El Amante Nº 93

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    Directores

    Eduardo Antin ( Quintn)Flavia de la FuenteGus tavoNoriega

    Consejo de redaccin

    los arriba citad os y Gu stavo J.C astagna

    Colaboraron en este nmero

    Santiago Ga rciaEdua rdo A. RussoJorge G arcaTomsAbrahamSilvia SchwarzbbckSergio E isenAlejandro LingentiMarcela Gamberini

    Mximo Eseverri

    Lis androd ela Fuen teDiegoB rodersenBiasE loyMartnezLeonardo M .D 'EspsitoJav ierP ortaFouzJuan VillegasSergio W olfHug o Salaslino yN orma P os tel

    Secretaria

    Natasha Alimova,lania d e n uestrosojosCadeteGustavoRequena Johnson, e lc lub de la peleaCateringNorma Postel,una sinfona gastronmca,y la maravillosa BenjaminaCorrectora

    Gab rela Ventureira, la correctora idea lMeritorio de correccin

    Jorge Garca, viviendo sin lmites

    Jefe de archivo

    Santiago Ga rcia,el extraocaso del h ombre lesbiana

    TraduccionesLisandrode l a Fuente, una ire de familiaDiseo grfico

    Araujo, D'Amore, dg, lo sdiseadores de nuestros sueosAgradecimientos

    Martha Gonzlez

    ElAma nte e spropiedad de E diciones Tatanka S.A. D erechosreservados, prohibida su reproducc in total oparcia l s inautorizacin. Registro de la propiedad ntelectual en trmite.Las notasfirmadas representan la opinin de los autores ynonecesariamente lade la revis ta.

    Correspondencia a

    Esmeralda 779 6 A(1007) Buenos AiresTe l(541 ) 4322-7518/4326-5090Fax(541 ) 4322-7518E-mail [email protected]

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    DISA SA.Tel 4304-9377 14306-6347

    '. . ~l. ,

    . " . ~. "i .

    38

    Una entrevista y dos notas sobre laltima

    obra del mejor director argentino.

    L a e s p a o la d a d e T r u e b aHablamos con el realizador en Buenos

    Aires con motivo del estreno de su ltima

    pelcula La nia de tus ojos.

    L a s l e s b ia n a s e n e l c in eUn viaje por el universo de la homosexua-

    lidad femenina. La reconstruccin de una

    zona oculta.

    M a r d e l P la t a 1 9 9 9SOreseas de los films sobresalientes de

    un festival en elque loms rescatable fue

    elgran nmero de pelculas exhibidas.

    3 Editorial

    15 Lista de estrenos 1999

    Crticas 20 Polmica: El proyecto Blair Witch

    24 loy Story 2

    26 El milagro de P. TInto

    27 Bowfinger, el director chiflado

    El club dela pelea

    Romance

    28 Viviendo sin lmites

    Un esposoideal

    El da final

    29 De 10 al

    30 Cartaabierta dePino Solanas

    48 AmanteV

    Gua de El Amante 50 Msica

    52 Video

    58 Cine en lV

    62 Correo

    64 Ultima pgina

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    SECRETARIA DE CULTURAPRESIDENCIA DE LA NACIN

    CENTENARIO DEL NACIMIENTODE JORGE LUIS BORGES

    EXPOSICION ITINERANTEEN EL MUSEO NACIONALDE BELLAS ARTES

    CICLO DE CONFERENCIASEL UNIVERSO DE BORGES

    MARATON DE LECTURA

    DE OBRAS DE BORGES

    GRAN PREMIOINTERNACIONALJORGE LUIS BORGES 1999

    GRAN CONCURSOINTERNACIONALDE PINTURA Y ESCULTURA

    $i

    PREMIO NACIONALBORGES yLOS JOVENES

    A t

    OPERA PRIMA~GUIONDE VIDEO

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    Queridos lectores:Octavo aniversario deEl Amante en vsperas de nuestro primer cam-

    bio de gobierno y, tal vez, de una poltica cinematogrfica que noatrase veinte aos como la del perodo menemista. Siel pas conocila estabilidad monetaria, vio tambin cmo se profundizaban la in-justicia y la desigualdad. El cine zigzague durante la era menemistapor situaciones variables.Se sancion una buena Leyde Cine que nofue aprovechada para el despegue sino ms bien para profundizar elestancamiento y el manejo irresponsable de los fondos pblicos. Eneste perodo se hicieron buenos negocios y una mayora de malas pe-lculas.Lasexcepciones llegaron frecuentemente desde afuera del sis-tema. Emergi una generacin de realizadores que promete un cineque no nos avergence, una sensacin que nos amenazaba como de-finitiva cuando fundamos la revista. Cerraron los grandes cines en la

    Capital y el interior, la calle Lavallese convirti en un antro yemer-gieron los multiplex con su radical mejora en la imagen y el sonidode las salas y su aire de coto vedado a los sectores populares. Reapa-recieron los festivales de cine, aunque Mar del Plata, que abri el ca-mino para la llegada de la produccin internacional, fue, en el ba-lance, un despilfarro y una oportunidad perdida. Buenos Aires,y estefue un raro milagro, volvi a ser en los ltimos aos una ciudad cos-mopolita para el cine, recuperando a un pblico minoritario pero

    ms nutrido de lo que lleg a pensarse y que pareca entregado a laresignacin frente a la penetracin de Hollywood y las rmoras defalso prestigio a la europea que ocupaban las pantallas. Pero las en-tradas siguieron siendo absurdamente caras en promedio.

    La crtica recuper su lugar de sealamiento, de auxiliar del cinems hurfano de recursos y ms difcil de comercializar masiva-mente, una funcin que haba perdido, al parecer, para siempre. En1991, recordemos, muy pocos parecan dispuestos a gastar tinta enun film iran o en una produccin argentina independiente. El

    Amante tuvo bastante que ver en ese renacer de la crtica, en ese es-fuerzo por hacer relativamente masivo lo que pareca reservado aun cenculo o a no ser visto nunca en la Argentina. No lo hicimosa propsito: a fines de 1991 ignorbamos que acabaramos partici-

    pando en la batalla de la diversidad cultural en la que nos metimosde puro cinfilos para terminar modificando incluso nuestra propiacinefilia. Pero el cine del prximo siglo es una incgnita, mientrasque hace ocho aos pareca ms bien un caso perdido.En estos aos resistimos, sobrevivimos, nos demostramos a noso-

    tros mismos que tenamos aguante yeso nos depar algunas re-compensas, como la de ser la revista de cine que ms nmeros pu-blic en Latinoamrica. Pero la mayor de ellas fue sin duda conver-timos en una referencia, manteniendo una absoluta libertad de opi-nin y una absoluta indiferencia por las modas, lo que sigue siendonuestro principal orgullo. Nunca hicimos la revista para complacera nadie pero creemos haber logrado que nuestros lectores aprecia-ran el gesto. La tapa de esta edicin es una promesa de que man-

    tendremos esa poltica.En este aniversario que coincide con el cambio de gobierno en elpas les deseamos la vida digna y placentera que merecen todos loshabitantes del mundo.Hasta el prximo nmero, el primero del milenio. ~

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    Sentado en una sala, trabajando con una

    com putad ora , t e sent iste ms l ibre que en

    un rodaje?Porque vosd ij is t e muchas veces

    que losrodajes te cansaban. Esto debe haber

    s ido agotador, pero en o t ro sentido ...

    Yodira que fue devastador. Primero,

    porque me met en un mundo q ue desco- Leonardo Favio ha vuelto anaca totalmente. Apenas s marcar el te-

    lfono, te imagins yo con una computa-

    dora, con el AVID?Pero no tengo proble- sorprender con su documentalma con eso. Yo digo que soy burro yno

    tengo complejo. El que sabe maneja. Pero

    fue duro. Primero, el operador me pasaba de seis horas sobre el peronismorpido las imgenes y yo deca "no, vos

    pasmelas como sifuera una moviola,

    porque si no, no entiendo nada. Vos qu que, hasta ahora, nadie segans con demostrarme que sos rpido?

    Yo ya sque sos rpido. Vos pasmelo

    lentito, porque vos sabs que soy lento". atreve a emitir. Frgil y tierno,As fue como empec y despus ya tom

    dominio de todo eso. Pero no fue fcil.

    L etomaste el gusto a hacer un documental? Favio ha bla de poltica conNo, a m me gusta volar ms libre. Noquiero quedar hipotecado con fechas y

    esas cosas. pasin y crudeza, a contramano

    Pensaste en algn recorte, que no ent ren

    ciertas cosas en part icular? Una cosa que me

    impresiona, por ejemplo , es que decidiste no

    mostrar a Lpez Rega. Ni para just i f icar lo n i

    para no just i f icar lo.

    Creo que para la etapa que estoy contan-

    do, como ser Pern e n Madrid, todo ese

    tipo de cosas, no hace a la cuestin. Y

    cuando llega ac Pern, ya no era la cons-

    truccin del peronismo, o sea que nocumpla esa funcin. Recin muerto Pe-

    rn, empieza a tener un poder impresio-

    nante Lpez Rega. Yo estoy contando la

    historia del peronismo, no lo que es elPa-

    pa Borgia para la religin cristiana.

    Por eso tampoco ent ra Montoneros? Monto-

    neros est como raleado .. .

    Porque no es la lucha de Montoneros por

    el retorno de Pern, sino que es el pueblo

    el que quiere el retorno de Pern. Hubo

    pibes buenos en Montoneros, que fueron

    los que murieron. No son precisamente

    los que despus pidieron rezar con Vide lapara romper el pasado. Pero ya fue eso.

    Para qu? I~

    p o r GUSTAVO NORIEGA,

    JORGE GARCIA,

    SILVIA SCHWARZBOCK

    y JUAN VILLEGAS

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    Hay frases que dicen Pern y Evita que los di-

    rigentes polticos actuales nunca podran de-

    cir de corrido. Incluso Rucci, que uno no lo...

    Vistelo que es el discurso de Rucci? Y nolo lea,eh.Escomo en los evangelios. Note preocupes por loque vas adecir. Si vostens fe ytens elespritu, Dios te vaapo-nerentu boca lapalabra. Rucci empieza ahablar, y empieza a hablar, yno terminams. Yole cort comouna hora. Y note-naun apuntador oun librito. Me encan-ta cuando se come las eses.Y Evitatam-

    bin se las deglutahermoso. Loquepasaes que ella eraprovinciana, es un proble-ma de provincianos. Hayun discurso quees paracomrsela: "Ustedesperaba una re -

    puesta, mi general; actiene la repuesta".

    Maravilloso. Espara comrtela. Ycuandole hagoaparecer palomitas? (Aplaude comoun nio feliz) Aplaudamos ac. Palomitas!

    Estabas muy pendiente de evitar los c1ichs

    a nivel deimgenes? Porque ms de una vez

    te vas para otro lado. En el Renunciamiento

    de Evita, por ejemplo, aparece el Rosedal va-

    co. Culera tu idea?

    Esque eso dala sensacin detristeza. Escomolovivimos todos. Yo tengo un cua-dro que medibuj mihermano quese ti-tula Evita est enferma. Estmiabuelita

    planchando en el patio delrancho ymi

    abuelito leyendo el diario. Esaera la sen-sacin que tenamos.

