El eco de la liturgia en la calle · 2017-01-18 · Muchos caminos llevan a la Pascua, pero es...

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Servicio de información de la Diócesis de Huelva [ESPAÑA] AÑO VII. 218 7-20 ABRIL 2014 Especial Semana Santa El eco de la liturgia en la calle

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Servicio de información de la Diócesis de Huelva[ESPAÑA] AÑO VII. 2187-20 ABRIL 2014

Especial Semana Santa El eco de la liturgia

en la calle

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Muchos caminos llevan a la Pascua, pero es sin-gular el que se anda en la calle, entre un tumulto orante y esperanzado que no distingue colores, ideologías ni generaciones. Es el matiz de la Se-mana Santa en nuestra tierra, donde el recorrido huele a incienso y la sinestesia te emplaza a los pasajes evangélicos que dan sentido a nuestras vidas, alentadas por la prueba de amor más grande jamás vista: la de Jesús en la Cruz. Y “la razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximi-dad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama”, dice el Papa Francisco.

Es el momento de hacer presentes las imágenes en el asfalto para que se encarnen en nuestro ejemplo; es tiempo de mirar la sencillez y la fi-delidad de la Madre que padece para hacernos grandes como Ella; Es la hora de las hermanda-des, de su testimonio fuera y dentro del templo; de llevar la centralidad de la liturgia en estos dí-as, vivida en las parroquias, a nuestras calles y en

medio de nuestra gente; de la emoción contenida, de la punzante Pasión, que en Huelva intensifica con su ‘quejío’ el dolor y la en-trega, pero que desembo-ca en la alegría de la Resu-rrección, llegando así in-victos a la meta, por la Vic-toria de Jesús sobre la muerte.

También el Santo Padre ha señalado que todavía hoy “Dios sigue salvando a los hombres y sal-vando el mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los Sacramentos, en la Palabra y en su Iglesia, que es un pueblo de po-bres”. Es el grito más potente que invita a darse al que más lo necesita; es el trabajo de los her-manos, que escriben la caridad cada día, fir-mándola con nombres y apellidos. Es el sentir cofrade.

Redacción y Diseño: Departamento de MCS - Diócesis de [email protected]@DiocesisHuelva

El eco de la liturgia en la calle.

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diócesis

Ramos y palmas, algarabía, campanas, niños de la mano de sus padres o abuelos: procesión gozosa entre ornamentos rojos. Es común a cualquier rincón de la Dió-cesis. La procesión litúrgica, no por ello menos popular, nos introduce en la Semana Santa. Subimos a Jerusalén aclamando al Mesías. La piedad popular de nuestra tierra prolonga esta contemplación de Jesús a lomos de un asnil-lo en las procesiones de las sagradas imágenes. Un ¡Hosa-nna! recorre desde la Costa a las más altas cumbres de nuestra Huelva querida, desde el Guadiana a las viñas del Condado. Un ¡Hosanna! palpita desde lo más hondo de las minas, y en la Tierra Llana, en las flores que adornan la angostura andevaleña y en los atardeceres púrpuras que Juan Ramón cantara. Dios mismo en un asnillo montado. La gente se pregunta: “¿Quién es este que viene, recién atarde-cido, cubierto con su sangre como varón que pisa los racimos?”. Y la entrada de Jesús en Jerusalén toma el aspecto de la ciudad Puerta de España, Ayamonte; y se mece Jesús en la brisa atlántica por vera de casas indianas. La tarde de la capital, Huelva, parece unirse a las alabanzas de los niños hebreos con los efluvios que llegan de los esteros del Tinto y el Odiel, cuando sale de San Pedro. En Moguer, ciudad muy noble y leal, Jesús entra en un “platero”, que enterne-ce a los niños y a los no tan niños. En Almonte o en Palos de la Frontera camina por lugares cotidianos por donde siempre sale a nuestro encuentro, descubriendo rostros y ensoñaciones de mundos lejanos. En La Palma o Bollullos pisa con más fuerza los racimos de su Sangre generosa. En Aracena, cuando se abren las puertas de la Parroquia de la Asunción, sus encaladas calles se enraman “para celebrar la victoria” del Mesías. Al Señor sigue María, con nombres bellísimos que endulzan el anuncio del cumplimiento de las promesas. El Señor sube a Jerusalén abrazado por Ma-ría, que se llama Salud, de los Ángeles, Esperanza, Dolores, Amargura, Rosario o Pasmo.

