EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

24
15 EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA, LAS GRANDES PUNTAS ESPECIALIZADAS Y SU RELACIÓN CON LOS MODOS DE VIDA PREAGROALFAREROS EN LA PREHISTORIA DE SANTO DOMINGO ELPIDIO ORTEGA JOSÉ G. GUERRERO Establecemos sus posibles relaciones con otros pobladores prehistóri- cos dominadores o no de la talla del Sílex, presentes en la isla de Santo - Domingo. Por primera vez se realiza un estudio clasificatorio de los utensi_ lios de éste poblador "Cordillerano" que bien podría ser el pionero en las - Antillas, basado en una muestra cuantitativamente importante y de una varia- da procedencia geográfica. LAS MIGRACIONES PREHISTÓRICAS EN LAS ANTILLAS A medida que aumentan los trabajos de campo y los intentos de estable_ cer el marco cronológico de la prehistoria antillana se constata un fenómeno constante e importante: las condiciones ecológicas y la ubicación geográfica de las islas del Caribe fueron factores de gran atracción migratoria para p£ bladores prehistóricos continentales desde un lapso extensible a los 6,000 - años A.C. y con variados esquemas tipológicos y diferentes formas de enfren- tar el medio ambiente. Se ha superado la explicación que atribuía a las eventuales luchas iri tertribales e interciánicas de culturas preagrarias o agrarias como el fac - tor básico de las migraciones prehistóricas de las Antillas. Por otra parte, los trabajos arqueológicos han permitido establecer cinco esquemas de pobla- miento preagroalfareros con tipologías instrumentales más o menos homogéneas, pero diferenciables entre sí, vinculadas con orígenes migratorios diferentes tanto en el tiempo como en el espacio ecológico. Existen seis factores básicos de atracción que permiten entender el - tremendo influjo condicionante que ejercieron las Antillas sobre los grupos- precerámicos del Continente. 1) Importancia de las corrientes marinas como medio de transporte. 2) Conocimiento de medios de transporte de carácter acuático.

Transcript of EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

Page 1: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

15

EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA, LAS GRANDES PUNTAS ESPECIALIZADAS Y SU RELACIÓN

CON LOS MODOS DE VIDA PREAGROALFAREROS EN LA PREHISTORIA DE SANTO DOMINGO

E L P I D I O ORTEGA

J O S É G. GUERRERO

Establecemos sus posibles relaciones con otros pobladores prehistóri­

cos dominadores o no de la talla del Sílex, presentes en la isla de Santo -

Domingo. Por primera vez se realiza un estudio clasificatorio de los utensi_

lios de éste poblador "Cordillerano" que bien podría ser el pionero en las -

Antillas, basado en una muestra cuantitativamente importante y de una varia­

da procedencia geográfica. LAS MIGRACIONES PREHISTÓRICAS EN LAS ANTILLAS

A medida que aumentan los trabajos de campo y los intentos de estable_

cer el marco cronológico de la prehistoria antillana se constata un fenómeno

constante e importante: las condiciones ecológicas y la ubicación geográfica

de las islas del Caribe fueron factores de gran atracción migratoria para p£

bladores prehistóricos continentales desde un lapso extensible a los 6,000 -

años A.C. y con variados esquemas tipológicos y diferentes formas de enfren­

tar el medio ambiente.

Se ha superado la explicación que atribuía a las eventuales luchas iri

tertribales e interciánicas de culturas preagrarias o agrarias como el fac -

tor básico de las migraciones prehistóricas de las Antillas. Por otra parte,

los trabajos arqueológicos han permitido establecer cinco esquemas de pobla-

miento preagroalfareros con tipologías instrumentales más o menos homogéneas,

pero diferenciables entre sí, vinculadas con orígenes migratorios diferentes

tanto en el tiempo como en el espacio ecológico.

Existen seis factores básicos de atracción que permiten entender el -

tremendo influjo condicionante que ejercieron las Antillas sobre los grupos-

precerámicos del Continente.

1) Importancia de las corrientes marinas como medio de transporte.

2) Conocimiento de medios de transporte de carácter acuático.

Page 2: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

¿12

3) Importancia de la posición de las Antillas Menores, desde cuyo -

arco, así como desde la costa norte de Venezuela, se hace posi -

ble el aprovechamiento del flujo de vientos y corrientes que se

desplazan al sur del archipiélago antillano en dirección e s t e —

oeste. (Existencia de cayos e islotes entre la costa atlántica

nicaragüense y las grandes Antillas que posibilitan un tránsito

de escalas muy cortas.

4) Presencia del factor mangle y de bancos coralinos cuya posición c£

mo elementos circundantes d» las islas en los cuales existía una -

fauna aprovechable de peces, aves y moluscos.

5) Presencia de una fauna inocua y un clima ajeno a toda expresión de

carácter catastrófico.

