El Hombre, Un Animal Pensante Por El P.manuel Carreira SJ

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    EL HOMBRE, ANIMAL PENSANTE

    Dentro de la riqusima variedad de la vida en la Tierra encontramos como algo muy especial lapresencia del Hombre, ciertamente parte del reino animal, pero con un nuevo modo de procederque le sita en un nivel distinto y superior. Es necesario confrontar el problema de este modode existir y actuar, para verlo en el contexto evolutivo y poder establecer los lmites de

    explicaciones biolgicas ante el hecho, tan complejo, de la vida inteligente.

    Lo primero que debemos afirmar es la animalidad humana: toda la vida en la Tierra es, enrealidad, un todo con caractersticas comunes. Aunque pudieron darse otros comienzos devida que no prosperaron, todos los seres vivientes actuales muestran tal similitud de caracteresy propiedades que se hace necesario aceptar un origen nico: todos utilizamos los mismosaminocidos, las mismas molculas con la misma simetra (levgira), la misma molcula deADN para la codificacin gentica. El metabolismo, basado en el agua, la qumica del carbono yla oxidacin, es tambin el mismo en todas las especies, por muy distintos que sean susentornos y su morfologa corporal. Y todos los seres vivientes tienen modos de procederinnatos, transmitidos por programacin gentica, que no presuponen aprendizaje, ni muchomenos consciencia. Estos instintos son tan necesarios para la supervivencia del individuo y de

    la especie que casi definen la vida animal, en cuanto determinan las funciones de alimentacin,defensa y reproduccin.

    Para toda la actividad animal, es necesaria la interaccin con el entorno: este es el papel de lossentidos: rganos materiales que responden a algn estmulo de tipo fsico. Son casiuniversales las reacciones a la temperatura, la presin (contacto), a excitantes qumicos (gustoy olfato), al sonido y la luz. Todo esto es aplicable al Hombre, con diferencias de grado conrespecto a cada animal, como tambin se dan diferencias entre las diversas especies. Yaunque hay sentidos que nosotros no poseemos (por ejemplo el que permite a peces elctricosel encontrar a su presa u obstaculos por su efecto en el campo causado por el animal) sunaturaleza no es totalmente distinta, pues se apoyan en las mismas fuerzas -interacciones- dela materia.

    Estructuralmente, el Hombre se encuentra entre los vertebrados, con un sistema nerviosocentralizado en el cerebro y la mdula espinal, y con los mismos rganos bsicos queencontramos ya en los peces para la nutricin, circulacin, locomocin, reproduccin. Lasemejanza se acenta al considerar los mamferos, y, finalmente, los primates: el materialgentico humano coincide en un 98% con el del gorila. Lgicamente, si aceptamos el hechoevolutivo en todos los niveles inferiores, debemos tambin aceptarlo cuando miramos alorganismo humano: no ha surgido independientemente, con novedad total, sino emparentadocon toda la trama y la historia de la vida en el planeta Tierra, condicionado por los hechos nicosde su evolucin desde hace miles de millones de aos. Tanto as, que esta historia aparececomo irrepetible: cualquier alteracin de hechos concretos, desde el impacto de rayoscsmicos sobre el ncleo de una clula hasta el choque catastrfico de un meteorito gigante,

    cambiara la evolucin en formas imprevisibles. Ni es posible, por tanto, predecir la evolucin encualquier otro entorno, aun de planetas inicialmente muy semejantes a la Tierra.

    Vemos, sin embargo, que lneas evolutivas diversas han llevado a resultados orgnicossemejantes: el ojo del pulpo es tan complejo y eficiente como el de los mamferos, y lo mismopuede decirse de su sistema nervioso. Parece que hay una tendencia insistente en la materiaviva para desarrollar nuevas formas y capacidades hasta los lmites que permiten las fuerzasfsico-qumicas responsables de las estructuras y actividades biolgicas, aunque tal tendencia

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    se realice por factores que, considerados individualmente, son aleatorios y sin finalidad propia.Esto es la aparente contradiccin: el azar no puede ser razn suficiente de orden ycomportamiento dirigido, y tal comportamiento es lo ms obvio en el ser viviente.

