El Esceptico ndureza contra los brujos de la Nueva Era, ha empleado en esta ocasión sus mismas...

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el escØptico La revista para el fomento de la razón y la ciencia Publicación trimestral - Número 8 (Primavera 2000) Edita ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico PVP: 5,4 euros/900 Pts. Argumentando a favor de la evolución Argumentando a favor de la evolución Tunguska: el impacto, la hipótesis, el mito Dogon, un misterio inexistente

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Publicación trimestral - Número 8 (Primavera 2000)

Edita ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico PVP: 5,4 euros/900 Pts.

Argumentandoa favor de laevolución

Argumentandoa favor de laevolución

Tunguska:el impacto,

la hipótesis,el mito

Dogon,un misterioinexistente

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elescéptico ®

La revista para el fomento de la razón y la ciencia

DIRECCIÓNLuis Alfonso Gámez

Carlos Tellería

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CONSEJO EDITORIALFélix Ares de BlasJavier E. ArmentiaErnesto J. Carmena

Pedro Luis Gómez BarrondoAlfonso López BorgoñozSergio López Borgoñoz

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SECCIONESEl circo paranormal, Víctor R. Ruiz

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DOCUMENTACIÓNEduardo Giménez

COORDINADOR DE TRADUCCIONESPedro Luis Gómez Barrondo

PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓNCarlos Tellería

SUSCRIPCIONESAlfonso López Borgoñoz

DISEÑO DE ‘WEB’Carlos Ungil

EDITAARP - Sociedad para el Avance del

Pensamiento Crítico

FOTOCOMPOSICIÓNLetra Artes Gráficas, S.C.

IMPRIMEGráficas Lema. c/ Tiermas, 2. Zaragoza

DEPÓSITO LEGALZ-1947-1998

ISSN1139-938X

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TESORERO

Alfonso López Borgoñoz

RELACIÓN PARCIAL DE SOCIOS

Miguel Ángel Almodóvar (Periodista científico); Carlos J. Álva-rez (Psicólogo, Universidad de La Laguna); David Alvargonzá-lez (Filósofo, Universidad de Oviedo); José María Bello (Ar-queólogo, director del Museo Arqueológico e Histórico de LaCoruña); Henri Broch (Físico, Universidad de Niza); GustavoBueno (Filósofo, Universidad de Oviedo); Mario Bunge (Filó-sofo, Universidad McGill); Pedro Caba (Médico, ex vicepre-sidente de la Organización Mundial de la Salud); AntonioCalvo Roy (Periodista, Consejo de Seguridad Nuclear); Vic-toria Camps (Filósofa, Universidad de Barcelona); César Este-ban (Astrofísico, Instituto Astrofísico de Canarias); IgnacioFernández Bayo (Periodista científico); Teresa González de la Fe(Socióloga, Universidad de La Laguna); Raúl Guerra Garrido(Escritor); Paul Kurtz (Filósofo, Universidad de Nueva York);Alfonso López Borgoñoz (Arqueólogo); Sergio López Borgoñoz(Gerente de Antares Producció i Distribució SL); EustoquioMolina (Paleontólogo, Universidad de Zaragoza); Ramón Nú-ñez (Director de la Casa de las Ciencias de La Coruña); Er-nesto Páramo (Director del Parque de las Ciencias de Gra-nada); Xabier Pereda Suberbiola (Paleontólogo, Universidaddel País Vasco); Marcos Pérez (Técnico de la Casa de lasCiencias de La Coruña); James Randi (Ilusionista y divulgadorcientífico); Andrés Sanjuán (Biólogo, Universidad de Vigo);Fernando Savater (Filósofo, Universidad Complutense de Ma-drid); Manuel Toharia (Periodista científico, director del Mu-seo de la Ciencia Príncipe Felipe de Valencia); Victoria Toro(Periodista científica); Alberto Virto (Físico, Universidad deZaragoza).

EL ESCÉPTICO mantiene intercambio expreso de contenidoscon otras publicaciones. Fuera de este margen, queda prohi-bida la reproducción total o parcial de contenidos sin previaautorización de la dirección de la revista. No se mantiene cor-rrespondencia sobre originales no solicitados.

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ARTÍCULOS

“El creacionismo espura ignorancia” ......................................11

“Uno de los problemas con la ignorancia de losmétodos de la ciencia y de la tecnología es quepermite que los anuncios de la televisión o la radioy las promesas de los políticos se acepten, aunquesean cosas contradictorias o falsas”, indicaFrancisco J. Ayala.

LUIS ALFONSO GÁMEZ

Argumentando a favorde la evolución ...........................................17

FRANCISCO J. AYALA

El peligro creacionista:el ‘caso Plimer” .............................................. 23

Pleitear con los pseudocientíficos supone uncierto peligro para la salud y la economía de cual-quier científico, por prestigioso y famoso que sea.

EUSTOQUIO MOLINA

Tunguska: el impacto,la hipótesis, el mito ..................... 31

Nadie ha podido todavía responder con autori-dad a la pregunta: ¿Qué fue lo que ocurrió sobrela taiga siberiana el 30 de junio de 1908?.

CARLOS LÓPEZ BORGOÑOZ

¿Ha pensado en hacercarrera en laspseudociencias? ......................................... 40

DAVID FISHER

Arqueología soñada:la historia de laspirámides de Güímar ............... 43

La intervención de ‘grandes investigadores’ derenombre internacional y el apoyo financierodel sector turístico han tergiversado la realidadde unos llamativos elementos del patrimonioetnográfico de Canarias.

CÉSAR ESTEBAN

Dogon, un misterioinexistente ....................................................................... 54

Marcel Griaule fue un antropólogo demasiadoentusiasta y poco riguroso. Y Robert Temple es,simplemente un farsante.

JULIO ARRIETA

Astrología ‘versus’astronomía ‘versus’astrofísica ......................................................................... 59

Antiguamente, astronomía y astrología signifi-caban lo mismo, pero actualmente son los tér-minos astronomía y astrofísica los que se utili-zan indistintamente o, en todo caso, el primerocon carácter más general que el segundo.

INÉS RODRÍGUEZ HIDALGO

SECCIONES

Editorial ..................................................................................................... 4Secretos reveladores.

Primer Contacto ..............................................................................5La Iglesia hace público el supuesto ‘tercer se-creto’ de Fátima; Sudáfrica recurre a los ‘disi-dentes del sida’ para luchar contra la pandemia;Imágenes de satélite acaban con el misterio delArea 51; Ramón Núñez, premio Mario Bohos-lavsky 2000.

Cuaderno de Bitácora ................................................21Yo también he visto ‘GH’.

El Circo Paranormal ..........................................................27Ordenalfabétix en las ondas; ‘Cucharoquinesia’;Místico, astrólogo y sinfónico.

Guía Digital ..........................................................................................52Sentido crítico y del humor.

Desde el Sillón ............................................................................62El legado de Sagan; La historia de España, des-mitificada.

Correo del Lector .................................................................66

PORTADADibujo de Portada: Fernando G. Baptista.

Sumario

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4el escéptico (Primavera 2000)

editorial

H emos dicho, por activa y por pasiva, que la crítica ala religión como tal no tiene sitio en estas páginas.Sin embargo, también hemos dejado bien claro, en

la corta vida de EL ESCÉPTICO, que no rehuiremos pro-nunciarnos cuando las afirmaciones religiosas trasciendan elcampo de la fe para adentrarse en el de las afirmacionescomprobables. Este segundo es el caso de la revelación queel Vaticano hizo a mediados de mayo cuando dio a conocerel denominado tercer secreto de Fátima, una supuesta profe-cía mariana que la Santa Sede interpreta como el anuncio,a principios de siglo, del atentado que sufrió el papa JuanPablo II en 1981. Si algo produce la interpretación realizadapor el cardenal Sodano en Fátima el pasado 13 de mayo, es“pena y vergüenza. Ajena y propia”, tal como ha apuntadoel sacerdote y periodista Manuel de Unciti. Y no porque,como ha indicado Eugenio Scal-fari, “la identificación de JuanPablo II como predilecto de Ma-ría, elegido como mártir de la fe ypor ella sustraído a las potenciasdel mal para preservar su acciónevangélica, contiene todos loselementos para que sea procla-mado lo antes posible beato y, se-guramente, santo”; sino por loque supone de vuelta a una religiosidad infantil basada enhechos sobrenaturales de tan nula credibilidad como losprotagonizados por Rappel, Aramís Fuster o Uri Geller.

El Vaticano, que en varias ocasiones ha arremetido condureza contra los brujos de la Nueva Era, ha empleado enesta ocasión sus mismas argucias. Porque la interpretación aposteriori de las presuntas profecías atribuidas a la Virgen nose diferencia en nada de lo que suelen hacer los astrólogos.Así lo tiene que admitir cualquiera que esté mínimamenteal corriente del caso de Fátima. Nadie, excepto la videnteque todavía vive, conocía los presuntos mensajes de la Vir-gen hasta 1941. O, lo que es lo mismo, ya habían muerto susdos primos y estallado la Segunda Guerra Mundial cuandoLucía dos Santos aseguró que María le había anunciado en1917 ambos hechos, más una conversión de Rusia que siguesiendo un mero futurible. Y las cosas no mejoran respecto altercer secreto, ya que no tiene ningún misterio adaptar unapredicción cuando ya han ocurrido los hechos y de acuerdocon los intereses de quienes han custodiado el secreto. Adi-vinar el pasado es fácil.

Pero, siendo la actitud oficial del Vaticano disparatada,siendo un auténtico insulto a la inteligencia, como escépti-cos también hemos de volver los ojos hacia la prensa. Losprincipales medios de comunicación españoles se volcaroncon la visita del Papa a Fátima y la revelación de la profe-cía, pero pocos de ellos hicieron gala de un mínimo espíritu

crítico. Asumieron, en general, lo dicho porel Vaticano como una verdad incuestionable,la mayoría de los editorialistas pasaron delasunto –cuando no se deshicieron en elo-gios– y, como mucho, algún articulista lehincó el diente. El catolicismo de finales delsegundo milenio retrocedió en el tiempo ha-cia un mundo milagrero de apariciones divi-nas a creyentes semianalfabetos, plagado decuraciones imposibles y temores milenaristas;cayó en los mismos vicios que los adoradoresde Nostradamus, los marcianos y demás sím-bolos del panteón esotérico, y, en su caída,arrastró a muchos medios de comunicaciónhacia el abismo mágico. Que, cuando la pro-

pia Iglesia advierteque ningún cristianoestá obligado a darcrédito ni a las apari-ciones ni a los su-puestos mensajesanexos, lo hagan elPapa y la Curia, conel visto bueno dequienes se supone

que velan por la veracidad de la informaciónen una sociedad democrática como la espa-ñola, resulta paradójico e inquietante.

Tan vergonzante espectáculo de unos –lajerarquía vaticana– y de otros –los medios decomunicación de masas– es posible que se sus-tente en el deseo de agradar a una mayoría ca-tólica que, sin embargo, se ha sentido ofendidapor la actitud del Vaticano. Porque, mientraslos no creyentes se han asombrado ante la tor-peza de la Santa Sede, los creyentes no mila-greros –que son los más– se han indignado alcomprobar que nada diferencia el modo deproceder de la Iglesia respecto del tercer secretodel de los brujos televisivos o el tan mentadocomo errado Nostradamus. Ésa ha sido la prin-cipal revelación de Fátima y del mensaje delcardenal Sodano: que la cúpula de la IglesiaCatólica todavía tiene necesidad de recurrir auna religión milagrera. Con Fátima, lo que pa-recía del pasado es más del presente que nuncay los modos de Roma se equiparan a los decualquier apóstol típico de la Nueva Era, vol-cándose en la explotación de una fenomeno-logía sobrenatural ante la que el escepticismocientífico sí tiene mucho que decir

Secretos reveladores

■ Con Fátima, lo que parecía delpasado es más del presente quenunca y los modos de Roma seequiparan a los de cualquierapóstol típico de la Nueva Era

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(Primavera 2000) el escéptico 5

Recientemente, los periódi-cos de medio mundoanunciaban a bombo y

platillo que el mal llamado ter-cer secreto de Fátima –en reali-dad, es la tercera parte de unúnico secreto cuyas dos prime-ras partes ya habían sido revela-das en 1941– había sido final-mente desvelado. Su conte-nido, según lo reprodujo, porejemplo, el diario El Mundo ensu editorial de 14 de mayo, es:“Un obispo vestido de blancocaerá por tierra como muertobajo los tiros de un arma defuego”. Quería de esta manerala Iglesia Católica poner puntofinal a un asunto que se le es-taba escapando de las manos y,de paso, revitalizar el santuariomariano por el que Juan PabloII ha mostrado una particularpredilección, ya que atribuye ala Virgen de Fátima una espe-cial protección en el atentadodel 13 de mayo –festividad dedicha virgen– de 1981. (Dichosea entre paréntesis, no enten-demos demasiado bien en queconsistió tal protección, habidacuenta de que el Papa resultógravísimamente herido. A raízde ese desgraciado suceso, losresponsables de la seguridad deJuan Pablo II decidieron tomarmedidas terrenales que impidie-ran el tener que volver a recu-rrir a protectores celestiales y,por ejemplo, crearon el vehí-culo conocido popularmentecomo papamóvil. Donde esté elkevlar que se quiten todas lasestampas de santos habidos y depor haber.)

Por desgracia, el secretariode Estado vaticano, encargadopor el Pontífice de hacer pú-blico el tercer misterio el pasado13 de mayo en Fátima, noaclaró las causas por las que

miembros destacados de la Igle-sia han estado mintiendo sobreel tema durante más de cin-cuenta años. ¿Por qué decimosesto? Pues por la sencilla razónde que algo no cuadra. Veamos.En la tercera supuesta apariciónde la Virgen a los niños portu-gueses Francisco, Jacinta y Lu-cía, e 13 de julio de 1917, éstosrecibieron un mensaje que, demomento, debía permanecer se-

creto. En 1941, sor Lucía–única superviviente del trío,puesto que Francisco murió en1919, cuando iba a cumplironce años, y Jacinta en 1920,cuando iba a cumplir los 10– re-cibió autorización de su obispopara hacer públicas las dos pri-meras partes del Secreto.

La primera de dichas parteses una descripción del infiernosegún la iconografía habitual enel arte cristiano: demonios conforma de animales horribles,condenados gimiendo entre lasllamas y mucho humo por todaspartes –ciertamente, nada queobligara a un mutismo de vein-ticuatro años. Lo mismo puedeverse en El jardín de las delicias,de El Bosco, sin ir más lejos–.La segunda es una profecía –lacursiva vienen dada porque sepublicó en 1941 un presagio dehechos... que para entonces yahabían sucedido– que reza: “Laguerra –se refiere a la PrimeraGuerra Mundial– terminará,pero, si no se deja de ofender aDios, en el reinado de Pío XIcomenzará otra peor. Cuandoviereis una noche alumbradapor una luz desconocida, sabedque es la gran señal que Dios osda de que va a castigar almundo por sus crímenes por

primer contacto

La Iglesia hace público el supuesto‘tercer secreto’ de Fátima

Explanada del Santuario de Fátima durante una celebración.

Representación de la supuesta aparición

mariana en Cova de Iria.

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medio de la guerra, del hambre,de la persecución de la Iglesia ydel Santo Padre. Para impedireso, vendré a pedir la consagra-ción de Rusia a mi InmaculadoCorazón y la comunión repara-dora de los primeros sábados. Siatendieren mis deseos, Rusia seconvertirá y habrá paz; si no, es-parcirá sus errores por el mundopromoviendo guerras y persecu-ciones de la Iglesia: los buenosserán martirizados; el Santo Pa-dre tendrá que sufrir mucho; va-rias naciones serán aniquila-das...” Una lectura atenta deeste documento, no puede pormenos de encontrar un par–quizá más, según se imterpre-ten algunas frases– de incohe-rencias de bastante considera-ción. La primera es obvia, sicontiene un presagio de la Se-gunda Guerra Mundial y se po-nen unas condiciones para evi-tar que esto suceda, ¿por qué sepublica cuando ya hacía año ymedio de que dicho conflictohabía estallado? La segunda esde orden histórico: se prediceuna persecución contra elSanto Padre que, sencilla-mente, no tuvo lugar. Nueva-mente, no existe ninguna razónpara el silencio y sí para que sehubiera hecho público con an-terioridad.

El tercer secreto no fue es-crito, aunque sí se anunció suexistencia. Por esa razón,cuando sor Lucía cayó grave-mente enferma en 1943, elobispo de Leiria-Fátima le pidióque lo redactara para que, encaso de fallecimiento, no se per-dieran las palabras de la Virgen.Sor Lucía le exigió que se lo or-denara y así lo hizo. No obs-tante, hasta el 2 de enero de1944 y previa supuesta apari-ción de la Virgen María queconfirmó a la monja que ésa eratambién su voluntad, sor Lucíano obedeció la orden delobispo. Una vez puesto por es-crito y guardado en un sobre la-crado, fue entregado al obispo

Ferreira, quien, a su vez, se lodio en mano al Oobispo de Lei-ria-Fátima, en cuyo poder per-maneció hasta 1957. En esa fe-cha, Venancio, obispo auxiliarde Leiria-Fátima se lo entregoal nuncio apostólico en Lisboapara su envío al Vaticano. Sinembargo, Venancio, según de-claró más tarde, había exami-nado al trasluz el sobre y habíapodido comprobar que el textodel tercer secreto ocupaba unasveinte o veinticinco líneas, bas-tante más que la revelado el 13de mayo por el Vaticano.

Hagamos notar en estepunto que el poner por escritoel secreto había movilizado a dosobispos y a la propia Virgen,algo que no se entiende dema-siado bien habida cuenta de sucontenido. Siguiendo la peripe-cia del sobre lacrado, éste llegóel 16 de abril de 1957 al Vati-cano, donde el papa Pío XII loguardó sin leer, ya que sor Lucíahabía insistido en que la Virgen–en una nueva aparición– lehabía pedido que permanecierasecreto hasta su muerte –la deSor Lucía– o, en cualquier caso,hasta 1960, año en el año quese debería hacer público su con-tenido, porque entonces “seríamejor entendido”. En 1959,Juan XXIII abrió el sobre y leyósu contenido, que le fue tradu-cido por Paulo José Tavárez. ElPapa ordenó que le fuera comu-nicado al cardenal Ottaviani,prefecto de la Santa Sede. El re-sultado de estas lecturas no sehace esperar. El 8 de febrero de1960, la Santa Sede hizo pú-blico un comunicado en el queafirmaba que no pensaba divul-gar el contenido del secreto yañade: “Aunque la Iglesia reco-noce las apariciones de Fátima,no tiene el deseo de asumir laresponsabilidad de garantizar laveracidad de las palabras quelos tres pastorcitos –en realidadde sólo uno de ellos, sor Lucía–dijeron que la Virgen María leshabía dirigido”. Esto sólo puede

significar que el Vaticano nocreía que el texto del secretotransmitido por sor Lucía co-rrespondiera a algo realmentedicho por la Virgen, lo que, esincomprensible si éste fuera elrecientemente publicado.

Puestas así las cosas, ¿es lí-cito suponer que el texto auto-rizado para su divulgación no esel que sor Lucía escribió? Tene-mos dos pistas para suponer quees así. Por un lado, las declara-ciones de personajes tan cualifi-cados como el obispo de Liria-Fátima, Cosme do Amaral,quien aseguró en el aula magnade la Universidad Técnica deViena que: “Su contenido –serefería al tercer misterio– sóloconcierne a nuestra fe. Identifi-car el secreto con anuncios decatástrofes o con un holocaustonuclear es distorsionar el signi-ficado del Mensaje. La pérdidade la fe de un continente espeor que la aniquilación de unanación; y ciertamente la fe estádisminuyendo considerable-mente en Europa”. Estas decla-raciones confirmaban otras delcardenal Ratzinger, según lascuales, el tercer misterio se re-fiere “a los peligros que amena-zan la fe y la vida de los cristia-nos”. La otra pista que tenemoses el testimonio de la propia sorLucía. En una carta fechada el22 de mayo de 1958 y dirigida alpadre Fuentes, encargado de lacausa de beatificación de losotros dos pastorcitos, dice que“la Virgen ha dicho expresa-mente: ‘Nos acercamos a los úl-timos días’, y me lo ha repetidotres veces”. A una persona quele preguntó por el contenidodel tercer secreto, le respondió:“Está en el Evangelio y en elApocalipsis, léalos”.

¿Qué es lo que realmente es-cribió sor Lucía? ¿El anuncio dela Gran Apostasía anunciada enel Apocalipsis? Si es así, no se-ría la primera vez que la Virgenejerciera de profetisa. Ya en LaSalette en 1846 la Virgen co-

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municó a los niños Melania yMassimino que “en el año 1864Lucifer será liberado de sus ata-duras en el infierno junto a ungran número de demonios y és-tos abolirán la fe... Será en esetiempo cuando nacerá el Anti-cristo”. ¿Será cosa de ir pen-sando en crear una nueva advo-cación mariana, la de NuestraSeñora de la Rabanera o de quela Santa Sede reitere su comu-nicado de 1960 sobre Fátima?Mucho nos tememos que de losegundo nos podemos ir olvi-dando. Por de pronto, el deci-dido apoyo de Juan Pablo II alsantuario ha supuesto las previ-sibles muestras de satisfacciónen el catolicismo portugués queve cómo, de esta manera, se re-frenda la capacidad profética–nuevamente cuando los he-chos ya han sucedido– de suVirgen. Por contra, nadie hacereferencia a las contradiccionesentre lo que se sabía y el sor-prendente comunicado actualde la Santa Sede. ¿Qué importala verdad cuando las colas defieles aumentan y cuando lasagencias de viajes españolas yaestán ofreciendo paquetes deviajes por Portugal que inclu-yen la visita al santuario?

JOSÉ LUIS CALVO BUEY

Sudáfrica recurrea los ‘disidentesdel sida’ paraluchar contra lapandemiaEl presidente de Sudáfrica,Thabo Mibeki, ha pedido ase-soramiento a dos norteameri-canos que sostienen que el Vi-rus de Inmunodeficiencia Hu-mana no es la causa del sida. Lanoticia ha causado una oleadade consternación en todo el

mundo y especialmente en elpaís, cuya tasa de crecimientode enfermos, una de las más al-tas del mundo, se teme que au-mente aún más. El presidente ysu Gabinete se han puesto encontacto con el bioquímicoDavid Rasnick y con CharlesGeshekter, profesor de historiaafricana. Ambos sostienen queel VIH no provoca el sida yque, por lo tanto, los medica-mentos empleados contra laenfermedad son completa-mente ineficaces.

Según Parks Mankahlana,portavoz presidencial, Mibekitrata de escuchar a todos loscientíficos y a cualquiera quepueda aportar algo, en un in-tento de definir una estrategiapara combatir la enfermedaden un país de 44 millones dehabitantes con un 12,9% de lapoblación adulta infectada. Elpresidente, afirma, planea con-vocar este año a expertos inter-nacionales en el sida para eva-luar varios tratamientos y revi-sar las evidencias de que la en-fermedad está causada por elVIH.

Rasnick –quien defiendeque la enfermedad está causadapor el consumo de drogas y unamala alimentación– mantieneque el VIH no causa la enfer-medad y que los medicamentoscomo el AZT o los nuevos in-hibidores de la proteasa no sonefectivos contra el sida, aun-que sí inhiben la multiplica-ción del VIH. Prestigiosos in-vestigadores afirman que estateoría está basada principal-mente en datos obtenidos porotros científicos, quienes ade-más no comparten las conclu-siones presentadas por Rasnicko su colega Duesberg.

Según Geshekter, por otrolado, la idea de que la epidemiaen Africa es debida a la trans-misión sexual es un mito útil,que haría políticamente acep-table convertir el continente ne-gro en un laboratorio de prue-

bas para vacunas experimenta-les de alto riesgo, amén de au-mentar la dependencia deÁfrica respecto de Occidenteen lo que se refiere al suminis-tro de equipamiento de esteri-lización y personal cualificado,sin olvidar la apertura de unnuevo mercado para la comer-cialización de medicamentosantivirales tóxicos como elAZT.

No es ésta la primera vezque el presidente sudafricanosorprende a los expertos en sa-lud pública. Hace unos meses,cuestionó la seguridad del AZT–tratamiento estándar contra elsida– y su ministro de Sanidaddijo recientemente que el Go-bierno había decidido que elmedicamento no debía ser dis-tribuido en hospitales públicos.“No hay suficiente informaciónpara que, como ministro de Sa-nidad, exponga a las mujeres aun medicamento sobre el queno sabemos nada”, afirmó Tsha-balala-Msimang. La preocupa-ción sobre los efectos del AZT,principalmente en los niños, haido en aumento en EstadosUnidos. Un estudio mostrabahace poco cómo ratones preña-dos tratados con AZT teníancrías con tumores, aunque, trasuna revisión de este estudio yotros similares, el Insituto Na-cional de la Salud estadouni-dense determinó que los bene-ficios del tratamiento con estemedicamento superan a los in-convenientes.

Mankahlana sostiene, sinembargo, que Sudáfrica notiene por qué aceptar los postu-lados occidentales sobre el sidasin una cuidadosa investiga-ción, dado que aún no se ha en-contrado una cura y hay dema-siado por conocer sobre el VIHy la enfermedad, y ha anun-ciado que su país invertirá esteaño 11 millones de dólares eninvestigación.

BORJA MARCOS

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8el escéptico (Primavera 2000)

Imágenes desatélites acabancon el misteriodel Área 51

Ni marcianos ni una miserablenave alienígena a la que pueda re-currir Will Smith en caso de in-vasión alienígena. Pistas de aterri-zaje, hangares, una piscina, carre-teras, un campo de béisbol... Esoes lo que hay en la base del lagoseco de Groom, en Nevada, co-nocida entre los fanáticos de losovnis como el Área 51 o la Tierrade los Sueños. Se sabía desde haceaños. Cualquiera puede compro-barlo en la web de la Federaciónde Científicos Americanos(www.fas.org), donde hay imáge-nes de satélite de la región toma-das en 1968 por el Servicio Geo-lógico de Estados Unidos. Sinembargo, tuvieron que salir a laluz, en abril, cinco instantáneasde un satélite para que el rentablemito ufológico se desplomara ¿de-finitivamente?

Las imágenes, de una resolu-ción de dos metros, fueron capta-das en marzo de 1998 por un saté-lite ruso para Aerial Images. Estafirma participa, junto con Micro-soft, Kodak, Digital Equipment,Autometric y la agencia Sovin-formsputnik, en la realización de

un mapa de la superficie terrestre.La sorpresa se produjo el pasado18 de abril, cuando Aerial Imagespuso cinco fotos del Área 51 en suweb de Internet, donde podíanverse gratis, aunque la descargatenía un precio próximo a las1.600 pesetas por unidad.

La ruptura del secreto alrede-dor de la famosa instalación mili-tar copó las portadas de los princi-pales medios de comunicaciónnorteamericanos y los internautasse lanzaron en masa a ver cómo esla Tierra de los Sueños. Su gozodebió de ser efímero: lo que mues-tran las fotos no es nada de otromundo. Pero, aún así, el servidorque las alojaba decuplicó su trá-fico habitual –llegó hasta los 8millones de páginas vistas por jor-

nada–, y esto, unido a la acción deun hacker, hizo prácticamente im-posible, hasta pasados unos días,conectar con dicha web, extremoque los conspiranoicos de siempreatribuyeron a maniobras del Go-bierno estadounidense. Ahora,quien desee puede contemplar, enla página de la Federación deCientíficos Americanos, las imá-genes de 1968, las de 1998 y unasde abril encargadas por la propiaFAS. Estas últimas tienen mayorresolución –un metro– que las deAerial Images, pero tampoco seve en ellas nada espectacular.

El mito del Área 51, al quetanta rentabilidad saca la ufologíacomercial en Estados Unidos –ytambién en España–, tiene su ori-gen en el muro de silencio que

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Vistas aéreas de las instalaciones del lago seco de Groom en 1968. / FAS.

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Washington levantó alrededor dela base del lago Groom desde queempezó a funcionar en 1950. Larazón es obvia: en el lugar, la pri-mera potencia del planeta ha pro-bado sus más sofisticados aviones:desde el U-2 hasta el B-2, pa-sando por el SR-71 y el F117-A.El secreto llegó a tal punto que laAdministración norteamericanani siquiera reconocía la existenciade las instalaciones hasta princi-pios de este año. Ahora, admiteque existen, pero no da más deta-lles. “Reconocemos tener ahí uncentro de operaciones, pero el tra-bajo es materia clasificada”, rei-teró Gloria Cales, portavoz de lasFuerzas Aéreas, el 18 de abril,cuando millones de personas yahabíamos visto las nuevas imáge-nes del secreto complejo.

LUIS ALFONSO GÁMEZ

Ramón Núñez,premio MarioBohoslavsky2000

Ramón Núñez, director del com-plejo de centros de ciencia de LaCoruña, fue galardonado por lossocios de ARP - Sociedad para elAvance del Pensamiento Críticocon el premio Mario Bohoslavsky2000 en el transcurso de la asam-blea general la entidad que se ce-lebró en Madrid el pasado 4 demarzo. Núñez, uno de los másprestigiosos divulgadores científi-cos de España, se convierte así enel último premiado, hasta el mo-mento, con un galardón que obraya en poder de los filósofos Victo-ria Camps y Fernando Savater.

La citada asamblea de sociosde ARP eligió, asimismo, la JuntaDirectiva que regirá la asociacióndurante el bienio 2000-2001:Presidente: Javier E. Armentia,director del Planetario de Pam-plona.Vicepresidente: Félix Ares, direc-

tor de Miramon Kutxaespacio dela Ciencia.Director ejecutivo: Javier Marí,informático.Secretario: Ferran Tarrasa, inge-niero industrial.Tesorero: Alfonso López Borgo-ñoz, arqueólogo.Vocales: Carlos Álvarez, profesorde Psicología de la Universidadde La Laguna; José María Bello,director del Museo Arqueológicoe Histórico de A Coruña; BorjaMarcos, informático; Joan Soler,maquinista, y Carlos Tellería, fí-sico.

A falta de elecciones localesde delegados de zona, se eligiócomo miembros del Consejo Ase-sor de ARP a: Yolanda Bujedo,José Luis Cebollada, Luis AlfonsoGámez, Pedro Luis Gómez Ba-rrondo, Teresa González de la Fe,Sergio López Borgoñoz, LuisaMartínez, Andrés Sanjuán, Vic-tor-Javier Sanz y Victoria Toro.

(Primavera 2000) el escéptico9

primer contacto

Debido a un problema de conversión entre diferentes programas informáticos, laTabla 2 de la página 5 del número 6 de esta revista, que ilustraba el texto titulado“Los jóvenes españoles son menos crédulos que en 1994, pero un 41% tiene fe enla astrología”, apareció publicada con valores movidos entre columnas y filas, y nocomo tenía que ser y se reproduce seguidamente:

Fe de errores

Ramón Núñez.

Porcentaje de jóvenes que cree que puede haber algo de verdaderoen determinados medios para resolver ciertos problemas

Personas Personasque curan capaces de

Horóscopo y Predicción gracias a su contactar conastrología del futuro magnetismo el más allá

TOTAL 41 32,8 28,9 19,5

SexoHombre 30,1 21,9 24,2 16,5Mujer 52,6 44,1 33,8 22,6

Edad15-17 años 45,4 34,5 30,0 21,318-20 años 42,1 33,8 27,3 18,721-24 años 36,9 30,6 32,4 18,7

Estudios en cursoESO 45,3 34,7 30,0 22,3Bachillerato 42,9 33,2 27,3 17,9FP 45,2 36,3 32,4 22,51.ª Ciclo universitario 31,6 25,0 22,7 13,72.ª Ciclo universitario 31,3 28,0 21,2 15,6

ReligiosidadCatólico practicante 44,5 31,5 31,3 19,1Católico no muy practicante 44,9 35,9 30,1 20,0Católico no practicante 45,3 36,6 31,7 21,4Indiferente y agnóstico 35,4 27,8 26,8 18,6Ateo / no creyente 29,3 26,4 19,5 14,3

Comunidad autónomaAndalucía 38,9 26,2 23,7 15,6Canarias 50,6 33,8 24,4 19,4Castilla-León 28,2 22,2 19,9 13,0Cataluña 45,1 39,7 36,4 32,8Comunidad Valenciana 43,3 33,6 28,9 15,8Galicia 37,2 33,8 22,6 18,4Madrid 45,6 38,8 28,9 18,6País Vasco 43,7 37,6 38,1 31,5

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10el escéptico (Primavera 2000)

elescéptico ®

LLaa rreevviissttaa ppaarraa eell ffoommeennttoo ddee llaa rraazzóónn yy llaa cciieenncciiaa

SSUUSSCCRRIIPPCCIIÓÓNN PPOORR CCUUAATTRROO NNÚÚMMEERROOSS::

· España, Portugal y Andorra: 18 euros/3.000 pts.· Resto del mundo: 43 euros

(Giro Postal Internacional o Cheque)

Nombre y apellidos: ............................................................................................Dirección: ..........................................................................................................Ciudad:.................................................... Provincia: ..........................................Código postal: ..................... País:.......................... Teléfono: ..............................Fax: ............................... Correo electrónico: ......................................................

MMOODDAALLIIDDAADDEESS DDEE PPAAGGOO::

· Transferencia a la cuenta:ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento CríticoCaixa de CatalunyaPlaza Pere San, s/n08190 Sant Cugat del Vallés (Barcelona)Cuenta corriente:2013-0141-94-0200931440

· En caso de optar por la domiciliación bancaria, rellene y envíenos por correo el siguiente formulario:

Sr. director:Le ruego que, a partir de este momento y hasta nueva orden, carguen a mi cuenta los recibosque les sean presentados por ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.

Sin otro particular, reciba un cordial saludo de

(Firma del titular)

En _________________, a ___ de ________ de 2000

Entidad bancaria: ...........................................................................................Dirección de la sucursal: ..................................................................................Ciudad:.................................................... Provincia: ......................................Titular de la cuenta: ........................................................................................Código de cuenta: ..........................................................................................

(Consta de 20 dígitos: 4 de la entidad, 4 de la sucursal, 2 de control y 10 de la cuenta bancaria)

Enviar copia de este formulario a:

ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento CríticoApartado de Correos 310

08860 Castelldefels (Barcelona); España.

La respuesta a este formulario es voluntaria; los datos facilitados serán incorporados a nuestro ar-chivo de suscriptores, que tiene como objetivo mantenerle informado de nuestros productos. Si nodesea recibir información, comuníquenoslo. Tiene derecho a acceder a su información personal, can-celarla o rectificarla en caso de ser errónea (Ley Orgánica 5/92 de 29 de octubre).

