El Fuego Lacerante

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EL FUEGO LACERANTE Editorial Universo S.A., Lima-Perú 1970. R. T. En este poemario, el autor muestra sus inquietudes íntimas ante las vivencias originadas por su mundo circundante y por los eternos enigmas de la vida y del universo, sin dejar de lado la añoranza de su terruño. Los poemas varían tanto en la estructura de las estrofas, como en el tono, ritmo y movimiento de su interna concepción. Es así como la monotonía está ausente, y, en cambio, la variedad temática y la diversidad métrica proyectan novedad y sugestión a las páginas del libro. Contiene: El fuego Lacerante,que incluye Curriculum Vitae, Declaración Jurada, la Balada del Guerrillero y otros. El Laberinto Alucinado, poema largo, de varias estrofas. PROLOGO Escrito por Julio Galarreta González Tu amical gentileza me ha brindado la feliz oportunidad de deleitarme con la lectura de tu poemario inédito, cuyo contenido ha confirmado la impresión que ya tenía de tu obra poética. Conocía, pues, tu poesía édita, leída una y otra vez con verdadera fruición: desde Cántaro, pasando por Yaraví, El País Inefable, Oración y Blasfemia, El Rumor de la Palabra Desgarrada, hasta Canciones Jubilares e Imágenes Florales. Por tanto, ocasión he tenido de conocer y apreciar tus innatas cualidades de poeta así como la versatilidad de temas y de estilos que se advierte en tu trayectoria de creador. Al leer tu poemario, en mi intimidad regocijada he recordado un verso del magnífico poema de Mario Florián que aparece en la página liminar de un libro tuyo. Lo repito ahora porque expresa con exactitud lo que tu poesía sugiere. En rubeniano

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EL FUEGO LACERANTEEditorial Universo S.A., Lima-Per 1970.R. T.En este poemario, el autor muestra sus inquietudes ntimas ante las vivencias originadas por su mundo circundante y por los eternos enigmas de la vida y del universo, sin dejar de lado la aoranza de su terruo. Los poemas varan tanto en la estructura de las estrofas, como en el tono, ritmo y movimiento de su interna concepcin. Es as como la monotona est ausente, y, en cambio, la variedad temtica y la diversidad mtrica proyectan novedad y sugestin a las pginas del libro.Contiene:El fuego Lacerante,que incluye Curriculum Vitae, Declaracin Jurada, la Balada del Guerrillero y otros.El Laberinto Alucinado, poema largo, de varias estrofas.