    INTELIGENCIA Y CONSCIENCIA

    Como animal racional, el Hombre se especifica por el nuevo tipo de actividad que es elraciocinio, la utilizacin de conceptos abstractos: no se trata de una pauta de comportamiento,posiblemente comunicada por un aprendizaje mimtico, sino de una valoracin de ideas, que noson ni imgenes ni reacciones sensoriales a un objeto material individual. Aun en el caso deideas acerca de lo material, se da un proceso de universalizacin: puedo considerar al elementoCarbonosin tener presente ni un solo tomo, ni haber visto jamas un objeto en que seencuentre, y lo que deduzco de su concepto debe ser aplicable siempre y en todo lugar a cadatomo real o posible de ese elemento. Tal es el fundamento de toda ciencia, que debeconsiderar lo general, ms all de los datos de observaciones individuales, y debe expresar sucontenido con afirmaciones que tienen validez universal, aun en aquello que los sentidos nopueden percibir.

    La existencia de ideas, adquiridas por abstraccin, inferencia o deduccin, permite buscarcausas mediatas o inmediatas, razn suficiente, finalidad, valor esttico o tico: todo lo cual seescapa a la actividad sensorial y no se encuentra en el reino animal en niveles no-humanos. Esen este quehacer donde encontramos la Filosofa, la Matemtica pura, la Poesa; los logros mssatisfactorios de lo que llamamos propiamente cultura: un modo de entender la realidad propiay del Universo que nos rodea que lleva a manifestaciones de arte, bsqueda de explicaciones,estructuras sociales y religiosas. Y esta cultura se transmite por un proceso que utilizasmbolos arbitrarios en el lenguaje escrito y hablado, reforzado muchas veces por actividadessignificativas, de modo que cada generacin se beneficia de los logros de sus antepasados enun proceso de aprendizaje que no se da en ningn grado en los animales de especie algunafuera del Hombre.

    La concatenacin ideas-significado-consciencia presenta aspectos diversos de un nicoproceso que constituye la realidad de la vida racional. Un YO integrador de experienciasmltiples percibe la actividad sensorial, abstrae elementos comunes, sintetiza conceptos,determina su validez, escoge los medios de comunicarlos, goza de sus implicaciones de ordeny armona. En todo ello el sujeto se conoce a s mismo como centro de actividad independiente,y este conocerse y conocer da lugar a decisiones de actividad claramente percibida como libre,hasta el punto que una idea puede ser apreciada de modo que lleve a un proceder totalmentecontrario a los instintos ms bsicos: pensemos en todos los que han dado su vida por su fe,por su honor, por la patria.

    El conocer es razn de actividad porque tiene consecuencias de valoracin tica y afectiva: sebusca lo que se ama y se percibe como bueno, aunque tal bondad sea totalmente distinta de

    ninguna satisfaccin sensorial: Dios es la suma Bondad que ha llevado a los mayores extremosde amor y sacrificio desinteresado, aun en una fe que nos lo presenta como totalmente Otroysin atributo alguno sensible o imaginable. La bsqueda de Verdad, Bondad y Belleza resumetoda la actividad del Hombre como ser racional, impulsado hacia una realidad que no apareceen ninguno de los estratos de la materia, ni puede detectarse por ningn instrumento niexpresarse con ninguna medida ni atribuirse a ninguna de las fuerzas fsicas.

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    La consciencia es, primeramente, el conocimiento reflejo del propio conocer y de los estados ydecisiones que de l se siguen. Solamente conocemos de una forma muy imperfecta y casiexterna nuestro propio organismo, aun el cerebro: su estructura, tejidos, neuronas, transmisinde seales, son descritos en una fisiologa muy reciente, que utiliza los mismos instrumentospara estudiar el cerebro humano que el de los animales. Conocemos a la materia de nuestrocuerpo como sede de actividad sensorial, y aun en sta es ms evidente el estmulo que el

    rgano, al que debemos investigar laboriosamente. La materia no es consciente de s mismaen ninguna de las actividades orgnicas, ni siquiera en la actividad cerebral: no sabemos cmose relaciona la actividad neuronal con el contenido de consciencia y pensamiento, ni cmoacta ninguno de los rganos o las influencias que pueden darse entre biologa y psicologa.

