Edición el techo 23 issu

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Publicación del Plenario de Cooperativas de Viviendas de Propietarios y Conjuntos Habitacionale

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Agosto 2013 EL TECHO / Organo oficial de COVIPRO -CH 2

Editorial

Como era previsible, la jornada de cooperativas del 29 de junio, organizada por COVIPRO-CH, se

llevó a cabo sin la presencia de las autoridades ministeriales y de la Agencia Nacional de la Vivienda. Habían sido invitados para exponer sus puntos de vista, pero compromisos partidarios del Ministro, viajes al exterior de la Presidenta de la ANV y de la Sub Secretaria del MVOTMA, y problemas de agenda del Vicepresidente de la ANV (la Directora Nacional de Vivienda no acusó recibo de la invitación), impidieron saber qué opinan sobre estas deudas incobrables. En definitiva parece que no debe asombrarnos la actitud.

Desde hace casi un año son inexistentes las mesas de diálogo. La última instancia estuvo viciada de desencuentros: debimos rechazar una propuesta del MVOTMA donde se nos proponía pagar más o igual a las cuotas actuales, con el argumento que era un veinticinco por ciento menos, producto de una fórmula o cálculo erróneo. A eso le sumaban dos elementos atendibles, que tenían que ver con las partidas exigibles y los subsidios a la permanencia. Pero una contrapropuesta que elevamos para rediscutir el tema en su conjunto continúa sin respuesta. Desde allí nada más sucedió.

A eso debe agregarse que el primer intento de estudios de saldos que se llevó a cabo poco tuvo de innovador. Carecía, en su síntesis, de elementos básicos como préstamo total, intereses de obra, sobre préstamos, mayores costos, por mencionar lo evidente. El análisis, de cuatro carillas, dejaba mucho que desear y pone en tela de juicio qué se entiende por un

estudio de esas características. Al día de hoy continuamos esperando que se complemente con los datos solicitados y la cooperativa en cuestión ni siquiera fue notificada.

Lo real es que los valores desorbitados de las deudas no se discuten. Nadie quiere meter mano en el tema. No es sustentable creer –y aunque no se diga públicamente, nadie lo cree- en la viabilidad de un pago sostenido y equilibrado, en proyección, con saldos superiores a 4.000 UR. Si algo se instrumentó del acuerdo 2008 es lo más fácil desde lo administrativo. Sin embargo, la parte que alude a saldos –el elemento sustancial a pesar de lo breve de su redacción- es ignorada. Está escrito pero no existe; es retórica pura en la interpretación que le da la Administración.

“Lo real es que los valores desorbitados de las deudas no se discuten. Nadie quiere meter mano en el tema.”

No obstante, hay una realidad a la cual es difícil abstraerse. Las cooperativas que firmaron el acuerdo mencionado, pertenecientes al Fideicomiso 1, deben al día de hoy, en su inmensa mayoría (sin proyectar el interés restante del préstamo que es al 7%), entre 130 y 180 mil dólares. Las razones poco tienen que ver con los pagos parciales durante años o los servicios impagos. Si alguien se tomara la molestia de sacar una cuenta simple le daría cifras siderales: por más que el cooperativista hubiera mantenido durante más de una década el pago total de la hipoteca, sumado a la deuda actual, su vivienda no amortizará menos de 150 mil dólares.

De allí la necesidad de discutir a fondo el tema. Por ejemplo, las propuestas que se han hecho copian realidades distintas. Por mencionar sólo uno, la quita del 40% de las partidas exigibles, es numéricamente aceptable para quienes tuvieron una tasa de interés al 2% del préstamo. Cuando eso se aplica a una hipoteca con un interés anual del 7%, la “quita” no racionaliza la historia en sí de esa

cooperativa, porque sus saldos actuales son el resultado de ésta tasa de interés. Traducido: lleva la partida exigible como si la hipoteca hubiera estado al 2% pero no revé los saldos que permanecen inalterados por la aplicación del 7%.

A ello debemos sumarle otro detalle. ¿Cómo es posible que cooperativas con más de 12 años de habitadas, deban hoy tres veces más –como mínimo- a núcleos cooperativos que inician sus pagos? En efecto, con las actuales deudas se pueden construir hoy casi tres veces la cantidad de viviendas que tiene esa cooperativa. Como expusimos en el Encuentro, la deuda total de cooperativa Zapican a la fecha, de 50 unidades e inicio de amortización en el 2002, es la misma que 145 viviendas que inician los pagos con la actual reglamentación de préstamos. Esto debería ser interés de la propia administración revisar para que las “asimetrías” (ya que está de moda la palabra a la hora de hablar de comercio e integración) no sea una constante en la política de vivienda.

“¿Cómo es posible que cooperativas con más de 12 años de habitadas, deban hoy tres veces más a núcleos cooperativos que inician sus pagos?”

Un argumento esgrimido es que ellas, las asimetrías, son el resultado de productos habitacionales distintos. Hasta ahora nadie comprobó semejante afirmación, la cual parece apresurada. Puede ser un buen recurso para la tribuna pero infundada desde lo técnico y conceptual. Otro es el resultante de la explicación financiera de una deuda, cuyos números comprueban lo bien hecha que está la fórmula, aunque a la hora de explicarla desde la política se termina admitiendo su perversidad. Ahora, lo grave es que, a pesar de estos argumentos, las administraciones del Frente Amplio debieron reestructurar las deudas de una inmensa cantidad de viviendas, ya sean conjuntos habitacionales, sociedades civiles o, incluso, del sistema cooperativo. En la barrida hasta hubo quitas sustanciales en carteras consideradas “comerciales”. Ninguna ecuación o subjetividad de productos pudo con una realidad infinitamente más elocuente. El Estado terminó por reconocer la imposibilidad de cobrar un dinero que de

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antemano estaba en el rubro “pérdidas”. Es por esta razón que resulta extraño porqué a este sistema cooperativo se lo trata de manera tan desigual; cuál es –si existe- la intencionalidad para llevarlo a una situación de permanente desafío.

“Resulta extraño porqué a este sistema cooperativo se lo trata de manera tan desigual”

Más triste resulta escuchar otras explicaciones por parte de los actuales jerarcas. Cuando se pone el ejemplo, para justificar una deuda, de la compra de una casa o un auto la cuestión ya roza lo bizarro. Aunque siendo sinceros, tampoco podemos decir que es nueva la modalidad comparativa. Ya desde Conde, pasando por Lauzarott, hasta Pérez Montero esgrimieron un argumento semejante, haciéndonos creer que las necesidades para una familia son “simétricas” de una cosa u otra; que una pared o un neumático no tienen diferencia. O que una automotora es casi lo mismo que un Ministerio de vivienda. Lo cual, por deducción lógica, nos lleva a creer que es similar la responsabilidad de ocupar un lugar destacado en la política de vivienda que la gerencia de cualquier empresa automotriz. La empatía argumental con anteriores personajes que causaron un descalabro sin precedentes es al menos penosa. Deja al descubierto una calidad intelectual amputada para cualquier debate que tenga como premisa encontrar una solución de fondo al tema.

A todo lo anterior deberíamos sumarle el tema de la UR. Si en casi 5 años su incremento fue del 80% las perspectivas son desalentadoras. Incluso, al día de hoy, no se puede evaluar si la reglamentación 2008 para nuevos préstamos, es efectiva a la hora de la recuperación del crédito. Recién ahora, las cooperativas que forman parte de la misma, están empezando los pagos o aún no terminaron de construir. Viendo el desfasaje entre el incremento de la UR y el de los salarios de los cooperativistas, todo indica que también habrá dificultades para su instrumentación y el pago sostenido de las cuotas resultantes en poco tiempo.

En definitiva el tema está planteado sobre la mesa y es necesario revertir ciertas lógicas de negociación. Es improbable alcanzar ningún acuerdo si de él se excluye una reestructura, con quitas de capital, que aproximen las deudas a préstamos actuales. Si hemos tenido una disposición al diálogo y a caminos de encuentros, con voluntades excesivas de contrapartes por nuestro lado, es hora de rever el accionar colectivo. Las instancias futuras deberán contemplar un interés mutuo de encontrar salidas a este problema y no a remendarlos con acciones parciales como los subsidios a las familias o las quitas parciales de deudas futuras. Es el momento de dar una señal equilibrada, en consonancia con lo hecho en otras áreas y que han resultado ser efectivas.

“EL TECHO “ Publicación oficial del Plenario de Cooperativas de Viviendas de Propietarios y Conjuntos Habitacionales

(COVIPRO-CH) con personería Jurídica.

Consejo directivo: Sergio Requel (Presidente), Gustavo López (Secretario Gral.), Bruno López (Vice Presidente), Washington Cabrera (Pro Secretario) Virginia Casas, Marcelo Olivera y Adriana Durán.

Teléfono : 2 4098713 - 2 4026278 Dirección: Cufré 2162/64 esq. Nueva palmiraHorario de Atención: Lunes a Viernes de 14 a 19 Hs.Email: [email protected] - [email protected]ágina Web: www.covipro.org.uy CP 11600 - Montevideo - Uruguay

Distribución G

ratuita

STAFF

Diseño Gráfico: Fátima López

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Muy buenos días a todos. Vamos a iniciar una jornada que va a ser extensa, algunos compañeros aún no

llegaron por motivos de trabajo, pero estarán por acá durante el transcurso de la misma. En primer lugar quiero decir que hemos recibido un mail del actual Ministro de Vivienda, Arq. Francisco Beltrame, comunicándonos que no puede concurrir por motivos de agenda partidaria. La Subsecretaria nos informó también que está fuera del país, al igual que la Presidenta de la Agencia

Nacional de la Vivienda, Cristina Fynn, quien fue invitada especialmente para esta apertura. Claudio Fernández, Vicepresidente de la Agencia, se excusó de participar por motivos de agenda… La Directora Nacional de Vivienda no acusó recibo de la invitación… Parece que están todos muy complicados con las agendas.

Agradecer sí, la presencia del ex Subsecretario del Ministerio de Vivienda, Arq. Jorge Patrone, el cual fue invitado. Tenemos, cómo organización, un vínculo con él desde hace mucho tiempo, desde su época en el parlamento para ser más específico. Una persona siempre abierta a escuchar nuestros planteos y que jugó un papel determinante el 18 de enero del pasado año, cuando estábamos en la antesala de un conflicto bastante grave. En ese momento él, actuando como Ministro en ejercicio y Cristina Fynn en representación de la ANV, permitieron arribar a una salida.

Todos fueron invitados a éste encuentro, incluso para exponer aquí, en la mesa. Las respuestas que nos han llegado es que motivos

de fuerza mayor no permiten que estén presentes. Con los parlamentarios hicimos lo mismo, cursamos las invitaciones del caso y esperamos que en el transcurso de la actividad podamos contar con alguno de ellos.

Llegamos, entonces, a esta actividad luego de encontrar casi agotadas las negociaciones que estábamos llevando con el Ministerio de Vivienda. Hace casi un año la asamblea general de COVIPRO-CH realizaba una contrapropuesta bastante estudiada y específica a la propuesta inicial que nos hiciera llegar el Ministerio acerca de subsidios, partidas exigibles y tasa de interés, como ampliación del acuerdo 2008. Y aquí estamos sin novedades y sin ningún tipo de convocatoria a instancias de negociación, concluyendo que tampoco existe mucho interés por parte de los jerarcas. La última comunicación que tenemos es del 4 de enero de la Directora Nacional de Vivienda, vía mail, que nos plantea que la contrapropuesta está a consideración del MEF. A esta altura no sabemos con quién debemos discutir esto, si con el Ministro de Vivienda, el de Economía o con el Papa.

Lo cierto es que seguimos a la espera de una cosa que pensábamos tendría una respuesta, una solución un poco más rápida. De forma contemporánea a todo esto la directiva de COVIPRO-CH determinó que se comenzará a trabajar de manera más insistente, por decirlo de alguna manera, en el interior del país, visitando a las cooperativas que no están integradas a la federación, buscando marcos de acuerdo ya que los problemas que estamos planteando son los mismos en todo el sistema, y para poder trabajar de manera conjunta. Un trabajo gris, que no tomó estado público. Eso nos permitió tener algunos números que les da la Agencia de la Vivienda a esas cooperativas y conocer realidades muy complejas.

Cosas muy extrañas vimos en éstas vueltas por el interior. Parece que la famosa “mitad de cuota”, aquella que por allá, por el 2002, 2003, se había impuesto mediante las negociaciones entre COVIPRO-CH y el BHU, y que el acuerdo 2008 dejaba sin efecto, se volvieron a retomar. Nadie sabe explicar por qué. El hecho es que en el interior, cuando los cooperativistas se acercan a encontrar una solución de pago, lo primero que les plantean es la mitad de cuota. La ANV está tomando entregas a cuenta, por concepto de mitad de cuota, repitiendo el método tan criticado en su momento que llevaba adelante el Banco Hipotecario. Uno se pregunta por qué siguen con esas prácticas cuando existe un acuerdo firmado desde el 2008 y que no prevé tal mecanismo.

Nosotros hoy vamos a plantear, desde la directiva de COVIPRO-CH, algunos números que hicimos, bastante elocuentes por cierto, y que desnudan una realidad que asusta. Aparte insistiremos que en buena medida esto ocurre por la falta de aplicación del acuerdo 2008 en su totalidad, y que existe allí un capitulo que refiere a la revisión de saldos iniciales el cual entendemos es el centro del problema. Todos ustedes saben que este sistema, el de cooperativas de viviendas de propietarios, no está sobrevaluado… está por las nubes. Expondremos aquí comparativos con los actuales préstamos que otorga el Ministerio, los llevaremos a números que puedan ser entendidos por todos, para ser lo más gráficos posibles. Tomaremos valores en Unidades Reajustables y en dólares, para que así todos tengan una idea de qué estamos hablando.

Lo estamos haciendo por primera vez, no lo habíamos hecho público todavía, porque consideramos en su momento que encontraríamos una salida. Las cooperativas que analizaremos firmaron el convenio 2008 y por ende las cifras son comprobables, libres de multas y recargos. Lo resalto porque parece, que en opinión de algunos, todos los inconvenientes de saldos están dados por no haberse acogido al convenio antedicho, como si fuera la panacea, leyendo mal lo que se firmó y lo que ese documento era: el primer paso para una solución más profunda. No hay solución perdurable si no se ataca la deuda en su conjunto; la tasa de interés y los subsidios remediaban una actualidad insostenible y permitían mayor tiempo para una discusión de fondo. Por cierto, pasaron cinco años casi y la misma sigue ausente.

Demostraremos cómo las viviendas del Fideicomiso 1 llegan a tener un valor de saldo actual entre 150 y 200 mil dólares. No hablamos del interés que aún resta. Sí, así como lo oyen. Somos la única parte del sistema de viviendas de carácter social que no ha sido reestructurada. Esto lo quiero destacar muy especialmente. Al sistema cooperativo, en parte, se le han condonado colgamentos. Otro sistema que también tiene cuerpo jurídico, las sociedades civiles, han tenido quitas importantes en Unidades

Palabras del Presidente de COVIPRO-CH,

Sr. Sergio Requel, en el acto de apertura del encuentro.

“Demostraremos cómo las viviendas del Fideicomiso llegan a tener un valor de saldo actual entre 150 y 200 mil dólares”

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Reajustables, y lo que sí todos sabemos es lo que ocurrió en los conjuntos habitacionales en donde las reestructuras fueron sustanciales. Incluso sabemos de algunas quitas en lo que se llama cartera comercial, por ahí tenemos algunas fotos, en complejos que se asemejan más a un barrio privado que a otra cosa.

