El diezmo esta vigente o fue abolido coke
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DIEZMO
¿DEBEN DIEZMAR OBLIGATORIAMENTE LOS CRISTIANOS?
En este estudio trataremos, a la luz de las Escrituras, si el diezmo que hoy se pide en muchas congregaciones corresponde con el que figura en los textos bíblicos, si es una obligación para nosotros y si fue establecido por Dios tal y como se practica o si no tiene nada que ver con lo que dice la Biblia. Hay muchos puntos de vista referentes al diezmo; unos dicen que está vigente todavía, otros dicen que no es obligatorio para nosotros. ¿Quién tiene la razón? El formato del presente estudio es con preguntas y respuestas, pero lo más importante es que cada lector tome su Biblia y compruebe cada pasaje aquí citado comprobando por sí mismo si es verdadero lo que se está señalando en cada uno de los puntos considerados.
1. ¿Qué significa la palabra "diezmo"? La palabra diezmo nace de la palabra hebrea “maaser” o “maasrah”, que significa: una décima parte. En griego, la palabra que designa esta décima parte es “apodekatoo” y, tanto en hebreo como en griego, estos términos significan “el pago o dádiva de una décima parte o porción.” Otra definición dice que el diezmo (del latín decimus, décimo) es un impuesto del diez por ciento (la décima parte de todas las ganancias) que se debían pagar a un rey, gobernante o líder eclesiástico.
2. ¿Dónde menciona la Biblia por primera vez los diezmos? En Génesis 14:20. Abram dio "los diezmos de todo" a Melquisedec, rey y sacerdote de Salem. Se alude a este suceso en Hebreos 7:1-11 donde Melquisedec es presentado como tipo de Cristo.
Gén.14.20. y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus
enemigos en tu mano. Y le dio Abram los
diezmos de todo.
Heb.7.1. Porque este Melquisedec, rey de Salem,
sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir
a Abraham que volvía de la derrota de los
reyes, y le bendijo,
Heb.7.2. a quien asimismo dio Abraham los diezmos de
todo; cuyo nombre significa primeramente Rey
de justicia, y también Rey de Salem, esto es,
Rey de paz;
Heb.7.3. sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni
tiene principio de días, ni fin de vida, sino
hecho semejante al Hijo de Dios, permanece
sacerdote para siempre.
Heb.7.4. Considerad, pues, cuán grande era éste, a
quien aun Abraham el patriarca dio diezmos
del botín.
Heb.7.5. Ciertamente los que de entre los hijos de Leví
reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de
tomar del pueblo los diezmos según la ley, es
decir, de sus hermanos, aunque éstos también
hayan salido de los lomos de Abraham.
Heb.7.6. Pero aquel cuya genealogía no es contada de
entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y
bendijo al que tenía las promesas.
Heb.7.7. Y sin discusión alguna, el menor es bendecido
por el mayor.
Heb.7.8. Y aquí ciertamente reciben los diezmos
hombres mortales; pero allí, uno de quien se da
testimonio de que vive.
Heb.7.9. Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo
también Leví, que recibe los diezmos;
Heb.7.10. porque aún estaba en los lomos de su padre
cuando Melquisedec le salió al encuentro.
Heb.7.11. Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio
levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley),
¿qué necesidad habría aún de que se levantase
otro sacerdote, según el orden de Melquisedec,
y que no fuese llamado según el orden de
Aarón? 3. ¿En qué consistían los diezmos entregados por Abraham a Melquisedec? Eran "del botín" (Hebreos 7:4), es decir, de los bienes materiales rescatados por Abraham cuando derrotó a los reyes del oriente (Génesis 14: 1-20).
Heb.7.4. Considerad, pues, cuán grande era éste, a
quien aun Abraham el patriarca dio diezmos
del botín.
Gén.14.1. Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar,
Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de
Elam, y Tidal rey de Goim,
Gén.14.2. que éstos hicieron guerra contra Bera rey de
Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra, contra
Sinab rey de Adma, contra Semeber rey de
Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar.
Gén.14.3. Todos éstos se juntaron en el valle de Sidim,
que es el Mar Salado.
Gén.14.4. Doce años habían servido a Quedorlaomer, y
en el decimotercero se rebelaron.
Gén.14.5. Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer,
y los reyes que estaban de su parte, y
derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a
los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-
quiriataim,
Gén.14.6. y a los horeos en el monte de Seir, hasta la
llanura de Parán, que está junto al desierto.
Gén.14.7. Y volvieron y vinieron a En-mispat, que es
Cades, y devastaron todo el país de los
amalecitas, y también al amorreo que habitaba
en Hazezontamar.
Gén.14.8. Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra,
el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de
Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos
batalla en el valle de Sidim;
Gén.14.9. esto es, contra Quedorlaomer rey de Elam,
Tidal rey de Goim, Amrafel rey de Sinar, y
Arioc rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.
Gén.14.10. Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de
asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y
el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los
demás huyeron al monte.
Gén.14.11. Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de
Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.
Gén.14.12. Tomaron también a Lot, hijo del hermano de
Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y
se fueron.
Gén.14.13. Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a
Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de
Mamre el amorreo, hermano de Escol y
hermano de Aner, los cuales eran aliados de
Abram.
Gén.14.14. Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y
armó a sus criados, los nacidos en su casa,
trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.
Gén.14.15. Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y
les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al
norte de Damasco.
Gén.14.16. Y recobró todos los bienes, y también a Lot su
pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás
gente.
Gén.14.17. Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y
de los reyes que con él estaban, salió el rey de
Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el
Valle del Rey.
Gén.14.18. Entonces Melquisedec, rey de Salem y
sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;
Gén.14.19. y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del
Dios Altísimo, creador de los cielos y de la
tierra;
Gén.14.20. y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus
enemigos en tu mano. Y le dio Abram los
diezmos de todo.
4. Antes del tiempo de Moisés, ¿hay otros ejemplos de quienes diezmaban? Sólo Jacob quien hizo voto de apartar el diezmo de todo con tal que el viaje que estaba realizando tuviera un desenlace feliz (Génesis 28:20-22).
Gén.28.20. E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios
conmigo, y me guardare en este viaje en que
voy, y me diere pan para comer y vestido para
vestir,
Gén.28.21. y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová
será mi Dios.
Gén.28.22. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa
de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo
apartaré para ti.
5. ¿Diezmaban todos los patriarcas desde Adán hasta Moisés? No hay ninguna evidencia bíblica de que lo hicieran. Durante la era patriarcal, no había un sacerdocio especial que necesitara sostenimiento tal como el sacerdocio levítico de la era mosaica. Se deduce que no hacía falta que se dieran de continuo los diezmos durante la edad patriarcal. 6. ¿Cuál es la terminología de la ley sobre los diezmos que recibió el pueblo de Israel cuando fue dado el Antiguo Testamento? "Indefectiblemente diezmaras ... cada año" (Deuteronomio 14:22)
Deu.14.22. Indefectiblemente diezmarás todo el producto
del grano que rindiere tu campo cada año.
7. ¿Con que frecuencia tenían que diezmar? "Cada año" (Deuteronomio 14:22). ¡Una sola vez al año! No cada mes, ¡sino una sola vez al año! ¿Coincide esta ley con la práctica de exigir el diezmo “cada mes”?
Deu.14.22. Indefectiblemente diezmarás todo el producto
del grano que rindiere tu campo cada año.
8. ¿De cuáles cosas tenían que diezmar los israelitas? - "De todo el producto del grano" (Deuteronomio 14:22) - "De... vino y de... aceite" (Deuteronomio 14:23) - "De la simiente de la tierra como del fruto de los árboles" (Levítico 27:30) - "De vacas... de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara", es decir, que fueran contados al salir a los pastos (Levítico 27:32)
Deu.14.22. Indefectiblemente diezmarás todo el producto
del grano que rindiere tu campo cada año.
Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el
lugar que él escogiere para poner allí su
nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de
tu aceite, y las primicias de tus manadas y de
tus ganados, para que aprendas a temer a
Jehová tu Dios todos los días.
Lev.27.30. Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la
tierra como del fruto de los árboles, de Jehová
es; es cosa dedicada a Jehová.
Lev.27.32. Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo
que pasa bajo la vara, el diezmo será
consagrado a Jehová.