    Cmose hizo lo del 17 de octubre?

    Lo hice todo. Es que haba solamente to-mas diurnas, porque no fue previsto loque pas. Fueron de losnoticieros yfil-maron deda,pero despus, cmo carajoiluminaban? Lo que shaba eran fotos dePern de noche. En base a esas fotos no-sotros tomamos aotro Pern de otro dis-cursoy lo recortamos. Despus le movi-mos labocade acuerdo a estediscurso. Ylosde atrs sonextras. Sabsque seme

    fuelamano ymet a un diputado del se-tenta ypico?Lotuve que sacar.Resucit avarios. Despus venan yme avivaban. Enel entusiasmo yolos meta atodos.

    Es muy impresionante el travelling ese cerca

    del final.

    Eso esmaterial mo. Visteloqueeseserecorrido? Mujeres con rulerostirndole

    besitos! Eso no lo tiene nadie. Esque Diosmeayuda.Vossabs que yotengo duen-desque me ayudan? Mismuertos, no s...Yotena eso guardadoyeso sali.Vos dirsparaqulo tena guardado. Yoqu s. Paramostrar el cario de la gente algn da.

    Y despus,cuandoya est adentro de la

    Casa Rosada?

    Eso es Gaspar Campos. Yolo recort al

    caminando, cuando le contesta al perio-dista quelepregunta: "Cul es la fun-cin de un gobernante?", yPern dice:"Y...que el pueblo est contento. Estandoel pueblo contento ..."

    Vossos consciente de que contaste la histo-

    ria del peronismo de una forma muy diferente

    de como se la cuenta habitualmente?

    Porque no tienen huevos. Todos piensan:"Ay,qu van a decir!". A m no meim-

    porta un carajo.Yo pienso as y esta es mipelcula. Al que no legusteque haga otra.Quin te prohbe hacer otra?Hac otra yhac todo lo opuesto. Yo la hago como loveo. Ola tengo quehacer como les gustaa los dems?

    Incluso enla primera parte hacs coincidir tu

    mirada con la del General,como si tratarastodo el tiempo de mirar desde el poder. Los

    nicos testimonios que hay son los del propio

    General,y mostrs la obra de gobierno como

    si estuvieras haciendola propaganda que en

    ese momento deba hacer el poder.

    Yopienso queloqueestoymostrando ahesun serexcepcional, de esos quenacenuno cadacien odoscientos aos.Esun gi-gante explicando con simplicidad que to-do es a partirdel amor y del respeto hacialagente. Porque en ltima instancia eseso. Es como dice SanAgustn: "Ama y

    hazlo que quieras". Apartirdel amorvosno te pod sequivocar. Tepueden matar,

    pero no te equivocs. Pern explicaba consimplicidad cmo eran las cosas. Y es ver-dad. Vos loves ydecs:"Pero carajo, esverdad". Porqueyolo viv adems. Yote-na un to,el toLen,que trabajaba enModart. Bueno, mi to, con mi taAndrea,un da seles ocurre pedir alas mquinasWanora queles den la concesin paravender. Y sela dan. Entonces les venden alosobreros,quepagaban religiosamente

    porque lesdaban crdito como a diez

    aos. Lafortuna que hizo mi to! Yeraun tipo humildsimo. Cayel peronismoy se fueron todos ala mierda. Con Pernvos veas alos obreros felices,toda la gen-te contenta. Porque todos trabajaban. Elque notrabajaba eraun vagode mierda.

    No trabajaban porque noqueran.Cuando vos pons al Generalexplicando el

    plan de gobierno, da la sensacindeque era

    un mundo mucho ms simple de arreglar.

    Haba una decisin poltica de arreglado.Esa erala diferencia. Porque si yo te digoque Portugal, por ejemplo, esuno de los

    pasesdonde nohaydesocupacin, don-de tienen que ir los alemanes atrabajar,vos qumedecs? Es que hayuna deci-sin poltica. "Notegust el jean quefa-

    bricamos? Bueno, compra teuno francs;cuesta 400 dlares, el nuestro cuesta 20

    pesos." Punto, viejo.

    Pero la misma idea deque lapoltica esunacuestin de voluntad y decisin, laidea de

    hacer la revolucin desde la poltica, lains-

    taur el peronismo. Yeso es algo quehoy pa-

    rece como inalcanzable.

    Vos te cresque enesa pocanoera inal-canzable? Te cagabasde hambre. En Men-daza, una vez,me contaba mi abuelita,unas bolsas de harina se cayeronde unoscarrosquepasaban y sereventaron al caer.Los vecinos, corriendo, semataban paraconseguir un poco deharina. Yotengocartas de mi abuelita con miabuelito que

    temors, no lo pods creer loque estsle-yendo. Una miseria pavorosa. Igualqueahora. Van a tener que empezar aresguar-darlas fronteras. En el buen sentido. Noun nacionalismo expansivo, sinouno pro-tector de lotuyo. Para poder empezaragenerar laburo y generar cosas.Pero estosnotienen talento. Todo se reduce a note-nervuelo. Porque yo pienso que hay gen-te boluda ygente no boluda, nada ms.Estostipos pasan por la vida comiendo un

    buen bife,ponindose un lindo traje.Mirellevita esteque acabade subir al poder.

    Su actodegobierno msrevolucionario esvender el avinTango.Cmopodsdeclarar eso? Pero aprendan a mentir, notienen nivel ni para mentir! Dec: "Vayamatar a EstadosUnidos". Algo dec.Notienen vuelo, no tienen nada.

    Yo lo pensaba desde el punto devistade que

    hoyse necesita menos mano de obra para,

    por ejemplo, poneruna planta.

    No la pongas entonces. Mir, yono soynieconomista ni poltico, pero yopien-soque a partir del amor, la considera-cin yla solidaridad todo estotiene so-lucin. Quprefers, que gane ms elque vende las computadoras otardar unao ms en hacer una autopista? Yopre-fiero que tarden un ao msy que labu-

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    ren todos. Cul es el problema?

    Ahesdondeel documental suena ms sub-

    versivo. Porquesi hay algo que caracteriza a

    losdirigentes actuales es el consenso en que

    hay cosas que no se pueden hacer,que ni si-

    quierasepueden plantear. Y vos vens y plan-

    tes todo. Es como que ni te enteraste de

    queno se puede.

    Mienten, mienten, mienten. Viven min-

    tiendo, toman pastillas para mentir. Pero

    no s si mienten o son tan cobardes que

    no les da laluz, o dira que no tienen ta-

    lento. A eso sereduce todo. Doce analfa-

    betos, con un dirigente que lo matan en el

    madero, hicieron larevolucin ms gran-

    de que recuerde la humanidad, ynoso-

    tros no vamos a poder revertir esta situa-cin? Cmo te pods imaginar que de un

    pueblito de mierda, de una Palestina as

    de chiquitita, conmocionaron el mundo?

    Qu es lo que no se puede hacer a partir

    del amor ydel respeto por tus semejantes?

    Tal vez el problema es que unpas solo nolo

    puedehacer.

    Bueno, pero comienzo tienen las cosas.

    O vos te cres que vamos a estar solos en

    esta? No. Lo que pasa es que nos desin-

    forman en forma permanente. Yo quisiera

    saber si es verdad todo lo que nos dicen.

    Pero se lesva a terminar. Seles va atermi-nar porque no pueden vivir parapetados

    en un country. Y el amor vence, yla soli-

    daridad vence. Y va allegar u n momento

    en que los desesperados se van a unir, y

    algo va a surgir. Adems andan muy suel-

    tos de cuerpo con autos blindados y no

    saben que un dirigente puede ser el que

    les est limpiando el parabrisas.

    Cuandovoshacsestainvestigacin con tu

    equipo, no encontrs nadade la Revolucin

    Cubana que seacompatible con el peronis-

    mo,porque est totalmente ausente de tu

    documental?

    No, no la encuentro compatible porque

    nunca hubo un criterio de operacin qui-

    rrgica en la revolucin peronista. Y nun-

    ca existi la idea de quedar dependiente

    de nadie. Eso es algo como un gran miste-

    rio, como un gran interrogante del Che:

    creo que el Che tampoco estaba por la de-

    pendencia, ni de Rusia ni de nadie. De al-

    guna manera, estaba ms emparentado

    con China, que repudiaba a laUnin So-

    vitica ya los Estados Unidos por igual.

    Hay dos o tres entrevistas que mantiene

    el Che con Pern, en las que Pern le dice

    -eso no lo pongo en el documental, por-

    que espara sentarse y ponerse a hablar

    pavadas, por que adems no me consta:

    yo no lo vi sentado al Che: son todas hi-

    ptesis- que tendran que haber seguido

    el modelo del Paraguay de Lpez: ser au-

    tosuficientes. Para eso no hay pas chico.Pero es jodido. Es como dice Pern: "Nin-

    gn pas se pude liberar sino sel ibera el

    continente". Eso esclaro como el agua.

    Eso nos ocurri a nosotros. Dios quiera

    que no le ocurra a Chvez, al que ya le es-

    tn poniendo palos en la rueda.

    VosaChvezlo identifics con esta corriente?

    No, yo aChvez lo identifico con una co-

    rriente ms humanista, o sea con huma-

    nizar ms el capital, con estar ms cerca

    de la gente. Yo porque todava sigo pen-

    sando que la nica forma de que la polti-

    ca cumpla el servicio que tiene que cum-plir esque el hombre sea el centro, el eje,

    del hecho poltico. La economa, todo,

    tiene que girar alrededor del hombre, co-

    mo deca Pern.

    Pero si uno mira el documental, el peronismo

    aparece ah como un proceso clausurado,

    como un momento de felicidad del pueblo,

    pero que ocurri hace mucho tiempo.

    Eldocumental ahora se est dando en vi-

    llas ...as que ese no es el criterio. Es para

    recordarle a la gente sus derechos yque a

    partir de ah los empiecen a exigir, por-

    que es como con un idioma: cuando vos

    no lo practics te lo olvids. Cmo le ex-

    plico a un chico de treinta aos todo eso?

    Ah lo tiene. Es empezar a explicarle ala

    gente lo que corresponde y lo que debe

    ser. Ahora, las doctrinas, cuando son

    grandes, por lo general lo superan asu

    creador, y nadie sabe dnde van a hacer

    metstasis. Las semillas ya estn. Hoy en

    da, Su Santidad est diciendo que el co-

    munismo es atroz, pero que esto es peor.

    Quiere decir que el peronismo tan lejos

    de la verdad no estaba. Esdecir que de al-

    guna manera va aresurgir. Como son tan

    puntillosos, lo llamarn de otra manera:

    "tercera va", lo que vos quieras. Mir, de

    ltima, yo no lo vaya llegar a ver.

    El documental est dedicado -entre otros- a

    los miembros de GrupoCine Liberacin (los

    otrossonHctor Cmpora, Rodolfo Walsh, los

    estudiantes). Vos decs que esta es laverda-derahistoria del peronismo, peroculhisto-

    riasera?, porque elGrupo Cine Liberacin

    tambin dealguna manera intent contar la

    verdadera historia del peronismo, de laresis-

    tencia peronista, sobretodo.

