El Dueño de Las Sombra

243

description

Care Santos

Transcript of El Dueño de Las Sombra

Annotation

Alguien observa a las hermanas Albás desde la oscuridad. Sabe por qué desaparecióNataliaAlbássiendounaniñayporquéhadesaparecidosuhermanaRebeccaahoraqueesyauna adolescente. Cuando Rebecca, dada por muerta, empieza a enviar mensajesamenazadores, se inicia una inquietante investigación para aclarar elmisterio. ¿Por qué lafamilia Albás parecemaldita? Envidias, culpas, anatemas... muchas podrían ser las causas,pero sólo una es la verdadera. Y la auténtica, terrorífica verdad, solamente la conoce ElDueñodelasSombras.

notes

CARESANTOS

ElDueñodelasSOMBRAS

ParaAdrián,EliayAlex,diablillosdelhogar.

—¿Crees—preguntó— que los espíritus de los muertos puedenregresaraestemundoymanifestarseantelosmortales?

WILKIECOLLINS

Laconfesióndelpastoranglicano

PRIMERAPARTE

ELDESVÁNDELASMUÑECAS

1

Tresnoches

Año1991

LafamiliaAlbáseraunadelasmásconocidasdela,comarcadelasLasCincoVillas.Suapellidohacíageneracionesqueerapronunciadoporlosvecinosconesamezcladedesdén,envidiayrespetoquesiempreprovocanlosricos.Sinembargo,yahacíamuchotiempoquehabíanpasadolosmomentosdemayorprosperidaddelafamilia.DelaviejacasonadelosAlbássóloseacordabanlosmayores.Sealzóentrearboledasyhuertos,algoapartadadeloslímites de las poblaciones de Sádaba y Layana, las más próximas, encerrada en verjasinfranqueables.Sólounospocos eran aún capacesde llegar hasta loquequedabade ella atravésde loscaminosque lavegetaciónseempeñabaenborrarparasiempre.Para losmásjóvenes aquel apellido sonoro y agudo que oían pronunciar de vez en cuando estabavagamenteligadoalaleyendadeaquellosparajes,asushistoriasmásantiguas,ciertasono,y a algunas personas muertas mucho tiempo atrás que antes de abandonar este mundo seencargarondedejarbiengrabadosunombreenlamemoriacolectiva.

Por todas esas razones, todos supieronmuy bien de quién se hablaba cuando aquellamañanaheladadelmesdeenerocorriócomoreguerodepólvoralanoticiadequelapequeñadelafamiliaAlbás,Natalia,deapenastresañosdeedad,habíadesaparecidoeneltranscursodeunaexcursiónescolar.

Alprincipio fuesóloun rumor,azotando lavilladeLayana—donde lapequeñavivíaconsuspadresysuhermanamayor—peroprontoseextendióporelrestodelospueblosdela zona como un fuerte vendaval. Luego llegaron de todas partes extraños con cámaras ymicrófonos,periodistasnosólodelosmediosdecomunicaciónlocales.Alahoradecomer,ytambiénporlanoche,lascadenasdetelevisióndetodoelpaíshablarondelaniñaydesudramáticadesapariciónenlaSierradeSantoDomingo.

Conmocionadas, las gentes del pueblo vieron aparecer en la pantalla al director de laescuela, y también a un portavoz de la familia que algunos identificaron como un primosegundode lamadre.Lasierra,cuyascumbresestabancubiertasdenieve,comocasi todoslos inviernos, se llenó de foráneos.Los informativosmostraron lugares solitarios por losquemuy raramente se veía a nadie en aquella época del año: la Peña de losBuitres, PeñaLengua,laCuevadeSantaEngraciaoladeSantoDomingo.Tambiénhablarondeuninviernocrudocomonoserecordabaotro.

Todo sucedió durante una excursión. Natalia fue a la sierra junto con sus cuarenta ynueve compañeros de educación infantil. Eligieron una de las pistasmenos complicadas yllegaronhastaelBarrancodeCalistro.Para todosellosera laprimeravezquesalíande laescuela.Ibanmuyabrigados,yhastaesolesparecíadivertido.Tocaronlanieve,recogieronalgunashojasyalmorzaronalairelibre.Fueundíallenodeemociones.Ibanconellosdosde

lasmaestrasdelcolegioydosmadresvoluntarias,comorefuerzo.Ningunadelascuatroseexplicaba cómo había podido ocurrir, si no les perdieron de vista ni un momento. Losdesplazamientos a pie se hicieron en fila india, agarrados todos los alumnos a una largacuerda.Unade laseducadoras ibadelante,abriendocaminoymarcandoelpaso.Juntoa lafila iban otras dos. La cuarta cerraba la comitiva, sin despegarse de los excursionistas niapartarlamiradadelafila.Eracasiimposiblequelaniñasehubierasoltadodelacuerda.Sinembargo,lohizo,sinquenadiesupieradequémodo.

La única explicación razonable era que todo hubiera sucedido durante el almuerzo,cuando los pequeños alumnos se sentaron junto a la pista forestal, en un claro de lavegetación,bajolaluzdeunsolbrillantequeapenascalentaba.Alterminar,dedicaronunratoa la recolección de los últimos tesoros: muchos llenaron sus bolsillos de hojas secas ypequeñosguijarros.Tambiénobservaron a algunos tejones, un ciervo lejanoy el vuelodealgunos buitres que anidaban cerca, en la peña que llevaba su nombre. Para animar lacaminatacantaroncancionesquetodossabían.Alastresymediaemprendieronelcaminoderegresohastadondelesestabaesperandoelautobúsdelaescuela.Niveinteminutosandando.Elcieloresplandecíadepuroazul.Eraundíaclarodeinvierno,idealparaunasalidadelosmás pequeños. Además, se trataba de una experiencia que repetían año tras año, y jamáshabían tenido lasmaestras que lamentar ni el másmínimo contratiempo. Pero esta vez alllegaralautobúslatutoradeunodelosgruposreparóenquefaltabaunaalumna.Tampocoseexplicabacómono sediocuentahasta esemomento.Enseguida supoque la ausente eraNataliaAlbás.Apesarde laconmocióndeldescubrimiento,estuvoseguradehaberlavistodurante la comida y también durante los juegos y la recogida de hojas.Respecto a lo quepudoocurrirdespués,noencontrabaningunaexplicación.LaúnicaevidenciaterribleeraqueNatalianoestabajuntoalrestodelgrupo.

La buscaron por los alrededores del autobús, con la ayuda del chofer, sin ningúnresultado. Regresaron sobre sus pasos hasta la pista y aúnmás allá: hasta el Barranco deCalistro.Ysindejardemiraratodosladosnidellamarlaagritos.Unavezydos,yhastatresvecesrecorrieronelcamino.Lascopasdelosárbolesparecíantemblarconsudesesperación,cuando veían que la tarde iba cayendo yNatalia seguía sin aparecer, y contestaban con elsuavemurmullo del viento entre sus hojas y un lentomovimiento de sus ramasmás altas.Todolodemáseraunsilenciocerrado.Elpaisaje,impresionanteporsubellezaencualquierotracircunstancia,parecíaahoraestremecidoporlaangustiadelasmujeresquebuscaban.Albordede las lágrimas recorrieron lasmaestras aquellos caminos, por losquevariasvecesregresaronalapista,yalbarranco.Perdieronlanocióndeltiempo.Nadalesimportabamásquedarconlaniñaytanembebidasestabaneneseúnicopensamientoquenorepararonenlahora que era hasta que la claridad empezó a menguar. La oscuridad llegamuy pronto eninvierno.Antesdequepudierandarsecuenta,seríanincapacesdevermásalládesusnarices.

Una de las madres voluntarias se había adelantado mientras tanto para advertir aldirectordelcolegiodeloocurrido.Avisaronalapolicía,secomunicóelretrasoalospadresde los otros niños y el director citó a Cosme y Federica, los padres de Natalia, a unaentrevistaensudespacho.

—¿Ocurrealgo?—preguntóFedecuandosepercatódelaurgenciadelallamada.—Preferiríacontárteloenpersona.Osruegoquevengáisavermesinperdertiempo.Losprimerosperiodistasnocomenzaronallegarhastaeldíasiguiente,cuandoNatalia

llevaba ya casi veinticuatro horas desaparecida. Aquella noche se alcanzaron en losventisquerosdelasierralosquincegradosbajocero.Cayóunanieveespesa.Lapolicíanodejódebuscaralaniñaniunsolominuto,conlaayudadecuerposespecialesdemontaña,delaGuardiaCivil,delosdosguardasforestalesquevivíanenlazonaylaconocíanmejorquenadie,dealgunosvoluntarios reclutadosentre lospadres jóvenesdeLayanaySádabaydealgunosvecinos.EntreestosúltimosestabaPepeNavarro,unvecinodeBieldecasisetentaaños,talvezlapersonaquemásconocíalaspistasdelaSierradeSantoDomingo.Nosóloporque lashabía recorridodesdequepocodespuésdedejar laadolescenciasehizopastor,sinoporquehabíaabiertoconsuspropiasmanosalgunasdeellas,ylegustabamostrárselasalosvisitantesensusratosdeocio,coincidiendoconelbuentiempo.

Sin embargo, la ayuda y el entusiasmo de los que estaban más familiarizados conaquellosparajestampocosirviódenada.EncasadelosAlbássevivieronhorasdeangustiajamás imaginadas. Ni siquiera los tranquilizantes lograron hacer que Fede y Cosme sedejaranvencerpor el sueño.Ella, sentada en el sofáy atenta a lapantalladel televisor, nohacíamásquerepetir:

—¿Dóndeestaráminiñapequeña?¿Dóndeestaráminiñapequeña...?Mientrastanto,Cosmerecorríaelsalónyfumabasincesar,uncigarrillotrasotro,con

losnerviosdestrozados.Hacíaseisañosquehabíadejadodefumar.SóloRebeca, la hermanamayor, había conseguido cerrar los ojos y dejarse arrastrar

por el cansancio de un día tan intenso.Aunque tuvo un sueño inquieto y se despertómuytemprano,muchoantesdelahoraalaqueellaysuhermanasolíanlevantarsecadamañanapara iralcolegio.Claroqueaqueldía tampocohabríacolegio,porquelasclasessehabíansuspendidohastaquesetuvieraalgunanoticiaciertadeNatalia.Rebecateníaentoncescincoaños y no era del todo consciente de cuanto ocurría a su alrededor. Sólo presentía, de esemodoenque losmáspequeñossabencaptar impresionesysentimientos,quealgohorribleestabasucediendo.Ynoseequivocaba.

La segunda noche sin Natalia fue aún más fría. Algunos hablaron de temperaturasmínimashistóricas.Habíaheladoentodalaprovincia,yenalgunasdelasumbríaspordondetodosseguíanbuscandosinéxitocrecíanlasplacasdehielo.Fedenocesabaderepetirsequesuhija llevabapuestosuabrigoblancoyunospantalones rojosdepana,ademásdegorro,guantesybufanda,comotodos losniñosquefuerona laexcursión,perosabíaqueanteunfríotanintensonisiquieratantaropaseríasuficiente.

Los agentes rastreaban, pero sólo porque no se atrevían a perder la esperanza ni areconocerqueenrealidadlahabíanperdidoyahacíamuchashoras,yquetodosellosestabandeseandomarcharseacasaconlossuyosyolvidaraquellapesadilla.Sinembargo,nopodíanirseconlasmanosvacías,yaúltimahoradelatardedelsegundodíaselesdiolaordendebuscarenloslugaresmásinaccesibles:enlosbarrancos,enlasvallonadas,enloscaucesdelosriachuelos,enlascuevasdepiedravivaqueseabríancomofaucesenlamontaña...Selesdijo tambiénque,despuésdel tiempo transcurridoydadas lascondicionesmeteorológicas,debíanempezartambiénabuscaruncuerposinvida.Elcuerpodeunaniñadecabellocastañoyalgomenosdeunmetrodealtura,vestidoconunabrigoblancoyunospantalonesrojos.Todoslosrastreadoresestuvierondeacuerdo:eraimposiblequeNataliahubierasobrevividodos noches a aquellas temperaturas extremas sin nada que comer ni beber. Incluso PepeNavarrolodecía,amediavoz.Ysiéllodecía,nadieeracapazdemantenerlaesperanza.

Enesteabsolutodesánimopasólaterceranoche,quefuetanlargaytantristecomolasanteriores y todavía más fría. La única novedad que trajo consigo fue que los padres deNatalia, vencidos por el cansancio y ayudados por los sedantes, consiguieron dormir unaspocashoras.Asualrededor,lospsicólogosquelesatendíanyanoencontrabanargumentosconqueconfortarles.Apartirdeesemomentosutrabajoconsistiríaenprepararlesparaqueasimilaran la peor noticia de todas: la muerte de su hija pequeña en las más trágicascircunstancias, aún por determinar.Ni siquiera ellos querían enfrentarse a lo que sin dudallegaría,conlaúnicadudadesiNataliahabríamuertocongelada,despeñadaenunprecipicioosihabríasidocarnazatiernayapeteciblepara losanimalesquerecorrenhambrientos losmontesenestosmesesdelaño,enbuscadealgoconquecalentarsuestómago.

Añadíanque,encasodequelaniñaaparecieraconvidaenlaspróximashoras,habríandeatenersealasconsecuenciasquelaintemperie,elhambreylasedhubierancausadoensusalud.Estaríadeshidratada,hambrienta,suciaynoseríatanextrañopensarenalgúntipodelesiónfísicaseria,sobretodolasprovocadasporelfrío,comoampollas,hinchazónseveraocongelacióndealgunapartedelcuerpo.Loprimeroquesecongelason losdedos—delasmanosydelospies—ytambiénlanarizylasorejas.Silacongelaciónesmuygrave—losmédicos hablan entonces de «cuarto grado»— lomás probable es que se deba amputar lapartedelcuerpoquesehayavistodañada,generalmentelasextremidades.Fueracomofuera,las perspectivas no eran de ningúnmodo optimistas. Nadie podía asegurar queNatalia nohubiera caídoporun roquedo,onohubiera sido atacadapor algúnanimal salvaje—en lasierra son frecuentes los jabalíes, loscorzos, lasgarduñas, losbuitres, lasvíboras, inclusohayquienafirmahaberdetectadolapresenciadeosos—,sufriendodañosmuchomásgraves,tal vez irrecuperables. Lo peor también estaba al acecho. Para un adulto habría sido muydifícilevitarlo.ParaunaniñadelaedaddeNatalia,casiimposible:atantiernaedad,elcuerporesistemuchopeorlascondicionesextremas.

—Sinisiquierasabeirsolaalbaño...—murmurabasumadre.Enlosinformativosdelanoche,todoelmundohablabaenpasadodelapequeñadelos

Albás.

***

Cansado de acatar órdenes ajenas, al amanecer del cuarto día Pepe Navarro salió a

pasearpor la sierra en compañíade superro.Nodijonada anadie, pero iba enbuscadelcadáverde laniña.Sabíaquenadiemejorqueélpodía recorreraquelloscaminosyqueelúnicomododehacerlo era en solitarioy con los cinco sentidos.No fuehastamásde treshoras más tarde, al acercarse al antiguo prado denominado Campo Fenero —donde laausencia del ganado de otros tiempos había propiciado el nacimiento de algunos pinos—cuandosepercatódeunapresenciaextrañaalbordedeunadelastrochasporlasquetantasveceshabíatransitadoensuspaseosporelmonte.Enunaprimeraimpresiónfueapenasunpresentimiento:unasombraquenodebíaestarahí.Cuandovolviósobresuspasoslaviobien:unaniñadeunostresaños,vestidaconunabrigoblancoylargo,gorro,bufandayguantes,

abrazadaaunamuñecaalaqueparecíapeinarconlosdedosysentadatranquilamenteeneltocóndeunárbol,gozandodelasimpresionantesvistasdelPirineoconabsolutatranquilidadmientrascanturreabaloqueparecíaunacancióninfantil.

Dehecho,fuesuvozloprimeroquelealertó.Unavozdiminutaenmitaddelsilencio.Elcurtidomontarazseacercóaellaconprudencia.Mástardeexplicaríaquenoestabadeltodosegurodequenosetrataradeunaaparición,«aunquenosoyhombrequecreaenesascosas»,seapresuraríaaaclarar.Sinembargo,cuandoestuvoalladodelacriaturapudocomprobarquenohabíaenellanadadeparticular,nadaquedespertaratemoroquelevantarasospechas.Sin lugar a dudas eraNatalia, la pequeña desaparecida en elmonte de la que la televisiónhablaba sin descanso desde hacía tres días. Por si no lo tuviera aún lo bastante claro, lepreguntócómosellamabayellaselodijodecarrerilla,altoyclaro,coneseorgulloinfantildelascertezasirrefutablesyunasonrisadibujadaenloslabios:

—NataliaAlbásOdina.—Perfecto,zagalita.Vamos,pues—ledijoantesdetenderleunamanoamiga,dequien

tantasveceshaentradoysalidodelamontañacomodesupropiacasa.Enseguidalellamólaatenciónquelaniñaestuvieratanlozana.Nadahacíaadivinarque

hubierapadecidoelfríodelasúltimasnoches.Ytampocoparecíahambrientanideshidratada.Estabalimpiaycomoreciénsalidadesucasa:laropaintactayelpelodesenredado.Inclusoleparecióqueolíaaaguadecolonia.Lapequeñaseaplicabaenexplicarlealgoalamuñecaynodejabadesonreír.PepeNavarrotratódepreguntarlesisehabíarefugiadoenalgúnlugar—aunque no había ninguno cercano al lugar donde la encontró—, pero la niña no suporesponderle.

Elhombreadvirtióprimeroa los forestalesyéstos llamarona lapolicía.Nadiepodíacreerquelaniñaseencontrarabien.LazonadondeaparecióNatalianohabíasidorastreadaporloscuerposdeseguridad.Estabademasiadoalejadadellugardondedesapareció,acasitres horas andando del claro del bosque donde toda la clase se detuvo a almorzar y arecolectar hojas. A nadie en su juicio se le habría ocurrido buscar por allí. Cómo habíallegadoNataliahastaaquellugarocómohabíahechoparasobrevivirenélfuerondudasquedesdeelprimermomentoocuparonlospensamientosdetodos.

—Estosólopuedeserunmilagro—acertóadeciralguien.PepeNavarroacompañóa laniñahasta supropiacasa, leofrecióun tazónde lechey

aguardó a que vinieran por ella. La policía la llevó de inmediato hasta Layana, donde laestaban esperando sus padres, conmocionados aún por la sorprendente noticia, perodesbordadosporunafelicidadqueyanoesperaban.Mientrasalmorzabaconsumujeryentelevisión alcanzó Pepe Navarro a ver el abrazo con que la niña se aferró de nuevo a sumadre,ysintiócomounabocanadadeaire fresco inundándole lospulmones. Inclusopudoescucharlavozemocionadadelamadrealtenerdenuevoasupequeñaentrelosbrazos:

—Quierodarlelasgraciasalhombrequelaencontróporhabernosdevueltolavida—dijo.

YPepeNavarrosonrióensilencio,mientrassuesposaleapretabalamano.Fueradelamiradadelacámara,Fedesusurrabaaloídodesuhija:—Nomepuedocreerqueestéstanbien,hijita.Hastaparecequehayascrecido.No se equivocaba: Natalia había crecido. Ocho centímetros, exactamente, como se

comprobó al día siguiente, cuando acudió a la consulta de su médico. El facultativo

consultabasusdatosenelhistorialsindarcréditoasusojos.—Noesposible crecerochocentímetros en tresdías.Debíde equivocarmecuando la

medílavezpasada—dijo,confuso.Fedesabíaqueelmédiconohabíacometidoningúnerror,aunqueprefiriócallar.Supo

que tendría que renovar todo el ropero de su hija, y se limitó a hacerlo en silencio y conrapidez,paraasípoderolvidartodoaquelloloantesposible.Tampocodijonadadesupelo,otro detalle que no le había pasado por alto: la media melena que Natalia llevaba sueltacuandodesapareciópodíaahorarecogersesinningunadificultadenunacoleta.Tambiéntuvoqueatenderalosperiodistas,darexplicaciones,repetirlomismounayotravez,aburrirsedesupropiahistoria,quenodejabadeserincreíblepeseaqueyahabríasidocapazdecontarlainclusoensueños.Lodelosochocentímetrosolodelpelo,sinembargo,noselomencionóanadie.

Tampocoseexplicabamuybienquéhabíahechosuhijaenlastresheladasnochesquepermaneció en el bosque, ni cómo se las apañó para recorrer una distancia de tantosquilómetros. Las investigaciones policiales trataron de descifrarlo, pero tuvieron tan pocoéxito como antes lo habían tenido con el rastreo. Quienes no le conocían se atrevieron aseñalaraPepeNavarrocondedoacusador,perosuspropiosvecinosseencargarondeacallaresasvocesinoportunaseinjustas.Porotraparte,Nataliaerademasiadopequeñatodavíaparacomprenderquéleestabanpreguntando,niparaarticularunarespuestalógica,demodoqueintentarqueseexplicarahabríasidounasoberanaestupidez.Nofaltaba,porsupuesto,quieninsistíaen la teoríadelmilagroyatribuía la salvacióndeNataliaa santos,vírgenesy todotipodedivinidades.Ymásaúncuandoempezaronaconocerseciertosdetalles.

Conmilagroosinél,aquellanocheelpuebloenteroyconéltodoelpaíscelebróelfinalfelizdeladesaparicióndelapequeñaAlbás.ElabrazodeNataliaysumadrefue,paracasitodos,laúltimaescenadeaquellahistoriaque,aunquesólofueraporunavez,habíaacabadobien.

Sólo los más allegados conocieron ciertos pormenores y se formularon ciertaspreguntasparalasquenadieteníarespuestas.

La primera: había ciertas palabras que Natalia había traído de regreso, ¿quésignificaban? La niña decía cosas incomprensibles. Sílabas sin ningún sentido aparente,palabrassueltas.Eranextrañas,peroellalaspronunciabaconabsolutanormalidad,comosiformaranpartedesuidioma.Sinembargo,pormásquepermanecíanatentos,suspadresnolograbancomprenderlas.Desdeluego,noeranexpresionesqueellosconocieran.Ytampocoparecían pertenecer a ninguno de los idiomas que eran capaces, no ya de hablar, sino deidentificar.Nadadetodoaquelloseaprendíaenelcolegio,muchomenosencasa,yNatalialaspronunciabainclusodormida,sinalterarselomásmínimo.Llegaronaanotaralgunasconla intención de preguntar a alguien, pero nadie supo ayudarles: «anuttara», «pakchin»,«papilio»,«rex»,«prajna»,«palaka»,«ob»,«deva»,«mahesvara»,«rursum»...Ycuantasmáslograbanapuntar,máscrecíasudesasosiegoysuinquietudporsaberdónde,odequiénhabíapodidoaprenderlaniñatodoaquello.

Yhabíaunmisterioaúnmayor:¿cómohabíahechoNataliaparasobrevivirenelbosqueenlosdíasmásfríosdelsiglo?,¿quéhabíacomido,dequéaguahabíabebido,quiénlahabíapeinado por la mañana, antes de que la encontraran?, ¿por qué no se había manchado niarrugadosuabrigoblanco?,¿porquénohabíaensucaraningúnrastrodellanto?,¿porqué

noparecíaacusarlossignosdeningúnacontecimientoextraordinario?,¿porquénisiquieraparecíaasustada?

Porsinobastara,habíaaúnmás:¿dedóndehabíasacadoNatalialamuñecaquellevabacuando fue encontrada? No se llevó ninguna cuando se fue. ¿Acaso alguien se la habíaregalado? ¿Y por qué desde entonces no se separaba de ella ni un solo segundo? ¿Lerecordaba aquien lahabía estado cuidando?Losniños sonmuy listos. Jamás se encariñanconunjuguetesilesrecuerdaalgomalo.Luego,quienlehubieradadoaquellamuñeca,debíadeseralguienenquienNataliaconfiaba.

Noesmomentoahoradedesvelarestosmisterios,desde luego.Lascosassedisfrutanmáscuandolleganasudebidotiempo.Aveces,pues,esperaresunmododeactuar.

***

Megustaríaqueahora, lector,meacompañarashastaun lugardesdeelcualpodremos

custodiarelsueñodelasdoshermanasAlbásOdina:elalféizardelaventanadesuhabitación.Desdeaquítendremoslaoportunidaddepegarlanarizalcristalheladoyobservarelinterioraguzandonuestrossentidosparacerciorarnosdequetodovabien.Aalguienpuedeparecerleextrañoesteinterésrepentinoporlasniñas.Hubountiempoenquegranpartedemijornadalaboraltranscurríadenochefrentealasventanasdeniñosdormidos.Sinembargo,haceañosquemededicoaotrascuestionesdemayorcaladoysepodríadecirquecasiheperdido lapráctica.Sóloqueríaasegurarmedeque,porahora,nadaperturbalacalmadelashermanasAlbásOdina.Enefecto,lasdosrespiranalcompásymuyprofundamente.Sussueñosparecentranquilos:porlomenos,nadadenotalocontrario.Selasvebienabrigadas.Nataliaseaferraensueñosasumuñeca,quetieneelpeloensortijadoynegroylosojosazulesmuyabiertoscomosinosestuvieraobservando.Desdeaquíselavealgoraída,comosifueramuyvieja.Enlahabitaciónnohaynadaninadiequedebadespertarnuestraalarma.Lasdoshermanasestánsolas.Sóloyolasvigilo,ensilencio,desdeelexterior,aunquenopiensohacermenotar.Porahora,prefiero ladiscreción.Nodeseonadadeellas,salvoquecrezcan.EnelcasodeNatalia,además,deseoquenoolvide loqueaprendióduranteaquellas tres jornadasenqueestuvo desaparecida para el mundo entero. De Rebeca me ocuparé más adelante, cuandollegue su turno. El secreto del éxito de toda empresa radica, en parte, en saber esperar eltiemponecesario.Porelmomento,esperaremos,amparándonosenlassombras.Sóloporelmomento.

2

Elincendio

Año1890

Siempresentípredilecciónporlosviajes,tantoenelespaciocomoeneltiempo.Poresohesidodesdeantiguoloquealgunosllamanunespírituinquieto.Seríalargoenumerarahoratodoslosrinconesdeluniversoqueconozcoylosacontecimientosfabulososquehevividoenellosy,loséporexperiencia,habríamásdeunoqueloencontraríaunapedanteríaounafalsedad,demodoquepreferiríanodarcréditoamispalabrasantesquedejarsecautivarporellas.Pobresalmasinsípidasquenomerecenquenadaextraordinariolesocurra.

RespectoalacasonadelosAlbásyallugardondeselevantadiré,paraabreviar,quelosconozco hacemucho tiempo. Lomismo podría afirmar de las aguas subterráneas que losrecorrenavariosmetrosbajotierra,yesoesmuchomásdeloqueseríacapazdeasegurarcualquier otro visitante, pienso yo. No creo que sea exagerado decir que en determinadasépocas de mi ya larga vida he llegado a considerar el lugar, más que ningún otro, miverdaderohogaro,porlomenos,elúnicoquehetenido.AlgunospodríanimaginarquesoncausascorrienteslasquemehacenmantenerconlosAlbásestarencillaantigua.Quéséyo,una antigua deuda, un asunto de lindes de tierras o un conflicto amoroso mal resuelto.Cometerás un error si piensas tanmal demí, ingenuo lector. Todos losmencionados sonasuntosvulgaresyyoprocuro,entodomomentoyatodacosta,noacercarmealavulgaridadmásde loestrictamentenecesario.Porotraparte, llamarmevulgares insultarmeen lomáshondo.Me enojo mucho cuando eso ocurre. Advertido quedas, abstruso receptor de estaspalabras.MisdiferenciasconlosAlbás,pues,tienenunorigenmuydiferenteacualquieradelosyadichos,ademásdeinfinitamentemáscreativo,queseráreveladoasudebidotiempo.

Porahora,ysólosiellectormelopermite,aprovecharéestaocasiónparaproponerunviaje a través del aire helado de la noche. Partimos de la ventana desde donde hemosobservadoel sueño tranquilode lasdosniñasynosdirigimoshacia el nordeste.Enciertomodo,seráuntrayectolargo:noporquenospropongamosatravesargrandesdistancias,sinoporquenosdisponemosaatravesareltiempo.

Estodeplanear en laoscuridadesmás fácil de loque lamayoríade lagente supone.Basta con cerrar los ojos, extender los brazos y dejarse llevar. Hay quien lo llamaimaginación.Alláellos.

Losespaciosfísicosjamássoninfranqueables.Enestaocasión,apenasseránecesariounmínimo desplazamiento. Divisaremos desde una distancia prudente las arboledas inmensaspor donde laGuardiaCivil, la policía y los voluntarios buscaron durante horas aNatalia.Paraentretenernuestropaseo,mepermitoexplicarte,visitantequetalveznuncasobrevolasteestos bosques, que cuanto ves fue en otro tiempo un valle glaciar del que apenas quedanvestigios.Por fortuna,porque lasglaciacioneseranunsoberanoaburrimiento.Elvalleque

vemos es una enorme explanada que arranca al pie de los Pirineos y se extiende hasta lasaguasdelcaudalosoríoquedesdeantiguodionombreaestas tierras.Laflorasecomponeprincipalmentedepinos,bayasycarrascas.

No cuesta distinguirlas entre el verdor, incluso con una visión no demasiado agudacomoeslatuya.Esperoquesepasaprovecharestealardedeconocimientosparaatenuarenalgotuincultura.Muypocasvecesenlavidatendráslafortunadecontarconunmaestrotanpococomúnytanbienpreparadocomoyo.Noteasombremiorgullo:elorgullomesobra,yesconrazón,comohabrásnotadosierestodoloperspicazqueyoquieroimaginarte.

Unvisitanteadvertidoquellegadoaestepuntoladeeunpocolacabezahacialaderechaempezaráavislumbrarlasformascuadrangularesdeunaconstrucciónenmediodelbosque.Esunaantiguamansiónseñorial.Oseríatalvezmáscorrectodecirloquequedadeella.Sinohaynoticiadeloscaminosqueotrorallevaronhastasuspuertasesporquehacedemasiadoque ningún vehículo ni pie humano los transita. Las zarzas, la maleza y otras plantasautóctonas lo han invadido todo (pese al mucho tiempo que hace que estudié las especiesautóctonas,desdeaquí reconozco,porejemplo,dosdeellas: las llamadasadelfillaycardoajonjero). De la ornamentada reja que en otro tiempo rodeó la vasta propiedad privada,apenassevislumbranhoyunospocosrestosentreestaoscuridad.Nosonmásqueunpuñadodehierrosoxidadosqueensumayorparteapenassemantienenenpie.

Caminemos hacia la fastuosa puerta de acceso. Lo sé, lo sé: habría que escoger otroadjetivo,yanoesfastuosoesteamasijodehierrosoxidados,aunqueesperoquenotemolesteque recuerde el antiguo esplendor de esta entrada de carruajes que antaño atravesaba uncamino de gravilla. El mismo que ahora sobrevolamos y que resulta indistinguible.Tomaremos tierra en la explanada, exactamente frente a la entrada principal del caseróndonde,tiempoatrás,solíandetenerseloscarruajesdelosseñores.Esunespaciocircular,casiunaplazuela,queenotro tiempo fuede finaarenillayestuvo rodeadade rosalesyplantasaromáticas,perodondeahoraseentremezclanlasmalasyerbasylosdesperdicios.

Tienes, visitante, la gran suerte de viajar en mi compañía. Gracias a mi enormeexperienciaencuestionesaéreas,elaterrizajeserásuaveypreciso.Notodoelmundopodríadecirlomismo.

Mepermitiráeldespistadolectorqueejerzadeguíaenestelugarquemeresulta,portandiversosmotivos,muyfamiliar.Loprimeroenloquedebesrepararesenelnombreborrosoqueestágrabadoenunaplacademármol,juntoalapuertaprincipal.Alaluzdeldía,laplacatieneunaaparienciavegetal a causade losverdinesque lahanatosigado todoeste tiempo.Durantelanoche,encambio,másbienparecedeterciopelogrisoscuro.Todosestosdetalles,en realidad,carecende importancia.Si temolestasencontemplarladecerca—amínomeseránecesario,nosóloporquemivistaesexcelente,sinoporque,además,sédesobraloquedice—podrásleerloqueenlaplacafueescritoharáunoscientodiezaños:

CAELUM

«El cielo.» Es el nombre que uno de los antiguos propietarios quiso ponerle a sumansión, con el objeto —según él— de protegerla de graves amenazas. Siempre me haparecidomuygraciosaestacostumbredebautizarlascasas,comosifueranperros.Además,¡losnombresqueeligensusdueñossuelenser tan ridículos!¿Caelum?¡Ja!,permítemeque

merevuelquederisaporelsuelo.Yaúnhaymás:laspalabrasgrabadasenpiedraqueaquelmiembrodeladinastíalegóalaposteridadnoselimitanaestaplaca.Esnecesariomiraralapartesuperiordelportalóndeentradaparaadivinarquedebiódeserunhombre intratable.Voya tomarmela licenciade leer—ytraducir—loqueaquídice,porqueni lavistani losconocimientostealcanzarán,visitante,paracomprendernada.Setratadeunasentencialatinaquereza:

Inhacdomodiabolusnonestbenereceptus

Su traduccióna la lenguadel lectorsería,másomenos, lasiguiente:«Eldiablonoesbienrecibidoenestacasa.»

Hayquereconocerqueelhombrequedejóestaimprontaenlapiedraeraunosado,talvezuninfelizyatodaslucesunignorante.¿Quépensabaevitarconestaspalabrejasenunalenguamuerta?QuienestohizosellamabaCésar,aunquesunombre,probablemente,hoynolorecuerdenadie,nisiquierasusdescendientes.Nuncameresultósimpático.Estábienenelolvido,pues,yqueéstelecubrapormuchosaños.

Enotraconsideracióntengoaotrodelosmiembrosdeladinastía,elquemandóerigirenmitaddelaexplanadadeloscarruajesunaestatuadesímismoqueaúnpuedeverseenlaactualidad, sólo que bastante estropeada y cubierta de materiales innobles (en una ampliagamaque abarca desdemohohasta caca de pájaro).Es unamanifestación artística demuydudosogustoynohayvezque lavea enquenopienseque fueuna lástimanoemplear elmármolnobleenquesetallóparaotracosa.Representaaunhombredenarizprominenteyrostroenjuto,depómulossalidosymentónexagerado.Sialguienhubieraconocidoaaquelpresuntuoso,comomeocurrióamí,sindificultadlereconoceríaenesepedazodepiedra.Elcuerponopuedeadivinarse,porquelaestatualerepresentacubiertoconunacapa,ademásdetocadoconun sombrerode amplísimaala.Demodoque,por lomenos, el escultor sediomenos trabajo: el necesario para tallar su cabeza y sus pies. En sus tiempos fue unmonumentocurioso,noexentodeciertamajestuosidad.Porfortuna,eltiemposeencargadeecharlotodoaperder.

Comonoquieropareceraficionadoa lasabiduríadesalón,meabstendrédecomentarotras muchas curiosidades de este lugar, así como la enorme cantidad de fechas, datos ypequeños detalles que podría aportar sobre las diversas fases de su construcción y sobreinnumerableshechosqueaquíocurrieron.Sólorecordaréque,decuantoalcanzalavista,mirincónfavoritoeselpozo,queestambiénlaconstrucciónmásantiguay,aunqueestémaleldecirlo, la más perfecta. Es de una profundidad única, el brocal está construido con purapiedra,sinargamasa,ytodoellodatadeprincipiosdelsigloXV,demodoquealgunasdelaspiedrasquesobrevivenensuslugaresoriginariossemantienenunassobreotrasdesdehacenadamenos que seis siglos. Es unamaravilla de las que ya no suelen verse, obra de unasmanosescrupulosasysensibles.Pordesgracia,notodasuestructuraoriginalpermanece.

Ocurre lomismo con el resto. La casa, desde luego, esmuchomásmoderna, aunqueconociódiversasampliacionesymodificacioneshastaquepresentósuaspectodefinitivo,alláporlosañosmediosdelsigloXIX.Todoslosresponsablesdesussucesivastransformacionesfueronmiembrosdelafamiliaquelegítimamenteerapropietariadellugarsegúnlaleydeloshombres: los Albás. Lo mismo puede decirse de quienes la abandonaron, la noche del

incendioqueladestruyócasiporcompleto.Y,yaquelaconversaciónnoshallevadoaellodeformanatural,hablemosdelincendio.¿Te asusta el fuego, lector? O, por el contrario, ¿disfrutas observando su poder de

destrucción,sumagnificencia,elespectáculoqueofrececuandosevuelveincontrolable?¿Tereconforta sucalor, suviveza, sucolorido?¿Tesientespartedeél, comosideélhubierassurgidohacemucho,muchotiempo?Porestrafalarioqueparezca,yosoydeestosúltimos.Elfuegome apasiona.Además, no hemos venido hasta aquí sólo para recibir una lección dehistoriaocontemplarlasestrellas.Porsupuestoqueno.

Amentesmenosprivilegiadasquelasnuestras(yconstequehablo,sobretodo,pormí)lesresultaríasencillamenteimposibleimaginarquéocurrióaquíaquellanoche.Sinembargo,a nosotros nos bastará con cerrar los ojos y recordar, de esa manera en que sólo sabenhacerloquienesposeenuntalentofueradelocomúnparalafantasía.Imaginaquetetomodelamano,lector,justofrentealportalóndeentradaalacasadelosAlbás.Ahoradaremosunosdiez pasos a oscuras, sin abrir los ojos. Es una noche de primavera. Es fácil adivinarloporque la temperatura es aún fresca, pero no demasiado.Además, el bosque desprende unagradablearomaavegetaciónyhumedad.Todoestáencalma.Delinteriordelacasalleganlos acordes, algo torpes, deunpiano.Es como si alguien estuviera ensayandouna leccióndifícil frente al teclado blanco y negro. El piano está en el primer piso, que es además laplantanobledelcaserío,muycercadeunadelasventanas,queaestashorasaúnpermanecenabiertas.Unoloraguiso,aapetitosacomidacasera, impregnaaún laplantabaja,dondeseencuentra lacocinaydondeelservicioestárecogiendo lavajillade lacena.En lapartedeatrás,Igor,elperromastín,guardiándeestosjardines,masticalassobrasquehandejadoenlosplatoslosseñores.Nadahacepreverelestallidodeunatragedia.

Noabras losojos todavía.Ahoraempiezasapercibirunrumorextraño,comosialgomuygrandeymuyfierocrecieraatravésdelbosque.Llegaanuestrosoídoselquejidodelasramasquesequiebran,yelfollajeseagitacomosideprontosehubieralevantadoungranvendaval.Ahora debes usar las narices. Seguro que sólo te sirven para llenarse democos.Huele. Más: inhala con fuerza. ¿No percibes el olor que trae el aire? Huele a vegetaciónquemada.Adestrucción.Anaturalezamuerta.Esunhedoracreinconfundible.Inclusoelmástorpedelossereshumanospodríadarsecuentadeello.

Yasólonosrestasentir.Dejarquenuestrapielnosadviertade laúltimasensaciónqueexperimentaremosantesdecontemplarloqueocurreanuestroalrededor:elcalor.Uncalorenoleadas,intensocomoeldelmismoinfierno,quellegadetodaspartesparaenvolvernos.Si permanecemos aquí, no pasaránmuchos segundos antes de que tengas dificultades pararespirar. Si no echamos a correr ahora, pronto será demasiado tarde. Sólo para ti, porsupuesto.

Eselmomento.Abrelosojosycorre,mortal.Corretantocomotepermitantuspiernas.En tuhuida talvez tendrás tiempodedartecuentadealgunascosas, comoqueel jardíndecasadelosAlbásardeporloscuatrocostados.Tencuidado,novayanaalcanzartelaslenguasde fuego. Sortéalas con pericia.Yo te guío (o puede que sólo finja hacerlo). Los árboles,frondososyabundantes,parecenantorchasenmitaddelanoche.Igualquelosrosales,olashierbasaromáticasquealadueñadelacasalegustabacuidaryqueabarrotabanlosparterresquerodeabanlaexplanadadeloscarruajes.Ensulugarhayahoraunsemicírculodefuegorodeando la estatuadelhombreencapado, sin escapatoriaposible.Talvezno te fijes,pero

prontopasarájuntoatuspiesunagallinapardaardiendocomounatea,tratandodeescapardeloqueyaesinevitable,porlomenosparaella.SimirasaladerechaverásunaimagenquerecuerdaalApocalipsis:laenormepajareradondesealmacenanloscientosdemariposasqueelseñorAlbásdenominaba«micolección»—¡pobreinfeliz!—yqueeransuorgulloantelosextraños,esahoraunatrampamortalrodeadadelenguasdefuego.Lasmariposasdecoloresseapelmazanenlapartealtadelajaula,peropordesgracianotienestiempoparaquedarteaverquélesocurre.Debesescapar.

Lasllamassonyamuyaltas.Vasatenerquedarteprisaenalcanzarlaverjaylapuertadesalida.Talvezsi tienesuninstanteparaecharunvistazoalacasonaobservarásqueestáardiendosinremedio.Loscriadosseencuentranahoraenelpatio,tratandodesalvarloquepueden, mientras un coche les espera apenas a unosmetros de distancia, en un intento delibrarlosdeunamuertesegura.Igoragoniza,ululando,encerradoenunadelashabitacionesdelservicio.Atravésdelasventanasquedanalaplantanobleyanosedistinguesinofuegoyhumo.Aunque, si permanecemos atentos podremosvislumbrar la silueta deunamujer quepareceatrapadaenese infierno.Nosedecideasaltardesde talaltura,peronoparece tenerotraescapatoria.EsZita,laseñoradelacasa.Esunalástimaqueahoranotengamostiempodesaberquédecidenideconocerlamejor,porqueesunagranmujeryunadamadistinguida,aficionadaalosviajesybuenaconversadora.Supongoquenonecesitasqueteaclarequenova a salir viva de ésta, aunque los detalles truculentosmejor los dejaré paramás adelante.Ahoraestamosenplenavisitaguiadaynoconvienedespistarseconbagatelas.

Elúnicolugarqueaúnconservaalgodelanormalidadquehastahacepocoreinabaenlacasa es el desván. Las ventanas permanecen cerradas a cal y canto y se percibe un ligeroresplandor luminoso en su interior. No se distingue bien si se trata del resplandor de lasllamasenmovimiento.Tantopodríaseresocomootracosa.Pordesgracia,lector,nopuedoconducirte a esa parte de la casa, que enotras circunstancias te habría enseñado con sumogusto,puestoquelaconozcobienyguardodeellamuygratosrecuerdos.Olvidémonosdeldesván,ya tendrás tiempodeconocerquésecretoguarda.Loúnicoquepuedoavanzarteesque,sipudiéramosrealizarjuntostambiénesteviaje,yacercarnosaltejadoadosaguasparacontemplar laestanciadesdeunadelasaberturas,descubrirías lagranpasióndeunadelasseñorasAlbás(hahabidootrasantes,talcomohabráotrasdespués):sucoleccióndemuñecas.Docenas,centenares,segúncómosemirencasisediríaquesonmiles.Sealinean,inmóviles,en lasparedes,enelsuelo,en lassillas,en losanaqueles.Lashayde todo tipoypor todaspartes.Todasmantienen losojosabiertos.Ahoraobservanel final levantandosuspárpadossinvida.Materialinflamabledeprimeracalidad.Unalástima.

Seguroqueagradecerásahoraqueterescatedeestapesadilla.Muybien,pues,tusdeseosson mandatos para mí. Te devuelvo a dondequiera que estuvieras cuando nos hemosencontradoytepidodisculpasporestosexcesosconquemehagustadosorprenderte.Ahoraya conoces una pequeña parte de la leyenda de la familia más popular de esta comarca.Permítemeañadir,porsieldatopuedesertedeutilidad,quesólounapersonasesalvódelapesadillaalaqueacabamosdeasistir,ynofueotrasinolapequeñadelacasa,Ángela,queteníaentoncesochoaños.Coneltiempo,laquefueúnicaherederadelamansiónfamiliar—osería más indicado decir de lo que quedó de ella cuando el fuego hubo pasado— seríatambién la bisabuela de Natalia y de su hermana Rebeca. Aunque ellas, por increíble queparezca,notienenniideadeloqueteacabodecontar.Locualequivaleadecirqueellector

yaconocesussecretosmejorqueellasmismas.Antes de retirarme te reiteromis disculpas (óyemebien, no suelo prodigarme) por si

mis historias o mis maneras te han fatigado. Fantasear, recordar, atribuirme méritosincreíbles,viajarsindirecciónnimotivo(oconambascosas),atarcabosimpensables,elegirundisfrazingeniosoyutilizarloconéxito,practicarjuegosdeconstrucciónyjuguetearconelaguaentodassusvariantessonalgunasdelasdiversionesquemeproducenmayorplacer.Y,porencimadetodo,contarestasyotrashistorias.Unbuennarrador,sidominasuoficioytiene talento, juega a ser el Todopoderoso cada vez que cuenta una historia. Y, como él,tambiéntrabajaensolitario.Yonosoportotrabajarenequipo.Talvezporesolaescriturasemedatanbien.

Se me olvidaba algo. Sólo de vez en cuando, me gusta también intervenir en losdesenlaces.Por supuesto,mehe reservado algunos secretos, sólopara nodecepcionarte lapróxima vez que nos encontremos. Ya debes de saber que descubrirlos correspondeúnicamenteaaquellosqueseatrevenairunpocomásallá.Ojaláseasunodeellos.

Hastalavista,pues.Sólosilodeseas.

Celebro que hayas decidido quedarte.Adivino que a ti, como amí, te pierde la curiosidad. Incluso puede ocurrir que seas unapersona demasiado curiosa, ¿me equivoco? En cualquier caso,procurarénodefraudarte.Loquetepropongoacontinuaciónesotroviajeeneltiempo.HanpasadodoceañosdesdequeNataliaregresó a casa de aquel modo tan extraño tras su primeraexcursiónporelmonte.EstamosenlanochedeSanJuan.Nataliatienequinceaños.Rebeca,suhermanamayor,diecisiete.Ynovansolas, pero eso tendrás que descubrirlo sin mi ayuda. Terecomiendo que también esta vez realices el viaje con los ojosmuyabiertos.

3

Elpozo

2003

Bernalconocía todas lasrutasforestalesde losalrededores.Cuandoerapequeñosolíasalirconsuspadresadar largascaminataspor lasmontañas, sóloporquenoquedabamásremedio. Con el tiempo, fue descubriendo su afición, y empezó a planificar sus propiassalidas. De eso no hacía tanto, sólo lo suficiente para que aquella zona en la que seencontrabanfueraparaéltanfamiliarcomolapalmadesumano.

Fue,precisamente,unafrasedeBernallaquediocomienzoatodo:—Venid,osvoyaenseñarunlugarsorprendente.EralanochedeSanJuan.Regresabandelaprimeragrannochedelverano,unaespecie

de inauguraciónoficial de las vacaciones.Natalia se había ganado con sus buenasnotas elderechoaasistir,adisfrutardeladiversión.ARebecasólolahabíandejadoirporacompañarasuhermana,yporqueeranlasfiestasdeEjeadelosCaballeros,quequedabacerca,sóloaveinteminutosenautobús.Silohubieranpreferido,leshabríaacompañadoCosme,elpadredelaschicas,quesolíatomarconmuybuenhumorsucondicióndechoferoficial.

—Cuandoossaquéiselcarnédeconducir,noséenquéocuparélasnochesdelosfinesdesemana—bromeaba.

Le convencieron de que no era necesario que les llevara y mucho menos que lesesperara a la vuelta.No sólo porque era una lata tener que volver a una hora fijada, sinoporquenadiedisfrutadeverdadde la fiesta sabiendoque tiene a supadre en la callede allado,esperandodentrodelcochealascuatrodelamadrugada,muertodecansancioopuedequedormidoy hasta roncando (esodependía de cadaocasión).Le dijeronque regresaríanconalguienconocido,quesiempreencontrabanaalgúnvecinooalgúnamigoaquiennoleimportaba hacerles el favor. Era la ventaja de vivir en un lugar pequeño donde todos seconocían.Nofuefácil,peroCosmealfinsedejóconvencer.

Sóloque,alahoradelaverdad,nohabíanadiequeregresaraaLayana.Nadieconocido,porsupuesto,perotampocoencontraronanadieentreelgentíodispuestoaacompañarlesensucocheatravésdelosescasosquilómetrosquelesseparabandesucasa.Losdesuedadnovalían, porque no podían conducir.Y losmayores estaban demasiado bebidos.Algunos nisiquierase teníanenpie.Cabía laposibilidadde llamaralbuenodesupadre, sacarlede lacama y pedirle que les fuera a buscar, pero prefirieron no hacerlo. No tanto porquerespetaran el descanso del pobre hombre, sinomás bien porque eso habría establecido unprecedenteydeahíenadelanteseleshabríahechomuydifícilconvencerledequesefueraacasa.

La única solución era caminar. La distancia no les atemorizaba, aunque fuera a esashorasycontantocansancioencima.Talvezporelcaminosecruzaranconalgúnconductor

poco borracho que no tuviera inconveniente en llevarles hasta casa. De modo que, sinpensarlodosveces,echaronaandarporlacarreteraqueuneEjeaconSádabayLayana,queaesashorasestabamássolitariayoscuraquenunca.HastaqueBernalpronunciósufrase,sólosehabíancruzadocondoscoches,yambosibanendireccióncontraria.Nisiquieraintentaronhacer autoestop. Los conductores, que aminoraron un poco la marcha para observarles,seguramentesepreguntaronquéhacíantreschavalescomoelloscaminandoporlacarreteraenplenanoche.

Contodo,lostrespensabanquehabíavalidolapena.Concierto,buenambienteylitrosylitrosdecalimocho.Bailaronhastaquedarempapadosdesudor.Menosmalqueaalguienseleocurrió labrillante ideadearrojarsobre lospresentesaquelchorrodeagua,quedejóatodoscaladosycon lasensacióndehaberpasadounade lasmejoresnochesdesuvida.Elfrescordelaropamojada,además,lesvinodespuésmuybienparaafrontarlacaminata.Elveranonohabíahechomásquecomenzar,peroelcaloryaresultabainsoportable.Entodoslosinformativosllevabanalgomenosdeunasemanahablandodetemperaturasextremasydediversosgradosdealertaacausadelaoladecalor.Suregióneraunadelasmásafectadas.

Pese al cansancio y la hora, Rebeca y Bernal aún tenían muchas ganas de divertirse.Canturreabanalgunasdelasmelodíasquehabíancoreadoavocesduranteelconciertodeunodesusgruposfavoritos,queporprimeravezhabíaactuadoenlacomarca,yreíanconganas,unpocoachispadosporelalcohol.Ibanagarradosdelamano.Nohabíandejadodebesarseen toda la noche. Cualquiera habría comprendido, en su situación, la cara de fastidio deNatalia,queteníaunaactitudmuydistintaaladelapareja.CadavezquesuhermanayBernalse entrelazaban comodos serpientes hambrientas en uno de sus aparatosos besos, se hacíamás ymás evidente su incomodidad. Sin embargo, por parte de Natalia no estaba sólo lasensacióndeencontrarsedemás,dehabersalidodefiestaconlaparejitadelañodelinstitutoytenerquesoportarsusbesosdemediahora,susconfidenciasaloído,susrisitasytodasesascosasridículasquenormalmentehacelagentecuandoestátontadeenamoramiento.No.Ensucasohabíaalgomás.Algoquenopodíaconfesarseasícomoasíyquedebíacomerseellasolita.

Demodo que ésta era la situación cuandoBernal pronunció la frase que cambió porcompletoelrumbodesusvidas:

—Venid,osvoyaenseñarunlugarsorprendente.Dejóasuespaldalacarreterasolitariayseadentróporuncaminodetierraqueseperdía

enlaespesuradelavegetación.Rebecaibatrasél,haciendoesfuerzosporverdóndeponíalospies.Bernaltirabadeellasinsoltarlelamano.Sinohubierahabidolunallena,quizásehabríadadodebrucescontraelsuelo.Natalialesseguíaaunadistanciaprudencial,cadavezmásenfurruñada.Nosólonoleapetecíacontinuarejerciendodecarabinadesuhermanaysuinteresante novio, sinoqueno tenía ningunasganasdehacer excursiones a ningún lugar aaquellas horas de la madrugada. Lo único que de verdad deseaba era llegar a su cama,tumbarse,cerrarlosojosydormirduranteunmontóndehoras.

Tras un buen trecho literalmente invadido por la maleza y otro tramo en mejorescondiciones—porlomenosseveíaelcamino—llegaronaloqueparecíaunaverja:vieja,oxidadaycubiertadeplantastrepadoras.

—Quéemoción,estopareceunapelidezombis—exclamóRebeca,quienparecíamuycontentadeestarallí.

—Por aquí hay un hueco —informó Bernal, caminando junto a aquellos hierrosretorcidosmientrasintentabanoenredarseconlasplantas—.Debemosdeestarmuycerca.

No era la primera vez que Bernal pisaba aquel lugar, y lo demostró con sucomportamientodeguíaconocedordelterreno.Atravesaronlaverjaporunazonaenlaquelosbarrotesoxidadosabríanunabrecha.

—Tenedmuchocuidado.Estoestáfatal—advirtió.De una zancada se situaron en el otro lado, que no estaba menos invadido por la

vegetación.—¿Quéesestelugar?¿Uncementerio?—preguntóRebeca.Bernalnopudoreprimirunacarcajada.—Túhasvistomuchaspelículas, niña.No, no.Sientodecepcionarte, pero sólo es una

antigua finca señorial. Hacia allí están los restos de una casa grande como un palacio. Sequemóhacemuchosaños.Daunpocodemiedo.

Bernalseñalabahaciaalgúnlugarquenopodíanver.—Vamos—seanimóRebeca,alinstante.Almismotiempo,Nataliamurmurabaparasímisma:«Comovayanhaciaallí,vuelvosolaacasayaéstalecaeunabroncadeantología.»Sinembargo,losplanesdeBernaleranmuyfirmes:—Otro día os enseñaré lamansión.Esmejor visitarla de día.Ahora quiero que veáis

otracosa.Venid.Atravesaron parte del frondoso jardín hasta alcanzar la explanada de los carruajes.

Desdeallícontinuaronhaciaelantiguoportalóndeentrada,perosinacercarseaél.Recortadacontra el cielo nocturno y gracias a una luna luminosa comoun farol, distinguieron en ladistancia lagranpajarera.Enotro tiempoestuvosituadaenelbordedeun jardínvistosoyarreglado.Ahora lasmalashierbas laatenazaban,comoa todo lodemás.Sinembargo,eraposible acercarse amirar por una zona en la que la vegetación no parecía tan dispuesta apararlospiesalvisitante.

—¿Quées?—preguntóRebeca,cuandodistinguiólaestructurademetal.—Una jaula.Lagentesolíautilizarlasparameterpájaros,peroéstaesdiferente,ya lo

veréis.Natalia continuaba con su cara de fastidio. No entendía qué tenía de excepcional una

jaula,porgrandeque fuera, enmitaddeun lugarcomoaquél,niporquéestabandevisitaculturalaesashorasdelamadrugada.Peseatodo,amedidaqueseibanacercando,creciósuinteréshacialoqueBernalqueríaenseñarles.Sobretodoporque,cuandoyacasipodíanrozarelmetaldelagranjaula,sediocuentadequealgosemovíaensuinterior.Alprincipioseasustó.Sóloluegoesbozóunasonrisa,cuandovioconclaridadquéeraloquelesaguardaba:enel interiorde lapajarera revoloteabanvariasdocenasdemariposas.Sus colores apenaspodíanverseenaquellaoscuridad,peroseadivinabaqueaplenosoldebíandeserpreciosas.

—¿Yestosbichoscómohanllegadohastaaquí?—preguntóRebeca.—Notengoniidea.¿Verdadquemerecíalapenavenir?—Bernalsemostrabaorgulloso

antelacaradeasombrodelaschicas—.Miradhaciaabajo.Fue entonces cuando se maravillaron. Abajo, en un montón del que apenas podían

distinguirse los individuos que lo formaban, había cientos de mariposas. Algunas estabaninmóviles, otras movían las alas. Les maravilló tanto este descubrimiento que apenas

repararon en la contradicción que suponía encontrar algo con vida en aquel lugarabandonado.

—¿Estánmuertas?—preguntóNatalia.—No—dijoBernal—.Yen lasvecesquehevenidoporaquí,nuncahevistoninguna

muerta.—Quéraro—susurróRebeca—.¿Habráalguienquecuidadeellas?—Nolosé.Rebecaobservó:—Nohayningunacasacerca.—Algúnamantedelosinsectos,talvez.¿Osgustanono?Nataliasonreíaymirabaeldiminutorevoloteardelasmariposas.—Igual es él —Natalia señalaba a la estatua estropeada—, tiene aspecto de ser un

cuidadormeticuloso.—¿Aquiénrepresentalaestatua?—preguntóRebeca.Elchicorespondiócomosielasuntonofueraimportante:—Nolosé.Nuncamehefijado.Rebecatambiénparecíadisfrutarmuchoconlavisióndelasmariposasenjauladas,pero

nodejabadepensar.Susurró:—Estanraro...Lasiguienteparadatambiénhabíadedespertarsuentusiasmo:—Vamos, aúnhayotra cosaquequieroqueveáis.Esunpozode losdeseos. ¿Lleváis

algunamoneda?Lasdoshermanasasintieronalmismotiempo.—Seguroqueosencantaráecharalgunaalasaguasdelpozoyformularundeseo.ARebeca le encantó la idea.Tanto, quedioun saltito y besó en lamejilla a su chico.

Nataliano sentía lamismaemoción.Y tampocosepreocupabapordisimularlo.Bernaleraobservador.

—¿Notienesganasdepedirundeseo,Naty?Dicenquesecumplentodos,queelpozoesmágico—explicó,tratandodeanimarla,perotambiéndesentirsemástranquilo.

—Ya,seguro...—fuetodalarespuestadelachica,quellegóacompañadadeunamiradadeesasqueeldiablocargadesignificados,yningunodemasiadobueno.

—YtehedichomilvecesquenomellamesNaty—añadió,aunqueBernalnoparecióoírla.

Elpozoestabaalgoalejadodelaverja,aunosdiezminutoscaminandodellugarporelqueentraron.Elbrocaleraancho,demásdeunmetrodediámetro,construidoconpiedrastoscas,queenalgunaspartesdaban la impresióndehaber sidoamontonadascondescuido.Otrasseveíanmejorconservadas,comosia lo largodesuvidaelpozohubieraconocidotodotipodecalamidadesyreconstrucciones.Sobreél,aúnsepodíanobservarlosrestosdelaestructuraquehabíaservidoparasosteneruncuboybajarlohastaelagua,queseadivinabaalláabajo,enlaoscuridad,peronopodíaverse.

—¿Quiénempieza?—animóBernal,asomándosealanegruradelagujero.—¿Aquíhayagua?—preguntóRebeca,incrédula,mirandohaciaabajo.Bernalrespondióconunademostración:buscóunapiedraporelsueloylaarrojóala

profundidad.Casideinmediatooyeronunlevechapoteoseguidodelmismosilenciodeantes.

Rebeca rebuscabaen losbolsillosdesuminifaldavaqueraalgunamonedaquearrojardespuésdeformularsudeseo.Natalia,porelmomento,observabadesdesuposiciónaunaciertadistancia.

—Empiezoyo.—Rebecaapoyólosantebrazosenelbrocalymiróalaoscuridad,conlamonedaentrelosdedosyunasonrisaenloslabios—.¿Quépido?—SevolvióhaciaNatalia.

—Túsabrás,bonita.Nataliateníamuyclaroloquequeríapedir,perolefastidiabaseguireljuegodeBernaly

suhermanaarrojandomoneditasalpozo,comosi fueranniños.Pesea todo, tenía lamanodentrodelbolsillodelpantalónyentreelíndiceyelpulgaracariciabaunamoneda.

Rebecacerrólosojos.—Yaestá-dijo.Separólosdedosylamonedacayóalvacío,hastadesaparecerdesuvista.—¿Queréissaberquéhepedido?—preguntóasupúblico.—Silodices,nosecumple—advirtióBernal,ysevolvióhaciaNatalia—:Estuturno,

Naty.Natalia, fingiendo hacer las cosas a regañadientes, se volvió hacia el pozo. Rebeca

seguíaapoyadaenelbrocalsobresusantebrazos,escrutandocongrancuriosidadlanegrura.—Vamos,tírala—animóasuhermana.Natalianotuvoquepensarsudeseo.Dealgúnmodo,hacíavariassemanasquepensaba

enélnocheydía.Sólotuvoqueasomarsealpozo,arrojarlamonedaycerrarlosojos.Antesdeabrirlosdenuevooyóunclincmetálico.

—Harebotado—anuncióRebeca—.Allí.Señalaba la hilera de agarraderos metálicos que recorrían verticalmente el agujero,

adentrándoseenlaprofundidad.Unaespeciedeescalerarudimentaria.—¿Paraquésirvenesoshierrosdelapared?—preguntóRebeca.Bernal era especialista en el asunto. O eso quiso parecer al explicar, con mucha

propiedad:—Lospozoshayquelimpiarlosdevezencuando.Ypuedeserqueavecessepresente

algunaemergencia.Antiguamenteentrabancolgándosedeunacuerda.Laescaladehierroesunavance.

Nataliaescrutabalaoscuridad.—¿Hacaídoalagua?¿Lahabéisoído?—preguntó.—Nolotengoclaro—respondióelchico.—Parecequehayunrebordedelapiedra.Ahí.¿Loves?—observóNatalia.Rebeca no conseguía ver nada, pese a que seguía asomándose al brocal, ganando

centímetrosalaoscuridad.Tanconcentradaestabaenverloimposiblequenosediocuentadequealgosedeslizabadelbolsillodesublusaalvacío:suteléfono.

—Rebeca,elmóvil—tratódeadvertirleNatalia.Manotearon en el aire, pero no consiguieron agarrar el aparato. Como antes habían

hechoconlasmonedas,sólopudieronverloprecipitarsehacialaoscuridad.—¡Joder!—exclamóRebeca—.¿Yahoraqué?Lostressevolvieronamirarhaciaelinteriordelpozoalmismotiempo.—Noloheoídocaer—dijoNatalia.Rebecasellevabaunamanoalafrente.

—Conloquemecostóquemeloregalaran.Seguroqueesteañonomecompraránotro.—Segurísimo—apostillósuhermana.—Igualpuedobajarabuscarlo.—¿Túestáslocaoqué?—protestóBernal—,¿cómovasabajarahí?—Nopasanada,¿no?Lasagarraderasmetálicassonparacasosasí.Paraemergencias.

Estoesunaemergencia,tío.Mevoyaquedarsinteléfono.—Sihacaídoalaguayatehasquedadosinél—opinó,muyjuiciosamente,Natalia.—Esunalocura,asaberquéhayahíabajo—tercióBernal.Rebecasoltóotradesuscarcajadas.—¿Yquéquieresquehayaahí?¿Unaniñajaponesaasesinada?Nolocreo.Ahísólohay

mierdaacumuladaduranteaños.¿Túquédices,hermanita?Nataliavolvióamostrarsuexpresiónenfurruñada.—Yonoopino.Igualmente,vasahacerloquetedélagana.Conagilidadcasifelina,Rebecaseencaramóalbrocal.Desdeallímiróhaciaabajo.—Noparecetanterrible—anunció,antesdeagarrarsealatoscaescalerillametálica.—Tencuidado—alcanzóadecirBernal,casienunsusurro—,asabercómoestán los

agarraderosocuántotiempohacequenobajanadieporellos.—Se estámuy fresquito aquí.—La voz deRebeca llegaba como desde dentro de una

botella—.Ynosevenada.—Avisacuandolleguesabajo,porfavor.—¿Abajo?—otrarisaaguda,cristalina,distorsionadaporeleco—.Siquieres,teaviso

cuandoencuentretiburones.—Tieneovarios,tuhermana—murmuróBernal,sentándoseenelbrocalparavermejor.Natalianocontestó.Aquelcomentariolesentófatal,ymásdespuésdetodoloquehabía

tenidoquesoportaralolargodelanoche.Poresonopudoevitarunarespuestarabiosa:—Puestencuidadoconella,chaval.Novayaaserqueseenteredealgunascosas.Bernalledirigióunamiradaincendiaria,cargadadereproches.Teníaganasdedecirle

trespalabrasbiendichas.Decirle, por ejemplo, que loquehabíapasadono era sólo culpasuya,queciertascosasnuncasucedensidosnolodesean.Decirlequeestabacansadodesuscaras largasydequeno ledejaraenpaz.Sinembargo,noeraelmomentodediscutirconNatalia. No mientras Rebeca estuviera donde estaba. Tampoco cuando Rebeca saliera. Yaencontraríaelmomento.Siempreterminabaencontrándolo.

—¿Rebeca?¿Estásbien?—Suvozretumbóenlahonduradelpozo.—¡Tengoelmóvil!Increíble.¡Yfunciona!—Genial.Anda,sube,porfavor—dijoBernal.—Estoytocandoelagua.Estáhelada—continuóRebeca—.Yheencontradotumoneda,

Natalia. No había caído. La acabo de tirar. Hay un reborde en la piedra, grande como unescalón.Oye,elteléfonoesunalinternadeprimera.

—Sube,Rebeca.Dejadehacerelgilipollasysube.—Yavoy.Aunqueigualdeberíaisbajarvosotros,niños.Seestábienaquí.Aestaúltimafrasesiguióotrade lascarcajadasdeRebeca,quede inmediatoprovocó

unaexpresiónmásavinagradadesuhermana.—Tambiénpodemosmarcharnosydejarteahícontuslocuras—susurró.Bernalnooyóestaúltimafrase.Estabademasiadoconcentradoenobservaral interior

delpozo.—¡Mierda!—sealzódenuevolavozdeRebeca—.Semehacaídootravez,joder.Qué

torpe,quétorpesoy.—Déjalo,Rebeca,porfavor.Noimporta.Sóloesunteléfono.—Cómosenotaquenoeseltuyo...—respondióella,ysuvozsonómultiplicadaporel

eco.Lavozdelchicoibaadquiriendountonodesúplica.—Rebeca,sube.¿Meoyes?Sube,porfavor.Teestáspasando.Delfondodelpozo llegóunrumorsordo.Noseveíaabsolutamentenada.Lapequeña

claridad del teléfono, que hasta pocos segundos antes les había dado pistas acerca de laposicióndeRebeca,sehabíaapagadodepronto.Bernalinsistía:

—Rebeca,porfavor.Nomecabrees.Por todarespuesta,otrosilencio,estavezmuchomássiniestroqueelanterior.Natalia

intervino.—Notepases,¿quieres?Notienegracia.Aunqueniporésas.Rebecanocontestó.Nada lohizoensu lugar.Depronto, lachica

parecíahaberseesfumado.Bernalnopudodisimularsudesesperación.Sumergiólacabezaenlanegruraygritócontodassusfuerzas:

—¡Rebeca,porfavor!Nataliahabríajuradoqueteníalosojosllenosdelágrimascuandosevolvióhacíaellay

afirmó:—Voyabajarabuscarla.Puedequesehayadadoungolpe.Y al cabo de tres segundos, el chico estaba dentro del agujero yNatalia les esperaba

fuera, sola y angustiada como nunca. El pozo le devolvía amplificados todos losmovimientosdeBernal.Suspalabrassonabancomodesdeotradimensión.

—Rebeca,¿meoyes?Estoybajandoabuscarte.Porfavor,dimealgo.Sóloelrumordelaguarespondía.—Rebeca,porfavor,contesta.Meestásasustandodeverdad.Casidosminutosinterminablesmástarde,lavozrotadeBernaldesdeelfondodelpozo

anunciólopeor:—Tuhermananoestá,Naty.Aquínohaynadie.—Bajamás—ordenóella.—Estoyenelagua.Nopuedobajarmás.Bernalhablabaensollozos.—Nopuedeser—dijoella,desdearriba.—Claro que no puede ser. Pero es. Rebeca no está. ¡Dios, Naty, tu hermana se ha

ahogado!Enunintentodesesperado,Bernaltratódeintroducirseenelagua.Estabacongelada.Se

metió hasta la cintura, tal vez un poco más, hasta donde los agarraderos de la paredterminaban.Más abajo no había donde aferrarse. Sólo agua.Tanteó con los pies y con lasmanos, pero no halló ni rastro de su chica por ninguna parte. Sólo cuando el frío le hizosentirundolormuyagudoen laspantorrillasyen lospiesseplanteóquehabía llegadoelmomento de regresar a la superficie. Las piernas apenas le respondían, pero consiguióencaramarsealaescalerillayregresaralexterior.SuexpresióndeangustiaasustóaNatalia.

—¿Quéhacemos?—fueloprimeroquelepreguntóalachica.—Llamaramipadre—Nataliasacóel teléfonodelbolsillodesupantalónymarcóel

número.Fueelpeortrancedesuvida.Explicarloinexplicable:quéhacíanallí,porquésehabían

desviadodesurutaaaquellashoras,cómohabíanpermitidoqueRebecaentraraenelpozo,quéhabíapasadodespués.Nisiquieraellaloentendía.Fuedespuésdeexplicarlo,despuésdeoírlavozdeCosme,suspalabrasdeincredulidadydesesperación,cuandoNataliaempezóadarsecuentadeverdaddeloocurrido.Cuandocolgóelaparato,sólopudoecharseallorar,cubriéndose la cara con las manos, igual que una niña. Bernal intentó consolarla con unabrazo,peroellaleevitóconbrusquedad.

—Vetealamierda—dijo.TambiénBernalteníaganasdellorar.Enlugardeeso,rebuscóensusbolsilloshastadar

con unamoneda. Sólo llevaba una de las grandes, pero no le importó. Casi sintió que lefaltabaelalientoyqueelcorazónseleescapabaporlabocacuandolaarrojóalpozo.

Cerrólosojosypensó:«QueRebecaregrese.»Alfinal,tambiénélhabíapedidoundeseo.

4

Natalia

Manipularalaspersonasesmuchomásfácilcuandoentreellasnosesoportan.LasdoshermanasAlbás,porejemplo.Yahabráspercibidoquenoestabanatravesandounaetapadeamorfraterno,precisamente.Algomuygraveleshabíaocurridoenlosúltimostiemposquehabía abierto entre ellas una zanja insalvable. Una situación perfecta para mí y para misplanes.Tantosañosdeejercicioprofesionalmehanenseñadoque,pormuymeticulosaquesea la estrategia que yomemoleste en trazar, puede ocurrir que todo se venga abajo porculpadecircunstanciasexternas.Laspersonassontanimprevisiblesqueenocasionesinclusoamí seme hace difícilmanipularlas.A veces conviene dejarles algo de libertad para queactúensegúnsulamentablecriterio.Conunpocodesuerte,acabanempeorandobastantelascosas.Esdecir,terminantrabajandoenmibeneficioy,aveces,arruinandosusinsignificantesvidas.

HallegadoelmomentodeaclararcuáleralazanjaquesehabíaabiertoentreNataliayRebeca desde algunas semanas antes de la noche del pozo. Era ancha, profunda y teníanombrepropio:Bernal.

Cuando hablaban de él, aNatalia le gustaba hacer valer que ella trabó amistad con elchico antes que su hermana. Fue durante la fiesta de principio de curso. Además de muyguapo, él era nuevo en el instituto y ésa fue la excusa que utilizóNatalia para iniciar unaconversación.Aqueldía,Rebecanolesmolestó.Sehabíaofrecidovoluntariaparaatenderelbarquehabíanmontadolosdebachilleratoyestabademasiadoocupadaligandocontodoelqueseleacercabaapediralgodebeber.

Bernal,comoRebeca,estabaenúltimocurso.Eramuybuenestudiante,esacondiciónlehermanabaconNatalia.Peroadiferenciade loque leocurríaaél,Nataliaconseguíasacarbuenasnotascasi sinesfuerzo.Teníabuenamemoria,capacidaddesíntesisonosabíaqué,unaespeciededonespecialquesaltabaalavista.Elcasoesqueellanuncasehabíapropuestoserlamejordesuclasey,peseatodo,loera.Unaestudiantebrillante.

ABernal le ocurría lomismo, pero sólo él sabía lo que trabajabapara conseguir susbuenasnotas.Sinembargo,nocaíaenvano:susprofesoreslerecomendaban,porsumanerade ser y atendiendo a su historial académico, decantarse hacia una carrera de ciencias.Medicinaestaríabien.Aélnoledisgustabaesaopción.Legustabaayudaralagente.Ensusratos libres se involucraba en causas que creía importantes. Últimamente trabajaba comovoluntarioenunnuevocentrodedíaparalaterceraedad.Leencantabalagentemayor.

—Tienensiempretantascosasquecontar...—leconfesóaNatalia.Endefinitiva,eraunodeesoschavalesmodélicosencasitodo,elquetodaslasmadres

querríanparanoviodesushijas.Tambiénpodríamosdecirqueeraunchicountantoextraño.No es tan normal encontrar placer en luchar por las causas ajenas, me parece a mí. De

cualquiermodo,todaslasrarezasdeBernalfascinaronaNatalia(laschicassuelenserasí:loestrafalariolesencanta),ycasideinmediatocomenzóasentirseatraídaporél.Algoledecía,además,que tambiénBernal lamirabadeunmododistinto,especial.Que,peseaestarellatodavíaencuarto,elnuevodelosmayoreslatendríamuyencuentaapocoqueellapusieraalgodesuparte.

Pero tuvo que llegar Rebeca y meterse por medio. Jugaba con ventaja, desde luego:Bernal iba a sumisma clase, pasaban juntos casi todo el día y, además, ella era tres añosmayorque suhermana, undetalle que se advertía en las formasde su cuerpodeunmodoespectacular, que a ningún chico se le habría escapado. Tampoco a Bernal: con todas susvirtudesyconesemododeser tanespecialy terminófijándoseenlas tetasdesuhermana,como los demás. Sin embargo, algo le decía a Natalia que si ella no hubiera demostradoalgúninterésporBernal,suhermanatampocolohabríahecho.Noimporta,todoesoahorasonconjeturasquenadaaportanalcaso.LarealidadfuequeRebecasefijóenBernalo,comosesueledecir,seenamoródeél.DespuésdeunexamendeFilosofíaéllabesóporprimeravez.Apartirdeesedíaseconvirtieronenlomásparecidoaunaparejaoficial.Novios,oloquefueran.Almismotiempo,Nataliaseconvirtióencarabinaoficial.Unacondiciónquenoestabadispuestaaasumir.Aquellanoche,durantelacena,declarólaguerraaRebeca.

Sumadrenodejódeadvertirqueapenasprobababocado.—¿Tepasaalgo,Natalia?—preguntó.—Mañana tengo un examen y preferiría estudiar un pocomás antes de acostarme—

respondiólachica.Rebecalelanzóunamiradafuribunda.Sabíaqueestabaexagerandoyquelohacíasólo

para perjudicarla, para marcar las diferencias. Las estratagemas de su hermana ya leresultabandesobraconocidas.Nataliaeraunaestudianteexcelente,nuncajamássacabamalasnotas, la palabra «suspenso» no entraba en su vocabulario, como tampoco las palabras«nerviosismo»o«preocupación»anteunapruebaacadémica.Siactuabadeesemodoeraporalgo.

—Vamos,cariño—dijoFede,agarrandolamanodesuhijamenor—,nocreoquedebaspreocuparte.Tusnotassonmuybuenas.Inclusosisuspendierasunexamen...

—Noquierosuspender—lecortóNatalia.—Claroqueno,cariño.Sóloteponíaeseejemploparatranquilizarte,paraqueveasque

anosotrosnonosimportaríatanto.Eresunaestudiantemagnífica.—Noquierosuspender—repitióella.Tomó un bocado más, un sorbo de agua y pidió permiso para irse a su habitación.

Rebecacontinuócenando frenteal silenciode suspadresyel rumordel televisor, siempreconectado.Esperabaaque,deunmomentoaotro,laactuaciónestelardesuhermanamenorsevolvieracontraella.Noseequivocó.

—¿Túnotienesnadaqueestudiar,Rebeca?—preguntósupadre.—Hoyno—dijoella.—Nihoyninunca.¿Cuántossuspensosvasatraerestetrimestre?Rebecatuvoquehacerunesfuerzopornoexplotar,pornodecirasuspadrestodoloque

pensabadesuhermana.Ysinolohizofueporquesabíadeantemanoquecualquiercosaquepudieradeciribaaresultarinútil.Nataliaeralaestudianteejemplar,laniñaformalylabuenahijayella,encambio,sóloparecíatenerdefectosasusojos.

—Contesta—ordenóCosme—.Tehehechounapregunta.—Nolosé—respondió,conteniéndoseunavezmás.—Yaloveo.Aversitomasejemplodetuhermana.Buenafaltatehace.Yanotienesedad

dehacerlascosastanalaligera.Yonomantengoholgazanas.Fuelagotaquecolmóelvaso.Rebecaselevantódelamesaysefueasucuarto.Dejóa

supadremásenfadadoqueantes,repitiendoagritosquenoteníaporquésoportarensucasaesetipodeconductasdeniñamalcriadayasumadrecalladayconcaradecircunstancias.Suhermana menor podía estar satisfecha. Una vez más, lo había conseguido. Sus padres leseguíaneljuegoinclusosinproponérselo.

NataliaoyóelportazoconelqueRebecaseencerróensuhabitaciónylasvocesdesuspadres,discutiendoenvozbaja,pocodespués.Siemprepasabalomismo.DespuésderegañaraRebeca,CosmeyFedeseenzarzabanenunadiscusiónquepodíadurarhoras.Nataliasolíapermaneceratentaaesaspeleas,avecesconlaluzapagadayfingiendodormir.Suspadresserecriminabanmutuamente el tipode educaciónque, según ellos, le estabandandoa suhijamayor, el seguir cediendo siempre ante sus peticiones. A veces perdían los estribos ycomenzabanlasacusaciones:«Eresdemasiadoblandaconella,yanoesunaniñapequeña.»«Sisiguescomparándolascadavezquelaregañassóloconseguirásquetushijasseodien...»

Esedíanofueunaexcepción.Lossusurrosquellegabandesdeelsalón,confundidosconlas voces televisivas, se fueron convirtiendo, poco a poco, en frases más audibles. Losmayoresseesforzabanpornogritar,peroapenasloconseguían.

—Noquiero queRebeca piense que su hermana es buena en todo y ella una inútil—decíaFede.

—Nocreoquelehagafaltaqueyoselodigaparadarsecuenta.—Nataliaesmuybuenaestudiante,sí,peronoesperfecta.Parecementiraqueseas tan

pocoobjetivoconella.—¿Vasavolverahablarmedeesasactitudesextrañasdelasquesólotedascuentatú?—

inquiríaCosme.—Noentiendocómopuedessertanciego.—Niyocómopuedesdartantaimportanciaaloquenolatiene.Lasactitudesalasquesereferíaelpadrehabíanempezadoalgúntiempoatrás.Durante

su infancia, Natalia no pasó de ser una niña solitaria, con gran facilidad para aislarse delmundoyparacrear loque lospsicólogos llamaban«supropiomundoautosuficiente».Sinembargo,amedidaquefuecreciendosefueacentuandoesatendenciadelahermanamenoralasoledad,alostracismo,alalejamientodelmundoysushabitantes.Ypocoapocoempezóatraducirse en una agresividad extraña. Natalia era brillante en todo cuanto se proponíaexceptoenlasrelacionesconlaspersonas.Dabaigualquefueranadultosodesumismaedad:no simpatizaba connadie.Esgrimía ante todos aquel alejamientoquemuchos tomabanporsentimientodesuperioridado,simplemente,porantipatía.Cosmesepercatabadetodo,perono le daba importancia. Solía responder con una de esas frases que todos los padrespronuncianalgunavezenlavida:

—Esunaadolescente,tienelacabezaapájaros.Déjalaquecrezcayselepasará.Fede, en cambio, tenía tendencia a pensar que las cosas revestían una mayor

complejidad. No todo se resolvía dejando correr el tiempo. Y respecto a Natalia no teníabuenospresentimientos.

DeldormitoriodeRebecasólollegabaunsilencioespeso.Lahermanamayorsehabíatumbadoenlacamayjugueteabaconsuteléfonomóvil.Cualquiercosacontaldedistraerseydejardeoír ladiscusión.Nopensabaque ibaa resultaruna tarea imposible,porquepocossegundos después del momento álgido de la riña entre sus padres, oyó unos pasosapresuradosporelpasilloyCosmeentróensucuartohechounafuria.Nadamásverlesediocuentadequeseríamejornodecirlenada.

—¿Lo ves?—dijo el hombre, gritandomás de la cuenta—, ya has conseguido que tumadreyyovolvamosadiscutir.

Sequedóunpardesegundoscallado,respirandofuertementeporlanariz,comountoroiracundo,antesdeencontrarnuevosargumentosparasuenfado.

—¿Ysepuedesaberquéestáshaciendo?¿Notienesnadaqueestudiar?—Puesno,papá.Porhoy,heterminado.El padre echó un vistazo a su alrededor, como en busca de víctimas. Como era de

esperar, las encontró al instante: una revista de pasatiempos que reposaba a los pies de lacama.

—¿Yestoquées?¿Enestastonteríaspierdeseltiempo?Rebecaanalizó laposibilidadde responder,perodecidióque leconveníamásguardar

silencio.Enesemomentosumadrehizosuapariciónenelpasillo.—Vamos,Cosme.Laniñanotienelaculpa.—Claro que la tiene. ¿Crees que tiene que entretenerse con esto? Estas cosas son un

quitatiempos para vagos o para viejos, y ella no es ninguna de las dos cosas.Como si notuvieranadamejorquehacer.Luegotraelasnotasquetrae.

Erainútildiscutirconél.LomejorerahacercomoFede—laexperienciaesungrado—:apartarseydejarlepaso.Cosmearrojólamaltrecharevistaalsueloysaliódelahabitacióndesuhijaatodaprisa.Antesdeirtrasél,lamadreintercambióunamiradaresignadaconsuhijamayor.Unamiradaque significaba:«Nose lo tengasmuyencuenta.Cuando reaccione, searrepentirá.»Sinembargo,loquedijonofueeso,sino:

—Yaconoceselgeniodetupadre.Rebecasonrió.Loconocía.Losufría.Ynoledabamuchaimportancia.Cuandolapuerta

secerró,volvióajuguetearconsumóvil.Natalia,encambio,teníaunaactitudmuydistinta.Estabasentadaasuescritorio,frentea

unlibroabiertoquenoteníaningunanecesidaddeestudiar,porquecuantoenélsedecíalohabía aprendidoya.Sentada en su regazo, vueltahacia ella, estaba sumuñecamás antigua,aquellaquetrajocuandoregresódesustresdíasdeextravíoporelmonte.Lapeinabaconlosdedos,casilaacariciaba,mientraslamiradaseleperdíaenunpuntocualquieradelapared.

Sonreía. Cuanto más hirientes se hacían las frases que sus padres se lanzabanmutuamente,másseensanchabasusonrisa.

***

Lasocasionesllegantardeotemprano,sólohayquetenerlapacienciadeesperarlasyel

buenojodesaberreconocerlascuandosepresentan.LadeNataliasepresentóunatardequeestabasolaencasa.Rebecaseencontrabaenclasededanzaysuspadreshabíanidoaunadesus jornadas maratonianas de compras en el supermecado. En ese momento, se presentóBernal.LeenviabaRebeca.

—Tuhermanadicequemedeseldiscoquehayencimadesumesa.Habríaestadomuyfeohacerleesperarenlaescalera.Leinvitóapasaryleofrecióun

refresco. El resto no lo había hecho nunca, pero pensó que no se le daría mal porque laocasiónlomerecía.Bernallegustabamucho.Siemprelehabíagustado,perodesdequeeraelnoviooficialdesuhermanateníaunatractivoaúnmayor.Porsupuesto,RebecaconocíalasmalasartesdeNataliaalahoradeganarseparasílosfavoresdesuspadres,perorespectoaloqueestaba intentandoahorano teníani lamenorsospecha.Esmás,sialguien lehubieradichoquesuhermanaintentabaligarseasunoviolehabríapartidolacara.

Yésaera,nimásnimenos,lapuraverdad.Bernalpicócomounpezpicaelanzuelomásapetitoso.EntróenelcuartodeNataliaycontemplólospóstersdelasparedesconlosojosabiertoscomoplatos—la tablaperiódica,una fotodelPartenón,una reconstrucciónde lassietemaravillasdelmundoantiguo,elsistemasolar,elalfabetogriego...—:leparecieronlomásraroqueunachicadelaedaddeNataliapodíatenerensucuarto.Lonormaleraquelaschicas colgaran en sus paredes imágenes de actores de casi cuarenta años, de cantanteshorriblesy,porfortuna,efímerosydedeportistasdecuerpoperfectoyfamahorrorosa.Sesentóenlacama,pensandoenestascosas.Yantesdequepudierareaccionar,Nataliaestabasentadaasulado,elmuslodeellarozabaeldeélyunaespeciedeescalofríolerecorríaalchico la columna vertebral. Fue instintivo, llegó sin avisar: de pronto sintió unas ganasenormes de besarla. Un mechón del pelo de ella le acarició la mejilla mientras mirabanfotografíasdecuandoerapequeña.Estabamuygraciosaconsuscoletas.Selodijo.Ellariócon risitade conejoy siguiópasandopáginas: las estaciones se sucedieronenel álbumdefotos.Deprontoélreparóenundetallecurioso:

—Eslamismamuñeca.Señalaba al juguete de siempre: unamuñeca de traje raído de color burdeos, cabello

negro ensortijadoyojos azules, que se recostaba sobre la cama, apoyando la cabeza en laalmohadadeNatalia.Eralamismadesupaseoporlosbosques.

—Sí.Latengodesdequeeramuypequeña.Esespecial—dijolachica.Denuevoelescalofríoydenuevoelsuavemechóndepeloacariciándolelacara.Esta

veznosecontuvo.Noquisonipensarlo.Silohubierapensado,nolohabríahecho.Labesó.Con timidez, sin utilizar lasmanos, como si elmero contacto con los labios deNatalia lehubieraparalizado.Ellaseconformóconeso,demomento.Sabíaqueerasóloelprincipio.Esasolaidealeproducíauncosquilleodeplacerenelestómago.Elsegundobesoloinicióella. Entreabrió un poco los labios, sólo un poco, y experimentó. Era la primera vez quebesabay labesaban.Mientras intentabaaprenderamarchas forzadas,mirabaporel rabillodelojoasumuñeca,ladesiempre,quedesdesulugarjuntoalaalmohadalescontemplabaconsuspupilassinvidayparecíaponermuchoempeñoennoperderelmenordetalledeloqueallíibaaocurrir.

5

LanochedeSanJuan

RegresemosalapeornocheenlavidadeBernalydeNatalia.AquellaqueempezóenlasfiestasdeEjeadelosCaballerosyterminójuntoalanegruradeunpozo.

Losprimerosenllegarfueronlosbomberos.Dosvehículos,cuatrohombres.—Vuestrospadresvienenhaciaaquí.Contadmeloquehaocurrido—dijoelqueparecía

estaralmando.Leshicieronpreguntas.Unodeloshombressecolocóunarnésybajóalpozoarmado

conunagranlinternamientrasotrosdoslesujetabandesdearribaynoleperdíandevistaniun segundo. El que parecía el jefe pidió a los chicos que se apartaran del brocal y queesperaran en el coche a que llegara su familia.Natalia no podía dejar de llorar. Bernal lerodeaba loshombrosconunbrazo.Así lesencontraronsuspadres.Nosólo losdeNatalia.También losdeBernal llegaronallí,caminandoconprecipitaciónentre lamalezareseca,ypidieronexplicacionesasuúnicohijo,ynoenuntonomuyamistoso.

—Pero ¿se puede saber qué estabais haciendo aquí?—preguntó Alfredo, el padre deBernal.

Alchicoapenaslesalíalavozcuandoquisodisculparse.—Quería enseñarles esto aRebeca y a su hermana.Echamosmonedas al pozo de los

deseos.Bernalnuncahabíavistoasupadremásenfadado.Aquellanoche llegóadarlemiedo.

Inclusopensóqueibaapegarle,algoquenohabíahechodesdequecumpliólosdiezaños.—Túyyoyahablamosunavezdeestelugar,¿teacuerdas?Bernalasintióensilencio.—¿Yrecuerdasloquetedijeentonces?Lorecordaba.Asintiódénuevo.Supadreinsistió.—¿Yquétedije?Nadalemolestabamás,ni leheríamásensuamorpropio,quesersometidoaunode

esos interrogatorios casi policiales con que muy de cuando en cuando le atolondraba supadre. Dada la gravedad de los acontecimientos, esta vez no le quedó más remedio queresponder:

—Quenovinieraporaquínuncamás.—Exacto.Veoque lamemoriano te falla,hijo.Esome tranquiliza.¿Mequieresdecir,

entonces,porquéestabasaquí,yporquétrajisteaquíalaschicas?Bernalnoteníaunarespuestaoportunaparaeso.Estabaacorralado.Pensóquelomejor

eraguardarsilencio.Supadre,claro,nosedioporvencido.—¿Tegustanohacermecaso?¿Creesquetedigolascosasporquesí?—insistió.—Penséqueexagerabasunpoco—susurróelchico.

Eralaverdad.Recordabamuybieneldíaquesupadrelehablódelviejocaserón,delaverja oxidada, de la pajarera y del pozo.Lehabló de losmuchos años de abandono a quellevabasometidotodoaquelloy ledijoquenoeraunlugarseguro.Inclusollegóadarleaentenderquenotodoloquehabíaocurridoallíenotrasépocaspodíaexplicarsealaluzdelarazón.Porsupuesto,Bernalnodiomuchocréditoaestoúltimo.Enprimerlugar,porquesupadreeraaficionadoa leersobresucesosparanormalesy teníaunacierta tendenciaacreertodo lo que le contaban, con tal de que fuera extraño o inexplicable. También sabía que,cuandosetratabadeprotegerle,probablementecomolessucedealamayoríadelospadres,elsuyosolíaexagerarunpoco.

—Piensasdemasiado—ledijoAlfredo—yllegasaconclusionespeligrosas.YaveslocaroquehapagadoRebecaquetúdesoyerasmisconsejos.

