El Amanecer Del Hombre en La Historia

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Prof. Yéssica González y Holdenis Casanova. La cultura: Concepto y características. 1 El amanecer del hombre en la historia “Esta es la exposición de las investigaciones de Heródoto de Halicarnaso, par que no se desvanezcan con el tiempo los hechos de los hombres, y para que no queden sin gloria grandes y maravillosas obras ...” 1 . Nota preliminar. Heródoto, pensador griego considerado como el padre de la historia, concibió la tarea de plasmar las hazañas de los hombres en el tiempo como el principal objetivo de la historia. Aquello que en su momento consistió en realizar una compilación de acontecimientos para dejarlos en forma escrita, en base a la utilización de relatos orales y de recuperación de la memoria de la gente, parece ser una tarea bastante más compleja hoy en día, cuando el historiador se enfrenta a cuestionamiento acerca de aquellos espacios de tiempo en que, a diferencia de Heródoto, no existen relatos, ni pruebas suficientes, sino solo jirones que nos sugieren , a medias, algunas de las características del pasado, del hombre y de su espacio. Al ser el pasado humano el objeto de estudio de la historia, el conocimiento generado por ella será necesariamente parcial y altamente dependiente del tipo de evidencias que respecto de ese pasado sea capaz de interpretar el historiador. He aquí otra de sus limitaciones, aquella que se desprenderá de las propias subjetividades de quien realiza dicha interpretación. La historia, por tanto, es eminentemente una disciplina interpretativa, que, pese a la utilización de un método rigurosamente científico, será subjetiva y parcial. La invención de la escritura vino a solucionar un gran problema para la historia por cuanto supuso que aquellas sociedades que idearon sus propias formas de expresión escritas, plasmaron de algún modo sus acontecimientos y hazañas. Con todo, existe aún un problema mayor que debe enfrentar esta disciplina, y es el que deriva de cómo responder las dudas acerca de aquellos espacios de tiempo en que existió el hombre pero de los que no han quedado huellas inteligibles que interpretar. Qué sucede entonces con aquellos grupos que nunca conocieron ni desarrollaron la escritura. Acaso ellos están obligados a sucumbir en forma silente en el tiempo?. Por el contrario se trató de grupos con historia, con un pasado, con formas de organización, de emoción y sentimientos que encierran el misterio de la evolución humana y que aportaron tanto o más al progreso humano que las grandes civilizaciones por nosotros estudiadas hoy. En efecto, fueron aquellos grupos ágrafos los responsables de adaptarse al medio y sus cambios, permitiendo que la especie humana sobreviviera, fueron ellos los que dominaron el fuego, quienes primero experimentaron con el uso de metales y, por supuesto, 1 Heródoto. Los nueve libros de la historia. Ediciones Océano. España. 1999. Libro I. p.3.

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Prof. Yéssica González y Holdenis Casanova. La cultura: Concepto y características.

1

El amanecer del hombre en la historia

“Esta es la exposición de las investigaciones de

Heródoto de Halicarnaso, par que no se desvanezcan

con el tiempo los hechos de los hombres, y para que

no queden sin gloria grandes y maravillosas obras

...”1.

Nota preliminar.

Heródoto, pensador griego considerado como el padre de la historia,

concibió la tarea de plasmar las hazañas de los hombres en el tiempo como el principal

objetivo de la historia. Aquello que en su momento consistió en realizar una compilación de

acontecimientos para dejarlos en forma escrita, en base a la utilización de relatos orales y

de recuperación de la memoria de la gente, parece ser una tarea bastante más compleja hoy

en día, cuando el historiador se enfrenta a cuestionamiento acerca de aquellos espacios de

tiempo en que, a diferencia de Heródoto, no existen relatos, ni pruebas suficientes, sino solo

jirones que nos sugieren , a medias, algunas de las características del pasado, del hombre y

de su espacio.

Al ser el pasado humano el objeto de estudio de la historia, el conocimiento

generado por ella será necesariamente parcial y altamente dependiente del tipo de

evidencias que respecto de ese pasado sea capaz de interpretar el historiador. He aquí otra

de sus limitaciones, aquella que se desprenderá de las propias subjetividades de quien

realiza dicha interpretación. La historia, por tanto, es eminentemente una disciplina

interpretativa, que, pese a la utilización de un método rigurosamente científico, será

subjetiva y parcial.

La invención de la escritura vino a solucionar un gran problema para la

historia por cuanto supuso que aquellas sociedades que idearon sus propias formas de

expresión escritas, plasmaron de algún modo sus acontecimientos y hazañas. Con todo,

existe aún un problema mayor que debe enfrentar esta disciplina, y es el que deriva de

cómo responder las dudas acerca de aquellos espacios de tiempo en que existió el hombre

pero de los que no han quedado huellas inteligibles que interpretar.

Qué sucede entonces con aquellos grupos que nunca conocieron ni

desarrollaron la escritura. Acaso ellos están obligados a sucumbir en forma silente en el

tiempo?. Por el contrario se trató de grupos con historia, con un pasado, con formas de

organización, de emoción y sentimientos que encierran el misterio de la evolución humana

y que aportaron tanto o más al progreso humano que las grandes civilizaciones por nosotros

estudiadas hoy. En efecto, fueron aquellos grupos ágrafos los responsables de adaptarse al

medio y sus cambios, permitiendo que la especie humana sobreviviera, fueron ellos los que

dominaron el fuego, quienes primero experimentaron con el uso de metales y, por supuesto,

1 Heródoto. Los nueve libros de la historia. Ediciones Océano. España. 1999. Libro I. p.3.

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los responsables de una de las mayores revoluciones de la historia, la revolución neolítica,

sólo comparable, en sus cambios y transformaciones, a aquellos producidos en su tiempo

por la revolución industrial2.

Este documento pretende aproximarnos a algunas de las principales

estrategias, métodos y limitaciones que enfrenta el conocimiento de la historia respecto del

origen y evolución de las primeras agrupaciones humanas, en lo que tradicionalmente se ha

conocido como el periodo prehistórico, a través de la ciencia que ha hecho de éste su

principal preocupación: La prehistoria.

I.- De la prehistoria a la historia. El misterio del pasado humano.

Didáctica y tradicionalmente se ha definido como prehistoria al estudio de

todo aquel periodo que abarca el estudio de los grupos humanos y de la evolución de los

mismos y del planeta , previo a la invención de la escritura.

Dicho concepto, aunque inadecuado, ha sido validado y continúa siendo

utilizado consensualmente, tanto dentro de la comunidad científica como dentro de los

sistemas tradicionales de enseñanza. En efecto, siendo la historia la reconstitución del

pasado humano, nada en que aparezca el hombre puede ser calificado como prehistoria y el

hombre, aunque no conociese la escritura en algún momento de su evolución, tiene un

pasado y, por lo tanto, su propia historia3.

A diferencia de la historia que reconstituye y se aproxima al pasado de las

sociedades a partir de la utilización de textos escritos, la prehistoria, es pues la historia

elaborada a partir de la utilización de fuentes enteramente materiales y, por lo tanto,

puramente arquelógicas. He aquí una clara limitación presente en la reconstitución del

pasado humano. No todos los grupos humanos lograron dejar evidencias perdurables en el

tiempo. La perdurabilidad de las pruebas o fuentes, en este caso, estuvo directamente

asociada a algunas cuestiones como, por ejemplo, el uso de artefactos por parte del hombre,

la existencia de depósitos de dichos artefactos o utensilios, el tipo y calidad del material en

que los mismos pudieron ser fabricados, la cantidad, diversidad, y, por supuesto, la

naturaleza de los cambios y transformaciones climáticas y geomorfológicas a las que

eventualmente pudieron quedar sometidos4. Por otra parte, no debemos dejar de considerar

2 Childe, Gordon. El origen de las civilizaciones. Ediciones Fondo de Cultura Económica. México. 1986. P.

85 y ss.

