EJERCICIO DE LA VÍA SACRA

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según la devoción de la beata catalina emerich

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EJERCICIO DE LA VASACRAVA SACRADE LA GUA DEL ALMA EN LA DEVOCIN ALOS SAGRADOS CORAZONES DE JESS Y DE MARA(Ao 1892)

QU ES LA VA SACRA?La Va Sacra, tomada a la letra, es el espacio que recorri nuestro amable Redentor bajo el peso de la Cruz, es decir, desde el palacio de Pilatos, donde fue condenado a muerte, hasta el lugar del Calvario donde fue crucificado. As, hacer sencillamente la Va Sacra, es recorrer el mismo espacio; hacerla en espritu y en verdad, hacerla como cristiano; es andar durante ella penetrado de los sentimientos que debe inspirar un camino santificado por los pasos de Jesucristo, y regado con su Preciossima Sangre.Los sumos Pontfices han concedido a todos los que practicaren el ejercicio de la Va Sacra, con las condiciones requeridas, las mismas indulgencias que a los que visitan personalmente los santos lugares de Jerusalen.Para ganar dichas indulgencias se exije solamente que el que practica este santo ejercicio medite segn su capacidad en la Pasin de Jesucristo, nuestro divino Salvador, y que pase de una estacin a la otra en cuanto lo permita la multitud de las personas que lo hacen o la estrechez del lugar en el que estn colocadas las catorce estaciones.La recitacin del Adoramus te Christe, del Padre nuestro, del Ave Mara y del Miserere nostri, etc., en cada estacin, no es necesaria para ganar las indulgencias; es solamente una laudable constumbre introducida en el santo ejercicio de la Va Sacra, por las personas piadosas; sin embargo al concluirlo, regularmente se reza un Padre nuestro, un Ave Mara y un Gloria Patri por el sumo Pontificado.Los motivos que deben inducirnos a esta devocin, que consiste en la meditacin de los sufrimientos de Jesucristo, son muy poderosos; pero el que sin duda alguna debe hacernos ms impresin, es que esta devocin agrada infinitamente al Sagrado Corazn de Jess. Es tanto lo que desea que nos compadezcamos de sus penas, que nos ordena de mil maneras le tributemos este justo deber de nuestra gratitud. El Antiguo Testamento est lleno de textos, de los ms tiernos, para empearnos a repasar a menudo en nuestra memoria las humillaciones y los sufrimientos del Mesas. En el Nuevo Testamento, San Pedro, San Pablo y los otros apstoles nos predican por sus ejemplos y en todos sus escritos la necesidad de pensar con frecuencia en la pasin de Nuestro divino Salvador y de meditar este misterio. En fin, Jesucristo, nuestro soberano modelo, se ocupaba sin cesar de los dolores que iba a sufrir por nosotros, y de ellos haca el motivo ordinario de sus conversaciones. Cuntas veces no predijo a sus discpulos los tormentos que iba a padecer en Jerusalen? Y cuando, prxima su muerte, se vio sumergido en ese mar de dolores, qu reconvenciones tan tiernas no hizo a sus apstoles porque no haban tenido valor de participar con l de las angustias de su agona? Aun en su misma transfiguracin, en medio de su gloria, no se entretuvo en compaa de Moiss y Elas, en los tormentos de la Pasin?Id pues, alma cristiana; id vosotras, sobre todo, almas adictas al divino Corazn de Jess; recorred con vuestro amable Salvador el camino doloroso del Calvario, y al mismo tiempo que lo acompais y meditis los horribles sufrimientos de su cuerpo, compadeceos tambin de los dolores interiores de su afligido Corazn; y de esta hoguera de amor saldrn saetas de fuego que penetrarn vuestras almas de un vivo dolor de vuestros pecados, que abrasarn vuestros corazones con un ardiente amor y alejarn de vosotras al demonio para siempre; porque el pecado no puede residir en un corazn que se ocupa sin cesar de los dolores del Corazn de Jess.________EJERCICIO DE LA VA SACRADevotsimo por su objeto y muy provechoso por sus indulgencias.ACTO DE CONTRICIN.Omnipotente Dios, Trino y Uno, porque eres infinitamente bueno, te amo sobre todas las cosas, y por lo mismo me duele, me avergenzo y me pesa de haberos sido ingrato. Arrepentido de mis culpas, te propongo de veras la enmienda; aydame con tu gracia.ORACIN PREPARATORIA.Amabilsimo Padre, postrado ante tu soberana pero dulce Majestad, te pido y espero tu bendicin para meditar con fruto los dolorosos pasos de la Pasin de mi Redentor Jess, verdad infinita; confiado en tu palabra, los ofrezco en satisfaccin de mis pecados; suplico, Seor, me concedas las indulgencias que la piadosa madre Iglesia tiene asignadas a este devoto ejercicio. Las aplico por todas las necesidades mas y de mis prjimos, por el socorro espiritual y corporal de todos los hijos de la Iglesia; por los eclesisticos, y en especial por los sacerdotes, y ms en particular por los que la gobiernan; por los que estn en gracia y en pecado; por los vivos y difuntos, y porque se cumpla en todo tu Santsima Voluntad.As preparado da un vuelo con la imaginacin a Jerusalen para ver con los ojos del alma al dulce y dolorido Redentor en cada uno de los pasos que vas leyendo. Y si eres tan feliz que all te encuentres con su afligida Madre, ella te llenar de la uncin que es propia en esta meditacin.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.***

