El Espíritu de Dios PREGÓN vive en...

“El Espíritu de Dios habita en ustedes” (Rom 8, 9)

OBJETIVOValorará la presencia del Espíritu Santo en su interior, sintiéndose invitado a reconocerle con mayor claridad

en su persona y su vida.

NOTAS PEDAGÓGICAS ` Si bien, a lo largo del trayecto catequístico, los chicos han conocido que el Espíritu Santo es el Don que recibimos de parte del Padre y de Jesús, y han aprendido de su acción renovadora y transformadora, en este último nivel se darán a conocer, con mayor claridad, las diferentes acciones que Él realiza en un discípulo de Jesús, invitándole a disponer su corazón para asumir su misión de testigo y constructor del Reino.

` La centralidad de este encuentro es que los chicos inicien este nuevo nivel con la certeza de que el Espíritu Santo habita en ellos, como Don recibido desde el día de su Bautismo. Hoy se les invitará a tener la experiencia de descubrirlo en su interior, disponiéndose para reconocer, a lo largo del curso, la forma en que Él actúa y se manifiesta.

` Será de gran importancia mantener un clima que favorezca la interiorización, a fin de que los chicos puedan vivenciar la presencia del Espíritu de Dios en ellos.

` Prever: un cartel con la frase: “El Espíritu de Dios vive en mí” (para ambientar el lugar), una tinaja con agua (bendita de preferencia), un cirio grande y lo necesario para reproducir el canto final.

El Espíritu de Dios vive en mí

PREG

ÓN

PREGÓN 1

TEXTOS PARA ORAR Y PROFUNDIZAR • Youcat para la infancia 48. No sabemos cómo es el Espíritu Santo, pero sí lo

podemos sentir.• Youcat para la infancia 49. ¿Cómo notamos la presencia del Espíritu Santo?• Youcat 120. ¿Qué hace el Espíritu Santo en mi vida?

ENCUENTRO de Catequesis(DESARROLLO)

¡Sean todos bienvenidos! Han llegado al último nivel desu iniciación cristiana. ¡Esto es motivo de un gran gozo!Así mismo, es tiempo de reconocer que, a lo largo de estecamino, un gran Compañero ha caminado con ustedes,guiándoles paso a paso. Él es ¡el Espíritu Santo!

Los invito a colocarse en círculo, a observar a cada uno de sus compañeros. ¿Hay algún compañero nuevo? (Si es así, invítale a presentarse). ¿Falta algún compañero de nuestro grupo? ¿Quién? (Si falta alguno, motívales a ir, durante la semana, a visitarlo y a animarle a integrarse al curso). Luego, pide que se saluden unos a otros y que compartan un momento cómo les fue durante este tiempo de vacaciones.

Descubro señales de tu presenciaAhora, los invito a recordar esos momentos, a lo largo de estos años de recorrido en la catequesis, en los que sintieron desánimo para venir, no tenían deseos de llevar a cabo su compromiso semanal, sintieron flojera de hacer oración o de realizar alguna actividad de tarea; y que, sin embargo, una fuerza dentro de ustedes los impulsó para llevar a cabo dichas acciones. ¿Recuerdan alguno de estos momentos?... Compartirán algunos de ellos en equipos de tres compañeros y, en seguida, lo platicarán con el resto del grupo. (Ofrece el tiempo suficiente para la actividad e invita al diálogo grupal).

2 PREGÓN

¿Se dan cuenta que todos, en algún momento, atravesaron por ese tipo de experiencias?: desánimo, falta de interés, flojera, apatía, rebeldía… Sin embargo, una fuerza los impulsaba a seguir adelante y a perseverar, llegando hasta el día de hoy. ¿Alguien sabe de dónde les venía esa fuerza, ese impulso para perseverar en su camino de discípulos? ¿De dónde surgía esa voz interior que te decía: ¡Ánimo! ¡Puedes hacerlo! No te rindas?... (Escucha sus participaciones).

Esa fuerza venía del Espíritu Santo presente en el interior de cada uno de ustedes. A lo largo de este camino, Él ha estado ahí, en tu corazón, acompañándote, guiándote, impulsándote para perseverar como discípulo de Jesús. En algunas ocasiones de forma muy silenciosa y suave, otras veces, con manifestaciones mucho más claras y evidentes, pero siempre, presente de una u otra manera. ¡Ahora es tiempo de reconocerlo!

Me has acompañado desde que era pequeñoEl Espíritu Santo se ha manifestado porque vive en tu interior desde que eras pequeño. Él ha estado viviendo en ti desde el día de tu Bautismo. A partir de ese día Él ha sido tu Compañero fiel. Sin embargo, en ese momento eras muy pequeño para reconocerlo, por eso, Él permanecía aguardando la oportunidad de darse a conocer con claridad. ¡El momento llegó! Y, ahora que eres mayor, tu entendimiento y tu corazón están listos para reconocerle, descubriendo los regalos que Él te hace, y la manera en que actúa en ti. ¡Llegó el tiempo de la manifestación del Espíritu en tu vida!

Haremos memoria de ese día tan especial en el que esta bella historia de compañía y fidelidad, por parte del Espíritu Santo, tuvo inicio. A manera de un viaje en el tiempo, evocaremos el día de nuestro Bautismo.

