El arte de sobrevivir

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En la obra de Arthur Schopenhauer,pensador misántropo y pesimistadenostado por sus amargasinvectivas, el lector no encontrarácándidos pensamientos con los queacompañar plácidamente el paso delos días. Sin embargo, seequivocará si busca en el autor tansolo una amarga visión de la vida,severos diagnósticos sobre la épocaque le tocó vivir o incluso, en últimotérmino, una exhortación alsuicidio. Como muestra la presenteselección de textos, a cargo deErnst Ziegler, lo que brota de supensamiento es la convicción deLibrosPDF.net

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que debemos comenzar a vivir denuevo cada día, pues resulta todoun arte permanecer con vida.«La única forma de existencia es elmomento presente, que es tambiénla posesión más segura, aquellaque nadie nos podrá arrebatarjamás».

ARTHUR SCHOPENHAUER

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Arthur Schopenhauer

El arte desobrevivir

ePub r1.0Titivillus 29.05.16

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Título original: Die Kunst, am Leben zubleibenArthur Schopenhauer, 2013Traducción: José Antonio Molina GómezDiseño: Dani Sanchis

Editor digital: TitivillusePub base r1.2

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Mariae meae uxori optimae.

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INTRODUCCIÓN

Valoraba que sus escritosfueran leídos por diletantesy, a la manera propia de ellos,con entusiasmo.

WILHELMGWINNER

Arthur Schopenhauer, un pesimistabendecido por el destino, afirmaba quela vida no era propiamente para«saborearla, sino para soportarla yanularla», y la veía como algo que «estámejor detrás que delante de nosotros».[1]

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¡Pero ciertamente, la vida de este granfilósofo no era en absoluto tan mala!

Su madre, Johanna Schopenhauer(1766-1838), le escribió en marzo de1807, cuando Arthur contaba 19 años:

El hecho de que no te sientes a gusto enel mundo y en tu propia piel measustaría si no supiera que eso le pasa acualquier chico de tu edad a quien lanaturaleza no lo haya destinado de por sía ser insensible. Pronto te sinceraráscontigo mismo y entonces el mundoserá de tu agrado, con tal de que sepasmantenerte en paz. Desde luego, miquerido y pobre Arthur, para ti desde tuaislada posición, la transición a la vidareal te resultará más difícil que a otros;quizá sea yo la única persona que teentiende y que podría escucharte conLibrosPDF.net

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paciencia, darte consejos y consolarte;pero precisamente te hago falta ahoracuando más necesitarías a alguien aquien pudieras dirigirte con plenaconfianza; pero eso no se puederemediar, ten paciencia, vendrán díasmás hermosos. Precisamente en elmomento que estás viviendo, queridoArthur, el colorido mundo infantil, laprimavera de la vida, se desvanece; en elnuevo mundo que se abre ante ti aún nosabes orientarte, vacilas y no sabes muybien a qué lugar perteneces. Todo esocambiará, tu malestar desaparecerá yvivirás alegre y con ganas.[2]

Sobre la vida de Schopenhauer podemosconocer detalles gracias a las cartas quesu madre y su hermana Adele (LouiseAdelaide Lavinia, 1797-1849) leLibrosPDF.net

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escribieron y que se han conservado. Enmarzo de 1832, su madre, Johanna,preguntaba a su hijo:

Tu enfermedad me preocupa; te pido,por favor, que te cuides. Por cierto, ¿enqué consiste tu malestar? ¡El pelocanoso! ¡Una barba larga! No puedoimaginarte así. Además, lo primero noserá tan grave y lo segundo tiene fácilremedio.[3]

Ya las cartas tempranas de la madreilustran el carácter de Schopenhauer yaún más las que redactó a partir deaproximadamente 1830 y que hanllegado hasta nosotros; así, por ejemplo,le escribe el 1 de marzo de 1832: «No teLibrosPDF.net

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enfurezcas y no tomes ninguna decisióngrave precipitadamente que me obliguea dejarte en la estacada».[4] Se alegra deque su hijo sea ahora «lo bastante justo»con ella y a la vez se siente inquieta porsu «lúgubre fantasía».[5] El 20 de marzode 1832 —Schopenhauer tiene 44 años yvive en Frankfurt— su madre le escribe:«Todo lo que me cuentas sobre tu salud,tu miedo a la gente y tu siniestro estadode ánimo me intranquiliza mucho más delo que pueda y deba decirte, ya sabespor qué».[6] (La madre pensabaprobablemente en su marido y teníamiedo de que su hijo, al igual que habíahecho el padre, pudiera llegar a quitarse

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la vida).[7] En abril de 1832, menciona«la irritación contra los hombres» quesentía Schopenhauer, así como sunaturaleza sombría y suspicaz.[8] Denuevo en 1835, escribe sobre el«carácter espantosamente desconfiado»de su hijo.[9]

Por lo demás, la correspondenciacon la madre y la hermana, reiniciada enenero de 1832, trata sobre todo acercade cuestiones de bienes y dinero, asícomo de asuntos de la herencia:ingresos, temas relacionados con Ohra,[10] como sus réditos y diezmos,arrendamientos, pactos enfitéuticos,etcétera.

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Schopenhauer se establecedefinitivamente en 1833 en el«chismoso» Frankfurt del Meno, dondepretende quedarse hasta el fin de susdías.[11] «El clima, la región así comotambién el teatro y pequeñascomodidades son aquíincomparablemente mejores que enMannheim; la compañía, en cambio,incomparablemente peor; pero vivocomo un anacoreta, entregado total yexclusivamente a mis estudios y milabor», informa a finales de mayo de1835 a Carl Wilhelm Labes.[12] Y endiciembre de 1835 cuenta a su hermanaque lleva ya cinco meses trabajando detres a cuatro horas diarias en un pequeñoLibrosPDF.net

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tratado (Sobre la voluntad en lanaturaleza) y que le gustaba el Meno«porque atiendo solo a la naturaleza, alclima, a los precios módicos y acomodidades: Frankfurt es aconfortable place; los hombres nosignifican nada para mí, en ningunaparte».[13] En enero de 1838 escribe a suprimo Carl W. Labes:

Además, para los frankfurtensesFrankfurt es el mundo, lo que se hallafuera de su ciudad está fuera del mundo.Es una pequeña y cateta nación deabderitas, rígida, intrínsecamente brutay engreída como municipio, a la que nome acerco de buena gana. Vivo como unanacoreta y únicamente para mi ciencia.[14] LibrosPDF.net

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Desde 1843 Schopenhauer ocupa aorillas del Meno, cerca de la bibliotecamunicipal, en una majestuosa casa de lacalle Schöne Aussicht [Bella Vista](primero en el número 17, después en el16), una espaciosa vivienda con unahabitación para los libros «con casi1 400 obras», a saber, alrededor de3 000 volúmenes.[15] Tras la muerte dela madre, el 16 de abril de 1838, Adelecontinúa escribiendo a su hermano. Enestas cartas, que según su propio juicioson frecuentemente «oscuras y confusas»y bastante aburridas, se trata casisiempre de asuntos de «negocios», desus largas enfermedades, sus bañosterapéuticos, así como de míserasLibrosPDF.net

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menudencias (por ejemplo, el franqueode cartas).[16] Estas cartas huelen a«soltería»; según Arthur, Adele escribe«del todo a modo de las viejassolteronas».[17] Pese a ello, encontramosen las misivas preciosos testimonios dela vida del filósofo.

Adele comienza a leer las obras desu hermano: «Tu libro se está leyendoaquí, y entre los entendidos se habla conreconocimiento de él», le comunica enoctubre de 1837.[18] Se refiere al«pequeño tratado» Sobre la voluntad enla naturaleza, que había aparecido en1836 en Frankfurt del Meno.[19] Enmarzo de 1839 Adele se alegra de lo

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que Arthur le cuenta sobre su «victoriaen el certamen». Se trata del «escritogalardonado Sobre la libertad de lavoluntad», que es premiado por la RealSociedad Noruega de las Ciencias enDrontheim, el 26 de enero de 1839.[20]

En verano de 1840, Schopenhauer seve aquejado de fuertes dolores de oído;sobre esto le escribe Adele el 19 dejulio:

Tu desconfianza te sume en la miseria, yeso me causa más pena aún que tuenfermedad, la cual espero que pase;enfádate lo menos posible, eso es loque más perjudica.[21]

En noviembre de 1840, Adele sentíaLibrosPDF.net

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«mucha curiosidad» por los escritosgalardonados de su hermano sobre Losdos problemas fundamentales de laética, que se publicaron en 1841 enFrankfurt del Meno. Esperaba poderentenderlos, ya que había «leído muchosobre la materia». En diciembre tenía ellibro ya entre las manos y dio lasgracias a su hermano.[22] En su carta del17 de abril de 1841, escribió desde Jenaa Frankfurt diciendo que lo había leído«con gran interés» y que le comunicaría«todas sus opiniones al respecto» (a lascuales Schopenhauer siempre otorgabagran valor). Esta hermosa carta contieneuna exhaustiva toma de postura:

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Puesto que no me gusta Hegel, elprólogo me ha divertido mucho, si bienme gustaría que fueras un poco menossarcástico. No deja de sorprender quelos hombres sabios en Alemania estén ypermanezcan tan alejados de lasciencias naturales y que en nuestro paísesta forma de conocimiento noconstituya la base de la educación de lajuventud. […] Tu primer tratado versasobre una materia que cada persona demente sana e inteligente habrá abordadoalguna vez, en la medida de sus fuerzas ycapacidades. Has demostrado unaeminente perspicacia en la forma detratar el problema y no tengo nada quereprobarte. Cabe mencionar al respectoque, debido a mi prolongado estudio deSchlegel, conozco bien el panoramareligioso de la India, todo lo bien quepuede conocerse a través de librosLibrosPDF.net

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ingleses sin llegar a ser un erudito, y meintereso mucho por ello. La doctrinaagustiniana me ha disgustado siempre, yaún más desde que volví a encontrarlaen Bonn bajo la forma de pietismoprotestante. De manera que pudeentenderte con facilidad. […]

El segundo tratado me ha agradadosobremanera. Concuerda con todas lasreligiones, y muy exactamente con elcristianismo. Lo encuentroadmirablemente bien escrito ydesarrollado. Te estimo más gracias a tulibro. […] Quisiera poder decirtecuánto he pensado en tu tratado, ¡peropara ello yo también debería escribir unlibro! De manera que tan solo puedodecirte que agradezco tu regalo de todocorazón.[23]

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Tras publicarse en julio de 1841 en elDeutsches Jahrbuch für Wissenschaftund Kunst [Anuario Alemán para lasCiencias y las Artes] una ampliarecensión de Friedrich Wilhelm Carovécon el pseudónimo de Spiritus Asper(espíritu áspero, desabrido, arisco)acerca de las obras de SchopenhauerSobre la voluntad en la naturaleza yLos dos problemas fundamentales de laética, Adele escribe a su hermano el 1de noviembre: «Parece que has sidoduramente atacado; yo no leo escritossemejantes, lo sé tan solo por lo que mehan dicho».[24]

En marzo de 1844, Schopenhauerhace llegar a Jena un ejemplar de laLibrosPDF.net

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segunda edición de El mundo comovoluntad y representación para suhermana,[25] ella lo recibe en junio y enagosto le escribe:

Tu ingenioso libro me ha gustadomucho, antes que nada por el estilo, laforma de escribir y su disposición; tusistema ya lo conocía por haber leído ellibro anterior […] Los detalles han sidoelaborados bella y cuidadosamente. Dehaber conocido tus observaciones conanterioridad, habría podido ayudarte acompletarlas. Así, por ejemplo, las queversan sobre ¡la similitud congénita delo corporal y lo intelectual! […] Me haalegrado encontrarte a ti en el campoque yo había labrado. (En lo tocante alamor sexual, has olvidado la simpatíaentre las personas, en cuanto a lasLibrosPDF.net

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amistades también, o has hecho pocamención de ello, y la simpatía entrehombres y animales creo que no latratas en absoluto). (¡Después de todo,podrían escribirse otros diez tomosmás!). Te doy las gracias de corazón,leo muy a menudo pasajes de tu libro.No causó tan mala impresión cuandohablé de él; al archiduque heredero, porejemplo, en absoluto; le interesómucho; en los últimos diez años, laspersonas se han acostumbrado aescuchar esas cosas y ya no lasinquietan, y menos cuando se hace deforma científica; pero tampoco lasconmueven íntimamente, pues lasescuchan como si se tratara decualquier otro sistema filosófico,¡como la demostración de algo que noles afecta personalmente en nada! Esosfenómenos son muy divertidos. Leeré aLibrosPDF.net

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menudo tu libro, aunque no puedollevarlo conmigo. Muchas de las cosasque pienso sobre él no puedoescribirlas, ni otras decirlas, porque teconozco demasiado poco. En suconjunto, todas estas consideracionesno me resultaban extrañas en modoalguno; en parte las conocía por ti, enparte venían de mí misma y en parte lastenía por mis conversaciones concientíficos. No todas eran idénticas alas mías, pero se dejaban combinar conellas. De nuevo, te doy las más efusivasgracias.[26]

En agosto de 1843, escribe a suhermano, «bueno y gruñón»:

¡Ojalá, querido Arthur, tu trabajo no tepermita nunca sentir la soledad, ojalá teLibrosPDF.net

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llene y sostenga constantemente y temantengas sano; sin esta enfermedad,mi talento me habría reservado lomismo a mí![27]

Junto al interés que Adele sentía por lasobras de su hermano, también lepreocupaban otras cosas como su«sordera» y una gripe que había tenido,preguntaba por su caniche y en 1841 seofreció incluso a ayudarlo con susconsejos y su apoyo práctico «en lacompra o distribución» de los muebles:

Espero de todo corazón que tu vida seesté desarrollando con un poco más decomodidad, que tengas muebles,también una sirvienta, etcétera. A tu

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edad, uno empieza a gustar de lacomodidad, y aunque puedes vivirfácilmente todavía 30 años más, noalcanzo a ver por qué habrías de vivirlosde manera incómoda.[28]

A la contratación de una sirvienta apuntaun escrito probablemente de 1832 y encartas de 1855 se alude a un ama dellaves o una criada llamada MargaretheSchnepp. En su testamento de 1852,Schopenhauer lega «a su sirvienta unarenta personal y la mayor parte de sumobiliario».[29]

Que Adele no considerara a suhermano competente en modo algunopara «asuntos de carácter cotidiano» loprueba el pasaje de una carta del 20 deLibrosPDF.net

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enero de 1844:

Te tengo por un pensador demasiadoprofundo, estoy por decir «demasiadosagrado» (pues te consagras a ello conuna seriedad muy noble) como para quepueda esperar que vayas a hacerte cargode los pequeños y miserables asuntosburgueses y pecuniarios como hace lagente más práctica. Por ello venero yhonro siempre tu opinión, admiro tuespíritu, más aún tu penetranteentendimiento, a menudo incluso esamaravillosa poesía que surgeadorablemente en tu modo de ver lascosas; pero en asuntos de caráctercotidiano, no te hago casonecesariamente, sino que pregunto a losentendidos. La prueba la tendrás con mimuerte, pues verás que he administradosabiamente mi pequeño capital y que teLibrosPDF.net

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lo dejaré aumentado.[30]

Semejantes comentarios no gustaron alhermano, que en su respuesta del 26 deenero escribió:

Tus afirmaciones contradicen tu opiniónde que soy incompetente tanto para losasuntos prácticos como para losfinancieros: resulta que has olvidadocómo me he destacado ya en tales cosasy me he sabido desenvolver enpracticis. Por las hermosas adulacionesque me has escrito, te obsequiaré conun ejemplar de mi voluminosa obra queaparecerá por Pascua.[31]

Con ello aludía a los asuntos deFrommann y Muhl, que se tratarán másLibrosPDF.net

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adelante.En octubre de 1842, Adele se alegró

mucho de recibir un retrato de suhermano; seguramente, se trataba deaquel daguerrotipo del 3 de septiembrede 1842 donde el filósofo aparecía demedio cuerpo y con mirada sombría.[32]

A finales de 1842, Adele visitó a suhermano; el 24 de diciembre le dio lasgracias por su «amable acogida».[33]

Sobre otras visitas mutuas de loshermanos no se tiene constancia alguna.

Adele Schopenhauer murió el 25 deagosto de 1849 de cáncer de útero enBonn; ya no pudo leer la carta que suhermano le había mandado el día 23 delmismo mes: LibrosPDF.net

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Querida Adele:He recibido la carta firmada por ti y

me doy cuenta con gran dolor de que entu lecho de enferma te ocupas de todauna serie de preocupacionesinsignificantes, terrenales y ojalácompletamente innecesarias. Si eso tetranquiliza, te aseguro que seguiré lasindicaciones que me das en tu carta, encaso de que efectivamente, comodecimos los budistas, tengas que migrarla existencia. Sin embargo, espero queaún no vaya a ocurrir esto; que el cielote conceda fuerzas y te guarde es elfehaciente deseo de tu hermano.

Arthur Schopenhauer[34]

Durante años, Schopenhauer trabajósolo por las mañanas y no más de tres o

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cuatro horas: según comunicó a ArnoldBrockhaus en 1858, desde hacía 25 añosse atenía al precepto inquebrantable de«escribir algo destinado a lapublicación tan solo durante las dosprimeras horas de la mañana; puesúnicamente entonces la cabeza está enplena forma. Las otras horas del día solosirven para hacer consultas y lecturas depasajes seleccionados y demás cosas».[35]

A la una, el filósofo solía ir a comer;a mediodía y a veces también por lanoche comía en una fonda, más tarde yhasta su muerte en el Englischer Hof enla modalidad llamada table d’hôte(mesa compartida por huéspedes).LibrosPDF.net

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Wilhelm Gwinner, que conoció aSchopenhauer personalmente en 1847,pero que no lo visitó hasta 1854 y luegolo trató a menudo, escribió que elfilósofo había estado abonado toda suvida al restaurante sin haberseacostumbrado nunca a sus desventajas.«El ruido de los huéspedes, el golpeteode los platos, los camareros torpes ledesagradaban enormemente; al final, susordera lo ayudó a soportarlo».[36] Porlo demás, amaba «los placeres de lamesa» y sabía «apreciar un buen vino».[37] Sin embargo, parece que el vino loalteraba con facilidad, «de manera queincluso ya con la segunda copa seanimaba bastante». «Por la cervezaLibrosPDF.net

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sentía una profunda aversión».[38] Secuenta la siguiente anécdota sobre elSchopenhauer amante del vino:

Un día fue invitado a la casa delfrankfurtés Rothschild. Delante de suscubiertos, había una batería de copas detodos los tamaños. El filósofo se habíacomido dos platos de sopa de tortugacon gran placer y se había reclinado ensu asiento cuando llegó el criado paraservir la botella de vino. Rápidamente,Schopenhauer le presentó una de lascopas pequeñas para el vino dulce. Elsirviente le dijo: «La copa grande, porfavor; la pequeña es para servir losdelicados vinos generosos». «Sírvalotranquilamente», susurró Schopenhauer,«la copa grande la necesito para cuandolleguen precisamente los vinos dulces».LibrosPDF.net

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[39]

Wilhelm Gwinner publicó en 1862 —dos años después de la muerte delfilósofo— su libro sobre ArthurSchopenhauer a partir de su tratopersonal con él. En esta obra, que nosacerca a su modo de vida, nos refiereentre otras cosas lo siguiente:

Schopenhauer disfrutaba de un apetitotan grande, que él mismo lo considerabauno de sus vicios mayores, que no semolestaba en ocultar cuando estabaentre amigos. Lo consolaba que tambiénKant y Goethe habían comido a gusto yque él fuera incluso más mesurado en labebida. Le gustaba hablar durante lacomida; sin embargo, ante la falta deLibrosPDF.net

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una compañía adecuada a menudo selimitaba a observar. […] Acabada lacomida, volvía de inmediato a casa,tomaba su café y dormía una hora desiesta.[40] La primera parte de la tarde ladedicaba a lecturas más bien ligeras. Alatardecer solía salir. Tenía la costumbrede tomar solitarios caminos rurales;solo cuando el tiempo no acompañaba,permanecía en los parques quecircundaban la ciudad. Hasta el últimoaño de su vida, mantuvo un modo deandar ligero, rebosante de juvenilenergía. Su cuerpo estaba siempre enacción y al caminar solía llevar unbastón, una vara de bambú corta ygruesa, que de cuando en cuandogolpeaba fuertemente contra el suelo.Fuera de la ciudad se encendía uncigarro, del cual, sin embargo, solofumaba la mitad, pues consideraba queLibrosPDF.net

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la parte húmeda restante debía de serperjudicial. […] En la temporada cálida,emprendía algunas excursiones máslargas, pero nunca llegaba a pernoctarfuera. Acabó considerando los viajes,que en su juventud le habían causadotanto placer, innecesarios e inadecuadospara su edad.[41]

Veía en el ansia moderna por viajar «unaverdadera enfermedad de nuestrotiempo» y se burlaba acerbamente delmasivo «ir de acá para allá pararecuperarse».[42]

Si se tiene presente queSchopenhauer, después de la comida delmediodía, sus paseos al atardecer y, aprimera hora de la noche, sus lecturas

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del Times y otros periódicos y revistasen la Casinogesellschaft[43] (en elgabinete de lectura), frecuentaba amenudo el teatro, los conciertos o laópera, no debe sorprender que consemejante planificación diaria tuvierareservado «poco tiempo para el estudioo para escribir».[44]

Incluso pasados los 60,Schopenhauer todavía gozaba de una«salud inquebrantable», que atribuía auna «sólida constitución» y al hecho deque, hiciera el tiempo que hiciera, fuerade paseo a paso rápido cerca de doshoras diarias y de que durmiera entresiete y ocho horas.[45] El 17 de febrero

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de 1853 escribió a su amigo JuliusFrauenstädt lo siguiente:

El sueño es la fuente de toda salud y elguardián de la vida. Todavía duermo misocho horas, casi siempre de un tirón.Debe usted, además, caminarrápidamente una hora y media todos losdías, renunciando a entretenimientossedentarios durante ese tiempo; enverano, hay que bañarse a menudo conagua fría; si se despierta por la noche,no piense en nada serio ni interesante,sino solo en las cosas más variadas yanodinas, pero hágalo en buen latín: heahí mi truco, probatum est; la gramáticay la sintaxis nublan los sentidos. En elpeor de los casos, hay que echar manodel consejo de Franklin: levantarse,deshacer la cama y deambular un par de

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minutos en camisón, para luegoacostarse otra vez; no suele fallar casinunca.[46]

Y el 1 de marzo de 1856 comunica almismo Frauenstädt:

Si he de contestar la verdad, debo decirque apenas siento el plomo de Saturno,todavía puedo correr tan rápido comoun galgo, me encuentroestupendamente, toco casi a diario laflauta, en verano suelo nadar en elMeno, como hice por última vez el 19de septiembre, no sufro dolencias y misojos están igual de bien que cuando eraestudiante. Sufro, eso sí, de los oídos,problema que, no obstante, tengo desdejoven y constantemente. Aconsecuencia de una enfermedad queLibrosPDF.net

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padecí hace 33 años, me quedéprácticamente sordo del oído derecho,mientras que el izquierdo se mantuvosano: pero ahora, desde hace unoscuatro años, también este últimocomienza a debilitarse poco a poco. Nose nota en plena conversación, con talde que tenga a la gente a mi ladoizquierdo y cerca y no hablendemasiado bajo: pero en el teatro meresulta muy irritante, incluso cuando mesiento justo delante del escenario; yavoy solo a las farsas porque allí se hablafuerte; pronto me veré limitado a laópera. ¡Es una lástima![47]

Acerca del «plomo de Saturno»hallamos información en el capítuloschopenhaueriano «Sobre las diferentesedades de la vida»:LibrosPDF.net

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Ciertamente, la vida de los individuosno viene designada por los planetas,como pretende la astrología; pero sí esel caso de la vida del hombre engeneral, en tanto que se va sucediendoel influjo de uno y otro planeta sobrecada período de la vida del hombre encuanto tal, puesto que a cada edad lecorresponde, según el orden, un planeta,de modo que su vida se ve determinadasucesivamente por todos los planetas.En el décimo año de vida, reinaMercurio. Igual que este, el hombre semueve ligero y veloz, en estrechasórbitas: cosas sin importancia ya lehacen cambiar de opinión; pero aprendemucho y fácilmente bajo el dominio deldios de la astucia y la oratoria. A los 20años, hace su aparición el dominio deVenus: le poseen por completo el amory las mujeres. En el trigésimo año deLibrosPDF.net

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vida, reina Marte: el hombre es ahoraenérgico, fuerte, temerario, guerrero yporfiado. En el cuadragésimo año,gobiernan los cuatro planetoides: asípues, su vida se ensancha; es frugi,[48]

es decir, gracias a Ceres, se dedica a loprovechoso: por obra de Vesta, tiene supropio hogar; en virtud de Palas, haaprendido lo que necesita saber, y comoJuno gobierna la reina de su hogar, suesposa. En el quincuagésimo año, sinembargo, es dominado por Júpiter. Elhombre ya ha sobrepasado en años a lamayoría de las personas y se sientesuperior a la generación actual. Aún enpleno disfrute de sus fuerzas, es rico enexperiencia y conocimientos: (enfunción de su individualidad y situación)tiene autoridad sobre todos los que lorodean. Por tanto, ya no quiere recibirórdenes, sino ser él quien las dé. AhoraLibrosPDF.net

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es cuando resulta más apto para ser elseñor y dirigente en su esfera. Asículmina Júpiter y con él el cincuentón.Pero entonces llega, en el sexagésimoaño, Saturno, y con él la pesadez, lalentitud y la dureza del plomo. […]Finalmente, llega Urano: entonces,como se dice, uno va al cielo. ANeptuno (por desgracia, ese es elnombre que le ha dado la ignorancia)aquí no puedo tomarlo enconsideración, pues no puedo llamarlopor su verdadero nombre, que es Eros.[49]

Según Wilhelm Gwinner, Schopenhauerllevó gafas hasta la edad adulta.

