El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

167
EL DESTINO CIRCULAR DE LA ARGENTINA EDUARDO TISCORNIA Miembro de la fundación Bariloche ISBN 950-562-710-6 A Maia, cuya fina intuición crítica fue un marco constante de referencia todo a lo largo de este ensayo. A mi hija Cecilia, y con ella, a todas las generaciones jóvenes. Y un recuerdo muy hondo para Federico, a quien le hubiera gustado leer este libro. RECONOCIMIENTOS Un libro que trata de describir globalmente una cultura implica observaciones personales, lecturas y una cantidad de influencias que nacen en cambios de impresiones, de ideas y aun de prejuicios. Además lleva como cualquier otra obra, un trabajo invisible que evoca la gratitud del autor. Por eso, estos reconocimientos tienen un espectro más amplio que el habitual, porque evocan recuerdos agradecidos que comienzan con Eustaquio Méndez Delfino quien fue el primero que dio al autor la oportunidad de participar en la compleja máquina del Estado argentino. Su nombre encabeza el de otros hombres públicos que también le abrieron las puertas: Alberto Gordillo; Rodolfo Rosauer; Carlos Aguirre, con quien fue posible una estrecha colaboración cívico-militar y

description

Excelente sintesis historica y sociologica del drama recurrente de Argentina. Parece que este libro no se ha editado mas. Esta aqui solo para hacerlo conocer a quien le interese una sintesis ded las causas de la muerte de un pais rico y culto.

Transcript of El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Page 1: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

EL DESTINO CIRCULAR DE LA ARGENTINA

EDUARDO TISCORNIA

Miembro de la fundación Bariloche

ISBN 950-562-710-6

A Maia, cuya fina intuición crítica fue un marco constante de referencia todo a lo largo de este ensayo.

A mi hija Cecilia, y con ella, a todas las generaciones jóvenes.

Y un recuerdo muy hondo para Federico, a quien le hubiera gustado leer este libro.

RECONOCIMIENTOS

Un libro que trata de describir globalmente una cultura implica observaciones personales, lecturas y una cantidad de influencias que nacen en cambios de impresiones, de ideas y aun de prejuicios. Además lleva como cualquier otra obra, un trabajo invisible que evoca la gratitud del autor.

Por eso, estos reconocimientos tienen un espectro más amplio que el habitual, porque evocan recuerdos agradecidos que comienzan con Eustaquio Méndez Delfino quien fue el primero que dio al autor la oportunidad de participar en la compleja máquina del Estado argentino. Su nombre encabeza el de otros hombres públicos que también le abrieron las puertas: Alberto Gordillo; Rodolfo Rosauer; Carlos Aguirre, con quien fue posible una estrecha colaboración cívico-militar y

Page 2: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Niceto Ayerra. Esa posibilidad dispensada gratuitamente de ver por dentro a la Nación y a las Provincias, es fuente importante de estas páginas e incluye viejos funcionarios de la Administración que se agrupan con un símbolo de eficacia y responsabilidad en la figura de Alvaro Vizcarguénaga, imagen de los resortes íntimos que han mantenido el país en marcha.

Al pasar a la larga lista de interlocutores inteligentes, surge Helio Jaguaribe, hombre civilizado en las más profunda acepción del término, que muy pronto advirtió al autor los riesgos de darle al concepto de cultura una tal amplitud que la hiciera a-histórica, o para usar sus palabras una culturomachia. También son para recordar los diálogos con la gente de la Fundación Bariloche, comenzando con Carlos Alberto Mallmann quien, influencia germinal de esa institución, abrió al autor muchas vertientes reflexivas; Oscar Nudler y sus agudas definiciones; Jorge Sábato, amigo entrañable, experto en mil cuestiones; Fidel Alsina, abierto al cosmos; Juan Carlos Secondi, capaz de levantar montañas; Isabel y Gilberto Gallopin, ecólogos que enseñaron al autor a relacionar el mundo del hombre con el de la naturaleza: José Azulay, que le ilustró sobre la visión poética y Carlos Suárez para quien el Universo es sólo una gran fuente de energía. Todos copartícipes con el autor en la época en que la Fundación era una suerte de Castalia, que no se puede recordar sin nostalgia y que fue dañada por el autoritarismo de nuestra cultura que denuncia este ensayo.

Sin orden alguno de mérito, siguen ahora en la libertad de la memoria, algunas menciones específicas, como el recuerdo cálido a José Enrique Miguens, amigo de toda la vida, también de la grey de la Fundación y que como experto en sociología ayudó al autor en sus reflexiones; Arnaldo Musich, que con verba cortante pone las cosas en su lugar; Eduardo Castro Sánchez y Manuel Laprida, capaces de una objetividad poco común en estas tierras y por supuesto Oscar Puiggros, que da siempre la nota analítica certera sobre nuestra realidad incierta.

También el autor reconoce en Roberto Rocca la divergencia con sus hipótesis y de allí una fuente de nuevas reflexiones sobre el papel de las clases dirigentes en el desarrollo de una cultura.

Muchas veces Eduardo Isaharoff corrigió puntos de vista del autor, enriqueciendo sus perspectivas con observaciones que se originaban en psicología analítica o en los diálogos de Popper con Eccles y que eran suscitadas por largas lecturas de la obra en gestación.

El autor quiere hacer explícito también su reconocimiento a quienes soportaron a pie enjuto las reverberaciones y la forzosa e inevitable repetición de su circuito obsesivo, mientras desarrollaba sus hipótesis. Allí, una mención fraterna para Enrique Harriague.

Al llegar el libro al borde de su publicación, un agradecimiento muy afectuoso a Alicia Jurado, quien tomó a su cargo la tarea no menuda de conciliar el estilo del autor con la gramática castellana. A Tom Gonda, por su impecable diseño gráfico de las tapas, que introdujo en la obra al menos un atractivo visual, cuidado en su ejecución minuciosa por Lidia Ferram y por Cecilia Massimino.

Por supuesto que queda algo muy importante. Es la colaboración silenciosa, sin la cual la obra no hubiera aparecido; la de Graciela Borda, que ordenó la biblioteca del autor y compiló la primera lista bibliográfica del ensayo, y la de Nora Lusardi, que completó el trabajo y pasó el manuscrito ilegible a su perfecta legibilidad. La propia hermana del autor, María Inés, secretaria itinerante e incansable, y por fin, un reconocimiento agradecido para María Vaquera, que mantuvo andando la casa, mientras el autor especulaba.

Buenos Aires, Noviembre de 1983.

Page 3: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

CAP.IDonde el autor explica qué se propuso al escribir este libro

CAP. II La Génesis. 1492-1580

CAP. IIILa ciudad de Indias. 1580-1810

CAP. IVLa Emancipación. 1810-1820

CAP. VEl desarrollo de la ganadería. 1820-1830

CAP. VIJuan Manuel de Rosas: El sistema social dominado. 1830-1852

CAP. VIIUrquiza y la Organización Nacional 1852 - 1862

CAP. VIII La Consolidación Nacional. 1862-1880

CAP. IXLa Generación del Ochenta y su Proyecto Nacional. 1880-1916

CAP. X La unidad de la cultura argentina a través de dos ejemplos

CAP. XILa República vista a los cien años de su Emancipación

CAP. XIIDe Luis Sáenz Peña a la segunda Presidencia deHipólito Yrigoyen. 1892-1930

CAP. XIII Las Fuerzas Armadas y su influencia en lahistoriacontemporánea de la República

CAP. XIII-1El 6 de Setiembre de 1930

CAP. XIII-2El 4 de Junio de 1943

CAP. XIII-3El complejo fenómeno de peronismo

CAP. XIII-4 16 de Junio y 16 de Setiembre de 1955

CAP. Xlll-528 de Junio de1966

CAP. XIII-624 de Marzo de 1976

CAP. XIVEl destino circular de la Argentina1810-1984

Apéndice

Breve nota bibliográfica y bibliografía

CAPITULO I

DONDE EL AUTOR EXPLICA QUE SE PROPUSO AL ESCRIBIR ESTE LIBRO, DA ALGUNAS INDICACIONES A LOS LECTORES DESPREVENIDOS, Y TRATA DE PRECISAR LOS TERMINOS DEL MENSAJE QUE QUISIERA TRANSMITIR

Page 4: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

No llorar, no Indignarse, sólo entender. Baruch Spinoza, 1632-1677

La elección de la frase que encabeza esta obra da la clave del espíritu que la animó. Explorar hasta el fondo accesible las particularidades de una comunidad instalada desde el siglo dieciséis en un gran territorio, con un clima templado y una rica tierra negra y que cobijó y cobija aún individuos inteligentes, inventivas y capaces de arbitrar soluciones originales a sus problemas.

Pero esa comunidad que acumulaba tantos dones los neutralizaba una y otra vez en querellas, usaba desordenadamente sus facultades, aceptaba el deterioro material de los objetos en medio de los cuales convivía, dejaba que el ruido v la furia dominaran la escena y pesar de todo era inclinada a la altanería, a la hipérbole, a usar grandes palabras para describir pequeños actos y se complacía en emplear enormes energías en crearse obstáculos qué bloqueaban su crecimiento. El autor había nacido en esa comunidad al terminar la primera guerra europea y en su juventud y bastante después, había creído que los males que veía eran relativamente fáciles de erradicar mediante una forma suave de despotismo ilustrado, que convenía a su mentalidad autoritaria y elitista, llena por partes iguales de idealismo e inmadurez.

En el correr de los años fue espectador de sucesivos fracasos de esas ideas y de muchas otras y participó en una sociedad siempre perturbada, que nunca encontraba un camino de desarrollo sostenido.

Se propuso entonces tratar de entenderla Y se dedicó finalmente durante dos años a formular preguntas y a buscar respuestas.

Lo hizo sine irae et cum studio procurando tener conciencia de sus propios prejuicios y energía para tenerlos bajo control y leyendo la rica información a veces contradictoria, que muchos pensadores han dedicado a los diferentes aspectos de racionamiento político, económico y social de un país que cautiva y rechaza al mismo tiempo por sus reacciones incomprensibles.

El método que consideró mejor fue encarar su investigación de la Argentina como una cultura. La antropología cultural tiene clasificadas alrededor de ciento ochenta definiciones de esa palabra.

Todas tienen rasgos comunes o complementados y se diferencian en la mayor o menor importancia que asignan a alguno de sus aspectos. Para los efectos que se propone el autor, la vieja definición que escribió en 1872 Edward Tylor a quien se atribuye haber fundado la disciplina, es de sobra ilustrativo: Cultura es esa integridad compleja que incluye conocimiento, arte, ley moral, costumbre y cualesquiera otras capacidades adquiridas por el hombre como un miembro de la sociedad. Dicho esto en un lenguaje contemporáneo, se la puede ubicar como un conjunto de fenómenos que pertenecen a sistemas diferentes interrelacionados, para entender a los cuales como una configuración total, hay que observarlos en sus

Page 5: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

mutuas influencias.

Una cultura se va modelando con incontables decisiones de cientos de miles de individuos, que actúan ejercitando su libertad dentro de pautas personales y generales que condicionan en mayor o menor grado los límites de su libre albedrío y que van dando una fisonomía identificable a su vida comunitaria.

El uso en el párrafo anterior de las palabras libertad y libre albedrío, precisa implícitamente que el vocablo destino en el título de este libro, no tiene connotación determinista alguna. Su ubicación espacial al nombrar a nuestro país y la temporal al poner las fechas 1810-1984, dejan claro que su descripción se refiere exclusivamente a las ocurrencias de una época histórica dada.

Al encarar a la Argentina como cultura, el autor hubo de hacer otra elección metodológica: fue la de utilizar el modelo de una historia clínica para describir su evolución en el lapso señalado.

El modelo tiene algunos riesgos. Implica una clasificación que es a la vez un juicio de valor. Lo que se va a describir se considera un sistema enfermo. Es decir una entidad cuyo funcionamiento es impropio y contrario a sus capacidades. Se puede inscribir entonces en lo que algún autor llama la indagación insistente de un presunto mal nacional, que es denunciada como pasión negativa autóctona.

El autor asume el riesgo de ser calificado como destructivo, porque cree firmemente que lo destructivo es negar una realidad que asoma en las páginas de todos los diarios de los últimos cincuenta años y en la historia desde mucho antes.

Este libro no se dirige a los argentinos que prefieren no plantearse cuán precaria y delicada es la salud de la nación, aún cuando no pueden menos que percibir su deterioro. Se dirige a los que coinciden con Konrad Lorenz, que dice que en medicina el conocimiento de las causas de la enfermedad es a menudo más importante que las medidas a tomar para luchar contra ella. Es sabido que frecuentemente, por no ahondar el análisis, esas medidas atacan sólo los síntomas y no el mal en sus causa Este por lo tanto persiste y aún recrudece en la primera ocasión.

El autor ofrece el resultado de sus reflexiones a los jóvenes que reciben con escepticismo los panoramas que le ofrece el lenguaje sentimental y, por el contrario, ansían enfrentarse con una descripción honesta de la realidad que han heredado, porque se consideran con energía suficiente para modificarla.

Corresponde recordar que está en la tradición de las historias clínicas, remontarse a los más lejanos antecedentes documentados y a sus interpretaciones verosímiles, porque hay debilidades que se transmiten de generación en generación, limitando las defensas de un cuerpo, sea humano o social. Eso explica que esta búsqueda se haya internado en el pasado remoto de nuestra cultura.

También es útil tener en cuenta que las historias clínicas de un paciente no abundan en detalles sobre sus cualidades positivas o sus dones innatos, ni se detienen en la descripción entusiasta de sus éxitos. Sí está en su estilo concentrarse con la mayor seriedad posible en el análisis de su patología.

Está en el carácter de nuestra cultura la fácil distribución de culpas, diluyendo así la responsabilidad que nos toca en cada nueva desventura y no está entre nuestros rasgos manifiestos la tendencia autocrítica. Cargados de amor propio o pundonor según sea nuestra profesión, reaccionamos ágilmente a toda afirmación que roce la imagen que tenemos de nosotros mismos.

Al escribir estas páginas, el autor ha debido necesariamente cuestionar sus ideas pasadas al reflexionar sobre hechos contemporáneos. Esta historia clínica revela una carga considerable de negligencia y frivolidad en los que han participado en muchas de las evoluciones que describe y a dicho autor también le cabe su cuota de frivolidad y negligencia, en acciones y omisiones y en la persistencia en mitos y quimeras, cuyo delirio bien pudo haber descubierto mucho antes. Si condena la falta de defensas de la sociedad frente al autoritarismo, ha de aceptar que sus estudios profesionales de abogacía no lo convirtieron precisamente en un paladín al servicio del derecho y la

Page 6: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

libertad. En una palabra, no es quién para tirar la primera piedra ni tampoco la última.

Este melancólico y tormentoso atardecer de una manera autoritaria de ver el mundo, al que asiste nuestra cultura entera, hace imprescindible acudir a esa gracia del hombre de ser capaz de salir de sí mismo y tratar de verso desde afuera. La amplitud del panorama de esta perspectiva múltiple y esclaracedora, es el privilegio de su especie. Pero en esta tierra tan bendita tiene que volver a aprender a mirar y volver a aprender a escuchar.

Es aquí que comienza el mensaje que el autor quiere transmitir a la juventud de su país. Sabe que su generación no es la primera que fracasa en la Argentina. Carlos Pellegrini, probablemente la figura de mayor calidad y lucidez de su tiempo, al finalizar su vida creía que el esfuerzo para hacer un gran país era superior al que podía realizar su generación: ya pervertida y enervada -decía— ... será necesario que surja una nueva que tenga el fanatismo de la libertad.

Las generaciones que han gobernado el país desde la emancipación de su tutela colonial, no han tenido nunca por cierto, el fanatismo de la libertad, con la sola excepción de aquella que luchó por la liberación de los pueblos de América. Han tenido, sí, otros fanatismos: el de sí mismos o el de dogmas diversos o el de ser depositarios únicos de la verdad o el del consumo ostensible; en suma, todos los que incitan a la arrogancia y al desdén; a la falta de respeto por el prójimo y que recorren un escenario atroz que va desde el más íntimo y soez atropello a la dignidad humana, hasta el atropello internacional.

La invocación a la juventud implica el reconocimiento de los enormes dones que nosotros no hemos atinado a administrar. Significa recordarlos que el camino hacia la humanización —al fin y al cabo un invento del hombre— requiere un aprendizaje y un ejercicio para el cual llega dotado, pero incompleto. El infante recién nacido no reconoce sus manos como suyas. Su mundo no está aún del todo separado de su madre. Esta "'otreidad" ir cobrando un relieve paulatino como las figuras que emergen de la niebla.

Crecer, para el individuo o para una cultura, es un lento proceso de discernimiento, una larga tarea de reconocer la unidad en la diversidad y ésta en aquella, es aprender el código de los demás, y no, obligarlos a que aprendan el nuestro. Así el niño o la cultura construye su representación del mundo y del Universo que lo contiene. De ello depende la conciencia da su ubicación en ese mundo de todas las criaturas y en ese Universo de todas las estrellas. La concepción Ptolomeica que ponía a la Tierra en el centro del sistema celeste, asignaba al hombre un lugar que no era el suyo. La revolución Copernicana, quizás la más profunda de las revoluciones de Occidente, lo ubicó a su pesar como debía ubicarlo, es decir como habitante transitorio de una minúscula porción espacio-temporal, en un planeta de edad indefinida, situado en una de las fronteras estelares entre millones de galaxias.

Nuestra cultura, periódicamente invadida por despotismos diversos, sigue aún en la concepción Ptolomeica. No hay modernización posible si no salimos de esa oscuridad y pasamos a reconocer la revolución Copernicana, que los despotismos niegan, tan cegados por su propia imagen que no ven el Sol.

Existe un campo de información que nutre y enriquece a cada cultura. Es de ese campo que debe partir la reflexión, abriéndolo a todas las nociones para ser capaces de discutirla. Es en ese campo, en el que no existen verdades únicas, donde se aprende que lo más importante del método cartesiano es la duda y que, como dice el gran físico Niels Bohr: Lo opuesto de una afirmación correcta es una afirmación falsa Pero lo opuesto de una profunda verdad puede muy bien ser otra profunda verdad.

Entre las generaciones Perdidas, muchas han sufrido persecuciones. Otras han sido bloqueadas por los conflictos de nuestro sistema social o por la desidia de la burocracia. En todos los casos, sólo quedó una inmensa y patética frustración.

Este mensaje lleva implícito un misión, no depuradora, ni agresiva, ni tampoco sobrehumana. Es la misión profunda que empieza en la intimidad de cada uno, la que lo hace capaz de aceptar sus errores y corregirlos, la que busca e interroga, la que mira en su derredor y descubre, la que

Page 7: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

aprende a escuchar. En suma, la que lo prepara para asumir el privilegio de vivir en un país donde aún quedan tierras por labrar, caminos por trazar y ciudades por levantar.

Es la misión de conquistar por el derecho lo que se ha perdido por la violencia. Es la que usa la copiosa técnica contemporánea sin embriagarse con sus logros y sin llenarse de soberbia; es la que transforma sus instrumentos en herramientas del conocimiento y se sirve de ellos para aprender y para enseñar, Para transmitir y para educar.

Esta tarea no es para un día ni para una noche. Pero hay que empezada ya. Hay trabajo Para todos los hombres de buena voluntad que quieran habitar ti suelo argentino, como dice la letra de la Constitución, ese documento que tiene suficientes previsiones para bien gobernar y para oponer el derecho a los despotismos sin salir de la Ley.

No es para un día ni para una noche esta misión, pero muchas reconstrucciones han hecho los hombres sobre ruinas mayores que las nuestras; han necesitado, sí, tesón e inteligencia, unidad de objetivos y suma de esfuerzos. No nos faltan mentes claras ni manos hábiles para tan enorme desafío.

Aquí termina el mensaje del autor a la juventud. Con él comienza la historia clínica de una cultura, para que conozca sus propensiones negativas y registre la antigüedad de sus lesiones, tenga un diagnóstico y formule un tratamiento que pueda ser adecuado. De otra manera continuará inevitablemente la repetición circular. La nación no morirá, porque las naciones no mueren. Pero vivirá una vida cada vez más contraída, como las estrellas, hasta ser casi un agujero negro donde la vida sea tan compacta que la opresión la haga insoportable.

CAPITULO II

LA GENESIS 1492 - 1580

Y el Montezuma respondió (a Hernán Cortés): desde av inicio acá adoramos nuestros dioses y lo tenemos por buenos; ansí deben ser los vuestros, e no os curéis más al presente de nos hablar dellos...

Bernal Díaz del Castillo: "Conquista de la Nueva España"

Los rasgos que identifican la cultura argentina no surgieron súbitamente, un día de mayo de 1810. Se fueron configurando como las formas de un tapiz desde mucho antes. Individualizar sus hilos y seguir la combinación de su diseño no es tarea estéril, si realmente buscamos claves en nuestro comportamiento.

En cada uno de nosotros, las opciones que tenemos hoy y que nos permiten ejercitar la tenue libertad del hombre, también fueron parcialmente tejida por aquellos antepasados que algún día decidieron llegar a estas tierras entre otras posibles, formar una familia y elegir una actividad. En toda su red, aparte del azar, pusieron lo que tenían: inteligencia, sensibilidad, percepción, creencias y temores. Sobre todo, una manera de ver el mundo.

culturas tienen una génesis idéntica, sólo que más complejo que la individual, porque las posibilidades combinatorias se elevan a otra magnitud. Hacer el inventario y la relación de los dones

Page 8: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

y limitaciones que heredamos y el análisis de nuestra propia administración de ese activo y ese pasivo, equivale a un balance patrimonial sin el cual no es posible formular programa alguno.

Las características de la monarquía española que decidió la onquista y colonización de América y las del pueblo que las llevó cabo, tejieron algunos densos hilos que marcaron la estructura del iseño de las Indias.

Los Reyes Católicos, que habían impulsado la Reconquista de manos de los árabes, legaron a su descendiente Carlos I la primera nación de Europa con una monarquía fortalecida, tanto frente a la

nobleza como a los fueros comunales. Con ella también transmitieron la certeza de una fe religiosa, y la misión de guardarla y defenderla de los infieles.

Además, le legaron las Indias, descubiertas por Cristóbal Colón sin saber qué había encontrado. Fue hombre extraño, combinación de fe y ensueño; de codicia o ingenuidad; de soberbia y de modestia; de fantasía y cruda ambición. Vivió entre el hechizo y el desencanto, del deslumbramiento a la decepción. Parte en la tierra o en el mar y parte en las nubes.

Su historia es ejemplar, porque resume la suerte de los triunfadores en el turbulento e indomable imperio español. Es un modelo cuyos rasgos marcarán formas de conducta que se repetirán en la conquista, en las colonias y en las naciones emancipadas: el denuedo y el coraje; la precariedad del poder y la gloria; la presencia de la envidia y las intrigas, el olvido de los merecimientos, la violencia y la usurpación del mando; la arrogancia y la crueldad; la intolerancia y la improvisación.

Del primer viaje volvió Colón con un cortejo de oro y papagayos. Los Reyes lo llamaron: Don Cristóbal Colón, nuestro Almirante del Mar Océano o Visorey y Gobernador de las islas que se han descubierto en las Indias

Del segundo viaje volvió con cara macilenta, los ojos hinchados y desaliñado: vestido con unas ropas color de hábito de San Francisco.

Del tercer viaje volvió preso y cargado de grillos. El que había desatado los atamientos del Océano, cruzaba encadenado aquel Océano cuyas cadenas había roto, diría Madariaga.

Del cuarto viaje volvió gotoso y tullido, casi para morir.Carlos, ya Emperador del Sacro Imperio Romano, conoció a través de su correspondencia con su ilustre súbdito Hernán Cortés, las asechanzas a los vencedores, éste, al describirlo en sus cartas sus logros, puntualizaba que ellos habían sido conseguidos sin ser ayudado de cosa alguna, antes muy estorbado por muchos émulos y envidiosos que como sanguijuelas han reventado hartos de mi sangre.

Esta información y otras coincidentes, no hicieron variar la política imperial, cuyo carácter centralizador gobernaba la emigración hacia el nuevo continente. Sólo los súbditos de la corona de Castilla podían pasar a aquellas tierras y comerciar con sus territorios.

Como extranjeros fueron considerados a este respecto —dice el especialista J. M. Ots Capdequí— los propios españoles peninsulares no castellanos.

Carlos V quiso ampliar el comercio a todos los súbditos de su Imperio europeo, pero su criterio no prevaleció. Sólo en 1596 se aceptó la equiparación con los castellanos a los demás españoles: navarros, aragoneses, etc. 1

En la Recopilación de Leyes de 1680, se recogen estos principios, persistiendo la prohibición para los extranjeros de todo origen. Tan estrecha política inmigratorio, consecuente con la celosa visión imperial, hizo que, al decir del geógrafo López de Velasco, citado por Ricardo Levene, a finas del siglo XVI, la población española en toda América no pasara de ciento cincuenta mil personas.

Por otra parte, los que emigraban a Indias lo hacían sin mujeres. De allí que su descendencia fuera

Page 9: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

mestiza y no todas las culturas indígenas podían transmitir cualidades superiores

Carlos V tenía demasiadas preocupaciones en Europa como para ocuparse de los problemas de Indias. La explosión del Protestantismo lo llevó a sucesivos conflictos armados que sólo terminaron con su abdicación. Este rebrote herético provocó el recrudecimiento de la fe y con ella emergió la Contrarreforma, la Iglesia militante que llegó a América.

La visión de la Contrarreforma, en las palabras del historiador Vicente Sierra en su libro Sentido misiones de la conquista de América, consistió en dar paso a un espíritu de severidad que purificó las prácticas sacerdotales...eliminó de su seno a los moderados, a los espíritus intermedios y a los conciliadores..., es decir, consolidó la intransigencia del clero y le dio para reforzar su celo, el arma renovada de la Inquisición.

Octavio Paz describe otra perspectiva de la Contrarreforma, esta vez vista desde sus consecuencias en América: Entre los acontecimientos que inauguraron el mundo moderno, se encuentra con la Reforma y el Renacimiento, la expansión europea en Asia, América y Africa. Este movimiento fue Iniciado por los descubrimientos y conquistas de los portugueses y los españoles. Sin embargo, muy poco después y con la misma violencia, España y Portugal se cerraron y encerrados en sí mismos, se negaron a la naciente modernidad. La expansión más completa, radical y coherente de esa negación fue la Contrarreforma. La monarquía española se identificó con una fe universal y con una interpretación única de su fe.

El diseño de las Indias españolas se hace con: a) una insuficiente población europea casi totalmente masculina y no de la mejor edad. Hernán Cortés había escrito a Carlos V: es notorio que la mayoría de la gente española que acá pasa, son de baja manera, fuertes y viciosos de fuertes vicios y pecados, b) una desequilibrada distribución de las poblaciones en un inmenso territorio; c) con pueblos esparcidos por razones a menudo circunstanciales, y d) una iglesia única y militante que perseguía lo que no fuera su sola fe.

Esta estructura impuso un campo de restricciones. Configuró distintas culturas insulares marcando algunos rasgos que se mostrarían indelebles. La descapitalización de Indias, debida al hecho de todas su riquezas minerales fueron exportadas a España durante más de dos siglos, en el período de la mayor producción de oro y plata, agregaba el dato final para denunciar la falta de un programa de desarrollo regional en el extenso imperio.

La configuración estructural de Hispanoamérica, fue así decidida por una serie de voluntades cuya visión del mundo era ya anacrónica. Dice Ots y Capdequí: la vieja Edad Media castellana ya superada o en trance de superación en la metrópolis, se proyectó y se continuó en estos territorios de Indias. Tal modelo arcaico sentó costumbres a las que el iluminismo no llegó a conmover.

Como ocurre con los seres humano desnutridos en su infancia, las culturas pobremente alimentadas en sus primeros siglos crecen con carencias, cuya corrección es solamente posible aceptando esa realidad y enfrentándola con fría lucidez y cálida energía.

El fenómeno conquistador fue un estallido múltiple de hechos heroicos, de vida y de muerte; magia y religión cristiana; mezcla de grandeza y de crueldad, de los quejidos de los sacrificios humanos y de los autos de fe; empresa titánica hecha por puñados de hombres igualmente dispuestos a morir por otro o a traicionarlo; tan valientes como desleales, que se despojaban unos a otros del poder, el mando y las riquezas; dependientes de una monarquía celosa y obsesiva. De esas coronas de gloria e ignominia entretejidas, fueron naciendo las naciones conflictuadas de Hispanoamérica.

Las gentes de España, violentas, arrebatadas, heroicas, hicieron las colonias que pudieron. Ortega y Gasset describió así el proceso: La colonización Inglesa fue la acción reflexiva de minorías, bien en consorcios económicos, bien por secesión de un grupo selecto que busca tierras donde servir mejor a Dios. En la española es el "pueblo' quien directamente, sin propósitos conscientes, sin directores, sin táctica deliberada, engendra otros pueblos. Grandeza y miseria de nuestra colonización vienen de aquí. Nuestro "pueblo' hizo todo lo que tenía que hacer: pobló, cultivó, y cantó, gimió, y amó. Pero no podía dar a las naciones que engendraba lo que no tenía:

Page 10: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

disciplina superior, cultura vivaz, civilización progresista.

Hispanoamérica recibió esta herencia y le agregó su propio espíritu. Más tarde, las ansias y las urgencias de inmigraciones tardías. Así crecieron sociedades fragmentadas, puestas desde la primera hora bajo el signo del conflicto, de la confrontación perpetua, de las que surgían de tanto en tanto grupos cerrados que usurpaban primero y usufructuaban después un poder autoritario.

El lenguaje era uno de Norte a Sur y de Este a Oeste; con él, el rico legado poético y literario de siglos de oro. El arte religioso, modificado por el candor indígena, fue opulento y barroco. La imaginería, torturada, lacrimosa, a menudo con honda belleza patética. En las piedras, los rastros oscuros de viejos ritos sangrientos y otros luminosos de invocaciones al sol.

Toda esta carga sonora y explosiva está en esta parte de América. Discriminarla y analizarla para desactivar sus tendencias nocivas, es tarea inevitable.

A título comparativo, vale la pena hacer una breve referencia a las características de la colonización inglesa y europea en América del Norte, porque en ellas hay rasgos que explican su forma de desarrollo posterior.

Como primer dato importante, cabe señalar que la emigración a las colonias de América comenzó en las primeras décadas del siglo dieciséis y ya no se detuvo.

Los pasiones religiosas y políticas que destrozaron el imperio británico durante todo el reinado de Carlos I —dice Tocqueville—llevaron hacia los costas de América nuevos enjambres de sectarios. La población de Nueva Inglaterra iba creciendo rápidamente y mientras la jerarquía de clases aún distribuía despóticamente a los hombres en la Madre Patria, la colonia presentaba más y más el espectáculo nuevo de una sociedad homogénea en todas sus partes... Las colonias inglesas (y esta fue una de las principales causas de su prosperidad) han gozado siempre de más libertad interior y de más independencia política que los colonias de los demás pueblos... los principios del gobierno representativo y las formas exteriores de la libertad política se introdujeron en estas colonias casi desde su nacimiento.

Es también útil comentar que en el siglo XVII no era únicamente en España donde existía intolerancia religiosa; también los protestantes y los anglicanos eran por demás intolerantes. Pero, curiosamente, esta misma intolerancia manifestada en distintas sectas, dio lugar a la pluralidad en el suelo americano. Fue precisamente un teólogo —Roger Williams— quien encabezó un movimiento en Nueva Inglaterra que resultó en la independencia religiosa de puritanos, calvinistas y católicos y que fue el germen de la separación de la Iglesia y del Estado.

Al respeto por otras creencias se agregó pronto la libertad de prensa. Sobre ello dice Tocqueville en 1830: Entre los doce millones de hombres en el territorio de los Estados Unidos, ni siquiera hay uno solo que se haya atrevido todavía a hacer la propuesta de coartar la libertad de prensa. Este era un verdadero fundamento de la libertad general, como lo había advertido Hamilton en el Federalista porque estaba asentada... en la opinión pública y en el espíritu general del pueblo y del gobierno. Es decir, en la sólida base de la cultura entera.

CAPITULO III

LA CIUDAD DE INDIAS. 1580 -1810

...que nuestras reales audiencias, decía Felipe II se abstengan de representarnos inconvenientes y razones de derecho en lo que por Nos

Page 11: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

fuere mandado.

Juan Agustín García: "La ciudad indiana"

La Primera fundación de la ciudad de Buenos Aires por Don Pedro de Mendoza en 1536, apenas fue más que una piedra fundamental. Según Enrique de Gandía, sólo una sucesión de fracasos y desastres que tienen la belleza trágica de las desventuras infinitas. El relato contemporáneo a tan trágica experiencia lo hizo Ulrico Schmidel, un sargento alemán que fue el primer cronista del Río de La Plata...permanecimos reunidos durante un mes en la ciudad de Buenos Aires con gran penuria y escasez hasta que se hubieran aprestado los barcos.

Un día llegaron los indios, los atacaron ferozmente y quemaron el lugar. Se despobló la desguarnecida aldea. El Fuerte de Nuestra Señora de Asunción, se transformó en ciudad. Las pampas retornaron su ritmo silvestre, pero con una gran diferencia: el ganado traído por la expedición.

Alcides D'Orbigny, en El hombre americano, clasificó las culturas que habitaban el territorio de esta República en la época de la conquista:... Los guaraníes... aunque no carecían de piedras... sólo se construyen cabañas de cañas... Nómade por gusto y por necesidad, el habitante pampeano ... tiene por morada los esteros, donde en cada parada se fabrica un abrigo contra la intemperie, mientras el Patacón, el Puelche y el Araucano de las Pampas, más nómade todavía, no solamente no se construyen casas, sino que se contentan con formar, con la piel de los animales que matan, tiendas que transportan con ellos y agrega: La agricultura —desconocida de los Fueguinos, Puelches, Charrúas y de las naciones del Gran Chaco— estaba en pañales entre los guaraníes, para quienes hasta hoy, voltear árboles, prender fuego, escarbar la tierra más fértil y recolectar constituye todo el arte agrícola.

Estas culturas tan primitivas se adaptaban a los incidentes naturales y vivían de sus productos. De vida simple y organización social y religiosa muy somera, sus artesanías eran elementales y su vestimenta inexistente o escueta. Las culturas del norte argentino, que vivían extramuros de la incaica, lograron una elaboración mayor —pero tampoco una civilización—. Ninguna ciudad quedó de su paso por el mundo.

En 1580 Garay fundó otro puerto: el de Santa María de los Buenos Aires. La riqueza no eran tesoros escondidos, sino tesoros semovientes —el ganado silvestre— que se había multiplicado en la soledad de la pampa. El fenómeno de su crecimiento fue resultado del azar, porque se debió al abandono de la ciudad fundada por Mendoza en 1536. El azar se integra en las culturas como protagonistas fundamental, que ata y desata los hilos que urden los hombres en sus quimeras.

Así entra un personaje de gran importancia en nuestra historia: el caballo. Articulación móvil, da estilo a una civilización y la modela hasta que aparece el ferrocarril, casi tres siglos después. A caballo se pelea la independencia y a caballo se corren los matones por la pampa abierta. Montada es también la conquista del desierto. Las cargas de caballería dan y quitan victorias y retardan la cohesión nacional con montoneras tumultuosas.

El ganado orienta la economía y fortifica el poder de grupos cerrados con la exportación de cueros y el contrabando. Se enriquece el comercio y se extiende el pastoreo en la llanura tendida.

Las características del campo y del ganado, la distribución del poder y la turbulencia de la anarquía consiguiente, dan claves para entender las largas luchas civiles. Es historia de grandes espacios deshabitados y de grupos siempre en pugna durante cuatro siglos, del siglo XVI al siglo XX.

Buenos Aires tiene singularidades que interesa destacar al describirla. Con ellas y las características de los colonizadores ir surgiendo la cultura nueva, muchos de cuyos rasgos quedarán troquelados como invariantes de la historia argentina.

Page 12: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Sus comienzos son modestos. Dice Juan Agustín García: En las costas del Atlántico no existió la pomposa corte de los Virreyes del Pacífico, ni el estado económico y social se prestaba para esta corrupción. Faltaba el elemento principal, el dinero, el oro extraído por los esclavos de las minas, las piedras preciosas y la riqueza prodigiosa y fácil del Perú. Buenos Aires era sobria, no por virtud, sino por pobreza.

Empero, con menos intensidad, se repetía un hecho que observan muchos testimonios: la actitud que asumía el español llegado a Indias. Cualesquiera fuese su condición, apenas hubiera obtenido alguna tierra y siervos, recomponía la figura señoril medieval y presumía de hidalgo por generación espontánea, que no necesitaba de antepasados ilustres. Como dice sagazmente José Luis Romero los colonizadores se encontraron de hecho o instantáneamente, en una situación de privilegio que el patriciado de las ciudades europeas había tenido que lograr trabajosamente a través de un proceso de señoralización feudoburguesa. Así se configuró tempranamente una división social estamentaria, encabezada por los españoles, bajo los cuales seguían las castas inferiores que terminaban en el negro esclavo.

Base de la economía colonial, la tierra había sido apropiada en nombre del Rey por el fundador, quien había repartido entre unos pocos grandes extensiones y las tropas de animales que durante años se habían multiplicado. Este grupo fue el privilegiado, junto con los comerciantes que exportaban los cueros e importaban mercaderías extranjeras en profusión, al organizarse eficientemente el contrabando. Ello haría decir más tarde a Manuel Belgrano de los comerciantes españoles, que su única ambición era comprar por uno y vender por cuatro, con toda seguridad

La particular condición de Buenos Aires la hizo así, negociante por instinto, por oportunidad y por codicia. Y el grupo europeo adquirió ambiciones urgentes porque aspiraba a vivir como grandes señores, mandar a los indios, negros y criollos como dice García.

Los funcionarios reales estaban allí para procurar el acrecentamiento de la Real Hacienda. Este alto menester no limitaba, por cierto, su propia evolución patrimonial. Los criollos no tenían acceso a la función pública y toda la sociedad se organizó desde el principio en forma rígida y jerárquica. La encabezaba el gobernador y después de 1778, el Virrey. En cuanto a los Cabildos, nada habían conservado de aquellos orgullosos Fueros de Castilla anteriores a los Austrias, que cuidaban de la igualdad ante la Ley, la inviolabilidad del domicilio y la responsabilidad de los funcionarios públicos.

En Buenos Aires los cargos municipales eran objeto de subasta pública y por lo tanto no se trataba de un servicio sino de una inversión, que debía lograr un alto rédito para ser rentable.

Así se trazan surcos en una cultura desde sus comienzos: un poder centralizado en un gobernador o en el Virrey, que representaban la persona real; una economía oportunista que debía ser rápidamente aprovechada; un régimen monopolice de propiedad de la tierra y un acceso restringido por favor soberano; una burocracia reglamentarista, venal y pretencioso; un poder limitado en los Cabildos que presuntivamente debían ser cuerpo participativo.

En Vísperas de la creación del Virreynato un memorial citado por Emilio Ravignani, refleja el resultado de dos siglos de administración colonial en la palabra oficial. Se refiero a las causas del lastimoso atraso en el que se hallan las gobernaciones al sur del Virreynato, del Perú especialmente... los de Tucumán y Buenos Aires, (que) es cierto han crecido en población de veinte a treinta años a esta parte, a causa de la tropa y embarcaciones que han ido y continúan con frecuencia pero por esto no se han aumentado a proporción los intereses públicos, ni los de la Real Hacienda, y por el contrario han crecido en gran manera los litigios, quimeras y pleitos conque se aniquilan y consumen los vasallos, viviendo en una continua dircordia como era notorio...

Una invariante que comienza con la conquista, continúa en la organización social de la colonia y persiste a través de la independencia hasta el día de hoy, es la del conflicto, marcado como un rasgo cultural permanente en las historias hispanoamericanas.

El conflicto es un signo de vida. No puede existir sociedad libre sin disenso. Y la sociedad cautiva, pronto se angosta y vegeta. Pero el conflicto puede entronizarse en una comunidad en constante discrepancia interna. Así cada manifestación está contradicha y ninguna parte cede su posición

Page 13: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

antitética. Se llega entonces a una suerte de neutralización de fuerzas contrarias y la marcha de la sociedad se estanca.

La forma cultural del conflicto en Hispanoamérica es así, recurrente como la malaria; proclama la intransigencia como virtud, acepta el amor propio como manifestación natural que justifica sus propios excesos y la arrogancia como expresión legítima de la autoridad. Sus frutos no son sino los que han de ser, formas airadas de la competencia, falta de espíritu comunitario, limitada calidad de la vida y una presencia constante de la inseguridad.

El elemento nutricio original más importante de una cultura es la combinación de los valores que ha recibido como herencia de sus antepasados y de los cuales parte como capital inicial para buscar su propia individualidad.

Por ello es imprescindible, a modo de inventario inicial, subrayar con cierta precisión los componentes de ese tabla de valores que había movilizado a los conquistadores y posibilitado la colonización. Intrepidez hasta la temeridad, denuedo y osadía, temple, entereza, brío y resolución. En algunos personajes, como Hernán Cortés, infinita variedad de recursos. En casi todos tesón y arrojo. Sólo con cualidades así pudo haberse logrado la gesta de atravesar montes, llanuras, bosques y sabanas, en un escenario alucinante, poblado de seres nunca siquiera imaginados; sometidos a picaduras sin fin, a ser desgarrados por bestias desconocidas o acometidos por mil dientes invisibles.

De esta herencia salió el lado heroico de la epopeya de la emancipación, el aliento y acometividad de las montoneras, el espíritu libertador que cruzó la cordillera y el atrevimiento de enfrentar jefes aguerridos con tropas sin experiencia.

Pero esta turbulencia desató también las pasiones. Víctima de sus propios aciertos, dejó anidar la envidia, la codicia desenfrenada y la arrogancia de mil desplantes. Unidas a una profunda ignorancia, la superstición y el angostamiento dogmáticos, dieron frutos limitados, de pobre sustancia, que no ayudaban a vivir ni a comprender y menos a aceptar al otro en sus propios términos.

La rigidez religiosa selló la fantasía y apagó la curiosidad. Cimentó una certeza basada en verdades reveladas y en las palabras de Sierra eliminó... a los moderados, a los espíritus intermedios y a los conciliadores que quedaron al margen del camino.

Tampoco la obra legislativa del Consejo de Indias, en su minuciosa reglamentación, fue positiva para crear una nueva visión del mundo. Las leyes eran dictadas para regir un medio inédito que planteaba problemas singulares. A pesar de que emanaban de un gobierno celoso y centralizado, no podían ejercerse sino a través de personeros situados a meses de navegación incierta. Esta inevitable ambigüedad, no podía menos que dar lugar a un denso tráfico de interferencias, sospechas y equívocos, de resistencias y denuncias que distanciaban el derecho del hecho que debía regular.

Al llegar los albores de nuestra emancipación, recibimos un legado empobrecido con respecto a los pueblos más avanzados de Europa, que habían tenido toda clase de experiencias, vivido muchas vidas, hablado muchas lenguas y a los cuales poco de lo humano les era ajeno.

El Renacimiento italiano con sus ciudades-estado; su rica organización política y comercial, que llevaba a sus mercaderes por el camino de la seda hasta la China; las exploraciones a través de los mares; el portentoso choque de la Reforma; el brillo de las cortes y sus múltiples expresiones poéticas, plásticas y musicales; los descubrimientos científicos; la inacabable variedad discursiva de las Universidades, en una palabra, el múltiple uso de las gracias del espíritu y de la Inteligencia europeas, eran nociones que no llegaban hasta las orillas del Plata.

La cultura que comenzaba a formarse, lo hizo con muy pocas referencias, en un campo celosamente vigilado al que se filtraba apenas la pluralidad del hombre. Así, se perfilaron opiniones que sólo conocían un escenario exiguo, que era el suyo y al que tomaban como modelo del mundo. Era el reflejo de un despotismo que ya había dejado de ser ilustrado porque hasta en 1798, ya

Page 14: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

después de la independencia americana y la Revolución Francesa, Carlos IV, padre de Fernando Vil, prohibió las reuniones en las librerías en las que hubiera disputas y conversaciones subversivas. Y en 1794, en cita de José Barreiro el Santo Oficio procesa en México a Fray Juan Francisco Ramírez por divulgar libros de Voltaire, Rousseau y D' Alembert. En el mismo proceso se califica de erética la constitución de Francia.

CAPITULO IV

LA EMANCIPACION. 1810 - 1820

... sin que nosotros hubiéramos trabajado para ser independientes, Dios mismo nos presenta la ocasión con los sucesos de 1808 en España y en Bayona.

Manuel Belgrano: "Autobiografía"

Sobre la tendencia conflictiva interna, latente en la colonia, y que recrudecería con la emancipación dice Enrique de Gandia: Son conocidas las diferencias que existían entre los españoles, criollos, mestizos, mulatos, indios, negros y sus innumerables mezclas. Las rivalidades y violencias entre unos y otros, por cuestiones personales, fueron continuos desde los primeros tiempos de la conquista.

Las audiencias, los virreyes, los gobernadores y los obispos eran absolutistas y pensaban de un modo muy diferente a los Cabildos, a gran parte del pueblo y al bajo clero. Es por estos motivos que la guerra civil empezó mucho antes de las fechas en que se produjeron los primeros cambios políticos...

Entre 1775 y 1810 habían ocurrido en el mundo no-hispánico acontecimientos de extraordinario relieve: la independencia americana y la guerra de liberación de Gran Bretaña (1776-1783); la Convención de Filadelfia y la Constitución de los EE.UU. (1787); la gran Revolución Francesa y la coronación de Napoleón I como Emperador de Francia (1789-1804).

De estas influencias, la definitiva para nosotros fue la invasión napoleónica a España, que exilió a la monarquía, puso como Rey efímero a José Bonaparte y creó una acefalía en las colonias de Indias. Mayo fue así una revolución sui-generis, que se desarrolló como en moción lenta. No resultó de una explosión incontenible que siempre amenazara desbordarse. Corporizó anhelos y sentimientos de una minoría que no tenía planes ni proyectos largamente preparados, ni una ardiente ideología que la impulsara. Producto de la oportunidad, se fue improvisando en un campo ambiguo, a menudo violento.

V. F. lópez escribió que el gobierno colonial tenía una índole tan benigna y tan honorables habían sido los que la manejaban desde Vértiz hasta Sobremonte, que no se había sentido jamás la necesidad de reclamar derechos o mayores garantías que las que todos disfrutaban y una encendida manifestación de Mariano Moreno, publicada en La Gaceta del l( de Noviembre de 1810, describía los resultados de la vida colonial que sólo había formado hombres que en trescientos años no han disfrutado otro bien que la quieta molicie de una esclavitud que, aunque pesada, había extinguido hasta el deseo de romper sus cadenas.

La emancipación significaba romper lazos que de alguna manera habían implicado una forma de estabilidad. Mucho más, cuando debía liberar ataduras tan estrechas que apenas existían los deseos de romperlas. La improvisación resultante enaltece a sus protagonistas, que debieron afrontar situaciones para las cuales ningún antecedente los había preparado.

Lograr una nueva estabilidad exigía ... que las manos en los que el poder es colocado continúen por cierto tiempo suficiente escribió Madison en el Federalista. Esta continuidad probaría ser imposible.

Page 15: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Los personajes surgían, ocupaban una jerarquía establecida y desaparecían, arrancados por fuerzas adversas. Estilo invariable en Hispanoamérica, cuyo origen está en el cuestionamiento incesante de la autoridad que, a su vez, es Inconsecuencia de tablas de valores confusas, en las que predomina el egocentrismo sobre el interés general y la acción despótico sobre la persona individual.

Czosiaw Milocz, al recibir el premio Nobel de literatura de 1980, dijo: cualquiera que ejercite el poder es capaz de controlar el lenguaje y no sólo con prohibiciones de la censura sino también cambiando el significado de las palabras. Un fenómeno peculiar hace su aparición: el lenguaje de una comunidad cautiva adquiere ciertos hábitos duraderos, zonas enteras de la realidad dejan de existir simplemente porque no tienen nombre alguno.

La cultura argentina, genéticamente insular, no se abrió plenamente jamás. Múltiples fueron las manipulaciones del lenguaje a las que fue sometida y muchas las palabras olvidadas porque perdieron muy pronto su razón de ser. Entre ellas libertad de expresión.

Mariano Moreno escribió en Junio de 1810 en La Gaceta: si se ponen restricciones al discurso, vegetará el espíritu como la materia, y el error, la mentira, la preocupación, el fanatismo y el embrutecimiento, harán la divisa de los pueblos y causarán para siempre su abatimiento, su ruina y su miseria ... Pero a pesar de estas luminosas palabras, en la misma Gaceta (22/04/1811) se publicó un discurso de Deán Funes —hombre también esclarecido— que dice: Nadie debe extrañar que cuando entramos a producir las pruebas que favorecen la libertad de prensa, empecemos por una excepción de la regla. Esta es de los escritos que traten de la religión ... y en el mismo número del periódico se publica un Reglamento cuyo artículo 13 contienen esta paradoja: Para asegurar la libertad de la imprenta y contener al mismo tiempo su abuso se nombrará una Junta Suprema de Censura.

En Octubre de 1811 se podía leer en la Gaceta del día 10: La ignorancia hizo, y hará, siempre tiranos y esclavos. Toda administración misteriosa fue y será ignorante, desgreñada, corrompida y tiránica. Todas las verdades son necesarias y útiles a los hombres y todo error les es funesto. Diez días después, a esta manifestación la interpretada el Primer Triunvirato con un decreto sobre la libertad de prensa. Su artículo 1( afirmaba: Todo hombre puede publicar sus ideas libremente y sin previa censura. Las disposiciones contrarias a esta libertad quedan sin efecto. Pero el art. 2( decía: El abuso de esta libertad es un crimen. Su acusación corresponde a los interesados si ofende derechos particulares, y a todos los ciudadanos, si compromete la tranquilidad pública, la conservación de la religión o la constitución del Estado. Las autoridades respectivas impondrán el castigo según las leyes.

Con estos principios, el periódico El Censor apareció el 7/06/1812 y fue clausurado por el Primer Triunvirato el 25/03/1813; Mártir o libre de Bernardo de Monteagudo, vio la luz el 29/03/1812 y desapareció el 25/05/1812. La Crónica Argentina salió el 30/07/1816 y terminó el 8/12/1816. Su redactor, Vicente Pazos Silva, ya censurado en su publicación anterior El Censor, fue opositor al gobierno del General Pueyrredón hasta que éste lo expatrió en 1817.

En la tradición que arrancaba de 1810 la invariante histórica era la censura a la libertad de pensamiento y de expresión. La cultura naciente, poca ocasión tenía de acceso irrestricto a noticias y novedades. El gobierno tomó desde el Principio como uno de sus derechos, el de filtrar las informaciones. Y el Pueblo, cuyo espíritu general jamás había gozado de libertad de opinión no estaba preparado para ejercitarla, aceptó ese abuso del derecho sin darse cuenta ni deplorarlo.

Nuestra cultura nació y creció con esas carencias en su libertad de expresión. Así se acostumbró a la censura y la aceptó como un derecho natural de quienes gobernaban.

Cuando en 1810 se retiraron los españoles de esta sociedad tan estratificada, el estrato criollo colocado en el nivel inmediato inferior tomó su lugar y afectó sus maneras al considerarse heredero de su autoridad.

Así, cobraron para ellos mismos lo que Gregorio Marañón describe, hablando de la misma época como la idea desmesurada que el español tenía de sí propio..., generando un campo inacabable de

Page 16: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

conflictos que asolaron la sociedad y comprometieron el éxito de la empresa liberadora. Por esa razón escribió Mariano Moreno en la Gaceta en Junio de 1810: Tengamos menos amor propio; dése acceso a la verdad y a la introducción de las luces y de la ilustración...

La nueva organización social se abrió al comercio libre, pero no a la renovación del conocimiento. El anacronismo sería un invariante de su historia, a pesar de su presunta agitación por las novedades importadas y de la modernización sectorial provocada por el crecimiento horizontal de fines del siglo diecinueve.