9. ¿Diezmaban los israelitas de su dinero? Ningún pasaje del Antiguo Testamento enseña el diezmo del dinero. Según Lucas 18:12, el fariseo que oraba jactándose dijo: "Doy diezmos de todo lo que gano". Quizás impliquen sus palabras que diezmara del dinero. Con todo, claramente las leyes del Antiguo Testamento sobre el diezmo especificaban lo que servía para la alimentación de los sacerdotes levíticos.
Luc.18.12. ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de
todo lo que gano.
10. Si los israelitas querían "rescatar algo del diezmo", o sea, retener una porción del diezmo de los productos del campo o del ganado, ¿qué debían hacer?
Calcular su valor, luego añadir por encima de su precio justo "la quinta parte de dicho
precio" (Levítico 27:31).
Lev.27.31. Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo,
añadirá la quinta parte de su precio por ello.
11. ¿Qué debían hacer los israelitas con los diezmos? "Y comerás delante de... tu Dios en el lugar que él escogiere... el diezmo de tu grano..." (Deuteronomio 14:23). Los primeros dos años comían los israelitas sus diezmos. El tercer año, y de ahí en adelante "cada tres años", entregaban "todo el diezmo... de aquel año" a los levitas (la tribu sacerdotal de Israel), a los extranjeros, al huérfano y a la viuda (Deuteronomio 14:28,29)
Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el
lugar que él escogiere para poner allí su
nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de
tu aceite, y las primicias de tus manadas y de
tus ganados, para que aprendas a temer a
Jehová tu Dios todos los días.
Deu.14.28. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo
de tus productos de aquel año, y lo guardarás
en tus ciudades.
Deu.14.29. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni
heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y
la viuda que hubiere en tus poblaciones, y
comerán y serán saciados; para que Jehová tu
Dios te bendiga en toda obra que tus manos
hicieren. 12. ¿Quiere decir que no todos los diezmos fueron dados a los levitas? En Deuteronomio 14:22-29 y 26:12 se enseña que los levitas recibían todos los diezmos sólo del "año tercero". Según Deuteronomio 12:17-18, para los demás años los levitas comían los diezmos juntamente con los que los daban, participando de ellos también los hijos y los siervos de los israelitas. Los líderes religiosos de hoy que piden los diezmos, ¿los piden cada tres años? ó, ¿los piden cada mes? ¿Comparten los diezmos con el extranjero, el huérfano y la viuda como dice la Biblia? ó, ¿los utilizan exclusivamente para su propio beneficio? Es bien sabido que muchos líderes religiosos se enriquecen en base a los muchos diezmos que reciben.
Deu.14.22. Indefectiblemente diezmarás todo el producto
del grano que rindiere tu campo cada año.
Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el
lugar que él escogiere para poner allí su
nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de
tu aceite, y las primicias de tus manadas y de
tus ganados, para que aprendas a temer a
Jehová tu Dios todos los días.
Deu.14.24. Y si el camino fuere tan largo que no puedas
llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que
Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en
él su nombre, cuando Jehová tu Dios te
bendijere,
Deu.14.25. entonces lo venderás y guardarás el dinero en
tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios
escogiere;
Deu.14.26. y darás el dinero por todo lo que deseas, por
vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por
cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí
delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu
familia.
Deu.14.27. Y no desampararás al levita que habitare en tus
poblaciones; porque no tiene parte ni heredad
contigo.
Deu.14.28. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo
de tus productos de aquel año, y lo guardarás
en tus ciudades.
Deu.14.29. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni
heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y
la viuda que hubiere en tus poblaciones, y
comerán y serán saciados; para que Jehová tu
Dios te bendiga en toda obra que tus manos
hicieren.
Deu.26.12. Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de
tus frutos en el año tercero, el año del diezmo,
darás también al levita, al extranjero, al
huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas,
y se saciarán.
Deu.12.17. Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu
grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias
de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que
prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las
ofrendas elevadas de tus manos;
Deu.12.18. sino que delante de Jehová tu Dios las comerás,
en el lugar que Jehová tu Dios hubiere
escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva,
y el levita que habita en tus poblaciones; te
alegrarás delante de Jehová tu Dios de toda la
obra de tus manos.
13. Dice Números 18:21 que Dios dio "a los hijos de Leví todos los diezmos". ¿Contradice este texto a los dos pasajes de Deuteronomio citados anteriormente? No. Es preciso interpretar Números 18:21 a la luz de Deuteronomio 14:23 y 26:12. Los levitas recibían los diezmos de cada tercer año como heredad.
Núm.18.21. Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos
los diezmos en Israel por heredad, por su
ministerio, por cuanto ellos sirven en el
ministerio del tabernáculo de reunión.
Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el
lugar que él escogiere para poner allí su
nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de
tu aceite, y las primicias de tus manadas y de
tus ganados, para que aprendas a temer a
Jehová tu Dios todos los días.
Deu.26.12. Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de
tus frutos en el año tercero, el año del diezmo,
darás también al levita, al extranjero, al
huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas,
y se saciarán. 14. ¿Por qué debía comer el israelita sus diezmos de los dos primeros años? "Para que aprendas a temer a Jehová todos los días" (Deuteronomio 14:23)
Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el
lugar que él escogiere para poner allí su
nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de
tu aceite, y las primicias de tus manadas y de
tus ganados, para que aprendas a temer a
Jehová tu Dios todos los días. 15. ¿Dónde debía comer el israelita sus diezmos? "Delante de Jehová" (Deuteronomio 14:26) y sólo en el lugar que ÉL escogiere (Deuteronomio 14:23). Se deduce que comerlos era un acto sagrado.
Deu.14.26. y darás el dinero por todo lo que deseas, por
vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por
cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí
delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu
familia.
Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el
lugar que él escogiere para poner allí su
nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de
tu aceite, y las primicias de tus manadas y de
tus ganados, para que aprendas a temer a
Jehová tu Dios todos los días. 16. De encontrarse algunos israelitas tan lejos del lugar escogido por Jehová para comer los diezmos que no pudieran llevar la décima parte del grano y del ganado, ¿qué debían hacer? Vender los diezmos, guardar el dinero, llegar al lugar señalado y comprar "cualquier cosa" que desearan comer (Deuteronomio 14:24-26). Es notable que estos israelitas no cumplían con su deber entregándole a los sacerdotes dinero. ¡Debían comprar comestibles, y comérselos ellos mismos! ¿Dónde comen sus diezmos los que hoy por hoy diezman? En primer lugar, no diezman de las cosechas y del ganado sino del dinero. En segundo lugar, no guardan ningunas de estas leyes del Antiguo Testamento referente al uso de los diezmos. Si hay que diezmar hoy día, cabe preguntar: ¿Por qué no hacerlo tal como fue hecho durante la era mosaica con el mismo propósito y de la misma manera?
Deu.14.24. Y si el camino fuere tan largo que no puedas
llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que
Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en
él su nombre, cuando Jehová tu Dios te
bendijere,
Deu.14.25. entonces lo venderás y guardarás el dinero en
tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios
escogiere;
Deu.14.26. y darás el dinero por todo lo que deseas, por
vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por
cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí
delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu
familia.
17. ¿Dónde se guardaban los diezmos que fueron apartados cada tres años para el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda? En los ejidos de las ciudades de Israel (Deuteronomio 14:28; Nehemías 12:44). De ahí o fueron repartidos directamente entre los que tenían derecho de recibirlos (Deuteronomio 26:12) o fueron llevados almacenados en las cámaras del templo en Jerusalén (2 Crónicas 31:4-13; Nehemías 12:44; 13:12). Los mayordomos nombrados sobre los almacenes repartían los diezmos entre sus hermanos (2 Crónicas 31:11-13; Nehemías 13:12,13).
Deu.14.28. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo
de tus productos de aquel año, y lo guardarás
en tus ciudades.
Neh.12.44. En aquel día fueron puestos varones sobre las
cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las
primicias y de los diezmos, para recoger en
ellas, de los ejidos de las ciudades, las
porciones legales para los sacerdotes y levitas;
porque era grande el gozo de Judá con respecto
a los sacerdotes y levitas que servían.
Deu.26.12. Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de
tus frutos en el año tercero, el año del diezmo,
darás también al levita, al extranjero, al
huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas,
y se saciarán.
2Cr.31.4. Mandó también al pueblo que habitaba en
Jerusalén, que diese la porción a los sacerdotes
y levitas, para que ellos se dedicasen a la ley de
Jehová.