    Esta historia esdiferente de aquella, por-

    que era otra cosa lo que ellos necesitaban

    y era otro el momento. Lode ellos era

    llamar ala lucha y a tomar lo que nos co-

    rresponda. Era un llamado a la moviliza-

    cin, era otro momento. Esto, en cambio,

    es un ayudamemoria. Tambin apunto a

    que pueda interesarle a aquel que no sepanada del peronismo. Yo,como ignorante,

    tengo muchas cualidades. Entonces tengo

    que recurrir a gente que realmente profun-

    diza en el hecho poltico. Y encontr en

    Jos Mara Rosa, leyndolo y profundizn-

    dolo, un tipo coherente ideolgicamente y

    que saba decir. Pero no quiero entrar en

    poltica, que esun terreno que me est ve-

    dado, porque no tengo capacidad poltica.

    Como dice Soriano: "Yo nunca me met

    en poltica, yo siempre fui peronista".

    Vos ves al documental tan instrumental como

    La hora de loshornos, peroparaun contexto

    distinto.

    No, yo creo que es distinto, que tiene

    mucho ms valor La hora delos hornos I~

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    y todo lo que hizo Pino y lo que hicieron

    estos chicos, porque era otro momento y

    otra funcin. Yo creo que esto esms

    "tranqui", es para que lo vea un pibe, para

    que lo vea un adulto y recuerde, pero no

    cumple otra funcin. Es un intento didc-tico de contar lahistoria, de decir "esto

    ocurra en Guatemala", "esto ocurra en

    Brasil". Igual, hay muchas cosas que me

    quedaron por decir. Yo hubiera hecho diez

    horas ms, porque da para ms. Por ejem-

    plo, me hubiera gustado poner cuando

    Pern arma la Unin Latinoamericana de

    Trabajadores que seconcreta en Mxico.

    Porque l deca que los gobiernos son fr-

    giles y cambiantes, en cambio los pueblos

    no, son permanentes. Era una CGT de to-

    da Latinoamrica unida. Eso hubiera sido

    glorioso. Ah lo pongo a Gaitn, que fue

    uno de los tipos ms lcidos de la poltica

    Latinoamericana de este siglo. Adems,

    vos lo les y ests leyendo peronismo.

    Todo loque escribi esbrillante. Yest

    entroncado con lo que aconteca ac. Hay

    que rever todo eso. Am no me gusta ha-

    blar mucho del tema porque me da como

    una tristecita, pero no es todo como nos lo

    han pintado: dictadores terrorficos que

    echaban los prisioneros a los leones. No es

    tan as. Estaban enfrentados con los Esta-

    dos Unidos muchos. Por ejemplo, Bala-guer, que es uno de los tipos ms brillantes

    que an quedan, aunque est viejito ya.

    Balaguer era lamano derecha, el asesor

    deTrujillo, que era un tipo brillante y que

    estaba muy enfrentado con los Estados

    Unidos. Pern ledijo en muchas oportuni-

    dades: "Miren que se los van acomer" y

    termin muerto, terminaron matndolo.

    ytodos decan que les daba de comer los

    nios alos leones ... Ni nada estan tan

    blanco, ni nada es tan tan negro.

    Ahora, ms all de tu intencionalidad, vos po-

    ns discursos de Eva Pern mucho ms com-pletos de lo que habitualmente se han visto en

    otros documentales. Adems, elegs discursos

    poco conocidos,que son muy polticos ...

    Claro, porque todos piensan que Eva Pe-

    rn era un instrumento dulce, hermoso ...

    yno, para nada. Latena re-clara. Fue el

    mejor Pablo que tuvo Pern, como difusor,

    como propagador (me refiero asan Pablo).

    Incluso cuando te refersal enfrentamiento

    de Pern con la Iglesia, esa parte tiene una

    dureza inusual tal como est presentada.

    Esono esarbitrario. Cuando vos ahonds

    en el tema, es as. Pero lo que pasa es que

    yo no quise ahondar tanto, porque en este

    momento la Iglesia esuno de los pocos

    piolines a los que uno puede recurrir en

    muchos aspectos. Vos viste que ahora la

    Iglesia se est volcando contra elcapital y

    contra todo eso. Todo este documental fue

    una pesadilla. Pero cuando llegu altema

    de Pern y la Iglesia me empantan, por-

    que yo no quera mostrarlo como lo mos-tr. No entenda cmo un tipo decide ti-

    rarse contra semejante poder ... por qu? Y

    llamaba a historiadores, lo llam a Flix

    Luna (alque le hice una consulta sobre la

    poca de Illia tambin), porque yo no po-

    da entender. Pern era demasiado inteli-

    gente como para hacer esto. Hasta que

    hurgueteando encuentro esto del cardenal

    de los Estados Unidos y sigo buceando. Y

    claro, me meto y ah est: lademocracia

    cristiana que empieza agestarse en el Vati-

    cano y se concreta -creo- en el 53, pero

    que ya vena trabajando con la gente des-

    de antes. Se iban introduciendo en las or-

    ganizaciones obreras, en las organizaciones

    profesionales, en las organizaciones estu-

    diantiles y ya iban creando el alboroto. Esa

    es larealidad. Fueuna cua introducida

    por los Estados Unidos en todo el mundo.

    Una cosa muy impresionante es que conesa

    cosa autoritaria y represiva que pudo haber

    tenido el peronismo, no hubo muertos. Todo

    vino delotro lado.

    Yo te digo, lo nico que sesque nunca

    fui ms feliz. Era un nio pobre, de unapobreza muy linda. Coma como un len,

    nunca tuve problemas, nunca me pegaron

    en el patronato. Te llegaban a tocar eibas

    hasta las pelotas. Ropa nueva, impecable.

    Pero yo no me daba cuenta. Era muy pibe.

    A mi to Arturo, obrero deYPF, le hicieron

    un chalet impresionante en el barrio YPF

    de Mendoza. Todava vive ah. Yte estoy

    hablando de un obrero. Vos queras estu-

    diar? Tenas la universidad. Los hijos de

    mi to son todos arquitectos eingenieros.

    Represin de qu? Tenas que defender

    todo eso. Cmo lo defendas? Yo estuvecharlando mucho con Atahualpa Yupan-

    qui. "Se dijeron muchas miserias", me di-

    jo. "Yo estuve en cana por Alfredo Varela,

    el autor de Las aguas baj an turbias. Me co-

    m una cana de casi seis meses. Fuimos

    muy huevones, Leonardo." Atahualpa Yu-

    panqui, que me dign con su amistad to-

    dos sus ltimos aos. Una vez charlando

    con Torre Nilsson, en su ltima poca,

    cuando cay el gobierno constitucional y

    suba Videla, me deca: "No, mueco, yo

    reconozco que he vivido equivocado". Ha-

    blaba de Pern. Yas te puedo seguir enu-

    merando muchos ms. Represin de qu?

    Mentiras de mierda. Una vez se cay un

    obrero en la siembra. Estaban haciendo un

    canal de riego en Mendoza. Se cay. Tra-

    bajaban mil y pico de obreros. Que se cai-

    ga uno ... Bueno, se cay y semuri. Haba

    una mujer (muy bonita, entre parntesis)

    que era la dirigente comunista del pueblo.

    La tenas que ver! Disertando adelante de

    la comisara donde estaba elcadver del

    obrero. Nadie le peg, nadie se la comi. Y

    la mina letiraba con baldazos de mierda

    al gobierno. En mi pueblo los radicales se

    reunan todos los das. Yolo s porque ha-

    can unas empanadas de la gran puta, asa-

    dos, de todo. Yyo iba. Ibamos con mi her-

    mano, bamos todos los vagos. Haba un

    tal Morales que era el caudillo. No saba ni

    leer ni escribir y andaba siempre con un

    diario abajo del brazo. Un tipo amoroso,amoroso. El caudillo Morales era famoso.

    Deca discursos. Buenos discursos, pero no

    saba ni leer ni escribir. Cuando quera leer

    algo, "m'hijito, me les esto que no traje

    los anteojos?". Nadie los reprima, yeso

    que le tiraban mierda aPern. Y este era

    un pueblo feliz, hermano. Fuimos muy fe-

    lices. Ynos hicieron cagar. Como hicieron

    cagar aSolano Lpez en elParaguay. Eran

    muy fuertes los intereses. Eraun mal

    ejemplo, como dice Evita: "Esun mal

    ejemplo y puede cundir". Puedo estar

    equivocado en muchas cosas, qu s yo!Pero que ramos felices me consta.

    Conrespecto alacuestin de la violencia

    poltica, queda muy claro en el documental

    que vos recortsel costadomsirritado de

    Pern, como porejemplo el "5 por 1".

    Eso sera una pelcula fantica. Simuestro

    que dice eso, no es coherente con todo lo

    otro. Adems, en un momento de irritabi-

    lidad pods perder los estribos.

    Tepareceun discurso que quedaafuera?

    No tiene nada que ver con su doctrina.

    Pern muri. Am lo que me importa son

    los textos. Yo qu s siJess le dio veinte

    trompadas auno, se lequed con un

    vuelto a otro. Yotengo los evangelios.

    Es unPernque prefigura al de ladcada del

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    70, el dela prenda de paz.

    Siempre fue prenda de paz, nunca entr

    en beligerancia. Siempre fue convocan te,

    adems. No te olvids que todas las fuer-zas del peronismo son conservadores, j-

    venes radicales ... No exista el peronismo.

    Era un poco loque les deca de esta ofici-

    na. Sabs manejar elAVID? Ven ylabu-

    r. Vostens talento, tens capacidad pa-

    ra conducir... Te vaya preguntar si sos

    radical? Siempre el peronismo fue eso, to-

    da la vida. El famoso antisemitismo de

    Pern? Mentira. Estaba lleno de judos.

    Viste los chicos de HIJOS,que cuando salen

    en los medios tienen que hablarde los

    padres diciendo que ellos luchaban por un

    mundo mejor,que tenan unasideas hermo-sas?Los tienen querescatar desde ese lugar.

    yclaro, tienen un referente impresionan-

    te. Sisos hijo de un chico que muri, de

    Paco Urondo ponele, ms bien que vas a

    hablar as. Pero eso solo sirve para un de-

    terminado crculo. Yo creo que realmente

    para hacer un anlisis tens que poder

    parar la pelota ypensar ms en fro.

    Eso hoyes muy difcil. Porque todo el mundo

    est tocado de algn lado por esa poca.

    Entonces viene un pibe, ve el documental

    y dice: "Pero, cmo? Mi pap estaba en

    Montoneros y ac aparece solamente enlaspintadas enlos trenes".

    Pero no esla historia de Montoneros, es

    la historia del Pueblo. Ah est la pelcula

    que hicieron los Montoneros, Cazadores

    de u topas. Cuando la piba esa, Lila Maza-

    ferro (que era amiga ma), dice: "Y s, lo

    amasijamos, le hicimos la boleta". No, no

    pods hablar as, no pods hablar as. Eso

    no es ninguna proeza, si todos vamos ha-

    cia lo mismo. Es tan vertiginoso esto. "Le

    hicimos la boleta", dicen. A vos te va a

    hacer la boleta la naturaleza en un par de

    aos ms. Qu ganaste con eso? Analice-

    mos la situacin yresolvmosla. Yo era

    muy amigo del padre Mugica. Era un in-

    genuo de la puta que te pari. Muy dulce,

    gran tipo. Una vez casi se caga a trompa-

    das con Rodolfo Braceli. Estaban en casa.