La Semana Santa, que ha tenido este bonito arranque, prosigue entre la celebraciones de múltiples Via Crucis, a veces, con la presencia de veneradísimas imáge-nes de Cristo Crucificado, confesiones para el cumpli-miento pascual, estaciones penitenciales de las cofradías – desde las más señeras en historia, algunas de siglos, hasta las de fundación más reciente– . Las calles se convierten en el escenario de la Pasión del Señor: la Cena, el prendimien-to, los azotes, la coronación de espinas, la Cruz a cuestas, las piadosas mujeres de Jerusalén que lo consuelan, la cru-cifixión, la Muerte, el descendimiento, los santos varones, la Piedad, el sepulcro, etc... Cada pueblo, cada ciudad, cada aldea, cada rincón, se llenan de unción religiosa, de com-pasión, de dolor, de lágrimas (quizá como las de Pedro, quizá como las de la Magdalena), de sentimientos de soli-daridad con el dolor, con las afrentas, con las humillacio-nes del Nazareno. ¿No es acaso la presencia de los pasos un signo de la presencia de Cristo? Eso se pretende. Nues-tras tradiciones en Semana Santa son religiosas, no lo olvi-demos. ¿No contamos con este plus de religiosidad en las

Semana Santa en nuestros pueblos

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calles? Pues aprovechemos para vivir a tope la Semana Santa. Que de lo que abunda el corazón habla la boca.

Martes Santo de Misa Crismal: la Catedral onubense es escenario de la Consagración del crisma y la Bendición de los óleos. El presbiterio de la Diócesis se reúne junto a su Obispo, tan distintos, pero tan complementarios, ¡qué misterio de comunión el de la Iglesia! De los santos misterios de nuestra Redención brota la vida de la Iglesia: Bautismo, Eucaristía, Unción de enfermos. Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey, el Ungi-do, que sigue prestando su servicio a través de las ma-nos ungidas, a través de los bautizados: ungidos, lla-mados, consagrados.

Jueves Santo. Tarde de Cena, tarde de pies lavados pro el Señor. Tarde de Eucaristía, Pan entrega-

do para la vida del mundo. Tarde de Sacerdocio. Noche del abandono, noche de las tinieblas, noche oscura de la fe: noche iluminada por el Santísimo Sacramento, que en los “monumentos” es adorado. Madrugada de vela, junto al huerto de los olivos; promesa de estar siempre con nosotros; de traiciones y de consolacio-nes; de amargura y de confortación...”Pelícano piadosos, Jesucristo (...) Que se cumpla lo que ansío: que mirándote al rostro cara a a cara, sea dichoso viéndote en tu gloria”.

Viernes Santo: desolación, sinsentido, sigue la traición. Austeridad, sobriedad, el árbol duro e inerte: el Sumo Sacerdote, con su propia sangre, entra en el santuario una vez para siempre: “¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la vida empieza! La Cruz, adoración de la Cruz. Altar despojado, Cristo despojado: “se despojó de su rango”. ¿Para qué más palabras que la Palabra? Silen-cio. Santo Entierro: solemnidad, “el grano de trigo mo-lido”. “Hasta el extremo, nos amó hasta el extremo”.

Sábado Santo: la Cruz desnuda, la Soledad de María, la esperanza contra toda desesperanza. La fe en la noche oscura, la confianza de nuestra Madre. ¿No la hemos paseado por nuestras calles, llorosa, desconso-lada? ¿No ha despertado nuestros sentimientos? Ahora nos pide esperanza, confianza. La Iglesia vela en silen-cio ante el sepulcro...

Domingo de Pascua de Resurrección. El co-mienzo de este día santísimo nos verá en la vigilia noc-turna. La Luz se abre paso en las tinieblas, inunda los templos, y “sale” de los templos: ¡Ha resucitado! Las campanas, los cantos, la fiesta, la Iglesia exulta y ora. Pregón ante el cirio pascual. Historia de la Salvación, desde el Génesis hasta el “no está aquí, mirad el sitio donde lo pusieron”. Sudarios y mortaja, ángeles... No-che bautismal. Eucaristía como don de la Pascua. Aho-ra corre la noticia, la buena noticia, la que da sentido a

toda esta Semana, la que llena de plenitud nuestra vida: ¡Ha resucitado! Ahora serpentea el aleluya por toda nuestra geografía: las flores de la primavera, el azahar de los naranjos, la cálida mañana, la mañana siempre nueva. Los ríos y los montes, las cañadas, las ubérrimas tierras plenas de vino y pan. Todo estalla en un brinco, en un salto, como el agua que salta hasta la vida eterna. El Resucitado por las calles de Huelva o de San Juan del Puerto, o en tantos lugares donde, ya sea en imagen ya sea en la presencia Real de la Eucaristía, recorre las ca-lles. Comienza el Día santísimo en el que el Señor nos invita a ir a Galilea, a anunciarlo. ¡Cuánta gente nos espera! ¡Cuántos corazones esperan ser vendados, cu-rados! La Pascua: una Iglesia como “hospital de cam-paña”.

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Con ella, nuestra diócesis oró por el eterno des-canso de quien durante tanto tiempo la sirvió tan generosamente como miembro de su clero dioce-sano, hasta su consagración episcopal y recordó el bien que hizo durante treinta años. En palabras de D. José Vilaplana, “como misionero llegó a nuestra diócesis joven, recién nacida, necesitada de servi-dores como él, que colaboraran en su construc-ción. Y lo hizo desde una servicio fundamental, la espiritualidad”.