2Cr.31.5. Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de
Israel dieron muchas primicias de grano, vino,
aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra:
trajeron asimismo en abundancia los diezmos
de todas las cosas.
2Cr.31.6. También los hijos de Israel y de Judá, que
habitaban en las ciudades de Judá, dieron del
mismo modo los diezmos de las vacas y de las
ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado,
de las cosas que habían prometido a Jehová su
Dios, y los depositaron en montones.
2Cr.31.7. En el mes tercero comenzaron a formar
aquellos montones, y terminaron en el mes
séptimo.
2Cr.31.8. Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y
vieron los montones, bendijeron a Jehová, y a
su pueblo Israel.
2Cr.31.9. Y preguntó Ezequías a los sacerdotes y a los
levitas acerca de esos montones.
2Cr.31.10. Y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de
Sadoc, le contestó: Desde que comenzaron a
traer las ofrendas a la casa de Jehová, hemos
comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado
mucho: porque Jehová ha bendecido su pueblo,
y ha quedado esta abundancia de provisiones.
2Cr.31.11. Entonces mandó Ezequías que preparasen
cámaras en la casa de Jehová; y las
prepararon.
2Cr.31.12. Y en ellas depositaron las primicias y los
diezmos y las cosas consagradas, fielmente; y
dieron cargo de ello al levita Conanías, el
principal, y Simei su hermano fue el segundo.
2Cr.31.13. Y Jehiel, Azazías, Nahat, Asael, Jerimot,
Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat, y Benaía,
fueron los mayordomos al servicio de Conanías
y de Simei su hermano, por mandamiento del
rey Ezequías y de Azarías, príncipe de la casa
de Dios.
Neh.12.44. En aquel día fueron puestos varones sobre las
cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las
primicias y de los diezmos, para recoger en
ellas, de los ejidos de las ciudades, las
porciones legales para los sacerdotes y levitas;
porque era grande el gozo de Judá con respecto
a los sacerdotes y levitas que servían.
Neh.13.12. Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino
y del aceite, a los almacenes.
2Cr.31.11. Entonces mandó Ezequías que preparasen
cámaras en la casa de Jehová; y las
prepararon.
2Cr.31.12. Y en ellas depositaron las primicias y los
diezmos y las cosas consagradas, fielmente; y
dieron cargo de ello al levita Conanías, el
principal, y Simei su hermano fue el segundo.
2Cr.31.13. Y Jehiel, Azazías, Nahat, Asael, Jerimot,
Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat, y Benaía,
fueron los mayordomos al servicio de Conanías
y de Simei su hermano, por mandamiento del
rey Ezequías y de Azarías, príncipe de la casa
de Dios.
Neh.13.12. Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino
y del aceite, a los almacenes.
Neh.13.13. Y puse por mayordomos de ellos al sacerdote
Selemías y al escriba Sadoc, y de los levitas a
Pedaías; y al servicio de ellos a Hanán hijo de
Zacur, hijo de Matanías; porque eran tenidos
por fieles, y ellos tenían que repartir a sus
hermanos.
18. ¿Qué quiere decir "alfolí" en Malaquías 3:10 donde exhorta Dios: traed todos los diezmos al alfolí"? El "alfolí" era un granero o almacén donde los judíos guardaban los diezmos.
Desde luego, hacía falta un almacén para guardar el diezmo de los productos del campo y del ganado, ¡pero no para dinero! El "alfolí" moderno, ¿qué es? Pues las cosas cambian o las cambian a su gusto los religiosos. Hoy el "alfolí" ¡es el bolsillo del pastor o la cuenta de la iglesia!
Mal.3.10. Traed todos los diezmos al alfolí y haya
alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las
ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde.
19. ¿Por qué nombro Dios a los levitas como recipientes de los diezmos de cada tres años? Porque Dios mismo había seleccionado a la tribu de Leví para que se dedicaran los varones cualificados al servicio del tabernáculo (Números 18:1-4). "Por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión" (Números 18:21), no recibieron heredad (o sea, una porción de la tierra prometida) en los demás israelitas. Los diezmos eran efectivamente su heredad (Números 18:20-24). Y los que hoy día piden diezmos, ¿pertenecen a la tribu de Leví? Si no, ¿con qué derecho piden los diezmos?
Núm.18.1. Jehová dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa
de tu padre contigo, llevaréis el pecado del
santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis el
pecado de vuestro sacerdocio.
Núm.18.2. Y a tus hermanos también, la tribu de Leví, la
tribu de tu padre, haz que se acerquen a ti y se
junten contigo, y te servirán; y tú y tus hijos
contigo serviréis delante del tabernáculo del
testimonio.
Núm.18.3. Y guardarán lo que tú ordenes, y el cargo de
todo el tabernáculo; mas no se acercarán a los
utensilios santos ni al altar, para que no
mueran ellos y vosotros.
Núm.18.4. Se juntarán, pues, contigo, y tendrán el cargo
del tabernáculo de reunión en todo el servicio
del tabernáculo; ningún extraño se ha de
acercar a vosotros.
Núm.18.21. Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos
los diezmos en Israel por heredad, por su
ministerio, por cuanto ellos sirven en el
ministerio del tabernáculo de reunión.
Núm.18.20. Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no
tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte.
Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los
hijos de Israel.
Núm.18.21. Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos
los diezmos en Israel por heredad, por su
ministerio, por cuanto ellos sirven en el
ministerio del tabernáculo de reunión.
Núm.18.22. Y no se acercarán más los hijos de Israel al
tabernáculo de reunión, para que no lleven
pecado por el cual mueran.
Núm.18.23. Mas los levitas harán el servicio del
tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su
iniquidad; estatuto perpetuo para vuestros
descendientes; y no poseerán heredad entre los
hijos de Israel.
Núm.18.24. Porque a los levitas he dado por heredad los
diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a
Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho:
Entre los hijos de Israel no poseerán heredad.
20. Además de los diezmos de cada tres años, ¿contaban los levitas con algo mas? Con "la ofrenda de las cosas santas"; - "Todo presente"; - "Toda expiación"; La "ofrenda elevada"; - Las "ofrendas mecidas"; - Las primicias "de todas las cosas de la tierra"; -"Lo consagrado por voto"; y los primogénitos de todos los animales con la excepción de los que tenían que ser redimidos (Números: 18:8,19) Y los que en la actualidad dicen a todo pulmón que hay que diezmar, ¿por qué no piden también las expiaciones, las ofrendas elevadas, las ofrendas mecidas, etcétera. Si tienen derecho de vivir de los diezmos, también tendrán derecho de las otras fuentes de sostén que autorizo Dios para los levitas. Si "la ofrenda elevada", "las ofrendas mecidas", etc. fueron abolidas, ¡también fueron abolidos los diezmos!
Núm.18.8. Dijo más Jehová a Aarón: He aquí yo te he
dado también el cuidado de mis ofrendas; todas
las cosas consagradas de los hijos de Israel te
he dado por razón de la unción, y a tus hijos,
por estatuto perpetuo.
Núm.18.19. Todas las ofrendas elevadas de las cosas
santas, que los hijos de Israel ofrecieren a
Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y
para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo;
pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para
ti y para tu descendencia contigo.
21. ¿Debían diezmar los levitas? Si, tenían que hacerlo. "Presentareis el diezmo de los diezmos", les dijo Dios (Núm. 18:26-32)
Núm.18.26. Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando
toméis de los hijos de Israel los diezmos que os
he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros
presentaréis de ellos en ofrenda mecida a
Jehová el diezmo de los diezmos.
Núm.18.27. Y se os contará vuestra ofrenda como grano de
la era, y como producto del lagar.
Núm.18.28. Así ofreceréis también vosotros ofrenda a
Jehová de todos vuestros diezmos que recibáis
de los hijos de Israel; y daréis de ellos la
ofrenda de Jehová al sacerdote Aarón.
Núm.18.29. De todos vuestros dones ofreceréis toda ofrenda
a Jehová; de todo lo mejor de ellos ofreceréis la
porción que ha de ser consagrada.
Núm.18.30. Y les dirás: Cuando ofreciereis lo mejor de
ellos, será contado a los levitas como producto
de la era, y como producto del lagar.
Núm.18.31. Y lo comeréis en cualquier lugar, vosotros y
vuestras familias; pues es vuestra
remuneración por vuestro ministerio en el
tabernáculo de reunión.
Núm.18.32. Y no llevaréis pecado por ello, cuando
hubiereis ofrecido la mejor parte de él; y no
contaminaréis las cosas santas de los hijos de
Israel, y no moriréis.