Coloca al centro del lugar, la tinaja con agua y el cirio encendido. Motiva diciendo:

Cuando les vaya nombrando, cada uno pasará al frente y se inclinará hacia la tinaja con agua, entonces, yo repetiré el gesto que realizó el sacerdote el día en que fueron bautizados. Cuando lo haga, diré las

PREGÓN 3

siguientes palabras: “A partir del día de tu Bautismo…” y, ustedes responderán: “el Espíritu de Dios vive en mí”. Mientras cada uno vaya pasando, el resto permanecerá en silencio, descubriendo lo que ocurre en su corazón mientras vivimos este momento.

Llama de uno en uno, pronunciando su nombre; derrama un poco de agua en su cabeza y di las palabras indicadas anteriormente.

¡Hoy descubro tu presencia en mí!Continua en este ambiente de silencio y oración, cierra tus ojos y descubre la presencia del Espíritu dentro de ti. Respira profundamente, sintiendo la manera en que el aire inunda tu interior. (Guíalos para realizar tres respiraciones profundas). Reconoce la vida que late dentro de ti cada vez que bombea tu corazón. (Da un momento para que estén en contacto consigo mismos y continúa diciendo):

Ahora, te invito a descubrir la presencia del Espíritu Santo en tu interior. Lo puedes reconocer a través de: la

tranquilidad que sientes en este momento, del calor que abraza tu corazón, de una alegría presente en tu pecho, de la confianza de sentirte acompañado, del

consuelo que tal vez estás necesitando, de la fuerza que experimentas ahora ante alguna dificultad… en fin, el Espíritu Santo se puede manifestar de muchas maneras. Descubre cómo

se quiere hacer presente en ti, en este momento. (Deja un momento de silencio lo suficientemente largo para que interioricen).

4 PREGÓN

Para continuar, diles: ¿Alguien quiere compartir cómo sintió la presencia del Espíritu Santo en su interior? (Escucha sus participaciones).

Actividad: Para guardar este momento en tu corazón, escribe una oración, en tu libro, en la que expreses al Espíritu Santo lo que sientes al reconocer su presencia el día de hoy. (Al finalizar, invítales a compartirla con el resto del grupo).

Concluye diciendo: hoy iniciamos un camino que los llevará a descubrir la presencia y la acción del Espíritu, de forma más evi-dente. Él ha estado aguardando el momento de darse a conocer de una manera mucho más clara. A lo largo de este curso podrán conocer las formas en que el Espíritu se manifiesta: comunicán-dose, guiando, transformando, fortaleciendo, impulsando… Él les mostrará lo que es capaz de hacer en aquellos que creen en Jesús.

Por ello, la invitación de hoy es abrir su corazón para descubrirle y reconocerle, dejándose guiar por el camino que Él trazará para cada uno en este nuevo curso. ¡Descubramos que el Espíritu Santo vive en cada uno de nosotros!

Para concluir, invita a escuchar el canto: “Déjalo que se mueva” (CD 9, pista 20).

PREGÓN 5

UNIDAD

1Soy guiado porel Espíritu de Dios

7

OBJETIVO DE LA UNIDADConocerá los rasgos que identifican la comunicación

y la acción del Espíritu Santo, iniciándose así, en el camino del discernimiento cristiano.

AL FINALIZAR ESTA UNIDAD: ` Reconocerá que el Espíritu Santo nos comunica el camino de vida y felicidad que Dios Padre desea para sus hijos, descubriendo en Él, su guía amorosa.

` Comprenderá que el Espíritu de Dios se comunica hablándole al corazón, sintiéndose invitado a mantenerlo limpio y dispuesto para escuchar sus mensajes.

` Identificará que el Espíritu Santo le envía mensajes a través de sus vivencias cotidianas, asumiendo la necesidad de estar atento para reconocer sus señales.

` Distinguirá los rasgos que identifican la guía del Espíritu de Dios en él, valorando que, al dejarse conducir por Él, actuará como hijo de Dios.

` Valorará que el Espíritu Santo es el Aliado más confiable que puede tener, acompañándole en los retos y desafíos cotidianos como Guía y Compañero.

TEMAS1. El Espíritu Santo nos guía por amor.2. ¿Cómo escuchar al Espíritu?3. Las pistas del Espíritu.4. ¿Cómo saber que el Espíritu me está guiando?

5. ¡El Espíritu Santo es mi Aliado!

8 UNIDAD 1 · SOY GUIADO POR EL ESPÍRITU DE DIOS

“Lo que Dios tenía preparado para los que ama, nos lo manifiesta por medio de su Espíritu”

(ver 1 Cor 2, 9-10)

OBJETIVOReconocerá que el Espíritu Santo nos comunica el camino de vida y felicidad que Dios Padre desea para sus hijos, descubriendo en Él,

su guía amorosa.

NOTAS PEDAGÓGICAS ` Los preadolescentes están terminando la primaria o iniciando la secundaria; demandan, cada vez, mayor independencia. En esta transición, cobra relevancia que aprendan a distinguir a guías confiables. Se buscará que, durante todo este nivel catequístico descubran en el Espíritu Santo al Guía más certero que pueden tener en las situaciones cotidianas, enfatizando que en Él se manifiesta la guía amorosa de Dios, que desea conducir a sus hijos a caminos de auténtica vida.

` Al introducirse los chicos en la experiencia de ser guiados por el Espíritu de Dios necesitan ser acompañados (por ti catequista) en afinar su “oído interno”, a fin de que aprendan (cada vez mejor) a identificar las formas en que Él los guía, fortaleciéndose en ellos un comportamiento cotidiano, orientado desde esta vivencia. Esto te supondrá estar recorriendo este camino con consciencia.

