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Encuentros1 4

Año 6 1992

Editorial R.S. Schulz

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La Amazonia: un mundo en peligro

Petróleo Venezolano para el

\

Mercado Alemáni

VEBA OEL AG y PETROLEOS DE VENEZUELA S.A. son socios en el campo petrolero. Conjuntamente retinan crudo para el mercado alemán.

La compañía RAAB KARCHER AG, filial de VEBA OEL AG, está

comercializando productos petroleros para dichas compañías.

RAAB KARCHER Mineralöl vertrieb

Contenido Editorial

Tema:La Amazonia: un mundo en peligro

Réquiem TropicalDarcy Ribeiro 3

Más cercanos al trágico finalEntrevista al filósofoHans Joñas 7

Uso y conservación de bosques tropicales en la Oriniquia- Amazonia Pedro SánchezKlaus Jaffé 12

Después de Rio '92Jon Paul Rodríguez 15

Venezuela: país amazónico María Elena Medina 17

Los Parques Nacionales y Monumentos Naturales de la Amazonia Venezolana Rafael García 20

Anotaciones sobre la política ambiental de la R.F. de Alemania, los esfuerzos de Venezuela para la conservación de los recursos naturales y la creación del Centro Amazónico de Investigaciones Ambientales Alexander von Humboldt - CAIAH Antonio Carrillo 26

Noticias sobre actividades recientes de la ACH:Alemán en Venezuela ¿Para quién? ¿Para qué? Cursos de idioma en la Asociación Cultural Humboldt Henning Schroedter-Albers 29Foro:¿A qué árbol he de arrimarme? Varias concepciones de vida dentro de nuestra realidad contemporánea Pynchas Brenner 31Rafael Carias 32Alberto Rosales 34Seminario:El fomento del cine de la Oficina de Cine de Hamburgo en la ACH Solvelg Hoogesteijn 35

Separata:Programa de la ACH, Caracas

La Amazonia: un mundo en peligro

Antes, durante y despúes de la gran conferencia celebrada en Rio de Janiero en los pasados meses, la famosa Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo,CNUMAD, la opinión pública del mundo entero volcó su interés a la temática de la conservación del medio ambiente y a lo que ahora se llama el desarrollo sustentable. Jamás en la historia de la humanidad se había dado tal importancia a estos problemas. Pero la opinión pública y los medios de comunicación tienen por lo general una corta memoria. Pasan los eventos, pasa el interés, otros temas se sobreponen sobre los anteriores. Y sin embargo, el problema de la conservación de este planeta no es ni debe ser un interés pasajero: el ser humano se está jugando su propia existencia en este momento. Está destruyendo las condiciones de su subsistencia. Con la contaminación de aire, agua y tierra, con el calentamiento global del clima, con la destrucción de bosques y sabanas, con la sobreexplotación de los suelos, con la desenfrenada carrera demográfica, con el consumo escandaloso de energía y de recursos, con la explotación indiscriminada el hombre destruye especies vegetales y animales, pero más aún, destruye con una consecuencia pasmosa las posiblidades de subsistencia de su especie. La historia de la humanidad no tiene sino unos pocos millones de años en este planeta que cuenta con cientos de millones en su haber. Somos un segundo en el largo día de la Tierra. Y estamos haciendo todo lo posible para que no lleguemos a dos, tres, cuatro segundos más.Uno de los aspectos más terribles y tristes de esta constante labor destructiva es el destino de los bosques tropicales. Venezuela aún tiene la suerte de contar con varias miles de hectáreas de esta maravilla natural. La Orinoquia-Amazonia es, para quien la ha podido ver, aunque sea desde lejos, una de los más espectaculares paisajes en este mundo. Los peligros que la acechan, los desastres que debe sufrir amenazan con la eliminación de un conjunto de ecosistemas únicos en su tipo.Los culpables son muchos, como lo señala Darcy Ribeiro en su "Réquiem Tropical", y sobre todo, son los extraños valores que la sociedad occidental ha propuesto como ideario materialista para nuestras vidas, como lo describe Hans Joñas.Por ello, y para ayudar a todos los esfuerzos que se realizan actualmente en la conservación de estos maravillosos ecosistemas amazónicos, este número de Encuentros le da cabida a varios artículos sobre las posibilidades y dificultades en esta tarea. Los aportes de Pedro Sánchez y Klaus Jaffé, la descripción de los eventos y conclusiones de Rio '92 de Jon Paul Rodríguez, las presentaciones de María Elena Medina, Rafael García y Antonio Carrillo son sendas indicaciones de lo que se está haciendo, de lo que podría hacerse, de lo que debería hacerse en esta emergencia mundial, en la ineludible tarea de proteger la Amazonia, ese mundo en peligro, de los destrozos que la amenazan.

Verónica Jaffé

Encuentros 14 1992 1

Encuentros Personalia

Revista publicada por la ASOCIACION CULTURAL

HUMBOLDT,Caracas/ GOETHE INSTITUT .Munich

en colaboración con la ASOCIACION VENEZOLANO-

ALEMANA, Munich.

Asesores: Dr. Theo Eberhard

Arq. Eduardo Robles Plquer (CNP No. 1367)

Dr. Rolf Walter

Coordinación y redacción: Dra. Verónica Jaffé

Dirección: Venezuela:

Asociación Cultural Humboldt Apartado 60501 Chacao

Tel. 52.64.45 Fax: (02) 525621

Telex: 27679 ACHum ve Caracas

Dirección de la Asociación Venezolano-Alemana,

Deutsch-Venezolanlsche Gesellschaf e.V.:

Parkstr. 4 8000 München 2

Tel.: (49-89) 5026531 Fax: 5022311

Copyright© 1987 Asociación Cultural Humboldt,

Caracas

La reproducción de artículos publicados en esta revista es

posible con previa autorización de la redacción.

Encuentros no se responsabiliza por el contenido de los artículos

firmados por sus autores.

Transporte a la R.F. Alemania, cortesía de Lufthansa.

Depósito Legal: pp 87-0228

PVP: Bs. 60.- Suscrlpclón anual: Bs. 200.-

Elnzelheft: DM 8.- Jahresabonnement: DM 32.-

Presentacíón de los miembros de la nueva Junta Directiva de la ACH

Como dijéramos en el número anterior, el 24 de febrero de 1992 se eligió la nueva Junta Directiva de la Asociación Cultural Humboldt. En el número anterior de Encuentros comenzamos a presentar a sus miembros. Aquí continuamos con tal presentación para información de todos los miembros de la Asociación Cultural Humboldt:

Claus GoetzNació el 23 de mayo de 1938 en München. Estudió la primaria en München, luego en el Instituto Escuela Balll y sus estudios universitarios en la misma ciudad y en Graz, graduándose de ingeniero mecánico. Hace años es tesorero de la ACH y se dedica a los paseos y deportes como el windsurf, los esquís, los vuelos.

Leopoldo JahnNació el 28 deMayo de 1938 en Caracas como descendiente del famoso educador deportista alemán, TurnvaterJahn. Es Ingeniero civil graduado en 1960 de la Universidad Central de Venezuela, Director de la empresa Construcción Jahn C.A. y se dedica a la fotografía, la lectura, la música clásica y el deporte.

Isbelia Sequera TamayoEs economista y geógrafa, posee un doctorado y varias maestrías en Planificación Agraria. Ha publicado veinte libros y más de mil artículos sobre Ciencias y Humanidades. Es profesora titular de la UCV, Individuo de número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, y ha recibido varios premios, órdenes y condecoraciones nacionales e Internacionales por su obra. Recientemente fue honrada con el Premio Nacional de Ciencias (1992).

Georges SchmitzNació el 10 de Mayo de 1948 en Bremen en una familia de músicos. Comerciante, trabajó con la empresa Blohm y luego con General Motors. Estudió violín desde los siete años y desarrolla esta actividad hacia la música de cámara. Desde 1973 forma parte de la orquesta de cámara de la Asocaclón Cultural Música Antigua y durante varios años actúa en su Junta Directiva. Desde 1974 es miembro de la Orquesta de Cámara de la Universidad de Carabobo. Participa en la Junta Directiva de la ACH desde hace cuatro años como comisarlo, ayudando en la programación musical y colabora con el Colegio Humboldt de Caracas, manteniendo muy buenas relaciones con círculos culturales venezolanos.

Luisa Veracoechea de CastilloEs profesora de Castellano, Literatura y Latín de la Universidad Pedagógica de Caracas, tiene un postgrado en Lingüística y en Administración Cultural y una maestría en Historia Económica, Social y Política de Venezuela de la Universidad José María Vargas. Autora de varios artículos, participante en varios congresos, merecedora de órdenes, publicó recientemente en la Academia de la Historia el libro: "La Huella del Sabio: El Municipio Foráneo Alejandro de Humboldt", 1991.

Ana Luisa VolkenbornNació en Deventer, Holanda el 12 de Junio de 1946. Estudió Arte y Filosofía en Baarn y en el Instituí Catollque, París, luego un año de Hotelería en Ginebra y cinco años de Historia del Arte en Leyden. Trabajó en el Daily Journal, escribió para la publicación norteamericana 'Architecture & Land- scape' de Washington y para el 'Papel Literario' de El Nacional en Caracas. Es miembro de la Junta de la ACH desde 1990, siéndolo antes de la Asociación ProMúsIca de Cámara.

Hennlng Schroedter-Albers

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Tema: La Amazonia: un mundo en peligro

Requiem TropicalDarcy Ribeiro

Después de mi graduación trabajé como etnólogo y viví unos años en aldeas indígenas del Amazonas. Me gusta mucho recordar aquellos tiem­pos en que recorría la selva con los indios, cazando, pescando, viendo y observando. Bellos años de juventud. Belleza perfecta de la selva virgen.

En realidad la viví íntegramente y con todos los sentido sólo en las horas de la madrugada y del anochecer, cuando la selva habla. Es entonces cuando toda la selva, silenciosa casi siempre, grita y brama. Es la hora sagrada en que los animales grandes y pequeños, las aves y los insectos expre

ruidosmante su alegría al adivinar el día que viene, o, en el otro caso, chi­llan aterrados su temor por la noche que vuelve a caer.

Este escándalo comienza con los chillidos de las bandas de los monos guariba, que saltan entre las ramas de los árboles más altos y gritan a todo pulmón con sus cuerdas vocales espe­cialmente fuertes. Los gritos de los monos despiertan a los otros animales quienes entonces, cada quien con su voz, arman una algarrabía infernal: las dantas resoplan, los leopardos bufan, los venados berrean, los chigüires y picures gruñen, las aves pían. Los

murciélagos y las lechuzas en las ra­mas y las culebras y sapos en el suelo son los únicos, creo yo, que se alegran.

Al amanecer, por el contrario, la alegría es general. También los indios, y yo entre ellos, acampando en la selva, nos alegrábamos y nos entriste­cíamos en el mismo ritmo. De madru­gada, viendo nacer un nuevo día de nuestras vidas inquietas, salíamos de inmediato a bañamos y de allí a comer alguna cosa para luego adentranos otra vez en la selva y abrir con nuestros pies un nuevo camino de aldea a aldea por el medio del bosque.

Vista desde el cielo la selva es una alfombra ondulante hecha de todos los tonos de verde y salpicada de copas coloridas. Vista desde abajo, pisando las hojas muertas, es un mundo som­brío, de millares de columnas delga­das y gruesas que se alzan sobre el suelo limpio hacia lo alto, se entrecru­zan y entrelazan, formando un apreta­do techo entretejido. Aquí y allá, don­de un rayo derribó un árbol, el sol penetra en la espesura y la ilumina. Entonces, al lado de los troncos podri­dos, brotan y crecen rápidamente las plantas nuevas que quieren ser árboles o lianas.

Cierta vez, cuando nos aproximá­bamos a uno de esos claros, el indio que iba delante de mí se paró de repen­te. El que venía detrás de m í me tocó el hombro, haciéndome una adverten­cia. Buscando con la mirada, vi asom­brado sobre un tronco caído una pan­tera negra y enorme que nos observa­ba. Seguro sentía curiosidad por ver por primera vez unos bichos tan des­nudos y, en medio de ellos, otro bicho envuelto en trapos. Mi amigo indio me volvió a tocar como diciéndome: ¡Cuidado! ¡Dispara! Pero yo no podía despegar mis ojos de los ojos amari­llos de la pantera que también me miraba. Así permanecimos ambos, atados por la recíproca mirada, como en un encantamiento, que luego, de repente, se rompió. Con un sólo salto y estirando todo su cuerpo elástico

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La Amazonia: un mundo en peligro

ganó la espesura y se perdió en la selva.

Excepto en estas ocasiones, rara vez tenía ojos para ver la selva por donde iba y que ahora recupero lleno de nostalgia en la memoria. Pero re­cuerdo cómo en algunos instantes de miedo y a la vez de fascinación obser­vaba un árbol florido, todo blanco o todo amarillo, o todo rojo o todo vio­leta, asombrado ante tanta belleza. O cualquier otra planta de fuerte olor, fétido o perfumado, que me llamaba la atención.

No olvidaré las veces cuando bus­caba en la selva los lugares donde mejor podía filmarla. Entonces la veía, con toda la fuerza de mis ojos, maravi­llado. Recuerdo ahora un riachuelo cristalino, murmurante sobre la arena, las piedras y el musgo. Iridiscentes las luces filtradas por las hojas caían so­bre él, iluminando vivamente los pe­ces metálicos que saltaban dentro del agua. Resplandecía en su belleza una concha negra que yo abría para admi­rar la madreperla que escondía.

Edén o infierno

Esta vivencia íntima con la selva me inspiró para un ensayo publicado hace años, donde mostraba que eran igualmente verdaderas las imágenes de la Amazonia como infierno verde y como paraíso terrenal. La Amazonia es, de hecho, lo vi así en Pará, una cosa u otra según las estaciones del año en que se transforma: en la época de las inundaciones - de abril a junio, y en la sequía - de octubre a enero.

Quien la vea en sólo una de estas estaciones se llevará una imagen igual­mente verdadera como engañosa. Se­rá el paraíso terrenal que Colón y Americo Vespucci admiraran y des­cribieran creyendo que habían encon­trado el paraíso perdido. Lo es por la variedad espléndida de frutas olorosas y deliciosas que maduran al mismo tiempo: bacuris, cupua?us, cacao, me- rey, piquiás, massandubas, jenipapos, cutitis, graviolas, beribás, o cocos as- saís, bacabas, pupunhas, cayendo en inmensos racimos de las esbeltas pal- meras.También lo es por el mundo de abejas centelleantes que zumba, de pájaros coloridos y canoros; por los animales de cascos, de pelos o de piel desnuda, saltando y brincando, ar­mando un estruendo de alegría desen­

frenada. Es una naturaleza en celo.La selva es justamente lo contrario

cuando se presenta como infierno ver­de en la estación de las inundaciones. Después de meses de lluvias ininte­rrumpidas que hinchan los ríos, la selva se encharca dejando afuera sólo los lugares más altos aún muy húme­dos. Entonces, y por largos meses, es imposible encontrar un pez en aquella inconmensurable extensión de agua. Más difícil aún es encontrar una pieza de cacería que hay que buscar a través de las aguas en los escondites donde se esconde inaccesible.

Vi a mis indios Kaapor, del río Gurupi, engordar diez kilos recobran­do el color y la alegría en los meses de la saciedad; como también los vi adel­gazar diez kilos, hundidos en la triste­za de la aldea, un claro en la selva inundada. Teniendo una agricultura propia y rica pasaban bien los meses de penuria comiendo yucas y batatas de los campos donde las almacena­ban. Pero sus vecinos Guajá, que no tenían campos, sufrían en demasía, quebrando cocos pequeños con la es­peranza de encontrar una larva dentro de la nuez. De naturaleza de por sí poco vigorosa, los indios se vuelven pálidos y débiles en esta estación, los ojos brillantes, ávidos de cualquier cosa que puedan masticar o engullir.

Los Kaapor son gente de la selva, silvícolas en el más estricto sentido de la palabra. Ellos mismos se llaman así, pues 'kaa' significa selva, y 'por', es morador. Pero lo son sobre todo por­que tienen un saber minucioso de ella, acumulado en milenios de conviven­cia con la selva. Conocen detallada­mente cada zona en un radio de más de cien kilómetros alrededor de su aldea. Y es más: saben de cada árbol su nombre y su utilidad, reconocen cada tipo de piedra o de musgo, llaman por su nombre a cada animal o insecto que encuentran.

Para mis Kaapor la selva, su mun­do, es un ser vivo. Su mitología les enseña cómo se creó. El viejo Dios- padre, Maíra-Monan, sintiéndose muy solo, en la soledad en la que vivía conviviendo apenas con unos murcié­lagos sagrados, exhaló su aliento para crear un hijo. El aliento de Dios padre.

M aíra-Ira voló mucho tiempo, buscando un lugar donde asentarse, hasta que encontró un árbol alto. En­cantado con aquel ser tan destacado

penetró en él. Entró hasta la madera y de allí bajó a las raíces para sentir el gusto de la tierra y de las aguas; subió luego a las ramas y hojas donde sintió el susurro de los vientos. Le gustó tanto esta creatura de Dios padre que hizo que se multiplicara.

Así nació la selva.Los indios se adaptan a ella abrien­

do pequeños claros donde plantan sus campos por algunos años, campos que abandonan después, dejando que crezcan las plantas otra vez, reincor­porando el lugar a la selva.

La población mestiza neobrasilera de la Amazonia heredó la sabiduría de la adaptación. Vive también con el mismo ritmo en los claros de la selva, en las riberas escarpadas de los ríos, o tierra adentro. A pesar de llevar una vida sencilla y de gran pobreza que se corresponde con la economía extracti­va , alcanzan una interacción armo­niosa con la selva virgen. Cultivan en sus campos decenas de plantas ali­menticias, medicinales o de especias. Combinándolas con carnes y peces, desarrollan un arte culinario exótico, de sabor fabuloso, que un día, espero, el mundo conocerá mejor. Su princi­pal salsa es el tucupi indígena: una maravilla. La obtienen de la cocción del jugo de la yuca venenosa, que al hervir, convierte el ácido cianhídrico en una infusión más fuerte que el vina­gre pero sin acidez alguna.

El asalto

Esta vida sencilla es tan bella en las mejores épocas del año, que llegué a pensar alguna vez que el Brasil po­dría, tal vez, salir de la pobreza permi­tiendo que la gente del mundo entero viniese a pasar suS vacaciones en la Amazonia, andando desnuda por la selva, viviendo la vida de los indios. En la misma línea utópica estaba una idea que presenté después del exilio a una organización gubernamental que financia inmensos proyectos agríco­las en la Amazonia, con millones de dólares, para que patrocinace una ex­periencia de asentamientos de cabo- clos pobres.

Mi plan era crear comunidades que plantaran y cuidaran en la selva árbo­les frutales de la región como el bacuri o el cupuacu; o unas cooperativas de crianza de peces o caimanes en la infinidad de lagos de la Amazonia.

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La Amazonia: un mundo en peligro

Cada uno de esos proyectos, que in­cluía unas cincuenta familias, costaría un poco más que el salario de dos o tres tecnócratas. Cuando alcanzasen una producción económicamente viable pasarían a constituir alternativas de ocupación humana armoniosa de la Amazonia.

Pues bien: mi proyecto, a pesar de tener el apoyo de una universidad, no despertó atención alguna. Lo mismo ocurrió con unos planes para raciona­lizar la explotación de caucho o de castañas autóctonas debidamente en­riquecidas, que abrirían perspectivas de prosperidad para numerosas pobla­ciones caboclas. Los tecnócratas ama­zónicos sólo se preocupan por pro­yectos que huelen a lucro y corrup­ción. Incluso cuando promueven pro­gramas de colonización para peque­ños agricultores lo hacen de forma tan insensata y tan opuesta a la naturaleza, que esta gente programada para pro­ducir para el mercado apenas consi­gue sobrevivir.

La forma corriente en la Amazo­nia ha sido siempre el desalojo de las poblaciones indígenas y caboclas, destruyendo sus nichos adaptados a la naturaleza, para entregar la tierra al ganado o al engaño de grandes empre­sas agrícolas. Para ésto el gobierno da ricos financiamicntos que jamás se recuperan.

Sueños míos, lo sé, imposibles en este mundo doblemente materialista. Lo que se está haciendo en real idad, es destruir a un ritmo de cien mil kilóme­tros cuadrados por año un área de 2,5 millones de kilómetros cuadrados de selva virgen, para abrir campos de pasto cada vez más grandes. Su plan insensato parece ser el convertir la selva en una pampa pobre. Tanto más porque la selva una vez talada expone la tierra a las lluvias que la hacen estéril haciendo aflorar masas de are­na a la superficie. Lo que se está cons­truyendo en muchas zonas, dicen los científicos, es un nuevo e inmenso desierto. Esto es lo que se ve en los lugares donde la selva fue talada vein­te años atrás.

Pero los proyectos destructivos prosiguen rápidamente, financiados por los gobiernos, que no sólo dan una ayuda directa, sino que permiten que cada empresa deje de pagar la mitad de lo que le correspondería por el impuesto sobre la renta, si se compro­

mete a invertir esa cantidad en la tala de la selva en la Amazonia. Cómo podemos extrañarnos, en estas cir­cunstancias, porque grandes empre­sas transnacionales se empeñen, co­mo Volkswagen, a producir ganado cebú en vez de automóviles. Muchas otras transnacionales, como Shell, Al­ean, Swift, Liquifarm, Singcr, Eider- Mitsubishi y otras bailan al mismo son.

Contando con una capacidad téc­nica y organizativa más alta, estas empresas, apoyadas y subsidiadas por el gobierno, cumplen rápida y eficien­temente con la tarea horrenda que se proponen: matar a la selva virgen.