Declarada la Independencia, el Congreso de Tucumán manifestó en Agosto 1( de 1816: El horror a las cadenas que rompimos obró la disolución de los vínculos de la obediencia a la autoridad naciente. El poder, sin reglas para conducirse, debió hacerse primero arbitrario, después abusivo y últimamente despótico y violento... no tardaron en declararse divisiones intestinas; el gobierno recibió nueva forma, que una revolución varió por otra no más estable; sucedieron a éste otras diferentes que pueden ya contarse por el número de años que la revolución ha corrido; y es tal la indocilidad de los ánimos que puede muy bien dudarse si en todas las combinaciones de los elementos políticos hay alguna forma capaz de fijar su volubilidad e inconsistencia.

En esta manifestación del Congreso hay párrafos que describen un estilo reiterativo hasta hoy: el gobierno recibió nueva forma que una revolución varió por otra no más estable... y ... es tal la indocilidad de los ánimos que puede muy bien dudarse si en todas las combinaciones de los elementos políticos hay alguna forma capaz de fijar su volubilidad e inconsistencia.

El estilo voluble o inconsistente es un rasgo marcado de la cultura argentina. Asimismo las formaciones reactivas que tal conducta inspira. Los cambios no suelen ser otra cosa que retornos —la etimología de voluble es lo que vuelve—. La inconsistencia reduce el peso, la densidad y la fuerza de una política.

El balance de la primera década presentaba la siguiente situación: a) dificultades estructurales de origen: una población insuficiente, descapitalizada, mal distribuida en el territorio y una fundamental asimetría de recursos entre Buenos Aires y el interior; b) un nivel medio deprimido, social y económicamente; c) deficientes cuadros de dirección para la paz y para la guerra, divididos y confusos en cuanto a los fines y a los medios; d) guerras y conflictos internacionales y guerras y conflictos civiles al mismo tiempo; e) facciones en pugna por el poder y sucesión de gobiernos inestables; f) violencia frecuente y generalizada; g) configuración cultural fracturada y antagónica; h) censura, información reducida; i) pobreza de referencias, consiguiente falta de términos de comparación y por lo tanto, ausencia de modelos alternativos de desarrollo.

CAPITULO V

EL DESARROLLO DE LA GANADERIA. 1820-1830

Daban entonces las armas pa defender los cantones que eran lanzas y latones con ataduras de tiento Las de juego no las cuento porque no había municiones.

José Hernández: "Martín Fierro"

El decenio siguiente permitió al Estado bonaerense reorganizar la ganadería provincial y acumular el poder económico en pocas manos, asegurándose el poder político.

Page 17: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Algunas operaciones militares exitosas alejaron a las tribus indígenas e hicieron pasar de 40.000 km² de tierra útil a más de 100.000 km². En 1822, el gobierno impulsado por el ministro Rivadavia, prohibió la venta de tierras. Elaboró la Ley de Enfiteusis, forma de arrendamiento que se pagaba con un canon anual y cuyo monto era un bajo porcentaje del valor de los campos. El objeto de esta ley era promover su explotación, conservando su propiedad para ofrecerla como garantía de préstamos exteriores.

La enfiteusis concentró en 85 personas o grupos, la explotación de dos millones quinientas mil hectáreas. Las devaluaciones de moneda por un lado y el inexistente valor especulativo de una tierra no transferible, disminuyeron su valor y por ende el del canon, a montos ínfimos, que a menudo quedaron impagos.

Los hábitos de los gauchos, hasta entonces libres e independientes, limitaban la expansión ganadera, por tratarse de una mano de obra poco inclinada al trabajo constante y disciplinado. Un bando de 1815 comenzó a imponerse para procurar una organización del trabajo pecuario. Se castigó entonces a los vagos con levas forzosas. A través de una reforma policial y judicial se puso el orden en la campaña en manos de los hacendados. Así se hizo posible armar grupos semimilitares entre los cuales los más eficaces fueron los Colorados del Monte de Juan Manuel de Rosas.

La empresa ganadera, completada con la limpieza de los intrusos, la disponibilidad de hombres de campo y el desarrollo de los saladeros, se fortaleció con el comercio exterior, principalmente en manos de comerciantes ingleses. De esta manera se formó una poderosa clase ganadera y comerciante que tuvo una gran influencia en el gobierno provincial y en la futura consolidación nacional que puso bajo su imperio. Tal evolución hizo decir al diario El Argos en Abril de 1821: Constituida sólidamente una autoridad sobre las ruinas de doce revoluciones en poco menos de un año, de veinte gobernadores en el mismo período, de seis invasiones sangrientas y desoladoras, ha logrado subsistir sin alteración alguna el largo espacio de siete meses..

Buenos Aires no cambió su visión estrecha, pero acrecentó sus ingresos, que nada le inducía a repartir con el resto de las provincias. Estas, agravada su pobre economía artesanal por las importaciones europeas a precios más bajos, comenzaron a languidecer rápidamente.

En 1824 se contrato el primer empréstito con Baring Bros. de Londres, que dejó cuantiosas comisiones. El total convenido era un millón de libras esterlinas, de las cuales, deducidas dichas comisiones, amortizaciones e intereses de los dos primeros años, quedaron líquidas, quinientas cuarenta mil libras. El objeto del empréstito estaba bien determinado: construcción del Puerto, fundación de dos pueblos de frontera o instalación de aguas corrientes en la ciudad.

Al llegar los fondos a mediados de 1824 no existían previsiones concretas para su utilización sino solo intenciones difusas. Finalmente se creó un Comité que colocó el dinero en préstamo a moderado interés entre comerciantes.

Desde 1824 a 1844 no se hizo reintegro alguno ni por amortización ni por interés. En 1844 Rosas comenzó a pagar cinco mil pesos de plata por mes, después de fracasadas las gestiones hechas por Felipe Arana en 1842 y 1843 para cancelar la deuda, cediendo los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas. Rosas había afirmado al acceder al poder en 1835, que era necesario recobrar nuestro crédito que esta peligrando en el exterior y hacerlo prontamente para mejorar nuestro medio circulante, cuya depreciación paraliza la industria, perturba la seguridad y prepara el camino a la miseria.

Solo en 1857 se concertó un acuerdo de lenta amortización y el pago de su totalidad fue anunciado por Julio Roca en 1904 al pronunciar su último mensaje presidencial.

El uso de los préstamos del exterior, planteados para financiar obras públicas, cuya construcción no había sido planeada a tiempo, o que por razones políticas o de escasez de materiales, o simple ineficiencia, no se ejecutaban de acuerdo con las necesidades financieras, fue desde 1824 hasta Yaciretá, hacia fines del siglo XX, una invariante de la administración argentina.

Page 18: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Esa ineficiencia es un rasgo cultural que García describe ya en La ciudad indiana: Así desde sus orígenes el sistema financiero de la ciudad se caracteriza por el déficit, el administrativo por la imprevisión. Se administra en forma infantil. Lo necesario cede siempre a lo superfluo. El gesto vano y decorativo, el despilfarro es la idea madre, dominante en el proceso histórico de esta economía colonial. Antes de arreglar algún camino, cegar los pozos que imposibilitan el tránsito por las calles más centrales, atender cualquiera de las necesidades apremiantes no satisfechas, se pagan luminarias, toros y cañas, se atiende a la vanidad decorativa del Regimiento que ocupa su puesto de honor en esas representaciones.

Esta peculiaridad administrativa es otra constante de nuestra cultura. Condiciona en el tiempo y en el espacio la producción y administración de bienes y servicios. El área de la economía no está aislada dentro de una cultura y no es un valor desprendido que se pueda activar sólo con leyes o decretos. La ineficiencia de la burocracia argentina participa de los vicios de los sistemas autoritarios, cuyo eje es la discrecionalidad, a la que la red de funcionarios y empleados menores se adapta de mil maneras. Por el temor, la adulación, la complicidad, o el engaño.

La cultura insular no provee modelos externos sino durante lapsos cortos, que pronto se interrumpen para volver a fronteras controladas. Las tablas de valores esclerosadas, rechazan las pautas competitivas de países avanzados. El mecanismo burocrático se hace rígido y defiendo su bajísimo ritmo de trabajo, que pobres retribuciones le permite justificar. El usuario no obtiene respuestas administrativas ni tampoco contenciosas, porque el servicio judicial procede de igual manera.

La falta de respeto por los derechos de los ciudadanos, a los que se obliga a pagar sus tasas so pena de interrupción de los servicios, es natural en una burocracia que se sabe impune y que sólo reacciona ante aquellos individuos en quienes reconoce un respaldo autoritario. Para estos, el mecanismo funciona con rapidez y eficiencia.

En la época de Rivadavia se inició un nuevo ciclo económico. Forbes, cónsul de los Estados Unidos, en una cita de Busaniche, la describía así en su correspondencia diplomática: Todos los sentimientos o inclinaciones políticas están hoy avasalladas por un espíritu de especulación pecuniaria: establecimientos de bancos, compañías mineras, empréstitos públicos, etc.

V.A. Beaumout escribió un libro: Viajes por Buenos Aires, Entre Ríos y la Banda Oriental (1826-1827) donde cuenta sus experiencias en el Plata. Entre ellas se refiero a un capitán Head, interesado en un negocio minero vinculado a Rivadavia, que alude a la inestabilidad e incapacidad del gobierno nacional de las Provincias Unidas; los gobiernos provinciales y sus revoluciones súbitas; los celos existentes entre Buenos Aires y las Provincias... Más adelante agrega un comentario que no ha perdido actualidad: Se hace difícil recuperar —por medidas legales— una suma de dinero que se nos deba, y son tan serios los gastos y dilaciones de la gestión, que pocos se arriesgan a ello ... Relata además, que El almirante Brown, a cuya pericia y energía le deben todo, se ha visto obligado a ir a los Tribunales para poder cobrar su sueldo..

Beaumont comenta esta época de la formación de nuestra cultura: El Producto del empréstito europeo se agotó y el gobierno se halla tambaleante, al borde de la bancarrota, apoyado sobre el débil soporte del papel moneda. En cuanto a cual es realmente la ley en Buenos Aires, no pude encontrar uno solo que me lo explicara durante mis diez meses de residencia allí ... Parece un producto muy variado y flexible..

La guerra con el Brasil, cuyo bloqueo empobreció a Buenos Aires, fue una aventura armada en la que la victoria de Alvear en Ituzaingó, no sirvió para otra cosa que un efímero brillo militar. Lo que se ganó en el campo de batalla se perdió en la mesa de negociaciones y significó la pérdida definitiva de la Banda Oriental.

Rivadavia y García, su enviado diplomático, aceptaron la independencia de ese territorio, presionados por Gran Bretaña que no consideraba conveniente a sus intereses que un solo país poseyera ambas márgenes del Plata. Hasta hoy muchas otras veces se mostraría igual ineficacia en el manejo de las relaciones exteriores.

Page 19: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

El Congreso que había nombrado a Rivadavia Presidente de una nación que no existía como unidad orgánica, redactó una constitución unitaria que fue clamorosamente rechazada. El Presidente presentó su renuncia.

El mismo Congreso nombró interinamente a O. Vicente López y Planes que llamó a elecciones en las que fue elegido Gobernador de Buenos Aires Dorrego, que había vuelto del exilio. En su primer mensaje habló de la necesidad de erradicar al espíritu de la especulación y esa vergonzosa codicia que se había entronizado en el alma de las transacciones públicas.

Dorrego cayó muy pronto. Lavalle, instigado por los unitarios más sanguinarios, lo hizo fusilar. Muerte inicua o inútil que refrendaba la afirmación de Salvador María del Carril: la espada es un instrumento de persuasión muy enérgico y la victoria es el título más legítimo del poder.

La ejecución de Dorrego, sin juicio previo alguno, es un signo de la violencia permanente en esta cultura. La ciudad vivía en un estado de interna agitación y desde hace dos días bajo ley marcial, todas las tiendas y almacenes se han cerrado y se han paralizado las transacciones describe Hugo Galmarini. La incertidumbre se decidió en Puente Márquez cuando Lavalle fue derrotado. El liderazgo es transferido a Juan Manuel de Rosas.

Terminó así la época del sistema social convulsionado en 1810, con fuerzas parejas, en lucha continua entre sí y se pasó al modelo alternativo del sistema social dominado, único que una cultura comprimida desde siglos podía ofrecer. Una fuerza dominante, centrada en un gran caudillo, administraría los intereses y la violencia. Por un tiempo, algunos podrían gozar de cierta estabilidad.

El panorama general de la década 1820-1830 revela la consolidación del orden administrativo en la Provincia de Buenos Aires y el impulso de la ganadería promovido por el gobierno. La Ley de Enfiteusis que había permitido la concentración de la tierra, fue un vehículo eficaz para consolidar la propiedad en las mismas manos. El gran desarrollo ganadero se hizo integrando el comercio, la industria saladeril, la exportación y la importación con el manejo de la cosa pública, lo que hacía posible el orden interior y el enriquecimiento personal.

Buenos Aires afirmó su poder en esta forma de oligarquía, común en Latinoamérica, entregándose tierras fiscales a particulares seleccionados, a precios convenientes. Las grandes fortunas que se formaron así, o incrementaron su patrimonio, eran ricas en tierra pero pobres en capital y en mano de obra. Como bien dice Ferns: A diferencia de las comunidades de Europa, la República Argentina no poseía una abundancia de gente a la cual su clase dominante pudiera usar fácilmente en labores útiles...

La impropia estructura demográfica inicial desde el imperio español y la descapitalización original, imponían limitaciones cuya solución debió buscarse en el exterior. Como agrega Ferns: la clase dominante de la República Argentina era excesivamente dependiente de comunidades extranjeras para capital y trabajo. Esta realidad es una de las claves más importantes del receso en nuestro desarrollo como cultura.

Page 20: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

CAPITULO VI

JUAN MANUEL DE ROSAS: EL SISTEMA SOCIAL DOMINADO. 1830-1852

... Refiriéndose (Rosas) al lema que llevan todos los ciudadanos: "Viva la Confederación Argentina. ¡Mueran los salvajes unitarios! ", me dijo... que en momentos de excitación popular había servido para economizar muchas vidas; que era un testimonio de confraternidad...

William Mac Gann: "Viaje a caballo por las provincias argentinas"

Para recordar el concepto de sistema social dominado, tal como se usan esos términos en este análisis, diremos que nos referimos a las instancias repetidas en nuestra historia, en la que un subsistema político, económico o militar, ocupa el Estado, legítimamente o por usurpación y domina el sistema social, restringiendo las libertades de los ciudadanos.

De esta manera, distintos grupos reducidos, imponen las reglas de funcionamiento a la comunidad controlando las formas de trasmisión del poder.

El sistema dominante más obvio, es el encabezado por la figura de un caudillo como en las épocas de Rosas o Perón. El sistema conservador oligárquico, más difuso y menos opresivo, fue manifiesto en el control de la sucesión política.

El sistema dominante militar es el más cerrado de todos, debido a la autonomía de su organización y a otros caracteres particulares.

A pesar de ser evidente, es menester dejar bien aclarado que las invariantes no excluyen las diferencias que el tiempo introduce en la cultura. La historia es sobremanera dinámica. Hasta las figuras de los caudillos, cuya constante es el peso de la acción predominantemente afectiva de un individuo. Tienen una identificación histórica muy clara. Las masas de Rosas, Yrigoyen y Perón no son las mismas, aún cuando su comportamiento con respecto al líder tenga rasgos comunes.

De lo que se trata es de captar a través de las constantes, las predisposiciones negativas que explican la moción circular de la historia argentina hasta hoy. Se rechaza enfáticamente un determinismo inescapable. Pero sólo el reconocimiento analítico de las tendencias, permite una corrección racional capaz de romper el círculo.

En una sociedad hay áreas de privilegio que se permiten una apertura. Son aquellas que constituyen o están alrededor del poder. En los demás estratos, la libertad es muy disminuida. La época de Rosas fue el dominio de un grupo cerrado en torno a la figura de un caudillo. Este grupo se consolidó con el acceso a propiedades que ya explotaba en virtud de la enfiteusis, adquiriéndolas a precios muy convenientes.

Rosas compensó además a sus adictos (por ejemplo, a quienes sofocaron el levantamiento llamado de Los libres del sur) con una donación de tierras fiscales, de una extensión variable según el grado militar. El total alcanzó a más de dos millones de hectáreas. Dentro de esa forma de acceso a la tierra, el mismo Gobernador había recibido 60 leguas cuadradas después de su campaña contra los indios. Andrés Carretero en su libro La Santa Federación anota lo siguiente:

Page 21: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Entre propiedad de la tierra y ejercicio de puestos políticos hubo un proceso de simbiosis ya que si se tenían campos, se desempeñaban cargos políticos y, posteriormente, por desempeñar cargos políticos, se recibían campos.

El mismo autor consigna otras características en un extracto del Diario de la Tarde del 18 de Abril de 1842, que describe el ambiente de ese tiempo. La acción transcurre en el teatro ante una nutrida concurrencia. Al levantarse el telón... empezó a aparecerse una hermosa nube, en la que descendía vestido de Fama el señor Lacasa y dio los vivas y mueras siguientes: ¡Viva la Confederación Argentina! ¡Viva nuestro ilustre Restaurador de las Leyes!... ¡Mueran los inmundos salvajes unitarios pardejón Rivera, manco Paz, imbécil Ferrer ... La gran concurrencia federal que había, contestó a los vivas y mueras con el mayor entusiasmo que pueda imaginarse...

La ciudad estaba a merced de la Sociedad Popular Restauradora, conocida con el nombre de La Mazorca, grupo parapolicial encabezado por Cuitiño y directamente supervisado por Rosas. Tenía a su cargo una represión a cuyo clímax se llegó en 1840. La latitud de movimientos de estos hombres era muy grande. Su impunidad absoluta. Los efectos del terror, cuando existe, forman parte del equipaje operativo del grupo dominante para acrecentar su poder y obtener una parálisis en la voluntad de los gobernados.

Martínez Estrada, en su espléndido ensayo sobre las invariantes históricas de Facundo, dice que el mayor acierto de Sarmiento ha sido advertir que Rosas es el perfeccionamiento técnico de Quiroga. Cita esta frase:... Rosas su heredero, su complemento, su alma ha pasado a este otro molde más acabado, más perfecto: y lo que en él era sólo instinto, iniciación, tendencia, convirtióse en Rosas en sistema, efecto y fin; la naturaleza campestre, colonial y bárbara cambióse en esta metamorfosis en arte, en sistema y en política regular.

La novedad de Rosas consiste en que se rodeó cuidadosamente de todas las formas legales, a través de una Legislatura que promulgó las normas que su minuciosa imaginación necesitó para endosar su despotismo. Tan precisa arquitectura resulta de su clara inteligencia y de una fría disposición admirablemente dotada para la crueldad. Rosas es el primer caso de dominio cerrado moderno de nuestra historia.

Sólo a modo de enriquecimiento de este relato es útil referir algunas características de la personalidad compleja de este hombre, una de las figuras más interesantes del siglo diecinueve argentino, tal como las describe Busaniche a través de distintos testimonios contemporáneos de su época.

Gregorio Aráoz de Lamadrid, que tuvo con Rosas una relación con curiosos altibajos, escribió sobre él: Desde sus primeros años ya Rosas empezó a desplegar su carácter dominador y perseverante, en sus mismos establecimientos de campo... Todas sus órdenes eran bárbaras y crueles y para que sus domésticos y dependientes supieran hasta que punto quería que fuesen obligatorias empezó por hacerlas ejecutar en sí mismo de un modo singular. Así cuenta que infringía voluntariamente sus propias directivas y se hacía castigar sin piedad, dejándose azotar ante todos sus peones.

En una conversación con Santiago Vásquez, agente del nuevo gobierno oriental independiente, sostenida en 1835, se refirió a que los gobernantes, Rivadavia, Agüero y otros despreciaban a los hombres de las clases bajas, los de la campaña que son gente de acción. Para evitar problemas causados por la disposición que hay siempre en el que no tiene contra los ricos y los superiores... consideró muy importante... conseguir una influencia grande sobre esta clase para contenerla, o para dirigirla y me propuse —dijo— adquirir esa influencia y toda costa: para esto me fue preciso trabajar con mucha constancia,... hacerme gaucho con ellos hacían, protegerlos, hacerme su apoderado...

Estas palabras revelan la sutileza de Rosas y su disciplina. Muestra una personalidad que más allá de facultades simuladoras, es capaz de lograr una identificación parcial, pero absolutamente real con los individuos que pueden consolidar su poder y obedecerle ciegamente. Este rasgo es típico del verdadero caudillo.

La maestría de Rosas en todos los afanes del campo y su habilidad consumada como hombre de a

Page 22: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

caballo, le aseguraron esa aura hagiográfica que acompaña a los hombres conductores de masas. Personifican en ellos todos los valores —muchos de ellos bárbaros— que les pertenecen, logrando una conjunción de raíces mágicas cuya energía es primordialmente irracional.

Es así que el valor máximo de la relación del caudillo con sus hombres se cifra en la lealtad. Este centro afectivo liga profundamente, pero distorsiona en forma grave la tabla de valores que requiere un manejo eficiente de la cosa pública. A menudo el leal carece de las condiciones que exige el cargo para el cual su adhesión sin condiciones lo recomienda. Así se puede apreciar la dificultad funcional innata de la organización personalista.

A mitad del siglo, el predominio de la vida campesina era completo. No solamente configuraba el eje de la economía, sino que era un factor de gran influencia en la totalidad de la cultura. El campo entraba en las ciudades, estaba en sus calles, en los desiertos que las rodeaban por todos lados.

Basta ver las litografías de D' Orbigny, los óleos de Adams o las acuarelas de Pellegrini, para percibir esa honda simbiosis en las carretas, los jinetes arrastrando reses, los carros aguaceros, las escenas de El Matadero o El Saladero. Si el minuet tenía alguna gracia cortesana, el ropaje del Cielito o la Mediacaña encuadraban de nuevo la realidad económica y social. Una litografía anónima de 1835: Hierra en una estancia ilustra la modestia de los establecimientos ganaderos y la litografía de Bacle —que fue perseguido por Rosas y murió en la prisión— con el Ajusticiamiento de los Reynafé y de Santos Pérez en la Plaza Mayor, revela las costumbres de la época. El espléndido óleo de Monvoisin Soldado de Rosas es la estampa del hombre adicto y fiero. La litografía anónima del Negro Biguá de 1845, muestra a este personaje deforme, bufón de Rosas sobre el cual hacía bromas terribles que eran fuente de gran regocijo suyo y de sus invitados. Los óleos de Morel —otra víctima— son también imágenes campestres, como el Mercado de carretas o la Payada en la pulpería.

La violencia era parte del panorama habitual. Antigua la fraternidad del gaucho con la sangre que salía apresuradamente, libre de su presión interna, al matar la res. No eran sorprendentes los procedimientos de la mazorca, sino sólo aterrorizadores ... invariante psicológica fundamental, pues el miedo es "morbus que prospera", disciplinando los ánimos de los pueblos para que soporten cualquier tropelía cuando está respaldada por la fuerza..., según dice Martínez Estrada.

Ese miedo suelto por la calle y los caminos, que condiciona una cultura, es el que inspira Amalia o las escenas de Eduardo Gutiérrez. Acompañamiento obsesivo, pegajoso como la humedad, perturbador y constante, acostumbra a los pueblos a convivir con él porque se incorpora a la vida cotidiana.

La convivencia que se desarrolla en tal campo de recelos y delaciones, se hace temerosa, caviladora, ensimismada. Estos rasgos repetidos día tras día y año tras año, se van incorporando a la cultura y reaparecen en las épocas de persecución, recurrentes en nuestra historia.

Los sistemas dominados rodean al caudillo, hacen suyos a los enemigos y concentran la agresión latente que alimenta sus frustraciones, en invocarlos y denunciarlos. Así se tajo una trama densa y sucia de sospechas, de reticencias y de espionaje que enferma la vida de la ciudad toda. El lenguaje recibe enseguida una carga de silencios y medias palabras, de miradas azoradas y gestos vagos, que van generando un clima ominoso del que es imposible escapar.

Los exilios forzados interrumpen carreras a veces brillantes, como ocurrió con la generación del 37: Esteban Echeverría; Juan Bautista Alberdi; Juan María Gutiérrez; Marco Avellaneda: Carlos Tejedor; Félix Frías; Bartolomé Mitre y Domingo F. Sarmiento, que unieron su juvenil entusiasmo tras las ideas del fogoso Dogma Socialista. Era la juventud que en las palabras de Echeverría por su edad, su educación, su posición, debía aspirar y aspiraba a ocuparse de la cosa pública.

Esa generación del 37, con sus ideales y su hondo fervor que se preguntaba ya en 1838 ¿Cómo reanimar esta sociedad en disolución? perdió sus mejores años en el exilio. Algunos, como Avellaneda, fueron ejecutados, otros, como Echeverría, murieron jóvenes; el resto, los sobrevivientes, postergaron su capacidad y su vocación pública, combatiendo cada uno a su manera desde donde pudieron. la cultura se conformó con valores estrechos, cuyos protagonistas y

Page 23: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

voceros cambiaban con frecuencia, conservando sólo el mismo lenguaje, invocando una patria y una bandera a la que cada individuo que mandaba agregaba sus propios colores invisibles, usando iguales palabras para justificar medidas contradictorias.

Este ritmo discontinuo no permitió ningún cursos honorum. Sólo excepcionalmente o en —épocas muy especiales, existió la posibilidad de ir aprendiendo en el camino de la vida pública. Cuando la sociedad está dominada y se pone un punto final a la convulsión, el grupo encaramado al poder, deja sólo a sus allegados y los fieles, el acceso a la función pública y a sus prebendas y beneficios. Esta posibilidad restringida erige una valla eficaz frente a todos aquellos a los que el poder excluye.

Los grupos dominantes que se irán sucediendo en la historia de la República, tendrán características que se repetirán con nombres y estilos diversos pero dentro de una misma trama.

El denso tejido de adhesiones e intereses que liga a los partícipes del poder se manifiesta en un "esprit de corps" y a menudo en una complicidad, como me dio de defensa natural hacia las eventuales amenazas extragrupales. Ello favorece inevitablemente distintas formas de abuso y corrupción, y crea un régimen con sus propias reglas que establece jerarquías internas formales e informales, con sus particulares escalas de premios y castigos.

La pertenencia al núcleo cerrado y su natural consecuencia, que es su régimen de excepción, augura a sus miembros una cierta impunidad frente al conjunto de normas a las que responden los extraños al núcleo. Esta invulnerabilidad relativa con respecto a los códigos generales, no existe para los códigos internos, a menudo altamente discrecionales y jerarquizados.

Es inevitable que un ambiente de realimentación endógena, dé una perspectiva egocéntrico a los individuos más prominentes del grupo y una eventual megalomanía en los caudillos o en sus voceros más destacados. Se va así perdiendo, más o menos rápidamente, el contacto con la realidad. Cuando la crítica exterior no se puede controlar, se la combate, atribuyéndola a presuntos complots y se señalan como enemigos de la sociedad entera a los que amenazan a su grupo dirigente.

En el caso específico de Rosas, estas características se muestran abiertamente. Su modernidad, debido a la existencia, aunque precaria, de una estructura legal y administrativa, adelanta rasgos que se encontrarán en los demás regímenes autocráticos de nuestra historia.

El federalismo de Rosas fue sólo una bandera y no una ideología. Otro tanto fue su defensa de la religión católica, que asumió por razones políticas y no por fe en sus dogmas y principios. Si hubiera tenido respeto por la Iglesia no hubiera permitido su retrato en los altares. Otro tanto puede decirse de su manipulación con respecto al personal eclesiástico.

La negativa del caudillo a redactar una constitución desconcerté a Ferré y a López. Ella fue congruente con la oposición a la apertura de los ríos y puso en evidencia las resistencias de Buenos Aires a despojarse de sus privilegios y dejar de crecer a expensas del país.

La cultura argentina se orientó dentro del estrecho margen que el terror y la zozobra dejaban a los ciudadanos. La incertidumbre provocada por las guerras, las consecuencias de los bloqueos y los costos militares, no facilitaban la vida cotidiana de los miembros más desprotegidos de la sociedad, sobre los cuales recaía un mayor peso de desventuras.

Los emigrados vivían en el exterior, privando de su contribución a un país que sólo podría adelantar en libertad. Este esquema inaugurado por Rosas volvería a repetirse en diferentes experiencias. La repetición de épocas convulsionadas que terminan en épocas dominadas, para que al debilitarse ésta se vuelva a la convulsión y así sucesivamente, ha sido continua en la historia de nuestra cultura. No pocas de las fracturas de nuestra sociedad son causadas y a su vez causantes del estancamiento argentino como civilización moderna.

Entro 1838 y 1849 los franceses primero y una alianza anglofrancesa después, había bloqueado los accesos a Buenos Aires, y se había batido contra una resistencia heroica de los argentinos. Mansilla en la Vuelta de Obligado, Thorno, Alsogaray y otros, evidenciaron que las raíces del coraje no se

Page 24: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

habían perdido.

Esta inútil contienda estuvo en buena parte alimentada por los unitarios exiliados en el Uruguay que, sin fuerzas para pelear contra Rosas, trataban de conseguir ayudas extranjeras. También influía, desde luego, el espíritu ambicioso de Francia e Inglaterra que, afanadas por ampliar sus márgenes comerciales, no vacilaban ante las más crudas formas de la coerción armada.

La actitud de Rosas en esta ocasión mereció las alabanzas del General San Martín, que le legó su espada como reconocimiento a la defensa de los derechos argentinos.

En lo que se refiere a la economía del tiempo de Rosas, Miron Burgin dice:... En realidad, poco cambió la economía del país durante los veintidós años de casi ininterrumpido gobierno federal. Lo explica al mencionar la estabilidad en la composición de sus productos y se refiere a la insuficiencia industrial, que fue ineficaz para satisfacer las necesidades de la provincia durante los bloqueos anglofranceses. Agrega una acotación que parece familiar: los industriales nativo: aprovecharon las alzas de los precios, pero hicieron poco o nada para acrecentar la producción o mejorar su calidad.

Cambió sí, comenta Burgin, la distribución de los ingresos, al incidir los mayores gastos de la guerra en una disminución de los sueldos y salarios de las clases inferiores, como resultado de la inflación y de la contracción de los egresos del Estado.

Los grandes terratenientes, en cambio, impedidos de colocar sus producciones por la merma del comercio exterior, acrecentar su ganado y su patrimonio se capitalizó aún más.

La unidad nacional que los defensores de Rosas —en realidad, ideólogos del sistema social dominado— anotan como uno de sus mayores méritos al haber hecho posible la consolidación nacional posterior, es descripta así por María Sáenz Quesada: En la Argentina de 1852, los odios y recelos separaban no sólo a porteños y provincianos, sino también a correntinos, entrerrianos, tucumanos y santiagueños, jujeños y salteños y así sucesivamente. Tales recelos constituían un importante obstáculo para la unificación nacional. CAPITULO VII

URQUIZA Y LA ORGANIZACION NACIONAL. 1852-1862

El 1( de Mayo de 1853 el Congreso Constituyente sanciona la Constitución Nacional. En nota del 9 le reconoce a Urquiza la calidad de coautor: Vuestra, Señor, es la obra de la Constitución, porque la habéis dejado formar sin vuestra influencia ni concurso.

Beatriz Bosch: "Historia de Entre Ríos"

El 1( de Mayo de 1851, el General Urquiza, gobernador de la Provincia de Entre Ríos y lugarteniente de los ejércitos federales de Rosas, el que más le había servido y más se había ensangrentado contra los "salvajes unitarios", dio el grito de insurrección contra él, las memorias de Benito Hortelano, un contemporáneo de ese tiempo citado por Busaniche.

Lo que Busaniche califica como la inexplicable indiferencia con que Rosas veía aproximarse la catástrofe de que sería víctima pocos meses después, culminó con la derrota de Caseros el 3 de Febrero de 1852. Rosas y su hija, acompañados por el encargado de negocios británico Mr. Gore,

Page 25: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

se refugiaron en la fragata inglesa Locust, en la que partieron para Gran Bretaña.

Urquiza cobró entonces su ubicación singular en la cultura argentina. Figura de caudillo clásico, con todo lo que ello significa en el fondo y las formas de la conducción de los hombres en su relación instintiva como fuente real de su autoridad, tuvo una lucidez de hombre de estado nacional, que Rosas no alcanzó nunca. Concibió la nación como un organismo que debía ser regido por normas consensuales y se propuso procurar su promulgación. La tarea fue sólo posible formalmente. La estructura económica del país —dice José Luis Romero— caracterizada por la concentración de la propiedad raíz, se oponía a la organización de una verdadera democracia. Si Sarmiento pudo decir que el caudillismo se derivaba del reparto injusto de la tierra, la suerte posterior de la democracia argentina podría explicarse de modo semejante.

Yo no espero que la casa se venga abajo. Lo que espero es que deje de estar dividida diría Abraham Lincoln en 1858. Otro tanto podría haber dicho Urquiza en 1852. Nuestra casa tampoco se vino abajo, pero estuvo dividida materialmente diez años y en la realidad, de hecho sigue dividida hasta hoy.

Pero esa primera década entre Caseros y Pavón fue especialmente penosa para el interior. Ilustra con caracteres nítidos dos rasgos fundamentales de la cultura que se estaba forjando: el que originaba la estructura asimétrica en recursos entre Buenos Aires y los trece ranchos, como despectivamente se denominaba a las provincias desde el puerto y la actitud pasional y egocéntrica de los dirigentes porteños.

El hecho geopolítico de la influencia de Buenos Aires, pudo haber sido corregido por una decisión razonada, fuera de la estrecha perspectiva desde la cual los grupos gobernantes de la ciudad veían al país. Si por una parte podía concebirse a Buenos Aires como la capital biológica —que así la llama Canal Feijóo—, las malas formaciones biológicas también son susceptibles de corrección. Ella fue entrevista y planteada más de una vez por los espíritus lúcidos que reclamaron una nueva capital en otra parte del territorio.

El comportamiento de Buenos Aires entre Caseros y Pavón fue prueba ejemplar de una cultura ensimismada. En una visión sólo atenta a sus propios intereses, le permitió apropiarse sin remordimientos del producto del ingreso y egreso de toda mercadería. En vez de ser puerto y llave de un país en desarrollo, prefirió serlo de un territorio más reducido, administrado como un patrimonio familiar. Con esta política revivió el modelo convulsionado, impulsando una dialéctica conflictual que lesionaba todo intento de consolidación. Ninguna de las provincias pudo concertarse armónicamente en un sistema económico general.

Apenas liberados del despotismo de Rosas, diferentes corrientes porteñas comenzaron sus desacuerdos con Urquiza. Por un lado, los unitarios que volvían del exilio y que objetaban el federalismo proclamado; por otro, los grandes terratenientes enriquecidos que se oponían a la nacionalización de la aduana. En general, toda la opinión sensible a la perspectiva de perder la hegemonía recelaba la presencia de Urquiza. Desde Valentín Alsina, autonomista recalcitrante, hasta Mitre, que era el único que tenía muy clara la necesidad de la unión nacional, aunque dirigida por Buenos Aires.

El Acuerdo de San Nicolás firmado por el gobernador Vicente López y rechazado después por la Legislatura, mostró en las palabras de James Scobie que: La perturbación, visible en todas partes y mencionada por todos los observadores, era empero, más profunda que el mero resentimiento porteño contra Urquiza o la resistencia de los legisladores de la Provincia contra el Acuerdo. Al final sería quizá necesario recurrir a la fuerza militar para desalojar a Urquiza y a sus tropas de la posición dominante que ocupaban en Pelerina. El 10 de Junio (de 1852) se formó un comité de emergencia para hacer frente a esa eventualidad y se forjaron planes iniciales con el fin de conseguir fondos y pertrechos.

Cuarenta años de guerras interiores no habían dejado experiencia alguna en los argentinos. Esta incapacidad de nuestra cultura para aprender seguiría siendo una constante de su historia. La pasión se difundía por todas las poblaciones de la provincia y la ciudad entera incubaba una rebelión armada para conservar privilegios que se consideraban inalienables. Así fue el prólogo del

Page 26: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

golpe militar del 11 de setiembre de 1852, aprovechando la ausencia de Urquiza y las escasas fuerzas de la Confederación.

La legislatura que había sido disuelta por Urquiza, se reconstituyó, desconoció la autoridad del caudillo y nombró al General Pinto gobernador de la provincia. De aquí en adelante, en altibajos que culminan en Cepeda y terminan en Pavón, una situación virtual de guerra se estableció entre la Provincia de Buenos Aires y la Confederación, que mal o bien, trataba de consolidar una unión federal. Guerra económica que empobreció a las provincias, ya pobres de por sí, que llevó consigo golpes de estado y choques armados en el interior y luchas abiertas entre Urquiza y las milicias de Buenos Aires.

Fueron diez años convulsionados que renovaron episodios de muerte y miseria, revelando una vez más la tendencia a perseverar en la inmadurez. La cultura alentaba la preservación de una adolescencia perpetua, que con recaídas y esperanzadas convalecencias, seguiría su curso circular durante el siglo siguiente.

Urquiza, por su parte, mantenía un equilibrio inestable como Presidente de la Confederación. Trataba, con su habilidad intuitiva de caudillo, de preservar la paz entre las provincias del interior, moderando los celos mutuos de los grupos gobernantes y atemperando los apetitos de los aspirantes al poder.

El acontecimiento jurídico fundamental después de Caseros fue la Constitución de 1853, a pesar de todas las críticas que se le pueden formular y que explican la forme ]imitada de su acción real en la historia posterior del país.

Fue una carta en cierto modo improvisada, redactada con inspiración de variados orígenes como las Bases de Alberdi, la constitución americana, la constitución suiza, los antecedentes constitucionales de 1819, 1826 y el pacto federal de 1831.

No nació del análisis profundo de la realidad argentina en forma tal, como para que sus diferentes aspectos hubieran tenido ocasión de ser discutidos. No fue tampoco una regulación que merezca un juicio como el de Charles Beard, cuando describe la constitución americana como un documento económico diseñado con habilidad superior por hombres cuyos intereses patrimoniales estaban en juego y que, como tales tenían una correspondencia directa o indudable, con intereses idénticos del país en general.

>En las palabras de Carlos Sánchez Viamonte: Los debates del Congreso General Constituyente no son muy ilustrativos ni explícitos con respecto a los fundamentos en que el Congreso apoyó la sanción de los cláusulas Constitucionales, de tal manera que sólo excepcionalmente pueden servir de fuente interpretativa.

Alberdi veía con claridad las dificultades y había señalado los objetivos. En las Bases describe al tipo de hombre que necesitaba Sudamérica, como aquel instruido en las artes y ciencias, auxiliares de la industria, formados para vencer al grande y agobiante enemigo de nuestro progreso: el desierto, el atraso material, la naturaleza bruta y primitiva de nuestro continente. Proclamó también a la industria como único medio de encaminar la juventud al orden y afirmó que en nuestras condiciones gobernar es poblar.

Esta doble apelación a corregir la deficiente estructura demográfica colonial y a desarrollar las artes y ciencias que la Revolución Industrial había desatado en Europa y América del Norte, fue desoída u oída sólo en parte. Se tomaron de sus opiniones algunas operativas, que pasaron a la Constitución, y que fueron eventualmente desconocidas, pero la lucidez de sus análisis de fondo se pasó por alto.

En la realidad argentina la división de poderes sólo funcionó excepcionalmente. La tendencia autocrática que dio estilo a la cultura, hizo predominar en forma definitiva al Poder Ejecutivo. En cuanto al Poder Judicial, muy excepcionalmente estuvo a la altura de su responsabilidad de restablecer con sabiduría los equilibrios perturbados.

Page 27: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

CAPITULO VIII

LA CONSOLIDACION NACIONAL. 1862-1880

El problema del gobierno posible en la América antes española no tiene más que una solución sensata: ... mejorar la sociedad para obtener la mejora del poder, que es su expresión y resultado directo.

Juan Bautista Alberdi: "Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina"

La consolidación del poder en Buenos Aires tuvo consecuencias políticas y económicas que acentuaron los problemas estructurales de la cultura en formación. La influencia más importante fue la forma de apropiación de la tierra, que persistió en el estilo restrictivo que se impuso al modificarse el régimen de enfiteusis.

Los estudios e investigaciones sobre este tema, coinciden en señalar las consecuencias de la forma de distribuir las tierras y prestan unánime atención al proceso ocurrido en Buenos Aires. Sea Horacio Giberti con su Historia de la Ganadería Argentina, James Scobie con su elocuente descripción de la Historia Social del Trigo 1860-1910 a Aldo Ferrer en su Tratado de Economía Argentina.

Scobie dedica un largo párrafo a esta lucha y dice... el inmigrante agricultor y el pequeño chacarero encontraron muy poco estímulo en la política y legislación de tierras argentinas. La tierra era la riqueza fundamental del país, pero la incompetencia de los gobiernos y la rapacidad de los políticos y especuladores habían entregado ese potencial a la propiedad privada cuando casi no tenía valor. La mayoría de los terratenientes adoptaron una actitud pasiva hacia sus posesiones y con frecuencia las dejan abandonadas. Esperaron que el gobierno eliminase la amenaza de los indios, que el capital británico construyese ferrocarriles, que los administradores irlandeses o ingleses aumentasen su stock ganadero, que los aparceros italianos levantasen las cosechas. Su espera fue ampliamente recompensada, pues el valor de sus extensas posesiones ascendió, de varios pesos por km² a valores del tenor de cientos de miles o aún millones de pesos en medio siglo. Cuando la agricultura demostró el valor de esas tierras, el agricultor ya no podía ser dueño de ellas.

Aldo Ferrer puntualiza otras consecuencias y aspectos del problema de la tierra: La política de distribución de las tierras públicas, particularmente en la Provincia de Buenos Aires, llevó a una rápida distribución de la mayor parte de las tierras de la región pampeana entre reducidos grupos de personas. Hacia 1840, las ventas a particulares de las tierras arrendadas bajo el régimen de enfiteusis durante los gobiernos de Martín Rodríguez y Rivadavia, en la década de los años 20, había sido la causa principal de la apropiación privada de 8.600.000 Has. El número de titulares de estas tierras ascendía a 293 personas, lo que arroja un promedio de casi 30.000 Has por propietario. El usufructo gratis de las tierras ubicadas más allá de la línea de frontera —en virtud de disposiciones legales de 1857— y su posterior entrega en propiedad, enajenó del dominio público otras 3.000.000 Has. de la Provincia que fueron adquiridas por poco más de 300 personas. Si se suman a estas ventas de tierras públicas distintas concesiones gratuitas otorgadas principalmente en premio a los méritos militares en la lucha contra el indio, la apropiación territorial privada en la Provincia de Buenos Aires alcanzó a alrededor de los 12.000.000 de Has.

Hacia mediados del siglo XIX se había consumado el proceso de apropiación privada de las tierras más fértiles y motor ubicadas de la región pampeana. De las tierras que componen la zona

Page 28: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

pampeana húmeda, la mayor parte estaba en manos de grandes propietarios territoriales. La ocupación jurídica de estas tierras se había consumado en gran medida hacia 1860, cuando la economía del país se entronca decididamente en la economía mundial y comienza la etapa de la economía primaria exportadora.

Esta expansión asimétrica de la riqueza agropecuaria agravó las diferencias de Buenos Aires y el interior y la concentración en pocas manos dotó de una capacidad de presión política y económica considerable a la Provincia que se había apoderado de la Nación. Aunque de una manera diferente —cada cultura desarrolla un esquema particular— se repetía en la Argentina el modelo general latinoamericano de distribución de bienes raíces.

La tierra era un bien apetecido por su abundancia creciente al expandirse las fronteras y por la persistencia de los valores sociales y de prestigio asignados a su posesión desde tiempos inmemoriales. Pero la relativa rigidez de los límites debido a la amenaza indígena, condujo a sobrecargar los campos, de allí que las haciendas que aumentaban necesitaran tierras nuevas.

Cuando comenzó a llegar la inmigración, la tierra disponible ya estaba apropiada. El resultado fue que, a pesar de la notoria vocación rural de muchos inmigrantes, el 75 % convergió en los centros urbanos. El resto, que fue al campo, tuvo escaso acceso a la propiedad de la tierra y se ubicó en ella, ya temporariamente para recoger las cosechas y volver a su país, o en carácter de arrendatarios.

Aldo Ferrer resume así las consecuencias del sistema restrictivo de apropiación de la tierra: El régimen de tenencia impidió, pues, que la producción agropecuaria se apoyara básicamente en una poderosa clase de productores medios, con unidades de explotación de una dimensión tal que hubieran permitido la utilización creciente de la técnica y la maquinaria agrícola con el consiguiente aumento de la productividad y los ingresos.

Es así como el grado de capitalización del sector agropecuario se vio limitado por la vulnerabilidad de los pequeños propietarios, de los arrendatarios y de los medieros, cuya capacidad crediticia era exigua y a menudo sólo alcanzaba al almacén que le entregaba mercadería a pagar con altos intereses al levantar la cosecha. En cuanto al crédito bancario, la falta de garantías les vedaba el acceso.

En la misma época -1862- en los EE.UU., la Homestead Act., dictada en la Presidencia de Abraham Lincoln, procuró extender la propiedad de tierras laborables a los inmigrantes. En la Argentina, verbalmente dispuesta a crear colonias, la ineficiencia y la desidia de sucesivos gobiernos conspiraron contra una distribución eficaz de la inmigración. Las tentativas de organizar la mano de obra que llegaba del exterior representaron, con algunas excepciones, sólo diferentes formas de fracaso, que nada hicieron para una correcta orientación de la masa inmigratoria que acudió al país.

Las carencias estructurales de la cultura, instaladas desde sus orígenes coloniales, no fueron corregidas con la afluencia de extranjeros. Estos llegaron a una sociedad lo bastante inflexible como para ser incapaz de aprovechar el rico caudal de experiencia y humanidad que se les ofrecía, en un espontáneo acto de ilusión.

La guerra hizo un alto después de la batalla de Cepeda, del que resultó el Pacto de San José de Flores. La transitoria paz a la que se había llegado, culminó en la convención constituyente que tenía por objeto reformar la carta de 1853.

Dice Scobie: La reforma de la Constitución de 1853 trataba de proteger los derechos porteños en cuatro puntos vitales: ubicación de la capital, soberanía de la provincia, predominio económico y relaciones exteriores. Estos eran los problemas constitucionales que habían separado durante ocho años a las Provincias de Buenos Aires. Los dirigentes porteños habían tomado la determinación de que Buenos Aires no renunciara a sus privilegios sobre estos puntos, al entrar a formar parte de la Nación Argentina.

El espíritu exclusivo de Buenos Aires mantuvo su intransigencia. La Confederación tenía su tesoro exhausto. La casa siguió dividida.

Page 29: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Bartolomé Mitre fue el siguiente gobernador y después de la ambigua victoria de Pavón, Presidente de la República. Pavón terminó la guerra pero no unió al país, sino que en un federalismo unitario regenteado por Buenos Aires, que se había apresurado a afianzar su dominio sustituyendo a todos los gobernadores provinciales que no le eran adictos y llevando una guerra despiadada entre los últimos caudillos como el Chacho Peñaloza, que fue decapitado y su cabeza expuesta en una pica. Sarmiento escribió entonces al Presidente: No sé lo que pensará de la ejecución del Chacho. Yo he aplaudido la medida precisamente por su forma. Sin cortarle la cabeza a aquel inveterado pícaro y ponerla a la expectación, las chusmas no se habrían aquietado en seis meses. En aquellos tiempos turbulentos de la República, no era fácil saber dónde estaba la civilización y dónde la barbarie. Mitre, por su parte no aprobó esta ejecución.

Así se configuró una política liberal abierta económicamente al exterior pero cerrado políticamente al interior. El sistema que se instauró en 1862 mantuvo en un círculo controlado el uso y el traspaso del poder hasta 1916. Entre 1862 y 1880 hubo un período convulsionado que fue resumido por el Senador Nicasio Oroño en la Cámara: Desde Junio de 1862 hasta igual mes de 1868, han ocurrido en las provincias ciento diecisiete revoluciones, habiendo muerto en noventa y un combates cuatro mil setecientos veintiocho ciudadanos. En la exigua población de entonces, el porcentaje de muertos en distintos episodios de guerra civil era desusadamente alto. Con la melancólica cita de Oroño, conspicuo político liberal, termina la excelente historia que José Luis Busaniche dejó inconclusa al morir.

El conflicto llevado a sus últimas consecuencias persistía en el estilo de la cultura.

El acontecimiento exterior más notorio de la presidencia del General Mitre fue la Guerra del Paraguay, que comenzó en 1865: En veinticuatro horas en los cuarteles, en quince días en campaña, en tres meses en la Asunción dijo el Presidente en un rapto de entusiasmo. La guerra duró cinco años, fue terriblemente cruenta y sembró la más pavorosa miseria en el heroico suelo paraguayo. A la Nación Argentina le costó una enorme cantidad de dinero, cuya deuda heredaría Sarmiento.

No tiene mayor sentido extenderse en la descripción de este acontecimiento. Sí vale la pena señalar que fue una marca importante en la larga serie de desaciertos en el manejo de la política exterior, atándonos a un aliado —el Brasil— mucho más allá de lo conveniente para nuestros intereses. En las últimas décadas del siglo XX sigue como invariante el error en la percepción de los problemas internacionales.

Si la guerra del Paraguay, a pesar de las ganancias territoriales, fue una catástrofe y la violencia interior siguió rampante, ello no obstó al florecimiento de los principios liberales que se manifestaron en el desarrollo de las comunicaciones ferroviarias. La ley Mitre 5315 otorgaba tierras y garantías a los inversores, asegurando exenciones impositivas. Ello aseguró el acceso rápido de los productos primarios al exterior y configuró un paso muy importante en la modernización económica del país.

Las inversiones fueron casi totalmente británicas. El comentario de Ferns resulta por demás ilustrativo: La religión de la comunidad argentina, sistema educacional, la estratificación social y la escala tradicional de valores predisponía a sus elementos articulados a basar su poder en la propiedad raíz, en oficios políticos y militares y en un número limitado de actividades comerciales. A esta altura de la historia la propiedad y conducción de la complicada empresa financiera, de transportes o industrias, provocaba escaso interés en los grupos nativos dominantes.

En 1865 se distribuyeron fondos en las provincias para educación primaria. En el lapso 1862-1868 se asignaron a este fin 56.739 pesos fuertes. El costo de represión de las montoneras para consolidar la unidad nacional con una indiscutible supremacía bonaerense, fue mayor. Insumió 3.500.000 pesos fuertes.

Durante la Presidencia siguiente, la de Domingo Faustino Sarmiento, cuya preocupación por educar es bien conocida, las asignaciones presupuestarias fueron también exiguas. Entre 1869 y 1874, sólo un 2.89 % del presupuesto se dedicó a la enseñanza. El año de la tasa más alta, que fue 1868, utilizó apenas un 3,29 % del presupuesto total.

Page 30: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Nuestra historia muestra, como una constante desdichada, el desconocimiento de la instrucción pública como prioridad nacional. El resultado de esta miopía es palpable y explica la pobreza del marco de referencia en el que se mueve el argentino medio. Aislado por su posición geográfica, lo es mucho más por la estrechez de su visión del mundo, hoy construida con datos locales insuficientes o adornada, en un collage confuso, con retazos mal digeridos que le llegan vía satélite.

La descripción del estado de la explotación agropecuaria en 1871 la hizo el Dr. Eduardo Costa, delegado de la Provincia de Buenos Aires, al inaugurar la primera exposición de máquinas agrícolas: Creo sí —dijo— que es tiempo de que la estancia salga del estado precario y salvaje en que hoy se encuentra, como se encontraba hace 300 años. Esta cita, tomada de Vedoya, permite a este autor agregar algunos comentarios: La Nación —escribe— careció de Ministerio de Agricultura hasta la segunda Presidencia de Roca (1894- 1904) y la primera Facultad de Agronomía y Veterinaria la creó el Doctor Joaquín V. González en La Plata.

La conclusión de estas afirmaciones, trasladadas al plano de la cultura, impone este comentario: La Nación estaba dirigida por un núcleo cuyo centro de poder y riqueza era la propiedad de la tierra. De allí irradiaban economía y política. Ese núcleo era limitado, no afrontaba los riesgos de las novedades más allá de su esfera. Así se explica la falta total de impulso a la industria en la generación del 80. Las ideas claras del grupo industrialista —Pellegrini, López, Cenó y otros— no pudieron vencer la inercia conservadora.

