El Colapso Del Estado Mexicano

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. !.···· '! I t I I I I t I t ! I ·! I I r I ;. t l ! i EL COLAPSO DEL ESTADO MEXICANO Gerardo Avalos Tenorio* El Estado noes un objeto concreto. (,Es un objeto abs- tracto? Tampoco. La y 13: estableci- _ das solo clasifican los :fenomenos en dos categor:ias: 0 son concretos o son abstractos; con ello, el mundo de los fenomenos parecen estar agotados. Sin embargo, hay cosas que no son solo concretas ni solo abstrac- tas: son las cosas sociales. [ ...] Una sola cosa, un solo fenomeno es el Estado: una relacion entre grupos de seres humanos. Ludwig Gumplowicz, Die soziologische Staatsidee PRELIMINAR La problematica del "Estado fallido" se halla envuelta en una atmosfera polemica. 1 Es lo que suele suceder con los conceptos y expresiones usados por la ciencia politica para describir e interpretar situaciones o procesos * Profesor-investigador adscrito al departamento de Relaciones Sociales de la Universidad Aut6noma Metropolitana, Xochimilco. 1 "Estado fallido" (FailedState) es una expresi6n de reciente creaci6n. La comenz6 a usar sistematicamente la organizaci6n estadounidense Fund for Peace desde 2005, aunque ya antes habia sido utilizada por algunos analistas politicos para referirse, en general, a situaciones de caos o anarquia social donde parecia haber desaparecido la autoridad estatal, o bien donde, aun existiendo formalmente un gobierno, este no encontraba obediencia suficiente, lo que se expresaba de muchos modos. Asi, el tema del "Estado fallido" forma una constelaci6n con los de la gobernabilidad, la gobernanza, la democratizaci6n y la medici6n de la calidad de la democracia, temas en si mismos relevantes, pero que, desde la propia denominaci6n, contienen tales inconsistencias conceptuales que revelan Ia intenci6n ideol6gica de organizar el mundo de acuerdo con valores etnocentricos estadounidenses y europeo,; apenas se les analiza y ya evidencian su vocaci6n imperial. Evaluar y calificar la situaci6n politica de los distintos paises, es una de las tareas centrales de los comites de expertos (think tanks) de Europa y Estados Unidos. Para el caso del famoso Consejo sobre Relaciones Exteriores, vease Laurence 55

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EL COLAPSO DEL ESTADO MEXICANO

Gerardo Avalos Tenorio*

El Estado noes un objeto concreto. (,Es un objeto abs-tracto? Tampoco. La y 13: estableci- _ das solo clasifican los :fenomenos en dos categor:ias: 0 son concretos o son abstractos; con ello, el mundo de los fenomenos parecen estar agotados. Sin embargo, hay cosas que no son solo concretas ni solo abstrac-tas: son las cosas sociales. [ ... ] Una sola cosa, un solo fenomeno es el Estado: una relacion entre grupos de seres humanos.

Ludwig Gumplowicz, Die soziologische Staatsidee

PRELIMINAR

La problematica del "Estado fallido" se halla envuelta en una atmosfera polemica.1 Es lo que suele suceder con los conceptos y expresiones usados por la ciencia politica para describir e interpretar situaciones o procesos

* Profesor-investigador adscrito al departamento de Relaciones Sociales de la Universidad Aut6noma Metropolitana, Xochimilco.

1 "Estado fallido" (FailedState) es una expresi6n de reciente creaci6n. La comenz6 a usar sistematicamente la organizaci6n estadounidense Fund for Peace desde 2005, aunque ya antes habia sido utilizada por algunos analistas politicos para referirse, en general, a situaciones de caos o anarquia social donde parecia haber desaparecido la autoridad estatal, o bien donde, aun existiendo formalmente un gobierno, este no encontraba obediencia suficiente, lo que se expresaba de muchos modos. Asi, el tema del "Estado fallido" forma una constelaci6n con los de la gobernabilidad, la gobernanza, la democratizaci6n y la medici6n de la calidad de la democracia, temas en si mismos relevantes, pero que, desde la propia denominaci6n, contienen tales inconsistencias conceptuales que revelan Ia intenci6n ideol6gica de organizar el mundo de acuerdo con valores etnocentricos estadounidenses y europeo,; apenas se les analiza y ya evidencian su vocaci6n imperial. Evaluar y calificar la situaci6n politica de los distintos paises, es una de las tareas centrales de los comites de expertos (think tanks) de Europa y Estados Unidos. Para el caso del famoso Consejo sobre Relaciones Exteriores, vease Laurence

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que, por su propia naturaleza, se encuentran en franca contradicci6n. Asi pues, no es raro el uso de expresiones contradictorias, anfibol6gicas y pleo-nasticas que, no obstante, procuran sintetizar la tension propia de una condicion conflictiva o de dificil caracterizacion ade·::uada. 2 Precisamente, la expresion "Estado fallido" es un caso clasico de este tipo de contradic-cion, pues a primera vista parece que el adjetivo niega al sujeto, si es falli-do entonces ya no es Estado. Lo mismo acontece con expresiones como "re-publica simulada'', "democracia elitista", "soberania restringida" y otras semejantes, donde el predicado contradice al sustantivo. Lo importante, en todo caso, es comprender que la frecuencia de estas expresiones indica que a .menudo es necesario recurrir a terminos "contradictorios 0 "ambiva-lentes que encierren sinteticamente procesos complejos y atravesados por el conflicto, lo cual se corresponde con la propia na:;uraleza de la politica. No es entonces un problema de logica sino una dificultad procedente de la consistencia intrinsecamente conflictiva de la esfera de lo politico. 3

La expresion "Estado fallido" forma parte de este arsenal politologico y es, por lo mismo, un sintoma de que algo grave esta sucediendo con el orden politico de la sociedad en nuestra epoca. Por supuesto que lo prime-ro que se cuestiona es quien usa el termino y que se propone con ello. En este caso queda claro que la expresi6n "Estado fallidd' supone, por parte del sujeto de la enunciacion (es decir, de aquel que emite el juicio), una posicion de superioridad jerarquica que ya implica el conocimiento de un modelo de perfeccion desde el cual se seiiala el fracaso de una condici6n empirica. Si hay "Estados fallidos" entonces existen, por lo menos en la idea, otros que no lo son y que, por eso mismo, cumplen los requisitos conceptuales de la normalidad. Y esto sucede en efecto: han sido diversos ·think tanks o asociaciones de intelectuales, academicos, periodistas y li-

H. Shoup y William Minter, Imperial Brain Trust. The Council on Foreign Relations & United States Foreign Policy.

2 Este rasgo se acentua en el caso de la democracia, pt:es el campo semantico de esta ha resultado tan amplio y sus connotaciones axiol6gicas ran positivas, que, en la practica, la palabra se puede usar desde cualquier posicion politica. Reparese en las siguientes expresiones: "democracia popular", "democracia a:.1toritaria", "democracia li-beral", "democracia elitista", "democracia formal", "dernocracia politica", "democracia so-cial", "dernocracia econ6mica", "democracia electoral", "democracia directa", "democracia deliberativa", "democracia participativa", "democracia sin adjetivos". Este aspecto debe-ria ser analizado como un sintoma que esta tratando de tramitar un nudo problematico consustancial a las diversas posiciones politicas.

3 Al respecto, vease la introducci6n de mi libra, El monarca, el ciudadano y el excluido. Hacia una critica de lo politico.

