El Evangelismo Popular

15
El Evangelicalismo Popular: ¡Una Cosmovisión Sincrética! Osías Segura Th.M. (ESEPA) Vivimos en un continente se que hunde cada década más y más en la pobreza. Cada vez aparecen nuevos pobres, y las viejas capas sociales de pobreza que aumentan con el crecimiento demográfico se mantienen sumidas en su miseria. 1 La necesidad humana por buscar opciones favorables por un mejor estilo de vida es universal. ¿A quién no le gustaría salir de la pobreza, y aun mejor dejar de ser pobre para convertirse en rico? Hay varias opciones: pegarse la lotería, montarse un negocito, vender droga, las múltiples formas de adquirir como propio lo ajeno, o alcanzar un favor sobrenatural. De todos modos para cualquiera de esas opciones siempre vale la pena considerar una bendición de Dios, de la virgencita o algún santo, o de los espíritus. ¿Y a ratos por qué no ir a lo seguro, y lograr una mezcla de todas esas fuentes, por si las dudas? En situaciones de necesidad los impulsos humanos por sobrevivir en situaciones desfavorables nos pueden llevar a límites que cualquier sistema moral no podría tolerar. Nuestra sociedad actual se ve diariamente inundada de noticias sobre corrupción a todo nivel. ¿Y qué mensaje de esperanza tiene la iglesia para tales retos? Por un lado, los evangélicos en nuestra pobreza teológica no hemos podido brindar una respuesta pastoral satisfactoria ante la multivariable problemática de la pobreza. 2 Esa herencia ortodoxica de la que tanto nos jactamos brindó (y sigue brindando) un evangelio incompleto que nos llego primero a través de los misioneros norteamericanos, y nosotros en nuestro pobre quehacer reflexivo la hemos mantenido en la miseria. Por ejemplo, un “evangelio” de formulas y esquemas, un dualismo (mundo físico irreconciliablemente separado del mundo espiritual) que divide al ser humano en una ética sicótica (legalismo microético), y una bibliolatría basada en una hermenéutica subjetivista y arbitraria (Miguez 1997:47). Por el otro lado los nuevos grupos pentecostales hoy brindan una respuesta aun más sincrética al problema de la pobreza con la teología de la prosperidad. Ese nuevo pragmatismo, sin importar la clase social, ha estado presente en nuestra religiosidad católico popular durante siglos, y hoy se presenta con mucha claridad en el protestantismo. Este artículo describe la dinámica y funcionamiento del sincretismo, principalmente del evangelicalismo popular. Tres fuentes alimentan esta cosmovisión sincrética: la pobreza, ese pragmatismo de la gente que busca respuestas prácticas e inmediatas a los problemas de la vida cotidiana, y la influencia de los valores del posmodernismo en el área de lo religioso. Aquí es donde hablamos de la religiosidad popular, y del sincretismo religioso, tema principal de este documento. Religiosidad Popular, Paganismo y Sincretismo Los términos de religiosidad popular y de sincretismo están muy ligados entre sí, y han sido utilizados política e ideológicamente de muchas maneras. Debemos considerar, sin embargo, que no toda religiosidad popular es sincrética, y que no todo sincretismo se ubica exclusivamente a un nivel de religión baja. Por ejemplo, tradicionalmente se entiende por religiosidad popular, esas expresiones religiosas del pueblo, la canalla, el vulgo, de los pobres. Lo mismo sucede con el sincretismo, cuando se acusan a grupos étnicos, o a las clases pobres de echar a perder la ortodoxia religiosa. Aquí también podemos mencionar el termino “paganismo” del Latín paganus, que usaban los ortodoxos urbanos cristianos del Imperio Romano (en los orígenes del cristianismo Romano), para referirse a una persona que vivía en el campo y continuaban las practicas antiguas (animistas) de rendirle culto a las fuerzas de la naturaleza. En otras palabras, las clases poderosas o altas (los ricos), y en algunos casos las clases medias, parecen tener la religiosidad adecuada, respetar la correcta doctrina, y fomentar la ortopraxis de la fe. 1

description

Es un texto sobre miradas del evangelio desde el pueblo.

Transcript of El Evangelismo Popular

  • El Evangelicalismo Popular: Una Cosmovisin Sincrtica!

    Osas Segura Th.M. (ESEPA) Vivimos en un continente se que hunde cada dcada ms y ms en la pobreza. Cada vez

    aparecen nuevos pobres, y las viejas capas sociales de pobreza que aumentan con el crecimiento demogrfico se mantienen sumidas en su miseria.1 La necesidad humana por buscar opciones favorables por un mejor estilo de vida es universal. A quin no le gustara salir de la pobreza, y aun mejor dejar de ser pobre para convertirse en rico? Hay varias opciones: pegarse la lotera, montarse un negocito, vender droga, las mltiples formas de adquirir como propio lo ajeno, o alcanzar un favor sobrenatural. De todos modos para cualquiera de esas opciones siempre vale la pena considerar una bendicin de Dios, de la virgencita o algn santo, o de los espritus. Y a ratos por qu no ir a lo seguro, y lograr una mezcla de todas esas fuentes, por si las dudas?

    En situaciones de necesidad los impulsos humanos por sobrevivir en situaciones desfavorables nos pueden llevar a lmites que cualquier sistema moral no podra tolerar. Nuestra sociedad actual se ve diariamente inundada de noticias sobre corrupcin a todo nivel. Y qu mensaje de esperanza tiene la iglesia para tales retos? Por un lado, los evanglicos en nuestra pobreza teolgica no hemos podido brindar una respuesta pastoral satisfactoria ante la multivariable problemtica de la pobreza.2 Esa herencia ortodoxica de la que tanto nos jactamos brind (y sigue brindando) un evangelio incompleto que nos llego primero a travs de los misioneros norteamericanos, y nosotros en nuestro pobre quehacer reflexivo la hemos mantenido en la miseria. Por ejemplo, un evangelio de formulas y esquemas, un dualismo (mundo fsico irreconciliablemente separado del mundo espiritual) que divide al ser humano en una tica sictica (legalismo microtico), y una bibliolatra basada en una hermenutica subjetivista y arbitraria (Miguez 1997:47).

