El Indio en El Regimen Español

8/4/2019 El Indio en El Regimen Espaol

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EL INDIOi EN EL REGIMEN E5PANOL

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INTRODUCCIONSe obedece, pero no se cumple. Con

esta frase, inserta en Lamayor parte delos libros que tratan del regimen espa-fiol en Indias, algunos historiadores hanpretendido resumir ef valor practico delas leyes de Indias y de todo el sistemamontado en America para proteger alindio. Para los que aun no han com-prendido la obra de Espana en Ame-rica, el ese obedece, pero no se cumplees un axioma incontrovertible que quie-Fe expresar una realldad hi$t6rica. Losactuales estudios americanistas, mascomprenslvos y mas imparciales, hanechado por tierra todo el tinglado dementiras que montaron los constructe-res de la leyenda negra hispanoameri-cana. Nose puede hacer historia a basede la -anecdota, como tampoco se pue-de generalizar con unas cuantas excep-clones, Las ordenanzas, concebidas y es-critas en favor de los indios, no fueronunos legaj.os de estricto valor historieo,sin aplicaclon practica. La mayor partede elias secumplieron, y aquellas que 110llegaron a plasmarse en la realidad con-creta fue porque las circunstancias 19Impidierort 0' 10 aconsejaron.El espafiol que se adentra en el estu-

clio minucloso de nuestra historia enAmerica -las Indlas=- experlmenta uncumulo de emociones dormidas en elsuefio de los siglos. A traves de tantaspaginas escritas can Ia pluma y con laespada de tantos hombres castellanos derecia raigambre espafiola, vemos desfi-lar ante nosotros el glorioso pasado deEspana. Un dia nos emocionara el rela-to de Lahazafia de Cortes 0 de Pizarro.Vibraremos can Valdivia, acompafiando-Ie en su largo caminar a traves de tri-bus araucanas, y nos asombrara el sal-to olimplco de un campe6n del heroismo-Al:varado-, cuya hazafia traspasa losIimites de 10 real. Seguramente volvere-mos el rostra a cosas nuevas, decepcio-nados par las tremebundeces que noseuentan algunos de nuestros cronlstas.Sus lmpresiones nos habran hecho pen-sar que el espafiol fue un barbaro en sucomportamiento can el indio. Es ciertoque algunas veees, par mn circunstan-cias, 10 fue; pero para juzgarle es preci-so colocarse en S11 poslcion, velver unossiglos atras con la pesada armadura queaterraba a las mlsmas fieras. Incluso esneeesarlo despolarse de nuestra menta-lidad moderna made in sigl~Jxx. Tillvez, despucs de realizada, esta sencillaoperaeion, tenga para nosotros menos

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valor el testimonio de algunos cronis-tas. Al leer la informacion que frayMarcos de Niza dirigi6 desde Mejico ala Corte espanola, nos daremos euentade que gran parte de sus Improperioscontra los conquistadores de Quito pro-venian de un exceso de amor propio~ofendido.

El lector de novelas de aventuras sehabra extrafiado de encontrar en la his-toria de America cosas tan asombrosascomo la eolncldenela de Belalcazar, Que-sada y Federmann en un territorlo des-conocido. El recuerdo de esta cita his-Ulrica, Imprevista e inevitable por par-te de los hombres, con el relate de 160eastellanos a traves del Cauca, del pa. ramo de Sumapaz y de la sabana de BG -goia, produce un entuslasmo sin limi-tes, y, sin embargo, la insidiosa acusa-cion del capitan Alfonso Palomlnoa Be-lalcaaar habra hecho desmerecer el con-cepto que -teniamos de este bravo solda-do. jQue lastima que nuestro suefio do-rado junto a Belalcazar se haya inte-rrumpido por el resentimiento de runca-pitan menespreeiadol Y asi, una a una,las pagit1as de nuestra historia de In-dlas se tiften con.el velo negro de la le-yenda, escrita por los mismos espafiolesy eerregida y aumentada por los extran-jeros.

Deshacer malentendidos 0 construir-sobre la oalumnla, es dificil, pero cuan-do va en ello el buen _nombre de Espa-na y de nuestros antepasades, es tarea

~que a todos compete por igual,

. Ahora que el mundo ha colocado enun plano prlmerdlalel hombre, dando-lemuchasveces m a s valor que a sus.propias obras, no' es empeiio .inut i1

atraer la atencion sobre el elemento hu-mana de la conquista en su Goble as-pecto: el conquistado y el conquistador.A Espana Ie preocupOmas el primero.Si la empresa de Espaiia .en Americahubiera sido de conquista, podriamos se-guir pensando que el indio era el con-quistado; pero como Ia obra de Indiasno fUeeonquista, sino paoificacion y po-blamientQ,el indio, nien ,el regimen nien el modo de pensar espaiiol r u e eleonquistado, y 10 que en el Nuevo Mun-do se fundaron no fueron colonlas 0fac-torias.

Ricardo Levene ha demostrado, paralos que quieran comprenderlo, que lasIndias no eran colonias. Eran reinos 0sefiorios, incorporados a laoCorona deCastilla y de Leon por gracia y favorde una concesi6n pontificia. En los do-eumentos reales no figura la palabra co-lonia 0 el termino conquista. Se hablade posesiones, de dominios, de reinos,de sefiorios 0 de republicas, entendien-do este ultimo vocable en su estrictosentido etimol6gico. Los habitantes deestos dominios, los indios, eran, a efec-tos legales, tan espafioles como los naci-dos en Espafia. Los matrlmonios entrelndigenas 0 entre espafioles y aborige-nes americanos se eonslderaban legi-tim~s.

Para la administraci6n del Nu ev0Mundo descubierto,_Espana traslad6 susantiguas instituciones, y cuando las cir-cunstaneias 10 requerian, no-tenia meon-venienteen modificar y adaptar todo10 que redundase en beneficio de los in-dios. Se creo el Consejo de Indias, dis-tlnto del de Castilla, pero de la mismacategoria. En este Consej.o,-oreadoPOl'Fernando" el Cat6lico y reafirmado de-

. finitivamente con Carlos V en 1524, sedlrlmian todos los asuntos - judiciales,-4-


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ejecutivos, econ6micos, .etc.- relaciona-dos con las lndias. La Casa de Contra-tataelon, a ortllas del Guadalquivirse-villano, aliviaba el trabajo del Cons.ejode Indias con Una Camara de Justiciay otra de Gobierno. Asomada al maren el espejo- rfberefio del agua dulce, laCasa de Contratacicn era la antes alade los navegantes, el pulse infatigablede un pueblo audaz y ultramarino.

. * > IEspana brinda a America: e1 conjuntode sus instltnclones politlcoterritoriales,no en sefial de mezquino prestamo, sinocomo- expresi6n de su propia vitalidad.Para la Corona espanola, las Indias ylos indios constltuyeron un pueblo nue-

VO, nacido al calor de su ansia expansi-va, El hecho veridieo es que las Indiasformaron otra Espana. Con esa otra Es-pana los reyes extremaron su delicadezahasta en la maxima autoridad que re-presento el poder castellano (castellanoequlvale a deelr espafiol) en America.Por encima de los gobemadores 0de .loshereicns adelantados colocaron a los vl-rreyes. En laepoca de los Austrias, losvirreyes tnvleron un caraeter nobillarloy con los Borbones se acentua su cuali-dad burocratiea. Equiparable a la .Instl-tuci6n virreinal surgen las Audiencias,con absoluta independencia judicial.Poco a poco, Espana va dando a Ame-rica su religion, su Idioma, su sangrey sus instituciones. Considerar que todose realize en provecho de unos aventu-rero~ 0 para enriquecer unas exhaustascafas reales, seria empequefieeer unaebra que casi no tiene lgual en 18.tierra.Despues de la Redenci6n -eonsideranalgunos-, es el heche mas grande queha registrado la Historia.

Al Iado del esfuerzo legislativo de Es-pana en pro de los indios y del tras-plante de instituciones, palideeen lasasombrosas historias de los conquista-dores (se haaceptado la denominaci6nde conquistador para unificar - 1 8 . termf-nologia), todas las noehes tristes deAmerica fueron nada 0- casi nada eneomparacion con esa etra gesta, aan- noescrita en su totalidad, que lleva por ti-tulo la conquista juriJdica del indio. Sialguien se atreve a decir con Raynal quedes depredati'()!J1;8des espagnols dans toute rAmerique ant ec1t.tire le monde SU,l'168 eXe(}s du, fanatisme es porque des-conoce Ia propia histeria de Espana.

POSICION ESPA~OLAEl descubrimiento de America, que,en frase de Samuel Johnson, ofreci6un nuevo mundo a la curlosidad euro-pea, .Y la colonizaci6n (aunque las po-

seslones de America no eran colonias, seacepta el termino colonizaci6n) constttu-yeron una merkwurdige Mischung vonGett und Geuwn (rrrezcla rara de Dios-yde materialismo). Esta mezcla solo pue-de entenderse teniendo en cuenta lamentalidad de aquella epoca, Para ex-pllcarselo no es necesario deflnir la merral en el sentido del egoisnro y de ladoblez de.Intencion, apoyandose en unaefimera raz6n de. Estado. Basta consi-derar que el hombre, aun en las em-presas de mayor envergadura espirl-tual, no puede prescindir de los elemen-tos humanos y de hundil'Se en el fan-go, con peligro de destruir Ia obra querealiza' con sus propias manos.

"" * *Frente a America, la primera pre-

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gunta es de si Espana tenia derecho almundo descubierto por los navegantes.El mismo interrogante lleno durante si-.glos los libros y las polemicas juridico-teologicas. Nuestras elucubraciones, encaso de aceptar este derecho, nos lleva-rian a formular la siguiente pregunta:;,Con que normas debio realizarse laconquista? Dilucidar este interrogante,abierto durante siglos en nuestra histo-ria de Espana en America, seria expli-.car la razon de ser de Espana en Indias.Los que 10 han intentado han tenidoque recorrer, una por una, todas lascedulas reales relacionadas con la paci-ficacion y poblamiento indianos, y a tra-ves de ellas y de las leyes de Indias hanvisto el analisis sincero, leal y noble,que Espana hizo de su propia obra enAmerica. Ninguna otra nacion se hajuzgado tan inflexiblemente como Espa-na. Se comprende, porque en la paeifi-cacion de America existieron dos ban-dos: 'Uno, el del indio, y otro, el del con-quistador. La Corona, las leyes y las au-toridades figuran en el primero; a ve-ces el propio conquistador engrosa lasfilas de los defensores de los derechosdel indio.