3 Pericot, Luis y Maluquer, Juan. La humanidad prehistórica. Ediciones Salvat. S.A. España. P. 11. Pese a lo

inadecuado, todos comprendemos a la prehistoria como la disciplina que se ocupa del estudio del pasado

anterior a la historia escrita, etapa a partir de la cual podemos contar con documentos, crónicas u otras

pruebas no sólo materiales que nos dan cuenta de la forma, organización y características de dichos grupos.

4 Una de las principales evidencias del progreso humano tiene que ver con la fabricación y utilización de

tecnología por parte de los primeros grupos humanos. En la medida que el hombre fue evolucionando fue

recurriendo a diversos materiales para la construcción de utensilios que facilitaran algunas de sus labores

básicas asociadas a la caza y la recolección, fundamentalmente. Es decir, si en un primer momento sólo

recurrió al uso de palos y piedras, pronto descubrió que la piedra era más efectiva que la madera, que existían

piedras de diversa dureza, algunas más fáciles de trabajar que otras, etc. Estos descubrimientos permitieron

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que, en gran medida , nuestras posibilidades de conocimiento están asociadosvinculados a

los descubrimientos o hallazgos efectuados por los especialistas, cuestión también asociada

a aquellos espacios elegidos para tal efecto. Esta última cuestión es lo que ha llevado a

afirmar a estudiosos como Mario Orellana, que, debido a que durante la mayor parte del

tiempo, los lugares explorados e investigados han estado situados en el suelo europeo, lo

que conocemos hoy como Prehistoria Humana, es, en su mayor parte, la prehistoria

europea5. Como puede deducirse entonces, las posibilidades de reconstituir completamente

ese gran rompecabezas que es el la historia de los primeros grupos humanos sobre la tierra,

es extremadamente compleja.

Frente a las mismas consideraciones anteriores, otro autor, José Manuel

Cuenca menciona que al ser la prehistoria la disciplina científica que se ocupa de recoger

los hechos más remotos del pasado de la humanidad, será la que se enfrente a las mayores

limitaciones y problemas de interpretación. Ello porque se enfrenta al estudio de la etapa

más larga de la historia, lo que sumado a la calidad y cantidad de fuentes con que puede

contar, no sólo hacen difícil la tarea de averiguar las características de sus vidas materiales,

sino casi imposible reconstituir por si sola aquellas vinculadas a su vida espiritual,

organización social, cosmovisiones, etc6. Por lo tanto, entenderemos bajo el concepto de

prehistoria al conjunto de preguntas lógicas que buscan respuestas inteligibles acerca de las

primeras culturas y sociedades7. La prehistoria será, entonces, aquella ciencia que busca

conocer al hombre y su comportamiento en el medio natural de épocas pasadas de las que

no disponemos de documentos escritos8 .

Según John Myres,

“ En es estudio de los tiempos prehistóricos nos vemos reducidos a lo que

indirectamente podemos descubrir como el conocimiento de utensilios,

habitaciones u obras de arte que han llegado hasta nosotros. Y aunque

algunas veces nos es posible determinar el orden en que ocurrieron los

inventos, los perfeccionamientos y otros cambios, por lo general nos

hallamos muy lejos de descubrir nombres o fechas”9.

que construyera diversos artefactos, que, según sus características y materiales de fabricación, hoy, a través de

excavaciones proporcionan algunos de los principales elementos de prueba de sus formas de vida y

organización.

5 Orellana, Mario. La prehistoria. Origen y desarrollo. Editorial Universitaria. Santiago. 1981.pp. 51-52.

6 Cuenca, José Manuel. Historia Universal. Ediciones Océano. España. 1992. Tomo I.pp. 5-6.

7 Orellana, Mario. Ob.cit. p. 51. Respecto del concepto de cultura, asociado a las sociedades primitivas,

existen algunas discrepancias, ya que algunos autores prefieren hablar más bien de complejos industriales,

porque se trataría de depósitos de utensilios que no siempre permiten extraer conclusiones acerca de su

complejidad o formas de organización. Al respecto, ver Cuenca, José Manuel. Ob. Cit. p. 6.

8 Hours, Francis. Las civilizaciones del paleolítico. Ediciones Fondo de Cultura Económica. México. 1985. P.

9.

9 Myres, John. El amanecer de la historia. Ediciones Fondo de Cultura Económica. México. 1971. P. 9.

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En consecuencia, el prehistoriador habrá de concentrarse en hurgar en el

suelo cuantos indicios le permitan averiguar qué ocurrió en el pasado remoto. Todo lo que

ha ocurrido ha dejado huella escrita en el suelo y si esa huella logra perdurar y alcanzar a

ser descubierta, no falta más que interpretar.

Pese al escepticismo de J. M. Myres, respecto de la incapacidad para

descubrir fechas y nombres, hoy en día una de los más significativos aportes de la

prehistoria ha sido justamente el establecimiento de algunas cronologías (relativas por

supuesto) que permiten conocer mejor y en forma didáctica lo ocurrido desde la aparición

del hombre sobre la tierra. Sin embargo, y como ya debe el lector deducir, la tarea de

descubrir, interpretar y establecer algunas conclusiones acerca de ese primer pasado

humano, requiere necesariamente del esfuerzo de un trabajo conjunto en el que se

combinen diversas ciencias, de la tierra, el conocimiento y del hombre, en lo que constituye

la principal estrategia de estudio de la prehistoria: el trabajo interdisciplinario.

1.1. El conocimiento acerca de la prehistoria y las ciencias auxiliares.

Como ya fue sugerido con anterioridad, en la tarea de reconstituir lo

sucedido con el hombre desde el momento de su aparición sobre la faz de la tierra, la

prehistoria sólo puede recurrir a la colaboración de las denominadas ciencias auxiliares. Un

conjunto de disciplinas científicas, que, a través del uso de sus propios métodos permiten

hacer inteligible el mensaje que las pruebas materiales aportan.

Desde la geología hasta la información, desde la antropología física hasta la

palinología, desde la tipología a la historia de las religiones se extiende la amplia gama de

procedimientos y métodos que emplea de prehistoria para lograr el conocimiento de los

hombres en el pasado10

.

En términos generales, la prehistoria es una disciplina muy joven. Emergió

dentro del campo del conocimiento a finales del siglo XIX, como resultado del fuerte

desarrollo experimentado por la arqueología, una de sus principales ciencias auxiliares.

Dicha disciplina, a través del hallazgo y clasificación de restos fósiles permitió establecer

algunas de las primeras periodificaciones que, más tarde, complementada a partir del aporte

de otras ciencias, permitieron ir configurando cada vez un cuadro más completo acerca de

la prehistoria, esencialmente europea.

Las primeras investigaciones, los primeros descubrimientos, los primeros

problemas y conclusiones acerca del pasado de los primeros grupos humanos, se originaron

dentro de círculos intelectuales franceses, ingleses, escandinavos alemanes, italianos, y

españoles, pero sin dudarlo, a la hora de mencionar a un precursor de esta área del

conocimiento debemos mencionar el nombres de Boucher de Perthes11

.

10

Horus, Francis. Ob. Cit. p. 17

11

Orellana, Mario. Ob. Cit. p. 51.