22. En Malaquías 3:10 Dios dice: "Traed todos los diezmos al alfolí". ¿Es correcto exhortarle a la iglesia a diezmar usando dicho texto como prueba? Definitivamente no. Malaquías 3:10 pertenece al Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento ha sido abrogado (Hebreos 7:18-19), quitado de en medio y clavado en la cruz (Colosenses 2:14-16). Los diezmos de Malaquías 3:10 tenían que ser de los productos del campo y del ganando. Obsérvese la frase en el pasaje: "Y haya alimento en mi casa". ¡Alimento, dinero no! El "alfolí" era un almacén; la "casa" era el templo en Jerusalén.
Mal.3.10. Traed todos los diezmos al alfolí y haya
alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las
ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Heb.7.18. Queda, pues, abrogado el mandamiento
anterior a causa de su debilidad e ineficacia
Heb.7.19. (pues nada perfeccionó la ley), y de la
introducción de una mejor esperanza, por la
cual nos acercamos a Dios.
Col.2.14. anulando el acta de los decretos que había
contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
Col.2.15. y despojando a los principados y a las
potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz.
Col.2.16. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en
bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva
o días de reposo, 23. Según Mateo 23:23, Cristo, al decir "sin dejar de hacer aquello", respaldó la práctica de diezmar, en efecto mandando a los judíos de su tiempo a diezmar. ¿Debemos, por lo tanto, diezmar también porque el mismo Señor enseño el diezmo? La respuesta es que no, por la sencilla razón de que Cristo vivió y murió bajo el Antiguo Testamento (Gálatas 4:4), no entrando en vigor el Nuevo Testamento hasta diez días después de la ascensión (Hechos 1 y 2; Hebreos 9:14-17). Es de esperarse que el Señor enseñara la ley del diezmo, ya que el vino a cumplir toda la ley antigua. Una vez cumplida, fue quitada, efectuando Dios mismo el "cambio de ley" correspondiente (Hebreos 7:12) y entrando en vigor el Nuevo testamento establecido sobre mejores promesas" (Hebreos 8:8-13). Se encuentran en este Nuevo Pacto las leyes de fe y practica para la iglesia, no en el Antiguo.
Mat.23.23. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!
porque diezmáis la menta y el eneldo y el
comino, y dejáis lo más importante de la ley: la
justicia, la misericordia y la fe. Esto era
necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
Gál.4.4. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo,
Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la ley,
Hec.1.1. En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca
de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y
a enseñar,
Hec.1.2. hasta el día en que fue recibido arriba, después
de haber dado mandamientos por el Espíritu
Santo a los apóstoles que había escogido;
Hec.1.3. a quienes también, después de haber padecido,
se presentó vivo con muchas pruebas
indubitables, apareciéndoseles durante
cuarenta días y hablándoles acerca del reino de
Dios.
Hec.1.4. Y estando juntos, les mandó que no se fueran
de Jerusalén, sino que esperasen la promesa
del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
Hec.1.5. Porque Juan ciertamente bautizó con agua,
mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu
Santo dentro de no muchos días.
Hec.1.6. Entonces los que se habían reunido le
preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el
reino a Israel en este tiempo?
Hec.1.7. Y les dijo: No os toca a vosotros saber los
tiempos o las sazones, que el Padre puso en su
sola potestad;
Hec.1.8. pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hec.1.9. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos,
fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó
de sus ojos.
Hec.1.10. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo,
entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron
junto a ellos dos varones con vestiduras
blancas,
Hec.1.11. los cuales también les dijeron: Varones
galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este
mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al
cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Hec.1.12. Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte
que se llama del Olivar, el cual está cerca de
Jerusalén, camino de un día de reposo.
Hec.1.13. Y entrados, subieron al aposento alto, donde
moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés,
Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo
de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de
Jacobo.
Hec.1.14. Todos éstos perseveraban unánimes en oración
y ruego, con las mujeres, y con María la madre
de Jesús, y con sus hermanos.
Hec.1.15. En aquellos días Pedro se levantó en medio de
los hermanos (y los reunidos eran como ciento
veinte en número), y dijo:
Hec.1.16. Varones hermanos, era necesario que se
cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo
habló antes por boca de David acerca de Judas,
que fue guía de los que prendieron a Jesús,
Hec.1.17. y era contado con nosotros, y tenía parte en
este ministerio.
Hec.1.18. Este, pues, con el salario de su iniquidad
adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se
reventó por la mitad, y todas sus entrañas se
derramaron.
Hec.1.19. Y fue notorio a todos los habitantes de
Jerusalén, de tal manera que aquel campo se
llama en su propia lengua, Acéldama, que
quiere decir, Campo de sangre.
Hec.1.20. Porque está escrito en el libro de los Salmos:
Sea hecha desierta su habitación, Y no haya
quien more en ella; y: Tome otro su oficio.
Hec.1.21. Es necesario, pues, que de estos hombres que
han estado juntos con nosotros todo el tiempo
que el Señor Jesús entraba y salía entre
nosotros,
Hec.1.22. comenzando desde el bautismo de Juan hasta el
día en que de entre nosotros fue recibido
arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de
su resurrección.
Hec.1.23. Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás,
que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.
Hec.1.24. Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los
corazones de todos, muestra cuál de estos dos
has escogido,
Hec.1.25. para que tome la parte de este ministerio y
apostolado, de que cayó Judas por
transgresión, para irse a su propio lugar.
Hec.1.26. Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre
Matías; y fue contado con los once apóstoles.
Hec.2.1. Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban
todos unánimes juntos.
Hec.2.2. Y de repente vino del cielo un estruendo como
de un viento recio que soplaba, el cual llenó
toda la casa donde estaban sentados;
Hec.2.3. y se les aparecieron lenguas repartidas, como
de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Hec.2.4. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les daba que hablasen.
Hec.2.5. Moraban entonces en Jerusalén judíos,
varones piadosos, de todas las naciones bajo el
cielo.
Hec.2.6. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y
estaban confusos, porque cada uno les oía
hablar en su propia lengua.
Hec.2.7. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo:
Mirad, ¿no son galileos todos estos que
hablan?
Hec.2.8. ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada
uno en nuestra lengua en la que hemos
nacido?
Hec.2.9. Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en
Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el
Ponto y en Asia,
Hec.2.10. en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las
regiones de Africa más allá de Cirene, y
romanos aquí residentes, tanto judíos como
prosélitos,
Hec.2.11. cretenses y árabes, les oímos hablar en
nuestras lenguas las maravillas de Dios.
Hec.2.12. Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose
unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
Hec.2.13. Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de
mosto.
Hec.2.14. Entonces Pedro, poniéndose en pie con los
once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones
judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén,
esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
Hec.2.15. Porque éstos no están ebrios, como vosotros
suponéis, puesto que es la hora tercera del día.
Hec.2.16. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:
Hec.2.17. Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré
de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros
hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros
jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos
soñarán sueños;
Hec.2.18. Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas
en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y
profetizarán.
Hec.2.19. Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales
abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de
humo;
Hec.2.20. El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en
sangre, Antes que venga el día del Señor,
Grande y manifiesto;
Hec.2.21. Y todo aquel que invocare el nombre del Señor,
será salvo.
Hec.2.22. Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús
nazareno, varón aprobado por Dios entre
vosotros con las maravillas, prodigios y señales
que Dios hizo entre vosotros por medio de él,
como vosotros mismos sabéis;
Hec.2.23. a éste, entregado por el determinado consejo y
anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y
matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
Hec.2.24. al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la
muerte, por cuanto era imposible que fuese
retenido por ella.
Hec.2.25. Porque David dice de él: Veía al Señor siempre
delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré
conmovido.
Hec.2.26. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi
lengua, Y aun mi carne descansará en
esperanza;
Hec.2.27. Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni
permitirás que tu Santo vea corrupción.
Hec.2.28. Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me
llenarás de gozo con tu presencia.
Hec.2.29. Varones hermanos, se os puede decir
libremente del patriarca David, que murió y fue
sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta
el día de hoy.
Hec.2.30. Pero siendo profeta, y sabiendo que con
juramento Dios le había jurado que de su
descendencia, en cuanto a la carne, levantaría
al Cristo para que se sentase en su trono,
Hec.2.31. viéndolo antes, habló de la resurrección de
Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades,
ni su carne vio corrupción.