6) Presencia en la mayoría de las islas de importantes llanos coste -

ros y de un régimen regular de lluvias, así como de un clima en -

franca consonancia con el clima tropical lluvioso de donde proce­

dían los pobladores. (1)

Esta enumeración que no es exhaustiva pone de manifiesto y dominio los

factores de atracción (isleños) sobre los de expulsión (continentales) , conste

tándose cuatro zonas que fueron objeto de explotación de los grupos que sub -

sistían por la caza, pesca y recolección; la costa, los llanos costeros, el-

mangle y los sistemas montañosos.

Desde el año de 1973 se ha venido planteando un nuevo esquema tipológi

co y cronológico para el estudio de los grupos preagroalfareros de Santo Do -

mingo y el Caribe. (2)

El concepto etnológico de "Ciboney" que trataba de agrupar el precerámi

co cubano en tan sólo dos expresiones tipológicamente excluyente Cuayabo Blan-

co-concha/Cayo Redondo-piedra pulida, resultaba inoperante hasta para la pro -

pia prehistoria cubana,debido a la rica y novedosa información de campo obte­

nida en el área antillana.

La isla de Trinidad (sitio guía Banwari Trace), presenta el poblador -

más antiguo de las Antillas que confecciona sus artefactos simétricos fundamen

talmente en piedra pulida con fechas que se remontan hasta los 5,500 años A.C.,

extendiéndose este esquema "Banwaroide1,1 a las demás islas. En las Antillas Ma-

Page 3: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

313

yores (Cuba y Santo Domingo), aparece hacia el 3000 años A.C. y el 2600 años -

A.C. un poblador ("Seboruco- MordSn), que hace sus utensilios planos convexos

mediante la talla del Sílex, tales como navajas, cuchillos, lascas y raspado -

res, pero con ausencia de puntas pedunculadas. En Cuba existió otro poblador-

(" Guayaboide"), que realizo sus artefactos en base a la concha, siendo la

Gubia un útil diagnostico, con fechas que se remontan al 2,000 A.C. muy similar

al poblamiento costero del noroeste de Venezuela, conocido como Manicuare. En

Santo Domingo se conocen los sitios La Isleta y Cueva del Ferrocarril, aun­

que sin la presencia de la Gubia de concha. Desde un poco anterior al seguri

do milenio A.C, las Antillas presentan otros asentamientos ("Hibridoide")

que tipológicamente no son "puros", es decir, no confeccionan sus utensi

lios en una sola clase de materia prima, hibridando su ajuar con piedra pva

lida, Sílex, concha y posiblemente,madera. Estos cuatro esquemas explota­

ron diversos medios ecológicos durante un tiempo suficiente como para crear

una disposición estratigráfica de sus restos culturales.

En el año 1973,Marcio Veloz Maggiolo y Elpidio Ortega, presentaron en-

el "First Puerto Rican Symposium on Archaelogy of the Caribbean Area", una -

ponencia titulada " El Precerámico de Santo Domingo, Nuevos Lugares y su

Posible RElación con otros puntos del Area Antillana", donde exponen "El

Complejo de la Cordillera',' una tradición que poseee los artefactos de Sílex,

predominantemente puntas lanceoladas, foliáceas y pedenculadas de mayor ta­

maño y mejor técnica de talla del área antillana. Desgraciadamente, sus

restos culturales no aparecen dispuestos en una secuencia estratigráfica, -

sino que aparecen como piezas aisladas en diversas colecciones privadas.

Los autores asociaron los restos de grandes edentados con la existencia de-

de estas puntas trabajadas por este poblador que habitara casi exclusivamen_

te en nuestros sistemas montañosos. A diferencia de los cuatro esquemas -

anteriormente señalados para los cuales el mangle y la costa serían los ele

mentos esenciales para la recolección, y la pesca, es decir, para los cua -

les "seguir la costa sería lo mismo que seguir el mangle", este poblador -

cordillerano se remonto rápidamente a las montañas evadiendo el mangle y la

costa subsistiendo mediante la caza de una fauna isleña (edentados y otro tipo

de fauna menor que existía en la Isla), que en las zonas continentales ya ej3

taba en franca decadencia y extinción. (3)

Page 4: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

314

LAS ZONAS DE APARICIÓN DE LAS PUNTAS

Las puntas cordilleranas sólo habían sido observadas por los arqueólogos en

varias colecciones privadas que habían obtenido las piezas en: Jarabacoa, -

en Santiago (Lie. Manuel Casals Victoria, en Montecristi (Sr. Andrés Socías);

en Azua (Dr. Arístides Estrada), en Courí Fort Liberté y Cabaret en la Re-

publica de Haití (excavaciones del Dr. Irving Rouse,en 1934) y en Samaná

por el Dr.Herbert w. Krieger para el año de 1929. Es obvio aclarar que sal

vo los trabajos del Dr. Rouse los otros hallazgos no cuentan con informa -

ción arqueológica de importancia y sólo se señala de manera general el muni­

cipio o poblado de la obtención de las piezas, especificando que ninguna -

fue extraída por métodos de excavación.

