Eduardo Gutiérrez Cortinas

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Eduardo Gutiérrez Cortinas AYUDANTE DE LA DIRECCION Rafael BayceDIAGRAMADOHoracio Anón

H A *

EDITORJulio BayceEditores ReunidosCerro Largo 9 4 9 Tel. 8 03 18 Montevideo. Uruguay

DISTRIBUCION GENERALArco S. t . LColonia ,3 6 1 Tal t 32 00

DISTRIBUCION INTERIOR,QUIOSCOS Y CANILLITASDistribuidora Uruguayade Diario» y Revisto»Ciudadelo 1424 Tel 8 5 1 .5 5

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Impreso en Uruguay por Impresora Rex S A Gaboto N c 1525 — Teléfono 4 90 4 8Hecho «I deposite de ley. - Am parodo en el Art. 79 de la Ley 13 3 49 (Comisión del Papel) C o p y r i g h t E D I T O R E S R E U N I D O S

LA DIRECCIÓN NO COMPARTE NECESARIAMENTE LA O P IN IÓ N DE* IO S AUTORES

Atendernos en esta entrega la tensa expectativa que lia creado el Mundial de México. Aquí está la clasificación uruguaya, «us jugadores, sus rivales inmediatos, la opi­nión sobre su chance. ¡ Arriba la celeste!Hasta después de México.

C.AKÁTI I.X: júbilo de los jugadores uruguayos por el gol de Anchela contra Ecuador. por la clasificación, en el Estadio Centenario.

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A LAS PUERTAS DE MEXICOCARLOS AÑORES N A YA Y ERASMO A. FRIED

El equipo uruguayo que enfrentó a Chile en el Centenario. Oe pie: Caetano, M azurkiew iez, Matosas, Ubiña. Ancheta y M ontero Castillo. A g a c h a d o » están: Cuhilla , Pedro Rocha. Sergio Silva, Cortés y Barrño.

EL CAMINO A PUEBLALA FIJA ECUATORIANA

El domingo 6 de julio de 1969 Uruguay se jugaba mucho más que el primer partido de una nueva se­rie eliminatoria del Cameponato Mundial de Fútbol.

El domingo 6 de julio de 1969 —en pleno mediodía de fuego— habia en el Estadio Modelo de Guayaquil se­senta mil personas que comenzaban a soñar con llegar a los octavos de final de un Campeonato Mundial. Era la tercera intentona ecuatoriana. En 1961. Argentina habia cortado de raiz toda esperanza. En 1965 se

peleó hasta el último minuto, con Chile, el pasaporte a Londres. Ahora, con Uruguay y Chile, los ecuatoria­nos comenzaban una nueva lucha que parecía mucho más "a tiro” que las anteriores.

El domingo 6 de julio de 1969 Uruguay habia llevado sesenta mil personas a un estadio ecuatoriano, no para ver su añeja calidad, acos­tumbrada a golear a los países del Pacífico, sino paradojalmentc. para verlo caer derrotado.

El domingo 6 de julio —en e?e mediodía de fuego— Uruguay hábil? llegado a su punto más bajo en lo

que a respeto internacional se re­fiere: ECUADOR FUE A JUGARLE LLEVANDO UNA FIJA DE QUE GANABA. Por eso había sesenta mil personas. Por eso se le habia ofre­cido a cada jugador del plantel lo­cal 150 dólares por punto ganado.

Dos horas después. Uruguay apa­recía ya como favorito indiscutido para lograr la calificación para Mé­xico.

¿Qué milagro ocurrió en esas dos horas? Posiblemente, ninguno. Sen­cillamente. Uruguay se habia en­contrado con el viejo secreto de su sabiduría. Lisa y llanamente había utilizado las condiciones de sus hom­bres para imponer el ritmo del par­tido. Un ritmo lento, de mucho to-

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Setenta y te n minutos de angustia. Los ecuatorianos se hacían cada vez má6 duros y había “ obligación" de ganar. Una vez la cabeza de Ancheta le gana a la de Maclas o Quintero y son dos nuevos puntos.

que, de escaso progreso en el terre­no. capaz, eso sí. de asegurar la te­nencia de la pelota. Y teniendo la pelota, no se perdía.

Así Uruguay volvió a hacer su partido. El tipo de partido que más le convenía, dadas las condiciones adversas de clima y público.

No digamos que así ganó Uruguay ese partido, pues los goles de Bare- ño y Zubia se debieron a dos des­cuidos de Quijano y Quintero en la marcación, luego de dos tiros libres Otra paradoja se dio en ese encuen­tro. Indudablemente el partido se jugó en horas del mediodía porque el sofocante calor de Guayaquil iba a perjudicar más a los uruguayos que a los locales. Sin embargo Uru­guay terminó jugando a entera vo­luntad. frente a un rival estático, "sin piernas'’

Gómez Nogueira. director técnico brasileño que preparó a los ecuato­rianos explicaba ese aparente con­trasentido; “No es cierto que faltó estado físico Es que los uruguayos no permitieron contacto con el cuero, al pasarlo y pasarlo. En eso. son maestros**.

A Ecuador, de ese 6 de julio de 1969 le quedó el sabor amargo de lo que empezaba a ser una nueva aven­tura frustrada y un record de recau­

dación 1:813.960 sucres, que supe­raban ampliamente los 1:200.000.00 del partido amistoso entre Real de Madrid y Barcelona local.

Uruguay se reencontró con su vie­ja habilidad para sacar adelante partidos que parecían perdidos de antemano; pudo colocarse como fa­vorito del grupo y evitó, de acuerdo con declaraciones que a Juan Eduar­do Hohberg atribuye la prensa ecua­toriana “ . . . que Montevideo fuera in­cendiada, si no ganábamos”.

Idéntico plan se aplicó en Santia­go. una semana después. Volvía a ser negocio para Uruguay quedarse con la pelota, plantear el partido en el medio de la cancha y olvidarse por noventa minutos del arco rival

Se copió la receta que siete días antes había dado gran resultado en Guayaquil, y se volvió a “sacar ade­lante" otro partido que se planteaba de antemano como difícil. Se em­pató: Chile no otorgó las ventajas que a Ecuador le costaron los dos puntos. Se empató en un clima so­cial difícil. La prensa y el público estaban, con anterioridad al partido, indispuestos con nuestra selección

La primera parte del plan de cali­ficación estaba cumplida Tres pun­tos —logrados en calidad de visitan­tes-- auguraban para los dos parti­

dos que restaban jugarse en el Cen­tenario. un pasaje a México descon­tado.

LA OBLIGACION DE GANARSetenta y seis minutos del encuen­

tro con los ecuatorianos en el Cen­tenario demostraron que para nos­otros lo que parece fácil -ganar como local a equipos modestos— puede tomársenos sumamente difi­cultoso. Ese minuto setenta y seis fue el del gol de Ancheta. Marcó el momento del alivio para una ten­sión nerviosa "in crescendo”. Sirvió para hacemos olvidar momentánea­mente nuestra evidente probreza de recursos ofensivos.

Por una vez la pelota, en lugar de ir a dar en la cabeza de Quin­tero o Maclas, fue a caer justa para la entrada de nuestro zaguero cen­tral y fue gol. El único tanto del partido. El gol que sirvió para cam­biar el 3 de los puntos ganados en un 5 que hacía mucho más real la certeza que había quedado después del empate en el Nacional de San­tiago. Pero a cambio de ese gol. como precio de esos dos puntes tan necesarios, nuestra selección debió desnudar, sin tener ningún factor extraño al fútbol mismo tclima. pú­

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blico) como excusa, toda su impo­tencia ofensiva.

Cuando no alcanza con empatar, empiezan nuestros problemas. La de­fensa —comprendiendo arquero y lí­nea de cuatro zagueros— es firme. Dos hechos avalan esa seguridad: 1) El haber sido Mazurkiewiez el único arquero que ‘mantuvo su arco invicto en la disputa de las Elimina­torias y 2) La uniforme integración de la línea de zagueros en los cua­tro partidos del grupo. En Ubiña. Ancheta, Matosas y Caetano existió complementación. El trabajo previo a las Eliminatorias como siempre de escasa duración— y los mismos partidos con Chile y Ecuador hicie­ron a esa parte del equipo un nú­cleo compacto, trabado, difícil de vulnerar en su totalidad, con gran capacidad para trabajar por alto y haciendo sentir la marca fuerte y agresiva individualmente.

Eso, con el complemento del poder de obstrucción del medio campo in­tegrado por Montero Castillo, Rocha o Fontes y Cortés, cierran nuestro arco. A los partidos de las Elimina­torias le pusieron siempre un cero en el resultado.

Los problemas, reiterados en la revancha con los chilenos, están unos metros más adelante de los volantes. Donde la destrucción no tiene sen­tido, donde es necesario la creación de caminos para el arco rival, donde se precisa claridad para fabricar llegadas con posibilidades de gol.

Allí, sacando el peso individual de Luis Cubilla, estuvo el gran défi­cit de nuestra participación en estas Eliminatorias. Un déficit que no lo­gró ser disimulado siquiera con los dos goles a los chilenos, el primero auto-gol de Hodge al desviar tiro de Cortés y el segundo de Rocha en los últimos minutos del partido.

Nos repetimos en los centros fron­tales que buscan cabezas salvadoras —los Silva, Rocha, Montero, An­cheta—. Somos incapaces de explo­tar con sorpresa a los punteros, buscando hacer más amplio el frente de ataque, obligando a salir a de­fensas que esperan en su área, dese­quilibrando así las marcas en esa zona.

