EL DESARROLLO DE LA COMPETENCIA LÉXICA EN LA ENSEÑANZA DEL ELE: LA SINONIMIA Y CUESTIONES CONEXAS.

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EL DESARROLLO DE LA COMPETENCIA LÉXICA EN LA ENSEÑANZA DEL ELE: LA SINONIMIA Y CUESTIONES CONEXAS. Juan Martínez Marín La teoría y la metodología modernas sobre la enseñanza de lenguas extranjeras han elaborado algunas ideas que en nuestros días se aceptan como principios generales. Entre esos principios está el de la gradación de la ense- ñanza de acuerdo con el tipo de alumnos -y, por tanto, la finalidad de la misma-, de donde los diversos niveles que suelen distinguirse: de iniciación (no nos parece acertado hablar de nivel umbral), intermedio, avanzado, supe- rior, con subniveles a veces, como es sabido. Tal gradación afecta a la ense- ñanza del léxico, como lo revela el hecho de que suele diferenciarse, tanto en la investigación como en la enseñanza [Cárter, 1987] una dimensión constitui- da por lo que se denomina generalmente vocabulario o léxico básico, de otras dimensiones que suponen un grado de conocimiento mayor de la lengua y que corresponden en el vocabulario a distintos grados de la competencia léxica cuando el estudiante no busca simplemente poder comunicarse y entenderse en las situaciones más básicas en que se usa una lengua, sino que pretende con- seguir un conocimiento y una capacidad de manejo del idioma para situacio- nes (tanto de uso hablado como de uso escrito, y especialmente de este último) que entrañan mayor complejidad, por corresponder a expresión o comprensión de contenidos de mayor profundidad, amplitud, etc., lo que se debe a la natu- raleza inherentemente profunda, compleja, etc. del asunto del que se habla o se quiere comunicar, y que tiene como correlato una variedad característica de recursos o elementos de la lengua para tal asunto. Piénsese en los siguientes hechos de léxico español -y con ello damos entrada ya a algunos ejemplos que nos servirán en el tratamiento del tema central de esta comunicación, la sino- nimia y la enseñanza del ELE-: el estudio del léxico español, como el de otras lenguas (primer hecho), ha determinado la existencia de conjuntos léxicos que se presentan ordenados por constar de elementos con un significado próximo o afín; así la serie adjetival tosco, basto, rudo, burdo, áspero, rasposo, etc. (los elementos de conjuntos como éste se interpretan a veces como sinónimos 1 , sin hacer las precisiones que sabemos son necesarias para la interpretación que nos 1 La mayor parte de los llamados diccionarios de sinónimos tienen como característica precisamente el agrupar en entradas estas series de sinónimos. Hay, sin embargo, diccionarios de sinónimos que diferen- cian los elementos de estas series señalando sus contextos de uso mediante distintos procedimientos. .351.

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    CUESTIONES CONEXAS.