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(Primavera 2000) el escéptico11

HHabla pausada, reflexivamente y con la clari-dad característica de aquéllos que dominanun campo del conocimiento y están, al

mismo tiempo, preocupados por acercar su saber alpúblico. Catedrático de la Universidad de Califor-nia y miembro del Comité de Asesores de Cienciay Tecnología de BillClinton, FranciscoAyala es una autoridadmundial en las cienciasbiológicas. Salió de Es-paña hace casi cuarentaaños con destino a Esta-dos Unidos, donde hadesarrollado su activi-dad científica, perovuelve a nuestro paísfrecuentemente paraimpartir conferenciasde cara al público o par-ticipar en congresoscientíficos. Este madri-leño de origen, nacio-nalizado estadouni-dense desde 1971, hapresidido la AsociaciónAmericana para elAvance de la Ciencia(AAAS) y se ha con-vertido en uno de losprincipales abandera-dos de la racionalidadfrente a las pretensiones fundamentalistas de im-poner la enseñanza del creacionismo en las escue-las norteamericanas.1

–¿¿SSaabbrreemmooss aallggúúnn ddííaa ccóómmoo ssuurrggiióó llaa vviiddaa eennllaa TTiieerrrraa??

–Probablemente, sí. No hay razón para creerque sea un misterio irresoluble.

–¿¿QQuuéé ssaabbee aahhoorraa llaa cciieenncciiaa ssoobbrree eell oorriiggeenn ddeellaa vviiddaa??

–Las teorías más prometedoras se basan en unasmoléculas que pueden funcionar como enzimas,que pueden llevar a cabo las reacciones de la viday, al mismo tiempo, llevar información. Son un

tipo de moléculas quese descubrió hace unosdiez años y que resuelveel problema de qué eraantes, las moléculas quehacen posible la heren-cia –como el ADN y elARN– o las que hacenposible los procesos vi-tales –como las enzi-mas–. Esto no quieredecir que a la larga éstassean las moléculas ini-ciales de la vida. Esta-mos muy lejos de resol-ver ese problema.

–PPeerroo eessttáá ccllaarroo qquueeddee aaqquueellllaass pprriimmeerraassmmoollééccuullaass pprroovveenniimmoossttooddooss llooss sseerreess vviivvoossddeell ppllaanneettaa..

–Sí. Ésa es la idea.La vida actual sobre laTierra desciende, segu-ramente, de un solo ori-gen. A lo mejor hubo

más de un origen de la vida; pero los otros modosde vida se extinguieron. Todos los organismos vi-vientes –desde los seres humanos hasta las plantasy las bacterías– tenemos demasiadas cosas en co-mún, lo que quiere decir que las hemos heredadode un antepasado único que fue la forma inicial devida.

–EEssttaammooss ttooddooss eemmppaarreennttaaddooss..–Exactamente.–¿¿EEss ppoossiibbllee qquuee llaa sseemmiillllaa ddee llaa vviiddaa ttuuvviieerraa

uunn oorriiggeenn eexxttrraatteerrrreessttrree,, qquuee lllleeggaarraa aa llaa TTiieerrrraaddeessddee eell eessppaacciioo??

–Yo creo que no. En primer lugar, eso no solu-ciona nada porque, si se dice que la vida viene de

“Uno de los problemas con la ignorancia de los métodos de la ciencia y de latecnología es que permite que los anuncios de la televisión o la radio y laspromesas de los políticos se acepten, aunque sean cosas contradictorias o

falsas”, indica el investigador de origen español

LUIS ALFONSO GÁMEZ

“El creacionismo es pura ignorancia”

1 Ese texto es un reflejo de una conversación del autor con Fran-cisco J. Ayala que dio lugar a una entrevista que se publicó enEl Correo el pasado 2 de abril. El autor agradece a la direccióndel periódico bilbaíno el permiso para utilizar la grabación origi-nal en toda su extensión –algo imposible en un diario por cues-tiones de espacio– y autorizarle a publicarla en esta revista .

Francisco Ayala.

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12el escéptico (Primavera 2000)

otro sitio, hay que resolver el problema de dónde ycómo se originó. Y, en segundo lugar, cualquierade estas moléculas iniciales o formas de vida ini-ciales no hubiera sobrevivido a un viaje por el es-pacio. Es imposible.

–CCooppéérrnniiccoo nnooss eexxppuullssóó ddeell cceennttrroo ddeell UUnnii--vveerrssoo yy DDaarrwwiinn nnooss ddeessttrroonnóó ccoommoo rreeyyeess ddee llaaCCrreeaacciióónn.. ¿¿LLoo hheemmooss aassuummiiddoo??

–Poco a poco. Darwin nos destronó como reyesde la Creación, pero en cierto sentido lo seguimossiendo. Demostró que so-mos una especie más y,además, advenediza, muyreciente. Sin embargo,por otro lado, somos unaespecie que habla por te-léfono, construye avio-nes y edificios... Somosla única que hace eso.

–CCaarrll SSaaggaann lloo rreessuummííaa ddiicciieennddoo qquuee ««ssoommoossllaa mmaanneerraa ddeell CCoossmmooss ddee ccoonnoocceerrssee aa ssíí mmiissmmoo»»..

–Una manera muy elocuente de decirlo.

LOS ANTIDARWINISTAS

–ÚÚllttiimmaammeennttee,, hhaayy bbiióóllooggooss qquuee aattaaccaann ccoonnaaggrreessiivviiddaadd aa DDaarrwwiinn.. ¿¿HHaayy uunnaa ddiivviissiióónn eennttrreecciieennttííffiiccooss ddaarrwwiinniissttaass yy nnoo ddaarrwwiinniissttaass??

–Entre los científicos serios, no se puede poneren cuestión la evolución, como tampoco que laTierra gira alrededor del Sol. Las evidencias sontan contundentes... Nada en biología tiene hoy

sentido si no es en el contexto de la evolución.Respecto a las explicaciones sobre el procedi-miento básico, no hay controversias; éstas se plan-tean sobre detalles que frecuentemente son muytriviales.

–SSoobbrree mmaattiicceess..–Claro. Lo que pasa es que todos queremos

hacerlos muy importantes para darnos importan-cia. Ahora, hay también, y sobre todo en EstadosUnidos, antievolucionistas, como hay anticientí-

ficos. Gente que quiereinterpretar la Biblia lite-ralmente, lo que es en símismo absurdo y unaofensa a la Biblia, que notrata de ser un libro cien-tífico. Interpretarla lite-ralmente en ese sentido

es autodestructivo para la Biblia, porque se con-tradice a sí misma muchas veces.

–VViivviimmooss rrooddeeaaddooss ddee tteeccnnoollooggííaa,, ppeerroo ttaamm--bbiiéénn ddee aannttiicciieenncciiaa.. ¿¿CCóómmoo ssee ppuueeddee eexxpplliiccaarr eesseeccoonnttrraasseennttiiddoo??

–La ignorancia, desgraciadamente, tiene pocoslímites... si es que tiene alguno. Y los prejuiciostambién. Es fundamentalmente la ignorancia loque está en la raíz de todo eso.

–AAssíí qquuee hhaarrííaa ffaallttaa hhaacceerr uunn mmaayyoorr hhiinnccaappiiééeenn llaa eedduuccaacciióónn cciieennttííffiiccaa..

–Muchísimo. Hasta en la escuela, la educa-ción científica es muy limitada y frecuentemente

■ “A lo mejor hubo más de unorigen de la vida en la Tierra;pero los otros modos de vidase extinguieron”

Comité de asesores de Bill Clinton.

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(Primavera 2000) el escéptico13

deficiente. Además, la ciencia avanza rápida-mente. Alguien que haya acabado sus estudios alos veintidós años tiene por delante cuarenta,cincuenta o sesenta años más de vida en los quelas cosas cambiarán mucho. Ahí es donde losmedios de comunicación desempeñan un papelfundamental.

–¿¿YY nnoo tteennddrrííaa qquuee ggoozzaarr ddee mmaayyoorr rreeccoonnoo--cciimmiieennttoo llaa aaccttiittuudd ddiivvuullggaaddoorraa ddee

llooss pprrooppiiooss cciieennttííffiiccooss??–Excepto algunas individualidades notables

que lo hacen muy bien y algunas entidades quedivulgan la ciencia en serio, la educación cien-tífica del público es muy limitada en todo elmundo.

––EEss ccoonnsscciieennttee ddee qquuee,, ppaarraa mmuucchhaa ggeennttee,,ttooddoo lloo qquuee rrooddeeaa aa llaa eevvoolluucciióónn,, ccoommoo aa oottrroossaassppeeccttooss ddee llaa cciieenncciiaa,, ppaarreeccee ccoossaa ddee mmaaggiiaa..

–Claro. Como también cuando se pulsa a uninterruptor en la televisión y aparece una ima-gen de un sitio muy remoto. Lo que pasa es queeso lo experimentamos a diario y lo aceptamos.Pero, si queremos entenderlo y asimilarlo, alpúblico le parece muy difícil. Lo que ocurre esque no piensa sobre ello, como tampoco sobrela evolución. Y en los dos casos la educación esla que juega el papel crítico para poder partici-par en la vida social. Porque uno de los proble-mas con la ignorancia de los métodos de laciencia y de la tecnología es que permite que losanuncios de la televisión o la radio y las prome-sas de los políticos se acepten, aunque sean co-sas contradictorias o falsas.

–HHaa ddiicchhoo aanntteess qquuee ««ssoommooss uunnaa eessppeecciieemmááss yy,, aaddeemmááss,, aaddvveenneeddiizzaa,, mmuuyy rreecciieennttee»»..¿¿SSoommooss uunnaa ssiimmppllee ccaassuuaalliiddaadd ddee llaa eevvoolluu--cciióónn??

–No, en el sentido literal de lo que casuali-dad quiere decir. La evolución pasa por la inter-acción entre dos procesos fundamentales: unoaleatorio regido por el azar –que son las muta-ciones– y otro determinista –la selección natu-ral–, que favorece aquellas mutaciones que sonútiles al organismo en el ambiente en que vive.En ese sentido, no somos una casualidad, sinoun resultado de esos dos procesos. Ahora bien,sí lo somos en el sentido de que, si rebobinára-mos la cinta y pasáramos la película de la vidaotra vez, sería completamente distinta; no apa-receríamos.

––UUnn dduurroo ggoollppee ppaarraa nnuueessttrroo eeggoo..–Sí. Lo que pasa es que nuestro ego no debe

basarse tanto en cómo llegamos o por qué esta-mos aquí como en adónde vamos y cómo vamosa utilizar nuestras capacidades para conseguirun mundo mejor.

HUMANIDAD E INTELIGENCIA

–LLaa ggeennééttiiccaa eessttáá llllaammaaddaa aa ddeessvveellaarr mmuu--cchhaass ddee llaass ccllaavveess ddee llaa eevvoolluucciióónn hhuummaannaa,, ddeennuueessttrroo áárrbbooll ggeenneeaallóóggiiccoo ddeessddee llooss aauussttrraallooppii--tteeccooss hhaassttaa llooss nneeaannddeerrttaalleess,, ¿¿nnoo??

–La biología molecular es hoy en día el me-dio más poderoso para reconstruir la historia dela evolución. Pero eso se puede aplicar sólo a losorganismos vivientes o a aquéllos que hayan de-jado moléculas que estén suficiente enteras.Para reconstruir la historia más remota, hay querecurrir a otros métodos como la paleontología.

–¿¿LLaa hhuummaanniiddaadd rreessiiddee eenn llooss ggeenneess??–Eso es muy biologicista. La humanidad, para

mí, reside mucho más en la literatura, las tradi-ciones culturales y religiosas, las organizacionessociales y políticas... Lo que es evidente es quela humanidad no puede existir sin los genes.

–¿¿YY llaa iinntteelliiggeenncciiaa ddóónnddee eessttáá??,, ¿¿ccuuáánnddooaappaarreeccee eenn nnuueessttrraa hhiissttoorriiaa??,, ¿¿ppoorr qquuéé??

–El tipo de inteligencia que nosotros tene-mos, con capacidad de anticipar el futuro, deformar categorías generales, universales, y hacerdeducciones lógicas es única de los humanos.¿Cuándo apareció? Seguramente, como todo, esuna materia de grado. Hay razones para creerque los neandertales tenían capacidades intelec-tuales muy semejantes a las nuestras. Si nos re-montamos un millón de años atrás, a Homo erec-tus, seguro que también tendría cierta inteligen-cia. No sabemos hasta qué punto se parecía a lanuestra. Lo que sí sabemos es que, ya hace dos

■ “Entre los científicos serios, nose puede poner en cuestión laevolución, como tampoco que laTierra gira alrededor del Sol”

Grupo de colaboradores de F. Ayala en la Universidad de California.

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14el escéptico (Primavera 2000)

millones de años, Homo habilis construía instru-mentos y eso quiere decir que tenía capacidadde anticipar el futuro, ya que uno hace un cu-chillo, aunque sea de piedra, porque sabe que lova a usar para cortar.

–¿¿QQuuéé hhuueeccoo llee qquueeddaa aa llaa ddiivviinniiddaadd eennttooddaa eessttaa hhiissttoorriiaa??

–Ésa es una cuestión que depende de las con-vicciones religiosas de cada persona. Por miparte, me parece que el hueco que le queda a ladivinidad es muy grande, le queda todo. Sonpuntos de vista diferentes. Una analogía queuno puede sacar a colación es la del desarrollodel individuo. Hoy en día, todo el mundo edu-cado acepta que un niño nace de una célulaúnica, un huevo fecundado en el seno de la ma-dre por un espermatozoo, y que se divide en dos,en cuatro… Una persona religiosa puede ver lapresencia de Dios en todo el desarrollo, en lascaracterísticas particulares del individuo y en loque le va a pasar. Son dos perspectivas comple-tamente distintas que no tienen por qué estaren contraposición. Lo que está mal es tratar dehacer de la religión ciencia o de la ciencia reli-gión.

EL CREACIONISMO

–LLooss ffuunnddaammeennttaalliissttaass ccrriissttiiaannooss hhaann bboo--rrrraaddoo llaa tteeoorrííaa ddee llaa eevvoolluucciióónn ddee llaa eessccuueellaa eennKKaannssaass..

–Bueno, no ha sido en todo el Estado, sinoen un distrito escolar, donde el consejo de pa-dres de familia ha decidido que no es necesarioenseñar la evolución.

–MMoovviiddoo ppoorr uunnaa rreelliiggiioossiiddaadd eexxaacceerrbbaaddaa yymmaall eenntteennddiiddaa..

–Sobre todo, mal entendida. Si es exacer-bada, no lo sé. Pretender que la Biblia es un li-bro de introducción a la biología es absurdo y

un insulto a la Biblia, que nos trata de enseñarverdades religiosas, no científicas. Con respectoal saber científico, refleja lo que se conocía enla época en la que se escribió, y ni siquiera demanera consistente. Porque, si un lee los capí-tulos primero y el segundo del Génesis, se dacuenta de que son completamente contradicto-rios. En el primero, Dios crea los planetas, lasplantas, los animales y después al hombre y a lamujer, a los dos al mismo tiempo; mientras que,en el capítulo segundo, Dios primero crea alhombre, luego a las plantas y los animales, y, alfinal, se da cuenta de que el hombre está solo ycrea a la mujer. Esas dos narraciones no son ló-gicamente consistente. Las dos nos enseñan lamisma verdad religiosa, que somos criaturas deDios, que toda la Humanidad desciende de unorigen común y que, por lo tanto, debemos ver-nos como hermanos; pero querer ver ciencia eneso es una blasfemia. Quienes lo hacen no sonreligiosos, son blasfemos.

–¿¿QQuuéé ppaarrttee ddee ccuullppaa ttiieenneenn llooss cciieennttííffiiccoossrreessppeeccttoo aall ccaassoo ddee KKaannssaass??

–En cierto sentido, tenemos mucha culpa.Por otro lado, no. Depende de qué obligacionesquiera atribuir uno a los científicos. El cientí-fico en sí tiene que dedicarse a hacer ciencia,pero algunos científicos –y tenemos muy pocosde ésos–deberían ocuparse también de la divul-gación.

–PPeerroo,, yy nnoo lloo ddiiggoo ppoorr uusstteedd qquuee ssiieemmpprreessee hhaa mmoossttrraaddoo bbeelliiggeerraannttee eenn eessttee tteerrrreennoo,, ¿¿llaaccoommuunniiddaadd cciieennttííffiiccaa nnoo hhaa ssiiddoo ddeemmaassiiaaddooccoommppllaacciieennttee ccoonn eell ccrreeaacciioonniissmmoo??

–Aún hoy en día, la proporción de científi-cos que se ocupa de estas cosas es mínima. En-tre los biólogos evolucionistas, por ejemplo, niel 1% está activamente involucrado en tratar deresolver estos problemas. Es así ahora y lo hasido siempre, porque los problemas públicos conrespecto a los creacionistas los tenemos en Es-tados Unidos desde el siglo pasado, y lo triste esque el panorama no parece ir mejorando. Loúnico que ha mejorado es que ahora los ataquescreacionistas se resuelven por vías judiciales. Alfinal, el Tribunal Supremo siempre dice que nose puede meter la religión en las clases de cien-cia.

■ “Pretender que la Biblia es unlibro de introducción a labiología es absurdo y uninsulto a la Biblia, que nos tratade enseñar verdades religiosas,no científicas”

Reunión del comité presidencial de ciencia y tecnología.

Page 15: El Esceptico ndureza contra los brujos de la Nueva Era, ha empleado en esta ocasión sus mismas argucias. Porque la interpretación a posteriori de las presuntas profecías atribuidas

(Primavera 2000) el escéptico15

–HHaayy ccoossaass iinnqquuiieettaanntteess.. GGeeoorrggee BBuusshh,, hhiijjoo,,qquuee aassppiirraa aa ooccuuppaarr eell DDeessppaacchhoo oovvaall,, eess ppaarrttiiddaarriiooddee qquuee eenn llaass eessccuueellaass eessttaaddoouunniiddeennsseess ssee eennsseeññeenn««llaass ddooss tteeoorrííaass,, eell eevvoolluucciioonniissmmoo yy eell ccrreeaacciioo--nniissmmoo»»..

–Demuestra el no haber pensado sobre las cosas.Cuando les preguntas a los políticos qué quieren de-cir con creacionismo, si se refieren a la narrativa delGénesis... llegas a la conclusión de que es efectiva-mente lo que está implícito en ese tipo de afirma-ciones. Transformar eso en ideas científicas es com-pletamente irracional, como han destacado el Papay muchos teólogos.

–¿¿CCóómmoo eexxpplliiccaa qquuee eessttoo ooccuurrrraa eenn eell ppaaííss qquueemmááss iinnvviieerrttee eenn cciieenncciiaa yy tteeccnnoollooggííaa yy nnoo ssuucceeddaa,,ppoorr eejjeemmpplloo,, eenn EEssppaaññaa??

–La ignorancia está muy extendida por todaspartes. Estados Unidos tiene una tradición funda-mentalista y puritana. Los colonizadores america-nos, que llegan de Inglaterra y de Holanda, erangente perseguida por razones religiosas porque eranfundamentalistas. Esas tradiciones siguen en Esta-dos Unidos. Allí, la religión se toma mucho más enserio que en ningún otro país industrial. El 85% delos estadounidenses se considera religioso y más del60% va una vez al mes a un servicio religioso. En Es-paña, acude a la Iglesia una vez al mes el 24% de lapoblación. La gente en Estados Unidos es muy reli-giosa, y eso es bueno. Lo que no es bueno es que seconfundan las cosas. El creacionismo se basa enpura ignorancia.

–LLaa iiggnnoorraanncciiaa eessttáá ddeettrrááss ddee ttooddaass llaass ppsseeuuddoo--cciieenncciiaass,, ¿¿nnoo??

–Es que sin ignorancia no es posible manteneresas posiciones o hacer afirmaciones como las de esecandidato a la Presidencia: que se enseñen las doscosas. ¿Cuál es la otra cosa? La ciencia es la ciencia;no hay otra alternativa. Él no se refiere a que se en-señen los desacuerdos que existen entre los científi-cos, sino que cree que hay una teoría científica dis-tinta de la evolución que se llama creacionismo. Esono existe.

LOS AVANCES DE LA BIOTECNOLOGÍA

–SSuuppoonnggoo qquuee uusstteedd ttuuvvoo qquuee vveerr eenn llaa ddeecciissiióónnddeell pprreessiiddeennttee CClliinnttoonn ddee eexxiiggiirr qquuee llooss ddaattooss ddeellggeennoommaa hhuummaannoo sseeaann ppooccoo mmeennooss qquuee ppaattrriimmoonniiooddee llaa HHuummaanniiddaadd..

–Nuestro comité ha estado envuelto en esteasunto de manera más o menos directa desde el prin-cipio. Son cuestiones cuyos aspectos generales,desde el punto de vista de la mayoría de los científi-cos, están bastante claros. Cuando se entra ya en losdetalles es mucho más difícil. Que el genoma sea deldominio público nos parece a todos natural. Losconsejeros de Clinton y el propio presidente estamosde acuerdo en que el genoma no se debe patentar;

ahora bien, respecto a las terapias, los métodos deanálisis... la cuestión está mucho menos clara.

–EEssaa ddeecciissiióónn ffuuee mmuuyy bbiieenn rreecciibbiiddaa ppoorr llaa ooppii--nniióónn ppúúbblliiccaa mmuunnddiiaall..

–Es que no sólo es una decisión políticamenteapropiada, sino también científicamente y humana-mente. Curiosamente, impactó mucho en los valo-res bursátiles de las industrias de biotecnología y noentiendo por qué. Las posibilidades de crecimientode la industria biotecnológica no se ven afectadaspor esta declaración.

–QQuuee ssuuppoonnee uunn iinndduuddaabbllee iimmppuullssoo aa llaa iinnvveess--ttiiggaacciióónn ddee tteerraappiiaass ggéénniiccaass..

–Efectivamente, porque pone a disposición detodo el mundo los resultados de esa investigación bá-sica.

–¿¿NNoo ccrreeee qquuee llaa iinnggeenniieerrííaa ggeennééttiiccaa eessttáássiieennddooddeemmoonniizzaaddaa??

–Desdichadamente. Como todas las cosas, comola energía nuclear o las comunicaciones telefónicas,se puede utilizar para bien y para mal. Los beneficiosposibles que se derivan de la biotecnología son enor-mes; los abusos son también enormes. Lo que hayque hacer es canalizar el desarrollo de la biotecnolo-gía para sacar de ella beneficios para la Humanidady evitar los peligros. Muchos de los peligros que seperciben en la calle son, además, completamenteimaginarios.

–CCoommoo hhaabbllaarr ddee mmiilleess ddee hitleres ddeessffiillaannddoo aallppaassoo ddee llaa ooccaa.. PPoorrqquuee uunn cclloonn hhuummaannoo nnoo sseerrííaannuunnccaa iigguuaall aall oorriiggiinnaall,, sseerrííaa oottrraa ppeerrssoonnaa..

–Exactamente. No se clona el individuo, sino losgenes. ¿Quién sabe si, en el caso de que clonáramoslos genes de Eisntein, nos saldría un dictador en vezde un genio científico? El individuo no son los ge-nes. Es mucho más.

–MMuucchhooss ffaannttaassmmaass ddeessaappaarreecceerráánn ccuuaannddoo sseeaa--mmooss ccoonnsscciieenntteess ddee llooss bbeenneeffiicciiooss ddee llaa bbiiootteeccnnoolloo--ggííaa eenn llaa vviiddaa ddiiaarriiaa..

–Nos estamos ya beneficiando de ellos. La agri-cultura y la ganadería son el resultado de una bio-tecnología que se hacía por tanteo y muy lenta-mente. Ahora, tenemos la posibilidad de hacerlomejor.

–MMee rreeffeerrííaa aa ssuu aapplliiccaacciióónn ffuuttuurraa eenn llaa lluucchhaaccoonnttrraa eennffeerrmmeeddaaddeess yy mmaallffoorrmmaacciioonneess ddee oorriiggeennggeennééttiiccoo..

–Una terapia genética inmediata es la de la co-rrección del enanismo. En Las Meninas, a la derecha

■ “Muchos de los peligros que seperciben en la calle respecto ala biotecnología soncompletamente imaginarios”

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16el escéptico (Primavera 2000)

hay dos enanos, uno de ellos acondroplásico y otroliliputiense. A este último, el que tiene un pie so-bre el perro, no le funcionaba el gen que controlala hormona del crecimiento. Hoy, ese gen se haaislado, se introduce en bacterias, éstas sintetizanla hormona y, después, se extrae y se aplica a unniño que tenga ese defecto. No tiene por qué ha-ber enanos liliputienses. Corregir el gen en símismo –dentro del individuo– es hablar del futuro;pero obtener los productos de genes, como la hor-mona del crecimiento, y aplicárselos a individuoses algo que ya se hace y, evidentemente, es benefi-cioso. Claro que también se puede abusar. Imagí-nese que se utiliza la hormona del crecimiento porparte de padres que quieren que sus hijos sean ju-gadores de baloncesto y quieren que ganen millo-nes de dólares.

–SSuu ccoolleeggaa LLeeee SSiillvveerr,, ddee llaa UUnniivveerrssiiddaadd ddeePPrriinncceettoonn,, aappuunnttaa eenn ssuu lliibbrroo Vuelta al Edén llaappoossiibbiilliiddaadd ddee qquuee eenn uunnooss ssiiggllooss llaa HHuummaanniiddaaddssee ddiivviiddaa eennttrree hhuummaannooss eennrriiqquueecciiddooss yy nnoo eennrrii--qquueecciiddooss ggeennééttiiccaammeennttee.. ¿¿CCuuááll eess ssuu ooppiinniióónn aallrreessppeeccttoo??

–Es una posibilidad abstracta. No creo que seauna posibilidad real porque uno espera que losavances democráticos imposibiliten que eso sehaga realidad.

–HHaaccee vveeiinnttiiddóóss aaññooss,, nnaacciióó LLoouuiissee BBrroowwnn,, eellpprriimmeerr bbeebbéé pprroobbeettaa.. LLaa ffeeccuunnddaacciióónn aassiissttiiddaa eessyyaa aallggoo nnoorrmmaall eenn llaass ssoocciieeddaaddeess iinndduussttrriiaalliizzaaddaass..¿¿PPaassaarráá lloo mmiissmmoo ccoonn llaa cclloonnaacciióónn??,, ¿¿ssee ccoonnvveerr--ttiirráá ccoonn eell ttiieemmppoo eenn uunnaa ttééccnniiccaa rreepprroodduuccttiivvaammááss??

–Es posible. A mí, me parece perfectamente ra-zonable lo que propuso Clinton cuando se anuncióel nacimiento de Dolly, que haya una moratoria deunos años en los que haya un diálogo social paraver si podemos identificar casos en los que nos pa-rezca razonable que se permita la clonación. A lomejor, se llega a la conclusión de que no hay razo-nes que lo justifiquen; pero, a lo mejor, hay algu-nos casos en los que puede ser justificable. Perso-nalmente, creo que lo más probable va a ser lo pri-mero. No encuentro ahora ningún caso en el quela solución mejor de entre las disponibles sea la declonar un individuo completo. Pero el diálogo so-cial puede llevarnos a otras conclusiones

■ “Tiene que haber un diálogosocial para ver si podemosidentificar casos en los quenos parezca razonable que sepermita la clonación humana”

Complete su colección de

elescéptico ®

NNºº 11. La ‘Mars Global Surveyor’ le borra la cara a Marte; Laverdad oculta tras el código de la Biblia; La cruzada dela sábana santa; Orce: ¿falta de rigor o fraude? (AAggoo--ttaaddoo. Pendiente de reimpresión.)

NNºº 22. El arca de Noé de los seres extraordinarios; De Condona Sturrock: los ovnis se estrellan con la ciencia; Ascensode lo irracional; La Academia de Lagado; El misterio deRennes-le Château.

NNºº 33. El relativismo cultural y otros relativismos; La paranoiaconspiracionista; ¡Busque a ET en su ordenador!; Po-tenciar la razón; La necesidad de creer; Medicinas alter-nativas y bioética; ¿Qué garantía nos da la ciencia?

NNºº 44. Feynman contra la superchería; Astrología en clase; 5de mayo del 2000: el día del Juicio Final; Abusos infan-tiles y recuerdos inducidos; La chica con rayos X en losojos.

NNºº 55. Nostradamus volvió a fallar; Cajal y la ciencia (verdaderay falsa); ‘Enigmas’ remata a Lorca; Dawkins sobre lo pa-ranormal.

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El 11 de agosto de 1999, el Consejo deEducación de Kansas aprobó, por seis vo-tos a cuatro, la eliminación de las refe-

rencias a la cosmología y a la evolución de losexámenes y los programas educativos estatales.La decisión del Consejo supone un grave per-juicio a los estudiantes y profesores del estadode Kansas, así como a la ciencia y a la religiónen cualquier otro lugar.

Los jóvenes necesitan estudiar la evidenciaempírica y los conceptos centrales del conoci-miento científico para llegar a ser ciudadanosinformados y responsables, y para adquirirunas destrezas de trabajo y una preparaciónprofesional adecuadas. La decisión del Con-sejo pone en situación de desventaja competi-tiva a los estudiantes de Kansas y perjudica lacontratación de profesores capaces e inspira-dos, que rechazarán la prohibición de enseñarsus mejores conocimientos.

EVOLUCIÓN Y CIENCIA

Quienes se oponen a la enseñanza de la teoríade la evolución declaran que es tan sólo unateoría y no un hecho; y que la ciencia se basaen la observación, la réplica y la experimenta-ción, pero que nadie ha visto el origen del uni-verso ni la evolución de las especies, ni nadieha reproducido esos sucesos en el laboratorio omediante experimentos.

Cuando los científicos hablan de la teoríade la evolución, emplean el término de formadiferente a como lo hace la gente en la charlahabitual. En el discurso cotidiano, se consi-dera que una teoría es un hecho imperfecto,como en “tengo una teoría de lo que produjola explosión del vuelo 800 de la TWA”. En

ciencia, sin embargo, una teoría se basa en uncuerpo de conocimiento.

Según la teoría de la evolución, los organis-mos se relacionan por una ascendencia co-mún. Existe una multiplicidad de especies por-que los organismos cambian de generación engeneración, y los diferentes linajes cambian dediferentes formas. Las especies que compartenun ancestro reciente son, por lo tanto, más si-milares entre sí que aquéllas que tienen ante-pasados remotos. Así pues, los humanos y loschimpancés son, en su configuración y en suestructura genética, más parecidos entre sí quelo que lo son a los babuinos o los elefantes.

Los científicos están de acuerdo en que elorigen evolutivo de animales y plantas esuna realidad científica más allá de toda dudarazonable. La sitúan al lado de otros concep-tos bien establecidos, como la esfericidad dela tierra, su rotación alrededor del Sol o lacomposición molecular de la materia. Enotras palabras, que la evolución tuvo lugar esun hecho.

Argumentando a favorde la evolución

FRANCISCO J. AYALA

(Primavera 2000) el escéptico17

El Consejo deEducación de

Kansas aprobóla eliminación

de lasreferencias a lacosmología y ala evolución desus programas

educativosestatales.

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18el escéptico (Primavera 2000)

¿Es compatible esta afirmación con laconcepción aceptada de que la ciencia sebasa en la observación, la réplica y la experi-mentación, incluso aunque nadie haya ob-servado la evolución de las especies y muchomenos la haya reproducido experimental-mente? Lo que observan los científicos noson los conceptos o conclusiones generalesde las teorías, sino sus consecuencias. La te-oría heliocéntrica de Copérnico afirma quela Tierra gira alrededor del Sol. Nadie ha ob-servado este fenómeno, pero lo aceptamos acausa de numerosas confirmaciones de suspredecibles consecuencias. Aceptamos quela materia está formada por átomos, inclusoaunque nadie los haya visto, por la corrobo-ración de observaciones y experimentos defísica y química. Lo mismo ocurre con la te-oría de la evolución. Por ejemplo, de la afir-mación de que loshumanos y loschimpancés estánmás próxima-mente relaciona-dos entre sí que loque lo están quecon los babuinos,se deriva la pre-dicción de que elADN es más pa-recido entre hu-manos y chim-pancés que entrechimpancés y ba-buinos. Para so-meter a prueba esta predicción, los científi-cos seleccionan un gen particular, examinanla estructura del ADN en cada especie y co-rroboran así la inferencia. Se reproducen ex-perimentos de este tipo con estilos diferentesa fin de aumentar la confianza en la conclu-sión. Y se hace así para miríadas de predic-ciones e inferencias entre toda clase de orga-nismos.

No todas las partes de la teoría de la evo-lución tienen la misma certeza. Muchos as-pectos siguen sujetos a investigación, discu-sión y descubrimientos. Pero la no certeza deestos aspectos no arroja dudas acerca del he-cho de la evolución. De la misma forma, noconocemos todos los detalles de la configura-ción de las montañas Rocosas y de cómo lle-garon a ser como son, pero ésa no es una ra-zón para dudar de la existencia de las monta-ñas Rocosas.

La teoría de la evolución ha de ser ense-ñada en las escuelas porque nada tiene sen-

tido en biología sin ella. La biología mo-derna ha roto el código genético, ha desarro-llado cereales altamente productivos y nosha proporcionado conocimientos para unmejor cuidado de la salud. Los estudiantesnecesitan ser adecuadamente adiestrados enbiología a fin de mejorar su educación, au-mentar sus posibilidades de empleo y disfru-tar de una vida con sentido en un mundotecnológico.

RELIGIÓN Y CIENCIA

¿Supone la teoría de la evolución una ame-naza para el Cristianismo o para otras reli-giones? Esta pregunta puede ser respondidaen dos partes. Me dirijo primero a aquéllosque profesan una filosofía materialista y pre-tenden cimentarla en la teoría de la evolu-ción y en otras afirmaciones científicas. Se-

ñalan el granéxito de la cienciaal explicar el fun-cionamiento deluniverso y afirmanque no hay lugarpara otro tipo deexplicaciones: nohay lugar para losvalores, la morali-dad o la religión.Podemos aceptarel derecho que di-chas personas tie-nen a pensar cómodeseen, pero no

tienen en absoluto justificación alguna parabasar su filosofía materialista en los éxitos dela ciencia. La ciencia busca explicacionesmateriales para los procesos materiales, perono tiene nada definitivo que decir acerca delas realidades ajenas a su campo de acción.La ciencia es una forma de adquisición deconocimiento acerca de nosotros mismos ydel mundo que nos rodea, pero no la únicaforma. Adquirimos conocimiento por otrasmuchas vías, como la literatura, las artes, lareflexión filosófica y la experiencia religiosa.El conocimiento científico puede enriquecerlas percepciones estéticas y morales, pero es-tos asuntos trascienden el campo de la cien-cia.

El conocimiento científico no puede con-tradecir las creencias religiosas, porque laciencia no tiene nada que decir a favor ni encontra de las realidades religiosas o de los va-lores religiosos. Muchas autoridades religio-sas han hecho hincapié en este punto. Obis-

Charles Darwin.

