿¡l ]rlaval cle N{are Islancl,. iusto *n las af'uer¿iscle S¿rn Francisccl . Sr l reactor estaba recibienclo nuevo cclmbust ib le nuclearr ' ientras sus of ic ia les estaban también ocupaclos por otro re¡¡concl ic iona_.ri.r.rto destin¿rd. a mejorar las capaciclades clel b.,que

"rr r,guu. pro{un_

Page 61: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

I l0 UI jucgo de la gal l in ir c icga

ticos nt'l estuvreran en ningún lugar cercano al área' Pero no tenía otros

¡lotivos para insisti;Hfi;;tt"" P"¡;tanto dio s'u aprobación' v el

Ilctli,btLtfue enviado ti;;;9. oitg Ctale-" había determinado'''

Aquél zarpó eI f! áe jutio' sin qtre tl" á'd"tt"" fueran reveladas a los

l'rombres a bordo' t'"t"tlt'L a los ocupante'" de la Baticueva se les diio poco'

L,r ma.vorÍa asunrió; ; ; ' tb; ; ;" i lT-"¡ t" en busca del misi l soviét ico que

','' n Éj : ;i1",:' ilT ;; ;," H "r'-";: : ::" l;^ o s g r i s e s d e I s o n ar ree m p I a z a b a n

nuevamente a las imágenes 1:.lu tá*1la áe vldeo que todavía seguía sin

funcionar. EI ver p""ui las millas ,no.rotlñ q"" "io" lesistladas

simul-

táneamente""""t**t ' lar iocont inootu"tu¡umareos' I 'osojosdelperso-nal arclían cuando t*il;á; enfocarlos' buscando s^olllT"0"" parecte-

sen extraña' ur t¡"áJ JJ Facífico' Sus turnos nunca se extendían más de

noventa minutos' D:t;;¿";;;;:; "i azul celeste de la Baticueva comenza-

n "' il,".':l if;n";""i?iil'# l'"31 " Ji 91 . a v yu,ert a, 11, 1::i que c rav e.'

Bradley y Kelty h"b;;;*ü;iiuao'io¿..\ría cóntaba con cinco millas más de

;;ñá;s":::lii:$i-*-:**:n*lti::,:":adounagrandistancia antes de

Aproximad^*""iá tá¿a seis clías' "j;;+;"li^+" l'lt"tior del sub-

marino de manera de pod'er ret,.tt Yt"'o"lár1a pelitula'f9t'oeráfica' Esto se

repitió durante ""*u'ltt '

Todavía nada' E"tonces la niebla se disipó'

"Capitán Moore, capitán Yoore l,E;*i iotogr"fo delbuque saliendo

como una exhalacidrn del pequeño t"u'tá i"" iá ¿'íta"l¡uuú' y que repenti-

namente había comprendidu q"* ettu-uá'-"o na¡ia estado buscando un

rr-iisil. Inmed'iatamente se sintió anonaclado y seguro de que había encon-

trado su blanco'

:r Había otra ironía strti l en el hecho de que fuera'elJlolló1lel oue se dirig-

Ii¿r a buscar "1 G"l;;;;; entonces' tot *o"i¿iltut se habían convencido que su

submarino t" l '"t] iu'p"iáil;;;;"t ' t"] i ' i ; ' ; ;;; Ü'ss s"'a¡sh (ssN-579)' el

único oLro .t'b"to'ioot'lii'i" ¿"tt*9 ]t dé-;; d"Jgáo tu le instalaron algunas de

I :r s c a p ac i d a u ". :' ;: ;''i".' ;:il ;j : y :;r l";;;;l*,]:?ffi Jjffi:: i:".XT ::lirr,¿n'¡ había ingresado a Yokosufra

::i;;;;;;ñ-u'i.'o. DécaJas más tarde,

m $; l,lt*:::.il l"T i";1',"# ü:ffi :l ; ñü ;;' o vo uq o "' o' s e s i nti ó s u m a.

tnente sorprendidá'"Ñ;;;; t" úubiu i*'uginaío siquier' ::::

i"* soviéticos se

hubi t r ranpercatadoqtteelswordf isn. f ra|ásufr ' idounaavería 'yespecialmente

i:,:i ^, . : *n ^ru: j:# :*i :*j :l il: fi: il';:i;'Jiii Í::T: J""?;l l i insist,e en que er

leic¡s cle clonde se ;;;;;; Colf' Realnrentl' "tl"¡^ sorpren<lido- de que cualquiera

lrrrlriese norado .r*;;r""ü;ri.."pi" flexionado del swortlfísh, porque en ¿lquer

mon-rento parecía q,.re todos los.ojos "rtoiá"

áit igid.os hacia el rnonte Fuji ' que

r' c í.,,s peci ar*.";;;;;q:; ;1.{l:: $:* ¡;1*"1"il1ffii:

Parecer'l¡ue L':

inl t ' l ige;rc: ia soviét ica no había estado mr

l 'u t l t ¡ c l t ' t t ' t ' t ' io¡ l t ' lo I I 1

Era una fotografía perfecta de la vela de un submarino. El fotógralbestaba temblando con tanta intensidad que Moore temió por un momentoque pudiera derrumbarse. Allí estaba, el prirner éxito del Halíbut, ttnaimagen de la tumba de acero de cerca de un centenar de marinos soviéticos.

Cumplienclo 1as órdenes de Moore, el pez se sttmergió nuevamente, endirección al punto registrado en la fotografía de la vela, hacia donde el Golfsoviético parecía estar colno si alguien lo hubiese conducido cuidadosa-mente 5.054 metros hasta el fondo del océano y depositado all i .

Con el sonar y la cámara devorándose todo en el área, el pez recopJranuevos detalles con cada inmersión. Había un boquete de casi 3 metros decliámetro abierto justo detrás de la vela clel Golf. Debió haber ocurrido unaerxplosión, probablemente con el submarino en superficie, dado el silencioregistrado por el SOSUS, y probablemente fue provocado por la acumula-ción de hidrógeno que podría haber tenido lugar mientras la dotaciónsoviética cargaba la baterÍa de plomo y ácido sulfúrico de 450 tonelaclasdcl submarino convencional diesel-eléctrico. Aunque con una avería demagnitr-rd, el subrnarino parecía estar básicamcnte intacto.

Las fcrtografías mostraban tantbién que habían desaparecido unasescciti l las perquerias, dejando expuestos dos silos clc misiles. Dentro delprimero había tuberías retorcidas donde alguna vez existió una cabeza dec<nnbate nuclear cspc,rando con calma la l legada del holocausto. Dentrodel segundo silo, la cabeza de combate había desaparecido por completo.El tercer silo estaba intact<1.

Después la cárnara tlel pez encontríl algo más, algo que estremecióinclusive a N{oore. Era el esqueleto de uno de los marinos muertos, proba-blemente personal subalterno, un muchacho, que yacía junto al submari-no, solo, sus camaradas sin duda sepultados dentro de la nave. Una de suspiernas estaba rota y doblada casi en ángulo recto, tal vez por la ondaerxpansiva de la explosión que destruyó el submarirro. Quizás aquello fuelo que lo había n'¡atado. O quizá se había ahr-rgado mientras descendía loscinco kilómetros hasta el lecho del océan<r.

El muchacho tendría que haber estado afuera, en cubierta, cuando elsr.rbmarino resultó destruido. Estaba vestido con ropa de abrigo. LIn sacomarrón de cuero de oveja abotonado hasta el cuello, pantalones de lanagrLlesos, y ullas pesadas botas militares color negro. Ahora las prendascalentaban solamente sus huesos blancos y desnudos.

Huesos, apenas un esqueleto -según la opinión gencral, aquello debiírhaber sido imposible-. Pocri o nada üvía tan profundo en el océano, habíandicho los expertos. Pero allí estaba, y allí había algo más en esas fcrtogra-fías. Pequehas lombrices carnívoras se retorcían alrededor del cuerpo queya habían devorado, un horrendo bocado tras otro.

Nadie que haya visto al muchacho submarinista podría olvidarlo, na-die que haya visto las 22.000 fotografías que el Halibttt l levó a su base el 9cle septiernbrc de 1968.

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5MUERTE DE UN SUBMARINO

Era cl 27 de ma¡ro der 1968, y cl f inal rle un largo clía. John Cravenestab¿r conducicndo su automrivil . junto al Potomac, camino a su hogar,crranclo por Ia radir-r cscuchri Ia notici¿r: había dcsaparecido el t lSS Scorpion(SSN-58.9). habían desaparecido noventa y nucvt: hon-rbres.

Apenas habí¿rn t ranscurr ido dos nrcses desde que la intel igenciacstadounidense había descubierto quc los sc¡viéticos habían perdido su sub-m¿rrino Grilf y Craven estaba todaví¿r ayudando a Bradley a determinarcl<inde sc había ido a pique cuando llegaron estas últimas noticias. Cravenescuchó atcntamente por más detalles acerca d.cl Sc:orpion) pero no l<ls hubo.

N¿rdic tenía la menclr ide¿r de dónde cstaba el Scorpion o qué le habíasr.rcedido. Todo lo que sabían er¿l que el submarino nuclear de ataqueder 3.500 toneladas debía encontrarse en I 'trorfolk, Virginia, pero no habíaarribado. No h¿rbía estado escabullóndose fi 'cnte a las costas soviéticas nisiquiera efectuando prucbas de inmersión profunda, como había estadohaciéndolo el Tltrcslrcr cuando sc peldió cinco años atrás. El Scorplon ha-bía estado simplemente' r-r¿rvegando por el ocóano Atlántico siguiendo unaderlota direct¿r hacia su base. Ai igual que cl submarino de la SegundaGuerr¿r Mundiirl con cu.vo nombrc füc bautiz¿rdo, el Scorplon se'había des-vanecido sin dciar rastros y aparentomente sin motivos.

En la siguientc salida Cravcn redujo l l i velocicl¿l.d cle str aut.omírvilv regrcsti al Pcntágono. Micntras ingresaba r:n el pandemonio controladoclt ' l C'r-rarto clc (iuerra, todo kr que sabía ora que, como el principal científ i-co en aguas profundas de la Arm¿rda, sería requerido. Había desaparecidoun subm¿rrino: irabían desapalr.cido noventa y nueve hombres.

A[ mir'¿lr hacia la multitucl de capitanes -y almirantes y otros oficialesqrre st: encontraba allí, Craven pqrcibió algo que jamás había encontradoen un.¿r s¿rl¿r l len¿r cle rnil i t¿rrcs de la más alta jerarquía: temor vil

El te¡mor pociía ver-'re en los rostr-os tensos de los hombres que estabanobscrvancio deteniclamente una enornle carta del tamaño de la pared y que

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I I { ; I ' ) l i t r r 'gt i r l t l l r i grr l l t t i ¡ i c lc l l¿ i

cllrs. Est¿rba prcvisto que Rickover fuese ese clía ai submarino' sólo que

naclic a borclr¡ sabía.üa'-t¿o Moore había rcgresado 1s1 a.lojamiento en

tierrir, ¿r seis cuadr", J"l. Jarsena del Hatibut, cuando el almirante l legó

" ffnl."f rfuncl vestido en ropas civiles conlo era habitual'

Rickover se encontríl primero con un par cle centinelasde la Infante-

r.ía cie Marin¿i q',n ..- ,"rr,."iu.ur-r a dejarle purut por ei portón. Aquello no

habría siclo un g.." ;;;; i ;-. -".tu.Lc,*bres poil iu., no haber reconocido

¿rRickoverenpersona'pelrohabríanconocic losunombre.- 'Todoloqueéltenía que hacer

".u ,, io' itu' su ide¡ntif icaciíln' v se rehusó a hacerlo' Esta-

ba enfürc'ciAn putqtr"'tttgtti" ' t "tt

una base de submarinos fuera incapaz

clc reconocerlo con sóto olerlo. Embistió el p<,rrtírn. Más tarcle, Moore escu-

ch¿rría que el almirante corrió a pie poi el carnino, con los centinelas

l,,r.rigt,i;"¿olo. ! 'ue cletenido y nuevamente se le pidió que mostrase su

iclentif ic¿rciírn. Una ; ;"; lo's guarclias quedaron satisfechos' Rickover

se clir igií l coüto una tr,tmb¿r directamente ¿r ia oficina de Robert Metzger, su

.jof.c clc_, seguriclacl ¿";.,u.t,,.,,s cn Nlare Isllrncl. Toclavía enfurecido, Ricko-

vr¡r <lecic l i r i no i r Ól e l l persona al l IaLibut. Eu cambio, cnviÓ a un represen-

tante, uut¡ cle lu. Itr,*Lt"s quc había via'iaclo con él d::d: Washingbon' Al

l r r lcelrcsto ' I i ic l ioverpreprrróeles.errar lop¿rraque]ahistor iaserepi t iese.práctic¿rnte"t". t i)¿,"!

" brtrdo clel subrnarin(} habrían reconocidn inme-

cli¿rt¿rmt:ntc ^

Ri.k";tt;;- '-t i ' iutt '- 'o lo habría cur:stion¿rdo' Sin embargo' na-

clie conrtcÍa ,, .., ."ptt ' '" '"ttaiitt ' , de fbrma tal que cl iclven submarinista

que tnontab" g.r*r¿i¿I t 'J;; i;;¿I hizt¡ lo que se esperab¿r de él' Se aproxi-

mri al l ionrbre y le .,, i i . l to una iclenti{i.u.iór-r, y d,cspués !ryó al oficial de

gr.rartl ia, qutl tcrmlníl ncgándole el acce-'so al hombrer de Rickover'

Ctt¿rndo N'lr"r;^:;;;¿o ti '¿t' ersto' buscó inmecliatamente a Rickover'

IJI a¡nirante n. le clio áemasiaclas oportuniclades para suavizar las cosas'

En su lugar, ladrti: JMut'"t ' usted clcberÍa preocupilt l".pgt su carrera"' Des-

uués reclamó: "¿Y n* '" ío q"" va a haccrlc al ofici¿rl de guardia que nos

irergri el acccsrl?".I l ickoverialnás se molestó en inspeccionar al Holibut'pero ei subma-

rin0 h¿rbría clc sentir su i la. continuar<lIr las revisiones constantes de l:rs

opert'acirrnes ¿"f ]^"uttu' áit Uot¡t 'ut ' La tripulacitin del submarino sabía

quesepclc l r ían.enconttarsuf ic ientes' ,uuu. ludn' ,s isever i f icabacaclar¡coueilo *uutr.t",", iu,; i;t;J" una llavc equivocada' un error en cl cum-

pl i , , t i "nt , , t 'xacto t . l t ' lus prt 'cedi t t t i t 'ntos ' v mas'

N{ocrre frr" ,"t".-uJu J"l .unlun ,)o d,el ttal¡b¿¿f tres meses clespués cle stt

disputa con Rickove''Át"'q"" el movimiento fue presentadcl como un cam-

bio de clestrnc¡ ",r;; i;;;á

gente dudó que Rickover estaba detrás de eso.

,,para mí eso f 'ue una ¿e las numerosas ácciones de índole personal e irra-

c ionalqueel .u¡ut t" 'o" 'acapazdeemprenderyasí1ohizo" 'd iceelcontra-almirante Walter i.-d-.i iJt.,

"n uq,r"i entonce¡s comandante de strbrnart-

nos en el Pacífico' Ritkuu"' iba a hacer a un iado a quien quisiera"'tuviera

la autoriclacl Para ello o no"'

l ' r ¡ l to r l t , t . t , r ' r : io¡r t ' lo I I r '

[,4 tlt lryttrí it de los r¡f ici¿rles de N{oore optri por retirarse cle laAr.nlacl¿r¿r lgunos conro prc.r testa s i lenciosa por el t r .atamient<l d ispensadcl por

Il ick<¡.u'cr a su comandante, otros sinplemcnte para eludir un escollo per-potuo, Inclusivc l)oc wheat, el e¡nf'ermero que hzrbía administr¿rdo el bian-dv quer revivió a Charlic¡ Harnnonds, fücr cuestionaclo cuando el equipoclc Ricktlver considerri <Iuc lo-s rcgistros de cxposicit in a la radiación i leladotacirin { 'rar} ult des¿rstre.

N'Ioore fire tr¡r,qlad¿rdo ¿rl Pcntágono para traba.jar con el grupo de in-tlrt lrsiótl profirncla, e irrjnicamerntr,r tetrminri form¿inclo parte cleieq'-ripu q.,"l l ttsc¿ib¡r misiones para cl ¿rnrado l/R-1 der Rickovcr. Este h¿rbía concebiclo<' l a le. jamie:nto c ie Nloure, pero no l iabía lograclo dcshacerse de ó1. y a pesarcicr la ir¿r clc Ric:irrlvc-r', Nfoorer ¿rsccndiri a capitán dr: navío con el resto de susc<lnrpañr, ' ros dc ¡rronrocir jn. Tcní¿r c lomasiacl¿rs fo ias de conceptosl i rvor¿rblc¡s, h¿rbÍa alcanzackl muciros exi tos como para que ctralqt i iera1rudicra ncgi i rsclo, incl l rs ivr¡ f t ic l<over.

I 'cr , c:rpi tán c l . nar ' ío o nr, Mo.r 'c h¿rbí¿r pcrcl icro su buquc. Fueun¿r feco[]pcnsa cxtraña. Dcspues cle conclucir c l prograrna clc espic lna. jesr-rb¿rcu¿itico rlr¿is intrópido dc l¿r Ann¿rda, M<lorc no rrjcrcerría nu¡ca máscl corni incio r¡n c l mar ' .

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120 l ' ) l ¡ t r t 'go t l t ' l i t g i r l l i r r¿l ( f l ( :gr t

r r iostr¿l l r¿l la derrota asignada aI scorpictn ' 1 'podía oír-se en los tonos

tcnrblorosr-¡-q cle otros ctrue e-'staban cstudi¿lndo t:rln el misno propósito las(' i lr las náutic¿rs csparcicias por tocia la s¿¡l¿r. Los lrombles t 'staban ciabo-

rando hipritesis y ¡l lzrnes de búsquecla. Est¿rban trazanclo nnevarttente la

de¡rota del Sr:orplon, cstableciendo los rectlrrir los para los avioncs de bús-queda en lo alto y buscando las cr, 'cntualcs mont¿tñas suburarinas debaiode la superfjcic. Justo unos pocos rneses antes. el USS scump (ss¡i-588)

casi se pierde cuando enlbist i r i un¿r nrontaña sr¡bmarina on t : l Pacíf ico ensu carrera para monitore ¿ir una prucba soviót ica dc misi les. Un accic lentesin.ri lar, y el Scorplort ¡todrÍa h¿rbcrse pcrdidtl para sicmpre. [Jna t 'ez ntás,

aquellari montañ¿rs podrían ser los únicos lugares en su camitto clondt: el

buquc y srr dotaciíln pudie.ron habcrse hundidr¡ sin encontrar ull¿1 mucrteinstantánca por colapso.

Otrc ls gf ic ia lcs estab¿rn est , r - rd iando las pi ls ic ioncs dc but¡ t r t rs y ' st tbura-r ings soviót iccls cerc¿rn<.rs, pre¡¡unt i indosc si a lguno sc habría crr- tzadrt en el

c¿¡rino clel Scctrpirsr¿. (it¡nte cn tocl¿ls partcs dc la s¿rla est¿rba tral.ancio desopesar las posibil idatles, deseanclo crcc¡r' que cl Scorpictrt. todrtr 'í¿r cstaba

intacto, su clot¿rción dcsarnparada lrerro con virl ir."¿Quó puedo h¿tcer mi orgatr izacir in l ) i l r¿l ¿lyud¿lr?", d i . io Orirven por

c)ncima cler l¿rs voces preocr-rpadas, clel tronar dc las conversaciolt( 's cll [)ug-ti¿, y dcl cru.i ir r io las cartas. Naclio lcvantri la vist¿r rt i ¡rareció d¿trsc cttcnta

sitluiera dc rluc' estab¿r h¿rblanclo dcscle la pucr|a clc trntrada. l, l t tnllyorízr

c le estos ol lc i¿r les l1o sabí¿t nada acerc¿r t \c lHtLl ibt t t , del papel c le Cr '¿rvt ' t l cn

s¡ prepa.r 'aci í rn par i r las búsquet las en l i rs ¡rrof i tndid¿rcl t ts del nr¿rr ' , r l i s i -quicra c le su óxi t<t en scñ¡r l¿rr la ¡ losic i r in cx¡tct¡ c lc la i r r t l t rb¿r at i ln l ic¿i t ¡uc ' la

Fuerz¡r Ae:r'c¿,r h¿rbÍa ¡;erdiclo cn lo profirnrlt l r lcl Atl irntico cerca clt ' I 'alolna-rcs, l !spaua. I '¿rra Ia nra.yuría c lc los mi l i t¿, i r r . rs qtr t ' l r r tbí i t n l l í , Cr; tvt 'n t r r : i

tan sítlr l otro ir-rgenie ro fl¿rccl. Aquellos pocos qLrL' rcr¿rltnc¡l ltc lo conclcíatl bien| l v ier<l¡ col lo a u¡ honr l ¡ re l len<t t le idcas i r ts<j i i tas.y r t t i r t r lc los de bt iscl t rerc lagxtrailos que r1o sc parccían a n¿ula de lo escrittt alguna vcz ell ult l l l t tt.tult l

clc l¿r Armada. Pocos der los ofici¿rlcs en cl Ctt¿rrto de Gucrr¿r eser clí¿r h¿rbr'í¿rn

crcíclo quc Cravcn pociría sor su me'jor y quizti su úrnit:¿r altclnlrt iva det-ncOntr¡ir tt l Scorlt i ort.

Cr¿rr.erl l repitió su prcguuta. Esta vcz. algll icn rt 'spotrdiri: "Nt, ht'ttros

siclo cit¡taces dc encontrar al Srrr.,rplnn en l¿rs rcclers dc escttcha. Nrl s¿ibe'ulos

clincle cstá. Si hay nlguna cosa quc usted pucda haccr ¿rl rcspr-:cttl, hágala".Cgn cse, Crayen füe deiado a su sttetttr, i¡ba¡don¿rdr) para quc tratase

cler resr>lvrrr clónde y pr-rr qué sc habí¿¡ clcsvanecidtt el Scor¡tiotr. Las prrlbirbi-

l ic lacles eran más de un mi l lón contra uno a quc alguien pucl icra encol l t r¿lr

el b¡que. Ester podría haber est¿rclo cn cualqttier lugar de ttna derrota qrrtl

cubr'ía 11.000 millas dcl Atl¿intico.Ya a partir del 15 de febre-.ro de 1968, las fhmilias de ia tripulat:ir itr t i t: l

Scorpiot t habían cometlzado a pr( 'Oct lparse, t res nlescs autes de: t ¡ t r t ' ( l t ' l l -yerf escl-rch¿tra las noticias en l¿r ri idio, tres nrescs antes cle que lt.rs rLll l lor(ls

cornenzilr¡rn a dar vueltas a través de l¿r fr,rcrz¿r de-'suLim¿rrin()s rt 'sl)( 'ct() dt:

que los soviéticos podrían habcrlrt hr-rncliclo.

. \ l r t t ' t ' t t r l r ' t t t i .cuLrtut t ' i r r r , 12l ,

AIl i, dc ¡-ric cn cl muelle, ¿u'roiándoie a la tripulación la úrltrma amarrarrrir¡ntr¿rs el Sutrpi.on zar¡,rabri, c.staba Dan R<tgers, un ayudante electricis-ta r¡trc había arl it 'sgaclo su carfora i i l exigi r se'r transferido del buque. es-cribit lr iclole í,r su cont¿1r1clantc, capiteir"r clt 'ccllbeta Fra¡rcis A. SIattery, quetodos a bordo se cucontt'¿rban "(rn peliEI'ci". LaArmad¿r irabía mostrado siem-prer ai submarino dc 77 n-retrols de r:slora conro una obra macstra ruti lante,perro Rogc-'rs rlccÍi l qucr las rc¡ri iraciones gcncralcs de'l Sr:orpiort habÍan siclcrpostcrgaclas t ¡ut to t i t ' t lpo c¡ t rc, ia t r ipulaci t in se h¿rbÍa acosttrmbrado all¿rur¿rrlo cl "trSS Sclap Iron". I l¿rbía pórciidas ck- ¿rccitc cn i<ls -sistcm¿rshic l rául icos y l i l t racioncs dc agua de mar a t ravés de los sel los c lc l e jc de lahél ice. l ,crs s istetnas cle soplo dc cmergcncia de sus tanques de lastre nof uncionaban, y la Armada h¿rbí¿r l imi t¿rclo su profuncl idaci operat iva a 90nretros, m€lnos drr un terc io c le la c lc otros br-rques de su claso.

Tambión hat¡ Ía tcnido lugar t rn incidcnte atc lnor izante t res meses¿rtrtes cu¡rnclo aI Scorpior¿ habí¿r vibrado t¿rn violcnt¿unentc clurante mauio-bras ¿¡ gran verlocicl:r<l quc parcrcía uu sitc¿tcol'chos surcanclr.r el agua, ha-cie-nclo tambalt- .ar ios componcntcs dr: ml lyor t¿rrnañr i de sus equi¡ tos cn susn'rontajc's ¿rntivibr¿rtc¡rios dc g()nra. Rogrrrs v otros tripulantcs tcmían quocl prc. ;b lema ¡ t r - rc l iura retpct i rse cn cualquie r ntonrc 'nto.

Luego dc la p<irdicladelTlt.reslrer, l ir n'uryrlr part.c de l¿r l lota de subma-r ino." había ," ic lo scln-rct id¿ a importantcs r t 'puracionts pl i ra incrcr lent¿r l lascgr.rriclad. l{o ol;st¿urtc, el grrrcso de las rcparaciont:-s derl Scorplon había

-* ic lo posPr-¡csto c lc l r ic lo a r t 's t l ' icc ione-q prosuplrestar ias f a l r i tmo incesantcrle l¿rs operaciones cle intcligcncia, cir-rc cstaban ¿runicntandrl rápiclamernte:hasta alc¿rnzar un pico nunca visto ¿rntes durantc lu guerra frÍ¿r. Cuandozarpó, al Sc:orpiott cra uno de krs i inicos clratro submarinos de I¿i Flotaclcl . ' \t iántico (luc todaví¿r cst¿ib¿r ersperanclo sur rcacondicionado con ios,s i stt' rn ¿rs d e si,¡1uri d acl pos 7/r rc.s/rcr'.

Rt.rgcrs.y sus c i lntarad¿is sc ' t lurr jar 'orr ¿rnter Sl¿rt tcry dc qr-rcr é l y susof ic i¿i les no t¡stab¿rn tr ¡mando ser iantente sus pre()cupaci<,nes. InclusiveRo¡tors no f i r i ¡ autor izaclo a c lcst¡mb¿rrc¿lr c le l buque hasta que accedir i a laexigctr t : ia t lc Slat tcr .y de borr '¿u'dr¡ su sol ic i tud c le t r '¿rs laclo la pre 'monitor iaar lvertcnci¿r r le "¡r t r l igro".

t, in ¡nes desptrés, el Sc'r.tt 'piort f i ie de signado para ¡rarticipar en los eier.cicios clc la OTAN cn el Mediterrr¿ineo. tr 'r-rc cnviado ¿rilí solamente porque1¿r .¿\rnr¿rcl¿r nt'ccsit¿rba ttn rcerni-rl i izo clc últ irno nromento Jlara el Seawolf,c l r . t . r isrno subnr¿i l ino que (Jra ' ' ,ern había dcscch¿rdo en f 'avur del Hal ibutctr¿rLrclo I lcgr i r l ur<¡mento c[e ' r 'scogcr urr buquc p¿lr '¿1 proyectos especiaies.l l l Sca¿uo1l 'sc había antoexcluic lo c le¡ l r : i rcui to c le reicvos de la f lota alctnLre¡stir una nrontarl¿r subnrarin¿i en cl ¡1olfb de Nlaine, deformando seria-nlentc su pol) i r .

Hl \ {ccl i ternineo sr¡ habí¿r cr tnvcrt i r lo en el ú l t imo ruedo dc la guerraf i ' í¿t . I le sclc ia ( i l rcrr¿r Ar¿rbe-Isracl í e n 1967, l¿r Unión Soviét ica había esta-clo enviando c¿urt ic l¿rders crecicntr :s de submarinos cler ¿t taoue arrnados con

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l '2 'J I ' l l . i t r t ,grr c lc ' l l r g i r l l in l t c icgi i

nr is i l r ¡s cruc€tro cort cabezas nuclearcs para acechar a IOS portaaviones eS-

tadgtr¡iclenses y tratar de seguir a los submarino-q misilísticos norterameri-

c¿rrlo_q que operaban desdc una baset en Rota, Esplrrla. Los submarinos

est¿rclounid"rr"r o.r tareas cle vigilancia estabitn cultriendo talnbiétl los

puertos en Egipto, c londe se detenían algunos de los buques soviét icos. Ei

tráfico era tan intenso que en dicienrbre el N{c'diterránecl fue cscen¿rrio de

su primera colisión submarina, entre el uss Gegrgc C. Mo.rshall (ssB¡/

654) y un submarino de ataque soviético.lrlo clbstante, la nra_vor parte derl t iempo el problcma era simplemcntc

clctectar lcls subn"rarinos sovióticos. Las rede's clc elscucha SOSL|S, que ell

otras áreas del rnu¡drl eran de ayrtda, ntl cubríau t¡l Mt:diterr{¡1¡'e -rr, CoII

el rnismo, fin. tampoco la costa occidc'nt¿rl clc Europa, una ruta so'. ' i t i t ica

fundamental hacia el área-. El mismo Mediterrr¿incro tie¡nc unas pésimÍ1.' i

concliciones sonal, con agua sal¿rda rne¡zclándos€l coll ¿lgua dulce, lnas¿ls

cál ic las con fr ías, todo el lo hacierrckr rebotar las cnl is i r ines sonar en di-

reccir lnes impreclecibles. Adem¿is de todo cso, nut l ic cn c l bandr) est l ( lo-

r-rnicle:nse com¡trcnclía lealrnentc' crir"t.to operab¿rn lrls sr¡viÓtict-ls en cl N'lr '-

d i terráneo, o cuántos submarinos t :staban cnvial ldo. Cicr tamentc, los

¿ural istas en submarinos on Londrt :s y sLls p¿rres cn Norfolk. Virgi l l i l r .

estaban sgsteniend6 extensos dcbates an¿rl í t icos sobrc las operaci , , t t t ' r ' r

soviét icas, detbatrrs qne cont inuanrn s iendo cxtet tsos porque había t l t ' l l l l t -

s iado poc'os argumentos ¡ l l l r : t u¡r , rvat l , rs.En la crec¡ci¿ c lc que: l¿r cant id¿rd pura cort lpen-*¿tr ía la blecira Í { ( ' l ) ( ' l ' i I -

c l ¡ por la f 'a l ta de per ic ia, l<ts Estados f ln idos col t t ( ' r tzarol l a t ratar dt ' i r r l i t 's-

t r¿rr las fuerzas de submarinos de sus ¿r l iados -aquel las en el st l r dt ' I ' l r t lo-

pa y en Oriente Medio- en c¡ l ar te dc l i r persccucir in dc subm¿rr i r los. l ) t '

h" .hn, e l Scorpiort fue cnviadr l a l Meditcrráneo para haccr de prcsl t . ¡ r r r r ' ; tser cazaclo por fuerzas extran jcr l rs courr t partc de su adicstramitrnt .o. l ' r t t r t

Ios hornbres c le l Sr:r . , rp io¡ , óst3 c lebir i habel 's ic lo r tna asignacir in t 's¡r l t ' r t r l i '

da, ¡na con cl raro pr iv i legio de l¿rs csc¿r las cn J)Lle)r tos de ias i lsol , ' : ¡ r l r ts

España, I ta l ia y Sic i l ia. Pero muchos hubier '¿rn prcf 'er ido perm¿l l l ( ' { { ' r ' ( ' t r

t ic i . r¿r con Rogers, a l menos a juzgar p<lr ias cartas que envi : r r t , ¡ ¡ ¡ ¡ r r r ls

casas."Hemos arregl¿rdo, reemplazaclc l o real izado reparaciones dt¡ ( ' t r r ( ' r ' l ' ( ' r r

c i¿t et l cacla pieza ds crquipcl" , le escr ib ió el 12 de abr i l ¿r sus padr( 's t ' l : r r t r

c l¿r l ' r te maquinista de segunda clase David Burton Stone, de vei¡ l l i t t r ; t l I r r

añgs cle edid. Stone envió su carta dos meses despnés de in ic iado t ' l r i r t ¡ , ' '

justo antes de que el Scorpiort se v iese cnvuel to en una pel igrosrr l ' t r r ; r ( l t '

gallos con un destructclr soviético. El incidente cr¿t c¿lracterístit:o rlc l:t-r

np, : raciones en el Mediterráneo: amb<ls bandcls sc c lecl icaba¡ ¿1 1¡1 ' r : r : t t ' r t l, , i .u

"n el mar. Cuandr¡ e l Scorpinn sal ió a superf ic ic para int t ' r ' t r t r r r l ' t : t t '

¡ lensajes co¡ el USS Cut 'zss (SS-47S), e l destr t rctor sal i r i d is¡ l r t t i t r l , , l r ; r t t r r

acieiante como si fuer¿r a embetst i r ¿r l submarino. Con 1a col is i t in r t ¡ r t t r r lo t l t '

prodttcirse, el buque soviético retrocedió.

NIr-r t ' r ' tcc l t , un subnr¿ir ino 123

' '1,r , l r izo t lcs r . ¡ cuatro veces *dice l {erbert E. Tibbi¡ ts, comandante del( 'u l l t tss. t ¡ t r t , obscrvaba el incidente desde su puente-. Permanecí t rzrnspi-l rur t lo, pt ,nsando, 'espero que esos indiv iduos set detengan esta vez' . "

Los informr¡s de e-stc incidente 1, lo-s rurnores de otra misión han deja-clo ¿r nrucltas farnil i¿rs r:onvencidas de que los soviéticos fueron la causamás plobable tic la clestrucción del Scorplon. Según el rc' lato más virulen-tr,r, el Scorplo¡¿ fuc supuestamcnte alcanzado por r-rn torpedo soviéticoclurante una t 'r lt ima misión en la que trató de persegr"rir a un submarincrde ataque soviético par¿r ¿rlL'iarlo de un submarino Polaris estadounidensecrn ¿rguas dcl Atlántico.

Dc: hecho. cxist i t i una úl t ima nt is i í )n, pero no tuvo nada que ver conpersergnir subm¿rrinos dc ataque sr¡viéticos. Comenzó a fines de abril. EIScorpion. est¿rba cumpliendo su últir¡ra escala a un puerto, esta vez a Nápo-lers, Italia. Desde allí, sus hornbrcs esperaban dirigirsc a su patria. En cam-bit¡, ser tes di. jo que serí:rn e¡nviackls a monitorear una extraña actividadsoviétic¿t. Los s¿rtélites est¿rdounidcnses habían fbtografiado un grup<.r deLrni(la(los de supcrficic sovitit ic¿rs,.jr.rsto af uer¿r del Nfecliterránco, soltandriglobos casi clel mismo t¿rmaño qr-re los mcrteorolítgict¡s. Los buques soviéti-cos habían cst¿rdo cntregados a cste comportamiernto dcsconcertante du-rante casi un mcs. En erl Pacífico, se sabía que los sr¡vióticos habían soltadoglobos equipados coll scllsorcs clcctrónicos cn la ve¡cinclad de los ensayosnuclearcs cst¿rdounidcnscs. Quizás ósta c'r¿r una nueva a¡ll ic:rción de aque-l l¿r t t ; t 'n icr i < l t ' t ,spionir . ie.

Irnirginándosc-- quc dc tcldos mod<ts aI St:orpion pasaría cerca de esaárea en su tránsito cler rc¡Jrcso, el capitán de navío James Bradley, todavíacl m¿ixinro oficial der intcligencia de submarinos cn la Armada, le ordenó ala unidad qlro se des" ' iasc un poco v echase r¡na mirad¿r. Slat tery y los otrosoficiales cle'l Sr:orplo¡¿ e¡staban dese-'spcraclos. Dr:spués dc: más de clos mesesen cl mar ' , krs of ic i¿r les qucrían i r d i rcctanrente a su base, y dejaron aquel loc'n c.l¿rro en un crictcl cle dcs¡rcdida en Nápoles, donder arrinconaron a Bra-dlery col-r sus preocup¿rciones. Elite coincidiri con ellos. pero las órdenes sc:rl¿rntuvien¡n vi gcnters.

El Scorpunt zarp(t ci 28 de abril. Slattery sc dertuvo fuera de la esco-ller¿r de Rota. España, para dcsembarc¿ir un tripulante que se había en-ferrnado ] ' otro quer t ,uvo una cnrergencia fami l iar , luego prosigui<i . ElSutrpiott pormaneciri al ¿rcociro cerca cle los buqucrs sor.' iéticos durante doso tres clías antes dc qllc' Sl¿rttcry pusie-se proa a su base colr su submarino.Cu¿rnclo l legír a un¿r distancia segura cie los soviéticos, transmitií l por radiocluc había ot¡terniclo algunas fcrtografías lrcro poca evidcncia de la naturale-za dcl er jerc ic io soviét ico.

No cst¿i tot¿rlmcnte claro drjnde operaba este gru¡ro der buques, perodocumentos ctcsclasi f ic¿rdos dc l i r Armarla c i t¿rn una posibi l idad. Los avio-ncs cle recr¡nocimiento ¿lérco habían observado dos bur¡ues hidrográficossoviéticos -un buque dc rcscate de submarinos y un submarino nuclear de

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l : l I I ' ) l ¡ r r lg,r t l t l l r ¡ i l t l l t t t l t t : t t 'g l t

r r t r r t ¡ r rc r l r ¡ la c lase Ecl io I l - l lcvando a cabo una "opcración hic l roacúst ica"rro ()s l )eci f jc¿rda al -qudocste de 1as is las Canar ies, qt t t 'se et tcuc¡ntr¿ln ut las:J00 n¡llas al noroeste dc Africa. Ei reconocinrietrto aerco fue intelruntpickrcl l9 de mayo y reanudado el 21, . iusto cerca del instantc c l l que cl Sr:or-plorr habría cic.jado ei ¡irea.

"N6 se¡ obscrvilron cambios en la form¿r dc-' operzrr de los buquels soviir-t icos, t¿rnto antcs conto dc'spuós de la ¡rt ircl ida clel Scorpiol.¡, que f 'ueranevalu¿rdos ccinro indicadores c lc ¡rart ic ipacir in o interós t r t r ct ta lquiera de sLlslrl lmas", infi irntarí¿r nrris tarcle' l¿i Anlada cn tut clrlcuntcnto ltrerparado eni.969 ltor trn tribuu¿rl cle invc'stigacirin sobre t: l ders¿rstl 'e clcl ScorTriol¿ y que

5i1 s¡¡56rrvti cl¿rsif icaclo clurante atlos.En la nochc del 21 cle nrayo, l¿r ckrtación clcl Sr'rrrplr.,¡¿ transmiti<i slr

pr,rsicirin prlr raclio e infbrmri que sc cncorttrab¿Itr ctttnpliondtl su derrot¿ii is ign:rdlr c le regresu i ' r su basc, la "de¡rrot¿r ortodrt i t t t ic¿t" ¡ r t r¿rvós deiAt l r i r t -t ico t i r l r tc ' Habiéndt lscle ordcl lacl . l lavog¿ira 18 r ' rucl t ls , c l i icron qt ie l est i t r t l r -[¿i¡ arri|¡rr ¿r Norfi l lk el 27 clc¡ es(] nrcs ¿r l¡r 1:00 ¡t.ur., ltorrr cstánd¿rr dei cst,t ' .

EI ¿r lnr i rantc Thonlas Mot i rcr , CNO, y t ¡ l v ict¡alni rantc Arnol t l l r .

Sch¿idc. cont¿utd¿int t : c le strbmari l - los en cl At l¿ir l t ic t l , corr lc l lz Í l lon a prco(: t l

¡ rnrse cuando el Scor¡rzr . r /¿ l to rcsponcl i r i ¿r los l r ler lsa. i ( 's t ' l 2 i l dc mayo cot))ot¿irubión a los nlr : r ' rsa. jcs lcpct idos dtrr¿int t ¡ l r ts r l r ls c l Í l rs l toster i<t l ' t 's .l ) iscrotarncntc l r rs orr le ' l lu 'on a al¡ lutros buqttcs y i tv iot . t t 's dc la Ar l r l l r r l r rqtrc 'buscascl-r sci l l r l t ,s r l r ' l s t rbnl¿ir ino. No st ' inr l r i r l t i t i t . t i t tgt t l i i t a larml i l i ( 'I r t , r¿r l . I )cs¡tuis <lc toclo, Slat tor '1 ' ) / sus l )omfrt ' t 's ¡ rot l Ín l t cstal cort ' iencio l r r

inn.lc'r 'si irt. l .t, sit ' t contacto ¡rot' r itt l i t.r.L& l ) r 'eocu[)¡rc i r in scr convir t i r i ( , r1 temor c l 27 c l t ' l t ]¿ l .yo ¿l l : is 12:20 ¡r . r r r

F¿r l t¿tbau veir-r tc nr inrr tos J)¿u'a l¿r hr¡r¿r cst i l t iacl¿r dc ¿rrr ibo a Norfrr l l i r l t ' i

Scor¡ t iot t . I tar¿r entonccs, debcrírr l r¿rbcl t ' ¡ i t¿rc l t l ( ' r t st tpcrf ic ic y -s11 tr i ¡ r r r l ; r

c i t in r : r ' r conunicaci t jn con l¿r b¿rsr ' . Schaclc in ic i t i t r r t¿r btrst lut :c la cxt t ' t i r l i r l ; rr lc colnrur ictc iones. Los br-rqners y t rv ioncs inuncl¿rr t l t ' t c l a i rer cr l t l c l inr l i t ' ; r l rvrr t l t . l lnnlr td l r t l t ' l St ' , t t '1t i , , t t .

"Bratrcllrviucr. . . "

" I3randyrvine' . . . "" ¡Brandyll ' inc l"No hubr l rcs¡.rucsta.A las 3:15 p.nr. . e l Sct t r ¡ t i r t t t lLc dr:c l i r r i r t l r l ¡ lo 'd i t lo.l f ie¡ t ras tat- i t r ¡ , r ,n t , l tnucl lc, las f iu l t i l l¿rs ( l ( ' los t r i ¡ r t r lant t 's r ' , , ¡ , ,

raban, agrrardaban ( luc sLrs cspos{)s. h i . ¡ t ls v ¡racl l t 's regresasen r l t ' l r " , , r

cspcr;rbarr ba. jo r-rna l lur . ia pr i tnaveral quer c l t ' j r i l inr l t i r t e l mucl ic: . No s: t l , t , t r ,

l t¿td¿1 de los f i 'enét icc-rs mensa. jers de racl io desgrtrranclo i ' l ¿¡ i re a st¡ r t l r , , l , '

c lor . Luego I¿i Arr¡a{a Ies di jg l lue t 'egIes¿ls( l l1 a sus hOgltr t 's . r t r ¡ r '

e7 St:or¡ t íot t se'h¿rbía retrasado. Fue rocién cu¿r l td,r los perr iodistr ts ,1, 1, ,

r tgt ic ieros cortenzaron a sal i r '¿ i l ¿r i rc que las f i r l l i i l ias supier 'o l l ( l r r r t

i r i jos, r :sposos y paclres estaban cl t tsaparecidos.Cuando C)raven tcur-ró c l camino h¿ic ia el Pett t i igonrt , I t ls o l ' i t i ; r l , , l ,

intel igencia ya l - iabían estado buscando frenct ic¿inlc l t tc e¡vidc¡ncir t r t i t t l r , ; t

J l r r , , l ' t , . i l , . r . r t r - r r l ' r ¡ ¡ ¡ , , ' ¡ t t , ,

l i l r

u ( l l l rs sctr t l t 's c[ t : Lt t r ¿rccidcntc, una col is ión o un combatc. Los pi l r - r tos c lel lcrrrot : i l l l icnto local iz¿rron a todos los subm¡rr inos, unic lacles de supcrf ic ierl lrr-rt¡ur,s nir-,r 'cantes srtvit:t icos y dcl Bloque Oriental qu(r se conocían dcn-t lo t lc , a l lnenos 50 mi l las de cualquier punto por el que estaba previstot,l tr ' írnsito deI Scorpior¡. La Arlrrada infbrmaría nrá-q tarde que no había"evidencia de ningún prel>arat ivo soviét ico I lara i¿1s host i l ic lades o una si-tuación de cr is is ta l cono la que podría cspcr¿tr-sc cn c l caso de un ataqur:¡rrcnreditado al Scorpior¡". Clit:rtarncntc, cuanclr (lravcn ingrcsó al Cuartocle Guerra, ia Armacia csencialmente había c lesr:¿r l taclr¡ Ia part ic ipaciónsoviét ica en la pércl ida del strbntal ino.

Ei rnismo vice¿rlmilantc Schaclc zarpó a borclo del IJSS Pargo {^9S¡/-650) para unirse a la l túsciucda. Rcigers, r - ' l ex t r i ¡ lu lantc, , t l rmbión zarpír etnsr-r búsqueda a bordo c'le su ntrcvo subm¿rrino, el LISS LopotL (SSA'-lt(t1 ).

Hubo un tnottle:tlto elr (lue todcls a brirdo clel Luptttt cro-veron haberl r¿r l lado aI St :orpiort . Los operat lo lers c le racl io dc aquci la unic l¿rcl cscuch¿lronun SOS de " I3randywinc". Pero pront,o se i r izo dolr¡ro¡ i¿rnrcntc cvic l r rntc qrrcrcl mcnsa.je era fhlso, un¿r bronr¿r sírclic¿r dc algtin nr¿iriuo l.¡tt 'r 'cüntu o tripr.r-Iantt, 's clc c'rnb¿rrcaciones cler placcrr.

N{ ientras tanto, f i r¿rven ernprencl io una búsquccla que tom¿rr ' í¿r t ¡ rntosgiros, v kr enfrt:nt¿rrí¿r de tal lrorlo ctln erl resto cir¡ l¿r Arrnlicl it, r luct ól mismoc<lmenzaría n pr i :gut t t i l rsr- ' s i vrrrc laclerr¿rnrt¡nt t ) no so había vur¡ l to loco.( lonrct tzt i c le uua forma bast¿urtc rut inar i¿i , pcnslnclo c 'n l r>s mc'c l ios ¡ taracsctrdr iñar acúst icanrc ' r t te l¿i-s ¡rroi l rncl idaclcs c lc l ocóano. I i l ¡ cvir l t , r r te c lur :las redes dc csct tch¿r SOS{. lS scrí l rn inút i l r :s. .Arrr-rc¡uc t l s istcul¿i dc oscuch¿ren t¡ l Pacíf ico h¿rbí¿r rct :ogido csc único erst¿i l l i r l t r , la unic¿r scñal dtr la pí t rd i -d¿r del Gol f sovi<rt ico. los L,xtensos arreglos S()S[IS cn cl At lánl . ico nopodí¿rn hacer lo mist . ¡ io. El s istenra SOSUS clc l At i i int i r 'o estaba discñ¿rclopara fi l trar el ruido at-ubit:r.tte, pelr-nit iendo que las rcclcs sonar rcgistrtrsr:nel t raquertco consisternte c ie l¿r rnaquinar ia, c l zurnbic l t l c lc l¿rs hól iccs dcrsubrnar inos, y tocir la otra rnúsica i r r¿rdi¿rcl¿r Jtor los submarir . los micntrasnavegabitn en inme¡rsirin, pcrt.r si lcnciaba las explosir-ltcs cle explnracirinpetrolera, c le los tcrrcrnotos subm¿tr inos y los cantr is dc l¿rs bal lcnas.Ese nismo sistcrna de f i l t raclr i habría c l iminaclo cualc l r - r ic . r 'cv ide¡ncia s i e lScorpíort hubicr¿i c¿ríclo ¿rl f i l ldo dtrl oc(:¿rno, habrí¿i se¡ralaclo los lamcntoste ' r t ' ib les c le un sublnal inr i inrplotando, volv i i :nclolos cusi inrposiblcs dcrcl i l 'err- 'nciar clel estr'épito rtorl ltal clel océ¿rnr>.

"¿,Cómo demorrios \¡¿urios ¿r encontr¿rr a e,st<)s pobres bastartlos?", mur-triuró para sí mistrto Crave n. A los pocos clías, ser'í¿r nr¡rnbr¿rdo presiclcntcde un grupo técnico ascsor convocado por Robert A. Frclscl t , e l secretar ioadiuntc¡ de l¿r Armiida para investigación y ciesirrt 'ollo, ¡. iara ayudar aencontrar el Scrtrpiort . Cl 'ave'n y los otros nt iembros clel grupcl c le¡beríaninfbrmar dircctamernte ai CNO y al comanclante de' la F Lota del Atl¿intico.

Comcnzíl rccurrienclo a ias pequeñ¿rs estaciones cle investig¿ición ocea-nográfica que se encclntraban dispersas en cl Atl¿íntico. Entre los ¡trinrcrus

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l : r ; l ' ) l . j t r t ' ¡1o t l t ' l i r g l r l l r l l¿t c i tg¿I

('n su l ist¿r estaba Gordon Harri i l ton, un amigo que conducía un laboratorio

o(.(,¿tnogr'áÍico en Bernruda que era financiado por Ia Oficina de Investiga-

cioners Navales."Dime, Gordon, ¿,tienes algunos hidróftrnos en el a¡¡ua que puedan

h¿rber oídt¡ al Scorpion?", preguntó Craven sin molestalse en saludarlg."Bien, aquí nr l tengo, per 'o parte de mi laborator io en las is las

Clanari¿r-q tiene toclo el t iempo un hidrófbno eu el agua", contestó Hamilton.

L6s hidróforlos generaban lnontañas de papel garirbateado, esos picos

y r:rcstas que sc acumulaban n'l ientras k.¡s esti los se movían sobre tambcl-

rcs qLle giraban sin cesar. Pero había un problema. Habían transcurrido

scis c l Ías desde el ú l t img mensa. ie a t ierra del scorpio,?, y se supo¡raqr"rcr lr ls opcrarios del laboratori(] depurarían .y desccharí¿rn los registros

clcsprrós dc dos o tres días. Cr.ralquier trazo que pudiera haber registrado

unii tragc,clia l inal a bordo del Sr:orplon debería haberse ido junto con la

b¿rsur¿t.Sin r ,ntbirrg0. Crnvt ,n crr ' ín f i rmement( ,qu( ' la gentt 'pocas veces hat ' t '

l1-¡ c1¡e sc ospcr¿1 cle ell¿r. Consider¿rba que el crtriclado y prese:ntación de lt ls

locakrs cs gcnc'ralnre ntt: lo primerr<t que se cle.f a ir un lacto. Al cabo de un plrr

dc hor¿rs, I{¿rr¡i l ton lc terlerf oncri. Craven cstaba en lo cierto. Había pilas rlt,

papcles prlr tr-rdo cl labor¡rtorio, v sepnltaclas dentro cle csas pilas había dos

s()m¿¡las clc rcgistros acústicos -qr,re incluÍan ocho cxplosiones oceánic{rs (}

c l is t l r rb ios imltortantcs y def in ic los producic los durante l r ls seis días en'qt l ( '

clS<,prpl¿rr. habí.r e'st¿rclo sin contucto-. Pcro lt ls disturbios plrdieron habt'r '

s ic l1¡ prc lvocados por casi cualc¡rr ier cosa, inr : l t rycndt l erxplosiones por exl) l ( ) -

r . i r r . i r , ¡ t .s pt , t t 'o l ¡ t ' i ts i l t 'galr ,s. t t l r sonic lo bastantt ' rut inar io que resol) : l l , : t

a trar'ós clel Atlántico Nortc. Y pr-rdieron haber venido de casi cualqr-rit 'r '

lugar .v descle cualquier dirccciórl .( l<l¡ solamente un coniunto clc registros, Craven no tc:nía formir rlt '

c f i r tgr l l t i t tar uD¿r pc]s ic i ( in geogr i i f ica de cualqrr icra de las explosiones l ' r t t ; t

h¿curlo, necesitaba triangular tres registros scp¿rl '¿xlos dc tres hidrti l ir lrr,s

cli l 'crer¡tes instalados cn tres lugares dif 'erentcs. Dado quc ¡s qs¡l¿l¡¡¡ r ' , l l

l6s c lat<ts p¿ra del terminar una p<ls ic i r in precisa, Cravcn rc¿r l izó un anl i l ls i : rgn scnt ic lo invcrso, r 'o lcando cn l¿1 carta los instantcs de 1¿rs cxplosic l t r t 's . r r

coml l i l raci( in con la dcrrota y vel<lc idad cr¡nocidas dcl Scorplor¿. ( l< l t rc l t r r , '

c9¡ i ¡cho posic ioncs en el mccl io del ocóant¡ dt-¡ndc asumió que habría t 's t ; t r l , ,

c l submarino cn el instante de cualquiera de los disturbios. Las t '¿t l l ' r "

b¿rt imé¡tr icas mostr 'aban que las ocho posic iones sc encc¡ntraban cn i t l ' . t ¡ ; r r r

c le lnás dc 600 metros, más prr i f i rndas que la profundidad de colapso t l . t t t r

subm¿rriut¡.Sobre la base de los datcls de oraven, la Arm¿rda cnvi í ) i ly ion, : r

hacia los ocho puntos. Los pi lotos buscaron restos c le naufragio f ' lot . l t t r r l , ¡ r r

n lanchas de acei te. No encontraron nada. La ausencia de restos l lo ( ' r ' : r t ' t r

¿rbsoitrto conciuyente, dado que li is ¿Uluas eran dcmasiado profun(lrts I "

t ' i

Craven necesi tab¿i lnás para ct lnt inuar. La caza de evidenci Í l r t t ' t t : - l t r ' ; ¡

cont inuaba.

N{uerte de un submarino 127

lrr t lc¡rcndierntemente de los esfuerzos de Craven, Wi l ton l lard-y, e lc i r , r i t i f ico más importante c lentro de un equi¡ to de acúst ica c le el i te en ell,alrorirtorio de Investigacionc¡s Navales (NRL), las principales instalacio-ncs de errsayos subacuát icos de laArmada en Washingtou, D.C., se presen-tri con la siguiente pista. Ei sabía que la Fuerza Aérea seguía operando doshidrófonos cerca de Terranova para rastrcar las ondas expansivas sutr-acuáticas provocadas por los ens¿lyos nucleares soviéticos. f lno estabajus-to frt¡nte a ia pcnínsula de Argentia. El otro est¿rba a aproximadamerte200 mi l las de al l Í .

Hardy hizo buscar los registros, sabiendo que estaba apcistando a fir-vor de una posibil idad muv renrota. Ambos hidr<jfonos de la Fucrza Aéreraestaban casi tan lejos de las Azores, y de la úrlt ima posición r:onocid¿r delSrorpiott, como podría estarlo cualquier otro dispositivo clc cscucha que seencontraba dentro cle los límites del Atlántico nortc. Y alzándose justo er.r-tre los hidrófbnos y la derrota derl Scorplol? estaba la cadena tnontañosamás c'xtcnsa de la tierra. la dors¿rl Mesclceánica. Las nlont¿rnas eran sufi-cicntes como par¿l bloquear la m¿r.voría dc los s<lnidos pr<lvc-nientes dc l¿rsAzores.

Ciertanentc, a pr imer¿r v ista los re¡¡ istrc ls de la Fuerza Aclr 'caparecían inúti lcs. Nri e¡xistía ninguno cle lr¡s picos drantáticos quc h¿lbíansidcl rergistrados prlr cl labor¿.r.trlr io de las isl¿rs Can¿rrias. Perro, para I{ardy,parecÍa que si ¡nir¿lb¿r con suma ¿rtcnciíln, quizás entreccrrando un ¡tocoIos ojos, con grau csfuerzn alcanz¿rba a c l is t inguir a lgo. Strperprrso losrcgistros de las is las Oanarias con los rcgistros de Argcnt ia.

Allí estaban, casi serpultackrs por c<-rrnplcto en el ruido ambiente local,l igeras crestas que parecían coincidir con los piccls rnás dr¿rmáticos rcco-gidos por el labor¿rtor io de Hamil ton. Hardy l lanrr i a Cr i lvcn, que en csemotnento estaba c<lordinanclo todo cl esfuerzo dc búsquecla acústica clc l¿rArmada. Craven decidió convencr:rse a sí rn ismo que los rcgistros deArgerrtia no eran coincidencia ni fantasm¿rs.

Si las crestas cle Argentia eran ruido sin valor, cntonces los trazadosde las posibles posic iones car:r í¿rn probablcn-rente a c icr . r tos o mi les c lemill¿rs dc la rerlativantertte minúscula línea en el océano qLle rcrprcsent¿rb¿rl¿r clcrrlrrt¿r del Sc'orpio¡¿. Pero si los datos nue\¡os coinciclían r:on la posipiónder ctrrr lquicra de los ocho eventos recogidos en las is las Canar ias sobre esaminúsc:rrla línea, casi con segurid¿rd las coincidencias acústicas deberíanser tonracl¿rs conro válidas.

Harcly f i re el pr imero en encontrar lo. Al l í , justo sobre la derrotadcl Scr.,r '7-rir.,¡¿, irabía una erxplosión suficientemente firerte colno paradesgarrar Lln casco de acero y enviar un submarino, inundado, al fondodel océano.

No h¿lbi¿r nacla que dijese qué provocó la explosión. Pero 91 segundosdespués, h¿rbía una serie de explosiones mucho más fuertes y no habíaforma de eqtrivocarse respectr) cle su origen. Craven y Hardv estaban c()n-

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Ntl t r t ' r ' t t , r lc urr subnl¿rr ino 129

Pcro cl Scorpiort todavía estaba desaparecido. Sin un examen de losrestos del submarino, la Armada nunca sabría qué era lo que había andadornal. Sin ese conocimiento, la flota de submarinos nucleares operaría parasiempre con el temor de que un def'ecto fatal, de alguna forma pasado poralto, pcldría causar otra catástrof'e. Sin pruebas concretas de que la tripu-l¿rt: ir in estaba muerta, sus familias podrían no ser capaces.jarnás de deste-rrrrr la idea, cr-rntra toda lógica y contra toda la información disponible, der¡trc los hombres podrían haber sido capturados y estaban vivos en algúnItrgar, tal vez en un¿l prisión soviética.

Y así comenzó la seguncl¿r fase de la búsqueda. Ahora era cuestión de( ' r ' r rven y su equipo encontrar al Scorpi<t t t y dcscubr i r qué era lo que IoIr : rbía destruido. Dir is ió nuevamente su atención a los ecos del accidente.

La posición de Ia primera crxplosión -ahora l lamada "punto Oscar"-nrirrcaba dónde comenzarÍa su búsqueda. Pero eiso lo dejaba todavía lejosrll c'ncontr¿rr al sublnarino. Los estratos térmicos cn el agua podían haber<listr¡rsionaclo los sonidos dol accidente del Scorplor¿ mientras se desplaza-lr:rn hacia los hidrófonos de l¿rs islas Canarias y deArgerrtia. Craven calcu-l r r l r i r que podía haber diez mi l las de error para cualquiera de los prrntostrrrz¿rdos mediante triansulación de los datos sobre las cart¿rs.

Además, las aguas en el punto Oscar tcnían una prof'undidad de 3.000nrt'tros. El Sc<trpior¿ habría dejado de implotar cerca de 2.000 metros antesrlr,chercar contra el fonclo, porriendo fin al rastrc¡ acústico. Dependiendo decuih rápido hubiese estado navegando, y en qué direcci í ln, y dependiend<lck, la fucrza de la inplosirin y ia posiciírn de sus planos de popa mientrasdcscendía, podría haber terminaclo varias nri l l¿rs más aclelante.

Todo ello significaba que el submarino podía estar en cualquier lugard¡rntro de un círculo de 20 rnil las de diámctro, de.' jando un universo vastoy rlcsconocido para buscar. Y el arte de ia búsqucda en aguas profundastodr,rvía estab¿r cn panalcs.

Para iniciar la búsqueda del Scorpion, Craven poseía muchos menosdatos cluc aqucllos con quc cont¿rba cuanclo buscaba al Golf soviético en elP¿rcíf ico. La Armada decidió enviar una unidad de superfici( ' para inspec-cion¿rr cl í¡rea alredcdr¡r del punto Oscar. No cntraba cn consideración en-viar al I lc t l ibut para esta búsqueda; elHal ibut era un buque diseñado paraoperar cn secretcl, y no había nece'sidad de ocultar el hecho de que se esta-ba l levando a cabo la búsqueda ya que los soviéticos podían fácilmente leere¡n los perióclicos nortt:amcricanos acerc¿r clel submarino perdido.

En canrbio, el buque que empleó la Armada fue el USNS fu[izar, unbuque oceanográfico. Este era un antiguo transporte polar con una eslorade 81 metros que había sido converticlc¡ en buque cle invcstigación al iniciode la escalada pos Thresher hacia las profundidades por la Armada. Parae'st¿r misión, operaría bajo la dirección del equipo de Hardy en el Laborato-rio de Investigaciones Navales, donde tenía su apostadero.

El lvl izor l levaba cámaras rernolcaclas, veLsioncs menos avanzadas delos peces del lIalibut, y con aquéllas comenzaría el relevamiento lento y

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130 El juego de la gall ina ciega

cr-ridadoso del fondo del océano. La búsqueda sería conducida por Chester"Buck" Buchanan, un oceancigrafo civil y científ ico de máxima jerarquía enelNRL.

Cu¿rndo Buchanan partió, sabía que estaría dedicado a ello r. ln t iempoprolorrgado. Arrastrándose a dos nudos de velocidad, al Mizar le tomaríarl leses cubrir el área. Pero Buchanan era un rastre¿rdor por naturaleza, deccrrta estatura, robusto y agradablernente belicoso. El día que el Mizúr zar-p<i, comenzó a de.iarse crecer la barba, una barba puntiaguda esti lo VanDyck, dcclar¿rndo que recién se afeitarí¿r cuando encontrase su presa.

N'fanteniéndose en permauente contacto con Hardy y Cravcu mien-tras ( :st<¡s ordenaban los f ragmentos acúst icos, Buchanar l comenzó aconducir el Mizq.r en círculos alrcdedor dcl punto Oscar, encontrando nadarnás quc lo quer parecían ser mcteoritos ricos en hierro. Sigr-riendo lasir-rstltrccioncs de la Armacla, el Mizar etrpezó a r¿rstri l lar el área al oestecle,l ¡rtrrrtr,r Oscar. La Armacl¿r conclu-yó qr-re dado qttc cl Sc'orpiort navegabacorl rurnbo oestc h¿rcia Norfblk, esa era la mejor dirt 'ccií in para buscar.

Mie¡ntr¿rs t¿lnto, Cravetr comenzíi a buscar rr-rás evidencia, cualquiercos¿r qlre pudiera ayudar a dirigir al Mizctr clcsde tic:rra. Se dedicít a tratarclc ¡tosicionar t- 'n l¿r carta cadlr irnplosión con la cslrcranz¿r dc podc'r resolvercrLiin lejos sc había desplazirdo al St:orpiott antes quc los sonidr.¡s finalc's clesrr Jr t i rc l ida st ' dt 'sr 'ünct ' i t 's t ' l i .

I)cscubriír rnucho más.El mapa clr¡ Craven mostraba que el Sc:orpictrt no había estado nave-

cando hacia el ocsti: en dirccción a Norfirlk durante: st¡s últ irnos l lomentos.En -.u lugar', los c¿ilcuios cie Cr¿rvt'n sorpresivamentr¡ nxrstrarou que elstrbrriarino había estado navcgandri hacia el este, de regreso h¿rcia el Medi-terráneo. Quizás un submarino podr ia invert i r e l rumbo si estuvieseev¿rcliendo a otro buquc, pero los funcio¡rarios de intcligencia ya le habíandicho a Cravcn quc estaban completameute seguros que los soviét icos noest¿rb¿rn involucrados. Tenía que ser por algún otro motivo.

El científ icc.r se dirigió directamentc al comirudo de submarinos dcBeshany. Tenía una pregl lnta. "¿Quó podía obl igar a un submarino an¿rvcf{ar en la dircccii-rn equivocada?"

Craven le fbrnruló la mi-sma pregunta a varios capitanes y almiran-tes. En cada opr.rr tunidad obtuvo la misma respuesta.

Un subm¿rrino cae 180 grados cuando un torpedo se activa acciden-t¿rlnrente mientras todavía está a bordo, un evento que los submarinistasdenominan "colr ida en seco" El buque invierte su rumbo porque esananiobra acciona los dispositivos de seguridad contra fallas en el tr-rrpedo,deteniéndolo. Los mismos disposi t ivc ls de segur idad evi tan que las ar-nrirs inviertan su rumbo y destruyan al submarino desde el cual fueronI¿rnzaclas.

M ScrlrT.rior¿ l lcv¿iba una carga de torpedos, artrtados y l istos para ltr

t ) ( , ( r r ' . ( ' { ) ¡ r ( } )o l t i ¡ icrolr tor los los su} l r - ¡ l¿r f inos r l t ' i t t i i r l t tc 'c l ur i r t t t t ' l l t gut ' r t ' i t

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12,3 l i l jucgo dc la gal l ina r : icgl t

vencidos qr-re te'nían que ser irnplosiones, los gritos trgonizantes dc un sub-marino que estaba colapsando, sus comp¿u'timientr¡s clespedazánclose de aLrno por vez con l¿r fuerza de casi 250 kilogramos de Tl' lT.

Los hombres en el subm¿lrino podr'ían haber sobrevivido a la explo-si<in inicial, si ese¡ sonido ela verdaderamente del Sr'orpictr¿. Podrían haberr' iviclo 1o strficier¡rte para ver slrs paredes combarse hacia adcntro, pero esohabría s icto todo. Nadie podría haber sobreviv ido a ia pr inreta impir-rs ión.Ese choque dcbió habcr lanzado las sccciones de col¿r y de la proa haciendoqne se introdujesen cn la partc ccntral del submarinc-r, como Lln modelo enpapel míiché aplastado por sus extrcr¡os ar-rterior y posterior con un únicov violerrto choque de manos. Ei caior infi:rnal y cl choquc dc la irnplosi<inhabr'ían nl¿rt¿rclo a todos a bordo en menos de un centósimo de segundo. Losl-iombres estal"ían todos muertos inclusive mientras la presión oceánicasegtría cirstiganclo al Scorpion: una seguncla inrplosión cuatro segundost iespués clc l t r pr inrera, lucgo otra c inco segundos nrírs tarde. después otra¿r los dos sogundos, ck 'spuós a los t l 'es scrgundos, de spués ¿r los s iete segun-dos, clespr"rós otra, y otra, y otra. Trcs n'rinutos y die:z segundos después dela i r r imera expkrsión, todo habría terrnin¿rr lo. i l lers minutos y diez segundrrsdc r , lcstruccir in ¿rnt t :s ( lnrr e i ocóarto sc volv icra re pont in l rnre 'nte s i lencioso.

I lcgistrado solaurcntc c l i<¡ t : iocho horas c lcspuós que la t r ipulación delScrtrpi.ott irabía infornl¿rdo quer estaban rt:gresand<l a su basc, ias explosio-r ies s igni f icrrban que el submarino había conseguido navegar nlenos de 400rui l l¿rs cn c l i recci( in a Norfblk.

\h hirbí¿in pasa(lo cuatro días descle que el Scctrpion había sido decia-radr-r percliclri. Craven llamó ¿rl Jefe,' de Opcraciones Navales para decirlerlrrc probirble¡'¡rerntc el Sc'orpiort se había perdirkr p¿ir-a siempre. Moorer not,staba listo ¡rara oír aqucl.lo. No r¡stab¿r pl 'cl lar'¿iclo p¿rra decirles a las fami-l ias de los t r ipulantes .y a l¿r n¿rci<in qne, sobrc la base de unas crestaspcqr-reñzrs clue casi no sc poclÍan discernir en e:l pa¡rel, no había más espe-ranzas. El hech<¡ de que hubicr '¿rn sucecl ido en un punto jLrsto sobre laclr:r 'r ' trt¿r cle:I St'rtr¡t iol¿, e-i l un rtrontcnto cn quc¡ st'esperaba que el bu<trtrce stnviera allí, f ire sol¿rmcnte suficicnte para convenccrlo de declarar al puntcl"un ¿ire¿r de intcré:s e's¡rocial". Luego se qucdó espe'rando a ver si algunoscle los ¿rviones, buqtrcs o subm¿lr inos descubrían algi , rna otra cosa.

El contraalmirante Bcshany, conrancl¿¡ntc de la fucrza de submari-nos, corrlcnz<i a clerivarle a Craven toclos lcls interrogantcs dc la pri.r.rsa.I 'e¡rcr erl cicntíf icc¡ tenía órdcnes estrictas de evitar la palabla perdido t:inclr-rs ive la sugerencia c le rnuel te. No fue hasta que transcurr ieron () t l 'osseis días sin schales dal Scorpictiz que Beshany y N{oorer se vicron obliglrclos a aceptar que Craven 1' Hardv cstab¿rn en lcl citrrto. El 5 de junicl, NIoo-rer anunció que el Scrtrpiort estaba "supuestamente perclido". Horas nriisturdrr , c l secretar io de Marina clerc laró cor l todas las fc l rmal idadcrs l lgnl-rurente mucltos al czrpitán rlr, ' fragata Slzrttery y sus no\¡enta y ochr.r ofici ir-lers v triotrlante¡s.

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Muerte de un submarino 131

fría. I labía allí catorce torpeclos Mark 37, siete Mark 14, y dos torpe'dosMark 45 Astor con cabeza de combate nuclear. Las corridas en seco eranparticularmente comunes en los Mark 37, y si se había producido una co-rrida en seco, Slattery habría ordenado "timón a babor, todo", iniciandonna caída de 180 grados en el instante en que el compartimiento de torpe-clos inform¿:rba la novedad. Cualquicr conandante lo habría hecho - larnaniobra es una de esas cosas quc son practicadas en zafarranchcls porlos submarinistas hasta que la reacción se convierte en un simple reflejo-.De hecho. el Scc.trpiort había salidr.r i leso cle una corricla cn seco en cliciern-bre de 1967, seis meses antes dc que sc perdiera, precisamentc porqucSiattery había cumplido el prcrcerdirniento estándar.

Eso tenía qLrc ser, razonó Cravern. El Scorplon estaba navegandohacia e-l t)cste, ¡z eso tenílr que significar quc ti lgo había ¿rndado ntal crlntrno clc los torpeclos dcl submarino. Dc trlguna fonna sc. había ¿rctivadr-racciclentalmente. Y dc alguna firrm¿r había explotaclo.

Cravert comenzír ¿r invc-qtigar al respect.o. Dcscr"rbriri clue habÍa un dc-fe:cto cn e. l equipo dc pruebas a borclo que podr ' í i r habcr in ic iado fáci ln lentettn¿r corrid¿r en seco. Y derscubriri quo los torpcdos, igual quc casi toda otr¿r

¡ l iezl i dc erquipo a bordo, son probados rut in¿rr iamernte micntras los subm¿r-r i r ros r tavegan t l t , regrt 'so ¿r su birst , .

Una de las máxirnas f-avorit¿rs de Craven era: "Si i,r lgo pucde sc¡r insta-l¿rdo al ¡6r1,és, lo será". Y on este caso, era cierto. Varios submarinos habíanirrf i lr lnado corridas en seco conto result¿ido clc c¿Iblers clóctrico-s cn el equipocle prueba que habían sido instalaclos al reves. El problema se había torna-do t¿rn habi tual que el comandante de la Flota del At lánt ico impart ió ad-vertcncias al respccto.

Con ese defecto conocido y los datos acúst icos, ¿r Craven le parecía quecl destincr del Scorpior¿ había qucclado cstablecido. El Scorplor¿ había esta-do l idiando con Lrn torpedo que estaba corriendo en seco, probablemente

¡rr'<lvocado cnanclo alguien invirt ió cqll ivocir(l¿lmente los cablcs durante una

¡rrueba. Sólo que su caída al este había s ido c lemasi¿rdo tardía. La lógica, laevidcncia. todo coincidía. Craven quedó convencido.

Solamente i iabí¿r un problema: prácticarnente ninguna otra personacoincidí¿r con é1. Los expcrtos en acúst ica, los espccial istas en torpedos,los cornandanteis de submarinos, toclos escuchaban nientras Craven expo-nía sus teorías, su evidencia y su razonamiento, con la intensidad de sur.oz aurrentando I' disminuSrendo como si estuviera ofi 'eciendo un soli lo-quio shakespeareano, aunql le uno acentuado con las máxir¡as sobre laspro{ündidades del mar elaboradas por él mismo, Pero nadie de cualquier

, jerarquía. descle el jefe de Operaciones Navales hacia abajo, pensabaqtrc Oraven podía estar en 1o cierto.

I l¿rrd-y, c l experto en acúst ica del Laborator i r ¡ de Invest igacionesNrrr ' : r lcs. r 's l r tb¡ cot ' lvcncic lo c lo c¡uc' ( l r¿rvcrn r ,st¿, iba cxt rave nt lo c l t ' r t ' l¿rs i : rc l¿tsl lc lutrrs r l t , l r is r l l r tos rr< ' t is t i t 'os v r ,strr l l t l rct 's i l 'u i r , t t r lo l l tnt l rst t t : ts i l l r l r l , ,

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l , ' , ' , 1, ,1.¡ r r r ' ; io t l t ' l i i g i r l l in¿I c ic l l¿r

u ' ( , r i r ( luo l¿r única cosa que había caído hacia el este en dirección al N{edi te-rr'¿inco era el rastro fantasma de Craven. Sus argumentos generaban algu-n¿rs dudas en Craven. Además, era el laboratorio cle I{ardy el que estabaconducienrl o al l\[ izar, y Craven necesitaba su apoyo si el buque iba a viraren redonclo y conlenzar a buscar hacia el este. Lzr propia relaciónde Craven con el l¿rboratorit-l cra incstable. Como direc:tor del Proyecto dcSistemas cte Inmersión Profunda, había robado t tna de las posesioncsrelcvantes clel l¿rboratorio, el batiscafti Trieste Il, para ccllaborar en la tlc-tcrmin¿rcirin de las características del minist¡bmarino l/R-l de Rickovcr.

Los oficiales a cargo de la normas cle segrrridad reféridas a los tor-peclos cn crl Comando de Sistelnas deAnnas (OSC) se unieron prr,rnto irlgrupo der los reacios. Aquél los insist ían que cra imposible que un torpt ' r locclrrienclo en seco detonase dentro de un subtnarino. Para que succdicst'la detonación, insist ía el comando, la cabeza de cor l rbate tendría que i t r t t 'o-ducirsc a máxima velocidad dentro de un objeto y c le jar de moverse solr t -mente cuando hacía inipacto. Entclnccs, y rccién cntonces, estallaría. Loscomandante,s cle Sistemas de Armas fueron rcspaldados por la Dire¡ccionderl Material. \\¡alter N. "Buck" Die¡tzen Jr., un oficial submarinista dc ¿rlt,¿r

. jcrarquía, también tenía ser ias dudas. N{ ientra,s c l c leb¿rte cont inual) i rc le¡sarrol lándose, ningur-rc l de los hombres olv idó que estzrban buscando suspro¡rios muertos.

Pcro en cstas circunstancias, en un esfuerzo por ate.tnperar las cosirsrlrl poco nrris, Dietzen Ic ir¡rostó a Craven tura botell¿r cle rvhisky escocósC'hivas Regarl rlue finalnrcntc estari¿r equivocado. Los comatrdantes opera-ti i 'os estaban apostanclo a l i lvur dr¡ Dietzen. El ir l izar había descubierto.yaalgnnas pistas atractivas clcl iado hacia Norfbll i dcl pr-rnt<-r Oscar. Habí¿rencontr¿rdo tres eienierntos que poclrínn h¿rber c¿rído del Scorpion'. un trozode tubería acodada, lo que parecía s€rr ull paraguas clc urujcr, y un trozo dccuerda con una "piña", un nudo con fortna cle pelota que los rnarincrosh¿rccn en el cxtrenro de ias guias para que resulte n-rás fácil agarrarlascuando son lanzadas hacia el muel le.

Había algún deb¿rte clentro de la Armada respecto si la piña halladapor <:l Mizar estaba anucl¿rri¿i al csti lo estadounidense: o al esti lo preferido

¡ror la marina italiana. pcro los oficiales cle operaciones creían que el para-r , . t ras ternía que pcrtcncct¡r a [¿r dotación del Scorplo¡¿. Habían hecho esca-l r rs cn puertos, ¿no cr¿l ¿rsÍ? l ls tc Jrodría haber s ido el recue'rc lo u obsequio,1. lr lgr-rien para un¿r rritLit 'r ' t 'sJrr,r ': indcllr i en su hogar. P¿rsarÍan trtcrses antes, l r .< lue los bi í l logos ck ' l i r r \ r ' r r r¿rr l¿r c lecl¿rrasen que lo que parccia ser un

l) ;u i l Í luAS en rc 'a l idad ost l r lx¡ r , ivo, ur . r r l de las muchas cr iaturas extrañas,¡rr l v iven en el fonclo dcl oct l l i t ro.

No obstante, dada l¿r t ' r ' i t l t ' l r t : i¿r rccogida por el Mizar y las f i rmes opi-¡rr{)r r ( ,s ¿r su alrededor, inclr-rs ivt ' ( l r '¿rvcn comt 'nzó a preguntarse si t : l r to, . t r r l r r e:quivocado, tan st j lo " l r ¡ rnrulr lo o¡r io", como le gustaba decir . l 'erornir \ ¡ ( 'z nrás, quizás él era el único r¡ t r t ' t ,s tab¿r cn lo c ier to. Craven nr l tenía

Nlucl ter dc un submarino 133

rr( ( , i r \ t , ¡ r r r ,nt .s t ' r r ; rct ' ¡ l t r r r c: t ia lquiera dc las dos posibi l idades, mot ivo por, ' l crrr l s igrr io invcst igancl<1. Hizo las coordinaciones para que un buqucrrr lo j i rscr ¡rcquoñas cargas explosivas cn c. l punto Oscar. Comparando lasI l rm¿rs i icúst icas recogidas en el s i t io con las señales que I legaron a Nor-fblk, soría capaz de ck:tcrmir-r¿rr de una vez por todas si una explosi<jn en elri le¿r -qería cL\paz cle generar ccos -fant¿rsmas acústicos- colno otros habÍansostcnic io.

Gordon Il¿rrri i i ton r,r., lt i a Nurfblk dcsde las islas C¿¡narias para laocasión. Los dos hombres acamparon cn un cuarto v¿rcír i v con paredes dcl¿rdril lo en Lr.na estación dcr comunicacioncs de Norfolk. Allí esperarian,clurante¡ todci el día y toda la nocher, y todo el día siguiente. hasta que lasc¿rrgas de calibración fueron escuchaclas en l¿r ccista.

En el primero y seglludo intento, las cargas resultaron clemasiadoclóbi les, y ninguna de las st i la les acírst icas s iquiera l lcgó a Norfolk. Paraerntonccs. H¿rrnilton y L"raven estaban cansados de comer eruparedados fi ' íos,c¿rns¿ldos de las paredes vacías y del cuarto vacÍo, cansados de durrnir so-brc er l p iso del reducto, y todar ' ía más cansados uno del otro. Yr habíanagotado su repertorio dc ciiarlas cle trabaic¡. Inclusive Craven habí¿r agota-do va su coleccií¡n de rnáximas sobre el rnar'.

Craven co-r.l lenzó a haccr cxtensiones de brazos. Ya se había dcdicadoa l lcnar el t iern.rpo l ibre en sus dos bt isquerdas de submarinos, el d iser ic l dclAIR-1. y la conduccirin del pr-ograr"n¿r Seal¿rb somr:tiénd<¡se al plan de e'jer-c ic ios f ís icos dc' la Re'¿r l ! 'uerza Aórea canadiense. Pala entonces, podíah¿rccr ochcnt¿r cxtcnsione's sc:guii l irs. Lo demostr'ó crn re.itcradas oportuni-d¿rcles antes de que los ex¡rlosivos fi¡cran fin¿rlmcntc cscuchados en Norfolk.

Llegaron sin ninguna clase dc e¡co. Y cuando Cr¿rven y Hamiltr-rn ana-l izaron nuevamente las señales de, l Sc'orpzo¡t sobre la base dc los nuevosdatirs, conrprerndicrorl que el Scorpiort ncl scllalnentc había estado navegan-clo h¿'rcri¿i el este, sino que lo cstaba hacicnclo inclusive rnás rápido de lo qr-rc(lraven había pensado.

(lraven rcgresó a su teorÍ¿r sobre el torpedo. Pcro quería más evidcncia.Con un característico t¿rlcnto dramáticct, l jravcn preparít ulla re-

prcscntación de la t ragedia. Neccsi taba un sirnulador de submal ' i l tos,y necesitaba al capitán de corbeta Robert R. l 'ountain Jr., el ex seguncloconr¿rudante dcl Scorplon, qtrc h¿rbí¿r sidn clesembarcado clel subrnarinojusto antes ql lc cmprendiese su úl t i rna misiót-r .

Fountain fue puesto al mando del simr-rlador. v se programó Lula conr-putadora pala evaluar la incidencia de las r i rdenes quc él iurpart Ía mien-tras el s imuladol representaba var ias cal lsas posibles de' la pórdida delScorpictrt. De esta fbrma se probaron diez escenarios diferentcs. v los diezfheron incapaces de generar una coincidenúia con l¿r evidcnci¿r ¿tcúst ica.Lucgo, ei equipo de Crarreu lc requirió a Fount¿rin que hiciese t¡na últim¿rprueba. No di jeron nada acelca de una posible explosión de torpeclo, sernci-Ilarnente¡ le dijeron a Fountail quo estaba navc'gando de rcgrcso a st¡ brrsc

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l j l . l El j t rcgo de la gal l ina c iega

rr L8 ntrclos de velocidad, y le clejaron cscoger l ibremente la profundidad.( 'r¿rven le pidió entor"rces quc' pl 'obase sus torpeclos. El equipo esperó diez o

t lu i ¡cc ' minutos, dándole a Fountain la oportunidad de permanecer en

call la. Lucgo dieron la voz de alarma: "Torpedo corliendo (rn seco en el

comparrtimiento de torPedos".Sin perder un solo instante, sin esperar, sin hacer prcguntas, Foun-

tain ordenó: "Timón a estribor, todo".Allí estaba. La caída quc Craven creía qr-te había sido eiecutada por

el Scorpiot t .Cuandri 1a caída simulada de Fountain había casi frnalizado *quizás

algg asÍ c6mo ntedio minuto derspués quc había ordenado "timón estribor,

toclo"- la dirección le infclrmó al personal dentro del simulador: "Explosión

cn e'l compartimicntcl de torpcdos cle proa".La misna información ft¡c introducida e-'n la coutputadora. que co-

nrenz<i a registrar una inundaciíln irnportantc en el interior del submarino.Fountain responditi con un¿t serie dc tirdenes aparcntetrre'nte-' intermi-

l l¿rble: soplar tanques de Iastre, estableccr condicií ln dc clausura, aumen-

t¿rr la velocidad del buquc. Hizo todo lo que ttn comandatlte de submarino

clcbcr.ía h¿tcerr. Sin enrbargo, el submarino imaginarit l siguiír inundánciose,y co¡tinuri cl ir igiéncloset haci¿t el ftrnclo. Ex¿rctamcntc 90 seguntlos clcspuósquc Crnvcn irnunció la expl<lsi<-rn, strperti los 600 mt¡trrls c[er ¡tt 'of 'trnclidacl

str¡tt 'r<i claratnente la prof undidacl dc c<,rlapso y la cr.rnlputaclora rcgistrórrna irnplosión. Alguii:n en la clirc'ccit in ¿rnttuciít erl e¡vctrto ctlt ' t utt¿t srl la

¡ralabra: "bang".

La i rnplosi<in s imulada tuvr- , lugi i r . justo l t t r s()gunt lo ¿rntcs dcl lapscl de91 segunclr-rs registrado cntre l¿r rrxplositin en erl Scorpli¿.,r¿ errt el prrnto Osc¿rry la pr inrera implosir in producto der las aplastaut ls presioncs r lcr tánicas.

Cravcrn sintió esc¿rlofiíos cuando vio lrls resr.ltados. po.u "¡¿e¡se-s,

óly varios otros que asistieron ¿r esta prucba esta)-l in casi segul'os que h¿r-bÍan ru:plicado la pérdida del Scory;ron. lr ladic sc lo di. io ¿r Fount¿rin. lVatl it '

lc d i jo qlre acababa de representar pcls ib lcmernte l¿rs c i rctrnstanciAs r l t tc

condujeron a la ntuetrte de hombrcs qLle) ¿Ilgtl l la vcz había aytrdadtl a t:o-

rrancl¿rr. Quiz:i no era nocesario quc al¡¡riert se lo dijcse. Se retirri clel sinttl '

laclor s in f i r rnr t r lar prcguutas, s in pronut ' tc iar ur l¿r palabra.L¿ compasií¡.r de crat'e¡ por Fountain y por la tripulación clc' l ,Scor'

p ior t no podía aplacar la alegría qt lc sentía. Como un detect ive, habí:r r r ¡ r r r

r r ¡c ic lo cu¡ dos nuevas piczas de evic lenci¿r, y ahora sc l¿s l lervcl rá l t id i r r t r t ' r r -

te a los almirantes Schade y Bernard A. Clarey. subjef 'e de Operaciorr t 'sNavales. Para entonces, hasta ellos estaban intrigaclos por el trabir.io tlt '-

tect ivesco de Craven, perc,r s iguieron Sir) convencelse. Lo rnism<l st¡ t ' r ' r l i r rcon el Cor¡ando de Sistemas cle Arrnas. ei cual cont inuó insist icnclo ( ' t r ( l r r ( '

¡o había fbrrna alguna de que un torpeclo pudiera explotar a borclr r l l r r r r

submarino.Nadic cstaba listo para enf'rent¿lr erl f¿rtrt¡rsma de qr"re la Artlr itt lrr rrris

¡ t¿t L ' i 'a responsabie de ia mucrte c le aquel los novet i ta y nneve hotrr l r t t 's .

Nlrr t , r 'Lt ' r l t , r ¡ l r sr¡ l l l t¿r l i r ro 1i j5

( l l '¿tvet t cort i ¡ r rcndÍt i sLr renlrencia, sabía cr"rán di f ic i l era para kts almiran-tt 's ct'ccr quer pocit 'Ían haber sido en cierto sentido responsables cle un errorquc había c¿rr¡sado la pérdida der t¿rntas v idas. A¡nbos almi lanteshabÍan vivido en una época dondc la muerrte a bordo de lcls submarinos erahabitual. Ambos cran veteranos dc las unidades convencionales dc¡ ia Se-guncla Guerra Nlundiai, percl entonces ia muerte había sido por causa delcnemigo y no de sus propios buques. Schade era probablemer-itc cl másobstin¿ido de los clos, y no cra de extrañar. Como un joven segundo coman-dante a bordo del LrSS Growler (,ss-275), Schade había serntido p<-rl priure-ra vez el sabor del con.rando mientras su supcr ior vacía her ido en el puel l tedel submarino. El capiti in dc fragata l{oward Gilmore gritír una últim¿ttrrdett al jc;vcn Schadc'. l¿r orclcn de l lcvar al Gn¡u:l<,r a inrnrrrsrorl coll Ltr-gencia p¿lr' i l escap¿rr do trna cañolle'r '¿r iaporresa y dt:jar a Gil l lclrr ' hericloafirer¿r c¡n l ir vt ' la. Schadc cumplió con lo qlle se lo orclenri.

A persar c l t r la rcnuc¡rc i¿r de los almir¿rntcs, Cravcn r to cstaba cl ispucs-trt a rendirser, no ahriri l cluc cstaba convenciclo quc clispor.ríri dc infbrn.r¿rcirinsuficientc ltara cncontrar al Scorpz.on y dernostrar qué lo h¿rbí¿t dcstnrido.(lrttuct-rzri a trazar Ilr¿rtcrnátic¿rr.nerntc un croquis del fondo dcl ocóancl, uti l i-z¿rnclo el tcort:nr¿r clc B¿rycs sobrc probabil id¿rd condicion¿rl, la misma fi ir-tnt t la l r lgcbraic i t q l tc l - rabía cn-rplcraclo durante' la búsquccla dc la bornbr H.

Pocos clc los rlf ici¿rles involucr¿rdos cn l¿r búrsquc.cla dcl Sc,orplon ha-bian tornado trota c l t ' lo sucr:dido cn P¿rlonlart 's . Y ¡rara cuando Cravert hubotcrnt inaclo c lc c 'xpl i t : l r t l t re iba a ut i l izar un sisten. l i r dc a¡tucstas ¿r l c,st i lo c lol ,ns Vegirs parn crul t t ' t t i f icar el r ra lur dc l l rs corazonaclas erntrc sus c latos,alp;unos dc los t :ont i tnt l¿tntes opcrat ivos se uolrven( ' ieron que se habÍa plrsa-ckr tot¿rlrnr:nte dcl línlito. A ellos les parecíri r¡ue estaba hablando sobre:pcrcepcir i r . r ext¡uscnsor ia l . Cravcn trat<i c le expl icar nuevamente quelJayes parecía alloyarso en el conocimiento que inclr-rsive lcls cxpertos nosientprc t ienen conscicncia cabal de posecr. Los comandantcs s iguierons umanrenter escépt lcos.

No obstante, C)raven insistir i, preguntándole a un grupo de experrtoscn salvanrento y subnrar inos que arr icsgara la probabi l idad de cada ruroclc los dif 'crentes cscenarios que cstaban siendcl considerados para cxplicarrla ¡rórclicla clel Sc'or7-rloi¿. Para mantencr ei interós en el proceso. v paracr>nt iuuar elr Ia misma l ínea cle los desafíos previos, los hombres apostaronbotel las c le Clhivas Regal.

El Scorpiorr podría l-iaberse desliz¿rdo hacia abajo hasta el fcrndo delocéano a velocid¿ic les entre 30 y 60 nudos. Sus expertos en submarinosarriesgaron quc ei Sutrpiort sc había deslizaclo e'n descenso con una veloci-cl¡rd entrc 40 y 45 nudos.

A continuacirin, se les pidió a lr-rs expertos que arriesgaran en cuanto asi creían que el scorpiott estaba tratanclo de detener un torpedo que estab¿rcorric.ndcl crn seco y cn crrl lsecuencia naveganclr hacia cl este. Aproxirnad¿r-mentc el 60 por cient.o de las apucstas favore.cÍan la teoría del torpedo.P¿rtr:cÍir qurr C)raven estaba ganando aigr-rnos conversos.

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l ; i ( ; lJ l . jucgo de la gal l ina c iega

En una tercera ronda de apuestas, los expertos escogieron una tra-

vc'ctrrria de deslizamiento. Como mucho, el Scorpictrt pudo haber avanzado'i mctros por cada uno que descendía; a lo menos, se pudo haber sumergido

vcrticalmente proa abaicl. Las apuestas f 'avorecieron una trayectoria de

rleslizamiento de entre 3 y 4 metros de avance por cada metro de descenso.

I!so significaba que el Scorpion habrÍa recorlido de 6 a 8 millas después de

la pr imera cxplosiórt .Para cuanclo se terminaron las apuestas y craven se sentó a lrazar

un gráfico de probabil idaders, Ios cálculos sc habían vuelto tan complicados

qug tuvo que convocar nuevamente al grupo de matemáticos que lo había

ayudnclcr con la bomba I{. Ellos l legaron a la conclusitin de que el Scorpiort

., itub. al cste dcl punto Oscar, a 400 millas de las Azores, sobre el límite

del mar cle los Sargaz<ts.Años más tarcle, 10s matemáticos habrían de escribir un l ibro basado

t,n su tr¿rbajo con Craven, t itulado Theu'.y of'Optinml Seorch. La Guarclia

Costcr¿r cst¿rclouniclense adoptaría cl mtitodo para búsqueda y resc:ate , y la

Arm¿rcla trt i l izaría la intcrpretacitin de Baycs por Craven para ayudar a

Egipto a el iminar la munición hr-rndid¿r cn las agu¿ls del can¡r l dc Suez.

Pcrl.o en la búsqueder del Scorplori, los oficiales navalcs scncil lamente sacu-

ciicrrtn sus c¿tberz¿ts antc l¿1 ovidencia acústica de Craven y su gráfica de

probabil iclacles. El cicntíf icrl podría cstar crlnvcncido quc cl Scorpjon se

cr lc(rr l t raba ¡ t¿is hacia c l cstc, pero el Mizar h¿rbía et lcot l t rad() los t rcs reza-

{6s h¿rci¿r ¡ l 6est t : . y al l í e ra drtncle la Armad¿r qucría scguir buscandq'

P¿rs¿rr .<l¡r sc¡ lanas. Cravcn esperó, intcrc¿rrnbiando ¡ lensa. ies con Bu-

chaltan casi tocl¡rs l¿is noches. Par¿r fines de agosto, no se había cllcontlado

n¿rda nuevo y c l júbi l r l quc dt lntro de Ia Armada había ¿lcon)pañado los

l.rall i izgos clel supuesto paraflu¿ls y la piña por el Mizar clisl lr inuvó' Para

seltt icnrbre , toclo.s los puntos meis probables entre el punto Oscar y Norftrlk

cstabal t casi c lcscartados. Par¿r octubre, c l c l ima se estaba volv icndo tan

aclvr:rso que la Arnr¿rcla decidió que pondrÍa término a la búsquecla h¿rcil l

l ln c le mcs.Irenl el Mizctr todavía no había buscado realmente hacia el esttl. \ '

nLutca había buscadcl en el s i t io que Craven habí¿l scñalado. Par¿r t ' t l

tol-lccs. Buchanan lucía una barba al esti lo de Van Dyck completanlctlt ' t '

crecirl¿r y estaba deseando dirigir al Mizar hacia el este urla últ ima vt'2.

casi tan pronto como el Mizor set desplazó al este del punto osc¿rr. stt

s6nar c le largo alcance señalr i la presencia de hierro, y en cant ic lades t ' ¡ rot ' '

nrers. El Mizar avanzir a velocidad rnáxima, justo por encima del pur-r to t l t '

n)¿lyor probabi l idad de Craven, y despuós ar l ió sus cámaras par i i r t ' l r l iz ' r r '

,rtra r¡biervación. Todo lo que cncnntró fueron rocas repletas de mincrrrl t l t '

hierrro.Eso era. t r l f in. Schade y Clarey habían tenido todo el desenÉi¿t l i t , i l r r t '

poclían soportar. Se tomó la decisión. Era hora cle abandonar' Tietrl¡ro rlt '

tracr cle regreso a su base a Buck Buchanan y al l\[ izctr'

Mr¡cr tc t lc un su[rnrar ino I : ]7

Buchanan, belicoso y tenaz sorn¡ -siempre, se rehusó a aceptar la deci-sirin cle ellos. Le envió un mensaje a Craven.

"¿Puedes conseguir que la Arrnada nos autorice a permanecer afueraotro mes, o una semana, o dos semanas? Diles que necesito calibrar el áreapara operaciorres futuras."

Craven sabía que ya no quedaba nad¿r para "calibrar". Pero Cravensabía también que si Buck Buchanan quería permanecer afuera sólo podíasignificar una cosa. El oceanógraf<t l levaría al Mizur al punto que Craveny su equipo habían establecido. Craven fuc con los almirantes y comenzóa mezclar su lógica de tiro rápido con súplicas. Cuando tcrminó, habíaganado dos semanas más.

Exactamente una semana después, Cravcn recibió del buque de in-vcstigación una misiva dc una sol¿r línea: "Buchanan se afeitó la barba".

Cr¿rven no necesit<i traducción alguna. El Srrtrpiort había sido locali-zado. Era el 29 de octubre, casi c inco meses a contar del día en quc habíasic lo declaracl l perdido.

El IVizar encontró al Sc<trpiort dentro de las 220 yardas, un octavo drltut i l lzr , de donr le Craven, sus matemát icos y un grupo cle expert<ts quc apos-t¿rb¿rn botel l¿rs de rvhisk-y oscoc(:s habían dicho quc aquél estarÍa. El sub-mirr i t . to est¿rba a i l .3f-r0 nlctr<ls l ta jo el agua.

Dcscolgant lo l¿rs c¿im¿rras, c l Mizctr tomri fotograf ías quc mc¡stra-brut ¿rl Srnr¡tiott sc'tnictrtorrado cn fango y ¿rrc'n¿1 .v ¡rtrrt ido en dos, con a1ll-bos ¡rcdi tzos apenas unidr is por Llna pequelr ia t i ra nlct¿i l ica, La seccir in proelrlcl cotn¡>artirrielrto de r.náquinas l-rabí¿r implotadcl y, cn ull¿r f i"¿rccirin desogurt t lo, colapsado como un telescopio dentro dci cu¿rr to dc rnáquinasa ux i l i ¿r rcs.

La hél ice y su e. je estaban cornpletamente scparados del casco. Tant-bién lo ¿:staba la vcla del submarino. Derscansando cc¡rc¿r del buque cstab¿,rr¡l scxtante clel Scor¡tior¿ -un símbolo de elpocas antiguas dc la navegació11-.Ningirn navegant,e, oficial o tripulante, est¿rba a la vista. Era imposiblc verdc'ntr¡ dr:l subrnarino o incfr,rsive el exterior con gran detalle. Aunque lasc¿irnitrits del Mizctr colgaban ¿rpenas entrer 3 y 15 mctrr-rs por erncima delSr:r t rp ior t , l¿rs v ist¿rs desde arr iba lucí¿rn c:omo si se las hubiera tomado aLravés de¡ una dcns¿r nicbla.

Para ¿rn¿rl iz¿rr las causas del des¿rstre¡ sc constituyó un tribun¿rl deinl 'estigación intcgrado por siete oficiales navalos y presidido por cl viceal-rnirante retir¿rdo Bcrnard L. "Count"Austin, quc también había conducidr-rl ir invcstigación por el hundimiento ckrl TltresJLer. En un cornunicado deprL'r-rs¿l en enero dc 1969, Ia Annada le informíl a la opinión púti l icra queerl tribunal de investigacirin, dcspur,'s de seis meses dc pcsquisas, habítrl legaclo ¿¡ ltr conclusión que el dcsastre del Sc'orplon continuaba siendo unrnisterio, que la causa no podía ser "determitrada fehacientemente a partirc ie nir . rgrr .na evidencia disponible en erste momento" y quc no se podíaencontrar "ninguna Drueb¿1 irrel\rtable de la causa ex¿lcta".

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I ; is l , ) l . j r rcgo dc [a gai l in¿l c iega

Llicrtamcnte, la Annada pareció descartar en pírblico cualquicr t ipo,1, ' uccidente con torpedos, dic iendo: "Lo-s procedimientos seguidos en larrrrrnipulación de la munición a bclrdo eran consi-stentcs con las normasr l t , scgur idad en vigor" . Luego cont inuó recalcando qut: los test imoniost ¿rnrbión establecieron uu largo historial de scrguridad con ios torpedos de

r r I b nt arit't0s".Técnicamentc, la Armada cli. jo la vcrdacl, pel'o cn ur-ra fbrma tan l imi-

t lrcln que terminó convirtiéndose en una evasiva de tal magnitud que raya-lr¿r con la mentir¿r absolut¿i. Der hccho, cuando los hallazgo-" más dt'talladosilei tr ibunal fucron fin¿rlrncntr¡ l iberaclos cn 199i1, rnostraban que aquélhabía l lcgado a la conclusión quc las t r t ¡s causas ntás probables de la pérdi-r la dcl Scorpion involucraban todas el las accidentcs con torpedos.

Encabezanclo la l ista cst¿ib¿r la tcot í¿r de Cravt:n cle que a bordo clelScorpinn. hubo un torperdo que corrií l en seco, Io que t¿rl vez se inició cuandolos tripulantes probaron los trlrpe'clos como parte dc l<-rs prcparativos paracl arr ibo ¿,r su b¿rscr. Pero despuós el t r ibun¿rl sc apartr i de la teoría de Cra-vcn clc que cl torpedo había erxplotado ¿r bordo clcl Scorplor¿. En su lugar,especlr l í ) : "Actuando i rnpuls ivamentc, y quizás inf lucnciados por Ia expul-s i r in cxi tosa de un torpedo lVIark 37 dc eiercic io que cstaba corr iendo enseco clcntro dcl tub<l en diciembrt' dc 196?, el torped<l f ut' lanz¿rd<l dttsde untubo una vez cclmpletado su arnado, y buscó su bl¿rnco más próximrl, clScont ' lo l r" .

El t r ibunr l recr inocir i quc no habí¿r cvidcnciu algtrna de un inrpactocxterno clc torperdo pero argurnentti que tampoco sc vr:íau resttis del cont-pirrt irniento de tcllpedcls cerca dt' l Scor¡tiott t luc pudieran probar que laexplosirin se proclu.jo dentro del submarino.

Ex submarinistas especializados en torpedcls decl¿rr¿rron qlte es casiinrpensablc: quer la dcltación del Scorpion haya entr¿rdo cn pánico -ü lanzadoun torpeclo dc combate. El incide'nte de 1967 involttc:rír un torpcdr-' destina-ck¡ ¿r lanzamientos de ejercicio cquipado con ur1¿l falsa c¿ibeza de' comb¿rteqr-re carecía dc explostvr-rs.

Parecería quc el tribunal trató de l lt, 'gar a un comprorniso respecto desus hallazgcls cl¿rsif icados. Citando a Craven y stt eviclencia acústica, lacorte-. ccincluyí-r que había un tclrpedo que presentaba fállas. Pero el argtt-rne.nto de una explosión externa pareciír icleado prlr la insistencia del Co-rlr¿rndc., cle Sistemas dc Amras acerca de c¡ue cra inrposible quc una corl ' icl¿ren seco condujese a una expiosión.

Tanibién había en el inft¡rme una lista de grsibles accidr:nters dr: sub-rlrarino de todo tipo, preparaclos por la Dirección del Nfaterial . La l jstaincluía pérdidas de gas, circuitos hidráulicos averiados, incerndios y otros.F'ero solamente un ítem ern la l ista indicaba result¿rdos catastrirf icos: unrrccidente col l arr- ras. Aquel io, decía la direcciórr , re 'sul tar ía en la "pí t rc l idaclel buque".

A mediados de 1969 la Armada concluio un esfüerzo secreto para tra-tar de examinar nrás de crrrca lr)s restos dcl subruarino y develar el mistc-

Nlrrcr ' l t ' r l t , t ¡n srr l r r l r r ' ¡no l : t1)

rio. Su l l1¿r.yor interes lcl constituían el comparti lniento de torpedos y lasprrrtas de los tubos lanzatorpedos. Sc envió alTYieste II para observar de-tenidamente. La primer¿r inmersión tuvo lugar el 16 de iulio, apenas díasantes quc los astronautas dc laA¡tolo l1 pusicran por prinrera vez el pie enla Luna.

"Mi Dios, qué mundo loccl éste cn que vivimos", murmur<i Craven parasí nrismo mient¡as pernranecía eu el dique flotante que había lanzado alTrieste. "Pensamos que estamos realizando un¿r hazaña tecnológica que esen todo aspecto tan difíci l y tan significativa para los humanos como estoclel hombrc en la Luna, y somos los únicos que tendremos la oportunidadcler gozar de esta opcración."

El Trieste completó nueve inmersiones ese año. Observando la prime-ra a trav(rs de monitores a bordo del dique flotante estaban Craven y elcapitán de nar'ío Harr¡'Jackson, el ingenier<-r que habízr ayudaclo a probarel T'lresher y nunca dejó dc sentirse obsesionado por haber desermb¿rrcadoa úl t imo morncnto. Podí¿rn ver quo no había evidcncia alguna de un at¿r-que, ni dc un itnpacto cxterno de torpcrdo. Pero tar.r.r¡roco había evidc'nciaconcluyentc quc mostrara exactamente qué era lo quo había enviado alScorpiot t a l f t rndo der l ocóano.

Cr '¿rven luchar ' ía s ienipre pol ' c(rns(,guir l¿r ú l t i rn¿t picza del rornpecn-bczas. Est¿rb¿r casi seguro que un torpedo había cxplotaclo cn el interior di: lScor p io t r . ¿,Pcro cr imo?

'Iodo parccí¿r terminar allí, dejzinclose la prcgr-rnta sin respr¡esta, iasfami l ias de los hclmbles del Scorplorr condenadas a v¿rgar ¿r t ravés depersadil las l lenas dc explosiones, combates f 'antasmales y descrc)imiento.

"Lo quer s ierrnpre quis imos fue una expl icación", d i . jo Barbara BaarCi i l lum, que perdió a su herr lnano de veint iún añns de edad, . IosephAnthonv Baar Jr. "Después del desastre, todo fuc tapado."

El clesastre¡ del Scorplor¿ sc desvaneció rápidamentc de la concienciadc gran parte del público, que ya estaba siendo golpeado noche tras nochepor las imágenes de proyecti les volanclo, soldados sangrando y una fi lailparentementt: interminables dc' bolsas con cadáveres en Vietnam. Lasfarnil i¡rs del Scorpíon podrían haber quedado abandon¿rclas a su suerte paracontinuar por siempre con sus propias investigaciones si la Armada nohubiera decidido resaltar el horroroso vigésimo quinto aniversario de lapérdicla del Scorpíor¿ con la divulgación dc las conclusiones del tribunal deir"rvestigaci<in y de unas cintas cle vídeo de su casco hundido.

Entonces, Craven tenía sesenta y nueve años de edad y se había reti-rado de la Arr¡lada hacía mucho tiempo. En cambio, estalta profundamentecomprclmetido en desarrollar una nueva forma de agricultura en Hawai.El Chicctgct Tribune publicó una historia sobre los documentos y el papelque tuvo en la uti l ización de la teoría del torpedo para encontrar al Scor-plon. Fue recién cuando aparcció esa historia que se le ofreció a Craven loque él está convencido que es la últ ima pieza del rompecabezas.

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I lo l , ) l . j t rcgo t lc l i i gul l ina c icgu

'l irclo ¿rcabri e11 crircunstancias que hacían rclcordar al últ inlo <r'tpítul<rric ru.rir r.rrrvcla dc dctectives. El artículo cIeIT¡' ibtLrze l legri al escritorio de:( ' lu i r les \ { . Thorr te, qtrc }rabía s ido director técnico dcl Ccntro de Clontrol, i r .Cal ic lacl c leArmamc¡ntos cn l¿r Estacion Naval de lbr¡recl t rs en Kr. :ypr.rr1, ,\\¡rrshir-rgttur. Al vcl inrpreso cl nonlbre de Craven,'fhorne tor.urj el t.elt ifbnoi' r l iscir.

Los clos i-iornbres no sc habílrn encontrado nlrnca. Ninguno de elloslr¿rbí¿r sabido nada dcl otro durante la prolongada busqueda de-. l Scorpionni i:n toclos los ¿rños posteriores. No obstante, ternían mucho en comú11.I)ur¿rnte rnucho tienrpr-r, Thornc también h¿rbía tenidr¡ motivos []ar¿1 temer(lL1(.) un trlr¡rcclri irtrbier¿r sido la causa de ln nrucrtc dcl Scorpft-¡¡¿. I lurante la

¡rr i r .naverer dc 1968. había s ic lo un importarr tc ingcnioro en c¡ l l¿rborator ioilc l ic¡,port rt 'spor.rsttble dr: probar Ios tolpcrlos y sus con)po¡lentr. 's. Tr¿rba.iri. r l l í dr-rrantc vcint ic inco nños, y t raci : r la época on quc l1¿rr .nr i ¿i ( . 'Lnvt :n, l le-vaba 1'a doce nlios clc rcrtirado. Toclo ese tiempo había conscrr'¿rcir¡ infi lrnia-cirjn sobre el Scorpiorr. clucl cr,rnsidr:raba imposibil i tad¿r dc serr divulgada porsrr clasific¿rciírn rlc segrrridatl. Ah<lra el ingenie ro se pus() t-.n cont¡tctr: l con eic iernt í f ico.

'Ihrn'ne le ltre.gurrtó a Cral'cn si había visto una ¿rlorta clasificada quelirc c¡nvi¿rda ¿r rnccii¿rclos cler mayo dc i968 lrl clerpartamernto quc h¿rbía sidoreb¿iutiz¿rclo Corn¿rtrc{o clc Arm¿rs Navales. l, ir t:arta cle,"cribi¿r r.rn:r t)rl la du-r '¿rntc rrn¿r pruerba cl t 'un¿r b¿rterÍ¿r N{K-46 clue'r .stabrr c lerst inacla a ¡r l imentar,r l torpcclo NIark 37, un torpedo de cor lb¿rte dc al t¿r vclocid¿rcl t l r - rc habiasic lo dcsigr-raclo arma ¡rr i rnar ia a emple'ar e ontra los subma¡inos soviét icos.Se rt 'f 'ería a una ¿ilcrta clue el iaboratorio cle ensayos había envilclo al ctin-tr¿rirlmirantc Artl ir-rr Grail¿r, que encabezab¿r ese comando. I)espués Thor-ne cont inut i descr ib ienclo su contcnido. Lo conocía bien ya que ói misnlohabía red¿rct¿rclo l¡r alerrta, ¿iunque habÍir siclo revisacla y firmada por elcapitrur de navÍo .Jarncs L. Hunnicutt, comandante de la estacion .v colnarl-c lantc dc subnrar inos condercr l r¿rdo dr,rrantc la Seguncla Gur:rra l \ ' {ur ic l ia l .( tue ya h¿rbía fa l lcc ido.

En l¿r ¿r ler t l r . e l laborator io inf i r rn laba qtre una baterí¿r c l r . ' tor 'peclo ha-l ¡ Í¿i cstal lado el) l lamas durante un ensayo cle v ibraciones polqt¡L) haLl í¿rf i r l laclo un pcqucr io diafragma met/r l ico. un cr) Inponente t lue costaba cetr ta-vos. N'Iientras Thorne le lelataba esto a Oraven, Ias notici¿rs pal'ccian t,r¿r-zlrr Lur paralclo con cl dcsct¡brimicnto dc que la fall¿i de Llnos -sc-' l l{)s dogrrrrra cler poco valor habían provocadcl quc cl transbordador csprrcial Clrct-l l t ' t tger cxplotasc. De c¿rsi un mc.tro de largo y 43 centímetl 'os clc cli¿inictro,lrrs b¿rtcrías cn los Nlark 37 cstaban colocadas a unos clo-s centínretros <.1c.,lrr cabcza dc combate clcl torpe'do. Y cacl¿r cabez¿r de combate l leviibir 15(.)l i i lograrnos r te explosivo HBX.

La alelta del laboratorio h¿rbía re.conlenclaclo que todas las baterías de:t 's¿r ser ier "sean l r : t i lad¿is de ser-n. ic io err ln pr i t lera oportunidad", v sc c lecía

Nlrr l r l l r l r 'utr sulr l r t : t t ' i r ro l - [ l

( lu(r { ) r1 l¿r muestra ut i l izada durante la prueba se habia generado calorstrl lcrionte "para prclvocar la pcrsible: dellergración de la cabeza de combate vla perdicla rlc r,rn subni¿rrino".

l is ta ¿r ler ta fue la rnás insisteir te de cualqr: icrai¿lr lás etni t ic la por ellaboratur io de ensay<,rs. Fue la única oportunidad en los c loce años deopcración del laboratorio quer alguna voz aclvirt it i de la posibil idad cle urrafi i l ia quc poclia te-ner consecuencias drásticas para la vid¿r. Resultó asíporque los ingenieros estab¿rn tan profirnd¿rrtcnte preocupados que leshicieron firrnar Ia alcrta a su colnand¿tnte. Qucrían dtrrle mayor énfasis.

El Sr:orpiot¡ l levaba catorce torpcclos N{¿rrk 37, y se perclió pocos díasdcspués que sc cnviara la carta. Horror izados por las posibles consecuen-cias, los ingenieros del laborator io lc ¡ t rcguntaron especialmente al C<l-nt¿tndrr dc Arn-ras Nar.¿rlcs sobre los torp<'clos que transport¡rba el Scorpion.L¿r Arnt¿rda cortset'va los lcga.jos y núr))oros cle serlie de todr¡s los cornponen-te,s c le Lls tor 'peclo-. y c l r indc están distr ibr . r ic los. LIno de los ingenierrs dellaboratorio recuercia quc le cli. jcron ve¡rbirlnente qlre una cle las bateríasque a.l imcntaba a un torpcdo en ci Sc'orplrln provenía con toda segtrridaddcl rnismo lotc dc procluccirin que la bate¡ría dc torpedo quc había explota-do ern Keyport . (Otros cx ingenicr<ts de' l labr l rator io di jeron que no recuor-clan habc¡r oído zrqucllo.)

L)urautc los úl t imos ar ios, uno r le los ingenieros sol ic i to los lcgaios dci¿rs bate rías am¡rariincloser c:n la Lery de Libertad de Infornlacirin, esperan-do que pr-rclicrar.r resp<tndcr t\ esa pl'egLrnt¿r tle¡ ul)a vez pol' todas. Pero cnr los ol tor tunidadt:s recibi t i la rcspucsta c le qLle no err¿i posi t i lc oncontrarersos legajos.

Sin e mbargo, Thorne crce quc ia clefl;rgracirin de l¿r c¡rbeza de combateinic i¿rda por un incenci io de baterÍa fue probablenrentc la causa de la pér-dicla del Scrtrpi.ott. Y se conl'cnciíl por compklto dc cllo cu¿utdo ley(l queCravcn h¿ibía l legaclo a l¿r conclusi<in de quc cl Sutrpion h¿rbía sufrido lacxplosión clc ul1 torpedo en su inte'rior. Estaba asclmbrado dc clr-rc Cr¿rvenno i rubiese visto nunca l i r a le l t¿r dcl l¿rborator io. Thorne l iabía asumidotodo el t ienrpo r lue' l i r r l r is iva sccrota h¿rbía s ic lo mostracla a la gentc invo-Iuclacl¿r en t lataf de encont lar lcr a lgún sent ic lo al dc 'sastre dc' l Scorplon.Ahora parecÍa que ir Crz,lven y al tribunal clc invcstigación les había sidoocult¿rda inf brrr ¿ici t in vital.

Thornc le pidió a Cravcn un¿r copia clei cascte dc. r 'íclcro clel naufragitrdel Scr.,rpron y el infcrrrnc del tribunal cle i¡ivcstigación. I)t 'spr;t:s cio vcrlos,It, escribi<i a Craven adjuntándcrle su auálisis.

"Durante años he agonizado pensando qué más poclr í¿ur los haberhccho para evi tar csa tragedia". dccía Thorne en su carta. "La gentcquc rcalizri l :r prueba, el operario y otros ingenieros, todos rros Io ¡rreguntá-banros. Hic in ios pleguntas."

Lr.rego Thorne siguió diciéndole a Oraven que sus peoles temores fue-ron despertados por los restos de-l Sr:r.,rplor¿. La cinta cle¡ r 'Ídcc¡ lnuestraclaratnente qr-rc las pr-rrtas externas del tronco de embarqut: cle torpedos y

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l,¿is tres compañías estaban sufriendo problemas porque el diseñolr;rsicr¡ de las baterías era peligrosamente defectuoso. Los ingenieros ha-l,r;ur rrr. lvertido acerca de ello desde las primeras fallas detectadas en 1966,lr;rs1 ¿rnte más de un año antes de la explosión catestrófica que resultó en larrl l inra y más enérgica alerta. Durante todo ese tiempo habían dicho quelrrs baterías no contaban con margen alguno de seguridad y recomendabanr¡n rediseño. El comando de arma-s no estaba dispuesto a hacer aquello.

El problema radicaba en cómo eran activadas las baterías. Una lámi-rra mr:tálica que controlaba el f luio de electrolito hacia las celdas debíatcner por diseño un espesor de dieciocho centésimos de milímetro. Eso era:rsÍ porque se suponía que tenía que romperse al ser sometida a presión,

¡rrrrmitiendo que la batería alimentase al motor de propulsión del torpedocuand<l se act ivaba el arma.

En nna típica corrida en seco, del t ipo que Craven imaginaba quelrabía sucedido, el torpedo recibe inadvertidamente el impulso de arran-r¡ue, activando completamente la batería y también poniendo en marcha elr¡rr¡tor. Est¿r situación es detectada fácilmente ya que las hélices girandortlertan a las dotaciones sobre la necesidad de una caída inmediata de 180!{rados.

El t ipo dc falla experimentado en el laboratorio era mucho más enga-rloso porque nuncA habría habido suficiente energía en la batería como

I)¿rr¿r poner en marcha un nl{ltor, o hacer que las hélices del torpedo gira-sen. En cambio, Io que sucedió con la batería del laboratorio cle ensayos, yrlut provocri la explosión en la lnuestra puesta a prueba. er'¿r mucho rnásrlif ici l de detectar. El laboratorio descubrió que cuando l¿rs baterías eransomctidas a vibraciones, el electrolito era empujado contra ese diafrargmalon firerza suficienter como para romper sólo parcialmente la lámina metá-l ica. Esto permit ía que se introdujese lentamente en las celdas de la bate-r'í¿r una cantidad de clectrolito apenas suficiente para que comerlzasen at' lr ispon'otear v levantar temperatura. Era justamente porquci los diafrag-nl¿ls se lompízrn tan fácilmente, y la condición de exceso der te'n.rperatura

¡roclía penrranecer oculta hasta provocar un incendio o cxplosión, que ell lborator io detcrminó que el d iseño no tenía casi margen de segur idad.

Durante el ensayo de vibraciones que Thorne describií l en su carta, nolrubo indic io,q del problema hasta que la baterr ía estal ló cn l lamas. Si 1crnrisnlo hubiera sucedido en un submarino, era definit ivamernte posible quenrrclic irabría de percibir que algo andaba rnal a menos que sirrt iera el olorr lc la ais lación quemándose o tocasen el torpedo y notasen el calor. Parai'n1.once's, la batería pcidría estar a sólo unos pocos minutos dc cx¡rlotar.

"Si nr¡ se descubre que Ia carc¿lsa del torpedo está caliente antes quelrr pintura comierrce a decascararse o se queme -le escribió Thorne a Cra-vcn-, puedc que no haya tiempo suficiente para desplazar el torpedo desdel;r cuna de estiba e introducirlo err un tubo lanzatorpcrdos para expulsarlo;rntcs oue la c¿rbeza cle combate se def lasre."

N{ucrt ,c dc un sul lnur¡ ' i ¡ lo 1,15

Tal accidente con torpedos pcidría haber sucedido en cualqtriera der loscatorce torpedos Mark 37 en el Scorpion, o, por igual, en cualquiera delos submarinos equipados con esos torpedos. El l levar una batería de unlote defectuoso habría aumentado el riesgo, pero de cualquier forma el riesgoexistía en el diseño. El diafragma en una o varias de las baterías se pudohaber roto mientras las armas se encontraban en los tubos lanzatorpedoso cn sus cunas. Los hornbres no tenían necesidad de estar probándolos omanipulándolos en forma alguna. Las vibraciones propias del buquepodrían haber sido suficientes.

E) Scorpion podría haber estado en una situación más arriesgada quela de cualquier otro buque. Los ensayos de vibración en el laboratorio quellevaron a la explosión estaban ideados para emular las vibraciones usua-les que pcldían esperarse a bordcl de un submarino y cuando se transporta-b¿rn los tr-rrpedos al buque -vibraciones que eran rnucho menos intensasque las sacudidas que había sufrido el Scorpion en el incidernte de 1967cu¿rnclo lüe lanzado retorcióndose por las aguas.

Arnras l '{avales nunca ha reconocido que el Scrtrpion haya podidoestar en riesgo por una eventuai detonación de un tr-rrpeclo, ni siquiera quclos torpedos del buque estuvieran al imentados pur baterías con discñ<rdefectuoso. De' hecho, después que se perdiri erl submarino, erl Centrcl clt 'Siste mas Sub¿rcuáticos de l¿r Armada en Newport, I lhode Island, cuestionricrnórgictrmentc las conclusioners del laboratorio clr: ensiivos.

Armas Navales retuvo también inftlrrn¿rción sobre el cliseno dc.{'ectuo-so cie las baterías inclusivc despuós que otra b¿rte.r'í¿r cic torpccl<-r coilenzó alcvantar temperatura a bordo de un submarino en e'l P¿rcífico occidentaln)escs después que se perdiera el Scorpion. La t l ipulación dcl segundobuque inl 'ormó que la batería de su torpedo alc¿rnzrj tenrperaturas tanclev¿rdas que tuvieron que rociarlo constanternente con agua para c,nfriar-lo. El agua se cr¡nvertía en vapor. No tuviercln otra alternativa quer conti-nuar rociándolo hasta que el torpedo pudo ser cargado dentro dr: un tubo

¡l expulsado.Finalmente, cerca de un año despuers del hundimiento del ScorTriorr.

Armas Navales clispuso un nuevo cliseño de la batería. El nue'n'o sisteruareemplazó el diafragma compuesto por la fin¿r lámina nrctálica por otrosdos rnás f 'uertes. En este nuevo diseño, al.nbos diafiagmas se podían nrrr-per solamentel cuando eran pcrfi.rrados mcr:ánicane¡nt,e por Lln clispositivocon forma de cuchii l¿r, elimin¿rndo el pcligro de que ia vibración de a bordopudiera provoc¿]r el incendio dc I¿r batc¡rí¡r c iniciar una explr-rsión.

Apa.rentenente han desaparecido todos los rcgistros cscritos sobr<: laalerta dci laboratorio de Ke1'port, v la alerta misma. Dcbería habcr copiasde' la alert¿r de los in¡lenierr.rs en las principalcs oficinas administrativasdcl Ccntro cle Ingeniería der Guerra Submarina de la Arrnada, antigua-mcnte la Est¿rciírn Naval dc Torpcdos en Ke'¡rport, y en el comando dc ¡rr-rnas. pcro otro rcqucrimiento reciente de un¿r copii i ci<-' la alerta frrrnrulack-l¿r ¿rrnbos hrgares baio los términos de Ia Ley crle Libert¡rd clc Infi;rrnacitjn

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I l ' l l , ) l . j r r rgo r l t ' l i r gal l in i ¡ c icga

,l. l t.ror.rcr.r der e5.up" han desaparecido. Ambas, escribió Thorne, podríanlrrrlr<,r volado como resultado de una explosión violenta en el interior del,,,rrr¡rirrt imiento de torpedos, y ello podría haber l levado a una inundaciónnrrsiva e incontrolable del submarino.

La falla de batería que alentó a Thorne a redactar la alerta era sin, I r r rl¿r la más grave que el laboratorio había experimentado j amás. La prue-lr:r def'ectuosa tuvo lugar un sábado por la tarde mientras tres ingenieros.lohn Hohnan, John Grobler v Robert Tlieschel- sometían una de las ba-

tcrías de 113 kilogramos de peso a una vibración intensa. Acababan desrrl ir de la habitación donde se l levaban a cabo los ensayos cuando se pro-rlrr. jo una explosión tremenda, lo suficientemente füerte para sacudir la

¡rucrta de madera maciza de 5 centírnetros de espesor. Holman abrió la

¡ruerta de un golpe y entró corriendo. El mecanismo destinado a agitarv hacer vibrar la batería estaba completamente cubierto por las l lamasvorde azuladas que se alzaban 3 metros en dirección al techo.

"¡Fuegol", gritó mientras agarraba un extinguidor. El cuarto comenzóir l lenarse de humo negro y l larnas. Dos técnicos habían desaparecido. i{ol-nran comenzó a gatear buscándolos mientras los camiones de bomberos serlir igían al laboratorio con sus sirenas aullando.

Los extinguidores químicos füeron incapaces de apagar el incendio.Los hombres sc colocaron trapcls sobre sus caras y comenzaron a desmou-l irr del equipo de r. ' ibración la batería todavía en l lamas. La batería explotó

¡ror segunda vcz, empapándoios con ia soiución de hidróxido de potasio quescrvía de electrolito en aquéllas. Los fragmentos volaron incrustándose encl techo y las paredes.

Los ingenieros l levaron ia batería en l lamas fuera del edificio. Su car-c¿rsa de acero de un milímetro y medio de espesor estaba desgarrada comosi hubiera sido de papel, y la plata que recubría partes de la batería selrabía fundido parcialmente. Tan pronto comri pudieron corrieron veloz-nrente hacia el laboratorio para enjuagarse en las duchas de emergenciai¡ue había en su interior. Después, los tres empleados del laboratorio y treslrombcros fueron l levados a toda prisa al hospital para ser tratados por lainhalación de humo y las quemaduras químicas. El laboratorio solicitó quesc reemplazasen las baterías a los dos o tres días del incidentc.

Una fall¿i de batería similar en el Scorplon pudo habcr sido suficiente

l)¿.rra provocar el estall ido de la cabeza de combate, pero la alerta füe envia-rl¡r dern¿rsiadcl tarde para salvar al submarino y su dotación. La frase "reti-lrLclas de servicio en la primera oportunidad" se interpretaba generalmelr-l ( 'como que e' l reemplazo debería hacerse a medida que cada buque l legabarr ¡; i-rerto. Cuando las recomendaciones fueron recibidas en el courandor l t ' arnas, eI Scorpion ya se había perdido o estaba todavÍa en carnino aNorfblk, donde se habría realizado el reemplazo.

Si la alerta hubiera estado al alcance de Craven justo después del:rccidente, se habrían ahorrado meses en la búsquecla del Scorpion. Pero

1\ lut ' l ' l r , r l t 'urrsrr l , r r r : rnr l r , l . l :J

en lugar de compartir la infbrmaci(ln, el cornando de armas continuó insis-tiendo en que era imposible una explosión de erse tipo. Si se le hubieraentregadr.r la información al tribunal de investigación, éste podría haberhecho mucho más para resolver el misterio. Pero en su informe, el tribunalse basó especialmente en las declaraciones de Arrnas Navales respecto dela imposibil ida&de una detonación a bordo.

No ha¡' dudas en cuanto a que la alerta fue recibida por el comando dearlnas. Fue marcada especialmente para ser enviada directamente desdela estafeta al escritorio del comandante. Adernás, algunas semanas des-pués de haberse encontrado el naufragio del Scorpion, un representantedel comando de armas se presentó en el laboratorio de Keyport, l levó aThorne a una oficina privada en otro edificio, y le reprochó por incluir en laalerta advertencias acerca de la deflagración de cabezas de combate y pér-dida de submarinos.

Bl comando tenía buenos motivos para estar profundamente preocu-pado por lo que Thorne escribió -Armas Navales había dado origen a lapotencial catástrofe al pasar por alto sus propios procedimientos de segu-ridad-. En su esfuerzo por satisfacer los requerimientos de torpedos parala flota de submarinos, había iniciado precipitadamente la producción delas armas. La flota necesitaba con desesperacirin torpedos que pudierannavegar lo suficientemente rápido como para enfrentar las nuevas clasesde submarinos nucleares soviéticos, pero los fabricantes estaban sufriendoproblemas terribles en la producción de componentes que pudieran apro-bar las pruebas de seguridad. Había tal acurnulación de trabajo causadapor las reiteradas fallas en las baterías que el laboratorio de Keyport esta-ba al menos dos meses atrasado en sus pruebas de control de calidad.En lugar de disminuir la producción, el comando de arnas había estadodistribuyendo torpedos con componentes pertenecientes a lotes que jamáshabían sido sometidos a pruebas de seguridad. Esa era una violación claraa las nr¡rmas que establecían que tres muestras de cada lote de cien bate-rías debÍan ser probadas antes que cualquier batería del lote fuese envia-da a la flota. Se suponía qr"re las muestras serían sometidas a dos o tressenanas de pruebas que medirían su confiabil idad contra golpes, calor,vibraciones y cualquier otra cosa que se podría esperar que sucediese enun submarino. Unicamente después que las muestras eran aceptadas sesuponía que ei comando de armas autorizaría la distribución de cualquiercomponente a bordo de cualquier submarino.

Originahnente habían sido contratadas dos cornpañías para fabricarlas baterías y sufrieron tantas fallas que la Arrnada introdujo una terceracompañía para tratar de resolver los problemas con la producción. Esacompañía no consiguió jamás fabricar baterías que aprobasen las pruebascle control de calidad, pero debido a la escasez de aquéllas, el contratistafue autorizado a enviar a la flota unas 250 de sus baterías. Fue una de lasde la tercera compañía la que explotó en el laboratorio.

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I ls l , , l . ¡ r r t ' ;1o t l l l : i ¡ ¡ l r l i r r r i t c i t ,g ' r r

Scgr i n scnala c l inf i r rn ic '

l,rr localizaci(rn m¿is lí lgica clc un¿r cxplosión inte-rn¿r que pudiora pro-

' , rc¿ir l¿r pérdida del submarir t r ¡ scría ei Compart i rn iento de' f t r rpectros. No. l rs luntc, l¿r erv ic lerncia indica qrrer el Conrpart imiento de' Iorpedos se err-t r r r - ' r ' i t ra csencialrnente intacto. . . E.q posible que la explosir in de una sol¿rrrrnia puecla ror l iper ei c¿rsco resistente L.n la zona de la qui l la, y provoc¿ir l¿ l

¡ r , r ' t l ide dt ' l subni i r r inr , - ( 'n c()ns'( , ( 'ucl)( ' ia. estü pr,s ib i l idad debe ser consi-r l t rad¿r- . Sin embargo, los expertos de N.{VORD han asegurado que la ex-

¡i losirin cie¡ un ¿irnr¿t h¿ibrí¿¡ pr^ovocado la erxplosirir.r de l¿rs restantes pclr sim-

¡r i r t Ía. Si hubiera erxpl t i tado mas de un arma tendrÍa que haber dañosrrbundautt¡s cn Ia se.cci( in dc ploa, la cual evider lc iar ía deformaciones hacialircla. lVo ha¡,' ningr-rna defclrmación de esa naturaleza en ningula de lascstructu¡¿rs r . ' is ib los, n i t i lnpoco defolmacion que indiqlre una explosiónr lcntro c le un tubo lanz¿rtor i redos. Se consic ler '¿r p()co probable una explo-¡it in en erl intt 'r ' ior clc:l Compaltimiernto de Proa.

Derbiclo a rlscr argumento, ci grupo tt icnico ascsor dcscartó también larcptcscntaciíur sirnul¿rcla dc la pdrrdida dol Scorplon puesta en escena pol(l lavt¡t-t ¡. F ttr-rritain.

l)e cr.rir lquicr fonl:l, Cravc.n y varios expertos en munición dicen quetcl i i rgunrento dc' l conranclo de arnras t iene dr. : f lc ierncias ser ias y que si e lcorn¿lndo hr.rbicse h¿rbl¿Ld.o a krs invt-'stigadr-rres acerc¿r de l¿rs fallas en lasbatcrí¿rs clc los torpeclos N{ark 37, el ¿rnálisis h¿rl¡ría cr¿rmbiacio considcra-blemcntc.

Los cxpcrir)s cn Arlr¿rri diccn qucr Ia clasc dc clarios en el extericlr delc¿rsco resistr:nter sobre los tluc erl comando dc armas insistió quc debieronh¿iber seguido a la e'xplosión de un torpedo, puedt.n no producirse si lacxplosión rlel torpedo firr: causacla por un incendio. N[ás bicn, los dañris quecl comando estab¿r describienclo se producirÍarr prr-rbablemente durante unacxplosión quo siguiese la secuencia completa, una explosión en que ler ca-beza de conlbate del tr-rrpedo es iniciada exactamente: cn la fbrma eln quc,-rstá di-\r:ñada para serr iniciad¿r, con toda la energía de los 150 kilograrnosr le. explosivo I {BX l iberada de una sola vez err una cmbest ida monurnental

.r, r l ir igid¿r hacia adelanter. Lr¡s expertos concuerdan cn que esa cl¿rsc clecletr¡n¿.rción prr-rbablernente h¿rl¡ría jre¡cho estallar otros torpcdos. Y comodi. jo Armas Navales. rna detonación niúl t ip le probablemente h¿rbr ' ía f rac-turriclo o al monos combado cl c¿rsco dcl submarincl en una fbrtna t:rl quesería visiblel dersclc el erxterior.

Pero el hccho de quc existicra la posibil id¿rd cle la detonación de untorpcdo caus¿rda por un incendio de su batería modifica significativarncntel¿r ccuacirjn. La explosión de un arma por causa dc un inccndio no tendrái:¡rsi con seguriclad Ia misma erlergía cl fbrn-ia prcdccible de una explosii-rniniciada en forma proli ia. De hecho. no existen rnedios para predecir larnagr-ritud, la fcrma y las propiedades de un cstall ldo provocado por un

I l r r t ' r ' t . r ' r l t , r ¡n s rr l l l r u ' i r r o l . l ! )

i r r t : t ,nt l io. ' f¿r lcs e¡stal l idos s inrplcncntt : no s igr-ren las rcglas usuaies. Losc'xlrcrtos L'n ¡ir ln¿is diccn quc es ¿rbsolutamcnte pr.rsiblc, inclusive proll¿Ible,.lLlt ' Llna c¿rbez¿r de comb¿rte dc torpedti iniciacla por un incenclio pueda dc-:-.crmbocar cn lt i que es conociclo corno una detonación de olden inf'erirlr.

LIn¿ cictclnacirin c' le urden inf'erior puede scr lo suficicntemernte pode-ros¿l c(.)uro para nratar a clralquiera qLre estó cerca y lo suficientementepoclr:rosa corno par¿r vol¿rr las erscoti l las en un compartirniento dc tor¡redossin h¿lcer expkl tar pr l r s i rnpatÍa otros torpedou, especialmente s i aquelkrsotros torpedos no e¡staban cstibaclos direct¿rmentciunto al torpedo que ex-plottl. Los subr-narinos zarp¿rn con f 'rccuencia sin la totaiidacl der sus cunasoclrlrndas por torpr.:dos. (Es por cllo que frecuentemente hay personal alo-jado cn cl comprr.rt iniento cler torpcdos. Cualquier cun¿r sin un tclrpedo dc-positaclrl r,¡n erl la se convicrtc cn un lugar'¿rdecuado para un ccilcl-ión.)l lnar.lr. ltol.¡ación dt: rlrclen inl 'erior, sin la subsccuente detonación dc los tclrpedosccrcanos, ¡r-rcdc fácilnlente ter-rer h-rgar sin la clasc de dañcls en el exteriorrlcl casco rcsistentcr c1r-re a los hombres tri¡ lulanclo <:l Ti ' i t:ste se les dijo quebuscaran. Lrr Arm¿rda misrna rcconociri en ei infonne dcl tribunal de inves-t igacir in dc 1969 pol la p(:rdida dcl Sr:orploir quc a<luel lo era enterarnenteposiblc. El informc ci ta un incic lcnte ocr- t r r ido cn 1960 a bordo del USS,Sargo (,SSN'58,1)en el cu¿rl un inccndiri con oxígeno cn el ctlmpartimic:ntoclc tor¡;eclos de popa ser pro¡ragri y motiv(i que en dos torpedos Mark 37sc produjcr'¿r urr¿l de:ton¿rciíln de "ordcn inf'crior". EI informc se¡ñala: "Elc¿rsco rcs-istcntc dcl Siirgri no sufrió r 'a.j¿rdllras". En aquel entclnces el sub-nlarino estab¿r en superficiLr y aniarrado a muelle en Pcarl Harbor.

Por cicrtr,r, los cc¡mandante-'s rler subm¿rrinos y Craven dicen quc cl he-clrr., t1uc cl conrpartimicnto de tolpe<los dcl Scr.,rpron e'-sté intacto aumentairr posibi l idad de que el buque se haya pcrdido por un accidente con torpe-clos. El compartimiento cle torpe'dos del Scoiplon no implotti, lo que hacelnuy lrrobuble tlue se ha¡'a inundaclo anters de alcanzar la profundidad decolairso" l):rrlo cyut-'un cornpartirnicnto inundado cstá expuesto a la rnismaprcsirin de l¿rs agu¿ls tarnto pol dentrcl colno por fuera, éster no cc,lapsa enaqr-rella pro{unclidad y taurpoct-r implota. Pc¡rmanece intacto.

tri l grupo tócnico ¿rsesor dice que las cscoti l las del compartimicnto detorpcclcls "probublerner-rte tir l lalon" cu¿rndo "se incrernentó l: i presión en el( ' ( inrp.r ' t ' r t r 'cnto c le torpr:dos", o cuando ccdi í r e l n lamparo que lo separabai l t '1 conipart i rn iento dc o¡rcrraciones. La ic lea parece ser que las escot i l lasfirclor-r forzadas ¿r abrirse por la violenta impiosiírn qlre se produjo l-uerackrl conrpartinrir¡ntcl cle torpedos. f l l grupo asesor no propone teoría algunasobrc. el notir,o lror erl cuii l el cornpartimicntr-r de torpedos sólo habría per-cliclo sus c.scoti l l¿is, euantlo ios propios cxpertos del grupo dicen que loscompartin-ricntos contigu<i.q {ueron destruidos por cr-rmpleto en el mismo yviolento inst¿rnte . L,as imágcncs obtcnidas por cl Ti ' ieste muestran que elconrlrartirniento de operacir.irtes dti Scorpictri, que estáiusto a continuación

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I , , ( ) l , )1.¡rr t , ¡1o r l i ' l r r ; l r r l l r r r r c i t ,g l r

, l i ' l t ot t i ¡ r l t r t . i t l t i t : t t to c l t : tot ' ¡ rcr los, csta ¡r i ) l i ls t¿ido, y ( lue. iusto c lctr¿rs c l r : o1_rr ' -I ; l ( lo l l ( 's . l t l -seccion clL ' l )op¿r c lc: l Scorpr.or¿ sc plcg( i col l to Ll l l t r : le sco¡t io c l t ; r r -I lo r lc su cu¿tr to de ml iquir ta-s l ruxj l iarcs.

l , t rs f i t toglaf ias dt : l Tr icsl t t n lucstran t¿rntbi( : l . l c luc l : r cnornlc bat i : r íar¡Lrt ' i t l imt:ntab¿,r ¿r l St :orpíon h¿rbía s ic lo arranc¿icla. El gru¡to ¿tscsor sost tc l tcJrt t . t ' r r r Ía de que t tsto f i . rc lo t l t rc c lcrstruyo al Scrtr¡ t ior t h¿rcicndosc cco clc l¿tt t 'or Í¿L r t fcr ic l r ¡ ¿r 1¿i c¡rusa de l l i c l t ¡struccir in dcl Gol f sovir i t ico . L¿r b¿¡tr¡r ' í¿rr l i t l s l tbnt¿i l ' i r to prtdr ' Í i t habt:r ' r :x¡r lot l i r lo nt i t rntras cr : r cargad:r s i los r ,cnt i la,r lorcs l i r l labal t y -sc pcrnr i t ía r¡ur,aumt:ntar¿r la conct 'ntr¿ic i r in dc hir i r<igcnorr l t¿i tncnte¡ con-rbust ib l t ' . Sin t ;nrbargo, l i i brrLt : r ' ía t¿rrul t ión por l r ía h¿rber s i r lor l t r¿t t tcada dt l su lugar por l l ts l l l isnras f 'urrrzas qrrr : c lcstruycron ¿r l rcstg dglstrbm¿ir i ¡ to.