Estoúltimofue,sinduda,loquemásledolió.QueleecharalaculpadeloquelehabíapasadoaRebeca.Noesdeextrañar:laverdad,casisiempreduele.

Aescasosmetrosdeestaconversación,FedellorabacomounaniñaabrazadaaCosme,quienparecíahacerunesfuerzosobrehumanoporpermaneceríntegro.Asulado,eljefedebomberos, visiblemente abatido, sostenía la linterna y hablaba con la cabeza algo gacha.Acababa de darles la única explicación que se le ocurría, la única que parecía razonable.Tambiénélestabadesconcertado,asustado.Enlosañosquellevabaenejercicio,nuncahabíatenido que enfrentarse a un caso así, aunque de oídas, por compañeros veteranos, le habíallegadonoticiadealgunosimilar.

Másomenos,loqueeljefedebomberoslesexplicóalosdestrozadospadresdeRebeca,ante la mirada atónita de Natalia, fue lo siguiente (me referiré a los detalles técnicosutilizandounvocabularioyunestilomásapropiadosatuniveldepreparación,lector,afindequenotepierdasniunsolodetalle):

Una persona que cae—o entra por su propio pie—en un pozo puedemorir por doscausas: la nube tóxicaque en algunasocasiones segenera en algunosde los agujerosmáshondos,yquemataconmucharapidez;oporahogamiento,algomásextraño,sobretodoenpersonas que saben nadar, pero que acompañado de otros factores, como la hipotermia acausadelabajatemperaturadelagua,oelpánicoasociadoalaclaustrofobiaoalasituaciónensímisma,noresultatandescabellado.Lacausadelamuertepuededeterminarseunavezserescataelcuerpoyselehacelaautopsia.Esoenelcasodequeaparezcaelcadáver,claro.Yése,precisamente,eraelproblema:nohabíacadáver.Elaguateníaunaprofundidaddeunoscincometros,másdeloquesueleserhabitualenestetipodepozosdomésticos,pero,segúnlasprimeraspesquisasefectuadasporlosprofesionalesallípresentes,nohabíanirastrodelcuerpo de la chica. Ahora se disponían a entrar a nado para realizar una búsqueda másminuciosa.

Lodemáseran teoríasdel jefedebomberos:Rebeca sabíanadar.Luego,enprincipio,quedaba descartada la hipótesis del ahogamiento. Lo más creíble era que se hubieraintoxicado con los gases perniciosos del fondo. Aunque esa teoría también presentabaalgunas lagunas, ya que Bernal había descendido después y no le había ocurrido nada enabsoluto.Podríadependerdeltiempoquepermaneciódentro.Sifuepoco,talvezsesalvóporlospelos.LomásprobableeraqueRebecanohubieratenidotantasuerteyque,además,nisiquierasehubieradadocuentadeloqueleocurría,poresonohabíapodidoavisar.Respectoaladesaparicióndelcuerpo,tambiénhabíaunaexplicaciónposible.Lospozossealimentan

deaguassubterráneas.Siellechodelpozoesarcilloso,parecidoaldealgunospantanos,esposiblequenosóloelaguasefiltreatravésdeél,sinoquepuedahacerdesaparecercualquierobjeto.SeconocencasosdeavionesdelaSegundaGuerraMundialquecayeronenpantanosyjamásseencontraron.Elaguasiguesucurso,hastaunrío,hastauncaucesubterráneo,unmanantial o puede que hasta elmar. Podía ocurrir que el cuerpo deRebeca no volviera aaparecer jamás. Y también que en cualquier momento lo encontraran en el lugar másinsospechado.

—Aparecerácuandolasaguasquieran—concluyóeljefedebomberos.—Cuandolasaguasquieran...—repitióNatalia,conaireausente,pensandoenloterrible

deaquellaspalabras.—Pese a todo —informó el profesional—, si en los rastreos los buzos siguen sin

encontrar nada, procederemos al desaguado del pozo. Tampoco sabemos dónde está elteléfono móvil que bajó a buscar, ni las monedas que dicen que arrojaron. Todo hadesaparecido.EstoysegurodequelaGuardiaCivilabriráunainvestigación.

LaGuardiaCivilacababade llegar,coincidiendoconlasprimeras lucesdelamanecer.Fueronellos,precisamente,quienesconvencieronalosadultosparaquesemarcharantodosasuscasas.Alprincipiolescostóacatarlaorden,perolohicieronporquenoquedabaotroremedio.

—Volveréenunrato—dijoCosme,paratranquilizarasumujer—avercómovanlostrabajosdelosbomberos.

—Teacompañaré—seofrecióAlfredo.SóloesaspalabrasconsiguieronconvenceraFededeque loúnicoquehacíanallí era

entorpecereltrabajodelosbomberos.Cuandosubieronaloscochesypartieronendirecciónal pueblo, empezaban a brillar los primeros rayos del sol. Natalia y Bernal no podían nisospechar,cuandosalierondesucasalatardeanterior,queelregresoibaasertantriste.

Tampocopodíanbarruntarnadadeloqueibaasucederacontinuación.Nohabíanhechomásquedespedirse,Nataliaaúnpensabaen laexpresióndeabatimientodeBernalmientrasveíaalejarseelcochedesuspadrescuandooyóunaseñalacústicaprovenientedesuteléfono.Acababa de recibir unmensaje. Lo primero que pensó, tal vez porque era también lomáslógico, fuequeBernaldeseabadecirlealgoynosehabíaatrevidoahacerlodevivavozodelantedeotraspersonas.Sinembargo,elcorazón lediounbrincocuandovioquenoeraBernal quien se comunicaba con ella. Tuvo que mirar un par de veces la pantalla de suteléfonoparacerciorarsebien.Loqueestabaviendoera,sencillamente,imposible:elmensajeproveníadelmóvildeRebeca.

Alprincipiosedejóllevarporlaemocióndepensarquesuhermanaestabavivayquetodohabíasidounajugarreta,unabromaounaccidente,quelascosasvolveríanasucauce.Perocuandoleyóelmensajesupoqueapartirdeesedíaempezabaalgoterriblecuyoalcancenolograbacomprender:

Prepárate,hermanita.Estonovaaquedarasí

6

EzequielOsorio

EnlosdosmesesquellevabaBernaltrabajandocomovoluntarioenelcentrodedíanohabíaoídolavozdeEzequielOsorioniunasolavez.Solíaverlesiempreenelmismosillónjunto a la ventana, con lasmanos cruzadas sobre el regazo y lamirada extraviada en lasbaldosasdelsuelo,sinhacernada,salvorespirarprofundayruidosamente.

—Llegatodaslasmañanasy,sincruzarpalabranisaludaranadie,sesientaahíyhacecomoqueduerme,peroestáatentoatodo,estoysegura.Creoquenohablaporquelagente,en el fondo, lemolesta, quiere que le dejen en paz.A veces no cambia de postura durantehoras,ynose levantahastaqueoyeelavisodelcomedor. Jamásconversaconnadie.Si lepreguntas algo, con suerte se limita a menear la cabeza—le explicó una vez una de lascuidadoras.

Siemprequepodía,Bernalechabaunamanoenelcomedor.Servíalosplatos,recogíalavajilla sucia, ayudaba a cargar los lavaplatos o pelaba patatas. Cualquier cosa en la quepudiera ser útil le parecía bien.Aunque él prefería servir comidas, o repartir pan o agua,porqueesolepermitíaobservaralosancianos.EspecialmenteaEzequielOsorio.

Comprobóque cuanto se contabade él era cierto.Eraunhombremásque reservado:casi mudo. Jamás charlaba con el personal ni con sus compañeros. Más aún: ni siquieramiraba a las personas con quienes compartía mesa, ni a quienes le llenaban el plato decomida. Si le preguntaban algo, respondía afirmativa o negativamente con unmovimientobrevedelacabeza.Silacuestiónnopodíaresponderseconunsíoconunno,fingíanohaberoídonada.Lamayorpartedeltiempolopasabaenelsillón,conlamiradafijaenelsuelo.Lomismo durante la mañana que durante la tarde, hasta que las trabajadoras anunciaban quehabíallegadolahoradecerraro,sólodetardeentarde,alguienveníaporélyselollevabacincominutosantesdequesecerraraelcentro.Solíaserelúltimoenmarcharse,ytambiéndelosprimerosenllegar.Supersonalidad,quellamabalaatenciónacuantosleconocían,seconvertíaamenudoenelcentrodelasconversaciones.

—Duermeenlaresidenciamunicipaldebeneficencia,adoscallesdeaquí.Elrestodeltiempo,yavesloquehace.Parecequenotieneanadie—dijoundíalaencargada,talvezlapersonaquemejorconocíaaEzequieldecuantastrabajabanallí.

—Aalguiendebedetener—discrepóotra—.Pasareldíaaquícuestaunbuendinero.Nocreoqueélpuedapermitírselo.

Lasotrascuidadorasparecierondetenerseunossegundosameditarlacuestiónmientrasasentíanensilencio.

—Noparecedemasiadomayor—observóBernal.—Noloes.Debederondarlossesenta.Asuedad,muchagentetodavíaestátrabajando.

Peroélestámaldeaquí—lacuidadoraapoyósudedoíndicesobreunadesussienes—desde

hace un montón de años. Ha pasado más de media vida en psiquiátricos. Desde que lediagnosticaronlaenfermedad.

—¿Quéenfermedad?Lamujerseencogiódehombros.—Cuantorodeaaestehombreesunmisterio.Nadiesabequélepasaenrealidad.ABernal ledespertabaunaenormecuriosidad lahistoriadeEzequielOsorio.Poreso

siempre procuraba ser él quien le llevaba el pan o le retiraba el plato, todo con tal deobservarle. Sin embargo, pronto se dio cuenta que observar a ese hombre era igual deaburridoquedetenersedurantesemanasfrentealmismocuadro:nadacambiabaenéljamás,sediríaquerepetíadíatrasdíalosmismosmovimientos,elmismonúmerodepasosyhastalamismacantidadderespiraciones.Jamáscambiabadeexpresión,jamáshacíanadanuevoy,porsupuesto,jamáspronunciabapalabra.Enresumen,nohabíaenélabsolutamentenadaqueobservar.

Hasta finales de agosto no regresó Bernal al centro de día. Cuando lo hizo, todospudieronobservarqueestabamásdelgadoyquebajo las líneasdesusojossemarcabanaperpetuidadunpardeojerasazuladas.TodossabíanloquehabíaocurridoaRebecaAlbás,ylaimplicaciónqueenellohabíatenidoelchaval.Lanoticiahabíacaídoenelpueblocomounmazazo.Enelcentrotodoelmundoseesforzóensermuyamableconél.Sinembargo,nadiese atrevió a mencionar el asunto. A lo sumo, hubo quien le preguntó cómo estaba y sinecesitaba algo. En el fondo, él lo prefería así: estaba harto de hablar de Rebeca con laGuardiaCivil, con suspadres, con losbomberosy con lospsicólogosaquienes lehabíanobligadoaverdurantelasúltimassemanas.Loquemásagradecíaahoraeraquelagentesecomportaraconabsolutanormalidad,comosinadahubieraocurridojamás.

SóloEzequielOsoriohabíamodificadosuconductahabitual.—Hapreguntadoporti—ledijoaBernallacuidadoradesiempre.—¿Ezequiel?¿Hahablado?—Nosquedamostodassorprendidísimas.Creoqueeneltiempoquellevoaquí,nuncale

habíavistointeresarsepornadie,ymuchomenosformularunapregunta.—¿Yquédijo?—Quería saber si ibas a volver. Le dijimos que sí.Al día siguiente preguntó cuándo.

Comonolesupimosdecir,nohavueltoapreguntarnosnada.Lacuidadorasereservóunaparteimportantedelainformación.Noledijo,porejemplo,

quedurantelosdíasdesuausencia,EzequielOsoriohabíapermanecidomuyatentoasucaso.Había leído la prensa todos los días. Eso le forzó a cambiar su sillón habitual junto a laventanaporunadelasmesasdelabiblioteca.Leíaconmuchaatención,ymásdeunavezlesorprendieron interrumpiendo la lectura para levantar la vista ymurmurar lasmismasdospalabras:

—Otravez.Lasdecíadespacio,enunsusurroyconlarespiraciónjadeantedequienrealizaungran

esfuerzo, como si le costaramucho articularlas. En realidad, se las repetía a sí mismo, ynadiesabíamuybienaquéseestabarefiriendo.Levantabalavistadeprontodelperiódico,mirabahaciaalgúnlugarindeterminadodelespacioydecía,lentayentrecortadamente,comosipronunciarunassencillassílabaslecostaraunesfuerzoenorme:

—Otravez.

Ezequiel,quesolía leer laprensaadiario,sabíabienqueelcuerpodeRebeca,másdesesenta días después, aún no había aparecido. Los bomberos y las fuerzas de seguridad,incluidounequipodelapolicíacientífica,habíanrastreadolazonadurantedías,sinningúnéxito.Elpozosevació,perodeRebecanoapareciónirastro,ytampoconingúnobjetoquepudieradaralgunapistaacercadesuparaderoo la suertequehabíacorrido.Tampocodelteléfonoode lasmonedasse tenía lamenornoticia.Nofaltóquienaportóunaexplicaciónmás o menos técnica del caso, justificando la desaparición del mismo modo que aquellanochelohabíahechoeljefedebomberos:latierraespermeableyloscuerpossehundenenelbarro;lomásprobableeraquehubieraunacorrientesubterráneabajoelpozoyquetengafuerza suficienteparaarrastrarcualquiercosaquepuedacaerenella.ElcuerpodeRebecaaparecería,peroeraimposiblesaberdóndenicuándo.TambiénhabíaseguidoEzequielconmucho interés lasnoticiasacercade lamisadedifuntosqueelpárroco,quienconocíaa lachicadesdequelabautizó,seempeñóenoficiarenlaiglesiadelpueblo.Fueunaceremoniaíntima:sólolafamiliayunospocosamigos.ABernalseleveíaenlafotomayordecuantasilustrabanlanoticia,juntoaNataliaylospadresdelaschicas.EzequielpasósudedoíndicesobreelrostrodeCosme,queleparecióenvejecidoyflaco,ysusurróentrecortadamente:

—Otravez.Habíamásgenteenelbancodelaiglesia,todosconelrostrodesencajadoporeldolor,

peronofuecapazdereconoceranadiemás,seguramenteporqueaquellosmiembrosde lafamilia a quienes él recordaba hacíamucho tiempo que habíanmuerto y losmás jóveneshabíannacidocuandoélyaseencontrabaapartadodelmundo.

Bernaltardómuchoenatreverseahablarlealviejo.Aqueldíanoletocabarepartirlosplatos,sinollenarlosenlacocinaydepositarlossobrelasbandejasconruedasparaqueotroslos distribuyeran. Hubo de esperar al final, a que todos hubieran almorzado y la cocinaestuviera recogida. Sólo entonces se acercó a la mesa donde Ezequiel parecía leer elperiódicoyledijo,conunhilodevozqueeltemorhacíaaúnmásdébil:

—Mehandichoquepreguntópormí—ledijo—.Gracias.Ezequiellevantólavistaconmuchalentitud.Teníalosojosenrojecidospormultitudde

pequeñas venitas y cargados de una tristeza casi tan vieja como él, que no todo elmundohabríasabidoreconocer,peroBernalsílohizo.Eranojoscasisinvida,ojosdegrananimalmarino.Arrugascomosurcossubrayabansuexpresión.Loslabiosresecosletemblaronunpococuandolemirófijamenteparadeciramediavoz:

—Túerescomoyo.ABernal le impresionóelmodoenquesucediótodo,comoacámaralenta.Lavozde

Ezequieleragraveycavernosacomocorrespondeaquienllevamuchosañossinhablar.Encuantoelancianohubopronunciadocongrantrabajoaquellaspalabras,aBernalleparecióque sus ojos viejos se anegaban en lágrimas, tal vez por el esfuerzo realizado.No estuvoseguro, porque el hombre apartó la mirada y regresó a su periódico, ignorándole porcompleto.Desde esemomento, y durante el resto del tiempo queBernal permaneció en elcentro,Ezequielsecomportócomosinoestuvieraallí,comosidehechonadiemás,sinoél,existierasobrelafazdelaTierra.Exactamenteigualquehacíasiempre,porcierto.

Sóloloparecía.Ezequielnoteníaningúninterésenignorarle.Yano.

***

Desde la misma noche del pozo, a Bernal le parecía estar viviendo una pesadilla.

Primerofuelaincredulidad,laimpotenciaanteloirremediable.Luegovinoelsermóndesupadre,losreproches,lasmalascarasquehabríandedurardías.Yaquellamismanoche,sindarle tiemponiparaunbreverespiro,aquella llamadaenqueNatalia,histérica, ledijoqueRebecaestabamandándolemensajesalmóvil.Fueelcolmo.Elchicointentóbuscarpalabraspara tranquilizarla. Le recordó que era imposible que alguienmandaramensajes desde unteléfono que había caído al agua. Intentó convencer a la pequeña de losAlbás de que, pormuchoquelodeseara,eramejorquesehicieraalaideadequeRebecanoibaavolver,niacomunicarseconelladesdeningunaparte,queesascosasnoocurrenenlavidareal,sóloenlaspelículasdemiedoyenlaspesadillas.

Yañadió,enunintentoporhacerleverquecompartíanlamismaangustia:—Yotambiénlavoyaechardemenos.Sinembargo,mientraspronunciabaestaspalabrasleparecióadvertirquelaangustiade

Natalia eramuy distinta a la suya. Ella prefería que su hermana se quedara donde estaba,dondequieraquefuera.

—Notienesqueecharlademenos—ledijoellaconvozmeliflua—.Ahorametienesamí.

Unasolafrasepuedehacernoscomprenderdeprontomuchascosas.AquellaspalabrasdeNatalialehicieronverquedebíaalejarsedeella.Nopodíaencontrarunaexplicación,perolosentíanecesario.Quizásisólohubieransidoamigos,sinuncahubierahabidounprimerbeso,nialgunascariciasfurtivasbajolaropacadavezqueseencontraban,talvezsinuncahubierantraicionadoaRebeca,ahoratodoseríadiferente.Natalia,porsupuesto,noopinabalomismo:

—¿Nomedicesnada?—preguntó,entonoimperativo.—Esmuytarde,Naty.Yahablaremos.—Bueno—cedióella—,tellamarémañana.Bernalnoseatrevióadecirlequenopensabacontestaral teléfonosiveía sunúmero,

comotampocopensabaverlaaldíasiguientenialotro.Noledijoqueestabamuycansadodetodoaquello.Sinembargo,Nataliasereservabaunaúltimapregunta,igualquelospistolerosguardanunabalaenlarecámara.Lasoltóabocajarro:

—¿Tesigogustando?Bernalnotuvovalorparadecirlelaverdad.Además,lapsicólogaselohabíarecomendado:«Esmejorquetealejesdetodoloquete

recuerdeaRebeca.»Yledio laexcusaperfecta,claro.Asímismose losoltóaNataliaporteléfono,unosdíasdespuésdequedarsesinrespuestaantesupreguntarepentina:

—Lapsicóloganoquierequetevea.Peroellanoeratonta.—Estásmintiendo—replicó—.Quiennoquierevermeerestú.Admítelo.BernalnoestabadispuestoaadmitirnadaquepudieraenojaraNatalia.Noteníaganasde

líos.Enrealidad,noteníaganasdenada.Sideélhubieradependido,sehabríatumbadoenlacamayhabríadormidovariosmeses,comohacenlosososeninvierno,sinquerertratoscon

nadie.—Esteestadodeapatíaesnormaldespuésdeunaexperienciatantraumáticacomolaque

havividosuhijo—diagnosticólapsicólogaalhablarconsuspadres—.Loúnicoquepuedenhacerporélestratarleconcariñoynoexigirledemasiado.

Suspadresselotomaronalpiedelaletra.Sideverdadnohubieraestadotandeprimido,aquéllashabríansidolasmejoresvacacionesdesuvida:dormirhastaqueledabalagana,notener que oír a su padre a todas horas recordándole que no debía perder el tiempo —einvitándole,conmásomenoscordialidad,atrabajarconéleneltaller—,pasarlargosratosjugandoconlavideoconsola,oviendosuspelículasdevideofavoritas...Sóloamediadosdeagosto,másdeunmesdespuésdelanochedelpozo,empezóasentirsemejor.Sólodíasmástardesevioconfuerzasparaenfrentarsedenuevoalanormalidad,regresandoasuactividaden el centro de día.Al hacerlo fue como si hubiera roto unmaleficio: de algúnmodo, leparecióquelapesadillaenlaquellevabatantotiemposumergidoempezabaatocarasufin.

Entonces tropezó con los ojos sin expresión de Ezequiel Osorio. Bernal no podíasaberlotodavía,perosupesadillanohabíahechomásquecomenzar.

***

Hubo un tiempo en que EzequielOsorio era un joven parlanchín y risueño, capaz de

encandilar a cualquiera con su simpatía, además de bastante guapo. No tuvo ocasión deestudiar, como les sucedía con frecuencia en aquellos tiempos a los hijos de familiashumildes, y con poco más de trece años entró como aprendiz en la única ebanistería delpueblo,dondeprontodemostróqueteníabuenasmanosyunagranambición.Alosquinceyasoñaba con poseer su propio negocio, algo que sin duda habría logrado si no hubieraocurridoalgolobastantegravecomoparacambiarporcompletoelcursodesufuturo.Ynosóloelsuyo:cuandoaquellosucedió,Ezequielteníanoviadesdehacíadosaños.Alprincipio,surelaciónnohabíasidobienaceptadaporlospadresdeella,queesperabanquesuhijasecasaraconunmédico,ounabogado,peroenlosúltimostiempostodoparecíairvolviendoasulugar:susfuturossuegrosibancomprendiendolasituación,oseresignabanaellaytantoélcomosunoviaseatrevíanahablardeboda.Elfuturoparecíarendidoasuspies,dispuestoa acatar todos sus planes: la boda, un taller de ebanistería propio, los hijos queinevitablementevendrían...

Sinembargo,lascosashabríandesermuydistintasparalajovenpareja.CuandoBernal le conoció, EzequielOsorio tenía sesenta y tres años y en su vida no

parecíahabernipasadonifuturo.Sólounpresenteabsurdohechoabasededejarpasarlashoras en el sillón de la biblioteca, esperar pacientemente su ración de comida y retirarse,llegadoelmomento,asuhabitaciónenlaresidenciamunicipal.AunqueBernalsiempresupoquehabíaalgomás.Supo,inclusoantesdeempezaraconocerlaverdad,queEzequielOsorionosiemprefueasí.Supoquealgopasó,muchosañosatrás.Algoterrible.Bernallemirabacondisimulomientrasrepartíacomidas,oacompañabaaalgúnancianoalcuartodebaño,ynopodíaevitarsentirhaciaélunaprofundacompasión.Habríadadocualquiercosaporsaber

quéseescondíaenelcerebroenfermodeEzequiel,quélehabíaconvertidoenquienera—unsersinpalabras,singestos,sinamigos,sinvida—,quéterriblessucesosdelpasadolehabíanrobadotodosuporvenir,quécosasincreíblesguardabaenlatrastiendadesumemoria,siesquehabíaretenidoalgodeotrasépocas.

—Nadievieneaverlenunca...—dijounavez,pensandoenvozalta, frenteaunpardeenfermeras.

—Noesextraño—respondióunadeellas,lamásjoven.—¿Porqué?¿Notieneparientes?Laenfermeraresopló.—NadiequiereserparientedealguiencomoEzequiel.Enparte,esaantipatíaquedespertabaenlosdemásylasoledadenlaquevivíaeranlos

principales motivos que encontraba Bernal para acercarse a Ezequiel Osorio. Él nuncacomprendió cómo se puede abandonar a un ser querido cuando tiene problemas.Además,Ezequiel leerasimpático,ysabíaqueesesentimientoeracorrespondido,delmodoenqueEzequiel era capaz de corresponder. Por eso continuaba con su costumbre de llevarle a suamigo silencioso una taza de café cada tarde. Se sentaba junto a él y le dirigía la palabra,aunque sabía que no le iba a responder. Sin embargo, Bernal se daba cuenta de que leescuchaba.Aunquesemantuvieracallado.Poresocontinuabahablándole.Eramuchomásdeloquehacíaelrestodepersonaldelcentro.Ezequiellemirabaconsuspupilassinbrilloy,comomucho,pronunciabacongranesfuerzoylentitudlasmismasdospalabrasdesiempre:

—Otravez.Cuandosóloledevolvíasilencio,Bernalloimaginabacargadodemotivosquehubiera

deseadoconocer.Nosabíaentoncesqueparallegarasusmásíntimosmotivos,parallegaraentenderaEzequielOsoriocomoasímismo,sólonecesitabaesperar.Enalgunaocasión,alprincipio,Bernalalbergólaesperanzadellegaraentablarunaconversaciónconsuextrañoamigo.

Ezequiel permanecía horas dejándose calentar por la luz del sol que entraba por laventana, con laspiernasextendidasy lasmanosentrelazadas sobreel regazo.Yano leía laprensa del día, como había hecho en las últimas semanas, porque sus cuidadoras no se lopermitían:

—Arrancabapáginasdelosperiódicosantesdequelosleyeransuscompañeros.Hubotantasquejasquetuvimosqueprohibírselo,pormalusodelmaterialcomún—leexplicaron.

Noleimportabaqueletratarancomoaunniño.EzequielOsorioaguardaba,dormitabaodejabalamiradaperdidahastaquealguienanunciabaquehabíallegadolahoradecerrar.Entonces se levantaba con mucha lentitud, se sacudía de los pantalones algunas motas depolvo inexistentey salía, con la cabezabajayarrastrando lospies, endireccióna la calle,dondenuncaleesperabanadie.

—¿Ycómosabeadóndetienequeir?—preguntóunavezBernal,llenodecuriosidad.—Porquenoestonto.Sóloestáunpocochiflado.Entre el personal del centro no faltaba quien esgrimía opiniones mucho menos

comprensivas:—A ése lo que le pasa—dijo una vez la cocinera, una mujer de carácter temible y

modales escasos— es que encontró hace muchos años la manera de vivir del cuento. Enrealidadesmáslistoquetodosnosotros.Subsistesindarunpaloalagua.

Durantemucho tiempo recordaría Bernal los detalles de la última tarde en que vio aEzequielOsorio.Aunqueenaquelmomento,porsupuesto,nosabíaqueeralaúltimayqueloúnicoqueestabaintentandosucalladoamigoeradespedirsedeéldealgúnmodo.

Lascosasocurrieroncomodecostumbre:Bernal llegóalcentroa lahoradel repartodelalmuerzo.Aqueldíalepidieronquedistribuyeralasbebidas,demodoquesepasótodoeltiempo empujando el carrito, sirviendo agua, vino con gaseosa, naranjada o leche a losmismos comensales de todos los días. Al pasar junto a Ezequiel Osorio, sin preguntar niesperarenvanoaqueelhombreeligierasubebida,Bernallesirviómediovasodevino.

—Seguroquelegusta,estámuyrico—susurró,guiñándoleunojo.Noestuvoseguro,peroporunmomentoleparecióqueEzequielqueríasonreír.A la hora del café se sentó frente a él, como siempre, sin decir nada. Era un poco

absurdotratardeconversarconunhombrequejamáspronunciabapalabra.PoresoBernalyanitansólolointentaba.Selimitabaahacerlecompañíamientraselhombretomabasucafé,yluegosemarchaba.Aqueldía,sinembargo,sediocuentadequeEzequielOsorioestabamuyinquieto.Seremovíaenelsillónjuntoalaventana,cruzandoydescruzandolaspiernas,ysurespiraciónparecíaagitadaynerviosa.Durantelacomidaapenashabíaprobadobocado.Delmismo modo, ahora abandonaba su café sobre la mesa auxiliar. Aunque había en él unanovedadmuchomásevidente:sumirada.Aqueldía,nobajólosojosniunasolavez,nosedetuvoen la líneade lasbaldosas,nocerró lospárpadosparadormitar,comotantasveces.Aqueldíaestabaatento,comoacechante,ymantuvosuspupilasfijasenlasdeBernaltodoeltiempoquepermanecieronjuntos.Lemirabacontalinsistenciaqueporuninstantealchicolepareció que quería decirle algo. Se lo preguntó, casi sin darse cuenta de lo absurdo de suiniciativa.

—¿Quierehablar,Ezequiel?EzequielOsorioletomólasmanos.Fueungestobrusco,queleencontródesprevenido,

comoeldeuncazadorqueagarraasupresacuandomenosseloespera.Dosmanazascálidasaprisionaronlassuyas.Dosojosgriseslemirarondehitoenhito.Ydepronto,enunsusurroentrecortado, con el esfuerzo habitual al articular, Ezequiel Osorio pronunció una fraselarguísima:

—Noentreseneldesvándelasmuñecas.Lo dijo despacio, casi sin aliento.Bernal aguardó unos instantes, por si quería añadir

algomás,convencidodequeelmensajeestabaamedias.SólocuandosediocuentadequeEzequielnoteníaintencióndecontinuar,preguntó:

—¿Quéquieredecirme?Pero el hombre respondió estrechando aúnmás el abrazo de susmanos con voz casi

inaudible:—Noteolvides.Deprontoexperimentóunaespeciedesobresalto,comosihubiera recordadoalgo.Se

llevó la mano a uno de los bolsillos de su pantalón y extrajo un objeto de considerablesdimensiones.TomólamanodeBernalydepositósobresupalmaunallavedehierro,grandeyoxidada.

—Escóndela—dijo,enunúltimoesfuerzo,conunsoplodevida—.Quenadielause.Acontinuaciónsedejócaersobreelsillón,desfallecidoyrespirandocontantadificultad

queporunmomentoBernal temióquefueraaahogarse,ycerrólosojos.Laconversación

habíaterminado.Nopronuncióniunapalabramás.DuranteelrestodeldíalediovueltasBernalaloquehabíaocurrido.Mirabalallaveyse

preguntabaaquécerradurapertenecería,siEzequielselahabíadadoconalgunaintencióno,simplemente, no sabía lo que se hacía. Por la noche, su cabeza no le liberó de suscavilaciones.SoñóconEzequiel, con la llavey conel enigmáticodesvándel cual lehabíahabladosuamigo.Sedespertóempapadoensudor,conlasensacióndequealguienleestabaobservandodesdelaoscuridaddesucuarto.Lanocheeramuycalurosa.

Al día siguiente, Ezequiel Osorio no apareció por el centro. Tampoco al otro, niningunode losdíasde esa semana.Nohubodía enqueBernalnopreguntarapor él, peronadiesupodarlenoticiasdesusilenciosoamigo.Fueentoncescuandoempezóadarsecuentade que la suerte que corriera Ezequiel no le importaba a nadie. Algunos incluso parecíanhabersequitadounpesodeencimadesdequeelhombrenoibaporallí.Apesardeeso,élnodejódeinteresarse.

—¿SabéissileocurrealgoaEzequielOsorio?—Estaráenfermo.Cuandoserecupere,volverá—fuelarespuestamásconvincenteque

obtuvo.Pero Bernal era testarudo y aquella hipótesis no le parecía lo bastante creíble para

aceptarla sin más. Decidió investigar por su cuenta. Conocía la residencia donde vivíaEzequiel.No estaba ni a diezminutos de allí, demodo que un día, al terminar su trabajo,decidiódarunpaseoyhacerleunavisitaasuamigo.

Ellugarrecordabavagamenteauncolegio.Unopequeño,quealguienhubieraolvidadolimpiardurantemuchotiempo.Habíabiblioteca,comedoryunaespeciedesaladereuniones,todoconeseaireasépticodeloshospitales.Alospocosquetrabajabanallíselesreconocíaconfacilidadporquevestíanbatasdecolorines,comolosmaestrosdelosniñospequeños,oblancasyverdes, como lasenfermerasy losmédicos.Todosparecían tenermuchaprisaoestardemasiadoocupados.Bernaltuvoqueesperarunratoantesdedirigirseaunodeellos,unhombrejovenquien,dedujoporsumododevestir,debíadeserunenfermero.Ysipudohacerlofueporqueelhombreleviodetenidoenmitaddeunpasilloyseacercóapreguntarlesibuscabaaalguien.

—MegustaríaveraEzequielOsorio.—¿Eres amigo suyo? —preguntó, como si le pareciera muy extraño que Ezequiel

tuvieraamigos.—Sí.—Aguardaunmomento,porfavor.El enfermero desapareció tras una de las puertas que daban al pasillo. Bernal estuvo

esperandounbuenrato.Otalveznofuetanto,peroaéllosminutosselehicieroneternos.Cuando el hombre vestido de verde reapareció, le hizo una seña para que se acercara. Lapuertaeradecristaltraslúcidoysobreellaseleía:«Dirección.»

—Pasa—invitó—.Ladirectoraquierehablarcontigo.Ladirectoralerecordóaalgunasdelasprofesorasmásantipáticasquehabíatenidoen

suvida.Nadamásverleentrar,se libródeunasaparatosasgafasdemonturadoradaquesesosteníancomoporartedemagiasobrelapuntadesunarizylasdejósobrelamesa.Durantesubreveentrevista,lamujernosonrióniunasolavez.Eldespachoeraigualdefríoqueelrestodelasdependenciasdeaquellugar.

—DicePacoquepreguntasporEzequiel—comenzólamujer—.Imagino,pues,quenotehasenteradodeloquehaocurrido.

Bernalempezóatemerquesuamigonoestabaenfermo,sinoalgopeor.Seencogiódehombrosydejóqueladirectoracontinuara.

—No teniegoquemeextrañaqueEzequiel tuviera amigos.En todoel tiempoquehavividoconnosotros,jamásnadiehabíapreguntadoporél.¿Puedosaberdequéleconocías?

NoseleescapóaBernaleldetalledequeladirectoranohablabaenpresentecuandosereferíaaEzequielOsorio.

—Soyvoluntarioenelcentrodedía.—Ah, vaya. Ezequiel pasaba allí muchas horas, lo sé. No soportaba quedarse con

nosotros.Nosellevababienconelrestodelosinternos.Eraunhombredifícil.—Allítampocotienemuchosamigos,quedigamos—explicóBernal.—Meextrañaqueno tehayasenteradode loocurrido.Hasalidoen losperiódicos—

prosiguióella.—Yonoleolosperiódicos.—Puesdeberías.Bernal empezaba a desear que aquella conversación terminase. También empezaba a

entender por qué Ezequiel no quería permanecer en aquel lugar más de lo estrictamentenecesario.«Seguroqueerapornotenerquesoportaraladirectora»,pensóBernal.

—Ezequielsehaescapado—dijoentoncesella,algoabruptamente—.Notenemosnilamenor idea de dónde está. Por aquí lleva tres noches sin aparecer y ya no creemos queregrese,másdespuésdeloquehahecho.

—¿Quéhahecho?—preguntóBernal,llenodecuriosidad.No creía a Ezequiel capaz de nadamalo,más bien al contrario. La directora hizo un

gestoconlamanocomosiapartaraunamoscaantesderesponder:—Siquieresconocerlosdetalles,búscalosenlaprensadeestosdías.Amímerevuelve

elestómagohablardeesteasunto.LaprimerareaccióndeBernalfueseguirhaciendopreguntas,perosuolfatoleadvirtió

de que no iba a servir de mucho. Obedeciendo un impulso repentino que no se detuvo ameditar,formulólasiguientecuestión:

—¿Puedoversuhabitación?Sinduda,lamujernoesperabaunapreguntaasí.Poresotardóunpocoenresponder:—Bueno.Imaginoquenohayinconveniente.Esposiblequeinclusopuedasayudarnos.

¿ConocíasbienaEzequielOsorio?—Nodemasiado—respondióBernal—.Casinuncahablaba.—Paco,por favor, acompañaal chaval aver la camadeOsorio.—Elenfermero,que

hasta esemomento había permanecido a la espalda deBernal, se adelantó de inmediato—.Lamento haberte dado tan malas noticias sobre tu amigo —se despidió la directora,colocándose de nuevo las gafas sobre la punta de la nariz—.Vuelve si necesitas cualquierotracosa.

Pacoleguióensilencioatravésdelosblancospasilloshastaunadelashabitacionesdelaplantabaja.Eraunaestanciaespaciosaenlaquesealineabansinestrechecesmediadocenadecamasdeestructurademadera.Bernaltratabadeidentificarladesuamigo,preguntándosesiseríacapazdedesentrañarelmisterioalquesehabíareferidoladirectoradelaresidencia.

No le hizo falta que su acompañante le indicara cuál de las camas era la de Ezequiel. Lahabríareconocidode todas todas,ynosóloporqueera laúnicaquepresentabauncolchóndesnudo,sobreelquereposabaunacajaconunospocosobjetospersonales.Habíaalgomás,muchomásinquietante,queforzóaBernaladetenerseensecoencuantolovio.

—Aesosereferíaladire—dijoPaco,observandoelrincónqueocupabalacama—.Nosabemosquésignifica.¿Losabestú?

—Notengoniidea—respondióBernal.Elritmodesucorazónsehabíaaceleradodenuevo.ContemplabalacamadeEzequiel

comosihubieravistounfantasma.Enrealidad,tratabadepensar,derecordaralgúnindicio,alguna pequeña pista que su amigo pudiera haber dejado caer en los últimos días, y noencontrabanadaqueexplicaraaquello.Frenteaellos,enlaparedjuntoalaquereposabalacama que fue de Ezequiel, había una gran inscripción en gruesos trazos de pintura negra.Sólo una palabra, poderosa y enigmática, trazada en letras de gran tamaño por la manotemblorosadeEzequiel,sólounashorasantesdedesaparecer:

LUZ

Bernal no logró apartar de sus pensamientos a Ezequiel Osorio ni un solo instante.Durante la cena estuvo más callado que de costumbre. Dentro de su cabeza revoloteabandemasiadas preguntas sin respuesta. Se acostó temprano, sin ganas de nada excepto de quellegaracuantoanteselamanecerpara irenbuscade losperiódicosde losúltimosdías.Noqueríaconsultarlosenelcentro.Depronto tenía la impresióndeque todoelmundoallí leocultaba algo. Prefería visitar la biblioteca municipal y leer a sus anchas, sin miradas nipreguntasquenoleapetecíaatender.Contantascosasenlacabeza,diomuchasvueltasenlacama antes de conciliar el sueño.Hacía un calor sofocante y las sábanas se le pegaban alcuerpo. De la calle llegaban músicas alegres, de esas que se ponen de moda todos losveranos,peroél lasoíacomosiprocedierandeotroplaneta.Antesdecerrar lospárpadosincluso sintió unas repentinas ganas de vomitar. Como si la cena se le revolviera en elestómagoalritmodelacancióndelverano.Pero,apesardeesasensación,logródormirse.

Comonopodíaserdeotromodo,tuvounsueñoinquieto.Lanáuseanodesaparecíadeltodoyelcalorparecíamultiplicarla.Bajosuspárpadoscerradosempezaronasucederselasimágenes, con esa viveza que caracteriza lo que vemos en sueños.Ahí estaba la verja delviejocaseróndelosAlbás,yeljardínllenodemaleza,yloscaminosintrincadosporlosqueseaccedíaalaexplanadadeloscarruajesylagranpajareradonderevoloteabancentenaresdemariposas,y laestatuavigilantedelhombreembozadoy,másalláde todo,elpozo,dondeconvergíanahoratodossustemores.Vio,conlanitidezdeunaalucinación,llamasinmensasdevorándolotodo.Vioelagujerooscurodelbrocal.Tropezóysesintiócaerporélalvacío.Aterrizódegolpe,enelfondodeunpozoseco.Recordóquelosbomberoshabíanhabladodedesecarlo, en un intento inútil de dar con Rebeca. Aunque no fue hasta descubrir que laescalera lateral había desaparecido, que no tenía escapatoria, cuando comenzó a sufrir elmiedo,elterrorqueproducelaoscuridadabsoluta.Lasganasdevomitaribanenaumento.Enesemomentolooyó:unarespiración,casiunjadeo.Asuespalda,muycerca.Noestabasoloenelagujero.Unalientotibiolerozabalapieldelanucaalcompásdeaquelsonidomacabro.Sediolavuelta,extendiólosbrazos,peroallínohabíanadamásquenegrurayunfuerteolor

ahumedad.Eneseinstante,algoledespertó.Uncrujidoseco.Bernalabriólosojosdepronto,sobresaltado. Y le vio con toda nitidez: desnudo, los huesos dibujados bajo su pielapergaminadaygris,losojosinyectadosensangreyunhilodebabaviscosacolgándoledela comisura de los labios: era Ezequiel Osorio. Estaba sentado a los pies de su cama,envaradoyensilencio,sólosusojossemovían,suspupilasseclavabanenélconexpresióndefuria,odeterror,odeangustia.Teníaunamarcaazuladaalrededordelcuello,enformadecollarmacabro. Lamarca de los ahorcados. Luego pareció querer hablar. Su boca era unagujeronegro.Apesardequenoprodujosonidoalguno,Bernalpudoleerensuslabiosloqueestabadiciendo.Lohabríaadivinadodetodasformas.

—Otravez.El chico cerró los ojos unmomento y sintió de nuevo las ganas de vomitar. Cuando

volvió a abrirlos, Ezequiel había desaparecido. En su lugar, su madre, en pijama ydespeinada,lemirabaconinquietud.

—Notepreocupes,hijo—dijo,poniéndolelamanoenlafrente—.Tehabrásentadomallacena,enseguidalorecogemos.

Nosupoaquésereferíahastaquevioenelsueloelemplastomalolienteymarrón.Seextendíasobrecuatroocincobaldosas,eralamanchadevómitomásasquerosaymásgrandequehabíavistoensuvida.Sucorazónparecíaquererescaparsedesucavidadtorácica.

***

Elsilencionosiempreesigual.Eldelabibliotecamunicipalduranteelmesdeagosto

eraelsilenciode lascosas inertes:ademásde labibliotecariayalgúnqueotroancianosinfamilia, nadie se dejaba ver por allí en los meses de verano. Bernal agradeció aquellasoledad,que lepermitióconsultar losperiódicossinningúncontratiempo.Nisiquiera tuvoqueesperarsuturno:eraelúnicolectorqueseinteresabaporlaprensadelaúltimasemana.Unas cuantas mesas más allá, se veía a un señor mayor, dormitando sobre un diariodeportivo.

Supoca experiencia como lectordeperiódicos le impedía saber enqué seccióndebíabuscar la noticia acerca de lo que Ezequiel había hecho. Como tampoco sabía en quéperiódico se había publicado, pidió todos los que había disponibles. La biblioteca estabasuscrita a tres periódicos de información general, los tres de alcance nacional, y a dosdeportivos.Labibliotecaria le señaló laspilasdondesedepositaban losdiariosdelmesencursoantesdeserllevadosalahemeroteca.Noteníamásqueconsultarlosqueleinteresaranydejarlosluegoenelcarritodelmaterialporarchivar.

Bernal empezó a pasar las páginas con lentitud, revisando las noticias una por una.Estabaconvencidodequeconestodeconsultarlaprensaibaapasarcomoconlostemasdeunexamen:seguroquesialestudiartesaltasuno,éseprecisamenteeselquevaacaer.Poreso lo revisaba todo,meticulosamente,deteniéndoseencada titularquedabacuentademásatentados,deaccidentesaéreosodeaburridas reunionesdelgobierno.Mirabaconespecialcuidadolasnoticiasmáspequeñas,aquellasqueapenasocupabanunaspocaslíneas,congran

temorapasarpor alto loque le interesaba.Hastaquedepronto tropezócon loqueestababuscandoysediocuentadequenuncahubierapodidoimaginaralgoasí.

Lanoticiaencuestiónocupabamediapáginaenlasecciónqueeldiarioreservabaalascuriosidadesy lasnoticiasextrañas.Enel encabezamientode lapágina se leía:«Vivirparaver.»

«Pobre Ezequiel —pensó Bernal—, ni siquiera cuando hace algo malo le toman enserio.»

Loprimeroquelellamólaatenciónfuelafotografíaqueservíaparailustrarlanoticia:apenasunmontóndecascotesenunfondogrisáceo,quesinembargoreconocióenseguida:eraunnicho.Oloquequedabadelalápidaquehabíaservidoparacerrarunnicho.Eltitulareraexplícito:

UndeficientementalprofanavariastumbasenLayana

Loprimeroque sintió fue indignación:EzequielOsorionoeraundeficientementalycalificarle así le parecía insultante, además de demasiado fácil. Deseoso de conocer másdetalles,leyóconatenciónlaquelepareciólanoticiamásextrañadecuantaspodíanguardaralgunarelaciónconsuamigo:

LasVillas–VIERNES29deagostode2003UndeficientementalprofanavariastumbasenLayana

Rompeahachazoshastaseisnichosdelcementeriomunicipalysedaalafuga

AGENCIAS.Undeficientemental fugadode un centro de beneficenciamunicipal, queresponde a las siglas E. O., profanó lamadrugada del pasado lunes hasta seis tumbas delcementeriomunicipaldeLayana,alquealpareceraccedióescalandounatapiademásdedosmetros de altura. El único vigilante del camposanto, el jubilado Casimiro Romero, de 92años, ha manifestado que en el momento de producirse los hechos no oyó nada porencontrarse«hablandoatravésdeunchatconunaseñoradePlasencia,muysimpática».Sinembargo, el estrépito causado por el atacante despertó al único nieto del nonagenarioguardián, de 37 años, quien dijo haber escuchado golpes «entre algo atronadores y muyestrepitosos»queproveníandelcamposantoyqueacontinuaciónseasomóalaventanayviocómo un hombre «de cara afilada, un poco chepudo y de complexiónmás bien raquítica»asestabagolpesconunmazoavariasdelastumbasdelladoSurdelcementeriodeLayana.«Meestremecíalverletanfueradesí,comosiestuvieraenrabietadooenajenado,quenoeslomismo», ha explicado a este periódico el único testigo presencial de los hechos, quientambiénllamóalaGuardiaCivil.

Sinembargo,antesdequelosnúmerossepresentaranenlasdependenciasmunicipales,el atacante ya se había dado a la fuga por el procedimiento de volver a saltar la valla delcamposanto, dejando a sus espaldas el macabro balance de seis nichos profanados. Alparecer, el hombre podía estar bajo los efectos del alcohol o de alguna sustanciaestupefaciente,yaquelosgolpesfueronasestadosconunafuerzainusual.Noparecequehayarelación alguna, afirman fuentes de la investigación, entre las tumbas vulneradas. No

pertenecen a una misma familia ni guardan ningún otro punto en común más que el decorresponderagentesquevivieronomurieronenelpueblo.Variosdelosnichosprofanadosestaban abandonados desde hacía años. Respecto a los demás, se ha puesto la noticia enconocimientodesus titulares,quienesestánestudiandosipedir responsabilidadesalguardade la instalación o al gobierno municipal, que tiene la responsabilidad última sobre elcamposantoysunecesariomantenimiento.

***

Bernal no pudo evitar un escalofrío al pensar que tal vez la policía querría volver a

interrogarle.EncuantoaveriguaranalgodeEzequielsabríandóndepasabaeldíayquiénerasuúnicoamigoallí.Yrespectoaél,talvezllegaríanasaberdesuspesquisas,suspreguntasysuinterésporEzequiel,quelellevóinclusoaconoceraladirectoradelaresidencia.Pensóquecualquierapodíasaberquehabíaestadoconsultandolosperiódicos.Noteníanmásqueseguir sus pasos y verían en él a un sospechoso perfecto, alguien a quien acribillar apreguntasyaquienestudiarcontodaatención.YademásestabarelacionadoconelcasodeRebeca,quecontinuabasinresolver.Deprontotemióquesefijaranenély todovolvieraacomenzar: elmartirio de los interrogatorios, las declaraciones firmadas, las llamadas porteléfono...Noseveíaconfuerzasdevolverapasarportodoaquello.

Asustado,anotósólounnombreensucuadernodeapuntes:«CasimiroRomero».Dejólosperiódicossobreelcarrito,talycomolehabíaindicadolabibliotecariaquedebíahacer,y salió a la calle con la intencióndehacerleunavisita a ese ancianoquepasaba las horasmuertasfrentealapantalladelordenador.

Caminabamirandohacia todos lados, comoel culpabledeuncrimen, cuando tropezóconlaúltimapersonaaquiendeseabaencontrar:Natalia.NolahabíavistodesdeelfuneraldeRebeca.Leparecióqueestabamásdelgadaytalvezmásguapa.

—Menosmalqueteencuentro—fueelmododesaludardelachica—.Últimamentenoestásmuchoencasa,¿verdad?

Bernalnoqueríacharlar,noqueríamirarla,noqueríatenernadaqueverconella.—Déjame,Natalia.Tengomuchaprisa.—Tengoquehablarcontigo,escuchaunmomento.Intentó detenerle con sus propiasmanos, pero fue inútil: por la fuerza, llevaba las de

perder.—Porfavor,Bernal,tengoquedecirteunacosamuyimportante.Porfavor,escúchame.Bernalsedetuvoenseco.Estabamuycansadodetodoaquello.Deseabacontodasualma

que aquella persecución terminara.Despuésde tantosdías de contenerse, explotó: le dijo aNataliatodoloquepensaba.Inclusoalgunascosasquenopensaba.Yalhacerlolevantólavozmásdelacuentayperdiólosnervios:

—Déjameenpaz,Natalia.Noquieronadacontigo.Noquierosertunovio,nituamigo,nisiquieraquieroacostarmecontigo.Dejadellamarme,dejadesaturarmibuzóndevoz,nomeescribascorreoselectrónicos.Vetealamierda.

Nataliaencajóaquellasduraspalabrassinpestañear,derechacomounárbolduranteunafuertetormenta.Reprimiósusenormesdeseosdellorar.Noconsiguióhacerlomismoconelodiointenso,reciénnacido,queempezóasentirhaciaBernalenesemismoinstante.Eraunsentimientonuncaantesexperimentado.NisiquieraRebecalehabíainspiradoalgotanfuerte.Bernalcontinuó,inclemente,cadavezmásfurioso:

—Entérateya.Yoqueríaatuhermanaytúnoeresnilamitaddelistanideguapa.Nomegustasynomegustarásnunca.

DealgunapartesacóbríosNataliaparaañadirunaspalabras.Enrealidad,eraelmotivoporelcualleandababuscando.Queríaprevenirledealgo.

—Tu amada Rebeca me ha pedido que te diga algo. Me ha escrito una nota. Puedoenseñártela,siquieres.Dicequeapartirdeahoravaairtambiénporti.Yteprometoquenobromea.

Lodijoconuntemblorenellabioyenlavoz,elresultadodesusesfuerzosporreprimirlaslágrimas.

—Estásloca-respondióBernal,reemprendiendosucamino.Nataliaaúnaguardóunossegundosmás,viendocómosealejaba,bajoelsolabrasador

definalesdejulio,mientrassentíaenelalmaunaquemazónaúnmayor.Nuncanadielehabíahablado con tanto odio. Aquel día aprendió que las palabras hieren más según de quiénprovenganyquealgunassegrabanafuegoenlamemoria,dedondenuncaseborrarán.

***

Casimiro Romero era exactamente como lo había imaginado: un viejecito risueño,

menudo,deescasopeloblanco,muypredispuestoacreercasicualquiercosaquelecontaran.—SoyperiodistadeRadioSádaba—ledijoBernal.Luegosediocuentadeque,comomentira,eraunpocoburda.Suponiendoquehubiera

habido emisora de radio en el pueblo vecino, resultaba difícil creer que él era uno de suscolaboradores.Casimironoledejóterminar:

—Je,je,vieneustedporlodelaprofanación—dijoelanciano.Bernalcabeceó.—Yseguroquequiereverlastumbas.—Sinoleimporta...—Vamos,je,je.Al viejo no sólo no le importaba, sino que daba la impresión de estar deseando la

llegada de visitantes que le rescataran de su aburrimiento. La jornada como guarda delcementeriomunicipalnopodíacalificarse,precisamente,deagitada,porloquelallegadadecualquiernovedaderarecibidaconalborozoporpartedelfuncionario.

—¿Noseencuentraconustedsusobrino?Casimirosonrió.—Je,yano.Élnoestáaquícasinunca,sólocuandotienequevisitaraalgúnclientepor

Las Cinco Villas. Fue una casualidad muy grande que durmiera en casa precisamente esa

noche.Amímegustamásestarsolo,¿sabe?,asíhagoloquemedalaganaynadiesemeteconmigo,je,je.Amiedad,unosevuelveraroyegoísta.Austedtambiénlepasará,yaverá,je,je.

Ymisobrinoesmuybuenapersona,peroesunpocoredicho.Unpoco,¿cómodecirlo?,unpocoinsoportable,je,je.

A Bernal le resultaba muy difícil imaginarse con noventa y dos años, pero trató deponerseenlugardelhombrequeleacompañaba.Parecíavitalyalegrecomounadolescente.Caminabanporlapartecentraldelcementerio.Muchasdelastumbasestabanabandonadasosimplementevacías.

—Ahoralagenteprefieremorirseenlaciudad.Allísevivemejorycualquieradiríaquetambiénsemueremásagusto.Ysilapalmanallí,puesyalesentierranallímismo.Paraquévan a andar con los muertos a cuestas de un lado para otro, je, je. Luego están lasincineracionesytodasesasmodernidades.Porsuculpamevoyaquedarsintrabajo.Menosmalquememoriréantes,aunquenosédequé,je,je,porqueestoyfuertecomountoro;—resollabaalritmodesuspasos.Deprontosedetuvo—.Yahemosllegado.Yaveusted,quépenadatodoesto.

El cementerio de Layana ocupa una superficie rectangular de unos 1.200 metroscuadrados. Los nichos están alineados a ambos lados, en dos lienzos de pared que seidentificanporsusorientacionescomo«Norte»y«Sur».Elguardasehabíadetenidofrenteallado «Sur» y señalaba hacia una hilera incompleta de huecos vacíos. Sin duda, Casimirohabríapreferidoqueestuvieran llenos.Ynosóloeso:quefaltaraespacio.Que losmuertosllegaran todos los días por docenas, que hubiera que ampliar el cementerio, que no dieraabastoabuscarlesatodossulugar.Claroque,viéndole,muyprontoélmismoocuparíaunodelosespaciosvacantesquetantolepreocupaban.

—Esallí-dijodepronto,señalandoal frentecon lanariz—,aúnnohanvenido losdelserviciodelimpiezaallevarseloscascotes.

Lahileradenichosestabacompleta.Allínoparecíanescasearlosocupantes.Laslápidasdestrozadasestabantodasaunmismonivel:elequivalenteaunsegundopiso,contandodesdeelsuelo.Losrestosdelmármol—blancoynegro—ydepiedraqueanteshabíaservidoparacerrar los angostos espacios de las tumbas se mezclaban ahora en el suelo sin orden niconcierto.Bernaltratódenomiraralinteriordeloshuecos,peronopudoevitarlo:enalgunovislumbróun ataúddescuajado, porunade cuyas rendijas asomabaun fragmento resecoyoscuroquenoquisoidentificar.Selimitóamirarhaciaotroladodisimulandounanáusea.Enotros casos, los restos de la lápida que aún se mantenían en su lugar impedían visionespeores.

—¿Sonfrecuentesactoscomoéste?—preguntóBernal.Casimironoparecíaimpresionado.—Haygenteparatodo—fuesuúnicarespuesta.Lasiguientepreguntadelchicofuelaquelehabíallevadohastaaquellugar:—¿Aquiénpertenecenlosnichos?Elviejoesbozóotrogestodespreocupado.—Notengoni idea.Lamayoríaestánabandonados.Miraéste,porejemplo—señalaba

haciaeldelataúd—,seguroquesuinquilinollevaaquímuchomástiempoquemispiessobrelatierra.Noestámuycompuesto,quedigamos,je,je...

Bernalrió.LegustabaelmodoenqueCasimirohablabadesutrabajo.«Estábien—sedijo—, hablar de aquello que nos atemoriza sin respeto alguno. Todo el mundo deberíaprobarlo.»

—¿Nodisponedeunlibroderegistrodelospropietariosdelosnichos?—inquirió.—Claroquelotengo—aseguróelviejo,comosienrealidadacabaraderecordarlo—.

¿Quieresverlo?—Megustaría.Regresaronalpuntodepartida.Justoal ladode laentradaalrecintoestabalahumilde

residenciadelguarda.ACasimirolellevósutiempoencontrarellibroy,unavezabiertassuspáginassobrelamesa,darconloqueestababuscando.Sudedoíndiceacariciabalashilerasdenombres.

—Vamos a ver... El primero pertenece a don Leocadio Rodríguez Vago.—Pensó unmomento, entornando los ojos, mientras su frente se llenaba de arrugas resecas como elpergamino—.Noséquiénes.—Siguióleyendo—:Enterróaquíasumujeren1947ynuncamásvolvió.Untíolisto.Igualestáporahíconotra.Nisiquierapagaelimpuestomunicipal.Cualquierdíaleechanalaparientadelpisitoymetenaotroseñor,je,je.

Casimiro soltó una carcajada ymostró sus incisivos. Bernal pensó que reía como unroedor.

—Sigamos—dijo,pasandolapágina.LoscuatrosiguientespertenecíanalafamiliaCampos-Olid(queahoravivíaenGraus),

al párrocode la iglesiadeSantaMaría laMayor,deUncastillo, (quienalparecer lohabíacomprado para sí mismo) y a un par de hermanas apellidadas Bolea que en 1915 habíanenterradoallíaunseñorllamadoMiguelYusteBecerro.

—Aquí dice que nacieron enTricas—dijo el anciano, con un dedo apoyado sobre elpapel—, un pueblo que está abandonado desde hace más de treinta años. Aquí nadie lasconocía, y almuerto tampoco. Je, je, sólo nos queda una—prosiguió Casimiro, con airetriunfal.

Bernalempezabaaperder laesperanzadecomprender losmotivosquehabíanpodidoinspiraraEzequielensuextrañocomportamiento.Porloquehabíaaveriguadohastaahora,noencontrabaningunarelaciónentrelosobjetivosdeaquellaacciónvandálicaysuamigo.

—Uuuuuy, aquí tenemos algo grande —canturreó Casimiro al encontrar el últimonombreenelregistro—,unafamiliadelasquehandadoquehablar.

Casimiroentornabalosojosparaasegurarsedequeestabaleyendobien.Cuandoestuvoconvencido,levantólavistayanuncióconlentitudelresultadodesupesquisa:

—LasextatumbapertenecealafamiliaAlbás—lemiróconunasonrisapicara,comodandoaentenderquenoresultabatanfácilengañarle—.Esestoloqueveníaustedabuscar,¿verdad?

YmientrasBernaldabaconlarespuesta,añadió,satisfecho:—Sí,sí.Je,je.

***

La siguiente escala en la rutadeBernal estabadecididadeantemano: el centrodedía.

Allí pensaba resolver una duda que le acompañaba desde hacía tiempo, aunque hasta queEzequiel desapareció no sintió la necesidad de aclararla.Le costó decidirse, pero al fin lohizo.Queríavera ladirectora,conquien rarasvecescoincidía,y formular lapregunta.Sialguienpodíasaberlo,eraella.

—Hola,Blanca—saludó,trasgolpearlapuertalevementeconlosnudillos.La mujer levantó la cabeza de unos documentos en los que parecía estar muy

concentrada.Acudíaalcentrotodaslasmañanas,perocasinuncasalíadesudespacho.Pocodespuésdemediodíasedespedíahastaeldíasiguiente.Nadamásverle,cambióenafabilidadsuexpresióndeensimismamiento.

—Ah,hola,Bernal.Pasa,siéntate.¿Cómoestás?—Bien —mintió el chico—. No quiero molestarte. Sólo he venido a hacerte una

pregunta.EssobreEzequielOsorio.Por un segundo, Blanca congeló la mirada y se preguntó qué sabía Bernal de la

desaparicióndesuamigo.EllamismahabíadadolaconsignaalastrabajadorasdelcentrodenodecirlenadadeEzequiel.

—Heleídolosperiódicos—leinformóBernal,quedealgúnmodoadivinóloqueestabapensando.

—Yaséqueleteníasaprecio—dijoella,alfin.Bernalpuntualizó:—Selotengo.—¿Tienes ideadeporquéhizoalgoasí?Esmuytristequeunhombrecomoél,quea

ratosparecíarecuperado...—Niidea—la interrumpióBernal,aquien lemolestabael tonodeconmiseraciónque

todoelmundo,sinexcepción,utilizabaalreferirseaEzequiel.—Esterrible—concluyóella,entrelazandolasmanosantesdelanzarunsuspiro—.En

fin...¿puedoayudarteenalgo,cariño?TampocolegustabalaactituddeBlanca.Letratabacomoaunniño.Además,senotaba

queenrealidadnoleimportabanadadeloqueleocurriera.Apesardeeso,Bernalformulólacuestión:

—Megustaría saberquiénpagabaal centroparaqueEzequielpudieravenir todos losdías.

La directora ordenaba sus papeles. Abría cajones, los cerraba, amontonaba lacorrespondencia, rasgaba sobres y lanzaba las trizas a la papelera. De pronto se detuvo ycarraspeó.

—Esa información es confidencial —contestó, sin inmutarse—. No puedo facilitartedatosdenuestrosresidentes.Ymenosdeesetipo.Compréndelo.Podríandenunciarme.

—PeroEzequielhadesaparecido,¿quépuedeimportarahora?—AEzequiel nada en absoluto, tienes razón. Ni siquiera si continuara entre nosotros

pondríalamenoratenciónenestosasuntos.Perohaygenteaquiensíleimportaría.—Achinóunpocolosojos—.¿Paraquéquieressaberlo?

Bernalsesintióunpocoincómodoantelapregunta.Comosituvieraalgoqueesconder.En cierto modo, así era: no quería explicarle nada personal a la directora del centro.

Disimuló:—Curiosidad—respondió,antesdelevantarse.Blanca le miró en un silencio expectante. Parecía haber dado por zanjada la

conversaciónyestaresperandoaquesemarchara.Bernalentendióquequedarsenoleibaaayudararesolversusdudas.

—Tranquila.Loentiendo.Yamevoy.—Si tuvieras alguna noticia de Ezequiel, no dejes de comunicárnoslo —añadió la

directora.Nisiquierarespondió.Sólopercibió,depronto,ydeunmodonítido,queBlancanoera

defiar.Saliósinquererveranadie.Ahoraaquellugarleparecíarepletodegentehostil.Nada

máspisarlaacerayateníaclaroadondedebíadirigirse:alaresidenciadondeEzequielviviólosúltimosañosde suvida. Ibaahacerunúltimo intento.Eradescabellado, lo sabía,peroaqueldía,despuésdetodoloquehabíaocurrido,estabadispuestoacasicualquiercosa.

Al llegar a la residencia municipal, buscó directamente a Paco, el enfermero, y lepreguntóporlosobjetosdeEzequielquehabíavistosobresucama.

—¿Dóndevaisaguardarsuscosasestetiempo?Quierodecir,mientrasesperamosquevuelva.Puederegresar,yentalcasonecesitarásuscosas—dijo.

—Esta mañana ha venido un hombre y se las ha llevado. Ha dicho que Ezequiel novolverá.Parecíamuysegurodeello.

—¿Unhombre?¿Quién?—Yo no le conocía, pero por aquí se comentaba que es el padre de la niña esa que

desaparecióenelpozoaprincipiosdelverano.ABernallavozlesalióenunsusurro:—RebecaAlbás.—Exacto.¿Laconocías?—Claro,eraminovia.Bernalpercibióalinstanteelefectoquesuspalabrascausabanenelatónitoenfermero.—¿YquétienequeverCosmeconEzequielOsorio?—preguntó,pensandoenvozalta.Respondióelenfermero:—PoraquídecíanqueeralaúnicapersonaqueEzequielteníaenelmundo.Unaespecie

deparientelejano.—¿CosmeAlbás?¿Estásseguro?Elotroasintió.Bernalsequedóaturdido.Zumbabanensussienesmuchosmásinterrogantesqueantes.

Sóloqueenestaocasiónnoteníaniideadedóndeestabanlasrespuestas.LoúnicoqueseleocurríaeraqueCosmedebíadesertambiénquienpagabalosrecibosdelcentrodedía.Sinembargo,noencontrabaningunaexplicaciónparaello.Nisiquierahabíaimaginadoquelosdoshombrespudieranconocerse.Estabaclaroqueasíera.Yacasomuchomásqueeso.

—Puede que te interese saber algo. —El enfermero rompió con sus palabras elensimismamientodeBernal—.Essobreelhombreese.¿Cómodicesquesellama?¿Cosme?Hapedidoqueborremoslasletrasdelapared.Tendríasquehabervistosucaracuandolashavisto.Porpocosedesmaya.Sehapuestoblancocomoelpapel.

—¿Yquélehabéisdicho?

—Laverdad.Queyaestabanavisadoslospintores.Novamosadejarahíesegrafito.Antes demarcharse,Bernal quiso ver por última vez la cama dondeEzequielOsorio

durmióhasta lanocheanteriorasudesaparición.Yanoquedabani rastrode las tres letrasque su amigo había pintado tan toscamente en la pared. En su lugar, uno de los pintores,vestido con unmono azul, retiraba unos plásticos del suelo. La pared volvía a ser blanca,reluciente.Nisiquieradecercasepodíaadivinarunsolorastrodelapinturanegraqueanteslaensuciaba.Sinembargo,Bernalsefijóenelcabecerodelacama.Eratoscoydemadera.Loacarició con losdedos, comoenungestodedespedidade aquel lugary tambiénde suextrañoamigo.Alhacerlodescubrióalgoenloque,deotromodo,nohubierareparado.Enlaparteinferior,enunlugarquedebíadequedarescondidobajolaalmohada:unahileradeletrastalladasenlasuperficie.Erandesigualesynoparecíanhabersidotrazadasconningúncuidado.Másbiencondesesperación.Aunquesepodíaleerperfectamente:

Aunque a ratos te olvides de mí, ingrato lector, yo sigomanejando los hilos. Estoy al acecho detrás de las palabras yguío tus pasos —y también tus emociones— a través de estahistoria.Como los buenos contadores, sé cómo parecer invisible, demodo que tú sólo prestes atención a lo que te estoy narrando.Pero sigo aquí, y cuando me convenga, apareceré, sin que túpuedasevitarlo.¿Teparezcopresumidoovanidoso?Estásenlocierto.Escribir,cualquiercosa,encualquiercircunstancia,esunactodevanidad.Precisamente por eso se me da tan bien. No te distraigas.Debemos continuar sinmás demora. Seguro que sientes deseosdevolveratenernoticiasdeRebeca.PornohablardeEzequiel.Apuestounademisextremidadesaque,dehaberpodido,tambiéntú habrías arrojado una moneda al pozo de los deseos con lasecretaintencióndeverlaregresar.¿Meequivoco?En ese caso, querido lector, estás a punto de ver cumplidos tusdeseos.Nomedeslasgracias.Todavíanosabeslosefectosquesobretucabezadechorlitopuedatenertodoesto.Esperaunpoco.Esperaylee,lector.Nodejesdeleer...

7

Rebeca

Había dos cosas que Rebeca hacía todas las noches antes de acostarse: ordenar suhabitaciónyescribirensudiario.Sumaníaporelordeneraelrasgodesupersonalidadquehabríadestacadotodoelquelaconocía.Laexistenciadesudiario,encambio,eraunodesussecretosmejorguardados.ConlaexcepcióndesumadreydeNatalia—ysuhermanasóloporque lodescubrióporaccidente—nadieenelmundosabíade laexistenciadelcuadernodondeRebecaseatrevíaaescribirloquejamáslehabríacontadoanadie.

DesdelanochedeSanJuan,enqueRebecasaliódecasaparanovolver,eldiarioyelresto de sus cosas permanecían en esa quietud triste y absurda en que siempre las deja lamuertedeaqueloaquellaaquienpertenecieron.LahabitacióndeRebecasemanteníaahoraen una penumbra de persianas bajadas y cortinas corridas. Nadie se acordaba de abrir laventanaparaqueentraraelaire.Lacamaestabahecha,ylacolchatensa,talycomoRebecaladejó.SobrelasilladelescritorioaúnpermanecíanunpardecamisetasyunpantalónvaqueroqueRebecahabíadesterradodesuarmarioporqueyanopensabavolveraponérselos.Todolodemásestabaeneseordenperfectoqueaellalegustabamantener.

—Podríastomarejemplodecómotienelahabitacióntuhermana—solíadecirFedeasuhijapequeña.

Elorden era loúnico en loqueRebeca eramodélica.Natalia, en cambio, era todo locontrario:pormásqueseesforzabaendejarlascosasensulugar,nohabíaforma.Siemprehabíaunmotivo—laprisa, undescuido, la faltadeganas, algomásurgentequehacer...—para no recoger nada.Y, claro, cuantomás tiempopasaba, peor: lamontaña de ropa de lamecedora crecía y crecía como si las prendas semultiplicaran por sí solas. Igual que lospapelessobrelamesa,cadavezmásdesordenadosynumerosos.Sólohabíaunasolución:unacampañadeorganizaciónmasiva.Ledabatantaperezaquesólolohacíacuandonohabíamásremedio,cuandoFedeyaestabacansadadedecírseloyempezabaarecurriralasamenazas.Algo que sólo ocurría de tarde en tarde, porque su buena fama de estudiante ejemplar lepermitíasermásdescuidadaenotrascosas,sabiendoquesumadreharíalavistagorda.

—Yotengootrasvirtudesmejoresqueserordenadaylimpia—solíadecir,sobretodoenpresenciadeRebeca.

Desdequesuhijamayordesapareció,Fedenosehabíaatrevidoavolveraentrarensuhabitación.Lohizolosprimerosdías,hastaqueCosmelaencontróunanochellorandosobrelacama,abrazadaaunode losmuñecosdepeluchequeaRebeca legustaba tener sobre lacolcha.Unoquelehabíanregaladounasamigascuandocumpliódoceotreceaños.

—Prométeme que no volverás a entrar en el cuarto de Rebeca sinmí—dijo Cosme,preocupado.

Apartirdeaqueldía,lapuertadelahabitaciónpermaneciócerrada.Dealgúnmodo,los

padreslarespetabancomosifueralaentradaaunsantuario.Nisiquieraseacercabanaella,actuabancomosinoexistiera.Natalia,encambio,teníaunaactitudmuydistinta.Nohacíaniuna semanade lanochedelpozocuando,depronto, recordóun sujetadorque suhermananuncaledejaba,yesoqueselohabíapedidounbuennúmerodeveces.Surespuestasiempreeralamisma:

—Notequedaríabien.Estásmuypocodesarrollada.Teníaganasdecomprobarlopor símisma. ¿Aquiénpodía importarqueentraraen la

habitación de Rebeca y tomara prestado un sujetador? Sólo una cosa alimentaba aún susincertidumbres: pensar enuna regañinade supropietaria.Natalia seguía sin creer del todoqueRebecano ibaavolver.Le resultabacasi imposibleasumirquehabíamuerto.Estaban,además, losmensajes almóvil. Pormucho que creyera que a veces pueden ocurrir cosasinexplicablesalaluzdelarazón,jamáshabíaoídoqueunespíritu,unfantasmaoloquefueraahora suhermana se entretuvieramandandomensajesdesdeelmásallá.Enel fondo, teníatoda la razón Bernal cuando le dijo que estaba loca si pensaba esas cosas. De modo queNatalia optó por la solución que más le convenía: desconectar el teléfono y entrar en lahabitacióndesuhermanaenbuscadelsujetador.«Ysivuelveyresultaquetodohasidounabromaoalgoasí,selodevuelvosinquesedécuentayenpaz»,sedijo.

Programó el despertador para que sonara a las cuatro de lamadrugada, con la únicaintencióndeque suspadresno ladescubrieran.Aunasí, teníaunplanprevistopor si algosalíamal.Deniñahabíasufridoepisodiosdesonambulismo.Sideprontoveíaaparecerasumadreoasupadre,fingiríadespertardeunsueñoprofundoynorecordarnada.Así,másomenos,habíaoídoqueleocurríaalgunosañosatrás.

Aunquenolehizofaltaningúnplanalternativo.Cuandosonóeldespertador,selevantóprocurandonohacerruido,cruzóelpasilloconlospiesdescalzosyloscincosentidosalertayabriólapuertadelcuartodeRebecacontodoelsigilodequefuecapaz.Unavezlahubocerradodenuevo,yyadentro,encendiólaluzymiróasualrededor.Necesitóunossegundospara que el ritmo de su corazón recuperara la normalidad tras la tensión de lamaniobra.Enseguidaestuvodispuestaaempezar.

Su hermana guardaba la ropa interior en el primer cajón de la cómoda. Tangasclasificados por colores, braguitas biquini para los días de la regla, braguitas pantalón,sujetadores, medias, calcetines... todo allí seguía un orden determinado y tenía su lugarexacto.ANatalianolecabíaenlacabezacómoalguienpuedeperdereltiempoenorganizarel cajónde su ropa interior como si se trataradeun escaparate. Incluso leparecíaque loscolores seguían el orden del arco iris. Un detalle como éste no sería tan extraño en laperfeccionistadeRebeca.

Gracias a aquella rigurosa clasificación, Natalia enseguida encontró el sujetador queestababuscando.Eradecolormoradooscuroyseabrochabapordelante.Estabacasinuevo,porqueRebecaselohabíacompradoaquellamismaprimaverayapenasselohabíapuesto.Se lo probó allímismo,mirándose en el espejo de cuerpo entero del armario.Al fin y alcabo,nolesentabatanmal,aunquese leveríaunpocomejorcuandolecrecieranunpocomáslospechos.Nopudoresistirsealatentacióndeabrirelarmariodesuhermana.Lapartedearriba,dondeRebecaseempeñabaenalmacenarlosjuguetesdesusprimerosaños,noleinteresabalomásmínimo.Elroperoyaeraotracosa.Quélástimaquenopudieraprobarsealgunos pantalones y algunas camisetas. Ymuchomenos preguntar a sus padres si se los

podíaquedar.Conocíalarespuestadesobra.Nisiquieravalíalapenaintentarlo.Despuésdecerrarel roperosequedóalertaunossegundos,sólohastacomprobarque

todo seguía en orden. La casa continuaba sumergida en el mismo silencio de antes. Losronquidosdesupadre,quellegabanamortiguados,leinfundíantranquilidadparapermanecerallíunpocomás.Sesentófrentealescritoriodesuhermana.Mirólasfotos,loslomosdeloslibros, lospequeñosobjetosquesealineabanen losestantes, frentea lasilla, lasnotasquecolgabandelcorchodelapared.Abrióelprimerodeloscajonesdelamesa.Enunrigurosoorden,comodeexposición,Rebecaguardabasusrotuladores,bolígrafos,lápices,gomasdeborrar,sacapuntasydemásutensilios.Enunapequeñacajitaquealgunavezhabíacontenidopastillas para la tos, se amontonaba ahora un puñado de clips. Había una grapadora y susgrapas,unas tijeras, lacalculadora...nada interesante, en realidad.Empezabaaaburrirsedetantoordencuandoabrióelsegundocajónyencontró,bajounparderevistasdepasatiempos—a los que Rebeca era tan aficionada últimamente— el diario íntimo de su hermana. Uncuaderno de tapas duras, forradas de tela floreada. Lo reconoció al instante. Y recordóaquella ocasión en que lo abrió sin saber de qué se trataba yRebeca se lo arrebató de lasmanosmientrasledecía,furiosa:

—Dejamiscosasenpaz.Ahoraeldiarionoteníaquienleprotegierademiradasindiscretas.YNatalianolodudó

niuninstante:lotomó,cerróelcajónyemprendióelcaminoderegresoasucuartocontantocuidado como el que había empleado a la ida.Contuvo la respiraciónmientras cruzaba elpasillo,sindejardeoírlosronquidosdeCosme,ynoseencontróasalvohastahabercerradoconmucho cuidado la puerta de su habitación. Una vez allí, se sintió satisfecha como unpirataqueregresaasuguaridatrashacerseconunsuculentobotín.

HoyesSanJuan.BernalquiereiralasfiestasdeEjea,peronocreoquemedejensalirsinovieneconnosotros lapesada,deNatalia.Elmismorollodesiempre:ellapuedeirdondequieraporquelohaaprobadotodoy,además,connota,peroyo...Yosoylahija torpequesiemprearrastrapor lomenosdosasignaturas, laquenotieneremedio, la perezosa a quien hay que amenazar para que espabile y no estropee sufuturo.Asíque,comosiempre,mevaatocarllevarmeaNatalia,ydeestaformanomeapetecesalir.Bernaldicequetratedeolvidarmedemihermana,quenomeagobieporloquenotieneremedio.Tienerazón,peroélnotienequesoportarlatodoeldía,comomepasaamí.Yahoraqueestamosdevacacionesnoquieronipensarenel infiernoquesemevieneencima:todoeldíaconlaniñaacuestas.Querollo.Amispadresnolespuedodecirquenoquieroirconellaporquenoentiendennada.Ellossóloestánpreocupadosparlasnotasdelcolegio.NosedancuentadequeNatalia,peseaserlaempollonade la familia, tienemuchosdefectos.Tampocovenquesevuelvecadavezmásrara,mássuya,másegoísta.Enrealidad,sevuelveunenigmaparatodoslosquelaconocen.Eslógicoquenotengaamigos.Dehecho,enelinstitutonadielasoporta.Algunosfingenhacerlosóloporquelesinteresatenercercaalaempollonadelaclase,perorealidadnopuedenniverla.Esomesirvedeconsuelo,aunqueseaunpoco,cadavezquemispadresponenaNataliacomoejemplodetodo.Ja,¿ejemplodequé,sinisiquieraserelacionaconlagentedesuclaseporquetodoelmundolepareceidiota?Ejemplodepresumida.Esosíestaríadispuestaaaceptarlo.Ejemplodebichoraro.Y

denadamás.

Natalia empezó a leer el diario deRebeca por la última página y le hirvió la sangre.Cuandofueretrocediendopudocomprobarquecadavezquesuhermanaescribíaalgosobreella—y lo hacía con bastante frecuencia—utilizaba términos parecidos. Rebeca la odiabamuchomásde lo que ella habría pensado.Descubrirlo le hizo sentir cierta tranquilidaddeconciencia.Comosilosmalossentimientosdesuhermanapudieranservir,enciertomodo,parajustificarlossuyos.Aquellanochenoseechóadormirhastahaberleídoporcompletoel diario.Aunque luego tampoco logró conciliar el sueño: en su cabeza había demasiadasideasrevoloteando.Cuandoempezabaaamanecerdecidiódarseporvencida,remoloneóunratoenlacamayselevantóantesdequeelsolestuvieraalto.Antesdesalirdesucuarto,sepusobajolacamisetadelpijamaelsujetadordeRebeca.

TodoeldíaestuvointentandodarconBernal,perofueinútil.Sumóvilestabaapagadoofuera de cobertura (qué rabia le daba escuchar el mensaje repetido por la misma vozmetalizada de siempre), en casa no estaba ni sabían dónde localizarle. Lo intentaría en elcentro de día, ni que fuera apostándose en la puerta, pero quería agotar antes otrasposibilidades,yaquesabíaacienciaciertaqueBernalsemolestaríasilebuscabaallí.

El motivo por el que quería dar con él era lo de menos. Le contaría su excursiónnocturna, le provocaría diciéndole que llevaba puesta la ropa interior de su hermana.Cualquiercosacon taldeverle,pensabaNatalia.Sinembargo, tuvoque regresara sucasacon las manos vacías. Cenó en la soledad del salón en penumbra, mientras sus padreshablaban encerrados en su cuarto.Desde lamuerte deRebeca, la normalidad del día a díahabíadesaparecidodesucasa.Suspadresyanoteníanningúninterésencenarenfamilia.Nohabíaveladasfrentealtelevisor,nichurroslosdomingosporlamañana,niconversacionesdespués de cenar, ni preguntas, ni planes de ningún tipo. Por no haber, no había niinspecciones del dormitorio por parte de la autoridad competente (es decir, su madre) ytampocoregañinas.Enlugardetodoesosehabíainstaladoentodasparteselaireenrarecidodelatristezacuandonotieneremedio.Todoenlacasaerasilencio.Nisiquieraparahablarselevantabalavoz.Ysumadreparecíasiempreausente,comosinadadeloqueocurrieraenelmundotuvieraelmásmínimointerésparaella.Omásbiencomosinooyeranadadeloqueocurríamásalládesucabeza.

Tal vez para combatir tanto aburrimiento y tanta soledad, o sólo por una especie desentimiento de venganza, Natalia decidió efectuar una nueva excursión al cuarto de suhermana. Esta vez tenía la intención de quedarse un rato más, de inspeccionar cajones yarmarios en busca de nuevos tesoros, que sabía con toda seguridad que no tardaría enencontrar.AquellacajitadondeRebecaguardabasuspulseras,sussortijasysuscolganteseraunodesusprincipalesobjetivos,aunqueyaeraconscientedequeparaponerseloquerobaratendría que esperar a salir de casa. Tal y como estaba sumadre, de ningunamanera iba atolerar que las cosas de Rebeca lucieran en otra parte. A Natalia todo eso le parecía unaestupidez,yestabadispuestaallegarhastaelfinalensuspropósitos.Nodejaríaunsololugarpor mirar. Y, por supuesto, se llevaría todo lo que le gustara. Incluso estaba dispuesta aenfrentarseasumadre,encasodequeéstadescubrierasuactividadnocturna.

Esperótumbadaenlacamaaquesuspadressedurmieran.LeyódenuevoeldiariodeRebeca. Una y otra vez, hasta aprender de memoria algunos fragmentos, especialmente

aquellosenlosquesehablabadeella.Luchópornodejarsevencerporelsueño—ynoleresultó sencillo— hasta que oyó, provenientes del otro lado del pasillo, los ronquidos deCosme.Erancomoelpistoletazodesalida,laseñalinequívocadequenohabíamorosenlacosta.Dejóeldiariosobresuescritorio,abiertoporlaúltimapáginayrepitiólaoperaciónexactamentedelmismomodoquelanocheanterior,conidénticocuidadodenohacerruido.Sólolosronquidosrompíanelespesosilencio.Cuandoentróenlahabitacióndesuhermanaelcorazón le latíaenelpechocomosialguienacabaradedarlecuerda.Aciegas,buscóelinterruptorenlaparedylopulsó.Niporasomopodíaesperarloqueocurrió.

Unamúsica, sólovagamente familiar, omásbienun ruido, empezó a sonar congranestrépitoalmismotiempoqueellaencendíalaluz.Estabaaunvolumenlobastantealtoparadespertarasuspadresyquizátambiénaalgunosvecinos.Delsobresalto,ydeldesconciertoinicial,elcorazóndeNataliaseprecipitóenunconciertodelatidosquenopodíacontrolar.Loúnicoqueacertóahacerfueapagarlaluzysalirdeallíloantesposible,esmerándoseporque el regreso fuera tan silencioso como era deseable, pero sin conseguirlo demasiado.Apesar del susto y de la precipitación, logró apagar la luz de su habitación antes de que supadresalieradelacamaatodavelocidad,alertadoporlamelodía.Yvolvióaencenderlaluzunavezélhubopasado,fingiendoqueelruidoacababadedespertarla.

ElprimeroenentrarenlahabitacióndeRebecafueCosme.Intentó localizardedóndeprocedía aquel estrépito, pero no lo consiguió. Fue Fede quien identificó su origen sindificultades:

—Eselandador.¿Teacuerdas?Estáenelaltillo.Cosmenoteníanilamenorideadequéleestabanhablando.—El andador de las niñas. Rebeca se empeñó en conservarlo. Está ahí. —La madre

señalóhacialoaltodelarmario.Natalia acababa de aparecer, con la mayor cara de sueño que fue capaz de fingir y

preguntandoquéocurría.LlegójustoatiempodeveraFedeencaramarseconagilidadalasilladelescritoriopara

abrirlapuertadelaltillo.Allíestaba:plegado,metidoenunabolsadeplásticoyarmandounruido de mil diablos: el andador donde las dos hermanas Albás aprendieron a dar susprimeros pasos. Las luces como de verbena que acompañaban con sus guiños a la tonadabrillabanatravésdelplásticoquetodosestosañoslohabíaprotegidodelasuciedad.

—Pero ¿cuánto tiempo lleva ahí ese trasto?—preguntó Cosme, agarrando el paqueteembaladoqueletendíasumujer.

Estaba cubierto de polvo. Al tocar la bolsa, se dispersó una nube espesa y gris, queapestabaahumedad.

—Porlomenosdiezodoceaños,esincreíble—respondióFede.Natalia se sentó en la camadeRebecapara contemplar la escena.Pormucho sueñoo

sorpresa,oambascosasqueprocurarafingir,nohabíaformadequesucorazónrecuperaraelritmonormal.Habíaalgoentodoaquelloquenolegustabanada.Teníalacertezadequeno era una casualidad que aquel juguete que llevaba más de diez años encerrado en unarmariohubieravueltoa lavidaenelpreciso instanteenqueella sedisponíaa saquear elcuartodesuhermana.

—La última que lo utilizó fue Natalia —continuaba Fede—. ¿Recuerdas, cariño? —preguntó,volviéndosehaciaella.

PeroNatalianoconservabaensumemorianielmásmínimorecuerdodelandador.Seencogiódehombros.Eraincapazdearticularpalabra.

—Enrealidad,atinuncateentusiasmódemasiadoestetrasto.Másbientedabamiedo.ARebecalavolvíaloca—explicóFede.

Lo dijo rasgando con rápidos movimientos la bolsa de plástico y buscando a todavelocidaduninterruptorqueacabaraconelestruendo.Aesasalturasdelconciertonocturno,el vecino de abajo ya estaba golpeando las paredes para advertir de que acababan dedespertarle.Y,ajuzgarporsusporrazos,nodebíadeestardemuybuenhumor.

—Nohayinterruptor—dijolamadre,asombrada—.¿Túrecuerdascómoseparabaesto,Natalia?

Natalianorecordabanada.Negóconunmonosílabo.Cosmelediolavueltaaljugueteenbuscadeuninterruptorque,alparecer,noexistía.

Optó entonces por buscar el compartimiento de las pilas. El andador continuaba con suespectáculodelucesyruido.Habríaresultadomuyalegreyhastavistososinohubieransidolascuatrodelamañana.PorfinCosmedioconelespacioreservadoparalaspilas.

Sin embargo, lamayor sorpresa estaba aúnpor llegar.Cosmepidióundestornilladorparaabrirlatapa,queeradeesasdeseguridad,especialmentediseñadasparaquelosniñosnopuedanmanipularlas.Elvecinodeabajogolpeabaahoraconmásfuerzaeltecho.Debíadehaberse armado del palo de una escoba o de un bastón para demostrar lo mucho que lemolestabaque lehubieransacadode lacamaaesashoras.Enmediodelescándalo,Cosmelogróapartarlatapaqueescondíalaspilas.Sinembargo,cuandolohizosedetuvoenseco.Ahí estaba lo que nadie había previsto. O, mejor dicho, no estaba. No había nada en elcompartimiento.Absolutamentenada.Elaparatoestabafuncionandosinbaterías.

LareaccióndeCosmenosehizoesperar.Fue lomás lógico,dadas lascircunstancias:agarró el andadory lo estrelló contra el suelo, casi comohabríaqueridohacerlo sobre elvecinodeabajo,quecontinuabaconsusgolpes.Yunavezenelsuelolopisóvariasveces,hastaquesehizoañicos.Sóloentoncesdejódesonar.

—¿Cómo puede funcionar un juguete sin pilas?—preguntó Fede, con un hilo de vozapenasaudible.

—No tengo ni idea, cariño. Estos cacharros a veces se vuelven locos. Será un malcontacto.

La versión de Cosme no convenció a ninguna de las dos, aunque no pronunciaranpalabra.¿Cómopodíahablardeunmalcontacto,sinoestabaconectadoalaredyhacíamásdediezañosquenofuncionaba?Aquellonoteníapiesnicabeza,ambasestabandeacuerdo,peroprefirieronnodecirnada.Cosme,mientrastanto,ibadevolviendoalabolsadeplásticolosfragmentosdeldestrozadoandador.Unavezestuvierontodosdentro,cerrólabolsayladejó en un rincón, junto a la cama de Rebeca, y zanjó el asunto con urgencia, como siestuvieradeseandohacerlo:

—Ya está—resolvió—,mañana lo echaremos a la basura.Ahora hay que volver a lacama.

Unbrevedeseodebuenasnoches,unasescuetaspalabrastranquilizadorasyunbesodesu padre, yNatalia regresó a su cuarto.Algo conmocionada por lo que acababa de pasar,comonopodíaserdeotromodo,peroconmuchasganasdeecharseadormiryolvidarlo.

Nadamásentrarsediocuentadequealgoestabadiferenteacomoellalohabíadejado.

Setratabadeunadiferenciasutil,apenasperceptible,peroellalasintiócomoalgoevidente.Nonecesitónidiezsegundosparadarsecuenta:eraelcuaderno.Noestabacomoellalohabíadejado. No sólo en lo referente a su posición sobre el escritorio. Era algo de mayorimportancia.

La última página. Reconoció enseguida la letra deRebeca.Otra persona no se habríadadocuentaasimplevista,peroellahabíaleídodemasiadasveceselcuadernodesuhermanaparasaberdeinmediatoquehabíaunpárrafonuevo.Unpárrafocompleto,quenoestabaallícuando salió de la habitación. Si hubiera sido escrito a pluma, tal vez la tinta aún estaríafresca.Perohabíasidoescritoconunbolígrafoazul,elmismoquevolvíaareposarsobresumesa.Loleyósintiendosucorazónalgalopeyunescalofríoquelerecorríalaespalda:

No quiero que metas las narices en mis cosas. Aunque no vuelva a necesitarlasnuncamás,eres laúltimapersonaaquiendeberíaprestárselas,pormuchosmotivosquenohacefaltaqueterecuerdeahora.Tómalocomounaadvertencia.Ah,yhazmeunfavor,hermanita:dileaBernalquemuyprontovolveremosavernos.Noséporqué,sospecho que él no tiene tantas ganas como yo de que llegue el día de nuestroreencuentro.Bueno,quémásda.Yodecido,noél.Nitú.Unbesoparalosdos.Rebeca.

Erasuletra,sufirmaysuestilo,nocabíaningunaduda.Suhermanaseguíaallí.