Sin velocidad para el toque de primera, con escasa creación en dos de los volantes —Montero y Cor­tés— nos vamos quedando sin sorpresa, sin claridad. Nos vamos encerrando en un embudo que lleva directamente a los pies de los za­gueros centrales. Incluso, este pano­rama se ve agravado, por la falta de asiduidad y dirección en los re­mates de media distancia.

Ese fue el panorama que quedó después de haber tenido que afron­tar tres partidos en los que se pudo jugar especulando con el negocio de empatar (en la revancha con Chile, la igualdad final nos calificaba) y uno en que no teníamos más reme­dio que salir a ganar, con Ecuador en Montevideo. Los tres primeros

sirvieron para mostrar la firmeza de la retaguardia y el poder del medio campo para obstruir e imponer un ritmo lento y monótono al partido. El otro, el restante, sirvió para mos­tramos lo poco que somos a la hora de tener la obligación de ganar

LOS CLASICOS DEL PACIFICOFueron el complemento de la ca­

lificación uruguaya. Chile goleó en uno y empató el otro. Ambos le sirvieron para mantener su absoluta supremacía sobre el rival en parti­dos oficiales (Sudamericanos y Eli­minatorias por el Mundial). El pre­cio fue, sin embargo, caro para los araucanos: el punto dejado en Gua­yaquil los obligó a jugar para ganar en Montevideo, como única forma de lograr el pasaporte a México.

En ese panorama Uruguay logró su calificación. Ahora —como el tí­tulo de este fascículo lo indica— es­tamos en las puertas de México.

Puertas éstas que puedén servir para mostrarnos un nuevo fracaso como el acaecido en Londres, cua­tro años atrás, o para llevarnos a vivir días de glorias como aquéllos de Montevideo en el 30 y Maracaná en el 50. Todo, ahora, queda en lo que hagan los veintidós muchachos de Juan Eduardo Hohberg. En ellos nuestras esperanzas. En ellos, nues­tros deseos de que con nobleza y altura, puedan hacemos dueños de­finitivos de la “Rimet”.

Escasos minutos restaban de Cortés: una fa llada en

para cerrar nuestra participación en las E lim inatorias. Un centro de la izquierda la salida de N e ff y a llí está Pedro Rocha para asegurar el triun fo.

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EL G R U P O X I IEl domingo 6 de julio de 1969

arrancó la campaña celeste, que llevó a Uruguay a lograr su califi­cación para los octavos de final del IX Campeonato Mundial. La historia del Grupo XH fue la siguiente:

Domingo 6 de ju lio de 1969

U R U G U A Y 2 - E C U A D O R 0

Jugado en el Estadio Modelo deGuayaquil.

Jueces: Romualdo Arpi Filho, Ar­mando Marques, Ayrton Viera de Moráis (Tema de Brasil).

URUGUAY: Mazurkiewiez, Ancheta, Matosas. Ubiña, Montero, Caetano, Cubilla, Rocha. Zubia, Cortés y Bareño

ECUADOR: Ordeñana, Quijano, Por­tilla, Quintero, Tobar, Cárdenas. Tapia, Muñoz, Lasso. Bolaños y Espinosa.

GOLES: Bareño (U) a los 31’ y Zubia (U) a los 60’

CAMBIOS: En Ecuador Tom Rodrí­guez y Rangel sustituyeron a Las- so y Espinosa, respectivamente.

Domingo 13 de ju lio de 1969

U R U G U A Y 0 - C H IL E 0

Jugado en el Estadio Nacional de Santiago de Chile.

Jueces Aurelio Bossolino, Duval Goicoechea. Angel N. Coerezza. (Tema de Argentina!.

Final con cambio de camisetas Son Barefto y Rodríguez.

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URUGUAY: Mazurkiewiez, Ancheta. Matosas, Ubiña, Montero Castillo, Caetano, Cubilla, Pedro Rocha. Zubia, Cortés y Bareño.

CHILE: Neff, Laube, Quintano, Juan Rodríguez, Hodge, Díaz, Araya, Valdez, Olivares, Reinoso y Foui­lloux.

CAMBIOS: En Uruguay Fontes por Rocha a los 45’. En Chile Guiller­mo Yávar sustituyó a Fouilloux a los 36’.

EXPULSADOS: Zubia (U) a los 87'.

Domingo 20 de ju lio de 1969

U R U G U A Y 1 - E C U A D O R 0

Jugado en el Estadio Centenario de Montevideo.

Jueces: R. Pérez Osorio, J. Dimas Lamosa, L. Fariña (Tema de Pa­raguay).

URUGUAY: Mazurkiewiez, Ancheta, Matosas, Ubiña, Montero Castillo. Caetano, Cubilla, Sergio Silva. Héctor Silva, Cortés y Bareño.

ECUADOR: Maldonado, Lecaro, Ma­clas, Quijano, Quintero, Tobar, Muñoz, Noriega, Bolaños, Tapia y Espinosa.

GOLES: Ancheta (U) a los 76' CAMBIOS: En Ecuador, a los 45’

Malagón por Espinosa y a los 84’ Tom Rodríguez por Tapia.

Domingo 27 de Julio de 1969

C H IL E 4 - E C U A D O R 1

Jugado en el Estadio Nacional de Santiago de Chile.

Jueces: Guillermo Velázquez, Omar Delgado, Luis Mattos (Terna de Colombia).

CHILE: Neff, Rodríguez, Quintano, Díaz, Hodge, Araya, Valdez, Oli­vares, Reinoso y Véliz.

ECUADOR: Maldonado, Echanique, Portilla, Macias, Tobar, Quintero, Tapia, Muñoz, Noriega, Lasso y Bolaños.

GOLES: 55’ Olivares (Ch); 62' y 86' Valdez (Ch); 79’ Tobar (E) en contra y Lasso (E) a los 89'.

CAMBIOS: En Ecuador Tapia por Cárdenas a los 34' y en Chile, Mar­cos por Olivares a los 84'.

EXPULSADOS: Quintero (E) a los 66'.

Domingo 3 de agosto de 1969

C H IL E 1 - E C U A D O R 1

Jugado en el Estadio Modelo de Guayaquil.

Jueces: Carlos Rivero, Erwin Hieg- ger, Enrique Montes (Terna del Perú).

CHILE: Neff. Laube, Quintano, Juan Rodríguez, Hodge, Díaz, Araya, Marcos, Olivares, Reinoso y Véliz.

ECUADOR: Maldonado, Lecaro, Ma­cias, Quijano, Noriega, Tobar, Muñoz, Tom Rodríguez, Tapia. Bolaños y Espinosa.

GOLES: 16’ Tom Rodríguez (E) y 58’ Olivares (Ch).

CAMBIOS: 64' Yávar por Marcos en Chile y en Ecuador a los 45’ Lasso por Tapia y a los 64' Malagón por Tom Rodríguez.

Domingo 10 de agosto de 196'5

U R U G U A Y 2 - C H IL E 0

Jugado en el Estadio Centenario de Montevideo.

Jueces: Armando Marques, Romual­do Arpi Filho, Arnaldo David Cé­sar Coelho (Terna de Brasil).

URUGUAY: Mazurkiewiez, Ancheta, Matosas, Ubiña, Montero Castillo, Caetano, Cubilla, Rocha, Sergio Silva, Cortés y Bareño.

CHILE: Neff. Laube, Quintano, Ro­dríguez, Hodge, Díaz, Véliz, Rei­noso, Olivares, Yávar y Hoffman

GOLES: 43’ Hodge (Ch) en contra y 89' Rocha (U).

CAMBIOS: En Uruguay Nilo Acuña por Silva a los 73’ y en Chile Lara por Véliz a los 60'

P O S IC IO N E S F IN A L E S

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URUGUAY 4 3CHILE 4 1ECUADOR 4

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2 1 5 4 41 3 2 8 1

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«JU W . I P V I <

LOS VEINTIDOS ORIENTALES

Nació el 19 de julio del 48 defen­diendo, desde el 65, a Nacional. Mide 1.86 y pesa 78 kilos. Se crió en el Barrio Español de Florida y ahora — todavía soltero— vive con sus pa­dres y hermana en la Unión. A la fecha de esta publicación ya habrá de ser propietario de un Simca Chambord. Ha jugado fútbol en casi toda América Latina.

Afilio Genaro Ancheta Weigel. Ornar Caetano Otero.

Nació el 8 de noviembre del 40 en el barrio La Blanqueada ingre­sando al club Canillitas en el 55 al que defendió hasta el 61 cuando pasó a Peñarol. Mide 1.68 y pesa68 kilos. Desde hace un par de años que vive en Punta Gorda junto a su esposa (Rosa María Barcia) y sus dos hijos: Ornar Marcelo de 4 y Andrea Angela de 3. Posee un Opel69 y ha viajado cinco veces a Euro­pa, además de haber jugado en Afri­ca y casi toda América.

Rubén Bareño Silva.

Nació el 23 de enero del 44 en Las Piedras haciendo sus primeras armas deportivas en River desde el año 62. Pasó luego a Cerro en el 66 hasta que, este mismo año, fue transferido a Nacional. Mide 1.75 y pesa 71 ki­los. Actualmente vive en el Prado con su esposa (Susana Gatto) y su hija Daniela de 4 años. Casi, es po­seedor de un Ford Taunus y ha re­corrido como jugador la totalidad de las tres Américas

Francisco Camera Viel.