■ La teoría dela evoluciónha de serenseñada enlas escuelasporque nadatiene sentidoen biologíasin ella

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(Primavera 2000) el escéptico19

pos católicos, luteranos y de otras confesio-nes protestantes se han unido a judíos y otroslíderes religiosos para negar que la teoría dela evolución contradiga o amenace sus cre-encias religiosas.

Hay, sin embargo, creyentes que ven lateoría de la evolución y la cosmología cien-tífica como contrarias a la narración de lacreación del libro del Génesis. Podemos es-tar de acuerdo en que estos creyentes tie-nen derecho a pensar así, al igual que en elotro extremo del espectro estábamos deacuerdo con el derecho de los materialistasa negar los valores espirituales o religiosos.Pero, como contrapartida de lo que dije an-tes, afirmaré que el libro del Génesis es unlibro de revelaciones religiosas, no un librode texto de astronomía o biología. El PapaJuan Pablo II ha hecho hincapié en estepunto: “La Biblia nos habla de los orígenesdel universo y su estructura no a fin de pro-veernos de un tratado científico, sino de es-tablecer la correcta relación del hombrecon Dios y el universo. Las Sagradas Escri-turas sólo pretenden declarar que el mundofue creado por Dios y, para enseñar estaverdad, se expresan en los términos de lacosmología en uso en los tiempos del escri-tor. El libro sagrado pretende asimismo de-cir a los hombres que el mundo fue... cre-ado para servicio del hombre y para la glo-ria de Dios. Cualquier otra enseñanzaacerca del origen y la composición del uni-verso es ajena a las intenciones de la Bi-blia, que no pretende enseñar cómo se hizoel cielo, sino cómo se va al Cielo”. SanAgustín lo había dicho ya muchos siglosantes: “En cuanto a la configuración delcielo, los escritores sagrados no quieren en-señar a los hombres nada que resulte irrele-vante para su salvación”.

Lo que apuntan san Agustín y el Papa esque es una metedura de pata confundir la Bi-blia con un libro de texto elemental de as-tronomía, geología o biología. Por el contra-rio, es posible creer que Dios creó el mundoy aceptar también que los planetas, monta-

ñas, plantas y animales llegaron a ser lo queson, después de la creación, por procesos na-turales. Puedo creer que soy una criatura deDios sin negar que me desarrollé a partir deuna simple célula en el vientre de mi madrepor procesos naturales. Ésta es la segundaparte de mi respuesta a la pretendida oposi-ción entre conclusiones científicas y creen-cias religiosas. No están en contradicción;conciernen a diferentes tipos de problemas,pertenecen a diferentes campos de conoci-miento.

DISEÑO INTELIGENTE

Hay un asunto más que quiero apuntar enrespuesta a aquéllos que defienden la crea-ción especial de las especies basándose en sudiseño, que ven necesariamente como pro-ducto de una Inteligencia Divina. El asuntoes que no sólo la selección natural puede darcuenta del diseño de organismos, sino tam-bién que atribuir a Dios esa acción especialequivale a una blasfemia.

Considérese la mandíbula humana. Tene-mos demasiados dientes para el tamaño de lamandíbula, de modo que se hace necesarioextraer las muelas del juicio y los ortodoncis-tas deben proceder a una decente reordena-ción del resto de los dientes. ¿Querríamosculpar a Dios por tan defectuoso diseño? Uningeniero humano lo podría haber hechomejor. La evolución da una buena explica-ción de esa imperfección. El tamaño del ce-rebro se incrementó a lo largo del tiempo ennuestros ancestros y la remodelación del crá-neo para adaptarse a un cerebro más grandesupuso la reducción de la mandíbula. La evo-lución responde a las necesidades del orga-nismo a través de la selección natural, nomediante un diseño óptimo, sino como sifuese con remiendos, modificando lenta-mente las estructuras existentes. Considéreseahora el canal del parto en las mujeres, de-masiado estrecho para un paso fácil de la ca-beza del feto, de modo que miles y miles debebés fallecen durante el parto. Segura-mente, no queremos culpar a Dios por ese di-seño defectuoso o por la muerte de los niños.La ciencia lo hace comprensible: una conse-cuencia del aumento evolutivo de nuestrocerebro. Las hembras de otros animales noexperimentan esta dificultad.

Un ejemplo más: ¿Por qué nuestros brazosy piernas, que se usan para funciones tan di-ferentes, están hechos de los mismos mate-riales, los mismos huesos, músculos y ner-vios, colocados según un mismo modelo? La

■ Es posible creer que Dios creóel mundo y aceptar también quelos planetas, montañas, plantasy animales llegaron a ser lo queson, después de la creación, porprocesos naturales

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evolución da sentido a esta anomalía. Losmiembros anteriores de nuestros ancestroseran patas. Después de que nuestros antepa-sados se hicieron bípedos y comenzaron autilizar sus miembros delanteros para funcio-nes diferentes a la de caminar, éstos se modi-ficaron gradualmente, pero retuvieron sucomposición y estructura originales. Los in-genieros empiezan a trabajar con las materiasprimas y el diseño apropiado para cada pro-pósito particular; la evolución sólo puedemodificar lo que ya estaba ahí con anteriori-dad. Un ingeniero que diseñase coches y ae-roplanos, o alas y ruedas, utilizando los mis-mos materiales organizados según un es-quema similar sería, con toda probabilidad,despedido. El diseño defectuoso de los orga-nismos podría ser atribuido a los dioses de losantiguos griegos, romanos o egipcios, los cua-les luchaban unos con otros, metían la pata yeran torpes en su conducta. Pero, en mi opi-nión, no es compatible con una acción espe-cial del omnisciente y omnipotente Dios delJudaísmo, el Cristianismo y el Islam.

No hay necesidad de hacer la guerra entreciencia y religión. Es lamentable que algunosquieran privar a los estudiantes de una ade-cuada educación científica basándose en lareligión, como es lamentable que algunospretendan basarse en los argumentos de laciencia para negar la legitimidad de las cre-encias religiosas.

NOTA BIBLIOGRÁFICA

La cita de Juan Pablo II está tomada de sudiscurso ante la Academia Pontificia deCiencias del 3 de octubre de 1981. En su dis-curso ante la Academia Pontificia de Cien-

cias del 22 de octubre de 1996, deploró denuevo la interpretación de las enseñanzas dela Biblia como científicas más que como re-ligiosas y dijo: “Los nuevos conocimientosnos han llevado a darnos cuenta de que lateoría de la evolución ya no es una mera hi-pótesis. Se debe destacar sin duda que estateoría ha sido progresivamente aceptada porlos investigadores, tras una serie de descu-brimientos en varios campos del conoci-miento. La convergencia, ni buscada ni in-ventada, de los resultados de los trabajos quefueron realizados de forma independiente esen sí misma un significativo argumento a fa-vor de esta teoría” (L’Osservatore Romano,23 de octubre de 1996). La cita de SanAgustín es de The literal meaning of Genesis,Libro 2, capítulo 9. En el Libro 3, capítulo.14, hace la notable afirmación de que mu-chas especies no estuvieron presentes desdeel principio, sino que aparecieron más tarde,“cada una de acuerdo con su clase y con suspropiedades especiales”, como resultado deun poder natural “presente desde el co-mienzo en todos los seres vivos”. Es de supo-ner que Agustín no habría encontrado nin-gún conflicto entre la teoría de la evolucióny las enseñanzas del Génesis, que es el objetode este comentario.

FRANCISCO J. AYALA es titular de la cátedra DonaldBren de Ciencias Biológicas de la Universidad de Cali-fornia y miembro del Comité de Asesores de Ciencia ytecnología del presidente de Estados Unidos.Este artículo fue publicado en la revista Science Teacheren respuesta a las medidas contra la enseñanza de la teo-ría de la evolución decididas por el Consejo de Educaciónde Kansas, y se reproduce con autorización del autor.

Versión española de JOSÉ MARÍA BELLO.

Las series filogénicas y el análisis del ADN sondos herramientas de la ciencia moderna quedemuestran la evolución más allá de toda dudarazonable.

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(Primavera 2000) el escéptico21

cuaderno de bitácora

Cualquier intento de hacer sociología del mundoaudiovisual acaba en agua de borrajas: si algo seestá aprendiendo últimamente es que aquello

que cantaba la zarzuela de los “tiempos que adelantan/ que es una barbaridad” es demasiado cierto como parapermitir siquiera un análisis pausado. Al igual que na-die pudo predecir adecuadamente el nacimiento de laera de Internet y el despliegue que está conformandoeso que llaman ya tercer –o cuarto– entorno, me temoque casi nadie va a poder prever qué sucederá a conti-nuación... aunque vamos teniendo unas cuantas clavesque, cuando menos, empiezan a producir espanto.

Pongamos por caso el fenómeno televisivo –perono solamente televisivo, sino también de Internet, edi-torial...– de esta temporada, el concurso Gran Her-mano. Como otros muchos, como casi todo el mundo,supe del invento mucho antes de que llegara por aquí,con su lanzamiento hace medio año en Holanda y lasconsiguientes teorías, críticas y también alabanzas queiba generando el fenómeno, intrínsecamente perverso–no lo olvidemos– de convertir la vida íntima de ungrupo de personas sometido a un entorno indudable-mente hostil en materia televisiva, por obra y gracia deun sofisticado sistema técnico de seguimiento, pero so-bre todo de un deliberado proceso de manipulación enel que se juega con instintos más o menos primarios,curiosidad morbosa, teleadicción y un larguísimo etcé-tera.

El monstruo llegó a nuestro país. Como muchosotros, decidí obviarlo de la misma manera que obviocasi todo lo que sale por televisión. Pero es un empeñotan vano como intentar aislarse del mundanal ruido...O te vas a una isla desierta o tarde o temprano te vasenterando del asunto. Porque no solamente es cosa dever la cadena que promociona el programa, a cualquierhora porque parte del montaje es meterte GH en todoslos lados, desde los informativos a las teleseries. uno nopodría tampoco leer ya los periódicos, que sistemática-mente introducen información de las últimas jugadas ycomentarios o críticas, como sucede con el fútbol. Nisiquiera escuchar las radios ni meterse en los chats deInternet. Los concursantes y sus circunstancias se con-virtieron desde casi el primer día en materia informativao materia de cotilleo, alcanzando desde el papel cuchéhasta la parada del autobus.

Total, que uno acaba siguiendo las andanzas de es-tos personajes, en su mundo ridículo en el que no haytelevisión, precisamente a través de la televisión. So-metidos al absurdo de tener que estar todo el día rela-cionándose, se les niega, por condiciones o cláusulas

contractuales, el elemental espacio de intimidad quecualquier ser humano necesita... convirtiendo así todolo que hacen en acto público. No es de extrañar que elperfil de los participantes haya sido cuidadosamenteseleccionado para conseguir personas fatuas e intras-cendentes, eso que solemos llamar pijos: por un lado,nadie duda de que gente así sobrevivirá mejor en eseecosistema; por otro, se evita el riesgo de que de re-pente los participantes decidan ponerse a discutir so-bre filosofía o literatura, algo que posiblemente haríacaer la audiencia del bicho. De esta manera, juegan,bailan o hacen el mono, se enamoran y se cabrean demanera primaria, llenan su vida abierta en canal digi-tal de necedades poco sofisticadas. (Como oí comen-tar, con diferentes matices, a Victoria Camps por unlado y a Gustavo Bueno por otro, esto es más un expe-rimento de primates que de humanos.) En cualquiercaso, GH está ahí, como realidad imparable de unmundo, el de la comunicación audiovisual, en el quetodo puede ser aún peor que lo horrible que ya era.

Teorías de la comunicación aparte –léase a IgnacioRamonet, por ejemplo, en su libro Tiranía de la comu-nicación (Debate, 1998), donde plantea cómo la co-municación deja de serlo realmente para ser mercan-cía y mecanismo de poder total; también en la reedi-ción de su texto La golosina visual (Debate, 2000),donde presenta la trivialización y banalización de lacomunicación como signo de los tiempos–, lo cierto esque uno puede apuntar cuestiones sobre la ética dealgo así, sobre el plus ultra que supone GH en la faltade valores de los programadores televisivos. Pero las al-ternativas que contraprograman las otras cadenas noson mucho mejores: un concurso en el que el partici-pante tiene que llenarse el cuerpo de ratoncitos paraganar, el sempiterno espectáculo del futbol-de-cadena-televisiva o el cotilleo sobre los famosos-de-profesión.En muchos sentidos, más de lo mismo: los participan-tes son concursantes haciendo el bobo, son parte deuna máquina de hacer dinero como el fútbol y tambiénson objeto de cotilleo como los otros que están sueltospor la calle.

Ante este estado de las cosas, queda como utópicodefender la calidad en los medios de comunicación,conseguir que el cotilleo se sustituya por el debate o lacrítica, el despertar de las pasiones más o menos pri-marias por el lujo de los placeres de la razón. O, peorque utópico, acaba sonando esnob. Ya ven, incluso yome he permitido colar de rondón en una publicaciónque se pretende seria el tema de moda. Lo confieso, yotambién he acabado viendo GH

Yo también he visto ‘GH’JAVIER E. ARMENTIA

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22el escéptico (Primavera 2000)

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(Primavera 2000) el escéptico23

D ice el refrán popu-lar: pleitos tengas ylos ganes. Pero no

sólo basta con ganarlos,sino que también hay quetener suerte de que no sur-jan complicaciones. Laanalogía se puede hacerextensiva a las guerras, enlas cuales tanto los vencedores como los ven-cidos sufren un desgaste considerable y, portanto, puede generalizarse la afirmación: enlas guerras todos pierden. Lo ocurrido en Aus-tralia al profesor Ian Plimer ilustra sobre elpoder de los pseudocientíficos y el peligro alque están expuestos los científicos que osancombatirlos pleiteando con ellos.

Ha habido muchos paleontólogos y biólo-gos australianos que han alzado la voz paracriticar la ciencia creacionista, pero el más ac-tivo y valiente ha sido Ian Plimer, geólogo es-pecialista en Mineralogía, quien, una vez ob-tenida la cátedra en 1985 en el Departamentode Ciencias de la Tierra de la Universidad deMelbourne, pensó que era su obligación pro-fesar su disciplina en público combatiendo alos creacionistas científicos. Así, difundió suspreocupaciones respecto a los valores cientí-ficos y de educación del creacionismo en la li-teratura profesional y, por eso, fue inmediata-mente atacado en público y amenazado dequerella por los grupos creacionistas.

En Estados Unidos, losgrupos científicos y reli-giosos que combatian alcreacionismo trataban alos creacionistas al mismonivel y discutían desdeuna posición de debilidad.El creacionismo siguiócreciendo en EE UU y ex-pandiéndose en Australia,

por lo que Ian Plimer decidió montar una au-téntica campaña pública contra lo que consi-deró un abuso a una sociedad tolerante en laciencia y en la educación. Como educador,pretende que la comunidad tenga conoci-mientos sobre el funcionamiento del planetay que se forme a los jóvenes como pensadorescríticos. De ahí que, en lugar de discutir sobreaspectos concretos de la teología y la ciencia,Ian Plimer fuera directamente al grano.

Tras algunas investigaciones, pudo demos-trar que los líderes de los grupos creacionistasaustralianos eran culpables de fraude cientí-fico y financiero. Publicó sus hallazgos en pe-riódicos, participó en programas de radio y te-levisión y dio muchas conferencias sobre cre-acionismo. Estas actividades le permitieronpromover la Geología entre el público. Loscreacionistas le respondieron con el intentode expulsarle de la cátedra, amenazas de que-rellas, cientos de cartas vejatorias y dos ame-nazas de muerte. Se vio obligado a tomar me-didas de seguridad, a utilizar números de telé-

El peligro creacionista:el ‘caso Plimer’

EUSTOQUIO MOLINA

Pleitear con los pseudocientíficos supone un cierto peligro para la saludy la economía de cualquier científico, por prestigioso y famoso que sea

Ian Plimer.

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24el escéptico (Primavera 2000)

fono que no figuraban en la guía, hizo impre-visible su actividad diaria y se mudó de casa auna dirección secreta. Al mismo tiempo, erajefe de departamento y de los comités parabecas y equipamientos del Consejo Austra-liano de Investigación, miembro de otros nu-merosos comités nacionales, editor de Mine-ralium Deposita, presidente de la Sociedadpara la Geología Aplicada a los depósitos demenas, presidente del Consejo Australiano deGeociencias, continuaba dando conferenciasy llevando una vida muy activa en la investi-gación. Por todo lo cual la vida se le hacíamuy estresante.

SEIS AÑOS DE BATALLA LEGAL

En 1992, un creacionista emprendió una girade conferencias, muy ampliamente anuncia-das en toda Australia, en la que declaraba ha-ber encontrado el Arca de Noé y que habíapruebas geológicas que apoyaban sus afirma-ciones. Además, el pseudocientífico asegu-raba tener el título de doctor. El Arca de Noées uno de los dogmas clave del creacionismo.Si se encontrara, se demostraría la visión fun-damentalista del planeta y de la sociedad. Sise pudiera realizar un examen científico delArca de Noé, el descubrimiento tendría máscredibilidad y el fundamentalismo, más poder.Si un fundamentalista encontrara el Arca deNoé, le seguiría la fama y la fortuna. Los pe-riódicos, la radio y la televisión aceptaron ypublicaron estas declaraciones sensacionalis-tas sin contrastarlas.

Al final de la primera conferencia, Ian Pli-mer intentó hacer una pregunta sobre geolo-gía para demostrar al publico que las afirma-ciones del creacionista carecían de funda-mento científico. Fue expulsado por la fuerzapor los organizadores. La siguiente reunión ala que asistió tuvo lugar en una sala de confe-rencias universitaria alquilada por los crea-cionistas y, al final de la conferencia, denuevo intentó hacer una pregunta, siendo ex-pulsado por la Policía por preguntar sobre ge-ología en una reunión pública en la Universi-dad. Esta vez estaba acompañado de unequipo de televisión y se emitió un programa

de sucesos sobre los creacionistas pseudocien-tíficos. Tras eso, Plimer descubrió que el tí-tulo de doctor del que hacía gala el conferen-ciante había sido comprado en un apartado decorreos en Florida, que las declaraciones so-bre el descubrimiento del Arca de Noé ha-bían sido inventadas, que la información uti-lizada en los libros y en las conferencias ha-bía sido robado a otros, que no se había reali-zado ningún trabajo científico y que aquéllosque hacían esas declaraciones no tenían nin-guna cualificación científica.

Miles de personas pagaron para asistir a losencuentros creacionistas y fueron convenci-das para comprar cintas de vídeo y casete, li-bros y folletos que documentaban el descubri-miento científico del Arca de Noé. En esa si-tuación, Ian Plimer era nocivo para su nego-cio, era necesario silenciarle. Y le pusieronuna demanda por difamación. En Australia,las leyes de difamación de cada Estado se ba-san en el antiguo derecho inglés para protegerlos privilegios de la aristocracia. Así que la li-bertad de expresión de Plimer fue denegada y,en consecuencia, silenciado hasta que elasunto llegó al tribunal. Los periódicos, noobstante, publicaron toda la información quehabían conseguido.

Los procedimientos por difamación puedendurar en Australia hasta diez años y es posi-ble retirar la demanda en el último minutosin que el caso llegue al tribunal. Como de-fensa, Plimer decidió pleitear contra los crea-cionistas utilizando las leyes federales de pro-tección del consumidor, que conciernen a laconducta engañosa y falsa en materia de co-mercio, y de derechos de autor. En el procedi-miento sobre derechos de autor, se le unió unantiguo fundamentalista a quien le habían ro-bado información. El asunto de derechos deautor y protección del consumidor se embro-lló en un proceso legal desde 1992 hasta quellegó a pleito en 1997.

En el procedimiento legal australiano, losdemandantes pagan a los abogados mientrasdure el caso y el sistema se basa en abogar,sentar precedente o en la no admisibilidad dela prueba. No hay presupuestos, plazos ni ga-rantías de que una causa justa tenga éxito.Hubo más de cincuenta citaciones mientraslos fundamentalistas utilizaban todas las tác-ticas legales y de demora para evitar que lacausa llegara al tribunal y para incrementarlos gastos de su oponente. Plimer y su esposafinanciaban el litigio a partir de sus propiosfondos; frente a ellos, los creacionistas con-taban con el respaldo económico de los masi-

■ Si se encontrara el Arca de Noé,se demostraría la visiónfundamentalista del planeta yde la sociedad

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(Primavera 2000) el escéptico25

vos negocios fundamentalistas. Los gastoseran ya astronómicos en 1994 y los Plimersevieron obligados a vender su casa para conti-nuar con el litigio.

El geólogo tuvo, además, que despedir asus abogados, pues una auditoria demostróque le habían cobrado abusivamente, y lespidió el reintegro del dinero pagado en ex-ceso. Los letrados se negaron, les demandó y,tras cuatro años, los abogados por fin reco-nocieron que le habían cobrado de más, perointentaron negociar una liquidación finan-ciera del 30% de sus gastos totales. Con pre-mura, Plimer contrató nuevos abogados,pero éstos olvidaron en varias ocasionescomparecer ante el tribunal. La acción porderechos de autor y protección del consumi-dor fue entonces desestimada, y Plimer tuvounos costes de 330.000 dólares por no com-parecer ante el juez. Contrató nuevos aboga-dos, apeló contra la desestimación de la de-manda de protección del consumidor porquehabía sido perjudicado por sus abogados,ganó la apelación y después demandó a losletrados que no comparecieron ante el tribu-nal. Tras dos años, Plimer ganó un caso denegligencia profesional y recibió una liqui-dación que ascendía a un 50% de los gastosadicionales reales. En 1994, el geólogo pu-blicó en Random House un libro sobre crea-cionismo –Telling lies for God. Reason versusCreationism– y continuó con sus aparticionesen programas de radio y televisión –entreellos, Four Corners, de gran audicencia– cri-ticando el creacionismo.

El caso de protección al consumidor y dederechos de autor llegó a juicio en abril de1997. Dos semanas antes de la vista, su abo-gado fue nombrado juez y Plimer volvió a te-ner que cambiar de letrado, con el añadidode que el nuevo pudiera, en tan corto espa-cio de tiempo, leer y entender una documen-tación extremadamente voluminosa y estarpreparado para ser su representante en unjuicio que había suscitado gran interés enAustralia. Una campaña pública recaudócasi 200.000 dólares para ayudarle –lo querepresentaba el 50% de sus costes de juicio–y el juicio fue ampliamente difundido. Sustestigos eran científicos internacionales yantiguos creacionistas. No obstante, el juezno permitió a éstos declarar ni demostrar lasactividades financieras del movimiento cre-acionista. Había dos frentes: uno, el procesolegal y otro, sus repercusión pública, que eramuy perjudicial para la verdadera naturalezadel creacionismo.

La Justicia dictaminó que los creacionistascientíficos habían robado el trabajo de otrospara su provecho económico, que habíanmentido bajo juramento y que estaban invo-lucrados en un fraude. Sin embargo, sobre labase de un tecnicismo legal, se determinó quelos creacionistas no estaban implicados entrade and commerce, así que la suya fue unavictoria pírrica –ganó y perdió al mismotiempo– y le ocasionó grandes costes. Habíamuchos en la comunidad que opinaban que seabrirían las compuertas si había un prece-dente legal que mostrara que aquéllos que sedeclaran religiosos están comerciando. Algu-nos observadores afirmaron que el juez noquería llegar a esta conclusión y, al excluirtestigos y pruebas, fue mucho más fácil en-contrar un tecnicismo legal. También existíapreocupación pública sobre el proceso legal ysobre el hecho de que las leyes de protecciónal consumidor no protegieran realmente alpúblico y que, si uno se declara religioso, en-tonces los asuntos de fraude fueran excusa-bles.

Plimer apeló y perdió, aunque cuatro jue-ces dieron cuatro interpretaciones diferentesal significado legal de trade and commerce. In-tentó que la Corte Suprema de Australia es-clareciera el sentido de la expresión, perotodo fue inútil y la causa se cerró en 1998.

REPERCUSIONES PERSONALES

Durante los seis años que litigó con los crea-cionsista, Plimer era Jefe de Departamento, te-nía una gran carga docente, supervisaba 38 te-sis de investigación y seguía un plan activo deprogramas de radio y televisión, y conferenciaspúblicas. Su investigación, su salud y sus finan-zas sufrieron enormemente como consecuenciadel desmesurado esfuerzo. En abril de 1998, sucompañero de litigios, involucrado en la causade derechos de autor, murió de estrés. Las ten-siones eran tan tremendas que, en 1998, Plimertomó una excedencia de la Universidad pararecuperar la salud.

Como resultado del litigio, un grupo crea-cionista se ha disuelto y, debido a que el uso de

■ La ciencia y la educación ganaron;los creacionistas ganaron. PeroPlimer perdió, ya que se lerequiere legalmente que paguecostas por 380.000 dólares

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26el escéptico (Primavera 2000)

la palabra ciencia fue declarado fraudulento, elnegocio que se llamaba Creation ScienceFoundation cambió su nombre por Answers inGenesis. Este grupo tenía un director con undoctorado en geología del uranio, que durantequince años publicó simultáneamente en la li-teratura científica, sobre procesos que llevancientos de millones de años en rocas precám-bricas, y a la vez en la literatura creacionista,sobre la Tierra de tan sólo unos 6.000 años y undiluvio en el cual se habrían formado todas lasrocas sedimentarias y los fósiles. Las aparicio-nes públicas y presiones fueron tales que dimi-tió de Answer in Genesis, que pasó de ser ungrupo que declaraba que había credibilidadcientífica para el creacionismo a ser un gruporeligioso marginal.

El litigio proporcionó un foro para la pro-moción de la ciencia al público y demostró lanaturaleza fraudulenta del creacionismo pseu-docientífico. La Geología tiene un perfil mu-cho más elevado en Australia que antes. Gru-pos de escépticos, librepensadores y racionalis-tas han proporcionado un gran apoyo a Plimer.Las sociedades geológicas británica y alemanale honraron por su postura pública y ganó elpremio Eureka en 1995. La ciencia y la educa-

ción ganaron; los creacionistas ganaron. Sinembargo, Ian Plimer perdió, ya que se le re-quiere legalmente que pague las costas de laotra parte, que ascienden a de 380.000 dólares,pero no puede hacerlo, pues los creacionistasle han llevado a la bancarrota. Una vez enbancarrota, carece de fondos para defender laacción de difamación de aquéllos que en otrotribunal se dictaminó que estaban implicadosen fraude y habían robado el trabajo de terce-ros1.

El caso Plimer demuestra que pleitear con lospseudocientíficos supone un cierto peligro parala salud y la economía de cualquier científico,por prestigioso y famoso que sea. Las legisla-ciones suelen tener vacíos que pueden ser utili-zados contra aquéllos que intentan denunciarlos fraudes. Sin embargo, este caso no debe di-suadir a nadie de combatir la pseudociencia y lacharlatanería, pues la disuasión es su principalobjetivo. El deber de los escépticos racionalis-tas es poner en evidencia los casos de fraude yel de los gobiernos aplicar las leyes vigentes olegislar, cuando exista necesidad, para que losfraudes sean perseguidos. Además, en casoscomo éste se hace necesaria la solidaridad paratratar de paliar los efectos colaterales de la de-fensa y del combate legal contra los pseudo-científicos que cometen fraude. Algún día po-demos ser nosotros los necesitados.

EUSTOQUIO MOLINA es doctor en Paleontología y pro-fesor en el Departamento de Ciencias de la Tierra dela Universidad de Zaragoza.

1 Para ayudar a pagar los gastos del combate de Ian Plimer con-tra los creacionistas, se ha abierto una cuenta en un banco ale-mán (Konto 41919612, BZL 700 202 70, Bayerische Hypo undVereinsbank, Stiglmaier Platz, 80311 Munich) en la cual sehan hecho muy pocas donaciones hasta el momento, según meha informado el propio interesado.

— Piensa lo que quieras, sigo siendo un creacionista.

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Siempre se dice que, para es-tar al tanto de la actuali-

dad, no hay medio de comuni-cación como la radio. Y escierto... en la mayoría de loscasos.

Viernes, 19 de mayo. JuanAntonio Cebrián, director deLa Rosa de los Vientos, pro-grama de Onda Cero, anunciaque uno de los colaboradoresdel espacio va a deleitar a laaudiencia con “la última teo-ría sobre el triángulo de lasBermudas”. ¿Cuál será?, mepregunto. Venciendo alsueño, espero hasta que, pasa-das las 4 horas, suena la vozautorizada de Jesús Callejo. Lateoría es sorprendente: achacalas desapariciones a violentosescapes masivos de gas me-tano contenido en el subsuelomarino. Cebrián y otro ex-perto, Carlos Canales, ratifi-can que se trata de la últimateoría y demuestran así una ig-norancia pareja a la de Ca-llejo, que, siguiendo la mismaestrategia que las revistas eso-téricas en las que colabora,vende al público a través de laradio descubrimientos dehace lustros como si sehubieran realizado hacecinco días. Porque suúltima teoría es másvieja que el baúl de laPiquer, era ya famosa aprincipios de los años90. ¡Casi nada!

Richard McIver,un geoquímico vin-culado a la indus-tria petrolífera, fueel primero en formu-larla. Hay depósitos dehidratos en todos losocéanos del planeta y bajoellos se encuentra metanoen estado gaseoso. Los es-

capes de gas a alta presiónhan provocado numerosos ac-cidentes en barcos perforado-res y plataformas petrolíferas,ya que las estructuras pierdengran parte de su capacidad demantenerse a flote y puedenllegar a volcar. En un docu-mental emitido en 1992 porCanal Plus, titulado El trián-gulo de las Bermudas, LarryKuhlman, de Neal Adam Fire-fighter Inc., indicaba que ha-bía presenciado gran númerode accidentes de este tipo.“Las plataformas se hundenpor dos razones: una es la re-ducción del peso específicodel agua debido a la presenciade gas, y la otra es que el aguasube de nivel, llega hasta lacubierta y se introduce en lossistemas de conducción in-terna. El gas asciende hasta lasuperficie muy deprisa y, enalgunos casos, las plataformasse hunden en cuestión de mi-

nutos”, advertía. Y añadía quelos trabajadores que se lanzanal agua gasificada intentandosalvarse descubren que sehunden, que ni con chalecosalvavidas flotan.

Las perforación del sub-suelo es la manera más habi-tual de liberar este enormepoder destructivo de la natu-raleza; pero no la única. Loscorrimientos de tierra subma-rinos pueden sacar a la luz de-pósitos de gas, que, liberadoen grandes cantidades, desen-cadena una catástrofe locali-zada. Si no hay tráfico marí-timo, todo queda en una meraanécdota; si un barco navegapor las inmediaciones, casicon toda seguridad acaba enel fondo del mar. Experimen-tos llevados a cabo en el Insti-tuto de Ciencias Oceanográfi-cas de Gran Bretaña revela-ron a principios de los años 90qué ocurre a una embarcaciónque navega en una mezcla degas y agua. La piscina perma-nece tranquila hasta que seproduce el escape gaseoso.Entonces, el agua se convierteen un auténtico infiernoblanco, la turbulencia atrapaal navío y éste se hunde. Estoes lo que, según McIver, ocu-rre a veces en el triángulo de

las Bermudas: los sedimen-tos se rompen, el gas quedalibre y, en su camino haciala superficie, se traga los

barcos.La hipótesis es atrac-

tiva y está basada enhechos reales. Perono es nueva. Sólopuede presentarlacomo tal alguien

tan mal informado como eldirector y los colaboradoresde La Rosa de los Vientos,

el circo paranormal

Ordenalfabétix en las ondas

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quienes, en sus ansias por ven-der misterios increíbles, tratande disfrazarse de investigado-res objetivos y críticos, perono dudan en achacar a extra-terrestres desapariciones deaviadores, en hablar de losdoce triángulos de la muerte oen volver a repetir la mentirade que en la zona de las Ber-mudas desaparecen muchísi-mos más barcos que en cual-quier otra región de los océa-nos terrestres. Por si alguien lodudaba, el escape de metanonocturno del 19 de mayo, queno hundirá un programa ne-fasto en el que se intenta equi-parar ciencia y anticienciamezclándolas, deja bien claroque la fiabilidad de otro de loscolaboradores del espacio –unBruno Cardeñosa que, entreotras lindezas, traduce siliconpor silicona y no por silicio–no es un accidente, sino lanorma entre los expertos a losque da pábulo Juan AntonioCebrián, quien cualquier díanos informará de que el hom-bre ha llegado a la Luna.

Se me olvidaba un detalle.Tras informarnos de la últimateoría del triángulo de las Ber-mudas, La Rosa de los Vientosdio ese mismo día otra exclu-siva: el ufólogo Antonio Ri-bera iba a publicar un nuevolibro. Me quedé de piedracuando me enteré del título dela obra, algo que nos adelanta-ban los perspicaces informa-dores. Se trataba de Cartas detres herejes. Volví a mirar elcalendario: estábamos a 19 demayo. Fui a la estantería y locomprobé en el propio librode Ribera: estaba a la ventadesde diciembre pasado. Estáclaro, a pesar de su apestosohedor, el género del comerciode Ordenalfabétix, el pesca-dero de la aldea gala por exce-lencia, es bastante más frecoque las últimas noticias de LaRosa de los Vientos.

L.A.G.

‘Cucharoquinesia’

H ay un chiste muy buenoque no puedo dejar de re-

cordar en estos momentos. Enuna función de títeres, unaprincesita está echando unabronca tremenda a un príncipemientras la emprende a garro-tazos con él. Le dice que es uncalzonazos, un vago, un inútil,y que parece un ...1 En ese mo-mento, se levanta un hombreentre el público, se acerca alteatrillo y se dirige a la prin-cesa: “Mira, me has hecho mu-cho daño, me siento insultado.Entérate de que soy doctor in-geniero y abogado, y tengo unMBA de la Universidad deGeorgetown, así que no tienesningún derecho a decir queseamos tontos o nada pare-cido”. Uno de los titiriterossale de detrás del teatrillo ypide disculpas al espectadorofendido, quien le agarra por elcuello y le grita: “¡Y tú cállate,imbécil, hablaba con la prince-sita!”.

Llama la atención la falta desentido del humor de los para-normales. Como ejemplo, en undebate televisivo al que asistícomo invitado, un humoristahizo una divertida parodia delas artes adivinatorias leyendoel futuro del presentador enunos cacahuetes esparcidos so-bre una mesa –y una avellanainfiltrada, cosa que alarmó pro-fundamente al esforzado pito-niso–. Una vez terminado elnúmero de la frutosecología –di-vertidísimo, por cierto–, el hu-morista ofreció su mano a unavidente que se encontraba enel plató, quien la retiró negán-dole el saludo, y apartando lamirada.