Una explicaclon de todas estas reali-dades se encuent'ra en la propia histo-ria de la Humanidad, tejida a base degrandezas y de mezquindades. Quiza siel nuevo mundo creado en America hu-biera sido una especie de paraiso terre-nal sin defectos, nadie creeria que aque-lIoera obra de hombres. La vida de losheroes y de los grandes pueblos estallena de mezquindades. Precisamente e1contraste entre los medios y los finesconseguidos produce nuestra admira-cion. Ahi esta la- grandeza,

Contestando a la pregunta ;,Espanatiene dereoho a1 Nuevo Mundo?, se

puede citar el razonamiento escolasticodel teologo extranjero Juan Mair:

A) Cuando un principe in fer i 0rprocura separar a los subditos de la obe-dieneia y respeto debidos a 1a autoridadsuprema, de quien 1 3 1 recibe su autori-dad, ha merecido su destronamiento.A) Es as! que todo prineipe infiel,

rebelde y contumaz a las 1eyes divinasprocura continuamente separar a lossubditos de Ia obedlencia debida a Dios,de quien depende toda potestad.A) Ergo, los principes cristianos,

supuesto e1 mandato de 1a Iglesia, pue-den hacer la guerra y apoderarse de lastierras y Reines de los infie1es, aunquesus princlpes los tengan por titulos le-gitimos, segun la apreclacion de sus fi-Iosofos.

El silogismo es valido para el caso delas tribus que rechazaban Ia evangeli-zaeion, y no reeonociendo aDios apar-taban a los demas de su conocimiento.Francisco de Vitoria aborda el proble-ma desde el punto de vista juridico. Porderecho natural, los rios, los mares ylos puertos son comunes a todos loshombres, y por derecho de gentes, lasnaves pueden arribar a todos los puer-tos. Basado en estas razones, llega aafirmar, de un modo tajante, que losespafioles tienen pleno derecho a visitary permanecer en aquellas tierras, sindafio para sus naturales. Respecto almodo de realizar la conquista, tantoFrancisco de Vitoria como Banez y Do-mingo de Soto justifican 1a intervenci6ny la guerra, fundados en la sociabilidaduniversal, que regula el Derecho Inter-naciona1 positivo. En America el con-quistador y e1 colonizador se encontra-ron can que el Indfohabia quebrantadolos deberes de soclabilidad natural yuniversal, en relaci6n can sus convect-

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nos y con los castellanos. La respuestacasi unanime de los teologos y de losjuristas ante este estado de cosas esla intervenci6n para remediar una si-tuaci6n anormal y, en algunos casos, laguerra justa. Pero el debate sobre estacuesti6n encierra toda una serie de ca-pitulos que podrian agruparse bajo eltitulo de Derecho de Espana en Ame-rica.

En el presente estudio nos interesaanatizar otro aspecto de la cuesti6n: elindio, como elemento humano de la con-quista, encajado en el regimen espaiiol.Sirvan de entrada aquellas palabras deFelipe IV, inspiradas en el testamentode la Reina Catolicae Quiero que medeis satlsf'accion a mi y al mundo delmodo de tratar esos mis vasallos, y deno hacerlo con que en respuesta de estacarta yea yo ejecutados ejemplares cas-tigos en los que hubieran excedido enesta parte me dare por deservido, y ase-guraos que aunque 10 remedieis 10 ten-go de remediar y mandaros hacer grancargo de las mas leves omisiones enesto, por ser contra Dios ycontra mi,y en total ruina y destruccion de estosReinos, cuyos naturales estimo y quie-ro que sean tratados como 10 merecenvasallos que tanto sirven ala monar-quia y tanto la han engrandecido eIlustrado,

CONTRASTE mSTORICOLos ingleses han dejado una doble

huella en Norteamerica: la pluralidadde ritos y el exterminio. Su colonizaci6nfue un modelo de adaptacion al suelo ya una nueva vida, en la que todo esta-ba por hacer. Fue tambien un trasplan-te integro de familias del viejo al nue-

vo continente. Para que fuese perfectos610 Ie falt6 el sentido espiritual y deunidad.

En Norteamerica no hubo misionerosque se Interpusieran entre el colono yel indio. Tampoco hubo teologos quedefendieran los derechos de estos ulti-mos. Los indigenas norteamericanos,llamense algonquinos, shoshones 0 ata-pascos, carecieron del misionero protec-tor. Solamente Francia, en el vasto paiscanadiense, desarrollo una activldad mi-sional digna de elogio y casi ,compara-ble con la de Espana. Este sentido mi-sional de expansion cat61ica se traslu-ce en las palabras del rey cristianisimoa los colonos franceses: Ordenamosque los descendientes de los francesesarraigados en dicho pais, asi como lossalvajes que vengan en conocimientode la fe y hagan profesi6n de ella, seantenidos y reputados POl' naturales fran-ceses.

Los franciscanos y jesuitas de naeio-nalidad francesa emularon la labor denuestros misioneros entre las tribusprocacesde algonquinos e Iroqueses.Delante de los coureurs des bois 0 bus-eadores de pieles, sembraron el suelocanadiense de una doctrina que floreci6afios mas tarde, al calor de la sangrede los martires, Le Jeune, Brebeuf yLallement son tres nombres, entre otrosmuchos, que encabezaron largas Iistasde misioneros martires. Pero la coloni-zaci6n francesa, refugiada en el Cana-da, sUfri6 la presecuci6n inglesa. Los

. eolonos ingleses arrebataron a Franciay a Rolanda s~s pacificas conquistas delsuelo norteamericano.lnglaterra no qui-so, no pudo, compartir la tierra connadie. Evit6, ademas, la union con lastribus indias. No les regal6 sus tradicio-nes, ni su lengua, ni su 'cultura. Para II

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colono anglosaj6n el indio era un hol-gazan indisciplinado, sin aptitudes parael trabajo. En parte tenia 'razon. El in-dio no habia nacido para el trabajo deuna tierra que 10 pedla todo, hasta lapropia vida. Los nati.vos a quienes losingleses emplearon en el laboreo de lastierras enfermaban 0- morian, Necesita-ban un proceso progresivo de aclimata-ci6n a la nueva vida y los colones no se10 permitian. Como IUnpresaglo de lostiempos modernos de Norteamerica, lavida caminaba de prisa y los hombresno tenian tiempo que perder en aclima-, .,tar a otros hombres. Ademas, el indiono lleg6 nunca a tener una condici6nhumana digna, al menos asi 10 pensa- ,ban los Ingleses, Por otra parte, parti-cipar de todos los inconvenientes deltrabajo, sin niguna de las ventajas, noles resultaba practlco y muchos se su-blevaban. Cuando los mgleses se dieroncuenta de esta realid~ cerraron todotrato con los indios y se convirtieronen sus enemigos. Inglaterra mantuvoesta acti tud beligerante hasta el sl-glo XVII 1. En 1762 el cacique otauaPontiac, aliado con otras tribus vecinas,se lanz6 a una guerra sin cuartel con-tra los fuertes ingleses. Uno tras otrotodos fueron claudicando ante la furlaindigena, pero alllegar a Detroit y Pittel poderio Ingles consigui6 prevalecer.En una agotadora campafia de tres afios,Bouquet y Johnson consiguieron dejarfuera de combate a Pontiac y a sus alia-dos. La rebeli6n se vence con el asesi-nato de Pontiac -ano de 1769- a lasalida de una fiesta. Inglaterra depusoesta actitud euando necesit6 de la cola-boraci6n india frente a Francia.

El legado Ingles a la joven nacionnorteamericana, nacida en el tratado depaz del 3 de septiembre de 1783, despues

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de una dura guerra en pro de la inde-pendencia, fue un pueblo aborigen envias de exterminio, enemlgo de los blan-cos, inculto y retrasado como en lostiempos def neolitico, con el que entab16una gu err a sangrienta, concluidaen 1862.Las unicas instituciones que leg6 In-glaterra al Nuevo Mundo fueron la ta-berna y el sheriff~ y eri las aguas quebafiaban los dominios espafioles,la pira-teria, La taberna y el sheriff eran taninstituciones como el cafe vienes en IaAustria del despotismo ilustrado y deprincipios de siglo, Del indio nadie qui-so saber nada, y cuando algunos mashumanitarios se 'cordaron de el fuepara exterminarle. En general, prefirie-ron sustituirle por eselavos negros. Re-sultaban mas baratos y mas eficaces.Cuando en 1863 se aboli6 la esclavitud,durante la guerra separatista, vivian enNorteamerica cuatro millones de escla-vos de origen africano. Sus descendien-tes son los que hoy no pueden compar-tir can los blancos el asiento en el mis-mo autobus 0el pupitre en las,escuelas,Hoy, como ayer, en el pais de la demo-cracia impera el criterio racista.

* * *El claro contraste que ofrecen la co-

lonizaci6n inglesa y la colonizaci6n es-panola en el Nuevo Mundo, se basa enla di.ferenciade [uzgar la vida, los hom-bres y las casas. Mientras que para unIngles el movil de sus aetas es el fairplay (adaptaci6n del [ugador al juego,considerado en su conjunto), para unespafiol no hay mas motor que el ho-nor, en el sentido calderoniano de pa-trimonio del alma. Sin embargo, elfair play requiere abnegaci6n ante elequipo, aunque no la anulaci6n de la


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persona. Los Ingleses actuaron en Nor-teamerica agrupados en pequefiosequi-'pas: los padres peregrinos del Mayflo-wer, que pactaron con los indios a suarribada a Norteamerica -1620-, pa-ra poder establecer una colonia; los in-tolerantes puritanos de la bahia deMassachusetts, compradores de tierras ala Compafiiade Plymouth; los cuaque-ros de Pensilvania, fundadores de lafloreciente Filadelfia; los cat6licos deMaryland, dirigidos por lord Baltimore,y los regenerados de Oglethorp, funda-dor de Georgia e introductor de grandesmejoras entre los colonos: prohibici6nde bebidas alcoholicas, Estos equiposno actuaron con el mismo fair play deun match de futbol 0 de una elecci6nparlamentaria, pero todo su sacrificioy abnegacion se redujo a mejorar lascondicionesdel conjunto colonial, en de-trimento de los pobladores aborigenes.Aqui radica la gran diferencia con laobra de Espana. Mientras que Inglate-rra, Francia y Espana han hecho A m e -rica, solo Espana vertic su alma en lospueblosdescubiertos, aplicandoslempre,en constante pugna con los escepticos,los principios cristianos a los problemasque se planteaban en el Nuevo Mundo.

Pereyra asegura que los colonos in-gleses tenian dos amores y un odio. Susdos amores eran la libertad y el tra-bajo; 8U odio, el oro y otros 'metalespreciosos. Bien se puede decir, sin in-eurrir en ningun error historico, que suodio estaba centrado en las tribus deindios. Se habrian considerado mas fe-tices si no hubieran existido estos.

Cuando Italia conquist6 el imperio de.Abisinia, se escribieron paginas muyelocuentes, enalteciendo su obra comola empresa colonial mas grande de laHistoria. EI autor de la feliz frase pre-

filio olvidar en aquel momenta la His-toria para no acordarse de Espaiia.Nunca un pueblo, excepto el espafiol,cre6 veinte naciones ,que proclaman alos cuatro vientos el nombre de Espa-na. Son veinte naciones nacidas bajo latutela espanola y alimentadas con la. tradicion cristiana de nuestra raza, len-gua y cultura.~; ... V" -. . -~.,

UNA EMPRESA ARRIESGADACuando en la risuefia manana del 25

de-septiembre de 1493 Colon inici6 susegundo viaje a las Indias, can doce ca-rabelas ytres naos, los Reyes Catolicosternan conciencia clara de la empresaque llevaban entre manos. Saben quese ha abierto ante los horizontes dtla-tados del alma castellana un nuevopais, inculto y salvaje, pero rico en pro-mesas. A partir de entonces, dirimidala contienda con el ultimo redueto mo-runo de Granada, no tendran mayorpreocupaci6n que engrandeeer sus rei-nos, dando a las nuevas tierras descu-biertas el sella de 10 espafiol, Los in-dios, con todos sus defectos e Inconve-mentes, son sus vasallos. Las bulas 10acreditan y se aceleran los preparati-vos, porque en Castilla se teme queJuan IT de Portugal les tome la delan-tera. Can las bulas Inter coetera y Du-dum siquidem, otorgadas por Alejan-dro VI, y gestionadas por Bernardinode Carvajal, obispo de Badajoz, y porJuan Ruiz de Medina, obispo de Astor-ga, estan seguros de que las islas y lastierras no ocupadas por principes cris-tianos les pertenecen a ellos.

