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CONCURSO PARA JOVENES
CANADIANISTAS EN LA RED (RELEC)
Título: El desarrollo de una cultura ambiental a partir de la implementación
de proyectos de colaboración canadiense en la ciudad de Moa.
Autor: Yaniel Salazar Pérez1
INTRODUCCIÓN
La ejecución de proyectos sociales se ha convertido en una concepción de trabajo
para la solución de numerosos problemas que hoy enfrentan las comunidades. En
la actualidad se va ampliando esta visión y se reconoce como estrategia para
transformar las realidades. Numerosas instituciones, organizaciones y grupos de
base, entre otros actores locales, desarrollan las más diversas experiencias bajo el
influjo de la necesidad de autogestionar los problemas locales, en un ambiente
político favorable que legitima el trabajo comunitario y la participación real del
ciudadano, como una de las vías fundamentales para fortalecer y sostener el
proyecto social cubano.
La estrategia que representa el desarrollo de nuevos programas sociales por la
mejora del nivel y la calidad de vida de su población, sigue un enfoque de
desarrollo humano más integral. Esta rompe conceptualmente con el punto de
vista predominante por algunos economistas y teóricos que definen el desarrollo
como crecimiento económico, basándose solamente en el ingreso per cápita.
Muchos de los proyectos de colaboración internacional tienen como objetivo
apoyar el desarrollo sostenible en los países en desarrollo, a fin de reducir la
pobreza y contribuir a un mundo más seguro, justo y próspero. Para ello,
concentran su ayuda en prioridades como: necesidades básicas humanas, la
mujer en el desarrollo, servicios de infraestructura, derechos humanos, la
democracia, el buen gobierno y el medio ambiente.
Precisamente, el objetivo de este trabajo es analizar el impacto positivo que ha
traído para el municipio de Moa, la cooperación de instituciones canadienses la
cual ha incidido en el desarrollo de una cultura ambiental local.
DESARROLLO
1. Proyectos sociales y programas ambientales en Cuba.
El proyecto social es la unidad mínima de asignación de recursos que, a través de
un conjunto integrado de procesos y actividades, pretende transformar una parcela
de la realidad, disminuyendo o eliminando un déficit, o solucionando un problema.
Un proyecto social debe cumplir las siguientes condiciones:
� Definir el o los problemas sociales que se persigue resolver (especificar
cuantitativamente el problema antes de iniciar el proyecto).
� Tener objetivos de impactos altamente definidos (proyectos con objetivos
imprecisos no pueden ser evaluados).
� Identificar a la población objetiva a la que está destinada el proyecto (la
que teniendo las necesidades no puede satisfacerlas autónomamente vía
el mercado).
� Especificar la localización espacial de los beneficiarios.
� Establecer una fecha de comienzo y otra de finalización.
Los proyectos sociales producen y/o distribuyen bienes o servicios (productos)
para satisfacer las necesidades de aquellos grupos que no poseen recursos para
solventarlas autónomamente, con una caracterización y localización espacio
temporal precisa y acotada. Ellos generan un impacto económico, ambiental,
social y científico sostenible en el tiempo, el cual contribuye al desarrollo de los
territorios, posibilita que las entidades asuman su responsabilidad en la
contribución al mejoramiento regional y la población actúa para el logro de los
beneficios del mismo.
Los diferentes proyectos ambientales que funcionan en Cuba estrechan la
colaboración para promover soluciones a problemas locales. Actualmente se
impulsa el megaproyecto de La Isla Verde, como parte del programa de mejora
ambiental que se realiza en todo el país, donde las organizaciones y gobiernos
municipales vuelcan sus esfuerzos para promover la higiene y salud ambiental de
sus barrios, ríos y costas.
2. Caracterización del municipio de Moa
El municipio de Moa, ubicado al noreste de la provincia Holguín, limita al norte con
el Océano Atlántico, al oeste con los municipios de Sagua de Tánamo y Frank
País, al sur con municipio de Yateras y al este con el municipio de Baracoa,
ambos de la provincia de Guantánamo.
Posee 20 asentamientos poblacionales de ellos 2 urbanos y 18 rurales. Tiene una
extensión territorial de 766 km2, de ellos 19 km2 en zona urbana y 747 km2 en la
zona rural. A dicha extensión territorial se le añaden 3 cayos ubicados al norte de
la ciudad. El territorio cuenta con una bahía de 36 km. de largo y 6 km. de ancho lo
cual favorece las actividades de pescas. La zona urbana tiene una población total
de 63 935 habitantes y la rural 11 292. Moa es el municipio menos envejecido del
país con el 10 por ciento de su población comprendida en 60 años y más.