Sin embargo éste sistema cooperativo, del cual se han escuchado reiteradas denuncias de los cooperativistas respecto de las estafas de los Julián Pereira, de Adacs, de Iprosur, de los Berenguer y tantos otros, no tiene, no le otorgan, ningún tipo de reestructura. Lo único que tomaron del acuerdo 2008 fue la rebaja, o mejor dicho, el subsidio a la tasa de interés; algo de subsidios a la permanencia y poco más.

Por otra parte también vamos a exponer lo que se les viene a las cooperativas que reciben el préstamo ahora. De las dificultades que éstas tienen para conseguir terrenos, de los aspectos económicos que obstaculizan llegar a los plazos de obra, la mayor parte responsabilidad única de los organismos del Estado. Existe un error garrafal en el manejo de liberación de partidas por parte del Ministerio, incluyendo inspecciones que no ven lo que está hecho y que condenan a retrasos evitables, demoras incomprensibles en la liberación de los fondos mensuales y una desidia importante en corregir o remediar situaciones que involucran hasta personalmente a directivos de estos núcleos. Pregunten en el BROU cuantas cooperativas en obra tienen todavía las cuentas corrientes abiertas o cuáles no han tenido dificultades con cheques liberados. Agregaremos a lo anterior, que después de estas pequeñas anécdotas sin importancia al parecer, pagarán en moneda constante el doble de lo que le otorgaron a lo largo de 25 años, debido al interés anual del préstamo.

Todo esto que verán, que escucharemos de los participantes, serán elementos a tomar en cuenta para el plan de acción que tomará COVIPRO-CH en los próximos días. No quiero olvidarme de agradecer a muchas Cooperativas, sobre todo del interior, que no pudieron

llegar hasta aquí, pero que nos enviaron adhesiones, de Salto, Paysandú, Rio Negro, Durazno, Maldonado. Pactamos que no hablaríamos solamente nosotros como Consejo Directivo de la organización sino que lo hicieran nuestras Cooperativas y las que no están integradas. Apuntamos a la amplitud, por eso lo de Espacio Abierto Cooperativo. Incluso expondrá una que pertenece a otra Federación.

Siempre hemos tenido la mayor disponibilidad a encontrar soluciones, a discutir propuestas, pero no a ser los “niños bobos” del sistema. Lo digo porque uno a veces tiene la sensación de que algo está fallando cuando nos sentamos a dialogar. Reafirmo esto último, a dialogar, que no es lo mismo que escuchar. Lo que hemos tenido durante éste período de gobierno es fundamentalmente gente dispuesta a escuchar. Lo referido al diálogo, de momento, o han entendido poco o nosotros leímos muy mal la definición de la palabra diálogo en el diccionario de la Real Academia Española. Esto no solamente pasa con COVIPRO-CH, también ocurre

con la Comisión Asesora de Vivienda, que la forman diversos gremios, organismos públicos y privados, etc. y qué para lo único que sirvió fue para una suerte de amansa locos. De hecho, más de la mitad ya no participa, porque lo que se proponía no se tomaba en cuenta o si se hacía no iba a la médula misma del tema en cuestión. Un supuesto laboratorio de ideas para que luego se desechen.

Para terminar, por lo anterior, debo decir que coincido con las

palabras del Presidente de la República cuando afirma que a los uruguayos nos gusta trabajar poco. Uno no debe medir el tema en horas dedicadas simplemente, sino en ideas de trabajo, en la exploración de búsqueda de soluciones a problemas indiscutibles, en síntesis que sean sostenibles desde lo intelectual y no repetir recetas como versos del Corán. Eso es claro respecto de los funcionarios que están en el gobierno, responsables de vivienda, ya que han hecho muy poquito, al menos en lo que refiere a los problemas que expondremos hoy y que nos atañen directamente como sistema. Si esta no fuera la explicación, la cosa sería más grave. Deberíamos creer que hay una discriminación directa al sistema cooperativo que representamos o a la organización que tenemos, que no existe voluntad alguna de solución y que se nos pretende dejar al costado sin atender las consecuencias. Que hay un destrato, al fin, a las miles de familias que se les pretende cobrar cifras millonarias por una vivienda que no vale. Por ello creo que tiene razón el Presidente: si hace un año que no nos reunimos y no fuimos convocados, es por un problema de agenda, el mismo de hoy y que les impide estar presente para escucharnos.

Bienvenidos entonces todos a éste encuentro, a quienes se hicieron un tiempito en su ajetreado tiempo y dejaron libre tres renglones en su agenda de sábado. Damos la entrada, así, a las cooperativas que comienzan a exponer.Gracias.

Carta “Espacio abierto Cooperativo”

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Alicia Ongaro–Lobitos 4

Cooperativa Lobitos VI

grande para todos los socios.

Seguimos, como quién dice, en obra. Humedad en las paredes, y cosas que siguen apareciendo. Pensamos que nuestras viviendas son dignas, pero no se ajustan a los valores de costo que dicen tener, o al menos que nos están diciendo del lado del Ministerio. Amerita que se estudie su valor. Las autoridades deberían tomar cartas en el asunto. Las condiciones del préstamo, las 3000 unidades reajustables, nos gustaría saber si realmente están en la vivienda, si estas viviendas valen eso. ¿Pueden seguir valiendo más de 60 000 dólares al día de hoy? Todos los cooperativistas sabemos que no y por ello decidimos participar de este encuentro para denunciar lo que nos pasó.

Gracias a todos

Nuestra cooperativa está construida en la calle

Alejandro Gallinal esq. Godoy, en Malvín Norte. Comenzamos como una cooperativa de usuarios por ayuda mutua en el año 90, pero en aquel entonces el Banco Hipotecario nos dijo que para que saliera el préstamo debíamos constituirnos como de Propietarios. Esas eran las condiciones. Nos dieron a su vez un listado de tres institutos para que eligiéramos -ellos podían acelerar el inicio, nos dijeron-, y que además firmáramos el préstamo a una tasa de interés del 7 %. En el año 1995 finalmente se nos concedió el préstamo.

Mesa ICooperativas:

Lobitos 4 - Covibelen - Coviba

Susana Montez

Cooperativa Covibelen

Buenos días a todos. Fuimos convocados por la directiva

de COVIPRO-CH a participar de este encuentro, para que nos ayude a resolver distintos problemas que tenemos las Cooperativas. De nuestra parte quiero decir que las complicaciones más importantes son las edilicias, además de la cuota altísima que se nos pretende cobrar.

Les quiero contar un poco cómo empezó nuestra cooperativa. En el año 1993 se termina la construcción de la misma. La habitamos con luz de obra y sin habilitación final. Apenas pasaron tres años ya se empezaron a notar los vicios de construcción. Empezamos ya desde ese entonces a hacer reclamos ante el Banco Hipotecario, al Instituto Técnico que construyó -fue Adacs de Julián Pereira-, el cual se hizo responsable de la reparación de los baños ya que empezaron con perdidas por todos lados. Las rajaduras de las paredes no fueron tenidas en cuenta. Éstas se notaban en cuartos y comedores de los apartamentos.

En el 2009 tuvimos un problema importante con una viga y en las columnas. La construcción es de dos blocks de 6 unidades cada una, con balcón y terraza en el barrio de la Teja. En los balcones del Block B se comenzó a notar una rajadura en una de las columnas de sostén. El arreglo que se pudo hacer fue cubrir las rajaduras de manera externa; lo mismo se hizo con el revestimiento contiguo a los balcones. La viga se tuvo que

hacer de nuevo por los riesgos que se corría que se cayera todo. La cooperativa fue quién se hizo cargo, con su dinero, de arreglar una cosa que estaba mal hecha por parte del Instituto. Un dinero importante por otra parte. No había otra manera de solucionar esto porque el Banco Hipotecario no se hacía cargo de nada.

En setiembre del 2012, el temporal que azotó Montevideo causó daños serios en la cooperativa. Se nos desmoronó la fachada de ladrillos que da a la calle (se pasan fotos de la fachada en el proyector), toda la parte superior. Hubo que llamar a los bomberos por el riesgo, estos hicieron caer todos los ladrillos al suelo para evitar accidentes. Se detectó, con los constructores que vinieron a ver la obra, que existían vicios muy grandes de construcción. Los bigotes que sostenían la fachada no alcanzaban, el instituto había hecho menos de los necesarios. También una viga de hormigón que no estaba. Ese fue uno de los motivos principales por el cual todo cayó, una irresponsabilidad grandísima por parte de los responsables de la construcción.

Nadie se hizo cargo por todo eso. Terminamos inclusive yendo a la Intendencia Municipal de Montevideo, en donde nos dijeron que ellos sólo podían determinar si la construcción estaba en condiciones de habitarse o no, y que en caso que pasase esto último teníamos que irnos de ahí. Ya allí estábamos, además de la fachada, todos los cooperativistas desmoronados. La única salida que teníamos era juntar el dinero y ponernos de alguna manera a reparar todo aquello. Lo anterior nos llevó también a una serie de complicaciones extras. Le quiero decir a todos que tengan cuidado con las empresas constructoras que están en la vuelta porque hay muchos estafadores, iguales a los que construyeron las cooperativas. Un esfuerzo financiero y de tiempo, muy

Éramos un grupo de parejas jóvenes con una falta total de experiencia en todo lo que era el cooperativismo, construcción y demás. El anhelo que teníamos era de poder tener nuestro propio hogar, muchos de las familias, a medida que terminaban sus contratos de alquiler, en donde vivían, terminaban mudándose para la cooperativa. Pasamos también por la etapa de estar con luz de obra, y por otra cantidad de dificultades hasta que finalmente con un gran esfuerzo de todos los integrantes terminamos de construir.

Las cuotas que tenemos al día de hoy son de un costo realmente elevadísimo, inaccesibles. Nosotros entendemos que hay que dar una fuerte lucha por ajustar esto. Actualmente estamos depositando en cuentas paralelas, en el Banco República, una de las opciones que definimos como COVIPRO-CH. En otras ocasiones también la hemos hecho y lo que siempre notamos es que a la hora de volcar esos importes no nos bajan en nada los saldos que teníamos de deuda.

Nuestra cooperativa tienen todo en orden, sus depósitos son totales por todos los socios, y queremos decir que lo hacemos no por dejar de pagar sino porque nos sentimos estafados. Queremos pagar, pero lo que realmente valen las viviendas. En aquel entonces el Banco Hipotecario solía decir que tenía un compromiso de servicio con la gente, pero esto nunca ocurrió. Su función era la de ayudar a los uruguayos a que accedieran a su techo. Han pasado los gobiernos, pero la realidad es que no hay modificaciones a la realidad que tenemos. Parece que es un tema tabú el asunto de la retasación.

No queremos nuestras casas gratis. Queremos que se sienten a negociar el saldo real de nuestras viviendas para poder pagar lo que corresponde. Si los países, amparados en tratados internacionales, negocian sus deudas externas, las cuales se Espacio abierto cooperativo

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sabe fueron fruto del saqueo, porquénosotros no tenemos que negociar con el Estado por dinero que es nuestro. El Banco Hipotecario operó como si fuera el Fondo Monetario. Nos preguntamos ¿Por qué no se negocia esto que fue tan perjudicial para un grupo importante de uruguayos?

Después de 15 años de pago nuestra deuda al día de hoy, hablando en dólares, es de 150 mil más lo intereses. Además de tenerla en Unidades Reajustables que cada año aumenta de manera desproporcionada. Todo contribuye a que se les siga robando a los cooperativistas.

Gracias por la atención

Esta cooperativa comenzó a través de un boca a boca. Nos

había llegado la información, diciendo que en la calle Brandzen se estaban formando grupos cooperativos. Corría el año 1989. En aquel entonces la cosa no ofrecía mayores reparos ya que a unos 70 metros de donde se construiría nuestra cooperativa ya se había realizado una, en tiempo y forma. Y el proyecto era casi el mismo. Había un croquis hecho, hasta elegí el lugar, casa 102. Así de aceitado era todo.

La firma era Adacs. No tenía la menor idea de que era una cooperativa. Para los 15 que nos inscribimos fue siempre una incógnita el sistema. Coviba se formó, según acta, en el año 90. La escritura del terreno en el 91 y el terreno, que pudimos notar en los papeles, había multiplicado por 5 veces su valor. Estaba todo ahí. En el año 87 hubo una compra de ese terreno y a la fecha en que se lo venden a la cooperativa el valor había subido. Así que el negocio de los terrenos también jugaba allí, dentro del paquete que vendían. Suponemos que este señor Bernazza, el propietario de

Bruno López

Cooperativa Coviba

los terrenos, debería de ser un testaferro, por la cercanía de los mismos y por el hecho que el constructor era el mismo. Aquí es que empezamos a conocer a Julián Pereira.

En el año 92 realizamos el acto eleccionario para elegir las autoridades. Nos conocimos todos ahí, y desde ese momento nos enteramos que éramos una Cooperativa de vivienda por ayuda mutua. Nunca funcionó la ayuda mutua porque todo lo hizo la empresa. En el 97 comenzó la construcción y en el 99 el presidente Sanguinetti nos entregó las llaves. Se comienza a pagar en el 2001. Siete viviendas de de 55 metros cuadrados a 3200 Unidades Reajustables y ocho viviendas de 61 metros cuadrados a 4600 Unidades Reajustables. Estos eran los préstamos iniciales.

Luego fuimos a presentar los papeles de ingresos al BHU para comenzar a pagar la cuota. Estaba pactado que la misma era de 12 UR para las de 2 dormitorios y de 14 UR para las de 3 dormitorios, pero tres meses después saltó un reajuste que significó que las de 12 pasaron a 18 y las de 14 a 22 UR de cuota. Ahí fue donde las cosas ya no empezaron a funcionar como deberían.

En el 2001 nos integramos a COVIPRO-CH y alrededor del 2002 pudimos acceder al pago de la mitad de cuota. Quiero decir que desde aquella fecha hasta el momento nunca dejamos de pagar. Hoy lo estamos haciéndolo a través de cuentas paralelas. No sé si esto es un problema del Fondo Monetario u otra cosa, lo que sí sé es que esto es un sistema fraudulento formado por Institutos de asistencia técnica fantasmas. Ellos formaron cooperativas truchas, con consejos directivos falsos, testaferros y demás. Nosotros no tuvimos grandes problemas constructivos porque nos salvamos. Adacs tenía tanto trabajo que contrató a otra empresa para que nos hiciera la cooperativa y resulto ser medianamente honesta. No se usaron materiales del otro mundo pero se trabajó bastante a conciencia.

El negocio de todo esto arranca desde la compra de los terrenosEl negocio de todo esto arranca desde la compra de los terrenos, cómo

explicaba antes, y sigue con el abaratamiento de materiales y todo lo asociado a esto, más la compra por anticipado de las unidades. La reserva que ellos ponían a la venta de las unidades. Nosotros nunca pudimos identificar a tres socios, por ejemplo, los cuales seguramente eran testaferros, que tenían reiteradas transferencias de derechos en su haber. Todos ganaban plata en el sistema. Ese era el sistema vigente en aquel entonces. Eso es lo que hay que revisar porque ahí estaba involucrado el organismo llamado Banco Hipotecario. Los que fiscalizaban los avances de obra, si es que verificaban algo, firmaban la entrega del dinero, eran inspectores del Banco. Desde el hijo del Director hasta el nieto del portero, todos sabían lo que estaba pasando. Entonces son responsables, por complicidad o por omisión, en el desparpajo financiero del Hipotecario. Por eso todos los mamarrachos constructivos que se hicieron.

Al final terminamos en la Agencia Nacional de la Vivienda, en el Ministerio, y COVIPRO-CH hoy está planteando el nudo principal del problema. No somos víctimas del FMI, cómo se dijo antes, sino de una cantidad de atorrantes, malvivientes, que siempre anduvieron de traje y en auto metidos dentro de la rosca financiera del Estado. Fuimos y aun hoy lo somos, sujetos del fraude.