Más tarde, cuando «ya no tenía que ir enbusca de conquistas y sus ojos habían deLibrosPDF.net

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servirle aún por mucho tiempo»,abandonó las gafas y se contentó conusar un lorgnette. La fea costumbre deincrustarse un cristal (cuadrado) delantede uno de los ojos era para él «unaprueba específica del carácter absurdode los bípedos».[50]

A los 70 años, Schopenhauer no sentíaaún «la pesadez, lentitud y dureza delplomo» de Saturno, sino que seenorgullecía de su buena salud. Noobstante, los primeros años de la décadade los 70 se le antojaban «los máspeligrosos de la vejez», y una vez quefelizmente quedaran atrás, pensaba, lossiguientes serían más fáciles de vivir.

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Antes creía que tenía que ser longevopor sus enemigos; pero ahora le gustabavivir para disfrutar del reconocimientoque se le otorgaba en todas partes,incluso en los lugares más apartados.[51]

El filósofo vivía de las rentas de suherencia «muy cómoda yconvenientemente»; además, en susúltimos años de vida, las nuevasediciones de sus obras, para las queanteriormente apenas había encontradoeditores incluso que nada le pagaban porsu publicación, le aportaban entoncessumas considerables de dinero, demanera que acabó convirtiéndose en unauténtico «hombre adinerado».[52]

Manfred Wagner, en su trabajo sobre elLibrosPDF.net

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filósofo y acerca de su relación con eldinero, publicado en el Schopenhauer-Jahrbuch de 2008, ha calculado que laherencia de Schopenhauer, que seelevaba a más de 21 000 táleros o31 500 gúldenes, correspondeactualmente a 1,3 o 1,5 millones deeuros, una cantidad increíble para estegran Jeremías.[53] ¿Quién no recordaráaquí aquel ordinario refrán suizo: «Conlos bolsillos llenos no importa si seapesta…»?

(Franco Volpi en su introducción a laobra de Schopenhauer El arte de tratarcon las mujeres lo ha expresado demanera algo más distinguida; según él,Schopenhauer en lo concerniente a susLibrosPDF.net

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relaciones con las mujeres, pese a sudeclarada misoginia y su alabanzafilosófica de la vida ascética, sentíainclinación por la «pasión horizontal» yno renunció de manera alguna a «losplaceres de la carne». «En pocaspalabras: aunque predicaba el agua,prefería el vino»).[54]

El filósofo se afanaba mucho en laconservación del patrimonio que habíaheredado y adquirido. Sobre eso escribeen sus Aforismos sobre el arte de sabervivir lo siguiente:

Es una ventaja incalculable poseer encuanto a bienes domésticos tantocuanto sea necesario para vivir

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cómodamente, aunque solo sea para símismo y sin tener familia, converdadera independencia, a saber, sin laobligación de trabajar: he aquí laexención [liberación] y la inmunidad ala necesidad y molestia inherentes a lavida humana, esto es, la emancipaciónde la obligada servidumbre general, deese destino natural de los hijos de latierra. Solo bajo este favor del destinopuede uno haber nacido en verdad libre,pues únicamente así uno será sui juris,dueño de su tiempo y sus fuerzas, y cadamañana puede decirse a sí mismo: el díame pertenece.[55]

Según Wagner, la herencia deSchopenhauer en cualquier caso era«suficiente» para poder vivir de susrentas verdaderamente bien durante todaLibrosPDF.net

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la vida.

Dado que, en vista de su situaciónfinanciera, el modo de vivir deSchopenhauer era más bien modesto yque el filósofo supo administrarinteligentemente su herencia yprotegerla con insistencia contra todaslas vicisitudes, al final de su vida supatrimonio había aumentado de formaconsiderable.[56]

De qué manera Schopenhauer defendió«con uñas y dientes» su herenciapaterna, que la madre había hechopeligrar sin su consentimiento, lomuestran sus asuntos con el libreroeditor Carl Friedrich Ernst Frommann

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(1765-1837) en Jena respecto a pagarésy letras de cambio —«un negociodesagradable»—, así como también el«caso» concerniente a la casa comercialde Ludwig Abraham Muhl & compañía,de Danzig.[57]

Según parece, en 1810 JohannaSchopenhauer había prestado aFrommann un pagaré que pertenecía a suhijo Arthur, sin el consentimiento deeste, para ayudar a su amigo «a salir deun gran apuro económico».[58] En 1814,la madre quiso separarse de maneradefinitiva de su hijo; le escribióprobablemente el 17 de mayo:

La puerta que ayer cerraste tanLibrosPDF.net

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fuertemente después de tu escandalosocomportamiento con tu madre seinterpondrá para siempre entrenosotros. Ya me he cansado de soportartu comportamiento; me voy al campo yno volveré a casa hasta que no sepa queestás fuera de ella. He de pensar en misalud, pues otra actuación como la deayer me causaría un ataque que podríacostarme la vida. Desconoces porcompleto lo que es el corazón de unamadre: cuanto más amor ha sentido, contanta mayor intensidad sufre por cadagolpe que le da la mano antes querida.No ha sido Müller —te lo juro aquí anteDios, en quien creo— quien te haapartado de mí, sino tú mismo, tudesconfianza, los reproches que hacesrespecto a mi vida y la elección de misamistades, tu despectiva actitud frente amí, el desprecio que muestras por miLibrosPDF.net

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género, tu declarado rechazo a haceralgo que pueda alegrarme, tu avaricia, tumal carácter que dejas salir sin elmenor respeto a mi presencia, estas ymuchas cosas más hacen que meparezcas muy malvado, todo ello nossepara, si no para siempre, sí al menospara todo el tiempo necesario hasta quevuelvas a mí arrepentido y corregido;entonces te aceptaré benévola: si siguessiendo como eres ahora, no querrévolver a verte nunca más.[59]

El 24 de noviembre de 1814, sinembargo, se reanudó lacorrespondencia, pero en ella solo setrataron temas relacionados con eldinero y la herencia, así como con lastierras de los Schopenhauer en Danzig:LibrosPDF.net

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Consiento en reanudar nuestracorrespondencia, como has propuesto,con tal de que cumplas tu promesa deno decirme nada desagradable, pues misalud exige que me cuide, si no quieroque de repente me dé un ataque que mesaque de este mundo, un ataque quecualquier sentimiento de profunda irapodría provocarme; tengo pruebas deello, de las que no te hablo porconsideración. Veo con claridad que yano soy la misma que era hace apenas unaño. La muerte no me preocupa, peroquisiera vivir aún algunos años más porAdele y me aproximo ahora a una edaden que la mayoría de las mujeresmueren, cosa que no necesito explicartea ti, que antaño estudiaste medicina.Escríbeme tan solo cuando seanecesario, y ahora mismo, me parece,no es el caso. Lo que me cuente AdeleLibrosPDF.net

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me basta. También te escribiré cuandosea necesario. Que vivas bien yfelizmente.[60]

El 5 de marzo de 1817, la madreescribió a su hijo desde Weimar:

En tu penúltima carta, te permitiste untono contra mí que me llevó a ladecisión de no desperdiciar ningunagota de tinta más en ti. Sin embargo,después de tu carta del día 28, con todohoy he vuelto a escribirte; pero quesepas que como vuelva a leer unaslíneas tuyas como aquellas, devolverétodas tus cartas al correo sin abrirlas.Considero que al menos puedo esperarde tu parte buena educación y respeto.En todo caso, solo quiero recibir cartastuyas cuando sea estrictamenteLibrosPDF.net

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necesario.[61]

Con una misiva fechada el 17 de mayode 1818 —Schopenhauer tenía entonces30 años— se interrumpió el intercambioepistolar con la madre hasta 1832. Lacorrespondencia entre los hermanos sesuspendió a comienzos de 1820 yprosigió nuevamente en 1831. FriedrichGotthilf Osann (1794-1858), viejoamigo de Schopenhauer que vivió enJena entre 1821 y 1825 y que «mantuvouna relación» con Adele Schopenhauer,tampoco pudo solventar «el abismoabierto entre los hermanos».[62]

Su madre y su hermana habíaninvertido su fortuna en la firma Muhl deLibrosPDF.net

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Danzig, y Schopenhauer mismo habíadepositado allí 8 000 táleros; esta casacomercial cayó en la bancarrota en 1819y se declaró insolvente.[63]

Schopenhauer se enteró de esta malanoticia a través de su hermana; Adele leescribió desde Weimar el 28 de mayo de1819: «Quizá recibas esta carta dos díasdespués de la otra, en estos dos días seha trastornado por completo mi vidamaterial; Muhl se ha hundido».[64] Lassubsiguientes «disputas en torno alderecho patrimonial» tuvieron comoconsecuencia que «la madre y lahermana perdieran el setenta por cientode todo su patrimonio», mientras que elhijo recuperó poco a poco la totalidadLibrosPDF.net

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de su parte.[65] Mucho más tarde, en1832, Adele escribió:

Mi padre me dejó bajo la tutela naturalde mi madre. Por tanto, en 1819 no eraaún mayor de edad cuando toda mifortuna sin hipoteca fue encomendadaa Muhl, cosa que pasó durante miinfancia, y cuando en 1819 se perdió,con excepción del treinta por ciento,yo era jurídicamente menor de edad.[66]

En una carta del 20 de abril de 1822,Schopenhauer informó a su «amigo dejuventud» Osann de su éxito en el asuntode Muhl:

Primero que todo he de decirle que losLibrosPDF.net

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serios planes, lentamente madurados,para recuperar mis tesoros robados, delos que le hablé a usted en momentos deamistoso esparcimiento, hanfructificado por completo: todo sedesarrolló exactamente según miscálculos; los bienes antestransformados en papel para encender lapipa han vuelto a su estado original yhan resucitado floreciendo con laesplendorosa abundancia de losintereses legales vencidos que tantotiempo habían guardado ocultos en suseno. ¡Oh amigo, qué espectáculo! Medigo: «Tan solo hay que sabercomportarse adecuadamente», y meajusto el nudo de la corbata.[67]

Ya en 1815, la madre del filósofo habíaescrito a Frommann que su hijo era elLibrosPDF.net

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más desconfiado y suspicaz de todos loshombres y «además muy avaricioso».[68]

Lo había desheredado ya tres veces, laprimera en 1823, luego en 1830 y denuevo poco antes de su muerte en 1837−según Schopenhauer para beneficio desu hermana, Adele.[69]

En mayo de 1815, Schopenhauertodavía había escrito a Frommannadmitiendo que carecía por completo de«conocimiento, prudencia y experienciaen asuntos pecuniarios».[70] Pero en elmomento culminante de la lucha por sudinero, le espetó seis años más tarde (el1 de mayo de 1821) a Abraham LudwigMuhl esta magnífica frase con la que

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desautorizó de hecho aquellaafirmación: «Ya ve usted que bien sepuede ser un filósofo sin ser por ello unbufón».[71]

Ludger Lütkehaus define con aciertoel sentido de los negocios y la tenacidaddel filósofo en su introducción alepistolario familiar Die Schopenhauers[Los Schopenhauer]:

Pocas veces habrá sido tancompletamente rebatido el prejuiciohabitual según el cual los filósofos porsu profesión de por sí no saben calcular,que la nobleza del espíritu no encajacon los bajos fondos de los negocios yque en todo caso los órdenes mayores[filosóficos] solo se consiguen

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mediante una llamativa incapacidad paralos asuntos cotidianos.[72]

* * *

Sobre el aspecto exterior deSchopenhauer en torno a 1846, el poetay escritor Hermann Rollett (1819-1904)cuenta en sus Begegnungen[Encuentros]:

A menudo, me viene el vivo recuerdo deun estrafalario compañero de mesa en lafonda Zum Schwan en Frankfurt delMeno, que yo también frecuentabadurante el verano de 1846. Era un

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hombre de constitución delicada y —pese a un corte algo anticuado— bienvestido, de estatura mediana, concabello corto y plateado, con patillascortadas casi a modo de un militar y,por lo demás, siempre correctamenteafeitado, de rostro sonrosado y de ojosclaros y azulados, casi siempre de gestocomplacido y extraordinariamentereflexivos. Su rostro, no exactamentebello, pero sí inteligente, tenía muy amenudo una expresión irónica. Peromostraba, por lo común, un carácterreservado y, cuando se expresaba, lohacía de manera algo barroca, con locual daba a diario no poco material paralas bromas fáciles de una parte jocosade los comensales, que, por lo demás,eran decentes aunque muy desiguales encuanto a sus cualidades espirituales. Yasí este hombre a la vez raro yLibrosPDF.net

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amargado, pero en realidad inofensivo,bueno pero malhumorado, se convirtióen el hazmerreír de la tertulia dealgunos vulgares vividores, queacostumbraban tomarle el pelo, aunqueciertamente no de forma malvada. […]Y si bien dentro de la comensalía deesta fonda yo era, por lo general, elsegundo de sus compañeros de mesa, nopuedo decir en modo alguno queformara parte de sus conocidos máscercanos. Él estaba, pese a la necesidadde comer siempre en compañía,bastante reconcentrado en sí mismo yopté por no intentar acercarme demanera indebida a quien prefería tanclaramente no ser molestado. […] Noobstante, siempre le dispensé el mayorrespeto y a veces me reía con él de lostorpes comensales que se burlaban desu frac azul oscuro de los años veinteLibrosPDF.net

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con botones dorados, y de suspantalones estrechos de Nanking; de suchalina de blancura siempre cegadora yde sus camisas de chorreras tancuidadas, así como de sus expresiones,que a veces parecían muy enrevesadas.[73]

En 1855, el artista francés JulesLunteschütz (1822-1893) pintó el primeróleo de Schopenhauer, un retrato demedio cuerpo y tamaño natural. A esterespecto, el filósofo escribió a su amigoJulius Frauenstädt el 23 de diciembre de1855:

Mi aspecto no ha cambiado muchodesde 1847; yo, Emden, Kilzer,Gwinner y mi sirvienta estamos deLibrosPDF.net

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acuerdo en que la pintura deLunteschütz no tiene el parecidopropio, sino un faux air [un falso aire];de ahí que el gran público y otrosmuchos aquí mismo lo encuentren muyparecido.[74]

En sus Notizen über mein Leben[Apuntes sobre mi vida], Schopenhauerescribió a finales de mayo de 1851:

He tenido la suerte de poder vivir encompleta independencia y con eldisfrute ilimitado de mi tiempo y miscapacidades, como era necesario paralos variados estudios y la elasticidad ylibertad de espíritu que requería larealización de mis obras.[75]

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Schopenhauer mencionó en EinigeBemerkungen über meine eigenePhilosophie [Algunas observacionessobre mi propia filosofía]: «He sufridomuchos reproches según los cuales yo,filosofando, es decir, de formameramente teórica, he representado lavida de manera miserable y en modoalguno deseable».[76] «Pero en lo que serefiere a la vida del individuo, cadahistoria vital es una historia de dolor»,leemos en Die Welt als Wille undVorstellung [El mundo como voluntad yrepresentación].[77] Según el filósofo, lahistoria de la vida de cada hombre estáasí atrapada entre el dolor y elaburrimiento y se mantiene enLibrosPDF.net

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movimiento por el hambre y la atracciónsexual.[78] «La mirada retrospectiva anuestra vida no nos reporta nunca plenoplacer. O bien vemos dolor; o bienplaceres que no disfrutamos; o biengoces que no llegamos a conocer».[79]

Sufrimiento, dolor, aburrimiento,hambre y la vanidad de la vida: ante lavida real del filósofo, estos conceptosparecen muy teóricos.[80] Estabaconvencido de que el «acto de conocerpuro y exento de voluntad» era«efectivamente la única dicha pura» y elconocimiento, el lado más agradable dela vida y el único inocente.[81] Pero seplantea la pregunta de si Schopenhauer,

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al contemplar su vidaretrospectivamente y analizarla conrespecto a su «vanidad» para su propiapersona y en un plano práctico, nodebería haber llegado a unacomprensión bien distinta.

Ernst Ziegler

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DE LAS DIFERENCIASENTRE LAS DISTINTAS

EDADES DE LA VIDA

Por consiguiente, ya en la infancia seasientan las sólidas bases de nuestraconcepción del mundo y, por tanto,también la superficialidad o profundidadde la misma: después se desarrollará yse perfeccionará; sin embargo, no semodificará en lo esencial. […]

De ahí que tanto nuestro valor moralcomo intelectual no entre desde fuerahacia nuestro interior, sino que surjadesde lo más profundo de nuestro propioLibrosPDF.net

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ser, y ninguna pedagogía pestalozzianapuede hacer que uno que ha nacido tontose convierta en un hombre pensador:¡jamás! Tonto nació y tonto ha de morir.[…]

Cuando somos jóvenes, pensamos quelos acontecimientos importantes y demayor repercusión en nuestra vida haránsu entrada con tambores y trompetas; unamirada retrospectiva en la vejezmuestra, sin embargo, que aquellosentraron con total tranquilidad por lapuerta de atrás y casi sin llamar laatención.

De acuerdo con el modo de ver aquíexpuesto, uno puede, además, compararLibrosPDF.net

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la vida con una tela bordada, de la cualcada uno viera en la primera mitad de suexistencia el anverso y en la segunda elreverso: este no es tan hermoso, perociertamente más ilustrativo, porque dejaver la trama de los hilos entre sí. […]

Cualquier hombre excelente, cualquieraque no pertenezca a esas cinco sextaspartes de la humanidad tan tristementedotadas, una vez pasados los 40 añosdifícilmente podrá verse libre de ciertoasomo de misantropía. Pues, como esnatural, tras haber juzgado por sí mismoa los demás y haberse vistoprogresivamente decepcionado, se hadado cuenta de que le quedan muy porLibrosPDF.net

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detrás, ya sea en cuanto a la inteligenciaya sea en cuanto al corazón, muy amenudo incluso ambas cosas, y quenunca se avendrán con él; razón por lacual evitará tratar con ellos, tal como, entodo caso, cada uno, según la medida desu propio valor, amará u odiará lasoledad, es decir, el trato consigomismo. […]

Mientras somos jóvenes, se nos diga loque se nos diga, pensamos en la vidacomo en algo infinito y tratamos eltiempo en consecuencia. Pero conformenos hacemos mayores, tanto máseconomizamos nuestro tiempo. Pues auna edad tardía, cada día que pasaLibrosPDF.net

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despierta una sensación semejante a laque siente un delincuente a quien lollevan paso a paso ante el tribunal.

Desde el punto de vista de lajuventud, la vida se presenta como unlargo e interminable futuro; perocontemplada desde la vejez, no parecesino un pasado muy corto. Así, alprincipio, la vida se nos representacomo cuando colocamos delante denuestros ojos la lente del objetivo deunos prismáticos de ópera, y más tardecomo cuando nos ponemos el ocular.Hay que haberse hecho viejo, es decir,haber vivido bastante tiempo, para darsecuenta de cuán corta es la vida. Eltiempo mismo, en nuestra juventud, pasaLibrosPDF.net

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de manera mucho más sosegada y, portanto, el primer cuarto de nuestra vidano solo es el más feliz, sino también elque más lento transcurre, de modo quegenera mucho más recuerdos, ycualquiera, si tuviese que hacerlo,sabría contar más cosas de ese períodoque de dos de los siguientes. E incluso,como pasa durante el año con laprimavera, de igual manera en la flor dela vida los días terminan siendo de unaduración enojosa. En otoño tanto del añocomo de la vida se vuelven cortos, sibien más amenos y estables. Cuando lavida se acaba, uno no sabe adónde se haido. […]

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Cuanto más tiempo vivimos, son menoslos asuntos que nos parecen importanteso lo bastante significativos como paraque luego sigamos meditando sobreellos y de esta manera se fijen en lamemoria: por tanto, los olvidamos encuanto han pasado. Y así discurre eltiempo, dejando cada vez menos huella.[…] Igual que al navegar los objetos queestán en la orilla se vuelven cada vezmás pequeños, irreconocibles y difícilesde discernir, así también los años quehan pasado, con sus vivencias yacontecimientos. A eso se añade que devez en cuando el recuerdo y la fantasíanos traen a la presencia una escena largotiempo pasada de manera tan vívidaLibrosPDF.net

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como el día de ayer; y de esta forma nosresulta muy próxima. […]

Conforme uno se hace mayor, vive conmenos conciencia de las cosas. Todopasa velozmente, sin dejar impresiónalguna; como ninguna deja la obra dearte que hemos contemplado mil veces:uno hace lo que tiene que hacer ydespués no sabe si lo ha hecho. En lamedida en que la vida se vuelve, pues,cada vez más inconsciente, en que se vaacercando a la total inconsciencia, supaso se va haciendo precisamente cadavez más rápido. […] Las horas delmuchacho duran más que los días delanciano. Por tanto, el tiempo de nuestraLibrosPDF.net

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vida se halla en un movimientoacelerado, como el de una bola querueda pendiente abajo; e igual que en undisco que gira cada punto se mueve másrápido cuanto más dista del centro, de lamisma manera transcurre el tiempo cadavez más veloz para cada uno en funciónde la distancia que lo separe de susprimeros años. […] El tiempo nosparecerá siempre demasiado corto y losdías pasan veloces como flechas.Entiéndase que hablo de seres humanos,no de ganado envejecido. Debido a estaaceleración del paso del tiempo, en losaños tardíos el aburrimiento por logeneral acaba desapareciendo; y como asu vez también enmudecen las pasionesLibrosPDF.net

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con las inquietudes que les son propias,si uno ha conservado la salud,considerándolo todo, el peso de laexistencia ciertamente se hace menorque en la juventud: de ahí que sedenomine «los mejores años» a la épocaque precede a la aparición de lasdebilidades y las dolencias queacompañan a una vejez mayor. Conrespecto a nuestro bienestar, bien podríaser realmente así: en cambio, los añosde juventud —durante los cuales todonos causa impresión y cualquier cosadeja su huella vivamente en nuestraconciencia— tienen el privilegio de serla época de inspiración fructífera para elespíritu, su primavera portadora deLibrosPDF.net

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flores. […]

En la juventud domina la intuición, en lamadurez el pensamiento: de ahí queaquella sea la edad de la poesía; y estala de la filosofía. También en el planopráctico, en la juventud uno se dejaguiar por lo intuido y la impresión quecausa, mientras que en la madurez solopor el pensamiento. […] La mayorenergía y la máxima tensión de lasfuerzas del espíritu tienen lugar, sin dudaalguna, durante la juventud, como muytarde hasta el trigésimo quinto año devida: a partir de ese momento,comienzan a decrecer, aunque sea muylentamente. Sin embargo, los añosLibrosPDF.net

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subsiguientes e incluso los de lamadurez no trascurren sin unacompensación espiritual. La experienciay el conocimiento solo entonces se hanhecho propiamente ricos: se ha tenidotiempo y ocasión de contemplar yconsiderar las cosas desde todos lospuntos de vista, se ha confrontado cadacosa con otra y hallado puntos decontacto y relaciones entre ellas, demanera que solo ahora se entiendendebidamente en su conjunto. Todo se haaclarado. […]

Solo el que se hace viejo alcanza arepresentarse la vida de maneracompleta y adecuada, puesto que laLibrosPDF.net

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contempla en su totalidad y curso naturaly, sobre todo, no, como hacen los demás,única y exclusivamente desde su puntode partida, sino también desde su puntode llegada, razón por la cual reconoceen particular a la perfección su completavanidad, mientras que el resto dehombres siguen atrapados en el deliriode que lo mejor todavía está por llegar.[…]

Aun así, la juventud sigue siendo la raízdel árbol del conocimiento, aunque solola copa tenga frutos. Pero como todaépoca, incluida la más desventurada, seconsidera a sí misma más sabia que lainmediatamente anterior y que lasLibrosPDF.net

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demás, así también le sucede a cadaedad del hombre; pero ambas cosas amenudo están equivocadas. En los añosdel crecimiento corporal, en los quetambién aumentan nuestras fuerzasespirituales y nuestros conocimientosdía a día, el hoy acostumbra acontemplar el ayer con desprecio. Estacostumbre echa raíces y permanecetambién cuando las fuerzas del espírituhan entrado en decadencia y el hoy, másbien, tendría que mirar con devoción alayer; de ahí que con frecuenciavaloremos demasiado poco tanto loslogros como las opiniones que tuvimosen nuestra juventud. […]

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En un sentido más amplio, tambiénpodría decirse que los primeros 40 añosde nuestra vida nos proporcionan eltexto, los siguientes 30 el comentario,que es el que nos permite captar elverdadero sentido y la coherencia deltexto en su conjunto, además de losaspectos morales y demás sutilezas delmismo.