El municipio cuenta con una población de 75 227 habitantes y 16 115 viviendas,
para un índice de habitabilidad de 4,67 habitantes por viviendas. La densidad
poblacional es de 98,2 pob/km2. Del total de la población 37650 son hombres y
mujeres 37577, el 15% de la población reside en la zona rural. Esto indica que aún
se necesita continuar incentivando a las comunidades rurales para que
contribuyan al desarrollo agrícola del territorio. La superficie forestal abarca 63
292.5 ha, cifra que equivale al 86.5 % del municipio. En la ciudad se concentra el
85 % de la vivienda del municipio, con predominio del estado regular, tipología I.
Dadas sus condiciones naturales favorables y la presencia de grandes reservas de
lateritas ferroniquelíferas de alta ley, así como de otros minerales, se ha
desarrollado la industria minero–metalúrgica como la principal actividad económica
del territorio. La producción de madera y el cultivo del café han constituido los
otros renglones económicos de la región desde 1945 hasta nuestros días. De la
estructura de los suelos, 0.28 % son pocos productivos, y el 99.72 % son muy
poco productivos. El área agrícola es de 1 615,4 hectáreas las cuales se dedican a
los cultivos de viandas, hortalizas, granos, café, cítricos, frutales y ganadería entre
otros.
Según el diagnóstico del Plan de Ordenamiento Territorial y Urbano y el
documento de líneas directrices elaborado por el grupo de trabajo municipal
(GTM) se identifican como principales fortalezas y debilidades:
Fortalezas
� Abundantes reservas de níquel, hierro, cobalto y otros minerales
aprovechables.
� Capital humano calificado con potencialidades para la capacitación.
� Abundantes recursos forestales de alto valor económico.
� Presencia de instituciones de nivel medio y superior las cuales son las
encargadas de la formación de capacidades para el desarrollo.
� Ecosistemas con una gran biodiversidad (Parque Nacional Alejandro de
Humbolt, reserva de biosfera).
� Existencia de medios de difusión masiva que posibilitan la divulgación de
las acciones que se acometen en el territorio.
Debilidades
� Alta contaminación y degradación del medio natural como resultado del
proceso de producción de la actividad minera.
� Escasez de suelos con potencial para el desarrollo agropecuario.
� Subutilización de los pocos suelos que se utilizan en la agricultura.
� Baja calificación de la fuerza de trabajo que labora en la agricultura.
� Bajo porcentaje en la recolección, clasificación y reciclaje de los residuales
sólidos en el entorno urbano.
� Insuficiente cultura medioambiental en el territorio.
� Poco aprovechamiento de los subproductos por parte de la industria local
debido a obsolescencia de su tecnología.
A partir de las fortalezas y debilidades antes mencionadas, el gobierno municipal
en coordinación con el Estado cubano, han desarrollado una estrategia la cual
enfatiza entre sus principales directrices la sustitución de importaciones, el
incremento de las exportaciones, la seguridad alimentaria, incremento de la
producción del níquel, el aprovechamiento del agua, entre otros. Para impulsarlo,
se han involucrado al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente,
Ministerio de la Industria Básica, Ministerio de Inversión y Colaboración Extranjera,
Ministerio de Educación Superior y demás organizaciones que se encuentran en el
territorio.
El PNUD, a través de las oficinas de Programa de Desarrollo Humano Local
(PDHL) municipal y provincial, han desarrollado un grupo de proyectos lo cuales
han enfatizado en promover una conciencia ambiental integral. Para ello ha sido
de mucha utilidad, la presencia de instituciones extranjeras y ONG´s, las cuales
aportan principalmente, los recursos monetarios financieros con los cuales es
posible poner en marcha dichos proyectos. Gobiernos como el de España, Suiza,
Brasil, Venezuela, Canadá, Rusia entre otros, son algunos de los participantes.
3. La cultura ambiental en Moa a partir de proyectos de colaboración
canadiense.