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Junto a la arqueología, otras ciencias como la geología y la paleontología 12

también han hecho lo propio. La primera aportando información acerca de las diversas

transformaciones experimentadas por la tierra que debieron afrontar los grupos humanos,

animales y vegetales y que definieron el destino de aquellas especies destinadas a la

extinción o a la adaptación. La segunda, a través del estudio de los huesos animales y de los

hombres, aportan información valiosísima que hoy permite conocer la existencia de

diversos tipos humanos en distintas épocas, cada una de las cuales con sus respectivas

características y una estimación de su capacidad intelectual, cuestión reforzada por los

métodos y técnicas de la antropología física esencialmente. Esta última nos informa acerca

del sexo, edad, inclusive hasta datos acerca de la muerte; de las enfermedades y posibles

accidentes que hallan experimentado los hombres primitivos. A través del estudio de los

huesos, por ejemplo, la antropología física puede llegar a reconstituir algunos tipos raciales,

obtener datos acerca de posibles emigraciones, mutaciones y evolución de dichas especies.

Si queremos referirnos a otras ciencias auxiliares, no pueden dejar de

mencionarse aquellas provenientes del ámbito de la física y química, las que, junto a las

ciencias naturales, han permitido a la prehistoria comprender el conjunto de modificaciones

ambientales a las que los grupos humanos debieron acomodarse para sobrevivir. Entre las

ciencias naturales, la climatología y en general todas las ciencias del ambiente han logrado

alcanzar conocimientos insospechados. Las ciencias físicas y químicas han permitido

facilitar y perfeccionar los métodos de datación de las especiales, fósiles, animales y

humanos. Así de ellas han emergido los métodos del carbono 14, iniciado alrededor del año

1950 por Lybby13

. Por su parte otro método desarrollado ha sido el del torio-iridio que

también permite llegar a fechas de datación de miles de años. A través de otros métodos,

como el de la termoluniniscencia, o el del potasio-argón, también se han logrado alcanzar

algunas fechas de miles de años para fósiles, restos de cerámica, etc. Sin embargo, la lista

de métodos no para aquí, de modo que el arqueólogo cada día contempla y se abre a la

posibilidad de nuevos hallazgos, nuevos métodos y nuevos conocimientos en este campo14

.

Por su parte, el análisis petrográfico ha permitido conocer el origen de las

piedras usadas por el hombre y , a partir de la existencia de yacimientos de éstas y de los

depósitos minerales, hacer una estimación de las posibles rutas de tránsito y comercio entre

las sociedades que llegaron a conocer y utilizar en la fabricación de sus herramientas dichos

elementos. Dentro de lo que es el trabajo de análisis de los restos de un yacimiento

arqueológico, la estratigrafía se transforma en el principal método utilizado por el

prehistoriador. Este método consiste esencialmente en la observación y análisis de las

diversas capas que componen el suelo en el cual se encuentran los restos y a partir de los

12

Por su parte la paleobotánica, a través del análisis de los granos de polen fosilizados, puede llegar a obtener

un conocimiento muy acabado de las especies vegetales flores, hierbas, árboles y bosques que constituyeron

el ambiente natural de las primeras especies humanas.

13

Este método de datación consiste en la incorporación a las sustancias orgánicas de pequeñas porciones de

carbono 14. A la muerte del organismo este carbono 14 se desintegra, quedando reducido a la mitad. Por lo

tanto el método consiste en medir la cantidad de carbono que contienen los cuerpos fosilizados. La gran

limitación de este método radica en que no se pueden fechar con exactitud los restos fosilizados con una data

superior a los 50.000 o 70.000 años.

14

Pericot y Maluquer. Ob. Cit. p. 20.

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cuales se pueden extraer una serie de conclusiones, desde el tipo de transformaciones

climáticas, hasta una estimación de temperaturas, características de flora y fauna etc.

De todas las ciencias auxiliares y métodos que hemos mencionado hasta

aquí, sin lugar a dudas una de las de mayor importancia, por su complementariedad con la

historia de las sociedades primitivas es la etnología. Aunque ésta se ocupe del estudio de

los grupos humanos actuales, determinando, a través de la observación directa, sus

características, modos de vida, formas de organización, etc., el conocimiento generado a

través de ella resulta altamente complementario con la prehistoria. Ello, porque esta

disciplina, parte del supuesto de que a pesar de que la cultura evoluciona a través del

tiempo, existen algunos rasgos de ella que permanecen y se transmiten a través del tiempo

si mayor variación. De tal modo, las formas actuales de comportamiento, organización y

visión de esos grupos, también reflejan el pasado15

.

Esta complementariedad entre los conocimientos y métodos empleados por

diversas ciencias y disciplinas y la prehistoria sólo buscan aproximarnos al descubrimiento

de la verdadera perspectiva de un tiempo sobre el que ignoramos la mayoría de los

sucedido, un conocimiento que está expuesto a temibles equivocaciones y que sin embargo,

pese a sus contradicciones, a las diversas teorías explicativas elaboradas, se presenta hoy

como la mayor revelación del conocimiento conseguida en tiempos recientes acerca de la

gran historia de la humanidad en sus comienzos.

2.- El problema de las periodificaciones.

Del mismo modo como el conocimiento del pasado encierra una serie de

limitaciones para la prehistoria por la existencia y acceso a las fuentes o pruebas, el

establecimiento de una cronología universalmente aceptada y validada científicamente será

otro de los problemas que deba enfrentar. Al respecto no existe consenso y en realidad con

lo que contamos es con una serie de propuestas, cada una de las cuales basadas en criterios

distintos de clasificación, para proponer no sólo una idea de cronología, sino además una

noción de la complejidad cultural de los grupos a lo largo del tiempo. A continuación

expondremos a aquellos sistemas de clasificación más frecuentemente empleados para

referirse al conocimiento de los primeros grupos humanos.

2.1.- El sistema de las tres edades: Elaborado por Christian Thomsen entre 1816 y 1819,

nunca pretendió tener una validez universal, sino que por el contrario, pretendió establecer

una clasificación primaria de los artefactos y utensilios encontrados en diversos sitios

arqueológicos en función del material del que estaban hechos. Según Gordon Childe, “la

clasificación de Thomsen fue lógica y consecuente; estaba basada en un criterio único,

fácilmente determinable, el material de los principales instrumentos cortantes y de las

armas. Se proponía dar, y de hecho dio, una sucesión de periodos tecnológicos de duración

15

Pericot y Maluquer. Ob. Cit. p. 12. De acuerdo a ambos autores, se trataría de materias afines pero

independientes. Ambas con sus propios métodos y postulados. La prehistoria tiene la cronología que le falta a

la etnología, en tanto que esta última ha logrado deverlar parte del misterio de la organización de las primeras

sociedades.

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indefinida, que seguían el mismo orden en toda Europa”16

. El mismo criterio de

clasificación y propuesta de periodificación fue, antes que Thomsen, sugerida por L.S.

Vendel Simonsen, hacia 1813 quien manifestó:

“ Al principio los utensilios y las armas de los primeros habitantes de

Escandinavia fueron hechos de piedra y madera. Luego los escandinavos

aprendieron a trabajar el cobre y posteriormente a fundirlo y endurecerlo ... y

finalmente a trabajar el hierro. Desde ese punto de vista el desarrollo de su

cultura puede dividirse en una Edad de Piedra, una de Cobre y una de

Hierro. Estas tres edades no pueden separarse mediante límites exactos, ya

que se encabalgan las unas en las otras. Sin duda alguna, el uso de los

utensilios de piedra continuó entre los grupos más pobres tras la aparición

del cobre, y de igual manera los objetos de cobre siguieron usándose después

de obtenerse el hierro...”17

.

La complejidad tecnológica y el material de fabricación permitieron a estos

estudiosos no sólo establecer una clasificación de materiales, sino además extraer las

primeras conclusiones acerca de la clave de la evolución cultural. Esta abría dependido de

la capacidad del hombre de conocer y dominar nuevas técnicas en la fabricación de

utensilios, es decir, en la elaboración de industrias cada vez más complejas. De las tres

edades la primera habría de ser la más extensa y antigua, en tanto que la última aquella que

implicaba las transformaciones más profundas a nivel social, económico e incluso político.