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deres de opinion, quienes han acuiiado la expresi6n "Estado fallido" para describir situaciones alarmantes de extravio de las funciones que un or-den politico debe cumplir por definicion. Destacadamente, es el Fund for Peace (Fondo para la Paz) el que elabora una clasificaci6n anual de los "Estados fallidos" con base en 12 criterios centrales, todos los cuales indican que una sociedad ha dejado de estar organizada politicamente con instituciones generales efectivas y eficientes. Ademas, estos indica-dores hacen las veces de un term6metro que registra el grado de des-composici6n social que resulta de la ausencia de una autoridad politica legitima que pueda garantizar la vida, la libertad y la propiedad de los ciudadanos de una naci6n. En pocas palabras, se trata, en efecto, de una-descripci6n de situaciones caoticas donde la anomia se ha apoderado de lo que alguna vez fue una sociedad organizada politicamente. He aqui los 12 indicadores que le permite ala asociacion mencionada clasificar a los distintos paises en funci6n del concepto "Estado fallido":

1) Crecientes presiones demograficas. 2) Movimientos masivos de refugiados y desplazados internos. 3) Existencia de grupos que buscan venganza o se sienten amenazados. 4) Exodo cronico y sostenido de la poblaciori. 5) Desigual desarrollo econ6mico de distintos grupos. 6) Declinaci6n economica severa. 7) Criminalizacion o perdida de legitimidad del Estado. 8) Deterioro progresivo de servicios publicos. 9) Suspension o aplicaci6n arbitraria del Estado de derecho y extensas

violaciones a los derechos humanos. 10) Aparato de seguridad que opera de manera independiente del Estado. 11) Prominencia de elites sectorizadas. 12) Intervenci6n de otros Estados o actores politicos externos. 4

Debe notarse que estos indicadores permiten calificar grados diver-sos de estatalidad fallida, segun se cumplan algunos o todos los aspectos enumerados. Asi, existen "Estados fallidos" claramente definidos, como Somalia, El Congo, Sudan y Chad en el Africa sursahariana, y otros que, sin serlo, se encuentran en condiciones de peligro. El Fondo para la Paz, en efecto, clasifica a todos los Estados del mundo de acuerdo con un

4 Vease www.fundforpeace.org. Tambien Laura Tedesco, El Estado en America Latina, ?fallido o en proceso de formacion?

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termometro que va de situaciones de "alarma" hasta la condicion de "sus-tentable" (solo Australia), pasando por la calificaci6n de "alerta" y "esta-ble" como posiciones intermedias; en todo caso, ellugar de cada uno de los paises depende de que se cumplan todos o algunos de los indicadores mencionados. Es obvio que esta clasificacion se enmarca en el horizonte politico de la "vision estrategica"5 de Estados Unidos, y puede ser util, segun se le utilice en un sentido u otro, para amparar "intervenciones humanitarias" o para justificar el condicionamiento financiero que los paises centrales y los organismos internacionales imponen a la periferia. Esta lejos de ser una casualidad que ningun pais del centro del sistema mundial sea considerado como "Estado fallido", ni que, correlativamerite, todos los Estados asi considerados sean de la periferia. En un sentido · mas especifico, la calificacion tambien puede ser usada por diversos gru-pos internos de cada pais, a fin de desacreditar al grupo o partido gober-nante, o a la "clase politica", por su corrupcion e ineficiencia. En fin, el uso politico de la expresi6n "Estado fallido" es includable.

Tambien es cierto, por otro lado, que el termino esta alertando acerca de situaciones innegables de desgarramiento de la sociedad y, por supues-to, de disolucion del principio de orden que articula, da coherencia y uni-fica a esa totalidad social. Pero entonces la expresion "Estado fallido", con todo lo util que pueda ser en el plano axiologico yen su uso politico, es in-suficiente para comprender el nudo problematico de las causas profundas por las cuales se derrumba un orden social y su forma politica. Y es que la fuerte carga valorativa del termino esta dirigida, sobre to do, a descalifi-car y defenestrar a los gobernantes de un pais por corruptos e ineficientes, y entonces deja de ser apropiado para una comprension fundamentada de los motivos por los cuales la violencia comienza a extenderse como una plaga ahi donde antes existia una situacion de paz y estabilidad.

Para avanzar en la ruta de esta comprensi6n necesaria, el presente ensayo toma la caracterizacion general del "Estado fallido" como pun to de partida pero la remite a otro horizonte de conceptualizacion, a aquel que no confunde sociedad con poblacion ni equipara el Estado con el grupo que gobierna y ni siquiera con las instituciones del aparato administrati-vo policial, militar y judicial. Por esta razon consideramos que el proceso de disolucion progresiva del Estado se debe a que la violencia sistemica del capital desborda su cauce y se manifiesta en violencia neohobbesia-

5 Zbigniew Brzezinski, Strategic Vision. America and the Crisis of Global Power.

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na, 6 por Hamar de un modo metaforico a aquel uso de la fuerza contra el otro que aparece como si fuera motivada por una abstracta naturaleza humana, por un deficiente gobierno sobre las pasiones o por cualquier otra condicion psicologica del hombre en abstracto. Lo que sostengo es que la caracteristica central, articuladora, de la disolucion del Estado es la perdida del monopolio del uso de la violencia por parte del aparato es-tatal, lo que se traduce en una violencia generalizada, caotica, que puede alcanzar niveles de crueldad franca mente intolerables para una sensibi-lidad civilizada pero que tiene su fuente en la busqueda de la ganancia. Asi, esta violencia neohobbesiana no es sino la manifestaci6n extrema de la violencia sistemica, aqtiella que acompaiia al capital para su correcto funcionamiento liberal y democratico. Se trata pues de la violencia des-atada por la clausura del capital como forma de reproduccion de la vida en condiciones de esperanza y satisfaccion de deseos. Las bases ideologi-cas del capital, entre elias la egolatria7 y el individualismo posesivo, se mantienen incolumes y siguen existiendo como conductos de la violencia neohobbesiana sin que ahora puedan ensamblarse con la reproduccion pacifica del orden del capital. Cuando la violencia se expande de esta ma-nera es como si se regresara a los origenes violentos del capital que nacio, como dijera Marx, "chorreando sangre". La conquista, la destruccion, el despojo, la alienacion, la cosificacion y la explotacion son elementos que hallamos en los origenes del capital pero tambien -a la manera de la ontogenesis- en cada fase de su desarrollo hist6rico; sin embargo, el orden liberal, democratico, y el Estado de derecho, fueron formas subli-

6 El termino fue acuiiado por el soci6logo aleman Trutz von Throtha, "Formen des Krieges. Zur Typologie kriegerischer Aktionsmacht", citado en Herfried Miinkler, Viejas y nuevas guerras. Asimetria y privatizaci6n de la violencia. Por supuesto, se refiere a la conocida situaci6n de guerra de todos contra todos que caracteriza al "estado de naturaleza" pensado por Thomas Hobbes, Leviatan o la materia, forma y poder de una republica eclesiastica y civil: ''Asi hallamos en la naturaleza del hombre tres causas principales de discordia. Primera, la competencia; segunda, la desconfianza, tercera, la gloria ( ... ] Con todo ello es manifiesto que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder comun que los atemorice a todos, se hallan en la condici6n o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es de todos contra todos" (p. 102).

7 Esta significa la sumisi6n fanatica al ego; se trata de un narcisismo patol6gico que encierra, en realidad, la condici6n inversa en una clara dialectica seiior-siervo: el eg6latra es siervo del "Otro", pues en todo lo que hace, piensa y siente, quiere satisfacer el deseo ajeno. El hombre moderno tiende a esta patologia, porque se acopla perfectamente a la reproducci6n social del valor de cambio, a la busqueda de la ganancia, al consumo masivo y a la "distinci6n" y "poder" sobre los otros.

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madas por medio de las cuales la violencia del capital fue superada8 a la vez que arrojada a los espacios de "los otros". Cuando ese orden tuvo la necesidad de reconfigurarse, arrastro la sublimacion precaria, propia de esos espacios de socialidad fragil y materias primas altamente coti-zadas, con lo que se genero una violencia incontrolable. Podemos decir, entonces, que la disolucion del Estado adviene como resultado de la rees-tructuracion global del capital cuando los procedimientos y mecanismos de la competencia socavan los pactos de union y de sumision que forman la columna vertebral del principio de la estatalidad. Se produce enton-ces el quiebre de los mecanismos historicamente construidos que posee una. sociedad para solventar el conflicto social. En este· conte:Xto, lo que. resulta fatal para el Estado es la combinacion de los siguientes factores: la posesion de un bien estrategico (petroleo, diamantes, tantalio, etce-tera), el resabio de socialidades tradicionales basadas en el paradigma de la relaci6n sefior-siervo, y una posicion clave desde el punto de vista geopolitico. De este modo, las inconsistencias institucionales, la torpeza de los gobernantes, su inclinacion a la corrupcion, etcetera, son aspectos negativos importantes en el ejercicio del arte de gobernar, pero en modo alguno son suficientes para explicar la precipitacion de una sociedad en una condici6n de estatalidad precaria.