PROLOGOEscrito por Julio Galarreta GonzlezTu amical gentileza me ha brindado la feliz oportunidad de deleitarme con la lectura de tu poemario indito, cuyo contenido ha confirmado la impresin que ya tena de tu obra potica. Conoca, pues, tu poesa dita, leda una y otra vez con verdadera fruicin: desde Cntaro, pasando por Yarav, El Pas Inefable, Oracin y Blasfemia, El Rumor de la Palabra Desgarrada, hasta Canciones Jubilares e Imgenes Florales. Por tanto, ocasin he tenido de conocer y apreciar tus innatas cualidades de poeta as como la versatilidad de temas y de estilos que se advierte en tu trayectoria de creador.Al leer tu poemario, en mi intimidad regocijada he recordado un verso del magnfico poema de Mario Florin que aparece en la pgina liminar de un libro tuyo. Lo repito ahora porque expresa con exactitud lo que tu poesa sugiere. En rubeniano alejandrino, sugeridor y armonioso, Mario Florin deca: "Del pen de tu pecho nace la poesa". Y esto es cierto, y muy cierto. La explicacin de esta certidumbre la hallamos en estos versos tuyos:"Al dar el corazndoy un pedazode vida y vida dejoen cada huella;"Efectivamente, mi dilecto amigo, en cada poema tuyo se siente la pendulacin vital, honda, efusiva, de tu corazn de hombre y de poeta: de hombre que vive en poesa y de poeta que vive de hombredad. Y es que t, Antenor, naciste con destino de aeda y de bardo, de vate y de haravicu, mas no de cantor onanista y genuflexo, proclive a loanzas y homilas. Por eso est en ti el poeta que se realiza plenariamente en funcin de su totalidad de hombre, es decir, de su hombredad entendida a la manera de aquel don Miguel de Unamuno: poeta cabal porque supo crear poesa desde su raz de hombre, agonioso y vertical. Cuando esto ocurre y es tu caso-, se escribe con la trmula palpitacin de la sinceridad, sin el engolamiento presuntuoso de los liridas de saln o de capilla, ni el malabarismo acrobtico, jactancioso, vocinglero, de los poetas de caf y de bohemia, idlatras de lo forneo, paramental y efmero.Tanto los engolados como los malabaristas ignoran que la poesa autntica suele darse en una expresin llana, sin ornamento, o bien artsticamente elaborada, pero con un contenido que emerge de la abismtica y palpitante reconditez de una vivencia personal; puesto que, en definitiva, lo verdadero y perdurable de toda poesa depende la hondura y autenticidad de la vivencia potica. Fuera de ella, habr elucubracin intelectualoide de seoritingo, o evanescente alambicamiento de monje torturado, o virtuosismo colorinesco de prestidigitador de aldea, o algazara verbalista de arengador de plazuela, pero nunca, nunca habr poesa. Por qu? Porque la poesa es eclosin esttica de la vida. No es acaso, el fruto de una vivencia gensica, raigal, eviterna, la poesa de un Kalidasa, de una Alceo, de un Virgilio, de un Bcquer, de un Rilke, de un Whitman, de un Vallejo?En la lrica gama de este poemario, encontramos motivos que van desde tus ntimas inquietudes hasta los aconteceres y las vivencias originados por tu mundo circundante y por los eternos enigmas de la vida y del universo. De acuerdo con las motivaciones, los poemas varan tanto en la estructura estrfica cuanto en el tono, en el ritmo y en el movimiento de su interna concepcin. Es as como la monotona est ausente, y, en cambio, la variedad temtica y la diversidad mtrica proyectan novedad y sugestin a las pginas del libro.En tus poemas inciales de cvica motivacin, levantas "con revolotear de cndor"- tu estatura espiritual de hombre y de ciudadano. En ellos una resonancia irradiante perfila tu actitud de artista comprometido, no con lo episdico de la pugna gregaria, ni con apetencias disfrazadas de ideales, sino con el drama hondo, real, complejo, tremante, que envuelve y define el destino del pueblo, de la patria, de la humanidad. Esta vocacin de civismo enhiesto virtese en versos armoniosos que se acompaan con la emotiva limpidez de la confidencia personal. De all que, en tono de pltica cotidiana, lricamente declares;"...soy un hombre que