El cuidar de mí misma - al-anon.org · agradecida a Al‑Anon por darme una vida maravillosa y...

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Al‑Anon y Alateen en acción 1 El cuidar de mí misma Vol. 50 N.º 6 2017 Pasajes traducidos de la revista The Forum de noviembre y diciembre de 2017. Al‑Anon y Alateen en acción Puede reimprimir este artículo en su sitio web o en su boletín junto con la nota de reconocimiento siguiente: Reimpreso con el permiso de The Forum, Al‑Anon Family Group Headquarters, Inc., Virginia Beach, Virginia. A l criarme en un hogar alcohólico, aprendí a enfocarme en la manera en que mi papá llegaba a casa y si mi mamá iba a estar triste o enfadada. Aprendí a preocuparme por mi hermana cuando no llegaba a casa por la noche y aprendí a hacer cosas por otras personas que ellas bien podían hacer por sí mismas. Estaba llena de miedo y ansiedad, y no comía ni dormía bien. Trataba de estar tranquila cuando mi papá estaba en casa, y trataba de consolar a mi mamá cuando ella se sentía molesta. No obstante, no tenía idea de cuáles eran mis propias necesidades y no podía ver un futuro para mí. Un día mi Madrina me escuchó al contarle todos mis problemas y luego me preguntó qué iba a hacer ese día para cuidarme. Le dije que había decidido dar un paseo o ver una película. Al día siguiente, ella me preguntó cómo me había ido con el paseo o la película. Empecé a darme cuenta de cuáles eran mis necesidades, a dejar de enfocarme en los demás y a enfocarme en mí misma. Y la vida comenzó a mejorar. Al trabajar en los Pasos, pude calmar la ansiedad y el temor. Hablé con mi Madrina, en lugar de tratar de obtener consuelo de personas que no eran capaces de darlo. Aprendí a ocuparme de mis propios asuntos y a cuidarme todos los días. Hoy continúo hablando con mi Madrina, escribo sobre el trabajo en los Pasos y asisto a las reuniones. Me cuido comiendo y durmiendo bien, ocupándome de mis propios asuntos y ayudándoles a los demás en Al‑Anon. Esos pasos sencillos que seguí al principio de mi recuperación continúan siendo una fuente de consuelo y crecimiento para mí. Siempre le estaré agradecida a Al‑Anon por darme una vida maravillosa y útil. Helen B. – Montana The Forum, diciembre de 2017 eliminó el temor y la ansiedad

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Al‑Anon y Alateen en acción1

El cuidar de mí misma

Vol. 50 N.º 6 2017

Pasajes traducidos de la revista The Forum de noviembre y diciembre de 2017.

Al‑Anon y Alateen

en acción

Puede reimprimir este artículo en su sitio web o en su boletín junto con la nota de reconocimiento siguiente: Reimpreso con el permiso de The Forum, Al‑Anon Family Group Headquarters, Inc., Virginia Beach, Virginia.

Al criarme en un hogar alcohólico, aprendí a enfocarme en la manera en que mi papá llegaba

a casa y si mi mamá iba a estar triste o enfadada. Aprendí a preocuparme por mi hermana cuando no llegaba a casa por la noche y aprendí a hacer cosas por otras personas que ellas bien podían hacer por sí mismas. Estaba llena de miedo y ansiedad, y no comía ni dormía bien. Trataba de estar tranquila cuando mi papá estaba en casa, y trataba de consolar a mi mamá cuando ella se sentía molesta. No obstante, no tenía idea de cuáles eran mis propias necesidades y no podía ver un futuro para mí. Un día mi Madrina me escuchó al contarle todos mis problemas y luego me preguntó qué iba a hacer ese día para cuidarme. Le dije que había decidido dar un paseo o ver una película. Al día siguiente, ella me preguntó cómo me había ido con el paseo o la película. Empecé a darme

cuenta de cuáles eran mis necesidades, a dejar de enfocarme en los demás y a enfocarme en mí misma. Y la vida comenzó a mejorar.

Al trabajar en los Pasos, pude calmar la ansiedad y el temor. Hablé con mi Madrina, en lugar de tratar de obtener consuelo de personas que no eran capaces de darlo. Aprendí a ocuparme de mis propios asuntos y a cuidarme todos los días. Hoy continúo hablando con mi Madrina, escribo sobre el trabajo en los Pasos y asisto a las reuniones. Me cuido comiendo y durmiendo bien, ocupándome de mis propios asuntos y ayudándoles a los demás en Al‑Anon. Esos pasos sencillos que seguí al principio de mi recuperación continúan siendo una fuente de consuelo y crecimiento para mí. Siempre le estaré agradecida a Al‑Anon por darme una vida maravillosa y útil.

Helen B. – MontanaThe Forum, diciembre de 2017

eliminó el temor y la ansiedad

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Recientemente compré una bicicleta roja clásica en una venta de bienes. Sonreí apenas la vi. Se sentía bien. La primera vez que la monté, me di cuenta de lo lejos que he llegado en Al‑Anon. Finalmente había comprado la bicicleta que quería, en lugar de dejar que otros la eligieran por mí.

Como hija de una alcohólica, aprendí a ignorar mis propias necesidades. Traté de hacer lo que mi madre alcohólica quería con la esperanza de terminar con el caos en nuestro hogar. Perdí mi autoestima mientras continuaba complaciendo y diciéndoles que sí a los demás, en lugar de seguir mis propios instintos y valores.

Esto continuó en mi matrimonio cuando mi esposo decidió comprar bicicletas para nosotros. Lo dejé tomar la decisión por mí

y nunca me sentí cómoda con la primera bicicleta, a pesar de lo mucho que quería disfrutar del aire libre en una bicicleta. La que él eligió era complicada e incómoda y no era la adecuada para mí. Más tarde, compramos unas bicicletas montañeras, y nuevamente lo dejé tomar la decisión para evitar conflictos o desaprobación. No me sentí contenta con la ropa para andar en bicicleta porque me quedaba apretada y cerrada, y tampoco disfruté esa segunda bicicleta.

Estoy muy agradecida con Al‑Anon por ayudarme a cambiar el comportamiento de ser complaciente con la gente. Al asistir a reuniones y al trabajar en los Pasos con una Madrina, he llegado a conocerme a mí misma y estoy aprendiendo a tomar decisiones que coincidan con mis deseos, en lugar de los deseos de los demás. Ahora puedo arriesgar su desaprobación para complacerme a mí misma.

Hoy, cuando monto mi bicicleta roja, puedo sonreír y ser feliz, sabiendo que he obtenido el valor para ser yo misma.