    Entonces Braceli le dice: "Pero entonces

    vos sos peronista". "Qu? Tengo cara depelotudo que no vaya serperonista?"

    Braceli le dice: "Yo no soy peronista y sin

    embargo no soy pelotudo". "Para m sos

    un pelotudo." "Ms pelotudo sers vos."

    Yo,que estaba en el medio, digo: "Pare-

    mos, par loco". Yte digo una cosa. Hasta

    que muera sostendr que lo mataron los

    Montoneros. Les tena terror. Cuando lo

    mataron a Rucci para ltambin fue muy

    duro. El tambin crea a muerte en el Mo-

    vimiento Obrero. Bettanin, que mataron,

    el que fue diputado de la JP, de Montone-

    ros, era amigo mo. Elsiempre andabacon la !taca. Yole deca: "Limale la mira

    porque un da te la van ameter en el or-

    to. No subs ac con eso, no me gusta, me

    desagrada. Este esun momento extraordi-

    nario. Yo no entiendo de poltica, pero

    ya vino el General? Qu mierda hacen

    entonces ustedes todos armados?" "No,

    porque hay que defenderse de ... " "No

    sean pelotudos. Muvanse polticamente.

    Les ofreci el 25% del poder en Diputa-

    dos, en todos lados." "No, pero este hijo

    de puta de Lpez Rega." "Par, par. Us-

    tedes qu ganan con amasijado? Trabajenpolticamente, socaven polticamente. Si

    ustedes trabajan polticamente van a

    ganar porque son muchos. Esperen su

    momento. Qu edad tiene el General?

    Cuntos aos ms puede durar? Djenlo

    de putear! Ustedes no lo pueden putear,

    porque Lpez Rega ser un hijo de puta,

    todo lo que vos quieras, pero es su secre-

    tario privado, es su hombre de confianza.

    Denle tiempo." Pero ellos queran ir con

    el rifle, con el can. Voscres que

    Pern merece que le griten: "Estamos

    gobernados por una puta, una muerta y

    un cornudo". Yo siempre he credo en los

    tiempos, nada ms que en los tiempos.

    Despus terminamos en lo del 76. Rom-

    pieron tanto los huevos, tanto los huevos,

    que terminamos con 30.000 desapareci-

    dos, todos muertos, yo por la loma del

    carajo, odindonos sin saber por qu. Nocomo con Osvaldo Soriano, que me ama-

    ba y yo lo amaba al y no tenamos nada

    que ver polticamente. Ocomo ledigo al

    Perro Verbitsky: "Vos sabs que yo soy fas-

    cista, y yo s que vos sos comunista". "Sos

    un hijo de puta. No sos nada. Sosun

    amoral", me dice. "Bueno", le digo, "pe-

    ro, me quers?". "S, sos mi debilidad."

    Ms all de lo inhumano del mtodo, la idea

    delos Montoneros detirarle el cadver de

    Rucci es increble. No s cmo podanpensar

    que poda funcionar polticamente.

    Anadie le convena eso, anadie. Lo hicie-ron para decide a Pern "ac estamos no-

    sotros". A Pern atiros? Rucci era un hijo

    para !. "Por el fruto conoceris al rbol".

    Ah los tens a estos, Mo ntoneros S.A., co-

    mo les pone Verbitsky. Yo no spor qu

    habl tanto de poltica, porque am me

    hace tanto dao. Vos sabs que Galimber-

    ti me vino aapretar despus de lo de Ezei-

    za?Una cosa de locos. Ellos queran que

    declarara no squ cosa. "Yovoy a decir lo

    que vi", les deca. "No, porque eso no nos

    conviene polticamente." "Ah, no? Y

    qu es lo que te conviene?" Siyo llegara aescribir la verdad ...Pero no. Es como dijo

    Solano Lima: "Mir, m'hijo, lo mejor que

    hay que hacer con todo esto esolvidado".

    Cmofue lo de esa famosa leyenda de que

    salvaste a un tipo amenazandocon suicidarte?

    No uno, eran como seis. Fue as. Empec

    a patear la puerta. Un momento horrible.

    Qu feo, no? Era todo muy demencia!.

    Se odiaban todos sin saber por qu, otros

    se amaban sin saber por qu. Yodeca

    "qu raro, el negro Quieto que era un ti-

    po carismtico se muere, aquel otro v a en

    cana y Firmenich va ascendiendo. Van

    muriendo yl va ascendiendo por elimi-

    nacin de compaeros". Y yo que no

    quera hablar de poltica ... rn

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    Hace pocos das me encontr en un aero-

    puerto con una mujer dominicana de la

    que no supe siquiera el nombre. Militante

    de una organizacin barrial, la mujer con-

    taba cmo su pas, uno de los ms castiga-

    dos del continente por la desigualdad so-

    cial, haba profundizado su miseria duran-

    te la larga gestin de Balaguer, mantenido

    en lapresidencia por elestablishment a

    pesar de su ceguera y sus noventa aos. El

    y su mentor, el legendario Rafael Trujillo,

    entrenado por los marines y seor de la

    Repblica Dominicana durante treinta

    aos, pertenecen ala estirpe de los Somo-

    za y los Stroessner, esos mediocres y san-

    guinarios caudillos latinoamericanos que

    tan poco favorecieron a sus pueblos. A

    esos Balaguer yTrujillo llama Leonardo Fa-vio "hombres brillantes" en la entrevista

    de El Amante, en una afirmacin con esca-

    sosustento histrico. Pern, sinfona del

    sentimiento se apoya muchas veces en de-

    formaciones parecidas de la verdad y en su

    mundo barroco los amplios recursos de Fa-

    vio como cine asta y la originalidad de bue-

    na parte del material conviven con el

    kitsch y la simplificacin.

    Pero no menos simple sera decir, ampa-

    rndose en el ttulo del documental y en el

    folklore que ha generado el peronismo,

    que la intencin de su director es mera-

    mente emotiva y que su larga (casi seis ho-

    ras) exposicin didctica de la vida poltica

    argentina entre 1945 y 1974 no debe ser

    tomada en cuenta ms que como curiosi-

    dad o divertimento.

    El Pern de Favio es una empresa atpica,

    anacrnica, casi absurda: es el intento de

    recrear en el espectador una mirada que

    dej de tener cultores hace un largo rato.

    Aunque los tuvo, sin duda, en su momen-

    to: serperonista, sobre todo en la poca de

    la Resistencia (1955-1973), significaba ante

    todo reconocer en Pern a un estadista

    inspirado, en Evita a un auxiliar incompa-

    rable de su causa y en las dos primeras pre-

    sidencias justicialistas (1946-1955) el pe-

    rodo en el que el pueblo argentino haba

    sido feliz y la nacin sehaba engrandeci-

    do. Significaba tambin creer en elantiim-

    perialismo de la "tercera posicin" y, ya

    con menos nfasis por la vaguedad de sus

    enunciados, en otras consignas tales como

    que las organizaciones sindicales eran "la

    columna vertebral del movimiento" o que

    el peronismo pona al capital al serviciodel hombre y era un movimiento "huma-

    nista y cristiano". En sntesis, se trataba de

    admirar a Pern, venerar a Evita, sentirse

    parte del pueblo ydetestar alos gorilas,

    vende patrias y aliados de la oligarqua que

    haban derrocado al General ydesencade-

    nado la represin yla miseria. No era dif-

    cil ser peronista entonces ytambin es

    cierto que la pertenencia permita seguir

    siendo de izquierda o de derecha en polti-

    ca, admirar a Fidel Castro oa Franco, ser

    de comunin diaria o estar a favor del di-

    vorcio, revistar en la polica o ser un estu-

    diante progresista. Bastaba, sobre todo,

    con desear la vuelta de Pern. No era dif-

    cil y tena sentido poltico. Poco de todo

    esto perdura, salvo la vaga nocin de que

    hubo un tiempo en el que la globalizacin

    estaba muy lejos y era posible creer en esa

    clsica entelequia peronista llamada la ho-

    ra de los pueblos. Quedan tambin unos

    cuantos votos cautivos de toda boleta quelleve el escudo justicialista, dirigentes pol-

    ticos y sindicales (profesionales) que perte-

    necen al viejo partido. No se diferencian

    demasiado de sus adversarios, pueden in-

    tercambiar con ellos sus programas y sus

    alianzas. Hoy casi no hay un solo cine asta

    peronista, un solo escritor, un solo perio-

    dista. Al menos que lo sostengan con fer-

    vor yen pblico. Por eso la idea de Favio

    es tan extempornea: hacer la defensa de

    una plataforma poltica eideolgica que

    no tiene seguidores, que ha desaparecido

    en las brumas del tiempo, que est des-

    prestigiada y al borde del olvido. Es posi-

    ble pensar que volver una poca del mun-

    do en la que la lucha por la dignidad ylos

    derechos de los sumergidos vuelva a tener

    fuerza y sustancia y que, en esa poca, el

    peronismo sea reconocido como un legti-

    mo antecedente. Pero nadie se har pero-

    nista viendo la pelcula de Favio, no al me-

    nos como lo fuimos entonces.

    Loms notable dePern es, justamente,

    ese intento solitario, esa batalla titnica

    contra eltiempo y la opinin en la que el

    cineasta est armado apenas con su talen-

    to ysus recuerdos de infancia. Pero esa in-

    fancia, que la memoria fij en lcomo un

    paraso perdido, se articula cabalmente

    con la obra y la persona de Favio, con su

    manera tan particular de habitar el mun-

    do. En el cine de Favio hay una dualidad

    entre la orfandad y la omnipresencia del

    padre. Sus criaturas perdidas en la vida,

    entregadas sin remedio a sus pasiones tr-

    gicas, no tienen otra contencin posible

    que un padre bondadoso, dispuesto a reci-

    birlos en su gloria y a perdonarles sus tra-vesuras. Pero si Juan Moreira o el Aniceto

    necesitan a Dios para cumplir esa tarea,

    Gatica puede contar con Pern para que lo

    sustituya. El propio Favio tuvo en Torre

    Nilsson esa figura patriarcal en el comien-

    zo de su carrera y esa humildad por mo-

    mentos caricaturesca se le adivina en cada

    referencia suya auna personalidad podero-

    sa, capaz de amparar, de proteger sin pedir

    explicaciones. Eso vale para el Papa y has-

    ta para esos dudosos tiranos alos que Fa-

    vio parece mirar con ternura, con un res-

    peto que los inviste a priori de probidad y

    sabidura. Seaplica incluso a la ancdota

    que relata Favio sobre su relacin con Ho-

    racio Verbitsky. Su desconfianza hacia De

    la Ra se explica tambin porque el presi-

    dente electo y su gabinete de economistas

    no dan la imagen de gente dispuesta a gui-

    arles el ojo a sus ciudadanos. La Argenti-

    na de Favio es un pas de hurfanos (desde

    Crnica de un nio solo, no hay nunca pa-

    dres biolgicos en sus historias), y si Pern

    y Evita terminan siendo los progenitores

    por excelencia, es porque pueden comple-

    tar como nadie ese lugar vaco del cuadro,

    esa necesidad de mitigar un dolor dema-

    siado profundo.