vive para el verso y no del verso".Ese hombre en etopeya y en prosopografa- va surgiendo de los endecaslabos del primer poema para afirmarse en los siguientes, particularmente en Fines y Objetivos, El rostro de la patria y en la Balada del Guerrillero. En este poema de ritmo anafrico, has conseguido cincelar la ms veraz y, al mismo tiempo, frvida, vibrante, consagratoria exaltacin del guerrillero peruano:"El guerrillero, no seor, no es monstruo,no es sino un hombre apasionado y triste,de rostro soador, mirada extraa,que sabe amar: como ama el pan el pobre,como ama a su herramienta el operariocomo ama el nio el lpiz y el cuaderno,como la madre al hijo o el poetael verso que le fluye de la sangre".La sutil fluencia del Rubn Daro del "verso azul y la cancin profana" y la prstina emotividad de la mejor poesa romntica, discurren en fraterna simbiosis potica a travs de algunas composiciones del Laberinto Alucinado, donde buscas descubrir el arcano de tu propia y personal creatividad. Entonces los versos afloran nutridos de emocin, alados de misterio, fluentes de armona:"Traigo la humana voz-metal divino-;la alzo del fondode mi propia entraay la abro como floren el camino."La angustia del creador que contempla cmo la insensibilidad de panurgos y pantagrueles agosta las floraciones del espritu y devasta los ideales, los ensueos y las esperanzas en los predios azules de la inspiracin, vierte su clamor y su protesta en la melancola lancinante de estos versos:"Alguien entr y seg mis rosas de oro,dio contra el muro el arpa;entre sus manos,las uvas y el panal...todo lo estruj".El amor, como esencial elemento de la vida, una y otra vez aparece, vvido, flgido, pertinaz, presentando, en esencias y matices, la multiplicidad fascinante de su proteica naturaleza y de su taumatrgico destino. Unas veces, surgiendo de las fontanas ontolgicas y metafsicas, se manifiesta como el sentimiento sublimante que ilumina la existencia:"Por el amorsoy rayo luminoso.Por el amorrecorro mi existencia.Y, si muerto de amor,muero gozoso".Otras veces, consustancindose con la proclividad sensual de la humana naturaleza, expresa el ardor tremulante de las horas intensas, de los placeres adusivos, de los xtasis gozosos:"Amar es mi pecado. Siemprequiero los cuerpos tersos,las ardientes bocas...Hay en mi ser profundoun ventisquero que se abreen llamaradastensas,locas".El sentimiento del terruo se une al sentimiento del hogar en la reminiscencia de los das eglgicos de tu mocedad, dando al poema un sabor entraable de vernaculidad y de querencia:"Y me gustaba madrugarde veras;ir al establojusto en el ordeoy saborear la lecheen las toleras,y sentarme al fogncerca del leo".Confirmando el aserto de Keyserling, quien dijera que lo telrico influye poderosamente en la vida del hombre de Amrica, en tu poesa advertimos la presencia vivificante de emocin terrgena y de pantesmo de oriundez americana. Una reviviscencia de la sentimentalidad del haravicu unida a la comprensin esttica del paisaje, a la manera del Virgilio latino y del Garcilaso hispano, fraternizan lricamente en estrofas como sta:"El golpe de azafrnde una campanaquiebra la paz en flor.Nada se mueve.Una tristeza msticadimana de todo.El alma, adentro,se conmueve".Y el ruralismo pantesta de la autctona poesa de antao, del aymoray, del urpi, del harawi, se vierte cantarino y alado, fusionando hombre y naturaleza, en este ritmo de dulzura columbina:"Me encuentro parla y parla.Al viento digo padre;a la brisa, madre;al sol, hermano;y al ro lindo trovador- amigo...Soy todo corazn,soy hombre humano.Las lneas precedentes no constituyen una crtica literaria, ni tienen la pretensin de tal. Son, como t vers, Antenor, un amical comentario que desea, en abreviada forma, comunicarte la impresin que me ha causado la lectura de tus versos. Cuando tu libro, ya editado, llegue a las manos de los crticos, sabremos por ellos de las excelencias y de las limitaciones de tu actual creacin potica; ms de aqullas que de stas, sin duda.Tu amigo y colega