***

Regresemos al lado de Bernal. Ha tenido un día duro y largo. Ha ido de visita al

cementerio. Ha visto con sus propios ojos las letras que Ezequiel pintó en gruesos trazosnegros junto a su cama. Se ha asomado al abismo de unmisterio que aún no sabe cómointerpretar.Y,porsinobastara,hatenidounencontronazoquenodeseabaconNatalia,quenosecansadeperseguirle.

Ahora esmuy tardeyBernal está tumbadoen su cama,observando las fotografíasdecochesdeFórmula1quecuelgandelasparedesyelcaosdesuscosasdiseminadasportodaspartes.Lasuerteesquesumadrenosueleinsistirmuchoenqueordenesuhabitación,guardesuropaoprocuredejarlascosasdelinstitutorecogidasenalgúnlugar.Mientraseldesordenno llegue a otros espacios de la casa, como el salón o la cocina, no le importa que en lahabitacióndesuhijoreineelcaosabsoluto.

Dehecho,«caosabsoluto»seríaunabuenadefinicióndelestadoquepresentaenestosmomentos el cuarto deBernal.Unamontaña de ropa en la cual es imposible distinguir lolimpiodelosucioseamontonaenelsuelo,juntoalarmario,alladodelapiladepelículas,discoscompactosylibros(algunossehancaídobajolamesa).Lamesa,porcierto,sóloseadivinabajolasmuchascosasquelacubren:lamayoríasonfotocopiasdelosperiódicosqueha consultado por lamañana, pero también hay latas vacías de refrescos, botellas de aguamedio llenas, calcetines, dos pares de calzoncillos, los mandos de una videoconsola ymultituddepequeñosobjetos.Bernalsabequesutendenciaaldesordensecalmaráunpocoencuantotengamásganasdehaceralgo.Talvezcuandoceseestecalortanintenso.

Mirando sus cosas,Bernal se pregunta dónde habrá dejado el teléfono.Lleva días sinconectarlo.Nopormiedoa loqueenélpuedaencontrar—de los fenómenosextrañosquecuentaNatalia no cree nimedia palabra—, sinoporquenohaynadie conquien le interesehablar.Dehecho,fueRebecaquienleregalóelteléfono,yprácticamentesólolousabaparahablarconella.SinRebeca,elteléfonocarecedesentido.

Apesardeello,creequedeberíaconectarlo.Novayaaserquepierda la líneapornoutilizarla, o algo así. Se levanta de la cama y rebusca entre la montaña de ropa. No loencuentraenunaprimera inspección.Lo intentadenuevo,procurandosermásmeticuloso.Estásegurodequeloolvidóenalgúnbolsillo.Despuésderevisarvariasprendas,daconelaparato.

«Menosmalquemimemoriaesmejorquemisentidodelorden»,sedice,regresandoalacama.

Pulsaelinterruptorylapantallaseiluminaalritmodeunamúsica.Enelsilenciodelanoche, suena más estridente de lo que es en realidad. Se siente algo más tranquilo alcomprobar que todo parece funcionar con normalidad. No tiene ningúnmensaje y apenasquedabatería.Ningunadelasdoscosaslesorprende.Decideapagarlodenuevoyconectarloa la redpara que recupere fuerzas.Algoque también él necesita, por cierto.Apaga la luz,cierralosojosyaloscincominutosyaestádormido.

Enesemomento,unasombrasedeslizaentrelanegrura.Bernalnopuedeverla,comotampoco laveríaningúnserhumanocomún.Sinembargo, lapresiente: susueñosevuelvemucho más inquieto que de costumbre, y la culpa no es sólo del calor. A las siete de lamañana,comosinoestuvieradevacaciones,ledespiertalaalarmadelteléfono.Sinpensar,sehaceconelaparato,quedescansasobrelamesilla,ytratadeapagarlo.Aunquepronto,yapesar de que apenas puede abrir los ojos, se da cuenta de que el teléfono está apagado.Recuerdaperfectamentequehace apenasunashoras lodesconectóy lodejó recargando labatería,enchufadoalared.Esedescubrimientolefuerzaaabrirunpocomáslosojos,sólopara comprobar sus sospechas. En efecto, el teléfono está apagado. Ha dejado de sonar.«Quizá»,sediceparatranquilizarse,«sóloestabasoñandoquesonaba».Noseríalaprimeravez.Sinembargo,alguienestámuyinteresadoendemostrarlequeestaocasiónesdiferente:intentavolveraconciliarelsueñocuandolaalarmalesobresaltaotravez.DenuevoBernalintentapulsarlateclaqueapagalaalarma,peroelteléfononoresponde,ysiguesonandoaúndurantealgunossegundos,antesdeenmudecer.

SóloentoncesBernalreparaensuhabitación:nohaymontañaderopaenelsuelo,nipiladediscos,librosycedés.Lospapelesdelescritorioyanollenantodalasuperficiedelamesa,sino que ahora están apilados en varios montones, clasificados según su temática. Loscalzoncillosyloscalcetineshandesaparecidodelescritorioynosevenporningunaparte.Suhabitación está más ordenada de lo que ha estado jamás. No parece su habitación. En esemomento,sumadreasomalacabezaporlapuerta:

—Heoídoeldespertador.¿Vasaalgunaparte,hijo?—No—respondeBernal,todavíaconfuso.—Bien.Sóloeracuriosidad.¿Teencuentrasbien?Lo pregunta como burlándose, con una jovialidad sospechosa. La misma que suele

emplearparahablardesushormonasrevolucionadasodesusgustosgastronómicos.—Claro—respondeBernal.

Sumadreyasehaido,perocontestadesdeelpasillo:—Perdona,hijo,esquenoestoyacostumbradaaqueechesturopaenelcesto.Ojaláte

dureestatendencia.Bernalnoresponde.Sesientaenelbordedelacamaytratadecomprenderloqueestá

ocurriendo.Esentoncescuandoreparaenelcorchoquetienejuntoalescritorio.Oseríamásexactodecirquereparaenunrecortedeperiódicosujetoenelcorcho.Unrecortequeayernoestabaahíyquenisiquierarecuerdahabervistoantes.Cuandoseacercaparaverlomejordescubreunanoticiaqueleesmuyfamiliar:

DesapareceunaadolescentealcaeraunpozoBomberosyGuardiaCivilbuscanelcuerpodelajoven,de17años

Antesdeempezaraleerlanoticia,quecreeconocerdememoria,Bernalreparaenque

hayalgoextrañoenesterecorte,en lafotodelpozoquetanbienconoce,queacompañaaltexto,enelcoloramarillentodelpapeldeperiódicoy,comosisusojosobedecieranaunafuerzadesconocidaqueledictalosmovimientosaseguir,observalapartesuperiordelpapel,allídondeaparecelafechadepublicacióndelartículo:el24deabrilde1962.

LavozdeLayana–LUNES24deabrilde1962Desapareceunaadolescentealcaeraunpozo

BomberosyGuardiaCivilbuscanelcuerpodelajoven,de17años

AGENCIAS.La fatalidadseciñóhace tresnochessobreeldestinodeuna jovende17años,LuzAlbásMedina,vecinadenuestralocalidad.Lajovendesaparecióalcaeraunpozode la finca denominada Caelum (El cielo), abandonada desde hace años y situada en eltérminomunicipal de Layana, aunque lejos de cualquier núcleo urbano. Por causas que lafamilianohaqueridodesvelar,lajovenseencontrabaenellugaralrededordelamedianochey en compañía de su prometido cuando cayó al pozo situado dentro de los lindes de lapropiedad.Apesardequesuacompañantedijohaberhechodenodadosesfuerzosporevitarel desenlace terrible, llegando a entrar élmismo en el pozo, el cuerpode lamuchachanopudoserrescatado.Por lamañana,elpropio jovenalertóa laGuardiaCivil,queacudióallugardelsucesoycontinuólaslaboresderastreo,sinobtenerningúnresultado.

Expertosenrecursoshídricosconsultadosporesteperiódicoacercadeestemisteriosoasuntohancoincididoenseñalarqueelcasonoestanextraordinariocomopuedaparecerasimple vista, ni obedece a causas sobrenaturales: «Bajo las aguas de todos los pozos, y enespecial los de esta zona, subyaceuna capade sedimentos arcillosos a través de la cual esfácilqueseproduzcanfiltraciones.Sinduda,elcuerpodelajovencorrióesasuerte,ylomásprobable es que sea arrastrado por las corrientes subterráneas hasta que las aguas lodepositenencualquierotraparte.Noseríaextraño,pues,queaparecieraenotropozo,enunlagosubterráneoo inclusoquesalieraa lasuperficie, si lacorrientees lobastante fuerte»,explicóeldirectordelaAgenciaHidrográficaRegional.ElpozoenelquedesaparecióLuzAlbás Medina es una valiosa construcción del siglo XV que en diversas ocasiones hamerecidolaatencióndeloshistoriadoreslocales.Nosóloporserunodelosmásantiguos,

profundos y mejor conservados de la zona, sino también por su valor artístico, que hanpreservado las distintas restauraciones de que ha sido objeto a lo largo de los siglos. Losetnólogos y folcloristas, además, destacan la importancia cultural del pozo en la tradiciónliterariadelazona,quelohaconvertidoenelprotagonistadeciertashistoriasdetransmisiónoral.LamásconocidadeellasesElPozodelDiablo,unaleyendaque,alparecer,datadelamismaépocaqueelpozo,elsigloXV.

A la luzde esta tradición, transmitidadepadres ahijosdurantegeneraciones,no faltaestosdíasquienatribuyecausasmaléficasaladesaparicióndelajoven,hastaelextremodeque el párroco de Layana hubo de pronunciarse al respecto en lamisa de ayer domingo,oficiadaenmemoriadeladesafortunadamuchacha.ElpárrocopidióalosfielesquetenganfeenNuestroSeñorparahacer frentea laspruebasquedesdeelcielonos lance,asícomogran firmeza de ánimo para no sucumbir a las tentaciones del Diablo, que siempre nosacecha. «Sabido es», añadió el religioso, «que el Maligno desde antiguo frecuenta estacomarca,dondehadejadonumerosashuellasdesupaso».

Enelmismooficio,sesolicitóalosfeligresesunaoraciónporeleternodescansodelalmade lamuchachadesaparecida.Solicitudquedesdenuestramodestaposiciónqueremostrasladaratodosloslectoresdenuestrorotativo.

***

Eranexactamentelassieteydoceminutosdelamañana,másomenoslamismahoraala

que Bernal estaba leyendo el recorte amarillento de un periódico local publicado casicuarentaañosatrás, cuandoTeodoroBerges, conserjedel ayuntamientodeAínsa,vioalgoqueledejósinaliento.

Aínsa es unpequeñopueblo quedomina elPirineodesde tiempos remotos.Lamayorparte de las construcciones del casco antiguo sonmedievales, incluidas la iglesia de SantaMaríayelcastillo,queselevantóconlafinalidaddedefenderellugardelastropasmoriscas.Actualmente, la parte antigua del pueblo está algo separada de las casas nuevas, y en ellavivenapenasdosdocenasdevecinos,quesonlospropietariosdelasviejasconstrucciones,convertidasenpensiones,restaurantesopequeñoshotelesruralesfamiliares.

Teodoro Berges, descendiente de varias generaciones de ainsetanos, no era unaexcepción:sucasa,encuyaplantabajahabíainstaladounhostal,estabaaapenasunosmetrosdelaiglesiadeSantaMaría.Poresonolecostabaningúntrabajodebuenamañana,cuandosedirigía alAyuntamiento, echarunvistazoa la iglesia antesdeque acudieran avisitarla losturistasqueenesaépocadelañosolíanacercarsehastaallí.

Teodororepetíaadiariolosmismospasos:entrabaelprimeroenlaiglesiaporlapuertalateral.Recorríalanaveprincipal,lacriptadelosdieciochocapitelesyelpequeñoclaustro,comprobandoquetodoestuvieraenperfectascondicionesantesdelallegadadelosvisitantes.En la cripta, encendía las luces y se detenía treinta segundos a escuchar el silencio.Luegocontinuaba su recorrido, subía la angosta escalera hasta el altar mayor y una vez allídisfrutabadelresonardesuspasosmultiplicadosporelecomientrassedirigíaalclaustro.A

unladodelmismoestabaelpozo.Habíasidorestauradohacíaalgunosaños,peroconservabael encantode las cosas sencillas.Sobre elbrocal, para evitar accidentes, sehabía instaladounarejametálicaatravésdelacuallosturistassolíanasomarseparaverelinterior.TambiénTeodoro Berges revisaba día tras día la negrura del pequeño pozo del claustro. Aquellamañanadejuliolohizotambién,sólounsegundoantesdesentirquelasangreselehelabaenlasvenas.

Loprimeroquepensófuequealguienhabíaarrojadounmaniquíalpequeñoredondelde agua.Unmaniquí sucio y viejo.Luego se dio cuenta de que no se trataba de un objetoinanimado sinodeunapersona real lo quehabía visto allá abajo.LoquedeningúnmodopodíaimaginarTeodoroBergeseraqueelcuerpodestrozadoquehorasmástarderescataronlos bomberos del interior del pozo de SantaMaría era el de una adolescente de diecisieteaños,desaparecidamásdesetentadíasatrásenunpuebloqueestabaamásdeuncentenardequilómetrosdedistancia.

***

Mientrasaúncontinuabaelmovimientodeperiodistas,bomberos,policíaycuriosospor

laiglesiadeSantaMaría,queaqueldíaestabacerradaalpúblico,ycuandoyaelcuerpodelajoven viajaba hacia el Instituto Anatómico Forense, los teléfonosmóviles de Natalia y deBernalvibraronalavezconlaentradadeunmensajenuevo:

Hevueltohevueltohevueltohevuelto

Erasencillo,fácildeentender.Yterrible:

Hevueltohevueltohevueltohevuelto

Algoqueenaquelinstanteningunodelosdossupointerpretar.Tambiénenelcuaderno,

queNataliaguardababajollaveenelprimercajóndesuescritorio,serepetíaelmensaje.Lacaligrafía de Rebeca, tal vez algo más temblona por la prisa, o por la emoción, loproclamabaunayotravez:

HevueltoHevueltoHevueltoHevuelto

Hevuelto

***

Crónicapirenaica–JUEVES4deseptiembrede2003

DelPozodelDiabloalclaustrodeSantaMaríaApareceenAínsalajovendesaparecidaenLayanahace71días

MÓNICAMERARebecaAlbas,lajovende17añosdesaparecidadesdequeelpasado24

de junio cayó al denominado Pozo delDiablo en la localidad oscense de Layana, ha sidoencontradasinvidaenelpozodelclaustrodelaiglesiadeSantaMaríadeAínsa.Elcuerpo,quefuehalladoaprimerahoraporunfuncionariomunicipal,fuedeinmediatotrasladadoalInstitutoAnatómicoForensedeMadrid,dondeselepracticólaautopsia.Losresultadosdelamisma no se conocían aún a la hora de redactar estas líneas. El mismo funcionario querealizóelhallazgodeclaróaesterotativoqueelcuerpodelajovenseencontraba«desnudo,sucio y en bastante mal estado, pero no descompuesto». Otras fuentes consultadas hanespecificadoqueelcadáverpresentabaseñalesdeextremaviolencia,similaresadentelladasodesgarrones,quepodríanhabersidoproducidasporelataquedeundepredador.

Respectoalasupuestaincorruptibilidaddelcuerpo,undatopocoprobableenestaépocadel año,ningunode los testigoshaqueridopronunciarsecon rotundidad.«Sólome fijé enque estaba muy guapa para estar muerta. Pese a las marcas en la piel», ha comentado untestigopresencial,queasistióal levantamientodelcadáverporpartede la jueza instructoradelcaso.

***

Crónicapirenaica–VIERNES5deseptiembrede2003

LasseismuertesdeRebecaLaautopsiadaaconocerdatossorprendentes

M.M.RebecaAlbas, la joven de 17 años cuyo cadáver apareció ayer en la iglesia de

Santa María de Aínsa, sufrió segundos antes de su muerte y al mismo tiempo un infartopulmonar,unahemorragiadigestiva,unedemaagudodepulmón,uninfartodemiocardioyun infarto cerebral, según ha revelado la autopsia, practicada en el Instituto AnatómicoForensede lacapital.Enelmismo informesehadetallado,además,queaRebeca lehabíaexplotadoelbazo,algonopocofrecuenteencasosdefuertecaída.«Loquenoes,nimuchomenos, normal», ha señalado Américo Gitano Luibardo, director del instituto, «es que se

produzcan a la vez seis o siete causasdemuerte tangraves, ymenos aún enuna chica tanjoven».Gitanonohadudadoencalificarelhechode«increíblesinofueraporquelohemosvistoconnuestrospropiosojos».Laadolescentedesaparecióelpasado24dejunioalcaeraunpozoeneltérminomunicipaldeLayanayhastalas7:12deayerseencontróenparaderodesconocido,peseaquesusfamiliaresya ladabanpormuerta(incluso llegaronacelebrarsus funerales). Con su aparición, en el pozo del claustro de la iglesia parroquial de SantaMaría, en la capital del Sobrarbe, se cierra uno de los casosmásmacabros de la historiarecientedeestaprovincia.Pesealotruculentodelcaso,yalasorpresaqueéstehacausadoenlamayoríade losvecinosde lazona, losexpertosaseguranque laaparicióndelcuerposedebeaunnormalcomportamientodelnivelfreáticodelasaguas.«Desdeantiguosesabequecualquiercosaquedesapareceenunpozopuedeaparecerenotro»,explicabaayerFedericoArrayánLimusina,presidentedelaAsociaciónparalaDefensadelosPozosExcavados.LaautopsiatambiénsehapronunciadoconclaridadrespectoalasextrañasmarcasaparecidasenelcadáverdeRebecaAlbásyquesegúnlosforensesson«profundoscortesydesgarradurasen la piel producidas por una mandíbula poderosa, que podría pertenecer a un grancarnívoro,acompañadosdearañazosmáspuntuales, similaresa losquedejaríanunpardegarrasafiladas».Fuentesdelinstitutohanespecificadoque«lahipótesismásprobableesqueel cuerpo fuera atacadoporun animal horas antes de emerger a la superficie».Aunquehapuntualizado que «en estos momentos aún no hemos conseguido determinar qué clase deanimalcapazdeproducirheridasdeesetipobuscasusvíctimasenelsubsuelo».

Más difícil parece determinar las causas por las cuales el cuerpo de la joven RebecaAlbás ha permanecido incorrupto a pesar de las altas temperaturas y de los 71 díastranscurridos desde su desaparición. Responsables del equipo forense se han limitado aseñalarque«porcausasquepuedentenerrelaciónconelentornoyconlapropianaturalezadecadaorganismo,hayocasionesenquelamateriatardamuchomásendescomponersedelo que es habitual. Es posible que los canales subterráneos por los que ha transitado elcadáver estuvieran a una temperatura sensiblementemás baja que la que soportamos en elexterior».

***

ElementosenviadosDe:NataliaPara:BernalAsunto:Léelo,porfavor.Fecha:06/09/03

Ya séquemepedistequeno te escribieramáscorreos.No lohiciste conmuybuenosmodos,porcierto,peronopienso tenérteloencuenta.Creoqueestabasnervioso,y talveztuvieras tus motivos. Dicho de otra manera: te perdono. Pienso que, en las actualescircunstancias, no conviene que estemos peleados, demanera que te propongo una tregua

hastaqueterminetodoesto.Noquieroacostarmecontigo(yano),nisertunovia,ninadadenada. Como comprenderás, no tengo ningún interés en ser la chica de alguien que puedellegarasertandesagradableconmigo.Túestabasenamoradodemihermanaymepareceunaeleccióncomootracualquiera,aunquesigosinentenderporquéteenrollasteconmigosiellate parecía tan increíble como dijiste el otro día, pero en fin... los tíos sois bastanteincomprensibles, serámejor queme vaya acostumbrando. Por lo que respecta a nosotros,quieroquesepasqueyanomeinteresas,quesóloteescriboporquemeparecemuchomásprácticoestarjuntosenesto.Delocontrario,meapuestoloquequierasaqueRebecaacabarásacandotajadadenuestraseparación.

Elotrodíatepasastemucho.Llevotodoeltiempointentandonodecírtelo,perocreoqueesmejorque losepas.Fuisteuncerdo.Yonotehabíahechonada,queyosepa.Lonormalseríaquemepidierasdisculpas.Túverásloquehaces.

Bien.Unavezestablecidaslasreglasdeljuego,tepropongoqueempecemosajugar.Creoquedeberíamosvolver alpozo.Talvezallídescubramosalgoquenosdépistas

sobreloqueestáocurriendoosobrecómoconseguirqueRebecanosdejeenpazyregreseallugardelquejamásdebióhabersalido.Estoyconvencidadequetrabajandoenequiposenosocurrirán más cosas que si los dos investigamos por separado (ya sé que tú también hasestado haciendo averiguaciones) y que tal vez tengamos alguna posibilidad de aclarar estemisterio.

Ensegundo lugar, talvezdeberíamos invocaralespíritudeRebeca.EsperoqueahoraquehanencontradosucuerpoenesepueblodelPirineoyanotengasdudasrespectoaquemihermanaestámuerta.Podríamosintentarlo,ypreguntarlequéquieredenosotrosacambiodedejarnosenpaz.Heoídodecirqueensituacionesdeacosocomolaqueestamosviviendo,eslaúnicasolución.Aunquehacefaltatenernaricesparahacerlo,claro.Yolastengo.¿Ytú?

Loque cadavez llevopeor es eso de volver a enterrar ami hermana, y esta vez concadáverytodo.Notengoganasdeverla,sóloconpensarquetalvezmeveaobligadaamirarsu cuerpo destrozadome dan náuseas. Aunque si me dejaran a solas con él, quizá podríaquitarleelpiercingdelombligo.Nocreoquenadielonotara.Esosuponiendoquetodavíalolleve,claro.Igualselohacomidoelanimaleseque,segúndicen,laatacó.Deverdad,todoestome tiene harta.Me gustaría echarme a dormir y despertar al día siguiente de todo elteatrodesuentierro.Igualmente,sémuybienqueellanoibaaecharmedemenos.Contigoesdistinto. Tú debes ir, aunque sea para que Rebeca saque una pierna del ataúd y te haga lazancadilladelantedetodoelmundo,poratrevertealiarteconmigo.

Dejodehacerbromasdemalgusto.Perdona.Esperaré tu respuesta.Sino sénadade ti en tresdías, te reenviaré este correo.Tantas

vecescomoseanecesario.Piénsalo,porfavor.Ynoseasobcecado.

***

Queridahermanita:hastaahorahesidodemasiadobuenacontigo.Piensoenestos

últimosdías,pero,sobretodos,enlostiemposenqueestabaahí,delotrolado,juntoa

vosotros. Fui una tonta.Nome di cuenta de nada.Esto, claro, no puede seguir así.Ahora ya no. Con mi nueva situación, las cosas han cambiado bastante. Ahora sémuchasmáscosasdelasquepuedasllegaraimaginar.Cosasqueafectanalpresente,al pasado y al futuro.He sabido, por ejemplo, qué te ocurrió durante aquellas tresnochesenquepermanecistedesaparecidacuandoteníastresaños.¿Teacuerdas?fuelaprimeravezquelashermanasAlbás-Odinasalimosenlosperiódicos.Esalgoquenisiquiera sospechas, pero que tendrás que asumir llegado el momento. No teimpacientes: ya falta poco. Cuando conozcas la verdad te darás cuenta de que lascosas son mucho más lógicas de lo que parecen. Y las personas, incluso las máscercanas,muchomenosinocentesdeloquesiempreimaginaste.Yo, por ejemplo. Podríamos decir que todo lo que ha ocurrido hamodificadomi

formadeser.Yahoranomeestoyrefiriendoaquequierasquitarmeelnovio,oaqueteliarasconélenmispropiasnarices.Esoesaguapasada,perteneceauntiempoque,porfuerza,deboolvidar.Fíjatebien:nohedicho"untiempoalquenovoyaregresar".¿Tehabías fijado en esedetalle, hermanita?Seguroque sí: tú eresmuyatenta,muyaplicada.Inclusodemasiadoatenta,demasiadoaplicada,¿noescierto?Nosécómonome di cuenta de que tanta brillantez no podía ser sólomérito tuyo. Así pues, si heescritoloqueheescritoesporquevoyaintentarregresaralmundodelosvivos.Noestandifícil,sólotengoquecumplirunamisión.Siloconsigo,mipremioseráelregreso.Habráqueencontrarunmododeexplicárseloa todosesosqueseasustanpornada,peronomepreocupa:lacienciaencuentraunarespuestalógicayrazonableparacasitodo. Seguro que no entiendes nada de lo que digo. Pobrecita. No te apures. Todollegará a su tiempo. Lo único queme interesa ahora son los términos del pacto. Siregresoseráporquemimisiónhasidounéxito.Ymimisiónsólotieneunobjetivo:túyBernal.Viviromorir.Vosotrosoyo.¿Verdadqueesdivertido?

(FragmentodeldiariodeRebeca

encontradoel8deseptiembrede2003)

***

ElPozodelDiablo(leyenda)Recopilada y transcrita por: Federico Arrayán Limusina, etnólogo, presidente de laAsociaciónparalaDefensadelosPozosExcavados.PublicadaenelBoletíndeEstudiosSobrelaTradiciónOral,núm.351,pp.67a70.

LasgentesdeLayanacuentandesdeantiguouna leyendaquebienpodría remontarsealasépocasenqueestastierras,despuésdeserescenariodemilbatallas,fueroncolonizadaspor gentes que sólo querían vivir en paz. Su protagonista es una moza admirada por suastuciaalahoradeburlaraunpoderosoenemigo:elmismísimoPríncipedelosInfiernos,ese que debe su nombre a una palabra hebrea que significa «adversario»: el mismísimo

Satanás.OtalvezfueraLucifer,oPedroBotero,puesaunquevaríenlosapelativosconqueselenombra,elDemoniosiempreeselmismo.LamuchachacaminabatodoslosdíashastaelcaucedelríoRiguel,queestabaaunagrandistanciadesucasa,parallenarloscántarosconlosqueabastecíadeaguaasufamilia.Sinembargo,estaactividadselehacíatanfatigosaqueprontoideóunasolución:leofreciósualmaalDiabloacambiodequeéstelaaligeraradesulaborconstruyéndoleunpozoeneljardíndesupropiacasa.

ElDiablo,quepocasveceshabíatenidotanfácilhacerseconunalmatanjoven,acudióencantadoalreclamodelamoza,yaceptóeltrato.

—Conunacondición—añadiólajoven,antelaexpectacióndeSatanás—,quehabrádeservirparaañadirunpocomásdeemociónalnegocio.

Sin duda, al Demonio le divirtió la astucia y el atrevimiento de la muchacha. Ellaprosiguió:

—Elpozodeberáestarterminadoantesdequeelgallocanteanunciandoelamanecer.Silologras,mialmaserátuya.Sinoloconsigues,teesfumarássindejarrastro.

AceptóelDemonioeltratoyseentregó,afanoso,alalabordeunirpiedraconpiedraenlaconstruccióndelpozo.Nohayquedecirquelatareanolesuponíagrandesdificultadesyque trabajó a buen ritmo. La arquitectura y, por supuesto, más todavía su pariente máshumilde,laalbañilería,nuncatuvieronsecretosparaelDiablo.Inclusohayquienaseguraquesepermitiódevezencuandoentregarsealapereza,unadesusfaltasfavoritas,oausentarsearatossindarningunaexplicación.Notardólamozaencomprendercuálhabíasidosuerror:subestimar almismo Señor de las Tinieblas creyendo que en una sola noche no iba a sercapazdeconstruirunsimplepozo.Demodoque,viendoqueelencargoavanzabaatanbuenritmoque estaría terminado en el plazo fijado, decidióprobar conunanueva astucia.Paraellosehizoconuncandilycaminóendirecciónalgallinero.

SólolequedabaalDemonioporcolocarunodelosgrandesbloquesdepiedraquesinayudade argamasa alguna formaban el brocal cuando el gallo cantó anunciandounnuevodía.Y sin salir de su asombro se esfumó elAmo delAverno, dejando inacabada su tarea,aunque satisfechaa lamuchacha.Sólocuandoyanopudohacernadapor remediarlo supoquehabíasidoburladoporunaadolescentedemasiadoastuta.

Lajovensehabíahechoconuncandil,quearrimóalgallo.Este,creyendoverlaluzdelsoldespuntando,cantó,nouna,sinohastatresveces,antesdecaerderrotadodenuevoporelsueñoylaconfusión.

Luego lamoza abandonó el gallinero, apagó el candil y se dirigió al pozo. Sólo unbloquedepiedrafaltabaporcolocar:sehabíalibradoporlospelos.Sesentójuntoalbrocalyobservó la oscuridad con la satisfacción de haber engañado al mismísimo Dueño de lasSombras.Desdeelotrolado,elDiabloestallabadeira.Nuncaanteshabíasidoburladoporuna mujer, y mucho menos por una tan joven como aquélla, que apenas contaba sudecimoséptimaprimavera.Lamozapermanecióallíunratomás,sobreelbrocal,saboreandosu triunfo, hasta que la luz comenzó a imponerse sobre la negrura en la delgada línea delhorizonte.No tenemos noticia, sin embargo, de qué cosas pasaron en esemomento por elcornudomagíndelDiabloburlado.

***

Crónicapirenaica–SÁBADO6deseptiembrede2003

UnamultituddespideaRebecaenLayana

M.M.Rebecatuvounentierromultitudinario.Sediríaquenofaltabaningunodelos110habitantesde supueblonatal,Layana,unapequeñacomunidadde lacomarcadeLasCincoVillas.Fueen la iglesiaparroquialdeSantoTomásdeCanterbury,una joyadel románico,datadaenelsigloXII,dondesusfamiliaresyamigostuvieronlaoportunidaddedespedirla,tras 71 interminablesdías de incertidumbre, losmismosquehan transcurridodesdeque elpasado 24 de junio la joven cayera en el denominado Pozo del Diablo, situado entre lostérminosmunicipales de Layana y su villa vecina, la algomayor Sádaba. Veinte díasmástardese ladiopordesaparecidaysecelebróensumemoriaunamisadedifuntosquetuvolugarenlaintimidadfamiliar.Enestaocasión,sinembargo,lamisaestuvopresididaporlasautoridadeslocales,eldelegadodelgobiernoyelpresidentedelgobiernoautonómico.Traslamisma,lafamiliasedesplazóalcementeriodelpueblo,dondeelcuerpodeRebecarecibiósepulturaenunaceremonia íntima.Peseaqueconestemultitudinarioactodedespedida seponepuntofinalaunodelossucesosmásdramáticosquehanazotadojamáslospueblosdeesta comarca, nadie olvida los interrogantes que siguen sin respuesta: a qué se debían lasmarcasquepresentabaelcuerpodeRebecacuandolasaguaslosacaronafloteenAínsa;porquérazónelcuerponosufrióelprocesodedescomposiciónhabitual;cómopuedeexplicarseel largo recorrido que realizó el cadáver entre Layana y Aínsa, que algunos califican de«increíbleeinaceptable».Elcasocontinúaabiertoylainvestigación,bajosecretodesumario.

8

Bernal

Ademásdesusimpatía,yhastasuternura,unadelasprincipalescualidadesquetodoslosprofesoresalababanenBernaleralatenacidad.Sisetrazabaunplan,noescatimabaesfuerzosnidedicaciónenconseguirlo.Despuésde leeraquelartículoamarillento,publicadomásdecuarentaañosatrás,queporsorpresahabíaaparecidoenelcorchodesucuarto,Bernalteníamuyclaroloquedebíahacer:investigarelasuntohastaelfinal.Nopararhastaresponderalosmuchosinterrogantesquesulecturalehabíadejado:¿QuiéneraLuzAlbásMedina?¿QuérelaciónguardabaconRebeca,NataliayelrestodelafamiliaAlbás?¿YconlapalabraqueEzequielOsorio escribía con tanta insistencia antes de desaparecer? ¿Qué suerte corrió elcuerpodelachicadesaparecidaen1962?¿Llegóaencontrarse,ydónde,ycómo?¿Guardaríaeste caso tan antiguo algún otro paralelismo con el deRebeca? ¿Tendría EzequielOsorioalgúnpapelentodoesteembrollo?¿Seríaéstalarazóndeserdeaquellaspalabrassuyasqueaún recordaba: «Tú eres como yo»? ¿Qué pretendería al profanar la tumba de la familiaAlbás?¿YCosme?¿QuépintabaCosmeentodoesto?

Conelfindedespejartantasincógnitas,Bernalregresóalabiblioteca.Estavezledijoalabibliotecariaquequeríaconsultarperiódicosdelaño1962.

—Senecesitaunaautorizaciónespecialdeldirector—respondióella,antesdepreguntar—:¿Eresmenordeedad?

Bernal asintió. La bibliotecaria meneaba la cabeza, en señal de contrariedad. Parecíadarle la razón en lo que estaba pensando: que dejar de ser menor de edad —es decir,dependienteparatodo—esunadelasmejorescosasquepuedenocurrirteenlavida.Bernalestabadeseandoquellegaraesemomento,perofaltabanaúnalgunosmeses.

—Entonces tu padre o tumadre deberá redactar una carta responsabilizándose de losdaños que puedas causar en la hemeroteca y solicitando el permiso para que consultes susfondos—explicólamujer.

ABernallefastidiabaperdereltiempo.Ytambiénnosalirseconlasuya.—Noescriboenloslibrosnipintografitisenlasmesas—replicó,retador—.Yanosoy

uncrío.La bibliotecaria le dedicó una sonrisa cariñosa, casi cómplice. Como si realmente se

pusieradesulado:—Esunmerotrámite,cariño.Siempresehace,porsiacaso.Sisupierascuántagentehay

quenotieneniunápicedecivismo.Bernalnotuvoningúnproblemaalahoradeconseguirlacarta.Suspadresnosemetían

mucho en lo que hacía, siempre y cuando no interfiriera en sus estudios, algo que nuncapasabaporqueélera, sobre todo,unestudianteaplicadoy responsable.Cuandosepresentócon la carta ante la bibliotecaria se encontró con una nueva sorpresa: la autorización del

directordelabibliotecatardaríaunpardedías.—Te avisaremos en cuanto puedas consultar esos fondos. Escribe aquí tu número de

teléfono.—Lamujerseñalabaunalíneadepuntosenunformulariodesolicitud—.Yomismatellamarécuandotodoestéenorden.

Comonoteníanadamejorquehacer,yademásse leacababanlasexcusasparaseguirpostergandoelencuentro,decidióvisitaraNatalia.Sepresentóensucasaaprimerahoradela mañana. Cosme le abrió la puerta en pantalón corto. Bernal le encontró más delgado,pálidoydesmejoradoquelaúltimavezquelevio.Noleparecióextraño,despuésdetodoloquehabíaocurridoenlosúltimosmeses.Suexpresióndelatabaqueacababadedespertarle.

—Buenosdías—saludóelchico—.MegustaríaveraNatalia.Cosme le invitó a pasar casi sin pronunciar palabra y desapareció en el pasillo en

direcciónalcuartodesuhija.AlospocossegundosregresóylepreguntóaBernalsiqueríacafé.

—No,gracias.—Pues acompáñame a la cocinamientras preparo uno paramí. Lo necesito. Y así le

damostiempoalaremolonaasalirdelacama.Sentado en uno de los taburetes de la cocina, Bernal siguió con atención los

movimientosdeCosmemientrasechabaaguaeneldepósitodelacafeteraeléctrica,colocabaun filtro en el compartimiento del café y enchufaba la tostadora. Creyó que era un buenmomentoparaformularunapreguntaque,intuía,podíanoserbienrecibida:

—¿ConocíasaEzequielOsorio?Comohabíaimaginado,lapreguntanopareciódejarindiferentealpadredeNatalia.Fue

algo imperceptible: un temblormuy leve, un rictus de los labios, unmovimiento en falso.Algoqueotronohabríanotado,perosíBernal,porqueestabasobreavisoyporquelohizoapropósito.Dossegundosdespués,Cosmesedetuvoenmitadde lacocinaconunabolsadepandemoldeenlasmanosygestodepensarlarespuestaaunapreguntadifícil.

—No—dijo—.Nocaigo.¿Quiénes?—Uninternodelcentrodedíadondeayudo.Daigual.—¿Deberíaconocerle?Bernalseencogiódehombros,aunqueCosmenopudoverleporqueestabadeespaldas,

entretenidoenlibraralabolsadelpandesucierremetálico.Fueelfinaldelaconversación,porqueenesemomentoaparecióNataliaenpijama, lediounbesoasupadre,sesirvióunvasodelecheyseacercóaBernalparasusurrarlealoído:

—Mealegramuchoquehayasvenido.Parapoderhablartranquilosseinstalaronenelsalón.Lascortinastamizabanunpocola

luzdelsol,queentrabaporlosventanalesydibujabaformasgeométricassobreelsofá.Enunamesarinconera,juntoalteléfonoyunalámparaconpantalladecolores,habíaunafotodeRebecadondeselaveíamuyguapaymuysonriente.Laimagenfuetomadaeldíaenqueterminóelcurso.Frenteaella,alguienhabíadepositadounadeesasvelasquesuelenarderfrentealosaltaresdelasiglesias.

—¿Cómolollevantuspadres?—preguntóBernal,sinapartarlosojosdelafotografía.—Mal.Sobretodo,mamá.Estádestrozada.Noduerme,nocome.Sepasaeldíallorando

oencerradaensucuarto,sinhacernadamásquemantenerlosojosabiertos.Apenashablaniquiereveranadie.

—Debedesermuyduroqueteocurraalgoasí.Nataliatambiéncongelólamiradasobrelafotodesuhermana.Enesaimagen,Rebeca

llevabaelpelosueltoyunacamisetadesmangadaycortaquedejabaalaireelpendientedesuombligo. Había ido con Bernal a que se lo pusieran, y él la ayudó a elegir de entre losmuchosqueelencargadodelatiendalesibaenseñando.Lesgustóunoenelquetresestrellasdecristalrojoformabanunalínea.CuandoRebecallegóacasaexhibiendosutesoro,Nataliasemurió de envidia.Ésa era la parte de la historia queBernal desconocía.Aquella noche,Natalia hizo todo lo posible para que sus padres se enfadaran con Rebeca, aunque no loconsiguió.Noentendíaporquérazónsuhermanapodíaanillarseelombligoyellano,pormuchoquesupadretrataradeexplicárselo:

—Enun par de años te dejaremos hacerlo a ti también.Eres demasiado pequeña parallevarunpendienteenelombligo—ledijoCosme.

ANataliaaquellosargumentosnosólonolaconvencieron,sinoquelallenaronderabia.Tanta como la que sintió cuando su padre le firmó a Rebeca la autorización para que letaladraranelombligoolaqueexperimentócuandosuhermanallegóacasaluciendolastresestrellasrojasenfila.Habríalloradoypataleadohastareventar,peronolohizo.Eradeesetipodepersonasaquieneslesdisgustaquelosdemásconozcansuspuntosdébiles.Delmismomodo, tampoco estaba dispuesta a contarle nunca a nadie, mucho menos a Bernal, esetorbellinodesentimientosquesóloexistíaensuinterior.

—¿Túcreesquedeberíamosregresaralpozo?—preguntódeprontoBernal,sacándoladesuscavilaciones.

—Claro,yatelodijeenmicorreoelectrónico.HabíaalgonuevoenlaactituddeBernalqueaNatalialeresultabadoloroso.Noerasólo

la distancia, que él intentabamantener a cualquier precio, como si una vezmuertaRebecahubiera perdido cualquier interés por ella. Había algo más. Bernal le hablaba con algoparecidoaldesprecio,comosiestuvierarealizandounesfuerzoenormeparatratarconella.Enrealidad,Nataliasesentíadespreciada.

—Noséquéquieresencontrarallí-dijoél.—Loquetúestésbuscando.Noséquées,peroteayudaréaencontrarlo.Bernalnoesperabaunarespuestatanextraña.Seencogiódehombrosantesdedecir:—Tampocosémuybienquébusco.Información,supongo.—Yoteayudaré.Lo dijo con firmeza, como si no estuviera dispuesta a admitir una negativa o una

vacilaciónporpartedelchico.Almismotiempo,deslizóunamanosobrelarodilladeBernal.Éllamirófijamente,delmismomodoquehubieraestudiadolosmovimientosdeunrobotodeunbichohorriblequeestuvieraintentandotreparporsumuslo.

—Yaveremos—contestó.No acabó de convencer aNatalia aquella respuesta, aunque procuró que no se notara.

Másbienalcontrario.Retirólamano,perosemostródispuestaaescucharcuantotuvieraquedecirleconlaintencióndeayudarleentodoaquelloqueestuvieraasualcance.

EnaquelprecisomomentoentróCosmeenelsalón.Llevabauna tazaen lamanoysemovíacon lentitud,comosi lecostaradesprendersedelsueñoodelcansancio.ABernal lepareció que le miraba con hostilidad, y presintió que había estado escuchando laconversaciónqueNataliayélhabíanmantenido.PensóqueCosmeaparecíaprecisamenteen

eseinstanteparaevitarqueledijeraalachicaloquehabíavenidoadecirle.Sinembargo,esaimpresióndurósólounmomento,porqueCosmenotardóensalirdelaestancia.

—Voyadarmeunaducha,Naty.Respondetúalteléfono,sihacefalta—ledijoasuhija,antesdeadentrarseenelpasilloydejarlessolosdenuevo.

—Másadelantetediréunacosa,cuandoestémásseguro—murmuróBernal.—¿Mássegurodequé?—preguntóella.—Dealgoqueocurrió en elpozohace cuarenta años.CreoqueRebecanoha sido la

únicaquehamuertoeneselugar.—¿Cómolosabes?—Heestadoinvestigando.Hubootrachicaantes.Tambiénteníadiecisieteaños.También

murióallí,deunmodotanextrañocomotuhermana.SellamabaLuzAlbásMedina.Bernal hizo una pausa para observar la reacción de su interlocutora. Y ésta, como

esperaba,nopermanecióindiferente,aunquetardóunossegundosenreaccionar:—¿Cómohasdichoquesellamaba?—preguntóNatalia.—LuzAlbásMedina.—¿Dedóndehassacadoesenombre?—Delosperiódicosdelaépoca.Losheestadoconsultando.—Seguroqueesunerror—afirmóella,conrotundidad—.Luzmuriódeunahepatitis.—¿Cómolosabes?¿Hasoídohablardeella?—¡Puesclaro!—Hizounapausaquepodríahabersidoteatral,peroquesólodemostraba

su desconcierto. Natalia parecía estar ordenando en su cabeza un montón de informaciónalmacenadaafuerzadeaños.Alfin,respondió—:Eramitía.Lahermanamayordemipadre.Esverdadquemurióalosdiecisieteaños.Deunahepatitis.

Los ojos de Bernal dijeron mucho más que sus palabras. Una de esas miradasprolongadas, profundas, que quieren llegar muy lejos, se clavó en los ojos de Nataliamientraselchicoañadía:

—Esosóloesloquetehancontado.—Sí,claro,peronomedirásque...A Natalia se le quebró la voz. De pronto, en mitad de la frase, sin terminar la

argumentación,sediocuentadelarazónqueteníaBernal.Detodaslascosasconocemoslaversión que nos han hecho creer. Presuponemosque nuestros padres dicen la verdad, y enrealidadnotenemosmotivosparapensardeotromodo.Sóloquienvaunpocomásalládeloobvio se da cuenta de que no tiene por qué ser así en todos los casos. Siempre hayexcepciones que confirman la regla. Seguro que existen padresmentirosos, estafadores o,simplemente, los habrá que tengan un inusitado interés por ocultar ciertos aspectos de susvidas.NataliasepercatóeneseinstantedequesiCosmeyFedehabíanpretendidoquecreyerauna determinada versión de los hechos o habían intentado mentirle, habrían conseguidoplenamente suspropósitos, porque ella jamás cuestionaría suspalabras.Por lovisto, habíallegadoelmomentodehacerlo.

—¿TesuenadealgoelnombredeEzequielOsorio?—insistióBernal.Nataliaachinólosojosantesdepreguntar:—¿Quiénes?—Unamigoquehadesaparecidosindejarrastro.—¿Yquétienequevercontodoesto?

—Aúnnolosé,perolosospecho.¿Tesuena?—Sí.—¿Dequé?—Hayuncuadroenelestudiodemipadrefirmadoconesenombre.Pensabaqueeraun

pseudónimo.EzequielOsorio...esincreíble.¿Leconocías?—Claro.¿Quéhayenelcuadro?—¿Mehablarásdeél?—Primerodimequéhayenelcuadro.Natalia parecía asustada. No era fácil verla así, como si fuera frágil. No lo era en

absoluto,yBernallosabíabien,peroenaquelinstanteloparecía.Ellabajóunpocolavozpararesponder:

—Muñecas.Muñecasquemiranaquienmiraelcuadro.

Hola

Seguro que ya no te acordabas demí. Soy yo, el que está detrás, ese a quien no ves, nisiquiera presientes, pero que sigue manejando los hilos de esta historia. Si ahora me heinfiltradoasí, tanabruptamentey sinprevioaviso, esporquequieroquemeacompañesenotro viaje al pasado.Suponiendoque te atrevas, claro.Esta vez viajaremos a una distanciaciertamente corta que, sin embargo, parecerá muy larga a tu mollera repleta de serrín.Acompáñame:recorreremoseltiempoensentidoinverso,hastaalcanzarunanochedehacepoco menos de cuarenta años. Las cosas son allí muy distintas. Por ejemplo: no existenteléfonosmóvilesniordenadores,aúnnosehainventadoInternetyenmuchascasastodavíasevivesintelevisor(o,comomucho,conunoenblancoynegro);peronovoyaaburrirteconestetipodedetallesque,además,carecenporcompletodeimportancia.Ellugaralquenos dirigimos no necesita presentaciones. Lo conoces a la perfección: es el pozo que estájuntoalaslindesdelaviejafinca.Todolodemásestácomolohemosconocidoya.Lanocheestibiaylalunailuminalosrastrojos.Nosdejaremoscaerconsigiloyobservaremosloqueaquívaasuceder,amparadosporlassombras,queconfundenanimalesconvegetales,objetosinertesconsereshuidizos,vivosconmuertos.Prepárate:tevoyapermitirconoceresapartedelahistoriadelaqueBernalaúnnosabenada.Eresunapersonaafortunada,porlomenosmientrasyoasíloquiera.

Pero...silencio.Aquívienen.¿Lesoyes?Susalegresrisasrompenelrumorvegetaldelanoche, por decirlo de un modo creativo. Se acercan alegres y confiados, con las manosentrelazadas.

—Es por aquí, ya llegamos—dice él, un chico delgaducho pero atlético, quemuchasconsideraríanguapo.

Es EzequielOsorio disfrutando de los últimosminutos de su lucidez.Dentro demuypocotiempo,loqueveráletrastocarálacabezaparasiempre.

—Pobredetisinomerecelapena—bromeaella,resollando,mientrastratadeseguirleabuenpaso.

Tienelosojosnegroscomolamismanoche,igualqueelpelo,quelecaeporlaespalda.Subonita sonrisa tiene losminutos contados.Cuantomás se aproximanalpozomáscercaestá de lamuerte. ¿Ya lo has adivinado, astuto, sagaz, despierto lector?EsLuz.LuzAlbásMedina,lahermanamayordeCosme.Essólounaadolescente.Bastanteguapa,porcierto.Ytambiénmuyalegre,muysimpática,contodoelfuturopordelante.Quélástima.

***

—Mira,aquíes.¿Quéteparece?—anunciaél,sinperderaúnlaalegría.

—¿Mehastraídohastaaquíparaenseñarmeunpozo?—No sólo el pozo, ya verás. Además, no es un pozo cualquiera. Es muy antiguo.

Seguramenteelmásantiguoquehasvistonunca.Luz inspecciona el brocal que tienedelante.La luna esuna lámpara tenue colgadadel

cielo.Lanocheescálida, comocorrespondeaesta épocadel año.Nosoplaniunpocodebrisa.La quietud es incluso excesiva, pero ellos aún no se han dado cuenta.Ezequielmiradentro del pozo, como queriendo encontrar lo imposible y, por unmomento, sus ojos seagrandan,comosihubieravistounfantasma.Elsilenciosevuelvelúgubredurantedécimasdesegundo,hastaqueélsesacudedeencimalafalsaimpresión.

—¿Quéocurre?—preguntaLuz.—Nada.Mehaparecidoveralgoquesemovíaenelagua.—¿Cómoera?—Blancoygrande.Daigual,seráelreflejodelaluna.Luzcallacontodaintención.Noleparecedescabelladoloqueacabadeoír.Asunovio,

talvezporacabarconlatensión,seleocurreahoralamismaideatontaquealrestodelaspersonas que visitan este lugar, que, como se puede imaginar con facilidad, no sondemasiadas.

—¿Echamosunamonedaypedimosundeseo?Luz levanta la cara hacia el cielo y lanza una carcajada, como si quisiera propulsarla

hacialasestrellas.—Nocreoenesascosas—dice—,perohazlo,siquieres.Yotemiro.Ezequiel, por fortuna,no insiste en esa idea infantil, tal vezporque sunovia acabade

avergonzarle.Señalahacialalejaníaeinforma:—Lacasa está allí.Es impresionante.Alguien la llamóCaelum,El cielo, en latín. ¿Te

suena?—¿Caelum?Vayaunnombre.¿Deberíasonarmedealgo?—Seríalológico,aunqueyaimaginabaquenosabríasnadadeella.—Ezequielparece

muyexcitadocuandoextiendeelbrazoyleofreceasunoviaunamanoalaqueagarrarse—.Vamos,ven.Tienesqueverla.Tevaaencantar.

Sus cuatro pies se enredan en la vegetación antigua de las veredas que surcan lapropiedad.Ezequielcaminamuydeprisa,Luzaduraspenasconsigueseguirle.Alolejossevislumbralasiluetadelaviejacasona,recortadacontraelcielonocturno.

—¿Quéeseso?Pareceunajaula.Pasan cerca de la pajarera sin detenerse. Ezequiel es alma que lleva el diablo. Ni él

mismoseríaenestemomentocapazdeexplicarporquérazóntienetantointerésenarrastrara Luz hasta la vieja casa, si alguien le forzara a detenerse y se lo preguntara sin rodeos.Parececontento.Enrealidad,estáeufórico.Escomosi lasangrecircularamásdeprisaporsus venas.Como si su corazón también se estuviera acelerandoy almismo ritmoganaranvelocidadsuspiernas.

Lleganalaexplanadadeloscarruajes,Frenteaellosselevantaelportónprincipal,consusletrasgrabadasenelfrontiscomoenlaentradadeunacatedralenlasque,sinembargo,ningunodelosdosrepara(ay,losjóvenes,tanpreocupadosporsusinsignificantescosas,tanegoístas;nunca sedetienenaobservar losdetalles importantesqueel azaroalgúnespíritujuguetónhadispuestoensucamino.Si lohicieran les iríamejoren lavida.Aunque,yase

sabe,¡laadolescencianoseinventóparaperdereltiempoestudiandolosdetalles!).Dentrodelapajarera,asusespaldas,lasmariposasrevolotean,silenciosasyagitadas,comosiquisieranadvertirlesdealgo.Sediríaquesientenganasdeescapar.Ningunode losdosse fijaensupresencia.Ezequiel tieneciertoairede triunfador,dehéroequehaconseguidosuobjetivo.Tantoqueasustaasunovia.

—¿No estarás pensando en entrar?—inquiereLuz, y la voz le tiemblamás de lo quehabríadeseado.Nopuededisimularlo:estámuyasustada.

—Exacto.Esovamosahacer.Ezequielechaaandarconpasofirmehacia lacasa.Parecemásconvencidoquenunca

antes,segurodesímismo,tandifícildedetenercomountanque.—¿Quétepasa,Ezequiel?Estásmuyraro—preguntaella,mientrassientequeelmiedo

disparaloslatidosdesucorazónylearrebataelairedelagarganta.Peronoobtieneningunarespuestasatisfactoria.Ezequielsedetieneamirarla,extiende

subrazoyleofrecedenuevosumano.Yanopregunta.Ahoraordena:—Venaquí.—Medamiedo.Ahídentropuedehaberdetodo.Ratas,perros,arañas.Oalgopeor—

expeleunacarcajadaconlaquesólopretendetranquilizarseasímisma—:nosé,esqueletosen losarmariosoalgoasí.Además,nosepuedeentraren lascasasde lagente.Este lugartendráundueño.Seguroqueloquequiereshaceresilegal.

Eneseinstante,Ezequielpierdelosnerviossinrazónaparente.Sevuelvehaciaellaylemuestraunaexpresiónterrible:tienelosmúsculosdelcuelloydelasmejillastensos,yunavena gruesa y azulada dibujada en la frente. La boca se le frunce en una expresión feroz,similaraladeunperrorabiosoantesdemorder.Lasequedadconquelanzalaordenterminaporparalizarla:

—Callaycamina,estúpida.ALuzletiemblalamanocuandoseagarraaladeEzequielylesiguecontrasuvoluntad.

Nuncaanteslehabíavistotanfueradesí.Porsupuesto,tampocoanteslahabíainsultado.ElEzequielalquesiguelepareceunimpostor,unmonstruoqueacabadeocuparellugarqueporméritospropiosconsiguiósunovio.

—¿Quieresentraryveralgoincreíble?—preguntaEzequiel,convozmáscalmada.—¿Ycómoquieresque...?Antesdeterminarsupregunta,LuzreparaenqueEzequielleestámostrandoalgosobre

lapalmadesumanoabierta.Esunallavegrande,negra,oxidada.—Eslallavedeldesván.Subamos.A la casona que alguien llamóCaelum, a saber por quémotivos, se entra a través de

grandesportonesdemadera,quenoestánguardadosporcerraduranicandadoalguno.Sóloelpolvoparececustodiarlos,aunque,comoesnatural,noresultabarrerainfranqueableparaquien se lo propone, ni siquiera molestia. Lo que sí resulta, más que barrera, elementodisuasorio,eselinteriordevastadoqueseadivinaatravésdelasgrietasdelamaderadelapuerta.Nadieensusanojuiciosentiríadeseosdeentrarenunlugarasí,yesoesloúnicoqueha protegido la casa de ladrones, maleantes y demás huéspedes inesperados. Viendo aEzequielysuvehementeinsistenciaconlallaveenlamano,aLuzcasiledanganasdereír.Poruninstanteestátentadadepensarquetodohasidounabromademalgusto,unajugarretadisparatadamás propia del día de los Inocentes que de una noche de junio. Sin embargo,

cuandoreparamejoren lamiradadeEzequiel, sedacuentadequehablamuyenserio.LaúnicaesperanzaqueaúnlequedaaLuzesquelosgrandesportonesnovayanaabrirseconlafacilidad que desea su novio. Llevan demasiado tiempo cerrados, o eso imagina ella, paracederahoraalprimerenvitedeunjovendemasiadocurioso.Tambiénenesoestáequivocada.Ezequieldescargasuhombrocontodassusfuerzascontralosbatientes,yprontoconsigueloque persigue: las grandes puertas se mueven despacio, gruñendo, o gimiendo, como situvieranperezadehacerloocomosinoestuvieranconformes,yvanabriendounpasohaciauninterioroscurocomoelbosqueylanoche.

—Ven—ordena Ezequiel, penetrando en lo que en otros tiempos fue un zaguán querecibía al visitante con brillos de espejos, platas y porcelanas y en el que ahora sólo hayrastrosnegrosdelincendio.

Sedetieneunmomento,haceunareverenciaridículayconcantinelainfantildice:—Ustedprimero,señorita.Luznocompartelaalegríadesunovio,nipuedeentenderporquésedibujaensurostro

esaampliasonrisa,queaellalepareceunaburla.—No...noquieroentrar...Ezequiel,porfavor...Éllededicaunamiradalargayfiera.Unasolamiradabastaparaqueaellaselehielela

sangreyempieceatemblarcomounahoja.Losojosdesunoviosonfríosylaobservancongravedadextrema.Sinnecesidaddepronunciarpalabra,leordenanquecruceelumbralyellanoseveconfuerzasdedesobedecer.

—Tengofrío—musita.Luzcaminaconpasoscortos, comosi asípudiera retrasarmás suentradaenCaelum.

Mientras tanto, Ezequiel rebusca en sus pantalones hasta dar con una linterna con la queprontoiluminaelcaminodelosdos.Peseasertanpequeñaquecabeenunbolsillo,proyectaunhazluminosotanpotentequetieneelefectodetranquilizarunpocoalachica.

Apesardequeesdifícildistinguirnadaenestaoscuridad,seencuentranenunaestanciamásestrechadeloqueseríaesperabledeunacasonagrandecomoésta.Aladerecha,enunadelasparedes,elhazdeluzdescubreunespejocubiertodepolvo.Frenteaél,unaviejasillaconelasientoroto.Es todocuantoencuentranenestereducidoespacio,salvoelpolvoquecubre por completo el suelo y en el que se imprimen sus pasos como si caminaran sobrenieve.Claroqueesdifícilquesedencuentadetodoenestedominiodelastinieblas.

Loquesísepercibeconfacilidadeselcalor.Seríalógicosuponerqueharíafríodentrodelacasa,unfríocontraelquenohabríadefensa,productodeañosdeabandonoysoledad.Sinembargo,noesasí.Luzsepercatadeellocongransorpresa,yaquedentrodelcaserónhace una temperatura agradable, como la que suele darse en las casas habitadas. Lo sienteporque, nada más traspasar el umbral, y mientras Ezequiel ajusta los portones de maderadesdedentro,sustemblorescesan.Puedequenosedebieransóloalfrío,aunquehayalgoenlacasaqueleinspiraunaextrañaconfianza,comosipensaraqueentresusgruesasparedesseencuentraasalvo.Deinmediatolasorprendeotraimpresión:elolor.Sucabezaledicequeesimposible,perosussentidosseempeñanencontradecirlasleyesdelalógica:hueleacomida.Enrealidad,sepercibeoloracocina,apucheroshirviendoenlalumbre,acaldo,aguiso.Eseolor de hogar que suele asociarse a las manos de una madre, o de una abuela, y que estotalmente imposible que se dé aquí. Sin embargo, Luz se atrevería incluso a ir más alláreconociendoelolorexactoquellegaasusfosasnasales:polloconciruelas.Nounpollocon

ciruelascualquiera,ysedacuentaalinstantedequelaideaesrocambolesca:huelealpollocon ciruelas que preparaba sumadre.Una idea verdaderamente descabellada, ymás en unlugarquellevatantosañosdeshabitado.

—Vamosporlaescalera—diceél,señalandoalaizquierda.Losescalonessondemaderaycrujencomosifueranaromperse.Ezequielvadelante,

agarrándose a la baranda mientras ilumina el camino con la linterna. Ella le sigue,procurandonoresbalarnidarunpasoenfalso.Elolorsevahaciendomástenueamedidaqueascienden,hastadesaparecercasiporcompletocuandolleganalprimerpiso,quetambiéneslaplantanobledelamansión.Luzsedetienepararespirar.Desdedondeestá,apenaspuededistinguirsombrasentrelaoscuridad.Lepareceadivinarlapresenciadealgunosmuebles,ode alguna cortina agitada por la brisa, pero lo más seguro es que sean percepcionesequivocadas:¿quémueblesvaahaberenunlugarasí,despuésdetantotiempo?¿Ycómovaaagitar las cortinas la brisa si hoy no sopla ni un ápice de viento y las ventanas parecencerradas?AEzequiellellevaesaextrañaprisaporcontinuarsubiendo.

—Vamosmásarriba,aldesván.Tenemosquesubiraldesványabrirlapuertaqueestácerradaconllave—leurge.

Ellaobedece,máspornoquedarseaoscurasqueporqueleintereseconocerlacasaniningunadesusdependencias.Dehecho,nadadeloquehayeneste lugar le interesalomásmínimoydaríaloquefuerapormarcharsedeaquí.Vuelveaintentardisuadirasunoviodesuslocasintenciones.

—Comonospillen,nosvanallevaralcuarteldelaGuardiaCivil—dice.Estas palabras tienen un efecto terrible en Ezequiel, que se detiene en seco, damedia

vuelta sobreel escalón,quecruje comosi lamentaraestamaniobra,y se encaraa ella conenormerabia.

—¿Quétedamiedo?¿Quenosllevenalacárcel?—Sí...Supongo...—Luzsesientecohibidaantelavirulenciadesureacción—.Estamos

enunapropiedadprivada.—Eresunaimbécil—gritaél,otravezencendidoderabia.Luztratadedisculparse,nisiquierasabeporqué.Ellano,peroyosí:eselmiedoloque

lahacehablar.ElmiedoaqueEzequielseadistintoacomoparecíahastaestanoche.—Noteenfades,porfavor.—Puesdejadehacerpreguntas absurdas. ¿Quieres saberporquénovanadetenernos

aunquenospillen?Porqueestacasaesdetufamilia,estúpida.Seguroqueahoramedirásquenoteníasniidea.¿Ypretendesquetecrea?Debesdepensarquesoytonto.

Luzno tiene tiempodemeditaracercadel sinsentidode laspalabrasdeEzequiel,que,porsupuesto,tomaporfalsaso,almenos,pordesinformadas.Quizáseloestéinventandoenestemismomomento comoexcusapara toda esta locura, sóloparahacerla callar, o acasoalguien le ha contado una patraña y él la ha tomado por cierta. Aunque ella no puededetenerseapensarennadadeesoymuchomenosaresponderasusprovocaciones.AúnestáEzequiel lanzando contra ella un ataque desmedido cuando ocurren varias cosasinexplicables. Luz siente cómo el vello se le eriza. Es un primer aviso, casi una señal dealarma que en realidad le está dando una orden clara y concisa. Le dice: «Corre. Ponte asalvo.Huye.»Peronosabeinterpretarloasí.Sienteentodosucuerpounextrañoescalofrío.Esunareacciónanimal,queloshumanosnopuedencontrolaryqueantiguamentelesadvertía

de la presencia de un gran peligro, generalmente una fiera salvaje. Y es precisamente unrugidocomodefierasalvajeloqueLuzoyeacontinuación.Muycerca,juntoasuoído.Unsonido terrible, acompañado de un calor apestoso en su mejilla. Es como si un animalindescriptibleyenorme leecharaelbofeen lacara.Apestaaputrefacciónyestácalienteyhúmedo.Esloúltimoquepercibeantesdeldolor.Undolorintensoenelabdomen,queluegoencuentrasuréplicaenelmuslo,yenelantebrazo,yenelcuello,yenambasrodillas,yeneldorsodelamano,yenunadesusmejillas.

Mientras estas sensaciones se multiplican a lo largo de su cuerpo, Luz siente que esarrastradaporuna fuerzasuperior. IntentaagarrarseaEzequiel,perono leveporningunaparte. Algo muy poderoso y muy fuerte, que no logra distinguir ni entender, se la llevaescalerasabajo,atodaprisa,sindarletiempoareconocerlosescalonesporlosqueacabadepasar,enmediodeungranescándalo.Apenasvislumbrasuspropiasheridasenelespejodelaentrada,demasiadosucioparaserfiel,ymenosaestashorasdelanocheyconestasprisas.Luz y la portentosa fuerza que la arrastra alcanzan el exterior. No pueden entretenerse acontemplarlabellezadelcieloestrellado,delalunacrecienteycasillenanideningunaotracosa. Al contrario, parece que al llegar a la intemperie la fuerza extraña que la llevaexperimentanuevasurgencias.Luzse siente transportadacomoun fardoquealguiencargasinmiramientos.Sucorazónnopuedelatirmásdeprisa,recorresuespaldaunsudorheladomientras un peso le oprime el pecho y le impide respirar.Reconoce el camino que les hatraídohastaaquí:haquedadoaunladolapajarera,lacasavuelveasersólounasiluetaenlalejaníayahorasedirigenhaciaelúltimolugarquequedaenestepáramo:elpozo.

NoimaginaLuzqueésavaaserlaúltimaescaladesuviajeporlavida,unviajecortoytruncado antes de tiempo.No puede imaginarLuz que la fuerza invisible la va a alzar delsueloparaluegolibrarsedeella.Queloúltimoquesentiráseráesasensaciónenelestómagodecaeralvacíodesdeunagranaltura,esasensaciónconlaqueella,comolamayoríadelaspersonas,ha soñado tantasvecesperonohaexperimentado jamásdespierta.Luegoverá laluna, una luna clara ymanchada, preciosa, casi al borde de la plenitud, que parece quererrestardramatismoa suúltimoaliento.Pensará:«Parecemásgrande.»Unsegundodespués,estarámuertayhundiéndoseenlasaguasheladasdelPozodelDiablo,caminodelosarroyosdeaguasmansasquediscurrenbajonuestrospies.

TampocoEzequielhaescapadoindemnedesuaventura.Enestemomentoestátumbado,inconsciente, sobre el polvo que cubre el piso de la planta noble. Tardará unas horas endespertarycuandolohaganorecordaránada.Nosabráquéhaceaquínicómollegó,noserácapazdesaberdóndeestáLuz,nisilehaocurridoalgo,nienquémomentoseseparódeella.Tampococomprenderáelmotivoporelcualsehallatumbadoenunsuelopolvoriento,sinunrasguño, pero con un remoto dolor en la cabeza, seguramente fruto de la caída. Por lamañana,másasustadoquenunca,acudiráalaGuardiaCivilparadenunciarladesaparicióndesunovia,peronodiránadadelopocoquerecuerda:nohablarádelacasa,nidelapérdidadememoria. No dirá que su único deseo era llegar al desván, porque sabía que allí debíaencontrarse con alguien. «¿Encontrarte con quién?», le habrían preguntado, y no habríasabidoquédecir.Poresocallará.LoúnicoqueseleocurrirádeciresquediscutióconLuzjuntoalpozo,despuésdevisitarlacasa,quesehabíanpasadounpococonlabebidayqueélluegoseechóadormirlamonaalairelibre.

—Estuvimos en los bares de Sádaba—mentirá, con una expresión bobalicona que en

realidadlesirveparaescondersumiedoysunerviosismo.Por supuesto, nunca nadie creerá del todo la rocambolesca historia de Ezequiel. Se

abrirá una investigación, pero se cerrará por falta de pruebas un par de años más tarde.Mientras tanto, Ezequiel irá cayendo con una rapidez intrigante en un estado de locuraincomprensibleparacuantosleconocen,quelellevaráalaruinadesímismo.Enrealidad,setrata de la misma enajenación que le arrastró hasta la vieja casona la noche en que Luzdesaparecióyquelellevóacomportarsecomolohizo.Pasaráunpardetemporadasenuncentroderecuperación,observadopormiradasexpertas,hastaquealguiendictaminequenohayremedioparaélpornoreconocerque,enrealidad,nosabequéclasederemedionecesita.Entonces el joven empezará una larga vida de internamiento en centros psiquiátricos yasistenciales.Sólo sumadre levisitaráalprincipio—Ezequieleshuérfanodepadreehijoúnico—yunavezmuertaésta,seiráquedandoenesasoledaddequiensólorepresentaunamolestia para todos. Sólo los cuidadores permanecerán a su lado, harán un esfuerzo porhablarlepeseaquedeprontopareceráhaberperdidoeldondelapalabrayhablaránbiendeélcuandoalguienpretendahacerlepasarporunenfermopeligroso.

—Ezequielnoharíadañoniaunamosca.Enrealidad,salvoasímismo,suactitudnoperjudicaanadie.

Enesaquietuddeparedesblancascomenzarána transcurrir losaños.Nadieharánadajamás por aliviar a Ezequiel de los inmensos sufrimientos que transitarán sus noches. Laúnica persona a quien él se atreverá a pedir ayuda, CosmeAlbás, le ignorará con elmáscerradodesussilencios,portemoraqueladesdichadelpobrelocosalpiquesuvidaoladesufamilia(otalvezporalgunaíntimarazónqueahoranosabemos).Conelpasodeltiempo,lamemoriadeEzequielseiráespesando,hastallegaraldíaenquetodosupasadolepareceráotro sueño en el que nada puede distinguirse con claridad, como los sonidos cuando seproducendentrodelagua.Sumiradaestarácadavezmásextraviadaysusilenciopareceráirrompible. Las palabras le costarán unmundo, igual que las relaciones con las personas.Sólolasnochesconoceránsusaccesosderabia.

Haylugaresdelmundodonde,sóloconobservaresossíntomas,resolveríanconfirmezaquesetratadelosrasgoscaracterísticosdeunaposesión.Porfortunaparaquienmanejaloshilos(esdecir,paramí),ésteenelquenosencontramosnoesunodeesossitios.

Sólorestapordesvelar(aunquenodeltodo:dejemosalgoquecontaralosmuertos)eldestinodeLuz.Sucuerpo,arrojadoalpozoconenormevirulencia,yaesirreconocible.Tanjovenytanbonita,quétriste.Tienerotalacolumnavertebral,locualledaunaspectocomodemuñecavieja.Elbarrohamanchadolosjironesdesusropasytambiénsuspárpados,suslabiosysusuñas.Peronadade todoeso llamará laatencióndequienes tropiecenconella,bastante lejos de aquí. Lo que más les impresionarán serán sus heridas. Los arañazos(diecisieteentotal)profundoscomosurcosylargoscomogrietas.«Sólounabestiasalvajepodríahaceralgoasí—dirán los investigadores,quesiempresecreen tan listos—,yaque,comosedesprendedelaautopsia,nohansidopracticadosconarmablanca.»Luegoestánlasdentelladas. Nueve. De las marcas dejadas por las fauces de la fiera los expertos sabránextrapolar detalles curiosos, como el tamañode los dientes, o el de lamandíbula a la quepertenecen, como también la disposición de unos caninos y unos molares especialmentedesarrollados.Resolveránquelabestiaquelaatacóteníadoscaninosporlado,deuntamañono inferior a 1,2 centímetrosyunamandíbulade18 centímetrosde anchura.Principiantes.

Los datos correctos son éstos: caninos de 1,56 centímetros de longitud, admirablementeafilados e impolutos. Mandíbula de 21 centímetros, dotada de una fuerza portentosa, quesupera la de la mayoría de criaturas vivientes. Además, fueron exactamente diecinuevearañazosydocedentelladas.

¿Quecómolosé?Felizpregunta, lectorsagaz,al filodeabandonartedenuevoen lostiemposmodernos,despuésdeesteparéntesisretrospectivo.

Loséporquefuiyo.Yofuiquienlaatacó.Dichoesto,regresoamiaparentesilencio.Teestaréobservando.

9

Elregreso

—Primero dime qué hay en el cuadro—había preguntado Bernal poco antes de quetuviéramosqueausentarnos,interrumpiendolaescena.

Natalia,asustadacomopocasveces,bajólavozpararesponder:—Muñecas.Muñecasquemiranaquienmiraelcuadro.—¿Puedesenseñármelo?—Mipadre se estáduchando—dijo ella, pensandoenvoz altay clavando suspupilas

inmóviles en las de Bernal—. Podemos arriesgarnos —concluyó—, pero sólo podrásmirarlounmomento.

—Estábien.Bernalselevantóalinstante.SedirigieronporelpasillohaciaelestudiodeCosme,una

habitación interior ybastante angostadonde convivían centenaresde libros, un archivador,dos ordenadores, una lámpara, una estufa y mil cachivaches más que sería imposibleenumerarahorapor lasencillarazóndequedeunsolovistazonoseconseguíaabarcarlostodos.Sinembargo,loqueinteresabaaBernalsedistinguíaalaperfecciónentreeldesorden.Ocupaba la única pared libre que había en el cuarto. Ni el espacio ni el cuadro erandemasiado grandes. Unmarco sencillo, de los que pueden comprarse por poco dinero encualquiergranalmacén,rodeabaunapinturadealegrescoloresytrazosburdos,descuidados.Parecíalaobradeunniño,odeunprincipiantesinmuchotalento.Enellaseveíanunasdosdocenasdemuñecas.Llevaban largosvestidosde tonalidadesvivasque lesdabanunciertoairedeotrostiempos.Lospieslescolgabanenelvacíocomosiestuvieransuspendidasenelaire.Oesoparecía,porqueademásdeellasydeunfondoazuloscuro,enelcuadronohabíanadamás.Enlaesquinainferiorderecha,escritacontrazosblancos,podíaleersemuybienlafirmadelartista:EzequielOsorio.Ytambiénunafecha:1962.Elconjuntopodíacalificarse,sinexagerar,defeoytosco.Nadielohabríacolgadoenlapareddesuestudiodenotenerunmotivomuypoderosoparahacerlo(quenoguardabarelaciónconlacalidadartística,desdeluego). Ahora sólo faltaba conocer la razón que tenía Cosme para haber conservado elcuadrodurantetantosaños.

—¿Tehasfijadoenestedetalle?—preguntóNatalia,señalandohacialaesquinadeabajoaladerecha.

Costaba trabajo darse cuenta. Sin la ayuda deNatalia no habría reparado en él, estabaseguro. Era apenas un manchurrón negro sobre otro fondo casi igual de oscuro. Sinembargo, si semirabacon laatenciónsuficiente,eraposibleverqueaquella formanoeracasualidad:unamariposa.Unamariposanegra.

—Yahora,salgamos.Noquieroquemipadrenosdescubrametiendolasnaricesensuscosas.Sepondríahechounafuria.

Salieron con sigilo y regresaron al salón. Allí les encontró Cosme cuando volvió apasar recién duchado; ambos tenían cara de inocentes y estaban charlando con fingidanaturalidad.Sinembargo,unsolopensamientosehabía instaladoen lacabezadeBernaly,aunque se esforzaba por hablar como si tal cosa, no podía evitar estar ausente, a muchadistanciadeallí.Nataliasediocuenta,peronolepreguntónada.Dejóquefueraélquienlodijera.

Ylohizo.FueBernalquienseatrevióapronunciarlaideaenvozalta,peroenrealidadlosdosloestabanpensandodesdehacíaunbuenrato:

—Tenemosquevolveralpozoloantesposible.Nataliasonrió,satisfecha.—Mañanaporlatardenotengonadaquehacer—respondió.

***

—Holaaaa.¿Hayalguieeeeen?¡Eeeeoooo!Apoyando las palmas de lasmanos en el brocal, Nataliamiraba hacia la negrura del

pozoy aún le quedabanganasparagritar empleando su cantinelamás risueña.Al chico leincomodabaverlatanalegreenunlugarqueparaéleraunescenariodepesadilla.

—Holaaaa.Eoooo.Eeeeoooo.—¿Quéhaces?¿Quierescallar?—protestóBernal,muymolesto.PeroNatalianoatendíaanada,comoerahabitualenella.—Dameunapiedragrande—dijo.—¿Qué?—Unapiedra—inspeccionósualrededor—.Aquelladeallí.Dámela.Congustoselahabríaarrojadoalacabeza,peroenlugardeesoBernalselaentregó,tal

ycomoellalepedía.Natalialaechóalagujeroyescuchóconatención.Sólounosinstantesmás tarde oyeron un sonido familiar: agua.Algo similar al estrépito que produce alguiencuandosearrojaenbombaaunapiscina.

—¿Nolohabíandesecado?—preguntóNatalia,desafiante—.Creoquenoshanmentido.Bernallaobservabaconescepticismoalgoapartadodelbrocal,comosituvierainterés

enserespectadorynoactordeaquellaescena,queleparecíaridícula.Ella,encambio,estabaexultante.Nodejabadehacerpreguntas:

—¿Y si también nos hubieran mentido en todo lo demás? ¿Y si Rebeca no estuvieramuerta y todo fuera una trampa? ¿Tú has visto el cadáver de mi hermana? ¿Te lo hanenseñado?¿Lohemosreconocido?No,señor,nadadeeso.¿Noesraro?

No eran preguntas sin sentido. Por el modo en que Natalia se quedó observando loslabiosdeBernal,éstesupoqueesperabaunarespuesta.Oalgoquenoestabadispuestoadarleyellalosabía.

—Dime,¿noesmuyraro?—Nolosé—respondió,condesgana,comosiarrastraraunenormecansancio.—¿TúhasvistoelcadáverdeRebeca?—Nataliasesentóahorcajadassobreelbrocal,

conunpieapoyadoenlatierrayelotrocolgandoenelvacío.—Saldeahí,noquieroquetecaigas.Nataliasonreíadeunmodountantoenigmático.—Estabapensandoenbajar.Asísaldríamosdedudas.Tal vez la chica esperaba una respuesta más apasionada por parte de Bernal. Que le

impidiera entrar, que la tildara de loca, quedemostrara algún tipodepreocupaciónpor suocurrencia.Nadamásalejadodelarealidad.Sólounmovimientoambiguodehombrosyunafrasepronunciadademasiadodébilmente:

—Hazloquetedélagana.Natalia se quedó pensativa,mirando al horizonte, comouna imagen congelada por el

realizador. Cinco, seis, siete, ocho segundos de quietud durante los cuales Bernal tuvo laimpresión de que podía oír elmovimiento de las nubes o de las estrellas en el cielo, o lamarañadepensamientosquebullíaenlacabezadelachica.Aunqueenrealidadloúnicoqueoyófueelrugidodesuspropiastripas.Llevabademasiadashorassincomernada.Erahoraderemediarlo.

—Volvamos,estarde—dijo—.Aquínohaynadaqueaclarar.—Espera un momento. —Natalia le siguió con desgana. En realidad, no quería

marcharseysenotabademasiado—.Medijistequeiríamosalacasa.Yonomemarchosinentrar.

—Otrodía.—¡Nopuedeser!La exclamación de Natalia de nuevo cambió el rumbo de sus pasos. Acompañar a la

pequeñadelosAlbáseracomoaceptarmontarenunbarcocuyotimónhubierasidoconfiadoauncapitáncaprichosoosinelmenorsentidodelaorientación.Comoatraídaporunfuertemagnetismo,Nataliacaminabaatravésdelterrenocubiertodezarzas.Nosedirigíaalacasa,cuya estructura les vigilaba desde la distancia, sino hacia la enorme pajarera que décadasatráshabíapresididoelcaminodeentrada.Nosedetuvohastaquesusmanosseagarraronalaestructurametálica.Miróasuinteriorconestupor.

—¿Ylasmariposas?—susurró—.Handesaparecido.Costabacreerlo,peroeracierto.Nohabíanirastrodeloscentenaresdemariposasque

unassemanasatráshabíanvistoenelinteriordelajaula.—Se habrán escapado —apuntó Bernal., después de comprobar que los pequeños

cuerposaladosnoestabandiseminadosporelsuelodelaestructura,comohabríaesperadocualquiera.

Nataliaseñalóaunlado.—Lapuertaestácerrada.Bernalintentababuscarunaexplicaciónlógicasindarsecuentadequenohabíaninguna.—Nosé...—dijo,escasossegundosmástarde—,habrávenidoalguienylashabrádejado

salir.AntesdequeBernalpudierasiquieraplantearotraposiblesoluciónalenigma,quebullía

ensucabezacomoenunaollaapresión,Nataliayavolvíalacabezaendirecciónalacasona,queaesashorasdeldíaparecíamásunacasadelabranzaqueunaviejamansiónenruinas,ycambiabaotravezderumbo.

—Quieroentrar.

—Natalia,espera.Porfavor,esperaunmomento.Nocorrastanto.Natalianoteníaningunaintencióndeesperarnidehacerlecaso.Suspasoseranfirmesy

rápidos. Bernal sólo podía seguirla. Y lo hizo, aunque si le hubieran preguntado por quémotivo,nohabríasabidoquédecir.Nolaalcanzóhastaqueambossedetuvieronfrentealapuertadeentrada.

—Abre—ordenóNatalia.—¿Qué?Bernalobservó laentrada:dosportonesdemaderaviejaychamuscada, sincerradura.

Eraobvioquealguienquepretendiera entrar en la casa lo lograría sinningúnproblemaycasisinesfuerzo.

—Abrelapuerta.Un segundo más y los batientes chamuscados estaban abiertos de par en par. Natalia

abriómucholabocaylosojos.—Estoesalucinante.Anda,ven.—¿Adónde?Yoahínoentro.—Noseascagado,Bernal.Eltíoerestú.Bernalnoeraunchavalcomolosdemás.Ledabaigualquelellamarancobardeocosas

peores. Sólo tenía claras dos cosas: que no iba a entrar en la casa y que Natalia siempreconseguíacuantoseproponía.

—¿Nohuelesacomida?Escomosiestuvierancocinando.Huelea...asofrito.¿Noesunpocoraro?Vamosamirar.

Bernalnosentíaningunacuriosidadporaquellacuestión,nipornadadeloqueestuvieraocurriendoenlacocinanienningunaotraestanciadeCaelum.Sóloqueríamarcharse.EstabaclaroqueNatalianopensabadelamismaforma:yaestabasubiendolaescalera.

—Ven,Bernal,nomedejessola.Tenemosquesubir.—¿Adónde?Laspiernasdelchavalnodabanparaseguirla.Deprontoellasedetuvo.—Damelallavedeldesván.—¿Quéllave?—preguntóél,desconcertado.—Lallavetambiénabrelapuertadelúltimopiso.Vamos,nodisimules.Nodisimulaba.Másbientratabadeunirlaspiezasdeaquelrompecabezasdescabelladoa

lavezquesearrepentíadehaberdejadoqueNatalialeconvenciese.Comosiempre,yaestabaellamanejandolasriendasdetodoyélsólopodíalimitarseadejarsellevar,sinsaberporquénihaciadónde.Sesentíacomounpelele,comounahojaquearrastra lacorriente.Eraunasensaciónodiosa.YlofuemásaúncuandoNataliaseabalanzósobreélyempezóahurgarenlosbolsillosdesusvaqueros.

—Damelallave.¿Dóndelatienes?Dámela.Laconsiguió.Sacarunallavetangrandecomoaquélladelbolsillodeunpantalónnoera

nada comparado con lo que Natalia era capaz de conseguir si se lo proponía. Como unaprestidigitadorahaciendosumejortruco,entresmovimientosrápidos,elgranhierrooscuroyoxidadoestabaensusmanos.

—Parecelallavedelcofredeuntesoro—observó,antesdearrancaracorrerescalerasarriba.

DeprontoBernalreparóenloqueacababadeocurrir.Fuecomosialguienlehubiera

abiertolosojosderepente(yasífue,enefecto,¿imagináisporobraygraciadequién?):—¿Cómosabíasqueteníalallave?Deprontounafraseresonóensucabeza.Contantaclaridadqueeracomosialguiense

la estuviera susurrando al oído: «Hay que ver lo lento que eres para entender las cosas,chaval. Tus neuronas están cojas o son un poco torpes.» Era lo que solía decirle Rebecacuandoélnecesitabatomarsesutiempoparapensarantesdeatarcabosycomprenderalgo.Comoacababadesucederconlallave:cuandoNataliacorríacomoelvientoyseencaramabaalosescalonesenbuscadelpisosuperiordelacasa,élreparabaenquenuncalehabíadichoqueEzequiellehabíaentregadoaquellallave.

—¿Cómolosabías?—repitiólapregunta,avoces.LarespuestadeNataliasonócantarinaylejana:—¿Noloadivinas?Melodijomipadre.Sabeunmontóndecosasinteresantes.Sisubes,

telascuento.¿PiensasqueBernalpodíaquedarseabajoydejarqueNataliasubierasola?No,claroque

no,deningúnmodo.Másbienalcontrario:lasiguióatodaprisa,intentandoalcanzarlaylologrócasienelrellanodelsegundopiso,elúltimo,elqueestabacasiensutotalidadocupadoporeldesván.Parallegarhastaallíhabíaquesubirunúltimotramodeescaleramuchomásangosto que el resto. Los escalones crujían tanto que parecían gemir de soledad o deaburrimiento. Había que ir conmucho cuidado, porque la baranda se había quemado y lefaltaban sus buenos tramos. Los que permanecían en pie no eran de fiar. Estaban tanchamuscadosqueunotemíaquefueranapartirseenmilpedazosencualquiermomento.Conlosrestosdelabarandaytambiéndelosescaloneshubierasidomuchomássensatollenarunpardesacosdecarbón.Porlomenoshubieranservidoparaunabuenabarbacoa.

—Aquíhueleaquemado—dijoél,mientraspermanecíamásatentoquenuncaadondeponíalospies.

Noobtuvorespuesta.—Nocorrastanto—advirtióunBernalasustadoyjadeante,casiapuntodeatraparala

chica.Llegódemasiadotarde.Nataliayahabíaalcanzadolapuertaporlaqueseaccedíaaldesványhabíaencajadola

granllaveenlacerradura.Lasguardasencajaronenellasinningúnproblema.Sóloseoyóunligero chirrido de óxido cuando el artilugio empezó a girar en el mecanismo. EntoncesBernalempezóacomprender.Tambiénélsentíahaciaaquellugarunamisteriosaatracción.TalveznolahabríaexperimentadosiEzequielOsorionolehubierahabladodeélcomolohizo.Perolascosasprohibidassontentadoras.Yhabíaquesermuytorpepara,aestasalturas,noadivinarqueaquellugarescondíaalgúnmisterio,unsecretoqueéldeseabadesentrañar.YtambiénNataliadebíadesospecharlocuandosecomportabadeaquelmodo.Suconductanoteníaotraexplicación.

Ella abrió la puerta y contempló a su alrededor. Fue, en cierto modo, como habercruzadoelaccesoaotromundo.Susojosasombradosseposaronenmildetallesalavez.Desuslabiossalióapenasunhilodevozparadecir:

—Yoyaheestadoaquí.Bernallacontemplódesdelaescalera,sinatreverseadarelúltimopaso.Estabamuerto

demiedo.Asusoídosllegabanmilbisbiseossimultáneosqueél,porsupuesto,eraincapazde

explicar.Depronto,aquellugarlealertaba.Otalvezseríasusentidocomún.Oelrecuerdodelaspalabrasdesuamigoextraño:«Noentreseneldesvándelasmuñecas.»

Comofuera,unapoderosavozinteriorleaconsejabanotraspasareseumbral,noentrarenelotromundo.Natalia,estabaclaro,nosentíalomismo.

—¿Nooyeseseruido?Parecenvoces.Eshorrible—dijoelchico,erizadodepánico.Detenida juntoa lapuerta,aúnconelpomoen lamano, la siluetanegradeNatalia se

recortabaenelrectángulodeluzbrillante.—Natalia,cierraesapuerta.Noentres.PeroNatalia ya no escuchaba, o no estaba dispuesta a hacerlo. Volvió la cabeza para

mirar a Bernal, le dedicó una sonrisa amplia, encantadora, algo enigmática. Tal vez unasonrisadedespedida.Luegodiounpasoalfrente.

Mealegrémuchodevolveraverla.Llevabaesperándolaunmontóndeaños.

SEGUNDAPARTE

LIBRODEFAMILIA(QUEHABLENLOSMUERTOS)

10

César

(1856–1890)

Nuncahecontadoanadieloquevoyacontarahora,yprobablementenuncaloharíasinomevieraobligadoaelloporunafuerzasuperiorcontralaque,loséporexperiencia,esimposiblerebelarse.Oponermeasupoderfue,durantecasitodamivida,miúnicaobsesión.Nopormí(yonovalíatantoesfuerzo),sinopormiúnicahija,Ángela.Queríalibrarladeundestinofatalyestabadispuestoacualquiercosaporlograrlo.Conesaintención,apenasunasemanaantesdelincendiodemihacienda,cuandoyaveíalabatallacompletamenteperdida,medecidíahacerunavisitaamiviejaamigaMaríaAsunciónBerenguer,sorIsabeldesdequetomó los hábitos, por aquel entonces madre priora del lejanoMonasterio de los ÁngelesCustodios.

Tal monasterio se erigía en un extremo del Valle del Anso, entre espesos bosques,apartadodecualquiersendadepaso.Tanalejadoestabadetodacivilizaciónquemuypocosconocíansuexistencia.Esalejaníalohabíalibradodemásdeundesastreylohabíasumidoenunensimismamientoque loconvertíaenun lugarúnico.Basteanotarqueera imposiblellegarhastaallísinosehabíatransitadolarutaenmásdeunaocasiónoserealizabaalaluzdeldía.Paraquesecomprendanlasrazonesporlasqueacudíalmonasterioenelmomentomásdesesperadodemiexistenciacreonecesariorememoraraquí la leyendaqueexplica lafundacióndeesesantolugaralláenelsigloXIV.Segúnsedice,elmonasteriofuefundadopor un señor muy principal (lo cual también significa muy rico), en agradecimiento alAltísimoporlasalvacióndelavidadesuhijodeseisañosylasuyapropia.

Segúnparece,elcaballeroysuprimogénito recorríanencochedecaballos lacalzadaempedrada que transcurre junto al río en uno de los últimos días de un caluroso junio.Empezabaacaerlatarde,perocomoenesaépocaelanochecersedemoramucho,elhombreconfiabaenllegaralavilladeMartesantesdequelanegruradelanochelesdieraalcance.Paraelviajehabíaconfiado,además,ensucocheromásexpertoyensupardecaballosmásbravos y rápidos. Sin embargo, llegaron con gran rapidez a la profunda garganta de rocaconocida en estosparajes comoLaBocadel Infierno, y las tinieblas se echarondeprontosobreellos.Elcocheroprendióunatea,perodeinmediatocomprobócongransorpresaqueenaquellugarelfuegonoiluminabaenabsoluto.Eratandensalaoscuridadqueningunaluzlograbaatravesarla.Elniñolloraba,aterrorizado.Loscaballossenegabanaavanzar,comosiaquel entorno les hubiera robado súbitamente toda su bravura y decisión. No tuvo otroremedioelnobleseñorquedetenerseenelmismositiodondelehabíasorprendidoaquellanocherepentinayabrazarasuhijocontodassusfuerzas,paracalmarle.Elcocherotemblabademiedo,sinatreverseaabandonarelpescante.Loscaballosrelinchaban,furiososdepuropavor.Alolejosseoíaelrumordelríoyelululardelvientoqueatravesabaelestrechopaso

depiedra,abiertoenlamontañacomounaherida.Muyprontollegóasusoídoselretumbardeunospasos.Sonabacomosiseacercaraun

animal, ya que sus pezuñas provocaban unmacabromartilleo, que los ecosmultiplicabanhastaelinfinito.Fueentoncescuandolosdoshombres,cocheroyseñor,intentaronescapar,peroalhacerlosuspiesnoatinaronaencontrarelcaminoyseprecipitaronenelvacío.Todoocurrió con una intensidad de pesadilla, pero tan rápido que fue casi como si no hubieraocurrido. El señor oyó un paso que se deslizaba en la grava, un fuerte corrimiento deareniscas, y luego el grito agudo, escalofriante, del cochero que caía al vacío. Él habríacorridolamismasuertesinolehubieranayudadolasfuerzascelestiales.Aunquenofueaélaquiensocorrieron,losabíabien,sinoasuhijo,quetampocohabríasalvadolavidasiunosbrazosvigorososnoleshubieranagarradoaambosenvolandasydevueltoasulugarcuandoyacaíanporelbarranco.Entretanto,labestiacontinuabaacercándoseapasodecidido.

