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EL ESPECTADOR / SABADO 11 DE ENERO 2020 / 15 Yeimy Leguizamón, joven talento del oboe / Fotos: Cartagena Festival de Música Sara Sierra Jaramillo y Yeimy Leguizamón: crece el talento joven EL ESPECTADOR Estas dos artistas, una en el piano y la otra en el oboe, son en este 2020 las encargadas de mostrar qué viene para Colombia en materia de música académica. Ellas son las Jóvenes Talentos del Festival. Sara Sierra Jaramillo, la exclusividad del piano “El piano me permite expresar co- sas que jamás lograría sin él”, comen- ta Sara Sierra Jaramillo, la joven pia- nista que desde los 7 años interpreta el instrumento. Aunque en su familia no hay músicos, recuerda con gran cariño haber escuchado a su abuela entonarle canciones infantiles, lo que pudo constituirse en su primer acercamiento al ámbito musical y lo que le dio el impulso para pedirles a sus padres las clases para aprender a tocarlo y no separarse nunca más de él. Antes era un hobby, ahora es su vi- da. Dice, también, que fue amor a pri- mera vista. “Al llegar a mi casa, luego de la primera clase grupal de piano, me sentí muy triste porque no nos dieron el espacio de tocarlo, lo cual me marcó mucho”. Además de teclear con maestría el piano, Sara Sierra asistió a una sola clase de violín, le gusta la guitarra y sa- be interpretar algunos acordes senci- llos en este instrumento de cuerdas. A temprana edad supo que seguiría con el piano, a pesar de haber contempla- do la idea de ser médica o estudiar neurología. Se ha inscrito en concursos a nivel nacional e internacional, como los de la Universidad Eafit y Pianissimo, en Medellín. También ha estado en Bra- sil, Estados Unidos, España y Perú, donde participó en el Tercer Concur- so Internacional Federico Chopin. Además, ha asistido a clases magis- trales con Robert McDonald, de quien aprendió los secretos mejor guarda- dos en las 88 teclas negras y blancas. Aunque no hay un repertorio especí- fico favorito, se siente muy cómoda interpretando los del siglo XX y más adelante quiere ampliar el espectro. “La música para mí ha estado liga- da al ser humano desde épocas pasa- das y es una fuerza que logra transmi- tir lo que las palabras no consiguen”, dice Sara Sierra Jaramillo, quien co- menta que un músico en formación comienza aportando a la sociedad entretenimiento, para después mul- tiplicar las emociones y generar una atmósfera apta para la convivencia. “La música nos vuelve más sensibles y humanos”. El Cartagena Festival de Música es un terreno conocido por la pianista. Antes se presentó en las audiciones para las clases magistrales, en las que no fue aceptada. Años más tarde, es- tuvo en La Heroica como espectado- ra y turista. Su preparación antes del evento fue de un arduo trabajo, por lo que comenta que tuvo varias leccio- nes en días como 25 de diciembre y 1° de enero. Para Sara Sierra Jaramillo, quien en sus tiempos libres hace yoga y origa- mi, es un honor ser parte del progra- ma Jóvenes Talentos, ya que es emo- cionante ser considerado un artista más y estar al lado de los grandes. “Lo que hace a un joven talento, además de lo musical, es la apariencia e interacción con el público”, conclu- ye Sara Sierra Jaramillo. Yeimy Leguizamón, la magia del oboe “Antes de interpretar el oboe, prin- cipalmente quería flauta, cuando en- tré a la escuela de formación del mu- nicipio de Tocancipá solo había oboes y no personas que lo interpretaran”. Desde los 9 años Yeimy Leguizamón ha interpretado este instrumento y en su proceso de crecimiento musical pasó por la Banda Infantil, la Banda Juvenil y la Orquesta en Tocancipá. Años más tarde tuvo lecciones con profesores de oboe que viajaban des- de Bogotá para contribuir en su for- mación. “Gracias a esos profesores pude impulsar el interés de aprender- lo a nivel profesional”. Con la Banda Juvenil tuvo la opor- tunidad de presentarse en países co- mo Argentina y Holanda. Al estar su- mergida en diferentes espacios musi- cales a lo largo de su vida supo con exactitud que quería ser música. Yeimy Leguizamón ingresó al pro- grama básico de la Universidad Na- cional de Colombia con el profesor Carlos Villanueva, y más adelante fue parte del programa profesional de oboe. “Siempre me ha gustado salir, to- mar mis ahorros para viajar y explorar el mundo”. La intérprete del oboe ex- plica que a raíz de uno de sus viajes pudo conocer a uno de sus profesores. Sucedió en el Festival Internacional de Música de Esmeraldas, en Ecua- dor, y luego obtuvo una beca en la Es- cuela Superior Reina Sofía, en Ma- drid, donde culminaron sus estudios de pregrado y están en pie los de maestría con el profesor Hansjörg Schellenberger, uno de los más im- portantes en su oficio. “El instrumento te atrapa y te en- vuelve, la vida me impuso el oboe, del que poco a poco me fui enamorando. Las vibraciones que tiene se vuelven internas y eso no quisiera cambiarlo nunca”. El acercamiento que la artis- ta tuvo con la música es especial, ya que su hermano tocaba percusión en la misma banda y a ella le gustaba ir a ser testigo del surgimiento del arte sonoro. Para ella es importante llevar la mú- sica colombiana a otros escenarios y demostrar el talento que existe en el país. “Admiro los programes de arte en Colombia, porque somos muchos los que queremos entrar a este medio. Todos los programas culturales debe- rían tener programas musicales”. Yeimy Leguizamón revela qué la motivó a ser parte del Cartagena Fes- tival de Música. “He tenido amigos que han sido Jóvenes Talentos, fui be- caria y así conocí el programa. Para es- tar aquí se necesitan requisitos y, ade- más de eso, entregar calidad, dar lo mejor siempre. Soy Joven Talento por el convenio entre la Fundación Salvi, la Fundación Alvenis y el Teatro Ma- yor Julio Mario Santo Domingo, y a raíz de esto vine como invitada”, dice con la esperanza de popularizar toda- vía más el sonido del oboe. MANUELA GÓMEZ Sara Sierra Jaramillo, joven talento del piano.

