JUNIO 2016

BOSQUES ESCLERÓFILOS, en florHACIENDA ATACAMA, cuando se olvida el pasado

VIDA EN EL PAPEL, la lechuzaEL PULSO DE LA NATURALEZA, fatal persecución

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BOSQUES ESCLERÓFILOS, en florAmanece y el Sol ya cae sobre la densa capa de hojarascas secas, en los faldeos del cordón montañoso Altos de Carén....

HACIENDA ATACAMA, cuando se olvida el pasado Chile, es una verdadera caja de sorpresas, sí, por que creemos conocer nuestro territorio muy bien pero aún guarda muchos secretillos muy sabrosos para el deleite visual...

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VIDA EN EL PAPEL, la lechuzaEste mes frío y algo lluvioso, trae consigo noches igualmente o más frías de los acostumbrado, en esas mismas noches a quién no le ha tocado caminar por algún sendero rural, con tupidos árboles y casas antiguas llenas de recovecos…

EL PULSO DE LA NATURALEZA , fatal persecución La profundidad de la bóveda celeste, se acentuaba con un cielo diáfano completamente desprovisto de nubes, en una cálida tarde de verano en el Parque Nacional Bosque Fray Jorge. Sin embargo...

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EditorialEl valle de la zona central es una ecorregión con un valor natural desconocido y digámoslo, poco apreciado. Sobre todo si sólo se desarrolla entre cerros aparentemente yertos y secos. Que es el caso de los bosques conocidos o catalogados como esclerófilos (de hojas duras) que son visualmente menos atractivos que los tupidos bosques del sur de Chile y reconozco muy personalmente que tal vez, hay algo de verdad en eso, pero estoy muy equivocado.La naturaleza ha sido sabia en dar oportunidades a las especies para adaptarse y desarrollarse sin límites en todos los rincones del globo y bajo todas las condiciones climáticas existentes, y ésta zona no es la excepción.La biomasa es de tal magnitud que ha permitido el crecimiento de una variedad de flora tan abundante como los colores con que se exhiben ante los ojos nuestros o los de los insectos.Y lo mejor de todo esto es que no hay que viajar cientos de kilómetros para encontrar este rico nicho de vida, que está casi a la vuelta de la esquina, esto nos enseña que la vida palpita con fuerza hasta en el jardín de nuestras casas.

Una buena conciencia pro-conservación comienza por reconocer que incluso el arbolito que está en la acera y en plena ciudad está tratando de sobrevivir y aún así genera oxigeno para todos. Ese es el secreto para entender que debemos coexistir en simbiosis con la naturaleza y el planeta, trabajando juntos y respetándonos lograremos prolongar nuestra existencia.

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manece y el Sol ya cae sobre la densa capa de hojarascas secas, en los faldeos del cordón montañoso Altos de Carén.Leandro junto a su esposa Luz y su hija nos acompañan en esta ocasión, como biólogos de profesión han dedicado todos sus esfuerzos a la sustentabilidad de los bosques circundantes a través de la apicultura silvestre.El paisaje a nuestras espaldas es sobrecogedor, bastos valles entre suaves cumbres cubiertas de tonalidades verdes oliváceas y un fresco aroma a hierbas medicinales nos envuelve.Ni bien llegamos a la mitad del ascenso y un mar de Lirios de campo (Alstromeria aurea) de un intenso color naranja nos reciben, contrastando con el suelo y el cielo, en un espectáculo que transporta a la que podría ser una experiencia incomparable de encuentro con uno de los reinos de la flora chilena.Nuestros amigos nos cuentan que conocen un lugar donde aún en noviembre podrían estar en flor una interesante población -limitada y escasa- de Orquídeas (Chloraea galeata). Dicho eso, la misión fue

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encontrarlas entre el hirsuto bosque, que se caracteriza por ser hábitat del Litre (Lithraea caustica), el Quillay (Quillaja saponaria), el Boldo (Peumus boldus) o el Peumo (Cryptocarya alba) y especies matorrales espinozas subandinas.Este cordón montañoso es parte de una ecorregión de Matorral Esclerófilo, (1) resultado de sus características climáticas de tipo templado mediterráneo o Mesomórfico (2). Lo que se siente a cada paso, por el calor de media mañana que nos golpea despiadadamente, pero no mengua el estado de admiración que abraza al grupo ni menos desalienta el entusiasmo por explorar la flora nativa de esta región… De pronto en un recodo del sendero, ahí, escondidas, ajenas al ojo inexperto una reducida población de orquídeas, pequeñas, tímidas y bellas en su simpleza, a merced de hormigas e insectos que las revisan para obtener sus nectarines.