Nació el 1? de enero del 44 en Belvedere. En el 58 ingresó a las inferiores de Wanderers, camiseta que llevó hasta el 66 cuando —una por temporada— cambió por la de Cerro, Gimnasia y Esgrima de La Plata y Bella Vista, respectivamente. Mide 1.75 y pesa 75 kilos. Tiene una vieja “cachila que no camina” y vive con su madre y un hermano en El Prado. Ha jugado en Argentina, Bra­sil y Centro y Norte América

Walter Luis Corbo Burmia.

Nació el 2 de mayo del 49 en La Teja y es jugador de Racing apenas desde el 68, no habiendo tenido ja­más antecedentes deportivos excepte la práctica de básquetbol y acroba­cia. Este año ha sido transferido a Peñarol, casaca que aún no llegó a vestir. Actualmente vive con sus padres y un hermano soltero en El Reducto. No posee auto. Mide 1.76. pesa 76,5 kilos y ha actuado sólo en Brasil. Argentina y Bolivia.

Luis Alberto Cubillo Almeida.

Nació en la ciudad de Paysandú el 28 de marzo del 40, llegando a Peñarol en el 57. Pasó al Barcelona de España en el 62, siendo transfe­rido esa misma temporada a River argentino que lo cedió a Nacional el año pasado. Es casado, tiene tres va­rones y dos residencias habituales: Buenos Aires y un departamento sobre la Rambla de Malvín. Mide 1.69 y pesa 73 kilos. Posee dos autos un Fiat 850 y un Peugeot 404. Ha jugado en casi todo el mundo

Julio César Cortés Lagos.

Nació el 29 de marzo del 42 en el barrio Las Palmas habiendo lleva­do a cabo una peregrina actividad deportiva por diferentes clubes. Des­de el 54 al 56 defendió a Fénix; a Peñarol del 56 al 58; a Sud América del 59 al 62; a Cerro del 62 al 65; a Rosario Central de Argentina del 65 al 66 cuando regresara a Peñarol que lo vuelve a contar en sus filas. Mide 1.72 y pesa 69 kilos. Es de es­tado civil casado y reside actual­mente en Los Aromos, concentra­ción aurinegra. Posee un NSU 68 y ha participado de 8 giras a Euro­pa, jugando también en Africa Norte y Sur y las tres Américas.

Víctor Rodolfo Espárrago Videla.

Nació el 6 de octubre del 44 en el Pueblo Peñarol. Debutó en Danubio en el 59 pasando a Cerro en el 61, club del que fue transferido en el 66 a Nacional. Mide 1.75 y pesa 71 kilos. Es soltero y vive con sus pa­dres en La Comercial. Posee un VW modelo 63 y ha viajado cuatro ve­ces a Europa jugando, además, en Africa y casi toda América.

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Dogoberto Fontes Figueredo

Nació el 6 de junio del 43 en el tam o Rivera de la ciudad de Maldonado Comenzó a jugar al fút­bol en el Central Molino de dicha capital en el 58, pasando al Feman- dino en el 59 al que defendió —jun­to a la selección departamental — hasta el 62 en que ingresó a Na­cional. Desde el 65 milita en Defen­sor. Mide 1.76 y pesa 73 kilos. Es casado y vive con su esposa y sus dos hijos (Juan Eduardo 3 años y Marta Mariana. 2 meses) en Mahin norte No posee automóvil y ha via­jado jugando en México. Colombia Perú. Paraguay. Brasil. Argentina y Ecuador, prácticamente siempre con1 la Selección I

Roberto Matosas Postiglione.

I Nacido en "El Mondongo", barrio de la ciudad de Mercedes el 11 de mayo del 40, ingresó al Bristol de dicha capital en el 55. En el 59 pasó a Peñarol que defendió hasta el 64 Cinco años más tarde, en el 69, re­gresa nuevamente a los aurinegros luego de vestir los colores de River Píate argentino. Mide 1.75 y pesa 77,5 kilos. Reside con su esposa (Blanca Haydée Paidón) y sus dos varones (Andrés de 4 y Gustavo de 3) en el paraje denominado "La antigua quinta de los limones”, pró­ximo a Av. Italia y Larrañaga Po­see un Peugeot 404 y ha participado en tres giras a Europa, otra en Africa y varias por la totalidad de América

Alberto Gómez

Nació el 12 de agosto del 44 en La Teja, barrio donde aún vive con su padre, su hermano y dos herma­nas Su historia, aunque larga futbo­lísticamente. es muy corta de relatar Desde 1960 defiende a Liverpool, el equipo de su barrio al que parece ligado de por vida. Mide 1.68 y pesa 70 kilos. No posee automóvil y ha viajado a jugar tan sólo en Brasil Argentina y Paraguay

Ladislao Mazurkiewiez Iglesias.

Nació en el barrio Bella Vista el 14 de febrero del 45, comenzando a jugar por Racing en el año 61 hasta que en el 65 fuera transferido a Pe­ñarol. Mide 1.82 y pesa 79 kilos. Vive con su señora (Lilián Criado) y su pequeño Leonardo de 7 meses

- en Carrasco Nuevo. Posee un Opel I Kadett 70 y ha jugado en los tres

continentes futbolísticos: América. * Europa y Africa

Jubo Gomal losodo Potefto

Nació el 16 de jum o dei 50 er Pleno barno La M on dó la «Villa í> lores i úuíidt -todavía soltero - s. gue remidiendo con sus padres sieno hijo único Juega en Peñarol deán el año 64 en bab> fútbol y ha vi. jad o a la Argentina Brasil Ven xuela > Colombia M ide 162 > pe' 65 kilos Es dueño de un N S U 65

Julio Montero Castillo

Nació próximo a Martin C Mar•inez y Galicia el 25 de abril del 44• i viendo su primera juventud en La Teja y actualmente en el Parque Rodó desde que, apenas comenzado• 1 año. contrajera enlace. Mide 1.82.esa 75 kilos y ha jugado por Liver­pool desde el 58 al 65. fecha en que

a Nacional Posee un automóvilAlfa Romeo Giulietta del 62 y ha tajado por América y Europa

Julio César Morales Aroó|o

Nacido en el Reducto el 16 de lebrero del 45 tuzo tus prim eras a r ­mas en Racing aJ que ingresó en el 59 hasta que fue a Nacional en el 66 Mide 165 > peta 67 kilos Reside oon su m adre y hermanos en el ba­rrio A lahualpa y posee un V W ú lt i­mo modelo l ia participado en giras ,K»r América Europa > A frica

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Juan Martin Mufica Ferreira.

Nació en el Pueblo Casablanca, a pocos quilómetros de la ciudad de Paysandú, el 22 de diciembre del 43 y vive actualmente con su esposa. María del Carmen Rampoldi, en el Cerro. Mide 1.76, pesa 73 kilos Posee un Peugeot 404 y ha viajado por toda América y una vez a Euro­pa. Jugó por el Casablanca de Pay­sandú del 56 al 60; por Rampla del 60 al 64 y por Nacional del 65 en adelante.

luis Ignacio Ubiña Olivera.

Nació en el Cerro, del que no ha >alido nunca, el 28 de marzo del 40 Jugó en Cerro, al que ingresó en el >7 y en el 58 fue a Rampla hasta pie en el 67 fue incorporado a Na­cional. Mide 1.78 y pesa 78 kilos Está casado con Iris Elgart y tiene un varoncito de dos años de su mis­mo nombre. Posee un Chevrolet 55 v ha viajado varias veces a Europa v recorrido América.

Pedro Virgilio Rocha.

Nació en “barrio del Cerro" de Salto el 3 de diciembre del 43. Llegó a Peñarol en el 60 y ha tenido una vastísima campaña en su club y la selección jugando en casi todo el mundo. Reside actualmente en Ca­rrasco Nuevo con su señora (Gladys Cuesta) y sus dos niños (Sandra Gabriela de 4 y Pedro Virgilio de 3). Mide 1.81 y pesa 77,5 kilos. Tiene un Peugeot 103

Joffre Oscar Zubia Míguez.

Nació en el Buceo el 8 de febrero del 46, vivió casi toda su vida en la Aduana, apenas hace seis meses, re­gresó al barrio de origen. Juega por River desde el 63, es soltero y reside con sus padres. No posee auto y ha viajado por casi toda América del Sur y México.

Rodolfo Ariel Sandoval Gómez.

Nació (4 de octubre del 48) y aún sigue viviendo en la ciudad de Cane­lones con su madre y su hermana Es soltero, mide 1.75; pesa 75,5 y no tiene auto. Ha jugado por toda Centroamérica y casi toda la del Sur. Defendió a Racing entre el 65 y 69, pasando a Peñarol en este año no habiendo defendido sus colores toda­vía

Héctor Ignacio Santos.

Nació en la Unión, el 29 de octu­bre del 44, barrio que todavía no ha abandonado y ha tenido una serie de clubes en su haber: del 57 al 64 Canillitas; luego —un año en cada uno, respectivamente— en Defensor. Peñarol, Aurora de Guatemala y Be­lla Vista, al que ingresara el año pasado y aún revista. Está casado con la Sra. Isabel Giordanelli; no tiene hijos. Posee un Mercury 51 y le ha tocado integrar 3 giras a Eu­ropa y otras por América del Sur \ Centro.

1 lf ¡ \R e fle jo de toe p ro b lem as económico» que ee v iv ie ro n Un vestuario con especio de asam blea

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GENIO Y FIGURALADISLAO MAZURKIEWIIZ

LADISLAO MAZURKIEWIEZ, el mejor arquero de América: “Para llegar a los más altos sitiales en el fútbol hay que ser cuidadoso en la elección del zapato. . . ” Esta publi­cidad aparecida en la revista ecua­toriana "Estadio” habla claramente de la fama internacional del N’ 1 de nuestra selección.