Esta vez la demostración desentido del humor viene de lamano de uno de los grandes,uno de los mitos vivientes: UriGeller. En una reciente visita aTokio, fue asaltado por un

grupo de niños que quería suautógrafo en unos cromos depersonajes del videojuego Po-kémon, de Nintendo, basadoen los dibujos animados japo-neses que causan furor en casitodo el mundo. En estos cro-mos, aparece un personaje –lla-mado Un-Geller en Japón yKadabra en el resto delmundo– que va dejando a supaso un rastro de cucharillasdobladas y es capaz de provocardolores de cabeza a sus adversa-rios por telepatía. El famosodoblador de cucharas medianteel poder de la mente –cuya ca-pacidad los simples mortalesempleamos solamente en un 10%– se ha sentido herido y hatomado una drástica decisión:reclama al fabricante de video-juegos una indemnización de lafriolera de 100 millones de dó-lares. Afirma que la casa Nin-tendo ha creado un personajecon un notorio parecido a él–¿será físico el parecido?–, uti-lizando su nombre y perjudi-cando su imagen sin su consen-timiento. El dotado inclusodice haber recibido llamadas ycartas en las que admiradoresle felicitan por el dinero quehabrá ganado por derechos deimagen al haber autorizado aNintendo a utilizar su imagen.

Nintendo no es la primerasvíctima de la ira de Geller. Yademandó al fabricante de relo-jes Timex porque en un anun-cio aparecía un dotado que nolograba parar un reloj con elpoder de su mente. Los aboga-dos de Geller afirman, además,que están estudiando deman-dar a la cadena de venta demuebles Ikea por vender un ta-burete llamado El Uri con laspatas dobladas y retorcidas,por el evidente parecido consus famosas cucharas. Espere-

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1 Aquí puede ponerse guipuzcoano, bil-baíno, lepero... Depende de quiéncuente el chiste, hay para todos losgustos.

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mos que la gente de Ikea nohaya imitado al pie de la letralas cucharas, ya que en esecaso sería muy peligroso sen-tarse en él. Sólo faltaría que laempresa tuviera que indemni-zar por daños y perjuicios acientos de clientes lesionadospor el colapso de las patas delos taburetes.

Vista la obsesión de Gellerpor los pleitos, podría pensarseque atraviesa problemas eco-nómicos, así que James Randile ha ofrecido el premio de unmillón de dólares que la Fun-dación Randi tiene preparadopara quien sea capaz de probarsus facultades paranormales encondiciones de laboratorio.Geller ha rechazado tan gene-rosa oferta. Curiosamente, apesar de seguir adelante con lademanda a Nintendo, dice queno conviene que la mente seconcentre en pensamientos ne-gativos y asegura que su obje-tivo es mostrar al público elpoder curativo de la mente.Sobre eso trata precisamentesu último libro, que parece es-tar intentando promocionar agolpe de pleito judicial. Espe-remos que ahora no le dé pordemandar a algún fabricantede cucharillas de diseño o al deunas divertidas cucharillas denitinol que se doblan cuandose calientan.

BORJA MARCOS

Místico,astrólogo ysinfónico

E n http://geocities.com/swnadhin, encontramos la

web del swami Anand Nadhín,un completo muestrario deteorías acuarianas: chakras, re-lajación, reiki, tai chi... Poraquello de comenzar por elprincipio, podemos pulsar encurriculum para enterarnos de la

vida y milagros del autor. Asípodemos informarnos de que“swami Anand Nadhin es unmístico forjado entre gurus,swamis, roshis, chamanes, yo-guis, lamas, sufis. Durante suformación, él tuvo más de unmaestro y ahora es él quien im-parte enseñanzas aunque diceno tener discípulos, él sólo en-seña”. ¡Así nos gusta! Las cosasclaras y el chocolate espeso.Enseña, pero no tiene discípu-los. Quizá dicte sus lecciones alas piedras del campo, podríapensar algún abominable es-céptico. De eso nada, porque“Sabemos que algunos de susalumnos han establecido cen-tros terapeúticos y místicos envarios lugares del mundo”.

Un poco confusos –hemosde confesarlo–, proseguimos lalectura: “Hizo estudios de postgrado en Informática y Ad-ministración de Empresas; fuegerente de éxito en varias em-presas de elevado nivel nacio-nal e internacional”. Pues nosalegramos mucho; pero ¿quétiene que ver esto con la mís-tica? Después nos tildarán demalpensados... “Sobre un solarde mil metros cuadrados, swamiNadhin ha edificado una rús-tica pequeña pirámide denueve metros por lado en subase, levantada a escala propor-cional de la Gran Pirámide; allíse expone y enseña los mismostemas que compartimos en estapágina web”. Lamentamos taldesperdicio de superficie. Tieneun solar de mil metros cuadra-dos y se limita a edificar unarústica pirámide de nueve me-tros de base, 81 metros cuadra-dos.

Pero el polifacético swamino sólo es místico, asesor deempresas y patrocinador deconstrucciones neofaraónicas aescala. También es compositorde “música New Age, todosanti estrés y en ondas alfa” ycomo tal nos informa de susdiscos, entre los que figura:

“Voces del Alma: bellas y apaci-bles melodías con sonidos de lanaturaleza y helicópteros, avio-nes jet, que le dan unainusual armonía especial parala práctica de la meditación, taichi chuan, ambientación”. Nohay más que preguntar a cual-quiera que posea un piso cercadel aeropuerto de Barajas.Nada tan relajante, tan armo-nioso como el cantarín son deun Boeing 747 a las cinco de lamadrugada. ¡Y todavía hayquién protesta...! Desagradeci-dos. Seguro que, cuando hayanalcanzado un nivel de cons-ciencia superior, comenzarán aapreciar la íntima belleza delsonido de los helicópteros y losaviones jet.

Estimamos en gran medidael claro y racional pensamientodel swami Anand Nadhin. Pordesgracia, otros aspectos de supersona aparecen un poco tur-bios: “Utiliza sólo el seudónimode Nadhín y ocasionalmente elde swani Anand Nadhín, sinpretender obstentar el grado deswami, que significa maestro,sólo como un seudónimo” Va-mos, que el swami Anand Nad-hín no es, realmente, un swamiy no se llama Nadhín. ¿Lo deAnand sí es auténtico o es otropseudónimo? A ver si va a ter-minar llamándose José PérezGarcía.

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30el escéptico (Primavera 2000)

Con estas dudas, accedemosal artículo de bonsais y allí lee-mos: “Lo más importante es elcontacto con un ser vivo y sepuede conversar con estos árbo-les y, si hemos logrado el estadode la meditación, podremoscaptar muchas respuestas a lavez que fuerzas energéticas, yaque a pesar de su pequeño ta-maño, éstos son árboles que en-cierran encapsulada una granpotencia, empleándose para sa-nar diversas dolencias físicas ypsicológicas”. ¿Hablar con unárbol? ¡Qué insospechadas posi-bilidades abre esta afirmación!¿Se abrirán academias de idio-mas especializadas en dialectosvegetales? Por otra parte, es unalástima que no nos aclare québonsais son los que poseen undiálogo más interesante. ¿Losalcornoques, quizá? Por desgra-cia, esta actividad puede ser pe-ligrosa: “El interés no es el deconversar con las plantas, malharíamos en crear un hobby que,aunque sea cierto, muchos nostildarían de locos”. Pues no sépor qué lo dice. Una personahablando con una lechuga esuna escena de lo más habitual,lo extraordinario sería que la le-chuga contestase.

Algo mosqueados, empeza-mos la lectura del artículo as-

trología: “Algunas de las críti-cas más punzantes tendentes adesprestigiar a la astrologíaempiezan por definirla comociencia a medias y acaban desco-nociendo su validez”. No,hombre, no. Ésas son las críti-cas bondadosas. Las mordaces selimitan a negar su caráctercientífico y, si desconocen suvalidez, es por la sencilla razónde que ésta no existe. El autorprosigue: “El error, grave y le-sivo, que ha contribuido al des-crédito, parece haber sido elechar en un solo saco todos es-tos variados intereses de mer-cado irreverentemente mezcla-dos con tradiciones tan anti-guas del acervo cultural de laHumanidad”. Siempre me hahecho gracia esa mención a laantigüedad de la astrologíacomo, si por sí misma, otorgaracredibilidad a esta actividad.Como sigamos por este caminonos encontraremos algún díacon grupos de neoantropófagoso de neoesclavistas, que tam-bién pueden presumir de haberformado parte del acervo cultu-ral de la Humanidad.

“En 1927, EvangelineAdams publicó el best sellerYour place in the sun, que marcóel punto de partida para el re-nacimiento de la astrología en

Estados Unidos, y desde allí alresto del mundo. Tres años des-pués, Evangeline había hechoun total de 150.000 horóscopospor encargo, y un año mástarde tenía una demanda de4.000 en promedio diario”. ¿Entres años realizó 150.000 ho-róscopos? Realicemos una sim-ple operación aritmética y ob-tendremos que Adams confec-cionaba casi 137 horóscoposdiarios. Suponiendo que Evan-geline se dedicara a esta activi-dad durante diez horas diarias,obtendremos que efectuaba unhoróscopo cada ¡¡cuatro minu-tos y medio!! Eso es rapidez decálculo y lo demás son histo-rias. Por cierto, ¿cuántos deesos horóscopos fueron acerta-dos? ¿O es que ese dato es in-trascendente?

“¿Es una ciencia la Astrolo-gía? Definitivamente que sí: loes desde la más remota antigüe-dad. Cuenta con cálculos mate-máticos, observaciones experi-mentales y leyes demostrablespor la ciencia actual”. Pues,nada, que empiece por formularuna teoría contrastable para ex-plicar por qué las constelacio-nes influyen en la vida del re-cién nacido y después seguimoshablando. Ya puestos, tambiénpuede explicarnos científica-mente la causa por la que esainfluencia se produce en el mo-mento del nacimiento y no enla de la concepción o el motivopor el que la astrología ha te-nido a bien ignorar la precesiónde los equinoccios.

El artículo concluye con unaafirmación curiosa, teniendo encuenta que defiende la validezde la astrología. “Todo dependede lo que queramos hacer denuestras vidas: ¿construir unapequeña casa o el gran edificiode nuestra evolución superior?La decisión es sólo nuestra”. Ladecisión ¿no debería dependerde nuestra carta astral? Vamos,digo yo.

JOSÉ LUIS CALVO BUEY

el circo paranormal

ERNESTO J. CARMENA

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(Primavera 2000) el escéptico31

E l verano de 1908 fue rico en bólidos. Dehecho, la explosión registrada cerca delrío Podkamennaya Tunguska (Siberia,

Rusia) en las primeras horas de la mañana del30 de junio no fue más que la culminación delas muchas anomalías registradas duranteaquellos días. Ya desde el 23 de junio se ha-bían observado brillantes crepúsculos –deltipo de los que se suelen ver tras las grandeserupciones volcánicas– en, al menos, diez ciu-dades de toda Europa, incluyendo la Rusia eu-ropea y la parte occidental de Siberia. Estosfenómenos fueron incrementándose en inten-sidad hasta el 30 de junio, cuando alcanzaronel máximo. Dichas anomalías estuvieronacompañadas de unas curiosas formaciones denubes semiesféricas, con luminiscencia noc-turna que permitía incluso leer diarios enplena noche, así como por intensos halos so-lares. Los fenómenos pudieron ser observadosen el área comprendida entre el río Yenisey(Siberia) al Este, el océano Atlántico alOeste, Burdeos (Francia) por el Sur y las lati-tudes más altas al Norte.

Tras el 1 de julio, dichos efectos disminu-yeron de forma exponencial, aunque algunosrestos de los mismos pudieron observarsehasta finales de mes. Concretamente, el diarioestadounidense The New York Times, en suedición del 3 de julio, informó acerca de luces

notables que habían sido observadas “en loscielos septentrionales durante las noches delos pasados martes y miércoles”. Los científi-cos atribuyeron por error esos fenómenos aprotuberancias solares causantes de alteracio-nes eléctricas en la atmósfera. El periódico in-glés The Times informaba también de que,veinticinco años antes, durante la erupcióndel volcán de la isla Krakatoa, en el océanoPacífico, fueron observados espectáculos simi-

Tunguska: el impacto,la hipótesis, el mito

CARLOS LÓPEZ BORGOÑÓZ

■ Las más enigmáticas de lasobservaciones que tuvieronlugar en el verano de 1908fueron las referidas aanomalías magnéticas

Nadie ha podido todavía responder con autoridad a la pregunta: ¿qué fue loque ocurrió sobre la taiga siberiana el 30 de junio de 1908?

Mapa de la zona de Tunguska, basado en un dibujo publicadoen la revista Cosmos. Imagen: G. Valentín.

“Sólo tenemos una cosa que temer: que el cielo se caiga sobre nuestras cabezas.”Abraracurcix, jefe galo

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lares. En aquellos días, el Observatorio delMonte Wilson, en California, detectó unamarcada reducción en la trasparencia del aire.

Tal vez, las más enigmáticas de las observa-ciones que tuvieron lugar en aquel veranofueron las referidas a anomalías magnéticas.En un breve artículo, publicado en la presti-giosa revista científica alemana AstronomischeNachrichten, en 1908, el profesor Weber, de laUniversidad de Kiel, exponía sus observacio-nes acerca de unas inusuales desviaciones pe-riódicas de la aguja de la brújula. Este efectose repitió cada noche, con una duración desiete horas en cada ocasión, desde el 27 hastael 30 de junio de 1908, una fecha muy signifi-cativa, como enseguida veremos. Otros mag-netogramas anómalos, con fecha de 30 de ju-nio de 1908, fueron registrados en el observa-torio de Irkustk (Siberia) y descubiertos en1960 por los investigadores Plejanov y Vassil-yev.

EL IMPACTO

Las explosiones fueron escuchadas en las pri-meras horas del 30 de junio de 1908. Los co-merciantes rusos de pieles y los habitantes deTunguska que miraron al cielo siberiano enaquella fatídica mañana quedaron sin dudasobrecogidos al ver una bola de fuego cru-zando la atmósfera hacia su mercado de Vana-vara (Siberia) dejando tras de sí un rastro deluz de 800 kilómetros de longitud. Aquel ob-jeto, fuera lo que fuera, se aproximaba desde

un azimut de unos 115°, descendiendo con unángulo de entrada de unos 30°-35° sobre elhorizonte. Su mirada siguió la brillante bolaen su trayectoria hacia el noroeste y, cuandoparecía que iba a desaparecer tras el hori-zonte, quedó hecha pedazos tras una serie deexplosiones.

El suceso tuvo lugar a una latitud de 62°Norte y una longitud de 101° Este, a 92 kiló-metros al norte de Vanavara, cerca del ríoTunguska. Según los cálculos posteriores, elobjeto se deshizo a una altitud de unos 7,6 ki-lómetros, convirtiéndose en el primer visi-tante cósmico de gran tamaño que golpeaba laTierra desde la existencia de vida humana delque tenemos noticia.

EMPIEZA EL MISTERIO

“El cielo se partió por la mitad y apareció unagran bola de fuego. El aire se calentó de talforma que era imposible soportarlo. Hubo unaexplosión ensordecedora y [mi amigo] S. Se-menov fue arrastrado por el suelo hasta unadistancia de seis metros. Mientras el vientocaliente pasaba, el suelo y las cabañas tembla-ban. Las cabras fueron liberadas de sus esta-blos y los cristales de las ventanas saltaron desus marcos”. Disponemos en la actualidad deunos novecientos testimonios de testigos delobjeto de Tunguska, recogidos por las sucesi-vas expediciones que visitaron el lugar hasta1970.

Los relatos fueron publicados en su mayorparte por el investigador ruso Vasilyev, con-juntamente con otros colaboradores, en 1981y han sido analizados con detalle. Se refierena dos fuentes básicas de información, la luz yel sonido. El fenómeno visible contiene infor-mación acerca de la trayectoria del objeto,sus características ópticas y su destrucción enla atmósfera. El sonido y otros fenómenos sís-micos añaden información acerca de la inter-acción del objeto con la atmósfera y el suelo.

El fenómeno visible incluye un objeto deun brillo comparable al del Sol, con la apari-ción, según algunos testigos, de fenómenosiridiscentes, semejantes al arco iris. Algunosde los relatos presentan contradicciones enfunción de la situación del testigo en el mo-mento del impacto –variedades meridionaleso septentrionales de los testimonios–, lo queha hecho considerar en ocasiones la existen-cia de varios objetos o, incluso, de una tra-yectoria variable. En algunas poblaciones, loque se observó precisamente durante el fenó-meno fue una especial oscuridad, lo cual po-dría ser explicado por la destrucción del

La expedición italianade 1999

La última gran expedición hacia la zona del im-pacto se llevó a cabo entre el 14 y el 30 de ju-nio 1999 por parte de un grupo de miembros dela Universidad de Bolonia, cuya página webcon información actualizada se puede encon-trar en http://www-th.bo.infn.it/tunguska.

Sus principales objetivos fueron el estudiode la estructura y sedimentos del lago Cheko,situado cerca del epicentro, así como un reco-nocimiento aéreo de la zona, la recogida demuestras de plantas y rocas, y la comparaciónentre la radiación gamma de Tunguska con lamedida en el trayecto Italia-Siberia-Italia. Enla actualidad, las muestras recogidas estánsiendo analizadas con la esperanza de encontrartrazas del CCT.

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cuerpo en la atmósfera o por la existencia deuna gran cola de polvo. Algunos testimoniosdifieren incluso a la hora de fijar la hora a laque sucedió todo… En cualquier caso, los in-tentos de concretar una trayectoria sobre labase de las observaciones de los testigos hanresultado infructuosos, denotando en su di-versidad un fenómeno complejo, heterogé-neo en cuanto a los múltiples atributos perci-bidos.

En cuanto a los fenómenos relacionadoscon el sonido, pudo percibirse una cierta si-militud entre el campo sonoro –ondas balísti-cas– y la distribución de los árboles caídos enel epicentro de la catástrofe, con un eje de si-metría similar para ambos, en las direccionessudoeste y nornordeste. Los estudios relativosa los fenómenos sonoros que acompañaron elimpacto permitieron proyectar de una formamás fiable la trayectoria del objeto no sólocerca del epicentro, sino también a distanciasconsiderables.

Un fenómeno también descrito por los tes-tigos oculares fue el desarrollo de unas espe-sas nubes plateadas que evolucionaron haciael oeste después de la catástrofe, lo cual no hasido explicado hasta la fecha. Por supuesto,los testimonios de quienes presenciaron la ca-tástrofe abogan por un origen natural de lamisma.

Podríamos concluir, según los testimoniosrecogidos y las investigaciones llevadas acabo, que un objeto procedente del espacioexterior, de gran tamaño, llegó a una altura deentre 2,5 a 9 kilómetros sobre el área afectada–60° 53’ Norte, 101° 54’ Este– y explotó conuna gran liberación de energía, equivalente aentre 10 y 20 megatones –40 megatones segúnalgunos autores–; es decir, entre 10 y 20 mi-llones de toneladas de TNT o, lo que es equi-valente, de 4,2 x 1023 a 1,7 x 1024 ergios. Esta

energía equivale a unas mil veces la liberadadurante la explosión de la bomba nuclear queasoló Hiroshima en 1945.

La explosión del cuerpo cósmico de Tun-guska –al que en adelante denominaremosCCT– creó una onda sísmica que fue regis-trada en los observatorios siberianos de Ir-kustk, Tashkent y Tbilisi, así como en el deJena, en Alemania. Se registraron también,tras la explosión, fuertes alteraciones de lapresión atmosférica y una tormenta magné-tica local que persistió durante más de cuatrohoras, causando alteraciones geomagnéticasen la atmósfera similares a las que siguieron alas explosiones nucleares. En la Antártida,cerca del volcán Erebo, se observaron unasauroras boreales anormales el 30 de junio de1908, que pudieron ser debidas al CCT.

La onda de choque devastó 25 kilómetroscuadrados del bosque de la taiga; calcinó lavegetación en un área de unos 200 kilómetroscuadrados –se generó una columna de fuego,en la región central donde se produjeron lastemperaturas más elevadas, visible a cientosde kilómetros– y derribó árboles en un radiode más de 2.000 kilómetros cuadrados. In-cluso se han descrito anormalidades en los re-gistros paleomagnéticos de la región que po-drían estar relacionados con el suceso.

MISIONES DE INVESTIGACIÓN

Hoy en día, la región de Tunguska se man-tiene como un área desolada, pantanosa, in-festada de mosquitos, en medio de bellos y ac-cidentados paisajes de la taiga siberiana. Paraalcanzar el epicentro del fenómeno, se debecontratar un helicóptero o bien realizar unapesada caminata, lo que ha dificultado la in-vestigación y colaborado al mantenimientodel misterio que envuelve desde el primer mo-mento a este catastrófico acontecimiento queun día estremeció el planeta. Noventa añosdespués, las huellas del suceso no son difícilesde apreciar.

Sin duda, es la información contenida enel diagrama de los miles de árboles derribadosla que ha ayudado de manera más fidedigna alas sucesivas misiones exploratorias a recons-truir la secuencia de acontecimientos y ex-traer conclusiones más claras acerca de la na-

Restos de árboles abatidos durante la explosión. Obsérvesecomo fueron arrancados desde sus raíces.Foto: Centro Siberiano para Catástrofes Globales / Centro deComputación de Novosibirsk.

■ Noventa años después delimpacto, las huellas del sucesono son difíciles de apreciar

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turaleza del CCT. La caída de árboles es prác-ticamente radial en la mayor parte del territo-rio, aunque anisotrópica, es decir, variable enfunción de la dirección en la que se observa.Estos parámetros variables nos sirven comouna valiosa fuente de información acerca delas características de la onda de choque aéreacausada por el CCT. En la parte central de laregión afectada, aún se mantienen altos toco-nes y troncos desnudos –llamados por ello pos-tes telegráficos– junto con árboles caídos conposterioridad al impacto como consecuenciade vientos de dirección caótica.

El diámetro actual del bosque de árbolesmuertos y caídos en diversas direcciones es deunos 3 a 5 kilómetros. La región total de caídade árboles tiene una forma parecida a la deuna mariposa enorme, situándose los límitesde la misma a 18-19 kilómetros desde el epi-centro hacia el norte, noroeste y oeste; 26-27kilómetros hacia el estesudeste; 37-38 kilóme-tros hacia el nordeste, y 40-41 kilómetros ha-cia el sursudeste. Para complicar el panorama,diversos investigadores identificaron en losaños 60 cuatro epicentros menores. Cada unode ellos tiene su propio diagrama de árbolescaídos y cada uno de ellos debió ser causadopor las explosiones secundarias que tuvieronlugar al final de las observaciones de los testi-gos.

Leonid A. Kulik formó la primera expedi-ción científica de investigación casi veintedespués del suceso. Gracias a ella, pudo deter-minar el epicentro general, así como realizarel mapa de los árboles caídos. Halló, también,unas desconcertantes áreas ovales intactasque imaginó serían los cráteres originales oca-sionados por el meteorito, llenados de nuevotras el paso del tiempo. Dadas las evidencias,

se atrevió a suponer que el fragmento princi-pal del meteorito permanecería sumergido enalgún lugar del gran pantano central que sehallaba en el epicentro, pero las diferentespruebas magnéticas y excavaciones realizadasa lo largo de las sucesivas expediciones noconsiguieron encontrar ni un solo gramo demetal ni en el gran pantano central ni enaquellas zonas intactas ovales que tanto sor-prendieron a Kulik. Todas las posteriores bús-quedas del meteorito han seguido fracasandohasta la fecha, incluidas las emprendidas enlos últimos diez años.

La Segunda Guerra Mundial impidió, porun tiempo, nuevas expediciones tras las deKulik. En 1958, el comité de meteoritos de laAcademia Soviética de Ciencias envió unaserie de misiones científicas dirigidas por Ki-rill Florensky. En 1959, la Universidad deTomsk reunió recursos suficientes, bajo el im-pulso de Gennadiy Plejanov, para mandar unanueva expedición. En 1963, nuevas investiga-ciones tomaron cuerpo gracias a Nikolai Va-silyev –de la, hoy, Academia Rusa de Cien-cias–, quien ha dirigido veintinueve expedi-ciones científicas en los últimos años a unazona a la que no se permitió el acceso de in-vestigadores extranjeros hasta 1989.

Ni las expediciones previas a la SegundaGuerra Mundial –las de Kulik– ni las poste-riores –bajo la supervisión de Florensky, Ple-janov, Zolotov o Vasilyev– encontraron cráteralguno o fragmentos de tamaño apreciable delCCT. La búsqueda de materia cósmica dis-persa, incluso en forma de polvo, en los suelosdel área afectada por la catástrofe, incluso am-pliada a 10.000 kilómetros cuadrados, no con-siguió descubrir material significativamente

Fotografía aérea captada durante una de las primerasexpediciones de Kulik a la zona de Tunguska. Las raíces de losárboles caídos en paralelo nos señalan la dirección desde dondevino la onda de choque. Foto: G. Longo.

En los tupidos bosques de la región en torno al río Tunguska, esposible encontrar, en ocasiones, algunas pequeñas zonas llanascon una forma redondeada. Kulik, en el primer tercio de estesiglo, supuso equivocadamente que eran cráteres secundarios.Foto: Universidad de Tomsk.

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diferente del que habitualmente puede en-contrarse en cualquier otra región como con-secuencia de la continua caída de material ex-traterrestre. Solamente han sido descubiertasalgunas anomalías isotópicas –es decir, de lasconcentraciones relativas de los diferentesisótopos de los elementos químicos presentesen el suelo– posiblemente relacionadas con elCCT.

CONSECUENCIAS DEL IMPACTO

Las consecuencias biológicas de la explosiónfueron ciertamente interesantes, ya que, porejemplo, se observó un crecimiento aceleradode la biomasa, que de hecho ha continuadohasta la actualidad. Se ha constatado, además,un aumento en la tasa de mutación biológicade muchas especies no sólo en el epicentro delfenómeno, sino también a lo largo de la tra-yectoria del CCT. Incluso se han observadoanomalías en las proporciones de los factoresRh en la población de las zonas afectadas porel suceso de Tunguska, aunque es muy dudosoque puedan ser atribuibles al CCT. En la ac-tualidad, se estudian posibles variaciones ge-néticas en especies locales de hormigas, asícomo mutaciones en las semillas y hojas de almenos una de las especies de pinos de la zona,ya que se han constatado crecimientos acele-rados tanto en los árboles existentes en 1908como en los que germinaron después de dichafecha. Estas interpretaciones, sin embargo,despiertan en nuestros días fuertes controver-sias.

Para algunos investigadores, estos fenóme-nos genéticos sólo podrían ser compatibles conuna explosión de tipo nuclear, aunque nuncase ha podido demostrar evidencia alguna de unproceso de tal tipo examinando la abundanciade radioisótopos en los anillos de crecimientode los árboles examinados, que, en todo caso,siguen una correlación con los ciclos solaresde once años [Longo et al, 1994]. Por otraparte, algunos investigadores, como Vasilyev,creyeron encontrar una correlación entre elcrecimiento anómalo y la posición de los ár-boles. Esto sustentaría la hipótesis de una fer-tilización debida a un polvo meteórico que favo-recería el crecimiento en los lugares en los que

cayera y no en los otros. Sin embargo, dichascorrelaciones no han llegado a demostrarsenunca con absoluta seguridad, a pesar de sercalificadas como evidentes por sus defensores,que incluso proponen que el área de creci-miento acelerado ni siquiera coincide con elárea de bosque telegráfico o de caída de árboles.

En definitiva, las razones más convincen-

El caso de Brasil

De acuerdo con el testimonio ofrecido por unmisionero, publicado en 1931, quizá no deba-mos considerar el fenómeno de Tunguska comoun hecho absolutamente aislado en la historiade la civilización. Según este testigo, único en-contrado vivo, tres grandes objetos cayeron enla selva amazónica brasileña, cerca del río Cu-ruca, en la región del Alto Solimoes, el 13 deagosto de 1930. Este acontecimiento ha pasadoprácticamente desapercibido hasta nuestrosdías. Sin embargo, muy recientemente, los in-vestigadores R. De la Reza (Observatorio Na-cional, Río de Janeiro), H. Lins de Barros (Mu-seo de Astronomía, Río de Janeiro, Brasil),P.R.M. Serra (Instituto de Pesquisas Espaciais,Sao Paulo, Brasil), A. Vega (Observatorio SanCalixto, La Paz, Bolivia) y M. de la Torre (Uni-versidad Mayor de San Andrés, La Paz, Boli-via) presentaron evidencias de la caída de, almenos, un gran cuerpo cósmico, que pudo ex-plotar con una potencia cercana a la mitad dela del objeto de Tunguska.

Gracias a imágenes captadas en radar y enlongitudes de onda visibles, estos investigado-res encontraron en este caso un gran cráter cir-cular de aproximadamente un kilómetro dediámetro, lo que supone una importante dife-rencia entre ambos fenómenos. Por otra parte,aquel día, a una hora compatible con la del su-ceso, se registró un movimiento sísmico en LaPaz, a más de 1.000 kilómetros de distancia. Lainformación que pudieron recoger del únicotestigo es posible que les ayude a aportar datosacerca de la trayectoria que siguió el objeto an-tes del impacto.

En este caso se da la circunstancia de que elsuceso coincide con el máximo de las perseidas,las conocidas lágrimas de San Lorenzo, lo cualinduce a los científicos a relacionar el sucesocon los residuos, de origen cometario, que pue-dan permanecer en la órbita del cometaP/Swift-Tuttle.

■ Se observó un crecimientoacelerado de la biomasa, quede hecho ha continuado hastala actualidad

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tes para explicar el crecimiento de la biomasaforestal con posterioridad al fenómeno deTunguska parecen basarse en una mejora delas condiciones ambientales consecuentescon la explosión: fertilización abundante porlas cenizas de los árboles calcinados, descensode la competencia por la luz y una mayor dis-ponibilidad de nutrientes minerales, lo queparece confirmarse por una concentraciónincrementada de los mismos en los anillosposteriores a 1908 [Nesvetajlo, 1996], a pesarde no ser consistentes con la supuesta corre-lación de los árboles de mayor crecimientocon el recorrido del objeto. Se trataría decondiciones semejantes a las que se dan trasun incendio forestal común que afectaríantanto a los árboles existentes en el momentode la explosión como a los jóvenes que ger-minaron tras la misma.

Los árboles que sobrevivieron al impactoson hoy una valiosa fuente de información,ya que muchas de las características anorma-les que muestran en la actualidad son, sinduda, causadas por él. Por ejemplo, se puedenobservar en los anillos de crecimiento ante-riores a 1908 hemorragias internas de resinacomo consecuencia de la rotura de los vasospor la presión experimentada. Se observatambién, en los meses siguientes a la catás-trofe, un crecimiento ralentizado, probable-mente debido a la desaparición de las hojastras de la explosión, lo que supone un menoraporte de energía y nutrientes, además de unaumento de la temperatura... Los árboles su-pervivientes muestran, en muchos casos, de-formaciones en la sección de sus troncos, enla dirección de la onda de choque [Serra, R.et al, 1994 y Longo, 1996].

LAS HIPÓTESIS

Los modelos matemáticos existentes referidosa la entrada en la atmósfera de diferentes ti-pos de meteoros han sido aplicados frecuen-temente al estudio del fenómeno de Tun-guska, con la intención de descubrir la natu-raleza del objeto protagonista del suceso. Estesistema ha permitido dar soporte en la litera-tura científica existente al respecto tanto a lateoría del asteroide rocoso como a la del ori-gen cometario del objeto en cuestión, queson las que se consideran más probables en laactualidad. Los modelos más aproximadoshan tenido en cuenta una precisa tasa defragmentación como consecuencia de la en-trada en la atmósfera a diferentes ángulos yvelocidades, pero no han permitido hasta lafecha inclinarse por ninguna de las dos posi-

El debate sigue abierto

Lejos de ser una discusión bizantina, el debateacerca de la naturaleza del objeto cósmico queimpactó sobre Tunguska en 1908, constituyeun reto de un alcance que trasciende el inte-rés astronómico o geológico. Según algunosespecialistas, la probabilidad de un impacto si-milar al de Tunguska en algún punto de la su-perficie terrestre durante un periodo compara-ble al de una vida humana supera el 25%, pu-diendo alcanzar incluso el 70%. No hace faltaexponer las posibles consecuencias de unacontecimiento similar en una moderna aglo-meración humana. Supone, por lo tanto, unobjeto de preocupación muy superior al quepueda representar un destructor total, muchomás improbable.

Los partidarios de un origen cometario delCCT se sienten respaldados por la ausencia decráter y restos pétreos que debería haber de-jado un objeto de tipo asteroidal; la gran velo-cidad geocéntrica y otros datos relacionadoscon el ángulo de entrada parecen abonar tam-bién la hipótesis cometaria. Sin embargo, losdefensores de la hipótesis alternativa aducenla existencia de trazas de condritas de origenasteroidal. Hasta el momento, siempre se ha-bía considerado que este mineral no se hallabapresente en los cometas, aunque reciente-mente, este mismo año, algunos investigado-res del CCT lo ponen en duda. Si realmentelos cometas fueran ricos en condritas, su den-sidad estimada podría exceder de los 2 gramospor centímetro cúbico, más del doble de lo es-timado hasta este momento. Ante tal revi-sión, todos los modelos establecidos de inter-acción de tales objetos con la atmósfera debe-rían ser asimismo revisados.

Aún existen, sin embargo, buenas razonespara seguir pensando en un origen asteroidalde las condritas, como por ejemplo la posibleprocedencia de micrometeoritos de baja velo-cidad geocéntrica –compatible con los aste-roides pero no con los cometas– que puedensobrevivir al calentamiento debido a la en-trada en la atmósfera o el hallazgo de condri-tas en meteoritos procedentes del cinturónprincipal de asteroides.

El debate sigue abierto...

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bilidades, sin poder tampoco descartar nin-guna de ellas: ambos modelos son compati-bles con la liberación de la energía necesaria,a unos ocho kilómetros de altura, para causarlos efectos observados [Lyne et al, 1993].

También se han de destacar las investiga-ciones llevadas a cabo desde julio de 1991 porun grupo italiano liderado por M. Galli, conla colaboración de S. Cecchini, G. Longo yR. Serra, que realizó una expedición a la zonaen la que se analizó la resina de los árbolescaídos tras la explosión, ya que estos científi-cos italianos pretendían probar su sospechade que la materia cósmica presente en los ár-boles como consecuencia de la potencia de laexplosión podría ayudar a identificar al CCT.Los hallazgos preliminares identificaron real-mente esas sustancias, entre las que se hallócalcio, hierro-níquel, silicatos, cobalto-wol-framio y plomo. Al coincidir dichos elemen-tos con los presentes en ciertos asteroides,Galli resucitó las viejas teorías relacionadascon tales objetos.

