El em piar: 5 cenTimos DOMINGO, SEPTIEMBRE 23. 1917

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El em piar: 5 cenTimos ^ IIWIII WJfJii P'i"lf)i,nwiHJS,.ifa.WIMI •«vapwraprraiBBm» ¿boda cóMtiaccurutg- ' egUKx; •I I IB..I II I y II == Jifias DOMINGO, SEPTIEMBRE 23. 1917 sw^ DIARIO Db LA MOCHE vmn. 38 años. Nilm. 13.466. SUSCRIPCIÓN; Provincias, 5 pesetas trimestre. Extranjero, 10 pesetas trimestre. Madrít; Mtalii, 16. TELEFONOS; Redacción, 492. /draiiiisfración, 1.591. Talleres y Redacción de última hora, 491. Cnatro eaicloies completas. DA i Las seis de la mañana, y yo no he pejrado ojo en toda la noche! En «uajito me echo en illa cama, una an- gustia, como de ajigina de pecho, me obliga «1 salir de las sábainas, de pri- sa y corriendo. Veamos—me digo— si con una cucharada d« tolú se me t^alma esta tos.. Ha pasado media hora, y la tos oontinúa. A ver si tomando un poco de yoduro iia domino. jCa! So. ha irritado. Dan las dos; dan las tres. Abro el balcón: todo está negro; de tarde en tarde, un trueno. Me acuesto; me pongo unas ven- toisae. SientO' cierto alivio; pero a poco vueilive la toe, \ la odio&a tos ! ¡ Las cuftro! Me paseo por la al- coba; me siento en una butaca; tra- to de doTmiirme poniéndome a contar hasta cien.' j Isada! r;Qué hacer? Empieza a llover con estrépito. A ver si cou.el ruido me duermo. Y. me meto sigilosampute en la cama, como e¡ fuera de otro. «Aho.ra, grandísi- mo tuno, te vas a dormir.» ¡Que si quieres! Cuando enlpezaba a adorme- cerme, vuel've la disnea, y sin poder dominarme, salto del lecho. En el silencio carcelario de la noche, dan ks cinco. lia lluvia ha menguado. Tina claridad •viscosa penetra en mi alcoba. Tomo sorbitos de agua; otras veces rae calmaron. _ Parezco una gallina bebiendo. Desesperado, renuncio al sueño. Me traen el desayuno, que torno con gusto. ¡ Qué bien cae -e] líquido ca- ÍLiente en el ostómag-o fríol II Me entran un periódico español; te hojeo indiferente. ¡Para lecturas estoy! De pronto veo algo que n-e apena : Julio Burell _ está gravemen- te enfermo, de -uremia. l'n pedazo de mi juventud acude a mi memoria. Eran los díais ruido- sos de «El Nuevo Heraldo». Burell le dirigía y yo daba suelta « mi iijail aumoi^—asi me juzgaa mis detracto- pea__en críticas al'vuelo. ¡Cómo e© irendíai el peiiódico! A las nueve de la noche no quedaba un solo niímero Las cantáridas políticas de Burell eran leídas con Meileite; era la polí- tica de un literato de imaginación faeítuosa y estilo fulgurante. Ri el periódico murió tempranamente fué por failta de administraición; no de leotoTies. Mi amistad desde entonces con el famoso periodista no se entibió un solo día. Ños veíamos de tarde en tarde; pero siempre con alegría.. liu- rell me gritaba a veces desde lejos con su vozarrón catarroso: «¡Gran Bobadilla!» Burell ¿justaba de la política; yo. no. Siempre sentí por ellai una repul- sión instintiva. ¡ Con qué placer leería que ha re- cobrado la salud! III . He pasado el día con fiebre. En ^kno he tratado de dormir unas ho- .•as. He leído ailgunas páginas de Ce- jador—^a quien, dicho sea de paso, • lace mal Morenas de Tejada en pe- lirle elogios—; he leído a ínsita, y ínada! N"o logro conciliar el sueño. V u e l v e lla> n o c h e , l a noche enemiga de los enfermos y, como dijo Ovidio, «nutrix máxima, curarum»; vuelve la noche, la temerosa noche..._ El j,;5iiia—observaba Trcusseau—comien- m siempre de noche, y hasta bfty una oarálisis nocturna. Lo terrible es el insomnio. í'l oído se aguza hasta oir ios ruidos más sutiles; eí _ojo persi- gue el correr de los mosquitos por el techo, que se pisparan a bajar para i'buparnns la sangre; I-a imagina- rión urde imposibles calenturientos... jCuánto sueño absurdo! Me doy a, fiílosofar. «Día vendrá —dice el candoroso Alejo Venegas— que amianecido no le anochezca., o anochecido no le amanezca, y este día no pue<le tardar, pues que, en fin, ha efe venir.» Xoi soy dualista. Eos fenómenos Inl. sueño indujeron, al hombre pri- mitivo a creerse doble.^ Tylor y Her- bert Rpeucer _ han dilucidado evste origen de !«! vida futura, que ya en- trevio Lucrecio. Dura^nte el sueño se suspenden las fniK'iones de 'la vida d© relliación; pero no las^ psíquicas. La teoilogía. y la, metafísica fundan RUS afirraTiiciones^ en esta, r u p t u r a pa- Ba.jera de la unidad del yo. Í>upongaimo8 al' 6,alvaje acabado de despertar: se va en el mismo sitio en que doTmía; los que ile rodean cer- tifican que nO se, ha movido. ^:Cómo explicai'se lo que ha visto y ha he- cho én sus jkoregriniaciones ilusoriasP rtCómo conciliaT que ha estado en (ios Itigares a la vez? Tiene que ad- mitir que t'S doble, y si, no basta el sueño, a.hí está la catalepsia, él sín- cope, que confirman su observación... Este es el origen (y no otrf.>) de oonsideirarso como un compuesto de espíritu y inateria : el espíritu, lige- ro, móvil, y «1 cuerpo, pesado, quieto... El sueño y I» muerte, para la mi- tología, griega, eran liij,o,s de la No- che. Homero así les considera. Por el balcón entreabierto oigo los tumbos del mar. ^ Su voz tiene no sé qué de miete- jríoHi,. 1 1*11 ni»r! I CuAnt«a riauoeae ftsconde en sus entrañas diáfnibas! Eli «cine» submarino de Williamson nos ha, revelado' su •vida íntimiai: ¡has- ta nos ha ijermitido asistiT a una lu- cha de tiburones! El origen de la vida está en el mar. Quinton lo prueba. IV Vuelvo a. mis ideias tristes. ¡La eternidad! ^ Quién dictó afli catolicis- mo su horripilante hipótesis de lae penas eternas!-' Los egipcios no ad- mitían la sanción eterna después de la mtierte. Si el alma había mereci- do una condenación, se la entregaba a los demonios vengadores. En el «Libro de los muertos» se describen los incidentes del viaje que el alma realiza paira llegiar al dominio de la sabiduría y a la participación en la labranza mística de los ciaimpos de Osiris. Para el brania.nismo ni para, eli bu- dismo hay suplicios eternos. Después de un tiempo de expiación—en pro- porción con la magnitud de la íal- ta—, el alma ci^stigada entra en eli círculo de las trasmigraciones... La eternidad de liais penas tampoco es un dogma bíblico. A los doctores de- la. Jglcisia se debe la, concepción de los torni.entcis sin fin que enloque^ ció a "las imaginaciones enfermias. Orígenes, no obstante, creía que el pecado se quemaba, en el fu«go de^ jando al pecador purificado. La. idea del purgatorio—^ajena. al cristianismo primitivo—data del si- glo VI. V Lai tos se me ha calmado un poco. «Yo no necesito paraíso, sino reposo —decía Byron, por boca de «Giaour», moribundo. ¡ Dormir, dormir! No en ©1 senti- do pesimista que dio Hamlet a este verbo, sino en el sentido fisiológico. No pido otra cosa... Fray Candil. Binrritz, septiembre 12 de 1917. LOS ALEMANES SE APODERAN DE OTRA CIUDAD Detalles interesantes. KoeTiigs\Tnsterhausen, 22 (10 n.). S!n la orilla occidental del Dnína, divisiones nneR-' tras lograron, por medio de un ataque bien preparado, perforar las posiciones rusas al noroeste de Jacobstadt. Dicha acción fué ayudada por nuestros aviadores, bajo el mando del Príncipe Fede- rico Segismundo de Prusia. El enemigo fué rechazado con dirección al río. Desalojó, bajo la presión de nuestras tropas, la cabeza de puente en una anchura do 30 kilómetros y en una profundidad do unos 10 kilómetros, en la oriUa occidental del Duina. El enemigo se refugió huyendo a la orilla oriental. Hemos ocupado la ciudad de Jacobstadt. Hasta la fecha contamos a más de 4.000 ru- sos prisioneros y como botín más de 50 ca- ñones." Esta ha sido una gran victoria del ejér- cito alemán, ya prevista en los •planes es- tratégicos del Alto Mando. m riiiüM Di liDiii» Estrépilo y limnarctla. El ruido y la pestilencia que en el ceiitTo d'' M.adrid producen los «autos» y las «mo- tos>> no son nada, en punto a incomodidad, comparados con ei. estrépito y las humare- das do ciertas industírn,?, muy necesarias, pero muy molestas, instaladas, por lo ge- nerad, en los barrios. En el trozo.de calle 'en que no hay una carpintería liay una fábrica de baúles, y dónele no, una hojalatería o una tienda de embalajes. No preit<:iidemos que desaparezcan estos estíihlecimientos, cuya vida guarde Dios mu- chos .años. Lo que cs preciso es_ quo. las Orriennnzas municipiles, que a -.nuch'-fi do los njismos autorizan condicionulmento o ccn ciertas restricciones, tenj^an debido cijm- plirxúento. En cuanto a les niid'\s, la horB dp^ la sieeta p"jeco ter la prcfcirida para cuando con c! mnrtillo o am el mazo tienen que dar got pes en hueco. ipum!,.. ¡Pum!... ¡Pum!... Ho .siqui el ."íoraiiiv.ñaniiento con que ha de dormir la siesta el infeliz mortal a quien la suerte le ¿íjy.xa. en su casa o en la de al lado una de estas tiendas o talleres. Sobre telo, por lo que hace a las baule- rías, el ruido de los batanes que aterró ai buert Sancho es el suave «tic tac» de un re~ loj Aderaiís, el hoi'niUo de lai cola, o el ana- fre Client ador, inseparables de estas indus- tria'', son artefactos que invariafclemeinte co- iocaii los carpinteros, bauleros, etc., al bor- (]p de> la jic/ers,, debajo precisninente de, los balcones. K1 liornillo actúa, de pebetero, eaparolen- do bunio de ai?tiilas o tufo de carbón, y yni se ft/cabó en buen trozo de la callo el que vecino alguno pueda asomar la nariz al ex- terior. R.=.tss «sfum.^itas» se. repitea con frecuen- cia aterradora- por la mañana, al mediodía, a la. tarde... Cada vez que la cola se endu- rece.. El endureo.imionto do la cola parece que exacerba al industrial, más _ahora, con la oa- lesttu de ios combustábles. y mientras ].% co- hunna de humo nos asfixia los poln.i/ns; dol 111 'rtülo TÍOS atolondran. ¡Es un encanto!. Jacnlatoria Tolera-^lns condicionalmente estas indus- trias y calificadas por las Ordenanzas como in."ómod-c; o mojestas, bien píxlian loa fe- rientes alcaldes cuidar de que los ruidos a CÍ1.7S inhercates cesaran dudante algiin.is ho- ras del ilía, y en ctianto a los hornillos co- Icccdcs en la acera, prohibirlos absoluta- mente. Situadas, como lo están, las industrias n.encionadas en pisos bajos, con fácil acceso a. les palios, eii ellos, y con Ig, tubería cx>- rrespcndiente, debiera verificarse la opera- ción dt) servarse de>} fiie^o. Un español, que tiene de la vida un concepto humoristico y que desconfia con hondo pesimismo de esa tan ansiada hora renovatoria, nos ha referido un caso por él presenciado en el puerto de Va- lencia. No nos atrevemos al anticipo de un adjetivo, porque el hecho en sí lleva su calificación y su crítica. Con referirlo / basta. Paseaba nuestro amigo por los mue- lles del puerto valenciano, poseído su espíritu de justa tristeza. Aquellas expla- nadas, en otro tiempo repletas de cajas y géneros, se veían hoy limpias de todo impedimento. Las aguas apenas si seri- tfan perturbada su tranquilidad por el paseo de alguna ianchilla, en la que re- creaban su amor novios ribereños. Las gabarras, quietas, vacías, se balanceaban y estremecían a los golpes y brincos de los püluelos. Apagadas sus calderas, al- gunos buques ofrecían la sensación de obras muertas. £1 puerto estaba desco- nocido. Sólo en un extremo el minera de hierro, de Ojos Negros, caía volcado con furioso estrépito al fondo de grandes barcos, que partían con rumbo ignorado. El aspecto desolador de esta paraliza- ción forzada no se interrumpía sino por este punto del antepuerto y por otra ex- planada, donde ofrecían sus curvas mi- liares y miliares de toneles. ¿Cómo resis- tir la tentación de presenciar el embar- que de bocoyes, si era la única faena en todo el puerto? ¿Por qué no recrear el estímulo comercial con la marcha de esta mercancía? Yante el barco, que,tragaba en sus bodegas aquellas barricas, quedó esta- cionado el narrador de este sucedido. —¿Qué embarcan ustedes?- -preguntó. —Vino—respondió un estibador. La riqueza que ello significaba era in- mensa. Más de trescientos metros cua- drados ocupaban las pilas de toneles- Era una visión que provocaba a la fan- tasía para el vulgar comentario satírico. —¿Adonde va destinado?—tornó a preguntar. —A Suiza por vía Cette—contestó el mismo operario—. Como está permitido el tránsito por Francia, y Cette es un puerto libre de todo peligro, no se em- barca más que vino. —¿No serán muy caros los fletes?— inquirió nuevamente. —No tanto como para otras materias. El temor a los riesgos con esta mercan- cía y para este puerto no tiene funda- mento, y por eso el alza relativa de los fletes sólo está en razón a la escasez o disminución del tonelaje mercante. Los estibadores seguían su labor con la rudeza propia de su oficio. Chirriaba la grúa y traqueteaban las cadenas al caer en el fondo del buque. La opera- ción, ejecutada bajo un sol levantino, no se hacía muy interesante ni amena. Sólo para un hombre gordezuelp podría serlo, ya que su cara rebosaba satisfacción a medida que iba fijando en una libreta los centenares y centenares de bocoyes que el barco engullía. De pronto un grito' agudo y varonil atrajo las miradas de todos hacia un pun- to determinado. En \o alto, cuatro tone- les se escurrían de las cadenas que los sujetaban. Uno de ellos parecía ya casi fuera del círculo de hierro que lo aprisio- naba. Se venia abajo y la visión del vino derramado asaltó la mente de operarios y espectadores, estremeciéndoles con mahcioso deseo. Pero la sorpresa fué mayúscula. Cayó el bocoy, se estrelló contra las losas del pavimento... —¿Y el vino?--preguntamos nosotros con ansiedad. -Estaba sólo en la imaginación de los que cargaban el buque—contestó nues- tro amigo-. El suelo quedó sembrado de alubias. SUCESO MISTERIOSO ÍCRIHENOSDICIIIIO? Trabajos del Juzgado de. Instrucción.—Nue. va inspecc.ón sin resultado, u t r a d^cla^ ración del padre de María.—Comsntarios y supuestos. Torrijos, 23 (10 m.). Continua siendo tema de todas las conversa- ciones el mapabro suceso descubierto en el inmediato pueblo de Val de Santo Domingo. Ayer tarde se traisladó nuevamen- te el' Juzgado a Val de Santo Domin- go y realizó una nueva inspección oculai- en bi casa que habitalm Ma- ría EodrígiiP'Z y en el pozo en que fué halladlo su cadávír; p(».ro n o KÍ obtuvo mejor ^resultado que en las ante.riores ocasiones. También ayer liizií comparecer a su presencia el juez de instrucción al padre de María, que- es un ancia- no ebanista llamado Reverinno Ro- dríguez, el cual, según parece, do-- niía en la mism.a casa (|u? su bija la . uo.(di6 e n qun ocurrió el suceso. _ A medida (pie tran.'ícurien los días sin obtener detalle ninguno que-con- duzca al esclarecimiento, la opinión se muestra más intrigada y deja des- bordarse su fantasía en comentarios y supnesfcos, segurameínte cada vez UN VIAJE LARGO... —Decididamente, ¿se va usted? —Sí; me voy. Si los amigos preguntan por mí, diles que el viaje es largo y que no se cuándo ni cómo volveré». TOPE DE TREIES CATORCE MUERTOS n MUCHOS HERIDOS La primera noticia.—trenes que se alcanzan. Medina del Campo, 23 (4 m.). A consecuencia de haber alcanzado un tren a otro, en la línea ascendente entre Matapozuelos y Pozaldez, cho- caron terriblemente los dos convo- yes, que quedaron destrozados, resul- tando del accidente' 12 muertos y 42 heridos. El sitio de la catástrofe.—Húmero de las víctimas. Valladolid, 23 (7 m.). Los trenes que chocaron han sido el mixto mi- mero 84, de Santander, y el oorreo número 26, de frún. La catástrofe ucurrió a las dos y minutos de la madrugada, entre las estaciones ya citadas y en el kilóme- tro 217. El lugar del choque presenta un aspecto aterrador. Cjran número d; vagones han quedado couipletamente destrozados, y fuera de la vía los dos trenes por la fuerza del encuentro. El espectáoulo presenciado en el lugar del siniestro por los primeros que acudieron en socorro d<^ l'.us víc timas era hornunsn. IÍHS auto'i'idadeis han organizado el servii'io de auxv iias. Las noticias últimas acusan la ci- fra de 14 muerios, .'ÍO lucidos graves y numerosos contusos. Cómo ocurrió !a eaíáslrofe.—Los muertos.—Actuaciones iudicia- les. M'cdina del Campo, 23 (3 t.). De los informes recogidns eii el lugar donde ocurrió el accidente fcrrovia- lio, y de lo'S relatos de algunos via- jeros, se deduce qué a, l.i una y cua- renta y cii^o minutos d? la .madru- gada, el tren núm. H4 se vio pi-eci- sado a detenense en medio del oam- I>o, no teniendo encendido el faroli- llo del furgón <!? cola. En estpi momento llegó el tren nú- mero 26, que r. 11 divisar señal algu- na que le 'advirtiera lá neccsidaíj de disminuir la marcha, topó con gran violencia con el coinoy (|ue se halla- ba detenido. El choque fué terrible; los \ag'ones últimos del tren que se hallaba pa- irado saltaron hechos astillas, y la máquina del) convoy en maiwlía des- carriló, averiándose también. A consecuencia del accidente han resultado muertos los viajeros Emi- lio López, Petra. Gai-eía, Teodoro Diez Sangrador, Concha González, Hipólito (Tonzálcz, Aniceto Zurro, Luisa Prieto, \'ic.;Mite Palacio, An- tonia Jiménez y u n niño de corta edad. De los lieridiis graves han falleci- ^ do nueve en el hospital de Vallado- lid, adonde fueron trasladados. En el) lugar de la catáistrofe se per- sonaron, en, tren espoidal, las a,uto- ridades y el .Tuzga.do, quo entenderá en el ^asunto para depurar ií>=nr.n,^.,,.. bilí da des. Reierencias oficiales. El ministro de la Gobernación dio tam- bién noticia esta mañana de la horrible catástrofe. Las referencias oficiales eran las si- guientes : El treiiicorreo n-&m- 26, de Irún, alcanzó ¡ü mixto ziúim. S4% de Stmttmder. en el ki- lómetro 217, entre las estaciones de Mata- pojiuelos y Pozáldez, provincia de Vallado- lid, moniaiido parte del primero sobre los vagones del segundo. Kl siniestro ocurrió en la madrugada úl- tima, resultando 1,3 muertos y 37 heridos, muchos de éstos graves. El mixto de Santander estaba detenido en la vía por falta de presión en la calde- ra de su máquina. ímo 36 Biais en España. Cuando aún no está la vía expedita por el choque de Velayos, que originó cuantio- sas pérdidas materiales, el telégrafo nos comunica el terrible accidente ocurrido en Valladolid, entre Matapozuelos y Pozál- dez, y persona de toda nuestra confianza nos denuncia la poca seguridad y las inso- portables molestias con que se viaja ac- tualmente por nuestra nación. Tal amigo nuestro vino ayer a Madrid, en el tren núm. 82; pero en vez de llegar a la corte a las siete de la noche, que era la hora oficia!, no arribó hasta las tres de la madrugada. La mitad de los coches de segunda y tercera clase, hicieron el reco- rrido sin alumbrado de ningún género, y al llegar el convoy a la estación de Santa María, próxima a Robledo de Chávela, no ocurrió una catástrofe por un verdadero milagro, pues el tren, por lo que fuera, pasó sin detenerse, a una velocidad verti- ginosa, por dicho punto, no obedeciendo los frenos cuando se les quiso hacer fun- cionar. Por si todo esto no era bastante, los via- jeros, al llegar a Madrid a las tres de la madrugada, se encontraron, no sólo sin tranvías y coches de punto, sino también sin maleteros; dándose ol caso de que va rias señoritas, que han venido a exami- narse al Conservatorio, tuvieron ellas mis- mas que cargar con sus equipajes, y de que un caballero, completamente impedido, se vieía precisado a quedarse en la esta- ción hasta los trenes de hoy por la maña- na para poder trasladarse a su domicilio. LA FLOTA MERCANTE DE LOS ALIADOS Comentarios de un perito americano—Pre- caria s tuación de la marina aliada.—El peligro de los submarinos. .Vanen .ri<'ano A lio (llIO tiiíiiiir 1. ñmi,s di i Si pi)'' la guc!' niPiiti* 1 •.f.i (H n.). El peri'tr ]j. .folmson comenta, i ' ' '''ntpDte y llega para la Enteiitv, de con- .submarin.v, sorá m.nyoi- -: 1'•= aliados aaicen continuar <lrán hacerlo í?ino única- (.1 e m p ^ o do barcos que hasta ahora han ,=i<io uiilizadog para fines niilitanv, pup.sto que dr otra manera la tío- tn lacreante no ba.staria ni .siquiera para el Iráfifo de las mercancías inás indispenea-' bb-s. Si la imln.st'-'n, rio ron;-tn'<'i'vinc'.=! na,valrs <]••' la, Failcr' .^ar a fineíí «Ip a,ñ<> las ('• por hundi- mientos, ««'idcnlcí, y dct-giifcío natural, loa aliadc* perderán !a guerra. Francia y el Papa Monsieur Hibot, ministro de Negocios ex- .trajijeros, ha hecho en la Cámara francesa lias sigiiientes declaraciones sobre la Nota d?iJ il*apa, que serán objeto do grandtss comernt»- ¡riüs en todo el orbe católico: —No respond* la Nota del Pa.pa porque^iírtu',- , ,;:i ello ane¿ tras razones. Y nuestra actitud es igual a la adoptada por Italia, Ingla- terra y Petrogrado. ^;E8 que, a pesar de la autoridad del Papa, aiit« k, cual nos inclinamos, tenemios oMi- gación de contestar a, todas sus ÍBVIM taciones y conversaciones? lYo no trato d© buscar el_ origien «flé esa Nota. Pero, en. fin, '¿cuálee son los países que mejor la han aoo- gido? ^;SP desea que respondamos y prei'isenios ? Elj mes de dK'iembre último, cuan- do el presidente '^'V'ilsqn nos pregun- tó cn.ál.es or.in nuestras fines d." pu*' rra, le coiiípsianins con valor v i Ü: .franqueza. Hemos hablado i han hablado todos los alia- qué nos han contestado '•' ..MIO del Rin? Nada. .No qui» .•^•mur nada. Hern'i=; CITIMIÍ med i o de I los Imperios ra.mente lo ijuc . den con.S'entn\ i nada, que balilar que en esia ^^ claraciones < m u y Jiojos .de s.a: cía universah Y además, cualquiera que sea. el deseo qne teingaTiin:, de < íinf.,-.if;qr, y civilqiuera que : cia. hacia, e^as de tan' alto, ii. sar ante todo e'i. teres. ¡Que í-e nos í ta que nos devi rena ?.,; Se acept en la medida d. juicios que se no^ han acepta la formación d Internacional de X.' Entonces esi:a»v'!i hablar, podéis < no entraremos f,, ción, siempre que i, garantías iv trata de bac< Pa,pa, por e mien.tra.<i i-i'ii<in.i<i.<i iK,wot rcK t'>nto más cua.pto inntificn! a Rolo- 'nen- que !i,í» t^ •\ un cepo. LA VOZ EN EL TELÉFONO La Agencia comercial de la Viuda e hijo de Muñoz Vargas nos ha remitido un cu- rioso aparato de moderna invención y de una indudable y beneficiosa aplicación práctica. ' ^ Se trata del "Wisperphóne", aparato que tierie por objeto permitir hablar por teléfono en voz muy baja, hasta el punto de que a las personas que tengamos a nues- tro lado durante una conferencia les sea imposible entender la conversación, que en el aparato receptor será, sin embargo, oída con toda claridad. Las pruebas por nosotros practicadas nos han hecho comprobar la gran utilidad del aparato, que, además, tiene una inne- gable ventaja práctica, a] permitir cele- brar conversaciones por teléfono aun en los dias de gran tempestad. En resumen: el "Wisperphóne" repre- senta un magnífico perfeccionamiento del teléfono, y su módico precio, así como el sistema de desinfección de que está" dota- , do, le harán pronto una gran aceptación / ea todita pturtes. Los Torres Quevedo El ilustre ingeniero de Caminos D. Leo- nardo Torres Quevedo nos escribe un» afectuosa carta en que, refiriéndose a la noticia que ayer pubítcamos sobre la in- vención de un aparato que sustituií-á U" ballestas y neumáticos en los automí- nos dice: Todo lo que cuentan Ü aparato se ensa.ya acto- taña, con resultmlos qtif ,ji oficias, abri;/ el inventor nn Luis, ofleial retiríulu di No es extraño el erre , _ de uu apellido al que de tanta gloria ha rodeade el ilustre ingeniero. Nos felicitamos, em- pero, de saber que no es una, sino dos, la» personas que le dan prestigio. ElsepiiliiemprMoíeíalWafi Nueva \t-y' n l';i,r.'!.e. quo (A sega = 'tp la Libertad íomcM. ^-ar-i !'ra rprrándosa las m»- i a opewwnón ll«a;*rt' a lo.OOU 6 201100 nuiiflttieB. El 21 d« oirtiibre se oelobíarí an t-nrlé

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== Jifias

DOMINGO, SEPTIEMBRE 23. 1917 s w ^

DIARIO Db LA MOCHE v m n . 38 años. Nilm. 13.466. SUSCRIPCIÓN; Provincias, 5 pesetas trimestre.