Ahora bien, si emprendemos el ana.Iisis del Estado mexicano desde esta perspectiva, resulta bastante tentador ubicarlo como un Estado en proceso de disolucion. El periodo de gobierno de Felipe Calderon (2006-2012) no hizo sino acentuar los elementos que apuntan en esa direccion: incremento exponencial del numero de homicidios, violaciones cotidianas a los derechos humanos, aumento de las desapariciones forzadas, abu-sos en el ejercicio de la fuerza publica, aplicacion selectiva y arbitraria de la ley, periodistas amenazados y asesinados, mayor concentracion de la riqueza, reforzamiento de los monopolios en telecomunicaciones, go-bierno debil, incompetente e irresponsable: esos son tan solo los rasgos mas sobresalientes de una situacion que muy bien podria ser calificada de desastre nacional. Sin embargo, el juicio de que el Estado mexicano sufre un colapso o que se halla en proceso de disolucion, puede parecer exagerado, toda vez que -a pesar de los aspectos enumerados- el pais

8 En el sentido hegeliano de "eliminacion" y, simultaneamente, "conservacion" de lo negado, pero en un nivel superior. Superar no quiere decir que ya no existe lo que se supera, sino que existe pero en una condicion sublimada, superior y bajo otra forma. Vease mas abajo.

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no se encuentra en un "estado de insurreccion" similar al de Egipto o Libia, ni tampoco padece una situacion de represion generalizada como en Siria; por lo demas, ninguna junta militar ha instaurado en el un "estado de excepcion" ni, a traves de un golpe de Estado clasico, una dic-tadura. De hecho, para el Fund for Peace, el mexicano no es un "Estado fallido", aunque se encuentra en una situacion de "alerta". En general, la reproduccion social continua su curso sin interrupciones graves, pese a las inocultables indicaciones de ineficiencia economica y a despecho de los consabidos problemas de pobreza, desigualdad, trabajo precario, mi-gracion y violencia asociada al crimen organizado. Asi pues, lSe trata _de un proceso de disoluci6n estatal, 0 la situaci6n critica responde mas bien a un reacomodo de las fuerzas sociales en el marco del nuevo regimen politico que sustituyo al viejo sistema de partido de Estado y que aun no se ha afianzado? lLa sitU:acion actual es resultado de un desajuste odes-fase entre el ritmo de las reformas estructurales privatizadoras -que no han integrado de manera suficientemente expedita a las distintas clases subalternas y grupos sociales excluidos- y el andamiaje institucional y las nuevas practicas politicas de la democracia, la alternancia, los gobier-nos divididos y la pluralidad parlamentaria? lOla reconfiguraci6n global del capital hizo al Estado mexicano mas vulnerable que otros tanto por el regimen politico anterior como por la estructura y dinamica de la do-minacion social?

El filosofo esloveno Slavoj Zizek hablaba de una "revolucion blanda" (Soft Revolution)9 para referirse a la gran estela de cambios profundos

9 Slavoj Zizek, La revoluci6n blanda. Podria decirse que esta caracterizacion de los cambios profundos sin grandes y espectaculares guerras de movimientos estaba ya presente en el concepto de "revolucion pasiva" de Antonio Gramsci. El termino revoluci6n tiene connotaciones etico-politicas que lo hacen muy superior a su mero significado de "sucesion de cambios" en cualquier direccion o con cualquier sentido. Gramsci usa la palabra revoluci6n consciente de todo su peso etico y politico, mientras que Zizek juega con su significado general de "cambios profundos". Esta via del autor esloveno puede llevarnos a la poco razonable idea de que hoy en dia los revolucionarios son los neoliberales, y que los conservadores son los que mantienen neciamente el atavismo de los "derechos sociales". Libertad y prosperidad son criterios que podrian ser utilizados para hablar de una revoluci6n; en cambio, la exclusion y el desprecio podrian indicar el sentido de los cambios que echan para atras la rueda de la historia, es decir que serian contrarrevolucionarios. Esto ultimo, sin embargo, no es tan facilmente perceptible, porque el peso ideol6gico de los totalitarismos sovietico y nacionalsocialista provoca, en las disputas ideol6gicas actuales, la defensa a ultranza de la libertad individual contra el despotismo en cualesquiera de sus formas, lo cual da solidez a los sutiles argumentos de los defensores de las reformas neoliberales.

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que trajo consigo la implantacion modelo neoliberal. Se trato de una revolucion blanda, no por sus contenidos; que fueron profundos y durade-ros, sino por sus formas suaves de imponerse a traves de un andamiaje discursivo que exaltola libertad frente al autoritarismo, las peque:fi.as historias de lo individual frente a los grandes relatos, el aqui y ahora frente a la metafisica, la convivencia de las multiples culturas frente a la homogeneizacion de lo nacional, la lucha por el reconocimiento frente al "asalto al cielo" de la Revolucion. Poco a poco, pero de modo persistente, se fue orquestando el desmantelamiento del Estado de seguridad for-dis-ta, y su Iugar fue por el universo valorativo empresarial, con el relato de la libertad individual como soporte. "Estado de competencia" le han llamado Joachim Hirsch10 y Elmar Altvater11 a este nuevo modo de organizacion socio-estatal.

De manera analoga, a partir de 1989 se ha producido en Mexico una "revolucion blanda" cuyo contenido ha sido un desmontaje paula-tino del Estado en cuanto tal. Me apresuro a advertir que este juicio depende de que el concepto de Estado signifique algo mas que un sim-ple aparato de gobierno, administrativo o de coercion, y de que se le ubique, antes bien, como un ordenamiento normativo edificado sobre bases morales. La pregunta es entonces si puede existir la sociedad sin el Estado. En principio, esto no es posible pero puede darse el caso de que una sociedad renuncie a su principio nacional-soberano y obtenga su ordenamiento estatal desde el exterior. Este ha sido el caso de Puerto Rico que no debe ser equiparado mecanicamente con el caso mexicano porque aqui el espacio economico nacional sigue siendo vital para los grandes empresarios locales, quienes a pesar de tener sus raices en el exterior, sucumbirian frente a una real competencia con los capitales de Estados Unidos, Japon y Europa; quieren asociarse para la explotacion de ciertos recursos naturales pero se resisten a la competencia real, y por eso, en una especie de conducta esquizoide, no decae en ellos el interes por mantener gobiernos nacionales y por promover las ficciones de la nacion y la patria. Para constatarlo, basta poner atencion a las campaiias permanentes de las dos cadenas de television para exaltar "nuestras tradiciones": la Virgen de Guadalupe y la selecci6n mexicana

10 Joachim Hirsch, El Estado nacional de competencia. Estado, democracia y politica en el capitalismo global.

11 Elmar Altvater, "El mercado mundial como campo de operaciones. 0 del Estado naci6n soberano al Estado nacional de competencia", en Viento del Sur.

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de futbol. Pues bien, una revoluci6n blanda, sigilosa, subterranea, perti-naz, ha modificado ese magma relacional del que esta hecho un Estado y se ha manifestado en una ruptura del pacto de union y del pacto de sujecion que articulan su estructura. El que un Estado decline significa que la violencia sistemica ya no se canaliza por las instancias normales de la politica y de su andamiaje institucional, lo que suele presentarse como la perdida del monopolio de la violencia fisica legitima por parte del aparato estatal. Como el Estado en realidad es un proceso, esa pri-mera ruptura se encadena casi automaticamente con los otros elementos que lo forman; entonces la acumulaci6n de capjtal se desenvuelve por fuera y por encima de la juridicidad y del esquema· civilizatorio prop.io de la epoca moderna, aquel vinculado con la integridad de la persona, la libertad y la igualdad. Si estas condiciones se generalizan, entonces el Estado no existe mas y el pueblo decae y deja de estar organizado esta-talmente por lo que vuelve a una condicion de mera muchedumbre de seres humanos dispersos, desunificados, desorganizados y enfrentados los unos con los otros en diversos frentes de conflicto.