Las investigaciones llevadas a cabo por Z.Sekanina, del Laboratorio de Propulsión aChorro (EE UU), apuntan también en la di-rección del asteroide. En una revisión publi-cada en 1996 [Sekanina, 1996], el autorafirma que “una interpretación del suceso ba-sada en la naturaleza asteroidal del objeto noes sólo plausible, sino virtualmente cierta”.En favor de tal teoría, hay evidencias basadasen su composición elemental, ya comentadasen el párrafo anterior, pero también en el cál-culo de su masa, velocidad e incluso órbitaheliocéntrica. Los recientes datos obtenidos

de la colisión en 1994 del asteroide Shoema-ker-Levy 9 con Júpiter parecen, asimismo, sercompatibles con esta explicación, así comolos experimentos llevados a cabo mediante lacomparación de dos objetos experimentales,uno de ellos de tipo rocoso y el otro de tipocometario, transportados por proyectiles yobservados con las cámaras de la Red Europeade Monitorización de Meteoritos. Tambiénlos datos referidos a su trayectoria son com-patibles con un origen asteroidal.

Pero, si fue un asteroide, ¿dónde están susfragmentos y el cráter? Se ha propuesto queparte del asteroide podría haber sido pulveri-zado en la explosión mientras que el resto ha-bría rebotado por la atmósfera fuera de nues-tro planeta. Ante una explosión de tal vio-lencia, debe ser necesario, probablemente,que la búsqueda de restos resulte infructuosa.

Sin embargo, también hay científicos a fa-vor de la teoría cometaria. El principal inves-tigador en este campo es el geoquímico Yev-geniy Kolesnikov, de la Universidad deMoscú. A lo largo de sus muchos años de in-vestigaciones, ha excavado grandes muestrasde turba de los suelos cercanos al epicentrodel suceso, analizándolos en busca de anoma-lías isotópicas. En su opinión, la composiciónde dichos suelos contiene elementos volátilesatribuibles a polvo cometario.

Tal como ya comentamos anteriormente,los problemas asociados a este método consis-ten en la dificultad de demostrar que la abun-dancia de dichos elementos difiere de la quecabría esperar de la caída normal de materiaextraterrestre. Otros expertos, como S.S.

Kulik construyóen sucampamentocabañas dealmacenamientosobre posteselevados para deevitar que losanimales de lazona,especialmenteosos, tuvieran unacceso fácil a susprovisiones.Foto: CentroSiberiano paraCatástrofesGlobales / Centrode Computaciónde Novosibirsk.

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Grigorian, de la misma universidad, defien-den la hipótesis cometaria basándose en mo-delos matemáticos [Grigorian, 1994]. En1978, L. Kresak propuso incluso que el CCTera en realidad un fragmento del cometaEncke, lo cual fue contestado cinco años des-pués por Sekanina, quien criticó tal teoría.En 1996, D.J. Asher, del Observatorio Astro-nómico Nacional del Japón, y D.I. Steel, dela Universidad de Adelaida, señalaron denuevo que tal posibilidad no era inconcebi-ble, lo que no hace más que darnos una ideade lo complejo del proceso de extracción deconclusiones acerca del fenómeno de Tun-guska.

Por último, diversos autores proponen unorigen cometario al CCT sobre la base de quelas características de la devastación obser-vada sólo son compatibles con una detona-ción, pero no con la simple liberación deenergía producida por el proceso de entradaen la atmósfera. En efecto, la evaporación detodos los componentes del supuesto cometa,mezclados con el aire, pudo formar un com-puesto similar a los utilizados en diferentes

ocasiones en la fabricación de explosivos,pero con una masa de 35 millones de tonela-das, para una masa total del objeto en torno alos 100 millones de toneladas, en un cilindrode unos dos kilómetros de diámetro y unosveinte de longitud. Estos autores apuntan,asimismo, hacia la posibilidad de un impactomúltiple que explicaría tanto la larga dura-ción del fenómeno observada por los testigoscomo los múltiples epicentros secundariosencontrados.

Otras teorías han tenido su cabida en la pe-queña historia de la investigación del fenó-meno de Tunguska: unas, de origen nuclear,basadas en la detección de mutaciones en di-versas especies locales y en las anomalías geo-magnéticas observadas, y otras que incluyenla colisión de una nave extraterrestre comouna de las posibles causas. El impacto de unpequeño agujero negro, que habría atravesadoel planeta sin dejar marcas en las antípodas,eso sí, o la colisión con una pequeña cantidadde antimateria, que explicaría la inmensaenergía liberada sin la aparición de cráter al-guno, completan el abanico de hipótesis pu-blicadas hasta hoy sin recibir en la actualidadun respaldo mayoritario por la comunidadcientífica internacional, aunque contandosiempre con seguidores cualificados.

Proyectos futurosde investigación

Se ha propuesto la realización de los siguienteexperimentos siguientes en los próximos añoscon la finalidad de aportar algo más de luz anuestro conocimiento sobre lo sucedido en lazona del río Tunguska:

1. Investigación de la radiación generadaen la atmósfera como consecuencia de movi-mientos a velocidades de docenas de kilóme-tros por segundo.

2. Estudios acerca de las condiciones nece-sarias en los laboratorios para incrementar laeficiencia de las explosiones controladas.

3. Estudios basados en explosiones a granaltura de misiles balísticos rusos como el SS-18 –con 8 toneladas de hielo– o el SS-11–con 1,2 toneladas– y estadounidenses comoel MX –con 3,95 toneladas– o Minuteman–con 1,15 toneladas–, que verán sustituidasasí sus habituales cabezas nucleares. La velo-cidad de los misiles será de unos 8 kilómetrospor segundo.

4. También se ha propuesto la utilizaciónde las estaciones espaciales Mir o, en su día,Alfa, con explosiones controladas a distanciascercanas a las mismas.

■ El problema de Tunguska noes un problema rutinario dela física o la astronomía

La dendrocronologíaes una rama de laciencia que establecedataciones deacontecimientosocurridos en elpasado con la ayudade los registrosdejados en los anillosde crecimiento de losárboles. En estafotografía, tomadadurante la expediciónitaliana de julio delaño 1991, seobservan algunasmicrohemorragiasoriginadas por laexplosión detectadasen la resina de unárbol.Foto: S. Cecchini, M.Galli, G. Longo yRomano Serra.

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EL MITO

Nadie ha podido todavía responder con auto-ridad a la pregunta: ¿qué fue aquello? Tal comoproponen algunos autores, al margen de las hi-pótesis más ortodoxas: “Probablemente el ob-jeto de Tunguska no fue un objeto astronó-mico convencional; los meteoritos conocidoshasta ahora no causan tormentas geomagnéti-cas. El problema de Tunguska no es un pro-blema rutinario de la física o la astronomía. Esun problema inusual y complejo, que requierela coordinación de diferentes disciplinas cien-tíficas”. La información acumulada por tresgeneraciones de científicos a lo largo de casiun siglo es aún compleja e incluso contradic-toria.

El acontecimiento cuenta, en efecto, conmuchos elementos para disfrutar de un lugarde honor en la vitrina de los fenómenos sóloexplicables al margen de la ciencia oficial. Así,la serie televisiva Expediente X se hizo partí-cipe de tal punto de vista, dedicando a Tun-guska un disparatado episodio que, por su-puesto, ha llenado muchas más ciberpáginasque cualquier congreso científico.

Podríamos intentar reunir los aspectos pococlaros del fenómeno y aquéllos que colaborana crear un mito en torno a este suceso:

1. Por supuesto, lo remoto del lugar del im-pacto y los pocos testigos directos del mismo.El que la primera expedición científica no lle-gara al epicentro hasta dos décadas después delsuceso no hace sino mantener una gran oscu-ridad en torno a todo lo que afecta al mismo.

2. Los fenómenos previos: a pesar de que unobjeto de este tipo no es raro que venga acom-pañado de polvo y otros objetos más pequeños,no existe una explicación clara a este fenó-meno. Por supuesto, tampoco ha probado na-die que ambos acontecimientos estuvieran re-lacionados.

3. Anomalías magnéticas: al parecer, nohan sido observadas en otros impactos y sí enlas explosiones nucleares. No se ha encon-trado radiactividad por encima de los nivelesnormales en la zona del impacto. Sin embargo,fueron detectadas anomalías previas al mismoen Alemania, que finalizaron justo en el mo-mento del impacto.

4. Algunas supuestas mutaciones a las queno parece necesario otorgar más crédito.Queda claro que el crecimiento anómalo delbosque es típico tras una desforestación in-tensa.

CARLOS LÓPEZ BORGOÑOZ es biólogo y miembro de laAgrupación Astronómica de Castelldefels.

Más informaciónPese a que no siempre es fácil hallar docu-mentación escrita asequible, resulta gratifi-cante ver, en inglés y en Internet, las páginasque dedican a este tema Giussepe Longo, dela Universidad de Bolonia http://www-th.bo.infn.it/tunguska/, la Universidad deTomsk http://math.tsu.ru/win/organization/tungus/index.html y el Centro Siberianopara Catástrofes Globales, en Novosibirsk,http://omzg.sscc.ru.

Cabeza humanatallada en unárbol que fuepelado hace

ahora noventaaños por la onda

de choquegenerada por el

CCT.Foto: Centro

Siberiano paraCatástrofes

Globales/Centrode Computaciónde Novosibirsk.

(Primavera 2000) el escéptico39

Farinella, Paolo [1998]: “En su noventa aniversario: Tunguska, elenigma permanece”. Universo, Astronomía y Astronáutica.Nº de junio.

Grigorian, S.S. [1994]: The cometary nature of the Tunguska mete-orite: On the predictive possibilities of models for impacts. Insi-tuto de Mecánica. Universidad de Moscú.

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REFERENCIAS

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L a idea de hacer carrera enlas pseudociencias surgióa principios de 1999

cuando recibí un impresio-nante sobre. Se trataba de unpaquete con el membrete delDepartamento de Estado deEstados Unidos –pena por usoindebido: 300 dólares– y mehabía sido enviado desde unaembajada americana. Conte-nía información acerca deuna, próxima entonces, Pri-mera Conferencia Internacio-nal sobre Energía Libre, apa-drinada por el Departamentode Estado1. Pero no se refería aesa variedad de energía libreestudiada por Gibbs o Helm-hotlz, sino a esa otra cuyonombre –verdadero– nadie seatreve a mencionar: el movi-miento perpetuo. Además, lacarta de presentación veníafirmada por el inventor de unmecanismo putativamente denominado im-pulso sin reacción; o, más exactamente, má-quina anti-gravitatoria.

Bueno, pues ello me hizo pensar que, si ta-les ideas están recibiendo en la actualidad elapoyo gubernamental –ni siquiera los espíaspsíquicos de la CIA consiguieron su propiaconferencia pública–, quizá los estudiantes deFísica más jóvenes deberían ser orientados enesa dirección. No olvidemos que todo elmundo está de acuerdo en que el futuro de laFísica se presenta complicado y que, inclusodespués de haber trabajado hasta la extenua-ción para satisfacer los estrictos requisitos de

sus examinadores, los estudiantes se enfrentana un futuro poco prometedor y con sueldos ba-jos. Supongamos que alguien se pasara al LadoOscuro. ¿Resultaría tan malo? Después detodo, las más populares exhibiciones científi-cas interactivas están ya empleándose a fondopara suavizar sus presentaciones ante unmundo de consumidores de mente abierta,como ocurre en la tienda del Exploratory deBristol, donde se venden varillas de zahorí ycristales magnéticos, y en el Techniquest deCardiff, donde se explica por qué los barcos sehunden en el Triángulo de las Bermudas y sededica el planetario a señalar eventos astroló-gicos.

Por lo menos, de momento, la comunidaden la que uno se integre será relativamente pe-queña, obteniendo el beneficio inmediato deser el pez grande en un estanque pequeño. Ya nohará falta impresionar a los colegas, sólo al pú-

¿Ha pensado en hacer carreraen las pseudociencias?

DAVID FISHER

1 Este artículo fue ofrecido originalmente para la columna“Pensamientos Laterales” de la revista Physics World. Pero fuerechazado porque “no era relevante”. El fiasco de la energíalibre saltó poco después a la luz pública cuando las revistasNature y Science denunciaron esas mismas actividades del De-partamento de Estado norteamericano.

Derecha: Esquema de una supuestamáquina antigravitatoria que, obvia-mente, no llegó a funcionar. Arriba:

Fotografía del prototipo fabricado deacuerdo con dicho esquema.

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blico y a los periodistas. Bastará con ganarse laatención de algún típico periodista científicopoco escrupuloso, y pronto nos empezará a llo-ver dinero. Según recientes informaciones, al-gunos experimentos sobre pantallas gravitato-rias, que tiempo atrás fueron calificados de ri-sibles incluso por la revista Fortean Times, es-tán siendo financiados en la actualidad por laNASA con medio millón de dólares.

Podremos, por fin, explayarnos a gusto:mientras que antes nuestra mejor aparición enlos medios de comunicación no había pasadode un par de frases, mutiladas y tergiversadas,durante la jornada de puertas abiertas de la fa-cultad, ahora podremos aspirar –en función denuestras afirmaciones– a un perfil biográficoen un documental televisivo, nuestro propioepisodio en la serie Equinox e incluso una ex-tensa entrevista en los dominicales de los pe-riódicos. Luego, llegarán las patentes –porque,en contra de la creencia popular, las oficinasde patentes aceptan de forma regular máqui-nas físicamente imposibles–, el libro publici-tado hasta la extenuación y quizá hasta uncontrato para una película. Después de todo,cuando los productores estuvieron buscandoun McGuffin científico como clave del argu-mento de la película El Santo, no contactaroncon los científicos del Joint European Torus(JET)2. ¡Oh, no! Prefirieron acudir a esos disi-dentes de la fusión fría. ¡La energía Libre ganaotra vez!

Aparte de generar un mayor interés mediá-tico y unas mejores perspectivas para nuestracarrera, no habrá cambios importantes. Aqué-llos que ya son catedráticos con plaza propiani siquiera tendrán que renunciar a su puesto.Con la simple precaución de sembrar sus tra-bajos académicos con esas frases-código habi-tuales que sirven para señalar aquellas opinio-nes salvajemente especulativas, se puede se-guir publicando en las revistas profesionalesmás prestigiosas. Por descontado, esas mismasafirmaciones –ya sin matices– dirigidas al pú-blico en general no serán aceptables entre loscientíficos decentes. Pero, incluso si somos in-capaces de ocultar nuestras opiniones sobre latelepatía, la alquimia, las caras de Marte ocualquier otra cosa bajo un grueso manto dedoble lenguaje especulativo, va creciendo elmercado de esas revistas que han conseguidollevar el concepto de revisión entre colegas

hasta sus límites lógicos. Así, tenemos elahora casi venerable Speculations in Scienceand Technology, el pujante Journal of the So-ciety for Scientific Exploration y la revista enpapel cuché para los aficionados a la energíalibre Infinite Energy, por nombrar sólo tres pu-blicaciones de las que difícilmente recibire-mos una nota de rechazo.

Seguiremos pudiendo asistir a conferenciasy puede que hasta logremos tocar las estrellascinematográficas. Los asistentes a una confe-rencia sobre energía libre celebrada en 1994en Estados Unidos pudieron hacerse fotosjunto a Jim Carrey, quien se encontraba fil-mando en las cercanías. Casualmente, la pelí-cula era Dos tontos muy tontos, pero parece quenadie captó la ironía. Es más, ¿recuerdan al ac-tor Dennis Weaver, que daba vida al famosodetective televisivo Sam McCloud? Pues pre-sentó su propia ponencia en esa misma confe-rencia. Ni siquiera tenemos que restringirnos aese mundillo marginal. Las Conferencias Inter-societarias de Ingenieros sobre Conversión deEnergía son organizadas por las siete principa-les agrupaciones de ingenieros de EE UU3, yno tienen el menor escrúpulo en invitar a al-gunos alquimistas o inventores de máquinas demovimiento perpetuo. Aunque resulta algo ex-traño, por ejemplo, encontrarse con un artí-culo sobre la tabla periódica, llena de elemen-tos imaginarios y montada por un místico, pu-blicado –con total seriedad– por la Sociedadde Ingenieros Automovilísticos.

Incluso existen bastantes probabilidades dealcanzar los pasillos del poder. Stanley Meyer ysu automóvil que funciona con agua fueron pro-mocionados por la BBC durante una semanacientífica hace algunos años. El profesional dela pseudociencia siempre encuentra su panegí-rico y, éste no podía ser la excepción –tras otraaparición en el programa Equinox de Channel4–, Stanley fue rápidamente invitado a hablarante un grupo de interesados en la Cámara delos Lores. Por desgracia, fue condenado porfraude antes de la fecha prevista para su visita–uno de los riesgos de esta nueva profesión–.

3 Estas agrupaciones son el equivalente a los colegios oficialesespañoles. (N. del T.)

2 Con el término McGuffin –inventado por Alfred Hitchcock–se denomina al objeto cuya pérdida –o rumores de su exis-tencia– constituyen la clave en torno a la que gira todo eldesarrollo argumental de una película. (N. del T.)

■ En contra de la creencia popular,las oficinas de patentes aceptande forma regular máquinasfísicamente imposibles

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Durante la enconada huelga de los minerosde 1984, mientras sir Ian MacGregor se dedi-caba a clausurar explotaciones mineras, eratambién director de un instituto de investigacio-nes privado cuyas actividades más típicas in-cluían respaldar automoviles que funcionabansólo con agua –otra vez– y motores anti-gravi-tatorios. Y hablando de fraudulentos aparatosgiroscópicos, desde luego, sirvieron para im-pulsar a Eric Laithwaite hasta el protagonismoen uno de los programas de la prestigiosa seriede la BBC Heretics.

Pero, ¿y la posteridad? Quizá consigamoscaptar la atención mediática a corto plazo,pero seguro que seremos rechazados con des-dén por los biógrafos científicos. No necesa-riamente. Pons y Fleischmann, famosos por sufusión fría, han llegado ambos a figurar en laEnciclopedia biográfica de científicos, mientrasque sir Michael Berry, uno de los físicos y ma-temáticos más innovadores de los últimostiempos, no lo ha conseguido pese a que su lu-gar de trabajo está casi frente a las oficinas deleditor; un reproche constante. Y, ¿cuál es eleditor? Precisamente el Instituto de Física4. Espor lo que estoy completamente seguro de queaplaudirá estas disquisiciones.

DAVID FISHER es uno de los editores de Defect and DiffusionFoum y, en su momento, fue secretario honorario de los Escép-ticos del Reiuno Unido, hasta que acabó hartándose de ser des-calificado con la etiqueta de Rottweiler del escepticismo.

Este artículo fue publicado originalmente en la revista TheSkeptic (PO Box 475; Manchester M60 2TH; Reino Unido;http://www.cix.co.uk/~philmck/skeptic/), y se reproduce conautorización de dicha publicación y de su autor.

Versión española de LUIS R. GONZÁLEZ MANSO

4 ¡Physics World es editada por el Instituto de Física!

Detalle del funcionamiento de otra supuesta máquina antigravitatoria.

CÓMO FUNCIONA LA MÁQUINA ANTIGRAVITATORIA

Una pesa debería per-der gran parte de supeso a consecuenciadel efecto “escudo” deldispositivo.

Anillo superconductorgirando a 5.000 rpm.

Solenoidesutilizados paragenerar el campomagnético.

Tres solenoides permiten alanillo levitar magnéticamente.

Contenedor enfriadocon Nitrógenolíquido.

LAS FRONTERASDEL SABER

¿AÚN QUEDA MUCHO POR SABER?

Castelldefels3, 4 y 5 de noviembre de 2000

Capilla románica de Santa María

Castillo de Castelldefels

Organizada por la AgrupacióAstronòmica de Castelldefels

y

ARP - Sociedad para elAvance del Pensamiento Crítico

Con el apoyo deAyuntamiento de Castelldefels

Tribuna de Astronomía y UniversoCercle d’Amics de la Ciència

(Fundació Catalana per a la Recerca)

Mesas redondas:Futuro y Ciencia Ficción

La divulgación científica en el próximomilenio.

Los desafíos en la astrofísica del tercer milenio.Ciencia y Pseudociencia en el siglo XXI.

Avances en las Ciencias Planetarias:Sistema Solar, Exoplanetas y la vida

más allá de nuestro mundo.¿Aún queda mucho por saber?

INSCRIPCIÓN:Hasta el 15 de octubre: 3.000 pts.

Después del 15 de octubre: 4.000 pts.Socios de la AAC y ARP-SAPC: 2.000 pts.

Más información sobre el encuentro:[email protected]

Agrupació Astronòmica CastelldefelsApartado de Correos 295

08860 - Castelldefels

Información sobre alojamiento:Sergio Rovatti , Ágora

telef.: 609 319 297fax: 936 364 291

[email protected]

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La fama de las pirámides o majanos de Güímarcomenzó a fraguarse el 28 de enero de 1990,cuando Paco Padrón, insigne estandarte del

esoterismo tinerfeño, las daba a conocer en su pá-gina semanal del periódico provincial Diario deAvisos, diciendo que le recordaban “ciertas cons-trucciones mayas” [Padrón, 1990a]. Estos enigmá-ticos objetos se encuentran en el barrio de Cha-cona, en las afueras del casco urbano del munici-pio de Güímar, y forman un complejo de tres es-tructuras piramidales escalonadas con unaplataforma o plaza central que cubre un área de3.000 metros cuadrados. Los verdaderos autoresdel redescubrimiento de las pirámides habían sidoEmiliano Bethencourt, Félix Rojas y el resto deintegrantes del colectivo Confederación Interna-cional Atlántida. Según Padrón, los miembros deeste grupo de estudiosos habían realizado el ha-llazgo en 1989, durante sus trabajos de campo enla búsqueda de asentamientos templarios en el va-lle de Güímar.

El interés por los majanos se desató especial-mente cuando Thor Heyerdahl, famoso etnólogo

y aventurero noruego, visitó Tenerife a mediadosde 1990 para conocer las pirámides, hecho que fuebien aprovechado por todo el mundillo esotéricopara apuntarse el tanto de que, al fin, investiga-dores de renombre se sumaban a su causa [Padrón1990b]. Heyerdahl afirma que su interés por visi-tar las pirámides surgió en Oslo a raíz de ver las fo-tografías aparecidas en el artículo de Padrón del28 de enero. El aventurero noruego es bien cono-cido por sus famosas expediciones marítimas enbarcos de juncos –Kon-Tiki, Ra I, Ra II y Tigris–con el fin de demostrar la posibilidad de que dis-tintas civilizaciones hubieran podido cruzar am-plios mares y océanos en este tipo de embarcacio-nes.

Resulta sintomático que, en la prensa canaria,siempre han tratado a Heyerdahl como un emi-nente científico de prestigio internacional, sinconsiderar que sus posturas y opiniones se en-cuentran claramente fuera de las teorías común-mente aceptadas por la comunidad científica. Supropuesta acerca del poblamiento de las islas dePolinesia por gentes de Sudamérica es, por ejem-

La intervención de ‘grandes investigadores’ de renombre internacional y elapoyo financiero del sector turístico han tergiversado la realidad de unos

llamativos elementos del patrimonio etnográfico de Canarias

CÉSAR ESTEBAN

Arqueología soñada: la historiade las pirámides de Güímar

Plano del complejo de Chacona (Güímar). Se muestran las estructuras principales: los tres majanos –A, B y C– y la plataforma oplaza central donde se realizaron la mayor parte de las excavaciones. La flecha indica la dirección (a) que, hacia el Oeste, coincidecon la puesta de sol en el solsticio de verano. Esta orientación viene definida por la pared común norte del complejo y por el ladomayor del majano B.

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plo, tachada de romántica y rebatida por innume-rables pruebas que demuestran un poblamiento ensentido contrario, desde el sudeste asiático y losarchipiélagos indonesio y filipino (ver, por ejem-plo, la crítica que vierten sobre sus teorías prehis-toriadores del área del Pacífico tan relevantescomo Bellwood, 1978 y McCoy, 1979). Por otraparte, su teoría más trasnochada es su particularhiperdifusionismo, que intenta relacionar la cos-tumbre de construir pirámides a ambos lados delAtlántico a migraciones egipcias –o en generaldesde el Viejo Mundo– en la antigüedad, cosa quele inscribe claramente en una zona apócrifa de laciencia. Para este investigador, las pirámides ca-narias son un magnífico y conveniente punto in-termedio en su ruta de propagación cultural. Desdeun principio, Heyerdahl ha defendido el carácterprehispánico de las construcciones, sustentadoprincipalmente por razones subjetivas de su seme-janza formal con centros ceremoniales de la Amé-rica precolombina, aunque no podemos encontrarningún precedente, aun lejano, de construccionessimilares en el patrimonio arqueológico canario.

En agosto de 1990, Padrón [1990c] se hacíaotra vez eco del descubrimiento, por parte de losmiembros de la Confederación Atlántida, de nue-vas construcciones piramidales –aunque de menorenvergadura y complejidad que las de Güímar– enotros lugares de las islas, como Icod (Tenerife) olos Cancajos (La Palma). En apoyo a la supuestaantigüedad de estas construcciones, comentabaque “los más viejos del lugar nos indican que aque-llo está allí desde hace mucho tiempo, que ya susabuelos o bisabuelos los conocían”. Padrón se ex-presaba de esta forma críptica sobre uno de los cu-riosos detalles que presentan las construcciones pi-ramidales: “Su orientación siguiendo la ruta delsol, camino de la luz que los antiguos iban mar-cando”. Intentando explicar este mensaje codifi-cado, nos deleitaba con una parrafada asombrosa,mezclando conceptos inconexos e incorrectos:“¿No podríamos estar ante unos alzamientos mu-cho más antiguos? A lo mejor los fenicios cono-cían los mapas sagrados, navegando por el Atlán-tico... llegando a las Islas Purpúreas (Canarias) enbusca de la cochinilla, para obtener el preciado púr-pura. Y marcaban esa ruta del sol conectada conAmérica, porque a lo mejor ellos ya sabían de di-cha ruta, así como de la existencia del NuevoContinente”. Un mensaje sólo para iniciados.

Padrón [1990d], en otro artículo divertidísimo,se extendía sobre mediciones de energía realizadasen las construcciones piramidales por el expertoen geobiología Mariano Bueno, quien, armadocon aparatos como “varillas detectoras de líneasHartmann, biómetros Bovis y contadores Geiger”,pudo detectar unas “energías muy especiales” de

“14.000 a 18.000 wober”. Según Padrón, “esta al-tísima energía se da en las construcciones de ca-rácter iniciático que se conservan en diferentespartes del mundo”. Pero, ¿no es ésto un guión deExpediente X?

En febrero de 1991, vivimos un nuevo giro detuerca en el asunto cuando dos geólogos del Insti-tuto Geotécnico de Noruega, dirigidos por Heyer-dahl, realizaron un sondeo por radar en el sub-suelo del complejo piramidal de Güímar. El Diariode Avisos, en primera página, titulaba la noticia“Hay algo enterrado en las pirámides de Güímar”,indicando además que los técnicos habían encon-trado cosas distintas a tierra y lava enterradas bajolas construcciones [Pardellas, 1991]. Realmente,estos técnicos lo único que encontraron –y que serecoge en un informe de apenas cuatro páginas detexto y varias figuras– son capas de distinto poderde reflexión, así como una cavidad correspon-diente a una cueva que ya se conocía, entre la su-perficie y la roca madre (Kristiansen y Kong,1991). Es interesante comprobar que el mencio-nado informe fue contratado por la firma canariaFerry Gomera SA, propiedad del empresario turís-tico noruego Fred Olsen, afincado en Canarias yviejo amigo de Heyerdahl.

El Diario de Avisos presentaba, en julio de1991, una entrevista a Emiliano Bethencourt yFélix Rojas, miembros de Confederación Atlán-tida [Bastarrica 1991], en la que se mostraban“dolidos por el abandono del que habían sido ob-

Majano A. Arriba: vista desde el noroeste. Abajo: vista desde el sur.

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jeto por los medios de información”. Recordabanque ellos habían sido los primeros en llamar laatención sobre las pirámides y que las habían es-tudiado durante tres años. Lo que resulta increí-ble es que, después de tanto estudio, su conclu-sión definitiva fuera que, “por sentido común, nopueden ni tienen nada que ver con una construc-ción agrícola”. Eso mismo había dicho Heyerdahlcon sólo bajarse del avión y verlas. El periodistacomentaba cómo los entrevistados le habían en-señado la fotocopia de un mapa un poco deterio-rado, fechado en 1503 ó 1508, donde aparecenseñaladas las Morras de Tagor Alto, aparente-mente en el sitio donde se encuentran las pirámi-des de Güímar. Resulta curioso que este docu-mento, en principio tan relevante, nunca lo ha-yan publicado ni puesto a disposición de ningúnotro investigador, esgrimiendo que la familia quelo prestó no quería que se divulgase. Ante las dis-tintas preguntas sobre la fecha de construcción yde lo que hay enterrado bajo las pirámides, Be-thencourt y Rojas se hacían los interesantes di-ciendo que el asunto “va a traer cola”, que sabíancosas por distintas fuentes, pero no podían decir-las hasta que acaben las excavaciones y se obtu-viera una datación por Carbono 14. Una buenaforma de cubrirse las espaldas y mantener un aurade secretismo de cara a la galería.

LOS ASTRÓNOMOS LAS ORIENTAN

Juan Antonio Belmonte y yo visitamos las pirá-mides en febrero de 1991, animados por la curio-sidad y para matar el tiempo en una tarde aburrida.Después de quedarnos bastante impresionados porel tamaño y buena factura de las estructuras, no-tamos que el complejo parecía estar orientado en-tre dos volcanes y posiblemente de forma astronó-mica. De forma independiente, otro compañero,Antonio Aparicio, también se dio cuenta de ello.Posteriormente, y armados con una brújula deprecisión y cinta métrica, medimos las distintasestructuras del complejo. El resultado astronó-mico más interesante fue que el eje principal delcomplejo y de la pirámide o majano más grandeestá orientado –con la precisión que suponen lasobservaciones a ojo desnudo– con la puesta de solen el solsticio de verano. Además, en ese día, elSol se pone realizando un fenómeno muy curiosode doble puesta de sol en el borde sur de la calderade Pedro Gil, justo el elemento más llamativo quedomina el horizonte oeste del valle de Güímar.

Un avance de resultados de este análisis –quefue el comienzo de nuestro trabajo posteriorcomo arqueoastrónomos dedicados, eso sí, al es-tudio de verdaderos yacimientos arqueológicos–se publicó en el boletín Noticias, órgano de difu-sión del Instituto de Astrofísica de Canarias [Es-

teban et al, 1991]. En dicho estudio, presenta-mos el resultado –objetivo– de la orientación as-tronómica del complejo, indicando la baja pro-babilidad de que fuese casual, sin manifestarnosen ningún momento sobre su posible origen. Larepercusión de este pequeño informe fue real-mente enorme, pues llegó a publicarse de formaíntegra en casi todos los periódicos de Tenerife.Como era de esperar, los esotéricos se apuntaroninmediatamente el tanto y, en un artículo publi-cado el día anterior al que se enviaba el boletína los medios de comunicación –posiblementedebido a alguna filtración a Bethencourt–, Ru-bén Díaz comentaba que nuestro estudio venía aconfirmar “las primeras hipótesis que se baraja-ron, fruto de las conclusiones de E. Bethencourty F. Rojas” [Díaz, 1991]. Es de recibo comentarque éstos nunca publicaron ningún estudio ori-ginal en el que se indicara la orientación astro-nómica del complejo. En su página semanal, Pa-drón [1991] también recogió la aparición de esteestudio comentando: “Me alegra saber que algu-nos científicos realizan su trabajo de investiga-ción antes de adoptar el papel de jueces inquisi-dores”. Bonita frase de alguien que siempre haestado en el punto diametralmente opuesto,aceptando y divulgando supuestos hechos y teo-rías realmente increíbles.

Puesta de sol en el solsticio de verano tal y como se observadesde el complejo (el Norte está a la derecha). Después de des-cribir una trayectoria tangente a la pared sur de la Caldera dePedro Gil, el Sol se oculta tras una roca en la base de dicha Cal-dera (foto a). Después de unos segundos, el disco solar vuelvea reaparecer brevemente entre la roca y el fondo de la Caldera,completando lo que denominamos doble puesta de sol (foto b).Foto c: vista de la puesta de sol del solsticio de verano desde laesquina norte del majano A a lo largo de la pared norte del com-plejo. Se observa como el complejo está orientado, ¿deliberada-mente?, hacia el punto donde se produce el ocaso.

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Nuestros resultados sobre las orientaciones as-tronómicas se publicaron en medios especializa-dos científicos, como actas de congresos interna-cionales [Aparicio et al, 1994] y una revista cien-tífica internacional con arbitraje [Belmonte et al,1993]. Debo hacer notar que nuestro trabajo sobrela orientación astronómica de los majanos fue cri-ticado por José Barrios García, del Departamentode Análisis Matemático de la Universidad de LaLaguna, tanto en un periódico local como en uncongreso internacional [Barrios García, 1991 y1996]. Desde nuestro punto de vista, su crítica so-bre la orientación general no es válida porque sucriterio de precisión es excesivamente riguroso.La orientación del complejo –si intencionada–fue realizada a ojo desnudo y con la precisión ne-cesaria para este tipo de observaciones. De cual-quier forma, las fotos obtenidas muestran que elalineamiento es lo suficiente preciso como parallamar la atención de cualquier observador (verlas fotografías adjuntas). Un hecho que apuntaBarrios es que en 1705 se produjo una erupciónvolcánica en la base de la caldera de Pedro Gil ypudo haber algún tipo de derrumbe en la laderadonde se produce la doble puesta de sol. Esto ten-dría su importancia si las construcciones fuesenanteriores a dicha fecha, pero nosotros en ningúnmomento proponemos una fecha de construcciónen el trabajo criticado. La crítica siempre es nece-saria y bienvenida en ciencia, eso nos distingue,entre otras muchas cosas, de los paracientíficos.