Extranjero, 10 pesetas trimestre. Madrít; Mtalii, 16. TELEFONOS; Redacción, 492. /draiiiisfración, 1.591. Talleres y Redacción de última hora, 491. Cnatro eaicloies completas.

DA i Las seis de la mañana , y yo no he

pejrado ojo en toda la noche ! E n «uajito me echo e n illa cama , una an­gus t ia , como de ajigina de pecho, me obl iga «1 sal i r de las sábainas, de pr i­sa y corr iendo. Veamos—me d igo— si con u n a cucharada d« to lú se me t^alma esta tos..

H a pasado media hora , y la tos oont inúa . A ver si t omando un poco de yoduro iia domino . j C a ! So. ha i r r i tado .

D a n las dos ; dan las t res . Abro el ba lcón : todo está n e g r o ; de ta rde en t a rde , u n t rueno .

Me acues to ; me pongo unas ven-toisae. SientO' cierto a l iv io ; pero a poco vueilive la toe, \ la odio&a tos !

¡ Las c u f t r o ! Me paseo por la al­coba ; me s iento en u n a bu t aca ; t ra­to de doTmiirme poniéndome a contar hasta cien. ' j I s a d a ! r;Qué hace r? Empieza a llover con est répi to . A ver si cou.e l ru ido me duermo. Y. me meto s igi losampute en la cama, como e¡ fuera de otro. «Aho.ra, grandís i ­mo tuno , t e vas a dormir .» ¡Que si qu ie res ! Cuando enlpezaba a adorme­cerme, vuel've la disnea, y sin poder dominarme , salto del lecho. E n el silencio carcelario de la noche, dan k s cinco. l ia l luvia ha menguado .

Tina clar idad •viscosa pene t ra en mi alcoba. Tomo sorbitos de a g u a ; otras veces rae ca lmaron . _

Parezco u n a ga l l ina bebiendo. Desesperado, renunc io al sueño.

Me t raen el desayuno, que torno con gusto. ¡ Qué bien cae -e] l íquido ca-ÍLiente en el ostómag-o f r í o l

I I

Me e n t r a n u n periódico españo l ; te hojeo indiferente . ¡ P a r a lecturas es toy! De pronto veo a lgo que n-e apena : J u l i o Burel l _ está gravemen­t e enfermo, de -uremia.

l ' n pedazo de mi j u v e n t u d acude a mi memoria . Eran los díais ruido­sos de «E l Nuevo Hera ldo» . Bure l l le d i r ig ía y yo daba sue l ta « mi iijail aumoi^—asi me j u z g a a mis detracto-pea__en crít icas a l ' v u e l o . ¡Cómo e© irendíai el pe i iód ico! A las nueve de

l a noche no quedaba u n solo niímero Las can tá r idas políticas de Burel l

e ran leídas con Meileite; e ra la polí­t ica de un l i t e ra to de imag inac ión faeítuosa y esti lo fu lguran te . Ri el periódico mur ió t empranamen te fué por failta de administraición; no de leotoTies.

Mi amistad desde entonces con el famoso periodista no se entibió un solo día . Ños veíamos de t a rde en t a r d e ; pero s iempre con alegría.. l iu-rell me g r i t aba a veces desde lejos con su vozarrón ca ta r roso : « ¡ G r a n Bobadi l la !»

Burel l ¿justaba de la pol í t ica ; yo. no. S iempre sent í por ellai u n a repul­sión ins t in t iva .

¡ Con qué placer leer ía que ha re­cobrado la s a l u d !

I I I

. H e pasado el día con fiebre. E n ^kno he t r a t ado de dormi r unas ho-.•as. H e leído ailgunas pág inas de Ce-jador—^a quien , dicho sea de paso,

• l ace mal Morenas de Tejada en pe-l i r l e e log ios—; he leído a íns i ta , y í n a d a ! N"o logro concil iar el sueño. Vuelve lla> noche, l a noche enemiga de los enfermos y, como dijo Ovidio, « n u t r i x máxima, c u r a r u m » ; vuelve la noche, la temerosa noche . . ._ E l j,;5iiia—observaba Trcusseau—comien-m s iempre de noche, y hasta bfty u n a oarálisis noc tu rna . L o ter r ib le es el insomnio. í ' l oído se aguza hasta oir ios ru idos más su t i l es ; eí _ojo persi­gue el cor rer de los mosquitos por el techo, que se p i spa ran a bajar para i 'buparnns la s a n g r e ; I-a imagina-rión u rde imposibles ca len tur ien tos . . . j C u á n t o sueño a b s u r d o !

Me doy a, fiílosofar. «Día vendrá —dice e l candoroso Alejo Venegas— que amianecido no le anochezca., o anochecido no le amanezca , y este día no pue<le t a rda r , pues que , en fin, ha efe veni r .»

Xoi soy dual i s ta . Eos fenómenos Inl. sueño indujeron, al hombre pr i ­mitivo a creerse doble.^ Tylor y Her-bert Rpeucer _ han di lucidado evste or igen d e !«! v ida fu tura , que ya en­trevio Lucrecio . Dura^nte el sueño se suspenden las fniK'iones de 'la vida d© relliación; pero no las^ psíquicas. L a teoilogía. y l a , metafísica fundan RUS afirraTiiciones^ en esta, r u p t u r a pa-Ba.jera de la un idad del yo.

Í>upongaimo8 al' 6,alvaje acabado de despe r t a r : se va e n el mismo si t io e n que doTmía; los que ile rodean cer­tifican que nO se, h a movido. ^:Cómo explicai'se lo que ha visto y ha he­cho én sus jkoregriniaciones i lusoriasP rtCómo conciliaT que ha estado e n (ios Itigares a la vez? Tiene que ad­mi t i r que t'S doble , y si, no basta el sueño, a.hí está la catalepsia, él sín­cope, que confirman su observación. . .

Es te es el or igen (y no otrf.>) de oonsideirarso como un compuesto de espír i tu y inateria : el espí r i tu , l ige­ro , móvil , y «1 cuerpo, pesado, quie to . . .

El sueño y I» muer te , para la mi­tología, gr iega , e r an liij,o,s de la No­che. H o m e r o así les considera.

Po r el balcón en t reab ie r to oigo los tumbos del mar . ^

Su voz t iene no sé qué de miete-jríoHi,. 1 1*11 n i»r ! I CuAnt«a riauoeae

ftsconde en sus en t rañas diáfnibas! Eli «cine» submar ino de Wi l l i amson nos ha, revelado' su •vida íntimiai: ¡has­t a nos ha i jermitido asistiT a u n a lu­cha de t i b u r o n e s !

E l or igen de la vida está en el mar . Quin ton lo prueba .

I V

Vuelvo a. mis ideias t r is tes . ¡ L a e t e r n i d a d ! ^ Quién dictó afli catolicis­mo su hor r ip i l an te hipótesis de lae penas eternas!-' Los egipcios no ad­mi t í an la sanción e t e r n a después de la mtierte . Si el a lma hab ía mereci­do una condenación, se la en t r egaba a los demonios vengadores. E n el «Libro de los muertos» se describen los incidentes del viaje que el alma real iza paira llegiar al dominio de l a sabidur ía y a la par t ic ipación en la labranza míst ica de los ciaimpos de Osiris.

Pa ra el brania.nismo ni para, eli bu­dismo hay suplicios e ternos . Después de u n t iempo de expiac ión—en pro­porción con la magn i tud de la ía l -t a—, el alma ci^stigada en t r a en eli círculo de las t rasmigrac iones . . .

La e tern idad de liais penas tampoco es u n dogma bíblico. A los doctores de- la. Jglcisia se debe la, concepción de los torni.entcis sin fin que enloque^ ció a "las imaginaciones enfermias. Orígenes, no obstante , creía que el pecado se quemaba, en el fu«go de^ j ando al pecador purificado.

La. idea del purgatorio—^ajena. a l cr is t ianismo pr imi t ivo—data del si­glo V I .

V

Lai tos se m e ha ca lmado u n poco. «Yo no necesito paraíso, s ino reposo —decía Byron , por boca de «Giaour», mor ibundo .

¡ Dormi r , d o r m i r ! No en ©1 senti­do pesimista que dio H a m l e t a este verbo, s ino en el sent ido fisiológico.

N o pido otra cosa. . .

Fray Candil. Binrritz, septiembre 12 de 1917.

LOS ALEMANES SE APODERAN DE OTRA CIUDAD

Detalles interesantes.

KoeTiigs\Tnsterhausen, 22 (10 n.) . S!n la orilla occidental del Dnína, divisiones nneR-' tras lograron, por medio de un ataque bien preparado, perforar las posiciones rusas al noroeste de Jacobstadt.

Dicha acción fué ayudada por nuestros aviadores, bajo el mando del Príncipe Fede­rico Segismundo de Prusia.

El enemigo fué rechazado con dirección al río. Desalojó, bajo la presión de nuestras tropas, la cabeza de puente en una anchura do 30 kilómetros y en una profundidad do unos 10 kilómetros, en la oriUa occidental del Duina. El enemigo se refugió huyendo a la orilla oriental.

Hemos ocupado la ciudad de Jacobstadt. Hasta la fecha contamos a más de 4.000 ru ­sos prisioneros y como botín más de 50 ca­ñones."

Esta ha sido una gran victoria del ejér­cito alemán, ya prevista en los •planes es­tratégicos del Alto Mando.

m riiiüM Di liDiii» Estrépilo y limnarctla.

El ruido y la pestilencia que en el ceiitTo d'' M.adrid producen los «autos» y las «mo-tos>> no son nada, en punto a incomodidad, comparados con ei. estrépito y las humare­das do ciertas industírn,?, muy necesarias, pero muy molestas, instaladas, por lo ge­nerad, en los barrios.

En el trozo.de calle 'en que no hay una carpintería liay una fábrica de baúles, y dónele no, una hojalatería o una tienda de embalajes.

No preit<:iidemos que desaparezcan estos estíihlecimientos, cuya vida guarde Dios mu­chos .años. Lo que cs preciso es_ quo. las Orriennnzas municipiles, que a -.nuch'-fi do los njismos autorizan condicionulmento o ccn ciertas restricciones, tenj^an debido cijm-plirxúento.

En cuanto a les niid'\s, la horB dp^ la sieeta p"jeco ter la prcfcirida para cuando con c! mnrtillo o a m el mazo tienen que dar got pes en hueco.

ipum!, . . ¡Pum!.. . ¡Pum!.. . Ho .siqui el ."íoraiiiv.ñaniiento con que ha de dormir la siesta el infeliz mortal a quien la suerte le ¿íjy.xa. en su casa o en la de al lado una de estas tiendas o talleres.

Sobre te lo , por lo que hace a las baule­rías, el ruido de los batanes que aterró ai buert Sancho es el suave «tic tac» de un re~ loj

Aderaiís, el hoi'niUo de lai cola, o el ana­fre Client ador, inseparables de estas indus­tria'', son artefactos que invariafclemeinte co-iocaii los carpinteros, bauleros, etc., al bor-(]p de> la jic/ers,, debajo precisninente de, los balcones.

K1 liornillo actúa, de pebetero, eaparolen-do bunio de ai?tiilas o tufo de carbón, y yni se ft/cabó en buen trozo de la callo el que vecino alguno pueda asomar la nariz al ex­terior.

R.=.tss «sfum.^itas» se. repi tea con frecuen­cia aterradora- por la mañana, al mediodía, a la. tarde... Cada vez que la cola se endu­rece..

El endureo.imionto do la cola parece que exacerba al industrial, más _ahora, con la oa-lesttu de ios combustábles. y mientras ].% co-hunna de humo nos asfixia los poln.i/ns; dol 111 'r tülo TÍOS atolondran.

¡Es un encanto!.

Jacnlatoria Tolera-^lns condicionalmente estas indus­

trias y calificadas por las Ordenanzas como in."ómod-c; o mojestas, bien píxlian loa fe­rientes alcaldes cuidar de que los ruidos a CÍ1.7S inhercates cesaran dudante algiin.is ho­ras del ilía, y en ctianto a los hornillos co-Icccdcs en la acera, prohibirlos absoluta­mente.

Situadas, como lo están, las industrias n.encionadas en pisos bajos, con fácil acceso a. les palios, eii ellos, y con Ig, tubería cx>-rrespcndiente, debiera verificarse la opera­ción dt) servarse de>} fiie^o.

Un español, que tiene de la vida un concepto humoristico y que desconfia con hondo pesimismo de esa tan ansiada hora renovatoria, nos ha referido un caso por él presenciado en el puerto de Va­lencia. No nos atrevemos al anticipo de un adjetivo, porque el hecho en sí lleva su calificación y su crítica. Con referirlo

/ basta. Paseaba nuestro amigo por los mue­

lles del puerto valenciano, poseído su espíritu de justa tristeza. Aquellas expla­nadas, en otro tiempo repletas de cajas y géneros, se veían hoy limpias de todo impedimento. Las aguas apenas si seri-tfan perturbada su tranquilidad por el paseo de alguna ianchilla, en la que re­creaban su amor novios ribereños. Las gabarras, quietas, vacías, se balanceaban y estremecían a los golpes y brincos de los püluelos. Apagadas sus calderas, al­gunos buques ofrecían la sensación de obras muertas. £1 puerto estaba desco­nocido. Sólo en un extremo el minera de hierro, de Ojos Negros, caía volcado con furioso estrépito al fondo de grandes barcos, que partían con rumbo ignorado.

El aspecto desolador de esta paraliza­ción forzada no se interrumpía sino por este punto del antepuerto y por otra ex­planada, donde ofrecían sus curvas mi­liares y miliares de toneles. ¿Cómo resis­tir la tentación de presenciar el embar­que de bocoyes, si era la única faena en todo el puerto? ¿Por qué no recrear el estímulo comercial con la marcha de esta mercancía?

Yante el barco, que,tragaba en sus bodegas aquellas barricas, quedó esta­cionado el narrador de este sucedido.

—¿Qué embarcan ustedes?- -preguntó. —Vino—respondió un estibador. La riqueza que ello significaba era in­

mensa. Más de trescientos metros cua­drados ocupaban las pilas de toneles-Era una visión que provocaba a la fan­tasía para el vulgar comentario satírico.

—¿Adonde va destinado?—tornó a preguntar.

—A Suiza por vía Cette—contestó el mismo operario—. Como está permitido el tránsito por Francia, y Cette es un puerto libre de todo peligro, no se em­barca más que vino.

—¿No serán muy caros los fletes?— inquirió nuevamente.

—No tanto como para otras materias. El temor a los riesgos con esta mercan­cía y para este puerto no tiene funda­mento, y por eso el alza relativa de los fletes sólo está en razón a la escasez o disminución del tonelaje mercante.

Los estibadores seguían su labor con la rudeza propia de su oficio. Chirriaba la grúa y traqueteaban las cadenas al caer en el fondo del buque. La opera­ción, ejecutada bajo un sol levantino, no se hacía muy interesante ni amena. Sólo para un hombre gordezuelp podría serlo, ya que su cara rebosaba satisfacción a medida que iba fijando en una libreta los centenares y centenares de bocoyes que el barco engullía.

De pronto un grito' agudo y varonil atrajo las miradas de todos hacia un pun­to determinado. En \o alto, cuatro tone­les se escurrían de las cadenas que los sujetaban. Uno de ellos parecía ya casi fuera del círculo de hierro que lo aprisio­naba. Se venia abajo y la visión del vino derramado asaltó la mente de operarios y espectadores, estremeciéndoles con mahcioso deseo.

Pero la sorpresa fué mayúscula. Cayó el bocoy, se estrelló contra las losas del pavimento...

—¿Y el vino?--preguntamos nosotros con ansiedad.

-Estaba sólo en la imaginación de los que cargaban el buque—contestó nues­tro amigo-. El suelo quedó sembrado de alubias.

SUCESO MISTERIOSO ÍCRIHENOSDICIIIIO?

Trabajos del Juzgado de. Instrucción.—Nue. va inspecc.ón sin resultado, utra d^cla^ ración del padre de María.—Comsntarios y supuestos.

Torri jos, 23 (10 m.) . Cont inua siendo tema de todas las conversa­ciones el mapabro suceso descubier to e n el inmedia to pueblo de Val de Santo Domingo .

Ayer t a rde se traisladó nuevamen­te el' J u z g a d o a Val de Santo Domin­go y realizó una nueva inspección oculai- en bi casa que habi ta lm Ma­ría EodrígiiP'Z y e n el pozo en que fué halladlo su c a d á v í r ; p(».ro no KÍ obtuvo mejor ^resultado que en las ante.riores ocasiones.

También ayer liizií comparecer a su presencia el juez de instrucción a l padre de María, que- es u n ancia­no ebanista l lamado Reverinno Ro­dr íguez , e l cua l , según parece, do--niía en la mism.a casa (|u? su bija la

. uo.(di6 en qun ocurr ió el suceso. _ A medida (pie tran.'ícurien los días

sin obtener detal le n inguno que-con­duzca al esclarecimiento, la opinión se mues t ra más in t r igada y deja des­bordarse su fantasía en comentar ios y supnesfcos, segurameínte cada vez

UN V I A J E L A R G O . . .

—Decididamente, ¿se va usted? —Sí; me voy. Si los amigos preguntan por mí, diles que el viaje es largo y que no se cuándo

ni cómo volveré».

TOPE DE TREIES CATORCE MUERTOS

n MUCHOS HERIDOS La primera noticia.—trenes que

se alcanzan. Medina del Campo, 23 (4 m. ) . A

consecuencia de haber a lcanzado u n t r en a otro, e n la l ínea ascendente en t r e Matapozuelos y Pozaldez, cho­caron t e r r ib lemente los dos convo­yes, que quedaron destrozados, resul­t ando del accidente' 12 muertos y 42 heridos.

El sitio de la catástrofe.—Húmero de las víctimas.

Valladolid, 23 (7 m.) . Los t renes que chocaron han sido el mix to mi-mero 84, de San tander , y el oorreo número 26, de f rún.

L a catástrofe ucurrió a las dos y minutos de la madrugada , en t re las estaciones ya ci tadas y en el ki lóme­t ro 217.

E l l u g a r del choque presenta un aspecto a te r rador . Cjran número d; vagones h a n quedado couiple tamente destrozados, y fuera de la vía los dos trenes por la fuerza del encuent ro .

E l espectáoulo presenciado en el lugar del s iniestro por los primeros que acudieron en socorro d< l'.us víc t imas e ra hornunsn . IÍHS auto'i'idadeis h a n organizado el servii'io de a u x v iias.

Las noticias ú l t imas acusan la ci­fra de 14 muerios, .'ÍO lucidos graves y numerosos contusos.

Cómo ocurrió !a eaíáslrofe.—Los muertos.—Actuaciones iudicia-les. M'cdina del Campo, 23 (3 t . ) . De

los informes recogidns eii el l u g a r donde ocurrió el accidente fcrrovia-l io , y de lo'S relatos de a lgunos via­jeros, se deduce qué a, l.i una y cua­ren ta y c i i ^o minutos d? la .madru­gada, el t ren n ú m . H4 se vio pi-eci-sado a detenense en medio del oam-I>o, no teniendo encendido el faroli­llo del furgón <!? cola.

E n estpi momento llegó el t ren nú­mero 26, que r. 11 divisar señal a lgu­na que le 'advirtiera lá neccsidaíj de d i sminu i r l a marcha , topó con g ran violencia con el co inoy (|ue se hal la­ba detenido.

E l choque fué t e r r ib l e ; los \ag'ones úl t imos del t ren que se ha l laba pa­irado sa l taron hechos ast i l las , y la m á q u i n a del) convoy en maiwlía des­carr i ló , aver iándose t ambién .

A consecuencia del accidente han resul tado muertos los viajeros E m i ­lio López, Petra. Gai-eía, Teodoro Diez Sangrador , Concha González, Hipól i to (Tonzálcz, Aniceto Zurro , Luisa P r i e to , \'ic.;Mite Palac io , An­ton ia J iménez y u n niño de corta edad.

De los lieridiis graves han falleci-^ do nueve en el hospital de Vallado-

lid, adonde fueron t ras ladados. E n el) l u g a r d e la catáistrofe se per­

sonaron, en, t r en espoidal, las a,uto-ridades y el .Tuzga.do, quo entenderá en el ^asunto para depura r ií>=nr.n, .,,.. bilí da des.

Reierencias oficiales. El ministro de la Gobernación dio tam­

bién noticia esta mañana de la horrible catástrofe.

Las referencias oficiales eran las si­guientes :

El treiiicorreo n-&m- 26, de Irún, alcanzó ¡ü mixto ziúim. S4% de Stmttmder. en el ki­

lómetro 217, ent re l as estaciones de Mata-pojiuelos y Pozáldez, provincia de Vallado-lid, moniaiido pa r t e del pr imero sobre los vagones del segundo.

Kl siniestro ocurrió en la m a d r u g a d a úl­t ima, resul tando 1,3 muertos y 37 heridos, muchos de éstos graves .

E l mixto de San tander es taba detenido en la vía por fa l t a de presión en la calde­r a de su máquina .

í m o 36 Biais en España. Cuando aún no está la vía expedita por

el choque de Velayos, que originó cuantio­sas pérdidas materiales, el telégrafo nos comunica el terrible accidente ocurrido en Valladolid, entre Matapozuelos y Pozál­dez, y persona de toda nuestra confianza nos denuncia la poca seguridad y las inso­portables molestias con que se viaja ac­tualmente por nuestra nación.

Tal amigo nuestro vino ayer a Madrid, en el tren núm. 82; pero en vez de llegar a la corte a las siete de la noche, que era la hora oficia!, no arribó hasta las tres de la madrugada. La mitad de los coches de segunda y tercera clase, hicieron el reco­rrido sin alumbrado de ningún género, y al llegar el convoy a la estación de Santa María, próxima a Robledo de Chávela, no ocurrió una catástrofe por un verdadero milagro, pues el tren, por lo que fuera, pasó sin detenerse, a una velocidad verti­ginosa, por dicho punto, no obedeciendo los frenos cuando se les quiso hacer fun­cionar.

Por si todo esto no era bastante, los via­jeros, al llegar a Madrid a las tres de la madrugada, se encontraron, no sólo sin tranvías y coches de punto, sino también sin maleteros; dándose ol caso de que va rias señoritas, que han venido a exami­narse al Conservatorio, tuvieron ellas mis­mas que cargar con sus equipajes, y de que un caballero, completamente impedido, se vieía precisado a quedarse en la esta­ción hasta los trenes de hoy por la maña­na para poder trasladarse a su domicilio.

LA FLOTA MERCANTE DE LOS ALIADOS

Comentarios de un perito americano—Pre­caria s tuación de la marina aliada.—El peligro de los submarinos.

.Vanen .ri<'ano A

l io (llIO

t i i í i i i i r 1.

ñmi,s di i Si pi)''

la guc!' n iP i i t i * 1

•.f.i (H n . ) . El peri'tr ]j. .folmson comenta, i

' • ' • '''ntpDte y llega para la Enteiitv, de con-.submarin.v, sorá m.nyoi-

-: 1'•= aliados a a i c e n continuar <lrán hacerlo í?ino única-(.1 emp^o do barcos que

hasta ahora han ,=i<io uiilizadog para fines niilitanv, pup.sto que dr otra manera la tío-tn lacreante no ba.staria ni .siquiera para el Iráfifo de las mercancías inás indispenea-' bb-s.

Si la imln.st'-'n, rio ron;-tn'<'i'vinc'.=! na,valrs <]••' la, Failcr' . ar a fineíí «Ip a,ñ<> las ('• por hundi­mientos, ««'idcnlcí, y dct-giifcío natural, loa aliadc* perderán !a guerra.

Francia y el Papa Monsieur Hibot, ministro de Negocios ex-

.trajijeros, ha hecho en la Cámara francesa lias sigiiientes declaraciones sobre la Nota d?iJ il*apa, que serán objeto do grandtss comernt»-¡riüs en todo el orbe católico:

— N o respond* la Nota del Pa.pa porque^iírtu',- , ,;:i ello ane¿ t ras razones. Y nues t ra ac t i tud es igual a la adoptada por I t a l i a , I n g l a ­t e r r a y Pe t rog rado . ^;E8 q u e , a pesar de l a autor idad del P a p a , aii t« k , cual nos inc l inamos , tenemios oMi-gación d e contestar a, todas sus ÍBVIM taciones y conversaciones?

lYo no t r a to d© buscar el_ origien «flé esa Nota . Pe ro , en. fin, ' ¿cuálee son los países que mejor la han aoo-g ido? ^ ; S P desea que respondamos y prei'isenios ?

Elj mes de dK'iembre ú l t imo , cuan­do el presidente '^'V'ilsqn nos p r e g u n ­tó cn.ál.es or.in nuestras fines d." pu*' r ra , le coiiípsianins con valor v i Ü:

. franqueza. Hemos hablado i han hablado todos los alia-qué nos han contestado '•' ..MIO del R i n ? Nada . .No qui» .•^•mur nada.

Hern'i=; CITIMIÍ med i o de I los Imper ios ra.mente lo ijuc . den con.S'entn\ i nada, que balilar que en esia ^ claraciones < m u y Jiojos .de s.a: cía un ive r sah

Y además , cua lqu ie ra que sea. el deseo qne teingaTiin:, de < íinf.,-.if;qr, y civi lqiuera que : cia. hacia, e^as de t a n ' a l to, ii. sar ante todo e'i. teres .

¡Que í-e nos í ta que nos devi rena ?.,; Se acept en la medida d. juicios que se no^ han acepta la formación d In te rnac iona l de X.'

Entonces esi:a»v'!i hab la r , podéis < no en t ra remos f,, c ión, s iempre que i, ga ran t í a s iv t r a t a de bac<

Pa,pa, por e mien.tra.<i

i-i'ii<in.i<i.<i iK,wot rcK t'>nto más cua.pto

inntificn! a Rolo-

'nen-

que !i,í» t^ •\ u n cepo.

LA VOZ EN EL TELÉFONO La Agencia comercial de la Viuda e hijo

de Muñoz Vargas nos ha remitido un cu­rioso aparato de moderna invención y de una indudable y beneficiosa aplicación práctica. ' ^

Se t ra ta del "Wisperphóne", aparato que tierie por objeto permitir hablar por teléfono en voz muy baja, hasta el punto de que a las personas que tengamos a nues­tro lado durante una conferencia les sea imposible entender la conversación, que en el aparato receptor será, sin embargo, oída con toda claridad.

Las pruebas por nosotros practicadas nos han hecho comprobar la gran utilidad del aparato, que, además, tiene una inne­gable ventaja práctica, a] permitir cele­brar conversaciones por teléfono aun en los dias de gran tempestad.

En resumen: el "Wisperphóne" repre­senta un magnífico perfeccionamiento del teléfono, y su módico precio, así como el sistema de desinfección de que está" dota-

, do, le harán pronto una gran aceptación / ea todita pturtes.