La fuerza terrateniente estaba paradójicamente en esta actitud cerrada, que preservaba sus intereses tales como eran y los permitía en ese tiempo su expansión natural. Era una de esas épocas de la historia en las que las meras posibilidades del territorio aseguraban un desarrollo horizontal sin riesgos. Pero esos lapsos son rígidos y cortos. No era esa la política para un país joven que se quería fuerte: la Norteamérica del Sud a la que poblarían pronto, según los vaticinios de Julio Roca, cincuenta millones de habitantes.

Las extensas y fáciles adquisiciones de la propiedad casi por la gracia de Dios, que tan largamente había bendecido nuestras praderas, incitaba a una sensación semifeudal, que el acceso a los nuevos refinamientos europeos permitía extender a la campaña. Muy pronto se levantarían en medio de la pampe manoirs y chateaux, countryhouses y grandes casas al estilo colonial español, que harían pondent con los palacios al borde del río.

Lamentablemente, estas gracias de la civilización, nacidas en Epson y Longchamps y que florecerían en el Hipódromo del Jockey Club, no se acompañaban con la exploración de nuevos mecanismos que permitieran diversificar la producción, investigando las múltiples posibilidades del suelo.

Cuando llegó la inmigración, casi espontáneamente, no había uso para su mano de obra que permitiera crear valor agregado a las nuevas materias primarias. Martín de Moussy —cuenta también Vedoya— había señalado dos años antes todos los vegetales que podían emplearse en la curtiembre... sin embargo nunca se exportaron cueros curtido. La lana salía sucia y los cueros de cabra exportados a Europa se transformaban en similares a la gamuza. La exportación era un negocio de cantidad. La calidad sólo se procuró en el campo de la cría, importando toros, carneros y padrinos de Inglaterra. En el resto se mantenían las técnicas coloniales, cuyo rendimiento era seguro y conocido.

Vedoya agrega un cuadro de importaciones entre 1871 y 1874, que ilustra sobre las tendencias de nuestra incipiente cultura nacional. Las clasifica en prescindibles; competitivas —o sea que podían fabricarse en el país— necesarias que no podían sino importarse; y libres de derechos, aquellas cuyo ejemplo eran las locomotoras o los libros impresos.

Prescindibles: 15.215.772pesos fuertes

Competitivas: 138.082.598 pesos fuertes

Necesarias: 48.910.790 pesos fuertes

Page 31: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Libres de derechos: 13.899.674 pesos fuertes

El cuadro es muy indicativo. Para comenzar, las mercaderías prescindibles osuntuarias, superan las libres de derechos. Más del 50 % podían habersefabricado en el país, promoviendo el interior y volcando en él una adecuadaprotección a los inmigrantes. Es tan clara y definida esta propensión de lacultura, que una composición semejante de las importaciones se repite cada vezque se liberan los ingresos del exterior. La experiencia reciente (1976-1979)ilustra esta realidad. La teoría del gasto ostensible de Veblen, se comprueba enlas tendencias persistentes de nuestra cultura.

La Presidencia de Sarmiento terminó en 1874. Durante su mandato ocurrió elasesinato de Justo José de Urquiza. De esta manera terminó la vida de estepersonaje tan rico en cualidades y pródigo en defectos, que marcó una épocatumultuosa de tremenda influencia en el futuro del país y de su cultura.

De la votación siguiente surgió Nicolás Avellaneda, ministro de Sarmiento,abriéndose paso como era habitual a través del amedrentamiento de votantesalfabetos y la supresión de los que no lo eran. Mitre impugnó al candidato ointentó un movimiento armado que terminó con su derrota en La Verde. Al entregarel mando, el Presidente saliente señaló al entrante: Sois el primer presidenteque no sabe disparar una pistola y entonces habéis Debido incurrir en eldesprecio soberano de los que han manejado armas para elevarse con ellas yhacerse los árbitros del destino de la patria...

Avellaneda era un tucumano que fue apoyado por las provincias. Ofreciórealmente una personalidad distinta. Le ligaba a Mitre y a Roca una formaciónnutrida en los clásicos griegos y latinos y los separaba de ellos una únicavocación civil y no militar. En su gobierno trató de rectificar la profundatradición de la violencia y lo consiguió a medias. El peso de un estilo yaancestral, que anteponía aspiraciones personales al bien general, a menudo loenvolvió en luchas fratricidas muy alejadas de sus esquemas. No obstante, mostróuna vocación de hombre de estado, que mantuvo toda la serenidad posible encultura tan turbulenta.

Alsina fue su ministro de Guerra y Marina. Hombre íntegro, la rivalidadpreeleccionaria no menguó su fidelidad posterior. Luchó contra la penetraciónindígena, mediante un plan de fortines y zanjas que no dio mayor resultado.Raone relata acciones de la guerra en la que Fortines, estancias y pequeñaspoblaciones son arrasadas, muriendo sus defensores o siendo llevados cautivos...300.000 cabezas de ganado aportan su cuota al magnífico botín de esosdespiadados malones cuenta al referirse al avance del 26 de diciembre de 1875que los indígenas llamaron la invasión grande.

José Hernández en los versos magistrales de Martín Fierro y EstanislaoZeballos describieron la vida horrible en esas precarias defensas fronterizas. Alos soldados y oficiales se les llegó a deber más de dos años de sueldos y sólopodían vivir gracias a los préstamos en especie de los bolicheros. El 29 deDiciembre de 1877 murió Alsina, el gran caudillo autonomista que tanto fervorsuscitaba en el pueblo. Profundamente local,había chocado con la concepción nacional de Mitre. El 4 de Enero del añosiguiente, Julio A. Roca fue nombrado en su lugar ministro de Guerra y Marina.Este cargo fue el principio del salto que lo llevó a la Presidencia.

Roca había sido contrario al plan de Alsina: Para mí, —había dicho— lamejor muralla... es un regimiento... o una fracción de tropas... bienmontados...

La campaña al desierto alcanzó Choele-Choel el 25 de Mayo de 1879 y seincorporaron 15.000 leguas de tierras. Su distribución fue la tradicional. DiceRoberto Cortés Conde: La aristocracia ganadera, que detentaba el poder, supoguardar las tierras buenas y otorgó a sus servidores las mesetas pedregosas dela Patagonia... De las 4.834.474 Has. distribuidas, sólo 706.772 fueron elegidasen La Pampa...

Más adelante precisa: Entre 1880 y 1892 no se puede hablar de ocupaciónsino sólo de toma de posesión. Estas tierras incorporadas a la Nación Argentinaen una sola campaña, son repartidas enseguida en lotes de 10.000 Has. yacaparadas por un centenar de beneficiarios. No se trata para nada depoblamiento, sino sólo del reembolso de una deuda de guerra a los poderosospersonajes que habían querido financiar la campaña. Para la mayoría de ellos erahacer fructíferos los valores inmediatamente; es el comienzo de una especulacióndesenfrenada, una cascada de compras y

Page 32: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

ventas de títulos en base a planosescuetos donde sólo figuraban con precisión cuadrados de 10 kms de lado... Estefrenesí especulativo tuvo su fin con la crisis de 1890.

En 1875 había comenzado una crisis económica. Desde 1874 a 1881, los Bancosbritánicos y las empresas ferroviarias eran atacadas por la prensa y en elCongreso... dice Ferns. La relación entre los préstamos y su uso adecuado, fuedesde 1824 una de las causas de crisis. La falta de decisión, la carencia decapacidad técnica y las interferencias políticas o personales, retardaban laconversión de los préstamos del exterior en obras reproductivas. El período demaduración de una obra pública era subestimado, mientras los intereses y lasamortizaciones eran exigibles en sus propios plazos independientes. Este rasgose muestra como invariante en el manejo de la economía, llegando en este sigloal pago reiterado de cláusulas de compromiso originados en préstamos otorgados yno utilizados por falta de proyectos.

En 1876 se había debatido extensamente el toma del libre cambio frenteal proteccionismo. La primera posición era la oficial, interesada en conservarlos ingresos aduaneros, fuente tradicional de sus disponibilidades. También lasostenían los grandes exportadores y comerciantes, beneficiarios del comerciointernacional. La proteccionista, era sustentada por Vicente Fidel López, MiguelCand, Dardo Rocha y Carlos Pellegrini. Este último, en el Congreso, afirmabaenfáticamente su convicción pragmática sobre el tema, nacida de la necesidad deproteger a un país nuevo que se iniciaba en negocios internacionales de granescala. López, por su parte, agregaba: con el libre cambio, el interior noestará poblado y sólo habrá una miseria progresiva.

Aldo Ferrer, desde una perspectiva actual, confirma la lucidez de la posiciónproteccionista: La política de libre cambio seguida por las autoridadesnacionales a partir de la organización del país, influyó decisivamente en lasposibilidades de desarrollo del anterior... La política de libertad de lasimportaciones determinó... la exclusión del interior de los efectos dinámicos dela expansión de las exportaciones agropecuarias de la zona pampeana. Dicho conotras palabras, la asimetría estructural del país, se afianzó, si cabe, aúnmás. El diseño de la red ferroviaria,contribuyó extensamente a ello, facilitando el ingreso de las mercaderíasimportadas al interior. El intercambio regional —antiguo pero modesto, como localifica Ferrer— perdió toda posibilidad de desarrollo.

La economía es uno de los subsistemas importantes del sistema social. Influyeen los demás subsistemas, como el político y a su vez es influido por éstos, enuna constante y mutua interdependencia. Por algo decía Joseph Schumpeter, elgran economista: Los hechos económicos nunca son económicos solamente. Laeconomía es el sistema nutricio del cuerpo social. Atañe a la producción y a ladistribución de bienes y a través de ellas crea y destruye valores y modelos devida en los diferentes grupos de la sociedad. Tiene que ver con todas lascreencias e ideologías, están en boga o sean rechazadas, y toca al subsistemareligioso, al jurídico y al militar. En una palabra, su función se mezcla contoda la red de valores de una cultura y en su manera de ver el mundo.

Esta importancia del sistema económico, empero, no justifica el errorfrecuente de asignarle una importancia total, como hacen básicamente el marxismoteórico y todos los especialistas a los cuales los árboles no les dejan ver elbosque.

Parafraseando la afirmación de Schumpeter ya citada, es claro que lasrespuestas a medidas estrictamente económicas no son solamente económicas. Lapropensión especulativa que de pronto hace explotar una economía, tieneexplicaciones mucho más profundas que las perceptibles a través de índices yestadísticas. Los vaivenes del balance de pagos de un país no se entiendenestudiando solamente los indicadores de exportaciones o importaciones, pordesagregados que puedan ser. El inmenso mercado de armas o de drogas y suincidencia en la economía mundial de nuestro tiempo, tiene raíces que penetranen lo más hondo de la especie humana y es una simplificación peligrosa pretenderaprehenderlo con el solo análisis de tablas numéricas. La inflación no es unfenómeno económico, es un fenómeno cultural.

La recuperación de la crisis ocurrió en 1880 y respondió a medidas políticassensatas de Avellaneda, a un Estado aún dócil a la contracción de gastos y sobretodo a las condiciones favorables de una economía en proceso de expansión.Creció la exportación y disminuyeron las importaciones. El mercado laboral noexigía grandes egresos fijos y era relativamente reducido. Así, la elasticidaddel sistema aún permitía remontar la cuesta sin demasiadas dificultades.

Page 33: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Por esa época nació un partido que se llamó Autonomista Intransigente.No fue por cierto la última vez que esta palabra figuró, paradójicamente, en elmedio de una actividad —la política— cuyo único y principal menester es latransacción. Su enunciado petrificaba toda ductilidad y toda concesión.Participa de la categórica afirmación de Sarmiento: Las ideas no se concilian...

Cuando llegó el momento de suceder a Avellaneda, las opciones se cerraronen una de ellas: Roca o Tejedor. Aquél, hombre de armas, dijo: En nuestraRepública, en épocas electorales el revólver es la primera razón y el Remingtonla última instancia de toda elección. Por esto se arma Tejedor, que ve ya claroque tiene que apelar al Juez Supremo y por esto también se dispuso a atacar y adefenderse.

Las reglas del juego democrático, en una cultura tan tumultuosa, daban laprimacía al candidato mejor armado. Esta era una interpretación libre de laConstitución sancionada en 1853. Pero era la única existente. Así Buenos Airesestaba literalmente en armas. Tejedor, por su parte, distribuía mausers a lastropas de la Provincia. El 2 de Junio de 1880, el Presidente declaró algobernador Tejedor en rebeldía y consideró que faltaban garantías paradesempeñar el gobierno nacional, razón por la cual estableció su sede enBelgrano.

Avellaneda llegó a Belgrano acompañado por sus ministros. El Vicepresidente,Mariano Acosta, la Corte Suprema y 40 diputados nacionales con el Presidente dela Cámara, Manuel Quintana, quedaron en Buenos Aires.

El 12 de Junio comenzaron los combates. El 25 del mismo mes, después demuchas pérdidas inútiles de vidas jóvenes que demostraban una vez más lainsensatez de la violencia fratricida, con la mediación del general Mitre, sellegó a la rendición de las tropas provinciales.

Uno de los puntos del acuerdo suscripto señalaba el compromiso de no iniciarningún proceso a los rebeldes. Esta cláusula del convenio constituye unainvariante cultural de enorme significación en nuestra historia. Configurabaotra de las tantas leyes de olvido, que podía juzgarse superficialmente como unaprueba al fin de comprensión mutua. Analizada con más profundidad, revela lacalificación impropia de la falta cometida porque se despojaba de gravedad a lainfracción y se quitaba trascendencia al desconocimiento de la autoridadlegítima.

Lejos de ser un síntoma positivo para lograr formas de convivenciacivilizada, repetía la negación del derecho. La sociedad se educa en eldesprecio de la ley —dice J.A. García de la ciudad indiana del siglo XVII— ideatan dominante y arraigada, que a poco andar se transforma en sentimiento, seincorpora al porteño, pervirtiendo su inteligencia y su moralidad

La recurrencia de declaraciones que dan por cumplidas las condenas, porrestituidos los grados militares y aún por reincorporados a las fuerzas armadasa los incursos en sediciones y rebeliones armadas, son sucesivos reconocimientosde la inaplicabilidad de la ley. Cada vez se vacía a la Constitución de todaconsistencia y se la desconoce con toda solemnidad. Esta no es por ciertoafirmación antojadiza. Resulta de la urgencia en reclamar de una vez reglas deljuego razonablemente estables. La realidad de nuestra cultura argentina revelala profunda subestimación de derecho y la justicia. La reaparición de este rasgoimpulsado por opiniones personales, por impaciencias, o por crudas apetencias depoder, mantiene una forma de comportamiento trivial que en 170 años debiéramoshaber superado.

Después del acuerdo que comentamos, el Presidente Avellaneda, renunció, perosu renuncia, obviamente, no fue aceptada. Quedaba en duda el arduo tema de laelección de una capital definitiva. El Presidente quería federalizar la ciudad,pero para ello era necesario intervenir la provincia y ya estaba muy cansado.Escribió a José María Moreno: Es la revolución anunciada, manejada y predicadacomo arma de opinión y de partida durante tantos años... me fatigo.

En 1624 Céspedes halló la ciudad envuelta en odios y enemistades recíprocascuenta J. A. García. No hay duda de que la persistencia de esta manera de ser,vista doscientos sesenta años más tarde, es por demás fatigante.

La localización de la Capital había sido de antiguo y largo debate. Hubomuchas opiniones.

Page 34: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Predominó al final la que consideraba a Buenos Aires pararepetir las palabras de Canal Feijóo: la capital biológica. Frente a estasolución se idearon otras altamativas: San Nicolás, Paraná, Córdoba, FraileMuerto, Rosario, etc. Sarmiento en su Argirópolis la colocaba en la isla MartínGarcía. Después en Rosario. Pero con su habitual versatilidad, en suPresidencia, vetó dos leyes que la llevaban al interior. Alberdi también pensóalguna vez que debería estar fuera de Buenos Aires. Así lo creyeron tambiénValentín Alsina, Estanislao Zeballos y Carlos Pellegrini.

Al cabo de postergaciones, votos y larquísimos debates, o fijó la CapitalFederal en la ciudad de Buenos Aires y la Legislatura de la Provincia cedió sumunicipio.

El 8 de Diciembre de 1880 fue el gran día. Con gran pompa y fasto, a lasalida del sol, la escuadra saludó a la Nación y a su nueva y definitivacapital. Los carteles, entusiastas, mostraban la retórica incontenible: Regresoa las tradiciones de la Patria de 1810; Nuevos destinos de la Patria Argentina;Coronamientos de la obra de Mayo.

Establecer la capital en Buenos Aires era la solución más fácil para terminarun viejo problema. La tradición tumultuoso de nuestra cultura y su totalincapacidad consensual, hacían imposible la solución artificial frente a lasolución biológica. Crear una ciudad con el destino de ser el centro de lasdecisiones nacionales, en un lugar apto para corregir los vacíos del espacio,con el clima más conveniente posible, reduciendo el tremendo problema de lasimetría estructural del país, era tarea que probó estar por encima de nuestracultura.

CAPITULO IX

LA GENERACION DEL OCHENTAY SU PROYECTO NACIONAL. 1880-1916

... a Partir del 80 el extraordinario incremento de la riquezaconsolidó el poder económico de un grupo social cuyos miembros fueronnaturalmente aptos para ser designados gobemantes.

Natalio R. Botana: "El orden conservador"

Andrés Carretero hace una ceñida descripción de Julio Argentino Roca: lectorconstante de los clásicos griegos, latinos y castellanos, al promediar latercera década de su vida había comprendido la fuerza de las ideas y el poder dela palabra sin despreciar por ello la elocuencia de los resultados de la fuerzabruta, aplicada en el momento preciso y con intensidad adecuada.

Le llamaban el Zorro. Opinaba que en política no debían pronunciarse palabrasirreparables, precisa excepción en nuestra cultura verbalista y retórica. Superspicacia le permitía conocer a las gentes o inclinarlas a obrar según susconveniencias. Fue mejor militar y político que hombre de estado. Tuvo a menudoel azar de su parte, cualidad sin la cual un hombre público no llega lejos.

Hablar de la Generación del 80 es casi una metáfora. Nunca actúa una solageneración en una extensa época histórica.

Ortega y Gasset lo precisó muy bien y Jaime Perriaux aplicó impecablemente sudescripción a nuestro país. La Generación del 80 abarca hombres como Mitre,Sarmiento, Alberdi, que surgieron con Echeverría y los hombres del 37 y otroscomo Roca, Pellegrini o Roque Sáenz Peña, o Manuel Quintana, mucho más jóvenes.

Esta coexistencia es la que hace posible la estabilidad y el cambio en lasculturas. El presente de

Page 35: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

una cultura lo da la dialéctica de su tradición y losmodelos que inspira el futuro.

La época que comienza con Roca tiene una singularidad particular para losgeneraciones del siglo siguiente. Entre 1880 y 1914 se trazan surcos deinevitable influencia en el curso de nuestra centuria y se marcan firmementeitinerarios de difícil reversión posterior. Resulta entonces imprescindiblecomentar esas décadas con algún detenimiento.

Bajo el lema de Paz y Administración, se continúa con vigor la políticaliberal iniciada en la presidencia de Mitre. Con ella, una forma demodernización unilateral básicamente agropecuaria, que no actúa sobre los gravesproblemas estructurales heredados de la colonia. No se corrige la maladistribución demográfica en el territorio nacional, a pesar de la inmigracióneuropea a la que no se procura estimular ni orientar eficazmente. Tampoco seinterrumpe la persistencia de los conflictos en torno al acceso al poder.

Dice al respecto José Luis Romero: Sin renunciar a sus ideales progresistas,la oligarquía pretendió sustraerse al proceso de renovación, local que en elpaís se operaba, su propósito fue desde entonces económico, acentuando en esteúltimo el espíritu renovador, en tanto que se contenía en el primero todointento de evolución... así quedaba señalado el doble camino... liberal hastasus últimas consecuencias en el plano económico y estatal, y estrictamenteconservador en el plano político.

Es entonces el desarrollo económico que da el estilo espectacular a estetiempo. El aumento de la capacidad productiva se centra en el incremento de lasuperficie cultivada debido al ensanche de las fronteras y se multiplica lacantidad de granos exportados. El país comienza a figurar en la lista denaciones en proceso acelerado de expansión y el mundo asiste asombrado almilagro argentino.

Este proceso acelerado de expansión tiene tres puntos de apoyo: lainmigración, que afluye y trabaja la tierra; los capitales, predominantementeingleses, que financian transportes y obras públicas, y la nueva legislación quesustituye a la existente colonial, ya arcaica.

Los capitales recogidos colocando títulospúblicos en Gran Bretañaespecialmente, canalizan ahorros de innumerables pequeños inversionistas queactúan a través de las casas bancarias como Baring o Rothschild.

La tremenda expansión de la Gran Bretaña culminó en 1897, cuando en elJubileo de la Reina Victoria desfilaron en Londres tres llegadas de todos losrincones del mundo. Toda la época vivía la euforia y la ilusión del Progreso conmayúscula. En una la par de soberbia e ingenuidad, el Hombre —también conmayúscula— se creía dueño de una maestría dependiente de su voluntad que leharía construir su propio Paraíso perdido.

La Argentina —dicho con más precisión Buenos Aires— entró con entusiasmo eneste embrujo. Era bien explicable. Al coro del futuro inefable, al cual nohacían mella acontecimientos tales como la guerra del 70 o la de Crimea, se uníala voz cristalina y juvenil de este país del ganado y las mieses como lollamaría más tarde Leopoldo Lugones, espectador de sus pampas colmadas deespigas y su Capital de parques y palacios. Si desde estos pesares quearrastramos hace tiempo, imaginamos lo que veían nuestros antepasados en lasúltimas décadas del siglo, podemos comprender sin dificultad su emoción y sussueños.

Así fue la explosión liberal en el lapso presidido por Roca. Parecía que laanarquía se había dejado atrás y que comenzaba una era inacabable de fortuna yprosperidad.

En el mensaje inaugural a las sesiones del Congreso de 1881, el Presidentedijo: A la incertidumbre en que hemos vivido constantemente, aún en los períodosen apariencia tranquilos, ha sucedido una confianza sin límites en el porvenir(cita de Isidoro Ruiz Moreno).

Lo que Scobie llamó la revolución del trigo multiplicó sus rendimientos másallá de toda expectativa. Las exportaciones en 1880 fueron de 1.166 Tn. En 1887llegaron a 237.000 Tn; en 1894 alcanzarían 1.600.000 Tn y en 1908, 3.600.000 Tn.

Page 36: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

El aspecto de la capital cambió con una rapidez teatral, Torcuato de Alvear—especie de Haussmann argentino— demolió la Recova de Plaza de Mayo, abrió laAvenida, hizo brotar del suelo parques verdes y floridos y dio a la ciudad unsello parisiense que fue la admiración y el encanto de nativos y extranjeros.

El Jockey Club se fundó en 1882, inspirado en los viejos clubes ingleses. Fuedurante muchos años un centro de sociabilidad y política. En sus mesas se hacíany deshacían gabinetes y se discutía el futuro del país con la naturalidad —y laslimitaciones— con que se podía analizar un patrimonio familiar.

La fuerza y la debilidad de la cultura argentina en esos tiempos ubérrimos,radicaron en esa firme conducción cerrada de los negocios públicos. El estratocriollo que había sustituido el poder colonial y quienes se habían incorporado aél por sucesión o por accesión, había ocupado las vacantes sin modificarmayormente las reglas del juego político. De allí que la transición no fuerarevolucionaria. Se consolidó en el poder de entonces un grupo minoritario convalores modernizados, pero sustancialmente idénticas a los que las jornadas demayo habían creído erradicar.

Ese grupo, al andar del tiempo, amplió su círculo sin variar sus ideales.Abrió prudentemente sus filas a mentalidades escogidas por su afinidad deintereses y apetencias y con posiciones espectables en las provincias. De estacoincidencia nació, por ejemplo, la Liga de Gobernadores.

El sistema político funcionó con un mecanismo reconocible. Hermético alexterior, no dejaba paso a filtraciones inconvenientes. Ello aseguraba el librejuego del grupo interno. Allí la competencia hacía ganar al más hábil, al másfuerte o al que tenía mayor respaldo.

En ese núcleo se repartían los cargos ejecutivos y legislativos. Al fin y alcabo no existían diferentes ideologías. Los de afuera formaban parte sólo delcontexto. En modo alguno del texto. Tenían un lugar que les era propio en unasociedad. Para ellos los negocios públicos sólo eran materia opinable en vozbaja.

Esta limitada perspectiva de la realidad global la velaba como a través de unbanco de niebla y sólo dejaba ver apariencias nebulosas. La incapacidad de loshombres de la generación del 80 para corregir su perspectiva incompleta, limitólógicamente el alcance de sus ideales y esperanzas. No pudo haber habido unProyecto Nacional, porque nunca se plantearon en profundidad el análisis enterodel país. No se percibieron las deficiencias estructurales ocultas detrás de unaexpansión que parecía interminable. Obviamente, no podía entonces ocurrírselesencarar las redistribución de las poblaciones en el espacio, orientandosabiamente el caudal inmigratorio y dotándole de capital o de créditos. Tampococreyeron en la necesidad de sentar las bases de una industria sólida. Ladivisión internacional del trabajo que creían inmutable en el tiempo lo excluíacomo perspectiva rentable hasta para los productos primarios que se daban tanabundantemente en el país. Hicieron sí una modernización de las normas legalespara adaptarlas a la nueva etapa de desarrollo.

En 1884 la Ley de Premios gratificó con tierras a los militares que habíanhecho la Campaña al Desierto. El mismo General Roca, siendo Presidente de laRepública, recibió veinte leguas cuadradas. No es esto por supuesto condenable.El premio a los grandes servidores de la Patria debe ser público y notorio, queasí es la vieja tradición romana recogida por Inglaterra y en general por lasmonarquías europeas. Los títulos o posesiones vinculaban a los hombres preclarosa la clase gobernante, que así se enriquecía con su concurso. Lo condenable estáen lo que pasó con el resto de la tierra.

Dice Miguel Angel Cárcano: La tierra pública se repartió en todo el país sinconseguir jamás poblarla.

El crecimiento de la economía del país fue completamente lineal. No hubodiversificación ni aumento por valor agregado. La economía del país —dice Ferns—creció en fuerza y en peso, como un niño crece antes de la pubertad, pero elaspecto de sus actividades cambió muy poco.

Se mantuvo el esquema colonial de exportación de materias primas y deimportación de artículos manufacturados, con la sola modificación del comerciolibre. La tierra fue un bien poseído, pero parcialmente inactivo.

Page 37: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Los terratenientes de los años 80 daban en garantía su tierra para comprarmás tierra. El instrumento utilizado fue la cédula hipotecaria. Ferns estimaque entre 1883 y 1887, las tierras revaluaron un 1.000 % en la Provincia deBuenos Aires; un 750 % en Córdoba; un 420 % en Santa Fe y un 370 % en EntreRíos.

La cédula se convirtió en un impulso activo de inflación acelerada. Elotorgamiento de los créditos se hacía según las reglas del grupo cerrado y sebasaba en vinculaciones personales o en influencias políticas. Rara vez enantecedentes económicos y financieros adecuados.

Esta política tenía una falla gravísima: desvinculaba las tierras de sucapacidad productiva, sobrevaluándolas por razones ajenas a su rendimiento. Laadquisición para explotarlas resultaba en algún momento, tarde o temprano, unamala inversión. Cuando llegó el momento inevitable del estallido de la burbuja,muchos propietarios recientes quedaron arruinados.

Roca terminó un día su primer mandato y se dispuso a lograr el segundo cuandollegara el momento. Habilidades no lo faltaban para conseguirlo. Miguel JuárezCelman, emparentado con el Presidente, aunque no elegido por éste, lo sucedió.

Llegó al poder en el estilo habitual, con fraude e intimidación por las armasy una activa campaña entre los hombres fuertes de] interior. Fue su compañerode fórmula Carlos Pellegrini, quizás el hombre más brillante y lúcido de sugeneración.

Juárez Celman se perfiló en seguida como gobernante autocrático. Coloso dela sombra de Julio Roca, que partió a un largo viaje, procuró en su ausenciaconsolidar su posición.

Si él provenía deun sistema político cerrado, quiso cerrarlo más aún.Cometió así un error de graves consecuencias, tanto para él como para el país.Olvidó, o no fue capaz de percibir, que los sistemas cerrados funcionan con unmecanismo muy delicado de lealtades y contrapesos dinámicos, que se desequilibramuy fácilmente. Juárez Celman carecía de las cualidades de prudencia e intuiciónque caracterizaron a su predecesor.

Comenzó por extender sus maniobras a la Jefatura del Partido Nacional quehabía tenido Roca en su Presidencia y se convirtió en el jefe único de unaagrupación política que quiso también que fuese única. Allí se acuñó lacalificación de Unicato que caracterizó a su gobierno.

Más tarde procuró asegurar su liderazgo en el interior a través de accionesque pusiesen el poder provincial en manos adictas. Así lo hizo en Tucumán,después en Córdoba —en cuya gobernación colocó a su propio hermano Marcos— yotro tanto hizo en Mendoza. Fomentó la sedición y la remoción de losmandatarios, actuando así con todo el riesgo y la imprudencia de la más ranciatradición política nacional.

Esta actividad invirtió pronto la frase citada que había pronunciado Roca en1881. En 1888, ya podía haberse dicho que a la confianza sin límites... hasucedido una incertidumbre... La cultura volvió a padecer el curso habitual: Elgobernante irritado con la oposición procuraba controlarla. Si ello no eraposible, la eliminaba. La oposición crecía sordamente con estallidos periódicos,más o menos cruentos. La represión se acentuaba y la oposición se fortalecía. Laeconomía se deterioraba. El gobernante caía; la recurrencia de esta espiraldescendente, ya no escandalizaba a nadie. El avance tumultuoso, el ataquearmado y la violencia eran una secuencia acostumbrada a la que el pueblo asistíacomo convidado de piedra.

Esta manera menguada de ver el mundo no era incompatible con el brillo y lasluces de la gran ciudad. A ella acudían actrices célebres y cantantes famosos yel teatro lírico se seguía con pasión en salas repletas. La grandeza, losmonumentos, las avenidas, florecían en meras apariencias con pies de barro. Perodetrás del barniz recién pintado quedaban otros mensajes en la pared.

La generación del 80, con sus innegables talentos y su refinamiento, afianzóuna cultura esquizoide que estallaría varias veces en el siglo siguiente.

Page 38: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Por un lado la realidad, que se mueve según la constitución de las cosas. Porotra, su representación artificialmente regida por reglas diferentes, deutilería, urdidas con tanta soltura que sus mismos artífices resultaríanengañados por sus propias tabulaciones.

En la realidad política y económica, el país había avanzado poco hacia elfederalismo. Su impulso original habían sido los caudillos y su razón natural elaislamiento de las poblaciones en un gran espacio territorial.

En otras épocas, algunos de esos caudillos, especialmente Artigas, habíanvisto claramente las posibilidades de una federación, pero la misma índole desus relaciones con la gente, y con su pueblo, menoscabó su intención de lograruna convivencia federal, basada en normas de poderes compartidos. Por otraparte, el fracaso de congresos y diputaciones demostraba un ambiente generalpoco dispuesto acuerdos y compromisos.

Por su parte la actitud de Buenos Aires, centralista desde la hora coro,había saboteado toda federación que no fuera unitario y bajo su dirección. Estaactitud, que Rosas llevó hasta sus últimos extremos informales, Pavón laconsolidó formalmente.

Los hombres que llegaban a la Presidencia desde las Provincias, comoAvellaneda, Roca o Juárez Celman, no tenían tampoco una visión federal. Laciudad los seducía con sus grandes aires. Al percibir el desequilibrio con lasmodestas ciudades provincianas, trataban de proyectar en éstas su propio poder,sin hacer nada para madurar en ellas una capacidad de gestión autónoma. De allíel uso inmoderado de las intervenciones como instrumento de dominio ymanipulación política.

Cuando Roca entregó el mando a Juárez Celman le dijo: ... Os transmito elpoder, con la República más rica, más fuerte, más vasta, con más crédito y másamor a la estabilidad y más serenos y halagüeños horizontes que cuando yo larecibí.... Si estas afirmaciones del Presidente eran ciertas y lo eran desde superspectiva, en todo caso simplificaban la realidad. Pocos años seríannecesarios para comprobarlo.

Mientras, la inmigración continuaba creciendo rápidamente —115.000 personasentraron en 1886; 120.000 en 1887 y en 1890 alcanzaron a llegar 260.000—. Eramano de obra que venía a trabajar. No debía perder tiempo. Pero mucha de la quepensó trabajar la tierra terminó en la ciudad, donde el aumentar la ofertacomprimía los ingresos de la que ya estaba trabajando.

En los primeros años de la administración Juárez Celman, el crecimiento fuemilagroso. Los problemas se perdían como anécdotas que nadie tenía en cuenta.Los negocios afluían y la ciudad brillaba más cada día.

Sobre ese hechizo se publicó un día un libro bajo el seudónimo de JuliánMartel. Se llamaba La Bolsa. En una narración apresurada describía personajes nototalmente verosímiles. No obstante, bono la fuerza tremenda de una crónicaabsolutamente testimonial. Pinta a una comunidad agitada por esa magiacompulsivo que empuja hacia los espejismos y condena a las mariposas aconsumirse en la luz.

Uno de los personajes importantes de la obra, que lleva el nombre pococonvincente de Granulillo, expresa:... que caucionando a un alto precio, en elBanco a cuyo Directorio pertenecía, mil títulos de las Catalinas, que habíancomprado entre todos, adquirían un nuevo capital para comprar más títulostodavía y estos nuevos títulos comprados -añadió- también podemos caucionarlosen otro Banco, para comprar más títulos aún. Podemos repetir la operación alinfinito y cuando menos acordemos, al encontrarnos con ganancias inmensas,retirar de los Bancos los títulos caucionados y...

Más adelante otro personaje con cara de muchacho precozmente depravado en lassecretas crápulas de la escuela decía: He conseguido cien boletas de electores,estoy seguro de que cualquier candidato a quien yo se las ofrezca me pagará buenprecio. Y en otro párrafo Martel va señalando a los ocupantes de los espléndidoscarruajes que desfilan por la avenida Alvear: allá va el fundador de veintesociedades anónimas cuyas acciones, ficticiamente valorizadas, recuperarán tardeo temprano su verdadero valor !ay, el cero!. Allá van nuestros héroes todosenvueltos en el

Page 39: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

torbellino que confunde las carrozas de la mujer pública con elmajestuoso landó de la familia respetable y el ligero vehículo del tinterilloensoberbecido a quien quizás aguarda la cárcel al término de su carreravertiginosa... allá va como inmensa visión apocalíptica, una sociedad enteralevantada en vilo por el agio y la especulación celebrando la más escandalosaorgía del lujo que ha visto y verá Buenos Aires...!

El valor documental de este testimonio refleja la aceleración de una época, através de un espectador que construye con personajes de ficción un reflejo fielde la realidad.

La tierra —dice Guido— era el objeto principal de la inversión capitalista ysu precio subía vertiginosamente. Lo que se había comprado veinte días atrás, sevendía al día con diferencias del 300 al 400 % y la Bolsa, que reflejaba talestado de cosas, constituía una locura mayor. Su recinto se había transformadoen una rueda de afiebrados jugadores.

Este ritmo se sobrecargaba con concesiones de obras férreas que no estabanbasadas en estudio alguno de conveniencia, ni menos, aún, de prioridad. Lacamarilla en torno al Presidente, que gobernaba el sistema cerrado del poder,pujaba para que esos trenes fantasmas pasaran por sus tierras recién adquiridaspara que aumentase su valor especulativo.

Carlos Pellegrini —fino observador de la realidad— escribió una carta alpresidente, en la que con precisa concisión describe el ojo de la tormenta: LosBancos Hipotecarios —dice, citado por Balestra— fueron puestos al servicio de laespeculación con lo que se exageró el valor de la tierra y se mantuvo la tierrasin cultivar, los bancos garantidos se fundaron con mayor capital que elnecesario y se apresuraron a colocarlo y lo colocaron mal, por las influenciasperniciosas que pesan siempre sobre los bancos de estado, el oro importado alpaís para garantía de la emisión fue lanzado a la plaza en persecución de unaquimera y el papel producido por su venta fue igualmente entregado a la plazapara fomentar la misma especulación que se trataba de combatir.

1889 fue el año en que estalló la burbuja. Galbraith, en su excelenteanálisis del crash americano de 1929, hace algunas, reflexiones útiles a esterelato. Para comenzar, anota que el número de especuladores era relativamentereducido con respecto al total de la población. Lo sorprendente —dice— ... fuela manera en que llegó a ser central a la cultura. Más adelante observa: Muchomás importante que la tasa de interés y la provisión del crédito es la partesustancial. La especulación en gran escala requiere un extenso sentido deconfianza y optimismo y convicción de que la gente común ha de ser rica.

Cuando rápidamente se iba deteriorando la Presidencia de Juárez Celman,comenzó a conmoverse el espíritu cívico. Viejas y nuevas fuerzas se unieron enuna agitación sin precedentes. La figura más patética que emergió entonces fuela de Leandro N. Alem, tribuno inflamado, poseído por ideales puros dereivindicación de un pueblo empobrecido, del cual fue la voz. Apasionado yviolento, soñaba con dirigir una profunda revolución que lo llevara al poder.Del Valle, enérgico talentoso, también increpó al gobierno con verba acusadora.El General Mitre, ya serenado, era el vicio prócer ante cuyas virtudesrepublicanas cesaban las críticas.

Mientras, el oro subía y el valor de las tierras bajaba. Los Bancossuspendieron sus créditos. Aquellos que tenían autorización para emitir monedano rescataban las emisiones que debían recoger de la plaza y éstas quedaban comoemisiones clandestinas. Llegó el momento de desatender la deuda externa y suscompromisos impagos oscurecieron aún más el panorama interior.

La respuesta al desorden creciente puso otra vez en evidencia la tenueestructura jurídica de la República. Un grupo de oficiales del Ejército comenzóa urdir una conspiración juntamente con civiles encabezados por Del Valle, Alemy un discreto pariente suyo destinado a la fama nacional: Hipólito Yrigoyen.

Carlos Pellegrini, años más tarde, describió así a su reacción de nuestracultura: cuando un maquinista imprudente atiza la hoguera y cierra todas lasválvulas, se expone a hacer reventar la caldera, también es evidente que, cuandouna máquina no funciona regularmente por culpa del maquinista, no puedeaceptarlo como un principio de mecánica racional que el único remedio

Page 40: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

consisteen hacer volar la máquina y al maquinista.

La revolución del 90 fue improvisada y cruenta. Era un intento más que seríaseguido por muchos otros de hacer volar la máquina y al maquinista. En elNoventa sólo se Consiguió que volara el maquinista.

Juárez Celman hizo esfuerzos de toda índole para conservar el poder. Laintentona fue resumida por el senador Pizarro quien dijo en la Cámara: Larevolución está vencida, pero el gobierno está muerto. Y agregó:... el Ejércitoestá anarquizado y perdido, la Armada Nacional perdida y anarquizada; ladisciplina militar ya no existe. El ejército y la armada han desaparecido comoinstitución regular... las finanzas están arruinadas; el crédito público yprivado perdidos; el comercio agonizante, la liberta política suprimida. En unapalabra: las instituciones son un montón de escombros como el que acaba de hacerel cañón en nuestras calles...

La cultura había sido, una vez más, un grupo minoritario, era acompañada porbuena parte de una mayoría silenciosa que no podía expresarse. Seguía siendo unrecurso accesible y aceptado para enfrentar la desorganización endémica, talcomo lo había sido desde 1810. La repetición de los rasgos respondía a unaconfiguración cultural a la que el país estaba habituado. El autoritarismo noresidía solamente en ese grupo minoritario sino en el sistema social entero.

Juárez Celman tuvo que renunciar obligado por la presión general y la amenazadel uso de la fuerza. En ningún momento se planteó el uso de los instrumentosconstitucionales del juicio político. Este mecanismo de emergencia nunca fueconsiderado por nuestra cultura como un medio apto para enfrentar situacionesextremas. Otra vez se recurrió a la mecánica irracional de hacer volar lamáquina y al maquinista.

En el texto de su renuncia, el Presidente no reconoció ninguno de suserrores. Era bastante obvio que así ocurriera. Nuestra cultura ha eliminado laautocrítica por amor propio. Juárez Celman afirmaba haber desempeñado su cargocon lealtad y patriotismo. Una frase aislada resumía su convicción, adoptandouna posición de víctima: Mis nobles esfuerzos han sido inútiles. Para él losseres y las cosas se lo habían impedido.

Carlos Pellegrini aceptó la Presidencia después de que un grupo debanqueros, terratenientes y comerciantes ricos suscribieron un empréstitointerno que les propuso en una reunión privada. No podía hacer otra cosa frentea los problemas inmediatos. No tenía tiempo ni vocación para cambios profundosen las costumbres políticas que criticaba. De todas maneras no se le hubiesepermitido.

El oro siguió subiendo. A principios de 1890 estaba a $ 215 y llegó a $ 410.Pero el Presidente tenía la cuota de confianza mínima, toda la autoridad que sepodía tener en tiempos tan inciertos y era hombre lúcido y decidido. Lo primeroque había que poner bajo control —como siempre—, era la deuda externa. Y paraello —como siempre— no había otro recurso que llegar a un acuerdo con losacreedores del exterior. Para esto, los tiempos —como siempre— erandesfavorables. Los banqueros (en Londres) no querían ni oír hablar de laArgentina.

El panorama era muy hostil en Gran Bretaña. Baring Brothers, la casa bancariaque había canalizado fondos al país desde 1824, enfrentaba la bancarrota debidoa nuestra falencia. Según datos de Ferns que cita The Economist, los títulosnacionales argentinos habían bajado de L. 26.157.000 a L. 13.379.000 y losprovinciales y municipales de L. 29.903.000 a L. 9.218.000. Lo que era aún peor,no había compradores.

El 14 de noviembre de 1890 el Banco de Inglaterra acordó con Baring soportarla mitad de las pérdidas ocasionadas por los infortunios argentinos. Pellegrinitomó al año siguiente algunas medidas de gran importancia: canceló operacionesfraudulentas de tierras, obras públicas y concesiones garantidas de extensión devías férreas innecesarias. Atacó duramente a los Bancos de Estado, denunciandoen el mensaje presidencial su responsabilidad en la crisis al prestar dinero singarantías. Había ordenado la liquidación del Banco Nacional, obteniendo unasensible baja del oro y creado la Caja de Conversión. El 26 de octubre de 1891inauguró el "Banco de la Nación Argentina" instando a su directorio —presididopor D. Vicente Casares— a prestar su atención a los intereses de toda laRepública.

Page 41: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Pronto llegaban las elecciones de 1892. La Unión Cívica, el nuevo partidocreado a raíz de la crisis, propuso como candidato al General Mitre, a la sazónen Europa, quien aceptó la candidatura y a su vuelta al país fue recibidoclamorosamente. Después, los acontecimientos se precipitaron. Roca propuso alcandidato hacer un acuerdo de partidos y pasar por alto la elección. Mitreaceptó la idea. Alem y los cívicos reaccionaron airadamente a esta decisiónregresiva, que era un paso atrás negando otra vez la participación de laciudadanía. Allí nació la Unión Cívica Radical. Mitre hubo de renunciar a sucandidatura.

Entonces Eduardo Costa, Gobernador de Buenos Aires, sugirió como candidato aRoque Sáenz Peña.

Roca, a quien no convenía la personalidad de este joven y brillantejurisconsulto, se arregló para inducir a Mitre a presentar como candidato a Luis Sáenz Peña, padre de Roque.Hombre mediocre, que no tenía vetas peligrosascomo su hijo, tachado de modernista, palabra que para quienes la pronunciabantenía matices estremecedores. Luis Sáenz Peña aceptó su candidatura filicida yRoque renunció a la suya al día siguiente. Cuando él mismo alcanzó laPresidencia lo hizo ya enfermo y murió poco después. El régimen había perdido una gran oportunidad.

Alem nunca abandonó la idea de una revolución triunfante, a cuya cabeza veíasu propia figura de profeta iracundo. Hijo de un mazorquero ejecutado, cuyocadáver había sido expuesto en la Plaza Mayor, en su celo tenía también unavieja y respetable ansia de reivindicación de su nombre.

Los radicales, por su parte, una vez más tejían apresurada y desordenadamentelos hilos de otro intento armado.

Hasta conquistar el poder por las urnas, la Unión Cívica Radical, primero conAlem y después con Yrigoyen, conspiraría constantemente. Esta actividad era lareacción clásica al sistema político cerrado de los liberales. A partir delpensamiento de Alem, levantó la bandera de una intransigencia —signo frecuenteen nuestra historia— rechazando toda concertación que discutiese susprincipios. El partido sería con el tiempo otraorganización insular sin concesiones.

Octavio Paz, refiriéndose a Latinoamérica dice: Entre nosotros... las ideastuvieron una función de máscara, así se convirtieron en una ideología... esdecir en velos, que interceptan y desfiguran la percepción de la realidad. Tanto el liberalismo de la generación del 80 como el radicalismo que se leopuso, desarrollaron una ideología en torno al poder. La percepción de larealidad que es cosa viva, cambiante y proteiforme, se resiente al ser sujeta auna rigidez que la simplifica y la desfigura.

La generación del ochenta se fue extinguiendo con el siglodiecinueve. Sus propias contradicciones internas le hicieron perder el dominiode los acontecimientos y de alguna manera el régimen pasó a ser espectador de untrayecto al que todavía usufructuó sin impulsarlo. Era la inercia que manteníalas apariencias, pero de las lesiones de las crisis de 1899 y 1890, no serecuperó jamás. Faltaba la conciencia de los problemas permanentes.

Había sido la generación más fructífera y más innovadora desdela emancipación y había logrado movilizar recursos sin par en Latinoamérica,haciendo de la Argentina la nación más moderna de América del Sur.

A la generación del 80 le fue dada la tan estupenda cuanto dificilísima tareade modelar un gran país, no solamente en su economía, sino en su política. Sufracaso parcial no le es imputable, porque hizo lo que pudo. Pero nosotros, susdescendientes, tenemos la responsabilidad de analizar su itinerario e indagardónde equivocaron el camino. No para acusarlos ni erigirles en responsables denuestros propios errores, sino para arbitrar la corrección que sea posible.

El país asimétrico acentuaba su desequilibrio en esa última década del siglo.El curso que resultó de la desproporción entre el poder y el desarrollo deBuenos Aires y el del resto del país, volvería al siglo siguiente a manifestarsu recurrencia. A los tiempos tumultuosos seguirían los autocráticos y a éstosde nuevo aquéllos. Con formas distintas, como lo requiere la historia humana, laArgentina es la tierra del déja vu.

Page 42: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

CAPITULO X

LA UNIDAD DE LA CULTURA ARGENTINA A TRAVES DE DOSEJEMPLOS

Hay mucho de dandysmo en ese orgullo individualista y en esarepugnancia a pertenecer a un partido, ni aún como jefe. Sabía que asíera más difícil llegar a las alturas del gobierno, ¿pero no era acaso máselegante?

Pilar de Lusarreta hablando de Manuel Quintana: "Cinco dandysporteños"

Un excelente estudio de Thomas Mc Gann reseña nuestra política exteriorrespecto a Latinoamérica y demuestra que la foja de servicios arden tina re velaausentismo y oposición.

Así, la Argentina no concurrió a ningún Congreso ni suscribió tratado algunointeramericano en las sucesivas invitaciones que lo fueron formuladas (1826;1847; 1856; 1852; 1880).

En 1888, la Argentina con el Uruguay convocaron en Montevideo un CongresoSudamericano de Derecho Internacional Privado que excluía al resto de América. Al inaugurarlo, el Ministro de RR.EE. de Juárez Celman, Quirno Costa, destacó elhecho auspicioso de la benéfica influencia en Latinoamérica de nuestrasinstituciones liberales... y la inmensa riqueza de nuestros dilatadosterritorios.

Manuel Quintana y Roque Sáenz Peña, hombres promimentos de su generación,fueron delegados. Su brillante desempeño los llevó a representar al país en elPrimer Congreso Panamericano de Washington en 1889.

Allí fueron. Su singular comportamiento fue ejemplo de la mentalidadargentina de su tiempo. Desembarcaron en NuevaYork y partieron en seguida a Washington, donde el 2 de Octubre se inauguró laConferencia, presidida por el Secretario de Estado Mr. Blaine.

A esa inauguración no asistieron. Según informaron a Zeballos, Ministro deRelaciones Exteriores, no estaban dispuestos a que la conferencia estuvieradirigida administrativamente por los Estados Unidos. A esa misma hora sevistieron de levita y con sombrero de copa (y) salieron a pasear por las callesde Washington en un carruaje abierto —su ausencia voluntaria quedó asíexplícita—.

La conferencia recién inaugurada entró en receso y el gobierno invitó a losdelegados a viajar seis mil millas por la Unión para conocer su grado dedesarrollo.

Dice escuetamente Mc Gann: Entre los setenta y tras delegados y auxiliaresque constituían el elenco de la conferencia, los caballeros de la Argentinafueron los únicos que declinaron la oportunidad de examinar la prosperidadmaterial de los Estados Unidos.

José Martí, el gran poeta y patriota cubano que residía en Nueva York y eracronista de La Nación, describió así este viaje al interior: El tren... llevasiete coches y uno con baño y barbería y biblioteca y salón de beber, y otro concomedor de cocina francesa y cinco criados, y otra con la prensa y laelectricidad y cinco para habitación de los viajeros, con el criado al pie, y elcolchón de plumas, y la luz eléctrica a la cabecera: la máquina es maravilla porligera y segura, yda el calor y mueve los frenos, no mudaron de carros en las5.400 millas los viajeros, ni hubo tren palacio más cómodo y

Page 43: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

ostentoso. En él novan ni la Argentina, ni Méjico, ni Chile, ni Lafayette Rodríguez, ni Bolivia.Era largo el viaje para los delegados. Se han quedado en Washington.

La crónica difiere de Mac Gann. Los argentinos no eran los únicos ausentes. Las razones de los demás las desconocemos; la de nuestra gente, podemos intentarinterpretarla.

... el argentino típico no tiene más vocación que la de ser ya el que imaginaser, vive pues entregado, pero ya no a una realidad sino a una imagen... y enefecto, el argentino se está mirando siempre reflejado en la propia imaginación.Es sobremanera Narciso,..

Esta sagacísima observación la escribió Ortega y Gasset en 1925. Pareceinspirada en el estilo de los delegados a la Conferencia Panamericana. Estoseran miembros del grupo reducido de la sociedad que poseía buena parte de lainmensa riqueza de nuestros dilatados territorios Su calculado desdén dejabaclaro su sentimiento de superioridad. Les parecía por demás superfluo enterarsede los adelantos de los Estados Unidos.

Al reanudarse las sesiones, la delegación entró en pronta polémica con losamericanos. La Argentina estaba muy fuertemente ligada a la Gran Bretaña, cuyarivalidad comercial con su ex-colonia iba en aumento. La virtual dependencia de nuestro país actuó comoprejuicio poderoso en el Congreso. El diario el Sun comentaba: Están vendidos alos Ingleses estos sudamericanos que se lo oponen a Blaine.

La actitud personal de Manuel Quintana expresa ciertas particularidades suyasy del grupo social al que pertenecía, pero no era incompatible con su desempeñoeficaz como delegado argentino.

La síntesis de Martí es elocuente: Y sin ira, y sin desafío, y sinimprudencia, la unión de los pueblos cautos y decorosos de Hispano-América,derrotó el plan norteamericano de arbitraje continental y compulsorio sobre lasrepúblicas de América, con tribunal continuo e inapelable, residente enWashington. Y cita al Evening-Post: Elarbitraje acordado es con poca diferencia, al del proyecto de alcance y raíz quepresentaron juntos, en un día inolvidable ya en la historia de América, elBrasil y la Argentina.

El narcisismo, ese deleite en la imagen de sí mismo, común en las clasesgobernantes de la Argentina, existía también por otras causas en un estrato muydistante del sistema social porteño: Por aquellos días, despuntaba apenas unaforma de baile que caracterizaría a nuestro país y llegaría a ser lacanción-síntesis de nuestra cultura, como los negro-spirituals o el jazz lo sonde la cultura negra americana.