E] alrni rantc 'Sch¿rr lc, For¡nt¿r in.y otro-s h¿rbí¿rn conjertur. i rdo r lue t i r l vczluibí¿r f¿r l laclo c l c.ycctor r lc rcsir l t ros dcl Sc,or¡ . r r r . r i r . pcrrni t i r ¡ndo clrrc tonr¡ l¿i-r las c l t 'agui l i l tgr t :sast :n ¿t l subr- l r¿u' i r - io v l luyc-*r ' r - i h¿rci¿r c l cnart6 c lc b¿tt 'r í¿ts. l l l i tgt t r t c. lc t t t : i r ¡ luccl t 'hrrcrrr r lur : Ia b¿rtcr Í¿r g=cn( ' rc rrr-r l r c: i t , r t .¿r r :¿rnt i r l¿rc ir lc gl rsc-. , inclul 'c t tc lo f r i r l r r igcrro. L¿r t r :or ' Ía c l r : l c1 ' t :ctor r . lc rc-qic. lu9s sst : i ba-rr¿td¿t t¿t l t t l t i í ' r t cn r¡ l hct : l ro c lc r t r r rc r-rno clc csos sist .cnr i rs l i r l lo r :n c l l ,SS,\ l tor l : (ssA 591), ( l11o cr¿r rrn¿i unir l¿rcl gcnrt ' l l i r lc l Scr.rrT;zor¿ ( l i l l s / ¡a¡ l ¡ s9l t rcviv ió. ) Ntt t tvantt :ut t r , t ' t t r - tchos clc r :stos olrsrrrr ,¿tc lor t :s h¿rbí¡Ln clcscar. t : tc lot l r tc l i t ¡ l r i t ' t t t t r i i ( :at ls¿t r l t : l l r i r r r rndlrc i r ' rn ¡roclr Í : r lur l r r : r s ic lo l ¡ l r tor '1.rct lo, ¡ tor-( l i l ( l s( l lcs c l i . j r t qLt(r I t ( ) h¿rbÍ¿r f i r r rnr t i r lguna cl l qur, r rn t ,or ' ¡ t rc lo r :x¡ t lot¡s¡ ¿¡i t t r ldrr d i r l Scor¡ t iot t . , c icr t l inrcntc no sir - l lurccr c lctonlrr t lurrbir :n ¿r l r r :sto c lelos tor¡ tcclos.

"Crt : r t qr , rc tor los cst¡rntos ctr l t . jc t r r ranr lo r l ic :c I i l rss i , l . Slrxon. quc clgs-ct ' l r r l i t i ¿t bol 'c l r l r l t ' l ?)¿¿:.s l¿: . \ ' tot t to al¡ l r rn i rs dc l l rs fo logr¿rf í¿rs t ,s1r-rc l i r t r . l r rs ¡ t r t rt ' i gr t t ¡ l t t t t :cr t t ico ascsor . l *oso1.ros. los r luc cst¿l¡no-s ¿r l l Í ¿ i i i r r : r ' r i . r luc c lcsccn-r l in ios h¿rsL¿r Ios r 'csto-s. cst¿rnios coni t : t r r r .¿utdr i . " 1

' S¿ixot l Y ot los r los t r l to¡ ' r io dcl 7) '¿¡, .s1¿: r : rcr :n 1.¿rnlbi i ;n r l r r t : r ' icron ct- ' rc¿r dr, lr r : t r t l lagio c lc i SlrrrT, l ron r tn objcto r¡rrr ' ¡ rarcci l s( , r Lrr) c l lcr l )o v i -st icnr l r ; r r r r c:halr¡<ros¿t l r '¿tv id¿ts r t i i r l i t r ja. Lo v icrot ' t I t i i t ' r t t . r '¿rs ¡ l rs i i l l i t r t r . 'no l t r r r l icrorr rc: t ¡oc ' r ¡ r l r : r in¡rr , -c l t i t t¿t t r r t : r r t . t : l )oI( lue el ' l ) - ics l .¿ r){) ( rs l l l l ¡ .y rnl r r r io l r ¡¿rblr ' . M¿is t r r rc l r ' . nur i i r ' ¡ r r r r lo r : r ' r -r :o l t t I '¿ l r e i o l t . i t '1.o. ( l ravcn dicc r l t r r : cs nnl l - ¡ rosi l t l t : c luc algui t :n pirccl l h l rbr : r int . r : r ' rl i tc lo l tb¿r l l t lo l rat 'c l but luc a r i l t . in io nlonrt¡nto ¡r t l i tv t is r . lc un¿r cscol i l l l dc cscir¡rc. SiI t t tbo urt i t t :x¡ t losron t le tor¡r t :do. r is t ¡ i tcndr i¿i t l r ic h i r l tcr srrr : r 'c l ic . lo r '¿rzonlrblcnrr : r r tct ct c ¿t dt¡ l¿ i ' *u l ;cr l ic i r ¡ r t sc h¿t i r r i¿t¡ t pr : r ' r l i r lo l ¡ rs sr :nulcs ¿rr :L ist . rcas. No ob-st¿ul tc, t¿rnl-i r ión c l icc t ¡ t rc todo cl l i t 'nrp,r s( , ( .n( 'u{ 'Jt t l i r r r ob. jc los sob¡ ' r ¡ c l lccho t lc l ocr- '¿ l r ro vi i ' t 'c t t t : t l1t¡ t r l t ¡ l tLc l to t ¡ ¡sulL¿ur sel lo r l r rc 'p¿lr 'cccr i . S¡rxo¡r r l icr¡ ( lL ic l )o ¡ t rLedc cst i i rs( 'gt l ro, t ' l t u l l scni . ido t t otro, ¡ rct-o r :o incir l t : c lLrc hay l '¿ lz() l t ( 'S l ) l r l ' i r ( r 'cc l r lur : c l Slor '¿; i r ; r r r :stalr i i r : r : r 'ca de l¿L -"r :pc,r ' f rc ic cruurclo st i l i i r j r : -s l d l :sgracia f l t t .a l su-c rrr : is l i lc-*l ) : l lo( 'on l :st l t r ct l la po-sic iorr r lc iz i rdor- . conro s i su cor¡ l l r ¡ rd iut t .c hubi t :sr¡ t ratar lo dr¡{ ' l lv l l r r rLIr L i l t , l lno tnet tsujc . Sin t : r r tbargo, l . runbien cs posi l r l r : r l r r r : Ios ul ist . i lcs h: ll l tn s idr t l r t ¡ rz¿tdos l t¿rcia ¿trr iba ¡ ;or c l chrrr l r rer r r r r :c '¿inico dt : las f \ ¡ r ¡ rz¿r dc I l r cr¡r losron,¡r t t . dt ' r l l utr) i r l suhnl¿rr in, l .

J l r r t ' r ' tc r lc r r r r sulrnr¿r luro l i rL

l ,ur ,go ( i r r ( 's( ' l t :s of rcr : icr '¿ i l¿r l ' rucl '¿ i inf i r rmaci í r r l accl 'c¿i t le las b¿rtcr í¿rs

r l t ' t r , r ' ¡ rct lo r lcf ic: i t ,nt t , -s, i r lgun¿rs p( ' rs()nas ccrc¿¡n¿rs ¿r l¿r inr .c 'st igaci( in qLle

r l t 's¡rLrt ' . r lc l inf i r rmc cic l970 hr¡ [ r Í r rn dr:scartaclo un¿i t ]xplosi t . rn de tr t rpt : t io

l rhor iL r l ic t :n c l l r r : r rs¿r ¿r l tc ln¿rt i . , .a r lctrc scr agr l rg¿rdi t nLl€)\¡¿lr l tc l - t tc a la l is t¿r

r l l I¿r-q l )osl l ) l ( 's crrLlsas c lc la ¡r t , ' r t l id:L dcl Scorptoir ."Si r - rn i r h¿rbi t¿rciorr \ , r . rc l¿r I )or los ¡r i r t ¡s y ¿i l l í i r¿r]¡ Í¿r un¿r l l r¿ln¿rda d( l

r ] r i ino, ¡ r t , ro I r r t 'go l l i r rno.y r l igo qur: -saqur i l l r grar-racl i t c le m¿it lo f i r t : ra dc la

l r r l r i t¿rc i r i r - r . usl . ( ' ( lcs l¿t r l t ,sr :¿rr t¿Lr ' í¿rn". c l icc urr f 'L l l tc ioni t r i r t n¿tv¿r l ( ]n ¿Ict iv i -

r l¿rr I f l i r r r i l i l r r iz : r r lo c:on cl ( ; l rso i i t r¿r\ 'ós dc l r ;s i i l t in los ¿i( : ( rntcci l 'n ict ' r tos. "Sir- t

( 'nr l ) i l rgo. sr yo no lc-s 111;, , quc al l í h¿rbía c los gr¿rna( l¿is c l t : r l l¿t t to, s i i i lgrr icn

cst i r i ) : r s i t 'nr lo I )oco nr( 'nos t iuc l rbsolrr tanr( 'n1c v{rr¿lz. provt :1 'cnclr t l t tcnos qLlc

t .or l¿i l¿r inf i r rnr¿ir : iorr r l is¡ror i i t r l r , . ( lu iz i is ha.\ ' l r nrot ivt)s I )are r ' ( 'gr( ls¿1r y l r i r r i t r

i r ( l ( 'ntro nu( ' \ '¿ in i ( ,1) tc. [ ] : is l rc lo cn l¿r inf i r rnr¿lc i ( i r t c l isponiblc hov cn Ios

lr lchivos. I l rs r los c¿rr¡s¿rs l r ) r is [ ) ro l ) l t r l t :s sot ' t l l r cx¡r l r rs i r i r r r lc l¿t batr : r í¿t

r lc l l r t r r lLrc r , l i r r l r : f l¿ igr¿rc ' ior i r l t 'ur ] torJ)( 'c lo. ( l r r i r l r l t r icr in l i r r ru¿rc: i r in - \obr( lp loblcnrus cspccíf icos r l r ¡ c. l iscr lo ( 'n Lul r l r r ) )¿r c l r :bcrÍ¿r scl- pu( 'st i t cn c l ( 'b¿.I to,

c lcbr:r i i r scr ( l iscLl t . i r l i r . ' 'I . l l of ic i¿r l . ¿rsí col l ro (- l r¿rr . ' r 'n v rnuc' l los otr 'os. coincidt : eI- t quc st : t icnc

( lu( ' i l r \ 'cst . igrrr r t r¿is, qLr iz¿is Lln nur:vo ( 's f 'L lc lzo I l¿ i r¿i rn i r¿Ir r l t :ntro r . l t ' l col t t -

I )¿u'1 i r ) r i ( ,nto r lc tor¡rcr los r lc l Scr.rrT.r ior¿. Por c l t -nomt 'nto, ( l r¿i 'u 'err s iguc ( 'on

vcnr: ic lo r l t ' r ¡ t r t , r - r r r 1.or¡rcclo f i rc l¿i cr lus¿l ¡11¿i-s p¡obablc dc I ¡ i p i i r r i ic la c le l

srr i tnr¿r l i r ro. No cst¿i solo. l in. junir i c lc l !1.98 ( l ravt 'n cstu\ 'o ¿1ntc ¿l un Í l rL lpor lc of ic i l r lc- . r l¿1\ 'a l ( 's cLr¿ln( lo sc convir t i ( i cn l¿l I ) r inrL ' r Í l J)orsoni l ¿1 quicn la

Ligir Ni ivrr l Slrbnrar in ist¿r¡ lc concL)di( i la mcclal la ¿i los scrvic ios c iv i l t 's

c l is t ingrr i r los l )or su t r l rb l r . jo crr r , l Sco¡Jr¡r¡r¿. Pol¿rr is y otros proycctos. Or-r¿rn-

r lo l l r ccrcn' lonia l lLrbo t .crnr in i r r lo, t rn of lc i r t l sc lc aproxir-nr i . ( lon voz baja

I)¿ir¡r qLlc no sc l r 'o.v( 's( ,cn la s¿r l¿r x 'J) lct¿i , c l of lc i i r l cor l tctrz( i ¿i I tabl¿rr sobrt :

t ' l Str t r ¡ t ior t y l t : c l i3o ¿1 (-- l 'avcn r¡uc c lur i in l .c ¿lños ól l ta l t ía c-* t¿tr lo cortvencic lo

r lLrr : t ' l brrque'sc habí¿r I ) ( ] rdr t lo l t rcgo r l t r t l l l ¿1ccld{, ' l t t ( 'cot1 torpcdos.

Sin srLbr:r c lc: la al t ' r t¿l c l lv iad¿r r l t :sclc Kcyport , s i l r sabcr quo h¿ibÍ¿r

J) l 'oblrr lu¿r.s conocidos con las b¿rtcr í¿¡.s quc i r l in icntr ib¿tt i a los l ,orpcclos I ' lark

37, t ¡ l o l rc ia l l r : d i jo i i ( - l r¿rvcn:"S¿¡bi¿r quc { i r ( r Ltn torpcdo porquc Ll l l¿ i br i t ( r r Ía

sc cr¿r lc inr i a I )ordo cl t ' n i i br-rqtr t -" ' .

t ,n ( ' l 1 r 'x to ol ig i r r l r i .

Page 81: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

"LA BALADA DE WH ITEY MACK'

El capitán de fiagata Chestcr M. Mack, un transgresor de 1,98 metrodc ¿ritur¡r conocido conlo "Whitery" debido ¿r su cabcllr:ra completamenterubia, observti cl mar cle B¿rrents a tr¿rvés clel periscopio. Estaba allí enbusca dt , r ¡ ¡1 ¡1r.r , ' , ro submarino nuclear soviét ico arrnado con rnis i les bal Íst i -cos zr l quc la OTAN había apodado " \ 'anl iee" y no se scntÍa fé l iz por el lo.

Er¿r marzo de 1969, y con un i i lpresiotrante salto tecnológico, los so-'u' ióticos habían finalmente apareciclo corl un subrnarino misilístico de pro-pulsirin nuclcar con un discño qr-re ¡rarecía tomado cn préstamo de Polarisy tlue podría ser capaz dc' atacar la C¿rsa Blanc¿r o el Prrnti igono desde unadistancia a la costa supel ior a 1.000 mi l las. La tarca de Mack era descu-br i r rnás acel 'ca c le aquéI.

N{ack había l levaclo su submarino directamente a t ravés del Barents,la zona der ¿rdierstr¿rmicnto cclosamente vigilada de la Flota del Norte, lamás moderna y poderosa de Ia Armada soviótica. Est¿rba desplazánclosecon la arrogancia de alguicn quc sabía que estaba al n¿tndo de unri de lossubnrar inos nrás morlernos de laArmada, una unid¿rd dc ataque de l ¡ r c l¿rscStul 'geon r :quipada con ei sunar v r : l cqui l to dr: escucha más ar.anzado. Tam-bión r¡staba dcsplazándose con una sucrte tnucho nl i lvor que la que teníala rn:ryorÍa, porque en erser.juego dc azar ¿icababa cle e.ncontrar lo que esta-ba buscando.

Jtrsto frentc a su periscopio habí¿r un Yankec, 131 rnetros de eslora,12 nretros c le manga, y un clesplazamientt> dc 9.600 toneladas. Mack acercódis i rnul¿rdaurc.nte el La¡xt t t h¿rsta unas 300 vardas por el t lavés dcl pr ime-lo .\ ' r. ibsen,o atentarncnte.

"Por Clisto, esc bastardo hiio de su madre so pÍrlece a tur modekr cleIIatl.t¡I", clerjó erscnpar. trl l submarino era ciertamente semeiante a un Pola-r is. t l tsr l t , l¿r l i r rm¡r der -*Lt s¿5.r hast¿r los planos cle prcla instaiados en l¿rvclr i Lrr i r r l r ¡ ¡ r 'n ¡ lor l r ' Í i r habcr s ic lo di l i rnr l ida cr i l¿r crr¡ l l¿rr t ' t ¡ r r l r ' ¡ rcrsonir lr r ¡ , ' , l r ,ur l . r t ¡ r t ' '1 , ' \ ' rs,r l co!1r,( t r r ( lo , , , r r t ' l ¡ r l r is lo¡r io lo r l r r r ' los srr l r r l : r r tn is

Page 82: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

I l ( ; l , ) l . j r rcgo t lc l i r g i r l l in i i c ieglr

r , r ' r l r i , l )or r ( ,splrersta que al l í no había registro de aquél , n i s iquiera de,rr r l t 's t r tLccir in -algo que también ciebería haber quedado asentado si la;r lc l ' t¿r f r - rc rct i rada de los archivos.

No obstante, después de escuchar la historia de Thorne, Craven y;rlgrrnos colnandantes de submarinos y expertos en armas están revisandcr,,1 cle¡s¿lstre' de.l Scorplon. Craven está enojado porque el comando de armasrro f ue capaz de not i f icar de ios incendios él mismo. "El públ ico, la prensn ynluchas otras personas sienten que ulta organización está ernpeñada en,rr:ultar la verdad cuando niegan con tanta vehemencia este tipo de cosas",t l ice é1.

Tcnie'ndo en cuenta la nueva evidencia, Craven arriesga la teoría quet, l gr i tcr que indujo al comandante del Sc'orpion a l levar a cabo aquel lari lt irna inversión de rumbo podría haber sido "torpedo caliente" en lu¡larr le " torpedo corr iendo en seco".1

Clrester N{. Mack. que comandó e\ Lapon durante la birsquecla delS<:orpi.ort l-rundiclo, insiste en que ningr-rn comandante jamás perdería tiempocn sol ic i tar l lás información antes de ejecutar una caída inmediata de 180grados. "'Torpedo caliente'sólo pr-rcde tener un significado. La rnaldita cosar.stá corrienclo en el cornpartimiento dc torpedos", dice Mack.

Luego de años en que se le dijo una y otra vez que estaba equivocado,que era inrposible quo un torpedo cletonase en el interior del Scorpíon,(lraven está convencido ahora que él t iene lo que muy posiblemente es laúltima pieza del misteric¡ que comenzó a resolver más de nn cuarto de sigloatrás.

Es uu misterio que continúa develánclose. En 1998, casi cinco añosdespués que la Armada libcró el infbrme del tribunal de investigación, casicinco años después quc'Craven habló por primera vez con Thorne, laAr-nlada liberti un informe de 1970 producido por otro grupo técnico asesor-cste ult imo convocado poco después que Craven se retiró dc la A.-udu-.Fue reuniclo para revisar las fotografÍas y los datos recogidos por el Ttiesteclurante sus nueve inmersiones hacia el Scorpion. El informe había sidocompletaclo tan sólo un año después que el tribunal de investigación hubot,errminado sr.r trabajo, pero se había evitado el acceso al documcnto porJrartc del público y de las farrri l ias del Scoryiorr, inciusive clespués quef'uc l iberado el informe del tribunal de investigación .e ioclr-rsive despuésdc clcscartar específicaménte muchas de las conclusionc's a las que arribírclicho tribunal.2

r N. clel 7l: La confusión resulta evidente en las voces en ingles, "Hot torpe-rlo" y "Hot-running torpedo" respectivamente en el texto original.

2 El informe del grupo técnico asesor concuerda con los resultados del tribu-rial de irvestigación en un aspecto importante -ambos dicen que no existe eviden-lia algur,a que el Scorpion fuera atacado-. Sin embargo, los rumores persistentesr ' l ¡ ¡5 r ' r ' i r , ' t ¡ , r l r )s art iculos per iodíst icos s iguen ech¿indole la culpa de la pérdida del' ' ; t ¡ i t . tn ¿l i i . r ataque soviét ico.

NIrrr . r ' t r . r l r . ln l s l r l ,n l i l t l r { ) | l ;

l l l grupo asesor dcsercha la conclusirin de I tribun¿rl de investigacitin dc<1tte ol Scorpiort fuc ¡rrobablenrente dañado por la explosiirn en el exterior:de un torpedo expulsado que completó su ataque sobre aquéI. Tambiéndesecha la posibil idad de que el Scorpiort fuera destruido por la explosi<inde un torpedo en el interior. No obstante, Ios autores del infbrme no conta-ban evidcntemente corl la información acerca de las {'allas en las bateríasde los torpedos que sucedieron en el laboratorio de Keyport. Por cierto,Craven, Thorne y algunos comandantes de submarino creen que muchade ia evidencia uti l izada para refutar la teoría del torpedo en realidad lasost icne.

El infbrme del grupo tampoco hace intento alguno por explicar porquó cl Sc:orpi.on fue encontrado justo donde Crar.en di.f o qrrer estaría si succxn¿rndante había cambiadcl de rumbo para errfrentar lo qne creía que eraun torpedo corriendo en seco. En su lugar, la Armada había vuelto a cucs-tionar el signifrcado del rastro acústico que Cravern y su equipo siguie-ron hasta la tumba clel Scorplorr. Aunque los detalles de la búsqueda delsubmarincl y el papel fundamental que jugó Craven fueron descritos nue-vatrtente en Lrn scrgrlndo inf'ornrc que laArmacla desclasificó al r.nismo tiem-po, el análisis de 1970 en cambio se apoya significativamente en las afir-maciones de Armas Navales de que el Scctrpion no podría haber sufrido unaccidente con torpeclos. En resunlen, el grupo basó sus conclusiones enafirmaciones cf'ectuadas por el misrno organismo de la Armada que estabaretc-'niendo información crít ica que le había sido negada al tribunal de:invcstigación y a lcls equipos cle búsqueda.

Para la épc-rca en que se escribió el segundo informe, el argumentcl deArmas Navales había cambiado. En lugar de insistir en que un torpedonunca podría haber explotado a bordo de un st¡bmarino, Armas Navales sehabía cclncrentrado en la eviclencia visual recogida por el Trieste: desde elexterior, el casco a la altura del compartimiento de torpeclos parecía esen-cialmente intacto, mientras que el cuarto de baterías del buque cstabasignificativamente destruido. Las fotografías del Tiieste mostraban efecti-vamente que las tres escotil las que condlrcían al cornpartiniento de torpe-clos a través del casco resistente -el acceso al tronco de escape de proa,la escoti l la del tronco de escape y la escoti l ia del tronco de cmbarqlre detcrrpedos- estabar] tc¡das ellas desprendidas. (El Tlieste no pudo introducircámaras en el compartimiento de torpedos para verif ical los daños en suinterior. )rr

" I in 1986, .se realizó otro interrto para exanrinar eJ naufi 'agio. I istlr vez se,hizo descender al sttmergible i l1r,¿r¿ de Woods Hole, junto con cl .. lr¡. '-r¡¡¿ ./r:, irrracánt¿tr¿I auloplopuls:rda a control r 'enroto. l l l infbrme cle esa expcdiciírn e-q tocl¿rví¡rcl¿r-qif icnclo, pero gente con ¿lcceso a los dcscubrirnientos dir:e qr-re t: l iJas¡tt no plrdolcceder al compartimiento de tolpedos. IJn equipo que analizó esir cxpeclición dijolo n'risnro cn ul-r¿l carta der fecha 14 cler e-'ncro cle 1987. oue fue desclasiflcad¿r en 1f)98jurr to con el tnfbrme del grupo técnico asesor.

Page 83: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

| . r t i l , ) l . jut ' ; 'o r l , l i r ¡ ¡ l r l l r r r i r c i ( , i l l r

" t l r r t l t lb i l c lc c<tr¿rzt in nLlno¿t sonlet i ( i a un cerclo." Ese era el lcnia c le lI ' t t ¡ t t t t t .1 ' lo f i . rc s ienr¡ l re dcsdc la pr i rnera l lavergación cle N{ack a bordo del' ; r i l l r r i r ¡ int . r cuando ut i l izó l¿r f rase para ar lur lc iar su c lecis i í rn c ler ,scgLr i r a ur lr r t r ( ' \ ' ( ) subrnar i l . l<t s0r ' iét icr l ccrca de sus aÉlLl¿ls tcrr i tor i¿r le¡ ; . (El l t r ¡ t¿r esta-l , r r gt ' l rb l l r lo cn ul ' t i l c i r . r ta s in f in t1r . re se. r 'eproducía en el compart imient6{l ' ' colrtrol t lt ') Lu¡ttttt.)r\unque, ctr¿rnclo cn ul)a oporttrr-riclacl l¡r frase iue|t '¡ lt ' t icla frente: a un almirante, Nlack l¿r mcrciif icó clerl icari¿rmente'¡.rara que:soll¿lse "Un dóbil de cot-aztin nulrca cnantoro a una cioncclla herm¡;s¿r".

Nfack se había entregiido de l leno ¿rl comando rJ,el Lapon a fines clerlf)67, primero regateando con otros conrandantes por los h,,mbrcs clue c:reíar¡ttc darían origen ¿1 una tripulacirin de ¡lrirne'r nivel, dgspuí:s instai¿rnclocri su submarincl tocl¿r clasc de cquipos sin t:xperintc,rltar, y con fi.ecucnciasirl autorizar. Altemativamettte inspiralt:r ¡ ' conclucía sin n1iser.icrlrdil i ast ts honlbrt , rs. Dc igual f i t rma im¡rrcsionaba e in ' rportunab¿r ¿r los ¿r imiran-1r 's aut iguros, h¿rst¿r que f i te autor iz¿rdo i l pasar ' ¡ t r l r a l tc l los ¿rcostunr i t raclosl l lc-ses de adiest lanietr t<t inter is ivo en basesi cstaclounic ienses v nart ió di-rcctalltcnte haci¿r l¿r ¿rccirin.

En gran nrcdicla, N{ack err¿i rcpresentativo cic su óI_¡oca. Er-r tocla lalut ' rz¿r dc subnlar i r los. los comiuldanl t ¡s qu( 'cvi taban los r i ( .sgos ( , rant:alif icaclos con apoclns t¿rles como "Atún C¿rrl itos" o "G¿rll ina dcl NIar,,. SinIlttbargo, Nilack dejab¿l a sus superiores --sin rnencir)nar a otros ccrn¿lndan-tr:s que se crlnsicler¿rbati a sí r¡ismos atrcl¿rce's- discutie¡nckr rcspcct<t cle si¡ to estaba dcsdibujando pel igrc lsamentc la l ínca cntrc: c l valor

" I^ i r . , r1r . , r -

r lc l lc ia. Si l l c luda, esas fbtograf ías a corta distancia dcl \hnl icc era¡ t¿invir l io-qas comcl c l ta lquier otro rnatcr ia l dc intc l igcncia obtcnic lg nrás tarde¡lor ctralquiera, poro N4ack había aceptado tarnbién otrr:rs riesggs L'norrncrsir cambio de intel igencia l i rn i tada.

El Lopo, ya había sido detcctado una vcz cr1 el B¿rrcnts ¿rl comandr¡rlc N'Iack. Pudo haber sido un de¡stello clc¡l sol sobre su perisco¡.rio, nadietrst¡tba seguro, ¡lero repentinamente los hombres en el ctrarto cle raclio delI 'optttt escuchar<tn ir un piloto soviético envianclo una alert¿r ern ruso: "\ 'eoirn submal ino".

cuando cl oficial c(rnandante der guardi a del Lopon apr.rntri su peris-copio hacia el ciclrt, r ' io un piloto de helicriptero que parecría estar lniránclo-Io clirectamente. "¡Tic.ne ei bigote más grande y eltdernoniadamcnte colclra-r lo que jarnás haya visto!" , exclamri e l of ic i¿i l .

"Eso es bastante cerca", di. jo N{ack, sin alientcl, mientras cor¡ía clesdesu alo.iamiento personal hacia e'l compartimiento de control, toclavía en¡raños lnenores. "\Ie1or que salgamos de aqui como si nos corriera el clia-lrlo." Con eso, sacó a sr-r buquc del aprieto antes que lcls soviéticos tuvierran,rpr l r tunidad de organizar una búsqueda com¡t lcta.

N{ack tanlLtién h¿rbía ¡laniobrado tan cerca cle cicls submarinos sovié-ticos que estaban rcalizandcl ejercicios clc. aproximación y trtaquo quc elI 'rt¡tr,trt terminó en c.l camino de uno de sus t,orpedos. l\{ack sabÍa quc, para

l , r r l r¿t l l t r l r t t lc Wlrr l t ' r , \ l r r t l i lJ) ,

r r r r t , j t ' r ' r . ic io como óste, los soviét icr . ls lauz¿rban torpedos inert t :s. Pert l r t t lt t 'n i i i I¿r i r - i tenci<jn c le dcmostra! 'que estab¿r e-u io c icr to dejando clue el tor ' -

¡-reclo ios entbistiese. En carnbio, tr¿rnsniit ir i al compartitniento cle rnáqr"ri-n¿is la orclorr que hizo saltar al Lopon ¿l !_arall r 'ciocid¿rd. (lolc,c¿rudo ' ' las

bcllas contler la 1tared", conto dicc¡r los subrrlarinist¿rs, N{¿rck deji-r atrásal arrna. (El incidetrtc se produ.io justo clcspués de la navegación dt:l Laportcn busca del Sr:r,¡plo,?, aunque mucllo antes que cualquiera irubjera con-prendidcl quo un torpedo poclria h¿rber l-rundido c'se bttquc:.)

Dos agentes de inteligcncia a bordo, Georgc T. "Tommy" Cox y Joseph"Jesse" James, qucdaron tan conrnt lc ion¿rclos por el incidcnte que cuandomás tarde tratarolr de fumar rur cigarri l lr l en el cuarto de radio, ningúnhrtmbrc pudo serenarsc kr suf ic ier i te conro para encender lo. Cox qt te i r ía serun canl¿rnte fblclóricr¡ rlel oester, cll una ocasi<in había ocupado cl primerpuesto e¡n el (}rncnrsrt cte T¿tlentos clcl Espcctriculcl Folclt ir ic:o cltrl Ocste de(ir- 'ne FlooJtcr cn Caribou, N{¿rilr.. v se había irbierto caltt irto a través clelsecundario ¿tctu¿,utdo de suplcntet ett nIl lugar Ilarnadrt el Rar de' Cindy.Desptrós de erste via.je cn al Lct¡trttt, grabri una b¿ilad¿r tittr l¿rcla "Torpedrt cnel Agua" e¡ su prit"ne ra y única colccci(rn clc los nr¿is grandes óxitos de sub-rn¿rrinos. Tahe lt.L:r Dee¡t. La callciólt era tltta ttda a un escapo difici i:

IIct.,, ¡1¡¡ torpedo ctnt 40() Librns de TNT

Que esta ¡tor ltttccrrtt¡s uoLar rt lrL et<trttídud.

¡Curort tbo! Ocl io ucr u ut t l tot t tbt"e gratrdt l lorur,Pero Dios sctbt ' t l t re xt¡ ' c lerr tosictdo. iorr ' t t p( t ra erPIr(rr-Tor¡.tttr{o ut cl rtgurt, y* $€ e(:ar('(t e gro¡t t;clocidod.l

I)e srt encuelttro corl el tor.pedo, el Loprtn l ler, 'ó consigo trauscrlpciollcsy fittogralías clc l¿r partt-- inicial del ejercicio, com<l tarnbién varios rollos depelícula repletris de otras actividadcs scivi(rt icas, todo ello intercsantc, nad¿1de el lo crucial , uada de el l t t suf ic iente para convert i r a N{ack el l una estrc-l l¿r -lr¡ estrell¡¡- dc I¿r Flota del Atl¿intico.

En carnbio, f ire otro hombrc quien resultt i así pr:clcltrmado, If innairdR. N'IcKee, nn clírsticr¡ c¡rb¿rllero suretlt.t cr.rn ct' jas poblaclas y la elegancia de

rr¡ corlrL'(l iantc. Halría estableciclo el esti ind¿rr pat'a Ias opcritciortes dc vigi-

larrc ia cuando estuvo a l tordo del t lSS l ) r ¡cc (SSl/-607), e inclr¡s ivc a ptsal 'que el comando estel¿rr clc N{cKete ya casi habÍa termin¿rdo para la époc:r cnquet \, lack fbtograftí: l al Yankce el1 malzo dc' 1969, petrtrancci<i cotl ' lo un sírn-

bokl cn la fuerza de submarinos. En 1967. NIcKee no sol¿rmente había foto-grafiado un rompehielos sovií:t ico de propulsií ln nuclear mientlas era rc-

1 N. cbl Z '-'folpeclo in the \\¡¿rter", título original, cuv¿r letr¿t rez¿l

Tlt t :re's a .1()0 potutt ler of '7'N7'' l )¡¡ut to blr¡u, t ts to t t tcrt t i t t ' .Gt:c, I ltate lo sac u gt'()tl..tt tnot?. (r\',

I l t t t gootlness /¡r¿o¿¿rs t l tot I 'nt tott t 'otrt tg to dLe.

Tin'pedo i¡t l l te u¡oter, attd i t 's closirtg frtste.

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l r , , \ l , ) l .Jrrr ,go t l r , l r r grr l l i r r i - r c i ( ,g i r

r r r , , l t ' r r t lo, s i r ro c l r r r ) obtuvo luuestras de aire racl ioact ivas que clemostrabanr¡rr. cl Lruque habÍa sufrido un accidente en el reactor. Ai año siguiente,(' ir url i l nlisi<in asombrosa, McKee obtuvo las primeras fcrtografías a cr¡rtarl istirncia y firmas acústicas no de uno sino dó dos cle la se[unda genera-.rr in c le submarinos de propuls ión nuclear soviét icos: uno de ataque y uno;u urado con misiles crucero que la OTAN habÍa denominado respectiva-nrcnte "victor'" y "charlie". HabÍa encontrado uno cle los nuevos submari_n()s cn las aguas de Nueva zembla, una gran isla entre los mares de Ba-rcnts.y Kara qtre era Lula de las principales áreas soviéticas para ellsa.vosrr t rc lc 'arc 's.

corno Nlack, McKe.e' había sido detectaclo. En ef'ecto, había tornaclorrna fotografia de un tripulante soviético cle pie en la cubierta de uno de lossrrbmarinos que estaba señalanclo c l i rectamente el per iscopio dcl Dace¡ttsto antes quc lrrs soviéticos colnenzaran a perseguirlo. McKee tuvo que{lt ' t¿lr.atr'ás a un glupo cle patrulleros soviéticos que emitían salyajerlentecon e¡l sonar activo. Finalrnente consiguiri e..apar conduciend r¡ al Dacedit 'cctatnente por debaio de las pc'l igrosas extensione's de hiel6 clel Artico.f-lrL¿¡ndo fue -seguro cnlerger, continuri con su rnisicin, localizanclo al segu¡-clr¡ nuervo submarino soviético al c¿rbo cle una scrnan¿1.

"c labal leros, e l v¿r lor de las apucstas cn el pókcr ha subido en el mardc Ilaretlts", ¿rltuttciít N{cKee lucgo clc.., rog.ci,, clur¿rntc uner expgsicirinautc los mientbros del l Estado Mayor Coniunto y c ler l Departamento dcDcl 'cnsa. con elrrgancia caractcr íst ica, capturt i , , , . . , o, . , , i i "ncia con unI 'csLl l l lot l l lo ¡nel l ( )s dt '¿rmát ico por la cxciusióu cle su propia c letección y sutrnrisit ir l dc la firtografía touracl¿i al tripulante soviótico seri¿r1¿rnclo al ioce.La erx¡lrlsir: it in de N[cliere y la provcrccirin der otr¿ts fotografias obteniclas atr'ar'ós i le su ¡teriscopio se cles¿irrollír tan biern qlle sus superiorers inmedia-trrs tit l [](t l- istlroll . i trmiis en crit ic¿rrlo por porrnit ir cluc su submari¡o fgeraclctectaclo. En caurbio, para N{cl iee, la misión sc v io nrenoscabad¿¡ sola-nrt 'ntc ¡ror r, l he<'l io rle que l¿r Arrnada so h¿lbí¿r nc:gaclo a perrnit ir le qr-rclc asignase l 's nr 'bres a los st¡bniar in.s t luer había encont iaclo

Slr cr l t t lport i r tu ict t to, casi como cualquier otr i i cosa, cra l i l que apart¿t-l¡¿i ¿i McKere cle los gustos di: Wl-i itey N{ack. N{cKce era cl icleal clé h¿rge que1od<rs imaginab¿rn. I '{ ir¡ntr¿rs [f ir<:k avar-rzaba por cl sistcma a fucrza clec,nrPr-r.iones, \ ' Icl{et¡ er¿1 uno cle esos oficiales marcados anticipadarnente¡-rat'a tratrsitar l¿r ví¿r ri lr¡t ida h¿rcia la r:umbre. Este cra cl h6¡rbre qutl corte-jri a su irdor¿rcla. Bett.y Ann, l lcvándola a pasear clurante toda una nocher dei,r ' ic¡r-1. a b,r't lo cle sr-r Jaguar c.n'ertiblr: crn er teclro rec<;gido y trecc díasrr t r rs t ru 'dc l i r < le jó i r turdida cun una ¡rroput 'sta dc nletr im,,nio. A bordo dcl!)ut'r ' . ctttttprri l¿r dedicaciírn dc strs oflciales más mc¡clcrnos ofi 'ecióndc¡lest' l jas cler u'hisky escocés Dewar's y de Jack Daniels a cualquiera que loItvttcl¿tse a ¿rvi.star los nuc¡t'os sribnarinos so'o,ióticos. Sc ganó a lus alnii.¡,n-t.r 's con la misn.ra elegancia, invncando historias tan sorprendentes cle susIl izañ¿rs qne los hombrc's que reinaron -.obre la fuerza de -subnrannos esta-t lounidense. jar l r is pensaron ern cuest ionar le los r icsgos que asumió.

'1, ; r l , ; r l : r ' l : r ,1, \ \ ' l ¡ ¡ l l r Xl ; ¡ r ' l ' l l ¡1)

i l lack t ,ení i r t¿unbién otr i r comperlcncia en Ia l ' l l t¿ i L lc l At l¿i l i t i r ro. l lsLlrb¿r Alfied L. Keiln, comandante del USS rRcry (SSN-65J), qr-re habÍa obteni-clo l¿rs primeras fotografías dc un Yankee. Después e-qtaba el capitán defragata Guy H. B. ShafÍer del USS Greenlirtg (55¡/-614), quien había con-cluciclcl su submarinr¡ dirc'ctamentc por clebajo de un Cl-rarl ic y trn Yankeeunos pocos üreses antes que N{ack avistara uno. E-so le dio a la tripulacióndal Greenlitrg la oportunidad de grabar los niveles de' ruido y las arrnrini-cas que producÍan en el agua lcls br-rques soviéticos y la ocasiírn para fi lmarel cirsccl y las hélices. baio el agua v a través del periscopio, con una nuevacánrara de televisión dc baja luminosiclad. Verdaderamentc. el Greertl in.gpasri tan cerca por debajo del Yankee quc si los soviéticos htrbie¡ran vc.rif i-caclo la sonda, el océano h¿rbr'ía parecido mu.y poco profundo, quizás de nonrás de 4 metros de profündidad.

La nlaniobra, conocida coirro "crLlce bajo el casco". era sumamente pe-l igrosa. En cualquicrr momento, uno de los subrnar inos sor, iét icos poclr íah¿rber iniciado su inlnc'rsirin ir.rsto arriba clel GrettnLín.éT, pero lzr rccourpen-sa t:r¿l tanrbií:n c-.r1ornrc. Los Est¿rdos Unidr,is obtuvicrrol.r l: i lrr imera hucllaacústica cler un subrnarino Yankc-c, -y los soniclos en l¿rs cintas del Green.lingf ueron introdr,rc idas rápidarrrcnte cn las conrputacloras dc¡ l SOSt.rS.

Ah<l'a s<ilo re¡-stab¿r una IrregLlnta: ¿,Serían suflcientes los d¿rtos rcrcogi-dos por el Grcatt l i r tg para haccr r¡ue Lrs Yankee ¡rudicran ser detectaclosmicntras sc adentraban ern el cstlcpito cle las embarcaciollers pcrsclucrurs, dcrla vicla nla.rina y dcr las colricntcs del océ¿rno? Naclirr lo s¿rbría hasta qucalgtr iern pur l ie ra efcctuar un se guimicnto prolong¿rdo clurante una patrul larcal .

La c¿rrrcra h¿rbí¿r conrenzado. N{ack y los otros conlandant€¡s ¿rpro-verchart i t ' l sus opr l r tunidades, dir ig iéndose más ¿i l lá dc los 50 grados delatitud nortc, fuer¿r cler las aguas cstaclounidens('s, y le,ios de qLuLrncs con-clucÍan las flot¿is dersdc l¿rs bascs hacia c'l r¡¿rr de Barents y los apostadcrosde los \htrkee.2

: (loordinar-rdo cstrech¿rnlente sus esfucrzos con los subnrarinist,¿r,q est¿rdo-uniclerrses, los submariuos brit¿inicos ayudaron ¿l veces a conrplctltr lo t lr,re se habíziconvertido en Lln¿r vigilancia casi ininterrurnpida cle Ios pr-rertos soviéticos en elIJ¿rrcnts. H¿rbi¿r sr¡l¿rrnente un par dc sul.¡r"n¿rrinos brit¿inicos ¿rdiestraclos prtra latalea, v se:rproximaban a l¿rs cost¿rs soviéticas únicanrente dur¿lnte primaverl yoLontr . pelo esos subtnar inos estab¿rn dedicacios a l i is ioncs de cspionrr je, . \ '€,n cso

-se h¿rbí¿rn especiarl izado sus cornand¿lntes y tripuiantes. Er¿rn buenos en eso, ycrnrr aglesivos. A l¿r Arrntda l leai británica -.intplenrente tro lc preoctrpiibrt con-f iorr t i r rst ' con l , ,s sovidt icos.

LIn¿r vc'2, un¿i unicl¡d de srrperficre soviética trató dt- cubl' ir el estrecllc¡ cleSicil ia celca cie l lalia con boyas constituidas por dos cil inclros, v a la interl igenciacsL¿rclotrnidcnse 1e ¡rarecid que sc tr '¿rt¿rba dc un esluerzo Jl¿lra estableccr unl¡ ir¿t-lrer'¿r ¿rcústic¿l -una cspecie cle led S()SUS flotanle-. Hubo muchas presiones del

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154 ' El jueigo de la gal l ina c icga

t¿rs denomiuaban "peril ' iz"-. pero cn esta plimcra oc¿rsión nticl ic consiguióhace'rlo firncional corlectamentc. En consccuencia, solamente lVIack pitclíave¡r' la sorprendcnte pnleza quc sus hombres y str subrnrrrino cstaban llc-ranclo a c¿rbo.

l{abia una cálnar¿r l 'cflex I{asselblad cle lcnte único m.nt¿rda cn elPeriscopio .v N'Iack presionlrba cl clisparador instalaclo en un dispositivo¡;arecido a la empuñadura drr una ¡:ist<-rla. La perlícula avanzaba mccliantertl l t-t lccanislno de arr¿tstre lnotorizaclr¡, cféctu:indose¡ v¿rri¿is ton'l¿ts por caclaaccicrrramiernto del disparador, rnicntras el Lctpr,tn se dt splaziib¿r lcnt¿men-te.haci¿r aclc lantc, y Mack sacab¿i su pcr iscopio luera c lc l agua clura¡tcrsolatl icnte sie'te scgundos cn c¿rcl¿r ocasión cl1 url csfirerzo para er,, itar. scrclctcctado. Con cacla obsen'¿rción ¡ lor per iscr i ¡ r io, obtcní¿r lu i¿rs pocasfbtografias, -y en cada <tcasitjn c:r¡rturaba otra pequeña porcirin clcl e¡rlrmc.buque. Sc rcqtrer i r íat t s ier tc t lc las fotr is unic las, , , - , . rn r- , . , , r . , , icr1 l rar¿r nlost l .¿r l 'r , l Yrrnl<t , t ' c , rm¡l l t ' to.

Dur¿rntc icls ¿tt1os cn que ser construían kls ¡trir lcros Y¿-rnkcc, la intsli-gcucia estadounidensc i rabí¿r obtcnido l toco rnás t luc int i igt .ncs borrosasluecl i¿rtr te s l t té l i tes cspías t ¡ut 'nrostraban quc los soviót icos sc 'c 'st¿rba11 prcr-iri ir;rndrl para producir etn m¿rsa la nuL]\¡a ¿lrnta. Per<t clur¿rnte¡ cl últ itncli t r io, rn icnt t ' ¡ rs l r ts Yankec zarpal lan para i t r ic iar las ¡ t rucb¿s dc ntar, Igssl tbt t l¿tr ino.s cstai lounid( ' r1ses en tarca.s c le v ig i lancia sc h¿rbían est¿rdoItprrlxit ltaucltt en btrscl¡ de uu piinor'¿tr-na más cetcalto de estc¡ rnortstnro nu-clt '¿tr clecorado cou diecisciis esctit i l l¿rs quer t 'scouclían dicciséis silus portáti-It 's pa|a rtl isi les. El \hnkcc pat'ecíu un flr irn ¿rv¿ince respccto cls l6s otr.esst tb l 'n¿rr inos armaclos cr ln t l is i lcs bal íst icos quc los sovir i t icos i ratr í¿rn c 'p-v i¿ido al rnar, los Zulu y los Golf c lc propuls i t in convcncion¿rl y las pr i rner. i rstunicladcs misilísticas cle Jrnrpulsit in nuclcar., los Flotel. Ningun. clc c.soslrtiqr,les había inspir¿rclo el nlistno tr, l lol qut, los Yankce pr.r,1;r,¿¡b,ar ah6ra.I,os subm¿rritros anteliores t: lalr ruidosr.rs y fi irci lcs cle cletcctar pos SOSl,rS.v s()Ilar. Alrt lra la f uerza dc subm¿uinos c¡sti ldouniclense cstaba cufre ntacl¿i¡l ulla pregutlta cruci¡¡l: ¿Lnitabii el Yanke'e algo nrás que li i {6r¡r¿r de |rsPolar is ' l ¿Era posrbie quc, apenas seis añrs r lespués clc i la cr is is c le los\{ is i les cubanos, los soviét icos cstuviesen posic ionados para la¡zar un¡lrimer ataque con erscasa o nin¡¡una ¿rclvertcncia? Si los sub¡tarings er.¿r¡l l in silencir)sos y r.¡rortíferos cr)nro parecí¿rn. entonccs, por lo r.nernos, Iossovic¡ticos habrían igualado ¿r krs Estados unidris cn la gcstirciírn de lat rr¡xtciclad clc rcalizar un segundo ataque, un¿r fbrnra dc clevcllvcr el golpc silor l r ¡s sLts nt is i les tcrrrestrcs v ¿iv inncs eran clc.str t r ic los.

l ) l capi tán dr: nar, ío Ja'res Bradlcv sabía que su programa de espio-t t r t . i t 'vrr l r ¡ r l i ía ¡ t roducido gt 'an cant ic lad do inf i r r ln¿rción cr ' í t ic¿r sobrer el c le-. r r t ¡ ' r t l lo c lc ' st¡bt t r¿t¡ inos . l ' nr is i lcs soviét icos. I ¡otogr l i f i¿rr c l Gol t hunr l idolrrr l r l r t s i r lo t ¡ t ' l t lx i to t ¡c¡rs l r ig icg. L9s Gglf ' rc¡ t rc 'sentab¿ln una a¡ lc l t¿lZ¿1 ¡ t (1,t r r r l ( ' l l t i t l t t ¡ t i t t ' l t t ' lot l tot t l r tsYl t l t l t t ' t ' , .y t r l ro l r r r i¿ ic l¿t , ' r '¿rnt i is i rn¡ t r l r t , i r l r t t ' r ¡ t r t '

. t l r l . ( ' t l ( l ( t (of t t , r t ' l t tot t l t ; r t ; t r ' : l ( )s: lu l l ¡ t ¡ t i ¡ ¡b ¡ l t ( ' \ 'oh. t . ¡ t t t ¡ r l ¡s( t . t ¡ i l . l , ,s

"La balada cle Whitey Mack" 155

Las fbtografias de los Yankec eran apenas algo bneno. La Armadaestaclounidcnse y sus aliados de la OTAN necesitaban ver a estos buquescn acci<in, vcr cxactamente en dónde llevaban sus misiles, necesitabanrL)cogc,r f irrn¿is acústicas pala g¿irantizar quc los submarinos nunca atra-vesarí¿rn clesapercibidos las redes cle escucha clel SOSUS, y que los subma-rinos en tare¿rs dc vigilancia y las sonoboyas lanzadas por lcls aviones anti-subrnarinos P-3 Orion podrían rcconocer dicira amenaza mientras navegaba.

Alguiern tenilría quc ¿rcercarsc a un Yankee en acción, y tendría quepermanÉ-lccr lo suficienternentLr ccrca durante un tiempo suficientementeprolongacio com.) par¿r darles a ios Est¿rdos Uniclos los elementos necesa-r ios ¡rara enfrcntar l¿r r rueva anlcnaza. Para c:sto, seiust i f lcaba casi cual-qr-ricr ricsgo.

A pcsar clc lo orgullt)so quc N{ack cst¿rba luego de su hazaña fotográfi-ca, sabí¿r tluc la ve'rdaclcra cstrclla clc l¡r f i¡erza dt¡ submarinos sería elhombre que complet¿rra un scguirnicnto prolongadt-r. Otros comandantest¿rlnbitin lo sabían, c incltrsiver la pérdida clc.l Scoryrlo¡¿ no fue suficienteconro I ra la poncr f in ¿i la sobc¡bia t íp ica c le un pi loto de caza que la nuevarnisiirn estaba dl'spe-'rtanclo ern crl pcrsclnal. Pero ahora N{ack se sentía bas-t¿rntc dui:ño rlc los Yankce, y estaba sef{Lrro (lue el podría convertirse cn elinclivicluo c:.r[)az der acelc¿rrsc -v pc'rmaner:cr junto a aqrrél. Estaba seguroclc cso ¿r.un cu¿inclo ningún otrr¡ I-rabÍa sido capirz dc h¿rcerrlo. Mack era asícler cgrilatra.

L)c hercho, tod<l accrcir de¡ erstc capitá-n clc l i 'agata de treinta y sicteal ios c le ' cdad clra grandc. Su enornle cr¡ntrrxt .ura de 110 ki lograrnos de pesono ¡roclía p¿rsnr ccln fhcil iclad por las escoti l. l¿is btrjas y portas angostas de'lLr tporr , y casi s icrnprc c, .stab¿r cncogido e 'n c l compart i rn ientc l de control ,cubierto c.r ' r str partc superr ior por un l¿rbcr into c le tubcrías y cables. Lossttbmarinos crar'¡ cle'rnasiado pcc¡ucños par¿r contener a Whitey Mack. Eraun ctcrno rerncg:rclr, nruy parcciclo ¿r los pcrs<,rnájcrs de las noverlns qucdcyor¿rb¿r der a l ¡ontones. Sc veía a sí misr¡o conro el hér<le de una histor iaquc escr ibí¿r mientras ¿rvanzaba por la v ida, una histor ia gobernada porsus propias t¿icticas y a \¡eccs por sus propias rerglas.

Nunca ¿rsistió a la Acadcnria Naval. Itr lr el contrario. f 'ue incorporadoa l¿r Flscuela cle Canclidatos a Ofici¿rles en la lJniversiciad trlstatal de Pen-nsylr, 'ar-rier por cl impetuoso sr--gundo comandante dc un ROTC que se jacta-b¿r rlc habersc ganado a su esp(,sa err un.iuego rlc: póker. El mismo N{ack erlrI r i . jo de. un t raba. jador dc las minas cle carbón en Pennsylv¿rnia, y cargabirslr falt¿r cler lnodalers corno oficial igual qr-re si f 'uer¿r lrn clistintivcl de honor.Nlack se c lef lní¿r a sÍ nr ismo como "una especie de cstúpido intei igente". r , '<.r t f rentaba ¿l sus s l tpel ior t s con sr.rs penetrantcs cr j r>s azule:s y un dcsci l rot luc 'nacla tenÍ l r qr-re ver con estrel l¿rs en I¿rs ch¿rrreteras. Con gran i r r ¡nÍrr .I t rcírr un c l is t int ivo r le subrn¿rr in ist¿r snviót ico de con{ecci í )n c¿iscr¿r iuntr , ; rlos t í ¡ i ico-* dcl f lncs norte:r tnr : r icanos -el r l is t int ivo r l t : l l i f lota t l t 'srr l r r ¡ l r r t ir ros r ,s l r r r lorur i r l t ,nst 's ¡ 'n: td i i lc t tgradnl ta nt i rs ( lu( , t ' ( ' ( ' { r l ' r ' r ' t 's t t s i t l l t ¡ l ; r t in, ,, , r r l : r r r r l ¡ , i l r : ( r 'n i r l l r r lcs ( ' l l l 'us() .

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l { io

l , ir oportunidad de Mack se presentó en septiembre de 1969. Cuand<'rzrrr'¡ro de N<-rrfolk, e\ Lapon estaba prgvisto de una montaña de huevos,,.,,, ' i , ,, y iarabe para la preparación de una mezcla cc¡nocida como ".iugo de,'uc¿rracha" -ia comida típica de una misión prolongada-. No obstante, hubounri cxcepcirin importante: en su repostería se había embarcado la raciónrlc t les meses de aránclanos congelados. Mack tenía un apetito voraz por

Ios ¿rrándanos y los budines con esa fruta, y compartía su pasión con latripulación. A bordo había tambión ingredientes suficientes para cubrirIa demanda de las noches de pizza semanales y un bribón con un solo

brazo para matar el aburrimiento.En el Gudgeon o cualquiera de los otros submarinos convencionales

que ermprendieron las primeras operaciones especiales nunca habría habi-

do espacig para una máquina tragafichas. ElIo no significa que el Lapon noestuvicra congestionad<-r, pero al menos cada hombre tenía su propia cu-chcta -no h¿rbía cama caliente, l lo se la cornpartía-. Las cuchetas estabantcld¿rvía apilaclas una sobre otra -estantcs con colchones sobre ellos- y

algunos colchones iban todavía apiñados entre los torpedos, pero habíacierto alivio ¡tor clisponer de aproximadamente 1,5 metro cuadrado de es-pacio privado que se podía aislar del resto de la dotación con cortinas. Losindividuos más peltisos inclusive ternían lugar para guardar algunr-rs l ibroson tallto y cn cuantcl n0 les importara destinar el extromo de su cama paraservir de biblioteca. Y casi toclos tenían una taquil la individual, aunqueitse cra toclo erl cspacio con que contab¿rn pa.Ia almacenar la dotación detrers metscs de ropa interior, unifrtrmes y cualquier otra cOSa qlle creyesenint l l rc 'sc ' indiblc parn v iv i r .

El hedor clel conrbustiblc diesel había desaparecido en esttis nuclea-res, como tambión la condcnsaciírn que había asolado a los submarinosconvencionales. El Laport era dercididantente cómodo, prácticamente con-taba con un clima controlado para cualquiera que no le importara unanube-'perrmancnte de hurno de cigarri l lo que se acumulaba a pesar del avan-z¿rclo sistema cle purif icación de ¿rire. Naclie espelaba much.o más de la vidaen su "veltedero hr:rmético". Para 1a ma¡'oría de los individuos, el contactcrcon el exterior cst¿rría l imitado casi por conlpletg al periviz y a los "telegra-m¿rs f 'amiliares": los mensaies de' tres o cu¿rtro líneas que las esposas ypaclrers podían enviar unas pocas veces durante cada patrulla

Fuc-ra de eso, la existencia de los hombres estaba sometida A una ru-tina que colnprenclía scis horas de guardia, seguidas por doce horas clerep¿rración de equipos, papeleo interninable y exámencs de calif icación. Anitdie se le entregaban sus delfines, la marca de un submarinista oficial,h¿rsta que hubiera calif icado cn casi todos los sistermas cle a bordo'

L)epartarnento dc' l lstado estadounidcnse ¿r 1¿r Arrnad¿r. cl iscusiones sobre si los

l isL¿rdos l ]nidos simplemcnte debran dir igirse haci¿r al l í v ¿lgan'ar ias bo¡'as, cuan-

rlo lel icnt inarnente alguien se dio cuenta que habíari desapiirecido, Resulta que ios

[r i tá¡ ic:os tení¿rn una división de destructores en Nlalta que fue hacia al i í y l iundió

toclos v c¿rda uno de ios ¿rrtefactos colt fue¡go cle art i l lerí¿r.

"1, : r l r r l r r r l r r r l t 'Wlrr t t 'v Nlrr t l i " l ( ; l

No obst¿rnte, la sensatez encontraba su camino, y en este submarinclN{¿rck cstaba decidido a ayudarla. Mack había conseguido descubrir cercade una docena de guitarristas entre su dotación escogida por él mismo, yahora tocaban todas las noches en musicales. Tolnmy Cox estaba entreellos, nuevamente a bordo, l levando consigo su guitarra y una dotación detres meses de cuerda^s y púas. Cox, que se había convertido en uno de losprimeros agentes de inteligencia en preocuparse por rendir todos los exá-menes de calif icación de un submarinista común y obtener sus delfines,ahora entrctcnía a sus verdaderos canaradas con interpretaciones de "Tor-pedo en el Agua" y una nueva canción sobre cl Scorpion, como tambiéntonadas conociclas de Johnny Cash, Ricky Nelson, Jerry Lee Lewis y ElvisPresley.

No era ¿rcciclent¿rl quc Cox estr.rviera der reEJreso en el Lapon. Mientrasque la mayor partc dc los agentes eran asign¿ldos a los submarinos por elGrupo de Seguridad de la Armada y casi nunca errnbarcaban dos veces en elmismo buque, Mack había conscguido cscoger personalmente su equipo deagentes tal como lo había hecho con el resto dc su tripulación. Luchó paraconservar sus favoritos, su equipo central. Junto a Cox, estaba el tenienteDonald R. Fallon, lÍcler del cquipo de agentes de inteligencia. Mack decidiírque Fallon sería un miembrcl pcrmancnte de su dotación unos diez segun-dos después quc aquól cmbarcara por pr imerra vez en el Laput. Había pa-sado lc ls pr imeros nueve segunclos mirando a Mack de arr iba a abajo. Elduodécimo scgundo fuc cl trascendent¿rl. En ese momento hizo una des-cripcirin de Mack que nunc¿r fuo supcrada. Haciéndose carno dcl apegode la f 'uerza de submarinos a l¿rs siglas, lc puso a Mack el sobrenombre de"NOMFWIC" o, en una ierga no naval, "Rcvcrcndo Desgraciado NúmeroUno que Est¿i a Cargo".;J

A Mack le agradaban los hombres despiertr-rs, ingeniosos, apenas losuficientermente raros como para apreci¿rr sus prclpias t 'xcenbricidades yt¿rn deseosos como él de apartarse de las normas. IJna de las adquisicionesfavoritas de Mack era un suboficial ayudantc dc máquinas con el extrañonornbre de Donalcl Duck. Era un patán autclprclclamado, criado en una ca-baña en Shelby County, Alabama. l,a nrecánica era la actividad familiar.El padre de Duck había trabajado en autobuses, Duck en submarinos. Nuncacomplctó la escucla primaria. Dc hercho, se h¿rbía incorporaclo a la Armadabajo un programa para analfabertos, pero podía reparar cualquier cosa enel Lopon, e inclusivc sabía ab¿rstcccrse de alguna otra que pudiera necesi-tarse me.jor quer Mack. Aquello, en particular, era un arte especialmcnteúti l ahora que por causa dc la guerra de \t ietnam los materiales eran esca-sos. Duck cncontraría o hurtaría cualquier cosa que necesitara e7 Lapon,rn¿rnteniendo su reserva de lepuestos en un lugar que solamente él creíaoue era secretr i .

3 N. r lcl Z: "Number One Nlother Fucker Wh¿rt 's In Charge", en el textoori :¡ in ¿rl .

Page 87: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

l t ; t ; l ' )1.¡rr , g,r r l t ' l l t grr l l r r r l l ( : l ( ' ! l i t

l : l ( lo¡ ic l Lu¡tLtr t cr¿1 seguir lecogiendo informaci í rn. Los conluntgs c le

r;r, l lrr ist.¿rs colnenzul'oll a €rscuchar en busc¿1 de cualquier defecto en la cOns-

l r r r r , t : i r jn r le i \hnl<ec, cualquier cosa que lc 's diera pistas p¿lra ayudar les

,r " \ ' ( . r ' c l otro -ql lbmarino Iniel l t ras maniobraba.Iln sonar convencional nunca habría sido suficiente. El Yankee era

:rt '¡qil i¿r¡lente muy siicnciclso. Itero el Loport no estaba collf iando solamell-

l ( ' ( ,n Lln sonar corrvenciot l¿t l . Mack había introducido a bordo una ventaja

rrr l ic ional , un dispr-rs i t ivo sonar exper imental d iseñado para sacar provecho

'lt '¿rlsunos clcscubrimientos ef'ectuados en 1967 y 1968 por el USS ¡Roy de

l(t ' l ln cuanclo siguiti ¿rl subrnarino de ataque de la ciase Nove'nlber hacia el

rrrtc¡rigr clcl N{ecliterráltLro y lucgo rastreó al C}iarl ic e¡n erl Atlántico norte.

l,) l cl isJtositivo funcionab¿1 mL'jolando la fbrma que el siste¡ma sonar convell-

, ior-r1f rcgistrab¿r los nivelcs de ruido en el océan(1. Tcrmaba como ref'erenci¿1

t irrrtos tonos, ¿rqucilos irradiados por ei Yankee mientras se movía a través

rlt ' l agua, qLle) si)naban casi crtlno las notas musicales prrlclucidas cu¿rndrr

, , lgt i i ,n sol ; la por sgbrc er l p ic<l c le una botel la. Dcspués dc nna cant ic lad

irr^rprrrtnr.rto cle ensayos clc ¡true bar y crror, la dotación rlel Lupott sÉ) dio cr¡ellta

,1uc cada voz que cl \hnliee c¿lía c¿imbialt¿r un¿¡ frecucucia en partictl l i-]r.

l lna c¿rícla a babor, y el tttno ela l iÉleramente más alto. Cuando el Yankee se

Irlc.jab¡, cl t6¡o c]'a más btr.jo. Si el tono cambiaba abruptamentci, significa-

l,a c1ur, el \hnke¡e estab¿l rcalizando un rápido c¿lmbio de r.un]bo.

El irnic<_¡ luf¿lr desclc c' l cual el Lapon r1o podía seguirlo era justo desdc

1ropa. Ar l i l 'crcncia ctc otros subrnar inos soviél icos c lLte ofrecíal l un ruido ( lc

i-,óiicr,-* f l ici l de iclenti l icar, cl Y¿r-rkee era lo suficienternentc silencioso des-

tle po¡ta conl() para hacerlrl ef'ectivamente invisible. Pol cierto, el Yankcc

haúrÍa s ic lo capaz cle¡ escabul l i rse por colnploto, inclusivc con el ar t i lugi t r

srrrr¿rr ¿rcliciot"t"l , l" l Lo¡trttt, si no hubicra sido por lo que sc trataba posiblc:-

¡re'ntc cle ¡¡a cleficicnci¿r cstructural. Haci¿r babor, las mítqtrinas dcl Yankcc

lrroclr-rcían trt¿is rnido que cLl¿llqtl icr otra seccióll del bu<1ue'

I)rrsclt: ost: molneltto. el Lapon h¿rbrÍa dc seguir ese ruic.lo dc mátltri-

n¿rs. Si ar t lncnt¿tba su intcnsic lad, Mack sabrÍa quc habÍa caído a babor '

Si cl Y¿rlkcer parcrcía desv¿rnccctse, probablemente había c¿rído a estribor.

En clt¡f i i i t iva la posición más ventajr)sa resultí l) ser algo abierto de l¿r

po¡t¿ c le lY¿rnkere, hacia cuaiquicra de las b¡rnd¿rs *ct tn el cclstadr l de babor

,,, ip,,.o m¿is ruiclt lstr. Dcscle allí, el nuevo clispositivo sonar captaba tonos

irr tensos, V el sonar c9¡r ' t :ncional registraba los ruic l t ls c ie l f iu jo de vapor

¡rrovc¡ieutcs cle las turbilras del Yanliee y l9s golpes protlucidos por su

irélicc: cada 'u,ez quer completaba una vuelt¿r. N{acl< y su tripulaciíln clcternri-

naban la velocicLad {el Yankcc contando esos É{olpes y registrando la cuen-

ta c le revolucioncs.Deciucir toclo cstq tgnrti cuatro o cinco días -más quc la cluracirjn tot¿rl

rlt¡ la mavgr"ía de los seguirnirtntos l lcva(los ¿r cabo hasta e-se motnentt.r ¿t los

I'uidosos subl"l 'r¿rriurls l lotcl, Echcl y Novembcr soviéticos. los HEN*' I ' trrt l

\f ack ncl rompelía el cclntac:tt l. En su lugar, continualía con el seguimiet-rto,

" l , i r b¿r l¿rt l r r r l l Wlrr t t ' .v N{ i rck" l ( i? '

t ' idcrrríi-t l¿i ftrrnra dc hacerlcl sobre la marcha. Ei proce-so de prucba ycrr-or- sc cxtcndiri por varios trozos de guardia, y eran NIack y su jef'e dernl iquinas quienes ernseñaban a cada uncl de los sucesivos Í3upos que Lrr¿llo qr.rc se había c lescubiel to durante las doce horas anter iores.

Nfack estaba dccidido a nr-r perder nuevamentc al Yankee, ospecial-mellte cu¿rndcl comprendió que cstaba con un rumbo h¿rcia la costa ¿rtlánti-ca cst i rdounidcnse. Una vez más comenzó a prerscindir del sueño, aunquese tornaba breves siestas cle 15 rninutos etr cornando, un truco que descll-bri<r err urr artícul<l del Reacler's Digest r-nientr¿rs estab¿r en la universid¿rd.

Días dcspuós, al Lo¡tot¿ cstaba todaví¿r siguienclo ¿rl \hnkee,. Mack co-metrzó a dibu. jar cn la cart¿r c l área de opcraciones dci Yankee, una cle laspiezirs c le intel igcnci¿r más cruciales que podía l levar ' ¿r su baser. Los sovié-ticos sc l i¿lbían cstablecido dcntro dc un corral que cubrí¿t aproxinrada-mente 200.000 nr i l - l¿rs cuadradas. Iban y venían erntrc dist intr . rs puntos,pcrtnanccicnclo ¿t una dist¿¡ncia entre 1.500 y 2.000 l l r i l las de los Est¿rckts[Jn ic los.

H¿rst¿r ese n)or)r( 'nto, la Arrnada habra erst¿rr lo convencid¿r dc' quc laUnir i l ' r Soviót ic¿r envi¿rr ía sus Yankec a dist¿rncias c lc l orc len dc las 700ni i l las der las costas cst¿rclounidenses. Pcro el c lescrrbr i rn ientr i c lc Mackayur lar ía a I t r te l igerrc ia Nav¿rl ¿r concluir c¡ue los l tLr( 'vos misi les SS-N-6clc l Yir¡rk<¡c tcní¿rr t rcal tncnte un alc i lncc dc 1.200-1 l i00 mi l las

Si t ' l Lopott no hrtbicra scguic lo ¿r l \ '¿rnkcc tan lc jos. hubierr¿r s ido di f Í -c i l ¡ rara los Estados Llrr ic los I r tat t te:ncrsc i r t fornraclos solrr t , l i r nLlc\ .¿r arnen¿l-zn nuclr '¿t t s<lv ict ica, aúu-r ctutndo el \ '¿rnkr, t : n l rv i :grrbl t ¡ ror lo quc'¡rnrt ,c i l i scrr- tn cajr in bien dcf in ido. Los Estados t ln idos h¿ibrí¿rn cst¿rdo buscal-rdo 800nr i l las r t t¿is ccrca de¡ l¿r costa.

Ahora N{¿rcl< tr '¡rz¿rb¿r ern l¿r c¿rrt¿r cl rlunbo cx¿rc'Lo <,le¡l Yankcc. Luego dcoscog(,r t tn á¡ca, vngrr l ia a aproxinrad¿rnrcntc [ r nudos rrntcs de tr¿rsl¿rcl¿rrscr i ip i t l l rnrente a otr i r ¿i L2-16 nut ios. Lucgo recir-rcía nucr '¿rnrentc [¿r vc ' loci-di ic l . Crrc l¿r 90 minutos. casi ox¿tctos. c l Yankcer c¿rnr l ¡ iab¡r dc rumbo. r \ r . 'cce¡s60 gl-¿rclos. ¿1 vLlccs rnt¡cho nr¿is.

r \ lgt tnas veces ¿r l dí¿r el Yanhec ascendía a plano dc per iscopi t . r paracon.runicarse, presumiblcrnente para recibir nrcnszr. jes de radio, y c:rda no-c:hr, ', ¿rl toque de l¿r medianocl.re, lo haci¿i para vcnti lar'. Entrer cliez y clieci-sóis veccs por clía h¿rcí¿i uu giro conrpleto para dcs¡rc'jar el birff le, escuchrtr.r-c lo plr i t vcr s i a lguicn lo est¿rb¿r s i ¡ ¡u iendo. Caci¿r vcz c¡ t re el \h¡rkc,e caía, e lLupotr caía con aquir l , t rat¿rndo de mnntencrsc c letrr is, apenas abicr to ha-ci¿r un¿.r bancla, protegido por erl cono cle ruidos prclpit-rs clcl Yrnkerc. (Lossr-rbnrarinistas estadounidenses tambión despe.jan regularrnerlte su bafl lecu¿rnclo están operanclo en el n-¡ar, pero nllnca io hacen siguiendo un pro-gr¿ula ¡rreestablecic lo. El d i f íc i l intrrrrogante de cuándo l iervar a c¿rbo esant¿rniobr¿r cra dejado ¿r un par de dados qLre -qe guarclabir en el <:omparti-r r r icrr tcr de cr¡ntrol c le l Loport exclusivanrcnte con ese propr is i to.)

l.r l la vez al día elYankce sorprendí¿l corl un¿r urall iobra sah'aje a altavelocid¿icl que la tripulación del Lapon llamó "Yankee doodle" porque se

Page 88: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

l r , . ' I ' ,1 ¡ t r t ;1,r t l l l r t ! l l i l l l l i i l ( l t l l l t

Lrr i¿r l t l r l ( 'cc lu( : i ic ion f i r rnt¿r l c l r : ] )uck t to tctnÍ¿r in l ¡ lor t r tnci i l i1 l )o l ' ( lo

, l , l Lrr¡ tor t . r lo l r r l t : l¿r m¿rvor ' l l r r tc c l t : l pcrson¿rl st l l )a l t ( ' r I lo t t r t l l i r r l t ' locl ls

rrrrr l r rs Ll l l i l ( 'dLlcacrr in apcnas aigo super ior ¿t l¿r cscLlol¿1 sc( l i l l l r l l l r ia. Flst¿.1

L,r . i r ¡ ¡ i i l l r ¡ l t i tL ld pl 'o\ 'cni{ ,nt( 'c l r ¡ la c l i iso t rab¿t jadrtra, p( ' ro cr¿l l l , ( r1) con-

lLtrr t ¡ . L l l l J)gco nt i is c l r :syt i r - ' r tos, t r r l poco t t ' t i is ingett l i r . rsos y n ' r r lcho t ' t - t i is

r l t ,st ' ¡s¡s d¡ sgport l r r largos l l tcs( ,s c lc conf inamierntr t quc c l t -s i cualql l i ( l r¿l cn

lr i , \ r ' r - r r¿tc l r i r ¡g¡ l¿rr . L¿i ntavoría dt : krs of i t : i i r lcs J) I 'o\ 'ení¿i r lc l l l Aci ic l t r t l l i¿r

\ r rval . I )et .o ¿t l f ln¿i l , l¿rs c l i f i : rcncias sc 'dcscl ibu. i r i rot t . Jt : r¿trc¡ t t í l t , cargo. cx-

l r i icc ' i r in soci i r l c¡n los n ' tc jorcs s l rbtnr i r i t tos nar l l l c lcr t :so i tupr l t ' tab¿t c l t : ln¿r-

. i r r r lg . fa l vr :z cra c l conf in¿imicnlo, t¿r l vt 'z I to ( tx i -qt í l r r l t r ¡ r f i r rnr¿r ¿rt lecua-

r i l r t l ¡ c¡¡c l ¡c i r ¡ ¡ suIrn¡r ino. l )cs¡ruós clc t t . rdo, L l l ta c l ( ] l i ts ¡ l r i t r l t : ras l t :cciOl l r ¡s

r l ¡ ( ,¿lprenr l í l r ctralquier Lcrr icntc con t Í tu lo t r t t iv t ¡ rs i t¿rr io er l t r l l t t l r lo consu-

lL l i r ia l l r :g i i r r l t : ¡ - l¿ is i¿rdo l r r jos s i r r la i ryuda t l t : los sr-rbol l t l i i i l t :s \ ¡ ( l torAl los y

rrrr l l tontr i l l r l r : c.¿r l tos r l r :sco-.os r lc c l tcot l t l ' ¡ t r sol l ¡c i t l l t t :s ingct l iosirq i t tor l r ls

l ¡s l t r . ¡ ¡b l ¡ r ¡ l is i r r i rn i rg intrblr , -* qut ' probr ib lctr t t : l t tc st l r Í l l r Í¿rI l n l t ¡s Lr-as l l lcs

i ' r i c l In¿tr .

A[¡r¿r I¿r c l6t¿ic i í r r t r l r rc \ { i rck h¡¡bÍ l i ¿trntaclo t 's ta l l¿ i por st ] r ¡ l r - l t :s ta i t

1r¡r . r ¡ l r r r . L;rr¿r scnr¡rrr : r c l r :s¡ruós r l r : z i i r ¡ r i t t ' , c l I 'oprtn rccibi( i L l l l I ) lc l ls¿t lc, ¿lqt lc l

, ¡Lrr ' \ { i ick h¿ibÍa csta( lo t 's¡ru 'anclo t ' l I6 c lc st :Jt t icr l l l l rc SOSt:S h;r l r ía

r l t , t t , r : t . l r r ls Lr¡ \ ' ¡nkcc ¿r l nol t . t ' r l t : Norut 'g l i . ] ls t ¡ rba s¡r l i t ' r l r lo r l t , l nr¿i t ' r lc IJa-

¡r , ¡ ts h¿ic i l i l i r r rngostur¿i dt ' l ( i i t l l i . t ln st 'gr t t r r l r t i t r reglo r l t :J SOSt.S ca¡ l t r i

Iu¡g¡ i r l Yr¡ t l i ¡ t ' l ¡ r i t :ntr l ts t r¿rnsi t .¿ib¡r j t rstr t a l l t r l t ' t t ' r l t ' l ¡ i is l¿r l lor t lcga cl( l

.J l t ¡ JI l iy¡¡ l l r l ¡oc¿t r l r , l cstrccl to r lc I ) in iutr l r rc l t , qt t ( ' , { ( ' [ )¿1r i l l r ( l r r lc t l l¿r l l r l ia

r l t , ls l r r r t r l i¿r Si NIrrck Jtrrc lu i i r i tcrcr 'p1 rrr u l \hnkcc i i r t t t :s r l t t t ' crr t ls igt t i t ' t 'z t

i r l r . l l \ ' ( 's l l ¡ l l l ¿ i r )gosLLl f¿r l ¡ r r : i l r l l i r lnrcnsir i i r r l r l t : l oct i l t t ro, c lot lc l t l s t ' l ' t i t I t t t lc l lo

i r i r is r l i f ic i l r Ie r : ¡ i :ontr in ' . t , l Lr t ¡ tot t ¡ rodrÍ i t i l t t t ' t ' t t¿tr un st 'gtr i l t t i t ' t l t r r . ( ' l r t l l t

, , ' ( ,2 ( l ¡c t ' I Lrr¡ tot t osas(, i l 'a ¡ r l r r r ro r l r , ¡ r t ' t ' isco¡r t r t , st t r lot l tc i t i l l t t r r l r l t i i t t r t t l l -

l r i r ;n l l r o¡ to l tunic lacl c lc r l¿rr Lrnlr In i r ¡ r r l l r Lr t t ' r ' t ' l t l t ts l tgr-r l ts t ' l l l lLs ( lL l ( ' ( 's ta-

¡¿i l r c¡rz l r ¡ tc l ¡ . ] , : r t r : lcv is ion I )oI 'J)cr is(ropio. ytr t l iv iz. I i l l i r ln l t 'nt . ' ¡ ' ¡ ' ¡ ¡ l t i t

i r rncior- l r t t tc lo.

l l i ¡ ¡ t r¿rs ] ' l l ic l i I t l rcí i i ¿r \ '¿¡ l lz¡rr ; i Lct¡ tor t ¿1 gr l t t ) r 'c loc: i t l l ic l l l l r t r i l t t ' l t ¡ -c

t l . t , t : l io c lc [ ) in¿Lnt¿u-ca. l ln ¡r ' ion ¿rnt isul t tnar i t l t l I ' - jJ Ol ' ion al iacl t l cr l t l f l l ' t l l r l

, ,1 r¡ ' r . r - r r ¡ l r¿r¡r ig¡Lo clc l \hnkcc. l ) l Lapott I l t :gr i i i l c l Í i r s igui t 'ntc I 'cot t ' l t ' l lzr i st t

¡ r l r t r . r - r i l i i c lgs¡t l i iz i i r - r r losr: lcntalur¡ntc en t t t to y r t tLo -sctr t ic l r l c l l t : l cx l rct l l r r st t r '

r l I l t ,s t rCcI ' r0 r . lc l ) inar- l t l i rc¿r. . j t rsto r t l sLlc locst( ' r lc Is l i r l lc l ia.

l ) r t r tp ic l l¿r .v I lg l l i r " rg. ¡ l s l rbof lc i r i l dc buquc, coiocr i L l t l l l l¿Ipi t ( ' l l la ( ' l l -

¡ l¿ l r ' ( , t i l c l ¡ l i t c lot¿ic i6¡ . I )c ¡rhÍ r :n nrás, r ' l ayu( l¿i l l tc c l t : t l : rvt 'g i tc i r in l l : i j i r r ' Í l r

¡ t t , r . i ¡c l ic : lutel t t ( 'p¿rra r l¿rr lc ¿r l i r t r rpulaciot l t t r t l r ic lc¿r t l t ' la pr ls i t : i r i r l dcl Lo-

7;r i r . Si col ts( ,guÍ¿rn pol i ( ' rsc ¿r la p¿ir ¿r l \ '¿tnkce, rogistr¿lr í l l ta l r l l iót . t 1a ¡ losi-

, , i , , , - r ,1, , ¡qucl . El cornpirr t i r csos clct¿r l lc-s cor- l I l i t r i l l t r lacir ln i l r l r cot ' i t r¿i Ias

l lot . l ¡¿ls c¡ r , ig¡r . . I rcro X' ]¿ick qr-rcr i l r quc sus hombrcs cst l t t ' icrrr t l i ' I l t t ls i¿is

¡¡ ic los. Or¡r¡ 11¡r : r : l sabur Io qlrcr cstabar l i r t tcnt¿lndo hi tct ' r c 'ot l l ¡ l t ' l ts l t t ' í l i l l i

i t r l t l i r l t 'sucl to ( l t l { 'cStab¿1 por cor l \ ' ¡ r t i rsc t ' l - l i¿ rr , 'g la t l t : l l l t rc¡ t r t '

' ' l , r r l ; r r l r r t i r r i l t , \ \ ' l r r t r"" i \ l l r , l i l ( ; ; l

l l¿t t l i orr l t 'nt i c l tbt ' i t ' ¡ - r - tcstos c lc conrb¿i tc nrodi f lc¿ido-*. ¡ \ su ¿r l r -e c lcdor., ' l t :ot t t ¡ . t : i t ' t i r l t i t ¡ t t to r . le control est¿rb¿i replcto c le hombrcs aprctu. jados cntr .cl r ts I t tcsas c ler c i i r t i is , cquipo-q c lc computacir in y controlcs de ¿ir lnas. cs¡tocl t ts st t -s corre-qpondi .cnLes osci loscopios. d i¿r lcs, instn.rmcntos c lc me¡cl ic i r i r - lv t 'qr-r ipos dt : re:gistro. L¿¡s tuburí¿is quc colgaban por tod¿r-q partes -qr)brc snsc¿tbcz¿rs hacÍ¿ln quc cl compart imicnto p: , r r r rc icsc ( le lo l ' ¡ rás conct¡rr i {o. E¡tr l cctr t r r t dc t r ldr l aquel lo cstab¿r c l cu¿rdr¿rclo dcl pcr iscopio. I )os pcr isco¡ l ios

-st¡ cr¡{uÍan -sobre c l pedestal c lc t rc inta cernt imt: t ros dc al tura. Justo t i 'cnte¡:r l l redt :stal , e i o i lc i¿r l c lc innier ' -s i r jn _V dos I) l¿rneros sc sentaban dispur:stosr l rdt tnad¿rtncl t t t : e¡r- t fonn¿r c lc pir : imidc, obst: rvando los nr¿inr imertros c ler pro,lur tc l id¿ic l . A part i r de esc ntorncnto, e l r :onjunto c lc¡ control de f i rergo, losol lcr i tclr tres s()11¿tr, los ol lci¿rlers clc r lerrot¿r y la guardi¿r clet inrncrsir in tr:n-c l l - í ¡ t ¡ t c los intpcrat ivos: encontr¿lr a l Y¿tnl<cc r ' i r .npedir quc:rqucl err- lcontra-ra aI Lo¡tort .

f r¿t t rscrtrr i t i sol¿rt t rente un cl í¿i i intcs c luc c l Y¿rnkec p¿ls¿lr¿r ¿t l cstc delLoprtr t . El sonido r le l submari l . to cra t¿rn dóbi l t ¡ t rc los sonar ist¿is c¿rsi fuc-t 'otr i t tcapac(r-q c lLr dotuct¿rr lo cntre c l c lanror dc los l t r - rqucs pcs( lueros ccrc¿t-t l t ls v la ¿rbul tdanl .c v i r l¿¡ nt¿rr in¿t. I 'cro ¿r l l Í est¿rb¿r, un I igcro Lct 'nblor c¡r r ' losci losco¡r io. la int i rgen clcctrr in ic¿r dt¡ l s l rbr¡ar ino sor, iót ico. Esto no ib¿i ast ' r f i ic i l . l ln las ¿t l lL. I ¡ ls rL l idosi is f ientc ¿r ( l rotrnl¿rndi¿r, c l subntar ino pr idíuoírsc t ' t t t rc c l t :str t - rp i to sol¿inrt ' t t t .c cuanclo sc t rncontr¿i l t¿r c l t :ntro dr¡ l i rs 1.400yarclas c l t : l Lapon.

l l¿ ick orr lcntr t uI I ' r tport t tn rulr tbo suclr¡sLi ' . Ib¿r ¡r t r¿rt .ar c le l lcr .ar a c¿ibottrr " -s¿t l to v dcr i r '¿r" . l ) l p l i rn oru naveg¿ir t tn t ' .1 Lo¡trn¿ ¿r 20 nu( los c lur¿rntca¡troxi tn:rc l : t t ' l ' tcr- t tc mt¡dia l ror¿r h¿rst¿i un Iugar por dortr l r : ¡ toco t ienrpo clcs

¡r t t t ls ¡ r i ts:u ' Í¿i t ¡ l Vinkt :c s i rn¿rntcní¡r su rumbo. Ltrcgo t : I Lrrpott . r r : r lucir í¿r suvt ' locic l¿rd a i l -5 ntr t los. dcsplazl inclose lcnt : rn l ( 'ntc r l r l uno \ . otro sr :nt ido, .ycsr: t rc l t¿rr Í¿r.

El Y¿rnl iee sc l t rcscntr i , pcro ( lcspLrús dt 's i r ¡ l r rccio nucv¿rmentc. NI¿rcktrst¿t l r l t ¡ t r t 'ocuplr t lo. Los sovi t i t icos no est l rb¿rn s igtr icnr lo l¿r dcrroL¡r csl)cr '¿ir l¿ i . ( l¿ i t l l i vcz c luc st ' rccibÍan los sonido-* ¡rroclr-rc: ic los por t , l Y: lnkee, st : los

¡ l t ' r 'c l r t t c¿rsi i l i lnr :c l i¿ l t¿ir l te l l tc , cnln¿lscarados por r¡ l r \ t l¿ int ico r . iv icnt t : q l i r :i t i tora st : habí¿r vut ' l to ¡nás ruic loso clcbic lo rr l¿rs curr i t :ntr¡s v io lcnt¿rs J)rovo,cl ic l i ts ¡ ror l¿r I l tcr te tornrcnta ¿irr ib¿¡ dc c l los, f l¿rck c¿irninaba pr l r r ; l colrr-

l tar t i t t i i t : r i tLr t lc col t t ro l , f iu-qtraclo por tcnt : r r luc rcptar a c i r :g i rs ¿r l r r : r l t :dot 'c lc l or :c lu lo s¿rbicnclo 11r-r i : c l \hr-rkr :c t :staba t¿'ur ct¡rca.

I ' ) l I 'u¡ totr cncontr 'ó.y ¡rcrc l i r i a l Y¿inkcr: r .¿rr i¿rs r . .cccs c lLrrantr : los c l í¿rsstrbsiguict t tcs. Lucgo, en cl cu¿rr to dÍa, t ¡ l \ '¿rnl iccr a¡tareció nLlc\ .¿tnlel t t ¡ .l fs t i r vc 'z t : I Lo¡tort lo s iguió, pr i tncro dur¿rntc una hora, dc-s¡rr-rcs c lur¿¡r-r tcclos. lucgo r l t t t '¿tntc- t t 'cs. L¿ts hól ices r l r ¡ l Y¿rnkcc girab¿rn ¿i Lrn r l tmo cons-latr t t ¡ ¿t t r¿tr 'ós c lc los at t r ic i - t l ¡ r rc 's de ]o-* sor- lar istas. Sci-* hol '¿rs, c locc i ror¿rs,c l Yirr- iktr t 'est¡ lb i r tocl¿rvÍa ¿i ur t rLrnlbo const¿urtc a pro¿r c l t : l Luport . I 'erro ¿tl i t - ' d i1 lc i ¡ ¡gho l lot '¿rs c l \ '¿rnkce r le saparccio c lc las pantal las c l r : i son¿rr. percl i -cio r l t t t ' r '¿tt t tcrrtc. l '11 f lorccir:ntt¡ drar¡r¿r -{ubacuii t ico clc \{¿¡ck habia f i '¿rcas¿rclo.

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I r ; .s l , ) l . i t r t 'go t l r ' l r r ; i r r l l i rur t i t 'grr

¡r ; r r t ' r : i l r a l l rs f iguras retorcidas que la gente dibujaba en los anotadorcs dir

' 's t l ' i tor io. El Yankee haría una ser ie de rulos, generalmerl te una f igura, on firrrn¿r dc ocho o algr-r por el esti lo, quer terminab¿r con un rulnbo opuesto:r l r ¡ t rc l levaba al in ic io. Desviándose a Liabor, haría cntonces una caída delFiO grados, seguida después por una sergunda caída de igual magnitud,, l lsprrés una caída de 90 grados. a cont inuación una de270 grados, y f inal-rrrcntc c los caídas más de 90 grados.

El primer grupo de caídas parecía diseñado para deterctar a ur1 intru-so (lLre lo siguiera a corta distancia, y el scgundo grupo para detectar a otrostrbmarino que lo siguiera a mayor distancia. Todo esto se cumplía gene-¡ l r lnrentc a al ta vclr¡c idad, en ocasiones dos veces, l rna a cont inuaci í ¡n de la,r t r¿r. El proceso entero tomaba cerca cle una hora.

Si el sonar del Yankee hubicse sido algo rnejor, la maniobra podríalnbcr sido cficaz. Pero parecía que los soviéticos habían cometido un error,lc cálculo fündamental. El Lopon podía escuchal l¿rs caídas y apaltarserlcl camino mucho antes de qr-re los soviéticos pudieran detcctarlo. Dc he-clro, los sonaristas del Laport dcscubrierr)n que su equipo parecía tenerrrr¿is dcl doble cle alcance que el sonar soviético. Bn buenas condiciones, clLapon poclía dctect¿t¡ un buque de supcrficie a 20.000 yardas dc¡ dist¿rncri¿r.I 'r:ro cl Y¿rnkee ter^ría que acercarse a lncnos dc 10.000 yardas del nrismobuquc ant,es de evidenciar rcacciírn alguna.

A mcdida que el seguimiernto efectuado por el La¡tor¿ se volvía rutin¿r-rio, X{¿rck pudo finalmcnte abandonar las siestas qu€r se sllcc.clieron hastacscr momento. En rcalidad se dirigía a su cántar'¿r para recostarse y donnir,riunqucr nlrnca más de 90 minutos. Nunca se pcrclió un cambio de rumbo tirrn Y¿rnkce doocllc. No obstantc, fue durante uno cle escls períodos de des-c¿in.so qLlc \{ack conretií i cl t:rror más grande cle la nlisirin, tal vez el errornrás granclc de su carrera. EI cocinerc¡ dc la cam¿rreta despertó a NIack porsr-rgcrcncia dc un oficial moderno quc consicicró que su conrandante prefe-r i r ía sacr i f rcar algo clc su sueño a cambio de su ración nocturna de bucl ine-qrlc ¿rránclanos. Sobrcsaltaclo. N{ack dc'jó escapar l ln lugido, el cocinero saliírcorriendo y los buclines y el czr{é salieron volando. En cse corto lapso. N{ackh¿rbía destruidr.r posiblemente el privilegio más importante jamás of recidoil Lln comandante dt,r submarinos: sus amados budines de ar¿indanos reciénlrorneaclos, cortaclos al mc'clio y untaclos con manteca. Nttnca más se ¿rtre-vería alguien a l levárscl<ls, no en ese entonces, ni cuando la tercera sema-na de seguimiento dio paso a la cuarta. y luego a una quinta imprevista.

Para ese entonces, los trcs oficiale's que se rotaban cn la guardia dcr:onrando del Lapon conlprcndieron qlre habían entrado en sincrcurismo consus contrapartes soviéticas. Ciertarnellte , cada norteamericano podía iden-t if icar a su "compariero" sovieit ico mediante l igcras dife'rencias de esti lo enlos Yankee cloodles y otros cambios de rr-rmbo. Les asignaron nombres at'sto.s soviéticos -"Terrible Tcrence" y "Wild Will.y" fueron los dos más me-nrolables- y comenzaron a realizar apuestas lespecto de cttan bien podíant,l los predecir Ia siguiente maniobra del Yankee. Tindal ganaba la mayoría

" l ,a brr l¿rd,¿r dc Whitc-v Nl¿rck" 169

clc i¿rs vccos. Los sonaristas también se incorporaron al juego, danclcl suinterpretación de los sonidos que recogían dél interior áel yankee. Lossonidos de zafarranchos, bombas en funcionamiento y otros ruidos con-du.ieron a algunas bromas vulgares, en su mayoría humor de sanitarios.[Jn ruido rnetálico seco era registrado automáticamente como una tapa deinodoro cerrada repentinamente, y cada vez que los sonaristas del iaponescuchaban a través de sus auriculares el ruido cle aire que pudiera

"o.i"r-ponder al soplado de los tanqucs sanitarios, informaban, con suma serie-dad: "Comando de sonar, acabamos de ser defecaclos".

Cada hombre de la dotación, incluyendo al marinero más joven y alcoci¡rero de tropa más moderno, estaba participando del juego. Mack áejtique cada uno de ellos tuviera su oportunidad de trazar r.uino la derroladesarrollada por el Yankee. Era una actividad arrebatadora para los tripu-lantes jóve'es. Estaban formando parter del seguimiento

-á, prolongado

cle todos, clir igido contra uno de los sistenras m¿is clelicad()s que los soviéti-cos h¿rbían puesto en el mar, .y estaban cgmpletamente inyri lucrados en elproccso. La cxcitacirin se estaba extendiendo desde cl submarino a ticrra.NIack había l lcgado a conocer los hábitos del cornandante del yankee losuficientcnrentc bien corlo para ser c¿rpaz clc preclecir cuándo irían lossovióticos a plano profundo, ,v aprovechab¿r esos instantes para l levar allopon a plan. der periscopio y transmitir rápidamente un mensaje a lclsP-il Orion que estabatr volandr¡ ¿r gran altura s<lbre el área cle patrullar clell '¿rnkcc.

'Iodo continurj clcsarrollándose bierr hasta quc uno clc los Orion casiarruina t<¡do el csfuerzo. El p.i loto debiri h¿rbcr derscendiclo más de lo queclebía, porqu(r cuando el Yankee' subiíl a ¡rrano de periscopio, su tripulación¿rvistti ¿rl ¿rvion y se slrmerÉiió inmcdiatarncnte. {l Orion ,sc. alejó uelornrcn_tc. Los honrbres et el Lnpon escucharon todo el dr¿rm¿r, sin que su subma_rino fuera cletectado. comprendieron que. aunque cl orion nania sido avis-tado, los soviéticos no parecían saber que estaban siendo seguidos tantoclc'sde ci agua como desde el aire. De l-recho, esr-r pareció ser alsí hasta quealguien en Washington cometió un gran error.

Los rumores e'n la fuerza de submarinos dicen que füe un almirantedc¿ la aviaci(rn nav¿rl que fi l trí l informacirin a un pelií idico que poclía an.re-rrazar la misión La f i l t ración no especi f icaba que el Lapoisa encontrabaen erl rnar siguicndo un Yankec, y ni siquiera decía qrr" ,r.r submarino so-viótico arrnado con nlisi les balísticos estaba, en ese mismo momento, va-ganclo a una distanci¿r entre 1.500 y 2.000 mi l las n¿iut icas f rente a Lrs Es-t¿rd<rs fJrriclos. Pero el 9 de octubre de 1g69, elA¡c¿u yorkTirnes publicó enprimora página u¡r artículo cuycl tÍtulo decía "Los Nuevos submarinos So-viót icos Son Más Ruidosos Que'Lo previsto, , .

( ]u ien<f iera que haya desl izado la histor ia no estaba al tanto de losdescubrirnientos de'l Lapon o los distorsionó, porque lo que el z¿rnes infor-ntó fuc mucho rrrás tranquil izador que la vcrclad. como N{ack había va

Page 90: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

l ¡ ( ) l ' i l l r r r '11, , r l t ' l r i g l r l l t r l r t ' icgi t

, , , rn¡r lo l r i r t lo, los subtn¿ir i l r r is c l¿rsc Yankerc eran por mucho los rr l¿is s i lcn-. i .Sr)S ( l r ¡ r , lo:r -coviét icos habian puesto en servic io *aunque ios submarino-*, ' t l r r lounic l t -ns( 's eran aún nt¿is s i lenciosos.

Alcr in c()mc)nt .¿t l ' io sobre t : l ar t ículr l c lebi t i habcr l legaclo h¿ista la

,\r 'nrirda soviótic¿r y al courand¿intc del Yanketet. Flr¿l es<t. o aquól se habí¿l, r r r , l to rerpcnt inam€rntc pi t ranoico. Alas pocas horas de l : r pubi icacir jn del

rrr '1 ículo, t . l lornt¡ntos c lespuós que cl Yankcc'real izar¿l su v i i ' r je n()ctun)o a l i l

¡ r rof uncl idacl c le per iscopio para recibir s l ts nrensajes, r r lmpió con toclas sus

lost i rmbres. Dc hccho, sc volv i r i loco. El Y¿rnkec. cayí l repcnt inamente 180

l¡'acl9s v ¿rvunzrj conl() ull bri l iclo de vuelta encontr¿rd¿r sobrer su derrot¿rrrrr ter l i r l r a 20 nuclos, d i r ig ióndoscr c¿is i d i re ctamerrte i raci¿t c l Lapon. Eso uoic p¿lrccía en lo m¿is míninto al cr,rn.junto calculado de c¿rÍdas qtte collfbrm¿l-

lr¿in el Yankee clclodlc. ' fanrpoco rcsprindí. 'r ¿r la rutina cal¡na de ias caÍdasg(,ncr¿l lmc'nte lcnt¿rs dcl \hnkee, esas mauiobras para despejar el baf f le.

Est¿r era una c'strat¿tl lcrltt l desespt:rada, trna búsc¡ueda a tt ldo rl n¿tda

t 'nrplcndic la ¡ror krs soviét ict ts p¿1r '¿t vcr s i a lguien los seguía. Estc cra l<r

r i l t imo cn r iñ¿rs der gal los. Esto I 'ucr lo que la f 'uerza dc strbmarinos est¿tc lo-

rrrr id etrsc deuominir " Crnzy Iv i l r t " .M Yankee vino ¿r l¿r c¿rrrera por el agu¿r, cott su imagen llenando las

l)¿lntal las en el compart imicnto dc control delLct¡ tor t yel ru ido de su mar-

cha vcloz at¡ l l¿rndcl a t raveis de los aur ict¡ lares de los sol t¿rr istas. Sonaba

com() ul l t ren de carga corr iend<t dentr<l de un túnel : "Chtrcún-chucún. chtr-

cún-chucún, chucún-chttcún . . . " ."Ese bastardo se nos vicne encima", di. jo impulsivarnente alguien cn

cl compartimiento del control. Los hombrers se pusieron tensos' aunque sa-

lrían que el Laport tndaví¿r cstaba a 100 mctros por debajo del Yankee¡ mien-

tras aqucrl pasaba ciegantertrte ¡ror estribor. Naclie ignorti la ironía de que el

Y¿rnkce. en su carrera a gran velocidad, había desapr<x'echadc¡ la oportuni-

dad de detectar al Lapcttr . El Yankee siguió buscando, nloviéndosc en círcu-

los durante horas, pe'rt l N{ack respondió con sus propias maniobras evasi-

v¿rs ejercutadas por una tripulación que había estaclo cubriendo pttetstos clet

r.ombate dt¡rantc toclc¡ el clr¿rma. Mack se rehusó a dar por terminada la

¡rcrsc 'cución. El t calrbio, es¡ter 'ó a que el Y¿r l rkerc- se calmasc. Después ct lnt i -

nuo cott l¿r rn is i r in.Fll 13 de octubre, casi ttn mcs despLles que comenzara el seguimicnto'

r:1 airnirante Schade envió un mcnsaje secleto al Laport: "EL .t lnrln.w'L¡l

N'Ir.,onuu c()x{LINICA ettE UL St:Ctts'r¡Htrt DE DEFENSA Y TODoS EN WASTIINGToN ES-' ] .ÁN SIt iUIENDc] I ,A O} ' ! ] ITA(. ION (.(J\ i . ]S] , I ]CIAL INTERE-q Y ] ]ES].A(]A C(]N (}RAN PLA.]EI i ) '

I r i t ( i l ' t . l -o t i l , I )E-sut{ t 'DN() s() I t i i l is , \1- t } .1\TI t l )E 1 ' ( )1X)S LOS f ' , r \R' l ' l ( l l lA} i ' lES. coN{I 'AR'f t )

s l r ( ) t ' lNIoN".

El Lctpon continuri t l trr '¡rntt¡ ci resto cle 1a patrulla del Yankee y ders-

¡rrró,s algrin tiernpo rná-q nticntras los soviéticos tomab¿rn un rumbo casi

" [ ,¿r b¿r l r r r l : r r l t ' Wlr i t t ' -y N, l¿rcl i " 17 I

clirccto a su p¿itria. Ya no hubo más Yankee cloodles, ni Orazy Ivans. EIY¡rniroe adoptó una derrota hacia la angostura del GILiK, clonde el Lo¡tonlo dejr i e l 9 de noviembre.

Una r.cz más, Tourtny Cox se \¡io inpirado para conrpotler, _v csta vezprersentri "L¿r balada de Whitey M¿rck":

\\rhitey se ha hecho cargo del (:otttendc¡.Ahora tenía abLtnda.nte trobajo por deLarúe,Y cctdo hontbre ct bordo sabía mtn, bien.Qrt<: cuanclo ln at'ci(tn se porticr Ltifír ' i t,Ett estc juego rlc "La gallino tiego",De a I g urta fo r r rt ct t, o rt seg uí a e st' o L¡ u L l i r se. I

Los versos de f)ox dab¿rn justo en c¡ l b lanco. Re¿rlmente era como cl. iuego de la gal l ina c icga, un. j r - rego nrucho rn¿is pcl igroso quc las nterasopcracioncs clc ocultaruiento ¡z espiona.je. El é:xito de Mack m¿rrcó el co-mie'nzt l c l t ' una nueva misión para la fuerz¿r do subn¿rr inos. l )e ¿r l i í t ¡n ln i is ,la f lot¿r.se conccntrarÍ¿t en seglr i r en c l r lar u los subntar inos soviót i r :os¿tt l t t¿tdr ls con misi lcs bal Íst icos. Los submarinos dc ataque estadounic len-ses sc ctinvirt ieron rcpentinamentc cn partícipes crit icos de 1¿r def'cnsaestratcgica nuclt:ar der l¿r nacirin. Y cncabczarí¿rn la m¿lyor cacería maríti-m¿1 de l¿r historia nav¿rl. Pero por el nr<lmcnto, mientras l levaba a,I Laponde regrcso ¿r Norf'olk, Nfack estaba gozando cler la gloria que finalrncnteI t t pertenccrí¿r. Los mcnsajers de fel ic i taci í rn inundaban los c i rcui tos dcco t-¡r u n ic¿rci<lrr es. i

Meses dcspués, <: I Lapon recibir ía l i condccoracir in m¿is al ta. janrásotorgada a los subnrar inr)s, la Me¡r-rc i r in Presidenci¿r l para l ¡ r [ ]n idad.whitcv Mack re¡cibir ía la Med¿rl la por Servic ios Dist inguidos, el honorpersonal más alto que laArmada conf'erí¿r ¿r sus oficiales cn ticnrpo dc paz.

'I N. t l<:|. ' / l : I l l tcxt.o original dc l ir bal¿rcl¿r cs:Wltitt:y's gol. the dacl¡ attd th.t' Cr¡nn.NouL lte ho.d qu.ite n job to rlo,And euery notT lrL boar/ ktt . t :LL',When !.lt.e going gt'tt rottgh,In this ¿lante of "Blínd fu[an.'s l)lulT',S¡¡r¡t¿hr¡u: he'd pul l har thntu.gh.

: ' NIack fue' i l fbrnr¿rdo por un ¿rlmirante quc sus honlbres recibir i¿in el rcccl-noci lnie nto pri :sidencial, cert i f icados PLIC y dist int ivos, cl) un¿l ceremoni¿r lan se-ct 'et¿t cotno -*u uri-qiótr: sr ' les di io cordialnrente que sLrs cspos¿rs c hi jos no est¿rb¿rninvitados. C)otno respue-qta, Nfack infomró genti lmente al almir¿rnte kr quc podí: ihacer con l¿rs I 'uc. I ln 1o que a N{ack conccrnir, no habrí¿r condecor¿rcrones nicerelnott ia ¿l u)cnos que las famil ias de los l lon¡bres pudieran estar ¿r11Í. Se ln¿r¡t¡-

" 'o f i r tne, v l inal lnente. las condecoraciones fueron entregadas en las cntr¿rñ¿is dc.

acero cle un buque de la Armada, con las farni l ias presentes, sin que se di jese un¿palabra de cómo y por qué los hombres habían gi in:rdo es¿r condecoraciór-r f i rmadapor el presidentc.

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l ( ; l

l ,¿rr¿t c¡ntctnces, casi todos los oficiales y algunos tripulantes habían

rrrsrrr lo vaf ios días casi s i r r dormir . Mack solamente había dormitado, de a

rrnos nr in¡ tos por vez, la m:ryoría de las veces mientras permanecía de pie(.l l (,1 compartirniento de control. Y ahora, para estos hombres, la corriente

, l t ' r rdre¡ál ina que los había sostcnido por tanto t iernpo era reémplazada

l)or Llna desilusión prof'unda.Nadie expresó lo que era obvio. Nadie quería decir que tal vez era

rnr¡tosible efectuar el seguimiento de esta generación nueva y más silen-

t. io.sa de submarinos soviéticos mientras surcaba el discordante océano.

N¿idie deseaba rendirse.compartiendo la desilusión de N{ack desde Norfolk y washingtorr,

I).C., dstaban el capitán de navío Bradley, el vicealmirante Arnold schade,

tlue todavía era el comandantc de submarinos en el Atlántico, y el almiran-

tt ' Mogrer, cl CNO. Habían pelmanecido en contacto constante mientras

I{ack transrnitía los inftrrmes de situacicin por UHF a aviones estadouni-

rlr¡¡ses volanclo prlr encinra de é.l. La Arntad¿r, a su vez, m¿rntenía actualiz¿r-

rlgs ¿r los ayuclantes dc'l Presidcntc. Nixon ostaba siguienclo la operación en

l.iern.rpo reral .Los almirantes ordenaron que tridas las instalaciones SOSUS en el

rirc¿r busc¿rsen al Yankec. También se incorporarcln a la búsqucda avioncs

P-3 Orion. Pero en amb<ts c¿lsos, c l esluerzo fue inút i l .

Nlack clecidiír corretr r-tu t ' iesg<l ullormc. T?as l lamar a su plana mayory personal clc navergación ir l¿r c¿imllra clc <lf ici¿rles, I{- 's comunicó que iba a

,iband,rn¿rr el internto c1c cletectar al Yankt'e cerca del cstrecho de Dinamar-

ca. En cantbio, iba a tratar cle cstableccr hacia dónde se dirigiría más tarde

t, lYankee, y t rataría de perseguir lo hasta su dest ino. seguidamente Mack,

su segunrll com¿rnclante, charles II. Briclicl l Jr., el jefe dc máquinas, Ral-

¡th L. Tinclal, y gtr<ts, se inclinargn s<lbre¡ las cartas y comenzaron un inten-

, , t iutgo cle "qué pasaría s i" , poniéndose el los mismos err e l lugar del co-

ntand¡utc c.lel Yankee. La desesperación pesab¿l tanto colno la lógica cuando

rlcciclieron finalmente intentar descubrir el rastro del Yankee varios cielr-

tos dc millas hacia el sur, cerca dej las islas Azores pertenecientes a Portu-

gal .El Lctpon se dirigió rápidamente hacia allí y durante tres días efectuó

Lrn rastri lfqje cerca clel punto establecido. Demasiado tiemp<), se quejaba

Nf ack. Hizo otra conjetura y desplazó el submarino hacia el oeste. casi tan

¡rronto como el Lapon emprendió su nue\¡o patrulla.je, su casco comenzo a

i'everberar con el lechinar de metal contra metal. Mack apareció corriendo

c'n el compartimiento de control. El oficial de inmersión informó quc c'l

[,apon cstaba disminuyendo su profundidad.

El submarino, de 4.800 toneladas, había quedad<,r atrzrpado en la red

tlc t in buque pesquero de altura, enreclado entre las pesas metálicas y los

gruesos .u¡t". de aquellar. EI Yankee pridría pasar a slr lado en cualquier

rrrornento, y elLapon estaba balanceándose junto al almuerzo dominguelo'

' ' l , r r b i r l r r r l r r t l l Wl l r l t .y N{ i rck" 165

[,os pcscaclt)res no dem<traron mucho en rendirse, o eventualmentecort¿troll su red. De todos modos, abandonaron el área con la historia násgrandi<-rsa de su vida sobre la presa que se les escapó. Pero un trozo decable clel prsquero había lograclo.enrollarse alrededor de un clispositivosorl¿]r en la proa de.l submarino. No había forma alguna de que el Luponpudiera ef'ectuar un seguimicnto silencioso con el cable a la pendura ygolpeando contra su cubierta.

M¿rck no tenía opción. Esperó a que oscurecieso, y después ordenósalir a superficie. Rezando ahor¿r para que el Yankee r¿o pasara, al menosno cn cser rnomento, ernvió un hornbre afucra hacia la vela con un enorrnopar de alicates. Su apr,resta se vio recompensada *el cablc quedó libre y elLaprttt cstuvo l isto cuando el Yankee apareci<i doce horas después.

Estn vez, N{ack e¡staba decidido a no perder el submarino soviético.Esta re,gi<in más.al sur del Atlántico no era tan ruidosa como las aguasfrentc ir Groenlandia, ¡tero el Y¿rnkce t<tdavía era más silencioso quc clral-quicr subm¿rr ino al qucjnntás hubiera intentado seguir un buquc cstado-rrnic lcnst : . Había l lcgtrdo ci mome'nto de cmplear un¿r táct ica nueva a la queM..rcf< irpocki do inmcdiato "seguimiento cercano". El Lapon se pegarín ala popa del Yankce, navogando a no más de lJ.000 y¿rrc las de distancia. Másdc 4.000 o 5.000 yardas cle ale¡'amiento, y el Yankee se pcrclcría.

La estrategia de Niack era arriesgada. Arro.jar 4.800 toncladas tance¡c¿r de I cnortno Yankce era peligroso. l lr lrmalmentc inclusive l¿rs unid¿r-des clc sugtcrficie trataban de mantencrsc apartaclas clos rnil las por tentora las cr¡ l is ioncs. Y el Lupcsrt tenÍa la preocupación adic ional de la detccción.M¿rck scnci l lamente esperaba que cste nuevo submari l to no tuviese un so-rrar rnc.jor que el dcr sus prcdecesores.El Lapon cst¿rb¿r tan cerca que tr-rdclIo que alguien tenía quc h¿rcer cra dejar caer una pieza de equipcl o golpcaruna ¡rorta estanca e¡n el ir-rstante equivocerdo para que inclusive el equipn-l-t i icnto tlbsolcto de l¡ls sovi(:t ic<ls pudiera registrar la so¡nbra n<lrtcanteric¿tna.

Trlclos a bordo conrprendieron e'l r ic'sgo que estaban asumiendo, peron¿rdie se ¿rtrcvií l a cuestionar a Mack. Nadie tuvo tiempo para hacerlo.Ahor¿r se había vuelto crucial dcscubrir cómo sonaba el buque soviéticocuando reducía su velocidad, o caía. Hasta que el equipo de sonar ist¿rs delLct¡tort pudiera averiguar qué combinaciítn de chasquidos y tonos coinci-dían corr las n'raniobras serlaladas, antbos submarinos cstaban cn serio¡re'l igro de cc¡iisirin .

N'Iack ordcnó que el Lo¡tcttt se deslizase por el costado del Yankee y secolocascr detrás de aquél micntras sus hr¡mbres emprcndían la tare¿r dee.ncrintrar lns rcspuestas a un damero de preguntas. Nuevamentc, Macksc cnfi ' t 'ntri a sí mismo cn un juego de "qué sucedería si", tratando de po-r' lerse en cl lugar del corn¿rndante soviético, preguntándose qué haría é1,y cuánclo. -0ra conto t r r rbajar sobrc un juego de palabras cruzadas r luygrancle y dilíci l. Una respucsta conducía a otras. LIn espacio en blanci)daba origen a varias alternativas confirsas. Todo lo que podía hacer la do-

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l ' i ' . ) . I , l l . i r r t 'go c l t ' l i r g i r l l i r " ra c icgi t

I 'rrro firer uno de los mensaies enviadcls cuando el Lctpon estaba toda-virr cn su tránsito de regreso a su base lo quc complació a Mack más que

t Lutlrluier otro elogio. I '{o estaba dirigido a Mack ni a su tripulación. Empe-ro. t ' l mensaje fue enviado a todos los demás submarinos en operaciones ent,l Atlántico: "Apártense del camino. Whitey está regresando". La orden.r'rr clara. Todos debían cederle el paso y dejar clara la derrota del Lopont,n su vuelta al hogar.

Cuando Mack escuchó aquello, golpeó su mano con el puño y dijo:"' l 'r¿iguense sus corazones, obsecuentes. Whitey está volviendo a casa". 7

'AQIÍ SE VIENE.. ."

Whitey Mack había establecido el nuevo estándar, uno que los otroscomandantes estaban descsperados por igualar -en realidad, desespera-dos por superar-. El seguimiento de los submarinos misilísticos soviéticosse estaba convirtiendo rápidamente en Ia misión más crucial de la Arma-da, aunque no todos los hombres que conducían estas cacerías peligrosaseran tan hábiles como Mack, o tan afortunados.

Al menos dos submarinos pusieron a los Estados Unidos al borde dela alerta nuclear cuando transmitieron que el Yankee que estaban siguien-do había abierto sus compuertas de misiles y parecían estar l istos paralanzar. En ambos casos, los submarinos estadounidenses volvieron a trans-mitir rápidamente la información de que los soviéticos estaban realizandosimples zafarranchos.

A los pocos meses de la hazaña del Lapon, se produjeron también va-rias colisiones entre submarinos norteamericanos y sus pares soviéticos,accidentes que comprometieron los esfuerzos soviético-estadounidenseshacia la distensión. Cuando el USS G¿¿lo (SSN-615) se estrelló contra unviejo submarino misilístico soviético de la clase Hotel en noviembre de 1969,Sergei Georgievich Gorshkov, que fue comandante en jefe de la Armadasoviética durante mucho tiempr-r, envió buques de guerra aI Barents enbúsqueda del intruso. Esperaba encontrar pruebas de que el Gato se habíahundido. Gorshkov no era un hombre sediento de sangre, pero la colisiónse prodqjo dos días antes del inicio de las conversaciones sobre control dearmamentos programadas para l levarse a cabo en Helsinki, Finlandia. Leresultaba llamativo que el presidente Richard Nixon y su asesor de seguri-dad nacional, Henry Kissinger, pudieran proponer negociaciones sobre ar-mamentos cclmo si f 'ueran un sencil lo apretón de manos, mientras permi-tían que sus submarinos invadiesen aguas soviéticas.

La evidencia del cuerpo de acero del Gato le habría permitido a Gor-shkov responder con un duro golpe al apretón de manos. Pero sus fuerzas

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l ' , I l , )1.¡rr t 'go r l t ' l i r g i r l l in¿i c ioÍ{¿r

n{){ ,n( :or l t laron nunca alGato, que había sal ido corr iendo de ¿r l i í , con suslor ' ¡ rcrc los armados y l is tos. Cumpl iendo órdenes de los comandantes de lal, ' lot¿r dcl Atlántico, el comandante del Gato preparó informes falsos delrr rnisit in que mostraban que su buque había suspendido su patrulla dosr lnrs ¿rntes el accidente.

Los escapes difíci les, especialmente aquellos que por poco derivan enirrcidentes de magnitud, casi sien-rpre eran omitidos cuando los oficiales deir i te l igencia de laArmada iban a infbrmar a Nixon y sus ayudantes. 'Por(,s(), no se ejerciri presión alguna sobre la fuerza de submarinos para querntcrrumpiese sus descaradas opcraciones, inclusive después de otrasi los col is ioncs menos importantes en 1970, una en el Barcnts y una en el\[cditerráneo.

Sin cmbargo, ese año hubo un tercer accidente, uno que fue tan vio-Icnto y severo que la Armada no tuvo otra alternativa que informarleinmediatamente a los máximos funcionarios del Pentágono y a Nixon.

Sucedió a fines de iunio. EI USS TcLutog (SS¡/-639) se.estaba dirigien-rlo a aguas saturadas pr-rr el tráfico soviético frente a Petropavlovsk, lagran base de submarinos misilísticos en Ia península de Kamchatka en elPacÍflccr norte. EI comandante del Tatúog, capitán de fragata Buele G.Balderston, era un hombre de treinta y nueve años de edad, difíci l dc ame-clrcntar, que ya había derrotado a la fiebre reumática infanti l, y crecidolrast¿r alcanzar una estatura de 1,93 metro y convert i rse en campeónnc¡rteamoricano de natación y pista. En la Universidad de Nebraska habíacstudiado krs escorpii ines del desierto y dcspués se incorporó a la Armadadurante la Guerra de Corea, donde al poco tiempcl se lc asignó la responsa-bil idad de rernover la rnunición sin explotar que había quedado de la Se-gunda Guerra Mundial. Al f inal solicití l su transf'erencia a los submarinosconvencionales porque junto con su esposa Irene creyeron que el trabaiosr:r 'ía más seguro. Más tarde había pensado en abandonar la vida sucia einc<imoda del submarinista en unidades convencionales para estudiarrnc.dicina, pero antes que pudiera ingresar a la facultad, Rickover lo selec-cionri para la füerza de submarinos nucleares. Balderston consideró quetal vez era una señal, que quizás estaba destinado a permanecer en sub-¡narinos. Creía en eso, inclusive después que todas sus i lusiones sobre se-guridad fireron aplastadas por la pérdida del Scorplor¿. El había sido el jefe

cle: rniiquinas durante su construcción, y después de su desaparición, losinvestigadores del accidente que trataban de develar el misterio lo l lama-ron con frecue.ncia al Tautog.

A bordo del Tautog, Balderston era más conocido por su idiosincrasia(luc por cualquier otra cosa. Este hombre, que era capaz de beber más quer:ualquiera de sus tripulantes durante las escalas en puerto, era tambiénr,bsesivo por la salud. Bebía Sanka en lugar de la cerveza fuerte que llena-ba de energía a la mayoría de los tripulantes, y exigía que su submarinoi,stuviese abastecido con abundantes reservas de nueces picadas -las con-

"1\r l l l l ¡ ( ' r i t ' t t t ' . . . ' - l ; ;

sunría despuris der cad¿r cornid¿1, excepto el desayuno, por ser ricas en lecit i-na-. También poseía una destreza part icular: podía alzar sus enormes,fronclclsas y grisáceas cejas de a una por vez. Derecha o izquierda, no pare'cía tener irnportancia. Ambas podían efectuar el singular movimiento ha-cia e¡l costado de su cara. Era un¿r habil idad que usaba para poner énfasisCuando los miembros dc la dotación mezclaban las respuestas durante losexárnenes de calif icación, una de las cejas se levantaría. Cuando un err()iera especialmente estúpido, una de esas grandes cejas saltaría. IJn marrnero joven quedaba particularmente amilanado por el gesto y nunca pocli;,transmitir un mensaje a su comandante sin tartamudear tan pronto B;riderston comenzaba a alzar una de sus ce.jas.

Para la dotación, aquel las cejas eran casi tan memorables cor l . l r )el ingenio que Balderston mostró durante su primera misión juntos ern r' lverano de 1969 -una misión que le ganó a su submarino el apodo t l , :"El Terrible T".

Fueron enviados a monitorear de principio a fin el ensayo de un nt¡i ' 'vo misil crucer'o soviético. A dif 'erencia de los misiles balísticos de los Yanli r, r ' ,los misi les c.ruceros const i tuían una amenaza pequeña para las cor¡ i , .norteamericanas. Pero c'sas arnras más pequeñas podían destrurr a un criur' 'me portaaviones estadounidense desde una distancia de 250 millas n¿iirl i-cas, y los portaaviones eran todavía una de las plataformas primarias ut il izadas para las misiones dc bombardeo sobre Vietnam. Ciertamentc, l i- ' :subrnarinos Echo II *cada uno pclrtando ocho misiles crucero equip:r,I.;,con cabezas de combate nucleares o convencionales- habían sido avistrl i t,,,cerca del sudeste de Asia rnientras seguían a los portaaviones estado,ri l ldenses. Si los soviét icos se veían involucrados directamente en la gu( t ; ique se desarrollaba allí, Inteligencia Naval necesitaría saber todo lo ¡rr,t,rb le sobre los misi les y los submarinos que los t ransportaban. Era tarr ' . r , l t ,Balderston descubrir cuántos misiles podían lanzar Ios soviéticos €I) r ';t,¡ ida sucesión, detectar los pulsos electrónicos que pudieran identif icar' ] l ,rtrayectorias, e i irterceptar las comunicaciones que pudieran contri l,rrri i ' , lcleterminar las debil idades. También trataría de obtener fbtografi irs rl,los lanzamientos para que los analistas tu tierra pudieran medir [; is ',

maradas mientras el misil salía disparado hacia el cielo y eventualrn' rcstablecer qué tipo de cornbustible estaban uti l izando los soviéticos.

Con intrepidez, Balderston condujo su subrnarinr¡ a través de la re, l

sonar de los soviéticos y directamente dcbajo de un grupo de buqtres y ulsubmarino de esa nacionalidad, manteniendo oculto alT'utttog, h¿rlanceándose justo a 21 metros por debajo de la superficie. La mayor parte dcl t ierrpo, las puntas de las antenas de interceptación y del periscopio delTaut¡. 'apenas asomaban por encima de las olas. La ventana pequeña y circulrrdel periscopio se asomaba tan poco sobre la superficie que una de cada trtolas la cubría. Balderston sacaba la cuenta, "l]na, dos, cubierta; rir la, dr¡¡cubierta: una. dos. cubierta. . . " .

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I ' i r ; I ' ) l . ¡ ut ,go r lc l i t grr l l r r r i t c i t 'g i t

' l ' :r l vcz el truco más difíci l de todo esto era mantener el plano del' l i r t r l t4¡ , der 4.800 toneladas, a pesar del hecho que constantemente estaba,'nrl l¿rrcandr) agua que lo ponía más pesado. Los submarinos embarcan agua(.n l)¿rrte para refrigerar sus reactores, y usgalmente las bombas la ex-l r '¿rcn devolv iéndola al océano; pero las bombas eran demasiado ruidosas( r)r))() para utl l izar este mecanismo cerca de los soviéticos. Michael J. Coy,rrrro de los oficiales de inmersión, tenía que mantener de algún modo el

¡rt 'r ' iscopio del Tatúog justo a la altura correcta sin uti l izar las bombas.Era una tarea que agotaba los nervios. Coy había estado enelTautog

rrl)enas tres meses, y sabía que él no era uno de los favoritos de Balderston.l,r¡ irritaba al comandante que Coy se hubiera incorporado a la fuerza desubmarinos como una alternativa honorable a la de combatir en Vietnam,tanto como le irritaba a Coy que Balderston se la pasase hablando de lasvernta.ias de la vida militar. Pero ahora los dos trabajaban juntos mientrasllalderston empleaba una solución que era ingeniosa y de un nivel tecnoló-gico sorprendentemente baio. Recurrió a un viejr-r truco de los submarinis-tirs y ordenó que todos los hombres no apostados de guardia abandonasensus cucht:t¿¡s, desalojasen la camareta de personal, e iniciaran una marchaprimcro hacia la sección de proa dcl submarino, después hacia el compar-t imiento de máquinas en la popa. Durante horas se desplazaron de proa a

I)opa y viceversa, contrapesos vivientes, mantenierndo la proa del Tautogh¿rcia ¿rrriba y controlada su flotabil idad. No había descansos para Coy, nisiquiera para ir al baño. En cambio, cuando había que corregir el dosaje dECoy, Balderston le hacía l levar una lata de café vacÍa. i

Firralmente , el Tautog logró observ¿rr durante dos días a los soviéticos-registr:rndo eI ensayo de misiles cornpleto de principio a fin-. Balderstonllevri de rcgreso a su país tantos datos que la Armada le concedió uno desus más altos honores personales, la Legión al Mérito. Ahora, durante el\,crano de 1970, mientras Balderston conducía alTaLttog hacia Petropavlo-vsk, el comandante y la tripulación estaban convencidos de que podíanh¿rccr casi cualquier cosa. En primer término en la l ista figuraba el se-guirniento de un submarino Echo II. Esta clase de seguimientr-r podríaresultar f irnclamental para resguardar la seguridad de los portaavionescstadouniclenses frente a Vietnam, y era uno de los roles más importantesr¡r-re podÍa dese:mpeñar un subtnarino en el esfuerzo de guerra.

Con.¡o si la suerte lo acompañara, fue un Echo II el que apareció en els()rlar del Tautog casi tan pronto como llegó a ¿rguas soviéticas. No había

¡xl-sibil iclacl de error -el sonar mostraba el par de hélices de cuatrc-r palasrluo €rRD la marca distintiva del Echo-. El subrnarino se desplazaba hacia,' l srrr clesde Petropavlovsk, y 1a tripulación del Tautog imaginó que podría

-r'guir ¿rl submarino durante toda la patrulla.El Echo era ruidoso y parecía que seria un blanco fácil, pero ningún

scguimiento fue iamás realmente fácil. Confiando en el sonar pasivo, loslronrbles del Tau.tog tenían esencialmentc poco más que una estática irre-

"A,1ut s, , v i t , l l t , . . . " 177

gular para analizar (el zumbido anrortiguado sepultado dentro de aquellaestática era su única "visión" del submarino soviético), y el vacilante osci-lr-rscopio que transfcrrmaba parte cle esa estática en una representaciónluminosa.

Ayudaba el hecho de que cl cornandante soviético no parecía tr.¡marprecaución alguna contra un perseguidor. En cambio, mientras el Tauto¿¡lo seguía por detrás, propulsaba ruidosamente, consumiendo cinco horasmaniobrando en una extraña danza bajo las aguas que los submarinistasllamaban "quiebres y volteretas". Era casi un "cosaco" submarincl. Los sub-marinistas de ambos bandos realizan esta danza desgarbada, una scrie clefiguras de ocho al azar, caídas celradas, y cambios de profundidad destina-dos a sacudir las cosas, para ver qué clase de ruidos está produciendo elsubmarino, y para comprobar si hay algo estibado donde no debier¿r. Ladanza no tiene nada de la desagradable furia de un Crazy Ivan, pcro lospasos son ternpestuosos. Y es imposible anticipar las intencioncs de r"rncomandante que puede hacer ascenclcr o descender a su submarino, hacer-lo c¿rer a babor o estribor, simple:r.nente como se le da la gana.

EI truco para seguir a un subm¿rrino dando esos quicbrers v volterr:tases retroceder. Pero a bordo dcl Tautog nunca llegó la orden de retroceder.De hecho, a mcdida quc pasaban las horas, los quiebres y volteretas delsr¡bmarino soviético habían comenzado a parecer rutinarios, y Balderstony otros de'jaron sus pucstos a quie'rres les seguían en antigücdad. El co-rlandante se retirrj a su cám¿rr¿r plrra dr-rrmil un poco, una nr¡table diferern-ci¿r con la rnisión de ensayo cle misiles dcl año anterior en I¿r cu¿rl l)erm¿rne-ció despierto ejerciendo el control durante casi cuarenta y ocho hrlr¿rs.

En esta misiór-r, el Totttog habÍa rccibido la asignacirin poco cclmírn dcdos suboficiales scln¿rristas en lugar de uno. Pero, según pudo saberser dcs-puós, ninguno de aqucllos subollciales estaba en el cuarto son¿rr ¡nieutrasel comandante estaba en su cucheta. Uno de ellos habÍa sido designadcrsuboficial del cuarto de guardia y c'staba supervisando al personal subal-terno en el compartimiento de control. El otro estaba en descanso. EIlodejó las operaciones sr-rnar bajo la supervisión de un hombrc más modcrno,el sonarista de primera clase David T. Lindsay.

Antes de esta misión, el l l¿rrnado a la f 'ama más importante de Lind-say fue haber sido fbtografrado en 6'l f i6-spital mil itar de Honolulu con l)atlrl ixon. La primera dama había estado visitando a veteranos heridos cnVictnarn. Lindsay erstaba allí dcrbickr a un ¿rccidente sufrido con su nrotoci-c lcta, una náquina sobre¡rotr ' r ' rc i¿rda a la que alnoros¿rmente l lam¿rb¿r"Betsy". Cu¿rnclr la prin.rera clanr¿r se acercri ai st¡bmarinist¿r, n¿ldic tur¡o elv¿rlor de decirle cómo se había herido Fue una fotografía cle ellos clrs Iaque apareció en los per iódiccls locales.

En el accidente Lindsa-v había perdido un par de¡ centínretros en unatlrr sus piernas, y en cl Toutog fue apociaclc-r "Paso ¡i Medio". Ahor¿l Pas<l yNleclio cstaba cscuchando ai Echo. retransrnitiendo infbrnracion a cr)nran-

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I i l r l , , l ¡ r r r , ; ,o r i r ' l l r ¡ i ; r l l rn l r t rcglr

,1r , . : r crrrgrr t lc l segunclo cornandante dcl Thutctg, que estaba curnpl ie l tdor¡rur t lcrrot¿r f i . jada por el comandante. Nf ientras eI T 'autog se desplazaba a¡,r ' r ' l r rndic ladLrs elntre 40 rr 60 metros a urra l 'e locidad modc- ' rada de 12-13rr t r r ios. sr . r t rayecto l r l r :staba l lcvanclo pel igrosamente cerca del Echo.I , ' in¿r lnrente, e i segr"rndo conandante hizo l lamar a Balderston.

B¿rlderston apareció en el compartimiento de cor-rtroi vistiendo r-rnalrirt¿r marrón y azul oscuro y zapatil las. Se dirigió directamente a ScottA.\ri in }{ofttrtr, el oficial cclmandante de guardia que se había ganado ciertacelebridacl e.ntre la tripulaciíln por ser quicn me.jor maniobraba el buque v¡rrrr hlrberr b¿rtldo ia ntalc¿r de consunlr.r de Cocra-Cola a bordcl. Entonces Vanllollen le bririclt i al cotnandante ruta actualización de la situación táctica.

Nlientras tanto, Paul S. Waters, uno de los suboficiales sonaristas,regresri al clrarto sonar, haciéndcise car¡¡o de las operacioncs allí. Coloc¿in-ck;sc un par de auriculares, Waters escuchó ¿rl Echcl soviético.

"Hijo det su madrc, estri cerca", murmlrrír Waters.justo antes de parar-se para infbl lnar lc al comandantc.

"Scnor cont¿tndante, scgún mi cntcndcr, óstc cs lrn Echo II. Estzi muyc€rrca."

Balderston se irguio por encima dcl suboficial son¿rrista de escasa es-ti i tura, mirándolo dcsde debajo de esas ce.jas famosas. Mientras los closhombres conversaban, Balderston se acotrlodó en un pequeno asiento ple-gable. justo c letrás dc, l pedestal de los per iscopios. Con ese único movimien-t<-¡, sc hizo cargo. No fbrniuló declaraciones dram¿iticas. No tenía necesicladde decir palabra algunrr .

Van Hoften continuri corno oficial comandante de guardia y siguió im-partiendo las órdenes, pero todos sabían que provenían de Balderston. Ncrser retiraría nuevamente de comando -no para regresar a su cucheta, nipara cambiarse su bata-. A su lado estaba Nfichael Coy. Para entonces, elcornandante pro Annada y erl oficial decididamente antinri l i tarista habíancelebrado una paz difíci l. Coy había aprendido a contenerse de repetir queno tenía intenciones de permanecer en la Armada, y Balderston habíacersado dc rclatar las ventajas de la vida militar. Además, Coy era tambiéncl olicial dc abastecimientr,¡s del buque y mantenía provisto ¿rl comandan-tc, cuidacloso de la salur l , de v i taminas, Sanka, y suf ic ientes nueces conloIl¿rra que srl cuerpo se mantuviese na(lando en lecit ina.

Balderston comenzír a escudl iñar c l osci loscopio. En su pantal la c lc 23centín-retros de ancho el único arco electrónico color ánlbar ofrecía una irna-gen del Echo generada por sonar. Generalmente, diez o más arcos débilesdestellaban en la pantalla sonar, una representación por computadora delruido generado pclr buques distantes, masas de tierra, inclusive ballenas.Pero la inragen generada por el submarino soviético era grande y bri l lante,y saltaba der un extremo al otro de la pantalla. Solamente había una inter-pretación posible. El Echo estaba muy, muy cerca.

"Aquí. . . se. . . v iene.. . Al l í . . . se. . . va", decía el comandante, arrastran-clo las palabras.para agregarle énfasis a todos los presentes en general y a

"Ar¡ur sc v iene.. . ' ' 179

rr i r rgur-ro en part icular. mientras nbservaba las acrobacias del Echo. Repe-tirÍa crse comentario unos pocos minuto más tarde, y después de eso unaterccra v€)2.

El segundo comanclante pcrmanecía a la izquiercla de Balderston, es-tudi¿rndo los ploteos clel ayudante de navegación. Unos dos metros rnásle.jos, Van Hoften inclinti su figura de 1,95 metro de alto sobre el sistem¿r decontrol t iro, monitoreando la computadora de armamento, que estaba tam-bién calculando el rumbo, velocidad y distancia c le l Echo desder elTauto¿¡. Justo fuera de comando, en el ct¡arto sonar, los hombres estabanapretados hombro con hombro y continuaban siguiendo al Echo.

Nlentalmente e:x¿rrninaban los sonidos suaves y rítmicos, st¿ash-suct.sh-sttash, de las hélices del Echo destacándose del mant<-r de ruidos oceánicosque se escuchaba a través de sus auriculares. Pero nada de lo que pudie-ran oír o ver en sus pantallas indicaba la profundidad del Echo. Para ello,los hombres solamente podían escuchal y adivinar. Con intervalos de algr-r-nos minutos la distancia c 'ntre los submari l los se reducía a cero. En ciertaocasirin, los <-rperadores sonar estimaron que el Echo había ascendido casihasta la sr"rperficie, lo que lo habría colocado directanrernte por encinra delTcut.tog. Luego pareció quc el Echo estaba descendiendo nuevarnente.

Toclo esto podría h¿rber sido mucho más sencil lo: se'habí¿r ¡;rogramad<,rque el Tou.tog recibierra un dispositivo cliseñado recientc'mcntc para deter-minar la profundidad de otro submarino mediante l¿r uredic ión de krsdisturbios quo causab¿r ell el agua. El dispositivo cc¡nsistia de cuatro hiclró-fnnos, que tendrían quer haber sido instala<.los en la vela delTctutog. Pcro clarsenal est¿rba retrasado en la programaciíln, y el submarin o zarp() de puertomientras la nueva tecnoiogía permanecía en Pearl Harbor.

Un oficial murmurír que era muy n)alo no contar con esos hiclrí lfr-rnos,y otros crom€lnzaron a habl¿rr acerca de la conveniencia de abrir distanciasentre los dos submarinos. Jtrsto entonces, la imagen en el osci loscopio sal-tó de nuervo, esta vez violentamente.

"Aquí se v iene.. . " cornenzó el comand¿rnte. Nunca terminó su frase.La imagen en el osciloscopio desapareció. En ese¡ instante, los opera-

dores sonar perdieron toda señal del Echo. Nadie sabía si ei Echo había idoa babur o ¿i estribor. Simplemente se había ido.

Después, el Echo se anunció de la peor forma posible. El pantoquer del

-.ubtn¿rrino cle 6.000 torreladas se e'strell<l cclntra l¿r vela del Tautog con ungolpe que sonó cr¡mo el de dos automóviles chocando a 60 kilómetros porhora. Con un chirrido horrible, las hélices del Echo horadaron el metaldel TtLutog provocando un estrépito que obligó al suboficial Waters a arran-carse sus aur lcul t r r 's .

El Tautog se rt:costó sobre su banda cle estribor, rolandti casi 30 gra-dos mientras era r'nr¡ru.iado iraci¿r atrás y abajo. Los hombres buscaron sos-tenerse con las manos de las b¿rrancli l las y mesas. Jarros de café, Iápices,regias, cartas y gomas de borrar atravesaron volando el compartimiento

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l ,s j l ' ) l ¡ r r lgo r l , ' l i r grr l l r t r i l ( ' r ( 'g i r

, ¡ r r , , t , l T i t r r tog s¿r l iera a sul l€]r f ic ie, horas hasta que un grupo pequeño dcol ic i r r les I ) r rd iera inspeccional los daños en el exter ior protegidos por laosc r¡ rid ¿rcl .

Los hombrers trabajaban afanos¿lmontc, tratando de eliminar l¿r evi-t lcnci¿r del desastre. Parecía como si e l tazón de azúcar hubiese cxplc l tadonricntr¿rs el com¿rndante y sus oficiales se reunÍan en la cárnara para tra-t¿ir dc cncontrarle algún sentido a lo sucedido. Scott Laidig, uno de losagentes dc inteligencia clcl Tautog, saluclaba a los oficiales más antiguos amcdida que l legaban. Laidig era un infante de marina. H¿rbía s ido dest in¿r-do al Cirupo c1e Segurid¿rd de la Arrnad¿r, e I cu¿rl decicli<i que su clorninio delruso lo cal i f icaba para c l servic io en subnrar inos. Sin tnrbargo, él sabÍa quencl podía ofrecer ayuda alguna durantc una colisión, de manera que habíahercho lo rno.jor que pridía haccrsc ol1 esas circunstancias. Se había aparta-do del c¿rnrino clc toclos Ios clen.rá.s. dcslizándose haci¿r la c¿in'rara dc¡ ofici¿rlcs¿i . esl)r l rar que terminasc la aventuta.

"\ 'o no sé, cab¿rllcrr)s, c(inro h¿rcct-t r-rstcclcs cstas cos¿ls -dijo urrtonces-.Se cluedan :rquí c-.r-r eI niedi<l clc l¿r n¿rda, .y []r]rnritcn rltre alguien pasc direc-tamcntt: a travós clc ustedc¡s."