Pero hasta ellas parecen ser impo­tentes para acabar con toda la inmensa selva de la que se apropian. Las di­mensiones de esta expropiación de la Amazonia fue medida en un levanta­miento de datos hecho en los años ochenta y en el cual se comprobó que las 152 mayores empresas latifundis­tas de la región poseían 40 millones de hectáreas, quiere decir, una región más grande que todas las tierras cultivadas del Brasil. En un grupo de diez de estas haciendas, que variaban entre 40.000 a 4.300.000 hectáreas, no se encontró una sóla cabeza de ganado y todo el personal contratado no excedía de los 300 trabajadores.

OLra forma siniestra de agresión a la selva amazónica son las represas hidroeléctricas que se instalan allí. El caso más escandaloso es el de la repre­sa de Balbina recién inaugurado. Inunda un área de 2.346 km2 para producir tan sólo 250 MW. Para eva­luar la insignificancia de esa produc­ción basta considerar la represa de Tucuri, que con un área equivalente, produce 8.000 MW. Agréguese a ello que Balbina convertirá una inmensa selva exhuberante en un enorme lago fétido. Además se desaloja y martiriza a los indios Waimiri-Atroai que viví­an allí desde siempre. A pesar de haber provocado protestas en todos lados, nacionales e internacionales, fue im­posible convencer al Banco Mundial de desistir de su compromiso de finan­ciar la obra, o a los tecnócratas que habían inventado este absúrdo, o a las empresas constructoras a que no la levantaran. Venció una vez más la locura, la lógica racional o mercantil del sistema vigente de explotación de la Amazonia.

Esos hechos demuestran que es falsa la afirmación, que los indios y caboclos son los culpables de la des­trucción de la Amazonia. Este crimen no es atribuible a ellos, pero sí a las empresas latifundistas, mineras, hi­droeléctricas y, en los últimos tiem­pos, a las productoras de hierro con carbón vegetal, por su ocupación esté­ril y destructiva de la selva. Pero todos alegan, cada quien por su lado, que son agentes del progreso en la merito­ria acción de integrar la Amazonia a la civilización.

Amaz.onia, fron te ra ab ierta

Es cierto que a Brasil se le planteó el desafío de poblar la Amazonia, su región más vacía. Pero eso no signifi­có que la población excedente de otras regiones se instalara aquí. Más bien se entrega la Amazonia a la especulación latifundista. Tal circunstancia se com­prueba en el hecho de que la mayor parte de los conflictos relativos a la propiedad de la tierra, y la mayoría de los asesinatos de trabajadores rurales han ocurrido en los últimos años en la región amazónica. Es la sangrienta y desigual lucha entre los pequeños campesinos que se asientan allí con sus familias, buscando un pedacito de tierra para poder sobrevivir, y las grandes empresas, que después de ha­ber obtenido los títulos oficiales de propiedad sobre estas tierras, exigen de inmediato de la justicia y de la policía la expulsión de los campesinos pobres como invasores.

La Amazonia es una frontera a- bierta de expansión, tal como lo fue para Norteamérica el Lejano Oeste en el siglo pasado. Sólo que la ocupación de aquella región se hizo en sentido inverso. Mientras que en Norteaméri­ca se le aseguraba a las familias, que querían ir al Oeste y hacían allí una casa y plantaban un campo por un mínimo de cinco años, el derecho de demarcar 30 hectáreas de propiedad familiar, la ley brasilera determina que la posesión no garantiza la propiedad. Aquí se obta por la expansión del latifundio como forma de apropiación de la tierra, como también como me­dio para obligar a la población rural a trabajar en una hacienda u otra cosa parecida, pues a donde quiera que vaya, encontrará que la tierra ya tiene propietario, sea a través de concesio­

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La Amazonia: un mundo en peligro

nes gubernamentales, sea a través de 'grilagens', que son falsificaciones no­tariadas de títulos de propiedad.

El golpe militar del 64 contra el gobierno de Joao Goulart fue dado en gran parte para impedir que se llevase a cabo su programa de una reforma agraria que asentase a 10 millones de familias como pequeños propietarios de la tierra. El gobierno militar que lo sucedió boicoteó este programa y re­forzó la política de la expansión del latifundio, aumentando exponencial­mente el número y las dimensiones de las grandes propiedades. Estas cubren hoy en día toda la inmensidad del territorio brasilero.

Los efectos de esta política fueron, por un lado, el crecimiento exponen­cial de las ciudades, sobre todo de Rio de Janeiro y Sao Paulo, y el conse­cuente desencadenamiento de la vio­lencia urbana. Por otro lado, la des­trucción más anti-ecológica de la Amazonia y la violencia rural que explotó allí.

Voces ingenuas argumentan a ve­ces que la destrucción de la Amazonia no es tan grave, dadas las dimensiones gigantescas de la selva. Temo que no sea sí. Vimos cómo en la primera mitad de este siglo se destruyó una selva tan exhuberante como la del Vale do Rio Doce, que parecía dema­siado inmensa como para ser destrui­da. Aquella selva fue víctima de ha­cendados armados con cajas de fósfo­ros. Ni siquiera le pagaban a los traba­jadores por la deforestación, apenas dejaban que plantasen un campo de frijoles en la tierra recién limpiada de árboles, antes de que se sembrara el pasto.

Hoy, toda aquella inmensidad es una sabana interrumpida por franjas de tierra herida y expuesta, donde el pasto no creció y la erosión produjo un paisaje lunar. Toda aquella sabana in­mensa está allí y espera todavía por el ganado que los hacendados no tienen. Recorriendo recientemente los 1.200 kilómetros de carretera de Rio a Ba­hía, cubierta en el pasado por comple­to por la selva, lo que vi fue una enorme sabana. La veía con tristeza, recordando que en una extensión se­mejante que había recorrido hace po­co viajando de Alemania a Francia, * había visto muchísimos más bosques y mucho más cultivos.

Así, no puedo hacerme ilusiones

con que fracasen en su nefasta tarea aquellos que están deforestando la Amazonia. Ellos son, de hecho, mu­cho más poderosos, con su capital, su organización empresarial, su dominio tecnológico y sus inmensas posibili­dades de medios: enormes tractores de oruga enlazados por cadenas para a- rrancar bosques enteros de raíz, avio­nes que esparcen desfoliadores morta­les sobre los árboles, nubes de na­palm, motosierras y toda esa parafer- nalia con la que atacan la selva amazó­nica.

Entretanto, la parte más importante de este ejército de marcianos asesinos de lo verde es de hecho el sistema social brasilero. Aquí desde siempre el pueblo fue más una fuente de ener­gía que se gastaba en la producción de lo que no consum ía. Prim ero se utilizaron millones de indios nativos, después otros millones de esclavos cazados en Africa. Más tarde vinieron inmigrantes europeos y japoneses, también por millones, como exceden­te de mano de obra de sus países. Ahora lo que excede en el Brasil es gente que sólo quiere trabajar para vivir y que sólo sabe labrar la tierra. Gente a la que se niega un pequeño pedazo de tierra. Así son las masas brasileras que nunca fueron tomadas en consideración y continúan siendo tratadas con el mayor desprecio. Hoy se expande en el Brasil una economía de riqueza socialmente irresponsable, insensible a los requisitos más esen­ciales de la vida, porque sólo se preo­cupa por el lucro.

Se está creando sin lugar a dudas una situación en la cual los pobres concentrados en las ciudades se mue­ren de hambre, mientras los ricos se refugian en lujosas zonas residencia­les, que parecen campos de concentra­ción rodeados de alambre de púas electrificado, y se mueren de miedo ante los pobres. Este paroxismo ya se manifiesta claramente y quien visita hoy los barrios ricos de las metrópolis brasileras lo puede observar.

Réquiem

Concluyendo, permítaseme recor­dar que los bosques tropicales húme­dos, con su masa prodigiosa de vida vegetal y animal, habitados por pue­blos morenos armados de un saber hecho de experiencias, de un inmenso

gozo de vivir y de una alegría mara­villosa, se están convirtiendo en cosa obsoleta para un mundo decadente, ciego para la vida, para lo humano y para la belleza.

Estamos ante un proceso aparente­mente irreversible y previsible de li­quidación a corto plazo de las bases de vida en una inmensa provincia de la Tierra. Los alentados contra la selva amazónica son ataques a la vida en el planeta.

Lo que se está deteriorando y des­truyendo es la gigantesca selva ama­zónica, bautizada como 'Hyleia' por Humboldt y definida como la mayor 'sylva primaeva', la mayor y más ex­huberante formación selvática que se conozca y que constituye el gran pul­món de oxigenación del planeta. Es tan inmensa y portentosa como frágil.

En efecto, la selva amazónica es un ecosistema sumamente complejo y cerrado en sí mismo que constante­mente se construyey reconstruye co­mo una masa de vida fantásticamente diversificada y milagrosamente inte­grada. Asentada sobre tierras áridas, envuelta en una nube de calor húme­do, bañada por lluvias torrenciales, la selva se regenera por la circulación de nutrientes tomados principalmente de la atmósfera, que ella convierte en vida vegetal y animal, que vive, muere y revive, reabsorbiendo sus detritos en un sistema de reciclaje.

A través de un esfuerzo milenario las poblaciones indígenas consiguie­ron adaptarse a este sistema ecológi­co, logrando sobrevivir sin amenazar la regeneración del bosque. La civili­zación apareció aquí como una peste de agresión ecológica avasalladora que, simultáneamente, exterminó casi toda la población autóctona y liquidó la propia selva con una intensidad cada vez mayor. En nuestros días la eficacia de la destrucción civilizatoria es tan grande, que no cabe duda: la selva amazónica está herida de muer­te.

Tomado del catálogo para la exposición A rte Amazonas, organizada por el

Instituto Goethe del Brasil, junto con otras instituciones locales e

internacionales, para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio

Ambiente y Desarrollo "Rio-92"

Traducción: Verónica Jaffé

6 Encuentros 14 1992

La Amazonia: un mundo en peligro

MÁS CERCANOS AL TRÁGICO FINAL Entrevista al filósofo Hans Joñas

Señor Joñas, hace trece años Us­ted publicó su libro E l Principio de la Responsabilidad. En esta obra Usted hace un llamado a la humanidad ente­ra para que asuma su responsabilidad ante la naturaleza amenaza por la técnica y la industria moderna. Aho­ra, trece años más tarde: ¿ ha mejora­do en algo la relación entre el ser humano y la naturaleza?

En la realidad concreta, nada. Pero al menos algo en la conciencia del ser humano: en 1979, cuando apareció mi libro, no se escuchaba y discutía con tanta frecuencia como ahora el llama­do a asumir una mayor responsabili­dad ante la naturaleza.

¿Y qué ha cambiado en la situa­ción real?

En suma, la situación real sólo pudo empeorar. Hasta ahora no ha ocurrido nada para cambiar el curso de

las cosas y como éste es catastrófica­mente acumulativo, hoy sólo estamos 10 años más cerca del trágico final.

En resumen, el diagnóstico es que la capacidad de comprensión del hombre crece, pero la capacidad de actuar según esta comprensión se re­duce.

Sí. Se reduce. Los seres humanos no pueden liberarse de las limitacio­nes concretas que han producido en su ataque tecnológico a la naturaleza. La explotación indiscriminada de la na­turaleza se ha introducido dentro de las costumbres vitales de la gente, sobre todo en las sociedades industria­lizadas de Occidente.

Nos amenaza el hueco de ozono y las catástrofes climáticas; el aire, el agua, los suelos están gravemente da­ñados o completamente destruidos en grandes extensiones de la Tierra.

¿Cómo se explica que tales signos de alarma no conducen a un profundo cambio de conducta?

Quien no se sienta directamente amenazado no puede convencerse a sí mismo de la necesidad de una revisión de su conducta vital. En el caso de una amenaza aguda es diferente, tanto in­dividual como colectivamente. Cuan­do el volcán explota, se huye. El hom­bre reacciona a una amenaza directa en forma inmediata, algunas veces en forma racional, otras irracionalmente. Pero las perspectivas lejanas, sobre todo si afectan a generaciones futuras, no convencen evidentemente a la gen­te a cambiar su conducta.

Chernobylfu e un shock. Pero sólo tuvo un efecto a corto plazo. Podría preguntarse cínicamente: ¿la huma­nidad necesita muchos Chernobyl?

* tomado de la revista Spiegel, no. 20,1992, pag. 92-107.

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La Amazonia: un mundo en peligro

La pregunta es legítima. Es cínica, y la respiíésta-también lo es. Quizás el ser humano no toma conciencia sin amenazas serias o reacciones muy do- lorosas de la naturaleza torturada. Po­dría ser que tendría que suceder algo muy grave para que se abandone el delirio de las siempre crecientes nece­sidades y de su ilimitada satisfacción, algo para lo cual se tiene el poder, y regresar a un nivel acorde con la conservación del ambiente necesaria para la existencia. Se debe llegar nue­vamente a una armonía más o menos estable. Y para ello ya hoy podría se demasiado tarde, con la actual canti­dad, siempre creciente, de seres hu­manos. En este caso el actual creci­miento debería trocarse en una dismi­nución de la población mundial.

Hace poco se hizo una encuesta en la televisión alemana entre los es­pectadores, a los que se preguntó: ¿Aún puede salvarse la Tierra? El 75% de los que participaron negaron la pregunta. Es sorprendente que a pesar de todas estas concepciones a- pocalípticas la humanidad sigue ha­ciendo lo mismo.

¿Qué significa ‘salvar’? ¿Qué ‘destrucción’? No es ‘la Tierra’ la que se encuentra en peligro, sino la varie­dad actual de especies, que estamos empobreciendo terriblemente. Por la historia del planeta, a través de los millones de años, también esto va a ser sólo un episodio, pero para la historia de la humanidad puede significar el trágico fracaso de las culturas superio­res, su retroceso a una nueva primiti- vización que habríamos causado no­sotros, en la cúspide de nuestro poder, por culpa de nuestra irracional manía consumista.

¿Qué quiere decir Usted con pri- mitivización?

Que sobrevendrá una miseria ma­siva, una mortandad masiva, masa­cres terribles, que se perderán todas las riquezas de la humanidad, produ­cidas también, aparte de la explota­ción, por el espíritu humano. El espí­ritu humano jugó un extraño doble papel. Por una parte aumentó espeluz- nantemente la voracidad de los hom­bres. Precisamente el espíritu es el instrumento para que nos hayamos

vuelto tan exigentes en las necesida­des de nuestros cuerpos. Por otra par­te, el espíritu creó un cúmulo de valo­res, que se mantiene por sí mismo; por el cual los hombres se involucran de lleno en el arte, en la reflexión, pero también en el cultivo de las emocio­nes. Esto es algo que quizás no exista en el resto del universo. La que real­mente está amenazada es la existencia de esta gran creación, que sucedió paralelamente a la creciente destruc­ción de las condiciones que la hicieron posible, más que la permanencia bio­lógica del hombre. Aquí está la para­doja del papel del espíritu en el mun­do: que por él vale la pena toda la aventura de la humanidad, pero que es también él quien destruye las condi­ciones para la continuación de esta aventura.

¿Pero es que el espíritu también sería capaz de otro logro cultural, la renuncia voluntaria?

Existen ejemplos para ello en la historia. En relación con una fe tras­cendente, que también es una hazaña del espíritu, ha sucedido que los seres humanos se han exigido a sí mismos renuncias extremas. Existió un verda­dero odio al cuerpo en algunas religio­nes, que por momentos determinó la constitución de sociedades enteras. El hecho de que seamos tales maestros sobre el ambiente que nos podamos perm itir cualquier exceso en el consu­mo es, de hecho, una situación muy moderna.Las culturas anteriores eran básica­mente estáticas, allí apenas cambiaba algo a través de los siglos. El naci­miento de la ciencia moderna en el siglo XVII es un punto clave, cuya significación no puede ser suficiente­mente valorada. Con ello se desató un dinamismo, que estimula la forma de dominación y transformación más te­rrible de la naturaleza. Allí no parece existir un descanso. Siempre se están sumando más y más cosas. Se inven­tan cosas nuevas, se abren nuevos caminos por los cuales la satisfacción de los seres humanos alcanza niveles cada vez más altos...

¿... sin señales reconocibles de que el ser humano podría o querría frenar este desarrollo?

El planeta está colmado, nos he­mos extendido dem asiado, hemos interferido demasiado en el orden de las cosas. Hemos destruido demasia­dos equilibrios, hemos condenado de­masiadas especies a la extinción. La técnica y la ciencia nos convirtieron de dominados en dominadores de la naturaleza. Esta condición fue la que me motivó a hacer un balance filosó­fico y preguntar: ¿Puede la naturaleza moral del ser humano permitir esto? ¿ No estamos llamados ahora a un nue­vo deber, a algo que antes no existía - asumir la responsabilidad por las ge­neraciones venideras y por el estado de la naturaleza en la Tierra?

¿La filosofía entra en un campo nuevo y desconocido?

Tiene que hacerlo. Todo esfuerzo moral de la filosofía hasta el momento se refería a la relación del hombre con el hombre. La relación hombre con la naturaleza jamás ha sido objeto de un pensamiento moral. Se ha convertido ahora en eso, y esto es una novedad filosófica. Pero tal circunstancia no dice nada en absoluto sobre si estamos a la altura de esta cuestión, si podemos o queremos cumplir con este nuevo imperativo moral. Allí se plantean problemas de psicología, de antropo­logía, de limitaciones reales, que no sé si el pensamiento actual puede obviar.

¿El dilema de su ética de la renun­cia no es precisamente que en última instancia la renuncia del individuo es inútil? Quien por la naturaleza limita su consumo material, se ve al final como perdedor: la mayoría de los consumistas sigue pasándoselas bien, y continúa saqueando el planeta.

No sé cuánto de imitación pueden suscitar los modelos. No debemos ne­gar desde un principio que las concep­ciones puedan cambiar y que a causa de una educación convincente puedan desarrollarse algunas posiciones de deber y de vergüenza y de honor, de buena conducta; que simplemente no esté bien seguir viviendo como lo ha­cen tan alegre y despreocupadamente los hombres del siglo XX.

¿Usted cree que eso es posible?

Es posible, pero no probable. Más

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La Amazoniatun mundo en peligro

probable es que el miedo haga lo suyo. Que la perdición se anuncie muy cerca y en formas muy alarmantes, visibles y sensibles para todos. Que el miedo logre e imponga lo que la razón no ha logrado. Tengo una cierta y paradóji­ca esperanza con la educación por medio de catástrofes. Tales desgracias pueden tener eventualmente un efecto saludable justo a tiempo. Deberíamos tomar en cuenta en esta reflexión, que de todas formas no pasa de ser una especulación, que el ser humano es el ser más sorprendente de todos los se­res vivientes, y que no puede predecir­se jamás cómo se comportará la socie­dad en cualquier futuro, en cualquier situación, en cualquier generación.

¿Ustedpiensa que el hombre, que ya ha llegado tan lejos en la destruc­ción ambiental, pueda de repente cambiar de conducta?

Es poco probable, pero no impo­sible. Podría extenderse, por ejemplo, una nueva locura religiosa. No tiene sentido suponer estas cosas. Lo único que digo es que la seguridad de una supuesta catástrofe futura no es abso­luta.

Así como no puede contarse de seguro con que el ser humano se vuel­va razonable, así tampoco puede uno desesperarse y pensar que el genio de la humanidad no se vuelva innovador en dirección a una posible salvación en el futuro. Dejar abierto esto es importante, para que no dejemos de facilitar, por medio de advertencias y llamados, el posible surgimiento de una alternativa, si es que existe.

¿Qué pueden hacer las élites polí­ticas de las democracias para intro­ducir un cambio? ¿Es posible que las democracias sean incapaces de una política orientada hacia la renuncia del consumo y la conservación de la naturaleza? ¿Esposible que sólo ayu­de una forma de dictadura ecológica e ilustrada de reyes-filósofos, como lo exigen algunos conservacionistas ra­dicales?

Se puede hacer un esquema abs­tracto de una dictadura de salvadores de la humanidad. Pero ¿cómo puede uno imaginar, que una élite realmente desinteresada alcance el poder, que esta permanezca desinteresada y la

gente se convenza de ese desinterés? Esto sobrepasa mi imaginación. Esto es un tipo de utopismo que no puede trasponerse a la realidad. Lo que pue­do imaginar mejor, es la irrupción de situaciones terribles que lleven a con­venios y compromisos entre los dife­rentes grupos de poder económico, político y social; que se pongan de acuerdo en un modo de vida acepta­ble, tanto para los seres humanos co­mo para la naturaleza. Allí entrarían convenciones internacionales, y la re­nuncia global a continuar con la de­senfrenada competencia por la pose­sión de las riquezas de la Tierra.

Las democracias son sistemas de gobierno con perspectivas a muy cor­lo plazo: los políticos tienen que en­frentar elecciones a más tardar cada cuatro o cinco años, de allí no pasa su horizonte. La conservación del am­biente natural exige perspectivas mu­cho más largas. Esta oposición, sobre todo, permite la sospecha de que nuestros sistemas existentes de go­bierno democrático no son aptos para solucionar los problemas ecológicos.

Tengo la sospecha que la demo­cracia como funciona ahora - con su orientación a corto plazo - no es a la larga la forma de gobierno apropiada. ¿Y por qué debería serlo, además? ¿Dónde está escrito que con la demo­cracia actual se haya encontrado la solución al problema del Estado per­fecto?

Un profesor americano, Francis Fukuyama, escribió un bestseller con el título de E lfin a l de la Historia. A llí declara que las democracias occiden­tales son las formas de gobierno defi­nitivas.