Enaquelmomento, el padreviounaclarapresencia a su lado.Eraun ser extraño,nosabíasihombreomujer,decabellolargo,quesinhablarlogróhacerleentenderquenodebíasentirmiedoycuáleraelmotivodesupresenciaallí.Leordenóquesubieraalcoche,queabrazaraasuhijocontodassusfuerzasysedejarallevar.Elhombre,másasustadodeloquehabía estado jamás, obedeció al instante. Tan agradecido estaba de encontrar a alguiendispuesto a ayudarle en aquel infierno que ni siquiera se planteó otras posibilidades. Suinstintoledictabaobedecerlasórdenesdeaquelaparecido,ynoleengañó.Subiódenuevoalcarruaje, calmó al niño, que lloraba, sentándole sobre sus rodillas y esperó. Los pasosbestiales sonaban ahora allí mismo, junto al carruaje, y la tierra parecía retumbar a sucompás,comosiaquelloquelosproducíafueradedimensionesdescomunales.

Mientrasestoocurría,elaparecidosesentóenelpescanteysehizoalmomentoconelgobiernodeloscaballos.Susolapresenciapareciótranquilizaralosanimales.Oacasofuerauncocheroexperimentadoensalirdesituacionesextremascomoaquélla.Elcasoesqueelvehículo reanudó su camino, serpenteando por la calzada junto al río, cuya corrienteresonabafuriosaalláabajo,con tal ligerezaquehabría juradoelviajeroque las ruedasnotocabanelsuelo.

Tardaronunbuen rato en abandonar laprofundagargantade roca.Tantoque, cuandolograrondejaratráslaoscuridadyvolveraverlaluzdelsol,éstaeratantenuequeapenasalumbraba.Latardeestaballegandoasufin,yyacreíaelnobleseñorqueseveríaobligado,junto a su hijo, a pasar la noche al raso en mitad de aquella arboleda desconocida y,seguramente,llenadeanimalessalvajesypeligrosdetodotipo.Sinembargo,elcochenosedetuvo al salir del desfiladero, sino que prosiguió por pequeños senderos, por escarpadasveredas en medio del bosque. Las ramas arañaban el habitáculo donde padre e hijocontinuaban abrazados. Durante un segundo que asomó su cabeza por la ventanilla vio elnoblecaballerouncaminojalonadodegrandespeñascos,horadadodesocavonesdondelasruedas podían desaparecer por completo o tal vez desprenderse de sus ejes. Sin embargo,nadadetodoaquelloocurrió.Pesealoescarpadodelcamino,elcochedecaballosproseguíasuviajeconsuavidad,yyateníalacertezaelviajerodeque,enefecto,lasruedasnotocabanelsueloporelquediscurrían.Tambiénsepercató,aunqueprefiriónodecirnada,dequeseestaban alejando de la calzada por la que habían venido y por la que debían alcanzar sudestino.Yaeranegranochecuandoelcochesedetuvoysufabulosococherodescendiódelpescanteyleshablóporprimeravezdevivavoz:

—SoyelÁngelCustodiodetuhijoymiúnicalaborenestemundoesprotegerle—dijo—.Sihacescuantoyoteordene,niélnitúmismocorreréisningúnpeligro.

Porsupuesto,noestabaencondicioneselhombredenegarseasemejantepropuesta.—Dormiréis al resguardo de esta gruta—continuó el guardián—. Yo velaré vuestro

sueñohastaelamaneceryoslibrarédetodomal.Porlamañanaosconducirédenuevoalacalzadaparaqueospongáisencamino.Mientras tanto,distraeréalDiabloqueosacechayque,despuésde laburladeestanoche, andará furioso.Acambio, sólo tepidoquemandesconstruir en este lugar apartado y luminoso un monasterio que habrá de ser refugio yprotecciónpara cualquier alma acosadapor elDiablo, porque elDueñodelAverno tendráprohibidopenetrarsusmurosyfrenteaellossiempreestarárendidoalpodersuperiordelasHordasCelestes.

Exactamenteasísehizo.Porlamañana,nadamásdespertar,salieronpadreehijodelagruta y se encontraron en un claro del bosque bañado por la luz del solmás intenso quehabíanvistojamás.ElCustodiopermanecíaensulugar,comosieltiempoyelcansancionoexistieranpara él. Inclusoparecíamás altoymás atléticoque lanocheanterior.Elviajerointentódirigirseaélparadarle lasgraciasporcuantohabíahechoporsuhijo,peroel sercelestialsólorespondió,sininmutarse:

—Sólohecumplidoconmicometido.Sienverdadestásagradecido,túcumplirásahoratupalabra.

Dicholocual,montódenuevoenelpescanteylesordenóconunamiradaquesubieranalcoche.Elcaminoderegresofue,porrazonesinexplicables,máscortoqueeldeidayenapenasunahoraseencontrabanpadreehijoenMartes,sudestino.Cuandoquisoelviajerodespedirse delCustodio, se encontró con la sorpresa de que nadie gobernaba los caballos.Éstossemovían,pacificadosydóciles,comosiconocieranlaruta,yalasriendasnohabíacocheroalguno.

Unaspocassemanasmástardeelcaballerocumpliósupromesaycomenzóaconstruir,enelmismoclarodelbosquedondevieronlaluzdespuésdeconocerlastinieblasdelDiablo,elbellomonasterioquesehabríadellamardelosÁngelesCustodios.

***

Fue la propia sor Isabel la queme refirió la leyenda de la fundación delmonasterio.

Cuando lo hizo, aún no conocía mi caso: la lucha contra el Diablo en la que habría dedejarmelapiel.Peseatodo,comosiunsextosentidolaadvirtierademipesar,añadió:

—Aunqueyasabesquenoexisteleyendasinsuhistoriaverdadera.Fueesahistorialaquemedecidióavisitarla.Mepresentéenelmonasteriosinavisar.La

entradaprincipal,siempreabierta,conducíaaunaestanciacuadrangularenlaquesólohabíaunapuertapermanentementecerradaconllave,untornoyunadiminutaventanaconcelosía.Atravésdelacelosíadelaclausuramellególavozdeunadelasreligiosaspreguntándomequédeseaba.

—Haga el favor de anunciarme a sor Isabel. César Albás necesita verla con suma

urgencia.Sor Isabel apenas me hizo esperar. Mujer de gran sensibilidad y nobleza, debió de

entenderqueeraungraveasuntoelquemehabíaconducidohastaaquelapartado lugar.Oícómo una llave giraba en la cerradura de la puerta lateral y al instante ésta se abrió,indicándomequepasaraalasiguienteestancia.Eraunpasilloprolongadoenelquenadiemeesperabayporelquesealcanzabalasaladevisitas,unahabitacióndiminutapartidaendosmitadesporunacelosíaqueibadetechoasuelo.EnelotroladomeaguardabasorIsabel.Pordescontado,apenaspodíaverlaatravésdelabarrerademadera,imperativodelencierroenquevivían lasmonjas,pero intuísupresenciaporel rumordel rocedesusropasydeunarespiración agitada. Estuviera donde estuviera, estaba claro quemi amiga había acudido atodaprisaamillamada.

—Teagradezcoenelalmaestaatención—saludé.Mellegódeinmediatosuvozdulcedesiempre.Lasvocesnoenvejecen.Loaprendíese

día.—Yamefiguroquesonasuntosdeimportancialosquelarequieren—dijo.—Vengoapedirteayuda.Estoydesesperado.Lodijeconunquiebrodelavozquenopudeevitar.Casisinquemedieracuenta,como

enunactoreflejo,misdedosseagarraronalacelosía.—Tranquilízate—susurró ella, con suavidad, y en el acto sentí que una mano cálida

rozabalapartedemisdedosquehabíaquedadodelotrolado—.Enestacasaencontraráslapazquebuscas.Dimeenquétepuedoserdeayuda.

—Setratademihija.Estáengravepeligro.Enpeligrodemuerte.Denuevosequebrómivoz.Nosabíacómocontinuar.Tratabadeescogerlaspalabras,

peroéstasnoacudían.Fuelaimpotencialaquemehizomurmurar:—Mevasatomarporloco...—No lo creo—respondió, con voz serena y firme—. Te tengo por persona sensata.

CuéntamequéleocurreaÁngela.—LapretendeelDiablo.Era tan absurdodicho así que tuve que detenerme a digerirmis propias palabras.Era

plenamenteconscientedequeunarevelacióndeesetipopodíagenerarlarepulsadecualquierpersonaensusanojuicio,incluidamiamigalamadrepriora.Antesdequeellarespondieraañadí:

—Quiereconvertirlaensutrofeoynosécómoevitarlo.Porprimeravezenmivida,aldecirestaspalabras,sollocé.Agradecíquemiamigano

pudiera verme, pues le habría parecido muy ridícula la visión de un hombre de mi edadllorandocomounniño.Sinembargo,unavezpronunciadas,mesentímástranquilo,comosielsolohechodedeciralgoasíhubierasupuestoparamíunaliberación.Logrérecomponermifigurayencontrarlacalmanecesariaparatomarasientoyentrelazarlasmanossobreelregazoantesdeproseguir,frentealsilencioexpectantedesorIsabel:

—Desdeantesdesunacimientoconozcolaamenazaqueseciernesobremiúnicahija.SéqueelDiablolarequeriráporlafuerzapocodespuésdequecumplalosdiecisieteaños.Asíhasidoenmi familiadesde tiempo inmemorialporculpadeunaantigua rencillayasícreyeronmisancestrosquedebíasuceder,cuandolograrondarsecuentadequelasmuertesde lasprimogénitasnoeranfrutode lacasualidad. Inclusohuboquiensebeneficiódeello.

Quienconsintió,acatandolavoluntaddelSeñordelasTinieblasyhastanegociandoconél.Peroyomerebelécontraesedestino,negándomeatratarconelDiablo.Nodeseolosfavoresqueélpuedadarme.Yonoambicionoriquezas,longevidad,juventud,amantesninadadeloque ambicionaron mis predecesores. Lo único que deseo es que se aleje de mi hija parasiempre. Y también de su descendencia. Quiero librar a mi familia de este tormentoinsoportable.

Sehizounsilencioalotroladodelacelosía.Porunmomento,considerélaposibilidaddequelamadrepriorasenegaraacontinuarescuchando.

—Creerásquemehevueltoloco—repetí.Carraspeó.Oíalgúnotrosonidovago.Penséquesehabíalevantado,quesemarchaba,

queyahabíaoídobastantesmajaderías.—¿DesdecuándoseempeñaelDiabloentratarcontigo?—preguntó,paramisorpresa.Fueentoncescuandocomprendíqueenellateníaunaaliada.Creíamiincreíblehistoriay

estaba dispuesta a ayudarme.Y eso que aún no sabía ni lamitad de todo lo queme habíallevadohastasupresencia.

—Desde mi primera juventud —expliqué—. Tenía sólo doce años cuando le vi porprimeravez.Desdeentonces,nomehadejadoenpazjamás.

—¿Doceaños?Quéextraño.¿YeraelmismoDemonio?¿Noseríaalgúnmensajerodemenorrango,algúnespíritumalvadoalasórdenesdelJefeSupremo?

—EraelmismoDemonio,estoyseguro.Pareciómeditaruninstante.—No es habitual, desde luego —observó—. El Demonio no se rebaja jamás

manifestándosealosniños.Seconocealgúncasodeaparicionesajóvenes,perosólocuandoen un futuro han de ser personas muy principales: herederos reales, caudillos, poderososseñores feudales...Salvoestoscasosaislados,nomeconstaningunaotraocasiónenqueelDemonio se haya tomado la molestia de materializarse tan sólo para que un niño lecontemple.

—Yonoestabasolo—apunté—.QuierodecirqueelDiablonosematerializóparamí.Fuipresentadoaél.

ResoplósorIsabeldesdeelotrolado.—Ah,esoesdistinto.Unapresentación.Claro...Seconocenpocoscasos,peronoestan

extraordinario como nos gustaría creer. Así que alguien estaba interesado en que hicierasbuenas migas con el Dueño de los Infiernos. ¿Y puedo preguntarte quién era esa malapersona?¿Quiénfuetuintroductor?

—Claro.Mipadre.MáximoAlbás.Searrepintiólamadreprioradeloqueacababadedecir.Quisodisculparse.—Noeramiintenciónofendertefaltandoatufamilia.—Nolohashecho—ladisculpé—porqueestásen locierto:mipadreeraelpeorser

queheconocidojamás.Aunqueenhonoralaverdaddebodecir«es»,puestoquesiguevivo.FueélquiencomenzóafrecuentarlasTinieblas.Fueélquienconsintióenquemurieranlasmellizas,mishermanas,acambioderecibirciertosfavores.Yaquellamuertedelasniñassellevó también a la tumba a mi madre, si es que no fue él quien orquestó asimismo ladesaparicióndesuesposa.Llegóaconvertirseenelmejorcolaboradorsobre laTierradelAmodelAverno.Aunquetampocolebastabaconeso.Mellevóañoscomprenderquéeralo

quedeseabaexactamente,loquesiempresoñó,loqueinspirabatodassusacciones:pretendíallegaraserelmismoDiablo.ElserconmáspoderenelInfierno,despuésdeSatanás.

Unsilencioaúnmáslargollegódesdeelotrolado.—Laambicióndesmedidaesuncaminodeperdición—concluyómiamiga—.¿Siguetu

padregobernandoeldestinodetufamilia?—Noséquéesdeél,nidóndeviveoenquéseocupa.Semarchópocodespuésde la

muertedemishermanas.Yoteníacatorceaños.Nolehevueltoaverdesdeentonces,aunquetengo lacertezadequesiguevivoyque loestarádurantemuchosaños.Siatendemosa sufechadenacimiento,hoydebedetenersetentaycincoaños,aunqueconlamismaseguridadafirmoquemesobrevivirámuchoslustros.

—Una larga juventud, a veces eterna, es uno de los rasgos que caracteriza a losdiscípulosdelDueñode lasSombras—corroboróella—.Si tropezaras conél,Diosno loquiera, talveznisiquiera le reconocerías.Podría tenerelaspectodeunhombremás jovenquetú.¿Estássegurodequenoesélquienandatentandoatuhija?

—Conozco a Satanás desde que era un niño. Le reconocería aunque se disfrazara decordero.

—Ah...LosdisfracesdelDiablo.Nolossubestimes:avecessondifícilesdereconocer.La capacidad de transformación delMal es infinita. ¿Tienes alguna sospecha respecto a laformaquehaadoptadoestavez?

—No es una sospecha. Lo sé a ciencia cierta. El Diablo ha tomado la forma de unprofesor de música. Ha entrado en mi casa haciéndose pasar por el maestro de piano deÁngela.

—¿Haentradoentucasa?¿Noestabasprotegido?Denuevoperdílosnervios.Laimpotenciadenosercapazdedominaraquellasituación

seapoderódemíunavezmás.—Lo intenté,pero todoha sidoenvano.Desde lasmismasaguasdelbautismo intenté

protegeramihijaimponiéndoleelnombredeÁngela.CuandomedicuentadequeelDiablocomenzabaarondarla,yqueparecíadispuestoarecuperarenellaelalmaqueyolenegué,redoblé los esfuerzos. Dispuse por toda la casa recipientes con agua bendita, crucifijos,imágenes de laVirgen y de losArcángelesCelestiales.Nada sirvió.Durante algún tiemposospechéquealguienleestabaayudandodesdemipropiacasa,quealguiendemiconfianzasehabía aliado con elSeñor de laOscuridad enmi contra y en contra demi hija.Hoyyapuedodecirte,congrandolor,quemispeoressospechaseranciertas.

Secontagiómivozdenuevodelpesarquemeembargabadesdehacíasemanas.Desdequedescubrílomismoqueahoralecontabaamibuenaamiga.

—¿Te ves con ánimo de decirme quién es ese aliado diabólico que traicionó tuconfianza?

—Laverdad,no.Teruegoquenomeobliguesahurgarenesaherida.Yanadaimporta,enrealidad.Nada,salvolibraramihijadelamuertequelaesperaalosdiecisieteaños,igualqueatodaslasprimogénitasdeestamalditafamilianuestra.Aunqueenelloempeñehastamiúltimoalientoohastalaúltimagotademisangre.

Agradecí los segundos que se hizo esperar su respuesta. Me sirvieron paratranquilizarme un poco, para respirar con profundidad y agradecer que no me hubieraobligadoadesvelarelnombredequienseestabariendodemíenmipropiacasa.Sihubiera

llegadoadesvelarsuidentidadhabríapronunciadounnombrequehabíaidolatradomásqueamipropiavidaycuyatraiciónhabíarestadotodosentidoamiexistencia.

—Dimecómopuedoayudarte,amigomío—dijoentonces.Ahorafueronsusdedoslosqueasomaronentrelacelosía.Losacariciéconlosmíos,en

ungestoquefueelequivalenteauncálidoabrazoentreamigosdetodalavida.—Simeocurrealgo...—Medetuvepararectificarmispalabras.Nometemblólavozal

hacerlo—:CuandoyofaltequieroqueÁngelaingreseenelmonasteriocomonovicia.Asílohe dispuesto en mi testamento, en el cual también lego a la congregación una sumaimportantededineroquetúsabrásadministrarconsabiduría.Loúnicoquetesolicitoesquedeningúnmodo,bajoningunacircunstancia,abandonemihijaestosmurosantesdecumplirlosdieciochoaños.Yque si lohacedespués seabajo tu supervisióny tuamparo.Unavezcumplidos los dieciocho, si ella lo desea, puede profesar como religiosa y unirse a tucongregación. Si sus deseos son otros, quisiera que trataras de convencerla por todos tusmediosdeque lavidamonacaly retiradaes loquemás leconviene.Compréndelo:sólosiÁngela no tiene descendencia se romperá esta cadenamacabra.Debemos procurar que asísea, para que la pesadilla termine de una vez. Por lo demás, dejo a tu arbitrio cualquierdecisiónqueafecteasufuturoysóloesperoquetodoestonosupongaparatiunacargamuypesada.Te lopido ennombredeDios, pero también en el de la amistadquenoshaunidodurantetodosestosaños.

LavozdesorIsabelllegóamisoídossinvacilaciónalguna.—Cuentaconello.SieslavoluntaddeDiosquealgoteocurra,losÁngelesCustodios

queamparanestoscimientosyyomismavelaremosporqueelDiablonuncaencuentreatuprimogénita.

Salídeallímuyreconfortado.Antesdeabandonarelparajeidílicoenqueseasentabanlosmurosdelmonasterio,meentretuveenmirarhaciaelazuldelcielo.Lasaltísimashayastamizaban la luzdel sol, tan intensa en aquel lugarque tenía algode sobrenatural.Seoíantrinosdepájarosenlalejaníaytodorespirabaunapazcasimilagrosa.

Nadapodíahacermesospecharenaquel instantequeseríanmis deseos y el celo con que la madre priora habría decumplirlos los causantes del fin de todo aquello. En sólo unospocosaños,cuandotodoloqueperdurarademíenestatierranofuera más que recuerdo y polvo, del monasterio no habría dequedarpiedrasobrepiedra.

Conozco no pocos seres humanos a quienes les gusta sentir latibiezadelsolsobre lapiel,quedisfrutanconunamelodíabienacompasadaoconelsabordeunplatobiencondimentado.Amí me gusta sentir el pánico de aquellas criaturas a las queacoso.Loexperimentocomoellosdisfrutandelossentidos.Meproduce un cosquilleo agradable, único. Sobre todo cuando esmuy intenso. Recuerdo como si hubiera sido ayer el de aquelpadreaquienapuntoestuvedearrebatarleasuhijodeseisaños.YlohabríaconseguidosiesepesadodeCustodionolehubierasalvadoenelúltimomomento.Están por todas partes esos espíritus celestiales sin apenasgraduación, son molestos como tábanos. Y van por ahíencomendando a los humanos que construyan cosas, que recennovenasyquenuncaolvidenloagradecidosqueestán.Seponengrandilocuentes,sedanaires...Sonunospresumidosinsufribles.Nolossoporto.Hefritoamásdeunoenotrasetapasdemivida,cuandoteníamenosrango.Desdequemeascendieroncomprendíque era impropio de un ser superior tan poderoso como yomalgastarmis dones en aplastarmoscardones celestes.Hace yabastante tiempo que los ignoro. Pero los acecho.Hay que estaratentoaloquehacenporqueaveces,comofueelcaso,tesirvenenbandejalaocasióndeunnuevolucimiento.Másméritosparamí. Una nueva oportunidad de demostrar mi desaprovechadotalento.

11

Ángela

(1882-1901)

Mipadremuriócuandoyoteníaochoaños,perosiguiócuidandodemíhastaelmismodíademimuerte.Enrealidad,aldejarelmundodelosvivossólosealejódelosdemás,detoda esa gente que acompaña nuestros pasos sobre la Tierra, pero nunca de mí. Yo erademasiadoimportanteparaél.Hubomuypocasnoches,alolargodemiexistencia,enquenooyera,puntual,alacostarme,suvozsuavejuntoamioído:

—Descansa,hijamía,ysueñaconángelescomotú.Elrestodeltiempo,inclusocuandoestabaencompañíadeotraspersonas,podíapercibir

supresenciaincorpórea.Algunasveces,cuandomenosloesperaba,sentíaunacariciatibiaenlamejilla,ounamanocolocandoensulugarconmimounaguedejademiscabellos,ounalientoconocidojuntoaminuca.Entoncessabíaquenoestabasola,queelespírituprotectorde mi padre, del mismo modo que había velado por mí mientras estuvo vivo, seguíahaciéndolodesdelatumba.GraciasaesacompañíainvisibleysinembargotancercanasemehicieronsoportableslosprimerosmesesenelConventodelosÁngelesCustodios.

NoesquesorIsabelnomerecibieracontodalahospitalidadquelehabíaprometidoasuamigo,miprogenitor.Esquelaaclimataciónalavidamonásticanoresultófácilparalaniñade costumbres refinadas que yo era entonces. El frío de la celda conventual, la dureza delcamastroquesemeasignó—igual,porotraparte,aldelrestodeintegrantesdelacomunidad—,elaislamientoforzoso,lasservidumbresyobligacionesdelavidaenelconvento...fuerondemasiadoparamí,porlomenosalprincipio.Nocreoqueextrañeanadiesiafirmoquepasétodaslasnochesdelprimerañollorandoentrelassábanasdemiangostolecho.Pocoapocofuihabituándome,mefamiliaricéconlascostumbres,tomécariñoalashermanasyencontréalgoenloqueentretenermishoras.Podríamosdecirquemeaclimaté.

Nuncaolvidaréeldesconciertodelasprimerashoras,enelhogarparaniñoshuérfanosal que me condujeron después del incendio de nuestra casa. Yo me hallaba en estado desemiinconsciencia.Estabasucia,con la ropahecha jironesy lamiradaextraviada.Nadieseexplicabacómohabíasalvadolavida.Mecontaronquealguienmerescatódealgúnlugardela zona de servicios cuando en la casa ya casi nada quedaba por arder. Fue esa mismapersona,alparecer,quienmeentregóalasmonjitasdelhogarparaniñoshuérfanos.Lomásextrañofuequenadielerecordaba:nisusrasgos,nisuspalabras—siesquelaspronunció—,nisiquierasabíandecirsisetratabadeunhombreviejoojoven,dealguiendelpuebloodeun extraño. Como por arte demagia, la imagen demi liberador había desaparecido de lamemoriade todosaquellosque tuvieronalgún tratoconél.Yo tampoco recuerdonada.Miprimeramemoriaconscientedeldíadespuésdelapérdidadetodomeremitealhogarparaniños huérfanos. Mis compañeros, que lo serían por poco tiempo, me miraban con una

mezcla de curiosidad, lástima y desprecio. Algunos me tomaban por una pordiosera. Mecontaronqueyonocesabadelloraryquemecubríalacabezaconlasmanos.Sólopaséallíuna noche, de la que no guardo recuerdo alguno. Al día siguiente, a primera hora, unaceladoraseacercóamíymedijoquehabíanvenidoabuscarme.

Enlasaladevisitasmeesperabauncocherodeaspectodesaseadoybonachón.Metraíaropalimpiaydulcesdeleche.

—¿EsustedlaseñoritaÁngelaAlbás?—preguntó.—Sí,señor.—Entonces, tengo órdenes de llevarla conmigo hasta el Convento de los Ángeles

Custodios.Obedecísinrechistar.Cambiémisropasraídasporelhábitodenoviciadelconventoy

subíalcoche.—¿Dóndedeborecogersuequipaje,señorita?—preguntóelamablecochero.—Yosoymiequipaje—contesté.Granpartedeltrayectosemefueendevorarlasgolosinasque,despuésdevariashoras

sincomer,mesupieronagloria.Luego,creo,medormí.Despertécuandoelcarruajeyasehabía detenido.Una de lasmanazas del cochero agarrabami hombro y lo zarandeaba consuavidad.

—Despierte,señorita.Hemosllegado—decía.Frente a nosotros, la imponente estructura de piedra del Convento de los Ángeles

Custodiosbrillababajounsolcegadorcomounajoya.—Sígame,señorita.Esporaquí—meindicó,ayudándomeabajar.Cumpliendo,sinduda,lasinstruccionesdesorIsabel,elcocheropenetróenelvestíbulo

del convento, se quitó la gorra de fieltro que hasta ese momento adornaba su cabeza ypronunciójuntoalacelosíadelventanucounaspalabrasenvozbaja:

—Aquítraigoalachiquilla,sor.Alotroladodelaclausura,unavozmoduladalepidióalbuenhombrequeesperaraun

momento. Tres segundos más tarde, el torno giraba trayendo cuatro pesetas de plata. Elhombrelasobservóconincredulidadantesdeagarrarlasycontemplarlaefigiedelbebéqueaparecíagrabadaensuanverso.Rióentredientes.Seleveíacontentocomosinuncahubierarecibidopagomejorporunservicio.

—¡Cuatropelonesporsólotresdehorasdecamino!—exclamó,antesdeacercarsealacelosíayaclararselavozparaañadir—:Sialgunaveznecesitandenuevolosoficiosdeestehumildeservidor,dígalealamadreprioraqueestoyasuenteradisposicióndondeellasabe.

Dicho lo cual, salió del convento con trote alegre yme dejó amí frente a la puertalateral,queseentreabrióligeramenteantesdequelavozocultatraslacelosíadijera:

—Entra,hijita.Tendráscuriosidadporsabercómoestunuevohogar.Enrealidad, fuemiedo loquesentíal traspasaraquelumbral.Dealgúnmodo,entendí

que la puerta que estaba atravesando no volvería a abrirse para mí hasta mucho tiempodespués.

***

Antesde rememorarcómofueron losdiezañosquepasébajo laatentamiradadesor

IsabelyelmantoprotectordelosÁngelesCustodios,hayotrosrecuerdosquegobiernanmimemoria.Sonaquellasimágenesdeantesdelincendioquequedarongrabadasparasiempreenmi retina.Me acompañaronmuchas vecesmientras aúnme hallaba en elmundo de losvivosysiguenaúnmuypresentesahoraquehabitoenelmásallá.

Elprimer recuerdoanterior al incendioqueacudeamimenteeselpaisaje.Conservocongrannitidezenmimemoriaelespectáculoqueseextendíaantemisojoscadadíaalabrirlas ventanas demi habitación. Los colores cambiantes del bosque, losmacizos rocosos alfondo,lalimpidezdelcielo.Sonabaeltrinardelospájarosycuandoéstoscallabandabalaimpresióndequepodíaoírseelengranajedelmundo.Debíadegustarmemuchoenaquellosaños corretear al aire libre, porque del interior de nuestra casa apenas recuerdonada.Tansóloeldesván.Esimposiblenorecordareldesván,eselugarhorriblealquemedabapavoracercarme.

Tambiénrecuerdoeltecladonacaradodemipiano,traídoparamídemuylejos,segúnafirmaba mi padre, para que yo pasara frente a él a diario las aburridas horas de mislecciones.DonElvio,mi instructor demúsica, apenasme permitía distraerme con tonadasligeras.Eralaprimerapreguntaquemelanzabatodoslosdías,nadamásverme:

—¿Hasperdidoeltiempotocandoalgunaestupidez,jovencita?Yonegabaconlacabezaybajabalavista.Cuandomentíasemeponíanrojaslasorejas,

peroesoélnolosabía.Elinstructorselimitabaadecir,sinperdersugravedad:—Enseguida lo veremos. Siéntate. Espalda recta. Dedos extendidos. Vista al frente.

Sonríe.Unapianistadebesonreírentodacircunstancia.Yrecuerdasiemprequelasmelodíasestúpidasquetantogustanalaschicasdetuedadnoeducanelgustomusical,másbientodolocontrario:lopervierten.

Aquel hombreme dabamiedo.No eramuy alto, nimuy corpulento. Tenía el cabellolargodecolorpajizo,yllevabaunaperillabienrecortadaylarga.Escondíapartedesurostrobajo la amplia alade su sombreronegro.Susuñas lucían impecables,pulcras.Suszapatosrefulgíandetanbrillantes,yhacíanresonarsuspasosfirmesyrápidosenlosaltostechosdelacasona.Suaspectoeraeldeunhombrerefinadoyaficionadoaprodigarsecuidados.Nohabíanadaensuaparienciaquepudierainspirar terror.Sinembargo,si loanalizodesdeladistanciade losaños transcurridos,piensoquemedabamiedosumododemirar.Susojoseran de un azul casi blanco, parecían transparentes; y eran vivaces, rápidos. Nada se lesescapaba. Parecían capaces de percibir el más mínimo detalle. Sin embargo, no sabíandemostrarcompasión,nipiedaddeningúntipo.Habíaalgofrío,casimetálico,enellos.Sitemirabadefrentesentíascómounescalofríorecorríaconlentitudtuespinadorsal.Yosiempreevitabaencontrarmefrontalmenteconsuspupilasimplacables.

Sor Isabel dijo alguna vez que fue una lástima la pérdida del piano, ocurrida en elincendio.Perosupongoqueanadiesorprenderásidigoqueyonolalamentéenabsoluto.Lamúsica nunca me entusiasmó. No tenía vocación ni talento. Mis lecciones sólo eran uncaprichodemamá,quehabríadadocualquiercosaporvermetransformadaenunaintérpretereputada.Unporvenirque,demásestádecirlo,amínomeexcitabalomásmínimo.

Entremis recuerdosmás nítidos de aquellos años también se encuentra el deZita,mimadre,arreglandosusrosales.Solíaponerseunmandilmuygraciosoquelehabíanbordado

unasmonjitas,unosguantesyunsombreroparaqueelsolnotostaranidañarasupiel.Pasabahoras en la rosaleda, a veces días enteros,mientrasmi padre atendía sus negocios, recibíavisitasenlabibliotecaosupervisabamiformación.Lasplantasagradecíanloscuidadosquelasmanos demimadre dispensaban con esmero. En primavera las flores se contaban porcentenares.Lashabíadetodosloscoloresydemásdecincuentavariedadesdiferentes,quesudueña identificaba por su nombre. Algunas se las habían enviado desde el extranjero. Larosaledaysusfrutosanualeserantodosuorgullo.Enocasionesdabalaimpresióndequelaexistenciademimadresecifrabasóloensucuidado.

La segundade suspasiones era su coleccióndemuñecas.A lo largode suvidahabíaconseguido reunir más de dos centenares. Las había antiguas y modernas, de madera, deceluloide, de porcelana, de tela... Algunas de ellas le habían costado verdaderas fortunas.Otrasseparecíanalasqueteníanlashijasdelascriadas.Algunavezlepedíquemedejarajugarconellas.

—Nopuedeser,hijamía—sonreíaymeacariciabaelpelo—,semolestanmuchosilasutilizasparaalgotanvulgar.

Hablaba de las muñecas como si fueran algo vivo. Sus hijas o algo parecido. Unverdaderoejércitodehijasenminiatura.Sialgunavezmedescubríasubiendolaescalerademadera que conducía al desván demasiado ruidosamente, siempre me decía lo mismo,llevándoseundedoaloslabios:

—Silencio,vasadespertaralasmuñecas.De niña, no creía estas palabras. Las muñecas no dormían, sino que tenían los ojos

siempreabiertos.Ytodasmemirabandesdesulugarexactoenlapared.Todosaquellosojosfijosenmímedabanmiedo.

—Notemiran—puntualizabamimadrealconocermistemores—:teestánvigilando.Dedíaydenoche.Suvigilancianoconocíadescanso.Además,eraimposibleescaparde

ellas: una vez traspasabas la puerta del desván, estaban por todas partes. En anaquelesinstalados para albergarlas. Sentadas en sillas diminutas o recostadas en almohadones. Lashabíadepiesobreelpisodemaderacrujiente,exhibidasenelalféizarde losventanucosytambiéncolgadasenlapared.Estasúltimaseranlasquemásterrormeinspiraban.Mimadreleshabíapasadoalrededordelcuellounacintaderasoquesesujetabaaunclavodelapared.Cadaunadeaquellasmuñecas,unacincuentenatalvez,teníasucintaalcuelloysuclavo.Unavezsujetas,lacabezalescolgabaligeramentehaciadelante.Losbrazosquedabanlaxosjuntoasuspequeñoscuerpos.Dependiendodelmaterial,laspiernaspodíanestarrígidasono,conlos pies dispuestos al paso o caídos.Todas ellas tenían algomacabro: parecían ahorcadas.Agonizantes.Puedequereciénmuertas.

Mimadrepasabamucho tiempoenaquel lugar.Cada tardedespuésde comer subía laescaleraque llevabaaldesványseencerraba largashorasensu santuario repletodecarasdiminutasquelaobservaban.Muchasvecesordenabaquelesubieranlacenaynoregresabaalrestodedependenciasdenuestrohogarhastaquetodoelmundosehabíaidoalacama.Mipadreamenudoseencontrabaausente,demodoquenoquedabanadieenlacasaquepudierarecriminarleeseaislamiento.

Por aquellos años, mi padre me parecía un ser huraño, atribulado por milpreocupaciones urgentes, que andaba por la casa con el ceño fruncido y a toda prisa,revisandomildetallesytanconcentradosiempreensusasuntosquenosedabacuentadenada

decuantoocurríaasualrededor—yesoparecíaincluirmeamíy,porsupuesto,amamá—oqueseencerrabaensugabinetedelaplantanobleyordenabanosermolestadobajoningunacircunstancia. No caía simpático a los sirvientes, a quienes regañaba a menudo pormenudencias.Porculpadesusexcéntricascostumbres, sehabíagranjeadoentreel serviciociertafamadeloco.Muestradeesofue,porejemplo,elasuntodelasvasijasllenasdeaguabendita.

Mi padre había dispuesto por toda la casa dos docenas de vasijas que contenían aguabenditadelaparroquiadeSanMiguel,dedondelamandabatraerexprofesosemanalmente.Lashabíadearcillaydecerámica,todasmediadasdeagua,yestabanjuntoalaspuertas,enelarranquede lasescaleras,debajodemicamayen todosaquellos lugaresdondeél juzgabanecesariaunamayorprotección.Elaguarestantelaguardabaenelinteriordedosánforasdebarroensugabineteyconellasmandabaaloscriadosrellenarlosrecipientes.Eraunalaborquehabíaquerealizaradiarioyconextremocuidado,yaquecualquierdescuidoalterabaelhumordel señorde la casa.Unavez terminada la tarea, y siempreque le fueraposible, élmismogustabadesupervisarlalabordelossirvientes.

Unavez,enunadeesassupervisiones,descubrióquelosdosrecipientesdelaentrada,losqueflanqueabanelportaldeacceso,seencontrabanvacíos.Nolopensódosveces:mandóllamar a todos los criados, incluido el mayordomo y el ama de llaves, y se dirigió a sugabinete.Suvozestentóreaseoíaatravésdelaspuertascomosinotuvierabarreraalgunaquesortear.

—Quiero saberde inmediatoquiéndevosotros es el responsabledeque falte el aguabenditaenlasvasijasdelaentradaprincipal—ordenó.

Alprincipioseprodujounsilencio,seguidodeunbisbiseo.Enseguidaseoyóunavozfebleresponder:

—Yo,señor.Semeolvidó.Lavozdemipadreresonabapoderosaeiracunda:—Esarespuestaesinaceptable—declaró—.¿Así,sinmás?¿Seteolvidó?—Eslaverdad,señor.Desde mi punto de vigilancia en el pasillo me era posible imaginar la expresión de

profundadesolacióndelsirviente.—Entonces, no se hable más. Recoge tus pertenencias y deja mi casa antes de que

termineeldía.Porsupuesto,antesdemarchartesetepagarácuantosetedebe.El infortunado empleado, apenas un muchacho, trató de salvar su pellejo dando

explicaciones.—Novolveráasuceder,señor.Demelaoportunidaddedemostrárselo.—Olvidarelaguabenditadelasvasijasesenestacasaunafaltamuygrave—zanjómi

padre—.Metemoquemidecisiónnoesrevocable.Esperoqueelejemplovalgaparatodoslosdemásyquedeahoraenadelanteactuéisconmayordiligencia.

El criado despedido, que, además de joven, era inexperto y reciente en la casa, saliósollozandoycabizbajodelgabinetedemipadre.Losdemás ibanensilencio.Sólo laviejaama de llaves, que llevaba años al servicio de la familia, permaneció en el gabinete y seatrevióaenfrentarseasuseñor.

—Permítamedecirle,señorAlbás,queelchicoaquienacabadedespedirmepareceunabuenapersonayuntrabajadornobleycapaz.Creoquedeberíaustedconfiarensupromesa

denocometerelmismoerrorunasegundavez.—Midecisiónyaestátomada,Maya.Nointercedaporquiennotienesalvación.Pronunció esta frasemi padre amedia voz y con un cierto desdén.Aunque no podía

verle desde mi puesto, podía imaginarle abriendo la correspondencia, observando conatenciónlaletraapretadadealgunacartayrespondiendomientrastantosinnisiquieramiraralamujerqueteníafrenteasí.

—Lesuplicoquerecapacite,señor.Noquisieraquelotomaraporunatrevimiento,peropiensomuyhumildementequecometeustedunerror.

Ahoramipadredebióderepararenelamadellavesparadirigirleunalargamiradadeextrañeza.

—Leruegoconsiderequenuncaantesmehedirigidoaustedenestostérminos—añadióella—ysilohagoahoraesporquetengomisrazones.

Estavezlavozdemipadresonómenosensimismadaperoigualdefirme:—Susrazonesnosonlasmías.Noinsista.Nocambiarémidecisión.Seprodujodespuésdeestaafirmaciónunsilenciotenso.Diez,quince,veintesegundos

queparalamujerdebierondehacerseeternos.Fuemipadrequienhabló.—¿Hayalgomásquedeseeusteddespacharconmigo,Maya?Loquesiguió fue la respuestamás largaque leoí jamáspronunciaranuestraamade

llaves.Pausada,temblorosayfríacomounaafiladacuchilladeacero.—Llevo semanas buscando el mejor modo de expresarle al señor una certeza que

empezócomosospecha.Sinolohehechohastaestemomentonohasidosóloporfaltadeoportunidad,sinotambiéndearrestosparadirigirunaacusacióncontraalguientanprincipalenestacasa.Sinembargo,tengomotivosfundadosparaafirmarquelasvasijasquecontantocelonosordenaustedrellenardíatrasdíaconelaguabenditaqueguardaenesasánforassonnochetrasnochevaciadaspordoñaZitacuandosecreeasalvodemiradas.Laseñorasaledesu cuarto a las más desapacibles horas de la madrugada, sin prender ninguna luz yamparándoseensucondicióndesombraentre lassombrasy,unoporuno,cambiaelaguabenditadelosrecipientesporaguanormalycorriente,delaquelossirvientesjóvenestraentodoslosdíasdelpozo.Debeustedsaber,pues,quelaactitudqueamenudoreprendeenlossirvientes respecto al celo de sus famosos recipientes, y por la que acaba de castigar tanduramentealmásjovendetodosellos,esasuesposaaquiendebeachacarla.Entiendoqueera mi deber moral el decírselo, del mismo modo que acato el castigo que esta osadíamerezca.

Mipadredemostróunagransangrefríaalahoradeelegirlaspalabraspararesponderatalataque.

—¿Puedopreguntarlequérelacióntieneustedconel jovenaquienacabodedespedir?—preguntóanuestraamadellaves.

—Esmisobrino,señor.Elhijodemiúnicohermano.Ytambiénmiahijado.—Bien.En ese caso, entenderé lo que acaba de decirme como la defensa desesperada

(que le honra) de un ser muy querido y no se lo tendré en cuenta. ¿Algún otro asuntoimportantequedebamostratar,Maya?

—Ningúnotro,señor.—Buenasnoches,entonces.—Buenasnoches,señor.

Mayasaliódelgabineteenvaradaygrave.Dentro,elestadoanímicodemipadredistabade ser el que había tratado de simular ante su empleada más antigua. Lo supe porque nohabíanhecho lospasosde lamujermásquealejarseporelcorredorcuandooíunreniegosuyo seguido de un gran estrépito. Supe al instante qué había ocurrido (no era la primeravez):mipadrehabíapropinadoal tablerodesumesaunpuñetazo talquehabíahechocaervariosobjetos.

Fue un día de mucho trasiego en la casa. Entre comentarios de tristeza y rabia, loscriadosdespidieronalmásjovendesuscolegas.Cuandoelmuchachosepresentódenuevoante su señorpara cobrarunos cuantos reales, traía losojos enrojecidosy laspalabrasnoacertabanasalirdelnudodesugarganta.

—Aquí tienes —le dijo mi padre al entregarle su última paga— y, si me equivococontigo,mejorparati.

Aquellamaníadelseñorporelaguabenditaylasmanerasenquehabíaamonestadounafalta tan leve no le granjearon precisamente simpatías entre sus empleados. Más bien alcontrario,todoaquellonohizosinoacrecentarsufamadeexcéntricoodesequilibrado.

Aquellanoche,amparándoseenlassombrasdeloslargospasillos,mipadredescubrióquecuantohabíadichoelamadellaveseracierto.

Tambiényolodescubrí,unospasosmásatrás.¿Puedehaberalgomásexcitanteparaunaaburridaniñadeochoañosque levantarsea

esashorasqueelamadellaveshabíallamado«lasmásdesapaciblesdelamadrugada»paraespiarasupadreyasumadreensupropiacasa?

***

Zita,mimadre, fue siempreunmisterioparamí. Igualquepara todosaquellosque la

conocierony la trataron.Loscriadospreferíanabiertamente sualegredespreocupación, sudisposicióneternaacharlarconlascocinerasenlazonadeserviciosoainvitaratomareltéamiinstructordemúsica,aunquesinperdernuncasusbuenasmanerasnisunaturalaltivezdearistócrata.

Cuandomeaburríade laantipatíadepapáode la felicidadalejadadelmundo realdemamá, solía refugiarme en la cocina. Me gustaba estar entre ollas, observar con quéeleganciacortabanlasverduraslascocineras,aprenderlossecretosdeoportunidadytiempoque escondían todos los guisos. Tambiénme detenía a escuchar las conversaciones de loscriados.Alasdoncellasmásjóvenesmipadrelesinspirabaunterrorsimilaralqueyosentíacada vez que tropezaba con su severidad por los pasillos. El servicio tenía tendencia amaldecir al señor de la casa y a cantar las bondades de la señora. Eran una fuente deinformacióninagotableparaunaniñainquietaysolitariacomoyo.

Porellos supe,porejemplo,quedespuésde lasclases, algunasvecesmi instructordemúsicasequedabaencasalargotiempo,yquemanteníaconmamáentrevistasqueavecesseprolongabanhastadespuésdeoscurecer,perosólocuandopapáseencontrabaausenteacausadesusnegocios.Supequemimadrenoqueríasabernadadelfuncionamientodelacasona,

queestabaporcompletoenmanosdelamadellaves,quedecidíatambiénmishorariosyelcontenidodemiformaciónsinquemimadreañadieraniquitaranada.Dealgúnmodo,ellaerafelizensupropiomundo,ynohabíanadadelotroquedespertarasuinterés.Nisiquierayo,suúnicahija.

Escuchando furtivamente las conversaciones en la zonade servicios supe, por último,delgranpesarqueafligíaamipadre.Supequealgunanocheelamadellaveslesorprendióaaltashoras,sentadofrentealfuegodelachimenea,conlamiradaausenteanteelbailedelasllamas, murmurando palabras para sí mismo. La misma mujer, que llevaba décadas alserviciodemifamilia,decíahabersorprendidoendosocasionesamipadrellorandoensugabinete y que en cuanto se vio descubierto trató de simular naturalidad y recobrar lacompostura.

¡Mi padre, llorando! Aquello era tan inaudito que sólo podía ser falso. Era como siafirmarahaberdescubiertoaIgor,elperromastínquecustodiabalaentradadesdeantesdeminacimiento,charlandoanimadamenteconlosgatosdeljardín.Toméfácilmentelaresolucióndequeelamadellavesmentía.Sinembargo,undíalaoídeciralgoterrible:

—Nunca le había visto así. Al señor no le falta mucho para volverse completamenteloco.¿Nolohabéisnotado?Lalocurayaasomaasusojos.

Mientras estas cosas ocurrían, la vida en la casa continuaba como de costumbre.Misleccionesdiariasdepianoylapreguntahabitualporpartedemiinstructor,antesdeempezar:

—Dime,jovencita:¿hasperdidoeltiempoestasemanatocandoalgunaestupidez?—No—respondíayo,invariablemente,ysentíadeinmediatoelruborenmisorejas.Decostumbre,elprofesornoinsistía.Mepedíaquesacaraloslibros,corregíamiforma

desentarmeodecolocarlosdedossobrelasteclasyempezabasulección.Hastaeldíaenqueseenojócomonuncaysinrazónaparente.—¿En serio? ¿No estás mintiendo? —insistió—. ¿Seguro que no has tocado nada

inadecuado?¿Algúnvals?¿Algunapolca?Esaestúpidamodavienesaestáhaciendoungrandañoa lamúsica seria.Aese tal JohannStrausshabríaqueborrarlede la fazde laTierra.Míramea losojos—unescalofríomehizoestremecerencuanto leobedecí—,¿hasestadotocando alguna de esas abominables obritas? ¿Te atreves a decirme que no te gusta ElDanubioazul,oCuentosdelosbosquesdeViena?

Sentí palpitaciones y un levemareo.Aquella tarde, hasta poco antes de la llegada delprofesor,aquellasdospiezasqueélcalificabadeestúpidasyqueestabandemodaentodoelmundocivilizadohabíancentradotodamiatención.Suritmomefascinaba.Hastameparecíaque mis dedos se volvían más ágiles cuando se dejaban llevar por ellas. Lo que nocomprendíaeracómoelinstructorhabíalogradosaberlo.

—No—musité,conunhilodevoz.—Entonces —una sonrisa pérfida se dibujó en su semblante—, ¿qué explicación

encuentras...—desuespalda,comounprestidigitadoraquiennoseleadivinaeltruco,sacólapartituradelosdosvalsesqueacababademencionar.Mipartitura—paraestaporquería?

Creoquemeechéallorar,peronoparecióimportarle.Abrió las partituras y me mostró algunas anotaciones que yo había hecho en los

márgenes. Mientras tanto, me esforzaba por comprender dónde podía haber encontradoaquellospapeles,sisiempreponíatodomiempeñoenesconderlosasutemiblemirada.

—¿Noeséstatuletra,niña?

El instructor demúsica siempre evitaba llamarmeporminombre. «Criatura», «niña»,«jovencita»,cualquierapelativoleservíaparanombrarme,exceptoelúnicoquerecibíenelbautismo.

Cabeceé, evitando volver a encontrarme con sus ojos. Suspiró con gran pesar, muyprofundamente,mientras bajaba los párpados, como si toda aquella cuestión demis valsesfavoritos lecausaraunenormecansancio.Yo lemirabapresadelpánico,conelcorazónapuntodesaltardemipechoylarespiracióncontenida.Noséporqué,loesperabatododeél.Ningunareacción,porfuribundaodesproporcionada,habríapodidosorprenderme.Cuandoabriólosojosyrecuperósuexpresiónhabitualdeseveridadsólodijo,muydespaciosamente:

—Hoymismopresentarémisrespetosatumadreymedespediré, jovencita.Nopuedolucharcontraestetipodevicios.Siinsistesentocaresamúsicavulgarjamásprofesoralgunolograráhacerdetiunavirtuosadeningúninstrumento.Convienetomarenserioelartedesdetempranaedad.Ysinoerescapazdehacerlo,aléjatedeél.

—Novolveréahacerlo—murmuré,conelhilodevozqueapenaslograbaquesalierademigarganta,yalhacerlorecordélassúplicasdelsobrinodelamadellavespocoantesdeserdespedido—.Nuncamás.Ledoymipalabra.Porfavor...

Sinembargo,éltambiénparecíainflexible.—Lasemillade lavulgaridadyahaechadoraícesen tualma—dijo—.Hasempezado

con Strauss pero pronto te sentirás tentada por otros compositores mezquinos, comoOffenbach o elmismísimoMozart, y terminarás por no distinguir la verdaderamúsica deestosengañosparatontos.

—Por favor—imploré, cayendode llenoen sus redes—,no semarche.Novolveré atocarvalses.

Aquellopareció,alfin,ablandarle.Fingíamuybien.Comounprofesional.—Bien—dijo,alfin—.Tepondréaprueba.Tendrásquehaceralgopormísideseasque

continúecontuinstrucción.Yonodeseabamásinstrucción.Enrealidad,loúnicoquemegustabadelpianoeranmis

valsesymispolcas.Loquedeseabaeraquemimadrenoseenojaraconmigo.Sinembargo,asentí.

—¿Conoceslasdosánforasqueguardatupadreensugabinete?—preguntó.Cabeceédenuevo.—Rómpelas.Meheló la sangreobservar sus iris transparentes.O talvez fue la rudezade laorden.

Tratódematizarlo.—Tropiezaconellas.Arrójalasalvacío.Déjalascaer.Loquequieras.Eresunachiquilla

ytienesparaellorecursosdesobra.Quieroquesehaganañicos.Cómo,yaescosatuya.Perotienequeserestanoche.

Peseaqueleprometícumplirsudeseo,aquellatardelaleccióndurómásdeloprevisto.Parareeducarme,dijoelprofesor,meimpusocomotarearealizartreshorasdeescalassobreelteclado.Treslargashorasdetediososyrepetitivosejerciciosdurantelascualesélaceptólainvitacióndemamádetomareltéconellaeneldesván.Durantecientoochentainterminablesminutos, mis dedos repitieron los mismos movimientos, una y otra vez, sobre las teclasblancasynegras.Teníahambreyaratossentíaquemevencíaelsueño,perocontinué.Arribayabajo.Do,re,mi—seadelantaelpulgardelamanoderecha—,fa,sol—elcorazóndela

izquierda brinca—, la si, do. Si, la, sol —el pulgar regresa—, fa —un nuevo salto delcorazón—,mi,re,doyvueltaaempezar.Yasíinterminablemente.Durantehoras.

Enéstasapareciómipadre.Sucarruajesonósobre lagravadelcaminoyelmozodecuadraseapresuróaabrirlosportones.Laexpresióndemipadresehizomásseveracuandomeencontródesfallecidasobreelpiano.Preguntóporelprofesordemúsicayyoledijelaverdad. Se encerró en su gabinete con su contable y un secretario y dio algunas órdenesiracundas.Aunquenoerasóloiraloqueseadivinabaensuconducta.Habíatambiénalgomásprofundoymásdañino.Tristeza, rencor, talvezmiedo.Aquellanoche, él tambiéncenóensoledad.Noquisoveramimadre,peseaqueellaseloimplorófrentealaspuertascerradasdesugabinete.Cuandovinoadarmesubesodebuenasnoches,susurrójuntoamioído:

—Aunquetengaqueenfrentarmealpropioinfierno,teprometoquenoteocurriránada.Aprimerahoradeldíasiguiente,untalladordeunodelospueblosvecinossepresentó

enlacasacargadoconsusherramientas.Seleencomendóuntrabajoenelfrisodelportalóndeentrada.Ocupóenellounpardedías,puedeque inclusomás.Nocreoqueniélmismoconocieraelsignificadodelaspalabrasquesurgíandesucincel.Selimitóacumplirórdenes,cobrarporsusserviciosymarcharse.Cuandodesapareció,sobrelosportonesdenuestracasaunaenormeinscripciónenlatínadvertíadesdeesemomentoalvisitante:

Inhacdomodiabolusnonestbenereceptus

Yjuntoalapuerta,otranovedad:

CAELUM

Desdeesedía,novolvíaveralprofesordemúsica.Los recuerdos que conservo de mi padre que siguen a esta época son cada vez más

extraños.Comosilacocineratuvierarazónyunainéditaenajenaciónsehubieraapoderadodeéldepronto.

Se lemetió en la cabeza que debía derruir la estatua demi abuelo que custodiaba laexplanadadeloscarruajes.Mipadrenoeraunhombrequesearredraraantelasdificultades.Másbienalcontrario:loscontratiemposparecíanrenovarsusansias.Enaquellaocasión,secomportócomoenéleracostumbreytratódederribarelmonumentoportodoslosmediosasualcance.Tambiénlointentóconlapajarera.Y,porúltimo,arremetiócontralacoleccióndemuñecasdemimadre.

Loscriadoserandespiadadosensuscomentarios.—Tenía que ocurrir. Hace años que la locura ronda a esta familia —musitaba la

cocinera.Peromipadrenoestabaloco.Secomportabacomounloco,perojamáshabíaestadotan

cuerdo.Sicierrolosojos,mimemoriamedevuelvesusombrarecortadacontralaluzdelsoldelatarde,enlamanollevabaunareciasoga.Laanudóalacabezadelaestatuaembozadaquedominabaeljardín.Elotroextremolosujetóalasilladenuestrocaballomásrobusto,unejemplarjovendepercherónquenormalmenteibasujetoalaberlinadepaseo.Mipadreloeligióporquedelostrescaballoseraelmásfuerte,elquenuncalehabíafallado.

Aqueldía,sinembargo,elanimalseagotó.Empezóatirarconelempujeacostumbrado

y llevaba apenas unos minutos cuando cayó redondo al suelo, con los ojos desorbitados,arrastrando por la arenisca la lengua cubierta de espuma. No fue posible hacer nada porsalvarlo.

—Murióreventado—dijoelveterinarioqueleabriólatripaparaconocerlascausasdeaquelfinal.Yañadió—:Eslomásraroquehevistoenmuchotiempo.

Ladesesperaciónllevóamipadreahacerseconunagranmazadecanteroyarremetercontralaestatua.Tambiénfueinútil.Sinollegaaaplicarelsentidocomún,cegadoporlairacomoestaba,tambiénélhabríamuertoreventado.

—Noentiendotantoempeñoendestruiresepedazodemármol—decíamimadre,conindiferencia,mientrasasistíaalosesfuerzosdesumarido.

Laúnicasoluciónque lequedóamipadre,aquellaa laqueseaferró, tambiénfuesindudalamásdescabellada:acabarcontodoyescapar.Lanocheantesdelincendio,lorecuerdomuybien,me llevóconélasubiblioteca,mesentóensuregazo,merodeóapretadamenteconsusbrazosycerrólosojosparamusitar:

—Atinotevaapasarnada,luzdemisojos.Lotengotodoprevisto.Cuandome aparté de él comprobé que cuanto decían las criadas era cierto:mi padre

estaballorando.Creoqueaquéllafuelaprimeragranimpresióndemivida.Elfuegosellevócasitodopordelante.Mipadrehabríapreferidoquenodejaranirastro

del lugardondeestuvonuestra casa.Eseera sudeseo,por lomenos,mientras recorría lashabitacionesconuncandildeaceiteprendiendofuegoacortinas,colchas,tapicerías,libros,alfombrasyhastalosforrajesdelosestablos.Sialgunodeloscriadoslehubieravistoenesemomento,nohabríadudadouninstanteenafirmarqueteníaojosdeloco.

***

Nofuidesdichadaenelconvento,encontradeloquemuchospodríanimaginar.Recibía

instrucciónporpartedesorIsabel,quemetratabaconelcariñoquenuncapudoprofesaraunahijapropia,yenelórganodelacapillasemepermitía,devezencuando,abandonarlasescalas y tocarmis valses y polcas sin que nadieme regañara por ello. Colaboraba en lacocina,ayudabaenelrefectorioyelhuertodespertabatodamicuriosidad.Conelpasodelosaños,terminéporadaptarmealavidaenelmonasterioyporsentirhacialastrecereligiosasqueintegrabanlacomunidadunenormecariño.

Sólounaobsesiónqueyonuncameatrevíacompartirconnadie,nisiquieraaexpresarenvozalta,recorríamisdíasymisnochesysehacíacadavezmásfuerte:regresaracasa.Ensueños,laviejacasonaquemipadrellamóCaelumtomabaproporcionesfantásticas.Veíasufachadadepiedraclaraalfondodeunaarboleda.OíalosladridosdebienvenidadeIgor,felizde verme regresar al cabode los años.El pelaje de nuestromastín estabamás sedosoquenuncacuandomedeteníaaacariciarleel lomo.Podíaoler losaromasde losguisosen lascocinas,oírdenuevoelrumordeplatosycazuelasentreelcualtranscurrióbuenapartedemiinfancia.Veíalospaisajesylosretratosqueadornabanloscorredoresynohabíaningunoque no me resultara familiar. Pisaba otra vez las alfombras que abrigaban las escaleras,

mirabalas llavesdetenidasenlascerradurasde laspuertas,mipianojuntoa laventanadelsalón, en la planta noble. En la duermevela me recuerdo subiendo la empinada escala demaderaque llevaba al desván.Reconocía las vasijas de aguabendita que, igual que arriba,flanqueaban su entrada. Enmi sueño, tras esa puerta se oía un bisbiseo demuchas voces.Como si lasmuñecas, en ausencia de todos los que antes las custodiaron, dedicaran ahoratoda la eternidad a contarse sus secretos envozbaja.Sin embargo, nunca traspasaba aquelumbral. Cuando detenía la mano en el pomo de la puerta y empezaba a hacerlo girar,despertaba con un sobresalto. Se acallaban las voces que murmuraban y desaparecían losoloresy las sensaciones.Volvía a estar sola enmi celdadel conventoy afuera reinaban laoscuridadyelfríodelasnochesmontañesas.

Acadarepeticióndelmismosueño,miobsesiónporregresaralaquefuenuestracasa,sehacíaunpocomásintensa.Teníanecesidaddecomprobarconmispropiosojosquéhabíadeverdadenmisvisionesnocturnas,quéquedabadelquefueunlugarprivilegiadoenmediodelanaturaleza.

Mepreguntaba,cadavezconmásinsistencia,sielincendiohabríarespetadoalgodeloque en otro tiempo fue nuestra vida. Y a cada pregunta resonaba con fuerza renovadamiconvencimientoimperturbable:regresar,recorrerelsenderodegravahastalaexplanadadeloscarruajes,abrirlosportones,subirlaescalera,entrareneldesván.

Decidíqueesoseríaloprimeroqueharíaeldíaenquemevieralibredelamparo—delsecuestro—de aquellos sólidosmuros de piedra.Esa esperanzame ayudaba a conciliar elsueño por las noches y, de algún modo, le otorgaba algún sentido a mi insignificanteexistencia.

Aunquealgomásturbabamipaz.Poraquellaépocamedespertabaenmitaddelanoche,bañadaensudoryahogadadeansiedad.Habíaalgocercademí.Algoquenoerahumanoycontraloquemipadrenosabíaonopodíaprotegerme,porquecuandomeenfrentabaaelloestabasola.Completamentedesvalida.

«Sombraentrelassombras»,denominóunavezlaviejaylealamadellavesamimadre,aficionadaasalirdenochedesucuartoydeambularporlospasillos.Loqueinterrumpíamissueñosnocturnoseratambiénunasombraentrelassombras,unapresenciafamiliarizadaconlastinieblasyamigadeconfundirseconellas.Sehacíanotarsindejarsever.Aveceslasentíaal otro lado de los gruesosmuros del convento, acechándome, esperando su oportunidad,retorciéndosede rabiapornopoderclavarmeaún suszarpas.Oíael rumorde suspisadassobre la tierra a través del alto y estrecho ventanuco por el que apenas entraba claridaddurante las horas de sol.Otras vecesme parecía sentirmuy cerca su aliento helado, omesobresaltabaelrumordeunospasosmultiplicadoporeleco,ounroceinesperado.Nuncalevi,sabíaquemientraspermanecieraenaquellugarsagradonuncamedaríaalcance,perosupresenciaeraunaviso,unaadvertencia.Avecesmeparecíaqueseacercabaconsigiloamilechoysusurrabamuybajitoenmioídounaamenazaterrible:

—Teesperofuera.Unavez,despuésdelrezodevísperas,merezaguédelgrupodelassoresymeentretuve

contemplandolacosechadenabos.Enlamismatierra,apenasunosmetrosmásallá,estabaelpequeñocementeriodelacomunidad,enelqueseenterrabaalashermanascuandomorían.Elmensajequemetransmitíanaquellastumbasanónimaseraclaroypavoroso:«Nimuertalograrássalirdeaquí.»

Cuando quise darme cuenta, estaba sola bajo la noche estrellada de otoño. Aunqueafirmar que estaba sola tal vez no sea lo más apropiado para la ocasión. Una lechuza seimponía sobre el resto de los ruidos nocturnos, los grillos parecían estar celebrando unafiesta y yo me embobé escuchando aquella algazara durante unos segundos. En éstas meparecióverque la tierrasemovía.Nosabríadecirsi fueenelespaciodonde losnabosyadebíandeestarapuntoparalarecolecciónomásatrás,enelbrevecementeriodondeyacíanlashermanasdifuntas,sinlápidaniinscripciónnimásrecordatorioquealgunasmaltrechasydesnudascrucesdehojalata.Fueracomofuera,nomequedéallíparaaveriguarlo.Sentíunassúbitas ganas de escapar que nunca había experimentado y recorrí la distancia que meseparabademiceldaenuntiempoinusitado.Sólodeseabatumbarmeenellecho,cobijarmeentrelasmantasycerrarlosojos.Yallevabaunbuenratoacostada,hechaunovillo,conlosbrazosabrazándomelasrodillas,cuandosentíbajo laalmohadalamolestiadealgoquenodebíaestarahí.Eraalgoduro,casiredondo.Explorébajolaropaenlaoscuridadymisdedostropezaronconeltactoinconfundible,rugoso,frío,compactoycubiertodetierradeunodelosnabosdenuestrohuerto.

Era otra advertencia. Otro aviso de lo queme estaba esperandomás allá de aquellosmuros,fueraloquefuera.

Sinembargo,allídentronuncameocurriónadamalo.Eldíaenquecumplídiecisieteaños,sorAntonina, lahermanarepostera,elaborópara

mí un delicioso tocino de cielo.El almuerzo en el refectorio fue algomás animadode lohabitual.Alterminar,sorIsabelmepidióquemereunieraconellaensudespacho.

—Tupadremesuplicó,cuandoaúnerasunaniña,queteprotegieracomoamipropiahija—dijo—yhallegadoelmomentodeacataraqueldeseoaúnconmásdiligencia.Desdehoy y hasta que cumplas los dieciocho años, tienes prohibido terminantemente salir de tucelda.Seráunañodereclusióndifícildesoportar,losé,perotequedaelconsuelodesaberquetambiénseráelúltimo.Unavezalcanceslosdieciocho,podrásrecorrerelconventocontotal libertad, como has hecho hasta hoy, y empezar a plantearte qué quieres hacer con tufuturo.Loúnicoquedebescomprenderesquetomoestadecisiónpensandoexclusivamenteentubienyenaquelloquetupadrevinoapedirmehacemásdenueveaños.

No había otra respuesta posible a aquellas palabras excepto acatarlas en silencio. Esohice, aunque la perspectiva de permanecer un año—cincuenta y seis semanas, trescientossesentaycincodíasconsushorriblesnoches—encerradaenaquelreducidocuadriláterodemicuarto,meespantaba.

—Seguroqueenmásdeunaocasióndurantetodoestetiempotehabráspreguntadodequéqueríaprotegertetupadre,dequéteresguardanestassantasparedes.

Estabaenlocierto.Melohabíapreguntadomuchasveces.Casi todaslasnochesdesdequeestabaallí.

—Tevoyapedirunañodeespera.Elmismodíaenque termineestaprohibiciónqueahora te impongo, te revelaré ese secreto.Por ahora, ypido todos losdías aDiosquemeilumineenesteintrincadocamino,considerolomejorparatiquenolosepas.

Asícomenzóaquelañoterrible.

***

—OjaláDios no nos envíe todo lo que somos capaces de soportar—dijo sor Isabel,

sentándose enmi camastroy acariciándome lamejilla con sumano suave—.Hoycumplesdieciochoaños,miqueridaÁngela.Eselprimerdíadetunuevavida.Desdedondetupadrenosestéviendo,estoyconvencidadequeenestemomentosesientemuyfeliz.Tehassalvado,comoerasudeseoy,además,hasdemostradounaenormefuerzadevoluntad.

Yosabíalofelizqueeramipadreenaquellosmomentos.Élmismomelohabíadichocuandodespuntabaaquelúltimodíademiencierro.

—CasihemosburladoalDueñodelasSombras,hija.Recuerdaquenodebessalirdelaceldahastapasadalahoradelángelus,yaquefuealasdocedeldíacuandonaciste.Ynoteconfíes,nihoyninunca: suespírituvengadorempleará toda tuviday todassus fuerzasenintentarhacertecaer.Noesbuenperdedor.Debesestarpreparada.

Lacampanadela iglesiaacababadedar lasdocecuandosorIsabelabriólapuertasinanunciarse. Por la sonrisa que se dibujaba en su rostro supe que también ella se sentíapictóricadefelicidad.

—Lo primero que haremos será celebrarlo con un rezo en comunidad —dijo—.Después,creoquelashermanastienenpreparadaunapequeñasorpresa.

Experimenté una sensación de extrañeza al cruzar el huerto en dirección a la capilla.Como si nunca hubiera estado allí. Como si todo hubiera cambiado en mi ausencia. Sinembargo, todo seguía igual.Laúnicaquehabía cambiadoerayo.Misganasdeescapardeaquellugarerancasiinsoportables.Sóloqueahorayanadameimpedíacumpliraqueldeseo.Elpeligroquetantotrastornóamipadrehabíapasado.Oporlomenosesopensabayo.

Despuésdelrezo,tresdelashermanasmásjóvenesmecondujeronhastalacelosíadelaclausura, la que daba al vestíbulo del edificio yme invitaron amirar a través de ella. Alhacerloviaunhombreesperando.Habíaenvejecidoyparecíamásmenguado,peroreconocíenelactoalcocheroquecasiunadécadaatrásmehabíaconducidohastaelmonasterio.Teníalagorraen lamano, enungesto idénticoaldecuandomedejóallí, la cabezagachay lasmejillassuciasdebarbamal rasurada.Noentendíquésentidopodía tenersupresenciaallí.SorIsabelseencargódedarmeunaexplicación:

—LashermanashanpensadoquetegustaríaacudiratomarlasaguasdelBalneariodeTiermas.Esunlujofueradenuestroalcance,perohantrabajadomuyduroparapoderdarteestepremio.Todasdeseamosqueseaunabuenacompensaciónporelsacrificiorealizado.Tedejoalcuidadodeesteviejoconocido,quien te llevaráhastael centro termal, aguardaráaqueterminesyteconducirádevueltaacasaantesdequeeldíatoqueasufin.

El Balneario de Tiermas... La sola mención de su nombre me emocionó hasta laslágrimas. Las del balneario eran aguas curativas. Las termas, muy antiguas: algunoshistoriadores aseguraban que fueron los romanos quienes descubrieron el manantial ytambién sus propiedades, aunque tampoco faltaba quien decía que su poder curativo, casimilagroso,nopodíaprovenirdeningunafuenteterrenal.LasaguasdeTiermasmanabansincesar.Sucaloreratanintensoquesediríaqueproveníadelmismoinfierno.Suspropiedadeseranmuchasyvariadas.Servíanparacombatirlasenfermedadesdelcorazón,delapiel,lasrespiratorias, lasnerviosas,el reumatismo...ysedecíaque incluso laobesidad.Mientraselbalnearioyelhotelestuvieronenfuncionamiento—ysuprosperidadduróvariasdécadas—nunca faltaron en la zona personas que contaron los efectos casi milagrosos que habían

tenido en ellas las aguas deTiermas.Entre ellas, no pocosmiembros de la familia real, ytambiénnobles,aristócratas,políticosygentepudiente.Todoselloscoincidíanamenudoenloslujososgabinetes,elsalóndelectura,elparqueolapistadetenisdelHotelReinaRegente,unsuntuosoestablecimientoconmásdecientocincuentaañosdehistoria.Losmáshumildesalquilaban una habitación en cualquier casa del pueblo, o pasaban sus días en uno de loshostalesquehabíansurgidojuntoalagranplazamayor.Muycercadelhotel,comunicadodehecho por un pasadizo interior, estaba el balneario donde todos, pobres y ricos, viejos yjóvenes, acudían a tomar las aguas. Desde luego, no podía haber mejor regalo para unachiquilla que aún recordaba sus ademanes refinados que permitirle regresar ni que fueraocasionalmentealmundodelquesalió.

Mi madre había sido, en sus tiempos, una de las mejores clientas del Balneario deTiermas.Y tambiéndelhotel,dondese sentíacomopezenelagua.Todoesoestabaenmimentemientrasmedirigíahaciaallí,conelcorazón llenodeun júbiloquenosentíadesdevariosmesesatrás.Aquelloeramuchomásqueunaaventura.Eraunapuertaabiertadeparenparalmundo.Mitanansiadaescapatoria.

Mesentíunpocoextrañapresentándomeenlarecepcióndelbalnearioconmishábitosdenovicia.Porfortuna,encuantomeentregaronmiropadebaño,mistoallasymialbornoz—bordadoconelescudodelafamiliarealsobreunaondaazul—mehermanéconelrestodeclientes.Unavezdentrode lagranalbercadeaguacaliente,procuréolvidarmedelmundo.Echélacabezahaciaatrásycerrélosojos.Hacíatantotiempoquenoestabatanbienquemehabía olvidado por completo de aquella sensación.Me sentía sumamente agradecida a sorIsabelyalashermanasdelConventodelosÁngelesCustodios,quehabíancuidadodemícontantomimo,perolavidadeprivacionesqueellasmeofrecíannometentabaenabsoluto.Sinembargo, romper amarras no era fácil para una chica joven e inexperta como yo.Seguramente no lo habría hecho si no hubiera encontrado quien me animara, quien mehicieracreerqueerafácil,ademásdelomásconvenienteparamí.Yloencontré.Omásbiendeberíadecirquemeencontróélamí.Nosehizoesperar:aprovechólaprimeraoportunidadqueselepusoatiro.Esdecir,miprimeravisitaalBalneariodeTiermas.

Antesderegresaralconvento,decidíentrarenunodelossalonesdetédelHotelReinaRegente.Mimadrehablaba tanamenudodeaquel lugarque sentíaunaenormecuriosidadpor verlo conmis propios ojos.Me senté a unamesa pequeña en un rincóny le pedí a lacamarerauntéconpastas.Nuncahabíaprobadoelté,perosabíapormimadrequeaquéleraunodelosúnicoslugaresdenuestropaísdondepediraquellabebidademodaenEuropanocausabaextrañeza.Ella,porcierto,solíatomarloconfrecuencia,enaquellugarytambiénennuestracasa.Enefecto,lacamareranopareciósorprendersepormipetición,comotampocopor mi hábito ni por el hilo de voz con el que encargué mi merienda. Debía de estaracostumbradaatodotipodeclientela,inclusoalaquepisabaelmundoporprimeravez.Nohabíahechomásquetraermeunhermosojuegodetédeporcelanaazulyunplatitoconseispastas de formas variadas cuando un anciano vestido con elegancia —botines, chaleco,sombrero...—,yquellevabaunbastónconempuñaduradeplata,sedirigióamíamediavozyconextremacortesía:

—¿Mepermitequelaacompañe,señoritaAlbás?Porsupuesto,nosupequéresponder.Lemirédurantevariossegundosconojosatónitos

ylabocallena,hastaqueéldijo:

—Interpretoel silenciocomounasentimiento.—Ysesentó frenteamí,muyderecho,apoyandoambasmanosenlaempuñaduradesubastón.

Yocorrespondíconuncabeceotorpe.—Observoqueestáustedreponiendofuerzas.Prosiga,prosiga...—añadió.Cuandologrétragarelcontenidodemiscarrillos,articuléunsaludotanburdocomoel

restodemicomportamiento.—¿Meconoce?—pregunté.—Yalocreo.Desdehaceaños.Conocíbienasupadre.Lepropusevariosnegocios.Ibaacontestaralgocortés,perosemeadelantó:—Porfavor,nointerrumpapormísupiscolabis—dijoelcaballero—,nonecesitoque

conteste. Sólome he acercado para ofrecerlemi ayuda. Conozco la situación a la que haestadosometidadurantelosúltimosdiezaños,pobreniña.Quédurodebedehabersidoparaalguiendesuposiciónysuriqueza—memirabaconojosllenosdeternura,deunazulcasitransparente—. Yo la comprendo bien. Sé bien qué se siente cuando alguien te priva deaquelloquelegítimamentetepertenece.

Nosabíaaquériquezaserefería.Enaquelmomento,yoaúnnoeraconscientedetenerposesionesdeningúntipo.Delaherenciademipadre,nadiemehabíahabladojamás.Porelmodoenqueaquelcaballerosedirigíaamí,yajuzgarporsuspropiaspalabras,interpretéqueeraunantiguoamigodemifamilia.

—Noquieroimportunarla.Sólodeseoofrecerlemiconsejoprofesionalypersonalporsidecidedisponerde susbienesy escaparde la reclusióndel convento.Encasodeque lohaga,vaanecesitarunbuenabogado.SorIsabelnoseresignaráasícomoasíaperderunasumatancuantiosa.

—¿Esustedexpertoenleyes?—atinéapreguntar.—Más o menos —dijo, adoptando una postura más distendida—. A mí edad, se es

expertoencantidaddecosasinsospechadas.—Sonrió.—Nosédequéherenciamehabla—confesé.Susonrisaseconvirtióenunaexpresióndecontrariedad.—¿Cómo?—parecióalarmado—,¿esposible?¿No lehandichoque supadre ledejó

todasufortuna?¿Tierras,acciones,negociosyunaimportantecantidaddedinero?Neguéconlacabeza.Elprosiguióconmayorvehemencia:—Razóndemáspararecomendarleencarecidamentemisservicios,entonces.Metemo

quequieneslaguardanhanpuestomuchoceloenquenosepanadadeesaherencia.Esmuchomejor para ellas que no sienta ninguna tentación de marcharse. ¿Han tratado ya deconvencerlaparaquetomeloshábitosenelconvento?

El té y las pastas habían perdido de pronto para mí todo interés. Lo mismo que laconversación.Aqueldesconocidoacababadeacertardellenoenmismásíntimosdeseos.

—Peroyoquierohacerlo—observé.—¿Cómodice?—Marcharmedelconvento.Noquierosermonja—dije.Sonrió.Parecíacomprendermemuybien.—Queridaniña...Cuántomealegraoír eso.Significaque suvoluntadhapermanecido

íntegra.Quenadie,porahora,halogradodominarla.Permítamefelicitarlaporsufortaleza.—Gracias—respondí,sinentendermuybienloqueacababadedecirme—.¿Puedeusted

ayudarmeaconseguirloqueledigo?¿HablaráconsorIsabel?—Seguroquesí.Deloporhecho.—¿Esciertoquesoylaherederadelafortunademipadre?—Tanciertocomoelsolquealumbra.—¿Yesafortunadaparavivir?—Conholguraymásañosdelosquealcanzalavidadecualquiermortal.—Talvezpodríaregresaralaquefuemicasa.Restaurarla.Denuevounamuecadecontrariedadasomóasurostro.—No se lo aconsejo. El incendio dejó muy maltrecha la hacienda. Sería mejor que

compraraunapropiedadenalgunaotrapartequeseadesuagrado.Aquellaconversacióntomabaelcarizdeunjuegodisparatado.Nadamástentadorpara

mí,enesemomento.Soñardespiertaeraunademisactividadesfavoritas.—¿Aquí,porejemplo?—propuse—,¿enestepueblo?—¿EnTiermas?—Megustaelbalneario.Asípodríatomarlasaguasamenudo.—¿Porquéno?Excelenteidea.Esustedunajovenaudaz.—Perosolanosabríacómohacerlo.—Miconfianzaganabaterrenoanteaquelextraño

quedemostrabaconocermetanbien—.Necesitarésuayuda.—Hevenidoaofrecérsela.—Perosusserviciostendránunprecio.—Nadaqueustednopuedapagar,sinduda.—¿Deverdadcreequepuedopermitírmelo?—Estoycompletamenteseguro.—¿Debemosacordarlostérminosahora?—Seríaaconsejable.Enlosnegociosconvienedejarlascosasclarasloantesposible.Si

me lo permite, empezaré por enumerar las prestaciones a quemeobligo si llegamos a unacuerdo.Deberé lograr con lamayor brevedad que abandone el Convento de losÁngelesCustodios,ayudarlaaencontrarunacasadesuagradoenestelugaryaconsejarlaencuantosasuntoslegalesomundanospreciseduranteuntiempolobastanteprolongado.Además,porsupuesto,habrédeocuparmedesucapacidad legal,puestoqueesustedmenordeedad[1]yestá bajo la tutela de la madre priora. Y como adivino que es su deseo, añado a misobligacioneselacompañarlaavisitarsuantiguohogaryevaluarlosdañosqueloasolaron,talvezconvistasalaventadelapropiedad.Confíoennoolvidarningúndetalleimportante.

Memaravillólacapacidaddesíntesisdeaquelhombre.Inspirabaunaconfianzadifícildeencontrarenunserhumano.

—No olvida usted nada.Me ha comprendidomuy bien—respondí—. ¿Y cuál será elpagoqueyodeberésatisfacerporestosservicios?

Brillaronsusojostransparentesconmayorintensidadantesdelaescuetarespuesta.—Sualma.Apuréelté.Mellevélaúltimagalletaparaelcamino.Leestrechélamano.Meparecióunbuentrato.

***

Por supuesto, en el convento no dije nada demi encuentro con el anciano caballero.

Cuando sor Isabelme preguntó pormi estancia en el balneario,me limité a desgranar lasbondadesdelbaño,delmasajeyde lamerienda.Todasquisieronsaberaquésabíaaquellabebidacargadadeexotismodeotrastierras,elté,que,naturalmente,ningunadelashermanashabía probado jamás. «Ellas no pertenecen a mi clase social, es lógico que no sepan decostumbrestanrefinadas»,pensémientrasintentabadarlesunadescripción:

—Sabecomoafloresfermentadas.Fuerteperorelajante.Yesmuybeneficiosoparalasalud,segúncuentan.

Habíaunaadmiracióngeneralenelambiente.Lasmonjasescuchabanmaravilladas.Sólosor Isabel permanecía en silencio, con el ceño ligeramente fruncido. Parecía percibir latransformaciónquesehabíaoperadoenmíenaquellaspocashoras.Oacasofueraalgomásprofundo. Tal vez empezaba a sentir el cambio de rumbo en el viento de nuestra vida encomún, delmismomodoque, dicen, hay quien puede presentir los temblores de tierra.Enapenasunashoras,todohabríaacabado.

Me acosté todavía excitada por todo lo que había ocurrido,más tarde de lo habitual.Antesdedormiresperéduranteunbuenratoaquemipadremedesearabuenasnoches,comosolía hacer, pero no compareció. Más allá de mi celda, en el exterior de los muros delconvento,todoparecíaestarenunaextrañacalma.

Nohabíahechomásqueconciliarelsueñocuandomedespertóunagranalgaradaqueprocedíadelclaustro.Seoíanpasosapresuradosmezcladosconvocesmasculinasycascosdecaballos.Entrelasvocesdistinguíalgunasquegritaban,congranbrusquedad:

—Alrefectorio,hermanas.Todasalrefectorio.¡Vamosapasarrevista!Salíatodaprisa.Enlospasillosmeencontréconunespectáculoterrible.Unhombrea

caballoamenazabaconunabayonetaasorAntoninaysorEngraciaque,cubiertassóloporsuscamisasdedormiryconlospiesdescalzos,corríancuantopodíanparaponerseasalvo.Otrashermanassedirigíanatodaprisaalrefectorio,mientrasalgunosdeaquelloshombreslas amenazaban con lamano en alto.En la otra sostenían un fusil. Junto a la puerta demicelda,unodeellosseanudabaunaalpargata.Nadamásverme,vociferó:

—Tú,alrefectorioconlasdemás.Mefijéensuaspecto.Vestíaunaantiguacasacaraídaymugrientaquehabíaperdidola

botonadura.Elrestodesusropaserantanhumildesquebienpodíanser lasdeunlabrador.Alpargatas y gruesos calcetines de lana completaban su atuendo. Llevaba una cananaatravesadaenelpecho.Labayonetalateníarecostadaenlapared.Cuandomevioseapresuróaempuñarla,comosiyosignificaraungranpeligroparaél.Yaenelrefectorio,alaluzdealgunas candelas, me llamó la atención la edad de los asaltantes. Todos eran hombresmayores,casiancianos.Estabanenloshuesosylapielquesepegabaasusesqueletosparecíapergamino de tan seca y arrugada. Decir que parecían los supervivientes de una guerraantiguayyaacabadaseríaseroptimista.Enrealidad,eramásbienunejércitodeespectros.

—¿Dóndeestálamadrepriora?La pregunta estaba en la cabeza de todas nosotras desde que descubrimos aquella

presencia bárbara en el convento. Sor Isabel no había comparecido. No estaba en elrefectorio.Nadiecontestó,pues,alapreguntadelhombre.

—¿Soismudas?Hepreguntadoquiéneslapriora.

Respondíyo,anteelterrorgeneraldelashermanas.—Noestáaquí,señor.Volvióhaciamíunamiradaturbia.—¿Dóndeestá?—Notenemoslamenoridea,señor—añadí.—Noimporta.¿Quiéneslamásviejadevosotras?HubouncrucerápidodemiradasantesdequesorAntoninalevantaralamano.—Bien,entoncesdesdeestemomentotenombromadrepriora.Elcargomáscortodetu

vida—dijoelhombre,altiempoquedejabaescaparunarisotadagroserayexagerada—.¿Nosabéisquehacemuchotiempoquedeberíaisestarlejosdeaquí?

LapreguntaagarróporsorpresainclusoasorAntonina,quenosupodequéleestabanhablando.

—Hay leyes nuevas—continuó el hombre—.Leyes inteligentes.El clero ya no poseenada.O sea: nada de todo esto es vuestro,monjas.Ahora todo es del pueblo.Y el pueblosomosnosotros.

Unanuevarisotadaprovocómásdeunamuecadedesaprobaciónentrelashermanas,queescuchabantemblandodefrío,odemiedo.

—Asíquedesdeestemismomomento,éstayanoesvuestracasa,sinolanuestra.Míaydemibatallón.¡Elbatallóndelosvalientescaídosencombate!Quiennosemarcheantesdelamanecerprobaráestehierro—señalólacuchillaoxidadadesubayoneta—.Claroque,silasmásjóvenesdeseáisquedaros—acercósucaraalamíaalpronunciarestaspalabrasymedicuentadequeapestabaaalcoholdeunmodoasqueroso—,seréisbienrecibidas.Hombrestanexquisitoscomonosotrossiemprenecesitansirvientas.

Dichoesto,seechóa reírdenuevo,estavezconmásfuerza,ysealejódel refectoriocon paso tambaleante. Él y el resto de sus hombres prendieron una hoguera enmedio delclaustro.Paraelloacarrearonalgunosobjetosdesdelacapilla.Mientrasregresabaamiceldapudeverunpardecrucifijos,variosmantelesdelaltaryunode losreclinatorios,apiladosformandolapira.

Lashermanasestabantanmuertasdemiedoquenoacertabanapensary,muchomenos,ahablar,nienvozbaja.Impelidasporlasituación,decidieronrecogeralgunascosas,cubrirseconropasdeabrigoyabandonarelconventoloantesposible.Tambiénfijaronunlugardelbosque donde encontrarse y establecer, a ser posible, una estrategia ante aquel tranceinesperado o un plan de huida que les permitiera no dispersarse, permanecer unidas en laadversidad.

—¿Quévaaserdenosotras?—suspirabanlasmásmayores.—Cuandolosintrusossemarchen,regresaremos—refunfuñabanlasmásjóvenes.LainquietudacercadedóndeestaríasorIsabel,queseguíasinaparecer,pesabasobrelos

ánimosdetodas,sindistinción.—Es muy raro que la priora no haya comparecido en el refectorio dispuesta a

defendernos a todas incluso con su vida—hizover sorAntonina—.Si ella hubiera estadoaquí, ese hombre no se habría atrevido a tanto. Sus buenas razones debe de tener paraausentarse.

Mientrasrecogíamisescasaspertenenciasyoyahabíadecididoqueno ibaareunirmeconlasdemáshermanasenelclarodelbosque.Habíallegadoelmomentoderecuperarmi

libertad.Unpensamientonocesabadedarvueltasenmicabeza:laideadequetodoaquello,de unmodouotro, tenía alguna conexión con las palabras del elegante ancianoquehabíaconocidoaquellamismatardeenelbalneario.Paséatodaprisabajolosarcosdelclaustro,tratando de nomirar el ambiente de locura y barbarie que se extendía ami alrededor.Ungrupo de asaltantes orinaba sin ningún recato en un rincón del refectorio, y enmedio delclaustro resplandecía el fuego de la hoguera recién encendida.No era el único fuego quebrillabaenlanoche:tambiénlacapillahabíasidoincendiada,ylasllamasasomabanyaporlosestrechosventanucossuperiores.Losángelesdelaltarmayorardían,rodeadosdelargaslenguasdefuegoylacapillaenterasehabíaconvertidoenuninmensohorno.Alatravesarelhuertocaminodelasalida,escuchélavozdeunodelosasaltantes:

—Hemosencontradoalapriora—reía—,perometemoquenoestáencondicionesdeviajar.

Me detuve a observar escondida tras una de las dobles columnas. Había un cuerpotumbado sobre la tierra, en la zona en que el huerto dejaba de serlo para convertirse encementerio.Porelhábitoblanco supequeeraella, sor Isabel, aunqueestaba tumbadabocaabajoyconlacarasemienterrada.Habíalunallenaylanocheresplandecía.Poresocuandoelhombre se apartóunpocopude retener conabsolutanitidez la imagenmáshorribledemivida.Laspiernasdequienfueralamadrepriorasobresalíanbajolasfaldasdesuhábito.Pudeobservar que tenía las pantorrillas cubiertas de arañazos.No como los que provoca ciertavegetaciónalandarporelcampo.Eranespaciadosyprofundoscomolosdeunafierasalvaje.Deentresusomoplatos,atravesandofibras,huesos,pielytela,sobresalíaunobjetoafiladoymetálico. Tuve que fijarme bien para darme cuenta: era una de las cruces de hojalata delpequeñocementeriodelashermanas.Cubiertadeverdín,deóxidoydesangre.EracomosilacruzquisieraclavarelcuerpodesorIsabelaaquelsuelodelqueyanuncaibaaescapar.Asualrededor,meparecióquelatierrahabíaescupidocuantolesobraba:habíanabosyotrostubérculos junto a cruces desarraigadas. Incluso me pareció que tampoco las hermanasmuertasestabanyaenellugardondelasdepositaronconlaesperanzadesueternodescanso.

Estavisiónmehizocorrercontodasmisfuerzas,agarradaalhatillodondellevabamiscosas.Corríhastadejaratrásaaquellossaqueadoresqueestabanconvirtiendoelconventoenuna ruina en sólo una noche. Dejé atrás el vestíbulo, y las arquivoltas de la entrada y lapequeñaplazoletadeareniscafrentealaquesealzabaelmonasterio.Abordéelcaminoqueseadentrabapor lamontaña.Nopensabaennada, sólomedejaba llevarpormisansiasdehuir,dedejaratrásaquellaetapademividay,sobretodo,laimagendesorIsabel,lamujerquemehabíaprotegidodurante todosaquellosaños,muerta tandeprontoycon tantasañaqueaquellosólopodíaserobradelMaligno.

Antes de llegar a la angosta bifurcación en que se dividía el camino, vislumbré losbrillosdeuncarruajedistinguido.Noséporquérazónnomeextrañódemasiadoencontrarloallí en plena noche. Más bien todo lo contrario: me alegré de disponer de esa tabla desalvaciónsóloparamí.Enesemomento,eldestinodelashermanasdelconvento,suhuidaenmitaddelaoscuridadysusuertefuturahabíandejadodeimportarmeporcompleto.

Antesdequepudierapedirayudaasusocupantes,laportezueladelcocheseabrió.Ensuinterior,meesperabaelancianoaquienconocíenelbalneario.Sinmoversedesuasiento,meinvitóasubirconungestoamableyunasonrisa.Unavezdentro,mientrasyorecuperabaelalientoyelcocheroseponíaencamino,dijo,convozaterciopelada:

—Duermaunpoco,señoritaAlbás.Tenemosunbuentrechohastallegaralaquefuesucasa.Esperoque leagradecomprobar laprestezacon laquemeheafanadoencumplirmipartedeltrato.

Brillabalaempuñaduradesubastónconundestelloidénticoaldesusojoscristalinos.Lehicecasoentodo.

***

Talycomomehabíaadvertidomiacompañantelaprimeravezquelevi,regresarami

casanofueunabuenaidea.Apuntabanlosprimerosrayosdesolcuandoelcarruajeenfilóelcaminoquemoríaen

la entrada de la finca. Allí, una gran verja sobre la que se leía el apellido de la familiasubrayabalagrandezadelaqueenotrostiemposhabíagozadoellugar.Ahoraseencontrabaabierta de par en par, como indicando que ya no había allí nada que mereciera la penaguardarse.Ladesolación,enefecto,empezabanadamástraspasarlagranentradadehierro.Lo que antes había sido un bosque cuidado y limpio de broza era ahora una selva dedesperdicios,ynotodosvegetales.Algunosárboleshabíansidotambiénpastodelasllamas,peroapenaspodíaadivinarseenelloslahuelladelfuegosinoporelcolornegruzcodepartedeltroncoydealgunasdesusramas.Enellos,sinembargo,lavidahabíalogradovolveraimponerse.