La misma semana en que se dio a conocernuestro trabajo en los periódicos, Rafael GonzálezAntón, director del Museo Arqueológico y Etno-gráfico de Tenerife, publicó una amplia nota acla-ratoria en La Gaceta de Canarias con el fin de dara conocer al público la opinión oficial de los pro-fesionales de la arqueología sobre las discutidas pi-rámides [González Antón, 1991]. Entre otros as-pectos, recalcaba la ausencia notoria de referen-cias a las pirámides de Güímar en la numerosa bi-bliografía referente al mundo aborigen, resultandoextraño que por sus considerables dimensiones nohubiesen sido mencionadas en ninguna crónicahistórica sobre la zona. Por otra parte, también re-cordaba: “Es posible, y hasta probable, que bajolas pirámides puedan encontrarse restos aboríge-nes, ya que el valle de Güímar es una zona espe-cialmente rica arqueológicamente”. Finalizabaenfatizando que las pirámides de Güímar no sonconstrucciones singulares ni únicas y que son elproducto de la limpieza de suelos pedregosos –muycomunes en terrenos volcánicos recientes como lazona que nos ocupa– para su aprovechamientoagrícola. Esta nota suscitó una réplica firmada porla Confederación Atlántida [1991], intentandoresponder a los planteamientos expresados por

González Antón, aunque sin aportar ningún argu-mento de peso y ni siquiera dejar claro cuál es elorigen y utilidad que dicho colectivo proponíapara el complejo. El artículo finalizaba comuni-cando la presentación de una querella contraGonzález Antón con relación a las acusacionessobre engaño y montaje inmobiliario vertidascontra los miembros de la Confederación Atlán-tida. Como podemos ver, agosto de 1991 fue unmes especialmente caliente.

LAS PIRÁMIDES SE EXCAVAN

Septiembre comenzó con más noticias frescas, de-bido al inicio de excavaciones arqueológicas en elcomplejo de Güímar (La Gaceta de Canarias, 7 deseptiembre). Las excavaciones fueron financiadaspor el empresario Fred Olsen y llevadas a cabo pordos profesores de Prehistoria de la Universidad deLa Laguna, María de la Cruz Jiménez y Juan Fran-cisco Navarro, con la participación de Heyerdahly varios de sus colaboradores. Los arqueólogos fue-ron realmente valientes, pues, como relatan al pe-riódico, “se vieron enfrascados en este trabajo paradar una respuesta a una demanda social” y no li-bres de críticas por parte de algunos compañerosde profesión. Estos mismos arqueólogos comenta-ban que la excavación se planteó en dos vertientescon distintos puntos de vista iniciales, una lide-

Detalle de dos paneles explicativos colocados a lo largo del ca-mino de visita que rodea los majanos. Arriba: La referencia oralque se cita es única y no está contrastada por fuentes fiables,proviene de un miembro de la esotérica y poco fiable Confede-ración Atlántida (J.A. Martín). Abajo: La cita de Abreu Galindo serefiere a La Palma y a unas construcciones bien conocidas porlos arqueólogos [ver Tejera, 1993], se presenta de forma parcialy colocada de tal forma que el visitante entiende que Abreu serefiere a los majanos que tiene enfrente. Dos ejemplos de ma-nipulación flagrante para la conveniencia de la teoría sustentadapor la dirección del parque.

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(Primavera 2000) el escéptico47

rada por ellos y otra por Heyerdahl, con el fin decontrastar las informaciones e intentar llegar aunas conclusiones comunes. ¡En buen lío se ha-bían metido!

José Gregorio González (1991) publica en esemismo mes un artículo sobre otras pirámides loca-lizadas en Icod, llamando la atención sobre la po-sibilidad de que fuesen derribadas debido a los pla-nes de construir un tramo de carretera en el muni-cipio. En el artículo, se recogían las declaracionesdel alcalde prometiendo que se haría lo posiblepara protegerlas. El caso es que apenas una semanamás tarde se daba la noticia de que una pala arra-saba la pirámide más grande del municipio, la co-nocida como de la Mancha. Hay que hacer notarque no encontramos ninguna relación astronó-mica asociada a esta construcción, ni tampoco aotra de las pirámides más famosas, la de Los Can-cajos, en La Palma.

Ya llevaban más de dos meses las excavacionesen las pirámides cuando el Diario de Avisos publicóen portada, el 15 de noviembre de 1991, la si-guiente noticia: “Las pirámides de Güímar, sin in-terés arqueológico”. En un pequeño artículo, se co-mentaban los nulos resultados que estaban obte-niendo las excavaciones realizadas en la plaza cen-tral del complejo, que en algunas zonas habíanalcanzado la roca volcánica sin proporcionar nin-gún hallazgo de interés. Como vemos, iba adqui-riendo mayor solidez la hipótesis de que las cons-trucciones eran amontonamientos de piedras deépoca histórica.

Una de cal y otra de arena. En el Diario de Avi-sos del 1 de diciembre de 1991, Heyerdahl, aunformando parte del equipo de las excavaciones queestaban obteniendo nulos resultados en las pirámi-des, se empecinaba todavía en asegurar que lasconstrucciones “no se deben a la limpieza del te-rreno para fines agrícolas”, sustentado únicamenteen apreciaciones estéticas. Por otra parte, la redac-ción del periódico cometía un grave error de infor-mación, pues, en la portada titulaba: “Las pirámi-des de Güímar, arquitectura ceremonial”. Es de re-cibo decir que en ninguna parte de la pequeñanota se cita el carácter ceremonial de las construc-ciones, pero, al aparecer en el titular, se crea unaidea errónea al lector, sobre todo a aquél que nolee más allá de los titulares.

Tras permanecer tranquilos varios meses, losmiembros de la Confederación Atlántida volvie-ron al ataque a comienzos de 1992 para armar unnuevo revuelo. El 9 de enero, José Antonio Mar-tín Hernández, profesor de EGB de Güímar ymiembro de la Confederación Atlántida, hacía en-trega formal al Museo Arqueológico de Tenerife,en un acto público al que asistieron periodistas, deuna colección de piezas de origen guanche supues-

tamente halladas por él en los majanos de Güímarveinticinco años antes. La presentación debió serde lo más surrealista [Rieu, 1992], porque el citadopersonaje comentaba que su bisabuela le había di-cho de niño que allí los guanches adoraban a susdioses. Martín había puesto un nombre a cada pi-rámide y le había asignado una función según losartefactos que había encontrado en cada una deellas, así había una pirámide de la cebada, porqueallí realizaban fiestas de la cosecha, y otras dedica-das al Sol y a la lluvia. También comentaba queera lógico que las excavaciones no hubiesen en-contrado nada, pues, al haber estado circunscritasa la zona de la plaza o plataforma central, dedicadaal juego del palo, obviamente “los guanches se cui-daban mucho de mantener el campo limpio parapracticar esos juegos”. Alucinante, ¿verdad?

En respuesta a este ambiente de desinformaciónpor parte de los esotéricos y allegados, los miem-bros del equipo técnico que excavó en los majanospublicaron un escrito en el Diario de Avisos (15 y16 de enero de 1992) con el apabullante título:“Sobre necios, delincuentes y patrimonio arqueo-lógico”. Con el texto, los autores deseaban “subsa-nar el clima de desinformación que estos señores(Confederación Atlántida) han desatado a travésde la prensa, sometiendo al público en general aun constante bombardeo de necedades y despro-pósitos”. Sobre las interpretaciones y los materia-les presentados por los miembros de la Confedera-ción, el equipo técnico se manifestaba en los si-

Vista general del complejo de majanos desde el Suroeste, juntocon un panel explicativo. En el recuadro se presenta una am-pliación del panel donde se puede leer: “Camino CeremonialNorte/Sur”. Con este comentario, se asume implícitamente elcarácter ceremonial del complejo y así se transmite al visitantedel Parque Etnográfico.

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guientes términos: “Hay un exceso de suposición yuna falta absoluta de fundamento. Y, precisamentepor carecer de método científico y proceder legal,jamás se tendrá certeza absoluta de que los mate-riales entonces presentados fueron hallados dondedicen”. Y finalizaban señalando que “creemos queestá suficientemente comprobada la comisión dedelitos punibles por parte de estos saqueadores deyacimientos arqueológicos.” Una auténtica anda-nada.

Después de estas escaramuzas, las pirámides tu-vieron una temporada de relativo descanso, con laúnica noticia de que la Fundación Fred Olsen ha-bía adquirido los terrenos en los que se encontra-ban los majanos, así como una amplia zona anexa–incluyendo una antigua casona en ruinas– en laque se planeaba construir un centro cultural inter-nacional [Alonso, 1992]. Ya se perfilaba por dondeiban los tiros de la verdadera utilidad de los maja-nos.

La fama de las pirámides saltó a la Península enmayo de 1993 cuando aparecieron en un reportajepublicado en el suplemento semanal de El Mundo[Catalán Deus, 1993]. El texto estaba basado enuna entrevista a Heyerdahl, por lo que el suyo es elúnico punto de vista que se recogía: las pirámidesson prehispánicas y con un cometido ceremonial.De hecho, el aventurero noruego, aunque recono-cía que las excavaciones no habían dado resulta-dos de interés, se excusaba en que no habían du-rado el tiempo suficiente y no se habían recogidorestos para su datación. Y añadía sibilinamente:“Pero, seguramente, bajo ellas se encuentren tum-bas guanches”. Como vemos, una valoración cautay objetiva, como debe ser la de un científico.

Una prueba contundente de la tergiversación,quizás intencionada, de la historia por parte de losmiembros de la Confederación Atlántida se re-coge en un artículo firmado por Archinife (1994),en el que se comentaba la presentación, por partedel colectivo citado, de un proyecto de investiga-ción que pretendía demostrar el origen de las pi-rámides y del que nunca más hemos vuelto a oír.En el acto, tal como se recogió en algún periódico,indicaron que en una de las datas –documentosoficiales del siglo XVI– de Tenerife, precisamentela catalogada como data 144-2, de 6 de abril de1512, se habla de una fortaleza de Güímar que sedefine como “el lugar donde subían los guanchespara hacer el oráculo”. Archinife, siguiendo la

pista a dicha data, averiguó que la numerada como144-2 no habla para nada de este asunto. Siguióbuscando en aquéllas donde se recoge la palabrafortaleza y encontró una referida a Güímar, la1044-2 –se había escurrido un cero–, pero que nohabla de guanches ni de oráculos, y parece que re-laciona la palabra fortaleza con un simple ele-mento natural del paisaje dentro de un contextode descripción de una propiedad. Archinife eracontundente: “Si a la hora de realizar un estudiose tergiversa una data por parte del equipo redac-tor del proyecto, [...] poco puede esperarse deotros contenidos”. Y acababa poniendo en cua-rentena cualquier posible resultado de este pocoprometedor proyecto.

DANDO LA ‘VARA’ CON LOS MAJANOS

Los astrónomos volvimos, en julio de 1993, a po-ner las pirámides en el candelero con un nuevoestudio, esta vez con el análisis de sus dimensio-nes. Aprovechando las medidas que realizamos en1991, cuando, además de orientaciones, medimostodas las dimensiones de cada elemento del com-plejo, realizamos un pequeño análisis y encontra-mos que casi la mitad del total de medidas dife-rentes era múltiplo entero de una longitud: 82,6 ±0,5 centímetros. Revisando bibliografía apro-piada, encontramos que esta unidad podría corres-ponder muy probablemente a la vara castellana,que tenía un valor aproximado de alrededor de83.6 centímetros y se utilizó en todo el mundohispánico hasta la popularización del sistema mé-trico decimal a finales del siglo XIX. La ausenciade una unidad de medida aborigen es claramentenotoria en la bibliografía arqueológica, por lo que,con este trabajo, sugerimos el origen histórico delas estructuras. El estudio se publicó en el boletínNoticias del IAC [Esteban et al, 1993] y en una re-vista científica internacional con árbitraje [Este-ban et al, 1994].

Al hilo de la noticia sobre las dimensiones delos majanos y su posible fecha de construcción,nuestro querido Paco Padrón, aplicando el es-tricto negativo de la navaja de Occam, en su pá-gina periodística de esa misma semana [Padrón,1993] publicó que la unidad que nosotros halla-mos no es realmente la vara castellana, sino la varamegalítica, que mide 82,9 centímetros, más cer-cana a la unidad de los majanos que la vara caste-llana. Comentaba, además, que la vara megalíticaes una “medida universal de los monumentos depiedra repartidos en nuestro planeta”. Tal varamegalítica se denomina realmente yarda megalítica,tiene un valor aceptado de 82,9 ± 0,1 centímetrosy es la unidad de medida a la que parece obedecerla geometría de los círculos de piedra megalíticosde las Islas Británicas, no más allá.

■ La ausencia de una unidad demedida aborigen es claramentenotoria en la bibliografíaarqueológica

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LA RESOLUCIÓN DEL ENIGMA

En 1998, se publicaron –en las memorias de uncongreso celebrado en 1996– los tan esperados re-sultados de las excavaciones de 1991 [Jiménez Gó-mez y Navarro Mederos, 1998]. Este artículo desve-laba muchas de las cuestiones que se habían ido in-tuyendo en la azarosa historia periodística que he-mos desgranado en estas líneas. En primer lugar,indicaban que Heyerdahl fue el que solicitó la co-laboración de los arqueólogos de la Universidad deLa Laguna y que éstos aceptaron después de unacuerdo “sobre mantener, en todo momento y porambas partes (el equipo de Heyerdhal y los arqueó-logos canarios), el nivel de hipótesis de las valora-ciones iniciales sobre el significado cultural de di-cho emplazamiento, a la espera de posteriores re-sultados científicos”. Como ya sabemos, las hipóte-sis de partida de ambos grupos eran bien diferentes.Más adelante, cuando comentaban el desarrollo delas excavaciones, aclaraban: “El equipo investiga-dor también fue objeto de otras muchas presionesque venían de una acuciante ansiedad surgida poruna desvirtuada información que la prensa sensa-cionalista alimentaba de forma sistemática; o loque es aún peor, por las declaraciones públicas quehacía el propio Thor Heyerdahl, en sus visitas es-porádicas a Canarias, incidiendo sobre el carácterceremonial de Chacona, contraviniendo los acuer-dos alcanzados inicialmente”.

Los resultados de la excavación en la plataformacentral –o plaza– del complejo dieron como resul-tado que la estratigrafía corresponde a la de unsuelo agrícola, con ausencia total de cerámica pre-hispánica o de alguna otra que pudiera datarse conanterioridad al siglo XIX. El único material abori-gen encontrado fue algunos trozos de obsidiana,que no parecían articular un conjunto industrial.Muy probablemente, este material pudo haber sidotransportado mezclado con la tierra acarreada pararellenar las estructuras. El equipo también realizóuna excavación preliminar en una cueva naturalque se encuentra debajo del majano oriental y queresultó ser un yacimiento de habitación aborigensin relevancia especial y similar a otros que se en-cuentran en el valle de Güímar. Jiménez y Navarrofinalizaban afirmando que los majanos fueron el re-sultado del amontonamiento de piedras para elaprovechamiento agrícola: “La excavación arqueo-lógica es contundente en el sentido de ubicarlas enel pasado siglo. Es significativa la ausencia de des-cripciones concretas sobre Chacona hasta que en1865 se describe por primera vez la hacienda, loque podría interpretarse como que esa explotaciónagrícola se creó poco tiempo antes, como tambiénparece derivarse de la tradición oral, lo cual coin-cide a su vez con los datos socioeconómicos delmomento”.

Después de los datos indispensables dados porlos arqueólogos, hay otros trabajos de interés paracomprender mejor cuál pudo ser el origen y utilidadde los majanos, como son los artículos de AntonioTejera Gaspar, Leoncio Afonso y Nicolás GonzálezLemus, aparecidos entre 1993 y 1999. El artículo deTejera Gaspar [1993] explicaba, en primer lugar, elverdadero significado de algunas de las referenciashistóricas muy puntuales –como la de Abreu Ga-lindo– esgrimidas por los prehispanistas para susten-tar la construcción de pirámides por los aborígenes.Para Tejera, el origen de la construcción de estosmajanos en las islas es la aparición del cultivo de lacochinilla –insecto parásito de la tunera utilizadopara elaborar tintes– a partir de 1825-26. Este cul-tivo fue enormemente rentable y supuso la puestaen uso de nuevas tierras que en muchos casos esta-ban cubiertas por malpaíses volcánicos, como en elvalle de Güímar. De hecho, la construcción de“enormes pirámides que sobresalían de la tierra for-madas por piedras poco firmes, construídas en unoo dos escalones, que habían sido recogidas de la su-perficie para preparar el terreno para fines agríco-las” es recogida por la viajera inglesa Olivia Stonea finales del siglo XIX. Tejera también explicabacomo los escalones podrían haberse utilizado parasecar la cochinilla o los higos y que su especialorientación podría tener la finalidad de un mejoraprovechamiento de la luz solar.

En el sentido del artículo de Tejera, Afonso es-cribió otro muy interesante en el suplemento LaPrensa del periódico El Día [Afonso, 1999]. En pri-mer lugar, daba información de primera mano sobreuna de las más famosas otras pirámides canarias: lade Los Cancajos, en La Palma. Según el anciano Vi-cente Sosa, la pirámide se construyó por orden deuna tía abuela suya hacia 1865, época del mayordesarrollo del cultivo de la cochinilla. Afonso co-mentaba que en esos momentos se produjo una in-gente labor de abancalamiento en todas las islas de-bido a diversas razones concurrentes: la alta renta-bilidad de la cochinilla –estimulando incluso laconstrucción de majanos de gran tamaño para la so-rriba de las fincas agrícolas–, la creación de un granexcedente de mano de obra debido a las caracterís-ticas del cultivo de la cochinilla y la explosión de-mográfica que se produjo en las islas durante la se-gunda mitad del siglo XIX. Todo esto facilitó el que

■ Los resultados de la excavaciónen la plataforma central delcomplejo dieron como resultadoque la estratigrafía correspondea la de un suelo agrícola

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se realizaran y fuesen rentables unas construccionestan enormes y complejas como las de Güímar.

Sobre la importancia de los textos escritos porviajeros europeos del siglo XIX, informaba Gonzá-lez Lemus [1999] en otro artículo clave. En él, co-mentaba el detalle importante de que los autoresanteriores a los años 40 del siglo XIX no mencio-nan el escalonamiento de los terrenos ni la exis-tencia de pirámides. La presencia de estas estructu-ras comienza a ser recogida de forma sistemáticapor los autores posteriores a dichas fechas, coinci-diendo con el comienzo del cultivo de la cochini-lla. También indicaba como los precios de las fincascon mollera, majanos o pirámides, es decir, desalo-jadas de piedras, aumentaba espectacularmente.

UN EPÍLOGO LAMENTABLE

A manera de epílogo, me gustaría comentar la si-tuación de lo que en la actualidad se llama ParqueEtnográfico de la Pirámides de Güímar. El parquefue construido por el empresario Fred Olsen. Secreó también la Fundación para la Exploración eInvestigación de los Orígenes de las Culturas(FERCO), coordinada por Thor Heyerdahl y uncomité científico internacional. A esta fundaciónde tan pretencioso nombre irian a parar todos losingresos netos del parque, que, por cierto, recibehordas de turistas y está dentro de los lugares visi-tados en excursiones organizadas. El complejo en-globa a las pirámides –primorosamente recons-truidas–, entornos ajardinados con caminos acon-

dicionados para la visita, la antigua casona re-construida como museo, un magnífico auditorio,una reconstrucción espectacular a tamaño naturalde la embarcación ‘Ra II’ y una zona de cafeteríay tienda. Por comparación con semejante mon-taje, me entristece ver cómo verdaderos yaci-mientos arqueológicos fundamentales de las islasse encuentran en el más absoluto abandono.

El museo recoge de forma muy esquemática ysuperficial las ideas hiperdifusionistas de Heyer-dahl, mostrando ejemplos descontextualizados deparalelismos culturales aparentes entre ambos la-dos del Atlántico. Resulta curioso un mapa dondepone la distribución de las construcciones que élreconoce como piramidales en el mundo, desdeEgipto a los marae de Polinesia, donde también seencuentran las bazinas del Norte de África y, enuna zona muy conveniente, los majanos de las Is-las Canarias. En una sala aparte, se habla de las pi-rámides de Güímar y, en un lugar privilegiado, sedescribe la cuestión de su orientación astronó-mica. En realidad, la aparente orientación astro-nómica del complejo es el único elemento obje-tivo de cierto peso que puede esgrimirse, y que dehecho se ha repetido hasta la saciedad, para suge-rir un carácter ceremonial al conjunto. La visita alas pirámides esta muy cuidada, pero, por ejemplo,a los caminos de acceso se les denomina caminosceremoniales, lo que ya presuponen una utilidad alconjunto. La película de doce minutos que se pro-yecta continuamente en el auditorio no tiene des-perdicio, pues se hacen aseveraciones tan llamati-vas como éstas: “los hombres rubios y barbudosque llevaron la civilización a América” (etnocen-trismo trasnochado); “la navegación en barcos dejuncos es común a todos los adoradores del sol dela Antigüedad”; “en Egipto, Mesopotamia y Amé-rica, se comenzaron a construir pirámides casi almismo tiempo”. Un guión irreprochable como po-demos ver.

Pero, quizás, el despropósito más asombroso yserio que podemos ver en todo el parque lo tene-mos en la guía de visita que reparten al entrar –laentrada cuesta 1200 pesetas, que se reducen a 800para los residentes canarios–. En ella, se afirma losiguiente: “Las excavaciones de prueba realizadaspor arqueólogos de la Universidad de La Lagunaconfirmaron la idea de Heyerdahl de que estas es-tructuras eran construcciones arquitectónicas edi-ficadas con propósitos ceremoniales por expertosconstructores que habían estudiado los movi-mientos anuales del Sol”. En ningún momento, selas califica de prehispánicas –para curarse en sa-lud–, pero lo que se afirma sobre su carácter cere-monial –solamente entendible si su origen es an-terior a la conquista– es absolutamente falso, puescontradice los resultados de la investigación ar-

Las pirámides ya son un elemento propio de la sociedad is-leña. Su fama y la explotación del parque han contribuido aque Güímar sea más conocida y su gente disponga de másrecursos laborales. Un fin loable, lástima que se base en unamanipulación cultural.

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queológica publicada y comentada en detalle an-teriormente [Jiménez Gómez y Navarro Mederos,1998]. Flagrantes manipulaciones como éstas me-recen su denuncia, pues personajes como Heyer-dahl tienen en sus manos medios para enseñarnuestra historia al mundo, a nosotros y a nuestroshijos.

AGRADECIMIENTOS

Quisiera agradecer a Ricardo Campo la gran ayudadocumental prestada, así como al resto de miem-bros del colectivo de escépticos de Canarias por ha-ber sabido crear y mantener un ambiente de ilusióny de participación. El presente trabajo es un pro-ducto más de esta favorable conjunción.

CÉSAR ESTEBAN es profesor titular del Departamento deAstrofísica de la Universidad de La Laguna e investigadordel Instituto de Astrofísica de Canarias. Dirección de co-rreo electrónico: [email protected]

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REFERENCIAS

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La página escéptica de Er-nesto J. Carmena –http://come.to/webensis–, titu-

lada Homo Webensis y subtitu-lada, muy acertadamente, La pá-gina para homínidos con sentidocrítico y del humor, es una muybienvenida isla de racionalidad,información interesante, humor,ingenio, paleontología, y humor(del que nunca viene mal unadoble dosis).

El autor ha dividido la páginaen dos grandes áreas, una de ellasdedicada a la pseudociencia y laotra, a la biología. Cada una deellas cuenta con varias seccio-nes, no siempre muy relaciona-das entre sí, pero que entre todasconsiguen cubrir un buen nú-mero de temas de interés. En lasección de Biología, sin ir más le-jos, podemos encontrar desdeuna divertidísima –e imaginaria–entrevista con Stephen J. Gouldhasta información detallada so-bre los dinosaurios con plumas,una de las aficiones del webmas-

ter, sin olvidarnos del interesan-tísimo artículo sobre la falsa es-cala evolutiva. Muchos de lostextos están acompañados deilustraciones, pero no es ése elprincipal acierto de la página,sino la claridad, amenidad y pre-cisión con que están escritos losdiferentes artículos. La seccióndedicada a los transgénicos seadelantó a su tiempo, y ahoramás que nunca debería ser lec-tura obligatoria para muchos queno han entendido absoluta-mente nada del tema.

Recomiendo particularmenteel programa de Infoartrópodos, unapplet de Java parecido al pro-grama que Richard Dawkins des-cribía en su libro El relojero ciego.En realidad la versión de Car-mena es mucho más bonita, esfácil de usar y hace más por ex-plicar el poder de la selección di-rigida que docenas de artículosque se han escrito al respecto.Una de las cosas que hay que ha-cer al acceder a esta página es vi-

sitar el Museo de infoartrópodospara deleitarnos con las fantásti-cas criaturas que se pueden obte-ner con unos cuantos cambiossencillos a lo largo de las genera-ciones. Y, por supuesto, tras ha-ber visto el Museo, lo siguienteque hay que hacer es usar el pro-grama para crear nuestro propioinfoartrópodo y enviarlo para eldisfrute de otros lectores; mejoraún si se nos ocurre un buennombre.

En la sección de Pseudocien-cias, encontramos un cajón desastre de varios temas, desde eltratamiento escéptico de algunosmilagros de la Iglesia Católicahasta artículos sobre medicinasalternativas que por propio dere-cho podrían estar en cualquierantología sobre el tema. Muchosestán escritos por el propio web-master y otros tantos son contri-buciones de especialistas cuyalectura –como en el caso de lasección dedicada a los transgéni-cos– es un lujo y un placer.

ADELA TORRES

Sentido crítico y del humor

guía digital

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guía digital

Otras subsecciones dedicadas alas pseudociencias cubren desdecríticas a programas televisivoshasta divertidas parodias de losterribles escépticos, pasando poralgunas anécdotas del mundillonuevaerense y de los gurus. Nofalta tampoco El rincón del ma-gufo, “dedicado a colaboracio-nes en una línea opuesta a la deHomo Webensis”, y algunas delas incursiones criptozoológicasdel autor, no aptas para espíritusdébiles.

Toda la información se pre-senta en un entorno agradable,con una presentación sencilla,pero eficaz, sin demasiadas alha-racas –quitando algunas anima-ciones que no molestan– y útilesy expresivos iconos que indicanmás o menos el aire general delos artículos. La navegación en-tre las diferentes secciones esbastante rápida y clara, y ade-más, aparte de una sección dedi-cada exclusivamente a enlacesexternos, siempre se tienen amano enlaces a otros puntos dela Red Escéptica, a otras páginasde interés o a la página princi-pal, en el caso de que uno sepierda mientras explora todas lasposibilidades de Homo Webensis,que son muchas y buenas. Se

puede acceder a los artículosdesde distintos sitios y, como re-galo añadido, una sección in-forma de los últimos cambiosque ha sufrido la página, con en-laces directos a los mismos paralos impacientes. Hay tambiénuna sección de Miscelánea queno hay que perderse, especial-mente el Mensaje al lector ofen-dido, y sobre todo la informaciónsobre el autor.

INTERACTIVIDAD ATRACTIVA

Aparte de la excelente calidadmedia de los artículos, hay unaspecto que hace de esta páginaun lugar al que apetece volver amenudo, y es la sección de co-rreo. En ella, se recogen, quizás,algunas de las discusiones másbrillantes y fructíferas que hepodido leer sobre los temas tra-tados. Hay una larga pero inte-resantísima discusión ocasio-nada por el artículo “Pseudome-dicinas” –una de las mejores co-laboraciones de la página–, cuyoencanto principal radica en quelas críticas y comentarios soncontestados, párrafo a párrafo,por el autor del artículo o por elpropio webmaster cuando lo re-quiere la ocasión en un formatotabulado que las hace cómodas

de seguir. El único defecto esque en algunos ordenadores eltipo de letra es demasiado pe-queño y la lectura puede resul-tar difícil, pero en general esuna manera excelente de pre-sentar los comentarios de loslectores y las consiguientes res-puestas.

Ernesto Carmena ha ido másallá y ha publicado en su páginaalgunas discusiones que han te-nido lugar en listas de correo yque resultan de interés general,como el fascinante intercambiode puntos de vista acerca de loslibros de Richard Dawkins.Aparte de todo ello, muchoslectores han enviado sus opinio-nes sobre la página. Carmenacontesta a algunos mensajesmuy interesantes y sus respues-tas son siempre educadas, razo-nadas e incisivas, contestando ala cortesía con argumentos ycon educación, a la brusquedadcon más educación aún y másargumentos, y a la mala educa-ción con devastadoras ironías.Leer la sección de Correo de losLectores es un verdadero placer,y una muestra de la hercúlea pa-ciencia de que hace gala el autorde esta web cuando contesta asegún qué argumentos.

Lo único que podría repro-char a esta página no es un re-proche propiamente dicho, sinoun lamento: me gustaría que seactualizara más a menudo parapoder disfrutar de las contribu-ciones del autor y de sus colabo-radores. Pero, con su riqueza encontenido, el interés de los te-mas tratados, su absoluta honra-dez intelectual y su agradablepresentación, no sólo se pasa unbuen rato leyéndola, sino quetambién se acaban descubriendocosas nuevas.

- Recursos: 9- Enlaces: 8- Presentación: 8- Velocidad de carga: media

Presentación del programa “Infoartrópodos”.

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Una de las corrientes pseudocientíficas máscautivadoras es la que afirma la evidencia devisitas extraterrestres en un pasado remoto;

visitas que pudieron haber dejado su huella en laevolución biológica y cultural del ser humano, enforma de mitos o monumentos elaborados mediantetecnologías avanzadas posteriormente desparecidas.Esta idea dio lugar a toda una exitosa corriente de li-teratura pseudocientífica que tuvo una gran acogidapor parte del público, sobre todo en los años 70,siendo sus más conocidos difusores Erich von Däni-ken, Robert Charroux y Peter Kolosimo, entre otrosmuchos.

La mayoría de estos autores se limitaba a recolec-tar hallazgos arqueológicos descontextualizados,aparentemente sorprendentes, que presuntamentetestimoniaban la presencia extraterreste en elmundo prehistórico y antiguo. Otra táctica consistíaen recurrir a interpretaciones torpemente literalesde mitos para encontrar testimonios de aterrizajes deastronaves o de encuentros con alienígenas. La ma-yoría de estos argumentos era bastante burda y no re-sistía el asalto de una crítica medianamente razona-ble. Sin embargo hubo, dentro de esta escuela acien-tífica, una obra que destacó por la aparente solidezde su argumentación y por la evidencia antropoló-gica en la que se basaba. Se trata de El misterio de Si-rio (1978), de Robert K.G. Temple. Este libro hasido reeditado recientemente, y las ideas que en él serecogen han vuelto a recibir cierto eco en la prensapseudocientífica, sobre todo en las revistas Más Alláy Año Cero.

A diferencia de las obras de Däniken y compañía,El misterio de Sirio no es un batiburrillo de despistesarqueológicos ni un pupurrí de mitologías varias. Secentra en las tradiciones de los dogon, un pueblo deunos 200.000 individuos que habita en África occi-dental, en los altos de Bandiagara, en la actual repú-blica de Mali. Resumiremos en unas pocas líneas lasprincipales ideas que expone Temple: durante mile-nios, los dogon han conservado una rica mitologíaque incluye un complejo sistema cosmológico y en laque se detallan conocimientos astronómicos difícil-mente asequibles para un pueblo sin tecnologíacientífica alguna. Los dogon saben, a través de sustradiciones, que el Sistema Solar es heliocéntrico,

conocen los satélites de Júpiter, saben que existenotros sistemas estelares además del nuestro y, lo mássorprendente, conocen a la perfección la naturalezadoble de Sirio, con dos estrellas, Sirio A y Sirio B,esta última en órbita alrededor de la primera e invi-sible desde la Tierra sin ayuda del instrumental téc-nico adecuado. También saben que esta órbita durapoco más de cincuenta años, y esta efeméride ad-quiere una importancia inusitada en sus costumbres,pues se celebra con una festividad excepcional: lafiesta Sigui.

UN MITOLOGÍA COMPLEJA

¿Cómo podían los dogon saber todas estas cosas? Ro-bert Temple obtenía la respuesta de la propia mito-logía dogon: éstos habían recibido sus conocimien-tos de unos seres anfibios, llamados nommos, que ha-bían descendido del cielo en un arca hace 5.000años, procedentes de Sirio. Por supuesto, para Tem-ple, estos nommos eran los representantes de una ci-vilización siriaca.

Todo lo expuesto por el autor se basaba en la obrade un prestigioso etnólogo francés y profesor de laSorbona, Marcel Griaule (1898-1956), quien pasóaños de estudio entre los dogon. Tras su muerte, sulabor fue continuada por sus discípulos y colabora-

Dogon, un misterio inexistente

JULIO ARRIETA

Marcel Griaule fue un antropólogo demasiado entusiasta y poco riguroso.Y Robert Temple es, simplemente, un farsante

Las famosas máscaras dogon representan diversos animales y

personajes, no necesariamente mitológicos.

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dores, especialmente por Germaine Dieterlen. Entresus obras, destacan Masques dogon (1938), Dieu d’eau(1948) y Le renard pâle (1965). Griaule era una au-toridad académica y sus trabajos tenían una baseaparentemente sólida de la que Robert Temple se li-mitaba a deducir lo evidente... en apariencia.

Las críticas escépticas a El misterio de Sirio no tar-daron en aparecer y se basaban en que los dogon noeran un pueblo aislado, en que probablemente ha-bían adoptado en sus mitos conocimientos astronó-micos aprendidos de los misioneros franceses o in-cluso de algún explorador casual. En este sentido seexpresó Carl Sagan en su “Enanas blancas y hom-brecillos verdes”, ensayo incluido en su libro El cere-bro de Broca. Sin embargo, la crítica que pondría enevidencia la falsedad del misterio de Sirio vendríadel mundo de la antropología y no se centraría en eltrabajo de Temple, sino en el de su principal fuente:los estudios de Marcel Griaule.

No pocos antropólogos se sorprendieron por larareza de la mitología dogon. Tal como era descritapor Griaule en sus obras, se trataba de una mitologíade una complejidad inusitada y, sobre todo, total-mente ajena a la de los demás pueblos vecinos de losdogon. De hecho, no existía en toda Africa nadacomparable a lo narrado en Dieu d’eau o Le renardpâle. La crítica más elaborada al trabajo de Griaulefue un artículo del antropólogo holandés E.A. vanBeek publicado en Current Anthropology en 1990. Aligual que Griaule, Van Beek realizó su trabajo decampo entre los dogon durante varios años con re-sultados sorprendentes: no encontró evidencia al-guna de la mitología recogida por su colega y la reli-gión dogon era mucho más sencilla que todo lo na-rrado por el antropólogo francés.

Efectivamente, había llamado poderosamente laatención de los antropólogos el cambio evidente en-tre lo expuesto en Las máscaras dogon y las posterio-res Dieu d’eau y Le renard pâle. El primer libro expli-caba las tradiciones dogon tal y como pueden ser ob-servadas por cualquier estudioso que conviva coneste pueblo. Sin embargo, en Dieu d’eau, había uncambio que se acentuaría aún más en las siguientesobras: se exponía una tradición esotérica que era re-velada exclusivamente a Griaule y sólo a Griaule o asus más cercanos colaboradores. Es en este conoci-miento revelado donde se recogen los conceptos as-tronómicos que menciona Temple; conceptos que,como veremos, son bastante más sencillos y menoscorrectos científicamente de lo que Temple quierehacer creer.