Los Torres Quevedo El ilustre ingeniero de Caminos D. Leo­

nardo Torres Quevedo nos escribe un» afectuosa carta en que, refiriéndose a la noticia que ayer pubítcamos sobre la in­vención de un aparato que sustituií-á U" ballestas y neumáticos en los automí-nos dice:

Todo lo que cuentan Ü aparato se ensa.ya acto-taña, con resultmlos qtif ,ji oficias, abri;/ el inventor nn Luis, ofleial retiríulu di

No es extraño el erre , _ de uu apellido al que de tan ta gloria ha rodeade el ilustre ingeniero. Nos felicitamos, em­pero, de saber que no es una, sino dos, la» personas que le dan prestigio.

ElsepiiliiemprMoíeíalWafi Nueva \t-y' n l';i,r.'!.e. quo (A

sega = 'tp la Libertad íomcM. -ar-i !'ra rprrándosa las m»-

i a opewwnón ll«a;*rt' a lo.OOU 6 201100 nuiiflttieB.

El 21 d« oirtiibre se oelobíarí an t-nrlé

Page 2: El em piar: 5 cenTimos DOMINGO, SEPTIEMBRE 23. 1917

gi f t® SEPTIEMBRE 23, 1917

DOMINGO, " SEPTIEMBRE 33, 1917 /

ÍRTÍCULCSDEHOY: ! '.••.'de mi celda, por FEAY CANDIL (PSgi-

ra I . ' j . '.a vida y las mujeres, por MAEGASITA

XELKEN. (Páff. 3. ') . iones de un espectador, por JOSÉ -t CARRETESO. (Páff. 3.') .

o, por el DOCTOS JUABSOS.

» : - ' . . • •ro, por J. FSSNAN-•7. 4.') por ANTONIO DE.

ror JOSÉ FEBNÁN-LOS EIOS. (Fág. 6.*)

. . . , c ¿ i . DE FEBEO. {Fág. 6.»)

LU •^-j TEATROS M^^^S Pí.Rft MASíANA

-^ !as seis y media: Mi «a s dics i itecia. . -i duquesa del

f C' i 0 , . - í .

A

rémico-dramática. — A las

-A i?s seis y cuarto: "El gtnio ; y cuarfoi Divorciémonos.

iiarto: .Vúnis'eíio de esttc-la Ptítia.

cia; A'.aruxa.—ft tas diez J

ARA.-Coniia'l(a FI;na-L;ano.—Alas cin«o y tres .> icatf .'. p oscjminf-sde Roma.—A'as dlezyrae-tíi 1 fr a: )a y Le :. ojos lie luto-

ZAFZVh: A.-,i lascinco . laedi - v diea: éx;tos for-mid«Mes Leda, Adversidades del destino; Oys;

La carrera de la muerte, y lo . i io , .

\1 OVEDAÜIS.—A Us seis: Gieantes y cabeiuJcs.— ÍN A las sKlc V Cuarto: La trapera.—A la» nu »f y íuítio: La ch-cnarta.— las diei v curtoo ta gente »«rij.—A tt: once i t:es cuartos: 11 corto de gf no.

R cA'.ÉA.—Craii compañía de varietés.—A laí siete y eiez y media, secciones especiales. Selecto pru-

creitia de películas. Almarzora, Ouincianí RcQio, Te-letita Poos, Bella Nana, Rona'ia Farain Los Baurdiú. Consi:«lo Romeio, Rosalía raraó», d'/*nselml.

G

W

R

PRICE.—A las s ; i í y'niedfei: También la correel-dor» ts guapa-A las diez y media: La generala.

- * • - • - . ^ - — ^ — . - —

KAN THATRO.—<Pal«cio del cinematógrafo).-J Teséis aura. Éxito» inmensos; R'fvenpar, eplso-

tlos 5 y 6, l a base de lossabuarino*. Herida del (•-butaca, OJSO; falces, 4pesetas.

« — II . . . . > - ^ — . — — . I ' ' ' )

ARTIN. A ,as «eis: lil puüadu de ro'as —A la» ílete: Mii» ca.lwi y fiegría.—A las nut%e y cuar-

n: La ccst I a de Adán,--* tas diez y cuartf: Pedro Üot to (esir n<t¡, A ¡M (D.e y tres cuartas: La ca-f¡ del miiiiiíro.

CYALTY A la» cinco y iiue*e v media: E| gran-se-creto, episodios 7 y 8, El abismo del vicio, Barto­

lo, bandido, V otras. Lutacas, tl,30 y 0,60.

C' i;..£MA t£PARA._(Paseo de San Vicente, H ) . -Empresa h'oyiiitx- hecclón csoti ma de cuatro v

media a doce y inéüla; El gran secreto, eplsodloi t J 8, Un drama ba|o «1 Impetlo, t-atty se cayo. Vengada pot los leones, Desventuras de PeiudUlo.

C'1>A -V!A (El cine délas caras bonitas!—Conti-7 íuaCeoiatioauna.— l'tescc local.—Siempre e';-

tieno: I a muctiacba de la emoción, episodios 13 v 14, la cabalgata de los sueSos, iUlsUnguet detective, Des-«eni; ras de Zoquete.

PRINCIPE ALFONSO (Empresa Royalty).—A lascin­co y nueve y media: ürandioso éxito de! ventrilo-

t! fi I üUier COI» sus graciosos mufiecos Cleto y Caona, ( 'til dcluhito, eramign de io« nifíns.—Píograma o ors'ruo de cinematógrafo Cel mismo de l?oyalty).

Á las siete, el mismo programa. Bt:lacas,0,30y0,60.

ONES.—Recreo de verano. Banda vsex-• i' cinco a doce v media: Dtsventuras de

i k, aventurero, Desquite de Bille, Ma-

C n í t rC ÍE . . . -E l clrcdela tuerte. CecUnnade r fsatro a una: Oran éitto del regalo dei dlje-mo-jeda. La mijcliaqba dé la emoción, episodios 13 y 14, Caba:gata lie los sueños, Mistlnguet detective.

r O U S í O IMPERIAt.-A aado e Matlníe Itiíantll • A 1 ¡s dns y tres cuartos: Peí euias. A IPS fres y

raídu: t'l.ple izquií-ido.—A Iss cuatro v cuarto: • 1 «rtuüod Albacete.-A las seis V media: La corte de N'a ül fln.—A la' ocho y tres cuartos: Películas.—A ia? . Uevc y media Te -a á¡bo Santa Rita.—A las diei f cua to: La corte de Napoleón.

» LVAREÜ QUÍNTERO.-Sección monstruo de CIDCO t\ a una; La liija de lorio. Reclutador oriental, Los .aballerot de ¡as tinieblas Los celos de Agamenón.

CIUDAD LINEAL—Kursaal.—De nueve a diez v me­dia: Felfculas cómicas y concierto».—A las once:

El apropóslto de varietés peli-cómico-lírico-ballable. S« desean artista^.—(^endartoa. Reataorant, Casino. Mis de coareuta recreos difereatas. Entrada al Parque, C,SO céntimos. , ,».,- *~,^ .—.

FROKTON .V.ADRID. —(Cadaccfos, B).-Oran de» pare4o* a nqmata per sefioritas.

A laa caatro, mrtldo a taquata fwr seSotltas, a cu«r ns ta taRtoa.s Aatora y Magda oantra ivUria v (JP rme-M; a iaa diez, a cuannla notos: Isabel y Wariqulla Mntra P (tra y Joaquina.

Sillas de patio. 0^0; kvteOl» (t9(|»s las fiUt), 0^> ftfook,4p(«s. - ' •.--•.••••••••"• -I--

tfiiriíiiiiHii l i — — B a ' f I ym • maamsmsmscssa

Luchas wioleni as _ :Contraa taqu«s rechaza, ( ios—Pcsc iones aseguradas.—4.a accióit de los aeroplanos.-Tt-Estaciones bombar­deadas.

LoTidre.s, 22 (11 n.). Duran te el día han tenido de nue-vo lugar violentas luoha.s a l sur de la carretera Ypres Menia . El ene­migo ha luchado con gran valoc, pero sin éxito, para recupccrar la posesión de la a.ltu-ra Tower Hamlets .

Duran t e el día fueron completa.in6nte re­chazados por las t ropas de Durhani t ros vio-lemtoe contraataques al riorte de Tower Hamle ts .

Los repetidos ataque» enemigos dados más al Sur, obligaran a nuestras tropas avan­zadas a retroceder l igeramente «n pa r t e del t e r m o conquistado ayer por la mañana eoi és ta región.

La tota l idad d« las posiciones oapttiradas por nosotros el día 20 del oorpionte se en-enentra aseguradaiS en nuest ro poder.

E n ©1 resto del frente de "batalla n o h a diado el enemigo ningijn otro a taque .

Nuestros aparatos, volando a baja altuxa, continúan ametrallando la infantería eiie-miga y k » transportes, tanto en las regio-res avinzadas como en las de retaguardia.

El bombardeo prosigiaió, dejando caer cuatro toneladas de bombas en la eetacián diel ferrocarril de Pvoulers, sobre va aeró­dromo y en loe acaníonamientoe sátuadoe en laa inmediaciones de LiUe, sobre un ae­ródromo al sudoBt© de Oambrai y en loa abrigos militares en la región del trente.

Pu ran te la noche fueron lanzadas otraa eeis toneladas y media de bombas aobre Roulers, Ledeghem y. la estación die ferro-oarril Menin, asi como sobre ^ran cantidad de transportes y trop-as que circulaban por la carretera d- - Menin-Ypres.

Las tropas y transpoites enemigos que ae encontraban en i^sta carretera fueron tam­bién eficazmente atacados por ©1 fuego de las ametralladoras de nu]e6Í;ro(S aeroplanoe, que deede una altura d'. 400 pies digparaion muohcvs miks de cartuchos.

VicMsntos eoinbates.—Los italianos se ra-pliegan Et niím^ro de prisioneros.

Roiaa, 22 (12 n . ) . H a habido violentos oombates; pero en el momento del ataque los italianoB han logrado desalojar a loa auÉtriac/is <ie .«n,»; posicion'Cs, a pesar de la encarnizada, rssistencia que oponían.

E l repliegue ha sido debido al fuego de la sirtUleria y no al contraataque austríaco, como ellos dicen, habiendo éste fracasado por ccmplet».

E n cuanto al camero de prieioneroB que

roenaonan, basándose sobre el nilmero de italianos que no han regresado a. s-ijs posi-cioEC'S de partida, hay que deducir que los Italianos han contado entre los prisioneros que han hecho ai los muertos y los heridos, exagerando todavía con mucho el t o t a l ' exacto.

Combates en la región de Riga Los rusos se retiran En el frsnte rumano.

Petrogrado, 22 (11 n . ) . Lo» alemanes, después de una intensa, preparación de ar­tillería, atacaron en la región de Riga en dirección a Sissegale. El .aíaque fracasó aote la tenacidad de las guarniciones avanzadas rusas, apoyadas por la artülería.

Los rusos se retiraron en la región de Ja-cobstadt a- la oinlia derecha del Duina.

En la tarde del 20 el enemigo atacó por tres veces, después de una preparación ie artillería, en la región al itort.© de Mrmchu-lu. Todos los ataques fiieoron rotos. Les in­tentos enemigos de atacar durante la, ma­ñana del dia 21 al norte de Girozesche fra-osjBaron igualmente.

Comunioacfo alemán de anoche.

Koooigswusterhausen, 22 (12 a . ) . La lu­cha de fuego oontintia en Plandes.

En la persecución de los ruaos que huyen ha e^o alcanzado desde Liwenho¿ río aba­jo, en toda,3 partes eJ Duíma.

EN EL MAR Nuevos éxitos submarinos.

Ñauen, 22 (12 n ) . Los submarinos ale-m.anes han hundido ©n el canal de la Man­cha, golfo de Vizcaya y mar del Norte cua­tro vaporo* y un velero, con IS.OiX) tonela­das de registro bruto, entre eUoe el vapor armado mglés «Wentworth» (3.828), con carga general, y un vaipor de carga inglés, abarrotado de mercancías, que fué torpe­deado de un. convoy, «ei como un gran va­por tanque y el veíeró inglés «Bhsabeth>, crm. oaubón de Newport para Cherburgo.

U n oapitiín y dos artilleros fueron oogá-dos prisioneros.

Total de barcos hundidos.

Ñauen, 22 (12 n . ) . E n el mes de agosto hall sido himdidae de tonelaje me t í an te en total 808.000 tanieladas de rpsistiro bruto por acciones bélicas de las Potencias cen­trales.

Con eBo han 5ido echadas a pique deede el comienzo de la guen-a stibmarina extre­mada 6.303.000 totneíadas de registt» bruto, útiles para loe adverearios de ha Potencsias centrales.

LA SITUACIÓN POLÍTICA El 5r. Dato niega la crisis

J U D E X NOTICIAS DB LAS EMPRESAS.

ZWaiMM.—Hoj «e jiToyeobará mi VUMÍ-ieo prc^numn, oonipti«tto die «actmordma-fitm peUcolaeoe ««bretoo do noraditadfts m«r-caa. Leda {«Adversiidarfa» d«l deettn.<»j), hro par tes , de «iiiccUm»ate argimiiento, lueía-ia «u pro¿»KoaÍ8Í» la gentfi Leda Qyt; K I « larrer» de » mtíeirte», r&aro», V*y, Torino, ie tmneitarios j Mtupaodae aven tu ras . ?,oniptetarán tan extraordinar io programa ana « t i t a panorámic» mi oolorwi, «B^eisas Í9 Brertaña», y la gtiaoioeíanna, en doa par­tea, «Billie, policía», por «1 aot^n- noTt««ane-"if-a.no Bülio Ritchie. El prájátao r teraaa ,

'"ranoeéoa Bertiiri, ed flí, «Prooaao

OOWIUNiCADOS OFICIALES EN LOS O l V E a S O S F R E N T E S

I artillera Ataque a lemán—Trtn-a< a l tadas.—Encuentros de patru-

.paratos perdidos.

,'2 :11 n , ' . Marcada actividad de >do el frente del Ais-diroc-ón a la granja

¡íes de C ^ n y y

aiííinanes h a a pro-n t r a las posicitme»

'o Champagne y

m a s han pot ido j poner pie em

' donde los spués d« un

lian pfetw-, ... haoia Beau-

ígios y TOlvieii-

, derecha d«l Moea hay aoao-I ría l-'a.stante vivaa «a direc-

'«ncuentros de patru-¡.i.-lS, : r -n t« . nada que señalar.

.al 20 d© aeptieinljre .r los p-üotos franoe. ibo cautivo. Además 7,».r sin gobierno 29

Desmintiendo rumore».

C o m o r a z o n e s exp l i cab l e® noe i m ­p i d e n ^ec^>ger c u a n t o ee c o m e n t a y s e a f i r m a , p a r a n o t « n e r q u e d e c i r l o q u e n o s e n t i m o e , n o s p e r m i t i r á n u e s t r o q u e r i d o c o l e g a « L a N a c i ó n » , d e f e n s o r deil G a b i n e t e D a t o ee tos d í a s , e n e f e c t o , q u e n o s a c o j a m o s a s u s m a n i f e s t a c i o n e s d e e s t a m a ñ a n a .

D i c e a s í e l c o l e g a :

Eicribimos estas líneas ya de madrugada, cuando los telegramas de Sun Sebastián traen referencias de las manifestaciones que el p re ­sidente del Consejo de ministros hizo al salir de clPB-pachni- con el Monarca.

Ha vuelto el Sr. Dato a ufegar do modo te r ­minante que haya razón ninguna para que .6 plantee una crisis, que, segiín los cada vez [ más desacreditados profetas de la política, sería, no ya parcial, sino total.

Durante el día y la noche liltlmos se ase­guró insistentemente que P . Eduardo Dat.> había ido a San Sebastián para presentar al Ecy la dimisión "irrevocable" de todo el Gobierno conservador.

jEazones? ¡Ah! Muchas y de todae clases. Tantas, que la crisis era fatal, inevitable.

Pa ra los agoreros no importaba nada quo el presidente, al montar en el tren, declarase que era su viaje uno de los quo usualmente hacen los jefes de Gohierno durante las a u -seacias dei Eey para darle verbal y detalla­da cuenta de los asuntos pendiente?. lYu verán ustedes—decían—cómo se despeja la incógnita cuando se reciban noticias del des-paclw del Sr. Dato con D. Alfonso! Y, en efecto, el telegrama esperado llegó y con él la nueva negativa de inminentes aconteci­mientos. •

Antes al contrario, el presidente dpi Con­sejo habló a los periodistas y les dijo que seguiría gobernando con la confianza do la Corena; qme contaba con el decreto de diso­lución; que irá el partido conservador a las eJeooiones municipales y generales, en las cuales ae demostrará si la opinión está o no con los hombres que actualmente gobiernan, y que inlentras tanto se hará por decreto cuanto requieran laa neceaidades del país.

¿Tendremos que decir que estas manifea-tadonf», t an contundentes como lógicas, p r o ­dujeron gran decepción entre los que, cons­tantes enamorados de los revuelos políticos, no se paran a pensar en si seria en los p r e ­sentes Dvomentos grave dafio para la marcha de la vida española un cambio de política t

No ignoramos que nos tachan de ministe­riales los que no conciben que la Indepen­dencia se demuestra estando frente a los Go­biernos cuando así lo dicta el deber y junto al Gobierno cuando ello ise cree patriótico y justo. Porque somos Independientes apoya-iBos al 8r . Dato en los días difíciles que s i ­guieron a aquel en que ne encargó de for ­mar Ministerio. Porque somos justos no ptx_ dimos ni podemos smnarnos a los que duran­te las iSltimas horas esperaban y esperan aUn regocijadamente acontecimientos impor­tantes.

Cuando el colega lo afirma, sin duda, es cierto... Mas, con toda la independencia que las circunetancjas permiten, recojamos también la in­formación teleiómoa que ñas envía nueetro oorresponsal en San Sebas­tián.

Manifestaolonee del Sr. Dato.

San Sebastián, 22 (11 n . ) . El presidente idal Consejo permaneció dos horíw en Pala.-cio, saliendo acompañado del duque de Mi­randa, coa el que se dirigió al Ministerio de jomada , donde conferenció durante media hora con el marqués de Lema.

Después el Sr. Dato viritó al capitán ge ­neral, y a las ocho y cuarto recibió a los p e ­riodistas, a Jos que manifestó en primer t é r ­mino quo había permanecido largo rato eu Palacio porque el Monarca le invitó a t o ­mar el té.

E l jefe del Gobierno añadió que «il jnai>-qués de Lema había dado ciwmta al Eey de loa último» Ooíisejos do ministros, y que él había venido para eompietar las referencias dadas por el ministro de Estado, que no h a ­bía podido hacerlo con amplitud por no ha,-ber asistido a' laa reuniones.

—El Gobierno—«aadió el Sr. Dato—se ocupa actualmente de la cuestión de los abastecimientos y de la creación de un orga­nismo relacionado con ellos. Como el asunto comprende a varios Ministerios, oerresponde a la Presidencia la preparación del Beal de -cretq. De éste me ocupo personalmente, y lo enviaré desde Madrid para quo lo firme el Boy y entra en vigor en 1.* de octubre.

El mievo organismo comprenderá cuanto Sfi relaciotia con lo^ transpo'-tes, adquisición

• artículos do prime. suma, algo parocidc

a lo que en las naciones beligerantes se l la­ma Ministerio de Subsistencias. No hemos elevado al organismo en creación a la cate­goría do Ministerio por tratarse do una cues­tión circunstancial.

Después de referirse en términos optuffift-tas al problema del algodón en Cataluña, el Sr. Dato, respondiendo a preguntas de los periodistas sobre la situación política, di)o:

—No ocurre nada de particular. Hay per ­fecta unanimidad de parecer entre los hom­bres que constituyen el Gobierno y no existe motivo para pedir al Eey la ratificación ds su confianza. El Gobierno cuenta con ella pues si no la tuviera no seguiría un solo mo­mento en el Poder. La cuestión del decreto de disolución de Cortes no constituye un p r i blema, como algufiíis suponen, pues el Rey sabe que el llamar a un partido al Gobierno i ínpl ícaque ha de disolver las Cortes y con­vocar otras, porque no puede gobernarse sin m ^ o r í a en el Parlamentó.

El Gohierno—añadió el presidente del Con­sejo—tiene el propósito de efectuar en n o ­viembre las elecciones municipales y después las de diputados y senadores; pero si cual­quier circunstancia lo aconsejara lo contra^ rio, antepondría las generales.

El partido consorvador quiere gobernar con la confianza de la Corona; pero también con la de la opinión.

Esta os la costumbre constitucional, no in ­terrumpida, quo cada Gobierno convoque su Parlamento, y no comprendo cómo \v.^ quien pretoride que continuemos gobernando con unas Cortes elegidas por otro partido.

El Sr. ' Dato terminó diciendo que había querido aprovechar en su viaje un día de fiesta; que mafiana a la noche regresará a Madrid, y que S. M. 'el Bey, al terminar la jornada, marchará directamente a la corte y desde allí hará el viaje a Vitoria para tomar parte en las ceremonias anunciadas, siendo probable que 61 le acompafie.

El presidente del Consejo, que almorzará mañana en Palacio, asistirá probablemente por la tarde a las carreras de caballos.

¡El Sr. iFa ra a sao relasíláe? Nuestro querido cologa "A B C" dice esta

mañana:

^'Sogtíu informes recibidos anoche en M a ­drid, el ex presidente del Consejo Sr. Mau­ra salió ayer de Solórzano para San Sebas­t ián."

Nosotros, a pesar de haberlo procm-ado, no hemos podido comprobar la certoasi de ia noticia. El propio hijo del insigne esta-dista, D. Miguel, que se encuentra en Ma­drid, no sabe nada.

Noticias de Gobemaoién.

El Sr. Sánchez Guerra dio esta mañana a los periodistas las referencias oficiales dal gobernador civil de Valladolid referente al siittestro fcrTo\'»iario ocurrido du ran te la marlrugada anterior, de que dait.os cuenta apar te .

Después manifestó que el Sr. Da to no r í^ rMar ía de San Sebastián has ta ©1 mar­tes, por la mañana, obedeciendo su deten­ción en aqueila capital al des 'o de asistir al bautizo de un nieto de su consuegro, ei marqués de Valtierra.

A pregunta de un periodista acerca d e la reunión clandestina celebrada en una casa de la calle del Cardenal Cisneros s« limitó el miu'tgtro a contestar que se había ento­nado del hecho por el director general do Seguridad.

Dimisión de un director general.

Beté comprobada por d propio interesa­do la dimisión del direetof general de Prl-áones , aeñor marqués de la Frontera.

Se fundía, aegtin parece, en discrepancias poUticae oou el ministro de la Gobernar ción. '

Manifestaciones dei Sr Lema.

San Sebastián, 2-3 (3 t . ) . El miniist-ro de Estado recdbió a InedSodía a los periodJ0t'a8, manifeatándptea que le había visitado el ae-fior Dato, quien ee>t«, soafiaua ««tuvo, en P v lacio despachando con el Rey.

El marqués de Lema dijo que de Cestona había llegado, para alinorzer con 'él, el con­de d» Bugalial.

,E1 ministro habló deepuée a loe periodietas dte cuestiones poUtiuM, y recordando una fraae de Cánovas, dijo que laa situacáonies debían teaier, p.ara ser eficaces, un» duTa-ción que, si no tan exageorada como el quin­quenio, fuera, pcar lo menos, de dos afir*.

—GoaanaoB en Eepofiar—afiadió el minis­tro—, a -pesAr' de lo quo digau los pesimiiB-tas, de tuna gran independencia y ubeírtad, y yo confío en. que Isa elecciones munioipa-Icis sf cAlehrar^in dentro de la, míe a!>.-ointfl formalidad.

Él Sr . Lema destniniáó luego, oalifioándo

los de Juverosímiles, los rumores de crisis circulados con motivo del viaje del presi­dente del Consejo.

Después romunicó que ignoraba en absq-lut6 que el embajador de Busia hubiera pra-Eentado k dimisión .

Coinfirmó que ha »do susti tuido el minis­t ro de Suiza en España, y que en breire lo será el de Holanda.

Eefiriéndose al conflicto del algodón, di30 el marqués de Lema que suponía que no har-bía de surgir, como se ha anunciado, per existir en Cataluña un "stock" suficiente par­ra atender por largo tiempo a las neceeida^ des de la' fabricación.

FIRMA DEL REV Su Majestad el Rey ha firmado los sí-

guientee decretos: Prestdencia.—EstabliecieDdoejl créditoono-

biliario y creando el cwairant». Gracia y Justícta.—Jubilando a D. Rafael

García Vázquez, magistrado de la Audien­cia de Madrid.

Nombrando para sustituirle a D . Luis Maria Sanz.

ídem fiscal de la Audiencia de Valladolid a D. Sebastián Migud.

ídem id. de Valencia a D. Justo Biuiz Luna.

ídem magistrado a D. Anteojo Pérez Moro.

ídem de Logroño a D. Bodolfo Vidal. í dem de Badajoz a D . AntonJo Delgado

Hueso. ídem teniente fieoal de la Audiencia te­

rritorial de Burgos a D. José Leaj. Párajno. Aprobando el arancel de derecho* «n áaun-

to6 civiles paia loa Juzgados o Tribunaiilee munJcápalea.

Indultando de la cuarta parte de la pana que se le impuso a Rafael Falcó Calderón.

Conmutando las ponas a Criaaiito Alvaiez y Lorenzo Martínez.

Indulitando de la tercera partes de la pena a Manuel Ruiz Delgado.

Organizando un Gongreeo naoKMiial áe educación y protección a la infancia aban­donada, viciosa y delincuente.

Concediendo la medalla i)enitenciaria de oro a D. Manuel de Toloea Latoux.

fíooíeníZtt.—Fijando el capital por quehají de tiibuiair variae Sociedades exitranjeraa.

ídem Id. por el afSo 1915-1916 las Socie^ dadee francesas de automóviles.

Gaerfa.—Nombrando general de la pri­mera brigada de la dé<3unatercera división (Oviedo) a D. Enr ique López Sáenz.

Iniciando el cumplimiento del acuerdo del Consejo de miilistros eobre unidadee d» Artillería y otr?s Armas.

} Marina.—Ascendiendo a caxátán de navio a P . Antonio Espinosa León. '

Nombrando comandante d e , l a provinoiar mari t ima die Santander a D. í e d e n c o Moiv real.

Aprobando, con carácter provisional, el reglamenito orgánico del Ministerio de Ma-

J riña. Fomento.—Nombrando presidente del Co­

mité central directivo del consorcio nacional carboniro a D. José María de Madariaga y Castaños.

Disponiendo que loe encargados de m-.nas y fábricas miHalúrgicas remirtan a laé Jefa­turas de l ' s dietritos mineros los datos es­tadísticos q>ie se indique por la Direccón general de Agricultura, Minas y Montes.