Nopodíadecirse lomismodel restode laspropiedades.Nadamásdejar aun lado elpozo—que alguien había cegado con tablones clavados de manera tosca— vislumbré lasiluetafantasmaldelafachada.Meacordédemisueño,aquelquetantasveceshabíaalegradomisnochesenelconventoconlaideadeunregreso,perosóloparaconstatarquelarealidadnoseparecíaenabsolutoaloqueyotantasveceshabíaimaginado.Amedidaqueelcarruajeseaproximabaalacasona,sentíacomosiunagarrameoprimieraelcorazónhastaahogarlo.Mi acompañante debió de notar mi congoja, porque permaneció todo el recorrido en unrespetuososilencioyconunasonrisacircunstancialenloslabios.Tambiéndebiódepercibirelbrilloinusitadodemisojosyeltemblordemismanos.Lavisióndelacasa,unavezqueelcarruajesedetuvofrentealafachadaprincipalyelcocheroabriólaportezuela,invitándomeasalir,mehelólasangreenlasvenas.

Por todaspartesquedabanhuellasdel pasode ladestrucción.Sobre lasventanasy laspuertasseveíanlassombrasoscurasdelasllamas.Lavegetaciónestabaarruinada.Laantiguarosaledademamáeraahoraunamarañadetallosretorcidosycarbonizados.Delasplantasaromáticas, noquedaba elmenor rastro.Lamaleza lo invadía todo.De este ladonopodíaverse la pajarera, pero la imaginé llena demariposasmuertas. En el interior de la casa, através de las ventanas, no se adivinabamás quenegrura y desolación.Los cortinajes de laplantanoblehabíansidodevoradosporelfuego.Sólounpequeñojirónsobrevivíaenunladodelventanalycasiparecíaburlarsedeldestinodetodolodemás.Noquiseseguirmirando.Alarguéelbrazoycerrélaportezueladelcoche.

—¿Nodeseaustedentrarenlaquefuesucasa?—preguntóelanciano,mostrándomela

granllavedehierrodelapuerta.—No—respondí—.Quisieramarcharmedeaquíahoramismo.—Como guste. —Dio unos golpes con la empuñadura de su bastón en el techo del

carruajeyactoseguidoelvehículoreemprendiólamarcha.Permanecí en silencio durante un buen rato. Hasta que la hacienda desapareció del

paisajeyvolvióaquedarsólocercademimemoria,dondesiemprehabíaestado.—¿Adóndevamos?—pregunté,cuandorecobréelánimo.—ATiermas.Siguiendosuvoluntad,naturalmente—respondióelcaballero—,hayuna

casaquequisieraenseñarle.Estaba extenuada y confusa. Todo ocurría demasiado deprisa, como en una pesadilla.

Nadadetodoaquelloparecíareal.Sinembargo,loera.Horriblementereal.LacasadeTiermasqueelancianoteníainterésenenseñarmeeraunlugaracogedory

bienconservado:unaconstruccióndedosplantas.Enladeabajoestabanlascaballerizasylazonadeservicios,suficientementeampliaparaatenderlasnecesidadesdeunafamilia.Enelpiso superior se hallaban las habitaciones y un gran salón con balconadas sobre la calleprincipal del pueblo. Tenía también un patio de buen tamaño. Se encontraba, además,muycerca del balneario y contenía unos pocos muebles de muy buena calidad de los que elanteriorpropietarioqueríadesprenderse.Sepodíadecir,pues,quelacasaseadaptabaamisnecesidades.Unavezmásmiconsejerohabíaacertadoplenamente.

—¿Quépasosdeberíaseguirsideseocomprarla?—lepregunté,yaquemiinexperienciaenaquellosasuntos,yentantosotros,eraabsoluta.

Surespuestamellenódesorpresa:—La casa ya es suya, señoritaAlbás. Sabía que iba a ser de su agrado yme tomé la

libertaddeadelantarme.Tambiénhecontratadoaunamadellavesyalservicioindispensableparaatenderlacomosemerece.

Sentí que la rabia me llenaba el pecho. Procuré no demostrarlo y comportarme concortesía.

—¿Conquédinerohapagadoustedtodoeso,señor?—Con ninguno, por el momento. Me he limitado a establecer un compromiso de

compra. Aunque, a partir de hoy, tengo el orgullo de comunicarle que soy su nuevorepresentantelegal.

—¿Mirepresentante?—Sututor,si loprefiere.Desdehoyhastaquecumplalosveinticincoañosohastaque

contraigamatrimonio.Penséquelanoticialealegraría.No me alegraba en absoluto. Me daba miedo el cariz que estaban tomando los

acontecimientos.—Noloentiendo.¿Cómohasidoque...?—balbuceé.—Sor Isabelme cedió su tutela—se adelantó—.Creo que le parecí una personamuy

capaz.Me extrañaba de tal modo cuanto me estaba diciendo que debió de percibir la

desconfianzaenmimirada.—¿SorIsabellenombrómitutor,sinmás?¿Nolediscutiónada?—Cedió —dijo—. Después de una negociación, naturalmente. Casi todas las cosas

importantesocurrendespuésdeunanegociación.Queseamásomenostensayadependedel

talentodelaspartesqueintervienenenella.—¿Yladiscusiónconlamadrepriorafuetensa?—Ay, no quiero cansarla con los detalles. Baste decir que conseguimos nuestros

propósitos.Lossuyosylosmíospropios.Entonces,fueunbuennegocio.Nopudeevitarrepetirsusúltimaspalabras,llenasdeprontodesentido:—Unbuennegocio.—¿Quiere que le presente ahora al servicio? —preguntó, recuperando de súbito su

amabilidadysuaparentealegría.Milideasseguíandandovueltasenmicabeza.—Noacabodecomprendercuálessonsuspropósitos,señor.Su respuesta no se hizo esperar. Como si estuviera deseando que yo formulara esa

preguntaparadejarlacaer:—Ayudarlaentodo,porsupuesto.Yrecibirpormisservicioselpagoacordado.Mialma.Lohabíaolvidado.—¿Yesepagovaletantasmolestias?—Elvalorqueledamosalascosasdependedecadauno.Nosupequédeciranterespuestatanenigmática.—¿Yquédeberéhacerparaterminarloqueustedhaempezado?—pregunté.Denuevolerestóimportanciaamispreocupaciones:—Oh,ustednodebepreocuparsepornada.Yoarreglarétodoslosdocumentosyselos

presentaréparaquelosfirme,cuandoseanecesario.Simepermiteunconsejo,lerecomiendoquenoinviertasusfuerzasenestosasuntosdemasiadomundanos.Disfrute,seafeliz.Vivaeltiempopresentecomosielmañananohubierade llegar.Yahora,descanse.Hasidoundíalargoyduro.Ladejaréasolasparaquepuedadormir.Buenasnoches,niña.

Cuandoleoícerrarconllavelapuertademihabitacióncomprendíquehabíacaídoenuna trampa terrible. Había pasado de la reclusión protectora de sor Isabel y los ÁngelesCustodios a la prisión de aquel ser entrometido e interesado de cuyos métodos ya teníasuficientesmotivosparadesconfiar.

Tampoco aquella noche, al acostarme en mi nueva cama, recibí el deseo de buenasnochesdemipadre.Talvezsehabíaapartadodemíparasiempre,penséentonces,locualnohacíasinoconfirmarelmalcaminoquehabíaelegidoy lomuchoquemicomportamientodebíadedisgustarle.Cerrélosojosycaíenunsueñoplacenteroyprofundo.Sinembargo,nofueunanochetranquila.Eramuytardecuandoalgomedespertó.Unroceenlaplantadelpiequemehacíacosquillas.Abrílosojoscasiporinstintoydescubríunasombradetenidaalospies de mi cama. No pude saber entonces si me estaba mirando ni tampoco reconocerla,porqueencuantoseviodescubiertaseescurrióentrelaoscuridadydesapareció.Nosépordóndesalió,ytampocopordóndevino.Talvezentróvolandoporlaventanaosecolópordebajo de la puerta. De inmediato sentí unas náuseas muy intensas y no me quedó otroremedioqueverterelcontenidodemiestómagoenlaescupideradeporcelanaquehabíabajolacama.Luego,yamástranquila,seguídurmiendo.Yanomesentíaalteradaenabsoluto,sinotodolocontrario:unaplacidezextrañaseapoderódeprontodemí.Tanextrañaqueparecíaartificial,elresultadodehaberbebidodemasiadoodehaberingeridonarcóticos.Nuncaantesmehabíasentidoasí.

Por la mañana, cuando conseguí abrir los ojos, el sol brillaba con la fuerza del

mediodía.La puerta demi habitación no estaba cerrada con llave y sobre lamesita de luzalguienhabíadepositadounabandejaconuncopiosodesayuno.Nofuehastapocodespués,alasearme y vestirme, cuando reparé en algo sumamente extraño.En la cara interior demismusloseranbienvisiblesochohilosdesangre:losochosurcosquehabíandejadosobremipielloqueparecíanlasgarrasdeunanimalsalvaje.

***

Vivir el tiempo presente como si el mañana no hubiera de llegar. En seguir aquel

consejomeempeñéafondodurantelosmesessiguientesycreoquenoesinexactoafirmarque fueron los más felices de mi vida. Por lo menos los más despreocupados y dulces,aquellos en los que hice cuanto estuvo enmi voluntad sin que nadie, por primera vez,mereprendieraporello.

Deprontonomeimportabalaopiniónquenadiepudieratenerdemí.Sehabíanacabadotodas lasobligacionesynodebíaemprendernadasinomeproducíaunasatisfacciónounplacer.Yexactamenteesohacía:nopensarsinoenmiconveniencia.Vivirsiguiendotansólolasleyesdelmásabsolutoegoísmo.

—Nadiehavenidoaestemundoasufrir,señorita—decíamimentor—,yustedmenosquenadieporqueyahapadecidobastanteenelpasado.Lajuventudesuntiempomagníficoparadisfrutarde losplaceresque lavidaponeanuestroalcance.Sáquele todasusustancia.Exprímala.

Paramí,delanochealamañana,lavidahabíapuestotodosucatálogodeplaceresantemisojos.Mandéaunamodistaquemeconfeccionaramásvestidosdelosquepodíalucirenun año. Todas las mañanas acudía una peinadora a arreglarme el cabello. Tomaba unsuculentodesayunoenmihabitaciónyalrededordelmediodíayaestabadispuestaparasaliralucirme por las calles del pueblo. Hacía compras, paseaba sin prisa. Algunas veces meesperabaelcarruaje.Otras,prefería ir sola.Por las tardes,casi siempreacudíaa tomar lasaguasalbalneario.Lostrabajadoresdelestablecimientoyamesaludabanconesacordialidadquesólosedispensaalosmejoresclientes.Luego,merendabaenelhotel,siempreenbuenacompañía.

De más está decir que en aquella época no me faltaron pretendientes. Una muchachajoven,casadera,solayricaeraunmagníficoreclamoparalosjóvenesynotanjóvenes.Y,aunqueamínomeinteresabaningunoenespecial,medejabainvitaratéochocolatecadavezquemeloproponían,lessonreíaconintenciónymedivertíadejandoqueconcibieranfalsasesperanzas.Ellosselotomabanmuyenserio,pobresinfelices.

—Nadavuelvemásestúpidoaunhombreque suamorhaciaunamujer—opinabamimentor cuandoyo le hablaba de ellos—y la estupidez ajena resulta siempre unmagníficoespectáculo,¿noleparece?

Medivertíacomportándomedeaquelmodo.Conesoyelapoyodelancianocaballerome bastaba para insistir enmi conducta sin pensar qué consecuencias podía acarrear, quésentido teníaoaquiénpodíaofenderconella.Metomé,pues,alpiede la letra,aquellode

vivir el tiempo presente sin tener en cuenta el mañana. El mañana formaba parte de unacategoríadeasuntosenlosque,sencillamente,preferíanopensar.Almismogrupopertenecíalaausenciademipadre,alaqueyameibaacostumbrando.Noesquenoleecharademenos(lohacía),sinomásbienquenoqueríaplantearmelasrazonesquesusilenciopodíatener.Nome apetecía asumir mis faltas. Tampoco quería analizar demasiado los acontecimientosextrañosqueseguíanocurriendoenmihabitaciónporlasnoches.Nomegustabapensar,porejemplo, que desde que anochecía y hasta que volvía a brillar el solme convertía en unaprisioneraenmipropiacasa.Queapenasteníacomunicaciónconelamadellaves,unamujerhuraña,silenciosaydepielcenicientaquedespachabatodoslosdíasconmimentoryqueamímetratabaconunacondescendenciayundespreciodesquiciantes,comosi,enlugardeserlaseñoradelacasa,laquepagabasujornalyeldecuantosvivíanbajoaqueltecho,yofueraunaniñaestúpidanecesitadadesueducación.Lomismoocurría,porcierto,conelrestodelservicio, una camarilla tan silenciosa y gris que más bien parecían almas del purgatorio.Alguno de ellos debía de ser quien todas las noches después de acostarme, con unapuntualidad infalible,hacíagirarvariasveces la llaveen lacerradurademipuerta.Nomegustabapensarquemuypocodespuéscaíaenunsueñoplácidoyprofundodelquesiempredespertaba mareada y vomitando. Que todas las noches, más o menos a la misma hora,descubría camuflada entre las sombras de mi cuarto aquella presencia extraña que seesfumaba nada más ser descubierta. Y tampoco que cada mañana al arreglarme, antes derecibir a lapeinadora, limpiaba la sangrede la cara interiordemismuslos conuna toallahúmeda.Éstaseranlascosasenlasquenoqueríapensar.Aunqueparezcaextraño,sepuedevivir sin pensar. Sólo es necesaria una buena dosis de inconsciencia. Como la que mecaracterizabaamíenaquellaépoca.

Todos los días a la hora de la cename reunía conmimentor para referirle algunasanécdotasdeldía.Jamásleexpresabamispreocupaciones.Jamástratamosasuntosserios.

—Hoy he recibido otra declaración de amor con proposición de matrimonio —leexplicaba.

Medicuentaenseguidadequealancianoledivertíanestasanécdotasfrívolasyquelegustabapreguntarmeporlosdetalles.

—¿Hasidooriginal?¿Hautilizadounlenguajerefinado?—Sehapuestodemasiadonerviosoyhatenidoqueacudirsumadreasocorrerle.—Lamentable.—Entornabalosojosenungestoteatral.—Mehadichoquetieneuntítulonobiliario.—Ajá.—Yuncastillonosédónde.—Interesante.Unchicoconposibilidades.¿Joven?—Bastante.—¿Bienparecido?—Uy,no.Horrible.Demasiadoalto.Aunqueselevesanoyatlético.—Quélástima.¿Elocuente?—Tartamudo.—¿Elegante?—Relamido.—¿Ypuedosabercuálhasidosurespuesta?

—Quenitodosloscastillosdelmundomedecidiríanacasarmeconél.Lehepreguntadositieneunbarco.

Mimentorparecíaenorgullecersedemicomportamiento.—¿Unbarco?—Lehehechocreerquepuedevolvercuandoadquieraunbarco.¿Creeustedqueserá

capazdetantoporcasarseconmigo?—¿Silohacesecasaríaustedconél?—Porsupuestoqueno.Losbarcosmemarean.Reíaéldebuenaganayreíayo.Sihubieraconservadounapequeñaparte,tansóloeso,

de mi consciencia anterior, habría sabido darme cuenta del modo en que me miraba miconsejero.Conunbrilloextrañoenlosojoscadavezqueyoobrabacaprichosamente,comosielhechodeobservartalesprogresosenmiconductarepresentaraparaélungrantriunfo.Esoeraloqueestabaocurriendo,nimásnimenos.Enmíhabíaencontradotierraabonada.Apenas le había hecho falta un poco de empeño para conseguir que yo acatara todas susenseñanzas sin rechistar. En un espacio de tiempo asombrosamente breve me habíaconvertidoenunachiquillaaborrecible.Contodaseguridad,yofuilamásestúpidadecuantaspupilastuvonitendrájamás.

***

Fuerontresmesesdeexistenciadespreocupadayabsurdaque,comomehabíaocurrido

siemprecontodaslasetapasdemivida,terminaronabruptamente.Unanoche,lacriaturaquemevigilabadesdelassombrasnohuyóenelmismoinstante

enqueyoabrílosojos.Presentíquealgoraroestabaocurriendoymeapresuréaencenderelquinqué.Misorpresafuemayúsculacuandodescubríamimentorsentadoenunabutacajuntoalospiesdemicama,conelmismoportedeatildadaeleganciadeldíaenqueleconocíenelbalneario.No le faltabaningúndetalle:ni lacadenadeorosobre laarmilla, losbotines,elsombrerooelbastónconempuñaduradeplata.

—Vístase,señoritaAlbás—ordenó,conundejemetálicoenlavoz—.Nosvamos.—¿Adónde?—preguntéyo.—Regresamosacasa.Hablabaconlaserenidadacostumbrada,perosutonoeramásimperativo.—Yo no quiero irme de aquí. Además, es de noche—dije, pretendiendo volver a la

cama.Nilamásbrevesonrisaasomóasuslabiosalresponder.Fuecontundentecomounrayo.—Me temo,mi querida niña, que sus opiniones han dejado de tener importancia.Nos

vamos.Vístaseotendráquehacerelviajeencamisón.Dos carruajes nos esperaban en la calle. A través de la ventanilla de uno de ellos,

cargadoconvariosbaúles,pudeverlosrostroscenicientosdeloscriadosyelamadellaves.El anciano y yo subimos al otro. Los cocheros ya estaban avisados del lugar al cual nosdirigíamosyhastaloscaballosparecíanconocerelcamino.Sóloyonoestabaconformecon

los nuevos planes de viaje. Yo era la única de toda la comitiva que realizaba aqueldesplazamientoencontradesuvoluntad.

Eltrayectodurótodalanoche.Enesetiempo,elancianonomedirigiólapalabraniunasola vez. En realidad, se comportaba como si yo no estuviera allí. El caminome pareciócustodiadoporlasgigantescassiluetasoscurasdecastillosymonasteriosenruinasenlosquenunca anteshabía reparado.El inviernohabíadesnudado las ramasde los árboles.Cuandollegamosaloquefuemihogaraúneradenoche.Loscarruajessedetuvieronenlaexplanadayloscriadoscomenzaron,conmuchadiligencia,abajarelequipaje.Parecíanconocermuybienladisposicióndelacasaycuáleraellugarexactodecadaobjeto,porquecadacualsepusoalatareasinmediarpalabra.Enlaoscuridad,meparecióquealgosemovíadentrodelagranpajarera,peronoledimayorimportancia.Permanecídentrodelcoche,demostrandomicontrariedad,tantotiempocomomefueposible.Noresultódemasiado.

—¿Tendréqueordenarquelabajencomosifueraunbulto?—preguntóelviejo,desdeelexterior.

Elsolohechodetenerquepisaraquellatierramehelabaelcorazón.Cerrélosojosunmomento.Lamemoriametrajoelcoloryelaromadelasrosas,losladridosalegresdeIgor,losacordesdelpianotocadopormimadre,elcalordelalumbreyelolordelosguisosdelas cocinas. Al volver a abrirlos, me enfrenté de nuevo con la cruda realidad: la siluetafantasmaldelacasa,renegridayabandonadacomomipropiamemoria.

—Lacasanoestáencondicionesdeserhabitada-observé—.Nopuedeustedpretenderqueestapobregentevivaenestascircunstancias.—Mereferíaalservicio,naturalmente.

—Ellosseadaptanacualquierlugaralqueselesmande—respondióelanciano.—Ellostalvezsí,peroyono.—Loheprevistotodo—respondió—.Hereservadoparaustedelmejorlugardelacasa,

elúnicoquesesalvódelincendio,elúnicoqueseconservacomolodejósumadre.Esperoquesepaapreciarlo:podríanohabermetomadotantasmolestias.

Parte de la escalera hacia el desván había sido consumida por el fuego.La barandillahabía desaparecido casi por completo. Los escalones que habían sobrevivido estabanresquebrajadosocrujíanmásquenunca.Alsubirdabala impresióndequeibanacederencualquiermomento,peronolohicieron.Todoenlacasaestabacubiertoporunagruesacapadepolvo.

Eneldesváneraimposiblenopercibirelpasodel tiempo.Lamesaalaquemimadresolíasentarse,flanqueadaporlosdosbutaconesdetapiceríafloreada,estabadesvencijadaysucia. A un lado, el brasero, ahora oxidado. Sobre la mesa, el juego de té. Los visillosamarilleabanenlasventanas.Sólolasmuñecasestabanigual.Mássucias,uniformadasbajolapátina de polvo gris, pero imperturbables. Por el suelo, en los anaqueles, sobre sus sillasdiminutas o colgadas de las paredes, todas seguían fijando enmí sus ojos sin vida. Tantotiempodespués,seguíanvigilándome.

La criada que subió conmigodejó en el suelo, junto a la ventana, un colchónde lanasobreelqueseapresuróaextenderunassábanasyunamanta,sinmediarpalabranimirarmealosojos.Unavezterminadalatarea,ycumpliendoórdenesdelnuevoseñordelacasa,saliósinhacerningúnruidoycerrólapuertaconllave.Enesemismoinstantecomenzóparamíunavidayunarutinanuevasqueyahabríanderepetirseexactamentedelamismaformahastaelfinaldemisdías.

Lacriadasilenciosaeralaencargadademiabastecimiento.Mesubíacomidatresvecesal día: dejaba una bandeja y se llevaba otra. Se movía siempre con tal ligereza demovimientosyenunsilenciotanabsolutoquehabríajuradoquesuspiesnotocabanelsuelobajo sus largas faldas oscuras. Por lasmañanas,me gustaba abrir las ventanas ymirar alexterior. El color del bosque, que siempre me fascinó tanto, seguía haciéndolo ahora. Alprincipio, me dejó estupefacta comprobar que la pajarera seguía llena de mariposas decolores. Las había a centenares, juraría que inclusomás que cuando yo era niña. Eran lasúnicascriaturasdelacasaquesehabíanmostradodeltodoimperturbablesanteelpasodelosañosylasdesdichas.Enellentotranscursodelosdías,observarlasmeproducíaplacer,ylohacíaamenudo.Tambiénmeentreteníaobservandocómoelrecorridodelsolhacíabailarlassombrasdelascosas:ladelaestatuademiabuelosealargabacasihastarozarloquefuelarosaleda.

Extrañamente, no se veía a nadie en el exterior de la casa.La cantidad de trabajo quehabíaaúnporhacerenelinteriordebíadeconsumirtodoeltiempodelservicio.Tampocoelviejo salía jamás —los caballos languidecían en las cuadras— y yo no alcanzaba acomprenderdóndeseescondíaoenquéhabitaciónsehospedaba.Cuantohabíabajoeldesvánhabíasidopastodelasllamasylareparaciónnopodíahaberterminadotandeprisa.Y,porloque había visto del estado de las dependencias, nome parecía que ninguna persona en suscabalesfueraaestardispuestaaalojarseenellas.

Comosiempre,lopeorparamíeranlasnoches.Ahoranoeralacriaturamisteriosalaquemeacechabaenlaoscuridad.Mecostabadormir:demasiadospensamientosrevoloteabanpor mi cabeza. Cuando lo lograba por fin, docenas de bisbiseos me sobresaltaban.Comenzaban cuando yo cerraba los ojos para dejarme mecer por un sueño dulce. Losescuchabacontodaclaridad.Alprincipiopenséquesetratabadeunapesadilla,elefectodeencontrarme tan a disgusto en aquel lugar, el producto macabro de mi imaginacióndesocupada.Luegofuicomprendiendoquenadadetodoaquelloestabadentrodemicabeza,sinofueradeella,amialrededor,enaquellugarquesiempremeresultóinhóspito.

Eranlasmuñecas.Hablabanensusurroscuandocreíanestarasolas,igualquelohabíanhechocuandoyoeraniña.Lashabíaoídomuchasvecesdesdeelotroladodelapuerta:jamásentendíasuspalabras,quesonabancomolosmilzumbidosdeunacolmena.Desdeestelado,elmurmullosehacíainsoportable.Ymásinsoportableaúneralahonduradelsilencioqueseproducía en cuanto yo abría los ojos.Ahí estaban, con sus ojos fijos en la oscuridad, susraídosvestidosderasooterciopelo,sustirabuzonesfalsos,suslazosysuslabiospintadosderojo.Fingíansercosascuandoestabantanvivascomoyo.

Tardébastantetiempoenvolveraveralviejo.Variasvecesleordenéalacriadasigilosaquelecomunicaramiintencióndeverle,peroélnoatendiómisllamadas.Leescribíunanotabreve solicitando una entrevista con él. Tampoco acudió. Finalmente, le amenacé conarrojarmedesdeunaventanasinoveníaaverme.Nomeequivoquéalimaginarqueseríaunbuenanzuelo.Aquellamismatardesepresentóeneldesván.Teníaelmismoaspectopulcroyelegantedesiempre,pero,poralgunaextrañarazón,mepareciómás joven,másvigoroso,puedequeinclusomásaltoquesólounpardesemanasatrás,cuandollegamosalacasa.

Entró sin anunciarse, cerró la puerta y guardó la llave en el bolsillo de su chaqueta.Tomó asiento en una de las butacas, junto a lamesa, cruzó las piernas y clavó enmí suspupilastransparentes.Parecíaesperarquefuerayolaprimeraenhablar.

—Noentiendoloqueestoyhaciendoaquí—dije.Suspiróprofundamente,seobservólasuñasdeunamanoyvolvióamirarmecomosi

aquellaexplicaciónleprodujeraunagranpereza.—Hicimosuntrato,¿noteacuerdas?Nosemepasóporaltoquedepontometuteaba.—Sihubierasabidoestonohabríaaceptado—expliqué.Seencogiódehombros,dandoaentenderquemisproblemasnoeran,desdeluego,los

suyos.—Estoy cansada de permanecer encerrada. Odio estas muñecas. Quiero regresar a

Tiermas, al balneario, al hotel, a mi casa. Pasear por el pueblo. Aprovechar el tiempopresente,comoustedmedijo.Noséquéhacemosaquí—repetí.

—Digamosqueenestelugarmesientocomoencasa—declaró.—Nomedijonadadeestocuandolecontraté—protesté.Aquella fraseencendió su ira.Porprimeravez leviperder lacompostura, levantar la

voz,enrojecer.—¡Oh,vamos!—vociferó—,nomevengasahoraconlloriqueos,estúpida.Túyasabías

con quién estabas tratando. Siempre lo has sabido.Y te aprovechaste de ello.Ahora esmiturno.Notequedamásremedioquepermaneceraquí.

—¿Soysuprisionera?—Teconsidero,mejor,miinvitada.Porlomenosduranteeltiempoenqueaúnmeseas

útil.—Noentiendoquéutilidadpuedoteneraquíencerrada.Brillaron de nuevo sus ojos. Regresó una sonrisa leve a la comisura de sus labios.

Volvióamodularlavozparadecir:—¿No has notado tu vientre ligeramente hinchado estos días? ¿No te has sentido

indispuesta?¿Conunánimoalgomásinestable,especialmenteporlanoche?Ésaestugranutilidad,poresoteretengoyparaesotehetraídoaquí:estásgestandoatushijos,quenaceráneneste lugardentrode...exactamente,cincuentaydossemanas.Seránmellizos,unvarónyunahembra.Ycreceránllamándomepapá.Amiedad,quiénmeloibaadecir.

Mehorrorizaronsuspalabras.Alprincipiocreíquementía.Inclusoseloreproché:—Estámintiendo.Loquediceesdeltodoimposible.Nopuedoestarembarazada.Nunca

heconocidoaunhombrehastaesepunto...No,nopuedeser.Mis palabras ymi desesperación le divertían delmismomodo que lo había hecho el

relato demis conquistas amorosas.Por la bellaquería quedescubrí en sus faccionesmedicuenta,además,dequedisfrutababurlándosedemí.

—Mehassubestimado,pequeña—dijo,alfin,poniéndoseenpie,dispuestoamarcharse—.Quédivertido.Nomeocurríaalgoasídesde...Desdehacíamucho,muchotiempo.Puedequevariossiglos.¿Nosabesque,precisamente,soyespecialistaenelprincipioyelfinaldelavida?¿Yenotrasmuchascosasquenovoyaenumerarahora, todas igualmentefabulosas?Deboreconocerquehacíatiempoquenopracticabaembarazosenvírgenes,pero,comohaquedadodemostrado,noheperdidofacultadesenabsoluto.Sigoenplenaforma.

Recordélasmarcasenelinteriordelapieldemismuslosquehastaeseinstantenohabíasabidointerpretar.Nopudedisimularmiascoalformularlasiguientepregunta:

—¿Ustedeselpadredemishijos?

—Mmm... No, querida. Eso no sería adecuado a mis planes. No, de ningún modo.Podríamosdecirque, técnicamente,elpadreesaquelpretendientequeseufanabadeposeerun castillo. El demasiado alto, ¿le recuerdas? Creo que le despachaste con el encargo decomprarunbarco.Aunquenomeparecequeesacuestiónrevistademasiadaimportancia,laverdad.Elpadre,enestecaso,eslodemenos.Laqueimportadeverdadeslamadre.

—Yellinajedemifamilia...—Por fin vas comprendiendo. Lo celebro. Las conversaciones vacuas me provocan

dolordecabeza.Sepusoenpie.Dirigióalasmuñecasunamiradadeaprobaciónyorgullo,parecidaala

queunpadrededicaríaasuscriaturas.Yahabíaabiertolapuertacuandodije:—Sonsusguardianas,¿verdad?Lasmuñecas.Vigilanparausted.Estavezlamiradadeaprobaciónfueparamí.Parecíasatisfechodemisprogresos.—Podríamosdecirqueveoatravésdesusojos—respondió.—¿Yloscriados?¿Tambiénsonsusespías?Deprontoaquellosasuntosparecíanmerecersuinterésmuchomásquecuantohabíamos

habladohastaesemomento.—¿Cómo?¿Noleshasreconocido?Claro,erastanjovencuandoocurrióelincendio...

Míralesbien,estoysegurodequealgodeellosretuvotumemoria.—Nadiesobrevivióalincendio.Sóloyo...—dije.Unasonrisayunbrillodesuspupilassustituyeronalaspalabras.Yasealejabacuando

formulélaúltimapregunta:—¿Quépasarácuandonazcanmishijos?Portodarespuesta,elcrujidodelapuertaalcerrarseyelsonidodelallavealgirarenla

cerradura.Una,dos,tresvueltas.Ysuspasosalejándoseescalerasabajo.

***

Hubovariospartosdemellizosenmifamilia.MistíasEvayBeatriz,muertasantesde

losdiecisieteaños,lofueron.Yhabíaantecedentesmásremotos,quemipadresolíareferir.Unpartodoble,pues,pormuchoquelascircunstanciasenquesedesarrollóelmíonofueranhabituales,noeranadaatípicoentrelosAlbás.

Unanocheantesdequeempezaranlascontraccionessupequemishijosibananacer.Losbisbiseos de las muñecas se hicieron de pronto insoportables, como si tuvieran muchoempeño en alertar de que algo ocurría. Aunque lo verdaderamente importante de cuantosucedióaquellanochede lavíspera fueel regresodemipadre.Depronto, enmediode laalgarabíadecuchicheosincomprensibles,aunconlosojoscerrados,sentíunalientocálidoyfamiliar junto a mi nuca. Fue como si una sombra de grandes dimensiones acabara deacurrucarseamilado.Suspalabrasmellegarondeinmediato,pronunciadasjuntoamioído,tancargadasdecariñocomosiempre.

—Teacompañaréhastaelfinal,luzdemisojos—dijo.Yasífue,enefecto.Yanohabíamosdevolverasepararnos.Dealgúnmodo,sentíque

mehabíaperdonado.Lacriadasilenciosayelamadellavesmeatendieronduranteelparto.Semovíanatoda

prisa de un lugar a otro, llevando y trayendo utensilios—una jofaina con agua caliente,toallas, un cuchillo de hoja afilada, sábanas limpias...—y todo en un silencio absoluto.Nisiquiera respondían amis preguntas.Adiviné que tenían terminantemente prohibido hablarconmigo y que aquel silencio forzoso les dolía tanto como amí. Esto último lo leí en lamiradadelamadellaves.Aunquefríayvidriosa,metransmitiótantaternuracuandodetuvosuspupilasopacasenlasmíascomonohabíasentidodesdequeperdíasorIsabel.Setrataba,almismo tiempo, de unamirada inquisitiva, que conmucha dulzura parecía preguntarme:«¿Deverdad nome recuerdas,Ángela?»No sé por qué tuvo que ser precisamente en esascircunstancias(supongoqueporotrodeesoscaprichosdeldestinoquemegobernabadesdepocodespuésdevermenacer),perofueprecisamenteeneseinstante,cuandoelamadellavesluchaba por traer al mundo a mis mellizos, cuando la reconocí. Fue un fogonazo de mimemoria, un instante de iluminación que sólo puede compararse al poder mágico de lasadivinaciones.Estabatandesmejoradaquemehabíacostadoreconocerla—alfinyalcabo,yo tenía sólo ocho años cuando la vi por última vez—pero por fin lo había hecho y conabsolutacerteza.

Acerquéunamanoasumejillaylaacaricié.Lasentíáspera,secacomopergamino.Yhelada.

—Erestú,Maya...—dije.Sonrióymeparecióquesusojossehumedecían,peronodejóescaparningunalágrima.«Talvezllorarnoesfácilcuandollevasonceañosmuerta»,pensé.

***

Siguiendoelconsejodemipadre,busquéparamishijosnombresquelesprotegierande

los afanesmalévolos del Diablo. Nombres como escudos, pertenecientes a algunos de losmásvalientesguerrerosdelosejércitosdelcielo:Micaela,porsanMiguel,quienexpulsóaSatanásalinfiernoyporellomerecióeltítulodepríncipedelosespírituscelestiales.YUriel,quienconsuespadadefuegohizosaliraAdányEvadelParaísoycastigócondurezaalaserpiente,quenoeraotrasinoelDiablodisfrazado.

Mihijamayor,nacidaapenascincominutosantesquesuhermano,sellamóMicaela.AlvarónlebauticéconelnombredeUriel.Toquésusfrentesypronunciésusnombresenvozalta,alaluzdelsol.Conesobastabaparaquelaproteccióncausarasusefectos.

Apenas recibí ayuda para cuidar de ellos. La criada sigilosa seguía trayéndome lasbandejasconlacomidayretirandolasanteriores.Ahoratraíatambiénpañalesyropaparalosbebés.Sellevabalaropasucia.Mayavinoavisitarnosunasolavez.Seatemorizódetalmodoquenoregresó.Yotuvelaculpa.

—¿Me ayudarías a escapar de aquí? —pregunté, sin comprender que nos estabanvigilando.Quesiemprenosvigilaban.

Al instante descubrí el horror reflejado en su rostro sin vida.Miró a lasmuñecas, se

volvióparavermedenuevoynegóconlacabezaantesdemarcharseparanovolver.Aquellamisma tarde recibí lavisitadel responsabledemiencierroydemi situación.

Estaveznomeasombróencontrarle todavíamás rejuvenecidoyvigoroso.Recordé loquesolía decirme sor Isabel: «La facilidad para la transformación es una de las característicasprincipalesdelDiablo.»Sueleganciaysualtivezpermanecíanimperturbables.

—Mehaninformadodequetushijostienenmuybuenapetitoyquetulecheparecemuybuena—dijo.

No me molesté en responder. Ni siquiera le miré. En aquel momento, Uriel comíaglotonamente de mi pecho izquierdo, y yo me entretenía contemplando el vuelo de lasmariposasdentrodelapajarera.Meparecióquequeríanescapar.Lomismoquemeocurríaamí.

—Quieroquesigasamamantandoalosniñostodoeltiempoqueteseaposible—añadiómicaptor.

Denuevorespondíconunprolongadosilencio.Comoimaginaba,aquellaconductamíaleexasperó.

—Malditaniña.¿Nohasaprendidotodavíaacomportarteantemí?Estaba asustadayno subestimaba supoder en absoluto.Másbien lodabaya todopor

perdido.A la vez, sabía quemientras tuviera a uno demis hijos entre los brazos no iba aocurrirme nada. Le interesaban demasiado aquellas criaturas para causarles ningún daño.Respondíasuiracrecienteconmimayorindiferenciayaquelloleencolerizómásaún.

—Te queda poco tiempo de vida—dijo, entre dientes—.Y cuando túmueras, toda tudescendenciaserámíaparasiempre.

Durantenuevesemanasmásseguícriandoamishijosenlasoledaddeldesván,sinqueocurrieranadadignodesercontado.Misjornadasselimitabanaalimentaralosdosbebésydejarpasareltiempo,observadaatodashorasporlosojossiempreabiertosdelasmuñecas.Unanochesentíquecallaban lossusurrosy reinabaunsilencioabsoluto.Supequeel finalestaba cerca. Por la mañana, me pareció ver una presencia familiar correteando por laexplanadade los carruajesyentre los tallos retorcidosde loque fue la rosaleda.Era Igor,nuestroperromastín.Algomásflaco,demacradoyceniciento,peronocabíadudadequeeramiviejocompañerodejuegosinfantiles.Volveraverlemeproporcionóunaenormealegría.

Pocodespuésocurrióalgoextraño.Losbebésllorabanenlugardesuccionar.Intentabanconseguirsulechedemispechos,peronololograban.Cuantoteníaquedarleshabíaacabadodelanochealamañana.Mispechosestabansecos.Comprendíloqueaquellosignificabaalmismotiempoqueoíaelretumbardeunospasossubiendolaescaleraatodavelocidad.Eramiantiguomentor,yacasiconvertidoenunhombrejoven,queabriólapuertadeungolpeyclavóenmísuspupilastransparentesparadecir:

—Hallegadoeldíadecumplirtupartedeltrato,niña.Cerrélosojosymedejéllevar.Enrealidad,fuemásfácildeloquejamáshabíapensado.Si elmismo instante en que por fin elDiablo clavaba sus garras enmi alma alguien

hubiera estado observando con atención la pajarera, sin duda habría podido ver algoportentoso: habría visto aparecer de la nada, suspendida en el aire, con gran rapidez, unamariposa grande, de hermosos y brillantes colores. Tal vez la mejor pieza de toda lacolección.Nadamásmaterializarse,elvolátilanimalaleteódosvecesybuscóunlugardondeposarse.

Unadécimade segundomás tarde, ya era imposibledistinguirla.Sehabía confundidocon todas lasdemás.Sólosudueñoeracapazde recordar laprocedenciadecadauna.Esosuponiendoquetuvieraalgunaintencióndehacerlo,claroestá,yaque,comoesbiensabido,elinterésdelcaprichosoDiabloseacabaenelmismomomentoenqueconsigueaquelloquedesea.

Resulta tan sumamente fácil inducir a los humanos a lairresponsabilidad más absoluta, a la relajación total de lascostumbres, que a veces me aburro antes de empezar. Son tandébilesdeespírituqueconsólotentarlesunpocoselanzanalmalcamino.Sevuelvenperezosos,engreídos,pagadosdesímismos,afectosalariquezafácil,alamorfácil,aléxitofácil.Cuando,enrealidad, no tienenméritos para nada de eso. Lo que ocurre esque no se dan cuenta hasta que les arrebato cuanto les di, yentonces se desmoronan como castillos de naipes. No es malmomentoparahacerlostuspresas.Sonmansoscomoconejillosdeindias.Algúndía,ahoraquemeheiniciadocongustoenestodelaescritura,pondrésobreelpapelmisenseñanzas.LopodríatitularManual para pervertir humanos. O tal vezManual paraconseguiralmas.Elprimerpaso—estoesunadelantoparamislectorescuriosos—requiereunaciertaconstancia.Hayqueacercarsecadadíaalapersonaquesequiereconseguir(apoder ser, en laprimera fasedel sueño)y susurrarlealoídomalas ideas, del tipo: «La riqueza es buena, venga de dondevenga»,«Unhombreconmásriquezasesmejorqueotroquenotiene nada», «El dolor ajeno no debe importarnos si sirve paraconseguirnuestrosplanes»o«Leeresunaactividadaburridaquehayqueevitaratodacosta».Algunasvecessetienelafortunadeencontrar alumnas tan aplicadas y tan dispuestas a la sumisióncomo Ángela. Deliciosa criatura. La recuerdo con ese cariñoindeleble con que los grandes triunfos quedan grabados en lamemoriadelosmuysoberbios.

12

Micaela

(1901-1918)

A losmuertosnosfastidia tenerquehablarcon losvivos.Sinofueraporque tenemosmuchashistoriasquecontar,nuncaloharíamos.

Miinfanciafuesolitariayextraña.Tiermasnoera,precisamente,unlugarmuydivertidoparaunpardeniños.Pasábamoscasi todoel tiempoencerradosencasa,atendidospor loscriados,queerantandiligentescomopococomunicativos.UnavezalasemanarecibíamoslavisitadetíoElvio.Nuestrotíoerapocoamigodelasrelacionessociales.Casinuncasedejabaverenpúblico,noseleconocíaesposaninovia—peseaqueerajovenybienparecido—ytampoco amigos o colegas. Nadie venía nunca por la casa, con la excepción del médicocuandomihermanooyoestábamosenfermosydeunainstitutrizaquiennuestrotíoconfiónuestraeducaciónalgunosañosmástarde.CuandoyoempecéademostrarinterésporacudirlosdomingosalosoficiosdelaiglesiadeSanMiguel,midecisiónledisgustó,segúnsupemástardepormihermano.Aélnuncaseleveíaporlaiglesiayenelpuebloteníaciertamalafamaquelashabladuríasdelagenteseencargabandemultiplicar.

—HayenTiermasquiencree—meexplicóunavezelpadreJuan,elpárroco—quetutíotienealgúntipodeentendimientoconelMaligno.Nohagascaso.Sonhistoriasdegentedesocupadaeincultapero,deseguirasí,esseguroqueesehombreterminaráenelinfierno.Deberías traerle a la iglesia. Si no fuera por vosotras, las mujeres, los hombres habríandesertadodelacasadelSeñorharíadécadas.

LoquenosabíaelpadreJuaneraqueyonoteníaningunainfluenciasobremitíoElvio.Noteníaocasióndedecirlenadaymuchomenosdeconvencerleparaqueacudieraconmigoaalgunaparte.Lasvecesqueveníaporcasadespachabasusasuntosconelamadellavesyconeladministradorydevezencuandomandaballamaramihermanoasugabinete,paramantenerconélconversacionesapuertacerradadelascualesyojamássabíanada.

ParallegaralgabinetedetíoElviohabíaquecruzarelpatio,dejaraunladoelpozoylaalbercahastallegaraunadestartaladaconstruccióndemaderadondeseguardabanaperosdelabranzaytrastosviejos.Delsuelodeeselugar,levantandounatrampilla,partíaunaescaleraangosta, también demadera, que terminaba en una puerta tan oscura como el camino quehabíaquerecorrerparallegarhastaella.Algunavez,siendomuypequeños,descubrimosennuestrosjuegosaquelescondrijo,peronuncafuimosmásalládelaescalera,yaquelapuertapermanecía cerrada todo el tiempo que nuestro tío estaba ausente. El lugar despertaba ennosotros tal fascinación que lo imaginábamos lleno de tesoros, o tal vez sembrado decadáveres.Yasesabequelaimaginacióndelosniñospuedellegaraserportentosasialgolaestimulalosuficiente.

LaprimeravezqueUrielregresódelgabinetedenuestrotío—acababadecumplirdiez

años—yoleestabaesperandomuertadecuriosidad.—¿Qué,qué,qué?—lepregunté,deseandoescucharsusexplicaciones.—Hay libros.Muchos,por todaspartes.Uncolmillodeelefante.Unaespada japonesa.

Muchos objetos extraños de muchas formas. El suelo cruje, aunque hay alfombras muymullidas.ElsillóndetíoElviotieneelrespaldomuyalto.Nadasevemuybien,apenashayluz.

Mebastabaaquelladefiniciónparaalimentaraúnmásmifantasía.ImaginabaatíoElviomatandoelefantesoluchandoamandoblesenremotasguerras.Loúnicoqueteníaclaro,ylotuve desde mi más tierna infancia, es que nuestro protector no era un hombre común ycorriente.

TíoElvionoscontóqueéleranuestroúnicoparientedespuésdequenuestrainfortunadamadremurieradeunasfiebresalospocosdíasdenuestronacimiento.Nosdijoquehacíaungransacrificioocupándosedenuestraeducaciónhastaquefuéramoslobastantemayoresparavalemospornosotrosmismos.Unavezmihermanolepreguntópornuestropadre.Eltíosellevóunamanoalpecho,enungestomuyteatralyentornólosojosparadecir:

—Mipobrehermanomurióalcaerdeunatorredesucastillo.Vivíaenlafortalezaquesiempre fue de la familia. Después de aquello, todas las propiedades se arruinaron o seperdieron.

Durante los primeros años creímos aquellas explicaciones al pie de la letra, sindesconfiarjamásdelapalabradetíoElvio.Fuiyoquienempezóadudar.

—Pregúntale por qué no llevamos el apellido de nuestro padre—le encomendaba aUriel.

Obien:—Quetecuenteporquéjamáshemosidoavisitarlatumbadenuestrospadres.¿Dónde

estánenterrados?Urieleraenaquellaépocaunniñoconfiadoycrédulo,encuyacabezanoteníacabidala

ideadeunengaño.Siempreencontrabaunarazónparajustificaranuestropariente.—No quiero preguntarle. Debe de ser muy doloroso para él recordar a su hermano

muerto—decía—.Sitútemurieras,yomemoriríadepena,Micaela.Obien:—Igual hay algunahistoria terrible en la familia quenos contará cuando seamosmás

mayores.SilehacíaestosencargosamihermanoeraporqueyonuncahablabacontíoElvio.Amí

nuncamemandaballamarasugabineteyjamásconversabaconmigo.Mostrabahaciamílamisma indiferencia que se muestra hacia un mueble o hacia un bonito jarrón. A veces nisiquieramesaludabaalllegaroalmarcharse.

—Buenastardes,sobrinos—decía,sialentrarnosencontrabaalmorzando,yenseguidasedirigíasóloamihermano—:Teesperoenmigabineteencuantotermines,Uriel.

Teníadiezañoscuandocomencéapreguntarmesi losmotivosdeaquella indiferenciapodíanestarenalgoquehabíahecho.Nopuedoafirmarqueaquelasuntomequitaraelsueño,desdeluego.Medio,esosí,muchoquepensar.Dedíaydenoche.

—No tiene nada contra ti—me tranquilizabami hermano—, es sólo que no le gustatratarconmujeres.

Yaeraunaadolescentecuandocomprendíalgunascosasquehabríandecambiarmivida:

quelasrazonesdeaqueldesprecioeranmásantiguasquenuestrarelacióncontíoElvio,talvezmuchomás;queeltío,enrealidad,nomeimportabalomásmínimoyqueeldespreciodeaquellosquenonosimportannoes,enrealidad,algoquedebapreocuparnos;queaquelhombreorgulloso,atildado,joven,demiradamuyclarayciertoairemaliciosoenrealidadno era quien decía ser. Lo supe después de preguntarles a los criados acerca de supersonalidad y observar sus reacciones. Por extraño que parezca, el terror que te inspiraalguienpuededemostrarseinclusosinpronunciarpalabrayesofue,exactamente,loqueleíenlosojosopacosdenuestrossirvientes:terrorhaciasuseñor.Unterrorquetraspasabalasfronterasdelohumanamentesoportable.

Nolecomuniquéamihermanoningunodeestosdescubrimientos.Yahacíatiempoquepercibía que mi hermano y yo estábamos cada vez más alejados. Del mismo modo queaumentabami desconfianza hacia aquel que, se suponía, era nuestro protector, también seafianzabalarelacióndeUrielconél.Desdeelmismomomentoenquedejamosdeserniños,tíoElvioempezóaestrecharsuslazosconUriel.Ahoralecitabaconmuchamásfrecuenciaen su gabinete, y sus reuniones eranmás largas que antes: a veces se prolongaban inclusodurantehoras.Uriel,antestancomunicativoyparlanchín,sevolvíacadavezmásreservado.YanuncamehablabadetíoElvioy,porsupuesto,nuncamecontabanadadeloqueocurríaenelgabinete.ParecíaquetíoElviohacíaesfuerzosporcontagiarpocoapocoamihermanogemeloeldesprecioquesentíahaciamí.Ylopeoreraqueloconseguía.

Sinembargo,nocontabaconunacosa:hayunvínculodeuniónentremellizosquetíoElvio no podía prever. Es un lazo invisible, para muchos incomprensible, que nace entreaquellos que han surgido en el mismo claustro materno, y que hace que la tristeza, lapreocupación, el desasosiego y, en general, todos los sentimientos de gran intensidad seancompartidos,demodoquesialgohacíadañoamihermanoyopodíasentirlo,y lomismoocurríaa la inversa.Así fuecomoen realidadmedi cuentade lomuchoque todoaquelloestaba afectando a Uriel. Estaba asustado, conmocionado. Y yo podía sentir aquellasemocionescomosiyomisma lasestuvieraexperimentando.Medespertabaamedianoche,desveladadeprontoporalgunaideaquemehabíasobresaltado,ynosabíacuálera.Tansólotenía lacertezadequese tratabadealgo terribleya lavezdealgoque ibaaperseguirnosparasiempre.Sienesemomentosalíademicuartoymeasomabaalpasillo,descubríaluzbajo la puerta de la habitación de Uriel. Aquella sensación de temor del principio nuncadesapareciódeltodo,aunqueconeltiempomihermanoaprendióacontrolarla.Fueraloquefueraloqueledabamiedo,terminóporacostumbrarseaello.Yesesentimientoterminóporceder el paso a otros que yo también percibía con gran claridad. El más intenso era laambición.Unaambicióndesmedidaporconseguirtodoaquelloquedeseaba,sinimportardequémodo.Y no ambicionaba precisamente cosas pequeñas, sino lasmás grandes, lasmásdifíciles.

Poraqueltiempoyotambiénhabíaevolucionado,amimodo.Yanointentabahablarconnadie.Nisiquieraconlainstitutrizqueduranteunospocosañosfuelaúnicapersonaademásdemitíoqueentróysaliódenuestracasa.Unavez,escuchandotrasunapuerta,descubríunosretazosdelaconversaciónquesereferíanamí.

—Medamiedo loquesusobrinapueda teneren lacabeza, señor—ledecíaellaa tíoElvio—.Temoqueundíapuedaocurrir enestacasaunadesgraciamuygrandequeyonoconsigaevitar.

Sereferíaalaatracciónquedesdepequeñaejerciósobremíelaguaquieta.Eraalgoquenopodíacontrolar,unimpulsoquemellevabaadetenermejuntoalaalberca,asentarmeaunlado,sobrelapareddepiedra,yapasarhorasobservandocomohipnotizadalasuperficiedelagua.Tambiénmegustabaacariciarlaconlapuntadelosdedos—estabahelada—yescucharel repiquetear de las gotas que resbalaban desde la vegetación de la pared. Lomismomeocurríaconelpozo.Apoyabaelcuerpoenelbrocalymepasabalargosratoscontemplandoel agua, allá abajo, lanzandocontra su superficiepequeñosguijarros sólopor elplacerdeoírloscaer.

Más tarde,cuandoyasemepermitiósalirdecasa,descubrí la riberadel río,un lugardonde el agua se remansaba tanto que parecía un estanque.Me gustaba pasar allí la tarde,siempre escoltada por una de las criadas, una chica de piel cenicienta y áspera, tanmudacomo losdemás.Meacompañaba en silencio,meobservaba con aquellosojos tanmansoscomoelaguaqueyobuscabayalgunasveces,sieltiempoerapropicio,sesentabajuntoalrío.Semanteníajuntoamícomosifueramipropiasombra:dealgúnmodosabíaqueestabaahíyquenoibaapoderlibrarmedeella.Perointentaralgomás,comodarleconversación,llegaraunentendimientoocompartiralgúngusto,habríasidoestúpido.

Lacriadaquesiempremeacompañaba,supongoqueporordendemi tío, lohacíadelmismomodoenquelohabríahechounacosa.Locual,porcierto,avecesteníasusventajas:si en alguna ocasión me apetecía ir a la ribera del río a pesar de que las condicionesatmosféricas fueran desfavorables, ella tampoco oponía resistencia. Venía conmigo sinexpresarpesar,nisiquieramolestia.Másdeunavezpermanecimosjuntoalaguaremansadasoportandounatormentadescomunalounafuerteventisca,comosiobedeciéramossecretasórdenes de voces que sólo nosotras escuchábamos. Y es que algo así era paramí aquellaatracción por el agua: obedecía ciegamente las voces, o los impulsos, que me ordenabanbuscaragua,cuantamásmejor.Aguaquietaenlaquepodersumergirse,niquefueraconlaimaginación.Nunca conocí la razón de todo aquello. Todo lo que puedo decir es quemeresultabaimposiblenoobedeceralasvoces.

NuncapenséquefueracasualidadqueellugarquetíoElviohabíaelegidoparamífuera,precisamente,Tiermas,unodelosmásfamososymásencomiadosdelaépoca,precisamentepor sus aguas. El balneario estabamuy cerca de nuestra casa y en cuantome fue posibleempecé a frecuentarlo.Me gustaba que algunos de los empleados recordaran amimadre.Tambiénmesorprendíaquenuncanombraranamipadre.

—Lahubierareconocidonadamásverla,señorita—medijounavezeladministrador—.Sumadreeratambiénmuyhermosa,ytenía,comousted,esaserenidadenlamirada.

Unavezformulélapreguntaquemeardíaenelcorazón:—¿Yamipadre?¿Lerecuerdan?Medicuentaenelactodequemipreguntaleponíaenunaprieto.Lavozletemblaba,

comosilecostarasalir,mientrasrespondía:—¿Su padre?Yo no tengo constancia de que él fuera también aficionado a tomar las

aguas,señorita.Algoextrañoenunhombredecostumbressofisticadas,comosindudadebiódeser.

Antesdereferirmealfinal,queocurrióexactamentecuandoestabaprevisto,hubounpardeencuentrosquepretendorecordar.AmbostuvieronlugarenelHotelReinaRegente,alquemegustabaacudirdespuésdetomarlasaguas.ElprimeroocurrióeldíaqueconocíaÚrsula,

lajovenquenotardaríaenconvertirseenlaesposadeUriely,enconsecuencia,enmicuñada.Yo ya sabía que algo muy bueno le estaba ocurriendo a mi hermano —yo tambiénexperimentabaunararaemoción,aquellosdías,elecodeloqueélestabaviviendo—,aunquenosemeocurrióquepodíaestarenamorado.Yonolohabíaestadojamásyseguramenteporesonoidentifiquélossíntomas.

—QuieroqueconozcasaÚrsula,mifuturaesposa.Eraunachicabonita,unañomayorqueUriel.Vestíaconsencillezsinllegaraldesaliño,

comosisufamiliaestuvieraatravesandounmomentodeestrechezeconómica.Sinembargo,seapreciabaenseguidaquesusmodaleseranrefinados.Loquemásmechocódeellafueelposodetristezaquedescubríensumirada.

—Vamosacasarnoselpróximoverano—meinformóUriel.Estábamos a mediados de febrero. A cualquiera le habría parecido un plan muy

precipitado.Acualquieraquenocomprendiera,claro.—Hastaentonces,sequedaráavivirennuestracasa.Loscriadosleestánpreparandoun

cuartojuntoaltuyo.TodohasidograciasatíoElvio.CuandoÚrsulatecuentesuhistoriatedaráscuentadequeélnoestanmalocomopiensas.

Úrsula, por supuesto,me contó su historia.Mientrasmerendábamos en el salónde té,contodolujodedetalles.

—Heconocidoladesgraciadecrecersinpadrenimadre—dijo—,yaqueaquellosqueme dieron la vida me abandonaron en un convento nada más nacer, nunca sabré por quémotivo.Porsuerte,tuvelafortunadeconoceraalgunaspersonasbuenas.Lamejordetodasresultó ser tu tío, quien nada más saber de mi existencia se apiadó de mí y se ofreció aayudarme.Aélledebolaúnicaeducaciónqueherecibidoy,hastaciertopunto,milibertad.Sinohubierasidoporélyonohabríapodidoelegirentresalirdelconventoopermanecerenél.Perograciasaesesantocaballero,hepodidoconoceratuhermano,conquienestoyapuntodecasarme.

Hablaba con una voz tan dulce, parecía tan sincera y tan afectada que no sé por qué,empecéapensarquenadadetodoaquelloeracierto.Mientraslaescuchaba,asintiendodevezencuandoyfingiendouninterésquesuhistorianomeinspiraba,nodejéniunmomentodepreguntarmehastaquépuntotendríaquevertíoElvioconaquelcompromisotanrepentino.

—Todo esto ha sido una bendita locura—reía ella, nerviosa— propiciada por unasfiebresquemeobligaronavisitaraunmédico.Comoelconventoestámuyapartadoyhabríasidomuytrabajosoquehastaallísedesplazaraundoctor,tutíomeofreciómuyamablementequemevieraaquí,ensupropiacasa,elmédicodevuestrafamilia.AsíhetenidolasuertedeconoceraUriel,quetienequeserotrodelosencuentrosafortunadosdemivida.Yanopuedoimaginarunaexistenciadondeélnoseaprincipioyfin.

Mihermanosonreía,orgullosode laspalabrasde suprometidaqueamímeparecíancada vez menos naturales. Como si Úrsula hubiera aprendido un papel y estuvieradeclamándoloenelmásafectadoestilodelasactricesquetriunfabanenlosteatros.

A mí se me ocurrían tantas cosas que decir, que preferí callar. Uriel debió de darsecuenta,yexplicó:

—TíoElvionoshadadopermisoparafijaryalafechadelaboda.—¿Nosoisaúnmuyjóvenes?—aventuréyo,yaqueallínoparecíahabernadiemásque

conservaraunápicedecordura.

—Lo somos —se apresuró a responder Úrsula—, pero la juventud no es unimpedimentocuandolossentimientossonfirmes.Yonuncaestarétanseguradealgocomoloestoydemidecisióndeunirmeatuhermanodeporvida.

Estecomentariollevóalbobodemihermanoaestrecharlamanodeaquelladesmayadaprotagonistademelodrama.

—Tambiényoestoycompletamenteconvencidodelpasoquevamosadar—repusoél,yyoconstatéhorrorizadaquemihermanosehabíacontagiadodeaquelestilograndilocuenteycursi—.Además—añadió—queÚrsulaseconviertaenmimujerenunauniónbendecidaporDiosacallarálashabladuríasdelagentedelpueblo,siempretandispuestaameterlasnaricesenasuntosquenolesincumben.Tambiénterminaráconotrascosas.Noquieroqueregresealconvento, donde la vida es tan dura. Desde este momento, aunque no sea aún mi esposa,quieroquesealanuevaseñoradelacasa.Estoysegurodequesabrágobernarlaconbuenamanoyparanosotrosrepresentaráunaliviosabernuestrosasuntostanbienadministrados.

Fue el primer signo de mi desaparición absoluta. Uriel acababa de ignorarme, delmismo modo en que siempre lo hacía nuestro protector, al anteponer a su mujer en elgobiernodeunacasaque tambiéneramía.Loúnicoquesemeocurriócontestar,mientraspensabaqueseacercabantiemposmuydifícilesparamí,fue:

—Osfelicitoporunenamoramientotanrápidoytanintenso.

***

LabodasecelebróafinalesdejulioenlaiglesiadeSanMiguel.Porpartedelanoviano

acudiónadie.Porpartedelnovio,apenasunadocenadepersonas:loscriados,nuestraantiguainstitutriz y yo misma. Tío Elvio se encontraba en uno de sus viajes. Fue una ceremoniasencilla,dondeelpadreJuanencomendóasanMiguellacustodiadelosnuevosespososconunaoraciónqueyonohabíaoído jamás.Debiódepensar que, jóvenes e inexpertos comoeran,ibananecesitaralgunaotracustodiaademásdelademitío.

Duranteelbanquete,loscriadossesentaronaunadelasmesasycomieronsinapetitoyen un silencio sepulcral. En la otra, los novios, el padre Juan y yo charlábamosanimadamente. En un momento de la conversación, el párroco se interesó por el pasadoreligiosodelanovia.

—¿Ycuáleseseconventodonde,mehandicho,tuvierontantocuidadodetihastahoy?—EldeSantaClara,enLuna—contestóella.—¿EldeSantaClara?—elpárrocoparecióextrañarse.Tresarrugassedibujaronensu

frente—.Teníaentendidoque lashermanashabíanhuidodeallí en1835yquedel edificioapenasquedabanruinas.

Lanovianoescuchóestaspalabras.Alparecer,sóloyoteníaalgúninterésenhacerlo.Tío Elvio planificó la luna demiel de los nuevos esposos. Un viaje en diligencia de

cincosemanasdeduración,conreservaenhotelesdevariascapitalesimportantes,incluyendoMadrid,dondeasistieronalaópera,yBarcelona,dondevieronelmarporprimerayúltimavezensuvida.Úrsulanuncahabríapodidosoñarconalgoasímientrasvivíaconlasmonjas.

Menosaúnpodíapreveryoloquemeesperabacuandoregresaranacasa.Desuviajedenoviostraíaminuevacuñadaunaluddeideasparareformarlavivienda.

Pusoenellotantoempeñoquedurantedíasnohablódeotracosa.—Comprarémuebles nuevos.Cambiaremos los cortinajes y las alfombras. Puede que

entremásluzenelsalónsiechamosabajoestetabique.Quierocomprarungranespejoparanuestra habitación, y una camamás grande, lamayor que encontremos.Y, si no,mandaréhacerlaamedida.Pintaremosdenuevolospasillos.Arreglaremosuncuartoparainvitados.No,mejordos.LahabitacióndeMicaelaes tanespaciosa...sería idealparaelcuartode losniños...

Susplanesdereformaloabarcabantodo:menús,horarios,mobiliario,costumbres.—¿Vasahacercambiostambiénenelgabinetedemitío?—lepreguntéunavez,conno

pocamalaintención.Levantóunamano,solemne.—Deningúnmodo.Elgabinetedevuestrotíoeslaúnicaparteintocabledelacasa.Mihermanoestabaencantado.Yo,encambio,cadavezteníamásclaroquiéneraÚrsula:

unaenviadadetíoElvioparadominaraUrielmástodavía.El segundoencuentrodel quedeseodejar constancia fue a solas conUriel.Dehecho,

aquellaocasiónfuelaúltima,ylaprimeradesdehacíaaños,enquelogréquemihermanosesinceraraconmigoyhastaciertopuntomeabrierasucorazóncomocuandoéramosniños.

AprovechéunaausenciadeÚrsula.Micuñadahabíasalidodecompras,comosehabíavuelto su costumbre desde que tomó las riendas de la casa.Mi hermano estaba en la sala,ocupadoenrepasarunascuentas.Llaméalapuertadelahabitaciónyabríunarendijaparapreguntarlesipodíamoshablaruninstante.Ensucara,cuandomemiró,meparecióverunahondacongoja.Nomeextrañólomásmínimo:sabíaquellevabanochessindormirbien,quealgúnpesarmuygrandeledespertabademadrugadayquedespuésyanolograbaconciliarelsueño. Lo sabía porque los mismos síntomas —aquella angustia en el pecho, aquelremordimientono sabíaporqué, aquella faltadeaire...—medespertabanamí.Cuandoyomismasentíaganasdesalirdelacamaycalmarmisnerviospaseando,oíasuspasosporlacasa,comosiunadudaounainquietudmuygrandeslecarcomieran.

—Porfavor,Micaela,pasaysiéntate—meinvitó.Sobre su mesa de trabajo se diseminaban los papeles: libros de cuentas, la

correspondencia del día y algunos bocetos de Úrsula para la remodelación de lashabitacionesdelacasa.

—Tumujersetomamuyenserioloscambios—observé,sentándomefrenteaél.—Sí,esestupenda-dijo.Enrealidad,nohabíaentradoenlahabitaciónparahablardesumujer.Depequeñame

enseñaronquecuandonosepuededecirnadabuenodealguienlomejorescallar.EraotroasuntoelquemellevabahastaUriel.

—Estoy muy preocupada por ti, hermano. Algo te está robando la tranquilidad estosúltimosdías.Losientoperfectamente,ytambiénsientoquevaamásamedidaqueavanzaeltiempo.¿Hayalgodeloquequieresquehablemos,Uriel?

Supeporsureacciónquehabíaacertadodelleno.Intentósimularunarespuestaserena,pero se le truncó la voz antes de que pudiera llegar a articularla.Al fin, se echó a llorar.Como cuando éramos niños. Me acerqué a él y le estreché en mis brazos. Al sentir mi

contacto,meparecióquellorabamásaún.Yotambiénsentíaenmicorazónunpesoparecidoaldeunapiedra.Fueraloquefueraaquelloqueleacongojaba,noeradifícildarsecuentadequemipresencianoloaliviabaenabsoluto,másbienalcontrario.

—¿Nomevasacontarquéteocurre?—Soy...una...mala...persona—conseguíentenderentresussollozos—.Nodebesconfiar

enmí.Urielnuncafueunamalapersona.Suúnicodefecto,talvez,habíasidodejarsegobernar

consumafacilidad.Serdemasiadomanejable.Mitíohabíahechoconélcuantohabíaquerido—yenesemomentoyonosabíahastaquéextremo—yahorasumujertambiénlegobernabaasuantojo.Urielera loquese llamaunalmadébil.Locual,aunqueesolohevistoconlaperspectivaqueotorgaelpasode losaños, le convertíaenunblancoperfectoparaciertosintereses.

—Estoyseguradequeeresincapazdeningunamaldad—ledijeparatranquilizarle.Conseguíelefectocontrario.Empezóaberrearmientrasrepetía:—Hazmecaso,noconfíesenmí.Hazmecaso...Pensé que era mejor abrazarle en silencio hasta que se calmara. Le di tiempo. Con

tiempo,todaslaslágrimassesecanylastristezassediluyen,aveceshastaelolvidoabsoluto.Ocurriócomodigo.Unavezseencontrómejor,metomódelasmanosymemiróalosojos.

—Quieroconfiartealgo—dijo.Ledediquétodamiatención.Hacíamuchotiempoquemihermanonosecomportabaasí

conmigo.—Úrsulayyoqueremostenerdescendenciacuantoantes.Megustaríaquefuerastúquien

eligieraelnombredelprimerodenuestroshijos.—¿Yo?—aquellapeticiónmecausógransorpresa.—Quieroquenuestrohijorecuerdesiempreloimportantequefuisteennuestravida.—

Corrigió—:Oenlamía.Paramíhassidomuyimportante,hermanita.Noséquéhabríasidodemísinollegaaserporti.

Estrechésusmanos.—Lomismodigo—respondí.—Vamos,eligeunnombre.—¿YsiaÚrsulanolegusta?—Nolediréquelohasescogidotú.Seráunsecretoentrenosotros.Lediréqueesidea

míaynopodránegarmeesedeseo.Penséunmomento.Nuncamehabíanpedidoalgodetantatrascendencia,ymuchomenos

contantaprisa.Observéamialrededor,enbuscadeideas.Atravésdelaventanasepodíaverel trasiego de una jornada normal casi a mediodía. Del balneario entraba y salía un grannúmero de clientes. Hacía un tiempomuy propicio para pasear al aire libre: lucía un solespléndidodemediadosdeverano,perolabrisarefrescabaelambiente.Tambiénlaestanciadondenosencontrábamosestababañadaporlaluzdelsol.Bajosuintensidaddiáfanatodoslosproblemasparecíanmáspequeños,lomismoquelacongojaqueoprimíaelpechodemíhermanoytambiénelmío.

—Luz—dije—.QuieroquesellameLuz.—¿Luz?—repitió—.Eshermoso.¿Ysifueravarón?—Si fuera varón, deja que lo escoja su madre. Pero será chica —dije, sonriendo,

jugandoalaspredicciones.Estuvimosunbuenratohablandodeasuntosintrascendentes,ysólocuandomedisponía

amarcharme reparé en unode los bocetos que había sobre lamesa.Era unproyecto paradecorar lahabitacióndel futurobebé.Ademásde aficionadaa los cambios,Úrsulaparecíaamigadehacerplanesconmuchaantelación.Aquellos trazos lodemostraban.Losobservéprocurandonoserdescubierta:eraunplanodeldormitorio.Enél,habíasituadolacuna,unamesaconsussillas,unarmariodebuentamañoyunaalfombra.Tambiénestabaprevistoelcolordelasparedesyeldelastapiceríasycortinajes,apuntadoconpreciosaletraredondilla.Sólo algo no cuadraba: según veía en el dibujo, la habitación donde todo aquello iba aencontrarsulugarexactonoeraotrasinolamía.

***

Enrealidad,todotienesulógica,aunqueavecessecomprendademasiadotarde.Parano

estar en casa cuando mi cuñada regresara de sus compras con tantas novedades, decidímarcharmealbalneario.Comosiempre,deseabasentirlasuavidadyelrumordelagua.Mecomportécomosolía:lleguéalestablecimiento,mecambiéderopaymedirigíaunadelaspiscinas.Me apetecía estar sola, y busqué lamás alejada, quehabitualmente era también lamenosconcurrida.Seaccedíaaellaatravésdeunaescalinatademármoldesdeelvestíbuloprincipal.Eralaúnicapiscinasubterráneadelbalneario,ytambiénladeaguasmáscalientes.Unavezallí,meabandonéalasensacióndeplacidezquesiempremeinvadíaenaquellugar.Nomedicuentadequenohabíanadiemásqueyo.Nooínadaquenomeparecieranormal.Ningúnaviso,ningúngriterío,ningunaalarma.Cerré losojos, recliné lacabezaymedejéllevar.El agua ejercía sobremí la atracciónde tantasotrasveces.Pornadadelmundomehabríamovidodeallí.

Cuandoabrílosojosdenuevo,elfuegoseextendíaamialrededor.Habíaempezadoenelalmacéndelaropa,porculpadeunacalderasinvigilancia.Habíaallícentenaresdetoallas,sábanas,albornoces,manteles.Elhotelyelbalnearioestabanaplenaocupación,rebosantesdeclientesalegres,ricachonesyobesosquehabíanacudidoatomarlasaguas,yeltrabajoseacumulabaparaelpersonaldelestablecimiento,quenodabaabasto.Lastelasardieroncomoteasyelfuegosepropagóportodaspartes.Tardarondemasiadoendarsecuenta.Cuandoyalasllamasavanzabanporlospasillos,ysorprendíanaloshuéspedesalahoradelasiesta.

Desdemipiscinaasistíaaquelespectáculocomountestigoprivilegiado.Laslenguasdefuego lo devoraban todo.Elmobiliario, las paredes, los suelos demadera, las puertas, lashamacas...Hicieronreventarloscristales.Elaguadondeyomeencontrabaempezóahervir.Lo más sensato habría sido ponerse a salvo. Sin embargo, las voces que otras veces medecíanloqueteníaquehacermeinvitabanahoraapermanecerallí.Yyonoestabadispuestaacontravenir su voluntad. Sólo a disfrutar de aquella relajación, de aquella placidez quemeinvadía.

El fuego sólodejó laspiedras.Encontraronmicuerpoaldía siguiente,duroyblancocomoelpollohervido,todavíasumergidoenelagua.Mispárpadossehabíanarrugadohasta

desapareceryhabíandejadoaldescubiertounpardeojosopacos, resecoscomoavellanas.Sólomis cabellos conservaban algo del aspecto que tuvieron antes del accidente.Mi largamelena negra y ondulada se extendía sobre el agua como los tentáculos de un grancefalópodooscuro.Aunquemásbienparecíacomosialguienlehubierapuestomicabelloaunamuñecaconsumidayextremadamentepálida.

Todossepreguntaronporquérazónnohabíahuido,quémotivosmehabríanllevadoapermanecerenlapiscinahastaelfinal.Sihubierapodido,leshabríahabladodelasvocesydemisenormesdeseosdequedarmeenelagua,delpoderqueelaguamansaejercíasobremivoluntad.Elagua:micasa,mi refugio,miúltimaestaciónen lavida,mimortaja,másaún.Tambiénhabríadeserelaguamimododeexistirdespuésdelamuerte.

Todoelmundolamentómucholoocurrido.Despuésdetodo,sóloteníadiecisieteaños.ElpadreJuancelebróunfuneralquefuemuysonadoen lacomarca.MihermanoUrielnodejódellorardurantetodalaceremonia.Repetía,ensusurros:

—Malditoseas.Malditoseas.Malditoseas...Úrsulapermanecíaa su lado,grave sólopor fuera.Mientras fingíaescucharcongran

interés lahomilía,pensabaen lomuchoque legustabael colorquehabíaelegidopara lasparedesdemicuarto.TíoElvio,comosiempre,estabadeviaje.Se limitóaordenarquesepagarantodoslosgastosdelentierro.Urieleligióparamílamejorlápidadisponible.Sobremármolnegrodeprimeracalidadpuedeleerse,aúnhoy:

MICAELAALBÁS1901-1918

TUHERMANOURIELNOTEOLVIDARÁ

Ya sé que este tipo de promesas sentimentales adornan a menudo las tumbas en loscementerios.Enestecaso,meencarguépersonalmentedequenofueraunafrasesinsentido.Desdeminuevasituación,puseespecialempeñoenquemihermanonomeolvidara.

Sobradecirqueloconseguí.

No me gusta hacer tratos con humanos. Las veces que lo heintentado han resultado ser unos jugadores tramposos yembusteros,desconocedoresdelasreglasmáselementalesdelosnegocios. Sin embargo, la muerte tiende a dulcificarles elcarácter y a otorgarles una tendencia muy simpática a laabstracción, lo que, curiosamente, les vuelve también másresponsablesenlosacuerdoscomerciales.Porello,noviningúninconveniente en firmar con Micaela las cláusulas de aquelcontrato,llamémosle,postmórtem.Además,enalgunas(felices)ocasionesocurrequelosinteresesdemiscriaturascoincidenconlosmíos.Darvía librea susansiasdevenganzaesentoncesunmodo como cualquier otro de ahorrarme trabajo. Extraje unaenseñanzade todoaquello,quiénme lo ibaadecir:queaveceslas criaturas más insípidas son las que deparan mayoresdiversiones.Nodeboolvidar,tampoco,quelaproposicióndeMicaelaincluíaunelementoporelquesientoesacuriosidadquenosdespiertaloopuesto a nosotros: el agua. Cuando le insuflé, a imagen ysemejanza demímismo, ese rasgo demi carácter a la neonataMicaela, no pensé que fuera a dar tanto de sí. La chiquilla, sinembargo,suposacarlepartidoyllegarmuchomásalládeloqueyo mismo sería capaz, llegando incluso a sumergirse en ellíquidoelemento,algoqueyo,por supuesto,noharé jamás.Hepensado muchas veces que no habría reparado en ella si nohubiera sentidoaquella atracción tanmíapor las aguasmansas.Aunqueyonomeconformoconmirarlas.Loquerealmentemefascina (y en eso soy único) es liberarlas. Inundar, arrasar,ahogar todo lo vivo. Sepultar casas y personas bajo muchosmetroscúbicosdeagua.Quéplacer,sólodepensarlo.

13

Uriel

(1901-1963)

DescubrílasventajasdelMalalosdiezaños.Aestasalturas,nadiesepreguntaráquiénmeinstruyóalrespecto,nitampocoquéseescondíatrasaquelsupuestoprotectororgullosoydistante.Alosdiezaños,yosímeformulabamuchaspreguntasrespectoaaquelquesehacíapasar por nuestro tío. También sobre el silencio de los criados, el desprecio con que nostrataba lagentedelpueblo,onuestra ausenciade los actos sociales—especialmentede lascelebraciones religiosas—,osu interéspormantenernos recluidosentre lascuatroparedesdeaquellacasa.

Tío Elvio siempre me trató, si no con cariño, sí con cordialidad. Manteníamos unarelaciónsuperficial,perometeníaencuenta,al revésde loqueocurríaconmihermana,aquien despreciaba constantemente. Durante los primeros años, se limitó a alimentarme ydarme una educación básica.Delmismomodo en que se prepara la tierra para que luegorinda buenas cosechas. A mis diez años cumplidos, sin embargo, todo cambió. Nuestroprotectormellamóporprimeravezasugabinete.Descendílaescalerademaderacrujienteinvadidoporunmiedoquecasimeimpedíarespirar.Traspasélapuertaoscuraconelmismotemorquehabríaalentadodehallarmeante lapuertadel infierno.Dehecho,nohabía tantadiferencia.Permanecíallídentrocasiunahora.Cuandoregreséalmundoreal,porfueraeraelmismo,peroenmiinteriormehabíaconvertidoenotrapersona.Nuncamásseríaelniñoinocentequefuihastaesedía.Nuncamástendríalaconcienciatranquila.

—Escúchameconatenciónporquenosoportorepetirlascosas—dijotíoElvio—.Sinoentiendesalgo,puedespreguntarloalfinal.Odioquemeinterrumpancuandoestoyhablando.Tambiénodiolaspreguntasestúpidasylaspalabrasvacías.¿Lohascomprendido?

Cabeceéafirmativamente.—¡Devivavoz!—ordenó.—Sí,tío.—Nomellamestío.Túyyonosomosparientes.Habríadeseadoentretenermeenlacontemplacióndecuantohabíaamialrededor.Aquel

lugareramáspequeñodeloqueyohabíaimaginado.Apenasnueveodiezmetrosdelargoporsiete,ochoalosumo,deancho,sinventanasniventilacióndeningúntipo.Loquemásmellamólaatenciónfuenoverunacamaporningunaparte,nisiquieraunjergón,yaquetíoElviodormíaallílasvecesquepasabalanocheencasa.Laestanciaestabaatestadadelibros.Los había a centenares, a miles. Cubrían por completo las paredes, del techo al suelo yparecían muy antiguos. En el poco espacio de los anaqueles que dejaban libres seamontonabanunsinfíndeobjetosextraños.Loshabíadecobre,depiedranegra,decristal,conformasdeanimales,geométricas...Laestanciaseiluminabasóloporlaluzdeunparde

palmatoriasquehacíanbailarlassombrassobreeldesordendecachivaches.Elsueloestabacubiertoporunaalfombrarojaymullida,perodebajoseoíacrujirlamadera.Todoestofueloqueconseguíversinmirarconatención,portemoraqueesedespistemomentáneoenojaraamiinterlocutor.

—Durante varias generaciones—empezó a hablar tíoElvio—hemantenido negociosconloshombresdetufamilia.Meatrevoaafirmar,sinriesgodeserpresuntuoso,quedeesetratoconmigosalieronellosmuchomásbeneficiadosqueyo,aunqueyonovoyaquejarme,yaquelogrécuantomepropuse.Sidemuestrastenertanbuenánimocomoadivino,quisierareanudarcontigoesta relación tanantigua, interrumpidaen losúltimos tiemposporciertascircunstancias adversas.Yqué debes hacer, te estarás preguntando.Nomucho, en realidad.Estaramidisposición,acatarysometerteamipoderyhacer loque temandesienalgunaocasiónrequierotusservicios.Yateadelantoquenoseráconfrecuencia:mebastomuybiensoloynomegustatrabajarenequipo.Essóloparacuandonoquedeotroremedio.Acambio,yo te garantizo el cumplimiento de todos tus deseos. Bienes materiales, placeres, encantopersonalopuede(sidemuestrasmerecerlos)quehastaañosdevida.Tendrás,ensuma,todoaquelloquemepidas.Encontraprestación, tualmaserámíacuandomueras, aunqueyonopodré propiciar tu muerte ni siquiera adelantarla. Dime: ¿te interesan los términos delcontrato?

Mecostabaseguirsuestiloalambicado.Temínohaberlecomprendidobien.—¿Tendrétodoloquequiera?—pregunté.—Todo.—Peroyonodeseonada—añadí.Sonrióconincredulidad,casiconburla.—Eso lo dices porque aún eres un niño.Ningún ser humano está libre de la codicia.

Ningunoconsiguetodoaquelloquedeseayenesedesengañoseleescapalavidaamásdeuno.Túno seráscomoellos, si así loquieres.Aunque—cruzó laspiernas, adoptandounaposturamenossolemne,menosatenta—talvezseaprontoparacuantoteestoyproponiendo.Hagamos otro trato.Te daré un tiempo para pensar en todo lo que te he dicho.Analízalo,medítalo en la soledad de tus noches, con la luz apagada.Y la próxima vez que temandellamar,procurasaberdecirmealgoquedeseesynopuedasconseguir.Entonceshablaremos.

Asentíamediavoz.Medisponíaaponermeenpiecuandosuvozmedetuvodenuevo.—Una cosamás.No debes decir nada de esto a tu hermana, ¿entendido?No es de su

incumbencia.Jamáshagonegociosconmujeresnitoleroqueesténaltantodemisasuntos.Sienalgúnmomentotuvieralacertezadequetehasidodelalengua,nuestrotratoseromperíaautomáticamenteyyanotendríamotivospararespetarte.¿Tehaquedadoclaro?

—Sí—respondí.—Muybien.Ahorapuedesirte.Nocreoqueexistaenelmundoniunsoloniñodediezañosaquienunaspalabrascomo

aquéllasnocausenunahondaimpresión.Paséalgunasnochespensandoenelloantesdequesemeocurrieraalgo.Cuandopor finalguna ideaacudióamicabeza,sentíungranalivio.CuandotíoElviopreguntara,yosabríaquédecirle.

En cuanto regresó—habría pasado una semana desde nuestra primera entrevista— sedioprisaenllamarmeasugabinete.

—¿Ybien?¿Quésetehaocurrido?—preguntó,conunaampliasonrisa.

Metemblóunpocolavozalresponder.Estabamuynervioso.—Unabicicleta.Eraobvioquenolegustólarespuesta.Enrojeciódeiraylevantólavozparapreguntar:—¿Qué? ¿Una vulgar bicicleta?—Se llevó la mano al bolsillo y extrajo un fajo de

billetesunidosporunpasadordeoro.Dejó tressobre lamesa—.Tomaestoycómprate lamejorbicicletaqueencuentres.Ylapróximavezpídemealgomáscomplicado.

Medevanélossesospensandoalgorealmenteextraordinarioquepedirle.Semeocurrió,alfin,yselodijecuandoregresó,yestuvedenuevoanteélensugabinete:

—Unautómata.Sellevóunamanoalafrente.—Empiezo a preguntarme —murmuró— si no me habré equivocado contigo,

lamentable criatura. Tienes que aprender que todo aquello que puede comprarse con unacierta suma de dinero no es realmente importante. A no ser, claro está, que la suma searealmentedescomunal.Tedoyunatercera(yúltima)oportunidadparaquemepidasalgodeverdadcomplicado.

Dormí mal durante toda la semana pensando en su regreso. Durante una de aquellasmadrugadas, mientras trataba en vano de conciliar el sueño, decidí levantarme pararefrescarmeunpoco.Lanocheeracalurosayoscuracomounabocadeloboyaltantearlanegrura en busca del asa del aguamanil, tropecé y derribé todo: el mueble, la pila deporcelana y la jarra. El estruendo despertó ami hermana y a algunos de los criados, queacudieron a ver qué había ocurrido. Fue entonces, al regresar a mi cama, cuando se meocurrióalgorealmentedifícilquepedirleatíoElvio.Estaveznometemblólavoz:

—Luzenlanoche.Nadamásdecirloadvertíquemipetición le agradaba.Memirócon sorpresaantesde

contestar,convozcantarina:—Esoestámejor,desdeluego.Laluzenlanochesellamaba,poraquellaépoca,electricidad.Unaverdaderarevolución

quepermitíaalagentesalirdespuésdeponerseelsoloacostarsemástardequenunca.Enlasgrandesciudadesempezabaageneralizarse,sobretodoenlascallesylosespaciospúblicos.Enlospueblospequeños,comoTiermas,eraaúnunafantasíaimpensabledelacuallagentehablabacomosinofuerareal.Unasemanadespuésdeformuladalapetición,unosoperariosdel gobierno llegaron al pueblopara trabajar en el asunto.Siete díasmásy la electricidadhabíallegadoatodaslascasasdelpueblo,sinexcepción.Sedecíaquefueideadelrey,queseguíadisfrutando,juntoconsufamilia,desusestanciasenelbalneario.Larealidaderaotra,perosóloyolosabía.

Pocodespués,tíoElviomeregalóuntreneléctrico.—Sitegusta,podemosfirmareltrato—dijo—.Sino,melodevuelves.Conelpasodeltiempomedicuentadelorastrerodesusmétodos.Porsupuesto,nole

devolvíeltreneléctrico.Habríahechocuantomehubierapedidoporconservarlo.Acepté,pues,embelesadoydeunmodotácitolavidadelujoyéxitosquemeofrecía.El

mismo día que firmamos el contrato, cuando los documentos estaban esparcidos sobre lagran mesa de su gabinete, dejando que la tinta se secara del todo, me dio las primerasinstrucciones:

—Noteencariñescon tuhermana.Sualmamepertenecedesdeantesdenacer,aunque

ellanolosabe.Melacobrarédentrodesieteañosytúnoharásfracasarmisplanes.—NoquieroquelepasenadamaloaMicaela—dije.—Noestáentumanodecidirlo.Dimequéquieresacambiodetuayudaylorecibirás.—Quieroquemihermanaviva.Resonósuvoz,sorda,enaquelespacioatestadodecosas:—Noseasinsolente.Tehedichoqueesonoesposible.¿Deborecordartelostérminos

denuestropacto?Neguéconlacabeza.Peroantesdeseramonestadoporello,añadí:—Ahoranosemeocurrenada.Lopensaré.Mirespuestalecalmó.

***

Nocreoquehayaningúnadolescenteenplenapubertadquenodeseeacariciarlapielde

unamujer,descubrirsusmisterios.LoqueocurreesquelosadolescentesnosuelenteneralDiablocercadispuestoaconcederlestodossusdeseos.Yosílotenía.Nolopensédosveces.

—Quierounamujer.Pareciósorprendido.—¿Unamujerounanovia?—preguntó.—Mejorunanovia.Megustaríacasarme.—Sólotienesdieciséisaños.¿Noesalgoprecipitado?—¿Nopuedo?—Porsupuestoquesí.¿Ydeseasligarteenunarelaciónformalsiendotanjoven?¿No

prefieres,comosedicevulgarmente,vivirlavida?—Puedovivirlavidaencualquiermomento—respondí—.Además,sielmatrimoniono

megustaseguroquepodrásencontrarunasolución.Brillaronsuspupilasconundestellodeorgullo.Creoqueaquéllafuelaprimeravezque

legustóalgodeloqueledije.—Estáhecho—contestó.Tres días más tarde llegó Úrsula. Tío Elvio dijo que estaba enferma y requería las

atencionesdelmédicodelafamilia.NuncasupesiMicaelacreyóaquellaversión.LaverdadesqueyonuncasupededóndesurgióÚrsula,nimeimportóaveriguarlo.Mecaséconellaalos pocos meses, poco después de cumplir los diecisiete y acepté las ventajas que elmatrimoniomeofrecíasinverningunodesusinconvenientes.Unodelosprincipaleseramiconciencia.Pormuchoqueyointentaradistraerlashorasenmilocupaciones,oentregarmealasansiasdereformasdeÚrsulacontodomientusiasmo,nadamehacíaolvidardeltodoquecadavezestabamáscercaeldíaenquedeberíacumplirseeldeseodenuestroprotector.

LamuertedeMicaelaestabacadavezmáscercayÚrsulalosabía.Losabíaaunqueyonoselohabíadicho,yhacíaplanesparatransformarlahabitacióndemihermanacuandoellayanoestuvieraentrenosotros.Amí todoestomeproducía tanta congojaque le solicité a tíoElvio algo capaz de distraer mis remordimientos. Así fue como conseguí mi primer

automóvil.Llegóalpuebloconducidoporunodenuestroscriadosmientrasaúnhumeabanlos restos calcinados del balneario.Causó sensación entre lasmentes sencillas de nuestrosconciudadanos y, por supuesto, también cierta envidia, que me hacía sentir todavía másimportante.

***

ÚrsularedecorólahabitacióndeMicaela,lamásespaciosadelacasa,paraqueacogiera

a nuestro futuro bebé. Ella misma confeccionó las cortinas, las sábanas y las docenas depequeñas prendas infantiles, que empezaron a languidecer en los cajones de la cómoda,especialmente traída desde no sé qué país europeo. Mientras confeccionaba el ajuar denuestro futuro hijo, el comportamiento de mi esposa comenzó a cambiar. El médico lerecomendó pasar más tiempo al aire libre. Le convenía salir de la casa, olvidarse de suspreocupaciones,sentirelaireenlasmejillas,tomarelsol.Ellaodiabasalir,perocuandolohacía solía ir hasta la orilla del río, allí donde el agua se remansa hasta parecer un lago.Habíaalgoenaquellugarqueparecíallamarsuatención.Sedeteníaenlariberaymirabalasuperficie del agua. Lo sé porque algunas veces la seguí, sólo por observar sucomportamiento, sóloporconstatarqueeraverdad loquemedecíaeldoctoryhabíaalgoanómalo en su conducta, algo enfermizo, algo que cobraba forma, invadiendo todos losrinconesdesucordura,agranvelocidad.

Cuandoestabaencasa,callabadeprontoenmitaddeunafrase,comosihubieravistounfantasma, y cuando intentaba recuperar las palabras que se habían quedado a mediopronunciareraincapazderecordarlas.Mandótapiarlaalbercasindarotraexplicaciónsinoqueno legustabaelagua.Pocodespués, tambiénmandóclausurar lahabitaciónquefuedeMicaela.Dentroquedaronlosmuebles,lacuna,laropitaqueellamismahabíatejidoytodolodemás.Comenzóapasarlasnochesdeambulandoporlacasa,buscandoquiénsabequéotalvez recorriendo las habitaciones sin ningún sentido. De día, tejía. Tejía frenéticamente. Aescondidasdesdequeeldoctorseloprohibió.Aveces,acudíaalrío.Sola,ensilencio.Hastaque ocurrió aquel accidente tan inexplicable y tuve que arrojarme al agua para salvarle lavida.Sehabíazambullidoenlasaguasmansasquetantolegustabamirar.Algoinexplicable,puestoquenosabíanadaryqueelaguasiempreleinspiróunprofundotemor.