    Por el otro lado los nuevos grupos pentecostales hoy brindan una respuesta aun ms sincrtica al problema de la pobreza con la teologa de la prosperidad. Ese nuevo pragmatismo, sin importar la clase social, ha estado presente en nuestra religiosidad catlico popular durante siglos, y hoy se presenta con mucha claridad en el protestantismo.

    Este artculo describe la dinmica y funcionamiento del sincretismo, principalmente del evangelicalismo popular. Tres fuentes alimentan esta cosmovisin sincrtica: la pobreza, ese pragmatismo de la gente que busca respuestas prcticas e inmediatas a los problemas de la vida cotidiana, y la influencia de los valores del posmodernismo en el rea de lo religioso. Aqu es donde hablamos de la religiosidad popular, y del sincretismo religioso, tema principal de este documento.

    Religiosidad Popular, Paganismo y Sincretismo

    Los trminos de religiosidad popular y de sincretismo estn muy ligados entre s, y han sido utilizados poltica e ideolgicamente de muchas maneras. Debemos considerar, sin embargo, que no toda religiosidad popular es sincrtica, y que no todo sincretismo se ubica exclusivamente a un nivel de religin baja. Por ejemplo, tradicionalmente se entiende por religiosidad popular, esas expresiones religiosas del pueblo, la canalla, el vulgo, de los pobres. Lo mismo sucede con el sincretismo, cuando se acusan a grupos tnicos, o a las clases pobres de echar a perder la ortodoxia religiosa. Aqu tambin podemos mencionar el termino paganismo del Latn paganus, que usaban los ortodoxos urbanos cristianos del Imperio Romano (en los orgenes del cristianismo Romano), para referirse a una persona que viva en el campo y continuaban las practicas antiguas (animistas) de rendirle culto a las fuerzas de la naturaleza. En otras palabras, las clases poderosas o altas (los ricos), y en algunos casos las clases medias, parecen tener la religiosidad adecuada, respetar la correcta doctrina, y fomentar la ortopraxis de la fe.

    1

  • Hoy en da el sincretismo, el neopaganismo (culto a la naturaleza y la madre dios), y la religiosidad popular se pueden encontrar en todas las clases sociales, y grupos culturales. Es un fenmeno dinmico pues es un proceso sociocultural. [L]as religiones populares, que estn muy lejos de ser entidades estables, son reformuladas por sus usuarios, en un proceso de invencin o reinterpretacin permanente (Rostas y Droogers 1995:81). Esa invencin y reinterpretacin son ocasionadas por presiones socioculturales que empujan a la persona a buscar respuestas practicas e inmediatas a los problemas cotidianos. Eso hace que personas generen un pragmatismo como estilo de vida. Sin importar el origen de ciertas prcticas religiosas, personas las utilizan porque funcionan y son inmediatas. Ese pragmatismo da respuesta a preguntas existenciales de la vida cotidiana, y que a un nivel religioso se pueda prestar al sincretismo.

    Se puede definir sincretismo como esa mezcla de creencias, entre si contrarias, pero que se funden para crear una expresin nueva. El sincretismo nos recuerda de lo complejo y dinmico que es lo socio-cultural. El sincretismo se puede encontrar en aspectos culturales, sociales, econmicos, polticos, y religiosos. Un sincretismo socio-cultural puede influenciar uno sincretismo religioso, o viceversa. Por ejemplo, en la actual campaa occidental contra el terrorismo creencias seculares poltico-geogrficas y econmicas se entremezclan con las religiosas. Justificando as a tal cruzada geopoltica como un movimiento apoyado por Dios.

    En esta dinmica de invencin y reinterpretacin religiosa es posible que encontremos algunas prcticas y creencias sincrticas en todas nuestras iglesias o tradiciones evanglicas. Este sincretismo se debe a la pobre contextualizacin teolgica, y a la poca criticidad de prcticas y creencias doctrinales de nuestras tradiciones evanglicas. En tal proceso de reinvencin y reinterpretacin, en el cual toda cultura por su naturaleza orgnica esta inmersa, se entiende por contextualizacin a esa reflexin teolgica que busca ser fiel al Texto (Biblia), a la tradicin histrica cristiana, y al contexto socio-cultural de la iglesia local (las condiciones humanas inmediatas). As que la mejor manera de combatir el sincretismo es considerando su dinmica, pero contextualizando con fidelidad las Escrituras como un todo. Veamos la siguiente figura una ilustracin en un continuum sobre la relacin que existe entre contextualizacin y sincretismo.

    Figura #1 Continuum: Contextualizacin y Sincretismo

    En el subcuadro de contextualizacin (a la izquierda) vemos la posibilidad de llevar el

    evangelio de manera relevante a una iglesia inmersa en una cultura en necesidad de respuestas. Si seguimos en orden las imgenes de izquierda a derecha entramos en el problema clsico de las iglesias ticas: su etnocentrismo que demuestra un sincretismo tolerable. Luego pasamos la

    2

  • lnea, y enfrentamos el sincretismo no tolerable con iglesias que siguen principios ms sectarios que universales de la iglesia cristiana. Y finalmente, encontramos grupos religiosos no cristianos (tal vez neopaganos), con algunos elementos de doctrina cristiana (un sincretismo). Recordemos que este es un continuum, es decir, pueden existir otros grupos entre categora y categora.