    Juan Martnez Marn

    La teora y la metodologa modernas sobre la enseanza de lenguasextranjeras han elaborado algunas ideas que en nuestros das se aceptan comoprincipios generales. Entre esos principios est el de la gradacin de la ense-anza de acuerdo con el tipo de alumnos -y, por tanto, la finalidad de lamisma-, de donde los diversos niveles que suelen distinguirse: de iniciacin(no nos parece acertado hablar de nivel umbral), intermedio, avanzado, supe-rior, con subniveles a veces, como es sabido. Tal gradacin afecta a la ense-anza del lxico, como lo revela el hecho de que suele diferenciarse, tanto enla investigacin como en la enseanza [Crter, 1987] una dimensin constitui-da por lo que se denomina generalmente vocabulario o lxico bsico, de otrasdimensiones que suponen un grado de conocimiento mayor de la lengua y quecorresponden en el vocabulario a distintos grados de la competencia lxicacuando el estudiante no busca simplemente poder comunicarse y entenderse enlas situaciones ms bsicas en que se usa una lengua, sino que pretende con-seguir un conocimiento y una capacidad de manejo del idioma para situacio-nes (tanto de uso hablado como de uso escrito, y especialmente de este ltimo)que entraan mayor complejidad, por corresponder a expresin o comprensinde contenidos de mayor profundidad, amplitud, etc., lo que se debe a la natu-raleza inherentemente profunda, compleja, etc. del asunto del que se habla o sequiere comunicar, y que tiene como correlato una variedad caracterstica derecursos o elementos de la lengua para tal asunto. Pinsese en los siguienteshechos de lxico espaol -y con ello damos entrada ya a algunos ejemplos quenos servirn en el tratamiento del tema central de esta comunicacin, la sino-nimia y la enseanza del ELE-: el estudio del lxico espaol, como el de otraslenguas (primer hecho), ha determinado la existencia de conjuntos lxicos quese presentan ordenados por constar de elementos con un significado prximoo afn; as la serie adjetival tosco, basto, rudo, burdo, spero, rasposo, etc. (loselementos de conjuntos como ste se interpretan a veces como sinnimos1, sinhacer las precisiones que sabemos son necesarias para la interpretacin que nos

    1 La mayor parte de los llamados diccionarios de sinnimos tienen como caracterstica precisamente elagrupar en entradas estas series de sinnimos. Hay, sin embargo, diccionarios de sinnimos que diferen-cian los elementos de estas series sealando sus contextos de uso mediante distintos procedimientos.

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    parece ms acertada y conforme con los estudios lexicolgicos y semnticosmodernos). El segundo hecho sobre el que queremos llamar la atencin yadesde ahora es el siguiente: la existencia en espaol de series lxicas comomorir fallecer, estirar la pata, pasar a mejor vida, etc. (cuyos elementos sontambin interpretados a veces simplemente como sinnimos), y que se debena las distintas formas (estilos de lengua) de ver o interpretar la realidad (la rea-lidad del morir en este caso) que se pueden encontrar en una lengua. El primerhecho, la existencia de conjuntos lxicos como el formado por los adjetivostosco, basto, rudo, etc. puede decirse que est relacionado con el plano de lalengua como sistema, esto es, la lengua como conjunto de elementos estructu-rados que comportan una visin particular de la realidad, la propia de cada len-gua. (Desde otro punto de vista, el de las funciones del lenguaje, puede decir-se que nos encontramos presente la funcin representativa). Respecto al segun-do hecho, la presencia en las lenguas de series estilsticas como la del espaolmorir, fallecer, estirar la pata, etc., por el contrario, podemos afirmar que estrelacionado con el plano de la lengua como discurso, es decir, la lengua comoconjunto de manifestaciones idiomticas, de textos, los cuales conllevan losespeciales fenmenos lingsticos que dependen del uso de la lengua: hablan-tes y dems elementos integrantes de la situacin de comunicacin. (Desde elpunto de vista de las funciones del lenguaje lo que nos encontramos presenteahora es la llamada funcin informativa: expresiva o de sntomas [JimnezJulia, 1986, 13] o, para decirlo con la terminologa de otras escuelas lingsti-cas, el aspecto pragmtico de la lengua).

    A este respecto pensamos con otros autores [Martn, 1984, 130-137] que enla enseanza del lxico a estudiantes extranjeros, a partir de determinadosniveles -especialmente el intermedio y el avanzado- el estudio y el adiestra-miento en el manejo de los sinnimos resulta totalmente necesario. Y ello debi-do al inters que la sinonimia presenta, de un lado por su propia naturaleza defenmeno lingstico relacionado con el lxico, y de otro por las varias cues-tiones que implica la misma en otros aspectos de la lengua no propiamente -oprimariamente- lxicos, pero que tienen una gran importancia desde el puntode vista de las aplicaciones (la enseanza de lenguas, entre otras).