Gracias

Respecto a los terrenos. ¿Puede profundizar un poco más en lo que expuso?

Bruno López - En las últimas etapas de la construcción de la cooperativa tuve algún encontronazo con el contador de Adacs. Por eso, y alguna cosa más, durante el desarrollo del año 2000, un día tocan el timbre en el 001 y cuando sale la esposa del socio, un cadete le dice: “tengo para entregar éste paquete”. Hasta envuelto con una cinta estaba. Dentro del paquete, por arte de magia, aparecieron los planos y una copia de las escrituras. Ahí figuran los terrenos desde épocas inmemoriales, siempre mediaban muchos años entre la compra y la venta de la propiedad. En el año 87 lo compra un tal Bernazza, anteriormente, la otra venta, fue realizada en el 59. La compra en ese entonces a 1.000.000 de pesos, equivalente a 4.500 dólares, cuando se nos planteó la compra del mismo la suma ascendió a 24.000 dólares. Llama la atención que se compró éste terreno, por parte de Bernazza, más o menos al mismo momento en que se entregó la cooperativa que teníamos a unos metros.

Más que casualidad…

Pregunta del público

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Adriana – Dionisio Díaz 8 Cooperativa de propietarios por ayuda mutua

Buenos días a todos. Nuestra cooperativa está ubicada

en capitán Tula y Mendoza. La verdad no pudimos traer fotos y eso por problemas de tiempo, pero si traje algo que muestra la realidad que tenemos en nuestras viviendas. (Muestra una caja de zapatos que tiene a su costado) Lo que tenemos acá es lo más representativo de donde vivimos. Ustedes pensarán que estoy jugando. No, vivimos en una cara, muy cara caja de cartón. Adentro tengo una muestra de la pared (muestra un pedazo de pared). La realidad es un sandwichito entre dolmenit, espumaplast y dolmenit. Esto lo estamos pagando al Ministerio durante 25 años. Empezamos en el año 87 con un montón de sueños e ilusiones que apuntaban a la concreción de tener una casa propia. Después de muchas idas y venidas nos dimos cuenta que ya hacían más de 10 años que nos tenían engañados. Porque al principio las casas iban a ser de material, de ladrillo visto, dúplex, la verdad muy bonitas, pero solamente en la foto.

Adentro de la caja de zapatos tengo una muestra de la pared, La realidad es un sandwichito entre dolmenit, espumaplast y dolmenit.En el año 97 el SIAV y el MVOTMA nos citaron a todos y nos ofrecieron esto. Nos dijeron que durante 10 años pagaríamos 2 unidades reajustables y listo. Ante la necesidad que teníamos de vivienda, y también el cansancio

palabras porque en realidad es un sistema involutivo, va para atrás, en vez de ir para adelante. Pasaron 15 años y apenas tenemos las casas en pie. Siguen levantadas porque los cooperativistas pusieron plata y esfuerzo para que no se cayeran. Si no hubiéramos hecho eso, en 10 años más, ¿qué queda de las casas? Viviendas hechas con material cancerígeno e inflamable, ¡por favor!! Eso sí, si alguna casa se quema queda la platea, pero en desnivel, claro. Uno de los compañeros, de otra cooperativa, que está en el Encuentro, nos decía que tenían un salón comunal de 50 metros cuadrados, y yo le decía que toda nuestra casa mide 41 metros cuadrados. Además de materiales que no son comparables. Nosotros tuvimos que juntar plata de todos lados para más o menos hacer la caminería interior, la subestación de UTE, traer el agua a las casas desde Mendoza…y una cantidad de cosas más. Cansador la verdad.

Tenemos problemas de pago por muchos motivos. Fíjense que empezamos a ahorrar en el año 87 y en el 98 empezamos a pagar 4 UR por mes. En todo este tiempo creo que ya pagamos con creces esta estafa que nos hicieron. Queremos que las autoridades dejen de mirar para un costado y que nos den una solución de verdad. La única posible es que nos cobren lo justo por esto. No los disparates que tenemos hoy. Por eso nos sumamos a la lucha de

Mesa IICooperativas:

Dionisio Díaz 8 - Covisanra I - Covitar - Covitec

Espacio abierto cooperativo

de esperar tanto, decidimos, ya resignados, aceptar esto. Una cosa es ver lo que les muestro, de qué está hecha la vivienda y otra cosa es verla construida sobre el terreno. Las paredes se rompen, se deterioran, y no hay manera de repararla. No se arregla con un ladrillo o con una viga, no hay manera de arreglar el problema de los materiales con que construyeron. Hicimos una cuenta más o menos y nos da que hoy debemos más de 33 000 dólares. No es justo esto.

Tenemos chapones rotos, pisos que se levantan, humedades terribles, etc. Los chapones se levantan y por ahí entra la lluvia, el viento. Las viviendas no están bien cimentadas y por eso se levantan del piso, se mueven, se parten los techos, toda la construcción está debilitada.

Nosotros no estamos pidiendo que nos regalen las casas, pero sí que nos cobren el precio justo que tienen. Pensamos que los que gobiernan juegan con la necesidad, con la ilusión de la gente de tener su vivienda y hacen estas cosas espantosas. Encima nos plantean que somos un barrio que estamos al borde la marginación, pero la realidad es que ellos ya nos pusieron dentro, cuando nos construyeron estas casas. Bautizaron este sistema con el nombre de “Equinox” o más conocido cómo sistema básico evolutivo. Un error de

la Federación, porque sabemos, que más o menos todos, tenemos problemas de sobreprecios en nuestras viviendas. Estamos luchando por una causa que es justa. Gracias a todos por escucharnos.

Nuestra cooperativa fue fundada un 13 de enero del

año 2001 y un 29 de octubre de 2002 se aprueba el préstamo inicial de 100.000 UR. para construir 50 viviendas. Se estipula un plazo de ejecución de obras de 26 meses y el IAT encargado de construir era “Tercer milenio”. En el 2003 empiezan las obras y se prolongan hasta el 2007, o sea, más de 26 meses como estaba previsto en el arranque. En agosto del 2007 el Ministerio de Vivienda a través de la Dirección Nacional le retira la personería jurídica al Instituto por denuncias de cuatro cooperativas. Las mismas, se basaban en irregularidades que el IAT había llevado adelante. Se rescinde el contrato con éste y se firma otro con el IAT “los Alpes”, donde entre otras cosas que faltaban realizar, estaba la caminaría, el sistema de desagüe, la mampostería, los artefactos de los baños, el tendido de la red eléctrica externa, etc. Los obreros del instituto (porque fueron contratados por ellos, no por los cooperativistas), el que quedó sin personería, realizan una acción judicial contra la cooperativa. Fueron más de 20 litigios que nos presentaron éstos obreros que quedaron sin trabajo. Ellos ganaron esos juicios

Fernando – Covisanra I

Cooperativa – San Ramón/Canelones

Cooperativa Dionisio Díaz

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Agosto 2013 EL TECHO / Organo oficial de COVIPRO -CH 9

todo tipo, techos que se estaban lloviendo, sin final de obra, porque la persona que tenía que firmar, la arquitecta del instituto, nunca fue a la Intendencia. Ahí nos dicen que a la agencia no le interesa saber cuál es el estado de las viviendas sino cobrar las cuotas.

Todo esto generó un malestar grande en todos. Con toda la historia que contamos y viendo los saldos actuales, partiendo de la base que la UR no se ajustara nunca más, estaríamos pagando al día de hoy, 130 mil dólares por cada casa. Parece una broma que planteen esto, cuando hay viviendas que cuando llueve se tienen que poner baldes para juntar el agua, porque tienen grietas de 5 cm. A modo de ejemplo les cuento que en éste año y poco que estamos viviendo, ya tuvimos que impermeabilizar los techos, reparar la conexión sanitaria externa porque las juntas estaban mal. Los tipos tapaban todo con tierra y listo. Sólo en eso, del bolsillo de los cooperativistas, salieron más de 800.000 pesos. En las conexiones internas de baños y demás hicieron lo mismo. Todo hecho a medias. Con la aparición de las humedades, cuando se rompía para reparar, se veía que las juntas nos se habían tomado como corresponde (se pasan fotos por el proyector), ahí lo ven. ¿Ven como chorreaba el impermeabilizante?…todo hecho a la que te criaste. ¡Miren esa mancha de humedad, es artística, esta verde! Las fotos que ustedes ven no son de viviendas que tienen 20 años de construidos, que pueden tener algún problema, son de ahora. Los pisos estaban fijados con tacos de madera sin relleno, la gente cuando empezó a caminar por encima aquello se empezó a partir. De locos, todo de locos.

Les cuento que el proyecto inicial era de dos dormitorios pero ahora son de tres. Eran bloques de dos dormitorios pero los hicieron de tres. ¿Quién válido eso? Lo mismo con la plata. ¿Qué hubiera pasado si el IAT nos decía que había que agarrar las 20.000 UR, en vez de las 10.000 ¿Quién controla eso? Todo es una joda. Si cada uno de nosotros tuviéramos 60, 70 mil dólares, no estábamos en el sistema cooperativo. Estamos porque es la única posibilidad que tenemos para acceder a una vivienda. Ahora que nos quieran cobrar 130 mil dólares y nos parece un disparate total.

lo que repercutió en la pobre economía de la cooperativa. Se fue sobrellevando la situación, avanzando de a poco, dado la carencia de recursos que teníamos.

Desde el 2006 veníamos pidiendo al Ministerio la partida por mayores costos, más que nada por el desfasaje del dólar que tuvimos en el año 2002. Los números no daban por ningún lado. Esta partida recién fue otorgada en el 2010 pero el importe que nos ofrecen es de 22.000 UR para que se pueda finalizar la obra. El instituto en ese momento hace un análisis y nos plantea que con 10.000 UR estaríamos terminando. Aceptamos entonces la partida de 10.000 UR pero la misma también se atraso en la entrega. A fines del 2011, ante las inquietudes de los cooperativistas, que veían que las casas no se terminaban nunca, le plantearon al Ministerio la cuestión. Entonces la división de Cooperativas del mismo decide, a través de Elba Da Costa y la Arq. Maria Perazzo, organizar una reunión con todos los integrantes de la cooperativa. Después nos llega una inspección, con un ayudante de arquitecto y un sobrestante, que determinan que las casas eran perfectamente habitables, que tenían algunos problemitas pero que éstos eran menores. Un vidrio roto…que faltaba un picaporte…en definitiva, que estaban bárbaras. En diciembre de 2011 hay otra reunión con la Arq. Perazzo quién nos dice que está todo bien y que cuando obtuviéramos la conexión de energía eléctrica perfectamente podíamos habitarlas. Cuando dijo eso, los que estábamos, preguntamos si se iba a hacer una entrega formal de las mismas. Nos respondió que no, que entráramos así y listo.

“Así fue que entramos a las casas sin saber que cuota teníamos que pagar, ni los años para amortizar” A mediados del 2012 se hacen presente un representante de la Agencia Nacional de la Vivienda y nos dice que hay que empezar a pagar. El importe era de 9 UR por un plazo de 40 años. Ahí fue cuando dijimos que no podía ser, que las casas estaban hechas a los ponchazos, con problemas de

Las 50 familias que integran nuestra cooperativa agradecen poder disponer de éste espacio para denunciar las cosas que pasamos.

Gracias a todos

Fuimos invitados por COVIPRO-CH a participar

del encuentro para que podamos denunciar lo que hacen los Institutos de Asistencia Técnica. Somos una cooperativa en formación, no tenemos el terreno todavía, nos creamos en octubre del 2011. Con un andar grande en tan poco tiempo. Parecíamos una cooperativa más, dentro de la zona en que nos fundamos, pero eso era un parecer. Teníamos una personería jurídica, un Instituto, hacíamos asambleas, etc. Pero la realidad era que desconocíamos como era todo lo del cooperativismo. El instituto no nos informaba nada, solamente cobraba. Nunca nos brindó un servicio y cuando tomamos las riendas de la cooperativa nos dimos cuenta que no teníamos nada, libros, etc. Ni siquiera estábamos inscriptos en el Ministerio. Eso nos llevó a que saliéramos a buscar asesoramiento legal ya que esta situación estaba llevando al vaciamiento del padrón social. Dentro de esa búsqueda, después de varias reuniones, llegamos a COVIPRO-CH, quienes nos informaron de cómo era todo este asunto. De allí que pudimos rescindir el contrato con el IAT y que denunciáramos al mismo ante el Ministerio, cosa que fue tirar todo dentro de un saco roto. Quedó encajonada ahí la denuncia, o por amiguismo o por negligencias de los mandos medios. El compañero mencionó a Elba Da Costa, a ella le hicimos llegar muchas de las denuncias, pero la verdad nunca hizo nada. Quedamos tirados por ahí.

Cuando comenzamos nosotros a ir a la ventanilla fue que la cosa se empezó a conocer. Por insistencia digamos. Sabemos si, que el gestor del Instituto, nos hizo llegar sus palabras de que “ustedes no van a llegar a ningún lado”. Nosotros sabemos que hoy estamos mejor que antes, a pesar de que aun tenemos un caos importante en lo administrativo, pero nos sacamos una carga de encima desprendiéndonos de ese instituto. Por eso reflexionamos respecto de los objetivos del Ministerio, ¿son realmente impulsores de soluciones habitacionales? Nuestra experiencia dice que no. Los institutos aún siguen haciendo lo que quieren y pensamos que lo hacen porque el Ministerio no los fiscaliza. No hay controles. Debería de existir un control, no sólo administrativo, sino de funcionamiento con la cooperativa.

“No puede ser que los Institutos sigan lucrando con la necesidad de vivienda de la gente”Han sido muchas familias las perjudicadas con estas formas de actuar.

Me olvidaba, antes de irnos, el instituto que mencionamos se llama Astrum y el responsable es el señor Gustavo Rojo. Gracias a todos

Agradecemos a COVIPRO-CH por la invitación a

participar de éste Encuentro. Estamos en obra en este momento, deberíamos ir en un 70 % pero estamos apenas en un 30 %. Uno de los problemas fue la lluvia, tres meses, una cosa que no se contempla en el Ministerio. Estábamos en una etapa de

Yanina y Gladis–Covitec Coop. de Usuarios–Nueva Helvecia/Colonia

Adriana Corbo– Covitar

Cooperativa en trámite

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BIBLIOTECA DE COVIPRO-CHcimientos y por eso no pudimos hacer otra cosa. Pedimos la plata con los obreros contratados. Ellos tenían que cobrar a pesar de la lluvia. Se nos sumaron deudas, por el atraso en que va llegando la plata a la cooperativa porque primero tenemos que hacer para después cobrar. Es un esfuerzo enorme. Con otra cooperativa de Rosario el problema es idéntico. El Instituto nunca nos explicó cómo afrontar esto. Las deudas están a punto de hacer caer a la cooperativa.

En el frente de la Cooperativa corre una cañada. Nos autorizaron a construir tanto el arquitecto del Instituto cómo así también el propio Ministerio, pero la cañada está ahí. Tuvimos que salir a pedir ayuda a la intendencia para entubar eso. Nadie se hace cargo de la cañada. Los costos que lleva hacer eso son enormes. El municipio lo limpió, logramos eso, pero cuando llueve se estanca y agua llega a la cooperativa.

La suba de los salarios de los obreros, otro tema, no son contemplados en los pagos, lo mismo ocurre con los materiales de construcción. Se estipula un número pero la realidad indica que son otros. Si no se atienden estas subas de costos, la obra se terminará parando, haciendo que el proyecto fracase, con todo lo que eso significa.

