El consumismo y Mxico.Norahenid Fernanda Morales AmezcuaEscritura Creativa y LiteraturaTrabajo final de Humanismo.

La cultura del consumismo nace en Estados Unidos, ha terminado por inundar al mundo entero, imponiendo sus pilares. Cmo no notar el bombardeo incesante que vemos a diario? En cada esquina hay un anuncio publicitario que indica cmo estar dentro del canon de moda: una nueva pelcula (que nos golpea con su cultura por todos lados, aun as tenemos que pagar por ello), una nueva forma de vestir (siempre a precios exorbitantes), un nuevo celular (exactamente igual al anterior, slo que ms grande). Todo lo necesario para sentirte en un estrato social mayor al que perteneces, crear una ilusin de tu realidad, a base de objetos. Aqu en Mxico es una continua lucha de culturas, que nos mantiene en una especie de limbo, en el que ni somos mexicanos por comer tacos, ni somos gringos por tener el nuevo iPhone. Mxico siempre ha tenido un arraigo muy fuerte en torno a la gastronoma. Pero los ltimos aos ese pilar (que ni los espaoles haban logrado mover), se est comenzando a cambiar la tortilla por un hot-dog. Con la cultura ha pasado algo similar, hemos cambiado los libros de escritores latinoamericanos por las malas traducciones de best-sellers, que de igual manera slo nos sumergen en una realidad tan alejada que nunca podemos sentirnos realmente pertenecientes. La msica, que hemos llegado a considerar que la que se crea y produce en nuestro territorio es solamente para un estrato especifico, denominado naco. Porque lo de moda es escuchar canciones en ingls, que aunque no sepamos el significado al primer momento (ya que no es nuestra lengua materna), es mejor que nos vean escuchando a Lady GaGa, U2 o Lana del Rey que Julion lvarez o Gloria Trevi. De nuevo este desprecio inconsciente a nuestra cultura. Y aqu es donde nos ponemos a pensar en que estamos atados a esquemas que no encajan en Mxico, pero lo ms alarmante es realmente conocemos una cultura mexicana que no sea confundida con tacos o da de muertos? Una cultura podra definirse cmo un pensamiento particular de un conjunto de personas, y esto tiene como fruto todo aquello que pensamos que es cultura (tradiciones, comidas, das festivos). Cul es el pensamiento mexicano? Ser perezoso y tramposo?El consumo sistemtico en todo los mbitos es una forma de vida actualmente, una que slo consiste en atraer hacia si todo lo que se pueda, sin importar si nos sirve de algo, o lo entendemos.El arte visual, no es la excepcin, cmo olvidar el boom que azot a la Ciudad de Mxico, con la exposicin de Yayoi Kusama, con una audiencia fuera de precedentes, a tal grado que tuvieron que abrir el museo en la madrugada para que un mayor nmero de personas pudieran entrar. Hasta la reventa llego el boom, con los boletos a precios exorbitantes, siendo que para muchas personas eran gratis. Y al final, nadie est seguro de si la exposicin realmente tuvo el impacto que su autora esperaba, porque solamente las redes sociales estaban atestadas de selfies en la exposicin, dejando al aire la pregunta de si no hubieran permitido el uso de cualquier medio para tomar fotografas hubiera tenido el mismo xito que tuvo?El consumismo desvirtua todo el sentido de las cosas. La ansia desmedida por tener ms y ms, ha llevado a que el mundo est controlada por unas cuantas familias, que ni gastando su dinero desmedidamente se acabara al llegar a sus nietos, y aun as siguen acumulando toneladas de dinero.La sociedad nos invita a ser observadores de nuestra vida, porque ya no podemos controlarla, todo est en manos de circunstancias lejanas, ms all que un Dios. Ya que podemos esperar a que si oramos, pueda tener misericordia pero con estas nuevas fuerzas, es imposible esperar que la tengan. Es impreciso saber cul ser el futuro que le aguarda a nuestra sociedad, la desnaturalizacin y el desprecio a nuestra especie, es alarmante, nos duele ver un perro atropellado que una masacre en frica. Es mejor tener un perrhijo a tener un beb; es increble el nivel de desapego que sienten las personas a su misma especie, tal vez porque conocemos nuestros lmites y definitivamente, no hay escrpulos.