` Prever: un corazón grande de papel para que en él coloque, cada chico, la imagen de una llama de luz (ver el tamaño en el libro de actividades), y lo necesario para reproducir el canto: “El Espíritu de Dios está en este lugar”, encuéntralo en el siguiente enlace: casadelcatequista.com/libro9

TEMA

1El Espíritu Santo

nos guía por amor

UNIDAD 1 · SOY GUIADO POR EL ESPÍRITU DE DIOS 9

EXPERIENCIA HUMANAPara iniciar, platiquemos: ¿Conocen cuáles son los deseos que sus padres tienen para ustedes? ¿Saben qué es lo que más desean que sus hijos aprendan en la vida? ¿Qué tipo de vida creen que ellos desean para ustedes? ¿Cuáles serán los motivos que los llevan a guiarlos en la forma en que lo hacen? · (Escucha sus participaciones).

Tal como han compartido, la mayoría de los padres desean el mayor bien para sus hijos. Desde el momento en que supieron que ustedes venían en camino, muchos de ellos guardaron en su corazón, sueños y planes. Cada uno de ellos, siempre buscando su mayor bien; pues, normalmente, lo que más desea un padre y una madre es: que sus hijos vivan una vida que los haga realmente felices.

TEXTOS PARA ORAR Y PROFUNDIZAR • Juan 16, 13. El Espíritu de la Verdad los iluminará para que puedan entender la

verdad completa.• 1 Corintios 2, 6-12. El Espíritu nos manifiesta la sabiduría de Dios.• 1 Corintios 2, 15. Quien posee el Espíritu lo discierne todo.

(DESARROLLO)¡Buen día a todos! ¡Bienvenidos! Pensemos en esta pregunta: Cuando una persona los ama de verdad, ¿qué es lo que más desea para ustedes? (Escucha algunas participaciones). En el corazón de Dios, también hay buenos deseos para cada uno de nosotros, y nos los da a conocer de una forma muy especial. ¡Hoy aprenderemos cómo lo hace!

ENCUENTRO de Catequesis


Mientras vamos creciendo ellos hacen lo posible por mostrarnos el camino que nos lleve a esta meta, guiándonos de diferentes maneras. Sus enseñanzas se van guardando en nuestro corazón y nos acompañan a lo largo de la vida, haciéndose escuchar, cada vez que las necesitamos.

Así ocurre con nuestro Padre Dios; en su infinito amor, Él nos guía de una forma muy especial para mostrarnos el camino que puede hacernos felices, dándonos a conocer los sueños que ha guardado en su corazón para nosotros. En esta tarea tiene un gran Aliado. ¡Escuchemos!

ILUMINACIÓNEl deseo más grande de Dios es que, siendo sus hijos, vivamos una vida plena. En su gran sabiduría, Él sabía que necesitaríamos ser guiados para lograrlo, pues, ante la libertad que nos concedió, podríamos experimentar muchas dudas, y no nos resultaría fácil saber qué es lo que nos hace mayor bien.

Entonces: ¿Por qué fue que nos hizo libres si sabía que podíamos equivocarnos?... La respuesta es: porque nos ama y, en su infinito amor, Él quiso darnos la posibilidad de decidir, a fin de que disfrutemos la alegría de elegir el bien por nosotros mismos, haciendo buen uso de nuestra libertad (Youcat para la infancia 21).

Como buen Padre, Dios desea acompañarnos paso a paso en el camino de la vida; desea enseñarnos a caminar, a crecer, a desarrollarnos, a ser plenos, a ser buenos seres humanos, a elegir y tomar decisiones que sean un bien para nosotros y para quienes nos rodean; Él desea que descubramos lo más valioso de la vida y el gozo de saber amar. ¡Él quiere que conozcamos en qué consiste la verdadera felicidad y sepamos elegirla!

Siendo nuestro Padre y Creador sabía que enfrentaríamos el riesgo de equivocarnos, así que, amándonos como lo hace, nos ofrece un gran Aliado; un Guía que nos enseña a hacer buen uso de nuestra libertad, mostrándonos el camino que el Padre ha soñado para que seamos felices. Este gran Aliado es nuestro Compañero de vida, nuestro Guía más cercano y confiable. ¿Saben a quién me refiero?... Así es, ¡al Espíritu Santo!


Pero, ¿cómo es que nos guía el Espíritu Santo?... Lo hace comunicándonos secretos que el Padre ha guardado en lo profundo de su corazón para sus hijos; secretos que por amor desea darnos a conocer para que vivamos de la mejor manera. A través de

estos secretos Él desea guiarnos (1 Cor 2, 7-10). ¡Cuánto nos ama nuestro

Padre! Desde un principio Él ha tenido un hermoso plan para cada uno de nosotros y, el Espíritu

Santo, nos guía para conocerlo y vivirlo.

Tal como dice la Sagrada Escritura: “Lo que Dios tenía preparado para los que ama, nos lo manifiesta por medio de su Espíritu” (ver 1 Cor 2, 9-10). ¿Ahora entienden mejor cuál es la misión del Espíritu Santo? ¿Pueden reconocer el amor que Dios nos manifiesta al guiarnos a través de Él? ¿Sienten la necesidad de ser guiados, para saber elegir lo que puede hacerlos felices? ¿Quieren escuchar los deseos de Dios, que el Espíritu Santo quiere darles a conocer? (Escucha sus participaciones).