    En Fsica se DEFINE a la materia por sus interacciones: la totalidad material (partculas,energa, vaco fsico, espacio y tiempo) es todo y slo aquello que puede tener interaccin poralguna de las cuatro fuerzas, gravitatoria, electromagntica, nuclear fuerte y nuclear dbil.Cualquier otro significado que se d a la palabra MATERIA debe justificarse por algunadescripcin de actividad comprobable experimentalmente: no pueden incluirse en ese conceptootras propiedades ms o menos arbitrarias para resolver cualquier dificultad en otros campos, ocaeramos en una utilizacin irracional del lenguaje.

    Atenindonos a este rigor de los conceptos cientficos, debemos especificar el tipo de actividadde cada fuerza, y sus lmites como explicacin de una realidad indudable. La gravedad da lugarsolamente a procesos de contraccin de la materia en astros de diversos tamaos, as como asus movimientos en rbitas calculables con gran exactitud (al menos en principio) y a laproduccin de ondas gravitatorias, aunque stas slo se infieren en sistemas estelares y no sehan podido detectar directamente. Las fuerzas nucleares mantienen unidas a las partculaspesadas del ncleo atmico o transforman unas partculas en otras, y tienen un alcance tanreducido que solamente son efectivas en radios de accin menores que el dimetro nuclear.

    La fuerza electromagntica explica las atracciones y repulsiones responsables de la aparenteimpenetrabilidad de la materia, de su dureza y elasticidad, de la qumica y la estructura de

    cristales o tejidos vivientes. Explica tambin la existencia y propagacin de ondas aun en elvaco fsico, desde ondas de radio a rayos gamma, incluyendo la luz visible; tambin laexistencia de lo que llamamos campos elctricos y magnticos: modificaciones de laspropiedades del espacio que influyen en la trayectoria de partculas con carga electrica. Es sinduda la fuerza de mxima variedad de efectos, y la que interviene en las funciones vitales,desde la actividad sensorial hasta la estructura del ADN.

    Aun as, es claro que ninguno de los efectos indicados tiene como consecuencia ni laconsciencia ni el significado ni el pensamiento abstracto. Mientras que todo lo anteriormentedicho permite la posibilidad de observacin y medida cuantitativa con instrumentos adecuados,ningn nmero expresa la consciencia ni el valor de una idea o sus implicaciones ticas oartsticas. Podemos detectar la presencia de minsculas corrientes en el cerebro durante

    perodos de actividad intelectual, pero ningn parmetro medible indica el valor de verdad obelleza de una idea. Cada neurona se comporta como un transistor cuya nica funcin es eltransmitir o bloquear una seal, pero que no determina en modo alguno su significado. Ni puedeexplicarse la autoconsciencia por el conjunto de corrientes elctricas, aunque sean miles demillones las neuronas y sus conexiones: si cada seal o clula no tiene nada de consciencia,tampoco puede tenerla el conjunto. El pensamiento no es una secrecin del cerebro como hanintentado sostener autores que comienzan con el prejuicio filosfico (no cientfico) de quesolamente puede existir la materia y sus procesos.

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    El conocido cientfico Stephen Hawking, en su libro La Historia del Tiempo,afirma que si seconsigue la Teora del Todo, que unifique las cuatro fuerzas en una sola descripcin terica ymatemtica, tal teora debe ser capaz de predecir, en principio, que yo estoy leyendo su libro.Esta afirmacin es totalmente gratuita: ni el autor ni cientfico alguno ha podido establecer unarelacin causal entre las fuerzas fsicas y la libertad y consciencia del Hombre. Por el contrario,

    Roger Penrose (maestro y colaborador de Hawking) dice en La Nueva Mente delEmperadorque ningn grado de inteligencia puede atribuirse a ordenadores actuales o futuros:como meros conjuntos de dispositivos para el paso o bloqueo de corrientes, por muchos quese incluyan en el aparato, no darn lugar a inteligencia artificial en el sentido real de la palabra, nia consciencia o libertad que presuponen verdadera inteligencia y pensamiento abstracto. Losordenadores ms complejos ni saben lo que hacen ni tienen iniciativa alguna para hacerlo, ypueden remedarse sus operaciones con sistemas meramente mecnicos, aunque sean muchoms lentos.