Ya no sabemos qué hacer. Por ejemplo hay errores en la construcción que notamos después, graves errores. Nos presentaron un plano cuando empezaron pero hicieron otro después. Las vigas las tuvimos que picar por los errores de ellos, nadie se hace cargo de nada. Allí se pierde tiempo, trabajo y dinero. Hay 24 planchadas para hacer, por ejemplo, y nos dicen que cada planchada lleva un mes. Ya estamos haciendo 29 horas semanales y no alcanza. El cansancio nos ganó la partida, esa es la verdad, estamos con el suspiro.

No tiene relación los plazos que proponen para construir con la realidad que ellos imponen. La verdad da vergüenza lo que hacen con las cooperativas.

Gracias

Algunos de los últimos títulos ingresados a nuestra biblioteca.Todos los socios de la organización tienen derecho a retirar libros por el plazo de un mes sin cargo. En el caso de los departamentos del interior pueden hacernos llegar el pedido y se lo entregamos en el plenario de delegados de cada localidad.

Por reservas de librosLlamar al 2409 8713 o 2402 6278 de Lunes a Viernes de 14 a 19 Hs.

Por Email: [email protected]ón de retiro : Cufré 2162

El listado completo de títulos esta disponible en nuestra web www.covipro.org.uy

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El problema de la tierra urbana y nuevos préstamos a CooperativasPor Sergio Requel

Espacio abierto cooperativo

Antes de entrar en tema me quiero referir a lo que dijeron los compañeros respecto de los IAT. Lamentablemente el problema con los Institutos

no está resuelto, porque a pesar de las denuncias, y que se han sacado unas cuantas personerías jurídicas, siguen varios enquistados dentro del listado a elegir. Por ejemplo cuando una cooperativa rompe el contrato argumentando las ineficiencias que uno de ellos tuvo, debería quedar un registro de lo que ocurrió. Es una manera de generar algún antecedente. Sobre todo para que el Ministerio actúe verificando el porqué sucede esto. Seguimos hoy con Institutos que asesoran a medias y que no cumplen con los requisitos mínimos que requiere el sistema.

En realidad mi participación en el encuentro, en éste momento de la agenda organizativa, estaba pactada para tratar el tema Tierra, de las dificultades que tienen las nuevas cooperativas a la hora de acceder a la misma para construir. Sin embargo, el tema de los préstamos terminó por imponerse cuando estaba planificando esta intervención. De todas formas, y de manera rápida, quería dejar constancia de la carencia que hay de tierra urbana, sobre todo cuando lo poco que existe está liberado al mercado, lo que hace que los precios estén altísimos. Fíjense que se pide como ingresos, para acceder al sistema, unos 38 mil y pico de pesos líquidos por núcleo familiar. Por otro lado el límite de la pobreza, para una familia tipo de cuatro personas, es de $ 35 000. Yo me pregunto, con familias que están casi en la cifra del límite de pobreza, ¿Cómo hacen para comprar tierra?

Algo se avanzó, hay que decirlo, ya que se formó la cartera nacional de tierras, pero les paso un dato para tener en cuenta. En Montevideo hay 8 terrenos disponibles, y para acceder a los mismos, se presentaron 59 cooperativas. Es decir, seguimos sin dar respuesta a la demanda porque el Estado no tiene, en realidad, una política respecto a esto o una que genere un fuerte impacto. No incide para nada en los valores, repito, lo deja sujeto mercado, ya que no impone gravámenes contra la concentración de la tierra, por ejemplo, o impuestos progresivos desde la segunda propiedad. El déficit habitacional está situado en las 100.000 unidades, según la ex ministra Graciela Muslera, pero en un relevamiento que alguien hizo por ahí, habla de miles de casas vacías. Eso está ahí para que le den algún tipo de tratamiento. No obstante, todo sigue igual. Si el Estado no actúa con otra perspectiva, difícilmente podamos acercar una solución habitacional de verdad a la gente y todo quedará en discursos.

Uno de los requisitos para que las tierras sean viables es la condición de tener saneamiento. No pensemos en las afueras de cualquier ciudad, de cualquier departamento, fijémonos acá nomás, en las afueras de Montevideo o en Ciudad de la Costa. En aquellos lugares en donde no está proyectado saneamiento no existe la posibilidad de construir bajo ninguna circunstancia. Esa es la realidad que tenemos hoy. Es allí donde el Estado cae en una obvia contradicción: mientras es un derecho humano universal el agua potable y el saneamiento, viola el mandato al no proporcionarle a los ciudadanos esa posibilidad, y por otra ventanilla, les impide el acceso a la vivienda por algo que incumple. No parece razonable. Una cooperativa de 25 de Mayo, en Florida, se acercó a la Federación buscando asesoramiento porque su Instituto Técnico le dijo que comprara una tierra que carecía de todo esto. ¡Allí ni en el 2050 va a haber infraestructura sanitaria! Hay ciudades que no tienen proyección de algo parecido, ni a corto ni largo plazo, esa es la verdad, lo que lleva a que nunca puedan construir mediante el sistema. Las disposiciones del propio Estado son las grandes responsables de esta desinteligencia absoluta.

Al parecer, desde hace unos meses, hay cierta flexibilización al respecto. Esperemos que no sea una jugada para liberar de responsabilidad a la DINAVI y transferirlo ahora a la DINAGUA. Ambas direcciones pertenecen al MVOTMA. Pequeño detalle.

Otro tema que voy a tocar es lo que respecta a préstamos, sobre todo para las nuevas cooperativas. Se me ocurrió hacer un comparativo entre los préstamos que otorga hoy el Ministerio, a un 5 % de interés anual, y a un máximo de tasación, cosa que quedó regulado en la reglamentación 2008 (antes daban plata a troche y moche con un Banco Hipotecario que autorizaba cualquier

cosa) que plantea 1547 UR para construir viviendas de dos dormitorios, 2000 UR para tres, 2380 UR para cuatro. Luego ajustó los números un poco más a la realidad y quedó en que el número final era de 1700 UR para dos, 2146 UR para tres, 2450 para cuatro. Pero esto es de hace muy poco. Dejo constancia que estamos totalmente de acuerdo con que, que se topee el préstamo, para que no se vuelvan a repetir aquellos desastres que se hicieron antes.

Eso por un lado, ahora me referiré a la tasa de interés. Nosotros teníamos el 7 % lo que llevó años de discusión respecto a que esa tasa era una barbaridad; que la tasa social debería ser del 2 %, como todo el resto del sistema, y toda la lucha que emprendimos detrás de esto. Entonces decíamos que un préstamo social no podía tener una tasa comercial como la del 7%, de usura absoluta y exigíamos el 2%. Por ahí fue la cosa durante mucho tiempo.

Ahora bien, en el 2008 con la nueva reglamentación, se logró un cambio en las normativas que establecieron subsidios muy buenos, mejores que los anteriores. Por ejemplo, se calcula la afectación de los ingresos líquidos de acuerdo a la canasta básica de alimentación per cápita, número de integrantes del núcleo familiar, etc, y prevé porcentajes de afectación diferenciados. Esto es muy bueno, porque acerca el concepto a la Ley 14.105 derogada por la dictadura, pero de costado caía otra cosa que afectaba fuertemente al préstamo: modificaron la tasa de interés al 5% anual. Claro, el argumento es que si no puede pagar la familia los subsidios arreglaban el asunto, pero esto es una trampa. Porque ese interés, el nuevo, dejo de ser social. Por otra parte, al impactar en la cuota mensual de manera importante, comenzamos a discutir nuevamente el valor de una vivienda social, lo que debe pagar en 25 años, más allá de quienes no pueden afrontar la cuota y obtener subsidios a la permanencia. Se comienza a desasociar, otra vez, el valor real de lo que debemos pagar por una vivienda de estas características.

Pongamos ejemplos (se comienza a ver la planilla proyectada en pantalla) para ser gráficos.

Tenemos que 1700 UR de préstamos más el interés de obra, porque encima nos cobran interés también sobre esto, y lo que es más jodido, con un interés al 7 %. (¡ Es qué no quieren perder plata! gritan desde el público)…¿Qué te parece a vos? Siguiendo con el tema. Cualquiera que tome un recibo verá que estos dos números se juntan transformándose en un 13 % más del préstamo original. Significan 221 UR más. O sea el préstamo se conforma con el número inicial más el interés que generan esos dos años de construcción, si es que terminan en dos años, claro.

El número nos quedó en 1921 y ahora hay que proyectarlo a 25 años de plazo. Tengo que saber cuánto voy a pagar de interés por todo eso. Si ven la tabla, con un interés anual de un 5 %, vamos a pagar 1448 UR más. Nos prestaron 1700 UR y nos cobran de interés 1448 UR. Ahora claro, se atajan diciendo: “no se preocupen van a tener subsidios si no pueden pagar”. Lo que no discuten es que ese interés dejo de ser social, como ya dije. Ahora vamos a ver la cuota. Según los números que están ahí la cuota será de 11.23 UR, que al valor de hoy será de $ 7.328.

Ahora bien, si hubiéramos seguido con la tasa al 2 %, nos da 521 UR en vez de las 1448 UR al 5 %. Esto impacta directamente en las cuotas. Miren lo

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Imagenes del encuentro

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Denuncias de Vicios de construcción Coop. Covisanra

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que sería la cuota al 2%: 8.14 UR, al día de hoy $ 5312. La modificación de la tasa, simplificando la cuestión, dice que hay $ 2016 pesos de diferencia que tenemos que pagar de más con una tasa al 5 %. No hay mucho más que explicar, ni mencioné lo que aumenta la UR anualmente. A 25 años ni les cuento la diferencia…

Con esa modificación de la tasa nos afectaron la cuota, que pagaremos todos los meses, en un 38 % más. Otro dato más, la UR en el 2008 salía 363 pesos, y en aquel momento, si la tasa fuera del 2 %, estaría pagando $ 2800 de cuota. Hoy porque, “por unos puntitos de tasa de interés”, paga $ 7.328. Sigamos sumando agravantes a la causa, durante casi 5 años la Unidad Reajustable aumentó un 80 %. Si así cómo lo oyen y ven. Son cifras oficiales. Los salarios no subieron nunca un 80 %, eso creo que queda claro para todos.

Desde la nueva reglamentación la “vivienda social” aumentó su precio, artilugio de economistas, modificando, como dije, unos puntitos para arriba la tasa de interés. La inversión que hoy brinda el Estado, para nuevas soluciones habitacionales, la cobra con creces durante el transcurso del tiempo. Si a esto le agregamos el aumento de la UR no hay como perder plata acá. En cuanto a esto hemos apoyado una propuesta elaborada por técnicos de FUCVAM respecto a un ajuste distinto de la UR, que atienda otros parámetros más equilibrados. Para no ahondar en detalles les puedo decir que si se aplicará esta fórmula, la propuesta digamos, desde el 2002 la UR habría aumentado un 25 % menos que al valor del 2012. Sin embargo, dejamos constancia en reuniones

Préstamo UR 1.700Interés de obra UR 221 (al 7% anual)(13% del monto total aprox. período de 24 meses)Saldo inicial UR 1.991Interés al 5% anual a 25 años UR 1.448 (75,42%)Cuota a pagar mensual UR 11,23 $ 7.3284Interés al 2% anual a 25 años UR 521 (27,15%)Cuota a pagar mensual UR 8,14 $ 5.312 Diferencia en la cuota Un 37, 95 % másA esto sumar el 80% de incremento de la UR

Vivienda de 2 dormitorios

En el sistema actual Préstamo UR 2.146Intereses acumulados UR 2.108 (un 8,22% del préstamo recibido)Valor de la vivienda en UR y dólares ameri-canosAl 5% anualPréstamo UR 2.146 U$D 68.307Interés O UR 279 U$D 8.881Interés P UR 1.829 U$D 58.217TOTAL UR 4.254 U$D 134.405 Al 2% anualPréstamo UR 2.146 U$D 68.307Interés O UR 279 U$D 8.881Interés P UR 658 U$D 20.944TOTAL UR 3.083 U$D 98.132

En el sistema actual

Préstamo UR 1.700 Intereses acumulados UR 1.669 (un 98,17% del préstamo recibido)

Valor de la vivienda en UR y dólares ameri-canosAl 5% anualPréstamo UR 1.700 U$D 54.111Interés O UR 221 U$D 7.034Interés P UR 1.448 U$D 46.090TOTAL UR 3.369 U$D 107.235 Al 2% anualPréstamo UR 1.700 U$D 54.111Interés O UR 221 U$D 7.034Interés P UR 521 U$D 16.583TOTAL UR 2.442 U$D 77.728

En el sistema actual

Préstamo UR 2.146 Interés de obra (13% el monto total aproximado, período de 24 meses) UR 279 (al 7% anual)

Saldo inicial UR 2.425Interés al 5% anual a 25 años UR 1.829 (75,42 %)Cuota a pagar mensual UR 14,18 $ 9.253Interés al 2% anual a 25 años UR 658 (27,15%)Cuota a pagar mensual UR 10,28 $ 6.708

Diferencia de la cuota un 37,95% más

Vivienda de 3 dormitorios

entre las 3 Federaciones, es que ese impacto positivo que hubiera tenido un incremento menor de la UR, deja de serlo por el aumento de la tasa de interés. Repito, en diez años la UR se hubiera ajustado un 25% menos, pero de un día para el otro la cuota hipotecaria se incrementó un 38% al modificar la tasa de interés. Nos mataban igual, por decirlo de alguna manera. Y es extraño que el sistema o gente idónea en estos estudios, no lo tomaran en cuenta a la hora de aceptar sin muchas objeciones la reglamentación a cambio de subsidios más coherentes a las familias. Seguramente es justo, para quienes puedan pagar, que lo hagan a sabiendas que pagarán mucho más que el valor de la vivienda. Y a eso se le llama solidaridad o distribución más equitativa. La verdad, no puedo entenderlo.

El sistema cooperativo se comió, que detrás de la buena voluntad mostrada por las autoridades en el tema subsidio, nos estaban perjudicando con la tasa de interés. Antes, para pagar 8.14 UR tenía que ganar $ 26 800 sin necesidad de subsidio. Ahora, para pagar los 11.23 UR de hoy necesita ganar $ 36 000. La pregunta que surge de todo esto es ¿Por qué no se mantiene la tasa al 2 % la cual evita subsidios sobre precios de cuotas inflados, altos? No tiene sentido todo ese andamiaje financiero para terminar sosteniendo que la gente mantiene su vivienda gracias a subsidios. El 2 % reintegra ganancias por encima del préstamo ya que se presta en una moneda de ajuste constante como es la UR.

Vayamos a otro número que impacta. Hablemos en dólares para ser más explicativos. Sabemos que no deberíamos compararlo, o no es correcto hacerlo por diversos motivos, pero es bueno para tener una idea de los costos que hablamos en términos reales. Todo el mundo, incluso el propio Ministerio, habla de dólares cuando define políticas habitacionales. Bien, el otro día me llaman por teléfono y me dicen: “¿Sabes cuánto cuesta un departamento al lado del Word Trade Center?”...a lo que respondo que no, que no sé. “¡150.000 dólares, lo mismo que las cooperativas!” me grita.

Si nosotros sumamos todo, hablo del préstamo social hoy, nos da que se pagan 107.235 dólares. Eso sí, tengan salud y trabajo durante 25 años. Congelen la realidad. Ese es el número hoy. Ahora de malo nomás, digo, si fuera al 2 % el número es de 77. 728 dólares. El promedio es un poco más porque estamos calculando sobre dos dormitorios y no sobre tres. Las planillas que estoy mostrando son claras al respecto. No dejan lugar a dudas. Es una locura que con todo el esfuerzo, el trabajo enorme que lleva levantar la vivienda cooperativa, el trabajo, el sacrificio, es un disparate. ¡Pagamos dos veces la vivienda con estas pautas, en moneda que se incrementa más que nuestros salarios!