Fueunadesgraciaqueunamujertanvigorosacomoellaenfermaradeprontodeaquelmodo.Eldoctordiagnosticósulocurayrecomendósuinternamientoenunsanatoriomental.Cuandoselallevaron,lapobrecitasólosabíagritar,unayotravez:

—Nosénadar.Nosénadar.Nosénadar...Fueuncasomuytriste,quedejóalacasaconsternadayamícompletamentesolo.Tío

Elvio,además, llevaba, largosmesessinaparecerporallí,desde lamuertedemihermana.Nadaparecíaindicarquefueraavolver.

Alprincipio,viaÚrsulaamenudo.Elsanatorioestabacercadecasa,unpocomásalládellugarqueocupóelbalneario,ymegustabaacudiravisitarlatresohastacuatrovecesalasemana.Hastaqueundía,unadelasmonjasquecuidabandelasenfermasmepidióqueme

marchara:—Créame,lomáscaritativoesquenointenteverla.Aquíestábienatendida,señorAlbás.

Labañamos, laalimentamos, leadministramossedantescuando losnecesita.Está tranquila.Esmejorqueseolvidedeella.Supresencialehacemuchomásdañodelqueimagina.

Fue entonces cuando decidí vender todasmis propiedades, despedir a los sirvientes ymarcharme de Tiermas.No tenía nada que hacer en un lugar que sólome traía recuerdosamargos.Vendí tambiéncasi todos losmuebles.Para llevarme laspocascosasquedeseabaconservarcontratélosserviciosdeunostransportistas.Estabancargandomispertenenciasenlascarretascuandodecidíecharunúltimovistazoalgabinetedemitío,enelcobertizodelfondodelpatio.Eraunavisitaconmásvalorsimbólicoquereal:descenderporúltimavezlaescalera,niquefueraparatocarporúltimavezlapuertaoscurasiempreclausurada.

La precaria construcción del fondo del patio estaba cubierta de polvo. Me preguntécuántotiempohacíaquenadieibaporallí.Conungestomecánico,aprendidoporlasmuchasvecesquelohabíahecho,busquéenelsuelo la trampillademadera.Noencontrénada.Meagaché para palpar la superficie con lamano, seguro de que sólo había sido un error deapreciación.Tampocodiconella.Finalmente,acuatropatassobreelsuelo,comprobéloquemis sentidos no podían creer: no había allí ninguna trampilla demadera. El suelo era unaplataformauniformede tablones demadera. Sin pensarlo dos veces agarré un hacha de laparedyempecéadestrozarloslistones.Conira,casicondeseosdevenganza.Estrellélahojaoxidadacontraelsuelocontodalafuerzaquefuicapazdereunir.Sólotropecéconlamaderareseca y la tierra.Nohabía ni rastro del gabinete que tantas veces había visitadodesdeminiñez.

—¿Nos vamos, señor? —preguntó uno de los transportistas, extrañándose deencontrarmesudadoydescompuesto.

Supe entonces que, por el momento, el Diablo me habíadejadoenpaz.Estabasegurodequereapareceríaalfinaldemisdías para obligarme a cumplir mi parte del trato, pero hastaentoncesnohabíanadaqueyopudieraofrecerlequemerecierasuinterés.

Me fascinan las sorpresas. Desaparecer en el peor momento,dejandotodoporhacer.Reaparecerdepronto,cuandonadiemeespera. Da igual que sea en el centro de la avenida másconcurridadelmundo,dondeunamuchedumbrepuedaverme,oenlaspáginasdeestelibroenelquesólotusojosseposan.Porcierto,avispadolector,permítemedarteunconsejo:nuncadejesun libro abierto y sin vigilancia. Ni siquiera una centésima desegundo.Los demi especie y yo solemos celebrar este tipo dedescuidos frotándonos las manos. Un libro abierto y sinvigilancia siempre es una puerta hacia otro mundo. Nos gustaentrar en él y esperar, agazapados entre sus páginas, a que eldescuidadolectorregrese.Nosgustaobservarleleerensilencio,medirelcompásdesu respiración,aprenderde lasexpresionesdesurostro,delmodoenquepasalaspáginas,delcuidadoconque trata el ejemplar. En realidad, mientras ellos leencompletamente ajenos al mundo, nosotros nos dedicamos ensilencio a recolectar información. Todos los datos son pocoscuando se trata de una posible víctima. En cuanto vemos laocasión —y ésta, no te engañes, llega tarde o temprano—saltamosconentusiasmoasucuelloynodejamosniloshuesos.Cuídatedequenoteocurraati.

14

Úrsula

(1900-1953)

Nosénadar.Lodigoylorepito,peronadiemehacecaso.Nosénadar.Nomegustaelagua.Yaquíhayaguaportodaspartes.Lascamasvanaladerivaporlospasillos.Todossehanido,huyendodelainundación.Noséporquéyosigoaquí.Micaelasaledelríoyextiendelosbrazoshaciamí.Ven,cuñadaquerida,ven,medice.Nosénadar,ledigoyo.Nosénadar.Porfavor,nomellames.Novendré.Ellainsiste:Querida,acompáñame,voyaenseñarteunmundodiferente,tevaagustar,venconmigo.Tiendelosbrazoshaciamí,comosiquisieraabrazarme.Está tan joven como entonces.Noquiero, no quiero ir con ella.Hay zapatos ylibrosybotellasvacíasflotandoamialrededor.Lasventanasestáncerradas.Elaguanopuedeescapar por ninguna rendija.Aunqueyonohe salidodemi cuarto.He estado aquí todo eltiempo.Delpasillosólollegabasilencio,unsilenciohorrible.Nomegustaelsilencio.Todosse han ido, huyendo de la inundación. Ven conmigo, cuñada, deja eso, dice Micaela. Noquieromirarlaperoséqueestáahí.Esunapenaestefinal.Unlugarcomoéste.Yopaseabatranquilamentejuntoalrío.Entoncesyotambiénerajoven.Todavíanohabíallegadoaestelugar. Todavía era unamujer casada, con una casa que cuidar.Quería tener hijos. Paseabajuntoalaguaporlastardes.Nosabíaquemiúteroestabaseco.Nosiemprepaseaba,sóloaveces,sóloalgunastardes.Nosabíaquejamástendríahijos,quejamásmedespertaríaporlanocheelllantodeunbebé.Salíaapasearporconsejodeldoctor.Elllantodeunbebé:aveceslo percibía igualmente, con toda claridad, más allá del pasillo. El doctor decía que debíatomar el sol, que me sentaría bien, que pasear me calmaría los nervios. Decía que debíadormir.Lasnochessehicieronparadormir,decía.Algosimilaraunpequeñomaullidomedespertabademadrugada.Mevestíaatodaprisa.Elsolyelaire,decíaeldoctor,tesentaránbien.Entoncesnosabíaqueunhijoeraimposible.Lariberadelríoesunbuenlugar,decía,anímate, sal un poco, te sentará bien.Él no sabía nada deMicaela.Ni siquiera asistió a sufuneral.Yo nunca le dije nada a nadie.Me habrían tomado por loca. La gentememiraba.Murmuraban.Medabamiedoquehablaranmaldemí,quenomequisieran.Yodeseabateneramigos.Peronadieallímequería.Lomismoqueentodaspartes.Paseabasolaporlariberadel río, junto al agua mansa. Era agradable, al principio, mirar el agua. Me calmaba losnervios,comohabíadichoeldoctor.Alprincipio.Hastaqueenlasuperficiecomounespejodelaguavisurgiraquellasmanosfrías,aquellosbrazosdesnudos,aquelloshombrossuciosde líquenes, aquella piel blanca, los ojos muertos de Micaela, su sonrisa de verdín, suscabellos como grasientas sogas animadas. Me agarró la falda con sus manos de uñaslarguísimas y sucias.Me agarró la falda y dijo: He vuelto. He vuelto, querida cuñada. Hevuelto.Nopuedeser,gritéyo.Suéltame.Nopuedeser.Dedondetúhasvueltonosevuelve,dijeyo.Dedondetúhasvueltonosevuelve.Forcejeé.Erafuerte,antes.Quiseecharacorrer.

Oechéacorrer.Conseguísoltarme.Learranquémifaldadelasmanosdeuntirón.Creíquelaarrastrabaconmigo,queibaallevarladevueltaacasaprendidademifaldayentoncesyanuncamelibraríadeella.Perono.Regresóalrío.Sehundióenelaguamansa.Desapareció.Meencerréencasa.Pensé:Nuncamelibrarédeella.Pensé:Seestávengando.Pensé:Estoessóloelprincipio.Avecesoíallantosdeniñosportodalacasa.Cadavezeranmás.Corríadeun lugar a otro, a oscuras. La oscuridadme ahogaba. El coro de llantos retumbaba enmicabeza.Pasear todas las tardesun rato te sentarábien,dijoeldoctor.Ayudaráa calmar tusnervios. Sal a dar un paseo, decíamimarido. Claro,mujer, pasea, decía el doctor. No sénadar, respondía yo.Uriel sonreía con tristeza cuandomemiraba.Como si estuviera loca.Comosipensara:Quélástima,tanjoven,tanguapa.Comosipensara:Yolaquería.Comosipensara:Nadaescomohabíadeseado.Nosésiélseacordabadelosniños.Nolesoíallorar,deesoestoysegura.Saladarunavuelta,atomarelaire,medecían.Sal.Salatomarelaire.Yyo,terca:Nosénadar.Unavezlavienlaalberca,enelpatiodecasa.Habíaunbrilloenelagua.Mipulseradeprometida.UnregalodetíoElvio.Eradeoro,conunaesmeraldayminombre grabado. No supe por qué estaba dentro de la alberca. Me subí las mangas paraalcanzarla sinmojarme la ropa.Erauna tareadifícil,que requeríapericiayequilibrio.Medabamiedoelagua.Estabahelada.Metílamanohastamásalládelcodo.Misdedosrozaronlapulsera.Estuve apuntode agarrarla, pero semeescurrió.Fue cuandovi losdedos.Laspuntasdeochodedosazuladosacariciandoelbordedepiedra.Luegodosmanos,saliendodelagua.Losúltimos,lospulgares.Supealinstantequeeraella.Novisucaraperosuscabellosparecían tentáculosnegros.Flotabanen lasuperficie.Sacó lacabeza.Tenía lacaracubiertapor aquella maraña oscura. Voz áspera. Hablaba marcando mucho las sílabas, como si lecostaramucho trabajo. Ven conmigo, cuñada querida. Aquí encontrarás docenas de bebés.Flotanpor todaspartes,dijo.Teestánesperando,dijo.Haymuchosy todos son tuyos.No,no... Intenté retroceder, pero susmanosmeagarraron.Ven conmigo aunmundodiferente.Aquíestánloshijosquenuncatendrás.Tegustará.Nosénadar,respondíyo,medamiedoelagua.Esonoimporta.Nonecesitasnadar.Sólodejartecaer.Ven...No,noquiero.Nosénadar.Nosénadar.Nosénadar.Lagolpeéconunapiedra.Estabaamialcance,comopuestaahíapropósito.Enlacabeza.Toc.Sonóhueco.Comosihubieragolpeadountroncovacío.Toc.Yluegosehundiómuylentamente.Primeroelcuerpo,luegolacabeza,lasmanosyloúltimolaspuntasazuladasdelosdedos.Comosisuinteriorseestuvierainundando.Peroniaúnasídejédeoírsuvoz:Venconmigo,queridamía.Venconmigoal lugardelquenosevuelve,decía.Mandécegarlaalberca.Paranovolveraverla,transparentecomosifueraunreflejo.No se lo dije a nadie.Nomehabrían creído.Todo elmundome tomabapor loca, porquetejía.Tejermecalmabalosnerviosmuchomásquepasear,peroeldoctordijoquetejernomeconvenía.Que se entretengaenotra cosa, ledijo amimarido.Estaban taciturnos.Otracosa,repetíaél.Tejermultiplicasumal,dijo.Yotambiénsusurraba:otracosa.Laúltimavezquesalídepaseoporlariberavolvióaocurrir.Sucuerpoblancocubiertodetodaesabasuravegetalquehayenloslechosdelosríos.Suscabellosnegrosmoviéndosecomosituvieranvidapropia.Susmanosfríasrozaronmispantorrillas.Aqueldíanoescapé.Nosentímiedo.Llevabasietenochessindormir.El llantodelascriaturasnomelopermitía.Memanteníandespierta.Mesobresaltabancadavezquecerraba losojos.Yano lesbuscaba,porquesabíaquenoibaaencontrarles.Sinembargo,permanecíaatenta,conelcorazóndisparado,oyendocómolloraban.Eranmuchos,cadavezmás.Porlasmañanastejíaaescondidasenmialcoba.

Patucos,gorritos,camisitas.Nosabíaacienciaciertacuántosibananecesitar.Cadavezeranmás.Talvezunadocena,talvezdos.Veinticuatropatucos,veinticuatrogorritos,veinticuatrocamisitas. Mucho trabajo. Tejía toda la mañana, sin descansar ni un momento. No podíadescansar.Talvezsilesabrigabadejaríandellorarypodríadormir.¿Hasencontradoyaatusbebés, queridamía?,mepreguntóMicaela.Estoy aquípara llevarte junto a ellos, dijo.Fueentonces cuandomedetuve y la contemplé.He vuelto, dijo.Tenía la piel surcada de venasvioláceas.Sonreíaperono teníadientes.Eraunasonrisa tierna,apesarde todo.Estoyaquípara llevarte juntoaellos, juntoa tusbebés,dijo.Extendiósusbrazos,susmanosdededosesbeltos, de uñas largas y sucias, hacia mí. Ven, querida cuñada, ven conmigo. Ven, venconmigo.Suvozeracálidaperoellaerafría.Todoelmundoerafríoconmigo.Suvoz,no.Yoquería tener amigos.Deprontonecesitaba tantoun abrazo...Diunpasoendirección albordedelrío.Sonrió,ymemostrósusencíasnegruzcas.Ven,queridacuñada,venconmigo,repetía.Teconduciréjuntoatusbebésypodrásmecerlos.Dejarándellorarcuandolosvistasconlaropitaquehastejido.Tellevaréjuntoaellos,ven.Ven,queridamía.Diuno,dos,trespasosmás,hastaquedarasualcance.Entoncesmerodeóconaquellosbrazosblancos,finoscomoramas.Unabrazofríocomolamuerte.Comoellechodeunrío.Comoellugardelquenosevuelve.Venconmigo,decía.Entoncessentílafrialdaddelagua.Susaboravegetacióndescompuestaenlaboca.Abrí losojosa la turbiedaddelaguamansadelrío.Sentíquemefaltabaelaire.Sentíquecadavezhabíamásoscuridadyquelosbrazosmeestrechabancadavez con más fuerza. Manoteé pero fue inútil. Te llevaré con ellos, decía Micaela,arrastrándome hacia el fondo.No sé nadar, repetía yo, una y otra vez.No sé nadar, no sénadar,nosénadar.Eldoctorseenojómuchoconmigo,perometratóbien.Estoteayudaráadescansar, dijo, mientras me clavaba una aguja en el brazo. Duerme, mi bien..., dijo mimarido,queteníalaropayelcabellomojadosyelrostrodemudado.Estabanmástaciturnosquelaotravez.Másquenunca.Piénselo,dijoeldoctor.Urielrespondió:Nosésiserécapaz.Eldoctordijo:Debeserfuerteyhacerlomejorparaella.Lomejorfuetraermeaestelugar.Hastahoynuncahabíaocurridonada.Hastaqueelaguaempezóaentrar,a llenarlo todo,ahacerflotarlosobjetos.

Ahorayamellegaporencimadelasrodillas.Noquieroabrirlapuertademihabitaciónporqueséquealotroladosólohayagua,aguadesueloatecho.Yyonosénadar.Elaguamedamiedo.Alprincipiono entendíaqué estabahaciendoaquí.Perome trataban con cariño.Eso me gustó. Todas eran mujeres, pero no importaba. Me trataban con cariño. Habríapreferidohombres.Nomedejabansalir.Nopodíairalrío.Nadiemeforzabaapasear.Medejabantejer.Aquítodoeramásfácil.Nadieestabataciturno.Nadiemedecíaloquedebíaoloquenodebíahacer.Porlasnoches,seguíanllorandolosbebés,yyoseguíaignorándolos.De esto no dije nada a nadie.Me acostumbré a no dormir. Se puede vivir sin dormir. Eltiempo se volvió extraño. A veces hacía calor, a veces frío. Yo antes entendía esas cosas.Ahoratodomecuestamucho.Loquemásdifícilresultaba,inclusoalprincipio,eralahoradelbaño.Aquílabañeraesmuygrande.Yonosénadar.Noquieroentrarenlabañera.Aquínadierespetaloquetúpiensas.Meforzabanaentrarenlabañera.YonoqueríabañarmeconMicaela.Ellasiemprellegabaantesqueyo.Ocupabacasi todoelespacio,memirabacomoburlándoseysisonreíamedabanascosusencíasnegras.Cruzabalaspiernasylosbrazos,sela veíamuy cómoda.Yo tenía que acomodarme en el espacio que ella dejaba.A veces lascuidadorasmepreguntaban:¿Quéhaces?,extiendelaspiernas.Aquínadieentiendeloqueyo

hago. Cómo voy a extender las piernas si está aquí mi cuñada, decía yo. Entonces laencargada del baño me acariciaba la cabeza como hubiera hecho con un perro y decía:Cálmate,Úrsula,bonita,cálmate,aquínohaynadiesalvotúyyo.Cuandonosquedábamosasolas,Micaelainsistíaenlomismodesiempre:Venconmigo,cuñadaquerida,decía.Perosehabíavueltomásantipática.Comosisepusieranerviosa.Notevoyadejarenpazhastaquevengasconmigo,decía.Nosénadar,medamiedoelagua,contestabayo.Sientrabaenesemomentolacuidadoramepreguntaba:¿Otravezhablandosola,Úrsula?¿Porquénopruebasahablarconmigo,mujer?Nohablosola,nomegustahablarsola,decíayo.Ymedabanlarazóncomoaloslocos:Claroqueno,preciosa,claroqueno.Serámejorquevengasporlasbuenas, Úrsula, dijo un día Micaela. Aunque te llevaré de todos modos, añadió. Yo norespondí para que no me volvieran a decir que hablaba sola y me forzaran a visitar laenfermería.Odiolaenfermería.Aunqueprefierolaenfermeríaalbaño.Meavisó.Micaelameavisó. Sólo que no la creí. Estaba sentada donde siempre a la hora del baño. Sus piernasaprisionaban las mías. Su piel era más blanca y sus cabellos más negros que nunca. Sedesparramabansobresushombroscomolasraícesdeunárbolquequisieraalimentarsedeella.He roto los diques, dijo. En unas pocas horas, todo esto será agua. ¿Cómo dices?, lepregunté, susurrando, temiendo ser descubierta. Los diques, repitió, el pueblo se estáinundando. He roto los diques. Ahora tendrás que venir conmigo. No respondí. La miréfijamente,comosiesperaraalgomás.Mesacólalengua.Unaburlainfantil.Teníalalenguatannegracomolasencías.Igualquelasuñas(lasdelasmanosylasdelospies).Lacuidadoranoregresaba.Alcomprobarlomuchoquetardaba,salídelbañosinayuda.Aquínoquedabanadie.Sóloestoyyo.Elaguayamellegaalpecho.Hayaguamásalládelasventanas.Esunlugarsubmarino.Nosénadar.Nosénadar.Micaela,desdeelotro ladode loscristales,mehace señas para queme reúna con ella.Rompe el cristal,me ordena.Nopuedo hacer eso,respondo, si rompo el cristal entrará el agua y yo no sé nadar. Rómpelo, te digo. Venconmigo.Ven,queridacuñada.Susbrazosblancossemuevencon lentitud,comosibailarasinmúsica.Suscabellosseagitancomoramasdeunárbol,suspendidassobresucabeza,conuna lenta cadencia.Mishombrosyaestánbajoel agua.Dentrodepocosminutosnopodrérespirar.¿Porquémehandejadoaquí?¿Porquésehanidosinmí?Micaela,alsonreír,memuestraotravezsubocaoscura.Nosénadar,cuñada,yonosénadar,yelaguamedamiedo.Déjatecaer,diceella.Rompeelcristal.Cuandomisojosnotienenotroremedioqueabrirsebajo el agua, rompo el cristal. Suplico: Sácame de aquí,Micaela, por favor. Llévame a lasuperficie.Ellaextiendesusbrazoshaciamíyyomeaferróaelloscon toda la fuerzaquelogroreunir.Meestrechaenunfuerteabrazoyempiezaallevarmehaciaelfondo,haciasumundodiferente,haciaellugardondeporfinencontraréamisbebés,haciaellugarcubiertode líquenes del queno se vuelve.No sé nadar, no sé nadar, no sé nadar... es lo últimoquepienso.

Ya estás muy cerca, lector, de desentrañar casi todos losmisterios de esta historia. ¿Te has formulado una preguntasencilla,perodecomplejarespuesta?:¿tienesalgunasospechadeloquevoyahacercontigounavezagotecuantoteníaquecontaryyanonecesite,tuatención?¿Notedamiedoimaginarlo?Noloniegues:hasexperimentadounpálpitodeinquietud.Lohesentidoalaperfección.Perolee,leetranquilo.Todavíameresultasútil.No ha llegado el momento de decidir acerca de tu destino,afanoso receptor de estas líneas. Silencio, pues, que el cuentocontinúa...

15

Luz

(1945-1962)

EnlapartealtadelacomarcadeLasCincoVillas,casienlafronteradeloqueantañofueron otros reinos, tierras en competencia, atravesadas a menudo por los señores de laguerraysiemprevigiladasdecercaporelDiablo,existeunembalsequeescondeunsecretotangrandecomolasuperficiequeocupa.

Es un embalse formado por los cauces de varios ríos que aquí convergen peroconstruido por lamano del hombre. Lo cual significa que hace apenas cincuenta años noestaba ahí. En su lugar había un fértil valle, atravesado por un río nomuy caudaloso queservía de unión a los pueblos que florecieron a sus orillas.Nomuchos, porque esta tierranuncaestuvomuypoblada.Eraunlugardesosiego,desilencio,debosquesfrondososydevida tranquila que se enorgullecía de saber recibir al visitante sin tener en cuenta sucondición.Algunossóloibandepaso.Otrosbuscabanlasriquezasqueestoslugarespodíanofrecer.Talvezporesocadaañollegabangentesdetodotipo,desdehumildestrabajadoresquehabíanahorradodurantemuchotiempoparacostearseunabreveestanciaeneste lugar,hastareyesconsuséquitodesirvientesyfotógrafos.

Tiermas, en el centro del valle, fue desde antiguo uno de los enclavesmás visitados.Despuésdelincendio,quedestruyóelbalnearioyelhotel,seempeñarongrandesesfuerzosen su reconstrucción. Las obras empezaron en un tiempo récord. Trabajaron en ellocentenaresdehombres,losmejoresarquitectosdelmomentosupervisaronsuevoluciónyenmenosdeunañoelcomplejovolvíaaofreceralvisitanteilustreyalquenoloeratodosuesplendor de otro tiempo, renovado con algunos avances propios de aquella época defascinacióny cambios.La electricidad, por ejemplo,multiplicó las comodidades del lugar.Tambiénel teléfono.Fueelprimerestablecimientodelpueblodesdedondesepudoutilizaraquel invento portentoso que permitía mantener una conversación con alguien que seencontrabaadistancia,yconunanitidezasombrosa.Muchosibanhastaallísóloporadmirarelaparato,frentealquetodoslosdíasseformabaunalargacola.Porúltimo,secomprarondos automóviles que traían y llevaban a los viajeros desde la estación de ferrocarril máspróxima,reciéninaugurada.Elincendio,pues,nosupusoelfindeaquellariqueza,sinomásbientodolocontrario.EnestecasoresultamuyapropiadodecirqueelbalnearioyelHotelReina Regente resurgieron fortalecidos de sus cenizas. Nada hacía presagiar en aquelentoncesqueaquelloslugares,contodossuslujosyesplendores,acabaríandurmiendobajolasaguas.

HoynosepuedevisitarlazonaypronunciarenvozaltaelnombredeTiermas.Hacerloesllamardeinmediatolosmásnegrosrecuerdosdeaquellosqueconocieronelpuebloolospeoresauguriosdequienesnuncaestuvieronallí.Lamayoríacreequesupuebloessóloun

recuerdo.Sinembargo,Tiermassigueexistiendo.Aunqueenellugardondeselevantaronlascasas, los palacios, la plazamayor, las calles empedradas, la iglesia parroquial, el lujosohotelyelbalneario,hoysólopuedaverselallanuraazuldelasaguascalmas.

Sinembargo,hayquienhavistomásqueeso.Hayquienafirmaqueenlosveranosmáscalurosos,cuandolasaguasdelembalsebajanhastadejaraldescubiertolascasasdeloquefue un pueblo lleno de vida, los fantasmas de aquellos que lo habitaron regresan a susmoradas.Esporeso,explicanloslugareños,quenoesextrañoverluzenelinteriordelasespectralesviviendasquelasaguasdejanaldescubiertomuydevezencuando.LosfantasmasdeTiermassontanfamiliaresenestosparajescomoensudíapudieronserlolosvecinosoelpropio campanario de la iglesia: ya nadie se asombra de ellos.Nadie se extraña de oír elchasquidodesusescobas,afanadoscomosuelenestarporbarrerelfangodelosmosaicosdelascasas.Enelfondo, losespectrosdeTiermashacenunfrentecomúnconlosvivosenladefensa de lamemoria de su pueblo inundado: ellos tampoco pueden concebir que cuantotuvieronen lavidaduermahoybajo las aguasdeYesa.Por eso cuando regresan a lavidadesde la muerte, toda su preocupación es devolver el esplendor a lo que ya no lo tiene.Barren, friegan, recogen pecesmuertos, desescombran... Y sólo las lluvias de otoño y lascíclicascrecidasdelasaguassoncapacesdeterminarconellosyconsufrenéticaactividad.

Sisepreguntaalosmásancianosporlasrazonesqueesgrimieronotrosparaobligarlesa abandonar sus casas para siempre, hablarán de políticos incompetentes que no supierondefender los interesesde losciudadanos,quevendieronelpuebloporunpreciodemiseriapreocupándose sólo de llenar sus bolsillos. Allí todos creen que aquello se podría haberevitado o que, por lo menos, se habría podido discutir, negociar, encontrar un modo dehacerlo.

La tristeverdadesquenadie lohizo.Elpueblono importabaanadie losuficiente.Unnefastodíade1953sedestruyeronlosdiquesqueconteníanel ríoysedejóqueelvalleseinundara. Las aguas comenzaron a invadirlo todo. Cubrieron el empedrado de las calles,alcanzaronlasventanas,anegaronelhotel—losgabinetes,elsalóndelectura,elrestaurante,lashabitaciones, lapistadetenis...—,convirtieronenpantanolaplazamayor,alcanzaronelaltar de san Miguel en la iglesia parroquial, y continuaron imparables hasta cubrir elcampanario y dejar el pueblo allá abajo, transformado en una capital submarina, en unaciudad silenciosa, fantasmal, por donde desde ese día sólo transitarían los peces. Y así haperduradotodosestosaños.

Esoesloquepocosrecuerdan:queTiermassigueallí.CuandoseobservalasuperficiedelasaguasdelembalsedeYesaenunanochedeluna,convienesaberquebajoesecaminodeplatadibujadoenelaguaoscuracontinúanviviendoelhotel,elbalneario,laplazamayor,laiglesiadeSanMiguelycadaunadelascasasqueantañoestuvieronllenasdevida.

***

Yo pertenecí a la última generación que pudo pasear por aquellas calles antes de su

destinofinalbajolasaguas.Eramuypequeñacuandomipadremellevabaaverlatumbade

mitíaMicaela.MihermanoCosmenisiquierahabíanacido.—Teparecestantoaella...—solíadecirme.

MICAELAALBÁS

1901-1918TUHERMANOURIELNOTEOLVIDARÁ

Aquelnichoeralaúltimaposesiónquemifamiliaconservabaenelpueblo.Peseaque

yosóloteníaochoaños,recuerdomuybiennuestraúltimavisitaantesdelainundación.Mi padre acababa de depositar un ramo frente a la lápida de su hermana. Levantó la

mirada,entornólosojosypronuncióunafrasequemepareciócargadademisterio:—Es como si todo esto fuera a desaparecer pronto. ¿Tú no lo sientes? Como si

estuviéramosenunlugarque,enrealidad,noexiste.AquellanocheviporprimeravezamitíaMicaela.Abrílosojosenplenaoscuridady

allí estaba, suspendida sobre mi cama. Entre su nariz y la mía apenas había un palmo deseparación.Teníaloslabiosresecosyvioláceos.Supielresplandecíaenlanegrurayparecíatraslúcida,comoladeunagranmedusa.Sulargocabellonegroparecíaflotarenelaire.Meimpresionóelsilencioespesoquelarodeaba.Unsilenciodemuertasubmarina,denadadoraperpetua.

Sinembargo,peseatodoloqueacabodedescribir,supresencianomediomiedo.Noeraunespíritumaligno,nohabíavenidoahacermedaño,sinotodolocontrario.Sonreíaconternuramientrasmemirabacon infinitacuriosidad.Entoncesempezóahablarme.Nooísuvoz,peroentendíloquemeestabadiciendo:

—Teníamuchasganasdeconocerte,Luz—susurró.Mipadremecontóunavezquefueella,mitía,quienmebautizó.—Losnombressonmuy importantes.Aveces,conelnombrenosponeneldestino—

solíadecirme.—¿Ycuálesmidestino,papá?—preguntéunavez,sinacabardeentender.—Túeresluminosa,cielo.—Meacaricióelpelo,sonriócomocontristeza—.Atutíale

habríaencantadoconocerte.NomeatrevíadecirleamipadrequeMicaelameconocía. Igualqueyoaella.Desde

aquellaprimeranoche,yosentíasupresenciaamenudo.Aveces,aundormida,podíasentirsumiradafijaenmí.Abríalosojosyencontrabasurostroenlaoscuridad,resplandecienteysereno.Me observaba. Velaba mis sueños. Tenía cuidado de mí. Y, de vez en cuando, mehablaba.

—¿Tienesganasdereunirteconmigo?—preguntóunavez.—Noquieromorir-contesté.Meparecióquesusojossehacíanmásbrillantes.Ladeólacabeza.Extendióunodesus

brazosdelgadosypálidosymeacaricióunamejilla.Sentísumanofría,húmeday,alavez,suave.

—Novasapoderevitarlo,miniña—murmuró.

***

En Layana, mi padre encontró lo que andaba buscando: un lugar tranquilo donde

empezarunanuevavida.Compróunacasapequeñaycontratóaalguienquesehicieracargodelascuestionesdomésticas,paralasqueélnoteníaningúntalento.AsífuecomoconocióaJuliana, una muchacha del pueblo de apenas veinte años a quien el trabajo y lasresponsabilidadesnoasustabanenabsoluto.Eraunachicamásbienpequeñadeestatura,sinunevidenteatractivofísico—muydelgada,decabellocorto,usabalentes—yaprimeravistapodía dar la falsa impresión de poseer un carácter débil. Hablaba muy poco. En cambio,escuchabamucho,yconenormeinterés.Enlasreuniones,siempresequedabaenunsegundoplano,observando.Cuandoalguienlepedíasuopinión,laexpresabaamediavoz,comosinoestuvieramuysegura.Nolegustaballamarlaatención,poresosuestiloenelvestireramásbien austero. Sin embargo, en ella se cumplía a la perfección el viejo refrán sobre loengañosasquesonlasapariencias.

Juliana había crecido siendo lamayor de diez hermanos a quienes la guerra recientedejó huérfanos de padre. Su madre trabajaba en una casa importante de Biel, comogobernanta.Todoslosdíasabandonabasuhogarantesdelalbayregresabamuchodespuésdeoscurecer.Julianaestabatanacostumbradaallevarlasriendasdesucasacomonecesitadadedineroconquepagar lamanutencióndesushermanosmenores.Sepodríadecirquefue lasuerte de todos ellos. Y también la de Uriel Albás, quien supo ver en ella todas estasfacultades y le propuso matrimonio antes de que cumpliera los veinte años. Y aunque ladiferencia de edad entre ellos era notable—más de dos décadas—, Juliana no dudó ni uninstanteenaceptarsuproposición.Oncemesesmástarde,aproximadamente,nacíyo.Cuatroañosdespués,mihermanoCosme.

***

CuandomitíaMicaelamepreguntaba,conextremadulzura,sisentíadeseosdereunirme

con ella, en realidad me estaba hablando del Pozo del Diablo. Mi muerte estaba decididadesdeantesdeminacimiento,conesacontundenciadelascosasinevitables.Loqueocurriófue,nimásnimenos,loquedebíaocurrir.

Enplenacelebracióndemidecimoséptimocumpleañosllamaronalapuerta.Alamesaestábamos mis padres, mi hermano Cosme, Ezequiel —a quien, por fin, mi padre habíaaceptado,graciasa lacontinuada labordemamá—yyo.Mimadreacababade llegarde lacocinaconmitartadecumpleaños,adornadacondiecisietevelitasquesederretíansobreelchocolate.Enesemomento,sonóeltimbre.

—¿Estáisesperandoaalguien?—preguntómipadre.Todosnegamosconlacabeza.Élmismoacudióaabrir.—Nosoples,espérame—gritó,desdeelpasillo.Yacontinuación,seoyóelsaludodeunavozgrave,oscura,quenoreconocí.—Hola, sobrino. Cuánto tiempo sin verte. ¿Llego a tiempo para celebrar el

decimoséptimocumpleañosdetuhija?Esperoquemehayáisguardadountrozodetarta.

A todos nos extrañó aquella aparición repentina de un pariente del que ni siquierateníamosnoticia.Más aún cuandovimos aparecer por el salón a un hombre delgado,muyelegante,deportedistinguido,queparecíamásjovenquemipadre.Eraalto, teníaperillaybigotedeunrubiopajizoyenlasmanoslucíamásdemediadocenadeanillosquequedaronaldescubiertocuandosequitólosguantesdepiel.Nosfuepresentadodeinmediato:

—ÉsteesmitíoElvio.Papáparecíanervioso.En su frentebrillarondepronto algunasgotasde sudor.Había

empalidecido.Seapresuróatraerunasillaplegabledelacocinaylecediólasuyaalreciénllegado.

—Veoqueheelegidoelmomentooportuno.—SonrióelmisteriosotíoElvio—.Y,porlascarasdetushijosydetumujer,adivinoquenoleshashabladodemí.Porfavor,sobrino...qué descortés por tu parte. Pero no quiero interrumpir. Por favor, Luz, sopla tus velas decumpleaños.Ynoolvidespedirundeseo.Seguroquesecumplirá.

Hubouncrucedemiradasapenasperceptibleentremipadreysutío.Noerafácildarsecuenta,porquemipadrebajólosojosencuantonuestroparientelemiródirectamente.

Todalafamiliaaplaudióalunísonocuandoapaguélasvelas.TíoElvio,también,connopocoentusiasmoyafectación.

—No sabéis cuánto celebro conoceros por fin—dijo, mientras mamá me ayudaba acortar la tarta—.Unosasuntosdesuma importanciamehanobligadoaausentarmeduranteuna temporadaperoya eshoradequemeocupede ciertas responsabilidades inaplazables.Ellasson lasquemehanhechoregresar.Cosme,ereselvivoretratode tupadrea tuedad.Acasomásaltoyalgomásatlético.Presientoque,aligualquecontupadre,mevoyallevarmuy bien contigo.Y tú, Luz, eres la viva imagen de tu tíaMicaela, ya deben de habértelodicho.

—Sí,muchasveces...—respondí.—Ycontodajusticia—continuóél.Sevolvióahorahaciaminovio—:¿Ytúeres...?Ezequielselevantó,muysolícito,yextendiósumanohaciatíoElvio.—EzequielOsorio—dijo.También nuestro pariente se levantó para saludarle, con gran educación. Estrechó su

mano.Sonrió.Percibíunbrillodecomplicidadensusojosclarísimos.—Encantadodeconocerte,Ezequiel.¿Ycuáleselvínculoqueteuneaestadistinguida

familia?—SalgoconLuz—dijo.—Esmiprometido—respondíyo,casialmismotiempo.—¿Prometido? —repitió tío Elvio, con énfasis—. Qué interesante. Y tan jóvenes.

Presientoquetambiénvamosallevarnosmuybien,Ezequiel.Siempreycuandoyotambiénseadetuagrado,naturalmente.

—Oh,sí,señor.Porsupuesto—seapresuróacontestarminovio.Precisamente en ese instante mi madre le ofreció al tío una porción de tarta, que él

rechazóconungestoautoritariodesumanoderecha.—Azúcarno,porfavor.EndulzaríamiagriocarácterynomereconoceríaniDios.Le

cedomiporciónaLuz,queestáenedaddecrecer.Nosestábamosdivirtiendoconaquellasocurrencias.Eraunhombreextraño,perotenía

sentidodelhumor.Amíinclusomeparecíasimpático.Mipadre,quedómuyclaro,noloveía

deigualforma.Saltódelasillaysubiólavozmásdelacuentaparaamonestarle:—¡Yabasta!Fuerademicasa.Lamásincómodaanteestasalidadetonofuemamá.—Uriel,porfavor...—dijoconunmatizdesúplica.MipadreinsistióyvolvióadirigirseatíoElvio:—Hedichofuerademicasa.—Quévergüenza,Uriel—saltómamá—.TíoElvio,porfavor,noselotengaencuenta.Nuestro pariente se secó los labios con una servilleta, que acto seguido depositó con

cuidadosobrelamesa.Sepusoenpie,dirigióalospresentesunasonrisacortésymiróamimadrepara,articularsudespedida:

—Ha sido un placer, Juliana, pero me temo que ha llegado la hora de marcharme.Importantes asuntos que no puedo aplazarme reclaman. Igualmente, nuncame ha gustadopermanecermuchotiempoenelmismolugar.

Mipadreseempeñóenacompañarlealapuerta.Yaestabanfueradenuestrocampodevisióncuandooímossuvozcrispadadecir:

—Déjalaenpaz,malditoseas.Apártatedemifamilia.YlaarmoniosarespuestadetíoElvio.Suave,casimusical:—Nodigastonterías,Uriel.Sabesdesobraquenovoyadejarteenpaznunca.Niatinia

lostuyos.Buenastardes,queridosobrino.Hasidounplacerreencontrarte,aunquelaveladamehaparecidounpococorta.Ytalvezalgoinsípida.

Ydenuevolavozdemipadre,muyalterado:—Largodeaquí.

***

Ezequielinsistióeinsistió.«Quieroenseñartealgo»,decía.Mellevóensucochehastael

páramo.Unlugarhorrible.Unpozo.Unacasaabandonada.Seempeñóenentrar.Noséquérelaciónteníaélconaquelsitio.Estabamuyalterado,noatendíaarazones.

Cuandomicuerpocayóenlasaguasdelpozo,yanorespiraba.Yoyaloveíatododesdefuera, ya no me afectaba. Mi último recuerdo consciente fue un dolor insoportable,monstruoso, que se cobrómiúltimoaliento.Lo siguiente, el cuerpo luminosodeMicaela,flotandoenelaguaheladaconfulgordeanimaldelasprofundidades,susbrazosextendidosyabiertosysuvozdulce:

—Porfinpuedoabrazarte,Luz,queridaniña.Vasaquedarteconmigoduranteuntiempo.—¿Vivesenestepozo?—lepregunté.—Vivoentodaslasaguas.Enrealidad,nuncaestuveenotrolugar.Meagarrólamano.Sentíquemellevaba.—Tequedarásconmigountiempo,Luz.Ellosyanotenecesitan.Lo que ocurrió fue, ni más ni menos, lo que debía ocurrir.Mimuerte estaba escrita

desdeantesdeminacimiento.Talveztambiénloestabaloqueaconteciódespués.

Esdifícilcomprenderporquéencuentrotantoplacerenmordercarne fresca. Debe de ser parecido al placer que experimentáislos seres humanos al morder una manzana o una ciruela. Lacarne revienta bajo la presión de la mandíbula y de inmediatollega esa inundación de sabor, dulzura, frescor indescriptibles(sóloquelacarnehumanaesmásbiensaladaytibia).Yesoquealmorderunamanzanaounaciruelanosesiegaunavida,nosetrunca algo que aún debía permanecer aquí durante muchotiempo. Quiero decir, que no es lo mismo. Morder, arañar,chupar,rebañar...Ah,laschicasdelafamiliaAlbásmedepararonalgunos de losmayores placeres gastronómicos demi aluengaexistencia. Mi estómago y yo les guardaremos por elloagradecimientoeterno.

16

Ezequiel

(1940-2003)

Habíalunallenayelaguaestabaamuchaprofundidadperovialgoenelpozo.Poresocalléyporesodijeaquellaestupidezdearrojarunamonedaypedirundeseo,parasacudirmeel miedo de encima. Vista desde arriba era como un gran pez blanco. Una gran anguila,delgada,larguirucha,flexiblecomoquiennotienehuesos.Fuesólouninstante:elqueduraunmalpresagio.

Conocíalacasa.Habíapasadoallímuchotiempo,enlosúltimosdías.Todoempezóunpardesemanasatrás,alsalirdelaebanisteríaytropezarconaquelhombreque,segúndijo,meestabaesperando.Meparecióquenuncaantesnoshabíamosvisto.

—Quieroencargarteuntrabajo—dijo.Lerecomendéqueregresaraaldíasiguiente,cuandomi jefeseencontraraenel taller.

Eraaélaquiendebíahacerleelencargo,leexpliqué.—Amínomeinteresatujefe.Meinteresastú.Esatiaquienbusco—añadió.Lepreguntéqueporquéamí.Eldueñoteníamásexperiencia.—Megustalajuventud—selimitóadecir.Vestíatrajeoscuro,cruzadosobreelpecho,bajoelcualdestacabaunaimpolutacamisa

blanca.Llevabasombrerogris,abrigodelanillayzapatosdepunteraredondeadaybrillante.Gafas de montura dorada, perilla y bigote negrísimos y el pelo peinado hacia atrás conbrillantina.Eralapuraimagendeunaeleganciaalgopasadademoda,perorefinada.

Mepidióque le acompañarahasta su casa.Unautomóvil le esperaba a la vueltade laesquina.

—Anoserquetengasalgomejorquehacer,claro—seexcusó—.Tambiénpuedovolverotrodía.

—No, no, no tengo ningún compromiso —me apresuré a decir, animado por laoportunidaddeganarunabuenasumadedinero.Seveíaalaleguaqueaquelhombregozabadeunabuenasituacióneconómica.

Nospusimosencaminode inmediato.Lacasaestabaalgoapartadadelpueblo,enunazonaintermediaentreLayanaySádabaalaquenuncahabíaido.Meextrañócomprobarquelo que llamaba su casa era una mansión abandonada en mitad de un campo de zarzaslamentable.Elcochesedetuvo frentealportalónyélmepidióque leacompañarahastaelpisosuperior.Undesváncon techoadosaguascon lasparedes repletasdemuñecas.Hastaalcanzarlo recorrimos algunas estancias que parecían la antesala del infierno. Los restoscarbonizados de un incendio. Un lugar desolado. Al llegar arriba,me fijé en las robustasvigasdeltecho.Eranmagníficas.Loprimeroquepenséfuequesoportaríanmuchopeso.Noséporqué.Mianfitriónseñalólostresventanucosquemirabanhaciaelpáramoydijo:

—Necesitocontraventanasnuevas.Enefecto,laspreexistentessobrevivíandepuromilagro.Aunquenosepodíaconsiderar

supervivenciaaaquelestadodedecrepitud.Másalládeloscristales,ensumayoríarotos,loqueenotrotiempofueroncontraventanascolgabansobreelvacío,agarradaspormilagrodeuna sola bisagra, llenas de grietas cuando no de muescas, desconchones y algunos restosnegrosquehabíadejadoelpasodelaslenguasdefuego.

—¿Sabráshacerlo?—preguntó.No era la primera vez que realizaba un trabajo así. La mayoría de casas del pueblo

mantenían aún sus contraventanas de siempre, y en nuestra ebanistería estábamosespecializadoseneste tipodearreglos.Loatípico,enestecaso,eraelcliente.Yonohabíaconocidonuncaaningunocomoél.Tambiénibaaserfabulosalaremuneración,aunqueenaquelmomentoaúnnohabíamoshabladodeprecio.

—Porsupuesto—respondí.—Bien.—Dio una palmada que sonó acolchada por sus guantes de piel. Parecíamuy

animado—.Mealegraoíreso.¿Cuándopuedesempezar?Trabajédurantenuevedías.Alcerrarlaebanistería,subíaasuvehículo,quemeestaba

esperando en la esquina, y el chofer me llevaba hasta la casa. Me llamaba la atención elsilencio del conductor. Durante todo el tiempo que se prolongó mi servicio jamás le oípronunciarunasolapalabra.Teníalapielgrisylosojossinexpresión,perovestíaconsumaelegancia:ununiformeajuegoconsugorra,yguantesblancosimpolutos.Hacíasutrabajoconelmismorigorconquemanteníasusilencio.

Miclientehabíacompradoparamímaderayherramientas.Tambiénseencargabadequealllegartuvieraalgodecomidapreparadaenunabandeja.Yonuncavianadieporallí,salvoalchofer,quemeesperababostezandoyescuchandolaradio,perolaverdadesquemásdeunavezmeparecióqueolíaacomidacuandoentréenlacasa.Algototalmenteimposible,porcierto,enunlugardevastadocomoaquél.

Laverdadesquehiceungrantrabajo.Talvezelmejorhastaesedía.Selomostréamicliente,llenodeorgullo,nadamásterminar.Supealinstantequehabíaquedadosatisfecho.Enmis años como aprendiz y como operario había aprendido muy bien a distinguir, por elrostrodelosclientes,siestabancomplacidosono.

—Es exactamente lo que quería —dijo, abriendo y cerrando una de las nuevascontraventanas—yvoyapagartecomomereces.

Meextendióunchequeporunacantidaddescabellada.Veinteveces loquemehubierapagadoencasodehabermepagadomuybien.

—Esdemasiado—ledije,nadamásverlo—.Conestopodríadejardetrabajaromontarmipropionegocio.

Seencogiódehombros.Seacaricióelbigote.Brillaronsuspupilastransparentes.—Sergenerosoconquienesmesatisfacenesmipeordefecto—dijo—.Yaúnhaymás.

Toma.Me entregó una llave. De hierro, grande y oxidada. Fue como un truco de

prestidigitador,comosilahicieraaparecerdelanada.—Traeatunoviaavisitarestelugar—dijo—.Legustaráconocerloquenohacetantos

años fue la residencia de su familia. Y, por lo que a nosotros respecta, no tardaremos envolveravernos.Yatedijequeíbamosallevarnosmuybien.

Fue entonces cuandopercibí el parecido entremi generoso cliente y elmisterioso tíoElvio que algunos años antes había interrumpido la celebración del cumpleaños de Luz.Asentí,confundido,preguntándomecomonomehabíadadocuentahastaesemomentodequesetratabadelamismapersona.Porunlado,eraevidentequeeraelmismohombre—aquelportedistinguido,elbrillodesusojos,susademanesdegranseñor,eltonogravedesuvoz— pero, por otro, había diferencias físicas notables entre ambos: la estatura, el color delcabello,losrasgosdelacara...

No reparé ennada cuandome fuide allí, conel chequey la llave abuen recaudo.Laúltimaimagenquerecuerdodeélesaquellasonrisaenigmática,casicínica.Bajélasescalerastan aprisa como me permitieron mis piernas. De pronto, tenía prisa por dejar atrás todoaquello. Subí al coche sin perder un segundo y durante todo el camino me resultóinsoportableaquelsilencio,porotraparte, tanhabitualenelempleado.Alllegaracasameencerréenmicuarto.Creoqueteníamiedo.

***

Nunca más, desde aquella noche en que Luz murió, conseguí desprenderme del

sentimientodeculpa.Detodoslossentimientosquepuedenllevarseacuestasporlavida,laculpa es elmáspesadode todos.Sepuedevivir con tristeza, connostalgia, con rabia, condeseos de venganza. Pero la culpa te corroe los pensamientos y acaba por invadir cadaparceladetuexistencia,dedíaydenoche,elrestodelosmiserablesdíasquetequedenporvivir.

Todo loquehice a partir de esanoche tuvo comoúnicoobjetivo librarmede aquellaculpa mortífera que no me dejaba respirar. Me convertí en un ser huraño, tosco, casi undesequilibrado.Nadameimportabamásquedejardeoíraquellasvocesqueatodashorasmesusurraban: ha muerto por tu culpa, tú la empujaste, sin ti seguiría viva. Hubiera hechocualquier cosa por librarme de ellas. Y de hecho, lo hice. Hice cualquier cosa. Volví aencontrarmeconmiclienteyestavezaceptéunasumadedineromuchomayor,casiinmoral.Lehubieraentregadoacambioloquemehubierapedido.Sinembargo,mehizounencargoextravagante.Mepidióquepintarauncuadro.

—Yonosépintar—ledije.—Teequivocas.Tienesmuchotalento.Essóloquenolohasdescubierto—respondió.—¿Yquéquierequepinte?—Loprimeroqueacudaatumentecuandopienseseneldesván.Cerré losojosyvielcuadroqueaúnnohabíaempezado: todasaquellasmuñecascon

susojosfijosenmí.Fijosenelespectadorquelasobservaconlamismainclemencia.Comolaotravez,habíadispuestotodoslosmateriales.Terminéenunpardetardes.Mi

cliente tenía razón: mis manos definían formas y aplicaban colores como si fuera algonaturalparaellas.

Antes de volver al pozo—¿no dicen que el asesino regresa siempre a la escena delcrimen?—fuiaveraCosme.Leentreguéeldinero.Lepedíquelopusieraabuenrecaudo.Le

pedíquefueramialbacea,miadministrador,miamigo,laúnicapersonaquemequedabaenelmundosimeocurríaalgo.

—¿Quétevaaocurrir,Ezequiel?Nodigastonterías—tratódequitarleimportancia.—Prométemequeloguardarásyledarásbuenuso—dije.—Claroquesí,hombre.Teloprometo.Pensé que de noche seríamás fácil volver a ver a la criatura del pozo.Ahora estaba

segurodequeallíhabíaalgoyqueríaaveriguarqué.Peromiverdaderaintenciónalregresara aquel lugar no era otra sino encontrar el cuerpo de Luz, que seguía desaparecido.Albergabaaúnlaesperanzaabsurdadeencontrarlaviva.Poresomearriesguécomolohice.Poresoatravesélosprecintospolicialesquerodeabanellugar,poresolevantélagruesalonanegraquehabíandejadocaersobreelbrocal,poresomearriesguéasermalinterpretado,aser tomadoporundelincuente.Enaquelmomento, sinembargo,yonopodíani sospecharqueseguíanmispasos.

Alprincipio,notuveéxito.Gritéelnombredeminoviavariasveces,arrojéguijarrosalredondelde aguanegraque apenas sevislumbrabaallá abajo.Me senté a esperar.Casimedormídeaburrimiento.Paseéparadespejarmeunpoco.Volvía lacarga,yaconvencidodequetodoaquelloeraunaestupidez.Yfueentoncescuandopercibíquealgoseremovíaalláabajo. El agua sonaba agitada y yo vislumbré fugazmente la blancura de un cuerpo queparecía poseer luz propia. Fue sólo un instante antes de darme cuenta de lo que estabaocurriendo:loprimeroquevifueronsusmanos.Unpardemanosblancas,deuñaslargasysucias,surcadasdevenasazuladas,subíanagarrándosealostravesañosdelaescalerainteriordelpozo.Pocodespuésdistinguísusojos,grises,opacos,turbios,ysucabelleranegracomoelalquitrán.Estabadesnudayeraunacriaturarepugnante.Teníalapielblancacomoladeunasepia y serpenteaba comouna culebra.Trepabapor la escalera a granvelocidad, congranpericia.Antesdequepudierahuirestabaamialtura.Nomehabló,noporlomenosdelmodoenquelohacenlaspersonas.Sinembargo,entendímuybienloquehabíavenidoadecirme.Sus labios se abrieron y cerraron en el silencio sin que de ellos saliera ni un sonido. Elmensajemásbienparecíaresonardentrodemicabeza.

—Esmía—dijo—.Ahoraesmía.Vetedeaquí.Comprendíqueseestabarefiriendoaminovia.Tratédeagarrarla,perosupielerafríay

resbaladizacomoladelpescadocrudo.Sonrió,satisfechapormifracaso,mostrándomeunpardeencíasnegrascomoelpozodelqueacababadesalir.

—Porfavor—ledije—,devuélvemela.Yolaamo.Vamosacasarnos.Nisiquieramedejóterminar.—Búscateaotra—ordenó—.Yotambiénlaamo.Yyonopuedobuscaraotra.Intentémirarhaciaelinteriordelagujero,peroellameloimpidió.Algomedecíaque

encontraría aLuz allí dentro, y queme ayudaría a oponerme a los argumentos de aquellacarceleratanpocorazonable.

—Ahoraesmía—repitió—.Márchateydéjalaenpaz.Regresó al pozodejándose caer al vacío.Su caída sonó comoungolpe amortiguado.

Miréa laprofundidad,peronovinadamásqueel rastrodeunbrilloenel agua,como laestelaquedejanlasembarcacionescuandoterminandepasar.Desdemuycercamellegóunavozfuerteyclara:

—Alto.Policía.Arribalasmanos.

Fueunapesadilladelaquenuncasalídeltodo.Sufrí,mientrasaúnrecordabaconnitidezlosdetalles,diversascrisisnerviosasquelosmáscercanosinterpretaroncomolossíntomasdeunaenfermedadmental.Cuandovariosañosdespuésempecéarecuperarme—lamemoriaescomoundepósitoquesevacíapocoapocosinremedio—yyasinnadieenelmundoaquien recurrir más que Cosme y su familia, no les resultó difícil encontrar un sanatoriodondemeadmitieran.Naturalmente,Cosmesehizocargodetodoslosgastos,quepagóconmipropiodinero,yelrestodelosmiembrosdelafamiliaselimitaronasuspiraraliviadosyempezaraolvidarmepocoapoco.

Supongo que es necesario que aclare que nunca estuve loco. Perdí todo interés —ytambién toda la fe— en la comunicación humana. Me convertí en el hombre huraño,silencioso y extraño a quien lomás fácil era tomar por enajenado.Yyo lo consentía y lofomentaba,porqueenelfondoeramejorasí,ademásdemuchomáscómodo.Meconvertíenunaleyenda,elchicoraro,elhombreraro,elviejorarosobrequiengravitabanmilhistoriasmacabrasperocuyavidarealnadieseatrevíaaindagar.

Tenía sus ventajas. Nadie me molestaba. Podía entretener mi tiempo a mi antojo.Dormitaralsol.Paseardevezencuando.Verlatelevisión.Leerlaprensa.Todosmedejabanen paz. Nadie se atrevía conmigo. Era mejor para mí. No soporto que se metan en misasuntos.Nomegusta recordar el pasado.Mipasadoesunapesadillade laque, si pudiera,escaparíacongusto.

Fue en televisión y por casualidad donde oí hablar por primera vez del espíritu delembalsedeYesa.Eraunodeesosprogramasdedicadosa lodesconocido,que suelenestarrepletos de mentiras y de mentirosos que fingen haber protagonizado hechos fabulosos.Nuncadoycréditoaestetipodepatochadas.Peroaqueldíallamómiatencióneltestimoniodeunamujer.Erademedianaedad,noparecíaunapobremujeraquienhabíanconvencidoparaquecontaracualquiercosaacambiodealgúndinero.Másbienalcontrario,aparentabaciertonivelcultural,vestíabien,eraguapa.Asuladoestabasumarido,asintiendoensilencioyconelceñofruncido,comosiledieralarazónentodoconmuchagravedad.

—Estábamos dando un paseo. Como ha llovido poco este año, las aguas están bajas.Queríamos ver el campanario de la iglesia del pueblo que, dicen, subsiste en el fondo delembalse.Y lovimos.Perfectamente.Ya regresábamoscuandooímosalgoenaquellaparte.Unruidomuyraro,comouncrujidooalgoasí.Estabaallí.Creoqueeraunamujer.Teníalapielmuyblanca,elpelomuynegroymuylargoyselemarcabanunasvenasmuyazulesportodaspartes.Estabadesnuda.Noeraunapersona,esoseguro.Quierodecirunapersonaviva.

Un reportero, apostado junto al embalse con unmicrófono en lamano, informó actoseguidoqueenlasúltimasdossemanashabíanmuertoenYesamediadocenadepescadores,todoshombresytodosenextrañascircunstancias.«Esteesunhechoprobado,peroparaloshabitantesdeesazona,nopuededeberse sóloaunacasualidad», era la frasecon laqueelperiodistarematósuinformación.

Supe al instante de quién estaban hablando y el corazón seme aceleró.Enmis labiosdebiódedibujarseunasonrisadeamarguraalsaberquetodoesoocurríaenelembalsedeYesa.Teníaunaextrañacoherencia,unacoherenciamacabra,queLuzoloquequedaradeellapudieraestar,precisamenteallí.

—¿Dequéteríes,Ezequiel?—preguntóunenfermero,alverme.No respondí. No me reía. Todo aquello no hacía más que despertar mis peores

sentimientos. Actualizar mis culpas, avivarlas.Más bien estaba haciendo planes. Planes defugaparaaquellamismanoche.

Llegué a Yesa al amanecer, después de hacer autoestop sin éxito durantemás de treshoras.UncamioneroquesedirigíaaPamplonamerecogiópasadaslasdos.

—¿Noesallídondelagentevefantasmas?—preguntó,aloírmepronunciarelnombredelembalse.

—Aesovoy—respondí—,abuscarunfantasmaqueperdíhacetiempo.Riódeunmodounpocofanfarrón,golpeóelvolanteyañadió:—Québueno.Eresuntíomuygracioso.Estáshechounapiltrafa,perotienesgracia.Eramejorasí:quenadieentendieramisverdaderospropósitos.No la encontré de inmediato, como es fácil suponer.Estas cosas requieren su tiempo.

Busquéel lugarmásapropiadoyesperé.Lapresenciadelosvivos,ahoralosé,atraea losmuertos como la comida a los peces.Yomismo era el cebo.Y ella no tardó en aparecer.Primerosusmanos,aferrándosealaorilla.Luegosucabelleranegraylaspalabrasquenoprecisabandesuslabiosparallegarhastamí:

—Venconmigo,Ezequiel.Abrázame.Tengofrío.Porfavor,abrázame.Reconocí al instante a la criaturadel pozo.Ahoraparecíadesvaliday frágil, pero era

evidentequeestabamintiendo.Podíaengañaraseispescadoresanalfabetos,peronoamí,queempezaba a saber todo el horror que hay en la otra cara de la moneda del mundo. Ellainsistía:

—Porfavor,acércate.Tengomuchofrío.Hacefríoaquí.¿Noquieresdarmeunabrazo?Porfavor,Ezequiel.Abrázame.

Nomedejéconmover.Desdedondeestaba,sinmoverniunmúsculo,lepregunté:—¿YLuz?¿Dóndelaescondes?Cambiódeactitudalinstante.Seirguió.Endurecióeltonodesuvoz.—Luzesmía.Búscateaotra.Yatelodijeunavez.—Noquierobuscaraotra.QuieroquemedevuelvasaLuz—repliqué.—Luzesmía—repitió—yyolacuidomejorquetú.Conmigonovaaocurrirlenada

malo.Pusoeldedoenlallaga.Callé.Ellaempezóaretrocederpocoapoco.Parecióentender

que había ganado la batalla y regresó a las aguas del embalse. El sol brillaba sobre lasuperficiedelagua.Hacialamitaddellago,seveíaclaramenteelextremodelcampanariodeSan Miguel sobresaliendo de las aguas. Si no llovía, aquel año la sequía se iba a hacerinsoportable en la zona. Se estaba llegando a extremos históricos. Las aguas deYesa, porejemplo,nohabíanestadotanbajasdesdequeellugareraunvalleynounembalse.Peseatodo,elentornoeraidílico.Unlugarenelquelacontemplacióndelanaturalezaseconvertíaenunaexperienciaúnica.

—¿Deleitando los sentidos antes de que te hagan regresar al manicomio, mi jovenartesano?—oípreguntaraunavozfamiliar,amiespalda.

Antes de volverme a ver su porte distinguido ya sabía a la perfección a quiéncorrespondían aquella voz y aquellasmaneras. Era el supuesto dueño de la casona de losAlbás,elsupuestotíodequienyanuncaseríamisuegro,elsupuestoclienteadineradoquemehabíapagadounafortunaporunascontraventanasyuncuadrodesusmuñecas.Enrealidad,leconocíamuybien,peronosabíanadadeél.Pesea lorocambolescodelencuentro,yde lo

atípicodellugardondeésteseproducía,nomeextrañóconstatarque,comotodaslasotrasveces,ibavestidoconunaeleganciapróximaalamaneramiento:sutrajeoscuroycruzado,elsombrero, lacamisaimpecable, loszapatosresplandecientes, losguantesdepiel.Sóloalgoera distinto: llevaba una flor en el ojal. Se dio cuenta enseguida de que eso llamaba miatención.

—Veoqueapreciaslospequeñosdetalles,Ezequiel.¿Teagradanlasflores?Herobadoesta gardenia del jardín del hotel, esta mañana. Si tuvieras un ojal donde lucirla, te laregalaríagustoso.Aunquenoestoyaquíparahablardeflores.Hevenidoaproponerteotronegocio.

—Nomeinteresatudinero.Notengocómogastarlo—respondí.—Yaséqueeldineronoteinteresa.Noesesoloquequieroofrecerte.Lo atípico de la cuestión me forzó a escucharle. Aquel hombre siempre conseguía

salirseconlasuyay,además,parecíatanacostumbradoaelloquenisiquieraseasombraba.—Me ha parecido advertir que deseas volver a ver a tu novia —dijo, con tanta

naturalidadcomoquientrataunasuntoperfectamentenormal.—Asíes—contesté.—Yoestoyencondicionesdeayudarte.Aunquedeboadvertirtedequetalveznolaveas

tanacicaladacomoenellaeracostumbre.Diezañosbajoelaguasonmuymalosparalapiel.Diez años. Costaba creer que hubiera transcurrido tanto tiempo desde la pesadilla del

pozo. La pesadilla queme perseguía día y noche y que—aunque eso no podía saberlo—habríadeperseguirmehastaelfindemisdías.

—¿Nomedicesnada?¿Noteinteresaeltrato?Bien,loentiendo.Eraunaposibilidad...La paciencia no era, desde luego, una de las principales virtudes de mi enigmático

visitante.Yasemarchabacuandoledetuve.—No,no,espera.Puedequemeinterese.—Ah,bien.Excelente.Sedetuvo.Cruzólasmanossobreelpecho.Suspiró.—¿VolveréaveraLuz?—pregunté,incrédulo.—Enefecto.—¿Viva?—Esoespocoprobable,por loqueya tehedicho:diezañosbajoelaguanoresultan

muybeneficiososparalasalud.—Pero¿tendrélaseguridaddequeesella?—Sinningunaduda.—¿Podréllevarmesucuerpo?¿Entregárseloasufamilia?¿Podráhaberunentierro?—Bueno...esloquesuelenhacerlasfamilias,digoyoqueafaltadeideasmejores,con

loscadáveresdesusseresqueridos.Losentierran.Podríancomérselos,disecarlos,donarlosalaciencia.Peroellosprefierenenterrarlos.

Parecíadivertirsemuchoconaquellaconversación.—Muy bien... Creo que acepto —dije, aunque había algo en todo aquello que no

terminabadeconvencerme.—Alto, alto. Aún no te he dicho qué quiero a cambio —dijo, levantando una mano

enguantada.Le presté atención, en un silencio lleno de curiosidad. Estaba preparado para oír

cualquier cosa: que practicara la escultura o que le construyera unamesa, un puente o unataúd, todo me habría parecido normal en aquellas circunstancias. Lo que me dijo, sinembargo,superabaconcrecesmisprevisionesytambiénmiimaginación:

—Quieroquemeentreguestualma.

***

Dosmeses después, la sequía avanzaba, persistente. Las aguas de Yesa habían bajado

tantoqueporprimeravezdesdequesedestruyeronlosdiquessepodíavolveracaminarporlascallesdeTiermas.Parahacerloseacercaronhastaallímuchoscuriosos,descendientesdeantiguoshabitantesdellugaromerosturistas.

Fueunodeesosvisitantesocasionalesquien,alentrarenlaiglesiadeSanMiguel,cuyosueloestabasembradodepecesmuertosqueaúnnadiehabíarecogido,descubrióelcadáverde Luz tumbado sobre el altar. Pese a los diez años transcurridos, el cuerpo no se habíacorrompido.Lapielmanteníasusuavidadcasioriginal,aunqueestabasurcadadeprofundosarañazossanguinolentos.Teníarotalacolumnavertebral,ylasmarcasdevariasdentelladasnohabíanrespetadoniunasolapartedesucuerpo.Estabadesnuda,teníaelcabellomáslargoquecuandomurióyllevaba,prendidasobrelaorejaderecha,unagardeniablancaqueparecíareciéncortada.

Detesto profundamente a las clases dirigentes. Se trata de eseodioquesóloescapazdeinspirarnosloqueconocemosbien,elrechazohacialapropiasangre.Cuántosdemoniosserefugianamenudoenese tipopeculiardesereshumanosymanejandesdeallí sus hilos invisibles. Sólo hay que permanecer atento a lasocurrencias y las acciones de los gobernantes para entender aquiénes de ellos les vendría de maravilla un exorcismo. Sinembargo, a veces los exorcistas también sirven de refugio ademonios, de modo que nuestra presencia en el mundo seconvierteenun juegodeabsurdosa lavezqueenuncuentodenunca acabar. Poseer el cuerpo de uno de los políticos deTiermasnofuelomásexcitantequemehaocurridoenlavida,laverdad.Sinembargo,lasconsecuenciassímerecieronlapenay,ya se sabe: bien está lo que bien acaba (como dijo uno de losnuestros).Bienconducido,se lepuedehacercreeraunpolíticoquelomásbeneficiosoparasupuebloosuciudadesyacerparasiemprebajolasaguas.Jamáshayquesubestimarlaestupidezdeun prohombre. Puede ser inabarcable y en expansión, como elmismoUniverso.

17

Rebeca

(1986-2003)

¿Quéhabríaocurridosinosemehubieracaídoelteléfonodentrodelpozo?Mientras tanteaba la oscuridad, sentía la frialdaddel aguay oía la vozdeBernal, que

empezabaaparecerangustiada,sentídeprontoalgofrío,blandoyviscosoagarrándoseconfuerzaaunodemistobillos.

Apenas tuve tiempo de volverme amirar.Me pareció ver fugazmente un cuerpo querefulgíaenelagua.Nisiquierapudepreguntarmequéextrañopezeracapazdevivirenaquellugar,enaquellascondiciones.

Noeraunpez.Tiródemícontalfuerzaqueelaguaahogómisgritosdepánico.Bajoelpozohabíatodounmundodeoscuridadyfríoalquelleguécontramivoluntad.Pataleé,lancémanotazos,tratédeliberarmitobillodeaquelabrazomortal,perotodofueenvano.Aquellacriatura,loquefuera,mearrastrabaatantavelocidadqueeraimposibleresistirse.Lointentéalprincipio,pero las fuerzasmeempezarona flaquear cuandome fuiquedando sinaireyfinalmente no pude hacer otra cosamás que dejarme convertir en un bulto que cualquierahabríapodidoarrastrarasuantojo.

Fueentonces,alabrirlosojosyverconasombrosanitidezelrostrodeaquellaquemehabía capturado, al darme cuenta de queno respirabay que sin embargo existía de algunaforma,cuandocomprendíqueacababade traspasarunumbraldesconocidoque,al finyalcabo, tampocoestabatanmal.Sóloeradiferente.SiBernal,omihermana,hubieranestadoallí,habríanpronunciadoelmismocomentariodesiempre:«ARebeca,nohaynadaque leparezcarealmentemal.»

Mirándome con una expresión que me pareció de asombro tenía frente a mí a unaextrañamujer, de largos cabellos negros y pielmás blanca que el papel.Además, parecíabrillarconluzpropia,comolaesferadeunreloj.

—Cuántome alegra que hayas venido—dijo—. Llevaba tanto tiempo sola... Y es tantristelasoledad...Tardeotemprano,tambiéntúterminaráspordescubrirlo.

Me acarició lasmejillas con ambasmanos.Memiraba con ojos de infinita ternura ysonreíaconmuchatristeza.Repitió:

—Québienqueestésaquí,Rebeca.Lasoledadestantriste...Nomegusta.—¿Meconoces?—pregunté.—Claro.Muchomejordeloquetúcrees.Ydesdehacemuchotiempo.—¿Quiéneres?—Micaela. Fui la hermana melliza de tu abuelo Uriel, aunque también fallecí a los

diecisieteaños,laedadexactaquetienestúahora,enunincendio.Yoestabaconfusa,aunquetranquila.

—¿Estoymuerta?—pregunté.—Sí,querida—dijo,conotracaricia,yotrasonrisatriste.—Mesientotanbien...Era un bienestar extraño, similar a la placidez del sueño que llega cuando estásmuy

cansada.Micaelanoparecíacompartirestasensación.Selaveíainquieta,talveztemerosadealgo.Luegoestabaesemodoatolondradodehablar,agranvelocidad,repitiendovariasveceslasmismascosas.

—Esmaravillosoquehayasvenido.Maravilloso—volvióadecir.—Peroyonoquieromorir.—Nadie quieremorir a los diecisiete años, querida. Pero contra eso no hay remedio.

Debesaceptartudestino.Essuperiorati.—Noquieroaceptarestedestino.Noquieromorirme—protesté.—Yonopuedohacernadacontraeso.Sólosoyunaenviada.Notienesotroremediosino

aceptarlo.Cuantoanteslohagas,muchomejor.—¿Unaenviadadequién?Entonces me habló de la pesadilla que desde hacía siglos se cernía sobre las

primogénitasdenuestrafamilia.Lohizoasumodo.Esdecir,embrolladamente.—Es un sacrificio. Así llegué yo aquí a los diecisiete años, igual que tú y que tantas

otras.Anteshubootrasmuchas,casitreintaentotal.Todasmurieronalosdiecisieteaños.Yasí ha de seguir siendo durante generacionesmientras la familia exista. El sacrificio de laprimogénitapocodespuésdecumplir losdiecisieteaños.Nohay remedio.Tenpor seguroque el sacrificio continuará.Él velará por que continúe.Ledivierte.Creoque sólo es eso:mientras le divierta, continuará. Es un juego, pero un juegomacabro.A él no le importa.Nada,enrealidad,leimportasinoélmismo.

Intenté interrumpirla, pero no me escuchó hasta que hubo terminado. Sólo entonceslogrépreguntar:

—¿Dequiénmehablas?¿QuiénesÉl?Bajólavoz:—Nuestrodueño.ElDueñodelasSombras,elSeñordeloOscuro.ElAmodelFuego.

El Guardián de las Aguas. La Estrella de la Noche. El Constructor. El Ángel Caído. ElPolíglota.El Íncubo.EselSerde losMilNombres.Loúnicoquedebes saberesquees tuDueño.Tieneinfinitosnombresperonoimporta.EstuDueño.Puedesllamarleasí.Sólo«miDueño».

—No—repliqué—.Yonotengodueño.Sus ojos opacos se posaron en mí. Su tono de voz era como el de una madre

explicándoleconmuchapacienciaaunniñoalgoelemental.—Ahora sí lo tienes, querida. Por eso estás aquí. Ya no eres libre. Puedes llamarle

Dueño,queescomolellamoyo.Noleenojaquelellamemosasí.Noleimportará.Unaideaperegrinaempezóagerminarenmicabeza:¿habríaalgoquehacerenaquella

situación extrema?Nuncahabíapensadoqueuna contingencia tan extraña como la quemeestabaocurriendopudieraserlamuerte.Mehabíacaídoaunpozoyestabahablandoconunaseñorafluorescentequedecíasermitíaabuelaacercadealguienque,alparecer,gobernabanuestrosdestinosyselopasababombahaciéndolo.Talvezenunasituacióntanabsurdateníaalgúnsentidobuscaralgunasoluciónigualmenteabsurda.

—¿EsDiosesedequiénmehablas?—aventuré.Elpánicosedibujóensusojosmuertos.—¡Calla! No pronuncies aquí ese nombre. Puede estar escuchando. Nunca vuelvas a

hacerlo.Nolopronunciesjamás.¿Hasentendido?Jamás.Diquelohasentendido.¡Dilo!—Teheentendido.—«Tendrémáscuidado».Dilo.«Tendrémáscuidado».Vamos,dilo.—Tendrémáscuidado—repetí,demalagana.Entonces,seguímeditando,sinoeraDiosquiengobernabanuestrosdestinos,yamenos

que todo loquenoshabíancontadoacercadelMásAllá fueraunapatraña, sólocabíaotraposibilidad. Y, puesto que ya lo había perdido todo o que (visto de otro modo) no teníaabsolutamente nada que dejar en el intento, decidí arriesgarme a realizar un movimientoinesperado.Unajugadaquenadieesperaríademí.

—Quieroconocerle—dije.Micaelasepusoaladefensivaalinstante:—Je,je,je—rió,nerviosa—.No,no,esonoesposible,querida.Túacabasdellegar.Je,

je,no,no,deningunamanera,quéatrevimiento.Élnoquerráconocerteati.Nolegustatenertratoconmujeres.

—Perotúeresunamujerytratacontigo.—Esdistinto, je, je—rió,denuevo.Eraunarisa triste,comotodoenella,desganada,

gris—. Es distinto. Me conoce hace mucho tiempo. Al principio tampoco quería nadaconmigo. Además, yo soy su mensajera. Me conoce desde antiguo. Soy una especie deespírituútil.Esdistinto,amímenecesita.Alprincipiotampocomehablaba.Peroahorasoyútil.

—Tambiényopuedoserútil,entonces—dije.Micaelanosabíayacómonegarse.Quécurioso:yosiemprepensé—como,supongo,la

mayorpartedelagente—quelamuerteeraunaespeciedeestadodegraciadelespírituenelquetodoloquetehahechoflaquearenlaTierraseolvidayquedaatrás.Estabaconvencida,por ejemplo, de que se puede ser una persona apocada, o casi analfabeta, o tímida hastaextremos enfermizos mientras aún respiras y caminas por el mundo pero que esascaracterísticasnosetransmitenalMásAllá,atuespíritu.Noséporquérazón,penséquelosmuertosestabanasalvodeesetipodecircunstanciasvulgarestanpropiasdelosmortales.

Sinembargo,Micaelamedemostrótodolocontrario:envidadebiódeserunapersonainsegurayobsesiva,exactamentelomismoqueeraahora.Ysunivelcultural,yasesabe:lasmujeresdeotrasépocasno tuvieronmuchasoportunidadesdeestudiar.Las jóvenesdehoydíalesdamosveintemilvueltas.Loqueocurreesquenotenemosocasióndecomprobarlo.Yo,por lomenos, no conozco anadiequehaya tenidoun encontronazo con su tía abuela,muertamásdeochentaañosatrás,nisiquieraenunlugarmásnormalqueelinteriordeunpozo.Siexistieraesaposibilidad, lasbisnietasy las tataranietas se llevarían lasmanosa lacabezaalcomprobarloingenuas,crédulas,dependientesy,enresumen,lotontasquefueronsus bisabuelas o sus tatarabuelas. Y al revés: las más mayores se escandalizarían ante eldesparpajoylaclaridaddeideasdesusdescendientes.ViendoaMicaelasemeocurriópensarquelomásprobableeraquenohubierarecibidoformacióndeningunaclase.Ensustiempos,estudiareraunprivilegioreservadoaunospocosentrelosque,porcierto,nosecontabaalasmujeres. Lo noté porque apenas encontraba elmodo de enfrentarse amis palabras. Le

molestabamirudeza,miseguridady,porsupuesto,quememostraratanpocodócil.Aquelloestabaapuntode sacarlade suscasillas.Claro, todoesto suponiendoque sea técnicamenteimposiblesacardesuscasillasaunfantasma.

—Debes asumir tu destino y acatar la autoridad de tuDueño, querida—repetía—.Túeres suya.Y tambiéneresmía, ahora.Nopuedesverle.Nopuedeshablar así.Élnoquerráconocerte.Tienes que portarte bien, querida.Nos haremos compañía de ahora en adelante,parasiempre.

—Yonoquierohacertecompañíaparasiempre,menudorollo—lareté.Porunmomentomeparecíaqueibaaponerseallorarcomounaseñoritacursideesas

delaspelículasdeépoca.Misalidadetonolapusovisiblementenerviosa.—Medijoquetúerasparamísiyotetraíahastaaquí.Quepodíaquedarmecontigopara

noestarsola.Quemeharíascompañíaparasiempre.Tienesqueportartebien.Noquieroquetevayas.Nopuedesdejarmesola.Lasoledadestanhorrible...Porfavor,notevayas.

Ahora cambiaron los papeles. Fui yo quien acaricié sus mejillas para infundirletranquilidad.Lassentídurasyescamosas.

—Esonocambiará,Micaela.Teharécompañía—parecióalgomásserena—ynodejaréqueestéssola.Perotienesqueayudarme.¿Noquieresseramigamía?

—Sí, claro que sí. Nunca he tenido una amiga. Una amiga de verdad. Claro que sí.Quierosertuamiga.

—Muybien.EntoncesdileanuestroDueñoquequieroverle.—No,nopuedo...—Notéqueibaasoltarmeotraretahíladerazonesdesordenadas,pero

puseundedoensuslabiosparaquecallara.—Hazlopormí,Micaela.Portumejoramiga.Funcionó.Callódepronto.Memiróilusionadacomounaniña.Repitió,muybajito:—Pormimejoramiga.Perfecto.ElprimerespírituconelquetuvetratosenelMásAlláresultóserbastantefácil

demanejar.Sinembargo,algomedecíaquenoibaaocurrirlomismocuandomeenfrentaraal Dueño de las Sombras. A Él no iba a convencerle con tanta facilidad. Iba a tener quenegociar.Poresomepreocupédetramarconsumocuidadoloqueibaadecirle.Ytambiéndetener algo que ofrecerle. Algo que le interesara lo bastante como para acceder a hablarconmigo.Nomeequivoquédemasiado.AlcontrariodeloquecreíaMicaela,merecibió.Nome tratómal.Diría que incluso le caí en gracia.Le pedí queme dejara regresar.Volver acruzarelumbral,peroensentidocontrario.Porsupuesto,leofrecíalgoacambio.Tampocomeequivoquéalpensarquemipropuestaleinteresaría.

AMicaelanoquisedecírselo,perolopensé:laschicashemosavanzadomuchoenestosochentaaños.Simi tía abuelahubieranacidoalgunasdécadasmás tarde, las cosashabríansidoparaellamuydistintas.O,simplemente,nohabríasobrevivido.Lavida—ytambiénlamuerte—serigeporlaleydelmásfuerte.Eseeselúnicodestinoqueestoydispuestaaacatar.

TERCERAPARTE

EBLUS

Ha llegado el momento de dejar de jugar a los acertijos, atónito lector. Tal vez teinteresesaberquevineaestemundohace4.707años.Segúnlamanoqueescribamihistoria,tediránqueempecésirviendoaotroyluegomerebelé;oquefuicorrompidoporunbatallóndeperversosespíritusdelfuego,quehabitabanperdidasislasdesiertas;quehabitodentrodecada hombre y cadamujer; o quemi papel en la historia delmundo es el de acusar a losmortaleseldíadelJuicioFinaloeldeguardarlaspuertasdelMásAllá;opuedequequieranhacertecreerquefuelaenvidiahaciaelserhumanolaquehizodemíunserextraviadoenelmalcaminoantesdequeuntodopoderososer(delquejamástuvenoticias)meconvirtieraenmalditoportodalaeternidad,condenándomeacomerparasiemprelassobrasputrefactasdelfestíndelosángeles;hayquienaseguraquepocodespuésregresé,iracundo,delosinfiernospara comandar a las huestes oscuras en su batalla contra las tropas celestiales, y que esacontiendasehaprolongadoporlossiglosdelossiglosyhaconvertidolaTierraensucampodebatallayalossereshumanosysusdébilesalmasenelbotínmáspreciado.

Bah,patrañas.Quien habla mucho yerra constantemente, como demuestran todas estas historias

fabulosas.Laverdadesquesehadichotantosobremíquealgunosinclusohanacertadoenalgo.Porejemplo:nomedesagradanlassobrasputrefactas.Esmás:soycapazdecomermedeunasentadaquinientasmoscasverdesoazules.Aunque,sipuedoelegir,prefieroesasotrasmás rollizas, negras con franjas grises, que aparecen, voraces, sobre los cuerpos endescomposición.Losentendidos la llamanSarcophagacarnariaporquesólosealimentadecarne muerta y, como yo, prefiere la carne humana a ninguna otra. Qué animalito tansimpático. No puedo negar que quien me llamó el Señor de las Moscas acertó de lleno.Aunque yo, que tan aficionado soy a las etimologías, prefiero la palabra original ensánscrito, Baalzebub, que los antiguos relacionaron con un ser de apariencia colosal,coronadoconunacintadefuego,carnudo,negro,amenazante,peludo,derostrohinchadoyalasdemurciélago.Enresumen:unserdeunabellezaquepodríamosllamar—sinmiedoaequivocarnos—bestial.

Los humanos tienen un grave defecto: se inclinan siempre a creer aquello que másdesean.Poresoalolargodelossiglosmehanimaginadodelasformasmásrocambolescas.Conraboypezuñas,cuernosdemachocabrío,barba,bigoteycejaspobladas...ysiempreenguerraconstanteconlosángeles,aquienesellos,tanaficionadosaljuegodeloscontrarios,hanqueridoverblancos,limpios,esbeltosy,porsupuesto,máspoderososquenosotroslossombríos. La realidad esmuchomás compleja. Tanto, que lasmentes de los hombres, tanafectasalosimple,noseríancapacesdecomprenderla.

No se trata de distinguir entre buenos y malos.Más o menos, todos somos espíritusentregados a nuestra propia causa (y hay muchos que hacen de la ambigüedad, o de laambivalencia,sumejordon).Trabajamosporcuentadeotro,perocontandenodadoempeñoqueenellonosdejamoselpellejo,siesnecesario.Nisiquieralanaturalezadenuestrosjefessupremosvaríatantocomopodríapensarse.Ambossonorgullosos,tiránicos,manipuladoresyconunatendenciaenfermizaalegocentrismo.Loúnicoquedeverdadlesdistinguesonsusintereses.

Algunos hombres osados, esos que son capaces de inventar todo lo que no saben,

llegaronaestablecernuevecategoríasdeángelesocriaturascelestesydedujeronquedebíade haber otras tantas de pobladores de la Oscuridad. Para simplificar, les llamaremosdemonios. En realidad, somos muchos más. No sólo nosotros, también ellos. Del mismomodoquehayángelesasignadosatodotipodetrabajos,inclusolosmásabsurdos—unavezconocíaunpardequerubinescuyaúnicatareaconsistíaencuidarqueningunacorrientedeaire levantara las faldas de Isabel laCatólica—, tambiénhayunduende, genio, demonioodiablo para casi todo. A menudo, hay un diablillo juguetón encargado de exactamente locontrario que su gemelo el celestial. Los dos querubines a que me acabo de referir, porejemplo, no fueron capaces de impedir que un diminuto, aunque endiabladamente tenazayacuá,levantaralasfaldasdelasoberanaporlomenosunavezaldía.Porsupuesto,fuerondespedidospor incompetentes,ysustituidosporotrapareja igualmente inútil.Elayacuá,encambio,fueascendidoconinusitadarapidezenunserdetanbajacondición,iniciandoasíunacarrerameteórica.NohacemucholevienlosalrededoresdeWashington,dondedesempeñaun cargo de suma importancia, rigiendo las conciencias de algunos de los hombres máspoderosos(ymásinfluenciables;lasmentesdébiles,yasesabe)delplanetaTierra.

(Abrounparéntesisymedetengouninstante,patidifusolector,parailustrarteacercadequétipodecriaturaesunayacuá.Setratadeungeniecillodereducidotamaño—nomayorque un conejo— y muy mal carácter. Resiste muy mal el frío, por lo que lo normal esencontrarleenclimascálidos—sesientecomopezenelaguaenlasselvastropicales—ysurasgoprincipalesunamanifiestafaltadeambición,loqueenocasioneslellevaaserunpocodescuidado.Debido a estas circunstancias, a los ayacuás se les han asignadodesde antiguotrabajosdepocamonta.Tienen,además,lapeculiaridadderesultarinvisiblesnosóloparaloshumanos, también para la mayoría de los nuestros, de modo que son muy discretos yparticularmente molestos. La mayoría de los que conozco están dedicados a asuntos quetienenqueverconlascorrientesdeaire:sonlosencargadosdecerrarpuertasdejandofueraasus dueños, de depositar basuritas en los ojos de la gente, de romper las porcelanas másvaliosas,deasustaralosdurmientesconelondeardeunacortinao,comoyasehadicho,delevantar faldas—aunque esta función últimamente ha perdido su vigencia: las faldas sonahoratancortasylaschicastanpocodadasalpudorqueobiennosemolestanonohaynadaque levantar—. Cuando quieren hacerse notar, los ayacuás suelen adoptar la forma de unremolino.Sipretendesdetectarsupresencia,lomejoresarrojarunastrizasdepapelalaireyobservar cómo se comportan. Si ascienden en forma de espiral, eureka: ahí tienes a tucriatura.Tencuidadoconél,porquesuelemordersiseenoja—serdescubiertolemolestaenextremo— y sus dientes son afilados como cuchillas. Ésa es la razón por la que algunoshumanos le imaginaron erróneamente armado con arco y flechas. Sus mordeduras, porcierto, no resultanmortales, pero se infectan fácilmente—sobre todo si se exponen a lascorrientesde aire—.Ydichoesto, cierro elparéntesis, dejándotemás sabioquecuando loabrí.)

Unhombre cultode la antigüedad—sindudaun raro espécimen—estuvo acertado aldecirquelosdemoniosquecorreteanporelmundosonmásnumerososquelosinsectos.Másnumerososytambiénmásvariados.Sóloporcitaralguno,tenemos:losqueretrasanaviones,los que generan atascos quilométricos en las autopistas más transitadas—siempre en losprimerosdíasdelasvacaciones,oenelúltimo—,losquehacenquelatostadasiemprecaigacon la mantequilla hacia el suelo —éstos son de muy bajo rango—, los que propagan

enfermedades,disparanelcolesterolollenandegranoslascarasdelosjóvenes(ydearrugaslasdelosviejos).Losdegradomedionoestánmenosocupados:extravíanjovencitascuandosalen de noche, arruinan empresarios, derriban paredes, provocan lluvias torrenciales,hunden buques, alejan a amigos inseparables, despiertan celos en las personas casadas, ygeneran adicciones peligrosas en losmás jóvenes. Las epidemias, el envejecimiento de lapoblación,elcalentamientodelplaneta,elaumentodelamortandadinfantilyotrasgrandescatástrofesse lesencomiendansóloa losespíritussuperiores.Sonmenosnumerosos,perodisponen de más medios. En eso y en la enorme predisposición que muestra la especiehumanahaciaelMal radicasuéxito.A todosellos,desdeelmásmíserode losgeniecilloshastaelmáspoderosodelosespíritussuperiores,lesconozcolobastantebienparareferirmea sus hazañas y sus méritos. Y si les conozco es sólo por un motivo: porque, en algúnmomentodemiexistenciamilenaria,hesidoalgunodeellos.Ysiahoraabrazounpodercasiilimitado es porque he cosechado, gracias ami dedicación ymi esfuerzo, éxitosmás quenotablesquemehanpermitidoascendercasihastalomásalto.Nobastaríaestelibro,niotrocomoéste,paracontenermis logros,perotebastarásaber,absortolector,quedetodoslosgenios infernales sólounohaconseguidoensólo4.707años llegaradondeyohe llegadopartiendode la nada.Y sólouno logrará, si nohayoposicióny todo continúa comohastaahora, alcanzar el poder supremo en unos pocos años más. ¿Adivinas de quién estoyhablando,pazguatoreceptordeestaspalabras?Demí,porsupuesto.

Y te preguntarás, a menos que te quede una brizna de entendimiento: ¿y cuál es elnombre del Ser que tales méritos ostenta? Con gusto responderé a esta pregunta, aunquehacerlo,comoverás,noresultesencillo.Igualdeprolíficoquelafantasíadelserhumanoaladjudicarmehistoriasyaparienciashasidosutalentoalahoradenombrarme.Sontantosytan variados los apelativos, sobrenombres y alias que he recibido que no bastarían milpáginas para contenerlos. Debo reconocer que llevo la mayoría de ellos con orgullo. Enalgunoscasos,porque reflejan fielmentealgunasdemisdebilidades (Constructor,AmodelFuego,GuardiándelasAguas,Políglota,SeñordeloOscuro,Destructor...);enotros,porquealimentanmiorgullodepurograndilocuentes(PríncipedelasTinieblas,ÁngeldelaMuerte,Estrellade laNoche,Dueñode laSombras,ReydelAverno,DuquedelAbismo).Tambiénestánlosdesacertados,losquesedebenaunamalainterpretación,aunerrordetraducción,obien a otras meteduras de pata ocasionadas por la eterna torpeza humana: Ángel Caído,Anticristo, Renegado, Vencido... Y por último tenemos las invenciones, tanto mitológicas,religiosasoliterarias(enrealidad,todoespurafantasía)yque,deboreconocer,enocasionessebasanennombresquealgunosoyomismohemosostentadoalgunavez.Avecestodavíamevalgodeellos,sobretodocuandoquieroimpresionaraalguienpocodocumentado.Medivierte comprobar cómo nada más presentarme como Satanás, Lucifer, Mefistófeles,Astarot,Asmodeo,Leviatán,BelcebúoLuzbel—porcitarsóloalgunosdelosmáscélebres— mis interlocutores palidecen o cosas mucho peores. Antes, cuando me presentaba derepente, no era raro que muchos sufrieran un paro cardiaco, lo cual me molestabaprofundamente(detestoquemedejenconlapalabraenlaboca).Coneltiempoheaprendidoa utilizar mejor mis recursos, aunque en esto siempre existe un cierto grado deimprevisibilidad,undeliciosofactorsorpresa.Recuerdouno,haceyatiempo,queserajóelestómagosóloverme.Nomeenojéporquemepareciómuyoriginaly,además,lasangremeentusiasma.