"¡Carambal Espero quc n() hay¿rmos an'uin¿rclr¡ su t¿rz¿r dc café", rers-

¡.rcln d i r-r B al do¡ston.Laidig r¡ra l 'c tcr¿ino de, dos pcríodo-s ( 'n Vi( ] t l )am y crn bien cont¡c ic lo ¿r

bord<r clel Toutctg p()r sLl habil id¿rd ¡ltr it contirr histori¿ls. Ahor¿r pareciir queél y Baldcrstcrn se estaban conf¿rbulando p¿rr¿r distraer a los otros oficiales,al menos por unos inst¡rntcs.

Balderrston lc preguntó a Laidig si alguna vcz h¿rbia cstado atemori-zado, verdailer¿rmente ate'moriz¿rdo. Esa fue la señal para Laidig. Sc crn-barcr i r : l - r un rc lato espantoso acerc¿l de cu¿rnclo había conducido un pelotónen la búsqueda de un fi 'ancotiraclor queh¿rbía cstado disparando contra losnorteramericancls desde. el otro lado dr: un arrozal. Cuancto los nclrte¿rmcri-canos fueron sorprendiclos ¡ror un segundo francotir¿rclor, Laidig buscó lairnica protecci<in disponible, un ár:bol ralo. Mientras tratab¿r dc cobijarsedetrás de, aqucl , una cort ina de balas lc ' ¿rrrancó la mochi la de su espalda.

Los of ic ia les esclrchaban, sus lnanos todavía s¿rcudiéndose por elch<-rque. Concluye:r<ln quc sin importal cu¿in rnalo hubiera s ido aqtrc l día,l,aiclig había tenid<¡ Lrno peor. Este Írlt imo dijo que no cstaba tan seguro.Los hcllnbres concluveron quc erllos probabiemente cstaba-n mucho máscómcldr¡s enfrentanclo un demonio conocido. Después de esc.r, los hr¡mbrescledicaron su atencia)n al problcrna entre rnanos.

Durante más de clos horas, trataron de reconstmir el accidente, -v--arr ibaron a una sola conclusión. El kt tLtog debió haber estado navegandoa una prof'undidad difcrente. Nadie habló acerca de lo clue pudo haberlesucedido al subrnarino soviético o a su tripulación.

"Ar1rr í sc v ic l te ' . . . " l i i ;J

I 'or ' ¡ r r rn ' r t , r ' l vez, lo-* o l ic ia les dc Balderston lo v ie ' r 'c ln c¿rsi hurni lde. Entnt t t tot) lcr) to s i tnplermente -ql icut l ió su cab( 'z¿1. dic iendo: " l ,Tstecles se preocl l -

l )¿rn I )or i r t ¡ r - rer l las cosas quc rrr l r - r iercn su ¿i t r :nci<in, la segur idad del buque.la st ,gtrr ic l i rc i de la t r ipulacir in y, pol st lpuesto. no ser de' te.ctados.. . " .

B¿r ldcrston no tcrmint i . No ter.r ía nece-qid¿rd c lc haccr lo. Sus homblescomprcnclían lo quer qucría c'lecir. NI¿is tarde dirí¿,r lo que toclcls estaban pen-

-qando, pero no hast¿r que transcurriersen varias horas. No hasta que el'I 'autog hubo s¿rlido a superficie v sus oficiales hubiercin ervalu¿rdo los da-ños. No hast¿r que estuvo segLlro que su sr¡bmarino podía regresar a Peal-lHarbor.

"Bueno, aquí se ¿rc¿rba nr i carro 'a -di . lo f inalrnente Balderston-. Pr.re-do olv id¿rrme de mis estrc l las." Flabía pcrdido su oport t rn ic lad de convertrr-se en alrnirantc'.

Cuando estuvieron a 150-200 nii l l¿rs de la Unión Soviét.ica, Balders-ton dio la orden de sal i r a supcrf ic i r : . lar ios of ic ia les t reparon hacia lacubierta por ln esccl t i l la ckr ¡rroa y se sumergieron en la oscur idad. No po-díau seguir c l c¿unin<l l tcostumbraclo cscalar¡do h¿ist¿r e l pucnte a t rar 'és dela vel¿r. La cscoti l la que conducía ¿r éste había quediiclo tr¿rbada y la velat 'staba i r iundr idrr .

Cuanclo los oficiales l lergaron ¿r la cubierta, vierr¡n que su vela habÍaperdido el terc ic l delantcro, ta l vcz más. Era c¿rsi como si la enorme estruc-tura l"rubic.r'¿r erstado construida de carton. Un trozo dc l¿r hólice del Echor ie l tam¿rr io de un ptrño erstaba insertado en la escot i l la super ior del t roncoclc acccso, la cual cst¿rb¿r doblad¿r y embutida en su alojan'ricnto. Uno de losdos periscopicls del subrnarino estaba flcxirxrado sin remedio. La mayoríade: los mástiles de comunicaciones y meclidas de apoyo electrrinico del Tau-/og estaban trabados dcntro de la vela averi¿rda y no pr.rdían ser uti l izados.Eso iba ¿r clif icult¿rr el envío de un mensa.je a su base, ¡rero definit ivamenteera tie'mpo clc h¿rcerlc sabcr al conra¡rdo derl Pacíflco lo que había sucedido.

La tripulacirin te'nclió una antena improvisada -apenas alg<-r más queun cable- a lo largo de la parte superior cle¡l submarino. Luego transmitie-ron las rnalas noticias: se habí¿r producido una colisión seria; había unsubrn¿rrino soviético involucrado;y el Toutog estaba fin¿il izando sus opera-cir lnes do-. mescs más tornprano.

Los c:onrandantcs elr t ierra t ransnr i t icron la rr :sJlr ' ersta: e l TautogdebÍa evi tar todos lo-q I r rLcrtos ccrcanos y regres¿rr c l i rectanrentc a Pear lII¿¡riror. N{ás t¡rr<le. l¿rs instrucciones sc harían más detalladas. El subma-rino deberia perm¿lnecer lcjos de puerto hasta bien avanzada la noche.Dcspuós debcrí¿r cntrar sigilosamente. cr¡n todas las luces apagadas.

Durante el tránsito de regreso, Balclcrston ordení> que la tripulaciónser rcuniese. por turnos, en l¿r carnarcta de pe'rsonal. Corrro si alguien nece-si t¿t t '¿ i r t , . ' r lmcntc ( l1. lo sc lo rccorcla.scn, les di . io qrre cualquier discusión so-bre i¿r cr¡l isión l ircr'¿r cle lrn intcrrog¿rtorio t¡f ici ir l estaba definit iv¿rrnenteprohibida.

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t l t, t:ontrol. L¿rs cerezas al marrasquino y la salsa vinagreta salpicaron todalrr c¿rrnarcta de personal. Las herramientas cayeron de los armarios insta-l;rrlos contra los mamparos y se desperdigaron por el piso del comparti-nr icnto de máquinas. Paso y Medio Lindsay fue lanzado hacia abajo porr¡nrr escala. En el compart imiento de torpedos, t res hombres que habíant'stado durmiendo, acurrucados contra los torpedos largos y verdes, fueronarrancados dc sus "chatas". esos colchones extendidos sobre las cunas detrlrpedos vacías. Alrededor de ellns, las enormes armas exigieron hasta ellÍrnite sus correas de frjación.

Un hombre saltí l para cerrar la porta r:stanca más cercana del com-partimiento de torpedos. No verif icó previamente si había alguien dentro,l 'ro se dio cuenta que acababa de dejar encérrado a Greg Greeley *un reclu-ta de dicciocho años de edad que había embarcado en elTautog apenas tresserllanas antes-. Toclc¡ lo que sabía ese homb¡e era que el compartimientoder proa podría encontrarse entre los primeros cn inundarse y como eraquien estaba rnás cerca de Ia porta, era su deber cerrarla. Luego. tal comoh¿rbía sido h¿ibía adiestrado, le dio la espalda, no mirando nunca a travésde la miri l l¿r circular hacia un asustado Grecley en el interior. Ttanscurri-rían varios minutos antes que todos pudieran estar seguros que el cascoest¿rb¿r intacto, varios minutos antes de que alguien dejara salir a Greeley.

Mientras tanto, otros oficialcs abandonaron sus cuchetas de un saltcl,corrienrn fucra cle la c¿imar¿r de oficiales hacia el compartimiento de con-trol, es{irrzándose por ocupar sus pucstos de colisión preestablecidos. Unhonrbre corría desesperadamente, ida y vuelta, sin saber qué hacer. Coy sehizo cargo de la guardia de oficial de inmersión y comenzó a luchar paranivclar el submarino. Van Hoften impartió su última orden como oficialcomandante de guardia antes de entregarle formalmente el control delbuque al comandante.

"No hagan sonar la alarma de colisión."Era demasiado tarde para tratar de permanecer en silencio y evi-

tar la detección c i¡¡ralmente innecesario anunciar' la colisión. De todosrnodos, de acuerdo con la rutina, la tripulación transmitió en voz bajade hombre a hombre, compartimiento por compartimiento, una alarma decolisión. Compartimiento por compartimiento, los hombres contestaronque cada sector del Tautog estaba esencialmente intacto. Se abrieron lasp()r tas estancas.

"Los construyen bien en Ingalls", dijo finalmente Waters, refrriéndoseal asti l lero del submarino en Mississippi. Su comentario quedaría asenta-do en un grabador de audio que estaba funcionando en el cuarto sonar,registrando el drama.

Paso y Medio se recuperó, tomó un auricular y gritó: "Muérete, Dios,nada puede atravesar el HY-80". HY-80 era el acero con que estaba cons-truido el casco delTatttog,l lamado así porque podía soportar 80.000 libraspor pulgada cuadrada (6.124 kilogramos por centímetro cuadrado).

" . r \ t1ur so v icnc. . . " 18l

A t :orr t , inu¿rcir in los dos hombrcs sc sentaron nuevamente a escuchar.Lo tluc oíi in, y io que quedó grabado en la cinta de audio, parecía confirmarlo peor. Sonaba como si una de las hélices del Echo hubiera sido arrancaday, sin la resistencia ejercida por el agua, su turbina estaba girando loca. Sieso era cierto, y el crasco resistente del Echo estaba abierto, probablementese hundir ía en el ocóano. A 600 metros de profuncl idad, implotaría.No habría sobrevivientes.

Después los hombres escuciraron ruidos como de puesta en marcha deun motor y chisporroteos, seguidos por golpes, quizá las portas estancascerrándose en el Echo. Finalmente el sonar recogió algo que sonaba comopalc-rmitas de maíz estallando, que Lindsay interpretó como el sonido delacero fracturárndose.

Después de eso, el océano pareció quedar en si lencio, un mantcrde estática ininterrumpida a través de los auriculares de los sonaristas.Escucharon en busca de cualquier cosa que ptrcliera ser el Echo tratandode alejarse rtipidamente, o sopltrndo los tanques de l¿rstre y saliendo a su-perficie. Pero todo, la turbina girzrnd<l krca, los golpes, l<ls estall idos, sim-plemente se habían detenido.

Alguien en el cuarto sonar saltó y detuvo el grabador. Normalmentese empleaba una cinta sin fin, y si se dejaba el grabador f 'uncionando, sehabrían perdido los sonidos del choque.

Estupefactos, los operadores continuaron buscando, buscando cual-quier señal de que el submarino sr¡viético se hubiera recuperado. El silen-cio parecía significar solamente Lrna cosa: cerca de nclventa submarinistasse estaban hundiendo irremediablemente hacia las profundidades abru-madoras debajo de ellos. Ahora no parecía importar que fuesen submari-nistas soviéticos.

A los pocos minutos de la colisión, Balderston impartió la orden quehizo alejarse rápidamente al Tautog. No se consideró la posibil idad de sa-lir a superficie, ni siquiera de subir a plano de periscopio. De hecho, estefue un golpe v escape submarino. La tripulación del Tantog no iniciaría labúsqueda de sobrevivientes o restos clel naufragio, el procedimiento nor-mal ante una colisión en el mar. La directiva principal de Balderston eraevitar cualquier otro encucntro ccln los soviéticos.

ElTautog puso rumbo hacia e'l este, desplazándose a apenas 12 nudosy escorado al menos 10 grados a su banda de estribor. Cada vez que Bal-dcrston trataba dc haccr que el submarino navegara más rápido, éste serecostaba en form¿r más pronunci¿rda sobre su banda. Una por una, lasplanchas metálicas que habían estado soldadas a la vela deI Tautog fueronarrancadas por la fuerza del agua. Cada una de ellas se estrelló contra elsubmarino c()n un gr-ripe ensordeccdor. La tripulación empezó a acumularun pozo, apostando sobre cu¿into quedaría en pie de la vela cuando llega-sen a Pearl Harbor.

El agua se fi l traba dcntro del compartimiento de control a través dela incisión de'jada por la hélice del Echo, percl transcurrirían horas antes

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I i i l ; 1, .1.¡rrr ' ¡ t r , r l r , l t r ¡ l l r l l r r r r r t i t 'g i t

\ iur ( 'u( 'nt : r ur)¿r l ) is tor iu quc ha sido conf i r rnada i lor '¿r l tos f i ¡ncionar ios ( lc

l r r \ r 'nr¿rt l l sovi t : t icrr , v su relato encaja con l l lLrch(.)s de ios detal lcs provis-l rs ¡ror l r - l ic ' l l rbros de' l¿r dotaci t in del Tuutr>g. aunque hay algrtnas discre-

¡ l r r rc i i is l l rcnol ' ( ls .Sent¿rckr cn sr,L clepartalnernto ett N'loscú, con un cigarri l lo cn la mano.

cl c¿rbr, l lo esc¿iso y entrecano cle Bi igdasaryan lo hacen parecerrscr r lás a unrrrrci¿ino profesor clLlc a u11 ca¡ritár-r de n¿rvío de la marin¿r sovi¿rtica. Pr:ro éll i¿rbÍa s ido capi t r in dc f ragata por más de una déc¿ida antcs de l levar alsrrbr.narinri Echo II quer los sovii:t icos l l¿rmaban BLock Lilo a l lna navega-t' ir in de adiestramicnto cle tres días dt-. cltrración cn junio dc 1970.

Bagclastrrvan había sobrevir , ido a cxper i lncntos in ic ia les t :n submari-nos convencion¿rlers sovióticcls. l. lernraut'ciendrr eln inrnersit ' ln durante' trein-t¿r clía.s rrrl Llna clc las ulrida¡lo-s que los norte'alr.tericanos clentlminlrblui "\\¡his-

ke.y" a pcs¿lr (le trua fit i l¿r dc discrio quc perrnritÍa qlre los gzises cle cscal)e1i loran asl l i r¿idos nuevame¡rte h¿rci i i c l inter ior del submarino ¿r t rar 'és c le¡su snorkel . Al término de ese mr-.s, la t r ipulaci í rn estaba tan intoxic¿rdir qucsus piernas y rnanos se l ' i¿rbían hinchaclo hasta c¿rsi el doble dc su tan¿uronurnral. I.a Unirin Soviética de¡st¿rcó c'l r, ' iaje como pruerba clcr la masculini-r lad soviót ica super ior .

No es dc e,xtrailar qr,re Bagclasar\'¿ln tuvicr¿r ritr si:nticlo tic cinisrrtcl

¡ io l r t ico tan bien clers¿r l ro l laclo y que cstuvier¿r tan c lerseroso cle h¿rbi¿rr .l lc-sprtrcr iabn esl tccialmenter ¿r los zurn¡tol i ls , k ls comisar ios polr t icos der lI i l t 'n.r l in c lu i r cstal ;an asignirr los ¿r cad¿r subnrar ino. Ostensiblcnrerutc ' , e l ioscslab¿rn i r l l i par i r g¿rrant izar quer las t r ipulaciones sigt t ie 'setr cu la corrcctascnr. la c le l conrunisn]o, pero Bagdirsaryan los c¡rnsiderab¿r. jacos borrachos,apestt-rsos cr ineptos y dciaba que at¡uél los lo str¡ l iesen. Lt ' ru l l i ( i ¿t L lno:"Durantc. dos rnescrs r-rstccl ha sido t¿rn úti l en rni subur¿rri l lo c()Il lo ul-)a rl la-lcta", r lespués que el hot .ubre acusar¿l a Bagt lastrryan t le reproclucir "ntúsi-c i i i lergal" cuanclo coloc( i un¿r c int¿r dc un nuc'vo cantante ¡ topular pirrafirnierntar eI el-rtusiasllro entre sus homl)rcs.

Bagdasii lvirn taurpoco se sentía ¡iter¡orizado por los norttramerrica-nos. Como lo scr ia l r i , L l r l¿r \ ¡oz había "atacado" al acoraz¿rdo nt t r tc i tnret i rant . ,l-1SS AL¿¿:' ./r,rse.r,, ucechándolo rnic,ntr'¡ is estc .se: dirigía ¿r tn¿ixinra velocidadh¿icia cl golfir clc Tonkin en \l ictnanr. Si scr ler hubicra tl irclo la ordcn, lopoclría habe r hunclido. T¿rmbión se había introducido en ¿rgLr¿ls estadouni-r lcuscs par i r t ratar de scguir un submarino norte¿lmcr icat t ( ) arnlado connt is i lcs bal ís l icos nl ientr¿ls zarpab:r dc Gn¿rrn, fa l -q i l icando nr¿is tarde susinfitrnte¡s rle patrulla, como lo hicicron algunos com¿tndil lttc's cst¿rdouui-r lcnsr¡s. Nunc¿r consigr-r ió rn¿rntoncrsc r la zuga dc¡ un subtral ino c lc Esta-clos LJnidos por rnírs dc dieciocho hor¿rs -un nlL,r ' r ) gui t i t r t ' lnt l ta l - l tc l<t con las

fit 'oczas de Whitel ' N{ack - pero L.so crra lo suficientcmeltto prolottgt'rclo cotnrt

f )¿lra ganal le ul l¿t reprr tacir in conlo uno dc lo-q cour¿rndantt 's r l l is ¿t t tc lacesck. Ia flot¿i st.rviétit:¿r.

Puro ¿r I )esat 'de todo r :sto. s ienr¡rre f i r r : superst ic ioso t ' t t ' t t tcrrosrr de lo-"c le¡s¿istrcs. En una opr l r tunidi ic l c le nrorr i str derspl icgucr p¿lra no zi t rpar s in 1a

"r \qt t t - t .

v i ( ,1)( . . . . l l " i7

nr;rr i ( ( ) t i t t lc l l t I r t ¡ r 'u l t st tcr te t le¡ str dotaci í tn, . la rat¿r N' Iashka. Para conseguirrrr i rs t . rcrrr¡ro, l t : d i . jo a un ahnir '¿rnte c lue gran parte de¡ la carne en la f r igo-r i f icrr c lc l buquc teni¿r f 'echa dc 1939. "La huida de las ratas es una sel ia lI l r r to conocic la -dice Bagdasar ' -yan-. Er¿r necesar io c lemorar nuestra¡rartida." Sin crnbargo, aquel día fátidico cle 1970 el Black Lila no tenía unamuieto dc l¿r br-rena suerte por cl ersti lo. ' fal vez debió tenerlo.

Bagdasarl.an dice que estaba conduciendc¡ e:l Blach Lilu,iclentif icadofilrmalmente conlo K-108, a través de un¿r rierie de eiercicios, un conjuntopreestablecido de evoluciones en el agua similarers a los quiebres v voltere-tas, tal conro lo había supuesto la tripulaci<in del Tautog. Temprano en lamañana del 24 de. junio, su submarino cstab¿r c lescr ib iendo círculos a unaproiuncl idad de 40 ntetros y a una ver locidad constante de 5 nudos.

Asccr-rdió a plano cle lrerriscopio para recibir rnensajes descle tierra.Luego rcgrersti a la profunclidad dc 40 rnr:tros y comcnzú a c¿ler 90 grados trestribor. La idc¿r cra verif icar la existe.nci¿r clc rumores en el área que habíaqucciacl<r cnnrasc¿rr¿l(ln por el estrépito clc las propias hélices del Black LiLa-e¡xa ct¿inr entc como habí¿rn pen saclo los nortcarnc ricanos.

Scgún cucnta Bagdasaryal l , sus souar istas esclrcharon enseguidasonic los quc ident i f icaron, no como pertcnecientes a un submarino norte-amcricarrr . r , s int> con- lo un "señuelo submarino", un disposi t ivo de e- jerc ic ioqut: s() trscmc.jir ir un torpedo y gcncra l¿r l l isma cl¿rse de ruidos que unsubrn¿rr i l ro rastrcando a su presa. Cu¿rtnr tn i l ) r ¡ tos dcspués, pcrdicron elcol-rt¿lcto. I)os minutos des¡lués, se produ.jo ci choque.

l,rr que sr-rcediri ¿r continuación en el intcrior dal Blecl¿ Lllo f ue muypar i rc i r lo rr lo qr-re los marinos c|el ToutrLg dicen haber escuchado, yr t tu.v ¡r i r rccido a lo que dicen que imaginaron.

L¿r ctrbiert¿r del Bloc:k Lilu. cr¡menz<i a inclinarse hacia aba.jo, primero20 glrr t los, dcspuós 30 grados. El submarino est¿lba empezando a desl izar-sc. f i rcrrr c l t ¡ <rontrol .

" ' l i ,n iatr tos 2.500 mctr<ls deba. jo de nosotros -dice Bagdasarynn-. Hicesonrrr l r r ¿r la l 'nra r lc curcrgencia. Ordené soplar los tanques de lastre pr inci-

¡ l t l t 's t ' t t J l t ' t ia. No hubr¡ c¿rnrbios. Clomc'nz¿tntos a soplar toclos los tanquescl t ' l r tst t r ' . Tnt t tpoco sirv ió. El subnrar ino seglr ía hundiéndose. Di un¿r c l rden'¡Ot ' r ' r ' r r r los conr l rar t imientosl" 'Sólo el s i lencir¡ corno respue--st i r . Su tr ipula-cir ln t 's t r rba aparentemcntc cn r- 's t¿rdo de shocl<.

"A r lccir verdad, comencó a duda¡ en c-qe mumcnto dc la posibi l idad dosir l i r con t :x i to a supcrf ic ie", d icc Bagdasary¿ut.

l , t ' gr i tó a sus desconcertados hombres. Finahncnte comenzaron art 's¡rorrr lcr . " I lscucho que cstán dejanclo r .scap¿rr aire", d i jo c i sonar ista.

l , l t 'g l rc lo ese l l lo lncnto, c l comandantc h¿rbía con-rprcndido qr-rer habÍansul i i r l , , r ¡ l t ¡ r col is i r i t r contra otro submarino. El r r . r ido del a i re l iberado po-r l l r r r l r r l r t ' t ' s igni f icadr-r que el otro submarino se est¿rba hr-rndiendo juntoc.r l r ,s sovict i l rs. o quc poclr ía habcr estaclo s¿r l icndr¡ a superf ic ie.

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l i i i i l ' i l ¡ r r r '11,r r l , ' l : t ¡1:r l l t t t : t ( l l l l i l

l ,) l. i t,f i ' r lc' nti i t¡ui¡as do Bagdasaryan, vtloclya Dybsky, se arrastró haci¿r

, ,1 c,orr i ¡ ¡ r r t in l i ( :nto c le ' control , dc 'splazándose l i tcralnlente con los brazos.

Stt : i p i t r rnas estaban paral izadas por el mieclo y el shock' El iefe de maqui-

nrrs cont inuó dando órdenes desde el p iso.N{icltras ta¡tcl, clurante lo que parecieron vari<.ls minutos, el Black

1.r/a siguió cayendo. Bagdasaryan gritó Io que creyó quc sería definit iva-

rr lcnte su úl t ima orden: "¡Máquinas ¿rtr :ás todal"Fue un acto cle desespcración. si su tripulacidrn podía inr.ertir ei sen-

t ids de giro de las máquin¿ls. el-i el nre-' jr lr dc los casos st-t submarino podría

¡rr.gpulsarse hacia la sr.rpcrficic. Pcro dcsccndicndo en f 'orltr ir tau prclnun-

, . incla, era probabl0 que la inversión de r t rarcha no surt iera efectr l .

ElBLcLck L¿1r¡ c0lucnzri a vibr¿rr. En el subnrat' ino, "la aguja del rnanó-

¡tertro de prgfündid¿rd se sarcudiít, clespué:s sc detuvo cerca de los 70 metros,

I r rego letroccdió a 50 uretros, a 25 rnetros. Desde r . rna prolündidad dc casi

2it metros, salimos coI¡o disparados pr-rr un cañírn haci¿t la superficic", cli jcl."Iü:pcntinamente apalecimos en la superficie, como el corcho de una bote-

l la c le charnp¿tña." Después de cs¿r sal ida, agrcgó ref i r iéndosc a sus horn-

l l res, ' 'c l los br indaron por las máquinas".Tan prontg corno el Blat:h Li.La rol.upió l¿ supcrficie, sLls hombrcs abrie-

r.on un¿1 escotil la. EI sol estaba bril lando. lr lo pudieron ver a ningÚrn otro

ltr-rque en nti l las a I¿r re.doucla, y temierron l0 pcor por erl subnrarino nor-

t t ,a incr ic¿rno. "Por t t t r segl t t ic l t ) , pcnsé: 'acabt l dc hurrc l i r a t tn hcrntano

-*ubmarinist¿r' cl ice Bagclzrsary¿ll l-. Fue durrl cl¿rrsc cttetrta cle ello."

Los soviót icos estabal"r inf i r rmanclo c lc l incic lcnte i t s l l comando en

t ierra cuandt¡ escucharon cl sonidr i de lo que Bagdasarval l cree ahclra que

fue: al T-autog, ale,jrinclose clc la cscc¡na dcl accidcntt ' a 15 nudt¡s.

Bagdasar'¡r¿n clicc quo su submarirtr. l regresó cojeando a puerto, con

sr i l6 una hél ice f i rnciol lando. Su eje de estr ibor est¿rb¿r f lexionado i r reme-

r l i¿rblemente, y había t t t t luurbt l enor lne en el casco extcr io l . Los sonidos

clcl casco erxterior fractur¿incloser puclierron habe'r provocadcl el cf 'ccto de

p¿|rmit:rs clc m¿ríz est¿rllando quc fue r'ogistrado c¡n cl cuarto de srlnar del

7'uutog.Pcro el Echo tenra u11 scrgunao c¿isco ir.rterior ref<rrzaclo. Los subma-

r in istas nortearne¡ icapos scl l Í¿rn brornear con quc los soviót icos cmpleaban

cl cliseño clc clgble casco porqu€' sLt metalttrgiir e ra, al f in y ¿'rl cirbo, metalur-

gi: i soviétic¿1. Pero era mtt.\ ' probilblt: quc l¿1 scgttnda capa de ¿tctrt 'o contu-yicra irl alt lastantc oce¿rlto y mirntttvierA cott vjclir ¿r lrts holnbrt:s del Blacl¡

Li lct .El r¡¡rbo elt el casco externo "era t¿ln grande qtle l ln trolcbús con sus

antetlas levantaclas podía cntrar cn él -rcctlerda Bagdasaryan-. A deciryerclad, si elTatttog huli iera choc¿rckr contra nu(rstro sr¡bmarino unos pocos

¡retres rnárs h¿rcia el centro, habríant.rs sidc-r rr.ruy desafbrtunadrls. La velo-

cici¿lcl clel submarino norte¿ilnericano era bastante alt¿r. Y sin duda h¿rbría

clcstrozado tanto el f t r r ro cxter ior como el casco resistente de nuestr t - r

subm¿rr ino."

"Aclrr i sc v ic l ' l r : . . . " 189

lirrgtlrrsitr.yi in ( ' l ' lre que insertados en el orif icio entre los cascos exter-rro t ' in l .crno había pednzos deITatüog. Dice que estaba seguro que'el cho-t¡ t r t 'hr ibÍa ¿rrrancado completamcnte la vela del Tautog. Al igual que loshorrrbrcs rlt ' l 7'autog, que habían trataclo dc conservar pedazos dcl Echo,Ios nricnrbros de la clotacirin del Black Lilo, trataron cle guardar para sípartes dcl strbmarino norteamericano, pero los trozos de HY-80 fueron con-fisc¿rdos por ln KGB. Sti lo Bagdasaryan, que se rehusó a cntregar el suyo,conservir tod¿iví¿r un recuerdo.

I)t 's¡rrrt;s clc eso, la histori¿r de Bagdasaryan se aparta del relato ofre-cic lo prrr los t r ipulantes c lc l Tautog.Insiste en que fue el Toutog el que:ertrbist i r l r t l Blut 'h Li lu,y no ai rervós.Y dice que los soviét icos s iguieron alToutog nlit 'ntras rergresaba a Japón. Dice también que las füentes de inte-l igenci i r soviét ica i l l for ' ¡narr ,n quc unrr vez al l í , e lTautog sc quedó para sersor.t.retit lo ir una rcparación cxtensa. Pero el Tautog nuuca füe a Japón -scdirigit l r l ircctantt¡nte¡ ¿r Pearl Harbor.

(ltuttrt lo Bagdasarvan regresri a la Llnión Soviética, enfrentír Lrna an-grrst ioslr ¿rudiencia ante ur la comisi<in dcl Part ic lo Cornunista. Dice que sucom¿i¡rr l r rnte c lc escuaclra le asesoró: "No se ponga fur ioso. Dcjc caer unaslrigrinrrrs sobrc' esas botas pcllvorie¡ntas".

Sr ' ¿rsi ,ntó una repr imenda sevcra en su lega. jo pcrsonal . La t rernsgre-siórt s igni l icabi t quc nunca nr¿is st : le pcrmit i r ía enser i¿rr cn la acadcrniart¿¡ ' ' , r r l . I , ) r r cuntbio, str buquc lue: reparadcl , v despuós en., ' iacl<l a pasar dosl l t ( 's( 's v r l icdio escondido f i 'cnte ¿r S¿rn Francisco. Este "scrvic io c lc comba-te " . t l i t ' t ' I l i rgclasurvan, cst i tb i r dcst in¿ic lo ¿r cnlnenclnr ,su e qt¡ ivocacir in, a" l¿rvrrr ' ( on s¿l l lgre la f i r l ta" .

l ) t 's¡rués de la col is i r in, una r lueva broma comcnzó ¿r c i rcular entre los

-sul l l r r r in ist¿rs soviét icos, aunquc kls hechos en quc s( 'b¿rsaba fueron algotr to<l i l i t r r r los, ) 'a quer nadic: quería serr sorprendido ref i r jéndosc directame:n-t t ¡ r r r r r r r r rc i t lentc c lasi f rcado. Col . r t¿i les l imi taciones, no es dc sorprr :nderrt1trr , r , l l r r ¡ rnor lesul tc algo f i t rzado.

Lrr l ¡ r 'orna rezaba: " f ln submarino nuclear nortcarner icano chocó con-trrr r ¡ r r ic t ' l lerg en cl ocóal to. La t r ipulación del iceberg no sufr i r i baias".

I ) r 's¡rrrcs c ler casi seis nlescs, los super iores der Bagdasary¿ln dccidieroncl inrrr : r r ' l l r re¡ t r i rncnd¿r. Por algúrn mot ivo, no füe br l r r¿ida de los dr icumen-tos r l t ' l ¡ r r r r t ic lo hasta rnucht. ls años después, y pala entonces, Bagdasaryanr l t 's . r r l r ; ¡ ( onscrvar sn mancl t¿t s ingular.

Srs t r tot ivos: "Sería c l i f íc i l encontrar un conrunist¿r cr . tyo lcgajo perso-r t r r l t l r ¡ , ' r ' r r 's( ' \ ' r ' I '¿rnre'nte alnt¡nestado por el part ido c lebidc¡ a la col is ión bajot ' l ; r i r r ; r t ontrA un sublnar ino c le propuls ión nucleirr ¡ r r i r teanter icano" ' .

I l rcnt r¿rs Bagdasarvan hablaba, se detuvo un molrert to y prcguntír envoz ;r l l : r s i podría reunirse con el capi tán de fragata Balde'rston, quizá para"1on¡rrr rnr t rago y pcnsar j r . rntos cn cómo evi tar col is iones simi lares enr ' l f r ¡ l r r r ' , r " . Cuando se le di jo que Balderston había f -a l lecido, el ant iguo( {)nrr n( l r r r t .c¡ soviét iccl pareció al icaído.

"( f r rc last ima lo dcl comandante -di jo- . Supongo que este incidenteno Irr . l r r t i l para é1."

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I , l l r r r r ibo dalToutog a Pear l Harbor sr : produ. jo en las úl t imas hor¿isr l t , l l " c l r , ju l i<1. Se lo introclujo en cl c l ique seco de un arsenal donde se,,xtcnr l io sobre su vela ul la l< l r ta encu'mt ' . Nadie s in autor izacir in pcldría verlo i r l r rnos, n i s iquiera sr-r t r ipr-r lación. Los hombres deber ' ían permanecer alr,rrt lo otras veinticuatro horas, hersta que los daños quedaran bien ocultosl' hr-rbieran firmado comprornisos fbrn-rales de guardar el secretci. Un hom-l¡r ' r , t rató de conservar como recuerclo un trozr.r del casco del Echo, escon-rl it lndolo en un armario a bordo detrás de algunos líquidos para l impieza yrrlcohol. Algunos meses después el hon'rbre fue descnbierto, y funcionariostlc seguridad insistieron en que dcbía entregar la pieza.

El contraalmirante Walter Small, comandante de submarinos en el[ '¿rcífico, recibió al TcttLtog en el muelle y cstuvo entre los primeros en('o¡rocer los detalles. También fue infrlrmado cl almirante Moorer, jefe dcoperaciones Navales, que acababa de ser designado jefe del Estado Mayor(Jonjunto. Fue Mor.¡rer o bien un alto funcionario de inteligencia del Pentá-uono qúie,n le l levó las malas noticias ¿r N'Ie¡lvin Laird, secretario de Defen-s¿r de Nixon. Estos inf'ormes fircron transmitidos verbalmente. lr ladier¡uería de' jar un rastro de papcl .

Laircl infbrmó personalmcntc a Nixor.r, cl iciéndolc al Prcsidente quehabí¿t habiclo una colisirin y parecía que el sr-rbruarino soviótico se habíahtrndido. La reaccir in de Nixon, recuelc l¿r Lir i rd, f ue inescrutable.

Era obvio c¡uc, los Estados Llniclos no lc di¡Ían ¿r la l lnión Soviéticanada sobre la sepultura srrbnrarin¿r sin scñalar y que los funcir.¡narios creíanque sc cncontraba a apcnas ,Í-r0 millas frcntt ' a Ie costu de la penínsul¿r dcKamchatka. Dado el sccreto <ltre rocl<r¿rba a todas las c-rperaciones de sub-marinos, no era necesariri ¿tt: lar¿tr qtre la C¿isa Blanca no lría a anunciartlue dos submarinos de propr-rlsicitr nuckrar, transportando ambcls arrnasnuclcares, se habían encontr¿tdo en circunstancias v io lentas y posiblemen-te firtales. Además, los soviéticos estaban sufricndo en ese entonces tantos¿rcciclentes on el mar, que Nixon y sLrs asesores decidieron que los sr¡viéti-cos probablemcnte culparían a su propia tecnología rnal t rccha por la

¡r t , rd ida de otro submurir lo.Se convocó un tribunal de investigacirin, aunque casi tockrs Ios involu-

cr¿rdc¡s tenían la certeza de que el subrnarino soviético se había hundido.En ef'ecto, tanto Sm¿rll como Moorer v L¿rird dicen quer recuerdan que se lesdi jo que el Echo se había hundido. Otros ex of ic ia lcs ant igr , r r - rs de laArmada, incluyendo uno que escuchri lus gr-abaciones de I sonar, dicen quela conclusitin estaba basada fundanrent¿rlmente en l i is terribles sonidosregistrados en las grabaciones. Pero los frlncionarios dicen que, sin unaevidencia más conclu¡zente, nti se ast. ' l l taría en los registros oficiales de laArrnada una declaración fbrmal de que sc había hundido un submarinosoviét ico.

Poco tiempg después del ¿'rccide'ntc. Jantes Bradley se dirigió rápida-mente a Pear l Harbor nara t r¿rtar de c leternr inar las causas. En cl meior de

"At¡ut st ' t , ic l )c. . . " 18ir

1, , : r ' ; rsos, ¡ rot l i r t st t l ronet 'se qt¡( i c l eonr¿urdi tntc r le l Echo había re¿r l izado en.sr ' ¡nstrrntc una tr ianiobr¿i c lcsaf i r r tun¿rda v re¡rent ina. Aquel lo en sí mis-l l lo Iurc i¿r r lL l ( ,se plantcara otra cuest i r in. Rradle¡ 'con.rprendir i que lost:onr¿rtrd¿rntes estadouniclen-qes tenclrÍan c¡rrc n.rodil iclrr sr-r-s técuicas. Tal comocst¿i l ¡an ahor '¿t las ccls¿rs, e l pel igro de qr"re dos subnrar inos se topusencle vucl ta encontrada a velocic lad ntáxinr¿r er¿r c lemasiado grande. Si esostrccrdía, ser pcrdcrían ambos subnrarir.ros.

Por ese tnolivo Bradley escribió algunas normas nuevas parra el sc-guirnicnto, uua de elias institucionalizancll una técnica f 'avorita de WhiteyI'I¿rck: a partir dc cse montento los subnrarinos deberían ef'ectuar el segui-miento l igerramente a babor o cstr ibor c le l enemigo. Eso le otorgaría alos norte¿rmericanos rnás espacio dc m¿rniobr¿r, a la vez que lers permitiríatodaví¿r erscondcrse en la estcla dc mido quc de.jaba el submarino persegui-do. Sin ernrbargo, había otra regla que iba directamente en contra del esti lode N'Iack: a partir cle ese momertto los subm¿rrinos tr¿rtarían de cfbctuar elsegr,r inr icnto desde distancias más seguras.

Brzrdlcy no culpri a B¿rldcrston por cl incidente, y cste últ imo, cuyoale.j irrniento clel Toutog ¡ra e staba previsto. sc convirtií l cn comandalrtc dcurt¿i r l iv is ión de cuatro subm¿rr inos que incluÍ l rn a aquír l . Nt i obstante, ha-bía c'st¿rclo en lo cicrto respecto dr: convorti lse en ¿rlmirante . Aqtrcllo nunc¡rsr . rcer ler Í ¡ r . Se rct i r í i s ieter años nrás tarde.v ser hizo rninistro bant ista. Consu ct i r ¡ tzr i r t debi l i t¿rc lo pr-rr la f icbrc reunrát ica infant i l , fa l leci í r en 1984.Nnncir lc coutri ¿l su €)sposa e l-ri. jos acerca cle- la colisiriu.

El s i lerrc io c lc B¿rlderstor) era c¿lr¿rctcr íst ico. Obl igados a gurtrc lar e lsecrc ' to, los subm¿rr in ist¿rs no l rodí . . rn buscar l¿r c lase cle al iv io cmocionalqut, I ir mn.yorÍa de¡ los honlbrr.s cncne'ntran crl sl ls cspos¿ts e hi. jos cuandoalgr.r irncla mal ern cl traba.fo. "No e¡r'a sn costumbre h¿rblar dc ello -diceIrernc' L. B¿rlderstclrr-. Y yo nunca hubiera sonaclo con preguntarle o sonsa-cerr l t ' l r lgo."

( l¿rsi e l único relato perdr-rr : rb ic sobrc c l incidente tuvo lugar cntre latr i ¡ r r r l r ic i t in dalTatt tog, que l r - ' t ransmit i r i l¿r h istor ia a los nur:vos micn-rbros¿r r¡t 'r l ir la (lt lc ser incorporaban al buque. Susurraban entre ellos sobrc aquclloclue l r r rbía dcfbrm¿rdo sn vela, y una dot¿rción de sonar istas t ras otra escu-chr i un¿r grabación e-qcondida cle contr¿rb¿rndo - las c intas sonar grabadasclr¡r¿rrr t . t ' l¿ i col is ión-. Fuera dcl buquc, l¿rs c intas eran reproducidas en iat ,sctr t ' l r r t l t 'sonar como un e' jernplo ¿lnóni luo c le tur submal ino soviét ico hun-cl i r lnr lost ' . Entonces, dos clócadas clespués, el asunto del Echr¡ I I fue puestocrr t t ' l l r r l r : iu ic io.

l ) r ,spr-rós del colapso de la Unir in Sovir í t ica, Bor is Bagdasaryan, un exconlrrnt l r rnte soviét ico c lc submarjnos, ¿rp¿lreció c l ic iendo que é1 era el co-nr;rnr i r rntc, c lc l Echo I I que chocr i contra el ToLttog.y que se¡ erncontrabalr i t 'n t ivr¡ . Clon t¿rn pocir gentc tanto on la Llnir in Soviét ica como en los Esta-r lo- [ ] r ¡ i r l r ¡s conscientes r le qLlc ' - {us gobicruo-s . [ rabían ocui t¿rdo por tantol ict t r ¡ r , r r ' l te rr ib le accidente' . su lc l¿rto at la. jo poca ateucir in. Pero Bagdasar-

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. .OSHKOSH B'COSH' '

Yir habínn pasaclo ias 3:00 a.n] . , e inclusive c l Pcntágono parecía cst : r rcasi inaniur¿rdo. La actividad cli ici¿rl en Wzrshington no comenz¿u"rA ¿i rr!{i-t¿irsc h¿rsta transcr¡rrid¿is v¿rrias horas, no hasta que el sol elnpezar.l ¿rhorner¿rr la explannd¿i de¡ asfirlto y concreto quer rodeab¿r las 14 hect¿irer¿rs,r t ' t tpudas por t , l t , t l i l lc io.

Jamers Bradley cstaba sentado más al lá de csa c.xplanada, sumergidocn los largos correrdores color crema, todavía en el quinto piso del anil lo Itrderl Pcntágono clctrí is dc trcs conjuntris de puertas cel'radas, su sector dcoficinas dcshabitaclo excepto por é1. Finalizab¿r 1970, el cu¿trto ¿rrl l i le Br¿r-clle¡'conro director cle guerra submarina en Ia Oflcina de Inteligcuci¿r N¡r-val , y era cn est¿ts pr imeras horas dc la mañ¿rna quet podía sor. ta l nt t ' j , r r ,inrncrso ern el s i lencio de su of ic ina y en cl océano prol i tndo más al lá.

Estab¿r ¿¡bsorto en pcnsalnic¡ntos quc rayaban lo fant¿istico, plancls

Irar¿i ur1¿r nuev¿r nlisirin para erl Hul.ibut, un¿t qlie sacuclir ' ía ¿r Ia comtinidaciclc inteligernci¿i ¿lull n' i i is que las fotografías clel subtnarino Golf sovié:ticoque habían capturadr-r con tanta intensiciad la irnaginación r.lel presicie'nterNixon v dc¡safbrtun¿¡dante'nte p¿1r¿l la Armada, de la CIA.

Bradley quería e'nviar al I lalibut al corazírn de' un mar rcivindicaclopor los soviéticos cn busc¿r cle un¿r Ilres¿r quc cstaba viva -práctic¿rnetrterespirando- v que e-qtaba l)rás ¿ii lá de casi curllquierr cosa quc la intel. igen-cia c 'stadounic lense haya intentado t :onseguir anter iormente. Cerrando snsojos prlr un instantc. casi poclía ver su objetivo. Era r-rn cable telefónico, unmanojo cle ¿rlanrbres der un dián-retro no nayor a los doce centínetros.

Pcro ¡qué rnanr¡ io de al¿rmbresl Bradlcy imaginaba al cablc quc ibadc¡sclc la baser de submarinos misi l Íst icos dc ia t ln lón Soviét ic¿r en Petropa-vlor.sk. por debajo c le l m¿rr dc Okhotsk, y dcspuérs cont inuaba hasta uni lsc¿r cables terrestrcs que se dirigían ¿r los ct¡artclcs gene'ralers cle la Flota dclP¿rcí f rco corca dc Vladivostok y desde al l í hacia Nloscú. Si e l pez portadorrle r: i irnara-s rlt: l l lql ibut podía encontrar el cable, si su tripulación podía

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"Oshkosh b'Gosh" 193

debajo del mar de Okhotsk. Después de todo, Petropavlovsk era un puertopequeño y desoladr-r al otro lado de ese mar, aislado en la península deKamchatka y casi escondido entre volcanes antiguos y bosques primavera-les de abeduies. El mismo Okhotsk estaba casi deshabitado, salvo por unaspocas embarcaciones pesqLreras y submarinos ocasionales empeñados enensayos de misiles.

Los soviéticos tenían que considerar seguro el mar, ya que estabaencerrado entre el gancho de Kamchatka y la costa oriental de la UniónSoviética, casi de la misma forma en que la bahía de Chesapeake se in-troduce en el l i toral oriental estadounidense. La ruta de ingreso para unsubmarino o buque enemigo era a través de canales estrechos y de pocaprofundidad que pasaban entre las islas Kuriles bajo control soviético. Estoscanales podían ser bloqueados con facil idad ante una alerta.

Pero aun si el cable estaba allí, ¿cuál era el sit io exacto? ¿Dónde entcrdas esas millas y millas de agua yaciala hebra que no podía tener másde doce centímetros de diámctro?

Bradley sacó de su rnente las cartas y mapas, se excusó cle participarde evaluaciones oficiales, de las reuniones, agendas y juntas informativasque inundaban el negocio de la inteligencia en Washingbon Dejó que susojos se cerraran y su pensamiento vagase hacia los recuerdos de viajes mássencil los que había realizado en épocas igualmente sencil las, antes de la

ÉJuerra fría, antes de la Segunda Guerra Mundial, remontándose hastalas aguas de su niñez.

Allí encontró una respuesta que era encantadoramente simple y justolo suficientemente extraña como para ser cierta. Estaba sepultada entresus recuerdos de St. Louis en la década de 1930, cuando era un niño ysu madre lo enviaba a realizar navegaciones en buques fluviales que reco-rrían el río Mississippi para escapar del calor del verano. Desde el lugardonde el Mississippi se junta con el río Missouri hasta Alton, I l l inois,los buques navegaban por aguas teñidas por el cieno marrón y en cuyosrnárgenes se extendían kilómetros de planicies inundables pintadas conpinceladas desordenadas y ascendentes de pastizales hasta que el verdecedía abruptamente ante enormes acantilados grises. Las águilas descri-bían círculos en lo alto, mientras las grullas dejaban los rastros de suspisadas a lo largo de la ori l la. Era este escenario el que atraía a la mayoríade la gente que recorría el río -eso y la orquesta y la vida social a bordo delbuque f luvial .

Pero para un niño, había otras visiones que marcaban el viaje. El

,joven Bradley se había acostumbrado a pasar el t iempo en la timonera conlos capitancs dc lcls vapores, y desde allí podía ver una serie de señaleslr l r rnt ' r rs v n( ' Í l r¿rs t :o locact¿rs c l iscret¿rmenter a lo largo de la costa. La mayo-l t : r r l , ' l r rs s, , r r ; r l , .s i r r r l i t ' ; r I l t r r r l is t r rnt : i¿ i .v ¡rosic i r in. [ ' t , r 'o htrbí¿t l t lgunos, rc-, , ' t r l : r l r i r : l l r ( ) r ' : r . r ¡ t t . r l r , r ' r : r l r " ( ' t t t i r ' , l r , ( ' r r l , l r ' . l ' t 'o l t i l r i r lo l ionr lcr t r" ' . I ls t l ts

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194 'EI juego de la gall ina ciega

scñales estaban allí para prevenir que algún idiota en una embarcaciónenganchase y cortase un cablc. telefónico o de servicios en esas aguas pocoprofundas.

Los o.jos de Bradley se abricron de golpe cuando comprendió que aquelloquc' ela válido en el Mississippi también podía serlo en el Okhotsk. Así eracollro cncontrarían el cable, pensó. Así era como concebirí¿rn uno de losactos cle' te' iepiratería nás audaces de la guerra fría. El Halibut sería guia-clcl dircctamente hacia sll presa p<-rr las señales coloc¿rd¿rs por ia Unión So-viót ict en una playa sol i tar ia, que dir ían: "¡Cuic lado! Cabler Sumergido".

Esta no era la fbrma el1 que normalmente se gestab¿rn las <iperacione'sdc inteligencia cn Washington, pero la imaginación de Bradley había sidosicmprc muy vasta, a veces clemasiado para la rigidez que gclbernaba conlrccuencia a gran parte de las operaciones militares. Había estado soñan-do acerca de una posible interceptación de un cable casi desde el misrnonrorncrrt<r cln que se había hecho cargo cle ese trabajo y del control del Hali-but .El y sus asesores habían pasaclo horas hablando accrc¿t c le las posibi-l ic laclcs del Hol tbut y c le eser mít ico cable de cclmunicacioncs. ExploraronIos maltas y examinanrn deternid¿rmcnte las cartas de marcs y b¿rses sovié-t ic:os, y ¡ l 'onto l lc ,gzrron a la conclusióu quc había t res lugares qut ' rersul ta-ban cspccialnrente promcteclores, t res lugares en los rnapas dondc¡ las ba-scs nav¿rles soviétic¿ls cstaban srrparadas de Moscú por nti l las de agua: clnrar B¿ilt ico, el nrar de Birrents y el rlar de Okhotsk.

Der í¡stos, solamente el Okhotsk e-.ra verdaderanrente desolado. Cu-bierto con una capa de hiekl dr"rrante nueve nlcses al año, cl mar cra tandeprimente y lrío como Petropavlovsk, d<-urde los submarinos nuclearesy ¿rrscnales de misiles cstabun disirnulados entre edificios que h¿rbían cs-tac[<l cicca.yendo durantc un siglo o más. Los oficiales navales soviéticoscr¡nvcrtí¿rn en hogares indecentes estos dcpartamentos bar¿rtos de concre-to r:onstruidos cntre refugios clc clefensa civil ,v estacit-¡nes cle r¿rdar.

L'n¿rnto más pensaba Br¿rdlr:y acerca del Okhotsk y la base de subma-r-irrt¡s cn Iiamchatka, más se convencía cie que el Holtbut estaba destinadoa ir allí. Pero dur¿rnte sus prinreros tres arios, incir-rsive' cuatro, dirigiendosr,rs niisiones, no había oxistido una forma segLrr¿1 p¿lra que los hombrespudieran abandonar un submarino. caminar por el fondo de arena a unaprofundidad de entre 90 y 120 metros, y alcanzar e interceptar un cable.Bradley tenía quc esperar a quc la tecnología se pusiera a ia par de suvisión. Y finalmente eso había sucedido.

El nrismo pánico pos Thre.slter que había impulsado a la Armada ainvertir dinero en la investigación subacuática, la misma iniciativa queh¿ibí¿r hecho nacer u¡ Hali l>ut rediseñado, había solvent¿rclo también un

l)r 'oqrana para crear nuevas ftrrmas para que ios buzos soblevivicse n t 't ' tl irs ¡r 'ofundidades. John Cr¿rr.en. el viejo amigo de Bradley, h¿rbí¿i st-t¡rt 'rvisrrr lo uruchr¡s de estos t rabajos hasta que se rct i r r i dc¡ la Ar l r¿tr la. Ba. jo l r rr l i l t , t :c i< i l r de ( l r '¿rvcn. la capi ic idad de los buzos pi i r i r opcr i l r t ' t r l r ts glr t r t r l , ' , ,r r r ' , ' l i r r r r l i r l l r< lcs hl l - r í i r t ' r 'o lucionl tc lo i t ut t r i t r l io inot ' í l r l t ' .

"Oshkosh b'Gosh" 195

El problema habÍa provocado desánimo. El aire que en superficie escapaz de dar vida, aba.jo en Ias prof'undidades puede rnatar a los buzos. Aunos 100 metros de profundidad, el aire se comprime tanto que una solainspiración contiene cerca de diez veces las cantidades de oxígeno y nitró-geno que hay en la supe-rficie. A estas cclncentraciones, el oxígeno se vuelvetóxico y el nitrógenr-r t iene un efccto narcotizante -n¿rrcosis nitrogenada-que hace que lc-rs buzos pierdan el control.

Buzos y científ icos de la Armada especialmernte acliestrados habíancstadri experimcntanclo con recetas pal'a una nlreva atmírsl 'era subacu¿iti-ca que remplazaba gran parte del oxígc.no y todo el nitrógeno por helio, qucno es tóxico. Dulante el ascenscl , la mezcla de esos gascs podía ser modif i -cada para satisfacer la creciente necesidad de oxígerno que tenían buzos enagLras menos protirnclas. Los experimentos con animales fueron seguidospor hábitats hum¿rnos bajo las aglras l lamados Sealabs. Localizados a 60metros de profunclidad frenter a La Jolla, California, la vida era peligrosa erincómoda. En una oportunidad, las car lcr ías f¿i l l¿rrrn en uno de el los ye¡ l hábi tat se volcó, pero los cuatro buzos en su intcr ior sobreviv iernn respi-ranclr i las nuerv¿rs mezclas c lc gases.

Tod<t estaba evr¡lucit¡natrtkr s¡rtisfactoriamente lrasta que uno dc losSeal,al¡s prerscntó fi l traciones cn 1969. Un buzo perec:it 'r nrientras tr¡rtab¿rdc ef 'ectuar reparaciones -cn absnluto la c laser dc publ ic idad que estababuscando laArnrad¿r. justo a un año de la pórdidu del Scorplon-.El progra-ma Ser¿rl,ab se c¿tncelrj sin ceremoni¿rs, y par¿r los que no tenían relacirinalguna con é1, parecía como si la Armada hubier¿r abandonado def in i t iva-rnente el esfuerzo. Pero lcls dcsarrollos cclntinuaron silenciosamente, y Brad-ley y Craven hicieron los preparativos para poner a clisposición dc los bu-zr¡s a bordo del ÍIulibut las nuevas mezclas de gases y nlrevas tócnicas de"bucero de saturacií¡u "

El submarino sc encontraba ahora en el Arsc,nal ir{aval de N{arc Is-l¿rnd cn las af i tcras de Sal t Francisco, y estaba siendo c 'quipado conuna versi í tn portát i l del Sealab, t rna cámala hiperbár ica para alojar a losbuzos rnientras se habi tuaban a la presión del agua que encclntrarían sicaminaban pr l r e l lecho marino para inte.rceptar c l cable sovjét ico. Peroantes que el Ha libut pudiera navcf{ar }iacia el fondo cle I mar de Okhotsk,Bradlery tcnía que clbtener el f inanciamiento y cl apoyo polít ico que reque-rirí¿r la rnisión,

La of ic ina de Bradley operaba toclavía colno una cámara de cclm-pensación bancaria para todirs las misiones de espionaje con submarinos.El y su cquipr-r recogían las l istas de requcrimientos de los funcionarir¡s denlayor rcrarquía que fi iaban las polít icas dentro cle la Agencia de Seguri-c lacl Nacional , e l PentáÉ{ono y la Casa Blanca. Lc corrcspondía a Bradleyl)r() l )¿lrar Ias oJ>er l rc i r ) r )cs ql le pr idían sat isfacer esos l -eqLter imientos - los

-r ' ; ' i t i t t i i t ' t i t r ,s r l r 's t t l r r t t i r r inos. l¿rs olrsorvirc ionr 's r l t , r ' l rs l ryos c l t nt is i l r rs. la

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196 El juego de la gall ina ciega

recolección de señales electrónic¿rs-.r Después de eso, Bradley tenía quevenderle esas misiones a los comandantes de flota, quienes todavía conta-ban con la últ ima palabra respecto de la zarpada y el destino de cualquierade sus submarinos. Bradley ya había realizado docenas de viajes a PearlHarbor, Norfcllk yYokosuka, Japón, para informar y recibir información delos comandantes de los submarinos, y se había ganado su respeto y con-flanza. Además, la audacia de esta misión dc interceptación de cable haríaque se la pudiera vender fácilmente a estos hombres

La navegación a través de Washington requería más delicadeza. Noobstante, Bradley sabía cómo cortejar a la muchedumbre en esta ciudaddonde la información era moneda corriente y se la distribuía celosamentebajo la directiva amorfa de "conocimiento necesario". Este era un lugardonde el poder se medía en f 'unción del acceso a la información, y Bradleyintercambiaba acceso por aprobaciones, envolviendo los hechos con el haloromántico de las maravil las en lo profundo del océano. Sus reunionesinfbrmativas recurrían al arte de la narración que había aprendido déca-dac atrás escuchando a su padre relatar cuentos maravil losos sobre el vino,las mujeres y el mar.

De hecho, la idea de Bradley de buscar el cable soviético estaba inspi-rada casi tanto por su impacto dramático como por su valor potencial parala inteligencia. Si el cable realrncntc existía, encontrarlo e interceptarloharía más por asegurarle a su oficina la participacitin en el alto nivel y elf inanciamiento que casi cualquier otra misión que pudiera imaginar. Brad-ley ya estaba contabil izando sus éxitos cn dólares y en enemigos. General-mente su recompensa provcnía directamente de los bolsil los apretados deIos otros departamentos de la Armada. Después que casi diezmó un pro-yecto encabezado por un aviador naval, cl hombre deseaba golpear a Bra-dley en Ia nariz allí mismo dentro del Pentágono. "Desgraciado, hijo de

r Algr.rnzrs de estas misiones estaban casi tan apartadas dc la senda acos-tunilrr¿rda como el cable submarino imaginado por IJradley, y no Lodas ellas resul-t.aron exitosas. Aprincipios de la déc¿rda de 1970, varios submarinos fueron envia-rlos ¿ri cstreclio de Sicil ia para investigar lo que 1a inteligencia estadounidensec'reÍa que er¿r un esfuerzo soviético para despiegar un sistema subacuático queoperar'ía como el SOSUS -uno que inclusive parecía más sofisticado que las sono-lroyas que ios británicos habían destruido unos pocos años antes-. Primero fuecrrvi¿rdo allí el USS Túll ibee (SSN 597) y encontró un cable sospechoso, suspendi-rlo rrruy ¡lor encirna del lecho marino. Después fue enviado el Lapon para tratar det'rrgarrchar el cable, pero fracasó. N{ás tarde fueron enviados allí el USS Seah.orsersSN-669) y el N/?-1 de Rickover. El Seahorse en.rpleó su sonar para iocalizar elcrrble, y luego guió a la pequeña dotación del N¡?-l hacia el lugar para lo que po-rlr ' í l haber sido l¿i primera misión de inteligencia del minisubmarino. l ' inalmente,.l N1l- I se aproximó lo suficiente como para descubrir que laArmada h¿rbí¿i est¿rclo, l r r r r r lo r .o l t t ¡ r 'et ,¿rs h¿rcia atr t is bajo el agua con ei objeto de exatnini t r ru l t :¿tbl t ' t . t ' l t ' -I i ' r r ico:r l r : r r r lonlrr Io r l t 's¡rrrós c l<¡ l i r Scgrrnt l i i ( l r tcrr¿t l \ t r r l r t l i¿r l ¡ r t t t ' los t t r t l i : r l ros

"Oshkosh b'Gosh" lg7

perra", maldiio el ,robusto aviador, abalanzándose sobre el capitán en elcorredor. Bradley no lo culpaba, ni siquiera un poco. Pero tampoco se dis-culpó. Sentía que era totalmente sincero al considerar que su grupo estabahaciendo un mejor trabajri que cualquier otro.

En tanto y en cuanto su programa dispusiese de dinero, Bradleytendría poder, y más del que tenía derecho a esperar cualquier otro capi-tán de cuatro galones en laArmada. Todavía estaba subordinado al contra-ahnirante Fritz Harlf inger, cl director de Inteligencia Naval, y a través deé1, al almirante Elmo R. Zumwalt Jr., que ahora era jef'e de OperacionesNavales. Pero con o sin poder, Bradley era todavía un capitán de navÍo enuna ciudad llena de almirantes, y un simple oficial de Inteligencia Navalen una ciudad donde los principales agcntes de inteligencia respondían alPresidente. También había algo más quc unos pocos almirantes que recor-daban con rcsentimiento su negativa a incluirlos en sus asuntos confiden-ciales. fJn hombrc,'especialmente poderoso dentro dcl Pentágono, insistíaen que él tenía que aprobar cada opcración antes que Bradley pudierahacer zarpar un submarino espía. Er¿r una directiva cuyo cumplimientoresultaba para Bradley imposiblc de satisfacer. "Ustcd me impartió unaorden ilegítima", respondió Bradley cuando el colérico almirante lo enfren-tír. Después agregri: "Además, yo no estoy subordinado a usted".

El ahnirantc se quedó mirando a Bradley lo que pareció ser un tiernpomuy largo. Finalmente diio suavemente: "Esta bien. Esta vez pucdc salir-sc coll la suya. Pero le digo una cosa, Bradlcy. Ustcd nunca asccndcrá aalmirante".

"Que asÍ sca -Bradley se mantuvo firme-. Que así sea." Luego, con larr.rarcialidad dc un soldado, dio la mcdia vuelta y se marchó, mientras eldrama dc su partida lo l lenaba dc satisfacción. Más tarde habría tiernposuficiente para comprender que el almirante podría simplemente cumplirsu alncllaza.

En ese momento, Bradlcy estaba más preocupado por su batal lacontra la CIA con respecto al cturtrol del HalibLtt. La agencia ya se habíaadueñado de la dirección de todas las operaciones de salvamcnto relacio-nadas con el Golf hundido y tr-rdavía estaba esperando que Howard Hughestcnninase de construir la monumental nave de salvamento que intentaríarecobrar al subrnarino completo de su sepultura en el océano. La mayorparte de aquellr-r era conducido a través de la Oficina Nacional de Recono-cirniento Submarino, la of,rcina secreta de la CIA y la Armada que todavíaera dirigida principalmcnte por la CIA. Peor todavía, ésta parecía estarempeñada en difundir las noticias sobre las mejr-rres lnisiones de submari-nos de la Armada y l levarse el crédito por ellas.

Cuando aquellas misiones estaban todavía bajo control absoluto deBradley, lnenos de una docena de altos funcionarios en Washington sabían¿rcerc¿:r del submarino soviético perdido y de su hallazgo por el Halibut.Alrorrr I l r¿rr l l t 'v vcíu qtrc los of ic i¿r lers dc la CIA asignacl<ls al NLIRO distr i -

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I t )8 El jucgo de la gal l ina c iega

buían autor izacioncs como caramelos en H¿rl loq'ccn. Las fotograf ías deVelve-. t Fist . las capacidades del l lc t l ibut . c inclusive ot t 'as misiones cle es-pior-ra.je con -qubrnarinos se estab¿rn convirticndo rápidameutcr eu la atrac-cit in principal clcr un circo donde er¿r r¡¿is importante contar con utta eutra-cla para la cxhibiciírn quc la f unción misrla, donde los rtjtulos "estrictamente

sccrcto y confidencial" y "cclnocimientcl necesario" hací¿rn que el espectácu-lo f r-rcr¿¡ irresistible.

Rradley vería a todas las reuniones inftrrmativas como fi ltr¿rcionespotcnciale s. Qucría ser ó1 quien se reunierra con Kissinger o con st t ¿ts isten-te rniiximo, e I gcnerzrl Alex¿rnderr l{aig (el plincipal enlace de Kissirlgt'r 'cunlos nl i l i tares), v recién cuando füc¡ra el r lo lncnLo ¿rdecuado. Bracl ley h¿rbíatraba. jado durr-r para ganarse su acceso a los c los hombres podcrosr ls. Elc i i ¡ t i tán aprovccht i su conocimicnto dc que Kissinger era el r t t l ix i t t t r , exptt-ncntc dc l¿i bunrcracia, algr-rien que quería controlar todo lo lt ' l i 'r ido a la

¡tolít ica cxterior y accioners cncubiertas que la afect¿rban. Bratl ley sabíar¡trt ' , r 'nris qurr ninguna otra cosa, Kissinger quería escog()r qtlé ora io quc scIc c 'x¡ tondrÍ¿r ¿r Nixr¡n y qucría efectuar personalmcnto csi ts cxposic iont 's.N, l i t ' r r t r ¡ rs qr-rc l i rs misioncs de Bradley cosechasen int t : l igcncin f t tuclamen-t : r l , óste s:rbÍ t r qtr t ' la puerta hacia Kissinger -v Haig t 's tnr í ¡ r r rb ier t¿r. Aqttcr-l lo I t¿rbía r l t rcdackr c laro i¿r í r l t ima vez que Bracl lcr ' l i te l t vt ' r ¡ t Kissi t r l {cr crr t trtrs¡rt 'ct,rr ir l irs proezas clelr Halibut.

I i iss ingcl l legó media hora tarde. Entrr i , scr r t ¡costo contra una si l la,pLlso un pict sobrt- una mesa freute a é1, f, aptrtttt-r cott ol ot.ro pie tr Bradley."Il icr-r -conlcnzó ciiciendo, con un acento ¿tlc'rn¿itr particr-rlar (lue se hacía evi-rlcntc cn cada palabra-. Usted cuenta con dicz tl inuttts. [ lnlpiece a habl¿rr."

En lugar cler acobardarse, Bradley s¿ibía lo que ter.ría quer haccr."Dr. Iüssinller, no puedo hacer esto en diez minutos. Si diez tl l inutos

cs toclo cl t iertrpo que ustecl t icne, clcbemos urarcharnos .y regresar cn otraoc¿isión pnra atcncler este asunto. Porque con di€)z mintr t r ts, sólo v¿rmtls at lcsirprovechar su t icrnpo y el rnío."

"Buent.r . buuno. Ustcd empiece, y yo lc diré cuánclo c lcbt ' de' tenerse."Más de cLralent¿l y c inco minutos c lespués, t r ldavía cstaban conver-

s¿rnckl. Parecía tura victoria crucial para Bradley.Ahorir, cl ca¡rit i in strbía quc la noticia de la bútsquecla de un cable de

co-rnunic¿lciones s()viético bajo el mar serÍa exactamente la clasc de exclusi-vicl¿rd que Haig querria l levarle a Kissinger, y que al asesor de scguridacln¿rci<tnal le enc¿rntaría l lcvarlet ¿r Nixon. Bradley no tenía intencirin algunailet qr-re I<t descubrieran antes cstar l isto par¿l presentar su plan, de ln¿lner¿l(lucr se lo infonno itnicatnt:nte a la gente que' definit ivanrentc tertrÍa qtte

s¡rberlo. erl couranclante de l¿r f ' lota de subn-rarinos del Pacífico y Harif inger.

Normalrnetrte Braclley habría l levadrl su plan a Lin gl ' l ,1po nacion¿rlsrrpcru, isor conocido como "Conit í : 40". Presidido por Kissing€) l ' . sus pues-

1os lst l r l ¡ in cubicr tos l t r i r los nrás al tc ls f 'uncionar ios de segur idad nacionai ,r ¡ rc l r rv l r r r lo c l i t ' fc c lo l l ' ls t : t r lo N' l r tvor Coniunto y el c l i rector de l¿r CIA. La

"Oshkosh b'Gosh" 199

labor c le ' l conr i tó e¡ra evaluar todas las operaciones cncubicr tas intemacio-nales, todc¡ dcscle las intervencioncs cle la CIA en los países del Tercer Mundoha-qta las o¡teraciones de escucha subrepticia dirigiclas cclntr¿¡ el Krcmlin.Otros prcsidc'ntes han tenido comitós de supervisirin similares, y a partirclcl irrcidente clel Pueblo, las misiones de rutina, tales como las incursionesctt t t subntar inos etn aguas coster¿rs soviét icas o l<ts vuelos real izados¡tor aviones osllí¿l-q, eran incluidas cn una lista rnensr-ral para su revisión.Gctrcralmcttte los ruiembros del comitó les daban una r.hlt ima mirada antesdt¡ t i lclar los casil ic.ros titulados "aDrobado".

Perro las o¡teracioncs nrás pc, l igrr)sas -prcsur l t ib lcnente cualquier es-fircrzo qlre ¿1c¿rrreara tanto riesgo conlo un plan irara intc.rceptar un cablecler comunicacir¡ncs soviét ico que fuera crucial- cst¿lban, en teoría, sujetas¿r audi t ¡ncia,* utucho más dctal ladas dondc se suponÍa qr-rc las operacioncsdebí¿rn pasar la prucba rnás elernental de. todas ¿Las ganancias potencia-les. j Lrst i f ic iur t ' l costo? Esa era la tarea pr incipal dcl Clomité 40: hacerr-rn c.jercicio ckr sr¡ntido común, un análisis desapnsionaclo de lo que de otrafornla pr lc l r ía scr Ltna búsclueda desenfrcrn¿rda [)ara obtener intel igencia.En rest tn leu, c l comité era un escalr in c le supen, i ,s i r in c l iseñado parzr ubi-cArsc IJor el tc int¿t de las prer>cu¡raciones provinciarrus, r ival ic lades entreagencias, nr¿rclr ismrl y la pcrpr: tua tcntaci i ln c l r 'paslrr dc la auclacia a laestu pidez.

Pc'ro ftc'cut¡tttt:mente ese ideal €l 'a poco nriis t lner una fantasía. El co-nlite casi nLll)cil t i ldaba ct.¡mo "rechazad¡r" una ntisit in, 5r los rrriembros delas agencias de intel igencia y de las fucrzas arnradas sabían que podíanp¿rsar por alto ai resto del grupo en tanto y cn cuanto no p¿lsasen p<tr alto aKissinger, t luc tratirba al comité ccrmo algo que derbía uti l izarse o ignorarst,scgun I¿r convcr.r ienci¿r. Aveccs, dc.spuós clc d¿rr le a las misiones el v istcrbut¡r.lo ba.jo su ¡tropia autoridad, const¡lt¿rrí¿r por teiéfono a los nriembrgsclel cont i tó, busc¿rt tc lo aprobaciones quc lo respalc iar Ían. Aveccs ni s iquicrasc rnolestaba e'n h¿rcer aquel lo.

El mc.nsaje: que Kissinger euviab¿r era c laro, la única supervis ión queimportaba era la dc ó1. Eso lc convcní¿r ¿r Br.¿rdle'y y a Harif inger, qlricnesern ia pr imavera de 1971 sc sentían fel iccs de poder evi tar una audiencialbrmal antc el cornité. No lc.s era difíci l imaginar cónro sería esa audiencia.

"¿Dóndc estaban esas señaics? ¿Ustecl d icc que a l r - r largo delN{ ississippi ' / "

"Es decir c1ue. capitán Bradley, ¿uste d clicc que se le ocurrió esto mien-tras cstaba sri lo cn sr-r oficina a las 3:00 ¿r.ru.'1"

No, no -).n<-¡. Sr:t ' Írr tnncho más lírgico, r 'azonó Bracllel ', tratar de ollte-ncr c¿r l l¿rd¿rr le l t te las i rprobaciones de la ntáxima autor idad y espcrar¿i cont¿rrle a toclo el conrité sobre¡ erl plan una vez qrle supiose col) totalserguriclad que e'l cablc cstaba allÍ, a entrar dicicndo: "N{iren Lr qr-re hcmoshccl-io".

Cualquier l taso l r ; rc i i r c l inter ior del Okhotsk, dcsde el punto de vistar l t ' los sor ' ' i t i t icos. r ' t ' i t lv i r l , 'ntcmenter i iega[. a l rnque l<ts Estaclos LLl idos consi-

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1o: l l , ) l . j t r t , lo t l t , l i r g l r l l in i t t ' i r ,g l t

, r r , r r r lo ( luo sLrs naig¿rs parceiesen p{)pas. Cuenta la leyencla que aquer l l i isl r t ' l i r : r ¡s dibujadas con t inta asegurarían un tránsi t { l rápickr v seguro. Losnr is tL:scarados impulsaban sns hél ices c()n una larga t i ra de papel h ig ió-¡r i to colocada en c. l único lugar posible de sus t raseros desnuclos. Dr:spuós,1, . I r rernder fuego al papel . descr ibÍ¿rn círculos humeantes airededor dc lal ru ra. intcrpretandcl lo que se había convert ido en un r i tu i t l . la "Danza dcIr c loaca f lamíger¿r".

Esta cra su firrma de ctlebrar la zarpacla dcl arsen¿r1. Este er¿r el vc-l ; r t r r r io dc sn l ibertacl perdic la. Así fue como los hombres del HcLl ibuti ¡ l ic iaron una de las opcraciones clc cspionaje submarino más crí t icas de lag r,rerrra 1r'Ía.

La fiestrr no terminarí¿'r hasta apenas pocas horas anters que "Srnil ir-rg. I¿ick" N{cNish dierr¿r Ia orden f inal dc ernbarcar. Smi l ing Jack era c lnonrbrc que los hombres lc habÍan dado a su ¿lmcnazador comandante, ttnrcconocimiento a la sorlrisa apretada que esbozaba en ILIÍ{ar cle un grtrnicloo un aprc:tr '>n clc dicntes. Se volvía más anrplia sólcl cu¿rrtdo habí¿r prr-,blt:-nras. Poc<ls miembros der l¿r dcl tación recorclaban haber v isto al pel i r r r ¡ j<rcomarldantc de treinta y ocho años de edad reírse de verdad alguna vez-r.ro ¿rlrrrra y no a bordo del Halibttt, Lrnos citrcci años ¿intcs cuando se habÍarlc,sempcñiido como su segundo comalldante.

Esa sonris¿i estaría ¿rllí, sin cambios. clurante la mil.yrlr palte clel r.ucsr luo c l Hol ibut cstuvo transi t¿rnclo haci¿r c l Okhotsk. Cl t ¡a lquicr otro sub-rrr¿rrino c[t ' irtaque h¿rbrí¿r cr.rbi<rrto csa dist¿rncia (]n nrctios cle dos sell l¿rnas.[ 'cro erl rc¿rctor de la déc¿rcla dc 1950 quc equiptrba al IIaLibul no podía

[]¿1t¿1le)ar ¿r más cle 13 nudos, y l:r velocidacl del buque se¡ veí¿r disminuicl¿rtodavÍa más por la rc¡s istencia provocada por el fa lso DSRV sobre strcubir : r ta. Casi toda la t ravcsía se dcsarrol l í l a unos exasperantes 10 nudosrrrientr¿rs e\ Ifulibut describía trn amplir-r arco, igualando la curvatura dL'la tierrr'¿r. Dirigióndose l.r¿rcia el nortc clc l¿rs islns Aleutianas, luego haci¿rcl sur a tr '¿rr,és clcl hel¿rclo cstrecho de Bc.ring, alejaclr dc l¿rs unidades desupcrf ic ie soviét icas, c l subnrar ino l legó al mar dc Okhotsk.

El ingrcso a eso mar resultó una empresa angustiosa. A l¿r tripulacriónItr l lcvír vari¡rs horas maniobrar a través dc icls c¿rnales ¡roco profundos.

¡rr<lbablcmr:nte en el sector ¡nás ¿rl norte de la cadena de lus i-"las Kurilcs,justo dcbajo c ie l ext¡emo sur de Kamchatka. I )esde al i Í , los i l r tnbres pucl ie-ron observar porperiscopio un volcírn lrctir.o, ¡rero todar,ía le temí¿rn nr¿is ¿rI¿r lr,rz solar. Un único destello del periscopio y cualquier avi<in o buqlrelrnt isubmarino podría cncotr t rar los.

Para entr¡nces, ya sabían dónde estaban. McNish les había dicho tansr i lo eso, y quer los buzos zarparían con r : l los para esta misi t in. Pero omit i t icualquicr colnentar io sobre cablcs s;oviót icos. El conr¿rnclaute lers di jo enr¿rmbio que el Hal ibut est¿1b¿1 al l í para buscar partcs dcl t t l tevo y mort í f er<rntisi l superficie-superfrcic soi' iético. Sol¿rrlri:ntc' McNish, sus oficiales, lttsbr-rzos y unos pocos hombres cntre aqucllos qu€l habían sido orclenadr¡s miem-

"Oshkosh b'Gosl i " 20: l

bros dcl "equipo de' proyectos espcciales" sabían re'almente qué era lo quer, 's tabarr buscando mientras el comandante orden¿rba. al Hal ib¡¿f avan-zar letrtanrente h¿rcia el norte siguienclo la costa sot icstica, con el perisccl-pio izaclo.

tl¿rcla trers horas. el l lal ibut describía una "S" o dibujaba una figuracon lirrnia de ocho o caía de un¿r b¿rnda a l¿r otr¿r (r n¿lvegaba en círculos.C)uirlqr"ricr cosa qlre le permitiera cchar un vistazo al sector cir.go en suba1l1e , para asegurarse que ningún r¡tro subm¿rrino lo scguía por popa.

La búrsquecla contintró por ntás de una selnanA. Los hombres r)o en-contr¿iron nad¿r, pcro siguicrorr buscando, esperanclo. Entonces la vicron,col t lcad¿r en la ¡ l laya. bien ade¡ntro dc la mitad norte dr: l mar de Okhotsk:uua cltr las señ¿rlt¡s dc Bradlcy con una advcrtenci¿r para lr-rs desitprensivus-'"No lronclear. C¿rblc Sumergido"- o algo colt clsc significado en ruso.

Siguicnclo las í r rdenes de McNish. ur l pcz sal i r i navcgando cl t : l¿r Bat i -ct lovi l . P¿rra cs¿r época,.-va se habían solucionado los inconvenicntes cr in elvÍc l t 'o. Las imi igt 'nes que sc t r¿rtrsul i t ían a ios nroni torcs en cl subnrar incrc:r¿t t t todavía grantt lusas y mat izaclas dc gr is, poro ()r¿ln mucho trr¿is c larasqttc las in iágcuos sot l¿rr ¿i las r l l rer los honrbrers tení l rn que rr :curr i r rn icntrasl tusc¿rb¿r¡r a l L io l f . Ahora, c l pcrs<lni i l t luc aterncl ía los r loni torcs pot l ía vcri r tc l t ¡s ivc las f r l rmas cl i f i rs¿rs dc los can¡¡re. jos gigantcs c ler l Okhotsk, aunquctst i lo las f i r tograf ías pocl íar t n lostrar los ¡rcccs mi is pc 'quoños, las nubes de¡¡-r lat i t ' t .on Iuminisccntc, l¿rs mint ' rscul¿rs lncdus¿rs dcscr ib icndo l igr-rr ls c( ,ntocl ia l t r¿rt t tcs rnicntr¿rs cr¿in i lumin¿r( l i rs por las lánr¡rartrs incandc¡scr- 'ntcs ¿ir-t iculadirs del pt 'z rne¡c¿i t ' ¡ ico. Cualquie- ' r cosa, no i rnportuba cu: in granclc,t lue estaba ale-. jarJa do las cárn¿rras y las lucers unos l )ocos nletros, se percl íacn l¿rs agu¿1s lribregas -verclc oscuras.y alrarron¿tdas por cl arrastre del i r r t ¡ ¡o. qu(r s( ] vcí¿r dc color gr is oscrrro c.n los moniton,s de r ' íc l t : t l - . Sr i l6ullos l)oc()s ht¡nrbt'es t 'staban autorizados a observ¿lr por cualquier'¿r clt: rrl los,¡rcro [a novodad se dis ipó rápidanrente y los reievos parecic ' ron succdersccn folrn¡r interminable n.r ientras miraban a las pantal las durantc horasc¿rd¿r t r ¡ ¡no.

trlntoncc:s la ¿u'en¿¡ lrareciri elcvarsc l igcramcnte. un nontícukr de 30 cr60 ¡'r 'ntínrotros ck: lrrrgo en el fonclo. I l l bulto desapare'cia, despues r"e,¿tp¿rre-cí i t , t t t t t razo en la ¿rren¿r seguidr-r por 'otros del n l isnro t ipcl . Al pr i r - rc ip io, losirotubrcs sc prc 'gunt l r l ¡¿rn s i no estarÍan imnginando una l íne¿¡ quebrada enme<l io de toclo e:sc gr is. Pcro al l í estaba nuevamente, y Luta verz ntás, c le¡va-cic.rnt,s gri-scs -v pcriricl icas y una tlancha color ncgro dc I 'c¡z cn cuando.l labía rr . lgo al l í , a lgo sepul tado casi por completo en el c ieno arenoso.

F)l Hultbut corttc.nzci a seguir l¡r línc¿r. Mir:ntr¿is las imágenes cle vídeopar l t i tc lcaban cn el monitor del subnr¿rr ino, e l pez obtenía veint icu¿rtro foto-grafias por scgr-rnclo. X{ás tarde, el ¡rcz scría recuperadcl, vaciadas sus en-trañ¿rs, re:¡rL,astercido v envi¿ldo nuevamente al agua. La película prrtntetía

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:00 El . juego de la gal l ina c iega

rlt,r '¿rban la mayrir partc del mar abierto al tráfic<l internacional. Y 1a bús-

,¡trecla de señales e.t nna playa soviétic¿r tendría que llevarse a cabo al

,,r,,,ru. en parte dentro del límite de las 3 millas desde la costa de esa na-

t.ir i¡, e:n aguas que eran reconociclas internacionalmente como te'rritorio

sobt'-rano. Ñadie consideraría a la excursión del Halibut dentro de ellas

como alÉio menor que una violación.Brádley esperaba que Kissinger p¿rsara eso por alto, tanto como es-

J)eraba que-éstó habría de ignorar e'l l-¡echo de que la oportunidad para

.,rr.". esta clase de riesgo ela absolutamente atroz. El Halibut estaría co-

rnetiendo la transgresión mientras Nixttn se mostraba públicamente a sí

rnismo corno pacificador y estadista. El Presidente acababa de aparecer

e'n la televisión nacional declarando que él personalmente había resca-

tado las vacilantes conversaciones sobre el control de armamentos a tra-

vós de cclmunicaciones secretas con el secretario Éleneral soviético Leonid

Brezhnev.Toclo esto dejó aprensivo al capitán cuando f'ue a ver a Haig. con

Ia menor cantidad de detalles que pudo, Bradley resumió su plan para la

búsquecla dcl cablc. "Si conscguimos encontr¿rlo, creemos que hemos dc-

.u.rouudo la forma de interceptarlo", le dijo a Haig. También había, dijo

Bradley, una misión secundaria -una búsqueda subacuática de partes de

.,^o n.,",ru clase de misil crucero que estaba siendo provisto a los submari-

nos soviéticos que acechaban a los portaaviones estadounidenses.Haig no hizo prcguntas, ni recomerncló cautcla, Ni siquiera se moles-

tri en l levar a Braclley ante Kissinger. En su lugar, dijo: "Manténgauos

infomrados".Bradley comprendió qlle acab¿lba de conseguir toda la aprobación ofi-

cial que neclsitaria. Sin duda, Haig pondría el asunto en conocimiento de

Iüssinger, pero el plan con menos posibil idadcs de la Armada había supe-

raclo ei-má,s simpló de lgs posibles pt.ocesos de aprobación. El Halibut se

dir ig i r ía al OkhotskHacia fines del verano dc 1971, el reequipamiento del Halibut cstaba

casi terminado. Además de la enorme joroba -la Baticueva- quc había

insoirado su conversión a un así l lamado buque de proycctos especiales,

lucia también un bulto adiciclnal, una pieza de cquipamiento secreta y

firndamental que estaba escondida tan ingeniosamcnte sobrc su cubierta

qr-re la Armadá destacó con orÉ{ullo su prescncia sin tcmer violaciones a l¿r

segur idad.Los titulares de los periódicos loc¿rlers de'stacaron la presencia de

csta nueva incorporación, mientras manifestaban que la Armada había

rrtenrperado el seóreto que rodeaba al Halibut. AquéI, declararon los perió-

clicos, seda el buque nrjdriza para el primer vehícnlo de rescate de inmer-

si<in pr<_rfunda poi Thresher de la Armacla. Dc hecho, el bultt l no era en

,rbsoluto un DsRV sino una cámara hipcrbárica y de br-rceo. Soldada en

esa posición, sería allí do¡cle comenz¿rrí¿rn a respirar la mezcla de gases

clesairollada en Sealab, y donde se alistarían para luego salir y trabajar

bajo el agua.

"0sl ikoshb'Gosl ' r " 201

En estas últimas semanas ante:i de la zarpacla dd. Halibut, el equipode Bradley comenzó a realizar frecuentes visitas ¿inónimas a Mare Island.La tnayoría de los of ic ia les y la c l t - r tación del subrnar incl los conocíansolanrerrte como los hombres de Washington. El comandante del Holibut,capitán cle fragata John E. McNish, no les estaba revelando mucho m¿is.

Inclusive en los últ imr¡s días antes de su zarpada hacia el Okhotsk enoctubre, la tripulación aún no conocía su destino. Lo único que sabían eraque estarían tres meses lejos dc sus hogares. Aquello de por sí era motivosuficiente para que el personal subalterno l lenara las tabernas de subma-rinistas en los alrededores de San Francisco. Algunos de estos muchachoshabían egresado pocos meses antes de las escuelas secundarias. Otros eransubofrciales con mucha sal, veteranos de los hediondos buques de pro-pulsión convencional o de los prirneros submarinistas nucleares. Juntos,comparticron la últ ima noche en ticrra, en una épclca en la que ser un granbebedclr y un fumador empedernido no era todavía un anacronismu.

Con sus esposas y novias mirándolos, se embriagaban bajo las mesasL.n Helell 's. Bcbían hasta ponerse a bailar semidesnudos s(.)bre las mesasen el Horse and Cow. Estc era su lugar fhvorito, cl "Relincho y Mugido"para los in ic iados, con sus r incones oscr-rrecidos, parcdcs cubiertas con fo-tograf ias dt 'submrrr in()s. una sirenu rcsortrrr tdo err t ' l u i r t 'para anunciurcacla nucva ronda, y partcs robadas ck equipos qtr<: sc amontonaban encada cspacio l ibre: retrctcs dc submarinos, e 'scudos, vai i l la, banderas deccrerrnonia, unA carcasa de torpedo, un ancla, contrabando suficiente col"¡ropara dcsquic iar a los inverst i ¡ ladorcs l lavalcs.

Probablemente Snorkel Pattv estaría allí: ella estaba casi siemplecn estos eventos clc la últ im¿r noche. Durante u¡)a década, ella había sidclmadre, hermana mayor y am¿tnte cle veintenas de submarinistas. Ella erala r-nuier <1ue sabía qué cra lo qtre enfrentarían durante sus patrullas sinnerccsidad dc que se lo dijeran, y lc crnscñaba a'otras mujeres jírvenes quedesaf i¿rban a la impetuosa barra a no prcgunta¡ dónde, cómo o porqr.ré. Ella cra -la mujer qug haría quc los hombres se sintier¿rn a salvo cuan-do regresaran a slr base. Una Mae West ticrna -la M¿rría Magdalcna de lossubm¿ir in istas.

A cambio, cstos hombres y muchachos le entrcgaban sus delfines deplata ganadcls después dc un arduo trabajo, cientos a Io largo de los años.Lc de-jaron montañas dc encendedores ernulando volcanes, dccorados conlas insignias de sus submar"inos. Y le clerdicaron su adoración inmortal.

Sonó la s i rena, el a i re comprinr ido haciéndola aul lar como el canto deur.r lobo nratizado por el rebuzno cle una rnula enferma. Los hombres conti-nu¿rban bebicndo y chiflaban, volvían ¿r chiflar más fuerte cuando algúntnuchacho inocente entraba al lugar visticndo todaví¿r su ropa interior-c:rsi todos eran rcvisados, y cualquiera que fr-rera encontradr¡ vistiéndolaera dr 'snudadt- , s in cerenlonias.

Inspirados, los vetcranos dejaban caer sus pantalones, de pie sobre labarra, y se daban vuelta para exhibir l¿rs héliccs tatuadas de a pares, ha-

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:10 I I l l . j trc¡4o cle l:r gall ina cicg:r

inri igernes mucho más nítidas que ese vídeo granuloso, pero el fbtógrafo dellrrrr¡ue no podría revelar ninguno de los rollos hasta más tarde, cuando ell lolibut pudiera ascender lo suficiente hacia la superficie como para em-

¡rlcar cl snorkel y venti lar los gases tóxicos del cuarto oscuro.Finalmente, McNish dio la orden, y d. Halibul subió a la privacidad

rlc una noche negra. El fotógrafo comenzó a revelar los rollos de películarc¡tirados del pez, trabajando con el oficial a cargo dt'proyectos especiales.Iln el atestadcl cuarto oscuro, los dos hombres viercln aparecer las imáge-ncs. Allí, en las fotografías color, estaba el cable soviético.

Ahora la dotación del Halibut tenía que encontrar una franja planacn el lecho del mar, un lugar donde arriar las dos anclas enormes con for-rna de hongo en su proa y su popa. McNish estaba buscando un lugar bienpor fuera del límite de las tres millas. Nada ganaría tentando al destino enL,se momento. Finalmente, sc posicionó en un lugar en la parte norte delOkhotsk aproximadamente a 40 millas frente al borde occidental de Kam-chatka. Sus hombres maniobraron el buque con delicadeza hasta colocarlcren un lugar justo por encima del cable. Les tomó casi un día colocarse enposicirin y fondear.

Los buzos habían estado esperando en el falso DSRV respirando poralgún tiempo la mezcla de oxígeno y helio, y sus cuerpos se habían acos-tumbrado a la mayor presión. Entonces se metieron dentro de los trajes degoma húmedos que les quedaban flcrjos, dejando espacio suficiente para lostubos que corríanjunto a sus piernas, brazos, entre sus manos y alrededorde sus cuerpos. Una bomba en el submarino impulsaría agua caliente através de los tubos tan pronto abandonasen la cámara, transformando lostrajes en una especie de frazada eléctrica, pero húmeda y de goma. El aguasaldría a través de orif icios pequeños en los tubos, rezumando calor contrael frío del Okhotsk. Era noviembre, y el agua estaba a temperaturas cerca-nas a la de congelamientcl.

Los buzos también envolvieron con material aislante sus boquil las,no tenía sentidcl calentar sus cuerpos si iban a respirar un gas frío. Revisa-ron varias veces sus corclones umbilicales, el manojo de tuberías y cablescle cinco centímetros de diámetro que provcía la mezcla de gases para lalespiración, los conductos de agua calicnte y los enlaces de cotnunicacio-ncs, energía e i luminación.

Corriendo a la par de ese manr.ljo había un fuerte cable que n¿rda teníaque ver con la respiración, el habla o la vista. Este era el cabie der emergen-cia, que sería uti l izado para cobrarlos de regreso al Halibttt si algo andabarnal. El único margen posible para el error estaba sujetado a sus cinturo-nes -botellones pequeños que contenían tres o cuatro minutos de mezclaclc respiración de emergencia, sus "botellones para volver a casa".

Finalmente los hombres estuvieron l istos para treparse a la garita debuceo. En el compartimiento de control, McNish podía verlos avanzar en loque parecía ser una caminata espacial. Apenas iluminados por sus l inter-

"Oshkosh b'Gosh" 201¡

nas de mano, trazaban una senda fantasmagórica hacia el cable de comu-nicaciones a través de las lóbregas aguas. IJna vez allí, comenzaron auti l izar cañones de aire comprimido para remover los detritos y la arenalejos del cable. En cuanto estuvo despejado, los hombres comenzaron asujetar el equipo de interceptación,. un dispositivo de casi un metro de lar-go que alcrjaba un grabador repleto de grandes rollos de cinta rnagnética.Por fuera de la caja principal había un cil indro que contenía una bateríade lit io. Otro empalme se adosaba alrededor del cable y captaría las pala-bras y los datos que corrían por su interior. La interceptación operabamediante el principio de inducción. No se realizarían cortes en el cable,para no correr el riesgo de provocar un corto circuito con el agua saladaque pudiera f i l t rarse.

Dentro del buque, los hombres monitoreaban las corrientes de agua,tonrando mediciones cada unos quince minutos. El Halibut se balanceabasobre sus anclas, mientras los planeros se esforzaban por mantenerlonivelado todo el t iempo durante el cual los buzos trabajaban para sujetaral cable el dispositivo de grabación. Después que se completó esa conexión,los agentes de inteligencia obtuvieron lo que parecía ser una muestraadecuada de las transmisiones sovióticas dc voz y datos a través del cable.

Nada en la historia del Halibt¿t sugería que esto habría de ser tansencil lo. El cable había sido encontrado sin sufrir un solo inconvenientecon el remolque del pez. La misión había avanzado con tanta facil idad quegran parte de la dotación quedaría firmemente convencida que su subma-rino se había detenido sobre el cable por accidente. Después de todo, se leshabía dicho que el objetivo en esta travesía al Okhotsk eran trozos de misi-les soviéticos. Entonces, para confirmar su palabra, McNish condujo alHalibut en dirección a un polígono de ensayos soviético.

Las aguas allí eran algo más profundas que aquellas donde se encon-traba el cable. No obstante, el pez del Halibut pronto encontró un lugardonde los grancls blanco grisáceos que cubrían el lecho del océano estabansalpicados cr¡n el metal gris y negro de l<-rs componentes electrónicos y frag-mentos pequerlos de envueltas. El Halibul había descubierto un lugar adonde iban a morir los rnisiles soviéticos.

La misión era también importante, porqLre estos nuevos misiles cru-cero soviéticos representaban una arnenaza terrible para los portaavionesestadounidenses. Las arrnas cclntaban con un tipo nuevo de sistema deguiado por infrarrojo que la Armada estadounidense había sidr-r incapaz decontrarrestar. Bradley había enviado ya tres submarinos de ataque están-dar al Okhotsk con órdenes de tratar de acercarse lo suficiente a los ensa-yos de misiles para registrar las frecuencias de los dispositivos infrarrojosal igual que la frecuencia de la nueva clase de radioaltímetro que les per-mitía volar rozando la superficie del agua y por fuera del alcance de lascontramedidas convencionales estadounidenses. La idea había sido quelos submarinos de ataoue estándar uti l izaran voluminosos dispositivos

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l (Xi Ul . jucgo dc la gal l ina c ierga

rr to¡r lados a sus per iscopios para i r radiar pulsos de calor hacia los misi lesv observar a qué flecuencias respondían. La tarea resultó irnposible. (En,'s¿r ocasión, la Arrnada estaba tan desesperada por conocer lo que pudierasobre cualquier cl¿rse de rnisiles crucero soviéticos que había enviado al,\tr:orr.l l ísh con ul1 sonar desarrollado para el HalibtLt, montado en el exte-l ior y en un costado de su casco, para explorar el lech<l marino en aguas

¡rrrco profundas. El sonar funcionír tan bien que el Sutordfislt pudo reco-rrerr cl fondo a no más de 8 metros de distancia prácticamente a velocicladniáxin-ra. )

Sólo cl HcLlibut podía envinr hombres al exterior para recuperar obje-tos, y ahora sus buzos estaban ¿rfuera nuevamente, esta vez para recogerpicza prir pieza. Esperaban encontrar uno de los dispositivos infrarrojos olrno dr: los r¿¡dioaltímertros. Los buzos guardaban las piezas en Lln canastocnormcr parccido a una gírndr-rla que iba enganchado al vientre de. acerodt'.| IIolibut. Cu¿rndo la gónclti l¿r erstuvo l lcna de cientos de trozos de misil,Ios buzos regresaron al f ir lso DSRV para someterse al largo proceso declr:scompresiírn.

Estuvieron allí gran pirrtc dcl t ien'rpo que le tomó al Halibttt navegarclc rcgrcso a Marc lsland. Tor.nti muelle cerca de un mers despr-rés de aban-donar c l Okhotsi<.

Antc's quc la tripulación pudie'ra dersembarcar, las cintas del disposi-t ivo c lc interceptación del c¿rble cst¿rban camino al cnorme complejo de laAgurcia dc Scguriclarl lr l¿rcior.r¿rl cn Fort Gcorgc G. Mcadc. Ese complejo,ubic¿rrlo a nritad de c¿ulino cnlrc Washington y B¿rlt irnclrer, era doncle elI)o¡-rartumcnto dc Dcf'cns¿r er-rviaba l¿r mayor parte de Ia inteligencia elec-l.ni¡ric¿r obtenida por los submarinos v otros vr¡hículos dc ospitlnaj(' p¿lrascr dccocl i l icada y anal izada. Protegidos pr l r t res f rani¿rs de alambresi l r ' ¡ rúr y ccrcos, uno clc c l los electr i f icado, habí¿l bajo t ierra algo más de clrsher:táreras repletas der computadoras. Estas eran u,*adas por algunos clelos rn¡¡temáticos y científ icos más importantes dc la nación para rompcrias clavr¡s sovir,.t ic¿ls. Tambión había miies der cspecialistas y analistas clerlid iorn¿r ruso ex¿lminando detcnidamernte las comunicaciones desci f radas.Il l inrponer-rtr¡ erdificio der operaciones tcnía por sobrenombre la "Posacla delr\nagrana", y era cletrás de sus 6.500 me'tros cuadrados de ventanas pcr-rnanentenrente cerradas que las cintas del Halibut serían reprcldricidasl¡na y otra voz, )/ se cvalu¿rría su contenido.

N{icntras tanto, los fiagmentos dr: rnisil fueron ernviados a un labora-torio del Dcpartamento dc: F' 'nergía escondiclo en el norocste dcl Pacífico,rrn¿r ¿i-sí l l¿un¿rda dependenci¿1 ell negro que no poseía cn su exterior indica-i: iollcrs riel trabir.jo que se desarrollaba adentro. Alií, en una habitación gran-rle y viicíri. sr¡ encontraban lr¡s cana-stos rcpletos de las piezas cle misilreclucicl¿rs a ch¿rtarra. Pedazo por podazo, lt,rs ingenie-'ros clasificaron el con-tc¡nido dc los c¿rrrastos, cokrcando las piezas sobre un t¿rbler<¡ largo. Se dcdi-c¿rron ¿1 ello durante meses. oe¡ro finalmcnte tuvieron un montaie cotnnle-

"( )s l i l i t ¡s l r I r ' ( ioslr" 20' l

to, 6 metros de chatarra convertidos en una versión aplastada y desmenu-z¿rda cle un misil casi completo, un rompecabezas de 6 metros de largo conpr-rcas piezas de más de 15 centímetros.

Sin embargo, entre todas esas pilas v canastos, los ingenieros no en-contrarcn nunca el dispositivo infrarrojo de autoguiado que la Armadaquería estudiar con tanta desesperación. (Se asumió que los dispositivosse despedazarcln cuando los misiles se lanzaron en picado contra sus blan-cos a velocidades de Mach 1o Mach 1,5.)Pero sí encontraron el radioal t í -metro y otros componentes crít icos de aquel dispositivo, permitiendo alos ingernieros estadounidenses tratar de construir una contramedida, unaque con suerte podría enviar a los misiles crucero sc¡viéticos a zambullirseinof'ensivamente en el océano.

Mientras tanto, desde la NSA le hicieron l legar a Bradley comenta-r ios acerca de las grabacinnes obtenidas del cable. Su present imientohabÍa sido correcto, f luyendo por el cable había puro oro militar: conversa-ciones entre la base de submarinos y funcionarios de ¿rlto nivel en la Arrna-da soviética, algunas de ellas cn clarcl o cifradas en ft lrma relativamenterrudimentar ia.

El hallazgo puso a la interceptación del cable a un nivcl distinto dc lamayor parte de la interl igencia cle crimnnicacioners disponible en los Esta-clos Unidos. La crecic¡ntu re¡d der satélites, aviones, estacioncs de escucha ysubmarinos espías habían obscrvado y escuchado mientras los soviéticosdesplazaban tropas, construían bases y enrriaban sus flotas nadando entreejercic ios. Pero inclusive el c.quip<l der cscucha subrept ic ia más avanzado,cl prototipo dcl satélite Rhyolite lanzaclo en 1970, no podía penetrar unal ínea telefónica f is ica. Y l r - rs pocos satél i tes de escucha subrept ic iaque tenÍan los Estados Unidos estaban orientados hacia Moscú y la costanorte¡ de los sovií:t icos. Ninguno apuntaba a las bases del Pacífico, lasque estaban vinculadas por el czrble debajo del Okhotsk.

Sin duda, los agerntes soviéticos suministraban ocasionalmente unaicle¿r de la psique de sus compatriotas. Pero a pesar de todo el drama de lagente empclbrecida y forajidos trasnochadores en las oscuras calles de Mos-cú. krs Estados lJnidos habían tratadci persistentemente de encontrar unafbuna para ir-rterceptar las conversaciones entre 1os líderes militares sovié-ticos durante décadas, y sólo con un éxito l imitado. Un conjuntcl de anter-n¿rs instaladas en lo altcl de la embaiada estadounidense en Moscú habíacaptado las quejas de Brezhnev ref'ericlas a su salud y a otros miembros delPolitburri conversando acerca del tráficcl o su vida sexual, pero ningún lí-der soviético haría un hábito del hablar sobre los secretos de Estado através de algo tan vulnerable como el teléfono de su automóvil.

Ahora la interceptación del cable estaba suministrando la primeramirada desde adentro de los temores y frustraciones de la Armada soviéti-ca, las evaluaciones de sus propios éxitos y fiacasos y sus intenciones. Ytodavía faltaba determinar la nagnitud de todo el potencial de la intercep-

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- l I o l ' ) l ¡ r r r ' ¡ io r l t ' l l r grr l l t t r r ( : l ( 'g l t

l ( , ( 'x l ) r rso al Comité 40 füe dramat izacir in pura. El capi tán extrajo un mapari t ' l Ohhotsk. Apuntó hacia donde se encontraron las señales cn la playa yt l ibujó un tr¿rzo sobre el n lar para indicar el cable. Luego af i rmó audaz-nrurte lo que una vez había sido una cnnjetura -que éste era un ctrble quellt 'r, '¿rba infbrmaciíln crucial sobre las operaciorles y desarrollos de subma-lir-io-s soviéticos armados con misiles balísticos-. Su cliscusión de los peli-gros cstuvo l imitada a las caminatas de rastri l iaje submarino que enfren-t.¿rban lr¡s buzos del HolibtLt.

L<l que Bradley no le dijo al comité iue justamente círmo era quesabÍa que había un cable en primer lugar. Dejó a un lado el hecho de que el[IaLibtt.t, con l¿r venia tle Haig, ya había visitado al cable. Solamente leascgurri ¿rl comité que la Armacla ciertamente no iba a redactar las órdenescle operracioners hasta que estuviera convcncida que pcldía construir unriispositivo de intcrceptaciírn para el cable.

Para cuando hubo terrr- inado, Bradlcy se había impuesto a todos los¿isisterntes. Si las negociaciclncs sobre control de armamentos cl las maqui-n¿rciones pcllít icas les c¿rusaban alguna prer,rcupaciírn a cstos funcionarir-rs,no lo clemostraron. La misií ln de interceptación del cable füe aprobada, y elHalibut zarpó el 4 de agosto de 7972 para su segunda travesía al Okhotsk.I)os meses después de las grabacioncs i lcgales ern los cuartelcs gcneralescle'[ Partidcr Demrjcrata en el cornplejo Watergate, el Halib¿¿l cstaba enca-rninándose para erjecutar Io últ imo en operaciones de interccptación dccablcs para una administración que estaba a puntr-r de scr aplastada porsus propias c intas y operaciones encubiertas.

Esta vez N{cNish decidió poner al tanto a sus hombres sobrc su verda-clera rnisirin y los riesgos que hzrbrían de encontrar. Los reunió en l¿r cama-rert¿r cle personal, un tercio de los hombres por vez. Característicamentesol{:u.rnc., su sclnrisa convertida en una mueca apretada en sll cara, se ubicócontr¿i cl manrparo y les dijo a dónde irían, les habló sobre el cabie, lesirabli i sobrer la interceptación. Entonces McNish les dijo a sus hombres algom¿is: les habló sribrc las cajas negras estratégicamente dispuestas en proa,popa y en el centro del buque. Estaban llenas con explosivos, y habían sidopreparadas para autodestruir el buque. Las cajas no eran l levadas por lossubniarinos dc ataque estándar, pero a bordo del Ha,libut cada uno delos hombres dc armamento había sido adiestrado para colocar 1as cápsulase'xplosivus adosadas a espoletas para dejar las cargas de demolición l istas¡r detcrrr¿rr. NilcNish les dijo a sus hombres que si el Halibtzl era atrapadoclentro del Okhotsk no sería abordado, y su dotación no sería capturadacon vida.

Posiblemente, esta reunión informativa estaba en desacuerdcl con lasrlormas generales de la Armada referidas a seguridad. La mayoría de ladot¿rción no "necesitaba conocer" a dónde irían o por qué. Pero McNish lec.staba pidiendo a su dotación que zarpase durante seis meses y corrieraun riesgo inigualado en tiempr,rs de paz. Necesario o no, sus hombres te-nian derecho a saberlo.

"Oshkosh b'Gosh" 2I I

f)urante el tránsitt i hacia el h"rgar que sus hombres ahora l lamaban"Oshkosh", el Halíbu.t quecló al garete -el acoplarniento del eie de la hélicese averió, cie.jando a éste girando sin control-. Un rccién l legado al Halibutconcibió un arreglo de emergencia que comprendía una serie de tirantesy un gato hidráulico adosados a la máquiner. La reparación funcionó.

P¿rra ese entonces los hombres se referían af'ectuosamente a su hábi-tat subacuático de propulsií-rn nucle¿rr generahnente achacoso, y la mayorparte del t iempo en movimientrl, como el "Batibuque". El sobrenombrel selcs pegó cuando alguien se dio cuc:nta que la cnormc joroba formada por elhangar de la Bat icue¡va hacÍa que el submarino pareciese una maquetagigantesca del estupendo ¿ruto del l ibro do historietas de Bruce Wayne.

Do regreso en el Okhotsk, el Halib¿¿l encontró con facil idad el cable.McNish dio l¿r oldern, y las dos ancl¿rs enormes descendieron dcsdc proay popa. Los buzos sal icron por la gar i ta dc buceo dcl DSRV En cuest iónde hr i r ' : rs, los agcntcs dc intc l igcncia estaban escuchando las voces que sc)tr¿rnsmití¿rn prlr el cable.

"Vengan aquí, t iencn que escuchur r :sto", lc d i . jc l uno dc los ngcntcs c lerintel igcnci i l ¿r uno clc k ls subof ic ia l t ¡s.

\ ' I icntr¿rs escuchaba, ut.ro ckr krs subofici¿rles abrió rrus o.jos crlrno dcs-orLr i taclo. No entc 'ncl Ía "nyct" c lu ruso, ¡ l t ' ro a<luer l lo no parercÍa i r lportar lc.

' ' ¡ . Ie.-súuus, ersto es gr i rndioso!" , r l i . j r - r c l subof ic ia l . s¿rcudielrdo su c¿rbt : -za. " ; . Icsútrrrus!" I )cs¡ru(,s c{)r}r( ,nzr i r r rc i r ' , una r is¿r ¡rrofuncla quc le hizos¿rr :ur l i r l l l i -sta l¿rs t r i ¡ l is v quc af lorr i innrcc. l i¿r t ,arrcntc por ¡ luro rnlrchis lno y

¡rur la conr¡rrcnsir in t l r : r ¡uc t r . rc los r : lk ls podí i rn scr c lcsc:ubiurtos escucl- i¿rndounl col lversacir in quc nur lc i l dcbcrÍ¿in h¿rbcr oíc lo. Clon cl scl l t ido c le l¿roportunidad propio t lc un conspiraclor adolcsccl- i tc, c l snbof ic ia l so qui t t ilos ¿rur icul¿rrcs y so Ios ur.r t rcgr i a l s iguir :nte hombrc rrr . r l¿r f l la.

Estos suboficiales fircron Lrnos pocos afirrtunaclos, est()s horrrbrc¡s cnun¿i serncla secund¿rri¿i que tuvierron la bue¡na suerrte¡ de sel comparieros dclos ugcr.r tes dc intc l igcncia. I ino t ras otro, espor¿lron su tur"no para cscu-char ¿r l cncmigo quc habían rastrcado, contr¿r quicn apuntaron sus annas,v por quicn fLcron arengados y obl igaclos a ¿rbanclunar a s l rs fhmi l ias.Est¿rb¿rn tornando pi i r te der ia l ' r is tor ia. Se cstaban cncontrando con lossoi' i i :t icos oíclo a oído, con un bando sordo al intercambio.

Narla clc csto. clesdc-- luc'go, prr:ocuprrba a lrrs dos sovi(rt icos que parkr-teah¿rn alergremente pur el teléfbno, en lcngua.jc cn claro, sin cifrar. Noternían idcn quc 3.850 tonclad¿rs dc acero y más dc 120 hombres habíanconspiraclo . juntos par¿i cscuchar su convcrsaci í rn, o quc-- n iu l , prot t t<rcn Wzrshington sus palabras srrr Í¿rn v¿r lor iz¿rd¿rs c()n ulra c l¿¡si l ic l rc ión drrscgur idacl y sc lcs asignar ' Í i i un puntqe. ¿t su v¿r lor cr . r rno i r - t t t : l igtrrei l r ,

Habí¿r quer cclc 'br ; i l l r r , .v ios buzos se (Jcupt l ror) dc el lo. l t t :cogtcr. ,n t tngigantc-sco cangrc ' j t - r a i ' r i r ia t lc l f i rndo clel nrar, v lo cnviar i ¡n ai in icr io¡ 'dclFloItbut ¿r tra-u'<rs cle l¿r uarit¿r dc: bucero de] DSR\r. l-Ino cle krs suboflcialc'¡; 1<rtoul<i l ir,- cmcntr: t lr, un¿r clc -qus largas patas, ¡, luegr,r cle su ctrcrpo (]n{)r'mo.

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: l2 1,) l . lucgo r lc la gal l ina c icg¿r

Alguicrr rnás busc(l una fuente, una muy grande, la más grande a bordo.No er¿r suficientemente grande. Con sus patas colgando, y su cuerpo ma-lrrin ¡lr isaiceo sobresaliendo de la vaji l la de acero, el cangrejo fue l levadolcnta y ostentosamente a través del cornpartimiento de máquinas haciarrna olla ¡¡igantesca con agua hirviendo, camino a convertirse en la únicaba. la de la misión.

McNish mantuvo al Halibut a dos aguas por encima del cable por 1ornenos durante una semana. Después el Halibut emprendió su navegaciónde salida del Okhotsk, dejando instal¿rdo el equipo de interceptación yfuncionando los grabadores en su interior. El submaril lo regresaría pzrrarecoÉler las grabaciones en aproximadamente un mes. Micntras tanto, Ioshombres se dirigirían a Guam. Se quedarían allí lo suficiente como parapermit i r que las c intas se l lenasen un poco más y lo suf ic iente comop¿lra reparar cualquier cosa que se hubiera roto en su Batibuque.

Fue una escala rutinaria, al menos hasta la úrlt ima noche. Los oficia-lcs, los subof ic ia les, los cabos, casi todos Ios que no cstaban de guardiasalierou a beber. Entonces Ia cclnversación entre los suboficiales en el clubde subof ic ia les v i ró hacia la interceptación del cable.

Nadie recuerda quión fue el primero en dejar escapar lo que probable-rnente estaba cn la mente de casi todos, pcro alguien, ya fuera movido porel nliedo o envalentonado por la cerveza, rompiír la envuclta y fbrmulír lapregunta. ¿Habían cruzado una línea crucial? Esto no era como ir detrásde <ltrc¡ submarino o un buque y observar desde lejos. Esto era espiclnaje.¿Qué demonios estaban haciendo arrastrándose dentro del patio traserode la Unión Soviética r: interceptando un cable militar en tiempo de paz?¿Prir qué estaban arriesgando sus vidas en una misión de la cual todosest¿lban seÉluros que los Estados Unidos jamás habrían de reconocer'/ ¿Porqué estaban embarcados en un buque cuvo comandante había dejado per-fectamente en claro que su rnan() se encontraba apoyacla en el botón deautodestrucciíln? ¿P<-rr qué estaban ernbarcados en un buque que podíaclesaparecer sin que se le dijera a sus familias cómo o por qué?

Una vez que comenzó, no hubo forma de detenerlo. El temor, la ira yla preocupación se arrojaron sobre la mesa. Esto había estado creciendodesde el primer momento en que los agerntes de inteligencia l lamaron a lossuboficiales al cuarto de r¿rdio y les tcndieron los auriculares. Ya no pare-cía grzrcioso escuchar aquellas palabras que no entendÍan provenii:ntes deuna interceptación que se suponÍa qlre no debían ef'ectuar. Lo que algunavez les causó impacto como algo excitante y audaz ahora parecía tan sólodirectamente i legal y peligroso.

Pocos de los hombres sufrían rernr¡rdimientos por clrestiones moraleso polít icas. Hasta donde les concernía, la distensión y la diplomacia eranexhibiciones públicas montadas por ambos bandos para ocultar las verda-deras intenciones. No obstante, lo que ellcls estaban haciendo, se dijeron así mismos los hombres, podía ser interpretado como un acto de guerra.Peor aún, lo que estaban haciendo podía comenzar la guerra que más temian.

"Oshl<osh b'Gosh" 213

Quiz/r por primera vez desde que se habían incorporado al servicio ensubmarinos y ernfrentado el poder de los océanos y la arnenaza de las car-gas de prurl-undidad y krs torpedos soviéticos, algunos de estos hombrestu'n'icron repentinamente la plena seguridad de que lo qlle estaban hacien-do pc.rdÍa matarlos.

Entonces un hombre lo di. io, que debían decirle al viejo que se fuera depaseo, que debían decirle que ellos no dcseaban regresar. Después otrosdijeron lo mismo en formas dif 'crcntcs.

Ordenaron y bcbieron más cervezas. Después, juntos, rcgresaron almucl lc. Juntos, se quedaron frente al subl lar ino. Después, uno por uno,descendicron por la escoti l la, comprendiendo que al f in y al cabo no iríana decir le a McNish quc sc fucra de p¿rseo. Iban a sus cuchetas o a suspuestos, e irían nuevamentc hacia el m¿ir de Okhotsk.

\{u.y pronto todos estuvieron a bordo, excepto el suboficial de auxil ia-res John \\¡hite. Permanerció en cl muelle y declaríl que no descendería porla cscoti l l¿r. En lo que ¿r él se ref'ería, el scrvic:io en submarinos era volunta-r io, y va no cra más voluntar io.

N¿rdie esporaba csto. Whitc habÍ¿r servido pr.rr mris de diecinucve ar1os.Era la clase de hombre que siempre había trabajado más duro que su dota-cií¡n, la clase que recompensaba el traba.jo duro enviánclolos de franco a laciudad ba.jo su rersponsabil idad. T¿il vez fue la conversación inducida porla cerveza. sólo quc Whitc no parecía cst¿rr lo suficientemente ebrio comopitra arrojar por la bclrcla su carrera cu¿ind<.¡ estab¿r a al)cnas un año cle unapensión completa.

Sin embargo, algo había obligado a White a decidirse a hacer exacta-mente eso, algo de lo que se rehusó a hablar, erse día en el muelle y los quele siguieron. Finahnente, sólo habría dc dccir que no estaba reaccionandclcontra la misión o las cargas de autodcrstrucción instaladas a bordo; quetoclo cra "más personal que aquel lo". Cualesquiera hayan sido sus mot ivos,el Halibut zarpó sin é1. White volti dc rcgreso desde Guam a California,donde se lo pasí-r honorablemente a situacií¡n dc retiro con una pensiónnormal de veinte años cle servicio.

Durante erl resto del viaje, fue acerca de White que hablaron lossubofici¿rles. Al poco tiempo estuvieron nrrervamente en el cr¡artcl de los agen-tes de intel igencia escuchando a los sovi i r t icos. Esta vez inclusive enten-clierou ¡rarte de lo <true escucharort, va que un marirterct soviético usó lalínca tcicfónica para cledicarsc a corte.jar a su novia en inglés. Los subofi-ciales escucharon y sc rieron, pero el placer por la conspiración se habíaido del buque junto con Joirn White .

Esta sería la últ ima singladura cle su viaje. Sus órdenes eran recogerhasta el ri l t imo pedazo rle inlbrmación c1r,re pudieran, y después dejar atrásai dispositivo de i l 'rterccptación para grabar silenciosamente a lc¡s soviéti-cos dtrrarrte los mcscs que transcurrirían antes que eI Halibut pudieraefectuar ntievamentc cl largo r. ' ia.je cie regreso al Okhotsk. Se mantuvieron

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' ) l I l ! l j r r r ,go r lc l i r g l i l l i rur c icglr

sr . ls l ) ( ' r rd i ( los sobrc el cablc durante una semAna, ta l vcz más. lo suf ic iente('oll lo p.tra quer hasta ia dramática salida de White sc volviera borrosa norI¿r ruonotonía general de guardias, rancho, pr iker, sueño, guarcl ias, , , , r .ün,¡ . roker, sueñcl . Para entonces, el submarino h¿rbía estado f 'uerra c le surr¡lostadero durante casi cinco lnoses, y la ntayoría dc los hc¡ntbres queríai 'rnprender su lentcl regreso al hogar.

Entonces, abruptamr:nte, su rutinu se quebríi" I lna torment¿¡ e¡n lasuperficie cornenzri a agitar las aguas debajo de aquclla. l,os buzos que-c[aron atrapacl<ls af'uera, incapaces dc trerpar de regrcst-r al interior cle ]acrámara dr:l DSRV tl i ientr¿rs por instantes el I lal. ibt¿f sor.uc'tí¿r sus ancl¿rs ¿rf i terr tes cstreponets, y en los s iguientes golpeaba violentar¡c¡ntc cgntra elf irncl<l del ntar. ?rdo ici quc podían haci:r los hombrers cra trat¿rr clcr l¡¿rnte-ncr un¿1 clistar-rci¿r sÉ)gur¿l v ot¡scrv¿rr.

Los t t f ic ia lcs .v t r iptr l i r r t tes r lue o¡reraban los ¡ l l l rnos c le inmersi t in nottrní : r t r f r r rm¿r t r lguna de m¿rnterncr nivcl¿rdo ¿t l I lo l ibut . IJ l instrumernto qucme'dí¿r la te¡nsir in de l ¡ i c¿rclena dr¡ l anc: la iba c lc 5.000 a 25.000 kikrgr¿rmos.lur . lgo a cel 'o, c lcspuós ¿r 10.0()0 v a 2r1.000 para volvcr.nu()v¿lmcrntc a ccro.Plrst i un¿r hr l ra, desJl-rcs otra. ] lntonces sc cscuchr i un crrr . j ic lo f"ucrter.Anlb¿is caclr-n¿rs ri i¡ ancl¿r sc cort¡r 'on de inrnecliato, ron-ipiór'rdo-se con tantirfaci l ic l¿rd quc pudientn h¿rbc¡rse 1.rat¿rdo ckr b¿rncias elást icas.

Al i rcr¿r. los bt tzos obst ' rvanrn r¡ l ic c l J lu l ibt t t conrcl . rz¿rba ¿r dcr i r '¿tr ha-ci¿r l t t sr-r¡rerf - rc ic. l ,os honrbrcs c-stab¿rn l ,oclar ' í¿r l igat . l r ¡s al suInrar in6 ¿rtr t rvós dc' sus nl i r l lgt t ( ' t '¿ is c lc ¿r i rc, . S¿r l l ían r l r r r : n ior i r í¿rn s i c l I fu l . ib¿t l<¡sh¿rcí¿t st tb i r atr tes dc qtr t ' ¡ rudic ' ran t ' fcctulrr l l r c lcscom¡trcsion. Si ser l ibcr¿t-l r¿rtr a sÍ ln istnos. sc ¿tsf ix i¿rr i¿rn. En r : l submarino. c l ot ic i r r l conr¿rnclantedc gt lardi¿t c 's lab¿r pcr l i 'c tatncrntc r ;onscicnt t : d i , l ¡ le l i ¡ ¡ r 'o ct¡¿utclo gr i t r i unaorcl ern d e-,scsperlid a : " ; In rr ncl a r kls tatrq ue-'s l "

Lo cli. jo por scgunda r. 'cz. L¿rs r,álvti las sc¡ ¿rbricron por. com¡rloto, .y ¡lI f o l . i bul cotnenzt i a emb¿rrc¿rr toneladas clc agua, qnc l lcnarrur sus tanqucsclt ' l¿rstr<'c¡n cuerstií in cler st- 'gr-rnclos. Se ¿rbalanzri c[e po¡.ra contrlr l¡r arc,n¿r.l,os btrzos trcparon de¡ntro dc la c¿iln¿rra clel IISRV

III cabalg-ata horrorosa h¿rbía terminaclo. I 'ero no h¿ibi¿r ninguna gir-lant ía dc que cl submarino Jrucl iera ser capaz dc l iber¿rrso algur-p,r vcrz c le l ¡ r¡lr 'cl la fángosa. Las roc¿ts caían contr¿t r: l casco y cetrc¿l dc t-t l, un crr.r_iiclt lcot'tt i truo, hasta que lcls holnbrcs ¿r bordo e¡stuvie¡ron segrlr()s que el bo¡r-b¿rlcleo clestruiría su buque, que nllnc¿r lr¿rbrÍan dc s¿¡lir ciel Okhc¡tsk.

"or i -qto, r . ros quedare'ros aqui par i r s iemprc", d i . j . c .n los c l icntesl i ¡ r retados un ntaquinista.

"Di¿rbitt-q, en primer iugar no deborí¿rmos est:ir aquí", rnrinnurri otrrihor¡brr : .

El Hctl ibu.t permaneciír allí, un día cediéndole el luqar a otro. La tc¡r-nront¿r ¡rasri, pero NIcNish no tr¿rtarÍa de clcspcgar cl buquc clel f irndo fi¿rstarlure hubierra ordeñado dol cable todo lo que podía grabar. El y su dotaciónf ' ( 'gres¿tr ían a su patr ia con sus cintas l lenas, s i es que volví¿rn.

"( )s l rkosh b'Ciosl l " 2Ll¡

I , ' inrr lnrc l rLr ' , I [cNrsh conrur- l ic<i quc] ct .a hora c ie i rse, de ver s i su r l rdenr l t ,st 'spt ' racl¿r c lc l¿rnzar al submarino de qui l ia contra el fondcl había s¿r lva-clrr l¿r rrrisión. o los había m¿rt¿rclo a todos. E\ Hulibu.t no podia simplcrnenteplopulsar v corrrellzAr ¿1 navegar -los submarinos estaban diseñados parafloti ir l ibrcmcntc, para tomar agua para Ios crÍt icos sisternas de refrigera-cirin ¿r t lar,ós dc válr'ulas dc aspiracirin que ¿rhor¿r cst¿rban aplastadas con-tra l¿ arerna pur e:l propio peso-. Nervios¿rrncrnte, sigr-ricndo las instruccio-r-res cle N{cNish. los hombres soplaron parcialnrente los lastres. lr lo fuestrficicntc. l)I ÍIctLibut ostaba atascado, y necesit¿lrí¿r un soplo de ernerrgen-cia completo par¿r z¿rf¿ir. Pero en aflLras de tan sri lo 130 metrcls dc prof-undi-dac. l . podría tcrrr inar lanzá¡rdosc abruptamcntt : h¿rcia la supcrf ic ie y que-dar cxpuesto.

La tr i ¡ r l r lacir-rn dercic l i í r t ratar c l t ' l lcv¿rr a cabo un soplo dc emergenci i rde los lastre¡s para l iberar sn subln¿¡r ino, y c lcspuós embarcar casi instan-t¿inc¿rnrcrntc str l ic icntc cant id¿rcl de agua p¿lr¿l l lermal lLrcer sumergidos-.algo así cornr i t rat¿rr dc cxl-r¿r lar c inh¿r l¿rr : rgua ctrs i ¿r l mismo t iempo-para de.jar sn subr.n¿rrino flot¿rndo a d<ls agu:is. Los hombres sabían tam-lr ión quc tcndrían quc hacer lo cr l r rc:ctarncntc l¿r pr imerra vez. El Hal ibu. ttení¿r t ' l a i re comprini ic lo suf lc icntc conro para intcntar la maniobra unasola 'n.cz. Qucclarían l ibr¡raclos, o qui :c lar íun pt :gados al fondo y no habríar l is t ' r ¡s i , r r r r r l r ls l r t , t ' l o.

EI Hol ibut qucdr i l ibcraclo.l\rvcl un tránsito dc rcgrcso poco menror¿rblc ¿r través del Pacífico.

Sin cmbargo, l¿r rc¿rccir in antc su rc: torno f t rc cualquicr cosA rnenos p()comemorablc. Bracllery rc¡cibiri la infbrmación clc l¿r NSA c¿rsi inmc.diatancn-tc. t r l d isposi t ivo c le intercc¡r t¿t : i r in habÍ¿¡ gr i rbaclo del orc lern de vcintclÍ¡re'as telef<jnicas al mislno tiempo. La NSA había sido capaz de separarclectrtinicamcntc todas cllas. El l lolibut h¿rbía descubierto la veta princi-pal. Había c<lnversaciones entre los cclmandanters sclviéticcls en el terrenoref'eridas a tácticas v plancrs opcrativos y problcmns dc mantenimiento,inclr , rs ive defectc ls que podían h¿rcer que los submarinos misi l íst icos-como los clase Yankee, que ahorat estaban comenzando a patrullar cn elPacífico- hicieran ruidris que pudieran ayudar a los submarinos estado-unicle¡nses ern su esfuerzo por rastre¿1r al enemigr-r. L¿rs cuestiones l<,rgísti-cas se rnane. jaban a t ravós de esas l íneas tc lcfónicas, infrrrn. .s c le que losbuquos no podían z¿1rpar por fa l ta de repuestos. Tarnbién había otrosinlbrmes entre los niveles der conducciírn más altos ref'eridos al comandoy control, decisiones tclmadas rcspecto de si se cmprenderían patrullas ycu¿indo se lo haría, y qué subm¿rrincls serían enviadcls a accchar las costascstadounic lenscs.

H¿rbía discusiones sobre problemas re'fericlos al personal, problemascon el ¿rcliestramiento, ri:t luerimientos de más hclmbres, quejas cuando esoshombres no l lcgribiin a Petlolrar,lovsk. Lt¡ego erst¡rban los intocables: los

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l lnr i i ¡ lcs ol ic ia ics pol Í t rcos en los submarinos soviét iccls levelando sus pro-

¡r i r rs opiniones pr ivadtrs sobre los l íderes del part ido. El comandn soviét icolrrn.rbién permit ía a los submarinistas jóvenes ut i l izar l¿rs l íneas telef 'óni-r: i is conmutando slrs l lam¿rdas ¿r cstaciones locales donde los hombres po-r l ían desear les a sus madres un f 'e l iz cumpleaños o pedir les a sus amadasc¡ue los esperasen. Todo esto le ponía un rostro humano al gigantesco ene-nrigo del otro lado del océano.

El segundo esfuerzo para interceptar el cable confirmó una decep-ción. Parecía que había rnuy pr-rca infrrrrnacirin sr¡bre ens¿lyos de misilesque se transmitía por el cable, si es que la había -Bradley había tenidograndes esperanzas de qrrc hubiese infbrmación sobre la precisión de los

¡runtos de irnpacto contra el agua dc los misiles balísticos intercontinenta-les lanzados dcsde tierra o desde el mar-. Pcrcl en general, la intercepta-ción era conlo ul la mina de oro para la intc l igcnci t r .

Sin embargo, tendrían que introducirsr: algunos cambios. Ser lc pidiir aRell Lahoratolics que buscase l¿r f i lrrna de pr<lgramar el siguiente disposi-tivo de interceptaciórr para que pudiera ccntrarse en las líneas telefónicasque sc.iuzgaban rnás crít ici is, y quc l<-rs grabaclores ¡ruclicran enct:ndersc y

apaliarse para economizar cinta. L,a idea er¿r programar cl dispositivo dcir.rterceptacirin paru quc f 'uncirln¿lsLl on las horas dc mlryor impoltancia,aunquc en cs¿l etapa nadic tln la NSA erst¿'rba rcalmentc segur'o dt: cuálescran las horas c lc mrryor i rnpurtancia, no r t tucl t r . r m¿is dc lo que sabi¿rn res-pt:cto de cuáles lÍneas tclefi inic¿rs erran l¿ts mr-.jr lres.

La of ic ina de tsradley tanrbión tuvr i quc pernr i t i r qrrc I t ickover part i -cip:rse en c'l prograrna, al l l()nos on Lrn sentido l imitado, a pcsar db surcl lcor hacia el buque: y su antcr ior conrand¿lntc. Bradley necersi tabir laautorización de Rick<lvcr para realizar un c¿rmbio c¡structural ir lp<lrtante.Fll capitán no qucría corler cl riesgo de otro incidentc cotno aquel que casihabía provocado la muerte dc los buzc¡s del HoLibtLt So le h¿rbrían de insta-lar un par de pat ines como de tr ineo. De ¿rhí et t más, no fondearía sobrc Ia

¡rr-rsición de la interceptación. Cluanclo rcgresara nttevantente al Okhotsken 1974 y 1975 cstaría equipado para ascntarso en el f i ¡ndo.

Los detalles sobre los aspectos rnccánicos del ÍIalibttt no [c interesa-ban mucho a la cr¡munidad de inteligencia, pero las grabacioncs sÍ. La Ar-rnada había alcanzado el punto culminante en la del.uostraci(rn de su supe-rioridad. Ningún agente de carne¡ y huescr o buque esprtr estánclar podría

lr¿ber recogido infbrmación tan valios¿r corno la que cl Halibut habí¿r l lcva-clo ¿r su patria.

La IrISA asignó un nclmbre códig<-r a lo cltre ¿rhora era Lrna operación ene jecución: "Ivy Bells' ' . Bradley habrÍa de planificar trás cle estas misiottcs,v otros submarincls serían reacclndicir-rnaclos para serguir el camino del I/a-I ib¿Lt al Okhotsk.

"Oshkosh b'Gr¡sh" 2I7

l,t ' l '¡ B¡rrrl lc¡-V no conocerÍa l lunca de prirnera mano lo que SuS esfuer-

zris habí¿rn fbrjado. La NSA le proporcionaría a Inteligencia Naval resúme-

ncs clctallacles cle lo obtcnido, pero a dif erencia cle los suboficiales dcl É14li-

ó¿¿1. nunca cscucharía un solo minuto de la cinta. La NSA había decidido

qtre Braclley, que l-rabía imaginac|r el cable, visfuunbrado ]as señales que lo

demarcaban, y trabajado para obtener el frnanciamiento y la autorización

para la rnis ión, no se nerecía l t i s iquiera ese pago. se consideró qt te

Braclley sencil lamente ntl tcnía necesiclad de escucharlas, ning'una nece-

siclacl dc sabcr.

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EL CASTILLO DE ARENADE 5OO MILLONES DE DOLARES

Er'¿i c l 22 c le octubre dr '19711, y er l pcr iocl ista Se.ynrour N{. Hersh csta-b¿l toni¿rnr lo notas con el est i lo indi f 'crente i le quicnes er jercían esa prof 'e-s i r in, f i 'ascs incon.rplctas -secretos f ragnrentados qLlc ingir ió iunto con succna mie ntras sc cncontraba scnt¿rdo t ln un rerstaurantc de l<ls suburbioscol l una f 'uente¡ cuyo nor.nbrt : estuvo obl igacio a no rcvcl¿rr . iamás pornrot ivos c i l , icos y acuerdo lnutuo.

En esc rnomcnto, ctralqr-r icra h¿rbrÍa os¡,rcrado quo ¡rsfc ganador c le lprc ' rn io Pr-r l i tzcr dc t rc ' inta.) ,sci-s ¿rños r l t , e ' r l i rc l c¡st , t ¡v icra conrplctamcntc 'envt ie. l to cn el csc¿tnd¿rl<l cn Washingtou. I )cspr-r(rs dc to<to, é l era el pr inci-pirl peritrclista invcstigiiclor de I I¡{eu¡ Y¡rlt Titrtes, si bicn uno que era prepo-tentc y ten¿rz, y acost,unibr¿rclo ¿rl ler.rguaic obsceno. Y cstaba ocupandcrun fiustr¿rntc sergundo plano dctrás de Rob W<lodward y Carl Bc.rnstcin delWcLsl t i t tgtort Pr.¡s l en l¿r carrcra por devclar la histor i¿r quer cor ivert i r ía c 'nlcyoncl¿r ¿r cstos pc'r iodistas c lescol ' rocic los c incxpcrtos, .y en cr iminalcs asus r ' íct in las m¿is ref inacl¿is .y podcr 'osas.

No obstanto, las t 'xc lusiv ic l¿rclcs c le Watergatc no uran aqucl lo ¡ror krque Hursh h¿rbía ve:nido a osta ccna, y el hombrr¡ con qrr ie n erstaba cenandoncl pcrtenccía al grupo quc'pronto scría rc¡cor locir lo c<lmo "Toclos los FIom-bre-s dcl Presidernte". Estc irombrc trabajaba crl un¿1 cr-rmpañía cliferente,t.¿rl vr'z r.rn "La C)on.rpañía", corno se conot:i¿r ¿r la (lIA. FIací¿r poco tiempo que'i r¿rbía abandon¿t iJr) su carg{-) conrc, f i rncion¿rr io r lc sc 'gtrr idad n¿rcional c le al ta

. jcrar '<1tr Ín. Flra, corno lc l serñalr i Hersh, "alguicn que se había sentado en els i l lon dcl cucr\¡o c lurante u-rucho t icm¡;o". a lguicn que "sabía todo".

Htrrsh s icrnpre se lehusarÍa a rcvclar nrás quer eso. Ciertamcnte, seest¿ib¿r t .orn¿rnclo dem¿rsiaclos problemas ¡rar l encontrarse en secreto conesc honrbl t ' . escalránr. losc,de l¿r of ic i ¡ ra t l t ¡ l 7¡¡ne.s cn Washington, D.C., parart 'urr i lsr ' con úl cn otra c iud¿rcl .

FIc ' r 'sh e 'staba le al iz¿rnclo er-qtc v ia je- porquc al l í habÍa una histor ia quedc-sr:¿rb¿r t¿rnto como la epopeya clc un¿r prc-. idencia qtre cstaba colapsando.Dr,l l¿rntc ano-q había estac.lo recclg-iendo indicios sobre ct¡antiosos clespilfa-

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' l { }s l , ) l . j t r t 'go c l r ' l r r grr l l in¿r c i ( 'g i i

{rrr: ir in del cable en el Okhotsk. Estas primeras grabaciones eran sólo mues-trirs, un oído atento a las conversaciones e informes que tuvieron lugartlur¿rnte unos pocos días en algunas de las docenas de líneas que corren atr¿rvés del cable bajo el mar.

Bradley vio el siguiente paso, y lo vio con toda claridad. Quería inter-ceptar tantas líneas como fuera posible, y quería instalar un dispositivoque pudiera grabar durante varios meses o inclusive un ario, y que siguie-ra funcionando en el Okhotsk aún cuando el Halibut estuviera amarradoen Mare Island. Su equipo de ayudantes se contactó con Bell Laboratories,cuyos ingenieros estaban fhmiliarizados con cables telefrinicos submarinosde carácter comercial, y comenzaron a discñar un equipo de interceptaciónmucho más grande. Al igual que el grabador más pequeño que el Halibutl levó en su primer viaje, el nuevo dispositivo funcionaba mediante el prin-cipio de inducción, pero su cr¡ntenedor era enorme. Con casi 6 metros delargo y más de un metro de ancho, pesaba aproximadamente 6 toneladas yuti l izaba una especie de fuente de energía nuclear. Seriir capaz de recogeral mismo tiempo frccuencias electrónicas de docenas de líneas durantemeses, y grabarlas en una cinta magnética de 7,5 centímetros que se aloia-ba e n un carreterl dc casi un metro de diámetrc¡. El Halibul podría instalarel dispositivo un año, y clespués regresar y recrlperarlo al añcl siguiente.

Era arriesgado de'jar ¿rtrás una prueba de su incursión, pero el grupode' Bradlery consideró que inclusive si los soviéticos descubrían la inter-cept:rciírn, los Estaclos l inidos podían argumentar que el dispositivo deinducción era legal. Según las leyes estadounicleltses, ya se había estable-cido que la prohibición de l¿r Constitución contra la birsqueda y obtenciónilegal dc informacirin no era aplicable a las corrientes que emanan de losedi f ic ios, casa o cables.

Los abogados de la Armada redactaron a tal efecto documentos muyclasiflcados. Estos arti lugios legales parecían poco sinceros, pero acompa-ñaban a casi todas las operaciones subrepticias. Después de todo, eranlos Estados Unidos los que insist ían permanentemente que los otrospaíscs operasen respetando una sólida base moral y ajustados al derechoint t ' rnacional .

Cuando el dispositi\ 'o nuevo estuvcl tcrminado, patecía un tubo gi-gante cerrado en sus extremos que había siclo aplastaclo l igeramcntc ensu parte superirir. El dispositivo cstaba repleto de circuitos electrónicoscn miniatura y tenítr la capacidad de l levar a cabo en cada oportunidadgrabaciones durante varias somanas a la vez. El equipo era tan grandeque más tarde los agentes de inteligencia del Halibut se acostumbrarían al l¿rrnar ' lo "La Bt 'st ia"

Finalmente l legó el momento para Bradley de avanzar por el procesofirrmal de aprobación que había evitado cuando el cable todavía era apenasLrna corazonada basada en sus recuerdos del r ío Mississippi . Si e l Hal ibut

"Osl lkoshl l ' ( ioslr" 2Og

iba a dejar evidencias de su incursión reposando en el Okht-rtsk, el proyectorequeriría algo más que Ia callada aprobación de Haig y Kissinger. A pesarde las tensioncs de Bradley con la CIA, había resultado fácil hacer que losf'uncionarios de la agencia que trabaiaban con él estuviesen de acuerdo conel plan. Estaban tan ocupados construyendo el Glomar Explorer que no lesimportó dejarle la operación de interceptación del cable. Así fue que a prin-cipios de 7972 Bradley le presentó el Halibut al Comité 40, mientras alpúblico norteamericano se le presentaban los detalles sobre las iniciativasde paz con Vietnam y el histórico viaje a China de Nixon y Kissinger.