Sus orígenes dan lugar a polémicas porque sus raíces son múltiples. Sonmuchos entonces los que con penetrante intuición, han explorado su música, suletra y su coreografía. Tulio Carella, que ha puesto en este empeño hartalucidez, llega a decir que ningún trabajo serio sobre los usos y costumbres delos argentinos sería completo en la actualidad, si no se incluyera el estudiodel tango.

Escritores como Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato y Ezequiel Martínez Estradahan reflexionado sobre el tema. Especialistas como José Gobello, HoracioFerrer, Vicente Rossi, León Benarós, Carlos Vega, Miguel Etchebarne, Héctor yLuis Bates, y muchos otros lo han analizado en su singularidad cultural.

La habanera cubana, heredera de la contradanza española que al decir deRivera llega a lo largo de la década de 1850... se transformó en milonga a laque según Ventura Lynch (1883) sólo la bailan los compadritos quienes han creadocomo una burla a los bailes que dan los negros en sus sitios.

Fue el compadrito entonces, quien introdujo el tango en nuestra cultura. Carlos Estrada lo describió así:... lleva oculto en la cintura un cuchillo deriña y no son raras las veces en que concluye sus tertulias con tajos a diestray siniestra con marcas en la cara o con feroces cuchilladas en el vientre. Engreído y orgulloso, siempre está prevenido y ve ofensa en un gesto o en unamirada..

Sea lo que fuere la génesis del compadrito, híbrido triple del gaucho, delgringo y del negro —dice

Page 44: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Lugones —es un personaje desarraigado, el orillero, elmarginado— y por lo tanto inseguro, que explora en cada incidente su situaciónincierta. Sólo la punta y el filo pueden darle alguna respuesta. En un ritualcruento cuestiona permanentemente su identidad.

Su coraje es compulsivo. Es formación reactiva la que lo lleva al desafío.Si marca o mata se afirma en la vida, al cuchillo lo impulsa su angustiaexistencial y en la respuesta juega su piel...

El compadrito comenzó burlándose de los pasos del candombe negro. De esteremedo sacó el puro deleite del corte y la quebrada. Absurdamente —dice LeónBenarós— es una pareja de hombres la primera que se aviene a bailar el tango enalguna esquina. El tango parecía solamente cosade hombres y cita a Evaristo Carriego

... al compás de un tango, que es "La Morocha", lucen ágiles los cortesdos orilleros

De las esquinas, el tango pasó a los peringundines: ese nombre de confusaetimología señalaba a cafetines frecuentados sólo por hombres: cuarteadores,troperos y reseros, que bailaban entre sí.

Con la aparición de la mujer —el compadrito, como lo subraya Gobello no eramisógino— la coreografía se enriquece. Mientras el bailarín negro se deslizabajunto a su compañera en un solo block —cuenta Andrés Carretero— el bailarínblanco y pardo trastroca la coreografía al convertirse en el centro y eje delbaile.

José Sebastián Tallon retrata magistralmente a un guapo de la época: elCívico, que transitaba de los veinticinco a los veintiocho años de edad... Enel conventillo, su habitación relucía... Retratos de él en profusión...decorativamente, jugándose como bailarín en un corte o una quebrada...

En esos retratos el hombre baila con una mujer. Contrariamente a unaimpresión superficial, nada hay sensual en sus evoluciones. La mujer es unobjeto que debe seguir la figura principal. Ella baila con él. Pero él bailasolo. El acto narcisístico y su goce son solitarios. A la mujer sólo se le exigeque baile bien. Poco importa su aspecto.

El tango se hizo entonces exhibición sacralizada, de la que el bailarín es eloficiante. Los espectadores contemplan sin participar. El hombre es un solistacon la conciencia clavada en sus pies que son su espejo, contrapartida de aquelotro espejo que es la hoja pulida de su cuchillo. Sólo ellos reflejan sus únicostriunfos. Sólo ellos lo defienden de su ostracismo de orillero, de sus dudas, desu incertidumbre.

Cuando Mr. Henderson, uno de los delegados de los Estados Unidos, le hizo uncomentario y le habló de su ausencia en la gira, Manuel Quintana contestó: Yo heestado donde me manda mi deber y donde me pareció mejor estar. La perplejidad desu interlocutor fue su espejo. Allí se reflejaba la suficiencia de un país condilatados territorios. Esa respuesta coherente con su imagen de sí, lo defendíatambién de su simultánea inseguridad frente al desmesurado modelo americano.

En los dos extremos del espectro social, igual perspectiva egocéntrica. Ambascoincidían en su estrechez. La insularidad, el rechazo de las referencias,agrandaba la propia imagen dejando percibir apenas girones del universoexterior.

Rasgos simétricos en seres muy distantes revelan la unidad de una cultura.Denuncian la trama que vincula las vibraciones del sistema social que laconstituye. Al descifrar la múltiple codificación que almacena nuestra historia,se adivina la presencia invisible de viejos fantasmas, que llegan desde el bordedel tiempo para intervenir en la vida de cada día.

El tejido cultural es un tapiz vivo y alerta, donde todo se conserva y todose transforma en una dialéctica incesante entre pasado, presente y futuro.

El tango fue la voz, el testimonio de una manera de ver el mundo desde unaperspectiva dada, en un espacio-tiempo único y limitado, pero con secretosvínculos con antiguas perspectivas desde

Page 45: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

ángulos ya borrados. Recibió mensajesremotos que le llegaron de la pampa y de su ganado silvestre, que el gauchodegollaba para comer. También de la ciudad, con sus esplendores y con susmiserias, con sus formas de vida y sus exclusiones. El resentimiento delorillero nace en una economía que lo margina y en una política que lo usa.

El tango no pudo haber sido otra cosa. Ni un canto venturoso al porvenir niun llamado a la aventura gozosa. Tampoco una incitación al descubrimiento decosas nuevas. Esa voz del tango puso letra auna cultura tensa, como una espiral viva cuyo diámetro se va contrayendo,mientras dibujaba en el piso sus contorsiones, sus cortes y sus quebradas, susidas, sus vueltas y sus interrupciones súbitas.

Dos perspectivas coincidentes, en los dos extremos opuestos de lasociedad, ajustaban su enfoque a su propia imagen y desde allí, mirando haciadentro, construían su tabla de valores. Con tan estrecho espectro se tejió buenaparte de la cultura nacional, inspirada en el Puerto.

CAPITULO XI

LA REPUBLICA VISTA A LOS CIEN AÑOS DE SU EMANCIPACION. 1810-1910

El año 1910 estuvo marcado en todo el mundo por el paso del cometaHalley... en esa época, todo era refulgente como el propio cometa; y si enotros países inspiró temor y aun suicidios, en el nuestro se lo consideró unaseñal del cielo que indicaba un magnífico y seductor destino, tan elevadoy promisorio como las estrellas mismas.

Jimena Sánchez: "Entre dos Centenarios"

La reubicación social, política y económica que sucedió a Mayo de 1810,prefiguró en rasgos generales el futuro de la cultura de la comunidadrecién-descolonizada. Muy pronto fue visible que el estamento criollo mercantily el terrateniente en expansión ocuparían el vacío de los españoles. Así seproducen dos polarizaciones casi simultáneas: la del poder político y económicode una alta burguesía que se va a consolidar con cierta rapidez en la provinciay la del dominio de Buenos Aires sobre el resto del país.

Se comenzó entonces a ordenar la nueva configuración cultural, que repitió enel interior el fenómeno porteño con respecto a las relaciones de las familias ogrupos más ricos y la masa del pueblo.

El 50 % de la población urbana del país estaba en Buenos Aires. Ladistribución territorial total era de un 61 % en el Norte y en el Litoral el 39% restante.

La guerra exterior exigía gastos considerables y levas de soldados, cargasque soportaron en grado mayor las clases más bajas. En esta primera fase de laformación de una nueva cultura, es notable el heroísmo y el denuedo con que seluchó por la liberación americana.

Es obvio que las campañas militares introducían un factor de desordenmúltiple, que no era el más propicio para la aparición de los valores que senecesitaban para construir en la paz una Nación.

Page 46: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Pero muy pronto se mostraronrasgos que probarían ser constantes y que no eran resultado de la guerra con elexterior. Era la constante disensión interna, que hacía muy difícil organizar lapolítica y la economía.

Fue así que la discordancia, la violencia y los brotes autocráticos, crearonun campo muy fluido de tensiones en pugna por posiciones de poder, que semanifestaron tanto en el interior como en la ciudad porteña ya a partir de laPrimera Junta de Gobierno.

Este clima de inestabilidad interna, fue en su mayor parte el resultado deconflictos personales y del incesante cuestionamiento de la legitimidad de quienestuviese en el ejercicio del poder. Este fenómeno, repetido a través de laexperiencia de la conquista, se trasladó como invariante a la historia nueva quese estaba formando.

La ambición, el amor propio, el egoísmo, se manifestaban con unaintensidad que dificultaba el mínimo consenso para ordenar un país. Estecomportamiento, visible en la aurora de la independencia, se fue imprimiendocomo un rasgo cultural persistente y se mantiene como una de las líneasostensibles de la configuración antropológica.

Ruth Benedict estudió, en la costa noroeste de los Estados Unidos, unacultura llamada Kwakiutl cuya conducta estaba dominada en todos los aspectos porla necesidad de demostrar la grandeza del individuo y la inferioridad de susrivales.

El comportamiento de los kwakiutl tiene rasgos familiares con algunos delos que se entretejieron en la formación de la cultura argentina desde suemancipación. Es así que se llegó a la anarquía de 1820 y al ambiente dereservas, reticencias y falta de unidad que dio estilo a los primeros cien añosde la república.

El desarrollo tempranamente asimétrico de Buenos Aires y el interior semarcó ya en 1811 y se selló en 1880 con la capitalización porteña. La debilidadinicial del interior respecto de los ingresos aduaneros del Puerto, limitó lacapacidad opositora del país frente a su provincia más poderosa. Ella se hizoguerrera, tuvo resistencia y tuvo argumentos, pero sólo alcanzó al hostigamientoy no al equilibrio.

Otro aspecto muy importante en la configuración de la red de invariantesde nuestra cultura, tiene antecedentes también en 1811 cuando, ya decidida laantinomia Moreno-Saavedra, se propuso crear una Comisión de Seguridad Públicadestinada a la vigilancia y a la indagación de sospechosos de sembrar ideassubversivas de la opinión general sobre la conducta y legitimidad del actualgobierno... Estas persecuciones y las sucesivas medidas de censura que culminana menudo clausurando diarios como El Censor, Mártir o libre, la Prensa Argentinay muchos otros, marcan la persistencia de las tendencias despóticas durante elprimer centenario.

Las guerras internas y las disensiones, los cambios continuos deautoridades, las leyes represivas, eran distintas formas de limitación de lalibertad de expresión y de movimiento. El grado de inestabilidad que las guerrasde liberación habían justificado, pasaba a ser un componente crónico al cual lapoblación debía adaptarse.

Las maneras en que esta adaptación era posible, variaban según las clasessociales, pero todas ellas, aún las más poderosas, eran sensibles a losaltibajos, a las amenazas de invasión, a las contingencias económicas, a laescasez y al peligro. Esta situación exigía volcar muchas energías al meroejercicio de conservar ciertas formas de equilibrio social. La cultura incorporómuy pronto la incertidumbre, como constante de su vida diaria, a su concepcióndel futuro probable y, en diversas épocas, durante esos primeros años, hubo deconvivir con el miedo y con el terror, enfermedad del ánimo que aqueja a laspoblaciones como el cólera morbus...

Este desorden profundo que domina el siglo, revela la pugna de grupos confuerzas parejas que no alcanzan a constituir subsistemas dominantes a pesar desus ambiciones. Sólo cuando renace el fenómeno de los caudillos, algunos deellos organizan verdaderos subsistemas cerradoscomo el que Juan Manuel de Rosasllevó hasta sus últimas consecuencias.

Page 47: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

La aparición del caudillo revela una intuición que identifica las ansiassecretas de la masa y una relación mágica de ésta con el hombre que tan bien lasadivina.

Rosas resultó ser el caudillo de más éxito, porque, sin duda, ademástenía una inteligencia singular. Dice Martínez Estrada: ... La moda delfederalismo y el nombre de Santa Federación que da a la República, delatan queel orden colonial puede subsistir al amparo de las nuevas instituciones. Con talestratagema crea un doble juego de la función gubernamental, el de las formas yel de los hechos, el de las palabras y el de su sentido traslaticio, el de lalegalidad y el de la fuerza...

El sistema de Rosas es dominante, política y económicamente. Con él losintereses de la Provincia alcanzan un predominio no limitado por ninguna ley niacuerdo. De allí su resistencia a elaborar una Constitución para todo el país.

De la administración de Rosas, en medio de una política interior yexterior confusa y profundamente conflictuada, cabe destacar su firme actitudque obligó a Francia y a Inglaterra a dos tratados —Mackau primero, Southem yLepredour después—, para reconocer los derechos de nuestra nación, amenazadaspor sus acciones fuera del ámbito del derecho de gentes.

Dice Miron Burgin, comentando la economía cerrada de Rosas y el grupo degrandes ganaderos bonaerenses: Rosas Abolió virtualmente el sistema deenfiteusis; extendió las fronteras australes de la provincia y aseguro a laindustria ganadora una abundante provisión de tierras a precios razonables. Sólopor esto Rosas mereció la gratitud de los ganaderos y los productores de carnesy cueros. Ningún otro grupo social obtuvo mayores beneficios del régimenrosista, ni hubo ningún otro que estuviera más interesado en mantenerloincólume.

No obstante, en lo que se refiero el comportamiento de ese grupo tanbeneficiado, otra cita de Martínez Estrada, esta vez tomada de Alberdi, dice: Enlugar de ponerse a restaurar a su viejo dictador desacreditado, los intereses lodejaron caer en el destierro de Southampton y se dieron nuevos instrumentos yagentes vestidos a la moda, hablando en lenguaje de la libertad, pero cuidandode guardar el poder absoluto que Rosas ejerció; poder absoluto que quedó intactoen el poder de los intereses y riqueza de toda la Nación Argentina, que quedaroncomo estaban, concentrados y acumulados en el centro metropolitano de comercio,de la riqueza, del gobierno de todo el país.

Este poder absoluto que quedó intacto en el poder de los intereses...concentrados y acumulados... pasó por un interregno, el de la renovación de lalucha con el resto del país hasta Pavón y se afianzó definitivamente con lallegada de la inmigración y la extensión de una pampa húmeda sembrada con trigoy maíz.

Después de la Conquista del Desierto, que aleja las fronteras yadefinitivamente, se consolidó desde la primera presidencia de Roca, el segundogran sistema político-económico dominante del siglo diecinueve, aquel que diotanto lustre a la generación del 80. Su dominio del sistema social no consistióen privarlo de la libertad, sino en controlar la forma de transmisión del poder.

A pesar del don de mando y de otras cualidades, Julio Roca no fuepropiamente un caudillo. Su habilidad y el éxito de su campaña contra losindios, lo permitieron impulsar el mayor desarrollo del país desde la época dela independencia. Sus convicciones coincidían con las de los gruposterratenientes a importadores, que había diversificado sus actividades pero nomodificado sus principios.

El país... dijo en el primer mensaje de su segunda Presidencia debeesforzarse en aumentar y mejorar... aquellos ramos de producción que tienen yafácil aceptación en los mercados extranjeros absteniéndose de protegerindustrias efímeras, en condiciones de irremediable inferioridad, con evidentemenoscabo de nuestras grandes y verdaderas industrias, la ganadería y laagricultura... Esta estimación por supuesto, no coincidía con el grupopartidario de la industrialización encabezado por Carlos Pellegrini, Lucio V.López y Migué Cané.

La emigración que llegó al país, se encontró con estructuras demasiadorígidas, su acción debió encauzarse en carriles que no eran aptos paraaprovechar el gran caudal de energías y de know-

Page 48: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

how que traía el rico aportehumano. Las líneas ya trazadas en el tiempo transcurrido, operaron como lasfracturas geológicas en la tierra habitada.No podían menos que producir, tarde otemprano, perturbaciones en el sistema instalado. De haber existido una visiónlúcida del país global y de sus necesidades, la integración de los inmigranteshubiera podido corregir algunas de las fallas de la primitiva estructura. Ellono ocurrió, perdiéndose una oportunidad única.

La rigidez estructural orientó a la mayoría de los inmigrantes, ya la detrabajos estacionales (o golondrina), ya a buscarse caminos propios en laCiudad, con lo que también se contrajo el nivel de ingresos urbanos, al aumentarla oferta de la mano de obra disponible.

El subsistema dominante, al que más adelante se le llamó el régimen,adquirió la convicción de un innato derecho a enriquecerse. De allí la crisisespeculativa de 1889, que condujo a la renuncia de Juárez Celman.

La cultura de la élite en la última parte del siglo XIX, se desarrolló enforma tan ambivalente que, en las palabras de José Luis Romero: Aun manteniendocon firmeza sus convicciones liberales, en las que veían el signo de lacivilización a la europea, los miembros de la nueva oligarquía tendieron acerrar su círculo y a defender sus privilegios. El liberalismo fue para ellos unsistema de conveniencia deseable pero pareció compatible con una actitudresueltamente conservadora.

Durante el primer siglo de cultura nacionalse formaron tablas de valores que se combinaron naturalmente, con los rasgos deraíz colonial. Muchos de éstos se mantuvieron intactos y pasaron al tejidoestructural profundo, con leves modificaciones de forma.

El diario La Nación encomendó a Joaquín V. González, el eminente escritor yhombre público, analizar los primeros cien años. Así se publicó su Juicio delSiglo, que contiene páginas muy agudas. En una de ellas dice: ... a través demedio siglo de agitación constitucional, todavía el problema de la fuerza o lapresión gubernativa, de los soluciones violentas, en frente de las formasinstitucionales, se agita y persiste con los mismos caracteres específicos,cuando no presenta ejemplos de regresiones súbitas de saltos hacia atrás, queponen la más alarmante duda en los espíritus observadores, sobre las verdaderasconquistas de la libertad y el orden constitucional en nuestro país.

A través de trescientos años se incuba en el fondo de la sociedad americanaesa honda, ingénita e irresistible pasión del dominio personal, inclinaciónorgánica al gobierno y al poder que define y orienta los actos de revolución, deindependencia e influye en la diplomacia de la guerra, y a veces la preside y ladetermina

González confirma las hipótesis que sustentamos en estas páginas al decir: Nila educación de las escuelas ni la que viene de la vida han podido destruir losviejos gérmenes, ni menos abatir los troncos robustos que han colocado ennuestros hábitos los vicios, violencias, errores y fraudes originarios denuestra reconstrucción nacional.

También corrobora esas hipótesis de la continuidad de los rasgos culturalesMartínez Estrada: Hallamos en el Facundo la primera tentativa de fijar losrasgos característicos del habitante de nuestras campañas. No poseemos otrodocumento mejor para este capítulo de antropología cultural. Sus hábitos depereza, altanería, espíritu pendenciero, orgullomantenido para el coraje y ladestreza, desafecto por la familia, amor a la libertad por repugnancia a la ley,es la misma psicología de Martín Fierro...

Los valores que inician el segundo centenario de nuestra cultura argentina,arrastran algunas de estás características de su primer siglo independiente,petrificadas en el molde en el que volcó la numerosa inmigración. Era un moldeen el que la transgresión a las normas fundamentales del orden político habíasido un hábito, cuya repetición era vista sin escándalo. El cuestionamiento ala autoridad no dejaba crear una sucesión legítima. Y cuando esta existía, comodesde 1862 a 1916, era el producto de acuerdos concertados en un círculorestringido.

Fue en este período cuando los inmigrantes entraron masivamente al país. Enla presidencia de Urquiza la población era de 1.300.000 habitantes. En 1869,presidencia de Mitre y Sarmiento, ascendió a 1.737.000 y en 1895, tiempo deAvellaneda a Luis Saénz Peña, a casi cuatro millones

Page 49: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

que en 1914, épocas deUriburu y Roque Sáenz Peña, llegaron casi a los ocho millones. La composicióndemográfica que en 1859/1869 era de 13,8 % de extranjeros, pasó de 1869/95 al 35% y en 1895/1914 al 42 %.

Son también ilustrativas las progresiones crecientes de urbanización: 27 % en1869; 37 % en 1895 y 53 % en 1914. Y dentro de éstas las correspondientes a laciudad de Buenos Aires, que en 1852 tenía 85.000 habitantes que pasaron a500.000 en 1889 y a 1.224.000 en 1909. De éstos, el 50 % eran extranjeros.(Datos citados por Gladys Onega en su libro La inmigración en la literaturaargentina 1880-1910).

Esta invasión de culturas extrañas produjo, lógicamente, efectos profundos,que es inevitable analizar si se procura entender el proceso de la formación denuestra cultura nacional.

Para comenzar, es menester partir de la base de que en la masa que llegaba alpaís había un predominio de analfabetos. En lo que respecta a los italianos,basta recordar que en 1861, en su país, eran veintiséis millones con un 78 % deiliteratos, el 70 % de cuyos miembros activos se dedicaba a la agricultura.Entre 1870 y 1900 los campesinos del Sur tenían dificultades debido a laexigüidad de los predios que trabajaban.

Era obvio que la atracción de nuestros extensos campos sin cultivar, debíaser muy fuerte. Ello hace más flagrante el error del liberalismo conservador,que no les procuró ni tierras ni capital de trabajo.

Estas condiciones adversas explican la urbanización exagerada entre 1889 y1910, sin desconocer el prodigioso aumento de hectáreas cultivadas, que pasó dedos millones en 1886 a doce millones en 1905. Este hecho espectacular nodebilita la hipótesis de que mejor orientada y más apoyada, la incorporación delos inmigrantes hubiera dado otra ecuación demográfica y económica, distintadistribución de energías y otra fisonomía menos frustradora a la urbanizaciónexcesiva de Buenos Aires.

El 90 % de los inmigrantes se distribuyeron en el litoral. No semodificó la relación demográfica sino que, al contrario, intensificó sustendencias negativas.

Como dice Germán García en El inmigrante en la novela argentina. Lanovela nos va informando sobre la vida de los inmigrantes que se quedaban enBuenos Aires. Los hombres de oficio fueron albañiles, hojalateros, zapateros,porteros, mayorales, vigilantes o sastres. Las mujeres, sirvientas, costureras,modistas o planchadoras... y agrega: La gente que traía oficio se quedo sobretodo Buenos Aires. Esto contribuyó poderosamente a que surgiera el movimientoobrero organizado.

Así fue que en 1878 se produjo la primera huelga de tipógrafos, en 1887la de obreros zapateros; en 1888, dos huelgas ferroviarias, en 1889 la deobreros carpinteros y albañiles. Dice George Woodcock en Anarchism: La mayor yla más militante de estas organizaciones (anarquistas en Latinoamérica) fue laFederación Obrera Regional Argentina que fue fundada en 1901, mayormente bajo lainspiración del italiano Pietro Gori; creció rápidamente a una participación decerca de un cuarto de millón... Desde 1902 a 1909 la FORA llevó a cabo una largacampaña de huelgas generales contra los empleadores y contra la legislaciónantilaboral... la brutalidad de las autoridades y la militancia de lostrabajadores incitaron mutuamente a grandes extremos, hasta que el l( de Mayo de1909 una demostración gigante... fue rota por la policía, quien originónumerosas víctimas entre los manifestantes. En respuesta, un anarquista polaco(Radowitzki) mató al Coronel Falcón, el Jefe de Policía de Buenos Aires,responsable de la muerte de muchos sindicalistas. Después de esto una rigurosaley anti-anarquista fue promulgada (Ley de Defensa Social) pero la FORA quedócomo una grande o influyente organización hasta 1929...

La transferencia de los valores de una cultura a otra, se lleva a cabomediante múltiples influencias con fuerza de penetración inmediata o retardada.La forma más directa y drástica es la conquista armada. Aún así, la culturainvadida puede ocultar sus sentimientos.

En este caso, los nuevos valores coexisten con los antiguos, másprofundos y paulatinamente ligados al inconsciente. De esta manera se dan lossincretismos religiosos y conviven en un mismo panteón los dioses arcaicos conlos dioses nuevos. Así ocurrió con la religión católica, y los antiguos

Page 50: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

cultosindígenas americanos.

Las transferencias culturales producidas a través de migraciones son máslentas y se van entretejiendo en un juego de mutua impregnación con la culturalocal. El lapso de 1862-1914, en que llega al país la inmigración masiva,presenta este efecto. Buenos Aires, particularmente, desenvuelve en ese tiempodos culturas con estrecha influencia europea. Una, la de las clases altas, queactúa en las letras, las artes y la moda, es esencialmente francesa e inglesa.La otra tiene influencias más variadas, pero es primordialmente italiana. Actúapor contacto directo y se manifiesta en los estratos sociales medios einferiores, a través del lenguaje y de hábitos alimenticios. La describe unaabundante literatura estudiada por diversos autores.

Francisco Sicardi describe así el fenómeno transcultural: Los padres hablansu idioma, los hijos el lenguaje que aprenden en la calle y que no se puedeenseñar en la escuela, el único que van a conservar con todos los giros ingenuosy la riqueza de una lenta y prodigiosa elaboración...

Las descripciones del habitat de los inmigrantes la hace Ceferino de la Calleen Palomas y gavilanes con estas palabras: Húmedos los patios, por allíderramaba el sedimento de la población, estrechas las celdas, por sus puertasabiertas se ve el mugriento cuarto, lleno de catres y baúles, sillasdesvencijadas, mesas perniquebradas, con espejos enmohecidos ... y ese peculiardesorden de la habitación donde duermen cuatro o seis ...

El lenguaje, ese soplo que desde la prehistoria humanizó al hombre, es pruebaviva del carácter inventiva de la especie. En el choque de vocabulariosresultan híbridos más o menos afortunados, con un origen dudoso de padresdesconocidos y que generan palabras que adquieren un sentido preciso ycontundente.

El lunfardo debe su versión conocida a esta impregnación mutua de losidiomas. Gobello nombra a José S. Alvarez como uno de los primeros lexicógrafosdel lunfardo. Lenguaje semi-críptico usado en parte por el bajo fondo que seescamotea a la ley, extendió su acción a través del tango. Uno de susespecialistas, Enrique R. del Valle, afirma que no tiene sintaxis propia...Utiliza la del español, pero con tanta impropiedad que asusta, y es lo que lohace a la vez más ininteligible.

Es en la letra del tango, el...hijomalevo tristóny canyengue, (que) nació en la miseria del viejo arrabal, (Tangoargentino de Bigeschi) donde afina su descripción de un medio social típico.

Son tiempos de apretura como tantos otros:

Si habrá crisis, bronca y hambre que el que compra diezde fiambre se morfa hasta el piolín...

(Al mundo le falta un tornillo – Cadícamo—)

en un mundo torvo de los suburbios con muchos idiomas, raras ilusiones,bastante desaprensión y no poco realismo:

Agarré tren de lujo, loco é contento —bon soir, petite, je t'aime, tu es moncocó— con una gorda tuerta con mucho vento que no me dio ni medio yme amuró. ... Rajá de Monmartre

piantateinfelíz. (Araca París, de Carlos Lenzi)

Idea Vilariño, en su excelente comentario a las letras de tango en ellibro del mismo nombre, observa que ellas no se refieren a temas y motivosuniversales sino al concreto y diario afán de vivir. Así fue Pascual Contursiel que introdujo la letra del tango y usó el lunfardo para llorar las penas quedejó el abandono:

Page 51: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Percanta que me amuraste en lo mejor de mivida dejándome el alma herida...

(Noche triste)

Una síntesis posible para el primer siglo desde la emancipación, sería lasiguiente:

La extensa, despoblada y descapitalizada colonia del Río de laPlata, se había transformado en cien años. La parte más importante de lamodernización había consistido en consolidar un Estado Nacional con unaburocracia a la que un nuevo orden jurídico, adecuado a las necesidades de laépoca, le permitió organizarse y atender servicios que antes no existían. Estaes quizás la parte más reflexiva de la obra de la generación del 80.

Así, paulatinamente a partir de la Presidencia de Roca de 1880 yen las palabras de Gino Germani:... en un ritmo que tiene pocos paralelos en lahistoria de otros países, la Argentina se transformó, virtualmente, en moderna,aunque este proceso arraigó sobre una base económica muy vulnerable.

Esta vulnerabilidad se debió a la fuerte dependencia delexterior de todo el subsistema económico y sobre todo a no haber comprendido quelas ventajas increíbles que habían hecho de la Argentina casi súbitamente, unode los grandes países exportadores de granos, eran ventajas relativas, sujetas aun corto plazo y a una determinada división del trabajo internacional, precariae incontrolable para nosotros.

Porque a la desmesurada extensión horizontal de los cultivos quehabían multiplicado la producción agrícola, debieron haber seguido lasinversiones industriales que aumentaran el valor agregado a las materias primasy las investigaciones destinadas a la invención de técnicas que perfeccionaranla siembra, la recolección y el almacenamiento de las cosechas, que es aún, unproblema nacional que está lejos de haber sido resuelto.

La coincidencia provisoria de una modernización económica con unaporte considerable de brazos, motivó la formación de una clase mediaimportante, que correspondió durante el tiempo de su expansión, al desarrollo depaíses con un futuro de solidez sostenido, induciendo a perspectivas másoptimistas que lo que la realidad confirmaríaen el porvenir.

Ello se debió a que una estructura económica capaz de un crecimientoautosostenido es un fenómeno cultural y no solamente económico. Es decir,depende de la acción conjunta de los demás subsistemas del sistema social,especialmente de la visión del subsistema político y de sus programas dedesarrollo social, del grado y naturaleza de los conflictos entre lossubsistemas y de su capacidad de consenso frente a intereses encontrados.

Esta concepción implica la economía subordinada al comportamiento delsistema social en su totalidad y a su capacidad de defensa para moderar lastendencias al desorden que nuestra cultura manifiesta en un grado superlativo.Afirma el convencimiento del autor de que los problemas que aquejan a nuestropaís, no se resuelven solamente con buenos programas económicos, si no seatienden simultáneamente otras prioridades como la educación a la reorganizacióndel Poder Judicial, únicas medios de consolidar un tejido social resistente a laagresión.

El modelo elegido a fines del siglo diecinueve radicó en un canje dematerias primas por productos manufacturados, lo que más adelante se manifestóen los términos de un creciente deterioro de los términos del intercambiocomercial, entre otras razones, porque la incidencia de la investigacióntecnológica y la elevación de los niveles de vida en los paísesindustrializados, aumentaron los costos de sus productos a un ritmo diferentedel que podían incrementarse los precios de venta de los nuestros, con elagravante suplementario, de que los precios los fijaba el mercado comprador y noel vendedor.

La falta de capitales suficientes que se interesaran por la industriao los transportes y la concentración urbana, orientó a esa clase media,potencialmente productiva, a tareas de

Page 52: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

intermediación o al ingreso en losservicios del Estado.

Durante la mayor parte del primer siglo, desde 1830 hasta 1916, puededecirse que hubo en la Argentina una clase dirigente homogénea, formada por losgrandes terratenientes, los importadores de mayor importancia, los banqueros ylos abogados más conocidos. Antes de 1830 y después de 1916 es incorrecto hablarde clases dirigentes, porque no hubo homogeneidad alguna permanente entre losdistintos grupos con poder económico o político. Si los intereses representadoseran los mismos, se había perdido la posibilidad de combinar racionalmente susmutuas demandas.

Es a esa clase dirigente a la que se deben atribuir los aciertos y loserrores de la época del ejercicio de su poder. A ella se incorporaron lospolíticos con éxito y las nuevas fortunas que resultaron de la época expansiva yespeculativa de la economía.

La existencia de una clase dirigente homogénea, asegura en principiola consistencia y la continuidad de una política y eventualmente de un programaeconómico, como sucedió en las últimas décadas del siglo diecinueve. Estasventajas evidentes disminuyen, si se tiene en cuenta que la concentración delpoder implica un dominio del sistema social, la restricción o la supresión delibertades, y el riesgo cierto de que los intereses del grupo gobernante y losdel sistema social no coincidan enteramente y que por lo tanto, la distribuciónde las cargas y de los beneficios sea desequilibrada.

Octavio Paz comenta: durante más de un siglo América Latina ha vividoentre el desorden y la tiranía, la violencia anárquica y el despotismo. Agregamás adelante: La democracia ha nacido de la conjunción entre las teorías e ideasde varias generaciones y las acciones de distintos grupos y clases, como laburguesía, el proletariado y otros segmentos sociales La democracia no es unasuperestructura, es una creación popular

El desarrollo de la democracia ha existido en mucho mayor grado enalgún país de América Latina, como Chile, que pudo lograr un tejido social máscompacto y flexible a la vez como para gozar de épocas de un desarrollopolítico, que si bien estaba dirigido por una clase, ésta era suficientementedispuesta a la concertación como para asegurar un margen de libertad y opiniónde la civilidad.

Entre nosotros, el principio constitucional de la división de lospoderes fue, desde su sanción constitucional, una teoría política y no unapráctica jurídica. No tuvimos nunca, lamentablemente un subsistema judicialindependiente como el que destaca Tocqueville al decir:... el poder dado a lostribunales americanos de fallar sobre leyes inconstitucionales forma todavía elmás fuerte antemural que nunca se haya levantado contra las tiranías de lasasambleas políticas...

Estas raíces, hondamente prendidas en nuestro suelo, seguirían dandofrutos nocivos hasta fines de nuestro siglo

CAPITULO XII

DE LUIS SAENZ PEÑA A LA SEGUNDA PRESIDENCIA DE HIPOLITO YRIGOYEN.

1892-1930

Mi programa, menos que un sistema propuso una medida, al anunciar comoensayo el voto obligatorio... Es indudable que las mayorías debengobernar, pero no es menos exacto que las minorías deben

Page 53: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

serescuchadas.

Roque Sáenz Peña: "Mensaje al asumir laPresidencia de la Nación"

Luis Sáenz Peña, como se ha visto en el capítulo IX, llegó a la Presidenciaen virtud de la facilidad del sistema cerrado que permitía designar candidatos,cualesquiera fuesen sus cualidades y sus defectos. Lamentablemente, la acciónconductora no llegaba mucho más allá. Se influía definitivamente en laelección. Después, la propia lógica de las cosas conducía el resto.

Sáenz Peña tuvo un acierto, quizás el único, que fue además de cortaduración. Nombró ministro de Hacienda a un hombre muy hábil, Juan José Romero.En las palabras de Ferns: Probablemente ningún ministro de Hacienda argentinohaya hecho tanto bien concreto en tan corto tiempo como el Dr. Romero y tal vezfue por eso que su vida oficial fue tan corta.

Romero era experto en materia financiera. Realista en la percepción de losproblemas, vio claramente que sólo se podía pagar lo que se podía pagar. Obvióentonces el paso habitual de contraer nuevas deudas para saldar las yacontraídas y ofreció un plan de pagos a los banqueros ingleses ajustado a lascondiciones reales. En caso de no aceptarse la propuesta, amenazó con unamoratoria unilateral. Consiguió su objeto. Las exportaciones agropecuarias,liberadas de la opresión externa, nivelaron la balanza de pagos y el país salióde su penosa coyuntura de cesación de pagos.

Luis Sáenz Peña había sido el resultado de una maniobra personal de JulioRoca, que atendió sus propios intereses. Al proponerlo en lugar de su hijo,sólo tuvo en cuenta lograr la neutralización de un adversario peligroso quepodía empañar sus expectativas. Las consecuencias de esta cabriola política severían más adelante. Todavía el núcleo cerrado se podía mantener, aunque cadavez más sacudido. Las provincias estaban continuamente perturbadas por golpes ycontragolpes, parlamentos paralelos y otras maneras novedosas de presentarviejos hábitos. Manuel Quintana, ministro del Interior, por su parte, noescatimaba el uso de las intervenciones federales, demostrando así su escasorespeto al espíritu de la Constitución; inclinación que al fin y al cabo, era lade todo el grupo gobernante.

A las sublevaciones seguían las renuncias en el gabinete nacional. En laparte superior de la cúpula, como una trinidad última cuya unidad eraindependiente, sin gobernar, pero influyendo para lados distintos, Mitre, Roca yPellegrini. Este último, en un gesto insólito en ese escenario, aconsejó a SáenzPeña el nombramiento de su antiguo enemigo político, el Dr. Del Valle, hombreinteligente y combativo, crítico del régimen. Sáenz Peña lo designó en laimportante cartera de Guerra. Los radicales repudiaron la designación y senegaron a colaborar.

Pararesumir la intensidad de la desintegración cultural, bastará transcribir lasíntesis cronológica del libro con el que Horacio Guido cubre la época.

Julio 8: Desarme de la Provincia de Buenos Aires.

Julio 23: Elección de un senador nacional en reemplazo de Varela. Triunfa la UCR y se incorpora Alem.

Julio 24: Desarme de la Provincia de Santa Fe.

Julio 25: Desarme de la Provincia de Corrientes.

Page 54: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Julio 29: Los radicales, conducidos por Hipólito Yrigoyen, se levantan en armas y toman las municipalidades de la Provincia de Buenos Aires. Se concentran en Temperley ymarchan sobre La Plata. Igualmente los cívicos nacionales a las órdenes deCampos se levantan en armas para ocupar el gobierno local.

Agosto 9: Del Valle desarma a Campos y reconoce como gobernador provisional a Juan Carlos Belgrano.

Agosto 10: El Congreso interviene a Buenos Aires.

Agosto 12: Renuncian Del Valle y todos los ministros. Es la cuartacrisis de gabinete. Quintana es designadoministro del Interior, acompañadopor Eduardo Costa en Instrucción Pública, José Antonio Terry en Hacienday Luis María Campos en Guerra. Al día siguiente se declara el estado de sitio yse intervienen todas las provinciasconvulsionadas.

Setiembre 17: Los radicales se sublevan en Tucumán y deponen al gobernadorPróspero García.

Setiembre 24: Revolución en Santa Fe. Candioti y Lisandro de la Torreocupan la provincia y sitian al interventor Bernal.

Setiembre 25: Alem es proclamado en Rosario Presidente Provisional.

Octubre 2: Roca entra en Rosario y se sofocan todos losgrupos revolucionarios radicales del Interior.

El 22 de Enero de 1894, Luis Sáenz Peña a su vez renuncióante elCongreso y el 23 José Evaristo Uriburu, Vicepresidente de la Nación, asumió laPresidencia completando el período sin alternativas que valga la pena mencionar.

En 1894 fue elegido Manuel Quintana como Presidente de la República.Pellegrini hizo el siguiente análisis: Ha recibido el país en plenadescomposición política, con prácticas... que no son invención de los actualesmandatarios, sino herencia atávica; es el cacique que el cristianismo convirtióen caudillo y el caudillo que la instrucción convirtió en autócrata, conservandolos antiguos hábitos y prácticas de mando absoluto y tratando al pueblo como ala primitiva tribu sumisa y obligada a obediencia pasiva. Está rodeado porcamarillas más o menos cultas o ilustradas, pero que se disputarán el predominiocon propósitos exclusivos y egoístas. No existe opinión organizada, viril yeficaz, que lo sostenga y aliente, si se resuelve a proceder, a pesar de todo yde todos...

Carlos Pellegrini, en 1904 —dos años antes de su muerte— visitó los EE.UU. Desde allí escribió seis cartas en las que el ejemplo americano le hacereflexionar sobre sus antiguas ideas. Es uno de los casos poco frecuentes entrenosotros de una entereza capaz de reconocer sus errores.

En estas cartas hay muchos párrafos ilustrativos de su actitud. Entre ellosalgunas dicen así: Hay aquí (en los EE.UU.), pues, un Gobierno verdaderamenterepresentativo, republicano, federal, un pueblo que se gobierna a sí mismo y15.000.000 de ciudadanos que votan. ¡Cuán humillante y triste es comparar todoésto con ese simulacro de Gobierno representativo que impera en la Argentina yen toda Sudamérica!

Su lucidez y su integridad permitieron a Carlos Pellegrini evolucionar haciauna visión diferente y más civilizada de la política. Pero fue una figuraexcepcional en su tiempo. Desgraciadamente, sus conclusiones no hicieronescuela.

La narración histórica de este ensayo tomará ahora como centro de irradiaciónde los fenómenos políticos y sociales que se desenvuelven hasta 1930, a lacompleja e interesante figura de Hipólito Yrigoyen retrocediendo en el tiempo,ya que su biografía que desborda con su influencia las primeras tres décadas delsiglo veinte, comienza en 1852. Durante su actuación a partir de 1912 los demáspersonajes desaparecen de la escena, como ocurre con un gran actor que ocupa eltablado entero con su presencia.

Page 55: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Muerto Carlos Pellegrini en 1906, el único gran carácter que queda de lasépocas doradas del siglo diecinueve es Roque Sáenz Peña, uno de esos hombresesclarecidos que llegan tarde a la historia de su tiempo. Formado dentro de lasideas del grupo que finalmente lo lleva al poder, su lucidez le hizo ver eldesgaste y el anacronismo de ese esquema. Tuvo apenas tiempo para impulsar laley que lleva su nombre y lo hizo venciendo profundas dudas y acaso resistenciassentimentales. Fue un triunfo de su racionalidad y cumplió con su deber íntimoal dar paso a una concepción del país que era aún un proyecto vago, centrado enlo que se llamaría la reparación.

La personalidad de Hipólito Yrigoyen fue singular en extremo. La forma en laque se desenvolvió su trayectoria es sobremanera curiosa. Descendiente —como sutío Leandro N. Alem— de un rosista, tiene ciertos rasgos apenas aprehensiblesque lo acercan al Restaurador con una suerte de parentesco psicológico, con susmismas raras intuiciones, el misterio en el que se movió su vida privada, suretraimiento.

No fue hombre que respondió a intereses personales ni de grupos.

Sus acciones no tuvieron por objeto favorecer objetivos patrimonialesprivados. No tuvo atracción sensual por el poder y los privilegios que depara,pero sí una inmensa ambición de poseerlo, para cumplir la tarea misional que élmismo denominó reparadora. Su historia fue por demás extraña y la manera en laque ejercitó su autoridad señala la influencia de un factor magnético capaz demover muchedumbres. Caudillo sin palabras, jamás arengó a la masa de sus adeptosy sin embargo ésta espontáneamente sustituyó a los caballos que debían arrastrarsu carroza; huésped habitual de la penumbra, se ocultaba tras las persianas parano ser visto por quienes le aclamaban. Alcanzóuna inmensa popularidad sin planearla con expertos, como por añadidura.

Su niñez, compartida con Leandro N. Alem, que a sus once años había visto asu padre colgado de una horca en una plaza pública, cuando Hipólito tenía apenasuno, explicaría un comportamiento paranoide. Perseguidos los rosistas por losunitarios vencedores de Caseros, sus primeros tiempos fueron tristes. Lacompañía de su tío no era por cierto para alegrar a nadie. Leandro erataciturno. No olvida, no olvidará nunca, la visión de su padre deshonrado,colgado de una horca, sirviendo de espectáculo escribe Manuel Gálvez en suexcelente biografía de Hipólito Yrigoyen.

Las impresiones recibidas en la primera niñez, dejan huellas queningún tratamiento conocido logran borrar. Una buena terapia analítica puedeprocurar una convivencia aceptable con los fantasmas, pero ellos nuncadesaparecen. Yo era el hijo del ahorcado. Yo era el hijo del mazorquero Alemconfesará Leandro. E Hipólito era el nieto. En su casa no ve sino mujeres quepadecen y lloran dice Gálvez. Tal escenografía común, sin embargo, hace de amboshombres distintos. Uno, el tío, orador arrebatado, especie de Juan Bautista deuna religión que conoce sólo parcialmente y otro, el sobrino, el que sabe losritos secretos y las palabras que se dicen en silencio.

El mundo al que se asoma Yrigoyen, es el hermoso, nuevo mundo querecibe inmigrantes que van cambiando la ciudad. Su padre, Martín Yrigoyen, esuno de ellos, un vasco francés que le lega sus genes tenaces, esos que tantafalta le van a hacer en su largo camino. La adolescencia de Hipólito esreservada y reticente. No se le ve con otros. No participa en juegos yfechorías. Viste de oscuro, es reservado y aprende sin cesar, no tanto por loque lee, que no es mucho, sino por lo que oye, por lo que observa.

Su tío crece en prestigio. Alem va dejando atrás —un poco, no todo—sus angustias infantiles. Se vincula, se le conoce, habla bien y tieneinfluencia. Tanta, que lo hace nombrar a Hipólito —que sólo tiene 20 años—comisario de Balvanera. Era barrio medio indómito, ese. Tiene espíritu propioese barrio en el que hay pocos gringos. Barrio de los "compadres" y de los"galleros". Allí los amores se inician y se eternizan en los zaguanes junto alas rejas. Pero la gran pasión de este barrio romántico es la política. Políticade facciones, de fraudes, de balazos. Durante algún tiempo la llamarán "laprovincia de Balvanera", esta descripción de Gálvez, sitúa el lugar dondeYrigoyen pasa cinco años en su primera experiencia pública.

En las comisarías se puede aprender mucho sobre el hombre y tambiénsobre la mujer. Y la mujer va a ser figura importante en la vida de Yrigoyen,siempre, claro está, en su estilo recatado, semioculto, que será el obstáculopara reconocer sus hijos naturales cuando los tenga.

Page 56: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Yrigoyen aprende. Va sabiendo cómo es la política y lo que esconde ensus pliegues. También cómo funciona la policía. Esto le será útil algún día, ensu época de conspirador y de gobernante. A las gentes de pronto nos lleganinformaciones gratuitas que no parecen ser útiles hasta el momento preciso denecesitarlas. La escuela de miserias que pasa delante del comisario lo dejaconocer desde adentro al sujeto caído, entregado, que no puede más con el pesode su angustia.

Leandro Alem, mientras, ha ido y venido de la guerra. Estuvo en Cepedadel lado de Urquiza y en Pavón del lado de Mitre. Después, en la feroz —einsensata— guerra del Paraguay. Allí lo hirieron. Es mozo valiente, quieredistinguirse, no teme al peligro. Sin esas cualidades no se puede hacerpolítica. Son épocas tumultuosas como tantas otras de esta historia argentina.Un día hay tiros. Alem está con Aristóbulo Del Valle, orador tremendo. Despuésde los tiros a Alem le asaltan la casa y entra en una época de ostracismo.

Sin este apoyo a Yrigoyen lo exoneran. No le queda otra cosa queseguir sus estudios de derecho. Había entrado a la Universidad eludiendo conastucia la necesidad de presentar certificados de estudios que no había hecho.Allí muestra otra faceta de su complicado comportamiento: No ha entrado por lapuerta sino por la ventana dirá Gálvez. Tampoco se sabe si realmente llegó arecibirse alguna vez de abogado. De todas maneras permitirá que se le llamedoctor. Puede presumirse que terminó su carrera. Pronto entrará en la política.A las calladas. Como todo la suyo.

Así fue candidato a diputado provincial. Sin haber hecho ninguna campaña. Sutío se ha encargado de ponerlo en una lista. Tiene veinticinco años. Cuando loeligieron formó parte de la comisión de presupuesto. Hablaba poco y cuando lohacía, tenía una precisión que se destacaba de la verbosidad parlamentariahabitual.

Comienza, sin proponérselo, a diseñar una imagen pública quealimentará a veces conscientemente, a veces por intuición, pero siempre conprudencia. Porque el camino que llevará a Yrigoyen al poder se va trazando a sulado por una proyección casi metafísica, que no dependió sino indirectamente desus acciones u omisiones. Su personalidad esquiva mantuvo una conducta coherentey austera, que lo alejó voluntariamente de la propaganda pública. Su imagen sefue entretejiendo con retazos de anécdotas en la imaginación del pueblo, que larecibió como su única esperanza, como su única expectativa, como su únicareivindicación posible.

Es en esta curiosa génesis que se manifiesta claramente la identidadde un caudillo. Rosas en parte —en la parte de su capacidad de misterio— tambiénproyectó su propio ectoplasma en la fantasía de sus seguidores. Pero se preocupó—como lo hemos visto— de provocar la admiración directa con su habilidadcampera, con su belleza física, con su agilidad ecuestre.

Yrigoyen, en cambio, no hizo nada por mostrarse a su pueblo. Erahombre bien plantado, de buena estatura y la tez ligeramente oscura que denotabasu línea indígena por vía materna... sus facciones eran regulares y de rasgosdelicados... Su voz era una de las cosas que difícilmente se olvidaban. Poseíauna memoria napoleónica. Hombres y nombres no se le olvidaban jamás. Los favoresy servicios que se le prestaban tenían infaliblemente recompensa... Tenía unavoluntad recia, que no conocía la fatiga ni la decepción... Su inteligencia eraclara y penetrante, pero intuitiva, cordial, más que razonadora... Todas estascualidades, mencionadas en otra excelente biografía, la de Félix Luna,completaban a la más importante, a la que lo hizo caudillo y que tambiéndescribe la misma obra: Poseía cierto don de adivinación, cierta mágicasensibilidad que le permitía captar sutilmente sentimientos casi no gestados,ideas no expresadas aún..., lo que le granjeó más tarde una mítica aureola decatador infalible de hombres..

Pero sin duda su núcleo irradiante lo constituyó la coincidencia desus ideales mesiánicos con las necesidades del pueblo urbano, con esa parte dela cultura porteña naciente que hablaba con distintas voces, italianas,españolas, griegas o turcas, en lenta pero constante maceración con las otras,las autóctonas, las criollas, y que resultó en un gran clamor de ansias dehacerse oír, de participar, de dejar el margen para entrar en el ruedo.

En esa época -1880- Yrigoyen tenía treinta años. Por razones queninguno de sus biógrafos aclara, fue nombrado profesor de la Escuela Normal deMaestras en una cátedra que comprendía

Page 57: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Instrucción Cívica, Historia Argentina yFilosofía. Allí llegó... a adquirir fama —probablemente merecida— de malprofesor... dice Gálvez. No por falta de conocimientos sino de vocación docente.Vive ya demasiado ensimismado con sus propias visiones como para interesarse porsus alumnas. En todo caso, por responsabilidad, estudia Filosofía, porque de lasotras dos materias sabía lo suficiente. Y por esta senda llega al krausismo, queadopta como sistema.

El fundador del krausismo: Karl Christian Friedrich Krause (1788-1832)es casi un desconocido en la historia de la Filosofía. Pero su influenciapolítica en España y de allí en Latinoamérica fue muy grande y posterior a sumuerte. La escasa mención que existe de su filosofía, lo ubica en el idealismoalemán de Fichte, Schelling y Hegel. Ana Siemsen, citada por Antonio FabraRivas, habla de su lenguaje de ejemplar oscuridad: Sus neologismos —dice— hacenmuy difícil para un alemán la lectura de sus obras. Julián Sanz del Río, suintroductor en España, no hablaba correctamente el alemán y Menéndez y Pelayo alcomentarlo, trascribe un párrafo de su prosa castellana en estos términos: ...Lo puro todo, a saber, o lo común, es tal en su puro concepto (el con en surazón infinita, desde luego) como lo sin particularidad y sin lo puroparticular... siendo lo puro todo —con todo— lo particular relativamente de elloal modo principal de su totalidad...

La filosofía de Krause que postula la libertad, la tolerancia y lafraternidad, presenta todos los caracteres de la época racionalista y de laRevolución Francesa dice Siemsen. Estos principios solo germinaron—anacrónicamente— en España en 1868, y culminaron en una revolución ese año —lallamada gloriosa— que destituyó a Isabel II.

Curiosamente, de un conjunto de ideas oscuras, transportadas en unlenguaje seminteligible, se habían filtrado algunas suficientes, para dar fuerzaa un movimiento libertario que apareció en la fugaz República de 1873/1874. Sanzdel Río le dio su especial configuración como ideario reformador y europeizantede la anquilosada cultura española, escribe Osvaldo Alvarez Guerrero —Salmerón,Castelar, Azcárate, Costa, Posada, Giner de los Ríos y Cossio—, son algunos de los nombres que impulsaron el cambio.

Yrigoyen sacó lo suyo de Krause. Muchos años después -en 1920-escribirá a Marcelo Alvear un largo telegrama de clara filiación Krausista:Clamor, clamor de agonía de los mundos de lo efímero. Propensión íntima de miespíritu, fue siempre, guardando silencio en la solicitud, meditar el querer lascosas del océano. En la actitud hierática del elegido, portador de la canastillade mimbre se despierta el devenir...