Hacia el final de la vida sucede lo queacontece al término de un baile demáscaras, cuando caen los antifaces.Entonces uno ve al fin quiénes eranrealmente aquellos con los que habíatenido relación a lo largo de su vida,pues los caracteres han salido a la luz,LibrosPDF.net

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los hechos han dado sus frutos, loslogros han obtenido su justa valoracióny todas las falsas ilusiones handesaparecido. Es decir, todo ello hanecesitado de su tiempo. […]

Pero lo cierto es que, desde una visióngeneral y al margen de todos los estadosy circunstancias individuales, a lajuventud le es propia una determinadamelancolía y tristeza, mientras que a lavejez le es propia cierta jovialidad: larazón que lo explica es que la juventudse encuentra todavía bajo el yugo y laservidumbre de aquel demonio queapenas la libera un instante y que es elcausante directo e indirecto de todo malLibrosPDF.net

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que aflija o amenace al hombre. Lavejez, sin embargo, tiene la alegríapropia de quien se ha librado de unacadena arrastrada largo tiempo y ahorase mueve libremente. Por otro lado,empero, podría decirse que tras laextinción del impulso sexual se haconsumado el núcleo propiamente dichode la vida y que tan solo queda lacáscara de la misma o que esta seasemeja a una comedia que fuerainiciada por personas, pero concluidafinalmente por marionetas vestidas consus ropas.

Sea como fuere, la juventud es la edadde la intranquilidad, la vejez la de laLibrosPDF.net

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calma: ya de ahí se deducen sus placeresrespectivos. El niño extiende solícitosus manos hacia todo lo que ve tancolorido y variopinto: se ve excitadopor ello, pues su sensorium [capacidadperceptiva] es aún muy fresco y joven.Lo mismo le ocurre, con una energía aúnmayor, al joven. También él se veexcitado por el colorido mundo y susvariados objetos: de inmediato, sufantasía inventa más de lo que el mundopuede de verdad ofrecer. De ahí que estélleno de deseo y añoranza de loindeterminado, cosa que le roba lacalma, sin la cual no hay felicidad. Ymientras que el joven piensa que en elmundo hay cosas extraordinarias queLibrosPDF.net

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pueden conseguirse con tal de saberdónde encontrarlas, el anciano estáimbuido ya de la máxima del Kohelet«Todo es vanidad» [Eclesiastés 1,14] ysabe que todas las nueces están vacíaspor muy doradas que sean. Pues en lavejez todo eso ya ha quedado atrás; enparte, porque la sangre se ha enfriadomás y la excitabilidad del sensorium seha hecho menor y en parte, porque laexperiencia de la vida ha ilustrado alhombre mayor sobre el sentido de lascosas y el valor de los placeres, demanera que se ha visto progresivamenteliberado de las ilusiones, quimeras yprejuicios que antaño ocultaban ydeformaban la visión libre y pura de lasLibrosPDF.net

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cosas. Así que ahora todo se reconocemás correcta y claramente y se tomacada cosa por lo que realmente es y, enmayor o menor medida, se llega acomprender la vanidad de todos losasuntos mundanos. Esta es la razón deque las personas mayores, incluso las detalentos más comunes, tengan cierto airede sabiduría, que las distingue de lasmás jóvenes. Pero fundamentalmentetodo lo dicho lo ha llevado a la calmaespiritual y esta es un importantecomponente de la felicidad, cuando nola condición y esencia de la misma. […]

Ciertamente, a una edad más avanzadatambién las fuerzas del espírituLibrosPDF.net

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decrecen: pero allá donde hubo mucho,siempre quedará lo bastante paracombatir el tedio. Luego sigueaumentando, como se ha dicho antes, lacorrecta comprensión de las cosasmediante la experiencia, elconocimiento, la práctica y la reflexión.El juicio se agudiza y la conexión de lascosas aparece más clara; se gana, entodos los campos, una visión deconjunto sintetizadora. Así pues,mediante combinaciones siempre nuevasde los conocimientos acumulados y elenriquecimiento ocasional de losmismos, la propia educación más íntimade uno sigue su curso en todos losaspectos, apacigua, satisface y premia elLibrosPDF.net

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espíritu. Con todo ello se compensa encierto grado el aludido decaimiento.Además, como se ha dicho, el tiempo vamucho más deprisa a una edad másavanzada, lo que contrarresta elaburrimiento. La reducción de lasfuerzas corporales no es muy grave, contal de que no las necesitemos paraganarnos la vida. La pobreza en la vejezes una gran desgracia. Pero si se hapodido evitar y se mantiene buena salud,entonces la vejez puede ser una partemuy llevadera de la vida. Susprincipales necesidades son lacomodidad y la seguridad: de ahí que enla vejez se sienta aún más predilecciónque antes por el dinero, pues es laLibrosPDF.net

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compensación de las fuerzas faltantes.Abandonado por Venus, uno buscarágustoso distraerse con Baco. En lugar dela necesidad de ver, viajar y aprender,hará su aparición la de enseñar y hablar.Sin embargo, es una suerte si al ancianotodavía le queda el amor por el estudio,también por la música, el teatro y, endefinitiva, cierta receptividad por loexterior, como, ciertamente, continúasiendo el caso de algunos hasta la edadmás provecta.

Solo a una edad avanzada alcanza elhombre por completo el horaciano niladmirari [«no sorprenderse de nada»,Horacio, Epistulae I, 6], es decir, laLibrosPDF.net

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convicción inmediata, sincera y sólidasobre la vanidad de la totalidad de lascosas y la inconsistencia de lasmaravillas del mundo: las quimeras handesaparecido. Ya no cree que en algunaparte, ya sea en un palacio o en unachoza, exista una dicha particular, mayorde la que en esencia disfruta también élen todas partes si está libre de dolorfísico o espiritual. Para él, las cosas quea ojos del mundo son grandes opequeñas, ricas o humildes, no merecenen realidad ya distinción alguna. Esto daal anciano una paz especial, gracias a lacual desdeña sonriendo todas lasbufonadas mundanas. Ya estácompletamente desengañado y sabe bienLibrosPDF.net

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que la vida humana, por más que uno seempeñe en adornarla y engalanarla,pronto, sin embargo, aparecerá en todasu mezquindad por entre esos adornosde feria y, por mucho que uno quieracolorearla y decorarla, es siempre lamisma en lo esencial, una existenciacuya verdadera valía hay que ponderarsolo por la ausencia de dolor y no por lapresencia de placeres y mucho menos delujos.

El rasgo característico y fundamental dela vejez es el desengaño: handesaparecido aquellas ilusiones quehasta entonces habían hecho atractiva lavida y dado estímulo a la acción; uno haLibrosPDF.net

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acabado reconociendo la nadería yvacuidad de todas las maravillas delmundo, en especial del lujo, la pompa yla aparente grandeza; uno ha descubiertoque detrás de la mayoría de las cosasdeseadas y los goces aspirados no seesconde gran cosa y así ha llegadogradualmente a comprender la enormepobreza y vacuidad de toda nuestraexistencia. Solo a los 70 añoscomprende uno del todo el primer versode Kohelet [Eclesiastés 1,2: «Vanidadde vanidades, todo es vanidad»]. Peroesto es asimismo lo que otorga a lavejez cierto toque de tristeza. Lo que«uno es para sí mismo» nunca adquieretanto valor que cuando se llega a viejo.LibrosPDF.net

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Sin embargo, la mayoría de personas,que han sido siempre escasas deentendederas, se convierten en la vejezcada vez más en autómatas: piensan,dicen y hacen siempre lo mismo yninguna impresión exterior lograrájamás cambiar algo o sacar algo nuevode ellos. Hablar con tales ancianos esigual que escribir en la arena: laimpresión se borra casi inmediatamente.Una vejez semejante es, desde luego, tansolo el caput mortuum [cabeza, escoriamuerta][82] de la vida. Parece que lanaturaleza quiere simbolizar la entradaen una segunda infancia a la edad másavanzada mediante la aparición de unatercera dentición, si bien esto no ocurreLibrosPDF.net

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sino raras veces.

La progresiva desaparición de lasfuerzas conforme avanza la edad es,ciertamente, muy lamentable: sinembargo, es algo necesario e inclusobenéfico, pues, de lo contrario, lamuerte, para la cual la vejez nosprepara, nos resultaría demasiado difícilde asumir. De ahí que el sumo beneficioal que uno pueda aspirar en una edadmuy avanzada sea la eutanasia, es decir,una buena muerte altamente fácil, que nose vea precedida por enfermedad algunani acompañada por ninguna convulsión yque apenas se sienta. […]

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La diferencia básica entre la juventud yla vejez consiste en que aquella tieneante sí la perspectiva de la vida y esta lade la muerte; que, por tanto, aquellaposee un breve pasado y un ampliofuturo, y esta al revés. La vida en losaños de la vejez se asemeja al quintoacto de una tragedia: se sabe que undesenlace trágico se avecina, pero aúnno se sabe cómo será. Ciertamente,cuando se es mayor, ya solo se tiene lamuerte ante sí; pero cuando se es joven,se tiene la vida por delante y uno sepregunta, en último término, cuál de lasdos cosas será más preocupante y si,visto en general, no será la vida algoque es mejor tener a nuestras espaldasLibrosPDF.net

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que delante de nosotros. Ya lo diceKohelet (7,2): «El día de la muerte esmejor que el día del nacimiento».Querer poseer una vida larga es, encualquier caso, un deseo temerario.[83]

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ANTOLOGÍA

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LA DEFINICIÓN DE LAVIDA

La vida puede definirse como el estadode un cuerpo en el que este, pese alconstante cambio de la materia,mantiene en cada momento su formaesencial (sustancial).[84]

Que el nacimiento y la muerte han deentenderse como pertenecientes a lavida y sustanciales para la manifestaciónde la voluntad se deduce también por elhecho de que ambos se nos presentancomo expresiones más potentes yelevadas de cuanto constituye, por lo

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demás, el resto de la vida. Pues a cartacabal esto no es otra cosa que unconstante cambio de la materia bajo lafirme permanencia de la forma, yprecisamente ello conforma el carácterperecedero de los individuos enmarcadodentro de lo imperecedero de la especie.La constante alimentación yreproducción se distingue únicamentepor una cuestión de gradación de laprocreación, al igual que solo en cuantoa gradación se distingue la excreción[segregación] de la muerte.[85]

Pero precisamente queremos considerarla vida filosóficamente, a saber, enfunción de sus ideas; y entonces veremosLibrosPDF.net

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que ni la voluntad, la cosa en sí en todassus manifestaciones, ni el sujeto delconocimiento, el observador de todoslos fenómenos, se ven afectados demanera alguna por el nacimiento o lamuerte. Nacimiento y muerte son algocaracterístico del fenómeno de lavoluntad, es decir, de la vida, y esesencial para ella el hecho de podermanifestarse mediante individuos quenazcan y mueran en cuanto figurasefímeras, surgidas como formastemporales, representantes de aquelloque en sí no conoce temporalidadalguna, aunque precisamente haya derepresentarse así para lograr objetivarsu propia esencia.[86]LibrosPDF.net

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Igual que las vaporizadas gotas de larugiente cascada cambian a la velocidaddel relámpago, mientras que el arco iris,del cual son portadoras, se mantiene concalma imperturbable y del todoinalterado a pesar de esta agitaciónpermanente, así permanece cada idea, esdecir, cada especie de los seres vivos,completamente inafectada por elconstante cambio experimentado por susindividuos. Pero es en la idea, o laespecie, donde la voluntad de vivirhunde realmente sus raíces y semanifiesta: de ahí que su duración sea loúnico que a la voluntad le importe deverdad. Por ejemplo, los leones quenacen y mueren son como las gotas de laLibrosPDF.net

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cascada; pero la leonitas, la idea oforma del león, es como el inconmoviblearco iris que se tiende encima de ella.De ahí que Platón concedieraúnicamente a las ideas, es decir, a lasspecies, a las especies, un ser en sentidopropio, mientras que a los individuos tansolo una inagotable sucesión denacimientos y muertes. De la profundaconvicción de su carácter imperecederonace en realidad también la seguridad ytranquilidad de ánimo con las que cadaindividuo animal y asimismo humanoanda despreocupado por entre un mar deescollos azarosos que podríanexterminarlo en cualquier momento y,además, justo en dirección a la muerte.LibrosPDF.net

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En sus ojos brilla entretanto latranquilidad propia de la especie, puesen calidad de especie ninguna extinciónlo afecta ni le incumbe realmente. Estaclase de tranquilidad no podríanproporcionársela al hombre los dogmascambiantes e inseguros.[87]

¿Cómo puede alguien, al contemplar lamuerte de un ser humano o animal,suponer que una cosa en sí misma quedeconvertida en nada? Que más bienencuentra su final tan solo un fenómenoen el tiempo, esa forma de todos losfenómenos, sin que la cosa en sí mismase vea afectada: esto es un conocimientointuitivo inmediato en cada hombre. DeLibrosPDF.net

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ahí que, en todos los tiempos, el serhumano se haya esforzado por expresaresta idea de las formas más variadas ycon las fórmulas más diversas, lascuales, no obstante, derivadas delfenómeno, en su sentido más íntimotodas ellas se refieren a este mismo.[…]

A medida en que uno se hace másconsciente de la caducidad,insignificancia y consistencia onírica detodas las cosas, tanto más claramenteserá consciente de la eternidad de su serinterior; pues en realidad solo medianteel contraste de este con la naturaleza delas cosas nos daremos cuenta de dichaconsistencia, de igual manera que uno seLibrosPDF.net

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da cuenta del raudo movimiento de unbarco únicamente cuando fija la vista entierra firme y no cuando solo se fija enel mismo barco.[88]

Pues, para mí la conciencia nunca se hapresentado como causa, sino siemprecomo producto y resultado de la vidaorgánica, en cuanto que a lo largo de lamisma se eleva y desciende, es decir,durante las diferentes edades de la vida,en la salud y la enfermedad, en el sueño,el desmayo, el despertar, etcétera; o sea,siempre se presenta como efecto, nuncacomo causa de la vida orgánica, siemprese muestra como algo que aparece ymuere y reaparece, mientras se den lasLibrosPDF.net

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condiciones adecuadas para ello, perofuera de eso no.[89]

En definitiva, hay que hacer constar eneste lugar que, si bien, al igual que elcarácter humano —o corazón—, elintelecto —o cabeza—, según suscualidades básicas, sea algo innato, este,sin embargo, de modo alguno permanecetan inalterado como aquel, sino que estásujeto a no pocas modificaciones, queincluso, en su conjunto, hacen suaparición de manera regular, puesto quese basan en parte en que el intelectotiene un fundamento físico y en parte enque posee un material empírico. Así, lafuerza que le es propia experimenta unLibrosPDF.net

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crecimiento gradual, hasta llegar a laakme o culminación, y después unaprogresiva decadencia, hasta laimbecilidad. Ahora bien, resulta que,por otro lado, el material que mantienetodas estas fuerzas ocupadas y activas,es decir, el contenido del pensar y delsaber, la experiencia, los conocimientos,la práctica y por ello la perfección de lacomprensión, representa una magnituden constante crecimiento,aproximadamente hasta la aparición delas distintas debilidades, que hace quetodo decaiga. El hecho de que el hombrese componga, por una parte, de algo ensí inalterable y, por otra, de algo que esregularmente alterable de dos manerasLibrosPDF.net

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distintas y opuestas a la vez entre síexplica la desigualdad de su aparienciay su valor en las diferentes edades de lavida.[90]

He dicho que el carácter de casicada hombre parece ajustarsepreferentemente a una determinada edadde la vida; de manera que este sedesarrolla mejor en la edad que leresulta más favorable. Algunos sonjóvenes amables, pero luego pierden suencanto; otros, hombres fuertes yemprendedores, a quienes la edaddespués les roba todo valor; algunos semuestran con mayores cualidades en lavejez, cuando son más amables por laexperiencia y la serenidad adquiridas:LibrosPDF.net

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este es el caso, a menudo, de losfranceses. Debe ser así por el hecho deque el carácter tiene en sí mismo algojuvenil, adulto o maduro, con lo que unadeterminada edad de la vida concuerdao le contrarresta como un correctivo.

De igual manera que cuando alguiense encuentra en un barco se percata desu avance solo cuando mira atrás yobserva cómo los objetos que se hallanen la orilla van disminuyendo detamaño, así también uno se percata de suedad y de que va haciéndose mayor porel hecho de que la gente de cada vez másedad a uno le parece joven.[91]

La vida del hombre, como se presenta enLibrosPDF.net

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realidad la mayoría de veces, seasemeja al agua en su forma más común,un lago o un río: pero en la épica, lanovela y la tragedia los caracteresescogidos son puestos en unascircunstancias tales que despliegantodas sus cualidades, mostrando loprofundo del ánimo humano ymanifestándose en accionesextraordinarias y significativas. Así, lapoesía llega a objetivar la idea de lohumano, que tiene la particularidad depresentarse en los caracteresmarcadamente individuales.[92]

Es justo como si el agua dijera: «Yopuedo hacer olas muy altas (¡en efecto,LibrosPDF.net

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en el mar y la tormenta!); puedo correrllevándome por delante todo a mi paso(¡sí, en el lecho de la corriente!), puedoprecipitarme agitada y espumeante(¡cierto, en las cascadas!), puedoelevarme libre como un chorro al aire(¡sí, en una fuente!), puedo, por último,hervir y desaparecer (¡desde luego, a 80grados!); de todo lo dicho ahora, sinembargo, no hago nada en este momento,sino que permanezco voluntariamentetranquila y en calma en el estanquecristalino». Al igual que el agua solopuede hacer todo eso cuando se dan lascausas determinantes para un fenómenou otro, así también aquel hombreúnicamente puede hacer lo que creeLibrosPDF.net

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poder hacer si vuelven a presentarse lasmismas condiciones. Hasta que no seden estas causas, le resulta imposible;pero cuando hacen su aparición, elhombre debe llevarlo a cabo, igual queocurre con el agua en cuanto se dan lascausas correspondientes.[93]

Conforme a si la energía del intelecto sehalla en vigor o declive, la vida leparece tan corta, tan poca cosa y fugazque nada de lo existente merece que unose mueva, sino que todo resultainsignificante, también el placer, lariqueza e incluso la fama; y todo eso entan alto grado que, sea lo que fuere en loque uno haya fallado, no habrá perdidoLibrosPDF.net

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mucho en ello; o bien al revés: alintelecto la vida le parece tan larga,importante y el todo de la totalidad, tanrica en contenido y tan difícil, que noslanzamos a ella con toda nuestra almapara apoderarnos de sus bienes,asegurarnos el botín y realizar nuestrosplanes pese a cualquier obstáculo.[94]

Debemos figurarnos el principio que nosvivifica primero al menos como unafuerza natural, hasta que más adelanteuna investigación más profunda nospermita reconocer lo que es en símismo. Por tanto, ya considerada comofuerza natural, la fuerza vital no se ve enabsoluto afectada por el cambio deLibrosPDF.net

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formas y estados que la sucesión decausas y efectos trae y lleva y que soloestá sujeta, como demuestra laexperiencia, a la procreación y lamuerte.[95]

Por lo que respecta a la fuerza vital,somos, hasta los 36 años, comparables aaquellos que viven de sus rentas: lo quegastamos hoy, mañana está de nuevo ahí.Pero a partir de ese momento, nuestroejemplo análogo será el rentista quecomienza a gastar su capital. Alprincipio, la cosa no se nota: la mayorparte del dispendio sigue recuperándoseenseguida, el pequeño déficit que seproduce apenas llama la atención. PeroLibrosPDF.net

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este crece poco a poco, empieza anotarse, su aumento se hace cada díamayor, se convierte cada vez más en unhábito, el día de hoy es más pobre que elde ayer, sin esperanza de que el procesose detenga. Así, se acelera, de igualmanera que la decadencia corporal, eldispendio, hasta que al final ya no quedanada. Un caso muy triste se da cuandoambas cosas aquí comparadas, la fuerzavital y la propiedad, estándeshaciéndose efectivamente a la par:de ahí, pues, que con la edad seacreciente el amor al dinero. En cambio,al principio, hasta la mayoría de edad yun poco después, nos asemejamos, en loque respecta a la fuerza vital, a aquellosLibrosPDF.net

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que incluso añaden al capital algo de lasrentas: no es solo que lo gastado sereajuste por sí mismo, sino que elcapital crece. Y de nuevo este es aveces, gracias al cuidado de un certerotutor, también el caso del dinero. ¡Ohdichosa juventud! ¡Oh triste vejez! Así ytodo, cabe economizar las energías de lajuventud.[96]

También podría considerarse nuestravida como un episodio inútil y molestoen la bienaventurada calma de la Nada.En cualquier caso, incluso aquel a quienle haya resultado soportable, cuanto mástiempo viva, tanto más claramentepercibirá que en total es aLibrosPDF.net

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disappointment, nay, a cheat [unadecepción, incluso un engaño] o que,hablando sin rodeos, lleva el carácter deuna mistificación, por no decir unfraude.[97]

La vida se presenta primero como unatarea, a saber, la de mantenerla, degagner sa vie [ganarse la vida]. Una vezresuelta, lo que se ha ganado seconvierte en un lastre y entonces hace suaparición la segunda tarea, que estribaen disponer de ello, es decir, espantar elhastío que se abate sobre toda existenciaasegurada cual un ave rapaz al acecho.Por tanto, la primera tarea consiste enganar algo y, la segunda, en hacer queLibrosPDF.net

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aquello que se ha ganado no se note,pues de lo contrario sería una carga.[98]

La vida es una acumulación de tareaspor resolver; en ese sentido, defunctuses una hermosa expresión.[99]

La vida debe verse enteramente comouna severa lección que se nos da, auncuando, con nuestras formas depensamiento, orientadas hacia objetivostotalmente distintos, no podamosentender cómo hemos podido llegar anecesitarla […][100]

