El Conocimiento Oculto
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El conocimiento oculto
Pensemos que alguien, en un tiempo muy antiguo (quizá alguno de nuestros antepasados)
dio nombre al astro celeste de la noche. Casualmente este individuo la nombró luna o moon
o Mond, según el caso. Si continuamos indagando por este camino, nos toparemos con uno
de los problemas más antiguos, me refiero al de la razón humana. Pues dentro de esta
concepción de los hechos cabe preguntarse qué fue primero, si la idea o el objeto.
No sólo los filósofos, sino también los teólogos y científicos se han preocupado,
desde que la humanidad tiene memoria, por el límite y alcance de nuestras facultades
cognitivas. Vienen a mi memoria Descartes y Leibniz con el innatismo; Berkeley y Hume
con el empirismo; el idealismo de Platón y también la crítica transcendental de Kant; pero
algunos han quedado olvidados: los «gnósticos».
Christoph Markschies, escritor del libro "La gnosis", esboza en cerca de doscientas
páginas el carácter problemático del concepto «conocimieto». Comienza con la visión
platónica en la antigua Grecia; pasa por el helenismo, hace una breve digresión para tocar el
tema de la percepción judía y después llegar a su punto: la encrucijada de culturas a
mediados del siglo II en Alejandría, lugar donde según los historiadores tuvo origen el
movimiento o escuela gnóstica.
El autor, con magistral autoridad, expone metódicamente la importancia del
pensamiento religioso de esta época; hace referencia al sincretismo que se dio con los
cultos paganos, la relación entre los pueblos orientales, etcétera; pero el argumento central
es el bosquejo de diversas doctrinas, junto con sus principales representantes (Basílides,
Marción) y adversarios eclesiales (Ireneo, Justino), sin dejar de lado los documentos
hallados en 1945 en Nag Hamaddi en lengua copta. Finalmente, una lúcida disertación
acerca del mundo antiguo y su relación con la actualidad cierran el capítulo para invitarnos
a consultar los textos originales.
Reseña escrita por Irvin Payán, El Péndulo Perisur