En esta prosa posterior de Yrigoyen para la que aún faltan treinta ycinco años, hay una profunda unidad con sus convicciones juveniles, con sussueños de redención y rescato de la humanidad. En especial de la Argentina,sumida en la escoria y el oprobio que es para él el Régimen. Esa convicción queadquirió de joven, tomó alas de la ética del Estado que inspiró Krause, se sumóa sus aún indefinidas ansias de reparación de su propia historia remota, sefortaleció en la soledad y lo llevó a una austera renuncia de toda funciónpública.

Cuando las probabilidades que se entreveían de corregir el Régimenparecían inexistentes, Yrigoyen conspiró. Lo hizo a su manera, en 1890, en1893, en los cinco años que preceden a 1905 cuando estalló el movimiento contraQuintana, sucesor de la segunda Presidencia de Roca y que inicialmente procurabala caída de éste. En realidad, no era ni uno ni otro, era el sistema al quehabía que erradicar.

En ese lapso pasaron cosas graves en la República. La fiebreespeculativa de 1889, el derrumbe del juarizmo, la semiquiebra nacional, CarlosPellegrini en la Presidencia. Roca —siempre el Zorro— condenó la candidatura deBartolomé Mitre a una nueva Presidenciaproponiéndole un acuerdo,que Mitre, que no advirtió el peligro de lainvitación, aceptó.Alem y Del Valle estallaron indignados y allí nació la Unión Cívica Radical,instrumento que llevaría a Yrigoyen al poder. Luis Sáenz Peña, candidato enlugar de su hijo, mantuvo el sistema ya en decadencia, diez años más.

Para Yrigoyen ese instrumento no fue nunca un partido. Esta concepción parcial era antitética con su hambrede absoluto. Para él fue la causa. Es decir, lo elevó a primum movens, de susaspiraciones de trascendencia. En esos tiempos ya se había distanciado de Alem,el tribuno fogoso e impulsivo, al que tanto lo debía. Los motivos de estedesencuentro se ocultan en los

Page 58: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

pliegues de estas dos complicadas psicologías. Sólo se sabe que Alem se consideró muy defraudado en sus expectativas.

Yrigoyen organizó una revolución en 1898. Trabajo minucioso, derelojería. Su estilo en ésta y en la próxima —la de 1905— es siempre de personaa persona. Cada una de éstas después actúa como la piedra que cae a un lago, encírculos en expansión. Pero domina con su influencia la opinión de la Provinciade Buenos Aires. Gobierna el partido sin control, pero también sin prepotencia,con modos suaves, valiéndose de hombres de condición diversa que lo sirven conperruna fidelidad y romántico desinterés dice Gálvez.

Puede destacarse ese romántico desinterés como movilizador. Existía sin duda ese sentimiento en la micro-culturade esta ciudad nueva de fin de siglo. ¿Era el reflejo dorado de las mieses deLugones que inspiraba ideales de renovación, de alguna forma de pureza? Era lafrustración que buscaba redimirse? Era la energía que, dispersa, anhelabacauces ciertos, que la mentalidad frívola del gobierno no había ni siquieraimaginado? Era todo eso y más, que captado por el caudillo se transformaba enobjetivos de acción concreta, en molde de sueños no formulados, de ansias sinpalabras.

La revolución fracasó. Yrigoyen no quiere que se derrame una gota desangre. Su tarea es limpiar las manchas, no multiplicarlas. Hay demasiadaspáginas sucias en la historia. Cumple con sus objetivos, pero el ministerio deDel Valle a quien procuraba apoyar el movimiento, abandonó el gobierno.

La imagen de Yrigoyen se agrandó. Su renuncia a todo cargo públicorevelaba un político distinto cuyas ambiciones iban más allá de la sensualidaddel poder. En rigor de verdad, esta forma de apego no surge de la historia deeste hombre tan singular. De haberlo tenido podría haber sido un déspotaoriental sangriento y codicioso, tanta era su fuerza como caudillo. Tanciegamente fue seguido por la muchedumbre.

En setiembre de 1893 los radicales de Tucumán se levantaron en armas.Esta vez los capitanea Alem. Hipólito Yrigoyen no tiene nada que ver. Elmovimiento duró vivo apenas unos días y Alem terminó preso. También Hipólito,por las dudas quedó alojado en el Ushuaia, un barco viejo sin camas pero conratas.

La brecha entre ambos —tío y sobrino— se ha hecho infranqueable. Lalucha es sorda, pero sin cuartel. Formulado o no, para Yrigoyen el desenlace nopuede ser otro que la desaparición de Alem. Su primer y único móvil es —diceGálvez— la convicción mística de que el país necesita salvación, de que sólo élpodrá salvarlo y de que Alem es un obstáculo a la realización de su mandato...El partido la patria, y el cumplimiento de su misión en la vida, están porencima de los lazos humanos.

El fanático no necesariamente es un exaltado. La palabra provieneetimológicamente de fanum, templo. Nace por lo tanto da una inspiraciónreligiosa. Tiene de ella la seguridad dogmática, la basejuris et de jure —que noadmite prueba en contra—. También la persistencia. La fe inconmovible que essostén y explicación de la tenacidad. El fanático no es ni puede ser frívolo. Loque caracteriza la frivolidad es la fractura; el vocablo latino del quedesciende, valía tanto como cántaro roto, es decir la pieza quebrada, las partesdislocadas. Por lo tanto, lo discontinuo. El fanático tiene sobre todocontinuidad y concentración de objetivos. Yrigoyen es un fanático introvertido;su tremenda energía interior está siempre bajo control. De allí sus manerastranquilas, su fuerza serena.

Alem preparaba una revolución en 1892 que Yrigoyen consideraba prematura. Sele hizo el cargo realmente gravísimo de que la había denunciado a Pellegrini.Pero repitiendo la cita de Gálvez se trata del cumplimiento de su misión en lavida. Sobre ello no hay más que conjeturas o quizás solo lo que en el derechoanglosajón se llaman pruebas circunstanciales.

En Mayo de 1896 Alem empeoró su carácter taciturno. Según Gálvez, dice,refiriéndose a su sobrino: Alimenté una víbora en mi pecho para que luego memordiera el corazón. Alem era demasiado simple y demasiado exaltado paracomprender la ambigua conducta de Yrigoyen. Está desesperado. Ninguna de susexpectativas se ha cumplido. Ve la obra de su vida, la Unión Cívica Radical, enfranca disolución. El final, como el de todo suicida, es una agresión angustiadaa todos

Page 59: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

aquellos a quienes atribuye sus desdichas. Su sobrino está sin duda a lacabeza, después el régimen, al final la sociedad entera. En su carta dedespedida declaraba acabada su carrera: Para vivir estéril, inútil y deprimido,es preferible morir: Sí, que se rompa pero que no se doble! Así termina esteprecursor que anunció el triunfo del pueblo. Perseguido por sí mismo, por supasado. Su figura de profeta inflamado tenía un aire del Antiguo Testamento yrespetable es su historia trágica.

En 1896 también murió Del Valle, otra de las figuras que las contradiccionesde nuestra cultura anularon, sin aprovechar su talento. Si Bernardo de Irigoyenpasó a ser el jefe visible del radicalismo, el verdadero jefe era Yrigoyen. Suposición real se consolidaba.

En 1897 se vuelve a plantear la candidatura presidencial. Los dos grandespartidos pueden ponerse de acuerdo. Yrigoyen se enfrenta con Mitre. El viciopatricio, ya harto de ruido y de furia, aspira a una concertación de fuerzas.Como bien resume Gálvez: Mitre es político realista. Yrigoyen es un hombre deprincipios inmutables. Mitre prefiere que se salve el país. Yrigoyen prefiere,por ahora, que se salven sus principios.

Para conseguir sus fines, utiliza todos los recursos ocultos que le dicta suintuición. Hostiga, crea dificultades. Todo silenciosamente, trabajando entrelos hilos, cambiando los decorados. Pero allí aparece otro gran político:Lisandro de la Torre. Con un talento, lucidez y coraje para los cuales el paíslamentablemente no tuvo destino. Renuncia al partido airadamente, denunciando aYrigoyen: El Partido Radical desde su origen —dice— ha tenido en su seno unainfluencia hostil y perturbadora que ha trabado su marcha, que ha desviado susmejores propósitos y que ha convertido toda inspiración patriótica en un debatemezquino de rencores y ambiciones personales. Cuando después de nombrarlo loacusó de haber antepuesto a las conveniencias del país y a los anhelosRepartido, sentimientos pequeños e inconfesables... estalló la algarabía conrevólveres a la vista.

Yrigoyen y de la Torre se batieron en un duelo feroz. A sable, con filo,contrafilo y punta. Yrigoyen jamás ha empuñado un sable y su adversario es buenesgrimista. Después de un asalto de treinta y cinco minutos, los médicosdecidieron que de la Torre no puede continuar. "Me ha pegado dos hachazos, lofelicito" dice el herido, citado por Gálvez. Por supuesto, no huboreconciliación.

Yrigoyen redactó un manifiesto en cuya letra está toda su filosofía, no laKrausista, sino la suya: Cuando se abriga fe en la causa por la que se hacombatido, se salva ante, todo la pureza del principio, en la convicción de quehoras propicias le darán la victoria, porque los pueblos que llevan en su senoun porvenir grandioso, avanzan siempre en la conquista de sus verdaderos anhelos

Muchos años después, en otro párrafo del telegrama a Alvear, en su lenguajecríptico, se referirá a esta larga travesía del desierto: He cobijado bajo elviento de demencia de los míos, la chispa argentina de las forjas de la epopeya.Y sordo, sordo en mis propias en entrañas, al alboroto de los que huyen enpánico o se rehúsan a la ofrenda mística de su ser, siempre he ignorado el gestoque renuncia y no he nunca vivido de mi propia vida sino las indomablesrebeliones de mi sursum humano, en humildad profundafrente a las cosas de loabsoluto... Esperando que la razón inmanente esclareciera nuestros juicios depastores y rebaños.

El radicalismo entró en esa época en un largo eclipse. Yrigoyen está solo.Magníficamente solo en su soledad, escribió Gálvez de este tiempo de espera.

Roca de nuevo es el Presidente. Bernardo de Irigoyen el Gobernador de BuenosAires. Aunque se había acercado al ideario radical, en realidad estuvo siempremás cerca de los conservadores. Era lógico que volviera a sus orígenes. Laselecciones siguen siendo programadas. Las provincias responden al Zorro, al queel paso del tiempo no ha cambiado. Los reclamos de los obreros de la industrianaciente, son agitados por inmigrantes anarquistas y enérgicamente reprimidospor la policía. Yrigoyen inicia una lenta labor revolucionaria; cree que no hayotra solución que tomar la justicia por su cuenta y esta tarea le llevará cincolargos años. La hace a su manera, de nuevo de persona a persona, pacientemente;otra vez el trabajo minucioso, de relojería. La vocación por la penumbra yhasta los rasgos paranoides nutridos en sus experiencias infantiles, se unían ala tenacidad, articulándose en el tejido de su memoria asombrosa. Registrabatodos los mensajes y

Page 60: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

tenía el inventario de todos los hilos. Se aproximó aoficiales del ejército. Les describió el régimen con las palabras que sabía usaren el coloquio individual. Era difícil no dejarse convencer. Conmovían susdescripciones sobre las iniquidades del sistema y el porvenir de oro delradicalismo. Así se fue tejiendo la trama revolucionaria en la esperanza de lagran reparación radical.

Yrigoyen no había descuidado sus negocios particulares. Necesitaba una basesuficientemente sólida si quería triunfar en política. Compró y vendió un par decampos. Los trabajó retirándose a sus ranchos austeros para disimular susandanzas de conspirador o para aislarse en una meditación que lo llevaba areencontrarse consigo mismo. Necesitaba la soledad campestre para palpar sufuerza interna, y templar cada día, como en un entrenamiento, su control de sí.

En 1903 faltaba un año para terminar la Presidencia de Roca.

El candidato más firme parecía ser Carlos Pellegrini, que estaba muydistanciado del Presidente después del famoso episodio de la unificación de ladeuda pública. Una vez más el heroico Zorro ha de impedir el acceso de un hombresuperior a la jefatura del Estado. Lo que había hecho con Roque Sáenz Peña lovuelva a hacer con Pellegrini. ¡Quieren hacer Presidente al mayor de misenemigos! exclamaba. La candidatura fue votada y se le ofreció a ManuelQuintana.

La revolución tan cuidadosamente urdida por Yrigoyen, ha debido estallarantes de las elecciones. Por una razón u otra fue postergada. De todas maneraspodía hacerse en cualquier momento. Fuese quien fuese el Presidente siempreestaría contaminado por los vicios del Régimen. Aquí resalta la singularidaddel personaje. En la descripción de Gálvez: ... Yrigoyen ha ido postergando larevolución... Formidable conspirador, es por su lentitud, un mal revolucionario.Carece de aptitud para la acción. Su acción —prolongación de su interioridad— esindirecta y consiste en explicar, en transmitir lo que tiene pensado, no enejecutarlo. Son los otros quienes fundan los comités o se lanzan a larevolución.

Gálvez captó bien la personalidad. Ella será la peor enemiga de su gobierno.La energía brillaba —y acaso se consumía— en la ensoñación. Quien se impregnade lo absoluto baja a lo relativo con gran dificultad. Casi podría decirse concierta repugnancia. El mundo astral de la perfección moral, con el sol de laredención del pueblo vilipendiado, era un sistema planetario en sí, del cualcostaba trabajo salir para lo que él mismo llamaba despectivamente"efectividades conducentes". En el ya citado telegrama a Alvear le dice:... Talvez se haya Ud. un tanto enredado en las cosas que exigen ser resueltas...

El 3 de Febrero de 1905, estalló el intento. El gobierno declaró el estado desitio y el alzamiento fracasó una vez más. Yrigoyen había cumplido con suconciencia y sus imperativos categóricas. Lo demás, en su fondo determinista, nole incumbía. Antes de la hora no es la hora... canta una vieja letra francesa. Yno siempre son los hombres los que deciden cuándo es la hora.

Si la revolución ha fracasado, su espíritu inspirador no quebrantó su fe.Quintana aplicaba la mano dura —siempre enguantada— a los obreros descontentos.Yrigoyen había hablado de ellos en un manifiesto. Era la primera vez quealguien entre los fuertes los mencionaba con alguna comprensión. La imagen deljefe radical se va haciendo más visible. Dice Gálvez: Ya Empieza a considerarloel Pueblo como el Apóstol de la libertad y de la igualdad, como el Profeta queanuncia los tiempos de ventura. Lo misterioso de su destino se hace visible.

Félix Luna cita a Horacio Oyhanarte: Como en un trípode, en tres principiosfundamentales se sustenta la Unión Cívica Radical: La Revolución, laIntransigencia y la Abstención. Son tres principios que integran una soladoctrina: la de la reparación fundamental.

En 1906 murió el Presidente Manuel Quintana. Lo sucedió su VicepresidenteJosé Figueroa Alcorta, que gobernó con hombres de Pellegrini; Yrigoyen y eljoven radicalismo fueron impotentes para lograr la modificación de la prácticaelectoral, a pesar de entrevistarse personalmente con el Jefe del Estado. Este,a pesar de su pellegrinismo, no participaba de las íntimas convicciones de aqueleminente estadista. Las fiestas del Centenario agotaron el fasto nacional, quedetrás de su frivolidad dejaba ver la debilidad de su estructura.

Page 61: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Las próximas elecciones fueron las últimas en el estilo del régimen. RoqueSáenz Peña fue electo Presidente de la Nación. En su corto reinado habitó en laCasa Rosada, y revivió algunas de las evanescentes gracias de la Belle Epoque,vistiendo al personal doméstico con libreas palaciegas de calzón corto. Pero apesar de su salud declinante tuvo la fuerza y el coraje de reformar el sistemaelectoral. Lo hizo con dudas perfectamente comprensibles. De allí suadvertencia, válida para siempre: Sepa el pueblo votar!

En la ilustrativa antología de testimonios de la década del 10, de OsvaldoPelletieri y otros, se cita a Ezequiel Ramos Mejía que dice de Sáenz Peña:...Antes de los cinco meses de la asunción del mando no podía resistir a las tareasdel cargo que acababan, de minar su quebrantada salud... Al comentar su muerte,agrega una nota de Caras y Caretas del 15 de agosto de 1914: La República enteralo respetaba y lo quería, porque a su firmeza de propósito y a la amplitud de supolítica se debe el resurgimiento institucional del país y la vuelta de lospartidos a la fecunda lucha democrática.

Victorino de la Plaza asumió la Presidencia y al abrir las sesiones delCongreso de 1914, en texto citado por Carlos Ibarguren, lamentó la desapariciónde los antiguos partidos Autonomista y Nacional, aludiendo a las nuevasagrupaciones extremas que eran el radicalismo y el socialismo.

Con la Ley Sáenz Peña, el radicalismo podría levantar ya la abstención ypresentarse a las elecciones de 1916.

Yrigoyen rechazaba el calificativo de caudillo: No concibo que la faz de mipersona puede presentar aspecto de caudillo... me valoro a mí mismo más que atodas las caudillerías juntas. La grandeza de nuestros apostolados, simbolizalos altos y mejores atributos del espíritu nacional... Ellos han llenado de luztodos los ámbitos..

No hay duda de que se trató de un caudillo sui-generis. Su estilo tienesingularidad que lo distinguen de los demás caudillos latinoamericanos. Guarda,sí, con éstos, algunas analogías esenciales, entre ellas la cualidad de relacióninstintiva que da a la comunión de sus adherentes una participación sacralizada.Lo que Yrigoyen representaba para sí mismo era esa figura de alucinadomisterioso... irreductiblemente identificado con la patria misma, serenoauscultador de sus anhelos e intérprete fiel de sus imperiosas revindcacionessegún su propio retrato (Proteo, 12 de Octubre de 1916).

Esos ideales expresados en tan oscuro lenguaje no los recibía el pueblo porcierto a través de sus palabras, sino desde esa curiosa alquimia que es la fama:el conjunto de equívocos que hay en derredor de un nombre, según la precisadefinición de Rainer Rilke. Los rasgos se iluminaban con rayos de imagineríasegún el código de cada uno, para coincidir todos en esa unción que nonecesitaba justificarse.

Cuando llegó la elección, Yrigoyen era el candidato obvio. De acuerdo consus convicciones renunció ante la Convención partidaria. En el texto de la renuncia escribió: Un gobierno noes más que una realidad tangible, mientras que un apostolado es un fundamentoúnico, una espiritualidad que perdura a través de los tiempos. Era congruente con su conducta querer conservar esesumo sacerdocio, y no descender al llano de los Presidentes de la República:

En 1909 había expresado en una carta al Dr. Molina: Extraviados viven los quepiden programa de gobierno a la causa reivindicadora... Para Yrigoyen ella eracomo un fuego sagrado que lo purificaba todo y hacía toda explicaciónirreverente.

Su renuncia había sido espontánea y sentida. No era un recurso como los queempleaba Rosas para conseguir la suma del poder público. La tarea misional conla que se había ungido Yrigoyen se consumaba destruyendo el mal, noadministrándolo desde el gobierno. Lógicamente terminó por aceptar la carga dela realidad tangible. Pero, fiel a sus principios, no presentó ningún programa,porque no creía que fuera necesario.

Con 450.000 votos ganó Yrigoyen la elección. La primera minoría fue deConcentración Nacional con 200.000. El 12 de Octubre, día de la asunción delmando, el pueblo desunció los caballos de la carroza presidencial y lo llevódesde el Congreso a la Casa Rosada. Este frenético espectáculo no se veía desdeRosas.

Page 62: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

El gobierno de Yrigoyen se desenvolvió según la constitución de las cosas,como decía Alberdi. Reflejó las virtudes y las carencias de sus principios en suactitud frente a su caudillo. Fue honesto. Mantuvo a la guerra europea, alconservar la neutralidad y al señalar enérgicamente los atropellos del ImperioAlemán. Lo fue también al denunciar la política de la Sociedad de las Naciones.

Fue personalista pero no dictatorial, respetó la libertad civil y la deexpresión, pero hizo uso extenso de las intervenciones federales en nombre de lareparación. Yrigoyen —dice lbarguren, que fue adversario político— no tuvo unpersonalismo totalitario, pero absorbía todo cuanto te era posible manejar odisponer

El Partido Radical no era —ni razonablemente se lo podía pedir que fuese— unaorganización preparada para gobernar. Aparte de esa honradez que estaba en sutradición, no tenía equipos administrativos ni estaba dispuesto a trabajar conlos hombres contaminados por el régimen. lbarguren habla del predominio de genteinferior por su incultura e ineptitud... y que la atención primordial, ... casiexclusiva, fue encaminada a satisfacer... los intereses partidarios.

Gálvez, por su parte, aunque admira muchos rasgos del Presidente, admite queSalvo alguna excepción, los ministros de Yrigoyen carecen de influencia en elgobierno y de iniciativa y acción propias. Todo lo absorbe la desmesuradapersonalidad de Hipólito Yrigoyen. Y agrega Es explicable que los nombramientoslos haga él sólo, sin consultar a nadie —el consultar no está en sutemperamento— ni reconocer las atribuciones de nadie, sean ministros o jefes deadministraciones autónomas, porque él solo conoce al partido hombre por hombre,los que se han sacrificado y sufrido por la Causa, los que descienden demártires... los que nunca han claudicado ni vacilado... los que merecenrecompensas. Solo él sabe estas y otras cosas.

En otra parte de la descripción Gálvez dice: El espionaje forma parte delsistema gubernativo y político de Yrigoyen. En las oficinas tiene informantescelosos. Sabe quien se burla de él, quien lo admira... Y... al espionaje de susfieles debe agregar el de la policía. Nunca ha sido tan minuciosa, como durantesu presidencia, el espionaje policial.

A estas particularidades propias de todo caudillo personalista, hay queagregar otra que se va con frecuencia entre los conductores de pueblos: lamegalomanía. Se trata del juicio que hace cada uno de ellos de sí mismo. Seexplica por su identificación sacra con la Patria, la Libertad y la Grandeza.Deriva de una convicción de ser ungidos por fuerzas superiores a las humanas.

De esta característica que completa su retrato hay textos auténticospúblicos. Mi vida es de los más nobles holocaustos y de las más austerasidealidades. Hay existencias a cuyo través fulguran toda las calidades ycondiciones de una época y ésa es la mía.

En su último mensaje, al terminar su primera Presidencia, en 1922,dijo: La magna obra de reparación... que salvó a la Nación de todos losprecipicios a los que fuera arrojada y la encumbró en el glorioso pedestal desus tradiciones (constituye) un modelo tan acabado de virtudes cívicas... queirradian en el alma nacional... Hemos asumido el más importante de los cometidosque haya memoria en los transformaciones públicas, esclareciéndolo yresolviéndolo en todos sus caracteres con la mayor precisión y altura.

Como se ha visto con la época de Rosas y se volverá a ver en nuestrahistoria, los gobiernos personalistas son proclives a esta descomunalautocomplacencia, que es el resultado de su apartamiento de la realidad y delangostamiento de sus marcos referenciales. Esta característica no es sóloargentina.

A las declaraciones de Romanones, publicadas en la prensa madrileña enMayo 27 de 1927, encareciendo la necesidad urgente de restablecer laConstitución en España, el general Miguel Primo de Rivera repuso que tanto élcomo sus compañeras de gobierno eran merecedores de una glorificación que superaa todo cuanto hasta ahora se haya podido hacer en ningún país del mundo enexaltación de sus mejores gobernantes.

Parte del lenguaje de la época de Yrigoyen puede atribuirse a lasreacciones que provocaba la actitud de la oposición, que desde el Parlamentoobstruía todos los proyectos del gobierno. Así

Page 63: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

fracasaron algunos muyimportantes, como tratamiento impositivo, créditos de fomento y la aprobacióndel Código Rural y especialmente del Código de Trabajo. Los ditirambos de laprensa adicta y las palabras de los dirigentes se sitúan al margen de larealidad espacio-temporal de su cultura. Sus exageraciones revelan la pobreza delos términos comparativos de los que surge su exaltada excelencia y una vez másse pone de manifiesto el autismo implícito en todo culto a la personalidad.

Al terminar su período, Hipólito Yrigoyen designó de hecho Presidentea Marcelo T. de Alvear (1922-1928).

Luis Alén Lascano dice lo siguiente: El poeta Rafael de Diego,frecuentador y discípulo de Don Hipólito, nos refirió haberle oído decir a quienle preguntara por qué eligió a Marcelo en 1922. Porque nunca me creí inmune a lapatada histórica, y elegí entre todos, a quién con menos eficacia podía dármela.

El mismo autor sintetiza el período de Alvear diciendo: El equilibrioadministrativo, la estabilidad económica y la gran prosperidad del capitalismomundial previa al crack del 29, parecían señalar un futuro ilimitado al país.Pero en la opinión de Félix Luna... en líneas generales significó unestancamiento en el impulso revolucionario que había inaugurado pujantementeYrigoyen.

Esta impresión refleja sin duda el juicio del radicalismo irigoyenista. Enlas palabras de su más caracterizado exégeta, Gabriel del Mazo: Cuando llegaronlos años 1922-1928, el gobierno de esa época, a pesar de las obligacionespropias de su origen ampliamente popular, desvirtuó el gran rumbo originario.Comenzó una fuerte evolución hacia las fuerzas socialmente reaccionarias y hastallegó con sus partidarios a complicarse en una alianza con ellas...

A este radicalismo lo explica Gálvez citando la descripción de unsenador por Santa Fe que no nombra: al radicalismo no pueden comprenderlo ni loshombres que pertenecen a las castas del privilegio histórico de nuestro país, nilos intelectuales que llenan las columnas triviales de los grandes diarios conla esencia de sus cerebros, incapaces de la creación robusta, ni losextranjerizantes, ni los extranjeros que aquí llegan tras la dorada ilusión dela fortuna rápida. Pero al radicalismo lo comprende el pueblo. Ese pueblo —segúnel mismo senador— había impresionado su alma con el hombre que se inclina conbondad, con desinterés, con benevolencia, hacia el abismo del dolor humano.

El segundo período del Presidente Yrigoyen comenzó en 1928 y terminóen 1930. Los muchos años y la intensidad del trabajo —dice Gabriel del Mazo—habían traído con rapidez la declinación física de Yrigoyen... A ello se sumó lagran crisis mundial estallada en 1929, que tuvo intensa repercusión en nuestraAmérica...

En el desarrollo de la hipótesis central de este libro, la segundaPresidencia de Hipólito Yrigoyen se tipifica claramente como sistemaconvulsionado que desata el tránsito al sistema social dominado, que se inaugurael 6 de Setiembre de 1930. Este acontecimiento, junto con otros similares, porrazones del método adoptado, será descripto al tratar el lapso que media entre1930 y 1984.

CAPITULO XIII

LAS FUERZAS ARMADAS Y SU INFLUENCIA EN LA HISTORIA CONTEMPORANEA DE LAREPUBLICA

... la tiranía es imposible en mi país. Hay demasiada virilidad,demasiado orgullo nacional, demasiado amor a la libertad... No admitiendola posibilidad de una tiranía,

Page 64: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

no admito la de un golpe de estado.

Entrevista a Julio A. Roca en 1879. Transcripta por Gustavo FerrariyEzequiel Gallo en "La Argentina delOchenta al Centenario"

Esta parte del ensayo analiza al sub-sistema militar y comienzaprocurando aislar algunas de las particularidades que traducen su visión delpaís y del lugar que ocupa en el sistema social. Más adelante se describiránsus periódicas tentativas para dominar el sistema social entero a través de lausurpación del poder del Estado, sustituyendo por su propio imperio a lasautoridades legalmente constituidas. Al relatar los movimientos armados exitososdesde 1930, se comentarán los avances progresivos sobre áreas de la vida socialcada vez más extensas, hasta culminar con el golpe de estado de 1976 en laocupación militar de la Nación por sus propias Fuerzas Armadas,

Dentro del sistema social existen dos subsistemas con tan fuerteidentidad corporativa y tan amplio espectro de regulación de la vida total desus miembros, que constituyen una suerte de micro-cultura suficientementecerrada como para merecer un análisis particular. La profesión militar y laprofesión religiosa tienen estas características y es por ello que determinan loque se llama estado militar o estado religioso.

Detenerse entonces en la descripción cuidadosa del agrupamiento que hatenido la mayor influencia individual en la vida republicana de los últimoscincuenta años, es una tarea ineludible en estas reflexiones.

La información existente sobre el tema es suficientemente amplia, ydiversas oportunidades han permitido muchas observaciones sobre elcomportamiento individual de miembros de las fuerzas armadas en el ejercicio delpoder político. Los autores argentinos más destacados en ciencias sociales, sehan ocupado del asunto en libros, artículos y conferencias. Autores extranjeroscomo Rouquié y Potash lo han hecho también con singular sagacidad, escribiendodos tomos cada uno. Las opiniones escritas y verbales de jefes y oficiales hantenido toda la cobertura de la prensa que su espontánea locuacidad exigía,callando solamente la extensa franja de las noticias secretas y reservadas quelos regímenes autocráticos ocultan a la ciudadanía.

El perfil militar comienza a caracterizarse con nitidez a partir de laacción del Ministro de Guerra del Presidente Julio A. Roca: General PabloRicchieri, quien al decir de Miguel Angel Sconna: Era un profesional cumplido,un militar cabal, sin intereses políticos o de cualquier otro orden fuera de sumisión específica a la que conocía como pocos.

Ricchieri promovió la Ley 4031, en diciembre de 1901, de servicio militarobligatorio y con ello enconados debates que denunciaron con algunaclarividencia los peligros de la consolidación de un poder armado.

Los temores no eran infundados. El fortalecimiento de la instituciónmilitar, significó un paso considerable hacia una creciente autonomía, quehabría de llegar a una independencia dentro del Estado. Este hecho, cuyagravedad es evidente, fue posible dentro del marca de una cultura en cuyaformación han persistido tendencias autoritarias, tanto en quienes ejercitabanel poder ocasionalmente, como en quienes soportaban sus desafueros. Es útilseñalar una vez más, que dentro del sistema social, toda ocupación por unsubsistema de las áreas de otros, es un hecho cultural no solamente imputable alsubsistema invasor, sino también a la debilidad de las defensas del sistematotal.

Es sobremanera importante destacar que las Fuerzas Armadas argentinasno han intervenido en ningún conflicto bélico durante más de cien años a partirde la guerra del Paraguay y hasta el reciente episodio de las Islas Malvinas.Esta circunstancia, al par que supone una indiscutible

Page 65: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

inexperiencia en el campode batalla, llevó a la necesidad de crear condiciones artificiales parapreservar el espíritu marcial y para construir el orgullo interno corporativoque dan las verdaderas acciones de guerra. Esta forzosa configuración de un comosi, inevitablemente implicó crear y mantener la figura de un Enemigo cuyapeligrosidad emergía de su figura abstracta y evasiva y al que se ubicaba en elcuerpo social mismo aunque respondiera a asechanzas del exterior.

La tecnología militar en boga en este siglo fortaleció así la acciónde los llamados servicios de Informaciones o de inteligencia que se fueronconstituyendo y multiplicando en unidades independientes y a menudo rivalesentre sí, en todo de acuerdo con la tendencia tradicional a la fractura quetiene el sistema social argentino.

Existe una lógica de los servicios que alimenta en sí misma focosactivos de suspicacia y recelo, que actúan acumulando informaciones cuyainteligencia —o sea cuya interpretación—, tiene un inevitable margen desubjetividad y se integra en parte con un contingente de fantasmas. Cuando esto,que transcurre entre la alucinación y la realidad, impregna el centro dedecisiones políticas a través del dominio del sistema social, se da el tiempo dela caza de brujas y es la fuerza paranoide que anima las grandes represiones.

Esta descripción es válida para todos los organismos del mundodedicados a los servicios informativos y de espionaje. El hecho innegable de suexistencia, no es la menor de las pruebas de la naturaleza delirante de laespecie humana y de sus instintos suicidas.

Junto con la presencia protagónica del enemigo, la imagen de lasfuerzas armadas se construyo con la ritualización, es decir una particular yconstante presencia de símbolos y gestos combinados y repetidos de acuerdo conun modelo inalterable, cuyo repertorio estrictamente ordenado, constituye elllamado ceremonial militar. Su finalidad es concentrar la atención reverencialhacia personas, imágenes o símbolos que deben ser exaltados, infundiendo en elser humano, cuando este es objeto de tan especial tratamiento la conciencia desu posición jerárquica y la de los demás a su respecto.

Este elaborado y minucioso protocolo funciona como un conjuntosacralizado, cuya infracción no pasa inadvertida. Está acentuado por lavestimenta militar que destaca el rango del usuario. La jerarquía impone unrespeto formalizado y ritual del subordinado que se manifiesta en precedencia,saludos y fórmulas verbales.

La repetición cotidiana de esta formalización a lo largo de la carrerainfunde en los hombres de armas un empaque natural y una proyección de su nivelprofesional interno a la sociedad global, que se pone fuertemente de relieve enel ejercicio del poder civil. A esa actividad trasfunden entonces su formalismocastrense, acentuando las notas autoritarias y los rasgos solemnes que abundanya en nuestra cultura.

Las ceremonias militares frecuentemente son acompañadas por una músicaque acepta ciertos instrumentos y rechaza otros. Excluidas las cuerdas debido alas contingencias de la marcha, usan de las maderas y los bronces, el alegredesenfado de los platillos y la voz rotunda de los tambores, viejos compañerosdel hombre en su largo peregrinaje desde el borde de la historia. Así marcan elpaso, arrebatan con su ritmo a actores y espectadores y mientras desfila labanda, se levanta un tablado ingrávido de sonidos dentro del cual no existen niel tiempo ni el espacio.

Este micro—universo del militar se completa con ejercicios que ponensu acento en la bravura, en el arrojo o en la resistencia física, cualidades queno tienen correlato habitual en el ideario civil, excepto en ciertos deportes yque al identificarlos con comportamientos exclusivamente viriles, predisponen alhombre de armas a aceptarse sin cuestionamiento, como grupos dominante de lasociedad.

La exclusividad del mundo cerrado de las fuerzas armadas, con sus recintosprivados, las facilidades extendidas a sus familias y sus accesos a diversosbeneficios que los años de ejercicio del poder han multiplicado en un gradodifícil de evaluar,los ha apartado de la comunidad a la cual sólosuperficialmente están vinculados durante el tiempo de su actividad profesional,ya que ésta transcurre a menudo en cuarteles, bases o en barrios especiales nohabitados por civiles. Una constelación tan concentrada de influencias análogas,exalta naturalmente las virtudes corporativas.

Page 66: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Así se configura lo que Rouquiédescribe: el aislamiento de la sociedad global, cohesión y prestigio de grupo,imponen un cierto encierro altanero en la vida militar, un repliegue altivodentro de la institución que es el horizonte absoluto. La sobreestimación de símismo aumenta la autonomía de la sociedad militar ante los poderes públicos..

Esta sobrestimación individual lleva a cierto tipo de narcisismocorporativo que es la versión moderna del narcisismo elitista del siglo pasado.Esta visión del mundo, centrada en los valores del grupo y en un desconocimientode los valores no compartidos con el resto de la sociedad, puede llegar aextremos de una suerte de apartheid como el que en el cuerpo de ascensores deedificios de las Fuerzas Armadas indica el uso de estos artefactos en unacuidadosa diferenciación jerárquica. Ella reserva sólo para el Personal de tropala compañía de los Civiles.

Los objetivos de la carrera militar son ganar la guerra en una acciónconcreta. El enemigo debe ser vencido. La negociación no sustituye a la victoriay la habilidad negociadora no es virtud muy respetada. Por eso la política esvista como un vicio que siempre conduce a claudicaciones. Detrás de todopolítico no se esconden, en principio, sino propósitos subalternos.

Por esta razón los gobiernos militares disuelven los partidospolíticos como una tarea de urgente limpieza. De lo que se trata es de ordenarel país de acuerdo con normas claras y precisas que regulen la vida nacional entodos sus aspectos, así como los reglamentos internos lo hacen con la vidacastrense. La mera existencia del desorden indica a las claras que las normas envigor son insuficientes. No se llega a considerar caducada la Constitución, perose le superponen Actas Institucionales que de hecho la desconocen y que ponenénfasis en la autoridad y no en la libertad. Las garantías son suspendidasporque son velos que cubren al enemigo.

La cosmovisión militar ve el sistema social como un todo confuso quedebe ser modificado de raíz, desterrando de él la inmoralidad que es la fuentede su corrupción. Esta apreciación, simplifica la realidad. Es cierto que haycorrupción o inmoralidad social, pero corregirlas no depende de medidasrepresivas y punitorias solamente, sino de entender el funcionamiento de nuestrasociedad, dos de cuyas fallas principales son el autoritarismo y ladiscontinuidad en el manejo de la cosa pública, características ambas que lasFuerzas armadas han acentuado.

En el interesante análisis de Gilbert W. Merkx Recessions andrelbellions in Argentina, 1870-1970 se relaciona la situación económica con laépoca en la cual ocurrieron levantamientos armados. Haciendo una tabla año poraño que contiene los años prósperos, los de descenso, los pobres y los deascenso, se llega a la conclusión que el sesenta por ciento de los intentosmilitares exitosos o no, se produjeron en los años de descenso, en los que de laprosperidad se iba a la pobreza, y el treinta y uno por ciento se efectuaron enaños de pobreza.

Estas afirmaciones indican una de las causas determinantes. Los años dedescenso económico provocan una creciente inquietud social, que acentúan lossíntomas de desorden o de amenazas de desintegración y por ende sus fantasmasideológicos. Además interrumpen el equipamiento de las fuerzas armadasincrementando su insatisfacción y sus temores institucionales. Estas causas,unidas a la dificultad de percibir la compleja naturaleza de los problemaseconómicos y sociales, desencadenan la acción militar.

En las palabras de Merkx: El aumento del compromiso militar con eldesarrollo económico no ha estado a la par con un aumento en el éxito con elcual los líderes militares han resuelto los problemas económicos. La economíaargentina desde 1948 ha sido caracterizada por lento crecimiento, alta inflacióny cortos ciclos de expansión y contracción. Recesiones han desacreditado a losgobiernos militares tan imparcialmente como a los gobiernos civiles. ComoKenworthy ha señalado "es mucho más fácil tomar el poder que implementar lapolítica".

La equivocada confianza en su capacidad correctiva de fenómenos complejos,permiten la aparición de un mesianismo salvador que se sustenta en lasobrestimación que hemos llamado narcisismo corporativo. Este se ha multiplicadoa través de mensajes entusiastas que se pueden leer en todos los diarios en losdías en que se festeja cualquier acontecimiento que haga tomar la palabra aalgún jefe de las Fuerzas, acto por cierto no infrecuente. Para señalar laantigüedad de este fenómeno, transcribiremos algunos ejemplos aparecidos en laRevista Militar entre 1930 y 1943: El Teniente

Page 67: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Coronel Adolfo Espíndola publicóen el número 354 un artículo titulado ¡Hagamos conocer nuestros conductores! Setrata de un comentario a un libro alemán que había aparecido a la sazón sobre laconducción en la guerra. Dice el coronel Espíndola: Estimo que a nosotrosmilitares corresponde hacer conocer a todos los ejércitos del mundo, cual hasido la personalidad de nuestros conductores, cual ha sido su obra, en unapalabra cual es la contribución de nuestro país al adelanto y perfeccionamientodel arte militar... En la época de la redacción de este artículo, la Argentinallevaba sesenta años sin guerras. En ese lapso, Alemania, —es decir Prusia y elImperio Alemán—, había peleado en dos grandes guerras: 1870 y 1914-18. En estaúltima se había revolucionado la estrategia con la introducción del submarino yla aviación, novedades todas que recién estaban llegando al país a través de lastraducciones de la Biblioteca del Oficial.

Un perfil del oficial argentino que trazó el Mayor Jacinto Hernández,llamó la atención de Rouquié y de él se toma la cita: es el siguiente: Es unhombre que, como el fraile y, vocacionalmente, se ha entregado a servir unideal, el más puro ideal consustanciado con Dios... Ajenos estos militares a laspasiones que enceguecen y no poseídos de otro afán que el servir a suscompatriotas, son algo así como el agua regia que disuelven las impurezas de losmedios en que actúan, no dejando al retirarse, sino ambientes de tranquilidad yejemplos de funcionarios de austera corrección.

Por su parte, en la misma Revista, en Julio da 1943, el Cap. EduardoArnulphi escribió su Sentido homenaje de admiración en el que rememora lasexcelencias, la actuación descollante y las bondades del Ejército nuestro entodo orden... no existe en la vida institucional del país, hecho culminante,pensamiento en acción o idea en perspectiva, sin que encontremos la accióndeterminante, resuelta, efectiva y promisoria del Ejército nuestro, que siendosiempre numen, brazo,... con todo el contingente de eficacia, de orden, deseguridad, de garantía y de respeto, ha contribuido al encumbramiento nacional,bien sea en forma colectiva o bien sea con el indiscutido aporte individual desus componentes...

Esta descripción refleja la existencia de un mundo específico ycerrado, autosuficiente, porque se nutre de su propia historia y de una tabla devalores exaltada por el narcisismo corporativo. Que tiene en su ámbito comoninguna otra entidad profesional de la República, una autarquía de hecho, que enlargas épocas de dominio del sistema social como el que estamos aún almesando,llega a una discrecionalidad absoluta. Todo conduce entonces naturalmente aluso de hipérboles en el lenguaje habitual, que exageran la importancia de hechoso actitudes, calificándolos por encima de sus merecimientos.

De esa fuente surge la palabra revolución para referirse a cada uno de losgolpes de estado desde 1890 hasta 1966.

Las revoluciones que ocurren en un sistemasocial, modifican cualitativa y profundamente su organización futura. ParaOrtega y Gasset significan someter la realidad a un proyecto racional ParaManuel Azaña, en cambio, no se razonan jurídicamente sino que se justificanhistóricamente. La Revolución Francesa y la Revolución de Octubre de 1917 enRusia, fueron realmente revoluciones. La Revolución de Mayo lo fue solamente porel hecho de la emancipación del poder colonial, pero no por un cambio interno enprofundidad.

Los golpes de estado militares acaecidosdesde 1930 han sido meros apoderamientos del sistema social, luego abandonadospor la imposibilidad de cumplir con los objetivos que cada vez se habíanproclamado como justificación del hecho. Ninguno de ellos significó unarevolución. Esta palabra es sólo una hipérbole,proclividad a la que nuestra cultura en general es inclinada y en la que eldiscurso militar incurre con frecuencia.

Esta calificación superlativo del acto sedicioso, ineficaz para modificarla realidad, es útil para crear o mantener el mito de la licitud de laintervención armada y a pesar de sus fracasos, a resistir el aprendizaje delrepetido error de llevarla a cabo. La mitología de los movimientos de fuerza senutre con palabras alejadas de la realidad que pretenden significar y no hayaprendizaje posible sin revisar constantemente esa relación y corregir laspalabras cuando se alejan de las cosas reales que pretenden representar.

Page 68: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Esta introducción al capítulo de las intervenciones militares seríaincompleta si no se mencionara el papel que jugó la civilidad en sus diferentesepisodios. Es desde luego obvio para este ensayo, que la acción militar noestuvo aislada del comportamiento del resto del sistema social al que pertenecey no fue solamente inspirada por concepciones corporativas castrenses.

Los civiles hemos alimentado el mesianismosalvador militar con una fe en su misión correctora del mal funcionamiento de lacosa pública. Los partidos derrotados en las urnas acudieron frecuentemente alarbitrio de la conspiración, tratando de convencer a los hombres de armas de queno se podía seguir así y de que ellos eran los únicos que podían salvar alpaís. También muchos apolíticos, es decir no afiliados a agrupacionespolíticas, hemos golpeado la puerta de los cuarteles. Tanto unos como otros,producido el movimiento, comprobábamos que el sistema social perdía el controlde los acontecimientos. Entonces denunciábamos airadamente a los aprendices dehechicero que los habían desatado.

Los movimientos triunfantes fueron recibidoscon reacciones que iban desde la indiferencia hasta el regocijo y la celebraciónruidosa. Este júbilo duraba poco dada la habitual pobreza de los resultados dela operación, pero no suscitó nunca el repudio que debió haber originado sihubiéramos tenido realmente ese demasiado amor a la libertad que Julio Roca nosatribuía. La más flagrante prueba de la ausencia de este sentimiento la dio laAcordada de la Suprema Corte que aprobó de hecho la usurpación del poder del 6de Setiembre de 1930, actitud que analizaremos cuidadosamente más adelante.

Es preciso señalar que tanto civiles como militares errábamos en laintención de mejorar la vida nacional por medios forzados. Ha llegado la horade admitir que existe una lógica interna que sella el destino de cualquiersedición y que se repito invariablemente en toda tentativa análoga en unasecuencia sin salida. El sistema social convulsionado precipita la intervenciónque lo transforma en sistema social dominado. La inevitable suma de desaciertosque acompaña la gestión autoritaria de hombres sin experiencia en los negociosdel Estado, reactiva la convulsión y este acelera su entropía —o sea sutendencia al desorden— hasta límites críticos que lindan con el caos.

Cuando se llega a esta zona, el gobierno autoritario descubre de pronto en síuna vocación democrática hasta entonces oculta, llamando precipitadamente aelecciones, con o sin proscripción de electores. Allí se termina el episodio. No ha habido nunca un análisis profundo de los errores cometidos, los cuales,naturalmente, se han vuelto a repetir una y otra vez.

Esta fue la secuencia invariable: 1930; 1943; 1955; 1966; 1976.Multiplicación que no se registró como experiencia a pesar de su reiteración pordemás ilustrativo. Ni los civiles que participamos en su inspiración, ni losmilitares que la condujeron en la práctica, aprendimos nada hasta 1976. Al caboya de esta última tentativa, cuyos resultados adversos no se pueden aún evaluaren toda su magnitud imaginable, estamos en condiciones de dar por probadoirrecusablemente que la ocupación militar no resuelve ninguno de los males de laRepública. Por el contrario es el comienzo de una espiral descendente cuyaprogramación genética lleva inscripta su propia destrucción.

Esa programación está en la lógica interna misma de la acción militar ydetermina condicionamientos muy rigurosos al grupo invasor, por haberseconferido a sí mismo, al decidir tomar el gobierno por su exclusivo imperio ydesde su única perspectiva, el derecho de disponer de la suerte de todo elsistema social. Estos condicionamientos lo imponen prescindir de loscorrectores externos de una justicia independiente y de las guías de una opiniónlibre y plural. Lo que es aún más grave por las responsabilidades implícitas,le obligan al encarnar compasivamente a la Ley, a ser el único depositario y lasola fuente de la verdad.

Tales responsabilidades solamente se pueden sobrellevar cuando existe unconsenso importante que las respaldo y no dependen de la calidad de los hombresque puedan decantarlas. En los diferentes golpes de estado acaecidos hanintervenido jefes y oficiales idealistas, honestos e inteligentes y otros quecarecían de tales cualidades. Otro tanto ocurre en los gobiernos civiles. Peroéstos pueden tener una base política que aquellos nunca podrán obtener.

A esta altura de la historia nos encontramos con una curiosa paradoja. Es lade que un sistema social como el argentino, que como se ha visto, no tienedefensas naturales espontáneas contra el

Page 69: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

despotismo, termina por crearlasfinalmente por agotamiento del modelo militar.

Dicho con otras palabras, a pesar de todas sus limitaciones, esta culturatermina rechazando el gobierno de este grupo de especialistas, que alangostamiento de sus campos de referencia, agregan el haber sido formados en unaconcepción dogmática cuyo fin es defender a la Nación de sus enemigos, nogobernarla. Esta afirmación implica reconocer que el sistema social argentinoha llegado a un grado de complejidad tal, que no puede ser dirigido desdeninguna perspectiva sectorial. Solamente lo puede ser desde una visión plural ainterdisciplinaria, abierta al avance científico y tecnológico y profundamenterespetuosa de la libertad de pensamiento y de expresión.

Es menester que tanto civiles como militares proclives aún a un golpe deestado reflexionen las palabras de Carlos Pellegrini pronunciadas en su últimodiscurso parlamentario poco antes de morir: El Ejército es un león que hay quetenerlo enjaulado y soltarlo el día de la batalla. Y esa jaula, SeñorPresidente, es la disciplina, y sus fieles guardianes son el honor y el deber.¡Ah de una Nación que debilite esa jaula, que desarticule esos barrotes, quehaga retirar esos guardianes, pues ese día se habrá convertido esta institución,que es la garantía de las libertades del país y de la tranquilidad pública, enun verdadero peligro y en una amenaza nacional!

CAPITULO XIII-1

EL 6 DE SETIEMBRE DE 1930

El primero de los brotes de mesianismo salvador del siglo veinte, fueel 6 de setiembre de 1930. El apoderamiento por el Ejército de la autoridad deun gobierno legítimo, sentó un precedente cívico. militar de excepcionalgravedad, fijando la imagen de una comunidad inestable incapaz de resolverracionalmente sus conflictos. Sobre todo, el aval de hecho de la Corte Supremade la Nación evidenció la tenue estructura jurídica de la República y la faltade defensas del sistema social frente al ataque a sus instituciones.

El gran poeta Leopoldo Lugones había cantado a los ganados y las mieses enépocas casi olvidadas. En 1924 cambió el tono: Ha sonado otra vez, para biendel mundo, la hora de la espada... Pacifismo, colectivismo, democracia, sonsinónimos de la misma vacante que el destino ofrece al jefe predestinado, esdecir al hombre que manda por su derecho de mejor, con o sin ley...

El grupo político y económico que las elecciones habían desalojado delgobierno en 1916, tenía urgencia de volver al poder. Lo ayudaban la depresiónmundial de 1929, y la ineficacia del segundo mandato de Hipólito Yrigoyen quehabía intensificado los errores del primero. Un nacionalismo de cepatradicional, combativo y elitista, con raíces de inspiración hispánica ycatólica —conjunción dogmática y autoritaria— inspiró a un grupo de jóvenes contalento literario y sueños heroicos, que encontró en el General José FélixUriburu al conductor ideal. Hombre de gran prestigio moral, formaba parte de laélite que consideraba natural su acceso al poder pese a los votos en contra.

Estudiantes alborotados, grupos nacionalistas armados, pequeñas turbasagresivas del llamado Clan Radical, crearon el clima turbulento cuya olaenardeció las vocaciones insurreccionales. El periodismo, con el diario Críticaa la cabeza incitaba a la rebelión.

Dentro del Ejército existió entra 1921 y 1926 un grupo cerrado que se llamóLogia General San Martín donde se había señalado el estado del arma el finalizarla primera Presidencia de Yrigoyen, diciendo: El Ejército está pasando por unperíodo de crisis orgánica y de espíritu que no es posible desconocer. Ella seagrava cada vez más, y si continúa de este modo puede suceder que la instituciónse precipito en la desorganización y la anarquía..

Por otra parte, un memorándum del Ministerio de Guerra de la Presidencia deAlvear —también citado como el párrafo anterior, por Juan V. Orona— hacía unretrato de los legisladores,

Page 70: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

probablemente debido a la pluma o por lo menos a lainspiración del entonces Ministro Agustín P. Justo, después Presidente de laNación, que refleja una total falta de respeto a la institución parlamentaria.

Su texto parcial dice que la mayoría de los legisladores... es unamasa amorfa, que posee ideas simplistas respecto de los problemas de fondo queinteresan a la Nación; son infatuados y, en general ignorantes... agregando paracompletar la calificación que son vanidosos...

No resulta inexplicable que con tal imagen del Parlamento, cuando lasegunda Presidencia de Yrigoyen agravó las relaciones entre el Ejército y elPoder Ejecutivo recrudeciesen las ideas de un golpe de estado.

La conspiración se puso en marcha a mediados de 1930 con la intención dereclutar efectivos entre los Jefes y Oficiales, uno de los cuales era elentonces Capitán Juan Perón. A él se debe una descripción del desarrollo de estafase preparatoria del movimiento hecha con estas palabras: Nunca en mi vida veréuna cosa más desorganizada, peor dirigida, ni un caos tan espantoso como el quehabía producido entre su propia gente, el comando revolucionario en los últimosdías del mes de Agosto 1930.