    Los resultados de los estudios lingsticos modernos son muy reveladoressobre el particular, habiendo quedado despejados los problemas que la sinoni-mia plante -hasta el punto de haber propugnado algunos autores la inexisten-cia del fenmeno- en algunas escuelas de la semntica tradicional y delestructuralismo. En nuestros das la sinonimia se considera un fenmeno nor-mal [Fernndez-Sevilla, 1983] de las lenguas, habindose derivado de suinvestigacin algunos resultados (tipos de sinnimos, explicacin del fenme-no, tratamiento lexicogrfico, etc.) que, como veremos, presentan un gran inte-

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    res para la enseanza idiomtica, y por supuesto para la enseanza del lxico aestudiantes extranjeros. Pero, adems, se ha demostrado la pertinencia de la sino-nimia en aspectos de la lengua como el de la variacin lxica, la estructura de lostextos, etc. Aspectos todos que tienen un gran inters desde el punto de vistapedaggico dada su importancia para una enseanza idiomtica que tena entresus objetivos el de conseguir la competencia estilstica (en el sentido tanto de esti-los o registros de la lengua como del buen estilo) es decir -en nuestro caso, por eltema que tratamos-, el dominio de recursos lxicos variados, explotacin de lasinonimia con distintos fines pero, sobre todo, por un lado, evitar las repeticionescaractersticas del mal estilo y, por otro, conseguir la precisin que requieren lostextos cuando as lo exige la comunicacin. Muchas de las faltas o errores quecometen en el nivel lxico los estudiantes extranjeros de espaol de los nivelesintermedio y avanzado consisten precisamente en expresarse, por su insuficientecompetencia lxica, sin propiedad -inadecuacin de los elementos lxicos al esti-lo que exige la situacin de habla- y sin precisin -uso de vocablos de significadogeneral o no correspondiente exactamente a lo que se quiere comunicar. Comobotn de muestra he aqu algunos ejemplos de tales hechos de insuficiente com-petencia lxica correspondientes a textos escritos producidos por alumnos delnivel avanzado en las primeras semanas de clase:

    "Discutiendo con l, vi la hora y no hubo ms que media horapara llegar".

    "La mujer supo del cdigo y por eso supo que la motocicletatena la luz verde".

    "Estaba pensando en el dinero que tena en mi bolso, en la vitri-na [escaparate] que apenas haba visto, en mi hombre, que siemprese enfada cuando regreso con paquetes".

    "Adems de matar pescado, focas y pjaros a centenares, el acci-dente ha daado el medio ambiente".

    En mi opinin, la metodologa de la enseanza de la lengua a estudiantesextranjeros que se plantee soluciones rigurosas a estos hechos ha de partir detener en cuenta el papel de los sinnimos en el funcionamiento de la lengua,por lo que se hace necesario que nos detengamos, aunque sea brevemente, aconsiderar los resultados de la investigacin moderna sobre la sinonimia, paradesde ah intentar arrojar luz a la enseanza idiomtica.

    1 . La sinonimia en la lingstica moderna: resultados de mayor inte-rs para nuestro tema.

    Durante las ltimas dcadas se ha producido una clara renovacin del inte-rs por el estudio de la sinonimia en la lingstica moderna, hecho que se debe

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    sin duda a la importancia adquirida por la semntica y al desarrollo de nuevasteoras y mtodos del estudio lingstico, en particular la teora del anlisis deldiscurso. Se cre as una situacin que ha exigido introducir en el estudio dela sinonimia los nuevos conceptos de la lingstica moderna, que son sin dudalos determinantes por los buenos resultados obtenidos.

    La lingstica espaola no ha estado ajena a tal fenmeno, habindose reali-zado algunas investigaciones [Fernndez Sevilla, 1983; Salvador, 1985;Gonzlez Martnez, 1989; Pastor Miln, 1988 y Becerra, 1989] que han apor-tado una interpretacin de la sinonimia en espaol ms satisfactoria que ladada por los estudios tradicionales.

