El Complejo de Adán y Más Allá de La Razón y La Locura

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Resumen, Edgar Morin.

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Luz Mariana Vzquez BuenoEtnologa Turno Matutino.

El complejo de Adn y Ms all de la razn y la locura.

Ficha: MORIN Edgar, Captulo 4: El complejo de Adn, Sapiens-demens y Captulo 5: Ms all de la razn y la locura en El Mtodo V. Pginas 129 a la 159. Ediciones Ctedra, 2003. Citas: La locura humana aparece cuando lo imaginario es considerado como real, cuando lo subjetivo es considerado como objetivo, cuando la racionalizacin es considerada como racionalidad y cuando todo esto est junto. Las masas y las concentraciones pueden suscitar las demencias co- lectivas que son los pnicos o los linchamientos. La turbulencia de la fiesta, las exaltaciones de la orga pueden desembocar en violencias destructivas. Podemos preguntarnos si, al igual que una ambicin individual desmesurada, la ambicin de la civilizacin occidental de conquistar el planeta e imponerle su ley no es una forma extrema de hbris. Los grmenes de todas estas locuras estn agazapados en cada individuo, en cada sociedad; lo que nos diferencia a unos de otros, es el mayor o menor dominio, sublimacin, disimulo, transformacin de nuestra propia locura.porque no existe ningn dispositivo cerebral intrnseco que distinga la alucinacin de la percepcin, el sueo de la vigilia, lo imaginario de lo real, lo subjetivo de lo objetivo.Todo lo que es humano comporta afectividad, incluida la racionalidad. Jean-Didier Vincet dice que no hay inteligencia, ni siquiera la racional, sin ptbos, es decir, sin afectividad. Jos Antonio Juregui define el cerebro humano como un ordenador emocional.La libertad es el crimen, deca Hegel. La libertad aumenta efectivamente las posibilidades de demencias criminales. Pero la libertad es la civilizacin. La ambigedad humana es fundamental: la civilizacin que inhibe las demencias criminales asegura al tiempo las libertades, las cuales permiten el crimen. Hay materia de los sueos en la vida, como hay materia de la vida en los sueos. La composicin y dosificacin son variables. Al igual que sta necesita afectividad, la realidad necesita de lo imaginario para adquirir consistencia. Lo que en la vida es atroz es transfigurado en el cine y nos proporciona admiracin en el horror. Lo que es imposible es realizado all, pero en lo imaginario, es decir, sin peligro. el ser humano vive su vida de alternancia entre prosa y poesa, en la que la privacin de la poesa, es tan fatal como la privacin del pan.Opinin: La relacin entre lo racional y la locura hace un circuito en el que ambas categoras se complementan. As, la locura est en la racionalidad y viceversa. Es esta la postura de Morin frente a la locura. En esta lectura, hace un pequeo recorrido por las maneras en que los humanos nos enfrentamos a las emociones y cmo podemos incluso pensarlas como enfermedad y aislar a quienes no tienen un equilibrio entre lo imaginario y lo real. Sin embargo no hay una lnea entre estas dos categoras. La insistencia de incluir a las emociones dentro de la ciencia me gusta mucho, pues son pocos los cientficos sociales que aceptan esta relacin. Normalmente se relaciona a la afectividad con subjetividad, y a esta con falta de fundamentos cientficos, pero finalmente es gracias a la subjetividad como se construyen los procesos de racionalizacin. Respecto al concepto de estado potico que plantea en el captulo 5, me da la impresin de que a todo lo esttico lo considera bello. Incluso a la violencia, a lo terrorfico. A pesar de que estoy de acuerdo en que hay cdigos estticos en el arte, las pelculas, la literatura, etc, tambin creo que no todo es bello, ni su funcin es proporcionar placer o bienestar. A menudo estas manifestaciones estn ms hechas para generar una reaccin en el espectador que para generar placer esttico. Algunos tipos de arte pretenden ser detonantes de reflexin, de emociones, de cambios sociales, por ejemplo. Y si, tienen valores estticos que son en s mismos, pero estos slo juegan el papel de herramientas. Por ltimo, la idea de que lo esttico te permite afrontar el mundo sin peligros me gust mucho pues me recuerda a el planteamiento dentro de la psicologa en el que la fascinacin por el gore, por ejemplo, tiene que ver con la necesidad de ver el mundo, pero sin que te pase a ti el mundo.

Luz Mariana Vzquez BuenoEtnologa Turno Matutino.

La soportable realidad

Ficha: MORIN Edgar, Captulo 6: La soportable en El Mtodo V. Pginas 161 a la 175. Ediciones Ctedra, 2003. Citas:De este modo, la religin, segn Freud, sera la neurosis obsesiva de la humanidad. Alivia al individuo de la angustia hacindole experimentar un peso enorme de ritos, prcticas, obligaciones, adoraciones y sacrificios. La esttica nos permite mirar de cara aquello que nos espanta y nos da horror: permite contemplar la fatalidad, la muerte atroz. Ms profundamente, el arte se alimenta y nos alimenta con toda la riqueza del mito, el smbolo, la analoga, al tiempo que nos permite extraer para la consciencia racional los mensajes profundos incluidos en el mito. La teora cientfica, la invencin terica, necesitan tambin de imaginacin y pasinPodremos desarrollar oasis felices en la insoportable realidad? Eso es lo que verdaderamente podramos llamar progreso.

Opinin: En el captulo 6, fue interesante para m contrastar el papel que segn Morin juega la religin (un consuelo a la realidad) con el que hemos revisado en otras clases de Durkheim y Malinowski (como factor de cohesin social). Creo que mientras Morin considera ms a los factores emocionales, los otros dos ven sus funciones en la sociedad y se van ms al lado simblico, que al final tambin tiene que ver con la psique y los sentimientos, pero no ahondan en el tema. Por otro lado, tambin se plantea en este captulo el uso de la magia dentro de la ciencia. No como prticas mgicas propias de la alquimia y similares, si no como la lgica de la magia usada en la imaginacin cientfica, argumento que una vez ms, me encanta porque hay una idea generalizada de que la magia y la ciencia no se llevan y que ambas no pueden ser vlidas. Y aun as, para la ciencia se requiere pensar en cosas que no han pasado, o que en un principio parecen imposibles. Aunque el placer esttico no me parece necesariamente una forma de asumir el destino humano, como Morin dice al final de este captulo, si me parece que es un camino (no siempre tranquilizador) de entender ese destino y as construr la felicidad.