Hec.2.32. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos
nosotros somos testigos.
Hec.2.33. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y
habiendo recibido del Padre la promesa del
Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros
veis y oís.
Hec.2.34. Porque David no subió a los cielos; pero él
mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate
a mi diestra,
Hec.2.35. Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de
tus pies.
Hec.2.36. Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de
Israel, que a este Jesús a quien vosotros
crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Hec.2.37. Al oír esto, se compungieron de corazón, y
dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones
hermanos, ¿qué haremos?
Hec.2.38. Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados; y recibiréis el don
del Espíritu Santo.
Hec.2.39. Porque para vosotros es la promesa, y para
vuestros hijos, y para todos los que están lejos;
para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Hec.2.40. Y con otras muchas palabras testificaba y les
exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta
perversa generación.
Hec.2.41. Así que, los que recibieron su palabra fueron
bautizados; y se añadieron aquel día como tres
mil personas.
Hec.2.42. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles,
en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones.
Hec.2.43. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas
maravillas y señales eran hechas por los
apóstoles.
Hec.2.44. Todos los que habían creído estaban juntos, y
tenían en común todas las cosas;
Hec.2.45. y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo
repartían a todos según la necesidad de cada
uno.
Hec.2.46. Y perseverando unánimes cada día en el
templo, y partiendo el pan en las casas, comían
juntos con alegría y sencillez de corazón,
Hec.2.47. alabando a Dios, y teniendo favor con todo el
pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia
los que habían de ser salvos.
Heb.9.14. ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras
conciencias de obras muertas para que sirváis
al Dios vivo?
Heb.9.15. Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto
[o, testamento], para que interviniendo muerte
para la remisión de las transgresiones que
había bajo el primer pacto, los llamados
reciban la promesa de la herencia eterna.
Heb.9.16. Porque donde hay testamento [o, pacto], es
necesario que intervenga muerte del testador.
Heb.9.17. Porque el testamento con la muerte se
confirma; pues no es válido entre tanto que el
testador vive.
Heb.7.12. Porque cambiado el sacerdocio, necesario es
que haya también cambio de ley;
Heb.8.8. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen
días, dice el Señor, En que estableceré con la
casa de Israel y la casa de Judá un nuevo
pacto;
Heb.8.9. No como el pacto que hice con sus padres El
día que los tomé de la mano para sacarlos de la
tierra de Egipto; Porque ellos no
permanecieron en mi pacto, Y yo me desentendí
de ellos, dice el Señor.
Heb.8.10. Por lo cual, este es el pacto que haré con la
casa de Israel Después de aquellos días, dice el
Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y
sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos
por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo;
Heb.8.11. Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno
a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán, Desde el menor
hasta el mayor de ellos.
Heb.8.12. Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca
más me acordaré de sus pecados y de sus
iniquidades.
Heb.8.13. Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al
primero; y lo que se da por viejo y se envejece,
está próximo a desaparecer.
24. ¿Se nombran los diezmos en el Nuevo Testamento después de que dicho pacto entrara en vigor? Sólo en Hebreos 7:1-14. El propósito de este texto no es enseñar a la iglesia a diezmar sino probar que el sacerdocio de Melquisedec es superior al sacerdocio levítico.
Heb.7.1. Porque este Melquisedec, rey de Salem,
sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir
a Abraham que volvía de la derrota de los
reyes, y le bendijo,
Heb.7.2. a quien asimismo dio Abraham los diezmos de
todo; cuyo nombre significa primeramente Rey
de justicia, y también Rey de Salem, esto es,
Rey de paz;
Heb.7.3. sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni
tiene principio de días, ni fin de vida, sino
hecho semejante al Hijo de Dios, permanece
sacerdote para siempre.
Heb.7.4. Considerad, pues, cuán grande era éste, a
quien aun Abraham el patriarca dio diezmos
del botín.
Heb.7.5. Ciertamente los que de entre los hijos de Leví
reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de
tomar del pueblo los diezmos según la ley, es
decir, de sus hermanos, aunque éstos también
hayan salido de los lomos de Abraham.
Heb.7.6. Pero aquel cuya genealogía no es contada de
entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y
bendijo al que tenía las promesas.
Heb.7.7. Y sin discusión alguna, el menor es bendecido
por el mayor.
Heb.7.8. Y aquí ciertamente reciben los diezmos
hombres mortales; pero allí, uno de quien se da
testimonio de que vive.
Heb.7.9. Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo
también Leví, que recibe los diezmos;
Heb.7.10. porque aún estaba en los lomos de su padre
cuando Melquisedec le salió al encuentro.
Heb.7.11. Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio
levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley),
¿qué necesidad habría aún de que se levantase
otro sacerdote, según el orden de Melquisedec,
y que no fuese llamado según el orden de
Aarón?
Heb.7.12. Porque cambiado el sacerdocio, necesario es
que haya también cambio de ley;
Heb.7.13. y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu,
de la cual nadie sirvió al altar.
Heb.7.14. Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de
la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés
tocante al sacerdocio. 25. Hebreos 7:8 dice: "Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales". ¿Quiere decir que en la iglesia del primer siglo hubo hermanos que recibían los diezmos? No. Es verdad que el verbo "reciben" indica tiempo presente. ¡Por qué se expresó así el autor de Hebreos? Porque cuando escribió el libro, el templo judío todavía existía en Jerusalén y los levitas seguían recibiendo los diezmos del pueblo, pues la gran mayoría de los judíos, inclusive los levitas, no habían aceptado a Cristo como el Mesías ni creían que el Antiguo Testamento hubiera llegado a su fin.
Heb.7.8. Y aquí ciertamente reciben los diezmos
hombres mortales; pero allí, uno de quien se da
testimonio de que vive. 26. Melquisedec era tipo de Cristo y Abraham es el padre de todos los que andamos por fe. Si Abraham dio diezmos a Melquisedec, ¿no nos enseña esto que nosotros que somos hijos de Abraham debemos dar a Cristo, el antitipo de Melquisedec, los diezmos? El Espíritu Santo no nos presenta este argumento a favor de los diezmos en la iglesia.
Dado el contexto, bien pudiera haber desarrollado tal argumento en Hebreos 7, pero no lo hizo. Ahora bien, Abraham es padre de la fe (Gálatas 3:7) para los que obedecemos los preceptos del Nuevo Testamento, pero no por eso nos vemos obligados a edificar altares y sacrificar animales porque él lo hiciera, ¡ni a diezmar porque el diezmó!
Heb.7.1. Porque este Melquisedec, rey de Salem,
sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir
a Abraham que volvía de la derrota de los
reyes, y le bendijo,
Heb.7.2. a quien asimismo dio Abraham los diezmos de
todo; cuyo nombre significa primeramente Rey
de justicia, y también Rey de Salem, esto es,
Rey de paz;
Heb.7.3. sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni
tiene principio de días, ni fin de vida, sino
hecho semejante al Hijo de Dios, permanece
sacerdote para siempre.
Heb.7.4. Considerad, pues, cuán grande era éste, a
quien aun Abraham el patriarca dio diezmos
del botín.
Heb.7.5. Ciertamente los que de entre los hijos de Leví
reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de
tomar del pueblo los diezmos según la ley, es
decir, de sus hermanos, aunque éstos también
hayan salido de los lomos de Abraham.
Heb.7.6. Pero aquel cuya genealogía no es contada de
entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y
bendijo al que tenía las promesas.
Heb.7.7. Y sin discusión alguna, el menor es bendecido
por el mayor.
Heb.7.8. Y aquí ciertamente reciben los diezmos
hombres mortales; pero allí, uno de quien se da
testimonio de que vive.
Heb.7.9. Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo
también Leví, que recibe los diezmos;
Heb.7.10. porque aún estaba en los lomos de su padre
cuando Melquisedec le salió al encuentro.
Heb.7.11. Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio
levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley),
¿qué necesidad habría aún de que se levantase
otro sacerdote, según el orden de Melquisedec,
y que no fuese llamado según el orden de
Aarón?
Heb.7.12. Porque cambiado el sacerdocio, necesario es
que haya también cambio de ley;
Heb.7.13. y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu,
de la cual nadie sirvió al altar.
Heb.7.14. Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de
la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés
tocante al sacerdocio.