En este ensayo procedere de la siguiente manera: en primer ter-mino recurrire a la version basica del Estado como resultado de un pacto de union y un pacto de sujecion, que tiene en Hobbes a uno de sus principales exponentes; en seguida, relacionando a autores muy heterogeneos entre si, planteare la logica de unificaci6n que esta pre- · sente en todo Estado, lo que nos pone en condiciones de comprender no solo el principio de autoridad en el que reposa sino, sobre todo, las implicaciones que tiene la perdida de ese principio y su sustitucion por la universalidad de la ganancia a toda costa, sin ninglin tipo de limite. Habre de distinguir, en aras de la claridad de este argumento, entre la violencia sistemica, propia del capital, y la violencia neohobbesiana, que adviene cuando la autoridad estatal encarna intereses de faccion y no los de la universalidad de la comunidad politica. Esto es lo que enmarca la situacion politica mexicana del presente, lo que apuntare en el ultimo apartado.

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Cuando en 1651 el filosofo ingles Thomas Hobbes expuso su funda-mentacion del Estado, anclandolo en un hipotetico pacto universal de todos con todos, puso asimismo la primera piedra de una concepcion

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Hamada a perdurar por varios siglos. Pese a que_ y otra. ;ez ha sido extendido el certificado de defunci6n del LeVIatan, tamb1en una y otra vez ha renacido con singular brillo el al pacta Y al pro-ceso, a un tiempo pasional y racional, que metafonza aquel monstruo marino de la mitologia hebrea. La especificidad del pacta de Hobbes radica en que es, simultaneamente, de union y de sujeci6n. de un pacta "de cada hombre con los demas" que estipula lo te: "Autorizo y transfiero a este hombre o asamblea de hombres m1 derecho de gobernarme a mi mismo, con la condicion de que vosotros transferireis a el vuestro derecho, y autorizareis todos sus aetas de la misma De igual m:odo que el. principia de cualquier cosa es parte de ella, o el productor de algo tambien esta en lo creado homo faber se aliena (no en la forma del extraiiamiento) en el obJeto de su fabricacion-, asi los hombres, enlazados unos con otros por me-dia de estos pactos multiples, ascienden a su condicion de ciudadanos en tanto que relacionados moralmente, y quedan puestos asi dentro del Estado. En efecto, si el Estado se fundamenta en un pacta, el Esta-do mismo queda conceptuado como una red de relaciones entre seres humanos. El pacto de Hobbes es un pacta de todos con todos, Y asi queda representado en el cuerpo del Leviatan cuyo icono acompaiiola prim era .edicion dellibro.

Si nos detenemos a considerar este aspecto, a menudo soslayado, nos percataremos de que, ya desde Hobbes, el Estado es concebido como una instancia monolitica instalada por encima de la asociaciOn que le da origen, sino tambien como un proceso de Para Hobbes, por cierto, no hay sociedad civil que no sea, simultanea-mente sociedad politica. Sin embargo, pertenece tambien al proceso es-tatal fenomeno de la alienacion cosificadora (extraiiamiento), es decir, la conversion del Estado, en cuanto asociacion politica de individuos, en un aparato institucional colocado fuera y por encima de los ciudadanos simples. Por ello no basta advertir que el Estado no se encuentra por en-cima sino en los intersticios de los vinculos sociales, y que por lo tanto, en cierto modo, puede ser identificado con la sociedad, ademas, hace ta dar cuenta de las razones por las cuales se produce la representaciOn del conjunto ciudadano en la forma de una serie de instituciones con poder monopolico cuya direccion se encuentra a cargo de los "hombres de Estado".

12 Th. Hobbes, op. cit., p. 141.

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Asi, el Estado posee dos momentos constitutivos sustanciales:

1) La relacion de compromiso primariamente moral y luego juridico, de todos con todos. Si, los pactos realizados entre todos son pactos esencialmente morales que, ya en el Estado juridico, constituyen la base de la obligacion moral de obedecer al derecho.

2) El desdoblamiento alienante por el cualla relacion moral de todos con todos se manifiesta concretamente en la instauracion de una persona abstracta que concreta y condensa el derecho a gobernar a los demas ..

Ambos conceptos pertenecen a la idea del Leviatan, y no solamente el del poder concentrado en pocas manos.

Bien analizado, todo esto quiere decir que dentro del concepto de Estado esta la idea de compromiso moral, leccion que aprendieron co-rrectamente los filosofos de la sociologia Ferdinan Tonnies13 y Ludwig Gumplowicz, 14 y que impregno sin duda la nocion de Estado de Emile Durkheim.15 Asi, en el concepto de Estado estan presentes las ideas de relaci6n social y lade proceso relacional, pero tambien la no menos im-portante de proceso de extraiiamiento, porque aliena el autogobierno de cada uno a una instancia monop6lica concentradora, superior y abstracta a la que suele atribuirse, no por ignorancia sino por ilusi6n, el nombre de "Estado". Noes casual sino sintomatico que el fenomeno del Estado sea identificado con tan solo una de sus partes, aquella mas susceptible de ser captada por los sentidos, tal ceguera es parte del propio fen6meno estatal.16 Y de igual manera pertenece al fen6meno del Estado el hecho de que la representaci6n adquiera un poder propio que, en ciertas cir-cunstancias, puede resultar aplastante.

13 Principios de sociolog{a. 14 Die soziologische Staatsidee. 15 Lecciones de sociolog{a. Ftsica de las costumbres y del derecho. 16 Vease Gerardo Avalos Tenorio, Leuiatan y Behemoth: figuras de la idea del Estado,

p. 245 y ss. Vease tambien Slavoj Zizek, El sublime objeto de la ideolog{a, p. 46.

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Hobbes es una estaci6n de un itinerario mas largo y complejo que bien podriamos Hamar la fenomenologia de la forma politica moderna. Puede decirse que Kant, Hegel, Marx y Freud, son otras tantas estaciones que desarrollan momentos esenciales de la comprension (es decir, la realiza-cion) de la forma politica moderna; pero lo hacen con una l6gica similar, la de la excepcion constitutiva. En una serie de elementos particulares debe constituirse un universal que no es sino un particular elevado al rango de absoluto. Para ejemplificarlo con un caso conocido: es la logica que usa Marx para derivar de la mercancia al dineyo y del dinero al ca-pital. Es igualmente la logica que usa Hegel para preservar la figura del monarca junto con el Estado de derecho constitucional.

En este punto tenemos que traer a la mesa las dificultades que pro-ceden del intento de argumentar que el Estado es un Universal.l7 Si decimos que lo Universal es un particular desplazado a un Iugar exter-no a los particulares, presuponemos que, en un momento anterior a la constitucion de lo Universal, hay particulares pero no hay Universal, lo cual es imposible porque el particular solo lo es en relacion con el Uni-versal. Para resolver esta dificultad, es necesario acudir a una fuente unitaria previa que pone simultaneamente al partieular y al Universal. El recurso a Dios resuelve el problema, porque El es lo Absoluto y por si mismo Universal, y frente a El el "pueblo" no puede ser sino particular, mientras que el hombre de carne y hueso ocupa ellugar del singular en este silogismo propio de la teologia politica. Pero sin el recurso a Dios, la certidumbre unica es el individuo de carney hueso, y lo Universal ha de ser no un presupuesto sino un resultado de la voluntad humana. En

17 Han sido Ernesto Laclau y Chantal Mouffe quienes han s:.1stentado en estos ter-minos su comprensi6n de la hegemonia: "Nuestro enfoque se funda en privilegiar el momento de la articulaci6n politica, y la categoria central del analisis politico es, en nuestra perspectiva, la hegemonia. En tal caso, repitiendo nue3tra pregunta trascen-dental: {,como tiene que ser una relaci6n entre entidades para qu-= una relaci6n hegem6-nica resulte posible? Su condici6n inherente es que una fuerza s:>cial particular asuma la representaci6n de una totalidad que es radicalmente inconmensurable con ella. Este tipo de 'universalidad hegem6nica' es el unico que una politica puede alcan-zar. [ ... ] Esta relaci6n, por la que una cierta particularidad la representaci6n de una universalidad enteramente inconmensurable con la parti.cularidad en cuesti6n, es lo que llamamos una relaci6n hegem6nica. Como resultado, la universalidad es una universalidad contaminada." Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, Hegemonia y estrategia socialista. Hacia una radicalizaci6n de la democracia, pp. 10 y 13.