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EL ESPECTADOR / SA B A D O 11 DE ENERO 2 02 0/ 15

Yeimy Leguizamón, joven talento del oboe / Fotos: Cartagena Festival de Música

Sara Sierra Jaramilloy Yeimy Leguizamón:crece el talento joven

E L E S PEC TAD OREstas dos artistas, unaen el piano y la otra en eloboe, son en este 2020las encargadas demostrar qué viene paraColombia en materia demúsica académica. Ellasson las Jóvenes Talentosdel Festival.

Sara Sierra Jaramillo,la exclusividad del piano

“El piano me permite expresar co-sas que jamás lograría sin él”, comen-ta Sara Sierra Jaramillo, la joven pia-nista que desde los 7 años interpretael instrumento. Aunque en su familiano hay músicos, recuerda con grancariño haber escuchado a su abuelaentonarle canciones infantiles, loque pudo constituirse en su primeracercamiento al ámbito musical y loque le dio el impulso para pedirles asus padres las clases para aprender atocarlo y no separarse nunca más deél. Antes era un hobby, ahora es su vi-da. Dice, también, que fue amor a pri-mera vista. “Al llegar a mi casa, luegode la primera clase grupal de piano,me sentí muy triste porque no nosdieron el espacio de tocarlo, lo cualme marcó mucho”.

Además de teclear con maestría elpiano, Sara Sierra asistió a una solaclase de violín, le gusta la guitarra y sa-be interpretar algunos acordes senci-llos en este instrumento de cuerdas. Atemprana edad supo que seguiría conel piano, a pesar de haber contempla-do la idea de ser médica o estudiarn e u ro l o g í a .