Mons. Rosendo Álvarez Gastón había nacido en Mues (Navarra) el 10 de agosto de 1926, en una familia numerosa hondamente cristiana. Ordena-do sacerdote el 22 de julio de 1951 en Pamplona, se trasladó a la diócesis de Huelva en 1955, donde ejerció el ministerio sacerdotal hasta 1984. Allí, fue encargado de la dirección de la Casa de Ejercicios «Virgen de la Cinta», y, posteriormente, director espiritual del Seminario mayor de Huelva de 1962 a 1965, cuando pasó a ser el rector del Seminario.

En 1972, es enviado a la parroquia de Almonte y como capellán del Rocío. En su estancia en estas tierras, D. Rosendo, culminaría sus estudios de doctorado en Teología Moral en el Pontificio Insti-tuto Alfonsiano de Roma, y, desde su prisma de pastor, quiso ahondar en la piedad popular del pueblo andaluz, principalmente en todo lo rela-cionado con la devoción rociera, para bucear y recuperar el sentido auténticamente cristiano de esta tradición. Dicha preocupación cristalizó en grandes obras que, hoy por hoy, son una referencia

para profanos e investigadores en la materia: “Las raíces del Rocío: devoción de un pueblo”; “Almon-te y El Rocío: esperanzas de un pueblo andaluz”; “Pastora y peregrina”; o la más citada de todas ellas “El Rocío a examen”.

Preocupado, además, por la educación, desarrolló una amplia labor docente en el Seminario dioce-sano o como profesor de religión del Instituto de Almonte y Instituto La Rábida de Huelva. Además, en nuestra diócesis, ejerció el encargo de delegado diocesano del Clero y, entre los años 1977-1984, como vicario general. El 21 de noviembre 1984 fue-ra nombrado Obispo de Jaca. Recibió la ordena-ción episcopal el 12 de enero de 1985 en la Catedral de Jaca. El 12 de mayo de 1989 fue preconizado Obispo de Almería, sede en la que ha permaneci-do ya desde entonces, como obispo emérito desde el 7 de julio de 2002, hasta el pasado 3 de febrero, día que, a los 87 años de edad, pasó a la Casa del Padre.

“Vino como enviado, vino como misionero”

Con estas palabras, nuestro Obispo se refirió al recordado D. Rosendo Álvarez Gastón en la homilía de la Santa Misa en sufragio del alma

del que fuera Vicario General de nuestra diócesis y, posteriormente, Obispo de Jaca y

Almería, celebrada en la S.I. Catedral, la tarde del pasado martes, 8 de abril.

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Hemos de ser conscientes que los rasgos ca-racterísticos del “grupo” humano” –de los que venimos hablando- son valores que favo-recen la dimensión “comunitaria” de la Pa-rroquia, aunque, por encima de todo, el fun-damento de cohesión, unidad y comunión lo

da la fe, el Espíritu, que actúa como energía vital de la comunidad y “la vivifica para creci-miento de su cuer-po”. Es, por tanto, una meta pastoral el transformar la comunidad parro-quial en comuni-dad de talla huma-na, cuya alma es, sin duda, el Espíri-tu, y cuyo ropaje formal es la rela-ción personalizada.

Este ideal de parroquia no es, ciertamente, punto de parti-da, porque el bautismo –puerta de entrada en la Igle-sia- no selecciona ni tamiza estos valores de socialización, pero sí es una exigencia pastoral la educación en este sentido. Es fundamental, en todo proceso de construc-ción de la comunidad parroquial, el prestar atención educativa a su dimensión antropo-lógica y social, tarea que corresponde muy directamente al pastor y, también, a la misma comunidad. Cuando San Pablo describe el cuerpo, destaca la pluralidad de miembros y la diversidad de sus funciones y, sin embargo, destaca el sentido de unidad del mismo (cfr. Rm 12, 4-6). Esa unidad y cohesión, en un contexto de pluralidad, deben constituir un objetivo permanente de la parroquia, no sólo en el plano espiritual - comunión eclesial-, sino también como comunidad humana.

diócesis plan diocesano de evangelización

La comunidad parroquial es una familia y, en cuanto tal, la urdimbre entre sus miembros ha de ser los valores de la fraternidad, la unidad, la comunicación, etc.. Es, por tanto, una meta pastoral el transformar la comunidad parroquial en comunidad de talla humana, cuya alma es, sin duda, el Espíritu, y cuyo ropaje formal es la relación personalizada.

La Parroquia, comunidad de talla

humana (III)

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No es la primera vez que los pequeños, unos 150 alumnos con edades compren-didas entre los 6 y los 8 años, invitan a re-vivir los pasajes más significativos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, a través de una representación que cuenta con doce escenas y que ha requerido un trabajo previo de ensayo durante los me-ses de enero, febrero y marzo.

En el transcurso de la función se han he-cho presentes pasajes tan significativos

como la entrada de Jesús en Jerusalén, los mercade-res del templo, algunos milagros, la última cena, el huerto de los olivos, la Crucifixión y el Descendi-

miento y la Resurrección, entre muchos otros. Han sido los padres y las madres del alumnado los encar-gados de comprar la tela y confeccionar el traje de hebreo para que sus hijos puedan representar, de la forma más fidedigna posible, el papel que les ha sido asignado.