Hata el 1973 se pensaba que Constanza, Jarabacoa y Valle Nuevo, eran-

los sitios que debido a la "variedad de los tipos de hojas, sugiere que allí

fue donde tuvo lugar un mayor desarrollo de la industria". (4) Sin embargo.los

autores de la presente ponencia desde el año 1980 emprendieron la tarea de

examinar las diferentes zonas montañosas del País que coincidían con la in­

formación de procedencia de los coleccionistas. Observamos los dibujos y-

fotos de las piezas reportadas (siendo incluidas en la muestra de este estii

dio) y otras que permanecían inéditas. Realizamos un "Survey" exhaustivo -

de las inmediaciones de la Sierra de Neiba y el Valle de San Juan de la Ma-

guana (entre los 18^ de latitud y 71a de longitud), en los sitios: Capá, Ca

pulín, Vallejuelo, Chalona, Cardón, Caney, Copey, Los Hinojos y Cañada de -

Palma, lugares donde recuperamos un total de 4_6_ piezas, que representan el-

76.70% del total de la muestra, revelando esta última zona como el centro -

de talla y dispersión de las puntas más importantes de la Isla de Santo Do­

mingo.

Page 5: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

315

Nuestro gráfico de distribución geográfica de las puntas es el siguien

te:

° San Juan de la Maguana 46 puntas 76.70% del total

° Jarabacoa y Constanza 6 puntas 10% del total 0 Montecristi y Chacuey 4 puntas 6.66% del total 0 Courí y Cabaret (Haití) 1 puntas 1.66% del total

° Samaná 1 puntas 1.66% del total

° Azua 1 puntas 1.66% del total 0 Barahona (Las Salinas) 1 puntas 1.66% del total

Total 60 100%

Solamente en Cañada de Palma donde encontramos (siempre en superficie)

una punta de 2JL Cms. de longitud, con el dorso semilascado y de pedúnculo

recto (familia 2, tipo A según nuestra clasificación), reportada en nuestro -

libro "Estudio de 4 Nuevos Sitios Paleoarcaicos en la Isla de Santo Domingo',' (5)

localizamos mediante excavación por niveles arbitrarios de 10 Cms. de espesor

una especie de raspador muy tosco que debido a la ausencia de restos de ali -

mentación y la falta de asociación con otros utensilios no lo catalogamos co­

mo un artefacto verdadero.

Por otro lado, en las excavaciones del 1978 del sitio Las Salinas ubi­

cado en las costas de la bahía de Neyba, provincia de Barahona, en una zona -

costera y lacustre vinculada a un esquema "Barreroide" con un fechado de - -

2480 A.C., colectamos a los 20 Cms. de la superficie la primera punta foliá­

cea (encontrada de excavación) de 13 Cms. de longitud, 5 Cms. de ancho mayor,

con un pedúnculo recto bien tallado y una serie de retoques marginales en uno

de los bordes para hacerla converger en punta. Tanto por su tamaño como por

su asociación al esquema de lascas y navajas se aleja de las puntas de las Z£

nas no costeras, aunque no podemos desvincularla totalmente del esquema cor­

dillerano, pudiendo llegar allí por intercambio, movilidad o innovación inde­

pendiente .

La ecología actual de la zona de San Juan de la Maguana,asociada a las

puntas es una antigua área boscosa, con lometas, cañadas y llanos con decli -

ves menores del 30% y relieve localizado a 500 Mts. sobre el nivel del mar

como promedio, permitiendo abundantes ríos, cañadas y riachuelos. A pesar

Page 6: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

316

que la frontera de la movilidad de éstos grupos sería un cercado creado por -

las sierras, sin embargo se observan una serie de laderas y caminos comunicari

tes entre las Sierras Bahoruco, Neyba y la misma Cordillera Central. Es de -

cir, que la aparente barrera creada por los sistemas montañosos también perita

tía una ruta migratoria natural.

RASGOS DIAGNÓSTICOS DE LA TALLA

Lo primero que debemos señalar es que no se cuenta con precedentes tan

to respecto al tamaño de las puntas, la frecuencia de aparición como por la -

precision en la talla en el hemisferio continental y, quizás mundial.

La muestra estudiada presenta una gran selectividad en la talla de nú-.

cieos para obtener los utensilios precisos; ausencia de restos de taller sea-

detritus o debitage o núcleos, ya trabajados con uso o sin uso; presencia evi

dente de un pedúnculo en la zona proximal y la convergencia en punta en su zo

na distal ; ausencia de un retoque bifacial- superficial total, manteniendo -

siempre plano el lado anterior, eventuales retoques en el dorso y aristas que

pueden según el caso ser eliminadas o no; constancia de un tamaño promedio

que oscila en su longitud de 7 a 29.5 Cms..; de 3.5 Cms. a 8 Cms., su mayor

anchura de 1.5 a 7 Cms. de largo peduncular.