Pues bien, con gran esperanza sepan que el Espíritu Santo les acompaña a cada paso en este camino, comunicándoles de diferentes maneras, lo que Dios guarda en su corazón: esos sueños y planes que tiene para cada uno de ustedes. Para conocerlos, es necesario afinar su oído interior, a fin de que puedan escuchar la voz del Espíritu y reconocer su guía. Durante este curso de catequesis aprenderemos a hacerlo, reconociendo en cada una de sus invitaciones, la guía amorosa que nuestro Padre Dios nos ofrece para ser felices. ¡Abramos nuestro corazón para reconocerle!


PROFESIÓN DE FE¿Qué les parece este regalo de amor de parte de Dios? ¿Qué desean expresarle al escuchar que su deseo de acompañarnos es tan grande, que nos da al Espíritu Santo como Compañero? (Da el espacio para sus participaciones).

Con el gozo de sabernos tan queridos por nuestro Padre Dios, reflexionemos juntos la siguiente frase: “En su infinito amor, Dios Padre nos guía por medio del Espíritu Santo, quien nos da a conocer el camino de bien y felicidad que Él desea para nosotros. Por nuestra parte, necesitamos aprender a reconocer su voz, descubriendo la guía amorosa que Él nos ofrece”.

CELEBRACIÓN DE FEColoca previamente, al centro del lugar, el corazón indicado en las Notas Pedagógicas. Motiva diciendo:

El amor de Dios es tan grande que busca guiarnos a cada momento. Más que nadie en el mundo Él quiere nuestra felicidad. Nuestro Padre Dios se compromete a acompañarnos en el camino de la vida, prueba de ello es el Don del Espíritu Santo, quien es nuestro Guía y Compañero.

Desde el momento de su Bautismo el Espíritu ha estado presente en cada uno de ustedes. En muchas ocasiones, les ha guiado y acompañado. Los invito a pensar en algún momento en el que se han sentido confundidos o angustiados por algo que tenían que decidir sin tener claro cómo resolverlo, y entonces sintieron que Dios se hizo presente guiándolos de alguna manera, para que supieran qué hacer ante dicha situación. ¿Recuerdan algún momento así?... Pues, justo ahí, ¡el Espíritu Santo estuvo acompañándolos!

EXPRESIÓN DE LA FE


FE Y COMPROMISOEsta semana, cada noche antes de dormir, escribirás un momento en el que te sentiste acompañado por el Espíritu Santo, descubriendo que te estuvo guiando en alguna situación. Al hacerlo, ¡te darás cuenta de lo cerca que ha estado de ti y, tal vez, no lo habías descubierto!

Actividad: En su libro, en la sección de recortables, encontrarán la imagen de una llama de luz que simboliza al Espíritu Santo. Los invito a escribir en ella esa situación que recordaron, y después a recortar la imagen.

Cada uno puede leer en voz alta lo que escribió y pasar al frente a colocar su imagen en el corazón que está al centro, completando la frase: “Yo experimenté que el Espíritu me guiaba cuando…”.

Habiendo pasado todos, comenta: éste signo nos recuerda que el Espíritu Santo es el Guía que nuestro Padre Dios nos ha brindado por el amor que nos tiene.

Invita a contemplar el signo y a reflexionar: ¿Qué les parece la imagen de las llamas de fuego sobre el corazón de papel? ¿En qué les hace pensar? (Escucha sus participaciones). Esta imagen muestra que no estamos solos, ¿cierto?, pues el Espíritu Santo está más cerca de lo que pensamos, acompañándonos. En muchos momentos, tal vez sin reconocerlo, de una forma suave y amorosa, el Espíritu se ha hecho presente ayudándonos a elegir; hoy podemos reconocerlo mejor.

Lo que toca a partir de ahora es reconocer que estamos acompañados, que el Espíritu está presente en cada momento para guiarnos, aguardando a que le reconozcamos cada vez mejor. ¡Él quiere darnos a conocer muchas cosas!: deseos, planes y sueños que nuestro Padre Dios tiene para nosotros. ¡Aprendamos a reconocer su voz!

Los invito a escuchar juntos el canto: “El Espíritu de Dios está en este lugar”.


“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio”

(Sal 51, 12)

OBJETIVOComprenderá que el Espíritu de Dios se comunica hablándole

al corazón , sintiéndose invitado a mantenerlo limpio y dispuesto para escuchar sus mensajes.

NOTAS PEDAGÓGICAS ` Los chicos necesitan comprender que, si el Espíritu Santo habla, es necesario aprender a escucharle. Para hacerlo, necesitan iniciar por aprender a escuchar su propio corazón, pues Dios habla con su mismo lenguaje.

` Se enfatizará la necesidad de contar con un corazón limpio y dispuesto para escuchar la voz del Espíritu, descubriendo la importancia del silencio y la oración, para lograrlo.

` Para ello, se les invitará a hacer el ejercicio de reconocer en él: sentimientos, deseos e intenciones que pueden hacerles “ruido”, dificultándoles escuchar las invitaciones del Espíritu Santo.