Heb.7.15. Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de
Melquisedec se levanta un sacerdote distinto,
Heb.7.16. no constituido conforme a la ley del
mandamiento acerca de la descendencia, sino
según el poder de una vida indestructible.
Heb.7.17. Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote
para siempre, Según el orden de Melquisedec.
Heb.7.18. Queda, pues, abrogado el mandamiento
anterior a causa de su debilidad e ineficacia
Heb.7.19. (pues nada perfeccionó la ley), y de la
introducción de una mejor esperanza, por la
cual nos acercamos a Dios.
Heb.7.20. Y esto no fue hecho sin juramento;
Heb.7.21. porque los otros ciertamente sin juramento
fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el
juramento del que le dijo: Juró el Señor, y no
se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec.
Heb.7.22. Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor
pacto.
Heb.7.23. Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos,
debido a que por la muerte no podían
continuar;
Heb.7.24. mas éste, por cuanto permanece para siempre,
tiene un sacerdocio inmutable;
Heb.7.25. por lo cual puede también salvar
perpetuamente a los que por él se acercan a
Dios, viviendo siempre para interceder por
ellos.
Heb.7.26. Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo,
inocente, sin mancha, apartado de los
pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
Heb.7.27. que no tiene necesidad cada día, como aquellos
sumos sacerdotes, de ofrecer primero
sacrificios por sus propios pecados, y luego por
los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para
siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Heb.7.28. Porque la ley constituye sumos sacerdotes a
débiles hombres; pero la palabra del
juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho
perfecto para siempre.
Gál.3.7. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos
son hijos de Abraham.
27. ¿Diezmaban los miembros de la iglesia primitiva? No. No recibieron mandamiento alguno que los obligara a diezmar. En el Nuevo
Testamento, ¡no hay ni siquiera un solo ejemplo de algún hermano o iglesia que diezmara! ¡Ni uno! ¿Adónde habrían llevado los diezmos? ¡La iglesia no tenía almacenes! (alfolí). ¡La iglesia ya libre del Antiguo Testamento, no tenía que sostener al sacerdocio levítico! Cristo no estableció en su iglesia un sacerdocio especial que los miembros tuvieran que sostener mediante diezmos sino hizo a todos los miembros "reyes y sacerdotes" (1 Pedro 2:4-10; Apocalipsis 1:6).
1Pe.2.4. Acercándoos a él, piedra viva, desechada
ciertamente por los hombres, mas para Dios
escogida y preciosa,
1Pe.2.5. vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
1Pe.2.6. Por lo cual también contiene la Escritura: He
aquí, pongo en Sion la principal piedra del
ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en
él, no será avergonzado.
1Pe.2.7. Para vosotros, pues, los que creéis, él es
precioso; pero para los que no creen, La piedra
que los edificadores desecharon, Ha venido a
ser la cabeza del ángulo;
1Pe.2.8. y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer,
porque tropiezan en la palabra, siendo
desobedientes; a lo cual fueron también
destinados.
1Pe.2.9. Mas vosotros sois linaje escogido, real
sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel
que os llamó de las tinieblas a su luz
admirable;
1Pe.2.10. vosotros que en otro tiempo no erais pueblo,
pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro
tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero
ahora habéis alcanzado misericordia.
Apo.1.6. y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su
Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos
de los siglos. Amén. 28. ¿No había sacerdotes en la iglesia primitiva? Sacerdote tal como los de Leví no los había. Tenga presente el hecho de que el sacerdocio fue cambiado (Hebreos 7:12). Bajo el Nuevo Testamento, Cristo es el sumo sacerdote (Hebreos 4:14-16) y todo miembro fiel de la iglesia es constituido sacerdote "para ofrecer sacrificios espirituales" (1 Pedro 2:4-10). Sacerdotes que sacrificaban, intercedían y celebraban culto por los creyentes no los había en la iglesia establecida por Cristo, ¡ni los hay en la actualidad en la verdadera iglesia del señor!
Heb.7.12. Porque cambiado el sacerdocio, necesario es
que haya también cambio de ley;
Heb.4.14. Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote
que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios,
retengamos nuestra profesión.
Heb.4.15. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no
pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino uno que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado.
Heb.4.16. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono
de la gracia, para alcanzar misericordia y
hallar gracia para el oportuno socorro.
1Pe.2.4. Acercándoos a él, piedra viva, desechada
ciertamente por los hombres, mas para Dios
escogida y preciosa,
1Pe.2.5. vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
1Pe.2.6. Por lo cual también contiene la Escritura: He
aquí, pongo en Sion la principal piedra del
ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en
él, no será avergonzado.
1Pe.2.7. Para vosotros, pues, los que creéis, él es
precioso; pero para los que no creen, La piedra
que los edificadores desecharon, Ha venido a
ser la cabeza del ángulo;
1Pe.2.8. y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer,
porque tropiezan en la palabra, siendo
desobedientes; a lo cual fueron también
destinados.
1Pe.2.9. Mas vosotros sois linaje escogido, real
sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel
que os llamó de las tinieblas a su luz
admirable;
1Pe.2.10. vosotros que en otro tiempo no erais pueblo,
pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro
tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero
ahora habéis alcanzado misericordia.
29. Entonces, ¿qué clase de líderes había en la iglesia? Además de los apóstoles, había ministros o evangelistas (2 Corintios 3:6) y en cada congregación local ancianos, o sea obispos y diáconos (Filipenses 1:1; Hechos 14:23)
2Co.3.6. el cual asimismo nos hizo ministros
competentes de un nuevo pacto, no de la letra,
sino del espíritu; porque la letra mata, mas el
espíritu vivifica.
Fil.1.1. Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos
los santos en Cristo Jesús que están en Filipos,
con los obispos y diáconos:
Hec.14.23. Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y
habiendo orado con ayunos, los encomendaron
al Señor en quien habían creído.
30. En 1 Corintios 9:9, Pablo cita "la ley de Moisés" donde está escrito: "No pondrás bozal al buey que trilla". ¿Implica su argumento que la ley de Moisés aún está en vigor y que los cristianos debemos apartar el diezmo para sostener a los evangelistas y a los obispos? De ninguna manera. Citar la ley de Moisés no quiere decir que dicha ley aún este vigente. Lo único que significa es que la parte citada apoya la enseñanza que se quiere presentar sin contradecir doctrina alguna del Nuevo Testamento. El mandamiento no "No pondrás bozal al buey que trilla" (Deuteronomio 25:4) nada tuvo que ver con los diezmos. ¡Los bueyes no se comían los diezmos! ¡Ni tampoco viven de los diezmos de los obreros de la iglesia!
1Co.9.9. Porque en la ley de Moisés está escrito: No
pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios
cuidado de los bueyes,
Deu.25.4. No pondrás bozal al buey cuando trillare.
31. En 1 Corintios 9:13 escribe Pablo: "Los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo". ¿No es esta una referencia a los diezmos? Es posible que sí. Quizás se trate de los sacerdotes levíticos que comían de los diezmos traídos al templo judío en Jerusalén. Es preciso tener presente el hecho de que el templo judío aún existía en Jerusalén cuando fue escrito 1de Corintios y que los levitas seguían oficiando en él. Estos levitas no aceptaron a Cristo como el Mesías vivían en parte de los diezmos. Su ejemplo es uno de entre varios traídos por Pablo para probar que los ministros de la iglesia igual tienen derecho a recibir sostén. Otros ejemplos es 1 Corintios 9:7. Referirse al ejemplo de los levitas no significa ni por implicación que la iglesia debe apartar el diezmo para sostener a los obreros espirituales del Reino de Dios.
1Co.9.13. ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas
sagradas, comen del templo, y que los que
sirven al altar, del altar participan?
1Co.9.7. ¿Quién fue jamás soldado a sus propias
expensas? ¿Quién planta viña y no come de su
fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma
de la leche del rebaño?