El entusiasmo del descubrimiento yla grandeza de' alma de nuestros reyesno permitieron prever las dificultades

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enormes que surgman en la pacifica-ci6n de America. Col6n y los primerosnavegantes del Nuevo Mundo no hicle-ron mas que asomarse a una pequefiaventana de aquel mar de confusion queconstituian las tierras y los hombres deIndias. Fray Domingo de Betanzos, enuna carta dirigida al Consejo de Indi as ,resumia el panorama con las siguientespalabras: Todas las cosas de aquestosindios son un abismo de confusion, lle-no de mil cataratas, del cual salen milconfusiones e inconvenientes.

* * *Desde los primeros tiempos I I con-

quistador tuvo que plantearse el si-guiente dilema: '@ perder < Y quitar Iavida. El caracter indio y su modo habi-tual de vida no permitian una conquis-ta por medios pacificos. Espana 10 in-tent6 conel famoso Requerimiento, re-dactado por el [urisconsulto PalaciosRubies. La salida de la magna expedi-cion de Ovando se retras6 porque el do-cumento aun no estaba escrito, A pesardel esfuerzo [uridieo y de Ia buena vo-luntad de las autoridades, el indio noacepto una formula ideada en un paisextrafio en un prineipio para el - Es-pafia->, En aquel dooumento se le .de-cia que adorara al unico Dios existentey que prestara vasallaje a unos reyesque habian reclbldo sus tierras, las pro".pias tierras de los indios, par voluntadexpresa del Pontifioe, Vicario de Cris-to en la tierra y senor de 10 temporaly de 10 espiritual. El Requerimiento, enla mayo!' parte de America, fue un fra-.caso previsible, pero imprevisto, La cul-tura de loshabitantes del Nuevo Mundono estaba, ni mucho menos, a la alturade los aztecas, d e los Incas 0de: los rnis-mos chibchas, Por esta raz6n Espana se

tuvo que enfrentar can culturas e in-culturas milenarias, en estado de letar-go, desconoeidas de tode el mundo. De-bia penetrar en los poblados indigenas,conocer sus ancestrales y barharas eos-tumb.res para ofrecerles despues uncambia de vida.La penetracion no slempre Be consi-gui6 por iguaJ. Los primeros contactoss.edesarrollaron en forma deIucha, Ven-ceria el mas poderoso, y desde Cubahasta Paraguay, en las Antillas, en M e -jico, en Peru. y en Chile, vencedores yvencidos extremaron sus reeursos mili-tares y sus fuerzas. EI espafiol llevaba1a desventaja numerica y el indigena 1acualitativa, Sin embargo, el earacter in-domito del indigena consigui6 destruirbastantes ciudades: Valdivia, la Impe-rial, Angol, Santa Cruz, Chillan y l~Concepcion. Los vencederes entrabanen los poblados aeuchillando a diestro y siniestro. Las muieres y los nifios, rna-niatados como vulgares malhechores,sufrieron las consecueneias de la gue-rra. Durante muchos afios los arauca-

.nos fueron los aucas -enemigos-de los espafioles. Y mientras el guerrerose esforzaba en dominarlos, el coloni-zador Ievantaba ciudades donde convi-vian POl' igual unos y otros. en la pe-ninsula los desconocedores de algunascostumbres americanas, como 1a de ce-lebrar los triunfos can fiestas en -las quese exhibian publicamente las cabezas delos cristianos muertos, alzaban mil vo-ces en defensa del indio. Su propositoera sincero, aunque de Pirineos paraafuera desacreditaran la causa espano-la. Par eso, el Conseio de Indias aten-di6 sus demandas, POl' encargo de losreyes.

, .No todas las voces se levantaban al~ 10


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unisono, Los testimonios acerca de IDSindios, estableciendo un para1elo con elde Las Casas, eran desconcertantes, Unextranjero, Francisco 1 ; , rey de Francia,lleg6 a Ia conclusion de que los indiosson salvajes que viven sin conocimientode Dios y sin uso de razon. Del mismomodo, en Norteamerica los cazadoresde bufalos, durante la canstrucci6n delferracarril transcontinental, trataban yconsideraban a los indios como si nofueran seres humanos, Esta opinioncontrasta, en 10 fundamental, con la deBartolome de Las Casas:' Dios cre6 aeste sencillo pueblo sin mald ad y sin ar-tificio. Son de 10 mas obediente y fiela sus senores naturales y a los cristia-nos que sirven. Son de 10 mas sumiso,paciente, pacifico y virtuoso. Nasonpendencieros, rencorosos, ni querellososo vengativos. Sin embargo, son mas de-lieados que unos principes y mueren fa-cilmente de trabajo 0 enfermedad, Noposeen, ni desean poseer, bienes terre-nos, Seguramerrte esta gente seria lamas santa del mundo si adorasen al ver-dadero Dios.

Gonzalo Fernandez de Oviedo refutasu teoriacensiderando a los indios na-turalmente viciosos y vagos, melancoli-cos, cobardes y, por 10 general, un pue-blo mentiroso y veleidoso. Los cronis-tas nos describen los matrimonios delos indigenes como un sacrilegio. Su uni-co deseo -segun el testimonio de testi-gas oculares- es comer, beber, adorarid o l o s y cometer obscenidades, Hayquienes los pintan libidinosos, idolatrasy veleidosos. En un discurso pronuncia-do en 1525 ante el Consejo de Indias, elilustre dominico Tomas Ortiz declara-ba: En el continente comen carne hu-mana fresca. Son mas dados a la sodo-mia que cualquler otra nacion. No exis-

te [usticia entre elIos. Van desnudos.No tienen consideracion ni al amor nia la virginidad. Son estupidos y tontos.No tienen respeto por la verdad, salvocuando es su beneficia. Son inestables.No tienen eonocimiento de 10 que signi-fica prevision. Son desagradecidos y mu-dables. Haeen alarde de embrtagarsecon unas bebidas que fabrican con eier-tas hierbas. Son brutales, Entre ellos noexiste 1a obediencia, Son incapaces deaprender, Traidores, crueles y vengati-VQS, nunca olvidan. Muy hostiles a lareligion, perezosos, deshonestos, abyec-tos y viles, en sus juicios no son f'ielesa la ley. Mentirosos, supersticiosos ycobardes. No ejercen ninguna industriao arte humano, No quieren cambiar decostumbres. No tienen pledad con losenfermos, y si alguno cae gravementeenfermo, sus amigos y vecinos se 10 lIe-van a las montafias para que se mueraalIi.

A diferencia de otras naciones, Es-pana prefiri6 la atracci6n moral y laigualdad juridica al Ignominioso exter-'.niinio y al lnnoble aislamiento. Ante Iadiflcultad de realizar su proposito, no >podia volverse atras 0 adoptar la posi-ci6n inglesa de abandonar al indio asu propia suerte. La conciencia espafio-la se sublevaba ante el solo plantea-miento de esta .idea. Hasta 1542, Car-los V tuvo el pensamiento de abando-nar el Peru, considerando que habiadespojado a los incas de un imperio queles pertenecia en' derecho. No ~u~' ungolpe de propaganda al estilo actual oconseouencia de una doble intencion conmiras poIiticas. Estuvo a punto de He-var a la practica su prop6sito, y 10 hu-biera hecho si Francisco de Vitoria .nohubiese convencido al emperador de10 descabellado de su idea. La Junta de.

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1542 dictamlno que Carlos V habria pe-cado mortalmente de haber abandona-do el Peru. Solo el genic [uridice-teolo-gfeo de Vitorla, que logro enoontrar ar-gnmentos para [ustificar los derechosdel emperador sabre las tierras del Nue-vo Mundo, pudo salvar al Peru de unasuerte bastante incierta. Es asombrosopensar en 1a rectitud- de oonciencia yen la generosidad de Carlos V,cuando

~ un pais de las dimensiones y riquezasdel Peru habria podido saciar 1a codi-chi 'de niuchos reyes. En consecuencia,l a Corona espanola decidio seguir ade-lante para realtzar Ia .tarea que Dios yla .Historia habian puesto en sus manos.

Los payaguas y guayeurus del Para-

guay eran temidos por sus cruentas in-vasiones destructoras, De ellos se po-di~ -decir 10 quecuentan. del caballo deAtila, que donde pisaba ya no volvia aeraeer la hierba. Las ciudades que su-inan continuos asaltes, como Concep-ci(nl del Bermejo, eran abandonadas,Buenos Aires tuvo que sufrir la enemis-fad india durante dos siglos. Eran dosrazas y des culturas que chocaban. Eiresultado Iogtco era la guerra cuandoel. elemento mas debil no cedia, Si Es-.p~a: no hubiese Ilevado a America masIDQvil que el del enriquecimlento y en-sanchamiento de sus territories, la ra-za indigena hubiera desaparecido delmapa 0, ai menos, hubiese quedado re-ducida a unos cuantos ejemplares demuseo, Como los moviles fueron muydistlrrtos, ya que Espana deseaba for-mar nuevas pueblos, sin prescindir delaborigen, el resultado fue la mezcla enuna eonvivenela regulada -por Ieyes ela-

boradas en Bspafia e inspiradas en lasinformaciones que llegaban de Indias.

Paraguay nos ofrece un ejemplo clari-sirno de fusion hispanoindia, sin efusionde sangre. Casi se puede asegurar quefue un modele de colonizacion (valga laexpresion) Ilevado a cabo 'por Domingode Iraia. En los Iugares en que no se erec-r o o esta fusion, los Indigenes siguieronpractieande sus costumhres salvajes. Enel valle calohaqui vivian la mayor par-te del afio borrachos, abandonados asus instintos salvajes, Reehazaban ta-presencia de los blancos y solo admt-tian, como concesion extraordinaria, lapresencia de des misloneros. Este fue,en algunes rincones de America, el uni-eo auxilio valioso que Espana pudoprestar a sus vasalles indios.

En aquella epoca, mas que en esta,1a raza indigena era indo1ente e inclinadaa Ia pereza, Estaban acostumbrados. avivir, naturalmente, sin haeer ningunesfuerzo para que 1a Naturaleza diemmas de 10 que espontaneamente of're-cia. En el Consejo de Indias y en losmedios oficiales, el indio era consideradocomo menor de ectad. Excepto el pue-blo maya-quiche, todos los demas no ha-bian salido de la barbarie. Desconocianlos fundamentos mas rudimentarios dela civilizacion: e1empleo de metales. En-tonces aun practicaban la escritura je-roglifica. Dadas estas condiciones, losjuristas espafioles elaboraron un siste-ma protector que defendiera sus. inte-reses. Al mismo tiempo redoblaron suesfuerzo para determinar Ia verdaderanaturaleza de los indios y conseguir queabandonasen sus costumbres .n6madasy dejasen de haeer vida civil, reducidosa poblacion, Esta insistencia juridica no

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se concibe mas que conociendo e1 Ze.it-geist espafiol, el verdadero espiritu deIa epoca.