Laura D. – CaliforniaThe Forum, noviembre de 2017

Para mí, trabajar en el programa es como trabajar en un rompecabezas. Tiene muchas piezas, y todas estas piezas son interdependientes. Cada una de ellas

cumple un propósito, y juntas crean un yo más saludable, por lo que puedo ser la mejor yo de todos los tiempos.

Philomena D. – DelawareThe Forum, noviembre de 2017

La mejor yo de todos los tiempos

Puede reimprimir este artículo en su sitio web o en su boletín junto con la nota de reconocimiento siguiente: Reimpreso con el permiso de The Forum, Al‑Anon Family Group Headquarters, Inc., Virginia Beach, Virginia.

Puede reimprimir este artículo en su sitio web o en su boletín junto con la nota de reconocimiento siguiente: Reimpreso con el permiso de The Forum, Al‑Anon Family Group Headquarters, Inc., Virginia Beach, Virginia.

Está bien amar a una persona alcohólicaAntes de encontrar a Al‑Anon, pensé

que algo andaba mal en mí porque amaba a un alcohólico. No entendía cómo podía seguir amando a alguien cuyo comportamiento era insensato cuando bebía. Me sentía sola y aislada con estos sentimientos y sentía que, si tan solo pudiera encontrar la manera correcta de comportarme con el alcohólico, la bebida se detendría.

Por medio de Al‑Anon, he aprendido que el alcoholismo es una enfermedad y que puedo amar a la persona, pero odiar

la enfermedad. También he aprendido que esta me ha afectado y que puedo sentirme enojada por eso; pero puedo ser amable conmigo misma y recordar que estoy haciendo todo lo que puedo, al igual que el alcohólico. Puedo ver al alcohólico en mi vida como algo más que un alcohólico. Puedo ver a la persona amorosa, cariñosa, divertida e inteligente allí también. Puedo amar a esa persona, simple y sinceramente. Y también puedo amarme a mí misma.

Hilary S. – WisconsinThe Forum, diciembre de 2017

Me di cuenta de que no estoy solaEn mi primera reunión de Al‑Anon me

di cuenta de lo mucho que me había afectado el alcoholismo, aunque yo no bebía. Estaba tan enferma como mi novio alcohólico, quizá peor. Estaba obsesionada. Constantemente buscaba alcohol y lo derramaba cuando lo encontraba. No comía ni dormía, y estaba profundamente deprimida. Me sentía loca. Mi vida se había vuelto ingobernable.

Durante esa reunión, me di cuenta de que no estaba sola. Recuerdo estar sentada allí esa noche, al borde de la

desesperación, cuando escuché a una mujer sollozando mientras compartía su experiencia. Yo podía sentir su dolor porque su historia reflejaba la mía. Me sorprendí al darme cuenta de que yo era esa mujer sollozante. Era mi voz compartiendo todo lo que yo había soportado. Nunca antes había oído hablar de Al‑Anon y no sabía qué esperar esa noche. Entré a la misma sintiéndome devastada, pero salí sintiéndome aliviada porque sabía que no estaba sola. Me sentí aceptada, bienvenida y apoyada. Encontré la libertad.

Ann M. – FloridaThe Forum, diciembre de 2017

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«Estoy muy agradecida con Al‑Anon por ayudarme a

cambiar el comportamiento de ser complaciente con la gente».

Pasé de complacer a los demás a complacerme a mí misma

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Mi banco

Entonces, ¿cómo puedo sentir el dolor y superarlo? Cada instrumento de Al‑Anon que recojo me ayuda a sentir mis sentimientos y a tomar medidas que son más saludables para mí. Estos instrumentos incluyen reuniones, servicio, padrinazgo y, sobre todo, mi Poder Superior. No he estado usando estos instrumentos durante tanto tiempo como las flechas en mi aljaba, por lo que me toma un poco de trabajo optar mejor por ellos.

Llevé a mi hijo al lote de confiscación la semana pasada para recuperar su camioneta. Traté de calmar y aplacar a la gente con la que estaba lidiando para que lo perdonaran por su

comportamiento inaceptable y le dieran su camioneta. Mi comportamiento me hizo darme cuenta de que, durante los días festivos recientes, no había asistido a mis tres reuniones habituales a la semana. Entonces asistí a una reunión extra y compartí sobre mis bufonerías en el lote de confiscación. La risa de los demás miembros fue aliviadora, y esta validó mis sospechas de que yo había estado un poquito loca. Estoy aferrada al Primer Paso, pero también estoy acogiendo los siguientes dos Pasos. Se me sigue olvidando que viajan juntos —yo no puedo—. Él puede. Quizá deba entregárselo a Él.

Claudia – ArizonaThe Forum, diciembre de 2017

Estoy examinando el Primer Paso esta semana, y estoy a punto de partir para mi novena reunión en

nueve días. Hablo con mi Madrina casi a diario. Leo, rezo y medito todas las mañanas, aunque me digo a mí misma que realmente no tengo tiempo.

Mi hijo es alcohólico. Él me dijo que sí, pero que no era un problema. Eso fue antes de ser arrestado por conducir ebrio, y por eso perdió su licencia, su casa y su negocio. Ahora no le pregunto si eso es un problema.

Estoy agradecida de que esto no haya sucedido ni siquiera un año antes. Sé que no hubiera podido manejar todo esto el año pasado. Necesité ese tiempo para trabajar en un programa, seguir

los Pasos (nuevamente), conocer a mi Madrina, amadrinar a otros miembros y las otras acciones que emprendí para hacer depósitos en mi banco de serenidad.

Quiero arreglarlo todo por mi hijo, y siento temor por él; pero hoy sé que quiero arreglarlo para sentir menos dolor yo misma. He evitado sentir dolor durante mucho tiempo, y tengo una aljaba llena de flechas que utilizo para hacer exactamente eso. Cada flecha es un instrumento que uso para alejar el dolor. Las que saco más a menudo representan el control, la negación, la obsesión, la proyección y la culpa; y a pesar de que estos son cómodos para mí, me mantienen atascada y entumecida.

de serenidad

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Evitando el pensamiento

Recientemente reinicié mi viaje en Al‑Anon, y en una reunión esta mañana tuve una revelación

que fue bastante profunda. Me atrae la parte de la Bienvenida de Al‑Anon que habla de volverse «irritable y perder toda moderación» al lidiar con la enfermedad del alcoholismo. Cada vez que escucho esto, contemplo la manera en que he sido irritable y he perdido toda moderación. Eso también me recuerda la manera en que mi forma de pensar se «confunde», lo cual ha causado problemas en mis relaciones. Aunque he avanzado poco, he estado trabajando en la solución de este problema durante muchos años, incluso antes de llegar a Al‑Anon.