La principal intención de Griaule a la hora deabordar las tradiciones dogon era reivindicar el valorde las culturas africanas y sus mitos, cuya riquezaquería equiparar a la de las mitologías de las culturasclásicas. Movido por este ideal, insistió en profundi-zar en las creencias dogon, llegando a sus niveles

esotéricos y ocultos. Algunos hogon –ancianos do-gon– se prestaron a ayudarle y se convirtieron en susconfidentes, creando toda una mitología inventadacuyo único fin era satisfacer el ansia de conoci-miento del investigador francés.

El principal confidente de Griaule fue Ogotem-meli, un viejo cazador y chamán ciego que habíasido iniciado por su abuelo a los quince años. Lasconversaciones secretas entre Ogotemmeli yGriaule, que tuvieron lugar en 1946, se publicaronen Dieu d’eau (1948), un libro fascinante en el quese expone una mitología de una complejidad tal quesería imposible resumir aquí. En todo caso, mencio-naremos los puntos que más han contribuido a crearel misterio de Sirio.

OGOTEMMELI Y LOS ‘NOMMOS’Ogotemmeli le contó a Griaule cómo se creó elmundo: lo creó Amma, el dios creador. Este dioscreó la Tierra, su mujer. La Tierra era un gran cuerpohumano femenino cuyo centro era un gran termiteroque equivalía al clítoris. De la unión entre ambos,surgieron los famosos nommos –los extraterrestresanfibios de Temple–. Los nommos eran dos seres ge-melos –mitad humanos, mitad serpientes– que na-cieron de la Tierra y en la Tierra, de donde ascen-dieron al cielo. Estos nommos volvieron a la Tierramontados en un trozo del cielo. Una vez aquí, semultiplicaron y surgieron ocho nommos, que fueronlos padres de los primeros hombres, formando lasocho familias dogon. Luego, volverían a subir alcielo del que sería expulsado definitivamente uno delos ocho, que descendió montado en una estructuraque Ogotemmeli describe como un gran cesto de ce-real invertido. Esto, de forma muy resumida, porquela narración de Ogotemmeli es muy densa, repletade detalles simbólicos y a menudo contradictoria.

¿Describe Ogotemmeli algún conocimiento astro-nómico moderno? Pues, la verdad es que no. En su re-lato, Ogotemmeli afirma que la Tierra, tal como lacreó Amma, es plana, aunque está inclinada de Nortea Sur: “La Tierra está tumbada, pero el Norte está enlo alto”. ¿Describe correctamente el Sistema Solar?Tampoco. Ogotemmeli afirma que el Sol gira alrede-dor de la Tierra, pero, eso sí, su tamaño real es mayorque el aparente. Veamos cómo el viejo cazador ciegole describió el Sol a Marcel Griaule: “El Sol es una va-sija cocida al blanco permanentemente. (...) Algunoslo estiman tan grande como el campamento, lo quesería unos treinta codos. En realidad, es mucho másgrande, supera en superficie el cantón de Sanga. (...)Puede incluso que sea mucho más grande aún”. Enotro capítulo de Dieu d’eau, Ogotemmeli hace el si-guiente comentario acerca del Sol: “El Sol es una tie-rra cocida rodeada por una espiral de cobre incandes-cente que le confiere su movimiento diurno, que daluz y vida al universo. El Sol es como cobre fundido”.

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¿Y la Luna? Griaule insistió en los aspectos astro-nómicos de los mitos que le estaban contando, perola astronomía no debía ser una de las principales pre-ocupaciones de Ogotemmeli, porque despachó anuestro satélite con un breve comentario: “La Lunaes de la misma naturaleza que el Sol, sólo que está amedio cocer”. Luego añadió, algo molesto por la in-sistencia del francés, que, a diferencia de los negros,que son seres solares, los blancos son seres lunares,de ahí su aspecto de larvas. La naturaleza de las es-trellas se explica de la siguiente forma: “En la nochede los tiempos, las mujeres descolgaban las estrellaspara dárselas a sus hijos. Éstos las colgaban de unhuso y hacían girar estas peonzas de fuego para vercómo funcionaba el mundo”. Más adelante, dice:“Las estrellas procedían de bolitas de tierra lanzadasal espacio por el dios Amma, único dios”. Y con estoconcluían las explicaciones cosmológicas y cosmo-gónicas de Ogotemmeli.

En Dieu d’eau, aparecen mencionados otros cuer-pos celestes, todos visibles a simple vista, como Ve-nus o las Pléyades, pero Ogotemmeli y Griaule se li-mitan a comentar su significado simbólico. Sirioaparecerá en la siguiente obra de Griaule y de manode sus otros confidentes, Ambara y Yébéné. Curiosa-mente, lo que sí aparece en Dieu d’eau es la famosafiesta Sigui, que, según Temple, conmemora cada ór-bita que Sirio B completa alrededor de Sirio A. Pero,aunque Ogotemmeli explica a Griaule todos los por-menores de esta fiesta relacionada con la pérdida dela inmortalidad, omite cualquier relación de lamisma con Sirio. Eso sí, explica que se celebra cadasesenta años, y no cada cincuenta, como afirmaTemple. En todo caso, la principal aportación deDieu d’eau al misterio que nos ocupa es la apariciónde los nommos, su extraña naturaleza anfibia y sudescenso del cielo.

Le renard pâle es un texto muy diferente a Dieud’eau. Se publicó en 1965, cuando Griaule ya habíamuerto, y en su elaboración tuvo mayor influencia

su colaboradora Germaine Dieterlen. Así como Dieud’eau es un relato de una serie de conversaciones, Lerenard pâle es un gran compendio de signos, símbolosy dibujos comentados por los informantes deGriaule, con algunos relatos populares como com-plemento. Es en esta obra donde Sirio hace su apari-ción estelar, y nunca mejor dicho.

El mito de la creación que surge en Le renard pâlees algo diferente al narrado por Ogotemmeli: aquíAmma crea el universo mediante una serie de actosminuciosamente descritos que hacen surgir las estre-llas, los planetas, sus lunas, la Tierra, la vida y el pue-blo dogon. La Creación tiene lugar a partir de unhuevo primordial, del que surge el universo despuésde ocho vibraciones sucesivas. Los nommos aparecenen estos primeros momentos de vida del universo y,de hecho, son los responsables de la existencia delespacio y del tiempo. Uno de estos nommos, llamadoOgo, crea la vida en la Tierra a partir de su placentay, después de una compleja serie de incidencias, estransformado por Amma en el primer zorro –renardpâle– como castigo por haber cometido incesto. Elpunto fuerte de todo este mito de la creación es elsacrificio y posterior resurrección de uno de estosnommos, el gemelo de Ogo. El fin de este acto es re-dimir los pecados de Ogo y purificar la tierra. Estesacrificio tuvo como reflejo cósmico la aparición delsistema de Sirio, con Sirio B –Pô Tolo en Le renardpâle– girando en torno a Sirio A. Después de este sa-crificio, los primeros ocho ancestros generados porlos nommos descienden a la tierra, ya purificada, enun arca repleta de animales y plantas.

Esta complejidad sorprendió a muchos antropó-logos, que no habían encontrado nada similar en lospueblos vecinos a los dogon. Pero las sospechas co-menzaron a aflorar cuando algunos especialistas des-cubrieron que, fuera del estrecho círculo de infor-mantes de Griaule, el resto de los dogon parecía ig-norar esta mitología.

EL DESENMASCARAMIENTO

Para comprobar la veracidad de los estudios deGriaule y Dieterlen, Van Beek se trasladó a una aldeasituada a una cierta distancia de Sanga, el área de tra-bajo del equipo de Griaule y un lugar explotado tu-rísticamente hoy en día. Van Beek hizo notar queSanga era un núcleo atípico dentro de la cultura do-gon: es muy grande –6.500 habitantes– y recibió in-fluencia islámica y cristiana hace mucho tiempo. VanBeek decidió trabajar en una aldea de 1.800 habitan-tes situada a unos 9 kilómetros de Sanga y con menorinfluencia externa. Había reparado que Griaule sehabía convertido en un referente cultural en Sanga yque sus informantes habían adquirido un cierto esta-tus de prestigio en la sociedad dogon. Sin embargo,en la otra aldea, las cosas eran bien distintas. VanBeek se encontró con una religión dogon compleja y

Las muejres dogon libres del misterio: no participan en los ritos

de máscaras.

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elusiva, pero que tenía poco que ver con lo narradopor Griaule. Las diferencias que más nos interesanson las siguientes:

• Van Beek pudo constatar que los dogon no tie-nen un mito propio de la Creación. Creen en un diosprimero, Amma, pero no poseen un relato específicoque narre los orígenes. Van Beek no encontró rastroalguno de los relatos de Ogotemmeli o de lo recogidoen Le renard pâle.

• Los nommos no son una figura central en los mi-tos dogon. Son una especie de espíritus menores quehabitan en el agua y a los que se teme –son los res-ponsables de que la gente se ahogue accidentale-mente, por ejemplo–. No tienen nombre propio niestán individualizados. La figura de Ogo es descono-cida y no existe ningún mito de descenso de los cie-los.

• En la religión dogon, no hay secretos iniciáti-cos. Todos sus elementos son de dominio público ylos rituales colectivos sacrificiales o relacionados conla muerte –las famosas fiestas de máscaras– no re-quieren elementos secretos de ningún tipo.

• Los rituales de máscaras y las festividades Siguino tienen relación alguna con las estrellas.

• La astronomía tiene una importancia mínimaen la religión dogon. Los conocimientos astronómi-cos recogidos por Van Beek son casuales y su origense refiere a la relación de los informantes con euro-peos. Por lo demás, los dogon desconocen que Sirioes una estrella doble e ignoran las complejidades delSistema Solar. Por supuesto, los dogon conocen Si-rio, a la que llaman Dana Tolo –la estrella del caza-dor–, pero no han oído hablar de Po Tolo y SiguTolo, nombres que reciben Sirio B y la hipotética Si-rio C en Le renard pâle.

Al entrevistar a Amadingué, intérprete y luego in-formante de Griaule cuando preparaba Le renard pâle,éste señaló a Van Beek que Ambara no se refirió enningún momento a Sirio como un sistema complejo yque fue el propio Griaule quien introdujo este con-cepto en la conversación. Al parecer, cuando Ambaray Yébéné hablaban de Sirio y sus estrellas compañerasse referían a estrellas visibles en el firmamento: habla-ban concretamente de otras dos estrellas de la conste-lación del perro –Canis Major–, seguramente Adharay Murzim. En ningún momento especificaron que és-tas girasen en torno a Sirio, sino que afirmaron quesurgieron de él. Indicaron una relación generacionalentre las estrellas, no una relación orbital. FueGriaule el que estableció la relación entre lo que lenarraban y el conocimiento moderno de Sirio B.

Van Beek afirma en su demoledor estudio quetoda la cosmogonía dogon propuesta en las obras deGriaule es una construcción intelectual urdida por elentusiasmo del antropólogo francés, por una parte, ypor el afán de colaboración de sus informantes, porotra. Los informantes se inventaron lo que Griaule

quería oír: improvisaron mitos, inventaron símbolosy crearon relatos inexistentes para contentar a su exi-gente entrevistador. A cambio, obtenían prestigio,dinero –cobraban por la información– y cierto nivelsocial entre los suyos. Griaule contribuyó a esta di-námica con su carácter autoritario, sus maneras colo-niales y su negativa a recibir un no por respuesta. Dehecho, la obsesión por la astronomía que muestranlos supuestos mitos dogon no es más que un reflejo delos gustos del propio Griaule: cursó algunos estudiosde astronomía y parece ser que también era aficio-nado a la astrología. Esta tendencia se observa en elúltimo capítulo de Dieu d’eau, en el que Griaule in-tenta, de forma bastante forzada, establecer un para-lelismo entre los símbolos explicados por Ogotem-meli y los signos del Zodiaco.

Por otra parte, Van Beek pudo comprobar que, de-jando a un lado a Ogotemmeli, el resto de los infor-mantes de los que se valió Griaule tenían contactocon la cultura europea, así como con tradiciones cris-tianas y musulmanas e incluso alguno había asistidoa una misión protestante –es el caso de Ambara–. Dehecho, Le renard pâle está plagado de relatos bíblicosmalamente engarzados con la religión dogon, aunqueparece que Griaule no reparó en este detalle. Ade-más, varias características del pueblo dogon contri-buyeron a crear un gran castillo mitológico en el aire.Entre los dogones, existe una especie de norma decortesía por la cual se debe contentar al visitante entodo lo que necesite: Griaule quería saber; sus infor-mantes le dijeron todo lo que quería oír.

UNA CONSTRUCCIÓN COLECTIVA

Según Van Beek, los dogon tienen una facilidad pas-mosa para adaptar elementos culturales ajenos enplazos de tiempo sumamente cortos y transformarlosen tradiciones antiquísimas. Así, entre sus máscarasutilizan actualmente una que hace referencia a losantropólogos: representa a un hombre blanco sen-tado en una silla flanqueado por dos dogon –infor-mante e intérprete– sentados en el suelo. Tambiénhan adoptado algunas festividades de sus vecinos mu-

Cada dogon debe esculpir sus propias máscaras siguiendo

modelos prefijados.

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sulmanes, pero adaptando su sentido a sus propiascreencias.

Van Beek indica que la falsa mitología dogon quedio lugar al misterio de Sirio B no se puede definircomo un fraude individual, sino como una construc-ción colectiva surgida de una interacción peculiar en-tre informantes e investigador. Griaule presionaba asus informantes porque necesitaba demostrar que elpueblo dogon tenía una mitología de una complejidadanáloga a la griega. Y sus informantes le contaban unaamalgama de historias improvisadas y la Biblia obte-niendo a cambio dinero y prestigio. A medida que losinformantes de Griaule murieron, su mitología desapa-reció con ellos y hoy apenas hay rastro de ella. Lo pocoque queda sobrevive para satisfacer a los turistas quevisitan Sanga atraídos por el misterio de Sirio. Los an-tropólogos no han podido encontrar a nadie que co-nozca los avatares de Ogo o la historia del arca quebajó del cielo repleta de nommos.

La antropología ha demostrado que el sistema mi-tológico en el que Robert Temple se basa, y que mani-pula para defender su misterio, es falso. Un claro ejem-plo de ciencia patológica derivada en pseudociencia.Si Robert Temple es un “investigador desapasionado”,como afirma Javier Sierra, o un estudioso que se atienea la evidencia, tendrá que asumir que el misterio de Si-rio sencillamente no existe. Pero algo me dice que noserá así. En una reciente entrevista, y a quince años de

los primeros artículos críticos de Van Beek, Templeafirma que los nommos están vivitos y coleando, dis-puestos a volver en su arca y atrincherados en Phoebe,la luna de Saturno, a la sazón un satélite artificial.

Así pues, se puede concluir que Griaule fue un an-tropólogo demasiado entusiasta y poco riguroso. Y Ro-bert Temple es, simplemente, un farsante. No existemisterio de Sirio alguno

JULIO ARRIETA es Arqueólogo.

Asimov y el misterio de Sirio:

Bullard, Thomas E.(1996), “Ancient Astronauts”, en Stein, Gor-don (ed.), The Encyclopedia of the Paranormal, Prometheus Bo-oks, Nueva York.

Davidson, Basil (1984), Les Royaumes Africains, Time Life Books,Amsterdam.

Griaule, Marcel (1987), Dios de Agua, ed. Alta Fulla, Barcelona.[Citas de Ogotemmeli: páginas 21, 22 y 119]

Griaule, Marcel (1965), “Le renard Pâle”, vol. 1, fasc. 1. Travaux etMemoires de L’Institut d’Ethnologie.

Renaudeau, Michel / Blacher, J. Claude (s/f) Au coeur du Mali, edi-tions Delroisse, Bamako.

Sagan, Carl (1999), “Enanas blancas y hombrecillos verdes”, en Elcerebro de Broca, ed.Crítica, Barcelona.

Van Beek, Walter E. A.(1991), “Dogon Reestudied: A Field Eva-luation of the Work of Marcel Griaule”. Current Anthropology,vol. 32, n. 2.

Isaac Asimov, conocido escritor de ciencia ficción ydivulgador científico, vivió lo que él denominó unasituación embarazosa relacionada con El misterio deSirio cuando Robert Temple se puso en contacto conél para que prologara su libro. Así lo cuenta Asimov:

“Trata de una tribu del oeste de África cuyas tra-diciones parecen incluir conocimientos de los satéli-tes de Júpiter, los anillos de Saturno, y la enanablanca compañera de Sirio, conocimientos que pare-cen atribuir a viajeros de un planeta en órbita alrede-dor de Sirio.

Mientras el libro era todavía un manuscrito, el au-tor se puso en contacto conmigo, me describió la te-sis del libro y me pidió que lo leyera para poder ha-cerle un comentario favorable. Accedí a regañadien-tes a que me enviara el manuscrito. Después de todo,no tengo por qué negarme a mirar lo que alguientiene que decir.

El manuscrito llegó y traté de leerlo. Detesto serantipático e insultante, pues en su contacto conmigoel autor me había parecido un hombre grato y sin-cero, pero lo cierto es que el libro me pareció ilegible,y lo que atiné a digerir me pareció inconvincente.Por lo tanto, me negué a hacer ningún comentario.

El autor me llamó tiempo después y en ciertomodo me presionó para que reconsiderara el asunto.Me cuesta ser rudo, pero me las arreglé para seguir re-husando.

Luego me preguntó si había detectado algún error.Claro que no. Había leído apenas una parte del li-

bro, una parte en que él hablaba de esa tribu del oestede África sobre la cual yo no sabía nada. Pudo haberdicho cualquier barbaridad sin que yo localizara nin-gún error definido. Así que, para librarme de él y seramable, respondí que no había detectado errores.

Tuve mi merecido. Eso fue lo que dije, y no espe-cifiqué que no quería que me citaran, de modo que,cuando el libro se publicó y aparecieron anuncios enlos diarios, allí figuraba yo, diciéndole al mundo queno había errores en el libro.

Me avergüenza mi estupidez, pero les aseguro quenunca caeré de nuevo en la misma trampa.”

REFERENCIAS

Asimov, Isaac [1978]: “La compañera oscura”. En Asimov,Isaac: Luces en el cielo [Quasar, quasar, burning bright].Trad. de Arturo Casals. Edhasa. Barcelona 1981. 288páginas.

REFERENCIAS

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En 1914, Gustav Holst, autor de la obra musi-cal Los planetas, escribió lo siguiente: “Tengopor norma sólo estudiar aquellas materias que

puedan sugerirme una composición musical. (...)Hace poco comprobé que la definida personalidadde cada planeta me sugería muchísimas ideas musi-cales”. Según he leído, se refería al carácter que laastrología asigna a cada planeta, que tiene cone-xiones con la mitología a través de la personalidadde cada uno de los dioses que les dan nombre. Unaalternativa interesante habría sido utilizar la des-cripción más realista de los planetas dada por la as-tronomía. ¿Quizá Holst no tenía clara la diferenciaentre astrología y astronomía? ¿O tal vez para ins-pirarse musicalmente le resultó más atractivo el ca-rácter mitológico...? No lo sé. En cualquier caso,quiero aprovechar esta introducción para explicarla diferencia entre tres términos con la misma raízque habitualmente se confunden y malinterpretan:astro-logía, astro-nomía y astro-física.

Nuestra lengua debe mucho al griego y al latín,y muchas palabras que dan nombre a ramas de laciencia o del saber, en general, terminan en logía–del griego logos, tratado–. Así, el tratado de lavida, se llama bio-logía; el de la lengua, filo-logía; elde la mente –o psique–, psico-logía; el de lo anti-guo, arqueo-logía, y un largo etcétera. Sin embargo,hoy la ciencia que se ocupa del estudio de los as-tros no se llama astrología, ni los que nos dedica-mos a ella podemos llamarnos astrólogos, como se-ría lo natural. De eso me quejo. Y de que muchagente, cuando se entera de que me dedico a la as-trofísica, me pregunta inmediatamente por los ho-róscopos, cosa que me enfada bastante. Voy a tra-tar de aclarar este lío rápidamente.

EN LOS DICCIONARIOS

Lo primero que uno puede hacer, si tiene dudas, esirse a un diccionario. Por ejemplo, el Diccionario de

la Lengua Española de la Real Academia Españoladice en su edición de 1992:

Astrología: estudio de la posición y del movi-miento de los astros, a través de cuya interpre-tación y observación se pretende –ojo a la pa-labra– conocer y predecir el destino de loshombres y pronosticar los sucesos terrestres,Astronomía: ciencia –de nuevo, ojo a la pala-bra– que trata de cuanto se refiere a los astros,y principalmente a las leyes de sus movimien-tos –recordemos que el sufijo nomos tambiénviene del griego y significa leyes–.

El Diccionario de Uso del Español de María Moli-ner es incluso más conciso y tajante respecto alprimer término:

Astrología: estudio de los astros y su supuesta–¡atención!– influencia en el destino de loshombres.Astronomía: ciencia de los astros.Es decir: la astronomía es una ciencia, la más

antigua, que se remonta a los albores de la civili-zación, a la época de los babilonios, quienes másde 3.000 años antes de Cristo ya habían recono-cido numerosas constelaciones y establecido uncalendario basado en la regularidad de ciertos fe-nómenos astronómicos. Por el contrario, la astro-logía no es una ciencia, sino una actividad prác-tica que utiliza el estudio de los astros para, pre-suntamente, conocer y predecir el destino de losseres humanos. De hecho, la Enciclopaedia Britan-

Astrología ‘versus’astronomía ‘versus’

astrofísicaAntiguamente, astronomía y astrología significaban lo mismo, pero actualmenteson los términos astronomía y astrofísica los que se utilizan indistintamente o, en

todo caso, el primero con carácter más general que el segundo

INÉS RODRÍGUEZ HIDALGO

■ La primera referencia históricaque diferencia astronomía deastrología data del siglo VII y seencuentra en las ‘Etimologías’ deIsidoro de Sevilla

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nica menciona que la astrología también ha sidodefinida como una pseudociencia y consideradacomo diametralmente opuesta a las teorías y ha-llazgos de la ciencia moderna.

La clave para aclarar la confusión tan generali-zada entre astronomía y astrología nos la da tam-bién el diccionario, si miramos con cuidado, yaque hay una segunda acepción de astrología: “ant.–es decir, antiguamente– astronomía”. Efectiva-mente, antes del siglo VII ambos términos signifi-caban lo mismo, el estudio de los astros, especial-mente de las leyes que rigen sus movimientos.

Se cree que también la astrología nació en Me-sopotamia hacia el tercer milenio antes de Cristo,aunque su máximo desarrollo tuvo lugar en la ci-vilización griega, extendiéndose más tarde a India,a la cultura islámica y a Europa occidental. Pareceque también los egipcios contribuyeron a su augey que en la China pre-imperial existía la creenciaen un orden cósmico inteligible que permitía en-contrar influencias de los fenómenos celestes en lavida de los humanos.

Desde antiguo, el conocimiento del cielo y delos objetos que lo pueblan fue designado por laspalabras astronomía o astrología como términos in-tercambiables hasta que la revolución de Copér-nico en el siglo XVI, con su teoría heliocéntrica,supuso el nacimiento de la astronomía moderna y

dio la puntilla a la presunta ciencia astrológica,basada en una visión geocentrica del mundo1.

ISIDORO DE SEVILLA

Gracias al trabajo de un colega del Instituto deAstrofísica de Canarias y de un profesor de la Uni-versidad de Jaén –los doctores Antonio Aparicio yFrancisco Salvador, respectivamente–, sabemosque la primera referencia histórica que estableceuna diferencia entre astronomía y astrología se en-cuentra en las Etimologías de Isidoro de Sevilla, fa-moso enciclopedista que vivió a caballo entre lossiglos VI y VII, y que intentó compendiar todo elconocimiento de su época en veinte volúmenes.En el tercero de ellos, desarrolló los conocimien-tos de aritmética, geometría, música y astronomía,dedicándole a esta última las dos terceras partesdel libro.

1 ¿Me permiten una nota al margen? Muchos antiguos astróno-mos –no puedo asegurar si convencidos de ello o no– hicieronuso de su saber para aconsejar a los nobles y gobernantes y pre-decir acontecimientos de su futuro basándose en las posicionesde los astros. Me inclino a pensar que esa práctica era unaforma de supervivencia: la ciencia, entonces como ahora, no secaracterizaba por dar mucho dinero y, de hecho, a veces piensoque debería dedicarme a hacer cartas astrales con datos, porejemplo, de la NASA, que suena muy científico y muy serio,para sacarme un sobresueldo…

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(Primavera 2000) el escéptico61

Para Isidoro de Sevilla, la astronomía se dedica“al conocimiento de los movimientos y las mutacio-nes del cielo” –que él explica como la salida, elocaso y el movimiento de los astros–. La define, enel sentido de arte astronómico, como saber abstracto:“La ley de los astros, que intenta encontrar explica-ciones razonables sobre el curso de las estrellas”.Para la astrología, no establece una definición pre-cisa, sino que diferencia entre astrología natural y as-trología supersticiosa. La primera se ocupa de “la ob-servación del camino del Sol y de la Luna, y de de-terminadas posiciones de las estrellas”. Se trataría deuna serie de conocimientos englobados dentro de laastronomía, pero con un carácter práctico, en lugarde abstracto, que para Isidoro de Sevilla no erancondenables. Éste significado de astrología –comoaplicación del saber astronómico a la vida cotidianade la gente, especialmente referido al Sol y a laLuna– se ha perdido totalmente con el tiempo. Laastrología supersticiosa sería la que se dedica a “pre-decir el futuro a través de las estrellas, a asignar unaparte del alma y los miembros del cuerpo según losdoce signos del cielo, y a ordenar el nacimiento y lascostumbres de los hombres según ellos”. Y este úl-timo es el concepto de astrología que ha llegadohasta nuestra época. Isidoro de Sevilla la define así,la califica de supersticiosa y no le presta más aten-ción... probablemente porque algunos decenios an-tes el priscilianismo, que incluía como dogma la re-lación de los doce signos zodiacales con las partes delalma, los miembros del cuerpo y los patriarcas de Is-rael, había sido condenado como herético por laIglesia.

Esta primera distinción de Isidoro de Sevilla en-tre astrología y astronomía es, pues, la base de la di-ferenciación semántica adoptada posteriormentepor las lenguas modernas.

Con el tiempo, el concepto original de astrono-mía –como estudio de las leyes de los astros, espe-cialmente de sus movimientos– se ha ampliado no-tablemente. Si consultamos un Diccionario de térmi-nos científicos y técnicos –por ejemplo, el editado porMc Graw-Hill en 1981–, por supuesto, la palabra as-trología no aparece y encontramos para astronomíauna definición mucho más general que la de un dic-cionario normal: la ciencia relativa a los cuerpos ce-lestes y a las observaciones e interpretación de las ra-diaciones recibidas en la Tierra, procedentes de laspartes componentes del Universo.

LA ASTROFÍSICA

Una vez presentada la diferencia entre astronomíay astrología, sólo resta explicar qué significa el tér-mino astrofísica, que, como la misma palabra in-dica, es la física de los astros. Así, en diccionariosgenerales, en la Enciclopaedia Britannica o en dic-cionarios de términos científicos, se define la as-

trofísica como la rama de la astronomía que estu-dia las propiedades y estructura de los cuerpos ce-lestes –su composición, tamaño, luminosidad,masa, temperatura–, así como su origen y evolu-ción, incluyendo al Universo como un todo.

La astrofísica es una ciencia relativamente jo-ven, nacida hace más o menos siglo y mediocuando comenzaron a producirse avances impor-tantes en el estudio de la generación y transportede la luz –de la radiación electromagnética en ge-neral– y en la instrumentación necesaria para ello.Puede decirse que la astrofísica nació con las ob-servaciones del espectro del Sol por Joseph vonFraunhoffer (1814) y los trabajos semiempíricos deRobert Kirchoff (1859), es decir, con el estudio delos espectros de los objetos celestes, que proporcio-nan información sobre su composición y las con-diciones de presión, temperatura, densidad, movi-miento, campo magnético... que en ellos prevale-cen. Con ello, el pesimismo del filósofo francésAuguste Comte, quien todavía en 1835 afirmabaque la composición química de los astros perma-necería desconocida para siempre, quedó afortu-nadamente superado.

En el sentido más restrictivo mencionado alprincipio, la astronomía se estudia en las universi-dades españolas como una rama de las matemáti-cas: la descripción de los movimientos de los as-tros, según las leyes que los rigen, se realiza me-diante ecuaciones matemáticas. Y éstas y su reso-lución son suficientemente complejas como paraconstituir toda una rama de las ciencias exactas.Pero el concepto actual de la palabra astronomía esel más general explicado en segundo lugar. Ennuestras universidades, la astrofísica es una orien-tación o especialidad dentro de la carrera de cien-cias físicas.

Actualmente, son los términos astronomía y as-trofísica los que a veces se utilizan indistintamenteo, en todo caso, el primero con carácter más am-plio y general que el segundo. Así que yo soy as-trofísica o astrónoma, como más les guste, lomismo que mis colegas investigadores del IAC. Loque no somos, seguro, es astrólogos

INÉS RODRÍGUEZ HIDALGO es doctora en Astrofísica, profesoradel Departamento de Astrofísica de la Universidad de La Laguna,investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) den-tro del área de Física Solar y activa divulgadora científica.

■ La astrofísica es una cienciajoven nacida hace más o menossiglo y medio con los primerosestudios de los espectros delos objetos celestes

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desde el sillón

62el escéptico (Primavera 2000)

Q ué divulgador no quisieraemular a Carl Sagan. Qué es-

céptico no reconoce su meritorialabor en la divulgación científica.La aportación de este científicodedicado a la investigación plane-taria, tanto fuera del Sistema So-lar como dentro de él, brilla toda-vía con una luz intensa tres añosdespués de su desaparición. Unaluz, la llama de la ciencia, la de larazón, que radió con suficiente in-tensidad como para dar calor yenergía a cientos de millones depersonas en todo el mundo.

Las últimas obras de Carl Sa-gan fueron El mundo y sus demo-nios y Miles de millones, significati-vamente subtitulados La cienciacomo una luz en la oscuridad y Pen-samientos de vida y muerte en la an-tesala del milenio, respectiva-mente. Posteriormente, se publicóEl Universo de Carl Sagan, libroque recoge las alocuciones que du-rante dos días sus colegas y amigosle dedicaron al cumplir 60 años yque, editado tras su fallecimientoel 20 de diciembre de 1996, estodo un tributo póstumo a su fi-gura.

¿Quien fue Carl Sagan? ¿Quéúltimos pensamientos quiso trans-mitir a la humanidad? ¿Qué le-gado nos deja?

Homenaje a un maestroPublicado en España por Cam-brigde University Press en 1999,El Universo de Carl Sagan fue edi-tado originalmente a comienzosde 1997. Por sus páginas, pasanpersonajes tan conocidos para loslectores de EL ESCÉPTICO comoJames Randi, Kip Thorne, AnnDruyan y Frank Drake, además demuchos otros menos conocidos enel ámbito público, pero no menosimportantes en el científico. Du-rante dos días, amigos y colegas deSagan le dedicaron cada uno un

discurso en una reunión en la quecelebraron el sexagésimo cumple-años del autor de Cosmos.

El libro se divide en cuatropartes, cada una dedicada a uno delos temas a los que Sagan dedicósus esfuerzos: la exploración pla-netaria; la vida en el cosmos; laeducación científica, y la ciencia,el medioambiente y la política.Resulta extraño que un científicoque dedique igual pasión a otracosa que no sea la investigación,logre brillar en su área de trabajo.Pero, tras leer El Universo de CarlSagan, puede decirse que en CarlSagan se daba la excepción queconfirma la regla. Y eso que Saganno comenzó con muy bien pie suandadura como docente universi-tario. La Universidad de Harvardle pidió amablemente que dejarasu puesto debido a su interés en laexistencia de vida extraterrestre.Afortunadamente, fue recibidocon los brazos abiertos en la Uni-versidad de Cornell.

A quien se encuentre por pri-mera vez con la figura de Sagan eneste libro, su currículum le puedeproducir vértigo: instructor de losastronautas del programa Apolo;responsable de algunas misionescomo las Mariner, Viking, Voyagery Galileo; estudioso de la climato-logía de Venus, Marte y Titán;consejero de la NASA; premioPulitzer por Los dragones del edén;autor de la serie y del libro Cos-mos; autor de la novela Contacto;cofundador de la Sociedad Plane-taria, que cuenta con unos100.000 socios en todo elmundo–; cofundador del Comitépara la Investigación Científicade los Supuestos Hechos Paranor-males (CSICOP), etcétera.

Entre las anécdotas descritas enla obra, cabe destacar, por ejemplo,cómo se disipó en unos instantes–a decir de Roald Sagdeev– la pro-

puesta soviética realizada por Gor-bachov a Reagan sobre una misiónconjunta para la conquista deMarte. El presidente norteameri-cano sólo tuvo que escuchar elnombre de Sagan como patrocina-dor de la idea en el lado de EE UUpara desecharla. (Mucho me temoque se tardarán cincuenta años enrecuperar esa iniciativa, si es quealgún político consigue reunir denuevo tantas agallas.) Sagan fue unpionero de la cooperación cientí-fica con la extinta URSS inclusoen los tiempos difíciles de la guerrafría. Parte de esta colaboración, re-alizada a través de la Sociedad Pla-netaria, cristalizó en proyectos desondas marcianas. Y, no en vano,Bill Murray destaca a Sagan como“el padre del tema de la vida enMarte”. Y es que la vida, en su tér-

Sagan, Carl [1997]: Miles de mi-llones. Pensamientos de vida ymuerte en la antesala del milenio[Billions and billions]. Trad. deGuillermo Solana. Ediciones B(Col. “SineQuaNon”). Barce-lona 1998. 324 páginas.

El Legado de Sagan

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(Primavera 2000) el escéptico63

mino más amplio, fue la preocupa-ción central de este singular astró-nomo. Ya sea en Marte, en Titán oen la Tierra; o cómo aparece, cómoevoluciona y, también, cómo sepreserva. En este sentido, varios desus colegas detallan en el libro susinvestigaciones en geología y quí-mica planetaria. Incluso, sobre losahora tan famosos impactos de as-teroides. David Morrison recuerdaasí como Sagan se oponía al des-arrollo de defensas nucleares paraun eventual riesgo de choque, dadoque las propias armas atómicasofrecen más peligro real que los as-teroides.