    EL ORIGEN DE LA INTELIGENCIA

    Por lo expuesto en la seccin anterior, si ninguna de las fuerzas fsicas puede ser razn

    suficiente de la consciencia y la inteligencia humana, es necesario en toda lgica el admitir otracausa distinta. Pero como son las cuatro fuerzas las que DEFINEN a la materia, esta nuevacausa no puede ser materia. Una realidad no-material (espiritual) debe darse en el Hombre,ntimamemnte unida a su realidad orgnica, formando un todo capaz de dos rdenes diversosde actividad, con influjos mutuos ciertamente, pero con operaciones y resultados distintos. Nose trata de un dualismo, en que se propone la coexistencia de dos seres bsicamenteindependientes en un todo pasajero y forzado, sino de una dualidad real de elementos que seinfluyen mutuamente como partes de un todo sustancialmente llamado a existir como tal. Esverdad que resulta difcil entender esta unin y no sabemos explicar ni el influjo mutuo ni elhecho de la unidad de la persona a travs de todos los cambios orgnicos, pero el no conocerla explicacin no invalida el raciocinio que hemos presentado, y que solamente puede tenercomo alternativa la afirmacin puramente gratuita de una quinta fuerza de consciencia ya

    presente en las partculas elementales y capaz de crecer cuantitativamente con la complejidadde un sistema material. Tal suposicin cambia la definicin de materia ms all de los lmitesaceptables en las ciencias fsicas.

    Esto es, sin embargo, lo que implican ms o menos claramente las posiciones totalmenteevolutivas que tratan de explicar la inteligencia humana como la mera consecuencia necesariade la mayor complejidad cerebral, determinada a su vez por factores tan secundarios como lapostura bpeda, la capacidad fontica o simplemente el valor de supervivencia de la inteligencia.Es verdad que la inteligencia ayuda a la supervivencia del Hombre, pero esto es, en gran parte,

    porque, como organismo, el ser humano es muy indefenso en su etapa infantil tan prolongada, ysigue siendo muy falto de especializacin en su edad adulta. De haberse desarrollado lainteligencia para superar tales limitaciones, el hombre primitivo no habra sido viable: es

    necesario aceptar la inteligencia desde el primer momento en que hay hombres que lanecesitan.

    Tampoco es argumento en favor de tal explicacin el hecho obvio de la supervivencia, durantecientos de millones de aos, de especies de inteligencia nula (en el sentido expuesto): desdeinsectos hasta dinosaurios han sido capaces de continuar y florecer en el planeta duranteperodos mucho ms largos que la edad del Hombre. Lo mismo podemos decir incluso demicroorganismos, que son todava, con mucho, la forma ms abundante de vida en la Tierra.

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    Tampoco es razn satisfactoria de la inteligencia humana el sugerir que la postura, evitando lacompresin del cerebro contra la espina dorsal, permite su desarrollo y as lleva a la inteligencia.Ya queda expuesto el fallo lgico de atribuir la inteligencia solamente a una mayor complejidad

    cerebral, como si fuese el pensamiento una secrecin de las neuronas; el segundo fallo lovemos en el hecho obvio de animales que podran haber desarrollado libremente el cerebro (por

    ejemplo el avestruz) y que no lo hicieron, o que s tienen grandes cerebros, pero no soninteligentes, como el delfn y el elefante, ambos de mayor masa cerebral que el Hombre. Ni haycorrelacin entre tamao e inteligencia en la raza humana; incluso se considera mayor lacapacidad craneana media del Hombre de Neanderthal, y la tendencia de los ltimos miles deaos en el Homo Sapiens es hacia una disminucin de masa enceflica, que no vaacompaada de indicacin alguna de menor inteligencia.