2.2.- Paleolítico y neolítico: El sistema de clasificación de John Lubbock:

Hacia fines de la década de 1840 y hasta 1860, las diversas excavaciones

efectuadas en Francia, Inglaterra y otros lugares insinuaban que la llamada edad de piedra

debía ser muy extensa, por lo que necesariamente debía ser subdividida para su mejor

estudio. Fue por primera vez en 1865 que John Lubbock, en una publicación titulada

Prehistoric times as ilustrated by ancient remains and the manners and customs of modern

savages , empleó por primera vez los conceptos de Paleolítico y neolítico, aludiendo para

tal clasificación criterios de orden geológico (al hablar de la época de los aluviones),

paleontológicos( al asociar al hombre a los animales extintos) y tecnológicos( al asociar los

alimentos silvestres al periodo paleolítico y la agricultura al neolítico). Así fundamentó este

arqueólogo aficionado sus etapas de clasificación:

I.- La de los aluviones, cuando el hombre compartía la posesión de Europa

con el mamut, el oso de las cavernas, el rinoceronte lanudo y otros animales

extinguidos. A esta época propongo llamarla el periodo “Paleolítico”.

II.- La posterior la Edad de la piedra pulimentada, periodo caracterizado por

la existencia de armas e instrumentos bellísimos, hechos de pedernal y otras

clases de piedra, no encontramos aquí, sin embargo, rastro alguno de un

16

Childe, Gordon. Reconstituyendo el pasado. Ediciones Universidad Nacional Autónoma de México.

México. 1958. Cap. II. Pp. 29 y ss.

17

Citado por Mario Orellana. Ob. Cit. p. 29.

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conocimiento de los metales, con excepción del oro ... Para este periodo he

sugerido el térmico de Neolítico.

III.- La edad de Bronce, durante la cual se empleaba el bronce y todo tipo

de instrumento cortante.

IV.- La edad del Hierro, en la que este metal llegó a reemplazar al bronce en

la fabricación de armas, hachas, navajas, etc; el bronce ... seguía usándose en

la ornamentación y frecuentemente también para la fabricación de mangos

de espada y otras armas ... . Para evitar errores sería conveniente afirmar,

ante todo, que por el momento sólo aplico esta clasificación a Europa,

aunque con toda probabilidad podría utilizarse también para las regiones

vecinas de Asia y Africa18

.

2.3.- El sistema de los estadios de desarrollo étnico: La propuesta de Lewis Morgan

A partir del aporte de las teorías antropológicas, organizadas desde la

segunda mitad del siglo XIX se logró dar un nuevo impulso al conocimiento prehistórico.

Hoy se sabe que las teorías provenientes de las ciencias sociales aportan significativamente

al estudio de las culturas y sociedades prehistóricas, como se deduce de los aportes hechos

por los funcionalistas Manilowsky y Radcliffe-Brown, aunque sin lugar a dudas, uno de los

aportes más importantes provino del inglés Tylor y del norteamericano Morgan. Este

último, en un artículo publicado en 1877, bajo el título de Ancient Society or Researches un

the Lines of Human progress fron savagery throungh barbarism to civilization, expuso lo

que constituye la principal preocupación de la arquoilogía y antropología de Europa

Occidental:

“Es un deseo natural - escribió- y conveniente conocer, en la medida de lo

posible cómo se desarrolló la vida del hombre durante estas edades

inconmensurables de un tiempo pretérito, cómo llegaron los salvajes a

alcanzar, con pasos lentos y casi imperceptibles, la condición superior de la

barbarie; cómo los bárbaros, con un avance progresivo parecido, alcanzaron

por fin la civilización, y porqué otras tribus y pueblos se han quedado atrás

en la carrera hacia el progreso. –algunos en estado civilizado, otros en estado

bárbaro, e incluso otros en estado salvaje....19

”.

En otras palabras, Morgan partía de una constatación inicial, las sociedades

evolucionan y lo hacen en distinto grado. La pregunta entonces es qué posibilita que

algunas se desarrollen y se tornen más complejas que otras y por la influencia de qué

factores. En un intento de explicar esta diferencia fundamental entre los ritmos de

desarrollo y complejización de las sociedades, L. Morgan propuso un sistema de

periodificación que, apoyándose en criterios etnológicos permitió la identificación y

asociación del sistema de las tres edades propuesto por Thomsen con la consideración de

algunos criterios económicos, sociales y culturales, en función de los cuales terminó por

proponer la siguiente clasificación:

18

Citado por M. Orellana . Ob. Cit. p. 3.

19

Citado por M. Orellana. Ob Cit. p. 47..

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I.- Estado antiguo del salvajismo: Este periodo comenzó con la infancia de la

raza humana y puede decirse que acabó con la adquisición de un sustento

gracias a la pesca y al conocimiento del uso del fuego. El hombre vivía

entonces en su hábitat original y restringido, y se alimentaba con frutas y

nueces. Los inicios del lenguaje articulado

II.- Estadio medio del salvajismo: comenzó al adquirir la humanidad sus

medios de subsistencia gracias a la pesca y al uso del fuego y acabó con la

invención del arco y la flecha.

III.- Estado tardío del salvajismo: comenzó con la invención del arco y las

flechas, y acabó al crearse el arte de la cerámica...

IV.- Estado antiguo de barbarie: incluye a aquellos grupos que conocieron la

cerámica pero no alcanzaron a disponer de un alfabeto fonético y del uso de

la escritura.

V.- Estado medio de la barbarie ....comenzó con la domesticación de

animales , con el cultivo por irrigación y el uso del adobe y la piedra en

arquitectura. Podemos fijar su fin con la invención del proceso de fundición

del hierro...

VI.- Estado tardío de la barbarie: Comenzó con la fabricación del hierro y

finalizó con la invención del alfabeto fonético y el uso de la escritura ... Aquí

comienza la civilización.

VII.- Estado de civilización: ... se inició con el uso del alfabeto fonético y la

producción de documentos escritos, y se divide en antiguo y moderno...20

Pese a lo completo de su clasificación, creemos que Morgan cometió una

omisión esencial, aquella que deviene de la complejidad del proceso de evolución de los

grupos que él mismo intentó solucionar. Su clasificación, generaliza, no dejando paso a la

consideración de casos particulares. Por ejemplo, si atendiéramos exclusivamente a su

propuesta, no podríamos explicar la emergencia de civilizaciones como la egipcia que, sin

conocer el uso del hierro, ya contaba con un conocimiento altamente complejo, había

desarrollado un estado centralizado, practicaba la agricultura y poseía un intrincado sistema

de control territorial y de población. En consecuencia, las propuestas y teorías de

periodificación y los criterios privilegiados para ellas son en si mismos incapaces de

explicar la complejidad del proceso de evolución de los grupos humanos en el tiempo, por

lo que necesariamente ha de buscarse la complementariedad entre los mismos.

En función de ello, creemos que, una propuesta que intenta incluir tanto

criterios de orden económico, social, cultural , como tecnológico es aquella que apunta a

distinguir la cadena evolutiva a partir de los rasgos de complejidad cultural y de

organización que presentaron necesariamente las agrupaciones desde el estado más

primitivo o menos desarrollado hasta el grado de civilizaciones complejas. Como se trata de

una propuesta basada en las características organizacionales de cada grupo, ello no excluye

que, mientras un grupo alcanza un nivel muy complejo de desarrollo, otro permanezca en

un estado menor.

20

Citado por M. Orellana. Ob. Cit. p.p. 48,49.