¿Cómo, preguntemos de pasada, elilimitado amor a la vida y el deseo de

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mantenerla a toda costa tanto tiempocomo sea posible podrían considerarsealgo bajo y despreciable, y, por parte delos seguidores de cualquier religión,además, algo indigno de ella, si la vidafuera un regalo de dioses benévolos, quehabría que agradecer?[101]

Pues la existencia humana, bien lejos deportar el carácter de un regalo, lleva ensí el de una deuda contraída. Laexigencia del pago de la misma apareceen forma de necesidades urgentes,deseos mortificantes y miseria infinitagenerados por esa existencia. Parasatisfacer la deuda, por regla general, seempleará toda la vida: sin embargo, soloLibrosPDF.net

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se termina con los intereses. El pagocompleto del capital tiene lugar con lamuerte. ¿Y cuándo se contrajo esadeuda? En el momento de laprocreación.[102]

Desde este punto de vista, habría quever nuestra vida como algo prestado porla muerte: el sueño sería entonces elinterés diario de dicho préstamo.[103]

Por consiguiente, nuestra vida seasemeja a un pago que obtenemos encontantes chavos de cobre y por el queluego tenemos que hacer un recibo: sonlos días que vivimos; el recibo es lamuerte.[104]

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Si comparamos ambas cosas, laindescriptible artificialidad de lasinstituciones y la indecible riqueza delos medios, por un lado, y la pobreza delo que a través de ello se persigue yconsigue, por otro, entonces se nosimpone la comprensión de que la vida esun negocio cuyas ganancias ni conmucho cubren los gastos.[105]

Según esto, cada uno intenta pasarla lomejor que pueda. Lleva la vida como sifuera una servidumbre feudal que ha desatisfacer. Pero ¿quién ha contraído ladeuda? Fue el progenitor, en el disfrutede su sensualidad. Así que, por habergozado este de ella, el otro debe vivir,LibrosPDF.net

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padecer y morir.[106]

Pues, en el fondo, cada individualidadno es más que un error específico, unpaso en falso, algo que mejor noexistiera, en efecto, algo de lo cualtraernos de vuelta constituye el objetivoreal de la vida.[107]

La vida se presenta como un engañocontinuado, tanto en lo grande como enlo pequeño.[108]

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EL OBJETIVO DE LAVIDA

La opinión común, sobre todoprotestante, según la cual el objetivo dela vida se encontraría sola y únicamenteen las virtudes morales, es decir, en lapráctica de la justicia y el amor alprójimo, trasluce su insuficiencia ya porel hecho de que entre los hombres hayatan lamentablemente poca moralidadpura y real. No pretendo hablar ahora delas grandes virtudes, magnanimidad,generosidad y capacidad de sacrificio,cosas que difícilmente se hallarán fuerade los escenarios o la novela, sino solo

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de aquellas virtudes que todos deberíantener por obligación. Quien sea viejoque se acuerde de aquellos con los queha tratado en la vida: ¿cuántas personasreal y efectivamente honorables habráhabido entre ellos? ¿No eran con crecesla mayoría —pese a su desvergonzadodisgusto ante la sospecha más ligera deun engaño o una mentira— todo locontrario? ¿No eran un abyecto interéspropio, una ilimitada ansia de dinero,una bien escondida pillería y, además,una venenosa envidia y un maligno gocepor la desgracia ajena tan generalmentedominantes que la más diminutaexcepción a todo ello se recibió conadmiración? Y el amor al prójimo, ¿cuánLibrosPDF.net

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poco frecuente se eleva a más que a ladonación de algo tan prescindible quenunca se echaría de menos? ¿Y entre tanescasas y raquíticas muestras demoralidad se situaría la meta definitivade la vida?[109]

Uno puede incluso intentar atribuir laculpa de su desdicha individual ya a lascircunstancias, ya a otras personas, ya asu propio infortunio o también a suimpericia, y asimismo reconocer cómotodas estas cosas han contribuido a ella.Sin embargo, nada de esto cambia unápice el hecho de que se haya fallado enla consecución de la meta real de laexistencia, que consistiría en ser feliz;LibrosPDF.net

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razón por la cual las reflexiones que sehacen al respecto, sobre todo cuando yase apura el paso de la vida, a menudosean muy tristes; de ahí que casi todoslos rostros cargados de años reflejen esaexpresión que los ingleses llamandisappointment [decepción]. A eso sesuma que hasta entonces cada día denuestra vida ya nos ha enseñado que lasalegrías y los placeres, incluso cuandose consiguen, son engañosos en símismos, no dan aquello que prometen,no apaciguan el corazón y, por último,que su posesión se ve amargada por lasincomodidades que los acompañan oque de ellos se derivan, mientras que, encambio, los dolores y las penas seLibrosPDF.net

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muestran bastante reales y superan muy amenudo todas las expectativas. Y así,ciertamente, todo en la vida contribuye aapartarnos del error originario yconvencernos de que la meta de nuestraexistencia no es ser feliz. Es más, alexaminar la cuestión más exacta eimparcialmente, la vida aparecepropiamente encaminada a que no nossintamos felices en ella, en cuanto, portoda su naturaleza, porta el carácter dealgo que nos ha de disgustar, algo de loque se nos quitan las ganas y a lo quehemos de volver la espalda como a unerror para que nuestro corazón se curedel afán de saborear el placer, es más,del afán de vivir, y se aparte del mundo.LibrosPDF.net

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En este sentido, sería más correctofundamentar la meta de nuestra vida ennuestro dolor y no en nuestro bienestar.[110]

Lo más raro de todo, no obstante, es queuno llega a conocerse y comprenderseincluso a sí mismo, entender el objetivoy la meta de su propia vida, solo cuandoya se aproxima el fin, y más aún en loque a su relación con el mundo, con losdemás, se refiere. Con frecuencia, perono siempre, ocurre que uno entonces hade conformarse con una posición másbaja de lo que antes había pensado; peroa veces alcanza también una máselevada, lo que se infiere entonces del

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hecho de que antes no había tenido unapercepción lo bastante clara sobre lanimiedad del mundo y por ello habíapuesto su meta por encima de ella. Depaso se conoce lo que hay en cada uno.[111]

Ahora que, como resultado de mifilosofía de rigor (en oposición a lamera filosofía profesoral o de broma),hemos reconocido el apartarse de lavida por parte de la voluntad como lameta última de la existencia temporal,debemos asumir que cualquiera a sumanera, que a menudo puede implicargrandes rodeos, es guiado poco a pocohacia ese camino. Ahora bien, puesto

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que alegrías y goces en realidad van encontra de dicho objetivo, vemos que, deacuerdo con este, dolor y desgracia sehallan inevitablemente entretejidos encada curso de vida. Eso sí, en muydesigual manera y solo raramente enabundancia, esto es, en circunstanciastrágicas, en las que entonces parececomo si la voluntad, por decirlo así,fuera llevada a la fuerza a apartarse dela vida y conducida al renacimientocomo por cesárea.

Así, nos lleva esta imperceptibleguía, que solo se manifiesta en dudosaapariencia, hasta la muerte, que es elverdadero resultado y, por tanto, elobjetivo de la vida. En la hora finalLibrosPDF.net

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convergen todas las enigmáticas fuerzas(que, no obstante, están arraigadas ennosotros) que determinan el destinoeterno del hombre y entran en acción. Desu conflicto surge el camino que unodebe seguir ahora, pues se prepara supalingenesia [renacimiento] junto contoda la alegría y todo el dolor que estaconlleva y que le estánirremediablemente destinados. En elloestriba el carácter altamente serio,importante, ceremonioso y temible de lahora de la muerte. Es una crisis, en elsentido más poderoso del término, unjuicio universal.[112]

Puesto que las acciones de los demásLibrosPDF.net

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frente a mí deben afectar a mi bienestaro malestar para que no me seanindiferentes, puesto que su opinión, esdecir, el honor, solo tiene valor por suinfluencia en aquellas y que la vida es lacondición de todo bienestar y la muertelo más extremo y la frontera de todo lomalo, según todo esto, la clásicasentencia «El honor antes que la vida»no puede ser cierta. Pues el honor essolo un medio para llegar a aquello quehace la vida soportable o cómoda. Vivir,y vivir de manera soportable, es la meta(desde este punto de vista empírico) y elmedio no puede ser de mayor valor queesta última. Por lo demás, la vida, unavez que se pierde, ya no puedeLibrosPDF.net

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recuperarse de ninguna manera; el honor,sin embargo, es posible recuperarlonuevamente; por ejemplo, pordesilusión, por consecución de nuevoshonores de otro género; en cualquiercaso, por un cambio radical de clima,etcétera.[113]

De ahí también que el respeto, que nosimpone un gran dolor, se sienta aún másante cualquier difunto, que cada muertesea una especie de apoteosis osantificación y que no podamos siquieracontemplar el cadáver del hombre máscorriente sin sentir veneración. En esesentido, hay que considerarprecisamente el morir como el objetivoLibrosPDF.net

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moral primordial de la vida, y en eseinstante se alcanza más que en todos losaños de existencia, que tan solo fueronuna preparación, un praeludium paraese instante. De esta manera, la muertees el Résumé de la vida, la suma total dela misma, que expresa en una sola fraselo que la existencia nos dio poco a pocoy por partes, y no es sino lo siguiente:que la voluntad de vivir, es decir, todoafán cuya manifestación constituye lavida, es algo inútil, vano, en sí mismocontradictorio, algo a lo que resultasalvífico darle la espalda.[114]

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LA DURACIÓN DE LAVIDA

La duración de la vida humana seestablece en dos lugares del AntiguoTestamento (LXX) en 70 años, y, cuandollega a mucho, en 80; y, lo que es mássignificativo, Herodoto (I, 32 et III, 22)dice lo mismo. Pero es erróneo y sólo elresultado de una concepción tosca ysuperficial de la experiencia cotidiana.Pues si la duración natural de la vidafuese de 70 a 80 años, la gente deberíamorir de vejez entre los 70 y los 80años. Pero no es este para nada el caso:muere, como la gente más joven, de

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enfermedades. La enfermedad, empero,es esencialmente una anomalía: es decir,este no es el fin natural. Solo entre los90 y los 100 años mueren los sereshumanos, pero, por regla general, devejez, sin enfermedad, sin agonía, sinestertor, sin convulsión, a veces sinpalidecer, lo que se denominaeutanasia. Por eso, también en estepunto tiene razón las Upanishadscuando en dos lugares establece laduración natural de la vida en 100 años.[115]

No hay por qué calificar propiamente lavida humana de larga o corta, puestoque, en el fondo, es la medida en función

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de la cual se calculan todos los demásperíodos de tiempo. En las Upanishadsde los Vedas, se señalan los 100 añoscomo la duración natural de la vida delhombre. Pienso que con razón, pues yahe reparado en que solo aquellos quesobrepasan los 90 años consiguen laeutanasia, es decir, morir sinenfermedad, también sin apoplejía, sinconvulsiones ni estertores, de cuando encuando incluso sin palidecer, las más delas veces sentados, y eso después dehaber comido; eso no es tanto morircuanto sencillamente dejar de vivir. Acualquier edad más temprana, se muereúnicamente por enfermedad, es decir,antes de tiempo.[116]LibrosPDF.net

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En definitiva, es una de las mayores ymás frecuentes necedades poner muchoempeño en la vida, sea como sea lamanera en que se hace. Pues talesesfuerzos se ciñen a la duración de unavida humana total y completa, que, sinembargo, muy pocos alcanzan. Además,incluso si viven tanto, ese tiempo resultademasiado breve para los planeshechos, puesto que su realización exigesiempre mucho más tiempo de loprevisto. Aparte de eso, tales esfuerzos,como todas las cosas humanas, estánexpuestos a fracasos y frustraciones entan alto grado que muy raramenteconsiguen llegar a su objetivo. Porúltimo, aun cuando al final todo se hayaLibrosPDF.net

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conseguido, se ha hecho caso omiso delos cambios que el tiempo produce ennosotros mismos; a saber, no se hatenido en cuenta que ni para elrendimiento ni para el gozo nuestrasfacultades bastan durante toda la vida.De ahí que suceda que a menudo nosafanemos por cosas que, una vezalcanzadas, ya no son adecuadas paranosotros; y también que gastemos añoscon los preparativos para una obra, añosque, mientras tanto, nos han robado lasfuerzas necesarias para llevar dichaobra a buen término, sin que nos demoscuenta. Y así ocurre frecuentemente queya no podemos disfrutar de la riquezaque hemos alcanzado con tanto esfuerzoLibrosPDF.net

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y pese a muchos peligros, y que, enrealidad, hemos trabajado en beneficiode otros; sucede también que ya noestamos en condiciones de ocupar elpuesto obtenido por fin, tras numerososaños de mucho bregar y luchar: lascosas han llegado demasiado tarde paranosotros. Asimismo pasa al revés, asaber, somos nosotros quienes llegamosdemasiado tarde a nuestras cosas,concretamente cuando de servicios oproductos se trata: el gusto de la épocaha cambiado; una nueva generación, queno se interesa por estas cosas, hacrecido; otros, por caminos más cortos,se nos han adelantado, etcétera.[117]

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Lo que hace desgraciada la primeramitad de la vida, que en tantas cosas espreferible a la segunda, es lapersecución de la felicidad, a partir delsupuesto firme de que tiene que serposible alcanzarla a lo largo de la vida.De ahí surgen la esperanzaconstantemente defraudada y eldescontento. Nos figuramos imágenesengañosas de una dicha soñada eindeterminada, bajo formascaprichosamente elegidas, y buscamosen vano su modelo arquetípico.[118]

En la segunda mitad de nuestra vidahace su aparición, en lugar del ansiapermanentemente insatisfecha deLibrosPDF.net

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felicidad, la preocupación por lainfelicidad. Ahora bien, hallar unremedio para esto es de modo objetivoposible, pues estamos por fin libres deaquella presunción y tan solo buscamoscalma y en lo posible, la ausencia dedolor, de lo que puede surgir un estadonotablemente más alegre que el de laprimera mitad, ya que aspira a algo quees alcanzable, un estado que recompensacon creces las carencias propias de lasegunda mitad.[119]

Lo que se opone a que los hombreslleguen a ser más sabios y prudenteses, entre otras cosas, la brevedad de lavida. Cada treinta años llega unaLibrosPDF.net

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generación nueva que no sabe nada ytiene que empezar desde el comienzo.[120]

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EL CURSO DE LA VIDA

En verdad, solo el curso vital de cadaindividuo tiene unidad, coherencia yverdadero significado: hay que verlocomo una enseñanza, y el sentido de lamisma es moral. Solo las operacionesinternas, en cuanto que conciernen a lavoluntad, poseen verdadera realidad yson hechos efectivos porque la voluntadsola es la cosa en sí.[121]

Ni nuestro actuar ni el curso de nuestravida es nuestra obra; sí lo es aquelloque nadie considera tal: nuestra esenciay existencia. Pues sobre la base de estay de las circunstancias y los sucesosLibrosPDF.net

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externos que aparecen en rigurosaconexión causal, nuestro actuar y elcurso de nuestra vida se desarrollan conperfecta necesidad. Según ello, ya en elnacimiento del ser humano estádeterminado de manera irrevocable yhasta en los detalles el curso entero desu vida, de modo que una sonámbula ensu máxima potencia podría predecirlocon precisión.

Deberíamos tener presente estaverdad grande y segura en laconsideración y el juicio sobre el cursode nuestra vida, de nuestras acciones ysufrimientos.[122]

Por tanto, todo el curso empírico de laLibrosPDF.net

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vida de una persona, en todas susoperaciones grandes y pequeñas, estátan necesariamente predeterminadocomo el mecanismo de un reloj. Esto sedebe básicamente al hecho de que elmodo como el mencionado libre actometafísico llega a la concienciacognoscente es una intuición que tienepor forma el tiempo y el espacio, pormedio de la cual se representa ahora launidad e indivisibilidad de dicho actocomo extendida en una serie de estadosy acontecimientos, que surgen siguiendoel hilo conductor del principio de razón[principium rationis] en sus cuatroconfiguraciones; y esto es precisamentelo que significa necesario. El resultadoLibrosPDF.net

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es algo moral, a saber, que nosotrosreconocemos lo que somos en lo quehacemos, de igual modo comoreconocemos lo que merecemos enaquello que padecemos.[123]

Ahora bien, si, con esta condición, lavida todavía hubiera de conservar unatendencia y un sentido morales, entoncesestos deberían encontrar su origen,ciertamente, solo durante el curso de lamisma y salir de la nada, como elhombre así considerado viene porcompleto de la nada: pues aquí quedaexcluida, de una vez por todas, cualquierrelación con una condición precedente,una existencia anterior o un actoLibrosPDF.net

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extratemporal, a los que, no obstante,remite claramente la ilimitada,originaria e innata heterogeneidad de loscaracteres morales.[124]

Así que, a la vista de su propio destinoindividual es como se despierta enmuchos este fatalismo transcendente quealguna vez nacerá en cualquiera a raízde una atenta observación de la propiavida, después de que su curso hayaadquirido una extensión considerable; enefecto, cuando uno examinadetenidamente los detalles de su cursovital, puede presentársele como si en éltodo hubiese estado ya decidido deantemano, y los hombres se le antojanLibrosPDF.net

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meros actores.[125]

El curso vital cumplido, al que uno echala vista atrás cuando está a punto demorir, surte sobre la íntegra voluntadobjetivada en esa individualidad queperece un efecto análogo al que motivael obrar del hombre: y es que le da unnuevo rumbo, que consecuentemente esel resultado moral y esencial de la vida.[126]

Esto último se comprueba tambiénmediante los hechos inequívocos de que,al acercarse la muerte, los pensamientosde cada hombre, tanto si se aferraba adogmas religiosos como si no, adquieren

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una dirección moral y de que el hombrese esfuerza, desde un punto de vistamoral, en sacar las cuentas de las etapaspasadas de su vida.[127]

¡Qué hermosas y significativas sepresentan en el recuerdo algunas escenasy procesos de nuestra vida pasada, apesar de que, en su momento, lasdejamos pasar sin estima especialalguna! Pero tenían que pasar, estimadaso no: son justamente las teselas de lasque se compone la imagen de lamemoria del curso de nuestra vida.[128]

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EL MOMENTOPRESENTE

En el pasado no ha vivido hombrealguno y tampoco vivirá ninguno en elfuturo; la única forma de existencia es elmomento presente, pero a la vez es unaposesión segura, que nadie podráarrebatarnos jamás.[129]

Por tanto, no cabe indagar sobre elpasado anterior al momento que vivimosni sobre el futuro que venga tras habermuerto, sino que hemos de reconocer elpresente como la única forma en que sepresenta la voluntad; este no escapará de

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ella, y ella tampoco de él. A quien, porende, satisfaga la vida como es, quien laafirma de todos los modos posibles,podrá en confianza contemplar laexistencia como algo infinito y rechazarel miedo a la muerte por ser una simpleilusión que nos infunde el temor absurdode perder el instante inventando untiempo que exista sin presente: unengaño que, en lo que concierne altiempo, es como aquel otro, en que loque al espacio se refiere, según el cualcada uno en su fantasía considera ellugar de la esfera terrestre que él ocupaen ese momento como la parte de arribay todo lo demás como la de abajo; deigual modo, cada uno vincula elLibrosPDF.net

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momento presente a su propiaindividualidad y cree que con estedesaparece también el presente, y que elpasado y el futuro se quedan entoncessin aquel. Mas, de igual manera quesobre la esfera terrestre en todas partesse está arriba, así también la forma detoda vida es el momento actual, y temera la muerte porque nos pueda arrebatarel presente no es más sabio que temerque uno pudiera caerse de la Tierraredonda, en cuya parte de arriba se hallefelizmente en ese instante.[130]

A lo largo de toda nuestra vida, siempreposeemos solo el momento presente ynunca nada más. Con la diferencia deLibrosPDF.net

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que, al principio, tenemos un largofuturo ante nosotros, mientras que, alfinal, contemplamos un largo pasado anuestras espaldas; y además, que nuestrotemperamento, si bien no nuestrocarácter, pasa por algunos cambiosconocidos, con lo que cada vez laactualidad adquiere un color distinto.[131]

A cada suceso de nuestra vida lepertenece tan solo un momento del quese pueda decir que «es» y después parasiempre que «fue». Con cada atardecersomos más pobres en un día. Quizá, antela visión del transcurso del escasotiempo que nos corresponde, nos

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enloqueceríamos, si no hubiera en lomás profundo de nuestro ser laconciencia secreta de que nos pertenecela fuente inagotable de la eternidad parapoder una y otra vez renovar a partir deella el tiempo de nuestra vida.

Ciertamente, sobre consideracionescomo las arriba mencionadas uno puedefundamentar la doctrina según la cualdisfrutar del presente y hacer de ello lameta de nuestra vida sería la mayormuestra de sabiduría, dado que dichameta sería lo único real y todo lo demásnada más que un mero juego intelectual.Pero de igual manera podríamoscalificarlo de la mayor necedad, puesaquello que deja de existir al momento,LibrosPDF.net

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y que desaparece por completo, cual sifuera un sueño, no merece en ningúncaso que le dediquemos un serioesfuerzo.[132]

Un punto importante de la sabiduría dela vida consiste en la correctaproporción en que dedicamos nuestraatención en parte al presente, en parte alfuturo, para que uno no nos estropee elotro. Hay muchos que viven demasiadoel presente: son los despreocupados;otros viven demasiado pendientes delfuturo: los asustadizos y preocupados.Pocas veces encontrará uno la justamedida. Aquellos que, por aspirar yesperar permanentemente, viven solo enLibrosPDF.net

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el futuro, miran siempre hacia delante yse precipitan con impaciencia hacia lascosas que aún están por llegar, como siúnicamente estas trajeran la verdaderadicha, y entretanto, sin embargo, dejanque pase el presente sin prestarleatención y disfrutarlo; estos, pese a suaspecto de grave inteligencia, soncomparables a aquellos asnos en Italia,de los que se consigue que aceleren elpaso poniéndoles delante de la cabezaun haz de heno sujeto con un palo, demanera que lo tienen en todo momentojusto delante de ellos e intentan darlealcance. Pues se engañan a sí mismosprivándose de toda su existencia, alvivir siempre ad interimLibrosPDF.net

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[provisionalmente, por ahora], hasta quemueren.[133]

Las escenas de nuestra vida se asemejana las imágenes representadas en un toscomosaico de piezas grandes, que de cercaapenas provocan efecto alguno y de lasque cabe situarse a cierta distancia paraencontrarlas hermosas. Por tanto,alcanzar algo a lo que aspiramossignifica percatarnos de que es vano, ysi vivimos todo el tiempo con laexpectativa de que llegará otra cosamejor, lo hacemos a la vez con laañoranza y el remordimiento por lo queya ha pasado. El presente, por elcontrario, es tomado como algo pasajeroLibrosPDF.net

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y no se tendrá por nada más que por elcamino hacia el objetivo. De ahí que lamayoría de personas, cuando al final desus días miran atrás, encuentren que hanpasado toda su existencia viviendo adinterim y se asombren de que aquelloque dejaron pasar sin apenas prestarleatención y sin haberlo disfrutado fueraprecisamente su vida, es decir, aquelloante cuya expectativa vivían. Y así,pues, el curso vital del hombre, pornorma general, estriba en que, burladopor la esperanza, baila hacia los brazosde la muerte.[134]

Ha dado un gran paso hacia la sabiduríaaquel que vea de manera clara y seguraLibrosPDF.net

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que la diferencia entre pasado, presentey futuro es solo aparente y del todonimia. Entenderá entonces que, en lugarde languidecer por el futuro, añorar elpasado y tratar con todos los sentidos decaptar el presente insustancial, enrealidad no hemos de hacer otra cosaque comprender la intemporal ideaplatónica de la totalidad de la vida yacto seguido decidir si queremos o nodicha totalidad. Lo que elijamos llegaráa nosotros, de una fuente inagotable.Podemos despreocuparnos de la vida yla muerte. Son, en cuanto los dos polosde esa totalidad, uno tan esencial comoel otro y se requieren mutuamente. Ydicha elección es lo único que realmenteLibrosPDF.net

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importa.[135]