    De ese desamparo esencial surgen un amor

    arrebatado y una pasin por fijarlo en la

    obra, cada vez ms presente a medida que

    eldirector envejece y las circunstancias rea-

    les sealejan (sus nicos dos film s en los l-

    timos veinte aos trataron ese tema). Y en

    Pern Favio puso todo para poder creer que

    hay una respuesta en la Tierra para la con-

    ciencia desgarrada frente a la esencial des-

    proteccin de los individuos. En su visin,

    la orfandad deja de ser una cuestin psico-

    lgica para transformarse en una obsesin

    metafsica cuya nica respuesta concreta eseluniverso del peronismo tal como lo en-

    tiende lapelcula. En la acumulacin de

    imgenes, en las citas de discursos, en la

    enumeracin de actos de gobierno y de re-

  • 5/20/2018 El Amante N 93

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    ferencias a la doctrina partidaria hay algo

    mucho ms poderoso que una retrica pro-

    selitista. Es la voluntad de fijar los lmites

    de un territorio perfecto, en el que el hom-

    bre se ha curado para siempre de la terrible

    desgracia de carecer de padre. Eseterritorio

    es aquel en elque, con palabras de Pern,

    "el gobierno se preocupa por hacer que el

    pueblo est un poquito ms contento".

    Una frmula polticamente minimalista

    -aunque alude a una serie de conquistas

    sociales explcitas- pero en laque Favio

    capta elsecreto de un modelo de sociedad

    que no tiene una definicin en trminos

    estructurales o econmicos pero sen una

    ecuacin de funcionamiento.

    En esa sociedad donde el padre vela por

    sus hijos, estos son finalmente libres: estn

    aliviados de la carga de la violencia yla in-

    justicia ("nadie nos tocaba en el orfelina-

    to", recuerda Favio en la entrevista), pue-

    den elegir su vida y vivirla, entregarse al

    placer de celebrar el mundo sin renunciar

    a la aventura ni a la picarda, volviendo a

    ese estado ednico de la infancia que Cr-

    nica de un nio solo describi con inolvida-

    ble elocuencia.

    Lo paradjico es que esa visin de la socie-

    dad que parece limitada al sueo de un ar-

    tista y a los avatares de su biografa es per-

    tinente en un sentido mucho ms amplio.

    Porque tanto los horrores que se produje-

    ron en la Argentina apartir de laRevolu-

    cin Libertadora (cuya vileza einiquidad

    la pelcula rescata de un relativo olvido),

    como elestado actual del mundo, mues-

    tran que la intuicin de Favio se opone a

    otra, mucho ms peligrosa yque tampoco

    se formula con claridad. Represores, gori-

    las, neo liberales, estalinistas, pedagogos d e

    la buena ciudadana en general comparten

    un horizonte que tiene otros planes para el

    individuo. SiFavio concibe al hombre co-

    mo un nio eterno, este difuso pensa-

    miento nico lo piensa como un adulto

    prematuro, condenado a saber desde el na-

    cimiento que no tiene otra defensa que la

    de hacer mritos para sobresalir y acumu-

    lar, aunque esa lucha tenga todas las carac-

    tersticas de una maldicin y sea desigual

    en la mayora de los casos. En esa sociedad

    que parece destinada a ser la de todos los

    habitantes del planeta no cabe que un diri-

    gente diga que lo importante es un poco

    de felicidad. Y el terror globalizado es que

    esa prohibicin para el manejo de los

    asuntos pblicos se extienda ysea la felici-

    dad misma la que est pros cripta de ante-

    mano, tan absurdamente proscripta como

    loestuvo el nombre de Pern.

    Hacia mayo de 1973, estas ideas antagni-

    cas se cruzaron de una manera inesperada.

    Pern haba logrado volver y su partido

    ganaba las elecciones. Dentro de l se li-

    braba una batalla indita, que tom super-

    ficialmente la forma de una lucha entre la

    izquierda yla derecha. Algunos intuimos

    que en realidad pasaba otra cosa y que la

    decisin de los Montoneros de tomar el

    poder mediante la "guerra popular y pro-

    longada" era, adems de un gigantesco de-

    satino poltico, una deriva de la Historia

    que marcaba el fin del peronismo o, mejor,

    dicho, del mundo en el que ser pero nista

    tena un sentido ms o menos preciso. La

    muerte de Pern en el 74 lleg antes de

    que los acontecimientos pudieran seguir

    otro cauce. Favio fue testigo de ese 20 de

    junio en el que se decidi, no una batalla

    entre facciones, sino el final de lageopol-

    tica de la felicidad. Acusado injustamente

    de participar en la matanza, su actitud ver-

    dad eramente heroica de eseda (no solo

    porque pudo salvar gente, sino porque tra-

    t de evitar como locutor que se desatara

    la violencia) levali despus el exilio, pro-

    blemas de salud, la imposibilidad de fil-

    mar. No es casual que no haya incluido a

    los Montoneros en su pelcula (algo que

    contribuir a irritar a los custodios de la

    versin contraria y hoy casi oficial sobre

    los hechos de ese perodo), ni haya men-

    cionado la Revolucin Cubana, aunque

    tanto unos como la otra fueron decisivos

    en la Resistencia. Laomisin no es solo

    una manera de decir que Pern tena ra-

    zn y no los Montoneros (lo cual es en de-

    finitiva cierto), sino de culminar formal-

    mente una construccin cinematogrfica

    que est ms orientada a pr esentar una

    utopa retrospectiva que a discutir sus de-

    talles materiales. Pero no es la ortodoxia

    del peronismo (tal cosa nunca existi,

    aunque el propio Pern haya recurrido

    a ella en su tercera presidencia para inten-

    tar explicar un tiempo que nos superaba

    a todos) lo que Favio desarrolla en el

    documental, sino un mito que nos perte-

    nece ms all de que estemos dispuestos

    a reconocerlo.

    El Pern de Favio parece tener el destino

    asegurado de las obras malditas: demasia-

    do polmica para ser aceptada sin producir

    indignaciones visceral eso descalificacio-

    nes crueles, demasiado radical para ser uti-

    lizada polticamente, demasiado larga para

    ser exhibida en la programacin normal

    del espectculo audiovisual. Sin embargo,

    no dejar de fascinar. Si la pelcula esuna

    formidable recuperacin de la infancia de

    su director, tambin es la mayor batalla

    que el arte haya intentado en la Argentina

    contra la resignacin colectiva. rn

  • 5/20/2018 El Amante N 93

    16/72

    L O SO N

    El documental de Favio est dedicado a los

    miembros del Grupo Cine Liberacin (los

    otros que aparecen en la dedicatoria son

    Hctor Cmpora, Rodolfo Walsh y los estu-

    diantes). Cuando uno termina de verlo, se

    da cuenta deque los nombres de Solanas,

    Gettino y Vallejo estaban convocados desde

    el principio como representantes de lavisin

    peronista opuesta ala del film, alos que se

    los invita cariosamente a reflexionar sobre

    cmo se vean desde elpunto de vista org-

    nico los mismos acontecimientos que ellosinterpretaron desde f uera y por izquierda.

    Porque Favio recorta alperonismo respecto

    de sus derivaciones revolucionarias en los 70

    ylevanta contra ellas la figura de Rucci ydel

    movimiento obrero organizado como los le-

    gtimos herederos de Pern. Esa idea de invi-

    tar cariosamente a lareflexin se aplica a su

    vez atodos los nombres de la dedicatoria:

    hasta un histrico como Cmpora aparece

    all como un mensaje en clave para que

    aquellos que pensaron el peronismo por

    izquierda intenten reinterpretar su figura

    como un ejemplo de lealtad sin fisuras. Talcomo se lo muestra en el film, es elperonista

    ejemplar, el secundario de lujo de esta histo-

    ria, el hombre que sala en las fotos detrs o

    al costado de Pern, confundido entre otras

    caras conocidas, presente en todas las coyun-

    turas como parte del elenco de los leales. Pe-

    ro que est all como Camporita, haciendo

    gala de su condicin de secundario, significa

    que Favio encabeza la dedicatoria con su

    nombre para llamar ala reflexin a los q ue

    piensan en l como El presidente queno fue

    (segn el libro de Miguel Bonasso), como la

    pieza clave de otro juego paralelo al del po-der al que Pern finalmente le dio la espalda.

    Elotro nombre que se incorpora ala dedica-

    toria en estas mismas condiciones es el de

    Rodolfo Walsh, otra variante del peronismo

    setentista concebido por izquierda, aquien

    Favio le hubiera gustado hacer recapacitar

    con cario, mostrndole un documental

    donde se postula que los sucesos de Opera-

    cin Masacre son tan abominables que no

    justifican que sus medios sean santificados

    en nombre de otros fines.

    En este contexto, los estudiantes aparecen

    como el verdadero puente entre el pasado y

    elpresente. Ellos son convocados -en nom-

    bre de su juventud- a revisar lo que apren-

    dieron de sus padres, pertenecientes a la ge-

    neracin con la que Favio discute su pero-

    nismo. Ysi esos jvenes no hubieran cono-

    cido una versin romantizada del pasado,

    selos invita igualmente a conocer de pri-

    mera mano un movimiento cuya idiosin-

    crasia fue tan traicionada por su versin

    pstuma (el menemismo como autoaniqui-

    lacin del peronismo), que hace imposible

    cualquier intento de embellecimiento.

    Respecto de la imagen construida por elGru-

    po Cine Liberacin, y sobre todo, por elcine

    de Solanas, lade Favio aparece como la ima-gen oficial que el peronismo orgnico tuvo

    de s mismo, con u n Pern ala cabeza soste-

    nido por una insobornable columna verte-

    bral. Se trata del peronismo visible, el de la

    CGT ylas 62 Organizaciones, no del subte-

    rrneo, que se gest con los que se volvieron

    peronistas despus de la'proscripcin del

    movimiento. El debate implcito con elGru-

    po Cine Liberacin se abre con la ausencia

    de FORJA dentro del documental. Segn Fa-

    vio, se debe a que no quera sumar ms ele-

    mentos que pudieran complicarle al especta-

    dor la comprensin de lo narrado. Pero siuno ve el film a la luz de su dedicatoria, que-

    da claro que FORJA representa al alter ego

    del Grupo Cine Liberacin: es peronismo

    desde fuera del peronismo, la muestra testigo

    de cmo son los contenidos peronistas fuera

    del contacto con el poder. Si bien es cierto

    que laausencia de FORJA no equivale a su

    negacin como discurso (el 17 de octubre es-

    t narrado con el texto de La patria subleva -

    da, de Scalabrini Ortiz), tampoco cabe duda

    de que loque se quiere evitar es su romanti-

    zacin del peronismo, la misma que lo lleva

    a Jauretche adesencantarse del movimientocuando este se burocratiza para gobernar.