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El habitat de flores como el Capachito arbustivo (Calceolaria integrifolia), el Lirio de campo (Alstromeria violacea) o la Mariposita (Schizanthus tricolor) aún vistosamente vestidas de primavera en esta epoca del año, hacen que la jornada de exploración de este ecosistema sea más inspiradora y gratificante incluso para quien no tiene conocimientos de botánica. Claro está, que gracias a expertos como nuestros amigos, sabemos por ejemplo que existe el Naranjillo (Citronella mucronata) un árbol que es muy escaso en este sector, contrario a la presencia del Espino (Acacia caven) que se asocia con arboles pequeños como el Maitén (Maytenus boaria) y arbustos como el Trevo (Trevoa trinervis), el Coliguay (Colliguaja odorifera) o el Palqui (Cestrum parqui).

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Mientras la tarde cae, regresamos a la comunidad ecológica que está inserta en este místico paisaje, y mientras disfrutamos de un refrescante jugo de manzana con jengibre, concluimos en la importancia de esta reserva como nicho de diversidad biológica ajena al impacto antrópico (3).Un bioma con estas caracteristicas geofisicas tiene un futuro prominente en lo que a conservación se refiere, en tanto sea respetado y protegido. En la simpleza de estos bosques esclerófilos y su cobertura vegetal tan bella, recogemos la lección que la naturaleza nos deja, ella juega con nuestros sentidos para hacer notar la urgente necesidad de simbiosis equilibrada entre el hombre y su hábitat. 1 Bosques de hoja dura y tamaño que clasifica como arbustivo o arborescente. 2 Precipitaciones concentradas en invierno y veranos secos 3 Que es inherente a hombre o a sus actividades

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hile, es una verdadera caja de sorpresas, sí, por que creemos conocer nuestro territorio muy bien pero aún guarda muchos secretillos muy sabrosos para el deleite visual, en muchas ocasiones viajamos con destinos predeterminados y con las historias previamente descritas, pero a veces siguiendo impulsos no premeditados nos encontramos con gratas sorpresas.Así es, en la comuna de Freirina, lugar que ya habíamos visitado para otras ediciones, nos desviamos por un puente llamado Nicolasa ubicado hacia el norte de esta comuna, para encontrarnos con la Hacienda Atacama, un destino rural muy típico de la comuna.En esta hacienda en la década de los años setenta, funcionó prósperamente una productora de lácteos, es decir; leche, queso y mantequilla de vaca, entregando a la comunidad productos industrialmente “artesanales” de muy buena calidad y por cierto apreciados también, tanto que formó parte del equilibrio económico de la zona, trayendo consigo prosperidad, estabilidad y progreso.Sin embargo alrededor del año 1978 se produjo el cierre de esta industria local, terminando con años de bonanza y buen pasar para muchas familias de la zona y sus alrededores, la cancelación total de la producción trajo el silencio y el olvido, los terrenos fueron parcelados y las instalaciones abandonadas.

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En un rincón de la galería que mira al valle encontramos un kiosko, el único en los alrededores, quizá el último vestigio de actividad comercial de esta silenciosa zona.

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A la hora que llegamos las añosas calles se encienden con el Sol de la tarde y nos damos cuenta de la particular belleza de su silente presente pero de brillante pasado, es algo que se ve y se siente al pasear por su ondulante entrada. Los árboles se mecen al viento y las tórtolas cuyanas adormecen el animo con su canto pausado y sin tiempo.A la vuelta de una curva y como un gran fantasma con una sabana blanca encima aparece la fachada de la que fue la lechería, una construcción sólida y tan alba como el producto que procesaban, con una suerte de plazoleta en su ante jardín que habla que este era el edificio central que se caracterizaba como el eje de esta industria, y que desde su elevado jardín se aprecian las que fueran las oficinas administrativas y una gran bodega.Al hablar de gratas sorpresas, y convencernos de que aquel impulso fue una buena decisión, nos adentramos en su tiempo detenido para ver y observar tras el lente que secretos nos narraría esta abandonada Hacienda Atacama, pero lamentablemente todas las aseveraciones anteriores y mágicas sensaciones de un fantasmal pasado se apagaron con una escena que, digámoslo, en Chile es bastante recurrente, el vandalismo… las viejas paredes del que otrora fue un edificio casi inmaculado por la pureza de la leche que se procesaba, hoy luce totalmente arruinado y sucio.