Dados los tiempos, la aprobación cle la mi-qión cle interceptación noera cosa segllra. Por un lado, las Conversaciones sobre Limitacirjn de Ar-mas Estratégicas (SALT) estaban en una etapa en l¿r cual salían adelanteo fracasaban. Por otro, Kissinger y Zumwalt, cl CNO, estaban enfrentadoscu un pelea abierta. Kissinger había cometido un error manifiesto durantelas negociaciones sobre armas que amenazaban dejar a los soviéticos conuna ventaja peligrosa cn misiles balísticos embarcados en submarinr¡s.Durante conversacictncs secretas sin la participación de sus asesores mili-tarcs, había acccdido, sin pensarlr), a no requerir límites al esfuerzo masi-vo de los soviéticos para construir los Dclta, Lrna nueva clase cle submari-nos que superaría pc-rr mucho a los Yankee y transport¿rrÍa misilcs conalc¿rnccs de 4.000 mi l l ¡ rs. Zumrval t estaba fu¡ ioso, convencido de que Kis-singer y Nixon habían cedickl por complcto en su afán por lograr que secompletascn las SALT antc-s dc las eleccioncs de cse año. Zunrwalt , quehabía ignoraclo las palabras de cautcla de los funcio¡rar ios dcl Departa-mento de Estado -l l¿rm¿indr¡los "mojadores de calnas"- cstaba tratandcl deobligar a Kissinger a pitgar por su crror en las negociaciclners presionándcl-Io para que aprobase ulla nueva clase todavía m¿is poderosa dc submari-nos misilísticos para la Arrnada erstadounidensc: los Tlident. Era una ba-talla que habría de ganlrr.z

Ahora que el CNO había pucsto su considerable peso cn apoyo delHalibut y su regreso al Okhotsk, y a pesar del riesgo, parecía que la inter-ceptación del cable¡ podría convertirse fácilmente en urr pcón en la luchaentrc la Casa Blanca y la Arr- . rada. Bradley hizo lo quc pudo para restar leimportancia a los riesgos, l.r¿rciendo su exposición sin ref'erencias al esccna-rio de la eventu¡rl dctect:i<in clel Holibut. Más allá do eso. mucho de lo oue

2 Zumw¿rlt tenílr ef'ectivamcnte otla arist¿r. A lnedi¿rdos rle \972 el espionajecon -cubrn¿rrinos h¿¡bía recibidr.r er los o.ios de Kissinger y Nixon un impulso, cuandolos submarinos estadouniclenscs en t¿rre¿rs de vigilancia cleterctaron una de las po-cas m¿rniobras cncubiertas soviétic¿rs para intervenir en l lr [ iuerra de Victn¡un.Poco después que Nixon linunciara el minado del puerto de Haiphong. la Arrn¿rd¿rsoviótic¿r envió tres subrnalinos l, lcho II hacia Vietr-ram. Despué-< ttruc {ueron detec-taclos por subrriarinos estadounidenses Washingbon envió un rnensajc a N{o-qcu.quer esencialrnente dccía: l l¿inrenlos de regreso a -"us bases, o son hi,.tori¿r. I-os sub-malinos se letir '¡rron.

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I ' i { ) l , ) l ¡ r r t ' ; i , ' r l t ' l r r g;r l l inrr t i t ,g l r

l ' l '()s v ¡tt ' l igros excesivos en las operaciones de inteligencia estadouniden-s, 's, incluycndo algunas de las rnis iones de espionaje subnlar inu nrásst'crt¡t¿ts de la Armada. Ahora quería h¿rcer bri l lar un¿r lnz en este mlulclooscuro corno boca de lobo al quc siempre ser le había perrnit iclo oper.arbajo una forma peculiar de inmunidad polÍt ica quc sr.rlamente podían con-ccder las palabras "c.strictamente sercrcto y conficlencial" y "altamentecl¿rsif icado".

Estas frases habían sido en una época intcrpretaclas por los periodis-tirs y legisladclres comcl señales para retroceder y de'jar de hacer. pregun-tas. Pero e.n estos dÍas, la saga dc Watergate estaba alentando a la pretnsav al Congleso, aniniálrdolos a ser nr¿is escépt icos, .y Hcrsh estaba a lavanguardia c le una m¿rniobra para hacer a la comunidad de intel igenciaresponsable por k.r que había estado hiiciendo tras los muros.

Mucho de 1o que h¿rbía estado oyendo se ref'cría ¿l excesos en los r:ostesder los satélitcs espías, .y lcls riesgos qr¡e se cst¿rb¿rn ¿rstrrniendo en los prg-gramas de espionqc submarino. Tanrbién supo dc i< ls submarinos cle v ig i -lartci¿r clel proyectct Hglystgner qu() ingres¿rb¿r¡ ders¿rfi¿rnLcs e¡ aliuas suyie-t icas. Y tan st i lo rccicutcmcnte, Hersh ]rabía comenz¿rdo a rccoger r l lnroresdispersos acerca clc una operación de Ia cIA concebida para apoderarsede algo que krs sovióticos h¿rbían perdid. o abandonado cn el ft lndo de unocéanr¡ . En tros oportunidades lc habían dicho quc la agencia cstaba cons-truycndo un buque c 'n()rnre cuyos cqui¡ros podían dcscendcr var ios mi lesde mctros ¿r t ravós cle corr ientes f 'ur ios¿rs, pre s iones aplastantes, yun¿r oscur idad i i imi t¿rda. ConocÍa el p lan solame-ntc por su nonrbrec<idigo, "Proyecto Jennif er".

Las ref'ercncias eran tcnt¿rdoras, pcr, indirerctas. Ninguna de s¡-rs fLcn-tes habÍa sido capaz o dcmostrado deseos dc decirle a Ilersh ex¿lct,amentedetrás do qué andaba l¿r cIA. un funcionario clcl gobierno había daclo aentcnder que la agencia estaba buscando pedazos de misi lcs bal íst icos de-sechados qr-re habían sido lanzados hacia el Pací{ico clurante ensayos clcsdecl centro de prtrebas de Tyuratanr, r 'nclavndo profundamente en la LlnirinSovi(:t icir, pero Hersh no confiaba en la infbrmación. El temía quc el fun-cionario estuvier¿r arricsgando una conjetura o divulgando deliberadamenteuna in l i r r r l racir in erroncir .

Sin embargo, en ese nrolnento Hersli se estaba reuniendo con un hont-bre en quien strbía que poclía confiar.

Recrién habían conrenzado con los a¡rerit ivos cuando cmpezaron a nlos-trar sLis cartas. Pero no fuc hasta que cstuvierc¡n ternrinando la comidaque Hersh pronunció dos palabras como si estuvier¿r ofrcciendo un postre,repitió ol nombre código que habia siclo incapaz de dcscifrar: ProyectoJennif 'er.

Hersh esperó, su cor:rzín latió una vez, quízá dicz, tratando de per-Il l¿lI1ecer itnpcrturbabie. Entonces come¡rzti inmcdiatantente a gitrabatear,ancltando los hechos junto con sus interrr-rgantos y escepticismo a medidaque brotrrban del hombre sentado del otro lacio de la mesa.

l ' l l t r rstr l lo t l r ' ¿tr t ' t l l t de 500 ¡ni l lorr t ¡s dc dólares 221

"strbnlarino ruso se hundió en el Atlántico -escribió Hersh-. Jennifer

csta concebido para encontrarlo. Sabemos dónde está." Después llegaronlas palabras que revelaroll lo que podría haber sido el motivo de la füentepara hacérselo saber a Hersh. "¿No cree usted que los rusos saberl por qué

hay una clnbarcación estadounidense con apareios extraños dando vueltasen el rnedio del océano?"

Copiándolo todo, Hersh sabía que ahora conocía la esencia de Io quepodía scr uno de los emprendimientr¡s más exóticos de la guerra f 'ría, unaoperacirin conocida tal vez por apenas una docena de hornbres en el gobier-

no. La fuente no dijo cómo había encontr¿rdo la CIA el snbmarino, y Hershno cornprendió hasta mucho después qt le su compañero había posic ionado

al buque soviéticcl eu el océano cquivocado. Pero había rcsumido lo que aHersh lc parecía ser l¿r alegoría pcrf'ecta, la forrna pelfecta de cuestionarlo que andaba mal con la inteligencia estadounidense. Aquí había unahistoria sobre una agencia dándole cuerda a un sueño aparentemente inr-posible clue podía provocar la hosti l idacl de los soviéticos iusto cuando ladistcnsirin estaba c<lmcnz¿lttd<-r a aflojar lzr peor de l¿rs tctrsioues de Ia gue-

rra f r Ía. De hecho, e)se l l ismg día los Estados Unidos y la lJnió¡ Soviét icahabían pronunciado r¡n l lamado conjunto para un ccsc del füego en laguerra r:n Oriente Medio que había estallado cl día del Yom Kippur.

Hersh volvit i con sus otras füentes, presionando y suplicando. Perosus esfuerzos todavía no habían rclacionadcl mucha informacitin. Enton-ces, cllatro ntesers después de la ccna cl¿rncle'stin¿r, un sábado por la noche ¿rf i r ' res de enero de 1974, sc lc prcscntr i a Hcrsh la oportunidad. Estaba par-

ticipando en un¿l cena cn Washington, uno de aquellr-rs acontecimientosclcinde los funcionarios sc codcaban con los periodistas, anlbos disfraz¿rndo¿rpenas sus preguntas y evasivas como si f 'ucran ch¿ichara. Esa nochcHersh estaba conversando con tl l t funcionario dc la CIA recientementcretirado cu¿rndo su tcrtrdetrcia a pavone¿rrse superri la c¿rr-rte-la.

Sonr iendo i rónica¡rente, mgdulando su vt lz con la medida justa de

desprecio, Flersh pregunt(i colt la certe'za de uu conoceclor por qué alguicnpodría molestarse en lr-cr.tperar un viejr-r subtnarino del fondo dcl oc(rano.Se aseguró de introducir en la oracióll Ia palabra Jettnifer. Más tarde,h¿rbría de admitir que probablemente estaba alardeando.

El ex funcionar io parcci í r 'no reaccionar, n i ofreci t i Ia más mínimascrial de fasticl io, prerrcLrpacií)n o confiruraciíln. Pero I{ers}-r había tocador¡n l lervic.r. Debió habcrlo hccho, porque tarl pronto terlrrinil la recepción, el

f iurcit-ut¿rrio estaba hablando por teléfono con Will iam E. Colby, que llevabat i rn sólo c inco meses corno director de la CIA.

La noticia dc que Hersh estaba al tanto del Proyectr¡ Jennifer sacudiórr l¿r CIA con la fucrza de: una bomba atómica. Colby sabíil que Hersh habíagrrnrrclo cl premio Pulitzer po1- revelar la historia de la urasacre de My Lai

l r r \ ¡ iet l tant , y el d i rector lo consic leraba "un buen cazador dc not ic ias".( lr l l¡r, sirbía también qr-re después de seis años de pianificación y prepara-t ir in. sr¡ secreto estaba pclr salir a la superficie.

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r \ l corr t . t '¿rr io c lc lo r t rue había dicho Ia f i rentc de l {ersh, el enorme bu-( lu( ' ( l r ¡ ( , h¡rbÍ¡ s ido ¡ tue-sto en servic io para el pro-y-ecto no estaba todavía ent, l ruar. Pcro había s ido conrpletado, construido por la Corporación Summaclc l lrrrvirrcl Hughes. Bautizado Glontctr ExpLorer, tenía el largo de tres can-ch¿rs de foritball, con sus cubiertas congestionadas por erluipos, aparejos ygrúas operaclos por computacioras y diseñados todos ellos para sumergirun brazo articulado crln fclrma de ternaza a trar'és de casi 5.000 metros en elocéano, descendiendo hasta el fondo donde se suponía que debía aferraral submarino soviético perdido y ievantarlo hasta la superficie. Solo falta-ban trnas pocas pruebas finales antes que el Glonrur estuviera l isto paracomcnzar con erl Proyectr-r Jennif 'er. Cinco meses más, y la CIA podríatratar de i lev¿.rr a cabo su operación de salvamento.

La ide¿r había sobreviviclcl y¿r a la oposición dt: los hombres qlle habíansido los res¡:onsables máximos del hal lazgo del Gr i l f en pr imer término, elcapitán de navío James Bradley, que se estaría retirando en un mes, yJohn Cravcn. que ya estaba retirado. Bradley y Craven creían toclavía quecl buque soviético clc Ia gencracirin cle fines cler lcls 50 tenía escaso valordi- 'sde cl punto de vista dc la inteiigencia y ciertamente no valía el coskl

1'la dudos:r posibil idad de éxito involucr¿rdos en el intento por sacarlo clelocóftno. Por el contral io, e l los habían propuesto un plan l ¡ucho nrás sen-cil lo y melros peligroscl para recuperar los tesrlros más valiosos clel Golf ':dc-'s¿rrrollar surnergibles nr-r tripulados, equipados para abrir agujer()s collcxlr losivr is cr¡ e l casco qlel Gol f v ret i rar las cabezas de combate dc los misi-les. los equipo-s dc comunicaciones y las rnáquinas dc c i f i 'ado, posiblernentelas úur icas cosas de verdadero valor en el submarino.

La sabic lur ía detrás dc su cautela resul taba ahora rnás evidenter.Los soviético-s ya casi rlo confi¿rban en los Golf . Práctican)e-rlte habían ter-minlido de construir trna flota cle treinta y cuatro subm¿rrino-q clase Yankee,y cstaban por incorporar los submarinos misi l is t icos c lase Delta aún másletales. Se i 'r¿r.bÍa previsto que los primeros Deltzr, que ya estaban cfectuan-do las pruebas de nrar, in ic i¿rran sus patrul l i is cn 1974 -y se había plani f i -cado la construcciírn de otras <los o tres dclcenas más-. Los Delta transpor-tab¿in misi les c lue podían volar .1.200 mi l las náut icas, o casi seis vccestzin lc ' jos conro los misi les ant ict¡ados que yacían e'n el nuufragio del Gol f .

Bradley y otros funcionarios de Inteiigencia lrlaval sentíar-r tambiér-rque la fuerza de submarinr¡s estaba comenzando a adquirir clestreza en elst 'g-uirnict t to dt , l t ,s subnrnr inus soviót icos en cl nr i t r . y t ro v icron l t ingunane'cesidad de l levar a c¿rbo actos c lesesperados. Ahora había s iempre dos otres subrnarinos Yankce en el Atlántico, y el SOSUS había sido c¿rlibradolcl strf icientelnente bicn como para dett, 'ctarlos mientras se clesplazaban enfirrma ¿rlternativa .y sccuencial cntre las áreas de patrull lr. cor-lociclas comolos ' 'cajone:s de los \hnkee", al sudeste cle Bermuda y rrl oeste dc las Azores.Desde luego, se estaban instal¿rndo rnás estaciones SOSUS, y las unidadesde superficie erst¿rdounidenses remolcaban ahora arreglos sonar portáti les

l , l l t r rs l i l lo t le arcna de 500 mi l lones de dólares 223

t, . r r , r I r r l , r ' r r ' l : rs ru ' t ' ; rs r lonr le el SOSt" lS era sorclo. Intei igencia Naval había( r , , , r ( l ( ¡ t ; r r r r l r icn ct 'ntr¿r lcs dc " intei igencia operat iva" en ambas costas.y enl ' , r r r ' ¡ r r r ' . l r r ¡ r r in. quc estaban corrc lacionando todo los datos que i legabanr, l i ' r ' r r los i r los nrovimierntr¡s de ios -submal i t r r ¡s soviét ic<ts y diseminando,r , I r ¡ r r l izrrc ioncs di¡rr ias. I )urante la Gut:rra c le l Yom Kippur árabe- israel í ,l , 's l , ls tar los Unidos habían ktgrado mantener c¡ l contacto estrecho sobrcr, ' in1iséis submarinos misi l íst icos y de ataque soviét icos en el Mediterrá-rr( ' ( ) , y cada subrnal ino cstaclounidcnse le t ransferÍa la responsabi l idad a, , f r ' , ) l l r ientras se urantení¿rn cr-r const¿lnte seguirnicnto de un únic<¡ srrbma-rrrro st¡v i ( : t ico er1 la mult i tud.

Pero ei elaborado plan de la ()IA para recupera,r cornpletamente el( iolf todar.ía atraía a Nixon v a Kissingcr, qlle ahora era secrertario de Es-trrclo. Se ttrantenían tan firtncs detr'ás del la decisirln de remover el subrna-l lno entero ql le las aprobaciones f inales se estaban acordandojusto segúnI,r lrrogramrido. Tarnbién h¿rbían sido informados varios líderos ir.nportan-Ir,.s cli: l Congreso.

Resul taba sorprcndente que de aiguna forma ci secrerto hubierasobreviviclo siquicra los años que había tomadr¡ construir ei gigantesco(] lonmr ExpLrtrer. Ahora el buque estaba bien escondido, a la v ista c letoctos, cubierto por una i r is tor ia que la CIA considcraba perfcct¿r: e l e¡xcén-trico más f'amoso y acaudalado de la nación cstaba construyendo el Gio-/)¿.rr para monopol izar ' e l mercado de los nóclulos de r .nanganeso, terronescle miue'ralcs c lc l ta¡ laño de una pelota de gol f que yacían cn el fondoclel océano. La enr l t resa, ta l conro sc la pronrocionaba, era costos¿r, y habíafi lrmas mucho más sitnples dc obtelrer manganeso. Pero nadie cuerstionabaque Hughes pudicra asumir grandes r iesgos para controlar un mercadoltLlevo. Y tanr¡roco nadio ¡rarerciri sorpreurdidcl por ei secrcto que rodeaba¿tl provccto. Flughcs cr¿r Lrn plrranr.rico rnuy conocido, y el secreto h¿rbíacrlacteriz¿rdo sus L'normes inrpelios en aviación, perfclrzrción pctrolera, Vhotel t :s.

Pero Hersh l lunca h¿rbía oído la historia de cobcrtura, la había des-cart¿rdo por completr.r dcspués cle una cntrr:vista crucial. Colby, qucr eraconociclr¡ por su callna casi lcgendaria cuando estaba ba.jo presión, se e sta-ba ¡ronit,ndo nllr! ' nervioso. Una historia cn los periódicos podía acabarc'on tod¿r I¿i rl isión antes de quc el Glomar Explorer sictruiera se embarcaseen el la.

Por supuersto, los abogticlos de la CIA habÍan preparado alegatos don-cle explicabarl en líneas generales por qué los Estados Unidos tenían tocloel cle¡recho d.¡l ntunclo ¿r tratar de recupe'rar la prclpied¿icl sclviética en elrlerclio dol ocóano. Pen¡ esos alegatr-rs -como aquellos otros elaborados ¡rarartdornar c¿rsi tod¡rs las rnis iones clandest in¿ts- eran út i les solameute paraIas dencgatorias públicas. Con o sin argurnentos legales que Io apoyasen,Colby sabía que el derecho internacional dejaba claramente establecidoqr-re los builucs cle guerrtr l l trnclidos ¡rertenecían siempre a la nación que lnsItabia tl ipulaclr-r.

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'2'¿4 El juego de la gall ina ciega

Colby no podía hacer callar a Hersh, no legalmente. Pero podía enga-tusarlo. Y f 'ue justo eso 1o que planeó hacer cttando f'ue a visitarlo en laoticina del Times en Washington.

Hersh y Colby estaban separados por una generación y una guerra, yel1 esa época, aquélla era una brecha del tamaño de una galaxia. Colby, decincuenta y cuatro años de edad, se había incorporado a los servicios deinteligencia durante la Sergunda Guerra NIundial, una era en la que lospericldistas y novelistas competían para crear los retratos más románticosde los espías de la nación, de su audacia y brío. Por el contrario, Hershhabía sido prácticamente expulsado del Pentágono como reportero de As-sociated Press durante la Guerra de Vietnam por cuestionar continuamen-te y de manera hosti l la conducta de los militares.

Ahora Colby estaba frente a Hersh, esperando a).canzar un acuerdo.Había l legado a creer que la única forma de conservar el apoyo popular alos esfuerzos de inteligencia era, como él diría, "sacando a la inteligenciadc las sonrbras". Por su parte, Hersh cclnsideraba a Colby "esencialmentehonesto". También creía que probablemente aquello era inconveniente paraun director de la CIA que tenía que tratar con agenters veterranos que perte-nccían a una línea más dura.

Y ¿rsí los dos honbres se sentaron a conversar. El director quería queHersh retuvicse su historia, que dejase de investigar, que ni siquiera ha-blase del Proyecto Jennifer. I{ersh escuchaba a Colby sabiendo muy bienque estaba muy lejos de poder publicar la noticia. De cualquier forma, aquíhabía una oportunidad dc manera que Hersh drjo que suponía que Water-gate lo mantendría demasiado ocupado como para ir dctrás del Proyecto.Iennif 'cr, al menos durante varios meses más. Después de algunos alardesque sugerían que conocía más acerca ciel Proyecto Jenniferr de lo que real-rncnte sabía, Hersh cambió la orientación la conversación. Quería sabersobre los lazos cle la CIA con Watergate.

Colby respondió con alegría las preguntas de Hersh, y se alejó delTímes cclnvencido de que había adquirido al menos dos o tres meses desilencio. Ciertamente, Hersh toclavía estaba absorbido por el escándalo delPresidente cuando el Glc,¡r¡tar zarpó de puerto cinco meses despué-s, y elperioclista estaba todavía escribiendo sobre Watergate cuando ese julio seestacionó sobrc el submarino soviético en un punto en el Pacífico a unas1.700 mi l las al noroeste de Hawai.

A Colby le resultó evidente que su secreto seguía subsistiendo. Du-rante las semanas siguientes, recibió informes que los únicos buquessoviéticos quc pasaron por las proximidades del Glomor eran naves comer-ciales. No obstante, muciros de los mienbros de la dotación del Glr¡martemían quer los soviéticos fueran capaces de imaginarse qué era lo que es-taba sucecliendo. La mayoría de los hombres del Glomar eran bravucones,reclutados en los canpos petrolíferos estadounidenses, escogidos porquep<rdíarr operar la gigantesca grúra y otros equipos del Glonmr. Ninguno deIos hombres quería un encuentr'o con los soviéticos. Los hombrers queríanterrninar con r,l trabajo v v<llver a sus hogares.

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fL¿r últinra fotografia tlel Cot'lti¡t.o fue ton'racla rnientr:rs zarpab:r clc Ingliltcrrli

cn 1949 partr la prinrcrl t nr isir in est¿rdounidernsel dc espionajccon submarinos cn e¡l tnar t lc B¿rrents.

Ltrs honrlrrtrs d<' l ( l t¡ t :h. i¡ t . t¡ sobrevjvicron a las expkrsiones, los gnscs tt jxicos.y krs marcs tormentosos. ( lonlo refugiados del lo quc para los subm¿rrinistas

fue trr-r inf icrno, se reunicron cn Norucga antes cle cmprencler el regr.esoa su pirtr ia ¿t bot 'do claITush.

-#,..¡-*-*--**-

E/ Tüsk ttat:egó.ju.nto a1 Cochino.i , rest 'ató a la nrayoríu de sus l t .on.bres.l) t trott te ln operuti .r irL de restate, siel.e de stLs tr iptt lott tes f 'u.erutn orntstraclrts

clt: l.cL cubíerta ¿ie1 Tüsk por lus og¿I{ls} se perdi.eron..

i

I

EL capitán. de fi-agata RafitelBen.ítez del Cochino tLttto que

¡trortt tn.círrr las peore.s palabros qtre

c: ttolq uíer cr¡nrattclatúe pod ríct decir."Abu.ncl.on.t¡ eL but1u e".

Red Austítt se intnrporó o lo Arnt.odttu l t t ct lud LIe t l i , '< ' i t ¡ t t t ' t ' t 'o t ios

h t t st . t t t t t l t t c t t . t . i t j t t .y I t . r t I t ¡ t t t t cot I t ( ,

espío etr c1 Cochino pot ' ( l t tc ter t ío t l t t r '

h ace r o I go " o l u c i . t t .o t t te" .

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l'm( l t¡¡ t la creettt i .a parsisten.te d.c qru: lo

(nergíe ¡t.u.clcor d.cbío t, podíairr tpuIsnr Ios subtnar i r t .os, cI

u I nt i ra n I c I I .y t¡ tct n I I i c ht¡uc r co nt bi ólu f i rerzo de subnt.ar i t tos, lo Arnodn.,

y cl r tr t t tbo dt ' l .a gue rra fr ia.

E/ N¿rufi lus fúe t: l pr i ,mcr submorit t . t¡asladou tt.itla¡r sL 7tt'o¡tul sudo por

cncrgíe n.tt t ' lertr.y cl prinlcrsuht¡ t t t t i t t r , ( l t t t ' t tut ' ( ' luI ' to t ' t l

in¡n.crsit in l tustu al pol.o Norte.

El Gudgeon y r¡tn¡s subtttctr i t tos r: t t t t . t¡ett t ' i . t tnoles u¡tt t . t t éstal.leuontn. ad.elcttt.tr: el progrontct de ttspi.orto.je hosto.

qu.c l,os st¡ui.éti.t:t¡s tle¡ttostrctxnt nñs al.lótl,c toda d.ucla qu.tt ot1u.él.los ptxlíolt ser tn.uy uulntrubles. tu

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Page 121: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

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l i t .siue on.tes que le Arnt.ecl.ct. ent, iaru u.n suntergi.ble a l i t togrul i .e.r los r(.stos dalThresher bujo al t)r(rr, su pércl ida la inclu. jo u declurur utte t¡utt t :e. t ' ¡ 'o dc

progro.ntes dc st.gttr idatl e¡t subtnorit to.s. Sü¿ t:ntborgo, kt qua sobreuitLo sto. justttba tncis al tnodelo de Jatnes Bort.cl t¡ue rt l dL', Ir tLlrres ( l t¡ustettu.

1' j1 l lal ibut te¡tíct unrt t 'sctt i l lu (nort¡t( t 'on. fortrt .cr de fuu.c<,s t lc t ibun)nqu.( pere l .o ntnyorírt dt los su.btn.ctr inistrts ere. nn gri fut de inu.ndrtció¡t.

Pa¡'o ( lrutt t :n. cre u.n gri lo de potctrciol.

El c:apitrin de fi'agotct C. EdtL:ard. Mt¡ore, sc ltizt¡ o la ntor co¡¡ c1 Halibut,ettcon.tró un subtntu' i . t t t¡ st¡ui.ét i to saptt l tado en las profttn.didades,

.r,r '¿'grt.s¡ j poru prcserttcLrsa et¡t t 'el ct lnt. i .ra¡ttc,Ioltr t . Hylctn.cl ( izt1tt i .erdrt)

¡tr trrt ott :ptctr la ntr is ol. tct concletr¡raci.r in r lue poclío otorgrirsale a u¡t su.bmuri t t t¡ :lo Mettcit¡n Presidcn.t'iul pora la Unidad.

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EtL 1900, la Armad.a adqtt ir ió su primer subntorino, el t /SS HollandPod.ía entbat'car .seis hontbres.

( ' , t : : t t t , n tut t ts ( l t : : lut t 's . l t t , \ t ' t ¡ t r t t lo pus(, e f ' lotc un ¡not lc¡ l i to, e l USS SeawolfrSS\ : l | ) , l : : t t l ¡ t ¡ t t t t i r t t t t l r , t t ! r r t ¡ t t t , r t tús gntt t t lc . i t t t t t r is cot tstruido.

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-El Scorpion estoho afircrcL d.e Nít.polts t:uando urt. fittógrafo torrxila que pucdc habar sido l .ct últ in.a irnagen. t¡t te se obttr.Ltt¡ dc é1.

Sa panlió epcnes Lt.t t .e;; sct¡ILItrcIs ntt is tord.c.

() r a L¡ tt tt ( i z q u i.e xl ct. ), II o r ry J a t h.sr¡ n t, e l. tt x ¡ rd i t t o d t ¡ r t! c l ¡t x ty L' r' toI l t¡bert I I . Gou.t i .er p(.rntunecatr cn rrn <l i t¡u.e f lolarttc, ¡¡t i t ntros ¡nuclto tnús ubu.jo,

trt :s l tol t l tres o l¡onlo r/el ' l r i r¡stc l I e¡o¡¡t. inubotty fotogrot ' iabon. l t¡s restos r1c1 Scorpion.

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EL casco destrozarlo r1el Scorpion tto ofi'eció respttestos concl.uyentes-sóLc¡ u.n nú.steri.o persi,sten.te-. Ahc¡ra hctrt su.rgiclo euidencias de tlue cl Scorpion

pudo hctber estad,o ct¡nd.enct.clo al desostre antes de quc h.ubíera zarpudtt.

Nlizar rem.ol.tti túnt.aras a laclLtrante trteses ott. tes que

.ju.sto clott.rle CrctL:en hobíct

pen.rlura a actrios ¡¡ti.Lcs cle metros cl,e profu.rt.di.dudsu clotacíótt ouí.stctro f inct lntertte cl Scorpionpreditlt.o ltltclut entes (lue se lct ent:on.trarítt.

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El r:o¡tittirt de fi'agata Whi.tey Mock ero apenes l.o stj'it:ierrternL:rtte arrct¡¡o.rtte(:onlo pore (:r&.r que pttdría contlut'ir ol L:rpon ct u.na nti.síótt irti.gu.alttda

por n. ir tgúrt otn¡ su,httari .nc¡. Creía qu.e podrío seguir a un. sttbtnnt ' in.o t¡t . i .si l íst ico

soui.éti.co cl.ase Yan.k¿,te cl.u,ratt.ttt tt¡dn stt r¡otrulla.

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/i1 Lapon y Mock fueron ínrnortalízados por Tontnty Cox, eL ogente(!ue en reatidad n":Jt:n:;;,,:'':,;:t;::':r!"J,fl:t:::{,Íi!-,i,liJ.'' ""

Despttes r¡ t tc al ' la,uLogcl t .otoro t ' t ¡ ¡ t t ro u¡t subt¡ t r t r i . ¡ ¡ t ¡ st¡ t , i t ; t i . t ' t ¡ c l t tse F)cl¡ t ¡ I I

sa ulc.jó rci¡.ti.tlorrrt:tt.te clc l.a. t:st'e¡to, dc.jurrtto o su.s ht¡¡nbrcs -),o/ gobicrtt.o

c s Í.u d r ¡ u n i dc t ¡ sr t't ¡ t t Lt e t t <: i.th t s d.L: t¡ u.t: t'c ntt. d c ¡ t.t¡ t, ( n t e

subt¡ tar i t t . i s Ío.s s¡r¿r¿¿1f l r ' ¡ rs l to l t io t ¡ ¡n uct ' t t ¡ .

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1ffide intel igertciasu ólbunt c:t¡t t

El trrpittirt de fi'ugota Btr.cleBalrlcrstctn ltobía si.do u¡t.n estrcl.lu

en as('e trso, pero sobía que l .crr:ol i si ón s u bac ua l . icct nca baríct

tct nt bién (:on. su. c.t.¡'t'e ru.

Boris Bo.gd.a.so.ryo¡t nre elt:t¡nt.u¡tdatúe r1c1 trcho II que se lopti

corr el Tautog. LLctmaba Blach Li ln asLt subtnari.no.

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El capi.td.n rlc n.auío Jont.es Bratlley recttrrió o recuerdos de sLt.s t:ia.jespor el Mississippi. tlttrante su ni.ñez pcn'a encrtrttrar ttn cctble telefónico

en las profuntli.dodes del mar de Ohh.otsk. Aquí es felicitad,ttpor el secretari.o tJe Mctrí.no. Jt¡hn Warner (derecha).

Lu Arntudo utt.u.¡t .<' i . t i r¡ae ei Halibut esta.bo. trct.rtsporton.t ln el. primer uehí.<uk¡cle rcscote <lc grort profún.diclad.. Pe.rt¡ ese DSRV era un enguñ.o so/d.adt¡ st¡bn

su <'ubi.erto, uttrt t:rit¡tctrct h.i.perbriricct di.si.mu.locla para huzosda grart pntfirrulidud qu.e interce¡.ttorínn el cctble de. Brctdley.

Fritz Harl.finger, di.rector de Intel.igen.cia Naual, sttbía qu.e si Brodl.e.r- podíacotlLtencer o Hertry Kissíng¡er y a Al.exand.er Haig, pcLra que diesen. su. ctprutbación

a la ctperar' íón d.e bítsquecla d.el. c:able polcl Halibut, tr¡ se requerirían otras

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Page 126: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

ffiK;pr &xxe ffiur*u ffi{asa*,s'{ { . ! . . {J,} .1f ; f f ,3 l l i i ' j

j ' : ¡ l? ' {J¡ ' . \ i i ! l l . '? ' " ¡ i .j . 1 i"r"J:i i ¡ f.: ¡,, 1 ¡.,

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La CIA pttso etr serLti .r ' i . t¡ ol. gi.gcttLtt .str¡ ( ikrmar Ex¡r lgrer poru l tot:er lr t quc

f 'untiortt tr ios L' l .oL,t '<lc lo Ar¡¡Latla t :n:íe¡t. r !et¡tr tsiutkt dif ' íci l . y rtbsol.Lttonrcnte

i¡tnt ' t 'asorio: l lcgor hestrt r t t t . srtbntrt t ' i t t t¡ sctui.et i t t¡ cn t ' l l .ct: l to del ott ; t t t¿t¡y nshd rse I o t o rrr ¡ . t le lo.

.... .. . i.,. 1,.,:,_., :::t.. :;:i, .::..":.. .....:: ., -:-

La búsqueda del submctrinr¡ soui.ét ic:o por el Glomar se conuirt ióen el. secreto peor guardado de la guena fría bajo los rna.res.

Page 127: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

.;'*".,,..,-,.."

. . :-

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El. congrasi.st.a Otís Pihe presidió rLn ct¡ttt.i.té cspecictl sobra l.ct ntds profirtr.dct

d.t: l.os innt.ersil¡nes en Las osctt.t'cts alg¿¿o.s d.el. espi.onct je su.b¡r¡uritL,'y en. otnts reittos h.obitct.clos ¡tor agetttes dc i.rttali.¡1ert.<:i.a y espícts.

Conrpletunrcttta utcsl.ut l ts d.a cs<:Lt.rJr¡s y p(trtcs dt ' . su.bttto.r i t t t¡s n¡barJt¡s-sufi . t : i t : t t . tc t ' ¡¡ntroho.ndt¡ ( 'onto pe¡'e r l t :st1ui. t i .ar o l t¡s i .n.t ,est i .gctdt¡res tt .ot,ul.cs

el Ht¡rse ond. Ct¡u: era tk¡tLdl lt¡s ltr¡nt.bres se ¡.treparctbatt. pQ.rQ urt.¡.trt'ttdcruLguttas dc l .as r4terrt t io¡tes tt tás ctt t t lat ' t ts de la grterru f i ' ín.

l i l r t l tnirante Bobby Innt.an enf 'rentó confiad.ctmente la inuesti .gaciónpor Pilze sabiendo que lleuobQ <:onsigrt el. secreto capaz

d.e deso.rmar cualqui.er interrogatttr io: la uerdad.

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ettcabt¿ada.

Page 128: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

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Page 129: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

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' tpleo.r lo de lo NSA qu.e puso cn. r i l :sgo a tnas d.t: 100uno ntisió¡t. t Ltt t tul t¡ l t : h.obló u los s¡¡t¡ iét i . t ' t ¡s rt t :ert 'u decable qtrc yat ' íon crt. cL fond.o cl.el t t tor de Okhotsh.

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Ouundt¡ Richarcl Bttchctttot¡. cortclu. jo alrr l ht tqua u nu dc s¿¡s s¡cfc X,[cnt : iot tes

el ¡tr tsiclertta Rt¡nrt ld Ractgnrr lo

Parche e.n LlncL m,isión que Le ualíóPre s i.d.e ttc ial e s pctra la U n idad,cornparó con Jc¡hn Wayne.

.tlt . ,.r::. ::::t ,,.::;a\;

Despttés de haber interceptado duran,te años el cable te.Lefónico qtte. corría bojo LcLtranqui.lidad del Ohltotsh, l.a Arnt.ctda cctrríó el ríesgo de enuior al Parche o hacer

l,a misma tctrea baio el constante trdf ict¡ st¡uiéti.<:t:, en el nrur de Barents.

Page 130: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

ffi,-'l ,r,t '&

:i.i!,,r*i,rw:

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I)o.tt i e I I c Pet e r*' ¡t - I) i.:ltt¡tt u b rrt zrt

su t ía Gerry, nt . i t ' ¡ t t ros racu.cxlot t u l

¡tu d.rc d c Pc t t' t'sLt tt -I) i xt tt,

l )ani t , l Pate.rscn. t t t t st t l tof i< ioI t l t t t '

tu t ¡ t l ¡ i L;. tt pc rt' L' i ó crr r'1 St'tr t'¡l irtrl.

ffia.,;.8

S¿¿sr¡¡r Ncsó¡.t t strt toda . j tr t t t t¡ u sttesposo Bt¡b en. Norliilk, Virgirti.o,( t I I Q r ' t ' t ' t ' t t l t ) t t i t t t , , t t t t t t ' n t t ¡ ro I i t ' t t

t l , ' l f r igt ;s i t t t t ) et t i I ' t ' t s( t r ¡ t ) t ' t l

l ¡ t , t t t , t ' u l , ¡s l l t ' t t thr t 's ( l r ( t ' l ) t 'n ' ( i t ' -

t 'on. en. cl Scorpion. Llorun ul.I terrnant¡ fol lecitLt d.e cl lu,

Ri t' h a rd Gc t t rga Sr lt uflb r, s u bof'i -cict l dt 'st 'gttr t . t lo

t lus, ' , l , ' I Scorpion.

Por todas partas an l t¡s Estaclr¡s f lnicl t¡s

.r ' B¿.¿sln, l .as ld nt i Líns ast(trtpregurLtort.do: ¿l.o gtterru de tspiono.je

s tt b nt.a ri n o ta I i ri l.os rlesgos /

;Vol. ió cl t 'ostol

l ' l l t : ts t r l lo t l , ' r l r ' ( ' l l r l t l t ' 500 r .n i l loncs de dt i lares 2 '25

Nrrr ,vrrs f i r t ¡gr .a l ias, tot¡¿rr las por cámaras arr iadas por el Glontar,

rrroslr '¿r l t¿ut qucr el Gol f estaba todavía casi en las mismas condic iones que

crr¿rndo r : l l lu l ibut lo había encontrado sel is años antes' El submarino so-

viclico e-sttib¿1 inclinado hacia t 'stribor. L¿ls fbtografías obtenidas a través

clc c'scoti l las fáltantes o averia(las permitían ver que todavia qucdaba un

misil nucle¿1r intacto. Los otros dos habían quedado dañados cuando el

sulrrr tar ino se fut 'a pique.Excepto por Lln rur)tbo cle casi 3 metros de ancho abierto pol una

cx¡rlosit in.justo cletrás del compartimiento de com¿rudo, prclbablemente aque-

lla quc lo irundió, el Golf 'parecía estal entel0. No obstante, había una bue-

na ¡tosibil ictacl de que se'encontrara en url estado de suma fragil idad. La

Arlltacla había esti l lacio que ei Goif 'se h¿rbía cstrell¿rdo contra el fbnclo del

océ¿rno a más cle 100 nudos. Esa clase de impactr,r l 'ácilmente podía habcrlo

clei¿rcio hcch¡ añicos clebajo dcl f irrro exterior de accrcl. Esa era una del l¿rs

r"ur,,, ' ,"s, fu¡{¿tmcntalcs por las cuaies Brirdlcy y Craven habían insisticit l

t,n fhvor cle un eslucrzo d'e rccltpt:rttcit i l l rnás l irnitadrl.

Puro cn ese momonto, se aproximaba al subm¿rr ino lo qut ' cra en pr i -

l l i , r tér t l ino la c l i l icul tad más gr¿rnde. Era t tna tarca a la que un holnbre

qLr¡ ' I 'eclut( i r r Ia t r ipulacir in r , lc l Glontar contpar<i colr levant¿r l 'un tubt l dc

,rcr,r.,, de S lnct¡os con urr c¿rblc arriaclo clesdc la cima rlcl Wclrld Tladc(ls¡tcr cler 110 pisos cltr altr-rra, en un¿l nochc noÉlra col)lo el beltún drlnlinada

¡ror rcrnolinos cler vient<t.Las contputacloras cn el crr¿rrto de coutr<ll dt:l Lllontar cotnelnzaroll ¿l

I)r.o\¡cor iniirrmacitin rrierltr¿ls ]¿rs enorllcs tot-Iazas cran arriadas lernta-

n.rt-,ntc, h¿rcia I¿rs profirncliclades. L¿rs ten¿rzas y su braztl de acer<l habían

siclo irpgclaclos "C-]lerrnentine", en t 'ef'crenci¿r al clásico l¿rmcnt<l dc lrts mine-

¡ .qs. Sin c luct iL. i r l menos los soviét icos crc i¿u quc st t bt tqt te se h¿rbía "perdi-

r lo v c l t 'sapi t l ' t ' t ' ic [o pat 'a s i t 'nr pr t ' " .EI biazci recolclaba a un pul¡19 cnorll le q¡c finalmcnte colgaría de una

traíl l¿r cie¡.u,¿rri<.rs kilítnretros clc iongitud.' lbní¿r och<l pares dc urlas, trcs cle

l r ls ct l r les sost tní¡rn una gigantt 'sca reci dc acero. La t r¿r i l la tn isma er i r

¿rrrn¿rrla un scg¡re¡to i l l¿r verz pur l<.rs hombres dcl Glontctr, que ull iall sec-

(ri9r-rcs clc tuberí¿r, cacla una de 20 metros dc largil, un¿r pol una' cOmo un

"¡.re(:a¡g" gigantc, conform¿¡nclo Lrna correa intcrmittabie que sc dcsccllgn-

ba c¡rla vez a m¿l)'or plofuncliclacl cn cl ocó¿]rto. \Iás t¿rrde, cualldo l legaragl nrg¡rcnt¡ cle tratar de lervant¡rr el strbmarino, lt ls tripulantes izarÍan

las ternazas crln cl buque, rccup('r¿rntlo dei océano lcls tramos de tubcría,

c[e:s¡rrur¿rndo 1¿r t raí l la c le a ul la st 'cc ion pol 'vez.

' fgmri c l Ías a¡r . i¿rr hasta el f i rncf t r ¡ Clgmc' l . r t ine, días para qut ' ias

tcn¿rz¿rs quedarall b¿rl¿¡nceánclose dircctamente encima dcl submarino En-

tonces, cuanclc, la tr¿ríl la tení¿r 4.500 ne'trcls dc largo, Ios hr¡mbri:s y las

corrrp¡tacloras clel Glttntctr traba.jaron p¿tr{i l colttpcnsar las corrientes dc

cli l 'ecciti¡ cirnbianto cie forn.ra quo pudieratr cublir la vela clel Gcllf con la

retl cle acel'o que colgaba cle trcs de las pinzas. Finahnente, cuandtl las

Page 131: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

Ltts at:cnturos,- estu.dios del Art i<:t¡ qrre duronl.e d.e<:udas rtct l izó \Uolt l t¡ I tvt¡¡¡

Io l leL:an¡tt rnuy pxtnto e neueger <orr el r :opit írrt de frugtttct Wi. l l . i .ant A¡td.erst¡t ttdcret 'ha) a bordr¡ del Nauti lus l t .asta eL polo Nortc. Mris de L:ei. t t t i t inL:tt ut l t tstlcspués, Lyc.¡n. tocla.uía e,stu.ría trotctndo de clescLtbrir ui¡nt¡ lr¡s sLtbnrctrt.ttt¡s

estadounidenses pod.rían. conl.bet¡r cfí .cct.zntttr t . tc bn jo el híel.oque cl isnt i .nu.ío. al rettdint iett . to dL' l x¡¡to¡ ' .

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Lr¡s s6L¡i.éti.r:6s tctntbién ltobían estorlo dirigiétulose ol. Arl.it:tt tlu.ro¡tte détotlus.

Hacict l.o. déca(n tLa 1980, porcció r'r¡¡n.o si lt,ubi.esLn lrulludtt la fornru de Ltsar

el. hielo perQ opodcrarse tle un.o uento.jo ttttclcrtr crítit:tt.

It * **&** *

Despu.és r1cl Nauti lus, los subntarinc¡s estadounidenses nauegaron ha'cia el Artíco

t]e u uno pot' r)()z \t en gru,pos (:osi tod.os kts años, pero las aguas helados

r:r¡ntinurtrr¡n '*'rll,!,'r':,i,:'rl;:,i::,*";:::,:'::::::'r:::l:t.a presa contaba

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- ¡ ;*?"

Page 132: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

l - l t ; l , ) l . i r r t 'go t l l I r r g l r l l in l r c i t 'g i r

( iu l r i r r i is mostr¿lron uno dc los pares de uñas el t col t tacto con el submarino,l , rs hombrcs t rataron de acercar el brazo de frrrnra ta l que los otros pares derrr l i rs abrazaran cl casco y pudicran aferrar lo.

Perro los hollbres realizaron nlal los cálcr.rl-rs, e hicieron que Clemen-tine sc estrella.se contra el lecl-ro marino. Conrenzaron ¿r recoger el brazoizánd<l lo parcialmente, mientr t rs estudiaban las imágcnes que eran envia-cl¿rs al buque. En el océano lóbrcgo y plrrc ia lmcnte i luminad<1, c l brazo¡rarccÍa encontrase sorprenclontcmcntc intacto, conlo si todavía estuvierat ' t r concl ic iones de af 'errar el nauf iagio. Decidieron enviar a Clement inc¡rarn real izar un nuevo intento.

Una vcz rn¿is lo orictrtaron, y un¿t vcz más clc.jaror-r c¿]cr la rcd de acer<-rsobrc la vel¿r del buque. Esta vez las c inco pinzas quedaron en posic ión.Ir 'arircí¿r que después dc todo t:7 Glcnt.or ib¡r a ser callaz cler rercoger a suJ) r '(r s ¿1.

( l i is i c los mt ' t ros por mit . tut ,o. t r lsa cr¿r l¿r vclocic lacl a la que el Gol fr - ' l i t lcrv¿tt t t¿tdo l l¿ ic ia la su¡ lcr ' { ic ic, 5.000 tonr ' laclas de ¿rcero l lenas de argua.I i l ( l l t ¡ t ¡ tar comcnz<i a hundirser ern el agua debido ¿r l peso del submarino,v c l ts¡r t r r ls empezr i a agi tarsc pr l r c l csf i rcrzo. La convcrsación de la t r ipuln-cir in c lor i r , r j der las ch¿rr las sobrc la captura a la posibi l idad de'naufrngar.

' l) ' lutscr¡rricrorl nuovo horas, v cl Golf '1't¡cr iz¿rclo a 900 nrctros del lechr.rl l l¿rr iuo. lL.r t i l r lpo nl : is , .v f i re iz¿rclo a 1.500 l l rctros dcl f i rnclo del océano.l i r l t¿rb¿rr t j1.000 nlctros hasta la sr-r l tcr f ic ic. [ - I I l ¡ t t tevr¡ l t t j t t t l to ¡ t romctía pro-

¡ lor t : ior tar otros dos rnetr 'os r lc ' ¡ r rogrcso. En c¿rmbio, conl i rnrr i la c lo l<lros¿rl t ¡ l r l i r l¿rc l de que r)rr l rc¿r sc JrodrÍ i r iz¿ir ' ¡ l Gol l 'nt¿is quc cso.

( lon un chasquic lo, t rcs de l i rs pinzas que af 'err¿rban al submarin<l

- . t r rornlr i t ¡ r r )n y caycron. Prt lbablcnrcntc I l r ibí¿rn c lucdadr i d¿rñad¿rs por c l

chor¡uc contra el fondr i dcl océ¿rno v¿rr i¿rs horas ¿rntcs. Ahr¡r¿r, sr i lamente:r¡rr t , r laban dos ¡r inzas y la rcd sostcnic¡rdo la scccir in c lc prr . ra dcl Gol f . Elt 'r 'sto dcl subm¿rrino cstaba colganclo cn cl nredio del océ¿rno, y tLn instantrrck:s¡rr-rés clcmostrri sor tan l i 'ágil c<lmo Bradlcy y Craven h¿rbí¿rn ltredi-cho scis años ¿rntcs. EI accro dcl Gol f 'conlcnzó :r dcsgarrarsc a io largoi lc ' sus st¡ lc l¿rduras, hasta quc el grucso dcl submarino sc¡ dcsl t rendió porconrplerto de' la pe.quen¿r secciíln tnd¿rví¿r af'err¿rd¿r por Clementine y caytil l r rer ,¿lntert te hacia las profündid¿rde¡s. T! nr is i l nucle¿rr intacto, los l ibroscolr l irs claves, las lnáqr.rinas der cif iado. los t 't1ui¡ros de tr¿rnsmisirin e¡n r¿ifa-grrs firc'ron a p¿rrar nuevanrcntc al frlnclo dtl oec¿rno. Todo 1o que la CIAr l r rcr ' Í i r rocul)crar.

No l rubo celebracioncs cr¡¿rndo t : l Gl t ¡ ¡nut- ¡ ruso rLrnibr) a su base, l l in-gunir sens¿icir in der v ictor ia I ) ( ) rque htrbi t , ra l ler '¿rt lo con él ce¡rc¿r dei 1 l )¡ ror c ietr t<t c[c t t l r subr lar ino. t l ¡1. i ( ' ¡ ico- La nl¿lvol 'parte c ic esta secci t in el '¿rc¿rsi inser lv ib le desde el punto c le r . ' is ta de l r i intel igenci¿r.

El Clr¡ntrtr se €-'ncontraba toclir i, ' Ía ert el nl¿rr erl 8 cle agosto cuando sclecibi t i una not ic ia por la radio. Richatd Nixon había renunciaclo en forrn¡rr le,*honrosa. El Fuerza Aérea Uno l levr i a Nixon por úl t im¿r vr :z a San Cle-

I , l l crrst . i l lo t lc ¿Lrrn¿r dc 500 n.r i l iones de dír lares 227

nicntr ' . ( l r r l i l i r rn ia, \ 'gran p¿ute dL. la dotación de éste, que fue tal vez larr l t inr i r nr is i t in sccrcta que habia orden¿rdr¡ , culpó a los "maldi tos mecl ios"

I l ( ) l su rcr t i t tnci¿t .En Washington. ia tormcnta polit ica en la quc t¿rnto se h¿rbía sr-rn"rer-

giclo l lersir se abatiri colr l¿l partir la cle Nixon. I lc.rsh no había oído naclarr('(,r 'c¿r clel intcnto rld Glrn¡tor. ni clr- ' su fi 'acaso. Tampocro f r"rcr alertadc¡ cu¿urclolos ex¡ l t r r tos subacu¿it i ( :os c l r , l¿r Cl lA conrcnzArolr A prt :parar utr segt i r tc lointento para rccuper¿r l e l Clol t huncl ido. Pt ' ro con Nixon f i rera dr: l¿r Cirs i r[ ] l r rnt :a, ] Iu 'sh est¿rba nuet ' r tutct t te t ras Ia hucl la c ler la intel ige:nci i r . Ese't { ic icnrbrc ' . pubi icr i una gr¿rn re ' r ,e laci<in cn la pr imer:r página clc l Zi-r¡¡cs.acus¿indo ¿r l¿r ( l lA c lc h¿rbcr coudtrc i r , lo "una opcracir in de intc l igenciaintcrn¿i g igr intcsctr c i lcgal" , rcco¡r i lando cxpcdicr-r tcs c l iez r¡ i l c i t td¿rdanosrr t i r tc¿rnrcr icano-q o m¿is. Los agt 'utcs c lc la CIA, scrñal¿rb¿r c l ar t ícr-r l t ¡ ,l r¿rbí¿rn t :strrckr s iguieinclo ¡r l t ¡s malr i fcst¿ntes e inf i l t r¿indosL) on las organi-zacionos ¿int i bcl ic ist¿rs.

I -¿i CIA nl l r lc¿i h¿ibrí¿r dc rccu¡rcrarse tot¿r ln icnto der los cargos. El¡r t iculo c lc Hclsh in ic i t i un¿r ol¿r c l t ¡ condcn¿rs cr invcst i Í lacioncs públ icas yI t 'g is lat iv i is . l ln ur.r csf 'uerzo por nr i tntcn(,r ' r ,n nlan()s ant i ¡ ¡ l rs I i rs i t ' lc¡v i t¿r-[ r lcs invcst igacioncrs, c l nucvo ¡rresic lento, Gor¿r ld Ford, crc i i t tu¿r cotnis i<inr l t 'not¿rbles par i l crxur l inar los c¿rrgos clc I - I r r rsh. Sin errrbl i rgo, c-stu 'u 'cz losni ie l l ibros más. j t iver-res dcl Congrcso prcsionaron por cnci ln¿r c lc la guarcl iavir ' ja qut,s icmpre h¿rbía escur l ¡ rc l r l a la ( l lA c i r rs ist ieron quc lar Cárnara dt :I l r ' ¡ t rc,sr .ntantcs.v c l Scnaclo conr l t r . j t ' ran invest igacir)ncs J)or su cuenta.

C)ot-ry y I Icrsh cst¿rbirn tor l¿rr ' í l r cnrccl¿rclos crn l¿rs consocuenci¿rs c le l¿rrticulo sobrer espion¿r.ie iutenro cuando el I 'r 'oyecto Jcnnif 'cr s¿rlt(i ¿r l¿r su-

¡rc l f ic ic. Snccr l i r i cn la t¿rrck 'dt ' l v i t , r 'ntrs 7 t lc f i rbrero dc 1975. La ct l ic i t jnrrrr t ic ipacla c le l l r . rsAngcLcs Ti t t tas c lc l dÍa s iguicntc s¿lcudi( i las cal les di fun-clienclo la noticia sobrc cl intcnto drr rccupcracitin corl r.rn titul¿rr todo ¿rkr ¿rncho clc la pr imcrtr ¡ rágina: " [ ,os ! ]E. l l [J . Inrpl icados en Operaci í rn dcCIA ccur Submarino/Buqr"rc Ruso Hunclickr, di.¡o Hughers".

I -uego dc h¿rbcr gutrrc laclr s i l t ' r rc io sobrer I¿r histor i¿¡ durantc casi unaño. Hcrsh habÍ¡r perrc l ido la pr imicia. El ¿tr t ículo dcl .Los Angel .es Timesternía errrores -decí¿,r quc erl submltrino hrrncliclo cst¿rl¡a en el Atl¿intico- ybr inclaba sol¿rmcntc c lct¿r l ics l imi taclos. No obstanter, en lo quc s<: rei 'er ía aI le lsh, l¿r i r is tor ia h¿¡bía sal ic lo al ¿r i r r r , \ 'no v io mot ivos p¿rra no intervenir

.v pr-rbl icar f jnalmc.nte un relatc¡ complcto. Colby erst¿rba iguahncntc rcsut: l -to u inr i recl í rsclo.

P¿ir¿r Colb.v, los intcrcst's t,n.jucgo clun toclavíi l erlornles. Aunque Her-sh no lo sabía, c1 Proycctr-r Jt¡nlr i f i r r cstab¡ l i ' jos t l t ,h¿ibcr f inal iz¿rclo. La CIAc,stal l l r lv i t l rz iur( lo ( 'n sus pl i r r - res J)¿¡r i l r . ¡n segLrr tc lo i t r t t ¡nto de recr.r¡ruracir in.L)r ,s¡ . , t rés del ¡ r r inrcr f \ '¿rc i rso t 's t r t , ¡ r i t t rso, los ex¡rcr toS técnicos c l t - l¿r C- ' IAirabÍ¿rrr convencicio ¿r Colb.v clLle cl (] l<tmor Ex¡tl.rtrer podía alc:rnz¿rr tt ldar'í¿rlas prof i rndic laclers y apr-rc lerarse clc f ragmcntos cruciales del Gol f ' . El btrqtrccle Fhrghes y:r r:staba sicnclo rc¿rconrlicion¿1do y repnradcl. y i: l segundo in-

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:¿2s I , ) l . j t r t 'go r l t ' l i r grr l l i rur t : icgir

l r ,nto t ¡stab¿r prcvisto para esc vcrano. Para Colby, parecía colno si estuvie-|ir nuevamente en el misr-no lugar donde liabía cmpczado con Hersh unrrr lo ¿lntes.

Colby crcía que si el asunto se acallaba rápidamente, los soviéticospodrían pasar completam€rnte por alto el artículo del Los Arryeles Tüttes.Pero si el artículo comenzaba a captar la atcnción, o si Herrsh aparecíaahora con Llna dcscripcirin más precisa de lcis hechos, quizá con la posiciónvcrdadera del Golf, Colby tendría que detener la operaciíln y la agenciatcndría quc st iportar otro f iasco, uno con un costo dcscclmunal.

L¿r CIA c,nviír inme¡diatamente dos agcntcs a rcunirse con el editor delLcts Attgelcs Tünes. Su mensajer fue sinrple. Jennifer no había terminadoy ln publ ic idad pt idr ía hacer imposible para ln CIA t laer al país la presamayor. Ninguno dc¡ los agcntes di jo quc' ya l . r¿rbían sufr ido un fracasoclcct:¡rcirinunte'. Ni tampoco di.jercln erspccíficanrcntc quc había planers enmarch¿r para un segundo intento. Pcro cl cditor no cstaba fbrmulandodcmasiadas prerguntas -s implementer ¿rccedió a sepul tar l¿r histor ia delGLc¡t¡tur er"r la pírgina 18 cle l¿rs úrlt imas c¡dicioncs clcl pcriírclico y prometirino ¡rubl ic i r r n inguna aml l l iacir in, ¿r l n ' ienos no por un t icm¡to.

Colby l lamó después al editor clel Ne ¿u k¡rh Tintes y lc pidiír que "en-íi ' i¿rr¿r un poco" a Hcrsl-r rerspc-'cto clc Jcnnifcl ' . Tambión rcspondió a otrol l ¡ in i¿rt lo der I lors l - r , d ic iéndole¡:"Por nrucho t i t ' rnpo ustccl ha s ido dc pr imerrat :atcgorí i r c l1 lodo csto".

I rcro c¡ l halago no ib¿r a i rupcdir que Hersh profundizara Ia histor ia, ¡ rotlos pcrioclistas est¿rban Iirnz¿inclosel tar.r.rbién sobrer ella. Así quc Colbyconcibiri un plan derscspcraclr). Llno qucr no tcnÍ¿r prccerdcrnters crn los an¿rlesdt ' l¿r h istr¡r i¿r ckr la agencia. Di :c ic l i r i cont¿rr le a doce¡n¿rs de cdi tores y colum-nist¿rs, locutorers .y ploclr,rctores, acerca dcl Proyccto Jcnnifer. d¡rrles alqu-nos clert¿r lkrs. Pero sn of i 'cc imicnto tcnía un costo. A cambio se les pedía alos cclitorcs qtrc rc'tuviescn l¿r l- i istorirr. Colby hizo una última concesii ln: si¡rarercía que nlguien ib¿r a viol¿rr el cmbargo, él nismo ll¿rnr¿rrí¿r a krs dcm¿is¡r le's dirría luz verde para pr"rblicaria.

Sabía rnuy bien quc mantener ¿r Jennif 'er fücra dc las noticias serÍac¿rsi tan fácil corno colocar unn tapa sobre la oll¿r cle agua hirviendo. Cri-nrcnzti a describirse a sí l 'nisnio corno r¡l centro de "l¿r conspiración másnr istcr ic lsa dc la c iuclad".

Eso no quería decir qr-rc ' Colby conf iaba en qui t .nes conspiraban con é1.L¿r CIA corncnzri a rnonitorc¿rr ulgunos dc los perriodistas que est¿rban tra-ba.j lrndo sobre la histori¿r. Los agcntcs grabaron cn sccrcto sus conv€r's¿l-ciones con otr'os reporteros, investignron sus ¿rntecedentes y evaluaron sutlt, 'senrperio. I{¿rbía docenas de experdie.ntes secretos. Una re¡rortcra n<l iden-tif icad¿r de la costa Oerste -cllyo l lombrc- cí-rdigo era E-14- e¡ra considerad¿rturra "prostitr-rt¿r del pelioclismo" y Lrna "gr¿rn beberdor¿r".

Pcro más quc a cualquier otro. Colb¡, y str cquipu estaban observandr-rrr Hersh. Siguiclon a quicnes hablalon con él erl un viaje ¿r la cost¿r Oestc,

f l crrsli l lo t lc ¿rrcna de 500 rnil lones de dólares 229

;r . r 'ur l r r r los ¡ror c l hccho de que mucha de la gente a la que trató de entrevis-t r r r rcs¡ ioncl Ía directamente ¿r Colby. Entre las personas que Hersh contac-ti i cstal¡¿r John Craven, que ahora daba clases en la Universidad de Hawai.Aunque los sueños dc Craven para la construcción de pequeños vehículosdc búsqueda de inmersión profunda habían sido aplastados por el cost<-rerlorrlrc del Glonrur Explorer, no cstaba dispuesto a descubrir el secreto."¿Proyccto quó?", respondió Craven cuando Hersh le preguntó detrás dequó andaba.

Sin embargo, Craven accedió a reunirse con Hersh ulra semana des-puós en cl orn¿rmentado Cosmos Club er-r Washington, D.C. EI subsecreta-rio de¡ M¿rrin¿r le piciir i ¿r Cravcn que tratase de descubrir cuáles eran lasfr-rcnters de l lersh, pero cuando se reunieron, ccrcándose ¡r provocándosesr¡brer las copas, ninguno clc lcls hombres cedi<j clenasiado. Er¿r evidenteclue Flersh ternía la historia cn slrs rn¡uros sin inrportar que Cr¿rven le brin-da-qc: ¿rlguna ltyudlt o no.

l ' in¿i lnrente, e l 18 dc rnarzo, c l colunrnist¿r c invcst igador dc¡ ut t¿t ¿lgcn-ci¿ de not ic i¿rs, . I¿rck Andcrson, al lLurció el f in dc una intr igt i -v sc preparr i

¡ rar i i lanzi l r a l ¡ r i rc la histor ia durantc su progratra cn la Mutt la l RadioNctrvork. Colby f i rc cr l r r icndo, pcro Andcrson so rehus( j a rcconsic lcrr '¿rr lo.

"No crc-o clucr erl gobicrr-ro tenga dc¡rccho a encubrir una cmprcsa costo-s¡r c irrr-lccersariir -di. jo nrris t¿rrclc . He re't i¡nido otras histori¿rs ¿r solicitudr lc l¿r CIA, ¡rc l r i csto r¡ra se¡nci l l¿rmernte la coberr tur¿r de un fracaso dc 350nl i l loncs dc cki larc¡s 350 nr i l lones arrojaclos l i tcralurcnte al f i rndo di : l océa-no." (Funcionar ios dcl gobiurno est¿rblc¡c icron nrás tarc lc c l costo cn nlás de500 nr i l loncs dc dr i l¿rrcs.)

L¿r l l is tor i¿r s¿r l i r i a l a i rc. y Hcrsh f lnalmente ¡rudo publ icar su rc latonr¿is dctallado clcl Proyccto .Je¡nnifbr er1 cl ¡/c¿u Yr¡rl¿ Tit¡tes del dí¿r siguien-tc. Api.rrcciri con ull t i tul¿rr ¿r cinco columnas y trcs rc)Itglones: "Buque dc'Salr ,¿rmento dc la CIA Rccupera P¿ir te dc Subm¿rr iuo Soviét ico Perdido en1968, Frac¿rsr i cn Rccr ibrar N[ is i les Atómicos". El uso en el t i tu l¿rr de lapalabra L-rctc:osri fue suficiente para hacerr que Colby so olrcogicra, y proba-blerncnto c l cnc¿rbezamiento c le Ia histor ia ncl lo hizo sent i rsc nrc. jor :"Segúrn ¿rltos f uncion¿rri<,rs del gobierno, la Agcncia Centr¿rl de Intcligcnciafinanciri la construcción dc un¿l n¿rve de salvamento dc :rguas profirndas clcun costo nrultimil lonario cn clírlarcs ¡r la uti l izó erl últ inro verano en Lll lcsfuerzo inf'ructuoso para rcrcupcrar las caberz¿ls cle combate nucleares cleIos misi lcs y las c iave-s der un subnrar ino soviét ico l - rundidcl en el océanoPacíf ico". I {e ' rsh colr t inuí) d ic ienclo qr-re la CIA recuperír solamente unapartc insigrr i f icantc de la secci í ln delantera dei Gol f . 1, rcsumir i e l asesora-nl iento c lc cr í t icos anónin-ros, d ic iendo quc la po-. ib i l idad de recuperar" l ibros c lc c lavcs ant iguas y misi les obsoletos no just i f icaban ni e l a l tc¡ costcrc lc la r . rpcraci t in ni la potcnciai puesta en pel igr<l de la distensiónsoviert ico-estadounidense quc cl lo acarreaba".

En general, la historia era l¿r irnage.n clcl despilfarro, no dei heroís-mo, v ul la quc algunos of ic ia les navalcs aplaudieron en si lencic l . Despr-rés

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' - l ; iO I , i l . ¡ ut ,go r l t ' l r r l i r l l r r l r t ' r t ,grr

r l t ' t , r l r , l¿ i c lA había estado tratando de nadar en sus ¿rguas, había robadosrr Jrrcciaclc l hal lazgo, y en el proceso habÍa echado a pique cientos de mi l lc l -nt¡s cle clr i lares. El Proyecto Jennifer fue t¡n chasco, y a los o. jos de la Arma-rl¿r. f i re tarnbién una misión decicl iclamente estúpida para scr c.mprendida.

FIersl ' r señaló erróncamente que habían sido recuperados del naufra-gio l- lo rnenos de setenta cuerpos, cuando solarnentc sc habían recuperadoseis. Pero t¿rn-rbién se hizo eco de uno de los puntos quer más habí¿r tratadorle dest¿rc¿rr Crt lby, quo la CIA org:rnizt i trn sen' icio fúneibre para lcls mller-tos soviet iccls y lo grabr i cn vídeo en caso de quc la Unir in Soviét ica descu-i t r ierr¿r algo acerca del intcnto c le recuperacir in.v r- 'x ig icsc i r - r f i r rm¿rción.

( lo lby rnismo h¿rbía c le. jndo clc h¿rblar por com¡t lcto, cn la ideer de quesu si lcncic l t¿irdÍo cra l¿r úrnica form¿r de inrpedir quc los soviót icos se v ieran,rbi igados a rc l¿tcci t lnar públ icame'nte. Destacó csc punto en L¡na r . is i ta a laLl¿rs¿r Rlanca. Llcvando una co¡.r ia dt xlettu¡irs prir Ni l i i ta Khrushchel ' , let l lostr t i l t l prcrs ic lcrntc Forcl dóncle el p l i rncro escr ib i r i que sc había v istc lo l t l ig i rc lo r t f i r tg i r st¡ i r¿i cn publ ico y cancelar en 1960 t¡na rct¡nión ctrnl [ t ¡ r .c l t t i t t ic lo Uisc ' r thower '¿rr l r r t i t i r i abict ' ta lncnLc c¡ue los IJ-2 <1uc vol i rb l r r r sobrcl¿r IJr t i r i r t Soviót ic¿r el ¡ '¿ ln ¿lv lonc]s cspl¿l¡ i .y no s in-r¡ t ics ¿rvionc¡s nrctcr t ro l r ig i -i 'os l t l t ¡ i i t r los c lc sr t r t t t¿r.

No t l t tct ' ic t tc lo rc¡ tct i r c l "crr 'or" c lc Eiscnhowcr, l¿r adnr in istr¿rciónl f r r r r l r t 's¡rotrc l i t i a t<¡di ts l r ts prcgr- tntas poster iores sol l rc er l Gk¡t¡ tur con Llnc'str tcto "s i l t col t ter l - t tar ios". Eso cr¿r cx¿rcrt l rnrel-r ter lo c¡uc qtrerÍan l t is sr lv iót i -cos. ( lot l t t r tz i l r ( ) r ) r t t ' r rv i¿rr nrcnsa. jcs f rcnót icos ¡ tor c l rnal t rs sccunclar ios atr i t r "cs c lc cr- ta l t ¡ t t io l cot . t t¿rcto quc ternían, inrplorando e I s i lencio cstaclonni-t lc t ' lsc -cualqr- t ic : r cos¿r quo tr¿rntuvir¡r '¿r la histor ia al t ' jada dc los c iuclada-I ' los sovict icos, L' lLl tr t t tcl¿rvía cst¿tb¿rn cn l¿r obscuricl¿rr l- . I t ln agrcgado naval

I Los soviol. i t 'os t t :ní i tr l l ruenos nrotivos J)¿lr¿r quelt)r ' t¡ trel l ¡ histori¿r fr¡esei to l l¿tr l¿r. \ '¿r e ' r '¿r srr l ic iet i tcr t rct t tc I l t¿r lo l r : r l t t r r ¡ rerr l i t lo t rn subnuu' i r to v rro hlbe r po-dido lraI l¿tr lo. l ' ) t- l pcot ' i t t . tu qtte Irs nortennrericrarlos lo ]-rrrbicscn erncontr¿rdcl v lra-l l tclo de s¿tc¿tr lo dcl ocó¿rno, v tocl¿rví l l )oor'( luc krs nrc' jurcs of ici¿rlcs de inl.el igenciasovi i l t icr¡s l tubieran leído ¿icct 'ca de elkr en los pt:r ir icl icos norte¿rmcric¿rnos. Pero lcrt¡utr l t i tcíu t¡ue' todo ei ¿isrrnto f i lcra aún ln¿is I ' rumil lantc r¡r¿i el hecho que habí¿r-rslclo ¿rdvel ' t ic los t 'cspecto t lel Provecto. lcnnifer er ignorarorr l¿t ¿rdvertencia. ( lualtclot ' l ( i l t ¡ntar z. i r t ' ¡ r t i ¡ i r r l l t s t ts pr-uebas dr.n¿lr ' ; r pr incipios de I l )7.1. Al latol i .v Sht.r ' ror ' ,tuu. jovct t of lc i¿r l soviet ico, l la l r ía t rat¿rdo cle adr.cr l i r a su. jcf e. r ¡ l ¿r lmirante Snt i rnov,cottt l t t tcl t t t l tc cn jcle dc lr t F' lot¿r clel P¿rcrf icr¡. Scgúrn lo rerl¿rtado por Shtvrov, el sub-ur¿tt iuo soviót ico perdido er¿r el unrco objet.o der r '¿rlor en la rcgir in i loncic l iabí¿r sidortvistadrr t :1, (] l t¡ t¡ tor Explrtrer.I)ala e¡ntonces, lo-q soviót icos habían reler '¿rdo el áre¿rgeuct '¿t l r loncle c:reÍ¿rn que -se irabia pcrdido su submarino.

' \ pe-síu' dc los inlbrrtres de intel igent, i¿t cle Colby res¡rei ' to de que ning¡n¡r ir tvc lr trst i l sc h¿tbía ¡tcctc¿rr. lo al ( lh¡¡¡tctt ' . Sni irnov h¿rbi¿r relccic¡tr¿rclo de inmediatr¡.I ' l r tvi t i al ¿irc¿r un buc-1ue de vigi lancia cle ¿rl t¿r velocid¿icl. Llegri al iugar con tresI i l (¡scs ( le adelanto, tncscs atttcs del intento le¿rl de lercr-rperacir ln. I I I equipo dcvigi lanci i-r infbrnró a XIosr:úr sol¿rmentc quc r, io nn burluer e,qt¿idounidense cle "disct io

EI casti l lo de aren¿r de 500 millones de dólares 231

soviético se acercó a un capitán de navío de la Armada estadounidense enuna recepción y ofrecir,r un trato: si los EE.UU. no volvían a mencionarpúbl icamente el asunto, los soviét icos tampoco 1o harían. Kissinger estabasosteni('ndo conversaciones sirrri lares mientras se preparaba silenciosamen-te paru controlar los darios, prometiéndole al embajador soviético AnatolyDobrynin entre otras cosas que la CIA abandonaría sns planes para unscgundo intento de recupcración. Kissinger le dio también a DobrlrrinIos nombres de tres subnrarinistas ióvenes cuvas chapas de identif icaciónhabían sic lo recobr¿rdas entrc los rcstos dc los seis cuerpos cn el intento desalvanrento.

C<ltr e-so, los soviéticr)s parccieron olvidarse del ¿rsunto, y finalmcnteel silcncio de Colby de'jó tanto n)istclrio rodeanclo al Pr<tyecto Jennifer queel mito v l¿r reralid¿rd ser contirndieron. El gobicrno cstador"rnidernse les habíaproporcionado a los sr¡viéticos nr¿is infbrmación det¿rllada clue la que le clioal públ ico nortcamericauo. dejando que la prensa l lcnirsc la brccha conrelatos tcrr ib lemcnto incxactos de la exuc-cl ic i r in del Glont.qr.

estr¿rf i t l¿rr io t 'del t .r inutr lo cle un¿r cunch¿r de l i rotb¿rl l" con "cstmctnr¿ls quc parrcirrntorles cle'pt:r l i r l rrcir ir t ¡rcl ,rolt ' r 'a" nl irnlt¡nicntlo esl.acit in t¡n el ¿irca. ' l )e¡s clías dcs-prré,< el Olot¡ tn.r se dest, l tcr j l r l rc i¿t l t r ,q is l¿ts I f ¿rrv¿r i .y el buque dc v ig i lancia se dir ig i r i¿i su hast ' .

[ ] t t¿rndo crt r t ]¿lrzr) de 197.1 c l ( ] l t ¡ tnor reglcso rr l n l isrno si t , io ¡rara rcal iz¿ir otranaveglcicirr dqr pruebit, Slt t .yrrrv conve ncit i i t su sr.r¡tcr ior de e nvi¿Lr <rLrt bur¡tre. [)er<rersta vez. lr¡s ¿rlr l t i rarl tes s( ' nr 'giu {) lr l r at ' t ' icsglrr uno clc sus blrr l trcs urejr lr cquip: ir losett l t ts i tguits i t i r .ern¿tles asolad¿rs por l i rs torrnent¿rs del P¿rcrf-rco nortc y ¿rcccdicrotr¿i envi¿tl sol¿ttrrente utr buque hidrogri i f ico qut: y¿i cstal¡¿r en cl r-nar' . M conl¿rnd¿u¡tr:r le ese btrt¡ue dec' i t i i r i qut: el ( l lont.o.r t¡staba t lcdic¿rdo a l i i bLisqucda dc pctlr i lco y

¡rror"tto se alt ' i r i r . ler l lugirr ' . [-Tn vioio reuo]cador tonró ¿i su cargo lu vigi l :rncin, pcropcrrrrarret ' i r i soj¿ul ic,nt t 'c l i t 'z <l í¿rs. ( lu¿rrrr lo < ' l ( ) l rnnar in ic i r i l inalntcrntc el inte nto deI 'ect t ¡ lcrr tc i t i t r en. ju l io, Slr tv lov logó r t l revnuterr te por un blrqtre de vigi lancia. Sinetr t l t i t rgo. l legado ese mol l¿rnlo l iabí : r pcrdir [o su andic¡nci¿r. Aclent l is , su. ie l 'e sc 'nci-l l i r tr ler l te rto creí¡ t lue los norte¡rnerr icanos tur, ier¿rn l tr tecnokrgia para ir en pos dcun subltt¿u' ino l-rundido. Shtvror,, 1.rat¿rndo clc pzrsar por arr i l ra dc'su cornandall te,f uc dcslt i t ' l tc lo con una f i '¿rse: " l ,e ordeno que decl i t lue su ate¡ncion al mejor curnl>l i-ln iento c l r , Ias t ¡ r 'e¿rs ¿rsign¿rr lus".

Shtvrov nt l l tc¿l st lpo Lluc su. jefc te nía cn su of lc i r r¿r cvidcncias cruci : r les <-1trccorroltor¿ibi-tn su inlbrrn¡rción. L, ln¿r nota h¿rbía sido desl iz¿rcla ba.lo la puerta de luerubtr jacl i t soviét ica ern Washir-rgton. Acluel la decí: i : "Algunos servicios especi ir leshatt ent¡rrendido los p¿lsos par'¿r recuperarel subnlarino sovi<it ico qrle se hundió encl [ '¿rcif lco". IJstaba f lr luado. "Alguicr-r que les dese¿r el l t ien". L¿r embajlrcl ir elvio aNloscri r t t l t t 'o¡; i i t ci fr¿ic. l i t de l i r nota, donde los furrcionarios se la remit ieron rracla1) ' le l ros t ¡Lt t 'u l a lnt i lantr : Smimov, r lu ien la gui i r r ló en str ca. ja de scgur idad sin pres-t¿tr ler la der l r ida atenciórr .

[ ,¿t lr i . . tol ia peruntte<:i t i ocult¿r h¿rsta que el penódico srlvict ico lzuesflr¿ publ i-cr i un rel¿rto el [ i de ju l io de 1992.

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l l l i : l l ' )1.¡rrr ' ; io t l r , l : r l i l t l l t t l r t t r ,gtr

( l r rs i to<los los perr i t id ic()s.y revist¿ls infbrrnaron que los Estados Uni-r ios l r¿rbÍ i rn rccuper¿rdo el terc io del¿rntero del subn-rar ino de 91 rnetros de.slor '¿r. Pc'ro cx funcionar ios de la Armada cl icen que ,qólc l se sacó a la super-l ic ic rrr t t rozo de 11,6 metros. Entrc los rel¿rtos in ic ia les c le los per iócl icos,t :unbir : l ' r exist ía c ier t¿r confusi(rn sobrt : qué t ipo de submarino se había¡rcr t l ic lo. T,a CIA y otras fuentes glrbernamentales habían estado poco dis-¡;r-rcstas a admitir que el objetivo de la empresa completa era un anticuadc¡lrurlue convencional diesel-eléctrico. Con toda seguridad la CIA tambiénrlisi:minó infbrmación errónea sobre la posición del Golf, diciéndole a los¡rcr iodistas que la ope'ración había tenido lugar 750 mi l las al noroestede I'Iawai cuando en realidad fire aproximadamente a 1.700 millas derlistancia. Esto füe hecho probablerr-rente en un e¡sfuerzo para apartar akls soviéticos del camrncl.

Fir-ralmente. parcce que la agc,ncia convenció inclusive a alÉiunosrcpoi'teros que erl Proyecto Jennifer había tenido cuando menos un éxitoruoclerado, ai mcnos a. juzgar por algunos art ículos poster iores.

Sin cmbargo, el acontecimicnto gcne'ró rur debate gigantcsco entre los¡rcriodistas rcspccto cle -si los esfuerzos dc Colby para acallar la historiaclt¡not¿rb¿rn uno de esos nloil ientns en que la f 'rasc "scguridad naciclnal" eraut i l iz¿rda no p¿rra rcsguarclar los secretos nacionales, s ino la vergüenzanacional . En todo caso, la maniobra dc Colb.y c le jó n la mayoría de los per io-clist¿rs c¿lda vcz más escépticos res¡.rccto clc ¿rccecler a los requerimientos delos f i rncionar ios c l t ¡ intel igcncia par¿r contenerse r le publ icar ta le,s histo-l i¿rs. Ciertaurellte. la r '¡rayoría de lc¡s reporteros escribiír qr"re la CIA h¿rbíaht,cho toclo lo pcls ib lc par i r ocul tar Lrs acontocir l icntos.

Si la prensa hubicr¿r conocido l¿r verdad completa, habría apalei ldo¿rún m¿is ¡i la CIA. l)urantc cntrcvistas recientes con cx funcion¿rrios dcir l ta . jcrarqr,r í¿r de la Armada. sc hizo evjc lente que' Ia CIA había logradcrr l r reciar al margen de la más notor ia r le sus omisiones: el hecho de quee, ' l p lan nruv recomendado por Colb¡ 'para rcal izar un scgundcl intento dcle 'c l r ¡ rcraci<in habia s ido absurdo dcscle su concepcir in.

A f incs de 1974, var ios meses antcs de la lucha de Colby por salvar elsecreto dtl Glctntor pala un segundo intento, la Arrnada había envi¿rdcl alLISS Sca¿uo/f'clc rcgreso al sit io cle la sepultura dcl Golf. El SecruollhabÍasirlo ccrrrverrtido rercicntcmente p¿rra Llnilse aI HctLibut como un -qegund(.)subtn¿rrino de "proyr:ctos especinles". ! lmpleando un "pez" elcctrónico parallcvar cámaras n las profündidadcs hasta erl -subrnarino perrdido, el Sea rcol.fl l¿ ibía tomado fotograf ias que mostrabirn que el Gol f se había despedirzacloclcrsptrés quc cl Gl t ¡ t t tor lo c ie. jara caol ' -v cstaba csparcido en ¡-rer lut 'nosf i '¿rgnrentos i r rcconocibles, un gran nr()saico quc aclornaba la arena.

"Se cl isolv ió . iusto así , como u11 Al l ia-Sel tzer en el ngua", d ice r . rn r ,xol ic i¿r i n¿rval c le al to rango. "Sc csparci t i a lo latgo de: r '¿rr ias hectáreas port ' l fbndo del océano." Otro ex funcionar io c lc l¿r Arm¿da di . jo: "Se dcspcdazr i .Sc l legr i a la conclusión cler ql re no había posibi l idad dc recobrar nada más".

l , l l c t rst i l lo r l r ' l r t ' t ' t t i t r l t '5()0 rrr i l lor tcs r lc r lo l r r lcs ' j : i i i

Estos honibrcs diccn quc no h¿tbía c i rs i o¡rortunidird algunl i t lc r , r r t 'orrt - : " r r ob. jctos relat ivamente pequeños cor.ncl cabezas de combate, mrt lu i r r r rso'iJrtogr'áficas y antenas. Y los oficiale¡s est¿rban sorprendidos polqr-ri ' l irCIA no parecía s iquiera recol locel 'eso. Entre lc ls hombres de la Arnrad¿rque se levantaron para crit icar el segundo esfuerzo de recuperación estlr-ban cl capitán de nar,ío Bradley. quien, aullque retiradr-r, era asesor enNURO, y el contraalmirante Bobbv Ray Inman, que en septiembre de 197¡1se había convertido en director de Inteligencia Naval.

Pero de todos rnodos la CIA había impulsado el proyecto. La únicaconcesión aparente de la agenci¿r en cuanto a la condición del Golf fuercemplazar algunas de las pinzas para aferrar al submarino del Glomarpor un cucharón enorme. La CIA esperaba poder recoger a ciegas algosignificativo entre las piezas rotas.

Colby no le dijo nada de esto a los editores de periódicos. Todo lo quedijo fue que, si se hubiese presentado una segunda oportunidad, la CIApodría haber recuperado el submarino, o al menos trozos importantes de laveia y del compartimiento de misilcs. N,Iás tarde, Colby dijo que no recor-claba lraber examinado en pers(rna las fot<-rgrafías de I Seau,tolf y que, por elcontrario, estaba apoyándose en el an¿il isis cle sus expertos técnicos.

"Estábamcls todos muy converrc idos c le c lue s i podíamos regresarptrdríamos obtener algo -dijo Colby-. De otra fbrnra, ¿,por qué demonios irpor c i l '? No habría tenido ningún sel l t ido."

Lo quc pudo r-io h¿rbc'r tenido L'n cr¡enta es que sus expertos estabanieios de ser objetivos. II¿rbían pasaclo años metidos dentro del Proye-ctoJennifer, habían sido respons¿ibles cle su costo enorme y, por últ imcl, po-drían {ácilmente habcr cst¿rdo rnás preocupados por sus vidas profesiona-le-'s que por las vidas de los tripulantcs dcl Gktmar. Colby mismo sabíaquc la CIA no podía afrontar un¿r nueva vergLienza, no cuando estabasufi ' iendo polít icamente por causa dc otr¿rs revelaciones.

Cari Duckctt, el principal funcionario de la CIA en el proyccto delGlontar, ha f 'allecido, dciando en el nristerio sus opiniones sobre las posibi-l id¿rclcs dc éxito de la segund¿r fase del Proyecto Jennif 'er. Los registros dela CIAref'eridos al proyecto son todavía clasificados. Y el máximo asistenterlc Duckctt, ZekeZelmes, se ha rerhus¿rdo a discutir sobre el asunto. Colbyl¿rlle¡ció en 1996, pero insistió hasttr cl f inal que un segundo intento derccuperaciíxr podría haber sido rr:clitn¿rble.

Pero los ex oficiales de la Armada cre ell que los funcionarios de la CIAestaban desesperados por creer en su propio mito, desesperados por creerque todavía era posible alcanzar la victoria y no habían malgastado tantcrt l incro.

La teoría de Craven e.s mucho rn¿is clur¿r. "Era ttrn sóio una ciluc-la gt'ande y carnosir que pnrecía .jugosar -dice-. Y dci¡aron en l ibertacl ar¡nos incl iv iduos que, cn lo que'r¡ :s¡recta al océano, eran un montón clerr l ic ionados."

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I i l . juego de la gall ina ciega

Sclbre etso, Hersh coincidía con Craven. Su cinismo ya bicn i rguzrrr l ,st ' hizo más fi loso, y comenzó a escarb¿rr cn ias clperaciones nornt¡rlt 's t l ls t rbmarinos, y en mayo de 1975 publ icó un rc lato c le Holystone, de misirrncs de seguimiento de submarinos y vigilancia que tenían lugar dentro ocerca. de aguas soviéticas.

Hersh reveló también que había existido cierto número dc coli-sioncscntre submarinos estadounidenses y soviéticcts, que un submarino espíar¡stadounidense había estado v¿rrado por un corto tiempo en los acc€rsosal puerto de Vladivostoh y que aigunos funcionarios de la Casa Blanca -1, laCIA cstaban preguntándose si el aluvión de submarinos estadounidensescr1 aguas soviéticas tcnía sentido cn la era de la distensión. Después qucaperreció la historia, recibió un l larnado de un hombre que había est¿rclo ¿rbordo del Gol¿r durante la colisión con cl Hotel soviético en 1969, y Hersl.rpubl icó un rc lato de aquel lo a pr incipios de ju l io. Para ese entonces, elCongreso estaba invest igando los abusos de la intel igencia. El Senado.dirigido por Frank Church, un dcrnócrata de Idaho, estaba investigandoincidentes incluidos en un docurnento de Ia CIA que enunieraba susi,rropios abusos *desde el espionaje intern<l hasta intentos de asesinatointcrnacionales-. Church ya había arnilanado a la agcncia que alguna vezfuera orgullosa e intocable, l laln¿indol¡r "un ¡tÍcaro elef'ante".

Pero la conunidad de inter l igcncia estaba más preocupada por lainvestigación en l¿r Cárn¿rr¿l dc Replesentantes, donde un dernírcr¿rt¿r deNue'n'a York, Otis G. Pihe, estaba conducienclo su investigación propia yn-ri is amplia, cscrutando a Kissinger, Ia NSA, l¿r CIA, el FBI y ia Armadzr.Se cstaba dedicando también a meclir el valor dc lcls csfuerzos de cspiclna.ie

-rubtr¿rrino dc la Armada -algo que ningr-in otlo iegislador había intc'ntadoen lo-s treinta años desclo que comcnzara la guerra frí i i .

Pike, de ciucuenta y tres años de eclad, era ur1 inclividr.ro polít ic:arncn-te indcpendiente y astuto, pcro, nrás im¡tortunte, <:ra mezquino. Sicurpr.evestía trajes vie'jos con diversos grados de dr.sgaste , gcnclalmente cn rnu.yln¿r la condic ión. Y ora un hombre que años antes habí¿r disparado contr¿r l¿rArnrada pclr exccrderse en los gastos rercurrienclr) a lepr()sLrntaciones c¿irlc¿l-turcsc¿ts de los almirantes cobrando suplerrreutus por act iv idacl r i t 'sgosi i(vuelo) a cal lsa de los pel igrc ls que corr Ían estando sentados clctr¿is t lc suscscr i tor ios. Fue la invest igzic ión de Pike ia que' concluir¡ a la aprrr i r : i r in c lcbromas sobre asientos -y válvulas de inor. lc l lo que les costaban ¿r Lrs nr i l i t .a-t 'c ts c ientos der dr i larcs. Cuando se hizo cargo de la invest igaci í ln dc l r rs ¿ict i -v idades dc inter l igencia en la Cámar¿r de l leprescntantes, la prcr-rs l r lo ¡rr t ' -seutó com<t un homble totalmcnte l ibre dc contprornisosr a pesar r lc l l r t ' t ' l rocic que era un proclucto de Ia lJnivcrsic lad dc Pr inceton y dc l¿r I , ' r rcu l t r ¡ r l t l lDerc.cho de Ia f ln ivels idad cle Ccl lunibia, un ant iguo nr ientbro r l r ' l ( lonl l t r ldc las Fuerzas Armad¡rs de la Cár lara de Rcplcsent¿rntcs, .v rrn l r r l roc r lcguclr¿l de la Infhntería dc N'farina.

Ahora Pike estaba promet ienclo que el t i lpr ,n i ls suis rrr t , : . t ,s l 'cvrsru ' Í¿lcuid¿rdosamente todo el espionaie de la gucrrn f r Í¿r. I ' l r r¿t l l r Iut ' l 'zrr r lc srrb,

l , l l t : rst . r l lo t l r ' ,u ' t ' r t i t r l t ' f ¡O0 nrt l l r ¡ l r t 's r l l r lu l ru ' r 's l j i : r

nurrinos, aquello significaba que Pike estaba amenazando con cntr<lme tcr-se en ios seguimientos, incursiones en aguas territoriales extranjeras, ycolisiones. La Armada estaba inquieta porque pudiera hacer públicas susmisiones más clasificadas. Después de todo, él había dirigido la investiga-ción de la Cámara de Representantes en el f iasco del Pueblo, que habíaconcluido que una gran falta de análisis y previsión había sido responsablede colocar al buque espía en la senda del peligro frente a la costa de Coreaclel Norte.

Tal vez otro legislador habría preparado una investigación tan ambi-ciosa en salones de conferencia revestidos en roble o frente a unas copas dewhisky en uno de los clubes privados en Washington, de la clase que no semolestaba en poner los precios en sus menúes. Pero Pike preparó su inves-tigación sentado en ropa interior bebiendo cerveza de supermercado conAaron R. I)onner, su antiguo director de campaña, en el pequeño departa-me-nto cerca de Capitol Hil l que compartían como residencia cn Washing-ton, D.C., puesto que sus fami l ias todavía seguían viv iendo en LongIsland. Definieron su estrategia con el entusiasmo de los estudiantes quepreparan su primcra exposición en el campus. Propio del carácter de Pike,clccidieron que el legislador atacaría a las agencias de inteligcncia máspoderosas de la naciírn con un análisis de costo-beneficio.

El comité legislativo de Pike estaba apoyado por un joven equipo deasesores, varios de ellos reción salidos de la investigación del escándalcrWatergate. TYaían con el los una desconf ianza prof 'unda por la c lasedirigente, por la autoridad y especialmentc por cualquier cosa rotulada"secreto". Estos asesores eran insolentes. Eran descarados. Eran losf iscones de Pikc.

Comenzaron hacicndo preguntas. ¿Qué es lo que hacen las agenciascle inteligencia? ¿Cuánto ie cuest¿¡n a quienes pagan los impuestos? ¿Cuántotuso le dan ¿r l¿r enorme cantidad de información que colectan? Y, ¿acaso noc.ran simplemcnte redundantes muchas de sus empresas arriesgadas ycostr¡sas?

IJno de krs lugares más obvios para empezar fue el Proyecto Jennif 'er,clue ie sonó a Pikc¡ como un ellorme fracaso en el mejor de los casos, o unga,sto t r i ta l lncnte innecesar io, un cheque en blanco emit ido a favor delas crlrporaciones lIorn'ard Hughcs, quizás inclusive un soborno polít ico.Si Craven hubiera estaclo entcraclo de las corazonadas de Pike, habríaiiplarrdicio. Nlicntras Pike comcnzaba a invcstigar, Colby intentó la aproxi-ñr¿rci<in quer había pareciclo firncionar tan bien con los editores de los perió-c l icos ¡ ' que parecía estar funcionando con el Senado. Ofreció algunosdetalles, -suflcientes, espcraba, par¿l terminar con sus crít icas. Durante unaatidicrnci¿r ¿rnte Pike sobre el Pro¡recto Jennif 'er, Cotby y compañía vistieronp¿ira la r¡casión sus rne':jores c¿1pas y puñales, insistiendo en reunirse en uncuarto ceruado por lo que incliscutiblemente era el secreto peor guardadoclc la naciírn.

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. l i i ( i l , ) l . jLrcgo dc la gal l ina c ierga

Los legisladores ya estaban sesionando en la sala de conferencias del( lonrité cle las Fuerzas Armadas cuando llegó el contingente de la CIA. Los

¡rrinrcros en entrar fueron un pequeño ejército de hombres jóvenes y hos-t'os visticndo trajes oscuros y lo que parecían ser bcltones en sus orejas

¡rrrdífclnos para sus radicltransmisores pr-rrtáti les-. Exploraron la sala consr-rs equipr.rs electr'<inicos, buscando micrírf<rnos en l<ls rincones v debaio delas mesas y s i l las. Pike y los c l t ros legis ladores observaron transf iguraclos

¡;rrr l t r ch 'amat ización que estaban viv iendo.Después ingresó un segundo contingente rnás pequeño de agentes,

I levalrdo grandes malet ines negros, dc. la c lase que emplean los museospara trtrnspr.¡rtar estatuil las invaluables. Estos hombres cornenzaron tam-bién a r:xplc-rrar la sala, aLlnquc ninguno dc los lcgisladorcs podía irnagi-narse qué estaban buscando los agentes. Era como si se hubiesen montadoclos actos para que el comité se pusiera a tono con la ocasií¡n. El efectocst¿rba frrncionando.

Fin¿rlmente, entraron Colby y algunos de sus asistcntes, danclo inicicral act<i 3. Los maletines se abrieron, y los hombrcs cle la CIA comenzarorl asacar cuiclaclosamente grandes bolsas plásticas, colocándolas delicadamentesobre una larga mesa dispuesta ante los congresistas. Los miernbros delcrirl i tó sc inclinarcln hacia ¿rdcl¿rntc y rniraron hacia abajo, cscudriñandcr:r través del plásticcl transparcnte aquellos eletncntos extremadamentescrcretos quc habíz'ur siclo transportados allí ba.jo guardia.

I 'ur.cle cpre alguien aqr-rí y ir l lá haya aclaraclo su gargant¿r, pe'ro la mayor

¡rarte c le los mieml¡ros cstaba cn si lcncio. Rcalmcntc, nadio sabÍa bien quciciecir. Los objctos dispucstos tan cu'cmo¡1ies3¡¡11:ntc cn la mcsa parecíanser nada r.nás quc una colcccirin clc trozos clc' nretal que se veían sospercho-sanrcnte isu¿r l a l h ierro oxidaclo.

Los lcgis ladores examinaron los t rozos, f ingicndo rerve¡rencia. Apesarde sí mismris, tenían el presentimiento ¿rbrurlr¿rdor que algo tenía lugarmientras Colby declaraba solemnerneute que aqr-rel las eran piczas recogi-clas dc un subrnarino ruso. Fue rcción más tarde que adrnitieron e¡ntreer l los que pr idr ían haber estaclo v iendo cualquier cosa, inclusivc dcspcrcl i -c io-* dc una construcción vccina, y que la cxhibic i r in dc c¿rr t¿rs y diagramasdel océano pr l r la CIA parecía tener casi I¿r misln¿r importancia. En cuanto:r las preguntas sobre costr¡-beneficio, Ccllby ias oluditj diestrarnente me-cl iante expl icaciones vagas de que los totales no estab¿rn disponibles y queIa nrayur ¡rarte del f inanciamiento estaba escondido en ot l 'os presupuestosrlrás rnundanos. El dr.semperio de Ccllby fuc magistr¿rl. P¿rr¿r cuando lat,xposicirin hubo terrninaclo, ningún miembro clel comité se h¿rbí¿r ¿rcordaclode ibrnrr-rlar alguna pregunta s<¡ble Horvirrci Hugl-res.

Pero la exhibic ión de la CiA dejó a los congresistas con la sens¿rci( inpcrsistente de r lue habían sido engañaclos. El present imientn no desapare-ció cuando Colby trató más tarde de impresiona,r al comité con Lrna exposi-c ión de l r rs equipos de los agentes secretos, incluycndo lo que los agentcs

l , l l crrst i l lo t l t ' ru ' t ' t l r t t l t ' 500 Ir i l lont 's r l t ' t lo l r r t ' t 's 2: t7

t lcnon.r in¿tban "r . ¡ r icro-bio- inoctr l¿rclor ' ' , un disposi t ivo sernejantc a una pis-t.olir ¡rero qtre clispalzrba clarclo-s im¡rregnados con una droga que atrrcaba cls isterm¿r nerviosr¡ ccntral . IJI re l ¡e lde equipcl de asesorcs c le Pikc se,qint i< icnfr,rrcciclo anle las pa¡'asadas dc l¿r CIA. Si la exhibicirin de la CIA ¡rziri i.f r.rstif icar tt l Glot¡tar Etplorer sin iri de irl¡¡o. lue para afirmar más quc nun-cir l r r determinacir in c le nquel cqui¡ro para ahondar en Llr la gran var iecladclc misionr¡ ,s r le strbular i los, y los f isgones de Pikc comcnzaron a invest igarl i rs cuest ioncs ql l ( r Hcrsl ' r había sac¿rdo ¿r relucir en sus ¿rr t iculos sobre:I 'Lr l -ystone y la col is ión c le l Gc¡ lo.

Inronto se extenditi por l lr Armacl¿r cl rumor de que Pike no c'stabacornport i rnclose'der acuerdo con las v ie jas re 'g las, o con rcgla algtrna -qucerstaba tratar.rdo der ni i rar ¡ t ro lundo dentro dc las opcracic lnes más secrc-tas . Algunos ¡rlrnir¿rntcs ost.¿rban recomerndand<l que la Armacla sirnple-rt.rcntc obstru¡zese la investigaci<in. Pero algunos submarinistas, persr-rnalsttb¿rlLctno veterrarto, telef onearrin ¿rl cclr.¡rité con historias sobre v¿lradurasdc subr.t.rarinos. inf<rrunos de p¿rtrLrlta lalsif icaclos y l irs ntit icias sobrc otracol is i r jn ctr la c l ta l un subniar ino soviét ico h¿ibí¿r s ido avcr iado y presuur i -b lc ' r r rcnt .c sc hal l í¿r perdido.

L¿r,q r t ¡ve¡ laciones no tr :nÍ¿rn prcccdcntc. N¿lda clurantc la prrrnan(,ncia<[t ' I ' ike ern c l scno dr. l Conr i tó c lc Ias Furrrzas Arm¡rdas lo habí¿r prep¿rraclo

lrara nlgo ¿rsí . A l¿r m¿ryor i i r ckr l< ls mienrbros dr. esa conr is ió l l sc lcs c lecí¿rl )oc() i l ( ' ( ) r 'c¿l c lc¡ los strburnr inos, incl t rs ive accrc¿1 clc las element¿r les opcr¿r-c io l ' r t 's t l t 'v ig i l r r r . rc i¿r. A¡r tes qrrc Wir tergate rompicsc con cl r , ic jo ol ' r l r , ¡nclc ¡rr t 'ceclencia c l i , l ( iongreso v cnr:ut 'n l l rast ' r r a igunos agi taclon,s nras. jove-r)( 's conro Pike. se: lc h¿rbÍa ¡- lcrnr i t ido ¿'¡ l¿r cornunic l¿rd subm¿rr ina el t rd i r a l( longrcso. Cn¿uir lo sc ¡r lccisaba un guino, bueno, s icrnprer h¿lbí¿r ru.r sc ' ¡ ra-tlor o clos con quicners sc poclía contar para hacer aprobar un l lrog--r'[¡ma,trs¡rcci i r lurcrntc cI f '¿r l lecic lo strnador Rich¿, i rd B. Russcl l , c lc Gcor¡ ; ia, qr-r i t -nsu¡rcrv isó por su cucnt¿r la ma¡torÍa c lc ios progr¿l lnas der inter l igcncia cn latkrcacl¿r dc 1960. (O corno di to c l ¿i lmirantc Moorcr, quc apoyír la operaci(rntlt l Glot¡tcu' col]o CNO y dcspr-rós como.jefe derl Estadc¡ N{ayor Coniurrtoclcsck, 1967 hasta 1974: " I ]ablando en sr¡nt ido arnpl io. cr l los años se--st :nta,or'¿r -*tt l lcicr-rt i: ciecirlc scncil lurnente al senador Russell lo que uno est¿rb¿riraciontlo, v ¿r n¿rciic nrás, y la infirrm¿rción nunca se fi l trab¿r".)

L¿ts cos¿rs se pusicror-r realnlente intercsantes cuando alguien propol'-c iont i por te¡ léf i rno la c lescr ipci t in de un submarino que podía buscar en l¿rs

¡r lof 'undidaders, L ln sul . rn lar ino cap¿rz c le ¿rsentarsc <:n el fondo. No transctr-t l ' io nlucho t iernipo antcs c¡ue krs hornbres de Pihe oycran st ibre l i is gra-birc ioni :s obtcrnidas t luralr t t : la intcrccptaci íur del cable deba.f o del mar c lc() l< I rotsk.

L¿r f i rc l - r to fue unr¡ ckr los holnbres de el i te seleccion¿rdos c 'speci i r l -I r r r r r r te pol la Amr¡ ida, uno clr ' los hotnbrcs del HaLi .but, y estaba asustaclr¡ .Tilr l¿rr'Í¿i e staba crr la Arm¿rda. Todavía estaba bajo juramcrrito de gtrardzrrst¡crerto. Se sriponía quc n() dcrbcrí¿.¡ hablar con nadie, cicrtamcnte no colr

Page 138: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

' - l lo l ' ) l i t r t 'go t le l r r gal l i r l i t c l t ' l l i l

l i r Int¿ic i t i r . r . Insist i r i e.n qu€. los documentos más scn-qiblers S€r gt t l i r t lasct t t 'n

rrrui caja c lc segur idad, dc las l l ¡ r lnadas caja c le scgur ic lacl de 20 minutos.

, , , . , , , ,1, io c lemoraba esrr t ienrpo en ser abicr t¿i con t ln soplete c l t : ¿lcet i lcno.

l i t ¡ r , r l i r prontct i r i ut i l izar l¿r cai¿r fuerter v prt l t tobi t i c l l rc 's i i l r ó l conoccría l i r

, . , r r r rL i l tacir ln. Pt , ro cua¡do l ¡s t r l rnsl l r i t io r 's i rs t . r igt 'nci t rs ¿I sus ¡ t lp( ' t i ( ) l ' t 's

ln el cq¡ip<t cle Pike, éstps le cli ierolr qLle) no había dispgnible ninguna dc

,'r,,. .u.ior. ' fambión decidieron ri ipidamentc quc l l.oeder se h¿rbía tr¿rnslbr-

,lrackt en rtna incc.¡rnrlclidacl. En un gesto clc gtandcza, t¿rl vez l lor cuerstióti

r le h¡n9r, t¿rl vez por presrurción, Roeder sc ¿rbrit i del asunto, stlf-{Lrro clc qtrt:

I1¡r¿r¡ sabrÍ¡ q. t , - ' .ó h¡rbía hecho a un l¿tdo en r to l r tbr€ 'c lc la segur idacl

naciol- l¿i l .

El gesto ef'ectivamc.nte irnprersionti ¿rl ¿rlnrirantet. petrl no lo suficicntc

colno p;r¿r cedtrr etn su esfucrzo por gan¿rrse el apoyo cle Pikc y sus holn-

brets. bn c¿rrnbit.r, Inn.ran sel dirigit i ¿r Pil<er y al resto de su e<1uip{) con stl

r , ; t i lo dt 'pt ' r .sul ts i t i r r ebi t , r to v h,rnt 'sto. St , t ' t 'uni t ' t ' r ,n var i l ts v( ' ( ' ( 's ( ' l l e l s l t l i -

t r ia¡ i ¡ in ie,r ior c ler l c¡rni t i ' . r rna h¿rbi t t rc i r in s in vetntanas qt tc los asiste 'ntes

l l :un¿b¿ir . l c l " ( }no c le l Si l r ¡ncio" en ¿r l t ts i t l l t ¿r Gel Srt¿r¡r ' l (Súlpcr Agcr l t t ' EG),

la p6pr-r lar ser io cónic¿r sobre esl l í¿rs. Rtr¿r lntcnt t 'sL 'p¿1rt 'c i i l lnas a Lrn l 'opo-

ro j r rxr ib le y ¡ tcqucño, c()n apenrrs Csprrc io para las s i l las ¿r l re<lelc l r l r c le una

n-rr¡s¿r der confcrcnci¿rs cle 45 centílnetros cle anchtl. Dcntro clc la habitacirin

llotab¿i clrsi pennancntcr-rrcnte una nube de humo rancic.l. Inrn¿¡n ignoró slt

srirciicla ltcri i 'cria y solatnctlter habló. I{abía muy poc¿r c(x)r(l inacií)n, admi-

tir i. c¡t1, l irs syrerlrcioncs de: submarinos y la rnisi<in clt ' cl ist.t:n-qión m¿i-s

pr¡¡r i ¡ dcl cst¿rcl ist¿1. Prtscr) t¿rnt lo todo csto s in doblcs inteucioncs y s in

oxcus¿rs. sc clif 'crenci<i cle l¿r comuniclad clc intcligencia ¡n¿is extenclidir ¡ 'strganri cl a¡trecio derl c'qr.riprl cle ¿tscstlrers dt' Pike'

A ¡rirclicia qr,e trirnicurría el t ier.npo, Inman hizo quer sr-ts ayndantes lc:

cntrcgirr¡rr . r ¡ r Pikc un estur l io r lct¿r l lado de. los acci t lentcs de¡ s l tbt lar inos.

¡1.¡ . , ¡ . ¡v i l¿ba quc se habÍan ¡ t roducic lo ¿r l n)enos nuevc col is iontrs cotr t t '¿r

br,rr lu¡s ¡ost i lcs en krs 10 ar los prececlcnt t )s y rDás t le 110 posiblcs r l t l tcccio-

¡c,s rlc sr-rl¡nr¿rr.i¡os est¿rc|runiclernscs ell tart:as cle vigilnllci it. It lnl¿tlt ¿rtlr l i-

t ir.r quer algr-rnos cornancllrntes clc submal' inos estaban fir lser¿rndrl inlornles

tlc putrulla p¿ra gcultiu los ricsgos que c()rríalt y las oportunid¿rders cll ( l l l( l

t¡ran clctcct¿rcl¡s. Inclusiver h¿rbí¿r asign¿rclo f 'uncittntu'ios clc trnteligerlt: i tr

Nayal para invcst igar los incidcntes cu¿u1d() los inf i r rmcs col l f t lcc ion¿rclos

¡t , r l rs ¡gr:ntes c le inte, l igcnci i r a borclo o las r : t l t ' t - iut l ic l tc io l - t t :s st tv iét icas i r l -

t.,..,,ptnJlo. contr¿rclccíalt lr,s informcrs oficiales dc los ct¡m¿rnrl¿lntcs csta-

cl0nn'iclcDscs. Inman tantbión puso pelsonalmcnte a Pike ¿il t¿rnto dc l¿r

operracirin cle intcrceptación del c¿rble.Al f ir.ral, sste inlclectu¿rl f i 'anco y delgacio de -sonris¿r tt lrcida dcnlostrti

qr-rc él l io er¿1 un blanco tirrl atractiv() (:c)Il l() lo eran Colby v Kissingt'r Ir i

,.,,.,c5,, l¡(:)l)os. Los fisgones cle Pikcr se rnrlvii 'rot.l, clestin¿rntlo rntrcho c[t¡ srl

t ic¡-rpo ¿l mirar la fbrln¿r desptit ica con (luo Kissingetr habí¿r mautrj l iclo t '1

¡¡ t ¡ i tó 40 r , conclucic lo la pol í t ica extc l ior . Pero cu¿rndo el inf i r rme clc l ' i l<t '

(,sl¡\,o terr¡ri¡aclo a pri¡cipios c.le 1976, ia conlr-rniclad dc iutcligtrt-rt: i i i v la

l l l crrst i l lo t l t ' r r r t r i ; r t l t '500 rui l lo l r t 's t l t ' t lo l i t tcs '2,1I

i rdnr i r r is t laci t in Ford convencicron al Oongreso qlre votase para desest i -rrr¿rr'1o. I lc todos modos. urra copia sc fi l t l ir, y el Vil luge lblcc publicó elextenso infirrmc en su tot¿rlidad. Pe ro. t¿rl cclmo fue re¡rroctucido, se declic¿r-ron solanrente ocho párrafbs al esir ionir je subrnar ino, v nr) se di io r¡na sola

¡ralirbrir ¿lccrca dc lns intcrccptacioners de cablcs. l)n cambio, se hicieronrcfcrcnci¿rs generrales rr los prograrnas b¿isicos clc vigilanci¿r con submari-nos, ahora consiclcrados valiosos por Piker, y la Annada figurri sólo pararccibir un:r reprimend¿r suave: "La jLrstif icación e-.sgrirri icla prlr la Arm¿rd¿rr lc qr-rc c l J i rc lgran.r{¡ es un cmprencl in i icnto dc'bajo r icsgo'ers incxacto",t 'scr ib ic ' ron los hornbres dc Pikc. Cont inualon dic: icnclo c1r-re el conr i tó cst¿r-ba ¡ t reocuplrdo por las ev¿i lu¿rcic lncs dcl r icsgo que olal) "dc car¡ icter r i tualy dc l i r rnr¿r" y nur-rca var i¿rron dc "bajo". También sc que, jaba quc ningunocler los corn¿rnd¿rntes de submarinos involucr¿rdos en cr¡ l is i r l r . rers h¿rbía s idos¿tl-lcion rtdo alguna verz.

M 1rúbl ico habí¿r pt ' rd ido la pr inrrrra oportuni( lad rc¿r l t lc a¡rreciarcl v¡ lor c lo l i r búsc¡trccla subrn¿rr ina dc intc ' l igcrnci : r c lue s( 'est¿rb¡r dcs¿r-rroll lurrlo. l,os macstros clt ' l c's¡.rionir. ic clc: l i i Arn.r¿rd¿r cstirb¿in -qiguielri lo ex¿¡c-t¿ur i t ' r i tc t 'ser canl ino, c()r 'no s icnrpre l r ¡ l t i rbí¿n hcclro. -v lJ¿1ra el ¡ r t , rsonalsubal t t ' rno strbnrar in ista er¿r su t rabir . j r l .y t ' r i i gulrrr lar s i lcncio, cort to s ietn-

¡rrc. Tor l l rs las o¡ lcraciont¡s I r¿rbrían ckr cont i r lu¿lr . Ahor '¿r sc rcf i r r i r ían alrrs o¡tcracioncs r lc v ig i lancia ILr l .v-qlonc corno "Espcci¿r lcs dt¡ la Arnrncla",¡r [ r r r , r ' i¿r tur¿t dr: Prograrrr i r I !spccial ctc ( ]orr t ro l c lc l l iArrrr¿rd¿r. E I l - r rn i rn.v e ' lv i t : t , r r lnr i l ' i rntc I tobcrt L. . I . Long, r ' l sublnrrr in ist l nr i is ant igrro ck¡ laArrn¿r-c l¿r, r t 's ' r lv i r ¡ ron dcst inar inclrrs ivc nr¿is c l incro l r la int t ' rce¡r t¿rcir in dc c¡rble s.I ) t 'c i r l icron obtcner la aprobacir jn c lc l t ickover p¿lr '¿ l ct¡uvcrt i r f in¿r lnrc l t teruu -*ubnl¿rr ino uroclcrno-y der ¡ l r i r r icra lúrc¿r pirr l r e l t rubir . io. NI.TRO -- la of ic i -rrn corr.jtrrrta clc la LIIAy l¿rArlnada- h¿'rbí¿,r sobrcvivicio al l i¡rsco dal Clotnctt ',¿ iL¡n( luc la CIA no tcnclr ' Í¿r nunc¿r nr¿is t 's¿t c l¿lsc¡ dc control dÍa a día sobrer.r i r rgurr i r de l¿rs opt,r i rc iont 's dt ' cs¡ l iona. j t 'c le Ia Arnracl4. En su lugar, Nt]ROse hrrbÍ i r conr.cr t ickr e. l l un medi<) p¿rr '¿r el f ln¿rnciamicnto dr: Ios subnral inosclc plovectos cs¡rccialcs, y el Oongrcso a¡ l robr i r r ip idanrcntc c l d incro partrc l r - i l t inro recquipamiento, aunquo tolnir r ia Lln p¿lr dc ahos ¿r l is tar c l nuervob uq r io.

\l ientr¿¡s tanto, 1o corrersJrondiri al pobre y c¿rsi descompuersto Sectu,olf 'l l t 'r '¿ir a citbo l i i ol.re,racirin clc interrceptacitin cie cable. Auttcltte algunos sr-rb-nlal ' in istas habían an' iesgado todo por hablar con Pikc, pocas cos¿l-c habíanc¿lnrbiadr) . Nacl¿i h¿rbr ia de dctcncr est¿ls rnis ioncs, inclusive s i ib¿rn a scrrer¿rlizadas airor'¡r l)or ull submarino que erra ruidoso y había est¿rdo conde-n¿rcio dt 'sclc un l r r incipio. :

: l ' l i ̂ Srrrrr¿'olf ertr turi ruic{oso r¡ue l ir Alrnada se habitr-rrí a elvrar trn segrrndosublr¡rl i l lo ¡-rrnr rerrnilst 'r:on cl cu¡rndo se aproximaba al mar de Okholsk. El r-¡trcrbut¡ur: clt: lreria asi:guralse que naclic cstaba siguiendo al primero y pr'o\'ocr¿rr ull¿tcl i str¿ct' ir in nr¿is lu ir l os¿r crt ¿rndo I irer¡r neces¿r rro.

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J 12 l , l l . iLr lgo r l t ' l i i g i r l l ina c icgrr

1¡¡ 5r'¡1¿r'olf había tenido ttt 'r clesafirrtunado bautismo con cil¿unp¿rri¿r

' r¡rrrrdo falló la pr.rntería de la esposa de un congresista. E-qte era el misnror,rrbrlarincl que Craven había rechazado para proyectos especiales ¿r rne-r l i r tdos de la década de 1960. De todas formas, terni inó s icndo convert idcl

l)orque Rickover no tenía muchos llsos para éi, especialmente después queso estrellara contra una montaña submarina clurante ciercicios clc adies-tr '¿rrniento en 1968. Aun dcspués qr,re la Armada le instalara los equipos

l)¿rra gr¿ur profirndidad de alta tecnología, crl S¿¿¿¿ro1l'se destacaba rnás ¡ror:ru tecnr¡logía de la década de 1950. Su reactor', que funcionaba a duras

l)en¿is, era tan antiguo que su dot¿ición bromeaba respecto que si los sr¡vié-ticos capturaban alguna vez el submarino, haría que su programa nuclearsufr iera un retraso de 50 años. Igualmcnte memorable era el s isternaclc alarmas al quer los hombres l la¡ laban " la Ramera en la Caia", porquesr¡naba con l¿r voz de. una mujer -en realidad la dc una operador¿r telefóni-ca dc ia dócacl¿r dc 1950, que fuc' clcgida porque alguicn cn la Armadaclecidió que sonaba tranquil izadora-. Advertía dc los incendios, inunclacio-rles y otras catástrof'es, y cn lo que respecta a la tripulaciírn del Seawrilf,hablaba demasiar lo.

En conjunto, los accidentes del Seautolf y su misión de.jaron a sus hom-bres con sus sent imicntos div id ickrs entre la desi lusir in y el orgul lo v i les.tln diario prico cornún, l lcvado pol nn.ioven miembro dc la tripulacirin delSeowcif , parece convcrtirse a menudo en un catálogo de queias. Era total-rnente conscicntc quc er¿r en ¿rbs<l luto i legal l ier .¿rr un registro sobrelas rrrisiorres l.nás sccretas de la Armada. Pero a pesar de todo, el Seowrilfestaba haciendo historia, 1¿r historia dc su patl ia y la suya propia, y estabacleterminado a escribirla.

Describe misiones de interccptación de cable e-'xitosas tanto en 1976conro en 7977. Ciertamente, empieza como una novela de suspenso ytecrrología: 'JLINIO 20, I976 - En algúrn lr-rgar fre,nte a San Francisco,dcstino: Rusia. Ninguna duda al respecto aunqlle se supone que no debe-ríamos saberlo - han sucedido cosas extrañas y he visto cosas más extra-rlas -esc l ibro próximo al puesto del ayudante de navegación- la costaoceánica rlrsa y su cartografía y publicaciones de ayuda a la navegaciónclescr ib icndo sus boyas.. . " .

En algunos aspectos el Seawolf era exactarncrnte igual a cualquierotro submarino. Sus tripulantes jugaban al mismo juego virulento de "aco-so' quer existía en toda la flota, deleitándose en agredirse unos ¿r otros conIrases desagradables tales contcl "No orinaría en tu boca aunque trrs dien-tcs e stuvieran en 11amas". Y rnuchas de las anotaciones del autclr del diariodcscribían el aburrimiento y la soledad de la vida en un submarino donclecl rnundo exterior estaba representado principaimellte por las reservas dercr,istas con muchachas dersnr-rdas y "novelas eróticas" con títulos tales como('ocl¡sure Glrls erscondidas a borclo. En ci Sea¿oolf habí¿r una tradición: los

l l l c i rst i l lo r lc 'arcn¿r c lc 50() n l i l lonr¡s c lc dr i l r r r t rs 24J

pec(,'s sccretos que h¡rbÍa en el subrlarino para el transpt-rrtc. dr: c¿itnarasirabí¿rn siclo apodados "Hirppy" y "Linda" cn honor a Happy Ff ooker y LindaI-ovelacc, i¿r reina clel cincl porno.']

Para entonces. inclusivc los agentes de inteligenci¿r estaban luchandocruitra el abtrrrimiernto. l ln eI Hulibut se había fonnaclo Lin grupo dc ellos yse h¿rbíat'r convcrtido en la conrpañía estclar do crst¿rs misiones de intercep-tacirin ck-, c¿rbles. Se llamaban a sí lnisnlos "Acto V dc Arnoldo", por su-qcir . rco intcgr '¿rnte.s: "Head Whec' l " , "Suzi Clean". "Clolc i Joint" , "Onc LIp", ysr,r dircct<lr J. P. Arnold. A dif 'ercncia cle la m¿r.l 'orÍa cle l¿r dotacirin, el rcpar-to de Acto V conocía todos lc¡s detal lcs. Sabía dt inde estaban y pclr .qué, cuánimportante era su misii ln, y cuán peligrosa. Inclusive aquello se, desdibujóe¡n cl transcurso dc k¡s 40 días con guardias cle 12 horas prlr día. Seis horaspor turno, la mitad del equipo cxploraba erl cable buscandti los mejoresc¿rnales y las señales de las r"rrpc:tidoras, esos anrplif ic¿rdores r:lcctrónicosqut ' t l rnntctr í¿¡n l¿r voz y los datos s in distorsir in a t r¿rvés de ki l r j rnetros dec¿rl- ¡ lc. El r t 's to c le los agctr tcs de intel igcncia pasaba las pr i r t rer l rs scisht l r¿ts efcctuando grabacioucs. Después los hor l rbrcs inte rcambi¿rban pur, 's-trls .y l irnciones. El carnbi() estaba conct'biclo ¡rara erstablecer Lrrr¿l J)¿rus¿r,clcstin¿rd¿r ¿r conccclerles un respiro ya quc¡ c' l nrso cluc erran incapaces dc:t raducir ' , la mczcl¿r alucin¿u'r te de cunvers¿rcioncs ci{r¿rdas y ruido de estát i -ca cie transf'crcncia de' d¿rtos ¡r de cifrados n.l¿is compli.. jos de.' jaban a losagentes b¿r lbuce¿rndo entre el los.

(, '<rnicr an al Llolib ul bs agentcs dc intoligcncia l l¿rm¿tban ¿r lr is subofi-ci¿rlcs para escuctrar cttatrclo cualqlriera ca¡rtirba a un marincro soviétic<rpract icando su inglós con alguna muchach¿r ' -cscuchar ingles en €rsos ca-bles resul t r i s iempre un acontccimicnto y un ¿r l iv io, Acto V-, s in ¿rutor iza-cit irt ¡r sin preguntar, habÍa est¿rblecido t¿rmbión que todos los buzos teníandc¡rurcho ¿r cscuchar algunas rle las conversacir¡nes grtrbadas. Los agentcssabí¿rn que estaban violando las reglas, pcro dc'c id icron que estos buzoserran l r ¡s que rnás directamente arr iesgaban sLls v ic las, caminando a 120trletrt ls dc profundidad ert aluas helad¿rs v b:r.jo ¡tresio.nr:s oce¿inicas sofo-cirntes, -y te nÍan el derecho a sabcr por qLlc.

Par¿r cl resto de la dotacirin l¿r mr¡not<lnía cra interrumpida por ave-r ías mecánicas, que inclusivc se volvían más pel igrosas porque muchas deellas estaban produciéndose en rncdio de las agu¿ls soviéticas. Hubo incen-dios y perdidas de control del reactor. Los tócnic:os nucleares estaban tan

:r Hlrppy v Linda eran etnpleadas para la bús<1ucda en aguas relatir '¿rme¡lepoco prolrrnrlas, pero eI Seau,olf 'eslaba equipado tirulbién con olros dos pcces dise-tiados pala la búsqueda en ias grandes profundidades del océ¿uro. lJstaba "Hawke-ve", l lamado así por los agentes de inteligencia porque fue el pez que encontró eldesparramo de los restos disperrsos del Golf 'en 197J. El otro pez se l l¿rnraba "Poco'l ' ieniJro", porque sietnpre se ponia en cortocircuito cu¿rndo cra sonrelrrlr¡ ¿r las pre¡-s iones del océ¿rno y nunca pasaba niucho t ieut¡ro buscando.

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: l j i , \ I i l j r rcgo clc l r t gal l int t c iega

rrrr congresista conocido no sr l lamente pt l r patear Ins net lmát icos de los mi-

l i l r r r t ¡s, s ino también por tasar los, rcvisar los cuidadosarnente y que' jarse( ' l l voz al ta y públ icarnente cuando los encontraba desinf lados. Esto cra,

l)i¡ ' :1 cualquier submarinista, un acto tlue poclía ponel f in a su carrcra.Los asistentes de Pike hicieron 1o que pudieron para darle garantí¿is

rrl hombre. Simplemente le pidieron que soñalase lt l qlre ellos debían inves-

t igar. Prometir:ron que Ia investigación se l levaría a cabo pol otIOS medios.

Ilnfrentarían en forma directa al Pentágclno. No veían ningún lnotivo para

¡reclir le cuentas ¿r un individuo de baja ierarquía f rente a un comité oficial,

ningún rnotivo para destruir uu informante.Y fue ¿rsí que el submarinista hablri *de la Baticueva, dei Okhotsk-.

Dcspués llamti otro l ittmbre dc proycctos espcciales. En resumell, ambos

suLlmarinistas cstaban buscanclo Iealmente respuestas, tal como los sub-

ollcialcs del I{atibut lo habían hecho cuando White se rchusó a volver al

sub¡rarino en Ciuan.r. Querrían saber cómo st: obtenilría algúrn rédito coll ia

inv:rsi(rn dc aguas soviótic¿rs y la instalación de un dispositivo de inte'rcep-

t¿rción tcle'fónica quc ponclrí¿l f in a todas las otras operacioncs de este tiptl

¡ t ie¡ t ras Se roal izaban c(rnvel 's¿tc ionc's para la distensión. Qr.rerían saber

¡ror qué s(r les requería servir de blancos en un mar soviótico. Quería¡saber s i e l comando dc submarinos se habí¿r vuel to i rnpacicnte e impru-

clernte , y si sus vid¿rs eran ¿irriesga(las en oper¿Iciones deciclidam€tnte i lega-

1es. FIabían juradr transitar pol la scrnda del peligrtl. H¿rbían aceptado ¿rque-

1lo. Pero qucrían s¿iber ¿, l tor qué osos r iesgos, por qué t)s la nl is ión? Querían

-s¿ibul espcciaimenter por qLló se lc ls enviaba a un mar soviét ico cn dt ls de los

strbmarinos ln¿is vie.ios y ruiclosos de la i lota. Para ese clltonces, a fincs clE:

19?5, ei Hol ibt t t habí¿r completaclo su úl t ima misión c iba a scr ret i raclo

Iror cornplcto dcl sefvicig. E\ SeaLuoLf, cl buque que tom¿lb¿1 cl lugar dcl

IIaLibu.t, estaba demostranclo ser todavía más c¿rlamitoso.Mientras eti cquipo cle Pikc comenzaba a prestarlc atención a cst¿ls

jlreocupaciollcs, unq dc¡ lr ls ntáS ilnpctugsos de suS jalvenes asistentes, Ed-

i\, i lrd Roecler III, fue ¿rsignaclo i i l asunto. El alrnirantc J¿llnes L. I lollorvayIII, que ahora era cl Jef'e de Operraciones Navalcs, responclió con Il lrn¿ln, cl

r l i r t ¡ctr l r de Intel igencia Naval .Ror¡cler er¿r todo lo que se podía ser a los veinticinco añcls clc cdad, un

ex pcriridisti i independiente qr.re cra consiclorado por e'l resto dc lcls asis-

tentcs dc Pi l<e como una person¿t exigtnte y malht lmol¿Ida, y algo impa-

cientet en sus ¿tcciones para obtener infrlrmación. Otrrls asistente¡s se sin-

t ie¡ron horror izados cut lndo trató de sal i l con una secretar ia de la Agencia

cler Setguridacl lr lacional, esperando convenccrla dur¿rnte la cena o cl cafépara quc revelusc los sercre'tos -una marliobra que rcsultí l ser t ln fracasr-r

total .Sin cmbi i rgo. Roedcr füe capaz dc ponet ' uI1 toque muy humano a

¡ruchos dc |rs mistc'rios quc rodeab¿in Ia Éluel'ra cle espiona.ic suburarint¡

c lc al ta tecnología. c iuclusive sus crí t ic t ls creían que había elaborado una

cxpl icación ingeniosa de cdlnro los sccretr is c lc décadas habían sobrcviv ido a

IJI c i rst i l lo r lc ¿tr t ,n i i c lc 500 nt i l lont 's r lc t l r i l ; r rcs 2: lg

la nra-yoría cle aquellos momentos en los cuales lcls Estados Unidos y laUnitin Soviética se vieron envueltos en una accirin. Scgún lo vc'ía Roeder,l¿rs dos naciones se cornportaban en gran medida conlo dos hclmbres jugan-do permanentemente a ias cartas en una habitacirin l lena de humo. Ambosestaban haciendo trampa, pero ninguno pcldía acusar al otro porque ellopondría fin al iuego.

Ahora Roeder tenía quc imaginar córno irrunipir en un mundo dondela Armada estadounidense cstaba protegiendo no srj lo sus propios métodossino tan'¡bión los del cnemign. No obstanter, lo que Rocdcr no imaginó fue aBobby Inman. Estc ya había dccidido impresionar a Pike y su equipo deascsores con hechos.

Inman estaba ignorando las sugcrenci¿rs dcsl iz¿rdas dcntro de laArmada en cuanto a que- debía pcrm¿rneccr cn silencio, scguro de que aqucllono scrviría. Apenas Lln p¿lr de años antes, habí¿r serviclo como :ryudantcci t - 'cr¡ t ivo de Hol l r lway cuaudo éste era subicfb c lc O¡rcrucioncs Navalc:s. Latarc¿r cle Inman era nlonitorear crl Congrcso y l ir ¡rnrnsn. Aunque en ¿ique-l l< ls días habi¿r pr lcos desi i f ' íos ¿r l¿r sant id¿rcl c lc l sccrerto naval , inclusive laArmada tcnía i ¡ t tc suf r i r l¿rs ¿rtrc l ie¡ncias sobre cucst iones prcsu¡tuest¿rr ias.I {abí¿i r lbsetrv¿ldr l cr j t ro l¿rs asignacionus eran recortacl¿ls despuós queal t l i rantcs quc parecían sal idr¡s dc I lo l lywood m¡rrchar¿rn a l¿rs audie¡nciasarllt¿tclos con cscu¿rdras de i lyuclanters ¡rcro corl pocas rcs¡trrcstas. P<lr otrapartc, t¿rmbión había v isto sobreviv i r pnrgramas dc'spues dc ser expuestgspor of ic ia les obesos, dr:sal iñ¿rdos y bruscos enfrcnt¿u.rdo al Congrcso sin unséquito pero corl infr¡rmacirin y cortesía.

Entonces sc acelcri a }loeder v al resto dcl erquipo dc Pike sin la espe-r¿rrl¿r ostcnt¿rcirjn de su jerarquÍa. No tení¿r la trpariencia de otros almi-ralttcs ni hablaba coulo erl los. Er.npcrro, era scncil lo, delgado y usaba ur.rosante<rjos con armazírn dc cuerno y un unifbnnc con ul1 cuello tan gastado ycxcedido de t¿r l la quc ias cstrel l¿rs dc almirantc sobre sus hombrcls pare-cí¿rn fuera cle ltrgar. Los asistcr-rtes do Piker lo vicron como una "especie deindividuo astuto que despert¿rlta cuicladc¡". Pcro lo c¡uc los sorprendió másfue quer el . jefe dc Inteligcnci¿r N¿rv¿rl parercÍa dispuesto a cooperar. Inmanhabí¿r c lecidido prevcnir cualquier cr i t ica o atención indeseablc dándole aPikc. lo que quería, a l menos algo cle lo que qucría. Inman deseaba entre-garic a Pike infbrn-ración suficierrtc para haccrlo cambiar de opinií ln enl¿ivor c le l puntr i de v ista básico c lc la Armada: que las operaciones con sub-m¿rrinos estaban provcyendo infbrmación crít ic¿r que no podía obtenersepor otros medios, y que e,staban rc¿lhnente airorr¿rndo cantidaoes enormesdc dinero ai ayuclerr a la Amiada a ajustar su propio pro!{ranr¿r de construc-cioncs para cnfientar una anrenaz¿l soviótic¿r bie-.n definicla.

Con la aprobacirin del ClttrO, Inman se reuniri con Roeder con la pro-rne¡s¿r dc invest igar las col is iones y varaduras dc submarincls. Inman di joquc Larnbién le pondría un oio a ia interccptación de cables. Aunque habíauna conclición. Inman quería garantías de quc no se fi l traría ninguna in-

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' - l l ( ; l ' ) l .1tr t 'go r l t ' l l r g i r l l in¿r c ic l la

, , , l rocir i ¿r Inrni ln, quien había supervisado algunos de los esfüerzos de inte-l r ;1t 'ncia de la Armad¿l durante lzr guerra. Cuandcl Haver decidi t i ret i rarse,l irr, Inman quien contribuyó a persuzrdirlo de convertirse en un analista de.i r r tc l igencia c iv i l en lugar de i r a la facul tad de Derecho.

Lo que' Haver quería hacer ahora era actualizar a Carter acerca de la;rn)(rnaza nuclear soviética .y también sentar las bases para obtener la apro-lrrrciirn presidencial para comenzar a planiflcar una nrisión rnás osada queninguna otra que hubiera sido intentada antes. La Oficina de lnteligenciaNaval había descubicrto que los soviéticos estaban sacando ventaja de lasi.200 mill¿rs de alcance de los misiles balísticos de sus submarinos claseI)elta, desplegándolos fuera del alcance de las redes SOSUS cstadouni-rlr- 'nse's al sur de las Azores y en el Atlántico sur u replegándolos al mar del]arents. Los submarinos en el Barents eran prcltegidos por unidades desuperficie y submarinos de ataque -y estaban justr-r a distancia de lanza-n'riento de Washington D.C. a trar,ós del Artico, r-r de cualquier otro objetivotlcntro de un arco que se extendía desde aproximadamente Carolina delSur a t ravós de Oklahonta hasta Oregon.

Flave-r lc asegurti a Carter que: las redes de inteligencia y los submari-nos erspías cstaban trtrba.janclo duro para recolectar y analizar la informa-cirin nueva. Sin embargo, clentro de Inteligencia Naval había un debatefbroz respecto de si la decisiírn de la Unión Soviética de replegar sus sub-ll¿lrinc¡s misilísticos al Barents marcaba un cambio cierto en su estrategiao una fluctuación nromentáltea. Ha.ver se encontraba entrer los que creíanmás probable que los soviéticos estuvieran posicionándose para arrebatar-lo a lcis Estados Unidos una ventaia nuclear crucial.

Cuando los submarinos Yankee eran lo mejor que tenía la Unión So-viét ica, casi todos aquel los enviados para tener a los Estados Unidostlcntro clel alcance de sus misiles habían estado en la línea de fuego deIos submarinos estadounidenses que los seguían por detrás. Si hubiesecstallado la guerra, estos últimos podrían haber hundido a las unidadesrnisilísticas soviéticas antes que ellas siquiera abrieran fuego. Entonces, siambos bandos lanzaban eventualntente sus ICBM desde tierra, solamentelos Estados flnidos habrí¿rn conscrvado oculta en los océanos la capacidadrle realizar ull segundo ataque. Esta era la ventaja para la cual se habiacstado preparando siernpre la Armada desde la primera doma realizada¡;or White¡r Mack en el Lapon. Pero la egtrategia se apoyaba en tres facto-l 'cs: que los submarinos sovióticos continuaran siendo relativarnente rui-t losos, que éstos nunca supieran cuán fi 'ecuentemente se los estaba siguien-rlo; y en grrimcr lugar, qr.re continuaran patlullando en aguas abiertas dondesc ios podÍa seguir.

Pero cuando los Dclta f 'uercln l levados al Barents, Haver y otros co-n)enzaron a cuestionar seriamentc algunas suposiciones fundamentalesrletrás de ia estrategia estadounidense. Después de todo, prácticamenteclcsdc que comenzara la guerra f 'ría, los plarnificadores norteamericanos

' l ' l ' l t ¡ r r l i , r t ' l is is ' ) '1 ' I

hal¡ ían creído quc la Armada soviét ica estaba empeñada cn desaf iar a losEstaclos Unidos en alta mar, que ern una é{uerra los subrnarinos soviéticr¡stratarían de hundir especialmente los buques estadounidenses que estu-vicran reabasteciendo Europa, ta l como lo habían hecho los alemanesdurante la Segunda Guerra Mundial. Ahora parecía que los soviéticos po-clrían cstar dando un giro estratégico completo y, en el proceso, derribandounlr ¡ r ierdra angular de la estrategia nuclear estadounidense.

Después de ofrecer una idea de est¿rs preocupaciones, Haver le rec<lr-dó al Presidente que la Armada contaba con cltro recurso extraordinariopara mantener baio estrecha observación a los soviéticos -la crít ica opera-ción de interceptación de cable en el mar de Okhotsk quer el mismo Carterhabía aprobado justo el año anterior. Después FIaver prosigr"rió describien-do lo que Inteligencia l.traval estaba considerando colno un paso intrépidoa futuro.

¿Qué sucedería si los Estados Unidos ltodían interceptar cables en elruedo del Atlántico? ¿,Y qué si se podÍa enviar un submarino para instalarun dispositivo de interceptacióu exactamente en el mar de Barents, 1a ubi-cacicln lnism¿i cle los bastiones de los submarinos misilísticos soviéticos?

El Halibut nc.r podría haber hecho eso j amás, y tampoco el SenLuolf . LaArnrada ya había prescindido de ambos submarinos antes de que fuerandestinaclos a las operaciones de interceptación, y eran demasiado viejos ydcmasiado ruidosos para escabul l i rse en estas aguas act ivas. (Mientrasc'sta exposiciírn ternía lugar, r '1 Seou;olf estaba navegando e'n el Pacíficobuscando fragmentos de misi les y la oportunidad partr ut i l izar una pinzaespecial de recuperación que había sido agregada a uno de sus peces porta-dorcs dc cámaras.) Perc¡ f inalmente la Armada contaba con un buqueque podía realizar la tarea, un submarino nuevo recién convertido paraembarcar buzos de gran profundidad y los equipos que le permitirían alos agentes de inteligencia escuchar a trar'és de un nuevo dispositivo deinterceptación. Aquél era el USS Parcl¿e (SSN-683), el submarino por elcual Inman y el vicealmirante Bob Long habían insistido después de lainvestigación Pike. Era un submarino de ataque Sturgeon de cuatro añosde antigtiedad, y era más silencioso, más rápido y mucho más moderno quecualcluier buque que hubiera sido asignado antes a "proyectos especiaies".r

) Ill Pctrclrc l'uc uno de los últimos nueve submarinos clzrse Sturgeon en cons-truir-se -todos ellos con tres metros m¿is de eslora que sus predecesores y repletoscon toda clase de equipos adicionales para escucha subrepticia-. Este pequeñogrupo de submarinos es considerado el mejor que la Armadzr.jarnás puso en -.elvi-cio para cualquier operación de espionaje. Entre estos legendarios buqr-res de vigi-l¡rncia estaban el USS Archerfish (SSN 678), el USS Will i ,cLm H. Bates (SSN-680),v el USS llatfish (SSN 681). EI I'arche. realízó interceptacio¡res de cable, pero losotro-q recibieron condecoraciones por obtener inteligencia crucial a través de me-dios ur¿rs usualcs -acercándose sigiiosamente a la costa soviétic¿t con sus antenasr. periscopios ¿rsomándose por encima de las olas.

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l , l l . j t ¡ r 'go r l r ' l i r g l r l l inrr c icgir

¡,r 'r 'ocu¡raclos l)or -sLl r€,¡rctor dr-'fectuoso que estaban aplicandr-r mayol'velo-, i r l r r t l ¡ rara mantenel io en operaci( in. Los problenlas con el s istem¿r de aire.r , oncl ic ionadr¡ del Sca¿¿'r . ,# sc volv i r : ron tan ser ios qlre, ln ientras ol subrr¿1-l i r ro c¡stuvo er-r e l s i t io c le la interccptación, la dotación se'v io obl igada alcvivir los dí¿rs del Gudgeo¡¿ -activando candelas productoras cle oxígeno y, i t 'spués haciendo snorkcl para vent i l¿rr mientras todavía cstaban cn elni¿rr der Okhrit-qk soviético.