El objetivo principal de la representación es que los alumnos conozcan más de cerca la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, a través del desarro-llo de habilidades expresivas, emotivas y corporales; y que hagan partícipes a todos de una catequesis que traslade esta realidad histórica a cada una de las per-sonas que forma parte de alguna manera de la obra, ya sea desde el escenario o desde la butaca.

Alumnos del Colegio Diocesano Sagrado Corazón de Jesús

representan, como cada cuaresma, la obra teatral ‘Y era el Hijo de Dios’,

una composición narrativo-musical interpretada por los alumnos de

primaria que recorre los momentos claves de la Pasión, Muerte y

Resurrección de Jesucristo.

transmisión de la fe

Pasión con ojos de niños

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Por otro lado, el Colegio Diocesano realizará, por primera vez, una pro-cesión de Semana Santa que, par-tiendo del centro educativo, visita-

rá el Seminario Diocesano y la Residencia de Ancianos de la Orden, por las calles del barrio de Santa Marta. Se trata de una actividad en la que se han implicado 155 alumnos, 6 pro-fesores y 9 profesores en práctica –todos ellos del ciclo de Primaria- y que se llevará a cabo el próximo 11 de abril, Vier-nes de Dolores, entre las 11.00 y 13.30 horas. Para la puesta en marcha de esta iniciativa, se han trabajado las acciones de reciclaje y la reutilización como beneficiosas para el ahorro de materia y la protección del planeta, de manera que todo se ha construido con materiales reutilizados para reforzar dicho concepto y asentarlo en los alumnos de segundo nivel.

La elaboración de la ropa, los pasos y los adornos con los que se representa una tradicional procesión de Semana Santa ha correspondido a los alumnos y profesores de primer ciclo de Primaria, así como a los alumnos en prácticas de la Universi-dad de Huelva. Con ella, se ha pretendido fomentar el traba-jo en equipo, la actitud d compañerismo y la unión.

Mediante el acercamiento a esta manifes-tación artística, se quiere, además, dar va-lor a las tradiciones religiosas populares de nuestra región en el contexto del colegio, del barrio, de la comunidad seminarista y, muy especialmente, de los ancianos del Asilo, a los que se pretende hacer llegar con la frescura de los alumnos un rato de ale-gría que los haga salir de su monotonía.

Por otro lado, los alumnos del Colegio Ma-ría Inmaculada realizan también su parti-cular procesión infantil por las calles cén-tricas en torno a la Plaza Niña, la misma mañana del Viernes de Dolores. En la sali-da procesional han colaborado los padres y madres de los alumnos, los profesores, los alumnos, el personal de administración y servicios y numerosos amigos y antiguos alumnos del Colegio.

transmisión de la fe

Pasión con ojos de niños

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Es la misa de la renovación de las promesas sacerdotales y de la bendición de los óleos sagrados que al término de la misa los párro-cos recogen para llevar a las parroquias, des-de donde administrarlos para la recepción de los sacramentos del Bautismo, la Confir-mación y la Unción de los enfermos. Presidi-da por el Obispo y concelebrada con todos los presbíteros de la diócesis, es una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del Obispo y como signo de la unión estrecha de los presbíteros con él. En ella se consagra el Santo Crisma y se bendi-cen los óleos de los catecúmenos y de los en-fermos.

El Santo Crisma con el que serán ungidos los bautizados, los confirmados y los nuevos sa-cerdotes, nos hace partícipes de la misma Unción de Cristo, lanzándonos a la misma Misión de anunciar el Evangelio a los pobres, de abrir los ojos a los ciegos, las mazmorras a los cautivos y anunciar el año de gracia del Señor. De esta forma, se señala la dimensión misionera de toda la Iglesia, cuyo gozo y res-ponsabilidad es, ante todo, Evangelizar, es-

pecialmente en los nuevos escenarios que, tal y como se concluyera en el último Sínodo sobre la Evangelización, están en la cultura, que hoy prescinde de lo trascendente; el gran fenómeno de las migraciones, que ha gene-rado un mundo intercomunicado; la fuerza de los medios de comunicación social; y, fi-nalmente, la crisis mundial que actualmente padecemos. Un panorama que a la Iglesia le plantea nuevos desafíos que, con realismo, quiere afrontar.

Además, en la Misa Crismal se recuerda de forma especial a los sacerdotes fallecidos durante el año, se tiene presente, de forma especial, a los sacerdotes enfermos y ancia-nos que no han podido estar presentes en la celebración y a los sacerdotes de la diócesis misioneros en Perú y se celebra las bodas de oro de los sacerdotes Eugenio Lobo Conde y Antonio González Piosa y bodas de plata de los sacerdotes Juan Jesús Cruz Díaz, Juan de la Rosa Mendoza, Emigdio del Toro Medina, Juan Luis Vázquez Moreno y Vicente Vene-gas Iglesia.

Misa Crismal, renovación de las promesas sacerdotales

celebración de la fe

La Santa Iglesia Catedral acogerá, el próximo Martes Santo, 15 de abril, a las 11.00 h., la Santa Misa Crismal.