Julio Galarreta Gonzlez

Curriculum VitaeYo soy el que les habla: soy un hombreque vive para el verso y no del verso.Un solitario ms. No pertenezconi a argollas ni capillas ni cenculos.Estoy gustoso con mi libertady con mi rebelda ms an.Jams mi lengua destil la babadel corredil; por el contrario de ellasalieron furibundas invectivascontra el servil, el comodn y el dspota.No s incensar a nadie, slo al justo,o al mulo que, como yo, trabajacon raros materiales tropolgicoso msica embrionaria, por ejemplo.Yo soy el que les habla:mediano de estatura y no muy grueso.Surg de la pobreza y soy burgus(jams me avergonc de confesarlo).Sufr, pero call los sufrimientosy numerosos males padecidos.Un poquitn de hurao y muy escpticoy casi un resentido. La cabezavencida por calvicie prematura;la piel, rojiza a veces; otras plida.Los ojos breves, donde la tristezahalla el mejor asilo. La mirada,esquiva, desconfiada; ms parezcomirar adentro (hay tanto que explorar)Por lo comn, inmvil; sensitivaporcin de arcilla. Visto con decencia;a veces me descuido (los domingos).Mi profesin? No viene al caso. Soydoctor en hereja, licenciadomayor en dudas, bachiller en crtica.Mi drama es interior y mis vivenciasson de profundos claustros, no de calleni plaza ni oficina. De polticono tengo ni la punta del cabello.(perdname, Aristteles). No cuentotiempo de ms para acudir a gremiosni sindicatos donde predominanvoraces lobos y corderos dciles.De no ser por el verso, yo serael ms perfecto intil. Hace tiempome echaron de la silla burocrtica;(los jefes deberan en los muroscolgar avisos grandes que dijeran:"Aqu no se permiten idealistas".No pude ser ni rueda ni poleani cupe entre guarismos econmicos.Materialmente nada he producido;crec, desarroll como un intrusoaislado y torvo: un rbol sensitivopero no hiedra; hormiga y no serpiente.Me amenaz la vida con sus golpesy casi me aplast. Sobreviv,contuso, mal herido, haciendo plazade simple profesor en los colegios.Doy gracias a la tiza y la pizarra!Doy gracias a los libros de los clsicos!Siendo el Per de intrigas y artimaas,de compadrazgos y celestinajes(disculpen la expresin), permanecmuy lejos, marginndome a propsito,huyendo del festn y del repartoy mandando a rodar a los imbciles.Mi toga inmaculada de poetajams fue salpicada por el lodo;jams doblar pudieron mis rodillas;jams lograron inclinar mi frente.Con toda dignidad puls la lira,no para miserables alabanzas,sino para lanzar violentos rayossobre la torpe sien de los canallas.Y si gimi mi canto algunas veceso se visti mi clera de rosas,fue slo por amor. Tuvo la carnede Venus la virtud de enloquecermepara besar sus muslos delirando,para invadir su ser a puro fuego.Y voy as: Quijote a mi manera,luchando contra el monstruo pantagrulicoque es mi pas. Hay hbitos y viciosms que las lceras de un leprosorio.La atmsfera moral que se respiramata ms que la propia bomba atmica;la juventud se arrastra envilecidapor drogas y guitarras electrnicas;los ancianos plutcratas vegetantras levantar palacios al dios Dlar;la metralleta, el sable y las polainasimponen el temor y no el respeto;justicia, gloria, amor, poder, fortuna,todo se compra con el vil dinero;hasta la misma religin, oh, Dios,se dobla de rodillas ante el Csar.Y voy as: Quijote a mi manera,curando enfermos y enmendando entuertos;cmo cantar entonces al crepsculosi estn mis pies hundidos en la sangre?cmo encerrarse en torres de marfilsi entra por todas partes el clamorde Biafra y de Viet Nam y de Manhattan?Cmo entonces cantar bellaqueras?

El laberinto alucinado1. De muchacho escribaDe muchacho escribade manera incesante y porfiada.Yo tena,dentro del alma,una terrible hoguera;y el verso,a flor de labio,floreca.Ah mi pasin antigua!Qu grande era!Quemaba como el sol;me reduca.Fui todo yo una roja primavera.Y era mi religinla Poesa.Mis ramas crepitaroncomo estrellas.Y si en cenizasme reduje en vida,mis cenizas tambinardieron bellas.El incendio interiordur muy poco:adentrome dej una cruel herida;y afuerael gesto trgico de un loco.

En mi reino interior habitan3.