Porúltimo,memaravilloanteaquellosnombresqueresultantanciertoscomomipropiaexistencia,demodoquenopodríanegarmeaellosniaunquequisiera,delmismomodoquenopuedonegarminaturaleza.SondenominacionescomoelÍncubo,elDevoradordeCarneHumana, el Asesino, el Amigo de los Niños, el Violador, el Tentador, el Mutante, elEmbrollador,elAmode laDiscordia,de laGuerra,odelMal.Para terminar, sóloañadiréque con toda justicia, como ha quedado demostrado, me han llamado Señor de los MilNombres.Ynomil,sinomuchosmáshemosrecibido—yoyotroscomoyo—alolargodenuestras prolongadas vidas. Sin embargo, soy consciente de que esta circunstancia puedecomportarciertadificultadenmirelaciónconunsersimplecomotú, lector,yhedecididoponerte las cosas fáciles. Así pues, olvídate de los mil modos de llamarme. Olvídate delorgullo, de las definiciones y de las fantasías literarias. A partir de este momento meimpongounnuevonombredepila.Fíjalobienentumemoria,porqueseráelapelativoconelcualhabrédetraspasarelumbralquemeconduciráalpoderabsoluto.Apartirdeestemismoinstante,criaturaínfima,mosquito,partículainsignificante,puedesllamarmeEblus.

***

Atendiendo amis orígenes, amimorfología y amis habilidades, es correcto afirmar

que soy un djinn. Sin embargo, jamás ningún djinn había logrado—y hasta donde tengoconocimiento, ni siquiera ambicionado— llegar a ostentar el título de SeñorAbsoluto delMal.Siloconsigo—yparaellodebovencerprimeroamimásimportanterival—,yoseréelprimeroenalcanzartalmeta,todounorgulloparamiestirpey,alavez,tambiénunarareza.Me he preguntado muchas veces por las razones de esta singularidad mía y no logroencontrarlas.Acasoalgunodemisparientesremotospertenecíaarazasmásambiciosas,máspredispuestasalmando.Nosésiesposiblecomprenderquémecanismosotorganverdaderacapacidaddeliderazgosóloaunadecadadiezmillonesdecriaturas.Ocurrelomismoentreloshumanos,ynadieparecesorprenderse.

¡Oh, lamentableserconescasacapacidadderaciocinio!:acabodecaeren lacuentadeque acaso también desconoces quiénes son los djinns. ¿Me equivoco?Lo suponía.Deberé,pues,abrirotroparéntesisparainstruirte.

(Lo primero que debes saber es que los djinns ya poblaban la Tierra cuando loscontinentesnoeranmásqueunmagmadefangoylíquenescubiertoporunanieblaespesa.Mis antepasados, pues, asistieron al principio de los tiempos, y no como espectadores,precisamente.Pertenezco,pues,aunaestirpemuchomásantiguaqueladeloshumanosycasiigualdevariada.Tambiénentrelosmíossedanindividuosdetodanaturaleza,aunquenuestracaracterística fundamental es la adscripción a uno de los cuatro elementos: el fuego. Dehecho, incluso hay quien asegura que de fuego fuimos hechos mucho antes de que nadiepudiera tener memoria de ello. Otros afirman, en cambio, que nacimos en una forja, demanosdeunpoderoso señorquenos templó talycomosomos:quisquillosos, juguetones,sociables, graciosos —aunque a veces nuestro sentido del humor es malinterpretado—,nómadasyextremadamentetercos.Somosbuenosparalostrabajosmanualesymuytenaces,

locualnosconvierteenlaclaseobreradelosgenios.Elhechodequelosdjinnsyelfuegosean casi una misma sustancia hace que se nos asocie a lugares donde el calor se haceasfixiante: calderas, hornos, volcanes, cocinas, desiertos y que, siempre que se nosencomienda una misión, ésta tenga que ver con uno de estos escenarios. Los djinns seencargantambiéndepropagarlasllamasallídondeseencuentren,siemprealasórdenesdeundemoniodemayorrango.Tambiénhabitanlosdesiertoseinfluyenensushabitantes.Sonúnicos provocando sequías, quemando cosechas, matando a la población de sed. Aunquesuelenpreferirlasexplosiones,quesonmásvistosasypermitenunmayorlucimiento.

En mis tiempos nos comandaba Dalhan, señor de las arenas tórridas, cuyo máximoentretenimientoeradevorarviajerosextraviados.Mientrastuvierasudosisdecarnehumana,lo que hiciéramos sus subordinados no le interesaba lo más mínimo. Era uno de tantosdemonios asqueados—en realidad, la inmortalidad resulta tan aburrida si no se busca conqué entretenerla...— que terminó por renunciar a su condición. Pero la verdad es que sudesinterésmebeneficiómientrasletuvecomojefe.

Misinicioscomocriaturadeldesiertofueron,pues,losmáshumildesquepuedetenerunservidordelMal.Alprincipio,nomequedóotroremedioquetrabajarenequipo(aunquemerevienta).Miscompañerosyyo—éramosunos1.200entotal—nosocupábamosdedesviarel paso de aquellos que se adentraban en el desierto.A veces nos volvíamos visibles parahacemospasarporunaplagade langostasode tábanos.CaímosvariasvecessobreEgipto,porejemplo,entiemposenqueyahabíacronistascapacesdedejarconstanciadelfenómenopara los siglos venideros.Enotras ocasiones, creábamos ilusiones ópticas en los viajeros.Losoasisdabanmuybuenresultado.Másquelasfierasolossalteadores,aquienesavecesno tomabanen serio (ya lesdecíayo a losotros1.199queno erabuena ideahacerlos tanfeos). A pesar de todo,me divertíamucho. Era un trabajo que requería cierta creatividad,sobretodoalprincipio.Luegosefuehaciendomásymásrepetitivo,ycomenzóacansarme.Ésaesotradelascaracterísticasquemedistinguendelosmíos:meaburroconfacilidad.Miscongénereslosdjinnssoncapacesdepermanecer4.707añosenelmismodesiertohaciendolasmismas cosas. De hecho,muchos de los que empezaron conmigo siguen allí, creandoilusionesópticasydisfrazándosede langostascasiadiario.Yomecanséenseguida:habíanpasadopocomásdetrescientosañoscuandolesabandonéparasiempre.

Siguió una etapa en que no tuve más preocupación que dar con un trabajo que mepermitieralucirmelosuficienteparaquealgúnserdemayorrangosefijaraenmí.Aunqueme empeñé mucho en ello, no logré gran cosa. La existencia de un djinn es miserablemientrasnopuedesermásqueaquelloparaloquenació.Yoconseguíserduendedebosque,buscadordeamuletosyespíritudoméstico(278largosañosmetidodentrodeunavasijadebarroenunlugarperdidodelacordilleradeLosAndes;uf,semehicieroneternos)hastaqueundía,cansadodelafaltadeoportunidadesdeunsistemaqueprefierealosseressuperiores,se me ocurrió presentarme voluntario ante el gran Abraxas, el de la cabeza coronada yserpientesenlugardepiernas,paraquemeconocieraymetuvieraencuentaalcubrirunadelasvacantesdegeniosmaléficosquerigenlos365díasdelaño.

Tuvesuerte:lecaíengracia.—¿Unser tan insignificantecomotúoptandoageniorector?—preguntó,conenorme

desprecio.—Soyinsignificanteporquehastaahoranohehalladoelmododedejardeserlo.Dadme

unaoportunidadydemostrarémitalento—respondí,conunnudoenlagarganta.Meeligió.Convozsonanteclamó:—Demuestraesoquedices,míserodjinn.Ymeotorgóundíadelaño.Meconvertí enelgenioque rigeel10demayo.Fuealgopositivo,desde luego.Pero

resultómuy frustrante tenerqueesperar364días (unomásen losbisiestos)paravivirunamíserajornadadegloria.Además,estuvoelasuntodelcocodrilo,queterminóconvirtiéndoseenlacausademimayor(yúnico)fracaso.

Mesentímuyhonradocuandosemecomunicóqueporméritospropiosyparaelmejordesarrollo de mi tarea como genio rector de un día del año se me había asignado unamontura.Eshabitualentrelosmásbrillantesdemoniosdebajoymediorangocontarconestetipo de compañero que, además de colaborar codo con codo en el buen fin de la tareaasignada,sirvedemediodetransporte.Deduje,pues,quesemeasignabaunamonturaporqueAbraxasestabasatisfechoconmigo.

Lo normal suele ser asignar dragones demedio tamaño, serpientes aladas, caballos oinclusounicornios.Amí,encambio,semeasignóuncocodrilo.Unogordo, lentoy torpe.Meresultóantipáticodesdeelprimermomentoenqueloviymástodavíacuandocomprobéque,nosólonomeayudabaenabsolutoeneldesarrollodemitarea,sinoquemeestorbabamucho más de lo que mi paciencia era capaz de soportar. Con el fin de enmendar sucomportamiento lecastigabasincenarosincomerosindesayunar—unavez le tuvesietedías con sus noches sin probar bocado—, le azotaba, le encerraba en un cuarto oscuro, leamenazaba con echarle a un foso repleto de monstruos horribles, pero nada. Nada surtíaefectoenaquelser indolenteyapático.Nada lehacía reaccionar,nadaparecíamotivarle losuficiente, ni siquiera las palizas. Era el sermás abúlico ymalcarado que había conocido.Hastaqueundíamecanséysemefuelamano.Lepartíendosdeuntajo,zas,ymecomísusvísceras.Fueunpronto,ungolpedegenio,delqueluegofingíantemisuperiorsentirmemuyarrepentido. Por supuesto, no me creyó, y me condenó a 666 años de soledad, quietud ysilencio.La soledad laaceptoconagrado.Laquietudalteramisnervios.Pero loque llevopeoreselsilencio.Nosoportonopoderhablar(preferentementedemí)duranteun tiempotanprolongado.Elcastigofueunaverdaderatortura,ademásdeunretrocesoenmisplanes.Ytodoporundeleznablebichodepieltanrugosacomosucarácter.

Sinembargo,mispenalidadesnosehabíanacabadoaún,porquemiascensión,aunqueimparable,fuetanlentaqueenocasionesresultócasiimperceptibleinclusoparamímismo.Me llevóunmillarymediodeañosconseguirun trabajodecentequemepermitierahacercarrera.Milquinientosañosenqueloúnicointeresantequemeocurriófuetoparmeunavez,enmitaddeundesierto, con treshechiceros (bastantedespistados) quepretendíanhallar elrastrodeunaestrellaconvencidosdequelesllevaríahastaunniñoreciénnacido.

Y es que en el mundo hay gente capaz de cualquier cosa, algunos tan raros queresultaríanchocantesinclusoentrelosdemonios.Enfin.Enalgunaocasión,conmásganas,talveztecuenteeseepisodiodeloshechiceros,lector.Engeneral,nomegustahablardeesaépocadetransición,ymenosanteserestanínfimos,demodoqueporahoramesaltaréestaparte.Sóloañadiréqueelfindeestaenojosaetapademibiografíallegóeldíaenquetuvelasuerte de conocer al granDantalián,Duque de los Infiernos, elmás grande Señor a quienservíjamás.Estuvejuntoaéldurante503años,4mesesy18días—¡los503años,4mesesy

18díasmejoresdemiexistencia!—aloscualespuedodecirquedebogranpartedeloquesoyenlaactualidad.

DantaliáneraporaquelentoncesunAmocultoyrefinadoque,peseasujuventud—teníapocomás de 1.900 años—había sabido ganarse el respeto y la admiración incluso de losespíritus superiores. Pertenecía a una estirpe de demonios instruidos y de alto rango, quetienencomomisiónadoctrinaraloshumanos—porsupuesto,sóloalosquepuedenresultarútilesysóloacercadeaquelloqueconvienealosnuestros—enlascienciasylasartes.Eraungranapasionadodeloslibrosy,engeneral,detodocuantotuvieraqueverconlaescritura.Una vez oí contar que fue su familia la que, convencida de que los mortales y apáticoshumanosnoprosperaríansinoencontrabanunmododetransmitirlosconocimientosdeunageneraciónaotra,sepreocupódeenseñarleselartedeescribirconpapelytinta.Mástarde,cuandounospocosindividuosentreloshumanosyaerancapacesdeplasmarsusideasosusvivenciasporescrito,lesinculcaronlanecesidaddeagruparesosescritosenunmismolugar,quellamaronbiblioteca.

Los antepasados demi Señor fueron consejeros de reyes y gobernantes y dejaron suhuella en ciudades tan importantes en su tiempo como Sippara, Nínive, Tebas, Ur oAlejandría.Sindudatudesconocimiento,iletradolector,notepermitirásaberquéesloquetienen en común estas importantes ciudades, algunas de las cuales dejaron de existir hacecincomilaños.Enhorabuenasihas logradodeducirlodemispalabras.Sino,yomismo terescatarédetuignorancia:loqueestoslugaresremotosymagníficostienenencomúnesqueentodosellosflorecieronfastuosasbibliotecas.

ElmismoDantaliánfueelprincipalresponsabledelaincreíblebibliotecadeAlejandría,cuyo mérito todo el mundo atribuye al rey Ptolomeo I, de quien mi Amo fue primeroinstructorymás tardeconsejero.Nadie sinoDantaliánpodríahaberaleccionado tanbienaPtolomeoparaqueordenara saquear todosaquellos reinosde losque se teníannoticiasenbuscadelibrosconlosqueenriquecersusanaqueles.SóloeltalentodeDantaliánpodíahaberinspirado tan bien a Calímaco, el primer bibliotecario de Alejandría, para que registraratodoslosbarcosqueatracabanenelpuertoenbuscadetesorosescritos.Oparaquesolicitarapermiso para copiar libros atesorados en otras bibliotecas y llegado el momento dedevolverlosasuspropietarioslesengañaraenviandolascopiasyguardandoabuenrecaudolosoriginales.TambiéneranméritosdemiSeñor,comoélmismomeexplicóenmásdeunaocasión, convencer a Aristóteles para que donara todos sus libros a la noble instituciónalejandrina o encargar la primera traducción de ciertas partes de la Biblia, que él mismorevisó,corrigiendodesupuñoy letra,cambiandopasajesaconvenienciade losnuestrosyconfundiendo a los tontos humanos en las cuestiones más relevantes por el resto de laeternidad.

MuchopodríacontaraquíacercadeDantaliánysushazañas.Selerepresenta,contodajusticia, portando un libro en sumano derecha, pero a menudo se olvida que, además desabio,eraunadelascriaturasmásdespiadadasdequejamássetuvonoticia.Noesahoraelmomentodereferirsusmuchosméritos(meexaltocuandohablodequienfuemijustoSeñor,el ser a quien debo mi pasión por los libros), aunque habrá que buscar el momento dehacerlo. Sólo añadiré que entre sus cometidos estaba el demostrar a los humanos lo quehabrían podido llegar a ser en la vida si se hubieramodificado una sola circunstancia delpasado(unadecisión,unviaje,unapalabra)perosólolohacíacuandolomostradoeramejor

a la vida del elegido. A esta ocupación, que solía divertirlemucho, dedicaba casi todo sutiempo cuando yo entré a su servicio. El resto, lo empleábamos en robar libros de lasmejoresbibliotecasdelmundo,enespecialdelasdelosmonasterios.Llegamosareunirunacolección impresionante. Cuando dejó este mundo quiso regalármela. Nunca olvidaré esegesto.OtroAmonunca lohabría tenidoconun subordinado.Ni siquieraconunoaplicadocomoyo,aquienapenasnadamefaltabaparasuperaralmaestro.

Mi etapa junto aDantalián fue lamás enriquecedora que viví jamás.No sólo tuvemiprimer contacto con un demonio superior, realmente temible y cruel, además de docto einteligente. También tuve en ese periodo mi primer contacto con los seres humanos. Merefieroaentablaruncontactoreal,deestrechacolaboración,conesastristescriaturas.Hastaesemomentonuncahabíamiradoalosojosdeunhumano,nilehabíadirigidolapalabra,ymuchomenoslehabíatocado.Comomucho,lehabíaconfundido,asustadooextraviado.Elcambiofuenotable.Ydescubríquesemedababastantebien.

(He aquí, de nuevo, otro paréntesis aleccionador, deleznable criatura.Debo reconocerque, si llego a saber que iba a perder tanto tiempoen aclaraciones, te habría enviado aundiablo instructor.Hacemucho tiempo ya que nomemolesto en instruir a nadie y tambiénhacemuchotiempoquenohabloconunmortal.Habíaolvidadovuestrogradodeestupidezyvuestrafaltaabsolutadeconocimientos.Hagounnuevoesfuerzoymepropongoexplicartedos normas esenciales entre los seres oscuros que te conviene saber si es que quieresentenderloquevoyacontartemásadelante.

Enprimerlugar,algoacercadelasrelacionesentrehumanosydiablos.Debessaberque,en realidad, sonmuypocos losnuestrosqueentablancontactoconmortales.Losde rangoinferiornisiquieraseatreveríanaintentarlo.TemenaloshumanosmuchomásquealDueñodel Poder Absoluto y, aunque se sienten satisfechos burlándose de ellos o desviando sustrayectorias—simplificounpocoparaquemeentiendasmejor—,lesaterra inclusopensarenlaposibilidaddeacercarseaunodeellosmásdeloprudente.Estosgeniecillos,oespíritusínfimos, suelen echar a correr, despavoridos, cada vez que les parece que un humano lespuedever—imposible,porquehabitandosdimensionesdiferentes,peroesimposiblehacercomprenderalgotansimplealospequeños—.Nohablemosdequeunhumanolesdirijalapalabra, o les roce al pasar. Ninguno de ellos sería capaz de soportar un susto de estasdimensiones.Seconocenmuchoscasosdegeniosquehanenloquecidodespuésdevivirunaexperiencia de ese tipo. Y, si cuerdos son pesadísimos, locos resultan, sencillamente,insoportables.

Losespíritusdegradomedioson,enloesencial,idénticosalosdegradomínimoensurelaciónconloshumanos.Laúnicadiferenciaesquetratandedisimularsumiedo,quejamásreconocerán, y se enojan cada vez que alguienmenciona el asunto. Sin embargo, son taninoperantes en su relación con losmortales, suporcentajede éxitos era tanbajo, quehacetiemposeoptópordejarlosalmargendeeste tipode trabajos.Asípues, sólo losespíritussuperiores tenemos algún trato con esas criaturas toscas, desconcertantes peromanejablesquesellamanpersonas.

En segundo lugar, y aunque me resulte desagradable, debo referirme a la salida delmundodelosespíritusdemiadmiradoAmoDantalián.

El mundo se construye con paradojas. He aquí una: mientras los humanos estándispuestosaofrecertodocuantoposeen,inclusolomássagrado,acambiodelavidaeterna,

hayseresaquienes la inmortalidad terminaporaburrirles.Losdemonios,con indiferenciadelrango,somos,comosabes,inmortales.Paranosotros,sólohaydosmodosdemorir:seraplastados en combate por un ser igual omáspoderosoquenosotrosmismoso renunciarlibrementealacondicióndeinmortales.Esdecir,transformarnosenhumanosy,comotales,envejecerymorirdelmodoenqueellossuelenhacerlo.)

Sinembargo,lainmortalidadtienemuchosmaticesytambiénmuchossecretos.Algunosseres nimios ni siquiera se dan cuenta de que la ostentan. Los ghuls, por ejemplo. Sonpequeños demonios carroñeros.Apestan tanto que cualquiera de los nuestros los percibe avarios quilómetros de distancia —por lo general, tenemos un olfato muy fino— y loshumanos,avariosmetros.Losghulsseespecializanendesenterrarcadáveresparacomerseloquequedadeellos.Losprefieren frescos,porque loquemás lesgusta son lasvísceras.Pero son tan impacientes que a menudo no pueden esperar a que terminen el entierro,arrancanalmuertodesuataúdyempiezanadesnudarleallímismo,antelosojosatónitosdelosfamiliares.Inclusoheconocidovarioscasosdeghulstaninoportunosquehanirrumpidoenelvelatorio,hansaltadosobreeldifuntoylehanabiertoelpechoallímismo.Estetipodecomportamientolesacarreaamenudogravesproblemas.Losfamiliaresyamigosasistentesaesosritualeshumanossuelentomarsefatalestasinterrupciones,ylodemuestranatacandoalcarroñero con toda su saña.A veces le dejan algo arrugado, pero los humanos no puedennadacontralainmortalidaddelghul,pormuchospalosqueleden.

Loverdaderamentenefastopara los ghuls es entrar endisputas conotrode sumismaespecie.Sueleocurrir:sepresentandos,tresohastamediadocenadecarroñerosenelmismosepelio,saltanalavezsobreeldifuntoyempiezanapelearallímismoporverquiéndevoraprimero sus entrañas. Generalmente, ninguno sobrevive. Suele ser un espectáculo bastanteentretenido,queamenudorestaalgodeprotagonismoaldifuntoencuestión.Aestetipodematicesme refería al hablar de la inmortalidad de los espíritus de bajo rango.Muchos deellos mueren todos los días, sin que ello suponga ninguna pérdida: se reproducen comoinsectos.Quémásdacincomilmásocincomilmenos.

Entrelosserespoderosos,lainmortalidadsevivedeotromodo.Lomásimportantedecaraa lavidaeternaes teneraficiones.Aaquelqueno tieneaficiones, el tiempo le resultainsoportablementelargo.Alfinyalcabo,laclavedeunabuenainmortalidadesnocaerenelaburrimiento.Mientrashaycosasquehacer,metasquecumplir,ambicionesporconquistar,elaburrimientoescasea—oeltrabajoabunda,queeslomismo—.Unavezseconsigueelpoderabsoluto y, más aún, una vez has olvidado cómo conseguiste el poder absoluto, elaburrimientoseteechaencimacomoelghulsobreelfinado.

No sé de ninguno de los que se sentaron en el trono del Poder Supremo que no secansara de él transcurrido el tiempo suficiente. Algunos aguantaron diez mil años, otroscuarentamil.Inclusosecuentauncasoportentosodeundiabloquepermanecióenelpoderdurante240.000años.Sinembargo,estodistamuchodeserlohabitual.Satanás,porejemplo,aquienlamayoríadelagentetodavíaimaginaeneltrono,aguantóalgomásdeunadocenade milenios. Lucifer, a menudo confundido con el anterior —sin duda porque no leconocieron: Lucifer teníamás patas—, rigió los destinos delMal durante algomenos deldoble.Y así podríamos enumerar a los Señores Supremos del lado oscuro hasta llegar alprincipiodelostiempos,perosindudaresultaríademasiadofatigoso.

Algunos, como Dantalián, a pesar de estar mejor preparados y poseer un grado de

sabiduríadifícilmenteigualable,tambiénsecansarondeabrazarlainmortalidadyprefirierontraspasarlafronteraquenosseparadeloshumanos.ExactamenteesohizomiSeñorcuandollevábamosjuntos503años,4mesesy18días.Pormilesdeañosqueviva,jamásolvidaréeldíanefastoenquemecomunicósudecisión.Ytampocoloquemedijoalmarcharse:

—Hassidoelmejorsirvientequejamásconocí,ademásdeunaprendizlealytrabajador.Me he permitido recomendarte ami amigoÁbigor, jefe de las tropas infernales, para queguíeelsiguientepasodetuimparablecarrera.Llegarástanlejoscomotepropongas,jovendjinn.

Noseequivocaba.Yenaquellosmomentos,yoyaestabalosuficientementepreparadoyeralobastanteorgullosoparadarmecuenta.

***

En el infierno empecé comandandoveinte legiones, pero enseguidavi que aquello no

era lo mío. El lugar no me gustaba: demasiada gente, demasiada burocracia, demasiadaorganización.Yosoyunespíritulibre.Nosirvoparatrabajarenequipo.Cadalegiónconstabademilespíritus,dotadosdegarras,colmillos,púasyotrasprotuberanciasmortíferas,cuandonoarmadoshastalosdientes.Eradivertidoverlesenacción,noloniego.Lotediosoeraqueensusmuchos ratosde inactividadseempeñabanensolicitar instruccionesconstantemente.Eranabsolutamentedependientes,alterabanmisnervios.Además,yonoteníaniideadequéordenarlesynohabíamaneradequesedistrajeransolos.Cincomildiablospreguntándomeatodas horas si seme ofrecía algo. Era horrible. Aun y así, aguardé un tiempo prudencial(cuarenta y cinco años) antes de presentarle aÁbigormi dimisión. Por aquel entonces, yacomandaba ochenta legionesmontado en un dragón negro. Fue por lo único que lamentédejarelinfierno:tuvequedevolvereldragón.Acambio,melibrédelosochentamilpesados.

Fueentoncescuando,porprimeravez,elCónclaveincluyóentresuordendeldíaalgoqueteníaqueverconmigo:quétrabajoencomendarme.(ElCónclavesólodecideasuntosdeimportancia, de modo que ésa fue la primera vez que fui considerado un «asunto deimportancia»).Siguiendoelprotocolo(losdemoniossentimosungranapegoportodoloquetiene que ver con el protocolo, los rituales, las formas...), aguardé fuera hasta que elchambelán me solicitó que pasara para el interrogatorio. El silencio de la cámara dondesuelentenerlugarlasreunionesdelosSuperioresmeimpresionómásquelosrostrosdelospropiosespíritus(que,porotraparte, tampocovimuybien).Elchambelánmeanunciócontoda la ceremonia que requieren estas cosas. Pronunció con suma corrección todos losnombresquehabíautilizadohastaesemomento,milinaje,miedadytambiénlosapelativos,linajeyedaddelAmoquemehabíarecomendado(Dantalián,porsupuesto).Acontinuación,todoslosSuperioressevolvieronamiraraUra,quesepusoenpie.

Lamentablemente,yonopudecontemplarlecomomienormecuriosidadhabríadeseado—elprotocoloobligaalmeritorioamantenerlacabezabajaanteelCónclave,demodoqueloúnicoqueve,ynocondemasiadaclaridad,yaqueestáoscuro,sonsuspropiaspezuñas—peromeemocionéconsólooírlavozdeunDemoniodetantarelevancia.(Urahabíasidoun

espírituadmirable,unodelosseresmásambiciososdelosquesehantenidonoticias,dueñodeuncurrículodeimpresióny,porsupuesto,famosoentrelosnuestros,entreloshumanosytambiénentreloscelestes.Aunqueenaquellostiempos,comoseviomástarde,seencontrabayaeneliniciodesudeclive.)

DecíaqueUrasepusoenpie,seaclarólagarganta(esundecir,porquesuvozeraroncacomoeltrueno)ycomenzóelinterrogatorio.

—¿Vienesdispuestoacontarverdadenloconcernienteatusméritos,djinn?—Vengo—dijeyo(habíaestudiadoconsumocuidadolasréplicasdelceremonial,para

nometerlapata).Continuó.Meparecióquerecitabadememoria:—¿AcataselpoderdelCónclaveytesometesaélciegamente?—Loacatoymesometo—respondí.Porpocosemeescapaunasonrisadeorgullo,locualhubierasidocausainmediatade

expulsión (losCónclavesno sonelmejor lugarparapracticar el sentidodelhumor, comohabrás adivinado, ser insignificante). Por suerte, supe contenerme antes de mostrar misemociones.

—¿Estás preparado para asumir compromisos y adecuar tu comportamiento a suconsecución,sintenerencuentaparanadatucriterionituvoluntad?

—Estoypreparado—dije.—¿JurasfidelidadyservidumbrealosSeresSuperiorespresentesenesteCónclave?—Juro.Uratomóasientodenuevo.Laprimerafasehabía terminado.Elchambelánanuncióel

iniciodelasegunda:—Acontinuacióncomenzaráelrecuentodehabilidades.Mellegóotravoz.MásatronadoraymenosoxidadaqueladeUra.Pertenecíaacasoaun

ser más joven y con más nervio que su longevo compañero, pero no logré identificarla.MuchomástardesupequepertenecíaaDhiön,queporaquelentonceseraelmiembromásrecientedelCónclave,unSerSuperiortanconocidoporsusenormespoderescomoporsupropensión a la venganza y la ira, y que con el transcurrir de los siglos acabaríaconvirtiéndoseenmiúnicorivalverdadero.Enaquelmomento,cuántasvueltasdalavida,fueel elegido para realizar el recuento de mis habilidades y saberes. Sin duda, la parte másaburridadelaceremoniadeasignación.

—Enumeratodosaquellosidiomasenlosqueerescapazdecomunicarte,jovendjinn—ordenóDhiön.

Apenastuvequepensarlo.Dudéporunmomentosiordenarlosporordencronológico,segúnelnúmerodehablantes, segúnsu importanciasociopolíticapresente,pasadao futura(demasiado complicado: lo descarté) o según fueran lenguas vivas, muertas o artificiales.Para no herir susceptibilidades y sobre todo por facilitar las cosas, opté por el ordenalfabético(segúnelalfabetocopto):

—Aymara, árabe, armenio, bengalí, burgundio, gaélico, germánico, gótico, griego,elamita, élfico, esperanto, etrusco, euskera, zulú, ibérico, itálico, japonés, caló, catalán,coreano, quechua, lituano, mandarín, náhuatl, nepalí, paleosardo, provenzal, prusianoantiguo,puelche,sánscrito,suajili,sioux,sumerio,tartésico,yiddish,frigio,hebreo,hindi...

—¡Yaessuficiente!—meinterrumpióDhiön—.¿ConoceselartedelaEscritura?

—Sí,SerSuperior—respondí.—¿LaCábala?—Sí,SerSuperior.—¿LaAstrología?—Sí,SerSuperior.—¿LaAritmética?—Sí,SerSuperior.—¿LaGeometría?—Sí,SerSuperior.—¿Lógica?—Sí,SerSuperior.—¿Quiromancia?—Sí,SerSuperior.—¿Piromancia?—Sí,SerSuperior.—Imagino—hizounincisoDhiönenestepunto—,quesiendoundjinn,sentirásporel

fuegounapegoespecial.—Enefecto,SerSuperior.—Por la Retórica no pregunto al aspirante porque su reputación habla por él—dijo,

antesdesuspirarprofundamente,comositodoaquellolefatigaramucho.(LafamadeparlanchínalaquesereferíaDhiöntambiénseladebíaamiMaestro,gran

aficionado a referir sus hazañas junto a mis ocurrencias. Por otra parte, la cualidad dehablador es una característica de gran número de demonios. Los hay que sólo disfrutanhablandodeángelescaídosydelacreacióndelmundoyacabanporresultarfatigosos.Losquegustandecontarsusaventuras,comoyo,sonmuchomásdistraídos.Sobretodo,nohacefaltadecirlo,cuandolasaventurasmerecenlapenayloscontadoresdominanlatécnicadelanarración.)

—Gracias,SerSuperior—dije.(Una norma básica de todo inferior ante un Superior: agradecer cualquier cumplido

recibido,porpequeñoquesea.)—Debemosdeducirdetuspalabras,pues,quesabesleer.—Sabiadeducción,SerSuperior.Alaalturadetusmúltiplestalentos,sinduda.Dhiönhizounapausa.Meparecióoírunrumordepapeles,comosielcuestionarioal

quemeestabasometiendolollevaraporescrito.—Tenemos entendido, djinn, que has servido durantemás de quinientos años alGran

MaestroDantalián.—Porsuerteparamí,asíhasido,SerSuperior.—¿PuedesenunciaranteelCónclavecuáleshansidolasenseñanzasquetumaestroteha

transmitido?—Consumogusto,SerSuperior—respondí(llevabamuybienpreparadalarespuestaa

esta pregunta, no me hizo falta ni siquiera meditarla)—: de Dantalián el Grande, a quienprofesojustaadmiración,aprendíelartedelaadivinación,eldelaescriturayeldelengaño.También gracias a sus enseñanzas soy capaz de doblegar voluntades ami antojo, tanto desereshumanoscomodeespíritusoscurosinferiores;detectolosdeseosocultos;entiendoel

cantode lasavesyel lenguajede losanimales;domino las técnicasdeentrenamientoparahacerdecualquierhumanopredispuestomifielsirviente;puedolograrladesesperacióndequienesmeescuchan;ségenerarvisioneseilusionesópticasdetodotipo,asícomoprovocarelamorentrehumanos(ytambiénsentimientosunilaterales);conozcoelvalordelaspiedraspreciosasyotrosamuletosy,porúltimo,soycapazdeencontrarcosasperdidas.

Sehizounsilencioincómodocuandoterminé.Porunmomentotemíqueelresultadodetantosañosdeformaciónyesfuerzonolesparecierasuficiente.

—Magnífico —de nuevo era Ura quien hablaba—, porque precisamente vamos aencomendartequeencuentresalgoparalosnuestros.

Traté de disimular la emoción queme producían estas palabras. Si el Cónclave iba aencomendarme unamisión significaba queme consideraban un buen candidato, que habíapasadoelexamendelosSuperiores.Porfinempezabaaverlosfrutosdetantadedicaciónyesfuerzo.Podía ser, incluso,quemeasignaranalgúnpoder,unahabilidad sobrenaturalqueaumentara mi categoría. De nuevo tuve que hacer denodados esfuerzos para contenerme.Nadie se toma en serio a un demonio que brinca de alegría, pero menos que nadie losmiembrosdelCónclave.

—Hemossabido—comenzóUra—queeneltranscursodeunodetustrabajosmenorescomogeniecillo, conociste a tresmagos viajeros guiados por una estrella. ¿Eres capaz derecordarlos,djinn?

—Oh,sí,SerSuperior.Losrecuerdocomosiacabaradeabandonarlesensucamino—respondí.

AtronóelvozarróndeDhiön,amonestándome:—Respondesegúnelprotocolo,djinn,oserásdesestimado.—Lesruego,SeresSuperiores,quenotomenenconsideraciónlaactituddeestenecio

djinn—mecorregí.(Otraregladeoro:disculparse,delmodomásrastreroyempalagosoposible,encuanto

secometeunafalta.)—Prosigue,serinferior—autorizóUra,condescendiente.—Recuerdobienalostresmagos,SerSuperior.—¿Seríascapazdereconocerlossivolvierasaencontrarlos?—preguntóUra.—Contodaseguridad,SerSuperior.Metengoporunbuenfisonomista,SerSuperior.—Bien.¿Sabesvolar,djinn?Porunmomento,temíqueesteaspectofuerauninconvenienteycalibrélaposibilidadde

mentir.Ladesestimé:mentirantelosmiembrosdelCónclaveescavarselapropiatumba.Silohubierahecho,ahorallevaríavariosmilesdeañoseneldesiertodelquesalí.Reenviaralosespíritus ambiciosos a la ciénaga de la que surgieron es un castigo habitual para quienespretendenpasarsedelistos.

—No,SerSuperior—reconocí.—Enesecaso,teseráotorgadaesahabilidad—añadióUra,solemne.Laalegríamedejómudo.—¿Nodicesnada,djinn?—levantólavozDhiön.—Sufielservidorlesagradecequeledistingancontalesdones,SeresSuperiores—dije,

inclinandounpocomáslacabeza.—Tambiénposeerásunahabilidadpocohabitual,una rareza, aunqueenestecaso será

sóloduranteeltiempoqueseprolonguetumisión.Podrás,sóloconunparpadeo,desplazarcualquiercosaqueteconvenga,porgrandeypesadaquesea,yatantadistanciacomogustes.

—Su fiel servidor les agradece...—Repetí la reverencia anterior, pero estaveznomedejaronterminar.

—Acabemosdeunavez,jovendjinn—meinterrumpióUra—.TumisiónseráencontraralostresmagosdeOrientequeporcasualidaddescubristesiguiendoelrastrodeunaestrella,allídondeestén,ytraerlosantenosotros.Paraqueteayudenentucometido,ponemosbajotumandounadocenadepequeñosespíritusrastreadoresydosángelesexterminadores,de loscualesserásplenamenteresponsable.Deberás,pues,devolverlosenelmismoestadoenqueteson encomendados, así como rendir cuentas de tu trabajo y el de ellos ante esteCónclavedentrodeveinteaños.Eseestambiéneltiempoqueseteasignaparacumplirelencargo.Siterminas antes, serás recompensado. Si tardas más, te devolveremos a tu desierto y a tucondicióndeespíritumínimo.Desdeestemomento,jovendjinn,eresundemoniointermedio.Quedaprohibidoa los seresdemenor rangocualquier referencia a tupasadocomodjinn,bajo pena grave que impondrá este Cónclave según cada caso. Y en cuanto a ti, espíriturenovado...Te recomendamosquedemuestresvalentíaybravura ante loshumanos, quenocejes en ese empeño tuyo de superarte y que permanezcas inquieto y diligente como hastahoy. Y ahora, encomendado, desaparece de nuestra vista después de inclinarte ante tusSuperiores.

Me repateaba ser tan servil, pero en aquelmomentome habría inclinado tantas vecescomoañosteníadevida,simelohubieranpedido.Acababadealcanzarunametaimpensableparaalguiendeorígenestanhumildescomolosmíos.Aunquetansólofueralaprimeradelasmetasconquequeríajalonarmicarrera.

Meinclinéotravez,talcomosemehabíaordenadoysalí,denuevoenlacompañíadelenvaradochambelán,queami ladoparecía lamásmustiade lascriaturasdelUniverso.Enverdad,nolehabríaescogidoparairmedefiesta.

Asífuecomoempezómiverdaderavidadedemonio.Yahora,cierralosojos,lector.Cuandovuelvasaabrirlos,habrántranscurridomásde

doscientoscincuentaaños.

***

Reconócelo:jamásunparpadeotellevótanlejos.Sitúateamilado,aquí,máscerca.Sí,ya sé que mi olor no resulta muy agradable para vosotros, los humanos, pero deberásacostumbrarte. Estamos en una reunión muy importante y casi tan envarada como loscónclavesoscuros.¿Reconocesellugar?No,ynomeextraña.Tienequeserlemuydifícilaunserquenoposeevastosconocimientosdehistoria,arquitecturayteologíasaberdóndeseencuentraconsóloecharunvistazo.Porsuerteparati,tampocopracticaslamaterializaciónespacio-temporal.Aunque,enrealidad,nohacefaltaaportardatosexactos.Entrarendetallesnos llevaríademasiado lejos,ynoesésteelmomentodecomenzaraexplicarunahistoriaque requeriría muchas páginas más y nos desviaría demasiado de nuestro objetivo. Otromomentohabrámáspropicioqueéste,seguro.

Paraloqueahoranosinteresa,tebastasaberque,cuandotodocomenzó,yomehallabacómodamentesentadoentreunosvaronesmuy insignesquesecomplacíanen llamarseasímismos santos y poderosos—en algunos casos aislados, fueron lo segundo; lo primero,distabamuchodeserloningunodeellos—yqueeneseprecisomomentoestabanenzarzadosen la discusión de un asunto de gran relevancia, que les mantenía acalorados desde hacíahoras.Talesseñoressuperabanennúmerolasdosdocenas(porlotanto,confacilidadpodrásllegaralaconclusióndequelasalaquealbergabalareunióny,portanto,atodosnosotros,era de proporciones generosas). Uno gordito, taciturno y con cara de sufrir fuertesretortijonespresidíalareunión,comoenélsolíaserfrecuente.Eraeldeán(esdecir,eljefe)donPedroManuel.El restode loscaballeroseranconocidosprohombresde laciudadqueantañosellamóIsbilya,[2]muyorgullososdepoderaplastarennombredelcristianismo,alqueellosrepresentaban,losgrandesedificiosquelosmusulmanesconstruyeronenesapartedelmundo.Unapretensiónestúpidadondelashaya,porcierto,yconstequelosmusulmanesmeresultancasitanantipáticoscomoloscatólicosyquesientoporlasobrasdeambostantaconsideración como pueda sentir por los excrementos de las mascotas de los diablosmenores.

En el momento en que comienzan los hechos que voy a contar —y que si haspermanecidoatentoyaconocerás,insípidolector—sediscutíaenelCabildolaconvenienciadederribarlaantiguagranmezquita,queloscristianoshabíansumidoenelolvidoylaruinadesde que entraron como bestias salvajes en la ciudad, pues lo primero que hicieron fuecolgar su pendón del alminar árabe, para dejar bien claro quiénes eran ahora los nuevospropietarios de estas piedras. En su lugar, se planea ahora construir, según la moda quemarcanotrospaíseseuropeos,unainmensacatedral.

—Tangrandeque el resto de la humanidadnos llamará locos—diceunode aquelloshombresrebosantesdelaprepotenciadelosvencedores.

Incluso tú, lector, tan limitado en tus capacidades deductivas, debes de estarpreguntándote qué hacía yo en tan aburrida reunión, disfrazado de prelado, y no de unocualquiera:habíatomadoenpréstamoelcuerpobarrigónyrosáceodeunobispoconocidoporsuseveridadysurectitud.Puesbien, loprimeroquedebodecirteesquealgunascosashabían ocurrido entre aquella comparecencia ante el Cónclave donde me fue asignada miprimera misión y la aburrida reunión del Cabildo en la preciosa Isbilya. En doscientoscincuenta años,dirás,puedenocurrirmuchascosas.En términosgenerales,podríadarte la

razón.Sinembargo,nuncaantessehabíaconocidoentrelashordasoscurasquepueblanlosinfiernosunacarreraascendentetanmeteóricacomolamía.Haycasoscélebresdetrastazosvertiginosos, incluso de trastazos colectivos —ahí están los famosos doscientos ángelescaídos,porejemplo—peronohaypruebasdocumentalesdeascensionesigualderápidas.Escorrectodecir,pues,queenesto,comoentantasotrascosas,sentéunclaroprecedente.

Así pues, el que se hallaba sentado entre los prohombres del Cabildo, usurpando lapersonalidaddel que sin duda fue el obispomás feo y apestoso de su época, fingiendouninterésyunapreocupaciónquedistabanmuchodesersinceros,erayaunDemonioderangosuperior,poseedordeinmensospoderes,comandantedevariosmilesdeespíritus,incluyendoínfimos,mediosyángelesdelamuerte,miembronumerariodelCónclaveyfirmecandidatoa ocupar algún día el cargo de Gran Señor de la Oscuridad al que todos los Superioresaspiraníntimamente.

Claroquenotodopuedenserventajas.Lasuperioridadacarreaconsigoalgúnqueotroinconveniente. El más pesado es la relación con los humanos que, aunque en algunosmomentos (muy puntuales) pueda llegar a ser divertida, lo normal es que resulte una lata.Sobre todoporqueexisteunbuennúmerodehumanosquesiente loquepodríamos llamardebilidad por elMaligno, demodo que se pasan el día reclamando nuestra presencia. Porfortuna,muypocosseatrevenallegarhastaelfinalysucuriosidadterminacuandosellevanelprimersusto.Perotambiénexistenotros,menosprudentes,mástemerariososencillamentecon la cabeza vuelta del revés, que se atreven a practicar invocaciones en serio. Y, comoseguramente desconoces, repugnante receptor de estas palabras, un Ser Superior no puedenegarseaacudirantequienleinvoca.

YatehedadopistasmásquesuficientesparaquesospechesloqueocurrióestandoenlaaburridareunióndelCabildo.

—Noesprudente,señores,quepensemosenlaconstruccióndesemejanteatrevimiento—dije, fingiendo gran convicción y arrugando el entrecejo cuanto pude—. Dios NuestroSeñornoscastigaráporosadosyorgullosos,sinduda.

Parami argumentación,mevalí demis conocimientos sobre elApocalipsis, la ira deDios, la soberbia de los hombres, el curso de los astros y las causas más frecuentes demortandaddelaépoca.Cómohilvanétodosestosargumentosnovieneahoraalcaso.Bastedecirquecasimesalgoconlamía,pueseldeánlevantóundedoregordeteydijo:

—Lesruego,caballeros,ilustrísimas,queabordenesteasuntocontodalaserenidaddequeseancapaces.DebemosdejarnosiluminarporDiosparaqueseaÉlquiennosaconsejesilomejoresesperaroprocederafijarlafechadelacolocacióndelaprimerapiedra.

Yacasimehabíasalidoconlamía,casiteníaalosestúpidosprohombresconvencidosde que su decisión de construir una catedral en aquel lugar y en aquelmomento no era laapropiada.Perojustocuandolosmásinfluyentesparecíanconsiderarlaposibilidaddevotarencontradelaconstruccióndetanmagnaobraarquitectónica,esdecir,cuandomásnecesariaeramipresenciaallíafindeterminardeconvencerlesconunanuevaargumentación,eneseprecisoydelicadomomentoempecéasentirelcosquilleotípicodeliniciodeunainvocación.

Desdeesemismoinstante,aunsinsaberquiénmeestaballamando,maldijesushuesosensilencio: estaba sóloaunpasodedecantar ladecisión segúnmis intereses cuandohubedesalir del cuerpo del obispo barrigón y, en consecuencia, abandonar el Cabildo, paratransportarmeallugardondealguienmeestabareclamandoconenormeyurgenteempeño.

Hubiera soportado muy mal que mi invocador fuera un hechicero, un curandero oinclusounclérigo.Dadaslascircunstancias,nadielehubieraparecidosuficienteamicólera.Iba dispuesto a aprovechar sumás pequeño error, elmásmínimo fallo, para triturarle allímismoycomérmeloacucharadas.Sinembargo,noestabaenabsolutopreparadoparaloquedescubríal llegaral lugar: la responsabledeaqueldescalabronoeraotrasinounaniñadediecisieteaños,holgazanaytemerariaque,paracolmodedesdichas,estaballevandoacabolainvocacióndeunmodotanintachablequenomedejólamenorposibilidaddesaciarmisdeseosdevenganza.Porlomenos,nodeinmediato.

Lacriaturadiounrespingocuandomevioaparecerantesusojos.Eslógico:nosueloestar muy guapo cuando me transfiguro, sobre todo cuando lo hago a toda prisa y porobligación.Muchosenloquecenalverme.Ellano.Eravaliente,lamalditacría.Estábamosenunaespeciedecobertizodemaderamuyrudimentario.Enelsuelo,tambiéndemadera,ellasehabíapreocupadodedibujarlaestrelladeDavidysituarsejustoensucentro,comodebeser.Eltrazoerafirmeycontinuo,fueloprimeroenloquemefijé,nohabíaningunarendijaporlacualpudieraintroducirmisgarrasparahundirlasensucarnetierna.Nonegaréquetodasestas circunstancias me pusieron aún de peor humor. Aunque todavía no había llegado lomejordetodo,lagotaquecolmóelvaso:supetición.Larazónporlacualmehabíahechovenir,arruinandoelquellevabatrazasdeconvertirseenelmayortriunfodemimuybrillantecarrera.

Abrió la boca un par de veces, como una criatura marina, antes de encontrar vozsuficienteensugargantaparadecir:

—Lucifer,BelcebúoAstarot,PríncipedelMundo,yoteimploro,oh,patrono,Señordetodos losespíritus,y teentregomialma,micorazón,misvísceras,mismanosymispies,todomiser.Oh,GranSeñor,dígnatesermepropicioenlalaborquetevoyaencomendar.

Demasiado redicha.Nadade todoaquelloeranecesario.Formabapartedeun librodefórmulasmágicas(llamadotambiéngrimorio)muyantiguoyyamuysuperado.Nocreoqueellalograradarsecuentademiexpresióndefastidio.Lahumaredaquesueleacompañarmecuandomematerializonodejaverbienlosdetalles.

—¿Quétripaseteharoto?—lepregunté,demuymalosmodos.Meparecióquetemblabaperoquetratabadedisimularlo.Parecíaasustada,peroalavez

teníaagallasparacontinuarhastaelfinal.UnachicaconmaderadehechiceraodesiervadelDemonio,desdeluego.Lástimaquelaconocieraenunmomentotaninoportuno.

—Quierounpozo—respondió.Nomelopodíacreer.¿MehabíahechosalirdelareunióndelCabildoparapedirmeun

simplepozo?Tuvo suertede estarbienprotegidadentrode su estrellade las invocacionesporquesinomehabríahechouncollarconsusintestinos.Selodije,perofingiónooírme.

—Unpozoaquí,enlastierrasdemifamilia—dijo.Nohabíanadaquehacer.AsísonlascosasparalosEspíritusSuperiores.Siteinvocany

lohacenbien,debescumplircontudebersinremedio.Porfortuna,lainvocaciónnoincluíaningún contrato temporal. Construido el pozo, siempre y cuando pactáramos unascondicionesquemefueransatisfactorias,yqueéstassecumplieranporambaspartes,podríamarcharme.Habríapodidoserpeor:algunosinvocadorespuedenhacerquelessirvasduranteuntiempo(unmáximodeveinteaños)aunqueparaesodebensermáspoderososyconocermejor losmisteriosde la secretaAltaMagiaque laatrevidacriaturaque tenía frenteamis

ojos.—Eso se puede hacer en cualquier momento —dije yo, intentando liberarme para

regresaramireuniónenIsbylia—yenéstenoesdemiagrado.—Tienequeserestanoche—añadióellaysubiólavoz,muyteatral,paraañadir—:Yote

lomando.Nada,inútilinsistir.Eraobcecadaynoestabadispuestaadejarmemarchar.—¿Quémeofrecesacambio?—pregunté.—Mialma.Perosólositerminaselpozoantesdequecanteelgallo.Lamiré,desafiante,yrugí:—Al Maligno no se le tutea, despreciable insecto. Cuida de no sacar ni un pie del

triángulooteloarrancarédeunadentellada.Cualquierserhumanosehabríadescompuestodemiedoantealgoasí.Ellasostuvomi

miradaysólomeparecióqueletemblabaunpocolavozalbalbucear:—Disculpe...,lotengotodopreparado.Señaló hacia un lado del cobertizo, fuera del círculo. Sobre una mesa desvencijada

estaba, en efecto, todo lo necesario para firmar nuestro acuerdo: un pliego de pergaminovirgen,lasvarasmágicas,lalanceta...Sólofaltabalapluma.Enelmismomomentoenqueyoacariciaba la ideadequemi invocantesufrieraundescuido (tannaturalen loshumanosdetoda condición, por otra parte) y saliera de la estrella ritual para agarrar alguno de esosinstrumentos, ella echó por tierra todas mis ilusiones mostrándome la pluma, que habíatenidolaprecaucióndeguardarenlamano.

Extendióelbrazocon lapalmahaciaarriba,descubriendounamuñeca finayunapielmuyblancaenlaqueresaltabanunpardevenasazuladas.Cerrólosojos.Porunmomento,suexpresióndemártirmerecordóaladeciertasvírgenesalasqueacompañéunavezhastalahoguera de la Inquisición.Luegome las comí:me encanta la carne bien churruscadita (dehecho,meencantalacarnedecualquiermanera).

—Estoydispuesta—dijo.Lascosashancambiadomuchodesdeentonces.Enaquellos tiempos, lospactosconel

Diablo todavía se firmaban con la sangre de las víctimas, algo (si se piensa) más bienprimitivo y antihigiénico (además de peligroso: no quiero ni pensar que alguno de ellospudieracontagiarmealgo).Clavélalancetaensubrazoconprecisióndecirujano,recogíenuntintero(siemprelollevabaencima,porloquepudierapasar)elfluidorojoyespesoyenunpispáshiceaparecerenelpergaminolostérminosdelacuerdo.Loextendíantesusojosylofirmósinperderniunsegundo(ysinleerlo:lástimanohaberincluidounacláusulaquemepermitiera cortarla en daditos y ensartarla en un pincho, o algo igual de imaginativo ygratificante)yacontinuaciónmedijo:

—Quieroelpozoenellugardondeheclavadounaespada.Salídelcobertizo tanfuriosoqueami ladounbasiliscohabríaparecidounanimalde

compañía.Busquélaespadaeneldescuidadojardíndondemehallaba(fuefácil)yenseguidamepusemanosa laobra.Engeneral,yahaquedadodicho, los juegosdeconstrucciónmedivierten, aunque los prefiero en circunstancias más agradables. Por lo demás, laconstrucción de un pozo entraña para mí tan pocos secretos como pueda tener para elcocineroexpertoeldesplumadodeunpollo.Porlomenos,meconsolabapensar,elalmadelamozaestabaasegurada.Yunalmasiempreesunescalónmásenmirampantecarrera.

Me salió un pozo firme y profundo como elmismo infierno, de ancha boca y aguasheladas. Sólome faltaba por colocar una piedra del brocal cuando de pronto, sin que yolograrasaberporqué,cantóelgallo.Repasédeinmediatolostérminosdelcontrato.

Uno:habíacantadoelgallo(antesdeloprevisto,segúnmiscálculos,yesoquenosueloequivocarmeenloscálculostemporales).

Dos:elpozonoestaba terminado(pormuypoco,porcasinada:unasolapiedraentremásdecincomil.Perotécnicamenteeraunaobrainacabada).

Tres:por tanto,y siguiendo los términospactados,yodebíaesfumarmesinquedemíquedaramásrastroqueelacostumbradotufoaazufrequesueloirdejandoamipaso.

Denuevomeviimpelidoacumplirconmiobligación.Mipoderescasiilimitado,peroante una invocación bien hecha no hay nada que hacer salvo resignarse. Mi cólera erasuperlativacuandodebíabandonaraquellugarsinterminarelbrocalnicobrarmeelalmadelaadolescentequemehabíahechoperdereltiempodeaquelmodo.Regresédenuevoamiobispotripónyrosado,queenaquelmomentoestabarezandosusmaitinesalladodeotrosgordos.

En un primer momento, aguardé acontecimientos sin manifestarme. Mi mayorpreocupaciónerasabercómohabíaterminadolavotacióndelCabildo,delaqueyotuvequeausentarmeentanmalascircunstancias.Meagazapédentrodelampliocuerpodelreligioso,observandoamialrededorymaldiciendomisuerte.Habíapasadodemasiadotiempo—másde nueve horas— desde que salí de él (durante una invocación el dominio del tiempodesapareceytodoSerSuperiordebeplegarsealnormaldiscurrirdelosminutos,lashoras,losdías,etcétera).Entrelosrostrosdelospresentesenlaiglesiaaaquellastempranashorasnoreconocíaningunodelosprohombresdelatardeanterior.Porlaserenaalegríaquesentíaelobispo,yqueyopodíapercibirpuestoquedenuevousurpabasuanatomíaypartedesuespíritu,dedujequelossantoshombressehabíansalidoconlasuya.

Peronofuehastabienentradoeloficioreligiosocuandoconfirmémistemores.Ocurrióenlacolapara tomar laeucaristía.Todosloscuritassedisponíanacomulgar,enordenadafiladeados,cuandounodelosqueavanzabaamayorvelocidadporlaotrahilera,seacercóaloídodelobispoysusurró,conunasonrisabobaenloslabios:

—Reverendísimomonseñor,recibamifelicitaciónmásentusiastaporesanuevacatedralque,sinduda,puedesentirustedcomopropia.

No me pude contener. Pensé que había llegado el momento de hacerme notar. Losentendidos saben reconocer al instante los signos de una posesión. Por eso casi todos lospresentesempezarona santiguarse frenéticamente,yaagarrarsecon fuerzaa lascrucesdeoro que colgaban sobre sus pecheras, nada más observar el anormal y repentinocomportamientodelobispo.

Elreverendísimomonseñoracababadesalirdelafiladelacomuniónparaalcanzardeunacarreraelaltar,alquetrepódeunágilsaltoquedejóatónitosatodosloscomulgantes.Acto seguido, se apoderó del paño de altar haciendo caer cálices, hostias consagradas ydemásinstrumental,selopusoamododechalyempezóacantar,convozatronadoraymuybuensentidodelritmo:

ElDemoniomeordenaconsugargantaopacaqueregaleamipúblicounsinparestribillo:

lapanzotadegordomerozalostobillos,puesdeglutofaisanescuandolagulaataca.Yporcalmarmistripas,avecesmetoeldedoallídondealmacenolascacasylospedos.

***

Enalgunosdelosllamadostextossagradossehablade«unserceloso,vengadoryllenode indignación que guarda enojo de sus enemigos y jamás tiene por inocente al culpable.Marchaenlatempestadyeltorbellinoylasnubessonelpolvodesuspies;amenazaelmarhastaquelodeseca,agostalosríos,losmontestiemblanasupaso,loscolladossederriten,laTierra se conmueve en su presencia con todos los que en ella habitan. La inundaciónimpetuosa o el fuego que hiende las piedras consumirán el día de la venganza a susadversarios.Ylastinieblasperseguiránporsiempreasusenemigos».

Quédescripcióntanprecisa,tanajustada,tanexactademímismo.Sinofueraporqueserefiere aunodeesos cretinosdiosesmonoteístasde escasosméritosy enorme fama,diríaquequienescribióesaspalabrasestabapensandoenmí.

Unservengadoryllenodeindignación.Exacto.Desdeaquellanochemalgastadaenlaconstruccióndeunmiserablepozo tuveporenemigaa laniñaquemehabía invocadocontantoatrevimientoy,comoellanomebastabaniparaensuciarme losmolares, tambiénmedeclaréenemigodetodasudescendencia.Nohadeextrañaranadieestetipodedecisiones.Suelotomarlas.Esloquetienelainmortalidad:lavidadeunsoloserhumanosetepasaenunabrirycerrardeojos.Ylassagassonmidebilidad.Sinembargo,mehabríacansadoantesdelos Albás—igual que me he cansado de otros muchos— si no se hubieran dado algunascircunstancias,digamos,extraordinarias.

LaprimeradeesascircunstanciasfueuncomentariodeDhiön:—Qué fatalidad que no pudieras convencer a los prelados de la inconveniencia de

construir esa catedral precisamente ahora —opinó mi competidor la primera vez quecoincidimostraselepisodio.

—Casilologro—respondí,secamente—perohubedeausentarme.—Losé,losé.Unaverdaderapena—lodijoenuntonoquerezumabavileza.Entre lashabilidadesdeDhiönnoestásucapacidaddedisimulo.Esunodeesosseres

queparecenllevarescritassusintencionesenlafrente.Elmodoenquepronuncióestaúltimafrase,porejemplo,fuesuficienteparaponermesobreaviso:algoestabatramando.Ydesdeluego,noeranadabueno.

Estaveznotieneslaculpa,criaturainsignificante,denoconoceraDhiön.Dehecho,notepierdesgrancosa.Aunasí,metomaréeltrabajo—agotador:mefatigahablardeloquenome gusta—de ponerte en antecedentes.Dhiön procede de un linaje de demonios de rangosuperior.Selesconoceporseralgunosdelosmástemidosespíritusdelagua,especialistasenrondaraquienessebañanen los ríos,oenelmar,observándolesdesde lasprofundidades,valiéndosedesumenordescuidoparaarrastrarleshastaelfondo.Sonparientes,másomenoslejanos, de casi todos los monstruos acuáticos de que hayas tenido noticia. A menudo serepresenta a Dhiön como un ser de cabello verde y piel gris, pero la realidad es muchomenos idílica: parece increíble que semejante cantidad de escamas, cuernos, tentáculos yaletaspuedandarsejuntosenunmismoente.Nosecaracterizaporsuinteligencia,perosusluceslealcanzanparadarsecuentadequeenestadonaturalresultanauseabundoinclusoparasuscongéneres,demodoquepara salir sueleacicalarseadoptando formahumana.Enesasocasiones, sepresentadisfrazadodeuncaballerodealtura imponente,melena laciaygris,rostroalargadoenelquedestacaunamiradapenetranteque,segúndicen, tieneelpoderde

paralizartodolovivo.Legustautilizarunnombreeslavo—ay,hasidosiempretanrarito...—:DenísDenísovichOmledovytalvezporesosueletenerunciertoéxitoentrelashembrashumanastreintañeras,quienes,comotodoelmundosabe,sonlascriaturasmásantojadizasdelacreación.

Comotodoslossoberbios,Dhiönodiaalosnuevos,sobretodoalosnuevoscontalento.Esdeesetipodecriaturasincapacesdetrataraloshumildescomoaiguales.Nisiquieraaloshumildesquehanasumidounconsiderablepodergraciasasusdotesysuempeño,comoesmicaso.ÉlmeconociócuandoyonoeramásqueunmeritorioaquienelCónclavedebíaevaluar y, por mucho tiempo que pase y muchas cosas que ocurran, jamás será capaz devermedeotromodo.ParaDhiönnuncadejarédeserundjinn,unescapadodeldesierto,unusurpadordeuncargoquedemodonaturalpertenecíaaunodelossuyos.Jamásaceptaráqueélyyoseamos igualdepoderososy,porsupuesto,nuncadigeriráqueyopueda tenermásméritos que él para arrebatarle el título de Gran Señor de lo Oscuro, al que ambospostulamosdesdehacealgunossiglos.Poresotratarádeevitarloportodoslosmedios,poreso empleará toda su astucia, todo su tiempo y todas sus fuerzas en evitar mis éxitos. Laverdad,mehonraesetipodecomportamiento,yaquenuncapenséllegaraserconsideradoun adversario tan peligroso, pero a vecesme pregunto cómo no se aburre de ponerme lazancadilla.Ochosiglos,ycontinúaerrequeerre.

LafamiliaAlbásy,enconcreto,aquellaprimeraydescerebradamuchacha,secruzóennuestrocamino.DigamosqueDhiöndisparabaamataryellaestabaenmitaddeltiroteo.Mebastóaquellarespuestataimadayfalsa—«Losé,losé.Unaverdaderapena»—alhilodelareunión del Cabildo y la invocación queme arrancó de ella, para sospechar lo que habíaocurrido:DhiönhabíainstruidoalamozaenlasdifícilesartesdelaAltaMagia.Algoquedeningúnmodoleeraextraño,yaque,nohacíatanto,Dhiönhabíaejercido,comotodosalgunavez,deDemonioinstructor,unodeesosservidoresdelMalcuyotrabajoconsisteenenseñaraloshumanostodotipodemalasartes.Segúnelniveldetorpezadelhumanoquetetoqueensuertepuederesultarunatareamásfatigosaqueningunaotra.

Eraobvio,sinembargo,queaquellaprimeramuchachahabíasidounadeesasalumnasbrillantes con la que todos los instructores sueñan. De vez en cuando ocurre, aunque nomucho(ysino,preguntaacualquiermaestro,noimportaqueseaonodemoníaco).Deotromodo,¿cómoibaaatreverseuna jovencomoaquéllaa invocarmeamí,unode losbichosmás poderosos de los infiernos y, además, hacerlo de unmodo tan intachable? ¿Qué otramano, sino la de Dhiön, podía haberla guiado cuándo dibujó la estrella en el suelo parahacerseinvulnerable?¿Dónde,sino,podíahaberconseguidoelpergaminovirgen,lasvarasmágicas,lalanceta,objetosquesólolosmuyentendidosenmagiasabendóndeencontrar,aunen tiempos posteriores a aquéllos? ¿Y, si a eso vamos, no era mucha casualidad que lainvocaciónsehubieraproducidoprecisamentecuandoyoestabaapuntodesentenciarotrodemisgrandeséxitosprofesionales?¿Porquélachicahabíapuestotantoempeñoenqueelpozofueraconstruidoprecisamenteesanoche,ynootra?Todoencajabaalaperfección:trasesosinterrogantes sólo podía haber un nombre propio. Un nombre que justificara y a la vezexplicaramuchasdelasdudasqueaotraluzseríanabsurdas.Además,sólopodíaseruno:elde mi competidor. Mi único rival. El único capaz de hacerme sombra en mi caminoascendentealOlimpodelosDemonios:Dhiön.

Cierto es—y ésta es la segunda de las mencionadas circunstancias— que la familia

Albásdemostró siempreunapredisposiciónasombrosaahacernegociosconmigo.Seguroque a estas alturas ya sabes, lector, quenome caracterizo, precisamente, por reprimirmisinstintos.Lapaciencia,latemplanzaolamoderaciónnosonrasgosqueadornenmicarácter.Cuando algo seme antoja,me apetece ome divierte, lo hago de inmediato, sin perder eltiempoenpensar.Cuandoaúnestabafrescoenmimemoriaelrostrodeladesvergonzadaquemeburló,loúnicoquemeapetecíaeracumplirenlasprimogénitasdelafamiliaelcastigoqueellaseganóconsuosadaconducta.Yesomelimitéahacer,conprecisiónderelojsuizo,durante algunas generaciones. Siempre de noche, siempre el mismo año en que cumplíandiecisieteysiemprealrededordemipozo.Ay,estanimportantecuidarlospequeñosdetalles,respetarlasformas,alimentarlosritualesy,dealgúnmodo,mantenerlastradiciones(aunquelashayascreadotúmismo).Alprincipio,lohiceconplacer,consaña,conira,regodeándomeen cada gota de sangre derramada, en cada víscera conseguida. Lasmujeres de la familiaAlbás despertaban lo peor de mí mismo —lo peor de un Demonio es siempre algoabominable—yyoprocurabasacarleelmáximopartidoatantamaldadreconcentrada(aesose le llama rigor profesional).No podía evitar ver en las féminasAlbás, cada vez que lasmiraba a los ojos, el destello de una burla, el brillo de la traición y el engaño de suantepasada. En demasiadas cosas me recordaban la jugarreta de que fui objeto y su solapresenciadespertabamisansiasdehacerlascarnepicada.Lasdestripécongusto,esparcísusentrañasenvariasmillasalaredonda,mecomísusojos,suslenguas,suscorazones,hidratémi reseca epidermis con su sangre caliente, fabriqué faltriqueras con sus estómagos,monederos con sus vejigas, amuletos con sus orejas y sus pulgares. Por desgracia, todotermina por resultar aburrido, incluso lo más asqueroso, si se practica con suficientefrecuencia.

Despuésdeestaprimeraetapaderabia,venganzaysuciedad,mevenciólarutina.Todaslaspasiones laexperimentanalgunavez.Seguícobrándomemiprendaencadageneración,peroempecéadarmecuentaconnopocadecepcióndequeyanoexperimentabaelmismoplacer al hacerlo. Matar a la primogénita de los Albás cada cierto tiempo resultaba tansencillo, ellasoponían tanpoca resistenciay,por logeneral, eran tan insulsas, tanmansas,estabantanconformadasasudestinoque,laverdad,descuartizarlasnoteníaningúnméritoysólopensarenesparcirsusrestosohacermeunospendientesconsusriñonesmeprovocabaperezaenlugardelaexaltaciónfestivadeotrostiempos.Nisiquierameapetecíahundirmisfaucesensusmuslostiernos,suaves,tanblanquitos...Quédesazón.Meestabadejandoganarpor la abulia y ni siquiera la imaginación me rescataba de ella. Nunca antes me habíaocurridopero,comoyahedicho,lainmortalidadtienesusdesventajasyhayqueaprenderasortearlasoavivirconellas.

(Aúnno te he dicho que romper la cadena de sacrificios establecida significa hacerloparasiempre.Esdecir,quesienunageneraciónhubieradejadodecobrarmemivíctima,nohabríapodidovolver ahacerlo.Aunqueenmi lugar, por supuesto, siemprepodría colarseotrodemonioavispadoqueestuvieradispuestoaseguirconlatradición.)

Yaestabapensandoen alejarmepara siemprede lasdescendientesde lamuchachadelpozoyconcentrarmeenotrastareasquemeresultaranmásexcitantes—y,dehecho,apuntoestuve de hacerlo—, cuando conocí a Máximo. Endiablado ser humano. Irrumpió en lafamilia(ydepaso,enelmundo)conlafuerzadeuntornado.Erafácildarsecuenta,consólomirarle,dequeenélhabíaalgoextraño,algoqueibamásalládelconocimientoeinclusode

la naturaleza de los hombres. Por abreviar: había algo en él que no era completamentehumano.

NoquierodecirconesoqueMáximonofueramortal,hijodemujeryhombre.Loera.Ytambiénposeedordeunaambicióntandesmesurada,deunorgullotaninfladoyunegotanportentosoquemerecía,porsuscualidades,sertenidoporDemonio.Entrelossuyos,noesdeextrañar,letomabanporloco.Loscriadosleteníanpánico,sumujerapenasseatrevíaadirigirle la palabra y sus hijos procuraban verle lo menos posible y, desde luego, nocontradecirlejamás.Máximoeratanespecialyesoresultabatanevidentequeconsiguióhacerrenacermiinterésporsufamilia.Ynosóloelmío,tambiéneldeDhiön(aunqueesotardéuntiempoenaveriguarlo).

Talvezpiensasahora,abrumadolector,cerebropocodotadoparaelprocesamientodedatos,quenoconocesaMáximo.Teequivocas.Yahassabidodeélenvariasocasiones,alolargodeestasubyugantehistoria.Leconoces,pues,muchomásdeloquecreespero,afindeevitarquepierdaselhilobuscandosurastroenpáginasanteriores,estoydispuestoaayudarteunpoco.Máximoesaquelserpresuntuosoqueordenóerigirunaestatuaasímismoenmitaddeljardíndelamansiónfamiliar.Laquisodemármolnegro.Muyvistosa,peronosóloeso.Elmármolnegroesunpoderosotalismánque,adecuadamenteconjurado,libradecasitodaslasmaldicionesconocidas.(Teloaclaroenlasuposicióndequenuncahasestudiadomagianegra, dilecto lector, que nunca te han maldecido y nunca has necesitado conseguir unamuletodemármolnegro).EltalMáximo,supondrásconacierto,sabíabienloquesehacíacuandoloeligió.Desdeluegoquesí.Supedesuenormepoderenelmismoinstanteenquemeenfrentéporprimeravezasumiradaenloquecida:habíarecibidounabuenainstrucción.Ysuinstructorhabíasidoalguienaquiensurivalidadconmigolellevabaatomarsegrandesmolestias con tal de salirse un poco con la suya. Y de nuevo aparece en esta crónica elnombredelseralquemásodiodeesteuniverso.

¿Has atado ya todos los cabos, pedazo de corcho?Dhiön había adiestrado aMáximohasta convertirlo casi en un igual. Un ser con habilidades portentosas para tratarse de unhumano,alimentadoporunaambiciónenfermizayporelinterésdemienemigoelDemonioacuático.Elresultadofueinmejorable.Máximonosóloteníaunamentemuybiendotadaparael mal en todas sus variantes. Engañaba, cometía traición, vendía a su mejor amigo orenegaba de él sin sentir el menor remordimiento pero, además, no le temblaba la manocuandohabíaqueagrediraun igual,aunquenohubieracausaparaello,y tampococuandodebía matarle. No dudó ni un momento en permutar la vida de los suyos por favorespersonales.AGriselda,sufielesposa,latrocóporciertashabilidadesfísicasimpensablesenunhombre.Permutólasalmasdesusdoshijasmellizas,EvayBeatriz,porvariosañosmásdevidaparasímismo.Cincuentacadauna:unsiglodevida.Noesmaltrato.Elúnicoalqueno perjudicó fue a César, su hijo menor. Aunque cuando el chico cumplió doce años lopresentóoficialmenteanteelSeñordeloOscuro.UnepisodioquenieljovennieladultoquefueCésarAlbásolvidaríajamásyqueseríadecisivoenlaforjadesucarácter.

Pero me estoy yendo por las ramas. No es deMáximo de quien nos interesa hablarahora,nisiquieradeCésar(conocidotambiénporellectoratento)ydenuevomeadentroenun ramaldeestahistoria cuyospormenorespodrían llevarnosdemasiado lejos sinque seaéstemomentonilugar.Y,laverdad,detestableamigo,yavasiendohoradeterminarconestecuentoyretirarseadescansarantesdequemiaburrimientomelleveasurgirdeestaspáginas

delasquenoseparaslamiradayhacercontigopatédelector.SitehehabladodeMáximoAlbás,elmáslocodesulinaje,ytambiénelmáspeligroso,

hasidosólopararemarcarelhechodequeDhiönseinteresaraporél.Fue,enciertomodo,sudeclaracióndeguerra.Asumanera,meestabalanzandounaseriaadvertencia:«Desdeestemismo instante, esta familia es nuestro campo de batalla.» Y así fue. Ni más, ni menos.Llevamos siglos enzarzados en esta lucha antigua. En algunas ocasiones me ha llevadoventaja.Otrasveces,hesidoyoquienlehaaventajado.Nocreoquetranscurramuchotiempoantesdequelaluchafinaliceyhayaunclarovencedor.Mientrastanto,esteentretenimientohasidonuestromejorantídotocontraeltedio.

Sinembargo,Máximomeayudóadescubrirunacosa:quehabíaalgoenloshombresdela familia Albás —no sé qué: un gen, un virus, un destello de majadería...— que lespredisponíaahacernegociosconmigo.Esealgoseextendíamásalládelasgeneraciones;talvez tenía quever con su ambición, con su crueldad innata, o qué se yo, perohizoquemefuesenfielescomoperrillosamaestrados.Nonegaréqueempleétodomitalentoparaatizaresa ambición, alimentando suorgulloyvaliéndomedemásdeuna artimañaparahacerdeellosunrebañodemansoscómplices.Ylologrécasisiempre.MáximofueunprecursoralquesiguieronUriel,Cosme,Ezequiel...ConCésar talveznomeapliquélobastante.Bernalfueuncasosingular,quemedispongoaexplicartesiencuentroalgúngustoenello.Ytenporseguro,lector,queharétodocuantopueda,sinescatimarmedios,paraquemíassigansiendolasfuturasgeneracionesdelafamilia.Mías,quenodeDhiön.

Las mujeres nunca me resultaron simpáticas. A pesar de ello, cuando no quedó másremediome rebajé a conocerlas, a hablarles e incluso a pactar con ellas. Algunas fueronmagníficasdiscípulas.EstoypensandoenÁngela,aquiensiempredetesté,acasosinmotivo.Alcabo,medioíntimassatisfacciones.Sinollegaasertancrédulaytanbuenaalumna,losAlbássehabríanextinguidoy,conellos,midiversiónymicompeticiónconmienemigo.Sinembargo, en ella veía aún a lamuchacha del pozo (habrás advertido,menudencia, que losdemonios en general y Eblus en particular somos fáciles de ofender y complicados deapaciguar) y ni siquiera valoré la posibilidad de que pudiera serme útil. Si la hubiesevaloradotalvezmehabríadedicadoainstruirlaenlugardehacerlelavidaimposibleyestoysegurodequenohubieraresultadomaladiscípula.Bueno,nolohice,yquémásda.Despuésdetodo,noimportatanto:sóloesunavidahumana.

Además,sinomehubieraentretenidoconÁngelatalveznuncahabríadeseadoprobarcon la única hembra de la familia con la que de veras me empleé a fondo. Una criaturaincreíble, a quien formé desde muy pequeña, a quien hice cómplice, mi alumna másaventajadayconeltiempomimásdevotaadmiradora.Talvezalgúndíalerecompensetantadevociónhaciéndolamiamante,peroaún faltaun tiempoparaeso: sihayalgoquedetestosonlashembrasinexpertas.

Enfin.Eresuncompletotarugositesorprendeelnombrecuandoloveasescrito.¿HassidocapazdeadivinarquiénesmimayordebilidadenlafamiliaAlbás?

Exacto.Ella.Natalia.(Sinohassabidodeducirlo,cierrael libroenesteprecisoinstante.Nomerecesseguir

leyendo.Yyodetinoquerríaconocerlasconsecuenciasdedesoírmisórdenes.)Silohasadivinado,pasalapágina.Estásllegandoalomejor.

***

AprendídelgranmaestroDantaliándurantelosmásdequinientosañosqueestuveasuservicio la técnica infalibleparadistinguira lasbuenascriaturasdeentre lasmediocres.Élsolíaelegirelpeordesusaspectosposibles—unoqueresultarainclusomásrepulsivoqueelsuyooriginal—paramaterializarsefrenteaquiendeseabaevaluar.

—Nuncaloolvides—medijounavez—:sóloseasustanquienesnotienenaptitudesparalamaldad,quesonlamayoríadelosmortales.Encambio,podrásidentificarconrapidezaquienes sí las tienen porque permanecerán imperturbables ante ti, observándote llenos decuriosidad,inclusocuandotehayasmolestadoenaparecercontudisfrazmásterrorífico.

Dantalián,comoentantasotrascosas,teníarazón.Aunque en las personas realmente excepcionales —y Natalia es una de ellas— las

aptitudespuedenadivinarsesóloconmirarelauraquelasrodea.Todosloshumanostienenaura,adiferenciadelosdemonios,perolaintensidaddelamismavaríamuchosegúnelcaso.Contraloquesepiensaaveces, tampocotodoslosdemoniostienenlacapacidaddeleerelaura de las personas. Yo poseo esa y otras muchas habilidades. Por eso me di cuentaenseguida,enelmismoinstantedesunacimiento,dequeNataliaposeíaunauraportentosa.Tambiéncontabanlascircunstancias.Porunladoestabalaausenciadehijosvarones.Ningúninterlocutormasculinoconelquenegociar.AunqueloquerealmenteresultódecisivofueronciertaspalabrasdeDhiön:

—Esacriatura,Natalia, tieneunauraprometedora.Nohabíavistoninguna igualensufamiliadesdeaquellamuchachaquetemandóconstruirelpozo.

Hay algo que un demonio puede hacer si descubre a un ser humano realmentecapacitado:adiestrarle.

Noesfácil.Requieremuchaconstanciayenormededicación.Pocosdelosnuestrosestándispuestosasacrificarpartedesutiempoenalgoasí.Nadieteaseguraeléxito.Seconocencasosdehumanosposeedoresdeaurasextraordinariasque terminaronpor traicionara susmentores. Los humanos, hay que recordarlo siempre cuando se emprende este tipo detrabajos, soncriaturasdébilesycomo tales secomportan:puedensalirconcualquiercosa,inclusoconlasmásdescabelladas.Desfallecenalmenorcontratiempo.Sedanporvencidos.Aveces,lesdaporsuicidarseenelmomentomásinoportuno.Enellos,latraiciónesmonedadecambiocorriente.Poresoconvienenoaventurarse,anoserqueseestémuysegurodequeel ser humano elegido reúne las condiciones. Yo no lo estaba con Natalia cuando mearriesgué a educarla, y si lo hice, pese ami escasa convicción, fue sólo porqueDhiön lohabría hecho enmi lugar si no llego a anticiparme. Sin embargo, fue una de lasmejoresdecisiones demi dilatada carrera.Natalia resultó ser una discípula sorprendente.Una niñamuyespecial.

Podríamosdecirquenosconocimoscuandoellateníatresaños.Paranosotros,losSeresSuperiores,capturaraunacriaturadetancortaedad,ymáscuandoseencuentrarodeadadeotrasmuchas,nosuponeningunadificultad.Aunqueconfíenenellosplenamente,lossentidosde los humanos son tan limitados que nohay nadamás sencillo que despistarlos.Tambiénresultaextremadamentefácilhacercreeraunhumanooavariosdeellos,conjuntamenteoporseparado,quevenloquenoexisteoquenovenloqueexiste(vuelvealeerlosinotehaquedadoclaro,torpelector,esmásfácildeloqueparece).Así,pues,antelosojosdelasdos

maestrasylasdosmadresqueaqueldíaacompañabanlaexcursióndelosmáspequeños(locual arroja un total de ocho ojos, que no son pocos, desde luego), les robé a Natalialimpiamenteylallevéconmigoenunviajesimilaralquehasexperimentadotúalprincipiodeestahistoria.Unviaje,yasabes,enelespacioyeneltiempo,quenoscondujodirectamentea aquel desván poblado por centenares demuñecas de ojos abiertos (mis guardianas, misespías,misayudantes,misesclavas)enelquedesdehace tiempomegusta tenermicuartelgeneral.

DesdequeestuvoallíÁngelaningúnmortalhabíapisadoeldesván,conlaexcepcióndeEzequielOsorio,aquienleencarguélareparacióndelascontraventanas.Lossereshumanosse empeñan en poseer cosas que apenas resisten el paso del tiempo.Lo que ocurre es queellos,losmortales,nosedancuenta:ellosaúnloresistenpeor.Sinembargo,cualquierobjetoenmanosdeunodelosmíosseconviertedeinmediatoenunacarga,unapesadillaqueexigecuidados constantes y reparaciones eternas. Si no es algo que merece mucho la pena,procuramosnoencariñarnosconlascosasmateriales.

Lallevédirectamenteallí.Memirabaconlosojosmuyabiertos,llenadecuriosidad.Nisiquieramis constantes transformacionesparecían asustarla.Al llegar a nuestrodestino, sedesprendió del abrigo, se frotó lasmanos, se sentó en el suelo—que estaba recién pulidoparaella—ydijo:

—Tengohambre.Quieromerendar,lavarmelosdientesyhacerpipí.Entremis incontables habilidades se encuentra la demanipular el tiempo ami antojo.

Puedoacelerarloodetenerlo.Puedoconseguirqueunmileniocompleto—pornodecirunaglaciación—transcurraenloqueduraunparpadeo.Oalcontrario:puedolograrqueunsolodía se prolongue durante décadas, siglos, milenios o glaciaciones. Todo ello, como haquedadodicho,siempreycuandonosemeinvoque,claro.

ParapoderdedicaraNataliatodoeltiempoquerequeríaeliniciodesuentrenamiento,hicealgunasmodificacionescronológicas.Paralossereshumanosapenasfuerontresdíasdeausencia.SegúnlapercepcióndeNatalia,encambio,fueunañocompleto.365díasconsusnoches,8.760horasdurantelascualesmeesmeréendarlelamejorinstrucciónquejamásheprodigadoaunsermortal.Ynoexagerosidigoqueconmiempeñoysuinteligencia,conmitestarudezy supredisposición logramos loquepocasveceshaconseguido laalianzaentredemoniosymortales.

Huboalgunascosasen lasque tuvequeaplicarmemás.Sualimentación,porejemplo.No se conformaba con bayas, alfalfa, pienso o boñigas de vaca, como la mayoría decabalgadurasquehetenidoalolargodemiexistencia.Susgustoseransofisticados,igualquesusnecesidades:demandabaunlugarcalienteyblandodondedormir,otrodondeevacuarsuvejigaysusintestinosvariasvecesaldíay,devezencuando,unespaciodondeentretenerseconsusjuegos.Legustabacantar,hablarsola,peinaralasmuñecas,dibujarformasabstractasen papeles en blanco, lavarse lasmanos omenearse al son de unamúsica estridente.Y, laverdad,semostrótanaplicadaenlaadquisicióndeconocimientosqueenseguidacomencéaconsentirleestetipodecaprichos.

Al principio resolví no permanecer con ella en el desván y encerrarla con llave, lomismo que hice con su bisabuela Ángela, mientras yo permanecía en mi gabinete,deliciosamenterodeadopormislibrosantiguosúnicosenelmundoymisobjetospreferidos.Suelesermejorasí:loshumanosensulugaryyoenelmío,apesardequedevezencuando

hayapermitidoaalgúnmortallaentradaenmisantuario,esesótanoexcavadoenelsubsueloque me acompaña allí donde voy. Sin embargo, cambié de opinión respecto a Natalia aldescubrir que la pequeña no mostraba ninguna animadversión hacia mí, sino todo locontrario:esperabamisleccionesalegreydispuesta.Cuandolepreguntéporprimeravezquése le antojaba, qué deseo pediría si pudiera pedir cualquier cosa, me di cuenta de susuperioridadrespectoalossuyos:

—QuedesaparezcaRebeca—dijo.¡QuédistintaestarespuestadeaquellaotraquemedioUriel,sudesmayadotíoabuelo,

cuando ante lamisma pregunta sólo se le ocurrió solicitar una bicicleta! Estaba claro queNataliaeraentodosuperioraél,perotambiénalamayoríadesusantepasados.Todoaquellomerecordabaconstantementelasenseñanzasdemimaestro:

—Másvalebuenalumnoquebuenmaestro—solíadecirDantalián.UnaverdadqueconNataliasecumplíaalmáximo.Lomismoqueotrodesusconsejos

másfrecuentes:—Ladebilidadhaciaunmortalteharádoblementedébil.Debí haberlo tenido más presente. Como siempre, Dantalián estaba en lo cierto. Sin

embargo, sólo habían de pasar algunos años para que los encantos de Natalia resultaranevidentesalosojosdetodos,nosóloalosdequien,comoyo,escapazdeleerelfuturo.

El día en que la devolví al pasado la peiné yo mismo.Me divertía acariciar su pelosedoso.Supervisé lacolocaciónde todasycadaunade lasprendasque trajocuando llegó.Estabanintactas,aunquelequedabanalgopequeñas.LadevolvíalaSierradeSantoDomingodedondemelahabíallevado.Ladejédondealguienlaencontrara.Sinunrasguño,sinunamancha,impecablementevestidayoliendoasucoloniafavorita.AntesdedespedirmedeellaydedejarlasentadaeneltocóndondelaencontróPepeNavarro,quiseregalarleunamuñeca.Eraunadesusfavoritas,unadecabellonegroyrizado,condosojoscomodosabismosdeunazulbrillante.

—Simenecesitas,sólotienesquedecírseloaella—ledije,refiriéndomealjuguete—.Sino,volveremosavernoscuandohayascumplidolosquinceaños.

(En realidad, se lo dije en sánscrito, pero lo he traducido pensando que tusconocimientosenlenguasmuertasnodebendesermuyextensos.)

Ellarespondióen latín.Lohablabaa laperfección.Esunade lascondicionesparaseraceptadocomodiscípulodelMaligno:dominarellatíncomotulenguamaterna.Nataliayalohacía.

—Grates—contestó.Hedichoqueladejésobreel tocóndelárboldondenotardaronenencontrarlasanay

salva.Habíacrecidoochocentímetrosduranteeltiempoquepasamosjuntoseneldesván.Lamediamelenaquetraíaalllegarsepodíarecogerahoraenunacoleta.Y,porsupuesto,enloqueeraradicalmentedistinta—casiotrapersona—eraenlacantidaddeconocimientosquehabíaadquirido.Hablabasánscrito,latín,griegoyarameo.Sabíaconjurar,invocar,maldecir.Era capaz de aprovechar almáximo sus capacidades intelectuales. Empezaba a desarrollarciertocontrolsobrelamentehumana(quedeberíaperfeccionarllegadoelmomento)yciertacapacidaddeadivinacióndelospensamientosajenos.Conel tiempo,estaríapreparadaparaadquirir otros conocimientos. Con sus facultades y su dedicación, era fácil augurar queNataliaacabaríaconvirtiéndoseenmimayortriunfocomoinstructor.Sinembargo,aúnhabía

queesperarparaeso.Demomento,eramuypequeñayyodebíacumplirconmiobligación:devolverla a su lugar, después de asegurarme de que no recordaría apenas nada de lo quehabíaaprendidoconmigoyquetodassushabilidadesnosemanifestaríanhastaquecumplieraquinceaños.Asíocurresiempre,sisequierellevaracabounainstruccióneficaz:serobaalacriaturadesuentorno,semodificaeltiempoparaenseñarlelosconocimientosbásicos,luegose ladevuelvea su sitio, seesperaunosaños—quepuedenserdedoceaquince—yse lavuelveareclamarparaevaluarsudesarrolloduranteeltiempotranscurrido.Siseconsideraoportuno,eselmomentodecontinuarconlaformación.Aunquelonormalesdesestimarlapara siempre:muchos de los que de niños presentaban agudas capacidades, las pierden alalcanzar lapubertad.Presentíaqueno ibaa serasíconNatalia,yestabadispuestoa seguirtodoslospasos,sinsaltarmeninguno.Conozcomitrabajocomolapalmademimanoylodesempeñomejorquenadie.Ypuedodecirquetodosalióapedirdeboca,exceptoundetalleconelquenohabíacontado.Nohuboproblemasensureintroducciónasumundoyasuvida.Nadiesospechónada.Ellanosufrió,másbienalcontrario.Hastaaquí,todoocurriósegúnloprevisto.Loquedeningunaformapudeprevercuandoladejéenelclarodelbosque,limpiaypeinada,fuequemeibaacostartantosepararmedeella.

***

Es de buen profesional asegurarse el tiro. Por eso empecé a acosar a Bernal. Por

profesionalidad y también por deporte (para qué negarlo): me divierte tanto observar lasreaccionesdelasalmasdébiles...YBernaleraunalmadébil.Desdeesepuntodevista,todolocontrarioqueNatalia.

Ya llevaba tiempo detrás de él cuando comenzó a frecuentar la biblioteca. Deseabaconsultar periódicos antiguos. Cursó una petición. Esperó unos días. Recibió una llamada(qué fascinante es la burocracia), se presentó en la biblioteca y preguntó por alguien. Lecondujeronhastaunadelassalasdelsegundopiso.Olíaapapelviejoyapolvo.Dondequieraque mirases sólo veías paredes atiborradas de anaqueles repletos de gruesos y altosvolúmenes de periódicos encuadernados. Sólo quedaba libre un lado de la estancia, dondeestabanlosampliosventanalesquedabanalacalleyporlosqueencondicionesnormalessefiltraba la luzdel sol.EldíaenqueBernalvisitóel lugar, sinembargo,eragrisyoscuro:hizo falta encender los fluorescentes. Aquella luz blanca e intermitente le dio a la sala delectura una claridad de depósito de cadáveres. El silencio era absoluto: nadie salvoBernalhabía elegidopasar allí aquellamañanade finesdeverano.Nadie salvoBernal... yyo,porsupuesto.

Estuve observándole mucho rato desde una cierta distancia. Tomaba notas en uncuaderno.Devezencuando,sellevabaunamanoalafrente,comosiloqueestabaleyendoleprovocara sudoraciones, y cerraba momentáneamente los ojos. Luego, continuaba. Aintervalosleoíarespirarmásfuerte.Éseeraelúnicosonidoquehabíaenlasala,mezcladoconellevecrujirdelaspáginasdeperiódicoqueelchicoibapasandoensulectura.Poresono es de extrañar que un ligero carraspeo le advirtiera rápidamente de mi presencia. En

realidad,nofueexactamenteuncarraspeo.Bueno,lofueparamí,queparaproducirlohicelomismo que cualquier ser humano haría si quisiera aclararse la garganta. Sólo que elresultado,tratándosedealguiendemicondición(ymiportentosagarganta),fueligeramentedistinto.LoqueBernaloyóseparecíamásaunrugido.Nocomoeldeunleónsinomásbieneldeunhipogrifo.Ycomomefiguro,iletradolector,quenuncahasvistoymenosaúnoídorugiraunhipogrifo,teaclararéquesetratadeunsonidocienvecesmásfuertequeeldelmásfierodelosleonesquepuedasencontrar.