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EL APEGO A LA VIDA

Al igual que si se tratara de unapreciada prenda que le hubiera sidoconfiada y que exigiera asumir una graveresponsabilidad, de igual modocualquiera protege su vida y vela porella, entre preocupaciones sin fin yfrecuentes apuros, y en ello se le va laexistencia. El para qué y el porqué, larecompensa por todo ello, es algo que,ciertamente, no ve, sino que ha aceptadola prenda a ciegas, por lealtad yconfianza, y no sabe en qué consisterealmente. De ahí que haya yo afirmadoque estas marionetas no se ven movidas

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desde fuera, sino que llevan su propiomecanismo en el interior, el cual haceque sus movimientos se sucedan. Esto esla voluntad de vivir, que se muestracomo un incansable impulso, una pulsiónirracional, que no encuentra su razónsuficiente en el mundo exterior.Mantiene a cada uno fijo en la escena yes el primum mobile [primer móvil][136]

de sus movimientos; mientras que losobjetos exteriores, los motivos,simplemente determinan la dirección delos mismos en los detalles: de locontrario, la causa no sería proporcionalal efecto. Pues igual que cualquiermanifestación de una fuerza natural tieneuna causa, pero la fuerza natural mismaLibrosPDF.net

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carece de ella, así cada acto de lavoluntad posee un motivo, pero lavoluntad misma no; es más: en el fondo,ambas cosas son uno y lo mismo. Portodas partes, la voluntad, en cuanto lometafísico, constituye el límite decualquier consideración, más allá delcual no puede ir. A partir de la expuestaprimordialidad e incondicionalidad dela voluntad es explicable el hecho deque el hombre ame por encima de todouna existencia llena unas veces deprecariedad, calamidades, dolor ymiedo y otras veces de tedio; unaexistencia que, considerada y sopesadade manera puramente objetiva, deberíaser despreciada por él; una existencia,LibrosPDF.net

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cuyo final, sin embargo, es lo únicocertero para él y que teme por encima detodas las cosas. De acuerdo con ello,vemos a menudo cómo una triste figura,deformada y doblegada por la edad, laescasez y la enfermedad, desde el fondode su corazón pide nuestra ayuda paraprolongar una vida cuyo fin, sin duda,parecería algo deseable, si un juicioobjetivo fuera aquí lo determinante. Encambio, lo que manda es, pues, la ciegavoluntad, que aparece en forma de unimpulso vital, ganas de vivir y ánimopara seguir viviendo: el mismo impulsoque hace crecer las plantas.[137]

A través de estas consideraciones, seLibrosPDF.net

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nos confirma 1) que la voluntad de vivires la esencia más profunda del hombre;2) que en sí misma carece deconocimiento y es ciega; 3) que elconocimiento es un principio que a lavoluntad le resulta originariamenteextraño, agregado, y 4) que ambos estánen lucha entre sí y que nuestro juicioaprueba la victoria del conocimientosobre la voluntad.[138]

Además, la vida debe acabar pronto encualquier caso, de manera que los pocosaños que uno quizá tenga por delante sedesvanecen por completo ante el tiempoinfinito en el cual uno ya no existirá más.Por consiguiente, ante la reflexiónLibrosPDF.net

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parece incluso ridículo que uno sepreocupe tanto y se alarme de tal manerapor ese lapso de tiempo, cuando la vidapropia o ajena peligre, y cree tragedias,cuyo sobrecogimiento radica únicamenteen el miedo a la muerte. Este poderosoapego a la vida resulta por tantoirracional y ciego: tan solo es explicablepor el hecho de que nuestra esencia esya de por sí voluntad de vivir, que lavida es para esta el bien de mayor valor,por muy amarga, breve e incierta quepueda llegar a ser y que esta voluntades, en sí misma y originariamente,inconsciente y ciega.[139]

Nada nos lleva a sentir tanLibrosPDF.net

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irresistiblemente la más viva empatíacomo el peligro que experimentan vidasajenas: no hay nada más espantoso queuna ejecución. Ahora bien, el apegodesmedido a la vida que aquí semanifiesta no puede proceder delconocimiento y la reflexión. A estos lesparece más bien necio, puesto que elvalor objetivo de la vida es precario yla cuestión de si cabe preferirla a noexistir se mantiene, cuanto menos,incierta; es más: si la experiencia y elconocimiento tienen la palabra, el noexistir saldrá ganando. Y si alguienllamara a las tumbas y preguntara a losmuertos si quieren volver a levantarse,negarían con la cabeza.[140]LibrosPDF.net

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A quien le guste, pues, el mundo comoes, que continúe queriendo la vida y susbienes. A la voluntad de vivir no lefaltará nunca la vida, su reflejo. Lamuerte deberá tomarla como los demásmales: pues todos ellos forman parte dela manifestación de la voluntad de vivir.La amplia mayoría de los hombresafirman la vida, la quieren continuada:por ello el mundo existe, los individuosson incontables y su forma es un tiempoinfinito.[141]

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EL AJETREO EN LAVIDA

Una vez que la voluntad de vivir, esdecir, la esencia íntima de la naturaleza,en un afán incansable hacia laobjetivación perfecta y el disfrutecompleto, ha atravesado toda la gama delos seres vivos (lo que, a menudo,ocurre en el mismo planeta en lasvariadas rupturas de sucesivas series deseres vivos que vuelven a comenzarsiempre de nuevo), llega finalmente enel ser dotado de razón, es decir, en elhombre, a la conciencia. Aquí el asuntocomienza a inquietarla, se le impone la

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pregunta sobre de dónde y para qué estodo lo existente y, principalmente, si elesfuerzo y la penalidad de su vida y suafán se verán recompensados.[142]

Solo en apariencia, los hombres sontirados hacia delante, en realidad sonimpulsados desde atrás: no es que lavida los atraiga, sino que la necesidadlos compele hacia delante.[143]

Siempre constituye solo una excepciónel que el curso de una vida sufra unaalteración por el hecho de que, de unconocimiento independiente del serviciode la voluntad y dirigido a la esencia delmundo en cuanto tal, se infiere o bien laLibrosPDF.net

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exigencia estética de adoptar una actitudcontemplativa o bien la exigencia éticade renunciar. A la mayoría de laspersonas la miseria los arrastra aempujones por la vida, sin dejarlosrecuperar el juicio. Por el contrario, seinflama a menudo la voluntad del talmodo que sobrepasa con creces lasimple afirmación del cuerpo en gradosumo, así que se manifiesta entonces enencendidos afectos y violentas pasiones,en las que el individuo no solo afirma supropia existencia, sino que llega a negarla de los demás e intenta eliminarla ahídonde le obstaculice el paso.[144]

Al que vive inmerso en el vértigo de lasLibrosPDF.net

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ocupaciones o los placeres, sin meditarnunca sobre su pasado, y tan solo vadevanando su vida sin cesar, se leescapa el sentido claro de las cosas; sualma se convierte en un caos y ciertaconfusión irrumpe en sus pensamientos,como mostrará pronto lo abrupto,fragmentario y, por decirlo así,despedazado de su conversación. Y estees tanto más el caso cuanto mayor seanlas perturbaciones exteriores y lacantidad de impresiones, y menor laactividad interior de su espíritu.[145]

La vida, con sus contrariedadespequeñas, medianas y realmentegrandes, las de cada hora, cada día,LibrosPDF.net

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cada semana, cada año, con susesperanzas defraudadas y sus incidentesaccidentales que frustran cualquierplanificación, porta de manera tan clarael sello de algo de lo que ya notendremos ganas que resulta difícilcomprender cómo es posible que no noshayamos percatado de ello y noshayamos dejado convencer de que lavida está ahí para ser disfrutada conagradecimiento y que el hombre existepara ser feliz. Y es que, antes bien, estecontinuo engaño y desengaño, así comola cualidad general de la vida, sepresentan como algo destinado apropósito a despertar el convencimientode que nada vale nuestro afán, nuestroLibrosPDF.net

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esfuerzo ni nuestra lucha, que todos losbienes son nimios, el mundo acaba portodas partes en bancarrota y que la vidaes un negocio que no cubre los gastos,todo ello para que nuestra voluntad seaparte de ella.[146]

Resulta que en la vida de los hombres,como ocurre con cualquier mercancía demala calidad, el lado exterior se hallacubierto de una falsa pátina: aquello queestá sufriendo siempre se oculta. Encambio, aquello que sirve para recabarpompa y esplendor se expone a la vista;y cuanta menos alegría se tengainteriormente tanto más se desearáaparecer ante la opinión de los demásLibrosPDF.net

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como un ser afortunado; tan lejos llegala necedad, y la opinión de los demásserá el objetivo principal del afán decada cual, por mucho que la totalnadería de esta ansia ya se manifiesta enel hecho de que en casi todos losidiomas la vanidad, vanitas, signifiqueoriginariamente vacuidad y nimiedad.[147]

Por mucho que las penas grandes ypequeñas llenen la vida de los hombresy la mantengan en constante agitación ymovimiento, no logran ocultar lainsuficiencia de la vida para colmar elespíritu, lo huero e insustancial de laexistencia o excluir el tedio que siempre

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está dispuesto a rellenar cualquier pausaque dejen las preocupaciones. Esa es lacausa de que el espíritu humano, al cuallas preocupaciones, penalidades ytrabajos que le depara el mundo real aúnno le bastan, se cree, además, un mundoimaginario bajo la forma deinnumerables supersticiones, se ocupede él de las más diversas maneras y lededique tiempo y esfuerzos, tan prontocomo el mundo real le concede la calma,para la que no está preparado enabsoluto.[148]

No pretendo hablar aquí de salvajes,cuya vida a menudo solo está un escalónpor encima de la de los monosLibrosPDF.net

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encaramados a los árboles: antes bien,figurémonos, por ejemplo, a undescargador del puerto de Nápoles oVenecia (en el norte, la preocupaciónpor el invierno hace que los hombressean ya más reflexivos y, por tanto, másprudentes) y contemplemos el curso desu vida, desde el principio hasta el fin.Impulsado por la miseria, llevado por lapropia fuerza, alivia con su trabajo lanecesidad del día, y hasta de cada hora,realiza grandes esfuerzos, en constantetumulto y con mucha necesidad, carecede toda preocupación ante el porvenir,se permite un descanso reparador tras laextenuación, protagoniza muchas peleascon otros, no tiene nada de tiempo paraLibrosPDF.net

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reflexionar, disfruta del bienestar de lossentidos en medio de un clima benévoloy gracias a una comida aceptable, yfinalmente, como elemento metafísico,siente algo de la tremenda supersticióninfundada por la Iglesia: en total, viveen un estado apenas consciente en el quese deja llevar, o mejor dicho, en el quese ve arrastrado. Este sueño confuso yagitado constituye la vida de millones depersonas.[149]

Con tales ejemplos se hace evidente quehay una desproporción entre losesfuerzos y las penalidades de la vida yla utilidad o ganancia de la misma.[150]

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Pero, de hecho, cuando en momentosfavorables se contempla de forma deltodo objetiva el obrar y actuar de loshombres en la realidad, entonces unosiente la convicción intuitiva de que nosolo es y permanece siempre lo mismosegún las ideas (platónicas), sino que lageneración actual, en virtud de suverdadero núcleo, en el plano sustanciales prácticamente idéntica a laprecedente. Solo falta saber en quéconsiste ese núcleo.[151]

Estamos reunidos y nos enfadamos unoscon otros, los ojos brillan y las voces sehacen más sonoras. Exactamente igual sehan reunido otros hace mil años: era loLibrosPDF.net

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mismo, y eran los mismos: y de igualmodo será dentro de mil años. Eldispositivo por el cual no nos damoscuenta de ello es el tiempo.[152]

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EL GOCE

Se suele considerar la juventud la épocafeliz de la vida, mientras que de la vejezse dice que es la fase triste. Eso seríacierto si las pasiones nos hicieranfelices. Estas son la causa de que lajuventud sea zarandeada de acá paraallá, con poca alegría y mucho dolor. Ala fría vejez la dejan en paz; y de pronto,esta adquiere un aire contemplativo,pues el conocimiento se hace libre yobtiene la preeminencia. Ahora bien,como este, en sí mismo, carece de dolor,la conciencia, por cuanto más predomineen ella el conocimiento, se vuelve cada

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vez más feliz. En la vejez se sabe mejorcómo prevenirse de las desgracias; en lajuventud cómo soportarlas. Basta conimaginar que todo placer es denaturaleza negativa y el dolor, positiva,para comprender que las pasiones nopueden hacernos felices y que la vejezno es digna de lástima por el hecho deverse privada de algunos placeres. Puescada placer no consiste sino en silenciaruna necesidad; entonces, que al acallaresta desaparezca también aquel es tanpoco lamentable como lo es el que unono pueda comer más después de levantarlos manteles y deba permanecerdespierto después de haber dormidoplacenteramente una noche entera. ConLibrosPDF.net

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mucho mayor acierto considera Platón(al comienzo de la República) la vejezcomo la época feliz, en cuanto que enesta nos hallamos liberados ya delimpulso sexual, que hasta entonces nosaltera sin cesar. Incluso podría afirmarseque los variados e innumerables antojosque el impulso sexual genera y lasafecciones que de ellos resultanproducen una constante y suave locuraen el hombre mientras se encuentre bajola influencia de esta pulsión o estedemonio, del cual se halla siempreposeído, de modo que solo tras ladisolución de dicho impulso se vuelvecompletamente razonable.[153]

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Sin razón, uno se lamenta de la ausenciade alegrías en la vejez y se queja de quele están vedados muchos placeres. Cadaplacer es relativo, pues no es sino lamera satisfacción, el enmudecimiento deuna necesidad; que con el cese de lanecesidad el placer desaparezca es tanpoco lamentable como que uno despuésde levantar los manteles ya no puedacomer más y que después de haberdormido a pierna suelta una noche enteraya no pueda dormir. Con mayor aciertoPlatón (República, 1) considera la vejezla época feliz por el hecho de que acallapor fin el deseo por las mujeres. Lasnecesidades principales de la vejez sonla comodidad y la seguridad; de ahí queLibrosPDF.net

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en la vejez se ame sobre todo el dinero,como sustituto de las fuerzas faltantes.Luego, las alegrías de la mesa sustituyenlas del amor. En lugar de la necesidadde ver, viajar y aprender hacen suaparición las de enseñar y hablar. Peroes una dicha cuando al anciano le quedael amor por el estudio, la música eincluso el teatro.[154]

Toda satisfacción, o lo que por lo comúnllamamos dicha, es propia yesencialmente algo siempre negativo ynunca positivo. No se trata de unafelicidad genuina que venga a nosotrospor sí misma, sino que ha de ser siemprela satisfacción de un deseo. Pues elLibrosPDF.net

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deseo, es decir, la carencia, es lacondición previa a cualquier placer.Ahora bien, con la satisfacción setermina el deseo y, en consecuencia,también el placer. De ahí que lasatisfacción o la felicidad nunca puedanser más que la liberación de un dolor, deuna necesidad: así hay que entender nosolo el sufrimiento real y evidente, sinotambién cada deseo cuya inoportunidadperturba nuestra calma, e incluso eltedio mortal que convierte en una carganuestra existencia.

Ahora bien, alcanzar y mantener algoes harto difícil: cada intención se topacon un sinfín de dificultades y esfuerzosy a cada paso se suceden los obstáculos.LibrosPDF.net

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Pero cuando finalmente todos losimpedimentos han sido superados y seha alcanzado lo que se pretendía, lo quese ha logrado nunca puede ser otra cosaque la de ser librado de un dolor o unanhelo y, por consiguiente, uno no seencuentra sino en la misma situación queantes de que este apareciera.Únicamente la carencia, esto es, eldolor, nos es dado siempre de manerainmediata. Pero la satisfacción y el gocesolo podemos reconocerlos de formamediata, por el recuerdo del dolor y laprivación precedentes, que cesaron consu aparición. De ahí que no tengamos enlo que valen los bienes y beneficios querealmente poseemos ni los apreciemos,LibrosPDF.net

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sino que pensemos que ha de ser así,porque estos satisfacen siempre demanera negativa, alejando el dolor. Solouna vez los hayamos perdido, logramospercibir su valor, pues la carencia, laprivación, el dolor son lo positivo, loque se anuncia de inmediato. Por esarazón, experimentamos alegría al traer ala memoria situaciones pasadas denecesidad, enfermedad, penuria ysimilares ya superadas, pues ese es elúnico medio de saborear los bienespresentes.[155]

La vida del hombre fluye incesante entreel querer y el alcanzar. El deseo es, pornaturaleza, dolor: satisfacer el deseoLibrosPDF.net

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acarrea de inmediato saturación, la metaera solo una apariencia, la posesiónanula el estímulo; el deseo y lanecesidad vuelven a hacer su aparición,bajo una nueva forma; y si no ocurre así,entonces aparece la monotonía, el vacío,el tedio, contra los cuales es tandoloroso luchar como contra lanecesidad. Que el deseo y lasatisfacción se sucedan uno tras otro sinmucha dilación ni gran intervalo reduceel dolor que ambos nos producen a lamenor escala y hace la vida más feliz.Pues aquello que uno, en otrascircunstancias, calificaría como la partemás hermosa, las alegrías más puras dela vida, aunque también sea solo porqueLibrosPDF.net

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nos saca de la existencia real y nostransforma en observadores de la mismasin que participemos en ella, es decir, elpuro conocimiento que permanece ajenoa cualquier querer, el disfrute de labelleza, la verdadera alegría ante elarte, todo ello, puesto que requiere unadisposición singular, se halla reservadoa muy pocos e incluso a estos les esdado solamente a modo de un sueñopasajero; y entonces ocurre que estapotencia intelectual más elevada hace aestos pocos más sensibles a doloresincluso mucho más intensos de los quelos necios puedan sentir jamás y losconvierte además en solitarios entreseres marcadamente diferentes a ellos,LibrosPDF.net

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de manera que incluso esta parte máshermosa queda liquidada. Pero a la, concreces, mayor parte de la humanidad nole son accesibles los placeresmeramente intelectuales; para el goceque reside en el puro conocimiento soncasi del todo incapaces: están porcompleto remitidos al querer.[156]

Ahora bien, si la vida, en cuyo anheloconsiste nuestra esencia y existencia,tuviera un valor positivo y un contenidoreal en sí misma, entonces no podríahaber tedio alguno, sino que la meraexistencia, en sí misma, deberíallenarnos y satisfacernos. Sin embargo,estamos contentos con nuestra existenciaLibrosPDF.net

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únicamente cuando o bien nos hallamosinmersos en un afán en el que la lejaníay los obstáculos nos dan la impresiónengañosa de que la meta fuerasatisfactoria (ilusión que desaparece unavez se logra el objetivo), o bien cuandonos encontramos en una ocupaciónpuramente intelectual, en virtud de lacual, no obstante, estamos en realidadsaliendo de la vida con el fin decontemplarla desde fuera, cualespectadores de un palco. Incluso elpropio placer de los sentidos consiste enun continuo afán y cesa en cuanto haalcanzado su objetivo. Ahora resultaque, mientras no estemos inmersos enuno de estos dos casos, sinoLibrosPDF.net

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confrontados con la existencia misma, lainconsistencia e insignificancia de estaúltima nos acomete; y esto es el tedio.Incluso nuestro inherente deseoinextinguible y ávido por capturar lomaravilloso muestra cuán gustosamenteveríamos interrumpido el aburrido ordennatural del curso de las cosas. Tampocoel resplandor y la magnificencia de lospoderosos en toda su pompa ysolemnidad son en el fondo más que unesfuerzo inútil por superar la pobrezaesencial de nuestra existencia. Pues,vistos a la luz, ¿qué son las piedraspreciosas, las perlas, las plumas, elterciopelo rojo iluminado por muchasvelas, danzantes y saltarines, atuendos yLibrosPDF.net

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desfiles de máscaras y cosas similares?Sentirse enteramente feliz en el momentoes algo que ningún hombre haconseguido aún, a no ser completamenteebrio.[157]

El egoísmo, por naturaleza, no conocelímites: el hombre quiere, ante todo,conservar su existencia, la quiere, seacomo fuere, exenta de dolores, de loscuales también forman parte todaprivación y carencia; quiere la máximacantidad de bienestar y desea todo elplacer del que sea capaz; es más, en loposible busca desarrollar en sí mismoaún nuevas capacidades para el deleite.Todo cuanto se opone al afán de suLibrosPDF.net

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egoísmo despierta su irritación, su ira,su odio, y pretenderá aniquilarlo cual aun enemigo. Quiere, a ser posible,saborearlo, tenerlo todo; pero dado queeso es imposible, al menos quierecontrolarlo todo: «Todo para mí, nadapara los demás», he aquí su lema. Elegoísmo es colosal: domina el mundo.[158]

Sin embargo, es cierto que la vida noestá ahí propiamente para ser saboreada,sino soportada, resuelta: esto también lorecogen numerosas expresiones, talescomo Degere vitam, vita defungi [pasarla vida, sobrellevar la vida], el giroitaliano Si scampa cosi [sic] [Uno va

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tirando] o las expresiones alemanasMan muss suchen durchzukommen [Hayque seguir tirando] y Er wird schondurch die Welt kommen [Ya se lasarreglará solo en el mundo] y otrassimilares.[159]

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LA FELICIDAD

Lo que enturbia e incluso convierte endesgraciada lo que resta de la primeramitad de la vida, que tiene tantasventajas frente a la segunda, es decir, lajuventud, no es sino la búsqueda de lafelicidad, desde la firme convicción deque debería hacer su aparición en lavida. Por ahí entra la esperanza tantasveces decepcionada y con ella eldescontento. Engañosas imágenes de unafelicidad soñada e indeterminada se nosvienen a la mente bajo formas escogidasa capricho, y buscamos en vano sumodelo arquetípico.[160]

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Por tanto, si el carácter de la primeramitad de la vida estriba en la aspiracióninsatisfecha a la felicidad, el de lasegunda consiste en el miedo a ladesgracia. Pues con ella ha entrado, máso menos claramente, la conciencia deque toda felicidad es quimérica,mientras que el sufrimiento es real.Entonces, al menos por parte de loscaracteres de mayor raciocinio, seaspira más a una simple ausencia dedolor y un estado imperturbable que alplacer. […] En consecuencia, la segundamitad de la vida, al igual que la segundaetapa de un movimiento musical,contiene menos brío, pero más calmaque la primera, lo cual se basa, enLibrosPDF.net

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definitiva, en el hecho de que durante lajuventud se piensa que en el mundo hayno sé qué bienes y dichas que encontrar,si bien son difíciles de alcanzar,mientras que en la vejez uno sabe que nohay nada que hallar, es decir, al estarpor completo apaciguado, se disfruta elmomento soportable e incluso seexperimenta alegría por cosas pequeñas.[161]

Pues él [el optimismo] nos presenta lavida como un estado deseable y lafelicidad humana como su objetivoprincipal. Partiendo de ello, cada cualcree tener el más legítimo derecho a lafelicidad y el placer; ahora bien, si no

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los logra, como suele ocurrir enrealidad, entonces cree que está siendovíctima de una injusticia, es más, que noconsigue realizar el objetivo de suexistencia, cuando es mucho máscorrecto considerar como meta denuestra vida el trabajo, la carencia, lanecesidad y el dolor, coronados por lamuerte (al igual que lo hacen elbrahmanismo, el budismo y el auténticocristianismo), pues son los que conducena la negación de la voluntad de vivir.[162]

Solo hay un error innato y consiste enque creamos que estamos aquí en elmundo para ser felices. Nos es innato

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porque coincide con nuestra existenciamisma y toda nuestra esencia esprecisamente solo una paráfrasis suya;en efecto, nuestro cuerpo es sumonograma: pues no somos sinovoluntad de vivir; y la sucesivasatisfacción de todos nuestros deseos eslo que se designa con el concepto defelicidad.