Se ha inscrito en concursos a nivelnacional e internacional, como los dela Universidad Eafit y Pianissimo, enMedellín. También ha estado en Bra-sil, Estados Unidos, España y Perú,donde participó en el Tercer Concur-so Internacional Federico Chopin.

Además, ha asistido a clases magis-trales con Robert McDonald, de quienaprendió los secretos mejor guarda-dos en las 88 teclas negras y blancas.Aunque no hay un repertorio especí-fico favorito, se siente muy cómodainterpretando los del siglo XX y másadelante quiere ampliar el espectro.

“La música para mí ha estado liga-da al ser humano desde épocas pasa-das y es una fuerza que logra transmi-tir lo que las palabras no consiguen”,dice Sara Sierra Jaramillo, quien co-menta que un músico en formacióncomienza aportando a la sociedadentretenimiento, para después mul-tiplicar las emociones y generar unaatmósfera apta para la convivencia.“La música nos vuelve más sensiblesy humanos”.

El Cartagena Festival de Música esun terreno conocido por la pianista.Antes se presentó en las audicionespara las clases magistrales, en las queno fue aceptada. Años más tarde, es-tuvo en La Heroica como espectado-ra y turista. Su preparación antes del

evento fue de un arduo trabajo, por loque comenta que tuvo varias leccio-nes en días como 25 de diciembre y 1°de enero.

Para Sara Sierra Jaramillo, quien ensus tiempos libres hace yoga y origa-mi, es un honor ser parte del progra-

ma Jóvenes Talentos, ya que es emo-cionante ser considerado un artistamás y estar al lado de los grandes.

“Lo que hace a un joven talento,además de lo musical, es la aparienciae interacción con el público”, conclu-ye Sara Sierra Jaramillo.

Yeimy Leguizamón,la magia del oboe

“Antes de interpretar el oboe, prin-cipalmente quería flauta, cuando en-tré a la escuela de formación del mu-nicipio de Tocancipá solo había oboesy no personas que lo interpretaran”.Desde los 9 años Yeimy Leguizamónha interpretado este instrumento y ensu proceso de crecimiento musicalpasó por la Banda Infantil, la BandaJuvenil y la Orquesta en Tocancipá.Años más tarde tuvo lecciones conprofesores de oboe que viajaban des-de Bogotá para contribuir en su for-mación. “Gracias a esos profesorespude impulsar el interés de aprender-lo a nivel profesional”.

Con la Banda Juvenil tuvo la opor-tunidad de presentarse en países co-mo Argentina y Holanda. Al estar su-mergida en diferentes espacios musi-cales a lo largo de su vida supo conexactitud que quería ser música.

Yeimy Leguizamón ingresó al pro-grama básico de la Universidad Na-cional de Colombia con el profesorCarlos Villanueva, y más adelantefue parte del programa profesionalde oboe.

“Siempre me ha gustado salir, to-mar mis ahorros para viajar y explorarel mundo”. La intérprete del oboe ex-plica que a raíz de uno de sus viajespudo conocer a uno de sus profesores.Sucedió en el Festival Internacionalde Música de Esmeraldas, en Ecua-dor, y luego obtuvo una beca en la Es-cuela Superior Reina Sofía, en Ma-drid, donde culminaron sus estudiosde pregrado y están en pie los demaestría con el profesor HansjörgSchellenberger, uno de los más im-portantes en su oficio.

“El instrumento te atrapa y te en-vuelve, la vida me impuso el oboe, delque poco a poco me fui enamorando.Las vibraciones que tiene se vuelveninternas y eso no quisiera cambiarlonunca”. El acercamiento que la artis-ta tuvo con la música es especial, yaque su hermano tocaba percusión enla misma banda y a ella le gustaba ir aser testigo del surgimiento del artes o n o ro.