PRIMERA ESTACINLA SENTENCIA DE CRUZ.Pongamos la consideracin en casa de Pilatos, y veremos a nuestro humildsimo Jess, a quien despus de rigorosamente azotado, coronado de espinas, burlado con injurias, salivas y bofetadas, se pronuncia contra l la ms injusta sentencia. Que lo crucifiquen, pide el pueblo. Que muera sin causa, dice el juez.(Pausa).Oh Pacientsimo Jess! Que no satisfecho con permitir que te desgarren en la columna, quisiste estar como reo delante del inicuo juez, atado con cadenas, oyendo la sentencia de muerte que contra Ti peda el ingrato pueblo, suplcote me concedas que imite tu mansedumbre, sufriendo con gusto las injusticias que se me hagan, y que en tu rectsimo tribunal me presente sin las prisiones de la culpa, para or de tu misericordia sentencia de vida eterna.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

SEGUNDA ESTACINLE CARGAN LA CRUZ.Mira, alma: apenas se profiere la sentencia, cuando los ingratos judos arrebatan de all al inocentsimo Jess, le desnudan la vestidura vieja y asquerosa que le haban puesto por burla y mofa; le visten su propia tnica, para que todos le conozcan y desprecien; le vuelvan a poner la corona con inhumana crueldad y le cargan en sus lastimados hombros una pesada Cruz.(Pausa).Humildsimo Jess, que resignado a la voluntad de tu Eterno Padre te abrazaste gustoso con la Cruz: como obedientsimo hijo la llevaste hasta el Calvario, para ser crucificado en ella por nuestras culpas. Rugote, Maestro mo, que por Ti, y en reparacin de mi ingratitud, busque y gustoso me entregue a toda mortificacin para que, valindome aqu por verdadera penitencia, alcance los eternos premios que has prometido a los que padecen por Ti.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

TERCERA ESTACINLA PRIMERA CADA.Mira aquel lugar donde nuestro humildsimo Jess, debilitado por la sangre que le faltaba y fatigado con el peso, da en tierra con la Santa Cruz. Ay! Con qu rigor tratan aqu a la Majestad humillada! En vez de ayudarle, le dan de puntapis, le tiran la soga del cuello, le arrastran de los cabellos y barba, se burlan y ren de su poder; pero el pacientsimo Jess espera en tierra que alguno compasivo le ayude a levantar Ve, alma, si quieres cargar la Cruz con l.(Pausa).Oh mi amado Maestro! Que fatigado con la Cruz quisiste caer en tierra para mostrarnos el gran peso de nuestras culpas cargadas sobre tus hombros: rugote, Dios mo, que con tu gracia me levante del abismo de mis miserias y que, purificado mi espritu con la mortificacin de mis pasiones, no caiga ms en mis pasados delitos, a fin de que, abrazado de tu Cruz, camine contigo al cielo por el camino de tus mandamientos.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