El Ministro de Guerra de Yrigoyen, en conocimiento del proyecto desedición, lo instó sin éxito a desbaratarlo, cosa que a estaral testimoniocitado, no hubiera sido difícil. El Presidente rechazó toda medida preventiva yel gobierno cayó el 6 de setiembre sin defenderse. El mismo Perón escribe sobreel tema su juicio: la mayor parte de los Oficiales no habían intervenido porqueno se les había hablado. Como consecuencia de ello las tropas no habían salidode sus cuarteles sino en una proporción insignificante... Sólo un milagro pudosalvar la revolución. Ese milagro lo realizó el pueblo de Buenos Aires, que enforma de avalancha humana se desbordó en las calles al grito de ¡Viva larevolución!.

Esta contribución popular revela la hondura con la que una largatradición autoritaria había marcado a la comunidad, hasta hacerla acompañaralborozadamente un movimiento sedicioso. Pero la debilidad del sistema socialpara oponerse al dominio de uno de sus subsistemas habría de hacerse mucho máspatente aún con la respuesta de la Corte Suprema a la nota oficial delPresidente Provisional, General Uriburu, en la que le comunicaba la constituciónde un nuevo gobierno surgido de la revolución triunfante.

La Acordada de la Corte del diez desetiembre de 1930 consideró al nuevo gobierno como de facto citando su propiajurisprudencia anterior que no era aplicable al caso y que incluía una doctrinaelaborada por un tratadista internacional del tema, Albert Constantineaupresentada de una manera incompleta.

En efecto, Constantineau, en el mismotexto invocado, distingue entre un funcionario de facto y un usurpador. Define aéste como quien asume el derecho de gobierno por fuerza, en contra y enviolación de la constitución del país. La Constitución argentina en su artículo22 dice: toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechosdel pueblo y peticione a nombre de éste comete delito de sedición. Es decir, queningún gobierno emanado de un movimiento armado es de facto de acuerdo con ladoctrina internacional, sino usurpador, y sedicioso según nuestra Constitución

En la Acordada, la Corte afirma queel nuevo gobierno mantendrá la supremacía de la constitución... y lo declara defacto, título que no puede ser judicialmente discutido con éxito por laspersonas en cuanto ejercita la función administrativa y política derivada de suposesión de la fuerza como resorte de orden y de seguridad social.

El Supremo Tribunal debido al principio de la división de los poderes notenía atribuciones para pronunciarse sobre el acto sedicioso porque escapaba asu jurisdicción. Pero cuando el General Uriburu —probando al mismo tiempo suhonestidad y su ignorancia del derecho constitucional— le dio la oportunidad, supronunciamiento debió haber sido categórico, calificando al acontecimiento quese lo comunicaba oficialmente como lo que era desde el punto de vista jurídico,es decir delito de sedición.

Page 71: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Esta Acordada fue de hecho una legitimación del derecho de la fuerzafísica como fundamento del gobierno. Es posible que de ésta manera impropia losmiembros de la Corte creyeran que conservaban aunque muy tenuemente ydisminuida, alguna forma de poder judicial que limitara posibles excesos delautoritarismo del Estado. Esta conjetura es válida, porque sería un agravioacusarlos de ignorancia, pero es igualmente válida —y acaso más congruente conlas hipótesis de este ensayo— la presunción de que el Tribunal, como parte deuna cultura tradicionalmente autoritaria pudo observar sin escándalo al acto defuerza.

La Acordada fue analizada con todo rigor por el Dr. Daniel Antokoletz, enun profundo y extenso comentario cuando Jurisprudencia Argentina publicó larespuesta de la Corte a la comunicación oficial. En el texto de su trabajo dice Antokoletz: En losucesivo, podrá definirse la constitución como un conjunto de normas jurídicasque rigen mientras no sobrevenga una revolución...

Y efectivamente, el golpe de estado del 4 de junio de 1943 fue el últimoque el gobierno resultante requirió el mal llamado reconocimiento de la CorteSuprema. De allí en adelante la erosión del derecho se hizo más rápida. Elgobierno de Perón tuvo una mayoría suficiente para condenar a todos los miembrosen un juicio político a-jurídicos y el golpe de estado subsiguiente que loderrocó, ya sentó un derecho revolucionario que imperó de allí en adelante enlas siguientes sediciones, sujeto a los vaivenes a-jurídicos de la simplevoluntad de dominio.

El General Uriburu —dice Nidia Areces— había anunciado unlevantamiento trascendental y constructivo con prescindencia de los partidos.Hombre profundamente honesto, no era guiado por ningún interés. Participaba delas reservas habituales en la formación militar frente a las prácticasdemocráticas y en particular a las formas de la representación parlamentaria ala que quería sustituir por participaciones corporativas a la manera delfascismo italiano. Su ambiguo respeto por la constitución lo inducía areformarla para aplicar remedios enérgicos para el mal que minaba el país. Estaidea no tuvo viabilidad alguna y no se llegó a intentar llevarla a cabo.

El movimiento de setiembre persiguió a losnucleamientos obreros más organizados, foco de las reservas del gobierno ydurante la breve vigencia de la ley marcial se fusiló por anarquistas a trestrabajadores. Se organizaron grupos adiestrados militarmente por oficiales delEjército, como la Legión Cívica y la Unión Nacionalista de EstudiantesSecundarios que tuvieron una corta vida.

El 5 de abril de 1931 se convocó a elecciones en la Provincia de BuenosAires. Contra todas las presunciones oficiales ganaron los radicales. Habíaocurrido un hecho que se repetiría cada vez que se repitiera el acceso forzadoal poder. Los hombres que gobernaban en un campo en el que la censura reteníalas informaciones y la policía la libertad, habían cortado su capacidad depercibir la realidad exterior y habían caído en el hechizo de sus propiaspalabras creyendo haber convencido al pueblo de sus ideas.

El gobierno anuló las elecciones y proscribió al Partido Radical. Laelección presidencial del General Justo fue así viciada en su origen, escribiríamucho después Matías Sánchez Sorondo, que fuera Ministro del Interior delPresidente Uriburu.

Con el acceso del General Agustín P. Justo se inició el tiempo que habríade ser calificado de década infame por sus enemigos políticos para desembocar enotro golpe de estado el 4 de junio de 1943. El nuevo Presidente era hábilpolítico y conocía muy bien al Ejército. Por una parte lo dotó de grandesedificaciones. Por otra vigiló cuidadosamente a los hombres que podían serpeligrosos. Sabía perfectamente que después del 6 de setiembre las Fuerzasarmadas no eran ya las mismas. De allí en adelante la atención con la queseguirían los acontecimientos políticos había cambiado cualitativamente. Elcambio provenía de una responsabilidad que se habían asignado: la de su misióncorrectora de los desvíos republicanos. La disposición crítica había dejado deser contemplativo, para pasar a ser especulativa. De allí a ser activa, eltrecho era corto.

La época entera del período presidencial de Justo fue la del sistemasocial convulsionado. Se practicó incansablemente el fraude y se llegó alepítome del cinismo al calificarlo de patriótico. Al soberano no se lo educaba sino que se lo ignorabay la sociedad, en lo que se refería al ejercicio de los derechos civiles estabadominada por una minoría.

Page 72: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Episodios como el pacto Roca-Runciman que mostró una vez más ladependencia de Inglaterra, y el escándalo del debate de las carnes, que dejó aldescubierto el juego nudo de intereses, marcó la época. Los debates de esosdías alcanzaron grados inusitados de violencia. El climax lo alcanzó elasesinato en pleno recinto del Senador electo por Santa Fe, Dr. EnzoBordabehere. La voz de Lisandro de la Torre, hombre de estado excepcional, fueahogada por el ruido y la furia. El ambiente político del Parlamento rechazabael razonamiento lúcido y la conducta límpida de De la Torre, llevándolo aretirarse de la escena nacional. Su suicidio fue un testimonio trágico delprecio con que paga la República la frustración de sus hombres más valiosos.

Justo terminó su período y apoyó la candidatura del Dr. Roberto Ortiz paraPresidente. Aceptó sin entusiasmo la Vicepresidencia del Dr. Ramón S. Castillo,que habría de ser Presidente en ejercicio, por la enfermedad del titular delPoder Ejecutivo. Ortiz, como Roque Sáenz Peñaaños antes, a pesar de su origen fraudulento, estaba dispuesto a preservar lapureza de los comicios siguientes, pero no pudo llegar a hacerlo. Por razonesde salud, delegó un poder que no recobraría. Ladisposición autoritaria de su sucesor, que no tenía las preocupacioneslegitimistas del Dr. Ortiz, creó las condiciones aptas para un nuevo golpe deestado. Por su parte, la Segunda Guerra Mundial, dio el marco externo queaumentó la confusión interior.

En Octubre de 1941, el Ejército abandonó también la actitud especulativa ypasó a un principio de acción. Presionó directamente al Dr. Castillo, obteniendoalgunas respuestas favorables a sus imperiosas demandas. El reloj habíacomenzado su cuenta regresiva.

El Presidente mantuvo la neutralidad argentina frente a la presión crecientede los Estados Unidos que acabaría por denunciar públicamente una presuntafiliación germanófila en el Ejército. Para Rouquié esta posición era exagerada.El mismo Embajador inglés, Sir Davis Kelly llegaría a subestimarla. Laneutralidad no necesitaba esa explicación. Como país fuertemente exportador dematerias primas alimenticias, la guerra aseguraba el comercio exterior ybeneficiaba a los países importadores como Gran Bretaña que debía proveer a sustropas. Estados Unidos era autosuficiente y pretendía una actitud unánime entoda América que Brasil secundaba, pero que Argentina —como tradicionalmente lohabía hecho— se resistía a adoptar.

Esta firme actitud neutralista entorpeció nuestras relaciones fricción conlos Estados Unidos agregando un motivo más de fricción interna en el Ejércitoque se sentía mal equipado, mientras Brasil era armado por el Préstamo yarriendo norteamericano. La imposibilidad de obtener armas americanas, daríalugar en su momento a un intento de conseguirlas en Alemania, añadiendo así unfactor más de desorden.

En esos días había malestar obrero. Los años de guerra habían cambiado lafisonomía demográfica del país, Con una fuerte migración interna de lasprovincias hacia las grandes ciudades, especialmente a Buenos Aires, en pos detrabajo. Los ingresos eran insuficientes y el desequilibrio estructural con elresto del país se hizo aún más agudo.

El aumento del costo de la vida, mal endémico argentino, acumulaba en elinconsciente obrero la pesadumbre de una condición que poco tiempo después JuanPerón llevaría a su conciencia, agravando otros temores de los estratossuperiores del sistema social que veían con recelo los triunfos soviéticos. Elcomunismo comenzó su presencia espectral del gran enemigo.

El Ejército conocía el grado de desnutrición existente en nuestro país. Lopalpaba en las guarniciones alejadas y en los rechazos de los servicios médicosen la época de reclutamiento militar. Pero su enfoque era profesional. Elraquitismo y las enfermedades no daban el material humano que exigía la defensanacional. El talento y la intuición de Juan Perón fue unir esas dos realidades,la de la defensa nacional y la de la condición social que era la que percibíanlas clases más bajas.

El Vicepresidente en ejercicio había resuelto apoyar con todos los mediosclásicos del fraude la candidatura de Robustiano Patrón Costas, magnateazucarero de Salta. Este empeño fue el desencadenante del golpe de estado quese preparaba y que sólo un hombre podía quizás haber conjurado. Pero esehombre, el General Justo, había muerto en enero de 1943. Así el Ejército,sacudido por brotes de indisciplina interna; desguarnecido por su incapacidadpara

Page 73: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

equiparse, vivía entre fantasmas. Sin unidad de planes ni objetivos,estaba unido en la frustración, en sus recelos y en sus temores de un futuroincierto, gobernado por un sector político que no le ofrecía sino fraude eineficacia.

En las palabras de Rouquié se describe así la época previa al movimientodel 4 de Junio. Se vuelve a conspirar. Pocas veces los móviles de la actividadmilitar han sido tan heterogéneos, contradictorios e imperativos.

De las consecuencias de los atropellos al derecho, originados el 6 desetiembre de 1930, no habían quedado huellas en la memoria de Campo de Mayo. Sólo se había guardado el secreto de que la Casa de Gobierno podía ser unobjetivo militar, y que la operación no presentaba mayores riesgos.

CAPITULOXIII-2

EL 4 DE JUNIO DE 1943

Las decisiones militares que dieron fin a la época que se habíainiciado con el golpe de estado de 1930, fueron tomadas por razones múltiples alas que no fueron ajenos los orígenes fraudulentos de] gobierno y la perspectivade continuar en el mismo estilo a través de la manifiesta voluntad delPresidente Castillo de trasmitir el poder a Robustiano Patrón Costas. Existíantambién otros motivos internos y el externo de la Segunda Guerra Mundial,acontecimiento que se había iniciado con un avance arrollador de las armasgermanas que parecía proclamar el advenimiento de una era de militarismorampante y civilidad regimentada.

Aunque preanunciado por diversos vaticinios, la insurrecciónmilitar del 4 de junio de 1943, fue una sorpresa para buena parte del país, incluyendo al mismo Poder Ejecutivo, cuyo titular,de firmes inclinaciones autocráticas, no tenía dudas de finalizar su mandato alaño siguiente.

El grupo de oficiales que en la Escuela de Caballería adoptó ladecisión final de ordenar la salida de las tropas no estaba al decir de RobertoPotash, especialmente preocupado por consideraciones políticas de ninguna clase.El único punto en que todos parecían convenir —dice— era que se trataba de unmovimiento rigurosamente militar. Los civiles no participarían y los militaresdebían dirigir el futuro gobierno.

Este caso de apoderamiento del sistema social entero a través dela ocupación del Estado por decisión corporativa unilateral de uno de sussubsistemas subordinados, marcó un avance cualitativo sobre el golpe de estadode 1930. La diversidad de motivos que confluyeron para desencadenarlo, eldesconocimiento total de la cosa pública y de sus complejidades que evidenciaronsus protagonistas, llevaban implícitas las razones de su fracaso.

La orden de salida de las tropas no había provisto siquiera quiensustituiría al Presidente que sería depuesto. El Jefe de Operaciones, Generalde División Arturo Rawson, se dispuso a llenar ese vacío. Lanzó una proclama alpueblo de la República, que mal podía haber sido calificada como clásica desdeel punto de vista literario, pero que sí lo era como justificación delmovimiento. Dijo: El Ejército se ha visto precisado a lanzarse a la calle noprecisamente haciendo una Revolución, sino cumpliendo preceptosconstitucionales. La Constitución le otorga el deber de guardar el orden y elrespeto de sus instituciones. En un alto de la marcha hacia la Plaza de Mayoexpresó con más profundidad su pensamiento. La corrupción moral se haentronizado en los hábitos del país como un sistema. El capital usurario imponesus beneficios con detrimento de los intereses financieros de la Nación bajo elamparo de poderosas influencias de encumbrados políticos argentinos, impidiendosu

Page 74: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

resurgimiento económico. El comunismo amenaza sentar sus reales en un paíspletórico de probabilidades... Y en un rapto marcial, el General agregó: Quevenía a derrocar al gobierno y que arrasaría con todo lo que se opusiese en sucamino. En la mañana del día siguiente se interesó por la situación de losintereses financieros de la Nación, preguntando lacónicamente al Dr. ErnestoMalaccorto, Sub-secretario de Hacienda: ¿Cuánto hay en Caja ?

Ya en la Casa de Gobierno el General recibió a una delegación de diputadosradicales, —según noticia del diario La Prensa registrada por Rouquié— que loexpresó: la satisfacción conque había sido vista la terminación de un período almargen de la Constitución y de las leyes. Esta visita, por parte delegisladores, permite apreciar el grado de la confusión total de la cultura y suincapacidad de discriminar entre legalidad y atropello a la ley.

En las horas siguientes el General Rawson hizo algunas invitaciones paraformar su gabinete, omitiendo consultar a sus compañeros de armas. Esteresultó, al parecer, un acto imprudente. A las 3.35 horas del 7 de Junio, unaconcisa noticia periodística oficial dio a conocer su renuncia y la asunción delmando del General Pedro Pablo Ramírez.

El 15 de Junio el nuevo Presidente comunicó a la ciudadanía que: Nuestromovimiento debió prever cuatro tiempos. 1() Deponer al gobierno fraudulento ydesorganizador 2() Restablecer el orden y la administración; 3() Sanear yorganizar integralmente la Administración, depurándola de sus elementos venales,incapaces o parasitarios, 4() Renovar el espíritu nacional y la concienciapatria. En una palabra, dar contenido ideológico argentino al país entero yentregarlo entonces, saneado y renovado en todos sus valores y fuerzas vivas delbrazo legal que deba gobernarlo.

Y entonces el General, para no dejar dudas sobre su conciencia del presenteagregó: Estamos recién en el tercer tiempo o período cuya labor es enorme,porque abarca toda la Administración en todos sus resortes y en el país entero.

Pocas pruebas más flagrantes existen de la confusión de las ideas militaresen materia de derecho constitucional, que el Decreto 773 del 18 de Junio de1943, que prohíbe el uso de la palabra provisional referidas al Presidentesurgido del golpe de estado del 4 de Junio.

En sus considerandos el Decreto dice: Que para designar a las autoridades dela Nación, no deben emplearse otros términos que los consagrados por laConstitución Nacional. Que la Constitución Nacional, texto máximo al cual debenajustar sus expresiones los documentos oficiales, no usa en ningún momento lapalabra 'Provisional' refiriéndose al Presidente de la República, ni siquieracuando se trata del ejercicio del P E. en caso de acefalía.

Y en la parte dispositiva dice: Art. 1(. Cancélase la voz "provisional" delacta de Constitución del actual gobierno y de los documentos oficiales en quehaya aparecido y no se emplee otras expresiones que las establecidas por laConstitución Nacional

Esta preocupación formal frente a la despreocupación con la que se trató a lacarta constitucional, es pareja a la que demuestra la misma Corte Suprema de laNación, cuando reitera en su jurisprudencia sobre la inconstitucionalidad de unaley, que es un acto de suma gravedad institucional que debe ser considerado"última ratio" del orden jurídico. La transferencia del poder por la violenciade las armas no ha sido nunca considerada como un acto inconstitucional.Implícitamente la jurisprudencia de la Corte —que también alcanzó al movimientodel 4 de Junio al hacerle llegar la transcripción de la Acordada de 1930— colocaa la usurpación del poder entre los actos situados dentro del orden jurídicoconstitucional.

El curso de los acontecimientos dejaba percibir que el Ejército controlaba elpoder que había usurpado, pero que no sabía qué hacer con él. Todas lasmanifestaciones de la época reflejan la más total improvisación. Esta actitud,rasgo constante de nuestra cultura nacional, fue el signo que se imprimió en elmovimiento institucional del 4 de Junio.

El 27 de noviembre de 1943, el Coronel Juan Perón asumió el DepartamentoNacional del Trabajo con el título flamante de Secretario de Trabajo yPrevisión. Al ocupar ese cargo —inexistente hasta entonces—, el coronel dio unamuestra clara de su sentido político y de su capacidad de invención.

Page 75: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

En el lapso que medió hasta el 9 de octubre de 1945, el Secretario se destacónítidamente en el contexto que le rodeaba. Utilizó todos los recursos a sualcance para consolidar su poder, en medio de un recelo creciente de quienes nopropiciaban sus métodos de agitación social y que le imputaban promover unalucha de clases que no había existido nunca. La resistencia que fueron creandosus métodos heterodoxos y sus propios errores, generaron una presión que leobligó a renunciar a todos sus cargos. Cuatro días después fue arrestado yalojado en Martín García.

En la semana entre el 9 y el 17 de octubre, un Ejército fracasado ofreció elpoder a una oposición incapaz de arbitrar lúcidamente los medios necesarios parahacerse cargo de él. Esta última muestra de incompetencia, confirmó el arcaísmode la auto-denominada élite para asumir la realidad. A la par de los militareslos civiles tampoco habían aprendido nada.

Para ocupar el poder que estaba a su disposición, sólo debían reflexionarsobre dos evidencias: primera: que el Ejército había aceptado su fracaso yquería deshacerse del poder político, pero no hasta el punto de entregarlo a laCorte como se lo exigía. Segundo: que tenían que tener en cuenta los problemassociales que Juan Perón había removido.

El Presidente Farrell, de acuerdo con el Ejército y la Marina, habíanofrecido al Dr. Juan Alvarez, entonces Procurador de la Suprema Corte yprestigioso publicista, la formación de un nuevo gabinete. Es de sobra conocidoel hecho que en momentos de crisis decisiones rápidas y firmes, efectuadas desdeel centro del poder ejecutivo, pueden corregir el rumbo de la nación. Pero losciudadanos espectables a quienes se había elegido, tomaron su tiempo parareflexionar. Cuando aceptaron los cargos y se completó la lista de Ministrosera el 17 de octubre.

Simplemente, habían llegado tarde.

CAPITULOXIII-3

EL COMPLEJO FENOMENO DEL PERONISMO

El 17 de octubre fue un acontecimiento sólo comparable al día en el que lasmasas desataron los caballos de la carroza de Hipólito Yrigoyen, para conducidoellas mismas a la Casa Rosada... Era otra vez el encuentro de cada hombre con sucaudillo, su reconocimiento cuando ya había perdido toda esperanza derecobrarlo; un violento acto de amor.

Arturo Jauretche escribió alguna vez: lo que movilizó las masas hacia Perónno fue el resentimiento sino la esperanza... Era precisamente ella, laesperanza, la que se había reencontrado.

Perón fue uno de los grandes líderes carismáticos de la historia argentina.Ello conduce a analizar este hecho de difícil definición. Weber, que ha tratadoel tema con singular hondura, puntualizó que la acción de los líderescarismáticos se manifestaba en épocas aflicción psíquica, física, económica,ética, religiosa, política... señalando que el carisma es extraño al mundo de larutina diaria, él invoca nuevas maneras de vida y de pensamiento.

La configuración que liga al líder con sus seguidores, es fundamentalmenteafectiva. Las adhesiones son solícitas a irreflexivas. entusiasmo y devoción enactitudes auténticas, que no están relacionadas con los beneficios que pudieranesperarse. Es simplificar groseramente la relación carismática, si se la ata aventajas materiales

Robert Tucker, en un excelente estudio dice: El líder... que puede hacersignificativa la verdad nacional y por lo tanto dar al pueblo de su país unsentido de pertenencia a una comunidad nueva y

Page 76: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

más grandiosa y que al mismotiempo los puede ayudar a encontrar su camino hacia un nuevo estilo de vida, unanueva ritualización de la existencia, va ciertamente a adquirir un gran carismaen los ojos de los más. Por esa misma característica, sin embargo, es probableque suscite odio fanático en aquellos que quedan adscriptos al viejo orden decosas en la sociedad. Aquí, probablemente tocamos lo que es un rasgo universaldel líder carismático: su capacidad para inspirar tanto odio como lealtad yamor.

Así se dio con Juan Perón. Como Yrigoyen y Rosas antes que él, suscitógrandes lealtades y grandes odios. Su caída en Octubre había afinado su sentidopolítico dándole además otras nociones sobre sus compañeros de armas y lo quepodía esperar de ellos. Solamente así pudo transitar tanto tiempo la línea queexistía entre la Confianza de las masas y la desconfianza militar.

Félix Luna en su excelente libro El 45 describe los dos conceptos delibertad que tenían antiperonistas y peronistas. Para aquéllos —escribe— era elderecho a hablar, a escribir y leer lo que se les antojara, saberse exentos deestados de sitio, de atropellos policiales y de abusos. Para los peronistas era:emanciparse del miedo a perder el trabajo, mirar de igual a igual al capataz,sentirse amparado por el delegado sindical... De todas maneras, agrega: LaArgentina ya no fue la misma después del 17 de Octubre de 1945...

No fue la misma, desde luego. Como tampoco fue la misma después del 13de abril de 1835, cuando Rosas asumió la gobernación de Buenos Aires, ni despuésdel 12 de octubre de 1916, cuando Yrigoyen hizo el trayecto entre el Congreso yla Casa de Gobierno arrastrado por su pueblo.

Rosas, Yrigoyen y Perón, a pesar de sus enormes diferencias, tenían encomún el rasgo histriónico que los permitía personificar al individuo que suinterlocutor necesitaba para sentirse subyugado. Es solamente así que se puedecongregar a una variedad de seres con apetencias y temores individuales, quetienen al líder como único vínculo.

Tan extraña conjunción es independiente de aciertos y desaciertos. Elcaudillo goza de una cuota inmensa de fe. Su crédito no se extingue con suserrores, para los cuales siempre hay una explicación o una disculpa. Tampococonmueven sus aciertos a sus opositores, porque ellos también transitan por elcampo irracional de la emoción.

La modernidad de Perón emergió de su capacidad para integrar, en unamisma ecuación, a obreros y militares, interpretando separadamente a cada grupo,pero contando con ambos para su política. Conocía la reserva castrense frente ala masa trabajadora, en la que anidaba para ellos, una izquierda agazapada capazde sacudir la sociedad en orden que ellos soñaban. Sabía que no verían conmalos ojos la organización jerárquica que procuraría imprimir a los sindicatos.

El 17 de octubre, Perón había aprendido la necesidad de mantener lasdos fuentes de su energía política en un equilibrio inestable, que solo a él lefuera dado calibrar. El Ejército también percibió que se le daba una salida asus problemas bastante mejor que la ofrecida hasta entonces.

Así pudo otra vez ponerse en escena la solución electoral, esta vez sinfraude. La oposición, consecuente en la continuidad de su torpeza, proporcionóa Perón, aunque sin proponérselo, un slogan impecable: O Braden o Perón. Elgobierno hizo lo que pudo de su parte para allanarle el camina al poder.

Cuando Juan Perón leyó su primer mensaje como Presidenteconstitucional, usó un lenguaje poco habitual. Habló de la victoria del puebloargentino y dijo que era un triunfo alborozado y callejero con sabor de fiesta ytalante de romería. Cantó también a la tierra, describiendo... nuestros camposmoteados de hacienda sobre la alfombra de sus ubérrimos pastos.

Al llegar al gobierno atendió a las dos fuentes de su fuerza, pero sinperder el control sobre ellas. Promovió la organización gremial pero sujetándolaa una personería jurídica otorgada por el Poder Ejecutivo a través delMinisterio de Trabajo. En cuanto a las Fuerzas Armadas, si bien, como diceRouquié, entre 1945 y 1948, cuando las arcas del estado estaban pletóricas...las inversiones estatales en defensa nacional llegaron al 50.7 % del total deinversiones del Estado no directamente productivas, es asimismo cierto queprocuraba demostrarles con sus actos multitudinarios, que la

Page 77: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

mayoría de laPoblación estaba detrás de su gobierno y lo defendería en caso de un golpemilitar tal como apunta Peter Waldmann.

El desarrollo industrial de la época fue primordialmente en industrialiviana, con lo que no se disminuyó la dependencia del exterior. Afluyó, sí, la migración interna hacia la capital,acentuando el problema demográfico del desequilibrio con el resto delterritorio. La estatización de la época aumentó la tendencia que Helio Jaguaribedenomina cartorial o sea la que ocurre cuando la burocracia política seorienta... a la creación de puestos... como medios de proporcionar ocupacionesparasitarias a la clientela política...

El uso de las divisas acumuladas durante la guerra para repatriardeudas y comprar los ferrocarriles, disminuyó las reservas pero no aumentó lariqueza nacional. Fueron actos que agitaron artificialmente el fervor popular,destacando el carácter personalista del régimen. Allí se rompió el punto deequilibrio y se evolucionó hacia formas megalomanía. A ello contribuyó lapresencia de Eva Perón, una mujer excepcional cuyo extraño relieve no puedepasarse por alto. Dotada de una gran fuerza pasional, se consumió como una llamaviva y agotó muy pronto sus energías. Su carisma completó, sin deslucirlo, eldel Presidente, agregándole su verbo encendido que centró en la figura de éstesu imagen del bien absoluto y del gran dispensador de todos los beneficios.

Eva Perón llegó a tener un ascendiente muy grande por el peso de supropia personalidad. Desde la Fundación que llevaba su nombre fondos cuantiosos,algunos de fuentes espontáneas, otros como resultados de la coacción del aparatodel Estado, del que dispuso con habilidad y desaprensión. La Sociedad deBeneficencia Nacional, fundada por Bernardino Rivadavia, fue expropiada en 1946con todos sus recursos y su organización.

Las donaciones y subsidios de la Fundación fueron a mitigarnecesidades reales de la población más carente de medios económicos, pero suutilización proselitista, contribuyó a propagar formas de culto laico centradosen la personalidad de Juan Perón y su esposa, acentuando así las tendenciasdependientes del pueblo. Muchas de las reformas sociales que el régimen llevó acabo, fueran transcripción de proyectos presentados en el Parlamento por labancada socialista y en particular por Alfredo Palacios y otras encontraron suinspiración en programas de la obra de Monseñor Miguel de Andrea. No obstanteello, siempre fueron atribuidas al Presidente.

La inclinación del régimen hacia el culto de la personalidad lo hizomarcadamente autocrático. La desviación de la realidad del país, fue creando unmundo irreal paralelo que es propio de un régimen discrecional. Las tremendas energías que Perón alcanzó a conducirse dispersaron una vez más, sin que se tratara de educar al soberano, tarea a laque los caudillos no son particularmente inclinados.

El ascendiente de Perón sobre las masas pudo haber influido paraestablecer en ese sector del sistema social valores sólidos de desarrolloeconómico en lugar de fomentar las ventajas de la dependencia. El peronismo nofue un factor de maduración de las masas como pudo haberlo sido, ya despertadola conciencia de su condición, sino sólo una nueva experiencia de caudillismoclásico en gran escala, formalmente modernizado. Se asistió en aquellos tiempos—para usar las palabras de Hermann Hesse— a una horrorosa desvalorización delverbo que degradó el lenguaje común, exagerando el descenso del nivel deldiscurso y acentuando uno de los rasgos más equívocos de nuestra cultura: lapeligrosa confusión entre síntesis y simplificación.

Esta es la gran deuda que los caudillos suelen dejar impaga. La deluso desviado de los instrumentos que se les dan. A Perón en particular le fuedado mucho: un Estado con una organización vertebrada, arcas repletas y lo quees enorme, un tremendo apoyo popular.

El régimen no puso énfasis en la capacidad potencial del pueblo; porel contrario, falseó su imagen actual proclamándolo como un productoperfeccionado por el solo hecho de pertenecer al movimiento. Ello implicabasubrayar la virtud esencial al personalismo: la lealtad, no convocada comoadhesión reflexiva, sino como un sometimiento profundo al que se gratificaba conun reconocimiento en alta voz: lo mejor que tenemos es el pueblo. Pero el pueblodebía ser también el que obra, vigila y hace de la lealtad su culto, su ley y subandera.

Page 78: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Es el leal el que se hará justicia con su propia mano el día de la traición.

El régimen —dice Ricardo del Barco— estructuró formalmente un partidopero... no tuvo vida y fue más bien una prolongación de los resortesburocráticos del Estado. Cuando un líder carismáticos organiza un partido, lomantiene en un estado fluido del cual él es el único punto de equilibrio. Es uninstrumento de cuyo manejo nadie más tiene el secreto. Ese secreto no lotransmite porque nunca designa herederos. Si Napoleón quiso hacerlo con suhijo, era porque tenía sueños de fundador de dinastías imperiales.

En 1955 Perón agravó el conflicto con la Iglesia, que había comenzadodespués de la muerte de Eva Perón. La doble fuente en su poder se había idodesgastando al deteriorarse la situación económica y acrecentarse el desordengeneral. Los pasillos del Banco Central estaban vacíos y la represión habíaaumentado.

El 16 de junio de 1955, un grupo de la Aviación Naval atacó la Casa deGobierno y desató una breve pero cruenta acción de guerra. De ella resultaronpérdidas en vidas humanas y materiales y una victoria transitoria del régimenque respondió incendiando iglesias en la ciudad.

Reaparecía súbitamente el espectro de la guerra civil a la españolaque atormentaba la mente de los argentinos desde 1936 dice Rouquié. El 31 deAgosto, Perón renunció en una carta dirigida al Partido Peronista. Fue unamaniobra ambigua cuyo alcance no era claro. Esa noche desde el balcón de la CasaRosada, prometió responder a cualquier violencia con una violencia mayor. Ycuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos. Curiosamente aestas furibundas palabras no siguió el predecible desborde agresivo que podíaesperarse. En la masa congregada también habían dudas.

Perón se sentía derrotado y había perdido sus virtudes derecuperación. Su caída era inevitable. El régimen se derrumbó poco después bajoel peso de su corrupción, sus errores y sus contradicciones. Perón pasó alexilio desde cuya seguridad y debido a la persistencia de la oposición en sutorpeza, seguiría siendo, hasta su muerte, el gran protagonista de la HistoriaArgentina contemporánea.

CAPITULOXIII-4

16 DE JUNIO Y 16 DE SETIEMBRE DE 1955

La sublevación que depuso a Juan Perón fue diferente de las dosanteriores, tenía en común con la primera su antagonismo con un caudillo defirme base popular. Pero difería de ambas en dos aspectos: el primero fue en supresentación como un acto conjunto de las tres Fuerzas Armadas. El 23 desetiembre, dice Rouquié, el General Lonardi entró solemnemente en la CasaRosada, donde tres cadetes, uno por cada fuerza, lo entregaron los símbolospresidenciales. Antes de la ceremonia pasó revista a un destacamento de las tresescuelas militares.

Page 79: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

El segundo de los aspectos diferentes fue más drástico en sus efectos: Y esque ab-initio el nuevo gobierno se adjudicó expresamente un derecho derevolución emanado del mero hecho de su instalación sin tomar en cuenta si larevolución invocada existía o se manifestaba favorable en la realidad política osocial circundante como lo dice con precisión Marcelo Sánchez Sorondo en su notasobre la supralegalidad, publicada en La Ley.

Consecuente con este derecho, se subordina expresamente la Constitución entanto y en cuanto no se oponga a los fines de la Revolución, a un carácter detexto jurídico subsidiario. En lo que se refiere que a tales fines, pronto semanifestaron como imprecisos y conflictivos y culminaron en la renuncia impuestaal Jefe de la Revolución, General Eduardo Lonardi como primer Presidente y a susustitución por el General Pedro Aramburu.

Un contragolpe armado de los peronistas fue combatido con inusitadaviolencia, que mostró el fondo torvo de nuestra cultura permanece latente,tapado por apariencias de civilización. Ese exceso iracundo prefiguró decisionesfríamente adoptadas. Se ejecutaron treinta y ocho inculpados en el intento, conla vana esperanza de corregir los sentimientos del pueblo a través de larepresión.

Se crearon comisiones investigadoras que intervinieron discrecionalmentepatrimonios privados o sociales movidos por sospechas o simples denuncias. Estas lesiones jurídicas perturbaron gravemente y postergaron elrestablecimiento del derecho, que por otra parte era sólo una urgencia ambiguade la revolución, más verbal que real. En las palabras de Rouquié: En lugar dedesperonizar a los trabajadores, la Revolución Libertadora reperonizó a grandessectores populares decepcionados por la segunda presidencia de Perón.

En estos y otros yerros el movimiento militar agotó sucampo maniobras.

De nuevo se llamó a elecciones: ni un minuto antes ni un minuto después, deacuerdo con la formulación presidencial, que sólo omitió precisar lascondiciones que debía llenar la hora exacta. El gobierno hizo cuanto pudo paraorientar —sin fraude— los votos hacia la fracción radical del Pueblo lideradapor Ricardo Balbín.

La oposición estaba representada por el sector que encabezaba ArturoFrondizi, que hubiera sido sin duda el hombre de estado más relevante de sutiempo si hubiera podido completar su período de gobierno. Frondizi se dejóllevar por una tentación: volcar para sí la fuerza electoral del peronismoproscripto. Su colaborador, Rogelio Frigerio, logró convencer a Perón de ordenarla canalización de los votos hacia los radicales intransigentes. Para Perón laoferta era útil y así lo entendió. Desde el exilio podía probar su popularidadrestante y usar una energía que de otra manera podía quedar disponible yperderse.

Se puede comprender que Frondizi se dejara llevar por esta seductoratentación, a pesar de que analizada en esa época con los datos existentes no erateóricamente viable.

Había una vieja tradición contraria al compromiso, que venía desde Alem eYrigoyen, que votaba los acuerdos electorales calificándolos de contuberniopalabra que sancionaba antiguamente los matrimonios de hombres libres conesclavas. Más grave aún, era la fractura que dividía nuestro sistema socialentre peronistas y antiperonistas, fractura que el gobierno de Aramburu y Rojashabía ensanchado.

Frondizi obtuvo más de cuatro millones de votos, duplicando los que logró suoposición. Con ellos contó con todas las gobernaciones y la mayoría de losdiputados.

En una óptima síntesis anota Rouquié: A partir de ese momento se entabló unextraño torneo entre tres protagonistas de recursos políticos harto diferentes:el gobierno legal, las Fuerzas Armadas y Perón. Constituían un trípodeinestable sobre el que se instala por mucho tiempo el sistema políticoargentino: la impotencia gubernamental, atemperada por el golpe de estadopermanente.

Frondizi había jugado una apuesta racional contra una trama oscura deprejuicios, sospechas, a impulsos autocráticos. Era inevitable que esta luchasorda tuviera picos de crisis que llevaran el gobierno a un final abrupto. Eltriunfo había dado al Presidente un prestigio ambiguo, de talento

Page 80: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

unido a sumapeligrosidad. No en vano estaban sueltos tantos fantasmas en el teatroespectral de los servicios de informaciones. Los miedos y apetitos de poder seconjugaban en un hostigamiento continuo a Frondizi, a quien se vigilaba como aun enemigo solapado.

Se trataba al fin de preservar los principios de la Revolución Libertadoraque no eran otra cosa que un antiperonismo declarado, y una forma de liberalismoeconómico exangüe, que había admitido las intervenciones discrecionales en lospatrimonios privados.

Las interpretaciones, formuladas desde prejuicios arraigados, prescindende los hechos concretos y confirman los prejuicios. En nuestra culturafracturada, en la que cada individuo tiene una etiqueta, lo subjetivo siempre esmás fuerte que lo objetivo. Los trayectos de la sospecha se hacen en la penumbray la realidad queda al margen.

El Comunicado oficial de las Fuerzas Armadas, dado a conocer en laSecretaría de Guerra, anunciando la decisión de destituir al Presidente de laNación y aparecido el 29 de Marzo de 1962, es un documento que prueba laparadójica concepción del derecho y de la carta constitucional que tienen lasarmas argentinas. Un breve análisis va a ser útil para reflejar esasconvicciones jurídicas y políticas.

Comienza asegurando que la grave responsabilidad que toman ante lahistoria no ha sido sin meditar sobre las razones y las consecuencias de suacción y sin agotar todas las instancias que la situación política y jurídica dela Patria le ofrecía. Reclaman como fundamento de su actividad el haber sido:Respaldo del nuevo orden, punto de partida de la empresa democrática que hacíaque no pudieran quedar totalmente al margen que contribuyeron a iniciar... Semantuvieron por lo tanto, en una actitud de expectación.

Vigilaron la marcha del proceso institucional con la mirada puesta en unsolo objetivo: la plena realización de los ideales de la Revolución Libertadora.La actitud de expectación y la vigilancia tal como eran entendidas, llevó a lasfuerzas a acercar sus sugerencias y su consejo al gobierno en los temasvinculados con la defensa de la democracia señalando paralelismos nocivos oinconstitucionales.

Todas estas advertencias, desoídas por el gobierno, lo llevaron a unasituación tal que: Ni la unión nacional ni el mantenimiento del orden públicoestaban dentro de la esfera de sus posibilidades reales. La resultante obvia deeste manifiesto desorden fue: Las Fuerzas Armadas recibieron así, otra vez laresponsabilidad de restaurar aquellos valores.

Sugirieron entonces la formación de un gabinete de coalición que nopudo realizarse por la negativa de los sectores políticos, económicos ysociales a contribuir en la tarea. La renuncia o alejamiento del primermagistrado quedo entonces como la única solución. Rechazada esta alternativa yno pudiendo permitir que la República y los principios democráticos marchen a laderiva... su fervor les llevó a exclamar:Buscamos la Constitución. Nos aferramosa ella como la única tabla de salvación de todos los argentinos..

Este reconocimiento verbal de la sacralización de la letraconstitucional como instrumento salvador, llevó finalmente a los representantesde las Fuerzas Armadas a declarar que: Al tomar la decisión de promover elalejamiento del Presidente, creemos salvar la Constitución y recuperar la fe ensus principios.

Pocos textos son más ilustrativos de la confusión semántica del diccionariomilitar. Traducido al lenguaje que surge de la lógica de las cosas, resulta losiguiente si se repasa lo transcripto de acuerdo con la realidad ocurrida:

El haber agotado todas las instancias que la situación política y jurídica dela Patria les ofrecía mientras ejercitaban una vigilancia desde una actitud deexpectación que llevó a las fuerzas a sugerir y a aconsejar en tomas vinculadoscon la defensa de la democracia se manifestó en treinta y cuatro planteos,registrados entre otros por la revista Time. Es decir una presión directa sobreel Poder Ejecutivo, totalmente al margen de toda acción lícita, es decir,permitida por la ley.

Page 81: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Al final, para salvar a la Constitución y recuperar la fe en sus principiosse incurrió en el delito de sedición prohibido por su artículo 22. O sea serecupera la fe en los principios, destruyéndolos. Algo así como perpetrar unaviolación para afirmar la castidad. Paradoja que llega hasta sus últimoslímites, al punto crítico en la que la afirmación se apoya en el absurdo.

Hugh Thomas, en su Historia de la Guerra Civil Española evoca una paradojaaún más dura, la que solía decir el General Millán Astray: !Vivir la muerte! Recuerda la admirable réplica de Don Miguel de Unamuno en la Universidad deSalamanca: He oído, —dijo— un grito necrófilo e insensato: ¡Viva la muerte! Yyo, que he consumido mi vida persiguiendo paradojas que han incitado al enojoincomprensivo de muchos, yo debo deciros, como una experta autoridad, que estabárbara paradoja me es repelente...

La paradoja militar debe también ser rechazada. No solamente por losciviles, sino especialmente por los hombres de armas, tanta es la vulnerabilidadde semejante contradicción en sus términos, como su inconsistencia jurídica.

Con esta decisión, así fundamentada, terminó el mismo día la Presidenciade Arturo Frondizi. Ella dejó ver en su accidentado curso todos los matices deuna cultura que tiene débiles defensas para mantener su libertad y que acepta laautocracia como uno de los modelos posibles de gobierno. Y de un sistema socialigualmente propenso a estar convulsionado como a ser dominado por un subsistemaapoyado en la fuerza física.

El subsistema político que componían un conjunto de partidos mentidos porel éxito de una maniobra electoral brillante, prefirió el golpe de estadomilitar y la incertidumbre consiguiente, a conjugar fuerzas en una coalición quehubiera consolidado al gobierno legítimo, consagrado por el medio racional deuna alianza popular y con el voto mayoritario a su favor, sin fraudes yproscripciones.

En una operación por completo inesperada, José María Guido asumió laPresidencia. Desprovisto de toda sensualidad de poder, tuvo de éste sino suscargas. Hombre profundamente respetable, sin narcisismo ni arrogancia, hizo loque pudo dentro de estrechos márgenes de movilidad.

Entre las vicisitudes inverosímiles de su corto período estuvieron losenfrentamientos entre azules y colorados, reducida guerra civil entre grupos conidéntica formación autoritaria y sin convicciones profundamente antagónicas, queresultó en una pugna más por cuestiones formales que fundamentales. La decisiónfinal de la lucha favoreció a los azules. De acuerdo con la tradición, los Jefescolorados marcharon gallardamente a retiro.

Cobró entonces virulencia la división entre las fuerzas, acentuado elcarácter convulsionado del período. La Marina se sublevó, colocando una vez másal Comandante en Jefe del Ejército, General Juan Carlos Onganía, en la posiciónde defender a un gobierno en cuya legitimidad no creía. Su concepto de laautoridad y de la jerarquía no pasaba por el meridiano constitucional, sino porlos reglamentos profesionales.

La victoria sobre la sedición naval no significó consolidar al gobiernodel Presidente Guido, sino simplemente mantenerlo en su inestable equilibrio. Lainquieta calma que siguió, dejó aflorar un efímero y utópico proyecto de FrenteNacional y Popular, que se proponía agrupar a los desarrollistas de Frondizi conperonistas aceptables, nacionalistas y demócratas cristianos. Esta dulce utopíade racionalidad política, que no propugnaba la eliminación del peronismo,encontró la intolerancia invariable de nuestra cultura.

La elección siguiente fue nuevamente un acto semi-formal con fuerzasproscriptas, a las que se consideró ineptas para votar. Se repetía el rasgodiscrecional que marca con su signo la historia argentina desde el principio.

El gobierno del Dr. Arturo lllia se inició con vicios de origen. ElPresidente, hombre con mucha calidad, había sido elegido por una elección quenunca se esperó ganar. El partido tampoco estaba preparado para gobernar lacompleja realidad que había heredado. Su larga espera, apartado de la tarea degobierno, no le había dado oportunidad de formar equipos con una mentalidadmoderna. Su

Page 82: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

acción más espectacular fue la denuncia de los contratos petrolerosfirmados por el gobierno de Frondizi, con miras a asegurar el abastecimientonacional.

El gobierno radical se encerró en una política partidista, vuelto sobresí y sus más rancias tradiciones. Se marcó entonces un ritmo muy lento deacción oficial y la opinión civil se acercó una vez más a golpear los puertas delos cuarteles (tarea poco lúcida de la que el autor de estas líneas no estuvoausente) con la ilusión de promover un cambio modernizante en el país.

Los crecientes rumores acerca de un golpe de estado llevaron al GeneralEduardo Castro Sánchez, Secretario de Guerra, a redactar un comunicado en el querecordaba a todos los sectores del país la irresponsabilidad que significapretender quebrantar el orden constitucional, atentando así contra los derechosy garantías individuales establecidas por la Constitución Nacional, con riesgosy consecuencias imprevisibles.

El diario La Nación del 5 de abril de 1966 comentó con optimismo elcomunicado y declaró en su editorial: El país debe celebrar como un bieninapreciable el contar con un Ejército que califica a la Constitución comoúnico instrumento capaz de regir la vida de una sociedad civilizada y —agregó—:Esta es una calificación aprendida con dura experiencia.

Pero la experiencia no había dejado ningún aprendizaje. El 28 de juniode 1966 el Ejército usurpó de nuevo el poder, expulsando al Dr. Illia de la Casade Gobierno, en una escena más penosa para las Fuerzas Armadas que para elPresidente de la Nación.

CAPITULO XIII-5

28 DE JUNIO DE 1966

La sublevación se llamó a sí misma Revolución Argentina y destituyó alos tres poderes, los gobernadores y los intendentes electos. Se ungióPresidente de la República al General Juan Carlos Onganía, quien se inspiró enel modelo del Generalísimo Franco sin poner límite estatutado a su mandato.Dotado de una mentalidad dogmática, profundamente religioso, con unapersonalidad rígida, con aptitudes para el mando y una concepción absolutamentemilitar de la autoridad, sus nociones del bien y del mal eran categóricas. Talmaniqueísmo tenía poca latitud para la difícil tarea de modernizar un país, cuyacultura es espontáneamente anacrónico. El estilo del Presidente, como el de sumodelo, tenía rasgos monárquicos, con su propia figura en el centro, perosiempre remota. Este régimen trató de renovar la despulida fórmula del 80, deautocracia política con un liberalismo económico sui generis al que las empresasdel Estado y entre ellas las que administraba directamente el Ejército, exigíanuna intervención burocrática constante.

Se persiguieron las ideologías que se consideraban corrosivas de lajerarquía. Los manifestaciones de "desorden"y "falta de cohesión", así comoelecciones, partidos políticos, huelgas y diversas formas de "indisciplina" y"egoísmos sectoriales", tienen que ser suprimidas para lograr lo principal, la"cohesión espiritual", que surge de la búsqueda del bien común y de laaceptación de cada uno del lugar que le toca. Esta descripción de la manera dever el mundo del gobierno de Onganía, hecha por Guillermo O'Donnell, ilustrasobre su concepción de la sociedad.

En la noche de los bastones largos, quedó muy claro que la pretensión demodernizar el país, en modo alguno pasaba por la Universidad. Tampoco por laciencia y la técnica independientes de las nociones del bien y del mal queimpregnaban a la burocracia autoritaria, según la calificación del autor reciéncitado. Una orientación maniquea estrecha todo margen de comprensión de losproblemas sociales. La explosión del cordobazo que colocó a Córdoba entera enincandescencia, desconcertó por completo al gobierno, e hizo palpable lapercepción pública de la base endeble sobre laque se sustentaban el orden y laautoridad. El asesinato del General Aramburu por un grupo terrorista, que aadjudicó un derecho de justicia directa que prometía días peores aún, terminóde

Page 83: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

corroer la débil estructura de la Presidencia y de su contexto inmediato.

El 8 de junio de 1970, el General Onganía fue destituido por la Junta.Ocupó entonces la Casa Rosada, el General Roberto Levingston. Este oficialformado en servicios de inteligencia, resultó una elección poco afortunada. Debió haber sido obvio a quienes lo eligieron, ya que su especialidad no lohabía formado para gobernar, sino para vigilar y sospechar. El 22 de marzo de1971 fue relevado y la Junta retomó el poder, estableciendo un sistema rotativoparra el ejercicio presidencial.

El General Alejandro Lanusse fue entonces el Jefe del Estado. Su vocaciónpolítica y su flexibilidad, atemperaron sus rasgos autocráticos sin borrarlostotalmente. Pero tenía dotes suficientes como para tener una posibilidad depactar con Perón y convertirse en su heredero política. En este casa ladificultad teórica estuvo en la resistencia visceral de todo caudillocarismático no ya a designar, sino siquiera, a dejar surgir un heredero conprobabilidades de sucederlo en su vejez. Por eso no puede sino ser siemprefilicida. No era el antiperonismo de Lanusse el que resistía Perón. Eran aquellas cualidades que, ungidas por él, lohubieran aumentado el prestigio que Lanusse había conseguido en su propiacarrera militar.

O'Donnell conjetura la posibilidad de que el rechazo de Perón a un acuerdocon Lanusse tenía origen en que las bases de la negociación versaban sobrecompensaciones honoríficas —sobre todo la restitución de su grado militar— yeconómicas que le habían sido negadas desde 1955... cuando otra cosa hubierasido que se hubiesen ofrecido jugar el papel central en un gran proyecto dereconciliación nacional... (que) lo colocara como gran figura por encima de lasobligaciones y trajines del cargo presidencial.

La conjetura es aguda, pero no explica la ambigua posición del líder, quesabía que dependía de él fijar las condiciones del acuerdo. Por eso resulta máscongruente pensar en la natural imposibilidad de que un caudillo designe unheredero de su gloria. Que así ocurrió con Rosas, con Yrigoyen y también con DeGaulle.

Perón nunca se negó a un acuerdo. Pero tampoco lo aceptó. Mientras, nodesalentaba a las formaciones especiales.

Cuando esta, ambigüedad colmó la medida, Lanusse perdió la paciencia —nuncauna de sus virtudes más descollantes— y ante mil oficiales, en el ColegioMilitar, dijo airadamente que Perón no viajaría a Buenos Aires... porque no lodaba el cuero para venir... Palabras imprudentes, pero que probablemente nocambiaron el fondo de las intenciones del caudillo.

En la época del discurso del Colegio Militar ya los dados estaban echados. Las Fuerzas Armadas no podían volverse atrás en las promesas que habían repetidocuando las perspectivas parecían abiertas. Comenzó entonces el capítulo1973-1976.

Para seguirlo en detalle, en la obra de Guido di Tella: Perón-Perón. y en unaprosa muy sobria y documentada, se describe toda la evolución. Esos tres añostuvieron en la izquierda radicalizada un agente convulsivo cuyo hostigamientohacía imposible toda tentativa de un gobierno nacional. Una juventud turbulentay peligrosa, que recorrió a las formas más salvajes de la violencia y lacoacción, introdujo en el tempestuoso desequilibrio crónico de la Argentina unfactor muy difícil de controlar. Reflejo de lasfrustraciones de millones de argentinos, en un momento tuvieron cierto ecopopular que fue registrado por algunas encuestas.