Poco después de ese incic ler-r te el autor del d iar io cambió sus novelasr,r 'r it icas por Viuut. utra historia real sobre los sobrevivientes cle un acci-rlr,¡nte de aviación quc rccurrieron al canib¿rlismo para sobrcvivir dlrrantcLln mcs dcsesperante cuando se perdieron en la hel¿rda cordi l lerr¿r de los.\nclcs. N{editó sobrc "sueños dc ron y fruta i i 'esca" mientras garabatc.aba,r,scondiclcl cletr¿is de l¿r c<lrtina qr-rc'cubría su cucheta, erl úr'r ic'o ltrgar dondccontaba con una sombra dc pr ivacic l l rd. A pesar de la publ ic ic l i rc l quc roclca-lr¿r al f iasco del (] lomo r, a pesar de las audicncias en el ConÉlre so, cl sccrctorcin¿rb¿r clentro de la fuerza clc subm¿rrinos y especialmente a borclo delScu tL:olf .

Por csc mot.ivo mantuv<,r escondido su diariri, de sus comanclanters, clerla mayoría de sus compañeros de la tripr,rlacit in. Y finalmente demostrti( lue a pesar de los incendios y las pérdid¿ts de control del reactor. estabattrn in-ipresionado por las proczas de su submArino corno lo h¿rbi¿r c-.stadol ' ikc ' : "Dt:scubrí lo quc haccmos - l¿r nr is i r jn c le l buque - incroíble - r rstarnosSOBRtr LA CIENAGA - f inalrncntc - rer¿r lment€) se lo tengo qt te t 'ccon()ccr alos EE. l lU. - l1() tan estúpido conlo nos lo hic ieron creer ' - la n¿rcióntod¿rví¿r ticnc ag¡rl las".

10TRIUNFO Y CRISIS

Richard L. Haver podía narrar una historia y preparar una exposi-ción mcjor que casi cualquier otra persona. Tenia solamente treinta y tresaños de edad, uno de los muchos jefes de departamento en InteligenciaNav¿rl y un civil dedicado a esa activiclad, pero también era un ahijadcrprcdilecto de Bobby Inman, el hombre que sin ayuda había escudado a lafuerza de submarinos de su único enfrentamiento contra las crít icas dclCongreso. Haver tenía esa misma habi l idad para caut ivar a la gente.

El almirantc Sta¡rsfielcl Turner, director de la CIA, estaba al tantri dceso. Tambión lo sabÍa Harold Br{l ln, el secretario de Defensa. Por eso esqlre ese dí¿r de primavera de 1978 habían l levado a Haver con ellos paraerxponer ante' el presidente James C¿rrter en la Sala de Situación de laCasa Blanca.

Turner hizo la introducción, mientras Haver miraba a su alrededor alos hombres quer se habían congregado: el Presidente, el secretario de Es-tado Cyrus Vance, eliefe de asesores de la Casa Blanca, Hamilton Jordan.El vicepresidcnte Walter Mondale estaba allí también, aunquLr acababa derc'gresar dc un viaie de cloce días al sudeste de Asia y parecía estar dur-miéndose. H¿rver no se sintií l molestcl.

Sabía qlle ela la atención dc C'arter la que tenía que captar y que óstecra un ex ingeniero nuclear y acólito de Rickover. Había sido seleccionadopara el progr¿lma de submarinos nuckrares a principios de la década de1950, pero antes de que las pr imeras unidades nucleares hubieran entradoen servicio, su padre falleció y fue l lamado por los suyos para hacerse car-go de las plantaciones de maní de la fhmilia. No obstante, Carter nuncahabía de'jado de considerar a Rickover como su mentor. Inclusive, el títulode su biografia para la campaña, lVñr' tx¡t the Best?, füe tornado de unaf)'ase qtre Rickover usó para examinarlo a el y a otros oficiales. En cuanto aHaver, habi¿r sido un oficial de inteligencia, un agent€' que participó envuclos de recclnocimiento aéreo dur¿rnte la Guerra de Vietnam. Así fue como

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' f ; ro l ' i l ¡ r r r 'y ' , , r l l l r r g l t l l t r l r t i t . l l r r

, lo ¡rrr i r ¿rgrcg¿rr nrás c¿rpacid¿i(1. Podría haber s ic lo suf lc ientc para tcrnr i -n i r r con la nr is ion, y habría s ido así s i e l Seo¿¿,n11' l iubiese estado en ¿tquelI r rgrrr . Su eqLl ipo dc escucha podría haber obtenido solamente algo así cctmolrr nrit¿rd de cada canai. No obst¿lnte, el Parclrc transportaba grabaclorescon Lln gran ancho de banda, como preparación para su travesía al Barentst ,n 1979, y las caractcr íst icas c lesconocidas del cable que había en aquelsit io. Los agenters aiustaron sr-rs grabadores para obtene¡ todos los datos( lue ser t ransmit ían por el cable en cl Okhotsk. La recolección sería muchonrenos clir igicla clue los métoclos rr:f in¿rdos de intcrceptación de cable queobtenían dircctamente lcls mejorcs datos en los mejnres instantes, pero nose perdería l¿r infirrm¿iciírn. L¿r NSA podría rnás tarde reordenar todo.

I)espuós de una operación casi perf 'ecta Ia t r ipulación del Parcherergresri con algo nrás que Lrrl poco dc al¿ircle. Los 140 hombres asignados at¡stc¡ nucvo buqr-rcr se¡ burl¿rban de la tripulacirin dcl SeoLLtolf, ahor¿r en diques€,co y dcsarm¿tdo. Lo l l¡rmaban "Clachorrito dcl Muc'l le" y brr-rmeerban acer-c:r de que sus lronrbrcs cst¿rbar-r asignntlos al "Ecli l icio 517,1-r", c-n alusirin alinclicativo nunrcr¿rl ,r.1 516lLcolf. Aunc¡uc la clot¿rcirin de éste y:r trabía dc'-vtrerlto erl golpc. En 1977, los buzos clelSaaructlf 'habían colocado el cráneocle una vac¿l cerca del d isposi t ivo dc intcrccptacir in, solamente para dar leLrn gran susto ¿r los buzos del Port:|rc.

Ambos submarinc¡s erst¿rban ¿tpost¿rdos e)n Mare Island, y sus tripula-cioners vivían como vecinos, cn barracas dc mad(f ra en cl extrermo orient¿rl al¿r vera de ur-r ant iguo depósi to c le nlnr-r ic iones, apartaclos de todos los de-nt¿is. Si¡r t : r 'nbirrgo, ni su proximidad ni su st¿rtus compart ido i rnpedían lacxistcnci¿r dc t rna r ival idad intens¿r entre el los, especialmcntc ahora c¡ue elParclte estab¿r emprendiendo una misi<in, haciétrdoscr a la mar, mientraslos hombres del Sea¿uof segr-rían afcrrados a la más ingrata taroa queuna dotacitin podía realizar: reptrraciones gener¿rles. Tlabajaban durantejomadtrs casi tan largas como aqucllas de guardia c-.n c' l mar, y permane-cÍan afemadcls, acalorados y suclorosos, cn un arsenal cumpliendo t¿rreasquc parecían rnás apropiadas a trabajadores de la construccií;n clue asubrnarinistas. Sus esposas, hijos y novias estaban cerca, pero quedaba untiempo irritantemente corto para ellos mientras los hombrcs trabajabanincesantemente dedicados a las tres R de la vida de arsenal: "Rernover,Rcparar, Reinstalar".

Los técnicos nucleares la pasaban peor que todos los demás. Visticn-cio trajes antirradiación color anlari l lo canario, fueror-l puestos a cargo dela tarea de cortar su buque al medio para ret i rar y reemplazar el núrcleoagotado del reactor. Aquel lo involucraba tanto papeleo que se habíanacostumbrado a decir "Corten otro árbol para la energía nuclear".

Los inspectores de reactores de Rickover, los hombres a quienes ladotación l lamaba "serpientes", estaban en todas partes, y sus cascosespeciales eran señal suficiente para disparar una alerta que se transmi-tía de hombre a hombre. El mensaje de "serpiente a bordo" era transmitidocon el movimiento rápido de una V con los dedos cle la mano.

' f r iunl i r y cr is is 'Z l t I

Sr:ncil l¿rmcnte no habÍa gloria alguna en las reparaciones generales.Cliertamente, tras la reacción de la nación contra Vietnam, casi no habíagloria en continuar la carrera militar. Parecía que ni siquiera el gobiernose¡ntía respeto por sus fuerzas armadas. Los salarios en la Armada no sernantenían a la par de la inflación creciente y las tasas de interés quehabían treltado a dos dígitos. Los submarinistas con muchos años de servi-c io estaban ganando cerca dc 15.000 dí l lares anuales entre sueldo básicoy suplcmentos. Había historias ern los noticieros acerca de personal dela Arnrada canjeando v¿r les dc comid¿r.r Purecia que no había refugioalguno. Inclusive el Horse and Cow se estab¿r convirtiendo en un bar pararnotociclistas.

Así en 1979 la dotación del Se¿r¿uolf obse'rvó con envidia cómo clParche se preparaba para partir por seÉ{unda vez hacia una misirin veladapor cl misterio, la misión quc' tanto había fascin¿lclo al presidente Carter.Esta vez pondría rumbo al B¿u'ents.

Navegaría siguicnclo una derrota que probablr-'nrcnter nulrca habí¿,r sidotourada atr tes, e l únic<l canr ino c¡ue habría de eludir t r idas las ¿irc¿rs f i rcalcssoviét ic¿rs. casi la fbrma más di f íc i l y pel igrosa posible. El Pctrc l t t ' l tavega-r Ía hacia c l norte, mucho nr¿, is ¿r l lá do San Francisco, r¡ás al lá de Alaska,y ¿r travós dcl angosto y poco profirndo cstrccho cle Rering. drlnde l¿rs frrtn-ter¿rs cstadounidense y soviét ica casi sc toc¿rb¿ln.y doncler el h ic lo podíahundir un submarino más rápido que un enemigr>. I )csclc alh, navegar iapor dcba. jo del polo Norte v nuev¿lrnente hacia c l sur adentrándose en elmar dc Barents. En total. t ' .1 Pur<:l¿e ternclrí ir cluc transitar nri is de l-r.500

2 l-os problemas con la ruor¿rl provocados por todo esto cstaban t¿rmbién co-brando su ¡rrecio en el resto de la firerza de subm¿rrinos. Los hombres se est¿rb¿rnretirando en r:¿rntid¿rcies sin prccedenles, dejando lluchas dotacioncs con grandesproporciones de nuevos reclutas. I lsojunto ¿r los recr¡rtes que extendían los progrtr-tn¿t-s dc tnanteniruiento generiit 'on r¡n aluvión de ¿rccidcntcs nunc¿i visto. En sep-tictrrlrre cle 1977, el capitán de i iagala E. J. "Buzz" Galbraitl i del LISS r?ay (SSN-ij '53) s¿rbi¿r que estaba operando erl una situ¿rción desveritajosa. Sus equipos denavegacirin necesitaban ser repiirados, su tripulación er¿i inexpert:r, y el l lny esta-b¿r destac¿indose al Nlediterránco, donde l¿rs aguas poco profundas, las corrienlesengariosas v los cambi¿rntes estratos de temperatur¿r hací¡rn difíci l el na\¡egar auncon los ht¡mb¡'cs más experimr:ntados. No obstante, nrientras zarptrban de puerto,G¿rlbraith creia quc podría con la dotación. Cornprendiri su error el 20 de septiem-bre. cuanclo su subniarino derir 'ó l-1 mil. las fuera de dcrrot¿r y se estrt: l ló crintrauna mont¿rña submarirra dc cor¿rl frente al estrechl rle Sicil ia. (l lrocó r;on t¿rnL¿rfuerz¿r que ios hombres lueron lanzados contr¿r los ruanrplros, el rnoLul clitrsel auxi-l iar fue¡ arl '¡nc¿rclo dt¡ sus nrorrt:r. jes, y el cono cle ¿rcerri que protr-:gílr el sistem¿rsonar del br.rquc qucrcló aplastarlo. (lomo se diio, la trnpcrici: i nrrutic¡t contribuyri ¿irlne lt f inr's dc la decada de 1970 sc produjeran clito¡co inc¡r.lcnl.e¡s l ¿rccidcntc¡sgf¿ivo, cn l¿r {lotir cie subrnarino-s del Atl i intico -tant.os que el almir¿rlrtc sul.rrnari-nist¿r nras irrrt. iguo cle la i iota tur,o tlne enviar una not¡i de¡ ¿rdverltcrrcr¡r.

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' : : l l ' )1.¡ t rcgo t l r ' l r r g;rr l l i r r i r ( : i ( 'g: l

r ru l l : rs nt iut icas, tnuchas de el las t ra ic ionelas. Había buenas razones parar¡rr t ' los soviét icos l tunca esperasen que el Pqrche se desl izara dentro delI l¿r lents i ror esta ruta.

HabÍa una precaLrcir in acl ic ional . El Parche no zarparía hacia el[.]¡rrcnts hasta fines del ver¿uro, bastante después de la cumbre de Carter<'olr lJre¡zhnev. Los dos l íderes se reunieron el 18 de . junio y f i rmaronc,l Trat¿rdo SALT II. en el cual ambos bandos acordaron limitar cl númeror l r ¡ sus l¿rnzadores de nl is i les nucleares.

Dt is se¡ lnanas despuós de la cumbre entre las superpotencias, e l co-rn¿rnclantc deI I\trche, John FI. Maurer Jr., sostuvo una cumbre por cuenta1;r'o¡'r i i t --cr¡n l¿rs csposas de¡ sus tripulirntes-. El c<tmandante se encargó deias niñcr¿rs, rle los rt:f rescris .y dc una descripción del "despliegue prolonga-clo" clc los hombrers quer prácticamcntc comcnzó y terminó con f 'echas dezirr '¡ larl ir v rcgroso. Lc cntrcgír a las e's¡rosas furmularios para "Mensajesfanr i l iarcs", c lc fornr¿r ta l que un¿ls poc¿. ls veces dl l rante los t res mesescn (l lto al Purt' l¡e cstarí¿r af ucr¿r pudicran enviar comunicaciones brevcs asus osposos, .y Lul¿r l ist¿r dc dos piiginas coll números telefi inicos para emer-gcnci l rs, conlcnz¿rnclo con cl de su csposer Carol v cont inuando con una leta-r¡ Í l r ckr mt id ict is, dcnt istas, bomberos y pol icía drr Mare Is land. También let ' r t t l t 'g i i r r l i rs nru. jcrcs un: l l is t¿r de chequco de tocl¿rs aquel las t¿rreas que laArnl i rc la i r r raginaba quc r t :cercrían sobrc er l l¿rs. S¿rbcr cuándo había que po-r tcr r r ¡ lu l r lo c l l r r ¡ t r ¡nrr iv i l . Encontrar los nírmeros tc lef í rn icos del p lomero yc[ t ' l c l t :ctr ic istn. Ascgtrrarse cler qLle sus esposos conf 'cccionascl l un testa-utc:rr t ,o. A carnbio, sc lcs ¡r t 'c [ ía a las tn l t jercs que' r rnunci i r r¿rn a sus maridospor c l t , icm¡)o ( luc r lurasc c l c lespl iegue.

Ilrot¿rrr¡n las ¿rcostumbradas lágrimas cn el muelle cuando t:l PcLrche¡ lar t i r i ersr ' : tgost ,o. Sc habían desnront¿rdo los núrmeros magnét icos de colorbl¿rnco t¡r , rc lo idcnt i f ic¿rb¿ur conlo el submarino 683, surniéndolo en elanoni¡n¿rtr¡ rn icntr¿ts p¿rsaba bajo el puente Goldern Gate e iba a inmersión.

La rlr¡tacir 'rn cstab¿r ahrlra ein las nlanos del hombre a quicn l lamaban"Ca¡r i t r in Jrrck". Era dc r :ontc¡xtura gruesa y robusta, y su dotación Io vc. íacon)o ¿r un bullcl<lg, sicmprrr dccidiclo y de buen humor. Había algo especrialcn cstrr corn¿rnd¿urtc quc or¿r capaz de rrntrar al compartimiento dc torpe-clris y luch¿rr contra sus honrbres. Habi¿r algunos, cspc:cialmcntc c'ntrt¡ cl

¡ rcrrsonal r lc arnt¿rnternto, quc cran l r . ¡ sul ic icntomcntc locos como parn dcsa-fi lrr rcgr-rltrrmt'ntc al collandantc. Los torne-os cle lr-rcha sel volvieron pr<lntonn ritual -"cl Tcatro de Rc¡vistas dc la Luch¿¡ Libre".

Matrrer habÍ¿r nacido para la Arm¿rda, sll padre cra un ahnirante. I)e¡hrrc'ho, .Iol-rn I{. Maurcr Sr. había sido conrandante de submarinL}s en elI ' irc:if rcr¡ ¿r l ines cle la dócada de 1960 cuanclo el Halibut fue enviado a labusquccla cle partes clc misilcs y antes que fire'ra tras los cables dc fantasía.Ahora su hi jo estaba conducier ldo una clotación intergrada en su mayo-ría por suboficiales antiguos, personal subalterno antiguo y agentes de. in-teligencia a la misií ln cle proyectos especiales más peligrosa emprendidahasta la f 'ccha.

' l r i r r ¡ r l i , ¡ t ' t ' is is 25; i

lJl srrcleto h¿rbía siclo cstricto en ei Sttcttt,t¡ lf ' , nrucho rnás estricto de lot¡ t r t ' lo h¿rbia s ido a bordo dal l la l ibut . Pt ' ro a bordo del Parche, el secretocl '¿1 c¿ls i paranoico. La nr isrna clotación no teuÍa c¿rsi ide.a de adónde secl i r igían. A krs hombres so lcs di io solamente quc eran enviados a ver s i o lPorclrc podía abrirse camino bajo la ertcnsión hclada y regresar'. quizáclctr :ctando ¿r lgunos subrn¿rr inos soviét icos c lurante el t ránsi to.

A medicla que el ItarcJte sc irpr<lxirnnba ¿r Alaska, Maurer cornenzó aprcpararse p{rra transitar cn inmerrsirin a travós dcl angostn estrecho del3cring. Aquí, i:rs aguas tenían solamentc una profundidad de 45 metros yr t ,corrcr las era ¡rel igroso. En verdad, en unos pocus meses el paso seríaimposiblc sin Ia ¿ryucl¿r de ttn rompchiclos. Los c¡{ici¿rlcs cle dcrrota y elr:t imandante permanocían ocultus detr'¿is clc cortinas mientras registrabancl pcnoso ¿rvallce a 2-3 nuclr-rs del Parcht'.

IJna vcz ¿rtraves¿rdo el estrccho, el Itorclte tcnÍa que navegar más ha-ci¿i r ¡ l nortc a t r¿rvés del m¿rr der Ohukchi . At luí las aguas eran iguahnente

¡roco prof 'undas, y el h ic lc l no se derret ía ni s iquiel 'a ( 'n verano. Desdc c¡ lcspircio. óstcr y otros m¿rres quc r<ldcaban ¿rl polo perrccían un caleidoscopioy¿r ( lu() l¿rs var iacione¡s c lc tcmpcratura y sal in idad modif icaban mi l la anr i l l¿r e l rn isrno colrr de' l r igua. El sonal 'del Purclrc re¡botaba cclntra loscstratr¡s dc agua de l¿r misma fi lrrl¿r on (lr¡c rclrotab¿rn contra los objetossr l l ic los, der jando casi c icgos a Maurer y su dotacr i r ' rn, como si erstuvieran er. tu l r ¡ rv i r i r r volanclo ¿r t ravés dt : una Í l ruos¿l c¿lpa ( [o nubes.

Lir t r i ¡ ru lacir in m¿¡nir¡br(¡ a l Pan l tc h¿rci t i ¡ rdt¡ l r ) AV¿ulzAr lentamcnte,mrr ld ic icndo a medicl¿r que tr l r t i rba¡r c lc c lcsci l r¿rr los r :cos del sonar. nLlnc¿l¿rbsol l r t¿rmcntc scguros sobrc s i a lgo qut ' son¿rba como si cstuvicra direct¿r-nrentr¡ ¿r pro¿r est¿rba ¿r l¿t n i isnra profundidad que el los o unos metrosnriis arrib¿r. No había form¿r dc podcr rrscgurarlo rcalmentc, no hasta queestuviorar) más cerrca, lcl sulicicntrrnrcnte cerca colno para correr el riesgclclc urra colisirjn. [ 'ero el Parche ncl est¿rba totalmente desamparado. La Ar-nrada había est¿rdo enviandcl al nrenos rtn submarino por año hacia el norteba. jo c l h ie lo doscle la dócada de 1950. Sc había creado un laborator i<.r cspe-cial pnla erstr-rdiar erl hiclo r¡arino a l in dc tr¿rtar de fhcil i tar sus operacio-ncs crl e¡se ¿rrnbiente extr¿rño y difÍci l. Y tod¿r I¿r clase Sturgi:on había sidoconstruida "apt¿i Ir¿rra el hiclo": provevór.rciosclc scln¿lres dc búsquecla haciaarr ib¿r y adelnntc quc podítrrr ayudar a c 'v i tar los choques contr¿¡ c l h ie lo,conlrolcs c lc f lotabi l ic lacl espccialcs y l .nodi f ic¡rc ionos cn cl c¿rsco que le

¡rcrnr iLÍan ¿r los subnrar inos ronr i rcr h ic, lo t le erspesor reducido para sal i r asr-r¡rc ' r ' f ic ie cn enlol 'goncra.

Durante estas pnnrtr i rs {} l ) r l 'acionrs er} e l Art ico, Ia Armada descu-br i r i quc las c.nr is iLrrrcs sonl i r sr . rnu[ . ,¿rn extre nradamerntc parecidas al l lama-do dc'a¡rarc¿rmiento rlt,, l¿rs fi.,clrs ocelos¿'is rlr. l¿r re'girin Cuando las {bc¿rscsctrch¿rban la cnr is i r i r . l c l r l

- t r l ¡ rnar ino -un t t rno c lu lce que parecía un can-

t¿rntc recorr ie l rc l l ¡ l r rs oct¿iv i is- r ' t 's1;rni l t r r t : Ltna f()ca l l¿rniando a su vez alsnbrr iar i r ro, y otr i i Í i rc i r r ' t ,s¡ tor t r l i t 'nr l r ; i t 'u la ¡rr i rnera. H¿rciendo vibrar las

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- l lF i l ' )1.¡rr t 'go t l t l i r grr l l r rut t i t 'gr t

l i , l l ' t tt 'r ' \rc tenía equipamicnto nue\¡o de escucha subrepticia que p<-rdía ope-liu' con un dispositivo de interceptación modernizado con mucha rnayor, r r ¡ r r rc idad de grabación, y era lo suf ic ientomente s i lencioso para desl izarse

¡ror dcbajo de la poderosa Flota del Norte soviét ica para instalar esosr l isposi t ivos en el Barents.

N{ientras Haver hablaba, lo que había comenzado como una típicar'\posici(in se convirtiír en un diálogo, entre un veterano de la Armadav otro. Carter comenzó a inclinarse tanto hacia delantc en su sil la quc:Llgunos de los hombres en la sala empezaron a preguntarse si el Presiden-t.t 'no terminaría en el rezago de Haver. Era absolutamentc evidente que(larter estaba intrigado, y por ahora eso era suficiente. Havcr y sus jefesno cstaban busc¿rndo las aprobaciones fbrmales para 1a misión, no todavía.Solamente necesitaban saber que Carter estaba interesado, que podíancont inuar con el p laneamiento.

L¿r obtenciírn de esta clasc de le¡ctura tcmprana era una táctica ade-cn¿lda para tratar con cualquier presidcntc, pcro cn cl caso de Carter ha-l. ' í¿r inclusivc otros mcltivos par¿l moversc con caute.la, para sonclearlo. Apr-'sar de sus antecedcntes navales, Carter había estado buscando fi¡rmas

¡rara recortar los programas de defens¿r. I{abía hablado públicamentc cnr:ontra c le los nuevos sistcmas der armas que estaban sicndo impulsados

¡ror cl Pcntágoncl, y era tan enórgico rcspccto clc la nccesidad de alcanzarla p:rz con los soviéticos que trlgunos en las f uerzas armadas creían qlre eral , l l ¡nr lo con . ' l t 'ot lunismo.

Todos cn la sala s¿rbí¿rn que enviar aI Parcl¿t: cn una misión comu Lisa,(,n afl lras muy fiecuent¿rd¿rs, involucraba muchos mas riersgos de deteccióni dc hostigamiento ¿r los soviéticos quc cualquier otra cosa intent¿rda en elrlcsol¿rdo Okhotsk. El Pctrc[rc tcndrÍa quc eluclir las docenas de unidadesr le superf ic ic y submarinos soviét icos que estaban transi tando constante-rncntc el Barents. Ncl solamente eso, pero dado quc cualquier cable en Iarcgirin cclrría prr-rbablementc prriximo a Ia costa, un condicionante geográ-lrco. el ltorche casi ciertamentc debería instalar el contenedor dentrri dell Ímitc dc las 12 mi l las de las aguas terr i tor ia les soviét icas, y probablemen-tc clentrri del límite de las 3 millas reconocido internacionalmente.

Pcro Haver h¿rbía despertado la f 'ascinaciíin de Carter más que sut'¿rutela. Tumer estaba poco menos quc cxtasiado cuanclo el Presidente.rgradcciri f inalmente a todos ellos por la e.xposición y pidió que lo mantu-vicsen informado. Parecía que Haver no sólo le vendió a Carter una nuevarrr is ión, s ino que probablemente había garant izado cl óxi to dc los progra-rn:,is de interceptación de cables para la década siguiente.

Sin embargo, a pesar de lo jubilosos que todos se sentían, había una

¡rrr-,ocupación seria que Haver no Ie había n'rencionado a Carter. Haveriio pr-rdÍa ayudar pcro sentía quc'había algo misterioso rcspecto del cambi<rrle estrategia soviótico y otros movimientos recientes. Era casi como si lossoviéticos irubieran encontrado su propia forma de lcer el pensamiento de

' l ' t r t t r t l r ¡ . \ ' ( : r ' ts ls : ,11.)

krs nrirteanrcricanos. Sólo que no había er.idencia suficiente para cstat-sefjuros, no había pruebas contundentes, tan sólo indicios dentro cle unaserie dc cambios curiosos en ia furma en que operaban los sovióticos.

Prirncro, los soviéticos estaban envianclcl con mayor frecucncia sub-lurar incls de ataque para escol tar a los Yankee y Del ta que todavÍa sedirigían al Atlántico. Durante el tránsito, Ias naves de atatlue giraban encírculos alrededor de los subm¿r.rinos misilísticos cor¡o si estuvieran bus-cando submarinos de la OTAN que pudieran estar tratando dc scguirlos.Segundo, los submarinos soviéticos parecian estar a la espe-ra pal'a rn()ni-lorear ejercicios n¿rvales cstaclounidenses inclusive antes qut: los buquos ysubmarinos participantcs l lcgaran al lugar. En algunas ocasioncs, los sub-marinos soviót icos habían sido vistos en aguas donde se habían prcvistoejercicios estadouniclenses que después fueron cancelados. Otras \.eces, ktssubmarinos soviéticos sc introducían a gran veiocidad en cl modio dc lrise'jcrcicios c¿¡si como si estuvieran tratando dc verr cílrno reaccionarí¿tn lasf ucrz¿ts est¿rdounidenses. ! ' in¿r lmente, los subnrar inos más moclerros qurrIos soviéticos habían envi¿rdo ¿,r rc¿rlizar sus prr.rcbas dc mar -l¿rs unicl¿rdesde at i lquc Victor l l l - cran mucho rnás si lernciosos que cualqLr icra dc strspreclcccsores. c¿rsi t¿rr-r s i lernci<)sos corro los strbnr¿rr inos cst¿rr l r i t rn ic l r ¡nses.Er¿r como si c lc ¿i lgun¿t forr¡¿i los soviót icos sc hr-rbicmn con\¡( 'ncirk l c le l¿ric lc¿r de que t ' l ,< i lcncio poclr ía scr f unclanrcnt¿r l . Antcs, habí l rn l rar t 'c ic lo s icnr-¡rrc cstar rn¿is conccntr¿ldos cn el núrtrrero ¿¡ s( 'c l ts.

, ' , I I ra tor lo t ¡sto un¿r coincic lernci¿r? ¿,O había una f i r l l¿r u i la scgur ic laclc lc l¿rs ct i t lunicacioncs cst¿rclotut idr :n,qt :s? ¿I 'odírr h¿r l ¡ r ' r un cs¡ l ía ' i Innranhubía cnvi¿rdr¡ ¿i l {avr¡r -y ¿t otro ofrc i i r l c l i ' intc l igcrnci¿r, Wi l l i ¡nr O. Str-rc le-nlal) . ¿1 entre 'u ' is t¿rrsc cor l los ¿r ln l i r¿rntos i lc ' l¿r { lot¿r, J.rrocr¡r lu lc lo srr i r .vtrc lar ,n la búsi lued¿i dc cuaiquicr posiLl l t , r f i l t racir i l l cn l¿ts i ro lnnnic¿rcioncs. Pe¡rolos alnrir¿rntcs no poclrÍ:rn brind¿ir-qci¿r. ¿,Cr)rno pr.rclía scr qrrc', cl isponierndodc los s istern¿rs m¿is sof ist icaclos c le l rnundo, se hubicr¿in v isto c<lurpromct i -clas sus comunicacioncs cifri icl¿rs?

Todo Li que Haver podía haccr ¿ihura era scguir ersc¿rrb¿rndo. T¿rl vczr i lgurr i r de aquel lus rcspuestas serÍ¿r dcvcl¿rda por el Pcrrche, s i consc:guÍae¡rtcont,rar er interrcc'ptar un c¿¡l-rle cn el B¿rrents. Perro H¿rverr tcndría quccsper¿1r ¡ lara c lescubr i r lo. L¿r Arnr¿rda, con una ¿rct iv¿l part ic ipacion clc ' laNSA, cstaba cnviando ¿tl Purcltc primero al Okhotsk ptrr:r instalar Lrnscgundo dispositivo dc grabacií.rn.justr-r. junto al prirnero para incrcmcntarsignificativamcntc la capacidacl en erl sit io der la interceptacirin. Estab¿rsicndo cnviado, cn ptrrtc, para prr.rbar su capacidad para la tarca ¿rntcsciuc ninguno se atreviese a e¡rviar' lo ¿r ese r)tro mar mucho más ¡reli¡rroso.

Y efcrcLir.¿irncntc dcnlustrti su ca¡larriclacl. l l l n'ctrth.L' logr"<i hil i :t 'r ' algirc¡uc cl Seau,olf ' nunc¿l podría. (l i ,rando trt luól regl'esti ¿l t)irhotsk e¡r 1978.sus agentes r l r - ' intc l i ¡ leocia ¡ l i - ,scubr i t -"roir que los s¡¡v iét icos hlrbín¡r c¡rmbia-clo c l f i r r l l rato i ler los c latos t l t r r ,cran transmit ic lc¡s ¡r t ruvés r l , . ' su c i ib lc. l 'ort rn l ¡ rcvt , instar ' ¡Lc l r ¡s l l , . rnrbi" t - r : :1,r : ru icron cluc la int t rct , ¡ r tncir in l r i . rb i t , r ' l r s i t . lu<lest :ubi , : ¡ r ' t¿ i , per ' ( : p l rur l .u sc dic l 'on ctr i inta eLr{ : r e l f iu 'nr¡Lto h¡ l ¡ í ¡ l s i r lo i i l t , , ' l '¿r-

Page 146: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

. l ; ¡ l i I , , l ¡ r r r ' ;1r , r l t ' l l r grr l l i rur ( . t ( , l t i r

( ' r l t l l ) l r ) ( :¿l l J)¿rr¿r lü €lst i l )a de l r is cnormts rol los c le c inta y de repuostos. IJIl iu)(ru( 'cr¿r t¿rn f i í r i quc cLl¿] lquier c inta que se ret i rab¿r ic¡ í ' que esr- ,orarlJ l t r t ras al t tes di¡ que alcanzaru la tcnrperatura antbicrntc v pucl icra scrr¡ t r l iz¿¡cl¿r. Nl ie l l t r¿rs que cl Ha/ i lx t t cont¿rb¿r con la Bat icuev¿r, e l pct t .c l¿e noIt ' t l t i r ut t tgút t otr ' ospacio f r ¡er¿r dc los c i isponibles cn cr-ralquie¡ ' t r .

sub-lrl¿ttittr l Str-rrge<in de última gerneracitin. Do hcclio, casi tt lár¡s ¡rs torpe,clostlcl Purthe h¿rbían sido de'scnbarc¿rclos p¿rra g¿ln¿'r cspaclo. Ahora l levabasol lmernte cuatro torpeclos. de cornbate, lu. , . , - r t i . l , ,a mininra quc se le ¡rcr_ni i t í¿r c l l t rna nis ión a cualquier sublnar ino c ie, atnqutr .

A los l rge:r l tes dc intc l igcncia lcs to lnur ' ía ul n lcnos clrs st ' rn¿rn¿rs t ,x¡r l r r -t 'a l ' t ' lectr<i t l icamentc c l inter ior c lc los c icr . r tos c lc l incas t luc cor. í : r . prrr .l l c¿rblc y elcgir quc: l ínt ,as grzrbar - . \ , r ,n qué inst¿rntes. durantc c l ¿rr iosiguicntc. El proccso s( i apo.y.rb. . un su¡rosic: ioncs logic l rs.v

" t ,c, . t . , . C. icr . t rscal la lc¡s ¡ l r r lb i tb let l rent t 'ser iatr rntr jorcs cn los ¡r()s()s r l t , l , r , r , . ' , cr¡arcl , e lI l i t ' lo st : r t ' t i rab¿l dt ' l I l¿ i l 'ents.y los,sovi i ' t icos l lcv¿r l ran ¿r c;r6, . ¡c,rc icr 's r . r i r -val t 's J 'os ( ' l lsav()s c lc¡ rDis i l t 's t t ' l t t l i¿rn i r scl igrr : i ln l t 'nto cst l r t , i6¡ i r lc ,s. I r t , r . ,l¿ is l í r l r '¿ts ct l t t t - 'c t ; t t f¿rs <l i t 'ect l rnrcnt t 'a los r :u l r r tc lcs gcr i t , r . i r l<,s ¡r ,c l i l ra ¡r t , t . -r ) ran( ' ]c( ' r ' l rctrv¿rs v st ' r ' i r " r t t , r 'c t 'p1 . . r l i rs c0n r .c<1i1. , tor lo t , l ¿rno.

Algtrr l i rs c le l¿rs l Í t i . t ts l t r l .s t¿r l r¿ur, ] i l l ' , r ,1, , r , . s ' l l¿r [ r r ' r ( ¡ . c l i l r .o l )or . ( l ' ( ]r : t ta lquic la f i rc 'sc c l c i f r¿rclo r¡ut ' los sovi t r t i t 'os htrbicst ' l r 1r '¿r l . lLcl¡ { l r r l r ( i1 i7. , , . ,r ;st t 'h¿t l l i l t f : r l l¿r t io. Sir t crnbrrrgo, l i r r .n i r ,1 'or ' Í¿r cst ,¿rb¿r t : i f i . ; r r l¿t i l l rst : r r : icr . t .graclr l T a NS¡\ qut l r í i t i l tc l t ¡s ivc t ¡s¿is l ín. i rs ( luc J) iu.( 'c l rur i rg.obi lc l i rs p()¡ .t r l c : i f i ' l tdo r l i is ¡1¡¡11¡ l ic¿rclo, l r r r ; l ln i , ; rs r¡Lrr , ¡ tor l r . Í l r r . r s l r . l i rs r t r i r ; c l i f . Íc , i lcs c l t ,c l t ¡sc ' i f i 'ar ' L<rs ¿r l ia l is t : rs c l t ' intc l i ¡1t , r r . ' i , i l r , r i r r¿rn rr¡rr t , r r r l i r lo, i , ,1.1, pr . iur<,rasi t t t - t ' r '<:c¡ l t i tc ione's t ¡utr c"s¿ts l i l tc l rs cxirg<- ' r ' i r r l r t rncnt. t ' t 'nr : r . i ¡ r t r r r l i rs c1¡rr . í¿r¡ f ' r . -t ' t t< l t r1e¡ni t ' t l tc¡ t lc t ¡n¿t f l0ta ¿i o l r¿r, t lc urr ¿r l ¡ l r i r¿ul ter , r , r r . r , , . t r i rns¡rort , ¡ r rc l ,j l l f i l r rnaci t j t l c I r - ¡c i¿r l . l ' i t r t lb ién t i .yt rc laba t l l lccho r ic t ¡Lrc c i c l isp6si t iv , c lci r l tc ' rce ptación habí¿r c 'u 'o lur : ionar lo a lo l r r r ¡ ¡o c lc los ,urr , .s.- I r )st t : ¡ r t ,su5irl '¿tr ias t t ) l lc ladas, pt ' ro la nl i ¡ l i¿r tur iz¿rr : i r in r l r , l¿r t , lcr t : t r r i ' i i ,¿r

' l .s ¿rvanc(,s

cn l¿r tecnolo¡¡ Í : r dt 'grr-rbacir in l r r i . rvcÍrrrr r rhor.a. , , r , , , r . , , , f , , . ia¡racicr¿cr c lerl 'ergist lo v c i t ¡ r to ntargr. l l p i t ra el errol . . rN{ icntr¿rs toclo csto tctr Ía lugirr , unlr af lucncr i¿i corrst¡rntc t is btrqu.s -y'qr i l r tu¿l t ' i t los so\ ' iót i t :os cont inuab¿i l lcn¿rnclo la prrntal la sonlrr c lc l pat .<: l t t : .

l ' i l ¿¡ct iv i t l¿r t . l l levr j ¿r l¿t r lot¿rcir jn c le l subrnnr. ino i r h¿rbl : i r .a l rcs¡. lcct¡ . L. t ' 'l l t l tnbl'c l l lurtr-¡ttrrl quc t: l PtrrL l¿¿r cstab¿r "lDr.rv, p()ro l lrL¡-y (: i)rc¡ t lc N[ur¡¿rnsk',.v""re '¿r l t r lc t t t t ' ¡ - lcgaclo ¿i l¿t co-st¿r soviét ic¿r" . ( . In subol ic i . l t , .c<r ' t . u.¿r I i r r -

La [lIA adt>¡rto t¿rrribién Ilt t.ecuologr'rr rrur)r¿u.Llr¿l p¿lr¡r l¿t grabat:ir in.n losr l ts l ¡osi t ivr>:r c le i I ' r terccptacir i t r de cabies prrra uso terrcst , ro y srbor.rr t i ¿ l 'n,1.¡rerot l ¡ ' l i t c t ¡ t ls t t t tcci t i l r I 'ust l ¡ ; i r t ' l r rns1.:r la l ' L¡ l lo col) tn l un mrport¿urt .c c¿blc- . te lef ' r j , ic , r,u l ¡ lc l l ¡ l l t t ,o t ' l t l¿r nt is ln;r c j r r r lar . l de Xfosrt i . Los l i lncionar. jo.s rk, intelrgent, i t r r l icerr

'1trr- 'cst i t r '¿ i l i r tsa fuente t lc <:ot t runic '¿tc iones clc ul to nivel lcsLr l t r i <.ompromct ic l i r arDt'di¿tdrrs clt ' l¿t dec¿id¡ de 1980 por Aklr ich Anrc,*, el pt- 'or. l ,rrr ir lor e¡ l¿r historia ¿ei¿i [ ] I ¡ \ .

Triunftt y clisis 2i:¡7

n¡ i r nrr : t :o lor i r l r r para t lcscr ib i r le la s i tuación dcl buque a Lrn marincrcl

l { ) \ ' ( ' l r . " l ' ls to cst¿i t¿in cerc¿r quc's i sal iósemos a supel f ic ie usted podríanr inrr ' ¿r t rar 'és del pcr iscopio .y ver los rostros de las persol las en la playa."

\I ir, l i tras pe.rnrartecían a1lí, al¡¡rnos de los hombres col'nenzaron a d¿rrse'cu(' l l ta clue naclic h¿rlrí¡r sidcl honesto cun elios respecto cle los pcligros cle 1ao¡roracitin. Como alguien lo cxpresó: "Aqr-rí hay algo m¿is de un centenar deinc.l ivicluos extr¿iños dese¿rndo nr{rrir, y ellos ni siquiera saben quc rcalnren-te cstán ()n Llna situ¿¡cjrin cn l¿r cu¿rl poclrían h¿iccrlo".

Finallncntc, el trabajo estl lvo terminado. Todo lo que Maurer tenítrr¡uo hiicer ¿rhor¿r er¿l saclrr sus hclurbrcs de ri l l í y i levarlos a su base. El plant ' r¿r ¿b¿rndonar el área prt ix im¿l ai s i t io de la interceptación y t ransrni t i r lo' 'mis i r in cumpl lda" a un scgundo subniar ino estadour idense, quc habíapcrmzrrrcrcido ocullo en las ccrc¿lní¿rs durante tocla la operación del Pctrc:|rc.Si hr-¡bicse surgido algún indic io c le quc cl Pctrche era detectado, habríasic lo t¿irca c lc erste scgunclo subrnar int . ¡ ar lnar ¿r lboroto, convert i rsc et) unscñr,rclo v ¿rtracr sr¡l¡r 'c si l¿r ¿rccirir.r.

t ' t r r su¡r t rcst<t . t : l Pctrc l¿tr cstaba ru¿rnteniert t lo erstr icto s i lencio c lernidio, ¡ rcro había s ido ocluipado cun una bocina csprrc ia l para t ransnr i t i rsu nrcnsa. jc. La instal¿ic i r in eléctr ica dc lc ls subnrar inos estadounidenseso¡rcr i rba gt 'ncralrnente a una f i 'ecucncia t lc 60 c ic los, pero c l equipo de:scri: i lc¡s tlcl Purcltt: opcraba a ,110 ciclos, cl cstánclar soviético. Se esperuba( luL) p¿rr i l l r ¡s soviét icos la scrñ¿r l sonar '¿r conro uní l c le las suyas. Paralos honr l ¡ l 'cs ¿i bordo, c l tor lue sr ln¿ib¿t conro tanborers c le bongó. l - ln rá¡: idorc¡; ic1r-r t , dtr los bongocs, ,y c l mens¿t jc f 'uc cnvi¿rdo. El Parche esperr<i lnlcs¡rut'sta 5r des¡rues pLt-qo rulnbo ¿r su b¿rsc.

Prrr su hi izar ia, e l Parcl te rercibi r i l¿r Mcncir in Presidcnci¿r l para lal . ln ic lacl , la ni¿is ¿.r l t¿r condecoracir in po-sible. Acada holnbre se le extendi<iun ccrtif lc¿rdo ctl lr erl esctrdo presiclcncinl e,¡n su parte. supcrior y la firnra de.Jinuriy Cl¿u'ter ¿rl f lnal. Eli i ulr¿r c<lndercor¿rcirin qucr al Hulibt¿t h¿rbía clbteni-c[rr r los v( ,c( ]s, t ' l St ,at t , t t l f 'n unca.

Lr condccor '¿ic i r lu rurz¡rba: "En vir t t rd de la autor ic lad invest id¿r sobrenlí coll.ro Prcsidentt¡ der los Estados Unidos )¡ cofirc Cor-nandante en Je'f 'e dcl¿rs Ftrcrzas Arnrad¿rs c lc los Estados lJnidos, hoy le he concedido el USSP¡\r.rcrtl] (SSN 68:l) L,l N{r.;xcroN I'rrcsrr)E\t 'r,u. rAuA r,A Ut'¡ru,qu (Anlr,roe) AL HE-r i r . i isut . r l i \ 'nr . \onDINARlo por er l hcroÍsmo cxtraordinar io v el descmpeñr, ex-cc¡r t : ionir l cn c l r :umpl i ln icntr i de rrna nr is i r in dc i r . r ' rportancia v i ta l para laScgur i ( [¿u[ Nacion¿i l dt ' los Estados l -Tnidos como un¿l unidad der la Flot¿rcst¿rdor,rnide¡nsc dcl P¿rcí l ico".

Sepultada ern los fi lrmaiisrnos qtrc se,'guírur clespues había una clr¿rciónde¡stacablc. trlst¿r ¿rlababa al Parche por'operar "c'n un ambiente hclsti l dera rc. ¿r s o c c' ¿i r-r i c a s p cl b rc nl e n t e c a rt {) g r ¿rf i ¿l d ¿r s ".

Sr ' habÍ¿r progranradr) que en 1980 e I Parr ' \ rc füese nuerr '¿rrnente al s i t iocle l¿r ir-rte rccpt¿rci(ir l en cl [J¿rrents. y que el ScrLu:oll 'regresase al Okhc¡tsk.Pcr<r crr f.eblel 'o -ce plo(lujo un incenciio cn cl Statuol/ ' clur¿rntc las pruebascle nr¿rr . Estai ló un tr l rbogener¿rdor -y comenzt i ¿¡ iatrzar boias de fuego

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. l t ; { ) l , )1.¡r t r ' ;1r , r l r , l ; r ;1; , l l r r r r r crr ,g i r

l ls lr( 'cto dt:I Seoutolf ' , dt, l Pctrche y de l¿rs operaciones dc interceptaciólt dct r ir lcs. Oolrtpletó su prescntación con un \ ' ídeo dr¿rnráttco y una pr()yecciíJnr l t , t l iaposi t ivas que Le¡hrnan le había dicho qur: le agradaría a I te:agan.

Segun tocios k¡s inf irrnres. el Presidente €rstaba hipnotizado. Finalrncn-1r, , st ' incl inó i - raci¿r dclart tc.y le prcguntr j a srr v icepresidcnter, un ex direc-lor r lc intr : l igetrc ia ct :ntr¿r l : "¿,Tuviste al¡¡c,r c lur ' \ 'cr con csto, Cieorge'?".

Busl t coutestr i qutr a lgurtos dc' csos I) r ( )gr¿rn)as habían tunic lo lugart l tu '¿intc su est¿rnci i t en la ( l IA.

Seguidnmr:nte se lcvarl t t i I t ich l lavcr .y, t i r l conrcl lo h¿rbí¿r hc'cho con( i¿rr tcr , cornernzt i a dcscr ib i r ct imo Intc l igcnei i r N¿rr ' ¡ r l ut i l iz¿rba la infor-I ¡ t¿ic i t in quc l t ls subm¿rr inos cspías t ¡stab¿rn colc¡ct¿rndo. l I¿rvcr contab¿r1¿rnibiót-r con cl iaposi t iv i is , ¡ rcro I lcgar lo e¡stc rnomcnto Rt 'agnn t 's tab¿ri ' - r ig. i t ' r tdo rcs¡-rucstas. QLrcría s¿rbcr s i I i r rvcr ' ¡ r t 'nsaba qrrc los sovi t , t i t tos(r i i t i l l ' Í i i l t l l l t ' l tos c lc 'scosos pt t r sost t rnerr u l t i l gur, t ' l '¿r ntrc lc l i r ¿t l t r l ra r¡ut ' t 's t t t -i r l t t r t ' r t f i 'c t t tándolo a ól v st t l Í t tc i t r lur¡r r ,n l l t ( ' ¡ rs i r Rl i rnclr . Tlul lb ió l r l i r rn iu lo, ' l ¡ l r t t tas dc l¿rs l r i isnras ¡rrcgunt i rs t ¡uc los l rnrr l is t i rs l r¿rbÍrur t ¡strrr l r ¡ t r l r t i inclor i t ' l ' t 'srr lvcr. ¿,C)r inro ¡-r l i rncrt t ' r los sovir i t icos l l r gtrcrnr nuclc i r r?; .Or i r r ro sc ¿rcl i ¡s-t r i t t ' t ¡ t l t r i t c l la ' / ¿,Orirno i r t l t r l t t¿ur sostcnt ' r la ' l lJna grr t , r ra nl ival ¡ . t 's t :a l t r r íahlr t ' i i r t ' l i t r tcrcr tnrbio t tut ' l t ¡ ¡ r r r lcsr lc c l ¡ l l inrcr c l í¿r, corr los sovir i t i r :os ( inr-plc l tnclo In is i l t 's ct ' r . rc(¡r 'os col t t ru l los port iurv ior lcs ' / Y s i lo haci l r , ¿¡rocl í ls( ' r ( 'o l t t ( ) l I ic l¿t cn t ' l n l¿rr lur t t 's t ¡ut ' i r l ¡ ¡u icr-r l< ' l ¡ rnzlrr¿r ni is i lcs blr l íst icr¡si r r t t ' r ' r 'ont i l . rcr-r t ¡ Ics ¿r los Ustrrc los IJnir los '?

I l t t i t vcz I r t i is , I l¿tvcl ' t t ¡ r ,o í 'x i to cn i r r r luc ' i r i r l r l i r i logo i r urr ¡ r r r ,s i t l t ' r r t t ' .[ i t r t t t ta st 's i< i t r r lc ¡ r r t 'gt t t t t i ls v l ' ( 's [ )u( 'st l rs r¡rrc st ' r l t 's l r r ro l lo r l rn 'a¡ l l t , t ' : rs i ] 5l t r int t tos t :on I l l ¡s l i l 'W¿rt l t i l ts l¿rnz¿rnclo t i lnbi t i l l ¡ t rcgtrr"r t i is ¿r l i r in ' , I I¿rvcrt 'x¡r l i t t t i l¿r v is i t i r t convcttc io l t l r l dc l¿r gu( l ' r i l cn l r l l . r r rnrrry l i r str¡ tosir . i r i r - r r rsrr-r t t i t l r r ¡ t t t r tar t t r l t iernpo r lc t ¡ut t cn rrr¡ucl los col t r l tatcs los sovi t l t r<:r)s t 'ocLlrr l -r í i rn l i t r t ic ip¿rdatnct ' t tc l nr is i l i 's r l r ¡ r : lcrrr t 's t¿ict , i r ros r lc cort .o l r l r : i rnct ' . Agrergt i( lL l ( 'L l l l¿r l l laniobr¿i cor- t t t ¡ í 's i t ¡ l r t t 'ccÍ i r crr¡ l i rz r l t - , in ie i l r r 'u l l i l l lu( ' r t ' i l nuclcurl l l r is t 'x tc l ts¿r.

l t l t t to l lccs prcscrt t r i a lgt t t t i rs r lc l l rs r :orr<: lusiont 's ¿r l¿rs qLt( 's(r o( lu i l )o ( l ( ll t r l¿t l is tas h¿tbí¿r ¿rrr i l l t t lo -qt t t ' los sovi t l t i t 'o-r l - r i r r t ' t ' í iur t ,st¿rr i r l t , j l rnt losct [ i ' l¿ i cst t '¿t t t 'g i i t cot tvct t t ' iotr l ¡ l y c l t 'c l ic iurr lo c l gr t r r 'so r lc strs l rur lut 's , sr¡br¡rr-I inos t l t ' i r taquc y aviot t t 's i t ¡ - l t 'otcgcrr sus srrbl . r l r r i r los l -n is i l is t icos cn losb¿rst ior- lcs scg,r , l ros ccrc¿t ( lc sLr J)atr i¿r.

I )cspues clc e 'so, I Iavt ' r 'cont i t rur i d isparanr lo conlr¿l e l p l l rn ¿r91 ( ,s i \ ' ( ) ( i t :i , t 'hr t tan c lc cr l l t f routar i rqtrc l l i is f i rcrzrrs ( ' r ' r rgu¿rs soviót icas. Ctr¿rncloRc: i i iat t parccir i sat isf t 'cho, I l¿rver col . ¡ renzr i : r gulrrdirr c l proyerctor ruicn-tr '¿rs \Vcinbe¡r f lor i r t ter \ 'cní l t i rar ' ; r expl ic i t r lc ctr i r l ¡c los¿rr l rcntc ¿r l Prt 's ic[cnte:< r. lál st ' t ' i¿r su papcl t ' t t t , ' l prot:cso, cr ir .no necesit lrb¿r a¡rrobar ¿rntes clc quc se! lcr '¿isetr ¿r cabo todas Ias o¡rcracioncs cle cspiona. jo scnsi t l lc . We, i r . rbcrgerst : t r int i i s t t t ie l l ¡ ro. hal . ¡ la l r r lo l r ¡nto v mtrv c le ' l iLrr ' r 'acl lnrr . lnte. ( luer ' Ía estrr ls( ,qr l r ( ) r luc Reagan cont l ) rc)ndía r lué e ' rer lo c¡rre se rr :qucría c ier é.1 .

Weinberger no tení¿r neccsicl¿rd de¡ sentirse prcocl lp¿rdo. Reagan yat 'st¿rb¿r crtmpettertrado. Nacl iel le h¿rbía dichri n¡rcl¿t dc csto cu¿ltdo ola t¿lnst i io el gobcrnador de Cali fbrnia. hogar cle los subntarirtos cspí¡ is m¿is c'r 'u-

' l ' r i t infir .y crisis 267

i r : r l ls r lc l¿r nrrc i<in. I I¿rbí¿r l legado a Washington loda\ ' ía apegado a unÍ lv is ion t lc l i iArrnada confbnnada en partes igua. les por hechos de la Segr-rn-rl¿r (ir-rcrr¿i i l{undi¿rl y mitos de ersa rnisn¿r guerra, la inragern de hombreshcroicos onf rentánclosc' a los buclucs japoneses, con sus torpcrdos huncl ien-do ¿il enenrigc-r, eludienclo las cargas cle profirndidad mientras ctrmplían sui:orneticlo. Esta era una imagt-'n clara pirra Rcagan. .v lr: r¡ncantaba hablarsobre cr'rnro interprc'tri a un cour¿rndantc de subm¿rrino cl-r la películi i t lcrI95B H el I t' o t s rf' t h.e ¡'/.1(.'.),.

Reragan tcnía un¿r historia ftrvorit¿r sobrc acluellos clí¿rs, v l¡r narró cncls(] momento -itunquc solanicntc) con los detallc¡s que vclrí¿rn al c¿rso-. Sc-gr.ur Ia vcrsión dc Reagan, ól rc'petía sin ersf-ucrzo las rirdcr-rcs que lc susu-rr'¿rb¿r un oficial n¿ival y, con l¿rs c¿imaras rodando, sc dispollí¿r a z¿irpar clcSan Dicgo con Lnro dc los submarinos dc l¿r n¿¡cir in cn nrc( l io r ler nn¿r pnestrr l t 'sol t ,n t , l Pat ' r f ic , r . :

\ ' l icntras Bush.y B:rkcr conr() l rz i lbau ¿ tratar r lc r r l l r rar : i I tcagan, t ' l

¡>re- ' - . ic lcntc cont inu¡rb¿r h¿lbl¿rnr lo sr lbre sus cxl)er ienci l rs t 'n l¿r f l lnaci t inr . la I l t ' l l t :c t ts. \ ' su i r r l ln i r¿rción l )or los subm¿rr in ist¿rs <1trc cor.rocir i a l l í . Est¿icxposic i ( jn ya l l t ,vaba -45 nl inutos, rn i is c lc l c loblc c lc l t icrr t ¡ ro progr i rmado.Sin cr . r - rb i r lgo, Rclgan no tcní¿r apuro alguno. Dir ig iónclosc a FI¿u,cr. r ' l l ) r r r -s idcntc Jrr t rguntr i : "¿,Dr indc sc consi f {uon incl iv i r l t ros conlo i i r ¡ucl l t is '?" .

"Scnor, son t¿ln s<j lo nurtc¿rmcric i lnos", ler contcstr i t l¿r 'n,cr con sr- l nr( ,Jorcst i lo c le t in i¿rclot ' .

Lut :g{) r lc cs¿r rrcot¿ic i r i r . t , l tcrrgan I)¿u'oci( i ers l¿rt ' l i r t rL l t t tcr t tc l is t ,o ¿rrct i l t r rsc. Er ' ¡ r cvir lcntc ( l r ¡c ( l ( 'sc lba quc I I¿rvcr s iguicra 1.nt t¿urclo t lc d i l t ¡c i -d¿rr I¿r cstrat t ' ! l ia sovi i r t ica v qut,ha[r íu cor.rct¡c l ido su a¡rroI l tc ion t¿ic i t¿r ¿r l¿rsiguieute rondir c lc misioncs der espionajc sul lm¿lr ino.

5 l l l rc l¿rto r1c I te lgan clrrer: í l der l lgunos clct¿r l lcs l lgo ¡rcr l incrt t .cs. Lo qrrcre¡ lnr t ¡ntc succ¡dir i l i rc t1 ' . re 'n ' i r t .u¿t ln icnLe l i r r i l¿r casn ablr . jo. ¿lul l r - lu( t t io l )o l c¿tusl t t lc 'srr uctu¿rcir ln. L i t t lotat ' i r in, u l i r t l t re se le r l i . jo t lur : con-* idcr-usc l¿ts r i rdcncs t l t : l i r ¡ -i rg¿ln como si f t rctan l¿rs t l r ¡ srL com¡rrrd¿rrr te. ovt i pol accidclnt .c r t l ¿rct .ot ' ¡ r rac ' t . ican<losrr guir in, l - l r rs t ' r t r t t ¡ t l icrort .

' ' lk 's l ¡ r ,nt lc l ¡ ¡ t t ¡d¿rs l¿rs t j rc ler¡ t 's t le tn i i r ¡ t r inus." (N. r l r l 71. "AI lsn'cr a l l l rc ' l ls" ,crr c l k¡xto or ig inal . tc l i . jo, r lanrLr l ¡s rnt l i t :¿r t : ioncs l )¿lr¿l d is¡ronclsr ' ¡ l z . lu[) iu, ¡ .1 ' i r r : t , i -cl tndo palr logl ir r ' . j u-s1,o I ¿i eutori l rci i i n correcL¿t.

"Arnbas nuir l r , t inrs atr¿is t r ¡ r l ¡ . ""Amb¿s ndr lu in ls ¿rdel¿rrr t r ¡ r los ler '<r ios."" l '¿tr '¿r e¡st r i l rot ' .""f lstr ibor' ¿rck l¿rnter ruercl i¿r."" ' l ' i r¡ i r i rr i t b¿rbot ' todo."I i l subrnar i r ro courcnzó a d¡rr l r r incos en lcrdas las c l i lcccioncs: hl t t : ia i r t r l is .

har: i¿r clc]anter. clett :niérrdr.¡se, h¿rci¿r rrcl t ' l¿rntc, a babor. L¿rs ¿rnri ir l 'as cle prrra corl tel)-zi trcr) ¿l est i | l rrsc', luego a t ir '¿rr ha-sta quc cl vetusto rnucl l0 t l0nde h¿rbí¿r est¿rdo¿rnl¿rrr¿rdo cl subur¿rrinr¡ s¿rl tó convert ido en fragmentos dc maderr¿r y hicrro oxida-r lo, justo cu¿inclo el com¿lncl¿lnte clel subrnarino currÍa haci¿r el puente gri tando:";Anibas nri icluinits l)¿rr¿1, por el anror de Dio-q, ambas máquinas pnr' :r !".

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' ) i ¡ | l , ) l . j r r r ,grr r lc la grr l l in,¡ ¡ i l rg i r

r r l tu¿rs. l¿rs fbcas inducían a las morsa-q a unírseles con sus ladr idos qr,rc¡rrrt 'cian tari idos de canrpana-q. En los primeiros via.f es, e.l estrépito perdu-l r rb l t horas, ias fbcas rcspondicndn a los subm¿rr inos y a otras fbcas, lasl)rorsas respondiendo a las f<rcas y las morsas respondiéndose unas a otras",'\ lror:a cl ParclLe estaba en.rpleando un sonar dise--ñado para evitar el corte-. jo con los mamíferos locales.

D. cualquicr forma, el pasr-r era ruidos.. Alredcdr l r dcl submarinohabía trozos de hiclo quc sc h¿rbían desprendido cle los grancles icebergsnlás al nortc. Estos trozos tenían una ternde¡nci¿r molr:sta a conrpactarst:clitrc sí o cuntra ia costa, dando origen a plegamientos que e.jercían prc-siones en()rnes y que se surnergían profirnclamt:nte ern el mar. El parche

¡-rudo encontr¿rr f¿icilmentc un árca con menos clt: dos metros de margen deprof 'undidad. Era casi imposible c lesplazarsc por al l í s in arrancar algocl t r h ie l r i , que ert tv i t rba un chirr ido a lo la¡go del c¿rsco cr imo t : l s6nido am-¡ l l i f icado dc las l t ¡ ias contra un pizarrr in. Los t rozos cl i : h ic lo uran lo suf l -ct t :ntc 'nret l tet ¡ tesados conlo pr l r¿l quobrar la hél icc c lc un strbrnar ino y dcjare) buqu e' indcf i : l l -*o.

Li i t r iptr lacir in t i r rnbic l r tcní¿r quc cstar v ig i lant<: cn busc¿r 11c icebr:rgstnt is gt 'audes qut ' f i -c 'ct tc l r tenrc ' ¡ r tc dc ' r iv¿rban hacia t ' l sur, r :orrst i tuycndrrobstácr.r los cnor l l l ( 's entre Clrot ' l l landia v C¿ln¿rdír conro t ¡ rntbi í ,n ¿r l otro lador lc l polo. Entr t ' ( ] rot- ' ¡ r l¿urcl i¿r t ' Is la l r r l in, f t ¡c 'un iccbcrg lo r¡rrc c lctuv¡ al l - lSSit í r t t t l i l t ts ct t t tn intot . t toporn{rvcgardeba. jodcl l to loNortccn. j t rn i r l r le lg53.(Pocos moscs clcspués, c l . ly ' r ¡¿¿f¿1¡¡s ¿r lc¡rnzr i c l polo c hizo histor ia.)

Ci t rando al I 'urc lu ' I lcgr i f inalnrot . r tc ¿r ¿r l lu¿is prof ur . rd l rs, pudo :rvanzarsir t t lbstáct tL ls. Es¿r iur t rcrs i r in r le 1.500 r .n i l l¿rs ba. jo c l misrno ¡rolo Nortc.ser'Í¿r f i ici l - las ¡trr.rftrncli<laclers dc i l00 a 11.600 r.r-rc¡tros dci¿rban abr-¡pcl¿rnte:es¡ lacio ¡ tara tn i tn iobrar c leba. jo dc los icebcrgs nr i rs voluminosos-. Dospurísclc escr, el Parche tcrnía quc nr¿rniobrar nucvame¡l'rte a través de r-rn tzrpiz clehic lo marginal a¡r tcs dc i r rumpir l ' rnalmente cn er l Barents.

Ahr l ra habÍ¿r l legado cl nromernto do que l¿r dr¡ tación comenzara a¿r l is tar c l ¡ rcz quc remolcarían por el fondo del m¿rr en busca de cables dr¡comt¡nicaciones. Dado el tcrreno circund¿rnte y la ubicaci<in de las basessovi t : t icas, parecía lógico pcnsar que cualquier cablc te lefr jn ico submarinocorrería desde Murmansk a lo largo de la costa de la peninsula de Kola,que apuntaba hacia abajo desde el Artico, frlrmando el pulgar de la masaterrestre con fbrma de guante en el cual Suercia y Finlandia representabansus dedos. El cable se extendería probablemente unas 250 mi l las al estedesrle su extrcmr¡, antes de pegar el salto de 40 millas a través de lo quelos soviéticos l lamab¿rn la garganta del mar Blanco para ingrcsar luego aiarst:n¿rl de Severodvinsk.

No tenia rnucho scntido instalar el equipo dc interceptación en esa¡rorciírn del urar Blanco donde los buques se desplazaban continuamentedesde' el arsenal hacia el Barents. En cambio, t: l Parche buscaría el cabieon un área donde podría ser algo más fácil para éste mantenerse flotando

' l ' r iunl i r y c l is is '2 i>l¡

; r r los rrgLurs l ro l 'L l l l t ie l t lpr . r y n0 SCr descubierto, ta l como las cercanías c le

los rrc¿rnt i l ¡ rc los de grani to en la costa más hacia el norte de Kola en ese

tr¿t"vccto de 250 tni l las después de Murmansk. La búsqueda l levaría inevi-

tablenrenter al Pctrche dentro dcl iírnite de las 12 millas del mar territorial

sr i , , , iét ico, y probablernente inclusive dentro del l ími te de las 3 mi l las

reconocido por los Estados Unidos.Nlientras el Parche buscaba, igs homb¡es monitoreaban las imágenes

do vícleri obtenicl¡rs por cri pez, tratando de encontrar el trazo difuso en

la arelta qr-re pudiera tratarse de un cable de c<lmunicacicltres. Lo encontra-

ron.j irsto cerca de donde los planificadores de la operación habían sospe-

chaclo que c-'staría, más allá de las 12 millas en algunos puntos' pero mu-

c:hísilno m¿is cerca det la costa en r¡tros. Era evidente que este cable tenía

ql lc corrc l r desde Sevcrodvinsk a las bases más importantcs de

l¡ Fftrt¿r del Norte, y nrris allá hacia los cuarte¡les flenerales de la flota cerca

rlc \ lr,rrm¿rnsk.If in¿rlrnetnte, Maurer cscr-rgit i un sit io para la intcrcerptación. En el

Okhotsk. e'l cable se cxtcndía a tr¿lvós de todt¡ un mar, y etl Halibul había

si t lo ca¡taz t ic instalar c l equipo de interccptaci t in aproximadamclr l tc a 40

mill¿¡s de l¿r costa. No está claro t¡xactamentc cr-r¿in lcirls dc la ctlsta se on-

cotr t raba c." tc s i t io dc Ia intcrceptación, pcro a toclas luces estaba muchr l

ntás cerca clc lo c¡ttc lo habí¿r estado la interceptacit-rn en cl Okhotsk.A nacl ic habÍ l r qut 'dercir lo que cuanto más se acc}.c¿lr¿l e l Parcha ala

costa. nr¿is st ' arr iesgab¿t a scr descubierto. Los operadorcs sonar monito-

r¡irb¿rn cl tráficc¡ constante en la sLrperficic mientras los buzos del Pctrt 'he

comcnzaban su trabajo. El agua era aqtt í más profunda que en el Okhotsk.

Lgs Lruzgs estaban traba.jando ahora al metros a 150 metros de profirn-

c l ic facl . : t No obstante, solamente la sucrte podí i r rnantener al Parcl¿e a

s¿rlvo clel impacto directo de una emisiíln sonar srlviética. De pie en el

cornpart imicnto dc control , a lgs honbrcs les pareci í l que podían contar

las revoluciclnes dc las hélices a medida que los destructores V cruceros

soviéticos se desplazaban por e¡ncirna de sus cabezas en Lln¿l marcha casi

constante entrando y saliendo de puerto. Los contactos obtenidos por el

son¿rr del Parcl"te eran reproducidos a través de un parlante en su compar-

timiento de comando, y era aquí donde los hornbres estaban más profunda-

mente conscientets de lrls 68 kilogramos de explosivo HBX a bnrdo, esas

carg¿rs cle ¿rutodcstrLiccii in que se habían cortvertido en equipo obligat<lrio

¡r bordo de los subm¿rrinos dedicaclos a la interceptación de cablers.

Lt.rs ri¡¡cntcs de inteligencia estaban apiñados en un compartimientopcqueño, iusto detríis del de torpedos sobre la banda de babor. Directa-

mente debajg, un tanqttc der l¿rstre auxil iar había sido vaciado y convertido

,r I ln nri-. ioners l.rnstcrioles ¿ri IJ¿rrents i l lgunos de los buzos habr'ían detr'¿ib¿r.j¿rr ¡ 1fi0 ltctros de prolunclicl¡rd mielt.r 'as se relocalizaba el equipo deinterce¡rt.actón.

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l , )1.¡ r r . ¡o r l t , l r r grr l l i r r r r r : i t 'g i r

t l . l t t l o dcl comp:rr t imiento de nráquinas mict l t las el subntar ing estaba c¡i r t l t t t . ' rs i t in. Para cu¿rndo Ia dotacir in del Sea¡¿:of ptrc lo i lcvar a cabo lu l so-¡r lo c le emergenci i ty sal i r a superf ic ie, d icz hombres i rabían sic lo ¿rfsctados¡rrofundanrcnte por el humo espeso y negro. F'ueron sacado-* :r ctrbierta ylt l aire fresco, y fucr allí clrlnde fi luron fbtografiados por un navegantc oca-sir in¿r l . En lugar c lc tener lzr oportunidacl de hacerse acreredorers a ur-r¿r pUC,clt: mostrarle a los hombre s dtl Porclrc quer L.rs del Seouolf eran t¿¡n bucnoscrolrltt ellt ls, se los recorttpetnsír con r¡na firtogrnl'ía cn la prirncra página cleur l ¡ rcr i r ic l ico lc lcal cuyo t 'pígruf 'c c lccÍa: "Los Hi jos c lc l Sc¿ru,ol f 'Dis l i r r t¿urcl9r, l t ' l Sol l )erspurés de Rigurosi ts Prut 'bas dc Nfar" .

El searuol.f regreso a dique soco J)or un año ln¿i-s,.v r: l prtrt 'he tt>ntól t t ¡ t 'vamerl t tc c l lugur de ar¡ t r í t l cn L¡n¿:r navt :gucir in ¿l l Ol<hotsk dur¿rn|c ' c l\ '( 'rano. L)t 'sputis el Port:lte rcgresri una vcz rn¿is ¿rl R¿rrcnts csc otorio ¡-rtu.iri r ls t l t l¿¡r L ln nLl( 'v() d isposi t ivo dcl intercc¡r taci í rn y r( 'cogcr c l f ruto c lc l¡ r r inrcr ' ¿rño clc gralxrcroncs.

I)¿tr¿t t-sc t ' l-ttt.¡ ltccs, Roll¿rlr-l Itt 'agan csl¿rb¿r ¡tisando fi¡t 'rtr, c¡l l¿r r,¿urrl l i t t i t t ¡ r rcsic ler l rc i¿r l . C¿rrt t ¡ r 'sc habí i t v isto ¡-rcr . j t rc l ic l r r lo ¡ tor l i r cr is is i l r l9srt 'hcncs t : t t I r¿i t t . ' f¿rrr l [ r ión rcsul t r i lcs ion¿rclo ¡ l r i r la invasir in sovict ic¿r ¿rAf g 'a l - r is t l in. r ¡ t t t t ct : l tó por t i t ' r r r t crr i r lquicr posibi l id i r r l r lc rat i l icar c l t r ¡ tu-c lo t l i '¿r t ' tu¿ts qut 'habÍu ¿l l ( r {urzaclo rccicntcnt t rntc con [ ] r rz l inc¡r ' . (Ant l toscvt ' t t t t ts l l t :vart l l - t tar l r l t i t i l t ¿r l i t f i lc l 'za c lc strbnt¿rr inos t rst¿r<lounic l r ¡ r ' ls t '¿r r ¡n ' r -¡ l t ' t ' t tc l t ' r la t ' ig i la l tc ia t lc l¿rs f i rcrzrrs l r¿11'rr lcs sot ' ic t ic ls cn c l oct l¿r¡9 I ¡d ice.)I ic ' i rg i r t t cst i t l t¿r ¡ t ronict i t ' t r r l ( ) I )on(,r 'sc duro con los s¡r . , , i t i t icos. ( l l r csr '1 i ¡ .str c() l r tprol t ic l i r i ¿-r i t rvcrt i l ' t l i l lo l - lc 's c lc¡ c l r j l¿rr t 's t 'n l l r rcconst.r ' r rccir in r l t , l ¡ rs1t¡crzas arnr¿ic l¿rs, -v pLlso ¿¡ laAr l r i¿rc la ocupando un lugar pr.cf l ' rcncial c lcn-t l 'o r l t ¡ st ts ¡r lar t t ts. Dibu.f ar tdo l : r i t t iagcn conr. ' t 'nt : ion¿r l dr . l¿rArntada sovi t l t i -c i \ col l lo ct t l ¡ lc l t i i tc l l t c¿td¿l vcz I t l¿ is ¿t dcsaf i¿rr a Occic l t 'ntc c l - r toclos los nr¿rr . r ¡s-( ' l l gr¿l l l r l tcdic l¿r l< l ct tntr¿¡r io i t lo r i r - re I l¿ ivor cr t ' Í i r r ¡nt ' l toclr l r t 's tar srrcc-r l icnclo c i t¿tndo cxJ)uso l rnt t ' ( l¿rr t t ¡ r ' - Rc¿rg¿rr. t t l i . jo c luc t 'x¡ tancl i r ía l¿i Anlar l¿tt ' -st¿tdorr t r idcnst ' t lc 450 ¿r 600 but l t tcs ¡rara inrpcr l i r r ¡uc los sr¡r , i i ' t rc 'os lc 'r r n 'cblr t¿rsr.n la s u ¡r t r r ior i r l i r r l ln ¡rr í t i rn ¿r.

Dr: hocho, l¿r f ' lot¿r sovi í ' t ic¿r e 'st¿ib¿r crcci t ,nckr. ] ln novierrr l l r ( , . tur s¿rtél i -te ' t -st¿tc lot tn ic le l tser obtt tvo i r l r igt , rncs c lc¡ ur-r¿t p i la crrolmer r lc ¿tctrnr ) 'un¿igrt tc la rccie¡t tet t t t r l t te lntpl iacl¿t ern un ¡rst i l l t : r 'o sovi t ¡ t ico. IJsrr 1 'otr i rs cvi-i l t ' t lc i¿rs st tgt : r í i t r t que los soviót icos ¡ todrÍan cst¿t l constnryc-nclu su l t r intr--r '! ) { ) l ' t i t¿rv ion{ 's vc¡r 'c lar l r , : ro. Prtra nrtr<rhos f inrr : ionar i r ¡s r l r ' ¿r l t ¡ r j r : r ' i r rquía en la, \ t ' l t i¿tc l¿i , las i l t t i igt 'nt¡s s l tc l i t¿r lcs ¡-rarc 'cÍzrn s( , r un{r l l r t r r , l i l r i le qtre Ric[rl f t rvt ' r 'v otros ¿rr ta l is t¿rs. i t ivc 'ncs est¿rban c:qLl i \ 'oc¿rdos rerspecto c lc ia retrac,tit irt r, le l¿r Arnr¿¡d¿i soviótica, v clrtc dc hccho los sovir-lt icos tod¿r'u,í¿r sc ost¿r-l tat i eqtr i l tnuclo J iara c l conrb¿rtc r :n las rc,¡ l ior ie 's ocr '¿inicrs. Poclr ían cst¿rr¡ l l 'eparaclos l in¡r l t r ic ' t i te l t i i ra invct ' t i r c l inero en l¿r c l¿rst ' i l t - 'uni{ades cl t , su-¡r t , r i ic ie t le gran tarn¿rño y br-rc lucs logíst icos r lue neeesi tar ían para const i -t r ¡ j r una vt ' rdader¿r armarla ocr:¿inica. Después der toclo, los portaa.vioneslrrthi¿rn sirkr sieni¡rre usacl()s l)¿rra proyectal cl pocler iracia irfrrera, paranr\ \ ¡egAr a lugares lc jano-s -v l¿r l tz¿rr ¿iv iones.

'fliunfb .v cris.is 259

' l ' r ' r rs st ' r ' c l t 'g ido, Reagan clesignó a John F. Lehman Jr. , su asesor de( iu) l l l l r )¿r r¡ i i r , hal . r Ía l r ropuc'stc.r e l p lzrn para la f lota de 600 buques, como sust'c'rct¿rrio cle N{arina. Con -*olarnerlte treint¿r y or:t io ¿rños de edad, Lehmanfuc el hombre más.jovcn en e'jerccr ese cargo en el siglo XX. Bra inteligen-te. clerspir:rto 1, franco en cu¿rnto a su postur¿r dura.

"(,lreo quc nuestro antiguo y e.strccho tnar'Í len clc superioridad ha des-aparecido". ¿rdvirt ió Lehm¿rn al Congreso cl 6 dc febterro cle 1981, justo undia desptrés que.iur¿rra cn cl citrgo. No Ie l levó mucht¡ t iempo ganar unare¡rrrtrrc:ir irr corntt I 'ertfo.nt tarrible rnientras tornaba el control de la Armaclaen Lina fbrm¿r err (lue ningun secrctario lo había hecho durante décadas.Los planes clt-. Lehman incluí¿ur unír estr¿rtegia naval raclicalmente nueva

v agresiva. No hablaba mucho respccto dt ' lo que espcraba que hic ieranlos st iv i r i t ic<)s en Llna f{u()rr i i . Em¡rc ' ro, querÍa que los sr-rbnlar inos, acoraza-r los, cruccr '< ls y portaravionr¡s estadounide'nscrs av¿inzarau concert t radoscl i rcctar¡ t r rntr : ¡ i l intcr ior dol R¿rrents y pcrsiguier¿rn a l¿rs f lotas c le strper-l i r : i r ' .v subnrrr i ¡ r¿rs sol ' iót ic¿rs ( ' l ) su,s l ) ropias agLl Í is . I l -qtaba asumicndo,scgr in c lcclr i ró, "c1 comprorniso f i r ruc c le c l i r ig i rsc ¿i las regiones cle ntayoryrcl igro.y ck:r ' rotar ¿r l l í l ¡ r amer)¿iz l nav¿i l soviót ic¿r" . ALchn-r¿rn le gustabirt l t 'scr ib i r a Nl [ur l r ' ¡¿rnsk y rr l rcsto c lc la ¡ , ror t í r ' rsul¿r t l t 'Kola comcl "el lc l terinrrrolr i I i ¡u ' io mlrs r '¿r l ioso dc l l r t ic t ' t '¿r" .

Al ¡ loco t icrnpo, los alni i r '¿rntcs nr/rs ant igtros c lnpez¿lr 'on a quc jarsc- dcr l r r t 'Lchntrrn c l ' l c()nlo Lrn torp()c lo s in s istr . 'n l : r c lc guiado. A l l t mayclr ía le:rgr ' : r r l l r l l i r sr-r idr '¿r dc rrn¿r cstr i i t t 'g i i r mi is agt ' t 's iv i t , I )cr 'o Lchnlat t c lesechóat 1tur.r to l¿¡-s Jrrot t 's tas de i i lgunos i r l rn i r¿¡nt t :s rcs¡ lccto dc qtrc cra suic idal l t ' r ' r t r los Jrortuavioncs al I larents c lonckr los sovi(r t icos los podían huncl i rl i i t : i l l l rc l r tc con nl is i lc 's cr 'uc( ' ro. l ' l ¡nbién r l r rscrtr l . r i cr í l icas oxtern¿ts dc¿rc¿rclónl icos y í tscs()ros del Congrr ,so et t t t ' t : e l las- <¡t tc advc:r t í¿I l t que ¿lme-l l¿lz¿lr con t¿rnt l l ant ic ip:rc ión los rnis i lcs soviét icr)s eon b¿rse en t ierra

¡ror l r Ía rcst¡ l tar c:ontraproduc:e- 'nte, i i lent¿int lo los ¡r "us¿r l t ls o ¡rercler los".l ls tc ' t ' r¿r c l t r¿rsionclo micntras los l i rnci<ln¿tr ios r le l Pentágouo sc

Jrr t ' ¡ rarabirr . r p l i ra of i 'eccr ie a l lcagirn su ¡rr imerra ex¡rosic i<in sobrc las ope-r ' ; rc iones r le cspiona. jc sr l l lmar ino. Estaba programlcla para el v icrnes 6<l t , r ¡ rarzo ¿r las 9:15 ¿r.m., .y sc 'h¿rbÍ¡¡ f i ja<lo su c l i t r¿rt : i r iu ert 20 nt inuto,s.Las lr,rnriri¿irias quo sc: reLrnieron t 'n la S¿rl¿r cler Situ¡rciín rcvcstida erl nta-rlcr¿i un el al¿r estc cle ia (lasa Bl¿rnc¿r incluí¡rn ¿rl r, icepreside--ntcr George]-Jr¡s l l , r r l jL ' f i 'dt¡ ¿tsesorcs, I i int t :sA. I larker I I I , a l const ' icro Ecln ' in N{et 's i : I Ir ' ¡r I l icl-urr'cl V. Allcn, el nuel'o Ases<lr cle St'gu ridacl N¿rcional. Rcrprc,'sentan-clo ¿rl Pe¡ntágorlo crstaban t¡l sccret¿irio dc De'icrls¿r Caspar Weinber:gcr; ell lmirantt 'J¡ imcs D. Watkins, subicfe de Operaci t )nes Navales; Lehman,fI¿ivr¡r y el contr'¿r¿rlntir¿rnte¡ 'John L. Butts, ¡rhor¿r director cle hiteligenciaN¿rval .

Woinbcrger v W¿rtkins ¿rbrir¡ron la cx¡rosicirin csbozancio los funda-llrcnto.s clr: la-. misioncs cle vigilanci¿l quL' el '¿ln cuntpliclas por submarinosrlc ataqucr l 'egulal 'es. De'spuós Butts se lev¿tnt(l para i l l teriorizar a Reagan

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262 l , i l . ¡ r r t 'go r l t ' l r r grr l l i r r r r c icgir

Todcl est' sucedió mientras er seau,olf se preparaba parii zarpatnue'amcnte. Por pr imera vez, la Armada podía e 'v iar ambós buques deproyerctcls especiale-s a operar al mismo tiempo, en diferentes direcciones.r. a cliferentes mares.

N. obstant., antes que el pct.rche pucriera zarpar para cumplir sumi-siri. de 1981. cl capitán do fragata pcter John Graef, rr rrrr",rn coman-d¿rnte¡, orclen<i lo quc cre.Í¿ qLl¡¡ sería una inspección rutinaria cn busca cleclrogas. La ul t ima cos¿r q.e esperaba cra atrerpar casi c, l 15 por c ientocle su tl ipul¿rcií ln por consumo cle marihuan¿r -veinticlós micmtros dc laclot¡rc i í rn. i .c luycnclc l t rcs

' f ic ia les-. No hubo cl iscusión alguna. Fueron

ckrscm b ¿lrc¿rdos, y se traj r:rrt rt recnt plazos rápidamente.Por c icr t , . csto . r ¡ ura lo quc Rcagan tenía cn mente d ' rantc la expo_

sic i<in i r l forr t r¿t t iva c:Lt¿t t lc lo le prcguntr i a Rich Havcr cf t incle ¡ncentraba laArnr¿td¿t a "ac¡r tc l l t ts indiv iduos", osos sr-¡pcr l lóroes clr r la gucrr¿r f r ía. A¡n-qu( ' , or) retrospcct iv i r , l r r r t 's¡-rut ,st¿r dt 'FI¿rvcr 1l i r recía c lonrasiacl<l 6bvia.I )as¡rr-rós r . l . t rd. , c l l 's . r¿, ' r " ta l l srrr<l n ' r t r :anl . r ic¿r ' .s" .

Nttnc¿r h¿tbÍ¿t s icLr fáci l ¡ r rovccr l l r t r i ¡ , ru lacir in r l t .csos bu<¡ugs. Lgsrccl t t taclorcs r lc l¿r Art¡ . ¡¿tc la r t r¿r l iz¿rbun nl¿rniobr¿rs rxLr i rvagantcs J)¿rr¿l r ( )s-gt t ; t r t lar t l l s lct ' t r to t ¡ t tc rodci tbrr l r l r<¡uel las o¡ lcrucioncs y al r r r isrrr i , t icnrpgottc0t l t r¿tr ht l t l lbrcs a quict- tos no lcs inrport i r ra cntrar i lcgir lnr¡¡ t t r a l6sl)) '¿ l I ' ( )s soviót ict¡s cotr ct l pro¡;r is i to r lc int . r , r ' r :c¡ t t¿u'c:¡r l t lc 's. ( } rnt6 l6 r l t ,scr ib ic-r l t un. jovt 'n strbnl¿rr in ist t r , r ' l ¡ l ror . t ,so r l r , rccl t ¡ tani icr-r t r ¡ sr : parccí i t r r . r i is a t rni t i t t ' r rogi t t<)r io. I lont l t r t 's vcst i< los con tr i r . j t .s r l r , t ' r r l l r ,qut , l l t ,v l rb i rn ¿r l9s c¿¡n-t l ic l¿rtos c lc l - r t ro c lc I tabi t¿rciotres l lcr . r¿rs r lc hunro y cxigían s¿ibcr: ¿,1! l rccl t r t ¡h¡bí l r c,r isu ' r i t l , r l r ,g.s l r lgrr ' i r ' r ,z?, ; fuv, pr : r ib lc ' ra,s cr¡n l i l lc .y ¡¡ lg¡¡¡-¡¿¡Vtrz? I -¿ts prcgtt t l t l rs crst¿tb¿rt t s¡ tzol ' l l ' t r l i ts con J)r 'or))()s l rs r lc r ¡ r rc ' t ' l

-96bi¡rn6

poscí:r lDc'c l ios ¡r : t r l t c l t 'scubr i r r :u i r l t ¡u ic l ' r l i , t¿r l lc sucio- ¡ \ u¡ r ¡ ¡c l - ¡ach¿ lct l i . icron: "Si a lgtrrr i r vt¡z t ts lc¡c l r :onrct i r i ur-r¿r t r l lvr¡srrr i r c lctr¿is r lc u¡ pa. j¿r,r tosr¡ t ros lo c l t 'sctr br i ro l t ) ( )s ' .

El I torc l tc l lo cra la cxcc¡tc i r in rrn lo r¡ut , rcs¡tcct . l r a problcrn¿rs dc perrso_r la l , .v l¿r r<:r l¿rcl¡ r ¡ lor dro¡1i ts ¡rrcocu¡rr i ¿r I r ¡s {r¡r ' rc ionar. ios r ls i ¡ t t ' l igg¡cia. L¡cl<rtrrción del SttotLttt lf cst¿rba dcsir-rtcgránclosc ¡ror l¡rs crccielntcs frtrstraci6-nt 's car-rs¿rdas por seLl ' i r e l t un buquc decrt ip i to y m¿rlc lct : i r lo. L i r prcsi<inirrc i t< i a algul los dt 'st ts t r ipr-r lantcs a srrnrergirsc cn l¿r niebl¿r c l t , l¿r nta-r ihuar la. Algt tnt ls inch¡sivc c lcclarab¿rn abir , r tanrr¡nte .v cn voz l l l ta sucorlsL¡mo de drogas, sinlplenteute Ilara serr rlesentb¿rrc¿rclos clel Sectw<tlf .I )espu(:s c 'staban los ¿r is l¿rcionistas del secrrcol f ,quirrncs estab¿rn prcparán-rJose pi t r i l c l día en ( Iue ¿rsur l i r ían act i tuclcs s ingul¿rers centra er lconrunismo desdc sus casas conv(:r t idas t 'n for ta lezas en la cnmbrc, dc nnam.nt¿rñ¿r. Est .s hr¡¡rb 'es se h¿rbía ' habi tuaclo ¿i i r a las c iónag¿rs cercanas¿t la b¿rse para pract ic¿1t 'col l fusi les de asal to c lc su propieclacl , hacienclr¡v,l¿rr latas .y al menos un c¿rnrión. un hombre ctispárri con munición clocolnbate contra su terler.isor'. El resto de l i i tr ipulacir 'rn, cautelosa, suclorosay agotada, sim¡llernenle clbservaba a los aclictos y ios fanáticos {e ias arnlas.

\

I!

II

Ttitrnfo ¡' crisis 263

'l ' : r l.s 1.r' l 'rsiorres pcrsistían cuando finalnente eI seowolf partió hacia, l t ) l i l tr lsl i. l '¿rra entorlce,s, X{ichaerl C. Tiernatr se'habí¿r desenrpeñacl<t como,,rrnirnr l l rntc durante t res ar ios dc rcpar.acir)nes y prue:bas. Esta serí¿r lal ) r ' l l ) ler¿l vez ql lc conducir ía el bt tc lue'en una ope'r i ie i í - rn rcal . LI¡ t r ipul¿¡te.rl. l sr:rz¿¿'olf que alguna vez habí¿r cornparado a su ¡rredcccsor, óharlesl i . r fac\¡e 'an, con cl capi tán James T. Kirk de la n¿r ' , 'e estelar En.furpiseleItsig.no a 'I icrnan cl s<tbrcnorrlbre de' "Brindis Lácteo". Los hr¡mbres l iabiant ratado de l ler'¿rrlrt al Horse and Corv par':r aflojarlo un poco, pero ¡"ro creían,¡ue sirv i t ' ru r l t ' a lgrr .

Dc h.cho, Tiernan c,ra apcnas mas p' l r r lar quo su nuevo segund<rcoltlancli lntel, J. Asht<ln I)arc, a quien los honrbres se rt-lería¡ crl¡ gl sobre-no¡.nbrc dc "Jashton". Si la tri¡ lulación encontraba clist¿rntc ¿r Ticrn¿rn. en-t l t l t l t r r j a Jashton dcf in i t ival l ientc i r r i t¿rnter. Su padrei era ur) a l r r . r i rante . .y aI t ls hontbres l t :s parccía quc no iba a porrni t i r que l ' rar l ie ol l ' ic l , , . " , . ,1ooi l , r .Lo ¡ l t lor dc J¿rshton ( l r '¿t quc había rcerrnpl¿rzaclo ¿r un l i ln,or i to c lc l r r c lot¿ci<in,I lo l tcr t S. Holbrook, un of ic i¿r l quo podía cast igar a un ht¡r l lu ' r , ¡ ,o l . l¿ rn,r-l i l tn¿l . \ ' r t 'c l int i r .sc t r tás tarc lc cs¿r nochc l lcr '¿ inclolo l r to¡ l r¿rr un¿r ccrvcza.I l r l lbrot lk h¿rbÍa s ic lo t¿rmbión cl ¿rnrulcto c lc l¿r }r t rcna surrr tc r lc l¿r r lotacir in.Yr habí i r sobrcviv idt¡ ¿) unA iurnersir i r - r con r¡r)¿r ¡runta r l r '85 graclos cn c lst tbtrr¿rr int l convtt t tc ionlr l USS Chopper (SS^|t42), qu(r so s¿r lvr i t :u¿rncl9 autr st tbol ic ia l t r t r ¡dt ' rnr l st ' lc ocumiír poncr l i rs nuiquin¿rs ( ' r ) rov(, l .sa, ha-t : icrrc l t l lo rctrocccle r l - r¿rci¿i la sr , rpcrf i r : ier . IJcsr l t ' cser cntonccs, I f t r lbrr¡6k usr is i t 'utprt 'c¡ l . l s t ¡ c int t t r r i t l un¿r hebi l l¿r dc broncc ar l r t rn;rr la i ,on la intagtr¡dcl ( i l t r t l t ! . t< ' / ' . s( 'gt l r ( ) c lc t l t rc lo h¿rcia insunrcrgiblc. 'h 'ní¿r:r s¡s h¡rnIrcsi gr . r i r l r ronte convr,¡ lc idos c lc cso.

I ln lo quc a c l los sc rc ' f 'c l ' ía, l ]are no tr .ní¿r ni c l tn ist ic: ismo ni c l cn-cal l to ¡ l l t rn rcdi l r t i rsc. ( - luando l¿r t lotacir i l - r br¡scal ta f ' r l r rnas r l i ,oponerso alI tburr in l ic t r t<1, aquól sc convcrt ía c 'n su Lr lanco f i r r ,or i to. f )ur¿rntc ¡¡¿r nl lyc)-gacir i t r dc ¡ l r t l t rber, a lg l tnos honrbres rob¿rron r¡ l colchr in c lc I )¿rrc y l6 ¿r¡r j1-rort fuer¿r c lc l bLrquc ¡ t r¿rvés clel eyector dc rcsic l t r<ls. [ 'or ¿r lgun nrot ivo c lscgundo cr¡mandante de. jó pasar la broma.

l ) t , hccho, c l r o.stc 'buquc roplcto c lc honrbres r lue scnt i l rn que- se' lqsol lv iaba a al lu¿ts soviét icas cr t e l equivalente ¿r un Moclc lo ' I ' , c l l tumrlr cst¿r-bir algo trtás c¡uc' exaccrbado. Para cuandr.¡ el hielo comc¡zri ¿r lgrnlarsc' e¡las chiipirs de cubierta del Se.atuolf, la moral estaba en su acostumbr¿rclo¡runto l> i i jo.

Cu¿rndo llegaron a erstación, las cosas sólo se pr-rsielon pr.or. Tier¡a¡ lci r rd ict i : r la t r ipulacir in que ubicase al St 'ctuol f cerc¿r dr- l cablc sovict ico. Laidertr era dejar que el sr-rbmarino se asentara cori segtrridacl 9n el fon¿ii,d istr ibu.yendo su peso sobre dos soporte-s s i ln i larcs a esquíes c lue la dota-cir in h¿rbía tonlado por costumbrt l lamar zapatas. Las za¡tatas eran unreglrlo de la imaginación y la tecnología, un clispositivo cle seguriclad dise-ri irclo de spués de la prinrora tolmcnta terrible quc' había arrancado aI Ha-libut cle sus ¿rnclas. Pcro cuando el Seo¿¿.,olf ft¿tLó entonces de aterrizarsobre esas zapatas, se'ab¿rlanzó con fuerza. j r - rsto sobre el cable soviét icr¡ .

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l ( ; ( j El . juego de la gal l ina c iega

I'ara peor, la arena estaba ingresando porque las válvulas de aspiración clcagua de mar que deberían haberse encontrado algunos metros pclr arribadcl fbndo estaban prácticamente al ras de aquel. Cada vez que la tormentabalanceaba aI Seawolf, se acumulaba un poco rnás de arena sobre las zapa-tas. Las corrientes estaban forzando al submarino a enterrarse a sí mismo.Por algún motivo, los ingenieros que diseñaron esas zapatas como disposi-tivos de seguridad habían ignorado las propiedades de las corrientes queios rriños aprenden cuando se quedan de pie en la rompiente de la playa.Ahr.rra, las zapatas del Secrrool f estaban sepul tadas casi por completo.Había quedado adherido al fondo.

Oompartimiento por compartimiento, los hombres cornenzaron a in-quiet:rrse. Los ayudantes de máquinas sabían quc si la planta de vaporse apagaba, podría tomar días iniciarla nuc-vamente, si es que se podíal-racerlo. Los tócnicos nuclearcs se quejarrin de que una pérdida de energíaen ln planta dc vapor haría apagar su problemático reactor, quer tal vez nopoclría ponorse nuevarnente cn servicio. Scncil lal 'r 'rente el Searloll 'no era ktsuficientemcnte fuerte para csta clase de pruerba.

Parecía que nadie era inmune a l¿r tr:nsión creciente. Un ayudanteolcctricista pcrdió el control .y conrcnzti a gritar, chil lar y l lorar. Se le ordc-nri ¿r un cnf'ermero tlue lo seclaser y lo enviase a su cucheta. Otrrts comen-z¿lr()n a tener visioncs escalofriantes de epitafios vacíos: en algún lugarreposa este marino, enviado a hacer algti en ttn lugar desconclcidtl y que poralguna causa n'ruriri en una guerr¿t que l)o existit i .

El Se.uruolf pcrrlaneció atascado durante casi dos días mientras lossuboficiales, los viejos lobos de t-na-r quc habían navegado en submarinosdurante veinte- años, juntab¡rtr fucrzas c<tu l<ls oficiale's nroclerntls. Con laaprobación cle Tiernau colnonzaron a experilnentar todo aquello que seles ocurría. Primero intentarcln quc cl Seowolf diese máquinas para versi escl conseguía impulsarlo h¿rcia arriba. No tr¡vie¡on éxito. De'spués in-tentaron cor) un soplo de emergencin controlado. espcrando que la repenti-na pérdida cle pescl los arrancara de l¿r arclna por cfectt,r de la flotabil idadpositiva. Era peligrc.rso -el Seowolf podía quedar l ibrc. pero también po-clrí¿r aflorar en la superficic, y eso significaría su deteccirin y el cornbate-.El SeaLuolf cont¿rba con escasos medios de protección a su disposición. Casit r idos sus t t rbos lanzatorperdos habían sido ut i l izados para almacenarp¿]pirs. TodavÍa había algunris torpedos a bclrdcl, pero las ltruebas recientesh¿rbían demostrado que erarl absolutamente inservibles. El Seoruof ertr elob.leto más ruidclsri en el agua, por lo que cada vez que había lanzado untorpe do de ejercicio, su sistema de guiado acústico hacía que éste invirt ic-se su tur lbo y sc abalanzase contra el submarino.

La única oportunidad del Seautolf era permanet:er oculto mientrasse l iberaba a sí mismo. Con cuidado, la tripulación cotnenzó a soplar loslastres, lentamente, en forma constante, suavc'mente, primero en proa,

después en popa. Nada. Intenteu nuevamente, ordenó alguieu nerviosa-

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monte. Un poco rnás de agua esta vez, con las anclas arriaclas para impe-clir que el buque saliera disparado accidentalmente hacia la superrficie.De nuevo nada.

Otro intento, y el submarino pareció moverse l igeramente, pero sóloligeramente. Era como tratar de sacar una camioneta de una canaleta,balanceándose hacia adelante y hacia atrás, esperantlo más tarde o mástemprano poder empuiarla fuera de allí. Pero con la arena que todavía eraaspirada al interior de las máquinas, los hombres estaban en medio de unacarrera: ¿lograrían salir de allí antes que sus sistemas se detuvieran? Entodo el buque, los hombres estaban tratando de expulsar la arena, peroel submarino estaba aspirando más de lo que ellos podían eliminar. Laeficiencia de un sistema clave clerl reactc¡r ya habízr caído a menos del 50por ciento, tal vez algo así como el 35 por ciento.

Alguien planteó la idea de dcsprenderse de las anclas que habían sidcrdispuestas para estabil izar al Seowolf mientras permanecía apoyado ensus zapatas. Las anclas podían c:vitar que el submarino aflorasc en I¡rsuperficie. pero en ese misno instante los dos hongos de concreto tambiénlo estab¿rn reteniendo abajo con su peso. Se dio la orden de largar por ojotoda la c¿rdena.

El Searuolf comenzó a asce'nclel. Las máquinas principales estabansiendo muy sobreexigidas, aplicando revoluciones hasta que pareció comctsi un taladro estuviera resonandc¡ por todo el buque. Entonces se prcldujclun soniclo como si algo estuvicse rasgándose; en realidad era m¿is bienun chil l iclo, tan fuerte que algunos de los hombres se preguntaban si sucapacidacl auditiva se vería afectada para siempre.

Las zapatas qucdar<ln parcitrlmenter enterradas. La grindola bajo clcasco del Seawolf, parte de la enorme "almeja" que se había construidopara transportar los fragmentos de misiles, se dcsgarró. Pero el Scawolfhabía quedado l ibre.

Mientras coieaba de' regreso a su ba-qe, el submarino se volvió peligro-s¿rmcnte ruidoso en el agua. n.rás ruidoso de lo que había sido jamás. Habíairlgo colganclo debajo de é1. un trozo cle zapata, o la góndola. Lo que fuera,estaba provocando mucho ruido ern el agr.rir rnicntras e\ Seatuolf se dirigíalentamente haci¿r las islas Kuriles y después a nrar abierto. Componentcsvitales de algunos sistermas averiados por la arena estaban rechinandot¿rrnbién -v parecían l istos a deiar de. funcion¿rr en cualquier ntomento.

Entonces, en algún ltrgar en el Pacífico, no muy lejos del Okhotsk, fuedetectadci. Un buque soviético, probablementc un rastreador, comenzó aclnit ir con el sonar activo. No había forma cle escapar del r¿rstreador -elsubmarino estaba demasiaclo averiado- v tampoco de escclnderse, porquelo que fuera que estaba arrastrando chclcaba estrepitosamente contra suc¿¡sco inclusive cuando se quedaba absolutamente inmóvil. Cualquier velo-cidad superior a los 6 nuclos provocaba una serit: de sonidos discordantes,como si una seccirin de tamborileros hubiera enloouecido.

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. l ( i ¡ i l , ) l . j r rcgr.r c ler la gal l ina c iega

l,irs crnisiones soviéticas resonaban por el submarino, sumándose alcstr-ópi to. EI mart i l leo no habría de detenerse. Los soviót icos lo per:s iguie-r'on, y lecién abandonaron la búsqueda después de casi veinticuatro horas

¡ror motivos que pudieron habcr sido tan sinples como un capricho delr:ornanclante del rastreador.

Cuando el SeaLuctlf ingresó finalmente a un dique seco cubierto, losholnbres pudieron observar los daños. Había muescas en su superestruc-tura y trozos arrancados como si hubiera sufrido un ataque con cargas de

¡rrofundidad. Las sent inas estaban todavía repletas de arena, c ientosrle kilogramos de aquella. Aunque una cantidad significativa había sidotrasladada a las cuchetas de ios hombres, recipientes cr¡n recuerdos grises

v granulosos.No se otorgaron cclndecoraci t lnes por esta misión, ningún recono-

cirnicnto fcrrmal del roce de los hombres cr¡n la muerte. IJn l ibro sclbre elcnrcero, redactado con ull csti lcl rnuy similar al de un anuario de la cs-cncla secund¿¡r i¿r, tnencionaba el tormert t t ¡ en una úuica car i ¡aturaenigmática que conmetnorab¿r cl prirnero y [rlt irnrl salto cf'ectuado por laran¿r Be¿rurcgard.

LTna vt¡z en puerto, ¿r los honibres que trataban de rcparar al Seawolfrro sc lcs diio crimo se h¿rbía introducido la arc¡na eu los sistemas vitales.Los firncionarios cn Washingtcln e¡nfrentaban temorcs truchrl más serios.Dcspr-rós cle las desventuras del Sr:c¿¿uoll, los satólites mostraron eviden-ci¡rs dc c¡ue l t - rs soviet icos habían encontrado la intcrceptación del cablc encl Ohhotsk. En pr imcr lugar, nadic estaba soguro de cr imo Io habían hccho,

si la <rpe'ración había sido cornprr,rmctida por la caída clel Senu:olf sobre elc¿rble o por un topo entrc la tripr"rlaciótr o, a.unque parecitra inrpensable,ent le los pocos of ic ia les de intel igcncia que tcnían conoci lu iento de lasinterceptaciones.

I 'enr indudablemcnte era crucial quc alguien dcscubr iera cí imo lossoviét icos h¿rbían esclarecido una del las misioncs estadounidenses Inás

secrctas.

ttLAS IOYAS DE LA CORONA

l ,a scnsacirin debió h¿rber siclo de increclulicl¿rd. Rich l laver miró clinfirrme de la írlt im¿r patnrlla del Sco.ruolf, y dcs¡rués sus otrns infirrmes de:itrtcl igencia. No había otra l irrlna dc iraccr qtrc krs hercl-¡os cncajararr cntre-. sí.

H¿rbÍa s ido f i ic i l culpar al Seuwdf v a su t r ipulacir in por estr<tpcar unar le las opi ' raciones cie intc l igcncia mas in.rportantcs de los úi t imos diez años.O eso h¿rbÍ¿r parecido en aquel r¡ntrlncers. I)cspuós dc todri, el Scourolf habíaestrc l lado tonelacias de accro contra c l cable soviét ico. Aquel lo ter-rdrí i r queh¿rbcr ¡rrovocado una intcrru¡ lc ión en las colnunicucior.res suviét icas o all l lcrlos alguna doscarg-ir cle est¿itic¿r. ¿Por qué otro niotivo habrí¿in enviadolos soviót icos un buque cle invest igación ¡r l Ohhotsk? , ;De qué otra formah¿ibrían podido dcscubr i r c l d isposi t ivo c le interceptaci<in dc' l c¿rble?

I lc hccho, los soviét iccls hic ierc ln más quc encontrar c l ecluipo dcint .crce¡r t l rc iór-r . I )erscr¡ndie ro¡r e izaron f i rcra dcl agua los grancles dispo-sit ivos cle gr:rbac:iírn anibos-. No h¿rbí¿r lbrm¿r tle ocultar lo quc (,ran -o enc'se¡ scrr t ido, qtr ión los h¿rbía ptrcsto al l í - . Dcntro dc uno de el los h¿rbía uncont¡roncntcr ic le l r t i f rcacio con l¿rs pal t rbr :Ls " I ) r 'opieclacl c lc l Clobicrno dcr IosI,lstados IJniclos".

Ilavcr i iabía verif ic¿rdo una y r¡tra ve-'z los tienipos. No podía haberclror alguno. lVad¿i cie esto era culpa del Seclruo//. El buque de investiga-cit ir.r srrvióLico habí¿r inici¿rdo su navegiición iraci¿r el área antes que el Secnuctlfc i lycra sobrc ei cable. I Iabí¿r seguido una luta serpenterantc hast¿r elf )khotsl<, una clelrota que sui lcrra ennrascararnientcl , en todo su recorr idr¡c lcsdc cl n lar Bál t ico sobre el At lánt ico. Sin en.rbargo, casi no exist Ía laposibi l idad dc qr.rc la intc l igencia cstador-rnidense sc pcrdicra un br-rquedirigióndose al sit io de la intelceptación. T¿rnto en el Barents como en elOkhotsk, los Estaclos Unidos m¿rntcnían las vcinticuatro horas dcl día unavi¡¡ i l r incia colr s¿rtél i tes, estaciones terrerstrcs de escucha de comunicacio-11es. e u rcsunren, todos krs niedios pt-rsibles. Aquellcl era especialmente fácilt 'n c l Okhotsk. El mar er¿r t¿rn desol¿rdo que cualquicr buque que ingresara

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' ) ' ; ( ' t l , l l . i r - r t 'go t l t ' la gal l in i r c icga

\' \ '¿rg¿rra por allí estaba cr¡ndenadc¡ a hacerse ver. Ahora, esa vigilancialrrrbÍ¿r rendido sus frutos con un descubrimiento estremecedor'. La búsque-rlrr cle los eqr,ripos de interceptación casi tendría que haber sido deliberada.Y si ese füera el caso, Haver sabía que había una posibil idad muy obvia,t1uo cl Seautolf no habÍa conetido ninguna indiscrecirjn-. Los soviéticos

¡-rtidierron h¡rber sido alertaclos. Muy bien pudo haberse tratado de un espía.Estt¡ no iba a caer bien dentro dc la Armacla o de la NSA. Todo eso lc

resultri muy claro a l l¿rver t:u¿tttdo en un infbrme fechaclo 30 de enero de1982, cl día en que casr.ralmettrte cttmplÍa treinta .y sieter arlos. incluyó unespía entre los mot ivos pt l r los cuales pudo habcr s ic lo desc:ubierta l¿rintelceptacirin. Penr ¿r posar que Haver esperaba alartna, lo que encontrílf ire esccpticismo ptrro. Los almirantes más antiguos cleciclieron que e-ctabavi t ,ndo nucvamcntt , lhtr t l lsmas, t ,xactamt,ntc como l ¡abí i rn t ' r t ' ido t tnos anos¡ intes cuando habí¿r la l rzadr l un¿r alerta rcspccto de un pt-rs ib le espía oli l tracioners cn l¿rs cornt.¡nicaciones ern el Atlántico.

Lo cluo Ilaver estab¿r clicicndo parecía increíble. Si estaba en lo cierto,h¿rbía no uno sino clos cspías. Un solo hombrc no podía ser respon-qable por

los problernas cn arnbos r.rc<,ranos. Est¿rb¿r casi garantizado que cualquieraque tuvierra conocimiento <lperacional de los seguimierntrts t ' f 'ectuados por

submarinos en el Atlántico ¿r f, ines de la dí¡cada de 1970 c'st¿rba fircra delcircuito en lo quc se' referÍ¿r rr las clpcracir¡nes de interceptación de cablesen erl ltacífico. Adem¿is, l¿rs intcrccptaciones de cablcs estabat.t. entre lossccrctos meior guarclados cle la inteligencia etn l it gucrrtr f i ' í¿r. No, col-icluye-rolt Lrs máxil.¡ros almirantes, Haver estaba viendo sotrbras entre vulgarescoincidencias. Inaginar()n qut: los soviét icos probablenrente habían descu-bierrto la interceptaciílt en el Okhotsk sirnplernente dur¿rntc una tareta demanternirn iento al cablr'.

Solarncntc Lrnos pocos en la Artnada vierrln el inforrne de Haver, y le:prerstaron osc¿rsa ¿rtencidn ¿r sus advertencias. Esta er¿r una época en lacual l<ts Estados flnidos estaban enfrentando una ¿lmenaz¿t nrás inmediata

v tangiblc. l,os soviéticos parecían estar emprendiend<l otro l lran cambiocn su erstr'¿ltcgia con subtlt¿rrinos misilísticos, uno ntás peligroso que sureplicgtrer a strs b¿rstioncs en el Barents a fines de la dócada dc 1970. Ahora

e,st¿rban rett 'nie¡ndo a sns subrnarinos misilísticcls todavía n'rás cerca de suscost:rs, en "bastioncs profundos" tales como el mar Bl¿rnco y el otrt lr ir t lescl-l¿tdrl ()kl 'rotsli. v estrrban esconcliendo otros detr¿is de un escuclr casi itnpe-

nctrabl t , , c l h i t ' lo i i r t ico.Havel y otros ¿rnalistas iírvcnes y bri l lantes tcldavía estaban seguros

tlue' los soviéticos estabau tratando principalmente de proteger sus sub-m¿rrinos misilísticos de ser atacados en las etapas iniciales de una €luerra,.y el produciclo inici¿rl de la operación de interceptación dol cabie del Ba-

rcnts parecían apoyar esa idea. Perc-r si lo deseaban, los soviéticcls podían

rusar tarnbién erl casquete del Artico para lanzar un primcr ataque, y ios

Estados Unidos dispondrían de una alerta rnenor de lo qtte habían tenidtr

Lrrs jo.v l rs dt : la co¡on¿t 27 I

. jamás. Un misi l lanzadr¡ por un Delta desde un bast ión soviét ico en el Ba-rents podría demorar menos de treinta minutos para recorrer las 3.500millas náuticas hasta Washington, D.C. Pero un misil volando inclusiveclc'sde los accesos del norte a la bahía de Baffin en el Artico, que se encuen-tra iusto al norte de Canadá, podía acortar esc tiempo a menos de veintelninutos. r

Ciertamente , el giro de los soviéticos hacia el Artico f ue una maniobrabril iante. Después de todo, ninguno de los band<¡s clesconocía que la dis-tirncia rn¿is corta entrc los Estados Unidos y la Unirin Soviética era a tra-'u'é-q dc l¡r cina del mundo. Las dos naciones -va habían apuntado sus enor-mes arsenales de misi les lanzados desde t ierra s iguiendo l¿r ruta del poloNtlrtc. Pero atttrque arnbas habían estado explorando con submarinos elArtico durante déc¿rdas, ni los Estados Unidos ni la Unirin Soviética ha-bían sido capaces de desarrollar la tecnología para combatir cficazmcntecn aquel ambiente cxót ico.

El Artico es también la única regi<in del mundo dondc la presa tieneun¿r clara ventaja sobre el cazador, es donde sería extremadamcnte difíci lperra las fuerz¡rs estadounidenses expulsar a los subm¿rrinos misilísticosso"'iéticos para luego de:struirlos. Y por un solo motiv<1, hav miles de millasde mares p<lco profundos y cubicr tos por el h ie lo dor.rde los soviét icospodrínn cl ispersar sus sul¡ t t r¿t t ' inos. Inclusive los buquers nr¿is voluminosospoclr ían desa¡tareccr ol1 ersos baj íos. der ivar en si lencio . junto cun el h ie lo,pel t l l i t icr tc lo quc¡ i¿rs comiert tes escclgier i ln la dirccción. Y siguicndo lade'rrota por aguas poco profundas a travós de los m¿rres de Kara, cle Laptev.y dr: Bcau{brt ah'ededor del Artico en el lado nr¡r'te'anrericano. un submari-nrl soviéticrl ptldín terur.in¿tr cntre los icebergs dc la b¿rhÍ¿t dc B¿rffin al nortecler Canadá, on krs floldos a kl largo do la costa occident¿rl de Grocnlandia,o incltrsivc¡ e:n lc¡s canales que penctran profundanre'r)te en la b¿rhía doI{utlson dentro de Canadá.

I lnt.eli¡¡ctrcia Nav¡l cr¡rnenzir a pcrcibir quc los sovi(.t icos parecían e:sta1experitttent:rndo cron l¿r idea cle ocultar -qus subrn¿rrinos misilísticos clebaio tlel hielot¡n 197!). l ' l l USS (]urttcLr<l (ss'N 6(i9), bajo el cornanclo dc Hcrrr.v (i (- 'hiles .Ir., y elLISS l)¡ '¿¿rn (SSN 677) cotttribu.yerron ¿r inici¿rr ese año ulra er'¿l cie segr:irnienlostt-tucho ni¿is clif ici l, vencio tr ' i ts subnrarinos soviéticos tlue ¡raretrítrrr t:st:rr ensayandocu¿irl bien pt-rdían opert¡r 'brrjo los l i ielos flotantes. Para los soviéticos. hubo un ins-trtnt.t¡ cruci¿tl en cl \ '( ' l '¿¡l lo de 1981, cu¿rndo cl capitjrn de r-¡¿rvir¡ Lcr.¡nid Kuvelskyconciujo su SSIIN cl¿rse Delta iracia el interior del desolado océ¿rnoArtico p:rra versi cottseguía emerger u tr¿rvés del hielo y calcuiar una trayectoria f¿rctible para losdieciséis misiles balístict-rs dc su submarino. Kuversky tuvo éxito nrás all¿i de cuai-qtrierr ex¡rcct¿rtiv¿r. Por su iniciativa y coraje, fue nonrbrado "Hérr¡e de la LIniónSor.iétic¿t". el ironor más alto de su nación. L¿i dotación rccil¡ ió una caterv¡r detjrclerles y tnedallas. Los científ icos y los diseñadores de las armas que había¡tl:rvegado con aquéllos recibieron varios prernios del Estado en Llna crerernonta quetur,o iugar ese rnes de octullre'.

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: ' { ; ,1 l ! l j t r t 'go t l t ' la gzr i l ina c ieg¿r

II¿rbía grancles posibil idades de que 1a caíd¿r hubiese interrumpido las

lrnrunic¿rciones -qoviét icas o enviado una descarga de estát ica a t ravés del

, r r l r l t . . v también c)r¿r muy posible c le que krs soviót ict)s enviarar l unidades

, l t ,sr , rpert ic ie, mart i l lando con sus sonares, o cquipos cle reparaciones a

rrrvt 's t igar. Pero nr¡ l ' r t rbo ninguna señ¿rl t le una bÚrsqucda. Par¿r cuar.rdo la

,,¡rcración cle intercept¿rción hubo finalizado, Ticrnarl decidió proseguir y

i,rrrnplertar un¿l ol)craciírn sccunclaria. El Seautolf sc introduciría t<ldavía

ririrs c¡ e I Okhotsk, .y ornpreridcrí¿r otra búsclueda de lragmcnttls de misiles

sr¡r , iét ic¡s. Pcrcl iusto c l lando parecía Scguro que los norteamcricanos iban

rr sobrcvivir ¿l su crror, f 'ucron asaltados -no por los sovi(rt icos sintl por el

rn isnto rn¿tr .Dos tr l r rnc 'ntrrs quc h¿rbí¿rn comenz¿rdo ¿r c ientos c le mi l las de distar l -

c i¿r. con sus vicntos ¿rrrc 'mol in¿rcl<ls, st cst¿iban apr( ix im¿l lc lo ¿t l Okl"rr l tsk.

Deb: i jo de la strpcrf ic ic, c l Scowolf 's t : cncontrab¿r dcnlasiaclr l prof 'ur ldo para

iz¿rr u¡¿r ¿r¡ tenlr . . l , l i r r lot¿rc: i< in dcsc<lnocí¿r l¿rs ad'u 'cr tc 'nci i ts que inunt labat ' r

¡ l ótor sobro c ic loners c lcsplazi i l tdose hacia c l I tor tc e¡- l c l i r t tccir i r t ¿r l¿rs is las

i i r , r r . i lcs. Los honrbrcs r-ro r ,scucharon cu¿rnclo las cct t t ra los t lc colnunicracio-

t lcs ¡¿r\ ,¿i l ( ]s in l i r r l l¿ lnrn dr¡ v icntos c lc 55 nl¡dr¡s y olas quc sc alzab¿rn l . r¿rsta

cl t . i r : l<1. No supicron crr¿inclo otras cnr l l i t rc l ic iot . t t 's cr¿tn ¿tc lvt ' t ' t idas

t lc qr- tc l¿rs c los torntentas sc habi¿¡n cotnbini t r lo c l l t - ¡ t l¿t sol¿t , r tn t i f< in unicr l

v l t ' t i r l .A l9s ¡ tocos cl Í¿rs c lc l l rs pr i r"ncras i t l l ' r rntas, los v icntr is f r t 'scos, las l lu-

r . i ¡ rs cqpi6s¿.rs v l¿rs <l las int¡r6¡t¡ntgs sq cst¿r l l¿tn c:otnbi t rant lo l tar t t c letscargar

slr i r¿l r le l l l r . jo r lcr l i r supcr l lc ie, nrach¿rc¿rnt lo las ¡ t rof i rndidacles hasta que t : l. \ t 'utuol f 'conicnzr i ¿r cstrenleccrsc, . Al pr incipio, l r ls honrbrcs creyor( l t l qt t ( '

f i icr l r -ncnte I )oclr í¿ut aguantar c l n i¿r l t ic tn¡ to. A c l i f i r rcnci¿t c lc l r ls rn¿¡r int ls

r l t 's t rpe,r ' f i t : i r ' . las t r i ¡ tu l i rc i ( )nos c lc 'sr-rhur¿rr i t ros t 's t¿tn ¿idicstr¿rc[¿.rs para tc-

rnr.r lcr ¿r la c lc¡ tcccir in, a las carg¿ts de prof i rncl ic lacl y a los tor¡ lerdos' peroy, t ' ¡ r , r ¡ lntc¡ tc h¡tv poco cluc tcrne r c[r ' l¿rs t t l rn ictr tas. Ni tvergi t r prof t tndo.

i , ,sc cra el ¡ rnrccr i imiernto nornral . Los subnr¿ir in istas son adoctr inadt ls des-

r lc rr¡ ¡ r ¡ i r - rc ip io cn la creenci¿r dc que l<ls c ic los pucclen abr i rsc a gusto t rn lo

rr l t ¡ . l ¡s v icntos pueder l ) soplar amenaz¿indo ¿t t r lc l t ls l r ls quc sc c lesl izan por

l r i srrpr:r f rc i t : , p( t ro aba. jo. donde son soberranas la osct t l ' idad y la c¿r lma, rei-

r r r rn los s l tbm¿rr inos.( l ie r t¿rnle 'nte. los 120 me't ros de agua hast¿r la super i ic ier , aul lquc poco

¡rr ' , , l i rndos scrgún l<ts estánrJares dc los submarinist¿rs, habrÍan sido suf i -

r i t ,ntcs ¡rartr volver estér i lcs ¿r la rnayoría dc las t r l rment¿rs. Pe¡ro t ¡ste t i fón

, slrrl¡¿r agit¿rncio inclusive l i ls prrlf irnclid¿rdes. Y para r:1 SeoLLtolf, no había

l i , r .nr¿r c lc i r r lás prof i tndo. Tendría quc agl tantar est<l a lx) .vado eln c l lechrr

r i r ; r t ' i l lo.

l . ) l Sca&'ol l 'c ' r lpezó a s¿'rcudirse de una banda a ia otra. Había t res

l , lzos ¡r l i r t , r ¡ . -v estaban siendo arrastrados. El resto de la t r ipulación, a

, : r lvo r , l l r ' l intcr ior . estaba tratando cle act t tar de'manera imperturbabl<: .

\ ¡ , r ' , ,1; i r r r l ¡st , ¡ l los ¿t otr t ts ern l t ts congest ionados pasadizos del buqt lc, i rzr-

Ttiunfb y crisi*s 265

cí¿rn cornentarios sobre la tormenta como si estuvieran discutiendo acercadel clinla erl su patria. Sin embarÉlo, las corrientes que estaban golpeandoal Sccttuolf cada veinte o treinta segundos eran tan fuertes que sus zapatasse dcspegaban del fondo. Al principio, el submarino rolaba solamente unospocos grados, después más. Los objetos en el interior salieron volando -conel submarino cn el fbndo, nadie había pensado en poner cl buque a son deln¿rr p¿lra la tornrenta-. Beauregard fue arroiaclo de su sit io en lo alto delcompartimiento de torpedos y cayíl sobre cubierta con un estrépitc¡ feroz.Por un momcnto el personal de armamento tcmió que su rttascota, slr ranarier ccr:l irnica f 'avorita, fucra bclrrada en un instante de sus fi las. Con granal iv io descubr icron que solamenter se había roto su pedestal .

Afuera del buque, los buzos cstaban perdiendo su lucha contra la fuerzacle las corr ic 'ntcs. Uno de el los fue strccionado hacia el submarino que sebal¿rnccaba y sc oncorltró debajo dc una dc las zapatas del Seoruo//. Uninstantc derspr,rés algo t i ró con fuerza de ó1. ¿,Otro buzo? ¿Un golpe dc lacorr iento? . Iust ,o cuando estc hornbrc cstaba por ser aplaslado, quedó enI ibc r tacl .

Fin¿r lnr t 'ntc los buzos consiguicnln onc¿lr¿rmarsc ¿r l intc¡r ior de laincst¿rblc protccción del submarino. Eso era lo que h¿rbía cstaclo esperrandcl'f i t 'rnur.l . Orclcnri cl f in dc. Ia operacirin. Qucrría l lcvar su subtn¿rliI l(, a aguasprof unclas. ( ]ucr ia sal i r del Okhotsk.

F)cro c l Okhotsk io est¿rba rertcnicndo. "Buda", un ospccial ista enrc¿rctorcs r luc había ganado su apr ido merccd a su tarnaño y a pesar de su( 's l ) ( 's{r rn¿rt¿r c lc cabel lo negr( i , c l io pr imero la alarrna. Había estado f iente aIos inst , runre)ntos c le urro c lc los intercanrbiadorcs c ler c¿r lor por donde circu-lab¿r c l agua dc rcfr igcración antcs c lc ingresirr ¿r l n '¿rctor nuclear c le l sub-nrarir. lo. L¿rs krctur¿rs dc tcnrper¿ltura no estab¿rn n¿rd¿r ccrca de lr¡s valoresr:orrcctos. Algo estaba obstr t ryerndo el s istem¿,r.

Mit¡ntras vcr i f ic¿rb¿r las válvulas y opcraba equipos, Bud¿r comenzr i agr i tar : " ¡Cr isto! ¡Te'ngo Aron¿r ¿r l l í ¿rde¡r t ro l"

l ,os t ( rcnicos nuclcarcs, csos hombrcs ( luc opcraban cl reactor, v in ie-ron corr icndo, scguidos por Dare y Tiernan. Se quedarcln mirando una pi laclc arc'r.r¿r. L¿rs abertur'¿¡s del Seoruol/ estaban aspirando lodr,r, sal, cl mar yel l i 'cirrr m¿rrir-tr¡ dcntro del sistcnta de ref'r igeración. L¿r tormenta comenzó¿r tonrar un significado nuevo y terrible mientras comprendían que el reac-tor corría pcligro cle apagarse. I l l Seo¡¿ro/f cstaba ba.fo riesgo de quedarsesin r ,nergÍa.

Los tripr-rlantes comenzaron a verif icar otros puntos donde el subma-rint-' as¡riraba agr-ra dcl extcrior, la hacía circular p<-rr cl buque y despuésla c lcscargaba el extcr ior . Arcna, ¡nimales ¡requeños, caracoles, coral y cr ia-turas nlarinas se-'habían introdr-rciclo en los ¡¡eneradores, las máquinas prin-c ipalc,s, las tu¡birr¿rs y algo así como nrer l ia docena de lugares cr Í t icos aborclo. I labía pi las y montículos de esa masa húmeda y en parte v iv ienteque rodeaba al buque. Nadie sabía con segur idad cu¿into peso habían em-bnl'c'¿rtlo micntr¿rs aque.l material era succionado del fbndo de'l Okhotsk.

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2 ¡ | l l l jucgo t lc la gir l l ina c iega

rr¡rrrcnternente perfecta de pagar con la misma moneda. Rickover, prrlxi-

nr() ¿r ser pasado a retiro obligatorio por el secretario de N{arina Lehman,rr¡l lrreció con Su propia propuesta de construir un submarino experimental

¡rlrra el Artico, uno con un casco reforzado y poco más que una.joroba comovt,l¿¡. Había intentado sus tácticas acostumbradas para imponer su proyec-

t o. eludiendo ¿r la Armada y al Pentágono y enviando a Lyon y su propuestarlirectamente al Comité de la Cámara de Representantes para las FuerzasArmadas. Pero trido lo que vio la luz de este esf'uerzo fue una carta dirigidari Lehman y escrita por asesores de dicha cámara que estaban asombradclsde que casi un cuarto de siglo de expediciones submarinas al Artico nol' iubicra deiado a los Estaclos Unidos preparados para combatir bajo ell i ielo. Rickover tuvo que abandonar la lucha cuando Lehman lo obligólinalmentc a rt- 't irarse a la edad de ochcnta y dos años en enero de 1982.2

Más tarde, un almirante lc confió a Lyon que laArmada nunca habríaclc construir un submarino cxperimental para el Artico, porque habcrlohccho habría mostrado a los soviéticos que la Armada estadounidense era

incapaz de combat i r bajo el h ie lo. Además, un plan para desarrol lar un

subm¿rrino para el Artico competiría contra otra propuesta presentada ahoraal Congrcso: la Arlnada quería fondos para construir una nucva clase desupersubmarinos, una de la cual sostenían que podía hacer prár:t icamentccr.ralquier cosa. Algunos cn la Armada estaban llamando al buque "FatAlbcrt". De hecho, era la controvcrtida clasc Seawolf de submarincls de

ataque, los SSI{-21, que habrían de seguir a los buques de la c lase Los

Angcles que estaban reemplazandcl a la clase Sturgeon.Mirándolo bien, a Inteligencia Naval también le gustaba la idea de

una nueva clase de submarinos. Los oficiales de inteligencia imaginabanque cualquier tecnología nueva les daría a los soviéticos otro problema

¡lara resolver, otra distracción. Además, los oficiales creían que anuncian-

clcl planes para construir nuevos y mejores submarinos, los Estados Unidcls

e¡nviarían el mensaie de que los soviéticos nunca lograrían la ventaja, sin

importar lo que hicieran.

2 Varios secretarios de Defensa y de N{arina antes que Lehrnan habízrn qtte-

rido dosh¿tcerse de Rickover, pero sus defensores en el Congreso y prcsidcntes como(larter los h¿rbí¿rn detenido siempre. Sin embargo, Reagan respaldó firmemcute asu secretario de NIarin¿r, aun cuando Rickover apeió enérgicamente al Presidenti:durante una reunión en el Salón oval, l lamzrndo a Lehman "cobarde" (N. del T.:',piss-ant," en el texto original) y preguntándole a Reagan: "¿Es ustecl hornbre?

¿No puede acaso tomar decisiones por usted mismo?". Rickover se tomó cierta ven-ganza colgando en su oficina de n¡tirado una fotografía de Benedict Arnoid 0"1. delZ: I lenedict Arnold füe un traidor famoso en la historia de los Estados Unidos.l)urante la Guerra de la Revolución Norteamericana tuvo una actuación destaca-da y alcanzó Ia jerarquía de general, per.o nrás tardc se distanció de washington y

fue sobornado por los británicos, a qri ienes ies entregó West Point) junto al ret¡atode Lehman.

Lirs. joyi . rs t lc l¿r corona 271¡

Todo este debate sobre nuevas operaciones en el hielo y nuevos sub-nrarinos ayudó a desviar la atención de los planes para enviar al Parchenuevamente al Barents. Este viajei preocupaba a los planificadores másdc lo quc lo había hecho el regreso al Okhotsk. El cabler del Barents trans-portaba la información más sensible, e inclusive si los soviéticos habíandescubierto la interceptación en el Okhotsk por accidente, la lógica lospodría haber l levaclo a mantener al menos una vigilancia más estrecha encl L3arents, especialmente si sosperchaban de otra interceptación pero eranincapaccs dc encontrarla. La vigilancia del sit io clc la interceptación du-r¿rntc las veinticuatro horas del día no había r€]velado n¿rda inusual, peroera difici l estar completarnente seguro. El Okhotsk era dcsolado; cualquier¿rctividad habría de ser bastante obvia. Por otra parte, en las aguas delBarents había tanta actividad que una búsqueda soviética de un segundodispositivo de interceptacirin der cabl: podría h¿rbe-.r quedado disimulada¡ror ci tráfico h¿rbitual.

También existí¿r la posibil idacl, aunque la mayoría de krs oficiales delnteligencia Naval pensaban que distaba dt'scr rezrl, que Haver estuvieracn kr cierto, que habÍa un espía. Si ése era ei caso, lcls soviétir:os podríancstar siguiendo cuidadosamcntc Ia pista del mismo Purche. Podrían saberinclusivc que el Pctrclte habÍ¿r invadido cl Barents a travós del Artico.

Pe.ro ¿qué sucedería si e| Pctrche era enviado por una ruta dif 'erente,una que pucliera confundir cualquicr csfucrzo de vigilancia? Se hizo correrla vcrz untrer la tripulacirin que el Prtrche zarparía antcs de 1o acostumbra-clo, cn abril cn lugar de a fines del vcrano, y qne sc dirigiría hacia el sur, enun¿r "lnisión de autonnmía", miis al sur del Ecuador, le' jos del Artico, Iejosdc la Llnión Soviética. Navegaría siguicndo Ia costa estadounidense delPacífico, más allá de América Ccntral, y descencler'í¿r ¿r lo largo der Américaclel Sur hasta cl cabo de Flc¡rnos.

Lr-r quc no se dii<-r fue quc al Parche rodearía finahnente el cabo ypondría nuevamente rumbo nortc¡ a través del Atiánticn en dirr:cción alB¿rrcnts. También tendría que efectuar un amplio rodeo de l¿rs islas Malvi-nas, donde Gran Brctaña y la Argentina se encontraban e-n guerra. Era laclcrrr¡ta más indirecta que alguicn l iubiera pr:nsado, excepto por un viajea tr¿rvés de la Antártida. La l inta era una diversií:rn magistral y también leperrrrit iría al Parche evitar eI hickl grueso que habría encontrado, dadocluc estaba zarpando nruy temprano en cl ano. El Porche tendría que nave-g¿1r más de 15.000 mill¿rs náuticas en cada sentido, un viaje rcdondo queharía que la rnisión durase cerca de cinco meses. Navegaria todo el t iempoen inmersión.

"Quieren verr cuánto tiempo podemos aguantar", kis hombres comen-zaron a clecirse unos a otros, mientras repetían sin saberlo su propia histo-ria de cobertura. "Vamos en busca de una marca."

Cuando eI Parche fue abastecido para unos posibles 150 días en elmar, se embarcaron lantas latas de comida que los hombres tuviercln que

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: l i ( ; I , ) l . i r rcgo clc ' l l r gr t l l in i r c ic 'ga

, ¡ ¡ l r r i l ' Lu) inocloro ( :on ulr¿r tabla para t ransfbrmar l t t to c le los bar los cn, l t 's¡r t ,nsa. Despuós qurr éste f i re l lcn¿rdo hasta er l techo, el pasadizo de o¡ le-lrt ' iones en la clrbicrta superior qr-rerdír atestaclo con vÍvcres suficientes como

¡r;rra hacer io totalmcntc, intransi t¿ible. Todos los que trataban de l legar alrr c¿imara de of ic ia les tení¿rn quc atraverstrr e l a lo. jamiento de¡ l comandan-tr ' . rccorr ienclo su baño haci¿r el dcl segunclo comanrl¿rntc, sortcarlrr pr^Lcrta r.lel calnarotc clt 'erstr. ir lt imo, p:rra tomar despr.rés pol cl prirner

¡rrrsaci izo l ibre.El crpitán do fragat.a Pct,cr J. (iraef e'jelcÍ¿r al comantlo en est¿r trave-

siu. Ciraef, pach'e 'de'seis niños, ctr idaba der su t r iptr lacir in, y c l los io sabían.l i i no cstaba en con'rAndo. probablemente. Gr¿rcf 'cst¿tba . j r rgando ¿r los nai-

lrL,s cn la cám¿rra der oficiales. haciendo e-' jercicio en Lln¿r biciclcta fi ja queh¿ibí¿r e¡sconcl ido cn el conrpi i r t imicnto dc máquinas, o sentado junto a unr, lr lcr sus sul¡of lcialcs. l,a ie'rlrrcluí¿r no lc irnportaba, t¡l Part:lte sí. (lacla minu-to qLrc estl l\.o ¿r borclo crr:yri encontrarsc cn l¿r cima de- su c¿rrrcra. l,o quel i¿rbr ' ía c lc vtnir dcspués, ur)¿r vez le c l i io ¿r uno cler sus hombres, "senci l la-nlcntc r-io impt-rrta, cs todo cucsta aba.jo".

Nf ieritras condllcí¿r ¿rl nrar ¿r su cl<ltacirir-r ¡rara su "Odisca 82", algunosclo los hornbrers cst¿rban gozando dc su cspcci¿r l cclebr i t l¿rc l . Otros s inrplc-n)onto gozaban. "Anirn¿r l" se cnc<lntrab¿r a bordo, l r¿lnaclo i rsí ¡ rorq¡q'¡ ; ¡ 'c le lc ' i t¿rb¿r t :n r 'o l ) )por su ¡rroJr ia nrarcra de t icrnpo transcurr idr i cntrc duchasv l lor( iue ¿r l tcrn¿rt ivatnentc cntretcní¿r y tor turaba a sus i rvt tc lant t ,s cot- t st tst()rnt :os c le "¡rcst i lcncia". L)c 's¡rut is cstab¿r "Bunr l rcr 'Olrr" , qur,hirbÍa aclqtr i r i -c lo su nornbrc] pr)r 'c luc lc gustaba c¿rrninar por el subnr¡ i r ino rcbotanclo cort-t ra l¿rs paredcs cl ic icndo: "Nl l í renme, soy un auto choc:rdot ' " . ' fanlbión habÍar-rr-r a.yudantc der naveg'acirin l l¿rmaclo "Big Bird". Pcsaba lrir is ric 140 kilo-gr¿unos,.y no podía p¿ls¿rr por ninguna dc l¿rs cscot i l las a borclo s i r . r quealguicr-r gritara: "Abierto, cc,r'raclo".

En lo concerrrientc ¿r la dot¿rción, la mc'jr-rr divt¡rsit i lr ¡rrovcnÍn clc unor lc los of ic i¿r lcs niás. j í lvenes, c, l tcnir :nte ' l i rnothy R. Fain. La gerntc k l veíacorno si sc¡ t rat¿rr¿r de ul l "h¿rr¿ipicnto" cor-no el los. Lucí¡r una barba pun-t iaguda en el mentr in y compart ía su c lesclé:n por l i r c i rcurrs¡ lección de losollcialcs. AptLntarnn contr'¿r la buern¿r natur¿rlcz¿r r. lc F¿rin p¿rr¿r sr¡s tral,csu-lns nrás ¿rtrevidas. La f i ¡vol ' i t¿r c lc los hombres cr¿r " tcñirkr c le r . r ' l 'de EB"

atra¡rar ¿i F¡t in.y nromif icar lo ct-rr-r la c inta aclhesir '¿r color vcrde pre' ier ic la

¡ror la corlrpanía Elc'ctric [3oat ¡r<-rrc¡ue pndízr resistir l ir ¡ lrcsit in de las prr-r-fundic lar le¡s- . Había s ido des¿rrrol lada para sel la l pequc'r1as f isuras en klsrrqtripos, pero a borclo cktl Pctrche se la cmpleaba fhnclarncntalme'nte paraiinr¿lr'r¿lr y amo.rdazar ¿r Fain. En esta travesía, se Io ¿rbanckrn¿rría encinta-rlo clc vcrde e¡n la mesa cle l¿r c¡irn¿rr¿r de clf iciales par¿l qtrc Clracf lo viera, yserÍa envuclto de n-ranera sirnil¿rr y abandonado c.n ei t irnel qr-re conducía alt:on-rpir.rt imicnto del reactor conl() una solpresa para el ief'e dc máqttinas.

El scgundo comancl¿rntc, Timothy W. Ol ivcr, tení i r menos pacienciapor las traversuras de la dotación, especiahnernte d¡'-rprrés que de alÉllna

l , i ts . jovrts r l t , l¿r r ;ot 'or t i t 277

fbrnra Ia puorta de su c¿rmarote terrminara debajo cle l¿rs máquinas, luegoen la "bodega de vinos", un espacio próxirno a la sentin¿r, y más adelante enotros lugares del buqur: apropiados para escondcrla. "¡Esta noche no haycinel", gritaría Oliver, imitando, a todas luces sin advertir lo, la interpreta-cidrn por James Cagney de un comandante f 'anfarrrjn clc r-rn buque logísticoan Mr. Roberts.

El Purche pudo haber s ido enviado a una misión más osada que cual-quiera de las relatadas rln par de años dcspués en The Hu.rtt for Red Octo-ócr, pero era tripulado por una dotación que sacaba sus idcas de M'*A'!S':H.

Sol¿rmente hubo u¡r nlonrL'nto clonde todos a bclrdo estuvierrin seguroscle su pclsiciírn, I ' f ire cuand<l cruzAron el Ecuadclr. En ttna ccretnonia quchabía sido repertida cn rrruchos submarinos, krs nerif itos f 'ucron iniciadcls, yhumillados, mientr¿rs lc rcnclí¿rn ¡rlcitesía al "rey Nerptr-rno". Fucron obliga-dos a tragar un brcba.le bil ir-¡so dcl vicntre del Rerv. rnuy l itcralmcnte clelest(imago cle sus ayudantes más experiment¿rdos.