    Esta figura nos muestra de manera muy sencilla lo complejo del sincretismo. Tal y como ya mencione, hay dos opciones para responder a los retos de nuestra sociedad, con una alternativa religiosa: contextualizacin o sincretismo. Qu pasa cuando grupos cristianos empiezan a generar doctrinas (reinventar y reinterpretar practicas y creencias) en las cuales las Escrituras no son parte fundamental sino accesoria de la reflexin, cuando la tradicin histrica evanglica se deshecha, y cuando las corazonadas subjetivas de unos lideres autoritarios son el fuerte de la interpretacin?3 Fcilmente, se podra decir que estos grupos estaran muy lejos de contextualizar teologa, e involucrados en sincretismo.

    Cmo funciona el sincretismo?

    Segn Norman Allison, una estructura religiosa puede dividirse en dos grupos: La religin alta y la religin baja. La divisin entre ambas a ratos parece muy sutil, y coexisten

    como en el caso de la iglesia Catlico-Romana, y aun en nuestras propias iglesias.

    Figura #2 Relacin entre Religin Alta y Religin Baja

    n este caso la religin alta tiene que ver con su complejidad estructural, doctrinal, y rganizacional. Tal complejidad incluye el responder a preguntas con un carcter trascendente,

    como v da despus de la etc. Por el otro lado la religin baja es todo lo contrario. Relig

    E

    oi muerte, la salvacin, la persona de Dios, las Escrituras,

    iones bajas se caracterizan por su simpleza pragmtica en su funcionamiento. Tal simpleza busca responder preguntas de la vida diaria como el poder obtener buena suerte, la sanidad, el poder prosperar en la vida, comunicarse con los fallecidos, etc.4 Por ello, es fcil encontrar como histricamente los que eran ubicados en unareligin baja se les atacaba de ser paganos. La siguiente grafica de Allison ilustra ambas tendencias:

    3

  • Figura #3: Sistemas Religiosos Alta/Baja

    Este cuadro demuestra los aportes de diferentes antroplogos clsicos que mostraban

    como las religiones bajas se encontraban en contacto cercano con las actividades diarias de las personas, a un nivel ms sensorial con el mundo del aqu y el ahora. Mientras que la religin alta se encontraba en contacto con el otro mundo, el del ms all. De all que se diferencien ambas estructuras religiosas segn a las respuestas que brindan, y que ambas se encuentren conviviendo juntas. El problema est cuando el cristianismo deja de responder a las necesidades y preguntas de la religin baja, por enfocarse teolgicamente a la religin alta. Entonces la gente comn buscar en otro sistema religioso respuestas a sus preguntas, generando una religin baja sincrtica.

    Al entrar en contacto dos sistemas religiosos, y mezclarse, se genera un traslape de creencias y prcticas como nos muestra la siguiente figura:

    Figura #4: Traslape de Creencias y Practicas Religiosas

    En esta figura, una religin animista entra en contacto con una religin mundial. En tal contacto se genera un sincretismo. As, cuando las personas no encuentran respuestas de las preguntas de la religin baja en la religin alta, las conseguirn en otro lado. Aplicando esta figura al contexto costarricense, veamos como funcion cuando el Cristianismo, en su versin Catlico-Romana, entr en contacto con el animismo de los grupos indgenas en Costa Rica.

    4

  • Figura #5: El Catolicismo Popular en Costa Rica

    Al llegar la corona Espaola a conquistar nuestras tierras, vinieron con una religin alta

    y una baja. Al esclavizar a los indgenas, y destruir su sistema religioso, estos se quedaron con una religin aun ms baja y se mezclaron con una religin baja espaola (segn ciertas similitudes en formas o significados religiosos), y adquirieron algunos elementos de la religin alta Catlico-Romana. De tal mezcla hoy tenemos lo que se llama como religiosidad popular Catlica en sus muchas expresiones contextuales, segn cada pas o regin Latinoamericana.

    El tiempo paso, y 400 aos despus llegan a nuestro territorio misioneros protestantes, y evanglicos. Estos traen consigo una ortodoxia de muchas variantes, segn sus diferentes trasfondos teolgico-doctrinales. Personas de un trasfondo Catlico popular se convierten a la fe evanglica. En ella encuentran respuestas a sus preguntas de carcter trascendental (religin alta), y a algunas de carcter cotidiano (religin baja), respuestas que no encontraban en la fe Catlico-Romana. Durante su conversin, la cual es un proceso, estas personas construyen sobre su cosmovisin y hbitos religiosos ya existentes, las enseanzas de su nueva fe. Sobre una colocan la otra, as funciona el habitus5 de cada ser humano.

    El habitus es la totalidad de prcticas y creencias acumuladas por cada quien durante su vida y, ms particularmente, durante los periodos formativos como la niez, que pueden ser llamadas hbitos personales. Tales disposiciones rivalizan con prcticas adquiridas recientemente y de manera consciente, a medida que el habitus se ajusta a s mismo. (Rostas y Droogers 1995:82) En otras palabras, los seres humanos adquirimos nuevos conocimientos sobre los viejos

    conocimientos. En cuanto a formacin religiosa, con la intencin de sobrevivir a las presiones de la vida diaria, la nueva fe se construye sobre la vieja religin. Nuevamente, al encontrar la persona vacos o respuestas sin solucin, busca responder a tales preguntas en su antiguo sistema religioso o en otro sistema religioso. Veamos la siguiente figura para ilustrar el evangelicalismo popular:

    5

  • Figura #6: Evangelicalismo Popular en Costa Rica

    Por ejemplo, qu pasara si unas personas de un trasfondo Catlico popular se

    convierten en una iglesia de corte neo-pentecostal, o como las llamo del evangelicalismo popular? Estas iglesias predican una teologa de la prosperidad, una jerarqua apostlica, y una guerra espiritual. Ambas teologas son simples y muy similares a las preguntas y respuestas que se encuentran en el Catolicismo popular. El nuevo convertido que antes asista a una bruja para encontrar remedios a sus problemas financieros, y para que le limpiara el negocio, ahora acude al pastor-apstol. Los precios no varan mucho, el servicio parece mejor con los evanglicos y se encuentra una mejor koinonia en la iglesia. Las prcticas mgicas continan!