Mis compañeros me han ayudado a

ver que mi irritabilidad y pérdida de toda moderación son el resultado directo de permitir que mi forma de pensar se vuelva confusa. Así como el alcohólico que bebe corre riesgos cuando conduce bajo la influencia, yo también corro riesgos cuando tengo pensamientos confundidos, carentes de moderación e irritados, y dejo que mi comportamiento se vea afectado por estas confusiones.

Al trabajar en mi programa, puedo darme cuenta cuando me vuelvo vulnerable a los efectos de esta enfermedad, y puedo evitar que mi pensamiento se confunda. Esto a su vez me ayuda a comenzar a vivir una vida feliz y gratificante.

Karl L. – CaliforniaThe Forum, diciembre de 2017

distorsionado

Como recién llegada a Al‑Anon, sinceramente no creía que tuviera ninguna cosa que

compartir que fuera útil, en comparación con aquellos que han estado en el programa más tiempo que yo. Sin embargo, hace poco una compañera miembro que ha estado en el programa mucho más tiempo me agradeció porque dije algo muy específico. Las palabras que compartí fueron justo lo que ella necesitaba escuchar en ese momento en particular. Pensé: ¿Cómo puedo haberle ayudado a una miembro veterana?

Gracias a Al‑Anon, he aprendido (y sigo aprendiendo) mucho sobre mí. Por ejemplo, tengo demasiadas expectativas de mí misma. Y quizá sin darme cuenta les transmití algunas de esas expectativas a mi compañero y a nuestra relación. El alcohólico me decepcionó debido a sus promesas de dejar de beber y de mentir. Sabía que no era así como quería comenzar un matrimonio, sin importar lo mucho que amaba a mi prometido. Incluso esperaba que la cancelación de nuestros planes de boda fuera su peor momento. Sin embargo, aun después de que cancelé la boda, las mentiras y la bebida continuaron. Finalmente, un día pensé: ¿Por qué me siguen lastimando las mentiras del alcohólico?

Luego eso me hizo reaccionar. No eran necesariamente las mentiras las que me lastimaban, sino más bien mis expectativas de que él fuera sincero. El alcohólico se convirtió en un maestro del engaño, y yo estaba en la negación.

Después de abandonar su programa de rehabilitación, me di cuenta de que yo era la que estaba más decidida a que se volviera más sobrio de lo que estaba. Supongo que la destrucción de nuestro futuro matrimonio no era su peor momento. Solo Dios sabe lo que eso será. Sabía que hice todo lo que pude por apoyarlo, pero eso no era suficiente. Era hora de que le entregara el alcohólico a su Poder Superior. Tuve que empezar a poner en acción el lema «Suelta las riendas y entrégaselas a Dios».

Hoy día practico «Suelta las riendas y entrégaselas a Dios» todos los días. En el único que tengo esperanza y fe hoy día es en mi Poder Superior, a quien llamo Dios. Cuando los tiempos se ponen difíciles, sea cual sea el motivo, lo único que tengo que hacer es orar y meditar sobre las palabras «Dios me dará lo que necesito cuando lo necesite». Entrego mi voluntad y mi manera de hacer las cosas al cuidado de Dios, y eso me ayuda a mantener mi cordura.

Shelly – Nueva Escocia, CanadáThe Forum, noviembre de 2017

Soltando las riendas de las expectativas

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NUESTROS MIEMBROS: NUESTRA ESPERANZA PARA EL FUTURO

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Cuando asistí a mi primera reunión de Al‑Anon, todo me aterrorizaba. No quería

que me vieran, y no sabía que tenía derecho a hablar. En mi corazón sentía que todos me juzgarían con tanta dureza como lo hacía mi familia. Me senté en el estacionamiento durante media hora antes de que mi Poder Superior me llevara hacia la puerta. Alguien me preguntó de inmediato si era nueva en Al‑Anon y me dijo que era genial verme allí. Durante esa primera reunión, no dije nada más que mi nombre. Seguí esperando que los demás se dieran cuenta de lo defectuosa que era yo y de que no tenía cabida. No obstante, las historias que escuché sonaban igual que las mías, a pesar del hecho de que estas personas parecían estar felices. Incluso me pidieron que volviera.

Fue difícil ir a esas primeras reuniones. Afortunadamente, siguieron pidiéndome que volviera. Poco a poco el temor

comenzó a desvanecerse y empecé a compartir. Conseguí una Madrina que me ayudó a lo largo de los Pasos y me desafió a crecer. Aprendí a reír y a perdonarme a mí misma y a perdonar a los demás. Empecé a decir que sí a todo lo que se me pedía, a pesar de mis temores. Con

mi Poder Superior, pasé de sentirme aterrorizada a sentirme nerviosa, y de sentirme nerviosa a sentirme dispuesta. Y pasé de poner libros sobre la mesa a coordinar la reunión. A veces mi temor se enciende más que en otras ocasiones, pero gracias a Al‑Anon y a mi Poder Superior, este ya no me domina.

Machell B. – MinnesotaThe Forum, noviembre de 2017

Ya no vivo con temor

«En mi corazón sentía que todos me juzgarían con

tanta dureza como lo hacía mi familia».

Inspirada por la recién llegadaEsta semana en mi reunión tuvimos a

una recién llegada. Ella se presentó, pero luego se mantuvo callada, permitiendo que los demás hablaran abiertamente y compartieran. Nuestra reunión es una reunión de participación espontánea, lo que significa que las personas comparten cuando eligen hacerlo. Solía sentirme insegura acerca de si este era un buen plan para los recién llegados, quienes ya han demostrado un gran valor al asistir a su primera reunión. Al trabajar en el programa y soltar las riendas, he llegado a creer que todos acuden a su primera reunión con el plan correcto para ellos, así que dejé de preocuparme por el asunto.

A medida que la hora de la reunión se acercaba, me preguntaba si nuestra recién llegada iba a compartir, pero asumí el compromiso de hablar con ella después de la reunión, a pesar de todo. Y luego ella habló. Ella compartió sobre su situación, una que muchos de nosotros hemos experimentado y que otros pueden entender en términos de sentimientos compartidos. También contó que había conseguido Un día a la vez en Al‑Anon (SB‑6) en una librería donde vendían libros usados, y que el mismo le brindó paz. Me sorprendió su sinceridad y franqueza. Al final de la reunión, ella manifestó que, gracias a nuestro compartir, llegó a darse cuenta de que el programa no es para la persona alcohólica, ni para aprender la manera de que deje de beber, sino para ella —totalmente para ella—. Me impresionó que comprendiera claramente este importante elemento con respecto a la recuperación.