El que pretenda saber que algo vale definitivamente desde un princi­pio, no puede tomarse en serio. Pero muy seria es la cuestión sobre cuáles límites de la libertad son aceptables para uno; cuáles son las limitaciones de la libertad que el filósofo puede recomendar en forma éticamente res­ponsable. En este asunto no puede obviarse el hecho de que la libertad sólo puede existir si ella misma se limita.. Una libertad ilimitada del in­dividuo se destruye a sí misma, por­

que no es compatible con la libertad de los otros individuos...

¿... Usted considera imprescindi­ble una limitación de la libertad?

Lo considero algo natural. Sobre todo, no creo que tal limitación deba verse desde un principio como una desgracia. En la vieja Roma, por ejemplo, existían leyes que limitaban el gasto privado. Censores elegidos tenían el derecho de examinar si se llevaba un lujo excesivo. Como tal lujo era contrario a la moral del Esta­do, podían castigar una conducta así. Eso era una intromisión fuerte en la libertad personal, pero precisamente en nombre de una ciudadanía sobera­na.

Las dem ocracias modernas le prometen a cada quien la posibilidad de la consecución de la felicidad indi­vidual; la Constitución americana habla de ‘pursu it o f happiness’. ¿Piensa Usted que tales preámbulos deban ser sustituidos por otros que destacan el bien común y la conserva­ción de la naturaleza como metas su­premas?

Usted plantea una cuestión que puede formularse en profundidad de la siguiente manera: ¿Fue quizás la modernidad un error que debe ser co­rregido? ¿Es correcto el camino que hemos seguido con la combinación del desarrollo científico tecnológico y el aumento de la libertad individual? ¿Fue la época moderna en cierto sen­tido un camino equivocado, que no debe seguirse más? El filósofo es libre de pensar en ello y llegar incluso a algunas conclusiones. Pero si en reali­dad encuentra algún eco a sus pala­bras, si es posible convencer al ser humano para un cambio, es la cuestión que siempre quedará abierta.

No serán muchos los que se dejen convencer por tales filosofías.

Pues así será. ¿Qué poder tiene la comprensión? Una comprensión en este sentido se da por fuerza en relati­vamente pocos. Primero, se necesita de mucho saber, saber concreto. Se­gundo, se necesita mucha independecia de los intereses personales y un cierto grado de desinterés y dedicación a los

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llamados verdaderos intereses del ser humano.

Pero la pregunta es: ¿Cuáles son los verdaderos intereses, quién los define? La perspectiva de nuevas ideologías con el fin de salvar la hu­manidad no es precisamente alenta­dora.

Se estremece uno ante la fantasía de que puedan aparecer nuevas reli­giones salvadoras que cautiven a los hombres; con las cuales se pueda ha­cer de todo con los hombres, entre otras cosas, por ejemplo, imponer una askesis, pero también cosas horripi­lantes. No tengo una respuesta a la pregunta de cómo puede evitarse la ahora presente e indudable amenaza del futuro humano en relación a su contexto terreno. Sólo sé una cosa: no debemos dejar de planteamos la pre­gunta. Debemos hacerla siempre otra vez, pensarla siempre otra vez, cola­borar constantem ente con que se desarrolle cada vez más una mala con­ciencia dentro del siniestro hedonis­mo de la moderna cultura del placer - este es un deber ineludible. Uno no puede preguntarse si esto conduce a alguna parte. Es posible que no nos lleve a nada, pero no lo sabemos.El ser humano es un ser previsor. Tiene, además de la capacidad de ex­traerle de todo a la naturaleza de ma­nera más que desconsiderada, la capa­cidad de pensar en su responsabilidad al hacerlo. Tiene y puede sentir el valor de aquello que está a punto de destruir.

Brecht dijo: "Primero viene la co­mida y luego la moral." ¿No será este diálogo que tenemos en este momento un diálogo entre los satisfechos, entre los privilegiados? H ablam os del mundo industrializado de Occidente; los países orientales luchan hoyen día desesperadamente por un nivel de vi­da más alto; y ni hablar de la parte sur del planeta, allí los seres humanos no pueden renunciar a nada.

Pero la gente en el Tercer Mundo sí podría renunciar al enorme creci­miento demográfico. Sin embargo, es absolutamente cierto, esto vuelve sos­pechoso nuestro discurso como dis­curso de los privilegiados. Cuando se habla de humildad y renuncia noso­

tros en los paises industrializados de Occidente tenemos un enorme campo de aplicación por delante; incluso una reducción considerable nos permitiría un nivel de vida bastante alto. No se puede pretender alguna renuncia de los miserables y hambrientos de este mundo, exceptuando la reproducción, donde sí se pueden exigir limitacio­nes.

Entonces la actitud del Papa ante el control de natalidad no le debe parecer muy simpática.

Eso es un crimen contra la respon­sabilidad global. Me parece incom­prensible cómo alguien puede hacer algo así. Pero muestra con qué fuer­zas, irracionalismos, costumbres, le­targos e insensateces se enfrenta toda política para la humanidad entera. También en el caso fundamental de la reproducción humana llego a la con­clusión deprimente, que vemos el pe­ligro y nos imaginamos la solución en abstracto, pero no podemos imaginar, por lo pronto, una aplicación práctica.

Algo parecido sucede con el tan extremadamente exitoso orden eco­nómico de Occidente. Las economías competitivas se orientan hacia el cre­cimiento. Y el crecimiento del PTB significa por regla general: continua destrucción del ambiente y explota­ción de la naturaleza.

¿Se me permite la pregunta, por qué no es posible una cierta estabiliza­ción de la economía? ¿Por qué el PTB tiene que crecer constantemente?

Por una parte, una gran cantidad de empresas vive de las llamadas in­versiones netas, de la producción de nuevas máquinas y la construcción de nuevas fábricas. Por otra, una empre­sa individual no puede pararse tan simplemente, si no quiere ser despla­zada. 'Crece o muere' - es la divisa empresarial.

Supongamos por un momento que tuviéramos un gobierno mundial y es­te frenaría el crecimiento demográfi­co. En ese caso no se comprendería por qué la producción tiene que au­mentar constantemente.

Eso sólo podría hacerse en una economía centralizada, no en una li­bre.

Yo nunca he pretendido ser un experto en economía m undial...

... y tampoco queremos llevar aquí un debate económico. Sólo queremos señalar, que un abandono de la eco­nomía del crecimiento plantearía e- normes problemas, incluso en el caso de que una mayoría estuviera de a- cuerdo con el cambio. N i la democra­cia ni la economía de mercado consti­tuyen un marco apropiado para su ética de la responsabilidad.

¿Pero no podríam os tom ar en cuenta que los seres humanos quieren tener un futuro? ¿ En que ven el senti­do de su vida no sólo en el consumo? ¿No deberíamos calcular también con una necesidad metafísica del hombre para imaginar la historia futura del homo sapiens? Desde un principio existieron religiones, en general ser­vían a necesidades muy terrenas, a miedos y deseos. Pero también existía una búsqueda que iba más allá, que pretendía ir más allá de la satisfacción más completa de los estómagos y de los instintos corporales. El orgullo, la vergüenza, la ambición de querer ser reconocido - todo eso trasciende el simple deseo de placer.

Más allá aparece una necesidad de elevar la propia existencia humana y justificarla con algo que sólo el ser humano puede hacer. Existe el con­cepto de perdón, el concepto de ayuda, y, sobre todo, el concepto de amplia­ción de la experiencia humana. Lo que aparece en el arte, en la poesía, en la música, hasta en el baile más simple, trasciende todo lo que se incluye bajo el concepto de la satisfacción corpo­ral.

¿Qué papel juegan las élites espi­rituales en este proceso? Con el mar­xismo fracasó un enorme proyecto de educación en el que trabajaban mu­chos intelectuales. Los hombres de la mente estaban entusiasmados con la idea de conducir a la humanidad ha­cia algo mejor. En este momento se registra entre los intelectuales una suerte de 'dolorfantasm a’. Un gran proyecto ha fracasado, quedó un va­cío. ¿Usted ve la necesidad de un

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nuevo marxismo, de una nueva ideo­logía?

No lo sé. En el caso del marxismo se relacionó una gran visión utópica de una sociedad más justa con una promesa de felicidad, que la creciente dominación de la naturaleza iba a fa­vorecer a todos en forma igual; y, además, con la existencia de una clase que tenía un interés especial en ello, porque hasta ahora había sido la enga­ñada. Aquí actuó un gran impulso moral que estaba relacionado con la justicia y que coincidía con una pro­mesa de felicidad material. Esta pro­mesa de felicidad tenía por objeto una mejor utilización material del mundo. Quiere decir, se trataba en realidad de algo que iba en dirección a lo que ahora se revela como nefasto.

Podemos ver hoy en día en los países comunistas cómo se destruyó allí la naturaleza. Lo que descubrimos no tiene comparación.

Sí, eso es una gran decepción. Re­conozco que allí me equivoque por completo. Yo pensaba que los comu­nistas tenían las mayores posibilida­des de tratar de una forma más humil­de a la naturaleza, porque podían re­gular la satisfacción de las necesida­des. Ellos podían decir: tanto se per­mite y no más.

Marx exigió que la filosofía no debe interpretar el mundo, sino que debe cambiarlo. Le preguntamos: ¿Puede el filósofo, puede la filosofía cambiar el mundo? ¿Qué papel juega el filósofo hoy? ¿Debe involucrarse? ¿Puede inducir, manejar procesos?

No, probablemente no. Pero la fi­losofía puede contribuir a que la edu­cación desarrolle una sensibilidad por cómo repercute la acción humana a largo plazo sobre la muy delicada re­lación entre las exigencias humanas y la productividad de la naturaleza. Pue­de, con su reflexión y articulación, ayudar a que se produzcan iniciativas para la salvación y conservación del medio ambiente. Cuando estas se pro­duzcan, ya los economistas, políticos y cienu'ficos tendrán mucho más que decir al respecto que el más informado filósofo. Pero aún entonces queda una función para la filosofía: velar por el

carácter humano de las medidas que se tomen para frenarla desgracia. Pues estas podrían ser de tal forma, que la cosa que se quiere salvar se vaya al diablo...

¿... Qué podría irse al diablo?

La cuestión se volvería en definiti­va un problema de poder. Cuando las reservas de la Tierra - agua, materia prima, aire - vayan menguando, los más fuertes podrían imponer por la fuerza una reducción de las necesida­des humanas y del número de seres humanos. Esta ley cruel de la evolu­ción, que los más fuertes sobreviven, no debe convertirse en la ley de la sobrevivencia de la humanidad. Pues entonces de verdad se va al diablo nuestra cultura, la humanidad del ser humano.

¿Sería ésta la tarea de la filosofía, formular una nueva metafísica del ser humano?

Creo que la filosofía tiene que ela­borar una nueva ontología. En ella la posición del ser humano dentro del cosmos y su relación con la naturaleza deberá estar en el centro de la medita­ción. Ser pacificador aquí y en este contexto sería el ulopismo futuro, en vez de los utopismo político-social del pasado.

¿Usted no excluye toda posibili­dad de que algo así como un principio de la responsabilidad se constituya en un imperativo categórico moderno?

Se trata de una educación del ser humano hacia concepciones existen- cialcs menos codiciosas y voraces, pero, en cambio, quizás más exigentes en otros sentidos. No se puede pregun­tar: ¿Eso va a ayudar en algo? ¿Eso puede imponerse en contraposición a lo vulgar, a los deseos de las masas, a las costumbres? Por lo que sabemos, la fe en tal cambio es muy pequeña y débil. Pero renunciar a ella es lo últi­mo que nos podemos permitir.

Y sin embargo, no podemos imagi­nar por qué por primera vez en la historia de la humanidad podría con­vencerse a las masas a una renuncia voluntaria a los placeres materiales.

La psicología del hombre no se conoce en profundidad. Aún no sabe­mos cuáles reservas puedan descu­brirse en el ser humano ante una situa­ción extrema. Una desesperanza com­pleta sólo aceleraría la desgracia. Uno de los elementos que pueden frenar la catástrofe es la fe en que ella puede evitarse.

¿Estamos ante un Hans Joñas que al fina l de esta conversación s í mani­fiesta algo de ánimo y confianza?

No, no ánimo y confianza. Pero sí que señala un deber que nos rige. No se debe valorar primero las posibilida­des y decidir luego si hay que hacer algo o no. Todo lo contrario, se debe comprender el deber y la responsabi­lidad, y actuar como si existiera una posibilidad, incluso si uno mismo du­da de ella.

Traducción: Verónica Jaffé

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La Amazonia: un mundo en peligro

Uso y conservación de bosques tropicales en la Orinoquia - Amazonia

Pedro Sánchez Klaus Jaffé

Las cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas representan una superficie de 8 millones de Km2, esto es, una vigésima parte de la superficie terres­tre. Recolecta una quinta parte de las aguas dulces disponibles en todo el mundo a través de una red de veinte mil Km de ríos navegables. Sus diver­sos ecosistem as albergan aproxi­madamente un tercio de todas las especies vivientes del mundo en otro tanto de los bosques lati foliados exis­tentes en el planeta; además de reser­vas importantes de petróleo, bauxita, hierro, oro, diamantes y minerales es­tratégicos. El sistema Orinoco-Ama­zonas abarca cerca de la mitad de la superficie territorial de Brasil, Boli­via, Colombia, Ecuador, Perú y Vene­

zuela. Este ininterrumpido océano ve­getal también se extiende sobre los territorios de Guyana, Surinam y la Guayana Francesa, proporciona el 25% del oxígeno de la atmósfera terrestre y funciona a su vez como un regulador climático, al absorber el dióxido de carbono producido sobre todo por los países del Norte.

Las riquezas existentes en la re­gión han estimulado una explotación inadecuada de sus recursos, causando graves daños a los frágiles ecosiste­mas y afectando sensiblemente la pre­sencia y existencia misma de culturas aborígenes ancestrales que habitan en ella. La posibilidad de degradación de este recurso capital de la humanidad

necesariamente tendrá efectos globa­les sobre la Tierra. La temperatura promedio de la Tierra, los niveles oceánicos, la composición atmosféri­ca, los patronos climáticos y, por ello, las posibilidades de sobrevivencia de gran parte de la humanidad dependen de la conservación de los bosques que alberga esta región.

También, el bosque posee un valor económico y humanitario inestima­ble, en base a su potencial biotecnoló- gico y en virtud de conservar valiosas especies medicinales que pueden lle­gar a coadyuvar en la solución de las grandes epidemias y enfermedades presentes en esta época. Asimismo, las selvas de este sistema pueden al­

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La Amazonia: un mundo en peligro

bergar genes con bondades descono­cidas que pueden servir de elementos fundamentales para la mejora agro­técnica de otras regiones del planeta. La destrucción de esta incalculable riqueza puede hacer desaparecer es­peranzas vitales para el hombre y ale­jar posibilidades ciertas de un honesto aprovechamiento económico.

La vegetación exhuberante de la selva amazónica da la impresión de estar asentada sobre suelos de fertili­dad similar a la que ostentan muchas tierras de la región andina o del Cari­be. Sin embargo, cuando el bosque se corta y se quema, los nutrientes alma­cenados durante miles de años en la fase orgánica del ecosistema se hacen súbitamente solubles y se pierden por lavado debido a las copiosas lluvias. La poca materia orgánica que se mez­cla con la parte mineral del suelo, formando una delgada capa superfi­cial, se empieza a descomponer en función de la temperatura y la hume­dad, y todo el sistema declina en forma acelerada. Es sabido en la Amazonia, que un terreno recién talado y quema­do sólo produce dos o tres cosechas con cultivos de ciclo corto, luego de lo cual debe ser ‘abandonado’ para bus­car nuevas áreas selváticas a ser tala­das para cubrir las necesidades ali­mentarias. Ello hace que las tecnolo­gías tradicionales agropecuarias sean inaplicables en la región.

En el caso de Venezuela, el sur del Orinoco representa casi la mitad del país, escasamente intervenida y don­de se encuentra la mayoría de nuestros bosques. Entre la Región G uayana y el Territorio Amazonas poseen una su­perficie de 453.950 Km2. Superficie que representa aprox. el 50% del área total del país. El nuevo Estado Ama­zonas ocupa 175.750 Km2, cifra que representad 20% de la superficie total de Venezuela, pero, a la vez, aloja apenas el 0,5% de la población nacio­nal, incluyendo no menos de 12 etnias. Así, la región es de considerable am­plitud, con la particularidad de soste­ner un bajo número de pobladores por unidad de área, población que se en­cuentra mayoritariamente concentra­da en pocos y dispersos centros pobla­dos que se caracterizan por ser gran­des importadores de los alimentos que consumen.

El sur del Orinoco y, en especial, nuestro Amazonas, está cubierto casi totalmente por bosques y el remanente se compone de una variedad de eco­sistemas herbáceos y arbustivos que en su conjunto le confiere un alto grade de biodiversidad y endemismo.

La diversidad biológica y la exis­tencia en esa zona de muestras de especies únicas en el planeta se unen a otra especial condición de esos ecosis­temas: el desconoc ¡m iento que de ellos tenemos. Lo poco que se sabe, sin embargo, nos habla de la inestabilidad de sus suelos, de lo fácilmente erosio­nabas que son y de los riesgos de intervención en base a que ellos son el soporte nosólodelaflorayfauna.sino también de las numerosas redes de agua que han permitido la existencia humana en la zona.

Asimismo, investigaciones re­cientes han sugerido que no estamos ante la presencia de bosques milena­rios como se creía anteriormente. Por el contrario, estos bosques tropicales, que crecen sobre suelos sumamente pobres, serían de origen reciente, y su existencia inestable estaría condicio­nada al clima. Se supone que hace alrededor de 5.000 o 10.000 años las sabanas y desiertos ocupaban grandes extensiones hoy cubiertas de bosques. Actualmente el bosque se mantiene gracias a su aleccionador sistema de autoalimentación, mediante el cual la hoja del árbol, cuando cae, se des­compone rápidamente y es reabsorbi­da para generar un proceso continuo de reciclaje nutricional.

Esto indica, entre otras cosas, que si se sobrepasan ciertos umbrales, de- forestando sin criterios adecuados, los efectos sobre el clima pueden ocasio­nar la destrucción total del bosque. Por ello se requiere urgentemente del conocimiento y estudio del bosque Orinoquense-Amazónico para desa­rrollar tecnologías adecuadas para su explotación y uso sostenido. Sólo con ello podremos diseñar planes adecua­dos de administración y manejo para la zona.

Esta fragilidad ecológica de laOri- noquia-Amazonia llama a la cautela ante la promoción al desarrollo de esta región. Antes de iniciar cualquier pro­

grama distinto a la ocupación autócto­na, es necesario conocer la capacidad de carga que tienen los diversos eco­sistemas para las diferentes activida­des humanas propuestas.

Un ejemplo del problema de la capacidad de carga lo muestra el caso de los indígenas que habitan en estos bosques. El sistema indígena de conu­co consiste en cortar un área pequeña del bosque y, cuando el suelo se agota, abandonar esa área hasta que el bos­que la retome en un período de 20 a 30 años. Durante milenios este sistema ha funcionado sin impactar el medio ambiente en forma irreversible. Con el advenimiento de la medicina occi­dental, y con la introducción de nue­vos bienes y servicios a la zona, los poblados indígenas comenzaron a crecer ejerciendo una presión crecien­te sobre el ambiente, causando daños irreversibles al ecosistema.

La fragilidad, entonces, de la cuenca del Orinoco y del Amazonas, proviene de dos aspectos importantes:

1.- El desconocimiento que tene­mos de gran parte de sus realidades ecológicas y de las particulares y espe­cíficas formas de funcionamiento de los sistemas que allí confluyen, a lo cual se suma la subvaloración e igno­rancia que tenemos ante la intuición y conocimientos del hombre autóctono.

2.- La fragilidad propiamente di­cha de sus ecosistemas más caracterís­ticos, como son los bosques neotropi- cales.

Esta fragilidad que emana de esos dos aspectos exige, entre otras accio­nes, la necesidad imperiosa de adelan­tar investigaciones de carácter cientí­fico y, en base a ellas y al conocimien­to acumulado hasta el momento, deli­mitar espacios, reservar áreas y, en fin, clarificar las reglas del juego con los planes de ordenamiento y la nor­mativa pertinente para que actuemos con la precaución y sensatez que per­mita garantizar la preservación de la Orinoquia-Amazonia en el futuro.

El uso y destino de los bosques tropicales es un tema controversial. A nivel nacional e internacional existen argumentos variados y antagónicos. Algunos grupos conocedores del caso se inclinan hacia posiciones de alta

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conservación, quiere decir, el aisla­miento inmediato de todos los bos­ques de toda intervención humana. Otros consideran a las zonas boscosas como lugares inexplorados e inexplo- tados que requieren de pronta e inten­sa explotación de sus recursos natura­les renovables y no renovables.

Ante estas posiciones conviene destacar que los bosques tropicales nunca han estado abandonados o al margen de las economías regionales y menos aún disociados de la vida coti­diana de sus habitantes. Para ellos, la existencia del bosque significa su ho­gar y seguridad para cubrir sus necesi­dades básicas, esto es, su propia vida.

Consecuencia de la posición con­traria es que en este bosque tropical más grande del mundo la actividad humana aumenta cada vez más y su impacto hace prever significativos cambios, con las consabidas acciones nocivas sobre los recursos que lo inte­gran. Brasil es un caso típico, por ser un país donde la ocupación espacial a través de megaproyectos, con apoyo oficial y participación de empresas internacionales, ha protagonizado una dinámica colonizadora con serias per­turbaciones al medio y a las etnias autóctonas de la región. Por todo lo señalado se impone la necesidad de planificar y ejecutar actividades cal­culadas a muy largo plazo, con la finalidad de aportar proposiciones ajustadas a la realidad de los desarro­llos regionales, asumiendo como me­ta la armonía entre nuestras acciones y el entorno.