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l EL COLAPSO DEL ESTADO MEXICANO 67

cualquier caso, subsiste el problema de establecer que clase de diferencia existe entre el Universal y el particular.lDe que esta hecho lo Universal a diferencia de los particulares? lEI Universal esta constituido por los particulares unidos? Todo parece resolverse planteando que lo Universal y los particulares se constituyen simultaneamente desde la union, desde el vinculo mismo. Pero lcomo puede existir un vinculo previo o mas alia de los elementos vinculados? Para responder adecuadamente a esta pre-gunta, debemos distinguir entre "tiempo logico" y "tiempo cronol6gico": el primero se plantea la relaci6n entre dos 0 mas acontecimientos en su determinidad logica,. aunque esto suponga invertir la. relacion -temporal; en cambio, el tiempo cronologico atiende a la sucesi6n temporal ( diacro-nia) de los acontecimientos. El tiempo logico significa que una entidad crea desde si misma sus propias condiciones de existencia. La autocon-ciencia se constituye como tal mediante un proceso retroactivo: el relato del pasado se hace selectivamente desde el presente. Asi, en la historia de la filosofia, por ejemplo, es el filosofar presente el que hace visible el conjunto de conceptos y categorias que se han producido en el pasado. De esta manera, el presente contiene al pasado, superado. Es desde esta perspectiva que puede entenderse que el vinculo sea la fuente creadora de lo vinculado, yen este sentido lo vinculante adquiere mayor impor-tancia que lo vinculado.

Por otro lado, superar las tensiones entre universal y particular, Y plantear consistentemente al Estado en terminos silogisticos, puede tener dos soluciones basicas. La primera es seiialar, como hacen Laclau Y Mouffe, que la universalidad propia de la politica, es una "universa-lidad contaminada". Como puede calibrarse desde la pro pia expresi6n, recurrir a una metafora (la contaminacion) cuando se esta planteado un asunto de naturaleza logica, denota, sintomaticamente, que hay una inconsistencia en el planteamiento: el hecho de que este "contaminada" noes suficiente para negar su papel de universalidad. Quiza estos au-tares no hayan pasado de manera demasiado detenida y reflexiva por el pensamiento de Hegel, al que ubican siempre en posiciones contras-tantes con las de ellos mismos. Y es que Hegel permite comprender la bifurcacion del Universal, pues -como se desprende de lo que venimos argumentando- el Universal se repite o en su posicion frente a lo particular, el Universal es otro particular, y noes sino a partir del vinculo que se posiciona como Universal; pero entonces, el vinculo mis-mo adquiere ellugar de lo Universal frente a los particulares. Hegel se percato de este doble papel del Universal y distinguio entre el "Univer-

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sal abstracto" y el "Universal concreto". El primero es el vinculo desde el que se crean lo particular como particular y lo Universal como Univer-sal en tanto que particular enfrentado con otro particular. El el Universal concreto, es este particular que encarna lo Universal. Esta es la clave para entender la "clase universal", cuyos intereses particu-lares son lo Universal. 18 Pero lomas destacable es esta repeticion de lo Universal como clave del analisis. Leida desde esta optica, la teoria isa-belina de los dos cuerpos del rey19 adquiere una especial relevancia. La modernidad implica que no solo el rey sino cualquier individuo tiene dos cuerpos: el cuerpo ·de carne y hueso, y el cuerpo socialmente constituido y psiquicamente experimentado. 20 De a qui podemos desprender_ que la sociedad es el vinculo entre los individuos, vivido como un Un1versal que se impone ala voluntad de estos, o, para decirlo de modo preci-so, que actua como voluntad en el plano individual. Asi, la sociedad es un orden imaginario21 y simbolico que realmente esta fuera y por encima de los individuos de carney hueso, aun cuando materialmente los configure tanto en su imagen como en su significado en la vida so-cial. La "poblacion" es la expresion que da cuenta de la materialidad de la sociedad, pero no debe ser confundida con la consistencia de la sociedad. Por esta razon es posible la "ontologia social", es decir, la

18 Se ha realizado un interesante debate en torno de estas cuestiones: Judith Butler, Ernesto Laclau, Slavoj Zizek, Contingencia, hegemon(a, uniuersalidad. Dialogos contemporaneos en la izquierda. . , , .

19 Ernst H. Kantorowicz, Los dos cuerpos del rey. Un estudw de teologw pohhca medieval.

20 Freud distingui6 entre la "realidad psiquica" y la "realidad externa" (Freud, 199_7) para destacar la importancia de la historia individual en la formaci6n de las neurosis. Esto procede de una compleja reelaboraci6n de su "teoria del trauma" y su valoraci6n de las fantasias como fuente de los des6rdenes psiquicos. Su primEra explicaci6n del origen de la histeria radicaba en atribuir su fuente a una agresi6n, sedu::ci6n, hostigamiento o acoso de un adulto sobre la nina o la adolescente; mas tarde, cuando sospecha que algo raro acontece, pues el relato de la seducci6n se repite una y otra vez en sus hister_icas, escribe: "Ya no creo mas en mi histerica." El resultado es un replanteamiento del ongen: no es necesario que haya acontecido realmente la agresi6n; basta con que la histerica lo hubiera fantaseado, como expresi6n precisamente de su propio deseo. En este sentido, la fantasia adquiere el estatuto de realidad. Llevando el argumento al orden del cuerpo, parece que el cuerpo psiquico, enlazado con el cuerpo social, tiene "mas realidad" que el cuerpo de carne y hueso. . .

21 Utilizo aquila palabra "imaginario" en el sentido que le da Lacan y no Castonad1s. Jacques Lacan, De los nombres del padre, y Nicolas Poirier, Ccstoriadis: el imaginario radical. Asi, "imaginario" es del orden de las imagenes y no de la "imaginaci6n".

EL COLAPSO DEL ESTADO MEXICANO 69

refiexion filosofica sobre esa entidad que ordena a todos y carla uno de los individuos ''lo que de ben hacer" y "como de ben ser".

;,De que esta hecha, entonces, la sociedad? Basicamente de imperati-vos morales y juridicos respaldados con la coercion. Es en esta dimension donde conviene asentar al Estado y su inherencia respecto de la socie-dad. Si la sociedad es el orden imaginario y simbolico de un conjunto po-blacional asentado en un territorio delimitado, el Estado es el momento coercitivo ordenador de ese conjunto. Pero si hemos de ser mas precisos, debemos seiialar que el Estado es el orden normativo -proveniente de matrices religiosas y morales- que mantiene cohesionada a la sociedad mediante el recU:rso ultimo de la ·coercion fisica. · ·

Diremos entonces, con Lawrence Krader, 22 que el Estado es "la ex-presion abstracta de los medios formales y sustanciales de unificacion, regulacion y control de la sociedad humana desunida"23 por relaciones de poder, especificamente de expoliacion material. Esta definicion no es incompatible con la problematizacion juridica del Estado de Hans Kel-sen, 24 ni con la comprension sociologica de Max Weber. 25 En todo caso, el Estado se concreta en un proceso de concentracion monop6lica de po-deres especificos.

El Estado implica, en efecto, el· monopolio de la decision ultima, la que atiende ala declaracion del Estado de excepc_i6n.26 El Estado tam-bien se significa por el monopolio de la violencia fisica legitima (Weber). La facultad de hacer las leyes (y no obedecerlas) es un fen6meno que tambien se inscribe en el proceso estatal: se trata del principio de sobera-nia, tan indicativa del mundo moderno. Otro de los rasgos del Estado es la existencia del monopolio hacendario, es decir, de la exclusividad en la imposicion de tributos, a fin de que carla cual aporte lo propio en funcion de criterios determinados. Por ultimo, el Estado implica el monopolio del gobierno, es decir, la facultad de mandar y exigir obediencia de manera necesaria y forzosa.

No esta de mas hacer hincapie en que el Estado no "es" el monopolio de uno o de todos estos factores; es necesario comprender que el Estado

22 La formaci6n del Estado. 23 Lawrence Krader, "El Estado en la teoria y en la historia", en Criticas de la

Econom(a Politica, mims. 16-17. 24 Hans Kelsen, Teo ria general del Derecho y del Estado. 25 Max Weber, Economia y sociedad. 26 Carl Schmitt, "Teologia politica I. Cuatro capitulos sobre la teoria de la soberania",

en Hector Orestes Aguilar (selecc.). Carl Schmitt, Te6logo de la poUtica.