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CRONOLOGIA HISTORICA

Período Pleistoceno (Era de las Glaciaciones) Era Geológica Actual Período Post Glacial

Criterio Geológico

Glaciaciones de Günz

600.000 – 540.000

Interglaciación Günz-Mindel

540.000 – 480.000

Glaciación de Mindel

480.000 – 430.000

Interglación Mindel-Riss

430.000 – 240.000

Glaciación de Riss

240.000 – 180.000

Interglación Riss-Würm 180.000 – 120.000

Glaciación de Wünm 120.000 – 10.000

Período Geológico Actual

Período Paleolítico (Paleos – Antiguo Lítico – piedra) o Edad de Piedra Período Neolítico (Neo-Nueva-Lítico (Piedra) o Edad de los Metales 600.000 – 100.000

Período Paleolítico Inferior (600.000 – 100.000)

Paleolítico Medio 100.000 – 50.000

Paleolítico Superior 50.000 - 10.000

Período Mesolítico 510.000 – 10.000

Período Neolítico 10.000 – 1.000 a.c.

NACIMIENTO DE CRISTO

Cultura de los Eolitos Cultura de las Lascas Cultura de las Hachas de Mano Cultura de las Puntas de Flecha Edad de Cobre y Edad de Hierro

Bronce 6.500 F 3.000 3.000

0 EDAD MEDIA

Revolución Sociedad 1700 1200 750 435 Neolítica Agricultura Egipcia Indo- Pueblos S.Griega Soc. Caída curopeos Romana I.R CARACTERÍSTICAS DEL DESARROLLO CULTURAL

SOCIAL POLITICA ECONOMICO CULTURAL SOCIAL POLITICO ECONOMICO CULTURA

* Organización en torno a hordas *Sistema de clases ba- sado en el parentesco * Agrupaciones nómadas * Ocupación dispersa de los espacios * Sociedad relativamente igualitaria * Ausencia de la propie- dad privada

* Organización simple * Ausencia del Estado * Formas de liderazgo ba- sado en la edad, paren- tesco * Fuerza militar * Lucha por territorio o ni- chos ecológicos * Ausencia de centros ur- banos

*Agrupaciones de cazado- res Recolectores * Formas de intercambio en base al trueque * Ausencia de la moneda * Sociedad igualitaria; sis- tema de división del traba- jo en base al género y la edad. * Ausencia de formas de almacenamiento o genera- ción de excedentes

* Formas de expresión simple * No escritura * Creencia en el más allá * Religiosidad animista y naturalista

* Sistema de división en clase * Sociedad jerarquizadas * Relaciones asimétricas

* Desarrollo de formas de poder centralizado, el Es- tado * Emergencia de formas de organización urbana la ciudad * Emergencia de Elites o burocracia estatal * Predominio sobre espa- cios territoriales claramen- te definidos * Tendencia a la formación de macroespacios político territoriales * Tendencia al Expasionis mo

* Desarrollo agricultura Generación de exceden- tes * Desarrollo del comercio a corta y larga distancia * Desarrollo sistema de cambio monetario * División del trabajo en base a la especialización y desarrollo tecnológico * Emergencia de la propie- dad privada * Especialización de la in- dustria

* Sociedades complejas Formación de grandes Áreas de desarrollo cultu- ral y civilizaciones * Alto grado de desarrollo del conocimiento, ciencia y tecnología * Uso de la escritura: re- gistro de memoria escri- tural * Formas de expansión di- versas * Formas religiosas poli- teístas * Creencias en el más allá

C. T O M S O N

L. L U B B O K

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Prof. Yéssica González y Holdenis Casanova. La cultura: Concepto y características.

11

2.4.- Características del desarrollo cultural

Tomando como base a las ideas centrales de los autores C. Thomsen y L.

Lubbock, estableceremos una diferenciación entre lo que denominaremos culturas simples

y culturas complejas, dependiendo del grado de complejidad de sus estructuras sociales,

políticas, económicas y, por supuesto, de sus manifestaciones culturales, sean éstas

materiales o espirituales.

Las primeras, se habrían caracterizado, en lo social, por estar organizadas en

torno a hordas, es decir, grupos compuestos por escasos miembros, cuya organización

básica estaba dada por el instinto y la necesidad de asegurar la sobrevivencia . Lo más

probable es que se tratara de grupos entre los cuales las relaciones de poder estaban dadas

por el parentesco, existiendo, de seguro un sistema de distribución de tareas en base al

género y sin existencia de la propiedad privada. Se trataba, como lo sugiere R. Eilser de

sociedades comunitarias, basadas en un sistema coparticipativo, solidario o gilánico21

.

Eran agrupaciones nómades, que ocupaban en forma dispersa el espacio

dependiendo de la naturaleza, variedad y cantidad de recursos existentes en las regiones.

Con toda probabilidad sus patrones de ocupación del espacio las impulsaron a habitar

primero aquellas regiones cercanas a la costa, así cuando menos lo sugiere la existencia de

una cantidad de hallazgos cercanos a las costas del mediterráneo, Africa y Asia. Es

probable que en la medida que las condiciones fueron cambiando y estos grupos

evolucionando, las hordas tendieran a definir áreas de ocupación estacional, dependiendo

esencialmente de las variaciones climáticas. El grupo aseguraba la sobrevivencia

manteniendo el bajo número de sus componentes, lo que a su vez le otorgaba mayor

movilidad y demandaba menos esfuerzos desde el punto de vista de los requerimientos

alimenticios. Esto nos lleva a pensar que emplearon también mecanismos de selección

natural de sus miembros, recurriendo a prácticas como el infanticidio, la eliminación de los

miembros más débiles o los enfermos y ancianos. No debemos olvidar que estamos frente a

grupos que debieron luchar permanentemente en contra de la naturaleza para sobrevivir.

Desde el punto de vista de sus estructuras políticas, éstas eran esencialmente

simples. Lo más probable es que de existir alguna autoridad, ella fuese legitimada por el

grupo en función de algún criterio como la capacidad física o la línea parental. Al ser

grupos nómades, carecieron de centros poblados estables, lo que tardó aún más la

emergencia de necesidades en cuanto a la definición de un sistema de organización política.

Es probable que la disputa de nichos ecológicos, en época de escasez de alimento gatillara

la organización de algunos esfuerzo incipientes de grupos militares, pero ello más bien

21

El concepto de gilánico fue acuña do por Reine Eilser, en la exposición de su teoría de la transformación

cultural. El concepto en si mismo deriva de la palabra griega gyne que significa mujer y de andros que

significa hombre, por lo que el término en si mismo pretende ilustrar la complementariedad entre ambos sexos

en la tarea de asegurar la sobrevivencia y el progreso de la especie humana. La propuesta de la Eilser consiste

en defender la idea de la solidaridad y del trabajo comunitario como la clave del progreso de los primeros

grupos, cuestión que se habría roto en el momento en que emerge el modelo guerrero y en que se constituye

el principio de la propiedad privada que legitima las relaciones de asimetría no sólo entre los sexos, sino

también entre los grupos, permitiendo la emergencia de un sistema de poder basado en la desigualdad. Ver. El

caliz y la espada. Ediciones cuatro vientos. Santiago. 1990. Pp.1198-120.

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Prof. Yéssica González y Holdenis Casanova. La cultura: Concepto y características.

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estuvo determinado por un acto reflejo de sobrevivencia, más que por acciones concertadas

de ataque hacia el enemigo con algún fin político.

En cuanto a lo económico, se trataba de agrupaciones de cazadores

recolectores, con escasas posibilidades de almacenamiento debido a su condición de

movilidad y nomadismo. Lo mismo nos lleva a suponer que fueron grupos en los que no

fue del todo común la existencia de intercambios, aunque no es descartable que se

produjeran, en etapas de tránsito hacia las formas de vida sedentarias, algunos intercambios

en base al trueque. Debemos aclarar que pese cuando hablamos de agrupaciones muy

simples, ello no excluye la posibilidad de que existieran diferencias en cuando al ritmo de

desarrollo , por lo que perfectamente pudo darse el caso de que mientras algunos grupos

permanecieron como hordas ambulantes de cazadores y recolectores, otros comenzaran a

experimentar el tránsito hacia formas sedentarias de ocupación del espacio y

experimentaran las primeras actividades en función del descubrimiento de la agricultura o

de la domesticación animal.