El aprovechamiento sostenible de la región, respetando las culturas au­tóctonas y protegiendo los recursos naturales, es la estrategia más desea­ble para la Orinoquia-Amazonia. Sin embargo, para el logro de estos obje­tivos, requerimos de tecnologías que se adapten a las características parti­culares de la zona y, al mismo tiempo, sean competitivas desde el punto de vista económico con técnicas tradi­cionales como las de extracción de madera o ganadería. En la medida que exista una comunidad humana prós­pera e importante que dependa del bosque tropical, por ser éste la base de su economía, tendremos los defenso­res más genuinos de estos bosques,

actuando activamente en la conserva­ción de los mismos, aunque sea por la razón primaria de que están protegien­do sus intereses económicos.

Para cualquier intervención al sur del Orinoco un gran reto que debemos enfrentar es la fragilidad de sus ecosis­temas, fase donde desempeña un pa­pel fundamental el factor suelo. Debi­do al gran desarrollo vegetacional, se pensó por muchos años que ello esta­ba relacionado con la presencia de un sustrato de excelente calidad. Sin em­bargo, como ya se ha indicado, la realidad es otra. Los estudios han de­mostrado que, en general, los suelos son ácidos y de baja fertilidad, hecho que se acentúa en zonas deforestadas donde se han emprendido programas agrosilvopasloriles en base a tecnolo­gías foráneas. En gran parte los suelos manifiestan una alta lixivación con escasas reservas de la fracción mine­ral, siendo muy pobres en los nutrien­tes elementales: nitrógeno, fósforo y potasio. Las pocas áreas aluviales pre­sentan aceptables características físi­cas, pero inadecuadas propiedades químicas para la actividad agrícola. Lo señalado anteriormente implica que necesariam ente debemos procurar prácticas de desarrollo orientadas ha­cia la preservación de los suelos y mejoramiento de su fertilidad. Para tal fin se considera deseable la conjuga­ción de la tecnología moderna con el conocimiento y manejo que las comu­nidades indígenas hacen del suelo ama­zónico y de su entorno.

Otros elementos de importante consideración son los factores climá­ticos, destacando de ellos la precipita­ción. Las lluvias en la región son fre­cuentes y generalmente de carácter torrencial, con valores que oscilan en­tre los 3.000 y 3.500 mm en el límite suroeste y una variada gama en toda la región, con tendencia a disminuir ha­cia el noreste, donde pueden presen­tarse períodos secos de cierta magni­tud, hecho que difícilmente se presen­ta en el sur.

Exceptuando los cambios altitudi- nales, las temperaturas en el territorio oscilan entre los 23 y 29SC. La hume­dad relativa alcanza altos valores du­rante todo el año y los vientos predo­minantes son del noreste y sureste.

Tomando como base esta genérica y resumida caracterización, es impor­tante destacar que la Orinoquia-Ama­zonia es poseedora de incuestionables recursos y que en ella es posible em­prender programas específicos, sien­do los más importantes aquellos que estén orientados hacia la producción de alimentos o de bienes y servicios de alto valor para la sustentación de las comunidades nativas. No obstante, debemos elegir modelos cónsonos con el medio, donde se considere como prioritario el mantenimiento de áreas vírgenes como una responsabilidad con las generaciones futuras, y dise­ñar sistemas de producción agrope­cuaria en sabanas y bosques que con­sideren la fragilidad y características de los ecosistemas naturales a objeto de minimizar los riesgos. Igual defe­rencia debe prestarse al resto de las actividades que se pretenda ejecutar. A ello hay que sumar el inapreciable valor del hombre y la credencial eco­lógica de las poblaciones autóctonas. Cualquier programa de intervención con proyectos de desarrollo o uso de tecnologías no tradicionales debe considerar la activa incorporación de los indígenas y de los conocimientos que poseen sobre el manejo del medio. Para ellos la producción, más que un negocio, ha significado su modo y forma de vida que ha evolucionado a través de los siglos mediante el meca­nismo del ensayo y error. Por tanto, los programas deben ser preferible­mente moderados, bajo los inequívo­cos conceptos de continuidad y apren­dizaje, e ir creciendo en función de rigurosas evaluaciones, donde sea prioritaria su adaptación social y eco­lógica.

El presente artículo fu e tomado de la publicación Tecnologías Alterna­tivas para el Uso y Conservación de Bosques Tropicales, editado por Klaus Jafféy Pedro Sánchez, Caracas, Fund. Terramarl Universidad SimónBolívar, s lf

14 Encuentros 14 1992

La Amazonia: un mundo en peligro

Después de Rio ’92Jon Paul Rodríguez

Nunca antes en la historia de la Organización de las Naciones Unidas se había reunido a tantos jefes en un mismo lugar al mismo tiempo. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desa­rrollo (CNUMAD), conocida también como Cumbre de la Tierra, se llevó a cabo desde el 3 al 14 de Junio de este año en Rio de Janeiro y contó con la presencia de delegados de 170 países y alrededor de 100 jefes de estado.

A esto hay que sumarle las delega­ciones no gubernamentales: cerca de30.000 personas, representantes de5.000 organizaciones no guberna­mentales (ONG’s) a nivel mundial se dieron cita en un evento paralelo a la CNUMAD, el Foro Global. Adicio­nalmente, unos 8.000 periodistas que cubrían los eventos corrían de un lado a otro con cámaras de video, cámaras

fotográficas y cuadernos de notas, tra­tando de obtener la primicia de las cientas de noticias que se produjeron en esos días.

Durante dos semanas, Rio de Ja­neiro fue tomada por las fuerzas mili­tares . A medida que los jefes de estado fueron llegando a la conferencia, las normas de seguridad se recrudecie­ron. Las principales vías de comuni­cación entre el aeropuerto internacio­nal y el Rio Centro (lugar donde se reunió la CNUMAD) no estaban abiertas al público. Durante todo el día cientos de automóviles con vidrios negros se trasladaban a grandes velo­cidades y fuertemente escoltados por las vías libres que eran utilizadas por los delegados gubernamentales en la CNUMAD.

Entretanto, en medio de este car­naval (un poco diferente de los que

Rio de Janeiro está tan acostumbrada) miles de delegados gubernamentales y no gubernamentales, de todos los tamaños y colores, se dedicaban a buscar soluciones a los problemas am­bientales del mundo y a la gran dis­yuntiva que aparentemente existe en­tre conservación y desarrollo.

Las discusiones en la CNUMAD y en el Foro Global estuvieron marca­das por la diferencia de perspectiva que existe entre los países del Norte y los países del Sur. El Sur, interesado en alcanzar el nivel de desarrollo y bienestar social del Norte, quiere ejer­cer su derecho soberano de explotar y hacer uso de sus recursos naturales. El Norte, sin ningún interés en hacer con­cesiones que pongan en peligro su situación económica actual, hace pre­sión sobre los países del Sur para que conserven sus áreas naturales, ya que

Encuentros 14 1992 15

La Amazonia: un mundo en peligro

aparentemente las áreas boscosas que aún existen en el Sur juegan un papel crucial en la regulación del clima a nivel global.

Sin embargo, a pesar de estas ten­siones existentes entre Norte y Sur, que fueron la característica funda­mental del inicio de la conferencia, las negociaciones de los gobiernos fue­ron relativamente exitosas. Gran parte de la discusión se centró sobre los convenios de biodiversidad y cambio climático global, documentos que sentaran los principios básicos que regirán las actitudes futuras de los países del mundo en relación a estos temas. La mayor parte de las delega­ciones firmaron los acuerdos y en tér­minos generales hubo consenso. Sin embargo, la delegación de los Estados Unidos, encabezada por su presiden­te, George Bush, se negó a firmar el acuerdo sobre biodiversidad. Hubo mucho descontento por este hecho, ya que este país es uno de los principales contaminantes de la atmósfera, unode los países con mayor consumo ener­gético y en especial, un país capaz de influenciar notablemente lo que ocu­rre fuera de sus fronteras.

La actitud de los EEUU fue dura­mente criticada y fue objeto de protes­tas públicas muy grandes. El día ante­rior de la llegada de Bush a Rio se organizó una manifestación que reu­nió cerca de 50.000 personas en los alrededores del Consulado de los EEUU. Fue una marcha muy intere­sante, ya que al agrupar personas de todo el mundo, las consignas había que corearlas en varios idiomas. Así, pudimos escuchar ‘el pueblo unido jamás será vencido’ en castellano, portugués, francés e inglés.

Un hecho muy interesante de la Cumbre de la Tierra fue el evento paralelo no gubernamental. El Foro Global fue realizado en el Parque Fla- mengo, que tiene cierto parecido con el Parque del Este de Caracas. Allí, reunidos en 35 carpas del tipo de las carpas de circo, representantes de ONG’s discutían cuál será la posición de sus instituciones ante la actitud de los gobiernos y la consigna principal de estas reuniones era: si los gobier­nos no pueden ponerse de acuerdo, nosotros lo haremos. Fue realmente estimulante conocer la gran cantidad de actividades que se realizan a nivel global en cuanto a organizaciones

conservacionistas y de participación comunitaria. Quedó totalmente claro que en los países del Sur se están gestando cientas de alternativas a los modelos de desarrollo propuestos por el Norte y que aquí, en la aplicación de estas alternativas, está la solución a muchos de los problemas que se pre­tende resolver.

En el Foro Global había organiza­ciones indígenas, de mujeres, de in­vestigación, de educación, grupos re­ligiosos, grupos políticos, asociacio­nes de conservación, de agricultores orgánicos, banqueros y hasta uno de los grupos más controversiales, los Eco Gays, quienes promovían el pre­servativo como la expresión máxima del amor por la vida, ya que permite el ejercicio de la sexualidad masculina sin el riesgo del SIDA.

Como se puede ver, en el Foro Global había espacio para todos. Cualquier persona con alguna inquie­tud relacionada con el ambiente, el desarrollo, la participación comunita­ria o, simplemente, que quería llamar la atención de los medios de comuni­cación, podía hacerlo con total liber­tad. De esta riqueza de opiniones y puntos de vista (que también estaba presente, pero en menor medida, en la CNUMAD) surgieron grandes discu­siones y grandes compromisos. Al igual que en la CNUMAD, en el Foro Global se firmaron convenios. Los temas de los convenios eran tan varia­dos como la reunión misma: biodiver­sidad, bosques, cambio climático glo­

bal, pobreza, deuda externa, infancia abandonada, mujeres, océanos y mu­chos otros más. La diferencia entre estos convenios y los de la CNUMAD es que todos querían firmarlos y de esta forma manifestar al mundo que la sociedad civil organizada sí tiene inte­rés en hacer algo en favor del planeta. La consigna de si los gobiernos no pueden ponerse de acuerdo, nosotros lo haremos, se sentía en cada una de las reuniones y acuerdos.

Lo más importante del conjunto de eventos realizados en Rio de Janeiro durante las dos semanas de la Cumbre de la Tierra es que el mundo entero estuvo atento de lo que allí ocurría Todas las agencias de noticias dieron máxima prioridad a la evolución de las negociaciones y a sus resultados. La opinión pública del planeta pudo sen­tir la relevancia de los temas que allí se discutían. Sin embargo, los compro­misos adquiridos son sólo el primer paso. Es fácil hablar y adquirir com­promisos. Lo difícil es hacerlos efec­tivos. Este es un momento crucial para la existencia de la vida en nuestro planeta, es necesario que cambie la forma en la que los humanos hemos hecho uso de la Tierra y sus recursos. El hecho de que todo el mundo haya estado presente en Rio es alentador, pero es sólo el principio. El futuro de la Tierra está en nuestras manos y lo que quede para las generaciones veni­deras será exclusivamente nuestra responsabilidad.

16 Encuentros 14 1992

La Amazonia: un mundo en peligro

Venezuela: país amazónicoMaria Elena Medina

COLOMBIA]

I GUAYANA I.[SURINAM I

¡BRASIL]

1 PERUl

b o l iv ia K

A Venezuela se le conoce en el escenario internacional más como país caribeño y andino que como amazóni­co, a pesar de ser uno de los siete países ribereños de la cuenca hidro­gráfica internacional del río Amazo­nas y, por ende, parte integrante de la vasta región de la Amazonia, uno de los ecosistemas de mayor importancia ecológica del planeta, cuya superficie ocupa el 1% de la Tierra.

En esta región se extiende el bos­que tropical húmedo más grande que existe, su flora y fauna constituyen por sí solas más de la mitad de la biota mundial. Es el reservorio de agua dul­ce más grande del planeta, con una potencialidad de recursos incalcula­bles, en donde habitan más de 20 mi­llones de personas.

Sin embargo, y paradójicamente, aunque ha sido una de las regiones del

mundo que ha despertado mayor cu­riosidad, es una de las menos conoci­das; sobre ella se han creado una serie de mitos que han repercutido en mu­chas ocasiones negativamente en su desarrollo. Uno de esos mitos ha sido el de la ‘homogeneidad’; con frecuen­cia se piensa en ella como un sólo manto verde, enorme y uniforme, a- travesado por grandes ríos, a pesar de ser un área que tiene no sólo una vasta

Encuentros 14 1992 17

La Amazonia: un mundo en peligro

diversidad biológica, sino también política, económica y social.

Aunque si bien es cierto que la mayor parte de la superficie (67,69%) de la cuenca amazónica le correspon­de al Brasil, el restante 32,21% está dividido entre cinco países soberanos, correspondiéndole el 13,02% al Perú, el 11,20% a Bolivia, el 1,67% a Ecua­dor, el 5,52% a Colombia, el 0,79% a Venezuela y el 0,08% a Guyana.

Por otro lado, existen los paises llamados del ‘dominio amazónico’, que son aquellos que por sus caracte­rísticas biogeográficas se consideran como tales. Este es el caso de Surinam y la Guyana Francesa.

Esta diversidad de criterios hace difícil definir la Amazonia, es por eso que en muchas oportunidades apare­cen divergencias en cuanto a su exten­sión, por ejemplo, si se adopta el crite­rio de cuenca hidrográfica, su exten­sión es de 7.350.621 km2, mientras que la llamada Pan-Amazonia, es de­cir, incluyendo los países del dominio amazónico, tiene una extensión de ca­si ocho millones de km2. Existen, ade­más de estas definiciones, las de ca­rácter político, que dependen de cada Estado para la determinación de su territorio amazónico, como por ejem­plo la llamada “Amazonia Legal” es­tablecida por Brasil.

Venezuela no escapa a esta situa­ción. Por un lado se ha adoptado, para los efectos del Tratado de Coopera­ción Amazónica, firmado el 3 de Julio de 1978 entre ocho países amazóni­cos, el criterio de cuenca, lo que equi­vale a 53.250 km2 del territorio nacio­nal, aunque al definir su política ‘ama­zónica’ se amplía el concepto a todo el Territorio Federal Amazonas (TFA). Este está conformado por una porción de la Cuenca Amazon ica y la parte al ta y media de la Cuenca Hidrográfica Internacional del Orinoco, lo que e- quivale a 180.145 km2, pero por sus características ecológicas puede ser considerado parte del ‘dominio ama­zónico’.A los efectos de este trabajo, al referimos a la ‘Amazonia venezola­na’ estaremos hablando del TFA, ya que a nivel nacional el diseño de la política amazónica se refiere a todo el Territorio, tal y como se observa con lacreación del Servicio Autónomo del Desarrollo Ambiental del Territorio Federal Amazonas, S ADA-AMAZO­NAS.

El TFA está enmarcado por las siguientes coordenadas geográficas: meridianos63s20’W y67a50’W ,y los paralelos 0°40’N y 6e15’N; lo que le confiere un emplazamiento central y septentrional en el contexto nacional.

Este territorio, una de las áreas de mayor interés biológico, presenta condiciones sociales, económicas, e- cológicas y ambientales muy peculia­res. Representa el 20% de la superficie del país y sin embargo su población es apenas el 0,5% de la población nacio­nal, incluyendo no menos de 12 et- nias.

Desde el punto de vista político- administrativo limita por el Norte con el Estado Bolívar, por el Este y Sur con la República de Brasil y por el oOeste con Colombia. De los 2.300 km de límites del Territorio, un 72% son internacionales, 969 km con Brasil y 690 con Colombia, lo cual le otorga a esta región gran importancia geopolí­tica, sobre todo si se considera que del límite correspondiente con Colombia un 90% es fluvial, y que en esa franja se concentra la mayor parte de los núcleos poblados fronterizos de am­bos países.

18 Encuentros 14 1992

Programa de la ACH, Caracas

Continúa hasta el 09 de octubre

Jueves 01 de octubre

Del viernes 2 hasta el 30 de octubre Inauguración: Viernes 02 de octubre

Sábado 03 de octubre

Jueves 08 de octubre

Viernes 09 y sábado 10 de octubre

Noticias de actividades recientes en la ACH

Programa de Octubre 1992

Exposición "Der Deutsche Michel” - Afiches sobre una figura-símbolo del carácter alemán Conferencia: “El Alemán - una figura cómica “Detalles ver prensa.

Jueves de Cine:Octubre está dedicado al ddo "Nueva Generación de Cineastas Alemanes"Walkman Blues (1985, color, 90', Dir. Alfred Behrens) 4:00 pm Tras Rejas y Sellos (1986, color, 7T, Dir. Heidi Ulmke) 7:00 pm

Exposición:Obras Maestras de la Galería Nacional de Berlín Lugar: Salas Siemens, Polar y pasillos de la sede.Charla de inauguración a cargo de la artista Luisa Richter, 700 pm Conferencia. Detalles ver prensa.

FERIA CULTURAL - con motivo de la Unificación de Alemania Desde las 3:00 p.m.Con exposiciones, música, baile, películas, videos, comida, bebidas, etc

Jueves de Cine:Kolp (1984, color, 100', Dir. Ronald Suso Richter) 4:00 pm Directo al Corazón (1983, color, 91', Dir. Doris Dörrie) 7:00 pm

Concierto:“Klavierkonzert mit Bläsern" QUINTETO AUREUS, de Alemania Teatro Alexander von Humboldt, 7:00 pm

Con el tema de la Imprecisión y Paradoja en el campo de la estética musical se matizó un seminario y taller en la ACH del 8 al 16 de Julio con un éxito rotundo.El Prof. Hans Joachim Koellreutte nos comenta al respecto:De acuerdo con los descubrimientos de física y de la propia matemática en las últimas décadas el concepto de la objetividad ha dejado de existir. Refiriéndose al papel de los científicos, el famoso físico John E. Wheeler afirmó: “Tenemos que sustituir el término de observador por el de participante, pues no somos capaces de observar el mundo físico objetivamente".La nueva imagen del mundo tiene como consecuencia una nueva filosofía del arte y una nueva estética musical. En tal sentido la Asociación Cultural Humboldt y el Instituto Goethe promovieron un seminario sobre el tema “Introducción a una estética relativista de lo Impreciso y Paradójico” dictado por el Prof. H.J. Koellreutter y donde fueron discutidos los nuevos conceptos de tiempo, la superación de la oposición de los contrarios, la ampliación de los principios de causa y efecto, la nueva grafía musical y otros conceptos fundamentales de la música clásica de nuestros días. A partir de este seminario se realizaron tres talleres donde fueron puestos en práctica los nuevos conceptos en la ejecución de la partitura "Tanka II" de H.J. Koellreutter. Los intérpretes fueron: Ricardo Linares (piano/teclado), Mardo Costa Tinoco (piano/arpa) y el propio H.J. Koellreutter, autor de los libros “Estética (Edit Novas Metas, Sao Paulo), “Terminología de una nueva estética de la música" (Edit Movimento, Porto Alegre) y de “Contrapunto del siglo XVI" (Edit. Novas Metas, Sao Paulo).

Walkman Blues

Octubre 1992 (cont)A partir det 13 de octubre

Jueves 15 de octubre

Domingo 18 de octubre

Jueves 22 de octubre

Domingo 25 de octubre

26 al 30 de octubre

Miércoles y jueves 28 y 29 de octubre

Jueves 29 de octubre de 1992

Jueves 29 de octubre

Fecha: ver prensa

30 de octubre y 01 de noviembre

Taller de Danza a cargo del Prof. Züllichau, en cooperación con Coreoarte Participación por invitación.

Jueves de Cine:Ricky Guitar (1985, color, 95' Dir. Michael Laux) 4:00 pmConcierto para la Mano Derecha (1986, color, 79‘ Dir. Michael Bartlett) 7:00 pm

Concierto: Julio Toro (flauta) y El Cuarteto de Clarinetes de Barquisimeto Hora: 5:00 pm vDetalles ver prensa.

Jueves de Cine:El Récord (1984, b/n, 85', Dir. Daniel Helfer) 4:00 pm Francesca (1986, color, 93’, Dir. Verena Rudolph) 7:00 pm

Recital:"Noche de Lieder de Valses Vieneses y Arias de Operetas", interpretados por Cheíta Quintanas (soprano) y María Elena Desteffanis de Gutiérrez (pianista)Entrada sólo por invitación para miembros de la ACH, 5:00 pm

Seminario “Heiner Müller”, a cargo de la Fundación Taller del Actor Sala Schnoegass, ACH

Conferencia y seminario: Prof. Dr. Mario Erdheim, Psicoanálisis Seminario: Miércoles 28 de octubre de 1992 Tema: “Identidad Cultural: juventud y camio cultural"4:00 p.m. a 6:00 p.m.Dirigido a un público especializado.Conferencia:Tema: “Cultura y el problema de la violencia"7:30 p.m.Dirigido al público en general.

Jueves de Cine:Dorado - One Way (1984, b/n y colores, 83', Dir. Reinhard Münster) 4:00 pm Lo Mismo para Tí (1986, b/n, 98', Dir. Anja Franke, Davi Levy, Helmut Berger) 7.00 pm

Teatro:“Quartetto", obra de Heiner Müller,puesta en escena por la Fundación Taller del ActorTeatro A.v.H./ 7:00 pm (domingo a las 5:00 pm)

Danza:Mallika Sarabhai, danza hindúProyecto con la Embajada de la India y FUNDARTETeatro Alexander von Humboldt. / 7:00 p.m.