CUARTA ESTACINENCUENTRO CON SU DOLOROSA MADRE.Considera el lugar donde nuestro dulcsimo Jess encontr a su afligida Madre, traspasada de dolor. Mas ay! Qu tristsimos sentimientos se repetiran en aquellos dos amantes corazones! Cual quedara el Hijo, viendo la angustia de su amorosa Madre! Y cual quedara la Madre, al ver que el dueo de su Corazn, que la haba enseado a amar, iba penetrado de dolor y cubierto de heridas!(Pausa).Oh Madre, la ms afligida y triste! Por aquel amargo dolor que sentiste encontrando a tu amado Hijo Jess afeado, escupido, azotado, coronado de espinas y cargado con la Cruz, te suplico, tristsima Seora, me alcances por tus dolores que cuando yo vea la imagen del Crucificado me penetre de sentimiento y de confusin, viendo que con mis culpas he puesto en tan triste estado a tu dulcsimo Hijo. Oh dulcsima Madre ma, dgnate aplicarme el ofrecimiento que all hiciste al Eterno Padre! S, mi buena Madre, as lo espero del grande amor que nos tienes.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

QUINTA ESTACINEL CIRENEO LE AYUDA A LLEVAR LA CRUZ.Prosigue su penoso camino nuestro Redentor; pero se le graba con tal viveza la imagen de su afligida Madre, que por el mucho amor que la tiene se cubre de una mortal congoja, se aflige, entristece y se rinde hasta experimentar los desconsuelos de la muerte. Temerosos los verdugos de que se les muriese en el camino, y por el gran deseo que tenan de crucificarle vivo, alquilan al Cireneo para que le ayude a llevar la Cruz. Mira, alma, quieres t llevar la Cruz con l? Si le ayudas, en pago te ofrecer el Cielo.(Pausa).Oh misericordiossimo Padre! Luz, gua y camino del Cielo, que con tanta caridad, cuanto ms se avergonzaban de seguirte con la Cruz, T nos convidas con ella en la persona del Cireneo: rugote que por tu infinita piedad me alientes con tu gracia para que con todo afecto me entregue a cargar contigo la Cruz que quieres darme. En tus manos me pongo: dame, s, primero la meditacin de tus tormentos para llevarla con gusto. S, Padre Santsimo, cumpla yo siempre tu adorable voluntad, porque con slo esto ser yo tu discpulo. Ah! Si lo mereciera!

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

SEXTA ESTACINFINEZA DE LA VERNICA Y SU RECOMPENSA.He aqu el lugar donde la Vernica, viendo a su amado Jess tan ensangrentado, empolvado y afeado con salivas el rostro en tanto grado que siendo la hermosura del cielo no tena figura de hombre, llega con intrepidez y amor, y sin reparar en el qu dirn, le ofrece un pao, le enjuga las lgrimas le alivia el tormento. El Seor la corresponde con darle su imagen, impresa en tres dobleces de un lienzo.(Pausa).Oh mi dulcsimo Jess! Que por haberte aliviado en algo aquella devota mujer, limpiando las inmundas salivas, sangre y sudor de tu, rostro le diste en recompensa la imagen de tu pasin: suplcote, Seor, limpies mi alma de las inmundicias de la culpa, y estampes en ella una viva y continua representacin de tus tormentos, para que, meditndolos con dolor, consiga los frutos de la Cruz.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

SPTIMA ESTACINLA SEGUNDA CADA.Sigue, alma, a tu Redentor en su afrentoso padecer. Mira cmo se multiplican los tormentos, se alarga el camino, se le debilitan las fuerzas, y aunque va tan abrazado de la Cruz, le falta el Cireneo, le carga mayor peso en la herida mortal del hombro, y su delicadsimo cuerpo con el dolor se inclina, se rinde y cae debajo de la Cruz.(Pausa).Oh mi dulcsimo Jess! Que deseando ensearnos a recelar de nuestras fuerzas, aun cuando llevemos la Cruz con gusto, quisiste caer con ella aunque te ayudaba el Cireneo: te suplico que pues me has permitido gloriarme en la Cruz de mi estado, no me permitas caer en la vana confianza que T repruebas. Y si por mi flaqueza alguna vez caigo, Dios mo, levntame con tu gracia para perseverar en tu servicio.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

OCTAVA ESTACINCONSUELA A UNAS PIADOSAS MUJERES.Mira a nuestro Divino Maestro que, aunque rendido y fatigado, se para a consolar a aquellas piadosas mujeres que lloraban su pasin. No lloris por m, les dice; llorad sobre vosotras y vuestros hijos: si esto acaece a m, que soy rbol verde y cargado de virtudes, reflexionad qu suceder a vosotras sarmientos secos, el da de las venganzas?(Pausa).Oh mi amado Maestro! Que en medio de tus congojas enseas a aquellas almas que lloran tu pasin que no se aflijan por Ti sino por sus culpas y las ajenas, concdeme benignsimo que con fervorosas lgrimas entristezca mi corazn para que con las aguas de mi llanto lave las culpas con que tengo indignada a la Justicia. Haz que por tu Pasin consiga perdn el da de la cuenta, y suba contigo a la patria celestial.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