En relación a sus manifestaciones culturales y espirituales, lo más probable

es que se tratara de grupos con una noción primaria de trascendencia. No existía la

escritura, pero en la medida que evolucionaron y se hicieron sedentarios llegaron a idear

mecanismos de comunicación bastante elaborados. A pesar de que sus manifestaciones

fueran simples, expresiones como el arte rupestre, dan cuenta de agrupaciones que

experimentaron la necesidad de dejar huella de sus actos, como una forma de demarcar los

espacios en la disputa de sitios o nichos ecológico, tal vez, como una evidencia bastante

clara de la idea de trascendencia. Sin embargo, lo cierto es que en la cadena de

complejización, si la horda fue el primer eslabón, el clan y la tribu serían los siguientes. Sus

sistema de creencias religiosas estaban basados en la atribución de cualidades

sobrenaturales a fenómenos y seres naturales, por lo que estamos en presencia de una

religiosidad de carácter animista, en la que probablemente, pronto emergió la figura del

chamán o brujo, como aquel individuo dentro del grupo al que no sólo se le atribuían

cualidades especiales y mágicas para interpretar el ciclo y la naturaleza de los signos

naturales, sino también cualidades curativas que lo catapultarían a una condición de poder

interesante dentro de sus respectivos grupos.

Por su parte, en el caso de las denominadas sociedades complejas, estamos

en presencia de agrupaciones que en lo social se caracterizarán por la legitimación de un

sistema de ordenamiento en clases, que da cuenta de la desigualdad entre sus miembros, así

como también de la asignación de roles y funciones específicas para cada uno de ellos,

roles y funciones que serán más o menos valorados dependiendo de las características de

sus respectivas organizaciones y de los objetivos de la misma. A mayor complejidad

cultural, mayor fue la necesidad de establecer diferenciaciones entre los miembros de estos

grupos, al punto que en la casi totalidad de las sociedades antiguas que llegaron al estado de

sociedades altamente complejas, se terminó por legitimar un sistema de explotación social

y económico en base a la esclavitud22

.

22

Al respecto, ver. Anderson, Perry. Las transformaciones de la antigüedad al feudalismo.

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Desde el punto de vista político, estas sociedades se caracterizaron por la

legitimación de sistemas de poder y autoridad fuertemente centralizados. Estamos en

presencia de sociedades con estado y un estado cada vez más complejo en la medida que

nos encontramos frente a civilizaciones. En la mayoría de los casos la presencia y

desarrollo del estado estuvo asociado a la emergencia de centro urbanos y ceremoniales,

aunque debe aclararse que algunas sociedades consideradas altamente complejas no

necesariamente pueden asociarse a la categoría de sociedades urbanas. En tal sentido

existieron diferencias notables entre las características de estados en oriente y occidente.

Dentro de las sociedades orientales, el estado tuvo fuertes características

religiosas, al punto que puede hablarse de verdaderos estados teocráticos. Tal fue el caso de

los sumerios, y de los propios egipcios. En esos casos, la legitimación del poder y de la

autoridad de un rey estuvo fuertemente vinculada también a las influencias que la religión

ejerció sobre la sociedad. Es por ello, que lo que podría denominarse como centros urbanos,

en realidad eran centros ceremoniales, a partir de los cuales se desarrollaban una serie de

otras actividades propias de la ciudad, pero que en estricto rigor, pocas veces contaron con

una verdadera infraestructura urbana o con la concentración de población suficiente para

ser consideradas como tales. Distinto fue el caso de las denominadas civilizaciones

occidentales, urbanas por excelencia, en donde el principio de autoridad y de legitimidad

del estado estaba dado por el derecho de vivir en la civitas, en la ciudad. Aquí la religión

jugó un papel subsidiario, ante la elaboración de un discurso laico de sustentación de la

ideología de los estados. Tal fue el caso de griegos y romanos.

Estas sociedades complejas, en posesión de un sistema organizado de

gobierno, representado en un estado fuerte y personalista, terminaron en la mayoría de los

casos dando origen a un intrincado sistema de influencias que derivó, más allá de la

generación de áreas de irradiación cultural, en verdaderos espacios de ocupación política y

militar. Fueron las denominadas tendencias expansionistas que llevaron a la conformación

de grandes espacios macrogeográficos que han pasado a la historia como los imperios más

importantes de la historia antigua. Como puede deducirse, hasta este punto, las sociedades

dan cuenta de una complejidad extrema en sus procesos de evolución. Desde aquellas

hordas que luchaban por la sobrevivencia , a sociedades, que entre las estrategias diseñadas

para sobrevivir y trascender en el tiempo, recurrieron al desarrollo de mecanismos

específicos de dominación sobre otras áreas y pueblos menos desarrollados, valiéndose para

ello de una instrumento de poder y control esencial: el Estado.

En las sociedades complejas, la emergencia del estado también vino

asociado a la configuración de nuevos tipos sociales, con funciones políticas concretas,

fueron la denominada burocracia que llegaría a constituir una verdadera elitte de poder

dentro de estas sociedades.

Económicamente, las sociedades complejas fueron agrícolas y excedentarias.

Asociado al desarrollo de la agricultura desarrollaron complejos sistemas de organización

del trabajo y de distribución de los recursos, normalmente ésta fue una tarea coordinada

desde el estado. Se trató de sociedades que conocieron el intercambio económico a nivel

local, regional, nacional e internacional. La complejización de las transacciones asociadas

al comercio también demandó en la mayoría de los casos del desarrollo de un sistema

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Prof. Yéssica González y Holdenis Casanova. La cultura: Concepto y características.

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monetario o de intercambio que facilitara estas operaciones. Cuando estas sociedades se

expandieron, un elemento importante de sustentación de sus economías también fue el

tributo impuesto a las sociedades a quienes dominaban, fuese este en especies, trabajo o

prestaciones militares. Sin embargo, cuando se trató de estados fuertemente centralizados,

desde antes del desarrollo de tendencias militares o expansionistas, la imposición de la

tributación también operó en forma interna como un mecanismo legítimo y necesario para

el control de la población, la regulación del trabajo y el aseguramiento de excedentes. La

misma complejidad de las actividades económicas obligó a estas sociedades a perfilar

tempranamente un sistema de especialización y división de las faenas productivas, dando

como resultado un fortalecimiento de los sistemas de diferenciación social y estratificando

fuertemente sus sociedades en función de quienes producían y quienes detentaban el control

de los medios productivos. En esta situación un elemento central fue la posesión de la

tierra, en manos, mayoritariamente del estado, los grupos sacerdotales y las clases

dirigentes. Sin embargo y pese al control intentado establecer, fue incontenible la

emergencia de la propiedad privada, cuestión que, en casos como el egipcio, daría inicio a

un fuerte proceso de feudalización que finalmente terminaría por cambiar la estructura de

ese estado.

El desarrollo del comercio también permitió impulsar, más allá de la

agricultura el desarrollo de actividades asociadas a la industria artesanal, vinculada al uso y

explotación de los recursos propio de cada área cultural. Así famosas son las industrias

asociadas a la cerámica, seda, lino, orfebrería, etc, desarrolladas por estas culturas.