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39Las palabras sobran...

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Los graffitis sin sentido o las groserías tapizan cada rincón de las instalaciones y donde no las hay es por que ya se lo han robado o simplemente destruido, cada espacio es un foco de infecciones y además un verdadero micro basural.Este reportaje, no es necesariamente un estudio de arquitectura patrimonial, ni un relato sobre historia de Chile y sus comunas, y no por que no haya más que narrar al respecto si no por el contrario quisimos compartirlo para denunciar el abandono y deterioro de un recinto, no hablamos solamente del edificio agredido sino de todo el entorno, se trata de un ámbito que representa una página de la historia local que merece ser protegida o al menos cuidada de alguna manera para que las nuevas generaciones entiendan como se forjan las localidades, como es que nacen, crecen y se desarrollan los lugares donde vivimos.Es probable que estas instalaciones pertenezcan a privados, por tanto la responsabilidad de gestionar con ellos las instancias para proteger este legado reciente de la historia de Freirina recae en Monumentos Nacionales, si bien Hacienda Atacama no es una obra de arte arquitectónica ni su data es muy antigua, por que no sobrepasa los cincuenta años, de todas formas es parte de la memoria colectiva de los habitantes de la comuna, todos ellos deben guardar gratos recuerdos de infancia con estas locaciones.

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Debiera existir un catálogo de Monumentos Nacionales que permita tener categorías, aquellos espacios que representen hitos importantes en la historia local, puedan y sean conservados tal vez no con el mismo énfasis que los monumentos más emblemáticos del resto del país, pero sí deberían estar catastrados y ser negociados con los dueños para su conservación, cualquier esfuerzo es válido a la hora de tratar de proteger el legado cultural del patrimonio material de Chile, estos actos engrandecen a la sociedad por que habla bien de su cultura y educación y sobre todo de su visión de futuro.

"Proteger los vestigios del pasado es consagrar y fortalecer

el éxito del futuro"...

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““Si supiera que e l mundo se ha de acabar manana, yo hoy aun plantar ia un ar bo l...”

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La lechuza Este mes frío y algo lluvioso, trae consigo noches igualmente o más frías de los acostumbrado, en esas mismas noches a quién no le ha tocado caminar por algún sendero rural, con tupidos árboles y casas antiguas llenas de recovecos…En ese mismo escenario y para condimentar un poco, o mejor dicho mucho, una situación un tanto pavorosa como esa, se oye un canto siniestro que encrespa los pelos.Esta especie ha sido protagonista de tantas y tantas escenas como las que narramos ficticiamente, pero como tan bien la ha ilustrado nuestra amiga Amalia Guerrero con su delicado arte, la Lechuza es una hermosa ave rapaz nocturna que representa mucho más que una criatura lúgubre y misteriosa de los bosques.En Chile habita desde Arica hasta el mismo Magallanes y llega a medir hasta 36 centímetros, es una eximia cazadora de roedores pero no desdeña a otras aves, huevos, reptiles, anfibios incluso insectos, tiene una muy buena y variada dieta, lo que le permite ser considerada una especie controladora de plagas, muy beneficiosa en pueblos y campos de siembra.Por lo mismo, su hábitat está determinado, y ciertamente se ha adaptado, a vivir en desvanes, entretechos, graneros, silos

abandonados incluso campanarios, y por este último sitios se le conoce como lechuza de campanario.Cría en cualquier época del año, no tiene periodos particulares para hacerlo, aunque con toda seguridad lo hace entre los meses de marzo y octubre poniendo desde cuatro a siete huevos, estos al eclosionar dejan pasar no más de 50 días y ya se lanzan a volar, pero sin apartarse del nido, al menos no hasta que cumplan los tres meses.Un dato interesante es que la Lechuza es uno de las aves con la mayor área de distribución en el planeta, por que habita en casi todos los continentes, excepto en los que claramente son muy extremos como la Antártica, Alaska, Canadá, Groenlandia, y otros sitios como el Sahara, Nueva Zelanda e islas del Pacífico. Nuevamente agradecemos el exquisito arte de nuestra amiga y colaboradora Amalia Guerrero por traernos este ejemplar. Arte: Amalia Guerrero FrugonePara Revista BIOMA2016

“Hasta que gozamos de la oportunidad de amar a algun animal una parte del alma

permanece dormida.”