La cultura ambiental en las comunidades mineras es una necesidad para formar
una sociedad que haga suyo los problemas ambientales locales. De ahí que la
sustentabilidad en la minería se logra a partir de la implementación de Programas
de Educación Ambiental Territoriales. Para obtener estos resultados es necesaria
la participación de la población en la toma de conciencia y en la necesidad de
elevar la cultura ambiental del territorio. La educación ambiental respecto a la
reducción, clasificación y el reciclaje de los materiales residuales es básica para
proponer a la comunidad cualquier programa de manejo sostenible de sus
residuos urbanos; la gestión de dichos residuos sólidos está en correspondencia
con las preocupaciones ambientales y de salud pública del gobierno y de la
comunidad.
Hoy día se requiere dar una mayor prioridad a la actividad de educación y
divulgación ambiental en aras de lograr en la población una cultura general
integral con un enfoque de responsabilidad compartida entre niños, niñas, jóvenes,
hombres y mujeres sobre la protección del medio y el desarrollo sostenible.
Entre las experiencias que marcaron pauta para el logro de una cultura ambiental
territorial fue la celebración en el municipio del Proyecto Internacional
“Demasiado Bueno para Desperdiciar: II Semana de Reducción de Residuos
Sólidos”. El cual fue financiado por la Universidad de Québec a Chicoutimi,
Canadá, bajo la dirección y promoción de la Dra. Christiane Gagnon y la
colaboración del PNUD y el PDHL. Su realización se llevó a cabo del 24 al 30 de
enero del 2005, teniendo como objetivo general, facilitar el conocimiento sobre el
manejo de los residuos sólidos urbanos en la comunidad de Moa y sobre la base
del éxito alcanzado en la experiencia anterior (2003), la cual fue financiada
igualmente por dicha institución. Esta actividad de colaboración surge a partir de la
visita realizada al municipio por la representante de la universidad canadiense,
donde se sostuvieron diferentes contactos e intercambios con las autoridades
locales y actores sociales del municipio (Universidad, Organismos, Empresas y
Comunidad).
Para esta segunda edición se contó con la intervención del Coordinador del PDHL
por el Gobierno Municipal, profesores del Instituto Superior Minero Metalúrgico y
de la Dirección de Educación en Moa. El protagonismo principal lo tuvieron
maestros y profesores de los distintos niveles de enseñanza, 70 estudiantes de
4to, 5to y 6to grado de la Escuela “Revolución Socialista de Octubre” y 50
alumnos de 7mo, 8vo, 9no grados de la Secundaria Básica “José Martí”, ambos
centros se ubican en el reparto. “Las Coloradas Nuevas”. Además de la emisora
local “La Voz del Níquel” y representantes de organismos e instituciones del
territorio y de las comunidades donde se desarrolló el proyecto.
Para lograr los objetivos propuestos se realizaron diferentes actividades, entre las
que estuvieron:
� Divulgación mediante la radio de lo que acontecería en el municipio donde
estarían involucradas directamente dos comunidades, con una población
total de 4 985 habitantes. Además, se estuvo informando sobre las
principales actividades a realizarse en el transcurso de la semana.
� Jornada de higienización de las escuelas que participaban en la II Semana
de Reducción de Residuos en Moa. Participaron alumnos, profesores,
técnicos y miembros de las comunidades.
� Taller acerca del reciclaje del papel y de cómo se puede confeccionar
“Papel Reciclado” mostrando al final varias muestras de esta creación, la
cual despertó el interés de alumnos y profesores.
� Recolección en las comunidades de lo que es Demasiado Bueno para
Desperdiciar (Materia Prima). Para ello, se formaron varios grupos y se
estableció una emulación entre ellos. El grupo ganador era aquel que
recolectara más cantidad y diversidad de materiales reciclables (Fig. 1 y 2).
� Talleres de Educación Ambiental en las escuelas seleccionadas. Los cuales
enfatizaban en los principios básicos que deben tener los ciudadanos
acerca del cuidado del entorno social. La intervención de los propios niños y
niñas motivaba al intercambio de experiencias en sus casas, escuelas y
centros de recreación. En este sentido, la educación ambiental, como vía
para formar una cultura de responsabilidad de los ciudadanos ante el medio
ambiente, con base de orientación científica, es vital para el cumplimiento
del encargo social de alcanzar el desarrollo sustentable en comunidades
mineras.
� Las entrevistas a familias sobre la generación de basura 20 años atrás fue
la posibilidad que tuvieron los participantes, de conocer cuáles eran los
principales centros generadores de basuras, los tipos de desechos que
existían. Se conoció del tratamiento que recibían los desechos sólidos
urbanos y como estos podían ser fuente de diferentes enfermedades si no
se le daba un uso correcto y si no se tomaban todas las medidas de
seguridad e higiene que corresponde.