Para nuestra clasificación utilizamos los criterios generales de Angel

García Gook, presentados en su libro "Análisis Tipológico de Artefactos',' (6)como

son: Industria, clase de uso, categoría, familia y tipos. De acuerdo a la -

invadencia del lascado en el dorso y al tipo de pedúnculo tallado obtuvimos -

la clasificación de 6 tipos de puntas fundamentales , evitando crear varian­

tes específicas que sólo pueden ser establecidas mediante una muestra mayor -

en cada zona de estudio.

LAS PUNTAS SON LAS SIGUIENTES;

FAMILIAS

1) No lascado en el dorso

2) Dorso semi-lascado

3) Dorso lascado

Page 7: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

317

TIPOS

a)

b)

a)

b)

a)

b)

Pedúnculo

Pedúnculo

Pedúnculo

Pedúnculo

Pedúnculo

Pedúnculo

recto

circular

recto

recto continuo

recto

circular.

Aunque desconocemos los núcleos tallados, creemos que primero era necesa_

rio realizar el lascado del dorso sobre el propio núcleo, luego desprender la

lasca, afinar con cuidado el pedúnculo y, finalmente, aplicar varios retoques

abruptos en los extremos laterales para hacerlos converger en punta si es ne­

cesario.

De acuerdo a la relación funcional, el trabajo de rebaje de la arista -

dorsal puede estar vinculado con una actividad mayor de penetración o au­

mento de su posible aerodinamismo, en tanto que el pedúnculo circular permi­

tía adherir la pieza a un asta enmangable por amarre, y el pedúnculo recto-

(y fino) permitiría insertarla dentro de un mango de madera.

La materia prima usada es muy abundante (quizás la cantera abierta de

Silex más grande de las Antillas se encuentre en el suroeste de la Isla de San

to Domingo) y de excelente calidad. El Sílex presenta un buen nivel de cris

talización y ausencia casi total de incrustaciones intrusas de otros minera­

les que facilitarían una fácil rotura de la pieza. Notamos que la frecuen -

cia de las puntas está en franca relación con la abundancia y calidad de la-

materia prima, debido a la existencia de una serie de puntas no acabadas en-

su proceso total de talla. La fractura del pedúnculo era el mayor factor de

abandono de la talla.

Como no tenemos la secuencia extratigráfica no podemos establecer la re

lación de las puntas con la existencia de lascas, navajas y raspadores déla

fractura "barreroide" que los coleccionistas privados poseen y que afirman -

haberlas obtenido en la misma zona de procedencia de las puntas.

DESCRIPCIÓN DETALLADA DE LA MUESTRA

Siguiendo el diagrama de clasificación vamos a describir una sola pieza-

correspondiente a cada una de las familias y tipo:

Page 8: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

318

Familia 1 y Tipo A. (véase figuras 4-19):

Punta pedunculada con las siguientes dimensiones:

Longitud 17 Cms., ancho mayor 8 Cms., longitud del pedúnculo 4.5 Cms.-

Procedencia - Jarabacoa.

Retoques secundarios en un solo lado.

Familia 1, Tipo B.

Punta pedunculada - dimensiones :

Longitud 21 Cms., ancho máximo 6.6 Cms., longitud del pedúnculo 5 Cms.-

Procedencia - Vallejuelo, San Juan de la Maguana.

Retoques secundarios en ambos lados.

Familia 2, Tipo A.

Punta pedunculada, dimensiones:

Longitud 18 Cms., ancho mayor 6 Cms., longitud del pedúnculo 3 Cms. -

Procedencia - Chalona - San Juan de la Maguana.

Retoques sencundarios con un solo. lado.

Familia 2,Tipo B.

Punta pedunculada, dimensiones:

Longitud 29,5 Cms., ancho mayor 4.5, longitud del pedúnculo 7.5 Cms.-

Procedencia Caney, San Juan de la Maguana.

Retoques secundarios simétricos en ambos lados, 50 Cms. en cada uno.

Familia 3,Tipo A.

Punta pedunculada, dimensiones:

Longitud 20 Cms., ancho mayor 5,6 Cms., longitud del pedúnculo 4 Cms.

Procedencia - Jarabacoa.

Retoques secundarios en un solo lado.

Familia 3, Tipo B.

Punta pedunculada, dimensiones:

Largo 19 Cms., ancho mayor 6 Cms., longitud del pedúnculo 5 Cms.

Procedencia Capa, San Juan de la Maguana,

Retoques secundarios en ambos lados.

Page 9: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

319

EL MODO DE VIDA EN LA CORDILLERA

Por nuestra condición de isla tenemos que aceptar obligadamente que -

todos los asentamientos prehistóricos tienen un origen continental y que -

las migraciones se realizaron por vía acuática, aunque ciertas condiciones

físicas del transporte pudieron ser más ventajosas en el pasado. En el Con_

tinente Americano se conocen tres expresiones que pueden tener vinculación

con una forma de subsistencia basada en la gran caza de la fauna de origen

pleistocénica, pero que sobrevive unos milenios más durante el holoceno.-

En primer lugar está el horizonte preproyectil, que comienza a los 38 mil-

años A. C ; luego aparece el cazador que utiliza puntas de proyectil cuyo-

auge es posterior al décimo milenio A.C. y, finalmente, emerge un poblador

epipaleolítico que continúa manteniendo la caza de animales para su subsis­

tencia; pero además comienza hacer énfasis en la recolección de vegetales-

y moluscos.