EL PROBLEMA DE LA LIBERTADDesde que Cristobal Co16n llev6 al-

gunos indios a Espana en calidad de es-clavos, el problema de la libertad y dela esclavitud fue un tema que penetroen la conciencia de todos los espafioles,principalmente en Ia de los Reyes Ca-t6licos. Col6n, ademas de ser e1 descu-bridor de America, es, para much os, elculpable de la esclavitud de los indios.

El primer demoerata que se a1z6 enAmerica contra esta tirania fue Fran-cisco Roldan, antiguo criado del Almi-rante, que se sublevo a 10.cabeza de 75hombres. Ojeda tarnbien ccntribuy6 axlevantamiento, prestando todo su apo-yq. Las noticias de los dlsturbios, corre-gidos y aumentados por los enemigos deCol6n, no tardaron en llegar a Espana.Fue tan grande el escandalo que la rei-na quiso poner remedio enviando aFrancisco de Bobadilla como goberna-dol' de la isla de Santo Domingo, -La ae-titud del nuevo gobernador ante el des-cubridor de America fue de una intran-sigencia total. Poco despues de llegar ala isla -IDO de 1500-encaden6 a : Co-lon y 10 envie a Espana. Aquellas ca~denas constituyeron una sefial para losconquistadores: en adelante, quienes es-clavizaran a los indios sufrlrian el rnis-mo castigo. En la Corte la protesta realante el hecho consumado de la esclavi-tud se tradujo en la legislaci6n indianaprotectora de las libertades de los in-dios.

Los organism as oficiales y aquellosque tenian derecho a opinar, en virtuddel poder que ostentaban, concluyerondesde el primer momenta que los in-dios .eran libres como los demas y quela autoridad de sus caciques era legifi-rna, en virtud de un derecho natural quelos Estados no pueden modlficar sin jus-tlficaclon. Sin embargo, saltaba a 1a vis-ta que los Estados pueden intervenir,en determinadas circunstancias, en .elmejeramlento del nivel de vida de otrospueblos. Las circunstaneias de Americadeterminaron que Espana elevara el pla-no social de los pueblos pacificados 7llevara a todos los rincones y todos .leshombres, sin distincion de ninguna clase,Ia sernilla de la doctrina evangelica. Co-mo era de suponer, la realizaci6n de esteplan de pacificaci6n encontro algunosobstaculos, Los mismos hombres que.ha-bian de llevarlo a la pratica. aunque es-taban identificados con la causa espafio-Ia, no llegaban a vel' clare el interes dejaCorona en favor del 'indio. Si hernos .dejuzgar la obra de Espana en America,no debemos juzgar a los hombres que Jarealizaron por los errores que cornetie-ron, sino por las instituciones que Taprotegieron. A pesar de los errores, .elespafiol tiene muchos puntos de venta-ja sobre otros pueblos. No- seria extra-no que si a Espana se la juzga como ..lamas barbara. de las naciones coloniza-doras, es porque tarnbien fue Ia mashum ana. Robertson dice a este respee-to: El concordar el cu1tivo eon la li-bertad y conveniencia de los indies fUeel mayor riegocio y el importante rib-jeto que ocup6 gloricsamente, por es-'pacio de muchos afios, toda la atencien 'de nuestra Corte. Y fue tanta la gene-rosidad de Espana, que algunas veces

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se puso a pique de perder las Colcniaspar conservar y aliviar a los indios.

El estallido que encendio la polemicasecular de la libertad de los indios seprodujo- en 1511 en La Espanola. Lacausa fue el mal trato de los encomen-deros a los indios y la oportunidad deaquellas palabras de San Juan: Yo soyIa voz del que clama en el desierto. Eldominico fray Antonio de Montesinossubio al pulpito, y despues de leer el

. texto evangelico, elevando el tono deVOZ, comenao: YO' , que soy la voz deCristo en el desierto de esta isla y, portanto, eonviene que can atencion, nocualquiera, ,SiRO can todo vuestro cora-zon y con todos vuestros sentidos Ia oi-gals, 1a cual voz as sera laJmas nuevaque. nunca oisteis, la mas aspera y dura.Esta voz es que estais en pecado mortal,y en el vivis y moris per la crueldad

"que usais can estas inocentes gentes.Dedd: ; , - C O I L que derecho, con que [usti-. eia, tenets en tan cruel y horrible servi-dumbre aquestos indios?

Fray Antonio de Montesinos protes-- taba de Ia forma de tratar a los indios,pero en el fondo se levantaba contralos repartimientos, dando a entenderque siestas no existieran no, hahria po-sibilidad de come-tel' abusos. Sin. em-bargo, los repartimientos que habiannaeido espontaneamente en 1501 comoun medlo para que los indios pagaranel tributo que debian como vasallos delrey, se habian eonsagrado Iegalmentenor la cedulaque dict6 Isabella Catoli-ca el 20 de dieiembre de 1503 en Medi--na del Campo. Isabella Cat6lica adrni-tfa e1 trabajo forzoso de los indios, pero

ordenaba que se ajustara con ellos unsalado conveniente, por considerarloshombres Iibres, El trabajo rorzoso no -debe entenderse como una esciavitud,Se establecio porque los indios 10 re-huian, aceptando el principia de 1a com-pulsion estatal, en sustrtucton del regi-men contractual del libre salario. Enuna real cedula dice: En adelante, com-pelais y apremieis a los dichos indiosque traten e conversen con los cristia-nos de Ia dicha isla y trabajen, pagan-doles el [ornal que pot- VO$ fuese tasa-do, 10 eual fagan e cumplan como per-sonas libres, como 1 0 ' son, e no comosiervos: e faced que sean bien tratadoslos dichos Indics.

El sermon del cuarto domingo de Ad-viento de 1511 del padre Montesinos le-vant6 una nobe de protestas, E1 supe-rior de los domiificos, fray Pedro deCordoba, contest6 a Diego Colon y alos colonos que 10 que Montesinos ha-bia predicado Iue de su parecer y con-sentimiento, Antes habian consideradoatentamente 10 que habria de deeir ydeterminaron que predicase con enteralibertad en bien de los espafieles y delos illt1108.

A partir de entonces, el buen tratoa los indios y el problema de la Iiber-tad tuvo sus partidarlos y sus detrac-tores. Entre los primeros, el primerisl-mo, POl' BU fervor exaltado, fue frayBartolome de las Casas, dominieo tam-bien como, fray Antonio de Montesinos;pero el r-ombee de este ultimo no apa-rece en la larga polemica que habia desostener fray Bartolome de las Casas.. - -Desde 1514 a 1566, e1 dominico protec-

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tor de indios no cesa de alzar su vozen pta de 'lura causa en la que- lleva ven-taja. El rey, los teologos y los [uristasestan de so. parte, pero sin el idealismoIaseasiano quepide locnras.

La biografia de fray Bartolome seconfunde eon 1a de un batallador o' po-Iemisra, Las etapas de su vida, desdeque se, levanta en contra de Ia Hamadatirania espanola, son claras: resorma-


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EI dominico Garces, obispo de Tlax-eala, 808tuvO un largo debate para con-seguir el eumpllmiento de Ia ley de1531, que prohibia absolutamente la es-clavltud. Recurrio el Papa Paulo III~despues de agotar otros recursos, y con-siguio que el Papa publicara el 29 demayo de 1537 el Breve PastorC:Jile offi- .cium1 en el que triunfaba la verdaderaconqulsta; La doctrlna del Papa reper-

Mientras que -Iuan Gines de Sepulve- cutio favorablemente en las nuevas le--da sostenia que se puede hacer la gue- yes de 1542. Carlos V afirma; Item,"rra a los Inflelespara apartarlos d e la ordenamos y mandamos de aqui t:n ade-Idolatria y costum:bres inhumanas, pre- lante, aunque sean so tltulo xte rebe-dicandeles despues el Evangelio, Las lion, ni por rescate, ni de otra manera,Casas pretendia demostrar que esa gue- no se puede haeer eselavo indio algu-rra, a pesar de estar dirigida a la con- no, y queremos que sean tratados comoversion de los indios infieles, era _injus- _ vasallos nuestros de Ia Corona .Real deta,puesto qt:le el fin _:_la converslon-> Castilla, pues 10 son. EI mismo empe-no justifica los' medics -la guerra->, radar, en la rev1siQR d e ceaulas del 2QSepulveda, humanism eordobes y cro- de diciembre de 1528, reglament~ de

Eiplantel de te610gQS espafioles fa-moso en todas las Universidades eu-ropeas, interviene en el asunto para dardoctrina. Es un ejemplo clare de. queEspaiiano solo no se desentiende delproblema, sino que 10 afrenta valiente-mente, aplicando un criterio eristiane.El abate Nuix reconoce esta labor he-roiea euando diee: AI principia de losdescubrimientos se cometieron Injusti-cias y crueldades, las cuales, sin embar-go, tuvo Espana la humanidad y el ho-nor de deseubrir s conresar la primeray de precurar pronto remedio con lamayor severidad, de las leyes.s_ Domingo de Soto, Bartolome de Ca-rranza, Bernardino de Arevalo, Pedrode Aragon, SaIinas,- Banez, ano, Fran-cisco de Vitoria, Martin de Ledesma, eldoctor Navarra, los salmanticenses quellenan el siglo XVI y laprimera mitaddel XVII) v . todos 10S -demas teologos yjuristas abordan el problema de la Il-bertad de .Ios indios y de sus derechospara dlbujar el orden mas cenvenien-te, conforme a la justicia y a la razon,enel -Pl'oceso historico de las conquis-tas, descubrimientos y poblaciones que.se hleieron .:en Indias.

nista del emperador,se apoyaba en lacitada teoria tilos6fica de la sumisionpOI' las armas, si no se podia hacer deotro modo, a los que eran esclavos POI'naturaleza. Los mas celebres fil6sofosde ia antigiiedad habian ensenado que,pOI' ley natural! es justo .hacer la gue-rra a los esclavos, si se resistena acep-tar el dominio de los hombres Ilbres,Esta teorfa, desarrollada -en el D~-erat&8 Becundus) fue rechazada en IaJunta 'de profesores de las Universlda-des de Salamanca y Alcal.a_de Henares,Lo-s 14 doctores, teologos _y [uristas,presididos per fray Domingo de Sow,ademas de condenar Ia teoria de SepiiI-veda, nocreyeron conveniente la pu-blleaelon del opu~eulo De justis "bellicausis. .~

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Las faenas de los indios de P P : M d~~ S.Qll !~~.~as que aprendieron hacesiglos con Ia eolonlzaclon espa.fiola


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/Un poblado Indigena adonde aun SE'-- ' conserva Ia hueHa espanola . . . . c :