En mi reino interior,habitan seres cuyo origen ignoro.Quin los hizo?Fantasmas en desordende mujeres lanzadasde un lejano Paraso.Esclavos,asesinos,mercaderes,santos enloquecidos...Quin los hizo?Me gritan:-Eres lo que somos!-Eres sombra fugaz!Y ren de improviso.Seres inconocibles,delirantes,informes...Hay candelas en sus ojos,vestigios de terroren sus semblantes.Criaturas no instaladastodava.Buscan viviry estn entre despojospugnando por salir...Cunta agona!

Msica interior8.Hay una msica interior,una muy pura,de una belleza no comny es infinita:un resplandor azul y ncarla textura;la gloria de la creacintoda la habita.Armona inasibleflores de la oscuraregin astral;voz ntima,voz inaudita,siempre huyendo del ser,huyendo hacia la hondura,donde el inmenso coraznde Dios palpita.Llega slola insinuacin de su grandezacomo el eco del mar.y todo su misterioqueda en el cielo que es su sedey fortaleza.Oh, msica del ser profundo,poesa.Por ti el poetaen luminoso cautiverio,se lanza al viaje ignotoen dulce travesa.

Contradicciones9.

Por qu estoy hechode contradicciones?Qu es lo que digoy lo que contradigo?Por qu el llanto,la risa a borbollonesy el dolor tras el gocepor castigo?Si por las rosas voy,hallo aguijones;si me siento un seor,me s un mendigo;si alzo las precesse alzan maldicionesigual que la cizaajunto al trigo.Soy y no soy.Muero y renazco a diario.En m se da lo antiguoy lo moderno.A un tiempo soymoral y refractario.Soy ngel y demonioa un tiempo mismo.Tengo dentro el edn,tengo el infierno.Estoy hecho de alturasy de abismos.

Soy17.

El mo es un amorperverso y loco.Si fuego soy,soy fuego del infierno.polvo y cenizaen todo lo que toco.De espantos es el reinoque gobierno.En mi almahay una negra sinfona.El pecado es mi dios;slo a l venero.Busco la noche.S!Rechazo el da.Soy mitad santoy mitad hechicero.Yo invoco al bhode mirar profundo.Mi torre est pobladade vampiros.De misterio y de cbalaes mi mundo.Dije:si tengo un dios, soy yo.Malverso mi tiempoen ricos orosy zafiros;quiero decir:amor,mujery verso.

Dnde estn mis campos19.Ay, campos en que vi crecer las lilas,en dnde ests ahora?Con el canto del colibrlloraban mis pupilas.Mi pecho, de emocin,lata tanto.La fuente parlanchinay el aroma del nardo y el clavel,en dnde estn?dnde la codorniz?y la paloma?y el eucalipto azul?el arrayn?Quin era el que os amaba?Quin el mozo de pies desnudoscuando el sol,y cuando brillbale en el almaluz de gozo?Ay, campos de verdor,de fiestay trino.Vuestra luz erael bienestar ms blando.Y vuestro sermi nctar asesino.

Aljate dolor29.Aljate, dolor;dolor, retiratu fuego,tu cilicio,tu guadaa:nada es la tierra.Dios?Una mentira.Nada el Amor.El Hombre?Una alimaa.Quin eres t?T existes dondequierasembrando flores muertas.Por qu causa herir a fondoo atizar la hoguera,sin amnista,sin perdn,sin pausa?Quin demoli mi templo?Quin deshizo mis dolos?Quin arruin mi credo?Quin diablo devast mi paraso?Devulveme, oh dolor, la fe;no puedo sin ella ser yo mismo;pues, preciso creer,o inventar un dios...Dame mi credo.

Enamorado41.Me enamor-y estoy enamorado-de una novia sin ojosni semblante,descarnada,sin forma,una novia iracunda,cruel,terrible.Una novia que enloqueci a los hombres,que devor mil vidas,que, insaciable,hizo del rico pobre,y viceversa:del santo un pecador,y viceversa.Una novia inventadano s cundo;mil veces poseday siempre virgen;asesinada siemprey siempre viva.Vieja y nueva a la vezpor inmortal;la nica digna de mi fe,mujer, mujer de Dios.Mi novia es la Palabra.