    Ms llamativa todava es la inversin lgica de atribuir el desarrollo de la inteligencia a laposibilidad de emitir sonidos articulados, como si la posibilidad de lenguaje exigiese el tener algoque decir: ciertamente no es as cuando habla un loro, aunque pueda hablar en diversaslenguas como resultado de su entrenamiento. Ni es la estructura sintctica algo previo allenguaje y su contenido conceptual, sino al contrario: lo que se desea comunicar determina las

    formas en que se da la comunicacin. No hay ni fonemas ni smbolos visuales que obliguen aun determinado contenido de ideas, y las mismas ideas pueden expresarse en lenguajesdrsticamene diferentes en formas gramaticales y sintcticas, aunque pueda resultar msadecuado un lenguaje para algn contenido concreto, cientfico, filosfico o potico.

    La emergenciade la inteligencia a partir de la materia solamente puede significar que estabapresente, sumergida, en etapas previas. Tal afirmacin es gratuita, sin apoyo fsico ni filosfico,pues no hay razn terica ni base experimental para ella dentro de la ciencia, ni es compatiblecon el principio de razn suficiente cuando se da la definicin adecuada de lo que entendemospor materia. Simplemente introduce una nueva palabra para decir, de una forma mas velada,que solamente puede existir la materia y que toda actividad tiene que deberse a ella: unreduccionismo ya propuesto por filsofos antiguos, central al marxismo, y asumido de nuevo

    por las corrientes positivistas. Pero el cambiar las formas de decirlo no aumenta su credibilidadcomo explicacin porque no introduce razn explicativa alguna: si se acepta esa postura, tieneque ser por prejuicio previo o por seguir a algn autor en forma poco crtica.

    Variaciones en el emergentismo pueden llegar hasta proponer alguna programacin inicial en eldesarrollo de los organismos vivientes para que aparezca la inteligencia, incluso atribuyendo talprogramacin a agentes extra-terrestres. Una vez ms queda sin explicar qu determina talprogramacin supuesta: cualquier forma de cdigo gentico o bien da lugar a estructurasorgnicas o a comportamientos instintivos, pero no a ideas ni operaciones mentales que no sonde orden material. No es programable en un ordenador el que tenga consciencia ni libertad paraelegir el tipo de actividad a desarrollar, aunque pueda programarse una reaccin controlada pornmeros aleatorios ante diversos datos recibidos del operador o de instrumentos.

    Todava puede insistirse en los ejemplos, tan abusados, de produccin ciega de obras literariaso de significado por procesos deterministas o aleatorios: la permutacin sistemtica desmbolos alfabticos llevar a escribir todas las obras literarias posibles en cualquier lengua conesos smbolos; la permutacin aleatoria de unas pocas letras, llevar a la formacin de palabrascon significado. En estos casos se quiere afirmar que lo que parece exclusivo de la inteligenciapuede darse sin ella, para luego atribuir su emergencia a procesos semejantes suficientementerepetidos durante mucho tiempo. En realidad tales ejemplos son falaces, pues presuponen que

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    las letras de un alfabeto y las palabras que con ellas se forman tienen contenido de significadopor s mismas, cuando es obvio que ocurre lo contrario: son signos arbitrarios que presuponenla creacin consciente de relaciones entre los smbolos y su significado. Tiene que darse unlenguaje, un sistema de escritura, una gramtica, y todo esto tiene que ser conocido por el queobserva el resultado de cualquier permutacin. De lo contrario, slo habr manchas en unpapel.

    Recordemos tambin, como ya queda indicado, que el azar no es un agente fsico, sino elresultado de querer establecer relaciones entre objetos o sucesos realmente independientes.Por eso no es nunca razn explicativa suficiente, ni puede ser causa de constancia ni orden niestructuracin; el atribuir a la casualidad lo que muestra el grado sumo de complejidad y ordencomo es el conocimiento humano abstracto (que incluye toda ciencia, arte, filosofa) es,verdaderamente, renunciar a la racionalidad y terminar diciendo que la grandeza de la culturahumana se explica con un pueril porque s.