Esta mujer, como muchos de nosotros antes que ella, se ha visto profundamente afectada por la enfermedad del alcoholismo en la familia. Sin embargo, a pesar del aliento de su hija, quien asiste regularmente a Al‑Anon, le tomó un tiempo llegar. Tenía que llegar en el momento en que llegó para poder escuchar lo que compartimos y lograr un profundo despertar.

Y ella me ofreció esperanza, probablemente sin saber que mi hija, quien se ha visto profundamente afectada por la enfermedad pero que todavía no está lista para admitir la derrota, encontrará sus respuestas cuando esté lista. Me dio la esperanza de que nuestros cargos de servicio que actualmente están abiertos sean ocupados por las personas adecuadas en el momento adecuado, ya sea por un recién llegado que haya estado solo unos meses en el programa o un miembro antiguo inspirado repentinamente a crecer mediante el servicio.

Recordé que la esperanza que encuentro en Al‑Anon fluye de la conexión única que cada miembro tiene con su Poder Superior. Esta conexión les ayuda a encontrar la reunión adecuada para ellos y garantiza que «nuestra democracia de servicio funcionará bajo todas las condiciones». Más que todo, permite que Al‑Anon evolucione para que podamos atraer nuevos miembros a medida que crecemos.

Vali F., Directora EjecutivaThe Forum, diciembre de 2018

«Me sorprendió su sinceridad y franqueza».

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En mi vida en Al‑Anon, la cual es mi vida personal, registro alrededor de 18.000 millas al

año. Mientras conduzco en la autopista, estoy constantemente al tanto de la estrecha línea amarilla que me mantiene en mi carril y fuera del tráfico que se aproxima. Al trabajar en los Doce Pasos y en las Doce Tradiciones, puedo aplicar esta metáfora en mi práctica diaria del programa de Al‑Anon.

Constantemente me acuerdo de que, cuando pierdo de vista mi programa espiritual y dejo que mi ego tome el control de mis pensamientos y de mis prácticas, tiendo a cruzar esa línea amarilla y me encuentro entremetiéndome en los asuntos de mis seres queridos o provocándoles daño a los demás. He tenido que mirar más de cerca mis motivaciones, así como mis defectos de carácter. Cuando lo hago, puedo analizar exactamente cómo sucedió el accidente y cuáles son los posibles resultados, si soy lo suficientemente tonto como para volver a hacerlo. Si bien mi motivación puede haber sido la amabilidad o la

inclusión, no puedo ver el camino desde el punto de vista de los otros viajeros. Cuando cruzo esa línea, renuncio a mi voluntad y a mi carácter, no a un Poder Superior, sino a mi ego, y ahora estoy realizando los exámenes de conciencia de otras personas.

Puede ser que otras personas se sientan amenazadas o reaccionen ante sus propias inseguridades, o simplemente puede ser que tengan temor de mostrar su vulnerabilidad. Quizá mi intento de arreglar los problemas de otras personas sea pisotear su autoestima o desestimar que el problema sea de su incumbencia. Ya sea que intente hacer una pequeña sugerencia o una indicación directa de: «Debería de» o «Podría», estoy ahora involucrado en un accidente para el cual no hay un resultado seguro ni póliza de seguro que lo cubra. Si me encuentro en esta situación, la única solución buena es revisar y aplicar el Décimo Paso y darle seguimiento con las reparaciones inmediatas del mal a los que he perjudicado.

«... no puedo ver el camino desde el punto

de vista de los otros viajeros».

Evitando la línea amarilla

Del mismo modo que no puedo controlar todos los vehículos que me rodean cuando estoy en tráfico pesado, no puedo controlar el camino ni el destino de mis compañeros de viaje a medida que avanzan en sus propias vidas. Esa línea amarilla me recuerda que lo de ellos no es asunto mío. La Séptima Tradición me recuerda mantener mi distancia y mis límites y estar preparado para pagar por mi propia infracción.

Estoy en mi carril cuando estoy en mi programa. El Primer Paso es una advertencia, que me recuerda que las luces traseras quemadas y las llantas desinfladas pueden arreglarse, y que, como conductor, soy incapaz ante los baches y ante otras personas. El Segundo Paso es mi combustible. El Tercer Paso es una póliza de seguro de cobertura completa. El Cuarto Paso representa paradas para descansar. Los Pasos

del Quinto al Noveno representan mi itinerario. El Décimo Paso representa los cinturones de seguridad del automóvil, mientras que los Pasos Undécimo y Duodécimo son destinos espirituales.

Para disfrutar mientras viajo, trato de recitar la Oración de la Serenidad, de compartir mis lemas favoritos y de comentar sobre la forma en que utilicé mi programa de recuperación durante la semana. No puedo recomendar enviar mensajes de texto ni usar ningún dispositivo portátil mientras conduzco. Sin embargo, puedo usar Literatura Aprobada por la Conferencia en cada parada para descansar y me aseguro de tener a mano una buena provisión de la misma para cuando llegue a mi destino. Mi familia de Al‑Anon me está esperando, y ellos siempre mantendrán las puertas abiertas y la cafetera puesta. ¡Nos vemos en el camino!

Richard L. – WashingtonThe Forum, noviembre de 2017

Del 6 al 8 de julio de 2018Baltimore, Maryland

Los Congresos Internacionales de Al‑Anon son una oportunidad para celebrar la recuperación, encontrarse con viejos amigos y hacer nuevas amistades. Miembros de los EE. UU., del Canadá y de muchos otros países se reúnen para hablar el mismo idioma —el idioma del corazón—. Es una experiencia fortalecedora cuando miles de miembros de Al‑Anon se reúnen.

¡Ya está abierta la inscripción!Todos los detalles, incluida la información sobre la inscripción y el hospedaje,

aparecen en el sitio web del Congreso Internacional:

al‑anon.org/international¡Esperamos verlos en Baltimore en el 2018 a medida que continúa el conteo regresivo!

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¡Todavía hay tiempo para participar en la Encuesta para los miembros 2018!

De ahora al 27 de febrero de 2018

¿Quiénes pueden participar? Todos los miembros de los EE. UU., el Canadá, Puerto Rico y las Bermudas. La encuesta se ofrece en inglés, en español y en francés.

¿Por qué debo participar? Esta encuesta ayuda a dar a conocer a Grupos de Familia Al‑Anon entre los profesionales al suministrar datos basados en la evidencia que muestran la eficacia de nuestro programa. Esta información les ayuda a los doctores, a los terapeutas y a otros profesionales a remitir a sus pacientes y a sus clientes a Al‑Anon. Sus remisiones les ayuda a más familiares de personas alcohólicas a que empiecen a asistir a Al‑Anon.