En cuanto perseveremos en esteerror innato, y lo veamos inclusoreforzado por dogmas optimistas, nosparecerá que el mundo está lleno decontradicciones. Pues a cada paso, en logrande y en lo pequeño, hemos dedarnos cuenta de que el mundo y la vidaen modo alguno han sido concebidosLibrosPDF.net

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para mantener una existencia feliz.[163]

Todo en la vida da testimonio de que lafelicidad terrenal está destinada a serfrustrada o reconocida como una ilusión.Las disposiciones para ello estánarraigadas en lo más profundo de lascosas. Por consiguiente, la vida de lamayoría de los hombres se antojasombría y corta. Los comparativamentefelices lo son, por lo general, solo enapariencia, o bien representan, comoquienes alcanzan la longevidad,infrecuentes excepciones; era menesterdejar abierta la posibilidad —encalidad de señuelo— de convertirse unomismo en tal excepción. La vida seLibrosPDF.net

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presenta como un fraude continuado,tanto en lo grande como en lo pequeño.Si la vida promete algo, no lo cumple, ano ser para mostrar cuán poco deseableera lo deseado: así nos engaña ya laesperanza, ya lo que es esperado. Si nosha dado una cosa, era para llevarse otra.[164]

Todo lo que estas consideracionesdeberían dejar claro, a saber, laimposibilidad de una satisfacciónduradera y la negatividad de todafelicidad, encuentra su explicación enaquello que fue dicho al final delsegundo libro:[165] es decir, que lavoluntad, cuya objetivación es la vida

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humana al igual que cualquier fenómeno,constituye un afán carente de objetivo yfin. La impronta de esta carencia definalidad la encontramos también entodas las partes de su manifestaciónglobal, desde la forma más general deesta, pasando por el tiempo y el espaciosin fin, hasta la más perfecta de todas lasmanifestaciones, a saber, la vida y elafán de los hombres.[166]

Nadie es feliz, sino que anhela durantetoda su vida una supuesta felicidad, queraramente alcanza y, cuando lo hace, essolo para verse decepcionado. Pornorma general, al final cada cual llega alpuerto haciendo agua y desarbolado. YLibrosPDF.net

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entonces resulta completamenteindiferente si fue feliz o infeliz, en unavida que no fue más que un presentefugaz y que en ese momento llega a sufin.[167]

Que toda felicidad es de naturalezanegativa y no positiva, que, por tanto, nopuede procurar ninguna satisfacción nidicha duradera, sino que siempre soloremedia un dolor o una carencia, a losque después seguirán o un nuevo dolor otambién languor [languidez], unaañoranza vacía y el tedio, esto secomprueba también en aquel fiel reflejode la esencia del mundo y de la vida quees el arte, especialmente en la poesía.LibrosPDF.net

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[168]

Conviene que intentemos conseguir verlo que poseemos de la misma maneraque lo veríamos si nos fuera arrebatado:sea lo que sea, propiedad, salud,amigos, amante, mujer e hijo, la mayoríade las veces apreciamos su valor solocuando lo hemos perdido. Si lologramos, entonces, primero, suposesión real nos hará de inmediato másfelices y, segundo, trataremos de todaslas maneras de prevenir la pérdida, noarriesgaremos nuestra propiedad, noirritaremos a los amigos, no pondremosa prueba la fidelidad de las mujeres,velaremos por la salud de los hijos,

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etcétera. Ante la vista de todo lo que notenemos, nos preguntamos «¿Cómo seríasi lo tuviera?» y así se nos hace evidentenuestra carencia. Pero en lugar de eso,lo que deberíamos hacer es preguntarnosa menudo ante aquello que poseemos«¿Cómo sería si lo perdiera?».[169]

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LA MASCARADA

Y así, el significado profundo y veraz denuestra existencia se halla flotando porencima de la mascarada y las miseriasinterminables de la vida humana y no lasabandona en ningún momento.[170]

La tragedia griega es un resonantelamento sobre la mascarada de la vida,su noche y su confusión: «¡Sobre estesuelo jamás podrán crecer felicidad ypaz! ¡Ni siquiera cumplirse el propiodeber! ¡Incluso quien busca lo mejorcomete un delito a pesar de su buenavoluntad!». Solo una cosa vemos almargen del poder que ejerce el destino:LibrosPDF.net

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la voluntad misma; y en la concienciadel espectador surge desde la noche lacomprensión de que ningún objeto de lavoluntad, sino solamente la voluntadmisma existe en verdad.[171]

La vida del individuo, cuando secontempla en general y en su totalidad,tomando en consideración solo losrasgos significativos, representaprácticamente siempre una tragedia;pero, si descendemos a los detalles,adquiere el carácter de una comedia,pues el vaivén y los esfuerzos diarios,las chanzas del momento, las deseos ylos temores de la semana, los incidentesde cada hora, frutos de un azar ansiosoLibrosPDF.net

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de hacernos malas pasadas, todo ello, enfin, son clamorosas escenas de comedia.Por los deseos jamás colmados, losanhelos frustrados, las esperanzaspisoteadas de manera inmisericorde porel destino, los innumerables errores dela vida entera, con creciente dolor y lamuerte al final, nos dan siempre laimagen de una tragedia. Y así, como siel destino hubiese querido unir al llantode nuestra existencia aun la burla,nuestra vida debe contener todas lascalamidades de la tragedia sin quepodamos manifestar siquiera la dignidadde las personas trágicas, sino que másbien, en toda la gama de los pormenoresde la vida, hemos de ser inevitablementeLibrosPDF.net

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figuras ridículas de comedia.[172]

Si, como he dicho, la vida humana,contemplada en su conjunto, muestra lascaracterísticas de una tragedia y vemosque, por norma general, no es otra cosaque una serie de esperanzas abortadas,proyectos frustrados y erroresreconocidos demasiado tarde, y que, conrespecto a la existencia, cantan suverdad estos tristes versos:

Then old age andexperience, hand in hand,

lead him to death and makehim understand,

after a search so painful andLibrosPDF.net

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so long,that all his life he has been

in the wrong,

entonces todo ello concuerdaplenamente con mi concepción delmundo, que considera la vida mismacomo algo que mejor sería que noexistiera, como una especie deequivocación, de la cual elconocimiento ha de llevarnos de vuelta.[173]

Una vez que Schopenhauer salió apasear en una noche estrellada con suposterior biógrafo Gwinner, este,puesto que veía a Venus brillar másLibrosPDF.net

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intensamente que de costumbre, hizoreferencia a las almas que Dantesituaba en esta estrella como en unlugar de peregrinación, y preguntóentonces al filósofo, volviendo aopiniones más modernas, ni aceptadasni rebatidas por la ciencia, si no creíaque allá arriba pudiera haber formasde existencia más perfectas de lo quesomos nosotros. Schopenhauer rechazótal cosa, pues no concebía que un serque estuviera mejor constituido quenosotros, pudiera poseer voluntad devivir. Opinaba que la serie a través dela cual la vida se elevaba acababa enel hombre, que representaba la últimaexpresión de aquella triste progresiónLibrosPDF.net

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cuyos órganos hacían la vida si nodeseable, al menos soportable para elser humano. Y atreviéndose a elevarsecada vez más en sus pensamientos, sedirigió a su interlocutor y le espetó:«¿Acaso piensa usted de verdad que unser sobrehumano desearía prolongarun solo día más esta mala comedia quees la vida? Esto nos corresponde a losumo a nosotros, los hombres; pero losespíritus o los dioses lo declinaríanagradecidos».[174]

En la vida pasa como con el ajedrez: enambos trazamos, ciertamente, un plan,pero este queda total y completamentesubordinado por aquello que, en elLibrosPDF.net

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ajedrez, se le antoja hacer a nuestroadversario y, en la vida, al destino. Lamayoría de las veces, lasmodificaciones resultantes son tansignificativas que nuestro plan, cuandollega a realizarse, apenas quedareconocible en algunos rasgos básicos.[175]

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LA VIDA ES SUEÑO

Lo que la historia cuenta es, de hecho,tan solo el largo, pesado y confusosueño de la humanidad.[176]

La vida y los sueños son páginas de unmismo y único libro. La lecturaprogresiva es lo que se llama vidaauténtica. Pero cuando la respectivahora de lectura (el día) llega a su fin yviene el momento de descansar, entoncesa menudo hojeamos el libro de manerainútil y abrimos sin orden ni conciertouna página aquí o allá: ora es una páginaya leída, ora otra que aún no conocemos,

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mas siempre del mismo libro.[177]

Según lo dicho, la vida puedeconsiderarse un sueño y la muerte, elacto de despertar.[178]

Al igual que el séptimo acorde precisael acorde básico, que el color rojo exigeel verde e incluso lo produce en el ojo,así demanda cada tragedia unaexistencia completamente distinta, otromundo, cuyo conocimiento solo puedesernos dado de manera indirecta, comoaquí mediante un tal requerimiento. Enel momento de la catástrofe trágica,llegamos, de forma más clara que nunca,a la convicción de que la vida es unLibrosPDF.net

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penoso sueño del que cabe despertar.[179]

Cada individuo, cada rostro humano y sucurso vital no es sino un breve sueñomás del infinito espíritu de la naturaleza,de la tenaz voluntad de vivir; es solo unafigura fugaz más, que dibuja jugandosobre su página infinita, el espacio y eltiempo, y a la que deja persistir duranteun instante ínfimo para luego borrarla afin de hacer sitio a otras. Sin embargo, yahí reside el lado lamentable de la vida,la entera voluntad de vivir con toda suvehemencia ha de pagar cada una deestas figuras fugaces, de estosinsustanciales chispazos, con muchos y

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profundos dolores y finalmente con laamarga muerte, largo tiempo temida yfinalmente cumplida.[180]

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LA BUENA VIDA

Un hombre que hubiera hechofirmemente suyas las verdades aquíexpuestas, pero que, al mismo tiempo,no hubiese llegado por experienciapropia o una comprensión superior areconocer el dolor permanente comoalgo esencial a la vida, sino queencontrara satisfacción en la existencia,se hallara en ella perfectamente a gustoy, considerándolo bien, deseara que sucurso vital, como lo ha vivido hastaentonces, fuera de una duración infinitao se repitiera siempre de nuevo, unhombre cuyos ánimos de vivir fueran tan

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grandes que, a cambio de los placeresde la vida, aceptara de buena gana todaslas penas y los dolores a que la vida sehalla sujeta; un hombre así se alzaría«con fuertes y enérgicos huesos sobre labien fundamentada y duradera tierra» yno tendría nada que temer; armado conel conocimiento que le hemos atribuido,contemplaría con mirada indiferentecómo se le aproximaría veloz la muertecabalgando sobre las alas del tiempo, laconsideraría un espejismo, un fantasmaimpotente que asusta a los débiles, peroque no tiene potestad alguna sobre quiensabe que él mismo es aquella voluntadcuya objetivación o reflejo es el mundoentero; alguien que, por ende, tiene laLibrosPDF.net

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vida siempre por seguro, así comotambién el momento presente, la únicaforma propia con que se manifiesta lavoluntad, un momento al que, por tanto,no puede asustarle ningún pasado ofuturo inconmensurables de los que noforme parte, pues estos le parecen elmero artificio y el velo de Maya;[181]

alguien que, por ende, ha de temer tanpoco a la muerte como el sol a la noche.[182]

Una filosofía como esta sería enrealidad la pura verdad para cualquieraque todavía se encuentre en el punto devista de la afirmación de la vida, porconsiguiente, en realidad para cualquier

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hombre: no necesariamente tal personatiene por qué ser mala ni viciosa, sinoque basta con que no sea ni asceta nisanniasi.[183] Se alza «con enérgicoshuesos sobre la bien fundamentada yfirme tierra», afirma la vida con todassus fuerzas, tiene los ánimos de vivirque le permiten asumir todos los doloresy penas de la existencia y su filosofía leha enseñado a contemplar conindiferencia cómo la muerte se acercasobre las alas del tiempo, cual unespejismo o un fantasma impotente queno le incumbe en nada, pues sabe que dela misma forma que el ahora existe paraél en el momento presente, así ha de sersiempre, ya que es la forma más íntimaLibrosPDF.net

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de la manifestación de la voluntad, razónpor la cual ya no le asustan ni el futuroni el pasado infinitos, en los cuales él noexistiría y que tan solo son falsasilusiones y artificios de Maya. Esprimero en este punto de partida dondeKrishna coloca a Arjuna cuando este sehalla a punto de desfallecer, comoantaño Jerjes a la vista de los ejércitospreparados para el combate. En estepunto se encuentra también el Prometeode Goethe:

Aquí me siento, modelo ahombres

Según mi imagen,Una estirpe que sea miLibrosPDF.net

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semejante,Para que sufran y lloren,Para que gocen y se

regocijenY que te desprecien,¡Como yo![184]

Nada puede servir más para la pacienciaen la vida y para soportar con serenidadlos males y a los hombres que unrecuerdo budista de este tipo: «Esto essamsara: el mundo del placer y deldeseo, y por tanto, el mundo delnacimiento, de la enfermedad, delenvejecimiento y de la muerte; es elmundo que no debería ser. Y esta aquí es

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la población del samsara. ¿Qué podéisesperar, pues, que sea mejor?». Quisieraprescribir que cada cual se repitieraesto con consciencia cuatro veces al día.[185]

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LA INSIPIDEZ DE LAVIDA

El hombre encontraría la vida, trascierta duración de la misma,insoportablemente aburrida por sumonotonía y concomitante insipidez, sino fuera por el constante progreso delconocimiento y del entendimiento engeneral y la cada vez mejor y más claracomprensión de todas las cosas ycircunstancias, en parte como fruto de lamadurez y la experiencia, y en partecomo consecuencia de los cambios quetambién sufrimos nosotros mismos a lolargo de la vida y por las que en cierto

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modo nos situamos en una siemprenueva perspectiva, desde la cual lascosas se nos muestran desde ángulos aúndesconocidos y parecen distintas; portodo ello, pese al descenso de laintensidad de fuerzas espirituales,aquella máxima Dies diem docet [Un díaenseña al otro] conserva inagotable suvalidez y extiende sobre la vida unestímulo siempre renovado, en cuantoque lo idéntico se presenta siemprecomo algo nuevo y diferente.[186]

El hecho de que, detrás de la angustia,se encuentre de inmediato elaburrimiento, que afecta hasta a losanimales más inteligentes, esLibrosPDF.net

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consecuencia de que la vida no tieneningún contenido verdadero y auténtico,sino que solo se mantiene en movimientopor necesidad e ilusión: y tan prontocomo el movimiento se detiene, aparecetoda la esterilidad y el vacío de laexistencia.[187]

Antes de que alguien diga de maneraconfiada que la vida es un bien deseableo digno de ser agradecido, que comparecon calma la suma de posibles alegríasque un hombre puede gozar en su vidacon la cantidad de las eventuales penasque le pueden sobrevenir. Creo que noserá difícil extraer el balance. Pero, enel fondo, es del todo inútil discutir sobreLibrosPDF.net

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si en el mundo hay más cosas buenas quemalas, pues ya la simple existencia delmal decide la cuestión, dado que este nopuede ser eliminado por lo bueno queexista a su lado o que venga tras él y, enconsecuencia, tampoco ser compensado.[188]

Es ciertamente increíble cuáninsignificante y banal, vista desde fuera,y cuán aturdida y ciega, sentida desdedentro, pasa la vida de la gran mayoríade los hombres. Es un débil anhelar yatormentarse, un sonámbulo tambalearsea través de las cuatro edades de la vidahasta la muerte, en compañía de unaserie de pensamientos triviales. Se

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asemejan a los mecanismos de relojes,que se les da cuerda y se ponen enmarcha sin saber por qué. Y cada vezque un hombre es engendrado y nace, denuevo se le da cuerda al reloj de la vidahumana para que entonces vuelva ainterpretar su canción tantas vecesrepetida ya, movimiento a movimiento,compás por compás, con variacionesinsignificantes.[189]

Si uno, con tanta exactitud como le seaposible, imagina la suma de miseria,dolor y sufrimiento de todo tipo que elsol ilumina en su trayectoria, entonceshabrá que admitir que mucho mejor seríaque este no hubiera dado lugar alLibrosPDF.net

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fenómeno de la vida en la Tierra, comotampoco lo hizo en la Luna, sino que, aligual que en esta, la superficie de laTierra se hallara todavía en estadocristalino.[190]

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EL SUFRIMIENTO

Con bastante claridad el conjunto de laexistencia humana apunta al sufrimientocomo al verdadero rasgo determinantede la misma. La vida está profundamentearraigada en él y no puede evitarlo:nuestra entrada en ella sucede entrelágrimas, su desarrollo es en el fondoalgo siempre trágico y más aún lo es lasalida de la misma. No se puede negarque aquí hay un rasgo deintencionalidad. Por norma general, eldestino trastoca la meta principal de losdeseos y anhelos del hombre de maneraradical; con ello, su vida adquiere una

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tendencia trágica que la hace apta paraliberarlo del afán, cuya manifestación escada existencia humana individual, yconducirlo hasta el punto en que sesepare de la vida liberado del deseo deella y sus alegrías. El sufrimiento es,efectivamente, el único proceso depurificación mediante el cual, en lamayoría de los casos, el hombre essalvado, es decir, rescatado de haberseperdido por el falso camino de lavoluntad de vivir.[191]

Sin embargo, rechazamos lacomprensión, cual una amarga medicina,según la cual el sufrimiento es esencial ala vida y, por tanto, no nos acometeLibrosPDF.net

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desde fuera, sino que cada uno denosotros lleva consigo la inagotablefuente de su dolor dentro de su ser.Antes bien, siempre buscamos para eldolor, que nunca nos abandona, unasingular causa exterior a modo depretexto, de igual manera que el hombrelibre se construye un ídolo para podertener un señor.[192]

Una vez que, mediante lasconsideraciones más generales y lainvestigación de los primeros rasgoselementales de la vida humana, noshemos convencido a priori [a partir dela razón, a través de conclusioneslógicas] de que la vida, ya sea según suLibrosPDF.net

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entera constitución, no es capaz deninguna verdadera felicidad, sino queconsiste sustancialmente en un variadosufrimiento y un estado por completo dedesdicha, podríamos suscitar ahora esaconvicción de manera todavía más viva,si ahora, procediendo más bien aposteriori [por la experiencia], nosocupáramos de los casos más concretos,trajéramos imágenes a la fantasía y nosdispusiéramos a ilustrar con ejemplos lamiseria sin nombre, miseria que laexperiencia y la historia presentan pordonde se mire y según los parámetrosque se investiguen. Solo que el capítulosería inabarcable y nos alejaría delpunto de vista general que es propio deLibrosPDF.net

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la filosofía. Además, fácilmente podríatomarse tal descripción por una meralamentación sobre la miseria humana,como se ha hecho a menudo, y acusarlade unilateralidad, puesto que parte dehechos particulares. De tal reproche ysospecha está libre nuestracomprobación de la inevitabilidad delsufrimiento arraigado en la esenciamisma de la vida, comprobación llevadaa cabo fría y filosóficamente a prioripartiendo de lo general. La confirmacióna posteriori es, no obstante, fácil deobtener. Cualquiera que se hayadespertado de los primeros sueñosjuveniles, que haya contemplado supropia experiencia o la ajena, que hayaLibrosPDF.net

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examinado su vida, la historia delpasado y de su propio tiempo y, porúltimo, las obras de los grandes poetas,a no ser que un prejuicio innato einextinguible paralice su raciocinio,reconocerá el resultado de que estemundo de los hombres es el reino delazar y del error, los cuales lo dominansin piedad, tanto en lo grande como enlo pequeño, y junto a los cuales, además,la estupidez y la maldad agitan el látigo;de ahí que cualquier cosa mejor se abrapaso solo con esfuerzo, que lo noble y losabio comparezcan muy raramente oapenas encuentren eco y repercusión,mientras que lo absurdo y erróneo en elterreno del pensamiento, lo vulgar yLibrosPDF.net

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carente de gusto en el reino del arte, lomalvado y tramposo en el de los actos,alterados solo por brevesinterrumpciones, estén propiamente en elpoder, mientras que lo excelente decualquier índole represente siempre unaexcepción, un caso entre millones; deahí que, cuando se ha manifestado en unaobra duradera y que haya sobrevivido alrencor de sus contemporáneos, esta sehalle aislada y sea conservada como sifuera un meteorito caído, procedente deotro orden de cosas diferente del queaquí impera. Pero en lo que concierne ala vida del individuo, cada historia deuna vida es siempre trágica: pues, pornorma general, todo curso vitalLibrosPDF.net

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constituye la sucesión de una serie deaccidentes mayores o menores, que cadacual tiende a ocultar en la medida de loposible, pues sabe bien que ante elloslos demás raras veces experimentanempatía o compasión, sino casi siempresatisfacción, al imaginarse laspenalidades de las que en ese momentoellos se encuentran libres; quizá ningúnhombre, al final de su vida (cuando essensato y a la vez honesto) desearávolver a empezar, antes bien preferiráelegir la inexistencia total.[193]

Por lo demás, no puedo reservarme aquíla opinión de que para mí el optimismosea, cuando no es producto, porLibrosPDF.net

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ejemplo, de esos discursos irreflexivossalidos de esas mentes chatas que noalbergan más que palabras, no solo unamanera de pensar absurda, sino tambiénciertamente vil, un amargo escarnio deinnombrables sufrimientos de lahumanidad. Que no se piense que la fecristiana sea adecuada al optimismo;pues, muy al contrario, en losEvangelios el mundo y el mal se usanprácticamente como expresionessinónimas.[194]

La verdad es que debemos sermiserables, y lo somos. Y resulta que lafuente principal del más grave mal quesufren los hombres es el hombre mismo:LibrosPDF.net

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Homo homini lupus [El hombre es unlobo para el hombre]. Aquel que seplantee seriamente esta máximacontemplará el mundo como un infiernoque supera al de Dante en cuanto quecada uno tiene que ser el diablo del otro;de ahí que buenamente tanto uno comootro estaría en condiciones de hacer dearchidiablo ante los demás y,mostrándose en la persona de un granconquistador, colocar a algunos cientosde miles de hombres unos frente a otrosy gritarles: «¡Vuestro destino es padecery morir, ahora acribillaos mutuamentecon fusiles y cañones!». Cosa queharían. En definitiva, por norma general,el modo de proceder de los hombresLibrosPDF.net

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entre sí se caracteriza por la injusticia,la más extrema falta de equidad, ladureza, incluso la crueldad; lo contrarioaparece solo de forma excepcional. Deahí emana la necesidad del Estado y lalegislación, y no de vuestrasensoñaciones. En todos los casos que nose encuentren en el ámbito de la ley, semanifiesta de inmediato la propiadesconsideración del hombre frente asus semejantes, que brota de su infinitoegoísmo, a veces también de su maldad.El modo como los hombres secomportan unos con otros lo ilustra: porejemplo, el comercio de esclavosnegros, cuyo objetivo final no es sino elazúcar y el café. Pero no necesitamosLibrosPDF.net

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irnos tan lejos: entrar a la edad de 5años en los talleres textiles o fábricassimilares y, a partir de ese momento,estar allí sentado primero diez, luegodoce y finalmente catorce horas diariashaciendo la misma y mecánica tareasignifica pagar caro el placer de poderrespirar. Pero este es el destino demillones, y muchos otros millones sufrenun sino análogo.[195]

En el Estado hemos reconocido, portanto, el medio mediante el cual elegoísmo provisto de razón busca alejarsus propias malas consecuencias, que sevuelven contra sí mismo, y ahora cadauno busca el bien de los demás porqueLibrosPDF.net

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ve su propio bienestar unido al de ellos.Si el Estado alcanzara plenamente suobjetivo, entonces, ya que sabeaprovecharse también progresivamentede la naturaleza mediante las energíashumanas concentradas en su seno, yalejando todo tipo de males, podríallegar a crearse algo que se asemejara alpaís de Jauja. Pero, en parte, el Estadose halla todavía bien lejos de esteobjetivo; en parte, quedaríaninnumerables males aún y aunquefinalmente fueran eliminados, el tedioocuparía cada puesto abandonado deinmediato, lo que mantendría la vidatodavía sometida al sufrimiento; enparte, tampoco la discordia entreLibrosPDF.net

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individuos es algo que el Estado puedasuprimir por completo, pues hostiga enlo pequeño cuando se la ha vetado en logrande; y finalmente, la eris [discordia]felizmente expulsada del interior acabavolviéndose hacia el exterior: comolucha entre individuos prohibida por elEstado vuelve desde fuera en calidad deguerra entre los pueblos y exigeentonces en gran escala y de una vez,cual si se tratase de una deudaacumulada, el pago de las ofrendassangrientas de las que se la habíaprivado en los casos individualesgracias a inteligentes disposiciones. Esmás, supongamos que incluso todo estohubiera sido superado y vencidoLibrosPDF.net