Para ella es importante llevar la mú-sica colombiana a otros escenarios ydemostrar el talento que existe en elpaís. “Admiro los programes de arteen Colombia, porque somos muchoslos que queremos entrar a este medio.Todos los programas culturales debe-rían tener programas musicales”.

Yeimy Leguizamón revela qué lamotivó a ser parte del Cartagena Fes-tival de Música. “He tenido amigosque han sido Jóvenes Talentos, fui be-caria y así conocí el programa. Para es-tar aquí se necesitan requisitos y, ade-más de eso, entregar calidad, dar lomejor siempre. Soy Joven Talento porel convenio entre la Fundación Salvi,la Fundación Alvenis y el Teatro Ma-yor Julio Mario Santo Domingo, y araíz de esto vine como invitada”, dicecon la esperanza de popularizar toda-vía más el sonido del oboe.

MANUELA GÓMEZ

Sara SierraJaramillo, joven

talento del piano.

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Horst Lamnek, bajista y barítono austriaco.

Wolfgang Amadeus Mozarty Giaochino Rossini

más allá del estilo clásico

Rossini, con menos de40 años, decidió

terminar de maneraabrupta su

impresionante carrerapara la escena, mientrasMozart compuso, en 24

años, 22 obras de estilosmuy diversos.

El Pentagrama N° 9

La Orquesta Sinfónica de Cartagena (OSC)se conforma cada año para dar sabor coste-ño al festival de música clásica que se celebraanualmente en La Heroica. Esta es unaoportunidad para que jóvenes músicos de lacapital de Bolívar se conozcan, se encuen-tren y compartan experiencias y saberesmusicales con instrumentistas de su edadque también aman la música y comparten lapasión por el escenario.

Teniendo en cuenta que no siempre hayespacios disponibles para que los músicosclásicos de las regiones puedan participar enuna orquesta sinfónica y dar a conocer lo quecon tanta pasión y dedicación practican adiario en las salas de estudio de sus universi-dades, conservatorios y habitaciones, el en-samble ocasional de esta orquesta, que inicióen 2017, es una gran oportunidad.

La estrategia de la OSC busca comple-mentar la formación musical de instrumen-tistas entre los 13 y 29 años de la ciudad, quetocan obras mil y una veces, pero no cuentancon un público que pueda deleitarse con susobras artísticas y atestiguar los talentos decientos de jóvenes que han optado por el artecomo forma de vida, incluso en medio de unmundo que se mueve con los aceleradosbeats del reguetón, el pop y los nuevos tiposde fusión de la música moderna.

Precisamente, bajo la dirección de JuanCarlos Noreña, en la noche del miércoles seescucharon en el puerto de Cartagena algu-nos arreglos de música popular para instru-mentos sinfónicos, empezando por un rít-mico Libertango, bailando con Los hijos deSánchez, y terminando con sonrisas a SanPelayo, donde los jóvenes intérpretes no po-dían ocultar la alegría que les daba interpre-tar en sus instrumentos clásicos los ritmoscon los que nacieron.

Esta experiencia de inmersión artística yformativa es un punto de referencia y opor-tunidad de crecimiento profesional, social ycultural para los estudiantes y practicantesde música que fueron elegidos para la ver-sión 2020 de la Orquesta Sinfónica de Carta-gena.

Sin embargo, el proyecto busca funcionarcomo una orquesta estable de los jóvenesmúsicos en Cartagena de Indias que logredinamizar la agenda cultural y musical de laciudad, fortaleciendo el tejido social de losbarrios cartageneros y vinculando el talentode nuevas generaciones, cuenta RicardoSalguedo, primer flautista de la OSC.

La presentación musical de este miérco-les demostró las ganas de los jóvenes de to-car en una orquesta de calidad, pues con dis-ciplina asistieron a los ensayos y atendierona las recomendaciones de su director, que,según Salguedo, es una de las mejores venta-jas de participar de esta orquesta.