Los sucesivos intentos del gobierno para impedir la llegada al poder de unparoxismo sin ataduras, habían fracasado por completo. Cuando llegó HéctorCámpora a la Presidencia, dice Di Tella: se propagó una actitud que por momentosera festiva, inconsciente o directamente provocativa.

En el fondo eran brotes de una manifestación local de jacobinismo, quepretendía lograr una democracia pura sin intermediarios, invadiendo lasinstituciones e imponiendo cambios por su propio derecho. Ella proclamaba elautoritarismo que existe en todos los estratos de nuestra cultura, alentado porla impotencia, por la sucesión de regímenes autocráticos, por la arroganciamilitar y por el constante deterioro de la calidad de vida.

Page 84: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

La amnistía abrió la puerta de todas las cárceles y legitimó los crímenescometidos en nombre de la justicia del pueblo. Esta fue la única modernizaciónque casi cincuenta años habían logrado: un terrorismo aggiornato. Fenómeno muycomplejo que se presenta en cada cultura con una forma diferente, tiene un fondocomún de idealismo crudo y arbitrario, de intolerancia y compulsión mezclado conzonas muy enfermas en sus adeptos que necesitan a cualquier costa encontrar unaidentidad o compensar una intensa inseguridad. Estas factores y algunos otros,son los que se racionalizan afirmando la intención de terminar con la injusticiay los desequilibrios en la distribución de las riquezas del mundo. La tecnologíapone en mano de estos desesperados armas y explosivos que han dado otraintensidad al fenómeno terrorista, y una categoría de peligro internacional. Larenuncia de Cámpora y la consiguiente elección que llevó a Perón por tercera veza la Presidencia de la República, pusieron al frente de una comunidadconvulsionada desde hace muchas décadas, a una figura a la que el tiempo y lasenfermedades habían casi desencarnado.

Perón murió poco después y lo sucedió su esposa Isabel Perón, con quienintencionalmente se había hecho una fórmula por completo insensata. Así, laArgentina, un país con muchos aspectos anacrónicos, tuvo como Jefe legítimo delEstado a una mujer.

Isabel impulsó un vuelco hacia una derecha confusa, en un movimientoinverso al que se había impreso en la época de Cámpora. Di Tella —comenta estacontramarcha— ...como uno de esos vuelcos, no poco frecuentes en política, enque la jefatura de un Partido, tratando de apartarse radicalmente de su políticatradicional, pierde, el apoyo de sus adeptos sin ganar el del grupo al que lanueva línea beneficia. En una aguda comparación, agrega: En cierto modo, algosimilar lo sucedió a Frondizi cuando giró bruscamente hacia la derecha a finesde 1958, conversión en la cual los tradicionales grupos de derecha nuncacreyeron ni tomaron por lo que era.

El hombre aparentemente más cercano a la Presidencia, José López Rega,organizó sus propias escuadras antiterroristas que rivalizaron en violencia ydesprecio por los derechos más elementales de la persona humana con los másdesaprensivos de los agentes radicalizados, sentando un modelo para las futurasbrigadas represivas del gobierno militar. Los desaciertos de este equívocopersonaje llegaron a un punto tal, que se lo obligó a dejar el país.

La desaparición de López Rega permitió que reapareciera un sindicalismosoliviantado por una situación económica crudamente malsana y una sed de poderen sus dirigentes que se habían formado en el modelo autoritario de Perón y quepropugnaba una conducción con jerarquías que se mantenían en sus cargosutilizando frecuentemente la coerción desnuda y la acción violenta.

El largo lapso de interrupciones autoritarias no había ayudado en maneraalguna a organizar sindicatos sobre bases representativas que elevasen lasformas de defensa de los derechos de los trabajadores y los formasen en elentrenamiento de discusiones racionales.

El sistema social seguía acentuando su estilo convulsionado y como eraprevisible sonó una vez más la hora de la espada. Ya el provicario castrenseMons. Bonamín, se había preguntado si Dios no estaría pidiendo a las FuerzasArmadas un nuevo caso de ejemplaridadsobre toda la Nación estimulandonuevamente el perfil mesiánico que ningún fracaso había podido empañar.

A las 3 horas 31 minutos del 24 de marzo de 1976, un escueto comunicado deuna hasta entonces desconocida Junta de Comandantes en Jefe informó a unacomunidad cansada, desasosegada y escéptica que: a partir de la fecha el país seencuentra bajo el control operacional de la Junta de Comandantes Generales delas Fuerzas Armadas.

Hoy, en 1983, siete años después de ese acontecimiento, esa comunidad hapasado por diversos episodios surrealistas y a una revista de las múltiplesinfluencias desintegradoras, de un autoritarismo administrado con ejemplarineficiencia, conjunción que dio al autodenominado Proceso de reorganizaciónnacional un lugar especial en la historia argentina, que tendrá enseguida subreve comentario.

Page 85: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

CAPITULO XIII-6

24 DE MARZO DE 1976

El movimiento iniciado el 24 de marzo de 1976 no va a ser objeto de un largodesarrollo en este ensayo, porque en el momento de escribir estas líneas el paísestá aún sumergido en sus consecuencias. Solamente se tratará de destacaralgunas particularidades que lo hacen singular frente a intentos anterioresanálogos. Ellas se suman a la afirmación general de que el denominado Proceso dereorganización nacional, resultó un repaso antológico de todos los errores delabsolutismo militar tradicional.

Desde las primeras horas de estallado el movimiento, fue evidente suorganización meticulosa. Tomar una plaza indefensa no supone por cierto ningúnavance en la estrategia o en la táctica militar, pero el despliegue de lastropas fue aséptico y se desarrolló con escasos tropiezos.

Lo que pudo advertirse muy pronto fue la precisa división jurisdiccionalentre las tres fuerzas intervinientes, en forma tal, que cubrió la Repúblicaentera, ocupada militarmente por sus propias Fuerzas Armadas como si fuese unpaís extranjero.

Esta división implicó imponer una doble y ambigua autoridad. Una, quederivaba de la acción conjunta de los tres Comandantes en Jefe que seadjudicaron el poder supremo y que se ejercitaba en forma directa o a través delas decisiones ejecutivas de su subalterno inmediato, el Presidente de laNación, despojado de la mayoría de los atributos constitucionales y limitado auna suerte de actividad gerencial en relación de dependencia.

La otra autoridad, emanaba de las atribuciones de cada arma dentro del áreaasignada por consenso y estaba sujeta a la tradición y a las particularidades decada una. El país quedó así dividido en lo que metafóricamente podía describirsecomo tres Grandes Ducados semi-independientes, que podrían evocar vagamente a laocupación de Prusia en el siglo trece por los Caballeros de la Orden Teutónica.

La ambigüedad de esta forma indiscutiblemente novedosa de distribución de laautoridad, se proyectaba en las provincias que pasaron a ser unitarias yregionalizada a la vez. Unitarias, por estar subordinadas al gobierno nacionala través del Ministerio del Interior, regionalizadas, porque pertenecían a uno uotro de los que denominamos Grandes Ducados, que en última instancia respondíana lo que el lenguaje militar llama sus mandos naturales. Es lógico que estedoble vínculo, cuyos límites eran por demás abstractos y evasivos, fuera causade roces y conflictos.

Una característica perceptible en todo régimen castrense, es la presenciaindeleble de la jerarquía profesional interna, que no se borra por lasuperposición de otra civil administrativa. Un Gobernador, General o Brigadier,guarda siempre para su Ministro —Mayor o Comodoro— el aura que corresponde a suautoridad militar en cuyo reconocimiento cotidiano ha sido formado. Estarelación, necesariamente rígida, mantiene una distancia difícil de franquear,que quita fluidez a la discusión abierta de los temas de trabajo.

Page 86: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Contrariamente a lo que podría haber sido una impresión apriori, laadministración militar es lenta por definición. Ello se debe a que a suorganización burocrática desarrollada en largos años de paz, se suma la inmensaperplejidad ocasionada por problemas novedosos que nacen de un sistema socialconflictuado como el nuestro, para tratar los cuales, no existo una minuciosareglamentación como la que regula la vida militar.

La lentitud descripta se agrava por la desmesurada intervención de losservicios de informaciones que rivalizan entre sí en una ardua competencia deinterpretación de indicios. Su pluralidad no centralizada ni coordinada,multiplica la posibilidad de opiniones divergentes entre las fuerzas y entreéstas y los organismos de seguridad, exaltando una autonomía de criterio queretarda las decisiones y genera formas variadas de discrepancia sólo trasmitidasal exterior de manera vaga y evasiva.

La suma del poder real, el grado de eficiencia alcanzado en las primerashoras de la ocupación y el éxito de la campaña contra el terrorismo, acentuaronen las fuerzas su perfil mesiánico y salvador de la Patria, nunca perturbado porninguna reflexión sobre sus reiterados fracasos.

La gran cantidad de cargos disponibles contó con la suma de Jefes y Oficialesretirados para cubrirlos en toda la gama de su diversidad. Allí se pusieron enrelieve las dificultades en la selección de los hombres adecuados, comoconsecuencia de la ignorancia de los requisitos que se debían llenar para ocuparuna función técnica civil, sin correlato alguno en la milicia.

La ocupación de altas posiciones daba lugar en muchos casos a una sensaciónde omnipotencia que se traslucía en actitudes arrogantes o descorteses. A ellasno era ajena la conciencia de la protección de la fuerza que los había propuestoy el acuerdo virtual entre ellas de convalidar las decisiones de cada una dentrode lo que se aceptaba como su ámbito propio e indiscutible.

Ésta tan alta densidad de personal militar en todo el territorio y en elespectro total de la vida pública nacional y provincial, influyó sobre elcomportamiento de las fuerzas armadas, tanto como del resto del sistema social. En las primeras, en su asimilación a las actitudes clásicas de los grandespartidos argentinos en sus épocas omnímodas. En el resto del sistema social, ensu sometimiento más o menos evidente y sobre todo en su adaptación a lascircunstancias. En el subsistema económico y en particular en el campoempresario, dio lugar a la búsqueda y contratación de hombres de armas comoDirectores o Asesores, que de una u otra manera podían procurar informaciones ocontactos con sus pares colocados en función de gobierno. Esta respuesta deadaptación a la realidad, también ocurre en mucha menor escala en aquellospaíses en los que existe una gran industria de armamentos como en los EE.UU. Ennuestro país se presenta con los regímenes militares y en este últimomovimiento, la ocupación muy acentuada hizo que el Estado nacional y los Estadosprovinciales se vieran incansablemente recorridos por militares itinerantes delas distintas fuerzas, que cubrieron el país entero con una red informa¡, peroefectiva de esprit de corps.

En el lapso que abarca esta parte del capítulo, la censura, que suprimió todacrítica como es natural en un régimen autocrático, no dejaba comentar loserrores evidentes de su administración. Si éstos se manifestaban de todasmaneras, eran sostenidos por una discrecionalidad que llegó a extremos deabsolutismo que no habían alcanzado movimientos anteriores análogos.

La represión a todo lo considerado acto terrorista o simplemente desviacionesideológicas fue hecha utilizando métodos fríamente técnicos que destruyeron unacantidad no especificada de vidas jóvenes. Una patente de corso que permitía alinvasor el despojo de domicilios sospechados, integró la codicia a un estilo deataque que hizo regresar la Argentina a sus épocas más bárbaras.

Estos actos, aprobados por los mandos superiores de las tres armas, llevarona éstos a cohonestarlos con dos leyes, una llamada de pacificación y otraantiterrorista. Aquella cubre los peores excesos ya cometidos y ésta priva alciudadano de toda defensa frente a la arbitrarie7dad policial. Ambas revelan unatotal incapacidad para aprender de la realidad y son actos desnudos deautoritarismo y desdén por la convivencia civilizada.

Esta revista no puede concluir sin referirse a las relacionesinternacionales. En el campo financiero están alteradas por el mayor desordendel endeudamiento exterior que ha conocido el país. En el

Page 87: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

campo político, eldiferendo con Chile y el caso de la recuperación de las islas Malvinas queretrotrajo una justa decisión sobre nuestros reclamos por un tiempoindeterminado, son jalones en una escala negativa, difíciles de superar, aún enuna cultura tan desequilibrada como la argentina.

Los excesos cometidos por el régimen militar en el lapso 1976-1983 en todoslos aspectos de la vida nacional y en uso de la suma del poder público, pruebanla afirmación hecha en la primera parte de este capítulo. En la programacióngenética del autoritarismo desembozado está inscripto su fracaso y en supersistencia en el poder, la desintegración de la República.

La deplorable situación de la que partió en 1976 el golpe de estado military su inmenso deterioro acentuado por la corrupción, coloca a quien acceda alpróximo gobierno en un umbral muy bajo. Sólo se podrá alcanzar la recuperaciónevaluando la realidad inteligente y serenamente. Combatiendo el falso nacionalismo estimulado hastaahora, agresivo e insular, o impulsando en cambio un nacionalismo verdadero, elque nace del amor a la Patria, el que lleva consigo el deseo de engrandecerla ycivilizarla, no de destruirla.

Este es el gran desafío que al retirarse de un poder reiteradamente usurpadodesde 1930, nos deja la ocupación del sistema social entero por el subsistemamilitar.

CONTINUACION - CAP.XIV El destino circular de la Argentina 1810-1984

EL DESTINO CIRCULAR DE LA ARGENTINA

EDUARDO TISCORNIA

CAPITULOSANTERIORES

CAP. XIVEl destino circular de la Argentina 1810-1984

Apéndice

Breve nota bibliográfica y bibliografía

CAPITULO XIV

EL DESTINO CIRCULAR DE LA ARGENTINA. 1810-1984

Es esta la revolución intelectual que debe llevarse a cabo: encarar loshechos en lugar de soportarlos y pretender seguirlos negando.

F. de Closets (1984)

La cultura argentina en el lapso transcurrido desde la emancipación hasta eldía de hoy, presenta una perspectiva global de una población mal distribuida enun gran territorio desaprovechado, tendencias francamente autoritarias en todoslos estratos sociales. En especial en los grupos que han disputado el poder, hanconstituido una clase gobernante o han usurpado el gobierno del Estado por lafuerza de las armas.

Page 88: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Además una insularidad de hecho, que ha empobrecido elcampo de referencias comparativas, haciéndola singular y difícil de comprenderen su funcionamiento.

Con estos fundamentos, el comportamiento de su sistema social se hamanifestado con ciertos caracteres constantes, que se suceden circularmente entres modelos, dos de los cuales son básicos, y el tercero una combinación deambos, en proporciones que varían según las épocas analizadas.

Los modelos básicos son el sistema social convulsionado y el sistema socialdominado por uno o más subsistemas.

El sistema social convulsionado, resulta de la pugna por el poder entrefacciones con fuerzas equivalentes, que generan un conflicto indeciso, porque sugrado de intolerancia les impide una negociación racional. Sus consecuenciastienen dos expresiones, una psicosocial que es la incertidumbre sobre su futuro,y otra material que es el estancamiento político y económico.

El sistema social dominado ocurre cada vez que uno o más subsistemas imponensu manera de ver el mundo al resto de sistema social. Esta compulsión originaresistencias y represiones que se siguen unas a otras en un ciclo internopropio, generando períodos convulsionados, o sea la combinación de los dosmodelos básicos señalados. El modelo dominadonunca se da sin convulsión.

Si se usan los tres modelos: el convulsionado, el dominado y su combinación,para recorrer cronológicamente la historia argentina hasta la fecha, se componeel siguiente cuadro:

1810 a 1830: Sistema social convulsionado. Conflictos internos y luchas externas.

1830 a 1852: Sistema social dominado por Juan Manuel de Rosas y su grupoPolítico-económico. Represión, resistencia y luchas externas, originaron elmodelo combinado.

1852 a 1862: Sistema social convulsionado por la guerra civil entre la Confederación y Buenos Aires. Intento frustrado de organización nacionalsobre la base de la Constitución de 1853.

1862 a 1880: Sistema social dominado después del triunfo de Pavón y modelocombinado por la lucha contra los caudillos del interior.

1880 a 1889: Sistema social dominado por el subsistema políticoeconómico quemantuvo el control de la sucesión del poder. Fuerte crecimiento horizontal.Modernización legislativa. Aporte inmigratorio. Libertad de expresión.

1889 a 1916: Sistema social dominado-convulsionado. Seria crisis económica.Rebelión de 1890. Constitución de partidos políticos opositores. Ley SáenzPeña.

1916 a 1928: Sistema social con breves períodosconvulsionados.

Presidencia de Hipólito Yrigoyen,caudillo personalista y absorbente que no impuso su dominio a la sociedad. Abuso de intervenciones federales. Conflictos gremiales graves. Conflictosparlamentarios que no excedieron los carriles constitucionales.

La Presidencia de Marcelo T. de Alvear se vio particularmente favorecida porcircunstancias

Page 89: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

económicas internas y externas.

1928 a 1930: Sistema social convulsionado. Segunda Presidencia de HipólitoYrigoyen. Crisis económica internacional. Conflictos sociales y políticos.Desorden en la conducción general del Estado.

1930 a 1932: Sistema social dominado. Golpe de estado del 6 de setiembre de1930. Se inauguró la secuencia de usurpaciones del poder por el subsistemamilitar profesional. Acatamiento del subsistema judicial a través de unaAcordada de la Corte Suprema de la Nación. Se comprobó la debilidad de lasdefensas del sistema social frente al autoritarismo.

1932 a 1943: Sistema social dominado por el subsistema político a través delcontrol fraudulento de las elecciones. Períodos convulsionados. Epoca llamadapor la oposición: década infame.

1943 a 1946: Sistema social dominado por la usurpación del poder por elsubsistema militar. Sistema social convulsionado por conflictos internos delarma Ejército con crisis en octubre de 1945.

1946 a 1955: Sistema social dominado-convulsionado. Presidencia deJuanD. Perón. Figura de caudillo carismático. Personalismo fuertemente autoritariocon restricciones a la libertad. Persecución a los opositores. Propaganda delEstado. Censura. Mejoramiento de la condición de las clases obreras limitado porcrisis económicas. Levantamientos armados reprimidos. Grave conflicto entre laPresidencia y la Iglesia.

1955 a 1958: Sistema social dominado. Golpe de estado del subsistema military derrocamiento del Presidente. Conflictos dentro del arma Ejército. Restriccióna las libertades. Censura. Persecución a los opositores. levantamiento armadocon muy fuerte represión. Elecciones con electores proscriptos.

1958 a 1962: Sistema social convulsionado. Presidencia del Dr. ArturoFrondizi. Hostigamiento constante del subsistema militar. Conatos de sedición.Respeto a las libertades civiles. Conflictos gremiales y políticos.Derrocamiento del Presidente por el subsistema militar.

1962 a 1963: Sistema social convulsionado. Presidencia del Dr. José MaríaGuido. Hostigamiento parcial del subsistema militar. Conflictos en el armaEjército y entre armas ... Ejército-Marina. Elecciones con electoresproscriptos.

1963 a 1966: Sistema social convulsionado. Presidencia del Dr. Arturo Illia.Respeto a las libertades civiles. Conflictos gremiales. Derrocamiento delPresidente por el subsistema militar.

1966 a 1973: Sistema social dominado por el subsistema militar. Presidencias de los Generales Juan Carlos Onganía, Roberto Levingston yAlejandro Lanusse. Restricción a las libertades civiles. Persecuciónideológica. Censura. Conflictos en el arma Ejército. Sistema socialconvulsionado. Tentativas fracasadas de acuerdos entre fuerzas políticas.Elecciones con electores proscriptos.

1973 a 1976: Sistema social convulsionado. Presidencias de Héctor Cámpora,Juan D. Perón e Isabel Perón. Predominio inicial de ideologías subversivas deizquierda y derecha, Terrorismo, Desorden económico, administrativo, gremial.Derrocamiento de la Presidente por el subsistema militar. Demostración de laincapacidad del sistema social y en particular del sistema político paracorregir el mal funcionamiento del Estado a través de los instrumentosconstitucionales.

1976 a 1984: Sistema social dominado. Usurpación del poder por el subsistemamilitar. Terrorismo. Fortísima represión.Acción parapolicial violenta. Extensa persecución ideológica. Fórmulapolítico-autoritaria, económico semiliberal. Restricción de todas las libertadespúblicas y civiles. Ocupación reticular del sistema social por el subsistemamilitar. División jurisdiccional del poder entre las tres armas. Conflictosdentro de cada arma y de éstas entre sí. Desorden económico, político ointernacional. Conflicto sin resolver con la República de Chile. Conflictoarmado con Gran Bretaña con derrota militar y cuantiosas pérdidas. Conflictoscon los Estados Unidos y con Europa Occidental. Acercamiento político yeconómico a la URSS y a los países Noalineados. Conflictos

Page 90: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

sociales y gremialesconstantes. Estado convulsionado del sistema social.

Esta descripción condensa el desarrollo de este ensayo en las páginasanteriores. A ella pueden agregarse algunos comentarios que completan lahistoria clínica con un diagnóstico.

Las hipótesis fundamentales que desde la perspectiva del autor resultanclaves en el mal funcionamiento de la cultura argentina se dividen en dospartes:

a) La estructura inicial de la que parte la emancipación

Todo país colonizador pone su sello en las colonias quefunda,transmitiéndole formas y valores de su propia cultura. La España de losdos primeros siglos de la conquista y la colonia, proyectó fundamentalmente sucelo misional antiherético a través de órdenes religiosas militantes, comojesuitas, domínicos y franciscanos, que trajeron a Indias el ardor de la Iglesiade la Contrarreforma.

Esta acción de una sola fe como núcleo de la acción colonizadora,coincidió con la unidad demográfica a través de una emigración restringida,primero sólo a los castellanos, y después al resto de España y una unidad deenseñanza primaria centrada en los principios del catecismo, y universitaria enla filosofía escolástica.

La preservación de esta unidad de principios exigió la censurade textos como medio normal, que se sumaba a la escasez de noticias de ultramardebido a la limitación de los medios de navegación de la época. Este tráfico depersonas y de informaciones, controlado por la distancia física y por lapolítica real de Carlos V y de Felipe II, se mantuvo en los reinados siguientesdebido al absolutismo político español.

A esta insularidad inicial en la que crecieron las colonias de Indiashasta el siglo diecinueve en que comenzaron a liberarse, se agregó la propiainsularidad de España que rechazó la apertura de ideas que el Renacimientoitaliano primero y la Reforma después, habían difundido a través de Europa,especialmente después de la invención de la imprenta. La gran aventurahumanística europea fue combatida por la clausura dogmática del absolutismoreligioso-cesarista que cerró sus fronteras a las novedades.

El control de la emigración española a Indias tuvo otro efectoestructural: el de la insuficiencia de los pobladores europeos iniciales y labaja condición de muchos de ellos, según lo acreditan los documentos de laépoca, expresados en cédulas reales, correspondencia de Hernán Cortés a Carlos Vy otros testimonios.

Esta calidad de hombres hechos para la aventura heroica y paradenuedos sin fin, aguerridos como estaban por múltiples batallas,lamentablemente, no era la mejor cepa para fundar pueblos. A ellos se sumaba lafalta de mujeres blancas ya que durante mucho tiempo casi no hubo emigraciónfemenina a Indias. La cruza se hizo entonces con indígenas pertenecientes amenudo a etnias primitivas que no había construido ciudades, es decir, que noeran civilizadas. Tal fue el caso de nuestras culturas precolombinas nativas.

A esta insularidad que hemos descripto, se le agregó una insuficientedistribución en un inmenso territorio, donde se fundaron ciudades más de una vezpor razones circunstanciales, estableciéndose así centros escasamente poblados ymuy distantes entre sí, generando núcleos con falsas autonomías y viabilidadprecaria o, por el contrario, el crecimiento exagerado de una ciudad comoocurrió con Buenos Aires.

Al concentrarse paulatinamente la insuficiente población cerca delPuerto único de ultramar, se inició un desequilibrio demográfico que seráagravado con el transcurso del tiempo y que no fue corregido nunca. Susconsecuencias políticas y económicas registradas por la historia argentina,incidieron negativamente en el desarrollo de la República.

La ciudad colonial se organizó con rasgos en los que influyótoda esta historia imperial. Juan

Page 91: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Agustín García ha descrito suscaracterísticas. Las más importantes señalan la rígida estructura social, elestatismo burocrático y la centralización, todos signos de una forma autoritariaque sería heredada por nuestra cultura a partir de su liberación.

La rica provincia de Buenos Aires, el ganado caballar multiplicado enla pampa entre ambas fundaciones y el ganado vacuno traído a Buenos Aires porJuan de Garay, sellaron la futura fisonomía agropecuaria. Fueron acontecimientosque orientaron la suerte de la República y marcaron fuertemente su cultura, alagregar al desequilibrio demográfico, el económico y el político.

b) Las influencias en el desarrollo posterior de la cultura desde 1810hasta nuestros días

La nueva organización se inició en 1810 con la ocupación por los criollosmejor colocados, de todas las posiciones abandonadas por los españoles.El nuevosistema social heredó una estructura que básicamente dejó intacta. Con ellarecibió también el legado de la insularidad, el autoritarismo y lasinsuficiencias demográficas, tanto en número de pobladores como en sudistribución.

Los conflictos internos entre facciones comenzaron muy pronto. El Gobiernopasó de la Primera Junta a la Junta Grande, de allí al Primer Triunvirato, y dela Junta Grande a ser la Junta Conservadora. Todo entre el 25 de Mayo y fines de1811. En los primeros meses del mismo año hubo un golpe de estado. En 1812,otro. Con él se disolvió el Primer Triunvirato y se formó el Segundo. No serespetó la libertad de prensa. Los diarios aparecidos entre 1812 y 1815 fueronclausurados. La censura es un mal endémico cuya herencia sólo fue interrumpidapor cortos lapsos, hasta el día de hoy.

Una comunidad cercenada en su acceso a la información, se forma en unambiente estrecho, el único que conoce. A la insularidad básica se agregabaasí, una contracción más al exiguo campo de noticias existente. Esteenrarecimiento intelectual es percibido por la minoría que, o termina poracostumbrarse a esa dieta magra, o se exilia.

El conflicto ocasional es signo de vitalidad y enriquece las perspectivas,proponiendo distintas soluciones posibles. Cuando se presenta como una actitudde antagonismo constante, traba el sistema social. El Gobierno recibió nuevaforma, que una revolución varió por otra no más estable dijo el Congreso deTucumán en 1816.

Las nuevas formas que recibían los Gobiernos repercutían sobre la sociedad.La incertidumbre impregnó desde sus comienzos la cultura que se estaba formando.Resultó un signo prematuro de su porvenir y uno de los peores obstáculos para suconsolidación y desarrollo. Ante su persistencia se crearon defensas malsanas,que inyectan valores nocivos en el sistema social. La disponibilidad para laimprovisación o para el aprovechamiento indebido de oportunidades, crean en elcuerpo de la sociedad un sedimento de mala fe y de desconfianza que la vatiñendo indeleblemente.

A los conflictos, los cambios de Gobierno y la incertidumbre, la culturaresponde convulsivamente. Esa respuesta se puede hacer crónica y fija un estilofatigoso que desgasta energías en movimientos inútiles, en pérdidas de tiempo,en largas esperas de acontecimientos que no se producen jamás, porque nunca sereúnen las condiciones necesarias. El descreimiento y la frustración agotan losrecursos creativos de la comunidad.

Con la llegada masiva de la inmigración, recibida sin prepararle un escenariopara su óptima utilidad, con escasas posibilidades de acceso fácil a la tierra,sin capitales de trabajo ni créditos, se produjo en la ciudad del Puerto unainvasión de extranjeros. Esta mezcla de culturas próximas pero diferentes,enriqueció su ambiente con otras palabras y otras costumbres.

Allí, en un espacio reducido, se juntaron nostalgias y esperanzas, sueños yfrustraciones que se volcaron en el tango, que es un compendio de esa ciudad enese tiempo y de la manera de ver el mundo de todo un sector de sus habitantes,que cantan a los suburbios, lloran a la mujer perdida y vuelven a su madre comoúnico valor permanente.

Page 92: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

De los inmigrantes que llegaron al país entre 1870 y 1920, no menos del 40 %volvieron a sus tierras natales. Aunque la mayoría buscaba tierras campesinas,muchos quedaron en la ciudad donde comprimieron el mercado de trabajo o sededicaron a tareas artesanales y al servicio doméstico. La generación siguienteaprovechó la movilidad social para ascender a profesiones liberales, formó elnúcleo de las nuevas fuerzas políticas y una clase media, factor importante dedesarrollo social.

El ingreso masivo a la capital agudizó el desequilibrio demográfico yaseñalado. El territorio se dividió en dos países: el litoral y el resto, en unarelación semi-colonial, de la que Buenos Aires fue la metrópolis. A pesar deesos aires cosmopolitas, esta ciudad, con sus rincones parisienses, fue siempresólo un reflejo equívoco de una cultura insular.

Al finalizar la penúltima década del siglo diecinueve, la tierra, adquiridafácilmente en las distribuciones que siguieron a la ley de enfiteusis y a lasCampañas contra los indios, ya atravesada por el milagro inglés del ferrocarril,se transformó primordialmente en un bien especulativo, borrando la relaciónentre su precio y su valor de producción. La tierra fue apenas un símboloexpresado en números que crecían solos, sin necesidad de poblar los campos oaumentar sus rendimientos. Pero un día reclamó de nuevo sus fueros. Habíanllegado la crisis de 1889 y la convulsión de 1890. El hechizo del Progresoindefinido se había roto, pero este grave acontecimiento apenas si dejó algúnaprendizaje.

El desarrollo portentoso de la pampa húmeda fue un hecho concreto y real. Pero su verdadero sustento estuvo en el mito más que en la indudable realidad. Ese mito de la inmensa riqueza de nuestros dilatados territorios como lo expresóQuirno Costa en 1888, prescindiendo de los factores humanos que son másimportantes en las culturas que los dones naturales de suelos fértiles y climastemplados.

El lenguaje de la generación del 80, fijó el mito en la imaginación popular,siempre parcialmente informada por su insularidad dentro de una ínsula, dadassus limitaciones para procurarse información por sí misma.

El mito es un elemento legítimo de una cultura y se incorpora a su historiaconviviendo con la realidad. Fue casi mítica la atracción que impulsó lashazañas de cruzar bosques y sabanas tras Eldorado, como tuvo su parte de mito elensueño de Colón de haber encontrado las tierras de Cipango. Pero el mitoenriquece una cultura, cuando ésta tiene además otros mecanismos paradistinguirlo de la realidad y no cuando la sustituye con la persistencia de susespejismos.

El mito de la riqueza argentina confunde, porque es parcialmente una verdad. Frente a tierras europeas y asiáticas castigadas por el trabajo constante demuchas generaciones y la acumulación de habitantes, las tierras argentinas eranmilagrosas, verdaderamente de pan llevar. Trabajada para una población exigua,la horizontalidad de la pampa parecía inacabable. Su deslumbramiento noterminaba en la República, sino que conmovía a los banqueros de Europa. Con susfondos, con su técnica y la mano de obra inmigrante, se haría posible al fin, lanoble y gloriosa Nación que estábamos llamados a ser.

Cuando llegó la hora de las desventuras provocadas por nuestros propiosdesvaríos, la fuerza del mito no cedió. No se formaron los mecanismos críticosque en una cultura toman a su cargo la investigación de los errores y lacapacidad de su corrección racional. En su lugar se buscaron los culpables, amenudo a través de una vehemencia irreflexiva que entroncó fácilmente con unatradición que siempre atribuía a los enemigos sus equivocaciones.

No se trata de negar la evidencia de que existen enemigos y que losgrandes países industrializados persiguen sus intereses particulares mucho antesque la justicia y el bienestar de la especie humana. Pero un sistema socialintegrado, tiene defensas que neutralizan los desafueros y no les asignan másresponsabilidades en sus infortunios que las que les corresponden.

Si la insularidad disminuye el campo de referencias, premisa imprescindiblepara construir tablas de valores válidas también en otras sociedades, laincertidumbre, el cambio continuo de gobiernos y la consiguiente falta de unorden jurídico estable, mantuvieron la afirmación de García en su descripción dela ciudad indiana: La sociedad se educa en el desprecio de la ley: idea tandorminante

Page 93: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

y arraigada que a poco de andar se transforma en sentimiento...

En el porteño, tal sentimiento engendró la figura de la viveza, extrañamezcla autóctona, que une a una total falta de respeto porel prójimo y susderechos, una certera rapidez para percibir una posible ventaja y no dejarlaescapar. Ella esterilizó aptitudes inventivas en maniobras de dudosa moralidadque generaban la sobrestimación en el agente y el resentimiento y la frustraciónen la víctima.

Así el "vivo", difundido y multiplicado por la tolerancia de un tejidocultural débil, se instaló en él, festejado por sus travesuras que compensabanlas propias frustraciones de sus espectadores u oyentes de su narrativa, eimpregnó muchos rasgos de la vida diaria de la ciudad hasta convertirse en unpersonaje siempre presente . Es interesan te observar este complejo fenómeno deinvasión y seguir sus múltiples variaciones en todos los planos de la vidasocial

Es cierto que la picaresca no es solamente nuestra, todas las culturas tienensus tipos de picardía, pero en otras sociedades existen defensas que la laxitudsocial argentina no permite ejercitar. Otro tanto ocurre con la envidia, contrala cual nos previno Ortega y Gasset en 1939. Es difícil afirmar queindividualmente somos más envidiosos en esta país que en el resto del mundo,pero es evidente que una cultura tan fragmentada como es la nuestra, produceconflictos que son una fuente constante de envidia y de resentimientos. Elautoritarismo resulta una vez más el propulsor de esta situación, al encaramar alas más altas posiciones a mediocres e ignorantes, cuya arrogancia es pareja ala estrechez de sus perspectivas. Un sistema social fuerte y flexible, resisteagresiones que otro débil y rígido no puede soportar.

La picaresca nacional ha invadido también al Estado. No existe de su parteresponsabilidad fundamental que le haga cumplir con eficiencia los servicios aque lo comprometen los impuestos y las tasas que exige de los ciudadanos. Ladesaprensión con la que las oficinas públicas atienden a quien llega desprovistode recomendaciones adecuadas, es pareja con la mora indescriptible de lostrámites más sencillos. Los increíbles inconvenientes en las comunicacionestelefónicas, tienen un costo invisible que recarga inútilmente la economíanacional. Las empresas estatales son ineficientes y deficitarias.

La insularidad en la que se desenvuelve nuestro país la pagamos con unaltísimo precio. No solamente porque estamos colocados fuera de los circuitosracionales que aceptan los hechos como tales, sino, porque aquellos hechos cuyoimpacto es insoslavable, los rodeamos de capas míticas que distraen nuestrapropia atención y la dirigen una vez más a denunciar a los enemigos, rechazandola realidad por evidente que sea. A esta actitud adolescente la justificamoscomo defensa de nuestra soberanía cuando en verdad es mera defensa del amorpropio. Este nacionalismo mal entendido, porque sólo deteriora y nuncafortalece, es nuestra respuesta colectiva a los infortunios que provocamos conuna concepción emocional de la Patria, que no es precisamente la que hizoposible el cruce de los Andes y las horas plenas de la República.

El sentido circular de la historia argentina que este ensayo analiza, acabacon la elección sin proscripciones del 30 de octubre de 1983. Se abre con ellala posibilidad de quebrar ese destino que se ha descripto en esta obra y que unavez más se ha repetido. Agobiado por la imposibilidad de administrar suspropias contradicciones, el régimen militar optó por hacer este último llamado aelecciones, previsto en su programa genético como una de las solucionesposibles. Fue una consecuencia inevitable de sus errores y no de su capacidadde aprendizaje y nunca llegó desde 1930, más cerca del caos total.

El resultado de las elecciones, precedido por una campaña tan hábil comofebril de la Unión Cívica Radical, finalizó con su rotundo triunfo político. Lamagnitud de su éxito la debió a la presencia de una figura que mostró tener elmisterioso fenómeno del carisma, ya analizado en estas páginas en sus tresgrandes versiones de Rosas, Yrigoyen y Perón. Con Raúl Alfonsín emergió unlíder natural de los que aparecen en tienpos de aflicción psíquica, física,económica, ética religiosa o política como lo describe Max Weber. Es el caudillocon el estilo sereno que necesitaba una gran parte del sistema social, harta deviolencia y de corrupción, azorada por la forma autoritaria y desdeñosa de laslibertades civiles que había desplegado la campaña del Justicialismo, bajo elsigno de la imposición coercitiva de figuras que hacían reaparecer el espectromás salvaje de la compulsión.

Page 94: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

La otra cara del voto que se comenta refleja la actitud de una culturaque no ha podido madurar por haber sido estimulada en una dependencia a líderesautoritarios como Perón o en un sometimiento al que lo condenaba la opresión yla censura de los regímenes militares. Raúl Alfonsín no puede evitar ser eselíder que entronca con los grandes caudillos de nuestra historia por laespontaneidad de su manifestación como tal y por los fortísimos lazos efectivosque creó en tan poco tiempo con una gran masa de la población argentina. Estáen sus manos moderar la proclividad de ésta a la dependencia si acentúa susrasgos de gran dirigente renovador y no simplemente de un caudillo modernizadoformalmente. Es solamente así que podrá aprovechar la frescura y el ansia decambio de las generaciones jóvenes incitándolas a desarrollar su creatividad yabriéndoles oportunidades que han permanecido cerradas hasta ahora.

El Justicialismo por su parte, con casi un cuarenta por ciento delelectorado nacional, puede transformarse en un partido real que no ha podido serhasta ahora por su estructura jerárquica nudamente autoritaria. Abriendo el pasoa su parte más preparada para analizar los problemas y promoviendo la educaciónde sus cuadros podrá evolucionar hacia formas de una social democraciacontemporánea y ser una efectiva oposición parlamentaria, apta para compartir elpoder. La proximidad del siglo XXI y los graves acontecimientos que han ocurridoen el mundo a partir del fin de la última guerra, han creado un escenario nuevoen Occidente, especialmente a partir de la última crisis petrolera que obligóuna brusca modificación de presupuestos y proyecciones que parecían inmutables.La Argentina, uno de los pocos países que tiene riquezas en energía que sedilapidan de una manera por demás irracional, como el gas que desparraman losvientos de la Patagonia, se entretiene en fútiles disputas y en copiosasmalversaciones que aumentan las deudas exteriores sin incrementar el aparatoproductivo que debía pagarlas.

La Nación ha llegado a un punto en el que su airada forma denacionalismo primitivo no tiene viabilidad. Tanto más, si se tiene en cuenta elhecho de que sus estruendosas manifestaciones no han impedido que cediéramosventajas al exterior, que nos han empobrecido, por desidia o por incompetencia.O por alguna otra de las torpezas a la que nuestra cultura nos ha acostumbrado,batiendo tambores de guerra contra el mundo entero mientras anulamos a losverdaderos valores humanos, condenados a una constante frustración.

Los puntos más sensibles de nuestra debilidad están en la carencia de unPoder Judicial independiente. Impregnado por las características de la cultura ala que pertenece, es una valla intermitente y morosa frente al abuso. Sutemprana aceptación del autoritarismo, significó el apoyo del derecho a supropia violación. Los innumerables efectos de esta complicidad dan lugar a unestado crónico de indefensión del ciudadano ante los excesos de terceros, —enespecial, de los aparatos llamados de seguridad—, y prolongan indefinidamente undesorden en la cultura entera que se manifiesta en su deterioro progresivo.

Es por todas estas consideraciones que se impone el restablecimiento de unumbral jurídico, sin el cual serán vanas las tentativas que pueda intentar elsistema social para recuperarse. No hay tarea más urgenteque el fortalecimientodel Poder Judicial, dándole independencia y estabilidad, retribuciones acordescon su importancia social y llevando a los estrados judiciales a hombres capacesde ejercitar la ciencia y el arte de juzgar.

Es por demás necesario que el subsistema militar, único que por sí tiene lafuerza de la coerción armada para lograr sin mayor esfuerzo el dominio físicodel Estado, lleve a todos sus miembros y en especial a los más jóvenes, a lareflexión de que la historia enseña que ese dominio es más aparente que real yque es siempre provisorio. La constitución de las cosas es tal, que la formaciónautoritaria, jerárquica y reglamentaria, que exige la disciplina militar,paradójicamente, sólo puede alcanzar su máximo nivel de eficiencia, cuando elsistema social tiene el grado de libertad que permite el consenso de gruposdivergentes y el mútuo respeto entre los poderes del Estado. La prueba másfehaciente de esta afirmación, es la derrota de las Islas Malvinas, sufrida bajoel imperio de un gobierno militar, cuyo poder supremo era coparticipado por loscomandantes de las tres fuerzas armadas de la República.

El tercer campo al que hay que llevar ahora sí una profunda revolución, es elde la enseñanza en todos sus niveles hasta el postgrado. Las técnicascontemporáneas han elaborado instrumentos de extrema exactitud, capaces deramificar las redes de interrelación del cerebro humano. Es ahora posible con eluso adecuado de computadoras, ampliar el espectro de la instrucción de

Page 95: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

nuestrosniños y de nuestros jóvenes, para que las nuevas generaciones puedan salir delestado semi-tribal en el que la educación argentina ha estado sumida durantemuchos años como resultado de la combinación de ideología y desorden.

Pero estos programas exigen también libertad; deben ser administrados sintrabas mentales, sin prejuicios, generosamente, abriendo la puerta al talento ya la creatividad, gracias siempre sospechosas en nuestra cultura, protegiendolas instituciones que investigan y facilitando el ingreso de equipos quemultipliquen la capacidad actualmente ociosa de hombres y mujeres sensibles einteligentes, neutralizados hasta ahora por los bloqueos de una culturaestancada.

Derrotar la insularidad ancestral significa ampliar el campo de referencias ydotar a la juventud de medios de encontrar la verdad, no clandestinamente, dondelos darán productos falsificados, sino en la discusión, en la duda, en el accesoa la renovación de conocimientos y con ellos a una vida humana más plena.

No se trata entonces de movilizar a la juventud solamente para defender unapatria a la que nosotros mismos atacamos cada día con nuestra desidia o connuestra arrogancia, con la indiferencia o con la cobardía. Se trata deincitarlos a examinar su conciencia, para que se pregunten que pueden hacer paraconstruir un país con un alto grado de libertad y civilización.

Esta libro comenzó con una frase escrita en el siglo diecisiete y va aterminar con pocas palabras de un poeta de la misma época, ambos contemporáneosde los tiempos de germinación de nuestra cultura en este suelo. Ellas revelansimplemente que el espíritu estaba pronto desde el principio aunque pocos lopercibieran y afirman que todos somos protagonistas y responsables de nuestrodestino. Dijo John Donne:

Ningún hombre es una Isla completa en sí misma, Todo hombre es un trozodel Continente, una parte del total...

APENDICE

OTRO DESARROLLO DEL CONCEPTO ANTROPOLOGICO DE CULTURA

Si bien a los efectos discursivos del ensayo sobre la Argentina, ladefinición de Edward Tyler es suficiente, el autor cree útil agregar comoapéndice para quien pudiera interesarle, su propia concepción dela cultura desde el punto de vista antropológico.

Coincide con lo que Edgar Morin denomina la pensée ecologique y esrealmente la perspectiva desde la cual se ha tratado de entender a esta buenatierra y a sus habitantes.

1 - Otro enfoque de la cultura

La cultura va a ser tratada con un enfoque diferente. Se parte de la base dela necesidad de incorporar a la antropología cultural nociones que resultan delos avances de la investigación contemporánea en los diversos aspectos de lavida.

Si se procura describir al hombre y su mundo, que es lo que constituye elcampo de la antropología, nada más urgente que averiguar qué y cómo percibe elsujeto humano dentro y fuera de él. Para ello, enterarse de las informacionesprocuradas por la ciencia y por la técnica actuales resulta imprescindible.

Porque el mundo del hombre no es solamente humano y sus culturas tampoco. Lasconstruye trabajosamente conviviendo con otras especies de seres vivientes,visibles e invisibles y además es condicionado por los relieves de la tierra yel agua que le rodean. Es entonces un conjunto

Page 96: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

interrelacional el que da forma auna cultura en un espacio y tiempo dados.

Así han de incorporarse a la antropología cultural contemporánea lasinformaciones que provienen de disciplinas que han logrado gran desarrollo enlas últimas décadas y en las cuales trabajan miles de investigadores en todo elmundo usando instrumentos de alta sofisticación y haciendo experimentos desingular elegancia.

La ecología que observa a los seres vivos y su ambiente; la etología queregistra el comportamiento de especies animales; la biología molecular querevela la interioridad de las células; la neurología y la neurocirugía queexploran el cerebro; la inmuno-histoquímica que emplea técnicas novedosas paraidentificar sustancias; las discusiones sobre la extensión de la concienciahumana y en fin, la física del siglo XX que integra al observador y a suexperiencia, están modificando las fundaciones mismas de nuestros conocimientos.

Lo material y lo inmaterial se están revelando como ordenamientos distintosde una igual energía, como formas diferentes de una misma creación. Es oportunocitar ahora palabras del gran físico Niels Bohr: Ocurre aquí lo que se producetan a menudo en la historia de la ciencia cada vez que nuevos descubrimientoshan revelado una limitación fundamental de ciertos conceptos cuya validezgeneral había sido considerada hasta ahora como indiscutible y es que nuestravisión se extiende y nuestro poder se acrecienta para relacionar entre sífenómemos que antes podían hasta parecer inconciliables.

Dudar de lo conocido puede ser más atrevido que investigar lo desconocido,decía Kaspar. El avance de la ciencia es siempre revisionista.

Los organismos vivos y su contexto inanimado interactúan constituyendo unecosistema. Así entonces para este libro, cultura es un ecosistema que comprendesistemas humanos conjuntamente con sistemas vivientes de su contexto biofísico ysistemas no vivientes de ese mismo contexto físico.

La cultura como ecosistema humano-biofísico, es una perspectiva que resultade una abstracción compleja de sistemas humanos y no humanos, vivientes y novivientes. Comprende las creencias, mutuas influencias y en general la totalidadde su comportamiento observable en un espacio y tiempo dados.

Es la hipótesis de este trabajo que este enfoque global de una cultura es unaherramienta válida para discurrir sobre la evolución de cualquier comunidad humana.

La comunidad que se observe sea cual fuera aparecerá como articulación departes que se conjugan o se combaten para cumplir diferentes funciones. Usandiferentes lenguajes para su comunicación, sistemas económicos en ladistribución y producción de bienes, sistemas políticos en las formas del podery de la autoridad, sistemas jurídicos en la enunciación de derechos yobligaciones, sistemas de parentesco en su organización familiar y otros muchossistemas y subsistemas más o menos formalizados y más o menos transitorios queinfluyen en su funcionamiento total.

Estos sistemas humanos transcurren en un contexto espacial y en un tiempodeterminado y coexisten con seres vivientes no humanos con los cualesintercambian energía, elementos e información.

Esa coexistencia se lleva a cabo en un contexto físico donde existen sistemashidrográficos, orográficos, etc. de los que los sistemas vivientes extraenenergía, elementos e información.

El comportamiento de los sistemas humanos se manifiesta sólo parcialmente sise le aísla del resto del ecosistema. El estudio de los sistemas humanosobserva su modo de ver el mundo, el Universo, a sí mismos, sus creacionesmíticas o imaginarias, sus productos e investigaciones y en general al uso de lainformación a la que tiene acceso.

2 - El espacio de una cultura

Page 97: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

El espacio de una cultura abarca el territorio entero en el que se desarrollay aquel espacio no inmediato que los sistemas humanos contienen en su concepcióndel Universo. Las culturas medievales no contenían el espacio americano. Lashoy contemporáneas contienen el espacio interplanetario explorado por satélites.

3 - El tiempo de una cultura

El tiempo es el que marca la sucesión de los días y las noches y también elinterno y subjetivo. La noción del tiempo ha cambiado desde las afirmaciones dela relatividad. Su consideración subjetiva también es un objeto de la reflexióncontemporánea de muchos investigadores.

Las culturas mayas y mexicanos o las orientales como la china han sacralizadoel tiempo ligándolo a la adivinación. El tiempo es protagonista de la magia, laalquimia y la religión.

Es en el tiempo donde ocurre lo que acontece. Es allí donde el azar produceuna ruptura o una discontinuidad imprevista. La detonación de la bomba atómicaen Hiroshima fue para su comunidad un azar que produjo una fracturairreversible.

El azar es un agente inaprehensible antes de su manifestación. Es móvil yubicuo, proteico y no se puede asir. Por lo tanto es un protagonista invisibledel ecosistema cultural que acaso se pueda captar por percepción extrasensorialal que la magia y los encantamientos han perseguido desde que el hombre inventósu humanidad.

4 - De la concepción del Universo

La comunidad humana que se agrupa en un territorio dado tiene una particularconcepción del Universo y usa imágenes y símbolos a través de un lenguaje con elque expresa su representación del Cosmos y su propio lugar dentro de él.

El grado de desarrollo intelectual de la cultura en análisis, sus creenciasmágicas o religiosas, sus mitos y leyendas, la calidad y riqueza de su lenguaje,su información científica y su organización política influyen en su cosmovisión.Las traducciones del árabe en los siglos 13 y 14 modificaron la visión medioevaldel Universo pero no alteraron las de los Incas o de los Ainus del Japón.

La cosmovisión de una cultura no es uniforme tampoco en sus individuos.Depende de su ubicación en los sistemas sociales o políticos de su cultura y desus condiciones genéticas. Cada cultura se ve a sí misma de maneras que supropia historia le inspira y se juzga de acuerdo con tablas de valores tambiénmóviles. La visión que Roma antigua tenía de sí misma no era la misma en laépoca de Augusto que cuando la invadieron los visigodos en 410.

Forma parte de la visión que una cultura tiene de sí misma, la concepción quetiene del mundo y del lugar que ocupa en él. La información por medio desatélites y de televisión ha ampliado la cantidad de imágenes disponibles sobreel resto del mundo. Pequeñas comunidades perdidas pueden asomarse a lugares muylejanos y hacer comparaciones con otras culturas espacialmente remotas.

5 - En donde se discurre acerca de los signos y de las señales y suimportancia en la evolución

Para los biólogos, la información es la base de la vida y los seres vivosaparecen ligados por una corriente triple de materia, energía e información.

La información se transmite por signos o señales, del latín signum ysignificar llega de signum y facere de signo y hacer.

Si la vida depende de los signos, nacieron juntos mucho antes de tenernombres. Las algas azul-verdosas que son las primeras formas de vida quesurgieran, usaron signos hace tres mil millones de años. Cuando aparecen loscorales en el paleozoico, dos mil quinientos millones de años después, ya muchossignos se habían diseñado y experimentado.

Page 98: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Toda la vida anterior al hombre, anfibios, reptiles, insectos, peces,primates, mamíferos, pájaros y monos fueron multiplicando el mensaje. Con eltiempo aparecieron los símbolos y después los ritos.

Antes que Darwin hiciera el viaje en el Beagle -1831/1836- Lamarck habíaformulado sin llamarla así, una teoría de la evolución. Había sido Buffon, sumaestro, quien había observado la variabilidad de las especies. En la leccióninaugural de su curso en el Museo de Historia Natural afirmó las primerasnociones transformistas y planteó como teoría, una observación sobre latendencia de los seres vivos a adquirir formas cada vez más complejas.

Lamarck concibió además la idea de que los rasgos adquiridos eranhereditarios. Propuso como ejemplo el cuello de las jirafas, prolongado —segúnél— por la intención de comer ramas fuera de su alcance. Esta noción fuetotalmente rechazada por la ciencia hasta ahora.

A. Koestler cita sin embargo a un australiano,—E. J. Steele— que sostiene queen ciertas especies la inmunidad adquirida contra algunas enfermedades puedetrasmitirse de una generación a otra. Esta afirmación aparecida en 1979 podráalimentar una corriente neo-lamarckista.

Darwin y Wallace llegaron casi al mismo tiempo a la convicción que enpalabras de Darwin es creer que los órganos e instintos más completos hayan sidoperfeccionados... por medio de innumerables pequeñas variaciones.

Esta idea existía ya, pero Darwin la desarrolló y la fundamentó con enormecantidad de ejemplos recogidos en su viaje. Así logró provocar una revoluciónen la Inglaterra victoriana. Se cuenta que al oír la noticia que afirmaba quela humanidad descendía del mono, la mujer del Obispo de Worcester había dicho¡descender de los monos!; esperemos que no sea cierto, pero sí es, recemos paraque nadie se entere.