    De estos estudios modernos, el primer resultado que destacamos , por sucarcter general, es el siguiente: se ha arrojado luz sobre un fenmeno queapareca bastante borroso, habiendo ocurrido como en muchos otros aspec-tos de las lenguas cuando han sido tratados con un instrumental terico-metodolgico ms amplio y preciso. Es modernamente cuando la aceptacinde la sinonimia va unida a aspectos fundamentales de este fenmeno, aspec-tos que se haban pasado por alto, o no se haban tratado explcitamente, enlos estudios tradicionales; as la explicacin del fenmeno, en su doble ver-tiente de motivacin (causas de su existencia en las lenguas) y de interpreta-cin lingstica (de la ciencia lingstica). Entre las varias explicaciones delas causas del fenmeno destacan las que se fijan en el plano del discurso ysealan el papel de los sinnimos para las referencias repetidas -as lo exigea veces la naturaleza de lo que se comunica- a un mismo contenido o aspec-to de la comunicacin, llegando incluso algunos autores a considerar lossinnimos como procedimiento de coherencia textual [Jimnez Julia, 1986,93]. Ponen de relieve as algunos estudiosos el que determinados contenidos-hechos, aspectos, objetos, etc. de la realidad aprehendida, y, por tanto, con-formada por la lengua- tienen ms relevancia que otros, deducindose de elloque la sinonimia se presenta ms en ciertos mbitos o zonas de las lenguas;las varias lexas existentes en espaol para expresar el contenido terminar esun buen ejemplo de ello: terminar, acabar, concluir, finalizar, rematar[Salvador, 1985, 64-65].

    Por su parte, como interpretacin terico-lingstica encontramos en variosestudiosos la siguiente: los sinnimos comportan fenmenos de neutralizacin[Gonzlez Martnez, 1989, 207], es decir, de evaporacin de los rasgos semn-ticos ms particulares y conservacin de los generales o comunes en el uso deciertas lexas relacionadas por su significado. Es lo que ocurre, por ejemplo,cuando en ciertos textos, los llamados hipernimos aparecen en lugar de los hi-pnimos dependientes: vehculo (respecto a coche, bicicleta, moto, etc.), asien-

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    to (respecto a silla, butaca, taburete, etc.), por citar dos casos bien conocidos2Pero junto a este resultado de carcter general, encontramos en los estudiosmodernos de la sinonimia otros resultados ms particulares:

    a. La concepcin de la sinonimia como un fenmeno con ms pertinencia(y, por tanto, repercusiones en el funcionamiento de las lenguas) que lo mera-mente semntico. En la sinonimia hay, adems de la relacin semntica queafecta a un significado y a varios significantes, otros hechos u otras conse-cuencias relevantes lingsticamente de esa especial relacin semntica.

    En primer lugar el hecho que se deriva de entender la relacin un significa-do - dos o ms significantes en el eje sintagmtico adems de en el paradig-mtico3, encontrndonos aqu la principal justificacin para considerar inacep-tables muchos de los sinnimos de ciertos estudios tradicionales y que suelenrecoger casi sin excepcin an en nuestros das los llamados diccionarios desinnimos: represe en la serie pulir, pulimentar, alisar, bruir, lustrar, suavi-zar, limar, abrillantar del Diccionario abreviado de sinnimos de F. Corripio[1980], obra que se presenta adems nada menos que con el subttulo aclarati-vo Un instrumento eficaz para el dominio del lenguaje. Los errores -y, portanto, la miopa que demuestran diccionarios como ste respecto a la realidaddel funcionamiento de la lengua- se deben a que tales obras no tienen en cuen-ta las combinaciones de las lexas en el enunciado, en el texto. Muchos dic-cionarios de sinnimos pasan por alto los hechos que seala sobre el particu-lar -aunque el procedimiento suele variar- los buenos diccionarios de lengua:en el caso de la serie de sinnimos que consideramos como ejemplo, elDiccionario de uso del espaol de M. Moliner [1966], entre otros, seala laespecializacin de, por ejemplo, bruir para metales o pulir para objetos fabri-cados. (Aunque en los diccionarios -en el DUE tambin- falta informacinnecesaria sobre particularidades como la que ofrece en nuestro ejemplo la lexapulir, es la forma especializada en sustantivos como texto, estilo, etc. No entra-mos en la consideracin de otros hechos criticables que ofrece el ejemplo desinnimos que hemos tomado del Diccionario Corripio).