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es un proceso en cuyo desenvolvimiento se van implicando carla uno de los elementos mencionados. En consecuencia, las concepciones del Es-tado en que se destaca solo uno de sus rasgos caracteristicos --el "orden juridico" en Kelsen, o la "violencia fisica" en Weber- son necesarias, pero insuficientes. Es necesario integrar carla una de estas determina-ciones como momentos del proceso estatal. De este modo, ademas, se integra en una unidad ala sociedad y al Estado, por lo que su diferen-cia queda superada, en sentido hegeliano. 27 Esto tiene consecuencias importantes, porque no se debe concebir ala sociedad sin el Estado: cuando decimos que la sociedad es un orden imaginario y simbolico, el Estado esta ahi cuando decimos "orden". Este "orden" en tanto ordena-cion de elementos de otro modo dispersos, implica jerarquia y coercion; implica, sobre todo, un elemento excepcional desde el cual se producen las directrices del orden. Este Iugar de excepcion concreta el principio de universalidad del Estado al que ya nos hemos referido. He aqui la condicion estructural para que se produzca el temible fenomeno de la separacion del aparato de gobierno respecto de la poblacion que ha de ser gobernada, lo que puede implicar la instauracion de los diversos autoritarismos. Definimos el autoritarismo como el ejercicio del mando estatal en cuanto poder sin autoridad, es decir, como aquel poder pro-pio de la relacion amo-esclavo o seiior-siervo. Esta relacion, como se sabe, se caracteriza por el hecho de que la voluntad de quien ha de obe-decer carece de importancia, a diferencia de la relacion politica, que es la que se establece entre lib res e iguales. Si la dinamica social moderna se des plaza hacia la produccion mercantil capitalista, esto significa que la politica tiende a disolverse en su sentido de espacio incluyente de deliberacion y decision racional de las directrices que han de gobernar al todo, y su Iugar es ocupado por practicas administrativas de caracter instrumental. Las formas de gobierno dejan de ser tales y se convierten

27 Como apuntamos arriba, superar (aufheben) y superaci6n (Aufhebung) significan negaci6n de algo en el plano donde se encuentra y levantamiento y resignificaci6n en un plano superior. G. W. F. Hegel, Ciencia de la l6gica, t. I, p. 138. En nuestro caso, la diferencia entre sociedad y Estado es negada para ser re-encontrada en un nivel donde una y otro son momentos de un unico proceso y, por tanto, son mediadas dialecticamente: el Estado es la sociedad y su negaci6n; la sociedad es el Estado y su negaci6n. Como se ve, la identificaci6n entre el Estado y la sociedad incluye un momento negativo, y el nos permite entender la 16gica de la lucha por el poder. La politica, en tanto que lucha por el poder, tiene aqui su Iugar adecuado.

EL COLAPSO DEL ESTADO MEXICANO 71

en meras formas de legitimacion del orden social, cuyos determinantes basicos no son objetos de deliberacion politica.

III

De lo dicho hasta aqui se desprende que el complejo proceso estatal im-plica la cohesion -obtenida por medios politicos- de la sociedad con el punto de Arquimedes del monopolio de la violencia fisica legitima como rasgo definitorio. Cuando grupos armados no estatales se enfrentan en-tre si y el ejercito y las polidas oficiales no jmeden restablecer las condi-ciones de paz y estabilidad, y cuando esta voragine de violencia ocasiona mas de 70 000 muertos en seis aiios, es casi una obligacion en tender el tipo de violencia que esta dominando el escenario.

Dentro de los debates actuales en la filosofia politica, destaca el que aborda la relacion simbiotica y contradictoria entre la violencia y el de-recho. Giorgio Agamben28 -para tomar un ejemplo muy representati-vo- hurga diversos tratamientos de esta relacion y se encuentra con el interesante debate entre Walter Benjamin y Carl Schmitt respecto del papel de la violencia en la formacion del derecho. Emerge de ese debate la distincion entre la violencia que funda el derecho y la viole!lcia que lo conserva: dos dimensiones que por cierto nos recuerdan que el estado de excepcion esta logicamente conectado con el Estado de derecho; por lo me-nos, esa era la postura de Schmitt. El jurista aleman coloca la excepcion en la orbita del derecho para fincar su idea de que es el soberano quien decide el estado de excepcion; y justamente esta condicion externa pero dependiente del derecho, es la que caracteriza a la excepcion fundadora del derecho. En agudo contraste con esta clasica posicion schmittiana, Walter Benjamin hace una reflexion fundamental para dar paso a una posibilidad que la solucion de Schmitt no contemplaba: la violencia que no funda ni conserva el derecho, sino que lo deshabilita o lo suspende; se trata, en efecto, de la violencia pura, la asociada con la insurreccion re-volucionaria. Obviamente, Benjamin esta pensando desde la de la tradicion de los oprimidos, pues es desde ella que se puede vislum-brar que "el 'estado de excepcion' en que ahora vivimos es en verdad la regia. [ ... ] Pro mover el verdadero estado de excepcion se nos presentara entonces como tarea nuestra, lo que mejorara nuestra posicion en la lu-

28 Giorgio Agamben, Homo Sacer: el poder soberano y la nuda vida.

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cha contra el fascismo". 29 Ese estado de excepci6n autentico suspenderia, la normatividad del estado de opresi6n. He aqui ellugar de

la violencia pp.ra, la que no funda un nuevo estado de cosas sino que tan solo suspende un orden de opresi6n.

En conexi6n con estos debates, Slavoj Zizek, echando mano de la dialectica hegeliana, ha seiialado que la ley establecida no es sino la vio-lencia llevada al extremo de su propia negaci6n, por lo que la violencia queda inserta en el interior del propio orden de leyes. Y::t nose trata, en-tonces, de la violencia fundadora del derecho ni de aquella ·que lo man-tiene, sino de la violencia sistemica, la que se ejerce cotidianamente en las relaciones intersubjetivas y que ·se ffianifiesta dE diferentes modos. Por eso Zizek reivindica la violencia etica destinada a suspender politi-camente la etica que sostiene (justifica) a la violencia sistemico-objetiva.

La violencia subjetiva es simplemente la parte mas visible de un triunvirato que incluye tambien dos tipos objetivos de violencia. En pri-mer lugar hay una violencia "simb6lica" encarnada en ellenguaje y sus formas, la que Heidegger llama nuestra "casa del ser" [ ... ] En segundo lugar, existe otra que llamo "sistemica", que son las consecuencias a me-nudo catastr6ficas del funcionamiento homogeneo de nuestros sistemas econ6mico y politico [ ... ] La violencia objetiva es precisamente la violen-cia inherente a este estado de cosas "normal". La violencia objetiva es invisible puesto que sostiene la normalidad del nivel cero contra lo que percibimos como subjetivamente violento. La violencia sistemica es por tanto algo como la famosa "materia obscura" de la fis:ica, la contraparte de una (en exceso) visible violencia subjetiva. 30

De acuerdo con este esquema conceptual, tenemos:

a) Una dialectica entre la excepci6n y la norma, lo que se traduce en una dialectica entre el Estado de derecho y el estado de excepci6n.

b) Grados y tipos de violencia. Si descartamos la violencia "pura", in-surreccional o revolucionaria, la violencia que da origen al derecho, tenemos la violencia que lo mantiene -como excepci6n constitutiva del derecho- y que se concreta en el monopolio estatal de su uso, considerado legitimo. Ademas, ubicamos la violencia sistemica, la cual, en el capitalismo, funciona de manera cotidiana y se expresa

29 WaJter Benjamin, Tesis sobre la historia y otros fragmentos., p. 22. 30 S. Zizek, Sobre la violencia. Seis reflexiones marginales, p. 10.

., .•• , •...•... ... EL COLAPSO DEL ESTADO MEXICANO 73

de modo sutil porque transita por los canales del intercambio mer-cantil y de la obligaci6n de trabajar.

La mayor y mas persistente violencia se ejerce en ellugar de trabajo y de alii irradia, por ondas sucesivas, a toda la sociedad. Insisto, esa violencia de cada minuto esta oculta en el santuario inviolable de la pro-ducci6n, bajo forma de bajos salarios, ritmos intensos, trabajo repetitivo, ambiente insalubre, alto riesgo !aboral y, encima de todo, mando desp6ti-co que niega la elemental dignidad humana de los trabajadores. 31

Cuando esa violencia cotidiana y sistemica, inherente al funciona-iniento normal del capital, deja de ser encauzada por la ley del valor y por la norma juridica, surge la violencia subjetiva, que puede devenir facilmente en violencia neohobbesiana.