Y Mazurkiewiez dijo: "para llegar a los más altos sitiales. . . ” Diríamos nosotros: “para mantenerse en los más altos sitiales...” Porque mu­chas veces lo que cuesta no es lle­gar, sino mantenerse. Y ese fue el caso de Mazurkiewiez. Las puertas para él siempre estuvieron abiertas El destino le preparó un camino fá­cil para un ascenso rápido. En la hora de "llegar”, Mazurkiewiez no tuvo tiempo ni siquiera para fijarse qué marca de zapatos estaba usando. Porque todo fue vertiginoso. El esca­lafón de las divisionales inferiores se hizo trizas a su paso. Las gran­des ocasiones, el sitio de los Ídolos, se le ofrecieron a una edad en que la mayoría sueña y ambiciona, aún, jugar los domingos de mañana.

Por eso creemos que debió decir: "para mantenerse en los más altos sitiales...” Ese fue el gran trabajo de Mazurkiewiez Responderle al destino, que lo había colocado como golero de la selección y de Peña rol, con la segundad de una salida a quitar ángulo, con la elasticidad de una tirada de palo a palo, con la intuición para jugarse ante un dis­paro a "quemarropa”.

¿Es necesario decir que Mazur- kiewiez tuvo esa respuesta? Es obvio que no. Llegó a ser titulado como el mejor en su puesto en América (por qué no en el Mundo entero), a !a edad en que los arqueros comienzan recién a formarse

México lo sorprende oompletamen te formado, rico en experiencia de partidos difíciles y siendo aún joven Indudablemente éste es su gran mo­mento

Las telarañas que su arco juntó durante las Eliminatorias, son un aval más para su indiscutible cali­dad Tiene todo lo necesario para constituirse en el mejor arquero del Mundial juventud y experiencia; personalidad que proyecta confianza y tranquilidad de saberse realmente bueno Ya no es una ocasión de prueba Para Ladislao Mazurkiewiez es la hora de ir a buscar su consa­gración

M A Z U R K IE W IE Z : Una nueva oca­sión para demostrar su gran fibra.

LUIS CUBILLADante Panzeri definió al fútbol

como "el arte de lo imprevisto” y tomó a Oscar Más, el puntero de River, como el prototipo de ese fút­bol lleno de variantes, reacio a ser enseñado, imposible de ser esquema­tizado Pudo haber tomado también a Luis Cubilla. Otro jugador que en la práctica muestra un fútbol deso­bediente a toda rutina

Cubilla debió ser torero. Y por te­merario, hubiese muerto siendo ídolo. Porque su fútbol está concebido siempre como una puja personal de marcador y marcado. Porque no es un jugador apto para hacerlo jugar en espacios vacíos. Cubilla toma la pelota y enfila hacia su marcador. A jugarse un átomo del encuentro, en el pequeño partido que jugarán él y su marcador. No se puede ima­ginar la emoción de lidia, con un torero o un toro huyendo. Cuanto más cerquita pasa el "miura”, más valer demuestra el torero. Y así es Cubilla. Y así es su fútbol.

Primero encontrar a su marcador. Irsele encima. Los codos separados del cuerpo para asegurar el espacio vital. La pelota pegada al piso y protegida con ambos pies. Entonces, llegan los dos o tres movimientos falsos que buscan desequilibrar el cuerpo del rival. Después lo sor­prendente, lo inesperado, lo contra­dictorio con la razón, en una pala­bra: "loquenadieesperaba”.

No es de los que eluden basados en un estado físico óptimo, que per­mite dejar rivales atrás, con fuertes piques. Tampoco hay “cintura” para hamaques con muchos metros de distancia del marcador. Es de los que eluden en una baldosa, en un pañuelito. Por eso es insuperable jugando contra la raya, allí donde jugar es más difícil porque siempre hay dos marcadores: el rival y la misma línea blanca.

¿Sus defectos? Muchos y visibles. Su aspecto físico da la impresión siempre de tener unos kilos de más. Su temperamento no es el más ade­cuado para enfrentar situaciones ad­versas. Si el marcador lo supera, se obstina en pasar por donde no hay ¡Risibilidades de hacerlo. Su acen­tuado egocentrismo lo lleva a pedir­las todas, a protestar ostensiblemen­te cuando algún compañero se equi­voca o lo olvida.

Todo eso puede constituirse, para sicólogos y sociólogos, en elementos rastreables en aquel baldío que le dio la picardía capaz de burlar ri­vales, en aquel potrero que le enseñó todo lo que se puede saber en fútbol.

Pero a la hora de sacarse un mar­cador de encima; en el momento de ensayar ese pase o tiro que parecen imposibles, busque a Cubilla, porque Cubilla es fútbol, con todo lo bueno y lo malo es un artista de lo im­previsto

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L U IS C U B IL L A : El verdadero pro­totipo de nuestro Jugador. Con su cuota de habilidad, de sorpresa, pue­de ser sensación en este IX Campeo­nato del Mundo.

Su importancia la supo ver Pidi “Cubilla destruye cualquier sistema, tira abajo cualquier estrategia, es un jugador endiablado que domina al partido y al adversario. ¿Sabe lo que significa tener un jugador como Cubilla?” La respuesta la dió el mismo Didí, agrandando los ojos, volviendo nerviosos sus, habitualmen­te calmos, ademanes

PEDRO VIRGILIO ROCHAQuizá 1969, ese año que para Pe­

ñarol pudo ser un “año triste” poi la pérdida del Campeonato Urugua­yo, para Pedro Rocha haya sido el de su verdadero apogeo.

No podemos pensar que sus vir­tudes estuvieran ausentes en la épo­ca pretérita. Estúpido sería hablar de que podían no haber alcanzado su total madurez. En el análisis de Rocha "jugador de fútbol” tal vez fue muy poco lo que pudo agregar 1969, como poco será también lo que se pueda añadir en 1970. El apogeo de Pedro Virgilio Rocha está refe­rido a su carácter, a su tempera­mento. Allí sí, 1969 fue un año dis­tinto.

En el temple que exige una tem­porada adversa, todo su valer, toda su calidad, se rodearon de un nuevo brillo. Adquirió su trabajo —quizás el mismo trabajo que hizo siempre, pero que pasó en los tiempos de glo­ria perdido entre el fulgor de otras estrellas - un extraño brillo.

Dotó a su personalidad futbolística de una nueva faceta. La endureció en esa lucha contra la adversidad; en esa pelea frente a rivales que se agrandan porque han perdido el te­mor. Y entonces aprendió a cerrar fuerte los puños, cuando las cosas no salían. Y entonces supo la fuerza que dan los dientes apretados, a la hora de volver a intentar un es­fuerzo.

Estuvo atrás, tapando los aguje­ros de una defensa que daba mucha ventajas en la marca; trató de ar­mar al equipo, aún cuando tuviera que salir jugando la pelota desde su propia área y le sobraron fuer- zar para encontrar el gol que sal­vara un punto en los últimos minu­tos.

¡Qué lejos esa estampa de Pedro Rocha, de aquélla que simbolizara al jugador cerebral, de paso elegan­te, de cabeza siempre levantada! ¡Para qué iba a ofuscarse antaño si las cosas no le salían, siendo que siempre habia un compañero que salvaba el partido!

En 1969 Pedro Rocha se olvidó mucho de sus genialidades. No ser­vían. Estaba solo, en esa soledad que únicamente conocen los “cua­dros que no marchan”. El genio transpiró y se olvidó de sus jugadas

Los mismos italianos lo bautizaron como el "cerebro” de nuestro equipo. Rocha será el nexo entre el ataque y mediocampo.

asombrosas. Cambió la aparición de dos o tres jugadas con su sello, por el sudor de noventa minutos sin bajar los brazos. Habia que hacerlo todo y todo trató de hacerlo. Rocha se encontró con la responsabilidad de aguantar a todo Peñarol y aceptó la responsabilidad. No se le vió por su calidad, se le reconoció por el sa­crificio. Y entonces protestó, se mor­dió, corrió, se agarró la cabeza: sin­tió el peso de todos los partidos de un campeonato.

Ese es el Pedro Rocha que se pre­cisa para un Mundial. Un hombre que llegada la hora acepte la res­ponsabilidad de sostener a todo un equipo. Un hombre que no limite su participación a dos o tres "pincelazos" inigualables. Un Rocha que se pa­rezca mucho a la versión 1969 de Pedro Virgilio Rocha

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A fS IO !

MEXICO 70PEDRO VIRGILIO ROCHAcapitán críente, jugador de re­nombre internacional, carta de triunfo. Ojalá «• repita en Mé­xico nu imagen victorioaa.

F » i TÍSTONI

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M O N T E R O C A S T IL L O : Un jugador temido por los riva les. La prensa inglesa lo ha apodado “ El B ru to" buscando acrecentar su fam a de jugador fuerte. Sin embargo, U ruguay precisa de su presencia en el medio juego. AHI donde los rivales tienen mucho terreno, su v ita lidad y su pierna fuerte son im portantes.

JULIO MONTERO CASTILLO“Es uno de los nuevos muchachos.

Ha tenido que vivir bajo el apodo de "El Bruto", debido a sus fuertes contenciones de los primeros años.

Ahora que Nacional lo ha contra­tado ha comenzado a mostrarse como un gran N° 5. Sigue siendo un fuerte marcador, pero ahora concentrado en lograr la posesión de la pelota, sin detener la acción del rival". (De la revista “World Cup Preview", editada por la New English Library).