¿Cuánto tiempo dura? Entre 15 y 30 minutos aproximadamente.

¿Cómo puedo participar?• Utilice una computadora personal o portátil, una tableta

electrónica o un teléfono móvil con acceso a internet y visite: al‑anon.org/18encuestamiembros

• Anime a otros miembros a que participen en la encuesta

¿Cuándo puedo participar?• De ahora al 27 de febrero de 2018 hasta las 11:59 p.m., Hora del Este

¿Qué sucederá con mi anonimato? La encuesta se conducirá de manera anónima. NO se solicitarán ni se guardarán los nombres de ninguno de los miembros ni las direcciones de sus correos electrónicos. A los participantes se les solicita suministrar su Código Postal y el nombre de la ciudad y del estado o de la provincia en que viven.

La OSM ha conducido una vez cada tres años desde 1984 la Encuesta para los Miembros Aprobada por la Conferencia de Al‑Anon. El estudio de 2018 marca nuestro duodécimo estudio.

¡Gracias, miembros de Al‑Anon y Alateen!

Una nueva vida por medio de Al‑AnonCuando tuve a mis bebés, mi madre

me dijo que iba a necesitar paciencia con ellos cuando empezaran a caminar, cuando estuvieran en edad escolar, cuando fueran adolescentes y cuando fueran adultos. Siempre sentí que también se suponía que debía tener paciencia con mi esposo. Pensé que tenía un buen control de mi vida hasta que la enfermedad del alcoholismo apareció e inclinó la balanza de lo que pensé que era mi pequeña familia perfecta. De alguna forma, enfrenté todos los

momentos de alegría y de crisis, pero sentía que simplemente necesitaba un poco de paciencia.

Hoy día mi esposo ya no está y mis hijos crecieron. Aun así, todavía siento que me falta paciencia. Sin embargo, ahora veo que la paciencia es para mí poder entregar mi vida anterior y crear una nueva llena de paz, serenidad y calma. Sé que puedo encontrar las respuestas a todos mis problemas con el programa de Al‑Anon y mi Poder Superior.

Julie B. – FloridaThe Forum, diciembre de 2017

Queremos agradecerles a todos los miembros que enviaron tarjetas, fotos y mensajes a la Oficina de Servicio Mundial en conmemoración del 60.º aniversario de Alateen. Nuestra exhibición sigue creciendo. Un agradecimiento especial a los grupos de Al‑Anon, a los Miembros de Al‑Anon que Participan en el Servicio de Alateen certificados y a las Zonas que patrocinaron conferencias y eventos de Alateen el año pasado. Estamos agradecidos por el tiempo que se tomaron para hacer tarjetas para enviarnos. Todos estas son realmente un reflejo de nuestro principio espiritual de amor en hermandad.

¡Brindemos por muchos años más de Al‑Anon y Alateen!«¡Juntos podemos lograrlo!»

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RINCÓN DE LA LAC RINCÓN DE LA LAC

Reemplazando mis defectos —la respuesta a mi dilema—

Luché con el Sexto Paso por bastante tiempo. Seguí leyendo constantemente sobre el mismo en toda nuestra literatura, pero cuanto más me enfocaba en mis defectos, estos aparecían con más intensidad. Estaba tan acostumbrada a ellos que no sabía qué sería de mí si los eliminara. El pensar en eso me llenó de temor.

Luego leí la primera línea después del Sexto Paso en el libro El dilema del matrimonio con un alcohólico (SB‑4), página 83:

«¿Puedo ver que los defectos de carácter se eliminan más fácilmente al reemplazarlos con rasgos y acciones más sanas y constructivas?»

Empecé a enfocarme en lo contrario de cada defecto de carácter. Pensé sobre qué rasgo de carácter me gustaría tener en su lugar. Por ejemplo, contemplé cómo sería infundir el bien en los demás y en mí misma en lugar de utilizar el sarcasmo, el cual había considerado como una habilidad finamente perfeccionada. Mi Madrina me animó a que me reinventara de la forma que quisiera.

Esta perspectiva nueva y positiva que nos presenta el libro El dilema del matrimonio con un alcohólico fue justo lo que necesitaba para avanzar en mi recuperación. ¡Con eso, pude cambiar mi actitud y estar dispuesta!

Roberta H. – IndianaThe Forum, noviembre de 2017

Comunicándonos con sinceridadLos muchos años de vivir con el

alcoholismo me dejaron con una discapacidad para la comunicación. Luché hasta para reconocer lo que estaba sintiendo o para identificar lo que quería. Encontrar palabras para expresarlo fue casi imposible. El libro El dilema del matrimonio con un alcohólico (SB‑4) puso en palabras lo que me esforcé por descubrir sobre mí misma. Me abrió los ojos a mi autoestima, a la importancia de la sinceridad y a la necesidad de comunicar mis sentimientos para tener una vida plena y satisfactoria.

Mi mayor conmoción surgió cuando leí en la página 17: «Nuestros esposos tienen el derecho de saber lo que esperamos de ellos. A ellos les toca decidir si quieren o no cumplir con lo que esperamos de sus acciones. Es deshonesto no decirles cómo nos sentimos». Nunca se me ocurrió que estaba siendo insincera al enterrar mis emociones y al no expresar mis necesidades. Sentí que estaba desempeñando el papel de santa para mantener la paz quedándome con la boca cerrada.

Encontré otro pensamiento valioso en la página 18: «Podemos decir lo que pensamos solo si tenemos la valentía de ser honestas con nosotras mismas y con los demás. Debemos saber por qué lo decimos. Si es para impresionar, para subestimar, para transmitir nuestra autocompasión y [nuestro] resentimiento, no debemos decirlo; eso solo agrandaría la ruptura, ¡y lo que queremos es eliminar ese trecho!» Mi mayor desafío sigue siendo encontrar el valor de ser sincera: decir lo que pienso, pensar lo que digo y decirlo sin ser grosera. Incluso es fácil volver a caer en mi viejo patrón de aislarme y callarme, pero hacer esto nunca da un buen resultado.

Afortunadamente, Al‑Anon me ha dado instrumentos para retomar el rumbo cuando mis habilidades para la comunicación se quebrantan. La calidad de mi matrimonio y de todas mis relaciones depende en gran medida de una comunicación que sea cortés, sincera, honesta y clara, sin culpas ni críticas. Por esto, oro constantemente: «¡Concédeme valor para cambiar aquellas [cosas] que puedo!»