    Consideremos que lo religioso es un subsistema de un sistema ms amplio que es lo socio-cultural. Veamos como se trasponen otros sistemas socioculturales que afectan lo religioso:

    Figura #7: La Configuracin del Evanglico Popular Tico El evanglico popular tico, se ve presionado por (1) un sistema econmico que no le

    favorece, (2) un trasfondo religioso diverso, (3) relativismos posmodernistas, y (4) preguntas de la vida cotidiana que merecen respuesta. Tristemente, el evangelicalismo popular en vez de contextualizar teologa (considerar las presiones del ambiente sociocultural, enfrentar estas presiones con una reflexin seria de las Escrituras, y considerar la tradicin histrica y teolgica del cristianismo) ms bien genera una respuesta sincrtica. Esta respuesta sincrtica considera las presiones del ambiente sociocultural, pero rechaza la tradicin histrica y teolgica del cristianismo, y presenta una relectura simplista, y sin reflexin grupal (pues es autoritaria), con una hermenutica subjetivista, y con una exgesis bblica casi inexistente.

    En pocas palabras el evangelicalismo popular, o la religin baja de la tradicin evanglico-Protestante responde a las preguntas cotidianas de las personas, pero al hacerlo no

    6

  • utiliza la tradicin teolgica de la iglesia protestante, ni reflexiona seriamente con las Escrituras.6 Su respuesta es pragmtica y clara, pero sincretista.

    La Cosmovisin Evanglico Popular En la vida humana como un todo encontramos que tanto la ciencia como la religin

    pueden ofrecer respuestas a nuestras preguntas de la vida cotidiana. Al no poder la religin alta responder a las necesidades pragmticas de la vida cotidiana, y al verse la ciencia humana tambin incapaz de dar respuestas satisfactorias, se genera un espacio entre ambas donde la religiosidad popular, o religin baja encuentra su razn de ser. En este caso, Paul Hiebert llama a este espacio el Medio Excluido. La cosmovisin moderna, la cual influyo desde sus orgenes al Protestantismo (y aun ms a la fe evanglica), llego a separar lo espiritual (lo religioso) de lo material (las ciencias), lo teolgico de las otras ciencias humanas y naturales, y por tanto tendi a separar a Dios de la vida cotidiana. Durante la poca moderna, que aun genera cierta influencia en nuestra sociedad, la gente aprendi a separar lo espiritual de lo secular. Esta cosmovisin ha afectado nuestras doctrinas sistemticas. As Dios, la iglesia, y la teologa se quedan encerrados en la religin alta, mientras que las ciencias, la sociedad y el Estado, y lo secular se encargan del mundo material. Pero a pesar de tal divisin la gente siempre encuentra maneras de continuar practicando una religin baja, que puede unir algunos elementos de la religin alta, otros de las ciencias, y otros sistemas religiosos. Veamos la siguiente figura para comprender tal separacin:

    Figura #8: La Cosmovisin Moderna genera el Medio Excluido

    En esta figura se puede apreciar como la religin se separa de la ciencia en la cosmovisin modernista. Ahora, consideremos que en religiones tribales, su religiosidad y su ciencia popular estn integradas en una sola cosmovisin. El chaman tiene el poder de sanar a la persona desde el mundo espiritual, y a travs de hierbas incluyendo as al mundo natural. Personas inmersas en esta cosmovisin holstica no conciben ningn problema ontolgico al acudir al doctor del hospital el mircoles, al brujo los viernes, y el domingo al pastor-apstol evanglico.7 As es la realidad de la religiosidad popular, que aunque intelectualmente la tachemos de sincretista, para sus practicantes no presenta ningn problema el mantener tal estilo de vida religioso.

    Misioneros, educados bajo esta cosmovisin moderna, iban a predicar el cristianismo en otras culturas con una cosmovisin ms holstica. Lo que encontraron fue que los nativos encontraban respuestas a ciertas preguntas de la religin alta en el cristianismo, la ciencia occidental de alguna manera les ayudaba, pero estos se ubicaban mayormente en una religin baja, ese medio excluido, una zona media entre la religin alta, y la ciencia occidental. El cristianismo occidental en su cosmovisin moderna no les ayudaba a los nativos a responder a preguntas como la realidad de los espritus (demonios) y sus posesiones, sanidades milagrosas,

    7

  • otros dioses, efectos sobrenaturales de la naturaleza, la proteccin contra la brujera y hechicera, y la necesidad de poseer poder espiritual.

    En el caso del Catlico popular el mundo material de alguna manera esta separado del mundo espiritual (donde se encuentra Dios, los ngeles, Satans y su prole). Pero tales mundos no estn tan separados, sino conectados por una zona media (medio excluido) donde se ubican los espritus, fantasmas, santos, y la Virgen. Para obtener poder, los catlicos populares utilizan a estos seres en la zona media, y como podremos ver en la figura # 10, la Reina del cielo y Madre de Dios tiende a ser la mejor fuente de poder, pues ella se mueve de un mundo al otro con toda facilidad.