Cartagena ha encontrado una forma va-liosa de permitir que sus jóvenes explorensus talentos y adornen la ciudad amuralladacon sus notas musicales. Solo resta que esteproyecto sea impulsado y se convierta en unespacio permanente de reunión para losemergentes intérpretes sinfónicos.

Ca r ta g e n atiene ta l e n t om u s i ca l

n 1829, el célebre maestroGioachino Rossini (1792-1868), en la plenitud de sucarrera artística, se des-pidió del mundo de la es-cena lírica con su obra

Guillermo Tell. Gaetano Donizetti(1797-1848) dijo en referencia a lamencionada ópera: “Rossini compu-so la primera parte, pero la segunda...es la voz de Dios”. Las palabras de Do-nizetti, a su vez un brillante composi-tor del bel canto, representan una pe-queña muestra de lo que fue el grancírculo de cariño y admiración queRossini logró construir como músicoy ser humano durante su vida.

Gioachino Antonio Rossini nació el29 de febrero de 1792 en Pésaro, loca-lidad a orillas del Adriático. Allí lasmontañas contrastan con el paisajemarítimo. Una visita a esta ciudad nospermite familiarizarnos con algunosde los elementos que forjaron la per-sonalidad del maestro.

En una calle estrecha del centro his-tórico se levanta la casa natal del com-positor. Podemos imaginar el am-biente de la época, rodeado de la mú-sica proveniente de las bandas de pue-blo que su padre dirigía, o la dulce voz

de doña Anna Guidarini, madre deGioachino, interpretando, mientrascumplía sus oficios de costurera, lasarias más famosas de la ópera de sut i e m p o.

Recorriendo la ciudad encontra-mos múltiples referencias al Cisne dePésaro, nombre cariñoso dado alcompositor. En sus calles se libraronbatallas que el maestro convirtió enmúsica a través del crescendo. No es deextrañar ver en un café o en un peque-ño restaurante personajes de edad yaspecto generoso que evocan la sim-patía de don Bartolo o don Basilio enEl barbero de Sevilla, una de su óperasmás famosas. La vida agitada de Pésa-ro, la belleza del idioma italiano y lossonidos de la calle sirvieron para queRossini adquiriera una destreza rít-mica que da un sonido individual so-bre todo a sus óperas bufas.

La lírica acompañó desde tempranaedad a Rossini. En su infancia, el cantoocupaba un lugar importante y en laadolescencia, cuando su voz quebró,hizo parte de orquestas en donde bri-llaba como clavicembalista.

Biógrafos y musicólogos hablan dela gran precisión y rigor del maestrocuando de música se trataba. En su vi-da cotidiana, Rossini se destacaba porsu buen humor, crítica ácida pero di-

vertida y su gusto por la buena comi-da. Se habla de su profunda admira-ción por la obra de Ludwig van Beet-hoven (1770-1827). Sobre RichardWagner (1813-1883), autor de El anillode los Nibelungos, Rossini decía: “Sumúsica tiene bellos momentos, peroterribles cuartos de hora”.

Wagner y Rossini se reunieron enParís. Amigos del compositor italianoquedaron sorprendidos al ver cómo lagentileza de Rossini y su buen humorlograron derretir el difícil y severo ca-rácter del compositor alemán.

Rossini tuvo también oportunidadde encontrar a Beethoven en Viena,durante una temporada en el veranode 1822. Seis de sus óperas se repre-sentaron y el erudito público de la ciu-dad de la música se rindió a sus piescreando lo que podríamos llamar unaRossinimanía. El maestro de Bonn fueparticularmente amable con Rossini yle sugirió componer muchos barbe-ros más.