Yo me llamo Luzbel2.

Yo me llamo Luzbel.Hay dentro morojos abismos,llamazar de infierno.Sueo instalar mi reino.Y desvaroy me desangroen un dolor eterno.Rujo por no llorar.Y, cuando ro,blasfemo a risotadas,me prosternoy en la profundidadde mi vacio,me aflijo.Soy Luzbel.Me desgobierno.Mi corazn huracanadovuela, se estrella contra todo;y el dolorcomo otro mal demonio.me flagela.Rey de los cielosvivo en el abismo;mi drama es no sentirnunca el Amor.Y, siendo un dios,soy siervo de m mismo.

Yo no vest al desnudo4.

Yo no vest al desnudo,ni al sediento di de bebery vivo entre manjares;me siento todo un prncipe;me siento reyen mi mundo azuly mis cantares.En mis adustas puertaschoca el viento y en l oigolamentos y pesares;escucho el maldeciry juramentosque llegan de los sucioshontanares.Y sordo soy.Prefiero amar mis rosas,mis prfidas esclavasy mis huertos llenos de miele dolos de diosas.Atrs la soledad!Y la tristeza!Atrs el llanto!Atrs, atrs los muertosLa vida es la Alegra!Es la Belleza!

Verso mio5.Cun feliz yo me siento,verso mo,cuando a mi labio acudesbien templado!Naces adentrosemejante a un ro;llegas afueraen curso arrebatado.Rayo demoledordel gran vaco;rbol de amorde mi jardn cerrado;gota de miel (a veces)o roco de un ptalo de luzen mi costado.Sangre invisible,palpitar candente,llegas como burbujao como estrelladesde la noche oscurade mi frente.Y te quedas:vibrante,luminoso,con un astro de fuegotras tu huella;mientras que me estremezcoebrio de gozo.

Qu traigo yo6.

Qu traigo yo?No la herramienta burda,ni el sable ni el bastn;traigo la lirasin eco ni matizde voz palurda,voz pura ante el agravio,exenta de ira.Mi flor es sideral,es flor absurda,tangible no es,tampoco se le mira;hiere y ofusca- pltica o zahrda-arde en mi corazncomo una pira.Traigo la rosa azuly el humo terso,la forma no precisa(ciencia extraa)donde la voz de Diosfluye en el verso.Traigo la humana voz-metal divino-,la alzo del fondode mi propia entraay la abro como floren el camino

Yo sueo7.

Yo sueoun mundo extico y profano,con bosquesy con lagosy con floresen que yo sea un reyy en que mi manogobierne no vasallosni seoressino el sentir profundoy el galano trovarcomo el de los antiguostrovadores,un mundo de placer,un mundo vanobaado por el solde los amores.Sueo la luz de rosa,el mrmol puro,el viento nbily el ardiente beso.Yo sueo el mismo sueode Epicuro.Quiero en mi sienel lauro y el sarmiento,el xtasisy la embriaguez,todo eso que es de diosesmaysculo tormento.

Lo confieso a voces10.

S. Lo confieso a voces:soy sincero.Hablar de mis virtudes?Son muy pocas.De mis pecados?Muchos... un reguero...-fatdico aluvinsobre las rocas-.Amar es mi pecado. Siempre.Quiero los cuerpos tersos,las ardientes bocas...Hay en mi ser profundoun ventisquero que se abreen llamaradas,tensaslocas.La tentacin es para mla diosa mayor.Pero el pecado es el altar.All la carne es flor.Y es flor de rosa.Despus arrepentirme?Al diablo aquello!Fue siempre mo alta religinamar lo raro,lo perverso,lo desbello.

Ebrio de amor11.