    Ahora pongamos atencin a como funciona la cosmovisin evanglico popular. Debemos reconocer que como evanglicos, formados con conceptos modernistas, hemos sido parte de tal separacin y creacin de un medio excluido. Rara vez nos preocupamos por la contextualizacin de nuestras teologas! Aun menos nos preocupamos por la practicalidad del discipulado en nuestras iglesias (si existe alguno). Hemos reducido el evangelio a una recitacin de versculos bblicos, largas horas de cantos de alabanza, y a salvar almas. No hemos mostrado un inters por desarrollar una misin integral de la persona en una sociedad que la rodea e influye. No es de asustarse que estos grupos evanglico populares cada vez que hablen de poder lo presenten en trminos mgicos. 8 Es decir, el poder que predican y viven parece no exigir ninguna sumisin a Dios. Presentan un poder fcil de adquirir, de garantizar y vender, y por tanto fcil de manipular. Claman al Espritu Santo como si fuera un poder impersonal, en vez de una persona a quien someter la voluntad humana. Veamos como funciona la cosmovisin mgica:

    Figura #9: Cosmovisin de la Magia Aquellos que buscan poder, necesitan de la profesionalidad de los mediadores, para que

    estos accesen los poderes. Estos poderes yacen en un lugar en el universo (otra dimensin) donde una vez por error, accidente, o adrede, el Dios creador lo deposit. As que para utilizar estos poderes, disponibles para cualquiera, no se necesita tener una relacin personal, comunal, de responsabilidad moral con tal Creador. Esos poderes simplemente se accedan y se utilizan como nos venga en gana. Veamos como funciona esta cosmovisin del medio excluido en un contexto Catlico popular.

    8

  • Figura #10: Cosmovisin Catlico Popular Latinoamericana

    Para obtener poder, los catlicos populares utilizan a estos seres en la zona media, y

    como podemos ver la Virgencita es la mejor fuente de poder, pues ella se mueve de un mundo al otro con toda facilidad. Satans y Dios estn en otro mundo, y de vez en cuando se manifiestan de alguna manera sobrenatural en el mundo fsico. Pero s es ms comn que la Virgencita se aparezca con mucha ms frecuencia que Dios. Los espritus, fantasmas, y los santos s estn activos y tambin con frecuencia nos ayudan, o nos estorban. Consideremos que para el catlico popular estos mundos no estn en constante batalla, como en el caso de la teologa de la guerra espiritual. Por otro lado, en el mundo espiritual de los Evanglico populares, el Dios trino se puede encontrar en un constante forcejeo a pulsos, del cual Dios constantemente esta ganando, pero constantemente luchando. Algo que parece mostrar que Dios esta aburrido, y necesita entretenimiento, como lo veremos en la siguiente figura.

    Figura #11: La Cosmovisin Evanglico-Popular

    En la zona media, la guerra csmica se manifiesta con mucha fuerza para la cosmovisin

    evanglico popular. Los espritus territoriales (demonios), y los ngeles territoriales estn en guerra constante. Cada vez que la iglesia entra en culto de adoracin, la iglesia participa de tal batalla apoyando a los ngeles o llamndoles a pelear. Esta batalla tambin afecta el mundo fsico, y de vez en cuando ciertos ungidos (ciertas personas elegidas de entre la iglesia) pueden

    9

  • encarar y pelear contra los espritus en este mundo fsico. Sanidades, prosperidad, la salvacin, problemas poltico-econmicos, la drogadiccin, y otros problemas sociales y espirituales, todos tienen su origen en esa guerra csmica de la zona media. Existen Alternativas para esta Cosmovisin

    El problema del evangelicalismo popular es muy complejo y multivariable. As que no pretendo presentar todas las alternativas, pero veamos algunas:

    Sabemos que es importante ministrar a personas en sus momentos de necesidad. Pero necesitamos tener muy claros los principios bblico-teolgicos para guiar nuestras respuestas. Si no fuera as nuestras oraciones y atencin pastoral podran ser interpretadas como magia, una manipulacin del poder de Dios. Entre los principios teolgicos podemos incluir una perspectiva pastoral de la trinidad de Dios, una panormica de la naturaleza y causas del bienestar y la mala suerte, y finalmente una teologa del sufrimiento y liberacin humana. Necesitamos una perspectiva pastoral trinitaria de Dios. Primero, personas que depositan su fe en religiones populares a menudo les cuesta concebir que Dios no es un ser lejano que nos ha abandonado. De lo contrario en las Escrituras podemos encontrar a un Dios activo en la historia humana y en las vidas de muchas personas, a pesar de la presencia del pecado y la rebelin humana. Es decir, desde la creacin en Gnesis, hasta el juicio final en el Apocalipsis, Dios esta en control, y respetando el libre albedro nuestro. Por ejemplo, durante la poca de los primeros cristianos, estos pudieron soportar tiempos de persecucin, sufrimiento, y martidomio entendiendo que Dios guiaba y sostena sus vidas. Esta providencia divina afirma que Dios ama a todas las personas. Dios mismo creo todo bueno, y desea lo mejor para todos. Con especial atencin El cuida a los que le pertenece, pues somos suyos. Dios no ha dejado los asuntos humanos al cuidado de ngeles ni de santos. Por tanto, Dios contesta las oraciones de su pueblo. Dios sana, libera, y suple a su pueblo, aunque puede usar la enfermedad, sufrimiento, y persecucin para nuestro bien (Romanos 8:28). Dios es el Dios de la vida, de la enfermedad, del fracaso, de la opresin y de la muerte (1Corintios 4:10-13; 2 Timoteo 3:13; 1 Pedro 4:12-18).