Resulta difícil comprender cómoRossini, con menos de 40 años, deci-dió terminar de manera tan abruptasu impresionante carrera para la es-cena. En la segunda mitad de su vida elmaestro se dedicó a la música instru-mental y vocal de cámara y compusodos monumentales piezas sacras: elStabat Mater y la Pequeña misa solen-mne, cuya duración es superior a lasdos horas. En la partitura original dela misa se pueden leer las siguientespalabras: “Querido Dios, mi pobre pe-queña misa está terminada. ¿Es estade verdad música sacra? Yo nací parala ópera cómica, como tú ya sabes. So-lo necesité un poco de destreza y cora-zón, nada más. Sea bendecida la obra ypor favor no dejes de admitirme en elp a ra í s o ”.

La asociación de Wolfgang Ama-deus Mozart (1756-1791) con la ópera

viene casi desde la cuna. En Austria yAlemania, desde siempre, la ópera, yen general todo aquello relacionadocon la voz humana, ha hecho partemuy importante de la vida cotidiana.En tiempos de la familia Mozart, encasa se cantaba y se interpretaban ins-t r u m e n t o s.

Leopold Mozart, padre del compo-sitor, recreaba en su hogar, para la ad-miración de Wolfgang y su hermana,las melodías provenientes de lasgrandes obras para la escena que semontaban en los teatros principales.Como consecuencia, a la tierna edadde 11 años Mozart ya había compues-to y estrenado un drama en latín, con

una duración de dos horas, llamado:Apolo y Jacinto, y poco tiempo des-pués sorprendería al público, estavez con una pequeña obra en alemánllamada Bastian y Bastiana. Durantesu vida musical siempre pensó en to-dos los públicos.

Mozart compuso, en un período de24 años, 22 obras para la escena en di-ferentes estilos. En 1786 conoció aldramaturgo italiano Lorenzo da Pon-te (1749-1838). Los genios de estoshombres se unen y nacen entoncestres obras que se conocen como la tri-logía Mozart-Da Ponte. En ella, com-positor y libretista inventaron el lla-mado drama giocoso, el drama jocoso,

en el que, como su nombre lo indica, lacomedia y el drama se unen.

Estas obras fueron creadas para serrepresentadas en teatros de la aristo-cracia. Con el tiempo, la ópera comen-zó a ser propiedad de todos, el públicopudo identificarse con los personajespropuestos por Da Ponte y admiraronla caracterización que Mozart dio aellos a través de una música que supe-ra las barreras del tiempo.

La ópera Las bodas de Fígarocuentala historia del Conde Almaviva, que yano ama a Rossina, su esposa. Coque-tea con las empleadas de la corte y aliniciar la obra su interés está en la be-lla Susana, prometida de Fígaro. LaCondesa debe renunciar a todo su or-gullo para recurrir a su dama de com-pañía como ayuda para recuperar elamor de su esposo.

El personaje central de Don Gio-vanni es un hombre que ha logradoconquistar en varios países más dedos mil mujeres de características yedades diversas. En las diferentes pá-ginas de la ópera, Mozart describe lasensualidad, capacidad de seduccióny el poder del personaje central.

Por su parte, Così fan tutte nos pre-senta la historia de dos amigos que de-sean probar a un cínico anciano la fi-delidad eterna de sus respectivas mu-jeres y para ello cambian lugares eidentidad, después de haber hechouna apuesta. Esta obra representa launión perfecta entre la llamada óperaseria y el canto popular. Resulta curio-so recordar cómo esta ópera fue con-siderada inmoral en su tiempo. Parajustificar una presentación ante lacensura, se cambiaban o recortabantextos, y fue apenas en el siglo XX quese reconoció su verdadero valor.

Estudiar la obra para la escena deMozart resulta ser una experienciaenriquecedora desde diferentes pun-tos de vista. Musicalmente, nos per-mite apreciar la evolución de la músi-ca para la escena, y desde el punto devista humano nos otorga la posibili-dad de ver entre sus líneas a un sersimplemente grandioso. Nos pregun-tamos siempre: si Mozart no hubierafallecido a los 35 años, ¿cuál hubierasido el camino que la ópera hubieratomado?