Barbara P. – AlaskaThe Forum, noviembre de 2017

Algunos hechos acerca del libro El dilema del matrimonio con un alcohólico en su 50.º Aniversario• La Conferencia de Servicio Mundial de 1965 votó a favor de un libro sobre

problemas matrimoniales en las familias perturbadas por el alcoholismo.• El título provisional fue «Alcoholismo y sexo», y se hacía referencia informalmente

al mismo como «nuestro libro de sexo».• Cuando la cofundadora Lois W. leyó el manuscrito, propuso el título de: El dilema

del matrimonio con un alcohólico.• El dilema… fue el tercer libro de Al‑Anon, publicado por primera vez en 1967.

En el término de dos meses, debió realizarse una segunda impresión.• En 1971, se publicó una edición revisada y ampliada.

The Forum, noviembre de 2017

Al‑Anon y Alateen en acciónVol. 50 N.06 201716 17

REUNIÓN INSTANTÁNEA REUNIÓN INSTANTÁNEA

Esta es una reunión instantánea sobre el Undécimo Paso:

«Mediante la oración y la meditación, tratamos de mejorar nuestro contacto consciente con Dios, según nuestro propio entendimiento de Él, y le pedimos tan solo la capacidad para reconocer Su voluntad y las fuerzas para cumplirla».

Lea los relatos proporcionados y comparta sus propios pensamientos y reacciones...

Susan HW. en Florida: Al tomar una decisión o responderle a alguien, utilizo la regla de 24 horas. Si la decisión no es de vida o muerte y puedo tomarme un tiempo para orar por mi decisión, entonces espero 24 horas. Eso me da tiempo para orar, meditar, llamar a mi Madrina, leer un poco de LAC o escribir en mi diario para ponerme en contacto con mis opciones. Utilizo el Undécimo Paso «pidiéndole a Dios tan solo la capacidad para reconocer Su voluntad y las fuerzas para cumplirla». Esto definitivamente es un cambio en mis viejos comportamientos. Consecuentemente obtengo más paz y más serenidad en mi vida actual.

Janice S. en Wisconsin: Como recién llegada de Al‑Anon, dije el Undécimo Paso al menos veinte veces en las reuniones antes de llegar a entender. No necesitaba preocuparme de decirle a Dios lo que yo quería que sucediera. No necesitaba tratar de convencer a Dios de que yo sabía lo que era mejor. Lo que tenía que hacer era orar tan solo por la capacidad para reconocer Su voluntad. ¡Eso definitivamente logró que mi forma de orar fuera más simple! La parte que se refería a orar por las fuerzas para cumplir la voluntad de Dios no fue difícil para mí. En el Tercer Paso resolví confiar mi voluntad y mi vida al cuidado de Dios, y tuve la confianza de que Dios no me daría más de lo que yo podía manejar. Sabía que, al utilizar mis instrumentos de oración y meditación, Dios me guiaría y me daría las fuerzas para cumplir Su voluntad. Esas fuerzas se verían reflejadas en la fortaleza, la esperanza y el amor que recibí al practicar el programa de Al‑Anon.

UNDÉCIMO PASO¿Cómo puedo mejorar mi contacto consciente con el Dios de mi entendimiento?¿De qué manera reconozco a un Poder Superior diariamente en mi vida?¿Cuando medito, mis pensamientos se apartan de mis problemas?¿Cuando oro, pido ayuda y guía para encontrar soluciones?

The Forum, noviembre de 2017

Cosas para reflexionar

Esta es una reunión instantánea sobre el Duodécimo Paso:

«Habiendo logrado un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a otras personas, y practicar estos principios en todas nuestras acciones».

Lea los relatos proporcionados y comparta sus propios pensamientos y reacciones...

Kathleen F. en Sudáfrica: Llevar el mensaje para mí significa que les permito a los recién llegados ver mi nueva serenidad, la cual se genera al seguir el programa. También significa que tengo que estar al tanto de los innumerables dones que he recibido y, sin importar lo ocupada o preocupada que esté, encuentro tiempo, cuidado y preocupación para retribuir con cualquier persona que esté luchando con los efectos del alcoholismo. Tengo que tomar en serio lo que dice en la página 75 del libro Los Doce Pasos y las Doce Tradiciones de Al‑Anon (SB‑8): «El sacrificio no existe. Lo que existe es la oportunidad de servir, y quien no la aprovecha, solamente se roba a sí mismo».

Ken T. en Ontario, Canadá: Realizo la labor del Duodécimo Paso compartiendo en las reuniones, organizando y acomodando de nuevo el salón de reuniones, coordinando reuniones y asumiendo cargos de servicio, como el de Tesorero.

Shelley B. en Columbia Británica, Canadá: Experimenté un despertar espiritual cuando estuve tomándome un café con mi Madrina. Estábamos discutiendo algunos de los problemas en mi vida en ese momento. Ella compartió su experiencia, fortaleza y esperanza abiertamente conmigo. Me sentí libre de compartir abiertamente con ella, y lo hice. Sentí amor, esperanza y aceptación. En ese momento, miré hacia afuera, y los rayos del sol brillaban a través de la lluvia. Sabía que mi vida nunca volvería a ser la misma. Sabía que podía confiar en los demás de nuevo. Gracias a esta experiencia, ya no siento ninguna sensación profunda de soledad, y me siento mucho más conectada con la vida.

DUODÉCIMO PASO¿Cómo les llevo el mensaje de Al‑Anon a los miembros de mi familia? ¿A los demás?¿Qué significa para mí realizar la labor de servicio?¿De qué manera puedo aplicar los principios del Duodécimo Paso en mi vida diaria?¿Cuál ha sido mi despertar espiritual más grandioso? ¿De qué forma cambié a consecuencia del mismo?

The Forum, diciembre de 2017

Cosas para reflexionar

Al‑Anon y Alateen en acciónVol. 50 N.06 201718 19

NUESTROS TRES LEGADOS NUESTROS TRES LEGADOS

Utilizando mi temor el día de hoy

Undécimo Paso: Mediante la oración y la meditación, tratamos de mejorar nuestro contacto consciente con Dios, según nuestro propio entendimiento de Él, y le pedimos tan sólo la capacidad para reconocer Su voluntad y las fuerzas para cumplirla.

A medida que trabajo en los Pasos enfocándome en mi propia recuperación, y cuando trabajo con las personas que amadrino, muy a menudo veo elementos comunes que nos conectan. Esto se debe en parte a la naturaleza de lidiar con la enfermedad del alcoholismo en la familia. Pero también creo que es parte de un plan más amplio: la guía de un Poder Superior.

Uno de los fundamentos de mi recuperación es la oración y la meditación día a día para mejorar mi contacto consciente con mi Poder Superior. A menudo simplemente me siento, pidiendo la guía y la capacidad para reconocer Su voluntad para conmigo y las fuerzas para cumplirla.