“Símbolo de la rudeza, de la agre­sión y de la violencia, este Montero Castillo elimina rivales como si fue­ran enemigos" (De la revista ecuato­riana “Estudio”).

Dejemos de lado la campaña orien­tada de la prensa inglesa y el juicio lógicamente influido por el cli­ma post-eliminatorias, de la prensa ecuatoriana y tomemos el factor co­mún de ambas definiciones: MON­TERO CASTILLO IGUAL FUERZA.

Es cierto. Si había una arista para destacar del N* 5 de nuestra selec­ción, era, justamente la fuerza. Y cada uno la mira desde su ángulo. Los ingleses, temiéndola. Los ecuato­rianos, lamentándola. Nosotros aho­ra, deseándola amparar en el marco de la corrección que le permita sub­sistir los noventa minutos de juego. Porque esa fuerza para nosotros es vital. Porque es muy difícil llenar la cuota de obstrucción de nuestro medio campo, sin pensar en la “pier­na fuerte" de Montero Castillo. Por­que es necesario ahí, donde el rival gesta todos sus ataques, tener un hombre temido Como los “cowboys"

correrá con el peligro de su fama, pero también tendrá a favor el res­peto que lleva implícito su nombre.

Uruguay necesita a ese Montero Castillo sinónimo de fuerza. No se le puede pedir justeza para jugar pelotas de largo recorrido. No se le puede reclamar fineza en el toque. Montero Castillo tiene la obligación de imponer al equipo, su tempera­mento para jugar todas las pelotas “a muerte", para hacer pesar su vo­luntad de no perder nunca, para dar­le a los partidos el clima propio de un Mundial.

LUIS UBIÑALlegó a Londres encerrado en el

paréntesis de la gran duda. Ese te­mor que acompaña siempre a los jugadores de los equipos "chicos a la hora de los partidos grandes. Y allí, en Wembley, en el instante en que toda la maquinaria de un nuevo Campeonato del Mundo se echaba a andar, Luis Ubiña, encon­tró el espaldarazo que lo convirtió en titular indiscutido, en jugador de partidos difíciles.

Así entró en la selección. Así halló un puesto en la oncena celeste. Un puesto que desde entonces fue suyo Porque resultó imprescindible su cuota de “dientes apretados”. Porque comenzó a ser necesario su tempera­mento, sordo siempre a climas y estadios adversos.

No pasará a la historia, induda­blemente, como símbolo de talento, de fineza. Quedará, eso sí, grabado por la fuerza anímica que sabe tras­mitir a sus compañeros por esa ver­

güenza que le impide bajar nunca los brazos; por lo implacable de su marcación y por el cien por ciento que Ubiña pone de Ubiña en cada intervención.

Puede jugar bien, regular o mal. Pero lo cierto de cada partido suyo, lo que queda más allá de aciertos o

U B IÑ A : Londres lo presentó. M é­xico podrá ver su consagración.

I>I4

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eriores, es su afán de hacer las co­sas bien. Ya sea un pique de cin-

metros, para sorprender pa-Y*noo al ataque o el tirarse una, nos, tres, las veces que sea necesario, a los pies de un rival para cortar un avance.

Con poca técnica, con escasa vis­tosidad, su presencia rinde, justa­mente, por eso: porque junto a la raya derecha de nuestra defensa hay un hombre acostumbrado a darlo todo, con tal de ganar.

JUAN EDUARDO HOHBERGJuan Eduardo Hohberg, 43 años,

'‘asado, cordobés de nacimiento y uruguayo de adopción, ingresó a las inferiores de Central Córdoba por el año 46. Rápidamente pasó a Rosario Central de donde llegó a Peñarol en el 48. Con los aurinegros estuvo has­ta el 60, exactamente la temporada en que se clasificara vice interconti­nental. En el ínterin, defendió con extraordinario suceso a la selección oriental, marcando el punto más alto en el inolvidable partido con los húngaros en Suiza 54, convirtiendo ambos goles para los nuestros. Lue­go de dejar Peñarol, Juan Eduardo marchó a Colombia incorporándose al Deportivo Cúculta a quién defen­diera por cuatro años. Sin perjuicio de ser jugador, ya a los seis meso cumplía la doble función futbolis ta-DT, pasando a cobrar importan cia en el último aspecto. Más tarde, ya en el Nacional de Medellín (dos años), la doble tarea siguió repitién­dose hasta que regresara a Monte­video en el 67 para incorporarse a Racing.

En los de Sayago, y exclusivamen­te como técnico, estuvo una tempo­rada para irse luego a Grecia > di­rigir al Panantinaikos. De vueita a Montevideo, Hohberg tomó las ríen das de Rampla Juniors, mando que fuera interrumpido en el correr di año pasado cuando se le nombrara técnico y seleccionador único por la AUF. Con él Uruguay se clasificó invicto y sin goles en contra para el Mundial de México.

Prof. ALBERTO LANGLADEA los 50 años, Alberto Langlade

se encuentra con un haber impresio­nante de títulos y honores. Recibido de profesor de Educación Fisica en el 45, luego de haber pasado el 44 en Santiago de Chile usufructuando una beca, inmediatamente fue a ocu­par el cargo de Jefe de Estudios del ISEF, puesto que desempeñara has­ta unos tres años atrás. Inaugurando su tarea profesional en clubes co­menzó a dirigir como técnico de básquetbol a Peñarol y luego a Welcome y Neptuno. Pese a los títulos obtenidos en la materia, Pe­

ñarol lo convenció para incorporar­lo a la preparación fisica de sus planteles futbolísticos. Cinco veces llegó a desempeñar la tarea con los aurinegros, de quienes se puede hon­rar el haberlos clasificado campeo­nes del mundo, explotando al máxi­mo las cualidades físicas de varios jugadores cargados de años.

Sin perjuicio de sus actividades más notorias en el aspecto descrito. Alberto Langlade desarrolló, parale­lamente, una intensísima labor do­cente, no sólo desde el ISEF sino •n la propia Facultad de Medicina

El éx ito de las E lim in a to ria s hizo a Hohberg, Juan López y Langlade res­ponsables de la dirección en esta nueva etapa.

en la que fue ca tedrá tico de G im-nasia Correctiva sumado a r.s cur sos y cursillos para entrep «dores 3 masajistas. Ha concurrido ‘ infini­dad de simposiums internacionales y ha dictado conferencias en la ma­yoría de la Universidades europeas a donde concurriera para ponerse al tanto de los adelantos en la materia Autor de una numerosa serie de pu­blicaciones en revistas especializa­das y varios libros de su cosecha que, incluso, han sido t aducidos a distintos idiomas, ha sido —diga­mos— condecorado con el título de Profesor Extraordinario de la Uni­versidad de Chile. La última infor­mación que tenemos de sus activi­dades incluye una serie de conferen­cias dictadas en Bogotá -durante la estancia de nuestra selección en Colombia, paso a México— cuyos tí­tulos fueron: Teoría de entrenamien­to, Teoría General de la Gimnasia y

Formación Profesional en el área de la Educación Física.

JUAN LOPEZ FONTANANacido en 1910 en el Barrio Sui

que nunca abandonara, Juan López y su mellizo Alberto hicieron época durante buen lapso de la historia del fútbol uruguayo. Ingresado al 3 de Central en el 24 como jugadoi al tiempo ya desempeaba las tareas complementarias de botiquín desde dentro Je Ih cancha En el 27 y 28. cuando Cent 1 al licuó .1 l.i B. cola bo­

ro cor, Aib^ito Supicci iDT de l'ru- *_ua> en el Mundial del 30) en la dirección técnica de los palermita- nos. Luego, con Alberto, dirigió al equipo en el 35, tarea que prosiguió con intermitencias hasta el 50, con un pasaje por Racing del 47 al 49. Entre técnico y asesor, Juan López

cuya habilidad confesa es el en­tenderse humanamente con los ju­gadores— tiene el record impresio­nante de haber estado en los seis mundiales que se han organizado en la postguerra. Campeón como DT exclusivo en el 50, estuvo en la mis­ma tarea en el 54 (Suiza) y 58 (Suecia) cuando Uruguay quedara eliminado. En el 62 (Chile integró el triunvirato con Scarone y Bagnu- lo) y en el 66 (Londres) cumplió la misma función que ahora desempeña junto a Hohberg, en la asesoría téc­nica con Ondino Viera.

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¿CUAL ES LA CHANCE CELESTE?"NINO ' CORAZOex-DT de la Selección Nacional..

“Se ha trabajado bien aunque con poco tiempo, cosa ya bastante habi­tual entre nosotros. Noto sí que no hay un centroforward y que se ha ape­lado a Espárrago en lo que estimo una buena improvisación desde que él ya lo había hecho en Nacional. Pese a «lio. no es hombre que sienta el

A»j?*»nte de Londres, por estar jugando en la A rg e n tin a , tenem os ahora la >urrte de contar a M atosas en nuestra s ilección A su reconocida calid ad y prestancia les ha sum ado una m ayo r fu erza tem p e ra m e n ta l, que lo hace más valioso aún

puesto; no tiene pique ni destnarqiu y está adaptado al mediocampo. Tam­poco veo otro, del momento que Ro­cha no tiene ángulo de tiro allá arri­ba”.