Acá tenemos que discutir con el tiempo que no es con estas tasas de interés, ni con un cálculo de la UR como está ahora, que solucionamos el problema del pago de la vivienda. Sólo en los discursos hacen realidad. Estoy seguro que ni los jerarcas se lo creen. Son todos discursos que antes utilizaron otros. Para ser más preciso con todos los números que di, que quedan a disposición en las planillas presentadas, todas las cooperativas que están acá, que integran COVIPRO-CH, las invitadas de los distintos departamentos, si nos quisieran cobrar sin tasa de interés alguna, por los valores que nos informan hoy, nos están estafando de una punta a la otra. Hablo de las deudas de las que componen el Fideicomiso 1 y otras también. Eso es lo que tenemos que discutir con el Estado.

Así que, compañeros, aquí están los números que muestran la realidad que tenemos instalada hoy en cada cooperativa que comienza los pagos.

Gracias

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Mesa IIICooperativas:

1° de Diciembre - Covidef II - Ansina I - Zapican

Espacio abierto cooperativo

Nuestra cooperativa arranca con problemas de sobreprecios

desde el pique nomás. Una deuda que anda hoy en 4000 y pico de UR de saldo, por cada unidad. La cooperativa se terminó con el esfuerzo de los cooperativistas, la caminería, el salón comunal, porque nos la entregaron a medio hacer. Se pagaron por cosas que no se hicieron. Los vicios de construcción, por ejemplo, se ven en los techados de fibrocemento que están mal puestos y que se están rajando. Nos salva una planchita que pusimos, la que frena un poco las filtraciones.

El instituto hacía avances de obra que el Banco Hipotecario pagaba y que en la realidad no estaban hechos. Después vino la quiebra del Instituto y nos dejó una mochila con 55 juicios laborales. Con el BPS estamos enterrados, un desastre total. Todo por culpa del IAT. Terminar la cooperativa para todos nosotros constituyó un esfuerzo enorme, un sacrificio gigante, y todavía sigamos con problemas, es tremendo.

La ANV ahora saca a la calle viviendas con un ahorro de un 10 %, que tienen porteros eléctricos, cercos perimetrales, portones, con una cuota menor que la nuestra. Nosotros tenemos miles de trámites que hacer, certificados, balances, etc. Mientras que del otro lado entran así nomás, encima con cuotas más bajas que las nuestras. Nosotros metemos como unos burros para tener la vivienda, le echamos el lomo y resulta que del otro lado la cosa es más fácil, le dan todas las ventajas.

Nosotros decidimos meter las cuotas en cuentas paralelas, al igual que muchas cooperativas de la Federación, porque entendemos que los saldos son un disparate. Encima con todo lo que están haciendo,

tanto el Ministerio como la Agencia, las propuestas de vivienda que lanzan, más bronca genera en los cooperativistas. Los colgamentos suman años y deuda transformándose en un disparate financiero. Hace 15 meses que estamos esperando una respuesta. Lo único que nos llegó fue una carta del Ministerio, en la que nos notifica que no cumplimos con el pago y que por ello perdimos el subsidio. Eso sí, si llevamos la plata, vuelven los subsidios. Es de locos. El 100 por ciento de la cooperativa tiene sus cuotas depositadas en la cuenta. A su vez al BPS le estamos achicando la deuda, sabiendo que fuimos perjudicados por unos ladrones. ¡Mire que somos buenos los cooperativistas!

No voy a explayarme más porque en la exposición de otras cooperativas, que contaron los compañeros, los problemas parecen calcados, todos tenemos una situación similar. Por eso quiero decir que no es que no queramos pagar, no, queremos pagar pero lo justo. Que reconozcan de una vez por todas que a los cooperativistas los perjudicaron los IAT, el Banco Hipotecario, que sinceren el valor como hicieron con la otra parte de la cartera social.

Gracias a todos

No estoy muy acostumbrada a hablar en público, más allá

de que soy maestra y que tengo habitualmente 30 espectadores delante de mí todos los días. Suscribo en su totalidad lo que acaba de decir el compañero cuando se refiere a

los saldos, a la indiferencia de los organismos públicos. Tenemos, en Florida, la sucursal del BHU a la vuelta y cada vez que vamos nos dicen cosas distintas, estamos hartos de eso. La cooperativa lleva 18 años desde su inauguración y hemos pagado como pudimos. Hoy lo estamos haciendo en nuestra cuenta, siguiendo el reclamo de que se estudien los saldos iniciales. Pensamos que allí arranca el problema. Sentimos que la Federación nos permitió tener una voz en Montevideo, que es donde en definitiva se resuelve todo, porque en el interior existe un abuso importante de poder por parte de los funcionarios.

El otro día una familia de la cooperativa, de edad avanzada, fue hasta allí (BHU) a pedir los saldos porque querían traspasar los derechos cooperativos, por problemas de salud. Allí le dijeron que la deuda a hoy es de 70.000 dólares. Cuando entramos, hace más de 15 años, la información que nos brindaba un tal Julián Pereira, muy mencionado aquí, era que esas casas salían a lo sumo 25 000 dólares. Este buen señor firmaba y sacaba plata del Banco para hacernos casas de lujo, por el importe del que hablamos, mientras que la realidad mostraba que las casas se hicieron con cualquier cosa. Que algunas no se hicieron siquiera. Pero la plata salió, dice el Banco, para pagar la construcción; la realidad indica que nunca llegó a la Cooperativa.

Yo me pregunto qué señal es ésta para las nuevas generaciones, cuando le decimos que el sistema (cooperativismo) es bueno, que es una posibilidad real de obtener una vivienda digna, si llevamos casi 20 años y las propuestas de solución son a 30 años más. No alcanza la vida, esa es la verdad, para terminar de pagar. ¿Eso es impulsar el sistema cooperativo? Mis hijos me dicen, para qué entrar o formar una cooperativa si al final todo es un esfuerzo gigantesco que no termina nunca. Muy mala señal para toda esa gente joven y no tanto, que necesita un techo.

Sigo creyendo que la unión es un elemento importante para la Federación, en realidad para todos,

porque sólo así alcanzaremos una solución final al problema. No me quiero ir sin antes mencionar otro elemento que olvidaba. El terreno de nuestra Cooperativa invade otro que es privado. Nos pasamos, en realidad fue el instituto de Julián Pereira, 3 metros adentro de ese otro terreno. Yo pregunto ¿el agrimensor no se dio cuenta? ¿Nadie se percato de eso? Un problema que se nos suma a los otros.

Lo que quieren es cobrarnos por 30, 50 años de una gestión desastrosa que llevó adelante el BHU. Esa es la verdad. Lo que otros se llevaron nos lo quieren cobrar a nosotros. Me los imagino diciendo: “vamos a cobrarles a estos señores la plata que se fue de acá”. Es la sensación que tenemos todos en la Cooperativa.

Gracias

Nosotros representamos a Ansina I. A modo de presentación tengo

que decir que la cooperativa nace haciendo mención a una calle. Me refiero a Ansina, más precisamente entre Isla de Flores y San Salvador. Allí se juntaron varias familias para formar la Cooperativa. Ésta funcionó en base a una comparsa lubola hasta el año 87, después ese grupo social se desintegra, y luego se vuelve a levantar pero esta vez con la sede en el cruce de 18 de Julio con Arenal Grande. Se vuelve a integrar de alguna manera el 30 noviembre de 1993.

Por aquel entonces el BHU compra un terreno en Isidoro de María esq. Marmarajá, cerca del Palacio Legislativo, en donde se construirán nuestras casas. Un total de 5 torres que suman en total 150 apartamentos. En abril del 97 nos entregan las unidades. Allí empezamos ya, desde el arranque, a notar problemas de construcción serios. Rajaduras y

Rosana Flores

Cooperativa Covidef II

Luis, Mari, HumbertoCooperativa Ansina I

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Agosto 2013 EL TECHO / Organo oficial de COVIPRO -CH 16

Espacio abierto cooperativo

humedades enormes en las paredes, pisos levantados, ventanas que no cerraban, etc.

Una breve reseña más. El Instituto de Asistencia Técnica, que trabajó desde dentro del BHU, lo que hizo fue tomar una personería jurídica, aquella que estaba muerta antes del 93, para levantarla y usarla como pretexto para construir. Un año antes de habitar nos informan, por parte del IAT, que el préstamo no alcanza y que para poder terminar era imprescindible que cada cooperativista aporte unos 1000 dólares. O sea, faltaban 150 000 dólares para terminar, según ellos. Fuimos entonces al BHU a pedir datos para ver de qué se trataba esto y nadie nos sabía explicar nada, cosa que era común en aquel entonces. Allí solicitamos el padrón social para poder juntarnos, teníamos que conseguir la plata. Esta fue la última vez que entramos a la sede social de 18 de Julio. Desapareció el ingeniero Santín, asesor del Instituto y la Secretaria de la cooperativa, Rosa Imberg. Salimos a juntar a todos boca a boca. Cuando juntamos 80 fuimos a reunirnos con Santín y éste nos echó. Nosotros no teníamos nada, éramos una cooperativa por un hecho casual digamos. Después de idas y venidas terminamos, Auditoría Interna de la Nación mediante, consiguiendo las actas de asambleas. Todo aquello era trucho, gente que nadie conocía. Desde 1997 hasta el 2003 nos intervienen la cooperativa, primero un contador, que luego se va, después un abogado que no puede llegar a los libros, etc. No tenemos balances y por tanto no sabemos en qué se gastó la plata.

En lo arquitectónico terminamos contratando un arquitecto para que nos analice los vicios de construcción. Por ejemplo, Facerplast que fue quien hizo las ventanas, cuando fuimos a reclamar por las que estaban colocadas, nos dijo textualmente:

“no vengan a reclamar nada, porque en su momento, ustedes nos pidieron que les hagamos las ventanas con los peores materiales, los más baratos posibles”. Ese peritaje técnico nos llevó a un juicio contra el BHU, que duró 12 años, el cual finalmente perdimos. Nuestro desconocimiento en la materia era enorme.

Como anécdota les cuento que cuando fueron llamados los asistentes del Banco, en el juicio, le preguntaron cuál era la función que cumplían y decían: “nuestra función era pasar con el auto, mirar desde la ventanilla si estaba hecho el tercer piso y firmábamos la planilla”. Así pagaba el Banco los avances de obra. En primera instancia el Juzgado determina que el Banco es el responsable y en segunda instancia el Tribunal de Apelaciones da vuelta la decisión. La Suprema Corte de Justicia falla finalmente en contra de la cooperativa. Lamentablemente por aquellos tiempos no teníamos conocimiento de la existencia de COVIPRO-CH, sino seguramente no nos hubiéramos embarcado en un juicio.

Cuando nos entregaron las llaves de nuestras casas, en el salón comunal de la cooperativa, había 4 patrulleros en la puerta. Policías armados dentro de las instalaciones, porque les había llegado la información que podía haber algún problema porque a la gente le habían dicho que la cuota a pagar era de 17 UR y que en ese momento pasaban a ser de 33 UR.

A partir de estar federados pudimos de alguna manera regularizar la situación. Comenzamos con un acuerdo de pago que estamos cumpliendo a raja tabla. Ellos siempre dudaron, el Ministerio, el Banco antes, de que nosotros no queríamos pagar y en realidad queríamos pagar pero lo justo. Sabíamos y sabemos, que fuimos estafados. Ahora estamos en el medio de una negociación que

pensamos será favorable.

Antes de terminar contarles algo respecto de los saldos iniciales. Una unidad de tres dormitorios costó 5200 UR, de dos dormitorios 4100 UR y la de un dormitorio, 3000 UR. Las cuotas resultantes estaban rondando los $ 15 000. Hace un año y medio que logramos pagar una cuota más razonable mediante un acuerdo, previo a movilizaciones, alcanzado por COVIPRO-CH. El saldo que tenemos al día de hoy, verificados los colgamentos, ronda las 9000 UR. Digamos que unos 300.000 dólares.

Una cosa que debo decir, que me consta por mi actividad profesional, es que muchos Conjuntos Habitacionales fueron favorecidos con quitas de más de 1500 UR. Esto ocurrió tanto en Montevideo como en el Interior. Yo pregunté por qué no sucede lo mismo con las cooperativas de propietarios y me respondieron: “porque son de propietarios”. Así de sencillo.

Gracias a todos por la atención.

Estamos ubicados en la Cruz de Carrasco, Bolivia y Camino

Carrasco, tenemos ya 12 años. Se creó con el esfuerzo de los socios fundadores que juntaban dinero hasta de la venta de cartones. Un esfuerzo importantísimo por parte de todos los cooperativistas.

Hoy día el problema fundamental es el saldo inicial. Somos 50 casas con un promedio de 3500 UR por vivienda al día de hoy. Entendemos que no es éste su valor. No podemos seguir pagando por un precio cómo ese. ¿Casi 4.000.000 de dólares costó la cooperativa? ¡Estamos todos locos! Que alguien nos demuestre que eso es así. De allí que adherimos a la propuesta de COVIPRO-CH y por ello estamos depositando las cuotas en la cuenta de la Cooperativa. Al día de hoy tenemos más de $ 3 500 000, a disposición, para cuando lleguemos a un acuerdo serio entre las partes. No entendemos cómo puede pasar tanto tiempo sin que se nos dé una respuesta concreta, por parte de los organismos de vivienda, a ninguno de los planteos que hemos hecho.

Eso sí, reconocemos que tienen un desconocimiento muy grande de lo que es el sistema, se nota en la atención al público que tienen algunos funcionarios, tanto en la Agencia como en el Ministerio, porque siempre están poniendo trabas de todo tipo. Llevar adelante una buena gestión de la cooperativa lleva tiempo y el Estado transforma esos tiempos en una eternidad. Complican la gestión en vez de facilitarla.

La organización interna de la Cooperativa es buena ya que la totalidad de sus integrantes participa de las asambleas y todos están de acuerdo con las medidas que estamos tomando como Federación.Gracias por la atención

Marisa, Sandra y ArielCooperativa Zapican

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Deudas al día de hoy, años de pagos y montos finales.

por Washington Cabrera

Espacio abierto cooperativo

Hace un rato, cuando se hablaba de los préstamos a las nuevas cooperativas y de lo que

significaba el impacto provocado por el cambio en la tasa de interés, del 2 al 5 %, de los aumentos de la Unidad Reajustable, etc., todos ponían cara de asombro, de desconcierto, pero ahora, les aseguro que la conmoción será mayor. Así que retiren a los niños, impresionables abstenerse, y el resto ajusten sus cinturones porque la sacudida será violenta.

Cuándo hablamos de deuda, son varios los elementos que tenemos que considerar. Los saldos iniciales, la tasa de interés, el valor de la Unidad Reajustable, las entregas a cuenta, los subsidios al interés, los subsidios a la permanencia y las partidas exigibles. Estas últimas son los viejos colgamentos 3 y 4. El 3 son los servicios impagos en sí, y el 4 el interés generado por estos hasta el momento de comenzar su pago.

Por otra parte tenemos que diferenciar saldo inicial de préstamo. El saldo inicial incluye el préstamo y los intereses de obra. Estos son aquellos generados sobre las partidas que se reciben a lo largo de la obra, que hacen que la deuda se incremente entre un 10 a 13%.

Asimismo hay que diferenciar préstamo de valor total de la vivienda. Este último implica el 15% de ayuda mutua o ahorro previo según el caso.

Trabajaremos sobre un ejemplo de un saldo inicial de 3.500 unidades reajustables. El plazo de pago será de 360 cuotas, es decir 30 años, con una tasa de interés del 7%. Como ven no se trata de un caso disparatado ni tan extremo para la realidad de muchas cooperativas. En este caso, la cuota resultante es de UR 23,29.