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Origen y sentido del Triduo Pascual

Sin embargo, tras dar libertad a la Iglesia a comienzos del siglo IV, el emperador Constantino y su madre, Santa Elena, dispu-sieron la construcción de grandes basílicas o de sencillas ermi-tas sobre los lugares donde real o supuestamente habían ocu-rrido los momentos más importantes de la vida de Jesús; la práctica siguió incrementándose y los peregrinos llegados a Tierra Santa querían, sobre todo, visitar los santos lugares de la Pasión del Señor. De aquí vino también organizar celebraciones en estos lugares y en el mismo día y hora que ocurrieron. Nació así, en Jerusalén, la celebración de la Semana Santa y los pere-grinos extendieron este uso por todas las Iglesias; la Vigilia Pas-cual perdió entonces ante los fieles la consideración de memo-ria de la muerte de Cristo, celebrándose sólo la resurrección y perdiéndose la unidad del Misterio Pascual; lo que no debe ocu-rrir, porque en cada acto se celebra siempre a Cristo, muerto y resucitado.

celebración de la fe

El Triduo Sacro, también llamado Triduo Pascual, en el que se celebra la Pasión, Muerte, Sepultura y Resurrección del Señor, tiene su origen en el desglose de la primitiva y única celebración pascual cristiana que tenía lugar la noche del sábado al domingo de Pascua con la iniciación de los nuevos cristianos; entonces se celebraba el misterio de la muerte y vida que encierra esta fiesta, y la misma hora de la liturgia, de la noche al día, servía de ambientación.

Jueves SantoCon la Misa que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves de la Semana Santa, la Iglesia comienza el Triduo Pascual y evoca aquella cena en la cual el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entre-gado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino y los entregó a los apóstoles para que los sumiesen, mandándo-les que ellos y sus sucesores en el sacerdocio también lo ofreciesen.

Toda la atención del espíritu debe centrarse en los misterios que se recuerdan en la Misa: es decir, la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sa-cerdotal y el mandamiento del Señor sobre la caridad fraterna. Son éstos los puntos que conviene recordar este día, para que tan grandes misterios puedan penetrar más profundamente en el corazón y sean vividos con intensidad en la vida en las costumbres y manifestaciones que la piedad ha hecho calar en el pueblo.

Dentro de la celebración, el gesto del lavatorio de los pies, viene a significar el servicio y el amor de Cristo, que “no ha venido para ser servido, sino para ser-vir” (Mt 20, 28) y nos recuerda, entre sus seguidores, también ha de ser así.

Tras la celebración, se reserva, para la Comunión del día siguiente, las hostias consagradas, en el llamado Monumento, es decir, el sagrario especialmente decorado este día. La mañana del día siguiente las puertas de los templos per-manecen abiertas para que los fieles pasen a adorar el Santísimo y puedan te-ner su momento de íntima oración.

Pinturas de Teresa Peña

Por las calles de Jerusalén... y por las nuestras

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Viernes SantoEn este día, en que ha sido inmolada nuestra Víctima Pascual: Cristo (1 Co 5, 7), en palabras de San León Magno: ”lo que por largo tiempo había sido prometido en misteriosa prefiguración, se ha cumplido con plena eficacia: el cordero verdadero sustituye a la oveja que lo anunciaba, y con el único sacrificio se termina la diversidad de las víctimas antiguas”.

En efecto, esta obra de la Redención humana y de la perfecta glorifica-ción de Dios, preparada antes por las maravillas que Dios obró en el pueblo de la Antigua Alianza, Cristo, el Señor, la realizó principalmente por el Misterio Pascual de su bienaventurada Pasión, Resurrección glo-riosa de entre los muertos y gloriosa Ascensión. Por este misterio, mu-riendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, restauró nuestra vida. Pues del costado de Cristo dormido en la cruz nació el sacramento ad-mirable de la Iglesia entera. La Iglesia, pues, meditando sobre la Pasión del Señor y Esposo y adorando la Cruz, conmemora su propio naci-miento y su misión de extender a toda la humanidad sus fecundos efec-tos, que hoy celebra, dando gracias por tan inefable don, e intercede por la salvación de todo el mundo.

Es costumbre que la colecta de este día vaya destinada a la obra de la Iglesia y de la Custodia de los Santos Lugares, en Tierra Santa. Además, la liturgia se acompaña de otros actos de piedad, como el Vía Crucis o el Sermón de las Siete Palabras, celebradas en muchas comunidades pa-rroquiales.

Sábado SantoA menudo, la ausencia de estaciones de penitencia en nuestras calles es tradu-cido como que el Sábado Santo no hay Semana Santa. Sin embargo, durante este día, la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su Pasión y Muerte, su descenso a los infiernos, y se abstiene absolutamente del sacrifi-cio de la Misa, quedando desnudo el altar hasta que, después de la solemne Vi-gilia o expectación nocturna de la Resurrección, se inauguren los gozos de la Pascua, con cuya exuberancia iniciarán los cincuenta días pascuales.

Vigilia PascualSegún una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor, y la Vigilia que tiene lugar en la misma , conmemorando la Noche Santa en la que el Señor resucitó, ha de considerarse como “la madre de todas las Santas Vigilias”, como diría San Agustín.