32. Si los diezmos fueron abolidos cuando fue clavado el Antiguo testamento en la cruz, ¿cómo se sostienen bíblicamente los ministros del Nuevo Pacto? Mediante las ofrendas voluntarias apartadas cada domingo por los cristianos. La regla del Nuevo Testamento es: "Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado" (1Corintios 16:2) "Cada primer día" (Todos los domingos. No los sábados ni los demás días, sino los domingos). "cada uno"... (Todos y cada uno, no unos pocos) ... "ponga aparte algo" (NO el diezmo, sino algo. Compárese 2 Corintios 8:1-12; 9:7,8). Los fondos así recaudados pueden ser usados para socorrer a los necesitados (Romanos 15:26) y para suplir las necesidades de los ministros del reino (Filipenses 4:10-20) Además, los cristianos estaban en el deber de brindarle hospedaje a los ministros de la Palabra, cooperando con ellos y encaminándolos para que continuaran sus viajes evangelísticos (3 Juan 5-8; Hechos 6:14-15; 18:1-3,7). Así debe proceder la iglesia en la actualidad. Cuando Cristo envió a los doce y luego a los setenta, no los instruyó a cobrar diezmos sino a quedarse en los hogares de los justos y a comer lo que les pusieran delante (Mateo 10:5-15; Lucas 10:1-12).
1Co.16.2. Cada primer día de la semana cada uno de
vosotros ponga aparte algo, según haya
prosperado, guardándolo, para que cuando yo
llegue no se recojan entonces ofrendas.
2Co.8.1. Asimismo, hermanos, os hacemos saber la
gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de
Macedonia;
2Co.8.2. que en grande prueba de tribulación, la
abundancia de su gozo y su profunda pobreza
abundaron en riquezas de su generosidad.
2Co.8.3. Pues doy testimonio de que con agrado han
dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de
sus fuerzas,
2Co.8.4. pidiéndonos con muchos ruegos que les
concediésemos el privilegio de participar en
este servicio para los santos.
2Co.8.5. Y no como lo esperábamos, sino que a sí
mismos se dieron primeramente al Señor, y
luego a nosotros por la voluntad de Dios;
2Co.8.6. de manera que exhortamos a Tito para que tal
como comenzó antes, asimismo acabe también
entre vosotros esta obra de gracia.
2Co.8.7. Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en
palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en
vuestro amor para con nosotros, abundad
también en esta gracia.
2Co.8.8. No hablo como quien manda, sino para poner a
prueba, por medio de la diligencia de otros,
también la sinceridad del amor vuestro.
2Co.8.9. Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo
pobre, siendo rico, para que vosotros con su
pobreza fueseis enriquecidos.
2Co.8.10. Y en esto doy mi consejo; porque esto os
conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no
sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde
el año pasado.
2Co.8.11. Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo,
para que como estuvisteis prontos a querer, así
también lo estéis en cumplir conforme a lo que
tengáis.
2Co.8.12. Porque si primero hay la voluntad dispuesta,
será acepta según lo que uno tiene, no según lo
que no tiene.
2Co.9.7. Cada uno dé como propuso en su corazón: no
con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama
al dador alegre.
2Co.9.8. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en
vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo
siempre en todas las cosas todo lo suficiente,
abundéis para toda buena obra;
Rom.15.26. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien
hacer una ofrenda para los pobres que hay
entre los santos que están en Jerusalén.
Fil.4.10. En gran manera me gocé en el Señor de que ya
al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de
lo cual también estabais solícitos, pero os
faltaba la oportunidad.
Fil.4.11. No lo digo porque tenga escasez, pues he
aprendido a contentarme, cualquiera que sea
mi situación.
Fil.4.12. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia;
en todo y por todo estoy enseñado, así para
estar saciado como para tener hambre, así para
tener abundancia como para padecer
necesidad.
Fil.4.13. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Fil.4.14. Sin embargo, bien hicisteis en participar
conmigo en mi tribulación.
Fil.4.15. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al
principio de la predicación del evangelio,
cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia
participó conmigo en razón de dar y recibir,
sino vosotros solos;
Fil.4.16. pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra
vez para mis necesidades.
Fil.4.17. No es que busque dádivas, sino que busco fruto
que abunde en vuestra cuenta.
Fil.4.18. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia;
estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo
que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto,
agradable a Dios.
Fil.4.19. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús.
Fil.4.20. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los
siglos de los siglos. Amén.
3Ju.1.5. Amado, fielmente te conduces cuando prestas
algún servicio a los hermanos, especialmente a
los desconocidos,
3Ju.1.6. los cuales han dado ante la iglesia testimonio
de tu amor; y harás bien en encaminarlos como
es digno de su servicio a Dios, para que
continúen su viaje.
3Ju.1.7. Porque ellos salieron por amor del nombre de
El, sin aceptar nada de los gentiles.
3Ju.1.8. Nosotros, pues, debemos acoger a tales
personas, para que cooperemos con la verdad.
Hec.6.14. pues le hemos oído decir que ese Jesús de
Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las
costumbres que nos dio Moisés.
Hec.6.15. Entonces todos los que estaban sentados en el
concilio, al fijar los ojos en él, vieron su rostro
como el rostro de un ángel.
Hec.18.1. Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y
fue a Corinto.
Hec.18.2. Y halló a un judío llamado Aquila, natural del
Ponto, recién venido de Italia con Priscila su
mujer, por cuanto Claudio había mandado que
todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos,
Hec.18.3. y como era del mismo oficio, se quedó con
ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos
era hacer tiendas.
Hec.18.7. Y saliendo de allí, se fue a la casa de uno
llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba
junto a la sinagoga.
Mat.10.5. A estos doce envió Jesús, y les dio
instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles
no vayáis, y en ciudad de samaritanos no
entréis,
Mat.10.6. sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de
Israel.
Mat.10.7. Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los
cielos se ha acercado.
Mat.10.8. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad
muertos, echad fuera demonios; de gracia
recibisteis, dad de gracia.
Mat.10.9. No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en
vuestros cintos;
Mat.10.10. ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas,
ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es
digno de su alimento.
Mat.10.11. Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis,
informaos quién en ella sea digno, y posad allí
hasta que salgáis.
Mat.10.12. Y al entrar en la casa, saludadla.
Mat.10.13. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá
sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se
volverá a vosotros.
Mat.10.14. Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras
palabras, salid de aquella casa o ciudad, y
sacudid el polvo de vuestros pies.
Mat.10.15. De cierto os digo que en el día del juicio, será
más tolerable el castigo para la tierra de
Sodoma y de Gomorra, que para aquella
ciudad.
Luc.10.1. Después de estas cosas, designó el Señor
también a otros setenta, a quienes envió de dos
en dos delante de él a toda ciudad y lugar
adonde él había de ir.
Luc.10.2. Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas
los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de
la mies que envíe obreros a su mies.
Luc.10.3. Id; he aquí yo os envío como corderos en medio
de lobos.
Luc.10.4. No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a
nadie saludéis por el camino.
Luc.10.5. En cualquier casa donde entréis, primeramente
decid: Paz sea a esta casa.
Luc.10.6. Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz
reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros.
Luc.10.7. Y posad en aquella misma casa, comiendo y
bebiendo lo que os den; porque el obrero es
digno de su salario. No os paséis de casa en
casa.
Luc.10.8. En cualquier ciudad donde entréis, y os
reciban, comed lo que os pongan delante;
Luc.10.9. y sanad a los enfermos que en ella haya, y
decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de
Dios.
Luc.10.10. Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os
reciban, saliendo por sus calles, decid:
Luc.10.11. Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha
pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra
vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios
se ha acercado a vosotros.
Luc.10.12. Y os digo que en aquel día será más tolerable el
castigo para Sodoma, que para aquella ciudad.
33. ¿En qué consistían las ofrendas dadas cada domingo por los miembros de la iglesia primitiva? Los factores circunstanciales indican que consistían principalmente de dinero. La iglesia no contaba con un alfolí (granero) central. No es concebible que Pablo y los pocos obreros que andaban con él en la misión de llevar las ofrendas de Macedonia y Acaya a Judea cargaran muchos víveres, ganado, etcétera. Obviamente, las ofrendas que llevaban eran de dinero (2 Corintios 8 y 9). Las dádivas enviadas por los Filipenses a Pablo por un solo hombre (Epafrodito) eran, sin duda, de dinero (Filipenses 2:25-30; 4:10-20). En cambio, los diezmos dados por Israel eran de granos, aceite, ganado, etc....
2Co.8.1. Asimismo, hermanos, os hacemos saber la
gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de
Macedonia;
2Co.8.2. que en grande prueba de tribulación, la
abundancia de su gozo y su profunda pobreza
abundaron en riquezas de su generosidad.
2Co.8.3. Pues doy testimonio de que con agrado han
dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de
sus fuerzas,
2Co.8.4. pidiéndonos con muchos ruegos que les
concediésemos el privilegio de participar en
este servicio para los santos.