Ebrio de amorsobre la tierra,paso.Amo la carne.Abrevo miel en ella.Cada mujer un cliz(frgil vaso).Tras una estrella muertahay otra estrella.Al dar el corazndoy un pedazode vida y vida dejoen cada huella;buscando vida me hundoen el regazode la mujer,igual que una centella.Amar! Amar!Qu vocacin! Qu fuerte!Qu fuerza! Qu dominio!Qu impelencia!Slo por el amormuere la muerte!Por el amorsoy rayo luminoso.Por el amorrecorro mi existencia.Y si muero de amor,muero gozoso.

Cerros de ail12.

Cerros de ail.Crespsculo de grana.Negro verdor arbreo.Gasa leve, como de ensueo,al fondo.La lejana comarca de sillar,como la nieve.El golpe de azafrnde una campanaquiebra la paz en flor.Nada se mueve.Una tristeza msticadinama de todo.El alma, adentro,se conmueve.Tardas avestornan silenciosas.Unge el senderoel penetrante aromade malvasde retamasy de rosas.Mi sed de poesase levanta.Mi coraznse siente una palomay canta adentro,suavemente canta.

Yo soy un rbol trgico13.

Yo soy un rbol trgico.En mis nudos, sus huellasgrab el mala vivo fuego.Los vientos de la duda-los ms rudos-me embistieronsin treguani sosiego.Soy rbol sin blindaje,sin escudos.Reto al destinocomo un hroe griego.Mis sienes hablancon los astros mudos;y mis racesal dolor entrego.Un rbol soador.Entre mis ramas,hallan la soledady la tristezasu negra flautay negro pentagrama.Destila hielmi corazn hurao.Torvas ideaspueblan mi cabeza.Soy hombre, es cierto,pero tan extrao.

Ms te padezco14.

Ms te padezcoy eres ms intensa.Me hieres msy ms te necesito.Mi voluntad de amartees ms inmensa.Ya salto de emocin,ya lanzo un grito...No hay resistenciaque a tu rayo venza.Yo s que tu poderes infinito.Eres mi salvaciny mi defensa.Y entre las cosas yopor ti gravito.Me tocas con tu luzy me ilumino.Breve hospedaje tuyoen esta tierra soy.Un punto soy.T el gran camino.Persista an ms tu lumbreentre mis sienes.Sin tila eterna oscuridad me aterra.La muerte es en mi vidasi no vienes.

Oh, poesa!21.

Siento la poesa,toda,plena;pero mi labio es frgily mezquino.Ella es la libertad;yo, la cadena;ella es alta deidad;yo, oscuro siervo.Ella me da su luz;yo le doy sombra;ella me da su rosa;yo, la espina.Vaso pequeo es mi palabra.Rmpese,siendo de barro,ante su luz divina.La amo,la aclamo,s,y la crucifico.Ala me da;mas yo le doy el pie.Me brinda el oro;le retorno el zinc.Quiero vestir su desnudezcon sedasy tengo slo andrajos...Oh, poesa!Perdona, husped mo,mi torpeza.

Mis ldicos fantasmas23.

Retened,oh papeles,oh cuaderno,el torrente de imgenes,e ideas,el infierno que hierve sin cesarbajo mi frente.Qu son?Extraos monstruos sin gobierno.Son guilas,leones,y serpientes.Yo soy el Hacedory me prosternodeponiendo mis brazos,impotente.Retenedlos!Estn enloquecidosmis ldicos fantasmas.Van en pos de ciudadesy campos florecidos.No puedo contenerlos,.Son millones.Mi corazn es de hombre,no es de Dios.Puedo albergar palomas,no leones.

Soy hombre humano26.

Me encuentran parla y parla.Al viento digo padre;a la brisa, madre;al sol, hermano:y al ro lindo trovador- amigo...Soy todo corazn.Son hombre humano.Comparto con la araay el hormigo que teje su telar.Voy al rellano.Llamo al toro cerril;le doy el trigoy l su cantarde trovador aldeano.Soy distinto en el campo.En l respiro cosas que purifican.Y renazco.Soy aire.Entre las ramas giro y giro.Vuelo con el gorrin.Y con la abejalibo de flor en flor.Y me complazcoal empuar el bculoo la reja.