“El criterio del técnico hay qu« respetarlo. Sin perjuicio de ello, yo hubiera salido de entrada (me refie­ro al comienzo de esta última etapa con una selección titular y luego iría mechando. Pero no es cosa de meter».»-

A tilio A n c h e ta : ju v e n tu d p ara un puesto de g ran im p o rta n c ia .

en planificaciones ajenas. De cualquier forma, tengo bastante confianza. Pien­so que lo fundamental es el faetor suerte. Es primordial que no haya le­siones y, si nos clasificamos en la serie (ojo, no descuidar a los suecos, que a los italianos los respetamos), ie asigno al equipo alguna chance. In­glaterra, Alemania, Italia y el propio Brasil me merecen el favoritismo, en esc orden entre los seleccionados ex­tranjeros”.

EDUARDO VICTOR HAEDO“Yo confío plenamente en el juga­

dor uruguayo, porque confío en el coraje que nos da la raza. El oriental deportista y sobre todo el jugador de fútbol— lleva en sus espaldas toda una tradición en la defensa de los colores patrios. Allí, en las más di­fíciles, nuestros jugadores se agran­dan hasta hacerlos capaces de las más grandes hazañas. Mire, amigo, hay un dicho que dice que “el hábito hace al monje". Yo creo, a pies juntillas, que la camiseta celeste hace las veces

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de habito. Por eso creo en la garra que tanto se menosprecia”.'Más. En esta Latinoamérica nuestra no marchan las planificaciones. Ni las económicas, ni las culturales, ni I is deportivas. Nunca han funcionado > no hay razón para suponer que de gol­pe podrán ponerse en funcionamiento. Justamente por eso es que tengo con­fianza en nuestra chance; porque todo está en manos de los jugadores, con su carga de tradición, de coraje ) de carra charrúa. Si todo hubiera sido organizado a la perfección, le ponía la firma que salíamos últimos "

DR julio sanguinettiMinistro de Industria

‘Uruguay va con todo lo que ticn». Y va con todo el trabajo previo nec« sario. Claro que eso no va referido a la ‘experimental” que no sirvió para nada. Yo no creo en períodos largos de entrenamiento, y más para juga­dores de Peñarol y Nacional que s< conocen de memoria. Entonces estamos en que la actuación de Uruguay pued< ser bastante buena a condición que se resuelvan los problemas de área. Si ellos se resuelven, si se encuentra la fórmula ofensiva — ya sea ella con Es­párrago, Zubia o Rocha— puede dar trabajo y mucho en México. Nosotros

Juan M u jic a : pasando al ataque pueds vo lverse m uy te m ib le .

S eguridad en la m arca es el gran a tr ib u to de Caetano.

Espárrago: parece que será fin a l­mente el piloto celeste.

no hemos visto al ataque uruguayo en estos últimos partidos previos, en la gira, pero esto no deja de ser una experimentación. Si ella marcha, Uru­guay dará que hablar. Ojalá sea en­contrada la fórmula de ataque. El resto sé lo que da y su nivel es muy bueno”.

ALBERTO HEBER USHERNo, amigo, no me pregunte a mí

de fútbol. Pregúntele a cualquiera, hay tantos que pueden opinar Haga de cuenta que no me vio”. Mientras Al­berto Heber me iba diciendo esas pa­labras, en medio de la administración de “El Debate”, una transformación inmediata comenzó a cobrar forma. Aparecieron, de golpe, las ganas de gritar muy fuerte una verdad que lo estaba carcomiendo. Entonces, se de­cidió a arrancarme el lápiz de las ma­

nos y los garabatos vivieron acompa­ñados de la explicación.

Pero esto dejémoslo como segundo punto. En la Selección hay dos cosas enormes. Dos errores profundos. PRI­MERO: no creo en la preselección. Todos los años de toda la vida, la se­lección salió de Peñarol y Nacional. Sólo se recurre a los chicos cuando hay un extranjero ocupando un deter­minado puesto en los grandes. O cuando, en el ínter-período de pases, surge algún valor que no hubiera po­dido ser incorporado por razones re­glamentarias. Entonces, quedamos rn que no se puede inventar jugadores de los chicos. Eso es toda mentira. Con la preselección lo que se ha hecho es perder el tiempo”.

“SEGUNDO: (y sigue con el di­bujo): Yo no creo en defensas sin delanteras. Y sin medio campo no *e

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Julio Cortés: estuvo en C h il* . Lon- rtr*s y ahora M éxico.

gana. Usted tiene adelante a Cubilla, Rocha, Maneiro y Morales. ¿Quiénes los respaldan? ¿Quiénes les arman d juego? Sólo Montero y Matosas. Cuan­do usted ve que uno va arriba y vanta la mano indicando que se va, el otro se queda y hay una carga de peligro. Sólo ellos dos pueden hacer el medio campo. Y ninguno de los dos puede ir atrás, como se le hace ir a Matosas, porque a los diez minuto», hay que sacarlo en camilla. Entonce., si Matosas tiene que estar más ade ­lante, ahí está faltando uno: (> •<» escribe y ,o grita con ganas) AHI ES­TA FALTANDO COCOCHO. Bueno, le digo Gococho, como le podría de< ir Kcnifacino. Lo importante es que Ma­tosas y Montero Castillo estén adelan­te. Con ese equipo no nos gana nadie y seriamos campeones mundiales. En cambio éste ”

“Este equipo nació muerto. ¿A quién le tamos a ganar? Mire, yo no sabré nada de política, pero de fútbol, MI­RE, DE FUTBOL NO HAY NAD1I QUE SEPA MAS QUE YO ”

OSCAR OMAR MIGUEZEl último gran centroforward d< be

'«•r tino de los individuos más tipie »' \ en nada diferenciales del hombre medio montevideano. Alejado ya del fútbol, apenas si se reencuentra con la gloriosa hazaña de Maracaná cuan­do se produce alguna entrevista o < uando, cual mero ciudadano ejert e 'US funciones en el Correo o, en la tarde, en una inmobiliaria de la C an­dad Vieja.

“Lo que hay que analizar, porque está más que repetido, es el aspecto organizativo. Aquí, sea en el 50, en el 54 o en el 70, siempre es un desas­tre. Es una característica bien uru­guaya. Claro que, come siempre, ello*» estarán primeros en la escalerilla de descenso del avión si se logra e, título. De lo contrario bajarán los uruguayos. Y, también como de costumbre, serán les jugadores los encargados de sacar a flote a la empresa”.

“Claro que Hohberg va solucionan­do los problemas que se originan con la integración del plantel aunque no podrá superar las trabas que se le pre­sentaron en la gira, caso Colombia. Nuestro equipo está bien constituido, per más que yo opine que Manicera. Lito Silva y Lamberck tendrían que isi.ir allí. Pero no anda bien ' «"• stá teniendo las posibilidades de com­petir que hubiese necesitado. En Ion «es hay que entrar a analizar que tienen los otros; es cuando vemos que no andan mejor que nosotros. Creo que si se gana la serie estamos pues­tos. Pasaría al revés de los argentinos. Nosotros no subestimaríamos a los vi­

udo Maneiro: juventud y panorama.

Losada: s iem p re ingenioso.

vales y ellos entrarían bastante asus­tados: Uruguay es muy respetado. Aparecería la influencia de la historia. Y aunque piensen que Uruguay anda inal, la psicología que agranda a los uruguayos hará que los otros se achi­quen. Yo no creo en la garra ni en Ja leyenda, pero sí en el coraje y la fuer­za anímica del jugador uruguayo. También en el 50 hubo problemas de ledo tipo. Desde la ida a la Argentina de Walter Gómez y Luis E. Castro, hasta la desorganización que hoy se vive. Y se ganó. Se pudo haber per­dido, pero se ganó. Hoy puede suceder lo mismo. Italia depende de un hom­bre: Riva. ¿Y qué pasa si Riva juega mal? Acuérdese de lo que le digo: si Uruguay se clasifica en la serie nos traemos el campeonato ’

CONCEPCION "CHINA ZORRILLA

Yo soy tremendamente optimista en tedas las cuestiones de la vida y no pienso apearme de esa costumbre m esta oportunidad. Mire, a pesar de

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ser bolsilluda, la confianza en Uru­guay aumenta con mi admiración por Rocha. Confianza que aumenta por­que yo no sólo vi victorias. He vivido las amarguras de haber visto perder 3 J¿ru8yay muchas veces en mi vida”.

Ce juro que en mis cálculos esta­ba, una vez más, ver la actuación de t ruguay en vivo. Tenía todo previsto para salir de Estados Unidos el 20 demayo para trasladarme a México. Ra­zones especiales obligaron a que lo adelantara un mes y eso me impide ir. Pero no el perder la fe. Creo que cuando mucha gente desea lo mismo y simultáneamente, ese deseo se logra. Incluso he pensado y mucho en si le venta bien a Uruguay un campeonato mundial en medio de esta angustia política. Después de cavilar bastante, llegué a la conclusión que sí, que le vendría bien. Claro que, siempre y cuando esos festejos no duraran un mes y la gente se olvidara de todo fl resto. Yo estoy dispuesta — dentro de este esquema de distracción de ios problemas vitales del país— a gritar como el que más el gol de la victo­ria . . ”

MATIAS GONZALEZEl viejo “León de Maracaná” cam­

peón mundial del 50 aún conserva ¿u estampa, acentuada físicamente por una obesidad que siempre fue irreduc­tible. Radiado de la vida futbolística —lo que no lamenta— también lo está, casi, en vida laboral. Obrero del I cigoñal — sección talleres— “hace ya

B a re ñ o puede ser so lución p ara c u a lq u ie ra de las dos puntas.

<

casi un año en que todos los político- nos prometieron una solución. Toda vía estamos parados viviendo del se­guro de paro”. Claro que, no por ello ha abandonado su eterna predilección por las bochas volcada en el club Bel­vedere de la calle Carlos María R i- mírez.