    Esa visin romantizada, que termina expre-

    sndose de manera desatada en elcine de

    ficcin de Solanas, es la que se potencia con

    la proscripcin del movimiento a partir de

    1955 y esla que recoge el Grupo Cine Libe-

    racin para leer la historia del peronismo en

    el poder en clave revolucionaria. Favio, en

    cambio, realiza un documental que solo po-

    dra haber sido propaganda con el peronis-

    mo de Pern en elpoder. Esdecir, est pen-

    sado desde la lgica del poder que pudo ha-

    ber manejado Pern. Por eso todo en les

    apologa del arte de gobernar con la felici-

    dad del pueblo como nico horizonte yla

    unidad nacional como medio indispensable

    para lograrla: hasta la audacia indita de

    mostrar a un Pern laicista es un gesto en

    este sentido.

    Excluir todo gesto revanchista del peronis-

    mo o del mismo Pern (desde el u5por 1u

    hasta la histrica Plaza abandonada por

    Montoneros) estambin una apologa dees-

    ta idea de launidad nacional, a la que se in-

    vitaba atodos los sectores y cuyo fracaso de-

    riv siempre en tragedia (desde los bombar-

    deos de la Libertadora hasta el genocidiodurante laltima dictadura). No es por eso

    arbitrario que Favio ignore por igual los

    atentados de laTriple A y los de Montone-

    ros: para l, son dos formas igualmente trgi-

    cas del fracaso de la unidad nacional a la que

    siempre aspir Pern.

    Dentro de esta visin orgnica, la nica re-

    volucin peronista posible esla que hubiera

    tenido un sentido continental. Elfracaso ge-

    neral del peronismo, entonces, cuya obra de

    gobierno pas a sersistemticamente des-

    truida por la Revolucin Libertadora, por la

    traicin de Frondizi ypor la regresin quesignificaron todas lasadministraciones pos-

    teriores, es producto desu carcter local, de

    su condicin de fenmeno aislado. En este

    sentido, Favio trata de pensar al peronismo

    no como un intelectual, sino como un esta-

    dista, que -en este contexto- es decir como

    el propio Pern lo pensaba.

    En 1969, cuando a Solanas le preguntaron

    por la relacin entre La hora de l os hornos y el

    cine sovitico de la dcada del 20, responda

    que Eisenstein y Vertov tenan detrs suyo al

    poder del Estado, y l Y Gettino, a la polica.

    Sihoy le hicieran a Favio la misma pregunta,

    pero respecto de larelacin de su documen-

    tal con elde Solanas, quiz respondera con

    orgullo lo mismo, pero al revs. ~

  • 5/20/2018 El Amante N 93

    17/72

    Fotocopie esta pgina (si no quiere perderla)

    y envela a Esmeralda 7796 A (l007) Buenos Aires,

    o por fax al 4322-7518 hasta el 15de diciembre.

    Estre n os hasta el 2112/99A primera vista (Irwin Winkler)A todo corazn (Robert Gudiguian)

    Abre los ojos (Alejandro Amenbar)

    Accin civil (Steven Zaillian)After Life, la vida despus de la muerte (Kore-Eda Hirokazu)Alerta en lo profundo (Renny Harlin)

    Alma ma (Daniel Barone)Alto riesgo (KevlO Hooks)

    Am rica m a ( G era rd o H e r rero )

    Amrica X(Tony Kaye)Amor a colores (Gary Ross)

    Amor prohibido (Marshall Herskovitz)

    Analzame (Ha raid Ramis)Anda, corre, vuela (Augusto Tamayo)

    Angelito (Helke Misselwitz)

    Aprendiendo a vivir (Garry Marshall)Aprile (Nanni Moretti)Apuesta final (John Dahl)

    Artemisia (Agns Merlet)

    Asterix y Obelix contra el Csar (Claude Zidi)Aulas peligrosas (Robert Rodrguez)

    Austin Powers, casi un agente secreto (Jay Roach)Austin Powers, ei espa seductor (Jay Roach)Babe, el chanchlto en la ciudad (George Miller)

    Bailamos' (Masayuki Suo)

    Bailando entre sueos (Pat O'Connor)Barney, el dinosaurio (Steve Gomer)

    Beloved, amada hija (Jonathan Demme)Bowfinger, el director chiflado (Frank Oz )Carrie 2 (Katt Shea)Celebrity (Woody Allen)

    Che, un hombre de este mundo (Marcelo Schapces)Cielo ciego (Sergio Acua)

    Closet Land (Radha Bharadnaj)Comisario Ferro (Juan Rad)

    Conflicto de amor en Metroland (Philip Saville)

    Conoces a Joe Black' (Martn Brest)

    Conozco la ca ncin (Alain Resnais)Corre, Lola, corre (Tom Tykwer)

    Cosas que dej en La Habana (Manuel Gutirrez Aragn)Cosas que importan (Carl Franklin)Crimen verdadero (Cllnt Eastwood)

    Cuatro das de septiembre (Bruno Barreta)Cuentos de otoo (Eric Rohmer)

    Detrs de los olivos (Abbas Kiarostami)

    Diablo, familia y propiedad (Fernando Krichmar)Diario de Medelln (Catalina V i llar)Das contados (Imanol Uribe)

    Das de furia (Paul Schrader)

    10 cosas que odio de ti (Gil Junger)Dioses y monstruos (Bill Condon)

    200 cigarrillos (Risa Braman Garca)Dos vidas en un instante (Peter Hewitt)Dr. Akagi (Shohei Imamura)

    Dragon Ball Z 2 (Daisuke Nishio)Ed TV (Ron Howard)

    El abuelo (Jos LuisG arci)

    El amateur (Juan Bautista Stagnaro)El amor es el diablo (John Maybury)

    El rbol de la vida (Farah Mehranfar)

    El bao turco (Ferzan Oztepek)El caso Thomas Crown (John Mcliernan)El club de la pelea (David Fincher)

    Elcocodrilo (Steve Miner)

    El coronel no tiene quien le escriba (Arturo Rpstein)El da final (Peter Hyams)

    El divino Ned (Kirk Jones)El espejo (YafarPanahi)

    El evangelio de las maravillas (Arturo Ripstein)El extranjero loco (Tony Gatli!)

    El gran Lebowski (Joel Caen)

    El gran Simn (Mark Steven Johnson)

    El lado profundo del mar (Ulu Grosbard)El ladrn (Pavel Chukhrai)El legionario (Peter MacDonald)

    El mismo amor, lam isma lluvia (Juan Jos Campanella)El padre (Majid Majidi)

    El piso 13 (Joseph Rusnak)Elpoderoso (Peter Chelsom)

    El prncipe de Egipto (B. Chapman, S. H ickner y S. Wells)El proyecto Blair Witch (Daniel Myrick y E duardo Snchez)

    El rey y yo (Richard Rich)

    El secreto de los Andes (Alejandro Azzano)El siglo del viento (Fernando Birri)

    El tele-gur (Stephen Herek)El tren de la vida (Radu Mihaileanu)El triunfo de los nerds (John Fortenberry y Peter Markle)

    El ltimo soldado (Paul Anderson)

    El viento se llev lo que (Alejandro Agresti)El violn rojo (Fran

  • 5/20/2018 El Amante N 93

    18/72

    " E L

    patriaHace cinco aos, antes de que ganaras el Os-car por Bel le Epoque, t e h i c imos una la rga

    entrevista y en el la disponas en un rbol ge-

    nealgico a los di rectores que tenan que ver

    con t u c ine . Cambi en algo ese rbol?

    El rbol genealgico no se elige. Uno no

    puede matar a su padre yelegirse otro.

    Asque ya ves.

    S olemos dec i r que T rueba es e l l t imo c i -

    neasta americano clsico. A hora intentaste

    continuar a Lub i t sch .

    No s si se puede llamar as. La nia est

    en el territorio de Lubitsch, pero es algo

    propio, no mimtico. Eseterritorio est

    en el origen de la pelcula, pero despus

    te olvidas. Pas un poco en la Nouvelle

    Vague, que tomaba al cine americano pe-

    ro para hacer otra cosa. Pero no creo en

    nacionalismos cinematogrficos. La patria

    de uno eselcine.

    Me da la impres in de que las pe l cu las a lo

    Lub i t sch t e sa len ms f c ilmente que las de l

    es ti lo Preston Sturges, como T w o Mu c h .Es cierto, el costado Lubitsch me sale ms

    natural, sin tanto esfuerzo. En las otras

    soy ms arquitecto constructor. Pero, en

    general, creo que las pelculas que trans-

    curren en el pasado van ms a lo esencial.

    Ahora ves en el cine todo el tiempo orde-

    nadores ytelfonos porttiles. Est bien,

    esel mundo de hoy da. Pero sentarme en

    el cine y ver la pantalla de un ordenador

    me agrede, me resulta estticamente re-

    pulsivo. Hay algo en el mundo actual que

    me echa para atrs. No soy un cineasta

    socilogo. Talvez por eso en las pelculas

    de poca puedo hablar de la amistad, del

    amor, de cosas ms esenciales sin distraer-

    te con los electrodomsticos.

    Co n La nia volviste a hacer una pel cula es-

    pao la despus de Two Much, aunque parece

    una producc in cost osa.

    Two Much tambin esuna produccin

    espaola, aunque la rod en Miami. To-

    das mis pelculas lo fueron y tuvieron un

    costo relativamente bajo. La nia habr

    salido unos cinco millones de dlares.

    Cuando laven los americanos piensan

    que cost quince, lo que me hace sentir

    orgulloso. Ellos tienen un verdadero pro-

    blema. En la ltima comedia con Julia

    Roberts, setuvieron que juntar dos estu-

    "dios para poder pagarles a los actores. Es

    un montn de dinero y para una come-

    dia, no para Star Wars! El empobreci-

    miento actual de Hollywood tiene que

    ver un poco con eso: se lo llevan todo

    los actores.

    En aquel la ent revista nos decas que nunc a

    ibas a poner en t us pe l cu las a Franco o a Pi-

    nochet com o personajes, porque no podas

    evi tar querer a todos los tuyos. Pero ahora

    pu s is te a Go ebbels . ..

    Me dijeron que pusiera un jerarca nazi

    annimo. Pero Goebbels era muy funcio-

    nal para lahistoria. El Goebbels de ver-

    dad estaba muy mezclado en el cine, era

    muy mujeriego. No es poner a Hitler, que

    nunca lo hubiera usado. Estamos en el

    ao 38, no estamos contando elHolo-

    causto sino usando al Goebbels de alcoba.

    Debo deci r te que, seguramen te a pesar tuyo,

    t iene un costado simpt ico . . .

    Espor elactor, que es un tipo extraordi-

    nario. Pero trat de que, a pesar del tonode comedia y de que es una caricatura,

    fuera un tipo que provoca miedo.

    Te compararon con Ben ign i por La v ida es

    bella?

    S,y no lo entiendo. Cuando Lubitsch ha-

    ceSero no ser, est en Estados Unidos, es

    judo, Hitler est vivo. Corra muchos

    riesgos. Es una comedia sofisticada pero

    tambin una pelcula de combate y lo

    peor que tiene es ese final un poco pan-

    fletario. Pero era lgico. Lo mismo pasa

    en Man Hunt de Fritz Lang o en Esta tierra

    es ma de Jean Renoir. Hoy no corres nin-

    gn riesgo haciendo eso. Benigni no solo

    no me gusta, sino que no le veo ningn

    mrito. Lo suyo es un ejercicio de chapli-

    nismo, de fellinismo, esa cosa histrinica.

