El Amiguito - 12 de Junio de 2011 - Num. 24
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Año LXXVIII Guadalajara, Jal., 12 de junio de 2011 Núm. 24 UN HERMOSO REGALO U n joven muchacho estaba a punto de graduarse, y como hacía muchos meses que admiraba un hermoso auto deportivo, sabiendo que su padre podría comprárselo, le dijo a él que ese auto era todo lo que quería. Finalmente, en la mañana del día de su graduación, su padre le llamó a que fuera a su privado. Le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba. Le entregó una caja de regalo. Curioso y de algún modo decepcionado, el joven abrió la caja, y lo que encontró fue una Biblia de cubierta de piel, con su nombre escrito con letras de oro. Enojado, le gritó: “¡Con todo el dine- ro que tienes, ¿y lo único que me das es esta Biblia?!”, y salió de la casa. Pasaron muchos años y el joven se convirtió en un exitoso hombre de ne- gocios. Tenía una gran casa y una bonita familia, pero cuando supo que su pa- dre, que ya era anciano, estaba muy enfermo, pensó en visitarlo. No lo había vuelto a ver desde el día de su graduación. Antes de partir para verlo, recibió un telegrama donde decía que su padre había muerto, y le había here- dado todas sus posesiones, por lo cual necesitaba urgentemente ir a arreglar todos los trámites. Cuando llegó a la casa de su padre, una tristeza y arrepentimiento llenó su corazón. Empezó a ver todos los documentos importantes que su padre tenía, y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le había dado. Con lágrimas, la abrió y empezó a hojear sus páginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11 “Y si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuanto más nuestro Padre Celestial dará a sus hijos aquello que le pidan?”. Mientras leía esas palabras, unas llaves de auto caye- ron de la Biblia. Tenían una tarjeta de la agencia de autos donde había visto ese auto deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha del día de su graduación y las palabras: TOTALMENTE PAGADO. ¿Cuántas veces hemos rechazado y perdido las Bendiciones de Dios porque no vienen envueltas en pa- quetes hermosos, como nosotros esperamos?
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Publicación Semanal para Niños
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Año LXXVIII Guadalajara, Jal., 12 de junio de 2011 Núm. 24
UN HERMOSO REGALO
Un joven muchacho estaba a punto de graduarse, y como hacía muchos meses que
admiraba un hermoso auto deportivo, sabiendo que su padre podría comprárselo, le dijo a él que ese auto era todo lo que quería. Finalmente, en la mañana del día de su graduación, su padre le llamó a que fuera a su privado. Le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo amaba. Le entregó una caja de regalo. Curioso y de algún modo decepcionado, el joven abrió la caja, y lo que encontró fue una Biblia de cubierta de piel, con su nombre escrito con letras de oro.
Enojado, le gritó: “¡Con todo el dine-ro que tienes, ¿y lo único que me das es esta Biblia?!”, y salió de la casa.
Pasaron muchos años y el joven se convirtió en un exitoso hombre de ne-gocios.
Tenía una gran casa y una bonita familia, pero cuando supo que su pa-dre, que ya era anciano, estaba muy enfermo, pensó en visitarlo. No lo había vuelto a ver desde el día de su graduación. Antes de partir para verlo, recibió un telegrama donde decía que su padre había muerto, y le había here-dado todas sus posesiones, por lo cual necesitaba urgentemente ir a arreglar todos los trámites.
Cuando llegó a la casa de su padre, una tristeza y arrepentimiento llenó su corazón.
Empezó a ver todos los documentos importantes que su padre tenía, y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le había dado. Con lágrimas, la abrió y empezó a hojear sus páginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11 “Y si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuanto más nuestro Padre Celestial dará a sus hijos aquello que le pidan?”. Mientras leía esas palabras, unas llaves de auto caye-ron de la Biblia. Tenían una tarjeta de la agencia de autos donde había visto ese auto deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha del día de su graduación y las palabras:
TOTALMENTE PAGADO.¿Cuántas veces hemos rechazado
y perdido las Bendiciones de Dios porque no vienen envueltas en pa-quetes hermosos, como nosotros esperamos?
PENTECOSTÉS PARA LOS “MICROCATÓLICOS”
Comentario al Evangelio
Tenemos un espacio disponible para ti
Informes en el teléfono:3613-1421
Todos los seres humanos necesitamos que venga el Espíritu Santo y nos llene de amor. Todos. Pero especialmente nosotros, los “microcatólicos”; es decir, los católicos de corazón pequeñito...
Los que queremos a la gente, pero no mucho.