Desde el punto de vista de su desarrollo cultural, es decir de la manifestación

de sus producciones materiales , intelectuales y espirituales, las culturas complejas

configuraron verdaderas áreas de desarrollo e influencia cultural, que traspasaron los

límites territorialmente autoimpuestos y se expandieron hacia otras regiones en las que,

probablemente, contribuyeron a acelerar los procesos de desarrollo. Fueron sociedades que

a través de los contactos militares o comerciales, terminaron por difundir los rasgos

esenciales de sus formas de organización social, su idioma, conocimiento, científico y

tecnológico, sus religiones, etc. El uso de la escritura facilitó en cada una de ellas el

conocimiento en detalle de este proceso, así como también uno de los rasgos más

característicos de la complejidad de las mismas ha logrado traspasar la barrera del tiempo a

través de las denominadas construcciones monumentales. Fueron sociedades con un claro

sentido de trascendencia, con una noción de una vida después de la muerte en función de la

elaboraron sus respectivas cosmogogías, en las que, el principio religioso del destino y la

exclusividad fueron, a menudo, de la mano.

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Prof. Yéssica González y Holdenis Casanova. La cultura: Concepto y características.

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Prof. Yéssica González y Holdenis Casanova. La cultura: Concepto y características.

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La cultura: Concepto y características

Yéssica González Gómez

Holdenis Casanova Guarda

Los seres humanos somos diferentes al resto de los animales. Esta diferencia radica

fundamentalmente en la cultura. Sobre este vocablo existen tantas definiciones como

autores han abordado el tema:

Así, por ejemplo, Edward Tylor definió a la cultura como “ese todo complejo que

incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y

cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridas por el hombre como miembro de la

sociedad”( Primitive culture, 1971,p.1)

Por su parte, Osvaldo Silva expresó: “La cultura, por definición, engloba

todo el producto del quehacer humano: refugio y abrigo contra las inclemencias del tiempo,

herramientas y medios para explotar la naturaleza en su propio provecho, división de tareas

y especialización en ciertas labores, formas de organización social y política, normas que

rigen la conducta o relaciones entre los miembros de una sociedad, medios de expresión

elaboraciones mágico-religiosas, científicas o filosóficas, etc. “(Prehistoria de America,

1971, p.1)

A su vez, Dominique Perrot definió a la cultura como “el conjunto de valores,

comportamientos e instituciones de un grupo humano que es aprendido, compartido y

transmitido socialmente. Abarca todas las creaciones del hombre: cosmogónica, modos de

pensamiento, imagen del hombre, sistema de valores, religión, costumbres, símbolos, mitos

(...) sus obras materiales, tecnología, modos de producción, sistema monetario,

instituciones sociales, reglas morales y jurídicas, etc. La cultura – en sentido lato- no es el

resultado de la libre imaginación del hombre, sino de la acción que el hombre ejerce sobre

su medio ambiente natural y de la interacción de los miembros de un grupo”.

(Etnocentrismo e Historia, 1979, p. 39).

Estos enunciados, y otros similares, permiten precisar los rasgos o características esenciales

de la cultura, a saber:

1.- La cultura lo abarca todo: Como señalara Silva “engloba todo el producto del

quehacer humano” o, según Perrot, “abarca todas las creaciones del hombre”. El

antropólogo nortamericano Leslie White, sintetizó esa enorme amplitud al expresar que la

cultura es un sistema organizado, integrado, constituido por tres niveles de elementos: 1)

Tecnológico: compuesto por los instrumentos y técnicas que permiten al hombre articularse

con el habitat natural (modos y medios de producción, armas, etc.); 2) sociológico: que

incluye las relaciones interpersonales, sea individuales o colectivas (sistemas sociales,

políticos, militares, eclesiásticos, recreativos, etc.); 3) Ideológicos: en cuyo ámbito están las

ideas, creencias, conocimientos, expresados en un lenguaje articulado o simbólico

(teologías, mitologías, formas literarias, filosóficas, científicas, etc).

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2.- La cultura es compartida: Es decir, es un atributo no de los individuos per se, sino de

los individuos como parte de un grupo. En este sentido, resulta esencial la frase de Tylor

“adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad”. Sociedad en la cual las

personas interactúan y comparten elementos y experiencias comunes.

3.- La cultura es adquirida: Ella se adquiere mediante el aprendizaje consciente o

inconsciente y se transmite a través del lenguaje, máxima expresión de la cultura y

herramienta fundamental en la construcción del conocimiento. Se aprende observando,

escuchando, conversando, experimentando, relacionándose con los demás. Se dice,

entonces que la cultura es extraorgánica o extrasomática porque ella no es el resultado de la

herencia biológica o genética sino de la interacción social.

La enculturación es el proceso mediante el cual los hombres adquieren desde

pequeños su propia cultura. Actúan como agentes enculturadores los abuelos, los padres,

los hermanos mayores, los profesores, etc.

4.- La cultura es adaptante y mal adaptable: Para hacer frente a las condiciones medio-

ambientales, los seres humanos recurren tanto a rasgos biológicos como culturales. Algunos

elementos tecnológicos, por ejemplo, pueden fomentar una economía exitosa, pero también

pueden producir un agotamiento de recursos estratégicos amenazando, incluso, la existencia

continuada de una comunidad. Más aún, las prácticas culturales que son adaptantes para

una sociedad podrían ser mal adaptantes para otra, cuestión que puede ocurrir cuando las

sociedades se ven expuestas a procesos de dominación política.

5.- La cultura es simbólica: Los seres humanos crean símbolos y les otorgan un

significado. Según Leslie White, la cultura tuvo su origen cuando nuestros antepasados

adquirieron la capacidad de simbolizar o, libremente, dotar de significado una cosa o hecho

y captar tal significado. Por ello, el antropólogo Clifford Geertz ha definido la cultura como

ideas basadas en el aprendizaje de símbolos.

Un símbolo es una representación verbal o no verbal (material) dentro de una

cultura particular. La asociación entre un símbolo y su significado es arbitraria y

convencional, es decir, se establece en virtud de las tradiciones y costumbres de una

sociedad determinada.

6.- La cultura es un sistema integrado: Los distintos elementos que la componen están

interrelacionados. Si uno de ellos cambia, los restantes también lo hacen. Las

transformaciones económicas, por ejemplo, pueden generar cambios importantes en el

ámbito social, afectando a la familia, el matrimonio, la educación de los hijos, etc. Por otra

parte, y siguiendo la nomenclatura de White, si el nivel tecnológico de una sociedad es

simple o escasamente desarrollado, también lo serán los niveles sociológico e ideológico.

7.- La cultura es general y específica: Todos los seres humanos tienen cultura. Esta se

convierte, entonces, en una posesión generalizada o en una capacidad compartida por el

género Homo. Pero, al mismo tiempo, las personas viven en sociedades particulares,

distintas una de otra, con tradiciones culturales específicas, también diferentes

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8.- La cultura es dinámica: Experimenta cambios, ajustes, adaptaciones y readaptaciones,

tanto por circunstancias internas o endógenas como por circunstancias externas o

exógenas. No obstante, algunos elementos culturales se mantienen como sucede con las

cosmovisiones, las creencias y los valores, etc. De este modo, la cultura implica cambio y

permanencia a la vez.

Las teorías acerca de la cultura

La evolución humana, tanto en el ámbito biológico como en el cultural,

contrituyeun hecho innegable. A través de los siglos los hombres han ido dominando la

naturaleza y dependiendo cada vez en menor grado de ella. Sin embargo, eTan complejo

como elaborar un concepto universal de cultura resulta tratar de explicar el fenómeno del

desarrollo y evolución cultural de las sociedades a través del tiempo. De este modo y,

particularmente a partir del desarrollo del campo de conocimiento antropológico y

sociológico han sido elaboradas una serie de teorías que intentan dar respuesta a este

proceso científica y metodológicamente. Entre dichas terías las más destacadas y utilizadas

son:

1.- La teoría Evolucionista: Basada en la creencia de la universalidad del tipo humano y

del progreso de las civilizaciones expresado por Condorset en 1975, la teoría evolucionista

se apoya en el transformismo de Lamarck y en las investigaciones biológicas de C. Darwin

(1859) sobre el origen de las especies mediante el proceso de selección natural. (Boudon,

1993, p.96)

En un sentrido amplio la teoría evolucionista designa una perspectiva teórica que

parte del supuesto de la existencia de un orden inmanente a la historia de la humanidad del

cual pueden ser deducidas algunas leyes en cuanto al orden de la sucesión de los fenómenos

sociales y de complejización de la cultura. En un sentido restringido, el evolucionismo

denota al conjunto de teorías elaboradas a partir de la segunda mitad del siglo XIX para

explicar la trayectoria única de la humanidad. (Bryson, 1945)

Para el evolucionismo, “de la misma forma que en el mundo natural se observa una

diversificación de las especies y un perfeccionamiento constante de la adaptación al medio,

en el mundo humano se constata un paso de lo simple a lo complejo (Spencer, 1874-1875);

Durkhim (1893), y una mejora de los sistemas sociales, en los campos económico, político,

de parentesco y religioso.