    Incluso me preguntaron por el Oscar, si

    yo haba vivido algo parecido, y dije que

    baj a buscarlo por la escalera como todo

    el mundo, no sobre la cabeza de la gente.

    No hay ninguna sinceridad en Benigni,

    hasta eso estaba ensayado.

    Pero se hizo muy popular, como ahora est

    ocur r iendo con A lmod var . ..

    Es que es una cuestin de la moda. La

    moda lo distorsiona todo, especialmente

    en el arte. Los medios de comunicacin

    abrazan solo la moda, y lo nico que se

    opone a la moda es el tiempo, que nos

    pone acada uno en su sitio. Estar de mo-

    da es una suerte o una desgracia. El xito,

    que va junto con el dinero, es un riesgo

    para los artistas. Hay muy pocos artistas

    que sobrevivan al xito. El caso ms

    ejemplar, en cuanto a sobrevivirlo bien,

    fue el de Picasso, que pudo seguir hacien-

    do suobra. Pero hasta a Picasso lo afect

    al principio. Su poca ms fea esla que

    yo llamo la poca burguesa, que vino des-

    pus de suprimer xito. Entra en elmun-

    do de los ballets rusos, se compra un gran

    piso en Pars, se casa con una bailarina.

    Pinta eso que se llama el neoclasicismo

    que es horrible. Pero inmediatamente se

    recicla y consigue volver a ser elsalvaje

    que era. Pero normalmente elxito te ex-

    tingue. Por ejemplo, Scorsese, que es un

    gran director pero desde que es amigo de

    Armani sus pelculas son peores. En cuan-

    to cambi Little Italy por Armani se ha

  • 5/20/2018 El Amante N 93

    19/72

    ido ala mierda. No esque no tenga talen-

    to y que no ruede bien. Eso est desconta-

    do. Pero ya no te interesa. Yo nunca estu-

    ve de moda. Hice pelculas que funciona-

    ron, incluso xitos de taquilla, lo que me

    permiti seguir haciendo las pelculas que

    quera hacer, pero nunca fui Almodvar,

    al que la gente tiene que ir a ver por obli-

    gacin. EnEspaa, si no has visto lalti-

    ma de Almodvar no puedes participar en

    una conversacin. Es como si no hubieras

    ledo el peridico.

    Q u e s t p a s a n d o c o n e l c i n e e n E s p a a ?

    Lo que a m me toc hace aos seha ex-

    tendido. Cuando empec afilmar, en el

    ao 80, se supona que si una pelcula la

    iba a ver la gente, era mala, y si no iba na-

    die, tena calidad. Era una locura. Yome

    encontr en una situacin rara, que ahora

    esms normal: la gente deca que mis pe-

    lculas eran buenas, pero adems las iban

    aver. Luego vino una generacin que em-

    pez con Alexde laIglesia yEl da de la

    bestia (que se convirti en elxito del

    ao) yreconcili a la generacin actual

    con el cine espaol. Hacen un cine que

    les habla su lenguaje, les toca sumsica.

    Los jvenes se sintieron solidarios, ami-

    gos de lo que ocurra en la pantalla. Algo

    que no haba ocurrido nunca. Lasde Alex

    olas de Santiago Segura son pelculas

    gamberras, pero hay un humor que a m

    me parte de risa. Segura es elBelushi es-

    paol. Y hay propuestas diferentes y ori-

    ginales, como El milagro de P. Tinto, don-

    de Fesser junta la Espaa profunda con

    los efectos especiales. Por culpa del fran-

    quismo, el espaol era un tipo acompleja-

    do. No recuerdo que mis amigos dijeran

    "vamos a ver una espaola". Pero ahora

    esun pas abierto. Mi hijo de 18 no ha te-

    nido nunca complejo de ser espaol. Eso

    seaplica a todo. Los jvenes conside-

    ran que Espaa es un pas tan bueno I~

  • 5/20/2018 El Amante N 93

    20/72

    como cualquier otro, yeso se correspon-

    de con una generacin que hace pelculas

    que los representan. En fin, es un mo-

    mento de euforia, que espero que seuse

    para hacer buenas pelculas.

    Vqu pasa con la cr t ica espao la?

    La crtica est en un momento muy malo.

    Esmuy difcil encontrar gente que escriba

    desde el amor al cine. Hay mucho justi-

    ciero que reparte certificados. A m no me

    tratan mal, pero tampoco soy el nio mi-

    mado. No tengo relacin con los crticos.

    Hay directores que estn todo el da con

    los crticos. Am me produce cierto pu-

    dor. Me interesa mantenerme alejado pa-

    ra que ellos hagan su trabajo yyo el mo.

    Cmo fue que t e met is t e con Casab lanca al

    f inal del f i lm ?

    Jams pens en Casablanca, pero cuando

    estbamos escribiendo sali la idea del

    avin. Ests escribiendo y te dices: "Nos

    van a echar Casablanca". y luego, rodan-

    do en el aeropuerto, hay un tipo consombrero, un coche que llega ... es inevi-

    table que todo el mundo asocie. Si se pa-

    reciera aotra pelcula, a lo mejor ni te

    das cuenta.

    La n i a es tambin c ine en el cine, algo que

    no habas hecho.

    Me divert con eso. Intent no hacer

    siempre lo mismo. En la pelcula hay un

    director alemn y uno espaol y cada

    uno tiene su estilo, que se refleja en los

    planos -dela pelcula de ficcin. El alemn

    tiende al montaje ruso y el otro quisiera

    estar en Hollywood. Eloperador me de-ca: "Pero esa escena, es del espaol, del

    alemn o de Trueba?". Yo pareca Pessoa

    con los heternimos. Pero lo que ms me

    gust rodar es esa escena en la que Pen-

    lope hace el playback de una copla en

    alemn. Para m, fue como la escena de

    Belle Epoque en que llega la madre. Estba-

    mos al borde del ridculo, pero yo me

    quise tirar de cabeza ylograr que la gente

    se emocione con una escena que parece

    imposible y cursi. Yo deca, "aqu se ena-

    moran de Penlope". Eso que haca

    Hitchcock, de hacer el amor con lacma-

    ra. Explotar esa sensualidad que tiene Pe-

    nlope con la cmara. En Belle Epoque era

    lo mismo: la indecisin del protagonista

    frente a las cuatro mujeres tena que ser

    la del pblico.

    Cmo ves la c arrera de Penlope Cruz?

    Ya est por ser una estrella, lo cual es un

    problema porque ya no estamos en la

    poca dorada de Hollywood, donde se

    cuidaba alos actores. Yole dije que le

    iban a ofrecer tanto dinero que le iba a

    costar resistirse. Pero le ped que se resis-tiera, que no hiciera mierdas. Que eligie-

    ra. "Eres muy joven, no te metas en la di-

    nmica de ganar dinero de cualquier mo-

    do. Haz una pelcula buena aqu, otra

    all. No te conviertas en una estrella ame-

    ricana que vive en Melrose y compra en

    Rodeo Drive." Pero ya est lanzada, ahora

    va a hacer una con Billy Bob Thornton y

    otra con Johnny Depp.

    Su fama puede superar a la de Banderas.

    Yoespero que no y no lo digo contra An-

    tonio. Espero que mantenga un lazo ms

    fuerte con Europa, que haga pelculas

    ms humanas, que no haga solo efectos

    especiales y chorradas. Esos americanos

    ahora hacen cosas irresponsables.

    De dnde sal i ese acto r increble que hace

    del trad uctor?

    En un principio, el papel lo iba a hacer

    un alemn. Fuimos a Praga para hacer un

    casting de pequeos papeles. Buscaba

    uno para hacer del ayudante de Goebbels

    y all lo descubrimos a Tborsky. Haba

    hecho algo de teatro, pequeos papeles

    en cine, pero era un desconocido. Vol-

    viendo en el avin a Madrid, me di cuen-

    ta de que era un secundario de esos queya no existen. Tiene una humanidad, una

    ternura, una inocencia en la mirada, una

    sonrisa que no le cabe en la cara. Cuando

    llegu, le dije a mi asistente: "Vamos a

    usar al checo para el traductor". Me dije-

    ron que era un actor desconocido y que

    era un papel clave, que era muy riesgoso.

    Haberlo elegido es uno de mis mayores

    orgullos. Despus de ganar el Gaya con

    La nia se hizo conocidsimo en la Rep-

    blica Checa. Cuando volvi con el pre-

    mio lo estaban esperando la prensa, el

    primer ministro Havel y su mujer. Me lla-m llorando de Praga para decirme que le

    haba cambiado la vida. Es un ser puro.

    Uno de esos tipos que ya no existen. Ya

    no se encuentra gente as en los pases su-

    perdesarrollados, que viven en estado de

    tontera galopante, donde se pierde algo

    de alma, de humanidad. Aprendi espa-

    ol para la pelcula. No la fontica, ahora

    habla perfectamente. Nunca vi trabajar a

    nadie as. Hizo algo sobrehumano.

    C mo fue f i lmar en Praga?

    A m me gusta salir de Madrid para rodar.

    Cuando ruedas en tu ciudad, tiene algo

    como ira la oficina. La gente Lega a las

    ocho y seva a las seis, y a las cinco estn

    pensando que tienen que ir a casa, que el

    nio est malo y cosas como esa. Pero

    afuera esdistinto, vas acenar con todos,

    se crea una magia.

    Puedo creer que se l lev aron b ien , pero lo de

    las cenas... Es uno de los lugares en los que

    peor se come en e l mundo.

    Es el peor del planeta. Cuando rodamos

    la cada del prisionero, el alemn se haba

    empeado en saltar l, sin doble: era unatleta y haba rodado James Bond y esas

    cosas. El checo que haca del prisionero

    quiso hacer lo mismo. Pero tena vrtigo.

    Todos estaban muy preocupados, pensan-

    do que le poda pasar algo. Yl le pregun-

    taba al especialista cmo caer, etc. Enton-

    ces yo le dije: "No te preocupes, ms dura

    ser la comida". Eso lo resume todo. Para

    poder aguantar nos llevamos en el ca-

    min de cmara cinco jamones deJabu-

    go. Y cada dos semanas hacamos una

    fiesta y nos liquidbamos uno entero. Es

    que la comida era tan mala que necesit-bamos estas cosas. Lleg un momento en

    que llamamos a Madrid y mandaron una

    valija llena de gambas cocidas esa maa-

    na. Nos dimos un festn. Si ests en Italia

    piensas: "Ya comer jamn cuando vuel-

    va", pero all es horroroso.

    Qu vas a hacer ahora?