Otro, relativo a loa fírrocarrile» secunda­ros y eetratégioos. estableciendo la forma en que pueden loe concesionarios aceptar la ga­rantía de interés del Estado.

PROVinClAS Muerte de un diputado provlnoial.

Avüa, 22 (11 n . ) . Ha fallecido el dipu­tado proTÍneial D. Santos Aboin. Morera, una de las figuras más prestigiosas dei par­tido conaervador en esta provincia.

El entierro se ha verificado esta tarde, presidiéndolo el director de Comunicacio­nes, Sr. Ortuño, primo del finado, y aaie-tiendo numerosas personas de todas las cla­ses sociales.

Una detenoión.

Bilbao, 23 (8 m.) . Por orden de la au­toridad militar ha sido detenido el conoci­do sindicalista de esta capital Raimundo Barrio, acufiado de haber dirigido el paro en las minas de esta región. La Alcaldía de Barcalona—Conferencia (M

Sr. Cambó.

Bai-celona, 22 (11 n . ) . El diario «La Tri­buna», en ¡?u niimero de hoy, se ocupa de la cuestión de la Alcaldía de esta ciudad, afirmando que será nombrado para desem­peñarla, el Sr. Bartrina.

En loa Círculos políticos se hacen gran­des comentarios sobre esta noticia, conce-diéndoeela caracteres de veracidad, pues la candidatura del Sr. Bartrina cuenta con el apoyo de los reg^onalistas.

El Sr. Cambó dará uno de estos díae una oonfcrencia aobre economía nacional en el falón de actos del Ateneo.

Consejo de guerra.—Fin oficial de la huelga ferroviaria—Actos de homenaje.

La Coruña, 22 (U n . ) . En ©t cuftutel de Infantería se ha celebrado un Coceejo de guerra pa-ra juzgar a un obrero acusado de ejercer coacción durante loe pasados mice-606.

El fiscal ha pedido que se condene al pro­cesado a doe años y once meaea de prisión correccional.

La Directiva de losi ferroviarios ds la Bec-tóón de La Coruña a Monforte ha entrega^ do al gobernador civil un oficio dando IHDT tenninada ia huelga.

El martes ee celebrará una velada teateal como homenaje al Ejército

La compañía de Ricardo Calvo' represen­tará el drama «Reinar de-s-pués de morir».

Mañana se celebrará* cx>n gran solemni­dad la jura, de ios exploradores, entregán­doseles las medallas adquiridas por suficrip-ción^ ptlblica para premiarles por su compor­tamiento durante la pasada huelga. '

Después de la función religiosa se cele­brará un festival campestre, al que aedfiti-rá la colonia escolar madrileña que eetá en ,el Sanatorio de San Pedro de Oz».

Detenido en Hbertad.

Cádiz, 23 (3 t . ) . H a sido puesto en íiiber-tad el presidente de los ferroviarios de e.sta región, J u a n Santander , detenido duran te la pasiada huelga.

LH PflSflDJl HUEIíGH Reunión clandestina.

Esta madrugada fué sorprendida por la Policía una reunión clandestina que se es­taba celebrando e^ el piso seg-indo de la ca ­sa uúm. 75 de la calle del Cardenal Cisne-ros, domicilio de Patdino Moreno.

Kii el momentx) de penetrar los agentes de la autoridad, los reunidos, eu niimero de 11, 86 ocupaban de sucesos relacionados con ta pasada huelga.

Enepon detenidos los citados individuos y conducidos a la Dirección de Seguridad.

En. la casa se practicó un minucioso r e ­gistro, que dio por resultado que la Policía se incautase de documentos diversos relat i­vos a la pasada huelga.

Se busca a otros sujetos que se sabe iba/. a asistir a la reunión sorprendida esta m a ­drugada. I

3 . " . 4 . ° . EPISODIOS DE

IVe*' RAVENGAR Herida del corazón Butaca , TODAS LAS FiLAS P a ca ,

0.50. G R A N T E A T R O 4 p t ^ 8 .

lüGI&S IIF Infantas de viaje.

Santainder, 22 ( U n . ) . ProcMentes do Asturias, ham llegado los Infantes doña Lui­sa, D. Carlos. D. Alfonso, D. Jenaro, don Eaniero, ü . Pedro y D. Gabriel.

IJOS ilustres viajeros piensají permanieoer em e«ta capital hasta fin de mes.

AooMente mari t imo.

Cádiz, 22 (11 n . ) . Esta mañana, chocó em la escollera el vapor ¿Mercedes», que con­ducía a 400 obreros de La Constructorai Na­val.

E l buque quedó incUnado de u n costado, salvándose todos los obreros. ,

Muerto por asfixia—Epidemia tlfioa.

Boroelona, 23 (8 m. ) . E n un lagai do la calle ¿le Don Pedio TV ha muetito asfixiedo por los gasea uno de los dependientes cuan­do estaba efectuando la limpieaa. del looal

La Jun ta de Sanidad ha comprobado va­rios caaos d« tifus, habiendo tomado med!i-ilaa para evitar la propagaouSn de la epida-miai.

Un in t^d io .—Nuevo jef« de la Guardia ohrii.

Bailón, 28 (8 m . ) . U n incendio ha d^e-tmído oompletoime&te l u oficiosa y vivilon-da del encaj-gado de la fábrica áb aceibee cLa Margarita».

La documentación fué salvada. ' Se ha poeesionado del mando de la Guat-

dáa civü de esta línea el primer tenieiatftdio dioho Cuerpo D. Pramcieoo Quijoaa.

Las obras de Benavente en película.

Santander, 23 (8 m . ) . Bajo la raaán so­cial de «Canta/bria-Cines» se ha creado en eatiQ población, oon c^pitalea eantanderinoa, una Sociedad dedicada a representar en ci-nematogroíia k a obraa de D . Jacinto Be-nav6n.te. .

La pifaner» obra reproducida ea pelloula será «Los intereses creados».

E l i iostre dramatt irgo oolaborará eu ki imptieeión.

Anciano desapareoido.-v-EI obispo de Jaoa.

Huesca, 23 (8 m . ) . Un antáano que des­apareólo hace días del Asilo Ai«ño fué en-oootrado em un monte del pueblo de Ca­rolas a punto de perecer de inanición.

Sin breve saldrá pana Valladolid, donde paeará un» temporada con eu madre y su hermana., el obispo de Jaoa.

Los t ranviar¡os ._Rif la en un penal.

Valemcia, 23 (8 m.). El capitán general recibió persomalmeinte a lo8 representantes de ia, Sociedad general de obreros tranviar-rios y sigue practHQa.ndo activas giestionues en evitación de una nuevia huelga general.

Los oeladoros del penal de San Miguel de los Beyes Manuel Meléndez y Cándido Ruiz , quo miantenían antagonismos ant iguos, lle­garon ayer a, las manos, infiriindoae mutua-mont» grandes heti.das en la cabeza.

Fueron separados con gran t rabajo por sus compañeros y encerrados cada uno en un calabozo. Llegada de un trasatlánHoo.—El viaje dei

«Infanta Isabel» Bcdas d» oro de un marino.

Cádiz, 23 (8 t . ) . Procedente de fíuemos Aires ha llegado el t rasa t lánt ico «Ihfanta Isabel de Borbón», conduciendo 1.500 pasa­jeros, ent re ellos el redactor de <(La Acción» D. J u a n Bras«.

Cuentan los viajeros que la t ravesía ha sido completamente feliz, no ba.hiondo erx-oontrádo duran te ella barco alguno de guerra .

El capitán del buque, D. Manuel Des-cihamps, celebrará ahora sus bodas de oro de navegación.

Con ta l motivo, el representante de la Compañía Trasatlántica^ D. Carlos Barse, le ha entregado, en nombre de la Empresa, un sdimirahíe cuadro representat ivo de la en­trad» del vapor «Montserrat» en el puerto de Matansias cuando bloqueaba éste l a es­cuadra yanqui, maniobra que fué dirigida por este marino.

¥m el lienzo, debido al laureado pinitor Ruiz die Luna, se ve al trasatlárrtioo cruzar la línea americana de bloqueo, entre A fue­go de los buques de guerra enemigos, du­rante un atardecer, admirablemente iruter-preitado pot el artista.

El marco, proyectado también por Ruiz de Luna, e® de eatilo Luie XVI, y en él aparece inscrita en plata y oro la aguíejiíte ded 'catoria:

«La Compañía Traeatlám.tica,, a su oapitán Manuel Deschamps Martínez al cumplir lOB cincuenta añoe. de naivegación y en recueido de la ruptura d d bloqueo de Cuba ei año 1898, ma.ndando el «Montserrat», penetrainr do en Cienfuftgofl el 24 de abril y en Maitan-zat! el 28 de julio.» -

Tanto Deschampa como Ruiz de Lima, ee-tán recibiendo muchas felicitaciones.

E l «Infanta Isabel» zarpará «sta nodhe paa-a Barcelona.

Delegación regia de Pósitos.—Circular d i s ­poniendo que las Secciones provinciales p ro ­cedan a establecer la situación exacta de caí­da Pósito y que no se dé curso a ninguna instancia ni se tramiten expedientes en so­licitud de préstamos hipotecarios por plazo mayor de un año ni instancias en demanda de subvención para construir Pósitos.

Dirección general de Obras públicas.—Pro­yectos de tarifas presentados por las Com­pañías de ferrocarriles.

VIDA DE SOCIEDAD EN PROVINCIAS

Han contraído matrimonio: En Granada, la señorita Antonia Leiva

Puertas v D. Bartolomé Borrero Catalán. En Uldecopa (Castellón), la señorita Mer­

cedes Alonso y D. Andrés Torrado. Ha sido pedida la mano; En San Sebastián, de la señorita Anita

TeUo para D. José Santiago. Han fallecido: En Santander, D. Enrique de la Tórnente

y Aguirre. En Zaragoza, doña Enriqueta Molis, viuda

de García Goyena, y D. Vicente Pérez V i -c(nte.

En Vigo, D. Isaías Collazo del Palacio. En Oviedo, D. José Alonso Suárez. En San Sebastián, doña María Octav'a

Eevosedo. .' En Cestona, doña Joaquina González y

r u r i r a y la señorita Catalina Isasa. En Bcnaguacil, doña Magdalena Segarra

Montón. En Pueblo Nuevo del Mar (Valencia), don

José Belenguer Mirallea. En Valladolid, doña Pet ra Muñoz, viuda

de García Cid. En Barcelona, doña Lucía Tutau, viuda de

Pagés ; doña Teresa Alech Brau, D. F r a n ­cisco Soler Eovira y D. Manuel Izaguirre.

K S i 55^5 •

L.A "GACETA" L a de hoy contiene, entre otras, las s i ­

guientes disposicioneB: Estado.—Eeal decreto disponiendo que don

Ángel García Loygorri, secretario do Emba­jada de primera clase eu Berlín, paso a con­tinuar sus servicios con la misma categoria en la Legación de España en Teherán.

Otra disponiendo que D. Daniel CarbaUo y Pra t , conde de Pradere, secretario de p r i ­mera clase en la Lgación de España en T e ­herán, pase a continuar sus servicios con el mismo cargo a la Embajada en Berlín.

Fomento.—Real ordwn autorizando a los Ayuntamientos do Capdepera, Santagny y San Juan (Baleares); al de TodoleUa (Oa>!_ tel lón); a los de Olocaulas, Sage, Carral y Arnés (Coruña), "y al de Arbo (Pontevedra) para la construcción de los caminos vecina­les quo se indican, oon las subvenciones y anticipos correspondientes.

Administración Central.—Dirección de la Deuda.—Relación de las facturas de presen-taci'ja al cobro de Créditos de Ultramar en el tumo preferente quo han de ^Bti«fac*ríio por la Taeorría do este Centro,

EL DÍA EN BARCELONA Los t ranspor tes .

Barcelona, '33. (3 t . ) . El director general de Obraa públicas ha telegrafiado a la Jun­t a provincial de Subsistencias negando que IB, tíumitoción' dio las órdienea de embarque dificulte el cumplimiento de éetas.

El alumbrado.

Loe direotoree de laa fábricas del gaa bam vJsiitado nuevamente al gobemuador p w a baoeide presente que, de no recibirse em bre­ve plazo algunae de las partidas da oom-buatibl© pendieiiftee de í r tcapor te , teaudrán que suepender la fabricación.

La Junita de Subsistencias oe ha dirigidlo o la de gobierno del puerto del MuaeJ, i a t o reaaaido ee dé cumplirmenHio a laa órdemes de embarque que ha expedido el ministro de Fomien/to. algunas de las cuales han aido extendÜM hace tiempo.

AlguaSKi eijitidadeisi oomercialee han expe-; did» por su pSirte idéntiooe diespaahos, har", biéndoBa dirigido también al minisitio dej Fomento quejándose de la tardanza en la tramitación, de las peticiones de embarque.

Una do estas Casas t iene pendiente de tpanslpoI^^ una par t ida de combustible, cu­ya orden de embarque fué expedida por el Comité Central do Transportee el I ." do ju-n l b ; el día 15 d« septieimbre aun no había llegado al puer to del Musel es te ordem.

Los algodoneros.»

j a Fomento del Trabajo Nacional ha con-Tpcado a loe algodoneroe a una reuoión para tomaír acuei-doe &osroa del problema pkn- : teado a es ta industr ia por 1» suipresión de la ímportBcaón que se hacía de este arWoolo de loa Estados Unidos.

Vlajd del gobernador.

El Sr. Sauz y E^oartín h a salido ecstB. r^sr ñ«lDa para San Juan De» i,>í oon objeto de asistir a la fiesta l e la F-evisión.

Ejercicios mititares.

A las coatro de la mañana h a maircbade a Villafrouca ded Pamadés el legimiend» da CabaiUeria do Nunoancia para efectuaír práo ticas de t i ro en aqueÜa comarca.

Ladirones sorprendidos.

Esta madrugadía), en el oememiteirio, hax fiado sarppetidídos una malhechores que st dedioaban a robar objetoa de laB sepultu» ras.

Los ladrones 96 defendieron a tíros. Avof dieron fuerzas de oarajbinei-os y dei aomiBK ten, s n que lograsen oapturat a los kdiro nee.

Revista comercial.

El mercado de vinos ságue pariaM^ado pop. ía prohibición de exportar a Francia. •

Aceites.—^Loa precios siguen corrientes y firmes por la «ecasez de la oferta. De AnOSM lucía llegaron 11 vagones y 12 de lá regióa.

El mercado, do algodones cuenta ac tual ­mente en almacenes con 64.500 balas.

En azúcares, bacallaos y cafés rigen albi lOs mismos preoioa.

Han llegado dos vaporea oon B.700 toue. ladas.

Los cereales contintian en cotización esta-i cicmaría. >

SECCIÓN RELIGIOSA Santes de maflana. lunw.

La Virgen de las Mercedes, Gerardo, Ti í so y Rústico.

Cultos para mañana . Cuarenta h o r a s , — B Q las Meroedaxiae

Qóngoras. A las oinoo y media predica «L magistral de Madrid .

Parroquia úo la Cenoepción —A tes seds, novena a la Virgen de las MtaxediBB, predli-oando el Sr. F a u r a .

Igl»sia del Buen SuoSso.—A liais SOIA, ssp. temario de Doloree, predicando el S r . Mot>-laoes.

Visita de la Corte do Marfa.—N'ooatni Señora de las Mercedes, en Don J o a n áe Alarcón.

Sucesos eo mamiit Bobo en un tranvía,

A D. Antonio die Laguna Siremo te itoiba-ron anoche en u n t ranvía do h. Une» Proe--peridadrSain Prancifloo u a reloj vakajBdo en oiem peaetae.

Aooidente.

Ouamdo conducía un c a n o por el paseo de Siant» Meria die la Cabeza el cairTero Luia Hernández Saawedra tuvo la d e g r a d a de oaeiBO, siendo axroUado por el velhlouJD.

E n la Oasa de Socorro del Hospital cuna-ron a Lnie de lae fesicmee (Te pronóetioo ne-servado, que sufrió.

Otro robo.

Doña Doloree Moran Rodríguez, que vive en CIolmieii'.areB, 8 pieo cuarto, ha denun­ciado que durante eu ausencia eniferaron e<n BU domicilio por una ventana que da a un paeillo y que se hallaba abi t i ta , llevándose loe ladrones 250 peóeHts q'ae guardaba en un. caijón de la cómoda..

Calda.

En ©1 pa.?eo de Ronda, se cayó de la muía que K.ontaba Ensebio Martínez, i^rcducién-dose lesiones de. pronóstico reservado en ía cabeza.

Intento de suicidio

Por contrariedades anioroea.s intentó sui­cidarse la joven de \'©intidós .años Rcxsa Gon­zález Losada, que vive en Alejandro Rodrí­guez, núm. 2, ingiriendo una paetilla de permacganato.

Después ds aaisitida em la Casa do SoccarK pasó " ""•• '•"•nicüio.

Un atropello,

Cuando cruzaba la calle de Alcalá, frente al edificio de la Unión y el Fénix, fué a l ­canzado por im automóvil, que' marchaba a gran velocidad, el joven Alejandro Gómez, habitante eu el paseo de las Acacias, 10.

El vehículo le dio un tremendo topetazo, lanzándole a gran distancia.

Recogido por vario? transeúntes, fué con­ducido a la Casa de fi. jcorro del distrito d d Centro, donde se le apreciaron varias her i ­das én las regiones occipital y liientoriaaa y fuerte conmoción cerebral.

Los facultat 'vos cal fioaron de grave si: estado.

El mecánico fué detenido.

Arrollado por un tranvía-Al in tentar subir a un t.ránvía en marcha,

frente al Tribunal de Cuentas , tuvo la des. gracia el obrero de veintisiete Años Ángel Bem'ito Sanz, de resbalar en el estniho y oaer debajo del carruaje. Es t e le pasó sobre am-ba.p piernas, produciéndole heridas graves.

Úua vez curado de priinefa intención en la Casa de Socorro doi Hospicio, fue condu-"<4» M Sosp i t e l Provtacial. ^

Page 3: El em piar: 5 cenTimos DOMINGO, SEPTIEMBRE 23. 1917

^ l^VS SEPTIEMBRE 23, 191T

L/IV1DAYUS1JER[S LUCIA FELIX-FAURE GOYAU A o a b a d e p u b l i c a r s e l a o b r a p ó s t u -

taa d e e s t a g r a a e s c r i t o r a f r a n c e s a ; ea r e a l i d a d « L a m u j e r e n e l h o g a r .y e a l a c i u d a d » ( « L a f e m m e a u fo­ye r e t d a n s l a c i t é » ) ea t a n so lo u n a r e u n i ó n d e los úit!n;,OiS a r t i c u l a s i'.e L u c í a l ' é l i x - F a u r e . F u é u n a t r a -Ija jadora i n c a n s a b l e , y i o d a s l a s l e ­gis tas , t o d o s los p e r i ó d i c o s f r a n c e s e s i e c i e r t a iimiipi'tiancia t r a í a n a UK' -u u d o i a firma d e l a b i j a d e l f a l l e c i -i o p r e s i d e n t e d e la l l e p ú b l i c a .

: L u c i a F é l i x - F i a u r e e r a , s i n e m b a r -*jKo, e l t i p o m á s o p u e s t o a l a i d e a co­c i e n t e d e l a a f e m m e d e l e t t r e s » . N o i s l l v e í a , n o « f i g u r a b a » e n n i n g u n a f .ar ts . D e s d e q u e tiu p a d r e e n t r ó e n ; 1 E l í s e o , e l l a t e b o r r ó , ae' r e l e g ó vo­

l u n t a r i a m e n t e e n l a s o m b r a . P a r a itYia S'oLa c o s a q u i s o e s t a r s i e m p r e e n p i i c i o r a l í n e a ; d e s d e e l p r i m e r día. . : ' I fué en e l E l í s e o l a « a d m i a i i s t r a -¿CTT d e la c i r i d a d » , y n o h u b o eú-r l ¡ ' .1 o m e m o r i a l e n d e m a n d a d e so- I ".;,;'o q u e n o p a s a s e pQr s u s m a n o s . ¡ .'• •> p r e t e n d i ó n u n c a , c o m o t a n t a s i I ' : .!: , p i^es iden tas , « p i n t a r eu pai>elB,

i ue los f r a n c e s e s U a m a a « j u g a r a i c i n e c i t a » ; p e r o t e n í a s u despa- ,

"iio, .su s e c r e t a r i o p a r t i c u l a r , y c o n -I I e r raba cas i t o d o s u t i e m p o a e s a t a ­ro;», n a d a f á c i l , q u e c o n s i s t e ea_ o c u ­pa rs-a d e l a c a r i d a d e a u n p a l a c i o de jcde d o E s t a d o .

Y e n e l l a l a l i t e r a t u r a f ué c o m o lui re f le jo d a s u ca i i d i ad . E l l a q u e p o d í a t r a b a j a r c o n c o m p l e t a i n d e -p e i i d e ñ S l a , S i n c u i d a r a © p a r a n a d a del) r e s u l t a d o m a t e r i a l d e s u o b r a , d io " s i e m p r e a s u o b r a u n fin n e t a ­m e n t e p r á c t i c o ; t r a b a j ó s i e m p r e p o r algOB^ c o n a v i s t a s a alg^o»; y c o m o e l l a , p o r s u s i t u a c i ó n , n o n e c e s i t ó n u n c a n a d a p a r a s í m i s m a , s u o b r ' r e s u l t ^ s e r u n a d e l a s máís esp léndi i -dianaente a l t r u i s t a s d e l a l i t e r a t u r a .

Lflbu.a d e un,a b o n d a d s e n c i l l a ^ y D a t u r a ! , y a l mismx) t i e m p o m u y i n ­t e l i g e n t e , L u c í a F é l i x - F a u r e d i v i d i ó t o d a s u v i d a e n t r e eli e s t u d i o y h c a r i d a d . P a r a d e f i n i r l a h a y q u e r e ­c o r d a r a l g u n a s d e e sa s figuras s a b i a s y a b n e g a d a s d e a b a d e s a s d e l a E d a d M e d i a q u e fueiron s u i d e a l y a q u i e ­n e s h a e s t u d i a d o ' t a n m a g i s t r a l m e n -t e . L a p a r t e d e s u o b r a q u e n o e s t á c o n s a g r a d a - a d e f e n d e r l o s d e r e c h o s d e l o s n i ñ o s , a mejo ra í r l a s i t u a c i ó n d e l a s m u j e r e s , y , p r i n c i p a l m e n t e , l a die k s i m s t i t u t r i c e s y d e l a s q u e vivem sellas, e s t á o o n s a g r a d a a l a s m á s a l t a s e s p e c u l a c i o n e s d e l e s p í r i ­t u . S u h e w m a n y l a I n g l a t e r r a r e ­l i g i o s a » f u é c o m o eil « p e n d i a n t » d e «Ja A l e m a n i a r e l i g i o s a » , d e G o y a u . A n t e s d e o o n o c e r s e persona lmen- í -e , •loT^e G o y a u y L u c í a F é l i x - F a u r e s e g u í a n i n t e l e c t u a . l m e a t e e l m i s m o c a m i n o . E l u n o c o m e n t ó l a s o b r a s d-ol o t r o ; ee o o a o c i e r o n , y s e "dió e l sa so , a a d a v u l g a r , de> u n a h i j a d e u n p r e s i d e n t e d e l a R e p d b l i c s a f r a n o e s a , i e u n a m u c h a c h a q u e p o d í a a s p i r a r % t o d o s los l u j o s , c a s á n d o s e o o n u n p r o f e s o r d e filosofía, c o l a b o r a d o r d e B r u n e t i é r e ©a lai « É e v u e d e s d e u x -i l o n d e s D , y a s i p i r a a d o t a n s ó l o a urua, v i d a c a d a vez m á s r e c o g i d a , m á s s e a -c i l l a y m á s e s t u d i o s a .

N o ' e e p o s i b l e ooaoo&r b i e n l a o b r a d e L u c í a F é l i x - B a u a i e , o o m p r e a d e í r b i e n e l c i a r ác t e r die e s t a m u j e r c u y a m a y o r d i s t r a c c i ó a e r a e l ocupar&e d e e s t u d i o s s o c i a l e s , e i a c o a o o e r s u o b r a « m a t e r i a l » , e s a « L i g a d e l o s a i ñ o s de F r a a c i a » , q u e n a c i ó e n s u d e s p a ­c h o d e l E l í s e o y s e ranai f icó d e s p u é s ' p o r t o d a s l a s c i u d a d e s d e F r a n c i a . A u n q u e l a firma d e L u c í a F é l i x - F a u ­r e e s u n á n i m e m e n t e r e s p e t a d a , s u s t r a b a j o s l i t e r a x i o s s o n c a s i t o d o s d e u a a í n d o l e ' d e m a s i a d o e s p e c i a l p a r a a l c a n z a r u n a g r a n d i v u l g a c i ó n ; p e r o e n F r a a c i a n a d i e i g n o r a a q u i é n s e d e b e l a c r e a c i ó n d e l a s m e j o r e s o b r a s b e n é f i c a s q u e e x i s t e n .

« L a L i g a d e l o s a i a o s d© F r a n c i a » l o c o m p r e n d e t o d o : s e g ú u l a s n e c e ­s i d a d e s p r i m o r d i a l e s d e c a d a s i t i o , s e g ú n t a m b i é a l a s v o l u n t a d e s d e los qu© a e l l a c o n t r i b u y e n , « L a L i g a » i n s t a l a s a l a s p a r a t e n e r recogidovs a loe n i ñ o s d e Igs m u j e r e s q u e t r a b a - -j a n fuera , d e c a s a , r e p a r t e c o m i d a s , W c e diisfcñbujcdonies d e j u g u e t e s e n loa h o s p i t a l e s , c o s t e a l o s m e s e s d e <ima a l a s miadres s o l t e r a s o v i u d a s , facil i t ta e s t u d i o s , c o l o c a a los n i ñ o s q u e s a l e a d© l a e s c u e l a . . . Y h a s t a i m p r o v i s a , e n ^ l g i i a a s i l o o ea^ a l g ú n b a r r i o p o b r e , u í i a l eponesen tac ión t e a -oral . « L a L i g a » a o q u i e r e s e r u n a o b r a ú a i c a m e a t © « p r á c t i c a s ; q u i e r e s e r t a m b i é a u n a o b n a « s e n t i m e n t a l » . Eli 2 3 d e m a r z o d e 1 8 9 8 fué r e o o n o -sijda d e u t i l i d a d p ú b l i c a , y a l f u n ­d a r l a p o o o s m e s e s a n t e s , L v c í a F é -i i x - F a u r e h a b í a d i j iho q u e « X ^ L i g a » « t e n d í a a u n i r y a p r o t e g e r l a s fue r -/.as d e l a i n f a n c i a y d e l a j u v e n t u d t lesamiMiradas , m i s e r i a m o r a l , ^ m i s e -.'ia f í s i c a , a n g u s t i a s d e l c o r a z ó n , so -U'dadi, o a n e n c á a d o l a s n e c e s i d a d e s r o t i d i á a a s . Y q u e e s t i m a n d o q u e e l -socorro m a t e r i a l a o a l i v i a m á s ' q u e i n a p a r t e d o l a s m. i se r i a s h u m n u a i s , 'La. L i g a o f r e c e s i e m p r e s u a y u d a e n n o m b r e d e a l g u m a i d e a a f e c t u o s a d e a l o ' u n o d e s u s m i e m b r o s » .