` Prever lo necesario para reproducir el canto: “Dame un nuevo corazón” encuéntralo en el siguiente enlace: casadelcatequista.com/libro9

TEXTOS PARA ORAR Y PROFUNDIZAR • Proverbios 4, 23. Por encima de todo cuida las intenciones de tu corazón, pues

de ellas brota la vida.• Youcat para la infancia 140. Dios nos habla con el lenguaje del corazón,

necesitamos poner el corazón en sintonía. • Gaudete et Exsultate 149-150. En el silencio de la oración es posible discernir a

la luz del Espíritu.

TEMA

2¿Cómo escuchar

al Espíritu?


(DESARROLLO)¡Hola chicos! ¿Cómo están? ¡Sean todos bienvenidos! Les tengo una pregunta: ¿Es posible comprender lo que alguien nos dice cuando no entendemos su lenguaje? (Escucha algunas participaciones). Hoy aprenderemos que Dios tiene un lenguaje particular, a través del cual se comunica con nosotros. ¿Quieren conocerlo? ¡Iniciamos!

EXPERIENCIA HUMANALes contaré una historia: Había una chica llamada Lucía que estudiaba la secundaria; era sorda de nacimiento. Sus papás, con mucho cariño, la cuidaron y la llevaron desde pequeña, a una escuela especial, donde aprendió a hablar el lenguaje de señas para comunicarse. En una ocasión, su catequista le preguntó: “Lucía, cuando vas a misa, ¿puedes oír la voz del sacerdote y de quienes leen las lecturas?”. Ella respondió que no, pero que sí podía escuchar a Dios. Entonces, su catequista y compañeros, evidentemente sorprendidos, le preguntaron: “Y, ¿cómo haces para escucharlo?”. Ella, sencillamente, puso una mano en su pecho y dijo: “A Dios lo escucho aquí, en mi corazón”.

Propicia un diálogo sencillo, preguntando: ¿Qué piensan de la respuesta de Lucía? ¿Qué entienden cuando ella dice que “escucha a Dios en su corazón”? ¿Dios se comunica de esta manera? ¿Ustedes lo han escuchado así como Lucía? ¿Qué creen que se necesita para escucharlo? · (Escucha atentamente sus participaciones).

Así como lo expresó Lucía, Dios nos habla al corazón. A través de su Espíritu, Él nos comunica lo que piensa, siente y desea, para guiarnos por el camino que nos hace mayor bien. ¿Qué necesitamos para escucharlo? Hoy lo aprenderemos. ¡Pongan mucha atención!

ENCUENTRO de Catequesis


ILUMINACIÓNDios conoce muy bien el lenguaje de nuestro corazón, pues Él es nuestro Creador. Para que podamos escucharle, busca diferentes maneras de comunicarse a través de él, y lo hace también, utilizando el lenguaje de su corazón.

A través del Espíritu, Él nos comparte lo que hay en su interior (1 Cor 2, 10-11); día a día nos envía mensajes que nos dicen lo que siente, lo que ama, lo que piensa, lo que desea, a fin de mostrarnos lo que es realmente bueno. En su gran amor, nos habla de corazón a corazón por medio del Espíritu para enseñarnos la manera en que podemos ser felices (Prov 1, 33; Rom 8, 6). Pero, para escuchar sus mensajes, necesitamos aprender a reconocer la voz del Espíritu dentro de nosotros. En esta aventura debemos aprender, en primer lugar, ¡a escuchar nuestro corazón!, pues es ahí donde el Espíritu de Dios se nos comunica.

Escuchar nuestro corazón significa descubrir: lo que sentimos, lo que deseamos, lo que nos duele, lo que nos preocupa, lo que nos inquieta, lo que nos entristece, lo que nos ilusiona, lo que nos hace sentir felices, lo que nos causa temor... Cuando lo descubrimos, entonces estamos escuchándolo. Así, ¡iniciamos el camino para reconocer la voz del Espíritu en nuestro interior!

Podríamos pensar que esto es sencillo, pero resulta que a veces no lo es tanto, por eso, conviene preguntarnos: ¿qué nos puede ayudar a descubrir lo que hay en nuestro corazón? ¿Cómo podemos escucharle con claridad? (Escucha sus participaciones). Para ello es necesario algo muy importante: hacer momentos de silencio, es decir, buscar momentos sin distracciones ni ruidos externos para estar a solas con nosotros mismos. Así podremos descubrir lo que hay en nuestro corazón.

Si hacemos el silencio necesario y ponemos la atención suficiente podremos conocer lo que está latiendo en nuestro interior y, a través de ello, lo que el Espíritu de Dios desea comunicarnos. En esta tarea debemos ser pacientes y constantes, a fin de aprender a reconocer el lenguaje de nuestro corazón.


Sin embargo, hay algo importante que debemos saber: aun cuando el Espíritu Santo nos envía mensajes constantemente, puede ser que en nuestro corazón haya “ruidos e interferencias” que dificultan escuchar con claridad su voz. Así como cuando en un programa de televisión las voces de los personajes se distorsionan a causa de una mala señal. ¿Les ha pasado?... De igual manera, puede ocurrir que en nuestro interior haya “interferencias” que nos impidan escuchar con claridad la voz del Espíritu.

¿Cuáles pueden ser esas “interferencias”? Pueden ser: las mentiras, los engaños, los rencores, las desconfianzas, las envidias, los deseos egoístas, las rivalidades, los afectos desordenados, los deseos impuros, los deseos de venganza, el sentir que valemos poco, los miedos, la soledad, las culpas equivocadas… Es decir: todo sentimiento, deseo o intención, que es contrario al bien, la verdad y amor (lenguaje del Espíritu de Dios). Cada uno de ellos “distorsionan la señal” del Espíritu, impidiendo que podamos escucharle con claridad. Por tanto, para escuchar la voz del Espíritu ¡es necesario tener un corazón limpio!