� Para un mayor dominio del tema por parte de los niños, niñas y jóvenes, se
confeccionaron cartillas ambientales con mensajes educativos. Las cuales
estaban adecuadas para la fácil comprensión en los infantes, de conceptos
propios relacionados al tema medioambiental. Además, se distribuyeron en
las comunidades participantes, plegables informativos sobre el cuidado del
medio ambiente.
� Realización del "Parlamento Juvenil sobre la política de Tratamiento de
Residuos Domiciliarios en Moa”. En el cual participaron todos los niños y
niñas involucrados en la actividad. Se seleccionaron 7 jóvenes de la
Secundaria Básica los cuales dirigían las intervenciones a partir de los
temas propuestos. Cada tema estaba relacionado con la problemática de
los residuos sólidos en la ciudad de Moa, las afectaciones fundamentales
que provocaban y las acciones que se podían realizar en las comunidades e
instituciones.
� Actividades de siembra de árboles en las áreas de las escuelas
participantes. Este día se le denominó, el Día Verde porque además de las
actividades de siembra y riego se realizaron charlas en los diferentes
grupos sobre la importancia de los árboles, las funciones y la utilización de
los mismos en las diferentes actividades (Fig. 3).
� Concurso sobre el medio ambiente “Limpiando mi ciudad”.
Tabla 1. Participación en el concurso “Limpiando mi ciudad”.
Modalidades Estudiantes Profesores Total Crónicas 6 4 10 Cuentos 9 2 11
Dibujos 34 1 35 Poesía 26 2 28 Subtotal 75 9 84
El concurso se anunció el primer día del proyecto en ambas escuelas
participantes, donde se dieron a conocer las temáticas a tratar y las modalidades
para concursar. Podían concursar además, niños, niñas y jóvenes pertenecientes
a las escuelas involucradas, pero que no hubiesen sido escogidos en la
participación del proyecto. Además, tuvo varias vías de divulgación, por lo que
también participaron los infantes de las comunidades vecinas ubicadas alrededor
de las escuelas.
El financiamiento para todas las actividades realizadas provino fundamentalmente
de la Universidad de Québec y del Instituto Superior Minero Metalúrgico. Al inicio
de la semana se entregó como distintivos del proyecto un pulóver y una gorra,
para su uso diario. Además en las actividades de recolección de materia prima y
siembra de árboles, se ofrecieron reconocimientos y regalos a los más
destacados.
La realización del Proyecto PDHL “Fortalecimiento del trabajo comunitario y la
educación ambiental para un mejor manejo de los desechos sólidos en la
ciudad de Moa”, constituye el mejor y más reciente vivencia de lo que se puede
hacer cuando los organismos, las instituciones educacionales y la comunidad,
unen esfuerzos para resolver los problemas ambientales locales. El mismo fue
financiado por el Fondo para Iniciativas Locales Canadá – Cuba y estuvo
dirigido a elevar la cultura medioambiental de las comunidades Miraflores y Costa
Azul. El objetivo principal radicaba en contribuir a la reducción de la contaminación
por residuos sólidos, mediante la elevación de la cultura medioambiental
comunitaria y la reutilización de los mismos en la ciudad de Moa. El proyecto fue
aprobado en octubre del 2004.
Los resultados obtenidos se calificaron de muy positivos, pero los más
significativos fueron:
- Adquisición del equipamiento, útiles y herramientas destinados al proyecto.
Los mismos se utilizarían en la creación de boletines los que informarían a
las comunidades e instituciones involucradas, acerca del progreso que iba
teniendo el proyecto, las principales deficiencias y las tareas más
inmediatas a realizarse.
- Acondicionamiento de dos aulas para el desarrollo de la capacitación
ambiental. Este sería el local ideal para realizar la mayoría de las
actividades de formación y orientación de las personas involucradas,
comunitarios beneficiados así como niños, niñas y jóvenes que participarían
como divulgadores de las actividades.
- En el proceso de iniciación del Proyecto PDHL, se realizó el Proyecto
Internacional “II Semana de Reducción de Residuos” que sirvió de apoyo al
proyecto de referencia.
- Divulgación del contenido, los objetivos y las acciones del proyecto entre
los beneficiarios para que las comunidades involucradas conocieran hacia
cuáles de las problemáticas existente en la zona, estarían encaminadas las
actividades y el papel que debía desempeñar cada uno de ellos. Para darle
cumplimiento se utilizaron diferentes vías, entre ellas: distribución de
boletines, volantes y plegables.