E m p e z ó « L a L i g a » p o r d a r d e c o m e r t o d o s los d í a s a 3 5 n i ñ o s p o b r e s ; p a ­r a r e c o g e r l o s p r i m e r o s f o n d o s ee h i ­zo u n a E x p í f e w i ó a d « c u a d r o s a n t i ­g u o s , p a r a l a q u e ©1 Z a r d e R u s i a e n v i ó d o s obxas d e s u c o l e c c i ó n p a r ­t i c u l a r .

H e m o s e m p e z a d o é s t a c r ó n i c a con la. i n t e n c i ó n d© h a c e r l a c r í t s c a d e « L a m u j e r ©a «1 h o g a r y ©a lü c i u ­d a d » ; m á s I>aTO j u z g a r l a o b r a nos h a p a r e c i d o i n d i s p e n s a b l e e s t a l i g e r a p r e s e a t a c i l ó n d e s u au toa ia . E n el p r ó x i m o a r t í c u l o v e i e m o s q u e _ fué I n o s a l o e l e s p í r i t u cjue p r e s i d i ó Ü U v i d a d e L u c í a F é l i s - F a u r e , a pii o b r a d e c a r i d a d y a s u o b r a l i t e r a r Í T .

Margarita Neiken.

LOS TEATROS Á L B U M D E A R T I S T A S E S P - - í i O L A S

Lucila Pozuefo, bella tipls de zarzuela. IFoto Ccisa Alfonsp.)

INAUGURACIONES OBSERVACIONES DE UN ESPECTADOR

ü D s a r l o P i B o j u e i y e E N E L I N F A N T A I S A B E L . - I n a u g u ­

r a c i ó n .

Hace dos día hablaba yo de Rosiario Pino - en estas mifimas columnais como de una ar­tista consagrada por la critica y por el pú­blico; pero... como de una artista, que ya... pasó, dejando una estela, luminosa de naa-ravilloso arto escénico que deí)e ser? ir de orientaciótt para lae actuales y futuras ge­neraciones .. ,

E n mi sentir, Roeario Pino había sido el \alox más positivo que había tenido nues­tro arte escénico coitteniporáneo ., Yo conser-' '•aba de la maravillosa actriz—<lel gesto duilce, de los ojos claros y d© la piel ferana-parente—un recuenlo tangible de divino arte. . . Ninguna como ella supo apodoiamae dei m i espíritu y llevarlo fascinado a sentir todas las emociones de la faiea'... Eecueido yo aiquéUae representaciones de «Roaas de otoño» y «El adversario», de la Comedia, en donde Rosario lucía toda la majestad sub->ugadora d© su arte, como una fiesta dada a un ahna. Después, cuando he visito a obras artistas representar estae comedias siem­pre he tenido im recuea-do fervoroso para la sin igual Rosario, cuyo gesto, t an feíDie» niño, y cuya voz de cristal permran>ecian olia-vaxtoa en mi imaginación como eat-reilitaB-ñjas y Uenae de luz...

Haoe cinco años paaó la Pino por el tear t ro de la Princesa... JDeede allí, como deed© ej andén de una estación de ai te , 1^ dijo «adiós» al público, y el público lloró ante la deapedida de Rosario con la misma an­gustia que llora un enamorado ai ver párítr para siempre la mujer amada. L3; Pino te­nía cautivado de los hechizos m.á.giccs de ^ arte a casi todo el público de Madrid... No había divisiones ni grupos... Ella era la mi-mjda, la deseada, la indiscutible... Y ella... ¡se. itDa para siempre!.. .

¿Con qué vida sustituiría Rosario aquel vivir hailagüeño y encantador del t«atro?. . . ¿Jlaiy algo en el mundo que compense, al artista de corazón do los aplausos del pú­blico, de las horas folioes de triunfo?.. . Yo creo que no... U n alma opaca, aburgue­sada y sin n.=piraciones i>einsará que sí... Y pensará, en t i refugio de un amor y en I5.S (lii'.icms do una cnrita campestre, viiisisda ])ryr iri!i(npo.=Rs > palomas, rond.ida por go­rriones, ixírfum.oda con rosa.s, claveles y .al-

ihnca y alcgrrda por el hiillic'o de unos aiisolitos rubios... Tcdo o" lo lo nudo bus­

car Rosario Pino tras de su «adiós» ^l pú­blico... Pero.,. Rosario, que es urna artista de cerebro y de corazón, eeí-aba enamorada •le sil arte, y . ¡una enamorada jamás se despido para siempre!... O, mejor dicho, curando creo despedirse se engjña a sí mis­ma... La genial actriz de los ojos elafos y de la piel transparente no ha podido vivir sin su adorado público áe ]\Iadrid, y al cabo de los cino'j años de su triste «adiós» vuelve a acariciai;noB con las delicias de su iPirte.

.«Uioche apareció en e/l coqueíón escenario de] Infanta Isabel repiesentacdo la prota-goDistai del ptecicso po>3ma de los Qumtero «El genio alegre.»... No hemos ahora de caer en el p-íCado do juzgar nuevamente a Ro­sario Pino como .Dictriz.. Qonsagrada desde hace muchos años, oa presenta an/be npsotrcs ungida ce gloria, con una corona de r o ^ « y laureles que nosotros respetamos cooi un­ción casi rehgiosa,... Pero, parque la «dmi-ramoa sinceramente, nos Vamos ai permitir da^la un cansejo: Genaall Rosario, ¡hechice­ra actriz de los ojos dairos: mida siempre

• muy bien las facultades que «ihora tiem© con las que. esagen las.obras que ha d© re-prescintar... Proourfe que exista lai aimania más aproximada, y... siempre triunfará us-tfd.. . El talento más -envidiablo es ©1 d© saberse medir física © mtelectualmeinte. No olvide usted iiu© ep. su repartorío' teatral hay cien obras qu© hubiesen aomanizado con sus faculifcadea y su temperamento mu­cho mejor que «Gamo alegre»... ¿Cuáles?.. . Muchas.. «La noche del sábado», «Señora ejna», «La Malqtuealida»^ «El adveisaiSo», «Roeas d© otoño», «Mamá»... Esto no ee censura,... Es el consejo nada más.

El público, qu© llenaba por oompletp ©1 tea t ro , aplaudió con gran entiasriasmo & la genial Rosarx).^. perdonándole la ingdelidad

ar t ís t ica q u e l ^ . cometido dupante estos cin­co a ñ o s : es ta r trabaj.ando fuera de Madrid.

La oompiañía que a-compaña a Rosario Pi­no es discreta.. . nada más que discreta.

'El Sr. Montenegro nos pareció un exce­lente actor cóipico.

EN LARA.—Inauguración. También el t ea t ro de la Corredera abrió

sus puer tas anoche. En su escenario se presentó la compañía Pkno-Llano, t an acre­di tada .y aplaudida duran te la temporada a n t o r o r en el Infanta lEabe!.

L* pre.3.sntai;ióil se hizo con la comedia, do Martínez Sierra, (iMa.iná)). Nosotros no pudimos asistir más que a un acto, y esto fué suficient? para salir dol teatro Lara ccín

convcní¡monto do que Antonia Plana

ea ol a r t e escénico hay muy poquitas que la igualen...

Llano y IWaz, muy bien, y ©1 resto de la compañía muy estimable de conjunto.. . Ve­remos lo que se t raen .

José María Carretero.

NOTICIAS Un paréntasíS De Ci©nhigos a Cotufa.

¿Trágicos o saineteros?—«Tonia los diez-, y aliv.a.»

El reportero ha ido tras de aJguna noti-cieja que poder colocar en la cotidiana seo-ción. <

Le sale al paso el popular Cienhigoe... i Nosotros, quB tan en abandono tenioimos a este píxSoer de las letras! El único iadií»-cutible...

—¡Ven... infeliz postergado! Llega tu ho-ifl, prepare/', e. Tu coronación se avecina.

Cienhigcs pono fija en nuestra persona sn inteligente mirada..

—¿Sabe usícd que voy a estrenai en Baj-bieri?

---¿En Barbieri tú? . . . i4bajo la ti^ginía de las Empresas!. . . 1 Abajo lea ídolos! ¡ Vi­va Cienhigcs, el redjntor!. . . ¡«Per Dio»!...

^¿Pncdf i suprimir lo de perdió? —Eí una exclamación espontánea y di­

vertida. —Bueno; pero modifique la manera d»

.señalai'... je... je... je... - -('.DcBConcces el italiano? —Conozco los macarrones... je... je... je...

Pues mire, este chiste le coloco en una obra... Oiga, se me ocurre otro...

—Tú dirás. —Un chiste die. situación. —¿De m^la o de buena situación? —Je... je ., je.:. Le aimnto... \e apunto... —¡Eh!.. . No amagues con la caja. —Aguarde, que escucho... —¿Tiene música'?

—No. , pero pongo oído a la caja. Jo... je... je...

-^¿Era ese el chiste de 5ÍtruaciÓD? —No... escuche usted. La escena, en una

calle. Un individuo, con un soplillo, encien­de un asador de castañas. C^os tres indi­viduos hablan aparte, y uno de ellos diqe : «De esto qu© os acabo de decir no digáis nada a ese del osadog»... «¿Por qu^?»... «Porqni^. ,'no lo veis?, lo sopla todp.»

—¡Oh, ingenio el tuyo, popular medio metro de altura materia' , que lo mismo le^s una comedia a las dos de la madrugada, y a la luz de un farol que limpias un par d© botas en las primeras horas de la tarde, vis­te tu njenguado ci^erpo con hábito de con­ventual o con traje de clérigo, de amplia so­tana y abundante manteo! ..

-,-Seor periodista, ¡vive Dios, qu© nadie os entendiera si más claro no había.*-is!

—A la manera cl4sica me Tespcjpdes, que por algo sucesor de aquéllos t e proclamo, y asi ungido quedarás, qu© d^ entonces acá radie desc-olgó pluma que aquéllos dejaron colgada.

—[Colgada... colgada!... Aipos... ¿le l im­pio las botas?

—No en mis días. Tentaciones me estáji dando de ser yo quien a los tintes, cremas y cepillos eche mano para ^ p l i r t e en esos menesteres de sacar el brillo a "os guantes de los pies".

^-Bueno, é quiere usted saber el título de mi comedia?

—Dímele... —"Al cielo en tranvía". —¿Cuánto cuesta el v i a j ^ —Unas narices, si se cae un viajero en el

trayecto. — j , Cuántas ohras tienes estrenadas t —Siete... —¿Eso es un rotof -*No, señor; xm deeooeitte. —¿Cuántas tienes en preparación? —^Lleg%r6 a Ifis diez... —íNo tienes pri^a hasta esa hora? 1—¡¡Las diez obras! . . . Jo . . . j e . . . j e . . . —Cuatro menos que las de misericoTaia. —TJwigo una tragedia, que titulo "jS©

acabó «1 carbón!" ; un saiaot», "X Tueutros pies, señora, o Las botas imperlaleB"...

—¿Eso será de mucho color? - D i g o i . . I Je. . . je... i©...! TJn parroquiano llama a CienUgos. Apro­

vechamos la ocasión par?. I^fiMar oon un ver­dadero galán joven... Numerlano Galán y Galán (a) "Cotufa", de dieciocho años, con domicilio en la calle del Amor de Dios, 17 kilos de peso bruto y con una voz disponi.-ble para dar un " f a " sostenido... sostenido foj algún amigo.

—Yo, verá ust^d—nos ha dicho—, soy el primer actor en la Sociedad cónrico-líricar-tragicoreográfiqa « I A tplipa ^serdo». A .mi me dan «ahidos..'.

—Puede ser debilidad. —¡Es indiznaoiónl Y no retiro el sustan­

tivo. —Siga el joven. —Me enmohezco las facultades mentales

en cuantp que veo lo equidistantes que están de la realidad más de cuatro que jj^san por eminencias... 1 Eminencias!... Si usté me viese a mí hacer "E l gato".

•—Te echaba la cordilla. —¿Ve usté? No es por ahí. Usté se está

ahora haciendo aire con mi persona... —No es por ahí, Galán.

—^Porque yo lo mismo le hago a usté "Un crimen misterioso"...

—Baja la voz, no me tomen por un cóm­plice.

—Que le doy " L a maldita puñalá". —Hombre.':, no creo haberte ofendido. —Si es una obra, señor. •—Bien... bien... Pero, al parecer, una ma­

la obra. —Se tr.ata de una tragedia grecorromana,

en la que sale de protagonista Juliauito N a ­vaja...

—¿Natural? —De Albacete. —Natural. —Pero que muy bien suprimida la inte­

rrogación. —¿Y qué quieres? —Que m© haga usté unsí «mten-iuve»,

porqu© está ijno quo paeco talmenti' las cuatro d© la tarde en diciembre, quedrindrp.<> a obscurais. A ver si .ihora, pift hay cr.sis dis cómicos, mo d;)n ¡i mi un que pea ca l.i Cointilia o en

--(•'El puesto do a'gua ? -^No hago eotiemcses... Me ecntr:!to pn-

ra trabajo grande. —Pues mira. . Ponte dt .cuerdo ron Cien-'

higcs... Y a, ver si per este I':' '-,••• -'" do con 'os sslvadorpfs del ai:

Cienhigos vuelve n' •-•^•^,,.ri.-bercdo propósito d- i !;!'-bra y do ümpinirls 1.:.. . .. .. ' •'•> ere© qu© par.i, la información divf moderna ya hay b.'pt.gri.te, y a' í !•

"Cienhig.is. . T' n'!!, di-vit.), v :.l¡\i;i.

Que se va Vitchcs—Que «urtven...—'iLa Corte (ts Napotscn.)!.^; .Será... se rá?

— Ya lo h-i leído que ¡ 11 la Aménca-, señor.

— Buenito... bien. Y eso .;.ciándr^? —Dioen que para el mes que \i»ne, se­

ñor. —¿Va la cpmpafiÍH .irti id^ —Habrá qu© sumar la figura de otra pri­

mera 'íctriz. Tren.©, ai quier© ir, y otra... — Que puede ser... —Ustedes los pericdiatas todo lo desbara­

tan por contarlo, ¡eai' No se lo cuento. -Varpos, amigazo, cuente. —Se 5o psonbiré eíi un papé: meteré el

papé en un sobre, y usted no m© abnrá el sobre hasta, qu© yo esté ái 1-50 millas de Cádiz, ¿sabe? No abrirá ©1 sobre...

-.-No abriré... —Ahí lo tiene... Ma... «] ma cisum breña H ~ i Eeeh!

Domínguez y Castilla han vuelto. Estan­do trabajando íjierai dos principales figuras d© Ip, oqmpañia s© ham sepa.rado r^ara in­gresar en compañías qu© han de .ictiiar en M«drid... y ha habido que venu- a refor-zi,r.

—¿Cuándo salen? —Para fines de octubre, que irán a Táarn-

goza.

Colise^ Imperial... Pepe Portes. . Emilio Po r t e s . Mritüde Asquerino... A l^8 diez, «X,.i, Corte d© Napoleón».

' - ¿ Tcm.Tndo apunte'- '. —Para que no .se me olvid? ^ ' ' '

una obligación que mo ir!j.nonar «Ls' Corte de Narir' - - . ' '

—¿No h, vió ai!-- S í . , Pero ••••-—Es verds';

í-entación esccii;.. i.-. •.••..,1 -. •• los ta.quilleros. que se paisan la nccijc (di­ciendo: «No hay butacas... No hfly entia-da^»

—Es que, adlemás do bien prcseníada, lo está ignalment© representad». Matilde .\^ qnerino, Fraternidad! Lombera, los herma-DOB Portee. Gámez, Brazal... Todos Pstám m-ny bien. Be un cuadro de compiaSía qu© hac© del Coliseo u n import-ant© teatro die vftrso. • • • • • • • • « • • • • • • • • . . . * . « • • • • • • • • • • • • • . * . . * • > • • • > . • • '

Notas qu© apaiecen en nn* onartólla por el Tepartvco recogida en la vía pública:

Teatro céntrico, hermoso. iPnexa el «cine»! Catapafila de zaarznela; eepectéculo por

seccdoinee. Precios popnlaxee. N«gocio, ei' ee reaÜea, será enorm*.

(—¿Conoce nebed 1» letoa? —La deeoonozoo. —¿Qué teatro será? —¿Será?.. . ¿Será?. . . —Alguno ©s. Gestiones, sa hacen. Dine­

ro, sobra. No e© trarta d© Empresa nueva. Pofla MI Apolo ¡Vaya una generala!

—¿De dónde se viene? —D« "^er a Peña. —¿Qué dice P©fia? —Qu© está esn capera d© que I© oontraten. —¿Como primer actor y director? —Nada de eso. Su satisfacción será la de

estar libre de las responsabilidadeB y m o leitias de una dirección. ' —¿Está usted seguro?

—Eso dioe el intjereeado. Este diálogo lo hubo hace unas cnantaa

semanas enitre el reportero y D. Juan Viia 8 la puerta del leatm dr Apolo.

Aquella misma noch. nes de la Empresa.'d aun no s»- h- .ÜSM.

Y anoche quedó ultimado el ingreeo ái Peña en Apolo, siendo BU obra de deboj «Petit café». "••* •••

—¿Ha vifeto usted qué bonita está Diooi sia Lahera?

-Estupenda. —La reprise de «La generala» en Pric«

ha .sen'ido para que una vez más admir©. mos a la hermosa't iple, que oon la Alflina., Ba''ás. Casak. Ramallo y demás artistas

' '••') isis ovaciones de anoche.

LAS [XPORÍACIONES DE LA PRENSA DE PROVINCIAS

Export^cione;s. elandestinas.

'•'•1 Xoticieio", de Las Patnias:

noticias llegadas a esta <nudad se ha "'^• ' '" '"'•" '' por orden d« '^s '*"'' kui <)i«pufli « la (issv;- .Vntonio", "fi». p-: rau?.;; de lo» cuales se

'••-i''' ''- '" Trandes par t í -r conducidns

. 'al do África. nimores circulados en San-

í iife respecto a la exporta-:)ii!i de patatas y de las denun-'iido tiempo formuladas ha fra-

' de conducir a los puertoi '" ha venido ocurriendo, lai

ilo que s6 hallan a boT-•nenc.ionadop.

I, nn :¡v)vñ .],. tonos estos hechos ha 4 ^ Pillado en Santa Cruz el rumor de que la« grande.» - ="• 'tantos compras de patatas l^e^has ,¡r. Tenerife por un conoci-<Jo «'Oí' '" aquella capital eran para «mbar. destino n, Afnca.

'^s™'' -:i'0 que algunas partidas de las descargadas pudieran pertenecer al co­merciante ahidido.

Otro de, los rumores circulados en Ten©, rife -s el d,p ou^ al «Esperanza» le ha sidfl 1' 'lita de- .T OfiO pesetas.

'lo lo fxpueito reina en T© nen ie gran alarma, hallándose el pueblo dia puesto a perseguir y denunciar la export.* ci<5n <-| "ticulo e impedir que a coe t* <tp I, de los pobres se e í i r iqw» can unes cuantr-s mercaderes.»

La e x p c r t a c é n del algodón.

«El Noticiero Univerfal», de Barcelona: «Es objeto de ícaJcradcs •comentarios y

motivo de atinas preocupa•-¡"•nPí enitr« k« fahricantes dol imn • ' t:»xtii al-?o<lonero la noticia HPTIIO d© !os Estados Unidos proi: . d a clasn

.op exportaciones, entre 1. . uentia i» c-el a l - ' ^ • • ^ Pareca •í' ' "; ncultadf» para 1 s.,,, • ,. . , j ; ¡ugun nuqii.' cargado ás dicha hbra con destino a Esoaña. asi como icma gran - - - , . . . . J . . I - - - - . - t o de lo qu« ' ' fi-bieri- . . Q los contra •"-'' ''"''"" - debel ' ' t u a

rec* :ltCS, piie-qu<< qu« bu-

-;íi.a<l liza-ihri-.

1

ALCOHOL PARA QUEMAR

Marca EL LEO El mejor y el más económico.

Vi asunto llave aumentar la iníranfliulidaci El «stock» de Barcelona ©s sólo suficieat© para dCw meses, y d© persistir la indeciBiótt en la« «Tiucdones sólo unae semanas, ya na .sería posit)!© ©1 empalme d© existencias oon algodón a recibir, originando ello una delaf situaoiones'máe graves y difíciles parai niae». t r a r©gión.

Reina de momento la ansáedad natural qu© produce la incertidumbre, preparándtv sa unía activa campaña par» estimnia.r al Gobierno a la solución de ten grave pleito, pnifisto qu© si tiene impoortancia cnanto Í » refiere al encarecimiento de las su/bañsben^ ciae, mayor gravedad ent raña la poeibilLda4 d© íin© por razones de un paro íorzoao si emcoDitrará una gram masa obrera privadt d© 1» percepción de salarioe.»

Opiniones de D. Luis Sedó.

El senador por Barcelona D. Luis Sedó, cuya oompetencia, en materias económica* es de todos bien conocida, ha hecho a n a redactor de «La Veu de Catalnnya» impar, t an t í s deciarackmea sobre la alaarma, canaa-da en la opinión pública pior ©1 GobieiBQ al anunciar como mmineote u n . serio con­victo - ' -- ' —.-ro.

I^*' -xplioar que, por la imposibif lida,j los barcce vayan a aqueUo» uieri mucho tiempo que en Caiba-' "^" -abe algodón de la Indi», da

Egipto, dice el Sr. Sedó qu© ~ . --. d. u ..;. ,•] .'in-,» mercado del cnal pui. ' • nción de algo-•i •!' s' li ..!>., -,.nte que se

importian-• - -as exigen-

cism d". iíjs uiPitados espa,ñolos. y que da f;íta cnniidad C^iirnhiña. í-.-Ja absorba 376.000

» de esta plaza con la cual ee

{••' •" i i • las neoeaidadea •"I • • ' . - • "Dcontrándonoa

peran-

que ocupa directament d:i. t íabaio a. ol-roó 7 '

ua, perí iavriH)f;¡j.

•'^'íupuzar ;iuo. bajo la presiót ' " "'-• ~ míe»

... pu-,!• O incluí-

¡•aralizacióc ''•'taiufla,

•TOB y - „ di m-

I él. - f hallamcs en

: • ación, ex-que el Go-

110 ma.nt)eu<b-á la prohibí-'"xportar aígodón a Eepa.

,:is naciones aliadlas obran d< '4o a fin de obíenpr .iquell.-.í

;.».l.>Ji I j de lR'¿i.;Clu<Jiülv.s Uiploiuáti-.is al régimen del «do ut des», úxá-

i.i. n iiuia que aíitualmente inspira la políti­ca, iiitemacionaí.

•immcáar el d?. -tiener va

•liciadas por - 1 / . 01 T-.-¡,4J

Actrices que icrninn la compañía tía nasJtrio Pino, QUC actúo en «/ taatro €ta la InfmntM gf^at» 0»t»

1.000 DUROS. MIL DUROS La manera más fáril ae ganarlos es tomOr

fiírle en el concurso cte

"El Liberal" suamtl^ílílíftaañ m

Page 4: El em piar: 5 cenTimos DOMINGO, SEPTIEMBRE 23. 1917

/ 4, SEPTIEMBRE 23, 1917

EL D Í A MEDICO ^ LA CLAVE DEL PROBLEMA ,;,.

Al margen ds un pleito.

CaHada. serenamenle, sfriamente, la cla-: ilefia acaba de dar una gran iaridad, -de espíritu de clase.

t'i- ':- • ' que el Sr. Cierva, con Qot2i\ uto de la condiesai dte

Bornes, lauzo aigunas reticencias verdáde-.aoaente molestas para loa médicos que oer-^ificaron acerca del estado de la condesa en el memento de firmar «1 documentic.

La impresióa recibida fué tanto de asom­bro como de i>ena. No había motivo alguno que medio justificase el ataque. La argu­mentación del aioigado no fie apoyaba en una sola prueba. Desde ningán punto de rÍ3ta potlía encontrai-se motivo para aiquella íctit-ud, impropia de un letrado de loe pres­tigios proíesionales del Sx. Cierva.

E a esta situación, los medióos madrileños podían haber optado por vaarios prccedi-iDientos, desde apelar a u n sisteona a n l á o ^ aJ utilizado p<'>r el ex ministro de la Gober-uiacáóa hasta entablar una acción ante les Tribunalee de justicia.

Sin embargo, tuvo el Colegio de Médiccs .•-] buen acii-fo de escoger uno poco ruido-w , serii-:, cnrrpcto, sin estridencias. El de aiC«n.* :apañeros el envío de 11! ;a al doctor D. Si­

ta, cíe -Vladrid, y al doctor don hevarría Moj'a, áe Toledo.

1 e. éxito ha coronado el propósito, pues "a díase ha respondido con rara unanimidad, f"Cii,=rinclG fiflTr " ' existencia de un • ; ' o c;-riir:;i; ,i. contra lo mjuotifi-u.í ' •.,;.:•<•:'. ufs del Sr. Cierva.

: resta a que florezca de nue^ .oi,.iaui.o; en el espíritm de los que •s años y años laborando oon nue«t-" ' '^^"- lograr crear u n eapíritu de

un poco diferentemente» de ...n los redentores al no.

La defiuüión de la clase obedece a dosi ra­tones fundaméntalee: una-, iniherente a la profesión misma; otra, ajena a ella, y com-'~k'fri'r,r-Tite c:"'nuri-5taneia!.

'er de indlviduali-eren las técnicas

.Lióa ae halla integrada por •ta y la demanda. Esieten

íon relación al miíae^ rno aquéllos necesitan,

..i lüipüi. biológica, ooimer, •'.iipr aba irahajo, emplean

» • • • noble eétímu-i ;!;na de cruel-á)«j'r y <;i ..•,:-j,n.«üeraojoties.