Ncr hubo cclebraciones de csa índolc cuando el Porclte entró finalmen-te ¿rl Barents. Est¿r vt:z, sus buzos sc ckrdic¿rron a instalar un nuevo tipodc dispositivo dc interceptacirin. Las abraz¿rcleras habían dcsapirrc-.ciclo. Em-pcro, cst{: i l ispositivo cst¿rba distlñado p¿rra desprendcrsc y pornraneccr encl fbnd<l c lc i m¿rr s i los soviét icos intcntaban izar c l cable por cualquierntot lvo.

Tambió-n se l - rabían crarntr i¿rdo otrc ls proccrdimicntos t lesde t :1uc los so-i , iót icos c l t :scubr ieron l i r i ¡ rberce'ptución clc l c¿rblc en tr l Ol<.hotsl<. Dospuósr¡uc los buzos clc l Pan l tc insta[¿rron el d is¡rosi t ivo y krs nge ntcs c lc intel i -gcncia escuch¿lron las cornunicaci t ¡ncs drrrante c¿tsi una scnlal la. e l sub-rn¿rrino ser alcjó t,n busc¿r clc uguas comparzrtiv¿rr-rter-ttc más seguras antesdc rcgrcsar un¿l sonl¿ln¿r más tarde para rnonitore ¿rr ttuevamente el cabler.Graef pudo haberrler cl¿rr.lo ticrlpo a los grabadorcs para ¿rcumular d¿rtos¿rdic ionales para ul la ver i f icacir in en el corto plazo. La al ternat iva ntás pro-b¿-ible cs qr-rc hubierl i rt. 'gresado para agregar un segundo grabadclr o parainst¿rl¿rr r-rn scgunckl dispositivr¡ dc interrcerptación cn un nllevo sit io. Es<-rcs 1o c.1ue se h¿rbí¿r l.rc,chri cn eri Ohhotsk. Adcmás, sc habr'ía ncccsitado l¿icapacidad ¿lc l ic i t . rnal c lc grabl ic i r in. Se había programado que de-spués decst¿i misir-rn cl I 'ortltc cntr' irr ' í¿r lr reparaciclnes generales y no volverría alLl lu ' t ' r r ts t l u l 'a l l t r , r los ; r i io: .

EI ParcJt t ' r 'cgresó f inalnrcnte a su patr ia t ras 1>eruranecer cr1 el marci t r r¿rntc 137 cl Í i rs. Por su "operacir in de autonomÍa" obtuvo otra PUC, rnan-teniendo su registro c le una Mencir in Presidenci¿r l para la Unidad porcada travesía al Barents. Esta PLIC, su cuarta en cu¿ltro años, fue firmadapor Rcagan, que también Ie envió a Graef una caia de cigarros. El ccrtif ica-clo t-,n-ipleaba el lcngua.f e normal acerca de "extraordinarir¡ heroísmo", perolucgo cont inuaba dic iendo que el Parche había "establecido nuevos están-dares de autonomía y excelerlcia en oper¿rcioners subntarinas". El Prcsiden-tc h¿rbía inmortalizario la histolia de ccibertura concebida nor la Armada.

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: l i ¡ i l , ) l . j r rcgo r lc l r r g i r l l inrr c i t 'g i r

l l¿rbiéndose programado las reparaciones generales del Parche du-r.:rntc, todo 1983, n<-r había otro submarino al que se le pudiera confiar, ' l rriarrteni¡niento de la interceptación del cable en el Barents. El Seawolf¡( ' encontraba en el arsenal, recuperándose de las averías de Ia tormenta,l)( 'ro sus días de interceptaciones de cables soviéticos sin duda habíanternrinado. Inteligencia Naval nunca imaginó al Seatuolf retumbando yrcsonando alredcdor del Barents, y el descubrimiento de la interceptaciónrlcl cable en el Okhotsk por los soviéticos había puesto fin a cualquier mi-sión de interceptación en ese mar. Cuando el Seatuolf salió finalmente delirsti l lero, habría de ser uti l izado principalmente para buscar fragmentosclc misi les de prueba y otros equipos soviét icos en aguas abiertas encl océano.rl También estaba todavía delineando los planes para convertirrrl LISS Richard B. Russell (55¡/-687) en su cuartr-r y últ imo submarino del) royectos especialers

l)e modo que Inteligencia Naval estuvo sin su mejor fuente de infbr-nracirin durante el que habría de convertirse en uno de los años de mayorter.tsiírn de' la gucrra f 'rÍa después der la distcnsirin. La Armada estaba tra-t¿rndo cle- aprender ¿t rastrcar a kls soviéticos bajo el hielo siguiéndolo has-ta ¿il l í desde sus ltuc.rtcls, pero a medida que los cstadounidenses enviabannl¿is y nrás submarinos de ataque, aurnentíi el núrnerc¡ de escaramuzas conIos soviéticos en el Artico. No sólo eso, serguir a éstos baio el hielo estabaresultanclo difíci l. La Armada tenía más éxito en las regior-res polaresprof uncins c londe lns aguas tenían propicdades acírst icas rnuy ¡ tarecidas alrqucl las cn las aguas abiert¿rs del océano. Ese no era el c¿rso en ias rcgio-nes cle hielo marginal .

Sin embargo, la Armada no tenía otra alternativa que seguir inten-tándolo. Había tanta actividad soviética que el almirante Janres Watkins,que había sucedido a l{ayward como CNO, finalmente le diio al públiconorte¡amcrricano que el úrlt into frcnte de la gucrra fría se había de'spiazadontu.y hacia el norte. Y di.io: "Si hay fuerzas cn aquella área, rnejor que sepa-mos crjmo combatirlas". Luego agregó: "El hiekl es un luÉlar hermoso parllsconderse".

' ' Prtla entonces, la Arrn¿rda habi¿r nodiflcat.lo talnbién sus dos minisubma-lirros rrrás rluevos, cl Titrt le y el S¿a Clíff, para surnelgirse r unrr pr.ofundidadtnuclio rnayor que sus 2.000 metros origini.rles, y entre otras cosas habrían de cola-lrrrrar etr l ir rer:uperación de partes de misiles de prueba descubiertos por el Seawolfv que radares de la Fuerza Aérea o la Armada habían rastreado hasta que le pro-¡rirrab:rrr ¿rl océano sus ' 'besos mortales." EI I 'urtle h¿rbía sido reaco¡rdicionado enl!)79 ¡rzrra descender ¿r 11.000 metros. El Seo Clifffw cqr-ripado con una esfera deiit¿tuit¡ :r principios de la dócada de 1980, que le permitió alcar.rzar 6.000 metros,i rorrv i l t iéndosl 'eulapr inreranavedelaArm¿rdadespués de1 Tr ieste enir tanpro-lr¡ndo como (lraven h¿rbía vislumbrado cuanclo soñalta con una flota de Vehículostle Busqueda de Inmersión Profrinda en la década de 1960. No obstante, a cliferen-ci¿r de los DSSV que había concebido Craven, ambos sumergibles tenian que sertr:tnsportados a bordo cle unidades de supcrficie hasta el sit io de la inmersión.

Las. joyas dc la cororr¿t 279

Ahora era más crít ico que nunca para Inteligencia Naval difundiren toda la fuerza de submarinos lo que estaba aprendiendo sobre las tác-ticas y la estrategia soviéticas. l,os comandantes y agentes de inteligenciaa bordo de los submarinos de vigilancia comunes estaban confeccionandoinfornres de patrulla más voluminosos que nunca, e inclusive mucha de lainfornlación proveniente cle las interceptaciones a los cables, alguna vezguarclada ceiosamente, estaba siendo distribuida entre los oficiales sub-marinistas, aunque primero se la depuraba para disimular el origen. Inte-l igencia Naval estaba tan desesperada por adelantarse a las maquinacio-nes de los soviéticos que estaba inclusive dispuesta a confiar en unaconjetura poco f 'undamentada. Se reunió un grupo de submarinistas yanalistas y se les dijo que escribieran quó era lo que pensaban que habríaen un manual de operaciones soviético. Cn¿rndcl se finalizó con eso, fueronenviados a visitar y actualizar ¿r comandantes de submarinos de ataque deIo que podrían tener que enfrentar en el mar.

Para entonces, estaba claro que ningún otro iba a defender la ide¿rde Rickover sobrer una clase especial de submarinos par¿i el Artico. Encambio, la Armada había deciclido tratar dc proveerle capacidades paraoperar baio el hielo a cerca de dos docenas de submarinos clase Los Ange-les, pendientes de constrlrcción. Concebidos como escoltas de portaavionesen aguas clceánicas, la clase LA original carecía de algunos de los sofistica-dos equipos de vigilancia electrrinica y sonar apto para operar en el hieloque habían sido instalados en el Parclrc y otros buques de la clase Stur-gcon. Esr-r había dejado a los subnrarinos más nuevos de la nación inca-paces de cumplir con las que se habían convertido en las operaciones deespionaje más crít icas con 1a misma facil idad con que lo hacían los buquesque estaban reemplazandcl.

Se le había pcdido a Lyon qr"re ayudase a investigar k¡s cambios que senecesitaban introducir para pcrrnit ir que los buques clase LA se desempe-ñaran mejor bajo el hielo, pcro sLr financiamiento no pareció l legar nunca.Mientras las operaciones bajo el hielo se concentraban cada vez más enintentcls por desarrol lar torpedos y sonares que pudieran dist inguirrnejor entre crestas de hielo y submarinos misilísticos en las regiones pola-res profirndas, Lyon se¡¡uía sostc¡niendo qtre los comandantes de la flotacstaban ignorando el probiema mÍis grande -que ningún submarinoest¿rclounidense contaba con la capacidad de cazar o maniobrar lo suficien-temente bien como para combatir en proximidades del hielo rnarginal, dondeél estaba seguro que muy probablemente se esconderían los soviéticos-.Parecía que nadie de altajerarquía quería escucharlo.

Justo al t iempo que la amenaza soviética aumentaba, las relacionesentre las supcrpotencias se desintegraban. Yuri V. Andropov, un antigu<rdirector de la KGB que había sucedido a Leonid Brezhnev como líder so-viético en 1982, estaba insistiendo con visiones apocalípticas de un primerataque estadounidense que inclusive muchos expertos de la KGB veíancr¡lno alarmistas.

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.1, ! i1 l l ' )1.¡ t r t 'g, i r l t ' l r r grr l l i r r¿r cr( 'g i r

I lntonces Reagan comenzó a exacerbar los temnres soviét icos. El 8 denr iu 'zo de 1983, sermoneó a l< ls ministros protestantes en Ia convención delrr r\sociación lrlacional de Evangelistas, sostenida ese año en Orlando, Flo-l it l¿1. Preserntó un proli io l istado de maldades nacionales e internacionales:rrlrortri, maternidad infanti l, clínicas que practicaban el control de la nata-lit lad con adrilescentes. Despuets de una súplica apasionada a los maestrost lc cscucla, d i r ig ió su atención a la Unión Soviét ica.

"Sí, orernos por la salvación de todos aquellos que viven bajo aquella

'rsculid¿lcl totalitaria, recemos para qLle ellos descub¡^an la alegría de concl-cr , r a Dios - invocír Reagan-. Pero hasta que lo hagan, tenganos encucnta que mientras el ios precl ican la supremacía del Estado, declaran surrrnnipotencia sobre el indiv iduo y predicen su dominación f inal de todaslrrs pi:rsonas sobre la Tierr¿r, ellos son el centro de la maldad en el mundontoclcrno."

N{omentos después, concluía dic iendo: "Pues, c)n s l rs discusioncssobrer prclpuest¿rs de congelamiento de los arsenales nucleares, Ios exhclrtclrr cr-riclarse de la tcntación del orgullo, de l¿r tcntaci<in de declararse alegre-lnr-nte¡ a sí mismos por encima de tc ldos los demás y señalar a ambos ban-r l , r -s corno igualn.rernte equivocados, dc ignorar los hechr¡s c le la histor ia ylos i rupulsos ¿igresivos dc un impt ' r io di¿rból ico, dc s implcnrcnte ' l lanrar al l r crrrrer: l arrnamont ist¿r una incotrrprensión gigante y ¡ tor e l lo alejarseLrstc 'c l r ,s rnis lnos dcl conf l ic tn entre lo correcto y lo incorrecto y er l b ien ycl ural" .

I i lragan liabía igualad<l antes a l¿r lucha contr'¿r el comunisnro con laIrrc:h¡r erntrer el b ien y ol nr : r l . Pcro la f rasc " impcr io diaból ico" se convir t i í )( 'n una dc aquel las que sc s igue n rcpi t icndo una y otra vez. Def in i t ivamen-1-c captr-rrri la atcrnción de los soviéticos. Su preocupación porquc Reagan¡rr-rc l icra considerar un pr imer ataquc sc v io reforzi¡c la el 23 de m¿lrzo cuan-t lo, mcnos de dos seman¿is despuós de su discurso dcl " impcr io diaból ico",L,l Pre¡sidente aparcciri cn televisión para presentarle al mundo la "Cluerrrar ic l ¡ rs G¿rlaxias" - la in ic iat iv¿r de dcf 'cns:r estrat .égic¿r (SDI).

Al pr incipio, los soviét icos " ' icron

cstc plan dc poner ert orbi t¿r láseresi icst inado-q ¿r i racer estal lar cn el a i re los misi les soviót icos como i r rpract i -, rrblc. Pero l¿r rurtírrica clc'Reagaur, cn la folma en que era interrpret,ada porl¿r KGB, convenció ¿rún rni is a t i lgunrrs funcionar ios sr lv iót icos c le c lue ell 'rersi<.lente era capaz dc ordernar un prinlera ataque.

Los sovióticos tarnpoco permanecieron en calma cuilndo, pocri despuésr lc krs discursos del imper io diaból ico y la Guerra de las Galaxias, la Flota, le l Prrcí f lco estadounidense comenzó sus maniobras m: is importantesr lesder la Segunda Guerrra Mundial . Aviones navales de los portaaviones.1[it lrcoy y Enterprise sobrevolaron instalaciones militares sovióticas en lasisl¿rs Kurilers quc marcan la entrada al mar de Okhotsk. La demc¡straciónrlt¡ f irelza fuer otro paso en los esfüerzos de Lehman por ciiptar la aten-, i r , l r de los soviet i t ' t - rs.

Lrrs. jo l i rs t l t ' l ¡ r t ' r ¡ r 'orr l r 28I

I )espués cle aquel l<-r , las cruciales col l \ ,ersacioncs sobre control de¿rrm aln entos se interrl l m ¡rieron mientras los sor,' i éticcrs prr-rtestaban contraun plan estadounidense de desplegar misiles crucero de vuelo a baia altu-ra y misiles balísticos de alcance medio Pershing II en Alemania Occiden-t¿rl e Italia. Entonces, el 31de agosto, k¡s soviéticos derribaron un avirin dc:pasajeros de Korean Airl ines, el KAL 007, que se había desviado aproxi-mánd<lse a bases militares soviéticas ccrc¿r del mar de Okhotsk. Perecióla totalidad dc las 269 pc'rsonas a bordo.

Reagan acusó a los soviéticos de homicidio prentcditado, cle habcr de-l 'r ib¿rclo conscientementc'la aeronave civil. Ell lugar de admitir que habíancol'netickl un crr'or fatal, los soviéticos afirmaron que el avión de pasajeroscra url avit in cie recclnocimiento de la CIA. De'sprrés clcl incidcntcr del I{-AL,los cstudiantes soviéticos en Ias universidades est¿rdounidenses fireron con-vocados dc rcgrcsrt a. su ¡ratria ccln el argumento cler que los sentimientos¿rnt isoviót icos los colocabun en una si tu¿rción dc pcl igro f ís ico. Cuanclo LcchWalcs¿r obtuvo el ltrenrio Nobel de la Paz cl 6 de cictubrc, la KGB se convorlc i<i dc que ia dist inci<jn era parte de un complot s ionista-occidental parndcscstabi l izar Europa r t r icntal .

Las tensiones aunrentaron ¿1írn nrás el 26 c le octubre, cuando Reaganorclc¡trri l¿r invasión dc (lrc.nada. Los Estaclr¡s lJnidos invoc¿rroll qtre estabar-rrcsc¿rtaudo cstudi¿iutos dc mcdic in¿r nortcanrer ic i lnos. Pcrro en cl proccsoI¿r inv¿rsií ln clerrocír irI n¿rciente gobierrno conrunist¿r.

Nl ientras snce¡cl í i i todo csto. Ia KGB cst¿rba buscanr lo act ivamc'ntrrseri¿rles qut, inclicar¿ur que la OTAN y ios Estaclos l.rnidos cstab¿rn consiclc'-r¿inclo un pr i t t re r at i iquc. La bt isquecl¿I , quc ahr l r i t tcr . ¡ ía ni¿ix i rna pr i r t r id l ic l .h¿rbÍ¿r s ido in ic iada por Ant l ropov cuando éste ' cst¿rb¿r tocl¿rvía cnc¿rbez¡rndr.rla KGll. HabÍa recibido el nonrbre c<idigo der "Opcr:rcit in IIYAN" cn alusirinir ltr erxpresii in sclviétie a par¿r ataqLle con misiles nucle¿rrcs, Rcthet¡tr¡ Yader't to. t ,e NopaLlerr le. Segt in Oleg ( iordievsky, un of lc i¿r l c ler a l t¿r. jerarquí i r dern-tro cic la KGts quc más t¿rrde clcsertrj h¿rci¿r Inglaturra, l¿r KGB, dr,rr¿rntetoclo 1983, e¡stuvo presionanclr) Ír los ¿rgentes soviéticos c,.n todo el mul-rdnpara alimout:rr a IiYAN. par¿r quo transrnitiescn infi lrmacirjn alarmistainclusivc s i e i los n) is l .nos cran r :scépt icos respct: to r le aquél la.

Inr lcdiatar l rentc dcspuós dcl c lerr ibo del IL\L. l¿ i KGB prcsionr i conluli l-vor intcnsidacl aún ¿r los agcnters der RYAN. P¿lr¿r ese entonces, Anclro-¡rov había caíc lo gravemente enf 'errno, v ler h¿rbÍ¿rn ext i r ¡ - raclo uno cle 's l rsl ' i r lonc¡s. No h¿r l i ia s i r lo r , is to en públ icro desde nrecl i ¡ idos c lc ago-sto. Per<rt t ic iavía estab¿r ¿i c¿u'g.o, y aún crcía que e¡ l rnundo pocl ía cstar dir ig iéndosch¿rci¿i un Armzrgerdon ntrclear'. I

I I ir i nredio de torlas e-qL¿rs t.eusiones. los soviélicos cn'"' i¿rn¡n tur submlil incr\"ic'tor III n lgr-ras ern l)grirt lugiir cntlc' l¿rs (ltrrolinas v l lerrnucla. i,os lrurt.*lrurul i-c¿uro,{ resl)ol td i t ¡ rot l . envianclo una l iagata, l¿r USS i \ | r ( ' lo1' ,1 ' un s l r l . ¡ rn¿rr ino, e li lSS 1'l¡ l1a¿1c1plrir t^S,S,\t ' l j l l(/), Ir¿r¡a seguir'¿rl Victor', Antts que atrgurcn ¡ruclicra

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' - l t i : l ' ) l j t r r , i io i l t ' l i r grr l l r r r i r ( ' l ( ,g i l

( lon la Operaci<in RYAN desarrollándose en forma alocada y casi de-sr,nf ren¿rda, Gordievsky dice que había un peligro real de que se cometieraur) orror catastrófico. Dice que aquello nunca fue más cierto que duranteIos cjercicios de noviembre de la OTAN, cuyo nombre código fue "AbleArcher". Del 2 al 11 de noviembre, las fuerzas de la OTAN estuvieron

¡rracticando procedimientos de lanzamiento de armas nucleares tácticas,ctrm¡rl ienclo todas las etapas de la alerta desde la preparación hasta larr ler ta general . Debido a que bajo c i rcunstancias s imi lares los propios

¡rlanes de contingencia cle los soviéticos requerían ocultar preparativosleales, los alarmistas clentro der la KGB llegerron a crcer que las f 'uerzas clela OTAN habían siclo colocadas en estado de alerta real.

Los equipos de RYAI.{ recibieron órdenes de buscar señales de que laOTAN estuviera por iniciar una cuonta regresiva hacia la guerra nuclear:negociaciones de crisis cle últ irno minuto entre Gran Bretaña y los EstadosLjnidcls; esfüerzcls de la industria alimentaria pr-rr aumcntar las reservas,t¿rles como una matanz¿r masiva de ganadr-r; o la evacuación de líderes pr-rlí-t icos, f inancieros y militares y sus familias. Las alertas soviéticas dismi-nuyeron después del 11 de noviembre, cuando Able Archer l legó a su fin.

Pero no hubo casi disrninución de la paranoia. Ese'diciembre, el ma-nscal Nikolai V. Ogarkov, jefe de estado mayor de las fuerzas armadassoviétictrs, realizó una asornt¡r'osa declaración pública. Diio que los soviéti-crrrs creían que los Estados Unidos "todavía desearían lanzar un primeriitaque nuclerar devastaclor".

El secretario cle Estado de Reagan, George P. Shultz, recibit i la decla-raciírn de Ogarkov con absoluta incredulidad. Shultz estaba seguro quecsto tendría que ser tan sólo charlatanería. Pero en enero de 1984, lossoviéticr,ls cumplieron con una amenaza durante la disputa acerca de losmisiles Pershing II. Haciendo su propia demostración de fuerza, enviaronalgunr-rs submarinr¡s misilísticos clase Delta nuevamente hacia el Atlánti-c() para realizar cruceros frente a la costa estadounidense junto con losclase Yankee que todavía seguían patruilando rutinariamente allí. El obje-

clarse cnenta, los buques quedaron empeñados en un remolque de guerra, ¿o eralrcilso Lrn partido de fbotball ' / Sucedió el 31 de octubre de 1983, y el premio era1;artc- dc ln niejor tccnologíu son¿tr que tenían los norteamericanos. El Victor setuproximó dem¿rsiado a l:.r fragata y enganchó accident¿rlrnente el arreglo son¿rrlemolcado del buque, ¿rrrancándoselo a los norteameric¿rnos. Poco tiempo después,el Victor se encontraba en superficie y avanzando penosamente con la presa enros-cada en su hélice. HabÍa quedado inmovil izado por su propio golpe de inteligencia.Eso fue lo que publicaron los periódicos estadounidenses. Pero lo que sucedió des-pués nunca fue publicado. La dotación del Philadelphia maniobró su buque enproximidades del Victor, acercándose por debajo y a una distancia muy reducidapara llevar a cabo una verificación del subrnarino. Lo siguiente que supieron esque el arreglo se enredó al¡ededor del Phíladelphia. Los norteamericanos lo ha-bían vuelto a enganchar inadvertidamente.

l , l rs.¡o.1, l rs r l t ' l i r t ' r l rorur 28iJ

tivo cr¿r dcnrostr'¿rr qut' los Delta podían alcanzar blancos en todns los Es-taclos Llnidos con la nrisrna facil idad colr que los Pershing en Alemaniapodían alcanzar objetivos en 1a Unión Soviética. Ir 'ónicamente, la manio-bra soviética colocó en realidacl a los submarinos clase Delta justr¡ doncle laArmada estadounidense los podía seguir con más facil idad. Perci de todosmodos la amenaza implícita era clara. Ambos bandos estaban escalandomás allá del acostumbrado juego del gato y el ratón, respondiéndose uno aiotro con nayor agresividacl que nunca.

La administración Reagan comprendiír entonccs que tenía que tratarcler c¿rlmar la situación. La retórica incendiaria en Washington se detuvoabruptamcntc. Shui tz comenzó a hablar en pr ivado con dipkrmát icos .so-viéticos para tratar de disipar la tensión y renovar un dieilogo sobre cclntrolde armas. Reragan adoptó cn público este nuevo esti lo durante trn discursoel 16 de enero, cuando dijo: "Estarnos decididos a resolvcr pacífic¿lmentent¡cstras diferencias, mediante negociacinnes". TambiéIl menciono nucva-mentt¡ la visión que había evoc¿rdo cuando formulri su propucst¿r de l¿r Gue-rra cle las G¿rlaxias. "Corno he dicho antes, mi sueño es l legar a verr erl dí:ton qLle las arrnas nucle ares sean desterradas de la faz de la t ierra."

l)c'spuós de un tienipo, los soviéticos cclmenzarcln ta¡lbicin A su¿ivlzar-sc. Andropov f allcciír ese febrero, y su sucesor, Konstantitr Cl-¡crnenko, clc' it ic'ntrcver que pr,rdría cstar dispuesto a hablar sobre reducci<in de ¿lrntamen-tos. Sin embargo, agregci un¿r condiciírn que Reagan no t 'stab¿r clispucstolr l rccptar. Chernenko qucl in qtr t ' Reragan ab¿urdonase' la Clut ' r ra do l¿rs( ia l¿rxias. Los soviet icos te¡ l í¿rn quc la tecnoiogía pucl icra per lnr i t i r a l<.rsEst¿rdos Unidos l¿rnzar Lln l lr imer ataquc sin tt ' tnclr tr una reitresalia.

'It¡do cster t iempo, la comunidad de inteligencia estaba csfirrz¿ittdosc

¡ror rnanternerse a la altura de los acontecimierrltos. L¿r CIA inició ttn estu-dio para tratar der irnaginarse por quí: los sovióticos parecian l iaberse pucstotan irnpacientes, y cuanclo los s¿rtélitcs cstadouniclcl. lses obtuvieron lasprimcrras inrágenes de cnsayos de misilcs soviéticos en ei Artico, Inteligetn-ci¿r Naval y la NSA comonzaron n planificar ansiosamLrntc ci regleso dclPorr:l¿e al Barents.

El Part:lrc zarpí.r hacia cl Barcnts poco clespués de rtnli t lucva contien-da diplon,át ica, en la cual los sovi í r t icos boicote¿rrol l los Jut 'gos OlÍmpicosde Los Angeles, respondie¡rdo al boicot estadouniclense ¿r los inegos en Moscúcu¿rtr-r-r años antes. Cluanclo c'l buque regrcsó, era claro que había tr¿rÍdon su patr ia inclusive' ntucho rnás que la intel igencia más opt imista quchabían esperado ios firncion¿rrios. Los equipos de int<rrceptación h¿ibíanestaclo grabando toclo el t iern¡ro durante la alert¿t c l isparada ¡rc i 'Able Ar-cheryhabían obteniclo Lrn¿r i ittagen detallada cle l¿r t:str¿itegi¿r nticl(r¿ir clc in¡\rrnada soviética. Estc fue como tener un orclo contr'¿t l¿r estritt ' tLrr¿.i {le co-rnarido y control cle la Arrnada soviótica para la gurrrri i nrtcic¿rr cuítndoaquerlla coi'¡c¿ilta al¡¡unol; ck¡ sus suburarino-q misiiísticus cn eit: ' ,,aclo csti ldocle ale:rt¿i, alistánclosc l)at ¿l 1a guerra. Algunos ex funciorrarios ric' intcli¡;cn-

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?. ' ¡2 l ' l l . i t r t 'go c l t r l t r gal l i r l i r c i t 'g l i

lJn suLlm¿rr ino que se estuvic:ra ocul tanclo intnóvi1 serí¿r casi s i lencio-

¡o, ¡ l ientras que cualquier submarino de'ataque buscándol t l se cr lnvort i r ía

, , r l ¡ l b lanco más fhci l y ruidoso en los ¿¡ l rcclcclorcs. I )urante¡ ¿rños los c i t :u-

t r f icos c 'stadcl t in iden,qcs habían trat¿rdo dc desarrol lar , solamente con éxi t t l

l irnitadg, sonares que pudicran corrlpensar 1¿r situ¿rcit in €tn e-qas rcgirtt les de

lriclrl rnargin¿rl clonde los estr¿rtos clc tempcrittur¿i y saliniciacl, el estrépitcl

rlc las tormentas casi constantes, del hielo tritnr¿rnclcl ¿¡l hiclo y de los la-

clrir los cle las fbcas y las morsas sc cclmbinaban para hacer c¿rsi imposiblc e-l

sesuinl iento dc otros st tbtr lar int ts.Sin clucla la alarma corrií l por la Armada, haci¿i e¡l Pe nti igono, y hasta

cl Salrin Ov¿rl cr-Lando krs subm¿rrinos misilísticos s<tvií:t icos conrenz¿tron a

clcsliz¿rrsc por cl Articc¡. Estab¿r cn jucgo nacla rnellos quc la vcntaitr nr-t-

c ler¿rr dcf in i t iv¿r. Y ahclra el gobicrno de los Estados Unidr ls nect 's i t¿tb¿l s¿t-

bcr. LEra csto simplerncnte Llrl¿l nuova m¿rniobra clr:f 'cnsiv¿r, t l l l¿r (l ivcrsion

e.¡ cl . jrrc'go clc la clisr-r¿rsión? ¿,O cstaban los soviítt icos ptlsicionántlosc 1la.r' i tr-rn pssibftr prirner ati ique? ¿,Eran los lít lercs soviéticos tttn cua.irlnaclos y

cl i¿rb<i l icgs cotno estaban pnrclunrando el pr( ts idente I tor t¿i lc l Rtragatr y sus

scguic[9rcs? ¿,O los srtvióticos cstaban t¿in sírlo tet.neroscls dc qr-rrl Iteilgan

1'ucsc tau hosti l ctln-r<t su retrir ic¿r?Sur¡¿rtl¡ ¿r crstos temorcs cst¿rb¿r cl hccho de qnc la LJnitin Srlviótica

cstab¿r cgnstru.ycndo un¿r gcncracir in nLlev¿i -v pr ldcrosa dc subnrar i l t t ts nt i -

s i l ís t ic t ls: l6s Ty¡tht . ron. El ¡ r r inrcnr sc crncontraba ya en prt tcbas de rr . rar , y

Ios s¿rtr': l i tes h¿rbí¿rn divis¿.rdo ¿rl urctnos otros trcs m¿is dc cstos sutbtriarinos

t :n construccir in ctr e l Ast i l le ro 402 cn Servcrodvinsk. Ust<ls cr i l l1 ulol rstr t los

¡uclc i r rcs, rcchonchos y prot t rbcr iur tcs, y ¡ , ror lc jos l¿rs navc¡s subrn¿ir in¿ts

¡r¿s g¡¿nclers.j irnri is constrrricl¿ts ¡r<lr nttcit in algur-ra -Lll1A vcz .y nielcli lr cl

t¿r¡r¿rr i6 {c l6s subrnar i t ros misi l íst icos Tr ic lent , t luc krs Est¿ldos L. f r l i r los

[¿rbían pucsto en scrvic io ¿r f i r . r r :s c lc 1981-. Autrque l¿r cslora dc ar l rbas

cl¿rsc¡s alca¡z¿rb¿i casi l¿r krngi tucl c le dos c¿lnch¿Is dc fbotbal l , Ios 1y¡rhoon

tc 'nÍ¿ur c l doblc dc t t tatrga t luc los ' I r ic le ntl,¡s sgviótices cst¿ban constrr-ryendo tambión cu¿ttt ' t.r grande:s "túrtlt l-

Ics" subm¿rril-r<ls ern Lrn¿r nuev¿l base: clc sltbr-tt¿rrittos crt (]rcrnihh¿r c(l l 'c¿i clel

cxtrcnro clc la pcr"rínsul¿r dc I{ola, aprclxitnadarnerntc a 150 rnil l¿rs tle N{ur-

l¡¿r¡sk. Flor.adaclos lnedi¿rnter explosivos en l¿r coiin¿r aclyacctrte, los túrncles

rlo gr¿r-i it6 cr¿ln lo suficicnter.nnntc grande-'s para aco¡t-tt lcl¿rr u ios '\rpilt lon

.y p:r1ocían disen¿tdos para br inclar les protucci( in cont¡¿t l r ls l t taqucs

n Lrc I er¿ircs.Era r¡bvi¡ quc los T\rphoon disponcirían clc capacidad para oi)cr¿lr en

cl | iel<1. Est¿rban protegiclos por dos cascos resistcutes ck¡ntro clt l ¡-tt l tercer

c¿isce exterior y contaban en pro¿r con planos de inntcrsiírrL rtltrírcti les, cjc

portal-rélice protegiclo, y Llna vcla tle acero leftrrzaclo. ! lsctlntl iérldoser en tl l

Artico, seríi sr-rf lcientemcnto fácil para los l}phor,rrr atr¿lvcsar t: l hierlo clc

unos pocos metros c le 'cspcsor con SLI Casco gigal l tesco pirra un atrrr¡ut 'e los

Estacigs Unidos. Un Typhoon podía t ransportar vcinte ni is i les nuclcales

SS-N-20, cada ul lo de 15 metrc ls dc la¡gt l , y cal laz c lc prr lyectar diez cal le-

Lrrs. jo.y l rs c l r , l¿r col 'o l t¿t 2 i i l

zi is rle colnb¿rte prclgrzrnac,las para alcanzar difbrentes objctiv<ts a distan-cias c le hasta 4.500 rni l las náut ic¿rs. Este era un buque construido para, .obrerviv i r . ideadcl para asegurar que, cn caso de una guerua nuclear,Ios principalcs centros militares y ciuclades estadclunidenses no pudicranh ¿rcer lo.

Los Est¿rclc ls Unidos nccesi t¿rban más que nunca adiv inar las inten-ciones sovi(rt icas, pe:netrar prof undarncnte en sus mentes. Y eso significa-ba que las opcraciones de interceptación de cablcs debían continuar', auncttanclo la ir-rtcrccpt¿icirin del cablc en el Okhotsk habí¿r siclo clescubierta. ElSearuoLf era derlasiado antiguo y estaba dcmasiado dcscompuesto paravolver a enviar lo a l¿r costa soviét ica. Las nr is ioncs futuras serían deiadasal PorcJu,.

N{ientr¿rs t¿rnto, sería tare¿r dcl resto de l¿r f irerza continuar apre}n-r l ie 'ndo dc l¿rs capacic ladcs tócnic¿rs c lc los f )er l ta y los Typhoon, t ratar dctra-qlacl¿rr ¿r l Art ico c l jucgo crucial de seguir los, v hacer algo quc lc habíasiclo csqui'n'o ¿r l¿r Arrn¿rrl:r r:staclounidcnsc clurantc cu¿rrcnt¿r ¿rños -des¿lrro-l lar t rna' , 'crdacl t - ' r¿r capacir l : rc l ¿ir l ic¿r- . Y pr l r c l lo los ¿r l l ¡ i r¿rntcs rccurr ieronIrttc'r '¿uncl-tt() {t un cicnt,Íf ico civil c¡uer durantc nruchcl t icnrpo l 'r¿rbía insistidocn cstudi¿rr cs¿is ¿rguas hcl¿rd¿rs cu¿tndo nruy pocos cn l¿r Arnr¿id¿r mostra-ban algo t le intc l í rs: W¿i ldo K. Lyon, c l d i r r ¡ctor del l ,abr l ratr l r io Sul lm¿rr inotlr ' l Al 't ico r¡uc la Arn'l¿rcla poscría c'n S¿ln Dicrgo.

L¿r Ar l l i¿r t l¿r h i ibía aprendido mucho antes quer la reducid¿r cstatur¿rfisic¿r clc Lyon ura cxtru¡nt¿rd¿u-nentc cngañosa. Er.r parter por su fi¡rrea vo-Iuntacl , cn parte por su h¿rbi l idad ¡rara gran. je¿rrsc el ¿lpoyo dcr ¿r l ntcnos un¿rlnrir '¿rnter :mtigr.ro o un CINO c:rda airo, clesde fincs dc la Scgunda (iuerraNIundi¿r l , c l ¡¿urclo sc convcnci t i qr-rc los sovi i ¡ t icos f i r " ra lmclr tc h¿rbrí¿rnclc aprcnclcr l¿r lcccir in dc los com¿rndantos nazis quc hi ibían I lc¡vad<l suslJ- IJoote l i¿rst¿r t r l bordc dcl casqucte dc hic los par:r atacar a los buqucsIogist icos al i¿rdos, L.yon h¡rbÍa mrintenidr i su l¿rborator io act ivt i y t raba. jan-clo ¡rnra clt 'scnterrr¿tr los s.e¡uletos dcl hielo ¿irt ico. I l¿rbía nt¿rntenido el labo-r ' ¡ r tor io cn f 'utrc ior .urrniento a pcs¿rr c lc un escept ic isrno tan f i ¡ r r ¡z quc l l rst- totas pcrson¿rlrs der l ( lNO cn 1fJ50 incluí¿rr-r la or¿rcir in: "Es f i rntasiosopcnsar €] l l Lrs¿lr c l océ¿rno Al ' t ico ' ' .

No obst¿rntc, Lyon h¿rbí¿r ganackr ¿rpoyn sullcicntc para inducir a lalirorza der subm¿rrinos ¿r enl' i¿tr al menos un subm¿rrino al Art.ico c¿rsi tocil lsIos anos de¡sde titrr: el lt iauttlus navcgar¿r dcbqo dcl polo Nortc a fincs de l¿rdccacla dc 1950. El rnisnlo Lyon había cubierto ese: tray'ecto rn¿is dc vetinte\ 'ccos. y t i l o alguno dc¡ su l¿rbor¿rtr i r io navergó en cada uno dc' t ,srrs v ia. jes,avud¿rndo a trazar las rutas de navegacirin ba.jo el hielo y a exlrerimc.ntarcor-i difercnters tipos de sonar.

Pcro recién alror¿r, a l¿r edaci der scscnta y sictc años, un puñado dcraltri ir¿intc--s quc rcpcntinamenter c,staba tcrriblcrnente interesado en ei Ar-tico lo s¿rcab¿r der un¿r clscuridacl relativa. Alguien sugirió enviar algunos dekrs buqr-res nr is i l ís t icos más viejo-s a csconde¡rse bi i jo el h ier lo, una fr l rm¿r

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l , \ I l ' ) l . i ut 'go r l t ' l i i grr l l i r r i r c i ( 'grr

l i r r r l i r r ¡ l ' l ( IL l ( ) esta intr¡rmaci í rn s i t lp iemente conf i rmó la idca que i tabíat 'st¿tc lo surgicr ldo de las interceptacinnes sobre cr imo pen-saban los sclv iót i -t ' , rs t t t i l izar sus subtn¿rr inos ni is i l Ís t icos. Pelo otros ex funcionar ios dc la( ' IA, ia NSAy iaArmada cl icen quc lo obtcnido por elParcl¿c durante estanr is i r in era tan cr í t ico para su comprensión de los so'u ' iét icos que pcldíaclr l i f icár-selo como " la b¿rnca clei casiuo" o " las jo.vas dc la corol la" .

Dicen que, basándose en los c l¿rtos intcrcoptados. la intel igencia esta-rlounidernse comprendi<i que algunas informaci<lnes obtenidas por los agen-tcs dc carne y hueso habían estado totalmente equivocadas. Las grabacio-nes de la interceptación registraron una crí tn ica del despl iegue de lo-s¡trincipalers buque,s y submarinos soviéticcls y ofreciercln una nucva image¡del r ¡stado dc preparación soviét ico. Tal como algr.rnos de los anal istas másióvcne¡s de l¿r Arrnada habían postulado años antes, cl ónfasis se ponclr.íaetl prot('ger los subntarinos misilísticos. Dur¿rntc kls ¡rrirncros días de un¿tcr is is, los sclv iót icos plancaban clc.splazar algunos de sus submarinos claseTvphoon v Del ta h¿rcia bast iones scguros. Esos birst iones serí¿rn protegidosprtr e I grucso de los sr tbmarinos de ataque y unic ladc:s dc supcrf ic ie soviét i -cos. L¿ts t rn idadcs cler ataque tambi(rn krs sergrr i r Ían ¿r t i ro c lc 'p istol t r cuandolos subtnar inos misi l íst icos sc t r¿rslad¿rr¿rn eu busca der la scgur idad de. ll-riclo ¿irt ico.

Esta era la estratcgia quc tanto había prt:ocr,rpado a[ Pcntágono. l,osso'u'iéticos habían conccbido un¿r fbrna de eludir las fuurz¿rs der la o'rANcs¡ l t ' t ' l ' t t lc lo ¡ lara atacar cn la cmbocadura de la arrgostur¿r C}IUKconto t ¡ rnr-bión ¿r cualquicr subrn¿rr ino dc la OTAN que trataser de segr-r i r a las unid¿r-r lcs srrv i t i t i t ' ls l l ; rc i r e I Bart ,nts. No obstantr , , a l Pctr<, l tc l le r r rba ¿ su basr, l¿rcottf irntacitin de otro he'cho crucial que borró los peores tcrnores dci Per-rtá-gono. La Llnión Soviótica ncl sc cstaba preparar.rdr) para un ¡rrimer ataquccic.sclc'cl t l l¿tr '. Colrto clice u¡r ex flncio¡la¡io cle inteligencia it l rurfc¡irse a lo.sr l¿rtos interccptadt is, tanto de é-st¿i como dc otras misiones: "Esto di fundir il¿r nocirjn der que, aunque la guerra preventiva era Lrna opcirin, las fuerzassovitit icas no estaban diseñaclas para entprender un primer ataquc".

Bst¿r er¿r la conclusirin: cl cqtri l ibricl der pocler estaba car¡rbi¿urclo. Los¿l \ ¡¿l l lces tecuol t ig icos soviót icos -el inclerncntr¡ c 'n c l a lcancc de los misi lcs,el rt:f i tcrzo de las vclas y cascos cle los subnr¿rriuos para soportar erl hic'kr-h¿ibí¿rn deiado a Ia LInión Soviótica a punto de loglar la pariclacl nuclc¿rrcrtn los Estados Unidos en Ia últ ima área irlportante cn Ia cual h¿rbí¿r c'st¿l-do siempre a la zaga. Ahora que lir unicin soviótica podía prc-rtegcr nrc'j,r-*us subm¿lrinos misilísticcls, tenía cn sus manos esA "reservA c'stratégica"clr, ' sur.na importtrncia, una füerza casi invulncrable para e.i segundo ata-t1tre. En opinión de los sovióticos, esto haría inclusive mt:nos probable quclos Bstaclos Unidos lanzasen alguna vez un pr imer ataque contra el los.

El presidente Reagan fue infirrmaclcl de csos descubrirnientos, perode'jó en gran meclida a la Armada y al secretario cic Def'ensa Weinbergcrqlue l id iasen con ias i rnpi icancias estratégic i rs.v tn i l j tarers. Lehman v Wat-

l , l rs. jovirs t l t : l l corr . r r t i ¡ 2t j l r

L i r rs l r i r l r i¿rn cst¿rclo sosteniendr) c l r l ranter var ios años que si se desencacle-nr i l r¿r Ia gLrerr¿r, la Amrada tenr l r ía que' i r hacia el uorte ¡ 'bajo el h ie. lov tlrLt¿rr dc crxtirpar los submaritros misilÍsticos so'u'ióticos, y entonces deci-rl ie ron convcrtir esto cn la estratcgia oficial der Ia Arrn¿ida. Su decisióncstaba ba-*ada en parte en num('rosos juegos de gucrra en los cuales se leshabía pedido a los f i rncionar ios cstadclunidcnsc's qut: actuascn corno supo-nían qucr lo h¿rr ' ían los com¿rncl¿urtc,s soviót icos. Y en esas circunstancias scf i r rnrnl¿rron su¡ losic iones; I : r n iás notablc fue quer cualqtr icr cr is is in.rpor-tanter tom¿rría mescs en evolucionar, dánclole a l¿rArmacla tiempo ntás rlucsuf ic icnte para inundnr el Barents con submarinos der ataque, detectar los

-qubmrrr inos nr is i l ís t icos soviét icos que zarpasen de puerto v "acumpañarr-Ios" -seguir los ¿r sus árcas r lc pat lu l la.

[ i rnbr iagacl<)s J)or sLls ( lx i tos s iguienclo subrnar inos en las aguas mírs

¡rrol i rndas <lc l Art ico, l i r mayor ' ía c lc los ¿rhniranters no quería escuchar lascontirru¿rs ¿iclvertencias clc Lvon dc tlrrc er¿l r-nucho mris fácil iugar a lanr¿rncl la que a las oscondid¿rs. Este cstaba se'grrro quo los soviét icos podÍnncl t :s¡r t ,garsrr l i ic i ln l t rnte c le un sr- 'gr . r i rn icnto dol idc los subnrar inos estaclo-tunic lcnse s no Jlodían c¡rcontr¿rr los, r 'n las zot ias c lc hic lo marginal y dc agu¿1s

¡roco ¡ t ro{ i rnd¿rs. Estos dí¿rs los alrnir¿rntes cst¿rb¿rn incl t rs ive menos intere-si¡r ' los en sus crí t icas ¿r las mocl i f ic i lc ioners ern er l d iscño dc 1<ls submirr inoscIasc LA. l )c hccho, c lcspués de cuare'nta años co]no expcrtc l c laver l t ' l r r Al l l i ¡ r r la ¡r i i r r i c l Art ico, Lyon ser cncontrab¿r i r - rcxpl icnblcmert t€) ba. iorirt lt,ncs dc rn¿rntcncrse afucr¿t dcl rediserio <le los buqr.res cl¿rse LA.

Los lÍdcrers clc la Armad¿r rcct.rnoccn quc la luerz¿r de submarinos ha-bri¿r sr,rf i ' ido fircrtcs pórcliclas si tr¿rtaba cle abrirse paso hacirr los bastionessovi t : t icos o t : l imin¿r ba.¡o c l h ie lo los subnr¿rr inos rnis i l ís t icos de aqtrel lan¡rc i r in. Pe'ro t¿in"rbiór.¡ c l iccn que no tcní¿in dlrc las que podrían habcr c lerro-taclo a rnuchcls dc krs subm¿tr inos soviét icos en tránsi to ¿t sr- ts áre¡as c lc pa-trul l¿r pnrtr la gucrra. I )ara probirr esa teoría, un c loming'o enviarol t preci-pi tadirmente más cle c los c locenas cle¡ strbnr¿rr inos dt¡ ataque desde pucrtoscn er lAt lánt ico haci¿r I¿r l - ln i r in Soviét ica. Todos los sensoros dc intc l igernciacstabart d i r ig ic los a r( ' Í { is t rar l i r l 'caccir in dt ' los soviét icr¡s. v ningul to det ' l los rccogió scr i l i l a lgun:r c lc qr-ro sc hubiesc c letc 'ctacl<l e l rcvuelo. Aclernásdc' erso, lo-" l íc lcrers <[r ' la Arniacl¿r contaban cor- i e l hercho dc t l r - re las t r ipula-cir) r r r ' -s cs1.¡rc lounir lcr-rscs cstabrn ncjor ar l icstr¿rd¿is que sus contrapartcssoviút ie¿rs y haLl Í i in pasaclo ulucho más t ienrpo en el lnar d¿rdo que granytartc cle la flot¿i sovitit ica cst¿rba g-onerrrlmor)te con ¿lvorías v fuera de ser-v ic io. Y s i los soviel t icos est¿r l r i rn r l t ,scosos cle conf inarse a sí mismos ¿r l Art i -co y ¿r sus ¿rgrras nrt ' t r r . rpol i t r in¿rs. los subnutr inos estadounide- 'nses sabríanr i ¡ r roxinracl l lmontn di indi ' c¿rz[1] ' sr ] pres¿i . f¿rmbién tctrdrÍ¿rn conocimiento

¡lrcvio cle l¿rs ¿rre¡i is clc patnrli lr f ar,orit¿rs cle los soviéticos por medio cle lasoJ>eracioners r lc v ig ' i i lu ic ia ] ' r lc l r rs sonoboy¿rs ql lc ahora salpicaban i ¡ l h ie lonl íu 'Sin¿r l c loncl t ' i r r i I l r , ¡1 i i [ l i r ( '1 S( )SL,S.

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:1, \ r ; l , i l . j r r r ,go r l t . l : r ¡ l r i l l r rut t : i t . ¡11

Lrrs l í ru i tcs.y las vcntajas c lc la estrate:gia cstadol ln idense fuercln ex-¡rr t 's i rdos con mav()r f ranqueza por lVatkins, que fuc jefe de operacionesN'r'¿rles desdt¡ mediados de rg82 hasta ncdiaáos ¿e igso. I)ice- que la es-trategia soviética de replegar sus submarinr¡s misilísticos fue . 'probable-rrlt ' l)tc astuta" e iniciaimentc hizo que fucra más difíci l destruii ' los. purolanrbión creía quc si lcls sovióticos comenzaban una guerra nuclear conrnisiles lanzados desde tiema, los Estados L]niclos podían eliminar...un por-trt ' t l taje muy alto" de' los sr.rbntari¡ 'ros misilísticos qr-rc aquello-s hubieranposic io 'ado para l levar a c¿rb. u ' segundo alaque desdc él *u. .

No obstante, cualquierr cstratcgia quc pcrmitiera qut: incltrsivc unospocos st tbmarinos misi l íst ict ts enenr ig=r is lanzaran contr i objct ivgs estado-unidcuscs cstaba rnuy distante dc los dÍ¿rs cuanclo l¿r m¿ryrirÍa cle los sub-rnarinos soviéticos cl¿rscYankee n¿n,egaban por los lnares i.,,n sombras des-tonocidas y lctales quc prxl ían impcdir . les por completo la¡zar. y par¿ ¡rslir lrcionarios de intt ' l igencia, fue un gr¿11) ¿rlivio comproncler qlrc los s6viírt i-cos

.rlo sc t¡st¿rb¿in prelparando para uti l izar su situacicin me.jorad¿1 para1nl( : l Í l r una guclrra.

. I rónicarnentc. la o¡rorrrc ic in de 19t i -1 -c[ v i i r je quer l levr i i . r su pir is la"l.r¿rrrca del casin<t"- f ire' l¿r ¡rrinrcra dc l¿rs cinco misiones clerl Pttrr: ltt: al Ba-I 'cuts c1t- tc no habrÍa dc obtcner urr¿r Nluncir jn I ' rcsic le:ncial para l¿r Unic lacl .l lJtr c¿rrtlbio, al Parche sc lc ol.olgo t¡na Itr-c:olncncl¿icirjn clt, ia Ar¡r¿rcl¿i D¿rprl i t [ ] r r ic l¿rcl , Ia ln¿is al ta cotrc lccoraci i rn r lc,spuós cle la pr i rncr¿¡.)El p i r lha¡rLrdo Irabcr lc l t rovisto ¿r los l t ls t¿rdos t ln i r los, , r rn

" , , .1rr , ' , i r le l i tg r iquez¿ ¿c

inf i r rnraci<1n t l r í t ica, pcro su ¡ ;nrpio ptr1.r t , l rn c l c l r l rnr¿i c lc la gucr.r¿ f r ía qr,reest¿rba clcsurroll¿indosc, sc cst¿rba volvienclo nrás rr_rti n¿rrio.

I ln roal idai l , Intc l igerrc ia N¿rr '¿r l cst¿rb¿r r¡ntol . lccsi concibir :ncio un pl¡npar i r , : rccecter '¿r l c¿rble

--¡^, ict ico cn t icrnpo rr¡¿r l . s in t r , , r rc,r . r ¡ t r r ,cspclr¿ir en

¡rbst l luto qt le l t t l l s t tbmari t ro v i i r jaur hacia al l í . La idc¡¿l l l¿ i l l ía e¡stado ron-riando en NURO desde rnedi¿rdcis cle¡ Ia dócacla de I970. cuanclo ¿rlsunr.¡siu l lc i r l ¡ rar ios i rnzrgi t ra lon v incl i l¿rr por cable con Japón la intr-rce¡r iacio¡cn erl Okhotsk. John Butts, director de Irrteligencia. Nav¿rl. V su equipo es_li lb¿rn ahor¿r in-rpulsnnclo l¿l anlbicicls¿r icle¿r cic ct¡loca¡ un Lable cle 1.200¡r l i l l¿rs entre Ia i t t tctrceptaci<i t t cn c l Barents l 'Groenlanr l ia. Lnargi¡ó barc:¿r-zos quo parecer i t r t l tan pt ' r ' t t 'c tatut ,nte inoccntcs que r-rncl ie sgñ¿rría jamásquc cstabrrn cledicadas a de'sple¡4ar e inst¿rlar el cable ciur: habÍ¿ co¡ci:bido.Y Vcir un eqti ipo dc tiernpo ccin"ipleto integraclcl por expt,,rtos en idionr¿r¡ . 'cr iptogruf ia dedicados ¿r t r¿rducir y c lesci f iar .c l ma.ter. ia l mir¡ntras erarcci I r ido.

_ El p ian era magníf ico. f )e hecho, era grandioso. Algunos cle los colegasdt ' IJLrt ts colnenzaron a haccr brortras respcctr i c le que ó.stc estaba tratanclgil* clrminar el mundri. observaron, preguntánciosi: si Butts y sus ayuclan-tcs sc darían cucnt¿,r que estaban algo más que enttisiasmaclos. Esperaronrrric:l l tras Butts calculaba los cnstos por r:ncima dc lcls mil mil lones cle clóla-rcs. Los corxit¿)s de inteligencia del Congreso no preguntaron ni se demo-r¿ilon. Simplemente dejaron en claro quc hundirían el plan de Butts, conl.iarcazas y todo.

l , l rs . jo.v i ts dc l¿t coron¡t Zt j7

NJicnt . rus sr-rcedía t r , rdo esto, las dos superpotencias cont inuabanr ' , ,nvcrsundo sobre el inr inar o al menos reducir sus arsenales uucleares. Yc'rr¿rndo Cl' iernel.rko falleciri en marzo de 1985, toda la vieja guardia soviéti-r.:a desapareció con é1. Para su nuevo líder, el Politburó dirigió su atencióna Llna generaci(in rnás joven para encol.¡tr¿rr allí a N{ikhail G<.rrbachev, decincnent¿r y cuatro anos de edad. Desdo el pánico de Able Archer, aquélhabía est¿rdo siernpre convencido que ia Unión Soviética tenÍa que re-gresar ¿l la mesa de ncgociacirincs. Ahora, mientras asumÍa su cargo desccretario general, parecía estar más deseoso que sus prerdccesores recien-tcs por considelar cambios importantes en Ias relaciones sclviético-estado-unidenscs.

Ciertamente, hizo su prirne'r rnovimiento tarde el mismo día del fune-r¿rl de Cherncnko. "La IIRSS no ha pretendidoiamás combatir contra losEstadr¡s Unidr¡s y no ticne ¿rhora tales intencioncs", le declaró categórica-mcnter (iorbacherv a Bush y a Schultz. "Nunc¿l han existido tales lunáticoscntre los l ídcrcs soviét icos, y no hay ninguno ahora."

Dur¿rnte c'.sto.s prirneros pasos hacia la t:oncil iacirin, las autoridadescstadounidenscs rcalizaron de.scubrirnientos alarmantes que recordaron ala n¿rcirin que los días de espías y guerreros fríos al vie'io csti lo no habíantcrminado. Dcspués cle todo, parecía c¡ue Rick Havor no habÍa estaclo vicn-clo fant¿rsmas.

Eran los in ic ios de 1985 cu¿rndo Bi l l Studeman, que estaba por suce-dcr rr Butts como director de Intc ' l igencia Naval , ingresó en la of ic ina dellaver con un trozo de papel crít iccl. Havcr, quc ahora era el director eiecu-tivo de Inteli¡¡cncia Naval, lo tomó y leyó un informe del FBI sobre unacntrevista con una rnu.jer l larnada Barbara Walker. que se había acercadopara clcclarar que su esposo, un ex suboficial de la Armada, había estadoespiando para los soviét icos. El FBI señaló que Walker había estado. ' . iv iendo la buena vida, aunque su único medio c le subsistencia v is ib leera una emprersa de detectives en decadenci¿t.

Haver supo instantáneamernte que tenía en sus manos la respuestaquc él ¡ ' Studeman habían cst i ¡do buscando a f ines c le la década de 1970cuandcl trataron de convencer a los almirantes de investigar una posiblef l l t ración en las comunicacioncs.

.Iohn A. Walkcr Jr. era un submarinista retirado y un especialista encornunicacionc.s de la Armada. En 1967 sc había desempeñado como of,rcialde guarclia en Nurfblk a cargo de las cclmunic¿rciones con los submarinosnortcamericanos en el Atlántico. Tenía acceso a los informes sobre opera-ciones de submarinos, manu¿rles téctricos y las l istas diarias de claves quese uti l izaban para cif i 'ar tcldos los mensajes enviados a través de las má-quinas criptográficas de t¡so más generalizado en las fuerzas armadas. SiIt-rs soviéticos se habÍan apropiado de algo de esto, habrían sabido que te-nían qne cnid¿ir sus espatrdas, que los submarinos estadounidenses muchomás silenciosos est¿rban sisuierndr) a sus unidades misilísticas. También

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- l ) i , \ l ' )J . ¡ r r t ,go r l r , l r r grr l l r r r i r ( l ( 'g l l

l l : t l l r í¿t t r s¿rbidrt ex¿rct¿lntcr l tc cu¿in s i lenciosos eran . los s l rbm¿ir inos est¿rclo-rrrrrr . ic 'nses, ¡r erxactamente cu¿in cr í t icr para er l equi l ibr io c le l podcr e¡ el.có¿rrro c:ra l¿r tecnoiogía de si lcnciamiento de submarinos.

N,Iás tarclc, Haver .y Stuclenran supieron qut, Walker h¿rbía entre,gaclototlrl cso ¿l los soviéticos,.y nrás. El espiona.jc cle Walker ic h¿rbí¿r clado a lossoviót icos ln ¿¡t lve ' r tencia y la t ¡ lot iv¿rción r lue neccsi taban para l rs¡star ungol l le nlaestro en est¿l guerr¿l f r Ía ba. jo los nrares. Los soviót icss harÍu¡ quesrts sul ln lar int ls f ueran t t t t tcho nrás c l i f ic i les c l t : scguir esconcl ióncl6los niáscrrrcn c lc 'su patr ia. Dc he,cho, cuando walkcr se ret i r r j c lc la Armacla en1976, h¿rbía continuaclo con su csJrionajer incorporanckr ¿r otros par.¿1 c()¡spr-r i l r col l ó1. Pr imcro rerclr- r t r i ¿ i otro espccial istr i cn comunicaciones de laArmada, Jerry A. whitw.rth, qnc mantuvo erl acccso quc tc_,'Ía w¿rlker alas cruci¿r lers l is tas de claves. u\ pr inci¡r ios c l r ¡ l¿r c lcc¿rd¿r c lc 19S0. W¡lke¡roclrttír a stl I l t 'r 'm¿rno Arthtrr. t l trc trirba.j lrbii ¡nla un contr.¿rtis1 ¿r clo clcli:n-s i r . Y ¡ro¡q¡ c l r rs¡rués clc cso, \ \ ' l r lkcr .comcnzr i a ut i l izar a su hi j6 N,f ic¡ael ,pcrstr t t i l l s t t l - l¿t l tc¡ ' t - to a bol ' r lo c lc l L. |SS ! , t r int i t : . r - rn portauvioncs r le ¡ l ropul-s i t i r l l l t tc lcar. Walker f i ro t r t r l r ¡ rado solarnel lkr l iorqLrc sLr ex csl)osi i qucr: i¿inr¡ lccl i r lc t l t tc rccl t r tasc ¿r l¿r hi . ja c lc alnbos cl t 'ntro,1. , r . , , ru rcct ctc cspías qtrr ,' " 'a st ' l l¿rbí¿r t lcvoraclo a sr_r hi io.

J, l rs nt¡ t ic i l rs ( ' ra l l Í l l ' i tv( 's . Dttr¿rntc toc. los r :sos años r¡rr t l r rg lgs Est¿ic los[ . l r r i t los hi tbÍ i tn t tst¿tc lo t 'sct¡c l . ¡unr lo subrc ' ¡ r t ic ianlcnl t , l l r ¡s s i rv i r - , t ic6s ¿r t r ¡ -Virs t lo l i rs i r - r t t ' rc '< ' ¡ t t¿rt ' iot ' l t 's r lc c¿rbl t ,s, los sr¡r , i r11. j ¡os l r¿r | ía¡ r , .st ; r r l ¡ c,scr¡-c l i¿rnclo las r ; rnvt¡rs¿rci .ncs r ,st¿rcl ,unidcns(,s. v s in l t ¡s l r r l . ,s ( l ( , in ' t ,st ig.rr-rr i r i t r , i t rvt l rs i r in t t r l tcct t t l logí i r , o r ic¡sgo ¿i I¿r v ic l i r c lcr los h¡r . ¡ rbr¡s. l ) t 'ht ,ch6,l¿t r t ¡c l < lc Wrl l i t r r l t ¡ h¿rbía cost ,¿rclo ¿r los soviót icos nrcnos r lc t rn nl iut in c lct l t i l r t r t rs c l r ¡ r¿tntc c l icc iochr l at ios, y I )or esc t i i l rcro i rquól habi¿ c l t ¡struido c¿rsii )or su cxclusivrr cucnt¿i la ' , ' r ' r ' r ta. j l i nuclc¿ir cst¿rr l r ¡unic icrrsr , .

W¿rl l i t ' l ' f i t t l arr t ¡staclo t , l 20 r lc rna-yo. Al c l Í l r s igui¡ntc, I I¿iv<:r luc, i rs ie-t tat l t r ¿¡ l r t r t ' t l¿tcrc i t i r r c l t ' l i l t f i r rnrc c l t 'c laños, L, l t gr¿Ut l )¿tr te Jtor( luo l labí¿r es-i : t ' i t t r t t t t , lc l r r ) ¿l( i ( t lc¿l c l t ' c l l t l c l i t 'z años ¿1l I t t ,s t 'u l r r r r lo ¡ tor . ¡ r r i t r te rrr r , r , t t r .¿rt i i c l ¡h¿tct ' t 'sot i¿t t ' la ¿r l ; t t ' t r l¿¡ . F ' t ' l 'o e l c l¿rño cra incl t rs i ic [ )cor c lc lo qtre,habÍa¡. ' rccl ic l to Havor. Walkr:r l i¿tbÍa c¡r t regaclo tanr[ l i r ln sccretos cnci¿r l ¡s sobreiclt lt i ic¿ts ctstlrclor¡nidc¡Its()s p¿ll 'a silc¡rci¿rr los subrn¿rrinos, tnlcs c¡¡lo l ir a¡1or-t . igtracir i r l de l t ts etqr-r i l ros c le ¡rropr-r ls i r in para inr¡rcci i r quc lus v ibr¿rci¡ncs sc¡tr¿rnsnrit ierAn ¿r sus c¿tscos. Vercladcramc¡nte¡. alrrrrlcclor der l¿ ó¡roca e¡r quc\Vlr lkor f i rc c letcnido, los st l t ' t i t t is t¿rs cstaclounic lc l rscs erst¿rban inf i r rnra¡rr lcrt lL lc l lo podíal l idcnt i f icar zt lgr t t ros der los sr¡ ] ¡n l¿ir i l tos c lc 'nt¡qut, : sr ly iót jcosi l l i ts t l t t ( ivos hasta que sLrs propios buqur 's se e.nr,ontraban c¡ci¡ l ¡ r c[ i , éstqs

o ()l"I ¿ll8'unos casos, or¿ltl sorprcndidos por ellos-. Li¡gs ltocgs clc lcls sub-trl¿rrintls s<lvié:ticos nlás tnoclcrncls, ios cl¿rsc¡ Sielra yAkula, crr¿ll l , l lor cler-Io. casi ta¡r s i let l lc iosos com(r la c laser Sturgc'on estaclounidense. ( i )espuéssc compr 'obí l t lue los soviót icr¡s l ' rabí¿rn s ido ayuclaclos t¿rmbión por.t 'rttnpatií i ls.iapotrcsas y nortt( '[]¿l-c, inclr.ryenclo una subsicliaria cle [¿r Cortlt-r-

l , r rs . iovirs r l t ' l¿r coronl 28t)

r i r ( r ( )n ' l i rs l r i l r i r . r1trr , l< 's i r¿ibi i r vcncl ido ern secreto los tornos enorn. tcs con-1r 'o l r r r los ¡rol cor-ni lut¿rclora in la hacer muchcl más suavcs y s i ienciosaslrrs l l r lu-* c l r , las hél ices de sus subnt¿rr inos.)

N, ¿is tarde, Studeman testif icó ante Lrn .f uez fbdelal diciendo que lalccl clc W¿ilkt'r poclría habcr tcniclo "in-rpiicancias poderosas que habrían

¡rernrit idr.r al b¿rnckt sovieit icr) f{anar lu guerra". Y cuando Vitaly Yurchcnko,rrrr of ic i¿r l c le '¿r l ta. je larquía c lc la I {GB. c lesertr i eniul io c lc 1985, le di jo a laOIA t lLrc l i r rccl Walkcr- \ \ 'h i tn 'o l t .h {uc Ia v ictor i¿r c le espionaje m¿is im-

lroltante c'r-r l¡r histori¿i de la I(t ') lJ.W¿rlkcr sc declarr i ctr lpable cse octubre y accecl ió a colaborar con las

¿i l r tor i t laders para evaluar el c l : r r l l ¿r c¿rmbio dc indulgencia para su hi jo. Elm¿ivor dc ios \\,-alkerr recii i ir i ut't¿r scntcrncia a cadcl'ra per¡letua, pr,rdiendcrsr¡ l ic i t¿rr l¿r l ibcrtad ba. jo palabra i lespués de dicz ¿rños. El acucrdo fue aplo-birdo ¡ror c: l sco'ctur io c le l ) r : f cnsir Weinbergcr, pero c l sccretar io de Nl¿ir inal , t 'hr l r r rn r ,s l i r l r¿¡ f i r r ioso. I in srr o¡r i r . r ión. i¿r t ra ic ion c le Walker estaba siendotr¿rt¿ic la st ,nci l l l rnrentc conro "otr-o cr inrcn dc of ic in l r" .

Lc¡ l lnrun destac<i que si hubi t ,sc s ic lo por ó1, habría a¡ l l icaclo una cle l¿rs

[)() l l i is ¡ ror t r i i ic i r in v igcntc 's ctr los días de l¿r l l ,evoIuci t iu Nortcanel ic¿rnu.I ln t ¡scncia, conro scr i¿r ló Lcrhtn¿tr-1, cr¿i :

Qrtc trstatl ... st u col¡lttLlo por el cut:l l t,, pcro tro h.ustcr rlrte pe,-t 'cz( u, (l(tr ' stu brt. jatlo ¡¡ ut:t 'utnt:.nta, y tni.etttras tt¡ct.auícL t:st(t cr>nt, i t l t t , s t ' l t 'c t r rut tqLtc l ¡ .s¿1,s anlrut l t ts 1,sc l r ts ( l I t ( .1¡r¡ . r tnte st t pr( tp iot¡ut'udo, .\ ' ( luc d('sput;s sLt tuh<:zct. s(a (er('?tta(ltt de stL (tt.crpo l slt( r rL.r l )o diui t l ído cn r :uotro pctr tes. . . Y qui t - ' ra Di<ts Todopodentsr¡tt 'nt 'r tn ist 't ' i t ' t¡nlit dt: su altttct.

l ln nrers clesptrós tluc Walhcr f 'rrera sclrtcnciadil, Lehn.ran tuvo otroc(r( , r 'po nrr is ¡xrra su cond() l1a inraginar ia y I - Iavrrr consiguir i atrapar su so-gunr lo l¿int¿rsnr¿r. I . ls ta vez l i rc Yulchcnko quicn le entregír e l se gtrnck-r cs¡r íar le la Arnr¿ir lu.

I l t ,nr t ¡ r r t r i ¡ rc losc ¿r cncro i l t ' l9t i0, cu¿rnclr¡ Ytr t 'chonl<o estaba trabajant lcrr¡ l r l¿r cnrb¿r. j l rc l l r soviót ic¿i en W¿rshington. halr i¿r eincanr inado un¿r l l¿rm¿iclar lc un l r r ¡ ¡nbre ( .p lc

-sol¿rurcntc c l i r ' Ía: " I 'engo cicr ta i r t f i r rmaci í rn para discut i r

¡ r cntrcgi t r lc ¡ i ustod' ' .Quir.ln l lar.nri visitri la cnrba.jati i l , ¡rero Yurche¡nko nunca supo su nom-

brc o t1r-ró cr¿r lo que tr :nÍa ¡rara oi icccr ' . Otnrs agcnters soviót ict¡s habíantonr¿rclo c l c¿isr i . Flso no t ' r¿r c lcnr¿rsiado para i r - rvcst igar, pcrro lest t l tó ser 'srr l ic i r - 'ntr ' . I i l FRI conrcnzó ¿r rcvisar tocl¿rs l¿rs Í j rab¿rcjoncs ant iguas dc lasconvcrsi ic iont 's ( lc \u- t 'chc,nko c¡uc habÍan sic lo c¡bternid¿ls niedi¿rntc inter-cc¡r taciont,s a su te lcfbno. Los inve-. l igaclorcs t , t tc<lntraron la l lamrrcla y lanrlt lodtr.jelori ¿rnter ¡rlgullo-s enrple ltdos de la NSA. Bllos rerconocierotr la voz.

I i l mister i r ¡so intcr locutor de'Yr"rrchel lko rest i l t r i ser Ronald W. Pe l ton,trn antiguo errrpleado cle¡ la irISA. que fue alrerstaclo erl 25r cle noviembre de1985. P¿rrtr ¡ c lc I¿r " infbrmación" quo le hair ía cstaclo f¿rci l i tando ¿r los sovié-

Page 164: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

' . ' , \ t - . l ' i l . j r r t 'go t l t , l r r grr l l i r l r c i t 'grr

l ' ) l . ju ic io c lc Pcl ton había dejado rrL ' rv iosa a la t r ipulaci t ' l t . I rara cse.rr louct 's, ¿r todr¡s el los se lcs tendr ' í¿r qLle habcr pr i ic t icado una lobotomíal) i r | i r ( lu(r r lo -sLrpiesen quc est¿rbi in por rcpct i r la ] l - r isma clase de operaci t in, ¡ r r r ' l rquél lers había revelado a los surr iét icos.

Il l nombre cridigo en los días cic Polton, "11'y BcUs'', habí¿r desapareci-t io. ¡ \ l rora h¿¡bía una ser ie de códigos nuL'vos. incluyendo "N{¿rnt¿r" para lao¡r t ' r ' i tc i í rn cornplcta y "Acertona" i tara la interceptacir in cn -qí nt isnl¿r, r ' in-cltt-sivc esi)s códiflos eran can.rbi¿rdos cc¡ntinu¿ur-iente. Sin cmbargo, los horn-l r rcs sabíat . r que si l l importar como l lannr¿r la NSA a la ol ter l rc i r in, se lcsl l¿ibí¡ i dacio ¿r los sciv i í r t icos una

" ' is i r in dc sus estrutegias, de sus plancs y dc

crinro h¡rcíatr su traba.¡o.Lt ls rnientbros c lc la c lotacir in hablab¿rn sobre Pel ton v c i hombrc a

t¡ t r icn habÍan l legado a l l¿rnr¿rr "Johnn¡t Walkcr Rccl" , ¿r nrcnudo t¿rrc lc r lu-r '¿t t r te l¿r noche¡. Pcnsablut sr¡bt 'c cu¿inta inf i l r ¡n¿rci t in c l r rs i f icacla había pasa-r l r r ¡ r r r r las tn¿uros c lc c¿rcla honrbrc r la l I tctrc l tc. ( lu¿int¿rs pi las de rn¿tt , r ' r ia in ' iptográf ico pot l í i . r habcr cncontr¿rclo f i ic i ln lcnte rr l c¿rrnino h¿ic i¿r la f otoco-pi l tdora s i solalr . rcnter unr l r lc e l l r is l le 'gaba a cst¿rr c lcsespcrar lo. T 'anrbiót ' l( ro l lvcrsarotr sr tbre con cuántr¡ dr ' ¡ t r ¡cclo h¿r l l í¿r l l '¿r t¿rr lo l¿i Arntada clue klsr l t ' t¿r l l t ¡s de st ts propi¿rs l r t is ion( 's l i rer '¿rn para c l los ur.r sccrt ' to. Ela cxasper-r t t t l te. Los h<lnr l l r t ts sabÍ l i t r qt te c l secrcio no ¡ lor l ía ¿r lc '¿tnzt t rso corr r r i r rgrrrurr l tcdic l¿r dc segur idncl por c l r r is t ica qL¡cr f i ¡cr¿¡, y no pocl Ía J l rescrrr 'ársclo t ra-t¿rltclo clc n)¿tl ltL' l lcr cn l¿l oscurid¿rcl a los honrbrcs cnrblrrc¿rdos. Solallcntc¡ tocl í i t s t r r t r t¿tnteni( lo J)orqLrc los rnisnlos hr¡mbrcs or)col t t r¿iban int l t r r r rsablcl¿t sol t i ide¿r de r .cndérselo ¿r l r ¡s soi . ' iót icos. Y sc lo podí l i ¡ rcrrdcr cu¿rnclo t¿rnsr i l t t t tuo c ler e l los c lccic l icr¿r quc r l t r izá e ' l v t :nr l i ' r lo no cl '¿ l r l t 's¡ t r , rcs c lc ' toclr¡; r lgo tat t int¡r t , r tsr ih l , , .

No obstantc, t r t ieutras cr l Lruquc ¿rv¿rnzub¿i cn r l i l ' r ¡cci t in al I larcnt ,s, losl iot t t i r res f i tcrorr c lnbarg¿rclos t¿rn-r l ¡ ién por Lln sent in l icnto t lc vcrrgirnzrr -yos¡dÍa. Los sovié¡t icos pucl i r ) ron h¿rbur tcnido ¿i Pcl ton .y ¿r Walkcr, ¡ ruro losl ' ls t¿rdos Llr t ic los tc l r í¿rn al Parcl t t : . Y para e¡sc cntorrces, srr c lotncir i r r cst¿rba¡ rc'r ' f ectatncrtrtc ¿rcl iestracl a.

[,a tr¿rvesí¿i por cl Artico sc clcs¿rrrollr i sin incol' lvcrricntcs. [ i l ]trtrt: l tesc t t l tcc l t t t r¿tba ¿r 20 o l l0 nr i l l¿rs de' t londc rocnpcrarían los equipos cic intr¡r-ccptaci í r t - r t t i ¡ tst¿r l¿rr íar t unos nuevos. Vr habÍan hccho un I 'c levant ie lnto c¿lr-togriif ico dc'l crirrcclor, la dcrrota c¡-rc sr'guir'ía al apr-oxinr¿ilsc¡ ¡l la cost¿lsovic; t ica. A lo largo dc los años, r 'ar ios st¡bnr¿rr inos est{ , idol ln idct" lses ha-l r Í¿tu sostert t idt l su propia r in¿r dc Í l¿ i l1os con l¿rs bo.1, 'as sonar quo los soviót i -t os l rabían cl ispuesto par¿r quc al ' lor '¿rst ,n ¿i Ia -superf ic ic -v t r¿rnsni i t icscrr s iun submarino intentaba pasar por al i í . Al l tes quc el Parcl te l legartr a l l l¿r-t t ' t ' t ts , todas la-" boyi is habían sickr s i tu¿rcl¿rs en la carta - las qut: f i rnciona-l r l t t r , .v las c luc uo lo hacian-. Toclo lo c¡uc el buque tcnÍa r lue l - ¡¿rccr er l r: i ( 'gulr una det ' rota a t ravés dc Ias que estab¿in inopcral t lcrs, a l t roxirnf t rst 'u11 poco nr¿is ¿r la costa .1' cael' a b¿thor.

l -as. joyas t [e la col 'ot- ia 293

l , lntorrct :s l l ¡gt i c l tncnsa. je. Aié ' jense. Espercn. No se muevan. Para

t ,st , t 'ntor lcr . 's eI Part :he cstaba justo fuera del l í rn i te de las 12 mi l las Perc-r

sr-r clcrrrit¿r dc ingrcso estaba ahora seilada -por orden presidencial-. El 19

cle septiembre, mientras eI Parclte se encontraba tod¿ivía en catnino, el

ntinistro cle Relaciones Exteriores so\¡iético Edu¿rld Shcvardnadze había

enviaclo a Reagan una citrta de Gorbachev. Ei secretario general había es-

crito que deseaba impulsar las negociaciones sobre arnlamentos mi:diante

un encuentro con Reagan. Dio dos opcioncs de lugares, y los Estados uni-

dos escggieron Reikiavik, Islandi¿r, un sit io trancluilo a mitad de camin¡r

cntre Wa-shington y N{clscu.La reuniítn queclí) establecicla para el 11 cie octubre de 1986, una con-

tir-ruación de la curnbre del ¿1ño atlterior. En la reunión, hubo un pullto

sobresal iente ' , y fue el de la Guerra de las Galaxias -Gt l rbachr¡v querí¿l qLlc

se c¡ l iminasc la SDI-. Reagan insist i r i apasionadi inrctr tc que ia SDI er¿r l¿r

unica forma dc sal i r dol precar io equi l ibr io gerstacio a pi i r t i r c le la c lcstrr . rc-

c i r in mutu¿t asegurad¿l. Creía quc sus l¿iseres en el espacio ¡ l t lc l í l tn borrar

l tara s iem¡rrc el conccpto dc que la paz t lcpcncl ía de l¿r antetnaza quc l r ls

Esl¿rdos t]niclos y l¿r Unirjn Sovidrtica podían bclrr¿rrsc mutuatrlenttl del l¿l

lhz t le la t ierra.I)urantc el úit into e)nclrentro, l¿r disctrsión l iabíir clerrivacltl fre ctlcntc-

¡rc¡te hacia r,rrta compettencia cle gritos, pcro en cl calor dc la l icl, I ierirgirn

.y ()orbachcv l lergar:on i i aprcci i r rst , y rcspert l r rsc nlutuatncntc. Al f in¡r l ,

i tparccicron t¿rntbión con un¿r dccl¿rr:¿rcií ln t:or.t. juttta dicie'ttdo qtlt ' ( lLl( 'rt l tn

traba. j : r r cn pos de nn¿r c l isminución del 50 por c icnt t . r dc l¿rs aI '11)as t ¡str l r té-

gicas y rcclucciones dc arm¿rs dc otro t i ¡ lo.F)ster seguudcl ¿rcto que sc cst¿rba poniertrdo er1 cscclt¿l cn Rcilt i¿rvil<

pronrctía serr 1a re¡unirin entre l i-rs supurpotenci¿rs miis intJtrttcletciblt¡ y des-

t¿rcada cler toclos lcls t iemltr-ls. Ambos banclos h¿rbían actlrrl¿trlo tluc c'rt lugar

cler r :scl ib i r todo por ant ic ipzrdo, s implcmcntc de. iar ían l ibrc cr l caut inr , ¡ l r t t ' lqr-ret los dt¡s l iclcrers habl¿rscn. Ntt er¿r dc t¡xtrañ¿rr quc para estlt cttmbrc

hubicra tant¿rs csperanzas. Tarnpoco quc con su c¿rrt¿t Clrtrbachov hr-rbic,ra

deterrido iuc<lnscientelrentc al Parclte etr su marcha.A bordo, esa scnsacitin de l 'r istoria quc tocl¿¡vía no había siclo cscl' i t¿r

estab¿r auscntc en los hrtrnbnrs. El los estaban scguros c lue seríat t ctrv iados

a colrpletar su tarea. P¿rra t t l los, Ia cumbrc tan sólo s igni f icaba ul la espera

incrintr¡da y ¡rosiblenrente perligrosir."Bntre¡mos y salg¿n.ros de una yez", colnellzó a quc.jarso ulla y ()tr¿r vez

un hrtmb¡er a cunlquier'¿l quc] rluisicra escucharlg. Despuós del ttn tit:t.upo,

toclos lo c--st¡rltan diciencio, dc una fi¡r 'ma u otra. Estaban tatl ccrca de l¿r

l lrcsa. qr-re casi poclían vcrla, poclían ol{atearla, pcro slls í lrdenes eran ale-

.jarse, nil toc¿lrla.Er¿r i¡ ' i tantc. Er'¿r pcol' qne eso. Había deniasiado tieulpo l l¿1ra pen-

s¿rr', clem¿rsi¿1clo tielnpo pnra escuchar mientras un buque de guelrra tras

<itro pasabir ccrca. Había clenrasiado tiempo para compronder que' ell Prcsi-

Page 165: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

: l1r I l , )1.¡rr t , l io t l t , l ; r grr l l i rut ( .1( ,g¿r

r l t ' r t . r ' r , qucr ia encontr¿lrse cerca de al l í s i e l part :he era atrapado. Losl¡r¡rrrb.es habían sabido siernpre que lo que estaban haciendo era i legal yr¡rc si el L'arche cra descubierto u obligado a autoclestruirse, los Estado.s[ ]rricl.s negarían que alguna vez hubieran estaclo allí. suceclía que esa vezr' l rncnsaje era más intenso de l. que ellos estaban dispuestos a oír.

Ttanscurrió una semana. Después dos. El pctrch.e ieguía esperando, yl ) l r ra ese entonces, también lo hacía el resto del rnundo. Llegó el 11 d;,ctubre. Los hombres se apretaron en el cuarto de radio del parclrc duran-tc tr¡do el día, tratando de seguir lo que estaba sucecliendo. pero ni a ellosni a nadie en tierra se les permitió escuchar los cletalles. Ese había sido elt rato. sin pe-riodistas, sin reportajes, no hasta que todo hubiese concluidri.

Rcrag¿¡ y Gorbachev estaban reunidos en la mansión Hofcli, unA cons-trucci<in aislada .n ol frío confín del Atlántico. Shultz pcnsaba que parecíat'rnbrujada, y los islandeses estaban convencidos de que así era. Tomaronirs iento cn una sala pequeña, Shul tz y Shevardnadze. Reagan y Grlrba-t'hcv, dr.rs tr¿rcluctores, y dos trpuntadoros. Allí junto a un¿r úlí ic¿r ventana,t¡rrc nrirabir hacia las aguas hel¿rclas y turbulentas que tal vez l legaríaífin¿rirnetnte hasta douclc' se ertcontrab¿r el Parcl¿c clebajo clel Barernis, co-nlc l tzr i l¿r cumbre.

Sr: ltrt.rntrncilrron compromisos y sc hicicrol. l concesinnes. Los equipnst lc ncg=r lc iadt t res coir ' rc id ieron en que podían reducir lns arse'nalcs r tc misi-lcs bal íst icos a la r l i tad, hasta unas 6.000 cabt,zas c le corrrbate y 1.600Vt'ctr¡re's t: ltda bar-rdo,.v qL¡c tanrbiern podÍan recort¿tr c:l núnrerro clc misilestlt-- alcarlctr l) lcl lol ' . Los misrnos Rcagan y Gorbachov cst¿rbiln habl¿,rnclg del lev¿lr a c¿rbo estos recorters durantc los c inco ar i t is s iguientes, y despuést ' l in l ina¡ el lesto dc sus arscn¿rles nucle¿rrers dentro c le i i ls c inco años poste-rlol 'cis a at¡tróilos. Est¡rb¿r dicho, clicz ¿rrios para alcanzar un nrunc|r l ibre clel l r l l l¿ is ut tc lcarcs. En rcal idad estaban h¿rblando sobre c l f i r l do los terrores,¡ttel habítrt l existidrl dcsde el Itroyccto Manhattan, hablanclo sobrc volverfir lsa l¿r horripilante prof'ecía de 194b dc Robcrt J. oppenheirner, ,,yo soy el, 'x tc ' rminaclor, e l destructor dc nlundos", un¿r c i t¿r c lc l Bhagavad Gita qtr l e ll ls ico cntouó clespués que se probara la pr i rnera bomba atr i l r ica.

Gorb¿rchev todavía quería que Reagan ¡¡bandrlnasc la sDI, o al menosr lLrc l imi tasc al l¿rborator io la invcst igaci í ln de la Guerra c lc las Galaxias yr lue accediesr '¿r cvi tar re 'a l izar ¡rruebas er.r e l cspacic l por diez años. Reagairt ¡ t tcr ' ía el lctuar pnrt tbas espat ' ia lers, a l me: l ros las suf ic ierntes cor¡o para quelrr SDI pucliera ser clcsplegada en diez arios. En esc momcnto, promctiri, l6sllstados Unidos lers entrcgarí¿rn a los soviéticos el sistcnra c<impleto, todalrr tccnología.

Golb¿¡chev no estaba co'r 'encido, y Reagan supl icaba po'una resr¡ lu-t ir in. ";Tengo la visión de que dcntro de diez años ustcd y yo venlmos als l¿urcl i¿r y t raemos los úl t inros dos misi les en el mundo ¡u tenemos la cele-l r r '¿rc ión nrás exuberante de todas!" cont inuó: "LIn encuentro en Is landiarlt 'ntro de rl icz años: yo estaré tan viejo que ustc'd no me l.econocerír. \1rr l r re, '¿N{ikh¿i i l? ' . ustcd dirá, '¿Ron?' . Y destruiremos los dos úl t imos".

Las joyas de la corona 295

( 'o¡r't,rsrtron. Gclrbachev dijo que podrÍa no estar con vida en diez años,,¡rr r . j r rsto c 'staba e¡trando a su "período pel igroscl" , y que Reagan había

; :u[ , ( ' r ' i t ( lo el stryo y ahora pr idía contar con alc¿rnzar t ranqui lanrente la edad

r l t , r ' i r . 'u años."lrlo puedo vivir hasta los cien años con la preocupación de que usted

¡rrr t 'c la lanzarme uno de esos misi les", respclndió Reagan.El debate prosi$rió. Reagan insistía que le había prometido al pueblcr

norteamericano que uo renunciaría a la SDI; Gorbachev insist ía que el

I,residente todavía contarÍa con la SDI inclusive si l irnitaba los ensayos al

labtlratorio. Finalmente, Reagan pronunció las palabras que en cualquier

r¡tro cclntexto ¡rodrían haber son¿tdo apctlas como un exceso dc rctórica

arrogante: "Para mí sería suficiente si eliminamr¡s todos los armamentos

nucleares"., .Podem<is h¿rcer cso. El iminémoslos. Podemos el iminar los", rcspond ió

Liurbat 'ht ' r ' .I lste podía ser e¡l instamte clelinitorio. Quizá debi<i serlo. l 'ero los acon-

tccitnicntcls en la m¿ursirin Hofdi se desarrnllarían en cttnsonanci¿r cou la

reputació¡ cle aquelln. Estos hornbres cicrtarncnte estaban t'rnbrujados,

por cattsa cle este únicr¡ cntuerto."Es unir rerspuesta dc una sola palabra", d i jo Re.rgtrn, implorando que

Gorbachov ces¿lse con su insister-rci¿r de que la SDI ¿1vanz¿lrA sol¿rmentc en

cl l¿rbor¿rtor i t t ."Es ' labor¿rtur io 'o i rd i r is" . insist ió Gorbachev. La rcul . l i t in concluvr i con

ers¿r frase.Afuera, una nlult itud de la prensa int.ernacion¿tl sc etstaba entet'andtr

de crri in cerc¿r dc un ¿rcuerdo h¿rbí¿rn l legado los dos. Los reporteros salÍan

cgrriendg para tri ir.rsnrit ir ¿rl rnundcl sus obituarios que r.leclararian a l¿l

cu¡rrbre un f}acaso.Debaio del agua, otto mensa.jc l legó al I 'qrche.

La infrrrmación rr tdó pclr t r l submari t r t l ur ientras en todo el buque

le¡tctian ulta sola oracirin: "Est¿i autorizacit¡ a atrat'esar cl lí l lr i tt: de l¿rs 12

rnil l¿is". El Prt.rclrc iba a erntrar.Ahor¿r est¿rb¿r a tan solo seis o siete horas de cunrplir con su misión. La

con,u,ers¿lcirin a bordo clerivó hacia otras misiones, r.rtras situaciones dil ' íci-

les. Era la fbrrna en quc kis honrbres admit ían, s in hacer lo realmente, cruán

atemorizadcls estaban. Hablaban accrca de seguir los Yaukee y los nuevos

.y trltrasilenciclsos subnrarinos der ataque Akula y Sicrra que habían apare-

.i.1,, .,r-t los últ irnos clos ¿rños. Llatlaban al Akuia el "submarino Walker"'

porque el erspía habíri inspirado el vuelco soviético a la uti l izaciírn de má-

quinas mortalmente silenciosas. De hechr-r, la tecnología sovii:t ica estaba

¿i"¿tnzando tan rápido que cada', 'ez más sttbmarinos de ataque'estadottrl i-

cle,nscs era¡1 detectados por las unid¿rdes soviéticas que estaban tratanclo

cle seguir . Los subntar inos norteamericanos estaban siendo detectados

tarubién celca clr: las costas soviéticas. Era allí donde los agentes de inteli-

Page 166: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

:11() l , i l . ; r rcgo r l r , l l i g i r l l i r r i r t : icgrr

l tt os rersttltt j ser l¿r secreta operación n¿rval de interceptación del cablc en el( )khr¡ tsk. Pel ton había vcndido la interccptación en el ohhotsk por u$Sr. i5.000. En un intento por ennlascarar su propia bancarrota, había expues-1o l¿rs misiones de espionaje submarino más crít icas de Ia nación y arries-r'.¿rdo las vit las de los hombres tanto del Seowctlf corno del Parche. Anbossubmarinos habían sido enviados al okhotsk durante los casi dos añosque transcurrieron antes que los sr¡viéticos encontraran los equipos de in-terceptación. Todavía nr¡ est¿i ciarcl por qr-ré les tornó tanto a los soviéticgs¡rrestarle la debicla atención al testinronio cle Pelton.

Después que éste fuera arrestado, la Armada entregó finalmente altlolnité de Inteligencia de'l Senado el vie.jo infbrme de Haver, aquel quehabía escr i to cn 1982 resumiendo su sospecha de que c ' l responsablc 'por la¡lórdida de la interceptacirin del Okhotsk era Lln cspía. Los scn¿rdorers esta-ban f uriosos. En una audir¡ncia a puertas cerradas, reprerndicron con dure-za a los representatrtes de la Arnracla por retener el infon.t. lc clurante tres¿rñrts. Y t:staban indignados porque la Al'nracla hubierra art ' iesgado I¿r viclade 140 hombres, enviando al Pu.rcJte de regreso dire¡ctamentc ¿rl Barer.rts apcsar de la sospecha dc H¿rvcr dc qtrc h¿rbía un ospía.

Wi l l iant Cohen, un re¡rubl icano dc. X{¿r ine, or¿r ulro c ie los lcgi .s ladgresnli is cno.jados crt I¿r sala. Cohen, que sc) convcrtiría cn secret¿rrio der Defen-sa clurante el gobierno de Ri l l Cl inton, cxigir i saber quién habÍa escr i to elinf i r rmc.

En el fbndo de la saIn, Havcr so pl l -qo c lc ¡r ic."Señor, yo escr ibí e l infbrme ." Cua'c lo uno de krs senadr l res quiso

sabcr cóIno podÍa estar tan segrrro quc esto er¿i su obra, I - Iaver c i t r i l¿rfecl ia del iuforme y destacó quc I)o estab¿r dispuesto a olv ic l¿rr su pro¡r igcumpleaños.

Cohen quería sabcr por qué ia Arnracla no rc¿rccionri ante ias cclnclu-siot lcs dc'Have:r en cu¿tnto {r qLl() los soviet icos ¡ t robablcr t rc¡ l te¡ tcnÍ¿rncot-tocinriento dc la operación de intercept¿rcirin dcl c¿rble. Quería sabcr porquó nadie buscír un espía.

"No lo creyeron", respondi<i Haver.C<lhen sigui t t presiortando. Qr- icr ia s¿rbcr s i f uc prudentt : cont inuar cgn

la e-' jecución del prograrna de irrterceptacirin dcl cable, hacerlo avanzar atoda velocidad cu¿rndo puc.lo lraberr habiclr un cspía.

Toclo lo que FIaver pudo hacer luc rcpotir Lr qtre ya h¿rbÍ¿r clicho, que¡radie crcía que él estuviera en lo cicrto, quc otros en Inteligencia lrlaval nohabían podido anibar a las mismas conclusioncs. Finalmente, en un gcstor le leal tad, expuso que habia habic lo c jer ta anrbigücrdeic l . El nunca cl i jo quetro tenÍa dudas, que clurante todo e'se: t ienrfrtr hubiera sabido clue prr.rbable-tuente h¿ibía un¿t sola fcrrma de que c'ncajar:rn los hcchos.

Del arresto de Pelton surgió al men.s .na bur.'na noticia para ra Ar-mada.\ ' la NSA. Ahora que sabían quión era c l espía, ta¡nbieln sabían que

l- , : rs.¡oyi ts de l¿l coron¿r 291

l ; r r r r l t . r ' t r , ¡ r t r rc i r in dcl lJarents todaví¿r era segura. El t rabajo de Pel ton ysrrs ¡r t , r ' r r r isos r . l t : ,sc 'gui ' id i id s implernente no l legaban tan le jos. N{ ientraslstrrvo sunr ido cr-r Ia ig, lorancia, también 1o estuvieron los soviét icos.

I 'clton se declar'ó inocerntc, y su proceso se fi jó para mayo de 1986.l 'c'Lo eso originaba otro problcma. De alguna fbrma ia Armada y la NSAterrÍan quer nr;intcner el fulgor del .¡uicio ale'jado del Porche, alejado delIlarcnts y apartado de inclusivc una nueva misión.

No iue di f íc i l persuadir a un juez para que accediese a crunpl i r losprocedimientos desprovisto dc cu:r lquier dctal le rcral . Pero Bob Woodward

.y otros periodistas del Wosftlngton Post ya estaban buscando por su cuen-ta. l-enían un¿r historia cie inte¡rcerptacirin de cables l ista para la primerapírgina dcl Pr¡.s/.

Los funciclnarios dc l¿r Arm¿rda y la NSA c¡st¿rba¡r desespererdos. ElScouolf ' erst¿rb¿r t:n ese momcnto en cl Merditerráneo tratandcl de intercep-tar nn cable que corr ía descle Afr ica occic iental a Europa mientras t ratabade colabor¿rr cn un¿r demostracir in de f uerza contr¿r c l l Íde r i ib io NluammarKliadalj. El Seoutr,, lf 'cn erl N{eclitr:rráneo estaba trabaiando codo a codocon el rn in isubmarino NR-1 (aunque sus csfuerzt)s no proveerían ningunainl i r r rn¿rciór-r de valor) . Nr¡ sol¿trnentc cso, s ino que más tarcle esc año elPurc:ht: sc dirigiría nuervamcntr¡ ¿,rl B¿rrents. 1bnÍ¿r que hacerlo. Lcls sovióti-cos e¡staban siendo nrírs irgrcsivos que nunc¿l en cl Atlánticc¡. Acabab¿rn dccnviur un grr lpo dc c inco strbnrar inos de ataqur- c lasc' Victor y durantc t ressomanas los mantuvicnrn tan cerrca de la Cost¡r Este-- dc los Estados Unidos(lue su seguimiento prácticamcnte agotri la disponibil idad de sonoboyas dcla F' lo la de. l At lánt ico.

Un art ículr i ahr¡ra podía ser devastador. El d i rcct<lr de la CIA, Wi l l iarnCasery, amenazó con fbrmuiar un¿l querella contra al Posl por revelar se-cretos de inteligencia. Reagiin personahnente telefoneír a la eclitora delP¿¡sl, K¿rthcril le Grah¿rnr. su¡rl ici inclole qtre no lar pr-rblicase, ya qtre estabancrr . juegu vai iosos secrctc ls.

Al frn¿rl, cl día plevio ¿r qlre cofl ienzara el prriceso contr¿] Pelton, ell '¿¡.s/ s¿lcri un¿r historia l initada. El artíctrlo clecía ¡roco más que Peltonh;rbí¿r dclatado una opcracir in c le al ta tccnología y larga data con submari-n(rs para interccptar las cornunicaciones soviét icas en cl Okhotsk. No sch¿rcÍ¿r rrrerrci(tn al HoLibut, t¡.\ SccttL¡olf r> al Parc:l¿e . Ni una palabra sobre c¡lBart :nts o Libia. El ju ic io rrrr rcr , 'e l r i r ¡ t ros c le ' ta l les, y a pr incipios de- iunio,Pclton fue. hi¡. l laclo culpable y conclcrn:rdo a tres senteucias consecutivas depol vida y dicz ar-ros más.

(lon -sn secreto a salvo. la dotación dcl Pctrche zarpó a principios de.re,lrt icmbre, con erl capitán dc fragtrttr Rich¿ircl Buchanan al cclrnando. Esteera cl séptirnci viaier de'l submarino al Barc'nts, el sexto viaje a trar'és de laruta dcl Articcl. Y el scgunclr via.je clc Bucha¡ran conlo comanclante. Esteer'¿r Llrl r ' ia^jc que se destac¿rrÍa dc toclos los clemás.

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' ) ( r ( ; l , )1.¡rr t ' ¡1o t l r ' l l r grr l l i r r i r c i t ,grr

l l . i l ( i r l 0 i r ían a l r ls so'r ' ie¡ t icos rc¿rccionar con una cxplosir in de mcnsaiers.l . ( )s i rg( ' l l tos c i i ' intel igor ic ia se habÍan ¿¡costurnbrado a l lanar a la alarmarll r lctccciírn soviética "tartamudcl nlleve", ern cl c<icligo dc¡ los últ irnos, ochol , l ¡ rcs s igni f icaban qr le se sospechaba de una detección, nueve signi f ica-lrrrl l stt cotrflrur¿rciírn. El tartamudco era prodr"rcto de la rcpertición. Los hom-lrr ls l rabl¿rban clc todo esto sabiendo todo er i t icmpo que a bordr¡ dcl PorcheI r i c l t ' tcccir in s igni f icaba probablemente autodestrucción.

'rir l vez era para evitar esc mieclo quc en c'sos días casi todos termina-l r l rn pegados a los mamparos con cinta adhcsiva verde EB - la tumba delf irr:arin baio cl Barents-. Pero la misión se' cstaba de s¿rrrollando sin tropie-zr is. Los btrzos sal ieron, los agentcs de intc l igencia cscucharon, los buzosl'( 'cl lpcr¿¡r()n los dispositivos ), cle.jaron ot¡os cn -su l¡gar para seguir reco-gi<'ncl o inftrrrriacirin.

Lt¡¡-rt¿r y silct.rciosamcnte, el l)rtrcJrc comcnzó el tránsito en alejan'rien-tr i c lc l cabler hlc i¿r c l punto donr ie ler podr ' ía t ransnr i t i r a l submarino qr.re lcr: rcort t ¡xrr laba t1ur. : t< lcLr cstab¿r bicn.

Iittc tttrt<tl lctes crtanclo sit-it icron, o-vcron l¿r elnisit in sonar, cse: sonidohr i r l i b lc c le t t ¡ r son¿rt '¿rct ivo l 'c t t r r ¡ lbar ido por tocio el casco. Alguien arr . ih¿r- t¿tbi¿r t l tLcr l l l í hrrbí l r r tn sul in iar ino. Al i r r tunacl¿rnrente, habí¿r c los -e] Pr¿r-c/¡c .\ ' su subrlarino cscolta, algunos recucrcl¿rn al USS Finbctck (sS¡/ dZ0)-.l i l F inback sc aproxi t r<i rápidamcr-r tc, l lamri la ¿rtcncir in de los soviét icos y¡ tctut i cotno si óse f i rcra scrrc i l lamcntc c l t . ro. juego dc la manci ta ba. jo el mar.Iltrncirxrri. El Í 'urr:lte sc esc¿rbr-rl lo.

I lstab¿tn a cic-'ntos dc mill¿rs de aqr.rella ciónaga cuando izalon unaantctla. Clott e:l -sonar ascgr,rri indosLr que no habí¿r nadic en los alrededores,cnvi¿rron nn r i i ¡ r ic lo nrel ts¿r jo a Washington: "N{ is ión cuntpi ida".

Le tomri al lta.rclte cerc¿i de Lut l 'nes l i i :gar a las aguas de San Diego,clotrr le se c lctur,o brcvementc en -su c¿rnr ino de rr :grcso a su bi ise¡. Bruce[)c\{¿rrs, quc aLiola cra el a l l l i rante ¿r cargt l de krs subm¿rr inos, se acercó(,n Lur¿i pt:qucña lancha para rounirse con l¿i r.rnidad ¡, volr 'er a pucrt<l nave-gl'ttrdo con l()s holtrbres. ] lst¿ib¿r ext¿rsi¿rdo. Vcstid<; i l-rlnrmahnernte, dojri l t ientrlat'o tlttcr rtaclic terlÍ¿r quc acicalarse p¿1ra é1, al rnenos rto ern est¿l n¿lvega-cirh. DcN'Iars ler l ler 'ó sus { 'e l ic i taciones y copias en cinta de ' , , íc leo de los\lcts cler Nuev¡rvrrk luch¿urclc-r lrara avanz¿lr a lo l:u'go dc los sietc juegos dcllt scrie del nrundi¿rl. El b¿rseb¿rll f irc cl ternla cerntral en el viajer cie rcgresoa ¡rue:r ' to. Como siemplc, las f¿rmi i ias, esposas y novias c le los hornbres es-t¡ib¿ru cspcrri incli l lr.rs en el ntuellc cu¿rndo llcrgtrron.

En Washingtor.r , a lguien rnás esperaba a Buchan¿rn. El pr .esider-r teI tc i igan qucr ia reut l i rse con c:stc comandante, inclusiver quería fe l ic i tarl rcrsorralnre¡ntc al hombrer que habízr obter-r ido para c l Porche otra PUC.Scr'ía la quinta clel Parclrc, por encinra rlt: las trcs NL.I'C c¡uc también h¿rbÍ¿tg¿itr¿rclo. Se¡¡Úrn supo la dotación, l¿rs máxim¿is ¿l.r-rtoricl¿rcles estaban totl¿rsrr l l Í , c¡ l Plersidcnte, c l v icepresidente Busir , o l CNo v miernbros c lc l Est¿¡clo\l¿r.t 'or Conir,rnto.

l , r rs. joyirs c lc l¿t corotr¿t 297

lJrrt ' l l lrn¿rr-r sc presentó allí, el comandante del submarino espía másscrrsil l lc clc la Armada, sintiéndose como un vulgar cabo, el hombre de menor

.jr,r ' irrqr-ría en el submarino. Ciertamepte era el hombre de menor jerarquía

t'n l¿r s¿rla. Entonces Reagan lo miró directamente a los ojos y lo l lamó un..lohn Wayne de los tiempos moclernos. Era la parte de la historia que más

le agradaba a los hombres de Buchanan. Imaginaban que Reagan teníaque ser sincero. El Presidente había conocido a John Wayne.

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12CONFIAR PERO VERIFICAR

Si bien Ia guerra fría todavía no había finalizado, definit ivamenteestaba comenzando a declinar. Reikiavik había sido el comienzo, y ambosbandos parecían percibirlo. Aun cuando en 1987 laArrnada estadouniden-se dio caza a un grupo de submarinos de ataque Victor III soviéticos frentea la costa Este, y que los submarinos estadounidenses mantuvieron elritmo de sus misiones de espionaje, algo estaba cambiando, algo que alprincipio era casi intangible.

Pcir cierto, Gorbachev siguió sensibil izado por causa de la Guerra delas Galaxias y reaccionó con frustración en casi todos los encuentros conShultz, al menos una vez porque estaba convencido que el pueblo nc¡rte-americano no perdonarÍa nunca los actos de agresión soviéticos que seremontaban al derribo e'n 1960 de Gary Powers en su avión espía U-2.Pero casi toclas estas peroratas estaban ref-eridas al fracaso por alcanzar lapaz 7o suficientemente rápido, o Llna lo -suflcientemente amplia. Apenasdos años después del reinaclo paranoico de Andropor', la Unión Soviéticaestaba dicie'ndo que había sido suficiente para ella.

De hecho, en mayo de 1987 los soviéticos anunci¿¡ron una doctrinamilitar formal -una dirigida simplemente a dr:fender su territorio metro-politano. Ese diciembrc, Reagan y Gorbachev ser reunieron en Washington,D.C., para la pr imera cumbre complementar ia a la de Reik iavik. Final-mente fir 'maron un tratado para eliminar una clase entera de armas nu-clcares, las fuerzas nucleares de alcance medio ( INIF). Fue el enojosoestancamicnto sufrido con relación a un tratado INF silnilar al anterior elque, en 1983, había hecho que algunos altos {üncionarios soviéticos temie-sen que los Estados Unidos estaban considerando un pr imer ataque.Ahora, mientras ambos bandr.rs accedían a firmar, solamente quedaba unasombra cle las viejas hosti i idades.

"Douerltcti, no prouer)/ol -confiar pero verif icar-", dijo Reagan, retne-morandcl una antigua máxima rusa durante la firma.

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: i ( )? l , i l . j r rcgo rkr l i r g i r l l in i r c ierg:r

r\rrgc'les no cran tan nraniobrables erl espacios confinados.) El ritmo del:rs o¡reraciorles no habÍa decaído. Por ejemplc-r, solamente la División dcSLrbmarinos 11 en San Diego envii) en 1988 ocho de sus diez submarinosrrtrcleares de ataque a realizar operaciones de vigilancia, manteniendo lat,¿rsa de esfuerzo establecida en el punto culminante de la guerra fría.Ul USS Salt Lake Ct¿:', (SSN-716') operó durante casi siete meses en el[ '¿icíficcr rrorte, seguido por el USS Portsmouth 6SN-707), el USS Pintado(55¡/-672), el USS La Jolla (SSN-701) y otros.

El ritmo de las operaciones era alimentadcl por señales de que loss<lviéticos habían aprendido finalmente a construir submarinos tan pode-rosos y, más importante, casi tan silenciosos como los nortcamerrcancrs.Había en todo esto una ironía colosal: justo cuando los soviéticos habíanaprcnclido finalrnentt: a construir submarinos de prirnera clase, se estabanquedando sin dine-.ro para construirlos y operarlos. Pero esa verdad toda-r'ía tenía que difundirsc entre las frlas de ambos bandos.

Y por eso, en Mare Island el ritmo de las operaciones de proyectosespeciales ncr dccayó clemasiado. El Seatuolf había sido radiado en 1987, ytI Pctrche firer sometido ¿r rcparaciones generales para que se lo pudieramodif icar para rcal izar una ampl ia var iedad de-. proyectos potencialcs. Sekl cortri en dos para agre€larle una sección de l l0 rnetros que alojaría alnucvo equipamiento sofisticado para interceptar cables y equipos parapcrrnit ir le recuperar objctos dei fondr¡ del r¡céano cclrno tcnía el Seauolf.Las reparacioncs tcnÍ¿rr-r una duración prevista de var ios años, pero a pe-sar dc' e l io, los Estaclos Unidos siguieron intc:rce¡r tando cables s in pausa.lrabie¡ndo alistado el re.levo del Porclrc, el Richarcl B. RusseLl,l lamado asícn honor ¿rl senador cuyo nonrbre habia sido sinónino de un guiño y ungersto de asentirnicntr:l y casi de r.rn cheque en blanco para la aprobación de:todas l¿rs operraciones cle inteligencia.

Dcsde 1987 y hasta 1990, eI Russel l obtuvo una concle 'coracir in porciida viajer al Barents -una Mención Presidencial para la Llnidad y tresItecomendaciones de la Armada para la tinidad-. Sus misiones continua-ron dcsarrri l lándose después que Reagan dejó la presidencia u principiosde 1989 y f 'uc asumida por Bush, cu¿rtrdo Bush y Gorbachcv re¿tnudaronlas conversaciones doncle Reagan y Gorbachev habían dejado, e inclusivcrlespués que Bush le escribió personalmente a Gorbachev ofiecióndole ay.uda¿r Lrs soviéticos para reflotar uncl de sus submarinos que se había perdidocn el mar de Noruega. l

1 Bl buc¡ue perdicio, eI Kontsotnolefs, era un prototipo de un¿r nucv¿t cl¿rse desultm¿rrinos nucleares soviéticos de 6..100 toneladas de desplazarniento conocidacorno los "Nlike", diseñada para sunlergirse a mayor profundidad que otros subm¿i-rinos de at:rque de gran tamaño. Ilra el cu¿rrto subrnarino nuclear soviético enllundirse dur¿rntc la guerra fría. Aunque fueron más los submarinos nucleares yconvericiou¿rles soviéticos que quedaron inser-vibies por accidentes ett reactores,incendios u otlos percAnces. al menos siete u ocho dilectamente se l-¡rrndieron

Conf i¿rr pcro ver i f icar 303

Nfás tarde, ese año, Ttost fue invitado a Leningrado, como huésped dehonor de la Annada soviética. En este viaje, un mes antes que fuese derri-bado el Muro de Berlín, pudo ver por sí mismo cuán rápidamente estabanmenguando las capacidades submarinas soviéticas. Los soviéticos estabansufriendo problemas para mantener sus submarinos en el mar, solventarsu mantenimiento y realizar las operaciones suficientes para adiestrar susdotaciones. T?r-rst quedó asombrado por los carnbios que habían tenido lu-gar desde que erl 1971visitó la Unión Soviética por últ ima vez, una ópocade la que recordaba que su habitación había sido intervenida con micrófo-nos y él y slrs acompañantes eran seguidos, de hecho tan abiertamente,que los hombres de la Armada habían detenido su marcha para ofrecersea decirles a sus scguidores a dónde se dirigían. Ahora parecía no haberespías. Empero, hubo discusiones francas, de almirante a almirante, sobrelas dil icultadcs para mantener firncionaudo una armada, sobre la futi l i-dad de la guerra nucle¿rr. Ciertamente, Trost vio por primera vez la cons-trucci i rn soviét ic¿r dc submarinos y los problernas que afrontaban losconrandantes sovióticos: vicron submarinos cn los que a vc)ces sólo los ofi-cialcs hablaban ruso y los conscriptos clo las rc'públicas r:staban tan maladicstr¿rdos quc. solamente krs ollciales podían l levar a cabo gran parte delmantcnimiento crít ico necesalio para que Lts buqucs siguieran navegan-do. Pero quizás el acontecilniento más dcst¿rc¿rdo tuvc-r lugar cuando Tbosty el a lmirante soviét ico más ¿rnt iguo, Vladimir N. Chcmavin, contenza-ron ¿r l¡romear, al l 'r lenos a medias, quo sus dcstinos est¿rban ligados. Sicualquierra do los bandos era incapaz de miurtcncr una arm¿ida de tantañcladecuadcl, l¿r otra pasaría un n.¡omento terrible tratando de justif icar susgastos para la def'ensa. El mundo estab¿r can)biando bajo sus pies casi a lamisnr¿r vclocidad con que los ber l ineses or icntales y occidentales habíandelr ibado el Muro cr¡n mart i l los, p iedras y sus manos desnudas.

Para entoncos, los máxirnos funcionar ios del l )cpartamento de Esta-do h¿,rbían comenzado a preocuparse por cualquier cosa que pudiera soca-var cl poder dc Gorbachev l.nientras continuaba i¡n su afán por estrecharrelaciones con los Estados [Inidos. Su preocupación recay<i en la misión deintcrceptaciíln de c¿rble del Russ¿,// que estaba programada para cuandoGorbachev y Bush se reuniersen de nuevo. AI f inal, se carltbió la fecha delv ia je del Russel l .

Pero una misión cambiada no era necesariamente suficiente. Algunoscliplornáticos se queiaron que la comunidad de inteligencia estaba adap-tándose demasiado lentamente de sus percepciones sostcrl iclas tanto tierm-po sobre la Uni t in Soviét ica. No había dudas de que después de cuarentaarios, los espías de la nación eran renuentes a verse privados de sus enemi-gos. ¿Qué les sucedería a las agencias de inteligencia cuando nadie se pre-ocupase por las mediciones de armamentos, o fuerza? ¿Qué sucedería en elmundo cuando la información más crucial sobre los vertiginosos cambiossociales viniera no a través de esfuerzos encubiertos sino a través de CableNews Network (CNN) v sus informativos las veinticuatro horas?

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i i ( ) ,1 l , ) l . i Lrcgo t l t ' la gal l ina c icgl t

Cuando oficiales retirados y en actividad se reunieron en la convern-

t' ir ln anual de la Liga Naval Subrnarinista en junio de 1990 fue evidenter¡uc 1a f 'uerza de submarincls se formulaba estas preguntas con inquietud y

rrlgc.r dc resentimiento. En todo el mundo se vendían como rccuerdo trozos

tle¡l Muro de Berlín, pero en los salones de convenciones del hotel Radissont'n las afueras de Washington, D.C., era seguro que nadie estaría recla-rnando en favor de lcls "dividendos de la paz," ni un solo hombre miraría a

l¿r f lota de submarinos con el ceño fruncido y una calculadora cn su mano,

imaginándcise los mi les de plogramas sociales que podrían f iuanciarse

inclusive al costo de un solo buquc. No obstante, el f antasma de los cuenta-porotos se extendía en forma amenazadora, a pesar de estar ausentes.

El hombre que er¿r ahora socrctario de Marina, H. Lawrttnce GarrettIII, se prcscntri antc la asamblea y advirtió clue "los vcrclugos del pre-

supuesto están af i landcl sus cuchi l las, inclusivet micntras estantoshablando". Evi tó rncncionar quc l¿r cuchi l la más af i lada era bl t rndida por

el general Col l in Powel l , que habÍa rc levado a Orowt: como . jcfe dcl Es-

tado Mayor Conjunto y actrbabir cle anunciar quc e[ presupuetsto rnil i tarprobablerncnte sería rccortado en un 25 por c icnto duranlc los años subsi-guientes. G¿rrret t , adoptando un¿r l ínea más dura, cont inur i c l t tsest imando

cualquier efecto que la pcrestr<-r ika y el g lasnost pudie ran te ner en el juego

del espir , rnajc subm¿rr ino. "La l t ig ica de la disuasión nuclcar no ha c¿rmbia-

do s<i lo p()rque el l Íderr soviót ico presioncr rut inar ianrtrnte a la gente c le

¿rvenida Pennsylvania", voci lcrr i .Otros oradores fucron m¿is moderaclos ptrro tod¿rvía rcclamabau pru-

cle,ncia y escepticisnto etl lo cltrrr ser refrrría a l¿l LLtiri l l Sovitit ic¿r. Will iani H..J. N'Ianthorpe Jr.. crntonces clirector e.jecutivo de Intcligenciir N¿rr. '¿¡1, frrrnrt¡-

i i i la prergtrnta quc ser est¿rba convirticnclo rapiclanrcntt 'en el l l¿rrtt¿rclr¡ ¿r la

unidad dc la fuerrza dc strbm¿rr inos. "¿Cuále¡s scr 'án las iutenciortcs der los

lÍderres soviúticos del f irturo'i ¿;P<ldcmos confi¿rr ( ' l- l ( luo cs¿rs intenciortes sc¿ttll te-.nignas? La respuersta, rlesclc luego, es: No, yo no apostarí¿r a t: l lo la sergr-r-

ridacl de mi n¿rciírn."Aunquer, antes de que transcurriera lnucbo tit 'nr¡lo, stlcerdió algo qr-re'

convcnci í t inclusive a los escépt icos c le l¿r l ínea más dt l ra que la Llnión So-r , i ( ¡ t ica ya no era c l candidato más probable para arrastr¿rr a los EstadosUniclos a una guerra. Casi como si hubie¡ra courprendiclo qL¡c ell el escc'ria-r io pr incipal había espacio para un nuevo vi l l¿¡no, Saddam l lusscin se ¿lba-

lanzó desde Irak y por la noche anexó Kuwait. Los Estados Unidos tenían

un nucvo motivo para luchar, y esta vcz se mantuvcl codo ¿l codo con la

Unión Soviética, emitiendo una declaración conjunta sin precedentes en la

cual denunciaba la "clara transgresión de normas element¿rles cle conduc-

ta civil izada" y reclamaba un embargo dc armas contra Irak. El secretarirl

cle Estado James A. Baker III proclamaría más tarde que éste fue "el dí¿r

cn que terminó la guerra fría".

(- l r t r r l iar ¡ tcnt vcr i l i r :ar :105

(lu¿rndo la guerra se desencadenó finalmente en el golfo Pérsico ene'nero de 1991, Icls submarinos desempeñaron solamente un papel menor.No obstante, el confl icto dramatizó la necesidad de reorientar a Ias belige-rancias rcgionales los esfuerzos para la def'ensa, y con el oio puesto en¿lsegurar sr-r h-rgar en los conflictos futuros, la fuerza de submarinos desta-c<i el rol que había cumplido contra Irak y dc cuánto había servido. Juntos,cl USS Louisuil le ISSN-724) y el USS Pittsburgh (SSN 720) habían lanza-do una docetra de¡ n-risi les crucero Tomahawk contra objetivos en el interiorde Irak. Otros subrnarinos de ataque custodiaron buques me¡rcantes en elMediterránecl, protegiendo cantid¿rdes enormes de pertrechos de guerra.Un rosario de subnrarinos de los Estados Unidos y sus aliados -Ttrrquía,Grccia, España, Gran Bretaña, Francia e Italia- f ire posicionado desde elestrecho de Gibral t . l r hasta el canal de Suez.

La guerrir le dio a la fuerza de submarinos la oportunidad de demos-trar srr versat i l id¿rd, de probnr que podía h¿rce¡r más que scl lamenteperscguir subnr¿rr inr¡s s<lv iót icos v acechar sus puertos. También le dio alos nr isnros subm¿rr in istas la srrnsación de que podían gcstar ul la nuevaurisirin -urtír co¡tlprensión reconfortante d¿rclo cl hccho de quc cualquierdud¿r subsiste:ntc acerrca de Ias intc'ncione¡s s<lviótic¿rs scría prnnto descar-tada por un ervent<l draru¿i t ic<l t r¿rs otro-. Bush y G<lrb¡rchev anunciaron untlLte)vo acuerdrl parit recrlrt¿]r'cl l L¡n tercio las rt:scrvas estratégicas. BorisYcl ts in rescatí i ¿r Gorbachev dr: un golpc reaccionar i t , , que nrarcí l e l ú l t imocstcrtor fa l l ido de L- ls def 'cnsores de la l ínca dur¿r cr¡munista. Y cn unarn¿rniobra extraordinar iamente s imbt i l ica, Bush t¿rntbién dejr j en t ierralos vnelos de los bombarderos dcl cclmarrdo Aón¡o Estratógico que habíanestado en alerta casi const¿rntc dural t te t re inta y dos años.

El Pentágono cotrenz(i a replantcarsc l¿r estratcgia milit¿rr de la na-ción. La fuerza cle snbntar i t ros sabía quc tcnd¡ía que recrearse a sí misma-tal corno había s idr l obl igada a hacer lo despuós de la Segunda GuerraMundial . Necesi taba encontrar una nueva tare- 'a y nucvos enemigos. NohabÍa duda quc para muchi ls dc los submarinos de la guerra f r ía -unida-des nisilísticas y dc ataque en cclnjunto- podían invclcar que eran las ar-mas navales más crí t icas dc la nacir in. Aquel l r - r tenía sent ido cuando elprincipal enemigo contab¿r con una flota que era casi igualmente formida-ble. Pero la década de 1990 estaba trayendo url cambio fundamental, yya er¿r claro que el submarino estaba destinado a caerse del pedestal. Comolos clippers on sus días, los submarinos habían sido perf'ectamente adecua-dos para su épr.rca, y habían dominado tanto que definieron una era.

Por su parte, al principio la Armada comenzó sencil lamente a redac-tar nuevas normas en 1991 que estipularon distancias y cautela mayorespara los submarinos estadounidenses que siguiesen a submarinos soviéti-cos. Después la Oficina de Inteligencia Naval recomendó que se redujesedran'¡áticamente el número de misiones frente a la costa soviética. LaArmada estadclunidense no trataría nunca más de mantener una cobertu-

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' i ( )0 I , l l . jucgo dc la ¡4al l ina c icg¿r

"Usted repite eso en cada reunión", se mofó Gorbacheq sonriéndose."N{e agrada", recor-rociír Reagan.,;[)uién se podría haber intaginado a Ronald Reagan bromeando con

rur lÍcler soviético? Estos dos hombres estaban tan entusiasmados que ca-nli l to a la Casa Blanca Gorbachev detuvo la caravana que lo transportaba¡,rara poder estrechar la mano de la rnuchedumbre. Reragan respondió du-r'¿rrlte la cumbre siguientc perrnit iéndole a Gorbachev que lo presentase al¡l-rcblo soviético que se arremolinaba en Ia Plaza Roja. Georgi Arbatov, elt l i rector del Inst i tuto de la Uni í rn Sovict ic¿r para c l Estudio de los EE.ULI.v Czrnadá, kr expuso de la sigr-ricntcr fbrnra: "Vamos a hacer con usted algotcruible . Vamcls a privarlo de un enert.rigo".

De todos modos, aunque Gorbachev y Reagan habían marcado el com-1rás, les l levaría un tiempo a ambos bandos aceptar la enormidad de lo queest¿rba succdiendo, creerr que esta amistad pcldía perdurar y que la guerrafií¿r realmcnte estaba llegando a su fin. Al mencls eso estaba claro cuandolos uni fbrmados dc al ta. jerrarquía cc-rmernzaron a sostener cumbres por sucuent¿t.

El ¿r lmirante Wi l l iam J. Crowe Jr. , jofe del Estaclo Mayor Conjunto, sercuniir con el marisc¿rl Serrgci Akhromeyev, ief'e de Estado Mayor de lasfLr:rzas armadas sovióticas. El mariscal y el jef'e norteamericano se encon-tr¿rron sociallnente. Crowc llevri ¿r Akhromeyev a una visita guiada a un¡rortaavione.s estadounidcnse. Inclusive. sc reunieron cn el "Tanque" delPcntiigono, el local s€rglrro ckrndt: los lnil i tares estadounidenses de alta. je r l i rquía plani f icaban sus maniobras contra Lrs soviét icos. No obstante,ct¡anclo Akhronreycv sc scntír con los nrrteamericanos para hablar sobrec,sa ¿imist¿rd rccicntemente dcscubir:r 'ta, no pudo disimular su frustraciónaccrca del espiona.je submarino est¿rdounidense y sus operaciones dc se-gnitnientcl, que parecían no habcr c¿ulbiaclo dcsde los dias de la guerra fría.

"Usted, usted es el problema", le dijo bruscamcntc. ¿rl almirante Car-l isler A. H. Trost, ahora jefo de Operracioncs lrlavales. No s<ll¿rmente estabanIos submarinos estadounidenses acechal lc lo todavía f rente a lns aguassoviét icas, s ino que Akhromeyev estaba convencido de quc podía rastrearsus propios submarjnos mcdi¿rnte el sirnple seguirniernto por el aire de los¿il. ioncs antisubrnal' inos P-3 Orion norteamericanos. Fue una revelaciónasonrbrosa de cuán eficaz seguía siendo el esfuerzo antisubmarino estado-unidense.

T?ost trató simplemente de calmarlo, diciéndole que Ia estrategia es-tachtrnidense no cstaba dest inada a amenazar a nacl ie. Pero inclusivet'u¿rnclo sc dirigió a Akhromeysl,, Trost comprendió que se le estaba ofre-cicndo una imagen de lo más profundo de la psiquis soviética, y lo que vir-rt¡r¿r dif 'erente de lo que había creído tanto tiempo. Antes le había parecidosurnamente obvio quc las fuerzas soviéticas estaban diseñadas para la agre-sirirr. Pero ahora T?ost podía ver con cuánta convicción creía Akhromeyevtlue el solamente había sido parte de un esf'uerzo para defender su patria,rrna nación rodeada por enemigos, p(rr buques, submarinos y aviones ant i -sLrbrnar inos de la OTAN.

( 'onl i :u ' ¡ r , ' t o r t ' t i l i t : t t ' ; t { } |

( i r t rd l r¿r l rnente. estos hombres cle nrt tnclos tan di f 'ercntcs fuerou

¿rccrcánclose. Sc cstab¡rn cotrectando y conlprendiendo.iustaurente en quó

tneclicl¿r había sido la guefrra fría una expericncia comptrrticla. Hubo unlr)ontento destacadcl cuandrt el almirante Kinnaird McKee -uno de lcls co-mandantes d¿ submarino más exi tosos de la Armada, el pr incipal némesiscie Whitey Nlack en los días del Lapon, el hombre que se había convertidortrás tarde ern cl sucesor de Rickover como z¿rr de l¿r fücrza de submarinosnucleares- sc sentri a interc¿rmbiar historias del rnar con tt l l ¿llmirantesovieticr¡ antiÍ luo en un alnucrrzo en el Pent¿igono. Tambiérr estaba allíRich Il¿rvcr. Cuand<¡ fire: presentado cotlo an¿ll ista dc Inteligencia Naval,H¿rvcr erscuchó que el tr¿rductor soviéticrt le' rnurmuraba a su almirantc, K.A. Makarov, a lgo sobre la "CIA".

El rnomento de tensión pareciír superado cuando McKee se sentó jun-

to a su hr-réspecl dc honor, soplando sus vieios tanques de-' lastre. McKeerccord<i strs c l í¿rs conto coniartdantc det l t lSS Dace.En aquel t ientpo, Maka-rov c'icrcía el corü¿urckl clc trn subrnarino clel proyccto 671, la clase, sc'ñal(r¿rrtr¡rblcl.¡rento, que los norteamcric¿rnos clcllt lmin¿rban "Victor". EntoncesNl¿rk¿rrov desliz<i quc (tl habí¿r est¿rdo cercil dal Dace €rn un¿l de sus patru-

l las, que inclusivc cntonccs ól había s¿¡bido quc cr¿l e l l )qr :e."NIc ¡rrcgunto quión scguía a quién", c l i . jo Havcr, s¿lbiendr l muy bien

qlre cr¿1 l¿r dctcccir in y scguimiento dcl p¡ intcr Victgr pgr McKcc durantcstrs pruebas do m¿lr cn 196t1 kl cluc h¿rbí¿r a.vudado a proyectar l¿t carre¡ritc lc l l r l l r r i r¿rntc. M¿rkarov lc ' lanzt i a H¿rvcr utr¿r nr i r¿td¿r hclad¿l .v cotr t inur iol¡scrr'¿inclolo tt-ricntlas h¿ic:ía l leg¿rr su respttcst¿r ¿r trlrvós clt: su irltór¡lrcte:"Ahor i i no es t iempo dc discut i r etsr)" .

Pelo c,s¿t Inirada di.itt ntás. Parecía recolloccr: "Yil sé quicn scguiit arlr-rit:n, y só que yo no cra t: l pritncro". Est:rs e'ran vietias hericlas, y Htlvcrh¿rbín vcrtido la sal. Lc¡s h¿rbía record¿rdo a l<ls sovióticos clc los nruchosaños cn qu(r c l los cstuvieror. l detrás, cn qLlc sc los podría habcr l lamadt ldercir l id¿¡nientc. ineptos. Podrí i rn h¿rber redtrc ic lo l¿i brccha en l t ts úr l t imosal los c lc la gucrra f i ' ía, pero cso no h¿rbí¿r al iv iado la humil lación. Havcrhirbía r¡ut'br¿rdo una rcgla clcr cste glasnost espccial, der esta a¡tcrtura toda-vía novcclosn y dif ici l cntre militares, y cuando el allnuerzo l inaliz<i, Maka-rov lo cxprcs<i con claridad. "L)ígale a ese jov()n que cuanclo los vcteranrts screúncn, no cs importante quién ganó o pcrdió", dijo a travós dc su traduc-tor. "Es sr-r l ic iente que ambos hayan sobreviv ido."

Auncltrt ' el empler-r clel t ienrpo pasado por N'Iakarov pued¿l haber sidoltigo prcnuituro, ciertallente se ajustaba u la pelrspectiva soviética. I)es-puós clc esa actividad febril frentc a la costa norteatneric¿ll la en 1986 y

1987. los submarinos sovieit icos habí¿rn sido cmpujados nuev¿rmente a sus¿r!{uas. A ¡rcsar de cllo, desde la óptica estadounidense, se tratri como siem-pre de lneros negocios. Los submarinos espías se habían vuelto más caute-lr-rsos. Las meioras en el sclnar y los equipos dcr interceptación electrónicasignificabzur quc ya no tenían que ir tan ccrc¿r de lcls submarincls o la costasoviétic¿r ¡tara obtener inteligencia. (De tt-rdos rnodos Lrs subnarinos Los

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i io¡ i l , ) l . j r rcgo dtr la gal l inu c icga

,, , r r r ¡ r i l rado con los veloces Akula que los soviét icos desplegaron en losrr l t in los años clc la guerra f i ía. Pero la Armacla est¿rdounidensc tod¿rr, í¿rr r t t : t ,s i tnr ía conocer c<irno opcrarían sus Ki lo, toclavía tendría quc clcscubr i r: ius l )u l ) tos débi les. "¿,Puede usted imaginar l l t vergt icnza de l¿r Ar l t i¿rc la, ,st¿rdc¡urr idense si los subr¡ar inos Ki lo hunclcu al LrSS Antcr ica?", d i . i r l unf i rncionar io nav¿rl de al to rango. Flacienclo Llnír pausa, agreg<i : "No clur¡rntcrrr i guardia".

El vuelco a cstas nLr('vas misiones estaba claramcnte en march¿r cuanclocl presidentc Bi l lCl inton asumió ol cargo a pr incipios de 1993. Pcro miern-lra-q ti l y su ¿rdministr¿rcirin trazaban planes ])ara su prinrt 'r i, i cumbre con\irltsin, programada para la prinrerra semana cle abril, f 'ucrol-r sacudidos

J. 'or lo quer parecía ser un remczón anacrt in ico v dc.sagradablc 'del pasado.El 20 dc marzo, c l t lSS Gru), l i . r¿g (SS¡/-641i) chocír contra un sLrbmiui-

¡rrr r r r is i l ís t ico ruso rrn el nr l r r le Barents. El Grcty l ing había cst¿rdo siguien-r lo al submarino ruso 105 ni i l las ¿i l nort<: c lc Murrnansk, enclar ' : rdo cn c lnreclio der la zon¿r cle ¿rdie'stramicnto de l¿r Flota del Nortc. Los lus<is afir-mafon ql le su submarino había erst¡rdo dosplazándose a rumbo, ve locic lad y

¡rroÍbndidad constanters clurantc más dc ttnri hor¿r cuatrclo c\ Grot,l irtg le

¡rrol 'ocó una prr-rfund¿r abolladura a estribor dc -su proa. Nadio salirj herido.El incidentc era n¿rda nlenos que aquel lo t lue l . rabía cstadr¡ pre()cupan-

do al Departamento dc Estado desde l t - 's ú l t imos días del pcríoclo dc Rc'-lgirn. Yeltsin est¿rb¿r c¡-i r"¡rcclio clc un¿r crisis poiit ica en Nkrscút. L¿rs noticiasrkr que sus amigos cr-i los Bstados Unidos cst¡iban todavía envi¿rndo sub-nr¿rrinos ¿1 pasear fre¡lte a krs puertcls y b¿rses rnás scnsibles de Rrrsia ncrib¿rn a aumentar su popular idad.

Al principio, el Pent,ágono di.jt i que el Grav-Litry había cstado sigtricnclouno de los buques misi l Íst icos rnás modertros c le Rusia, un Delt¿r Id peroIos rusr.rs insistieron clue el ()rovlirtg habí¿r est¿rdo cn l¿r csteri¿r dt: un f)cltaI I I , una clase de sublnal inos quc sc r t r rnontab¿r ¿r { lnes c le. la c lócacl¿i c lei .970. Esto provoct i más que aiguno.s c¡rmc'r t t¿r l ios ¡rutrzantt :s por ¡rartc c lcrr t los submarinistas, toclos c l los coincidt ' t r tes en cual l t r ) ¿i qLtL ' l¿r Arniacl¿tc[ i -s¡ tonía.yn de tanta infrrrmación sobrc ios Dcl t¿i I I I quc " l ]oclr t r t t l i , r ,* cul ls-l ru i r uno cler punta a pt tnta".

(l l inton t:st¿rb¿r furioso, y también lo cstab¿ur sus ¿rytr<l¿rnte¡s. Clon exas-

1te:rlrcir)r"r, un funcionario cle.jcrarqr-ría dcntlt,r cle l¿r ¿rdtr.rinistraciti i- l sc quc'it ic le los l íc lcres de laArmada: "Uno se pregunta s i han leído los ¡rcr iócl icros".

El ministro de Defens¿r ruso emitió con enojo una clc¡cl¡rracirin rlonclcr , -x¡rrcsaba "gran prcocupacion". Correr ta lcs l iegos dural t t r : la gue'rrr tf i ' i¿r era una cosil, ¿.pe.ro ahorri '") Como di.io cl . jcfe de la Division Nave'grrc i<in. contraalrnirantc Valery Alcksin: "( l¿rnr inamris soble¡ ei f i lo de un¿r l l i -v i i j a. Alguna vez, esi i l c¿lc()r í¿r tonnin¿rr l i cn t tn des¿rst lc. Hrr .y ¡¡¡¡ , , tse¡guro, también. que si las prl icticas con-ro ésta no se det,icncn, el desastrct 's inevi table".

( lonf i¿rr ' ¡ rcro vcrr i f icar ' :109

Clinton le ofreció a Yeltsin una disculpa fbrmal y suavizó las cosascon él al conrienzo de la cumbre en Vancouver, Columbia Británica, dondetambién prcunetió 1.600 millones de dólares para ayudar a sostener lasrclbrmas del presidente ruso. Al t iempo que calif icaba la colisión de "1a-mentable", Clinton agregó: "No quiero que vuelva a sucreder jamás". Orde-nó una invest igación, tanto del incic lentc como de las pol í t icas "de las cua-les daba la casual idad que el incidente era una pzrr te indeseada".

Esa última parte de la promersa de Clinton preocupó ¿r la Armada.Había que tomar medidas para controlar c l daño, y rápido. El contra-almirante Edward D. Sheafer .Ir., que ahora era director de InteligenciaNaval, juntr-r con el capitán de navío que coclrdinaba el programa de reco-nocimiento sr.rbmarino, preparó t¡n informe detallado para los más altosfüncionarios, incluyendo el nuevo asesor de Seguridad Nacional de Clin-ton, Anthony Lake. y su asistentr,, S¿rmuel Berger; Strobe Talbott, asisten-te clel sercretario dc Estaclo; .v c¿rsi todos, parL'cía, cle,ntro del gabinete clelsecretar io de Defensa Les Aspin. El equipo de la Armada insist ió en que elespionaie submarino ciertamcnte habÍa cambiado con los tiempos. Ahor:r,solamente el 25 por ciento de las rnisiones estaban dirigidas a las aguasrus¿rs. El 75 por ciento restante iba dirigido a las aguas de Oriente Mcdiopara espiar a Irán e imponer cl embargo económico cr-urtra Irak, al Adriáti-co para contribuir a aislar a Br¡snia de los envíos de arnamcntos desdeOccidentc, a las aguas frente a Haití para imp(.)ner allí un embargo dearmas y a rnonitorear arnenazas potenciales cn r:l L,e.jano Oriente. Final-mcntc los subnlar in istas arrerrnet iuton c()n su nl levo l lamaclo a ia unidad,aqucl reférido a "preparar los c¿rrnpos dc batalla" en todo el mundo.

Fue un info¡me tan bueno com<l cualquierr otro presentado durante l¿rgucrra frÍa, uno quc mostró con quó rapidez se había actualizado la fuerz¿rcle submarinos. Cuandcl Sheaf 'cr y su equipo terminaron, hasta el los esta-ban ¿rsonrbr¿rdos. Habían creído que la colisión del Grayling podía hundirsu programa. v en cambi l ) , e l equipo der Intel igenci¡r Naval concluyó entrer isas dc qrrc la col is i r in "nos salvr i e l ¿r lmuerzo". En su desesperación, r t ¡a l i -zar 'or) u l l t laba. jo tan in ' rpresionantc para iust i f icar la cont inuid¿rd de laf'uerz¿r cle subm¿rrirlos qur\ r '¿rrios f 'uncionarios cle Ia administración esta-birn ¡u ' l ic t ic¿rmcntc aplaudienclolos, c l ic icndo cosas talcs comn "Por Dios, esrun ocó¿rno lihrc" y "No c'xiste prohibicií ln alguna en t:ontra de estar f ireraclc l¿rs ¿lgu¿ls territori¿rle¡s cle otro país". Los funcionarios cle alta jerarrluí:r

rlrntl 'o cle l¿r ¿¡dministr¿rción que nunca habrían prestado ¿rterncií.rn ¿r lossubmarir-lr.rs ¡, ' al espionaie subnr¿rrino estaban imprcsionar.los do quc laArmada hr-rbic'ra cambiado tanto sin que se la hubier¿i f irrzado Lr alcjarse de

-qu antiguo enenrigo. La Armada c:r-rnsiguió inclusive la aprobación paracunt intrar l , ig i lancio a los rusr is, aunque a este r i tnro s igni l icat ivamentercducic lo, en tanto y en cuanto el rcconocirniento sc efectuara en formacaute,los¿r )' scrlsata.

Desclc' entonces, a la f 'uerza de subm¿rrint-rs le ha ido relativamentebierr con Clinton. Tal vez su favor lnás imDortante ha sido mantenelr con

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: l lO I , ) l . jucgo dc la gal l ina c icga

r ir l¿r erl programa SeawctLf'. Clinton accedió a construir tres de los volumi-n,rsris subnlarinos de ataque de 2.500 millones de dólares en lugar de dete-rrcr cl programa por completo, como había tratado de hacer Bush. Clintonrlrjo que hacía aquello para impedir que la base industrial que construyesr¡bmarinos se contraiga y desaparezca del todo. Hubo oposición de re-

¡.rtrblicanos que habitualmente eran halcones, que describieron al Seawolf( omo una reliquia de la guerra fría.