Las puntas de la Cordillera es una tradición muy distinta a las puntas

americanas, debiendo tener una técnica correspondiente alos grupos epipa -

leolíticos del Continente que en su proceso específico de adaptación a un-

medio isleño pudo tener dos posibilidades de ajuste tecnológico. Este pp_

blador conocía una técnica general de extracción de puntas que desarrolla-

ante la abundancia de una materia prima excelente y una ecología positiva-

basada en la existencia de grandes edentados.

La innovación tecnológica pudo haber tenido dos orientaciones:

a) El poblador se ajusta a la innovación (cambio ambiental) continuar^

do la talla de puntas.

b) El poblador si no dominaba la técnica de puntas, sí conocía la ta_

lia de navajas, pero debido a su adaptación a la fauna de la monta

ña crea innovadoramente las puntas.

Si la segunda orientación fuese correcta se constatarían dos expresio­

nes líticas diferentes: una de navajas y lascas para la costa vinculada a-

la recolección y pesca; y otra, de grandes puntas asociadas a la gran caza-

cordillerana.

La posibilidad de que las puntas de la Cordillera fueran una subtradi-

ción derivada de la técnica Seboruco-Mordán es sustentada por Januz Kozlo-

Page 10: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

320

wski. (7)

Por nuestra parte consideramos que sólo el hallazgo de la puntas en -

un contexto estratigráfico, con sus restos de taller y de alimentación po -

dría resolver los términos de la relación. Sin embargo, consideramos difí­

cil que el poblador "mordanoida" fuera el tallador de las puntas, ya que las-

excavaciones realizadas en Barrera, Seboruco, Levisa, Las Salinas, Paso Se­

na revelan una ausencia casi total de las grandes puntas pedunculadas. De_s

de este punto de vista en la Cordillera están presentes tanto las puntas co

mo las navajas y lascas, mientras que en los sitios "mordanoides" el esque­

ma permanece más puro o exclusivo.

Consideramos que las puntas podrían tener tres usos básicos:

a) Defensa personal:

b) Artefacto intermedio usado como raspador manual para confeccionar otros

útiles en madera o aplicado a la elaboración y preparación de alimentos (8);

c) Caza de los grandes mamíferos antillanos presentes en un medio marino -

como el manatí (Trichechus manatus) y la foca tropical (Monachus tropi-

calis) o la gran fauna referida de edentados de la familia Megalochini-

dae.

De acuerdo al tamaño y la presencia del pedúnculo eran armas enmangadas.

No creemos que tuviesen un uso exclusivo como raspador, pues, este útil no -

tendría que tener necesariamente forma de punta ni poseer la espiga para ha -

cer esa función, sirviendo para tales fines cualquier lasca para el corte y -

desgaste. En cuanto a la caza de mamíferos marinos es una actividad más vin

culada al esquema costero que al cazador délas montañas. No queda, pues,

otra opción, sino vincular las puntas a la existencia délos edentados, los -

cuales serían cazados "cuerpo a cuerpo, como se planteó desde el 1973. (9)

LOS EDENTADOS Y SU RELACIÓN POSIBLE CON EL HOMBRE

Según el profesor Eugenio de Js. Marcano del Orden Edentata, familia Me

galochinidae existían en Cuba 8 especies; 2 en Puerto Rico y 6 en Santo Do -

mingo. Las especies dominicanas son las siguientes: Parocnus Serus, Acro-

to.cnus Comes, Acrotonus Odontrigenus, Acratonus Antillensis, Megalocnus Ro

dens y el Mesocnus Browni. Todas son especies paleontológicas cuyo registro -

Page 11: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

321

está presente en por lo menos 13 localidades de la Isla y. al parecer, exis­

ten seis posibles pruebas vinculables a una coexistencia con el hombre.

1) Chingúela, Constanza, Prov. La Vega: En el 1971 el profesor Roberto

Cas-S.á, localizó en una pequeña cueva cercana al río Cabuya a

1584 metros sobre el nivel del mar varios restos óseos pertenecieri

tes a 4 Parocnus en buen estado de conservación con una fecha ra

dio carbónica de 850 años A.C.. Debido al pequeño diámetro de -

abertura (50 Cms.), se supone que esos animales de más 250 1i -

bras no pudieron morir allí naturalmente, sino que"fueron depos¿

tados en el lugar en períodos fríos de la Cordillera',1 (10) .