2Co.8.5. Y no como lo esperábamos, sino que a sí
mismos se dieron primeramente al Señor, y
luego a nosotros por la voluntad de Dios;
2Co.8.6. de manera que exhortamos a Tito para que tal
como comenzó antes, asimismo acabe también
entre vosotros esta obra de gracia.
2Co.8.7. Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en
palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en
vuestro amor para con nosotros, abundad
también en esta gracia.
2Co.8.8. No hablo como quien manda, sino para poner a
prueba, por medio de la diligencia de otros,
también la sinceridad del amor vuestro.
2Co.8.9. Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo
pobre, siendo rico, para que vosotros con su
pobreza fueseis enriquecidos.
2Co.8.10. Y en esto doy mi consejo; porque esto os
conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no
sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde
el año pasado.
2Co.8.11. Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo,
para que como estuvisteis prontos a querer, así
también lo estéis en cumplir conforme a lo que
tengáis.
2Co.8.12. Porque si primero hay la voluntad dispuesta,
será acepta según lo que uno tiene, no según lo
que no tiene.
2Co.8.13. Porque no digo esto para que haya para otros
holgura, y para vosotros estrechez,
2Co.8.14. sino para que en este tiempo, con igualdad, la
abundancia vuestra supla la escasez de ellos,
para que también la abundancia de ellos supla
la necesidad vuestra, para que haya igualdad,
2Co.8.15. como está escrito: El que recogió mucho, no
tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.
2Co.8.16. Pero gracias a Dios que puso en el corazón de
Tito la misma solicitud por vosotros.
2Co.8.17. Pues a la verdad recibió la exhortación; pero
estando también muy solícito, por su propia
voluntad partió para ir a vosotros.
2Co.8.18. Y enviamos juntamente con él al hermano cuya
alabanza en el evangelio se oye por todas las
iglesias;
2Co.8.19. y no sólo esto, sino que también fue designado
por las iglesias como compañero de nuestra
peregrinación para llevar este donativo, que es
administrado por nosotros para gloria del
Señor mismo, y para demostrar vuestra buena
voluntad;
2Co.8.20. evitando que nadie nos censure en cuanto a
esta ofrenda abundante que administramos,
2Co.8.21. procurando hacer las cosas honradamente, no
sólo delante del Señor sino también delante de
los hombres.
2Co.8.22. Enviamos también con ellos a nuestro
hermano, cuya diligencia hemos comprobado
repetidas veces en muchas cosas, y ahora
mucho más diligente por la mucha confianza
que tiene en vosotros.
2Co.8.23. En cuanto a Tito, es mi compañero y
colaborador para con vosotros; y en cuanto a
nuestros hermanos, son mensajeros de las
iglesias, y gloria de Cristo.
2Co.8.24. Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias
la prueba de vuestro amor, y de nuestro
gloriarnos respecto de vosotros.
2Co.9.1. Cuanto a la ministración para los santos, es por
demás que yo os escriba;
2Co.9.2. pues conozco vuestra buena voluntad, de la
cual yo me glorío entre los de Macedonia, que
Acaya está preparada desde el año pasado; y
vuestro celo ha estimulado a la mayoría.
2Co.9.3. Pero he enviado a los hermanos, para que
nuestro gloriarnos de vosotros no sea vano en
esta parte; para que como lo he dicho, estéis
preparados;
2Co.9.4. no sea que si vinieren conmigo algunos
macedonios, y os hallaren desprevenidos, nos
avergoncemos nosotros, por no decir vosotros,
de esta nuestra confianza.
2Co.9.5. Por tanto, tuve por necesario exhortar a los
hermanos que fuesen primero a vosotros y
preparasen primero vuestra generosidad antes
prometida, para que esté lista como de
generosidad, y no como de exigencia nuestra.
2Co.9.6. Pero esto digo: El que siembra escasamente,
también segará escasamente; y el que siembra
generosamente, generosamente también
segará.
2Co.9.7. Cada uno dé como propuso en su corazón: no
con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama
al dador alegre.
2Co.9.8. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en
vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo
siempre en todas las cosas todo lo suficiente,
abundéis para toda buena obra;
2Co.9.9. como está escrito: Repartió, dio a los pobres;
Su justicia permanece para siempre.
2Co.9.10. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que
come, proveerá y multiplicará vuestra
sementera, y aumentará los frutos de vuestra
justicia,
2Co.9.11. para que estéis enriquecidos en todo para toda
liberalidad, la cual produce por medio de
nosotros acción de gracias a Dios.
2Co.9.12. Porque la ministración de este servicio no
solamente suple lo que a los santos falta, sino
que también abunda en muchas acciones de
gracias a Dios;
2Co.9.13. pues por la experiencia de esta ministración
glorifican a Dios por la obediencia que
profesáis al evangelio de Cristo, y por la
liberalidad de vuestra contribución para ellos y
para todos;
2Co.9.14. asimismo en la oración de ellos por vosotros, a
quienes aman a causa de la superabundante
gracia de Dios en vosotros.
2Co.9.15. ¡Gracias a Dios por su don inefable!
Fil.2.25. Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito,
mi hermano y colaborador y compañero de
milicia, vuestro mensajero, y ministrador de
mis necesidades;
Fil.2.26. porque él tenía gran deseo de veros a todos
vosotros, y gravemente se angustió porque
habíais oído que había enfermado.
Fil.2.27. Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de
morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no
solamente de él, sino también de mí, para que
yo no tuviese tristeza sobre tristeza.
Fil.2.28. Así que le envío con mayor solicitud, para que
al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con
menos tristeza.
Fil.2.29. Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y
tened en estima a los que son como él;
Fil.2.30. porque por la obra de Cristo estuvo próximo a
la muerte, exponiendo su vida para suplir lo
que faltaba en vuestro servicio por mí.
Fil.4.10. En gran manera me gocé en el Señor de que ya
al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de
lo cual también estabais solícitos, pero os
faltaba la oportunidad.
Fil.4.11. No lo digo porque tenga escasez, pues he
aprendido a contentarme, cualquiera que sea
mi situación.
Fil.4.12. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia;
en todo y por todo estoy enseñado, así para
estar saciado como para tener hambre, así para
tener abundancia como para padecer
necesidad.
Fil.4.13. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Fil.4.14. Sin embargo, bien hicisteis en participar
conmigo en mi tribulación.
Fil.4.15. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al
principio de la predicación del evangelio,
cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia
participó conmigo en razón de dar y recibir,
sino vosotros solos;
Fil.4.16. pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra
vez para mis necesidades.
Fil.4.17. No es que busque dádivas, sino que busco fruto
que abunde en vuestra cuenta.
Fil.4.18. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia;
estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo
que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto,
agradable a Dios.
Fil.4.19. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús.
Fil.4.20. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los
siglos de los siglos. Amén.
34. ¿Puede el cristiano robar a Dios? Desde luego que sí. ¿Lo hace si no diezma? No. No tiene que diezmar. Lo haría si no diera generosamente según hubiera prosperado. 35. Si los diezmos han sido abolidos y vivimos bajo el Nuevo testamento, ¿por qué tantos pastores, evangelistas y obispos enseñan que el pueblo de Dios de hoy
debe diezmar? O desconocen las verdades presentadas en este estudio o con avaricia hacen mercadería de los creyentes (2 Pedro 2:1-3). Los que alegan haber recibido revelaciones y sueños según los cuales deben los cristianos diezmar obviamente son guiados por "un poder engañoso" (2 Tesalonicenses 2:11-12), ya que el verdadero Espíritu Santo enseña las reglas del Nuevo Testamento.
2Pe.2.1. Pero hubo también falsos profetas entre el
pueblo, como habrá entre vosotros falsos
maestros, que introducirán encubiertamente
herejías destructoras, y aun negarán al Señor
que los rescató, atrayendo sobre sí mismos
destrucción repentina.
2Pe.2.2. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa
de los cuales el camino de la verdad será
blasfemado,
2Pe.2.3. y por avaricia harán mercadería de vosotros
con palabras fingidas. Sobre los tales ya de
largo tiempo la condenación no se tarda, y su
perdición no se duerme.
2Te.2.11. Por esto Dios les envía un poder engañoso,
para que crean la mentira,
2Te.2.12. a fin de que sean condenados todos los que no
creyeron a la verdad, sino que se complacieron
en la injusticia.
El Señor Jesús dijo: ”y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”
(Juan 8:32)