“Opinar es bravo. Nunca me gustó dar opiniones y menos las de este tipo. Por supuesto que una cosa es opinar y otra no tener confianza. Confianza yo siempre tuve. Cuando jugué, en <1 50, y cuando luego fueron los otro* en los mundiales siguientes. Yo la fe no la pierdo jamás. Y más en esto* momentos, con excelente equipo hu­mano y bien dirigido. Técnica y fut­bolísticamente lo tenemos. Después vendrá lo otro, las ganas de triunfal que le llaman garra. La garra y «I coraje aparecen cuando empieza el mundial y no dudo que la de estos jugadores estará a la altura de las circunstancias. Pero no hablemos d< posibilidades. Las posibilidades son ahora las mismas que en el 50, como fueron también iguales en el 54, 58 — pese a que nos eliminaron— en el 62 y en Londres. Es recién en el campeonato donde se puede ganar. Yo lo único que puedo tener es confianza; la confianza que tenemos todos los uruguayos. Vi bien al equipo, muy parejo en todas sus líneas, aunque le tengo que confesar que lo observé sólo en prácticas. Yo al fútbol no voy, ape­nas si un par de veces al año. Real­mente no me llama la atención”.

Julio C. M orales: el ú ltim o en llegar y casi seguro t itu la r .

CACHO DE LA CRUZ(Casado, 32 años, “de Belgrano” aun­que ya oriental por trece años de resi­dencia, esposa y dos hijos —una nena de 6 y un varón de 8 meses— todos uruguayos; animador y actor humo­rístico):

“Mire, al final de cuentas volverá a aparecer la garra charrúa en Mé­xico —todavía estaba hablando m serio— por más que ahora nos amar­guemos con las actuaciones previas que a todos nos provocan desazón. Pero tedos —¡claro viejo!, cómo no voy a sentir lo mismo— en el fondo tenemos la CONVICCION de que lo vamos a ganar. Lo que pasa es que llegan toneladas de propaganda ex­tranjera, como sucede en todos los casos de eventos con magnificiencia. Le cuento que el otro día estaba sien­do una película, acá en el canal, sobre los suecos y asombraba. Todo era de laboratorio. Eso es ahora. Pero cuando se mueva la taba todo será de incuba­dora, mientras los nuestros jugarán con los pies”.

Después apareció la clásica faceta de Cacho. “Si es que a usted le inte­resa, yo hice una apuesta por si Uru­guay sale campeón. Voy a pasar los siguientes siete días en curda y no pienso faltar un solo día al canal. Voy a batir el record etílico en bene­ficio de la celeste . ”

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LOS RIVALES DE LA SERIE

P rim e r partid o f in a l del G rupo X V . Is rae l ju g an d o c o m o local d e rro ta a la selección de A u s tra lia por uno a cero. Después ven dría un em pate com o v is ita n te y asi los is rae líes lle g a ría n basta M éxico .

ISRAEL O ELCOMOPOLITISMO

Muchos factores han incidido para hacer llano el camino de Israel hasta México. En primer lugar el sentido de “mundial” que se le ha querido dar al torneo, entendiendo por este vocablo la mayor extensión geográ­fica posible. Si hay un pais de Cen­tro América, otro de Africa y otro representando al conglomerado de países de los continentes de Asia y Oceania, más “mundial" será el cam­peonato. Aunque esos países y esos continentes poco importen futbolísti­camente, aun cuando haya sido pre­ciso dejar por el camino de la elimi­nación a Hungría, España. Francia y Argentina, por ejemplo.

Otro factor que indudablemente nene que haber incidido es el econó­mico Y ésta es una razón muy aten­dible a la hora de organizar compe­tencias La colectividad israelí está extendida mundialmente, y eso sig­nifica que estará en México. No sólo para asistir a los partidos, sino tam­bién para hacer turismo, con todo lo que el turismo puede dejar de be­neficio al país organizador. Además, tanto los israelíes residentes en Is­rael. como los pertenecientes a su colectividad y que viven en otros países, poseen un nivel de vida igual “ superior al de todos los rivales del grupo Incluso, futbolísticamente, el s e n tid o de nacionalidad puede estar

más arraigado en Israel que en paí­ses como Australia o Nueva Zelan­dia.

Por todas esas razones, y por tres partidos ganados y un empate, Israel estará en México. ¿ Puede de él espe­rarse una sorpresa semejante a la proporcionada por Corea del Norte en 1966? No lo sabemos. Por ahora el poderío debe quedar medido por las estadísticas de las eliminatorias. Nada más se puede agregar a este plantel casi enteramente amateur, cuya única excepción de profesiona­lismo la constituye David Primo, que ha jugado una temporada por los Baltimore Bays en Estados Uni­dos.

Pese a que logró Israel su califi­cación como vencedor del Grupo XV

grupo éste sumamente complejo política y geográficamente— sola­mente tuvo que disputar cuatro en­cuentros. Los países componentes de este grupo conformaban una super­ficie de unos nueve millones de kiló­metros cuadrados y una población de 155 millones de habitantes aproxi­madamente Está en tercer lugar, en lo que a población representada se refiere, después de los grupos co­mandados por la URSS y El Salva­dor.

Sus rivales fueron, inicialmenh- Nueva Zelandia, y posteriormente, decidiendo al vencedor del grupo. Australia.

In c id en cia del p a rtid o ganado por Is rae l en T e l A v iv .

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Los resultados de estos <-n< u .. tros fueron:

Israel 4 - Nueva Zelandia 0 (Jura do en Israel).

Israel 2 - Nueva Zelandia 0 <Jii- gado en Israel).

Israel 1 - Australia 0 (Jugado en Israel).

Israel 1 - Australia 1 (Jugado en Australia).

Es de hacer notar que mientras Israel logró el derecho de disputar la final, teniendo solamente que de­rrotar para eso al modesto equipo nacional de Nueva Zelandia, su ri­val -—Australia— debió eliminar pre­viamente a Corea del Sur, Japón y Rhodesia.

Por motivos políticos no participó en la disputa de este grupo elimina- torio Corea del Norte, que en Mundial de 1966 llegara hasta l< s cuartos de final, con gran sucedo en sus presentaciones.

PARTICIPACION EN LA ’ RIMET

Es la primera oportunidad que Israel llega a participar de los octa­vos de final de un Campeonato Mun­dial de Fútbol. Antes lo habia in­tentado cinco veces. En 1950 fue eli­minado por Yugoeslavia por 0-6 y 2-5.

Cuatro años después Yugoeslavia lo derrota 0-1 y 0-1 y Grecia ñor 0-1 y 0-2.

Para el Mundial de 1958, luego de que de su grupo desertaran Tui quia, Egipto e Indonesia por razo­nes políticas, País de Gales lo elimi­nó con el tanteador de 0-2 y 0-2.

Italia fue quien dejó a Israel sin poder viajar a Chile, al vencerlo por 1-6 y 2-4.

Para el Mundial de 1966 la elimi­nación le llegó por las derrotas que le infligiera Bulgaria (0-4 y 1-2» y Bélgica (0-1 y 0-5).

ITALIA: AHORA SERA DISTINTO

“Los uruguayos practican un ópti­mo juego en el medio campo, pero no poseen ases ni en el ataque ni en la defensa. La táctica preferida de los uruguayos es aquella de ha­cerse atacar, para utilizar el contra golpe. Igual, más o menos, a aquella que adoptará Italia, con la diferen­cia de que no vemos ningún realiza­dor del calibre de Riva entre los uruguayos, ni pensamos que la de­fensa pueda compararse a un "pa­quete” en el que entren Zoff, Buig- nich, Facchetti y Salvadore. Bueni- timo es el arquero Mazurkiev* ic/ inmejorable el mediocampista Roch auténtico cerebro del equipo, peí», ••'güimos siendo del parecer que,1 ntre Italia y Uruguay, hay dos go­les de ventaja a favor de Italia”

“G igi” Riva: sinónimo de habilidad, velocidad y potencia de remate. Es el arma ofensiva italiana.

Esta es la formación “azzurra" que en el Estadio San Pablo de Nápolcs logró la calificación al vencer a Alemania Oriental

Esto lo ha escrito Alberto Bailarín i n la revista “Super-Calcio". Arries­gándose a ser netamente optimista Mjhre la chance de la "squadra az- zurru" en la aventura de México, «orno lo fuera, también “a priori”. pesimista sobre la suerte de los ita­lianos en Londres. r

¿ Qué es lo que ha hecho cambiar, lan diametralmente, a la crítica de­portiva peninsular? Esencialmente dos factores, asociados éstos intima­mente a dos nombres: FERRUCCIO VALCAREGGI y LU1GI RIVA

El primero de ellos, sucediendo a Fabbri en la dirección técnica de la selección italiana, se ha manifestado abiertamente dispuesto a crear un equipo más ofensivo. Al menos no tan dispuesto al “cattenaccio" como lo fuera su predecesor. Y a las pa- 'abras, siguieron los hechos.

Tácticamente se ha pasado de un perpetuo 4-3-3 a un 4-2-4, aún tími­do en su concreción.

Y dentro de ese plantel que ya conocía ídolos del tipo de Alessan- dro Mazzola o Gianni Rivera, ha aparecido la figura de un goleador Luigi "Gigi" Riva. Un jugador super- dotado, de poderoso pique y temible disparo. Acostumbrado a cruzarse en diagonal hacia el centro y “matador" a la hora de enfrentar goleros. Ca­paz de dotar a las esperanzas azules del goleador siempre añorado y mu­chas veces buscado entre los extran­jeros nacionalizados.