2) Escalera Abajo, Altamira, Prov. Puerto Plata: Excavaciones reali_

zadas por Renato Rímoli en el 1980 en dos cuevas funerarias repo£

ta un fragmento dental de un edentado posiblemente del género Pa­

rocnus: "las osamentas humanas y animales se encontraban entre -

mezcladas sin observar ningún orden anatómico. Por primera vez -

se informa la presencia de restos de mamíferos edentados (Paroc -

nus) en sitios arqueológicos de Santo Domingo" (11).

3) Rincón Naranjo, Cornatillo, Bayaguana, Prov. San Cristóbal: En el-

1964 el profesor Jesús Marcano informa en una cueva de Bayaguana-

"Allí vivía un indígena que comía Acratocnus, el que por el tama­

ño de los huesos que dejó, aparentaba pesar más de sesenta libras;

después que hubo comido marcó los huesos (el indio) murió y sus -

huesos se mezclaron con el de los animales que había comido". Se

informa también varios huesos de quelonio (12).

4) Cueva del Ferrocarril, Sabana de la Mar, Prov. Seybo: En el año-

1929 el arqueólogo americano Herbert W. Krieger localizó un resi-

duario en la Cueva del Ferrocarril donde "se encontraron restos -

de jutías, aves cangrejos, conchas, corosos y huesos de Megaloc -

nus" Las piezas recolectadas por H. Krieger fueron depositadas en

el Instituto Smithsoniano (13).

5) Cueva Hoyo de Sanabe, Cotuí, Prov.Juan Sánchez Ramírez: El Prof.

Dato Pagan Perdomo informa en el 1978, acerca de una serie de

Page 12: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

322

pictografías existentes en ésa cueva que representan la fauna co­

tidiana de tos aborígenes agricultores de Santo Domingo como jutl-

as, iguanas, murciélagos, pero, además un animal desproporcionada^

mente grande llevado por dos hombres colgado horizontalmente en -

un palo, que según el Prof. Pagan se trata de un edentado. Este-

sería el primer reporte de edentados en el arte rupestre de Santo

Domingo (14) .

6) Cueva de Borbon, Prov. San Cristóbal: En el 1978 El Dr. Fernando

Morbán Laucer, reporta en esta cueva que" junto a las osamentas -

de una fauna ya extinguida perteneciente a nuestra prehistoria -

encontramos restos posibles de Megalocnus Rodens Comes y Acrotoc_

nus, localizándose un percutor grande roto, usado para fracturar hue_

sos, instrumentos y lascas de pedernal, para cortar carne y ras -

par los huesos. Los intrumentos de Pedernal presentan una simili­

tud a las encontradas en Barrera , Azua y también aparecieron o -

tros instrumentos de pedernal de coloración azulosa, transportado

desde río Blanco, Tábara, Prov. de Azua, fragmentos de ollas cons

truídas en cerámica pertenecientes a los grupos culturales Igneri,

Ostiones y Tainos" (15).

En cuanto a las puntas que el Dr. I. Rouse reporta para Courí, y Caba -

ret en Haití, aparecen en un contexto mesoindio. Excavaciones llevadas a ca­

bo por Ovidio Dávila en el 1978, éste informa que los artefactos de sílex pe£

cutidos de la zona no fueron trabajados allí, pues, existe una carencia de

materia prima y restos de taller, planteando su necesaria importación. En su-

informe no se reportan casos de puntas (16) .

Según el Dr. Marcio Veloz Maggiolo en zonas cercanas a Cabaret, reciente

mente el Dr. K. Fisher le comunico personalmente que existían "artefactos de -

Siléx en zonas cordilleranas de altura y alejadas de la costa" (17) .

Para Cuba donde existe una gran abundancia de sílex en su parte oriental

con la fecha más antigua para poblamientos en las Grande Antillas de 3100 años

A.C., sin embargo, las puntas están ausentes según informa Jorge Dueña Febles:

"Las herramientas con pedúnculo merecen atención especial,debido a determina-

Page 13: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

323

dos rasgos tecnológicos. En las industrias de piedra tallada de Cuba las pun­

tas carecen de pedúnculo bien definido a diferencia de otras, por ejemplo, Re­

pública Dominicana, La Florida y Tierra Firme que sí lo tienen" (18) .

Creemos que nuestra afirmación de un poblador que puede ser anterior a -

Seborouco - Mordán, es decir, remontarse desde 3500 años A.C., que cazara los-

edentados con las puntas no puede hacer olvidar el uso eventual de la recolec­

ción de frutas, raíces y bayas silvestres y, posiblemente, moluscos terrestres

como también de la caza menor de jutías, cangrejos e iguanas.

Definitivamente,los restos de edentados no fueron tan comunes como la-

gran fauna Continental para permitir la existencia de un Gran Cazador Espe­

cializado (Big Game Hunter), aunque sí le permitió alimentarse de él y ate­

nuar la dieta con actividades de recolección. Ademas, como bien plantea

Mark Nathan Cohen en "La Crisis Alimentaria de la Prehistoria" para los gru

pos cazadores y recolectores "la supervivencia depende de su conocimiento -

íntimo de las comunidades de plantas y animales que utilizan. Estos gru­

pos han de saber exactamente dónde se pueden hallar los frutos, las semillas

y raíces comestibles y en qué circunstancias crecen mejor, además, de los ha_

bitos alimentarios, los desplazamientos y las necesidades ecológicas de Ios-

animales de caza de los que dependen'" (19) .