Tomaremos como referencias una UR a 652,52 pesos y un dólar a 20,50 pesos.

La primera conclusión, es que a valores de hoy día, el saldo inicial treparía a los U$ 111.400. Entretanto

el valor de la cuota ascendería a $U 15.200.

El caso que estamos tomando a modo de ejemplo, realizó el primer pago en febrero del 2000. Hasta febrero del 2002 pagó al día la cuota resultante. Esto llevó a que con la bonificación del 1,5% de buen pagador la cuota fuera UR 19,87, en pesos 12.967. A partir de marzo de 2002 comenzó a realizar entregas a cuenta por el 50% del valor de la cuota, es decir por UR 10, 6.525 pesos. Se trató sin lugar a dudas de un caso atípico, ya que mantuvo siempre el pago en el 50%.

Ahora, cuál era la situación de ese deudor luego de pagar en fecha durante dos años la cuota resultante. Su saldo, luego de este tiempo, a pesar de realizar pagos por UR 477, sólo bajo UR 93. Si pasamos a dólares la situación, vemos que pagó 15.183 y descontó solamente 2.960. La pregunta es dónde están los otros 12.223. La respuesta es interés.

Este cooperativista continuó mes a mes con las entregas a cuenta mensuales hasta febrero del 2009. En marzo firmó el convenio 2008. Hasta ese momento realizó 84 entregas a cuenta de UR 10, en total UR 840.

La cuota resultante en ese momento se ajustó a UR 10,52, en pesos 6.865. Cómo ven lo mismo que entregaba mensualmente a cuenta. El saldo en ese momento se elevaba a UR 3.065, sumando además una partida exigible de UR 1.116.

Bien, cuál era la situación entonces luego de 9 años ininterrumpidos de pago. En total habría pagado UR 1.317, sumando cuotas y entregas a cuenta. Por su parte la deuda, entre saldo y partida exigible, ascendería a UR 4.181, es decir UR 681 más que cuándo comenzó a pagar nueve años atrás. Si pasamos estas cifras a dólares, veremos que pagó en total 42.000, sin embargo, la deuda creció de 111.400 a 133.000. Es decir, a pesar de realizar pagos por un total de 42.000, la deuda creció 21.700.

Hoy, junio del 2013, su cuota es de UR 11,85, en pesos 7.732. Este aumento en el valor de la cuota con relación a la de marzo del 2009 es por efecto de la aplicación del subsidio al interés, lo que lleva a que gradualmente el cooperativista termine por pagar a la tasa de interés contractual, sólo aplicándosele la rebaja por buen pagador. Como vemos, estos últimos cuatro años pagó UR 580. Estas, sumadas a las UR 1.317 dan como resultado UR 1.897 por concepto de pagos realizados en 13 años. Entretanto, la deuda, tomando saldo y partida exigible, suma UR 3.962. Continúa por encima del saldo inicial en UR 462. En dólares hoy debe 126.000. Con relación al saldo inicial de 111.400 la deuda creció casi 15.000, todo esto a pesar de haber realizado pagos por un total de 60.400.

Finalmente, en enero del 2030, de cara a los preparativos del mundial de fútbol nuevamente en Uruguay luego de 100 años, llegará a la cuota 360. Pensemos en alguien que ingresó con veintitantos años a la cooperativa, y que a los treinta comenzó a pagar la vivienda. Con sesenta años estará pagando su última cuota por un valor de UR 23,29, 15.200 pesos al día de hoy. En total habrá pagado UR 5.176, unos 165.000 dólares. Pero aún no terminó, quedan las partidas exigibles, UR 1.696, unos 54.000 dólares. Solamente un tironcito más de 6 años, pagando cada mes UR 23,29.

Y al fin, 36 años más tarde de aquel febrero del 2000, con 66 años y 433 pagos ininterrumpidos encima, sí, sin fallar un solo mes, termina de pagar. Saca cuentas y corrobora que de aquellas UR 3.500, 111.400 dólares, terminó pagando UR 6.872, 219.000 dólares. Y por supuesto, tomando aquel 15% de trabajo a través de la ayuda mutua o el ahorro previo, en total su vivienda sumará UR 7.434, 237.000 dólares.

Para cerrar, y como conclusión, sin lugar a dudas que de todos aquellos elementos que nombramos al comienzo, los saldos iniciales, muchas veces desmedidos, son la base de una ingeniería financiera despiadada que culmina con cifras de

carácter novelesco. Ninguna política sobre los otros elementos serán válidas hasta tanto no se revisen los saldos iniciales.Gracias.

Saldo Inicial ≠ Préstamo(Intereses de obra)

Préstamo ≠ Valor Total Vivienda(15% A.M. o A.P.)

Ejemplo:

Saldo Inicial: UR 3.500(U$ 111.400 )Plazo de pago: 360 cuotas (30 años)

Tasa de Interés: 7%Cuota: UR 23,29 ($U 15.200)

Referencias de moneda:1 UR = $U 652,521 U$ = $U 20,50

Primer pago: 02/2000 TI: 5,5%Cuota: UR 19,87 ($U 12.967)Primer EAC: 03/2002UR 10 ($U 6.525)

Situación a la fecha:Saldo: UR 3.407 Descontó de deuda: UR 93 Pagó: UR 477 Diferencia: UR 384U$ 2.960 U$ 15.183 U$ 12.223

Hasta 02/2009 84 cuotas EAC UR 840

Firma Convenio (03/2009)Cuota: UR 10,52 ($U 6.865)Saldo: UR 3.065Colgamento 3: UR 1.116

Situación a la fecha (9 años de pago):Pagó: UR 477 (cuota) + UR 840 (EAC) = UR 1.317Debe: UR 3.065 (saldo) + UR 1.116 (C 3) = UR 4.181 (UR 681 >SI)SI: U$ 111.400 Pagó: U$ 42.000 Deuda creció U$ 21.700 Debe: U$ 133.000 Situación hoy (06/2013)Cuota: UR 11.85 ($U 7.732)Pagó (4 años): UR 580

Pagó (13 años): UR 1.317 (cuota + EAC) + UR 580 (cuota) = UR 1.897Debe: UR 2.745 (saldo) + UR 1.116 (C 3) + UR 101 (C 4) = UR 3.962 (UR 462>SI)SI: U$ 111.400 Pagó: U$ 60.400 Deuda creció U$ 14.700 Debe: U$ 126.000

Fin del proceso amortizante (30 años de pago - 01/2030)Cuota: UR 23,29 ($U 15.200)Pagó: UR 1.897 (12 años) + UR 3.279 (18 años) = UR 5.176 (U$ 165.000)Debe: UR 1.116 (C 3) + UR 580 (C4) = UR 1.696 (U$ 54.000)Pago: 1.696/23,29 = 73 meses = 6 años - Cuo-ta de UR 23,29 ($U 15.200

36 años más tarde de aquel 02/2000:

SI: UR 3.500 (U$ 111.400) Pagó: UR 6.872(U$ 219.000)Valor Total: Pago: UR 6.872 (U$ 219.000) + 15%: UR 562 (U$ 18.000) = UR 7.434 (U$ 237.000)

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Somos una de las cinco cooperativas que se formaron

en el departamento de Colonia para los ex trabajadores de Sudamtex. Nosotros cumplimos con el pago del 15 % de ahorro previo. En el año 82 fue su inauguración y hoy estamos como el resto del sistema, sufriendo el acoso de una deuda impagable. Desde aquel año hasta el 2008 pagamos religiosamente. 27 años pagando sin atrasarnos nunca porque teníamos la ilusión que en ese año, el 2008, sería el que nos daría la vivienda por paga en su totalidad. Pensábamos que nos dirían lo mismo que a las otras cuatro cooperativas, que tenían dos años más de colgamentos y terminaban. Pero resulta que a nosotros nos tocó otra cosa, parece que nos vieron cara de giles. Nos dijeron que la deuda de colgamentos ascendía a la suma de U$ 1.500.000 más. O sea que teníamos que volver a pagar por la vivienda. Esa fue la noticia para nosotros.

En ese momento fue que decidimos integrarnos a COVIPRO-CH. Ya con el BHU, que era en aquel momento quién se encargaba de todo esto, era imposible tratar ningún tema. A partir de allí comenzamos a sumarnos a la lucha de la Federación exigiendo el estudio de nuestra situación con los colgamentos, pidiendo la exoneración de la contribución inmobiliaria y del tributo de primaria. Nosotros pagábamos todo entonces, parecíamos los

Mesa VICooperativas:

Amistad - El Libertador - Lagomar II hijos de la pavota.

Ahora nos están imponiendo que paguemos colgamentos. Nos informaron que debemos más de U$ 100.000 por cada cooperativista, seguramente lo hacen porque éramos los “Paganini” del sistema. Les contamos una anécdota, en un momento con el Banco hicimos un arreglo de pago que duraría 15 años, pero cuando llegamos al final, en la última cuota, nos informan que hay que sumar 60 cuotas más porque habían calculado mal. ¿Qué tal? Ellos se equivocan y nosotros pagamos los errores. Nuestro saldo ahora es 0. Pero…pero…después aparecen los famosos colgamentos y ahí nos vuelven a cagar. Lo que dijo Washington respecto de los 60 años es así, tal cual, es la edad que tengo yo. Así que ya veo lo que me espera si no cambiamos esto. La única forma posible de cambiar es uniéndonos todos, como estamos ahora, sino, con esta gente, marchamos al espiedo.

Gracias a todos por la atención

Estamos ubicados en el barrio de la Aguada, en San Martín

y Martín García, y arrancamos como cooperativa en el 88. Empezamos poniendo carteles en los árboles llamando a integrarla. No reuníamos en la asociación de tabacaleros o en el Club Tabaré, que nos prestaban sus locales. El

grupo asesor estaba constituido por una arquitecta, una escribana y otra persona más que se hacía cargo de juntar a la gente para llenar los cupos. Ellos fueron quienes compraron el terreno, hasta que finalmente nos dan el préstamo; estábamos en el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti.

La escribana que estaba y que integraba el Instituto quería que todos novaran sus unidades porque al hacer esto ella cobraba sus honorarios. Era su negocio. De allí que hoy tengamos a la cooperativa partida, porque la mitad novó, algunos cooperativistas tenían la plata para hacerlo, pero la otra mitad no. Por suerte la nueva ley prohíbe esto. Se da una situación que genera muchísimos problemas internos. Un ejemplo de ello es lo que ocurre cuando hay que hacer los balances financieros, los novados dicen, “yo estoy novado así que eso no lo tengo que pagar”, y otras cosas por el estilo. Tenemos como dos sistemas viviendo dentro de un mismo edificio.

En el 2002 hicimos una asamblea que determinó la integración a COVIPRO-CH. Algunos decían que era una organización creada para no pagar, que la Federación los juntaba para eso y otros sosteníamos que estaba bien porque en la plataforma se hablaba de la rebaja de la tasa de interés, de subsidios, de reestructura de deudas. Realizamos entonces una asamblea en donde, por mayoría, decidimos integramos la Federación. Cuando se hicieron las cesaciones de pago nos sumamos depositando las cuotas en cuentas paralelas, pero los novados, por ejemplo, firmaban en la agencia sin permiso del Consejo Directivo. Tenemos esas contradicciones complejas dentro de la cooperativa.

Nosotros entendemos que la retasación de la vivienda es

imprescindible, sean novados o no, porque los saldos están por las nubes. Si no se realiza esto difícilmente podamos acercarnos a una solución real.

Gracias

El inicio de nuestra cooperativa es más o menor similar a

todas las que aquí hablaron. En el año 93 se reúne un grupo de personas para la formaron a instancias de un señor, que fue nombrado muchas veces acá, llamado Julián Pereira. Tuvimos que atravesar muchísimos obstáculos para poder llegar a habitar las viviendas. Entramos con roturas en los techos, rajaduras, humedades, yo vivo en una punta del edificio y es allí donde más se notan los vicios constructivos. En la cumbrera tenemos problemas, a pesar de que ya intentamos repararlo, pero el último temporal lo terminó de arruinar. Los pisos estaban levantados, en mi caso tuve que hacer prácticamente de nuevo el de un dormitorio y en otras casas lo tuvieron que hacer en los tres dormitorios. Eso salió del bolsillo de cada familia. Con el tiempo se fueron rompiendo los pisos que parecían bien colocados. La grifería que nos dijeron que iban a poner no son los que están en la cooperativa. Brillan por su ausencia. No tenemos cortafuego, por ejemplo, y por ese motivo no podemos contratar seguro. Si se prende fuego una unidad termina incendiándose las demás en fila.

Comenzamos en su momento a pagar la mitad de cuota luego de hacer movilizaciones, denuncias, Espacio abierto cooperativo

Dario y AldoCooperativa Amistad - Colonia

GuzmánCooperativa El libertador

CristinaCooperativa Lagomar II - Canelones

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cesaciones de pago, etc. En un momento de negociaciones con el BHU había que presentar la carpeta de cada cooperativa para ser estudiada y fue nuestra cooperativa una de las primeras en presentar toda la documentación. Nuestra cooperativa siempre fue muy ordenada gracias a que los Consejos Directivos actuaron como corresponde. Eso nos permitió tener las cosas más o menos prolijas.

En abril del 2012 nos reunimos en la Comisión de estudio. Allí estaba Lagomar II, COVIPRO-CH, la ANV y el Ministerio, para encontrar la solución final al problema. El acuerdo del 2008 establecía que se debían estudiar los saldos. Pensamos que allí se arreglaría todo, pero no fue así. En un momento empezamos a mostrar los recibos y con éstos en la mesa, Sergio dijo, con toda la comisión reunida: “acá hay un desfasaje en los saldos”. “Ya está calculada la cuota” dijo uno de los asesores de la ANV. Nos aclaró que apenas tuviéramos el registro, en Mayo, podríamos empezar a pagar los $ 4.448. Allí había, ya lo habíamos estudiado, unas 500 y pico de UR que nadie sabía porque se cargaban al saldo. Se reconoce entonces que sí, que realmente hay un desfasaje, que hay un número que no tiene lógica. A partir de ahí quedaron en que eso se volvía a estudiar porque no podían determinar de donde salían esas unidades reajustables. No tenían en ese momento una respuesta para dar.

Llegamos a este encuentro sin tener noticia alguna. Ese saldo inicial, pasados ya casi dos años, sigue siendo una incógnita. Mientras las nuevas cooperativas arrancan con un número de saldo de 1.700 UR nosotros tenemos hoy, pasado todo este tiempo desde que se construyó, 3. 800 UR para pagar todavía o más. No lo sabemos. Los números son una incógnita parece. Es lamentable que ellos estén hablando de vivienda social con ese número. En esas casas vivimos trabajadores, jubilados, no somos gente de plata. Nos radicamos en Lagomar norte, sin saneamiento, con calles hechas pedazos, con un alumbrado público que se inauguró hace menos de un mes y que para ello vino el Intendente del departamento, el Sr. Carambula. Eso sí, esas cuadras de alumbrado fueron pisoneadas

por la intendencia para dejarlas parejitas, para que la televisión mostrara lo lindo de aquello. Realmente vergonzoso.

Lo que nos quieren cobrar por la vivienda es un robo. Esa es la verdad. En mi caso, que tenemos más de 60 años, vemos que la proyección que hacen de pago, hablando de los saldos de ahora, determina que nos muéramos antes de ver finalizado el préstamo. Y esto es una realidad que tiene la mayoría de la población del Uruguay. Mis hijos ya no quieren venir a vivir a mi casa porque ésta queda muy lejos del trabajo y si encima tienen que seguir pagando durante 30 años de sus vidas…ni locos.