Los que queremos al cónyuge, siempre y cuando esté de acuerdo con nosotros, y quererlo no implique sa-crificar ninguna comodidad y ningún gusto por él o por ella.
Los que queremos a nuestros hi-jos... cuando están en casa del veci-no o durmiendo como angelitos en su cama.
Los que amamos y respetamos a nuestros padres, menos cuando nos preguntan a dónde vamos o a qué
hora vamos a regresar, nos niegan alguna cosa o permiso, nos hacen al-guna advertencia, nos señalan algu-na tarea doméstica o nos piden algún favor.
Los que amamos al prójimo -¡no faltaba más!- mientras amarlo no sig-nifique desembolsar dinero, perder una tarde, tomarse alguna molestia o meterse en algún lío por él.
Los que saludamos sólo a los que nos saludan y nos caen bien.
Los que visitamos sólo a aquellos de quienes necesitamos algo.
Los que, en resumidas cuentas, sólo nos amamos a nosotros mismos.
VEN, ESPÍRITU SANTO, Y LLÉNANOS DE TU AMOR.
SAN JUAN FRANCISCO REGISNació en Fontcouverte, en Languedoc (Francia), el 31 de enero de 1587. Sus padres lo educaron en la sobriedad y en los más sanos principios cristianos. De niño llamaba la atención por sus mo-dales dulces, por ser atento, servicial y muy entregado a cuanto se refiere a la Iglesia. Nunca se cansaba de estar en ella, ni de los rezos familiares por más que se prolongasen.
Por el 1610, comienza a frecuentar el colegio de los jesuitas de Beziers. Tiene trece años. Es el primero en todo: es-tudios, piedad, espar-cimientos. Es sencillo, humilde, el compañero más fiel. ¿Dónde en-cuentra Juan Francisco la fuerza para ello? En su ferviente amor a la Eucaristía que recibe casi a diario, y que para aquellos tiempos era cosa bastante rara; en su tierno amor a la Virgen María, a la que acude con amor filial; en su Ángel de la Guarda, que hasta a veces parece que le acompaña.
El día de la Inmaculada de 1616, in-gresa en la Compañía de Jesús como no-vicio, y se entrega de lleno a formarse en los votos religiosos. Emite los votos y los superiores lo destinan a que profundice en los estudios teológicos y filosóficos, en los que también hace maravillosos pro-gresos. Antes de dedicarse al apostolado, pasa largas horas en oración. Los supe-riores lo ven maduro para dar el paso del
sacerdocio, y el día de la Santísima Tri-nidad de 1630 tiene el gozo de recibir el don del sacramento sacerdotal.
La vida de Juan Francisco ahora ya no tiene freno. Comienzan sus famosas misiones rurales. Recorre una gran can-tidad de pueblos y ciudades. A todas par-
tes llega su fogosa palabra. El Señor le bendice y le regala el don de hacer
milagros; todos los encamina para despertar el amor a Dios y el odio al pecado.
Supo descubrir el enor-me valor del dolor y del sufrimiento. Se abrazó al dolor y a cuantos sufrían. Los amaba como la más tierna madre. Les curaba de sus pestilentes en-fermedades. Solía decir:
“Sufrir por Jesucristo es el único consuelo que hallo
en este mundo. Señor, dame fuerzas para poder sufrir más y
más por tu amor”.Alguien dijo de él: “No tenía más
que a Dios dentro de su alma, a Dios en la boca y a Dios delante de sus ojos”. Poseía una gracia enorme para convertir a las almas, aun las más ale-jadas. Se dice que una dama que era totalmente reacia a la Iglesia y hasta enemiga declarada, al ver sus distin-guidos modales y su gran santidad, le dijo: “Padre, ¿cómo no me voy a con-vertir a la fe cristiana, si usted me lo pide con tanta gracia?”.
Agotado de sus apostolados, volaba al cielo el 26 de diciembre de 1640.
Amiguitos: Al practicar algún deporte en forma regu-lar y, por supuesto, sin cometer abusos, se favorece el funcio-namiento del cuerpo. El deporte beneficia, en primer lugar, al sistema car-diovascular, o sea, el corazón y la circulación, ya que reduce el ries-go de arterioesclerosis y la posibilidad de un accidente coronario, además de bajar la presión sanguínea. Ayuda a adelgazar y, como conse-cuencia, facilita el trabajo del corazón.