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afl''l;~J1..'Y' preparando su aliJnento


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-Tndigenas de,regreso de la pesca


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rras y obligados a trabajar, pagandotributo? Sl, POl' el contrario, son salva-j c : : s , ;,no es este hecho una [ustificaclon~del estatuto espafiol en Indias? La res-puesta .que ahara da la alta clase perua-

-. na, [usuticando su trato can .los indios,-~ ~~;' que son animales y o ito hombres. Laj_~ __ " - __ ~rna actitud S C i ! observa en un artieu-La ,1~eeQfiO(;!i:da autorldad de Vitorta, 10 ~ capitan EIl:!ridge Colby, titulado

seguida porIa de sus mas aventajados Howight ! ' JGvage (Como combatirdiscipulos como 'Bafrez, tambien se im- las tribus vajes) , y publleado: enpUS0 en fa discusi6rt. Vito-ria consldera- ,?imerican Jour .of International Law.ba, a los indios capaces de domtnio Y: --duenos- de sus propias haciendas. 8ieran hombres, ;,acaso perderian su con-dicion humana POl' ser infieles, pecado-res, incultos y salvajes? Como el domi-nio no se nmdaba en la gracia y tam- .poco S'e pierde per el pecado, los indiosno dejan de ser Iegitlmcs duefiosde susvldas y de sus haciendas por ser infie-les, POl' 10 tanto, los prlncipes cristia-nos no pueden pri~arle de sus posesio-nes, excepto en e1 caso de medlar unainjuria, que [ustifique el castigo. S610el descubrimiento -de las Indias, unidoa otros titulos Iegitimes, puede ser ba-se de un dereeho, Del mismo modo, elP. Matias Paz, predecesor' de Vitl':lria enla Universidad de Salamanca y uno delos catorce -maestros de teologia que I?TI_1517 intervinieron en favor de los in-dios en los repartimientos y encomien-das, admite la justa intervenci6n y taguerra. Cualquier prineip-e cristiano___:__dice-puede intmtcos infideles inva-dere, terrasque eorum iugo Redempto-ris subilcere, ut, nomen eius, ac perindetottus Trinitatis, per universum orbemdilatetur.En el siglo xx ha surgido la misma

doble pregunta que antafio se formulaen Espana, Si los indios son seres racio-nales, ;,pueden ser privados de sus tie-

tal modo el oautiverio de IcsIndios enIa guerra, que supero todas las ideas-que. entonces cireulaban y prevaiecianell Europa.

Cualquier solucion iue se qulera daral problema esta en Espana, en las 01"-denanzas e instltuciones proteetoras detindio. Ullas y otras son fruto de la "laborde los teologos delsiglo XVI y del XVII,que, ademas de surtir las Universldadesespafiolas, fueron repartidos poe las ca-pitales mas .importantes deEuropa: Fa--ris, Roma, Viena, Fraga, Coimbra y to-das aq_uellas constituidas en foco de cnl-tura, En Lovaina ensen6 -el dominicoespafiol Miguel Ramirez de Salamanca;en Ingolstadt, Gregorio de Valencia,miembro de la Compafiia de Jesus; enOxford, Pedro de Soto y Juan de yma~garcia, Los -nombres de estos profeso-res no son unicos, Espana estaba repre-sentada en las catedras de todos los pai-ses, En Burdeos, en Tolosa y en Mont-pelller, la rica tradici6n espanola con-tinua sa epoea de esplendor. Espana da- a manos Ilenas 10 que tiene y -aun Iequedan hombres para defender los asun- -tos deIndias. Como dice Bayle: Si Es-pafia dio 10-que tuvo, bien abrio Ia rna-no. Ciertamente, no se quedo corta, ens-u _prodtgalinad, porque no admitia.calcnlos materialistas en -una emp-resa:.

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'que, por encima de todo, llevaba el sellode 10 espiritual. El mayor merito denuestros teologos estriba en su fidelidad.a una doctrina que, cuando se presento81caso, no tuvieron temor en aplicar,

ENSAYOS SOCIOLOGICO

La preocupacion de etnologos mo-.dernos se circuns . e al estudio de lavida, costurn , origenes' e historia delas razas ericanas. Muchos basan suses .. s en experiencias de disecadero,otros buscan, en 10's cronistas de la

conquista, los datos que enriquezcansus conocimlentos antropo16gicos. En1879 se cre6 una oficina de etnologia,y, desde entonces hasta nuestros dias,las filas de etn6logos han aumentadoconsiderablemente. Espana contribuyeactualmente a estos estudios, aportan-do, ademas de las actuales investigacio-nes, los datos de una rica experiencia,basada en los hechos de 10s castellanosen Indias. Sin embargo, no ha necesita-do la formaci6n de una ciencia para en-tregarse a la tarea de conocer, en todasu amplitud, la vida de los pueblos queun dia fueron vasalIos suyos. En 1508comenz6 el ensayo soclologico de ma-yor categoria que ha registrado la His-toria. Se trataba .de intentar transfor-mar en campesinos castellanos a losmismos indigenas. Era un tarea arduay dificil, para la que se necesitaba dis-poner de medics y de paciencia, Todos10s indios. no eran adaptables a un nue-vo modus vivendi. La: primera etapa delensayo sociologlco consisti6 en selec-cionar aquellos grupos de indios que'prometian responder al esfuerzo de IaCorona, Ovando fue el primero en rea-

lizar la prueba. Escagi6 dos caciques,Alonso de Caceres y Pedro Colon, en-tre los mas capacitados. Poseian una in-teligencia media, tipo normal; estabancasados y vivian conforme a la doctrinacris -ana; sabian leer y escribir, cosa

'co frecuente en 1508, y ademas ha-bian convivido con los espafioles duran-te algun tiempo. Nicolas de Ovando lesconcedi6 repartimientos de indios paraque vivieran en las mismas condicionesque los espafioles, Aquello .fue un fra-,caso. No sabian admlnistrarse ni admi-nistrar a sus indios. A veces se carnianen un dia los viveres de tad a la serna-na. En lugar de trabajar y de haeertrabajar a las demas, dejaban trans-currir el tiempo en fiestas y danzas. Apesar del fracaso, continuo el ensayo,Las autoridades sabian que era necesa-rio dar tiempo al tiempo y continuaroncon las experiencias .

En 1519 Figueroa estableci6 tres pue-blos de indios libres. No estaban solos,porque tenlan unos administradores que'les ensefi.aban a explotar el oro y a tra-bajar sus tierras. E1 resultado de estaprueba tarnbien fue desfavorable, Figue-roa continu6, sin arredrarse por el fra-caso, y escogi6 dieciseis indios para queextrajeran oro, sin ayuda de los espa-fioles, Durante los dos meses que per-manecieron en las minas obtuvieron untotal de 25 pesos oro. Al final Figueroaconcluy6 POl" entregar los dieciseis in-dios a Pedro Vazquez, alcalde mayor, Yeste los empleo en el utiIitario trabajode construir una fabrica de azucar.

En San Juan de Puerto Rico tambiense repitieron las pruebas, pero no die-ron resultado. En Cuba el periodo deexperiencias soclologicas se desarrollo.desde 1525 a 1535. El gobernador Guz-man propuso a los caciques de varias

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t1'ibus Ia oportunidad de vivir en liber-tad absoluta. Si 5e negaban serian en-tregados, como los demas, .a ot~o enco-mendero. La politica de esta proposi-cion era no forzar la liberrima voluntad"de los indios. Despues de hab1arles delos deseos del rey y de sus propios in-tereses les d~6 IUD plazo de tiempo paraque se reuniesen y decidiesen libremen-te ]0 que iban a hacer. La respuesta queIes dio el cacique Diego, a traves de unInterprete, es digna de figurar en unaantologia de la libertad. EI cacique, ennombre de todos los indios convocados,dijo que el y sus vasallos querian vivirlibres, tener campos propios que culti-val', explotar oro con que pagar el tri-buto al rey, servir a Dios, a la Virgeny pagar diezmos a la Iglesia. En vistade la unanime respuesta el gobernadorGuzman Ies designo unas tierras a vein-ticinco leguas de la capital. Ocurrio 10mismo que en San Juan de Puerto Ricoy que en tantos otros Iugares de Ame-rica. En la investigaci6n que realize elnuevo gobernador Rojas ~n 1532 seencontro con que muchos indios habianmuerto, otros habian huido, y los queaun permanecian en sus concesiones vi-vian hambrientos y casi desnudos.

Guiados POI' el resultado de estaspruebas, muchos de los que antes ha-bian defendido acerbamente 1a libertadde los indios creyeron que eran inca-paces de"vivir en regimen de libertad.Los experimentos de Figueroa en la Es-panola habian producido informes des-favor ables, Lucas Vazquez preferia vera los indios en la condici6n de siervosque como bestias libres. El visitadorJuan Mosqueraparticip6 a los frailesjer6nimos de su pesimismo en relaci6ncon los indios. En los seis alios que leshabia visto vivir en completa libertad,

sin intervencion ninguna, no habian la-brado la tierra ni habian eiecutado na-da de provecho. Sin embargo, la actituddel rey y la del Consejo de Indias nocambi6. Continuo siendo la misma queinform6, durante siglos, la politica es-panola en Indias: Los indios eran 11-bres y debian ser tratados como ta-les e inducidos a aceptar el Cristianis-mo, por los metodos establecidos porCristo.

En el Renacimiento existio una co-rriente idealista continuada despues porla racionalista del siglo XVIII, consis-tente en reconstruir la figura del hom-bre en su primitivo estado de natura-leza, Pretendieron organizar, en el te-rreno de las ideas, comunidades de hom-bres libres, exentos de ambiciones. Que-rian transformar la vida social hastaalcanzar un ideal universal de paz ybienestar entre todos los pueblos. En-contraron las maximas y prineipios dela nueva ordenaci6n humana en la ex-_periencia espanola en Indias. Las des-cripciones de los cronistas y los relatos

. de los navegantes dieron pabulo a quelos pueblos europeos alimentaran du-rante la epoca de esplendor renacentis-ta unas ideas que nunca llegaron a te-ner visos de realidad. Estos hombresidealistas cayeron en el extremo eon-trario de los inventores de la LeyendaNegra. Los unos consideraron el planoideal de la pacificaci6n americana y losotros fueron excesivamente realistas enel dibujo del cuadro hist6rico del en-cuentro con el indio. La pacificaci6n deAmerica no tiene ni los colores debilesde unos ni los tonos fuertes de los otros.

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Los ingleses no Ilegaron a este esta-do hipotetico, pero recogieron nuestraexperiencia para realizar un experimen-to sociologico analogo al espafiol, En e1siglo XVI I John Eliot intento estable-eel' pueblos indios en Natick y en otroslugares de la America del Norte. Unaleman, Priber, ensayo la creacion deuna especie de comunidad de indios deCherkee, .en las provincias fronterizasde Carolina del Sur y Georgia. Fue masaudaz que John Eliot al prornulgar laiguaidadde los indios con todos sus ve-cinos. Mas adelante, cuando las coloniasinglesas obtuvieron su independencia,se propuso crear un Estado indio, perola idea no paso de ser una debil propo-sicion y tampoco cuaio en realidad. Enresumen, Inglaterra ha ofrecido al mun-do un corto ensayo sociologico, realiza-do por particulares y sin solucion decontlnuidad.