El sistema de cooperativas de viviendas de propietarios es como una isla dentro de la vivienda social, porque todo lo demás fue retasado. Muchos conjuntos habitacionales fueron beneficiados por eso. COVIPRO-CH luchó muchos años para que eso fuera así. ¿Por qué para unos sí y para otros no? Eso está muy lejos de ser justo. Además, lo quiero decir, la plata que invirtieron era de los uruguayos, era plata nuestra, de todos.

Yo no digo que esto fue un fraude ni una estafa; no, esto fue un robo con mayúscula. Julián Pereira y sus amigos trabajaron con total impunidad, nadie los controló, el BHU nunca apareció a ver si lo que estaban haciendo era lo correcto. El Banco fue cómplice del accionar de él. Por eso es que exigimos una quita del saldo inicial porque ahí arranca la joda y por supuesto que reconozcan todo lo que hemos pagado. Solo así alcanzaremos una solución definitiva.Gracias a todos por la atención.

Cristina (Lagomar II) lo decía antes, somos el único

sistema de vivienda social que no ha sido reestructurado ni por el Ministerio, ni por la Agencia, ni por nadie. Todos los demás lo fueron, los conjuntos habitacionales, las sociedades civiles, incluso alguna cartera del BHU. Qué ironía ¿no? La cartera “comercial” tuvo esas medidas pero nuestro sistema no. Pero por alguna circunstancia de la vida quedamos fuera de todo eso, acá hay que pagar si o si. Me olvidaba de las cooperativas de usuarios que también lograron una reestructuración respecto de los colgamentos y otras yerbas.

Parece que las cooperativas de viviendas de propietarios, esas casi 5000 familias que la componemos, no tienen ningún derecho a reclamar por lo que entendemos un robo, una estafa, porque hay alguien o algo, que determina que somos los ricos del sistema. En definitiva estamos cargando la mochila de que fuimos financiados por el BHU, porque ellos obvian, no dicen, que hasta las cooperativas de usuarios pasaban a propietarios porque el préstamo, en aquellas épocas, podía demorar hasta 15 años en salir. Es una pena que ésta discusión, de que somos los ricos del sistema, no la den de manera frontal.

Yo voy a hacer una pregunta, para todos los que están presentes hoy acá y para la Federación en su conjunto, ¿Estamos dispuestos a pagar U$D 180.000 por nuestra vivienda, en los años que nos quedan? Pero también la puedo hacer para enfrente, quiero decir, para las autoridades, porque ellos saben que con estos números el sistema está condenado a no poder pagar. O de pagar sí, pero de manera muy descontinuada, porque las cuotas resultantes no se sostienen en el tiempo. La directiva de COVIPRO-CH ha intentado, desde siempre, mantener un diálogo abierto con quienes tienen que ver en la materia. Pero la verdad es que desde hace casi un año no tenemos noticia alguna, ninguna

señal que muestre que esto tiene algún tipo de solución. Muchos compañeros han repetido una misma cosa durante el transcurso del Encuentro, nadie quiere que nos regalen las casas, queremos pagar por lo que en realidad valen. Porque pagar lo justo no significa que nos tapen a subsidios, pareciera que todo se arregla con eso, tapan el problema de fondo, lo tiran para adelante. Ocultan el valor de la vivienda, intentando con ello no discutir lo esencial. Pueden subsidiar a cualquiera de ustedes durante 15 años porque no pueden pagar la cuota resultante, pero el valor de la vivienda sigue siendo el mismo.

En base a esto quiero mostrar algunos números. Tomé un saldo de 2 cooperativas que tienen firmado el acuerdo 2008. No hay multas, ni recargos, ni nada. Tomé los saldos a hoy y proyecté cuantas viviendas se pueden construir con ello. Concluí que, en definitiva, estamos pagando tres veces su valor. Los tecnócratas determinaron que esto debía de ser así, entonces el problema lo tienen las autoridades que lo validan. Tan simple como eso. Lo que voy a pasar a mostrar es una cuenta de boliche, muy básica, porque en definitiva se trata de que todos lo podamos entender, es decir, tomamos los saldos que figuran en los recibos de una cooperativa (no proyecté el interés subsidiado al 7%) al cual le sumamos el colgamento, ahí sí proyectado, con el interés del 2 % , y vimos cuanto da.

Ejemplo I – Una cooperativa integrada por 18 viviendas, 9 unidades de dos dormitorios y 9 de tres dormitorios. El saldo a pagar que tiene hoy, aclaro que pago durante 13 años (cuota entera, entregas a cuenta), es de 51.476 unidades reajustables. Traducido en dólares, asciende a U$D 1:624.628. El promedio de deuda por unidad es de UR 2.859 equivalente, más o menos a U$D 91.027. Quiero aclarar además que esta cooperativa no es de las que tienen saldos de otro planeta, que las tenemos y son unas cuantas, sino de las que

Deudas al día de hoy y construccióndentro del sistema cooperativo

Sergio Requel

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tienen menos. Ahora les cuento los colgamentos, esto si está proyectado hasta el final, durante 19 años y nos da 21.681 UR, pero faltan los intereses, el 2 % que dijimos, el cual arroja la friolera de 5.151 UR más. Para hablar en dólares, no solamente debe U$D 1:624.628, sino que tiene de colgamentos U$D 690.106 más un interés de U$D 163. 956.

El resultado total, promedio, de colgamento es de UR 26.832 los que totalizan U$D 854.062. ¡Casi U$D 1.000.000 por 18 viviendas de colgamento! Es decir, el promedio por unidad nos da 1.491 UR. Lo que decíamos más atrás, a aquellos U$D 91.027 tenemos que agregarle U$D 47. 500.

Sumando todo, allí lo pueden ver en la pantalla, el total de deuda hoy (18 viviendas) es de 2: 492.543 U$D. Cada unidad tiene una deuda de UR 4.350, lo que determina el importe de U$D 138.474. No proyectamos ni el interés del 7 %, que queda en el 2 % por el subsidio, ni tampoco le sumamos el 15 % que se aportó por concepto de ahorro previo o ayuda mutua. Todos estos números indican que pasamos los U$D 150.000.

¿Cuántas viviendas podemos construir con ese dinero según el sistema de préstamo actual? Según ellos hoy podemos determinar que 18 viviendas deben lo mismo que 41. Con esta deuda se construyen entonces 18 viviendas de 3 dormitorios y 23 de 2 dormitorios. Estas 18 familias, que integran nuestra Federación, claramente tienen un trato diferencial con respecto al resto del sistema, es decir, los están robando.

Ejemplo II � Aquí si vamos a una parte importante del problema, porque la inmensa mayoría de nuestras cooperativas tiene saldos que están por encima del ejemplo I. O sea que podemos construir barrios enteros siguiendo la lógica que venimos exponiendo. En éste caso, en el ejemplo que pongo ahora, vemos que son 14 unidades de 2 dormitorios, 30 de 3 dormitorios y 6 de 4 dormitorios.

La deuda que dice el recibo es de UR 181.018, cómo cooperativa deben U$D 5:761.802. ¡Casi 6 palitos verdes! Si lo llevamos a cada unidad nos da que debe U$D

115.236. Menos mal que tienen solo 12 años de construidas, pagando igual que en el ejemplo I, sino fuera así Pero faltan en ésta cuenta los colgamentos, los cuales ascienden a 81. 192 UR. Es decir, U$D 2:584 342, dólar más, dólar menos. ¿Qué tal? Pero paren un poco, falta proyectar los intereses de ese colgamento que son de U$D 650. 000. El total, agregando al saldo del recibo de U$D 115.236, por concepto de colgamento, es de U$D 64.000.

A ver, para cerrar un número más o menos redondo podemos decir que arrancaron con una deuda de 4.500 UR y hoy están en 5700 UR cada uno, promedio, es decir, como que pagaron al pedo todo este tiempo. Digamos que el Estado tuvo una atención con ustedes porque les aumento la deuda por buenos pagadores. Desde el punto de vista de un economista, cosa que muchos compañeros pudieron ver en distintas reuniones con los organismos, tienen una lógica de hierro. Ellos dicen es como una tarjeta de crédito, si tenés una deuda de tanto y no la pagas, eso empieza a generar bla bla Validar ese razonamiento es meternos presos solos. El problema es que esto no es una tarjeta, es la vivienda de la gente.

El ladrillo costó 2 pesos y nos cobran 15. Maravilloso negocio éste. Digamos, cabe aclarar, que ninguno de esos economistas vive dentro del sistema cooperativo. No son giles.

Resumiendo, esta cooperativa debe alrededor de U$D 5:000.000. Estas 50 viviendas están tratadas como si fueran 139 de hoy. Con esa plata se construye esa cantidad y alguna más, porque la proyección que hacemos es aproximada. Esa es la realidad que tendríamos de acuerdo a lo que nos imponen pagar. Es decir le quieren sacar esa plata a 50 familias cooperativistas. Esa es la verdad. ¿Cómo se resuelve esto?

Si además, y perdonen por seguir sumando, tenemos que tener en cuenta el aumento de la UR, la cual en los últimos cinco años casi subió un 80 %, los números finales se disparan al carajo. En agosto de 2008, cuando se firmó el acuerdo, la unidad reajustable estaba a $ 363 y en éste momento ronda los $ 652. Sí, ya sé, a ustedes les aumentaron el sueldo

dentro de ese rango

Desde el público ¡si claro!, ¡si vivimos en cooperativa de ricachones que somos!”

Menos mal, porque si no se hace cuesta arriba pagar estas cuotitas (risas). Bien, siguiendo con esto hay compañeros que están terminando de construir, viviendas nuevas, con una cuota que hoy significa un determinado porcentaje del ingreso, pero si la unidad reajustable sigue subiendo como hasta ahora, la cosa se va a complicar, a pesar de que estemos calculando sobre 1.700 UR. En el 2017, si hiciéramos una proyección la Unidad Reajustable podría estar costando $ 1.153. Entonces estas cooperativas, que usaron bien la plata, que nos se embolsaron los fondos, que no fueron engañados por los IAT, sufrirían éste

desfasaje.

No podemos seguir pagando esta cuota y ello no pasa por decir “yo la puedo pagar”, porque

eso es muy inmediato, muy coyuntural. Buena parte del problema que tenemos instalado es producto del inmediatismo de las distintas administraciones. Si no se llega a un acuerdo político que calcule esa moneda de otra manera repetirán, una y otra vez, el mismo problema. Están tirando la pelota para adelante no previendo las consecuencias. La única solución es una quita de deuda, no queda otra. Esto es una gran burbuja que se creó y que ya explotó pero no lo quieren reconocer. Hemos propuesto muchas cosas, el acuerdo 2008 fue el principio, pero se debe dar señales que lo profundicen.

Deudas cooperativas y relación con préstamos actuales

Valor de la Unidad reajustable $ 652.52Valor de dólar americano $ 20.50

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Mesa VCooperativas:

Covihuella - Caracol

Espacio abierto cooperativo

La verdad que después de todo lo que dijeron acá,

nosotros que estamos terminando el período constructivo, nos da ganas de salir corriendo. No se salva nadie por lo que han dicho. Nuestra cooperativa se formó en diciembre del 2006 y de allí en más comenzamos a buscar terrenos, hasta que en el 2008 conseguimos uno en Costa de Oro, del lado norte, a unas cuadras de Gianasttassio y Uruguay. Este terreno fue comprado por la cooperativa con un esfuerzo muy grande de parte de todos los socios. Problemas de papeles hicieron que llegáramos recién a construir en el 2011. Es bastante complicado todo, nosotros entramos con la reglamentación 2008 y se nos ha hecho muy cuesta arriba, esa es la verdad.

Una cooperativa de vivienda es igual a llevar adelante una empresa, administrar una empresa, porque hay que lidiar con personal, medir recursos, etc. sin contar con experiencia alguna en la materia. Demasiado a pulmón, una cosa muy cansadora. La primera tranca que tuvimos fue que se nos adjudica el préstamo y el valor del terreno se nos descuenta en horas. La obra arranca sin un solo peso, porque ya lo pusimos todo ahí y los números comienzan a dispararse. Las partidas de dinero que entrega el Ministerio son por avance de obra, o sea que primero se construye y después se paga. ¿Cómo se hace todo esto sin plata? Encima te pagan 60 días después. Menos mal que son de interés social, digo, por la ayuda que brindan. Cuando toca

pagar el BPS, que es a los 30 días, la plata no está y hay que salir a buscarla porque se arma un lio gigante y eso lo sabe muy bien el Ministerio. No es sólo un problema nuestro, lo sufren todas las cooperativas en construcción.

Todo esto lleva a que la cooperativa comience a endeudarse, porque tiene que salir a pedir plata por todos lados, créditos, que determinan que los costos de los materiales sean más caros. Una cosa que el Ministerio la va a pagar por $ 1.000 nosotros lo terminamos pagando $ 1.300. Ya va un año y medio que venimos remando como podemos. Nosotros pedimos el adelanto del 8.5 del préstamo total, que después te lo van descontando, pero que lo recibís dos meses después de iniciada la obra. ¿Qué haces entonces? O esperas dos meses a que llegue la plata o arrancas de una… Hacés esto último, porque los plazos comienzan a correr desde que firmas el préstamo, así que no hay chance.

Toda esta situación nos llevó a generarnos muchos problemas. La piloteamos como pudimos, todos los meses fueron difíciles. Tuvimos una cuenta corriente en el Banco República, pensamos entonces que las cosas tenían cierta seriedad en el Ministerio, en la Agencia, pero nos encontramos que el pago de los avances de obra se atrasaban. Los cheques que emitíamos los teníamos que salir a correr de atrás para pedir que no lo depositen, que los aguanten porque la plata no entraba en la fecha prometida. Hace 5 meses nos cerraron la cuenta por liberar cheques sin fondo, con antecedentes en el Clearing de Informes para los que firmamos, etc. Si estas viviendas tienen carácter social, como dicen, deberían trabajar de otra manera, porque en vez de favorecernos nos están perjudicando. Esa es la verdad.

La dinámica del préstamo juega en contra del tiempo en que

Nicolas y ClaudioCooperativa Covihuella - Canelones

Si seguimos pagando nos estamos haciendo trampa. Cada vez que volcamos plata, y podemos para eso tomar el ejemplo de las cuentas paralelas, nunca redujeron nada del saldo y eso es porque nos atrapó la ingeniería financiera. Los argumentos de los técnicos, economistas, burócratas de turno, es que prestan tanto y tienen que cobrar tanto. No hay valoraciones sociales ahí. Con estos números que acabamos de mostrar, así no nos cobren tasa de interés, no están robando igual. Esa es la verdad de esos números que están ahí en la pantalla.

Tenemos que reflexionar sobre esto. En General Flores y Bulevar Artigas se estrenó un edificio, por parte de la ANV, cuya deuda no pasa las 2.500 UR, pero, a tres cuadras de allí, hay una cooperativa con una punta de años que debe más de 4.500 UR. Los subsidios que otorga el Ministerio, en nuestro caso, no están beneficiando a la familia sino ocultando la estafa financiera. Esto creemos y lo hemos dicho en muchas reuniones con jerarcas de los organismos que actúan en la materia. Intentamos discutir estos aspectos mirando un poco más allá de lo inmediato, pero no, parece que sus ocupaciones están en otro lado. No sé cual.

Ahora todo se reduce a un “subsidio a la cuota” en la práctica oficial, pero en nuestro caso esto no soluciona nada, porque allí no está la solución, está en los saldos. Pagar por estas viviendas con esos importes de costo es tirar la plata, esa es la verdad. Las “Diamantis”, las torres, con un metraje cuadrado distinto, con otra calidad, etc. costaban más barato que la deuda que figura en cada una de nuestras cooperativas.