Durante la vigilia, la Iglesia espera la Resurrección del Señor y la celebra con los sacramentos de la iniciación cristiana. Los fieles, tal como lo recomienda el Evangelio (Lc 12, 35-48), deben asemejarse a los criados que con las lámparas encendidas en sus manos esperan el retorno de su Señor, para que, cuando lle-gue, los encuentre en vela y los invite a sentarse a su mesa.

Esta vigilia es figura de la Pascua auténtica de Cristo, de la noche de la verdade-ra liberación, en la cual, “rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victo-rioso del abismo”, como anuncia el Pregón Pascual.

Origen y sentido del Triduo Pascual

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celebración de la fe

Domingo de ResurrecciónEste es el día en que actuó el Señor, la solemnidad de las solemnidades y nuestra Pascua: la Resurrección de nuestro Salvador Jesucristo según la carne. ¡Aleluya! Cristo ha resucitado. El anuncio pascual resuena hoy con toda su fuerza en la Iglesia. Cristo vive y ha vencido a la muerte; es el Señor de vivos y muertos. Si Cristo ha resucitado es el centro de la vida cristiana y el fundamento de nuestra fe. El sepulcro vacío anuncia la Resurrección de Cristo. Los apóstoles proclaman con firmeza el misterio de la Resurrección. Los discípulos de Cristo, los que han resucitado con él, buscan los bienes de arriba y llevan una vida nueva.

Los cincuenta días que van desde el domingo de Resurrección hasta el domingo de Pentecostés han de ser celebrados con alegría y exultación como si se tratase de un solo y único día festivo, más aún, como “un gran Domingo”. Así lo proclama el himno israelita de la Pascua que repite también frecuentemente nuestra litur-gia en estas fechas: “Este es el día en que actuó el Señor; sea nuestra alegría y nuestro gozo” (Sal 117, 24).

Origen y sentido del Triduo Pascual

Horarios de cultos en la S.I. Catedral

DOMINGO DE RAMOS: Misa de palmas 10.30 h.JUEVES SANTO: Misa en la Cena del Señor 17’00 h.VIERNES SANTO: Celebración de la Pasión del Señor 17’00 h.SÁBADO SANTO: Vigilia Pascual 23’00 h.DOMINGO DE RESURRECCIÓN: Misa Pontifical de Resurrección 12’00 h.

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testimonio de la fe

1914-2014 Cien años de guerra y paz

Justicia y Paz celebra en Barcelona su XXI encuentro los días 8 y 9 de mayo, en el que se analizará, de la mano de expertos en derecho, cultura de paz y relaciones internacionales, la situación

actual, un siglo después de que estallara la I Guerra Mundial.

La primera Guerra Mundial marcó el inicio de un Siglo XX convulso, altamente violento y donde la capacidad destructiva de la humanidad llegó a su gran

cenit, con una segunda y salvaje Guerra Mundial, con episodios de terrible genocidio y la explosión de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, que mar-

caron un nuevo hito en el desarrollo armamentístico.

Ante esta espiral de destrucción y de crímenes, la creación de organismos inter-nacionales procuraba gestionar y evitar el estallido de conflictos armados. Pero,

bajo nuevos parámetros y en nuevos contextos, la guerra continuó presente durante la segunda mitad del Siglo XX, marcando la política exterior de los Estados. De las gue-

rras clásicas pasamos a la Guerra Fría, a la carrera de armamentos, así como a la multipli-cación de los conflictos armados internos y genocidios y, acabando el siglo, aparecieron las

nuevas intervenciones militares, en clave pretendidamente humanitaria.

Mientras tanto, el movimiento por la paz ha pugnado por deslegitimar y rechazar la guerra y los ejércitos, ha reclamado la prevención de los conflictos y ha impulsado el desarme y la desmilitari-zación. Después de 100 años de la primera Guerra Mundial, ¿cómo estamos? ¿Tenemos instru-mentos suficientes para poder evitar las guerras o para detenerlas? ¿Qué necesitamos? ¿Qué hacen y qué deberían hacer la ciudadanía y el movimiento por la paz?

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testimonio de la fe

Alrededor de 70 profesio-nales se dieron cita en este encuentro, cuya ponencia corrió a cargo del profesor de la Universidad Carde-nal Herrera CEU de Va-lencia, Enrique Lluch, quien habló sobre “Eco-nomía y espiritualidad

cristiana”. Para ello, hizo un recorrido desde el Antiguo Testamento hasta los Evan-

gelios, con referencias a versículos que aluden directamente a la economía. Después de ilustrar con algunos ejemplos, como la multiplicación de los panes y los peces como “milagro del compartir” o la afirmación de que “nadie puede servir a Dios y al dinero” (Mt. 6, 24), explicó que Dios no es ajeno a que necesi-tamos bienes materiales para comer, de manera que, en la prin-cipal oración que Jesucristo nos enseñó nos dice “danos hoy nuestro pan de cada día”. Pero, concluye “la economía que nos muestra es una economía centrada en las necesidades y no en lo superfluo”.