El darwinismo también evolucionó a raíz de descubrimientos posteriores: lasafirmaciones de Mendel sobre las invariantes de los genes como portadores decaracteres. La identificación de las funciones químicas de los ácidos nucleicospor experimentos de Avery y Mc Leod en 1943, y sobre todo por la decodificaciónde los mecanismos informativos del ADN hecha por Crick y Watson en 1953. F.Jacob señala que el neo-darwinismo no es otra cosa que Darwin después de Mendely la biología molecular.

El neo-darwinismo o la teoría sintética sostienen que la evolución se hacepor innumerables pequeñas variaciones como decía Darwin, a través de millones deaños. Pero en 1972 dos paleontólogos americanos N. Eldredge y S.J. Gouldpropusieron un modelo diferente afirmando que si las innumerables pequeñasvariaciones explicaban la micro-evolución, la macro-evolución, es decir la quesignifica una mutación profunda de caracteres básicos, se hace porfulguraciones, es decir, por súbita transformación de pequeños grupos de unapoblación que se exilia y en contacto con otro medio originan una especiediferente cuyas características se trasmiten genéticamente.

En Berlín en 1981 y en octubre de 1980 en Chicaqo, se hicieron coloquiosinterdisciplinarios de más de 150 especialistas en diferentes materias, en loscuales se discutió la teoría neo-darwinista sobre la base de que la observaciónde los fósiles no confirma las ideas gradualistas. De todas maneras... labiología molecular confirma la unidad de la vida desde esas algas azul-verdosasdebutantes hasta el hombre. La maquinaria bioquímica es funcional yestructuralmente la misma desde la más modesta bacteria a César Imperator.

Esa vida utiliza la mayor variedad imaginable para trasmitir información:signos y señales químicas, visuales, olfativas, sonoras y táctiles establecenuna red ininterrumpida de mensajes Urbi et orbi.

La etología que estudia el comportamiento animal derivó de la zoología, antescasi puramente clasificatoria y tiene registradas miles de formas de comunicionanimal. Los pájaros que proclaman cantando su territorio, o los peces que sereconocen por sus marcas y colores. O el caso de la hembra de la polilla BombixMori que atrae a los machos emitiendo un alcohol. O la manera de los machos delas luciérnagas que emiten luz cuando buscan compañeras sexuales y a veces seacarreana problemas complicados porque, ocurre que las hembras de otras especiesde luciérnagas contestan en el mismo código, pero cuando llegan los machos envez de darles amor,

Page 99: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

los devoran.

Las cucarachas escapan de la lengua pegajosa de los sapos porque perciben aestos por medio de pelos sensibles al golpe de aire del sapo que se desplaza.Admirable en su complicada poesía son las danzas con las que las abejastrasmiten a sus compañeras la dirección y la distancia en que hay flores conpolen o con néctar. Bailan sobre las paredes verticales de las colmenas unacoreografía circular cuya clave es reconocida por las demás que poco despuésemprenden su vuelo nutricio.

6 - El nuevo instrumento

El homo sapiens Neanderthalensis tenía un volumen de cerebro 7,50% mayor aldel hormo sapiens-sapiens actual. No se sabe a qué se debió esta ligeracorrección. Aquel tenía ya todas las características humanas, pasadas ya lasversiones intermedias, desde las épocas del Ramapithecus.

Se habían extinguido los Austrolopithecus, tanto el Africano de Olduvai comoel Robustus australiano y también el Homo Habilis contemporáneo del Africano,pero capaz —a pesar de 750 cm3 de cerebro— de inventar herramientas.

El Homo erectus tardío alcanzó 1100 cm3 y el volumen se estabilizó con elhombre de Cro-Magnon en 1450 cm3 alrededor de los 30/35.000 años A.C. Elvolumen no es por cierto un elemento del cual se pueda inferir una superioridad—los delfines, por ejemplo tienen mayor volumen físico de cerebro—. Pero cuandose estudia anatómicamente a éstos inteligentes cetáceos, como lo hizo Jansen, seencuentra que una gran parte de los hemisferios cerebrales son usados para lalocalización auditiva.

De todas maneras los individuos clasificados como homo sepiens elNeanderthalensis y el Sapiens sapiens, tenían un cerebro completo, al que sólofaltaba la experiencia de su uso. O, dicho de otra forma, el instrumento estabalisto pero no el ejecutante.

Resulta difícil imaginar ese itinerario de reconocimiento paulatino de laspiedras, de las plantas y de los otros hombres. Esa invención de códigos que undía se multiplicarían en lenguajes y dialectos y que aún no eran otra cosa quesonidos dispersos. Esa invención inédita del hombre que desplegaba milímetro pormilímetro su humanidad inexistente poniendo un minúsculo ladrillo sobre otro.

Porque ese cerebro, aún órgano anónimo, lo usaba sin saber lo que estabausando. Sin modelos para imitar, ni manuales que le indicaran qué podía esperarde él ni a qué pruebas debía someterlo. Una pequeña ventana hacia afuera queiba teniendo cada vez un poco más de luz, que le dejaba entrar más cosas deafuera.

Esos hombrecillos eran todo: conquistadores; descubridores; inventores;rodeados de ruidos atemorizantes, relacionando algo aquí con algo de allí, eltrueno con la lluvia y la lluvia con la sed.

¿Y el primer cazador, cómo hizo? ¿por qué? ¿acaso por imitación de otroscarnívoros? ¿Y el fuego de dónde lo obtuvo? ¿Precipitándose a un tronco enllamas? ¿Cuál fue la infinita cadena de tentativas que lo llevó a obtenerlo porfrotación? ¿Cuántas veces murió de frío antes de usarlo para calentarse eninvierno?

Aprendió mucho. No se sabe en cuánto tiempo. Las costumbres de los animalesy el modo de reproducirse. Dónde guarecerse en las tormentas o en las nochescrudas. Quitó la piel a otros animales y se las puso encima para abrigarse.Distinguió los colores y se orientó para volver después de la caza.

Cuando distinguió los colores fue capaz de usarlos y con ellos reprodujoen el fondo de las cavernas las escenas de caza. Si lograba pintar un bisontepodría cazarlo después. Era como una trampa, le apresaba el alma. Así seconvirtió en hombre de ciencia que manipulaba pigmentos y creaba su propiouniverso de color. Se hizo artista admirando su propia creación sin poderlodecir con palabras. Y se hizo mago viviendo la exaltación del poder creador.Así fue confiado a la caza porque

Page 100: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

los animales estaban debilitados aunque no losupieran.

¿Pero si esa policromía invasora de sus sentidos nuevos lo consumía? ¿Y siesos animales cuyo soplo quería apresar, para defenderse lo destruían? Allínació la duda, y con ella la ambigüedad, privilegio humano, incitación a lalibertad, a decidir entre lo que puede ser así o de otra manera. Nada menos queel fundamento de la diferencia, la fuerza de la investigación y deldescubrimiento. ¡Apenas la fuente del asombro!

Muy pronto se enteró de lo que era la muerte. La misma forma que antes, sóloque ya no se movía. ¿Dónde había ido el soplo? Lo temió. En Neanderthal yaenterró sus muertos. Para que no se lo comieran los animales. Y también para queel soplo siguiera su camino. En su lenguaje entrecortado pudo comunicarse cadavez mejor. Al acumular palabras acumulaba recuerdos y con ellos construía lamemoria.

Relacionó causas y efectos y los incorporó unidos en su repertorio dehabilidades. Ya era un técnico. Verificó la existencia de acontecimientosinexplicables. Usó una y otra vez los mismos gestos y los mismos sonidos paraprotegerse de lo que le hacía daño. Fue entonces mago y después sacerdote. Nadiesabe cuánto tiempo ni cuántos afanes le llevaron estas invenciones. Su aspectofue cambiando y su cerebro se hizo cada vez más articulado. Estaba en el caminode su humanización.

Habrían de pasar miles de generaciones antes de que se pusieran palabras asus experimentos y se los ordenase en teorías. La comunicación entre susneuronas cerebrales se fue extendiendo con el ejercicio, sin tener nombres nipara ellas ni para lo que percibía. Pensaba sin saber que ya estaba pensando.

El hombre se hizo así ejecutante de su propio cerebro, ese instrumento con unnivel de complejidad dinámica inconmensurablemente más grande que nada que sehaya descubierto en el Universo o creado en tecnología de computadoras, comodice el neurólogo Sir John Eccles.

Entre el asombro y el amor, el hombre reconoció a sus semejantes. Aprendió adistinguirlos de los demás animales y se reunió con ellos en el mutuo regocijodel encuentro. Cazó, cocinó, se reprodujo. Observó a la naturaleza, gozándola ysufrióndola. Aprendió muchas cosas y olvidó muchas otras. Era el alba dellargo día de la humanidad. El ensayo de una convivencia con otros hombres ymujeres. También con los animales y las plantas; con el sol y con la luna. Conel agua de los ríos y las vertientes y las rocas de las montañas. Con el viento,con la lluvia o con el mar de donde había salido sin saberlo ni enterarse. Eratodo eso lo que necesitaba para tejer la trama inmensa de la cultura humana.

BREVE NOTA BIBLIOGRAFICA Y BIBLIOGRAFIA

La frase de Spinoza que guió el espíritu de toda la obra, actuando como unobjetivo central de su estructura, la encontró el autor en la lectura de unartículo de Julián Marías que apareció en el diario La Nación. La cita de JohnBonne con la que termina el libro, es de uno de sus sermones.

La lista bibliográfica es la que efectivamente ha tenido el autor al alcancede su mano durante los dos años que le llevó la realización de este ensayo. Setrata de libros leídos y subrayados, de muchos releídos y de otros que fueronconsultados en ciertos capítulos o aún en ciertos párrafos solamente paracorroborar una cita o una información.

La referencia más constante que usó el autor, fue la excelente coleccióndirigida por Félix Luna, llamada Memorial de la Patria en su edición de LaBastilla y en los treinta tomos que van de 1804 a 1962.

Se trata de un conjunto escrito por distintos especialistas cada uno de loscuales cubre un lapso relativamente corto de nuestra historia. Ello concentrainformación y análisis.

La lectura de esos libros fue hecha pasando a cuadernos en forma suscinta lasfases salientes de cada período y en tinta colorada lo que el autor considerabainvariantes que se mantenían en una

Page 101: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

huella persistente y que eran rasgosmanifiestos de la cultura argentina. Así se aislaron las tendenciasautoritarias; el carácter conflictivo; la afirmación de sí mismo frente a la leyy frente al prójimo como actitud espontánea, etc. Esta forma de investigaciónresultó útil para trazar como si fuera a vuelo de pájaro, el itinerario queformó la Argentina actual.

Estas lecturas y sus complementarias afirmaban o negaban las hipótesis de lasque partió el autor, o sea sus prejuicios, algunos de los cuales se confirmaron,mientras otros fueron rotundamente contradichos por informaciones que éldesconocía al comenzar su análisis. En ningún momento trató de mantenerlosartificialmente. Esta consciente preocupación, lógicamente no exime al autor desus inclinaciones subjetivas implícitas en su naturaleza humana.

Otras obras de consulta general fueron la Historia argentina de José LuisBusaniche, una de las favoritas del autor, la publicada por la Academia Nacionalde la Historia; la Historia de la Argentina 1515-1943 de Ernesto Palacio; laBreve Historia de la Argentina de José Luis Romero, autor que por otra parte essingularmente agudo y la otra, también Breve historia de la Argentina de JulioIrazusta.

La lista bibliográfica comprueba que el autor no rechaza ninguna afirmación onegación por causas ideológicas. Considera que el margen de libertad que yatiene el hombre por su propia condición, es suficientemente reducido como paraque no tenga mayor sentido limitarlo aún más. Por eso, en su casa no hay ningunaclase de censura para nadie, ni verbal, ni escrita.

-A-

Acarette

Relaciones de un viaje al Río de la Plata y de allí al Perú

Alfer y Vays / 1943

Adams Randolph

Political ideas of the american revolution

Barnes y Noble / 1939

Agulla, Juan Carlos

Federalismo y regionalización del país

Instituto Di Tella / 1978

Alberdi, Juan B.

Bases

Plus Ultra / 1980

Page 102: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Alberdi, Juan B.

Cartas sobre la prensa y política militante

Buenos Aires / 1873

Aibérés, R. M.

Argentine, un monde, une ville

Hachette / 1957

Alcalá Zamora, Niceto

Nuevas reflexiones sobre las Leyes de Indias

Buenos Aires / 1944

Alen Lascano, Luis

La Argentina ilusionada 1922-1930

La Bastilla / 1975

Alvarez, Juan

Las guerras civiles argentinas y el problema de Buenos Aires

en la República

La Facultad / 1936

Amadeo, Mario

Ayer, hoy y mañana

Gure / 1956

Aron Raymond

Paix et guerre entre les nations

Page 103: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Calmann-Lévy / 1962

Atlaseco

Faits et Chiffres / 1981-82

- B -

Bailey H. M.

Latin America

Prentice Hall / 1960

Balestra, Juan

El noventa

Fariña / 1959

Barba, E. M.

Rastrilladas, huellas y caminos

Raigal / 1956

Barco, Ricardo del

El régimen peronista

Ed. de Belgrano / 1983

Bazán, N.

Pavón y las crisis de la confederación

Buenos Aires / 1966

Page 104: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Beard Charles

An economic interpretation of the constitution of United States

Millan / 1961

Beaumont J. A.

Viajes por Buenos Aires, Entre Ríos y la Banda Oriental 1826-27

Hachette / 1957

Benedict, Ruth

El hombre y la cultura

Bibl. del hombre moderno / 1971

Benoist Marie

La revolution structurale

Denoel-Gonthier / 1980

Berence Fred

La rennaissance

La Colombe / 1954

Bertrand Louis

España, país creador

Atlántida, México / 1942

Beverina, Juan

La guerra contra el Imperio del Brasil

Page 105: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Biblioteca del Oficial / 1928

Bliss, Horacio W.

Del Virreynato a Rosas

Richardet / 1958

Borges, Jorge Luis

Evaristo Carriego

Emecé / 1930

Bosch, Beatriz

Historia de Entre Ríos

Ed. Plus Ultra / 1978

Botana, Natalio

El orden conservador

Ed. Sudamericana

Bouilly, Víctor

El interregno de los lomonegros. 1830 - 1835

La Bastilla / 1978

Brailowsky, Antonio E.

Historia de las crisis argentinas

Ed. de Belgrano / 1982

Braudel, Fernand

El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II

Page 106: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Tomos I y II, F.C.E. / 1976

Braudel, Fernand

Les structures du quotidien

Armand Colin / 1979

Bunge Alejandro, Instituto

Soluciones argentinas a los problemas económicos y sociales presentes

Kraft / 1945

Bunge C. O.

Nuestra América

Espasa-Calpe / 1926

Burckhardt, Jacobo

La cultura del renacimiento en Italia

Escelicer / 1941

Burghi, Juan

Estampas del saladero

Kraft / 1957

Burgin Miron

Aspectos económicos del federalismo económico

Solar/Nachette / 1975

Busaniche, José Luis

Rosas visto por sus contemporáneos

Page 107: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Kraft / 1955

Busaniche, José Luis

Historia argentina

Solar-Hachette / 1976

- C -

Cabral, Salvador

Artigas y la patria grande

Castañeda / 1978

Cady, John F.

La intervención extranjera en el Río de la Plata 1838-1850

Losada / 1943

Calamaro, E. S.

La comunidad argentina

Losada / 1963

Calcagno, A.

Estilos Políticos latinoamericanos

Flacso Ed. / 1972

Cali Francais

The art of the conquistadors

Page 108: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Thames-Hudson / 1960

Canal Feijoó B.

Teoría de la ciudad argentina

Sudamericana / 1951

Cantón, D.; Ciria, A.

Historia argentina. La democracia constitucional y sus crisis.

Paidós / 1972

Cantón, Darío

La política de los militares argentinos. 1900 - 1971

Siglo XXI / 1971

Capdevilla, Arturo

Rivadavia, el gran liberal

Soc. impresora americana / 1945

Cárdenas, E.

El camino de la democracia política. 1904-1910

La Bastilla / 1975

Carella, T.

El tango mito y esencia

Ed. Doble P. / 1956

Carrera Iñigo, H.

La experiencia radical (I y II). 1916-1922

Page 109: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

La Bastilla / 1980

Carretero, Andrés

Orden, paz, entrega. 1880 - 1886

La Bastilla / 1974

Carretero, Andrés

La Santa Federación. 1840 - 1850

La Bastilla / 1975

Carril, Bonifacio del

"Monumenta iconográfica"

Emecé Editores / 1964

Carril, Bonifacio del

Bajo el imperio de la fuerza

Buenos Aires / 1958

Carril, Bonifacio del

Buenos Aires frente al país

Huarpes / 1946

Carril, Bonifacio del

La crisis argentina; (compilador Justo Maeso)

Carril, Bonifacio del

El día siguiente de Caseros

Buenos Aires / 1957

Page 110: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Carrió, Genaro

Sobre el concepto del deber jurídico

Abeledo Perrot / 1966

Casadevall, D. F.

El toma de la mala vida en el teatro nacional

Kraft / 1957

Cassirer, E.

Language and Myth

Dover / 1946

Castiglioni, A.

Encantamiento y magia

F.C.E. / 1946

Cerrutti, Raúl

El chamamé. Danza del folklore

Ed. Norte Arg. / 1965

Cerrutti, Raúl

El tango

Univ. Noreste Argentino, Chaco / 1967

Cieza de León, Pedro de

Page 111: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

La crónica del Perú

Austral / 1962

Ciria, Alberto

La década infame

Colección Los Porqués / 1969

Ciria, Alberto

Partidos y poder en la Argentina moderna

J. Alvarez, ed. / 1964

Clamenceau, G.

Notas de viaje

Cabant y Cía. / 1911

Clementi, Hebe

El radicalismo. Trayectoria política

Siglo XX / 1983

Consejo Deliberante

Mayo, su filosofía, sus hombres, sus hechos

1960

Constitución Nacional

Kraft / 1945

Correa Luna, C.

Un casamiento en 1805

Page 112: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Buenos Aires / 1920

Cortés Conde, R.

Historia argentina. La República conservadora

Paidós / 1972

Cortés Conde, R.

El progreso argentino

Sudamericana / 1979

Cottle Knights Basil

Metaphor and Symbol

London / 1960

Cristia, P.

Argentina en la post guerra

Ed. Rosario / 1946

Criterio

Proposiciones para un cambio en la Argentina

Revista / 1970

Chertudi, Susana

Cuentos folklóricos de la Argentina

Fondo Nac. de las Artes / 1964

Chiaramonte, J. C.

Nacionalismo y liberalismo económicos en la Argentina

Page 113: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Solar-Hachette / 1971

Chianelli, Trinidad

El gobierno del puerto. 1862-1868

La Bastilla / 1975

- D -

D'Amico, Carlos

Buenos Aires. Sus hombres, su política

Ed. Americana / 1952

Daus, Federico

El desarrollo argentino

Eudeba / 1969

Daus, Federico

Geografía y unidad argentina

Nova / 1957

De la Púa, Carlos

La crencha engrasada

Ed. Porteña / 1954

De Felippe, Bruno

Geografía económica argentina

Lovange / 1959

Page 114: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Del Mazo, Gabriel

El pensamiento escrito de Yrigoyen

Buenos Aires / 1945

Delumeau, Jean

Un chemin d'historie

Fajard / 1981

Del Valle, E. R.

Lunfardología

Freenland / 1966

De Olariaga, Nemesio

El ruralismo argentino. Economía argentina

El Ateneo

Descola, Jean

Historia de España

Ed. Juventud / 1963

De Urquiza, Justo J.

La regeneración argentina

Compilador Justo Maeso

Deutsch Karl

The Nerves of government

The free press of Gencoe / 1963

Page 115: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

De Vedia y Mitre, Mariano

La vida de Monteagudo (I, II y III)

Kraft / 1950

Días del Castillo Bernal

Historia verdadera de la conquista de Nueva España

Colección Austral / 1955

Dickmann, E.

Población o inmigración

Losada / 1946

Diez periodistas argentinos

Así cayó Perón. Crónica del movimiento revolucionario triunfante

Ed. Lamas / 1955

Di Tella, Torcuato

Argentina, sociedad de masas

Eudeba, 1965

D'Olwer Luis Nicolau

Cronistas de las culturas precolombinas

F. C. E. / 1963

Duverger Maurice (Compilateur)

Dictaduras et Legitimité

P.U.F. / 1982

Page 116: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

- E -

Echagüe, Juan Pablo

Munteagudo

Kraft / 1942

Echeverría, Esteban

Dogma socialista y otras páginas políticas

Ed. Estrada / 1847

Echeverría, Esteban

La cautiva

Kraft / 1966

Einaudi, Giulio

Nova América

Torino / 1978

Ellul Jacques

L'illusion politique

Pluriel / 1963

Elton G. R.

Reformation Europe. 1517-1519

Fontana / 1959

Entro Ríos, Pcia. de

Page 117: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Caso de "Las ~Lechiguanas"

Estrada, Marcos de

Apuntes sobre el gaucho argentino

Ed. Culturales Arg. / 1981

Echebarne, Miguel

La influencia del arrabal en la poesía argentina culta

Kraft / 1955

Etchecopar, Máximo

Esquema de la Argentina

Ene Ed. / 1956

Etchepareborda, h.

La crisis de 1930. Revista de historia

Buenos Aires / 1958

Etcheparoborda, R.

Tres revoluciones. Testimonios argentinos

Pleamar / 1968

Eyzaguirre, Jaime

Fisonomía histórica de Chile

F.C.E. / 1963

Page 118: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

- F -

Fedenko

Teoría do colonialismo

Edicoes / 1964

Ferns H. S.

Britain and Argentina in the ninteenth Century

Oxford 1960

Ferrari, Gustavo

La Argentina del 80 al centenario

Ed. Sudamericana / 1980

Ferrer, Aldo

La economía argentina

F.C.E. / 1963

Ferrero, Roberto

El fraude a la soberanía popular. 1938-1946

La Bastilla / 1980

Ferri, Gustavo

Apogeo y crisis del liberalismo. 1886-1890

La Bastilla / 1978

Page 119: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Flagg Benis Samuel

La Diplomacia de EE.UU. en América Latina

F.C.E. / 1944

Fragueiro, Mariano

Organización del crédito

Raigal / 1954

Frigerio, Rogelio

Los cuatro años. 1958-1962

Concordia / 1962

Frigerio, Rogelio

Las condiciones de la victoria

SEA / 1959

Frigerio Rogelio

Nacionalismo, potencias industriales y subdesarrollo

Concordia / 1961

Frondizi, Arturo

La lucha antimperialista

Ed. Debate / 1955

Frondizi, Arturo

Breve historia de un yanqui que proyectó industrializar la Patagonia

Page 120: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Cen / 1964

Frondizi, Silvio

La realidad argentina

Praxis / 1955

Frondizi, Silvio

Las izquierdas en el proceso político argentino

Palestra / 1959

Furlong, Guillermo

Nacimiento y desarrollo de la filosofía en el Río de la Plata. 1536-1810

Furlong, Guillermo

La revolución de Mayo

Club de lectores / 1960

Furtado, Celso

El Poder económico. EE.UU. y América Latina

Biblioteca del hombre moderno

- G -

Galbraith, John Kenneth

The great crash

Boston / 1954

Page 121: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Galletti, Alfredo

La realidad argentina en el Siglo XX. La política y los partidos

F.C.E. / 1961

Gallo, Ezequiel

Historia argentina. La República conservadora

Paidós / 1972

Gallo, Ezequiel y otros

La Argantina del 80 al centenario

Ed. Sudamericana / 1980

Galmarini, Hugo R.

De¡ fracaso unitario al triunfo federal. 1824-1830

La Bastilla / 1977

Gálvez, Manuel

Vida de Hipólito Yrigoyen

TOR / 1959

Gaos, José

Historia de nuestra idea del mundo

F.C.E. / 1973

García, Juan A.

La ciudad indiana

Alpe / 1953

Page 122: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

García Mellid, A.

Proceso al liberalismo argentino

Ed. Theoria / 1957

Gasio Guillermo

La conquista del progreso. 1874-1880

La Bastilla / 1977

Gianello, Leoncio

Florencio Varela

Kraft / 1948

Giberti, Horacio

Historia económica de la ganadería argentina

Solar - Hachette / 1961

Gobello, José

Tangos y letristas

Plus Ultra / 1979

Gobello, José

Conversando tangos

Peña Lillo / 1976

Gobello, José

Lunfardología. Acotaciones al lenguaje porteño

Argos / 1953

Page 123: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Goldstein, Thomas

Dawn of modern science

Houghton Mifflin Co. Boston / 1980

Gómez de la Serna, R.

Interpretación del tango

Ed. Ultreya / 1949

González Arrili, B.

Buenos Aires 1900

Kraft / 1951

González Arrili, B.

Calle Corrientes, entre Suipacha y Esmeralda

Kraft / 1952

González Garaño, Alejo

Iconografía argentina

Emecé / 1943

González, J. V.

El juicio del siglo

Centro editor / 1945

González, J. V.

Mis Montañas

UNLP / 1963

Page 124: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

González Tuñón, E.

Tangos

Ed. Borocaba / 1953

Gooch, G. O.

Historia contemporánea de Europa

F.C.E. / 1922

Gorostegui de Torres H.

Historia argentina. La organización nacional

Paidós / 1972

Grimberg, Carl

La hegemonía española

Daimon / 1976

Grosso, A. B.

Curso de historia nacional

Ed. Crespillo / 1959

Goussac, Paul

Ensayo histórico sobre el Tucumán

Fund. Banco Comercial del Norte / 1981

Guido, Horacio

Secuelas del unicato. 1890-1896

la Bastilla / 1977

Page 125: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Gurvitch, G.

La sociología au XX siécle

Presse Universitaire de France / 1947

- H -

Haber, Abraham

Un símbolo vivo

Paidós / 1969

Hacker, Louis

Alexander Hamilton in the american tradition

Mc Graw Hill / 1957

Halperín Donghi Tulio

La tradición política española a ideología revolucionaria de Mayo

UBA / 1961

Halperín Donghi Tulio

Guerra y finanzas en el origen del estado argentino

Editorial de Belgrano. 1982

Halperín Donghi Tulio

La democracia de masa

Paidós / 1972

Page 126: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Halperín Donghi Tulio

Historia contemporánea de América Latina

Alianza Federal / 1980

Haring Clarence H.

Comercio y navegación entre España y las Indias

F.C.E. / 1918

Helbling, Carlos Conrado

Derecho a la esperanza

Sudamericana / 1978

Hemández Arregui, J.J.

La formación de la conciencia nacional. 1930-1960

Hacea / 1960

Hernández Arregui, J.J.

Imperialismo y cultura

Ed. Amerindia / 1957

Hernández, José

Martín Fierro

Huemul/1979

Hemkovits Melville, J.

El hombre y sus obras

F.C.E. / 1952

Page 127: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Hertz, Frederick

Nationality in history and politics

London / 1943

Hirchhaff Herbert

La Argentina I y II. Fotografías

Hirchhaff Herbert

La Argentina austral

Hirschberger Johannes

Historia de la filosofía

Herder Barcelona I-II / 1956

Hirschman A. 0.

Controversia sobre Latinoamérica

Ed. del Instituto / 1963

Hoerness Moritz

Prehistoria. La edad de piedra

Labor / 1925

Hook Sidney

The hero in history

Beacon Press / 1957

Hook Sidney

Determinism and freedom in the age of modern science

Nueva York / 1958

Page 128: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Huizinga, J.

Sobre el estado actual de la ciencia histórica

Ed. Cervantes / 1934

Huizinga, J.

Concepto de historia

F.C.E. / 1946

Huizinga, J.

The waning of the Middle Ages

Penguin / 1979

- I -

Ibarguren, Carlos

La historia que he vivido

Ediciones Dictio. 1977

Iglesia, Ramón

Cronistas o historiadores de la conquista de México

El colegio de México / 1963

Imaz, José Luis de

La clase alta de Buenos Aires

Colección estructura / 1959

Imaz, José Luis de

Page 129: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Promediando los cuarenta

Sudamericana / 1977

lmaz, José Luis de

Nosotros mañana

Eudeba / 1968

Indice SUR. 1930-1966

SUR / 1967

Irazusta, Julio

Breve historia de la Argentina

Ed. Independencia / 1981

Irazusta, Julio

Ensayos históricos

La voz del Plata / 1952

Irazusta, Julio

Urquiza y el pronunciamiento

La voz del Plata 1 1952

Irazusta, Julio

Genio y figura de Leopoldo Lugones

Eudeba / 1968

Irazusta, Julio

El tránsito del siglo XX a XXI. 1896-1904

Page 130: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

La Bastilla / 1975

Irazusta, Julio

Perón y la crisis argentina

Buenos Aires/ 1956

Isaacson, José

La Argentina como pensamiento

Marymar / 1983

- J -

Jaguaribe, Helio

Crisis y alternativa de América Latina: reforma o revolución

Paidós / 1974

Jaguaribe, Helio

Desarrollo político: sentido y condiciones

Paidós / 1972

Jaguaribe, Helio

Sociedad, cambio y sistema político

Paidós / 1972

Jaguaribe, Helio

Page 131: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Problemas do desenvolvimento Lafinoamericano. Estudios de política

Civilizacao brasileira / 1967

Jameson, F.

The american revolution considerad as a social movement

Boston / 1956

Jaspers Karl

Origen y meta de la historia

Revista de occidente / 1956

- K -

Kahler, Rich

Historia universal del hombre

F.C.E. / 1946

Kaplán, Marcos

Formación del estado nacional en América latina

Ed. Universitaria / 1969

Kaplán, Marcos

Economía y política del petróleo argentino. 1939 -1956

Praxis / 1957

Kelly, David

The ruling few

Hollis y Carter / 1952

Page 132: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Keyseding, Conde de

Meditaciones sudamericanas

Espasa-Calpe / 1933

Kranemburg, R.

Teoría política

F.C.E. / 1941

Kusch, Rodolfo

América profunda

Hachette / 1962

- L -

Lamax, J.G.

Argentina. Economic and commercial conditions

in the Argentina Republic.

1948

Landa, José

Hipólito Yrigoyen

Ed. Propulsión / 1958

La Pampa. Secretaría de Difusión y Turismo

La Pampa ayer

1976

Page 133: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

La Razón

Historia viva. 1816-1966

Lea Henry Charles

The inquisition of the Middle ages

The citadal Press / 1961

Lefevre Henri

El marxismo

Eudeba / 1961

Levene, Gustavo G.

Para una antología del odio argentino

Plus Ultra. 1975

Levene, Ricardo

La revolución de Mayo y Mariano Moreno (I,II y III)

Peuser / 1960

Levillier, R.

América la bien llamada (I y II)

Kraft / 1948

Lewin, Boleslao

La inquisición en hispanoamérica

Proyección / 1962

Page 134: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Lomban, Juan Carlos

El Ochenta

Editorial Antropos

~Lonardi, L.E.

Dios es justo, Lonardi y la revolución.

Francisco Colombo / 1958

Lonardi, Marta

Mi padre y la revolución del 55

Cuenca del Plata / 1980

López Alonso, Gerardo

50 años de historia argentina

Ed. de Belgrano / 1982

López Piñero

Panorama histórico de la ciencia moderna

Guadarrama / 1962

López Roas, José R.

Entre la monarquía y la República

La Bastilla / 1981

López, Vicente Fidel

La gran semana de Mayo

Eudeba / 1960

Page 135: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Lucero, Franklin

El precio de la lealtad

Propulsión / 1959

Luna, Félix

Yrigoyen

Ed. Desarrollo / 1974

Luna, Félix

Qué Argentina queremos los argentinos?

La Bastilla / 1972

Luna, Félix

Diálogos con Frondizi

Ed. Desarrollo / 1963

Luna, Félix

Buenos Aires y el país

Ed. Sudamericana / 1982

Luna, Félix

El 45.

Editorial Sudamericana / 1982

Luna, Félix

Alvear

Ed. de Belgrano / 1982

Page 136: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Lurié, Samuel

Conferencias, estabilidad, inflación y desarrollo

CEMLA / 1962

Lynch, John

Las revoluciones hispanoamericanas. 1808-1826

Rd. Ariel / 1980

- M -

Mac Laughlin, Andrew

Foundation of american constitutionaliun

1961

Mac Gann, Thomas F.

Argentina, EE.UU. y el sistema Interamericano. 1880-1914

Eudeba / 1961

Madariaga, Salvador de

Hernán Cortés

Ed. Sudamericana / 1943

Madariaga, Salvador de

Inglesas, francesas, españoles

Ed. Sudamericana / 1969

Mafud, Julio

El desarraigo argentino

Page 137: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Ed. Américalee / 1959

Mafud. Julio

Psicología de la viveza criolla

Ed. Américalee / 1965

Maguirre, Patricio José

La masonería y la emancipación del Río de la Plata

U.B.A. / 1969

Mannheim Karl

Diagnóstico de nuestro tiempo

F. C. E. / 1944

Marañón, Gregorio

El Conde-duque Olivares

Espasa Calpe / 1950

Mariano Moreno, 200 años de su nacimiento

Comisión nacional de homenaje

1978

Marías, Julián

El tema del hombre

Revista de occidente / 1943

Marina, Secretaría de

Campañas navales de la República Argentina ~(I, II, III y IV)

Page 138: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Buenos Aires / 1962

Mármol, José

Amalia

Kapelusz / 1960

Marsal, J. F.

Argentina conflictiva

Paidós / 1972

Martel, Julián

La Bolsa

Editorial Kraft. 1956

Martí, José

Argentina y la primera conferencia panamericana

Ed. transición / 55

Martínez Estrada, Enrique

Muerta y transfiguración - T.1

F.C.E. 1948

Martínez Estrada, Enrique

Invariantes históricos en el Facundo

Dos conferencias editadas por Casa Pardo S.A.

Martínez Estrada, Enrique

La cabeza de Goliat

Page 139: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Vova / 1946

Martinez Estrada, Enrique

Radiografia de la Pampa

Losada / 1961

Martínez Estrada, Enrique

Cuadrante del pampero

Ed~. Deucalion / 1956

Martínez Estrada, Enrique

Qué es esto?

Lautaro / 1956

Martínez Nogueira, Roberto

Sugerencias en tomo al papel y la dimensión de las empresas públicas

Instituto Di Tella / 1978

Martínez Ruíz, Roberto

La Constitución Argentina (anotada con la Jurisprudencia de la Corte

Kraft / 1945

Massuh, Víctor

La Argentina como sentimiento

Sudamericana / 1982

Matamoro, Blas y otros

Historia del tango. Orígenes

Page 140: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Corregidor/ 197~6

Mc. Cann, William

Viaje a caballo

Solar-Hachette / 1969

Mende, Raúl A.

Doctrina peronista del Estado

Santa Fe / 1947

Mendoza, Angélica

Fuentes del pensamiento de EE. UU.

Colegio de México / 1950

Menéndez Pidal, Ramón

Idea imperial de Cados V

Espasa Calpe, Arg. / 1941

Menéndez y Pelayo, M.

Historia de la posición argentina

Liceo de España / 1943

Mercier Vega, L.

Mecanismos del poder en América Latina

Sur / 1967

Michand Guy / Marc Edmond

Page 141: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Vers une sciencie des civilizations

Hachette / 1981

Miguens, José E.

Sociología económica

Depalma / 1958

Ministerio de Cultura y Educación

Informe del Instituto Nacional de Antropología de Misiones

1974

Montemayor, Mariano

Claves para entender al gobierno

Concordia / 1963

Montesquieu (I, II)

L'esprit des lois

Gamier Freres / 1941

Mundo peronista

De peronismo al tercer movimiento histórico

1964

Mundo peronista

Doctrina nacional

1954

Mundo peronista

Page 142: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Economía peronista

1954

Mundo peronista

Eva Perón, historia del Peronismo

1952

Mundo peronista

Organización peronista

1954

Mundo peronista

Sociología peronista

1954

Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires

La arquitectura en Buenos Aires. 1850-1880

Instituto de Arte Americano / 1965

Musich, Arnaldo

La política económica argentina y su proyección internacional

1962

- N -

Natale, A.

La Argentina posible.

Cátedra de pensamiento argentino

Page 143: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Ed. de Belgrano / 1976

Noseda, R.

Toma para una revolución

Ed. Prospectiva / 1964

Nya, R.B.

Histoire des Etats Unis

Gallimard / 1961

- O -

O'Donnell, Guillermo

El Estado burocrático autoritario

Ed. de Belgrano / 1982

Ogg. David

Europe of the ancien régime

Fontana / 1965

Onega, Gladys

La inmigración en la literatura argentina

Orona, Juan V.

La logia militar que enfrentó a Y. Yrigoyen

Buenos Aires / 1965

Ortega y Gasset

Page 144: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Meditaciones de un pueblo joven

Revista de occidente / 1958

Ortega y Gasset

¿Qué es filosofía?

Revista de occidente / 1958

Ortega y Gasset

Obras completas

Madrid / 1947

Ortiz, Federico

La arquitectura del liberalismo en la Argentina

Sudamericana / 1968

Ortiz, Ricardo

Valor económico de los puertos argentinos

Losada / 1943

Ortiz, Ricardo

El ferrocarril en la economía argentina

Ed. L. de la Torre / 1958

Oszlar, Oscar

La Formación del Estado Argentino

Ed. de Belgrano / 1982

Ots Capdequí, J.M.

Page 145: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

El estado español en las Indias

F.C.E. / 1941

Ogg. David

Europe of the ancien régime

Fontane / 1965

Onega, Gladys

La inmigración en la literatura argentina

Orona, Juan V.

La logia militar que enfrentó a Y. Yrigoyen

Buenos Aires / 1965

Ortega y Gasset

Meditaciones de un pueblo joven

Revista de occidente / 1958

Ortega y Gasset

¿Qué es filosofía?

Revista de occidente / 1958

Ortega y Gasset

Obras completas

Madrid / 1947

Ortíz, Federico

Page 146: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

La arquitectura del liberalismo en la Argentina

Sudamericana / 1968

Ortiz, Ricardo

Valor económico de los puertos argentinos

Losada / 1943

Ortiz, Ricardo

El ferrocarril en la economía argentina

Ed. L. de la Torre / 1958

Oszlar, Oscar

La Formación del Estado Argentino

Ed. de Belgrano / 1982

Ots Capdequí, J.M.

El estado español en las Indias

F.C.E. / 1941

- P -

Páez de la Torre, Carlos

El derrumbo de la confederación

La Bastilla / 1977

Paita, Jorge (compilador)

Argentina. 1930-1960

Sur / 1961

Page 147: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Palacio, Ernesto

Historia de la Argentina. 1515-1943

Peña-Lillo / 1975

Parish Woodbine

Buenos Aires ya las provincias del Río de la Plata

Hachette / 1958

Pastor, Reynaldo

Frente al totalitarismo peronista

Bases/ 1959

Pater, Walter

The renaissance

New York / 1868

Pavón Pereyra, E.

Perón. 1895-1942

Espiño / 1953

Paz, José M.

Memorias póstumas

Emecé / 1945

Paz, Octavio

El laberinto de la soledad. Vida y pensamiento de México

F.C.E. / 65

Page 148: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Paz, Octavio

Artículos varios. Diario La Nación

Pellettieri, O.

Testimonios culturales argentinos. La década del 10.

Ed. de Belgrano / 1980

Pérez Amuchástegui, A.

Mentalidades argentinas

Eudeba / 1965

Perina, Rubén

Onganía, Levingston, Lanusse

Ed. de Belgrano / 1983

Perón, J. D.

Las generaciones argentinas

Eudeba / 1970

Perón, J. D.

Tres revoluciones militares

Escorpión / 1963

Perriaux, Jaime

Las generaciones argentinas

Eudeba / 1970

Page 149: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Piccirilli, Ricardo

Rivadavia y la diplomacia

Kraft / 1945

Pimenta da Cunho, A.

Visconde de Mauá

Imprensa oficial do Estado / 1940

Pinedo, Federico

La Cepal y la realidad económica en América Latina

CDEL / 1963

Pinedo, Federico

Condiciones del resurgimiento argentino

Buenos Aires / 1957

Pinedo, Federico

Siglo y medio de economía argentina

CEMLA / 1961

Poder Ejecutivo Nacional

Coloquio de Buenos Aires

Club de la Argentina / 1963

Popper Karl

La sociedad abierta y sus enemigos (I, II)

Bibl. del hombre contemporáneo / 1967

Page 150: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Portas, J. A.

Malón contra malón

Ed. de la flor / 1967

Portnoy, Leopoldo

La realidad argentina en el siglo XX. Análisis crítico de la economía

F.C.E. / 1961

Potash, R.A.

El ejército y la política en Argentina. 1945-1962

Sudamericana / 1981

Potash, R. A.

El ejército y la política en la Argentina. 1928-1945

Sudamericana / 1971

Prebisch, Raúl

Hacia una dinámica del desarrollo latinoamericano

F.C.E. / 1963

Prebish, Raúl

Capitalismo periférico

F.C.E. México / 1981

Puiggrós, Rodolfo

Historia crítica de los partidos políticos argentinos

Argumentos / 1956

Page 151: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

- R -

Ramos, J. A.

Revolución y contrarrevolución en la Argentina

Ed. Amerindia / 1957

Ramos, J. A.

las masas y las lanzas. 1810 - 1862

Ed. del Mar Dulce / 1981

Ramos, J. A.

El partido comunista en la política argentina

Coyoacán / 1962

Ramos, J. A.

De octubre a setiembre

Peña Lillo / 1959

Ramos, Juan Pedro

El P.E. en los estatutos, reglamentos y constituyentes

Mendesky Ed. / 1912

Ramos Mejía, José

Las multitudes argentinas

Kraft / 1952

Raone, Juan

Fortines del desierto (II)

Page 152: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Ed. Lito / 1969

Rattenbach, B.

El sistema socio-militar en la sociedad moderna

Plamar / 1972

Rattenbach, B.

El sector militar en la sociedad

Círculo militar / 1965

Ribard, André

Historia de Francia

F.C.E. / 1963

Roberts, Simón

Order and Dispute

Penguin Books / 1967

Robinson, Juan

Economía marxista

F.C.E. Río de Janeiro / 1960

Rojas, Ricardo

El país de la selva

Kraft / 1946

Roig, Honorio

Presente y futuro de los ferrocarriles argentinos

Page 153: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Hachette / 1956

Romero, José Luis

Breve historia de la Argentina

Huemul / 1981

Romero, José Luis

Las ideas políticas en Argentina

F.C.E. / 1981

Romero, José Luis

El ciclo de la revolución contemporánea

Huemul / 1980

Romero, Luis Alberto

La feliz experiencia. 1820-1824

La Bastilla / 1976

Rosa, J. M.

Rivadavia y el imperialismo financiero

Huemul / 1964

Rosa Olmos, R. Pbro.

Historia de Catamarca

Ed. La Unión / 1957

Rouquié, Alain

Argentina hoy

Page 154: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Siglo XXI / 1982

Rouquié, Alain

Poder militar y sociedad política en Argentina

Emecé Editores / 1981

Rouquié, Alain

Poder militar y sociedad política en Argentina. II - 1943-1974

Emecé Editores / 1982

Rouquié, Alain

L'Etat militaire en Amérique Latine

Editions du Seuil - París / 1982

Rube, J. H.

Hacia Caseros. 1850-1852

La Bastilla / 1978

Rubinstein, J. C.

Desarrollo y discontinuidad política

Siglo XXI / 1968

Ruiz, L.A.

La Argentina en la picota

Mendi / 1966

Ruyer Raymond

La cyberpetique et L'origine de l'infonnation

Flammarion / 1954

Page 155: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

- S -

Sábato, Ernesto

Hombres y engranjes

Emecé / 1951

Sábato, Jorge

SEGBA Cogestión y banco mundial

Sabine, G.H.

A history of political theory

1937

Sáenz Hayas, R.

Miguel Cenó y su tiempo

Kraft / 1955

Sáenz Jimena

Entre dos centenarios. 1910-1916

La Bastilla / 1976

Sáenz Quesada, María

La República dividida

La Bastilla / 1979

Sáenz Quesada, María

Page 156: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

El estado rebelde, Buenos Aires. 1850-1860

Ed. de Belgrano / 1982

Salvadores, Antonino

Alem y la profecía del 80

Raigal / 1950

Samhaber Ernest

Sudamérica Biografía de un continente

Ed. Sudamericana / 1961

Sanguinetti, Horacio

La democracia ficta. 1930-1938

La Bastilla / 1975

Sánchez Viamonis, C.

Historia instituciones de la Argentina

F.C.E. / 1963

Sánchez Zinny, E.

El culto de la infamia (I, II)

Stilgraf / 1958

San Román, M. C.

La conquista del progreso

La Bastilla / 1977

Santos Martínez, Pedro

Page 157: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

La nueva Argentina (I, II)

La Bastilla / 1980

Saravia, J. M. (h)

Argentina 1959. Un estudio sociológico

Ed. Atlántico / 1959

Saravi, Mario G.

La suma del poder. 1835-1840

La Bastilla / 1976

Sarmiento, D. F.

Fecundo

Kapelusz / 1956

Sarmiento, D. F.

Campaña en el ejército grande

Amigos del libro / 1956

Sarmiento, D. F.

Conflictos y armonías de las razas en América

La cultura argentina / 1915

Scalabrini Ortiz, Raúl

Política británica en el Río de la Plata

Libros argentinos/ 1955

Scalabrini Ortiz, Raúl

Page 158: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Historia de los ferrocarrilas argentinos

Devenir / 1958

Scenna, Miguel A.

Las brevas maduras. 1804-1810

La Bastilla / 1977

Scenna, Miguel A.

Los militares

Ed. de Belgrano / 1980

Scilingo, Francisco

Perón, árbitro del mundo

Vigor / 1947

Scobie, James R.

Revolución en las pampal. Historia social del trigo argentino

Solar-Hachette / 1968

Scobie, James R.

Argentina, a city and a nation

Oxford / 1964

Scobie, James R.

La lucha por la consolidación de la nacionalidad argentina

Hachette / 1964

Sebreli, J. J.

Page 159: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Buenos Aires. Vida cotidiana y alienación

Siglo XX / 1964

Seguí Juan F./ Mitre, Bartolomé

Polémica sobre la Constitución

Instituto Histórico de la organización nacional / 1982

Segretti, Carlos S. A.

La aurora de la independencia. 1810-1815 (I y II)

La Bastilla / 1980

Selles, R.

La historia del tango

Corregidor / 1977

Sierra, Vicente D.

Sentido misional de la conquista de América

Huarpes / 1944

Smith, Peter

Carne y política en la Argentina

Paidós / 1968

Smith, William

The armes forces and the autoritarian bureaucratic state in Argentina

Arizona / 1976

Snow, Peter

Page 160: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Fuerzas políticas en la Argentina

Emecé / 1983

Solís, Antonio de

Historia de la conquista de México (I y II)

Ediciones Garnier - París, s/año

Sombart, Werner

El apogeo del capitalismo (I y II)

F.C.E. / 1946

Sommi, Luis V.

Los capitales yanquis en la Argentina

Ed. Monteagudo / 1949

Streeten, Paul

Desarrollo económico

instituto Di Tella / 1964

- T -

Talión, José

El tengo en la época de música prohibida

Artec / 1959

Términe, E.

Histoire de l'Espagne contemporaine

Collection historique / 1979

Page 161: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Tiscornia, Eduardo

¿Qué pasa con la Argentina?

Ed. Tres Américas / 1962

Timm, Ramón

De la civilización a la barbarie, la destrucción de las misiones jesuíticas

Peña Lillo / 1969

Tobal, Gastón F.

Evocaciones porteñas

Kraft / 1947

Torino, Damián

El problema del inmigrante y el problema agrario en la Argentina

1912 - Edición del autor

Torre, Lisandro de la

Las carnes argentinas y el monopolio extranjero

Colegio libre de estudios superiores / 1947

Trabajo, conflictos.

Cuaderno de investigación social / 1961

Trenti Rocamora, Luis

Repertorio de crónicas anteriores a 1810

UBA / 1948

Page 162: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Trenti Rocamom, Luis

Las convicciones religiosas de los próceres argentinos

Huapes / 1944

- U -

Un inglés.

Cinco años en Buenos Aires, 1820-1825

Solar-Hachette / 1962

Unesco

De la nature des conflicts

1957

Unesco

Aportaciones positivas de los inmigrantes

1955

United States. Government memorandum

Blue book of Argentine

Nueva York / 1946

Universidad del Salvador. Instituto de Ciencia Política

La revolución argentina, análisis y protpectiva

De Palma / 1966

Page 163: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Urquidi, Víctor

Viabilidad económica en América Latina

F.C.E. / 1962

- V -

Von Clausewitz Karl

On war

New York / 1943

Varsawsky, Oscar

Proyectos nacionales

Ed. Periférico / 1971

Vasconcelos, J.

Breve historia de Méjico

Ed. Polos / 1944

Vedoya, Juan

La magra cosecha 1864-1874

La Bastilla / 1975

Vega, Carlos

Danzas argentinas

Ed. Culturales Argentinas / 1962

Veit, Valentín

Historia universal

Page 164: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Ed. Sudamericana / 1944

Vilariño, l.

Las letras del tango

Ed. Schapire / 1962

Vile, M. J.

The structure of American Federalism

Oxford / 1961

Villanueva, Javier

The inflationery process in Argentina. 1943-1960

Instituto Di Tella / 1964

Villarroel, Luis

Tango folklore de Buenos Aires

Ideagraf / 1957

Villegas, Osiris Gral.

Guerra revolucionaria comunista

Pleamar / 1963

Von Hagan, Víctor

Realrn of the lncas

Editorial New American Library. 1958

- W -

Page 165: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

Waldmann, Peter

El paroxismo. 1943-1955

Ed. Sudamericana / 1981

Webster, C. K. (Compilador)

Gran Bretaña y la independencia de América Latina (I y II)

Kraft / 1944

Whittaken, Edmund

Historia del pensamiento económico

F.C.E. 1970

Wilde, José A.

Buenos Aires desde 70 años atrás

Eudeba / 1960

Williams Alzaga, E.

La Pampa en la novela argentina

A. Estrada y Cía. / 1955

Woodbine Hinchliff, Thomas

Viaje al Plata. 1861

Hachette / 1955

Wyndham Lewis, B.

Carlos de Europa

Colección Austral / 1939

Page 166: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

- Y -

Yrigoyen, Hipólito

Mi vida y mi doctrina

Leviatán / 1981

- Z -

Zeballos, Estanislao

Callvucurá Painé Reimu

Hachette / 1961

Zinn, Ricardo

La segunda fundación de la República

Pleamar / 1976

Zorraquín Becú, R.

El federalismo argentino

La Facultad / 1939

Zorraquín Becú, H.

La Argentina y su Posición internacional

Mov. de renovación / 1943

Zuretti, Juan Carlos

Historia de la cultura argentina

Itinerarum / 1965

Page 167: El Destino Circular de La Argentina_Tiscornia_no More Edited_excellent

BUENOS AIRES - ARGENTINA

NOVIEMBRE 1983

La República Argentina, la tierra de los ganados y de las mieses , esdesconcertante para todos los extranjeros sin excepción y mucho más para todoslos nativos. La literatura nacional cuenta con una colección de estudiosespecializados que analizan agudamente los distintos aspectos de nuestrarealidad y muchos de nuestros fantasmas.

Pero no abundan los trabajos que intenten comprimir tan rica información,ordenándola en tal forma que indique algunas claves válidas o al menosdiscutibles.

El autor de este ensayo se ha propuesto esta meta. Lo movió quizás una admirable frase de Spinoza queencontró una vez al azar Ella dice: "No llorar, no indignarse, sólo entender"

Al disponerse entonces a tratar de entender este país, al que ha vistosiempre tan desmejorado, se le ha ocurrido hacer una historia clínica,investigando su génesis, las secuencias de sus males y sus frágilesrecuperaciones. A la interpretación que resulta de este ejercicio de libertad-lujo infrecuente en nuestra cultura autoritaria-, se le puede aplicar lo quedecía Vincent D' Indy de la crítica musical. "Es la opinión cualquiera de unseñor cualquiera."

Esta opinión cualquiera, es la respuesta de este señor cualquiera a unapregunta que urge contestar :¿ Qué pasa con la Argentina?

E.T.