A pesar que en el área de estudio faltan importantes sondeos para encon_

trar un campamento con sus restos y ajuar que permitan la reconstrucción más

firme de su modo de vida, sin embargo, nuestros resultados infructuosos en -

ése sentido tiene quizás una explicación lógica y relacionada con las carac­

terísticas de este poblador de la Cordillera. Como se trata de pequeñas ban­

das de cazadores-recolectores que tienen una movilidad condicionada por Ios-

recursos ecológicos de las sierras, la emergencia de un patrón de asentamieri

to sedentario no era la opción más adecuada al medio. No se trataba de las-

bandas de recolectores y pescadores que se asientan en las zonas costeras y-

mangleras y pueden "esperar" la reproducción de miles de moluscos y peces y,

así, presentar características semisedentarias o por lo menos no estar tan -

presionados hacia una movilidad ciega y acuciante, detrás de la fauna que se

movía en las montañas.

Respecto a los otros pobladores precerámicos que no usan el sílex talla

Page 14: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

324

do como utiles fundamentales, las relaciones con la Cordillera se alejan por

fuerza aún mas.

La afirmación de una relativa antigüedad del poblador cordillerano en-

Santo Domingo, tardío respecto al continente, temprano en relación a las An­

tillas, puede chocar con ciertas ideas mecanicistas que consideran que la -

existencia de piezas peduncuíadas es siempre posterior a un horizonte prepro

yectil y que la unifuncionalidad (especialización en la función del utensi­

lio) procede a la polifuncionalidad.

En la prehistoria antillana existen varias paradojas. Un marco de es­

tudio unilinealista no puede captar la diversidad de los asentamientos.

El estudio del Complejo de la Cordillera no es una excepción.

Page 15: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

DIAGRAMA DE CLASIFICACIÓN

CLASIFICACIÓN

INDUSTRIA

CLASE

USO

CATEGORÍA

FAMILIA

TIPO

• • • • • • • . • • . . . . —

RASGO DISTINTIVOS

Material

Técnica de Trabajo

Técnica de Empleo (Función Genérica)

Técnica de Empleo (Función Específica)

Forma Genérica (Lascado en el dorso)

Función Específica

Lítica

Tallada

Punzo -Cortante

PUNTAS PEDUNCULADAS

1) NO LASCADO DORSO

(Con arista) 38

a) Recto

29

b) Circular

9

2) DORSO SEMI LASCADO

(Con arista) 13

a) Recto

13

b) Recto Continuo

10

a

Page 16: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

C O N C I L L E * * SEPTENTRION L E Y E N D

O C É A N O A T L Á N T I C O

• -••%

SAN MICHEL DE LA ATALAYA

REGIONES

POSIBLE AS

LIMARES A

( • ) NO HUESO

^ * I S L A BEATA

DISTRIBUCIÓN DE PUNTAS PEDUNCULADAS Y RESTOS DE EDENTAD

REPÚBLICA DOMINICANA

F i g u r a 1 .

Page 17: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

327

\ \ W J f MONTE CRISTY CHACUEY

JT -M O O ( j 0

_£ £ £. - | T T"

LV\ \ \ \ \ \^V\ \V \ \VV\V\ \V \V^VV\ \ \ \ \ \ \ \V \VS 2 SAN JUAN DE LA MAGUANA

, \ \ \ \ N o JARABACOA Y CONSTANZA

<£ SAMANA

B O) »> A Z U A . o

m B A R A H O N A ( L A S S A L I N A S )

3 » C O U R I Y C A B A R E T * ft

F I S U R A N o . 2

GRÁFICO DE FRECUENCIA DE PUNTAS PEDUNCULARES

Page 18: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

F i g . 3 . L a s g randes p u n t a s pedunculadas d e San to Domingo s 6 l o aparecen en 10s s i s t e m a s montan'osos de l a I s l a .

F ig .4 . Pun ta t i p o 1-a s i n t r a b a j o en e l d o r s o con un l a r g o ped6nculo r e c t o . ~ a p u l i n , San Juan d e l a Ilaguana. C o r t e s i a $&nuel Garc ia ~ r & a l o .

Page 19: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

Fig.5. Dibujos de una punta tipo 2-b con el dorso semi-lascado y pedúnculo circu­lar. Se muestra uno de los posibles usos. Cortesía Manuel García Arévalo.

Fig.6. Dibujos de una punta 2-a, lascado y pedúnculo recto sus posibles usos. Cortes Arévalo.

Page 20: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

F i g . 7 . P u n t a s t i p o 1-a p roceden tes F i g . 8 , PequeGas p u n t a s t i p 0 d e San Juan d e l a Maguana. 1-a p r o c e d e n t e s d e San

Juan d e l a Maguana.