Para que nuestro corazón esté limpio es necesario hacer oración constantemente. Cuando estamos a solas con Dios (Mt 6, 6) Él nos ayuda a limpiar nuestro corazón, echando fuera lo que lo contamina; además, nuestro oído interno se afina para escuchar cada vez mejor los mensajes del Espíritu.

¿Ustedes quieren tener un corazón limpio y dispuesto para escuchar la voz de Dios? ¿Desean que su corazón esté desocupado de “interferencias” para reconocer cuando el Espíritu les habla? ¿Desean conocer el lenguaje del Espíritu y entender sus mensajes? (Escucha sus participaciones).

Entonces, lo primero es desearlo, anhelarlo con tanta fuerza que podamos pedir al Señor como lo hacía el salmista: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio” (Sal 51, 12). Si pedimos a Dios con confianza y sinceridad, Él escuchará nuestra oración.

El día de hoy, ésta es la invitación: escuchar nuestro corazón y reconocer en él lo que no es verdadero, lo que no es bueno y lo que no nos lleva a amar, a fin de que podamos limpiarlo. ¿Cómo? Haciendo silencio y oración, de esta manera, nuestro corazón estará listo y dispuesto para escuchar la voz del Espíritu de Dios.


EXPRESIÓN DE LA FEPROFESIÓN DE FE

¿Qué les dice su corazón en este momento?... Los invito a cerrar sus ojos y descubrir lo que está pasando en su interior. (Da unos minutos para que interioricen). ¿Alguien quiere compartir lo que escuchó? O bien, ¿cómo se siente en este momento? (Escucha sus participaciones).

Saber que Dios nos ama tanto y desea estar en comunicación con nosotros por medio de su Espíritu es motivo de gran gozo. Esto nos da la certeza de que no estamos solos, pues el Compañero fiel que nos ha dado nos guía en cada momento de nuestra vida.

Convencidos y agradecidos por esto, leamos la siguiente frase: “Para escuchar la voz del Espíritu es necesario saber escuchar nuestro corazón; si lo tenemos limpio y dispuesto, podremos escuchar con claridad sus mensajes. Esto será posible, si practicamos continuamente el silencio y la oración”.


FE Y COMPROMISOEsta semana, antes de dormir, escribirás los sentimientos y deseos que estuvieron más presentes en tu corazón, durante el día; si encuentras en ellos algún “ruido” o “interferencia” como los que conociste el día de hoy, los señalarás con un color diferente. Y pedirás a Dios, en tu oración, te ayude a eliminarlos de tu corazón, para que puedas captar con claridad sus señales.

CELEBRACIÓN DE FEHoy aprendimos lo importante que es saber escuchar nuestro corazón, pues, al hacerlo, podemos aprender a escuchar la voz del Espíritu de Dios. Ahora, los invito a estar un momento a solas consigo mismos, haciendo silencio para escucharlo. Tratemos de descubrir de qué nos habla, qué es lo que late en él. Puede ayudar el preguntarnos: ¿Cómo me siento en este momento? ¿Siento alegría, tristeza, confianza, miedo, duda, tranquilidad? ¿Descubro algún deseo en mi corazón? ¿Me siento invitado a hacer o decir algo? ¿Experimento alguna necesidad?... Cierren por un momento sus ojos y escuchen lo que hay en su interior. (Da espacios de silencio suficientes entre una pregunta y otra, para que interioricen).

Los invito a que cada uno comparta con el resto del grupo algo que descubrió en su corazón. ¿Qué fue lo que encontraron? (Abre el espacio para sus participaciones).

Puede ser que en eso que descubrieron en su corazón se encuentre algún “ruido o interferencia” de los que hablamos antes. Si es así, es importante que lo identifiquen, pues recordemos que esos sentimientos, deseos e intenciones, pueden distorsionar la “señal” del Espíritu en nosotros.

Actividad: Para reconocerlos, les invito a realizar la actividad indicada en su libro.

Este ejercicio es el que necesitamos hacer cada día para escuchar nuestro corazón y conocer su lenguaje. Así, iniciaremos el camino para reconocer los mensajes del Espíritu Santo. Ahora, los invito a que cada uno complete la siguiente frase, de acuerdo a lo que crea necesitar más en este momento: “Señor, ayúdame a limpiar mi corazón de…”. Habiendo participado todos, les invito a continuar nuestra petición, escuchando el canto: “Dame un nuevo corazón”.


“Si me escuchas vivirás tranquilo, seguro y sin temor” (ver Prov 1, 33)

OBJETIVOIdentificará que el Espíritu Santo le envía mensajes a través

de sus vivencias cotidianas, asumiendo la necesidad de estar atento para reconocer sus señales.

NOTAS PEDAGÓGICAS ` El preadolescente es sensible a lo que es “auténtico”, tiene un deseo genuino de experimentar vivencias que le muestren lo “verdadero”. Esta necesidad propia de su etapa, puede favorecer, en gran medida, su disposición para adentrarse a la escucha del Espíritu.

` Es indispensable que en esta etapa del proceso catequístico, como formador en la fe, tengas esta certeza: el preadolescente puede aprender a escuchar la voz del Espíritu y reconocer la guía que Éste le ofrece.