Noviembre 1992

Jueves 05 de noviembre

Viernes 6 al domingo 8 de noviembre

Del 8 de noviembre hasta el 4 de diciembre Domingo 8 de noviembre

Jueves 12 de noviembre

Jueves de Cine:Cido de películas con el famoso actor Klaus KinskiAguiire, la Ira de Dios (1972, color, 93', Dir. Wemer Herzog) 7:00 pm

Teatro:LOS BANDIDOS, basada en la obra homónima de F. Scniller Grupo Teatro GhettoViernes y sábados 7:00 pm, domingos 6:00 pm

Exposición:“Caricaturas en Venezuela", Frank Cisneros y Antolines CastroInauguración: 11:00 amSala de exposiciones de la ACH

Jueves de Cine:Fitzcarraldo (1981, color, 158‘, Dir. Wemer Herzog) 7:00 pm Teatro Alexander von Humboldt

Noviembre 1992 (cont)Detalles ver prensa.

Del viernes 13 al domingo 15

Detalles ver prensa.

Jueves 19 de noviembre

Jueves 26 de noviembre

Domingo 29 de noviembre

Diciembre 1992

Hasta el 04 de diciembre

Jueves 03 de diciembre

Jueves 10 de diciembre

Domingo 13 de diciembre

Conferencia:“CAMBIOS EN ENEMISTADES TRADICIONALES ENTRE VECINOS”La relación Polaco-Alemana en la literatura trivialpor el Prof. Woyzeck Blallk (experto en literatura alemana)

Teatro:LOS BANDIDOS, basada en la obra homónima de F. Schiller Grupo Teatro GhettoViernes y sábados 7:00 pm, domingos 6:00 pm

Concierto:Renaissance Konzert “Das Ulsamer Kollegium" programa acompañado con ddo de talleres Teatro Alexander von Humboldt

Jueves de Cine:Cldo de películas con el actor Klnski Detalles ver prensa.

Jueves de Cine:Cobra Verde (1987, color, 85‘, Dir. Werner Herzog) 7:00 pm Teatro Alexander von Humboldt

Redtal Literario:Baladas y Sátiras (de Brecht, Kästner, Morgenstern, Tucholski)En español y alemánTeatro Alexander von Humboldt / 5:00 pm

Exposición“Caricaturas en Venezuela", Frank Clsneros y Antollnes Castro Sala de Exposiciones ACH

Jueves de Cine:Cido de películas con el actor Klnski Teatro Alexander von Humboldt / 7:00 pm Detalles ver prensa.

Fiesta de Fin de Año:Para los estudiantes de la ACH (Entrega de notas)Teatro Alexander von Humboldt Detalles ver prensa.

Jueves de Cine:Cldo depelículas con el actor Klnski Teatro Alexander von Humboldt / 7:00 pm Detalles ver prensa.

Concierto:Schola Cantorum - Cantería Alberto Grau (Bajo la dirección de María Gulnand)Teatro Alexander von Humboldt / 5:00 pm

BIBLIOTECA - MEDIOTECA Horario: 9:00 a.m. -12:00 m

2:00 p.m. -6:00 p.m. Jueves: hasta las 6:30 p.m. Viernes: hasta las 12:00 m

HORARIO DE EXPOSICIONES Lunes a viernes:

8:00 a.m. - 6:00p.m.Sábados

9:00 a.m. -12:00 m.3:00 p.m. - 5:00 p.m.

Domingos:11:00 a.m. -14:00 p.m.

Charlas literarias con la Prof. Lieselotte Vareschl

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de todos los tiempos.

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La Amazonia: un mundo en peligro

La capital del Territorio, Puerto Ayacucho, es ciudad de muy reciente data, apenas fundada en 1924. La en­tidad federal se encuentra dividida en cuatro departamentos: Atures, Ataba- po, Casiquiare y Río Negro.

En relación a la hidrografía, el Orinoco es el río más importante de la región: atraviesa el TFA de Sureste a Noroeste, su cauce tiene una longitud aproximada de 960 km dentro del TFA y su cuenca abarca una superficie de125.000 km2. El 70% de la superficie de la región corresponde a la cuenca del Orinoco y el 30% restante a la del Río Negro, la cual forma parte de la red hidrográfica del río Amazonas. Ambas cuencas se conectan a través del famoso Brazo Casiquiare, que en su origen sirve de aliviadero del Ori­noco al tomar el 31% del volumen de sus aguas y que, desplazándose en dirección oeste, vierte sus aguas en el Guainía para dar origen al Río Negro. Este a su vez sigue rumbo sur hasta desembocar en el Amazonas a la altu­ra de Manaos. El peculiar fenómeno natural otorga a Venezuela su carácter de país amazónico.

Es importante señalar que Vene­zuela ha sido uno de los países de América Latina que mayor preocupa­ción ha mostrado por el medioam- biente. Prueba de ello lo constituye la creación en 1977 del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales Renovables, el cual tiene bajo su res­ponsabilidad a S ADA-AMAZONAS, institución que define como objetivo principal la “defensa y conservación del TFA, así como su desarrollo eco­lógicamente concebido, mediante la programación y coordinación del Plan de Ordenación.

Conscientes de la importancia que este Territorio tiene para el país, y, como parte del sistema amazónico, para la humanidad entera, el Estado venezolano, a través de S ADA-AMA­ZONAS, ha venido implementando un conjunto de políticas con el fin de lograr en la medida de lo posible un desarrollo sustentable que “satisfaga las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer la capaci­dad de las futuras generaciones para satisfacer las propias”. Para ello se han diseñado un conjunto de estrate­gias para elaborar lo que se ha deno­minado el Plan de Ordenación del TFA, cuyo objetivo principal es la

zonificación del espacio, a fin de de­terminar la vocación de usos de la zona.

Vale la pena mencionar que la política que se ha venido implemen­tando en los últimos años hacia este valioso ecosistema es básicamente de conservación, lo cual se manifiesta en que el 80% de la zona ha sido definido como área protegida bajo la denomi­nación de Areas de Administración Especial (ABRAES), figuras que es­tán contempladas en la Ley de Orde­nación del Territorio. Entre ellas cabe destacar la Reserva de Biosfera “Alto Orinoco-Casiquiare” con una exten­sión de 88.000 Km2, los Parques Na­cionales de La Neblina y el de Paima- Tapirapccó, ambos en la frontera con el Brasil, los Monumentos Naturales, figura con la cual han sido protegidos los diversos Tepuyes ubicados en la zona, únicos en su género y de inmen­so valor ecológico.

Por otro lado, esta política conser­vacionista ha permitido proteger a las comunidades indígenas que en ella habitan, como es el caso de la referida reserva de biosfera que garantiza la base territorial de una de las etnias indígenas más antiguas del mundo: los Yanomami, habitantes de la región entre Brasil y V enezuela y que representan unos 20.000 individuos.

Otro aspecto importante que vale la pena destacar es lo relativo a la investigación como uno de los ele­mentos fundamentales para lograr un desarrollo sustentable. En una prime­ra fase se creó en 1990 el Centro de Investigaciones Ambientales “Ale­jandro de Humboldt”, el cual cuenta actualmente con el apoyo financiero y técnico del Gobierno alemán a través de la GTZ. Las investigaciones que se llevarán a cabo contarán también con el aporte de los indígenas y permitirán tener un mejor y más ajustado conoci­miento del área y, por ende, mejores instrumentos para la aplicación de las políticas.

Ahora bien, para Venezuela resul­ta un tanto más fácil que para los demás países amazónicos mantener esta región como una especie de me- gareserva, sobre todo porque sobre ella no existen las presiones políticas, económ icas y demográficas que sobre sus respectivos territorios tienen los demás Estados.

Sin embargo, nuestra Amazonia, al igual que la de los demás signata­rios, no escapa de aquellos que, obse­sionados por las riquezas naturales, depredan el medio ambiente, destru­yendo cursos de aguas y zonas ricas en biodiversidad y afectando la supervi­vencia de las comunidades indígenas que allí habitan. No basta con tener un cuerpo legal, una Ley Penal del Am­biente, decretos de prohibición de la explotación minera y maderera, etc.... si no existe, además, una férrea volun­tad política, y el apoyo de la comuni­dad internacional para proteger una de las regiones de mayor importancia pa­ra la sobrevivencia de la raza humana.

En el contexto internacional esta Cuenca Hidrográfica Internacional, uno de los ecosistemas más conserva­dos que aún existe a pesar de haber sido objeto en muchas oportunidades de políticas desarrollistas y destructo­ras de parte de sus recursos, cuenta con un Tratado Internacional único en su género: el Tratado de Cooperación Amazónica (TCA), firmado por los países que integran la cuenca, inclu­yendo a S urinam, país que, aunque no es ribereño del Amazonas, es conside­rado parte de la región por sus caracte­rísticas biogeográficas.

Con la firma de este Tratado los países amazónicos se comprometie­ron, tal como se expresa en su artículo primero, a “realizar esfuerzos y accio­nes conjuntas para promover el desa­rrollo armónico de sus respectivos te­rritorios amazónicos, de manera que estas acciones conjuntas produzcan resultados equitativos y mutuamente provechosos, así como para la preser­vación del medio ambiente y la con­servación y utilización racional de los recursos naturales de estos territorios.”.

Este compromiso internacional ha permitido a los signatarios, además de reforzar las políticas internas, una co­ordinación de las acciones para lograr una mejor visión de conjunto de la totalidad de la región.

Encuentros 14 1992 19

La Amazonia: un mundo en peligro

Los Parques Nacionales y Monumentos Naturales de la Amazonia Venezolana

Rafael García

Geografía.

El Territorio Federal Amazonas (180.145 Km2), está localizado en la región meridional de la República de Venezuela, lindando con Brasil por los flancos sur y este; y con Colombia hacia el oeste, extendiéndose entre los 00a 40' y 06a 15' de latitud norte y 63a 20' y 67a 50' de longitud oeste.

Esta región es drenada por una gran red de ríos que recorren extensas llanuras aluviales de topografía plana y sin relieves encajantes, pertenecien­do a dos cuencas hidrográficas; la Cuenca del Orinoco y sus afluentes principales Ventuari, Atabapo y Sipa- po, con aproximadamente 138.145 km2 y la Cuenca del Amazonas de aproximadamente 42.000 km2, dre­nada por el Canal del Casiquiare (bi­furcación del río Orinoco, que inter- conecta a ambas cuencas) y los ríos Guainía y Negro.

Estos ríos desbordan aguas y ex­tienden sedimentos sobre las superfi­cies planas vecinas en épocas de llu­

vias y fluyen por cauces de lecho ordi­nario desarrollando muy frecuente­mente meandros.

Entre estos ríos se impone el Ori­noco, que atraviesa todo el Territorio Amazonas originando una notable di­simetría de relieves entre una margen derecha con paisajes de montaña, y una margen izquierda donde se distin­guen las extensas peniplanicies alu­viales y penillanuras de erosión, salpi­cadas por colinas graníticas o Insel- bergs, conocidas localmente como lajas.

El Territorio Federal Amazonas (TFA) se extiende en el Escudo de Guayana, una de las regiones terres­tres más antiguas de la tierra que for­mó parte de “Gondwana”,un antiguo supercontinenteconformadopor lo que es hoy América del Sur, Africa, India, Madagascar, Australia, Nueva Zelan­dia y Antártida. Este Escudo está constituido de manera general por un

basamento ígneo-metamórfico prin­cipalmente granítico y por una capa de rocas sedimentarias estratificadas, que consisten mayormente de arenisca y cuarcitas de origen precámbrico, reu­nidas bajo el nombre de “Grupo Ro- raima”, denominación derivada del Cerro Roraima, lugar donde se descri­bieron por vez primera las caracterís­ticas geológicas de la Guayana.

El Grupo Roraima forma grandes macizos de arenisca aislados y disper­sos, sin secuencia estratigráfica com­pleta a causa de eventos geológicos no contemporáneos.

Allí las capas de arenisca están paralelamente estratificadas de mane­ra horizontal, unidas por sucesivos levantamientos y hundimientos tectó­nicos, proceso influido por una fuerte erosión con grandes efectos por la alternancia de épocas de sequías y lluvias, que combinados con una alta friabilidad de las rocas, han influido en su resquebrajamiento, producien­

20 Encuentros 14 1992

La Amazonia: un mundo en peligro

do las clásicas formas geométricas de montañas tabulares con paredes verti­cales o Tepuyes.

Los Tepuyes han sido intrusiona- dos repetidas veces y en diferentes lugares por materiales ígneos y volcá­nicos de origen más reciente, resultan­do en una variedad de “Sills y Diques” de diabasa.

En lo que a fisiografía regional se refiere, destaca un conjunto de paisa­jes morfológicos, constituidos princi­

palmente por llanuras, penillanuras, peniplanicies, piedcmonte inclinados, seguidos de farallones de hasta más de 1000 m s.n.m., superadas general­mente por una superficie tabular y agrietada o altiplanicie.

Estas altiplanicies no son otra cosa que los Tepuyes, que varían en tama­ño, forma y altitud, tales como torres (Cerro Autana), picos aislados (Arati- tiyope), con menos de una hectárea de superficie en la cumbre (Tamacuari), hasta los vastos sistemas de más de 1000 km2 tales como el Cerro Duida, además con elevaciones variables en­tre 1.300 m s.n.m. (Cerro Yapacana) y 3.015 m s.n.m. (Serranía La Neblina).

En el TFA estos paisajes están asociados a una variada y densa cober­tura vegetal, donde se han identifica­do hasta la fecha 32 diferentes forma­ciones de vegetación (Huber y Alar- cón, 1988), mayormente con una alta diversidad florística.

El clima muestra una región con promedios anuales de lluvias que os­cilan entre 2.000 mm. hacia la parte

norte y 3.800 mm. hacia la parte sur del TFA, mientras que los promedios anuales de temperaturas son altos y su variación mensual es mínima, regis­trándose en el mes de Julio entre 25 y 27 QC y en Marzo 29-30 aC.

La clasificación clim ática de Kóppen define a este Territorio como de clima tropical lluvioso, con una estación seca.

Otro sistem a clim ático -el de Thornthwaite- lo caracteriza como de

clima megatérmico, húmedo y con diferencias hídricas pequeñas o mo­deradas.

Patrim onio C ultural

En este marco geográfico, el ele­mento humano se encuentra presente a través de 15 etnias con aproximada­mente 30.000 individuos para el año 1982, establecidos en las tierras bajas y mayormente en las riberas de los ríos, donde moran desde hace unos12.000 años, siendo parte consustan­cial del paisaje y utilizando al ambien­te para fines limitados de subsistencia sin causar perturbaciones significati­vas.

El particular modo de vida de los amerindios, está intimamente relacio­nado con la naturaleza y un conoci­miento amplio de los recursos del en­torno, que lo hace un elemento inte­grado al ambiente. Dispersos’en bajas densidades y asentados en algunos casos en comunidades aledañas o den­tro de las recientemente creadas áreas protegidas, es característica significa­tiva el que el proceso de seden tariza-

ción tiende a incrementarse por efec­tos de las erradas políticas para “redu­cir y atraer a la vida ciudadana a las tribus y parcialidades indígenas no civilizadas”, impulsadas por el Estado (Ley de Misiones, 1915).

Es aquí donde se vislumbra una pérdida inevitable de sus técnicas tra­dicionales ecológicamente bien con­cebidas, acompañada por una fuerte tendencia hacia la concentración de la población indígena y las consecuentes presiones sobre los recursos.

Entre las etnias que se relacionan con los parques nacionales se inclu­yen: los Piaroa-Mako o Wótuha-Wiru y los Yanomami.

Las restantes áreas protegidas no han sido intervenidas o están delimita­das por encima de los 800 m s.n.m. (tierras altas del T.F.Amazonas), por lo que aunque están ubicadas en zonas de influencia de las diversas etnias, no tienen poblaciones presentes.

En el caso del Monumento Natural Piedra del Cocuy, éste es un Inselberg o intrusión granítica no apto para cul­tivos por el reducido volumen de sue­los, ni para uso forestal, y por lo tanto sin intervención humana.

Los Parques Nacionales y M onu­m entos N aturales.

Estas figuras legales aparecen de­finidas en la Legislación venezolana, concretamente en la Convención para la Protección de la Flora, de la Fauna y de las Bellezas Escénicas de Améri­ca, mejor conocida como “Conven­ción de Washington” del año 1940 y en la Ley Forestal de Suelos y Aguas

P E R F I L E S Q U E M A T I C O D E L t P A I S A J E A M A Z O N I C O V E N E Z O L A N O

Encuentros 14 1992 21

La Amazonia: un mundo en peligro

de 1966. Allí se especifica que los Parques Nacionales son regiones ex­tensas, establecidas para la protección y conservación de las bellezas escéni­cas naturales y de la flora y la fauna de importancia nacional, de las que el público pueda disfrutar mejor al ser puestas bajo vigilancia oficial.

Esta figura legal protege áreas na­turales y escénicas de significancia nacional para uso científico, educa­cional y recreativo. Ella perpetúa en un estado natural muestras represen­tativas de regiones fisiográficas, co­munidades bióticas, recursos genéti­cos y especies en peligro de extinción, para proveer estabilidad y diversidad ecológica.

Los Monumentos Naturales son definidos como aquellos rasgos geo­gráficos, especies vivas de animales y plantas de interés estético o valor his­tórico o científico, a los cuales se les da protección absoluta. Ellos contie­nen valores específicos de sobresa­liente significancia nacional, los cua­les, debido a su unicidad o rareza, deben ser protegidos.

En el TFA la existencia de estas áreas se ha justificado por sus caracte­rísticos ecosistemas únicos, endemis- mos de flora y fauna, por sus recursos escénicos, hídricos y científicos, así como elementos del patrimonio histó- rico-cultural de las poblaciones autóc­tonas; y como tales cumplen con obje­tivos similares al resto de parques y monumentos al norte del Orinoco, formando parte de un sistema más complejo, que incluye áreas de las diferentes regiones fisiográficas del país.

Los Monumentos Naturales inclu­yen dos paisajes típicos de la región; los Tepuyes y los Inselbergs o Lajas.

Los Tepuyes, en un número de 17, contienen ecosistemas con comunida­des ricas florísticamente y con alto endemismo de vegetación. Alli se lo­calizan bosques densos muy variados, herbazales, arbustales y vegetación pionera, variables en densidad y altu­ra. En general son aproximadamente 2.557 km2 de superficie, con alturas variables que oscilan entre 1.300 y 2.400 m s.n.m.

Las Lajas están representadas por la “Piedra del Cocuy”, que es una intrusión granítica sobre una llanura de alteración y donde el relieve pre­

senta caras rocosas verticales o conve­xas, con resaltos y con una altura má­xima de 572 metros.

La vegetación presente se desarro­lla en las grietas y generalmente es arbustiva y con especies pioneras.

Políticas de los Parques Nacionales en el T errito rio Amazonas.

Las medidas que ha instrumenta­do el Estado venezolano para la con­servación de los recursos en la región amazónica la diferencian notablemente del resto del país.

En efecto, aquí existe una serie de recientes medidas que datan desde el

año 1978, a través de Decretos Presi­denciales, y donde destacan los rela­cionados con la creación de áreas pro­tegidas.

Ese año se prohíbe toda actividad que implique tala, deforestaciones y explotación de productos forestales y se crean los parques nacionales “Se­rranía La Neblina”, “Yapacana” y “Duida-Marahuaca” y los monumen­tos naturales “Cerro Autana” y “Pie­dra del Cocuy”.

Las acciones para la activación de la administración de estas áreas como tales no se hicieron presentes por razo­nes entre las que se incluía una mayor concentración de esfuerzos hacia los parques y monumentos al Norte del Orinoco, donde las concentraciones

humanas son mayores, y por las gran­des dificultades para superar las barre­ras geográficas, hecho que también imposibilitó la integración de la re­gión en el sistema económico centra­lizado del país.

Citando la ponencia oficial que presentó el Director de Parques Na­cionales en 1983, durante la celebra­ción de los 25 años de funcionamiento de ese Servicio, podemos dar una rápi­da mirada al pensamiento del momen­to ... ”No todos los parques nacionales decretados hasta la fecha han tenido condición de tener problemas de ocu­pación humana, tal como los parques de la región amazónica donde por ra­zones de aislamiento y falta de vías de

comunicación, el acceso a los mismos es prácticamente imposible”.

Pero en el año 1987, al reportarse actividades mineras en el Territorio y específicamente en el P.N. Yapacana, se iniciaron los esfuerzos de activar una Dirección Regional de Parques Nacionales; hecho logrado un poco más tarde cuando la creciente presión internacional sobre la conservación de la región amazónica y las posibili­dades de apoyo financiero se hicieron presentes.

Para ese entonces el interés con­servacionista oficial se manifestaba nuevamente con un nuevo decreto, que especificaba la prohibición de to­da explotación minera en este Territo­rio, y en el cual se ordenó “la suspen­

Cuadro 1

Grupos indígenas presentes en Parques Nacionales en el T.F.AMAZONAS

Etnias Parques Nacionales Población*

Piaroa-Mako P.N. Yapacana (o Wótuha-Wiru)

142

Yanomami P.N. Paríma-Tapirapecó 8.925

* Según último Censo Indígena (OCEI, 1985)

22 Encuentros 14 1992

La Amazonia: un mundo en peligro

Cuadro 2Parques Nacionales del Territorio Federal Amazonas

Parques Nacionales Región Fisiográfica (Subregión)

Superficie(Km2)

Características (*)

1. P.N. Yapacana Llanuras bajas (Alto Orinoco)

3.200 Llanuras de erosión y alteración.Sabanas amazónicas, sabanetas, caatingas, bosques ombrófilos siempreverdes. Formación tepuyana

2. P.N. Duida- Marahuaca

Montañas(Macizo Guayanés)

2.100 Herbazales latifollados o graminiformes de tierras altas, arbustales densos, bosques y vegetación pionera.Endemismo muy pronun­ciado a nivel genérico y específico.