EJOSÉ DANIEL RAMÍREZ COMBARIZA

Camerata Salzburg. orquesta decámara austriaca.

Juan David González Sánchez,barítono Colombiano.

Paola Leguizamón,mezzosoprano colombiana.

Pablo Martínez, tenor colombiano.

Martina Fender, soprano alemana. Klemens Sander, barítono austriaco.

SILVIA OVIEDO BOTERO

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EL ESPECTADOR / SA B A D O 11 DE ENERO 2 02 018 / El Pentagrama N° 9

Transmisiones del Cartagena Festival de Música 2020

/ Cortesía

El pentagramaPeriódico oficial del CartagenaFestival de MúsicaPresidenta: Julia Salvi

Director General: Antonio MiscenàSocios Principales: Postobón, RCNRadio, RCN TelevisiónSocios: Cine Colombia, ElE s p e ct a d o r

Fundadora de El Pentagrama:Paula Ojeda PalacioDirectora de El Pentagrama:Ángela Martin LaitonEditor General: Juan CarlosP i e d ra h í t a

Redactoras de El Pentagráma:Silvia Oviedo, Manuela Gómez yMelissa Mazuera

Fo to g ra f í a : Tico Ángulo,Wilfredo Amaya, Felipe FlórezD i s e ñ o: William NiampiraG ambaColaboradores El Pentagrama:

José Daniel Ramírez Combarizay Paula Casas Mogollón

“La ópera más allá del estiloc l á s i co ”, concierto en el quese presentarán la CamerataSalzburg, Paola Leguizamón,Martina Fender, ElianaPiedrahíta, entre otros, se

transmitirá el 11 de enero a las8:00 p.m. por RCN NuestraTele Internacional y a las12:00 m. por NTN 24.También se transmitirá endirecto por Señal Colombia.

Este mismo día, “El cuartetoc l á s i co ” se transmitirá vía“st re a m i n g ” en la página webde Davivienda.El 12 de enero, último día delFestival, “La sinfonía de lo

bello y lo sublime” setransmitirá por RCN NuestraTele Internacional a las 5:00p.m. Este concierto contarácon las presentaciones de laSupernova Romántica y el

director Robin O’ Neill.También se podrá ver através de NTN 24 a las 12:00m. y en directo por SeñalColombia. Este mismo día alas 10 p.m. se llevará cabo

“Ópera en la plaza”, que setransmitirá por RCN NuestraTele Internacional a las 10:00p.m., por NTN 24 a las 12:00 m.y en directo por SeñalCo l o m b i a .

ulio Victoria es inquietotodo el tiempo. En su ca-beza va mezclando dife-rentes ritmos. Es atento alo que escucha, le encan-ta percibir los sonidos de

las ciudades, ensamblar las melodías delas conversaciones pasajeras y reinven-tar una a una sus puestas musicales. Nole gusta conformarse, prefiere estar enun constante estado de aprendizaje, deredescubrir cómo construir nuevaspiezas con otras herramientas diferen-tes a los sintetizadores.

En esa nueva búsqueda descubrióque el sonido romántico del arpa, la ba-tería, el bajo y las melodías de la marim-ba, características del Pacífico, puedencombinarse perfectamente con lasmezclas de los sintetizadores y el showde luces. Una fusión que es el epicentrode Live, su nueva puesta en escena, unespectáculo que por primera vez llega-rá al Cartagena Festival de Música.

Con Live, un formato que tuvo su gé-nesis en 2014, Victoria busca trascen-der la pista de baile y resaltar la instru-mentación colombiana con fusión elec-trónica. Para conseguirlo, se desligó porcompleto de los tornamesas y de las lu-ces de las discotecas y encontró en elensamble de los ritmos del Pacífico y delos Llanos Orientales un aliado perfec-to para aproximarse a un lenguaje mu-sical mucho más orgánico.