Recientemente hice esto con la palabra «temor». El mismo seguía apareciendo una y otra vez: temor a cosas grandes y pequeñas. Entonces, como tengo la tendencia a hacerlo, pasé

unos días llevando en la mente la palabra temor, así como los diversos temores, mientras me sentaba ante la presencia de mi Poder Superior.

Al poco tiempo, surgió una oración: «Si uno puede utilizar hoy este temor, por favor muéstreme cómo hacerlo. Si no, ayúdeme a dejarlo a un lado». Era simple y directa, y algo que yo podía hacer por un día.

Durante las próximas semanas, esta oración se convirtió en mi compañera constante. Pude entregarle a mi Poder Superior mis temores y mis sentimientos —todo, desde irritaciones menores hasta la ira total— y decirle: «Si uno puede utilizar esto, muéstreme cómo. Si no, ayúdeme a abandonarlo».

Una vez más, se me ha mostrado una manera simple y práctica de utilizar estos principios en todas mis acciones y de seguir animándome a buscar un poder superior a mí misma para la cordura.

Cindy J. – FloridaThe Forum, noviembre de 2017

«Seguía apareciendo una y otra vez: temor a cosas

grandes y pequeñas».

Soy igual

Undécima Tradición: Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción. Necesitamos mantener siempre el anonimato personal en la prensa, radio, el cine y la televisión. Debemos proteger con gran esmero el anonimato de todos los miembros de AA.

Nuestra reunión estudia la Tradición correspondiente cada mes, y anoche estudiamos esta Tradición. Leímos toda la sección de la Undécima Tradición del libro Los Doce Pasos y las Doce Tradiciones de Al‑Anon (SB‑8), y luego los miembros compartieron. Noté que el compartir de un miembro se enfocaba repetidamente en la idea de la humildad. Yo también aprecié el enfoque de ser humilde.

En mi hogar afectado por el alcoholismo, era común para nosotros sentirnos con aires de superioridad moral. Parecía ser la forma en que nos definíamos cada uno de nosotros contra todos los demás en la familia, pero eso hacía que mi vida en el hogar fuera competitiva y polémica.

Otro punto débi l que tengo, posiblemente como parte de ser humana, es desear el reconocimiento, que me den gracias, que me brinden atención y

que me aprecien. No obstante, veo en mí misma la forma en que eso puede desviarme de mi propósito primordial y caigo en el deseo de prestigio. La lectura compartía sobre no esperar aplausos ni gracias por el servicio que realizo. Esto me recuerda tener en cuenta por qué sirvo. ¿Por qué les sirvo a mi familia, a mis amigos, a mi comunidad, a mi Grupo de Familia Al‑Anon? Recuerdo que no es para que me den las gracias ni para que me brinden atención, sino para mi propio crecimiento.

La lectura también me recordó que soy igual a mi esposo, a mis hijos, a mis vecinos, a mis alcohólicos, ni más ni menos que ellos. Tal como en mis reuniones, soy igual a todos los otros miembros de la hermandad de Al‑Anon. No soy vocera ni representante. Esta Tradición protege a la hermandad contra mí misma si me siento inclinada a actuar como tal.

Rose A.The Forum, noviembre de 2017

Al‑Anon y Alateen en acciónVol. 50 N.06 201720 21

NUESTROS TRES LEGADOS NUESTROS TRES LEGADOS

Una creación sorprendentemente efectiva

Undécimo Concepto: La Oficina de Servicio Mundial está compuesta de comités selectos, ejecutivos y miembros del personal.

El Undécimo Concepto revela que nadie tiene que funcionar solo. Todos los grupos, por definición, son plurales: comités, ejecutivos y miembros del personal. Si alguien en un cargo de servicio funciona solo, las decisiones que se tomen son solitarias y no necesariamente las mejores para nuestro bienestar común. «Dos cabezas piensan mejor que una» es sin duda el Undécimo Concepto en acción.

También aprecio la palabra «selectos» en este Concepto. Durante el tiempo que presto servicios en cualquier cargo, siempre estoy consciente de que alguien ocupará mi lugar una vez que termine mi periodo. Observo las habilidades de los demás: el entusiasmo, el compromiso y el posible liderazgo. En cierto modo, al considerar estos aspectos, estoy siendo «selectiva», buscando personas con criterios de liderazgo que sean importantes para fortalecer a nuestro grupo y a nuestra hermandad.

Cuando estaba en mi segundo año como Representante de grupo (RG), hablé con una miembro y la animé a que pensara en postularse para ese cargo. Ella se postuló y fue una excelente RG durante el periodo siguiente.

También estoy en un comité de congresos, y cada año buscamos nuevos miembros para el comité. Comenzamos preguntándoles a aquellos que conocemos y vemos regularmente en las reuniones del grupo base. También asistimos a otras reuniones, buscando los dones «selectos» de los demás. Vemos a aquellos que tienen conocimiento en la recuperación y un fuerte compromiso con el programa de Al‑Anon. Por lo tanto, rara vez estamos sorprendidos o decepcionados de la participación de un miembro. Aunque cualquier persona siempre es bienvenida si desea participar, seguimos seleccionando personas para el comité con base en los puntos fuertes que vemos en ellas.

Evito sugerir a personas que estén dispuestas pero que no parezcan capaces. Para que seamos un comité fuerte que tome buenas decisiones, nuestros miembros se «seleccionan» anteponiendo los principios a las personas. Quizá Al‑Anon no sea necesariamente bello por fuera, pero es una creación sorprendentemente efectiva que camina continua y lentamente a lo largo del horizonte llevando esperanza.

Judy K. – NevadaThe Forum, noviembre de 2017

Compartiendo el mensaje

Duodécimo Paso: Habiendo logrado un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a otras personas, y practicar estos principios en todas nuestras acciones.

«Me fijo en las habilidades de los demás: el

entusiasmo, la dedicación y el posible liderazgo».

Las oportunidades del Duodécimo Paso surgen en los lugares más inesperados. Recientemente, visité a mi bisnieto de dieciséis años, quien está en rehabilitación. Estuvimos en una gran sesión familiar con un orientador, otros menores y sus familias. Podíamos hacer preguntas o hacer comentarios, así que pregunté si alguien en la sala sabía de Al‑Anon. Nadie sabía, así que pude compartir mi experiencia, fortaleza y esperanza al decir lo que el programa ha hecho por mí. Animé a todos a que también encontraran un grupo. El orientador habló de las tres C, que, con respecto al alcoholismo, significa que no lo causé, no lo puedo controlar y no lo puedo curar.