    Tal vez ahora haga por primera vez dos

    pelculas en un ao. Siempre hice una ca

    da tres aos. Quiero hacer un documen-

    tal sobre jazz latino, que me gusta mu-

    cho. Hace poco prologu el primer diccio

    nario sobre jazz latino que se hizo en elmundo. Va a ser un documental que es

    pura msica. No es como el de Wenders

    (Buena Vista Social Club), que es sobre los

    seres humanos. Lo que tiene la de Wen-

    ders es el drama de esos viejecitos que

    han sido olvidados y,de repente, tienen

    un da de gloria. Adems, algunos de ello

    son santos, es imposible verlos y que no

    se te caiga una lgrima al comprobar que

    hay gente tan pura. En mi pelcula, los

    msicos son profesionales que trabajan

    hace mucho. Va a ser mucho menos co-

    mercial, pero mucho mejor musicalmen-

    te. Despus hay otros proyectos. Uno de

    ellos es El artista y la modelo y el otro, un

    rodaje que pasa buena parte en la Argen-

    tina. Esla remake de unp,elcula de la

    RKO del 47, They Won't Beleive Me con

    Robert Young, ese actor tan malo, Jane

    Greer y Susan Hayward.,Hice elguin

    con David Newman, el pe Bonnie and Cly

    de, Qupasa, doctor? Tanibip quiero ha-

    cer una novela de Juan Mars: El embrujo

    deShanghai. Vctor Erice escribi un

    guin, pero no la quiere dirigir. Erice enEspaa es un mito de la crtica. Ya sque

    las crticas van a decir que Erice la hubie-

    ra hecho mejor. Pero am simpre me gus

    t el riesgo. rn

  • 5/20/2018 El Amante N 93

    21/72

    ESPAA

    1999, 121'

    DIRECCIDN Fernando Trueba

    PRODUCCION Cartel, Fernando Trueba yL olaF ilms

    GUION RafaelAzcona, David Trueba,

    Carlos L pez y Manuel Ange l Egea

    FOTOGRAFIA Javier Aguirresarobe

    MUSICA Antoine Duhamel

    MON TAJE Carmen Fras

    INT ERPR ETES Pen lopeC ruz, Antonio Resines, Neus Asensi,JessB onilla, LolesLe n,Jorge Sanz, R osaM ara

    Sard,S antiago Segura , MiroslvT borsky,

    Johannes Silberschneider, Hanna Schygulla.

    Co nejo s

    Sibien elcine no tiene por qu ser verosmilysus historias no le deben nada a la llamadarealidad, ala que no debe imitar ni seguircomoun perro faldero,haysituaciones enlas que unapelcula tropieza con la necesi-dad de ser fiel a una circunstancia externa o,mejor dicho, de mostrar efectivamente lo

    que dice estar mostrando. Siel cine es uneterno hacer creery,como deca Welles,se

    parece al arte del prestidigitador, yaunqueeste pueda transformar un pauelo en unconejo, cuando saca por fin su mano de lagalera,nopuede sostener un mazo de nai-

    pes sino inevitablemente un bicho blancoasustado por las circunstancias en que se en-cuentra. EnBleu, de Kieslowski,la pelculasostiene que el compositor que muere en elaccidente dej escrita una partitura sublime.Cuando, al final, la obra se escucha en la

    banda de sonido, no pasa de ser un pompo-so fragmento de una sinfona mediocre queel espectador jams querr escuchar entera.Fiasco total, ms an cuando los personajesse pasaron todo el film insistiendo en que la

    muerte de ese hombre era trgica porque laposteridad no iba a poder disfrutar de esamuestra insigne de su talento.EnLa nia de tus ojosel conejo mayor se lla-ma Penlope Cruz y responde en la ficcinal nombre de Macarena. No hayduda deque Penlope es una mujer de enorme be-

    llezayque su pasaje al estado de gran estre-lla internacional es inminente. Pero el co-nejo verdadero es Macarena, un personajedel que se enamoran todos los hombres quela ven y sobre los que ejerce una fascina-cin que excede la hermosura fsica. En estecaso, el problema del prestidigitador es con-vencer a los espectadores de que elatractivode esa criatura de la pantalla es tan intensocomo elguin dice que es.Fernando True-

    ba, elmago en cuestin, lo logra con crecesy crea (conla colaboracin del talento dela actriz) uno de los personajes femeninosms radiantes, ms encantadores que sehayan visto ltimamente en una pantalla.Si alguien entiende eso de hacer creer esTrueba: suconocimiento delcineclsico de

    Hollywood le permite recuperar ese paradig-ma en el quelos cuentos ms disparatados

    parecan razonables y los actores destilabanmagnetismo. Peroalgohaba en ese mundo,adems de un star system y una profesionali-dad casi perfecta, que contrasta con la fabri-cacin de albndigas que es el cine america-no actual. Y ese plus de gracia y de sensibili-

    dad que marcaba la diferencia vena deEuropa.No es que los europeos hayan in-ventado el cine americano, pero lacomediade Hollywood nosera lo que fue sinErnstLubitsch. Lubitsch fue el gran responsablede que lavida de los individuos pudiera sermirada sin patetismo ni complacencia ydever en cada alma el escenario de dosbatallassimultneas: entre la lucha por sobreviviryel placer por un lado,yentre lo quelagentedice sery lo que verdaderamente espor elotro. Capaces de bajezas menores yde he-rosmos impensados, los personajes deLu-

    bitsch fueron los ms ricos y los msjustifi-cados de la historia de la comedia ysu irre-sistible comicidad resida en la imposiblesolucin de sus propias dualidades. Losamericanos pisaron alguna vez ese territorio,

    pero hace rato quelo abandonaron.En cambio, la excursin de Trueba por elmundo de Lubitsch,por esa atmsfera de

    preguerra que dio Ser o no ser,es fructfera:latroupe de espaoles que descubre lascompli-caciones del mundo filmando en laUFAdeGoebbelsytermina refugiada en su propiaCasablanca arma un caleidoscopio deperso-

    najes inolvidables, de unavida que seextra-a en el cine:son los conejos de Lubitsch,que empiezan siendo nombres en un repartoyvan apareciendo en la galera de Truebaasustados yconfusos pero llenos devida.Hace cinco aos descubrimos con Belle E po-qu e a un director distinto de sus contempo-rneos, empeado en transitar un caminocasi desierto: el que busca recuperar las cla-ves perdidas de un oficio que alguna vezreuni la sofisticacin con la popularidad.

    No mediante la nostalgia llorona ni la imi-tacin oportunista, sino con la conviccinde quevivireneste tiempo no impide la lu-cidezni obliga a consumir las frmulas aluso.Es una suerte comprobar queTrueba si-gue siendo fiel a lo que parece imposible. ,.,

  • 5/20/2018 El Amante N 93

    22/72

    TheBlair Witch Project

    EE.UU.

    1999,87'

    DIRECCIDN DanielM yrick yE duardoS nchez

    PRODUCCI DN Greg gHaley R obin CowieGUION DanielM yrick yE duardoS nchez

    FOTOGRAFIA NealF redericksMUSICA Tony Co ra

    MON TAJE Daniel M yrick y E duard oS nchez

    DISEO DE PRODUCCION Ben RockINTERPR ETE S Heather Donahue, Michael Williams, J oshua

    Leonard, B obG riffith, Jim King,Sandra Snchez,

    EdSwanson,P atricia Decou.

    Temor y t em b lo r

    El 21 de octubred e 1994 t res jvenes estudian-

    tes dec ine, Heather Donahue, Joshua Leonard y

    Michael Williams se i nternaron en lasBlack

    Hil ls deMaryland para rodar un docum ental so-

    breuna leye nda local, l a d e "La bruja deBlair",

    y nun ca fueron vistos nuevamente. U n a o m starde su material de rodaje fue encontrado (pla-

    ca de apertura del film luego de su ttulo).

    EL FENOMENO BL AIR WITCH. Esexcesivo

    considerar aEl p royecto Blair Witch la sorpre-

    sa del ao? Elconjunto -film, sitios web, pu-

    blicaciones, un programa de TV- arma un

    todo mayor que una pelcula: estamos ante

    una sacudida a las expectativas del especta-

    dor contemporneo, un formidable sobresal-

    to en elcontexto de un cine que avanza en

    sentido contrario (el de la omnipotencia de

    lomostrable). No abundaremos en la des-cripcin del argumento ni en los datos sobre

    laproduccin del film. Arriesgaremos, en su

    lugar, estas hiptesis: tenemos aq u un film

    de ideas aunque sus directores no parezcan

    haberIas pensado, yun experimento exitoso,

    aunque su lgica sea ms la del encuentro

    fortuito que la de la bsqueda planificada.

    FILMAR EL MIEDO. La pelcula original iba a

    ser bastante distinta: una investigacin so-

    bre leyendas locales, brujera y asesinatos de

    nios, con entrevistas simuladas. Lahistoria

    de los estudiantes era parte del relato, yno

    la mayor. Pero el proyecto cambi sobre la

    marcha. La historia de Heather, ]osh yMike

    gan el lugar central recin en el montaje

    (hasta all seiba aincrustar entre abundan-

    tes testimonios -falsamente- documentales

    sobre laleyenda). Y asElproyecto Blair Witch

    encontr su frmula: por un ejercicio de sus-

    traccin que lo aleja de ese hbrido bastardo

    que los norteamericanos suelen llamar mo c-kum entary, se convirti en una experiencia

    inslita que hurga en las races del terror en

    el cine. No es exagerado comparar la pertur-

    bacin presente con las que provocaron

    films como La noche de l os m uertos vivientes o

    Ma sacre en Texas (si bien en contextos hist-

    ricos yestticos distintos) aunque esta reper-

    cusin es a escala asombrosamente mayor.

    Pero aqu elexperimento estambin ms ra-

    dical: todas sus imgenes fueron registradas

    por los actores, que encarnaron sus persona-

    jes solo guiados por una sntesis de la mito-

    loga de la bruja de Blairy un breve esquemadiario de marcacin, sin dilogos. Myrick y

    Snchez se ocuparon del montaje de un ver-

    dadero "material encontrado". Las entrevis-

    tas quedaron para la emisin televisiva The

    Curse ofthe Blair Witch (emitida por elSci-Fi

    Channel). Pero en Elproye cto Blair Witch, la

    amalgama entre elmaterial en crudo, cma-

    raen mano, con problemas de foco y expo-

    sicin, por una parte, yla sofisticacin que

    reclama al espectador producen un ef ecto

    demoledor. Primitivo yrefinado a la vez.

    Con una tcnica de imagen rudimentaria

    -no as elsonido, largamente trabajado- pe-

    ro con una continua apelacin alos saberes

    ymaniobras del espectador (para mejor des-

    mantelarIos), el film es construido por elque

    mira, solo para que descubra que est en el

    centro mismo del experimento.

    LA CAMARA, EL OJO , EL CUERP O. Mediante

    el dispositivo de sus dos cmaras, Elproyecto

    Bla ir Witch consigue sostener una pelcula

    con una mayora de planos subjetivos. Las

    dos cmaras son guiadas por dos de sus per-

    sonajes: Heather rueda con una handycam

    de video en color, mientras ]osh lleva una

    cmara 16 mm, blanco ynegro. El reparto

    tecnolgico se liga a los roles ydiscursos que

    seintersectan: Heather hace un rodaje ca-sual ycasi continuo, algo as como el b acks-

    tage de El proyecto. ]osh se encarga de las

    tomas del documental sobre la bruja. Mike

    registra el sonido. Poco a poco esta particin

    sedesarma, como tambin la conexin en-

    tre elobjetivo de la cmara yelojo del per-

    sonaje. Amedida que la inquietud, los

    momentos de pnico yladesesperacin

    avanzan, las convenciones se disuelven yel

    ojo ma