Poema que naci maana30.El rostro del papel se me presentacomo un cuerpo desnudo.me provocaEs el misterio,Tiemblo,Est sedienta mi ansia comulgatoria.Arde mi boca.Nada es.Slo un papel.Y lo acaricio,lo invado,lo poseo;en l pergeoboceto tras boceto;en l me envicio:engendro una ilusin;erijo un suelo.Ya est.Como si fuera una hembra,luce sucio,ultrajado,todo posedocon la tinta nupcial que lo profana.Hay algo ya.La nada se reduce.Viene un hijo pequeo,estremecido.Es el poema que naci maana.

Cornate poesa31.Fgate al campo con la pena ma.Dame a los ojos el paisaje,alza tu jbilo hasta el sol,oh poesa;corre de flor en flor,toda descalza.Cornate las sienes con azahares;que el pedregal florezca,que en el cielo se hermanen,con los goces y cantares,la pena,la tristeza,el desconsuelo.Destile miel la soldad,incense tu amor al misticismo,exfolie el canto sus oros,cante el pjaro forense.Todo se transfigure.Haya el encanto del evocar la infancia;no se piense sino en el gozo.Y no se pida tanto.

Alguien me dicta el verso32.

Alguien me dicta el verso.Incandescente palabraque recojo estremecido.Y soy el cliz,soy el recipiente...Alguien me dicta:un ser desconocido.Est dentro de m,tras de mi frente;a veces como el mar-mar conmovido-;a veces como el cielo-cielo ardiente-y yo oh, desdicha!en ruinas,destruido.Palabra no prevista,extrao verbo que hiere y duele,que erosiona y quema,devora si len,rasga si cuervo.Plegaria o ruegoo splica o caricia,admonicin,vejamen,anatema,a veces miel,a veces inmundicia.

Mi pan34.Mi pan es el legtimo:el que gano sudando con la frente.Sabe a gloria.Lo llevo al paladar,limpia la mano,sin sangre,sin estircol,sin escoria.Mi pan no es de reptil,ni de gusano.Es limpio como el alba.Hay en su historiapasin y muerte,hay corazn humano,Como mi pan.Lo como con euforia.Mi panOh flor de espritu!Moreno hijo del trigo,similar al da.con luz de miel,sin gota de veneno.Pan redentor mi pan,bello producto,tal vez poema,encarnacin diradel corazn de Diosen mi reducto.

Hoy yo lo siento50.

Hoy yo lo siento.Lo sinti Anacreontey en l se consumi;fue frgil leopara su fuego.Lo sinti Petrarcay se redujoen inmortal ceniza.El Dante lo sintiy perdi el cerebro:loco divinocre las maravillasque nadie pudo crear.Sintilo Shakespearey cant como un cisneen sus sonetos.Y todos lo sintierontan a fondo.De todos es.Nadie se salva de l.Es el Amor!Sublime fuego eterno!Hoy yo lo siento.Arde mi ser entero.Parece que me parte en mil heridas,parece que en el fondo de mi pechoun sol gigante explosionara en rayos.

Y me gustaba madrugar59.

Y me gustaba madrugarde veras;ir al establojusto en el ordeoy saborear la lecheen las tolveras,o sentarme al fogncerca del leo. Mis primas:pecho nbily caderas en flor-porongo frgil y sedeo-,llevbanme a las parvasde las erasa completarla intimidad del sueo.Ah, qu vivir!Apenas la gallada a puro cantoestremeca el suelo,morada afuera a retozar se dijo.Plegaria de ngeleslas campanadas del temploy en mi coraznel cielo herva de estrellasbajo el Crucifijo.