Sentí que esta era una oportunidad de oro. Probablemente nunca sabré si alguno de ellos asistió a una reunión, pero creo que mi Poder Superior me puso allí ese día para plantar una semilla para los asistentes. ¡Qué privilegio!

Agnes M. – IllinoisThe Forum, diciembre de 2017

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NUESTROS TRES LEGADOS

Al‑Anon y Alateen en acción23

No soy la policía de Al‑Anon

Duodécimo Concepto: Las Garantías Generales de la Conferencia contienen la base espiritual del servicio mundial de Al‑Anon, Artículo 12 de la Carta.

La Cuarta Garantía declara «que ninguna acción de la Conferencia sea jamás personalmente punitiva ni incite a la controversia pública». Esta me recuerda tener una perspectiva espiritual cuando un grupo de Al‑Anon parezca desviarse de las Tradiciones y los principios. Eso significa que, si creo que un grupo o un miembro no está siguiendo un principio del programa, tengo la libertad de ir a una reunión diferente o comenzar una nueva.

En la página 334 de Senderos de recuperación (SB‑24), una miembro comparte que se unió a otros miembros de su distrito para solucionar el asunto de una reunión que, según ellos, se había desviado. «Recibíamos innumerables quejas sobre un grupo en nuestro Distrito. Varios de nosotros, los “expertos” de Al‑Anon, decidimos ir a esa reunión a demostrarles el error en sus procedimientos». Esta lectura me recordó que intentar «corregirlos» significaría que estoy tratando de controlar la situación. También significaría que he olvidado que cada reunión tiene su propio Poder Superior que la guía mediante su conciencia de grupo. Este es exactamente el mismo principio espiritual que me recuerda que no tengo derecho a decirle a la persona alcohólica en recuperación cómo debe mantenerse en sobriedad.

Hoy me doy cuenta de que ese pensamiento es una señal de alerta de que no estoy siguiendo mi programa. Los principios espirituales de Al‑Anon me recuerdan que cada miembro está en su propio camino espiritual, y también lo está cada grupo. Si en efecto tienen lecciones por aprender, estas vendrán mediante la voluntad de Dios, a la manera y en el momento de Dios, no a la manera ni en el momento que yo quiera.

Estoy agradecida por este recordatorio de «Que empiece por mí» y de que confíe en la capacidad de tener una actitud espiritual tranquila. La aplicación de estos principios en todas mis acciones me brinda tranquilidad en las relaciones conmigo misma, con mi Poder Superior y con todos los demás en mi vida.

AnónimoThe Forum, diciembre de 2017

Soltando las riendas de mis secretos

Duodécima Tradición: El anonimato es la base espiritual de nuestras Tradiciones y siempre nos recuerda que debemos anteponer los principios a las personas.

Mi vida está tejida con muchos hilos de colores, pero los que están teñidos de alcoholismo han sido parte del tapiz de mi vida desde que era niña. Me encantaba jugar afuera y andar en bicicleta por horas. Pero igualmente me encantaba jugar en mi cuarto porque era un refugio seguro cuando mi papá bebía. Aunque nunca fue abusivo, su forma de beber hizo que todos en la casa se pusieran tensos, y me avergonzaba invitar a amigos a mi casa cuando se emborrachaba.

Cuando me preparé para ir a la universidad, me alegré en secreto de alejarme de esa parte de mi vida en el hogar, aunque amaba a mis padres y sentía que me amaban profundamente.

Poco sabía en ese momento que la señal invisible en mi frente, la cual decía: «Aquí estoy, tu cuidadora», me llevaría a relacionarme con hombres maravillosos pero alcohólicos, incluido con el que me casé.

Quince años después, finalmente caminé, o quizá me tropecé al ir, a mi primera reunión de Al‑Anon. Inicialmente no confié en la gente que estaba allí. Después de todo, estaban riéndose y hasta parecía que estaban agradecidos de que sus alcohólicos formaran parte de su vida.

Pero seguí regresando. Estaba escuchando mi historia, solo con diferentes nombres y lugares. Debido a la Duodécima Tradición, había encontrado un lugar seguro para compartir mis secretos, y pensé: ¡Qué alivio!

Ahora, años más tarde, estoy muy agradecido de ser parte de esta hermandad. A veces, ese viejo pensamiento comienza a infiltrarse en mi cerebro. Pero rezar, escribir un diario, leer mi Literatura Aprobada por la Conferencia (LAC) o levantar ese teléfono pesado me recuerdan que no es asunto mío lo que los demás piensen de mí. Nunca me «graduaré», y no tengo la intención de hacerlo. La vida sigue sucediendo, y sigo viniendo felizmente, un día a la vez, y año tras año.

AnónimoThe Forum, diciembre de 2017

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ALATEEN

Alateen me brinda instrumentos para salir adelanteLos nervios me dominaban. ¿Qué

tal si llegan a casa y todo anda mal? —Pensaba. ¿Qué tal si tengo que preparar la cena sola? Trato de vivir de acuerdo con el lema «Suelta las riendas y entrégaselas a Dios» todos los días, pero en la escuela me siento y no dejo de preocuparme sobre lo que sucederá cuando llegue a casa. Aun así, sin Alateen, no estaría pensando en ninguno de los lemas porque no los escucho lo suficiente en ningún otro lado.

La Oración de la Serenidad me ayuda a darme cuenta de que no puedo cambiar a las personas alcohólicas. No puedo obligarlas a obtener ayuda. Lo único que puedo hacer es orar para que mejoren. En Alateen he encontrado nuevos amigos a quienes puedo acudir en busca de ayuda porque sé que tenemos un problema similar. Me siento muy agradecida por todo lo que Dios y mis amigos en Alateen me han dado: esperanza, paz y valor para no dejar que la enfermedad me deprima.

Hailey J.The Forum, diciembre de 2017

«La Oración de la Serenidad me ayuda a darme cuenta de que no puedo

cambiar a las personas alcohólicas».

Al‑Anon y Alateen en acción es publicado en español seis veces al año por Al‑Anon Family Group Headquarters, Inc., 1600 Corporate Landing Parkway, Virginia Beach, VA 23454‑5617.Número para llamadas gratuitas para solicitar información sobre las reuniones: En los EE.UU. y el Canadá: 1‑888‑4Al‑Anon.Suscripciones anuales: Estados Unidos y el Canadá: Suscripción Individual US$10.00. Para el resto de los países: Individual US$13.00.Este boletín contiene noticias, guías y comentarios provenientes de miembros de Al‑Anon, de voluntarios, del personal y de lectores que comparten sus experiencias de crecimiento espiritual, individual y de grupo por medio del servicio.