F i g . 9 . P u n t a s t i p o 1-a con un f i n o ped6nculo r e c t o y un g rueso ped6nculo r e c t o .

F ig . 10. Pun ta t i p o 1-a y 1-b p r o c e d e n t e s de l a S i e r r a d e Neyba-San Juan d e l a Maguana.

Page 21: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

Fig.11. P u n t a s t i p o s 1-b y 1-a* F ig .12 , Punka t i p o 1-b p roceden te Proceden tes d e San Juan d e d e San Juan d e l a Efaguana. l a Maguana,

Fig .13. Pun tas t i p o 2-b de ped$nculo F i g . 14. Puntas t i p 0 2-b y 1-b rec to -con t inuo . p r o c e d e n t e s d e San Juan

de l a Maguana.

Page 22: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

Fig.15. P u n t a s con e l d o r s o . Fig.16. D i v e r s a s p u n t a s d e l a S i e r r a l a s c a d o t i p 0 3-a pro- d e Neyba y San Juan d e l a c e d e n t e s d e San Juan Maguana . d e l a l'laguana.

Fig .17. Diversas pun tas de l a S i e r r a Fig .18. D i v e r s a s p u n t a s d e l a de Neyba y San Juan de l a S i e r r a d e Neyba y San Juan

Maguana . d e l a Ilaguana.

Page 23: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

333

NOTAS

1) "Arqueología prehistorica de Santo Domingo", Prof. Marcio Veloz Mag-giolo, p.60, MacGraw Hill, Singapur, 1972.

2) "El preceramico de Santo Domingo, Nuevos Lugares y su posible relación con otros puntos del area Antillana", Prof. Marcio Veloz Maggiolo y el Ing. Elpidio Ortega, Papeles Ocasionales N/I, Museo del Hombre Domini­cano, 1973.

"Esquema para una revisión de nomenclaturas arqueológicas del pobla-miento preceramico en las Antillas", Plinio Pina M., Veloz Maggiolo y Manuel García Arévalo, 1974, Santo Domingo.

3) "Arqueología", p.63, Autor citado.

4) "Medioambiente y adaptación humana en la prehistoria de Santo Domingo", Marcio Veloz Maggiolo, Tomo I, p. 151, Editorial, UASD, Santo Domingo.

5) "Ob. Cit. de Elpidio ortega y José G. Guerrero, p. 179, Editorial Tal­ler, 1981, Santo Domingo.

6) "Análisis tipológico de artefactos", Instituto Nacional de Antropolo­gía e Historia, pps. 38-43, 1967, México.

7) "In search of The evolutionary pattern of the preceramic cultures of the Caribbean", pp.61-79, Boletín del Museo del Hombre Dominicano, no.13, 1980.

8) "Posibilidades de usos de los cuchillos de pedernal y de los majadores cónicos alargados entre los aborígenes antillanos", Manuel García Aré­valo, Ponencia presentada en el Simposio sobre Problemas de la Arqueo­logía Antillana, Ponce Puerto Rico, 30 agosto, 1ro de Septiembre de 1978, Mimeo.

9) "El preceramico...", 0b. Cit., p.9.

10) "El Preceramico...", Ob. Cit., p.10.

11) "Restos de fauna en el sitio arqueológico de escalera abajo, Puerto Plata", Boletín del Museo del Hombre Dominicano, no.13, pp.174-183, Santo Domingo, 1980.

12) "Mamíferos extintos de la Hispaniola", Revista Biomundo UASD0, año I, No.l, Feb., 1976, pp.4-5.

13) "Arqueología prehistorica...", Ob. Cit., p.76.

14) "Notas sobre las pictografías y petroglifos de las Guacaras de Come­dero Arriba y de Hoyo de Sanabe, República Dominicana", Dato Pagan Perdomo y Manuel García Arévalo, pp.13-57, Boletín del Museo del Hom­bre Dominicano, no.14, 1980, Santo Domingo.

Page 24: EL COMPLEJO LITIGO DE LA CORDILLERA,

334

15) "El Arte Rupuestre en La República Dominicana, petroglifos de la Prov. de Azua", Fernando Morbán Laucer, Editora Alfa y Omega, Santo Domingo, 1978.

"Nuevas pictografías en la isla de Santo Domingo, Las Cuevas de Bor-bon", Dato Pagan Perdomo, Editora Alfa y Omega, Santo Domingo, 1978.

16) "Analysis of the Lithic material of the Savanne carree, no.2, Site Fort Liberté, Region in Haiti", Ovidio Dávila y Dávila, Boletín del Museo del Hombre Dominicano, no.10, pp. 201-266, Santo Domingo, 1978.

17) "Medioambiente...", Ob. Cit., p.147.

18) "Herramientas de piedra tallada del conjunto cultura de Seboruco", Mayari Holguín, Cubra, Mimeo.

19) Ob. Cit., p.33, Alianza Editorial, Barcelona.