POLITICA PROTECCIONISTAMadariaga definio en una ocasion la

politlca como el arte de organizar a loshombres y a las cosas. Y agrega aun:El hombre es el alma de la politica.Esta definicion se adapta perfectamentea la politica seguida por Espana en In-dias. Los reyes espafioles no tuvieronmas vision que la de organizar a lQS in-dios y todos los asruntos relacionados conelias. La creacion de instituciones ex-cluslvas para America, el trasplante deotras ya existentes en Castilla, las 0'1'-denanzas, los avisos y consejos emana-dos de los organismos dependientes delConseio de Indias y las celulas realestenian por objeto crear una politic aamericana con caracter de organizacion

administrativa. La politica descansaba,en la administracion, como actualmenteocurre en Francia.

El politico organizador no podia pres-cindir del elemento humano que se tra-taba de organizar y administrar. 'Co-menzo POl' estudiar ill hombre, especial-mente en su trato can el, y llego a de-terminar el earaeter, entendiendo porcaracter la combinacion de cualidades ydetectos, Una vez determinada la idio-sincrasia del pueblo americano, de-t-er-mino el modo de' organizarle,

EI indio tenia una disposicion natu-ral a ser gobernado, y una indisposi-cion, tambien natural, a ser medlatiza-do. Sus defectos, desde el punto de vis-ta europeo y civilizado, eran mas abun-dantes que sus cualidades. Espana eon-to can todos estos inconvenientes para.organizar el sistema de su politica. To-dos los pasos [uridicos que se daban enIndias estaban calculados. Si se iba des-pacio era porque las circunstancias 10 .requerian, ~ esas mismas cieunstanctas..determinaron que las leyes dictadas enlos comienzos de 'la conquista respon-dieran a las necesidades mas inmedia-tas de la sociedad, que se iba formandopoco a poco. Con esta marcha Espanaconquistaba para la civilizacion un re-ducto inclvlllzado, pero nunca olvidoque en esa conguista el elemento prin-cipal era e1 indio. La norma general eragobernar las Indias delrntsmo modo en .que se regian y gobernaban los reinosde Castilla y Leon, teniendo siempre encuenta la diferencia de las tierras y Iadiversidad de razas.

El adjetivo que mejor callfica la po-litica espanola indiana es el del protec-cionista. Proteccion al indio respecto asus instituciones, siempre : y cuandono fueran contra la ley natural y cris-

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tiana, mejoea en sunivel de vida y un-oruenarniento [uridico que se tradujeseen un gobierno razonado,

LOS abuses de los castellanos,' terna-exclusivo de algunos historiadores mo-.,nogritficQs, no tuvieron earacter de bar-barto refinada, como algunos han di-cho, Cesaron cuando el regimen espafiol~ndianb pudo intervenir en todas par-tes. 81, a pesar de todo, en algunos lu--gares, de America siguieron repitiendo-se los mismos sintomas de barbarie, fuea pesar de las autcridades. Los Juiciosde Residencia, suprlmldos en 1799, fue-

< ron Ulnagarantia contra e1 que quisieseabusar de su cargo. Con este metodo,desde el gobernador hasta e l 'ultimo desus subalternos debia rendir cue-uta desusactos.

Los historiadores contemporaneos, li-bres de prejulcios y sin escamas parti-distas, no han podido encontrar los,mis-mas errores -que se lmputaban a Espanaen otro tiernpo. Un analisis claro de losacontecirnlentos en Indias nos da la vi-sion de, que los habitantes de aquellastierras se incorporaron a la sociedadPOl' medio de Ieyes protectoras, que lescolocaban en la misma situacion de he-cho que los espafioles, '

Entre los quechuas, los obispos y mi-sioneros, en colaboracinn con las auto-ridadesdviles, se estorzaban para quese oumpliesen las 1eyes protectoras de.indlos, En la gobernaeion de Popayan,xtendida en un principio desde Otava-10 (Ecuador) hasta las Antillas, y desdeel Pacifico hasta el Magdalena, 110 tar-do en establecerse el regimen legal deprotecclon. La autoridad de BaltasarPerez de Vivero, marques de la Vega, go-bernador de Popayan desde 1707 a 1713,contribuyo a normalizar la situacion e

infundl respeto a 'Ia ley. En ciertaocasion embarg6 unas encomiendas parlos excesos cometidos por los indios.

Poria misma diversidad del territo-rio y de sus habitantes, fa situation dehecho delos indios no era la misma, yaun la de derecho ofrecia algunas va-riantes. La conducta que se siguio es-tuvo marcada pOI' las' Leyes de Burgosde 1512. En ellas se ordenaba, entreotras .cosas, que ninguna persona pue-cia llamar a un indio perro 0 cualquierotro nombre, a no ser su propio nom-bre, Las directrices de estas leyes fa-cllitaron el asentimlento de pueblos y re-ducciones en terrenos con el agua nece-sari a 'para ei consume del hombre y - delas eaballerias para las faenas agrieolas..can tierras, montes, y ahundante terre-no para que los indios guardasen sus.ganados. Se recomendaba, ademas, entoda la legislaci6n indiana, que se fun-daran pueblos en Iugares proximos a lasminas.

Para defender los derechos de los in-dios se nombro un Protector de Natu-rales, con determinadas obligaciones.Una de elias era intervenir en los [uiciosentre indios espafioles, para defender a100sprimeros, Debian responder de- ladefensa y se hacian responsables decualquier atropello cornetido contra losindios. Si las Ieyes no pudieron impe-dir que se cometieran algunas injusti-cias, los proteetores tampoeo, pero almenos colaboraron para que todos res-petasen al indio. EI fruto de sus Infer-maciones fue bastante proveehoso en 1amayoria de los casos. Una de estas in-formaciones cambi6 la situac16n de losindios del Choeo, Los naturales de estaregi6n trabajaban para el pro-cormrn,sin porter atender sus cosechas y su for-

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macron. Los nifios intervenian .en lasfaenas del campo, abandonando, porconsiguiente, la escuela. No era un ca-pricho suyo ni de sus padres, sino delas autoridades de la provincia de Ta-tama. Alguien que tuviera influenciadebia protestar contra los abuses come-tidos; alguien que, ademas de hacer quese respetase la ley, consiguiese que serespetase al indio. El Protector de Na-turales consigui6 que el licenciado JoseJoaquin Martinez Malo, juez pesquisidor,tomara cartas en el asunto y se coloca-ra en favor del indio. Lo hizo sin mira-mientos de ninguna clase, dietando unasordenanzas, que con ligeras variantes,se hahian aplicado en todos 108 territo-rios de America. EI espiritu de estas or-denanzas es el mismo que Inspire el tes-testamento de Isabella Catolica en 10relativo a las Indias, el mismo que mo-vi6 la pluma de los reyes para despa-char cedulas en favor de los indios, elmismo que di6 impulso a las naves deCo16n, de Magallanes, de Elcano, de LeI-gazpi y de tantos otros.

En la primera ordenanza, el juez pes-quisidor castiga con la perdida de em~pleo y. destierra de la provincia a todaautoridad que permitiese los abusos. Lasegunda ordenanza defiende a los indiosde los que se excedian en sus atribu-tos, quitando 0comprando cosas a pre-cios muy bajos: los [ornales se paga-rian en propia mano y en oro, sin ne-cesldad de intermediarios. En la quintaordenanza se excluye del vocabulariocolonista el termlno servicios perso-nales , porque -afiade- los indiosson libres, Por tanto - termina di-ciendo-, no pueden ni deben dar mu~chachos y muchachas que sirvan y asis-tan en sus casas, por ser contra 10 man-dado, por privHegiada que sea Ia perso-

na. En la sexta se regula el trabajode los indios cargueros, Estos realiza-ban el transporte de mercancias a hom-bros desde el puerto de San Juan deChami hasta Andaguera, en diez u on-cedias, a traves de montafias y de ca-minos de paso dificil. La ordenanza or':'dena que s6lo puedan Ilevar dos arro-bas y reciban 8U jornal en oro 0 pla-ta marcada. Al tratante que se exce-diese en 10 mandado se Ie castigaria,en proporci6n al abuso cometido, conun mes de prision, quince dias con unpar de grillos y otros, quince con lospies en un cepo.Aun mas ejemplar fue la conducta de-

Hernando Arias Saavedra, uno de losfundadores de Nueva Segovia de Ca-Ioto. En su testamento hacia herederosa los indios de su encomienda de la mi-tad de su estancia de Pau. La raz6n deesta generosidad la expone con. las si-

. guientes palabras: Para ellos y susdescendientes, porque se 10 debo y son acargo de muchos y buenos servicios queme han hecho. No se limita a deiarlesla mitad de su estancia de Pau, En .unade las clausulas dice: E eumplido e pa-gado este mi testamento y todo 10 enel contenido, del remanente de los bie-nes que quedaren norribro por mis here-deros a todos los indios de mi enco-mienda, que tengo en terminos de laciudad de Caloto. EI caso de Hernan-do Arias Saavedra no fue algo ins6litoy esporadico en las Indias. Lo repiten,con las' mismas pruebas de desprendi-miento y afecto por los indios, el con-quistador Pedro de Velasco y Zuniga ymuchos encomenderos. Su gesto ,heroi-co es un mentis a 1a leyenda negra y alcomentario, cada vez menos frecuente,'de que los espafioles fueron a Americaa aproveeharse del indio.

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EL MUN:J:CIPIQ

En America la institucion municipalse caracterizo por una tendencia uniti-va de la estructuracion [uridica del Mu-nrctpio espafiol, Ordinariam.ente los ca-bildos estaban constituidos por alcaldesy regidores.. presididos por el goberna-dor 0 POI ' su .lugarteniente, En los pri- .meres tiempos los mismos descubrido-res, con las consignas recibidas por losreyes, redaetaban las ordenanzas muni-cipales de las ciudades situadas bajo sujurisdiccinn, pero desde que se institu-y o el regimen virreinal, la eleecion dealcalde ordinario estaba sometida a laeonfirmacion del virrey, del presidentede la Audieneia, del gobernador del te-rritorio 0 de los corregldores.

La funci6n de los cabildos, ademasde 'Ia -estrletasaente municipal de orden,abarcaba varies extremos. Tenian fa-eultad [urisdicclonal para conocer, engrade de apelacien, las causas falladas_en primera instancia, Tomaban parteen la distribuci6n de tierras y reparti-mientos. Podian castigar, con las penasque juzgasen oportunas y convenientes,a todos los que violasen las costumbresy el orden. Ademas, regulaban, POl' me-dio de aranceles, los honorarios que po-dian cobrarse.

Los indios no eran unos espeetado-res de esta organizacion. Tuvieron de-recho a intervenir en la organizaci6nmunicipal, y de heche 10 consiguieron,En una carta de la emperatriz ala Au-dlencia de Nueva Espana, fechada el 12de julio de 1530, se autorizaba y reeo-mendaba a nombrar indios habiles enlos cargos de regidores y alguaciles, LaRecopilacion de 1680 recogi6 estas di-rectrices de Ia emperatriz, ordenando

que en cada pueblo y reduccion hubie-ra un alcalde indio.