NOVENA ESTACINLA TERCERA CADA AL SUBIR AL CALVARIO.Mira, alma, a tu amado Jess en lo ms penoso del camino. La subida del monte Calvario era spera y pedregosa. Sube y se fatiga; le gritan, impelen y apuran: pero la debilidad crece; el cuerpo se inclina: pisa la tnica y cae en la Cruz, se lastima la boca, se baa en sangre. Ay, dolor! Querindose levantar vuelve a caer de nuevo y se le renuevan todas las llagas Oh! Cunto pesan nuestras recadas!(Pausa).Oh mi buen maestro! Que en la penosa subida al monte Calvario y en tus repetidas cadas nos enseas la firmeza y resolucin con que debemos llevar la Cruz de los trabajos, y aunque por la aspereza caigamos alguna vez, nos levantemos animosos y con humilde confianza te sigamos hasta el fin: suplcote, Maestro mo, que con tu gracia abrace los desabrimientos del padecer en mi estado. Concdeme que desfallezca, que no recaiga: que te imite aqu para gozarte en el Cielo.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

DCIMA ESTACINLLEGA AL CALVARIO Y LE DESNUDAN.Ya estamos en la cumbre del Calvario. Contempla el lugar donde mandan a Jess soltar la Cruz y desnudarse. Pero parecindoles que se demora, se arrojan sobre l como rabiosos lobos; le arrancan el manto, le sacan la tnica por la cabeza con tal furia que enredndosele en la corona con los tirones que le dan, le derriban en tierra y le arrastran hasta quebrarle las espinas, cuyas puntas quedan internadas en su sagrada cabeza. Queda el divino Salvador desnudo, destilando sangre y temblando de fro y vergenza.(Pausa).Oh pursimo Esposo de vrgenes! que por mi desenvoltura sufriste ser desnudado delante de un pueblo insolente hasta quedar hecho una viva llaga por estar pegada la tnica con la sangre seca de los azotes: rugote, honestsimo dueo mo, me obligues con tus auxilios a desnudarme, no slo de todo traje indecente sino hasta de mi voluntad, para que revestido de tu gracia, sin ms querer o no querer que el tuyo, me vista con recato, aborrezca la impureza y ame la honestidad que es joya del cielo.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

UNDCIMA ESTACINLA INHUMANA CRUCIFIXIN.Barrenada la Cruz y preparados los clavos, comienza el sacrificio. Mandan con burla al inocente Jess se extienda sobre la Cruz para enclavarle. Obedece gustoso. Le crucifican. Mas ay, dolor! Pero cmo? A fuerza de martillo le clavan una mano, cuyos golpes llegan hasta el alma y resuenan en el corazn de su afligida Madre; mas como por haberse encogido el cuerpo no alcanzase la otra mano y pies al barreno, le tiran con fuertes sogas hasta descoyuntarle los huesos. Queda el moribundo Jess en mortales agonas. Pero ms, dan vuelta la Cruz; se sientan encima para remachar los clavos qu inhumanidad! El rostro pegado a un suelo de huesos asquerosos. Las espinas de la frente y cerebro oprimidas entre el suelo y la Cruz, d, si puedes dnde se enterraran?(Pausa).Oh Pacientsimo Jess! Que, no satisfecho tu amor con llevar la Cruz con tanto dolor hasta el Calvario, quisiste quedarte en ella clavado de pies y manos con grandsimo dolor tuyo y de tu afligida Madre: suplcote mi Dios, que con tu gracia se penetre tanto mi corazn de tu compasivo amor, que ya no extienda mis pies y manos a maldad alguna; que si ingrato te ofend, ya en adelante slo me ejercite en obras de caridad y penitencia para alcanzar el cielo que nos mereciste en la Cruz.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