F a t al Per secuc i ón...La profundidad de la bóveda celeste, se acentuaba con un cielo diáfano completamente desprovisto de nubes, en una cálida tarde de verano en el Parque Nacional Bosque Fray Jorge. Sin embargo, cuando nada parecía interrumpir la inmensidad del firmamento, dos pequeñas formas aladas emergieron de la nada aumentando su tamaño en la medida que descendían velozmente.Evidentemente una de las aves perseguía a la otra, acortando gradualmente la distancia que las separaba. La primera era una tórtola chilena que haciendo gala de la rapidez y versatilidad de los colúmbidos, escapaba recurriendo a toda su destreza girando sobre si misma mientras descendía vertiginosamente en busca de la seguridad de los matorrales.El fuerte zumbido que por momentos se asemejaba a un silbido, provocado por las formas aerodinámicas de sus alas al romper la tensión del aire, otorgaba un

sello de urgencia al desesperado vuelo de una de las aves mejor diseñadas para un escape rápido y oportuno. Sin embargo, había una mala noticia para esta veloz prima silvestre de las palomas domésticas, su perseguidor era un halcón peregrino.El halcón peregrino es el ave de presa más rápido del planeta; cuando se fija un objetivo en el aire puede convertirse en el más letal “proyectil viviente”. Por otra parte si se trata de una presa terrestre, su extraordinaria visión le permite visualizar y seguir los rastros de orina de los roedores desde la altura, sometiendo a estas secreciones a un sorprendente reactivo visual que destaca las manchas del fluido desde la altura.Frente a este formidable cazador del aire equipado con implacables garras, la indefensa tórtola, a pesar de su indiscutible destreza en el vuelo, parecía no tener muchas posibilidades de sobrevivir… ambas

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F a t al Per secuc i ón...aves descendieron rápidamente mientras el rapaz acortaba cada vez más la distancia que lo separaba de su presa, hasta que finalmente llegaron a la altura de la fronda vegetacional del parque.La vertiginosa persecución que se inició en cielo abierto, tuvo su desenlace en estrechos laberintos entre matorrales. Rápidamente cazador y presa desaparecieron de la vista dando pie por un instante al suspenso… pero en breve a una corta distancia reapareció la tórtola sobre los matorrales, elevándose con un giro de casi noventa grados sobre un arbusto, retomando inmediatamente su vuelo horizontal, para dirigirse a una quebrada y finalmente, presa de la agitación, ocultarse en la seguridad de un bosquecillo de maitenes.Simultáneamente en el punto exacto en donde reapareció la desesperada tórtola, unas cuantas plumas se elevaron y flotaron en el aire, casi

imperceptibles a la vista por la distancia. Sin embargo, debajo de esta silenciosa y funesta danza de plumas, una imagen sobrecogedora superaba todo pronóstico para este episodio dictaminado por las leyes tróficas de la naturaleza.En el último segundo la insalvable tórtola burló a la muerte con una maniobra propia de una maestra de la evasión; hizo un giro tan brusco que logró que el halcón chocara frontalmente con una mata de guayacán. La fuerza del choque fue tan brutal que el cuerpo del rapaz prácticamente se desarmó al penetrar violentamente hasta el corazón del espinudo y lignificado ramaje. Esta vez la insuperable velocidad del rapaz le jugó en contra.Las rígidas ramas cortaron la piel del halcón desprendiéndola completamente del cuerpo, hasta el extremo de darla vuelta y convertirla en una bolsa que atrapó en su interior

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las alas, la cabeza y casi todo el plumaje, como si se tratara del trabajo de un minucioso taxidermista. Por otra parte, el cuerpo que todavía palpitaba con movimientos reflejos, quedó desnudo, desmembrado y suspendido en las ramas interiores del guayacán, mientras que las vísceras colgaban al ritmo de un péndulo, desprendiendo fluidos intestinales.La escena era impactante y a pesar de que sus detalles forman parte de la trama de la vida y la muerte en la naturaleza, el impredecible y sórdido desenlace resultaba muy perturbador. Sin embargo en los días siguientes, un ejército de hormigas gigantes se hacía cargo de los restos del malogrado halcón, reincorporándolos al ciclo de la vida, haciendo desaparecer los dramáticos indicios del inesperado final de una inolvidable y fatal persecución. Texto: Mario Ortiz LafferteIlustración: César Jopia

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