Lfi. ipnn'dice Ron de una claridad meri-fe- ' ' '• el compañerismo II: el valor de una

. i.ajo ei sol. El com-:ifar e imperar en or-

^ 'rcito, dCiKte el soieldo a» .iquistándoeeáo al coimr

.... :i cuando la base, ecc-para des ha de reparfir-

.uendo ellos mismos los en-reparto. :3':.í ex.n dos, como aonTTos laa

•mo a que condena la rnédioas sólo puede

•ílo en ? ^ a mé-u» de eu carrera.

iiiialiúaáe& biológicas de la Medici-.ni papel ea la evolución, socáal de

3U misión encauzadora d© greso, no parecen proocu-

que estimas' qñJe todo .-.stá cumplido visitaá-

-0 a ics enfermos que reclaman %. El desarrollo del come to

profesión coxrespondie peo: los i>eiriodifitafl médicos y en el presenta; eo el por-

.T incumbirá. de títulos, que obliga

t una oferta superior a ia detaandia, es die-berr exclusivo de los profeaores, que tienen

FaJtan vandedores. Preo'oe muy firméis y desoo de operar por parte de los almace­nistas.

Avila,--Se cotiza harina extra a 52 pe­setas ; primera superior, a 51; primera, a 50; precisa, a 49, con gran demanda y re­gulares ..existencias.

En salvados hay muoha demanda y po­cas .ex" .itencias, cotizándose la tercera baja a 32; etmVdiHa, á 24, y hoja, a 24. j

En fA negocio do trigos se registran po-ca.s entradas y lo que sé presenta a la venta! se paga de 71 a 72, con temdenpf.a firme; conteno, 'de 50 a 51 reales fanpga, con pocas entrada-i; cebada, sin entradas.

Con nSotivo de ser feaiai acudió mucho ganado, haciendo descender loS precios, pa­gándose bueyes de labor de 2-400 a 2.600 reales uno; novillos de dos años, a 1.700; vacas cotrales, a 2.300.

e' deber primordial de Beleccionar, de me» lir «ir,titude«, de ponderar, de justipreciar

es. Por interés de la clase y dJ© ios .,,, .. .i sólo se debe autoTizaf a ejercer la

medicina a quien demuestire vocación y ajy-titudes. Ahora es médico todo el que quiere »erlo, y oiertaimente eín neceeádad de gran ¡ífurrzo.

profesoradoi de ha Paefnltadea de fuera siusceptiblie de tieiier con-

<:nri ' iva de sius errores, muchae .to­ga* sido laBgadas por sus dueños, máe preocupados de ejercer la profeípión que de moldear es.píritus y seleccionar condicio­nes físibafl y psíquicas.

Que, no sea médico sino el que deba ser­lo, y <lue aquel que lo sea salga de las ^ulas ccat u n concepto claro de lo que el serlo fcjgnifica: he aquí la clave del iprobleana, ya. que la majsa es buena, como acaba do po-

'• ,r en el suceso que comentamos.

Dr. César Juarros. La ialiKl en Madrid—Según «El Siglo

Médico)^, los catarros gaetro-intestinaJes an algunas f1« sus formas febriles, las duoden nit; 'olitis catarrales, las inft' '! tubo int*.stinal, las Wigfiocúliiis, 4.0S cólicos por lindigestión y ¡KK- enfriamiento y las fluxiones h«morr<»-dales han «ido i-elativamente frecuentes an la álnma s.tmana, aunque sin afectar gra­ben < • mayoría de los casos. Las n«-triii y las congestiones reDales, así /omo aigimas' nerujnonías infí'cciosas, han »ido los afectos que naayor intensidad y íendencia menos benévola han toanado em rfgunos casos.

,,-. i - , ...,= „- r-nirtinúa no observándose con carácter verdfcidca»»-

6í'

F R O N T Ó N M A D R I D Mary y Fermina (rojas) y Carmen y

Pilar (azules) se disputaron el partido, a 10, en la tarde de ayer.

Salvo el haber visto jugar a Pilar, que lo liJso como lo que es, de las primeras en­t re las primeras, el partido no tuvo inte­rés flguno.

Fermina y Mary, flojitas,^ dominadas por pus contrarias, no pudieron pasar

Carmen y Pilar jEueron, durante el par­ado y al Analizar, muy aplaudidas.

Por la noche, el especial lo jugaron Isabel y Consuelo (rojas) contra Petra y Pilar (azules). Estas eran favoritas.

L»8 dos zagueras apretaron de veras; pero Consuelo e Isabel, que también pegó fuerte, se adelantan, y delante van todo el partido, que ganaron por 12 tantos.

MERCADOS E S P A Ñ O L E S

Barcelona. — Se ha v e n a d o t r igo de la Manoha a 72,60 rea ies ; de Arando, a 71.

Iiíegaron 55 vagones de trigo, ociho de harirwi, dos de oebada-, uno de arvejonea y u n o Oí'

Vale: eios ' La e,; « i «>1

- E s i n i 1 ' • >rque no

"•'A aba r ro tada y además hay - t ro d e petición d« vagones, por cada vagón en dawSsito, I que R«< h-ace impoi«:M© este

^rlo aún . ' blaa-

..•>n.<áa

'LO 4 a »«a . t« fc\giE vgita;^.

P E R I Ó D I C O S " P R O V I N C I A N O S

Artista precoz.

De «El Noroeste», de La Coruña: «Galicia está en un buen momento en ilo

que al arto ee refiere. Buena- prueba de ello es la Exposición abierta en el nuevo pala­cio municipal. Poro es que además a cada memento sc revelan muchachos', con exce-l*ate6 disposiciones para las bellafl art<es.

Fué no hace mucho C'oncheiro, el joven pintor a quien Sotomayor acogió bajo ea protección, y es hoy un muchacho sanitia^ gués, de quince años, Manuel Cerdeiriña, a quien ayer tarde hemos oído u n concierto en el kiosco «La Terraza».

Cerdeiriña, discipulo de Tragó, qui^ hoy o mañana saJdrá para Madrid con objeto de continuar sus estudios al lado de este maes­tro, ejecuta al piano con gran dominio del instrumento, a pesar de ¡jus pocos afloe, y es ya una esperanza del ar te .

Cuantos ayer lo oyeron tocar lo recono­cieron aeí.

La delicadeza con que interpreta la« obras, la agilidad de dedos y la puLsación, impro­pia de su edad, con que ataca e<t teclado, re­velan en este chico una precocidad extra­ordinaria y unas escepcionales aptitudes par ra la músioa, que sería un error no cultivar.

Nosotros creemos un deber alerttiarla y es­timularle, ea la seguridad de que hay en él madera de. artista.»

Malilla y los submarinos.

De «El Telegrama del Eif», de Meülla: «La Prensa de estos, días dedica parte de

sus columnas a encomiar la bondad de nues­tros submarinas últimamente llegados de Itaha.

Estos, en viaje de instrucción y adiestra­miento de sus dotaciones, recorrerán loe puertos españolee, deteniéndose 'en ellqs al-gunos díaíi, paia que el pueblo pueda cono­cer sru3 nuevas máquinas de guerra.

Ei itinerario de erfe viaje estaba encar bezado por el puerto de Tairragon»; su con­tera es Cádiz. Visitaron ya loe submarinos Barcelona, Valencia, Caistieíllón, Alicante y Cartagena. De ahí seguirán ai Almería y Cádiz.

Empero una omisión, doloroea para nc»-oiroe, habitantes de MeliUa, se, comete en ese plan de viajes. Nuestra ciudad no figu­ra en él para nada. Si otra claee de. omisio­nes no nos tuviesen yaacostuimbrados, nos indignaría esta nueva injustícia. Pero no, no nos iiodignamos; únicamente esa doloro­so olvido m s moJesita y nos entristece.

MeliUa, por' su importancia, i)or lo que en sí representa, tiene pleno derecho autia visita de las aivanzadaa eubmarinaa de Es­paña. AquJ, donde el Ejército realiza una prpigresiva labor, es -muy grato el teíAimonio de una reorganización narval que se inicia. Aquí, donde mulares da espafíples laboran incansables por eí engrandecimiento de Su patria, una visita de k« aubina¡rinoe habría de traer consigo auras que reoonfortaaen y agudizasen ese paitriótioo imperativo. Aquí, donde un pueblo antea hostil aquilata de U paxte allá de nuestras Uneje de posicio­nes los progresos de esta Espafia que viene a instruirlo y civilizarlo con humanitarios fines, sería atinadísima y hábil nuedida po­lítica traer loo últimos adelantos navalefl de nuestra partria. Seguranaente, el bien que tal visiit* eembrase indemnizaría de sobra al Gobierno de unos bidones de gasolina que se consumieran.

«El Telegrama del Rif» eleva esta súpli­ca patriótica al excelentísimo señor minis­tro de Marina.»

• y » — • — i^si LA NOTA DE ALEMANIA

u comsTücionm ¿L un u mim imimi imim OpinJonoB áa U» principales perlódiooa aíe.

manen—En la Nota de Alemania están definidas las condiciones de paz.—Al«ma. nía no deE«a amsxiones.—Lo que dice ur. periódico inglés. Naueai, 23 (1 m.). 1» PrMftai matutina

de Berlín recowx5e Utiánimeftiétité la impor-taJicia de la, respuesta alemana «i la Nota da paz del Papa y pone de relieve que se nota en ella el jusito anhelo de reconocer como nobl6"> y bieni intencionados ins pro­pósitos de la cabeza visible de la Iglesia ca­tólica

Al juzgar los distintos puntos e ideas de lai Nota alemana discrepan los periódica",?.

El conde de Revemtlow manifiesta en la «Deutoche Tageszejtung» qué pitra juzgar debe especialmente pooierse de roliev* qu® e! manifiesto paatificio significa un tanteo de paz* inglés, y que en este aenlbido las duras palabras de M. Ribot en su discurso id l'l de septiembre no son crtíra c/osa. que musical de acompañamiento jjara hacer dó­cil a Alemania

Bl «Berhner "Cageblatt» hace resaltar que la respnteta «iemat» pone d» manifiesto ex-prenansente que, de acuerdo e»n los deseos de Su Santidad y oon el manáfiesto de ptsu del Rísiohstag AÁ 19 de julio de e«te año, trata de encontraj- las basee práctioas para mm paa jueia y duradera.

El periódico dice después que los deseos del Papa tMmden a una recíptwoai y simul­tánea réduccíión de loe armamentos, a !a implantación de' un tribunal arbitral, con medidas obligatorias con reepecto a la liber­tad y oomuilidad de los mares; a k com­pleta resminoia por ambas partes a¡ indemni­zaciones y giMtos de guam», asi como a¡ la completa evacuación de los territorios ocu­pados por ambos baihdos beligerantes, y que íid.eroás, según el deseo dd Papa, otras cuestiones territoriales en litigio han de ser ei ominadas oon un espíritu. reconciliador.

El «Tagebktt» cdta adSmás la resolución del Beiehstag mencionada en ht Nortia de r*«pü6stft, según la cu»r la« atVquisicianes forzadas de territorio a la tuerza, y opresio­nes políticas, eoonómioaa y financieras no se canonizan ccxn la paz «nhelada por ©1 EeSchstag de inteíligenoia y reconcflioción permanente de los pueblos.

El periódioo termina diciendo que a bai>e de estas dos indioaoVmes de la Nota de res­puesta están también ckram«nte d ru idas la« cuestiones, oomo la belga, no directa­mente menoionadiis.

La f'Kn>ilz7;''itiiB(i" rafirina que la Nota áf' ' ip re tad* por la . éíilt6ív.á, &é fuorzas quo fiaqueaii, y llama la atención

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Con frlsteza digo que

p o r no anunciar he perdido toda mi cl ientela. Ahora pienso re.cuperarla encar­gando mi propaganda a la Aj^e-ncia, Cictlotmná., "Fuen-CíiTral ,* 15 '^ 1 f-' ^el*'-íono

reepoiosabilidad por Dai proseCuatón d«l 'A guerra.

El periódico exige, por consiguiente, que la buena disposic'ón de los enemigos a la paz sea conseguida por Alemanija, conti­nuando la luchsi por medio de las armas.

La ((VoBsisclie Zeitimg» subraya que el Tialor de la respuesta alemana' os elevado por el silencb con que pasa por alto las d«tintas cuestioneé territoriales, y dice qu as necesario fijar él espíritu en que deban ser tratadas estas cuestiones, y es1)é eispí-r/tu—afiade—es expuesto detalladamente en la Nota alemama.

Alemania no desea violar a ningún pue^ blo y ha dado ya solemnemente esta pro­mesa.

La (íVoSsisehe Zsdtung» pide que ahora tamben los desr.ás países hiagan pública^ mente voto de renuncia a tales planes de conquista y de v'bl'acióiii de otros pueblos.

El oit«do periódico termina djcleñdcj,: «Estamos dispuestos a recbiiOOer lá fuer-

na del derecho, y ípoi-tattlos la prueba de nuestra buena disposio'tín renunciando al derecho do la fuerza qtíe nuestras armas

'nos han proporcionado sobre extensos te­rritorios en Oriente y Occidente. Pero la base de nuestra, buena diápos'ción es prerr-samonté el 'huevo espíritu de que há.bla el Papa. El poseer tal espíritu habrán de de­mostrarlo con sus acciones nuestros adver­sarios alrededor dt» la rtiesa de negocia­ciones.»

El diar'.b socia!>"sta (cVorwaérts» hace re­saltar igualmente que la Nota de respues­ta demuestra el nuevo espíritu, recOnócien-(íb la idea dol desarme y d-el Tribunal arbi­tral, y pregunta: u¿ Quién tirega que en este punto haya en i-«alidad un ijUeTo espí-\*tn que habla on la Nota de respuesta dis­tinto al que dunante tres décftdas ha salido al mundo desde la mesa del Keichstag.»

El periódico rechaza la. opittions del ene­migo, que no ven en el pacifismo de la No­ta de respuesta alemima otra cosa quo una careta protectora, detrás de la cual se ocul­ta el llamado mirtarismo prusiano.

El (iVorwaerts» recuerda a continuao'ón el raaniñesto de paz del Reiohstag alemán del 19 de julio, y agrega:

«La coincidencia de todos los factores de-teraünaotcs con esta declaración d?l Parla­mento ha sido anunc'a& solemnemente an­te el mundo entero, y el mundo enemigo, ^qué otra cosa pudiera hacer que coger al Gobierno alemán por, sus palabras, dando por supuesta la sinceridad de su propia vo-liintad? En las negociaciones se demostrar ría si era o no a-uoero el deseo de llegar al desarme y al procedimiento del Tribunal arbitral.» '

El periódico "Germania" declara que la respuesta alsmaaa es satisfactoria, tanto CTX su forma como en su contenido, en todos los sentidos.

El citado periódico lione de manifiesto quo el Gobierno alemán muestra en la respuesta la buena disposición de encontrar sólidas ba­ses para una paz justa v duradera, en ar­monía coa los deseos del Papa y oon el ma­nifiesto de paz del Beiehstag.

Termina diciendo que la completa claridad '•respecto a los Anea de guerra alemanes, que ahora está a la vista, se debe muy especial­mente a la Nota de respuesta alemana.

Para no8;otroB se entiende de por sí que un giro tan decidido no ha podido verificar­se sin el acuerdo terminante de todos los tactores en cuyas manos está hoy la suerte de Alemania. El Gobierno alemán, después de tal actitud, tiene hoy el'indiscutible.Me-recho ante todo el ratíüdo do decir de si mis­mo que real y verdaderamente afirma lo que une y no lo que Separa en las relacionee de los pueblos, ,

e / l L f "i'^^''"' '"8^'"' "Beview" reproduce, en lugar do un comentario propio suyo a la Is ota alemana, la noticia propalada recien-

' temen te por Reuter según la cual las esfe­ras mglesas estaban conveni^das de' que la.i declaraciones alemanas, relacionadas con la cuestión de la paz sólo demostraban qu© Ale mama sabe que no puede ganar la guerra. ~

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estfrüpL"^'"'' " ^ *'' ^ '««^--.a A tos once y cuarto hará \timl ofrenrl».

una Com sión del Ate^ieo Cienfífico y S rano, a la cual pueden unirse cuaBÍ¿8 I t t .^os^^^ontan devodón por la p o ^ e3m-

El Centro Asturiano llevará fiores a IB, onoe y m«dia, y es seguro que ío le faltará el concurso do tes bollas palsaÉwí, St»! autor do ((El gaatero do Gijón»'

A las once y tn-es cuartos renérá su ho menaje el Centro de Hijos do Madrid A las g.33t)tones de m presidente, Sr. Dorad,; se íebe ,^ue el alcalde haya c¿dido k i C : da mrnicipal jmra que dé un concierto 'e,i la® c-w-oanlas dol monumento. Acompañará a Ja ComjMon ,n, ¡rrupo de K-liírmas ma, dTiion,as.

Por últi!: ., do(o llcrorá sus flores en nombro del Círculo de Bdlias Art«s uni, Comisión, a cuyo frente ü-á su presi<lente 8r Alvaraz Arranz. El Círculo habrá recol gido también las floros que envían por Va<-lencca su ilustre Ayuntamiento, D. Gonza­lo Vega, „E1 Guante Bknco», las valencia­nas de Torrente, etc.

Las artistas valencianias residentes en Ma­drid, aoompañadias dol correeponsal do ((La Correspondencia d» Valencia», 8r. Hernán­dez Oaaajuana. depositarán «n el monumen-tf> lia. ofrenda de la bella región Wantina.

La Comvsiórt invita a la Piwua * concu-m r a este acto y a r«id<r a la memoria del gran D. Eamóa el tobuto qué siempre ísabe rendir a todas las gloriía* españoks. Por falta de tiempo no se hfcoe a Oada publica^ «ón una ! nvitJtí'ón éípeciAl.

El nótabllísifrto ártistA í). C/ecilio Hodrí-gueiz, j.ardinGrl^ m a y o r da l AyuTttamien- to . coi\1.i»niuii-;S. a i OH-pU-nd-r e\«i l«t fiowba, axior-Ti,arn4r> oon »n »rt .o pRouliii.r l«« tKwoantiu» del

1 K MARGEN DE U COMEDIA

LOS POLÍTICOS EN EL TEATRO

En la escena palpitaba la luminosa al*» gria del poema quinteriano. "Pr ima Coniin lación", desbordante de juventud, fragan^ de lisas y de canciones, exaltaba con su i*r"" bo pintoresco, matizado de ternura, la bec-c'ita alegría del vivir.

En el escenario, la gracia multicolor li­las macetas florecidas, la parla ceceante ' liiperbólica y los ingenuos madrigales hel: •'" piropos daban una sensación plástica y «""' movedora de la Andalucía soñada,' exquisi" y pasional, con centelleos de sol y vibráis''" r e s de risas femeninas...

El .público, sugestionado por la evocado" teUeza de la farsa, escuchaba atento.

Y he aquí que el cronista se ve de pente sorprendido y estimulado en su a w observadora por un espectáculo tan sug««-vo, por lo menos, como el que se desarrolla' en la escena.

_ En palcos fronteros hay dos rostios cidos; dos figuras que la moderna coi dad periodística, con sus referencia* y gráficos, ha conseguido hacernos familiai

Frente a frente, sentados en las platt-están el ilustre ex ministro D. Francisco Bef gamin y ei verbo del tradicionalismo espa' ñol, D. Juan Vázquez de Mella.

El conjuro de la comedia quinteriana !>* r traído a dos figuras representativas de nue*" t í a política.

La casualidad ha juntado á! rapsoda «"' tusiasla y al parlamentario agudo Es decii? la estrofa en exámetros y el breve epigr^ ma, el poema y la ir(5nía. !a lira y el dardo.

Dplí Juan Vázquez de MeUa sonríe a caíi E,gude?a y ríe francamente a cada chiste. £' rostro, an-ebolado entre la espesura de t**i ásperas barbas, se distiende, a punto ya ^ la carcajada. De vez en cuando, afirma <^' lentes, se agita ea el asiento, s6 respald», ^ inclina^ sobre la barandilla del palco.

El lírico, enamorado de las amplias p«''*1 pectivas y devoto de la euritmia del períoioi goza ingenuamente, sonríe contagiado por * cptimismo sano de la comedia, donde SB i»}' cía el amor humano que hace fecunda la '''^~ da y se exalta la alegría que ennoblece ntt»* tro tránsito. . .

Don Francisco Bergamín, mientra» *•»*"' permanece inmóvil en su asiento, levemeo*"' inclinado el rostro largo y cetrino, fmnciá'' el c(«ño, plegados los lábiíjs en un rictus ««" vero. •

"—Y cuando mi niño sepa que lo míj'^ do la vida es la vida misma—dice "Pri»*' Consolación" en el escenaricj—, entoncíís '* mandaré a la escuela a que el maestro I9 C" peñe paparruiihas.. ."

El político conservador (ijuizás no pieBí*! cn el ingenuo panteísmo de la frase.

Recuerda tal vez la escuela. La eseueW que es la ciencia y el dolor y el método. I* escuela, donJe se aprende a leer, primero, Í se adquiere el hábito del estudio que fort»' lece, despuís, y la reflexión que lleva » * cátedra, y a la política, y a la poltrona...

Don Francisco Bergamín, serio, tacituWi ante la comediota alegre, candida y coní** da, es la ironía que acecha, la reflexión (^ pondera, la meditación que abstrae.

No b/ota de sus labios espontánea la rií*< ni auu se conírao sonriendo su rostro. I*^ /pasible y hermético asiste al desarrollo de •* obra, cerrado al regocijo, mudo a la excl*' jnación admiraíiva, inexpugnable al asaW de la jovialidad, como el hombre que poríli'" sabe ya mucho dé los hombres y de la «*• adivina el dolor real que palpita eU el fó''-'' )do de toda alegre comedia...

Don Juan Vázquez de MeUa rfe entreta*' to, se entrega confiado al goce estético, ^^ lebra la frase y la agudeza y el gesto. " en su rostro, que da una sensá'oión de asp*' reza, se adivina la afinidad de su tempe'*"' mentó de art ista con aquella amable fllo»^ fía de la farsa, que estimula el optimisiH''» que es fe y fecundidad y luz... , . , , • , ^ , , í

Termina la representación. Vibra aún " última frase de la comedia:

"—¡Alegrémonos de haber nacido!" Don J u a s Vázquez de Mella aplaude "S?"

insisteimúa. Don Francisco Bergamín, efü^^ ceñudo, imperturbable, empieza a ponerae ^ gabán.

... y si es cierto que en el modo cómo 1"* hombres atienden al placer se manifiesta el*" ramente su carácter, el cronista se ufana "* haberse impresionado de dos contrapuesta» Ifí'icologías.

Julián Fernández PiñefO' i

•r-f'

La situación en Rusi^ Dimisión de Al«xi»ff.

Amsterdam, 22 (9 n . ) . Según not ic ias -^^ cedentes de Pétrogrado, el gemerad Al9*'*'J ha dimitido su cargo oomo fefa del B^te" Mayor, porque Kííreini^i iasiste «n «J i e J^ dos^ aqueilcis oficisües aj» ion sospeol»''^ de 'haber participado «n- la CAnspitafíiÓB "^ Korniloff salgan dal Estado Mayor. i

Declaraciones tfol ministro ito la Guen* ' j

Petrogrado, '¿2 (10 n . ) . Se dloa i p » J ? (Icbiemo t ra ta h^ «i^iSit- n] Olla ter**^ parte los efectiví* mptihiíadijí. .

EstT«. rum^'íl sé ipoj-a 'en Ift declaración "J* ministro de 1* Guerra, quien oonsidiora 4 * el exceso 4« unidades ea el freoto y a, re^* gi.ardia hac« dificilísimo el abastéciiii i^n de inunip.ione« de hocm. y guerra. J

=1 TEATRO DE LA ZARZUELA Hoy domingo

DOS GRANDIOSOS ESTRENOS

lEDH (íldversidailes del üesllDii); por la gentil LEDA QYS. \

La carrera de la muerte de estupendas aventuras.

NOTICIAS! Al bowie de la tisis esté todo *quel ^'^='-'

pierde la. naUnl por hftberM entregado 1 / | , una vida crápiriosai; que, a oanBecueHci» ^^ f ose afán de plac-er y de. molicie, no 'iu'^'^^ ' las horas nece.sajias ;' consumo más de }" quo ingixjsai En.taruf;es viíane la tos, la ^^ iiea y Ift fatiga, la taita dé vigor y la l^ WíA física ;, moral. Sí el enfermo llega » compretider el triste jierrotéra aue le e s i ^ ra, cerraré el p«so a k táas usaníio ei J a i ^ bo de Hipofosfitos Saiud, dmco remedio p»^ regenerar e' organismo decaído y falto " lozanía. Único aprobado por la ítea^ M^ cteniia d} Medicina. Veintisiete afibs de c^* oientes éxitos. M comprar el fNisco d * ^ íijarg© ai con tónlta roj i 8© le» Hipofoefi*^ Salud.

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Page 5: El em piar: 5 cenTimos DOMINGO, SEPTIEMBRE 23. 1917

H E r i r E M B R E 23. 101?

ITAS CORRIDAS DB HOY EN MADRID

Hablando con Bernardo Hierro. í a estamos otra s^f^?. al pie del cañón, des­

pués de airearnos unos días por Vailadohd y de haber aplíjudido iina vez más i a de -gancia suprerma da Gaonia, la inteljgenoia hipnótica de Gallito y ©1 valctr legendario y eO arte dásioo de Juan Belmonte. Y ¡vive Dios qne he hecho una jugada-'de maestro! H e dejado en mi tierra una corrada de Sal-#llo por venttr a una de Oroola y a Freg, Fortuina y Félix Mermo, por Goohoro, Ce-lita y Angelete. En fin, ¡ quiáa gab© si habré acertado!

Guando me dirjjo a l a ' P l a z a me encuen-t<ro con Beruiaa^o Hieirro, el popular ex banderillero y ex representante d© la Em­presa, de la Plfljza de Toros de Madrid, quien, a propósito de 1-ai iuteirviú qu» celebramos som Betsuia a primeree'del preaeoíe mes nos dice k) siguiente:

—¿ Quién ha podido asegurar que duranr. se mi (idesdichada» gestión perdió la Em­presa una infinidad do duros ? Que conslie al público de Madrid que yo fui el inioiador del espectáculo nocturno, cauaa por la cual se llegó a dar por IR PJasia la« 265.200 p ^ e#tas; que uno de los mayores abonos de Madrid fué el de 1913, siendo yb represen-teaite de la Plaza'; que en las cuatro n o n -liadas que yo orgánica, con Posada y Bel­monte, se ganaron 83.000 pesetaa; qua en l i única corrida en que se perdió fué en la de B.(?nefioeiicia, por darse a destiempo y contra mi voluntad, y, por último, que cuándo dejó de ser representante , la Socie^ dad tauí'ina gamaha una* 60.000 pesetas y dejaba el teiTemo aboniado para saoar una fortuna.

Como uosotros no somos m retanistas ni f r r ^ g i n o s o s , aquí consignamos íntegramen­te cuanto el amigo Hierro nos romunioó, obrando en legitima deíensia, y sm qu ta i ' punto ni ooma.