    Cabe agregar que a veces no percibimos a Dios activo en nuestras vidas, pero eso no significa que en realidad sea as. No importa que suceda, los cristianos sabemos que Dios acta en todas las cosas para nuestro bien, para nosotros quienes le amamos (Romanos 8:28). Es el Padre quien responde a nuestras oraciones pues Cristo intercede por nosotros. Segundo, necesitamos experimentar la presencia de nuestro Dios viviente en Cristo. Somos humanos y vivimos en un mundo cado, en el cual sufrimos las consecuencias de nuestro pecado, del pecado de otros, y su impacto en las estructuras sociales, econmicas, y polticas. Las buenas noticias son que Cristo esta con nosotros (Mateo 28:7). Su presencia se manifiesta principalmente en la salvacin de los poderes de maldad y del juicio final. Las Escrituras mismas que testifican de la voluntad de Dios para su pueblo nos hablan de la necesidad de resistir al Diablo (Santiago 4:7). Y tambin llama a vestirnos de toda armadura de Dios para estar firmes y luchar contra las acechanzas del Malvado (Efesios 6:10). Tercero, debemos discipular a nuestros cristianos que en el cuidado del Padre, y la presencia del Hijo podemos experimentar el poder del Espritu Santo. Tal poder ha sido patente desde la invasin del reino de Dios con la encarnacin de Cristo, y luego con el desarrollo de la iglesia como agente del Reino. Adems, tal poder es esencial en la conversin, pues es el Espritu quien convence, redarguye, y nos santifica de todo pecado, hacindonos crecer en obediencia a Cristo.

    Cuarto, algunas iglesias han reducido el problema de la maldad a influencias de demonios (lo cual es parcialmente una realidad), pero han abandonado el problema del pecado a la periferia de una terapia espiritualista. En algunos casos la posesin demonaca ha sido negada por algunos ministros y denominaciones. En otros casos ministros y denominaciones han

    10

  • reducido todos los problemas humanos a demonios y posesiones. Para resumir Hiebert menciona que: El enfoque en la Escritura no es la batalla entre Dios y Satans. Esa ha sido ganada (Hebreos 2:14) (1999:213 traduccin ma). S hay una batalla espiritual por la voluntad y las almas de los humanos. Y yo agregara, tambin por los cuerpos de las personas.

    Quinto, Satans no tiene poder sobre el pueblo de Dios, ms de lo que le permita Dios hacer para probar la fe. Por tanto, en cada tentacin, Dios nos da poder para resistir (1 Corintios 10:13). Esto no significa que los nuevos convertidos no puedan ser oprimidos por Satans. Los oprimidos necesitan ser liberados a travs de ministerios de liberacin (1999:214 traduccin ma). Satans y sus secuaces pueden y demonizan a las personas, pero esos con una presencia demonaca necesitan compasin, y no ser temidos (1999:214 traduccin ma). Por tanto, [e]s idolatra y egocentrismo, no posesin espiritual, que esta en el corazn de la rebelin humana. (1999:214 traduccin ma).

    Sexto, nuestro enfoque como cristianos debe ser en amor, reconciliacin, paz, y justicia. el evento supremo en la guerra espiritual es la cruz (1999:214 traduccin ma). All Cristo muri, aunque l tuvo la oportunidad de solicitar una legin de ngeles que viniera a rescatarle. Si nuestra forma de entender la guerra espiritual no tiene sentido en el contexto de una teologa de la cruz, algo suena mal. Aunque debemos evitar dos extremos: negar la realidad de Satans y la guerra espiritual dentro y alrededor de nosotros en la cual estamos metidos, y esa fascinacin con, y el temor de Satans y sus secuaces (1999:214 traduccin ma). Este inters en asuntos espirituales debe no solamente aceptarse como genuino, sino tambin debe probarse bblicamente, y deben probarse bien. Sin prueba bblica esto solo generara pastores chamanes expertos no en Biblia sino en demonios.

    Stimo, es fcil caer en el Cristo-paganismo cuando ignoramos la teologa cristiana y leemos las Escrituras sin mucho estudio. Debemos estar atentos de la influencia sociocultural de nuestra cosmovisin que afecta nuestra manera de leer las Escrituras. Seamos cuidadosos, pues podemos caer envueltos en el movimiento extremo de la guerra espiritual, y preocuparnos menos por vidas santas, practicar evangelismo,9 y no preocuparnos por el discipulado de viejos y nuevos creyentes.

    Octavo, debemos reconocer que hoy por hoy nuestra membresa se ha tornado menos fiel a una doctrina o denominacin en particular, circulan de iglesia en iglesia por doctrinas light, por predicaciones que les prometan prosperidad a un bajo costo, y buscan manifestaciones espirituales de ltima moda. En esta dinmica ambulante de la iglesia de hoy, y la tentacin de atraer pblico a cualquier costo ha provocado que la Biblia se convierta en una fuente secundaria, y los fenmenos religiosos en la fuente primaria de atencin, revelacin, e interpretacin.

    Para resumir los puntos esenciales hasta el momento mencionados, veamos las siguientes dos figuras. La primera nos presenta como una cosmovisin trinitaria de Dios, clarifica la santidad de Dios al separar el Creador de su creacin. Adems pone a Jess como la respuesta a esas preguntas de la zona media, y al Espritu Santo como aquel enviado por el Padre y por el Hijo para empoderarnos, convencernos de pecado, santificarnos, e interceder con y por nosotros. Esta cosmovisin reconoce la realidad de un mundo espiritual, y debera considerar la realidad sociocultural de la religiosidad popular y su posible paganismo. Para ello, Jess mismo quien tambin ense una teologa pragmtica, segn las Escrituras responda a la zona media juda de su tiempo, hoy tambin responde a las preguntas de toda religin baja.

    11

  • Figura #12: Respuesta Trinitaria a la Teologa Popular

    La siguiente figura, segn Hiebert (2003), nos presenta una respuesta a ese medio

    excluido. Nuevos grupos cristianos estimulan a sus pastores a llevar estudios teolgicos de manera que renueven su religin alta. La carencia de doctrinas sanas, bien fundadas en las Escrituras, y bien contextualizadas es la mejor cura tanto contra sincretismo, como contra el cristo-paganismo. Adems, una vieja religin popular no puede reemplazarse por una nueva o vieja religin alta. Ambas partes dentro de la estructura se complementan y no se pueden reemplazar. Una nueva religin popular contextualizada ayudara a la tarea pastoral. All el sacerdocio de todos los creyentes (vis-a-vis el movimiento autoritario apostlico) se convertira

    en una excelente alternativa para balancear la estructura religiosa.