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mediante una sensatez basada en unaexperiencia milenaria, al final elresultado sería la superpoblación realde todo el planeta, cuyas terriblesrepercusiones ahora solo una temerariaimaginación es capaz de figurarse.[196]

Una vida individual ha dado su frutocompleto cuando el hombre se separa deesta sin albegar más el deseo de ella nide sus alegrías, cuando se halla curadodel afán que se manifestó como vida.Todo lo demás es indiferente y de menorvalor por tener un efecto meramenteconcomitante: su destino y sus actos.Mediante el sufrimiento, el hombre esaleccionado y finalmente salvado, esLibrosPDF.net

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decir, liberado de la voluntad de vivir.[197]

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LA VIDA Y LA MUERTE

Puesto que la comprensión infinitamenteimportante de que la indestructibilidadde nuestro verdadero ser por obra de lamuerte se basa por completo en ladiferencia entre fenómeno y cosa en sí,ahora quisiera poner precisamente estadistinción bajo la luz más clara alexplicarla sirviéndome del opuesto de lamuerte, es decir, de la génesis de losseres animales, o sea, la procreación.Pues esta, igual de misteriosa que lamuerte, nos presenta de la forma másinmediata posible la contraposiciónfundamental entre el fenómeno y la

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esencia en sí de las cosas, esto es, entreel mundo como representación y elmundo como voluntad, así como tambiénla total heterogeneidad de las leyes deambos.[198]

Ahora bien, la muerte es, además detodo, la gran oportunidad de dejar de seryo; feliz aquel que la aprovecha.Durante la vida, la voluntad humanacarece de libertad: sobre la base de sucarácter imperturbable, su obrar sedesarrolla con necesidad, atado a lacadena de los motivos. Resulta que cadauno guarda recuerdo de muchas cosashechas de las que no se sientesatisfecho. Pero por mucho que vivieraLibrosPDF.net

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más, en virtud de la imperturbabilidadde su carácter, se comportaría siemprede la misma manera. De acuerdo conesto, debe dejar de ser lo que es parapoder brotar como algo nuevo ydiferente del germen de su esencia. Lamuerte suelta estas ataduras: la voluntadqueda libre de nuevo.[199]

En realidad, el miedo a la muerte, quenos mantiene con vida, pese a todas lascalamidades de la existencia, es algoilusorio: pero igual de ilusorio es elimpulso que nos ha atraído a la vida.Esta atracción misma puedecontemplarse objetivamente en lasmiradas de dos amantes que se cruzanLibrosPDF.net

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ansiosas: son la expresión más pura dela voluntad de vivir en su afirmación.¡Cuán delicada y afable se muestra aquíla voluntad! Desea el bienestar y eldisfrute tranquilo y la alegría apaciblepara sí, para los demás, para todos.[200]

La serenidad y los ánimos de vivir denuestra juventud se basan en parte en elhecho de que nosotros, ascendiendo lamontaña, no vemos aún la muerte,porque esta se encuentra al otro lado delpie de la montaña. Pero una vez pasadala cima, alcanzamos a divisar de verasla muerte, de la que hasta entonces solohabíamos oído hablar, razón por la cual,puesto que al mismo tiempo empiezan aLibrosPDF.net

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disminuir las fuerzas vitales, decaentambién los ánimos de vivir, de modoque entonces una sombría seriedadsustituye la alegría desbordante juvenil yse refleja asimismo en el rostro.[201]

Ciertamente, cada ser recién nacidoentra fresco y feliz en la nuevaexistencia y la disfruta como un regalo;pero regalos ni hay ni puede haber. Sufresca existencia está pagada mediantela vejez y la muerte de otra vida agotaday perecida, pero que contenía el germenindestructible a partir del cual ha nacidoesta nueva: ambas son un único ser.Ahora bien, esclarecer el vínculo entreambos sería, desde luego, la resoluciónLibrosPDF.net

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de un gran enigma.[202]

La vida de la mayoría es solo una luchapermanente por esta pura existenciamisma, con la certeza de que finalmentesaldrán derrotados. Empero, lo que loshace persistir en esta lucha tan esforzadano es tanto el amor a la vida como eltemor a la muerte, que, no obstante, sehalla al fondo como algo inevitable ypuede acercarse en cualquier momento.La vida misma es un mar lleno deacantilados y remolinos, que el hombreevita con sumo cuidado y prevención,pese a que sabe que incluso cuandologre con todo su esfuerzo y su artesurcarlo, cada paso que dé lo aproximaLibrosPDF.net

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más al mayor, al total, inevitable einsalvable naufragio; es más, se dirigedirecto a él, a la muerte: he aquí la metafinal de tan esforzada travesía y másgrave para el hombre que cuantosacantilados ha sorteado.

Ahora bien, es asimismo digno deatención que, por un lado, las penas ytribulaciones de la vida pueden crecercon tanta facilidad que incluso lamuerte, si bien huir de la cual sea elobjetivo principal de la vida, seconvierta en algo deseable y uno seprecipite voluntariamente hacia ella; yque, por otro, tan pronto como la miseriay el sufrimiento conceden un respiro alhombre, enseguida el tedio se halla tanLibrosPDF.net

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cerca que el hombre precisanecesariamente de algún pasatiempo. Loque ocupa a todos los seres vivos y losmantiene en movimiento es el afán deexistir. Con la existencia, sin embargo,cuando se tiene por segura, los hombresya no saben qué hacer; por ello, lasegunda cosa que los mantiene enmovimiento estriba en el afán delibrarse del peso de la existencia, hacerque no se note, «matar el tiempo», esdecir, escapar al tedio. Y de acuerdocon ello, vemos que casi todos loshombres que se hallan a salvo de lamiseria y las preocupaciones, ahora quese han librado por fin de todas lasdemás cargas, se vuelven una carga paraLibrosPDF.net

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sí mismos y toman por una gananciacada hora pasada con alguna ocupación,es decir, cada pizca que se sustraeprecisamente de esa vida, para laconservación de la cual hasta esemomento habían empleado todas lasfuerzas disponibles. El tedio, sinembargo, no es ni mucho menos un malque pueda subestimarse: acaba pintandoen el rostro verdadera desesperación.Hace que seres que se aman tan pocoentre sí como los hombres, no obstante,se busquen tanto, y se convierte así en lafuente de toda sociabilidad. También setoman por doquier medidas públicascontra él, ya solo por inteligenciaestatal, igual que sucede en el caso deLibrosPDF.net

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otras calamidades generales; pues estemal, en la misma medida que su extremocontrario, el hambre, puede arrastrar alos hombres a los mayores desenfrenos:el pueblo necesita panem et circenses[pan y juegos del circo].[203]

Cada día es una pequeña vida, cadadespertar y levantarse un pequeñonacimiento, cada fresca mañana unapequeña juventud y cada irse a la cama ydormir una pequeña muerte.[204]

Analizada la cuestión ahora tambiéndesde el punto de vista físico, resultaevidente que nuestro caminar no es sinouna caída siempre impedida, la vida deLibrosPDF.net

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nuestro cuerpo solo una muertecontinuamente impedida, una muertesiempre pospuesta; por último, lavivacidad de nuestro espíritu es un tediopermanentemente evitado. Cadarespiración rechaza la muerte, que sincesar trata de irrumpir, a la que de esaguisa combatimos a cada momento y, porotra parte, en intervalos mayores, asaber, mediante cada comida, cadasueño, cada vez que nos calentamos,etcétera. Finalmente, la muerte debevencer: pues somos su víctima ya desdeel nacimiento y tan solo juguetea un ratocon su presa antes de devorarla.[205]

Nos asemejamos a los corderos queLibrosPDF.net

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juegan en las praderas mientras elcarnicero ya escoge con la vista a uno uotro de ellos. Pues en nuestros díasbuenos no sabemos qué desgracia nosdepara desde ya el destino: enfermedad,persecución, empobrecimiento,mutilación, ceguera, locura, muerte, etc.[206]

Pues se habrá mostrado cómo la idea delser en el tiempo es la idea de undesventurado estado, cómo el ser en eltiempo es el mundo, el reino del azar,del error y la maldad; se habrá mostradocómo el cuerpo es la voluntad visible,que siempre quiere y nunca puede sersaciada; cómo la vida es una muerte

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permanentemente inhibida, una eternalucha contra la muerte, que al final ha desalir vencedora, y cómo la humanidad yla animalidad sufrientes son la idea dela vida en el tiempo, cómo el querervivir es la verdadera perdición y lavirtud y el vicio son solo el grado másdébil y el más fuerte del querer vivir; sehabrá mostrado cómo es una necedadtemer que la muerte pueda robarnos lavida, porque desgraciadamente el querervivir es ya la vida, y si la muerte y elsufrimiento no pueden acabar con elquerer vivir, la vida misma fluye eternadesde una fuente inagotable, desde eltiempo infinito, y la voluntad de vivirsiempre tendrá vida, junto con la muerte,LibrosPDF.net

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amarga añadidura que en realidad con lavida constituye la misma cosa, puestoque solo el tiempo, cosa insignificante,las distingue, y la vida no es sino unamuerte pospuesta.[207]

Y así son la vejez y la muerte, haciadonde se dirige necesariamente todavida: la sentencia contra la voluntad devivir firmada por la naturaleza misma, ylo que dice esta sentencia es que lavoluntad constituye un afán que debefrustrarse a sí mismo. «Lo que hasquerido», dice, «acaba así: quiere otracosa mejor». Por tanto, la lección que lavida da a cualquiera consiste, grossomodo, en que los objetos de su deseoLibrosPDF.net

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constantemente engañan, vacilan y caen,por lo que traen más penas que alegrías,hasta que al final la misma base y suelosobre los que se levantan cae también,en cuanto se aniquila su vida y le da asíla última confirmación de que todo suafán y querer fue un error y un extravío.[208]

Como la relación que existe entre lacompleta y lenta vegetación de lasplantas y el fruto —el cual con un sologolpe consigue ahora centuplicadoaquello que esta solo lograbaprogresivamente y poco a poco—, así estambién la relación entre la vida —consus obstáculos, esperanzas defraudadas,

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planes frustrados y el permanentesufrimiento— y la muerte, que todo,todo lo que el hombre ha querido,destruye con un solo golpe y corona deesta forma la lección que la existenciadio al hombre.[209]

Como individuos, como personas, opara la conciencia empírica, nosotrosestamos en el tiempo, en la finitud, en lamuerte. Lo que procede de este mundotermina y muere. Lo que no procede deél, lo traspasa con omnipotencia comoun rayo lanzado hacia arriba y no conoceni tiempo ni muerte.

El sabio reconoce durante su vida loque otros comprenden solo a la hora dela muerte: es decir, el sabio sabe queLibrosPDF.net

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toda la vida es muerte.Media vita sumus in morte [En

medio de la vida, estamos en la muerte].El necio es el esclavo de galeras

durmiente y soñador, el sabio eldespierto que ve sus cadenas y oye sutintineo. ¿Empleará ese estar despiertopara huir?[210]

Si la vida en sí misma fuera un bienvalioso y resultara decisivamentepreferible a la no existencia, entonceslas puertas de salida no necesitaríanestar ocupadas por vigilantes tantremendos como lo son la muerte con sushorrores. Pero ¿quién perseveraría en lavida como es, si la muerte fuera menosLibrosPDF.net

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terrible? Y ¡quién podría soportarsiquiera el pensamiento de la muerte, sila vida fuera una alegría! Pero así, lamuerte aún tiene de bueno que es el finde la vida y nos consolamos de laspenas de la existencia con la muerte y dela muerte con las penas de la vida. Laverdad es que las dos son inseparables,en cuanto que forman una equivocaciónde la que salir es tan difícil comodeseable.[211]

A fin de tener a mano en todo momentouna certera brújula con la que orientarseen la vida y contemplar la misma, sinjamás equivocarse, siempre con claraluz, a saber, correctamente, no hay nadaLibrosPDF.net

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más beneficioso que acostumbrarse aconsiderar este mundo como un lugar deexpiación, es decir, semejante a unapenitenciaría, a penal colony, unergasterion [taller, instalación con manode obra esclava], como lo calificaban yalos filósofos más antiguos y, de entre lospadres cristianos, Orígenes lo expresócon audacia digna de elogio; y estemodo de ver el mundo encuentra sujustificación teórica y objetiva, nosolamente en mi filosofía, sino en lasabiduría de todos los tiempos, esto es,en el brahmanismo, el budismo, enEmpédocles y Pitágoras; así dicetambién Cicerón que, durante lainiciación en los misterios, los sabiosLibrosPDF.net

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antiguos enseñaban «que hemos nacidopara expiar el castigo por determinadoserrores cometidos en una vida anterior».[212]

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FUENTES YBIBLIOGRAFÍA[213]

Arthur Schopenhauer, Sämtliche Werke,ed. por Arthur Hübscher, Wiesbaden,31972.

Primer tomo Hb, 1 = Schriften zurErkenntnislehre [Escritos sobreteoría del conocimiento].

Segundo tomo Hb, 2 = Die Welt alsWille und Vorstellung. Erster Band[El mundo como voluntad yrepresentación. Primer volumen].

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Tercer tomo Hb, 3 = Die Welt alsWille und Vorstellung. ZweiterBand [El mundo como voluntad yrepresentación. Segundo volumen].

Cuarto tomo Hb, 4 = Schriften zurNaturphilosophie und zur Ethik[Escritos sobre filosofía natural ysobre ética].I. Über den Willen in der Natur[Sobre la voluntad en lanaturaleza].II. Die beiden Grundproblemen derEthik [Los dos problemasfundamentales de la ética].

Quinto tomo Hb, 5 = Parerga undLibrosPDF.net

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Paralipomena. Erster Band.[Parerga y Paralipómena. Primervolumen].

Sexto tomo Hb, 6 = Parerga undParalipomena. Zweiter Band.[Parerga y Paralipómena. Segundovolumen].

Séptimo tomo Hb, 7 = Über dievierfache Wurzel des Satzes vomzureichenden Grunde (Dissertation1813) [De la cuádruple raíz delprincipio de razón suficiente (tesisde 1813)], Gestrichene Stellen,Varianten früherer Auflagen, Zitateund fremsprachige Stellen, Namen

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Page 275: El arte de sobrevivir

und Sachregister [Pasajes tachados,variantes de ediciones más antiguas,citas, pasajes en lenguas extranjeras,registro temático y onomástico].

Arthur Schopenhauer, Derhandschriftliche Nachlaβ, ed. porArthur Hübscher, Frankfurt del Meno, 1966-1975.

Primer tomo HN I = FrüheManuskripte [Manuscritostempranos] (1804-1818).

Segundo tomo HN II = KritischeAuseinandersetzungen [Disputascríticas] (1809-1818).

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Page 276: El arte de sobrevivir

Tercer tomo HN III = BerlinerManuskripte [Manuscritosberlineses] (1818-1830).

Cuarto tomo HN IV (1), = DieManuskriptbücher der Jahre.Primera parte 1830 bis 1852 [Loslibros con manuscritos de los años1830 a 1852].

Cuarto tomo HN IV (2), = LetzteManuskripte, Gracians.Segunda parte Handorakel [Últimosmanuscritos, Oráculo manual deGracián].

Quinto tomo HN V = RandschriftenLibrosPDF.net

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zu Büchern [Anotaciones marginalesa libros].

Senilia = Arthur Schopenhauer,Senilia. Reflexiones de un anciano,edición realizada por Franco Volpi yErnst Ziegler, trad. Roberto Bernet,Herder, Barcelona, 2010.

GBr (1978) = Arthur Schopenhauer,Gesammelte Briefe[Correspondencia completa], ed. deArthur Hübscher, Bonn, 1978.

Die Schopenhauers, Der Familien-Briefwechsel von Adele, Arthur,Heinrich Floris und Johanna

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Page 278: El arte de sobrevivir

Schopenhauer [Los Schopenhauer.Correspondencia familiar de Adele,Arthur, Heinrich Floris y JohannaSchopenhauer], ed. e intr. de LudgerLütkehaus, Zúrich, 1991.

Gespräche = Arthur Schopenhauer,Gespräche, ed. de Arthur Hübscher[Conversaciones con ArthurSchopenhauer], nueva ediciónconsiderablemente ampliada,Stuttgart / Bad Cannstatt, 1971.

Gwinner, Wilhelm: Schopenhauer’sLeben [Vida de Schopenhauer], Leipzig,1878.

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Page 279: El arte de sobrevivir

Volpi (1999) = ArthurSchopenhauer. Die Kunst, glücklichzu sein. Dargestellt in fünfzigLebensregeln [El arte de ser feliz.Explicado en cincuenta reglas parala vida], ed. por Franco Volpi,Múnich, 1999.

Die Schopenhauer-Welt. Austellungder Staatsbibliothek PreuβischerKulturbesitz Berlin und der Stadtund UniversitätsbibliothekFrankfurt am Main zu ArthurSchopenhauers 200. Geburstag, [Elmundo de Schopenhauer. Exposiciónorganizada por la Biblioteca delEstado de Berlín, Propiedad culturalLibrosPDF.net

Page 280: El arte de sobrevivir

de Prusia, y la Bibliotecauniversitaria de Frankfurt del Menocon ocasión del 200 aniversario delnacimiento de Arthur Schopenhauer],Frankfurt del Meno, 1988.

Schopenhauer-Jahrbuch 2008 =Wagner, Manfred: «“… daβ manwohl ein Philosoph seyn kann, ohnedeshalb ein Narr zu sein”,Schopenhauer und das Geld» [«Quese puede ser un filósofo sin ser porello un bufón», Schopenhauer y eldinero], en Schopenhauer-Jahrbuch, Wurzburgo, 2008,volumen 89, págs. 269-284.

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SELECCIÓN DE EDICIONES PARAEL LECTOR EN LENGUA

ESPAÑOLA

Libros

Sobre la voluntad en la naturaleza(traducción de Miguel de Unamuno),Madrid, Alianza, 1970.

De la cuádruple raíz del principiode razón suficiente (traducción yprólogo de L.-E. Palacios), Madrid,Gredos, 1981.

Los dos problemas fundamentalesde la ética (edición de P. López deLibrosPDF.net

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Santamaría), Madrid, Siglo XXI,1993.

El mundo como voluntad yrepresentación, 2 vols. (edición deR. Rodríguez Aramayo), Madrid,FCE/Círculo de Lectores, 2003.

Parerga y Paralipómena, 2 vols.(traducción, introducción y notas deP. López de Santamaría), Madrid,Trotta, 2009.

Schopenhauer (edición de L.Fernando Moreno), volumen 1: Elmundo como voluntad yrepresentación I, La cuádruple raíz

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del principio de razón suficiente;volumen 2: El mundo comovoluntad y representación II, Lavoluntad en la naturaleza, Madrid,Gredos, 2010.

Lecciones

Metafísica de las costumbres(edición de R. Rodríguez Aramayo),Madrid, Trotta, 2001.

Manuscritos

Manuscritos berlineses (selección,estudio y traducción de R. RodríguezAramayo), Valencia, Pre-Textos,1996. LibrosPDF.net

Page 284: El arte de sobrevivir

Dialéctica erística o el arte detener razón, expuesta en 38estratagemas (traducción deL. Fernando Moreno), Madrid,Trotta, 32007.

Escritos inéditos de juventud(edición de R. Rodríguez Aramayo),Valencia, Pre-Textos, 1999.

El arte de ser feliz. Explicado encincuenta reglas para la vida(edición de F. Volpi yA. Ackermann), Barcelona, Herder,2000.

Senilia. Reflexiones de un ancianoLibrosPDF.net

Page 285: El arte de sobrevivir

(edición de F. Volpi y E. Ziegler),Barcelona, Herder, 2010.

Correspondencia

Epistolario de Weimar (traducción,prólogo y notas de L. FernandoMoreno), Madrid, Valdemar, 1999.

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ARTHUR SCHOPENHAUER (1788-1860), maestro del pesimismo profundo,es uno de los filósofos más destacadosdel pensamiento alemán. De padrecomerciante y madre escritora, ya dejoven entró en contacto conpersonalidades de su época comoGoethe. Su trayectoria como profesorLibrosPDF.net

Page 287: El arte de sobrevivir

universitario estuvo marcada por suconfrontación con Hegel, quien gozabade gran popularidad. Tras diversosviajes a Italia e intentos poco fructíferosde impartir clases en la Universidad deBerlín, se instaló definitivamente enFráncfort.

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Notas

Introducción

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Page 289: El arte de sobrevivir

[1] Hb, 5, págs. 433, 528. <<

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Page 290: El arte de sobrevivir

[2] Die Schopenhauers, págs. 151-152.<<

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Page 291: El arte de sobrevivir

[3] Ibíd., pág. 337. <<

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Page 292: El arte de sobrevivir

[4] Ibíd., pág. 336. <<

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Page 293: El arte de sobrevivir

[5] Ibíd., págs. 337, 338. <<

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Page 294: El arte de sobrevivir

[6] Ibíd., págs. 339-340. <<

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Page 295: El arte de sobrevivir

[7] Ibíd., pág. 340. <<

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Page 296: El arte de sobrevivir

[8] Ibíd., pág. 341. <<

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Page 297: El arte de sobrevivir

[9] Ibíd., pág. 356. <<

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Page 298: El arte de sobrevivir

[10] Una propiedad de la familia enGdansk. (N. T.). <<

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Page 299: El arte de sobrevivir

[11] Die Schopenhauers, pág. 347; GBr(1978), pág. 140. <<

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Page 300: El arte de sobrevivir

[12] GBr (1978), pág. 142. <<

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Page 301: El arte de sobrevivir

[13] GBr (1978), pág. 152. <<

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Page 302: El arte de sobrevivir

[14] GBr (1978), pág. 175. <<

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Page 303: El arte de sobrevivir

[15] Die Schopenhauer-Welt, pág. 110.HN V, pág. XIII. <<

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Page 304: El arte de sobrevivir

[16] Die Schopenhauers, págs. 397, 399,476. <<

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Page 305: El arte de sobrevivir

[17] GBr (1978), pág. 175. <<

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Page 306: El arte de sobrevivir

[18] Die Schopenhauers, págs. 37-40,391. <<

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Page 307: El arte de sobrevivir

[19] GBr (1978) págs. 152, 525. <<

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Page 308: El arte de sobrevivir

[20] Die Schopenhauers, pág. 398; HB,4, págs. I, III. <<

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Page 309: El arte de sobrevivir

[21] Die Schopenhauers, págs. 420, 421.<<

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Page 310: El arte de sobrevivir

[22] Ibíd., págs. 426-427, 428. <<

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Page 311: El arte de sobrevivir

[23] Ibíd., págs. 431-433. <<

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Page 312: El arte de sobrevivir

[24] Ibíd., pág. 436. Cf., Senilia, págs.36,5: «Tras semejante silencio unánime,yo ya era presa fácil para la auténticachusma de la literatura. Y en el año1841, en la tristemente célebre revista Halle’sche Jahrbücher, editada porRuge, apareció un libelo mendaz y confalsedades —cuyo autor, ciertamentealgún ignorante hijo de judíos, seescondió tras el anonimato— en formade recensión del presente escrito y de miética, obras ambas que allí eranpresentadas al público como unaproducción miserable. Mis señoresprofesores de filosofía callaron ante ello

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como era debido y se rieron condisimulo (pág. 37), puesto que ahorapodían seguir adelante con tanta menosmolestia, hacerse mutuos cumplidos porsus obras maestras, dejando de lado condesdén a un hombre como yo».