Clinton aprobó también un plan para construir otra clase nueva dest¡brrrarinos de ataque, uno más pequeño y económico que el Seau,olf. Mássilenciosa y mucho más versáti l que los submarinos Los Angeles, esta cla-se nueva, conocida al principio como "Nuevo Submarino deAtaque", o NSSN,v ahora clase Virginia, está diseñada para cumplir con el conjunto de nue-viis misiones en las aguas regionales poco profundas. Clinton coincide enr¡ue la Armada necesitará nuevos submarinos después de iniciado el nuevosiglo para reemplazar algunas de las obsolescentes naves Los Angeles. Suiipoyo ha disminuido algo del escozor provocado por la dramática reduc-ción de la füerza. f)esde un máxitno de noventa y ocho st¡bmarinos de ata-t¡uc a fines de la década de 1980, su número cayó a poco más de sesenta en1999 y va a disminuir a cincuenta a principios de este siglo e inclusiverlenos a medida que los submarinos clase Los Angeles sean radiados. Laflota de submarinos nuclearcrs misilísticc-rs, que todavía está rondando si-lenciosamonte en los ocóanos, r 'erá rnenguado su número a unos diez acatorce buques frente a su máximo de cuarernta y uno c'n otros tiempos.

La Armada le está solicitando al Congreso los fbndos para construirlos nuevos submarinos y está argumentando que éstos serán capaces deoperar no sólo en prr-rximidades cle los países clel Tercer Mundo sino tam-lriórr ccrntra las costas rusas. Sc dice que el SeauoLf e-s casi treinta vecesmás silencioso que los primeros submarinos de la clase Los Angeles queaparocieron en la década de 1970, y diez veces más silencioso que inclusivelos buques ulás nuevos de esa misma clase. Tanto el Sequlolf como los sub-nrarinos de l¿r clase Virginia serán especiairnente úti les para las nuevasnrisiones más próximas a Ias ct¡stas y para colaborar con los conflictos entie¡rra. Ttansportarán misiles Tornahawk, serán equipadris con sonares di-señados para ser especialmente úrti les en apluas poco profundas, y estaránconfigurados para l levar fracciones SEAL de la Armada y otras fuerzasc,speciales. La Armada también estuvcl destinando recursos a crear vehícu-ior. subrnarinos no tripulados -e inclusive pequeñas aeronaves no tripula-tlas- que pudieran ser controladas por esos submarinos y navegar a proabu*ss¿¡d6 rninas o ser lanzadas en vuelos de vigilancia. Los submarinos¿rctualmente en uso están siendo también actualizados con nuevas tecnolo-gías de microprocesamiento para permitir les comunicar mejor una granvariedad de datos de inteligencia a los comandantes de los grupos de bata-l la y fucrzas de tarea, incluyendo correo electrónico y fotograf ías

Cr¡nl i¿rr ¡ - lcro vcr i l icar 311

-también vÍdeo- obtenidos a tlavés de sus periscopios.2 Esta ntisma tec-nología probablemente ayudará también a los submarinos en algunas delas otras nuevas misiones que la Armada ha asumido desde el f in de laguerra fría. Los submarinos han guiado ocasionalmente a Ia Guardia Cos-tera hacia embarcaciones sospechosas en el Caribe que finalmente se com-probó que estaban transportando cargamentos de drogas i legales. Y lossubmarinos han estado alertando a las unidades de superficie respecto decar¡ueros sospechados de intentar l levar cargamentos i legales de armasy otros insumos en violación a embargos estadounidenses. Durante laguerra en Kosovcl, a principios de 1999, cuando los aliados de la OTANnecesitaban efectuar ataques de precisión contra objetivos sensibles de losserbios, los submarinos de ataque estadounidenses y británicos lanzaronrepetidas veces misiles crucero Tomahawk dersde el mar Adriático. Lossubmarinos rnantuvieron también un r-rjo aierta sclbre los buques rusos queingresaban a la región.

No obstante, la fuerza de submarinos estadounidense sigue estandosumamente preocupada en contrarrestar la amenaza que representan otrossubmarinos, incluyendo nuevos modelos de unidades tanto convenciorralescomo nucleares. Rusia ha estado abastcciendo modernos submarinos Kiloa Irán y China. Inclusive algunas naciones occidentales, tales como Ale-mania, han estado exportando submarinos convencionales modernos apaíses del Tercer Mundo. Además, los rusos siguen viendo al submarinr-¡cclmo el buque más importante de suArmada, y han seguido mejorando lasunidades clase Akula, sus submarinos nucleares de ataque más silenciososy sofisticados. (Todavía existen deficiencias significativas en la tecnologíarusa. Según funcionarios de Inteligencia Naval, los últ imos Akula son muysilenciosos por debajo de los 10 nudos, pero producen zapateos audiblesa velocidades superiores a ésa y se vuelven fáciles de detectar.) Los rusoshan comenzado también a construir un reemplazo aún más avanzado,conocido como la clase Severodvinsk, del que algunos funcionarios estado-unidenses ternen que pueda ser más si lencioso que los submarinosL<"rs Angeles mejorados. Cuando la Duma rusa ratif ique finalmente elpropuesto tratado START II, si lo hace, el grueso del poderío nuclearruso será transferido al mar. Mientras Rusia posea todavía la segundafuerza de submarinos más poderosa del mundo -mientras "El Oso siganadando", como les gusta decir a los panelistas de la Armada- necesitaser vigilado, aunque ahora cuenta con pocos recursos para enviar sussubmarinos al mar.

2 Cuando la últ ima clase de submaririos, la Virginia, cornience a ser desple-gada en 2004, inclusive carecerán de periscopios. Empero, cada buque contará conun nrástil con un sistema de vídeo digital enlazado por fibra óptica (N. del T.:sistema optrónico) con una resolución superior a la del oio humano.

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: i l2 l , ) l . j r r r ,go t lc la gir l l ina c i t :g i r

(l l inton ha aceptado continuar con operaciones l imitadas de vigilan-tirr sobre Rusia desde la distancia, y sus aprobaciones se han materializa-rlo cn unos pocos centinelas solitarios acechando frente a Madivostok yNlr-rrmansk, al menos en ias ocasiones en que la Armada tiene motivos

l)rlra sospechar que los rusos puedan estafl levando a cabo un ejercicio o¡rrobando nuevos equipos. Es también con la aprobación de Clinton que elJ)rograma de espionaje de proyectos especiales ha continuado, aunque sufirco se ha desviado de Rusia. Los funcionarios gubernamentales dicen queLrno de los submarinos de proyectos especiales -probablemente el Russellcn 1992- regresó al Barents para recuperar los dispositivos de intercepta-t: ión después que colapsó la Unión Soviética. El Russell emprendió inter-ccptaciones de cable a otras partes del mundo antes de ser radiado a me-diados de 1993. Entonces elParche regres<i de sus reparaciones prolongadas,obteniendo otras dos Menciones Presidenciales para la Unidad, en 1993 y1994. Dcspués dc un rosario cle Recomendaciones de la Armada para latlrridad en 1995, 1996 y 1997, el Parche obtuvo otra PUC en 1998. Surnán-clolas todas, el Parche ha ganado hasta ahora ocho PUC, por lejos el máscondecorado entre todos los buques en la historia de la Armada. Los deta-lle's dc a drinde se dirige en la actualidad el Porche han sido ocultadoscekrsamente, inclusive más que cualquiera de sus esfuerzos en la guerrafría, pero esas condecoraciones nunca habrían sido concedidas si elParchenri hubiera continuado marcando el rumbo con nuevas y peligrosas misio-ncs. Tcrdavía puede interceptzrr cablcs, y desde su reacondicionamiento,también puerde recuperar equipamiento militar del fondo dcl océano.

Es obvio que la Armada está decidida también a conservarlo. Cuandola ola posguerra fría de cierre de bases marcó cl f in del Arsenal Navalde' Mare Island en 1994, eI P(rrche fuc trasladado a Bangor, Washington,clonde es el úniccl submarino de ataque en amarrar en una importantebase de submarinc¡s misilísticos Tlident. La Armada le ha dado impulsoa su tecnología especial y podría estar empleando inclusive vehículos notripuf ados que partirían desde eI Parche y efectuarían muchas de las ta-re¿rs de interceptación de cable sin arriesgar las vidas de sus tripulantes.

Sus objetivos son fáciles de imaginar y sin ninguna duda reflejan lasprc.ocupaciones de inteligencia más amplias de la Armada. Irán tomó pose-sión de su tercer Kilo en 1997. La portada de un ejernplar reciente deWorld-tt: ide Sttbntarine Cha.llenges, un anuario de Inteligencia Naval, i lustra aun submarino chino y su dotación. En su interior hay una lista actualizadarle uaciones quc rcpresentan una amenaza potencial, incluyendo dos na-r:iones asiáticas, China y Corea del Norte. China no solamente usó uno desus Kilo en ejercicios extremadamente amenazadores frente a Taiwan, sinoque lanzó misiles desde tierra como disparos de advertencia, obligando aClinton a enviar portaaviones estadounidenses para asegurar que no tu-viera lugar ningún ataque. Los chinos están uti l izando también tecnologíarusa para desarrollar su propia flota de modernos submarinos misilísticos

( l t ¡ l r l i ru ' l r t to vct ' t l t t ' r t t ' :J l ; t

der propulsión nucle:rr, y han estado ensayando nlisi les balísticos lanzadclsdcsde tierra con alcances lo suficientemente grandes como para alcanzarlas costas estadounidenses. Si fueran recuperados, los misiles de pruebachinos lanzados a los océanos se'r ían invalorables para los Estados Unidos.Finalmente, las preocupaciones acerca de Corea del Norte han aurnentadosignificativamente. Aquella nación ha empleado repetidamente submari-nos convencionales para tratar de infi l trar comandos en Corea del Sur.

El Parche todar'ía está allí afuera, colrro lo cstán otros submarinos deataque dedicados al espionaje. La Annada ha previsto ya un reernplazopara el Parche, que será radiado en 2003. Se Ie está aumentando la esloraal tercer submarino de la clase Seawolf, el USS Jintrny Corter, de ¡rodcrque pueda transportar los equipos exclusivos clel Parche y continttar cutn-pliendo las nrisiones más sensibles de la fuerza de submarincls. El progra-ma que se inició con el primer escalofrío de la gue.lra fría continúa.

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EPILOGO

t ln comandante de submarino .y su esposa hic icr<¡n una vcz una pro-rnes¿l: cuando él estuviera en r¡l mar, ambos mirarían hacia la misrna es-trella a la misma hora de la noche. I l l la nunca sabría cuándo se atreveríaél a l levar su subnrarino a prof'undidad de periscripio. os¿rría a echar turv istazo al c ie lo. Así , cada n<lchc¡ c l la buscó f ie lmcnte Ia estrel l¿r de ambos ala hclra establccid¿r, a pesar que ella era cclnsciente que ¡lrobablcmente élse¡ estaba clesplazando si lenciosamentc a t ravés dc l¿r oscur id¿rd c le l océano.El la hizo aquel lo con la esperanza dc que al rnenos una vcz ¿rmbos estuvie-ran observando iuntos aquella estrclla. EIla lo hizo c¿rd¿r noche hasta queél regres<i ar su hogtrr.

Estos dos se contaban entre los ¿rfbrtunados. El estrés pnrvocado porlos largos meses en el mar y el sccreto es€ricto que los submarinistas ha-bían jurado mantener destruyó numerosas parejas. Ningún análisis f inalde la guerra submarina puede ignrlrar el costo humano. Estos hombrescambiarcln meses, años y m:is para conveltirse en lo que lue durante déca-das la rnc'jor defcns¿r de la nación contra un ataque nuclcar desde el mar.

Los submarinistas siguieron a los submarinos misilísticr-¡s sovióticostan biern co¡no cualquier otro, maniobra t ras m¿rniobra y mi l la t ras mi l la.Sólo otro submarino era capaz dc seguir a un submarino misilísticcl sovié-tico, oír exactamente círmo sonaba, ver exactamente cómo lo operaba sudotación y dr:scubrir exact¡u.r'¡ente a dónde se dirigiría si alguna vez se leirupartí:r la orden de abrir f ircgo. 'Ibrio esto cra intcligencia qut: fue obte-niérnciose con el t iempo. unos poco,s htrchos dc cad¿r misión, al ¡ l t rnos c le c l losrc,c lundantt ,s, muchos de e¡ i l i ,s ar :unrtr lat i r ,o,* . Era intel igencr i i quc ternía c¡rrest ' r obtenida nLrc\¡¿l l l lcnt t ,por conrpleto cad¿r vr :z que los sr¡vt i r t i rus ponianer- l s€.rv lcro una nueva cla: ie c ic¡ s¡ lbnr¿rr inos, cada vez qu( i ¿lpalecrar l conuna táctic¿r nuev¿1.

En el lnetor de l . ¡s casos, ios subl la l inos hic ieron algo más: permit ie-ron a lcls Estados Unrdos dar una mirada dentro dc las lrerntes cic los líde-

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r '( 's l) i i l i tar(- 's -covióticos. Un con-randante erstaclounidense en el medicl der unst,r i r i inr icntc l pclc l ía verse a sí mi-smo en la dccis ión que tomaba el coman-r lr inter sor.' iético, tal como podía vor por qu(: el otro hombre er¿r tan diferenter.

L¿r flota e.special de subm¿irinos equipados para interceptar cableslr izo pr is ib le cscuchar mientras los cuartc les gcnerales navales soviét icctsr l t ' t¿r l l ¡ ib¿rn sus f rustraciones cl iar ias, cr i t icaban las misiones y reacciona-Irrur ante los ternore¡s cle un ataque nuciear norteamcricano. En un momen-t{) c l1 qLlL) ambas superpotencias pr-rdían in ic iar la gucrra nuclear con sókl

¡rresionar un botíln. ésta era un¿r miracla poco común y crucial acerc¿r dequión crn rc¿rlmcntc erl advers¿uio.

Los agentes, satól i tcs y aviones espías, iunto ccln los submarinos,todos l lcgaron a scr muy buenos recogiendo inforl 'rración sobre el equipa-nric-'nto soviótico -tluel cra lo que sc cstab¿i construycndo, y slrs especifica-cioncs tócnic¿rs-. Sin ermb:rrgo, erra mucho más difíci l obtencr un panoramarie ' l : r psiqr-r is sovi i : t ica. Al f inal , n i s iquiera las interceptaciones de cables

¡roclían revclar dc'nrasi¿idcl acerc¿l de lo que pensaba la más alta dirigcncitrsoviót ic¿r o mostrar la verdadera cr is is pol í t ica y económica que estabaclcsarrollándose en una nacirin tan cerrada. No obstante, las interceptacio-ncs fucron frccucnbcmcntc los me. jores instrumentos de medición disponi-blcs, inclusivc cuandcl aqucllo quc ef'cctivamente grabaron quedó atrapadob¿rjo el agua dr"rrante meses hasta que se pudo enviar un submarino pararccupcr¿lr las t : intas.

Los hombres que se ocupaban de cscls cables en el fondo del Barents yciel Okhotsk sabían que cr,rrr 'ían un riesgo enorme. Las cargas de autodes-t-rucción quc l lervaban a bordo cran un rccordatorio rnacabro. Inclusive loshombres que a mcnudo of ic iaron de r iv¿r les de Intel igcncia Naval , funcio-narios der alta .jcrarquía en la CIA, reconociuron que la interceptaciírn dcc¿rti ies fire la m¿is peligrosa dc cualquier operación de intcligerncia en cursodur¿rnte la guerra fi ' ía. Esa aur¿r de pcligro lc otorgó respe'to a las rnisioncs,c lc l¿r n-r ism¿r forma er1 que ias hizo especialmente poco comunes.

N{ientr¿rs los satólites rconplazab¿rn a muchos der los avioners espías vi r¿rcÍan más se'gura y asépt ica la obtención de intel igenci¿r, los subm¿rr inoscontinuaron cnfrerntando directamente a los soviéticos. Eso no solamc'r'rtc¡cicjt i tr lr¡s submarincls apartados dc cualquier otro medio de obtencirin ck:intel igencia, s ino tambi( :n del resto del aparato mi l i tar . Los subm¿rr in istassabí¿1rl qlre eran parte de la única füerza que no practicaba simpJomc'ntecontra aliadcls en los iuegos de guerra, sino qlre lcl hacían encontr¿indosecon cl cnemigo, un día tras otro.

Siempre había un riesgo enorme cie que se produiese un incident€ldesestabil izador, inclusive el riesgo de que un submarino pudiera iniciarun combate de verdad. Ocasic¡naimente algulros crít icos se quejaron públi-camente que esto podría haber sucediclo cada vez que un submarlno crradctectado en a€luas soviéticas, cada vez que uno se arriesgaba a la reprcsa-l ia, cada vcz que había una col is ión. No hay dudas que algunos com¿tndan-

l r ¡ r i logo ; l l7

t ls l l t 'garort t lenr¿rsi¿rdo le ios cn su búsqucda clel gran premio. Pero cuando

i¿i Arnr¿rcla y ltrs agencias clc inteligencia compararon los róditos f 'rente a 1a

p()-sjbil i t i¿id cle una respuesta violenta, recLlrricron a un hecho simple: los

sovi(:t ict-rs también estaban enviando sus espías. Como lo señaló el ahni-

rante James D. Watkins, un exielf 'c de Opelrarciones Navales y secretario de

Energía: "El hecho de que uno fucra atrapado pcriírdicarnente es histórico.

Y qué. Uste¡cl serbe que todos están en el juego". Cgntinuó diciendo: "N{ien-

tra"s lo estemos haciet-rdo, y se lo plleda describir ell Llna fbrln¿r qtlt: no viole

cl¿rramente los acuerdcls quc hemcls celcbrado o cl dttrechrl internacional al

que. hcmos st tscr ipto, es un iuegg. iusto. Nunc¿1 clebel íamos disculparnos

por el lo. I )ebcmos cont inua¡ con ¿l l , y s i no l r l hacemos, no est¿rmos cum-

plienclo cor.l ttuestro debcr".I{ay nri is quc} un sesgo dct irn-ibigüedacl en su énfasis sclbre el erspionaje

€)r1 Lrn¿l fornr¿,r qne "nr., violc cl¿rr¿rnlentc" leyes y acuerdos y el1 su postcriclr

l i ¡ l i taci í rn c lc su pcnsarr i iento res¡rccto do leryt ts "¿¡ l ¡ ¡ -s que hcm,ls suscr ip-

t6". L,er¡r mirancio h¡rcia ctl pasado, erst¿i cl¿rro que ui siqr-rietrtr l<ls más vit l-

lentos cncuerntnl-s c l t t rc sLlbn)ar inos in ic iaron iant¿is una cr is is real , de la

¡rism¿r l irrm¿r en quc cstá cl¿rro t1r-re los soviéticos estaban escribiendo sus

p¡llt i l is rcgl¿s (l(] ln¿tncrra utty parccicl¿r. L¿t l lavor parte dcl t iempo en que

ios I ls t¿ic lo.q I l l i r ios estuvicron violando los secrertr ls soviét icos con Ias in-

tor.ccptaciones cle¡ c¿rl¡lcs, los sovií:t icos cstuvierrln obtcnit:ndo la misma clase¡

dc infqrmación -habicnd<l rcclut¿rclr l a John Walker y sn rccl dc espÍ l rs para

r6b¿r las c l¿rvcs quc les pcrmit ieron cchar t t t ra mirada dire¡ct¿l a l corazt in

clc l¿r Arnrada est¿rdounidernse.Lgs esfirelzos de la l lnirin Soviética para mantenerrsc al nlisrno nivei

qr-re cI aparatg rr i l i tar est¿ick¡unidernse, especi i t lmentc aqucl l t ls p¿lra crcar

urra fuerza de submarinos misi l íst icos que pudiera el 'acl i r ¿r los subm¿rr i -

n6s t le at i i r luc ' t ¡staclounidcnsers durante ias pr imcras salv¿rs c lc una gucrra

nL¡clear. contribLlyeron cl¿rralnente¡ a l¿r b¿rnc¿lrrot¿t f inai de aquell la nacitin.

La cont ienda t¿rmbién fuc costos¿r para l r ls Estaclos l1nido-" , ya quc cientos

cle mi lcs de mi lkrncs dc dól¿rrcs fucrron vc¡r t ic los ¿r la construccir in y ( lpera-

cir jn ckr casi c loscicntos sublrar inos nuclr :arcs Y ¿1 la elxpansir in dc la red del

SOStis. De toclos rnodos, la intc i igencia obtcnida ¿rhorró tan"rbié:n f landcssLlntas c ler c l i ¡erro al a. l ,udar a {) l ) t i ln iz i i l ' las dcci ,* io l tes ¿Icc ' rc¿I c l r . r qué sister-

n'rirs cle clcf'ensa ¡trccisablrn exactanrentc los Estadrts l- lnidos. Ahor¿t qlre el

r is¡ s¡ ,u, iét ico r ,st¿i cn la b¿lncar lot l r y dc,qt l ip¿rclo v l l r gucrrra { i ' í¿r ha termi-

n¡clr i . los plant,s r l r : l t r Arnl i ic la c 'stadounic lensc para col lstr l t i r r l tLe'vos sub-

n)¿1ril1os erstátt sictri io cuetstit.r lt¿tdos y lt is i)rcsupucSIOS par¿r submar.inos

h¿¡t si¡]o rercortac.l¡-s. l,r¡s hrtrnllrcs Salrlr¿in trldar'ía a navegar' todavia dcrsa-

fiarán las profirttci id¿ltlrs p¿lrl i c-spi¿tI ¿r los c-nemigos cle la nación, pero es

¡rás prgbablo c¡ t r r - ' i iquei los t 'ncmigos sc) encuentren eu los puntos cal ientes

cletl Tcrct¡r }i ' [¡trcl¡, \ ' l ]or i] i l(]r it. rringúrt otro p:rís plantr:a en el mar un pro-

blc-'n-ra t¿rn gr¿¡ndr' o ri l 'aull i t. ici) ( 'r)n)o lo hizo la Unión Soviética. Cuando el

Congreso consi¡{ i r f in i i l ¡n lnt l r ' ¡ . : t :o l t : t r la total id¿rd de los presupuestos de

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: i l f i l , ) l . j r r t 'go r l r , l i t g i r l l in i r c iega

irrl r: l igencia, que han sido reducidos muy poco respecto de los niveles de laglrcrra fría, es probable que la fi ierza de submarinos disminuya un pocolDils su nunero.

Mientras tanto, tanto Rusia como los Estados Unidos están enfren-tando todavía otros costos enormes al t iempo que pasan a condición deradiados a muchos de sus submarinos de propulsión nuclerar y se ven obli-gados a encontrar la forma de deshacerse de los reactores que lcls ¡rropul-saron. Rusia tiene la carga rnás intimidatoria -tiene la tarea enorme y casiimposible de l impiar el Barents, de revertir el daño provocado por arrojartuna doce:na de reactores nucleares, núclecls consumidos v componentesradiactivos de viejos submari¡ros a l¿rs ¿rguas cercarlas a la isla dc NuevaZembla cn el norte.

Rusia y los Estados unidos comparten también alg. más. El secretoclue ha sido mantenido por ambos bandos sobrc ' t r ¡das las operaciones desubrnarintls dur¿rnte la guerra fiía ha dc.¡ad<l un clcllor persister.rter, cspc-cialmentc para las I 'amilias dc lcls hornbrcs dcsaparecicl<ls ba.jo los maiescn csta guerra fría. Por ejen-rplo, ninguna. armada a ofrcciclo aún rcspues-tas def in i t ivas sobre las causas dc la desapar ic ión dc sus subnrar inos en1968: rro l<-rs norteamericanos acerc¿i del Scorpiot¿ o los sovicticos en cu¿rnt<lal Golf.

Los funcionarios sovi(-.t icos simplcnre¡ntc calif icarrin cle clesaparecidosir los hombres clc l Gol f y estuvjeron tan decididos u scpul tar su vergonzosost¡cret<l qu(r sc rehusaron a conceclcr los holr , r res y l t t . r rs iones que normal-tr-icnte se clestinan a los serers amados de aquellos qlle mlleren en actos delservic io, un¿r muerte quc ocurr ió, en lzr jcrga soviét ica, "mientr .¿rs elecuta-b¿ru t¿rr t tas de combate". Por el contrar io, a l i rs esposas dc aqtrel los r lue'r tosse les aboncj una indemnización de 1.500 rublos y una pernsi í rn anual c le bglublos por cada hijo o pariente discapacitado.

Irina Zhuravina, que perdió a su marido en el Golf, se rehusó a gastaresr¡s rublos porque pensó que eso sería rcsignars( ' ¿l la muortc de su esposobajo ios términos de su gobicrno. Después dc la desapar ic i r jn dcl Gol f , e-stu-l 'o traba.jando en l¿r oficina de aduanas en Lln aeropuerto, donde¡ los periír-clicos y revistas extranjeros eran recibidos, censurados o ri irectanlenter con-f iscadr ls, .v comenzt i a lcer las paginas prohibidas. arr iesgánclosc con el lo aser encarcclada. Año tras ar1o, siguiri h¿rciéndol<i. esperando que las noti-cias provcnientes de otro país le pudierran dr:cir cómo había fallecido su(-'sposo.

No fue hast¿r siete años despucls que el Huli l¡ut encontrara al Golt 'queZhuravina conoció el relato sclbre el intento de recuperaci<in por el Gk¡mctren ulla revista occidental. Así fue como ella supo que el submarino de suesposo se había ido a pique, que los norteamericanos lo habían encontrado,tratado de ízar y recuperado al menos seis cuerpos, seis hombres a quienesla polít ica ies impidió regresar a su patria. Pero cuando ella preguntó, sugobierno se rehusó a reconocer also de esto.

Epr logo 319

Andrci Kobzar, que era el hijo del comandante, recibió la misma clasedc rerspuestas evasivas cuando le escribió a varios electores acerca de supaclre, Madinir Ivanovich Kobzar. Finalmente, se clir igió a la embajadar-stadounidense en Moscú. Seguramente alguien allí podría decirle algo.Pero ios diplclmáticos estadounidenses se mantuvieron leales a su acuerdocon el Kremlin para r1o revelar los hechos -se mantuvieron leales a succ,nspi raci t in dc s i lencio.

Entonces, dos años después que desapareciera la Unión Soviética,Robert M. Gates decidió hacer Io que consideraba "un gesto dramático"cuando se preparaba para ser el primer director de la CIA en visitar elKremlin. Alguien en la CIA mencionó que la dotación del Glomar habíagrabado en vídeo la cerernonia fúnebre que le habían oficiado en alta mara los seis submarinistas recuperados del Golf. Gates luchó para obtener elpermiso para l levar la cinta cr¡n él a su prirnera rcunión con Boris Yeltsin ylo consigui t i . Dr¡s scnranas después, la c inta sal ió al a i re en la te levis iónn¿rcional soviética. Las familias de los tripulantes del Golf pudieron ver alos marineros norteamericanos rindiendo honores mientras se ejecutabanambos himnos nacionales y cón.ro los norteamericanos agregaban plega-rias rusas a la ceremonia naval por los muertos. Kobzar, Zhuravina y losdemás estaban asombrados y conmovidos porquo los norteamericanos, susenemigos durante tanto tiempo, hubiesen tratado a sus hombres con tantcrrespeto. Sin embargo, la cinta no fue suficiente, como tampoco las fotogra-fías decla.sif icadas de los restr¡s del Scorpiot¿ lo fueron para aliviar el dolorde Ias fhmilias que perdieron a sus hombres en ese submarino.

En los Estados Unidos y en Rusia, las familias de los muertos -yde kis que zrún viven- han estado exigiendo más. Han querrido que slrsgobiernos revelen los secretos que todavía corlservarl. Algrrnos simplemen-te quieren que sus hombres descansen cn paz; otros quieren las respuestasa todas aquel las preguntas que han permanecido prohibidas durantetanto tiempo. Ellos quieren saber: ¿valió Ia pena todo esto?

Tal vez ia carrera armarnentista nuclear conrpleta füe disparatada,pero una vez presente, los submarinos espías se convirtieron en un ele-mento cruci¿rl para enfrentar esa locura. Es horrible que esos submarinosse hayan perclido por causa de deficiencias tecnológicas y en el embatecontra los rnarcs. Pero una vcz que se instalaron misiles nucleares en lossubmarinos. tenía que haber una fonna de rastrearlos, de amenazarlos,de asegurarse que ninguna de las naciones se sintiese lo suficientementesegura para uti l izarlos. Para la Unión Soviótica, aquello significó tratarde impedir que los Estados Unidos supieran exactamente cuántas averíasestaban sufriendo sus submarinos nucleares. Para los Estados Unidos,significó tratar de impedir que la Unión Soviética supiera exactamentecuán verdaderamente vulnerablcs eran los submarinos de la úl t ima.

Con apuestas tan altas, había razones valederas para el secreto. Peroel secreto c lbsesivo t iende a real imentarse. oscureciendo las lecciones

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: . i (X; I , ) l . j Lrcgo dc la gal l ina c iegi t

r ';r "fénea" de las bases soviéticas más grandes. lrTunca más un submarin<lt.n tareas de vigilancia habría de seguir la estela de otro hacia el interiorrlc aguas soviéticas. Nunca más mantendrían una guardia constante, es-

¡rcrando que sucediese algo *cualquier cosa- interesante.Ni siquiera los jactanciclsos submarinos de proyectos especiales se-

guían siendo sagrados. Desesperadas por actualizar su flota de satélitest,spías,la CiAy la FuerzaAérea comenzaron a echar el ojo sobre los cientos

de millones de dólares que todavía se estaban invirt iendo en aquellossubmarinos. Debido a que tanto el Russell como el Parche estuvieron enlos arsenales durante todo 1991, ninguno de ellos cumpliendo misión algu-na, las agencias rivalcs pudieron sugerir que los dos buques de proyectos

cspeciales talvez eran un lujo demasiado grande.El proceso de desgaste se interrumpió repentinamente por la ines-

perada disolución de la Unión Soviética. En la Navidad de 1991, la Comu-nidad de Estados Independientes, una laxa federación de repúbl icas,reemplazri formalmente a Ia Unión Soviética. Poco después, comenzaron a

llegar informes de una rcunión de cinco mil oficiales de nacionalidad rusapertenecientes a las fuerzas armadas que dibujaron una imagen de confu-

sión, ira y vil frustraciíln. Los miembros de una Armada soviética ahoraquebrantada arrancaron dc sus buques los viejos símbolos de la hoz y elrnarti l lo y comenzaron a enarbolar la bandera de San Andrés, que había

distinguido a los buques rLrsos desde los días de Pedro el Grande. Ahora

la Inteligencia Naval estadounidense deseaba desesperadamente saberquién habría de tener el contrr¡l de los submarinos misilísticos soviéticosy como serían desplegados baio los nuevos re¡¡Ímcnes.

La vigilancia renovada tenía su precio. El 11 de febrero de 1992 el

USS Bc¿lor¿ Rottge (SSN-68.9) chocó contra un buque ruso de la clase Sie-

rra, entre los más nuevos v silenciosos que habían salido de los asti l leros

soviéticos. El Baton Rouge estaba siguiendo al Sierra cerca del límite de

Ias 12 millas frente a Murmansk cuando el comandante norteamericanoperdió el contacto, que a continuación embistió al Baton Rouge desde aba-

.jo. Ninguno de los submarinos resultó muy dañado, y nadie salió herido.

Percl el incidente fue etnbarazos<t.Yeltsin sc queió rápidamernte, y Baker se reunió con él en Moscú para

mantener las cosas en calnla. Al día siguiente, en una maniobra sin precc'-

clentes, el Pentágono auunciír públicamente que se había producido la coli-

sión, y la Armada rusa comenzó a quejarse públicamente que los Estados

llnidos seguían operandtl muy cerca de sus aguas.AI frnal, esta situación embarazosa fue la que aceleró el cambio en la

vigilancia submarina alejándola de Rusia. El Conseio Asesor de Inteligen-

cia Exterior del presidente, presidido por el almirante retirado Bobby Ray

Inman, revisó el programa de proyectos especiales. Poco después de eso, se

le di. jo a Inteligencia Nar.'¿rl que el consejo había decidido que ya no había

necesidad de disponcr de' más de un submarino de proyectos especiales y

Cor.rfi¿rr perro veril icar 307

que si la Armada iba a continuar interceptando cables sumergidos, enton-ces había l legado el momento tal vez de buscar algunos cables en otraspartes del mundo.

Los submarinos estadounidenses ya habían l levado a cabo recono-cimientos frente a las costas de otros países como Líbano y Libia, y a me-diados de la década de 1980 dos antiguos submarinos misilísticos fueronconvert idos para t ransportar grupos SEAL. El USS John Marshal l(SSN 61l ) estuvo meciéndose dos meses en el Mediterráneo con cincuentahombres de los grupos SEAL durante una crisis en Líbano en 1989, a laespera de rescatar rehenes, o emprender una acción de represalia si eranecesaricl.

Ahora, corno parte de la nueva estratcgia militar "Desde el Mar" de laArmzrda, los submarinos navegarían a tiro de pistola de los prlrtaaviones ycruceros y recibirían órdenes de lcls comand¿rntes de firerzas dc'tarea em-barcados en aquellas naves. Pero la fuerza de submarinos tambión conti-nuaría acechando invis ib le cerca de las potenciales ¿ireas de conf l ic toy regresarían con la inteligencia obtenida para "preparrar el campo de ba-t:rl la", antcs dc quc las fucrz¿rs dc tarea fi¡cran l lamadas a cntrar a cllas.El término había sido tomado prestado del Ejército, pero en este cas<-r sig-nificaba enl' iar a los subrnarinos dos, tres, cuatro años o más antes decualquier conf l ic to previsto para conocer más acerca de las naciones que se¿rvizoraban como enemigos potenciales, partr dr¡terminar sus debil idades,y p¿lra prcp¿lr¿rr cl camino para la victoria estadouniclcnse cn conflictosquer tendrían menos bajas por causa de estos esf'ucrzos submarinos.

Irán, por eiemplo, ya había recibido el primero de los tres submarinoscrinvencirinales "Kilo" -unidades silenciosas y muy modern¿rs construidasen Rusia-. fJn almirante iraní antiguo se había j¿rct¿rdo de que pretendíauti l izar estos submarinos para obtener el control del estrecho de Ormuz,acceso a los puertos en el golfb Pérsico y paso obligado para cerca de unsexto del petróleo del mundo. Eso fue suficiente para enviurr al IISS Topeka\SSN-754) al golfo Pérsico para observar la l legada del Kilo en noviembrede 1992. Fue característico de la nueva era de misiones de reconocimiento.

Las nuevas misiones de espionaje no impulsaron debates agonizantesen el Consejo de Seguridad Nacional o dentro de la Casa Blanca, que toda-vía estaba aprobando todas las operacioncs dc reconocimiento submarinocon un régimen mensual. De todos modos, había acusaciones provenientesdel Capitolio rcspecto de que la fuerza de submarinos estaba sencil lamen-te invent¿rndo enemigos para conservar su emplecl. La respuesta de laArrnada fue simple: algunos de los otros objetivos habían existido todoscsos años, y füe solamente el colapso de la Unión Soviética lc-r que habíaconcedido el t iempr-r y lr-rs recursos lujosos para permitir les a los submari-nos realizar una tarea que tendrían que haber estado cumpliendo siempre.Los erremigos podrían ser comparativamente poco sofisticados -un Kiloiraní propulsado por una planta diesel-eléctrica realmente no puede ser

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l , ) l . j r r r ' ¡ io r l t , l r r g l r l l i r r ; r c icgrr I ' r r l i rbr l rsr l t 'c i t ' r ' r t , : l '2 : l

r l ' , nr l i ' r ' ror ' ( 'n r¡ l )¿r c¿lboza de combatc. Ahora l¿r Armacla está revisandosrrs ¡rro¡r ios ¿rrchivos en busca de cualquierr indic io de la advertencia que

¡rrt ' t l i . jcsc justo esa clase de tragedia, una advert(]ncia que los ingenieros decontrol de calidad enviaron al comando de armamentos, pero que ese co-nrirndo nunca rernitió a los investigadores que se ocupaban de la pérdidadc| Scorpion.

El l ibro ha reavivado también las emociones acerca de otro submari-no prrrdido esc año, este otro enviado dcsde la LInión Soviética. En Rusia,el prcsidente Boris Yeltsin concedió recicntemente la Orden al Valor concarácter póstumo a los noventa y siete hombres que se hundieron con clsubmarino clase Golf que la CIA trató de recuperar más tarde

Mientras investigábamos esta guerra fría bajo los mares, hubo unahistoria que f 'ue más difíci l de obtener que casi todas las demás, una quenos de.jó preguntándonos cómo reaccionarían los hombres involucradoscuando los detalles fuesen finalmente hechos púrblicos. Fue el relato delStarcolf dc 1981, otro subnrarino declicado a l¿r interceptacií¡n de¡ cables,cuando se convirtió en la víctim¿1 de un tifón tan feroz que lo obligó ahamacalse cclntra el fbndo hasta que sus zapat,as se enterraron tan pro-fünclamente en el lc'crho marítimo sovirit ico qrre la aren¿r se introclujo através de: l¿rs r'álvulas clc aspiraciíln de agua en su vientre y amcnaz(t cottinut i l izar c l s isten.ra de refr igeración dc¡ su reractor vr¡ tusto y s iempredol icnte. Los hombres se habían res€rnt ido tanto por su encuentro con lamtre'rter. rc:sr'¡rt ido tanto por el silerncio imput:sto oficialmentc, que ese re-sentirnientt) so volvi(i en su contra h¿rst¡r un punto tal que comcnzaron aaf.errarsc a sr-r experiencia cercana a la muerte con una vehemencia aúnmAvor quc' aquel la provocada por el habi tual j t r ramento der secreto. Susilerncio casi lcls clefinía mirrntras agu:rntaban tr¡d<¡ e,so con el orgullo dcsobreviv ienters, orgul lo er ig ido sobre aquel lo qr"r t 'no podíarn decir .

Sherr.v estaba cn Silverdale, Washington, cuandr) un submarinistar lc l Sear lo/ f 'se le aptoximó.

"Nunc¿r pensé que en mi v ida lc l l legaría a ver" , d i j< l una vez, y luego lodijo nuevamente. Estaba vistiendo una gorra rlel SeawoLf, como muchosot l 'os de los hombres que vinicron esa noche. Estos hombres habían pres-t¿iclo servicios e¡n difererntes años, diferentes épocas. Pero había una mira-cla en sus ojos, una que 1o colocaba aparte de L¡s demás, una mirada quehizo que ella simplemente di.jesc: "lJsted erstuvo allí durante la tormenta,

¿no fue así?"El asintió, lr,rego avanzri rnientras ella contenía la respiración pre-

guntándose círmo reaccionaría é1. El se inclinó y tomó sus dos manos entrelas de é1.

"Graci¿rs -di. io-. Gracias por contar f inalme'nte nuestra historia."

( 's l )os¿ls, srrs padrcs, sus amigos más ínt imos. Es decir , nos pidieron querli. i t:semos, esto es Io que él -muchos como él- no puede decir. Esto es lo que.l cnf'rentó, éste es el motivo por el cual se había ido, éste es é1.

Las colas en muchos de los lugares donde firmábamos nuestros l ibrosrlcrnoraban horas esperando. Cuando una sesión de firma de l ibros se ex_tendió por más de cinco horas, nuestros anfitriones comenzaron a servrrcafó y bizcochos a los intrépidos que esperaron toclo ese tiempo mie.ntrascomenzábamors a registrar la hola en nuestras dedicatorias. A mediano_che, cuidadosamente cambiábamos la fecha. Esa fue la noche cn que unnrarinero del Parche, el más condecorado de todos los submarinos p,rr susmisiones de interceptación de c¿¡bles, vino y nos pidió que le escribiéramosuna carta a su hijo de dieciocho meses de edad, creyendo que inclusivecuando su nino alcanzast, los dieciocho años. todavía estaría obl igaclo p ' rjurirmento a guardar el secreto y no sería capaz de i lar explicaciones. y asít ratamos de hacer lo, escr ib iendo tan bien como pcldíamos, ckc, i r lo que esteho'rbre no podía: por qué Papá no había estado áll i pur^ arropar al niri, denclche, para observar sus prim.ros pasos. Escribimos que su padre estuvocon él de otra forma todo el t iempo, y que papá nunca se hatría ido si larnisión no hubiera sido tan eixtrenradamente importante.

Encontramos muchos h<lmbres como éste: submarinista.y padre. Ellosfueron los que respondierron con lágr imas en los r i jos 'c.ando pre-guntamos: "¿,cuántos años tienen sus hijos?". Llegamos a entender que lapregunta tenía, con un eco n() dcseado, Llno que susurrab¿r: '.¿cuántos añoste has perdido?".

En california, un veteranr¡ del Hctl ibut, cr primer submanno en atre-verse a interceptar un cable subrnar ino, se: sentr i para decir qtre el s i lenciono era tan terr ib le, que él y su espos¿r habían aprendic lo a for jar unarelación alrededor y por encim¿r de todas los muroi que Ia Arrnada habíacrigido entre ellos. Ahora, ella estaba le¡,endo La gall inct rrega _páginas,nos dijo ella, que solameltte rccorrcría cuando su mariclo estuvi-ára cn casa-.Ella recordó tclclos esos años cu que le habría insisticlo a los curiosos que s¡hombre estaba simplernentc af'uera custodianclo el puente Golden Gate.Pero mientras lc'ía acerca de las cargas cle autoclestiucción a bnrdo de susubnrarincl, acerca de las tormentas que enfrentó en un mar soviético,fi 'almente percibió la realidad y el temor. pasaría un tiempo antes de quese pudiera relajar lo suficiente para queclar impresionada.

La fuerza de submarinos también aprerndió algo a través de las pági-nas cle La goll ina ciega. Poco después de la aparición del l ibro, se convocóa un equipo de investigadores para revisar los clocumentos reiacionadoscon la pérdida del scorpion, en 1968. Hemos sacaclo alaluz evidencia deque el scorpion pudo haber estado marcado para el clesastre antes quesiquiera hubiera abandonado puerto, evidencia cte que las voluminosasbaterías que alimentaban algunos de sus torpedos sufrían de un cliseñoclef'ectuoso, y pudieron haber estalladr,r, provocando una detonación de sra-

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APEN DICE A

COLISIONES ENTRE SUBMARI NOS

I)urante toda la guerra fría, hubo dccenas de accidentes submarinosmientras los buqucs que confiab¿rn en el sonido para ver sc aproximabanal enemigo tan cerca como clsaban -a vccos dermasiado cerca-. Nir"rguncr clee:stos accidentes f 'ue tan gravc cor¡o la colisirin delTatüog crintra el Bl,rtchLilo,pero inclusive¡ un golpc relativan-rente suave por una navc dc cuatromil toneladas es suficicnte para hacer rod¿rr un hr.¡mbre y su equipo. Aquíhay algunos dc los otros incidentes provocaclos cuando los submal inosenvi¿rclos por los Estados Unidos y Gran Brelaña tr cunrpl i r operacir-rnesr:s¡rerciales se estrellaron contr¿r buques y subm¿rrinos sr¡r,iéticos u cltrasnaves o f i reron embe st ic los por e ' lkrs.

Esta l ist¿r incluye colisirxrcs que fue'ron cc-rnfirm¡rd¿rs y otras cunsiclc-radas probables. Algunas nunc¿l ¿rntcs l irerron reveladas.

1960-61: USS S¡¿ordfish

N{icntras cl USS Sutnrdfislt. (SSII-579 ) cstaba cumplir:ndo un¿r nrisióndc vigilanci¿r frenter a l¿r costa soviétic¿r del Pacífico, un submarino dc IaURSS intentó aparcntermernte¡ s¿rlir a su¡rerficie *dircctamente desde aba-.jtr. tr l buque nortearnericano estaba a prr.rfr-rndidad de periscopio cuand<rrepentinamente se s¿rcudiri por c¿lusil de un irnpacto. Un rniembro d'e ladotación recuerda que el oficial de guardia en comandt¡ mirri a través delperriscopio y vio "luces de navegación" -luces a babor y estribor que el sub-marino podía encender mientras salía a sr.rperficie-. Para cuando el mismr,lSuord.frsh salió a superficie, el océano cstaba dcspe'jado; la tripulación asu-nrió que el subrn¿rrino soviético se había sunrergido nuevamente.

Principios de 1960: submarino no identif icado,posiblemente el USS SAipjacft

tJn ex funcionario de inteligencia de la Armada recuerda claramcnteun incidente en el cual un submarino estadounidense se vio enredado con

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l ' ) i . ¡ r r t ' i io r lc l r r grr l l r r r r c icgir

un (lc)strl lctor soviético en el mar de Barents. No estaba seguro, pero creíat¡uc el submarino era el USS Sñry7ocA (SSN-585). Sin embargo, estabasegur(r que el buque norteamericano regresó a su base "con una muescaproducida por una hélice en su vela". Este podría ser uno de los incidentesque Seymour M. Hersh mencionó en el Ne¡u Yorh rimes en mayo de 192b,cuando describió un submarino no identif icado asignaclo a Holystone queresultó dañado cuando salió a superficie desde abaio de un buque soviéticoen el rnedio de un ejercicio de flota de aquéllos. Hersh informó también queel submarino sufrió dalios en su vela y escapó a pesar de la búsqueda e.m-prendida por las naves soviéticas.

Julio de 1965: USS Medregal

El LIedrcgal 6s 4Bai se estrelló contra un cargue. griego, dejáncloloinrnovi l izado, que estaba sicndo vigi lado porque se sospechaba que estabatransprlrtando abastercimientos para las füerzas enemigas cn Vietnam. Elaccidente succclió en el golfo de Tonkin cu¿rndo el subnarino convencionalera conducido por un comandanter alterno. El colnandantc dcsignado delMedregctl sc h¿rbía roto el cuello cuando sc arrojó a una pileta de natacióndtrrantc ul t¿r escala en las Fi i ip inas.

Marzo de 1966: USS Bc¡róel

EI Borb¿' l lss-580), un<l de los úl t imos subnar i 'os convencionalesqutl construyri la Arrnada, colisioníl cr¡ntra un carguero sospechado de tr¿rns-¡rortar arnlas ccrca de un pucrto en la is la de Hai l ran, China, cruzando elgolfo dc'ftrnkin dcsdc Vietnarn dcl Nrirte. La f 'uerrz¿r de la colisión arrancólrls plantts dc prrl ir cn la vcla dcl submarino, probabie¡mc.nte clervanclo frirg-¡nentos de ellos t¡n el c¿tsco del buque. La colisirin fue lo suficientemente:f 'ucrte como para lanzar al Rorbel hacia abajt-r, golpc'ando contra el fbnclo aunos trerinta metros clc prtifundiclad. Los victnamitas infirrmaro¡ más tardeque cl carguero sc había hundido cuandr¡ chocó contra un objeto sumergido.

ciertamente, la cr-rl isión del Barbel fue e'specialmente en<rjrisa para elsecretario de Defensa Robert McNamara porque antes les había ordenado¿l las autoridades de la Armada que rnantuvieran a los submarinos estado-unidenses alc.jados de[ área para evitar aumentar las tensione s. El Barbelpermaneciir en inmersión, se alejó del carguero y se retiró del área sinvcrif icar qué sucedió con lc¡s marineros a bordo del buque.

Diciembre de 1967: USS George C. Mqrshall

El Mursltall (ssB¡/-654), un submarino misilístico Polaris, fue dc'-tcctado por un submarino soviético en el mar Mediterráneo. Los norteame-

Apéndice A 327

ricanos sabían que el submarino soviético estaba allí, pero no podían

ale.jar lo suficientemente rápido su gigantesco buque de éste. Los tripulan-tes dijeron que la colisión fue "un golpe con la mirada" pero señalaron que

igualmente dejó un corte en el tanque de lastre de proa estribor del Mars-

I ta l l ,

9 de octubre de 1968: submarino norteamericanoo británico no identificado

Funcionarios de la Armada rusa dicen que ésta fue la primera coli-

sión involucrando un submarino de Ia OTAN en tareas de vigilancia y un

submarino nuclear soviético en el lnar de Barents. Le dijeron a nuestro

investigador ruso, Alexandcr Mozgovoy, que el submarino soviético estabaoperando norlnalmente cuando repcrntinamc'nte comenzÓ a e'Scorarse a eS-

tribor. con sll casccl sacudiéndose. La tripulación salió rápidamente a su-perficie y a travós dcl periscopio vio la silueta de otro submarino. como la

escotil la de la vela habí:r quedado trabacla, los soviéticos emplearon una

¡taza para abrirla, y pasarolt varios minutos antes que el comandante pu-

diera trepar h¿rcia el puente. Para entonces, las aguas estaban desiertas.

Luego de regresar a stt base, el equipo de reparación descubrió en el casco

cxterior un rurnbo tan grande que uno de los oficiales del subnlarino dijoque "un carnión cle tres toneladas podría haberlo atravesadcl fácilmcntc". Ajuzgar por los trozos pequeños de vidrio rojo y verde y fragrnentos metáli-

cos cerca del rumbo, los s<tvióticrls concluyeron que habían sido chocadospor un subtlarino extranjero. La inteligencia soviética descubrii l más

iarde que cn crsos díirs un subrnarino convencional británic<t había tomadopuerto en Noruega cotl su vela averiada. De todgs modos, los soviéticos

tarnbiérr creen que pudicron haber s ido e¡mbest idos por un submarino

cstadounidense.

Noviembre de 1969: USS Gofo

La vela del Gato (SSl/-1j15) fue convertida en chatarra por el casco

dcl subnrarino nrisilÍstico soviético clase Hotel conocido como Hiroshinta

cuando éste pasó por encima del buque norteamericano. Los hombres a

bordo del Gato oyeron un rechinar sordo mientras los submarinos choca-

ban. A pesar de los descr¡s del almirante s<lviético Gorshkov por recuperar

el cascr-, del Gctto, el submarino escapó y nirdie a bordo resultó herido (ver

Capítulri 7).

14 de marzo de 1970: USS Sfurgeon

Mientras el shrgeon (ss¡/-6J7) pasaba por encima de un submarino

soviético en el mar de Barents los hombres a bordo escucharon crujidos. El

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l , )1.¡ r r t 'g, , r l r , l r r grr i l r rur t : r t ,g l r

( r 'rt icirs clel pasado--lcccioners que se están perdienclo para siempre a medi_rlir t '¡ue mueren Ias generaciones cle hombres que vivier.on ese pasado_. Aho_lrr. con cl f in de la guerra fría y el comie'nzo cle una nuevA fa"e del espionajestrbniarino, es tiempo de nrirar h¿rcia atrás, t ienrpo cle evaluar lo que se l iaocul tado tanto t iempo.

PALABRAS DE CIERRE

"Si tu padre puede encontrar un camino de re'greso a casa. lo hará.Aunque tendrás tlue escuchar con rnuchr¡ cuidado. Lr¡s submarinos son ex-tretnad¿rntente s i lcnciosos, pcro s ie mprc c.stán ¿r l l Í . "

AsÍ er¿r cotno cclncluíi lntos una dedic¿ttoria ern uno de nucstros l ibrospara un niño dc dierz años cuyo pndrc, un subntarinista, h¿rbí¿r fallecidorecicntemente. LIn amigo de aquél se h¿rbía acerc¿rdo a uno de los lugaresdonclc estábamos f i rmandr¡ Lrs l ibros, y quería quo nosotros le di jéramosque su padrer e)ra un hérot:.

Quería que nclsotros kr dijéramos ¿rl nii lo todas las cosas que su padrcno podría haberrle c<lntado iamás mientras cstuvo vivo, y ¿rhora nunca Ioharía.

Se han prcrsentado nruchos momontos como óste nr ientras rccorr ia-nlos erl país. La gira estaba clestinad¿r ¿l scr una ¡rromoción par¿l la edicit inde lu. jo de El juego t le lo gaLl . in.a c iega, la pr imerra mirada minuciosa al:rs operaciones dc espiona.jc subm¿rrino de Lrs Estackrs lJnidos. Pero seconvir t ió rápidamentc en otr¿r cosa. Nos t l i rnos cuenta inmcdiatamente quenuestrr¡ l ibro le h¿rbía proporcionado t 'oz a una gencración de hombresque habían asurnido cn silencicl ricsgr-rs ('normos. Fue en nuestra gira querdescubr imos que al rornper csc secreto no solamente se le concedió al pú-blico la oportunidad de lccr uno de los úrlt imos relatos importantes de laglrerra fría, sincl quc sirvió rlc cat¿rrsis I)ara decena-s de miles de hombresqlre sc hicieron ¿r la rnar a bordo cl¿l submarinos .y par¿r muchos otros quetoclaví¿r lo haccn, inc:rpaces cle hablar inclusive cntre ellos acerca cle todo lclque han enfientad<i.

Cuanclo nos reunimos con estos hombres, algunos querían segur i -dades cle que habíarnos tom¿rdo los recaudos para no hacer pcl igrar lasoperaciones subnr¿rr i l ras en curso. Pe:nr, l¿r ma.voría quer ia agradecer. Yquer ' ían quc escr ib iér '¿lnr{)s para ei los una cos¿1 más en sus eiernplares c leLa gall irru ciega, algcl personal, algcl que pudieran mostrar entonces a sus

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Ui . ¡uego de ln gal l ina c iega

, l i t r , r r c¡uc elAttgusta no en.rbist i r i a l \hnkee. En cambio, e ' lAzrgrrs/c col is io¡ro contra un submarino clase Delta I . La conlusión quer todavítr J-rersis l . t 'i r r l rst i tuye la i ronía máxima para el cornandante delAugttsta, que cn un¿r( l )oc¿l est¿rba tan seguro de su propia capacic lad que había adher idort tur p laca a la puerta de su cámara concediéndose a sí mismo el t í tu l r i de"( lesar Augusta".

24 cle diciembre de 1986: }{NIS Sptenclidcle la Armada Real de Gran Ilretaña

Scgún f uncion¿rrios cle la Armada rusa, cl S¡tle rtclit l estaba examin¿.iu-r lo ¿i un submarino soviét ico r :n la zona dr: adiestr¿rmiento dc. ia Flota de¡ lNortc cn cl B¿rrcnts cuanclo l<-¡s soviéticos ncltaton su prese'nci¿t y trataronr le romper el contacto. Los rusos dicen que el t esas ci l 'cunstancias loscorr i¿tndantes do ambos subrn¿rr inos come¡t ieron errores dc nraniobra, .y elsubnr¿rrinr¡ soviéticr-r rozíl al p¿ls¿rr contra eI Splendid, arrancándolc slrar-r t 'g lo sonar rcrnolc¿rdo. El srrbniar ino soviét ico, posiblemer-r te uno de lo-ucnornlt:s buques misilísticr-rs Ty]thoon, crnprendió la navergacir' ln de- rcgrcsoi i su base, t<ld¿rr ' ía cnrccl¿rdo cn cl arrcglo.

1l de febrert¡ der 1992: USS lJaton l louge

El Bqtrn RotLge (SSrV-6ü'9)t :hocr i <:ontra un sLrbniar ino ruso clc la c la-se Sierr¿r cerca de Nl lurnr¿tnsk. En una ¿rcci í rn s in prcccclcntcs. .y (- 'n rcs-¡rucst i l a las quc' jas de Yr: l ts in, e ' l PunLágono cleclarr i públ icantcnte qr-rc lacol is i r jn h¿rbÍa ternido lugar (vr . r ( - l l rpÍ tu lo 12).

2O de rnarzo de 1993: USS Groyling

El Grayl in¡1 (SS¡/-646) col is ionó contr¿r nn subnrar ino misi l íst icot ' t ¡ -so c l¿rsc Del ta I I I e.n t : l nrar c le B¿rrents. Nadier sal ió hcr ido, per lo Cl intont 'stab¿r f iu ' ioso porque la Ar lnad¿r tod¿rr ' ía estab¿r corr icnclo scmc' jante 'sr icsgos (vur Capítr-rLr 12).

APENDICE B

DESDE LA OPTICA SOVIETICA

La Armada estadounidense dedicó décadaS zr ospiar los submarinossoviéticos p€rro nunca supo realmente mucho acetca de lo que sucedía en elintcr ior de aquel los buques, quiénes eran sus hombres o qué era lc l qnedcbían soportar. Perit idicamentc, se escLrcharían rumores acerca de horri-bles accidentes con r¿rcliación. El Pcntágono estaba bastante dcseoso decompartir esos inciderntes con el público norteantericano, junto con adver-tencias const¿lr)tr)s y ¿lpitru.ntermentc contradictori¿rs ¡s-specto de cuán gt'andey pcligrosit sc cstab¿r turn¿¡ndo l¿r f lota clc submarinos xn,iírt ica. Ahora, cttne I f in cle la g-ucrra fi ' ía, la Armada rusa sc ha ¿rbierto y ha estadr-r deseos¿r de

ofrecer algr.ur<-rs clc los dctalles acerca de lcls días clt¡ tensiírn en el pasad()

cuand() Ia Armacla soviética luch¿rba para atlcanzar a los norteamericarlos.Ex subniar in istas soviét icos se s icnten l ibrcs para dccir lo que antes nt lncapudieron -que sus comantlos lrusierron nás ónf¿rsis en los númerr-rs y losplazos quc en la segur idnd a borclo de los submarinos-. Cclmo resul tado,lcls sovióticcls sufrieron algunos clc los ¿rccide-'nte¡s más horrclrosos det l¿tguerrra tiÍ¿r.

Un comienzo letal

En l¿r-s ctirpirs iniciales dc la carrcra ¿rrmamentista a mediacl<-¡s clc la

clócad¿r de 1950. Khrr-rstrchev exhortó a la LInión Soviética "a alcanzar y

sLlperar a los Estaclos Unidos". Y por ese notivo sc diseñó y construyó unaflota de subn-iariuos nucleares, a toda prisa, cle mauera improvisada. Eltrabajo ela dc tan rnaia calidad que en 1959 ei capitán dc fragata VladimirN. Cherrar,in (que finalmente suceclería al almirante Gorshkov como co-ll i¿it ldante cn jefé de la Armada soviética) sc rehusó a sacar del asti l lerouno de los primeros submarinos rlucleares de ataque soviéticos para suspruebas iniciales en el rnar. Se mantuvrl f irme aull cuando su comando fi le

amellazado, y se mantuvo firme hzrsta que su submarino fue reparado.

Page 184: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

: i28 I l l . jucgo t le l i r g i r l l in¿¡ 1: iegi t

domo sonar del stttgeon había rozado la parte superior de la vela delsubmarino soviético, arrancándr.¡le trozos de metal. Los trozos quedaronclavados en las muescas bajo los tanques de lastre del Stur1eon.

Junio de 1970: USS Tautog

En una de las colisiones más violentas de la guerra fría, el rautog(,s^sN 6.?9) fue embestido por el submarino soviético clase Echr¡ rr BtacT¿Lila frente a Petropavlovsk. El presidente Nixon fue informado que losrufirores sonar grabados indic¿rban que el submarino soviético se habíahundido, aunque ahora el comandante de éste se ha prqsentado diciendoque el submarino sobrevivió (ver Capítulo Z).

Marzo de 1971: submarino no identif icado

EgÍ,'r la historia dc *{ersh publicada en mayo de 197b por el Neruvtrk rhrtes, el 31 de narzo de 1971 otro submarinó asignado a Holystonechocó contra un submarino soviético. Hersh citó un mémorando diric.idoal director dc la cIA Richard M. Helms, que situó la colisión a diccisletemi l las náut icas de la costa soviét ica.

Mediados de 1971: USS Doce

Despuí:s qLre el Doce (ssN-602\ chr¡cara contra algo que ro hizo rolarf uerteme¡nte a una b:rnda, sus hombres estuvieron casi sr-'guros que habíancmbest ido un submarino soviét ico en el Mediterránco. por c ie i to, Intel i -gencia Naval supo más tardc que un subnrar ino de esa nacionaj ic lar l tomópuerto muy poco de'spués con la clase de daños quc cabría esperar de unrmpacto contra otro submarino.

Fines de l97l o principios de 1922: IJSS puffer

EI Puffer (55¡/-652) colisionó contra un submarino convencional so-viético cn aguas ccrca de¡ Petropavlovsk cu¿rndo este últ imo ejecutó unainrncrsión inespcraclzr justo en el momento que el puffer estaba realizandouna úl t ima corr ic la c le v ig i lancia. Ambc¡s submarinos se estaban clespla-zand<r a ba.ja velocidad, v los tripulantes del Puffer diccn que fue c¿rsi comc.rsi el buque soviético se hubiera hundido encima de ellos. ihocándolos.

Mayo d.e 1974:USS Pintctdo

De acuerdo con una historia publicada ern el so¡¿ Diego Et,ening Tl' i-bune en.iulio de 1975, er Püttado (ssN-672) chocó contra un submarino de

r \ ¡ r ' ' t r r l rcr ' , , \ : l : l l l

l¿r URSS en aguas de aquel la naci i rn en los accesos a Pctropavkrvsh. Alulrossubmarinos estaban aproximadamente a sesenta metros de prolunditlrrrlcuando se produjo el impacto. Los tripulantes diieron que la cr¡l isirin clcstruyó gran parte dc: l sonar de búsquecla del Pintctdo, t rab(t la port , i rexterna de un tubo lanzatorpedos y dañó un plano de inmersión. El sulrmarino soviético, una unidad misilística de la clase Yankee, salió a supor-ficie inmediatamente después de.l chrique. Sus tripulantes dijeron que creíarrque el Pintado se había aproximado al puerto soviético para comprobirrlos sistemas defensivos submarinos soviéticos. Después de la colisión, r ' lPintado se alejó rápidamente del lugar.

3 de noviemtrre de 1974: USS Jomes Maclison

Según los inforrncs del columnista Jack Anderson y el Norwicl¿ (Con-

necticut) Btúletin en 1975, el Madison |.558I{-627) estaba saliendo de labase de submarinos estadounidellse en Holy Lr-rch, Escocia, cuando colisio-nír contra un submarino de ataque soviético en el mar del Norte. El Madi-.sor¿ fue a inmersión precipitándose sobre el buque soviético, que estabaenmascarado por el ruido de sus bafles. Un ex tripulante del Madisonseñaló que el submarino soviético era probablemente uno de la clase Victor.

F.ines de 1981: HMS Scepfre de laArmada Real de Gran Bretaña

De acuerdo con los infcrrmes aparecidos una década después en losmedios periodísticos británicos, este submarino de ataque británico de pro-pulsión nuclcar chocó con un subn'¡arino nuclcar soviético al que estabasiguicr.rdo en agu¿ts dei norte cerca del Artico. Un oficial dijo que el Sc:eptrehabía perclido contacto con el buque soviéticr-r durante algo así como trein-ta minutos antes que su buque se sacudiese. "Hubo un ruido infernal*diio, agrcgandcl: -Todos nos pusimos blancos."

Octutrre de 1986: USS Augusúo

En circunstancias especialmente embarazosas, el Arrgr¿sta (SSN-7 10)chocó co¡itra un submarino misilÍstico soviético en el Atlántico mientrasprobaba un nuevo sistema son¿rr altamente computarizado que había pro-metido facil i tar la detección de otras naves. El accidente sucedió unos po-cos días después que un submarino misilístico de la clase Yankee se incen-diara y hundiera frernte a Bermr.rda, debido a problemas con uno de sustubos lanzamisiles. Pero al contrario de la historia relatada en HostilaWctters, una película producida en 1997 por la Home Box Office, los miem-brcrs de la dotación del Augustct y los funcionarios de Inteligencia Naval

Page 185: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

: ; l i I l ' ,1 jLr t 'go t l t ' l l r g i r l l i r l i i c i t 'g i t

Aú¡ con toclo esto. Moscú no qucría racl iar uno cle sus p()cos st tb l r . l t -r i r ros nncler¿tres. Khl 'ushchev todavía estaba tratando de alcanzar a los

rlorteamericano-s. AlÉitin día se enviarían hcxnbres nuevamente al K-19,olr¿1 vez al compart imiento del reactor. Só1o que ahora el K-19 lucir ía un

nLl€rvo nornbrc. Se lo conttcerí¿t como el Hiroshima.

El misil que nunca fue lanzado

En 1962 la Armirrla soviética deseab¿r f 'ervientemente apacigtrar a

Khrushchev, quie'n ¿1 sLt v()z descaba fe.rvientemente ver un submarino

¡uclear cn innrersión l¿rnzar un rnisil b¿rlístico. Sus líderc¡s navales apa-

¡ecicr¡n con un submarino dcl cual le di ieron quc le daría ex¿rct¿rmentet

l¡ qne lr¿rbí¿r solicitackr, otro éxitt¡ para reszrltar en el pcrit idico Krctsrtrtyn

Zt:t 'zdo.Khrushcher. f i rc tcst igo dc ur.r¿t prucba dc csa clase y ostaba tan etn-

crr¡1,¿rdo que: ltnlrnciri trn l lrcnrio por erl lanzatr.ricnt<t perittcto del misil ¡-raritl¿r c l ¡ t l rc i r i r . r c lc, l str l tnr i r r incl nucleat 'quc sc lc h¿rbía nrostraclo, c l K-3, quel

t¿r¡rbi í tn ¿rc¿tb¿rb¿r dc curnpl i r L l l i t rán,s i to exi toso h¿rsta c l polo Norte. Nadie

sc atrcr.cría iani¿is ¿r clt,t ' ir lc qll(r ¿rcÍtb¿lba clc erntreg¿tr un premio ir unii

i l l rs i r i r r ingcniosa.L¿r Ar¡rirr. l¿r sor.ií,t ic¿r cstab¿r tod¿rr'ía sufi ' icnclo cicmasiados problcmas

l l ¡ r ra conseguir c¡uc sus subnr¿r l inos t rucle: i r t 'cs pucl ieran l¿rnzar st ts tn is i l t ts ,

r ¡ucho nrás prrr i r l¿rnz¿rr los corr ' ( ,ctal l l t :nte, cot ' t t t l pr t ra arr iesgtrstr i l rcr l r ' t -

s iyc i r gtro f l 'acaso con l i l t rusht:ht , 'v obst¡rv lurc lo. Por etso, en lugtrr de dclar

t¡Lrt ' t ' l I ( - i l rc¿r l iz¿rrn s i t ¡u i t : ra el intcnto, los cclmandantes posic iotrarol l

cstr l r tcgicanl( ' l l te ' utr strbmarino convencional Gol f 'cerc¿r del nrrc lc¿rt ' .

-Flsconci i r lo ) 'cn t l anolr inruto, f i rc la unic i¿rcl cclnvcncion¿rl l¿r q l lo real izó el

1¿rnz¡ i l "n icnto l tcr f ct : to.Y ¿r,qí c<t¡ti¡¡t i l¿r historia na\¡al so\¡i¿rtic¡r, cntrcmezclanclo lo ircrrl icct,

lo t r ' : ig ico y 1o ct i t r t ico.

La carrera hacia el Mediterráneo

I l ra i r rn io c le 1U67, víspcra c le la ( iuerra Arabe- israel í , y c l K- i iJ1

ir¿rbí¡t sickl ernviaclo al mar Aclri¿:¡tico, a un lado deri Mc¡clite¡miinco, ¿r esperar

rjrcle¡es cle su comandcl. Es¿rs írrde.ncs l legaron ctt¿rndcl set etfcctr,raban los

pr inreros c l isparos. Al ca¡ l i t i in vrdim Kul inchenko sc lc dio un plazo de

quince hor¿rs pi i ra poncl ' su subn¿lr ino cn posic ión para apuntar St lS

nt is i l r '> t 'ontra Tcl Avir ' .El c6mancla¡ter est¿rba asrln.rbradcl. Sabra que no qut-ria lanzar armas

nucle¿rcs contra Isr : re l , pet 'o t r rnrbién sabía que r)o te¡ncir ía ner:esidad de¡

hacerlo. Para podcr trasladarse clcl Adriático al Mcditerr/tnco, par:r prlcltrr

i r nrás ¿r l lá c lc ( i rccia, ntás al l i r c le Creta, y ponel 'a las costas de Israt ' l

r \ ¡ r t 'nr l i t : t '13 ; l :15

clcntro su ¿r lcance, el K-131tendría que clesarrol lar dc alguna lbrma veloci-dacles dc c incuenta y s iete nudos. Su velocidad de tránsi to habi tual cravcinte nudcls.

Icnía que clemostrar que lcl estaba intentando, pt:rt-, ctrando la guerrafinalizti scis días derspués, Kulinchenko, el K-131 v sus ¿tnn¿1s nuclearescslal¡rrn todavía elt tr¿insito.

tr ' in¿,rh.nente¡, sc rcuni<i con sll grupo dc batalla en el N{editerráneo,trtt¿lrcrtt¿i ur-ridadcs cic superficie y dicz subrn¿rrinos convencionales de lallrt¿r rlcl mar Ncgro. El K-131 no pcrrtcnecÍa a este¡ gl 'upo, no el'r,r clel mar\¿gro. Pero prrr:r su clcrnostración der fucrz¿r en el Mediterránco, los sovií:-t icos qucríi in uní) de sus nllcvos submarinos nucleanrs clt ' la tr lot¿r derl Nor-tc¡ . Era t tn col l t iernzo. Pronto c l Mediterráneo sc converr t i r ía cn c l nuevoc¿rn)po dc b¿rt¿r l l¿r de las guorras submarin¿rs.

Sin enrbargo, por ahora la mayor parte dc l¿t Arnl¿rcl¿r sovi(¡t ic¿r r-rolcr l í¿r l¿t r t )c l lor ic lc¿r acerc¿r c lc lo que no podían haccr los subnr l r r inos nu-clclirers, o, ern igual sentido, quír cra lo rlue podían h¿rct'r. I)c hecho, anterst l t ' la gucrra, cu¿lnclo c l K-1i i1 est l ¡ba dir ig iónclose ¿r l Adr i¿i t ic() , r -u1 buquerIogÍstico lr- ' olrc¡cit i ¿rmablcrncnte combustiblc y ¿rgua -¿llur(l lre, scrlal<i ell r t t r ¡ t r t ' logÍst , ico. ( jsos or¿111 dos art ículos dc los que cstal t : i csc¿lso.

" ' l 'c ' t r t ' tuos agua ¡rotablc, t¿rnta conr<t ustcd dcscc - l lergr i l i r rerspucst l rt l t ' l s tLbtnar i r to- . l leción termitr¿rr .nos c lc dest i l¿rr la y ( 's t¿1nros l is tos ¡ tur i rc[ l i rst ' l¿r l r t tstcclcs." I -a f ' lot¿i deI n i¿rr Ncgro no contrrhrr con srr l tnr¿rr inos r- lu-c l t ' l i t ' t 's , -V la ¿isonlbradtr t r ipulacr i r i ¡ r dcl buqtrc logÍst i t 'o r lo tcnÍa ic l t 'u r¡uc r ' li rgui l y t ¡ l cot t r l tust ib le <.rran clos c le l¿rs cosi is que cualr¡uier but¡ur: dc pnr¡- l t r l -s i r ln nucle ¿rr ¡ rucclc prociucir par l t sí l t r is lno.

El desastre golpea otra vez

LLlo c lc krs subm¿rr inos soviét icos que a cont inu¿rci t in se dir ig ió alNlcr l i te l r¿inc 'o fuc c ' l K-3, r ¡ l nr isuro subm¿rr i r ro qr-rc Khrushchcv l ' r r rbía prc--r t r i¿rc lo pr l r e l lanl¿rnr iento del nr is i l q l lc) n lnrc¿1 exist i t i . Sólo que esta vcz,uno clc sr-rs ofici¡rlcs, Lc'v Knurrtrhin, tuvo un rn¿rl presr.r-rt irnicnto.

l)os dí¿r-s antes de cmbarcarse en un pt-rcrto cn cl Barernts, camin¿rb¿rcon sll hi. ja clc cinco ¿rí1os der ccl¿rcl y un atr-rigo, quc recucrda qr-rc aquól leconft 'sri: "No só prlr quó, pc'ro clefinit i-"¿rlncntc no quiercl ir cn cstc viajc".

I i l ¡rre'sentirnierntc¡ cra t¡rn intenso, la neccsidacl de ncl zarpar tan im-pcriosa, que Kamorhin juró qr-re i:sta serí¿r su últinta navegacitin cn un

-qltbm¿trino. Lanrentablerne:ntc para la pequeña niña quc e.scuch¿rba micn-tras su padrc hablaba accrcl i de sus dudas, Kan.rorkin est¡rba cn lo c ier to.

EI 8 dc scpt iernbre de 1967, a la 1:52 a.nl . , un inccncl io erst¿r l i< i en unacle ' las piantns de oxígcno del K-3. Estab¿r regresando dc esa navegaciónr l Nlcdi tcrráneo y se encontraba cerca de sr.r basc, justo { i 'ente al c¿rboNrrrte ctr Noruega, cerca de donde el Cc¡clt inc¡ habÍa sr-rf 'r ido su priurerrrcrplosir in.

Page 186: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

I , ) l jucgo dt ' l r r g l r l l in; .1 ( ' r ( ' f { l r

Evidenciando el mismo sentido del honor que Raf'acl c. Bcnítcz clt, l( ' tx 'h ino, Kamorkin se apresuró a impedir quc el incendio l r ic iera estal lar

los torpedos r- hr.rndiese su buque. Orclenó quc todos dcsalojaran el cclm-

¡rrrrt imiento de torpcdos y se quedci clentro de é1 para dejar: que el océan<r

r¡gresara e inundase el local. Mientras observaba las aguas subir hasta

t'ubrir los Lorpedos, sabía que había gestado su propia muerte. Se ahogó

iunto a las armas.Nunca sabría que los cuarenta hombres que había tratado de salvar

con tanta hidalguía habrían de sucumbir al envencnamie'nto con moní.¡xi-

do de carbono v mclrirí¿rn momentos después que io ir iciera é1.

El Hiroshitnq}aace su aparición finaL

El subrnarino que ya era conocido cc¡nto Hiroshinta continuó provo-

cándole problernas al comando de submarinos sc¡viét ico. En noviembre cle

1969, cmbist ió al USS Gofo con un golpe tal que 1o arrojó pr<'ra abajo

en una pronunciada inmersión, lanzando desde la bibl ioteca el pesado vo-

Iumen de la publicacií)n Astrt¡nonúa Nriutica contla el capitán Valentin

Anatoiievich Shabanov, que había estado dormitando. La colisión dejó

también fi.rerra de servicic¡ el sonar de proa y aplastó las portas e¡xternas de

sus tubos lernzatclrpedos.No obstante, el Hiroslrimo siguió operando lo sr-rficicnte corno para

sufrir un desastre final. En 1972 estalló un incendio a bordo del submarino

cuando estaba a unas seiscientas millas al nordeste de Terranova. Esta

vez, perecieron veintiséis oficiales y tripulantcs. Había otros doce que cleían

que iban a tlclrir, hombrcs que quedaron encerrados en el cclmpartimientct

dc popa del submarincl , incapirccs dc c i rcul¿t l por las secciol les dt l l subma-

rino rerpletas de gases. Se quedaron allí durante veintitrés días hasta qr-re

el Hiroshimrz logríi arr¿lstrarse dentro de su base.

Que esos docc hombres vivicran cs el único final feliz jamás escrito

l)irra el Hiroshinru. Aquél es recordado y conlnemorado como el submarino(llre se ganó su nombre por causa del fuego. la radiación y la muerte.

Pesqueros y espías

Los soviéticos imprimieron un nuevo giro al espionaje en el mar al

complementar sus flr itas de submalinos con pesqueros (equipados espe-

cialmente para la escucha subrept ic ia) , conocidos como AGI. Había en csto

cierta cuota de ingenio por cuanto para la Unión Soviética era la fornl¿r

mírs económica y fácil de apostar Lln centinela frente' a todas las b¿rses

cstadounidenses impoltantes, tanto en su territorio rnetropolitano c:oll l()

ern el extranjero. Las unidades misilísticas erstadounidenses hicieron toclct

Alrr :ndicc l l : l :17

Io posible para eludir estos pesqueros. Un submarino inclusive encalló afines de la década de 1960 mientras trataba de evitar ser detectado por unAGI merodeando frente a Holy Loch, Escocia.

En su mayoría, los pesqueros sencil lamente permanecían allí, pero enclcasiones eran decididamente descarados. Este fue el caso en 1979 cuandola tripulación de un pesquero operando cerca de Guam se aproximó y recu-peró un torpedo lanzado durante un ejercicio por un submarino misilísticoestadounidense, el USS Som Houston (SSBN-60.9). El pesquero simple-mente se apresuró, cogtó la presa, y dcspués inició su regreso a la UniónSoviética arrastrándose ler)tamente. Los comandantes operativos se que-daron rnudos. Tarnbién estaban con'rpletamente perdidos respecto de quéhacer. Después de alguna discusií-rn, decidieron quc a vcces no existe otraalternativa que la de enviar un mensaje obvict, una dernostración de fuetrzamilitar para ase[Jurarse que ninguna otra nave soviética volviera a inten-tar en otra oportunidad algcl tan audaz c:omo esto.

Al cabo de doce huras, dos grupos de batalla de portaaviones füerondest¿rcados de Yokosuka y ias Fil ipinas para ¿rrrincon¿rr al pesquero. Llno odos días dcspuírs, e l pesqucrcl qucdó cncerradcl ¿r la ¿r l tura de Okinawa.Llegado ese momento, la Armada había involucrado al Departamento deEstado, y los mensajes estaban circulando de ida y vuelta entre diplomáti-ccls crstadounidcnscs y soviótic<ts dc alt¿r.jcrarquía. Fin¿rlrnernte, e I capitánderl pesque'ro, que había avergonzado a krs buqucs norteamcricanos, dejric¿rer el torpedo por su banda. Aclher ic l¿r había una nota, escr i ta en inglés,con clt 'strez¿r y pertinencia. El capiti in tan sólo decía quer el torpedo se ha-bÍa acercado a su buque. Para los ol ic ia les de Intol igencia Naval queestaban mirando, parecía como si cl soviético,cstuvicr¿r dicicndo "miren loque encclntré", como si ¿rcabara de dc'jar un pez cnorrnr) y aquello fuera lacosa más natural c inr.¡cente dcl rnundo.

Muerte en el mar de Noruega

A fines dcl veranr¡ de 1985, el USS Baltimore (SSN-701) fue cnviado aclbserrvar un subrnarino soviético Zulu I\¡ en aguas justo al norte de Norue-ga. La Armada estadounidense sabía que e'l submarino convencional fabri-cado c 'n la década dc 1950 era un buque de invest igaciones, uno que habíasido vistcr antes de¿lmbulando en es¿l área. El Balti.tnore se preparó parahacer una corrida por debaio dcl Zulu cuando los submarinistas norte-americanos rrieron un cable, casi tan ancho como el brazo de un hombrer,colgando del submarino soviético. Luego, a través de' la lóbrcga imagcnsubacu¿it ica dei per iscopio, v ieron a los soviét icos arr iar un t r ineo subrna-rino con tanques cle lastre eu cada cost¿rdo. En el trineo había uno u rtrásbuzos vist icndo trajes que eran una r t 'miniscencia de aquel los diseñadospara cl cspacio exteri<tr', con mangueras de aire que subían hasta conectar-

Page 187: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

. \ :12 M juego de la gal l ina c iega

Mientras Chernavin actuaba con resolución, otro submarino, el K-19,r;r h¿rbía sido enviado al ¡nar con el lanzamiento de una botella de champa-nri. El que la botella no se hubiera roto fue uno de esos presagios que todosl,rs submarinistas, sin importar su jerarquía, cargo o nacionalidad, sabían(lue eran un mal presagio. Fue un inicio poco auspicioso para el primersubmarino de propulsión nuclear soviético en l levar misiles balísticos.

En el verano de 1961, el K-19 estaba destacándose para realizar ejer-cicios en el Atlántico norte, ejercicios que recibieron el nombre código de"Círculo Artico". El dcsempeñaría el papel de un submarino norteamerica-ncl, escondiéndose bajo la superficie y abrié:ndose camino a través de lasf ucrzas antisubm¿rrinas soviéticas. Después de eso iba a dejar al resto dela flota y buscaría un polvnya , una brecha en el hielo. Saldría a superficiet'n el límite del Artico y l levaría a c¿rbo una práctica de lanzamiento de unmisil balístic<-r.

El resto de la flota permaneció atrzis para continuar con sus ejerciciosmientras el K-19 se alejaba para iniciar un tránsitri cn inmcrsitin a travésdel mar de Nr-rruega. Las aguas estaban en calma. No había tormentas. Sutripulación ya había cclmenzado l¿r cuenta regresiva para el f in del cruceroy cl regrescl a sus hogares.

t r l 4 de. ju l io, a l¿rs 4:15 de la mañana, justo cuando cl submarino¿rlcanzaba un punto abic ' r to aproximaclamentc c ien mi l las de Jan Mayen,ia pcquoña i .s la r . rorue'ga al norte de Is landia, s l cquipo de detección deradiación dcl K-19 cobr i v ic la. l ln reactor registr í r una fal la de cnntrol , y sedctuvo. Las barras dc combustible crn su núcleo atómico continuaron le-vantando temperatura. El circuito priurario de refrigeración había f allado.Había revcntado una tubería, se rompicron las bombas y no quedri nadapara controlar la reacción ern cadena, narla para impedir que aquéllas secalentaran tanto como para dcrrctirse y fundir el mismo reactor. Cuandola ternpcratura de las barras superri los 500 grados, la pintura en la en-vuelta extema del reractor comenzir a quem¿rr:se. Tendría que haber habidor,ur sistema de refrigeraciírn clc rescrva, algo para detener una catástrofe.Pcro el I ( -19 era un disoño pr imit ivo, un pr iurer intento.

El capitán Yuri Posetiev dio la orden de salir a superficie. Tlató detransn-rit ir un pedido de ayuda, pero las conrunicaciones no fitttcionaron.N'Iientras tanto, los maquinistas a bordo comenzaron a tratar desespera-damente de improvisar un nuevo sistema de refrigeración uti l izando lasreservas de agua de beber del submarino. Idearon un plan desesperado.Varios hombres tendrían que dirigirse al interior del compartimiento delreactor, que ahora se había vuelto altamente radiactivcl, y treparse a "laboca de la boa".

El teniente Bt¡ris Korchilov estaba realizando su primer crucero ensubrnarinos, y fue el primero en ofrecersc voluntario. Otros del equipo delreactor lo siguieron. Estos hombres, aún niños realmente, avanzaron ha-cia el compartirniento. Allí estuvieron, Lrn equipo de ocho, soldando tube-

A¡r t , r r t l r r : t , l i ;J l j l ]

r ' ías, conectándc¡las a bombas y válvulas. Permanecieron cn el comparti-micnto durante dos horas, enfrentando el calor y las partículas invisiblesque atravesaban sus cuerpos. Cada uno recibió cien veccs la dosis l lortalde ladi¿rciirn.

Ivan Kulakov, un subclficial de veintidós años de edad, observó cuan-do salían del courpartimiento, cada un<t de ellos apenas capaz de moverse,incapaces de hablar, sus rostros desfigurados más allá de lo reconocible.Observó horrorizado cómo fracasaban los esfuerzos del primer equipr-r.Cuando las bombas dc refrigcración dejaron de funcionar, se hizo evidenteque alguien tendrí¿r que realizar una reparacion de emergencia a la repa-ración dc emergencia. Kulakov se ofrecirl voluntario. Estaba seguro quepodÍa hacer r: l trabajo más rápido. Y estaba igualmente seguro que iba a¡rrclrir intent¿indolo.

Kul¿rkov ropr-ódujo on su rncntc los rostros dc esos primerros ocho hom-L)rcrs, una imagen sin f in que no se detendría micntr¿rs canr inaba a t ravésclel lago de agua radiactiva, que le l legnba hasta los tobil los. N{ientras el¿rgurl se e-.scurría de-.ntro de sus zapatos dc cucro, mientras la radiacióncclmcnzaba a quelmar sus pies, pensó que los mamparos y el agua bril labanart te¡ sus ojos, ta l vcz resplandecían.

Sus manos ser ql lemaron cuando ¿rbr ió las válvul¿rs para ventearv¿11)or del rcactor. Apcrnas pcldía ver. Ape'nas podía rcspirar. Todo lo que¡ror1ía haccrr or¿l rozar pnra poder terrninar, p i l ra podcr cmprender el cami-no dc sal id¿r s in cac-.r i rbruptame- 'ntc dentro de ese horr ib lc y doloroso lagor¿rcl i¿rct ivo qLle ya estaba destru,yendo sns l r i r 's .

Fin¿r lnrcntc, <:onsiguió sal i r , sólo para ver que f 'a l laba otra válvula,st i lo para c lerscnbr i r que tenía que volvcr a cntrar. Ya habí¿r rccibido cincovrrcc-s la dosis lctal der radiacirin. Afue:rrr del compartimicnto cstaban losnruc'rtos vivierntes. Al entr¿rr nuevamentc, estuvo n'rás seguro que nuncaquc ól cra uno nrás dc aquél los.

Entoncers, . justo cuando las b¿r l ras de' combust ib le alcanzaban lc ls 800grackls, las tuberí¿rs funcionaron y las vii lvulas también. El irnprovisadosistcma de rcfi igeraci(in comenzó ¿r hacer sr.r trabajo. Kulakov salió a lostropezones dc l¿r boca cle la boa, y el capitán Posetiev invirt ir i el rumbo delK-19 en un¿l carrera haci¿r l¿r f lota a la quc había dejado aún real izandoc,jercicios tod¿r r-rna vida atrás, por lo mcnos la vida de ocho l-rombrcs atrás.Sabía que no podía intentar volver a su base. Toda su dotación resul tar íairr¡rdi¿rd¿r iat¿rlmente si no conseguía sacarlos clel submarino rápidamente.

EI oquipo clc ocho, aquellos primeros hombres en entrar al compar-timiento durante la crisis, murió antes cle terminar la scmana. Fuerclnsepultados en sarcófagos de plomo.

Pr¡setiev soblevivió más tiempo: trrrs scmanas. Otros tripulantes quese ir¿rbían acercado clem¿rsiado a la portir externa del reactor vivieron unmes, algunos un poco más, antes de sucunbir tambión. Kulakor ' , cuyospies v rnanos que'daron irrcmediablemente quemados, consigr.rió sobt'e-v iv i r merccd a t ransfusiones y t ransplantcs de médula ósea. Quedaríar l i scapi tc i tado pirra s i t , rnprt , .

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¡{ '¿r l sLrbnrar ino. Se ordenó si lencio a bordo delBct l t i r ¡ tore micntras c l t r i -r r ( , ( ) soviót ico se acercaba al fondo del océ¿rno. Se les orclenó a los hombresr l t r t 'v ist iesen su calzado cle goma, y que no goipeasen l¿¡-s portas. Se apagólrr f i ibric¿r dc hielo. Lo rnismo succdió con la gran iuguera. La única cosa(lLre se dr,jí i funcionando en la c¿rmareta del Baltimore füe ia caf'etera.

Muv pronto, cl sonar infi¡rmri del soniclo de lci que parecía ser unacxcavación en la arc.na, a c ien netros dcbajo de la superf ic ie. Escuchandol t r ¡ntamcntc las comunicaciones inter iores del Zulu, ln t r ipulación dclIJaltintore comprcndiri quc los soviéticos cstaban buscanclo un c¿rble sub-nl¡ t r ino dr, t 'onrtrnic l tc iont .s.

Los fi¡ncionarios de' Inteligencia Naval sabían que allí había un cablecle t 'sc¡ t ipo, t rno t l r rc corr ía desde' Murmansk hasta el norte de Inglaterra yqtre I 'urbía siclo tr.¡ididcl dur¿rnte los días dcl zar. Ya no se l<l uti l iz¡rb¿r m¿is,v los soviót icos t t rnclr íun que salat ' r eso. Tal vez los soviét iccls cstaban prac-t ic i ¡nclo. T¿r l vcz est¿rban prcpi i rándose p¿lr¿1 tratar de igual : r r la hazaña deintcrce¡t tacir ln c lc cablcs que' había s ido c lescubicr ta unos pocos años antt :s.C) t¿rl vez estatr¿rn practicanclr) par¿l destruir los cablers que conerctnb¿rn lasrecl cs SOSl,rS est¿ldoun ide'n-scs.

El ocó¿uto erst¿rb¿r enrbravccic lo, con olas qut- ' t i lcr . rnzab¿rn dicz metrosde al turr¡ . De toclos mr>dos el Zr.r lu s igui í r c lc¿rmbulanclo y la t r ipul¿rcir in dclIlolt it¡tctrt, ¡rermtrneció toclavi¿r obsc'r 'r 'ando un día tr¿rs otr<1. Al tercer clía,c lesaparccicron toclos los sonidos dcr cxc¿rvacir in, c le,hecho tr¡r los los ruic los.El l lult intc¡t 'c se acr¡rcri ¿run más y slr gcnter derscubrió tluc ahorrr había trnciible t:olgando del Zulu, y ningr-rn trinco ad<¡s¿icio ¿r é1. Se h¿rbÍ¿r perdiclo,presurniblemcntc junto con sus buzos.

Un si lcncio desconccrr tantc rc inr j an el Bal t i ¡ r r r l ¡ 'e. "Rccucrdo quc to-clos ¿rn el con-rp:rrt imic¡rto de cor.l.rando nos dinos vuelta y nos miritttrosul los ¿r otros", dr jo un miembro dc la dotación, ergregatr t io quc ya no parccí¿iinr¡rortar más a c¡ur i bando pcrtenecÍa cnal t iu iera. " \ ' I : rs bicn cra colno sihtrbir lsemos comprer-rc l ido que había nucrto un subm¿rr in ista."

^APEN DICE L

CON DECORACION ES A SUBMARINOSESTADOUNIDENSES

Condecoraciones otorgadas a submarinos de ataqueconvencionales diesel-eléctricos y nuclearespor el cumplimiento de misiones de vigilancia y otros logros

Llo¡ lo ¿r l resto de las fuerzas armadas, a la Ar ln i rda lc fáscin¿r otr l rgarconclecor¿rcionc)s pi l rü ¿r lentar la rnoral y las hazañ¿rs honros¿rs, cspccial-¡ lcnte pol r l is iont 's al tarncntc sccretas donde no pueclc haber ningún re ' -couocir l t ier t to públ ico v los hombres no pucdcn dccir s iquiera a sus fami l i ¡slo quc hic ierc ln. De f<rrma quc p¿rra los submirr inos nuclr :arcs c le ataquc' , l i rl is t¿r dc condccor i lc iones importantcs ofre:cc una guía tcrrorÍ f ic¿r de qucbtrquers y tripulaciones trajeron a su patri i,r la rnejor intcligenciir cltrr¿rntc,ia gut:rra l r ía y los años después que aquel la terrninr i .

Algunas de las condecoracionós fucron para otras nruestras clc os¿rdÍafales co¡no el I,{at¿ti lus esc¿rbulléndose debajo del hielo ¿irt iccl h¿rsta alcan-zar e; l polo Norte cn 1958. Y sóio unas pocas unidades convel tc ionalcs sonscñaladas aquí. En los pr imeros días de la guerra f r ía, los almirantes aquicnes se les había disparado durante la Segunda Guerra Mr-rndial noe¡stab¿rn dispuestos :r repartir la clase de condecoraciones que habían reci-bido sus viejos arnigos -a menudo con carácter póstumo* por enfretrtar krsataqucs japoneses con cargas de profundidad.

Pero en gencral, las condecoraciones han sido para los buques miisdestacados en c¿rda etapa del espionaje submarino, para todo el conjr-rntocle rnisiones a medicla que evolucionaban de las navegaciones de vigilanciajusto frenter a las costas soviéticas hacia el seguimiento de submarinosnti,si lísticos soviéticos y la interceptación de cables submarinos de corntini-caciones. Desde mediados de la década de 1980, las condecoraciones hanreflejado t¿rmbión el enfoque cambiante del espionaje submarino. Por ejem-plo, cl grupo de distinciones en la primavera de 1986 fue para los submari-nos involucrados en una confrontación con Libia. En la década de 1990.

Page 189: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

: t .10 l i l . j uego clc la grr l l ina c iega

rrruchr¡s submarinos las recibieron por las tareas de vigilancia durante lasgu()rras en Oriente Medio y Bosnia y por atender otras zonas calientesrr le jadas cle Rusia.

La máxima condecoración para un buque, que se otclrga sólo por valorcxcepcional, es la Mención Presidenci¿rl para la Uniclad (PUC), frrmada

¡ror el mismo presidente. A continuación viene la Recomendación de la Ar-rnada para la Unidad (NtlC), seguida por 1a Recomendación al Mérito parala Unidacl (MUC). Ahora que muchos submarinos son asignados a fuerzascle tarea conjuntas más amplias, algunos están recibiendo también la Re-comendación Conjunta para la Unidad (JUC). Lo que sigue es una listacr-rmpleta, extraída de los registros de la Armada, de todos los submarinosque han obtenido estos reconocimientos máximos y los períodos de tienpoen que se adjudicaron tales honores:

1958Naut i lLts, SSN-571, PUC,22 de ju l io - 5 de agostoSeawolf, SSN-575, NIUC, 7 de agostr,r - 6 de octubreShote, SSN-57B, NUC, 9 al 12 de agosto

1959Sl¿ate, SSN-578, NUC, 4 de ma¡zo - 6 de abrilGreenf ish, ,SS-.?57, NUC,23 de sept iernbre dc 1959 - 11 de enero de1960

1960Sargo, SSN-583, NUC, 18 de enero - 26 de f'ebrerr,rTfiton, SSN-586, PUC, 16 de febrero - 10 de mayoSkipjack,.S,SN-585, NUC, 1 de mayo - 31 de julio

Seadragort, SS¡/-584, NUC, 1 de agosto - 14 dc septiembre

1962Scorpion, SSN-589, NUCSargo, SSN-583, NLIC, 22 de febrero - 22 de mayo

1963Sargo, SS¡/-583, una NUC por tres misiones:

17 de julio - 15 de septiembre de 196317 de mayo - 13 de julio de 196419 de abril - 19 de junio de 1965

Sruordfish, SSN-57.9, una NflC por tres misiones:8 de octubre - 3 de diciembre de 196322 de septiembre - 25 de noviembre de 196420 de mayo - 23 de agosto de 1965

A¡rt in<l icc (1 l l4 l

1964Sharlz, SSN-591, NUC, 5 de abril - 9 de mayoSculpin, SSN-590, NUC, verano

1965Pollack, SS¡/-603, NUCSnook, SSN-592, NUC, primaveraWahoo, S5-565, MUC, otoño de 1965 - primavera de 1966

1966Hctddo, SSN-604, NUCSharh, SSN-591, NUCTliton, SSN-586, NUCBarb, SSN-596, NUC, primavera de 1966Permit, SSN-594, NUC, verano de 1966Plu.n¿¡er, SSN-595, NUC, invierno de 1966Scttlpüt, SSN-590, NUC, 1 de diciembre de 1966 - 1 de septiembre de

1967

1967Dace, SSN-607, NUCfladdo, SSN-604, MUCBay, SSN-653, NUCTlitort, SSN-586, NUCF-lasher, SSN-613, MUC, 1 de marzo de 1967 - 31 de agosto de 1968Remora, SS-487, NUC, verano y otoño de 1967Queenfish, SSN-651, una NIJC por dos períodos: invierno de 1962 y

primavera a otoño de 1968

r968Halibut, SSN-5.97, PUC, por tres misiones en 1967 y 1968Dace. SSN-607. NUCGreenling,55l/-674, NUCLapon, SSN-661, MUCSturgeon, SSN-637, MUCPerntit, SSN-594, NUC, 1 de abril de 1968 - 1 de marzo de 1969Ra-v, 55A/-653, MUC,8 de abril - 9 de junioSargo, SSN-583, una IrIUC por tres períodos:

verano de 1968, primavera de 1969, invierno de 1g70Plunger, SSN-595, una NUC por tres períodos:

otoño de 1968, invierno de 1969, otoño de 1970

r969Lapr-tn, SSN-661, PUC, septiembre a noviembreLapon, SSN-661, MUC, primavera

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NOTAS

Fundamentalmente, este l ibro está basado en varios cicntos de entre-vistas que sostuvinos con submarinistas, funcionarios del gobiernr-r y deinteligencia, a la r.nayoria de ios cuales no podenros nornbr¿rr. Usanrcls susnombres cuando podemos. También recurrimos a muchas fuentes de infor-mación pública para verif icar los hechos descriptos e insert¿rrlos en cl con-texto histórico. Entre otras cosas, hemos consultado en lcls archivos de laArmada las programaciones desclasificadas de patrullas de submarinos,investigando en informes de Inteligencia Naval que fi leron publicaclos, yleído numerosos art ículos y l ibros.

A lo largo de todo el texto, hemos recurrido a varias obras de ref'eren-cia comunes para obtener información básica ref'erida a la historia, tama-ño y capacidades de cliferentes clases de subn.rarinos. Entre ellas habíavarias ediciones de Guide to the Sc¡t,iet.ly'rzly y Tlte Ships crrul Aircraft ofthe U.S. Fleet, anrbas escr i tas por el muy conocido ¿rnal ista Norm¿rnPolmar y publicada por la Naval Institute Press en Annapolis, Maryland.Tambié:n consultamos varias ediciones cle Jane's Figltt ing Ships y otraspublicaciones de la autorizada compañía británica Jane's Infbrmation GroupLimited.

Para una conlprensión cabal de las tácticas y tecnología de subn-rari-nos, reclrrrirnos tarnbién a las obras por No¡man Friedman, S¿tbmurineDe.sign cLncl Deuelopntent (Annapolis, N'Id.: Naval Institute Press, t984);Richard Cornpton-Hall, Suós Versus Subs: Tlte Tactics ctnd Technology of(Jnrleru:ater Warfctre (New York: Orion Books, 1988); y Nomran Polmar,The Antericctn Subtnan.ne lAnnapolis, Md.: Nautical ancl Aviation Publi-shing Company of America, 1983 ). EI United Stotes StLbnt.a rine Data Boolt,preparado por la Biblioteca y Museo de la Fuerza de Submarinos en Gro-ton, Cr;nnccticut, y la l ista de todos los submarinos de propulsión nucleardistribuid¿r por Electric Boat Company, una división de General DynamicsCorporation, füeron un recurso úrti l para i¿r obtención de la mayoría de los

Page 191: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

t , i l l r r ;1;r l l r r i r ( . r ( '1, : ¡

r r r r r l l ( ' r 'os dc c i lsco c ie Ias unidadcs. Los registros dt l las condecoraciones"tot' l l¿ttlas ¿r sttbnlarinos inciividuales los obtuvirnos de la oficrna púrblica cle.r . r le cr¡racio.es c le la Armacla en el Arse'al N¿r 'a l de washlngt.n. D.c.

Prólogo

11, fi i :" oirt:.clc la historia dt¡ submarinos quer citanr's fue e'xtr¿rída clcr rtt ' Liltt l)tete ty(trctr. weapotts - Its past, prese,t oncr F,t,re por l)rcwl l iddletrn (chicago: playbov prc.ss, 19z6). Los capítulr¡ .s 1a 4 f .ueroni .est inrablcs por s 'pcrspc.ct iva c lc ra histor i¿l de lás. . rb^o.rrur, comot¿rrrrbi t i r r lo f i rc e ' l I ibro por Fr iedm¿rn y pnlmar The Atner i tc.ar, t s,bnrur i ,e.

Oapítulo l : Un Comienzo mortal

Pr i tLcipoles entreuíst ,s: Raf i ic l c. Benítez, Harr is M. , ,Red,,Aust in, yotros micrnbros de l¿r dotación dol IISS Cocltino.

En var i¿is partels de estc capítulo, t¿rmbión nos bas¿rnros en los s iguien-tc's clocu¡licntos clel gobierno, aitíc,t i los, l ibros -y otr¿rs fueníes:sr¡uitr. subt¡nrint:s: Desigrt, DeLteropnu:nt, otur rctctics por J¿n r3rere_

're ' r (L, .ckr. :J¿rn. 's Inf t r rn l¿rt ion Group Lirni tccl , 1989), r ; ; ; ; , " una bucnaclescr ipc ' i r in c l . l t ls n loclernos subrnar in i rs al"nln. , .

"qr ipn. tn, con s ' , rkel

¡ 'cr imr fü i , ' r .n .e¡ . rar t idos cntre ra LTni<jn soviót ic¿r y l ; " l i ; ;á;rs .ccicrcnta_les derslrués de ia Seguncla Gue¡rra Nluncli¿rl. Los c¿irnbios involucrados enl i r ( { ) l lv( ' rs lon r l t l l¿t f lota de' subniar inos r io¡ tc¿rmcricana a buqucs c() , snor-l icl c.nrrr r ' l cot' l t i ,o y el rrsh c'stán r.rcscriptr-rs e' Tha A¡¡tarican s¿tbnrurí_/¿c pol' Polm¿rr ¡ 'e n erl fbllcto "Bionvcniclo a Brlrrlo" clei USS ?zu sft, cxiste'tc.rr c¡ l archi 'oTl¿sl¿ u. l¿r Di l ' is i< in Histor ia de Buques dcl centro Histór icoNaval , Wrishington, D.C.

Los tcnroft:s i lr iciares de ra Arnradlr cst¿rcrounicrcnsr, <:olr re,f 'ercnci¿r ¿ri¿t cotrstruccir i r t ¡ t r t r los soviét icos dc una gr¿¡ f l . ta c le ' r .c lcrnos

submari-'os

con sn.rkcl c'st¿in dcscriptos cn un artículr., pu. B.""mu. i i t.rtn¿o .,rnoSubrnar incr Gap: intel l igenc,e Est imatc¡s 1945- iSSS,, , urr ¡ / . r , ,y Internct t io_,o L 9r, n ' r ¡ . 2 ( fbbrt ' ro c le ' rgg6): 100-1nrb. B.r ,omcr ."¡ , ,1, , 0". , ; " e, ' 1948 raintcli¡¡cncia elstaclounidernse colnenzti a recibir infbrlncs srbre lcls ons¿lvoss.r ' iét ic.s d* Ianzamiento c le misi les c lescle l i r cubiert¿r .1" . " ; ; ; ; ; ; "(s'rul./ sr.br¡tari,L:s, págs. Bg-gg). p¿ir.tc cie esta infbrmu.iór., p.nur.'e cle0jenrplarc 's c lesclasi f icaclos c le oNI Reutet l ' , L l r la r .evista iascr '¿lnte dr¡circul;rcit in intcrna publicada ncnsualmt¡nte por l¿r Oficin¿l de lnterl ige'ciaI l l r ] .c ' t re. 19i15 y 1962. Estarq publ icaci , i r ts están disp.niblcs e. raDivisión Archivos Operucionirlc,s. ientro Histrir ico N¿rval.

La i ' f irr ln¿rcirin rcferida a la operació'I{i iyr.r pro'ie'er cic ,,.f ire, Rer'i-r) r-qcences of'r lea. Ad miral R.y S. Be'son',, un¿i

-hisioria u.ui p.*pur¿rcla en

Not i rs 359

l l r ) r I i l i l r r t l r r con l¿i ¿, tutur izaci í rn de Paul St i l lwel l . d i rector dc histor iai r ' { ' l { ' r ' { 'n( r i r y l ) r ( 'scrvacir in) de. l In-s¡ ; ¡u¡ t Navai c lc los Estados l in idos, Ar-rr ; r ¡ r , r l is . Mrrrv l¿incl . Es partc de un¿r gran r :o lccci t in de histor ias orales de e.rolr t i r r lcs n¿ivalc:s que St i l lwel l 1 'otros han reunic lo. M ¿r lmi lanter ret i r¿rr lcrltolrcrt L. J. Long, un er.r subjei'e de Opereiciones Nav¿rles y comandantcr cn

.jcfi 'de l¿rs f 'trc'rzas estaclouniclcnses en cl Pacífico, fue el primcro en men-cir . ,nalnos la ()pcracir in Kavo. Como of ic ia l joven, s i rv ió a brrrdo del USSCc¡rscLir y lüe clestac¿rdo antes de acompati ar aI (I¡clt itro en ac¡uclla misirinr.n¿rlaventurac[a.

Los l ibro-* de guarclia del USS Sea Dtry v dcl t-TSS Bluchf' itt conserv¿r-c los cn losArchivos Nacionales, Clcntro t le Arcl ' r ivos c le St¡ i t l lncl . N,I i r r -y la l"rd,runestran clue ambos fireron destacaclos dc Pe¡arl Harbor h¿rci;r árcas fi 'cn-tc¡ ¿r las islas Ale¡utianas de Alaska cn mayo y juniri cle 19i18. La\l 'rcncetSavaclk in, un hóroer de strbmarinos cle la Scgunda Gucrr¿r N{undi¿r l quc f i r i ..sc'gunclo com¿rnclante clr: l S¿a 1)r.,g, describiri cn un¿i entrcvist¿r l¿rs rnt't¿is rlcint t , l ig l r i t ' i r r t l t ' s t ¡" nr is iot l t 's .

Ade ni¿is der l¿is erxtensas cntrervistas con Bcnítcz v Arrst in, r ¡xtrai imospartes r le nut 'stro rel i r to sobrr l l ¡ rn is ion l i ¡ ra l y hur ' ¡c l inr icnto c l t : l Cocl t i ¡ t t ¡r l t ' r 'ar i¿rs f i rc,ntes c locutncnt¿rIr 's . L l t nr i is cotnplc- ta f i ¡ r , l¿r r . r ' rs i r in dc ' .scl¿is i f i -c¿rcl¿r c lc l in l i r rn ic dc pir t ru i la dcl Coc' lúnt¡ escr i t¿r por c l capi tán dc i i 'aglr t l rRer- i í tcz c l 8 c ler scpt icnrbrc di :1949, qtrc erstá disponible ern l¿r Div is ionArclr ivos Opcraciotralcs de¡ l Centro l l is t t i r ico Naval . Extractos del inforntcf t te t '<rr i incl t t i t l< ls t¿rnr l icn e¡n " ' l l - rc l ,oss <l f ' thc Coc: l ¡ inr i ' ,ONI Rer¡ i<: t t , ( lebrc¡-ro c le 1950): 57-66. El l ibro di¿u' io de gulrrdia r la l Ct¡c l t tnc¡ srr pcrr l i t i cu¿rur losc lrr¡r 'rdirj el br-rt1ue, pcro los l ibros clcl T¡¿.sl¿, clel Cc¡rsair y dcl [,rSS Tirroestálr ¿rrr:hir '¿rclos en r-' l ( lr¡ntro dt' r\rchivos di¡ Suitl¿¡rcl .

La pórclir-la tlal Clt¡t ' l t i ttct f igtrro en los tittr lares cle ¡rrinrt 'rri ¡xiginrr cn lanr¿¡-voría cle los periridicos nurtc¡rnrericanrls inrportantr¡s elr 1949. Unr-r clr¡los art ículos nrás c l t : ta l lados quc. revisanros fho c l dt¡ . Ianrcs D. ()r-rnning-h¿rrrr " 'Ie¿rrs ar-rcl Smiles (lrcct Co<'hinr¡ and 7¡¿.s/¿ Survivors ¿rt Sub Basr::()f l ict,rs ()ivc Ilct¿rils on Tragccl.y", r\ ir¿¿' Itt¡Lclott ((, lonncctictit) Dal , 8 desc¡r t ierrnbre dc 1949. Y un of ic i¿r l c lc rc laciones púbi ic l rs c lc la Arm¿rcla, ca¡t i -t¿in clc fi 'agata Will i¿rnr J. Ledercr', entrevistir a algunos de los micmbros clcla dot¿¡ciri l ' l qr-rc- sobrevivieron par¿1 un artícr.rkr dranriit ico, ' 'Nlir '¿rcle¡ fJndcrt l rc Arct ic Sca" (Srzl¿¿r"duy EL'entt tg Post,14 dc enero dc 1950), y parar-¡n l i l r ro, Tht ' Lnst Cruise (New York: Wi l l i¿rm Sloanc Associ¿t t i :s , 1950).Ilelno-s extraído -qol¿rmentc unos pocos detalles del l ibro dc Lederer c1r"rc

¡rarccÍan prr lvcnir d i rectamcnte dc los rercuerdos de los sobrcviv ientes. Peronucstro capÍtulo di f ierc en r '¿ l r ' ios a-spectcls cruciales porque t¿rnto Alrst inconro Bcnítcz dije:ron que el rcl¿rto dc¡ Lcdcrc-r era cxcesivarncnte dramáti-c 'o c, incluía in lormaci í r ¡ t que fue al tcrada premcditadarnente por Ia Arma-rl¿r. De lrercho, Austin c-scribiri unn c¿rrta al Scttunlot' Et:enittg Posf parat¡ t t t , jarse por esos cambios, y guardó las respuestas que re¡cibir i tanto deIJenítcz conto cle Lt¡derer. Bernítez le escribió a Austin c' l 3 de f 'ebrero cle

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;]62 El juego de la gall ina ciega

r.iética durante la década de 1950. La información sobre la dot¿rcirin del\V1-riskey soviético que fue devastado por gases venenosos durante un¿t I)me-ba de 30 días provino del capitán de primera clase retirado de la Arnrirrl irsovirit ica Boris Bagdasaryan, que prestó servicios en ese submarinr.r y l irt 'entrevistado por un corresponsal militar ruso, Alexander Mozgovoy, a qtr it 'ncontratamos para que invest igase por nuestra cuenta. Los informes dc i r r 'teligencia sin confirmar en cuanto a que los soviéticos estaban modific¿urdo algunos de sus submarinos clase Zulu para transportar misiles fucro¡lmencionados en "Developments and Ttends in the Soviet Fleet Durrng1956", ONI Reuiew [suplemento secreto] (primavera-verano de 1957): 9-1t).

El incentivo para que c¡ficial n¿rval común recibiera adiestramiento cnir,teligencia y se empetlara en la "segunda prof'esión más antigua" dt' lmundo, una con " inclusive lnenos normas mor¿r les que la pr imera" apar( ' -ció cn el artículo "Postgraduate Intell igence Tlaining: AnAvenue to Rew¿u -c l ing Scrvice", ONI Reuiew (agosto de 1957): 337.

La indecis ión del presidente I l isenhower para aprobar los vuelos r l r 'LI-2 ¿,r rnediados de la déca.da dc 1950 aparece descripta en el C:rpítulo 2 i lcl¿r r¡bra por Grahani Yost Sples in tlte S]¡ies (New York: Facts on File, 1989 ),un l ibro sobre la evolución de los satólites espías estadounidenses.

Obtuvimos algunos dctalles sobre los antecedente¡s del comandantt'dc,l Gu.dgton, lrkrrrnan G. Bessac, der su biografía oficial conservada en l lDivisirin Archivcls Opelercionales cn cl Ccntro Históricc¡ Naval

La vcrsión soviética de "Flirnsel y Gretcl" fue citada eu "Trends inCcrmnrunist Propaganda", O^ll Rt'uie u (mayo dc 1955): 226. Las propucs-t¿,rs soviéticas a amigos por correspondencia nortcamericanos para intcr-c¿rn-rbiar fbtografías aparecen rnencionadas en "Security Control r¡f Techni-cal Data", ONI Reuieur (abr i i de 1951\:127.

EI pr imer submarino der propr-r ls i r in nuclcar. c l l lSS NotLt i lu.s, fue in-corpr-rrado el 30 de sept icmbrc dc 1954, y cnvió un mttnsaje histór ic<t : "Ert

navegacirin propulsado con cncrgía nuclcat"l, ¿rl inicio de su printer dcspl iegue para adiestramiento el 17 de e'ncro dc 1955. El USS Seoruol l 's t 'convirtió en el se¡¡rndo submarino dc'propulsión nuclear en entrar en sor-vicio cuando fue incorp<trado el 30 de marzo de' 1957. Los antecedcntt'spersonales y percepción poi í t ica del a lmirante Hyrnan G. Rickover est i i r rbicn cubie.rtos en dris l ibrcls excelc,ntes: Rickouer: Controuers.y' and Genius.una biografía completa por Norman Polmar y Thr-rmas B. Allen (New Vrk:Simr¡n ancl Schuster, 1982), y The Riclzc,tuer Effe<:t: Hr¡tu One Man Madc ctDiff 'erenctt, Lrna memot'ia por uno de k-rs antiguos asociados de Rickovc'r.Theoclore Rockr,vell (Annayrolis. Md.: f{aval Institute Press, 1992). Las avt'¡rturas del It ' 'auti lus para convertirse en ei primer submarino eIr alcanz¿tr clpolo Norte están relatadas cn Nautilus 90 I ' lorth, un l ibro escrito por t1u it 'rrfue el segundo de sus comandantes, capitán de fragata Will iam R. Arlclt 'r 'son, con Clay Blair Jr. (New York: Flarper & Row, 1959).

1 N. tlel Z: "Unde¡rvav on tluclerar r;ower", etl eJ texto origin¿rl

Not i rs : t ( i i t

La obra por Middletr.¡n The Ultimate I,{ctuaL Weapon señala que el bu-que de la clase flota de ia Segunda Guerra Munclial l lamado USS Guclgeon(S.S 2711 tuvo también un éxito importante: se le adjudicó el primer hundi-miento norteamericano de un submarino japonés.

El anuncio soviético el 26 de agristo de 1957 de su primer ensayo exi-toso de lanzamiento de un misil balístico intercontinental está menciona-dr¡ en "Soviet Scientif ic and Technical Developments, 1957", ONI Reuieu;(nrayo de 1958): 214. También es tratado en la obra por Peter Pringle yWilliam Arkin, SIOP: Tlrc Secret U.S. Plan for Nu.clear V[ar (New York:W. W Nortr¡n, 1983).

[Jna série de comunicados de prensa por la Armada sobre el viaje decircunnavegación del Gudgeon y toma parte en el programa "De un pueblcla otro" de Eisenhower se encuentran en el archivo sobre el Cudgeon t:n elNluseo y Parque Submarino USS Borofzn en Honolulu.

Uno de los oficiales jóvenes a bordo de¡l USS Wahoo cuando éste fuedescubierto cerca de la costa soviética en 1958 era Will iam J. Crowe Jr.,que avanzó en su carrera hasta convertirse en almirante y jefe del EstadoMayor Coniunto durante las prc.siderrcias de Ronald Reagan y George Bush.Err sus memorias The Line of Fire: Frr¡nt Woshington to the Gulf, the Poli-t ics ctnd BattLes of the l,{ew Military (I{ew York: Simon and Schustcr, 1993)describió el peligroso encuentro del Wahno con los soviéticos.

Funcionarios militares rusos dicen ahora que había varias razonespc.rr las cuales mostraban mayor mesura al ocuparse de los submarinosc,spías en cclntraste con los aviones espías. Los funcionarios le di. jeron anuestro investigardor, Alexanderr Mozgovoy, clue las unidades de superficiesovi(:t icas arrojaban "cargas de adiestramiento" de capacidad reducida enIugar der cargas de pr<-rfundidad de verdad ante la eventualidad de que lossubrnarinos nortearnericanos colno el Gudgcott hubieran cometido erroresde n¿rvegación y se cncontraran por accidente cn territorio soviético. Losfuncionarios rusos rl i jeron también que las carÉlas más pequeñas coll as-pecto de granadas eran uti l izadas de acuerdo con sus normas internas paraaclvertir a los submarinos extranjeros que se aprriximaban a sus aguaste¡rritoriales, normas quc incluÍan este método para ordenarles que lzrsabandon¿rsen.

Parte de la histeria respecto de la posibil idad de que los submarinossovi(rt icos estuvieran aproximándose a las costas norteamericanas a finesde la década de 1950 fue alimentada por el representante estadounidenseCarl Durh¿rm, un clemócrata de Carolina del Norte que presidió un comitébicarneral sobre energía atómica. Fue citaclo en un despacho de AssociatedPrerss del 14 de abr i l de 1958 dic iendo que sólo en 1957 se habÍan avistado184 -submarinos lusos frente a la costa atlárrtica estadounidense. La rnira-da ¡renetrante cle la señora Gilkinson, capaz de descubrir submarinos ex-tranjeros, {ue descripta en el "Monthly Box Score of Submarine Contacts",Oltll Reuiew (enero de 1962): 38. El hornbre de Texas apareció mencionado en"Montlrly Box Score of Submarine Contacts", OlíI Reuiew (enero de 1962):27 .

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; i ( i0 l ' )1.¡rrr ' ¡ io r l l l : r i l r r l l r l : r ( r ( ; , ; l

1950 dic iéndole que la histor ia de Lede¡rrrr "conlo sc l ; r l l r l r l r csl l r l , , r ' r ; i rnalmente era muy traída de los pelos y lo que re¿r ln-rcntc i r ¡ rar t ' t i r i f r ¡ r ' r r rcompromiso". Lederer reconoció en una carta a Austin el 2 de m¿rrzo clr,1950 que la Armada había revisado su manuscrito y que hubo "ciert¿rscosas que debí 'corregir'. Por ejemplo, cambié las horas de los aconte-cimientos porque no quería que los rusos pudiesen hacer un anál is isretrospectivo y estimar dónde se había hundido realmente el Cochino; in-trodu.je cambios pequeños en aquellas partes donde la verdad podía causardolor entre los familiares de los hombres; y omití ciertas cosas que podíanbrindar pistas acerca cle medios de comunicación confidenciales".

Desde luego, un hecho que Lederer no reveló fue la verdadera misióndc Austin. Lederer describií l a Austin simplemente como un "técnico encomunicaciones". Los antecedentes de Austin como especialista en inter-ceptación electrónica fueron develadcls por primera vez en "USS Cochino",CryptoLog (otoño de 1983); Cryptolog es una publicación de laAsociación deCriptólogos Veteranos de la Armada, un grupo que incluye a algunos de losagcntes de inteligerncia que navegaron en submarinos. Pcro ese artículo noincursiona en lo que Austin estaba tratando de conseguir en el Cochino, ynue¡stro relato es el primero que revela cl papel deI Cochino en contribuir ain ' rpulsar una nuevA era dc cspionaje subn'rar ino.

El artículo y el l ibro por Lederer omiticrc¡n también cualquier men-cirin a la ropa y boters de mal t iempo defectuos¿rs quc nrrastraron a la muertea algunos miembros de la dotación del ft¿sl¿. Este problema quedó docu-nrentado en los registros dcl 25 dc agosto de 1949 del l ibro de guardia del?l¿si¿. El contr¿ralmirante rctirado Eugene B. Fluckey, que era cl auditordc la flota cle submarinos del Atlántico cn aquella época, confirmó tambiéndurante una entrevista que la ropa de mal t icrnpo entre¡Jada a los hombresa bordo del 71¿sl¿ "cra un traje experimental y que nadie lo habÍa probado.Pero cl único inconve¡niente se presentaba cuando el individuo estaba en elagua, el traie le sumergía la caboz¿r. Y quedaban cr-rlgados con sus botaspara arriba".

En lo quc se refiere a los soviéticos, obtuvimos nuestras descripcionesde las bases navales soviéticas cerca de N{urmansk de "Kola Inlet and itsFacil it ies", OI,II ReuieLo (septiembre de 1949). Y las sospechas soviéticasrespecto a que el Cochino estaba involucrado en una misión de espiona.ief ueron citadas e-'n artículos de Associated Press que aparecieron el 3 y el 19de septiembre de 1949 en cl Ne¿u London Day y cl 21 de septiembre de1949 en el l/er¿r York fIeral.d.

Capítulo 2: Whiskey a go-go

Principules ertt¡ 'euistos: Ex tripulantes del USS Gudgeon y otros sub-ruarinos convencionales y ex funcionarios de alta jerarquía de la fuerza desubmarinos estadounidense, de la Of'rcina de Inteligencia Naval y del Gru-

hol: rs : ; t ; l

¡ro tlc Setgut' idad Naval, que uti l izaron a lcis expertos en icliom¡r l ls() .), ot.r.{ )sagcntes dc inteligencia que navegaron en los submarinos.

Doct¿mentos del gobierno, artícu,lc¡s, l ibros y otras fuentes: Las f 'echrrsclel despliegue del Gudgeon en el verano de 19bz provienen de su l ibr.,diario de guardia conservado en los Archivos Nacionales, centro de Arch ivos de Suitland. Los registros efcctuados allí muestran cuántas mill¡rsrravegó cada día el Gnd¿¡eon y otros aspectos básiccls, pero no dan indicioalguno en cuanto a que estuvicra cumplicndo una misión de intelisencia.

En los infbrmes provisionales de evaluación que se preparaban cad.seis meses durante la Guerra de Corea por el comandante cn jefe cle l irFlota del Pacífico cstadounidense están incluidos los l istados de'tc¡dos lossubl.narinos convcncionales que fueron desplcgad<,rs para tareas de vigi-lanci¿r durante la guerra me.ncionada -y descripcionei dc las dif icultadesquc cncontraron algunos dc ellos debido al clim¿r gélido y el primitivo equi-p:rmiento para cxploraciírn. Se cclnservan en los archivos dc la DivisiónArchivos Operacionales del Centro Histór ico Naval .

Según dos ex oficialcs de Inteligcncia, las unidadcs de supcrficie esta-dounic lenses l - rundierrc ln probablcmente un submarino s<lv iét ico que se:rproximír A Lrn¿i fucrza clc ataque de portaavi()nes cn diciembre cle 19b0,a pr incipi<ls dc la Guerra dc Corca. Los Estados Unidos estaban tan pre-ocupaclos porque Ia Armad¿r S<lviétic¿r pudiera trat¿rr clc ayudar ¿r los nor-cor€)¿lnos que las unidados cle supcrficic¡ tc:nían írrdencs der prefsge¡ ¿ l6sbttqt t t 's capi ta l t 's t 's tadouni<l t .nst ,s arroj i rndo bonlbas dt ,Jrr¡ fundiá¿rd c, ln-t ra cualquie¡r subm¿ir ino posiblerncnte host i l , .y cn estc caso, t res c lcstruc-trrrcs, ccrrrducidr is por el I ISS McKcan (DD-7B{), ¿rtacaron con bombasde prol i rndidad a un sospech¿rdo subrnar ino soviét ico y no observaronclcspuós scñ¿rlcs de que hubiera sobroviviclo. preguntad,r. ace..a de ésto,los funcionarios actu¿iles de la Arnlada rus¿r cli jeron que no sabcn de pérdi-cla alguna der submarinos en ticmpos de la Gucrra cle corea, y deipuéscli. icron que serría clemasiado difíci l verif lcar en los archivos de la'arm¿rha uobtcnerr respuestas c<tncluyenters.

L,a misl¡a Armada estadouniclense enrpleó un submarino en un rol decombatc' directo durante el confl ictcl de Corea, envianclo en 1950 una uni-dad convencional , e l USS Perch (SS-31J), a las costas de Corca del Norte.A bordo había tropas estadouniderlses y sesenta y tres hombres cle la RealInf'antería cle Marina británica. Aunque e\ I 'erch fue cletectado, los coman-dos consiguioron cmbarcar en los bote-'s de goma y abrirse camino hacia laplaya. f]na incursirin de bombarde-'o montada por los Estados unidr¡s esanoche ayudó a desviar el füergo contra cllcis, rnientras desembarcaban, ha-cí¿rn vol¿rr un conducto de agua, minaban un túnel y dcstruían un tren. uninf ante dc marina británico fuc muerto por las tropas enemigas. Este rela-to está bien descripto en Subntorines et Wur: The History of the An¿ericansil.ent seruice por Edwin P. Hoyt (New York: stein and Day publishers,1981J, págs. 299-303)

Las entregas mensuales de la oNI Reui.eu., constituyeron una fuentecxcelente para seguir el rápido crecimiento de la flota de sublnarinos so-

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l ( i ( i l ' l l iut 'go t l t ' I r r g i r l l i r r¿I c i ( 'g i t

l i ¡nr l ic l¿rcl que reinaba en laArmacla y cómo cambió esa act i tud después

rlt, l lrundimiento cletl Thresher,Iecurrimos a varias noticias y arr+ículos de

r.t,vistas. El elemplar de iunio de 1964 de la l¡ lational Geograpl¿¡lc ftte parti-

( rrl¿rrntente intrigante, con ¿lrtículos tales como "Tllresl¿er: Lclsstln and

ohallenge", por Jámes FI. Wakelin Jr., y "T.rnorrow on the Deep Frontier",

¡rrrr Edwin a. i. int<. También nos basamos en dos l ibrgs. I. lno, Mucl, Muscle,

ttntt L[iracles: Marine Soluag<, in the (Jnited States N¿rt'" ' , (Washington, D.C.:

Niaval Historical CenterNaval Sea Systems Command, 1990), fue escrito

por el capitán cle Navío C. A. Bartholtu¡ew, un soblt 'saliente ingerricro sal-

vanentiita cle la Armacl¿r. El otro, The f|niuerse BeLow: Disct¡t 'ering the

sccr.e/s of the Deep sea (Ncw York: Simon and schuster. 1997), fue escrito

por wil l iam J. Broad, un periodista científ ico del Nerru Yorh Ti ;nes.

La secuencizr <:rlmplerta de lrls acontccilnientos quc cond'tirrron al de-

sastrc clol t lSS 7'hrasher no fuc jamás dctcrminada dc nraner¿r f 'chaciente'

Jtrsto unos pocos minutos antes cle que sc hundicra el Thresher, un buqlle

clc¡ salvament6 cler la Arm¿rda que monitt lreraba las pruebas rccibió del

subrnar incl un mensa. ic sonar dic iendcl qtre estaba suf r icnclo algtrnos pro-

blcm¿rs lcvcs y cst¿rba tratando dc soplar lastres, 0 l ibcrand<¡ t t i r t ' compri-

miclo clcr alta presitin para expulsar el ¿rl ju¿'t clc sus tanqutls dc lastre e im-

ptr lsarsc haci¿r la supcrf ic ier . Los of ic i¿r lcs dcl buquc de salvamento

"..u.h..,,n después los soniclos dc airc del ¿rlta prelsirin, seguid<ls solamen-

tc, lucg6 tluc fiacasar¿r la nraniobrzr, por los sttnidos rlcl ?/¿rcs/¿cr'¡tartién-

, .1, ,* , , . Ü¡ t r ibtrnal dt ' invt ,st ig i rc iorr t 's r l t , l i t Art t ta<la t 'or tc l t tyt i rn l is tardt 'quc

prgbablcmenter había fallaclr un sistcma dt¡ tuberí¿rs ctl cl c<lmpartirniento

ier máquinas, pel'miticndo quc se produjeran viole¡ntas salpicadurlrs de agua

qug ¿rv;riaron los circuitos elóctricos y provocaron una pérdida tlc energía.

Rickclver s igntpre negr i quc se le pucl iera cchar la culpl a l<ts controles

v proceclimientos clc ope-rtrcirin de sr¡ rc¿rctor. I 'cro t '¡ l i¿r t lbri i I)coth of t lte

Thresher (Phi laclelphia: Chi l ton Books, 1964), Nor¡¡an Pt i lmar ha suger i -

clo que una pérdida de contrcll o pucstn fucr¿r tle scrvicio inelspcrada del

."o.tn, po<lria h¿rbcr constituido un factor crucial en la pórdid a del Thres-

ir¿rr. Polmar y su coautor, Thornas B. Allen, tambión haccn elst.¿r observa-

ciórr en Ricl¿r.¡t;et': Cort.trouers.y o¡tcl Genius, cn dttndc se lc¡ cit¿r tri contraal-

rnirante Ralph K. James, titular de la Dirección clc Material clurante la

construcciitnclel ?/¿resher, dicienclo: "Sobre la base de lo quc só acerca de l¿r

investigación clr: l¿r cual participé, de lo que sé ¿1cc--r'ca dcl buquc mismo ¡' de

Ios acclutecimientcls que Se Sttcedielon hasta ese mttmt ' t l t t t , p i t rnso que una

f'all¿r en Llna tubería soldada con plata e instalada en algún lugar dcl buquc'

provocó la dcscarga de un torrente de agua srlbre el tablero de control del

reactor y .detuvr_r' la planta de poder". Entonces, scgún James, "debido al

diseño inadecuaclo cle los cclntroles de la planta nuclear, el buque se queclti

sin e¡rergía en un nolnento en dondc lslcl la profirndiclacl de las agLl¿ls

doncle el subm¿rrino estaba opelando forzó el ingrc-so al casco de suficientt '

canticlad de agua que le impidió ascender nuevamente pofquc no pudit 'rorr

Not¿rs ; i ( i7

restablecer 1a energía a bordo" (pág. 431). Aunque Rickover nunca recono-ció culpa alguna, redujo el t iempo que los operadorc's debían esperar paraponer en marcha nuevamcntc el reactor después clc una detcnci<in -de diezsegundos a seis.

La permarrencia forzada en inmersión derl USS Ronqtti l por los sovié-ticos a fines de 1963 o principios de 1964 fuc casi tan dramática como elincidente deI GtLdgeon. Tomado prir cinco unidadcs de superficie soviéti-cas, "l1o sabÍanros si iban a clescargar sobrc nosotros cargas drr profundi-dad", re-'cuerda un miemblo de la dotaciirn dcl Rortrluil. "Era un toque ysiga." Lcrs hombres del Rottcluil tratarolr de alc.jarse, pero no consiguicronotr¿r cosa que agotar su batcría. Finalmcnte, el scgundo cornand¿rntc LloydBucher sc clicl cucnta de que los soviéticos generaban una zona ciega cadavcz quc intcrcatnbiaban posic ioncs per i r id icamente. EI y Peter I . . Block, e lcoll landantc, csperaron h¿rst¿r quc lt is buques colt)enzaron a m¿rniobrarnucv¿tlncntc, y después hicie¡ron uso clc tod¿r la encrgía quc quedaba enl¿rs nrrrribr-rndas baterías ckrI subniarino. El RonqtLil se e¡scabullír antes der¡uc l< ls soviót icos comprendieran lo qr,re estaba succdicndo. La suertct l i ' Bucht:r sr¡ r ¡c¿tbr j Ia s iguicr . r tc: vcz que se cncontr(r cn un buquc que resul-tri atrtrpado: crstaba al cnmand<l clcl buc¡uc espía L/SS P¿tebl<¡ cuando fuecapturarh fre-'ntc a Core¿r clcl Nrlrtc cn 196U.

Los planes para desarr<ll lar Vehículos dc Búsquerd¿r dc Inmerrsión Pro-{ i rn<l¿r, tn in isubruar inos ca¡taces dc recuperar ob. jctos del f i ¡nd<t c le l océano,f uuron det¿r l lados en la dócad¿r de 1960 en f lchas cle c latos dc la Arm¿rda,l r lgur-ras c lc las ( 'ualcs estein disponibles en los archivos del Musco y ParqueSubn'r¿uin<l IISS Borolir¿ en Honolulu. L¿rs f 'cchas de cada una de las etapascle l¿r convc¡rsión tlc¡l HoLibut en submaritro der proyectos especiales surgenclc l:rs nrcmori¿rs anuales del buquer y artículos en el Mon: Islatd Graperuirue,trn ¡rcrit icl ico quc se distribuía e¡n la base y Arscnal Naval Marc' Isl¿rndcelc¿r do San Francisco, y clc los ¿rrchiv<-rs del Vtl lejo (Califbrnia) TirnesHcrctld.

L¿r n-raniobra de Rickovcir para dcsarrollar cl pequeño subrnarino l{R-1 c lc propuls i r in ntrc le¿rr e¡s n¿rrracla también en la obra por Polmar ¡ 'Al len,RicÁ't¡t,cr: CcttttrouL:rs1,atul ()cnit¿s (págs. 135-443). Polmar yAllen dcdicanrrn capítulo (págs. 269-293) a la técnicas particulares de Rickover paracntrervistar a lris aspirantcs para su programa dc subnarinos cle propul-sirin nuclear y l irs peores historias de horror surgiel 'on de allí. N'fuchas deIns ¡rcrsonirs qLle entrevistanros rtos contaron rcrl irtos similares. Bartholo-nrerv, Mzzd, IuIusc'les oncl fuIirocles, y Broad, The Uniuerse BeLoLt,, describcntambién los esftrerzos para recuperar Ia bomba atómica fi 'entcr a Paloma-r i :s, España.

El hecho de que Rickovcr quis iera saber s iempre lo que sucedía en losproglamas clo inteligencia con subruarilros -y se sc'ntía insultado con sólopelrsar en que tcnía que fir lnar comri todos los den'rás un compromiso paraguardar el secreto- fue tomado dó las entrevistas con dos ex funcionarios

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. j f ; ¡ i I l l . i r r lgo r l t , l r r g i r l l in i t c icgi t

, l r ' : r l ta. jcrarqlr í¿r de lntel igencia Naval . Como uno de el ios expresara: "Ric-l i , rvt ' r qucrÍ¿r saber todo Io que estaban procluciendo los programas de r€rco-rr,rcinriento, quó cr¿r lo que estab¿llr hacie¡-rdo, clínclc estaban o¡reranclo, y sclr , [ rusó a f i rmar alguna vez un cclmprotniso para guard¿rr c l secrcto. f 'orrringún motivcl 1o firmaría". Refiriéndose a r'¿rrios hombrcs que sirvielonr:orno directores dc Intel igencia Naval en la déc¿rcia de 1960, esta fuenterLgregó: "Había histor ias Í?rnt¿ist icas Accrc¿l dc Rickr¡ver gr i tándoles v au-lláncloles, convocárlclolos, cxigiendn cortocer quti era lo quc cst¿iba suce-cliendo y nergándoser a firmar", .v toclos ellos er¿rn "rc¿rcios ¿t ct'uz¿lrsc" ctln ói.

Capítulo 4: Puño de terciopelo

Principales entrer¡ istas: Ex f i rncionar ios dc al ter . jcrarqtr ía del Pc'ntá-gor-ro, de Lrs subnrarinos, dc Inteligcncria N¿rval .y dt' l¿r CIA; .John P. Cravcnv cx t r ipulantes dcl USS 11o1¿ó¿¿t.

I)r¡<:ut¡tett,tt¡s del ¿lobict'¡to. ortícti l t¡s, l i .brr¡s y otros f 'uerttes: I l l nonrbrect ic l igo "Opr:ración Wintcrwind" aparecc nrencion¿tclo cn la nlcr t tor ia anual<Ial I lolibut dc 1967. Los clocumcntos no lr:vel¿tI. l quc t ' l I lctl i .bttt r:st¿rbatr¿itanclo clt¡ loc¿rliz¿rr partel de un misil balístico soviótico ni brinclan indi-c io i r lguno sobre la natur¿r lcz¿t dcl "proyercto cspecial quc s( ' ler asignó". Noobstante, scñ¿rl¿rn l¿rs fcch¿rs dc lo qr-rc los mienlbros dc l¿r cl<lt¿rcit in diceuclurr {ueron dos "erusi'ryos clc opcracioncs tlc búsc¡uccla" -t)i lvt 'gilcioncs de

¡trrictica fi ' t¡nte a FI¿rw¿ri- y cl ¡,rrimer intcnto para locii l izar I ir o.j iva soviéti-c i i . M pr imcr ensayo tuvo lugi i r eutre el 16 de rn¿rrzo y c l 4 dc ¿rbr i l de 1967,y lr¡s rnientbros dc l¿r clotacirjn dicen qtre l irc cn esta navegaciírn qtre elI lalibut encontr<i e-' i olr. jeto cr¡n l irrnr¿r clc caia quc ti lrbía c¡ut'dado ¿r flott:antcs cllre los tripulantes cle la unidad clc sr-rperficic pudicran e¡nvi¿rrlo ¿rlfondr¡ lastr¿indolo con cadcnas dc ancla. El Holibut rc¡rl izó unzr sttguttda yblervc navegución dc pruerba, c lc l 10 al 20 deiul io c le 1967, para revisar iascániar¿rs ern erl pcz. Los integrantes de la ciotacicir-i dicen qtrc cl prin'rcr itr-tonto por encontrar las partcs dcl misi l soviét ico t r - rvo lugar cn lo quc lar l rcmoria anual descr ibe colno "una misión espccial de 57 días", del 28rlc ugosto al 24 cle octubre der 1967. Los tripulatrtcrs dice¡n qtte el scgrtttck.rc lespl iegr-re p¿rra buscar f i 'zrg 'mer.r tu. , ¡" ¡1 i -s i l -aquól en c l cu¿r l Char l icI{¿rnrmoncls cayó por I¿r bord¿r-- tuvo lugar entrc luecli¿ldos de enero y cl 11r lc abr i l de 1968.

LIna selie dc se'is artículos por Christophcrr l)r 'e,rv, N{ich¿¡el L. N{il leri-son y Robert Beckcr, publ icacla entrc el 6 y el 1 l <, le ct tero de 1991 cn clClúccrgo Tl' ibune, y cn erl lt ietuport N'e¡cs Dr¡¡lr ' P¡'ess. contuvo la primt-'r irlcvelaci(rn públ ica der l papel del Hol tbut para iocal izar el sr tbntar ino Golf .En l rna carta a un st¡bcomité 11r.rc f r ¡ rnraba partc r ler l Comité dei Scnirc lo

[)ar¿1 ia Bnergía v los I lecursos NatLlr¿i les a pr incipios dt l 1994, Cravt ' r rr lcscr ib ió en términos muy generales st lbúsqucda dcl Gol f por el Hal ibr t l .

Not l rs ; : i ( ; f )

y Broad le siguií-r con un artículo cn el Ne¿u Yorh rinte s el 7 de febrero de1994. Roger c. Du'ham, qlre a fines de la década de 1960 era oficial dercr¿tctor a bttrdo delHalibut, h¿r c'scrito un relato con visr¡s de¡ flcción ref'eri-rl<r ir la búsquecla del Golf en s-py s¿¿ó: A Top secret Missiott to tlrc Bottom oft l rc Poci i ic (Annapol is, Md.: Naval Inst i tute Press, 1996). La Armada lerequirió a Dunharn que canlbi¿rse el nombre del buqr-re ,la cstrclla de sul ibr t ¡ es un submarino l lamado LISS Vlpedis lz- y modif icase detal les técni-cos cruci¿r lcs.

l,¿r difcrcncia de opinioners sobre lcls planes dc la cIA para cr-rnstruir al()lt¡ntar Etplorer y tratar de recuperar al submarino Golf f ire cvidente encl transcttrso dc vari¿rs entrcvistas con cx f uncionarir.¡s cle alt, lr. icrarquia del¿t Armada y c l Pcnt: igono. I in una cntrcvista que tuvo lugar pocos mcsesantcs quc fhi lecicse en 1993, Frcdcr ick J. "Fr i tz" Har l f inger I I , c l ant iguodircctor dt : h-r tc l igc 'ncia N¿rval , d i . jo que la CIA "hjzu l¿rs cos¿rs más disp¡ra-t¿rd¿rs. L¿r CIA sc int t , r l tuso sienl l l re en uucstro c¿rnt iuo".