Además, señaló la tradición de la Iglesia en la realización de obras de misericordia con los más necesitados y lo relacionó con otros aspectos, como la ética o la empresa, para terminar de responder a tres cuestiones iniciales:

¿El cristianismo tiene mensaje económico?Sí, viene implícito en su Buena Noticia, no se puede entender el cristianismo sin una actitud económica determinada.

¿La economía y nuestra fe son esferas independientes?No, la economía trata de comportamientos humanos y todos ellos son éticos por definición y entran dentro de nuestra fe y de sus implicaciones morales.

¿Se refuerzan mutuamente la espiritualidad cristiana y el quehacer económico?

La espiritualidad cristiana puede iluminar y orientar el queha-cer económico y no podemos entender una espiritualidad cris-tiana sin unas actitudes económicas determinadas.

El encuentro contó también con mesas de trabajo sobre cues-tiones como la economía familiar, el mundo de la empresa lo-cal, el sector público y cuestiones generales sobre economía, cada una de ellas moderadas por profesores de la Universidad de Huelva, relacionados con la economía y el derecho laboral, y destacadas personalidades del mundo de la empresa en Huel-va. Nuestro obispo, José Vilaplana Blasco, cerró la jornada.

La fe y la economía reúnen a casi un centenar

de profesionales

El pasado sábado, 5 de abril, el seminario diocesano acogió el encuentro anual de profesionales cristianos, en esta ocasión, relacionados con el mundo de la eco-nomía y de la empresa, para la reflexión a la luz de la fe y de la doctrina social de la Iglesia.

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testimonio de la fe

La coordinadora de Cáritas arciprestal del Andévalo

se reúne en El Cerro

El jueves día 27 de marzo la Coordinadora de Cáritas del Andévalo, se hizo presente en El Cerro de Andévalo, para realizar su reunión mensual. En ella participaron las parroquias de Calañas, Santa Bárbara de Casa, Alosno, Villanueva de los Castillejos-El Almendro, Tharsis, Puebla de Guzmán, San Bartolomé de la Torre y El Cerro de Andévalo.

Tras una pequeña oración y la lectura del acta de la última reu-nión, Domingo Borrero, presidente de Cáritas Parroquial de El Cerro se dirigió a los presentes agradeciéndoles su estancia en la localidad y comentando cómo se vive en Cáritas de El Cerro el ejercicio de la caridad. A continuación, el párroco de Nuestra Señora de Gracia, Santiago Santaolalla, comentó el quinto eje del Plan Estratégico de Cáritas Diocesana de Huelva (Organiza-ción y gestión diocesana), resaltando la necesidad de conocer en profundidad, todos los miembros de Cáritas del Andévalo, el documento del Fondo Diocesano de Comunicación Cristiana de Bienes (FDCCB), para poder vivirlo y hacerlo una realidad.

Faruk Narváez, técnico y responsable de animación comunitaria de Cáritas Diocesana de Huelva, presentó la campaña interna-cional “Una sola familia humana, alimentos para todos”, una campaña de sensibilización sobre la problemática del hambre, que en España la coordinan Cáritas y Manos Unidas, como ex-

plicábamos en el número anterior del SIDH. A través de las Coordina-doras de Cáritas, de los Arciprestes y equipo de Pasto-ral Juvenil, se invi-tó para que al me-nos dos jóvenes por parroquia, ma-yores de 18 años, se pusieran a disposi-ción para ir conso-lidando un equipo y llevar la campaña “Una sola Familia Humana” a toda la Diócesis.

Seguidamente, Santiago Santaolalla expuso la posibilidad de realizar en el arciprestazgo del Andévalo durante un año el “Pro-yecto Mayores”, con el que se pretende promocionar y educar para la salud a personas mayores a través de actuaciones de ayu-da mutua voluntaria y de auto-cuidado siempre que incidan so-bre aspectos sanitarios. A través de actividades de formación de habilidades de personas cuidadoras, voluntarios de cáritas, y talleres de atención y cuidados a colectivos de personas de alta vulnerabilidad, y acompañado por personal técnico, responsa-ble de esta formación.

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Ya lo había dicho el profeta: “Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en un asno”. Con ello quería significar que el Mesías no era hombre de guerra, sino hombre de paz. Jesús pone en escena la pro-fecía y entra en la ciudad, no cabalgando como un conquistador blandiendo la espada, sino montado en un asno y agitando palmas y ramos de olivo, para decir a la ciudad de Jerusalén -la que había de pedir su muerte- que en su corazón sólo había paz.

La imagen de Jesús como un humilde rey de paz contrasta con la realidad que vivimos en estos años de inicio del milenio. La guerra -abierta o solapada, en los campos de batalla o en la intolerancia de la vida ordinaria-, el terrorismo, la violencia doméstica... siguen siendo -para desgracia y vergüenza de un mundo que se llama civili-zado- una triste presencia en nuestra vida. Sobre una tierra cargada

de violencia avanza humilde la figura del profeta de Nazaret sin que los hombres presten atención a su voz. Nos llegan noticias e imáge-nes estremecedoras y no logramos entender -ni creo que pueda en-tenderse- por qué los hombres nos enfrentamos y hacemos violen-cia unos contra otros. Palabras como tolerancia, solidaridad, respe-to, diálogo, acuerdo, ayuda... suenan mucho, pero la realidad que expresan cuenta poco.