EL MATRIMONIO

Las leyes tambien tuvieron que pro-teger la institucion del matrimonio eon-tra los abuses de los Indios yde los es-pafioles, En e1 terrene de la moral, estefue uno de los .problemas mas graves.con que seenfrent6 el regimen espafiolen Indias. Antes de la llegada de losespafioles, Ia poligamia era bastante CD-rriente entre las tnibus americanas, Loscaciques podian tener varias muieres,esclavizarlas e inc1uso matarlas si lle-gaba el caso, EI robo de mujeres, aunen tiempos de los espafioles, era tre-cuente, Esto causaba la rivalidad deunas trtbus contra otras y en un mismopoblado Iuchas intestinas que deshacianla vida. EI contraste, en este sentido,con la vida civilizada era impresionan-teo EI descubrimiento de America coin-cidio con el renacimlento cultural delmundo civilizado, cuando Europa habiaabandonado sus costumbres rnedievales,El matrimoriio era unieo e indisoluble.Trento pregono por todo el mundo ladoctrina evangelic a, y todos los pueblosfieles a la Iglesia y al Papa acataron la.'ley divina y humana, porque llevaba alplano sobrenatural una aspiracion na-tural del hombre.

El regimen espafiol en Indias tuvoque luchar para dar al matrimonio elIugar que le correspondia, Los misione-1'08 se esforzaban en imbuir estas ideasen los nuevos bautizados y annen aque-llos que solo eran catecumenos,

Para aliviar los problemas plantea-dos entre los conquistadores y las In-

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.dias se foment6 e1 traslado de mujeresblaneas, Se establecieron leyes prote-glendo el matrimonio entre indios y es-.panoles. Se persigui6 lei poligamia y el"adulterio como males sociales. El rna-trimonio, base de la familia, terrninopor ser respetado, De este modo Espa-na afrontaba un problema que, si no.hubiera tenldo e1 valor de solucionarlo0, POl' 10 menos, buscarle una solucion,el destine de America hubiese sido muydistinto del actual.

LA ENSE&ANZAUn americano, Salvador Diego Fer-nandez) natural de Guatemala, ha enal-

tecido la ensefianza espanola en Indiasen terminns sineeros y eloeuentes: Deportentosa puede calificarse la rapidacreaci6n de tantos y tan exoelentes cen-tros de ensefianza, mas si se consideraque esto se logro en un pais vastisimoy.primitivo y muy pecos afios despuesde consumada la conqulsta.Aun resalta mucho mas la obra cul-tural de Espana en America 8i se con-sidera que las colonias inglesas no te-nian ni 'una sola Universidad al decla-rarse la independencia. Humboldt dice aeste respecto: Ninguna ciudad del nue-vo continente, sin exeeptuar las de losEstados Unidos, presento establecimien-tos cientificos tan grandioscs y s6lidoscomo- la capital de Mejico.En efecto, en el siglo XVI se habiancreado eseuelas de indios, de hijos decaciques y de hijos de espafioles, Hastael siglo XVII I el esfuerzo de la Corona,de los virreyes y de los obispos estuvocentrado en dotar a las posesiones arne-rlcanas de medios culturales. Era una

consigna real, que se transform6 enley. En la cedula de 155~, renovada en1562 e incluida como ley en la Recopila-cion (libro I, titulo XXII ley I) 1 se de-elara:


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LoS jesuitas, antes que misioneros,f\leron educadores y euando tomaron asu cargo algunos centros misicnales nodescuidaron la labor cultural iriiciadaen sus colegios. En el siglo XVIII Meji-co lleg6 a un grado cultural comparableal de los paises mas clvilizados deEuropa.

Una de las grandes precupaciones deaquellos tiempos, en relacion-con la en-- sefianza, era el sistema de educaci6nm a s conveniente para los indios. La

euesti6n aleanzo caraeteres de verdade-ra tragedia polemista, olvidando, en elfragor de la lueha, el asunto capitalque les habia llevado a discutir: la en-

. sefianza propiamente dicha. Los detrac-tores de Espaiia y de nuestra obra pa-cificadora en America no han descuida- La encomienda es una instltuci6n dedo esta ocasion para ataear al regimen caracter feudal, originaria de Europa yespafiol indiano. De las polemicas fila- trasladada a America por Iosespafioles,soflco-dldactlco-teologicas han levanta- Encomienda equivale a encomenda,do verdaderas murallas de incompren- commisso 0mandatio, traductendose e nsion. Son los mismes que discuten. ni- la practica en tierras donadas por losmiediiClesaim mayores, cuando se tra- reyes a los nobles.y senores feudales queta de organizar la ensefianza en un pais les ayudaban a eombatir contra los mo-oen sus colonias (en este caso, el ter- ros. E1 nuevo duefio de las tierras reel-mine colonias hasido _empleado en un bidas como premio gobernaba y admi-sentido exacto), nistraba con poder absoluto, percibien-

La pregunta que se haeian los espa- do, incluso, lo s derechos que Iegitima-fioles de entonces era la siguiente: ;,De- mente pertenecian al rey. La instituci6nbian los hijos. de lGSindios aprender el de la encomienda se desarrollo en .Ame-latin y ser instruidos en las profundas rica en tres fases: temporal, vitaliciadoetrinas de Santo Tomas de Aquino, y hereditaria. Poco a poco, y ilmedidao deberian disclplinarse en un sencillo que los eneomenderos adqulrian con-programa de lectura, escritura y arit- ciencia de sus obligacienes, la Coronametica? La respuesta a este interrogan- les coneedia mayor amplitud de movi-te fUe la que dicto la logica, Los poco mientos y la posibilidad de legar a susiniciados comenzaban por los rudimen- legitlmos herederos unas tierras quetos: lectura, escritura y aritmetica ele- _habian fructificado gracias a sus esfuer-mental.. Una ley obllgaba a abrir escue- zos, Fue runsistema para que el espafiollas en todos los pueblos, reducciones y trabajara de eara a1 porvenir y pusleraencomiendas donde hubiese indios. Los los-elmientos del bienestar de otras ge-

el cumplimiento de esta ley quedabanprivados del servicio de sus jornaleros.Los obispos atendian a solucionarelproblema cultural en sus respectivasdiocesis, y . hacian valer su influenciapara que se aumentasen los centres deenseiianza, se introdujeran algunas me-jotas en los ya existentes y se crearanUniversidades. Las de America nacie-.ron al calor de este celo rellgtoso, queinspire al obispo de Cuzco, en una car-ta dirigida a la Corte, can fecha del 11de febrero de 1577, para que pidiese laoreaclnn de una Universidad india.

LAS ENCOMlENDAS

duefiosde las haciendas que hnpldlesen neraciones.25 -


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Las ~encomiendas se establecieron enIndias eon el consejo de los letrados,te61ogos y .canonlstas, Fue un sistemamuy discutido par espafioles y extran ..jeros. Se establecie para regular la vidade los indios, sacarlos de la tirania de.sus caciques, acostumbrarles al traba-jo y a reeibir un jornal por sus esfuer-zos. Algunos eiegos s610 vieron en las en-comiendas una manifestaci6n clara de latirania espanola frente al indio. Es cier-to que se dieron casos de encomenderosque abusaban de su autoridad y no seocupaban del bienestar, educaci6n y me-joraci6n del nivel de vida, como se ha-bian comprometido a hacerlo cuandorecibieron la encomienda. En todas par-tes se cometen abusos y en Americatambien; pero Espana los persigui6,permitiendo. ademas, que se analizaracon sinceridad la situaci6n creada pOl'las encomiendas.

La condici6n del indio en las enco-miendas era la de un operario que reei-be su jornal, se preoeupa de sus pro-blemas y de su formaci6n. Se obligabaa pagar el tributo al encomendero, pe,.1'0 no el vasallaje, que era exclusivo delrey.

Toda Ie legislacion espaiiola acerea delas encomiendas glra en torno a la 01'-ganizaci6n humana y humanitaria deltraba:jo del indio; estableciendo jorna-das y epocas de trabajo que no perju-dicasen la salud y la vida de los pue-blos, tendiendo siempre a 'Irnpedir quese explotase a los indios con .abusos.

Uno de los cargos mas frecuentescontra Espafta es 1a despoblaeion de lasIndlas, a causa de las encomiendas, es-pecialmente por el trabalo de las mi-

nas. Pinelo llamaba al Potosi, adondeacudian todos los afios 2.000 indios, vi-da de extranjeros y muerte de natura-les. Las protestas de fray Bartolomede las Casas y de todos los misioneroslascasianos provocaron la intervenei6nde las autcrtdades en contra ide los des-manes de algunos encomenderos. EIvirrey de Toledo, Hernandarias, rraia,Alvar Nunez, Gonzalo de Abreu y tan-tos otros dictaron. ordenanzas para dis-minuir el trabajo de los indios y evitarsu desaparici6n. Sin embargo, la supo-slei6n de que el trabajo excesivo rea-lizado por el indio era la causa de sudesaparaci6nes totalmente falsa, y estaprovista de un fundamento solido. Ene1 Rio ae la Plata, en 'Iucuman y enParaguay no existian minas, y, sin em-bargo, los indios morian a causer de lasenfermedades y de las terribles epide-mias desoladoras, Estas ultimas meti-varon que el Gobierno rehidera los cen-sos de poblaeion en 1566 y en 1767. -

Tambien se daba el caso de pueblosde indios que rehuian 1a presencia delos espafioles. Esto motiv6 migraclonesde miles de hombres. Abandonaban susterritories, trasladandose en bloque aotras :regiones, habitadas por otras tri-bus, a las que disputaban un pedazo detierra donde poder vivir. De estas dispu-tas territoriales surgieron guerrascrueles entre indios. La discusion porun pedazo de tierra terminaba porr elsacrificio en masa de poblados enteros.La costumbre mlgrateria y la guerraeran dos fen6menos existentes antes deldeseubrimiento de America.