    2 Tal explicacin, sin embargo, no vale para la que podramos denominar sinonimia textual, caso en el quelos sinnimos no se encuentran superordenados, es decir, en relacin de hiperonimia. As paro, desem-pleo, por ejemplo.

    3 La necesidad de atender a las relaciones sintagmticas de los elementos lxicos, que supone ampliar elmodelo de la semntica estructural clsica centrada en lo paradigmtico, ha sido sealada aqu y all pordistintos autores en las ltimas dcadas. Por ejemplo ya E. Coseriu [1977]. Como principio est presen-te en numerosos estudios lexicolgicos de los ltimos aos; vase, por ejemplo, los buenos resultados queaporta en la descripcin de la lengua inglesa R. Crter [1987].

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    La conclusin principal que cabe extraer de este hecho que acabamos de veres que hay muchos menos sinnimos de lo que suelen entender algunosestudiosos tradicionales y modernos, que no tienen en cuenta las combinacio-nes sintagmticas de las lexas: el concepto de restriccin contextual, entreotros, sirve de manera especial para dar rigor al anlisis y deducir ideas de unextraordinario inters para llevar, mediante la enseanza idiomtica, al verda-dero dominio (capacidad de usar la lengua real, la lengua que se nos revela ensu funcionamiento autntico, y que suelen falsear las simplificaciones de losmalos diccionarios de sinnimos).

    b. Otro hecho importante aportado por los estudios modernos de la sinoni-mia est relacionado con la concepcin de la lengua como diasistema o con-junto de modalidades idiomticas. Punto de vista que, adems de aportar rigora la interpretacin de nuestro fenmeno, sirve para distinguir categoras sinon-micas como la de los llamados geosinnimos [Salvador, 1985, 57] o sinnimosdialectales, de tanto inters para conformar la competencia lxica en la ense-anza de lenguas que como el espaol incluyen numerosos hechos de este tipo:pinsese en primer lugar en parejas sinonmicas del tipo conversar-platicar,andar-caminar, ordenador-computadora, escaparate-vitrina, etc., que inclu-yen formas del espaol de Espaa y del espaol de Amrica, respectivamente.O igualmente categoras sinonmicas relacionadas con otras modalidades delespaol: estar enfadado-estar negro, (general/coloquial), abogado-letrado (co-mn/tcnico), amigo-tronco (general/jergal), dentista-odontlogo (medio/culto), etc.

    c. Una especial relevancia presenta el hallazgo aportado por la considera-cin de la sinonimia a la luz de las funciones del lenguaje, en particular las fun-ciones centrales conocidas como representativa y expresiva. La mayora de losinvestigadores modernos operan con la distincin entre sinonimia total (o com-pleta, perfecta, etc., pues hay variacin terminolgica segn los autores) ysinonimia parcial (o incompleta, imperfecta, etc.). La primera se producecuando dos o ms elementos alternan en cualquier contexto; segn los estu-diosos es un tipo de sinonimia rara [Fernndez-Sevilla, 1983, 50] y se presen-ta con lexas cuyos significados se refieren a la funcin representativa. Lasegunda, en cambio, aparece cuando los elementos no alternan en cualquiercontexto por comportar algunos de ellos una especializacin expresiva en opo-sicin a otro u otros elementos sin tal especializacin; existen as lexas cuyosignificado est relacionado con la funcin expresiva del lenguaje, de dondesus especiales valores emotivos. Queda establecida de esta manera con aciertola peculiaridad de elementos lxicos como terminar y acabar (sinnimos tota-les) frente al de formas como viejo y carcamal (sinnimos parciales).