3. P.N. Serranía La Neblina

Montañas (Macizo Guayanés)

13.600 Bosques ombrófilos mon­tanos siempreverdes, ve- tación herbaceo-arbustiva tepuyana.Es la unidad con mayor grado de endemismo en el Neotrópico, con una familia endémica (Saccifoliacea)

4. P.N. Paríma- Tapirapecó

Montañas (Macizo Guayanés)

39.000 Bosques ombrófilos submontanos y montanos bajos inundados con palmas,vegetación herba­ceo-arbustiva tepuyana y altotepuyana. Sabanas graminosas arbustivas o arboladas.

(*) Fuente: Huber & Alarcón 1988

sión de cualquier actividad minera en ejecución”. Además de otros decretos posteriores, que ampliaron la cobertu­ra de las áreas protegidas en 1991, al protegerse los restantes tepuyes (los aún no incluidos en las ya existentes) bajo la figura legal de Monumento Natural y con la creación del Parque Nacional Paríma-Tapirapecó (el más extenso del país).

El decreto de este cuarto parque nacional toma en consideración por vez primera un interés en velar por los derechos de las poblaciones indígenas

y por su patrón de asentamiento y modus vivendi, como factor determi­nante en la preservación de los recur­sos naturales.

También en 1991 y tomando como base 3 parques nacionales y 3 monu­mentos naturales para su estructura­ción, se incluyó un nuevo tipo de uni­dad de conservación: la “Reserva de Biosfera”, que persigue proteger co­munidades o áreas únicas con rasgos naturales de interés excepcional y ejemplos de paisajes armoniosos re­

sultantes de modelos tradicionales del uso de la tierra.

Con la creación de la Dirección Regional de Parques N acionales Amazónicos va tomando forma la nueva política que orientará las accio­nes referidas a las comunidades ame­rindias relacionadas a las áreas prote­gidas y que incluyen:

1. Adaptación de los planes y pro­gramas de manejo de los parques y monumentos, que deben responder a las exigencias del medio ambiente y a las características culturales.

Encuentros 14 1992 23

La Amazonia: un mundo en peligro

2. Apoyo de las actividades de manejo de las áreas protegidas en co­laboración con las comunidades ame­rindias.

3. Búsqueda de un papel más di­recto de las etnias en el manejo de los parques y monumentos.

4. Integración de los conocimien­tos que los amerindios tienen sobre la biota en el manejo de las áreas prote­gidas.

5. Respeto a la cosmovisión indí­gena por la relación existente entre el comportamiento ritual, los principios ecológicos y la sustentabilidad de los recursos.

6. Reconocimiento del derecho adquirido al uso de sus áreas tradicio­nales de establecimiento.

7. Reconocimiento del derecho de los amerindios a organizarse, con el fin decumplircon las atribuciones que emanen de la comunidad y que les ratifica la ley.

8. Promoción de la participación indígena en la toma de decisiones so­bre las políticas y programas que sean de su interés.

9. Toma de medidas positivas de protección de los recursos naturales de los territorios indígenas, con el pleno respeto de sus formas de organi­

zación social y valores culturales.10. Apoyo de las iniciativas indí­

genas para la creación de empresas dedicadas a la recolección y transfor­mación de materias primas, con ga­rantías de mercadeo y niveles adecua­dos de integración económica.

Bibliografía.

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García, J.R. 1983,25e Aniversario del Servicio de Parques Nacionales de Venezuela. Caracas, 9 pp.

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Zinck, A. 1980. Valles de Vene­zuela. Lagoven; Filial de Petróleos de Venezuela, S.A., Dpt. Rel. Publ., Ser. Cuadernos Lagoven, Caracas, 150 pp.

Cuadro 4

Decretos Conservacionistas para el Territorio Federal Amazonas

Decreto Año N2 Gaceta Fecha Objetivos

2.979 1978 2.437 Extraord. 07.03.79 P.N. Serranía LaNeblina

2.980 1978 2.437 Extraord. 07.03.79 P.N. Yapacana

2.981 1978 2.437 Extraord. 07.03.79 P.N. Duida-Marahuaca

2.986 1978 2.437 Extraord. 07.03.79 M.N. Piedra de Cocuy

2.987 1978 2.437 Extraord. 07.03.79 M.N. Cerro Autana

269 1989 4.106 Extraord. 09.06.89 Prohibición de explota­ción minera

625 1989 34.575 17.10.90 Normas sobre actividad T urístico-Recreacional

1.233 1990 4.250 Extraord. 18.06.91 Declaración de Tepuyes como Monumentos Naturales

1.635 1991 34.767 01.09.91 R.B. Alto Orinoco- Casiquiare

1.636 1991 34.767 01.09.91 P.N. Paríma-Tapirapecó

24 Encuentros 14 1992

La Amazonia: un mundo en peligro

EL BURRO (PUERTO NUEVO)

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AREAS PROTEGIDAS EN EL TERRITORIO FEDERAL AMAZONAS

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MONUMENTOS NATURALES

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Encuentros 14 1992 25

La Amazonia: un mundo en peligro

Anotaciones sobre la política ambientalde la República Federal de Alemania, los esfuerzos de Venezuela para la conservación

de los recursos naturales y la creación del

Centro Amazónico de Investigaciones Ambientales Alexander von Humboldt -C AIAH

Antonio Carrillo

La importancia de la cooperación ve­nezolano-alemana en materia medioam­biental podrá percibirse mejor revisando algunas de las actividades desarrolladas por ambos países en este ámbito.

La República Federal de Alemania apoya los esfuerzos internacionales para contrarestar la devastación del medio am­biente a tres niveles diferentes:

-Los tratados regulados por el derecho internacional y los acuerdos internaciona­les,

- los programas de acción coordina­dos multilateralmente y

- losprogramas de cooperación bilate­ral.

Los tratados y acuerdos internacio­nales

La Conferencia Internacional de Vie- na sobre Protección de la Capa de Ozono, celebrada en marzo de 1985, produjo un resultado colateral, consistente en la ela­boración del Protocolo de Montreal. Di­cho protocolo es hasta ahora el único instrumento legal que regula intemacio- nalmente las emisiones de Cloro-Fluoro- Carbonados (CGC). Un efecto posiúvo del Protocolo de Montreal ha sido la cre­ación de un Fondo Multilateral, dotado de 240 millones de US$ para sus primeros tres años de funcionamiento. Con este fondo debe financiarse parte de los costos que resulten a los países en desarrollo por apegarse a las regulaciones establecidas

por el protocolo, el cual ha sido ratificado pormásdeóO naciones. Alemania asumió un papel líder en estas actividades.

Entre los Acuerdos Regionales rela­cionados con la protección ambiental,que son apoyados por Alemania, se encuentra el Programa Regional para Africa Orien­tal, que enmarca los acuerdos para la protección de los litorales y las áreas lacustres. A ni vel regional podría ubicarse también el Tratado de Cooperación Ama­zónica, suscrito el 3 de julio de 1978 por los cancilleres de Bolivia, Brasil, Colom­bia, Ecuador, Guayana, Perú, Suriname y Venezuela. El objetivo principal del trata­do es “promover el desarrollo armónico de sus respectivos territorios amazónicos, de manera que esas acciones conjuntas produzcan resultados equitativos y mu­

26 Encuentros 14 1992

La Amazonia: un mundo en peligro

tuamente provechosos, así como para la preservación del medioambientey la con­servación y utilización racional de los recursos naturales de esos territorios.” Alemania apoya directamente las activi­dades que desarrollan varias instituciones dentro del marco del tratado, por ejemplo, la consolidación de una “Red Amazóni­ca”, promovida por representantes de or­ganizaciones indígenas, como COICA, organizaciones no gubernamentales, la Secretaría de Asuntos Fronterizos de Co­lombia y la Oficina Regional de la Orga­nización Internacional del Trabajo OIT. Apoyo indirecto ofrece Alemania me­diante los proyectos de cooperación bila­teral, como se expondrá posteriormente.

La Conferencia Internacional sobre Medioambiente y Desarrollo UNCED, celebrada recientemente en Rio de Janei­ro, ha generado también nuevos compro­misos internacionales, en los que Alema­nia juega un papel preponderante. Actual­mente se discute la forma en que los apoyos adicionales ofrecidos para la pro­tección ambiental pueden ser realizados..

Un instrumento básico para el finan- ciamiento de las actividades internaciona­les en materia de protección ambiental es la“Global Environmental Facility” -GEF- , administrada por el Banco Mundial. La GEF es el resultado de una iniciativa franco-alemana Entre sus principales fi­nancistas se encuentran Alemania, Fran­cia, Inglaterra, Japón, EEUU y otros paí­ses, quienes han aportado un total de 1500 millones de US$ para una fase experimen­tal de tres años que se encuentra en mar­cha La idea básica de la GEF consiste en proporcionar recursos financieros com­plementarios a los paises no industrializa­dos, con miras a minimizar los daños ambientales de las inversiones hechas dentro de su programática de desarrollo. Sin embargo, con estos fondos también debe estimularse la conservación de los recursos forestales tropicales y de los re­cursos biológicos.

Los programas de acción ambiental coordinados multilateralmente

Entre los principales programas mul­tilaterales de acción que reciben el apoyo directo de Alemania se encuentran el Pro­grama de Acción Forestal para los Trópi­cos -PAFT- y el Programa de Acción Medioambiental -PAM-

E1 PAFT es una iniciativa original­mente lanzada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo -

PNUD-, la FAO, el Banco Mundial y el Instituto de Recursos Mundiales -WRI-. Con el apoyo de más de 20 naciones industria] izadas, varias organizaciones no gubernamentales internacionales y coor­dinado por la FAO, este programa ha desarrollado actividades en más de 85 países tropicales. El programa se orienta a 5 diferentes áreas de trabajo: bioenergía, ecología y biodiversidad, planificación del uso de la tierra, industrias forestales y fortalecimiento institucional. En los pai­ses receptores del programaes formulado un plan sectorial y para su ejecución se ofrece la ayuda de diferentes donantes. Alemania ha fomentado directamente la elaboración de planes sectoriales en más de 30 países tropicales y ofrece apoyo financiero y técnico para la ejecución de los mismos por un monto mayor a los 200 millones de US$. Las áreas de acción fomentadas son principalmente la de pla­nificación de uso de la tierra y la de ecología y biodiversidad.

El Programa de Acción Medioam­biental es promovido por el Banco Mun­dial en Africa con el apoyo sustancial de Alemania. A la fecha se ha realizado una planificación ambiental intersectorial en más de 8 paises y se ha pasado al proceso de ejecuc ión. El P AM coordina sus acti vi- dadesconelPAFT y con los Programas de Ajuste Estructural del Banco Mundial.

La cooperación bilateral

La cooperación bilateral de Alemania en el ámbito de la conservación y el manejo racional de los recursos forestales se extiende a más de 70 proyectos técnicos y otro tan to de proyectos financierosen los paises tropicales. Las actividades de coo­peración bilateral pueden verse como un complemento a los programas anterior­mente enumerados y constituyen un ele­mento central en la fase de apoyo a la ejecución de programas nacionales o sec­toriales. En los países del Tratado de Cooperación Amazónica, por ejemplo, Alemania contribuye bilateralmente a la ejecución de significativos proyectos para la protección de los recursos forestales en Brasil (cooperación técnica y financiera), en Bolivia (cooperación técnica y finan­ciera), en Colombia (cooperación técnica y financiera), en Ecuador (cooperación técnica) y en Venezuela (cooperación téc­nica).

En loreferentealacuenca amazónica, la cooperación técnica entre Alemania y Venezuela se centra en la conservación, la

protección y el manejo racional de los recursos naturales en el Territorio Federal Amazonas. Concretamente se ejecuta un proyecto conjunto para la consolidación y el desarrollo del Centro Amazónico ele Investigaciones Ambientales Alexander von Humboldt -CAIAH, coordinado por la Dirección de Investigaciones y apoya­do por las demás direcciones del Servicio Autónomo para el Desarrollo Ambiental del Amazonas -SADA-AMAZONAS-, adscrito al Ministerio del Ambiente - MARNR-.

La trascendencia de esta cooperación debe ilustrarse haciendo un recuento de los logros de Venezuela en materia am­biental. Venezuela es uno de los paises latinoamericanos que más ha demostrado su preocupación por conservar el medio- ambiente y promover el uso racional de los recursos forestales. Con el estableci­miento del Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables MARNR, se convierte en el primer país del subcontinente con un ministerio tal Resalta también que un 45% del total déla superficie nacional se encuentra protegi­da con Areas Bajo Régimen de Adminis­tración Especial (ABRAE) y queel proce­so de incrementar estas áreas aún no con­cluye. Dentro del Pacto Amazónico es el país que tiene mayor experiencia en cuan­to a zonificación ecológica y moni toreo geográfico, habiendo producido en 1990 los llamados “Sistemas Macroambienta- les de Venezuela”, que evalúan a nivel nacional nosólo los recursos naturales y el ambiente, sino también las tendencias socioambientales de la ocupación espa­cial y las funciones de demanda porrecur- sos naturales. Venezuela es también uno de los pocos paises que solicitan créditos a bancos internacionales para ser inverti­dos en el manejo de sus parques naciona­les. En la mayoría de los casos, los paises en desarrollo priorizan poco este sector y solicitan financiamiento sólo cuando se trata de donaciones o de créditos extrema­damente blandos y condonables. Estas y muchas otras posiciones vanguardistas de Venezuela en materia ambiental han sido poco explotadas “propagandísticamente”, sobre todo considerando la solidez de los logros.

La cooperación bilateral para la con­solidación del CAIAH puede verse como un resultado más del amplio curriculum en política ambiental de ambos paises. Las proyecciones del ‘ ‘Centro Humboldt” no se limitan al ámbito amazónico nacio­

Encuentros 14 1992 27

La Amazonia: un mundo en peligro

nal, ya que seenmarcan dentro del manda­to que recibió Venezuela dentro del Pacto Amazónico, consistente en coordinar el programa de Ecología, Biodiversidad y Dinámica de Poblaciones.

Las funciones y objetivos del Centro Amazónico de Investigación Ambien­tal Alexander von Humboldt

El CAIAH fue creado por decreto presidencial del 20 de febrero de 1990con las siguientes funciones específicas:

- Instrumentar la política de investiga­ción ambiental y de los recursos naturales renovables en el Tenritorio Federal Ama­zonas.

- Realizar investigaciones ambienta­les así como recopilar y divulgar la infor­mación necesaria para respaldar los pla­nes de ordenamiento regional.

- Coordinar los proyectos de investi­gación ambiental y de recursos naturales renovables,enmarcados dentro del Trata­do de Cooperación Amazónica.

- Elaborar las normas de regulación y control para la ejecución de las activida­des de investigación ambiental y de los recursos naturales renovables por parte de personas e instituciones nacionales y ex­tranjeras en el Territorio Federal Amazo­nas.

- Intercambiar información con otros centros de investigación de naturaleza análoga, tanto de los países miembros del Tratado de Cooperación Amazónica, co­mo de otros que generan información científica y tecnológica sobre la región.

El CAIAH cuenta con un Consejo Técnico Asesor nacional, del que forman parte las instituciones nacionales de in­vestigación y extensión más relevantes. Asimismo, el CAIAH posee un consejo asesor internacional y tiene previsto orga­nizar un consejo de investigaciones y un consejo nacional indígena integrado por los representante de las comunidades en el área impacto del CAIAH.

Las actividades de investigación, ex­tensión y docencia han sido organizadas por programas, áreas técnicas, proyectos de investigación y sitios de trabajo.

Hasta lafecha han sidodefinidos ocho programas,dentro délos cuales ya funcio­nan varios proyectos.

Programas- Socioeconomía- Biodiversidad botánica- Biodiversidad animal

- Hidroclimatológico- Manejo de Recursos Naturales- Areas bajo régimen de adminis­

tración especial (ABRAE)- Informática- Infraestructura y apoyo logístico

Recursos

Para la realización de los proyectos propuestos en los programas, el CAIAH cuenta con recursos del presupuesto ordi­nario de S ADA-AMAZONAS, recursos de un convenio MARNR-Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), recursos proporcionados por la Gobernación del Territorio Federal Ama­zonas, recursos de un convenio MARNR- GTZ (Agencia Alemana de Cooperación Técnica)paralaconsolidücióndelCAIAH y aportes directos para la investigación, provenientes de varias instituciones na­cionales y extranjeras.

Infraestructura

Actualmente el CAIAH cuenta con facilidades de alojamiento en los campa­mentos del MARNR en San Juan de Manapiare y Santa Bárbara. Serán rea- condicionados los campamentos de Oca- mo y San Carlos de Río Negro. El CAIAH posee una estación de investigación en La Esmeralda, en la que se han finalizado varias construcciones y se opera parcial­mente. Para fin de año se prcvee la termi­nación y equipamiento de los módulos de laboratorio, biblioteca, etc.

En Puerto Ayacucho se dispone de oficinas, herbario, biblioteca, laborato­rios, salas de reuniones, etc, que serán equipados con los recursos disponibles.

El CAIAH dispone además de una amplia red de radiocomunicación, vehí­culos, lanchas y un avión ARAVA para 18 personas o caiga

Personal

La dotación de personal del CAIAH se encuentra aún en proceso. A la fecha cuenta con un director(forestal), un ecólo­go, un edafólogo forestal, un geógrafo, dos botánicos, un antropólogo, un técnico en computación y un documentalista,per­sonal de apoyo y administrativo. Se prevé la incorporación de más personal científi­co y técnico, a medida que se pongan en marcha los proyectos de los diferentes programas.

***

El Gobierno de Venezuela adelanta una decidida política ambiental en el Te­rritorio Federal Amazonas y está sentan­do las bases para un desarrollo ecológica­mente orientado. Para ello cuenta ya con varios instrumentos legales, como los de­cretos de Parques Nacionales, de Monu­mentos Naturales y de la mayor Reserva de la Biosfera del mundo tropical.

Estos esfuerzos merecen y requieren el apoyo de todos los sectores nacionales involucrados y de la comunidad interna­cional.

Centro Amazónico de Investigaciones Ambientales, CAIAH,en Pto Ayacucho

28 Encuentros 14 1992

Noticias sobre la ACH

Alemán en Venezuela - ¿Para quién? ¿Para qué?

Cursos de idioma en la Asociación Cultural

Humboldt

El que los cursos en el British Council y en el Centro Venezola­no-Americano estén llenos se en­tiende por la inmediata vecindad de los EEUU con Venezuela: las relaciones económicas y turísti­cas son muy intensas, y por medio de la antena parabólica entra la cultura mediática norteamericana con su lengua directamente a infi­nidad de hogares influyendo en la vida familiar.

¿Y los cursos de alemán en la Asociación Cultural Humboldt? Muchos caraqueños sin anterio­res relaciones con este instituto se extrañan y sorprenden cuando se enteran que los cursos de la ACH, a lo largo de más de 40 años de trabajo docente, atienden un pro­medio de 700 estudiantes por tri­mestre: ¿Tantos interesados? ¿Qué gente es esa? ¿Para qué aprenden alemán?

CausasEn comparación con otros conti­

nentes como Asia, Africa o Austra­lia, Suramérica en especial tiene, por su imponente historia de inmi­gración de alemanes, una relación tradicional con la lengua y cultura alemanas. Ya sólo en base a esta tradición es comprensible que la gente joven se interese por la len­gua de sus antepasados o de su círculo social. Algunas preguntas hechas a los estudiantes de la ACH revelaron sin embargo, que sólo una pequeña parte alega las relaciones sociales o familiares

como motivo para su participación en los cursos (aprox. un 12%). Casi el mismo porcentaje obtienen dos grupos de interesados: por un lado los motivados por razones profesionales o porintereses estu­diantiles (40%), por el otro los mo­tivados por interés de cultural ge­neral (44%).

El primer grupo se compone de empleados en los diferentes cam­pos de trabajo (comercio, indus­tria, instituciones internacionales, turismo, etc.) y estudiantes de di­ferentes carreras (Idiomas moder­nos, Metereología, Historia, Tec­nología, Música, Filosofía, etc.) El segundo grupo es conformado por participantes que muestran un in­terés general por lenguas y cultu­ras extranjeras y que con frecuen­cia han elegido por casualidad el alemán con lo cual desarrollan só­lo lentamente una relación más intensa con la lengua y la historia de Alemania. Algunos de ellos cre­en, aún así, poder alcanzar en un futuro mejores posibilidades de trabajo con esta adquisición de cultura.

Los cursos de idiomas como proposición educativa

La Asociación Cultural Humboldt ofrece como centro cultural bilate­ral, cursos de idiomas ‘Deutsch ais Fremdsprache' (Alemán como

idioma extranjero) para adultos y como uno de los dos puntos fuer­tes de su trabajo, que son los cur­sos de idioma yel programa cultu­ral. Por su acuerdo con el Goethe- Institut e.V. de Munich está conec­tada con la red internacional de esta institución que también tiene como tarea principal -junto a la colaboración ¡ntercultural- la dedi­cación a la lengua alemana en el extranjero. El intercambio de ex­periencias en este campo entre más de 3.000 colaboradores (en más de 70 países y aprox. 160 institutos) posibilita no sólo un alto nivel de los cursos en lo que res­pecta a la investigación pedagógi­ca y lingüística, sino que también estimula las exigencias en el cam­po de la utilización de técnicas nuevas, desarrollo de libros de texto y entrenamiento de los profe­sores. Los participantes de los cursos en la ACH saben apreciar estas ventajas: siempre destacan la atmósfera pedagógica agrada­ble en la ACH que les convierte el proceso de aprendizaje en un pla­cer. Y esta es precisamente la meta: los cursos de idioma en una institución cultural bilateral no de­ben ser un aprendizaje escolaren el sentido de la enseñanza fasti­diosa de vocabulario y gramática, relacionada con stress, miedos a exámenes y presiones y exigen-

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Noticias sobre la ACH

das. Todo lo contrario, se debe estimular la ya existente motiva­ción de los alumnos adultos por conquistarse un nuevo idioma me­diante el ambiente, los textos, el programa del curso, los profeso­res, y hacerle atractivo este proce­so al alumno de tal forma que su interés y curiosidad no se reduz­can.