Y como todo este no tc«ne in; |c" - • alguna, si se compara oon la Kafii.j., monia d^ ia confirmación doctí>r!íl H<' . leto, entramos em'imaabefia y pa-samob ;; i-u ouenta de lo que ocurra ooui los t.err ' i iei lloros d« D. Félix.

Entrada, flojleima; nniui 3.000 perso;iar,. Pieaide D. Fulgencio do líigru«l.

PRIMEBO

•*flvilIo", ntjm. 30, cárdeno salpicado, an -aho de oua», buen mozo y de excelente lá­mina. Como aebem ser los toios para Ion IMUH-brei.

Angelete, d« tgñi perla y oro, d& en v a ­rios tiempos seis T<»rónioas, entro laa que h a j una mu^ cetlida; iae dem&s mujr bailadas y oou falta de temple.

Con podar y bravura toma '•VlviUo" aeia f g n a , a oamÚo de tm arre,' distin|;uiándo*e «on la piea Veneno y Boltafiéa, y en loa qu i ­tes. Cochero.

Chiquito de Madrid y Lavln clavan tres paree y medio al noble animal, y Angelete. ^jt^Foís de rooibir loa trastea de manoe del tiübal&o, oomieni» ooa un alto eon la i a -qoiaarda y v*rio« oon ht derecha, d««p«(radUlu

Lmovido. tTua atravesada, oaai entera, yta. -m.^ más pasea coa macha sosería y media

iemdéwdofla. Saca él estoque con una bande-ifUa, deeeabella a la p r t ¿ r a« y hay alg^tmas palmas.

SB de Xhoobii en tntáaoa&a ^va^t/CDitmüa da al vecuiía».

S H a U N D O

^Stñaeatirci», a á m . 82, cárdeoao obaomip, t d m armadlo f ¿e pipeclasa l iuÍD». El pábJi-oDjb i«oibe ooQ u m omciüa.

Oellta cecQoha moeetrae de dlesagrado en 0B99 Q siete lazMís, e^ecntedoei sea pizca de md» TÁ de vaJaintía.

Oiooo varae, doe oaibaUoii y ooio qmtes. Mpy«DJto 7 Armillüai OIOLTOH doe pema y

.medio, éaoáo aplatidiido Aznor. (Miíta, ¿te oram» y oro, sale a oontender

ecn cBalooíDsio», que os m i é bhvDdo ^ne «a hemMoiito. VanioB pe-ae» ayud«diG8 par bajb c«m k deacKsha y sin oanJSanza aJ.gus]A son.' el preludio de u o pánohaflo vnljipir. {Pitea,) KM paaai íxitMaom, y un pmohaiEo allto qcss «Ksope la i%s- Sigue AIkm«o 1» in«d1a-o» faen« y' -bertnism ocm xam baija, y endiose. CMiiobcs pifeoe.)

TÉEOEBO

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OootiAOO ttjrea por verónica» muy apafia-dSkjj-y ooeoo «i públk» MBjnpj» «setÁ de-vami&t «ifdaadk. le tributa vxa, caeí ovar d ó a . gas K ooññrma w. «í primeo: qiáte d e O i a e o r , <P* e* ipacndio y oefiido.

OaaCio vokcw y xa» oabaJla 'gicáwm y PateterOlo cosjjgaia oDa to par

am aoeptwbícM, y Oocdbiano, da verde y oro, biiwW, y «í&csuta UB ayndwlo. um aW<j y uno BcxElla «a- t i e n » stqjexiDreB. (O'motón.) S&-nádao^ni íe iacíb« u a a d h u c ^ n y ttn dnaair-\ui f aacü>i« 1» docoraciik^ ptiadorotnaimi» k difiTwmf""*^ 7 •DOit«Di&' un par de mo-%f*ra. obai'loteaocie. ü n gran plnohaizo, más ncíKa, da^eflsAfflo, y medí s « n i h á . Qtm UD SieaaMeUo a k HC^ñoíd» y pelmas ai la vo-¿UlBtí ae dk' Boalta al

cnjABro tf)«Bbaiw.i«dlt», nÍEa. 16, negro moihino,

Janregud'beátia le saluidia con vmias varóeá-cMi T niPa rebotera o<.® más capote dei Die-ymfrin " R n el Drim«r quite pan» «1 Goobo-'KO 7 e« o^danáiao. O ^ a ' ^ lui t a n i ett.«a

SeJ» varas, una buena die Pabián Bilba», y dos oaballoe oomporusn ©1 primer tercio.

Luoaires y Patateiillo rneten loe t i í s pa­ral de ritoól, y Cochoro «ate a eatendárs»-na «un «i Urcola,, quo no asta Mudia f4-ífl. Vanrioe. pases « m aanbae ma.ri<ie y im Mnchaoillü, desaxmanido la res. Más pase*' l e eaoB de todo a 65, y Ctetor ísopto media »trav««adliiiía, diciejiidlo para sus tidentboe: ido r io.el Jaasama. U n díacabello oon al to­ro vivo vale si matadoT más habilidoso dol globo un sin fio 'de palmas.

QXnNTO fOiBquero», núm. 91, . benendo ©n negro,

bjiruco, lucero y precioso de lámina. Ooiita nos divierto con unas verAnicaBga-

iáicae; díwpujéa, en. el primer quite, tcm-en por gaoTieTns con más voluntad que D,iego Maizquiarán.

Seis vanas toma el roble urcola y m«ta doe jacos.

Oel*a oogc los batadenllas y clava tm par medio al qu elm:. uaedi.i al cuart^-o, otro .abierto, apretando algo más,-y, \^T ultimo, otro iiMdi¡iÍ3o' canibiariflu los ten.í-ntcs.

Armado de muleta y eátoqtifi fflio ^ .'Uíon-sn a vérselas con c\ toro, que eis' un iuléliz; a n ayudado oon las dos rodillas en tierra, va.TÍp,9 pases ináe, distanciado, y media ba­ja, ent iando en --f.np:; vvndor. P'rs<;,nbe'!ln a la priiriei-a, y hay pakriuB.

SBXl'O «Meleno», núm. 7, negro zaino. -

ííccibf • n - e o vai'os y mata tres caballos. í í a :d , : : !r:iíi bien IS'eiro y Lavin. .Aiit;. !• - •- 'pasaporta) die un pinchado

iiialo y luedia atrave.<?adfi.

Don Pepe.

EN VISTA ALBGRE VamoB a ver qué ocurre oou IOB seis boros

de Andrés Sánchez, de Ccquilla, que están en el cuaato cbscuio y se ios van a laeren-dar Chiquito de Begofia, Punteret y Mano­lete U . que toma la altea-nativa.

AplauBoe a las cuadrillas y pieeaniaciión dfel * ^

Priíneío.—«Gla.v«lin<», n^gro zamo, oon «480 arrobas».

Una carrera de conculco e r t r e «Olaveli-IK» y un mon'tadio.

Mainolete I I tira d© percaldina. El' muohflr cho quiere y el enemigo no envida.

Tandieamdo cumple en varas «OlaveLioo»... ¡Vaya un bicho para una alternativa!

Negrón clava bien, y Seguriía de VaJenr oia clava em el suelo de primeras y en n a bie. Sin otro par que el de Negr6n, y die«-pués que ei manao ba dado un brinco por el 6, se oelebi-a el ceremonial dé oeíáón de iiaetos, diciendo Ohiquito a Manolete:

—Gracias por el majiso que me quita». Manolete, que viste de grama y oro, ee

mete muy valiente con el i»jarraoo, qi*© no quiera trapo ni en broma. Da doe' pincíhar zos m hueso, entrando ooo ee.i« toffiíeitodiaa de valor.

E;Í toro está máe aplomado que una ca­ñería.

Ent ra Msoolete por tercera vea, sin anJ-Dorai- eoi valeatla, y coloca una entera con­traria.

Observiacianes: M toro, manso y llegan­do a la miierte sin haberte castdgado. Mur Dolete, muy bravo y oyendo una ovaxaóa n.erecid*.

Soguíndo.—tBiateneírí», uegro bi^afao. Hay más qne palabras ded púbUco en pro-

•Rsta por k: enorme diforemcia d« tdpo entre é.ste y el anteíríor.

S*v agrava eJ incidente, porqu» «BataniMO»' 86 deotaúca buey.

Bonifa y I'ardilSaa fofueao, La, broooa cozutra la preeldenua ee enorm», do k a que h:i|06n época.

Fil público ae qn^'a de que eo nims. corri­da le quitasen n a toro, suelten torazos a '' s novilleros y a precio de topeo dan. novi­l las

Puntoret, sin posar d« m a l e l ^ degüeUa » «Batanero», oyendo una ovadón de oarifio.

Sigue ia gri-ha a la Empresa, pi«8Ídeiiícria y veteranarios.

Tercero.—«EsptaaitamBeirto»)), oolorao, ojo de perdiz, más gordo, pero nada m¡á«.

Un oapiteJista da TUMÍ JMUMS d« miúetaa. CMcfojito de Begoña ctfcw-tírot©»». Kl bney oumple oo vanas. Orespi+o olava un traen par y sale perse-

f uido por el toro, que «alta por o! 9 det rás el banderillero. El d« Coquilli* ocHnieQBa a creoeiBe. Ohiquito, de laanl y oro, le toma con exce­

sivas preoaucione* y ayudas, Ouafeto posos y un puñeibazo « » la <reíspái\ que sale por el eiire.

Sfffiue «J matador dando dpma»ijad» impor-t a n á a a la fiera, propinándole una m«!dia peeoaecera. (Sileiidio «m !•« loaan».)

EN TETUÁN lia pnm!6ra. piarte ha estado a cargo do uma

«troupe» oharlotesca, que ha aburrido bas­tante al «respefeble» oon sus e(ierc(loio8 t«uu-rc-a«robáticoa.

Bl programa annnciaba pa i* Ja segunda la hdia d© euateo toros por Ocejito y An­tonio Hierro, debutíínite ol áltiaao on eata P i « » .

Bn eH yfiTsfit toro Oo^ito madeteó »ffu-laRDonte y arre<i aoM ostooadla boeoa, que le valió In oreja.

Hl bicho resultó un buey de categoría, te-nleodo 'qua ser fogueado.

El segmnJb bicho ooiiió la misma roerte. AstCwio Hierro le trasteó luego ooa gran

pesadez y le pasaportó de varios sablazos. En el tercer toro la faena de Ocejito no

pasó de regtilar. En «1 onjairto, el debutiante colocó do» pa­

re» dp rehilettes superiores. Mnle»tieó Inogo Hierro oom nxncho a d a m o

temsiianaflido oon una g ian estocada, que le rnüó la oreja y aalida de k pla«a en hom-bros.

EN BARCELONA Bazoelonja, 23 (6 t . ) . Ba k V^m» Monu-

m e o ^ «e oekhra una ociiJda do t n o s , ac­tuando d« ina)fcn#ioriae ("kona,, ,Tose»Iito y Bel-mont».

La entrada, buena. Primera.—Pequeño y ^e poca preeamick. Bl público protesta. Loa pioadorea hacen o s a k b o r iinfamc,

jnutílizatido al bicho. Los banderilleros salen del isiaao oon bre­

vedad. Goona hace unai faena breve d© mulcvta

y tíermina oon media estocada. (Palmas.) Segundo.—Más rhico que el ainterioí-. Re

piomneve tun gi-an escáiudaJo y «o rettijado ©¡ ioao al corral.

Segundo bis.—De Murube. Qaona lo toma de oapa lnoidament«.

Joséü to mulotaa ar t ía i ioamente ; da on pinchaao y media delantere.

Tercero.—Cárdeno, y t an ohSco, que oü ptí-blioo pide que sea retirado, como así se hace.

Uu/a Comisión de ospoetadores Bttb« a la Preoidencáa para protes tar d© las miaks oon-didooaes del g»i»ado.

Tercero bis.--Maneo y de poóa preBemioia. A-fuerza de acosarle toma cdnoo varas, de­

rribando dos veces a loe piqueros y maite/n-do jm caballo.

Los banderilleros oolocam tres pairea dte cualquier manera.

El toro está agotado, por \i> que ae pto-muetve otro escándalo iremendo.

Belmomío proouira salir del paso cuanto antee, y arrea, un pinchazo, una eatcoedia buena y un descabello a pulso.

C i w r t o . ^ T o m a cuatro varas por t res cal­das sin consacuenoias.

Jimi.-ño y G.'itioncitp parean b'icm. (iaoua muletea superiormente, adornán­

dose muciio, y atiza una estocada superior. Termina dííscabellando sX primer in tento . Quinto.--Joselito veroniquea con gran l u ­

cimiento. Luego coge los palos y se los ofrece a

Gáona. El mejicano coloca uii par de rehiletes su­

perior. Gallito pone dos pares imnenaos. . Lijego hace una faena colosal, compuesta

de pasea mnaensos, de molinete, naturales y de jieelio. -(El púl;Vco, puesto en pie. corea la faena con entusiastas oles.)

Termina Gallo con el bichü de media bue­na y un descabello. (Ovación y oreja.)

D[ rae li.tce doblar si bicho. iOvr.ciriii lio .'-r"jn.)

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Sexto.—Belmonte es aplaudido en quites. Toma el bicho cuatro vai'as por dos cal­

das sin consecuencias. Juan coge la muleta, y entre los mismos

ratones iiace una íaena oolosel, escalofWan-íe. (Ovación y música.)

Se perilla luego desde ceroa, y entrsnjdo derecho 9XX¿A una estocada btiena.

Repite después con media superior, y ei bicho se acuesta. (Ovación, oreja y salida de la Plaza en uombros.)

EN VALLADOLID Valladolid, 2.3 (.5 t . ) . Se celebra la oufir-

t a odrrida d« feo-ia, lidiándose toro« d« Sal­tillo por lae cuadi-illa-s de Fr<^, Fortuuai y Félix Marino.

I * entrada., un ll«no. Pnimero.—Negro, feo. Toma cuatr'? Taras

y derriba t res veoes la las piqueros. Frog liaoe una faena de muleta muy va-

beaite y ceraa, rompiéndole 1» taleguill» el bicbo en una armncad*. Un pinah.«zío buei-no y uiw ladieada.

Segundo.—Merino lo torea de oapa, sien­do aplaudido.

Fortuna ha<:e una buena faei>i de muleta para un pinchazo hondo y tma ot'ocada. a t r a ­vesada.

Teroeiro.-r-BTieii mozo y »pr«tiido de onwp-nos.

Merino lo saluda con Teriaa verónion» ea-Hrapendsa.

En ua calda de compromiso hace el p a i -sano un quite superior, rematándolo con me­dia verúníoa colosal. (Ovación.)

Se registran cinco varas por CÍTK» caldas y dos penóos muertíOB.

Merino muletea adornado, inteiroahoidb t arios moi inet-ee, y termina, oon un buen voiiapié.

Cuarto.—Graiode, buen mo«> y de buena presencia.

Toma ciMitro varas y mate un caballo. Los banderilleros BOU aplaudidos. Freg ost'i muy valiente con la muleta,

dando buenos pases y un pinchazo ea hueso y una estocada desprendida.

Ceiii i lleri

njodo «•DiisidoraLle.

' ';--^:l.-. <••.-- h-rnT".'?, li:r!:r:i. El pÚbLco rf;

Tomti ei y rt,-.' bnjas tu k s cuadras.

1J?S m.Ttddn:-e5 rivalizan PH quit s. Salen coge los pales y hüce una prcpaa-a-

otón muy artística. Intenta colocar un par de frente, y es

enganchíido por P1 toro, que le oornea ho­rriblemente.

Posada acude a! qiiHe \ logva tr:-? cr-.m-des esfuerzos, ' ' " • y b!chi:>

Salori pa.sa .-; üi-ría -n brazos l e los moüiiosabios.

Posad» coge lo* t ras tos y muletejí ralion- \ t e , dando pocos pasee.

Despacha ral bicho de ima estocada buenn y un descabello. >

LAS HERIDAS DE SALERI Cuiíwijdo se está terminando la lidia del

cuarto toro aparece eo el palco pre'sidemcia! ©1 paii» facultativo de la cogida de Salen, qu* ha sufrido um vareíiflzo en el brazo dip-recho y uti puntazo en el raualo izquierda.

Ambas hervidlas han tído calificadas de le^ ves.

Quinto.—(Sigrae la ovación a Poaada.) Bate ooloca dos paree y medio de reMetee superiarmemte.

Trastea luego bien y atdza media, eetoí»-da que basta. (^Nueva ovación.)

Sexto.—Poeada brinda ú ganadea» la gaMadero la muerte, y haoe urna precioea Muena, adornándose mucho.

Tenninia oon el bicho de una. eetocada eu-perior. (Ovación y regalo.)

EN MALAGA Málaga, 28 (5 t . ) . Patrocinada por los

dspenjiientes de comercio se celebra una a o ­villada, lidiándose reses de Anastasio Mar­tín por las cuadrillas de Rubio de Valencia, Facultades y Cámara.

El primero es condenado a fuego. Bubio mtdctea valiente y da un pinoharo

y una estocada buena. Segundo.—Cámara lo torea de capa Inoi-

damente.

Quinto.—Fortuna lo torea bjee ds (jM>a. Cinco varas, tres caídas y ua e»ballo

muerto. LiO» banderUloros oiuQplen, Fortuna muletea cerca; da dos piaeJiiutos

y una estocada contraria. S«to.—Grande. Merino da vílrio» lanoOs de

capa quef se aplauden. Oto la muleta hace el valisoletano un» bue­

na faena ¿ termina «¡n media buen».

EN LOGROÑO I^grofic, 2S (5 t . ) . Oon p-aa animatóión

en la- Pla^a ge cel/Sbua la teroera oorrida de feria. Jidráüdose toros de Aleas por Po­sada y Saáeri. ^ Actúa a« aobi<eM|i«D«e el nonUsto S u t e Eulalia.

PriDiero.—Bravo y oon poder. I b m a tres varas por otra« tafot»» caídas,

seguidas do defuaoión. Posada es apfaudido «n quites. Luego coloca d « pasees superiores do wíij-

letes. (OvaciÓE y rnúaica.) Oon la muleta baoe uoa faena OOIOBBI, SO-

bresaüendo Tarios pasee de pecho estupen­dos.

Se deAaoe del bicho d© modia estocad» buena y ot ta enter* superior. (Ovación.)

Sogtmda—Bravo y do hermosa lámina. Los piqueros le pinchan tre« vec^ , su­

friendo dos batacazos, en Jos que faneoen los jacos.

Saleri moilieieo vahente, ánfriemdo un dcsairñie.

Bn cuanto cuadra el bicho arrea UOM. es-tcxrnda, que mata sin puntáll». (Ovación y orejrf.)

Tei-oero.—Posadft le veronáqueai 8up«rior-meafe.

Bl bicho hsjoe una gran pelea, aguantan­do dnco puyazos.

El público aplaude al gamadoro, que pre­sencia La cf/rrida.

Posad-I/ muletea valiente y muy adorna­do, coreando cd público los peaee.

Entilando bien atiza media superior, qne

Gogiia de Biitio Ai hacer un quite ea alcanzado por ed to­

ro el espada Eubio, sufriendo uo. varetazo. Facultades coloca tres pares de banderi-

IFas. y oon la muleta hace unf.i buena fae-ilfl, i|srmJM8(ndo oon fm pnnchaeo, media buena y otaro pincháBo.

Teroero.—Betónto, ?ordo. Oamítrá da ••<-ríos lancea de oapfc superiores.

Oamará pone tres parea estupendos de ban­derillas y con la muleta hace una faena co -losal, terminando con Una estocsda despren­dida.

Cuarto.—Rublo torea biea de «apa, y a la hora de la muerte hace ana buena faena de muleta para tres pinchazos, una tstoeadft centrarla y media buena.

miipifl lORi LA CaTAHROPE PERROyiAHIA

S e | ú n h a mani fes tado el subsecretar io in ter ino de Gobernación, Sr. Mar t ínez Acacio, l a s víc t imas de la ca tás t ro fe fe­r rov i a r i a e ran via jeros del t r e n mixto de San tander .

Los via jeros del o t ro t r e n r e su l t a ron to­dos flesos.

PROVINCIAS Tr«s desgracias.

Oen/ta, 23 (5 t . ) . Por cuestiones de fa-mlMa. rifteion a sablazos el herrador d«v In-gemieiros Manuel Zamora, y el sargento de OaballeTÍa Juan Navas, reisnltendo heridos ambos.

Los carreiroB Pranciaoo Vera y Manuel Mesa discutieron y se acomeitieron, resul­tando los diOB heridos.

El niflo Joeé Vüches cayóse á s una bici­cleta que montaba y fué aibropellado por um caballo, resultiando oon la fraotura. diel bnv l o d«recho.

Obrero aieetrocutade.

Castejlón, 23 (5 t . ) . E n el cercano pue­blo de Lallos h a perecido electrocutado el obrero Germán Gómez Llopis, que se h s -l iaba t r a b a j a n d o en l a r ed de a l t a tensión que sumin i s t r a d fluido a a<faella locali­dad.

EXTRANJERO Luxburg sata d« la Arganthia.

Buenos Ai res , 23 (6 t ) . E l secre tar lo de la Legación a lemana h a comunicado al Gobierno que el conde de L u x b u r g embar­ca rá en el vapor español "Re ina Victor ia E u g e n i a " .

La ritttaoión «ie F^ortugAI.

Lisboa, 28 (B t . ) . E l Jefe d d Gobierno y el min is t ro de Negocios ex t ran je ros acompaña rán al pres idente de l a Repúbli­ca al f ren te f rancés .

Las E m p r e s a s periodíst icos se h a n ne­gado T a u m e n t a r el t a n t o por ciento que se concede a los vendedores de pelródicoa.

L B reunión de Comisiones del pa r t ido fwolucionista se h a dividido en dos par tea , t / n a de ellas declaró que consideraba r o t a l a unión s a g r a d a ; pero no se admit ió la declaración, y hubo que l evan ta r l a sesión en medio de algún tumul to .

V a r i a s Comisiones se proponen dimit i r .

LOS ÚLTIMOS G O M B A T I I Oemunioado Inglét.

t t m d r e » , . 2 3 (8 t . ) . L a s t r o p e e d e (rlaefTow e j e m i t ó r o n anooli© t tn Bo lpe d e n m n o , oon é x i t o , o n ¿I n o r ­d e s t e d « GhoTiíeaucour t , qu© Ites v a l i ó , a d e m á e , c i e r t o n i í m e r o d© p r i s i o n e ­r o s y n m n ^ r o s a e p é r d i d a s a l e n e m i ­g o , ©ntr© l a s q u « s e o p e n t a n l a d e s ­t r u c c i ó n d e m u c h o e abr i f fo».

E n e l s e c t o r d e Ypr^ee h u b o áKiyor i n t e n s i d a d d e a r t i l l e r í a .

eomunloado a i rn i ín .

Ñ a u e n , 2 3 (3 t . ) . N o ob«t&nt© fa -roTecerrtless a loe íngrleseis l a t r a n s p a ­r e n c i a d e l día., n o h i i b o e o F l a m d e e n i n g ú n a t a q u e u n i f i c a d o p o d e r o s o . P o r la, m a ñ a n a , e m p r e n d i e r o n Jx>s i n ­g l e s e s t í n i c a m e n t e do«- a t a q u e s p a r ­c i a l e s e n t r e L a n g e m a r c k y F r e e z e m -b e r ^ . U n o s t a n q u e s q u e a v a n e a b a n h a c i a S a i n t J u l i e n f u e r o n d e s t r u í d o a , Deisde e l m e d i o d í a s e i n t e n s i f i c ó ©1

fu Á i:.,. , • d o . e] grai ie . .U. ; l u ] ; . j i U i í c . Li^^pucs ber,;f' dü ieucadc iKid í ; f'i;r.iiit<> i; r n , a t a c a r o n los i t? Laai-; g e r a a r c k y Freez<-: la r e ­g i ó n d e L a n g e m a r c k q u e ya a 50" m e t r o s , . , ^ „,, ,,„> tr incl ieraiS ' aJema-najs s a n g r i e n f e i m e n - . t e . A l e s t e d e S a i n t J u l i e u f u e r o n d e n u e v o r e c h a z a d o s los i n g l e s e s e n un.: c o n t r a a t a q u e . S o l a m e n t e e n e l S t ro - ' m e c k l e s q u e d ó u n n i d o d e t r i n c h e - ' r a s ; p e r o é s t e t a m b i t ' i d u r a n t e l a n o c h e d e n u e v o a d e los: a l e m a n e s . T i n a t a q u e i n g l é e Bal ido d e Z o n e b e c k , a l e s t e d e GelaveíP^t, , no i í e g ó a real izar .s<\ a n t e e l f u e g o ' d e d e s t r u c c i ó n a l e m á n , c o n s i g u i e n d o ; s ó l o a l g u n o s s o l d a d o s l l e g a r h a s t a ' l a s t r i n c h e r a s a l e m a n a s . T a m b i é n m á s h a c i a e l e a t e e n la r e g i ó n d e H o -U e b e k e f u é c o n t e n i d o e l a t a q u * poor e l f u e g o a l e m á n . A l c e r r a r ^ l a n o c h e h a b í a n s i d o los i n g l e s e s rechassadoe e n t o d a s p a r t e s . A l a s d i e z d e l a n o ­c h e 8© p r o d u j o e n t o d o e l f r e n t e d e l e j é r c i t o r e l a t i v a c a l m a . S ó l o m á « t a r d e r e a n u d a r o n los i n g l e s e s e l f u e ­g o , a l q u e a p o y a r o n a r r o j a n d o n u ­m e r o s a s b o m b a s . E n t r e l a s c u a t r o y l a s c inco ' c o m e n z a r o n d e n u e v o a l a n z a r u n f u e g o g r a n e a d o , a l q u * s i ­g u i e r o n s o l a m e n t e a t a q u e s l o c a l e s ,

u e f r a c a s a r o n e n t o d a s p a r t e s . D a r a l a c l a r i d a d d e l a a t m ó s f e r a p u d o

d i v i s a r s e detitási dial f r e n t e m g l é s g r a n ' n ú m e r o d e a u t o m ó v i l e s d e S a ­n i d a d y g r u p o s d e c a m i l l e r o s ' c o n le b a n d e r a d e l a C r u z E o j a , q u e e e o c u ­p a b a n e n r e c o g e r e l i m p o n e n t e n ú -mei-o d e h e r i d o s i n g l e s e s y t r a n s p o r ­t a r l o s a l a s a m b u i l a n o i a s . L o s r e s u l ­t a d o s o b t e n i d o s h a s t a .ál iora e n la. te i roera b c t a l l a d e F la ' ^ - ' ' ' " .-i>irwi.,« fio. d a v í a m u y p o r d e b a l a

s e g u n d a y p r i m e r a . ( H-JH; -C- i n g l e ­s e s n o h a n c o n s e g u i d o t o m a r l a m á s i n s i g n i f i c a n t e l o c a l i d a d , e l p a r t e ofi­c i a l b r i t á n i c o r e c u r r e a e n u m w a r l a s d i s t i n t a s d e n o m i n a c i o n e s d e loe d i ­f e r e n t e s p u n t o s d e ag-oyr^ r t r i n c h e r a . , c o m o a p a r e c e 1 g e n e e n lo?

m a p a s d e l E s t a d o 1! : E n e l f r e n t e . o r i e n t a l e s l a t o m a

d e J a c o b s t a d t m i e r a I ,TT! '»1' ' ' l ^ q u e el' A.lto M a n d o a l e m í í n > -rA-d o pfenn l ibp r t : id d<» a r e >!«-t a n t e totlo« los a t a q u e s >\' íe^n-t e e n O c c i d e n t e .