“No suena al Pacífico o a los Llanos,directamente, pero se nutre de la esen-cia de sus melodías. Mezclamos ritmoselectrónicos con instrumentos indíge-nas, creando nuevos sonidos experi-mentales. Esta puesta en escena, que esbastante versátil, la defino como un pa-seo sónico que va de 80 pulsaciones porminuto a 126, a través de múltiples gé-neros y culturas musicales”, señala elDJ nacido en Armenia.

Tras una gira exitosa en tarimas co-mo Lollapalooza, en Chile y Argentina;el Lotte World Tower, en Seúl; el Festi-val Estéreo Picnic 2018, en Colombia, yel Black Box Musiikkitalo, en Finlan-dia, la visión del techno y del house deVictoria cautivó a Antonio Miscenà, di-rector del Festival. El italiano acompa-ñó durante varios ensayos a Victoria yquedó cautivado con su puesta en esce-na, la catalogó como una presentación“moderna y única que, en definitiva,rompía todos los esquemas que ha pre-sentado el Festival en sus trece años”.

Las expectativas de su presentaciónson altas, sobre todo porque, pocas ve-ces en Colombia, la música clásica semezclará con los sonidos de la electró-

nica, el house y el techno en el auditorioGetsemaní, del Centro de Convencio-nes de Cartagena. “Es la primera vezque voy al Festival, pese a que lo llevoescuchando varios años. Es un eventoque me llama la atención”, apunta elp ro d u c t o r.

El 11 de enero, Victoria y su bandasaldrán a escena junto con 20 músi-cos de la Filarmónica. Están motiva-dos y esperan que de este showarriesgado e inspirador se construyaun ensamble muy sólido que puedaser parte de sus presentaciones delotro año. “Llevamos preparándonosdesde diciembre para este festivalcon Pedro Sarmiento, que es el com-positor y arreglista de mis tracks. Yole paso a él la música y los ritmos y élse encarga de realizar todos los arre-glos para la orquesta”, señala. Con-fiesa, además, que uno de sus intere-ses es investigar ritmos tradicionalesdel país.

Del tenis, a los sintetizadoresJulio Victoria era tenista profesional.

El deporte blanco lo llevó a recorrer va-rios países, le dio la oportunidad de co-nocer diferentes tradiciones, experi-mentar con diversas culturas y, por su-puesto, escuchar los ritmos que poníana bailar al mundo. En ese ir y venir des-cubrió la música electrónica, esa melo-día impresa en los discos de vinilo quecompró en Plattentasche, una tienda enAlemania, lo atrapó. Desde 2005 en-contró que entre el house y el techno ibaa pasar sus días.

Un accidente, del que poco habla, y suamor por mezclar ritmos lo llevaron acambiar las raquetas por los sintetiza-dores. Desde entonces no se ha separa-do de la electrónica. A su regreso a Bo-gotá, junto a sus amigos, alquiló una an-tigua sala de billar para fundar BillaireLondres, un club en el centro de la ciu-dad que es donde Victoria muestra enexclusiva sus tracks antes de llevarlos alas tarimas del mundo. Uno de ellos esLeft, quizás, una de sus piezas más em-blemáticas, la que describe como untrabajo hipnótico y una evolución de losa n t e r i o re s.

La armonía, equilibrio y movimientoque tienen los tracksde Julio Victoria lohan convertido en uno de los grandesexponentes de la música electrónica enColombia. Ha brillado en tarimas deEstados Unidos, Sudáfrica, Reino Uni-do y México, y ahora, con Live, su pro-yecto instrumental, quiere deslumbrarel escenario del Cartagena Festival deMúsica. Con su presentación, Julio es-pera conseguir la Victoria de la electró-nica en un evento consagrado a la músi-ca clásica.

JPAULA CASAS MOGOLLÓN