Además de combatir la posibili-dad de desaparición de nuestra civi-lización con la publicación enScience del estudio sobre el inviernonuclear, Frank Drake y Paul Horo-witz destacan su faceta como promo-tor la búsqueda de inteligencias ex-traterrestres a través de los diversosproyectos SETI. Pero lo que sin dudahará las delicias de más de un lectores saber que, gracias a su novela Con-tacto, Sagan ayudó a nada menos que¡la investigación sobre agujeros degusano! Kip S. Thorne, un destacadofísico teórico, se vio inmerso en tra-tar de conocer si era científicamenteconcebible que Elleanor Arrowayviajara más rápido que la velocidadde la luz. James Randi –cuyos pasajessobre pseudociencia encontrarán delo más entretenidos los lectores deEL ESCÉPTICO– también habla deCarl Sagan y, en la última línea de sucontribución a este homenaje, le fe-licita por haber sido él mismo.

En definitiva, un libro lleno deanécdotas que se deja leer fácil-mente, recomendable para quienesquieran conocer con detalle las múl-tiples facetas de uno de los más gran-des –si no el más– divulgadores cien-tíficos.

Una vela para la esperanza“A Tonio, mi nieto. Te deseo unmundo libre de demonios y lleno deluz”, dice en la dedicatoria de Elmundo y sus demonios, reciente-mente editado en rústica. La foto-grafía de Sagan que ilustra la contra-

portada es fiel reflejo de su persona-lidad; al menos, de la pública. Suamplia sonrisa nos invita, con inusi-tada pasión, a tratar de descubrir al-gunos misterios. Casi se le puede oírdiciendo: “La ciencia es divertida;siéntate a mi lado y aprenderás cosasestupendas”.

El último libro que Sagan acabóde escribir –las pruebas de imprentade Miles de millones las corrigió AnnDruyan, su viuda– es una obra ab-sorbente, que seduce al lector desdela primera hasta la última palabra.Escrito en un lenguaje sencillo, sim-ple y muy característico, Sagan sepreocupa por el avance de la charla-tanería y la pseudociencia entre elpúblico general, haciendo hincapiéen la importancia que tiene la cien-cia en el mundo que nos rodea.

Dividido en dos partes, la pri-mera de ellas se centra en la críticade las pseudociencias y comienzacon una anécdota que, como ade-lanto editorial, tuvimos oportuni-dad de leer en su día en la revistaMuy Interesante. Relata el encuen-

tro de Sagan con un taxista, Wi-lliam Buckley, hombre curioso pornaturaleza, cuyas preguntas versa-ban sobre ovnis, abducciones, Nos-tradamus... y a las que el científicotenía que responder con un natural“no hay pruebas suficientes” –ima-gino que más de un escéptico organi-zado se estará reconociendo en lamisma situación–. Sagan se llegabaa preguntar por qué su interlocutorno sentía la misma curiosidad porel ADN o la formación de galaxias.Buckley es el recurso real del que sesirve el autor para introducirnos enel movimiento escéptico y despa-charse con una lucidez y claridadenvidiables contra algunas de laspseudopreocupaciones del taxista,argumentando las posiciones cien-tíficas con rigor, pero sin abando-nar en ningún un momento a loslectores profanos en estas materias.

De repente, la ciencia comió lamanzana prohibida y fue deste-rrada del Paraíso. “Cuando loscientíficos conocen el pecado” esun capítulo intermedio entre laprimera y la segunda parte del li-bro. Se detalla la desconfianza delpúblico hacia la ciencia a raíz desucesos como el desarrollo de laenergía nuclear y sus usos milita-res. Y, a partir de ahí, Sagan dirigesu mirada hacia la vital importan-cia de la enseñanza, divulgación yeducación de la ciencia entre elpúblico. Hete aquí la razón de ladedicatoria.

Para Carl Sagan, se tiene éxitoen la divulgación científicacuando se logra encender la chispade la curiosidad más que transmi-tiendo meros conocimientos. Unapreocupación, que comparte en uncapítulo escrito con Ann Druyan,su última esposa, es la educación.Si el futuro de un país está en lasmanos de la tecnología y ésta sedesarrolla gracias a la ciencia, elconseguir que los niños no apa-guen su curiosidad cuando crecenes indispensable para la continui-dad.

El pensamiento crítico, for-mula Sagan, debe ser una actitudante todos los aspectos de la vida,

Sagan, Carl [1995]: El mundo ysus demonios. La ciencia comouna luz en la oscuridad [The de-mon–haunted worlds]. Trad. deDolors Udina. Editorial Planeta(Col. ”La Línea del Horizonte”).Barcelona 1997. 493 páginas.

desde el sillón

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no sólo ante la ciencia. Los últi-mos dos capítulos del libro se in-ternan precisamente en la polí-tica. ¿Qué pasa cuando los mediosde comunicación no prestan aten-ción a la divulgación? ¿Qué su-cede cuando series como Expe-diente X transmiten el mensaje deque hay realidades que la cienciadesprecia? ¿Qué ocurre cuando nohacemos entender a los políticosla importancia de la inversión enciencia básica? ¿Qué pasa cuandola ciencia se agacha para seraliada de los intereses políticos?Nada bueno. “Si no podemos pen-sar por nosotros mismos, si somosincapaces de cuestionar la autori-dad, somos pura masilla en manosde los que ejercen el poder”, sen-tencia Sagan. Esta última inmer-sión en cuestiones espinosas es enrealidad un preludio de lo que nosdepara su obra póstuma.

Los veinticinco capítulos de Elmundo y sus demonios son un gritoa la movilización por la educacióncientífica y el fomento del pensa-miento crítico. Porque el avancede la pseudociencia y el desen-canto del público con respecto ala ciencia debido al uso indebidode ciertas tecnología hacen temera Sagan que, si no le ponemos re-medio, retrocedamos a una nuevaépoca de oscuridad.

El Sagan más humanoEn Miles de millones aflora, sinduda alguna, el Sagan más hu-mano. El libro se divide en trespartes. La primera –“La fuerza y labelleza de la cuantificación”–versa sobre las ventajas que tienela modelización de la naturalezagracias a las cifras y la matemá-tica, y es divulgación en estadopuro, el Sagan de Cosmos.

La segunda parte –“¿Qué con-servan los conservadores?”– co-mienza con la descripción de unmundo: un pequeño acuario. Enél, viven tres crustáceos, formasde vida limitada, pero vida al fin yal cabo. Sagan comenta que en eltiempo que estuvo al cuidado deese mundo tuvo que preocuparse

por mantener la temperatura y lailuminación. Los bichitos se ali-mentaban de las algas del acuario.Al igual que la Tierra, ese pe-queño mundo era un sistema bio-lógico cerrado: sólo le llegabaenergía del exterior. Y, al pocotiempo, los camarones fueron mu-riendo uno a uno. ¿No ocurrirá lomismo –se pregunta– con nuestroplaneta? Desde ese momentohasta el final de esta segundaparte, el autor disecciona los peli-gros que amenazan al futuro de laTierra y, por tanto, de nuestra pro-pia especie. El peligro nuclear, elpeligro medioambiental. El peli-gro de ignorarlos; el peligro de noactuar.

En “Allí donde chocan corazo-nes y mentes” –la tercera parte–,profundiza en la ética y la moralvistas a través de su pensamientocrítico. Se adentra en cuestionestan espinosas como, por ejemplo,el aborto y ofrece una serie de diezmandamientos. Carl Sagan apre-

mia a los responsables públicos atener visión de futuro, a dejar deinvertir grandes sumas de dineroen tecnologías de destrucción ma-siva, a apreciar la globalidad y ra-reza de la vida en nuestro pla-neta... y a actuar en consecuenciapara preservarla.

Los últimos dos capítulos sonespecialmente emotivos. En unode ellos, el propio Sagan describesu enfermedad y la lucha quemantiene con ella, concluyendocon un “sólo me resta la espe-ranza”. Y, en el capítulo final, es-crito después de la muerte del au-tor, su compañera, Ann Druyan,nos cuenta cómo fueron los últi-mos meses del científico. Con unnudo en la garganta al leer esaspárrafos, y recordando lo muchoque ha hecho Carl Sagan por ha-cer un mundo mejor, estoy segurode que no sólo ha dejado huérfa-nos a sus hijos biológicos, sinotambién a toda una generación deamantes de la ciencia. Pero Sagansigue entre nosotros de otra ma-nera, como apunta Druyan en elcierre de la obra: “Estoy rodeadade cajas llenas de cartas proceden-tes de todo el planeta. Son de per-sonas que lloran la pérdida deCarl. Muchas le atribuyen su ins-piración. Algunas afirman que elejemplo de Carl les indujo a tra-bajar por la ciencia y la razón con-tra las fuerzas de la superstición yel integrismo. Esos pensamientosme consuelan y alivian mi angus-tia. Me permiten sentir, sin recu-rrir a lo sobrenatural, que Carlaún vive”.

Comparado con El mundo y susdemonios, Miles de millones es un li-bro menos denso, pero eso no leresta ningún valor. Al igual que suviuda, deseo sinceramente que lavoz de Sagan siga viva en nuestrasmentes y que, entre todos, sepa-mos no olvidar lo que en sus añosde científico y divulgador supo ha-cer como nadie: corresponder conpasión a la curiosidad.

VÍCTOR R. RUIZ

desde el sillón

64el escéptico (Primavera 2000)

Terzian, Yervant; y Bilson, Eli-zabeth (Eds.) [1997]: El Uni-verso de Carl Sagan [Carl Sagan’sUniverse]. Trad. de DulcineaOtero Piñeiro y David Ga-ladí–Enríquez. Cambridge Uni-versity Press. Madrid 1999. 336páginas.

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(Primavera 2000) el escéptico65

La historia deEspaña,desmitificada

Pocas actividades humanas sonmás proclives a la falsificación

que el estudio de la Historia. En Es-paña, esta situación se ve agravadapor la intromisión de dos idearios po-líticos: por una parte, los cuarentaaños de historia oficial basada en laexaltación de personajes históricoscomo los Reyes Católicos y Felipe IIy la denigración de otros como CarlosIII o José Bonaparte; por otra, la vi-sión cantonalista actual, restringida ala propia historia de la comunidad au-tónoma en la que a cada uno le toquevivir. Contra unos y contra otros, es-cribe este libro Juan Eslava Galán.

Para que nadie se llame a engaño,el autor ya avisa en el prólogo: “Sos-tenía el ateneísta que la historia de Es-paña que nos enseñaban en los cole-gios la habían hecho por encargo dereyes y curas para esclavizar al pue-blo” y “ahora que asistimos a la liqui-dación por derribo de esta inhóspitaposada que llamamos España (a la quealgunos sin embargo amamos tanto, alo mejor por sus defectos y carencias)parece que es buena ocasión de contarcómo se hizo (dejaremos a otros con-tar cómo se deshizo)”. Así comienzaeste recorrido por la historia española,un viaje a veces trágico, a veces có-mico; pero siempre desmitificador yapasionante. Un trayecto que nos con-ducirá desde los primeros restos fósi-les hasta la Transición. La amplituddel proyecto obliga a la brevedad yésta es un arma de doble filo. Agrade-cemos el trabajo de síntesis. Sin em-bargo, a veces, nos sabe a poco y hu-biéramos deseado una mayor profun-didad en numerosos periodos históri-cos.

Eslava Galán dedica gran atencióna desmontar los mitos del franquismo.Así, algunos lectores podrán asom-brarse de que ni Santiago, ni Pablo deTarso, ni los Siete Varones Apostóli-cos pusieron nunca un pie en Hispania–la afirmación contraria no pasa de seruna leyenda pía... sin fundamento his-

tórico–; que la gran victoria de Cova-donga, inicio de la Reconquista, nopasó de ser una simple escaramuza sinninguna importancia estratégica; queel matrimonio de Isabel y Fernandosólo fue posible por la falsificación dela dispensa papal –necesaria porqueeran primos segundos– y que amboseran unos trepas sin escrúpulos que novacilaron en eliminar cualquier obstá-culo que entorpeciera sus planes; queel pío Felipe II tuvo varias amantes;que Felipe V murió más loco que unacabra; que José Bonaparte era, en rea-lidad, abstemio... Este resumen quizáshaga pensar a alguno que Eslava Ga-lán ha redactado una historia del coti-lleo y de la anécdota intrascendente.Sin embargo, el primer paso para unacomprensión de la historia es conocerla realidad de sus protagonistas, quenunca son ángeles o demonios, sinohombres y mujeres de carne y hueso,con virtudes y defectos, seres huma-nos que odiaron y amaron inmersos enuna época determinada.

A veces, en cambio, el Eslava Ga-lán novelista se impone al historiador,el deseo de narrar una anécdota gra-ciosa desplaza el necesario comenta-rio sobre el personaje. Por ejemplo,despacha a Amadeo I con dos párra-fos: “Presencia tenía Amadeo, y em-butido en su uniforme, con los borda-dos y las charreteras, parecía un figu-rín, pero aparte de la presencia erahombre de escasas luces y, lo peor detodo, peligrosamente gafe”; “Lo queno se puede objetar es que no estu-viera por agradar. En un paseo en ca-rroza por Madrid, el secretario y cice-rone que lo acompañaba le indicó quepasaban cerca de la casa de Cervantesy él respondió sin inmutarse: ‘Aunqueno haya venido a verme, iré pronto asaludarlo’. Para que se vea la maldadde la gente, basándose en este dato,algunos detractores propalan que erahombre de pocas letras. Cabría repli-car que casi todos los reyes de Españalo han sido y ello no les ha impedidoreinar, pero además, en el caso deAmadeo, es falso, puesto que era muyaficionado a las novelas pornográfi-cas francesas”. Corto espacio dedi-cado a la tragedia de un hombre quefue llamado para ser rey de un país en

el que ninguno de sus súbditos quisoconcederle la menor oportunidad.

Sin embargo, el mayor pero quese puede poner a una obra cuya inten-ción es corregir errores, es que los co-mete y garrafales. Señalaremos un parde ellos con la esperanza –posible-mente vana– de que sean corregidosen próximas ediciones: “El fósil másantiguo encontrado hasta hoy en lapenínsula Ibérica es el fragmento decráneo fosilizado de Orce (Granada),cuya edad se calcula entre 1,5 y 1,8millones de años”; y. “todavía falta-ban unos cientos de miles de añospara que apareciera el hombre de Ne-andertal en Europa, pero los Homoerectus de la familia de Atapuerca yaapuntaban a él”.

Pese a las deficiencias apuntadas,se trata de un libro muy recomendablepara aquéllos que quieran iniciarse enel conocimiento de la Historia y paraquienes gusten de una prosa ágil y di-vertida. No en vano, Eslava Galán esun magnífico narrador de gran causti-cidad.

JOSÉ LUIS CALVO BUEY

Eslava Galán, Juan [1995]: Lahistoria de España contada paraescépticos. Juan Eslava Galán.Editorial Planeta (Col. “Docu-mento”). Barcelona. 337 pági-nas.

desde el sillón

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66el escéptico (Primavera 2000)

correo del lector

Sobre elnacimientode Jesús

Estoy de acuerdo con lo que de-cía Gabino E. Calvo en su cartapublicada en el número de otoñode 1999 de la revista El Escép-tico. Y sólo añadir que casi todoel rato habla de las falsas creen-cias de la religión “cristiana”, sinexplicitarla.

Y que, dado que son indemos-trables las creencias religiosas, ¿aqué viene insistir en la revista ydar validez real a los datos (segúnleemos en el artículo de Tarrasa)de que Jesús/Cristo nació en elaño 4 antes de nuestra era, en vezde apostillar “según creencias dela doctrina cristiana que ejerceaún la dictadura en la sociedadoccidental actual” o algo similar?.

¿O es que los “escépticos” ig-noran que el nacimiento de Jesúses un mito? ¿Que el nacimientode Jesús se refiere a la fiesta de re-colección de invierno? Y queexiste otra referencia de otro na-cimiento de Jesús en el Evangeliode Lucas (2, 8), y habla de pasto-res que pernoctaban al raso quevinieron a adorarlo. O sea, quehabla de otro nacimiento en ve-rano / de otra fiesta de recolec-ción en verano, de la que no am-plía datos el evangelista.

La fiesta de la Navidad pre-tende celebrar el nacimiento deJesús como si fuera un ser real, enuna ciudad real Belén, por unamadre real -la Virgen María-, enun establo real y al que le dieroncalor dos animales reales: la bu-rrita y la vaca, bajo una estrellamuy luminosa y real, cuando to-dos los estudios históricos noapoyan esa tesis.

Olvidan que fiesta de la Navi-dad y el nacimiento de Jesús de

una Madre Virgen es una metá-fora religiosa, heredera de otrosfiestas que conmemora el naci-miento de un bebé Divino deotras religiones Mistéricas agríco-las, celebradas el 24 de diciembredel antiguo calendario (pero lafiesta cristiana conserva la fecha,pero no el hecho astronómico).

Y es una metáfora religiosaque relata la culminación de lahistoria de la agricultura, en elque Jesús, al igual que Mitra,Buda, Horus, Carpo, Sida (gra-nada), Misa y Libera (uva),... seidentifican con el fruto del vien-tre de la Virgen / de la Diosa, trashaber sido también semilla quepor fin se convertía en fruto.

De manera que el error de losmitólogos cristianos posterioreses que estiman que el nacimientode Jesús es real y corresponde aun hecho cronológico, haciendouna falsa interpretación de la na-rración metafórica en la que sebasa. Y toman en sentido lo queno es más que un mito, similar alde las religiones precedentes.

Imagino que dada que la líneade la revista de no criticar la reli-gión, no publicarán esta carta.Pero si no la escribía reventaba.Así que ahí va.

Agradeciendo su atención, lessaluda muy atentamente,

FRANCISCA MARTÍN-CANO ABREU

Zaragoza

Aunque algunas veces puedasonar a tópico, es conveniente re-cordar de vez en cuando que ELESCÉPTICO no se identifica ne-cesariamente con las opiniones delos artículos firmados, que pertene-cen a la exclusiva responsabilidadde los autores, tal como reza en lasegunda página, por lo que no de-ben achacarse a esta revista puntosde vista que no son suyos. La opi-nión de esta publicación se mani-

fiesta a través de los editoriales. In-dependientemente de que esto seaasí o no con el artículo de FerránTarrasa, al que alude FranciscaMartín-Cano, cuando decidimospublicar un artículo es simplementeporque consideramos que el tematratado puede ser de interés para loslectores, y tiene la calidad necesariapara merecer su publicación, sin re-huir en ningín momento el debateante las afirmaciones vertidas en losmismos.

En este caso, sin embargo, con-sideramos que sacar frases de con-texto puede llevar a equívocos, yaque entendemos que lo esencial delartículo es explicar el origen del ca-lendario, y no discutir la veracidadhistórica de los relatos evangélicos.Cuando Tarrasa dice que Jesús na-ció el año 4 antes de nuestra era,está llamando la atención sobre unerror de cálculo de Dionisio el Exi-guo, no discutiendo el hecho del su-puesto nacimiento de Jesús de Na-zaret.

No obstante, en la carta deFrancisca Martín-Cano se recogenhechos y afirmaciones ciertas e inte-resantes, y otras que son quizá dis-cutibles y abiertas a un debate másprofundo. Aunque no fuera esa laidea central del artículo de FerránTarrasa, estaremos encantados derecoger en las páginas de EL ES-CÉPTICO cualquier aportación aldebate sobre la realidad histórica deJesús de Nazaret y de los relatos bí-blicos, sobre el origen de las religio-nes o cualquier otro tema.

Simplemente nos permitimos re-cordar algo que ya hemos repetidootras veces. No es el objetivo de ELESCEPTICO dictaminar acercadel hecho religioso o las cuestionesde fe, pero sí tiene cabida en sus pá-ginas la discusión sobre las afirma-ciones referentes a hechos contras-tables, tengan o no relación con lasreligiones.

EL ESCÉPTICO

Las cartas dirigidas a esta sección deberán tener una extensión máxima de 20 líneas.EL ESCÉPTICO se reserva el derecho a extractar el contenido de las mismas.

Page 67: El Esceptico ndureza contra los brujos de la Nueva Era, ha empleado en esta ocasión sus mismas argucias. Porque la interpretación a posteriori de las presuntas profecías atribuidas

EUROPA

European Council of Skeptical Organizations (ECSO). Se-cretario: Amardeo Sarma. Postfach 1222, D-64374 Ross-dorf. Fax: + 49-6154-81912. Correo electrónico: [email protected].

ALEMANIA: Society for the Scientific Investigation ofPara-Science (GWUP). Secretario: Amardeo Sarma. Pos-tfach 1222. D-64374 Rossdorf. Alemania. Tel.: +49-6154-695021. Fax: +49-6154-695022. Correo electrónico:[email protected].

BÉLGICA: Committee Para. Presidente: J. Dommanget. Ob-servatoire Royal de Belgique. Avenue Circulaire 3. B-1180Brussels. SKEPP. Secretario: W. Betz. Laarbeeklaan 103.B1090 Brussels. Fax: 32-2-4774301.

ESTONIA: Contacto: Indrek Rohtmets. Horisont. EE 0102Tallinn, Narva mnt. 5.

FINLANDIA: Skepsis. Presidente: Ilpo V. Salmi. Secretario:Anneli Aurejdrvi. Sireenitie 10b A2. FIN-01390 Vantaa.Correo electrónico: [email protected] (Sami Hiltu-nen).

FRANCIA: Cercle Zététique. Contacto: Paul-Eric Blanrue.12 Rue David Deitz. 57000 Metz. Comite Francais pourl’Etude des Phenomenes Paranormaux. Merlin Gerin.RGE/A2 38050 Grenoble Cedex. Union Rationaliste.Contacto: Jean-Paul Krivine. 14, Rue de l’Ecole Polytech-nique. 75005 París.

HOLANDA: Stichting Skepsis. Secretario: Rob Nanninga.Westerkade 20, 9718 AS Groningen.

HUNGRÍA: Hungarian Skeptics. Gyula Bencze. TermeszetVilaga. PO Box 25. Budapest 8,1444. Fax: 011-36-1-118-7506.

IRLANDA: Irish Skeptics. Contacto: Peter O’Hara. St Jose-ph’s Hospital, Limerick.

ITALIA: Comitato Italiano per il Controllo delle Afferma-zioni sul Paranormale (CICAP). Contacto: Massimo Poli-doro, editor Scienza & Paranormale. PO Box 60, 27058 Vog-hera (PV).

NORUEGA: Skepsis. St Olavsgt. 27, N-0166, Oslo. REINO UNIDO: Association for Skeptical Enquiry

(ASKE), 15 Ramsden Wood Road, Walsden, Todmorden,Lancs, OL14 7UD. London Student Skeptics. Contacto:Bill Harman. 21 Manville Rd., London SW17 8JW. Wes-sex Skeptics. Contacto: Robin Allen. Department ofPhysics. Southampton Univ. Highfield. Southampton S095NH. The Skeptical Inquirer Representative. Michael J.Hutchinson. 10 Crescent View. Loughton. Essex IG104PZ. Correo electrónico: [email protected]. ‘The SkepticMagazine’. Editores: Toby Howard y Steve Donnelly. POBox 475. Manchester M60 2TH Correo electrónico:toby@ cs.man.ac.uk.

REPÚBLICA CHECA: Czech Club of Skeptics. Contacto:Ivan David. Vozova 5 Prague 3. 73000.

RUSIA: Zdravyi Smysl. Contacto: Valery A. Kuvakin. No-vatorov 18-2-2. Moscú 117421.

SUECIA: Vetenskap och Folkbildning. Secretario: SvenOve Hansson. Box 185. 101 23 Stockholm.

UCRANIA: Perspective. Director: Oleg G. Bakhtiarov. 3-BKhmelnitskogo St. 252001. Kiev.

ARGENTINA: Centro Argentino para la Investigación yRefutación de la Pseudociencia (CAIRP). Director: La-dislao Enrique Márquez. Casilla de Correo 26. Sucursal 25.1425 Buenos Aires.

AUSTRALIA: Nacional: Australian Skeptics. Ejecutivo:Barry Williams. PO Box 268. Roseville, NSW 2069. Tel.:61-2-9417-2071. Fax: 61-2-9417-7930. Correo electró-nico: [email protected].

Regionales: Australian Capital Territory. PO Box 555. CivicSquare 2608. Hunter Skeptics (Newcastle). PO Box 166.Waratah. NSW 2298. Darwin Skeptics (Northern Terri-tory). PO Box 809. Sanderson. NT 0812. Queensland. POBox 6454. Fairfield Gardens. QLD 4103. South Australia.PO Box 91. Magill 5072. Victoria. PO Box 5166AA. Mel-bourne. VIC 3001. Western Australia. PO Box 899. Mor-ley. WA 6062.

BRASIL: Opçao Racional. Luis Gutman. Rua Santa Clara,431. Bloco 5, Apt. 803. Copacabana - Río de Janeiro22041-010. Tel.: 55-21-5482476.

CANADÁ: Alberta Skeptics. Secretaria: Heidi Lloyd-Price.PO Box 5571. Station A. Calgary, Alberta T2H 1X9. Bri-tish Columbia Skeptics. Contacto: Lee Moller. 1188 Be-aufort Road. Vancouver V7G 1R7. Manitoba Skeptics.Presidente: John Toews. PO Box 92. St. Vital. Winnipeg.Manitoba. R2M 4A5. Ontario Skeptics. Presidente:Henry Gordon. 343 Clark Ave West, Suite 1009. Thorn-hill Ontario L4J 7K5. Sceptiques du Quebec. Jean Oue-llette. CP 202, Succ. Beaubien. Montreal H2G 3C9. Líneacaliente escéptica 24 horas: 514-990-8099.

CHINA: China Association for Science and Technology.Contacto: Shen Zhenyu. Research Center - CAST. POBox 8113. Beijing. Chinese Skeptics Circle. Contacto:Wu Xianghong. PO Box 4-doctor. Renmin Univ. ofChina, Beijing 100872. Hong Kong Skeptics. Contacto:Rebecca Bradley. PO Box 1010. Shatin Central Post Of-fice. Shatin, NT.

ESTADOS UNIDOS: Nacionales: Committee for theScientific Investigation of Claims of the Paranormal(CSICOP). Presidente: Paul Kurtz. PO Box 703. Amherst.NY 14226-0703. Tel.: 716-636-1425. Fax: 716-636-1733.Correo electrónico:[email protected]. Skeptics Society. Di-rector: Michael Shermer. 2761 N. Marengo Ave. Alta-dena, CA 91001. Tel.: 626-794-3119. Fax: 626-794-1301.Correo elecrónico: [email protected].

Regionales: Alabama Skeptics. Emory Kimbrough, 3550Watermelon Road. Apt. 28A. Northport. AL 35476.Tel.: 205-759-2624. Tucson Skeptics Inc. Presidente: Ja-mes McGaha. 7049 E. Tangue Verde Road. Suite 370,Tucson. AZ 85715. Phoenix Skeptics. Presidente: Mi-chael Stackpole. PO Box 60333. Phoenix. AZ 85082.Bay Area Skeptics. Secretaria: Wilma Russell. 17723Buti Park Court. Castro Valley. CA 94546. East BaySkeptics Society. Presidente: Daniel Sabsay. PO Box20989. Oakland. CA 94620. Tel.: 510-420-0702. Sacra-

mento Skeptics Society. Terry Sandbek. 3550 Watt Ave-nue, Suite #3. Sacramento. CA 95821. Tel.: 916-488-3772. Correo electrónico: [email protected]. SanDiego Association for Rational Inquiry (SDARI). 945Fourth Avenue. San Diego. CA 92101. Tel.: 619-233-1888. Fax: 619-696-9476. Correo electrónico: dnoe-lle@cs. ucsd.edu. Rocky Mountain Skeptics. Presidente:Bela Scheiber. PO Box 7277. Boulder. CO 80306. Tel.:303-444-5368. Correo electrónico: rmscentral@aol. com.Connecticut Skeptical Society. PO Box 456. Cheshire.CT 06410-0456. National Capital Area Skeptic. Con-tacto: D.W. Correo electrónico Denman. 8006 ValleyStreet. Silver Spring. MD 20910. Tampa Bay Skeptics.Contacto: Gary Posner. 1113 Normandy Trace Road.Tampa, FL 33602. Tel.: 813-221-3533. Georgia Skeptics.Presidente: Becky Long. 2277 Winding Woods Dr. Tuc-ker. GA 30084. Midwest Committee for Rational Inqui-ry. Presidente: Danielle Kafka. PO Box 2792. Des Plai-nes. IL 60017-2792. Rational Examination Associationof Lincoln Land (REALL). Presidente: David Bloom-berg. PO Box 20302. Springfield. IL 62708. Tel.: 217-525-7554. Indiana Skeptics. Presidente: Robert Craig.5401 Hedgerow Drive. Indianapolis. IN 46226. Ken-tucky Association of Science Educators and Skeptics(KASES). Presidente: Robert A. Baker. 3495 CastletonWay North. Lexington. KY 40502. Baton Rouge Pro-ponents of Rational Inquiry and Scientific Methods(BR-PRISM). Director: Dick Schroth. 425 CarriageWay. Baton Rouge. LA 70808-4828. Tel.: 504-766-4747.Skeptical Inquirers of New England. Contacto: Lau-rence Moss, Ho & Moss. 72 Kneeland St. Boston 02111.Great Lakes Skeptics. Contacto: Carol Lynn. 1264 Bed-ford Road. Grosse Pointe Park. MI 84230-1116. Minne-sota Skeptics. Contacto: Robert W. McCoy. 549 Turn-pike Road. Golden Valley, MN 55416. St. Kloud ESPTeaching Investigation Committee (SKEPTIC). Coor-dinador: Jerry Mertens. Psychology Department. St.Cloud State University. St. Cloud. MN 56301. KansasCity Committee for Skeptical Inquiry. Presidente: VerleMuhrer. 2658 East 7th. Kansas City. MO 64124. Gate-way Skeptics. Presidente: Steve Best. 6943 AmherstAvenue. University City. MO 63130. Skeptics ResourceCenter. Contacto: J.J. Kane. 89 Glengarry Dr. Stratham.NH 03885. Tel.: 603-778-6873. New Mexicans forScience & Reason. Presidente: John Geohegan. 450Montclaire SE. Albuquerque. NM 87108; John Small-wood. 320 Artist Road. Santa Fe. NM 87501. Tel.: 505-988-2800. Inquiring Skeptics of Upper New York(ISUNY). Contacto: Michael Sofka. 8 Providence St.Albany. NY 12203. Tel.: 518-437-1750. New York AreaSkeptics (NYASk). Contacto: Wayne Tytell. 159 Mel-rose Avenue. E. Massapequa. NY 11758. Tel.: 516-798-6902. Western New York Skeptics. Presidente: Tim Ma-digan. 3965 Rensch Road. Buffalo. NY 14228. SouthShore Skeptics. PO Box 5083. Cleveland. Ohio 44101.

Contacto: Page Stephens. 4534 Grayton Road. Cleve-land. Ohio 44135. Tel.: 216-676-4859. Correo electró-nico: hpst@ earthlink.net. Association for RationalThought (Cincinnati Area). Roy Auerbach Correo elec-trónico: [email protected]. Oregonians for Rationality. Se-cretario: John Reese. 7555 Spring Valley Road NW. Sa-lem. OR 97304 Tel.: 503-364-6676. Correo electrónico:joshr@ ncn.com. Paranormal Investigating Committeeof Pittsburgh (PICP). Presidente: Richard Busch. 8209Thompson Run Road. Pittsburgh. PA 15237. Tel.: 412-366-4663. Philadelphia Association for Critical Thin-king (PhACT). Presidente Bob Glickman. PO Box21970. Philadelphia. PA 19124. Tel.: 215-533-4677. Re-ality Fellowship. Contacto: Carl Ledendecker. 2123Stonybrook Road. Louisville. TN 37777. Houston Asso-ciation for Scientific Thinking (HAST). Contacto:Darrell Kachilla. PO Box 541314. Houston. TX 77254.North Texas Skeptics. Presidente: Joe Voelkering. POBox 111794. Carrollton. TX 75011-1794. The Societyfor Sensible Explanations. Secretario: Tad Cook. POBox 7121. Seattle. WA 98133-2121. Correo electrónico:[email protected].

INDIA: Indian Skeptics. Presidente: B. Premanand. 10Chettipalayam Road. Podanur 641-023 Coimbatore TamilNadu. Indian Rationalist Association. Contacto: SanalEdamaruku. 779, Pocket 5, Mayur Vihar 1. New Delhi110 091. Maharashtra Superstition Irradication Commi-ttee. Contacto: Naredra Dabholkar, 155 Sadashiv Peth,Satara-415 001. Dravidar Kazhagam. Secretario: K. Vee-ramnani. Periyar Thidal, 50. EVK Sampath Road, Madras- 600 007. Tamil Nadu.

ISRAEL: Israel Skeptics Society. Presidente: Philip Mar-maros. PO Box 8481. Jerusalén. Fax: 972-2-611652. Co-rreo electrónico: [email protected].

JAPÓN: Japan Skeptics. Presidente: Jun Jugaku. BusinessCenter for Academic Societies Japan. 16-9 Hon-komagome 5-chome. Bunkyo-Ku. Tokyo 113.

KAZAJASTÁN: Kazakhastan Commission for Investiga-tion of Anomalous Phenomena (KCIAP). Contacto:Sergey Efimov. Astrophysical Institute. KamenskoyePlato. Alma-Ata 480068.

MÉXICO: Sociedad Mexicana para la Investigación Escép-tica (SOMIE). Presidente: Mario Méndez-Acosta. Apar-tado Postal 19-546. México 03900, DF.

NUEVA ZELANDA: New Zealand Skeptics. Presidente:Vicki Hyde. South Pacific Information Services, Ltd. Box19-760. Christchurch 5. Tel.: 64-3-384-5137. Fax: 64-3-384-5138. Correo electrónico: [email protected].

SUDÁFRICA: Association for the Rational Investigationof the Paranormal (ARIP). Secretario: Marian Laserson.4 Wales St. Sandringham 2192. SOCRATES. Contacto:Leon Retief. 3 Hoheizen Crescent, Hoheizen, Bellville7530. Correo electrónico: [email protected].

TAIWÁN: Contacto: Tim Holmes. PO Box 195, Tanzu.

Red internacional escéptica

RESTO DEL MUNDO

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ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico trata de fomentar la investiga-ción crítica de las supuestas manifestaciones de lo paranormal y los hechos presunta-mente situados más allá de los límites de la ciencia, siempre desde un punto de vistaracionalista, crítico y responsable, y dar a conocer los resultados de tales investigacionesa la comunidad científica y al público en general.

Para alcanzar estos objetivos, ARP:· Mantiene un equipo de personas interesadas en examinar críticamente las supuestas

manifestaciones de lo paranormal y los hechos situados más allá de los límites de laciencia, y en contribuir a la educación de los consumidores.

· Prepara bibliografías de materiales publicados que analizan cuidadosamente los temasobjeto de estudio.

· Organiza conferencias y congresos.Publica artículos, revistas, monografías y libros queexaminan las supuestas manifestaciones de lo paranormal.

· No rechaza los hechos a priori, antes de investigarlos, sino que los examina objetiva ycuidadosamente antes de manifestarse al respecto.

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