En el sistema respirato-rio, los beneficios son eviden-tes: aumento de la capacidad de ventilación del pulmón y del consu-mo máximo de oxígeno. El esqueleto y la musculatura se ven favorecidos, ya que el deporte retrasa la pérdida fisiológica de masa ósea; mejoran así la osteoporosis y la artritis reu-matoide. Los músculos se vuelven más resistentes y elásticos.
Cuando el cuerpo se mueve, los órganos internos también lo hacen, el intestino aumenta su motilidad, lo que reduce el estreñimiento; además se ha comprobado que la práctica deportiva disminuye la incidencia de cáncer de colon.
Gracias al deporte, los riñones
reciben mayor irrigación sanguínea, lo que mejora su funcionamiento a largo plazo.
Por último, y no de menor im-portancia, se destaca un beneficio social que trae practicar deporte, ya que se previene la drogadicción, el alcoholismo, el tabaquismo y la de-lincuencia, además de que los de-portes de equipo son un excelente medio de integración social.
Así que no esperes más, ponte ropa adecuada y ¡a empezar a prac-ticar algún deporte!
¡A PRACTICAR DEPORTES!
La benevolencia es unos de los hermosos rostros del amor. La espiritualidad es bene-
volencia, que se traduce en pensa-mientos, palabras y obras adecua-dos. La benevolencia es luz, orden, amor, beneficio y dicha. Induce al perdón, la clemencia, la compasión, la capacidad para ponerse en lugar de los otros, descubrir y comprender necesidades ajenas y atenderlas, el juicio equilibrado, la comprensión, y en muchas ocasiones la actitud indulgente y la tolerancia. La bene-volencia exhala afecto, sensibilidad, cordialidad y amistad. La persona benevolente comprende y perdo-na, evita poner el énfasis en el lado negativo de las demás personas, y aprecia su lado constructivo y po-sitivo. La benevolencia es nobleza, buenos sentimientos, sensibilidad, cooperación y desinterés.
La benevolencia se parece a la amistad; pero no es precisamente la amistad. Puede ejercerse sobre desconocidos, sin que sepan el sen-timiento que se experimenta por ellos, lo cual no sucede con la amis-tad. La benevolencia tampoco es la inclinación a amar; porque no tiene ni intensidad, ni deseo, síntomas que ordinariamente acompañan a la inclinación.
Pero también puede afirmarse que la benevolencia, prolongándose
con el tiempo y llegando a consti-tuir un hábito, se convierte en una verdadera amistad, que no es la amistad por interés, ni la amistad por placer; porque la benevolencia no se inspira ni en uno ni en otro de estos motivos. En efecto, el que ha recibido un servicio corresponde con la benevolencia al bien que se le ha hecho, cumpliendo así un de-ber. Pero cuando se desea el triunfo de alguien, porque espera uno sacar también alguna ventaja, no es uno benévolo para esta persona, sino más bien para sí mismo; de manera que no es amigo el que trata a otro con la mira del provecho que de él pueda sacar.
Página para tu Papá y tu Mamá
Benevolencia
¡Hola amigos todos! Estamos de fiesta porque estamos prepa-rando el festejo de papá.
¿Saben ya lo que van a re-galarle? ¿O lo que van a hacer para que él se sienta muy bien? ¡Pues entonces a hacerlo!
De: Connie Lozano [email protected] Para: [email protected]: “Saludos”Hola, me llamo Paulina, tengo 7 años y me gustaría pertenecer a su Club. Voy al catecismo, apenas voy a hacer la Primera Comunión, y tengo una imagen de la Virgencita que quiero mucho. Saludos a todos. Adiós.Échale ganas al catecismo, para que pronto tengas ese encuen-tro con Dios, Paulina. Por lo pronto, te damos la bienveni-da a nuestro Club y esperamos pronto noticias tuyas.
De: Alondra Leal López [email protected] Para: [email protected]: “Ser parte del Club”Hola, soy Alondra y quiero ser parte del Club del Amiguito. Mi cumplea-ños es en enero y quiero mandarles un saludo a todos los de tercero “C” turno matutino escuela Vicente Gue-rrero en especial a Diego, Roberto,
Itzel, Alejandra, Cristian, Saúl, Shau-la y a la maestra Timo.Alondra, aquí enviamos tus sa-ludos y considérate parte de este Club, ¡nos gusta tenerte como amiguita!