` Es importante ayudar a los chicos a tener claro que el Espíritu entra en comunicación con ellos a partir de sus vivencias cotidianas, esto fortalecerá su comprensión del Espíritu de Dios, como Guía y Compañero cercano.

` Prever figuras pequeñas de paloma (dos o más por participante), para escribir dentro de ellas. Es importante que estén a la vista de todos desde el inicio del encuentro (ya sea en la pared, en un mantel, etc.); esconder sobres con tarjetas que tengan escrita cada palabra que conforma la frase: “Si me escuchas vivirás tranquilo, seguro y sin temor” y lo necesario para reproducir el canto final.

TEMA

3Las pistas del Espíritu


EXPERIENCIA HUMANAEsconde previamente, en distintos lugares, los sobres con las palabras para integrar la frase indicada en las Notas pedagógicas. Motiva diciendo:

Alrededor del lugar donde estamos, se encuentran escondidos varios sobres. Cada uno de ellos contiene una palabra que forma parte de un mensaje. Cuando yo lo indique, todos podrán ir a buscar los sobres, quien encuentre alguno, dejará de buscar y dará oportunidad a que sus compañeros continúen buscando. ¿Están claras las indicaciones? ¡Comienza la búsqueda! (Da el tiempo suficiente para realizar la actividad y, al terminar, invítalos a sentarse en círculo).

Invito a que, quien encontró algún sobre, muestre la palabra que está dentro de él y la lea en voz alta a sus compañeros. (Da tiempo oportuno para este momento). Ahora, coloquen las palabras de cada sobre al centro y, entre todos, ordénenlas hasta integrar la frase que se forma con ellas. (Después de un tiempo oriéntalos, si fuera necesario, para que logren el acomodo correcto de las palabras).

TEXTOS PARA ORAR Y PROFUNDIZAR • Romanos 8, 6. Guiarse por los criterios del Espíritu conduce a la vida y a la paz.• 1 Corintios 2, 9-10. Lo que Dios tiene preparado para los que ama, nos lo

manifiesta por medio de su Espíritu.• Gaudete et Exsultate 171. El Señor nos habla de modos muy variados, no es

posible prescindir del silencio de la oración para percibir mejor ese lenguaje.

ENCUENTRO de Catequesis(DESARROLLO)

¡Hola! ¿Cómo están? ¡Bienvenidos! ¿Cómo les ha ido estos días con la escucha de su corazón? ¿Descubrieron algo novedoso? (Escucha sus participaciones). Hoy seguiremos conociendo la manera en que el Espíritu de Dios nos habla.


ILUMINACIÓNEn el encuentro de catequesis anterior, aprendimos que Dios conoce muy bien el lenguaje de nuestro corazón y, nos habla a través de él. Por ello, es muy importante aprender a escucharlo, pues sólo así, podremos reconocer lo que el Espíritu de Dios quiere comunicarnos.

Para hacernos llegar sus mensajes, el Espíritu se vale de diferentes “pistas” que nos ayudan a descifrar lo que quiere decirnos, ¿quieren saber cómo lo hace? (Escucha sus participaciones).

En las vivencias de cada día puede ocurrir que alguna palabra, una situación o algún encuentro con alguien haga que nuestro corazón reaccione de manera especial, es decir, sentimos que algo se mueve dentro de nosotros. Cuando esto ocurre, es probable que nuestro corazón esté recibiendo algún aviso del Espíritu, y por ello, vibra de manera distinta. En momentos así, ¡el Espíritu nos está ofreciendo una “pista”!

Habiendo terminado la actividad, indica: A la cuenta de tres todos vamos a repetir la frase que se ha formado: “Si me escuchas vivirás tranquilo, seguro y sin temor” (ver Prov 1, 33).

Ahora reflexionemos: ¿Quién creen que expresa esa frase para nosotros? ¿Qué les dice este mensaje? ¿Qué sienten al leerla y escucharla? ¿Podríamos entender la frase, si hubiera faltado alguna de las palabras? ¿Fue fácil o difícil integrar el mensaje completo? · (Escucha sus participaciones).

Esta actividad puede ayudarnos a entender que, el Espíritu nos va dejando “pistas” para comunicarnos el bien que nuestro Padre Dios desea para nosotros. Así, cuando las vamos descifrando y ordenando, podemos descubrir su mensaje. El día de hoy, aprenderemos cuáles son esas “pistas” por medio de las cuales, el Espíritu de Dios nos habla.


Igual que identificamos a una persona por su “timbre” de voz único, así también, cuando el Espíritu de Dios nos habla, lo reconocemos por los efectos interiores de nuestro corazón.

Tal vez se pregunten y, ¿a través de qué cosas el Espíritu Santo puede hablarnos, ofreciéndonos “pistas”?... En realidad puede hacerlo de muchas maneras, no tiene una forma única, puede ocurrir a través de: algo que dice mamá o papá, de las palabras de algún amigo, de un mensaje recibido en la catequesis, de algún texto de la Sagrada Escritura, de lo que se lee en algún libro, del consejo de algún maestro o guía, de la letra de algún canto o la historia de una película, de alguna conversación especial, de observar alguna necesidad, de presenciar alguna situación dolorosa, de algún problema familiar, de un encuentro con alguien importante para nosotros, de alguna noticia que recibimos… En fin, de muchas y distintas maneras, ¡el Espíritu nos hace llegar sus “pistas” y nuestro corazón puede reconocerlas!