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    d. Finalmente, los estudios modernos de la sinonimia han tenido su reflejoen algunos diccionarios de sinnimos que han venido a corregir la interpreta-cin simplificadora, reduccionista y errnea de la mayor parte de los dicciona-rios de sinnimos tradicionales. Una gran novedad representan en este campopara la lengua espaola obras como el Diccionario de sinnimos y antnimosde ngel Lpez Garca Molins y colaboradores [1985], que, siguiendo elmtodo acertado de diccionarios de sinnimos anteriores,4 consistente en indi-car los contextos de utilizacin, han sabido aplicar los resultados de la investi-gacin moderna y ofrecer unos resultados muy satisfactorios. El Diccionariode A. Lpez contextualiza los sinnimos mediante una serie de oposicionesdenotativas o connotativas, un conjunto de dominios funcionales, un nmerode registros y algunas caracterizaciones gramaticales. As, por ejemplo, loselementos de la serie del Diccionario abreviado Corripio que hemos citadoantes -pulir, pulimentar, alisar, bruir, lustrar, suavizar, limar, abrillantar- sonpresentados de la siguiente manera: pulimentar y pulir-pulir(se) -en elDiccionario de A. Lpez- aparecen en artculo independiente, dada la relacinexclusiva del primero con esmerilar y del segundo con gastar (en su sentidode voz de los asuntos econmicos); bajo pulir(se) aparecen bruir, pulimentary alisar marcados con el rasgo "concreto" (c); igualmente bajo pulir(se) se pre-sentan lexas no incluidas en la serie del Diccionario de Corripio, entre otrasadornar, refinar y perfeccionar, con sus rasgos semnticos particulares

    Qu aplicaciones en la enseanza del lxico espaol a estudiantesextranjeros se pueden dar a estos resultados de los estudios modernos sobre lasinonimia? Es lo que vamos a tratar en el prximo apartado.

    2. La sinonimia y la enseanza del lxico espaol a estudiantes ex-tranjeros.Entre los varios campos de la enseanza del lxico en que tiene inters la

    sinonimia, puede decirse que los siguientes son los ms importantes en el nivelque estamos tomando como referencia, el avanzado. El primero -por su espe-cial inters lo tratamos en primer lugar- tiene que ver con lo que hemos llama-do anteriormente competencia estilstica, y agrupa varios subcampos:

    a. La enseanza de los sinnimos llamados totales, por su papel fundamen-tal en la composicin de textos, y en la comunicacin en general: el nivel avan-

    4 Esta modalidad de diccionarios que sealan los contextos se inicia ya, por lo que sabemos, en el sigloXVIII, y ha tenido representantes de gran importancia en nuestro siglo, como S. Gili y Gaya [1968] o elde F. C. Sinz de Robles, [1986].

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    zado del ELE es el apropiado para introducir en la enseanza parejas de lex-as como prismticos-anteojos, paro-desempleo, preso-recluso, obispo-prela-do, etc. Un campo de actuacin particularmente importante en la enseanza deestos sinnimos es el del llamado buen estilo; el conocimiento y el adiestra-miento en el manejo de estos sinnimos es fundamental, como ya sabemos,para la construccin de textos sin las repeticiones de vocablos que demuestranbaja competencia en el lxico. La competencia lxica de los estudiantes deespaol avanzado habr de integrar as el conocimiento y la habilidad para usarsinnimos completos; por ejemplo, que en un texto en el que se trate de la rea-lizacin de algo puedan intervenir, entre otras, lexas generales como hacer,realizar, elaborar, por lo que se refiere a verbos, o realizacin y elaboracin,por lo que se refiere a sustantivos; y que al lado de estas lexas generales exis-ten otras ms especficas como construir (y edificar), confeccionar, etc. (porsealar slo las verbales, en este ltimo caso).