Todos los compañeros que antes hablaron plantearon la misma situación. Que no sólo está en el Fideicomiso I sino que el Ministerio lo tiene dentro de su cartera. Hay cooperativas que arrancaron con 1.100 UR, 44 metros cuadrados de construcción, con materiales de muy baja calidad y hoy tienen deudas que rondan las 2283 UR. Eso está allí y ellos lo saben. No estamos, diciendo cosas de otro mundo, conocemos bien de qué hablamos y de lo que hemos propuesto, pero queremos respuestas, señales que apunten a la solución definitiva. El objetivo que tiene la Federación, y me parece una definición que debe tomar éste encuentro, es ir por la reducción de los saldos y a la reestructura de las deudas, no hay otro camino. Gracias

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y esperar, que los postigones no van, que esto y aquello tampoco, etc. Menos mal que esto es un salvataje. Con ese dinero compraríamos los últimos materiales y terminaríamos la obra pero todo demora. Los atrasos de ellos los tenemos que absorber nosotros.

Optamos por el sistema cooperativo porque no tuvimos más remedio, es la única posibilidad de tener nuestra vivienda. Los alquileres nos comen los talones y después de meter horas de laburo hay que meter horas en la casa. Es un sacrificio grande que el Estado no valora, es más, que perjudica, actuando como lo hace. Somos trabajadores y por eso optamos por el cooperativismo porque el sistema privado nunca nos dio una respuesta.

“Es un sacrificio grande que el Estado no valora, es más, que perjudica, actuando como lo hace.”

Quiero decirles a todos, además, que están invitados para la inauguración de nuestras casas. Creo que nos debemos esa fiesta porque dio mucho trabajo conseguirlo y que si no fuera por el apoyo de COVIPRO-CH, de todas las cooperativas que la integran, no hubiéramos llegado.

Gracias

La verdad teníamos muchas cosas para decir, para contar, pero después de todo lo que escuchamos aquí entendimos que nos volvíamos repetitivos de hacerlo. Muchas cosas que se dijeron aquí nos pasaron a nosotros. Así que decidimos acortar la presentación.

Comenzamos la cooperativa en el año 91, arrancamos con las obras en el 99 y terminamos las mismas en el 2001. Estamos ubicados en la calle Hermógenes Álvarez, ex Porongos, a tres cuadras de General Flores y Bulevar Artigas. La construcción consta de nueve pisos, nueve apartamentos de 2 dormitorios y nueve de 3 dormitorios. Tuvimos muchos problemas desde el arranque nomás. Cuando nos adjudicaron los apartamentos nos dijeron que comenzábamos a pagar a los 6 meses y eso era mentira, así que ya empezamos a generar deudas, desde el pique nomás. El IAT nunca funcionó, es más nunca tuvo inscripto dentro del BHU. Todo eso nos enteramos después. Tuvimos y tenemos aún, vicios constructivos de todo tipo, jodidos, parecidos a los que describieron otros compañeros en la reunión. Nos pudimos organizar con mucho trabajo y recién hace poco tiempo, en el 2004, logramos ordenar las cosas.

debería de terminarse la obra. También origina errores que se cometen en la desesperación por llegar. Por ejemplo, hoy nos puede faltar plata para pagar la UTE, el BPS, los certificados, pero la plata en realidad está, pero adentro del Ministerio. Nos han ayudado mucho las demás cooperativas, dándonos una mano solidaria con dinero, con fuerza de trabajo, COVIPRO-CH siempre nos dio un espaldarazo en varias alternativas que permitieron no frenar el proyecto. Eso nos ayudó a recuperar tiempos que se pierden con todo eso que contaba antes. El tema del saneamiento, por ejemplo, que contaban hoy acá, determinó el encarecimiento de la obra ya que tuvimos que hacer pozos sépticos. Esto conlleva un costo extra, que no es poco, a sumar en los gastos comunes cuando ya estemos viviendo allí. Estamos a dos o tres meses de finalizar la obra y ya estamos preocupados de las cuotas resultantes. Atacar esos temas no es changa. Encontrar soluciones no es fácil.

El dinero que nos falta está pero llega tarde, muy tarde. Ya no tenemos a quién pedirle porque le hemos tirado la manga a todo el mundo ¿Qué hacemos entonces? Pedimos la Economías, que es una plata que dan para las cooperativas cuando éstas están desfinanciadas, que no es nuestro caso, repito, nos pasa esto por el atraso que tiene el Ministerio. Tuvimos que pegar un manotazo de ahogado para encontrarnos con la plata. Hace ya dos meses que están en vuelta los papeles y nos dicen, luego de esperar

Jorge y AdrianaCooperativa Caracol

Pudimos constatar, a través de una tasadora que vino de la Agencia, que los planos no correspondían con lo hecho en el terreno. Estos mostraban que la cooperativa estaba construida con apartamentos de dos, tres y cuatro dormitorios. Los de cuatro nunca existieron. La voluntad de pago siempre la tuvimos, es más, uno de los cooperativistas pagó religiosamente desde el primer momento la cuota contractual. Es casi un héroe. De allí que podemos decir su deuda actualizada: UR 2.700.

Es decir, la deuda de un buen pagador es la misma que una unidad recién estrenada a unas cuadras de la cooperativa. El préstamo inicial fue de 4300 UR para los de 3 dormitorios y de 3400 UR para los de 2 dormitorios. En aquella época de acuerdo al valor del metro cuadrado en dólares nosotros triplicábamos la cifra. Las cuentas ya las mostraron acá pero quiero decir que según nuestros cálculos estamos ya rondando los 290.000 dólares por algunas unidades, si proyectáramos todo. Estaríamos construyendo 84 viviendas con la plata que nos toca pagar. Se nos ocurrió que podríamos comprar 5 casas en Miami. El problema es la locomoción, claro.

A la tasadora que vino, que les contaba antes, le preguntamos que venía a hacer a la cooperativa y nunca nos respondió. Ella sacaba fotos de uno y otro lado. Cuando llegó hasta el salón comunal le dijimos que teníamos algunos lugares para que sacara algunas fotos y allí fue. Se quedó mirando las humedades gigantes que tienen los cimientos y ahí sí dijo: lamentablemente es más caro reparar este problema que hacer la cooperativa de nuevo. Imaginen la cara que puso cuando le dijimos que nos querían cobrar por aquello más de 250.000 dólares. No sabemos que habrá pensado de los planos, ya que lo que estaba mirando en el papel no estaba construido en la realidad, en el terreno.

Nuestra cooperativa es parte de la gran estafa que cometieron con el sistema y compartimos que se debe estudiar los saldos, porque alguien se robo la plata construyendo porquerías.

Gracias Espacio abierto cooperativo

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A unos si y a otros noPor Gustavo López

Corrían tiempos de crisis y de enfrentamientos muy

duros con el Banco Hipotecario a principios del 2002. Nos llenaban de cartas intimándonos a presentarnos en 15 días porque, de lo contrario, comenzarían los remates de nuestras viviendas, desalojos, remates, Clearing de Informes, mientras tímidamente la presidenta del organismo, Graciela Pérez Montero, publicitaba subsidios que, según ella, permitían resolver parte de las deudas siderales que mantenían los deudores. Aquella aspirina que pretendía detener un cáncer terminal terminó fracasando y el paciente envuelto en mortaja. Las comisiones de vivienda de ambas cámaras del Parlamento recibían, un día sí y otro también, delegaciones de deudores que paraban con su suerte allí, denunciando lo que les estaba pasando: cuotas elevadas, endeudamiento, colgamentos, vicios constructivos, estafas de empresas constructoras y de institutos de asistencia técnica, etc. También a nosotros nos tocó, en varias ocasiones, peregrinar por aquellos recintos.

Aquella carta que presentamos como mesa coordinadora en el

año 2001, firmada por cooperativas y conjuntos h a b i t a c i o n a l e s , antecedente de lo que luego sería COVIPRO-CH, a Ariel Lauzarot, Presidente del BHU, tenía en su texto reclamos que aun no han sido solucionados en su totalidad. Recién en el 2008 fueron tomados en cuenta con la firma del acuerdo entre el Ministerio de

Vivienda y nuestra organización. Pasó mucha agua bajo el puente, acuerdos de pago por planillas, cuentas paralelas, movilizaciones, desencuentros con gerentes que paradójicamente integran la plantilla de la actual Agencia de la Vivienda, nos fueron llevando a alcanzar algunas respuestas por parte de los jerarcas de turno. No siempre felices por cierto. Trillábamos por aquel entonces los pasillos del 3er piso del edificio de Fernández Crespo explicando, cual docentes de cátedra, qué era una cooperativa de vivienda de propietarios y el porqué de su calidad de usuarios. Todos se hacían los que no entendían mientras llovían denuncias, en varios medios de prensa, acerca del chalet que se construyó Salomón Noachas mediante la contratación de un tal Pereyra.

Entrado el primer gobierno progresista se instaló la esperanza, en buena parte de los votantes que sufrían este problema, respecto de que el asunto tendría una solución inmediata. Se entendía que los Diputados y Senadores que participaron de las comisiones de vivienda del Parlamento, en calidad de opositores, sabían de cómo los Institutos de Asistencia Técnica habían estafado a los cooperativistas y al Estado, y que ahora prestos a gobernar darían una solución al problema. Podría ocurrir, pensaron muchos, aquella máxima popular que dice: “cuando están de éste lado del mostrador dicen una cosa y después que pasan para el otro lado hacen lo contrario”. Primero prometen y después traicionan. Algo de eso ocurrió. Personajes como Julián Pereyra (el del chalet), denunciado hasta el hartazgo durante varios años por las cooperativas, pasaron al olvido o a la desmemoria de los actuales encargados de la política habitacional. La cuestión quedó, en resumidas cuentas, en una operación de meniscos de uno de los directores del Banco Hipotecario mientras que el grueso del problema quedaba circunscripto a los cooperativistas. Aquellos se

llevaron la plata, éstos que paguen. Un detalle a tener en cuenta: en alguna ocasión le tocó al actual Presidente de la República integrar alguna de éstas comisiones y por ese motivo no debemos descartar llegar hasta casa de gobierno con nuestros reclamos.

En alguna reunión previa a la firma del acuerdo 2008 nos decían que el derrumbe del viejo y luego fallecido BHU, fue a consecuencia –entre otras- de los pagos a cuenta y que a partir de aquella administración los mismos no tendrían más efecto. Cosa peligrosa si las hay, los pagos a cuenta, que hicieron caer un Banco, fíjese usted. El virus éste, porque era tratado más o menos como eso, se trasladó del Cordón para la zona de la Ciudad Vieja, donde hoy residen los

dos organismos que pautan las políticas habitacionales. Muchas cooperativas siguen pagando dentro de ésta modalidad, pero con la diferencia que ahora sufrió un bautismo: “pago provisorio” se llama. Cuestiones del lenguaje que le dicen, eso sí, la enfermedad letal es la misma. ¿No fue ese uno de los motivos de la caída del BHU?

Durante la gestión del primer gobierno del Encuentro Progresista el directorio del Hipotecario tuvo el mérito de ser el único al cual se le pidió la renuncia. De allí en más comenzaron algunos cambios. El más trascendente fue la transferencia de la cartera pesada, incobrable, roja, del antiguo Banco a un nuevo actor dentro de la película: la Agencia Nacional de la Vivienda. Éste diseñó

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inió

n

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Salomón “King” Naoachas

una nueva política para atacar la herencia maldita, modificando como corresponde el lenguaje, porque la palabra retasación, reclamada desde tiempos inmemorables, no se podía nombrar más. Allí aparecían siglas nuevas como: “PROMANV”, “QUITAPROMANV”, “PCFIDE”, etc. Una suerte de código Morse, idioma extraterrestre, para entendidos en la materia.

Planteamos entonces una asamblea abierta en uno de los Conjuntos Habitacionales integrados a la Federación, para que las autoridades pudieran explicar el asunto. Allí estuvieron presentes las autoridades máximas, una de ellas incluso llegó a ser Ministra de Vivienda, me refiero a la Arq. Graciela Muslera. En determinado momento un asambleísta preguntó, con tono alto y de manera intimidatoria, para quién en aquel momento detentaba el cargo de Presidente, Ec. Carlos Medive, ¿Qué piensa COVIPRO-CH de eso que plantean ustedes? ante la mirada atónita del interpelado. Allí mismo sostuvimos que la política que comenzaba a llevar adelante la ANV era respaldada por nuestra organización, dado que la misma respondía a nuestros reclamos históricos. Era la primera vez que el Estado respondía con justicia sobre miles de deudores hipotecarios que habían sido víctimas de las empresas constructoras aliadas a la corrupción del Banco Hipotecario. Se había dado el primer paso pero no se avanzó como nosotros hubiéramos querido.

Hoy funciona una Comisión de trabajo, entre COVIPRO-CH y la ANV, que sigue discutiendo salidas a cuestiones que quedaron a medio camino dentro de los sistemas de Conjuntos Habitacionales y Sociedades Civiles. Luego de que muchos núcleos integrados lograran la aplicación de éstas políticas hubo como un freno, un enlentecimiento, que en algunos casos retrotrajo la gestión al problema del principio, a los saldos iniciales y en otros a la falta de planos de terrenos, fraccionamiento, problemas con las intendencias, que impiden otorgar títulos de propiedad. Todo ello demostrativo de la maravillosa administración del Hipotecario. La cartera comercial, como la denominaron los tecnócratas del momento, derivó a una gestión diferente luego del desgajamiento patrimonial. Se las trataría con una gestión estrictamente bancaria, pero a pesar de eso se pudieron lograr algunas cosas. Tuvimos, con las hipotecas integradas a COVIPRO-CH, una negociación particular, en éste caso con el nuevo BHU, en donde se realizaron rebajas de tasa de interés, un colgamento (¡perdón! debí decir partida exigible) sin mora, multa ni recargo y se hicieron flexibles los años de financiación. Hago mención de esto porque esos apartamentos están ubicados en pleno Buceo, con vista a la playa, convengamos que de “social” no tienen mucho.

Más allá de lo anecdótico, de gerentes que pasaron de un lado a otro, de directorios que cayeron y demás, hay un hecho que no

Consejo Directivo, lo siguiente: “el Banco hipotecario nos propuso subsidios para todos y la mitad de cuota por 6 meses. Tenemos que llevarle una declaración jurada de ingresos de cada uno” ¿Esa propuesta está firmada por Lauzarot?, pregunté. Aquello fue como viajar en el túnel del tiempo. Queda demostrado que sin organización social la gente no sabe cómo moverse y el Estado tampoco tiene elementos para actuar.

Se hace entonces imprescindible volver a reivindicar que la cartera social es una sola y que no existe ningún elemento que demuestre, de manera real, que las cooperativas de viviendas de propietarios están excluidas de ella. Discutir los saldos

iniciales y la readecuación de las deudas debe

ser el objetivo central de trabajo de toda la federación d u r a n t e los meses próximos.

podemos dejar pasar por alto. La ANV llevó adelante retasaciones y readecuaciones de deudas con los deudores individuales e incluso con personerías jurídicas. Las sociedades civiles, al igual que las cooperativas de viviendas de propietarios, integran esa familia que se llama cartera social. Las políticas que detallé en éste articulo significaron que muchísima gente obtuviera quitas en unidades reajustables muy importantes, además de cancelaciones. Se cumplió en buena medida, dando una respuesta de justicia, con aquella primera carta reivindicativa del 2001. Lo que aún no sabemos es el motivo por el cual las cooperativas de viviendas de propietarios están excluidas de todas estas políticas. Nos preocupa, de sobremanera, encontrarnos de nuevo explicando que son.

Me tocó generar los contactos con las cooperativas que no están federadas, apuntando a su participación en el encuentro, Espacio Abierto Cooperativo y puedo decir que el asombro fue grande con respecto a lo que encontré. En algunos lugares la situación está como a principios del 2000 pero sin marco de crisis. En una asamblea escuché por parte de, supongo, el