- Proceso de capacitación a los directivos implicados en la ejecución del
proyecto como parte del sistema formativo que deben tener los dirigentes
institucionales. El mismo sirvió además para que las instituciones
involucradas, conocieran de las principales afectaciones ambientales del
territorio, identificaran cuáles eran ocasionadas por sus actividades diarias y
cómo es posible lograr reducir dicha contaminación a partir de las propias
acciones que se generan y la utilización de sus residuos sólidos (Fig. 4).
- Se realizaron talleres, conversatorios y conferencias como parte de las
actividades de apoyo al proyecto. Los principales protagonistas eran los
comunitarios de las zonas seleccionadas. Los temas abordados estaban
enfocados al mejoramiento ambiental de la comunidad a partir del uso y
destino de los principales desechos sólidos provenientes de la comunidad.
- La realización de concursos y exposiciones con niños, niñas y jóvenes
posibilitó involucrar a los infantes en la realización de diferentes actividades
de apoyo al proyecto.
- Se implementaron cursos de capacitación a facilitadores comunitarios
ambientales. Los cuales tuvieron la tarea de convertirse en multiplicadores
de toda la información recibida a las comunidades beneficiadas.
- Se desarrollaron varios cursos de postgrados a especialistas de Salud
Pública, presidentes de Consejos Populares del municipio, trabajadores de
Servicios Comunales y representantes de las instituciones de apoyo.
- La construcción de un organopónico en el área urbana de la ciudad de Moa
posibilita el apoyo a la seguridad alimentaria del territorio. Actualmente
posee la categoría de Referencia Nacional y brinda sus productos a toda la
comunidad y a determinados centros asistenciales de municipio. En marzo
del 2011 fue motivo de visita por parte de los financiadores canadienses
(Fig. 5 y 6).
Para el desarrollo del proyecto fueron capacitados e informados en los temas
ambientales 4 893 personas, entre ellos técnicos, maestros, profesores,
estudiantes de primaria, secundaria básica, universitarios, trabajadores sociales,
amas de casa, dirigentes de los organismos locales, de las organizaciones
sociales y de masas y miembros de las comunidades.
A partir de la realización y el cumplimiento de los objetivos propuestos, se
considera necesario extender hacia otras comunidades y escuelas, las
experiencias adquiridas, ya que resulta aún insuficiente para el municipio debido al
escaso suministro de hortalizas y vegetales.
CONCLUSIONES
� La realización de proyectos de colaboración canadiense ha permitido la
elevación de la cultura ambiental de los pobladores y el mejoramiento de las
condiciones higiénico–sanitarias en el municipio.
� Los resultados evidencian que continúa siendo una prioridad del territorio la
actividad de educación ambiental, el tratamiento de los residuos sólidos y la
construcción de organopónicos y huertos agrícolas que tributen al
fortalecimiento de la seguridad alimentaria de la población y a una mayor
calidad de vida.
� Es necesario poner en práctica acciones de cooperación local, nuevas
iniciativas e intercambios para utilizar eficientemente los recursos naturales
existente en el municipio y lograr mayor sostenibilidad a partir de la
participación de los actores sociales.
� La divulgación de los resultados obtenidos de la colaboración cubana –
canadiense es una tarea de todos, pues la problemática ambiental y la
contaminación por residuos sólidos está presente en muchas de las
comunidades cubanas y latinoamericanas.
� Los nuevos proyectos de colaboración deberán ir encaminado, además,
hacia la elevación de una cultura alimentaria y salud ambiental.
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10. RAMÍREZ, A. & SALAZAR, Y. 2010. Informe final del Proyecto PDHL
“Fortalecimiento del trabajo comunitario y la educación ambiental para un
mejor manejo de los desechos sólidos en la ciudad de Moa”. Instituto
Superior Minero Metalúrgico de Moa.
DATOS PERSONALES
1 Nombre y Apellidos: Yaniel Salazar Pérez
Edad: 30 años.
Dirección particular: Calle 12, #38, Santa Rita, Mayarí, Holguín, Cuba.
Institución: Instituto Superior Minero Metalúrgico de Moa, Holguín, Cuba.
Titulación:
- Licenciado en Economía. Universidad de Holguín. 2005.
- Máster en Finanzas. Universidad de Holguín. 2010.
Categoría Docente: Profesor Asistente.
E-mail: [email protected]; [email protected]