Como teoría de la cultura, el evolucionismo está fragmentado en una filosofía

teleológica de la historia marcada en la creencia de un destino ascendente de la civilización

y en una determinación de la historia por la influencia de algún factor predominante: 1) el

biológico, para Darwin; 2) el técnico para Morgan; 3) el económico, para C. Marx, o 4) el

espiritual para Frazer. En una línea evolutiva de interpretación de la cultura sólo hay etapas

de desarrollo, las que tendrán una determinación distinta según el autor que las proponga.

Entre estas destacan las de Comte, para quien los estadios de desarrollo de la cultura son el

Teleológico, metafísico y positivo, refiriéndose a la influencia de los factores espirituales e

ideológicos. Para Morgan, en tanto, quien privilegie los factores tecnológicos e industriales

la cadena de complejización cultural permite distinguir un estado de salvajismo, barbarie y

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Prof. Yéssica González y Holdenis Casanova. La cultura: Concepto y características.

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civilización. En tanto que para Marx, el factor determinante estaría dado por las

transformaciones económicas y los sistemas de relación creados en torno al control de los

medios de producción, pudiendo entonces distinguir en la cadena evolutiva, el tránsito

desde sociedades esclavistas, a las de orden feudal, capitalistas y finalmente socialistas.

2.- La teoría Funcionalista: esta teoría de la cultura es considerada en una doble

dimensión: como un cuerpo doctrinario de explicación respecto del problema del desarrollo

cultural y social; y como un método de análisis. La hipótesis central de esta teoría,

inicialmente inspirada en el organicismo del siglo XIX postula que os elementos de una

sociedad forman un todo indisociable y juegan un papel vital en el mantenimiento del

equilibrio del conjunto siendo por lo tanto indispensables.

El funcionalismo supone la estabilidad y la integración de los sistemas sociales, por

lo que reduce la explicación de los hechos sociales a sus funciones. Entre los principales

exponentes de esta teoría pueden contarse a Malinowsski, Durkheim y Radcliffe-Brown.

Los principales supuestos de esta teoría pueden ser resumidos del modo siguiente:

1) Supone que el hombre en sociedad puede ser objeto de una ciencia positiva sobre el

modelo determinista de las ciencias de la naturaleza.

2) Recurre ampliamente a la analogía biológica para explicar lo social.

3) Desarrolla una visión unitaria del mundo social, es decir considera que todas las

sociedades obedecerían a leyes de funcionalismo idénticas y tendencialmente

progresivas..

4) Privilegia el todo por sobre las partes, en este caso la sociedad sobre los individuos.

5) El principio de explicación de la cultura funcionalista es de inspiración antihistórica,

cuestión criticada por los defensores de la perspectiva dinámica como de por la

antropología amarxista.

Esta teoría ha sido objeto de numerosas críticas. La más seria de todas formulada

por Levi-Strauss. Con todo, la principal debilidad de esta teoría radica en la imposibilidad

de explicar las tensiones y contradicciones presentes en toda evolución cultural y social.

Así mismo, al limitar su análisis a lo estrictamente funcional, omiten la dimensión

simbólica de la función.

3.- El Estructuralismo: Básicamente puede ser definida como una corriente de pensamiento

que da prioridad a la totalidad respecto del individuo, a la sincronía de los acontecimientos

más que a su evolución y a las relaciones entre los acontecimientos.

Según la perspectiva estructuralista, cuyo principal exponente es L. Strauss, es el

conjunto de reglas formales de combinación de los elementos (de parentesco, del mito, del

lenguaje) las que dan sentido al conjunto de la cultura. Del mismo modo, los expositores de

este enfoque consideran al lenguaje el principal elemento de transmisión y conservación del

conjunto de producciones materiales y simbólicas que expresan la cultura.

Dentro de la misma lógica, cada cultura adoptaría soluciones particulares para

resolver sus problemas, cuestión que constituye el principal punto de desencuentro entre

esta teoría y el funcionalismo.

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Prof. Yéssica González y Holdenis Casanova. La cultura: Concepto y características.

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El Estructuralimo más que una teoría, constituye una metodología de análisis que

consiste en considerar el objeto , en este caso, la cultura, como una totalidad que puede ser

descrita y formalizada a partir de los elementos que la constituyen y de las relaciones de

interdependencia entre dichos elementos. Así, el estudio del conjunto de la cultura

permitiría detectar la coherencia interna y la permanencia de la misma en el tiempo.

4.- El Difusionismo Cultural: Para esta teoría antropológica, las culturas dominantes se

difundieron de forma progresiva en algunas regiones geográficas de la c específicas,

generando espacios de influencia y de traspaso de rasgos culturales que a su vez facilitaron

el desarrollo y complejización cultural de otras sociedades.

La corriente difusionista estudia la distribución espacial de los rasgos culturales,

basado en que la sucesión de préstamos de un grupo a otro se realizaría a partir de unos

cuantos focos de invención supuestamente originarios. El difusionismo se centra en la

circulación de los rasgos culturales: itinerarios, velocidad y zonas de difusión,

modificaciones sufridas, obstáculos y condiciones favorables para la difusión.

Esta corriente apareció a principios del siglo XX y está representada por tres

escuelas:

1) La Inglesa, encabezada por W.J. Perry y G. Elliot-Smith, quien define el origen egipcio

de todas las civilizaciones y la creencia en una ascendencia solar del soberano.

2) La alemana, desarrollada por Graebner y W. Smith, quien se basa en la lingüística, la

arqueología y la historia para encontrar complejos culturales en los círculos de difusión

de ciertos rasgos culturales.

3) La estadounidense, que agrupa a los discípulos de F. Boas: A.L. Kroeber y E. Sapir, que

admite la posibilidad de la aparición de los mismos inventos en culturas diferentes,

distinguen círculos de difusión concéntricos y destacan que un rasgo sólo surge después

de ciertas adquisiciones técnicas que lo hacen posible, esto es lo que se conoce como

“seriación cultural de Sapir”.

La gran limitación del difusionismo cultural radica en subestimar la capacidad

inventiva del hombre, al esquematizar en extremo los mecanismos de difusión, no tienen en

cuenta fenómenos como las migraciones y las desigualdades en los ritmos de difusión. Por

otro lado casi no son considerados los mecanismos psicológicos que operan en los procesos

de adopción o rechazo selectivo de ciertos rasgos culturales por parte de los grupos

sociales. En otras palabras niega uno de los elementos característicos de cualquier cultura,

la selectividad.

Sin más, cada una de estas teorías intenta dar respuesta al problema de la

complejidad cultural de las sociedades. En cierta medida, todas ellas aportan elementos que

facilitan la comprensión de dicho fenómeno, pero todas, a su vez, son parciales. Digamos

entonces que respecto de la cultura, las actuales teorías son parciales y complementarias.

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Prof. Yéssica González y Holdenis Casanova. La cultura: Concepto y características.

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Bibliografía

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