Cf., además, GBr (1978), pág. 347,Arthur Schopenhauer a Julius Fraunstädt,el 29 de junio de 1854: «Esencialmente,hoy quiero revelarle quién fue el autorde aquel viejo pasquín aparecido en losanuarios de Halle. El doctor Emden sehabía enfadado terriblemente ya enaquel entonces por el asunto y estabamuy empeñado en averiguar quién fue elautor, pero fue en vano. Hace un par de

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Page 314: El arte de sobrevivir

años, me dijo que algunos doctoresjudíos conocían su identidad, pero que,como es natural, debían guardarsilencio. Mas ahora, como ya ha muerto,les fue lícito al fin decírselo: se trata deCarové, que antaño estuvo en amistosostérminos conmigo y que también mehabía hablado de manera despreocupadasobre aquella recensión. Siempre mehabía tenido una envidia maliciosa: hacediez años, me enemisté y separé de él,aunque después, muchas veces, seesforzó, sin pudor alguno, en reanudar laamistad. Era un hombre sumamentedespreciable, y lo demostró a menudo».Carové, Friedrich Wilhelm (1789-1852): abogado, directorLibrosPDF.net

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financiero, profesor privado. Ruge,Arnold (1802-1880): filósofo y político;editó de 1838 a 1843, junto con TheodorEchtermeyer, los anuarios de Halle(Hallische Jahrbücher für DeutscheWissenschaft und Kunst, desde 1841Deutsche Jahrbücher für Wissenschaftund Kunst). <<

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Page 316: El arte de sobrevivir

[25] GBr (1978), pág. 210. <<

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Page 317: El arte de sobrevivir

[26] Die Schopenhauers, págs. 464-466.<<

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Page 318: El arte de sobrevivir

[27] Ibíd., págs. 446, 447. <<

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Page 319: El arte de sobrevivir

[28] Ibíd., págs. 427, 435, 437, 438, 439.<<

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Page 320: El arte de sobrevivir

[29] GBr (1978), págs. 129, 373, 379;Gwinner, pág. 622. <<

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Page 321: El arte de sobrevivir

[30] Die Schopenhauers, págs. 458-459.<<

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Page 322: El arte de sobrevivir

[31] GBr (1978), pág. 207. <<

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Page 323: El arte de sobrevivir

[32] Die Schopenhauers, págs. 440, 442.Cf. Hübscher, Arthur: Schopenhauer-Bildnisse. Eine Ikonographie, Frankfurtdel Meno, 1968, págs. 61, 136. <<

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Page 324: El arte de sobrevivir

[33] Die Schopenhauers, pág. 442. <<

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Page 325: El arte de sobrevivir

[34] GBr (1978), pág. 236. <<

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Page 326: El arte de sobrevivir

[35] GBr (1978), págs. 152, 432;Gwinner, pág. 528. <<

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Page 327: El arte de sobrevivir

[36] Gespräche, pág. 380; Gwinner, pág.529. <<

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Page 328: El arte de sobrevivir

[37] Schopenhauers Anekdotenbüchlein,ed. por Arthur Hübscher, Frankfurt delMeno, 1981, pág. 34. <<

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Page 329: El arte de sobrevivir

[38] Gwinner, pág. 533. <<

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Page 330: El arte de sobrevivir

[39] Schopenhauers Anekdotenbüchlein,pág. 34. <<

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Page 331: El arte de sobrevivir

[40] En el original alemán, la palabrasiesta aparece ya en castellano. (N. T.).<<

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Page 332: El arte de sobrevivir

[41] Gwinner, págs. 530-531. En 1863,apareció en Berlín el libro ArthurSchopenhauer, von ihm, über ihn. EinWort der Vertheidigung von Ernst OttoLindner und Memorabilien, Briefe undNachlassstücke von Julius Frauenstädt[Arthur Schopenhauer, de él y sobre él.Apología de Ernst Otto Lindner,recuerdos, cartas y fragmentos inéditosde Julius Frauenstädt]. En el prólogo(pág. III) escribió Julius Frauenstädt:«Ciertamente, Schopenhauer ha dejadode ser un desconocido, pero aún siguesiendo mal interpretado. Dado que soyel que primero y en mayor medida ha

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Page 333: El arte de sobrevivir

puesto fin a su desconocimiento,considero ahora mi tarea poner fintambién a la mala interpretación de laque es objeto. El libro de Gwinner nopudo lograr esto. Pues si bien es ciertoque constituye una apreciable y útilcontribución para tener más informaciónsobre la vida de Schopenhauer, sinembargo, en lo que se refiere a unavaloración más exacta y profunda de supersona y su pensamiento es tandeficitario que, en lugar de frenar lamala interpretación de Schopenhauer, hadado incluso más motivo para ella». <<

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Page 334: El arte de sobrevivir

[42] GBr (1978), pág. 189; Gespräche,pág. 389. <<

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[43] Literalmente, «Sociedad delCasino». Los Casinogesellschaften, quesurgieron en el siglo XIX en lasdiferentes ciudades alemanas, eranasociaciones de los representantesmasculinos de las clases burguesas altasde la ciudad. Los miembros se reuníanen un lugar fijo con el fin de pasar eltiempo libre jugando a las cartas ohaciendo otras actividades ycomentando entre ellos las novedades ynoticias, con lo cual esos círculossociales se convertían pronto enimportantes centros de comunicación.(N. T.). <<

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Page 336: El arte de sobrevivir

[44] Die Schopenhauer-Welt, págs. 106-108; Gwinner, pág. 532. <<

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Page 337: El arte de sobrevivir

[45] GBr (1978), pág. 271. <<

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Page 338: El arte de sobrevivir

[46] GBr (1978), págs. 304, 425. <<

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Page 339: El arte de sobrevivir

[47] GBr (1978), pág. 386. <<

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Page 340: El arte de sobrevivir

[48] Proviene de frux, frugis: «cereal»,«mies». (N. T.). <<

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Page 341: El arte de sobrevivir

[49] Hb 5, págs. 529-530. <<

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Page 342: El arte de sobrevivir

[50] Gespräche, pág. 389. <<

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Page 343: El arte de sobrevivir

[51] Hb, 5, pág. 529; GBr (1978), pág.425; Gwinner, págs. 614-615. <<

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Page 344: El arte de sobrevivir

[52] GBr (1978), pág. 46; Gespräche,pág. 386. <<

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Page 345: El arte de sobrevivir

[53] Schopenhauer-Jahrbuch 2008, págs.269-284, 270. <<

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Page 346: El arte de sobrevivir

[54] Arthur Schopenhauer, Die Kunst, mitFrauen umzugehen, ed. por FrancoVolpi, Múnich, 2003, págs. 19-20. <<

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Page 347: El arte de sobrevivir

[55] Hb, 5, págs. 371-372. <<

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Page 348: El arte de sobrevivir

[56] Schopenhauer-Jahrbuch 2008, pág.270. <<

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Page 349: El arte de sobrevivir

[57] Schopenhauer-Jahrbuch 2008, págs.269, 272; GBr (1978), pág. 15.

Bergmann, Ulrike: JohannaSchopenhauer, «Lebe und sei soglücklich als du kannst» [JohannaSchopenhauer, «Vive y sé tan feliz comopuedas»], biografía novelada, Leipzig,2002, pág. 221. <<

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Page 350: El arte de sobrevivir

[58] Die Schopenhauers, pág. 236. <<

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Page 351: El arte de sobrevivir

[59] Ibíd., págs. 220-221. Gestenbergk,Georg Friedrich von, llamado Müllervon Gerstenbergk (1780-1838):archivero y consejero en Weimar, desde1820 vicecanciller en Eisenach, amigode Johanna, en 1825 contrae matrimoniocon la condesa von Häseler. <<

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Page 352: El arte de sobrevivir

[60] Die Schopenhauers, págs. 224 ss.;232. <<

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Page 353: El arte de sobrevivir

[61] Ibíd., pág. 259. <<

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Page 354: El arte de sobrevivir

[62] GBr (1978), pág. 506. <<

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Page 355: El arte de sobrevivir

[63] Schopenhauer-Jahrbuch 2008, págs.278-279. <<

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Page 356: El arte de sobrevivir

[64] Die Schopenhauers, pág. 287. <<

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Page 357: El arte de sobrevivir

[65] Die Schopenhauer-Welt, pág. 76;Schopenhauer-Jahrbuch, 2008, pág.284. <<

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Page 358: El arte de sobrevivir

[66] Die Schopenhauers, pág. 325; cf.asimismo págs. 298, 306. <<

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Page 359: El arte de sobrevivir

[67] GBr (1978), pág. 82. <<

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Page 360: El arte de sobrevivir

[68] Schopenhauer-Jahrbuch 2008, págs.272-273. <<

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Page 361: El arte de sobrevivir

[69] GBr (1978), págs. 179, 531. <<

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Page 362: El arte de sobrevivir

[70] GBr (1978), pág. 12. <<

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Page 363: El arte de sobrevivir

[71] GBr (1978), pág. 69. <<

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Page 364: El arte de sobrevivir

[72] Die Schopenhauers, pág. 32. <<

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Page 365: El arte de sobrevivir

[73] Rollett, Hermann: Begegnungen,Erinnerungsblätter (1819-1899), Viena,1903, págs. 140-143. <<

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Page 366: El arte de sobrevivir

[74] GBr (1978) pág. 379; cf. Hübscher:Schopenhauer-Bildnisse, págs. 41, 100-103. <<

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Page 367: El arte de sobrevivir

[75] Rollett, Begegnungen, pág. 143;GBr (1978), pág. 263. <<

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Page 368: El arte de sobrevivir

[76] Hb, 5, pág. 141; Hb, 3, pág. 532. <<

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Page 369: El arte de sobrevivir

[77] Hb, 2, pág. 382. <<

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Page 370: El arte de sobrevivir

[78] Wagner, Gustav Friedrich:Schopenhauer-Register, nueva edicióna cargo de Arthur Hübscher,Stuttgart/Bad Cannstatt, 1960, pág. 233.<<

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Page 371: El arte de sobrevivir

[79] Die Arthur Schopenhauer’shandschriftlichem Nachlaβ,Abhandlungen, Anmerkungen,Aphorismen und Fragmente, ed. porJulius Frauenstädt, Leipzig, 1864, pág.415. <<

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Page 372: El arte de sobrevivir

[80] Wagner: Schopenhauer-Register,pág. 234. <<

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Page 373: El arte de sobrevivir

[81] Hb, 2, pág. 378; Wagner:Schopenhauer-Register, págs. 233, 467.<<

De las diferencias entre lasdistintas edades de la vida

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Page 374: El arte de sobrevivir

[82] Término alquímico, residuoresultante de la destilación. (N. T.). <<

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Page 375: El arte de sobrevivir

[83] Hb, 5, págs. 508-530. <<

Antología

La definición de la vida

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Page 376: El arte de sobrevivir

[84] Hb, 6, pág. 171. <<

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Page 377: El arte de sobrevivir

[85] Hb, 2, pág. 326. <<

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Page 378: El arte de sobrevivir

[86] Hb, 2, pág. 324. <<

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Page 379: El arte de sobrevivir

[87] Hb, 3, págs. 552-553. <<

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Page 380: El arte de sobrevivir

[88] Hb, 6, pág. 288. <<

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Page 381: El arte de sobrevivir

[89] Hb, 3, pág. 537; cf. también HN III,pág. 592. <<

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Page 382: El arte de sobrevivir

[90] Hb, 5, págs. 522-523. <<

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Page 383: El arte de sobrevivir

[91] Hb, 5, pág. 518. <<

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Page 384: El arte de sobrevivir

[92] Hb, 2, pág. 298. <<

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Page 385: El arte de sobrevivir

[93] Hb, 4, pág. 42. <<

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Page 386: El arte de sobrevivir

[94] Hb, 6, pág. 636. <<

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Page 387: El arte de sobrevivir

[95] Hb, 3, pág. 539. <<

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Page 388: El arte de sobrevivir

[96] Hb, 5, págs. 517-518. <<

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Page 389: El arte de sobrevivir

[97] Hb, 6, pág. 318. <<

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Page 390: El arte de sobrevivir

[98] Hb, 6, págs. 304-305. <<

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Page 391: El arte de sobrevivir

[99] Hb, 6, pág. 318. Defunctus,defungor: poner fin a algo, terminar unacosa. <<

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Page 392: El arte de sobrevivir

[100] Senilia, págs. 93,2. <<

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Page 393: El arte de sobrevivir

[101] Hb 3, pág. 532. <<

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Page 394: El arte de sobrevivir

[102] Hb, 3, págs. 665-666. <<

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Page 395: El arte de sobrevivir

[103] Hb, 6, pág. 293. <<

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Page 396: El arte de sobrevivir

[104] Hb, 3, pág. 658. <<

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Page 397: El arte de sobrevivir

[105] Hb, 3, pág. 403. <<

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Page 398: El arte de sobrevivir

[106] Hb, 3, pág. 652. <<

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Page 399: El arte de sobrevivir

[107] Hb, 3, pág. 563. <<

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Page 400: El arte de sobrevivir

[108] Hb, 3, pág. 657. <<

El objetivo de la vida

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Page 401: El arte de sobrevivir

[109] Hb, 3, pág. 735. <<

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Page 402: El arte de sobrevivir

[110] Hb, 3, págs. 729-730. <<

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Page 403: El arte de sobrevivir

[111] Hb, 3, pág. 523. <<

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Page 404: El arte de sobrevivir

[112] Hb, 5, págs. 236-237. <<

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Page 405: El arte de sobrevivir

[113] HN III, págs. 473-474. <<

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Page 406: El arte de sobrevivir

[114] HN III, pág. 591. <<

La duración de la vida

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Page 407: El arte de sobrevivir

[115] Senilia, págs. 24,3. <<

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Page 408: El arte de sobrevivir

[116] Hb, 5, págs. 527-528. <<

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Page 409: El arte de sobrevivir

[117] Hb, 5, págs. 438-439. <<

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Page 410: El arte de sobrevivir

[118] Volpi (1999), pág. 61. <<

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Page 411: El arte de sobrevivir

[119] Volpi (1999), pág. 62. <<

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Page 412: El arte de sobrevivir

[120] Senilia, págs. 47,3. <<

El curso de la vida

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Page 413: El arte de sobrevivir

[121] Hb, 3, pág. 506. <<

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Page 414: El arte de sobrevivir

[122] Senilia, pág. 12,3. <<

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Page 415: El arte de sobrevivir

[123] Hb, 6, pág. 242. <<

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Page 416: El arte de sobrevivir

[124] Hb, 5, págs. 132-133. <<

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Page 417: El arte de sobrevivir

[125] Hb, 5, pág. 217. <<

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Page 418: El arte de sobrevivir

[126] Hb, 3, págs. 732-733. <<

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Page 419: El arte de sobrevivir

[127] Hb, 4, pág. 261. <<

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Page 420: El arte de sobrevivir

[128] Senilia, pág. 102,1. <<

El momento presente

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Page 421: El arte de sobrevivir

[129] Hb, 2, pág. 328. <<

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Page 422: El arte de sobrevivir

[130] Hb, 2, pág. 330. <<

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Page 423: El arte de sobrevivir

[131] Hb, 5, pág. 508. <<

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Page 424: El arte de sobrevivir

[132] Hb, 6, pág. 302. <<

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Page 425: El arte de sobrevivir

[133] Hb, 5, pág. 442. <<

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Page 426: El arte de sobrevivir

[134] Hb, 6, págs. 303-304. <<

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Page 427: El arte de sobrevivir

[135] HN I, pág. 99. <<

El apego a la vida

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Page 428: El arte de sobrevivir

[136] Primer móvil: la esfera más exteriordel universo según el modeloptolemaico. (N. T.). <<

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Page 429: El arte de sobrevivir

[137] Hb, 3, págs. 408-409. <<

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Page 430: El arte de sobrevivir

[138] Hb, 3, pág. 532. <<

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Page 431: El arte de sobrevivir

[139] Hb, 3, págs. 531-532. <<

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Page 432: El arte de sobrevivir

[140] Hb, 3, pág. 531. <<

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Page 433: El arte de sobrevivir

[141] HN I, pág. 398. <<

El ajetreo en la vida

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Page 434: El arte de sobrevivir

[142] Hb, 3, pág. 656. <<

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Page 435: El arte de sobrevivir

[143] Hb, 3, pág. 410. <<

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Page 436: El arte de sobrevivir

[144] Hb, 2, págs. 386-387. <<

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Page 437: El arte de sobrevivir

[145] Hb, 5, pág. 446. <<

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Page 438: El arte de sobrevivir

[146] Hb, 3, pág. 658. <<

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Page 439: El arte de sobrevivir

[147] Hb, 2, págs. 383-384. <<

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Page 440: El arte de sobrevivir

[148] Hb, 2, pág. 380. <<

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Page 441: El arte de sobrevivir

[149] Hb, 6, pág. 631. <<

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Page 442: El arte de sobrevivir

[150] Hb, 3, pág. 404. <<

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Page 443: El arte de sobrevivir

[151] Hb, 3, pág. 578. <<

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Page 444: El arte de sobrevivir

[152] Senilia, págs. 64,1. <<

El goce

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Page 445: El arte de sobrevivir

[153] Hb, 5, págs. 523-524. <<

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Page 446: El arte de sobrevivir

[154] Volpi (1999), pág. 65. «Pues bien,yo mismo me he encontrado con otrospara quienes las cosas no son así. Porejemplo, cierta vez estaba junto al poetaSófocles cuando alguien le preguntó:“¿Cómo eres, Sófocles, en relación conlos placeres sexuales? ¿Eres aún capazde acostarte con una mujer?”. Y élrespondió: “Cuida tu lenguaje, hombre;me he liberado de ello tanagradablemente como si me hubieraliberado de un amo loco y salvaje”. Enese momento, lo que dijo me pareciómuy bello, y ahora más aún; pues en lotocante a estas cosas, en la vejez se

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Page 447: El arte de sobrevivir

produce mucha paz y libertad. Cuandolos apetitos cesan en su vehemencia yaflojan su tensión, se realiza porcompleto lo que dice Sófocles: nosdesembarazamos de múltiples amosenloquecidos». (Platón, Diálogos IV,República I 329 cd, ed. de ConradoEggers Lan, Biblioteca Clásica Gredos94, Madrid, 1988, págs. 60-61). <<

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Page 448: El arte de sobrevivir

[155] Hb, 2, págs. 376-377. <<

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Page 449: El arte de sobrevivir

[156] Hb, 2, pág. 370. <<

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Page 450: El arte de sobrevivir

[157] Hb, 6, págs. 305-306. <<

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Page 451: El arte de sobrevivir

[158] Hb, 4, págs. 196-197. <<

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Page 452: El arte de sobrevivir

[159] Hb, 5, pág. 433. <<

La felicidad

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Page 453: El arte de sobrevivir

[160] Hb, 5, pág. 511. <<

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Page 454: El arte de sobrevivir

[161] Hb, 5, págs. 512-513. <<

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Page 455: El arte de sobrevivir

[162] Hb, 3, pág. 671. <<

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Page 456: El arte de sobrevivir

[163] Hb, 3, pág. 729. <<

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Page 457: El arte de sobrevivir

[164] Hb, 3, pág. 657. <<

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Page 458: El arte de sobrevivir

[165] Alude al libro II de la misma obra ala que pertenece este pasaje: El mundocomo voluntad y representación. (N. T.).<<

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Page 459: El arte de sobrevivir

[166] Hb, 2, págs. 378-379. <<

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Page 460: El arte de sobrevivir

[167] Hb, 6, pág. 303. <<

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Page 461: El arte de sobrevivir

[168] Hb, 2, pág. 377. <<

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Page 462: El arte de sobrevivir

[169] Volpi (1999), pág. 63. <<

La mascarada

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Page 463: El arte de sobrevivir

[170] Hb, 3, pág. 514. <<

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Page 464: El arte de sobrevivir

[171] HN II, pág. 310. <<

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Page 465: El arte de sobrevivir

[172] Hb, 2, pág. 380. <<

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Page 466: El arte de sobrevivir

[173] Hb, 6, pág. 341. «Then old age andexperience hand in hand, / lead him todeath, and make him understand, / aftera search so painful and so long, / thatall his life he has been in the wrong»:«Entonces la edad y la experiencia manoa mano / lo conducen hasta la muerte ylo hacen comprender / que tras unabúsqueda tan dolorosa y prolongada / hapasado toda su vida en el error». Versosfinales del poema «A satyr againstmankind» [Un sátiro contra lahumanidad], atribuido al escritorsatírico John Wilmot, conde deRochester. <<

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Page 467: El arte de sobrevivir

[174] Gespräche, págs. 390-391. <<

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Page 468: El arte de sobrevivir

[175] Volpi (1999), pág. 61. <<

La vida es sueño

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Page 469: El arte de sobrevivir

[176] Hb, 3, pág. 506. <<

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Page 470: El arte de sobrevivir

[177] Hb, 2, pág. 21. <<

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Page 471: El arte de sobrevivir

[178] Hb, 6, pág. 290. <<

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Page 472: El arte de sobrevivir

[179] Hb, 3, pág. 495. <<

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Page 473: El arte de sobrevivir

[180] Hb, 2, págs. 379-380. <<

La buena vida

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Page 474: El arte de sobrevivir

[181] Maya: diosa hindú, personifica lailusión y el engaño; en sánscrito, Māyā.(N. T.). <<

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Page 475: El arte de sobrevivir

[182] Hb, 2, págs. 334-335: «Cuando sehalla de pie con fuertes / enérgicoshuesos / sobre la bien fundamentada /duradera tierra, / no le basta /compararse / solo con el roble / o lavid», Johann Wolgang von Goethe,Grenzen der Menschheit. <<

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Page 476: El arte de sobrevivir

[183] Sanniasi: asceta hindú; ensánscrito, saṃnyāsin. (N. T.). <<

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Page 477: El arte de sobrevivir

[184] HN I, págs. 408-409. <<

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Page 478: El arte de sobrevivir

[185] Senilia, págs. 82,2. <<

La insipidez de la vida

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Page 479: El arte de sobrevivir

[186] Hb, 6, pág. 60. <<

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Page 480: El arte de sobrevivir

[187] Senilia, págs. 102,2. <<

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Page 481: El arte de sobrevivir

[188] Hb, 3, pág. 661. <<

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Page 482: El arte de sobrevivir

[189] Hb, 2, pág. 379. <<

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Page 483: El arte de sobrevivir

[190] Hb, 6, pág. 317. <<

El sufrimiento

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Page 484: El arte de sobrevivir

[191] Hb, 3, pág. 731. <<

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Page 485: El arte de sobrevivir

[192] Hb, 2, pág. 375. <<

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Page 486: El arte de sobrevivir

[193] Hb, 2, págs. 381-382. <<

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Page 487: El arte de sobrevivir

[194] Hb, 2, págs. 384-385. <<

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Page 488: El arte de sobrevivir

[195] Hb, 3, pág. 663. <<

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Page 489: El arte de sobrevivir

[196] Hb, 2, págs. 413-414. <<

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Page 490: El arte de sobrevivir

[197] HN III, pág. 590. <<

La vida y la muerte

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Page 491: El arte de sobrevivir

[198] Hb, 3, págs. 568-569. <<

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Page 492: El arte de sobrevivir

[199] Hb, 3, pág. 582. <<

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Page 493: El arte de sobrevivir

[200] Hb, 3, págs. 652-653. <<

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Page 494: El arte de sobrevivir

[201] Hb, 5, págs. 514-515. <<

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Page 495: El arte de sobrevivir

[202] Hb, 5, pág. 577. <<

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Page 496: El arte de sobrevivir

[203] Hb, 2, págs. 368-369. <<

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Page 497: El arte de sobrevivir

[204] Senilia, págs. 137,2. <<

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Page 498: El arte de sobrevivir

[205] Hb, 2, pág. 367. <<

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Page 499: El arte de sobrevivir

[206] Senilia, págs. 71,2. <<

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Page 500: El arte de sobrevivir

[207] HN I, pág. 118. <<

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Page 501: El arte de sobrevivir

[208] Hb, 3, pág. 659. <<

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Page 502: El arte de sobrevivir

[209] Hb, 3, pág. 732. <<

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Page 503: El arte de sobrevivir

[210] HN I, pág. 129. <<

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Page 504: El arte de sobrevivir

[211] Hb, 3, pág. 664. <<

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Page 505: El arte de sobrevivir

[212] Hb, 6, pág. 321. <<

Fuentes y bibliografía

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Page 506: El arte de sobrevivir

[213] Se han escrito los títulos en cursivacuando se corresponden con edicionesexistentes en castellano; en los casos enque hemos traducido simplemente eltítulo, se ha optado por redondilla.(N. T.). <<

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