L a cabefsa d e p u e n t e , q u e a ú n ^ooau' s e r v a b a n l o s r u s o s e n l a o r i l l a o o c ^ d e n t a l d e l D u i n a , f ué t o m a d a ^ p d l los a l e m a n e s em u n r á p i d o y v i c t o ­r i o s o a t a q u e .

Comuflicaflo francés

P a r í s , 2 3 (3 t . ) . ^ a o o e b e -c e r , los alema¡H'."'. d^' u n v i o ­l e n t o b o n l b a ! l í t ro a t a . q u e c o n t r a n u e s t i . . . . j , . . . . , „ „ c á d e i a r e^ g i ó n d « M a i s o n d e C h a m p a ñ a . I n i ­c i a m o s e n e l a c t o u n f u e g o c e i t e r o , a n t e e l c u a l se e s t r e l l ó el a t a q u e .

L a l u c h a d e ar t - i l l e r í a h a s i d o m u y i n t e n s a ©n l a r e g i ó n d e los M o n t e a . U n g o l p e d e m a n o e n e m i g o h a c i a e l M o n t e A l t o n o d i o n i n g ú n r e s u l t a ^ d o . P o r n u e s t r a ' . c m o s p e n e ­t r a d o e n l a s l ín- -nn.'; fsl PUT d e V a u d e s i n c o u - ' p o r t a n t e s d e s t r u e t ... . . . . -i z q u i e r d a d e l M o s a , a c t i v i d a d i n t e n ­s a deí a m b a s a r t i l l e r í a s .

E n W o e v r © u n i n t e n t o a l e m á n c o n t r a n u e s t r a s t r i n c h e r a s e n t r e F f t j e t R e g n e v i l l e f r a c a s ó i g x i a l m e n t e , q u e d a n d o e n n u e s t r o p o d e r v a r i o s p r i s i o n e r o s .

A v i a c i ó n . — E n a d a d e l 2 2 , n u e s t r a a v i a c i ó n l i b r ó n u m e ­ro sos c o m b a t e s , s i e n d o d e s t r u i d o s p o r n u e s t r o s p i l o t o s 11 a v i o n e s y u n g l o b o cau t iTO a l e m a n e s . D t i r a n i © l a J o r n a d a del^ 2 2 y l a n o c h e d e l 2 2 a l 2 3 , n u e s t r o s , a e r o p l a n o s . a r r o j a r o n n u m e r o s o s p r o y e c t i l e s s o b r e l o s de^ p ó s i t o s d e m u n i c i o n e s d e D o n o n , f á b r i c a s d e H a g o d a n g e i y estaoionicí d e C h a m b l e y , T h l o n v i l l e , L u i e m -b o u T g , M e t ? ¡ - W o i p p y y Memeireo-lee-Meta.

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EL AYEH EL HOY Y EL MAÑANA DE ESPAÑA

LAS PIBDRAS ñ

no subsiista es preciso que represente un al to idei-al de razo o de espír i tu . Quién sabe «i toda la glor ia de Na­poleón fie vino a t ierra porque no significaba s ino la esaltfición de la ambiriói i personal frente al ideal "de independencia de los pueblos. Así, t ambién , pe.-e a todas las vicisitudes y a todas ir;s pers^ •:"•":•'•', el pueblo prl ío vive, pn iq r iro espiri-in) l ahí rubra cu ruTn,

Me par ico muy belln la leyenda (]«' f 'ovadoiiga. PJn las montañas C-I I'');;oa3, a] t n v é s del tendal de bru-m is, 1) aparición del ángel con la • ni/;, ins rocas dr \gajadns apl^?"^an-' • I los. invasores, los mi lagros . . . \

hnba pn vprrl.' iil, lu;' ; nn:l-

E S C E N A S DE LA G U E R R A

M !

r .j ra ;ijro c!e liti-

I:' i>.Mi¡ei ¡ Mi -i-.prc hal lar 1'!;. ni;e sirv'- ; -i I- ¡p-iyo a la '1 -' -1 la vn 'nntad.

L?." fl-iuv\-i d i p í e d w . . ; ¡irbí l'i r ; : ' " l n l de Oviedo

' i3f'ons1rin'd;i en el Cii-,,rv-, coi-'s mucbn mñ'^

]v! -l- •; ll l;.^ • • ! ; . . -

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'ii i'-'-r., es Aoan .. A otro, infinita-

.: ^ntativo, parrf mí . ron el oso que le . ící Rey?? de este n f) nnp:~.tros ojos lies de piedra to's-

¡t'iíclos, cero Henos de espí-ihin guardia a ÍS puer ta de • l l - ; . Herrando «el Diáco-,r, ,n „'•' Cir^slo», Alfonso «el v.i-i «andidos.^ fer-

• 1 ,, ., ijiie nos Hacen

La Catedral d« Oviedo.

O V I S D O -- Las rnontañas sagradas.

Fa heiinos llegado a la cuna de la España moderna . E n estas monta-t a e . conlo en un inmenso crisol, «*• fundieroa y condensaron todas \u energítis dispersas, todos los' valore*, debil i tados-por algo que ex t rañamen-íe c<?rresponde a l egoísmo ac tua l , por ú afán de dominio, de afirmación de individual idades cont ra la afirinación

tu r ianas fueron verdaderas piedras madres .

El escenario no puede ser má.s tea-trol V bf>ll<i Kiii" itü'v iTiniiliiñn.- une

.•, i¡-i vpidf gracia de un r ío M 11 iMtdaní^'olía ensoñadora df un lago azul , un, lago de biiLida de.«dfi cu"j"o fondo p:)recen a t raernos unas misteriosas pupilaK. jSTo existe aquí , creo haber lo d icbo va, hi Tnida, iif'

í^\ cániir.t de las reliquias. Iv- muy Ivdla la basílica ovetense.

Adómal I vin pórtico con arcos rica-mfMite ornados, que enlazan l as , to­rres , una sola concluida en derroche (\*' piniíinilos, crestejías y otras la-Iv; ---s de cHlnda piedra .

En Ifi c apu l í del Rey Casto, que ostpnti sunlucsa decoración, cor in t ia 1 ')i 'san en urnas los restos de F r u e -l¡i. l i e rmudo, Alfonso. 'Rami ro , Or-d.•<,.... Alfonso I I , Garc ía I y doña U ñ a r a . *

- i ' e io más que la belleza del tem­plo, más qu«' los al tares chur r igue -res'^os, nos inquieta la cámara de las re l iquias . Al peaietrar bajo su _aaxo ojival sent imos una. g r an curiosidad. Quisiésemas in te r rogar a, estos mis­teriosos vestigios de las leyendas pa­sadlas y arrancarle» ola ve rdad ; sa­ber».

Y e n t r e todas aquellas coeas no es la monada de Judaí^ ni otras semejan­tes lo que nos fascina. Es an t e la ^Cyt-^;. .1.. '•-.- A,(g.f>lesp V, sobre todo, ante ' ' i ' ¡i \'i( inrifl» donde no»s dfi.''nPTi!iis. pcj i'lejiis, .con un an-.siía dp saber «cómo fué» para saber ncinv.i p'^'lií.i r fr a\in».

Das avicnts a!3mar<3s volando en servicio de observación sobre las lineas del frente francés. {Foto Krust.)

coleetiva. en una «ola voluntad : don Pe layo . Es pueri l m i r a r la Recon­quista, como • ei súb i t amen te y por i,rte de mag ia hubiesen necido d'e l a s piedras el héroe y los que con él lu­charon . Aquellas encirgías y aquellas voluflitade« exis t ían y a ; pero entre'-cbooabán y neut ra l izábanse y sólo sometida .s a la« algias t empera tu ras del oprobio y de la" t r is teza de- l a de­r ro ta , fundiéronse en u n a sola nue-iva e n c a m i n a d a a un fin noble, pero fiebre'todo a mi fin c laro y definido. E n es te , sen t ido , BÍ, Ia« piedras as-

MñTTHS GRÜBER Tostadores para café, cacao, et-

cétera.-M Unos de todas clases.--Of andes exis encias.-La casa más important; del país en dichos ar­tículos. ,

Pídase oferta detallada, Indican-(So coa exactitud lo que se desea.

La Cámara Santa de la Catedral de Oviedo

ble y fuerfp adu.stcz de Cas t i l la ; pe­ro hay una aspereza franca y cordial a la vez, que parece reflejarse en, el carác ter de BUS natura les .

La gruta .

Y en lo más escarpado de estas mon­t añas , a l lá j u n t o a lo® Picos de E u ­ropa, está Covadonga, el l u g a r don­de ee dio e l g r i to de ereconquista» por p r imera vez. Y d igo por pr ime­r a vez, porque aunqU)© his tór icamen­t e la ba ta l la de Covadonga (victorio­sa , 6Í) no fué s ino u n a de las muchae —Jianda, Mér ida , Barú—con. q u i s é l pueblo invad ido se defendió del in-vafiOT, mora lmen te fué otra cosa ; pu€« Pe layo enairboló dos ideas nue­v a s : la de la pa t r i a y la de la reli­g ión—la p r imera , borrosa basta en­tonces ; la segunda , neutra l izada por la tolerancia de los árabes con Jas creencias de las vencidos—. Y jus ta­men te en la afirmación d e estas dos ideas está quizás toda, la razón d©li t r í t in io . Paira, o^ato wa imper io Ktima-

(f oto* Lacoite)

La d t i í v e r s t d a d . íkM F e r n a n d o Valdés , inquis idor

genera l , el hombre cruel que apro­ba ra los esta tutos de aquel la fracasa­d a Orden mi l i t a r de San ta Mar í a d^ l a Espada Bla.nca, que debió eer bra­zo del San to Oficio, el matador en Valladol id del doctor Cazalla, el que hizo a r d e r e n las hogueras de la I n ­quisición a amcianos octogenarios, fué el fundador de la Univers idad de Oviedo.

.Pero la fiombra del fanát ico tira^ no parece haberse alejado "de a l l í y ea el bello edificiio grecor romano asiíMito d e ciencia y d'e libertiad.

8atita María de Naranco. Exi s t en en "Astiirias a lgunas bellí­

s imas iglesias del s iglo I X y X, en­t r e las que se destaca la in te resante en ex t r emo d e San ta Mar ía de 1! a-ranco , que es como u n a e x t r a ñ a flor d e piedra, caída e n el fresco verdor de fa' campiña .

Antonio de Hoyos y Vinent

ANANAS OFL RETIRO Los (lías de fiesta, desde fines de abril a

principios de octubre, el aficionado a ver caras bonitas debe levantarse al sonar las siete de la mañana para poder estar antes de las ocho entre las frondosidades del an­tiguo Retiro, punto de cita matinal, duran­te los disantos de cirico meses y medio, pa­ra las muchachitas madrileñas que viven de un jornal humilde.

Yo, en esta época del año, voy por allí muchos domingos. Aprovechando la agra­dable sombra de los olmos, acacias y cas­taños de Indias, que ostentan su pomposi­dad a mano diestra de la Avenida de Mé­jico, avanzo hasta la fuente de los Galá­pagos, llamada así por los dos émidos q¿e, según dicen, son' las primeras obras de bronce fundidas en la capital de las Es-pañas; tuerzo después a la derecha, para echar un vistazo al monumento de Alfon­so XII, que tanto se parece al erigido en Berlín a la memoria del Emperador Gui­llermo, y, seguidamente, me interno por los inmediatos bosquecillos, poblados ya de gentiles jovencillas, alegres como pájaros que acaban de recobrar la libertad, y de mozuelos tunos, que presumen de sabido-res en las artes pecaminosas de Mejía y Tenorio.

En unas plazoletas me divierto con los Iknces graciosos del ori. venga, y del ra­tón y el gato, entretenimientos muy reco­mendables para averiguar si contienen trampa y algodón ciertos encantos muje­riles; en otros sitios me paro a ver jugar a la gallina ciega, pasatiempo excelente, que no ha sufrido modificaciones notables desde que el gran D. Francisco Goya pin­tó sus famosos tapices.

Contemplando, con cierta envidia, a los jugadores pienso que yo también, hace al­gunos años, he corrido por aquello.s sende­ros tras de lindas muchachas deseosas de que las atrapasen; me acuerdo de las infi­nitas ocasiones en que he pedido lumbre, fija la atención en donde ellas. Lola, Paz, Amparo, Clotilde y Andrea, rebullffln go­zosas, y recuerdo que no pocas veces, con una venda mal puesta ante los ojos, des­pués de contestar a la pregunta; "Gallini-ta ciega, ¿qué se te ha perdid"?", y de dar Jas tres vueltas de rigor, nif he lanzado sobre la chiquilla bonita que me tenía sor­bido el seso y la he estrujado entre mis brazos, pretextando,' ¡claro es!, que la pí cara se queria escapar.

Ningún otro .sitio de este Madrid de nuestros pecados-—porque tú, lector, ten­drás también el excele^nte vicio d.e ser mu­jeriego—guarda más recuerdos para los madrileños cuarentones que ese viejo esce­nario de las comedias de Calderón, Lope de Vega y Solfs. "Todo está igual, parece que fué ayer", cuando mis amigos y yo, como alegres silvanos, corríamos t ras de las traviesas dríadas domingueras. El Sol triunfa como m diehns illis, en un cielo sin nubes; los árboles gozan del mismo azulado verdor; el aire hállase perfumado de igual modo; los melodiosos trinos de los enam.orados i-uiseñores nada han variado; esas ¡son las caceras por donde discurrían, como ahora, con murmullo suavísimo las aguas del vivificante riego; aquellos son los bancos en que nuestras novias deposi­taban sus abanicos y sombrillas y nosotros dejábamos los sombreros de paja...

Errante, de senda en senda, doy con el claro circular donde todos los domingos varias amiguitas mías, la mayor de dieci­siete años, juegan al Paseíto de oro sal­tando a la comba.

Cada una por su turno canta:

Al PaBoíto de Oro tres donnelhtas van, y aquell,a que va en medio hijí' í s áf un capitán, sobrma de uai alférez, n.:eta de nn coronel; sr>H_ado de a caballo, retírate al cuartel, que si no te retiras yo te retiraré. i una, dos, tres!

Sentado s conveniente distancia, veo y admiro. iQué cosas tan buenas ha«e Dios! Irtiego pienso en aquel M. Courtin, emba­jador de Luis XIV en Londres, y varón tan entusiasta de las pantorrillas femeni­les bien hechas, que se atrevió a decir, elo­giando las de miss Stewart, que cuantos diplomáticos alcanzaban el honor de cono­cer a tan linda joven la rogaban, en nom­bre de sus Soberanos, que les mostrase aquel par de maravillas.

Mucho hubiese disfrutado el buen señor a frecuentar actualmente el Retiro, y se habría considerado verdaderamente feliz si como yo, hace pocas semanas, hubiese visto una partida de lo que antiguamente llamábamos el paso jugada por distin­guidos jóvenes de ambos se;xos. La cosa, sobre todo cuando le tocaba saltar a una rolliza rubia, que lucía ligas azules, era digna de ver.

He de decir, sacrificando en los altares de la verdad, como cumple a todo fiel cris­tiano, que el espectáculo, aunque encan­tador, es algo exótico en el Parque de Ma­drid. Allí, eso que la amable juventud del día se produce coa bastante libertad, por i n e geu«ralizando entre las chicM oaaade-

ras la costumbre americana de prescindir de las mamas y otros fastidiosos acompa­ñamientos; sólo he presenciado una vez esa higiénica diversión, tan graciosamen­te ejecutada; mas es de esperar que se ponga pronto de moda, según lo está el marro inglés, que hoy juegan galanes y damas con no escasa satisfacción de aque­llos para cuyas manos—^al salir, al coger y al rescatar—son poderosos imanes deter­minadas redondeces do sus amigas y com­pañeras.

Cuando se' va aproximando el instante de terminar mi paseo—a esa hora en que los bebés, después de haber protestado de que los levantasen "tan p.ron>j", pelean con las niñeras encargadas de lavarlos, peinarlos y engalanarlos para que digna­mente invadan el Retiro—suelo detenerme breves minutos en la plazoleta del famoso ciprés.

Allí, crecida porción de mozuelos y mo-zuelas, hartos de saltar y correr, tienen la costumbre de jugar "al tira y afloja" y a "la sortijilla", sentados en el suelo, a la manera de los jefes comanches reunidos para resolver acerca de la guerra y la paz.

Cuando yo aporto al lugar mencionado, la primera parte del juego está siempre terminada. Falta, únicamente, sentenciar las prendas.

Una simpática morucha, que guarda en el regazo peinetas, petacas, pañuelos, ani­llos... objetos mil, elige uno de ellos. En seguida sobreviene el juez. "Si es hom­bre—dice un imberbe mancebo con ojos de pillastre—debe hacer el burro; si es mu­jer tiene que contentar a todos los caba-jleros."

La morenita enseña una sortija donde fulgen varias piedras falsas.

Y una de las chiquillas se levanta para cumplir la pena, diciendo cosas agrada­bles al oído de los jugadores.

Por lo regular, éstos, como buenos chi­cos que son, se contentan fácilmente; pero algunas veces... Contaré lo que he presen­ciado el último domingo.

Había en el corro, ejerciendo dé" perso­naje antipático, un jorobeta torpe, osado, intemperante... y una rubita con ojos gar­zos, de un misterio doloroso, debía con­tentar.

La niña, arrodillada al lado del chepudo, que había adoptado la postura de un sul­tán de "Las mil y una noches", le hablaba quedamente; él, que nunca se había visto en fiesta igual, sonreía, cruel y desdeñoso.

De repente la jovencita levantóse con los ojos preñados de lágrimas.

—Yo no sé contentar a Enrique—excla­mó—. Le he dicho si le gustaría que le ca­yera un prenjio do los gordos; me ha con­testado que jamás jugaba a la Lotería. Le he dicho que si le agradaría tener carrua­je ; me ha contestado que tiene cuantos de­sea a razón de dos pesetas la hora. Le he dicho que si se contentaría con que le qui" síera alguna de nosotras; me ha contesta­do que necesita mujeres de más postín.

Produjese, como es lógico, una verdade­ra tempestad de gritos, risíxs e insultos; dos o tres manos femeninas se levantaron para castigar, medio en broma medio en veras, al imprudente jorobado, y una mo­cita pelirroja, puestos los brazos en jar ras , habló de esta suerte:

—¡También ha "estao" gili la Nati con el señor fenómeno! Había que preguntarle si se contentaría soltando el baúl mundo que lleva en las e.=;paldas...

José F.' Amador de los Ríos

que-

I La firgentina y Alemania Buenos Aires , 23 (5 t . ) . Cuando

se ha l laba i-eunida la Cámara para votar la r u p t u r a de l aoones con Ale­man ia , l legó Jla contestaciiin oficial d e Ber l ín , por J a que, el Gabine te a l e m á n desaprueba, las ideas susten­tadas por Luxb t i rg respecto a la gue­r r a de cruceras .

L a declaración de güera ha dado, por t an to , aplazada.

LOS TRANVÍAS S A N T A N D E R I N O S

Santander, 2.3 {?< t.). Esta mañana so ha celebrado con gran brillantez, on ol local de jla Liga de Contribuyentes el reparto de las r^nitidades recaudadas ea suscripción públi­ca para premiar la actitud de los tranvia­rios de la línea de Miranda durante los pa­sados sucesos.

El acto fué presidido por el obispo, los go­bernadores civil y militar, el presidente de la Diputación y otras personalidades y ra-presen tac iones do diversas entidades. Tam-V)ién, asistió una Comiíiión de oficiales del Ej&cito.

Hablaron brevemente los gobernadores ci­vil y militar, el obispo y el alcalde, felici.^ tando a los empleados y exhortándoles a se­guir cumpliendo con su deber.

Luego se procedió al reparto de la canti­dad recaudada, entregándose 104 pesetas a cada empleado.

Terminó el acto dándose vivas a Eupafia y al ReVi

EL ARTE EN EL CINEMATÓGRAFO

FABIOLA El c inemi tógra fo , que comeuz4

siendo; t an sólo u n espectácjulo da regocijo un poco' pu-eril, se ha tranSí formado en breve espacio de tiempq en una de las más sugest ivas mani< íestacdoncs de artf . , i

La sugest ión que sobre el espíritu del cíppctador ejerce la figura. ani< mada en la pan ta l l a ; l'i acción moraí y eduradora del cin.ematógrafo; sii indiscut ible influencia social, es pro» blema que preot:upa con intensidad a goberiuintes y sociólogos.

Parecen, ya reiiiotos los tiempOiS en que lo g.entc se extasiaba, an t e el ingenuo desfile de paisajes pintores-'CO'.-i, o prcsQ'iiciaba las ceremoniaiai militarcfi y cívicas en e l lienzo, o ea í^onvulsionaba de hvLaridad contem< piando las andanzas de un pensona( je grotesco cu jierpetua comedia áí saltos, batacazos y bufonadas.

Poco a poco, el espectador d< «cine», pasada ya la p r imera impre> fiión admi ra t iva por el inven to gro digioso, fué exig iendo rqás comple jidaf^ en eJi afilm» y mayor e s c n í p u k e interés a la no \e la c inematográ­fica.

Surgieron entonces las películaí de aven tura , los grandes folletínea emocionantes que daba-n u n a plásti­ca emoción ; sóbrcA-ino la época dei te r ro r e n c l «cinc», el imper io d© lai t ruculencia , el re inado del melodra­ma, pasto g ra to a la imaginaicióndel vu lgo . ,

Mient ras tanto^ tímidamientei «n| los pr imeros ensayos, espléndido y] t r i un fan t e después, el a r t c i m p o n i * eu tu te la e n el c inematógrafo , (ügJii-i fioaba la pan ta l l a y red imía al «ólmi»^ or ien tando el g u s t o , colectivo. '

La« grandes c r e a d ^ e a noTifilooonn, las obras cumbres del ingen io b o o ^ no adqui r ie ron entonces viva, .nefiá^' dad eu el cinematógnafo.

De este modo surg ió lo qu© jwiedjflf l l amarse la «pel ícula arqueológioa^J con sus prodigiosa» evocacionee ék^ épocas remotas , sus iseoonstrucoianeai fieltee d e ciudades y civilizacioqiiefl muer t a s y la caracterización, cíe ~há, grandes figuras his tór icas.

Los esplendores de Roma, y laafiee^ . tas p a g a n a s ; las urbesi laberínticaíSJ y los hombres de EiieiTO d© Ja: ópoctí medioeval ; las furias d© las wfwdjh clones y l a polforoBoa gceQí:tíl«M|,, 3¿J Ía corte del Rey^Soí, dleafijakipajSgjp,^ pan ta l l a .

U n a p rueba eJocueinte do ÜÍQI impl ica «st© nob le vNnaxAaáHt^it^ ©1 crnematógnafo y die te gn» fioa la QoJiaDoiracdón d© i w su actoooes y la reptroduocíoa de las obras l i t e ra r ias es 3» mogsivj fioa pelíenlja cFabiolai i , impneodocMH d a por La cosa «Pa l a t i no P i lma» , iM Romia, bajo la direocián del , g a « | i j S miediógrafo Ghiajszocni. i

«Fabiolla o l a igüosíila de las oaüa^ cñmbas» , u n a d e ¡«s novela» q t » hias( s ido consa^gradas por la admiTaoióni mund ia l , apareció ©n 1854 firmad* por el oardemaíl 'W'iseman, céietn» Ifw tini,sta e his tor iador , nacido eoi 'S»* paña en 1802, y a quien Pío. IX>oai-ró con la p ú r p u r a cardenal ic ia jj-eJl aiMÜeipiscopado d e Wes.tminete¡p. i

L a nove la de W i s e m a n , quoíde». , c r ibe de u n modo magnífico l a vid» de las Catacumbas , que n a r r a la'liis-í to r ia de la civilización cais t iana cíB el s iglo I V , qu© evoca con seg- i j r id^ br i l lan te y con sup rema ©moción m l u c h a d© l a re l ig ión del d iv ino Rabí* de Gali lea con fes ú l t imas fueraae del paganismio e n decadencia, ob tu­vo pron to u n é x i t o ' inmenso 3; vaS' circulación ©xtraordinaria .

T raduc ida a todos los idiomas diel m u n d o , í F a b i o l a » fué considerawia como un ai de las mejores obras que se h a y a n hecho ©n to rno de la g r a n ­diosa epopeya cr is t iana . Como^ «Los Márt i res» y a^;Quo vadis?» Jai obra del cardenal español ha. fijado uno de los más bellos jalones de la, l i te­r a t u r a .

«Fabiola» es una visión c lara y exacta , henchidaí de emoción y ani-m a d a de fe, de aquella época inten­sa, momento cumbre de l a lucba en­t r e dos grandes civilizaciones.. Es la, his tor ia del) combate en t r e e l ' I m p e ­rio romano d e l a decadencia , con sus crueldades y sus persecuciones, y el nuevo imper io espir i tual creado poí la. maravi l la del dulce na r rador di. parábolas .

L a Casa «Pala t ino» , con su habi ' tu al espíen ll i dez. lia puesto a II serví-' ció del g r an ta len to de Guazzoni , como director de esccnd, todos los elenifntos necesarios para hacer de «FabioHa» la más completa e intefre-san te película d e su género.

La fidelidad con que s© encueiüfei'an reproducidas las ' figuras, el acierto e n la ©teoción d© lugares y paisajes; y la escrupulosidad e n los detalles»' de la tan la dirección de u n g r a n ar t is-

Ha compenet rado con ^I espí r i tu d© la obra i nmor i a l .

Numerosos episodios — como las ceremonias de las 0atacurab"a6,_ d iñar t i r io d e los cri\stianoa en el circo y e l suplicio de San Sebast ián, pro-digio.so a l a rde de verismo que abru­m a con u n a sensación de rea l idad— esmal tan la película formando una obra compleja y diveisa (jue no pier­de , s in embargo , l a un idad de su acción.

E n suma , a Fabiola"» será sefía.liada en el a r t e cinematográfico como una^ de Tas creaciones definitivas y mere­cerá el elogio y el aplauso de todos los que ven en el c inematógrafo u n a noble expresión' ' a r i i s t ica y u n ins­t rumen to fecundo de cu l tu ra .

Ángel de Feíro» r-íí^