De: Paulina Quintero [email protected] Para: [email protected]: “Ser parte del Club”Hola, mi nombre es Paulina, espe-ro que publiquen mi carta. Yo soy de la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima. Mi mejor amigo es el Padre Enrique al que conozco hace poco. Tengo un perrito llamado Canelo, me gusta mucho El Amiguito y me encantaría ser parte del Club, me gusta la Sección recreativa, la Mini historia y las vidas de santos. Espe-ro que me acepten, de una vez les digo un chistecín: Llega Pepito de la escuela y le dice emocionado a su mamá- ¡Mamá, mamá, hoy en la escuela aprendimos a hacer explo-sivos!- Y le dice su mamá- Ah, muy bien Juanito, ¿y qué más aprendiste en la escuela hoy?- Y le responde Pepito- ¿Escuela? ¿Qué escuela? Ja, ja, espero que les guste, adiós.Jaja, buen chistecín… ojalá que no sea el único que nos envíes. Bienvenida a nuestro Club, Paulina, y gracias por tus comentarios.
De: Ana María Martínez Gutiérrez [email protected] Para: [email protected]: (sin asunto)Hola nuevamente. Soy la mamá de Raúl de 11 años y Ximena de 5. Mandé un correo anteriormente para solicitar que los inscriban al club y lo más importante, enviar-les por medio de El Amiguito todo mi amor y cariño porque los amo. Gracias por publicarlo y seguiremos cada semana leyendo El Amiguito con todos esos mensajes tan lindos y de reflexión que ponen. Gracias.Raúl y Ximena ya están dentro del Club. Gracias por escribirnos y por ser una mamá tan amorosa y atenta con tus hijos. Sigan le-yendo El Amiguito…
De: José de Jesús Servín Sá[email protected] Para: [email protected]: “Ser parte del Club”Hola, soy José de Jesús Servín Sán-chez, vivo en Arandas, Jalisco. Me gusta ver y leer El Amiguito en to-das sus secciones. ¿También admi-ten en su Club personas mayores? Yo tengo 51 años y felicito a todo el Club.¡Claro que recibimos amigos de todas las edades, José! Bien-venido al Club, y gracias por escribir y por seguirnos cada semana.
De: Valeria de León Mora [email protected] Para: [email protected]: (sin asunto)Hola, me llamo Valeria de León y tengo 13 años. Yo vivo en Tlaquepa-que y mi parroquia es la de Nuestra Señora de la Asunción, yo ya hice mi Confirmación en agosto pasado y ese día fue el cumpleaños de mi ma-drina de Confirmación... La verdad espero que me admitan en el Club. A mí me encanta leer la Mini histo-ria, los chistes, y por supuesto el Club del Amiguito. Quiero verdade-ramente que publiquen esto por fa-vor. Les quiero compartir un chiste. ¿Cuál es el objeto más gracioso del mundo? La escoba, porque siempre ba-rriendo. Ja, ja. Bueno, me despi-do y que Dios los bendiga.Considérate miembro de este Club, Valeria. Bienvenida y con-tamos contigo en Tlaquepaque para que les digas a tus amigos que lean El Amiguito. Te man-damos un caluroso abrazo de bienvenida.
Y como siempre, estaremos en es-
pera de sus cartas.¡Hasta la próxima semana!
DIRECTORIOFundado por José H. Alba en el año de 1932
Franqueo pagado. Publicación semanal. Permiso SEPOMEX 003 0732. Características 2145522112. Certificados de Licitud de contenido y de Título número 889 y 01119. Registro Reserva 04-2003-070111165300-101. Tiraje 40,000 ejemplares. Costo $40.00 PESOS CIEnTO. Director responsable: Pbro. Antonio Gutiérrez Montaño. Colaboración: Irma Márquez Castro. Ilustrador: Raúl Alonso. Diseño: Creator. Morelos núm. 505, Centro. Tel.: 3613-1421. Horario de oficina: 10:00 a 14:30 hrs. de Lunes a Viernes. Distribución: Morelos núm. 505. Impreso por: Creator Comunicación, S. de R.L. de C.V.; Isla Flores 3344. Col. Jardines de San José. Tels.: 3002-6470 y 71.
En un restaurante, 3 amigos
celebraban. Al notar que no tenían
con qué pagar, el mesero les sugirió
un pequeño juego. Si lo resolvían,
todo sería gratis... Ellos aceptaron. El
mesero sacó una botella de jugo llena
hasta la mitad y tapada con un corcho.
Dijo: “Si pueden beber el contenido de
esta botella sin romperla o sacar el
corcho, la cuenta es gratis”. Minutos
después, continuaban celebrando sin
preocupación. ¿Cómo lo lograron?
Colorea
Échale COCO
¿Qué es lo primero que
hace una vaca cuando
sale el sol?
Hace sombra.
Chiste
R. Empujando el corcho hasta hundirlo dentro de la botella.