La actitud de los espafioles -frente a1a guerra entre los mismos indios fuede alianza con e1 atacado y de favorhacia el mas debil. Hernan Cortes uti-lizd en diversas ocastones 1a politica de

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la alianza para ganarse a los pueblosque, de no ser asi, se hubiera visto obli-gado a conquistar por la fuerza. Su sis-tema tuvo aceptaci6n entre los conquis-tadores, y se adopt6 desde Nueva Espa-na a la Tierra del Fuego.En el largocaminar del conquista-dor a traves del Nuevo Continente, seencontro con pueblos cuyo unico afanera el de la guerra y la muerte, Las Ie-yendas que aun circulan entre los guam-bianos nos presentan a los pijaos bajan-do de las rnontafias con afan insaciablede matar y comer. Cali, Buga, Cartagey Tunia fueron escenarios de sus tre-:.mendas atrocidades.- Las encomiendas desaparecieron en1803, pocos afios antes de iniciarse Iaguerra de independencia americana,cuando el proceso de emancfpaci6n nohabia eomenzado a fraguarse. S610 sehabian regtstrado algunos chispazos derebeli6n, pero aislados y sin consecuen-cias graves. Era aquella epoca en queEspana dormia plaeidamente, sin pensaren su laurel americano. Ocurri6 un fe-.nomeno contrario a la Naturaleza: enIugar de secarse el laurel, se see6 laeabeza que 10 sostenia. Hasta entonces

las encomiendas habian llenado todo elperiodo de deseubrimiento, pacificaci6ny asentamiento, realizandose por su me-dio la eivilizaci6n del Nuevo Mundo.A partir de 1696 los reyes habian in-tentado abolir las encomiendas. Las ce -dulas despachadas en 1720, 1735, 17'('6,1777 y 1801 consiguleron suprlmirlasen algunos lugares de America. Fueronmuriendo lentamente, en una agoniaque culmina en el reinado de Carlos IV.El 17 _de mayo de 1803 despaehaba unareal cedula ordenando: He venido asi-mismo en mandar se Ineorporen Inme-diatamente a mi real corona reuantasencomiendas subsistan en el Paraguaycontra mis reales c e d u la s ejecu-tadas ya en la mayor parte de mis do-minlos de America, sin admitira losdetentores reeurso que ambarace su de-flnitiva reversion, por no poder asistir-les motivo justo para ello, extendien-dose esta mi soberana resoluci6n a losantiguos mltayos,La ordenanza de 1803 fue el Ayacu-cho .del regimen espafiol en Indias. Des-truy6 deflnitlvamente la instituci6n quedio mas gloria y mas guerra, porque fUela que di6 mas que hablar.

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INDICE

Introduccion, .. . .. - ~ - - ~- - . . . -Posicion espafiola.!!~'" .. , .. ' .. ' "_"'.Contraste historico ... '" ... ." .. , _'."Una empresa arriesgada: ..... , ..e ." ... "',El problema de la libertad ..Ensayos sociologicos.. ., , ,, , _Politica proteccionista ...El Municipio ..... ' .. ' ...El rdiatrimonio .. , .. , ... '" ...La Ensefianza ." "_ ". ". . .Las encomiendas ." ... '"

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Paginas

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1820

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TITULOS PUBLICADOS

N .DN.oN.DN.D

l.-Vista, suerte y al toro.2.-Fiestas y ferias de Espana.3.-Arte.sania.4.-Los territorios espafioles del Golfode Guinea.5.-EI crucero Baleares,6.-Falla, Granados y AIMniz.7.-Conquista por el terror.B.-Espana en los altares.9.-La gesta del Alto de los Leones.

IO.-Ex eombatientes,ll.-La batalla de Teruel.12.-Vida y obra de Menendez y Pelayo.13.-Residencias de verano.14.-Espanoles esctavos en Rusia.15.-La batalla del Ebro.16.-Clima, suelo y agrtcultura,17.-Eliminados.lB.-La batalla de Brunete.19.-La industrializaci6n de Espana.20.-La casa tradicional en Espana.21.-El general YagUe.22.-Museos.23.-OViedo, ciudad Iaureada,24.-Frentes del Sur.25.-Divisi6n Azul.26.-DonosO' Cortes.27.-Regeneraci6n del preso,2B.-La semana tragica de Barcelona.29.-Calvo Sotelo.::lD.-BordadoB y encajes.31.-Seis poetas conternporaneos,::l2.-El general Mola,33.-Mapa gastron6mico.34.-0rellana, descubridor del Ama.zonas.35.-Yo, el vino.36.;;'_Elteatro.37.-Victor Pradera.3B.-El Alcazar.39.-0nesimo Redondo.40.-Ciudades. de lona.41.-Nuestro paisaje.42..Fray .rumpero Serra.43.-Pedro de Valdivia.44.-Andalucia.45.-Marrueeos.46._:_Agricultura y .oomercto,47.-Eseritores asesmados por los rojos.48.-Baleares.49.-EI comunismo en Espana.!fO.-Luchas internas en la Zona Roja.51.-Navarra.52.-Catalufia.

53.-La Marina Mercante.54.-Las ehecas.55.-El mar y la pesca.56.-Rosales.57.-Hernan Cortes.58.-Espanoles en Argelia.59.-Galicia y ,Asturias.60.-Leyes fundamentajes del Rei n o.(Tercera edici6n.)61.-Medicina del Trabajo.62.-El cante andaluz,63.-Las Reales Academias.64.-Jaca.65.-Jose Antonio.66.-La Navidadi en Espana.67.-Canarias.68.-EI bulo de los, carametos envene.nados.69.-Rutas y camlnos.70.-Un ana turbio.71.-Hfstoria de la segunda RePl!blica.72.-Fortuny.73.-EI Santuario de Santa Maria dela Cabeza.74.-Mujeres de Espana.75.-Valladolid (Ia ciudad mas roman-tica de Espana).76.-La GUinea espanola.77.-El general Varela.78.-Lucha contra el paro.79.-Soria.80.-El aceite.8t.-Eduardo de Hinojosa.82.-El Consejo Superior de Investig.a-. clones Cientificas.83.-EI marques; de oomtnas.84.-Pizarro.85.-Heroes espafioles e n Rusia.8B.-Jimenez de Quesada.87.-Extremadura.8B.-De la Republica al comunismo. (Iy II cuadernos),89.-De Castilblanco a Casas vtejas.90.-Raimundo Lulto,91.-El genere lirico.92,-La legi6.n espanola.93.-El caballo andaluz,94.-El Sahara espafiol,95.-La lucha antdtuberculosa en Es.

N.DN .ON .DN .DN.DN.DN.DN .DN .DN .ON .DN.DN.DN.N.oN.oN .DN.DN.oN.oN .DN.DN.DN.DN .DN.DN .DN .ON.DN .ON .DN .ON .DN .DN ;DN .DN .ON .DN .ON .ON .DN .DN .DN :DN .DN .DN .DN .D

N.""N."N .DN .DN .DN .DN .DN .DN .DN .DN.oN .DN .DN.oN .DN .DN.oN .ON .DN .DN.DN . D -N .DN .ON .ON .DN.DN .ON .DN .ON .DN.DN .ON.DN .DN.DN.DN.D

pafia,96.-El Ejercito espafiol.97.-El Museo del Ejercito.98.-1898: Cuba y Fi1iplnas.


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- - - - - - = - = - - - - - - - - - - - - . - - ~ - - - - - - - - - - - - ~ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- I N.D 99;-Gremios artesanos.I N.DlOO.-La Milicia Universitariaa N.DlOl.-Universidades gloriosas.~ N.Dl02.-Proyecci6n cultural de Espana.I~.Dl03.-Valencia.N.Dl04.-Cuatro deportes.N.Dl05.-Formaci6n proresional.I N.Dl06.-EI Seguro de Enfermedad.N.Dl07.-Refranero espafiol,N.Dl08.-Ramiro de Maeztu.N.Dl09.-Pintonis, espafioles,N.D110.-Primera guerra carlista.I N.Dl11.-Segunda guerra carlista.N.D112.-Avicultura y Cunicultura.I N.D 113.-Escultores espafioles,N.D114.-Levarite.N.D115.-Generales carlistas (1).N.D116.-Castilla la Vieja.it N.D117.-Un gran psdagogo : el Padre Man-I N D 118 Tj6n... .- ogliatti y los suyos en Espana.N.D119.-Inventores esparioles,N.Dl20.-La Alberca

N.Dl2l.-Wtzquez de' MellaN.D122.-Revalorizaci6n del campo.N.D123.-El traje regional.N.o 124.-Reales fabricas.N.? 125.-Devoci6n de Espana a Ia Virgen.IN.o 126.-Arag6n.I,N.o 127.-Santa Teresa de Jesus.. N.D128,-La zarzuela.~ N.O129.-La quema de eonventos.~ N.D130.-La medicins; espanola contempo-ranea,N.o l31.-Peman y Foxa.N.D132.-Monasterios espafioles,N.o 133.-Balmes.N.D134.-La prlmera Republica.N.D135.-Tang.er.N.o 136.-Autos Sacramentales.N.o 137.---Madrid.N.? 138.-Genera! Primo de Rivera.N.D139.-Ifni.N.D140.-General Sanjurjo.N.D141.-Legazpi.N.D142.-La Semana santa.N.D143.-Castillos.N.D144.-Imagineros.N.D145.-Granada.N.D146.-El anarquismo contra Espana.N.o 147.-Bailes regionales.N.D148~-Conquista de Venezuela.N.D149.-Figuras del toreo.N.o l50.-Malaga.N.D15t.-Jorge Juan.~.D 152.-Protecci6n fie menores,N.D153.-San Isidro.N.D154.-Nava.na y sus reyes.N.D155.-Vtda pastoril.N.D156.-Segovia.N.o 157.-Valeriano Becquer.N.D158.-CanCiones populares.N.o 159.-La Guardia Civil.N,O160.-Tenerife.

N.D16L-La Cruz Roja.N.D162.-AcervQ forestal.N." l63.-Prisioneros de TeruelN." 164.-EI Greco.' .N.Dl65.-Ruiz de Alda.N.Dl66.-Playas y puertos.N_D167.-Bejar y sus patios.N.D168.-Pintores espafioles (In.N.Dl69.-Garcia Morente.N." 170.-La Rioja.N.Dl71.-La dinastta carlista.N.Dl72.-Tapiceria espanola.N.Dl73.-:-Glorias de la Policfa.N.O174.-Palacios y .jardines.N.D175.-Villamartin.N.D 176.-El toro bravo.N.O177.-Lugares colombinos,N.Ol78.-C6rdoba.N.D179.-Periodismo.N.Dl80.-Pizarras bituminosas.N.Dl81.-Don Juan de Austria.N? 182.-Aeropuertos.N? l83.-Alonso Cano.N? l84.-La Mancha.N? l85.-Pedro de .Alvarado.N? l86.-Calatanazor.N? 187.-Las Cortes tradicionales.N.Oum.-Consulado del Mar.N.o 189.- La novela espanola en la post guerra.N? 190.-Talavera de la Reina y su co.

maroa.N? 191.-F.ensadores tradicionalistas.N? 192.-S01dados osparicles.N? Hl3.-Fray Luis de r.eon.N? 194.-La Espana del XIX vista por losextranjeros. 'N.o 195.-Valdes Leal.N." 196.-Las cinco villas de Navarra.N? 197.-El moro vizcaino.N,? 198.-Canciones infantiles.N.o 199.-Alabarderos.N? 200.-Numa.ncia y su Museo.N? 201.-La Ensefianza PrimariaN? 202.-Artilleria y artilleros. .N.o 203.-Mujeres ilustres.N? 204.-Hierros y rejerrasN.o 205.-Musen Hist6rico de Pamplona.N.? 206.-EEpanoles en e1 Atlantico Norte.N? 207.-Los guanches y Castilla.N.o 208.-La Mistica.N." 209.-La comarca del oebreroN? 210,-Fernando III, el santo ..N? 211.-I"eyendas de la vieja Espana.N." 212.-El valle de Roncal.N." 2l3.-Conquistadores_ espariolas en Esta-dos Unidos.N? 2l4.-Mercados y ferias.N.o 215,-Revistas culturales de postguerra.N.o 216.-Biografia del zserecno.N? 217.-Apicultura.N? 218.-Espana y el mar.N? 219.-La mineria en Espana.N.o 220.-Puertas y muranas.


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El Indio en El Regimen Español

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