    Figura #13 Confrontando al Medio Excluido

    Dcimo, en cuanto a una perspectiva bblica del bienestar y la mala fortuna, los

    cristianos necesitamos definir qu se entiende por bienestar? Salud y bienestar en las Escrituras no se definen en trminos de bienestar individualista sino con el termino shalom, que se puede traducir como prosperidad, salud, bienestar, paz, holismo, y salvacin. Shalom empieza con que somos reconciliados con Dios y con el prjimo (aun nuestros enemigos). Se manifiesta con la mutua sumisin del uno con el otro en la iglesia como muestra de auto sacrificio al servicio de otros. Todo nfasis en bienestar y prosperidad que no incluya las dimensiones comunales y holsticas de shalom, solo tratar los sntomas y no la raz de todos los males. Y cabe recordar que la total libertad de nuestros sufrimientos vendr cuando recibamos el cuerpo resucitado, prometido por Cristo en la resurreccin.

    Shalom encuentra su expresin en la comunidad de creyentes, que comparten sus cargas los unos con los otros. Somos exhortados a cuidar los ms dbiles en la sociedad (Santiago

    12

  • 1:27). Nuestro llamado es a atender las necesidades humanas de manera holstica, y ministrar tales necesidades tanto personalmente como comunalmente, pues cuando somos un solo cuerpo las necesidades de uno son de todos, y las de todos las de uno. De esta manera, el ministerio cristiano debe tomar lugar en la iglesia con un cuidado pastoral comunitario. La iglesia esta llamada a atender las necesidades humanas, bajo la reconciliacin de Cristo, y restaurarles aunque sin prometer que todos sern prosperados econmicamente, y sanados por completo.

    Onceavo, adems de ministerios holsticos deberamos encontramos la oracin, ministerios de enseanza, de sanidad, y de liberacin. Todos importantes para ministrar a personas que provienen de una cosmovisin popular religiosa. Cabe mencionar que la mala suerte y la enfermedad son causa del pecado (1Corintios 11:30; Marcos 2:1-12; Santiago 5:14-16), y en algunos casos por influencias demonacas (Mateo 12:22-24; Marcos 9:14-29; Lucas 13:10-16). Algunas veces Dios permite la enfermedad y la mala suerte para ayudarnos a crecer y acercarnos a Cristo.

    Para concluir, necesitamos manejar una teologa del sufrimiento, enfermedad, y dolor. Estas consecuencias del pecado no pueden divorciarse a una de la otra. Por ejemplo, Pablo se refiri a sus colegas que no fueron sanados (Filipenses 2:26-27; 2 Timoteo 4:20). De la misma manera, nosotros podramos enfrentar duras penas, pobreza, y persecucin por la simple razn de seguir a Cristo (1 Corintios 4:10-13; 2 Timoteo 3:12; 1Pedro 4:12-18). Pues como seguidores de Cristo somos llamados a tomar nuestra cruz y seguirle (Mateo 10:38-39; 16:24-26) aunque implique dolor, sufrimiento, y la misma muerte. Lastimosamente, nuestra sociedad capitalista (altamente individualista y materialista) presenta otros valores en contra del evangelio los cuales se deben confrontar.

    Los retos del evangelicalismo popular son una realidad latente en nuestro medio religioso. Necesitamos levantar una voz proftica, a la vez que fortalecemos nuestra labor sacerdotal. Recibiremos muchas personas heridas, estafadas y abusadas. Estn nuestras iglesias preparadas para tal labor de cuidado pastoral? Hemos esperado una dcada para discutir este problema del evangelicalismo popular. Ojala no pase ms tiempo para que profesores de seminario y pastores vuelvan a unirse a discutir la realidad que nos circunda. Roguemos al Seor de la mies que envi siervos proactivos y no reactivos, a su cosecha. Bendito sea el Seor, Rey de su creacin, y dueo de su iglesia. Que l se apiade de nosotros, su iglesia, y vuelva pronto por lo que le pertenece. Amn!

    Referencias Citadas Allison, Norman

    2005 Asegrese que se esta Comunicando Correctamente! [Este articulo fue publicado originalmente en ingls como Make sure youre getting through en la Revista Evangelical Missions Quaterly Abril 1984 pp.164-170. Versin electrnica, traduccin al espaol por Osas Segura Th.M., Catedrtico Misionologa, Seminario ESEPA].

    Austin Milln, Toms

    1996 APORTES PARA UN ESTUDIO DE LA POBREZA. Curso de Estrategias para la Superacin de la Pobreza en Pases en Vas de Desarrollo, Universidad Catlica de la Santsima Concepcin (Temuco, Chile), Tcnicos en Administracin de Programas Sociales.

    Bastian, Jean-Pierre 1997 La Mutacin Religiosa de Amrica Latina. Mxico: Fondo de Cultura

    Econmica.

    13

  • Dayton, Donald W.

    1991 Races Teolgicas del Pentecostalismo. Buenos Aires: Nueva Creacin. Dempster, Murray

    1999 A Theology of the Kingdoma Pentecostal Contribution. Mission as Transformation. Eds. Vinay Samuel and Chris Sugden. Oxford, UK: Regnum Books International (pp. 45-75).

    Hiebert, et al 1999 Human Well-Being and Misfortune. Understanding Folk Religion. Grand Rapids,

    MI: Baker Books, 161-174.