Pcro c'l ah¡irante Thom¿rs II. Moorerr, jefe de Operacioners |{av¿rles af incs c lc¡ I ¡ r t l í :c¿rd¿l c le 1960, di jo quc. junto i r l esquelcto c lc l rnar ino soviét ic<1,str rc'cuc-'rdo n-r¿is vívido de l¿rs l irtografias cie Ve:h'ct F'ist cra que el Golf" t rst¿t [ t¿r lo suf ic ic l t tenrentc i t r t¿rcto oonro [ )ar¿t concluir qr-rc ¡ lodíantcls izar-lo". Moorcr dt :scchó la idc¿r dc Cravcn -y Br¿rdloy de t¿rn s<i lo abr i r or i f ic ioscol i t - 'xplosivos cn c iortos sectr¡rcs c lc l Gol f ' .y ernviar tLn minisubmirr inr t parat t '¿r tar dc l t ' r 'u¡ teral l¿rs c¿rbr- 'zus de conr[ iatc dc los n.¡ is i les v c l c,r lu ipo ¡rrr l rc l c i f r¿rdo dc l¿rs courunicacioncs. "sí , pcro no h¿rbí¿r fbrm¿r c lc cstar seguroclc que'ul lo recupcl 'ab¿r t r ¡dcr c l rn¿rtcr i¿r l c lc cr iptogr l i f ia quierro c lecir , lalorma ell qtle i: l los pc'nsaban quc uno ibrr a me-'tcrsc' dcntro tlel subl¡arino yrc l i l iz¿rr u l l l t bt isquer l¿r rninucios¿r- . Y I )or ' ( , ,so, s i íbaln<is ¿t h¿rcer algo. pct-c[Íautos igtrri lmentc hacerr r- ' l trtrba.jo cr.rrn¡tletri",.r l i . jo Morlror. trgrcganclo ob-vi¿rrncntc i r r i t¿rc lo: "Sicmpre hay algún dcsgraciadr-r que pucde i rnaginarun¿r fc l r r .n¿l nte. jor c ler l raccr lo, Jt t , ro ól no t i t :nc quc Ir i iccr lo".

Mclv in L¿r i rc l , c- l seorctar io t ic Dt ' f r :nsn dcl prcsidcnto Nixun. r( ,col1o-ci í r cn un¿r entrevista c¡ t tc "algunl is pcrsol l¿is pensaban que no cra necesa-lio tratar clc rccuperar el sub¡r'r¿rrino conrplcto con cl único proprisito dcrlbtcncr las ¡riezas irnprlrtantes colro los ¡nisiles y el rnatr:riul criptográfi-ctr". Y eri ctr¿ttrto a l¿r rccornc'nclacirin clc cunstruir ' <' l Glontar Ex¡tl.ort,r justotttr añrr t lcs¡tttcts que se hubier'¿r hundido el f lSS Scrtrpion ri algo por el esti-io. i igrcg<i: "crcí¿r qr-re l ir tecnología era impclrtantc ya que podríamos em-ll lortrla coI) Lllto dc l-lt¡cstros suLrrn¿rrinos si nos nrctÍantcls L,l l un proble¡ta.! )n lo qtrc a t t . t Í col lct ' l 'n ía, aquel l r l rcalnrcnto tcnía que ver nrucho nr¿is cencstc asunto y¿r quel s i t ' rnple rne pre{)cupr i quc 1as dotacioners quedaran atra-padas. Por csr i tenía mucho que v()r con e'sta cucst ión. En lo que conccrníaa los rust-rs r1o er¿r neccsario qu€r urlo l lcgala tan lejos. Pe-'ro vo c.staba pen-s¿tndtt accrca clc esto er l un¿l t i r rma di ferente. Esa idca qne- 'esto se h¿rcíasolamentc por erse único subntarino cstá cquivcrcada".

Page 196: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

. i i o l , l l . i r r t 'go t lc l r r g l r l l in l t c icga

Laird agr:egó también otra referencia histórica interesante. Algunos

o'rtic:c¡s han cuestir¡nado que Howard Hughes, el multimil lonario paranoi-

, o I ' sr¡l i tario, haya sabido alguna vez que sus compañías estuvieran invo-

Ir¡cradas en un esfuelzo para recuperar un subrnarino soviético hundido.

l,uro, Laird dijo: "Recuerdo haber hablado con Howard Hughes también

sobre esto".

Capítulo 5: Muerte de un submarino

Principales entreuistos:John P. craven, ex funci<tnarios de alta jerar-

quía cle Inteligencia Naval y submarinos, y expertos en torpedos que pidie-

ron n0 ser identif icados.Docttntetrtr¡s del gobierno, artículos' Jt otras fttentes: Las prcocupacio-

nes en cu¿tnto a la scguridad del cx tripulantc del Scorpicttt D¿n Rogers

fueron r.evelaclas por primera vez, y son analizadas con mayor detalle, en

cl artículo cle Stephen Johnst-rn, "A Long and deep Mistery: Scorpion creu'-

man Szrys Strb's '68 Sinking Was Preventable", HotLston ChronicLe,2S de

mayo rle 1993. Nosotros también entrevistamos a Rogers. EI artículg de

Johnson ir.rcluyc la cita extr¿tída dc la carta que el ayudante de máquinas

David Br-trt<tn Stone d.el Scorpion le escribió a sus padles sobre las malas

concliciones del erquipirnliento del buque. Johnson fue también extraordi-

nur ianrt 'nte generoso al cornpart i r con t tosotros muchos otros aspectos de

su m inrtcioszr investigación.Las dificultades de la Armada para rastrear los subm¿lrinos soviéti-

cos en el tnar Mediterráneo a fines de la década de 1960 son tratadas en la

obra eclitacla por R. F. Cross Associates, Ltd., Sea'Bosed Airborrttt Atúist¿b'

tnorine warfare 1g40- 1977, volumen 2. En el Apéndice A hay más detalles

cle la colisión entre el USS George C. MarshcLll y el submarino soviético. El

capitán cle fragata ¡etirado Hcrbert E. Tibbets, ex cornandante del usS

crrttorr.describió en una entrevista la riña de gallos que involucni al scor-

pion y al destructor soviético.' Lo, pr incipales preocupaciones que al imentaba' la ic lea de qut '

t l Scorpi.in fue destruido por fuerzas sr:lviéticas fueron reveladas en ulr

artícnlo clc Ecl Offley: "Game of 'Chicken'Led to Loss of Scorpion 25 Years

Ago", que apareció publicaclg tantcl en elNe¿r., London Day,el 23 de miryo

a., 1gs.i, y . i,*o "Remembering the Scorpion - Evidence Points to an tJn-

clerwater Dogfight as the sub's Demise", en elvirginictn-PiLot y e\ Ledger

Str¡r (Norfolk, Virginia), el 30 de mayo de 1993. Offlcy cita a Jerry Hall,

persona.l subalterno que trabajó como asistente en el comando de submari

,-ros d" la Flota del Atlántico en 1968, quien habría dicho que escuclló cor)

versaciones entre oficiales nl¿is ¿lntiguos que durante su navegación tlt '

regreso a su base desde cl N'Iecliterráneo, el Sr:orpir>rt había sido clesvi¡rt lrr

paia hac,trle pasar un mal rato a un submarino de ataque soviétictl t l tt l

Notas :17 I

estaba tratando de seguir a un submarino misilístico Polaris que zarpabadel puerto de Rota, España. Pero durante las entrevistas, nuestras fuentesquc habían ocupado altos cargos en la Armada ncgaron eso de maneraterrninante. Reconocieron que el Scorpiort había sido desviado, pero dije-ron que su verdadera misión -investigar las desconcertantes actividadessoviéticas crin glt ibos- era much<¡ menos provocativa. Y al relatar los deta-lles de las ult imas comunicaciones por radio del Scorpion, que indicabanque había tomado unas pocas fotografías de las actividacles con globos yluego se alejaba dcl área, estos funciclnari<,rs dijeron que no existía motivoalguno para sospechar que e¡staba cmperlado con alguna nave soviéticacuando se hundiri.

En un artículo recicnte en la edición del 21 de mayo de 1998 dcl Seaúl-lt: Post-Intelligence titulado "Navy Says Sinking of'the Scctrpiort Was anAccident, Reverlatir¡ns Suggest a Darker Scenario", Offley sr"rgirió que elScorpion pudo haber estado todavía cerca de naves soviéticas cuando sel-rundió. Pcro ninguno de los que investigaron los restos del naufragio en-contr(j evidencia alguna de un ataque, y a los equipos de búsqueda quepart ic iparon en 1968 se les di . f o quc todas ias navers soviót icas habían esta-do le ios de la e 'scena.

L¿r inforrn¿rción que en varios lugarcs dcl capÍtulo atribuimos a "docu-nre.ntos clescl¿rsil ic¿rd<ls de l¿r Armacla" provicne del más de setenta páginiisque la Arm¿rda le entregó aI Clúcago Tlibune y otras organizaciones perio-dísticas el 25 de octubre de 1993 bajo la Ley de Libertad de Infbrmación. Flldr¡curnento más impclrtante fue cl informc final de los descubrimientosdel tribunal de investigacioncs de la Arm¿rda que indagó en el clesastre delScorpicut en 1968 y 1969. Citando el secreto irnpuesto por la gue'lra fría, laArmada no hizo público el infi¡rme en aquel entonces. Ernpero, la Armaday el Departamento de Def'ensa simplemente entreÉiaron resúmenes encclmunicadris de prensa, con fecha 31 de enero de 1969, donde decían qut>no se podía determinar el "motivo exacto" de la pérdida del Scorpion. Loscomunicados de prcnsa -que son e'jernplos rnagistrales dc la ofuscación delgobierno- no revelaron que el tribunal de investigaciones había concluidoque la c¿rusa más probable dc la pórdida del Scorpictn fue alguna clase deaccidcntc con torpedr-rs; verdadcramcntc, los comunicadr¡s incluían va-rias dcclaraciones engañosas ctruc hacían que esa posibil idad pareciera im-probable. La Armada no desclasificó el informe del tribunal de investiga-ciones hasta 1984, cuando Ed Offley, que entonces era rr:pr-rrtero en el pe-riódico de Norfblk, presentó una petición para acceder a los documentos yescribió la plimera historia completa analizando cómo el tribunal de in-vestigaciones había l legado a creer que un torpedo corriendo en seco era elculpable más probable. Ese artículo, "Mistery of Sub's Sinking Unravels",fue publicado en la primera página delVirginian-Pilot y del Ledger-StcLr eI16 de diciembre de 1984, e incluía Ia primera entrevista con John Cravensobre su papel en el descubrimiento del naufragio del Scorpio¡¿. Christo-

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i i 'J . l , ) l . i t r t 'gr t t l t r l i r g i t l l i r r i t c i t 'g i t

; r l r t , r l ) rurv c lcscr ib i í t tarnbién la teoría c le un torpeclo corr iendo en scco en"l Iorv Sr:orplor¿ Ift l led Itself: ¡q¿1'¡i Discloses Sub Sunk b¡'Own Torpedo 25

\ i ' i r rs Ago", Chicago Ti ' ibutrc,26 de octubre de 1993.Nucstra propia rcccil lstrucción -y la infbrmación nueva e inquietante

r. t 's¡rccto de cómo los torpedos estaban siendo distr ibui t los a toda pr isa

,'n i¿i Í lota a pesal de violaciones flagranttrs a la seguricl¿id- cstá basada en

rl¡an medida en entrevist¿rs extens¿rs a Jclhn Cravcn y yarigs cxpertgst ,n torpcdos e ingcnieros c l t a l ' l t tas. Apr incipios dc nlayo de 1998, intcnta-

nlos r ,¿rr ias vcces rctrnirnos con el contr¿ralmirantc Arthtr l Glal la, t i tu larrlcl Conrando de Arrn¿rrnuntos N¿rvales cuanclo se'perdicl el Scor¡tirttt y ttcluien l 'ue clir igida la alerta de seguridad clc lo-* it lgetricros refcrida a las

fi i l las cn las baterí¿rs cler los tor'¡-redos. Estaba dtr vi¿r.ie por cl extranjero

_\. nunca respondió a nnestros mensajes. Fal lecir i L l t l¿ ls pocÍ ls semanas

después.El cstudio ern 1970 cle las fotografías clel naufiagio clel Scorplor¿ torna-

clas lror al Trieste fbc analizado y drlcumcnt¿rdo e¡n ci trabaio dc la Armada"Ev¿rltration of d¿rta and artifhcts relatcd to USS Scctrpiort (SSN-589)" pre-

¡rarrrdcr por el grupo asosor sobrc cl Scorpiott y l ibcraclo cn 1998. Entre

1,,. p,,.*,,r-tr,,s a quienes recttrrimos par¿r que nos ayudasen a e\¡aluar ei

i l ' i f r t rme estaban Ross I l . Saxon, que rcal izí l t tn¿r i t ln lers ión hasta el

naufi 'agio ¿r b<lrdo dcl ?hcs/c; Robert S. Pricc, quer analizri lrttc'r 'amente los

dlr to,s ¿icúst icos despuós quc C)rnvcn se rct i rara; var ios ol lc i¿r l i rs submari-

nist¡rs c lue prestaron servic io cn los t ienrpos cl t : lScorp¿¿rr¿..v var ios expe'r tos

cn scguriclad de at'nt¿rtncntos. L¡r rcvisión del trabajo tlt ' l primer Gruprr'Iócniccl Asesor convoca(lo cn 1968 para colaborar elt [a búsqucda del Scr¡¡'-

¡.t ionba.jo la direcci<tn de John Craven fue l iberr¿rclcl t i lmbión en 1998, "Thc

sr:orpiort Scarch 1968, An Anaysis of the operation fbr the cNo Technical

Advisory Group (TAG)". La carta qlle resurní¿r los clcsctrbrimientris de .Ja-

s6n fue l iber¿rda crlmo partc del misrno glupo de dclcurlreuttls, "Scorptori

Art i facts", 14 dc enero dc 1987, f r rmada ¡r t . r r Peterr N{. Palermo.Robcrt Price, ingenicro invcstigacior en cl L¿rbor¡rtt¡rio dc¡ Arm¿rl'ttt ' tt

tos Navales, s i to cn Whitc Oi lk, N{aryland, y qLIe no dc¡rencl ía dcl Cnmatt t l r rc lc Armamentos Navale 's. d ice, qt le cuando su equipo r t :gr t :sr i en 1969 o 197()y ycr i f icó lc is datos acúrst ieos or ig in: i lers, l¿r lectur ' ¡ r lue hic i t ' rot t c lc et l los f i r l

nr t rv c l i fcrente a la dc Clr '¿rr-c,n. Por i r lgutra r l tzr i t t , I ' t ' ic t : . " 's t t et t l t t tpo ct t ' l i r l rquc c l pr imcr sonido qnc t 'cgistrr i c l h idróf i rn i r t ' l t l¿ is is ias ( l i r r ta l i¿ is l i t ' , ' l ' : t

r , l sonido de una explosir in de: un torperdc¡ o c ic la b¿'r tcr ía ¡-r l incip:r l qu( i I ) l ( )r.eía de encrgía al Scorpiort. "La evidenci¿r ¿rcústic¿l (lLtL- cxil l l t inall l t,s rt,,

indic¿r por qué se fLle a piquc el submarino -dice Prict' . Toclo lo qut: sit lrt '

mos es que no fue una erxplosión cle gran magnitud e'rt cl c'xtorior del citst 'rrporque ésta habría sidcl tnuy ruiclrtsa."

I)ice en cambio quc el prirner sonido registrado firt: Ia implosir'rn Lo r

,*onic los subsiguiente-q qt tc c()mcnz¿1rol i 91 scgr-rnclos después, dice, f t t t ' torr

cilus¿rdos prc.rbablemcnte. prtr el cono cle popa clel sul¡nl¿rrino agitántlost

c lc¡ t ro de la sal¿r de máquinas auxi l iarÉrs después cluc las dus scct ' i , , r r , s

sc 'h¡bier¿rn introducido Llni t cn la otr¿r. Es más, dice qr. te un mocl t ' lo t l , ' l

Notrrs : l i : )

subm¿rrino soltado hacia el fondo en un tanque de treinta metros de pro-funcliciad comenzó casi de inmcdiato a girar en cspiral en su trayecto haciael fondo, sugiriendo que no había forma de predecir la dirección en la cualhabia caÍdo t ' l Sct ' rp i r t t t .

Sus datos no aclaran por qué al Scorpion se fue a pique. Tampocoexplica por qué el Scorpiort fue encontrado justo donde Craven había pre-dicho, uti l izando su interpretación muy diferente de los datos. Eso, dicePrice, pudo haber s ido coincidencia o suerte.

Aunque no sabía sobre el mal funcionamiento de l¿rs bate'rías de lc¡storpcdri-s, Mark A. Bradley publicó el mejor análisis de los documentosreciente-'mente l iberados en "Why They Called the Scorprorz 'Scrap lron"'.U.S. Naual Inst i tute Proceecl ings, ju l io de 1998. págs. 30-38.

Para describir los meses dedicados a la birsqueda del naufragio delSccsrpi.on.,le debernos nuctstro agradecimiento más profündo a Jack W. Da-vis Jr., presidente y editor del l/eruport Neus (Virginia) Dail,y Press, quenos pcrmitió acceder a los voluminosos archivos del periódico que contc-nían artícuios pcriodísticos refericlos al Scorpfu,¡¡¿. Muchos de los artículosnos proveryeron dc antecedentes úti les. Uno en el cual nos basamos paradescribir el papel del Mi¿or durante la búsqucda fue erl de Alexander C.Br(r$'n, "Tlrer Cruise of the Mizar in Quest of thc Scorp\on" . I{euprtrt NetusDai ly Press, 15 de dic iembre de 1968. Los archivos del Dol l r ,Prcs.s incluíantambién cop. i as c le los cornunicados de prensa or ig inalcs sobrt :los dcscubrinricntos dc'l tr ibun¿rl de investignciones, y extrajirnos citas cleaqucl enrit ido por la Oficina del Secret¿rrio Acl.junto cle Def'ensa (Ast¡ntosOficiales), "N¿rvy Rerports Findings of the Court <tf Inquiry <in the Loss ofthe USS Scc.,rpictr t " ,31 de ernero de 1969, nros.80-69. Entrevistamos tarn-bién al almirante retirado Robert R. For-rntain, ex segundo comandanteclel Scorprol¿ que colabrlró con las pruebas de Craven en el simulador desr, lbmarinos.

La arnargura cle quienes sobrevivieron a los miernbros de la dotaciónclcl Scrr.,rpir.,r¿ a caus¿r di: la negativa de la Armada a decirles la verdad res-pecto cle los posiblers motivos del hundimiento del buque pudo apreciarse.cl¿rramente en r.arios altícr-rlos periodísticos. Barbara Ilaar Gil lum expresósu dt:cepción elr ulla not¿r l levada a cabo en un bar por Stephen Johnson,"Tlrc Explanat jc ln that Ne'r ,er Came", Houston Chroni .c le,23 de mayo dc199i3; Wi l l iam H. McN{ichael . "Wh¿it Happcncd cn the Sc'orpiotr ' ! " Neutpctr t,\ '¿'¿¿,s D¿r¿1.r,Pr¿,ss, l l1 rlc octt¡bre der 1993..1'N{ike Knepler. ' 'F¿lnli l ics MarkjJ0ri ' Anniverrs¿rrv of t l 'rr: Lclss of Norfblk Sub Scorprori ' , Ir./orfolh Vir¿¡i.nian-Pi lot ,26 di- 'ma-v 'o de 1998, l levarcln también a los hogares el sufr imientcrintenso que habízrn soportado las farnil ias.

Capítulo 6:"La balada de Whitey Mack"

Prittcipales entreui.stas: Ex tripulantes del USS Zapon, LiSS Doce, USS,Rqy, y LISS Greenling. ,- ex funcionarios de alta jeralcluía de Interl igenciaN¿rval v dcr sublnarinos.

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: i ' i . l l l l . iucgo de l : r gal l ina c ie¡¡z i

Dr¡cumentos del grtbierno, y otras fuentes'. George T. "Tommy" Cox, el

Irgcnte de inteligencia cantautor, registró en 1978 sus derechos de autor y

t,rl i tt i 3.500 copias de su propio álbum de 13 canciones sobre submarinos,' l 'ctl¿e. Her Deep,y vendió con facil idad todas sus existencias en los comer-

t. ios cercanos a las bases navales. Otras canciones tenían títulos tales como"Big Black Submarine", "Diesel Boats Forever" y "Saylor's Prayer". Tam-

Ui¿n habia una oda conmoveclora l lamada "Scorpion". Recientemente Cox

cdi tó su álbum en formato de cD. En la página de Internet www.

sontagdrew.com Se puede obtener información sobre cómo conseguir una

copia.Entre los submarinos que llevaron a cabo algunos de los primeros

trabajos experimentales que demostraron que era posible ef'ectuar un se-

guimiento prolongado se encontraba el usS Pollack. Se deslizíl por detrás

de un ruidoso HEN soviético desde cerca de la península de Kola en 1965 y

lo siguió todo el trayecto hasta el Mediterráneo. Este seguimiento tempra-

rro, conducido por el comandante del PoLlach, Harvey E. Lyon, duró casi

t res semanas.Las f 'echas de algunos de los despliegues mencionados en este capítu-

Io prrivienen de las memorias anuales del Lapon, del Dace, del Roy y del

Gieenlirtg, algunas de las cuales se encuentran en archivos para cada uno

cle esos submarinos en el Museo y Parque submarino uss Bowfin en Ho-

nr¡lulu y en la Biblioteca.y Museo de la Fuerza de Submarinos en la Base

Naval de Submarinos en Groton, Connecticut. Un extracto sin clasifi.car

clcl mensaie de felicitación dcl vicealmirante Arnold F. Schade al Lapon el

13 de octubre de 1969 se encuentra en un archivo sobre el Lapon en el

museo cn Groton. Esc archivo contiene también un extracto sin clasificar

de¡ un mensaje enviado al Lo.pon el 22 de octubre por el alntirante Ephraim

P. I.Iolmes, comandante de la Flota del Atlánticc¡; "Para el con¿andante. He

t,isto los resultodos de l,as hazañas del Lapon en dos misiones preuiqs, pero

óstct tiene que ser la mejor. Su desempeño y el de su excelente tripulación en

esto tarea tan exigente ha sido soberbio". Ambos mensajes fueron original-

ntente clasificados secretos. En una entrevista, el almirante Schade diitr

que la implicancia de la proeza del Lapon era fácil de ver: "Que fuéramos

c¿.paces de hacerlo, de seguirlos, esa era la cuestión. De hecho, eso era

p.,i.t i .otrlonte todo lo que queríamos saber. ¿Cuáles eran los puntos d(:bi-

Ies? Si teníamos que ir por ellos, ¿cómo los encontraríamos, detectaríalnrls

). destruiríamos?".

Capítulo 7: 'Aquí se v iene.. . "

Principales entreuistas: Ex tripulantes del USS Tautog, ex funciona-

rios de alta jerarquía del Pentágono y de Ia Armada, capitán de primera

ciase retirado Boris Bagdasaryan de la Armada soviética, y contraalmi-

rante Valery Aleksin, ex jefe de la División lrlavegación de la Armada rus¿r.

Notrrs :11 s

Dr¡cttmentcs del gobierno y otras fuentes: El hecho de que dos unida-des de ataque estadounidenses resultaran engañadas por los zafarranchosde lanzamiento de misiles efectuados por los soviéticos y transmitieranalarmas en los primeros días de seguimiento de los Yankee nos fue revela-do en una entrevista con un ex funcionario de alta jerarquía de la fuerzade submarinos estadounidense. Este dijo: "El submarino que teníamosafectado al seguimiento estaba siempre alerta a cualquier actividad de lossoviéticos que indicara que se estaba preparando para lanzar. Como Iaapertura de las portas externas de los tubos lanzamisiles, catorce o dieci-séis de esas cosas abriéndose con un golpe, como la inundación de lostubos, éste es un indicio crít ico de que se está preparando para lanzar.Entonces, y sin importar la seguridad, tendríamos órdenes de ascender einformar de la novedad con toda la anticipación posible".

"Un par de veces descubrimos efectivamente que estaban llevando acabo zafarranchos. En lugar de abrir los dieciséis tubos, solamente lo ha-cían con dos. En lugar de inundar diecisóis, inundaban dos. Esto, porsupuesto, era fundamental para su propio adiestramiento, el hacer eso; ypor eso nosotros, las dos primeras veces, hicimos que todos entraran enpánico, pero aprendimos a vivir con eso." En esas dos ocasiones, dijo, lossubmarinos norteamericanos que efectuaban el seguimiento subieronrápidamente a profundidad de periscopio, izaron sus antenas de comuni-caciones y enviaron las alertas a las autoridades del comando militar. "Peroafortunadamente fue una situación en la cual se aproximaron a la superfi-cie para transmitir y muy poco tiempo después estuvieron en condicionesde decir, 'Cancelar, es un zafarrancho', y en menos de tres o cuatro minutosestuvimos en condiciones de actuar en consecuencia y atemperar la urgen-cia de esta situación." Dijo que algunos de los primeros submarinos involu-crados en estos seguimientos grabaron los sonidos producidos por los zafa-rranchos soviéticos de modo que otros comandantes de submarinos deataque pudieran escucharlos y supieran qué era lo que tenían que buscar.Después de eso, dijo, "era cuestión de esperar. Fueron apenas aquellos tiem-pos iniciales en que todos nos sentimos algo ridículos".

Este funcionario y varios otros ex oficiales navales antiguos dijeronquc, para evitar errores, los submarinos de ataque estadounidenses invo-iucrados en tales seguimientos no tenían durante la guerra fría autoriza-ción para atacar por iniciativa propia los submarinos misilísticos soviéti-cos; aun si transmitían en la alerta que submarino soviético abría las portasexternas cle sus tubos lanzamisiles, tenían que esperar a recibir órrl .,nes

de tierra antes de emprender acciones posteriores. Pero si las hosti l idpCesse hubieran iniciado, eso habría cambiado. "Las ór.denes dei cwru&ndantede un submarino dependerían de que se estuviera en tiempo de paz, que yaestuviéramos en guerra, o estuviéramos en un alto grado de alerta por laposibil iclad de una guerra", dijo un almirante retirado. Agregó que normal-mente habría "un conjunto de órdenes, impartiéndose las más agresivas,desde luego, -qi estábamos en guetra".

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i r ' ( i l , ) l . ¡ t r t ,go r l t ' l r r gr t l l i r r i r c icHit

l-a rc¡acrción del comandante en jef'e de la Armada soviética Sergei G.( iorshkov por la colisión entre el USS Gc¿lo y el submarino soviético de lat lase Hotel K-19 fue descrita a nuestro investigador Alexander Mozgovoy

lror dos of ic ia les navales rusos. El los son el contraalmirante Vladimir(icorgievich Lebedko y el capitán de segunda clase Valentin AnatolievichShabanov. Shabanov era el comandante del""K-19 en noviembre de 1969,v Lcbedko era capitán de fragata y se desempeñaba como ad-iunto en unar l iv is ión de submarinos. Arnbos estaban a bordo dei K-19 cuando scproduio la col is ión.

L¿r infclrmacií¡n de que el Gato tenía sus arrnas preparadas y estabtrl is to para luchar después de la col is ión, y c lue su cornandante preparóinlornes f 'alsos de la misión mostrandr¡ que su buque había interrumpidolzr patrulla dos días antes dcl accidente, proviene dc un artículo de primerapágirrir en cl &?¿¿r Y¡rk Tintes del 6 dc julio de 1975, por Se-ymttur N{. Hersh.Ex rniembros dc la dotación del Gato ler dijeron a Hcrsh que, inmediata-mcnte clespués de l¿r ccll isirin, el . jcfe de ¿rrrnamento dcl Gr¿lo descendiílr i i ¡ t idamcnte las d<ls cubiel tas hast¿r el curnpart i rn icntc l dc t r . r rpcdos y seprc¡rarri para recibir órclencs der alistar los torpeclos dcl submarir-ro, inclu-

.vr¡ndo algunos con cabczas dc conrbatc nuclcar. "Solamcnte sc nr:cesi tabatunir ¿rutent icacir in -¡rrovista p<lr e l cont i rndantrr o c l scguncJr¡ cotuandanteclc l buquc- para al istar los torperdos para el lanzamicnto", escr ib i r ' r Hersh."Ninguna orrlen provino dcl corn¿rndantle clt ' .I Gato porque la navc soviética-cvidente¡niuntc confundid¿r- no rc¿r l iz<i intcnt<l a lguno por pcrseguir a lGott¡ . " I Iersh c i t t i también a los t r ipulantes dic iendo quc el cornandanteclt: l (]utn n¡cibió írrclc'nes del comando de la Flota del Atlántico cle la Arma-da clc prcparar vc'inticinco cjcmplarcs clc¡ un inforrne clc cr¡rnb¿rtc secretr.ri r l< 'gando qr-re el submarino h¿rbía intcrrutnpido su patrul la dos días antesclc l¿r f 'cch¿r clc. l¿r colisi<in debido al funcionamiento dcf'ectr"¡r¡so dcl e.' je de lahól ico. ' lambién sc le di . fo qLrc prepare seis in lornres precisos rel¿rtanclo lacolisirin y los acontccimicntos inmerdiatarne-'nte postrlriort:s y rcnrit ir estr-rspor nreclio cltr cstafr:tcro ¿1 ull¿l unid¿rd dcl com¿rndo de I¿r F'lot¿r del Atlánti-co. l,<.rs firncion¿rrios n¿rvalcs rcconocienru ta¡rto la colisión como la prepa-r¿ic i r in de algunos infbmres f 'a lsos.

I 'arte dcl rcsurnen de antecedcntes clel coma¡rdante clal Taulog, el f ir-l lecido crrpitán de fi 'agata Buelc (-i. Balclerston, se extrajo de su lcgajo ofi-ci¿,rl cn l¿r Arrnada. Otr¿r infbrrn¿rcit in provieni: cle un¿r entrevista con suvinda, Irene Balderston. I-as f 'ech¿rs del despliegue del Tu.utog al Pacíficooccidcntal -del 8 de junio al l " de. iu l io dc 1970- son tomadas de la mLrmo-ria ¿rnual del submarino corresporlcliente a ese año. La n'remoria, prepara-cla por Balderston, señala el desplicgue simplementc' como un "Crucero dc'Acliestramiento". Al igual que en el Atlárrtico, tantbién en el Pacíl ico habi¿runa competcncia entre los comandantes de submarinos. Y cuando Baldcrs-ton zarpír con el Tautog a r¡rediados de 1970, el USS Flasher (SSN 67,1), almando de'Euis le-y Cobb, acababa de obtencr una Mención Presidencial pnra

Not: ts : i i ' i

lrr Unid¿rd por el primel seguimiento prolongaclo cn el Pacífico *después deseguir un submarino rnisilísti<:ri de la clasc Hotei II durante más de veinte'dÍas-. Las operaciones especiales de f ines de la década de 1960, conduci-das por cornandantes destacados, habían contribuido también a marcar elritrno en el Pacífico. Entre los nre.jores estal:an Jackson B. Richard delUSS Queenf¿sl¿ (55l/-651) y Nils R. Thunrnan del USS Plunger (SS¡/-595).A mediados de la dócada de 1970 Richard continuó cor¡rdinando gran partedcl espionaje con snbmarinos, en tauto que Thunman se convirti ir r¡rástarde en vicealmirarrte y la cabeza de la guerra subn-rarina.

Para doscribir la amenaza que representaban los submarinos soviéti-cos clase Echt-, II a los portaaviones estaclouniderlses que operaban frente aVietnarn, rocurr imos ¿r l estudio desclasi f icado por R. E. Cross Associates,Ltd., Seo-Based Atrbr¡rtte Antisubntctrürc Warfare 1940-1977, págs. 2, 68-70.

Ahora quc. los soviét icos cont¿rban con tantr is submarinos nucleares,Ia Flota del Pacíficr¡ adoptri el critcrio impucsto previi lmento por cl coman-do de¡ l At lánt ico y de' j< i de enviar unidades convcncionales para espiar f ien-te a l¿r costa soviót ic¿i . I iucr el f in c ler una época cle alardc, , y los vekrratros dclos dicse I acur laron una f iase ronrant ica -"Buques Dicsel I 'ara Sienrpre"-para t ratar dc mantencr los con vida, al mLrnos en sus re¡cucrdos. Algunosslrbrn¿ir inos convcnciol ' l¿r lcs todar. ' ía real izaban opcraciont:s dt : v ig i lanciatrn árc¿rs monos perligrosas, tales corno en c¡l N{ecliten'áneo y lrcntcl a C)uba,v agentcs de intcligcncia de habl¿,i hispanll cnlb¿rrcaron en aqr"rellas unicl¿r-c l t :s en 1969 -v 1970 par i i ver i f i r :¿rr los esfuerzos sr¡r ' iet icos ¡ror construir enOr-rb¿r l rn ¡rucrto pirra los subnt¿rr inos rusos. Más tarclc la Arniad¿r t ransf i -r ió r 'utrchos dc los subn¿rr inos dicscr l a var ios ¿r l iacios con arrn¿rclas peqLlc-ñas v rot i ró c lc servic io c l rcsto.

La col is i r in dcl 7-aLúog contr¿r ol Flcho I I fue rcvel¿rda ¿r l públ ico ¡rorpr imerra vcz c l 6 dc crnuro dc 1991, en la ser ic ' dc art Ículos sobre submari-nos cscr i t¿r por Drerw, \ ' { i l lenson v Bccker, publ icada cntrc c l 6 y c l 11 dccrrcro clc 1991 1-ror cl Chicugo Tribunc y el ly'eruporú Ne¿¿:.s Dail.y Press.Basad¿r cn cntrervistas con el l a lmir¿int ,e Thomas I I . N{oorcr, que cstaba pr l rscr asce,rrdido <lc . jc f i : de. Operaciones Navales t r . jc f 'e dcl Estadr i N{¿ryorConjunto en r i ¡ l< l r tunidacl dc la col is i r in, e l cor.r t r¿ralmir¿rntc W¿rl tcr L.Small Jr., quc e¡ra comand¿rnte (le submarinos cn el Pacífico cn 1970, yvarios miembros cle l¿i dotación del ktutog, esa scrie cle artículos infi irmrisobre Ia conclusión a la quc ¿rrr ib¿rron los f 'uncionar ios estaclounic lenscs encuanto a c'¡ue e:l Echo II se h¿rbía huncliclo. Tanto Moorer como Small dije-r ' { )n en las e¡ntrevistas quc a el los selos comunicr ivcrbir lmente quc cl Echoser h¿rbía hundic lo. Dur¿rntc una cntrevista p¿rra estr . l ibro, e ' l cx.qtrcrctar i r rdc Defk 'nsa Melvin L¿i i rd di jo que a él se le había t r¿rrsmrt ido la rnismanovedad trágica, y quc in¡") locl iat¡unentc se la comunicr) a l pr t 's idcntc Nixon."Yo le ir-rlormé ¿rl Prcsidentc. El Presiclcnte s¿rllÍa." Prcguntircio ¿icere ¡i de sirecordaba la rcaccir jn dc Nixon, Laird di . jo: " l {o, uno nLlnca sabia que clasrdc. reacciír¡-r tr:ni¿r. l,e asrad¿rba recibir la informacirin' ' .

Page 200: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

: i r ; l l l l . j ucgt.r de ler gal l i r t i . r c iegi t

[ '¿rra describir la cxpansión de SOSUS en este capítulo y los subsi-l t r ¡ i t 'ntcs. r 'ecun' imos a ur)a histo¡ ia excelLr l l te y desclasi f icada sobro mu-cllos clc los plclgranas do fluerra antisubmarirta de la Annada, "Se a-Based,\irborne Antisubmarine' Warfare 1940-1977", volúmenes 1 a 3, preparadat,n 1978 por Lula consul tora de la Armada, R. F. Cross Associates, Ltd. ,AIex¿rndr ia. Virginia. Está disponible en 1¿r Div is i r in Archivos Operaciona-les del Centro Histór ico Naval .

La proclama del almirante Jerauld Wright, la caja de whisky qtre ofi 'c-ciír como prernio, y la acción rnedi¿rnte la cual el t lSS Grenadier obligo as¡rl ir a superficic al Zulu soviético estárr. clescriptas en "Thc Wlight Stuf1".LLS. lVctuctl Institute Proceedütgs (diciembre de 1984): 74-76. El artícultrfuc escrito por el capitán de navío rctirado Theodore F. "Ted" Davis, qr-rir

er¿t el comandante del Grenadler clurante la persecución. En una entrevis-ta. D¿rvis dijo que guardó una botclla como recuerdo y repartió el rt 'st,trcntre su dot¿rción. Guardaba la br i te l la cerracla en un estart te de su estudiohast¿r que un día a f lnes de la década de 1970 una emplcada domést ic¿r st 'dio fücrz¿rs con un trago. No mucho tiempr-r después dc eso, el capitán clt 'nar'Ío retir¿rdo Will iam L. "Bo" Boiritnnan, que l-rabía srdo cl jcf 'c de rnáqui-rras c lc i Grt 'nctdiar, le hizo una vis i ta. Davis recordó: "Di ie, 'Bien, ahora qutrr:st¿i abie rta. también poclemos totltarnos toda la maldita cosa'. I l t l tonccsni ls sentamos y nos la bebirnos conrpleta".

El c.jcrn¡rlar dc.julio de 1959 dt: la Ol/lRet,ietu trató también la proezirc lc l ( l t r r rcr l rc l y su i rnpr l r tancia en la conf i rmaci( in dc los informes de intc-l igcncia accrca de que' a lgunos Zulu habían sido convert idos para t rans-pol tar misi les. Este art ículo, "Soviert Submarine Surfaccd by U.S. ForcesOfl 'Iccl¿rnd" (292-295), estab¿r acornparlado por cuatro fotografías del Zultrtorrrncl¿rs pc.rr e'l Grenctdier. El ¿rrtículo serl¿rlaba tambión qtre tan prontrr <'lZL¡lu s¿rlió a superficie. nrier)rbro-s clc la tripulaciíin corrieron haci¿r cubiertrr

¡ rara cubr i r con pintura el indicat ivo nulncral (82) del submarino v cxtcr t -ckr una lona sobre la parte super ior y poster ior de la vola. Intel iget tc ' i l rNar, 'a l sospechaba quc est : r partc de la vela al<t iaba dos tubos vert ic¿r l t 'spara lanzamionto de misikrs, y e ' l ar t ículo de.cía que un ¿rn¿i l is is de. las f i r l .ograf ías indicaba que los tubos "podían ser ntás grarndes que lo est imat l r rplr:viamente", significando que los misiles podían haber sido también l igt'ramcnte más grandes que lo que habían supuesto los Estados Unidos.

El d iar io de George I l . Kist iakowsk¡ ' fue publ icado bajo el t í tu l t t . ' \Scientist ot the White Horuse: The Priuute Diory of Prcsiclent Eisenlrrctt ' 'sSptr : ia l Assistant for Science und I 'echnc¡ log" tCambridge, N{ass. : Han' l r l t lUniversi ty Prerss, 1976). La referencia que ci tamos (pr ig. 153)descr ibt 'Lrrrinf t r rn.re especial de intel igencia quc I i is t iakon'sky recibió el 12 de novi t ' r t tbrc de 1959.

Las fechas de la total idad de las cuarcnta y una patrul las de cl ist r r rs i r in cumpl idas por los submarinos misi l íst icr-rs Regulus entre sept i t ' r r r l t r r 'c le 1959 y. iu l io de 1964 están l is t¿rclas en el e jemplar de ju l io dc 1997 t l t ' l ; r

\ o l ; r : r j i ( i . r

Sul¡ t ¡ t r t r int l l t r¿,¿e¿¿', ut t¿t erxc 'c lct t tc ¡r t rb l icacir in t r imestral ¡ - ror la Ligir NI:rr , ' r r lStr l rnrar i t r is t i t , una agnipacir in -s in f ines de lucro integrada por strbrnal i -nist¿rs retir¿rc[os y en sc'rvicio y otras persontls quc apoyan a ]a fuerrz¿r de

-qnbrnarinos. Ese artÍculo extrajo infonnación do Re¡Jrrlrrs: T'lte ForgctttertlYco¡ton (Paducah, I(-y: Ttrrner Publishing Cornpany. 1996), por Davicl K.Stunrpf ' , doctor en mecl ic in¿t. Los cr iatro subrnar inos r : r ¡nvencionales qucrt lansportab¿u los mi-s i les guiados ( la "G" tn la designaci í ln nr.rmóric¿rost .ándar dt : los subln¿rr inos s igni f ica 'guiaclo ' ) cran el LISS Gr¿¿yóor: l¿(S,S(;-57l) , c l l lSS Tl tnt t . t ' (S^5'G-282), c l I , ISS Growler (SSC-577) y el USSBctr l tcro (S.SN.]17). U¡r submarino nucle 'ar ' , e l USS l la l ibut (SSGN-587),l levr i ¿r cabo sictc p:r t r r r l las entrc f ebrero de 1961y. ju l io dc 1964. El capi tán11r ' l }agata rct i r¿rdo Hcrbert E. Tibbcts, qucr prestó servic io etr e l USSGrt¡u, ler , l ' ios mostrr i e l d ist int ivo "S-M-F" c l iseñado para l t is miembros dcl"( l lub dc Yatcs ck: l P¿rcÍ l ico Nortc".

I ) i r r i r dcst : t . ib i r los ¡rroblonras gencral izados rc lacionados con l t r scgu-r i r laci a Lrorckr der los subm¿rr inos nr"rc lcares sovi¿rt icos. nos basamos cn lasinvcstigacionc's re¿rliz¿rclns por Mozgovcly, r-rucstro colab<lr¿rd<tr ruso, en Jo-shLr¡r I{ancllcr. un :rntiguo c(.}orclinadol' cle invt stigaciones dc Grccnpeacc,c ' l ¡ l ru l ro anibicnt¿r l is t¿ i t r t t : r 'nacioni t l , y un grar) r ,o lur .nen dt : ar t ículos qucIt :ur r r ¡ l i lcc ic lo c¡ l - l l i t pnrnsa rus¿r desr lc el f in c lc ia gucrra f r í¿r. En cl Apén-i l icr¡ I ' , r 'e l¿rt¿rnlos cun nr¿is dc¡t¿r l l r ¡ c l ¿rccidcnter cr in el reactr l r a bordo dclI I i t t ¡sJt . i . tnct y otros i ¡ rc idt 'ntcs ¡rur t r l cst i lo.

I ' l l c lcspl iegt tc¡ cte cnrcrgcncia de los pr inrc ' r r is subnr¿rr inos Pol¿rr ist l ut ' r t t t t t ' la Cr is is c lc l r ¡s Nl is i lcs Llubanos nos fuo descr i ¡ ; t r i c lur¿rnte 'cntre-r , is t¿ts con t¡ l v icealnl i r¿rr t r r rct i r¿rdr¡ Phi l ip A. Beshany y otros ex oi ic ia lcsst t l tnrar in ist¿rs. l ,os tcnrorcs dcl pr t 's idcnte Kcnned.y sobre enfrcntamit 'n-t ( )s col t subttr i t r int is sovict icos a pr inci¡r ios c lc l¿r cr is is fucron ci tados porstr lrt:r 'nrano, I lol¡crt F. I ie'rtnocl.1,, ( '11 su l ibroTlúrtce¡¿ l)c¡.r 's tNeu'\ 'ork: Sig-nl t lJoohs. 1969), pág. 70. P¿rr¿r inf i rnn¿Lcir in ¿rccrca de laArmada t¡stado-tut ic l t ¡nser oLl l ie¿indo a los subnrur inos convcncionalcs soviét icos ¿i sal i r asu¡r t , r ' f ic i t : r l r - r r¿tntc la cr is is, r ' r 'culr in l r . ,s a "Cordor. l of 'Stec' l : Thc U.S. Navy¿u' t t i t l r t 'Cuban Nf issi le ()r is is" , ¡ r<.rr Ourt is A. l l tz , un hist<¡r i¿rclor Jtcrbcne-cir ' r t tc a la Div is i t in l l is tor i¿r C)ontcnrporáne¿¡ dcl Centro I I is t í l r ico Navai .Str t 's tudio t lc 48 pngin¿is f 'uo Jrubl ic 'ado por er l Centro I l is tór ico Naval cnl99lJ crlrlro erl primt'ro dr: una serie clc infirrnrcrs en "Thc LT.S. N¿rvy in thcN{or lc i ' r t Wol ic l" .

Capítulo 3: Vuelco hacia las profundidades

Princi¡tulcs c¡¿l¡'¡:¿,islr¡s: John P. Cr¿rven: cx f uncion¿rrios del (irupo de:Sc,guriclacl N¿rval, de hrtcligcnci¿r Naval y de sr-rbuiarinos; ex tri¡ lulantest lc l t ,SS f lct l i l ¡ut .

Doc¿t¡¡tentos clel. gobiet'tto, artículos, Li.bnss y cttras fiterttes: En la cles-cri¡rcion clc l¿i f ir lta gencrii l de enttrsiasmo p()r la explrlracií ln a ¡4ran pro-

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: i ' i l i l , ) l . j r r t 'go r l t ' l : r grr l l r r r i r ( l ( ,g i r

Antes que se pubiicase la serie, la Armada s<,¡viética evitó responderrt ' i fcrados pedidos del Tlibune y del Dailv Press para rtrue hiciera co-r)r( 'r ltarios sobre el incidente. Pero en la primavera cle 1g92, AlexanderN'[<rzgovcly k¡calizó a Boris Bagdasaryan, un ex comandante de submarinossoviético que declaró que él era el comandante del Echo que había chocadocrrrrtra el Tautog. Mozgovoy publicó las afirmaciones de Bagdasaryan enun periódico ruso en 1992. Desde entonces ie ha formulado a Bagdasaryannumerosas preguntas en nuestro nombre. Aunque existen algunas discre-pancias entre lo que recuerdan Bagdasaryan y los tripulantes del Tautog,parece haber pocos motivos para dudar que estén hablando de la mismacol is ión.

Capítulo 8: "Oshkosh b'Gosh"

Principules entreuistas:Ex funcionarios de alta jerarquía de la Arma-da, de Inteligcncia Naval, de la CIA y dc la NSA, y ex tripulantes del l lSSHalibut.

Docunrcntos del gohienrc, ctrtícuLos, l ibros y otras fuentes: Basamosnucstra descripcion dc Pctropavlovsk y la península de Kamchatka eninfbnnación y firtografías provistas por Joshua Handier después de un¿rvisita que le hiciera a aquellos lugares.

La historia más completa sobre el desarrollo por la Armada de lastécnicas de buceo de saturación cs Papo Topside: The seaLab Clr.ronicles ofCaptctitt Gectrge F. Bond, USN, editora Helen A. Siteri (Annapolis, Md.:Naval Inst i tute Prerss, 1993). Bond, que fal leció en 1983, era un médicouaval que condujo los estudios sobre las formas en que los buzos podíanvivir y trabajar a profündidades mucho mayores. Con dependencia de John(Jraven, supervisr'r los experimentos en los hábitats Sealab de la Armad¿rdurante la década de 1960. Para información técnica, recurrimos tambiónal NOAA Di.uing Manual: Diuing for Science qnd Technology,2da. ediciírn(Washington, D.C.: U.S. Departmernt of Commerce/lVational Oceanic anrlAtmospheric Administration, diciembre de 1979); 1o encontramos en la bi-blioteca del Arsenal Naval en Washington, D.C.. Los buzos involucradosen las operaciones dc interceptación de cables no eran del grupo SEAL d(,la Armada ni buzos navales comunes que colaboraban en la ejecución dt'los mantenimientos en los buques y submarinos. Eran en cambio un grul)()de especialistas en buceo de saturación que trabajaban para el Grupo l-Inocle Desarrollo Submarino, una división de la Armada que incluía al Hetibut.El SUBDEVGRIJ l fue creado en agosto de 1967, segtrn un folleto rlcla Armada, "para operar como un comanclo naval permanente con c¿r[]i l-cidades de búsqueda, localización, recuperación y rescate a gran proftrn-didad". Apr incipios de la década de 1970, la c i iv is ión incluía alHal ibut .al Tlieste II; al Túrtle y al Sea Cliff, dos minisubmarinos nuevos (l r.r(,

Not l rs : l Ig

in ic ia lmente pcidían descender hasta los 2.000 metros para recuperarr-rbjetos o l levar a cabo investigaciones del océano; unidades de superficieequipadas para asist i r en operaciones de resc¿rtc: dc. submarinos, y ul lVehículo de Rescate de Inmersión profuncia. El grupo de desarrollo teníasus cuarteles generales en San Diego y una oficina en la Base Naval deMare Island, donde tenía su apostadero el Halibut.

Nuestro análisis del "Comité 40" se basa fundamentalmente en dosfuentes: The Price of Potuer: Kissinger in tlrc Nixon White Hc¡use (New York:Summit Books, 1983), por Seym<-rur M. Hersh; y el informe final de uncomité especial sobre inteligencia de la Cámara de Representantes, presi-dido por el representantr¡ Otis G. Pike, tal conro lo reprodujo por el Vil lageVoice el 16 der febrero de 197€i.

Un ejemplo de l<is titulares locales que hicieron públicas las historiasde cobertura para las operaciones del l lalibut fue "Navy Bares Secrct Roleof M.I. lNlare Island] Sub", \ 'al lcjo Titnes Hera[cl ,25 rler scpticmbrc de 1969.El artículo decÍa que el Holibut "sería el buque ntadre que encabezan:ia eIclesarrollo, inst¿rlaciíin y evaluaciírn de un sistenr¿r de rescate que sc hadetenninado necesa.ri<.r para enfrentar la pot,encial pérdida de submarinosen la platafbrma continental. El sistema incluirá la cerpaciclad cle navega-ción, búrsqueda, localizacirin y rescate de pe'rsonal compli:tarncntc autílno-rnas, e'mpleando un vehículo de rescatc de inmersión prt-rfunda que seriiI levado a bordo del Hal ibut" .

Para la clescripción de los cuarteles ¡¡c'nerale-* de la NSA, nos apoyír-mos cll forma sustancial en el cstuclio que primcrr¡ incursionri cn el tr:mapcrr James Barnford The Pttzzle Palace: A Report on NSA, Americo's tnc¡stser:ret Agenc.y (Boston: I{r-rughton Miffl in, 1982). Ex firncir, inarios de la CIAhan dicho que la operación para interceptar las convers¿rciones de los lÍde-res soviéticos desde krs teléfbnos en sus automóviles cesaron después queel colu¡nnista de Washington Jack Anderson las rr:vel¿rra en su artículoper iodíst ico de pr incipios dc la década de 1970. Anderson ha dicho que susfuentc.s gubernamentales dijeron que la operación habí¿r finalizado antesqr"re él escribiera acerc¿i de ella. Otro trato alcanzar-lo co¡r los suvióticos en1972 fue el acuerdo sobre Incide¡ntes en cl Mar. que estaba destinado aponer fin a las riñas de gallos y otros acosos entrc naves estadounidcnsesy soviét icas. A insistencia de la Armaria erst¡rdouniderrse, e l acuerdo noestableciri restricción alguna a los submarinos que operaban dr:bajo der lastipc:rficie.

Extrajimos nr¡estros reli¡tos l lc(rrca cle las negociacioncs sc¡Lrrc cont.rolde arnranrcrntos pr incipalnielr ter c le t re- . ¡ l i l ; ros: DL¡ublel .a lk:The St iLry ol Sol t/ (Gardc-rr ( l i t r - . N.Y: DoublcclaS' , i980), por l lenr ld Smith; F 'nn¡t f l i . roshi-nta tt¡ (| lasnt¡st: t\t t i tt: Ct. '¡tt<'r of Dtci:;ton - ¡\. IIt:¡¡Lt¡it (Nc¡w \trrh: GroveWeindcnfeld, 1989), ¡rol Paul H. Nitzc; 5, I. l tL: I 'r ict of Poruu', por I-Icr-sl-r. Ell i l¡ro tlt ' l lersh r- r: l clc l i ir.¡ro R. Zumrvall ,Jr.. Ott \\ i tt<:lt:¿\ i l í¿:r¡¿olr (l ' iclv

V-lr 'k: (]uadr¿rnsle/f{t:rv \bri i Tinlt 's Booli Clo., tr9;'6), pro\¡€}cn cl.rscripcioncsdetai ladas dr: la tensi í ¡n cntre Kissincer I 'Zumwalt .

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f f l t 'x subof ic ia l c ler l I {o l ibut . l rhn W}i i te cxpuso en una entrevista conrrosotros sus comentar ios respccto de su i ieparacion de l¿r dotación clei sub-¡rru'ino. "ir io hay nruch¿r ge:nte quc haya hecho lo que yo hicc v no hirya sidor¡ t ' r t :stada por el lo" . d i jo. Rerconocir i que él ¡ ' los subof ic ia les estaban bebiern-tlo cerveza 1a nocire que riecidió no regrcsar a bordo del HaLi(tu.t, auncluerrioga qr-re aiguien haya bebrdo dcmasiado. "Yo no dir 'ía que estaba sobricr( oll.ro un juez", agrergó. Insistió en qlle su clecisirjn de c.lejar el subnrarino ennreclio de la misirin no guardaba "ninguna rclación" con la naturaleza deaquélla y no erstaba destinad¿r a ser ningún tipo de protcsta. Pero desistióilt-, clecir ctrál fue su motivación.

Capítulo 9: El casti l lo de arena de 500 millones de clólares

Prin<:ipol.es entreuistcts: Se1'tnour NI. I lersh; Wili i¿rm E. Colby; OtisI)ike ;Aaron Donnerr, Edwarcl Roeder III, y otros ex asistentes clel ComitéI' ike; John P. Craven, ex tripulantcs dcl Glr¡¡nar Etplorer; y ex funciona-r ios de al ta ierarquía de la Arrnada, la CIA c Intel igencia Naval .

Docttntentos clel gobicnto, ortículos, l ibrcts y otras fuentes:Algunas derlas cli l icultades clue enfrcntó Hcr-"h al investigar la historia d,t: l Glc¡¡¡t.arestán clcscriptas en Witltout Fear r¡r Fouor: The Nuu Yrtrl¿ Tintes antl ltsTir¡ tes (Ncrv \brk: Times Books, 1980), por Harr ison E. Sal isbury. Las me-niorias por Williarn Colb-l', IIonc¡ral¡le X4en: X[¡, Lilb in the CIA (Ncw Yrlrk:Simon and Schuster, 1978), constituyelon tambión una base excelente,particularrnente en el cerco que le puso ¿r Hersh sobre el artícr¡lo por esteri lt imc.¡ reférido al espionaje inte:rno quc cfectuab¿r l¿¡ CIA.

Entrcvistamos a Hersh var ias veces, y a Colby una vcz anters que fa-l lerc iese, en 1996. Colbv di io que cuando supo que Hersh l iabía obtenido trninclicir-r ¿rcerca de la operación dcl Glomar, "mc dio eJ mayor cle los sustos.No pregunté nada más. Supe que teníamos un problema". Prc'guntado sicstaba preocupado porque la operación del Glc¡mor puclirrra haber arnena-z¡tdo l¿r clistensión, Colby di.io: "Sicmpre supimos que tcnÍamos una pall¿lqucmándonos las rranos'. lr lo obstante, dijo que Kissinger estaba siemprer" totalmcnter c l ispuesto ¿ ¡s-spaldarnos. La opinión dc Kissingcr era que setrat : rba ¿le t ¡n ¿rsunto de nt i exclusiva inc:umbencia. . . era rni probiema. crarli cl inero". Y Colby permaneció inflexiblc cn cnanto a que se justif ic¿ibacorrer el riersgo de recobrar el Golf: "La respuesta que le doy a eso es: ¿,Quócs lo que los ru-qos h¿lbrían daclo por t¿.ner en sus manos un submarinonorteamericano completcl? Las armas nucleares. El sistema de comando ycontrol. El sistema de co¡nunicaciones. Los planes de guerra. Todo clkr".T¿rmbión clesestimó la idea de Craven y Bradlev cle l levar a cabo un intc'ntrrc lc- recuperación rnás l imi tado con un minisubm¿rr ino de inmersión prof i rn-da diciendo: "En cualquier trabajo de ingenierÍa, ustcd tiene difcrcl 'rtcst)rancras cle procerder".

N ol i rs 381

l!xtnr.j inros nucrstra derscripciírn dc la loc¿rlización de las áreas de pa-tr t ¡ l l¿ i r lc los \hnkee st lv iét icos y l¿r cont inua erxpansir in del SOSUS de larrbra por R. F. Clross Associ¿rtes, Ltd. , Se¿¿-Based, Airbonte Ant isubmqrürc\\ 'arforc 1940-1977. volumcn 2. V¿rrios i irncion¿rrios de ia fuerz¿r de subma-ril. los dcscribieron cn l¿s entrc-r' istas ccimo erfc.ctuaron ol seguimiento de lossubnrarinos sovióticos cluranter la Guerra del Yom Kippur.

En l¡i entrevista c¡tre mantuvo cotr nosotros, Coll-ry diio qtre pensabar¡trt,, la "verrd¿rdcra gcnialidacl" cn cl pl¿lneamie'nto cle la operación del G/o-arr¡r cstuvo en habcrr escogido al reservado Hou'ard Hughes y Ia historia der:obcrtura sobrc lcls nriclulos clcr mangane-qo. Colby también fue franco aldccir r l r rc no importaba quc jLrst i f icacir in legal pudieran haber esbozadcllos :rbogados clr¡ la CIA, "obviamcntc estábamos tratando de robar sigilo-s¿unc¡ntc r:ste srrbm¿rrino. Si cllos hubie¡ran sabido que andábamos detrásdc t :so. habr i¿i s ido lcgÍ t imo p¿rr¿r el los el intentar detencrnos". Colb.v di . jot¿rnrbiérr que ()r¿i obvio que la CIA est¿1ba ernviando aI Gll¡ntur hacia una

¡rotencial sitr-raci<in al esti lo dt' l PtLcbl.o. Prergr.rntado qué habría hccho latripuiacirin clt l (]kt¡¡tctr si los soviéticos trataban de ¿rbordarlo, dijo: "Pro-

bablcnrorrtc erlr.rclirkls y zig,zaguettr". Agrcgó: "Tcníamos cierta prt-rtccci<in. . .' fcní¿rmr¡s un tr¿ito con l¿r Arnr¿rda. Estaban justr-r allí en Pearl Harbor",ckrncle Intcligencia IV¿w'¿rl cst¿rb¿r rnonit<¡reanclo asicluamentc todas las prl-siblcs frecucncias rlt: cornunic¿rcioncs clcr ios soviéticos mientras el Glonctrest¿rb¿i cn cl nar'.

B¿rsarri<rs ltr rnayor l)artc'(le nucstr¿l clcscri¡rción tócnica dt.l Glontar ycírmo óster cmple aba a ( l lement ine, su br¿rzo y tcnaza de acero, en su inten-to prrr lt:r 'antar al Golf , cn l¿r obra por Roy V¿rrner y Wavne Coll ier, A Mct.tter<tf Rísh. Tltc Incr<tdíble Insirl¿ Stttr '.1'tf 'Llrc CIA's Huglt¿rs Glonr¿rr ExplorerXlissir¡¡t tr¡ Ruise a, RLt.ssiott Sul¡ntorittt: (Ncw Virk: Randr¡m House, 1978).Coil ier ¿r.yudri a reclutrir ¿r muchos de krs obreros de los campos pctrolíf 'erclsquo oJ)(,r¿rron l¿r enorme nraqrrinaria dt:l Glr¡n¡ur, y él v Varner los entrevis-taron m¿is tarc lc. junto a algl lnos funcionar i r ts del gobierno p¿lra componcrurr relatrr clet¿rll¡rdo dc lo quc sucr¡dió cn el buque. Otro l lbro,The Jenrtif 'erPrt¿jL'cl t Englen,ood Cli l l .s, N.J. : I 'rc,uticc-Ilall, I97 7 \. por Cl-yde Burleson,prrlvcvri tarnbicin buen¿r inftrrrn¿rcit jn de apoyo, particularmcnte re-spectorlcl diserio rle), (] lontrtr v sus capacidacies tí:cnicas. I lebiclo a quc casi todolo cscritr; ¿rc(,rca dr,¡ 1¿r operacirin e¡xtrcnlaclan)Lrlrte t¡ncr"lbierrt¿r t lc'| Glontctrconr icuc algunr.rs error ' ( ,s, r 'e v isanros cuidadosamente ¿rmbos l ibr<ls conntr t 's tnrs 1i¡erntc.s de int ,e l igcncia para cvi tar t r¿rnscr ib i r cLlalquier error.

L¿r historia dr: I-Icrsh sobrc c.l espiona.ic inte'rno lealizaclo por la CIAcnc¿rbr¡zii la c¡d ición clc¡l 22 cie cliciermbrer de 1974 clel A'¿¿¿, Yorh Times con untítrrlo quc ¿rb¿rrci¡.b¿t trt,s c:ol ulrln¡rs clír la primerra página: "Huge CIA Ope-r'¿rtion Iir,¡roltc't l irr I- l.S r\gtrinst Anti-\\¡¿ir Forces, Other Disidents in NixonYe¿rrs". I, 'cirnrr.rl; intlole t ' irrg<ls ir l¡r (lI¿\ "Jror virt lar abiertamer-rte sus estatu-tos", Ik ' rsh t 'scr i i r r r i c i r rc l i t i rgr l rc i¿i i r r rbía "conclucido una operación de' inte-l ige.r-r i : i r i g i ; ¡arr t t ,sctr c i l r , r la l" \ , t ' r ¡n lcci : ionó cxpecl iente-s sobre diez mi l o más

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: i ¡ i f , l , ) l . i r r r ,grr r lc l r r gtr l l r r r t r ( . i ( 'g¿r

.irrr. l¿rclrrn<¡s nortcameric¿inos. l,os agent,es de la CIA, decía l¿r historia, hanlst:rrlo siguiendo a manif 'estantes antibelicistas e infi l trándose en orga-nrz¿rciones paci f is tas. Colby s iempre insist ió *v Io repi t ió nuevamenter lurante nuestra entrevista* que Hersh "presentó el asunto de formatr rt¿rlme nte desproporcionada" ai emplear la palabra g igante.sca. colby agre-g<'r en la entrr.vista: "Estábamos empeñaclos en algunas cosas que no debe-ríamos haber hecho". Pero, dijo, "si no hubiese incluido la palabra gigan-lcsc'rr, habr'ía sido muy difíci l reb¿rtirlo". colby afirmó también que en aquelentonccs atacti en público la historia de Hersh porque "habia una grarlposibil idad de que la agencia resultara destruida. Estaba luchando por susnpr:rvivencia".

La carnpaña cle Colby para tratar de evitar quc las organizacionescle rroticias revelaran la historia del clottar f 'ue descriptaenwitlrcut Fearor Fa.uor, por Salisbury, y cn dos ¿rrtícukrs periodÍsticos basados en docu-nrerr tos c lesclasi f icados de la CIA: "CIA's GlontcLr 'Gami_'Plan" ' , por GeorgeLarclnerr Jr. y Will iam Claibornc, aparecido en cl Washin¿¡tott Post el 28de octubre de 1977; v "Cr-rlby Oallcd Glontar Case 'Weirclest Conspiracy"',t¿rnrbiérr por wil l iam claiborne' y George Larclner y aperrecido an el wash-ittgtort Pos/ erl 5 dc noviembre dc' 1977. I 'a mención por Jack Andersonaccl'ca cle lc¡s nrotivr¡s por los cualc-s siguió ¿rclelantc y rcvelír la histr.¡ria clelGl.ontrtr en su prograrna de raclio proviene der "CIA Tlied to Gert Press toFlold t rp Salvage St,rv" , por Mart in Arnr ld, Natu Yc¡rh Times,20 de marzoclc r : , / D.

EI nri¡ior análisis sobre cl frac¿rso de ia o¡rcracidrn del Gl.omar siguesicrnclo c l ¡ t r inr t , r 'ar t ículo c lctal lar lo al respecto--el p l i rncro por Hcrsh, "CIASaivager Ship Brought, up I 'art of Soviet Sr¡b Lost in 19G8, ! 'ailc¡d to R¿riseAtonr Missiles", en la primera págiria de.l ly'c¿¿' \ itrk Ti.nrcs, del 19 de marzodc 1975-. Hersh también entre'u'istó con detenimiento a W¿ryne Coll ic'r paraun artículcr qr.re le siguiri: "I]uman Errr¡r ls Cited in'T4Glontar Faiiurc"', encl lft:¿r. ' Ytrh Tirrtes, c' l 9 de dicicrnirre de 1976. l{crsh cnmctió aigunos erlr-res, ta lcs como €rxagcrar in ic ia lmente la cant idad de cadávorcs recupera-rLrs jnnto con ¡rarte 'c lc l Gol f . Pcro r- 'n la dc.sr : r ipción dc'ctrár ' r poco fue lo c¡ut ,sc ganír con la operacirin del Gl.onta,r, él estuvo totaimente en Io ciertc¡. ¿run-tlue el Wosltington Posl publicó de manera cronsecuonte que la opcracirir.rfr.rc rclativamernte exilosa. y la rerrista Tinte pubhc<i un artículo afirmanclotlue fue un éxito total y quo se había recuperado el submarino Golf complt:-to. Dur¿rnter nuestra entrevista. Colb.v, que previamente había declinadohal¡lar gran (:osa acerca de ia r-rperación del Glontor, corrfirmó finalme.ntcque solanente se recuperó parte del Golf. Y aunque dijo que una ¡;orcionde la inf'rrrnración extraída de aquél era "úti l", el submarino "ncl fue izaclo".

La historia de Hersh sobre las operaciones Holystone -"submarincsof U.S. Stagc Spy N'Iissions Inside Soviet lVaters"- apareció en la prinrt,rzipágina del A'cr¿., Yorl¡ Times del 25 de mayo de 1975. El artículo posturiorsobrc,. la colisirin del Gato apareció en el Tinzes el 6 de julio cle 1975.

Not l rs :J,$: j

Nrrcst l '¿r r l i 'scr ipción de las conclusioncs del Comité Pike proviene desrr infirrnre tlnal, t¿rl como fue reprr.rducido por el Vil loge Volce el 16 def i - 'brero c le 1976. Después que la Cámara de Representantes completar' 'crtara por no l ibcrar el informe, fue fi l trado al Voice por cl veterano perio-clista de la CBS Daniel Schort, quien describe lo que sucedió en su l ibroClertring the Air (Bostr¡n: Houghton Miffl in, 1,977).

Capítulo l0: Tfiunfo y crisis

PrincipaLes entreuistas: Ex füncionarios de alta jerarquía de la Arma-da, de inteligencia y de la Casa Blanca y miernbros de la dotación del USSSeau,oLf y el USS Parche.

Docunrctút¡s d.el gctbierno, ctrtículos, libros .y rÍras fttentes. Con refe-rcnci¿r a los antecedentes del plesidente Jimmy Carter como clficial sub-m¿rrinista .y sus polít icas generales cle dcfensa como presidente, cxamina-mos clcrs dc sus l ibrr¡s, Why Not the Best/ (Nashvil le: Broadman Press, 1973);y Keepüry Faith: Mentoi.rs of a Presíden¡l (NewYork: Bantam Books, 1982).Nuestra clescripcií-rn de la exposición in{brmativa que se lc brindó acercade la-q actividades de los submarinos de proyectos especiales está basadaen entrevistas a ex füncionarios de alto nivel que estaban familiarizadoscon aquélla. Debido ¿r lo delicado de la clecisión de interceptar cables so-viéticos t:n Lrn sogundo lugar, debelnos destacar que Richard Haver no clis-cutirj de nl¿rncra alguna con nosotros las interceptaciones en el Barents.De hecho, evitarnos deliberadamente describir como personajes de estecapítulo o el siguiente a cualquicra de los que hablaron con nosotros sobreIa operación.

El repliegue de los submarinos misilísticos soviéticos hacia sus bas-tioncs f 'ue discutido en términos generales en numerosos artículos en pu-blicaciones perióclicas del tema tales como el U.S. Naual Institute Procee-dir tgs y la Submarine ReLt ietu durante la década de 1980. Un debateexcelcnte sobre las diferencias de opinión'iniciales entre los líderes de laArn.rada.v los analistas respecto de qué significaba esta maniobra soviéticaaparercit i ern la obra por Gregory L. Vistica, FalL front Glor.y: The Men WhoSanl¡ t lrc Lr.S. Nouy (New York: Simon and Schustcr, 1995). Vistica, unerx rc¡rrrr tcro dcl San Die¿1o Union-Tr ib¿¿¡¿e que ahora t rabaja para

-ly'c¿¿,s¿¿'ec/¡. conf'eccionír una crónica del escándalo sexual Tailhook y algu-nos <lc los problemAs coll el l iderazgo cn la Armada que parecían conducirincvit¿rblermt:ntc hacia aquóI. Pero también indagó en cómo InteligenciaNavli l lbrjaba sn-* opiniones acerca de la amcn¿rza soviética, incluyendo ladiscusir'rn sobre qrié haccr con la evidencia obtenida por satélite en noviem-brc clt ' 1f180 dc r¡ur: krs soviéticcls po<lrían estar construyendo un portaavio-nes. El l iLrro por Vist ic¡r br inclé tanrbién ai púrbl ico la pr imera descr ipcióncle la erposicirin inlirr¡l¿it ir¡¿r sobre cspionaje submarino que se le dio al

Page 204: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

i , \ I l ' ) l . j r r t ,y io r l r , l r r grr l l i rnr c icgrr

¡ r l t 's i t l t 'ntc Ron¿rld Reagan el v ie- ' rnes 6 de rnayo clc¡ 1981. También entre-vistrruros ¿1 fur lc ionar ios que asist ieron a L 'sa exposic i i rn, como tambión a1t ' iJrulanters del LISS Besttgo (SS-,?2 l ) -e l submarino convencional ut i l iza-r l i r c:rr la f i lmación de HeLlcats of ' the Nuuy- que miraban cle cerca alkragan micntras practicaba círmo impartir sus órdeners ¡z que observar()ncLuurdo se rompía el muel le.

La inforruación sc¡bre el consurno de drogas cntre las dot¿.rciones delScau:olf y dcl Parc:he provino de tripulantes de acluellos buqur:s. El l ibro¡rrx'Frederrick H. Hartrnann ¡y'ú¿/o/ Renaissanc:e: Tl¿e L/.S. l/c¿¿r1 i¡t t lrc 1980siAnnapol is, NId. : Naval Inst i tute Press, 1990), prov€re inform¿rci í ln precisack: cuán cxtcndiclcl cstuvo alguna vez este prriblema e¡n tocla ia Armada.Llitó trn estudio del Departamcnto de Dcf'ens¿r sobre consumo dc drogasc:onleccionado cn 1980 cn cl cu¿rl cl 47 por cicnto de los erncuestadris en laArm;rcla y la Infantería de N{¿rrin¿r reconociri l¿r uti l iz¿rcirir-r dc marihr-rana,conrpirrado con el 40 por c icnto cn c l Ejórci tc l y 20 por c icnto cn 1¿r FuerzaAére¿r. Solamentr : er l 2 pr l r c iento de los cr . lcur¡staclos dc la Fucrz¿l Aére¿rinlornrri del consumo cle cricaína, comp¿iraclo cr¡n rrl 6 ¡rrlr cicnto cn cl Ejér-cito.v cl 11 por cicnto par:r lzrArlnad¿r. Al¿rrnr¿ido prlr éster y otros dr:scubri-rl icntos similares, erI almirante Thomas B. I layrvarcl, . jerfb der Ope rncioneslrlavttlers, clistribuyri un¿r cint¿r dc vídco on cliciermbre¡ cle 1f181 para que lelucr'¿r nrostracl¿r ¿r cada hombrc y mu.jcr e¡n l¿¡ Armad¿r. H¿rrtrtrann narrAcri¡lo ern cstc¡ ntensa.ic I laryward ¿inunci¿rlla Lrn nucvo progr'¿un¿r dc "orgulloy pr( l f 'esion¿r l isnro" y envi t i uni i sLrvcr¿l ¿rclvcrtcnci¿i a l i i ge'ntc qtrc estabaconsumicudo drog-as: "No aquí, no t lur¿rntc ni i gulrrdia. no t ¡n mi div i ,q ión,no en rni bur l r - rc t ¡ en mi erscuaclr i l l¿r , no c¡r mi Arni¿rda". Estc Jrrogramn,iur¡r t tcsto con cant id¿,rdcs cnorrnes de exlrr lcn(,s l ) r ) r ( ' ( ) r )su nro dc drogasrc¿r l izaclos al az¿rr . rerdujo dr¿ist icarr ienl ,c c l ¿rbuso dt 'c i rogirs i lcgir lers en lnArnr¿rda.

Las fr¡chas de l¿rs misiol-rt- 's cunrplidas ¡ror crl St ou.:ol f v cl P¿¿¡-cl¿c sc.obtuvicron dr¡ las memorias anualcs y otros rcgistros c le csos buques cn-contrados en kls archiv<ls de l¿,r Arrlr¿rcla. Tllnit¡ién firc de: ¿rytrda t¡l "l ibro dclcrucero" -un álbur l r de fotograf ías, chisters dc ínclolc ' intcnro, .v l is tados clcrlas d<rtacionc.s reuniclos por tripr-rlantes dcl Sttarcolf 'y cntrc¡1ac{o a toclos ftrsquc participaron cle la misirin de 1981- Par¿l informaciti l . l sobrc e¡l gigan-tcsco sistr:nra der tonnontas quc sc abalanzri sobrc cl rnar cic Okhotsk y

l)uso cn peligro al Seautolf.ve.r el Mariners Wecttlter'1,r. 'g (public¿ldo por clDcpartamcnto dc Comercio dc los EE.UU./Adninistracir in Nacional dc¡ krsOcóanos y Atmósi 'era) 26. nl r , . 2 (pr inr i rvera de 1982): 89; erster volurncnpfovec los informes meteorola)gicos para octubrc, novicrnbrc .y dic icmbrc:de 1981.

Capítulo 11: Las joyas de la corona

Prir t t ipaLes entreuistas: Ex funcionar ios dc las agcncias dr¡ in l r ' l igcn-e ia est¿rdounidenses v ex tripulantes del LISS Parclie.

Not¿rs 38lr

l)ot u tnt,nlos tlel gobi.erno, o.rtículos, l ibrr¡s y otras fuentes: Despuésr1rr t , l in i r l izrrra l i r guerr¿r f r ía, la KGB colocó la fotograf ía de unc¡ de los dosr:ont,t 'rtr:clores clc kls dispositivos de interceptacií¡n de cable que había recu-

irr:r¿clo -junto con partc del equipo de grabación de d¿rtos que había en suinterricir- en erxhibicit in en el museo del Ministerio de Seguridad ruso en lanotori¿r Prisirin Lubyanka. Duraute Llna visita allí, se le mostró a nuestroinvc.stigador rLlso Alexanclcr Mozgovoy una pequeña placa en el equipo degrnbaciírn cle datos que lo identif icaba como perteneciente al gobierno esta-clouniclcr-rse. Los fr-rncitln¿rrios rusos le dijercln a Mozgovcly que los contcne-clorcs clc los dispositivos clc intcrcc¡rtació¡r habían sido recuperados a unos60 kilórnetros, c¿rsi 132 rnil las, f iente a Kamchatka en el mar de Okhotsk.Tarnbión diie.ron quo ulto der los contenedores era notoriancnte rnás nuevoquc etl otrcl y ternía equipos clc gr:rbacitin Inás sclfisticados que hacían uso¿rbur-rrl¿rntc-' der la tccnología clc microprocers¿lmieltto. Los rusos confirmaronquc los disposi t ivos o¡tcr t rban con erncrgía nuclear y podían funcionar du-rntrtrr aprclxint¿rdamente 125 díirs. N{ozgovoy tonlír tarnbién la fotografÍaclcl contcnr¡dor detl cctrtt iptl de intet'ceptaciíln que hemr-rs incluido con lasfotogr¿rfias ern erstc Iibro.

W¡rldo K. I-,yon ntls avudti con las cntrevistas en la porcia)n de cste

c¿pítulo q¡e ca¡ 'o dcntro det su sr l rprendente árr :a dc competencia: las pro-

¡r icclaclers c i t :nt í f ic¿rs c lo l h ie lo r lc l n i¿rrArt ico y sus problemát ic¿rs impl ic:rn-cias para Ia guelra subm¿rr ina. L-yon luchr i incansablemente durante todaI¡r dócacla clc 1980 p¿,ira tratar cic prrrsuildir a lcls funcionarios de la Armada

clue le ¡x'cst:rscn rn¿is ¿rtcnciítn ¿t st¡s puntos der vista. Naciclo en 1914, l iabía

trab¡r i¿¡do cl l r r ¡ i l t tc mucho t icmpo con l¿r L 'ncrgía de dos l - rombres. Alos se-

tcnta años clc r-.clad, serguí:t traba.iando cn cl l¿rbt¡ratorio ártico -y tambiénf lo cantperón n¿rci t . l ta l c lc baclmington en la catergoría vetcranos-. En 1997,

¿i los t.,chernta años dc cd¿rcl, tod¿rvía estab¿r luchando contra la orden de

dcrtroler cl cdif rcio qtrc' al<tia uno de ltts pclccls piletoncs gigantes en el mun-

cio clonde los cicntíf jcos pucclert "f ¿rbricar" hielo marino del Artico y l levar a

crrbo exi tcr i lnentos. Lyon. c luer f a i leci í r ( ln nayo de 1998, quería que cl labo-

l.¿itorio {'ucri i ¡rre'sc'rva(lo intacto clc firrma tal que-. sc] puclieran reanudar lclst¡stucl ios rl i¡t iclanrt:nter si l lergiiba ¿r cstall¿rr una guerra, y encontr<i difíci l de

crcr)r'({Lre la fircrz¿r clc subm¿rrirlos l1o hubicra reconocido la irnpr-rrtancia depon( ' l 'a salvo esta instal¿rci t i r t . Crcía quc la lección de las táct icas alema-

n¿is tlur:rnrc Ia Se,guncl¿r Cluc'rra N{uncli¿rl y el vuttlco de los soviéticos haciagl hir¡io clt 'ntostr¿rb¿rn que los erncnrigos potencialcs uti l izarÍan nuL'vamente

c¡sc t 'sconcliter c¿rsi inrpcnetri ibic para ¿rtac¿rr los bl¿rncos crstadounidensesc¡lt l i is cristt is o cu cl niar'. Si:ñ¿rló que incIusive un Simple subtnarino con-vcncir¡n¿r l l )o( l i¿r ocLl l t ¿rrsc fáci lmerrte en el h ie lo y eue, s i ncl se cont inuabanlo-* cstr¡c l ios. lo-s Estados l ]n ic los cont inuar ' ían s ienclo vulnerablcs.

Ott ' i r f r r r ¡ r r tc r '¿ i l iosa sobre los pr imeros trabajos de Lyon ( las dos o t res

Jrrirrrrrrrrs rlccreclas dc, éstc) es Th.e Rentiniscttrtct 's of Dr. Waldo K. I 'yon, una

histor i¿i or '¿r l r lc 297 páginas pertcneci€rntc a la colección del Inst i tuto Na-

val de los IJtr .L lU.. Annapr-r l is , Nlarylnnd.

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Llr t¡sctlna sobrecogedora cuando el almirante Rickover suplicó al pre-sir l t , ¡ r tc Rr:agan quc, bloqueara los esf i lerzos de Lehman para pasar lo alt,1.inr cst¿i relatada con lujo de detalles en la int,rclducción a Ia obra por.Johrr F. Lehnran ,Jr., Cc¡ntntand of the Seas: BtLilt l ing the 600-Ship It{auyt Nc,u' \ irrk: Clharles Scribne¡'s Sons, 1988). La venganza de Ricliover -lacoloc¿rción de Ia fotografía de Benedict Arnold junto a la de John Lehman-fire relatada en la obra de Rockweil, The Rickouer Effect (pág. 364).

Ricko', 'cr era toclar'ía urr símbolo, pero hasta algunos submarinistasvcteranos creían que le había l legaclo cl ntomento de¡ irse -y quc las exigen-cias der su burocracia clestinada a la seguriclad de los react,rlrers se lc habÍ¡uric io de las nranos-. En 1981, un conrandante dc subnrar ino, capi tán de f i 'a-gata Ed Linz, renunció a su comando del USS Kantehqnrcha (55.8,\--642)para protestar contra la conducción del progran.ra de subnrarinos. Dijo qucalguuos ofici¿rles clisponían de un tiempo tan escaso para concentr'¿u'scen la-s habil iclades náuticas que ternía que un submarino nuclear pudieraenc¿rll irr "debiclo a una incompetencia total en as¡lectos básicos dc navega-cir in ¡r maniobra de ia unic lad, pcro los registros de la div is i t in de controlcle¡l re¿rctor lucirÍan perfcrctos ntientras se prodr-rcía el choque:". Rickoverf a l leci<i en ju l io dc 1986.

()c!.yssrt.t,82 fue el títukt de un l ibro sobre el cruccro preparado csc año¡rrrr lir tripulaci<in deI Pctrclrc.

L¿r obsen'ación clel alnrirante Watkins rcfir iéndosc al hielo ártico conio"un hcrmoso lugar donde esconderse" para los submarinos soviót icos fuecitada por Compton-Hall cn S¿¿ó Ver.s¿¿s Sab, pág. 97. En una cxtensa en-t lerv ista, e l a lur i rante Watkins ncls cxpl ico tanlbién por qLré creia que lafirelza de submalinos esta.dounidense hirbría podiclcl lod¿tvía combatil ' alos soviéticos baio el hierlo, couro t¿rmbién algunas de las maniobras quc. clv otros hicieron para intin'ridar psicológic¿rnrentc ¿r los sovióticos. l,Ina riclas rlrás f 'ascinantes estaba relaci<tnada con la dc.cisirin drr Watkins dcr per-mitir que el Instituto Naval der los EE.UL.l '. -una organizaciírn privada sinfrncs de lucro que trabaia cstrcchamerntc l igada ¿r la Armad¿r- publ . icara e,n1984 la pr in icra edic i r ln de la novcla der submarinos por Tom Clancy Ti¿cHtt,nt for Red October. i iunqLre algunos almirantes creían c¡ue le permitiría¿'r l< ls sc¡viót icos aprender nrás sobre las capacidades de los subrni t r inoscstador-rnidenses.

\\¡atkins nos dijo que aproximildamente dr¡s tercios cle la infi¡rnr¿rcirjntócnica en la novela pclr Clancy c.s corrcct¿¡ y el rcsto es fa lsa, y quc nornral-mente¡ exager¿l ias capacidades estadounidenses. En lugar de obstnr i r lapubl icación del l ibro. o intentar corregir las percepciones erróneas, cuanr loClanr:y remitir i sl l nlarluscrito a i¿r Ar¡nacla para que fuera autoriz¿¡tlo, Wrt-k ins di jo que decidió que la publ icación del i ibro s iguierra ¿rdclantrr t¿i l conrose encontrab¿i re'dactada."The IIunt for Recl October nos ¡trestri un st,r 'r ' icirr-d i jo- . Los anrables soviót icos lo creyerot . r , y ganautos la batal l¿r, y por ' ( ' -qofue. parte importante c lc la disuasir in gratui ta contra los subm¿rr inos."

Nolrrs ; t ¡J ' /

Sr; i r r r t ' r r r lo cs<, nl isnro c:r i ter io, Watkins di jo que ie estaba "enviandor¡rrr st ' r r r r l " ¿r I r ¡s soviét icos al permit i r que en 1986 se publ icaran en el [ / .S.Nttt,tt l In-*tif ttte Proteeclings trabajos detallados sobre ia nue\¡a y progre-sist¿i cstrltegia n-rarít irna estadounidense. N{ientras algunos en el Congre-,so cuestionaball su proceder, él testif icó que las declaraciones pírblicas ledi.jclon ¿] los soviéticos: "No se arriesguen a Lrn conflicto o a una guerraconvencional inrpclrtantc contra lcls Estados Unidos, porque se estarán arro-.jtrndo dentro de un nido cle avispas y uno de aquéllos tendrá lugar en elDrar.y ustedes no ganarán ése". La publ icación de la r lovela v la estrategia,agrcgó, demostraron que "teníamos la resolución, que teníamos el plan".

Otro ex funcionario dijo cluc la Armada financió también la búsquedade los restos del naufragi o del Titctnic por el e'xperto en cuestiolles subma-rinas Robert l). Ballard como parte de este juego de la guerra psicológicacontra los soviéticos. Ballard encontró elTitanic en 1985 y exploró el nau-fragio con el minisubmarino Aluin. en 1986. Este funcionario dijo que el<-rkr.jetivo cle la Armada al apoJ-ar las rnuy publicitadas misiones de Ballardcra mostral' ler a los soviéticos que "podÍamos encontrar cosas bajo el agua yl¡r i rar en su intcr ior" de forma tal que el los pensarían "que nucstra al turano era apenas clc 3 rnetros, sino 6". Dijo que t<,rdos estos eslücrzos porintimicl¿rr a ios soviéticos -y hacerlos pensar que no podían competir conios Estados Unidos- fireron ¿rlcntados por el fallc:cido director de la CIAWill iam Cassey'.

Gran 1:arte de la infbrmaciírn sobre el tumultuoso año en las relacio-rres soviét ico-estadounidenscs durante 1983 provie¡nc de Túrmoi l ondTi' i.LLtrtpli: M.),\ i:ars os Secretery ol Stote: Tl¿e Menuti,rs of Ge<trge P. Sclrultz(New Vrrk: Char les Scr ibner 's Sons, 1993), por George Schul tz. La sensa-cir in r lc paranoia entre Andropov y otros f r ¡ncionar ios dcr la KGB estáclescri¡rtrr viv' id¿rniente en el Capítulo 13 de KGB: The Ittsi.cle Slor-l '(NewYrrrk: I lrrrperColl ins, 1990), por Christopher Andrew .y Olcg Gordievsky.

I: 'rrra cxpliczrr lzr irnportancia de ocultar la capilcidad cle un segundoat i r r ¡ut ,con submarinos, el a lmirante Watkins di jo también:"La ni is ión deidisu¿rsivo cstratégico e¡n el nar no es el pr imer ataque. Se Ia denominac'strrr t r 'g ia c le ' f inal izaci í rn dc la guerra. Al l í cs doncle encaja. De manera<1ut ' . o l rv i i r rnc 'ntc, e l pr imer ataquc lo const i tuían los nr is i les bal íst icos in-tcnrontirrt:r 'rt¿tles. Lcls misilcs desplegados en tierra eran el primer ataquepott ' r rc i r r l v probablemente el más desestabi l izador de los elementos deldis tu rs i r , r - ' .

" l , r rs f u i : rzas navales, a l rnque eran podcrosas en cuantcl a l número dec¿rbt 'zrrs r l t 'c :onrbate, estaban al l í para la estrategia de f inal ización de lagucrr i r . r ¡ut ' r l t 'c ía: ¿Crlmo se ÉIana algo así? ¿Quién gana? Bien, ambos sa-bí¿irrros (luo cll realidad naclie gana. Pero ia deternrinación de quién ganal¿r bat,¿r l l r r st ' r¿i en gran medida función de cuánto le queda disponible a unodrrs l r r r r ls r l t , l ¡ r r imer intercambi<.r . Y aunquc (rste es un juego insic l iosct , y vrrno cstov t r '¿rtando de decir que adoro eI juego, ésta es la realidad de cuandose r( ' ( :u l r ' ( ' (^n ¿rnrbos b¿rndo*s al armamento of 'ensivo como cl isuasión estra-tógícrr . r ' r r t :ontraposic ión a la def 'ensa estratégica."

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\, ir l", [)or Ralph If inncy ISennet, aparecid<t en el Reader's Digest (diciembrer l t , 1987l En er l caso de Ronalc l Pel ton, nos basamos pr incipalmente en lat:obc,rLur¿r de su juicio por Wooclward, Patrick Tyler, Susan Schmidt y Paul\\¡. Valcntine en el Wctslt ittgton Post y Stephen Engelberg y Phil ip Shentont'n el Nc¿u York Tirnes. La presentación de Rich Haver ante el Comité delnteligencia del Senaclo y un resumen del contenido de su informe sobrecl descubrimiento de las interceptaciones del cable en el Okhotsk por lossoviéticos nos f ueron descriptos por ex funcionarios del gobierno familiari-zados coll aquéllos.

Nuestras citas acerca de lo que Reagan y Gorbachev se dijeron uno alotro err Reikiavik provienen todos cle la obra por Schultz, TLtrmoil andTriutr4th, Capítulo 36 ("What Really l{appened in Reykjavik"). Schultzseñala en eso l ibro que generalmente conservaba cuidadosamente lasnotas de sus reuniones con los lÍderes clave y/cl notas contemporáneastomadas por otros.

Fue bastantc intcresante: que Schultz ncls di. jera en una entrevistaquo ¿runque apoyaba las irrriesgacl¿rs misioncs de inteligerncia "orientaclas¿¡ tcrnas militares" conro la interceptaci<in de cablcs, creía también quemuch¿r cle la inteligencia clandestina era sobrestimada. "La informaciónrnás in.rportante -la gente tiene que recordarse a sí rnisma- es lo que unoobtiene tan síi l<l a través der la simple observación", diio. "Siempre sentí-n<l quigro hacer dif 'erencias entre los periódicos- pero siempre sentí quelas notas por Bil l Kelle'r ', qne cscribió para el New Yt¡rlt Times, eran unalectr-rra ref'elida a cualquie r acontecimiento casi tan provechosa como cual-qr-rielr otro infrrrme que leyera. Y é1 no c<intaba con ninguna fucnte clandes-tin¿r. Sencil lamer"rte era un individuo astuto que sabía relacionarse."

"Y pienso que cono idea general, el infbrme sencil lo del Departamen-to dc Estado, uti l izando fuentes abiertas. y la observación, y hablando conla gcntr : , le pinta el cuadro elermcntal . Aveces uno puecler resul tar desor ien-tado por kr que recoge cle nranera c landest. ina. Porque existc una creenciade que si uno lo obtuvo p<.rr algún rnedio secreto, debe ser muy importante."Riéndose, ¿lgregi): "Y puede ser que no se acerque en absolutcl a la in.rpor-tanci¿r que tiencn las cosas que clbviamente están a la vista".

Capítulo 12: Confiar pero verif icar

Prinr:ipales entreui.stas: Almirante Carl Ttost y otrris funcionariris dealta ierarquía de la Arn-rada en activid¡¡d o rertiro.

Docttmcntos d.el gobienxt, l ibros, artículos .y cttrus fuentes:El almiran-te Crowe describe en detalle la visita dr:l mariscal Akhlomeyev en el Capí-tir lo 16 de The Line of Fi.re. El almirante Ttost, en Lrna r:ntrevista, desclibirjla reunión con Akhromeyev cn el "Tanque" derl Estaclo NIayor Conjuntocomo también sus propios viajes ¿r Rusia y sus cc.,nclusiones sobre la Anria-da soviética. Akhrorne-rrev se suicidó dcspués del fracasado goipe contr¿r(io¡'bachev en 1991.

Notas 391

L¿r ¿rctividad de los submarinos de la División 11 fue incluida en sunrcmoria anual del año 1988.

Bush le escribió a Gorbachev ofreciónclole a los sr¡viéticos ayuda cles-pués qr-re su prototipo clel rnoclcrno slrbm¿r'ino nuclear de ataque clase"Mike" se hundiera a 2.500 metros de prrifundidad 270 millas aI norte deIrloruega. Se hundió después que estallara un incendio a bordo, y murieron42 rniembros de la dr.¡tación.

Las transcripcioncs de los discursr¡s pronunciaclos en la convenci(inde 1990 de la Liga Naval Submarinista fircron reprocluciclas cn Ia revist¿rtr in.restral de la organiz¿rción, la Subntarürc Reuietu, a f ines de ese año. Elpapel de los submarinos cle ataque est¿rclounidens€ls en la Guerra del GolfoPérsico y los detalles de la nue\¡a cstratcgia marÍtirna de la Armada "desdeerl mar" han sido descriptos en numcrosos ¿lrtículos pcricldísticos y en unfollcto preparadu por la Armada. Esta divulgri un infrrrn-re de una invcsti-gacir in sobre la col is i r in r¡ t re involucró al I ISS l lc t tot t Rottgc, y tambión rccu-rrimos ¿r ¿rrtículos pcrioclÍsticos t¿rnto sobrc aquólla c:onro sobrc la colis.ir indel Gra. t , l i t tg en el Neu,\br l¿Tintcs.y cn c l Washingtot t Pr¡sú, e l cual publ icr ila c i ta I )or un al to f uncion¿rr i r i del t ' jecut iv<l q l rc se nantuvo en cl anonirna-to preguntándr¡se si los f unci<lnarios de nriiyor.jerarquí¿r cle la Arm¿rd¿r "leenlos per i r ic l ic<ls" antes de cmprcndcr ta les nl is ioncs.

T¿rrubi(:n han :rparecido numerclsos ¿rrtículos en los periridicos miisinr¡;rrrt irntes, en la U.S. Nauul Inslitute Pnx'ccdittgs, y cn l it Su.bt¡tari¡tcf ic¿)¡( '¿¿) sobre los plal les para c ' l nuc\¡o Seou;oLf ' , de sus capacidadcs y dc lospro¡luest.os subrn¿rrinos de atac¡-re NSSN, comcl tanrbieln una cobcrtura cx-tcns¿r de cuán importante es la reduccir in dc la f i rerza de submarlnos res-prrcto de los niveles de la gue- ' r ra f r ía. L¿r costumbre de la Subt¡ tar ine Re-¿' l¿r¿¿' do rcproducir los c l iscnrsos de funcir-¡n¿rr ios dc ¿r l ta . jerarquía de laAlnr¿rr la el l las convencior. lcs c lc l¿r Liga Naval Subrnar in ista ha f 'aci l i tadoel st ,guimie.nto de todos lc ls c¿rmbios cn la fuerza de subnrar inos, desdc nuc-.u '¿rs lccnologías hasta los nucvos roles.y misic¡ncs. Un art ículr i rcciente enlrr ¡ r r t 'nsa general -"Brci ik ing ther Surfaco", por Richarcl J. Newman, cn elf / S Ar¿:¿¿'s & World Re¡tort del 6 de abril cle 1998, págs. 28-42* provec)trrnl l r i r l r . l i l l l panorama conrpleto de aqut: l lo ern lo que se est¿i concentrandr¡i r t '1 r¡ ; r lnrentc ' ia fucrza r ler submari l ros.

[ )os art ículos dieron cuenta dcl t r '¿rs lado del USS Parche desde N{arcIs l r r r r r l r r un nuevo pucrto en cl estado clc Washingtotr : ' 'Sccret Nuclear NavySrrlrrrrl iner l- inds New l{omc", por Ed Ofllery, e¡n el Sea//1e Post-Intell igert-r '¿,r ' I t , l t Í tu lo del ar t ículo cs aqucl con el cual apareci t i en el 7)nzes Picayt tne{Nrrt , r ' : r Or leans) c l 24 de noviembre de 19941 ;y"Wi l l Top-Secrct Sub BeAlr l t t r r Sl ip into Area Qtr ict ly?", por Lkrycl Pr inchett , t ;n el Brentertot tS¡rr r l r ' l 8 c lc agosto de 1994.

' l 'rrnto Ia historia cle Offley como la de Nervman sugieren clue Irán y( l l r inrr srrr í¿rn buenos objet ivr . rs para interccptacir in de cables por el Pctrche.

Page 207: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

Lrrs ¡rlancs dei la Arrnada para incrementar la eslora del USS Jimm3, Car-1(,i ' .y convel"tir lo en un reemplazo para el Purclte e¡n el 2003 fueron revela-rlos on una pr-rblicacirin frnancie.ra, "Inside the Navy", el 1" de febrero de1 qcrcl

Epílogo

La clecisión cle Gates cle. l levar una cinta de vícleo con la cer.emoniaftinebre cclebrada en honor a los hornbres del Golf fue en última instanciamotiv¿rcla por el hecho que los Estadc.¡s Unidos deseaban alentar a Rusia aofi 'ccer infirrn¿rción referida a militares nrlrtearnericanos desaparecidos enViertn¿rm. Antes de cs<-1, "nunca le habíamos confirmado nada a los ruso-scxce¡rto en algunr.rs senticlos vagos -dijo en una entrevista-. Poco despuésquc colapslrr¿r la URSS, la adr'¡rinistración Bush le habí¿r comunicado a losnlsos A través de un intermedi¿rrit-r que no podíamos decirles nada mássobrr: lo quer había sucedido cc¡n cl Golf/Glontctr'. Pcro cuando c()menzamosa prcgut-ltarles a los rusos ¿lcerca clc lo suceclido a pilotos estadounidensesclttrri l .¡adcls sobre, Vie'tnant, y si algtur prisioncro de guerra e staclounidensch¡rbÍ¿r sido tr¿rsladado ¿r Rusia y retenido allí, ellos nos dijcron cn respues-trr : '¿Quó ha.y sobre nuestros muchachos en el s l rbmarino?" '

En ese entonces, la adntinistraci<in le dijo a los rusos solamente que:no hubo sobrt:vivientcs y que sólo habÍa rcstos dispersos. N{ás tarde, diceGates, "mc pareció, niientras me estaba preparando para el viaje, que aque-l lo tenclr ía valor s imbri l ico en términos de asergurar les a los rusos que, des-dc la perspectiva de la CIA, la guerra fría habÍa tcrminado". Entonces cle-cidit i cr-rtreg¿rlles informacirin sobre' el Glontor. Dice que preparri la m¿rniribracomo una sorpresa. "No les di j imos a los rusos qué era lc l que estaba l levan-do. Lcs cii j imos que llevaba un obsequio cle importancia histórica y simbó-l ica para Yel ts in. Estaban r¡ur iéndose por saber de qué se trataba. Por unavcz, nrantul' inlcls un secretcl. hnagino que Aidrich Ames no fue infr¡rmadosobre el asunto."

Apéndice A: Colisiones entre submarinos

Princi p ule s fu c nt e s : Subrnar in istas y funciunar ios navaies est¿rdou¡ i -clenses y 1'usos, Joshua Handlcr, Alexancler Nfozgovr-ry y artículos ¡tt 'r ioclís-t icos mencionados en el texto.

Apéndice B: I)esde la óptica soviética

Prir tc ipotes fuentes: Subnrar in ist i rs 1, f 'uncionar ios nar '¿i le:s cst¿rdouni-t lcnses.v rusos y art ículos en ¡ . rer iódivos y revistas r l rsos. El r r ' l l r to l rás

Notas i 893deta,ado del accidente con el reacto r del Hiros.hintct seobtuvo cre la eclición$:.T.P i'"" lü,1 ff- :::il;*jf ;-TJ n arrí cu i o ti tur a io r,i,,an K.,r ak o v

"0,"#"f.i;"irt[.,X"..l1 s1!f i'"á, iu'e.^uao rusa ha sido mucho más

,i*-.*,ütxt;l#:f rf:{ir,,Hil*,i!i,:ü:!:i*nñ*¡*ilinves t i ga cr o., ¿i""u"a ".

M;;;; ""y,

; J;t"b:?:g: -otros pro blem as Nu e strod iv. rs ¿ r s p u b ri c aci án es. _varl.,s á; ;ii;;'ffii*::::jffi,iT.thm"rnl

T 1o' t t'r drania crer accident" ."" "rl"..ro13r" provocó la mue¡te de ochode i'()s r))iembr,s de su rripuració;; ldi. (o"t.";;;i;iioár'ir]_ores

fa'e-cie.r fi'armente Dor causa de la radia"i:, j E_r "pisodio que involucroal IISS Bartint'ore v ur,r"u-urr.r" t"*".i,1:1" yfue rnforilado por pri_ili;lll ,Tff'X li, É1,í,o;,fj;'l;i¡'Jt"'óhr"ogo rv¿b,;;; ;';; el Ne,oport

Page 208: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

Notas 361

¡ro rlc Scguridad Naval, que uti l izaron a los expertos en idioma ruso y otroslrgcntes de inteligencia que navegaron en los submarinos.

Docr¿ntentos d,el gobierno, Qrtículos, l ibros y otras fuentes'. Las fechas

clel clespliegue del Gudgeon en el verano de 1957 provienen de su l ibrcrdiario cle guardia conservado en Ios Archivos Nacionales, Centro de Archi-vos de Suitland. Lc,rs registros efectuados allí muestran cuántas millasrlavegó cada día el Gudgeon y otros aspectos básicos, pero no dan indicio

alguno en cuanto a que estuviera cumpliendo una misión de inteligencia.En los inf<rrmes pr<,rvisionales de evaluación que se preparaban cada

seis meses durante la Guerra de Corea por el comandante en jefe de laFlot¿r del Pacífico estadounidense están incluidos los l istados de todos los

submarinos convencionales que fueron desplegad<-rs para tareas de vigi-lancia clurante Ia guerra mencionada -y descripciones de las dif icultadesquc cncontraron algunos de ellos debido al clima gélido y el primitivo equi-pamiento para cxploraci(in. Se conservan en los archivos de la DivisiónArchivos Operacionales del Centro Histórico Naval.

Según dos ex oficiales de Inteligencia, las unidadcs de superficie esta-clounic lcnses hundieron probablemente un submarino soviét ico que se¿proxin-rri a una fuerza de ataque de portaaviones en diciembre dc 1950,a pr incipios dc la Guerr¿t de Corea. Los Estados Unidos estaban tan prc-

ocupados porque la Armada Soviética pudiera tratar de ayudar a los nor-corc¿lnos tluc las unidades de superficie tenían órdcnes de prclteger a lclsbucluers capitales estadounidcnses arroj¿rndo btlmbas de profundidad con-tr¿ cr-ralquier submarinrl posiblemcnte hosti l, y en este caso, tres destruc-trrres, conducidos por el LISS McKean (DD'784), atacaron con bombascle pro{undidad a un sospechado submarino soviét ico y no observaronclespués scñ¿rles dc que hubiera sobrevivido. Preguntados acerca de ésto,lgs funcionarigs actuales de la Armada rusa dijeron quc no saben de pérdi-

cla alguna cler submarinos en tiempos de la Guerra de Corea, y despuéscli. jcron que sería demasiado difíci l verif lcar en los archivos de la armada uobtonerr respuestas concluyentcrs.

L,a misrna Armada estadouniclernser empleír un submarino en un rol decombate directo durante el confl icto de Corea, enviando en 1950 una uni-dad convencional, el USS Perch (SS-313), a las costas de Corea del Norte.A burdo había tropas estadounidenses y sesenta y tres hombres de la Real

Inf ante¡ría de Marina británica. Aunque el Perch fue detectado, los coman-clos consiguieron e¡mbalcal en lcls botes de goma y abrirse camino hacia lapla¡ra. Una incursión de bombardco montada por los Estados Unidos esanoche ayuclíl a desviar el füego contra ellos, tnientras desembarcaban, ha-

cí¿in volar un conductg de agua, minaban un túnel y destruían un tren. Uninf ante de marina britántco fue muerto por las tropas enemigas. Este rela-

to está bien descripto en St¿bntorines at Wur: The Hi'storv of the AmericanSil.ent Sert¡ice por Edwin P. Hoyt (New York: Stein and Day Publishers,1983, págs.299-303).

Las entregas mensuales de la ONI Reui.ew constituyeron una fuenteexcclente para seguil el rápido crecimiento de la flota de subrnarin()s s{)-

l

AGRADECIMI ENTOS

Casi tocicls los submarinistas y funcionarios de inteligencia qu€r nosayudaron con este l ibro lo hicieron sólo con la condición de permanecer enel anonimato y corricron grandcs riesgos al hablar con nosotros. Al princi-pio estuvimos sorprendidos de cuán cálido fue el recibimiento que muchosdc ellos nos dispensaron, permitiéndonos entrar en sus vidas y cclmpartirsus secretos. N{irando hacia atrás, hemos l}cgadcl a comprender que nues-tro l ibro les dio la primera oportunidad de compartir los que fueron, pararnuchos de ellos, los mejores y al mismo tiempo los más espantosos días desus vidas. Ellos necesitaban hablar con la misma intensidad con que noso-tros queríamos hacer bri l lar una luz sobre una ópoca extrartrdinaria quetranscurriri en gran mcdida sin scr examinada ni pregonada.

Algunas pcrsonas fucron capaces de ayudarncls abiertamente, y escon gran orgullo que los mencionamos aquí. Contratamos a un excelentereprlrtero ruso en cuestiones militares, Alexander Mozgov<ty, para entre-vistar a los lídcres y submarinist¿rs de la Armada rusa para ayudarnos acntcnder su face¡ta de Ia historia. Joshua Handler, quer viajír por toda Rusiainvestigando accidentes de submarinos soviéticos y su daño al medio am-biente, hizo esto posible al presentarnos a Mozgovoy, y la esposa de Josh,Sada Aksartova, tradujo su infbrme. El hijo de Mozgovoy, Vasily, colaborótambién. Del lado norteamericano, John Craven nos hizo reír con sus volú-menes de máximas y su juicio mágico, después nos ayudó a entender lascuestiones técnicas más estremecedoras, compartiendo su visión de lasprofundidades y de los hombres que estuvieron de acuerdo con él y de quie-nes se le burlaron. Querríamos agradecer también a Rafael C. Benítez y aHarris N{. "Rcd" Austin del USS Cochino por l levarnos hacia atrás en eltien'rpo hasta los días en que comenzó la guerra submarina. Otis G. Pike,Aaron Donner y Seymr-rur N{. Flersh compartieron con nosotros aquello porlo que atravesaron cuando trataron, hacc vcinte años, de dedicarle la pri-rnera rnirada seria al reino oculto de las operaciones submarinas en la

Page 209: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

i1)( ; El iuego de la gal l ina c iega

gucrra fría. walclo K. Lyon explicó pacientemente las propiedaders ¿rluci-

n¡tntes del hielo ártico. También hubo cierta cantidad de personas qucr

sc apartaron de su senda para ayudarnos y que pertenecen a agltlpacione's

cle veteranos tales como la Liga Naval Submarinista, Submarinistas Vete-

ranos de los Estados unidos, Profesir¡nales de Inteligencia Naval, Asocia-

ción dc Veteranos de Criptología lrtraval Estadounidense y la Asociación

rle Ex Oficialcs de Inteligencia.Finalmente, nos gustaría agradecerle a Flarry Disch, del Instituto

clc cicntíf icos para la Infbrmación Pública, que nos ayudó a sortear la

renuencia de la Armada para concedernos una excursión a bordo de un

submarino cuando nos incluyó en una gira por la 6ta. Flota que había or-

ganizaclo para escritores sobre cuestiones militares. También desearíamos

ágrad"cerle a Diane Wilderman, cuyo esposo Alvin B. Wiiderman, coman-

clrinte del USS Plunger (SS¡/-5.95), fue arroiado por l:r borda por Ia fuerte

rnarcjada y f 'alleció mientras transitaban cerca del puente Golclen Gate en

1973. EUay muchas otras espclsas de submarinistas nos dieron un cnten-

dimiento invalorable de cómcl las f 'arnil ias fueron ¿tfectadas piir los riesgos

que sus hombres corrían cada vez que zarpaban en un submarino'

Inclusive con semejante asistencia, durante los últ imos cinco años

hubcl veces en que nos Sentimos casi abrumados por la tarea de relatar

cuatro décaclas de historia esct¡ndida nientras tratábamos de navegar en

un mundo cle publicaciones sometido a su propia y confusa nctamorfosis.

Nunca podríamos haber hecho eso sin Esther Newberg, nuestra agente en

ICM. Con ella cuidándonos las espaldas, s¿rbíanlos que podíamos concen-

trarnos en lo que era más importante -escribir este l ibro-. Tüvimos éxito

cn la lucha contra el silencio y cl secreto porque sabíamos que podíamos

contar con ella par"a hacerse cargo de toclos y cada uno de los que se nos

acercaban. Creció en las af'uer¿rs cle New London, Connecticut, observandcl

ios submarinos ir y venir y preguntándose qué hacían, y terminó ayudán-

rionos a encontrar nuestro cámino entre los editores dc Manhattan. Ella es

una {e las más fuertes, más ¿rdorables y mcjgrcs nluieres que conocemos' y

crstamos muy contentos que esté¡ de nuestlo lado' En su oflcina, primero

Amanda Beásley y después Jack Horner estu\¡ieron siempre l istos para

animarnos. John De Laney, el abogado de ICM, ha sido también un aliadtr

clestacado y un buen amigo. Helen Shabason, un empleado dc registr<r

fí lmico y clocumental de ICM, también ha trabajado incansablemente ct.r

nombre nuestro. También querríamos agradecerle a Robert Asahina, qr' lt '

desde temprancl vio el potencial de este proyecto'

Fue Ésther quien primero nos presentó a Peter Osmos, editor y dir.c-

tor eiecutivo cie PublicAffairs. Peter fundó PublicAffairs porquc creia qttt '

pocliá haber l ibros que incursionaban más allá de los asuntos cotidiant¡s'

q.re lns periodistas y los historiadores merecían ser. escuchados, que podrÍrr

haber y deberia hater "buenos libros sobre cuestiones que importan". I ls

tarn()s"muy orgullosos de encontrarnos entre sus plimelos ofiecimient,os

r\glrr r l t , t r rur t , r r tos ; t l ) ' i

Fuc Peter quien nos puso en las manos de Geoff Shandler, el que, comonuestro cditor, demostró ser un anticuado en el me.jr-rr sentido de la pala-

irr¿r. El cree que los editores y los autores tridavía pueden trabajar juntos,

qrrer en el trabajo del editor hay algo más que cerrar los tratos por los ma-nusclitcls y obsen'ar los informes de ventas. Fue esa convicción, junto consu considerable tale¡nto, la que ncls ay'udó a vÉ-'ncer las últ irnas vallas paracompletar cste prclyecto. No podríamos haber estado en rueiores manos. Ely Robert Kimzcy, erditor administrativo de PublicAff 'airs, ayudaron a darlea este l ibro su diseño y esti lo, y Lisa KaufIman, Mary-Claire Flynn, EricaBrown, I(ate Damton y Gene Taft colaboraron tarnbién enorrnemente.

HarperColl ins Editores nos adoptó después, publicando esta ediciónoconómic¡r. Susan Weinberg, directora de publicacioncs de HarperPeren-nial y Gai l Winston, edi tor jefe, h ic icron más de Io que i¿rmás podrÍamoshaber pedido par¿l asegurarler a erste l ibro su lugar en la historia de las

¡rublicaciones. Bridget Sweenery, ?rm Finr.rergan y Kyrtko Watanabe traba-

. jaron r luro para garant izar que ersta cdic ión econi lmica tuvicr¿r todo clest i lo v la elergancia dc la edic ión de lu jo or ig inal .

Cuanclo un l ibro ocupa l¿r v ida dc uno, ulguicn, muchos, t icne que

nrantener tirantc la cuerda. Nosotros tres querretnos agradecerle a ltr gcntcque nos clio su apoyo.

I)e Sherry Sontag:

Pr imt:nr qr-r icro agradecer les a mis padres, N{arvin y Sandra Sontag.C-tr¿rndo cscribo, en re¿rlidad les estoy hablando a ellos. Tanbién qucrríaagraderccr lcs a mis hermanas y sus esposos, Laurcn Sontag Davi tz y

N{ich¿rcl Dnvitz; y Aviva y Yedidah Ghatan; y a nri herm¿,ino y su t:sposa,Avi y Freyda Sontag. No f laquearoniamás en su apoyo a pesar del hechr,rque mi t rabajc i en c l l ibro impl icaba a menudo mi separación de el los y delos vástagos del c lan Sontag: Tova, Josh, Shoshana, Shira, Matt ,Ariella, G¿rbriel y Zachary.

Doreen Wciscnhaux del -A/e¿o York Tintes me alentó a encontrar mipropia voz conlo escritora cuando traba.iaba en el Notictnal Law Jottrnal y

desdc¡ ontonccs ha sido mi me.ior mentora y una amiga íntima. JamesFinkelstein, rni editor en el Lau Journal, nunca permitió que me olvidaseque la vida continuaría después de este l ibro. Junto con Deidre Leipziger y

Clatrdia Paync del .fy'e¿¿r York Times, han sido todos ellos colaboradores in-c¿rnsables y maestros sensacionales.

Holly, Bob, Ernily y Anya Carter estuvieron siemprc allí para escu-ch¿lr relatos sobre submarinos y cualquier otra cosa, como lo estuvieronJon Stcwart; Alexis Thomason; Julianne, Greg y Pete:r Gcnua; y Joe Ga-llant. Bethany Birkett y Larry Howard me ¡¡uiaron a través de todos lasinstancias difici les con gran cariño y sabiduría. \{ichael Dalby; Lin-ra Kim;

Page 210: El Juego de La Gallina Ciega.submarinos.

i1) t i l , ) [ . i r rcgo clc la gal l in¿r c icga

Slr i ¡ lcy Loci ; N{ala Ft 'c ' i t , N{anf i 'c 'd Fulda; N' Iar t in Weidner l ' s t is l i i . ios ( ) l t l is

r . l¡sh; Carlos y Marin:i Trovar; Nlark Perterson; Chris DeNlarctl; N{ich¿ic¡l

Whitlow; y.Ioiln Yaget' estuvicroll prescntcs c¿lda \¡cz que se los necesita-

lri i . k-r que sllcedía ficcr-rentemcnte. It{o podrízr h¿rberlo logrado sin todos

' ' l los.Edgar Ievins me ofreció un ticmpo y alloyo interrninablcs, se ocupí)

rlt- ' mi automóvil todcls los meses que pasé en las rutas realiz¿udo investi-g¿lciones, y tnanc'j i l gr¿In parte del papcleo rerlacionado con llevar adclante

tun¿r vida y r.rr-r trabajo. Julic Whitney mc obligó a relaj¿rrrne y f 'estejar

cacla vez quc se cgn'rplctaban fragmentos pcqueños de' este l ibro e ignoró

l¡onclaclosamr:nte todo el traba.jo que tod¿lvía tenía quc hacerse.

Tirn sheertz y Gary Lcib en AT&T Global Information solutions man-

trrvier<ln firr-rcionando mucho m¿is allá cle slr vida natr-tral la con-rputa-

tlora poltáti l que usábamos cn tluestrtls viajes. Berrr-v Sears, un escritor

lusociaclo, y su ht:rm¿rno Doug Scars ofiecicron abundtinte asi:solamlento

v ayuda crttcial.Hay otlas pcrsoll¿ls qr-rc han sido amig<-rs sensacionales y que han tira-

clo clc la cttetrcla cuanclo ¡r donde se necesitri. Algunos dc' cllos son Leah

I) i lu,orth, I l ick Birkct t , Dcbra Strel l , carol Neal , car l Al loco, Ruth Stone,

Janc'y INmily l la l l , Jc i in i t l Walsh, James O'Conner, Jodi Lambert , Mike

Tarantri, Jr,rerny Lamped, ste¡vc D¿rrl ing, Rob wolf.son, Lalry vedilago, walt

I lo¡¡clanicli, l)¿rvicl N{ilhnan, Paul¿r Love.joy, Brian Hoflir i irn, Judith Spin-

rl l¡r, Cara Hogue, Atrn Day, Greg (Tauron) Nf itcheii, Lissic Mitcireil, Mike

NIullcn, Kim Blrwer, Randy coopor, Bruce Flarl¿rn Boll, Erlt ie¡ Frister, Tom

Hruby, Josh N{i l ls , Harvcy Golclschmid, Jantes M. N{ i l l igan, Dominick

ol ivcr is, Nf¿rr t in Baskin, Robert Fron' i , Richard Klein, Jul ie Mitmick,

Li l¿r Nacht igal , f )onalc l Rubel l , Adr iana Senrnicka, Anna Spnser j , N' f ¡ r ía v.Ioaquín Vli lclez, Genc Andrc, la bar-rda de N{ufl in y los muchachos en Ma-

rin ñ{an.ger-nc't. euerría aÉlradecerles especialmente a Maggie tlopp y

Chó Gr¿rharn pol tomar ias fbtografías del autol para cl l ibro y el catálogo

clc l r ¡d i tor .Finalmentc, qtrerr ía agradecer a N{erry o 'conne.r Spinr ler ' .y at tn is

ablrclt.rs, Svclell yAbraham BocksteiqV HarrY y D<lra Sontag. Deseiiría que

pudieran haber lcído t¡ste l ibro. Siemprc los extrañaré.

De Christopher Drew yAnnette Lawrence Drew:

PI' imcro .y principii i , tambiérr querríamos af{radecorlcs a r}uestros pa-

clrcs, hermatros y herni:rnas y otros parientcs. Los padrcs de Cirris. Lelcln y

Hclelt l)rc'rv; sus hcrurall¿rs, Clynthia l)reu' y Laura Btrsse:y, e.i esprlsg dt'

L¿rur.a, D¡vid, y su hi ja, chelsca; y Janc. Stevens Dos dispcns¿-Iron sl l

constante ¿tlnor v apoyo. La m¿rdrc de Anr-rette . l\{axinc S. Lawrence, un¿l

invcstigaclora privilegiada por clcrccho propio, lnostró su c¿rriño y pacien-

Agrrr t l t , t : i t t t i t 'ntos ;199

ciir r-.normcs -y estuvo sicmpre l ista a comprendcrnos y alentarnos-. Los.hennanos y hcrmanas de Annctte .y sus cónyuges, N'Iark y CatherineLarvronce, Jol-rn y Priscrl la Larvrence, Paul y Mario-Elise Lawrencc So-niat. .v Bctsy L¿rwrence nos ofrecicron todos apo.vo y alicnto durante e'stclargo procc'so, y una de las tí¿rs de Annette. Irlna M. Stieglcr, se ofiecióalegrenrc-'rlte ¿r dcdicar su tiempo a microfi l lnar para nosotros artículos

Jreriodísticos antiguos en una biblioteca pública. Y una nota de agrade-cin.riento parlr mi f¿rl lecido padre, . l ihn W. Lan,rence, quc se esforzó poralcauzar l¿r excclenci¿r en todos lcls írrdcners; scntri un e'jcmplo maravil loso.

()hr is qucría agradecer t¿rmbién dc manela part icular ¿r Ios máxinoscciitores dcll/c¿¿.' Yctrk l l tnes Joseph Lelyveld, Bil l Kellcr, John M. Geddes,Al lan M. Sieg:r l , Sr im¿r Golden Behr, Dcan Baquct, Andy Rosenthal , GlennIlr¿rnron, Joyct: Purnick, N{¿rtt Purdy v Stephen Engclberg- por conccclerlcIa floxibil iclad que necr¡sitaba eln momcntos o'uciale¡s. Otros ern el Zin¿es-.Jrr f I 'Gerth, N{ ichacl Wines, Stetvc 'u Er langcr, Phi l ip Sl ' renon, Don VanN¿rtt¿r, Lizctte Alvarez, Lora Korbut, Timothy L. O'Brien, Nancy Wc.ins-tocl< .v Adam t,iptak- fuenrn t¿rmbión de ayudtr.

La prirnt'ra vez qtte Chris ¡t Sl-re rry sc sintieroll ¿rtraídos por c' l es¡tio-na. j r ,strbmarir lo f i rc cuanclo Chr is coordinó los rerporta. jes 1r¿rra una ser ie dcartictrl<rs para el Clticctgo Ti' ibtute quc comcnzó a despe.iar el velo der secre-to ¿r l recledor ckr est¿rs misiones. Esa ser ic¡ fue publ icada en cnerro dc 1991crr forrna cnnjunta por c l 7) ' ibune y un pcr i í rd ico colega, c l Atropor l A¡err ' .sDutl.y Press, que tenía prof'undo interés cn el tcma dacla su prnxirniclacl aNcwport Nerrvs Shipbui ld ing, uno de los ast i l leros de submarinos másgr¿lndcs del piiís. N{ich¿rr,. l L. Mil lenson, entonce's reportcro del T|ibtttte, yRol¡c'rt Bccl<er, entoncers corresponsal del Daih'Pr,¿'ss en Washington y lrhorarc'¡,rot'tcro rlel Tl ' i l tu.¡tt,, se¡ dedicaron tar.nbién ellos rni-sntos al prorecto, yJil l Olmstetl, I iuth Lopr.z, Mary Artn Akers y Linda Harrir.rgton re¿rliz¡rronpartc dc la investigacirin. Nichol¿is N{. Horrock, e¡ntonces cditor e.jercutivoacljtr lrto del Tl' iburLe para las noticias do Washington, .y Jack W. Davis Jr.,quc ha sido cclitr lr v presidente del Dar11' Prcs.s -y ahora c-s presiclentt: dcun¿r compaliÍ¿r dr: Intelnr:t cl<:l Ti ' i l>unt- sup('rvisaron el c'sfüerzo, ambosconro amigos rn¿rravil losos y clr¡s dc ios me'jores maestros de este país €rn

¡reriodismo de investigacirin. .I¿rck y su esposa, N{imi, durante el largo pro-c:erso de gestaci t in de estc l ibro nos abl ' ierr in su casa, como tambien l¿r bi-bl ioteca y los archivos fbtográf icos c le l Dct i l ) ,Press. Wi l l Corbin, e l ecl i tordcl /)r¿i /.,, Prc.ss, tanrbién r-rcls ayudti desinteresaclamente.

Muchos otros amigos nos oricntaroll o nos dieron una mano: Curt ySharon Fleanr, Leonard _v- Rhoda l)reyfus, Richard F. Hocf'er, Annie. Tin,Cincl . r , Lemc'r y -sus hi jos El l iot v Aust in, Er ic 1 ' Gab.r ' Shi lakis. Jef I 'ySar¿r Kestner. l 'erryAtlas, Peter y Kate Goelz. Mimi Rcad. Charlie Blrrke,

-v Lit:orge \\¡allace. Robert Becker y su esposa, Karen Herlierr, se manttrvie-ron lealers, como tarnbión Nlichael Tackett y Julie Carey, Husein y Carol.laficr.jee, Mike I(arras y Iintiry Nllacor, LIlf v Suzanne G]iosir, I)on y \{cr¡,I

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l r )1.¡ ucgo dc [a gal l ina c iega

.\lr '( lusker, Brian y Eileen Machler, Jamers T. High Jr.. v Jelfrey T. We rner,, lu( 'no t iene par en su entusiasmo por aprcnder cada hecho dcl pasador l f i ' r ido a la fuerza de submarinos.

l)c todos nosotros:

Qucrríamos a¡padecerles a varios analistas militares y polít icos quecstlrvieron siempre prestos a colaborar: Will iam M. Arkin, Bruce G. Blair,t l ichard J. Boyle, capitán de navío retirado James T. Bush, Dr. Michael(ioid-Biss, Chuck Hansen, Hans M. I(ristenscn, Barry M. Poscn, JeflreyItichclson, Richard Russell y Zong-Yee Wilson Yang.

Atoda la gente del Centro Histórico Naval en Washington, D.C., quencls brindó su interés, apoyo y conociuriento prof.esional les expresamosnucstra lnayor gratitud: Kathlcen Llo.yd, División Archivos Operaciona-les; Bernard F. Cavalcante, División Archivos Operacionales; John C. Rei-l l-y Jr., Departan'rento de Historia de Buques y a los miembros de su equi-po; el equipo de bibliotecarios cn el Cerntro Histórico Naval. También leagradecemos al equipo de bibliotecarios de la Biblioteca y Musco de la Fuer-za dc Submarinc¡s en la Base I'{aval de Submarinos L)n Groton, Connccti-cut, y a Arlyn Danielson y Aldona Sendzikas del Museo y Parque Submari-no tlSS Bou;fín en Honolulu. Por toda su avuda para facil i tarnos cl accesoa las cuantiosas pertenencias del Instituto Naval, particularmente sus so-bresalientes historias orales, desearíamos agradecerlcs a Paul Sti lwell y

Lincla O'Doughda. Sue: Lemmon, historiadora de Mare Island, fue inesti-mable en el resguardo del material histórico cuando la base naval fue des-activada como parte de los recientes cierres cle bases. Les debemos espe-ciir l gratitud a Kathy Vinson y al equipo del Centro de Informaciírn Visualpara la Dcfensa y a Bil l Tiernan del I '{orfolk Virginion-Pilot.

Por su eryuda para verif icar varicls asuntos sobre submarinos, nosgustaría agrzrdecerle a Rhonda Coleman, del Vallejo Tinrcs-Herakl; a AlexS. Weinbaurn III y John M. Pfeffer, de La Biblioteca Libre de Filadelfia; aWencly Sheanin, del Son Frqncisco Chron.iclesi a Stephen Johnsc¡n delHctustott Chronicle; a Dorothy Marsden y Tom Lucv del Museo Naval eHistrir ico de Valleio; a Axel Graumann del Centro Nacional de Datos Cli-rniitológicos de la Administración Nacional de los Ocóanos ¡, la Atmósf'era,Dc,partamento de Comercio de los trE.UU.; a T. J. Tücker del Centro deScguridad Naval, Norfolk Virginia; a Dennis Filgren de la Biblioteca Pre-sidencial Harry S. Tluman; a Michelle Dzyak de Ia Universidad Estatal deI'cnn; al eqr-ripo dc la Biblioteca N{artha Washingtotr en el condado Fair'l irx, Virginia; y al equipo de Ia División cle Investigaciixr der la Correspon-rlcnci¿r de¡ la Sociedad Gecrgráfica Nacional.

Hubo docenas de pcrsonas que se presentaron para ayudalnos a so-lrrr ' i levar los largos meses en gira cuando se publicír El jtrcgo tle lcL gall irru

u\gt ' r r r lc t inr i t ' l t t r is lO l

c:iega.. Son dcmasitrdas para l istarl¿rs a todas aquí, pero algunas cleben sermencionadas. Ellas son George y Patty Knudtzon, Les Honda, Nlarge Thorne.r'N{ax Monningh.

También tenemos una deuda especial con algrrnos cle los maravil lososhr¡mbres que encontramos en el carnino y que nos ayudaron a asegurarnosque esta historia fucra relatada antes que se percliera para siempre. Entree l los hubo nruchos oficiales subrnarinistas y de inteligencia e'xcepcionalesque falle'cieron durante estos últimos años, tales como Bernard A. "Chick"Clzrrey, Freclcrick J. "Fritz" Harlf inger II, Roy S. Benson, Levering Smith,Ray S. Clinc, y el científ ico Waldo i i. i ,yon. Lamentablemente, a principiosdc 1999, dc.spucis que fuera publicada la odicit i¡r cle lujo de este l ibro, fallc-cieron también dos héroes del capítulo del Cochino: su cortés comandante,R¿rfael Cl. Benítcz, y el voluminoso agente de inteligenci¿r del submarino,Ifarris Nf . "Red" Austin. Más recientemente, pcrdimus a Charles Thorne-el hombrc quc avanzó el l sus cstudios para dar le a la A¡rnada lo que l to-clría cronvertirse cn la l l¿rve para rcsolver la pérdida del Scor¡rion-. Nossernt imos muy afortunados Jtor haber l legado a cscuchar sus histor ias.

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. l i i l i l , i l ¡ r r , . ;1, , r l t ' l t t g l r l l r rur t l t 'g l ,

Wrrt l i . ir is cli. jo tau'rbien que tenía la l irmr: con\.icci(in dc qr,rc los sclvit it i-( { )s r}o ib i rn ¿i l¿rnz¿rr un pr imer ataque. ' 'Lc infbrrnamos al Estado N' Ia- l ¡or( lo1¡, j ¡ ¡1¡ , , . le informamos al Presidentc accrca de lo t l r rer pensábarnosr lLrr ' ¡ rocl ianros hacer. por quó pcnsábalxos que podíar.¡r()s l racrt l lo. y creo quet 'st¿ib¿rtr ios muy córnoclos, y creo qlrc e-sa conf ianzlr r .n nosotros misnroslr-r t ' t ransmit ida a los rr¡sos a t rar 'és de diversos rnodios -por la encrgla delrr,restra resoluciórl, en nucstro acuelrdo sobre incidcnters en el mar', en nues-trrls cleb¿itcs, por la misma publicación r,le 1¿r estratcgia nrarít in)¿1, ¿r travésde su recl dc colección de inter l igcncia sobrc l¿r sof ist icación, por l : r apt i tud ycapacidacl c le. nuestra fue:rza de subnrar inos, por ia var ior l¿rcl dc publ icacio-nes.\¡ csl lcculaciones r-ro c lasi f icadas v cos¡rs por c l cst i lo, c lurante muchot iempo."

"Sus fucntes de intel igelrc ia cr¿rn bucnls, y ( lucrrarr los que el los su-pierscr"r cr,rán confiados en nosotros rnismos estáb¿rmos. IJ-oe cs el papel quedescrn¡re,r1a. No ers ctrcstirin der l¿rnz¿irse a la carga y hltcer ¿lparecer Lt1-rn-rt-urtri l-t cier subnraril- ios an¡ados con lnisilcs l¡¿rlíst, icos crrnlo si l¿r r-neta fire-sc inrpr:r l i r lcs inclr-rs ive l¿rnz¿rr e i pr i r .ncr ¿rtaqucr. No. l lsa no cs l¿r f i l rura enquc cl los c lesplegaríatr su füerza de suburar inos, y no l i r forma cn quc u()so-tros desplegaríamos la n ur¡-" t ra."

"Er¿r rnuch<l más profünclo quc) erso. I lsas err¿rn 1¿is l ircrzlrs clc rcsguar-do ncccs¿rr ias -podría r lccirse- ¡r l r i l contcr lor un intcrcambio nuclcar,y r-rur 'stro t raba. jo, desde l r . rego, erra inr¡r lcr .ncntar tnrrr r l isr¡asir in r lur 'h i t r ía

¡-roco intcI igcntc ] lcvar a c¿rbo csc intcrc¿rnrbio, . r ' lo l r ie i l l los. Y t 'n:o queI 'uc t tn i r dc las razot- tc 's ¡ lor las quc prrdirnos sonle ' tct '¿r los r l rsos cn laguerra tiía. Prirque ellos no poclíar-r g¿lnirr e-.s¿r batalla, ,\ 'cl ltonccs, ¿, por cluécont inu i i r?"

Bob \\l¡oclwarcl doscribió ¡ror prinrcrir vt:z ia proprrcsta dcl all¡ ir¿rnte:Butts ¡rara ternclcr cable-s elr e l B¿ircnts 1 ' r ' r , t ransnl i t , i r l i ¡ in l i r rn l ¡ rc i r in c lc lasirrtc'rceptar:it)nes ¿r l¿rs lí l .re¿rs sovií:t ic¿rs elr t i(,mpo n:¿rl r: l l \ i , i l : ' f l¡c S¿rr. '¡r,/\Yurs r t f t l rc CIA 1981-19,97 (NervVl ' l i : Sinlon ar.rc l Schustcr, 1f187). L¿i ot i r ¡of i 'ecc t¿rrnbión la mcjor c lcscr ipcir in publ ic l id,a cn c l ¡ rasaclo c lc cr in lo dc'scu-brir¡ron los sovieticos las interrcerptacir,rues ern cl nrar dc Okhotsk v cónto l¿rCasa Blanca y la cotnrrnid¿rd de intel igenci¿r br-rscr i evi t¿rr c1r-rc cr l Wosh. ing-trtn Post pr.rblicara cn 1986 io tlue sabía atrc¡rc¿r cle, las t>peraciones cle intt 'r-cc¡r taci t in. Pt : r r i aunr¡ue Vr¿l resunre la costosa pt 'o¡ . lucstu di : IJut ts, n i l¿rhistori¿r de Woodu'¿rrcl cn cl lbsl ni st¡ l ibro clicen t¡r,re' la Arru¿rd¿r ya e:stuiri iintcrce¡r tanckr c¿rblers soviét icos cn el Blrrents.

Ei único inclicio público der que l¿r Armacla est¿rb¿r inr,olucrad¿r en in-torccptar c¿lblels en el Barents h¿r aparecido en brc'u'e,s declalaciont':r cnotros t rcs l ibros que mclrc ionan talnbic ln la pnlpucsta c ler Butts: Angclo(lodr:r ' i l la. Lln ex asesor clcl Scn¿rdo quo lc.r, isri lr,rs pnrsupr,rcstos de i l-rtt ' l igerrciit, señal¿r en Ittf i trrt ing Stetc( refl: Irttt: l l . igenctt for u !{ctL¡ Cetúutr,(Nt,n,\ i ¡ r l i : I l reer Press, 1992) que las intcrccptacioncs del nr¿rr c le C)khotsl i l i : r -bí¿rn s ido t¿rn val iosas r lue "a pr incipios der l¿r déc¿id¿r de 1980 el gobi t . r 'uo

Nr¡t¿rs : i ,S: . )

cstaclounidcl lsc había conrenzadcl un proyecto de ni i les de rni l lones de dó-lares para ltacrrr que el f lujo fuera más sinrple e instantáneo. Consistía cninterceptar un c:¿rble submarino soviético cerca de la ciuclacl noroccidentalde Murmal)s l i con un c:¿lble nortcameric¿lno, enterrado bajo 1¿r aren¿rdel leciro dt : i océano Art ico. y que se extendía hasta Groenlancl i¿r. Estaintrr . r rn is ión en las comunicaciones soviét icas habría rcsul tado infal ib le,advirtiendo a tienrpo de cualquir:r decisií ln soviética por ir a la guerra". Sinembargo, Coclcvii la agreg<i qut: esta idea flnalme.nte cayó víctima de¡ "unclásico golpe dc gracia burocrát ico. Facciones poderosas tanto dentro de laCIA con-ro dc la \ISA se habi¿rn opuesto a la interceptación directa median-te¡ un cable porquc, irabrÍa sido costosa y habría drernado los fondos cle losprogr¿rrrras cn ejecuci t in" (pt igs. 163-164) En Fal l f rotr t Clorv-, Grcg Vist icanrenciona r-rn¿r fuentc antininla dcr l)cf 'ens¡i que dijo qr-re la Armada habíac.xllcrimentado con, y lucgr.r ¿rbandonado, planes para un ar¿rdo submarinoquc podí i i " tendr¡r un c¿rblc desde Grocnl¿rndia dircctamente h¿rci¿r los con-tenedoros on l¿l costa nr-rrt.c der l¿l Unirin Soviética, eliminando cor-r ello elt r i rba. jo c l t , los subnrar inos" (¡r i ig. 72).Y crt Tha tJniuarse BcIotu, Bi l l Broadseñ¿rla que además clel n.rar de Okhotsl<, "se rcpiticrort l¿rs ¡rroczas" de in-terce¡rtat:i<in dc cables ern el B¿rrr-.nts. Cita Llna ontrovista con Codcvil lacionclc éste agregri que el cable h¿rcia Gnrcnl¿urdi¿r so habría con{'eccionadocon fibr¿r óptica y habría siclo t¿rn largo que habrían prccisado dispositivosespecialcs para amplif ic¿rr las señalc's. Tan-rbión destacti r¡ue e.l proyocto-"un gigantesco emprendi l l r ic 'nto industr i¿i l sobre c l lccho nrar ino, c lc unaclasc nunc¡r antes intcntada"- se convir t i ( i cn el í tem nrás cclstoso cn r : lpre 'supr-resto dcr intel igencia anters c luLr se lo "desenchufara" (págs. 82-83).Antes rlt, La gal.l ina. r: iega, naclie había vtrelto a escribir acel'ca de cómo laArnr¿rcl¿¡ est¿rba intercerptando cables en cl B¿irents y naclic ha ident,if icadoal l t r t . rc l te r :orno el submarino que instalr i los disposi t ivos c le interccptación,o dlsu' ib i r i c l rán prolor"r¡¡ i idas v pel ignrsns c.r¿rn las opcraciunes.

I)os l ibros presentan ia histor ia c<lmpletu de John \ \ ¡a lker y su cólul l rt lc t 's¡ri irrra.j c:: BrecLhirtg tlt,e Ri.ng; Tlte IJizctrre Cose of'thc Wolher FanttL.vS¡rr ' l l r r rg (Boston: Houghton MifTl in, 1987), por.John Barron; y Fant. i lv ofSpl, 's lnside tlrc ,Iolut Walker Sp.r,-Ring (New Ycrri i: Bant¿rm books, 19f't8),pol I ' t ' t t , L lar le¡- . .John Lrr l iman cxpresa su asesoramiento brutal sclbre c1nécl¿rst t i t 'c i rst igodebir ihaberrccibidoWalkcrenCotnmandrt f ' t l teSea.s(págs.l l l i l j l l r . L¿r t : r '¿r lu¿,rc i í rn c le Studernan solr le el dai io provocado por W¿rl i icrf i r t ' rnt l i ¡ ic la cn un af idávi t que escr ib io como parter c le l caso penal contra.Jurrr ' \ \ 'h i t rvorth. Está archivado en Ia Cortc de Distr i to del d istr i to nortecic ( ' r l i f i r rn ia, v hay una copia incluida en el informe-" 'Meet ing the Espio-nir¡1t ' ( ' l r r r lkrngc: A Revieu, of l . in i tcd States Counter intel l igernce and Secu-¡ i f1, l ) ¡1¡rL¡"¡ms" del 23 c le sept iernbre de'1986 por el Comité Especial deIul r , l i l t r 'nci i i del Senaclo. El rer lato sobre la t ra ic ión de Tr¡shiba al vender l t : nlos s.r ' i t , t i t :os el avanzadcl cquipanr ie 'nto para maquin¿rdo de las hél iccs elstábi t 'n r ' , .srrnl ic lc l en el ar t Ículo "The Toshiba Scandal : Anatomv of a Bctra-