Cuando un hombre pone una bomba en su supermercado para ma-tar a no sabe quien ¿qué cree estar demostrando con ello? ¿Cómo silencia la voz de la conciencia? ¿A qué mundo aspira? ¿Cómo puede alguien pensar que la violencia sea el cimiento de algo? ¡Sólo de la ruina! Cuando un grupo de hombres planea la eliminación de otro grupo ¿a dónde pretende llegar? ¿Cómo es posible que el odio llegue a endurecer el corazón ante el miedo y el llanto de un niño o de un anciano? ¿Qué peligro puede haber en ellos? Son preguntas para las que no hay respuesta.

Es tiempo de calvario el tiempo en que vivimos y, por ello, bien per-trechados de esperanza, anhelamos el amanecer del domingo de Pascua, cuando el sepulcro reviente y la vida se levante para siempre. Pero antes habrá que pasar por el silencio del sábado y meditar nues-tros errores a la luz del mandato del amor. Jueves, Viernes y Sábado forman una trilogía bien trabada: entrega, sacrificio y reflexión -amor, renuncia y sinceridad- jalonan el camino hacia el alba de la resurrección.

La comunidad cristiana por su parte ha de disponerse a cargar con la cruz del testimonio y de la fidelidad en un mundo que, por no com-partir los ideales del Nazareno, se va a situar muchas veces frente a ella. No esperemos que quienes crucificaron al Maestro vayan a aplaudir a los discípulos. Mal signo sería.

la palabra del domingo13 abril 2014

Domingo de Ramos AMateo 26, 14 - 27,66: Pasión del Señor

El rey humildeFrancisco Echevarría

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breves

Preparados, hacia el matrimonio

El pasado fin de semana se impartió en el Seminario la tercera tanda de los Cursos de Preparación al Matrimonio con carácter intensivo que coordina y dirige la Delegación Diocesana para la Familia.

El  Encuentro del 28 y 29 de junio será el último que se realice de esta modalidad en este Curso 2013/2014, mientras que el Calendario para 2014/2015 se publicará y dará a conocer en los primeros días del mes de julio.

Estudiantes de Hinojos visitan al Obispo

El alumnado del IES El Valle de Hinojos se desplazó el pasado martes al Obis-pado de Huelva para charlar de cerca con nuestro obispo, José Vilaplana, y para conocer, de primera mano, las dependencias del Obispado de Huelva. Durante el encuentro, nuestro Pastor les habló de los temas que más inquie-tan a la juventud, alentándoles a que construyan amistades y pandillas positi-vas, que les ayuden a realizarse como personas y como cristianos. También les habló de algunos de los viajes y mi-siones que más le han marcado y de su vocación. Los jóvenes le escucharon atentamente y le hicieron algunas pre-guntas.

Los alumnos de religión juegan a un fútbol solidario

Con la asistencia de cerca de 100 alum-nos de 3º de ESO que estudian la asigna-tura de Religión Católica en los diferentes IES de nuestra ciudad; se ha celebrado en la Ciudad Deportiva de Huelva, el II Tor-neo de Fútbol 7 Intercentros. El Torneo ha tenido un carácter solidario, con aporta-ción económica de los participantes, con la intención de paliar la situación de ex-trema necesidad que está padeciendo una familia de su entorno.A la entrega de Trofeos, Medallas y Di-plomas a asistido el jugador de la primera plantilla del Real Club Recreativo de Huel-va, Jesús Vázquez. La experiencia ha re-sultado extraordinaria y nos anima a se-guir fomentado los valores de respeto, igualdad y tolerancia a través del deporte.

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1717.00 Misa de la Cena del Señor. S.I.Catedral

Calendario Pastoral 2013-2014Puedes consultarlo aquí o descargarlo desde aquí para instalarlo en tu ordenador, móvil o tableta.

1511.00 Misa Crismal.S.I.Catedral

agenda www.diocesisdehuelva.es

Nuevos horarios de Misas en Huelva capitaldel 24 de marzo al 23 de junio

La actualidad de nuestra diócesis en

El Espejo de la Iglesia en Huelva viernes 13.30 h.

Iglesia Noticias Huelvadomingo 09.45 h.

HUELVA 97.00 FM1224 OM

NERVA 89.1 FMLA PALMA DEL CDO. 104.5 FMBOLLULLOS DEL CDO. 92.1 FM

Te recomendamos que sigas a Jesús de Nazaret, pero también puedes seguir a la Diócesis de Huelva en f t w

1018.30 Presentación del libro “Trianes y el Nazareno”. Salón Caja Rural del Sur

20.30 Concierto de música barroca. Parroquia de san Pedro, Huelva

Abril1310.30 Misa de Palmas.S.I.Catedral

Ahora el SIDH en la web

1817.00 Celebración de la Pasión del Señor. S.I.Catedral

1923.00 Vigilia Pascual. S.I.Catedral

2012.00 Misa Pontifical de Resurrección. S.I.Catedral