    El ltimo refugio del reduccionismo materialista es la afirmacin de una confianza ciega enfuturos avances tericos que podrn explicar la consciencia y la inteligencia en trminos de lasfuerzas y las estructuras de partculas a diversos niveles. No puede demostrarse que no

    ocurrir as de una forma convincente para quien no quiere atenerse a rigor cientfico. Pero esclaro que tal postura esconde en realidad un prejuicio que niega la misma metodologa sobre laque pretende apoyarse: busca justificar una posicin como cientfica sin tener ningn datoexperimental que la compruebe con hechos conocidos o que puedan preverse como extensinde teora alguna.LEYES FISICAS Y LIBERTAD

    Se afirma como incompatible la existencia de verdadera libertad humana y la posibilidad deciencia cierta, y de tal incompatibilidad se deduce que no hay actividad libre. La razn aducidaes la necesidad de predicciones ciertas para que haya ciencia, o, por el contrario, el reducir todaactividad a un caso del infinito nmero de probabilidades que se supone tienen que darse encualquier situacin. La persuasin humana de ser responsable de los propios actos, con sus

    consecuencias jurdicas y ticas, se descarta como una ilusin en ambos casos.

    En la interpretacin de la Mecnica Cuntica de tipo probabilstico se afirma que todo lo que esmatemticamente posible (probabilidad no-cero) tiene que ocurrir de hecho. Tal afirmacin llevaa suponer infinitos universos, constantemente multiplicndose para acomodar todos losposibles valores de las funciones de onda de sistemas microscpicos o macroscpicos. Laimposibilidad de comprobacin experimental de tal postulado, adems de su gratuidad, reducenesta explicacin al mbito de una mitologa acientfica, que no necesita mas refutacin que laexigencia de pruebas para algo que ignora completamente la economa explicativa de la navajade Ockam.

    El conflicto entre libertad y predicciones ciertas se basa en querer reducir a leyes de la materia

    lo que no puede explicarse por ellas. Las leyes de la Fsica permiten describir el procesodetallado de flexionar un brazo, con las tensiones de msculos , el papel de tendones y huesos,el gasto de energa y sus fuentes, pero no puede explicar por qu el brazo se dobla cuando YOQUIERO. A esto se reduce el conflicto: la explicacin fsica no es total en este caso, como no loes en la descripcin de la contemplacin de una puesta de Sol y el placer que la acompaa, nien el caso de una lectura potica o la comprensin de una frmula matematica. El mismoEinstein, ante la pregunta de si crea que todo podra ser expresado en terminos fsicos,respondi que tal intento seria tan absurdo como describir una sonata de Beethoven como la

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    curva de variacin en la presin atmosfrica, resultado del sonido de los instrumentos. Larealidad es mucho ms rica, y ninguna metodologa o modo de conocer es suficiente para cubrirtoda su variedad.

    Podemos tambin recordar lo que la moderna teora del caos nos dice acerca de la prediccincierta en sistemas complejos: su variabilidad como consecuencia de pequesimos cambios en

    las condiciones iniciales hace que el estado futuro sea incognoscible a largo plazo. Ni siquieraes posible calcular la posicin de los planetas en el sistema solar en perodos de millones deaos, pues sera preciso conocer su posicin actual con precisin de milmetros, y conocertambin sus masas y velocidades con precisin comparable. No se destruye la ciencia portales limitaciones, como tampoco se destruye por la imposibilidad, aun terica, de conocer elcomportamiento de la materia en un agujero negro.

    El hecho de la libertad es el fundamento de la responsabilidad, sin la cual no puede habersociedad humana a ningn nivel, ni puede haber concepto de deber, derecho, justicia. Es claroque ningn proponente de su negacin quiere, en la prctica, aceptar sus consecuencias. Sequeda as en una esquizofrenia absurda, negando con el comportamiento, y las exigencias quese hacen de los dems, aquello que se afirma dogmticamente en el orden terico.

    Por ser sujeto de deberes, el Hombre es tambin sujeto de derechos, precisamente paragarantizar su desarrollo como animal racional: derecho a los cuidados de la familia para lanutricin, crecimiento y educacin, derecho a la libertad de actividades legtimas como individuoy en sociedad. Y por ser todos los seres humanos de igual dignidad en todos estos aspectos,no es nunca lcito el someter a una persona al capricho o el provecho de otra u otras: esclavitud,aborto, eutanasia, manipulacin gentica, niegan esta dignidad que el Hombre no recibe de lasociedad ni de ningn consenso ms o menos pasajero, sino de su propia naturaleza y suCreador, con lo cual es patrimonio inalienable de cada individuo.