Esas son las principales razones que hacen pensar a Italia que esta vez será distinto. Distinto al fracaso sucesivo de varios Mundiales. Dis­tinto a la tragedia de ser eliminada por los “desconocidos" norcoreanos

ITALIAPara llegar a disputar los octavos

de final de est«* IX Campeonato

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Mundial de Fútbol, tuvo que con­quistar el primer lugar del Grupo TTT En el mismo participaron, ade­más de la "squadra azzurra”, la Re­pública Democrática Alemana y País de Gales.

Italia disputó cuatro partidos ha­biendo concluido los mismos en cali­dad de invicto. Los resultados fue­ron los siguientes:

Italia 2 - R. D. Alemana 2 (En Alemania 1.

Italia 1 - Pais de Gales 0 (F.n Pais de Gales).

Italia 4 - Pais de Gales 1 (F.n Italia).

Italia 3 - R. D. Alemana 0 (E n Italia).

Las posiciones finales del Gruí- TTT fueron las siguientes:P aís » H- *9 Pe. *p G». Gt Pt».

Italia 4 3 1 10 3 7

R. D. Alemana 4 2 1 1 7 7 5Gales 4 — 3 3 10

PARTICIPACION EN LA "RIMET”

No concurrió al Mundial de 1930 en Montevideo

Fue campeón en los torneos de 1934 > 1938

Ocupó el sexto lugar en el Mun­dial de 1950.

En Suiza, en 1954. ocupó el undé­cimo lugar

En 1958. fue eliminada por Irlan­da del Norte.

En 1962. fue eliminada en los oc­tavos de final por Chile y Alemania

fjt URSS y Corea del Norte la de­ja r o n e n lo* octavos de linal en 1966

•« Im ta n ta » « itncactenc» sueca* oc la» E lim in a to r ia » logran ju n ta r • »u» ru .iy * rfdus scr<n m yy tem ib les .

S andro M a zzo la : “ sa lvad o " de L o n ­dres.

SUECIA: VERDADERAINCOGNITA

Nuestra chance tiene un verdade­ro enigma en su camino: SUECIA.

¿Cuál es el verdadero poderío del conjunto nórdico ? ¿ Es quizás aquel que sirvió para golear dos veces a los noruegos y vencer a Francia, como local, por dos a cero o es qui­zás aquella fuerza pálida y endeble que cayera en Pare des Princes por tres a cero, en la revancha con los franceses?

Otra duda se nos abre hoy, a po­cas horas de dar comienzo este IX Campeonato Mundial, sobre su pre­paración. Los jugadores suecos han sido sometidos, previamente a su se­lección, a un rigurosísimo examen síquico en el Royal Caroline Hospi­tal de Estocolmo Eso indicaría un alto grado de pieucupación en lo- g iai luí & i u p o p o d e r u & a in u i lc c u n - -usiaQfiado

Sin embargo, no debemos olvidar que Suecia ha debido repatriar a ocho de sus mejores jugadores del exterior, donde están actuando en la actualidad. Tal el caso de Axelsson. Nordhal jr. y Turesson que estaban jugando en Bélgica; al igual que Grahn en Suiza, Hamrin en Italia Magnusson en Francia, Kindwall en Holanda y Persson en Escocia. Y estos jugadores Suecia los utilizaba una vez a dos o tres, en otro partido i otros tres o cuatro, pero nunca a iodos juntos. Por eso resulta muy difícil predecir el verdadero poderío y el grado de preparación alcanzado por los dirigidos por el ex-futbolista ^ucco Orvar Bergmark. Muchos, de « sos jugadores repatriados son muj «■onocidos internacionalmente. Y co­nocidos por buenos. Así el caso de Hamrin. que hace muchos años jue­ga en el fútbol itálico: o Magnusson. actualmente en Francia, pero con un exitoso pasaje por el Juventus de Italia o Kindwall, que milita en el equipo holandés del Feijenoord. de estimable reputación en los últimos tiempos en Europa.

Suecia, hoy, es la gran incógnita de nuestra serie. Mañana podrá cons­tituirse en el gran peligro.

SUECIADoce años después que, jugando

como local, Suecia lograra el vico- campeonato, vuelve a participar de la faz final de la Copa Jules Rimet

Su calificación fue lograda en el Grupo V de las Eliminatorias, com­partiendo la disputa del mismo con Francia y Noruega. Los resultados de sus cuatro encuentros fueronestos:Suecia 5 - Noruega 0 (En Suecia)Suecia 5 - Noruega 2 (En Noruega)Suecia 2 •• Francia 0 (En Suecia)Suecia 0 Francia 3 (En Francia ¡

Las jtosiciones finales del Grupo \ u«*ron

P o iie t Pj Pg Pe. Pp Gf Ge Pi*

Suecia 4 3 1 12 5 6Francia 4 2 2 6 4 4Noruega 4 1 3 4 13 2

PARTICIPACION EN LARIMET

No inlenino en el Mundial de 1930C om parte con Suiza el 7mo lugar

en 1934Ocupa el cuarto lugai en el Mundial

1. 1938E* tercera en Brasil, en el año 1950 E* eliminada por Bélgica para el

Mundial de 1954En 1958 logra como local el \ ic e -

«.iinpeonatoi'n 1962 es eliminada por Suiza. Alemania Occidental la elimina del

Mundial de 1966

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M E X IC O 7 0 : a h o r a usted escribe la h is t o r ia

Fecha

*Serie 1 Serie II Serie III Serie IV

1 a2fVI

2.a3/vi

3. a6/VI

4. a7[Vl

5. a10/VI

6. a11/VI

URSS .0 MEXICO O URUGUAY 2 ISRAEL 0 RUMANIA O INGLATER 1 PERÚ 3 BULGARIA 2.BELGICA 3 EL SALVA. O ITALIA 1 SUECIA n CHECOSL. BRASIL 4 MARRUEC. ALEMAN.

URSS 4 BELGICA URUGUAY 0 ITALIA 0 RUMANIA CHECOSL. 1 PERÚ , 3 MARRUEC. 0

MEXICO EL SALVA O ISRAEL 4 SUECIA í INGLATER. 0 BRASIL 1 BULGARIA 2 . ALEMAN.

URSS EL SALVA. 0 URUGUAY o SUECIA RUMANIA 2 BRASIL 3 PERÚ3

ALEMAN. 3

MEXICO BELGICA 0 ISRAEL Q ITALIA 0 INGLATER. 1 CHECOSL. 0 BULGARIA 4 MARRUEC. - í

Cla

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ados A 1° c 1 ° E 1° G 1.° l e n u O .

B 2° D . 2 . ° F 2° H 2.° f o u

Cuartos de Final 14/VI

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Semifinales 17,vi

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3er. Puesto 20/vi

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Page 23: Eduardo Gutiérrez Cortinas

M E X IC O 7 0FRANKLIN MORALES

Nos quedamos hoy “o los puertos de México, aguardando el desarrollo de una competencia donde habrán de encontrarse los mejores equipos nacionales del mundo. Franklin Morales ya está en la capital azteca, pronto para observar, registrar y valorar los acontecimientos, y cerrar luego nuestra colección con una visión completa del magno certamen.

PLAN DE LA COLECCIONLOS ALBORES DEL FUTBOLURUGUAYOFranklin MoralesLOS CAUDILLOSCortos SotoEl FUTBOL DEL 12César L GallardoHISTORIA DEL CLUB NACIONALDE FOOTBALLDionisio A Vero tD avyl.URUGUAYOS Y ARGENTINOSEduardo Gutierre i CortinasHISTORIA DE LOS CLASICOSEduardo Gutierres Cortinas1924 COLOMBESCarlos Manim RíosGOLES Y GOLEADORESRicardo LombardoHISTORIA DEL CLUB ATLETICOPEÑAROLUlises BedanoLOS NEGROS EN El FUTBOL URUGUAYOEduardo Gutierres Cortinas 192» AMSTEROAM Julio Boye*LOS MAESTROSCesar L Gallordo y oíros

i EL MUNDIAL DEL 10 Carlos Martines Moreno

I HECHOS V ACTORES DEL PROFESIONALISMO Cortos Loedel

i LA CORA URUGUAYAEduardo Gutierres Cosimos

I El NACIONAL DEl 40 Baúl Blenq.fi Birlo

19

20

17 LOS CAMPEONATOS SUDAMERICANOS Carlos Loedel __

18 1950: MARACANA Nilo J. Suburú.LOS ARQUEROS César L Gallardo.LOS EMIGRANTES Carlos Lorenzo

21 PEÑAROL CAMPEON DEL MU„NDO Sergio Decaux.

22 LA EVOLUCION DE LOS SISTEMAS DE JUEGORafael Bayce,

23 LA GARRA CELESTE Alberto Silvio Montano.

24 EL CUADRO IDEALDE TODOS LOS TIEMPOS Mesa redonda

25 LA COPA DEL MUNDO Luis Esteva Ríos.

26 A LAS PUERTAS DE MEXICO.Carlos Andrés Naya y Erasmo A. Fried

27 MEXICO 70 Franklin Moróles.

I * t O l tO t lA i 1 O D IA M O O lf IC A t tSTO S T ltU iO S

o su o t a t N

TODOS LOS JUEVESI C A P IT U L O O tL FU TBO L M A S O L O B IO S O C O N i L A M B ÍA C tM T B A L .

Precio de vento ol público, *w,eio o m o­dificación de ocoerdo o lo ley numero 13 770 del 16 de diciembre de 1968(COPtir^

k.

EJEMPLARDE

COLECCION