La ACH concuerda con el Goet- he-lnstitut en que los cursos de idioma significan un trabajo cultu­ral que facilita la entrada a e impli­ca una mejor comprensión de la cultura foránea, de su historia, de sus condiciones sociales. ‘La len­gua es el pensamiento’, esta sabi­duría de la filosofía lingüística de Wilhelm von Humboldt, el herma­no de Alexandervon Humboldt, es un principio fundamental de la en­señanza moderna del idioma, que propone la entrada a una nueva lengua como una experiencia vi­tal: la lengua como comunicación en un grupo social, la lengua como información sobre contenidos hu­manos importantes, la lengua co­mo expresión de una concepción del mundo propia y ajena.

La apertura de una nueva ‘visión del mundo’ por medio del aprendi­zaje de una nueva lengua es para muchos alumnos -consciente o in­conscientemente- el gran atracti­vo de esta oferta cultural. Los títu­los de los principales libros de tex­to señalan este aspecto: ‘Deutsch aktiv’ (Alemán activamente) y ‘We- ge’ (Caminos). Los mismos profe­sores están conscientes de su rol de facilitadores y informantes y utilizan intensamente sus visitas a Alemania como 'períodos de repo­tenciación’, tanto en el caso de una visita privada como si obtie­nen una beca del Goethe-lnstitut para un entrenamiento en ‘Lan- deskunde’ (geografía política y so­cial de un país). Naturalmente también los programas culturales del Instituto, así como la bibliote­ca, sirven tanto a los alumnos co­mo a los profesores mismos para profundizarsus conocimientos, en tanto que por medio de películas, conferencias, talleres literarios, etc., acercan el ‘otro mundo’ como tema de discusión.

Datos de los cursosY para finalizar, unos cuantos

datos:- En la actualidad, en la ACH se

encuentran 14 profesores dedica­dos a medio tiempo o a tiempo completo. Después de su carrera académica, que no tiene que estar relacionada por fuerza con la do­cencia de idiomas, reciben un en­trenamiento especial por medio de docentes y colaboradores del Go­ethe-lnstitut en el campo de ‘Ale­mán como lengua extranjera’. Es­te aprendizaje es continuado per­manentemente por medio de cur­sos avanzados.

- El año calendario se divide en cuatro trimestres de tres meses como períodos de curso. El perío­do de verano, de Julio a Agosto, es el más débil desde el punto de vista de la oferta de cursos, ya que tanto profesores como alumnos están en su mayoría de vacacio­nes.

- Los cursos se ofrecen en dife­rentes grados de intensidad en relación a número de estudiantes y clases por semana:

. cursos semi-intensivos de 45 minutos con 8 horas por semana,

. cursos normales de 45 minutos con 5 horas por semana,

. cursos extensivos de 45 minu- toscon 4 horas por semana.

Desde el punto de vista pedagó­gico y psicológico se recomiendan los dos primeros tipos de cursos: los éxitos en el rendimiento y en la motivación se muestran aquí más claramente. En los cursos extensi­vos el avance pedagógico es de­masiado lento para la mayoría de los alumnos.

- A la intensidad del curso co­rresponde la estructura de las cla­ses y cursos con diferentes pro­gramas. En los cursos normales se aplica el siguiente esquema:

. seis trimestres para el nivel básico, ‘Grundstufe’. El libro de texto es en la actualidad ‘Deutsch aktiv’, parte A hasta C.

. seis trimestres para el nivel intermedio, ‘Mittelstufe’. Los libros de texto son 'Mittelstufe Deutsch’ y ‘Wege’.

. cuatro trimestres para el nivel superior.

Como muchos otros Goethe-

Institute, que ofrecen junto al ale­mán idiomas como el árabe, el hindú o el japonés, también laACH presenta cursos de español para extranjeros.

Para evitar todo stress y conver­tir el proceso de aprendizaje en una experiencia exenta de mie­dos, no se realizan normalmente exámenes como ‘medidores del éxito’. Depende sólo del alumno adulto si acepta las sugerencias del profesor del curso. Sin embar­go, el Instituto exige de los partici­pantes de todos los cursos la rea­lización de los exámenes del Goethe-lnstitut, que son prepara­dos en la Central de Munich como modelos de exámenes para ga­rantizar las normas de los cursos y como demostración de los conoci­mientos:

. para los niveles básicos des­pués de tres trimestres de cursos normales, el examen ‘Grundstufe I - Abschlußprüfung',

. el ‘Zertifikat Deutsch als Fremd­sprache' después de seis trimes­tres de cursos normales,

. la ‘Zentrale Mittelstufenprüfung' después de doce trimestres de cur­sos normales,

. la ACH ofrece además los dos exámenes más altos del Goethe- lnstitut y de la Ludwig-Maximilian- Universität de Munich: - 'Kleines Deutsches Sprachdiplom' (des­pués de aprox. 16 trimestres nor­males); - 'Großes Deutsches Sprachdiplom' (después de otro año más de estudios como conti­nuación del 'Kleines Sprach­diplom').

- En Junio de 1992 presentaron por primera vez 21 candidatos la 'Zentrale Mittelstufenprüfung' con éxito. En el trimestre de verano atenderán por primera vez en la historia de la ACH un curso supe­rior. Este desarrollo debe enten­derse sin lugar a dudas como un éxito del programa de cursos, un éxito tanto de los profesores de los niveles básicos, que aportaron los conocimientos fundamentales y motivaron a los participantes de los cursos, como también de los profesores de los niveles interme­dios que profundizaron los conoci­mientos básicos.

- En Junio de 1992 la señora

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Noticias sobre la ACH

Susanne Schulze, profesora de lenguas extranjeras de Munich, asumió su puesto en el departa­mento de cursos de idiomas del instituto, después de dar clases por dos años en el Colegio Espe­ranza en Valencia. Anteriormente su cargo fue ocupado por el Direc­tor en el medio año pasado. El anterior y muy dedicado coordina­dor de los cursos de idioma, Man- fred Boehm, había renunciado al puesto en Diciembre de 1991 y tra­baja desde Abril de 1992 otra vez como profesor, deseando partici­par únicamente en la docencia. Quiero agradecerle aquí por los años de dedicación y trabajo y le deseo a la señora Schulze un futu­ro de fructífero trabajo.

- Hay suficientes cosas por ha­cer, pues no sólo deben atenderse los cursos de idioma en el instituto, sino que también grupos y empre­sas en Valencia, Barquisimeto, Maracay y Maracaibo esperan ayuda e intercambios de experien­cias de la ACH, Caracas. Los de­partamentos de alemán de las uni­versidades y las secciones de Ale­mán como Idioma Extranjero de los colegios esperan informacio­nes y posibilidades de cursos de especialización... El mismo Direc­tor del instituto da clases desde Mayo de 1992 en fonética y ento­nación del Alemán en la Scola Cantorum para los futuros cantan­tes, y también realiza cursos de alemán especializado para técni­cos y comerciantes con trabajado­res de la Siemens. Y otros intere­sados están esperando...

Bajo el título: ¿A qué árbol he de arrimarme ? se organizó un foro con discusión el25/5/92en la ACH, como una presentación de varías concep­ciones de vida dentro de nuestra realidad contemporánea. Así, se in­vitó ai rabino Pynchas Brenner, al Padre Rafael Carlas, S.J., al Imam Sheikh Mohammed Dib Alí y al Pro­fesor Alberto Rosales para discutir las respuestas que las diversas reli­giones y filosofías guardan para las inquietudes metafísicas del hombre de hoy. A seguidas presentamos las ponencias del rabino Pynchas Brenner, del padre Carlas y del pro­fesor Alberto Rosales.

Pynchas Brenner

El simbólico árbol al cual uno puede arrimarse debería servirco- mo un protector de los rayos dañi­nos del sol, sin inhibir con su som­bra el calor bajo el cual podría desarrollarse una comunidad, de­bería estar basado en ciertos prin­cipios, algunos de los cuales enu­meramos a continuación.

Bajo el rubro de la tolerancia (un término que resulta un tanto antipático, porque también tiene la significación de sufrir a otra perso­na, o tolerar un punto de vista alterno, haciéndolo de mal gusto), debemos defender el derecho de otros a ser diferentes, informándo­nos y estudiando las motivaciones que conducen a una conducta o ideal alterno. Por ejemplo, aunque las religiones monoteísta conside­ran, cada una de ellas, que su esquema teológico es el auténti­co, se requiere del respeto mutuo por las convicciones de los otros, sin el intento de convertir al próji­mo a las creencias de uno. Reco­nociendo la desigualdad genética que le otorga mayores talentos a algunos, no obstante la sociedad debe ser ciega a las variedades raciales y otorgar igualdad de de­rechos ante la ley a todo miembro de la sociedad. Incluyendo al ex­tranjero y al transeúnte. El respeto y la reverencia por las ideas aje­nas resultan en una sociedad más justa y equitativa.

Existen ciertos comportamien­tos personales que tienen una re­sonancia singular sobre el bienes­tar de la totalidad del conjunto so­cial. En particular, las relaciones sexuales tienen profundas conse­cuencias que incluyen la que de­termina la sobrevivencia de la es­pecie. Por lo tanto encontramos que las sociedades regulan los matrimonios y sus disoluciones, y se preocupan por el embarazo de la mujer y el aborto del feto. To­mando en cuenta que está en jue­go el bienestarde toda la sociedad y dado que la naturaleza le ha otorgado cierto papel fundamental a la mujer en la procreación, el hombre siente que tiene el dere­cho de intervenir en el desarrollo de este proceso. Es una situación muy compleja y de difícil resolu­ción que debe tomar en cuenta las libertades básicas de todo ser hu­mano, y en este caso el de la mujer, y por otro lado las conse­cuencias que las acciones indivi­duales significan para la sociedad. En la tradición judía, por ejemplo, el aborto, después de los primeros cuarenta días, es permisible úni­camente si es necesario para “sal­var" la vida de la madre potencial. Por lo tanto, la sociedad debería hacer mayores esfuerzos en el campo de la prevención del emba­razo a fin de evitar el recurso del aborto. Es un hecho incontestable que el aborto es al menos un meta- asesinato de otro ser humano.

Sin ley u ordenanza el ser hu­mano no puede actuar en un en­torno social. Ese es un mensaje fundamental de la historia de la primera pareja humana que por un corto tiempo habitó el Edén. La desobediencia de Adam al instruc­tivo Divino fue el principio de la afirmación de su personalidad que sería, de ese momento en adelan­te, independiente a la del Creador. Sin embargo, los primeros siglos siguientes de la historia humana fueron una demostración de la in­dispensabilidad de algún regla­mento para las relaciones entre los humanos. Por lo tanto, el estu­dio y el conocimiento de los regla­mentos es esencial. Sin embargo, debemos enfatizar que el estudio

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Noticias sobre la ACH

tiene un valor propio que es inesti­mable. Porque el estudio está di­rectamente relacionado con las fa­cultades intelectuales del hombre, que son, a fin de cuentas, junto con su espiritualidad, el rasgo esen­cial que distingue a nuestra espe­cie y lo que le otorga una mayor trascendencia y jerarquía en el es­quema del universo.

Una sociedad adecuada a las necesidades primarias de los hu­manos no puede menospreciar la naturaleza que nos alberga y sus­tenta. El judaismo rechaza el pan­teísmo y se niega a otorgarle divi­nidad a la naturaleza. Pero simul­táneamente exige el respeto por la tierra, por la flora y la fauna que forman el entorno indispensable para el desarrollo y crecimiento material y espiritual del ser huma­no. Existe el concepto de no des­perdiciar innecesariamente las cosas, porque es un atropello con­tra lo que Dios ha creado. Sin conferirle divinidad, el judaismo enseña la reverencia por lo que nos rodea. Recordemos que la na­turaleza también puede ser muy cruel, con sus tempestades y te­rremotos. Las fieras pueden ace­charnos y los virus amenazan con­sumirnos. La vegetación virgen también incluye a los hongos ve­nenosos. Es el hombre quien con su intelecto y responsabilidad mo­ral puede velar y desarrollar las manifestaciones benignas y bene­ficiosas de la naturaleza y amaes­trar y dominar su ocasional furia.

Rafael Carias

Max Scheler nos habla de dos modos de moral que él denomina moral cerrada y moral abierta. La primera acredita la efectividad de las normas a las presiones socia­les, las sanciones y la fuerza de la opinión pública. En este sentido' los sociólogos piensan que los chismes son significativos para medir la vigencia de los criterios morales.

La efectividad de la moral ce­rrada proviene por lo tanto del en­torno, de la comunidad. Fuerza limitante. El colectivo vela por la

incolumnidad de las normas. La sabiduría popular expresa esta fi­nalidad de impedir los desaciertos con el decir: No hagas mal, que hacer bien no es preciso”. Esta moral se llama cerrada, porque tiende un círculo limitante alrede­dor del individuo en caso que éste quisiera excederse. El colectivo tiene recursos para ello, lo primero sería llamar a la policía, de no bastar ésta, llama a la guardia na­cional, y de ser necesario, apela­ría al ejército. Con círculos cada vez más eficientes se terminaría por reducir al contraventor. Sche­ler tiene en cuenta que la moral tiene una dimensión social, de to­talidad, supone una relación entre la personal, individual, y el todo social, entre la conciencia y las expectativas ajenas. La moral ce­rrada pone la primacía de éstas sobre la primera.

En la moral abierta está la pro­puesta cristiana. La fuerza de esta moral no procede del círculo so­cial, sino del espíritu que vive en el hombre. Cristo dijo que el Espíritu se asemeja a una fuente dentro del hombre que salta hasta la vida eterna. Por lo tanto el que toma de esta agua no tendrá sed. La moral abierta no procede de la coacción ni de la presión social. Está abierta más allá de las líneas normativas. De aquí el mandato de Cristo “Sed perfectos como mi Padre celestial es perfecto”. La moral abierta pro­cede del Espíritu de Dios, que vive en el alma. Dios es amor. Este amor no puede estar sometido a la ley, porque significaría una reduc­ción a la ley y al temor. El amor no puede ser objeto de obediencia. De ahí la superioridad del amor (moral abierta) sobre la ley (moral cerrada). Esta libertad que des­borda la ley y va más allá de lo mandado, fue expresada por San Agustín con estas palabras: “Ama y haz lo que quieras”.

La moral cristiana es autóno­ma, porque en su positividad no viene de lo social, sino de la propia conciencia del hombre, pero es también heterónoma porque exis­te en el hombre como don recibido de Dios, más exactamente como don de Dios mismo cuyo Espíritu vive en el hombre.

Jesucristo se llamó a sí mismo camino, verdad y vida. Habló de la semilla que se transforma y produ­ce frutos. Habló de esos frutos como criterio de bondad. Igual­mente el criterio de lo bueno es la procedencia interna, la intención. Del corazón del hombre procede el bien y el mal. Paralelamente a esa interioridad de la moral, Jesu­cristo se nos propone a sí mismo como modelo, “soy el camino”. Ser camino significa no sólo el trazo de la rectitud, sino un estímulo vivifi­cante. Del hecho, concluirel poder ser. El camino es un modo de vivir la vida, de identificarse con ella. En el cristiano esa vida está com­pendiada en su origen, el Espíritu que se manifiesta como aliento vital. El cristianismo, muy distante de la hipocresía, es la primacía de la intención, no de la observancia formal, es primacía de la inspira­ción, por encima de las normas. El sábado es para el hombre. En esa inspiración está el seguimiento vi­vo. “Vosotros me llamáis maestro, dice Jesús, haced lo que yo hice.”

Interrogar a la moral abierta acerca de los aspectos que for­man el temario de este foro, la actitud hacia los que sufren, las virtudes de austeridad y pureza, la tolerancia magnánima, la convi­vencia con otras culturas y final­mente la actitud ecológica, equi­vale a constatar hasta qué punto el cristianismo realizado, siendo ins­pirador en cuanto se ha realizado, tiene poder de inspirar líneas de conducta.

1.- El valor de la compasión, o sea de una opción compartida por los más débiles sin apelar a la violencia, lo vemos en nuestro tiempo ejercitado por cristianos como los Obispos Helder Camara en el Brasil y Oscar Arnulfo Rome­ro en El Salvador. El primero ha sido valiente defensor de los cam­pesinos desamparados y margi­nados urbanos. Don Helder ha ido a vivir modestamente en medio de los pobres, defendió su causa an­te numerosas audiencias. Al per­der efectividad los conceptos, ape­la a los símbolos, la música, los gestos, la danza, la escena le pro­veen de símbolos para hacer ver la injusta condición de los deshere­

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dados. Don Helder ha sido perse­guido durante la dictadura militar. Su testimonio que lleva el sufri­miento y el compromiso cierta­mente enciende esperanza.

Don Oscar Romero suplica de­cidido que no se usen las armas contra los empobrecidos. Apoya las organizaciones populares, no la lucha armada. Finalmente, már­tir, cae víctima del terror extremis­ta. Queda su voz eficaz, porque procedía de la experiencia del do­lor y de la opresión que él mismo vivió de cerca.

Estos ejemplos de obispos comprometidos con los pobres y con la paz abren caminos de dedi­cación, aliento, para que también los teólogos contribuyan a una es­piritualidad comprometida con la justicia.

2.- ¿Qué decirle al mundo de hoy tan permisivo en materia se­xual? No basta mencionar los ries­gos de las enfermedades, como el Sida, o amenazar con la segrega­ción social. En este punto de la austeridad, la propuesta cristiana pasa por un momento ‘místico’, el llamado encuentro personal con Dios. Una experiencia de Dios. Quienes la han tenido han visto que han entrado en un espacio donde la castidad no es difícil, sino tan natural como el aire que se respira. Hombres de vida turbu­lenta como San Agustín y más recientemente Charles de Fou­cault, han conocido el sosiego. En el Sermón de las Bienaventuran­zas se nos habla de la relación en­tre el ver a Dios y la limpieza de co­razón. El valor religioso prevalece sobre los valores sensibles. En este mismo sentido operan la aus­teridad, los ayunos y renuncias a los bienes materiales. La vida as­cética y la vida de oración se inte­gran y se condicionan mutuamen­te. La religión tiene altos fines y a su vez es camino para la modera­ción de las costumbres. Recorde­mos lo de la moral abierta. Una cosa es el NO de la disciplina que añoramos de épocas de gran idealismo y caballerosidad del pa­sado, y otra cosa es el SI de lo positivo de la religión, la libertad hacia el Bien que es Dios.

La libertad para el Bien abre posibilidades reales para unirse a los bienes espirituales y corta al mismo tiempo las limitaciones de las tendencias hacia lo sensible. En ese sentido la religión libera a través de la afirmación.

3.- El mundo se hace cada día más compacto. Hay mayor con­ciencia de la dimensión social del hombre. Nos acercamos cada vez más por medio de una comunica­ción tecnificada y por la vigencia, actualizada en estos años de la igualdad. Todo eso hace que sean más actuales los valores de la to­lerancia y convivencia.

El cristianismo nos ofrece un personaje, todo simpatía, el Papa Juan XXIII, en quien la humanidad vio representados sus anhelos de confraternidad. Personificó un gran optimismo que generó confianza. Abrió puertas y ventanas de cor­dialidad. En este aspecto de la convivencia Charles de Foucault, hace poco mencionado, tomó co­mo norte respetar la conciencia religiosade los demás. En su larga convivencia con las tribus Tuareg al sur del Sahara dejó a un lado toda actividad proselitista. Valoró lo más posible la cultura y religión mahometana. Se unió a los hom­bres religiosos que lo rodeaban en una oración monoteísta, dirigida al Dios único de todos. Renunció a la prepotencia civilizadora de Euro­pa, se afanó en conocer las sagas y tradiciones tuareg. Como hom­bre religioso practicó la amabili­dad y la hospitalidad. En eso ren­día homenaje a las prácticas mu­sulmanas. Quiso generalizar esa actitud entre los cristianos y por eso su lema fue dar un corazón a la iglesia. Después de su muerte su inspiración perdura. Sus suce­sores habitan en los lugares más increíbles, barriadas decadentes, populosos puertos, el mismo de­sierto, y en todos esos sitios llevan alivio a los más desatendidos, los marginados, enfermos, drogadic- tos. Misión no de proselitismo, si­no de testimonio. Esta manera de vivir el cristianismo la han hecho suya varios movimientos como los sacerdotes obreros, las monjas que viven en los barrios. Mencio­nes aquí también a los movimien­

tos ecuménicos que unen esfuer­zos para luchar juntos por la justi­cia, representando las conviccio­nes religiosas de todos.

4.- Hay una figura que reúne en sí los valores anteriormente men­cionados de cordialidad, compa­sión, austeridad y tolerancia. Esa figura es San Francisco de Asís, el poverello del siglo XIII que conti­nua gozando de gran actualidad 800 años después de su muerte. Lo destacamos porque es real­mente un santo evangélico, o sea, según el cristianismo de los evan­gelios. Notemos que todos los cristianos, entre protestantes y ca­tólicos acuerdan unánimemente gran significación al espíritu fran­ciscano. Su biógrafo Adolf Holl lo llamó ‘el último cristiano’. Aquí lo destacamos con relación al cuarto génerode valores tratados en este foro, a saber, el respeto al mundo, la naturaleza, la vida y orden uni­versal.