    ESPIRITU Y MATERIA

    El concepto de realidad no-material como explicacin de la inteligencia es equivalente a laafirmacin de un alma, espritu, que no entra dentro del marco de fuerzas y leyes fsicas, ni esimaginable en modo alguno, aunque sea comprensible como la causa suficiente deconsciencia, inteligencia y libertad. Su existencia no puede justificarse por ningn modo detransmisin ligada a la herencia gentica, pues al no tener estructura material no puede dividirseni reproducirse con ninguna materia primadel entorno: es necesario acudir al concepto estrictode creacindirecta por un Ser tambin espiritual, pero de potencia infinita (exigida por todacreacin, aun de materia). Y esto es aplicable a la creacin de cualquier persona individual, ascomo a la raza humana.

    El momento y situacin histrica de esta creacin de la humanidad nos son desconocidos.Puede darse una etapa muy larga de existencia humana sin que queden restos arqueolgicos

    que lo indiquen: aun hoy se dan tribus que no utilizan la piedra, sino solamente la madera (en la jungla) y que no dejan huella permanente de su paso, aunque son tan inteligentes comocualquier otro ser humano moderno. La primera prueba irrefutable de humanidad la tenemoscuando se dan instrumentos complejos, incluso decorados con incisiones o colores; pinturasrupestres, en muchos casos de gran calidad artstica; enterramientos que solamente soncomprensibles como consecuencia de una intuicin de un ms allcon algn modo desupervivencia.

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    Este deseo de supervivencia es caracterstico del Hombre en todas las culturas: a pesar de laexperiencia obvia de la muerte y corrupcin, en apariencia como la de los dems animales, sedan ideas religiosas que incluyen de algn modo la negacin de nuestra propia caducidad. EseYO que permanece a traves de todas las vicisitudes de la vida permanecer tambin tras elmisterio de la muerte, no solamente en la memoria o en la descendencia familiar, sino en unarealidad invisible pero, en muchos casos concebida con actividad semejante a la de la vida

    ordinaria. Y esta supervivencia se considera ligada a ceremonias o enterramientos adecuadosaun en muchas culturas actuales.

    Es digno de ponderar el hecho de que en nuestra poca la produccin y transmisin de datos, lainformtica, es la tecnologa de mayor vitalidad e importancia en todas las sociedadesdesarrolladas: algo intangible y sin propiedades fsicas viene a ser el ndice de progreso. Perohay quienes hablan del Hombre y de su supervivencia en trminos tan materiales que llegan aafirmar la inmortalidad de un enfermo porque se mantienen en un cultivo de laboratorio lasclulas del cncer que caus su muerte, o se sugiere como equivalente a la existencia real eltener en algn tipo de memoria electrnica la informacin gentica de su ADN, como si unacantidad cualquiera de dominios magnticos fuese igual a la entidad de la persona, sin dar valoralguno a sus ideas y logros en los campos del saber, el arte o la tica, y a las relaciones con

    otros seres humanos. Es un punto de vista ms limitado que el de nuestros antepasados dehace miles de aos que ya honraban a sus muertos con ofrendas en las tumbas de la Edad dePiedra.

    Como pregunta final en este tema, podemos considerar la evolucin futura de la humanidad. Nose ha dado evolucin orgnica en la historia del Homo Sapiens, que cubre un tiempo cortodentro de la evolucin de especies vivientes. Por ser el Hombre capaz de modificar su entorno,la presin de adaptacin no acta como agente selectivo, y esto ser cada vez ms obviosegn avanza la tecnologa que permite la vida humana en cualquier entorno. Tampoco esverdadera evolucin en sentido biolgico ni la capacidad de comunicacin por toda la Tierra ni ladisponibilidad de medios culturales: no hay una consciencia planetaria verdaderamente tal,como no hubo nunca consciencia tribal; slo el individuo es consciente. Y cada nio al nacer en

    nuestra poca es indistinguible de los que nacan hace 20.000 aos en las cuevas de Altamira.