ABernal,aquelruidodebiódeextrañarle,ymásviniendodedondevenía—anaquel7,estante3,correspondientealostomos62al78deldiarioABCensuedicióndeMadrid—,demodoquevolviólosojoshaciadondeyomeencontraba.Porsupuesto,nomevio.Yohabíaelegidocomoescondrijoeltomo66—¡sontanbonitaslastradiciones!—ymeagazapabaenlaseccióndeanunciosporpalabrasdel6dejuniode1966enestadodeinvisibilidad.Podríahaber escogido cualquier otra sección, pero leer los anuncios por palabras siempre medistrae cuando tengo que esperar. Y lo de la invisibilidad... bueno, un modo como otrocualquieradeagregarleunpocodeemociónalacosa.

CarraspeéunpardevecesmássóloparapaladearelmiedoqueestabaexperimentandoBernal.Cuandoyapensabaquenopodríasoportarlo,salídemiescondrijoymemostrétalcualsoy.Nodebídegustarlemucho,porquesedesmayó.Loqueyodigo:unalmadébil.Leabaniquéconlasmembranasqueunenmisbrazosconmitronco.Aunasí,tardóunbuenratoenreaccionar.Paracuandolohizo,procurétenerunaspectomásortodoxo.O,loqueeslomismo,másvulgar,másaburrido,máslamentable:eldeunjovenapenasmayorqueél,conflequillo, gafitas, gorra de visera (puesta al revés) y ganas de consultar periódicos viejosdurantesusvacaciones.Ay,bostezosólodepensarlo.

—¿Has visto un bicho horrible que había aquí antes? —preguntó, regresando de suinconsciencia.

—Erayo—respondí.Soltóunarisillaestúpida.—Andaya—dijo—,¿ymelotengoquetragar?—Sinotelotragas,estuproblema.Erayo.—¿Ysepuedesaberquiénerestú?—MellamoEblus—percibíenéldemasiadopánicocomoparatenderlelamano,asíque

meabstuve—,tengo4.707años,soyunserderangosuperior.Deberíasestarmeagradecidosóloporelhechodequetedirijalapalabra.Tepodríacontarmuchascosasdemí,peronolascomprenderías.LoúnicoqueteinteresasaberesquesoyunDiablo.

Denuevoeldesconciertoasomóasucara.Nomeextraña:nosuelosertanexplícito.Medicuentadequenosabíasiecharseareírantemisnaricesosalircorriendoparaalejarsedeellas.Dehecho,sedebatíaentreambasopcionesynoeracapazdedecantarseporuna.

—Nometomeselpelo—dijo,alfin—.Sijuraríaquetetengovistodelinstituto.Esoera loqueélqueríapensar.Loshumanosestán siempre tentadosde creer aquello

quedeseanyaveceslodicenenvozaltasóloparaautoconvencerse.Noeralaprimeravezquemeocurríaalgoasí.

—Imposible—contesté—.Yonuncaheestadoentuinstituto.Y,adecirverdad,notengointencióndeiraningunosiquieneslofrecuentanseparecenati.

Debió de darse cuenta de que yo no bromeaba, porque empezó a sentirse

progresivamente más asustado. Percibí su miedo como si fuera una corriente eléctrica.Mmmm,qué sensación.Si algomegustadeverdades charlar congente aquienelpánicoapenaspermitearticularpalabra.

—¿Notepreguntasquéestoyhaciendoaquí,malgastandocontigomipreciosotiempo?—pregunté.

Noselohabíapreguntado,peroselopreguntóenaquelprecisoinstante.—Sí—consiguióbalbucear.—¿Ynodeseassaberlo?—insistí.—Bueno.—¿Yaquéesperasparaformularlapregunta,idiota?—Diounrespingocuandolevanté

lavoz,pobrecriaturillalamentable.—¿Quéestáshaciendoaquí?—susurró.—¡Noteoigo!—¿Quéestáshaciendoaquí?—repitió, estavezunpocomás alto (nomuchoy, desde

luego,nolosuficiente).—Aver,mendrugo—leagarrélabarbillaconunamanoyleforcéalevantarlacabeza

—,¿debotragarmequenoerescapazdeformularlapreguntaenuntonodevozqueresulteaudible?

—¡¿Quéestáshaciendoaquí?!—gritó,acasodemasiadoparamigusto,peronoestuvomal.Apesardetodo,aúnteníaalgunapuntualizaciónquehacerle.

—¿Quiéntehaenseñadomodales,chaval?¿Desdecuándosetuteaalasautoridades?¿AtiteparecederecibofaltarlealrespetoalDiablo?¿Sabesloquepodríaocurrirtesimeirrito?

Deinmediatoformulódeotromodolacuestión:—¿Quéestáustedhaciendoaquí?Meparecióquetemblaba.Desdeluego,noseencontrabaprecisamenterelajado.Hevisto

charlasdeamigosmásdistendidasquelanuestra.—Ah,vamosmejorando—respondí—.Consumogustocontestaréaesapreguntaahora

que has conseguido formularla correctamente, querida chusma.Muy sencillo: he venido acomprartualma.

Desdeluego,loquemenosesperabademíeraquelehablaradenegocios.Titubeó.Miróasualrededor,comosibuscaraalgo.Enrealidad,seestabapreguntandositodoaquellonosería una broma de sus compañeros de estudios, si no habría alguien por ahí grabando laescenaenunteléfonoparaluegomofarsedesucredulidadysuterror.Misiguientepreguntadesviósuatención:

—Sitedijeraquelepongasprecioatualma,¿quédirías?Devezencuandosobrevaloroamisvíctimas,comoenestaocasión.Bernalnoestaba

preparadoparaentenderaquellapreguntay,dehecho,nolohizo.—¿Qué?—murmuró.—¿Qué pedirías a cambio de tu alma? Algo que desees, que quieras conseguir, algo

difícil.Hazmeunaoferta.Niapesardelasexplicacionesqueledifuecapazdedeciralgosatisfactorio.—¿Cualquiercosa?—inquirió.—Cualquiercosa—respondí,henchidodeorgullo,deseandocontodasmisfuerzasque

mesolicitaraalgorealmentedescabellado,casiimposible,algoquemepermitieralucirmede

unamalditavez.Volvióamirarasualrededor.Quépérdidadetiempo.—¡Dejademirar,estúpido,aquísóloestamostúyyo!—Levantélavoz.Aél,encambio,lesaliósólounhilodevozcuandopreguntó:—Todoestoesunabroma,¿no?La verdad, hay veces que desempeñar mi trabajo se vuelve una tarea ardua. No hay

diversión en elmundo capaz de compensar semejantes dosis de estupidez por parte de loshumanos.

—¿Quéharía,segúntú,unDemonioenestasituación?Aver,dime.¿QuépodríahacerparaconvencertedequesoyelDiablo?

Meditóunosinstantesantesdedecidirse.—Mmmm... No sé... Supongo que tendría los ojos amarillos, garras, colmillos, la

espaldapeluda.—Miróalaparedquequedabafrenteasusnarices—.Yharíaalgoespantoso.Mataralabibliotecaria,incendiarlabiblioteca,algoasí.

Esterrible.Desdequeseinventóelcine,loshumanostienenunaidealamentabledeloquelosdemoniossomoscapacesdehacer.Parecemosartistasdevodevil,magosdepacotilla.Ylopeoresquesinonoscomportamoscomolohacenesosimbécilesdelagranpantalla,nosecreenqueseamosloquedecimosser.Quécruz,lamodernidad.

—¿Qué prefieres?—pregunté—, ¿queme cargue a la bibliotecaria o que incendie labiblioteca?

Nosabíaloqueprefería:—Nosé...¿Quéprefierestú?Pfff.¿Algunaveztehaspreguntadosipuedensalirúlcerasacausadelaburrimiento?Yo

telodiré:no.Sifueraposible,amímehabríasalidounaenaquellaocasión.—¡¿Denuevometuteaaaaas?!—rugí.Palideció.—Usted,usted,quéprefiere¡usted,usted,usted!-secorrigiódeinmediato.—Sinceramente, y ya que me das la opción—respondí— elijo el fuego, por el que

sientounaespecialpredilección.Peroantesdedemostrartedeloquesoycapaz,quisieraquetermináramosestaconversacióntanilustrativa.Tienesquepensaralgoquedeseescontodastusfuerzas.

—Nosé...—Vamos,basurahumana.Meestoyaburriendomuchocontigo.Alfinseleocurrióalgoquedecir:—Megustaríatenerunamoto—dijo.Aveceslaspeticionesmássencillasencierrangrandesposibilidades.—¿Quéclasedemoto?—pregunté,sinperderaúnlaesperanza.Podríahaberpedidounamáquinavoladora,unartefactodedestrucciónconqueaplastar

congéneres, un transporte para recorrermiles de quilómetros en un segundo, un vehículoarmadoconunarsenalocapazdelainvisibilidadodeviajaralavelocidaddelaluz,quéseyo,habíatantasposibilidadesporexplotar...Perono.

—Unapequeñita,parasalirporahílosfinesdesemana—respondió.Demasiado aguante estaba yo teniendo. De verdad, no sé cómo no me lo comí allí

mismo.

—¿Pretendescambiarmetualmaporunciclomotor,pedazodeimbécil?¿Quétienesenlugardecerebro?¿Unazapatilladedeporte?

—Esquenoséquépedir—sollozó.—Puesen talcaso,mejornopidasnada.Piénsalo.Tedoyveinticuatrohoras.Yahora,

terminemosdeunavez...Me puse frente a él, para que me viera bien. Lo primero, la pantomima de los ojos

encendidos, loscolmillos, lasgarrasy lospelos.Demicosechaañadíunespumarajoenlaboca (queda siempre tan aparente)yunpocodemímicapara laocasión.Creoque semeóencima.

Acontinuación, levanté lamano,arrojéunpardechorrosde fuegosobre losgruesosvolúmenesdelfondo.Ardieronlamardebien.Losbomberosnopudieronsalvarniunsolotomo. Bernal tuvo que dejar inconclusa su investigación en la hemeroteca. En cambio, leconvencí.Desdeaqueldíanovolvióadudardeconquiénestabatratando.

Aunquecreoqueconocermeleagrióunpocoelcarácter.Enverdad,yanovolvióaserelmismo.

***

No es quememoleste que los tiempos cambien.Más bien todo lo contrario: si nadaevolucionara jamás, la vida eterna sería insufrible. Es sólo que aún no termino deacostumbrarmealoscambiosquehanexperimentadolasmujeresenunaspocasdécadas.Yoera experto en manejar a chicas sin pretensiones, como Micaela, o la insípida y dócilGriselda,oalainfelizÚrsula,oinclusoaladíscolaÁngela,perocontraeldesparpajoylapreparacióndeRebeca,mismétodosdesiempresevolvieroninútiles.

UtilizóaMicaelacomomensajera.—Dicequequiereverle—meinformómineuróticacriaturaacuática—.Ustedmedijo

queseríamiamiga,miniña.Dijoquemeharíacompañía.Aesomerefiero.Haceunasdécadas,habríacumplidomipalabra.Rebeca,encambio,no

tenía vocaciónde damade compañía submarina.Seguramente, ningunade las chicas de suedadysutiempolahabríatenido.

Porsupuesto,nolarecibí.¿Acababadellegaryyagastabaesasínfulas?ParamantenerunvisavisconmigohayquehaberhechoalgúnotroméritoademásdeasustaraMicaelaycausarlelapeorcrisisnerviosadesuexistenciabajoelagua.

—Tendrá que esperar—zanjé, con esa altanería que tan buenos resultadosme dio enotrostiempos—aqueyoconsiderequemereceserrecibida.

—Ymientrastantosequedaráconmigo,¿verdad?Meharácompañía—dedujoMicaela,dandoasuspalabrasuncampanilleoilusionado.

—Claroquesí.Estuya.Puedeshacerconellaloquequieras,miespírituacuático.—Leacariciélamejillayellalaapretócontramimano,igualquehacenlasmascotasnecesitadasdelcariñodesusdueños(unaconducta,porcierto,muyhabitualenlasdesgraciadascriaturassinvidaquetomoamiservicio).

—Gracias,gracias,gracias,gracias,gracias...—canturreabamientrassealejaba.Lo siguiente que supe de Rebeca fue que se había comunicado con los vivos. Algo

completamente imposible sin la ayuda de los poderes de la Oscuridad. Imposible y, porsupuesto, intolerable. Si todos los muertos ocuparan su tiempo enmandarmensajes a losteléfonosmóvilesdelosvivos,elmundoseríauncaos(pornohablardelocolapsadasqueestaríanlaslíneas).Ysiyonolohabíaautorizadoniayudadoahacerlo,entoncessóloexistíauncandidatoposibleaserelcómplicedeRebeca:denuevoDhiön.

Cómollegóaestablecercontactoconél,esalgoquenocomprendo.AlaschicasdelafamiliaAlbásconlasqueyoestabaacostumbradoatratarnuncaseleshabríaocurridonadasemejante.SaltabaalavistaqueRebecaeradistintaasusantepasadas.

EstabamuyfuriosocuandolepedíexplicacionesaMicaela.—Semarchódepronto,miDueño—dijo—,noséadondefue.Dijoquevolvería,pero

nolohahecho.Ustedmedijoqueseríamiamiga,queestaríaconmigo,quepodíahacerconellaloquequisiera,quenomedejaríasola,que...

Quéempachosacriatura.Laexperienciamehaenseñadoque,siunvivopuederesultarcargante, un espíritu puede resultarlo mil veces más. No podía soportar a Micaela ni unnanosegundomás.Laconvertíenestatuadesal.Porpocaexperienciaquetengasenelasunto,artero lector, sabrásentenderelbreve futuroqueaguardaaunaestatuadesaldentrodeunpozo.Micaela se disolvió casi al instante, y con ella todosmis quebraderos de cabeza. El

únicorecuerdoquequedódeella,yqueaúnperduróalgunosañosmás,fueelaltoniveldesalinidaddelagua.Lástimaquenadiesedieracuenta,yaquenadieconsumíaesaaguacuandoMicaelasedisolvióenella.Detodosmodos,elcasoesaplicableaotros.Siemprequeoigashablardepozoscuyasaguasderepentesevolvieronsaladasydesagradablesparaelconsumohumano,yasabesaquésedebeydequiéneslaculpa.

UnavezmehubelibradodeMicaela,meconcentréenDhiön.Lairamellevabacuandodecidí pedirle explicaciones. Además, algo me decía que no estaba muy lejos. Dos SeresSuperiores se presienten y se repelen como dos imanes. En cuanto levanté el hocico parahusmearelairesupequeandabaporallí.Suhedoresinconfundible.Entreszancadasrecorrílapropiedad.Nohabíarastrodeélenelcaminodegravillaqueatravesabalaverja,nienlaparte trasera, ni junto al brocal. Fue al acercarme a la parte delantera de la vieja casonacuando distinguí su silueta flaca y jorobada junto a la pajarera (no había elegido para laocasión el porte de caballero atractivo y elegante, sino el de bicharraco parduzco yasqueroso). Introducía sus garras en el interior de la jaula para capturar a mis criaturitasaladas.Losmilesdepiezasdemicolección,reunidaalolargodesiglosdehacernegociosconlossereshumanosparaconseguirsusalmas,estabanahoraasudisposición.Aunquenome percaté realmente de lo que estaba haciendo hasta que estuvimos frente a frente. Susenormes fauces babosas se abrían y cerraban con gran estrépito. Un hilo de saliva sederramaba desde cada una de las comisuras y formaba en el suelo un charco amarillento.Sonrióalverme,yalhacerlounaoladebabacayóentrenosotros.Dentrodesuboca,grandecomounhorno,vientoncesdocenasdemariposastrituradasoamediomasticar.Lasmascabacomosifueranchiclemientrasconlaotramanoibacapturandolasqueaúnquedabanenlajaulay se las llevabaa laboca.Tragabacongran ruido, como si estuvieradeglutiendounrinoceronteconcuernosypezuñasincluidos.

La verdad, viéndole de esa guisa, cualquiera se preguntaría por la veracidad de susorígenesnoblestantocomoporsupertenenciaalCónclave.

—Estásinvadiendomipropiedad—dije,lobastantealtocomoparaintimidarle.Noloconseguí,talcomoimaginaba.Continuócomiéndosemismariposas,comosino

hubierareparadoenmipresencia.Miscriaturitascrujían,atrapadasentresusmuelasafiladas,ensuúltimoestertor.

—¡Tú,espantajodeloscharcos!—vociferé—.Teestoyhablando.Llamaraunespírituacuático«espantajodeloscharcos»estentaralasuerte.Sabíaque

seofendería,poresoselodije.ElorgullodelosSeresSuperioresescomoungloboapuntodeestallar.Lograrqueestalleestanfácilcomoacercarlosuficienteunalfiler.Yopretendía,enaquellosmomentos,serelalfilerquehicieraestallaraDhiön.

—Ah—dijo,volviendohaciamísurostrodecocodrilodeforme—,perosisóloesundjinn quien osa hablarme de ese modo. ¿Debería contestarte, molesto insecto? ¿Podríasdarmealgúnmotivoporelcualnodebaaplastarteenestemismosegundo?

—¿Talvezporquesoymásfuertequetú?—lereté.Soltótrescarcajadasquesonaronmuyfalsas.Eralarisadealguienquenotieneganas

dereírperoquequierehacercreerquesí.—Ja, ja, ja. ¿Pretendes asustarme, moscardón del polvo del desierto? ¿Tú a mí? —

Fruncíalosmorrosenunamuecadeasco—.Apártatedemicaminoantesdequeteexterminedeunsolomovimientodemirabo.

—Saldemipropiedadydemis asuntos si noquieresque te queme las pezuñasy loscuernos—contesté.

Bufó.Seestabaencolerizando.Nomeasustabaenabsoluto.Paratantearhastadóndeeracapazdellegarsurabia,añadí:

—Esasalmassonmías,excrementolíquido.Seguíamasticando,comosinada.—Yano—contestó,conindiferencia,mientrassehurgabaentredosmuelasconunade

suslargasyafiladasuñas(delospies).—SupongoqueopinasquetampocoRebecamepertenece.—Exacto—respondió.—Yqueestásdispuestoaganarlaparatucausa.—Laverdad,meconformoconapartarladelatuya.Yavesquemisinceridadnotieneen

cuentaloexecrabledetucondición.Teestoycontestandocomosifuerasunigualenlugardeunserquenomereceríavivirnienmisexcrementos—dijo.

Me pareció suficiente para un solo encuentro. La etapa diplomática podía darse porfinalizada.Mevolatilicé(esdecir,desaparecí)ytomélaformadeunagranllamadefuego.Mi especialidad, por si te interesa saberlo.Creo que le chamusqué bastante la cornamenta,además de la cabellera, los hombros y parte de su cara de ogro con paperas. Fue algoaparatosoperoresultó:loahuyentéalmomento.Oísumaldiciónmientrassealejaba:

—Lavictoriaesmía,miserabletábano.NopararéhastaquevuelvasatusconfinesdelaTierraparadedicartodalaeternidadapicarenelculoalosnómadasdeldesierto.

Yohabíaganadounasalto,perolabatallacontinuabayprometíasercruentaylarga.Dentrodelapajarera,noquedabaniunasolamariposa.

***

Yoyaheestadoaquí—dijoNataliacuandoatravesólapuertadeldesván.Nomemostréde inmediato.Esperéaquedarmeasolasconella.Fuefácilahuyentara

Bernal: estaba muerto de miedo. Luego, sólo tuve que ayudar a Natalia a recordar. Lasmuñecascelebraronsuretornoconuncorodebisbiseosagitados.Parecíanadvertirloqueyollevotantotiempoopinando:queesunacriaturafascinante.

NovoyaentrarendetallesacercadeloquemeinspiróvolveraveraNatalia.Resultaríamuy vulgar en alguien como yo. Sólo puedo advertirte, lector desorientado, que jamás heexperimentadohaciaNatalialosmismossentimientosquemeinspiranotrashembras.Nuncahedeseadocomérmela,porejemplo.Nisiquierachuparla.Tampocofabricarmefaltriquerascon su piel o bisutería con alguna parte de su cuerpo. Lo único que de verdadme parecerazonableesdejarpasareltiempo.Estoyconvencidodequecuandoseaunaapetitosamujeradulta sabré proponerle algo a la altura de sus circunstancias y las mías. De momento,disfrutodesucompañíacadavezquepuedo.

FueNataliaquienmepusosobreavisodequealgoestabaescapandoamicontrol.NoeraCosme, a quien tenía dominado desde hacíamucho tiempo.No podía ser Ezequiel, decuyofinal(queenseguidareferiré)meocupépersonalmente.EraRebeca.Cuandomehablódel diario que un ser invisible escribía por las noches, de los juguetes que empezaban afuncionarsolos,delosmensajestelefónicos,reconocíalinstantelasestratagemasdeDhiön.Sietesiglosdeenemistadteproporcionanunciertoconocimientodeladversario.

—Fuistetúquienmordióamihermana,¿verdad?—preguntó.Meparecióquesealegrabaíntimamentecuandoleconfeséelplacerqueexperimentéal

hacerlo.—Entonces,¿nopuederegresar?Físicamente,quierodecir.Las leyes de la vida y la muerte vistas desde nuestra perspectiva resultan demasiado

complicadasparatratardehaceresquemasconellas.—Puedehacerlo—melimitéadecir.—¿Nopuedescontrolarla?—No,silaenvíaquienyopienso.—Penséqueteníasunpoderilimitado.—Ylotengo—dije—,sóloquemienemigomeigualaenhabilidades.«Esperoqueporpocotiempo»,añadíparamisadentros.—Entonces,¿quédebemoshacer?—Déjameamí.Eliminaréaesebichodelahumedadenunabrirycerrardeojos.«Ojalá fueraenunabrirycerrardeojos»,medije.Enel fondo,ya sabíaqueaquella

luchaibaparalargoyquelavictoriaseríamuydisputada.Yquenadaninadiemeasegurabaeneseinstantequeelvencedoribaaseryo.

***

Nada haymás imprevisible que el pavor humano. Apenas una semana después demiencuentroconBernalenlabiblioteca,supequeelchicoseestabacomportandodeunmodoextraño. Apenas salía de casa, permanecía todo el tiempo encerrado en su cuarto, noconectaba el ordenador, ni el teléfono, no respondía a las llamadas deNatalia ni de nadie.Además,suspadreshabíanconcertadounacitaurgenteconunpsiquiatrabastanteconocidodelacapital.Decidíacompañarles.

Laconsultadelpsiquiatraeraunodeesoslugaresdondeelroble,elcueroyelmármolsehanpuestodeacuerdoparacrearunambientehorrible.Lasparedesestaban forradasdetítulosycertificadosdeasistenciaacongresos.Habíafotografíasfamiliares,degrupoyhastauna en la que el psiquiatra aparecía estrechándole lamano a un señor alto, feo y de pelorizado en un salón repleto de alfombras y tapices que reconocí de inmediato: el salón deltronodelPalaciodeOriente.Heestadoallívariasveces (yalgunasdemisvisitashansidobastantesonadas),aunqueéste,desdeluego,noesmomentodeexplicarlo.

Llegamos con algo de antelación. Los padres de Bernal, serios como si fueran a unfuneral.Bernal, con los ojos enrojecidos y las ojeras pronunciadas que últimamente no sequitabadeencima.Habíaadelgazadoy se leveíamuypálido.En resumidascuentas: estabahecho un asco. Por el momento, yo consideré más oportuno no mostrar ninguna de misformasvisiblesyacompañarlesenestadoincorpóreo.Resolvíesperaraquellegaranuestroturnoagazapadoenunrincón,juntoalrevistero(enelquesólohabíanúmerosatrasadosdelasrevistasTucaballoytú-sobrehípica—,Visillosyentredoses-decoracióndeinteriores—,Encefalogramaplano-psiquiatría—juntoaalgunosejemplaresdeMortadeloyFilemónquemeapresuréaleer).Bernalteníalamiradafijaenlasaguasdelmármoldelsuelo,pulidoybrillantecomosideelloseencargaranlosesclavosdeCleopatra(¡ah,erantaneficaces!),ysóloapartabalosojosdeellasparaecharunvistazorápidoasualrededor,comositemieraquealguienleestuvieramirando,osiguiendo(noseequivocabatanto,dehecho).Ningunodelos trespronunciópalabra.Nuncaentenderéporqué lapreocupaciónhaceenmudecera loshumanos.

Una enfermera regordeta muy sabrosa (me la comí algo más tarde) nos pidió quepasáramos al despachodel doctorTomeo.Allí nos estaba esperando el doctor enpersona,consusgafitassinmonturaamedianariz,unbolígrafodeoroenlamanoysubatablanca.Teníalapielcurtidadeloshombresdemundo,losojospardos,elpeloescasoyaceitosoyunaquijadaprominentequeleconferíaunciertoairedeanimalprehistórico.ConunasonrisaamablepidióalospadresdeBernalyaBernalmismoquetomaranasientoenlossillonesdecuero que tenía frente a sí. Ellos, como suele ocurrir en estos casos, le obedecieron sinrechistar.Yoconsiderémásoportunoacomodarmeenotraparte.Probédentrodeloquemepareció un horrible macetero, pero resultó estar lleno con las cenizas de algún parienterecientemente fallecido, así que busqué otro lugar (no tenía ganas de compañía, como decostumbre)yloencontrédentrodelacarpetadecasosdifíciles,enelarchivadormetálicoqueestabaenunrincóndelaestancia.

—Ustedesdirán—dijo,muypocooriginal,eldoctorTomeo.LamadredeBernalreaccionócomolohacenlaslatasderefrescossilasabresdespués

deagitarlas.—Nos tiene muy preocupados este hijo nuestro, doctor. Desde que ocurrió lo de su

novia, que fue horrible para todos, no levanta cabeza. Está cada vez más raro, más

introvertido,menoscomunicativo.Hacecosasyluegonoseacuerda.Sufreinsomnio.Seleestáponiendouncarácterimposible.Laconvivenciaconélsehacecadavezmásdifícil.Yaentendemosquehayquedarletiempo,quedebemosponernosensulugar,dejarquesehagaalaideadetodoaquello,peroesquenosdamiedoqueseconviertaenungandul,alguiensinfuerzasparanada,unapersonaaquiennadaleinteresa.Yanisiquieramiralatelevisión,noenciendeelordenador,nogastaniuncéntimoenteléfono,nosaledesucuarto,sepasaeldíaenlacama...Ay,doctor,venimosaquenosdigaquépodemoshacerparasacarledeesto,siesqueustedvequeexistaunasolución.

Tomeonodejabadesonreír.Lehizoungestotranquilizadoralamadre,comodiciendo:«Déjemeamí,señora»yactoseguidolepreguntóaBernal:

—¿Quéopinastúdeloquedicetumadre,chaval?Bernalnoapartólamiradadelsuelopararesponder.—Quetienerazón—dijo.—¿Ypiensashaceralgoalrespecto?—preguntó.Bernalseencogiódehombros.Desdeluego,elsuyonoeraelcasodecolaboraciónmás

agudoquehevisto.—Yaselohadichomimujer,doctor—hablóelpadre—.Estáasítodoeltiempo.EldoctorTomeorespiróprofundamente.—¿Les importaríaesperarunmomentofuera?—preguntóa lospadres—.Megustaría

intercambiarconsuhijoalgunasimpresiones.Semiraron,comprendiendoyaprobando,antesdelevantarsealunísonoyabandonarel

despacho.Porunmomento,penséqueaquelloseibaaponerinteresante,sintenerencuentaqueconsemejantesprotagonistaseradifícilconseguirunatramaquemerecieralapena.Nomeequivoquéenabsoluto,comosueleserhabitualenmí.

—¿Hay algo que quieras decirme, Bernal?—preguntó el médico cuando se quedó asolasconsupaciente.

Bernal repitió elmovimiento anterior.Desde luego, no estabamuy locuaz.Elmédicoinsistía,sonrisaincluida.

—¿Tienesalgunaideadeporquénoduermesporlasnoches?—Porquenomedejanenpaz.Bernalpronuncióestaspalabrasenunsusurro,tanbajitoquemuyprobablementecreyó

que el médico no podría oírlas. Sin embargo, entre las características del doctor Torneoestabaladeposeerunfinísimosentidodeloído.

—¿Quiénnotedejaenpaz?¿Oyesvoces?—preguntó.Bernalnorespondió.Tampocolemiró.Enrealidad,nohizonada.—¿Con qué frecuencia oyes voces?—insistió el psiquiatra—. ¿Podrías explicarme lo

quetedicen?¿Tedanórdenesquetecuestaobedecer?Creoque,llegadoestepunto,bostecéestrepitosamente.Algodebierondeoír,porquelos

dos se quedaronmirando hacia el archivador. Fue sólo unmomento: enseguida la amenacharlaenlaqueestabanenfrascadoscentródenuevotodasuatención.

—¿Novasacolaborar?—Estavez,eltonodelfacultativoeraalgomenosamigable.Bernalseencogiódehombrosporterceravez.—Dalomismo—dijo.—¿De verdad te da lomismo? ¿Te da lomismo echar tu vida por la borda? ¿No te

importahacersufriratuspadres?—Mássufroyo—dijoBernal.Seprodujounsilencioexpectanteyestúpido:elmédicoesperabaqueBernalhablasey

Bernal esperaba que lo hiciera el médico (entre los humanos son muy frecuentes estaspérdidasdetiempo).Finalmente,eldoctorTomeopusofinaesteintervalolevantándosedesumullido asiento de cuero marrón y abriendo la puerta de su despacho para indicar a lospadresdelchicoqueentrarandenuevo.Regresóasupuesto tras lamesamientrasellosseacomodaban en sus butacas. Bernal permanecía como antes, mirando el suelo sin ningúnentusiasmo.Lasonrisahabíadesaparecidodelrostrocurtidodelfacultativo.Antesdequelospadrespreguntaran,leslanzóunaconclusiónobviaydesoladora:

—Suhijoseniegaacolaborar—dijo—.Esmuydifícilencontrarunasoluciónasucasosiélmismonoestádispuestoahacerlo.

—Pero¿tieneustedalgunaideadeloqueleocurre?—preguntólamadre.—Es complicado...—frunció el entrecejo—,pero los resultados de este primer tanteo

indicanquepodríatratarsedeesquizofrenia.—¿Esquizofrenia?—Lamadrerepitiólapalabraconunevidentesobresalto.Meparecióhabersoportadoyabastantesestupidecesparaunasolasesión,asíquedecidí

intervenir.Salídemiescondrijo,congeléalospadresdeBernal,toméprestadoelcuerpodelcretinodeldoctorTomeoylehabléaBernaldirectamenteysintapujos.

—Holadenuevo,miserableidiota.Veoqueestásenapuros.—¿Ustedes...ustedes...?—Eblus.Nosconocimoshaceunosdías.¿Merecuerdas?Lasgafasamedianarizresultabanunestorbo,ademásdeunaidiotez.Melasquitéylas

arrojé contra la pared más lejana. Pasaron en vuelo rasante sobre la cabeza del padre deBernal y luego hicieron diana en el centro de uno de los certificados de asistencia a uncongreso. Precisamente —los detalles me pirran— uno titulado VI Jornadas sobre laesquizofrenia.¿Verdadquefuebonito?Lascasualidadesmepirranaúnmásquelosdetalles.

—¿Ycómopuede serque...?—balbuceabaBernal, sindejardemirarmeni salirde suasombro.

—Vamos,vamos,nomedirásquenosabesloqueesunaposesión.Todosloschavalesdehoyendíasabéisquelosdemoniospodemosposeercuerpos,¿no?Habéisidomuchoalcine.Puesesoes loqueestoyhaciendo:estoyposeyendoalmamarrachode tumédico.¿Teparecemal?¿Preferiríasqueposeyeraatupadre?Puedocambiar,siquieres.

—No,no,no.Asíestábien—dijoél.Elbolígrafodeoromeparecióunjuguetitointeresante.Loabrí(erafácil:lasdospartes

que lo componían se unían en el centro gracias a una rosca) y lo inspeccioné mientrascharlabaconelchico.

—Amísívasaexplicarmeloqueteocurre,¿verdad?¿Quésonesasvocesqueoyes?—No son sólo voces —empezó—, también veo cosas que no pueden ser. Cosas

horribles.—ARebeca,porejemplo.Teparecerábonito,decirquetunoviaeshorrible.Conunosligerosgolpecitos,conseguíqueelcontenidodelasdospartesdelbolígrafo

cayerasobrelamesa.Habíaunmuellealargadojuntoaunpequeñodepósitodetintadecolorcobrizobrillante,acabadoenpunta.Idealparahurgarselanariz,algoquehicedeinmediato,

antelaexpresióndeascodeBernalque,sinembargo,nodejódecontestar.Tratándosedeél,meparecióadmirable.

—Rebecaeraguapaantes.Ahoradamiedo.Ytienemuymalcarácter.—¿No crees que tiene razones para estar enfadada contigo? —pregunté, mientras

desatascaba con entusiasmo la fosa nasal derecha del doctor (algo que, por cierto, hacíamuchafalta).

—Entiendo que esté enfadada—dijo, bajando la cabeza— pero no queme odie tantocomodice.Loquehicenoestanraro.Cualquierapuedecometerunerror.

—¿Elladicequeteodia?Asintió.—Yquenomevaadejarnuncaenpaz—añadió,ymeparecióqueibaaecharseallorar

—. Es horrible. Todo empezó en su entierro. No nos dejaron ver su cuerpo. Los de lafunerariadijeronqueeramejorasí.

Asentí.Remilgospropiosdehumanos.Unalata.Elchicocontinuó:—Yopensabaqueelataúdestabacerradoconllave.Notienemuchosentido,losé.Me

quedésoloenlasaladevela.Eramuytarde,lospadresdeRebecaestabanenlacafetería.Natalia había salido para acompañar a alguien. Ya no llegaban amigos ni conocidos.

EntoncesviaunbichodeformesaliendodedentrodelataúddeRebeca.Penséqueeraunaalucinación,quemeestabatrastocando.Eraunaespeciedeperro,perocaminabaerguido,yteníacabezahumana,perotambiéncolmillos.Olíafatalynodebíademedirmásdeunmetro.Penséqueeraunsúcubo.

Lainculturademoníacadelosmortalesavecesmesacadequicio.Casitantocomotratardeenmendarla.Neguéconlacabeza:

—Lossúcubosylosíncubosseextinguieronhacemuchotiempo.Pordesgracia,porqueresultabanmuyentretenidos.Yanosonmásqueunaleyenda.Vivenenelarte,enlamemoriacolectivayenlasmentirasdelagente,quesigueechándoleslaculpadelosembarazosquenopuedeonoquiereexplicar.Loquetúvistenoeraunsúcubo,eraunghul.

No había duda. Demonios carroñeros, siempre acechando la carne reciénmuerta. Locualtambiénexplicaríael,llamémosle,deteriorofísicodeRebeca.Mellevobienconellos,peroavecesentorpecenmásdeloqueayudan.

—Había otro—dijo entoncesBernal confirmandomi teoría de que eranghuls lo quehabíavistoenelvelatorio—.Tambiénsaliódelataúd,limpiándoselabocaconunamanaza.Semetióenelbañoydesapareció.

—Lesgustatreparhastaunaventanayescaparseporella—expliqué.—Fue la primera vez que pensé que mi cabeza no funcionaba bien. Luego Rebeca

empezóaacosarme.Nosecansa:sesientaenmicamamientrasduermo.Memira.Nohacenada,sólomemira,peronomedejadormir.Avecessientoqueestáahí,sentadaamilado,aunquenopuedaverla.Ysilaveoespeor,porquenopuedosoportarlo.Tienelastripasfuera.Arañazosportodaspartes.Losojosraros.Lefaltalaboca.Olamandíbula.Creoqueasuspárpadosleshapasadoalgo.Yasuvoztambién.Ahoraescomomásronca.Yseconvulsionatodoeltiempo.Ycaminamal.

Elpobre,cuántainformacióndebíaprocesarsuangostocerebro.Penséqueeramejornoproporcionárselatodaalmismotiempoolasarteriasdesucabezacomenzaríanaexplotaracausadelasobrecarga.Noledije,porejemplo,queRebecanoteníapárpadosporqueeslo

primeroquemecomocuandotengoocasión.Sondeliciosossiestánlobastantefrescos.Unodeesosplaceresquelagastronomíanosbrindadetardeentardeysiempreenpequeñasdosis.TampocoledijequeparasunuevocometidoysunuevanaturalezaRebecanonecesitabalospárpadosparanada.Y lode lavoznoeraunproblema técnico, sinoanímico.LascuerdasvocalesdeRebeca,quetambiénsehabíandañadoacausadelzarpazoconqueleatravesélagarganta,yanoservíancomoantes.Delamandíbulanosabíanada,perodebíadesercosadelosghuls,quesuelendisfrutarcomiendo lengua,amígdalas,orejasydemáspartesblandas.Noobstante,penséqueletranquilizaríasaberqueRebecayanosecomunicabaconelmundoexteriormerced a su lengua, su tráquea y sus cuerdas vocales sino gracias a un complejosistemade telepatía quepermitía que sus interlocutores creyeran estar oyendo la vozde lachica en lugar de sus propios pensamientos, cuando no era así. Por decirlo de un modorápidoysencillo:poralgunaextrañarazónquenuncasabremos,BernalimaginabalavozdeRebecamásgravedeloquenuncafueenrealidad.Yexactamenteasílapercibía.

—También me escribe correos electrónicos —prosiguió—, me manda mensajes almóvil, a veces enciende la televisión y hace que los actores y las actrices de las películashablenconsuvoz,medejanotaspor todaspartes.Mire,mire—rebuscónerviosamenteenunodelosbolsillosdesupantalón—éstaesdeestamañana.Estabaenmialmohadacuandomehedespertado.Yessuletra.

Conlamanolibre,agarréelpapelmientrasconlaotrameempeñabamásafondoenlalabordelimpiezanasal:

Temirarémientrasduermestodaslasnochesdetuvida.

Ledevolvíelpapel.—Quéatenta-dije.Bernalprosiguió,conelmismotonitolastimeroylamismacaradeencontrarsealborde

delabismo:—No respeta nada. Incluso se esconde en lugares asquerosos, en mis momentos de

mayorintimidad...Porsupuesto,deseabasaberquélugaresyquémomentoseranaquéllos.Losdemonios

somos curiosos por naturaleza. Como no estoy acostumbrado a los zapatos, y menos almodeloestilizadoyeleganteconqueeldoctorTomeopretendíaimpresionarasuspacientes,mequitéelderechoyseloarrojéaBernalalacabeza.

—Hablaclaro,cuernos.El chico esquivó el zapatazo con muy buenos reflejos. El contundente objeto fue a

estrellarsecontralanarizdesumadre(queantesdelimpactoeraloquesueledenominarse«helénica»). Funcionó: el susto le soltó la lengua, aunque lo que él consideraba grandesintimidadesnoeranparatanto.

—Meagarracuandoestoyenelretrete—dijo—.Quierodecirdesdedentro.Nosécómolohaceperosubrazoestádentrodelváter.Mesujetatanfuertequenomepuedolevantar.Avecesmehacedaño.

NopudeevitaradmirarmeantelaoriginalidaddeRebeca.Agarrarlaspartesnoblesdelenemigo cuando está haciendo sus necesidades es una buena idea que,me dije, pondría enpráctica con Dhiön en cuanto tuviera oportunidad. Bernal seguía con la lengua floja y

aquellosairesdegatitoabandonado:—YluegoestáNatalia—dijo.Elmerohechodeoírsunombremeprovocótalrespingoqueelcanutillometálicose

rompió dentro demis narices. Bueno, corrijo: se rompió dentro de las narices del doctorTomeo. Si hubieran sido las mías propias, algo así apenas las habría dañado (mis fosasnasales son portentosas), pero a un apéndice olfativo tan delicado como aquél, semejanteaccidentenolesentónadabien.Empezóasangrarabundantemente.Noesquemeimportara,peromeimpedíaseguirconlalimpiezaytambiénprestaratenciónalacharla,asíqueintentécontenerlahemorragiaconloquepude:hicepelotitasconlaspáginasdeunblocdenotas,ymemetí unas cuantas en la fosa nasal dañada (y alguna en la otra, por si acaso),me sonéestruendosamenteconlabatademédico(seensucióunpoco),megolpeéeltabiquenasalconelpisapapeles(penséqueayudaría,perosurtióexactamenteelefectocontrario)yalfinal,sinsaberquémásprobar,meintrodujeenlanarizsendosmarcadoresfluorescentes,deesosquelos estudiantes utilizan para ensuciar los libros. Uno amarillo en el lado izquierdo y unoverde en el derecho. La sangre dejó de fluir. La conversación, en consecuencia, pudoproseguir.

—¿QuéocurreconNatalia?—pregunté.—Ellatampocomedejaenpaz—dijoelmuchacho—.Todoeltiempomeexplicacosas

deRebecaquenoquierosaber.Aellatampocoladejaenpaz,peronopareceafectarletantocomoamí.Yquierequenosveamos,quehagamoscosas.Estáenamoradademíperoyonoquieronadaconella.Ynosécómoexplicárselo.Noentiendenada.

Lemiréensilencio.Niposeyendo la imaginaciónmásdesbordadade lagalaxiapodíaimaginarBernalenaquelinstanteloqueestabapasandopormimagín.Oporeldellerdodesupsiquiatra,queparaelcasoveníaaserlomismo.Loqueyoestabapensandoera:«Nuncasabrás,deplorableypurulentoamigo,dequémodoloqueacabasdedecir tehasalvadodeunamuertehorrible.»

Lohabríahecho.Habríainventadoparaéleltormentomásatrozsillegaadecirmequepretendía a Natalia. Si en el resto de mis cosas me podría considerar un ser egoísta,egocéntrico y sin escrúpulos, en lo que concierne a Natalia voy mucho más allá. Soy unneurótico, un enfermo, un bicho peligroso, una fiera abominable, unDemonio. Natalia esmía. Pobre del que la toque. Ni que sea con su consentimiento. Pero, como nada de todoaquelloveníaalcaso,melimitéasonreíryresponder:

—Tratarédehacerqueloentienda,jovenestulto.Respiróaliviado.Fueentoncescuandopareciórepararenloqueleshabíaocurridoasus

padres.Estabandetenidosensuúltimogesto,completamenteinmóviles.Lospárpadosdesupadreestabanentornados,comoenesasfotografíasquehayquerepetir,lasmanosdelosdosse abrían al vacío, la lenguade sumadre asomabaunpoco entre sus labios. ¿Y lo quenopodíaverse?Fluidosdetenidosdeprontoenmitaddeunconductoestrecho,oxígenoamediollenarlospulmones,lasmigasdeldesayunoformandounavíalácteaenelestómago...

—¿Lesvaaocurriralgo?—preguntóBernal.—Nadaenabsoluto.Cuandodespiertenni siquiera sospecharán loquehapasadoaquí.

Paraellosnohabráhabidointerrupción.Aunquepuedequesesorprendanalveraldoctoraquienpensabanencomendar lamolleradesuhijo.Creoqueno tengomuybuenaspecto—dije,limpiándomelasmanosenlapecheradelabatayenlacarpetadepielquehabíasobrela

mesa.Bernalsonrió,másdistendido.—¿YEzequiel?—preguntódepronto.—¿Quéocurreconél?—¿Fueustedquienleindujoaprofanartumbas?¿Ustedseloordenó?—Ezequiel eraunpobrehombre.Unespíritudébil.Noestabapreparadoparanadade

cuantoleocurrió.Odeloquesebuscó.—¿Paraquénoestabapreparado?—preguntó,muyinteresado.—Paraverrepetidalahistoria.Haypocoshumanosquenosevuelvanlocosanteesetipo

deremolinoscíclicosdeltiempo,inclusosinmiintervención.Ezequielnolosuperó,asídesimple.Seempeñóencomprobar si sunovia,o loquequedabadeella, seguíaenelnichodondelaenterraron.Habíaenloquecidoporcompleto.Enfin,unpobredesgraciado.Notodoelmundosirveparatratarconmigo,Bernal,yadeberíassaberlo.

—¿Encontróasunovia?—¿Cómodices?—Ezequiel.¿Encontróasunoviaenelnicho?—Porsupuestoqueno.Asunoviamelacomíhacetantotiempoqueyanorecuerdonia

quésabía.Ahumedad,creo.Talvez laesperabamenoscorreosa,peronomehagasmuchocaso:sueloconfundirunasconotras.

—¿QuélehaocurridoaEzequiel?—Lológico.Seahorcóenunavigadeltecho.—¿Dónde?Enelcentronosabíannadadeél.—Enelúnicolugarposible,porsupuesto.Eneldesvándelasmuñecas.—Nopuedeser.Noteníalallave.—Claro, claro. La tenías tú —dije, observando las uñas de manicura impecable del

doctorTomeo,ahorabastantemanchadasdesangre—.Peronoimporta.Yosiempreestoyencasa.Venavisitarmecuandoquieras.

—¿TambiénsehacomidoaEzequiel?¿Pretendecomermeamí?Agitéunamanoentresurostroyelmío(eldeldoctor,enrealidad).—No,no,no.Detestolacarnedevarón.Estanreseca...—Yaséloquequieropedirle.A veces, los cambios de tema tan vertiginosos me marean. Debió de percibir la

perplejidadenmirostro.—Me dijo que lo pensara. Algo difícil a cambio de mi alma. ¿Todavía puedo? —

preguntó.Recordédeinmediato.—Ah,sí.Porsupuesto.¿Vasahacermeunaoferta?—Sí.Quierovivir enpaz—dijo, en tonodemártir—.Los añosque sean, losqueme

queden,peroquierovivirsinRebeca,sinEzequiel,sinNatalia...ysinusted,sipuedeser.Cerréel trato.Noestabasegurodepodercumplirlo.Corrijo:estabacasisegurodeno

podercumplirlo(porlomenos,talycomoestabanlascosasenesemomentoentreDhiönyyo)peropenséqueunalmacomoladeBernalibaaresultarunalicienteestupendoalahorade plantarle cara amimayor contrincante. Cuando estreché lamano del chico, exhaló unsuspiro de alivio, como si acabara de quitarse de encima una cargamuy grande.Antes de

abandonarelcuerpodelpsiquiatra,lerecordélostérminosdenuestroacuerdo:—Te concedo tu voluntad. Desde este momento, todos te dejaremos en paz. Y

coincidiendocontuúltimoaliento,serámíatualma.Acto seguido, salí de allí.Del psiquiatra, de la habitación, del edificio, de la ciudady

hastadelpaís.Asuntosurgentesmereclamabanmuylejos,yyallegabatarde.Fueunalástimanopoder quedarmepara ver cómo se tomaba el doctorTomeo los cambios que se habíanoperadoensuaspecto.Laresponsabilidad,yasesabe,tieneestascosas:amenudo,tienesqueabandonarlasalaantesdesabercómoacabalahistoria.Quérabia.Conloquemegustanlosdesenlacesinfelices,dramáticos,terribles,catastróficos.

***

Antes de llegar a la última escena de esta historia, permíteme mostrarte algo que le

ocurrióaNataliayque,juntoconotrosacontecimientosqueprontoconocerás,precipitaronel insatisfactoriodesenlace (insatisfactorioparamí,naturalmente,conozcoaalgunoquesealegrómuchodeloquesucedió).

Nataliaacabade regresardepasar la tardeconmigoeneldesván.Por supuesto, en sucasanohadichodóndehaestado.Antesdedormir(ydeguardarbajollaveelcuadernodesuhermanaRebeca,comohacecadanoche)setumbaenlacamaysedisponeaescucharalgodemúsica.Notienesueño,necesitameditarsobretodoloquehaaprendidoestatarde.Estámuyalterada,inclusolehacostadotrabajo,durantelacenaconsuspadres,disimularsuemoción,yeseciertoairedesuperioridadquedaelsabersedistintoypoderoso.Alfinyalcabo,sólotienequinceaños.Debedesermuydifícil aesaedadentenderqueelDiablo teeligióhacemuchotiempoparasersudiscípula,yquesevaacercandoelmomentodeempezaradisfrutarde tal privilegio. Por descontado, no se lo expliqué todo: me pareció que demasiadainformacióndeunasolavezno leharíaningúnbien.Asíque leconté lomás importanteydejélosasuntossecundariosylossuperfluosparaunfuturopróximo.

LehablédelasmúltiplesrelacionesquelosDiablospodemosmantenerconmortales.Leenumeré gran parte de los beneficios que eso podría reportarle (se le iluminaron los ojoscuandoledijequeseríatanrica,tanfamosaytanpoderosacomodeseara)y,porsupuesto,leexpliqué(sóloporencima,porquelassagasfamiliarescontadasconprisasseindigestanconfacilidad)larelaciónquedesdeantiguomeuníaasufamilia.

—¿Meparezcoalachicaqueteinvocóparaconstruirelpozo?—quisosaber.Hubedereconocerlaverdad,aunquenofueramuydemiagrado:—Un poco, sí—enseguida fui totalmente sincero:—Aunque se parece más a ella tu

hermanaRebeca.No entré en detalles de hasta qué extremo se parecía Rebeca a la primera Albás que

conocí:inclusoenpactarconmienemigohabíansidocomodosgotasdeagua.—Entonces, ¿si hubiera tenido un hermano varón no me habrías elegido a mí? —

preguntóNataliadespuésde llegarasuspropiasconclusionesrespectoa loqueacababadecontarle.

—Másqueprobablemente—respondípero,viendo sucaradedecepción, añadí:—Mealegrodequenohayastenidounhermanovarón.

TambiénledijequedebíaalejarsedeBernal.—¿Telohapedidoél?—preguntó.—Más o menos. Aunque técnicamente no es correcto afirmar que me lo ha pedido.

Estamoscerrandounnegocio.Enesteprecisomomento,aunqueenuntiempoparalelo,estoyposeyendoasupsiquiatra.Bernalmeestávendiendosualmaacambiodequeledejenenpaz.Elpobrenopuedesoportarelacosodecriaturasdelinframundoniunsolodíamás.Túereslaúnicaexcepción.

(Uy, perdón, otra cosa que no he tenido tiempo de explicarte. He aquí otra de misespecialidades:estarendoslugaresalavez.Siempreycuandoningunodeellosrequieratodami energía ni uno de ellos sea el Cónclave. Otra de las situaciones que te reclaman porcompletoesunainvocación,talvezlohayasadivinadoya.EstarenelCónclaveyalavezenotroescenariosepenalizacomouna faltagrave.Dos faltasgraves implicandegradaciónoexpulsión,segúnelánimodelosmuyhonorablesasistentes.Meaburrentantasexplicaciones.)

Nataliatambiénseinteresóporlostérminosdelamaldiciónquehabíaarrojadosobresufamilia.

—Tútecomesalahijamayorenelmismoañoenquecumplediecisieteaños.—Nomelacomo—puntualicé,levantandoundedoadoctrinador—.Melacobro.Sólo

melacomosimeapetecemucho.—Bueno,loquesea.Lamatas.Paracobrartesualmanecesitasmatarla,¿no?—Es totalmente imprescindible. Las almas se aferran a los cuerpos con vida como

parásitos.Noesposibledesprenderlassinelasesinato.Nataliarumiabamispalabras,muyconcentrada.—¿Esosignificaquetambiénmatarásamiprimerahija?—Exacto—contesté,orgulloso.—Bueno.—Seencogiódehombros—.Entoncestendrémásdeuna.¿Podrépedirtealgo

acambio?—Lo que tú quieras—le dije, totalmente convencido de que le entregaría cuantome

pidiera.Despuésdetodo,yahabíahechoalgoparecidoporotrosmiembrosdesufamiliaquemeimportabanmuchomenosqueella.

—Irépensandoaquéquierodedicarme...—susurró.Lerecordélaimportanciadequetomaraprontounadecisiónalrespecto.Ahoraqueya

sabía lo que era, que había recordado el año que pasó conmigo en el desván y que habíaempezadoaconocerme,loimportanteeranoperdertiempoenavanzarposiciones.

—¿Yesseguroquetriunfaréenaquelloqueemprenda?—quisosaber.—Entodo.—¿Da igual lo que quiera ser? ¿Cantante? ¿Política? ¿Escritora? ¿Actriz? ¿Médico?

¿Astronauta?—Encualquiercosaqueelijas,llegarásalomásalto.Denuevosemostrómeditativa.—Tengoquepensarlomuybien...EnmeditaraquelloyalgunasotrascosasocupaNataliaeltiempoqueprecedealsueño,

comoyahaquedadodicho.Yohetenidoqueausentarmedeldesvánatodaprisa(enseguida

sabrásporqué),yellaharegresadoacasasumidaensuspensamientos.Sigueigual,aunquetambiénestá sumergidaenunamúsicaatronadoraque rugemuycercadesusoídos.Comosuele ocurrir, aunque la excitación sea superlativa, al final el cansancio se impone.Nataliaterminadurmiéndosemediorecostadasobrelaalmohada,conlaspiernasreplegadas,tapadacon la sábanaycon losauricularesen lasorejas,aunqueeldiscodel reproductoryasehaacabado. Cae en el sueño profundo de la gente satisfecha, de los pocos privilegiados quesabenqueyanohandepreocuparsepornada.Asulado,lacustodialamuñecaqueleregalé,laquemepermitesaberquéestáhaciendoentodomomento.

Sientrasenlahabitaciónenesteprecisoinstantetedaráscuentadequetodopareceenorden.Laluzdelalunasefiltrasuavementeatravésdelapersiana,fueracantanlosgrillosydentroroncaCosme,comosiquisieraacompañaralosanimalitosensucoronocturnoconelretumbardeunsonidodepercusión.LaexpresióndeNataliaparecerelajada.Sobrelamesareposa,abiertoporunapáginaqueanocheestabaenblanco,elcuadernodeRebeca.Elcajóndondeestuvoencerradoestáahoraabiertoyrevuelto.Elbotedeloslápices,consucontenido,harodadoporelsuelo.

De pronto, la cara deNatalia se contrae en una expresión de terrible dolor. Lanza ungemido.Agudoyfuerte.Tanfuertequelosgrillosenmudecen,lomismoquelosronquidosdesupadre.Elcuerpodelachicasedoblaporlacintura.Laalmohadacaealsuelo.Aúnnohadespertado,demodoqueenunprimermomentoeldolorleparecepartedeunapesadilla.Sellevalamanoalazonadolorida:suombligo.Enseguidalasientetibiayhúmeda.Despierta,alfin,yabre losojos.Eldolorpersiste,másvivode loquehaexperimentado jamás.Saca lamanodedebajodelassábanasylaobserva,aterrorizada:estámanchadadesangre.Apartalaropadecamadeungestobrusco:tambiénelpijamaestáempapado.Loapartaconsuavidad,gimiendo de dolor. Entonces descubre la causa de todo: tres estrellas de cristal rojo queformanunalínea.Estanbonitocomolaprimeravezquelovio,aunqueahoraparecebrillarmenos,porquelasangrelodesluce.Estáunpocotorcido,ynoleextraña:anadieseleocurreponerunpiercingdeesaforma,comoquienclavaunarpón.Claroquequienselohapuestonoesunapersonacualquiera.Igualquelastresestrellasnosonunpiercingcualquiera,sinoeldeRebeca.Eselpiercingquellevabasuhermanacuandolaenterraron.Elmismodelafotodelsalón.ElmismoqueNataliacodiciódesdequelovioporprimeravez.Aunquenoséparaqué me tomo la molestia de dar tantas explicaciones. Si has permanecido atento a mispalabras,sabandijamiope,yadeberíassaberdequétrespiedrastehablo.

Natalialadeaahoralacabezayobservaelcuaderno.Lasletrasestánsurgiendosobrelapáginablancacomoporartedemagia.Porlodemás,nadahacepresagiarotrapresenciaenlahabitación. Sólo las palabras que se escriben solas en el diario. Puede leerlas desde dondeestá,aúndobladadedolor:

Teloregalo,hermanita.AmíyanomevaleLástimaquenotendrásmuchotiempoparadisfrutarlo

Salgamos ahora de la habitación de Natalia y recorramos el pasillo. A la derecha

dejaremoselquefueelcuartodeRebeca,aqueldondeaúnsiguensuscosasynuncaestántansolascomopiensasumadre.NitampocopermanecendondeFedecreyódejarlas.Enmediodelahabitación,porejemplo,vuelveabrillarahora,comonuevo,elandadorconstruidocon

losrestostrituradosqueCosmearrojóalabasura.CuandoFedeloencuentre,dentrodeunashoras,recompuestocomounrompecabezas,unsudorfríolerecorrerálaespinadorsal.

Pero eso será dentro de unas horas. Es precisamente a Fede a quien ahora buscamos.Caminaremoshastaelfinaldelpasilloydoblaremosaladerechaparaverlalíneadeluzbajolapuertadelcuartodebaño.Peseaquesonaltashorasdelanoche,alguienmásestádespiertoen la casa.Podríamosdeslizamosbajo lapuerta, a travésde esa estrecha franjade luzqueperciben nuestros ojos, pero estando, como estás, poco acostumbrado a reptar en estadoincorpóreo,creomásconvenientequenosfiltremosatravésdelapared.Unavezdentro,nosagazapamosjuntoalcestodelaropasuciayobservamos.Fíjatebien.

Fedeestásentadaenelbordedelabañera,observandoconojosmuyquietosunpequeñoartilugiodeplásticoquehadejadoalladodellavamanos.Esalgoquetalveznohayasvistonunca (yo tampoco soy especialista, lo reconozco): una barrita de plástico, con un par dehendidurasporlasqueasomaunaespeciedetejidoextraño,encadaunadelascuales,si teacercaslosuficienteotienesunavistalamitaddeagudaquelamía,podrásverunapequeñalíneadecolorrosado.Elcacharroencuestiónnopareceútilparanadaytampocoparecemuylógico queFede esté observándolo con tanta atención cuando, en realidad, no semueveniemiteningúnsonidonihacenadaqueseadignodemirar.Perositedigoqueeseartilugiodetan reducidas dimensiones acaba de cambiar radicalmente las cosas, tal vez empieces acomprenderelestadodeFede,quenecesitaunpocodetiempoparaacostumbrarsealoqueacaba de saber y para encontrar el modo de decírselo a Cosme, que por ahora continúadurmiendo.,

Labarritadeplásticoesloquecomúnmentesedenominauntestdeembarazo.Lovendenenlasfarmaciasysirveparaconocer,deformainstantáneaysinsalirdecasa,sielúterodeunamujerhasidoocupadoporunóvulofecundado.Sihubierasalidounasolalínearosada,se habría tratado de una falsa alarma. Fede habría regresado a la cama y tal vez se habríaplanteadolanecesidaddeacudiralmédicoparapreguntarlequéleocurre.Laexistencianodeuna,sinodedoslíneasrosadasindica,sinerrorposible,queFedeestáembarazada.

Deningúnmodopodíaellaesperaralgoasíaestasalturas.Tienecuarentaytresaños.Havisto morir a su hija mayor. Los últimos tiempos han sido muy duros para ella. No estáseguradetenerenergíasparacuidardeunbebé.Dehecho,yaselehaolvidadoquéescuidardeunreciénnacido.Lavidacambiatanconstantemente,ylosañosavanzanatantavelocidadque las cosas más fundamentales se les olvidan pronto a los desmemoriados mortales. Siobservas con suficiente atención sabrás ver ahora que los ojos de Fede están algoenrojecidos.Enunprimermomento,seráporlaemoción,porelsustoosimplementeporelefectoquelashormonastienenenlassustanciasdelcerebrofemenino,sehaechadoallorar.Esta nueva vida le ha parecido una nueva esperanza, un regalo del cielo que viene acontrarrestrar toda la amargura que ha conocido tras la muerte de Rebeca; aunque no hapodidoevitarpensarqueunasustitutanovaapoderconseguirqueRebecasigaensucorazóncomo si estuviera viva, y que crezca dentro de sus sentimientos del mismo modo que lohabríahechoenlavidareal.Enresumidascuentas:nosabequépensar.Nosabequésentir.Seleagolpanlasemociones,lascontradicciones.Estáconfusa.Yaunqueahoranoloreconozca,tambiénalgoilusionada.

Porsupuesto,Federicaseequivocademedioamedio.NosabequelospiesdeRebecasiguenpaseandoporelmundo(aunquedeunmodoqueesmejorquenoconozca).Menosaún

puedesospecharqueesteembarazonoesningúnregalodelcieloenelqueellacree,sinountriunfoaplastantedeDhiön,queacabadeganarlapartida.Nuestrapartida.

Fedeselavalacaraconunatoallahumedecidaenagua,sesecalosojosylasmejillasconcuidadoysaledelcuartodebañoendirecciónasucama.Llevaenlamanoeldispositivodeplásticoquehaestadoescrutandodurantemásdemediahora.

—Cosme...—susurra,mientraszarandeasuavementeelhombrodesumarido—,Cosme,despierta.Tengoquehablarcontigo.

Natalia, unosmetrosmás allá, ha conseguido levantarse ymirarse al espejo: la carnedesgarrada del ombligo no deja de sangrar. Sobre el escritorio, continúa, imparable, laescrituradesatadayfrenética:

Todoacabadecambiar,hermanita.Todoacabadecambiar,hermanita.Todoacabade cambiar, hermanita. Todo acaba de cambiar, hermanita. Todo acaba de cambiar,hermanita. Todo acaba de cambiar, hermanita. Todo acaba de cambiar, hermanita.Todoacabadecambiar,hermanita.Todoacabadecambiar,hermanita.Todoacabadecambiar,hermanita.Todoacabadecambiar,hermanita.Todoacabadecambiar,her

***

JamássedebellegartardeaunCónclave.NipresentarseantesusAltísimosSeñoressinestar convenientemente aseado.Ambas cosas son consideradas faltas graves. Esta vez faltópocoparaquemecayerauna sanción.Por fortuna, logréaparecer ante el chambelánenelúltimo segundo. Lo hice sin reflejar los apuros que había pasado antes de llegar, porsupuesto.Comonormageneral,jamáshayquemostrarlasdebilidadesantelasaltasesferas.Dhiön, por supuesto, ya estaba allí, esperando en la sala de los espejos, estudiando conatenciónlospapelesdondesenosdetallabaelordendeldíadelasesiónqueibaatenerlugar.Unordendeldía,recordé,connopocapesadumbre,quemipeticiónalteraríaligeramente.

—Enelúltimomomento,GranSeñor—dijoelchambelán,nadamásverme,consuvozaterciopeladaysusurrante—,yaestabapensandoquedeberíamandaresculpirotronombreenlugardelsuyo.

Se referíaa losnombresenbajorrelieveque figurabansobrecadaunode los sitiales,siemprerealizadosporlosmejoresescultoresdesutiempo.DadoqueelCónclaveserenuevacadaciertotiempoyquelosdemiespecienosomosmuyaficionadosalhomenajepúblico,los nombres de los Superiores que han de abandonar el privilegio no se conservan. SedestruyenagolpesdecincelydeinmediatoelnombredeunnuevoSuperiorseesculpeensulugar.

Siempremeparecióqueyonoleresultabasimpáticoalchambelán.Seguramenteporqueél también procedía de una estirpe de chambelanes de abolengo ymis orígenes le hacíantemer la degeneracióndeuna institución tan solemney fundamental comoelCónclave.Ledesengañéconunasonrisaencantadoramientrasrecogíamidocumentación.

—Lapuntualidadsiemprehasidomimayorpecado,chambelán—dije.Recogí la carpeta que me entregaba con dos dedos de uñas largas y cuidadas que

sobresalíandesupuñetadeterciopelorojoadornadaconzafiros,esmeraldasyrubíes.«Laspiedraspreciosassonamigasdelasceremonias»,meenseñóelgranDantaliánlaprimeravezquememaravilléantetalesalhajas.Lógico,sinosdetenemosapensarqueesprecisamenteenlasceremoniasdonde laspiedraspreciosasadquierensucarácterdeamuletoso talismanes.Porotraparte,laopulenciaembriagaalosSeresSuperiores,quelabuscancomoloslagartoselsol.LastogasqueseusanparalaceremoniadelCónclavenopuedensermásopulentas.Elchambelán se distingue por el color rojo de su atuendo, que incluye chapela abullonada yfajína juego.LosSuperiores,encambio,vestimos togade terciopelonegro,adornadaconbordadosdeplatayorosegúnlacategoríaqueostentemos,ynospresentamossiempreconlacabezadescubierta.

—Puede pasar, Ser Superior —dijo el chambelán, entregándome el llavín de micamerinoconunrictusdedesprecioensusdelgadoslabios.

Nuncahadejadodemaravillarme laprecisión, la impecabilidadconqueelchambelánrealizasutrabajo.Apenashacíaunañoquehabíacelebrado(portodoloalto)suscincuentamilañosenelpuesto,yseguíadesempeñandosulaborcomoelprimerdía.Niunbostezo,niuna muestra de aburrimiento o de cansancio. Siempre las mismas palabras, los mismosgestos,elmismodespreciomoderado,al límitede loperceptible.Estoyporpensarque losfuncionariosposeen,paraelcorrectodesarrollodesusobligaciones,unaestructuracerebraldistinta.

Paséamicamerino,dondeyameestabanaguardandomisdosayudasdecámara,SakharyKashar,dosefritsconmáshistoriasdelasquenuncatuvimostiempodeexplicarnosenesebreve tiempo que compartíamosmientrasme acicalaban. Uno de ellos, por ejemplo, pasócuatrocientos años bajo el océano encerrado en un tarro sellado con plomo. Le liberó unpescador,elmismoqueluegotuvolaculpadehacerleregresaraltarroyconélalfondodelmar,dondepasóotrosquinientosaños.Noesdeextrañarqueodiealosmortalesengeneralyaloshombresdelamarenparticularconverdaderasaña.

Aquel día, sin embargo, tampoco tuvimos tiempopara historias.ElCónclave estaba apunto de comenzar y yo aún no había leído la documentación. Además, vivía todos lospreparativoscomosifueralaúltimavezyesometeníaenunestadodeánimosombrío,pocoefusivoynadapredispuestoalaconversación.Misdosayudantesdebierondedarsecuentaycallaron,comolaprudenciaordenaentalescasos.

En el salón de los espejos aguardaban el resto de los Superiores, enfrascados en lalecturapuntillosadelosdocumentos.DesdequeatraveséelumbralpercibílacuriosidadconqueDhiönmeescrutabaypermanecíaatentoinclusoalmásmínimodemismovimientos.Yoaúnnohabíatomadoasientocuandomellególaprimeradesusdiatribastelepáticas.

«LosSeresSuperiores te damos la bienvenida al últimode tusCónclaves,moscardónchamuscado.»

Reconocí su estilo en el acto, pero fingí no haber «oído» nada. Me senté, teniendocuidadodenopisarmelatoga,ymeconcentréenelestudiodeladocumentación.Élinsistió:

«Supongo que tus portentosas capacidades ya te habrán alertado de que las cosas hancambiadoparatuqueridaNatalia.Ahoraellaeslamayoryseacercaalaedaddelsacrificio.¿Seráscapazdehacerlo,dípterotorrefacto,opedirásayudacuandotedispongasarobarleelúltimoaliento?»

ElCónclavesereuníaconcarácterdeurgenciaparaanalizarlasolvenciadelGranSeñorde lo Oscuro, que empezaba a dar muestras de cierta debilidad y un más que evidentecansancio.NoesqueelMalestuvieraatravesandounacrisis—precisamente,2001fueunañomuybueno,ylosquesiguieronlefueronalazaga—;másbiensetratabadeevitarqueesoocurriera, evitar perder lo que los modernos llamarían «cuota de mercado». En fin,ahorrémonos los tecnicismos.Se tratabadeunareuniónevaluadora,deestudio,de tomadedecisionesalargoplazo.

«Nohacefaltaqueleasnada—meinterpelódenuevoelpensamientodeDhiön—.Vanaobligarteadevolver lospapelesencuantopresentes tupetición.Aunque tambiénpuedesnodecirnada,dejarquenazcaelhijodeFederica(vaaservarón,porsiteinteresa)yromperlacadenadejandoaNataliaconvida.Talvezenestetiempo,miamadocíniferenegrido,seteocurrealgointeligente,paravariar.»

Estabaacorralado.NolohabríareconocidonianteelmismísimoSeñordeloOscuro,peronoteníaescapatoria.OsacrificabaaNataliaomesacrificabaamímismo.Sielegíaloprimero,nohabríavueltaatrás.Acasoeligiendolosegundotodavíapodríaintentarcambiarlascosas.Aunquenecesitabatiempo.Untiempodelque,alavistadelbalancequearrojaríaelCónclave en aquella misma sesión, no disponía en absoluto. Tal vez aquello significabaterminar conmis aspiracionespara siempre.Tal vez tenía razónDhiönymeesperabaunaeternidadcomodjinncambiandode lugar lascosasde losnómadasdeldesierto.Nadamáspensaresosentíquedecaíamiánimo.Habríapreferidoestarmuerto,laverdad.Ylatelepatía

deDhiön,esechorromohoso,nomejorabalascosas.«Percibounaciertatristezaenti,reydeloscénzalostostados.Quizátegustarásaberque

amí,encambio,mehasproporcionadounainmensaalegría.Sieligeslasegundaposibilidadyrompeslacadena,yomismomecobraréaNataliaymepondréentulugar.Amítambiénmegustaesafamiliaytambiéntengoderecho,¿nocrees?Además,quieroconoceresedesvánquetúponderastanto.Estoysegurodequemeagradará.Hayquereconocerqueparaserundjinn,tusgustossehansofisticadomuchoenestetiempoquehasestadoencontactocontusSuperiores.»

No parecía probable que Dhiön estuvieramintiendo. La partida estaba avanzada y nohabíamuchasjugadasqueelegir.Nomequedabaotroremedioqueseguirconelplaninicial.Mi única esperanza era que el Cónclave considerara mis súplicas y consintiera en nodegradarme.

«Y si eliges la primera,moscón de caca de caballo, tú ganas aNatalia, esa ninfa congranosenlaquenopuedocomprenderquéviste,yyopierdoaunenemigo,aunigual,alquelloraréamocoybabaenmidespejadocaminoa lomásalto.Quédolor,elquemeesperadespuésdeestedía.»

Me empezaba a preguntar si lanzarme a su cuello de un salto cuando apareció elchambelán,quien,consuportesiempreadecuadoalprotocolo,anuncióeliniciodelasesión:

—LosSeresSuperiorespuedenocuparsussitiales—dijo.Lasgrandespuertasacristaladasseabrieronytodosentramosenlasalaenelordenque

marcaba nuestra antigüedad en la institución. Antes de acomodarme enmi lugar eché unarápidaojeadaalapartesuperiordemisitial:

EBLUS

Quémajestadlademinombreesculpidoenpiedra.Fuiconscientedelmuchotiempoquehabríadepasarantesdevolveraverlo,siesqueloveíadenuevoalgúndía.Toméasiento.Cerré los ojos (la oscuridad es tanpronunciada en la sala quegeneralmenteno se ven losrostrosdelosSuperiores,o,porlomenos,ciertosdetallesdelosrostros)yaguardéaquelavozgravedeUraformularalapreguntaquemandabaelprotocolo.

—¿Algúnasuntoquedebasertratadoprimero?Mepuseenpie.Temblabaymesudabanlasmanos,peroaúnlograbadisimularlo.—Teescuchamos,compañeroenlaSuperioridad—dijoUra.Loquedebíadecirmefastidiaba tantoque laspalabrasparecíannoquerersalirdemi

garganta.—Deseo solicitar de este órgano superior el permiso para otorgar a una humana

poderessuperiorespropiosdelosespíritus.Sehizounsilencioexpectanteque,denuevo,rompiólavozatronadorademiadmirado

Ura:—Cuandodicesunahumana,¿teestásrefiriendoaunamortal?—Sí,SerSuperior.—Debemos conocer losmotivos por los que solicitas un favor tan extraordinario.Ya

debessaberqueelCónclavehaaccedidoenmuycontadasocasionesapeticionescomoésa,ysiempreporcircunstanciasmuyprecisasyjustificadas.

—Losé,SerSuperior—respondí—,creovercualidadesextraordinariasenlahumanacuyapromociónsolicito.

—Necesitamossaberquétipodecualidades,compañeroenlaSuperioridad—dijoUra.Estaballegandoalapartemásdébildemiargumentación,temíaloquepudieraocurriry

todoslopercibieron.EnelCónclaveunamentiraesunafaltagravísima,peroporotrapartementirresultaimposible.

—Gran predisposición al Mal, Ser Superior. Inteligencia privilegiada. Insensibilidadhaciaelmiedo.Enormecapacidaddeaprendizajeyderesistencia.Yvocacióndeacatar lasórdenesdelGranSeñordeloOscuro.

UrapareciómeditarlascualidadesdeNataliaqueacababadeenumerarle.—Mmmm—dijo, al fin— me temo, compañero en la Superioridad, que se trata de

méritosescasosqueporsísolosnopuedenjustificarloquesolicitas.TalvezsiotromiembrodeesteorganismoSuperiorpudieraaportardatossuficientes,sevaloraríamejortupetición.

TrasoírlaspalabrasdeUrasupeloqueibaaocurrir.Dhiön,aquienhastaesemomentohabíaevitadomirardirectamente,sepusoenpie.

—Teescuchamos,compañeroenlaSuperioridad—dijoUra.—Contodamodestiadigo—«ja,vayauncomienzoirreal.¿Modestia,Dhiön?Mehabría

reídosilascircunstanciashubieransidootras»—queelcompañeroenlaSuperioridadEblusseequivocaaljuzgaraesadiscípulasuya.Yotambiénlaconozcobienynopiensoqueposeaninguna cualidad que la distinga de lamedia de lasmuchachas de su edad. Propongo quedejemos pasar algo de tiempo hasta que la madurez dicte si esa mortal posee o no talescapacidades.

Nopude contenerme.Lehabría abierto la garganta con la carpeta de los documentos,pero me conformé con insultarlo telepáticamente. No estoy seguro de que ningún otromiembrodelCónclavemeoyera:

«¿Nosabesjugarlimpio,babadepusconcharreteras?»Dhiönmelanzóunamiradadivertidamientrasvolvíaasuasiento.Uradictaminó:—A no ser que algún otro compañero en la Superioridad tenga algo que objetar, no

consideroquelacuestióndebavotarse.Cuatrosegundosdeespera.Nadiehabló.EntoncesUrasedispusoazanjarelasunto:—Desestimamostupetición,compañeroenlaSuperioridadEblusylaaplazamoshasta

quehaya transcurridounmínimodediezaños,cuandopodrásvolveraexponerlaanteesteorganismosuperior.¿Tienesalgoqueañadir?

—Sí—dije,rompiendolosesquemasdelospresentesygenerandounaampliasonrisaaprobatoriadeDhiön.

—Dilo,pues—ordenóUra,extrañado.—Enesecaso,solicitoalCónclavelagraciadeunatransmisióndepoder.Los ojos de Ura se abrieron como nunca había visto en alguien tan poco amigo de

expresarloquesentía.—¿Sabesloqueestássolicitando,compañeroenlaSuperioridad?—Losémuybien,SerSuperior.—¿Yaúnasíestásdispuestoahacerlo?—Loestoy,SerSuperior.Me pareció que estaba perplejo. Y tal vez algo disconforme. Insistió. Al parecer, no

estaba dispuesto a ponerme las cosas fáciles. O a dejarme marchar así como así. Debísentirmehalagado,peroestabademasiadotensoparadarmecuenta.

—¿Conoces,entonces,queperderásautomáticamentetodastuscapacidadesdeSuperiorparaposeersólolasdelrangoqueelijas?

—Losé,SerSuperior.—¿Yquenopodrásvolverasentarteentrenosotros,tuscompañerosenlaSuperioridad,

nivolveradirigirnoslapalabracomoaiguales?—Losé,SerSuperior.—¿Quéserásdespojadodetodoslosprivilegiosaquetienesderechocomomiembrode

esteCónclave,asícomodelossignosexternosdetupoder?—Losé,SerSuperior.Uranegóconlacabeza,comosilecostaracreerloqueacababadesalirdemislabios.

Por primera vez desde que le conocí, arrojó al suelo, junto a sus pies, la carpeta con lospapelesyagitólasmanosconunanaturalidadcasihumanaparadecir.

—No entiendo tal obcecación, compañero en la Superioridad Eblus. Eres uno de losespíritusmásfuertesdeesteorganismo.Hasdemostradounosméritosmuypococomunes,asícomouna tenacidadyunacapacidadde trabajoquea todosnosasombra.NoesningúnsecretoqueeresunfirmecandidatoaocuparelpuestodeGranSeñordeloOscuro.¿Yaunasídeseaspersistirenestalocuradeladegradación?

DeningúnmodopudosaberUra—otalvezsí,yaqueeraunserdepoderesasombrosos— hasta qué extremo me dieron ánimo estas palabras suyas. Observé a Dhiön mientrasescuchabaesaristradehalagoshaciamí,yleencontrécejijuntoyhaciendounesfuerzoporconcentrarseensuspapeles.ParaDhiön, laspalabrasdeladmirableUra tuvieronelmismoefectoquesialguienhubieradejadocaerdeprontosobresupielunobjetodehierroodeoro(losdosúnicosmateriales aque somosalérgicos losdemonios): le estabanquemandopordentroyporfuera.EnsurabiayenlagenerosidaddeUraencontréelorgullonecesarioparamiúltimaafirmación:

—Sisemepermite,SerSuperior...Uramehizoungestoparaquecontinuara.—Delmismomodoenquelohiceunavez,hallaréelcaminoparavolverasentarmeen

esteCónclaveinclusodespuésdeladegradación.No les dejé otra alternativa. Yo tampoco la tenía. Ura respiró profundamente y se

removióenel asiento.Undiablillocon formadezorroy sombrademujer seacercópararecogersuspapelesdelsueloyentregárselosdenuevo.

—¿A quién eliges para llevar a cabo la ceremonia de la degradación, obcecadocompañeroenlaSuperioridadEblus?

Nolopensédosveces.—AlSerSuperiorDhiön—dije.Letoméporsorpresa,comoesperaba.Sepusoenpie,unpocodesconcertado,mientras

buscabaenellateraldesusitiallospapelesconlasfórmulascorrespondientes.Conunpocodesuerte,sepondríaenevidenciaantetodos.

—¿Noestáspreparado,compañeroenlaSuperioridadDhiön?—preguntóUra.—Oh, sí, sí, lo estoy, Ser Superior —respondió, encontrando los papeles y

disponiéndoseallevaracabolaceremonia.

—¿Estásconvencidodelpasoquevasadarytodassusconsecuencias,compañeroenlaSuperioridadEblus?—preguntóDhiön.

—Loestoy,SerSuperior—respondí.—¿Llegas hasta aquí por propia voluntad, sin ser presionado por humano, diablo o

criaturacelestealguna?Norespondíinmediatamente.Ledejéquemedirigieraunamiradacargadadeodioquea

más de uno llamó la atención. El chambelán, por ejemplo, abandonó por un instante suletargoensurincónyalargóelcuelloparaasegurarsedeloqueveíansusojos.

—Llegoporpropiavoluntadysinpresiones,SerSuperior—respondí.—Debespronunciaraltoyclaroelrangoalcualvasadegradarte,teniendoencuentaque

ladiferenciadepoderentretuactualposiciónylanuevaserátransmitidaalmortalaquientúelijas.

—Deseodegradarmealacategoríadedemoniomedio.ExactamentelaqueteníacuandofuiascendidoporesteCónclave.Ysisemepermite,desearíarecobrarlamisiónqueentoncesmefueencomendada.

DhiönmiróaUra,comoquienpideauxilio.—Si no recuerdo mal —terció Ura— la misión que se te encomendó, y que

desempeñaste con brillantez y eficacia, fue la de evitar la construcción de las grandescatedralesgóticas.¿Esasí?

—Exactamentecomohasdicho,SerSuperior—respondí.—Noveoinconveniente—continuóUra—enconcederteesedeseounavezconsumada

ladegradación.SiempreycuandoningúnmiembrodelCónclaveopongasusmotivos,claroestá.

Dhiön buscó rápidamente en su cerebro pasado por agua algo que decir y no se leocurriómásqueesto:

—Yotengoalgoqueobjetar:yanoseconstruyencatedralesgóticas.Uraparecíacansadodetodoaquello.ApenaslevantólavozpararegañaraDhiön.—Compañeroen laSuperioridadDhiön,elCónclaveconsideraránopronunciadoeste

lerdocomentariotuyo.Essabidoportodoaquelquealgunavezabrióunlibroqueyanoseconstruyencatedralesgóticas,enesodebemosdartelarazón,simplementeporqueelgóticocomoestiloarquitectónicopasódemodahará...haráunossetecientosaños.Sinembargo,lospresupuestosquealentaronaloshombres,alaconstruccióndeaquellasmagnasobrassonlosmismosquelesllevanhoyaedificarsusmodernostemplos.Dicholocual,seguiremosconesta triste ceremonia de degradación de uno de nuestros mejores miembros, que una vezregresealrangoinferiordelquesurgiópodrádedicarseaaquelloqueleplazca.

Bueno,alfinyalcabonoestabasaliéndometanmallaceremonia.Peroaúnquedabalopeor,quellegóenseguida.

—¿Estáspreparadoparaserdegradado,compañeroenlaSuperioridadEblus?—Loestoy,SerSuperior.—Procedealadevolucióndelasvestiduras.Meparecióqueelchambelánsonreíacuandoseacercóarecogerlatoga.—Desdeestemomento,teestáprohibidomirarnosalacara—continuóDhiön.Bajélacabeza,enseñaldesumisión.—A partir de este instante se te arrebatan tus capacidades superiores, pasas a ser un

espíritumedioy,portanto,dejasdeformarpartedeesteCónclave.Deinmediatooílosgolpesinconfundiblesenlapiedra.Procedíandemisitial.Elcincel

y el martillo de dos onits estaban arrancando mi nombre de entre los más ilustres de laOscuridad.

Cuandoterminaron,diezminutosmástarde,Dhiönrematósujugadamaestra:—Yahoravete,espíritudegradado.Noeresmerecedordeestarentrenosotros.Mandaelprotocoloque llegadoestepuntoeldegradado searrodille ante elCónclave

paramástardesalirconlacabezagachaporlapuertadelasvisitas,noporlaqueconducealSalón de los Espejos. Seguí los pasos oportunos, sin dejarme un solo detalle. Sólo en unpuntofuiinfielaloquehabíaaprendido:unavezenlapuerta,yantesdetraspasarla,mevolvíamiraraDhiönyleenviéunúltimopensamiento,amododedespedida:

«Nosveremosantesdeloquecrees,renacuajodistrófico.»

***

YsiahoraestáspensandoquecorríareencontrarmeconNataliaparacontarletodoloquehabíasacrificadoporellayelmodoheroicoenquelahabíasalvadodetodopeligro,mepreguntaréporquécarajoheperdidoeltiempointentandoinculcaratucerebrodemosquitoalgodemisabiduría.

Por supuestoquenohiceeso.Dehecho,novolví aver aNataliahastamucho tiempodespués.Yahedichovariasvecesqueloquemásmeinteresabadeellaeradejarlamadurar,comohacenlasbuenasfrutasenelárbol.Nisiquierameinteresabademasiadosaberenquéiba autilizar susnuevas facultades, que lahabían convertido enun espíritumenorperodemáximacategoríaenunabrirycerrardeojos.Consutalento,susconocimientosyunpocodeayudapormiparte,teníalaseguridaddequenotardaríaenescalarposiciones,ynoestabademás soñar coneldía enque losdos entráramos juntos en elCónclaveprovenientesdelSalóndelosEspejos.Aunquedemomento,sinavanzaracontecimientos,Nataliaacababadeconvertirseenunacriaturainmortal,empezabaadesarrollarhabilidadesconlasquepodríadefenderse de Dhiön, llegado el caso, y también de Rebeca y, lo más importante, habíaescapadoalamaldicióndelpozo,quesecumpliríaensushijos,peronoenella.

Y respecto a mí, en calidad de djinn, medio o Superior, siempre he sido un espírituinquietoyuntrabajadorinfatigable.Decidíalejarmedetodoaquelloydarmeuntiempoparaplanificarunaestrategia.Cuandolatuve,comosiemprehice,comoharémientrasmequedeunabriznademaldadyunalientodevida,meempeñéafondoenlograrmisobjetivos.

Sin embargo, y pese al placer que encuentro en hablar demí, creo que ha llegado elmomentodecallar.Tengoalgunosasuntosqueatenderynopuedoestarperdiendoeltiempocontigoeternamente.Recuerdo,sinembargo,quetenemospendienteunasunto.Tepregunténohace tantoquéharíacontigounavezqueyanomehicieras faltacomoreceptordeestahistoria.¿Lorecuerdasoquizáprefieresnohacerlo?

Hoyestudíadesuerte,nimiedadmaloliente:noheterminadoaúndecontartemivida.Ycomo presiento que no voy a tardar mucho en sentir de nuevo el cosquilleo del y-qué-ocurrió-después,prefieropreservarteparaesaocasiónynoabrirte encanalycomerme tuestómagocon todo sucontenidodeun solobocado, comohabíaplaneadoenunprincipio.Asípues,tepermitomarcharteycontinuarcontuvidacomosijamásmehubierasconocido.Perocuidadoconloquehaces.Estarécercadeti.Seguirétuspasos.Talvezenestemomentoestoyatuespalda,acechándote.¿Ytodoparaqué?Ay,cuántascosasenlaeternidadnotienenunaexplicaciónclara.Supongoquemeresultassimpático.Oacasomeresultasmásnecesariodeloquepiensas.

Seacomosea,tedigolomismoquedijeunavezauntipopesadocomopocos:Nosveremosantesdeloquecrees,renacuajodistrófico.

Notadelaautora

ElDueñodelasSombrasesunaobradeficcióny,por tanto, frutodemi imaginación.Sin embargo, hay algunos detalles de la historia tomados directamente de la realidad. Latoponimia, por ejemplo. No hay un solo enclave imaginario entre los que aparecen en lanovela: la comarcade lasCincoVillas, elvalledeAnsó, laBocadel Infierno, la sierradeSanto Domingo y tantos otros. En algunos casos, sin embargo, me he tomado algunaslicencias: no existe ninguna casa como la de los Albás que yo haya conocido entre laspoblacionesdeLayanaySádaba.SíexisteelcementeriodeLayanatalycomosedescribeenestaspáginas,yquepudeimaginargraciasalaamabilidaddelalcaldedeesalocalidad,JoséMaríaCortés,queatendióconsumapacienciamiscuestiones.DelmismomodoocurrióconJoséNavarro, deBiel, acaso elmayor conocedor de la sierra de SantoDomingo, quemerefiriótodoslosdetallesquepudecontarenelprimercapítulodeestanovela.Luegonopuderesistirmealatentacióndeconvertirleaélmismoenpersonaje.QuieroagradeceraLourdesBerges y a José Manuel Murillo aquel estupendo paseo por Aínsa en un día helado deinviernode2004,graciasalcualpuderecrearlaaparicióndeRebecaenelinteriordelpozodelaiglesiadeSantaMaría,aunquealteréalgúndetalle.

TambiénelbalneariodeTiermasyelhoteladyacenteexistieron.Elbalneario,talycomosehadichoen lanovela,se remontaa tiemposde los romanos,perogozódeunaetapadegranesplendorafinalesdelsigloXIXyprincipiosdelXX,cuandoel lugareraunode losdestinos favoritos del rey AlfonsoXIII. Los lugareños siguen acudiendo a bañarse en susaguascuandolasequíalashaceafloraralgunosveranos.Elhotelexistió,másomenoscomolo he descrito, aunque con el nombre de Infanta Isabel.Desapareció en un incendio en losañoscuarenta.TambiénelpueblodeTiermasdesaparecióbajolasaguascuandoen1959secubrióelvalleparacrearelactualembalsedeYesa.Loshechos,pues,sonlosmismosquesehanrelatadoenlanovela,aunquehealteradolasfechasenbeneficiodelahistoria.

No existe tampoco ningún convento de los Ángeles Custodios en el valle de Ansó,aunqueporsuscaracterísticasloimaginésimilaraalgunosreales,comoeldeSantaCruzdeSerós,antiguomonasteriofemeninocercanoaldeSanJuandelaPeña.Lacalzadaromanadela leyenda fundacional del convento también es real y forma parte del antiguoCamino deSantiago.

Porúltimo,lanoveladebemuchoaciertasleyendaspopulares,deenormeraigambreentodaEspaña, que atribuyen alDiablo la creaciónde obras hidráulicas—sobre todopozos,puentes y acueductos—merced a la apuesta de una jovenque a cambiopromete su propiaalma,peroqueentodosloscasosterminaporengañaralDueñodelasSombras.Setratadeunahistoriarepetidaalolargodelageografíaespañola,queseasociaaobrastanconocidascomo, por ejemplo, el acueducto de Segovia, o también al llamado Pozo del Diablo deLayana,dedondepartióestanovela.Algunasdelashistoriasaquírecreadassebasantambiénen la tradición legendaria española, como la mujer surgida de las aguas, antigua leyendacentroeuropea que llegó a España en época tardía y que también recogióGustavoAdolfo

BécquerensusLeyendas.Porcierto,elpoetaynarradorandaluzescribiómuycercadelosenclaves de esta novela gran parte de sus tenebrosas historias: a él le deben algo tambiénciertasambientacionesdeestatrama.Elsegundopuntodepartidadelaficciónqueellectortieneensusmanosfueunsucesodeveranode2003:lamuerteenunpozodeCiudadRealdetres personas, en nada parecidas a los tres protagonistas de esta novela, que pretendíanrecuperarunteléfonomóvilquehabíacaídoalasaguas.

Porúltimo, noquierodejar de agradecer algunos entusiasmos.El deAliciaSoria,mieditora, sin la cual este libro nunca habría existido. Laura Blanco, que cambió la voz deEzequielOsorio.Y los de SandraBruna, FrancescMiralles y Susanne Theune, críticos delujo.Dejoparael finalaquellossin losqueyanopodríapasar:ÁngelesEscudero,ClaudiaTorres,DeniOlmedo.Queeldiablomepermitadisfrutarmuchosañosmásdesuspalabras.Yati,lector,quetepermitaestremecerteconestasyotraspáginashastaelfinaldetusgozososdías.

notes

[1]Hasta1949,lamayoríadeedadfuede23añosparahombresyde25paramujeres.De1949a1972,21añosparaambos.De1972enadelante,18años.

[2]Sevilla.