Estos dos aspectos nos dejan lecciones valiosas. En primer lugar, que el rasgo distintivo del Estado -al decir de Weber, el monopolio de la violencia fisica legitima- se fundamenta en la violencia que mantiene el derecho. Este monopolio funciona como un sintoma de que, en el ori-gen, el derecho surgi6 del no-derecho, de la violencia en contra del orden anterior, y tambien de que en el entramado social cotidiano radica y se reproduce una sustracci6n de oportunidades vitales de un grupo humano por parte de otro.

Por lo tanto, el Estado de derecho implica siempre la posibilidad de que se declare juridicamente un estado de excepci6n (lo cual entra en el caso de dictadura comisarial de Schmitt); pero llevado esto a su ex-tremo contradictorio, diriamos que el Estado de derecho es el estado de excepci6n, pues su funcionamiento es la cara externa de una negaci6n practica cotidiana de sus principios: la iguaMad formal es negada por la desigualdad realmente efectiva entre pueblos, clases, grupos etnicos e individuos; la libertad, tanto en su dimension negativa (libertad de elegir sin coerciones y sin ?bstaculos) como en su dimension positiva (li-bertad como autonomia), es negada por el funcionamiento coercitivo de los controles de la produccion y el mercado. Y tambien el principia de la fraternidad es negado por la etica del individualismo posesivo, narcisis-ta y egocentrico, el cual aparece, con la ayuda de distintos medios pro-

31 Adolfo Gilly, "El nudo de la violencia", en Mexico: la larga travesia (1985), p. 99. La fecha de esta cita es un testimonio de que la violencia desatada en Mexico en la ultima decada se estaba fraguando desde hace mucho tiempo.

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pagandisticos, como si no fuera mas que el despliegue de la despiadada y voraz "naturaleza humana".

Yes que, en efecto, el Estado de derecho invertido como estado de ex-cepcion normal y cotidiano, significa que la violencia sistemica radica en las instituciones sociales mas basicas; es decir: los criterios de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, lo bello y lo feo, son atravesados por la violen-cia simbolica y la propia de las imagenes. Si atendemos ala dialectica del funcionamiento de esta inversion, es posible entender que esta imposicion de juicios morales y esteticos tome la forma de caridad y ayuda al proji-mo, como la renuncia de la mitad de su fortuna por parte de los mas ricos del mundo, o como los programas caritativos y humanitarios para ayudar a los "menos favorecidos". Lejos de contrarrestar la dominacion, estos ac-tos propagandisticos refuerzan las certezas del individualismo posesivo.

La dialectica Estado de derecho-estado de excepcion permite compren-der que la cohesion social estara garantizada si la violencia sistemica es disimulada y sublimada mediante la construccion del enemigo, resonancia de las tesis de Schmitt sobre lo politico. Recordemos que, para el jurista aleman, lo politico (lo que es politico) es, en sintesis, el grado que alcanza el conflicto entre amigo y enemigo. De aqui se desprende que lo politico requiere la precisa ubicacion de un enemigo publico cuya existencia ponga en peligro la existencia del nosotros comunitario. Esto se ensambla con la violencia sacrificial, la cual, como es obvio, no debe ser cotidiana.

En resumen, la violencia sistemica se expresa mediante el monopolio de la violencia fisica legitima como garante del derecho en una situacion normal. Pero hay un nucleo de no-derecho en el que se sostiene todo el sistema: a los trabajadores se les retribuye por debajo de la riqueza que crean, aun en el Estado de bienestar y mas aun cuando la economia en-tra en crisis y ha de reestructurarse. De otro modo, las empresas no sal-drian gananciosas. Si por la urgencia de obtener ganancias a toda costa, el capital deja de absorber fuerza de trabajo, se genera un cortocircuito sistemico y, en consecuencia, se abren todas las puertas para que estalle la violencia subjetiva de caracter neohobbesiano.

IV

Es en estas condiciones donde hay que ubicar las transformaciones que ha sufrido el Estado mexicano en los ultimos aiios. Si bien es cierto que, historicamente, el acontecer politico mexicano se ha acomodado a las

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EL COLAPSO DEL ESTADO MEXICANO 75

condiciones impuestas por la cadena de hegemonias mundiales (Espana desde 1521; lnglaterra en los siglos xvn y XVIIll, y Estados Unidos desde el siglo XIX), la reestructuracion general del capital, iniciada a mediados de la decada de 1970, ha ocasionado que los "grandes problemas nacionales" de Mexico no puedan ser comprendidos sino, hoy mas que nunca, en un horizonte mundial. Por supuesto, esto significa que las causas funda-mentales de las transformaciones sociales y politicas en Mexico fueron generadas por la reestructuracion global de la forma social capitalista. La caida del Muro de Berlin y el subsecuente desmantelamiento del blo-que sovietico, fueron expresiones de esa recomposicion global. A partir . de ahi, el capital se ha reconfigurado echando niano de sus mecanismos mas despoticos de control y sujecion; tambien ha surgido, con singular fuerza y alcance, toda una economia ilegal basada en el comercio de personas, de armas y de drogas, que no solo genera ingentes ganancias sino que se organiza siguiendo las reglas del capital, como cualquier otra rama productiva. 32

El caso de Mexico es peculiar porque ocupa un espacio estrategico en el mapa geopolitico y geoeconomico. Estar situado al sur de Estados Unidos, con una frontera comun de tres mil kilometros, tiene indudables ventajas competitivas, pero tambien riesgos considerablemente altos. Mexico es uno de esos esp?-cios del capital donde se concentran condicio-nes inigualables, es un lugar de transito y producci6n de drogas de alta calidad; es un mercado para las armas· provenientes de Estados Unidos y de Rusia; y es un reservorio privilegiado de fuerza de trabajo. A esto hay que agregar la herencia institucional patrimonialista del regimen priista, la cual se correspondia con el anterior patron de acumulacion fordista. En efecto, tanto el pacto de union y de sujecion como la forma institucional del presidencialismo, el corporativismo y el partido cuasi unico, resultaron estructuras propicias para que la corrupcion se entre-lazara con la modernizaci6n mostrando con ello que la democratizacion y la reestructuracion productiva no forman un binomio necesario.

Es posible sostener que el modelo politico del autoritarismo priista entro en crisis porque los pactos de union y de sujecion que lo soste-nian chocaron frontalmente con las necesidades de reestructuracion del capital. Si el salario tenia que descender en terminos reales, si la intensidad del trabajo debia incrementarse [ ... ], en fin: silos contratos

32 E. Altvater y Birgit Mahnkopf, La globalizaci6n de la inseguridad. Trabajo en negro, dinero sucio y poUtica informal.

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colectivos de trabajo tenian que ser modificados; y si tenian que priva-tizarse las empresas estatales, y si debia ser igualmente privatizada la produccion agricola, ganadera y pesquera, entonces el antiguo pacto de sujecion patrimonialista tenia que romperse o renegociarse. Ade-mas, el pacto de union, aquel que se reflejaba en la monarquia presi-dencial y en su consecuente sistema piramidal, y que se expresaba en el "nacionalismo revolucionario" y en una politica exterior destacada, tambien debia ser recompuesto, toda vez que, en aras de la ganancia, la productividad y la eficiencia, el territorio nacional seria visualizado solamente en su dimension economica, como medio para realizar la hazaiia de los mercados. estadounidenses. Resultaba obvio que el regimen politico tenia que ser modificado aunque siempre de modo paulatino y controlado segun el metodo sugerido por Jesus Reyes Heroles para llevar a cabo la reforma politica de 1977: abrir el regimen a las oposiciones para que, a fin de cuentas, nada sustancial suceda en el ambito del poder del capital.