DUODCIMA ESTACINLEVANTAN LA CRUZ Y MUERE.He aqu, alma compasiva, el ltimo suplicio de nuestro divino Maestro. No poca distancia arrastran la Cruz y en ella pendiente al Hijo del Eterno Padre, hasta dar con un hoyo donde para ms afrenta la plantan con mofa, risa y algazara. Mas ay dolor! Que al dejarla caer se estremece todo el lastimado cuerpo, se renuevan las llagas, se rasgan las heridas de los clavos y vierte hilo a hilo hasta la ltima gota de sangre. Se burlan de su poder, y entre angustiossimas congojas muere exhalando un dulce y triste clamor. Ay! Muere Jess, y muere por m(Pausa).Oh Dios y hombre, Creador, Redentor y maestro: mueres slo porque yo me salve! Cundo te pagar esta fineza? Aydame, seor: mi alma desfallece en el conocimiento que te debe y no sabe pagar. Enciende mi corazn en tu amor. Haz que mirndote siempre en la Cruz mortifique mis pasiones y viva en continuo dolor de mis ingratitudes. Ea, Padre amabilsimo! Desde esa Cruz en que mueres encomindame a tu dulce Madre, disclpame con tu Eterno Padre, admteme en tu reino. Porque es verdad: perdname como al buen ladrn: no me arrojes por ingrato, sostenme en tu servicio, ponme junto a Ti, haz que persevere junto a la Cruz con Mara, mi Madre, hasta alabarte con ella en el cielo.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

DECIMOTERCERA ESTACINDESCENDIMIENTO DEL SAGRADO CUERPO.Acabadas las penas de Jess con su muerte, siguen las de Mara. All cerca miraba esta afligida Madre a su difunto Hijo, triste y sola, sin tener quin lo bajase de la Cruz. Le alivia Dios esta pena envindole dos discpulos ocultos que lo desenclavan, Pero Ay! Qu sentimiento al ver en sus brazos difunto al Hijo querido de sus entraas que tan tiernamente amaba! Qu doloridos coloquios! Qu tiernos ayes no exhalara! Cmo correran las lgrimas sobre aquel fro cadver mientras registraba las llagas, besaba las heridas y desenredaba el pelo amasado con sangre seca!(Pausa).Oh desconsolada Seora! Por aquel dolor que sentiste viendo muerto en tus brazos a tu dulcsimo Hijo y amado Esposo Jess, por aquella humilde resignacin con que ofrecas a la divina Justicia este ensangrentado cuerpo, te suplico, piadosa Madre, me alcances de tan amante Hijo que mi alma se encienda en tiernos afectos de dolor y amor siempre que medite la Pasin. Pdele a mi dulce Maestro que cuando lo reciba vivo en mi pecho le trate con el mismo amor con que T le abrazaste muerto.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

DECIMOCUARTA ESTACINLTIMO DESCONSUELO Y SOLEDAD DE MARALos motivos de tristeza llueven como tempestad sobre el afligido corazn de Mara. La oscuridad de la noche, la soledad del monte, la necesidad de enterrar a su amado Hijo, tener que dejar sepultado aqul Cuerpo Santsimo sin culto ni adoracin alguna de parte de los hombres! Ay! Hasta dnde penetrara este dolor! Qu suspiros tan tristes! Qu amargo llanto! Con qu compasivos ojos mirara la Cruz, el sepulcro, sus brazos donde le acababa de tener!Sumergida en un mar de penas, sin ms compaa que sus lgrimas, baja por el mismo camino donde pocas horas antes le haba visto ir padeciendo.(Pausa).Oh dolorossima Virgen Mara! Por la inconsolable afliccin en que quedaste, viendo ya sepultado a tu dulcsimo Hijo Jess, por aquella melanclica tristeza con que te retiraste a llorar tu soledad, te ruego, mi dulce Madre, me alcances de mi Redentor Jess que siempre viva triste por haberme apartado de su gracia con mi torpe ingratitud. Que llore las veces que le he recibido sin disposicin, que cuando le reciba en mi pecho no sea con la frialdad de piedra como el sepulcro, sino con los incendios de amante como la Magdalena. Alcnzame, Seora, que as como tu conformidad supo ahogar en el pecho los sollozos de la Pasin, as merezca yo reprimir mi genio en los insultos de mis prjimos. Pido, en fin, que seas mi Maestra, mi Abogada y mi Madre, para que me ensees a imitar a Jesucristo, servirle hasta el fin de mi vida y amarle en la eternidad.

Seor, pequ: ten misericordia de m. Pecamos y nos pesa: ten misericordia de nosotros.Bendita y alabada sea la Pasin de nuestro Redentor Jess, y los dolores de su Santsima Madre Mara Seora nuestra, concebida sin mancha de pecado original, desde el primer instante de su ser natural. Amn.Padre nuestro, Ave Mara, Gloria.

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