Por este motivo, es necesario estar muy atentos a los avisos de nuestro corazón, a fin de que podamos descifrar dichas “pistas” y comprender lo que el Espíritu quiere comunicarnos. En cada encuentro, cada palabra, cada mensaje, cada situación que nos haga sentir y pensar algo novedoso, nuestro corazón estará diciendo: ¡Atención! ¡Ésta es una pista del Espíritu! ¡Escucha!

Para descifrar las “pistas” del Espíritu es necesario hacer momentos de silencio y oración. En esos momentos es importante preguntarnos: ¿Qué está pasando en mi corazón? ¿Qué lo hace vibrar de esta manera? ¿Qué sentí con esas palabras o ese encuentro que me tocaron de forma especial? ¿A qué me mueve esto que siento, pienso o deseo? ¿Es algo bueno para mí y para otros? O bien, ¿puede hacerme daño a mí y a los que me rodean?... Al responder estas preguntas estaremos descifrando las “pistas” que el Espíritu nos ofrece para guiarnos.


El Espíritu tiene un lenguaje para mostrarnos lo que nos hace felices y lo que es bueno, pero también, lo que nos lastima y causa daño. Con cada una de sus pistas el Espíritu nos dice: “Si me escuchas vivirás tranquilo, seguro y sin temor” (Prov 1, 33). Recordemos que nuestro Padre Dios quiere nuestro mayor bien y, a través de cada una de las “pistas” del Espíritu, nos guía para que sepamos reconocerlo y elegirlo.

¿Es así como ustedes quieren vivir, con la seguridad y confianza que nos ofrece la guía del Espíritu? ¿Desean aprender a reconocer sus “pistas”? ¿Pueden identificar alguna situación en la que el Espíritu les ha ofrecido alguna “pista”? (Escucha sus participaciones).

Esta es la invitación del día de hoy: afinar nuestro oído interno para reconocer las “pistas” que el Espíritu va dejando en nuestro corazón. ¡Él está hablando! Y, seguirá buscando las maneras en que podamos escucharlo y comprenderlo, sólo hace falta que sepamos reconocerle. ¡Estemos atentos y así, podremos escuchar las señales que aparecen en nuestro corazón!

PROFESIÓN DE FE¿Alguien quiere compartir cómo se encuentra en este momento? ¿Pueden descubrir si algo está ocurriendo en su corazón? (Da el espacio para que participen, motivándolos a expresarse).

Ahora, los invito a colocar sus manos en el pecho y a cerrar sus ojos. Respiren profundamente y traten de entrar en sintonía con su corazón, descubriendo qué hay en él. (Da un momento para este ejercicio). Continuando con sus manos en el corazón, escuchemos: “De distintas maneras, en las vivencias de cada día, el Espíritu se comunica con nosotros haciendo vibrar nuestro corazón. De esta forma, nos da “pistas” para reconocer el timbre de su voz. Si estamos atentos y escuchamos nuestro corazón, podremos reconocer cuando Él nos habla”.

EXPRESIÓN DE LA FE


CELEBRACIÓN DE FELos invito a observar las figuras de paloma que se encuentran en este lugar. Simbolizan los mensajes que el Espíritu Santo nos comunica constantemente en los espacios donde estamos cada día. ¡Qué hermoso es saber que Él nos acompaña a cada momento, mostrándonos el amor con el que Dios Padre desea guiarnos!

Tomen las figuras que gusten y escriban, en cada una de ellas, eso que ha hecho vibrar su corazón de manera especial en este encuentro: alguna palabra, algún mensaje, la actitud de alguno de sus compañeros, el encuentro con alguien, etc. Es decir: ponte en sintonía con tu corazón y escucha las pistas que el Espíritu te está ofreciendo el día de hoy. ¡Algo quiere decirte con esa señal! (Indica el momento de pasar por sus figuras y da el tiempo suficiente para escribir).

Ahora, pasen y coloquen al centro del lugar las figuras en las que cada uno escribió. ¿Se dan cuenta cuántas pistas ha dado el Espíritu Santo el día de hoy?... En silencio, preguntémonos: ¿qué emoción hay en mi corazón en este momento, después de lo que escribí en las figuras? ¿Vino a mi mente alguna situación que estoy viviendo? ¿Reconozco algún mensaje o invitación del Espíritu Santo en relación a ella? (Da unos minutos para que interioricen). ¿Alguien quiere compartir su experiencia de este momento? (Motiva sus participaciones).

Este ejercicio que acabamos de realizar nos enseña lo que podemos hacer cada vez que nuestro corazón nos dé una señal. Recordemos que así nos estará avisando de alguna “pista” del Espíritu. ¡Estemos atentos! Los invito a escuchar el canto: “¿Quién es, Señor, tu Espíritu?” (CD 9, pista 15).

FE Y COMPROMISOEsta semana, al final de cada día, escribirás en tu libro las vivencias en las que tu corazón dio alguna señal especial, y las emociones que sentiste durante cada una de ellas. También escribe, si identificas alguna invitación que el Espíritu te está haciendo, para hacer o expresar algo. ¡Descubre lo que pasa en ti cada vez que realices este ejercicio!

Actividad: Pide que realicen la actividad propuesta en su libro, explicando cómo hacerla en casa.


El Espíritu de Dios PREGÓN vive en...

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