    Los textos de estudiantes extranjeros revelan sobre el particular un grado defalta de competencia lxica que resulta ms que sorprendente a veces. He aquun ejemplo de los muchos que se podran aducir (corresponde, en este caso aun examen de un estudiante de la especialidad de Filologa hispnica):

    "Su valor pedaggico [del Diccionario de Autoridades] es degran importancia, sin embargo hoy se piensa que no est bien elabo-rado debido a las prisas de su elaboracin, ya que cuando se elabo-r tambin elaboraban un estudio de gramtica".

    Una clase de sinnimos de especial inters en este subcampo que conside-ramos es la de los lenguajes tcnicos, tan importantes en la conformacin de lacompetencia lxica de estudiantes avanzados, y que habrn de ser estudiadosen relacin a las lexas correspondientes, es decir, sinnimos, de la lenguageneral: por ejemplo letrado (abogado), en el lenguaje jurdico; odontlogo(dentista), en el lenguaje mdico; fichar (contratar), en el lenguaje deportivo;restaurar (arreglar)5, en el lenguaje artstico o de las Bellas Artes; comicios(elecciones), en el lenguaje poltico; etc.

    b. El estudio de los sinnimos parciales, incidiendo en la especializacinexpresiva de algunos de ellos frente a las lexas relacionadas no expresivas; esel caso de las formas estirar la pata y pasar a mejor vida frente a morir del

    5 En casos como ste no hay paralelismo exacto como en los ejemplos anteriores de lenguaje tcnico-len-gua general o comn. Arreglar es forma de significado ms amplio que restaurar, pero es la empleada porlos hablantes nativos antes de haber incorporado a su lxico el trmino tcnico restaurar.

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    ejemplo que hemos considerado anteriormente. Dos observaciones de interspueden hacerse a este punto de la enseanza del lxico: en primer lugar la pre-caucin con que habrn de ser manejados los diccionarios de sinnimos, en ge-neral, pues la mayor parte de ellos se limitan a dar listas de vocablos, sin hacerlas necesarias distinciones; en segundo lugar, el inters del estudio de hechoslexicolgicos -como la sufijacin- ntimamente relacionados con el tema de lasinonimia expresiva (mujercita, miedica, florenla, amigete, caciquil, maa-nita, logrero, listillo, etc.).

    c. La enseanza de los sinnimos en conexin con los hechos de variacinlxica (modalidades dialectales, sociolectos y estilos funcionales o registros),destacando especialmente en este punto por su importancia en nuestro caso loshechos relacionados con las distinciones espaol de Amrica, espaol deEspaa, espaol coloquial, espaol familiar, espaol formal, etc. De esta ma-nera se adiestrar a los alumnos en el reconocimiento y uso de las diferenciasque entraan en espaol parejas de lexas para la distincin espaol deAmrica-espaol de Espaa {conversar-platicar, escaparate-vitrina, respecti-vamente, vistos antes) o, para coloquial, lexas como estar negro (estar enfa-dado), mojarse (no inhibirse en un compromiso), por citar dos ejemplos.

    La enseanza idiomtica ha de tener como objetivo en este punto que el es-tudiante adquiera la habilidad para adecuar el lxico a la situacin de comuni-cacin, como hemos sealado ya anteriormente, sin descartar el hecho de queen determinados casos el profesor haya de actuar con una actitud normativapara realizar las correcciones de las inadecuaciones o impropiedades lxicas.Recurdese el ejemplo que hemos dado antes de la alumna que usaba hombrepor marido, ("Estaba pensando en el dinero que tena en mi bolso (...), en mihombre, que siempre se enfada cuando regreso con paquetes"). La actitud nor-mativa -puesto que los hechos de variacin lxica suponen hechos de normalingstica- resulta particularmente necesaria en el caso de alumnos que se de-senvuelven en los primeros tiempos de su aprendizaje casi exclusivamente conel espaol coloquial y familiar o que no tienen contacto ms que con una de lasmodalidades geogrficas fundamentales (espaol de Amrica y espaol deEspaa).6 Una cuestin particular en este punto es el de los sinnimos espao-les que son prstamos lxicos y que constituyen parejas a causa de la distintava de introduccin (es el caso de computadora-ordenador).