La situación del planeta azota­do por la contaminación y el des­pojo se puede clasificar de crítica. Francisco de Asís encabeza un movimiento de hermanos para quienes la naturaleza es hermana.

Su respeto y amor hacia las criaturas se manifiesta en la cer­canía personificadora que lo rela­ciona con los elementos: no sólo el hermano lobo, sino también el her­mano sol, la hermana luna, el her­mano fuego, la hermana agua. La actitud de Francisco ante el mun­do es de admiración y respeto, estos seres ‘materiales y natura­les’ así personificados caen fuera del abuso por parte del hombre, son más bien participantes en la alabanza a Dios. San Francisco, por su mensaje de paz, es el santo del futuro. En efecto, actualmente la tierra está sedientade compren­sión y de paz. La visión de Francis­co, que nace de aceptar el evan­gelio al pie de la letra y de un continuo desprendimiento, tiene dimensiones cósmicas y lo ofrece como agente de paz entre los hombres y entre éstos y la natura­leza.

San Francisco inspira por su autenticidad e inalterable testimo­nio. Su recuerdo evoca nostalgiay añoranza en este momento de la

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historia de pesar por tantos daños causados por la arrogancia de los científicos. Su inspiración tiene un claro mensaje: la paz y el amor por la naturaleza pasan por la austeri­dad y la opción por el seguimiento de Cristo.

Observaciones durante el diálogo:

a) La filosofía presenta conclu­siones racionales a la realidad del hecho moral. La reflexión filosófi­ca recibe el nombre de ética y ha tenido buena acogida no sólo por la filosofía del lenguaje, sino por los aportes crítico-sociales de Ha- bermas y Apel. El filósofo como tal puedetener su opción personal en medio de la pluralidad de enfo­ques a lo largo de la filosofía. Lo importante es su posición razona­da.

b) La religión de Moisés es par­te importante en la cultura e histo­ria del pueblo de Israel. Se obser­va a través de su larga y acciden­tada historia un espíritu de cohe­sión y colaboración solidaria entre sus miembros. El estado de Israel es muestra de gran confraternidad y hospitalidad entre grupos perte­necientes a orígenes subcultura- les diferentes. Los cristianos, ge­neralmente en guerras internas, tenemos mucho que aprender de la fraternidad de Israel.

c) El Corán es modelo de reli­gión de principios accesibles, esto es, comprensibles y fácilmente in­tegrables a las más disímiles cul­turas. Esa sencillez en los princi­pios y su fácil aplicabilidad es la razón de ser de su eficiencia en el terreno religioso y moral. El ayuno, la oración frecuente y comunitaria, la limosna y la referencia a la Mec- ca son las prácticas y normas de las que se derivan actitudes mora­les que conciernen el temario de hoy.

d) Teológicamente podemos resumir los énfasis de las tres reli­giones monoteístas diciendo que el islamismo es la religión de la fe: Dios está presente en el corazón y en la oración. La providencia y la cercanía de Alah sostienen el ca­mino del creyente, que es testimo­nio de fe. En la religión de Israel lo fundamental es la esperanza fun­

dada en los pactos con Dios. Esta esperanza facilita la unión de la diáspora y aligera los pasos hacia el futuro encuentro en Jerusalén. El cristianismo es cuestión de di­namismo de acción espiritual, so­lidaridad entre los hombres, en resumen: caridad.

Alberto Rosales

Desde hace dos mil cuatro­cientos años la filosofía trata cues­tiones tales como la amistad, la tem perancia, la cobardía, la veracidad, el respeto al prójimo, los deberes y las leyes morales. La disciplina filosófica que tiene tal tarea fue llamada por Aristóteles “ética”. Sería bastante fácil citar algunas de las teorías que al res­pecto han formulado Platón o Aris­tóteles, Tomás de Aquino o Spino- za, Hume, Kant o Nietzsche, Scheler o Hartmann, para no men­cionar sino algunos de los princi­pales pensadores éticos. Sin em­bargo, he preferido no hacerlo por muchas razones.

1.- En el ámbito de una religión es posible contentarse con decirle al creyente: “Dios ordena el amor al prójimo y prohíbe hacerle daño”. En la filosofía no es posible una recomendación tan sumaria, pues ella es un intento de conocimiento racional, que requiere en cada ca­so dartodas las razones que sean necesarias para fundar lo que se afirma o niega. Así por ejemplo, Kant dice que la honradez es un deber, y fundamenta ese aserto en la derivación de ese deber a partir de la ley moral que reza: actúa de tal manera que la máxima de tu acción pueda convertirse en una ley universal para todos los sujetos racionales. Para compren­der semejante enunciado sería necesario explicar por qué Kant afirma tal cosa y ello exigiría a su vez explicar qué es el imperativo categórico, por qué la razón prác­tica es autónoma y otras cosas semejantes, que evidentemente no pueden simplificarse en ocho mi­nutos.

2.- Cuando una persona tiene una cierta creencia, sea ésta una tradición popular, o un credo polí­tico, o una creencia religiosa, y es un verdadero creyente, no tiene dificultad en encontrar en cada ca­so las normas de conducta reco­mendadas por su respectiva cre­encia. El problema surge cuando la persona no es creyente y se topa con normas diversas e inclu­so contradictorias de distintas reli­giones, credos y tradiciones. ¿Cuál es entonces la verdadera, cuál es la correcta moralmente? Ese problema, que puede presentarse a veces en la vida cotidiana, se presenta siempre en el campo filo­sófico, pues no hay una única filo­sofía, sino múltiples, cambiantes y a veces contrapuestas unas a o- tras. Por ejemplo, la concepción utilitarista de Stuart Mili, el forma­lismo ético de Kant y la posición de Nietzsche frente a la moral son diversas unas de otras. Poner en claro quién dice la verdad en un caso determinado no es algo fácil y requiere del uso de la razón.

3.- Hoy en día como en el pasa­do, el hombre se plantea pregun­tas acerca de lo que debe o no debe hacer, acerca del sentido del mundo en total y de su papel den­tro de éste. Ese hecho no nos autoriza, sin embargo, a exponer simplemente las respuestas que las filosofías, las tradiciones y cre­encias puedan haber dado a esas pregu ntas, y sin tomar en cuenta la posición que ha tomado ya el hom­bre moderno respecto de tales concepciones y respuestas. Du­rante el siglo XVII se produjo en Europa occidental una transfor­mación que nos determina aún hoy en día y que se ha ido exten­diendo por todo el planeta. Ese acontecimiento consiste en que desde entonces el hombre ha co­brado conciencia de que es él, en base de su propia razón, el que puede obtenerconocimiento acer­ca de las cosas y garantizar su verdad. Esto significa que el hom­bre, con razón o sin ella, se suble­va contra el poder de las tradicio­nes populares, del mito, de las creencias religiosas, y se instala a sí mismo como el tribunal que juz­ga para él, y de acuerdo con sus

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propias reglas, qué sea verdadero y qué sea falso. De ese aconteci­miento han surgido la ciencia y la técnica modernas, así como el po­der económico y militar que permi­tió a Europa occidental extender esa manera de ver a todo el plane­ta.

Ese antropocentrismo moder­no ha modificado radicalmente la relación que el hombre tenía con las creencias y culturas antes existentes. Ya desde el siglo XVII se inició una crítica racionalista de las religiones y de las creencias reinantes acerca del origen divino o natural de la moral, del derecho, de las instituciones sociales y po­líticas. Esa crítica tiende a ver a todas ellas como creaciones cultu­rales del hombre mismo. En el curso de los siglos siguientes la vida cultural ha dejado paulatina­mente de recibir de esas creen­cias y tradiciones su impulso deci­sivo. La religiosidad y la moral de­jan de ser una realidad de la vida pública y se convierten más y más en asuntos estrictamente privados. En el transcurso de esos siglos van desapareciendo las actitudes antireligiosas, pero no porque la religiosidad ha renacido, sino para dar paso a una indiferencia más o menos completa hacia toda visión total del mundo, no sólo religiosa sino también filosófica. El comu­nismo, que trató de llenar ese va­cío y dar sentido a la vida colectiva e individual a partir de una filosofía centrada en el hombre trabajador, se derrumba hoy en día por todas partes.

Finalmente, la filosofía, que había jugado en el pasado un pa­pel importante en ese proceso his­tórico, ha quedado reducida en el presente a seruna pura ocupación académica de profesores y erudi­tos. El hecho de que hoy en día haya más filósofos y aparezcan más libros de filosofía que nunca no significa que ellos tengan algu­na repercusión real en la vida coti­diana del hombre actual.

No puede negarse que muchos hombres siguen planteándose hoy en día preguntas filosófica y reli­giosas. Por eso tiene sentido al me-nos recordar y esbozar en es­ta ocasión algunas de las respues­

tas posibles. Pero hay que evitar que nuestro público incurra en el engaño de creer que, al plantear­se la pregunta ¿a qué doctrina he de arrimarme para resolver pro­blemas morales?, bastaría visitar algo así como un supermercado de creencias religiosas y solucio­nes filosóficas, con diversas tien­das bien establecidas, donde cual­quiera puede pasar con su carrito para escoger el paquete que más le agrade, pues la vigencia y la verdad de esas creencias y solu­ciones está cuestionada en la fase terminal de la edad moderna.

Pocas veces el no-filósofo se da clara cuenta de ello. A veces esa situación se sugiere de mane­ra implícita, como en la pregunta que nos ha sido planteada en esta reunión. Cuando se pregunta, en efecto, “¿a que árbol he de arri­marme?” para aclarar y resolver problemas morales, se está pre­suponiendo que no hay una ver­dad única y absoluta al respecto, que hay en ese campo muchos “árboles” bajo los cuales el hom­bre puede guarecerse. Y esa mul­tiplicidad de “verdades” morales confunde y extravía al hombre; ella es una señal del extravío del hombre moderno. La pregunta planteada sugiere eso mismo, en tanto presupone que es el hombre el que tiene que seleccionar, ele­gir, en qué doctrina ética ha de apoyarse. ¿Es el hombre acaso el origende esas múltiplesopiniones éticas? ¿Con qué criterio ha de hacer una elección correcta entre esas múltiples posibilidades? ¿Y si ellas son múltiples, no serán todas ellas meras “opiniones”, me­ras invenciones humanas, relati­vas a ciertos pueblos, épocas e individuos? Si se la piensa con detenimiento, la pregunta plantea­da nos lleva, así pues, ante urgen­tes interrogantes de nuestro tiem­po.

Del 3 a l 5 de Julio se realizó un seminario sobre las políticas

de fomento a l cine de la Oficina de Cine de Hamburgo en la ACH, que contó con una

nutrida asistencia. A continuación presentamos un

resumen de la conocida cineasta Solveig Hoogestijn

Solveig Hoogesteijn

La visita de Sybille Schoene- mann, quien se reunió en la sede de la ACH con cineastas y produc­tores de cine venezolano en un Seminario organizado conjunta­mente por el Goethe Institut y la ANAC, Asociación Nacional de Autores Cinematográficos, abrió un diálogo que puede ser fructífe­ro para el cine venezolano en su búsqueda de coproductores ex­tranjeros. La Sra. Schoenemann trabaja en el “Hamburger Filmbü- ro”, Oficina de Cine de Hamburgo, una institución regional que se de­dica al fomento del cine en Alema­nia.

Resumiremos brevemente en qué consiste este fomento al cine:

El fomento en Hamburgo es eminentemente para directores de cine a diferencia del fomento de organismos nacionales como el Bundesministerium des Inneren (M inisterio del Interior) o la Filmfórderungsanstalt (Fondo de Fomento Cinematográfico), cuyo fomento va dirigido a productores de cine.

Existen en la Oficina de Cine de Hamburgo dos comisiones que deciden sobre los proyectos en­viados durante todo el año. Una conformada eminentemente por directores y autores de cine y otra comisión conformada portécnicos, escritores, gerentes culturales, etc, la llamada comisión de los no cine­astas. Estas comisiones se turnan durante el año tomando decisio­nes en cuatro fechas: el 15 de enero, el 15 de abril, el 15 de julio y el 15 de octubre. Es decir, dos veces se reúne la comisión inte­

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grada por cineastas y dos la inte­grada por no cineastas. Estas co­misiones deliberan y toman sus decisiones cada 8 semanas.

Existen dos tipos de fomento:1. El fomento a guiones cine­

matográficos.Para acceder a este fomento

se deben introducir los siguientes recaudos:

- formulario de la Oficina de Cine de Hamburgo,

- una sinopsis de máximo una página,

- una escaleta de máximo 20 páginas,

- una constancia que explicite que el guión no ha sido escrito,

- en caso de un guión de ficción se deben desarrollar una a dos secuencias del mismo,

- biofilmografía del guionista- director,

- presupuesto del proyecto.Deben ser introducidos cuatro

ejemplares de los recaudos ante­riormente mencionados y todos deben estar traducidos al idioma alemán. Hay, sin embargo, algu­nas coordenadas a respetar que limitan la participación de cineas­tas foráneos: los proyectos deben estar relacionados de alguna ma­nera con la ciudad de Hamburgo, bien sea porque algunas escenas se desarrollan en sus locaciones, bien sea porque algunos persona­jes son- oriundos de Hamburgo y este hecho sea significante en el desarrollo de la historia, bien sea porque el autor del guión es oriun­do o reside en Hamburgo.

Innovador nos resulta que en los costos a calcular para el desa­rrollo de un guión se pueden incluir rubros como: viajes para hacer investigaciones de campo, libros que deben serconsultados para el desarrollo del tema, fotos que constituyen parte integrante ael trabajo de investigación previa, especialistas a los cuales se debe consultar como historiadores, psi­cólogos, etc, cuyos honorarios profesionales pueden ser inclui­dos en los costos de desarrollo del guión.

La base para el cálculo del f¡- nanciamiento requerido lo confor­

man: gastos corrientes de manu­tención, gastos para el asesora- miento de un dramaturgo y gastos de derechos de autor, si se trata de una adaptación.

El máximo de financiamiento para los guiones está en DM50.000.-, a los cuales se pueden sumar DM 8.000.- de honorarios profesionales para el dramaturgo.

Las 2/3 partes de esta suma son entregados al inicio del trabajo de escritura del guión y 1/3 a la entrega del mismo.

Esta ayuda compromete al guionista o director a introducir el proyecto en la misma Oficina de Cine de Hamburgo, para concur­sar en el Fomento a películas. En caso de que el proyecto reciba un fomento para la producción de la película, los costos errogados por la Oficina para el guión son resti­tuidos al momento de iniciar el montaje de la película filmada.

2. Fomento a las películasPara recibir un fomento a la

producción de una película es ne­cesario introducir los siguientes recaudos:

- formulario de inscripción,- guión cinematográfico,- presupuesto de producción,- plan de financiamiento,- sinopsis,- lista del elenco técnico y artís­

tico,- biofilmografía.Los recaudos arriba menciona­

dos deben ser introducidos en 5 ejemplares y en idioma alemán.

Para el financiamiento de pelí­culas existen dos categorías:

a) proyectos que reciben DM300.000.- hasta DM 500.000.-y en casos excepcionales hasta DM800.000.-

b) Todos los proyectos que re­ciben menos de DM 300.000.- Ge­neralmente el 5% de los proyectos de la categoría B reciben DM 150.000.- Sólo en casos excepcio­nales se otorga un financiamiento de DM 300.000.-

Para el fomento a películas ri­gen las mismas restricciones de relación con la ciudad de Hambur­go que para el fomento de guio­nes.

La comisión que estudia los proyectos de la categoría A se reúne el 1 de enero, el 1 de abril, el 1 de julio y el 1 de octubre.

Estas inversiones deben ser restituidas en caso de que la pelí­cula logre recuperarse en taquilla o por ventas a canales de televi­sión nacionales o internacionales, pero el productor-director tiene derecho a saldar primero todas sus deudas adquiridas con otros organismos privados o públicos, antes de que la Oficina de Cine de Hamburgo proceda a cobrar su inversión. Se espera del director- productor una inversión personal de 3% del presupuesto total de la película.

Cabe mencionar que del total de obras introducidas para el fi­nanciamiento de guiones o de pe­lículas por regla general es esco­gido sólo un 10%.

La Sra. Schoenemann trajo una interesante muestra de películas producidas por la Oficina de Cine de Hamburgo, que ilustraron el espectro de un cine de autor que cubría desde lo comercial hasta lo experimental y que fueron visiona- das en la excelente sala Alexan- der von Humboldt de la Asocia­ción. Los cineastas que participa­ron en este seminario expresaron su interés en mantener contacto con la Oficina de Cine de Hambur­go a travé s de la Sra. Sybi lie Scho- enemann, y de continuar recibien­do esta valiosa información sobre los potenciales coproductores ale­manes que puede tener el cine venezolano tan necesitado de una internacionalización tanto en su producción como en su difusión.

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Colaboradores en este número

D r. Antonio CarrilloAgrónomo y economista francés con estudios forestales en la Universidad de Bonn y la Universidad Técnica de Berlín, trabajó como consultor para la GTZ (Cooperación Técnica Alemana) en Africa, Asia y América Actualmente es Jefe de la Misión Técnica para el apoyo del Centro Amazónico de Investigaciones Ambientales “Alexander von Humboldt” (CAIAH).Rafael E. GarcíaIngeniero Agrónomo venezolano de la UC V. Es Director Regional de IN-PARQUES para el Territorio Federal Amazonas. Klaus JafíeQuímico y etólogo venezolano, profesor e investigador de la USB, ha participado en diversas expediciones científicas al Amazonas y organizado congresos sobre el tema.Hans JoñasConocido filósofo alemán, nacido en Monchengladbach, emigró en 1933 a Palestina. Luego pasó al Canadá y de allí a los EEUU, donde reside en las cercanías de Nueva York. Autor de varios trabajos sobre filosofía de la religión, publicó en 1979 un libro titulado “Das Prinzip Verantwortung. Ethik für die technologische Zivilisation” (El principio responsabilidad. Etica para la civilización tecnológica).M aría Elena MedinaPolitóloga venezolana, tiene una maestría en Relaciones Internacionales en Cambridge, GB, y un PhD en Política Internacional en La Sorbona, es miembro de la Comisión Presidencial de Negociación de Aneas Marinas y Submarinas con Colombia, profesora de la ULA y asesora de S ADA- AMAZONAS. Ha publicado varios trabajos en revistas especializadas.Darcy RibeiroConocido antropólogo y pensador brasilero y autor de varios trabajos sobre las relaciones entre América y la civilización europea, ha publicado obras famosas como 'América y la Civilización', 'Utopías salvajes', E l Proceso civilizatorio', ensayos sobre subdesarrollo, cultura y civilización y algunas novelas. Es actualmente Senador por el Estado de Rio de Janeiro en el parlamento brasilero.Jon Paul RodríguezVenezolano, licenciado en Biología de la UCV, es miembro de la organización no gubernamental ecologista Erovita Animaliurrí de Caracas, dedicada a la conservación y protección de especies en extinción.Pedro SánchezVenezolano, es ingeniero, trabaja en el FONAIAP y es autor de varios trabajos en el campo de la investigación agrícola y desarrollo de tecnologías de producción.

Fe de errata:En el número pasado, Encuentros Ns 13 se coló un error: el autor del trabajo "Nietzsche: los riesgos de un error", Aletas Alzuru, no es doctor, sino doctorando en Ciencias Políticas de la UCV y no da clases en el Doctorado, sino en la Especialización del Postgrado de Ciencias Políticas y Jurídicas de la misma universidad.

El maciso del Chimantá Escudo de Guayana, Venezuela. Un ensayo ecológico tepuyano

Editor científico: Otto Huber

Durante tres años un grupo de investigadores ha realizado un detallado estudio mult¡disciplinano sobre uno de los macizos más extensos e interesantes de la Guayana Venezolana, el Maciszo del Chimantá, ubicado a

unos 150 km al Sureste de Cana'ma, en el Parque Nacional del mismo nombre. Debido a su difícil acceso, el Chimantá ha sido explorado sób en época reciente, y los hallazgos encontrados allí han demostrado que se trata de una de las montañas más espectaculares entre todas las mesetas ("tepuyes") del escudo guayanés.

Por esta razón se ha realizado allí el primer estudio integral de un conjunto de ecosistemas tepuyanos, utilizando para tal fin una serie de metodologías científicas novedosas que permitiesen describir y evaluar de

manera más completa la naturaleza e importancia de este mundo tan poco conocido hasta ahora.

La publicación de los resultados obtenidos marcará por un lado el comienzo de una nueva etapa en la investigación de bs ecosistemas tepuyanos de la Guayana; por el otro lado actuará de estímulo poderoso en los jóvenes investigadores para conocer y defender mejor la inmensa riqueza natural y biobgica de una de las

ergiones más fascinantes de Venezuela.

344 páginas con numerosas fotografías, cuadros, mapas y tablas.

Oscar Todmann Editores Av. Libertador, Cto. Comercial El Bosque, Caracas

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ganadora de reconocimientos interna­cionales.En Primera Clase, hemos reubicado y rediseñado la cabina ubicándola en la parte superior del avión, para hacerla más espaciosa y privada. En un lujoso ambiente disfrute de nuestra atención personalizada como sólo usted lo merece.Todo esto y mucho más...

A partir de octubre contará con su propia pantalla de video en el asiento para que disfrute cómodamente de una gran variedad de películas.Vuele con nosotros, en ambas clases encontrará gente dedicada a servirle con el reconocido standard de elegancia europea.

Para m a yo r in fo rm a c ió n c o n s u lte a su a g e n c ia de v ia je s de co n fia n za , o llam e a n u e s tra s o fic in a s p o r el te lé fo n o : (02) 951.00.44.

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