    Hiebert, et al 1999 Guidance and the Unknown. Understanding Folk Religion. Grand Rapids, MI:

    Baker Books, 133-174. Hiebert, Paul G.

    2002 Biblical Perspectives on Spiritual Warfare. Anthropological Reflections on Missiological Issues. Grand Rapids, MI: Baker Books.

    Hiebert, Paul

    2003 La Falla del Medio Excluido. [Este articulo fue publicado originalmente en ingls como The Fall of the Excluded Middle en la revista Missiology, de Enero de 1982, pp. 38-41. Versin electrnica, traduccin al espaol por Osas Segura Th.M., Catedrtico Misionologa, Seminario ESEPA]

    Miguez Bonino, Jose

    1997 Faces of Latin American Protestantism. Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishing Co.

    Petersen, Douglas

    1999 Pentecostals: Who Are They?. Mission as Transformation. Eds. Vinay Samuel and Chris Sugden. Oxford, UK: Regnum Books International (pp. 76-111).

    Proyecto Estado de la Nacin 1997 Estado de la Nacin en Desarrollo Humano Sostenible. San Jos, Costa Rica: EDITORAMA S.A. En linea:www.estadonacion.or.cr Rostas, Susanna, y Andr Droogers

    1995 El uso popular de la religin popular en Amrica Latina: una introduccin. ALTERIDADES 5 (9):81-91

    1 In 1999 el 21% de la poblacin Costarricense viva por debajo de la lnea de pobreza (Estado de la Nacin:1997). 2 La pobreza no es un fenmeno nico homogneo, por eso es que no se puede definir fcilmente, en realidad hay variedades de pobreza, o ms bien pobrezas, como dicen Max Neef y colaboradores, todo depende del satisfactor faltante, o ms bien del conjunto de satisfactores faltantes.... Lo nico caracterstico de las familias pobres, vale decir, de quienes enfrentan problemas de infraconsumo e insatisfaccin de las ms bsicas necesidades, es una insercin muy inestable en el aparato productivo" (Austin 1996:1). 3 Schwarz en su teora del paradigma bipolar menciona el peligro del malentendido espiritualista (del Pentecostalismo) con las siguientes caractersticas: Subjetivismo (la fe se asimila subjetivamente), Autonomismo

    14

  • (se enfatiza la experiencia del Espritu), Dualismo (la realidad se divide entre lo material y lo espiritual), Irracionalidad (sobrestimacin de los sentimientos religiosos), Misticismo (una religiosidad subjetiva y en contra de cualquier institucionalizacin) (2001:33-40). 4 En el caso de la tradicin Pentecostal con el deseo de responder a las preguntas de la vida cotidiana ha cado en el extremo de considerar El valor de lo personal e individual [est] por encima de lo estructural o denominacional. El valor de la experiencia espiritual [est] por encima de la articulacin teolgica. Ambos factores se hallan tan ntimamente relacionados entre s que se podra hablar de una relacin de tipo circular (Dayton 1991:vii, viii). 5 Segn Bourdieu, el concepto de habitus, desarrolla una teora de la prctica que tiene que ver con el cambio como parte integral de esa prctica.... La gente est en una posicin en la que toma algunos elementos de una religin y otros de una ajena, con la intencin de defender su estilo de vida o de inventar uno nuevo (Rostas y Droogers 1995:82). 6 Hagamos un alto aqu y seamos sinceros con nosotros mismos. Su iglesia evanglica ha presentado alguna reflexin teolgica en cuanto al problema de la pobreza? Hay ministerios sobre microempresas, manejo de las finanzas, proyectos de desarrollo comunitario, proyectos asistenciales para los ms necesitados? Si su iglesia no hay contextualizado el tema de la pobreza, entonces no estamos prestando ninguna alternativa sana contra la teologa de la prosperidad. Entonces ponga esas piedras donde pertenecen (en el suelo) para que los que hayan contextualizado el tema de la pobreza s tengan el derecho de lanzarlas! 7 Los nuevos movimientos religiosos permiten multiplicar un liderazgo independiente, otorgando al profeta innovador un poder igual al del sacerdote, lo que lo convierte en intermediario religioso capaz de elaborar una relacin de reciprocidad y de redistribucin del exceso de creencias manifestadas en la irrupcin carismtica (Bastian 1997:210). 8 La teora de la magia se afianza en dos principios. (1) Principio de imitacin: Por ejemplo, creer que el tener una foto, o un mueco parecido a alguna persona, y se le causa malestar o bienestar a tal objeto la persona misma ser daada o curada. La famosa practica del vud y el uso de muecos para sanar o enfermar a la persona seria una buena ilustracin. (2) Principio de contigidad: Por ejemplo, creer que alguien puede ser contagiado espiritualmente por entrar en contacto con un objeto, o persona diablica o espiritualizada. La sugerencia de no comprar objetos indgenas por estar estos contagiados por dolos, que a su vez pueden traer enfermedad, maldicin, y hasta demonios a la familia que ahora los poseen. De esta manera los poderes del universo pueden ser manipulados a travs de estos principios para beneficio a prejuicio nuestro. Por ejemplo, en el movimiento apostlico uno de sus tericos (Peter Wagner) menciona que un creyente puede tornarse vulnerable a los demonios sin tener nada que ver con su conducta moral, sino simplemente por contagio o imitacin. 9 En una cosmovisin evanglica y aun ms en la Pentecostal el evangelismo esta tpicamente elevado hacia una tarea prioritaria de la iglesia; el servicio social y la accin social, por implicacin, estn por tanto desminuidas a los secundario, o quizs terciario, en las tareas de la iglesia (Dempster 1999:47).

    15

    Los trminos de religiosidad popular y de sincretismo estn Hoy en da el sincretismo, el neopaganismo (culto a la naturSe puede definir sincretismo como esa mezcla de creencias, e