    El segundo campo general de la enseanza del lxico que consideramos, enel que las aplicaciones de los resultados de los estudios modernos de la sinoni-mia pueden ser altamente fructferos, es el que se configura por el principio delas relaciones sintagmticas -en general por la idea de que los elementos lxi-cos no pueden entenderse aislados-, principio que corrige el reduccionismo

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    que comportaba el punto de vista exclusivamente paradigmtico. Estudiososcomo R. Crter lo sealan entre las ideas de base para la enseanza de la lla-mada L2:

    "El conocimiento de una palabra de una lengua comporta cono-cer los dos tipos de relaciones, las sintagmticas y las paradigmti-cas. Conocer una palabra es tambin conocerla en su contexto."[1987, 152]

    Tener en cuenta ideas como sta equivale a operar con el hecho de que -elejemplo lo dbamos ya antes por otros motivos- la introduccin en la ense-anza del lxico espaol a estudiantes extranjeros de una forma como tosco hade partir de situarla en el conjunto lxico tosco, basto, rudo, burdo, spero,rasposo, etc., que agrupa elementos relacionados por su significado, pero queson diferentes por poseer unas posibilidades combinatorias no iguales: tosco secombina con sustantivos de objetos o cosas elaboradas (cermica tosca, estilotosco); rudo en cambio, lo hace con sustantivos de persona o que se refieren acosas propias de personas (hombre rudo, aspecto rudo); burdo, por su parte, secombina con sustantivos que indican accin de las personas (justificacinburda, maniobra burda); etc.

    Se trata ste de un campo de especial inters tambin en el nivel avanzadoque nos sirve como referencia, y ello en dos vertientes. En primer lugar en lavertiente del incremento de elementos para aumentar la competencia lxica:por ejemplo, la introduccin de los adjetivos caudaloso y cuantioso, entre losque indican cantidad, que completarn al adjetivo abundante, forma ms bsi-ca. Y en segundo lugar, la vertiente del desarrollo de la competencia lxica enel aspecto de la precisin lxica, que exige tener en cuenta las relacionessintagmticas tambin; por seguir con el mismo ejemplo que caudaloso secombina con sustantivos como ro, y que cuantioso, por su parte, se combinaen plural con sustantivos como dao o prdida. De esta forma se dar un tra-tamiento adecuado a la tendencia de los estudiantes a hacer construcciones quetenemos observadas todos los profesores como, por ejemplo, ro abundante oconocer esquiar (por saber esquiar).

    Por citar algunos casos especialmente significativos pensamos que es estepunto de vista el que servir para ensear con acierto el conocimiento y mane-jo de parejas de lexas como conseguir-obtener, saber-conocer, siguiente-pr-ximo, pez-pescado, velozmente-a la ligera, vestido-traje, inquilino-vecino, etc.

    Y hasta aqu nuestras consideraciones sobre la sinonimia y la competencialxica en la enseanza del ELE. Tema de gran inters, como hemos intentado

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    hacer ver en este trabajo. No obstante, no se nos oculta que hay en esta cues-tin ms de un aspecto que necesita ser estudiado y profundizado, aunque, ennuestra opinin, lo que ms se necesita en este punto de la enseanza del lxi-co es poder disponer de ms y mejores resultados de los estudios descriptivos.Pinsese, por ejemplo, en el inters que tendra saber a partir de qu momentoy a partir de que fase del proceso de aprendizaje de un alumno se hace nece-sario el uso de sinnimos. O en las reas del lxico espaol que precisan serinvestigadas mediante el llamado anlisis de componentes semnticos quetenga en cuenta lo sintagmtico adems de lo paradigmtico. De ah que ten-gamos que acabar animando -no es mucho lo investigado hasta el presente- aque se realicen los estudios descriptivos del lxico espaol que exige una ense-anza acorde con la lingstica de nuestro tiempo.

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    CampoTexto: ASELE. Actas II (1990). JUAN MARTNEZ MARN. El desarrollo de la competencia lxica en la ...