En la decada de los noventa se abrio la alternancia, primero en al-gunas gubernaturas estatales y luego en la presidencia de la republica. Cuando hablamos de un modelo priista, nos referimos a un modo deter-minado de organizar la vida publica, con ciertas peculiaridades que lo hacian unico. El control politico clientelar, el uso de los recursos publicos (que incluia una buena dosis de corrupcion) y el mono-litismo ideologico, se mezclaban con una defensa difusa de los derechos sociales (siempre mediatizados) y de la soberania nacional; todo ello se apoyaba y 1egitimaba en un discurso nacionalista que con frecuencia era refutado por una practica de sometimiento, en cuestiones estrategicas, a los intereses de Estados Unidos. Con todo, este modelo garantizo el control social necesario para que la forma valor pudiera extenderse y profundizarse. Pero ya en ef marco de la alternancia, los responsables de administrar la cosa publica -provenientes ahora en su mayoria de los partidos de oposicion, destacadamente del Partido Accion Nacional (PAN), pues hay que decir que la oposicion cardenista fue reprimida y luego marginada, lo que ya pone en entredicho que se hubiera tratado de un proceso de reforma autentica o de verdadera democratizacion- se encontraron en el dilema de gobernar republicanamente alterando los equilibrios dados, o hacerlo al modo priista. Sobra decir que prevalecio lo segundo, lo cual ya estaba inscrito en el codigo genetico de la alianza partidista PRI-PAN, la cual expresaba y daba cauce ala reorganizada oli-garquia mexicana. Asi pues, el nuevo regimen no es tan nuevo, pero ha

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EL COLAPSO DEL ESTADO MEXICANO 77

manifestado una clara tendencia hacia la autocracia tanto en el mando (forma de Estado) como en el gobierno (forma de regimen).

Las grandes firmas internacionales siempre han cedido parte de sus ingentes ganancias con miras a la formacion del consenso. Como ya lo hemos afirmado, los think tanks han tenido siempre el proposito de dotar de coordinacion, organizaci6n y legitimidad al abstracto dominio del ca-pital. Son los intelectuales organicos del capital. Los temas de gobernabi-lidad, democratizacion, crisis y quiebre de las democracias, transiciones del autoritarismo a las democracias, y mas recientemente el de la calidad de las democracias, tienen sus origenes en estas exitosas organizaciones int"erriacionales del pensamiento liberal. La academia tiende, cada vez mas, a someterse a esos temas en los terminos impuestos por el consenso liberal: he ahi la fuente de las limitaciones impuestas al desarrollo de dichos asuntos. Paradojicamente, los analisis politicos hegemonicos en la actualidad estan cargados de moralismos muy basicos, y ha sido aban-donada la anterior certidumbre positivista de la objetividad descriptiva.

Para decirlo de manera sucinta, en el Mexico de hoy el mando es oligarquico y el tipo de regimen politico (en su. dimension vertical de relacion gobernantes-gobernados) es mediatico. Se trata de una tirania sui generis: lade la oligarquia ejercida a traves de la doxocracia, moda-lidad de poder en la que los locutores de radio y television, asi como los "lideres de opinion", ejercen una influencia desmedida sobre las grandes masas del auditorio. Por supuesto, esos locutores son empleados de las grandes empresas que monopolizan el uso del espacio radioelectrico y los medios impresos; pero su tarea ha sido fundamental en la operaciona-lizacion del mando oligarquico. Resta agregar, empero, que este tipo de mando tiene una base social importante. Noes posible hablar del colapso del Estado si no se ponen en el foco de atencion las formas y los modos en que ha cambiado el entramado social mas basico. En este nivel es impor-tante seiialar que mas de la mitad de la poblacion es menor de 35 aiios y, por ende, ya no experimento los aiios florecientes del Estado fordista; es decir que vivio su niiiez y primera juventud en una epoca de recom-posicion profunda del modelo economico. La industria cultural; por otra parte, ha moldeado espiritualmente a capas importantes de la poblacion, sobre todo a los j6venes, haciendo patente el fracaso del proyecto ilustra-do de educacion publica que caracteriz6 ellargo proceso de construccion y desarrollo del Estado nacional. La disputa por la memoria la ha ido ganando la vision oligarquica ya que esta dispone de los medios para lie-gar, via television abierta, a todos los hogares del pais. No es casual que

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la vision idilica de la moderriizacion y de la supuesta democratizacion del pais, sea expuesta, en videos muy bien elaborados y documentados, por intelectuales sobresalientes como Enrique Krauze, Jose Woldenberg o Jaime Sanchez Susarrey, quienes aleccionan al publico espectador sobre la gran gesta modernizadora. Por su parte, la Secretaria de Educacion Publica ha cerrado la pinza sustrayendo contenidos humanisticos de los diversos grados de estudios. Por lo demas, la encuesta nacional de lectu-ra muestra que el procedimiento ilustrado de formacion de la conciencia no es el dominante, sino que lo es el que procede de la imagen. En suma, sintomaticamente la juventud esta abandonada. No es casual que 80% de los sic.arios sean menores de 28 aiios segun datos oficiales: .

No hace falta decir que la corrupcion -elemento constitutivo del an-tiguo regimen- acompaiio los procesos de privatizacion, y hoy en dia impide la construcci6n de un autentico Estado de derecho. La corrupci6n del poder judicial, documentada en diversas fuentes, es catastrofica para un Estado, representa practicamente su anulacion. Esta corrupci6n ha facilitado la operacion mafiosa del crimen organizado, lo cual es uno de los factores que mas han contribuido al colapso del Estado.

Ademas, un rasgo tipico de la politicidad mexicana es que las clases subalternas nunca se han organizado de manera autonoma respecto de las diferentes epocas g-qbernativas del Estado. En la transicion del viejo al nuevo regimen, centrado en lo electoral, su fuerza de trabajadores se vio obnubilada y difuminada por el plato de lentejas de lo electoral. Hoy en dia los trabajadores carecen de ideologia, de fuerza organizativa y de autonomia para plantear una verdadera resistencia al capital, o por lo menos a la concentraci6n oligarquica de la riqueza. En consonancia con esto, la tradici6n socialista practicamente ha desaparecido del horizonte nacional. Las esperanzas que desperto el zapatismo en 1994 parece que se han "desvanecido en el aire". No han dejado de verificarse oposiciones y resistencias, pero no hay una organizacion solida que pertenezca a los propios ciudadanos. Por lo demas, no debe soslayarse el hecho de que la oli-garquia blindo el control sobre los trabajadores en los dos grandes espacios donde la resistencia, la movilizaci6n y la huelga podrian en verdad poner en peligro la reproducci6n del capital. En efecto, la industria petrolera y la educaci6n quedaron salvaguardadas mediante un mecanismo burocratico y corporativo, tradicional y patrimonialista manteniendo los privilegios de los charras sindicales mas arcaicos, autoritarios y corruptos.

En fin, lo que puede afirmarse de la situacion mexicana actual es que el Estado, como pacta de union y de sujeci6n, como condicion juridica de

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EL COLAPSO DEL ESTADO MEXICANO 79

los sujetos, como moralidad unitaria, como logica gubernativa orientada a la preservaci6n de la propia asociaci6n estatal, y como organizaci6n de la vida comunitaria orientada por un ideal de justicia, se encuentra en un vertiginoso proceso de disolucion.

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I EL DISCURSO DEL ESTADO Y LA SOCIEDAD CIVIL EN MEXICO

Miguel Concha Malo*

LA PARTICIPACION CIUDADANA**

La participaci6n ciudadana se volvio relevante no solo porque result6 muy util a varios enfoques del desarrollo, sino tambien porque ad-quirio valor propio como un aspecto consustancial a la democracia, de ahi la afirmacion de que la democracia es la conjugacion del verbo participar en todos sus modos, tiempos, numeros y personas. Asi pues, la sustancia de la democracia participativa es la participacion de la ciudadania.1

De este modo se ha rebasado la idea atrasada de que las y los ciu-dadanos solo sirven para votar y despues obedecer. Un gobierno que se jacte de ser tecnicamente serio y politicamente justo, busca sin duda que su gestion publica este basada en los consensos y acompafiada por la poblaci6n. Las instancias para la gesti6n publica (oficinas de aten-cion ciudadana), donde las y los gobernantes adoptan una actitud de superioridad con respecto a los gobernados y gobernadas, expresan una clara separacion entre la aceptacion ciudadana y el exito de los planes y proyectos.

La participacion ciudadana es un componente central de la construe-cion democratica, porque:

* Director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria. ** Todo el contenido de este documento fue tornado de Luis Pineda y Laura Becerra

Pozos, Estrategias de incidencia de las OSC en las politicas publicas. 1 Citado en Alberto Enriquez Villacorta y Marcos Rodriguez, Participaci6n ciuda-

dana en San Salvador. Notas sabre una experiencia 1997-2003.

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