Edgar A. Santiago Pacheco...aprenden la doctrina cristiana, no he podido obligarlos".6 Acorde con lo...

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Edgar A. Santiago Pacheco Guadalupe Cámara Gutiérrez Andreas Koechert Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida RESUMEN: Se realiza una exposición de las características de la educación que se impartía en las postrimerías del régimen colonial tanto en el ámbito rural como en el citadino, y se aborda la problemática de las escuelas de primeras letras así como de la educación superior. Exponiéndose la trascendencia de la constitución de Cádiz en el ámbito educativo, brindo un nuevo contexto donde se discutieron y pusieron en práctica ideas modernas sobre el aspecto educativo. PALABRAS CLAVE: Historia de educación, educa- ción del siglo XVIII-IX, Yucatán En este artículo se desarrolla un panorama general de la educación en la península yucateca, como marco de referencia para comprender la trascendencia de los individuos capaces de interpretar lo escrito, en un marco social y político enfrentado a nuevas ideas legisladas en la Constitución de Cádiz. Partamos del panorama que expone el historiador yucateco de la segunda mitad del siglo XIX, Eligió Ancona, el cual nos da una visión global del tema, misma que se irá matizando y puliendo a lo largo de este artículo, ya que así como está, deja fuera muchas situaciones de importancia para poder explicar el fenómeno histórico de nuestro interés. Dicho liberal señalaba con vehemencia que la Instrucción Pública a finales de la colonia estaba confiada exclusivamente al clero, la primaria no gozaba de ninguna protección de la autoridad civil y la superior se hallaba limitada a la enseñanza de las ciencias eclesiásticas. Además, enfatizaba, que el clero secular estaba generalmente sumido en la ignorancia o en el abandono, y los frailes eran los únicos maestros de la juventud (Ancona 1978, E: 527). Adentrémonos en estas aseveraciones, que el ilustre historiador simplemente deja como una verdad sin matices. En las cabeceras de parroquia, al menos en las más grandes y ricas, existían una especie de escuelas asentadas en el convento o iglesia, donde se procuraba la enseñanza de la lectura y escritura, limitada, por supuesto, a los habitantes de las cabeceras y aún, muy posiblemente, a la mayoría de los vecinos de las zonas circundantes a la plaza principal. Estas pequeñas escuelas con enfoque religioso abrían la posibilidad de que algunos de los habitantes criollos, mestizos y aún indígenas, pudieran acceder a la preparación necesaria para leer y en alguna medida escribir. Es importante expliátar, que es muy posible, que en algunas parroquias pequeñas y alejadas, estas escuelas tuvieran una existencia intermitente, pero, según la docu- mentación consultada, era un mandato de la Corona su mantenimiento por parte de la Iglesia, y los curatos y las doctrinas más importantes procuraron siempre su funcionamiento. Además, éstas tenían ya una existencia de poco más de un siglo, lo que nos habla de cierta propuesta educativa, elemental, si se quiere, pero imposible de obviar, que debía haber dado algunos frutos entre los habitantes de las parroquias, esto es, algunos individuos habitantes de los principales pueblos rurales, con capacidades lectoras. 2(2005 121 Ketzalcallí

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  • Edgar A. Santiago PachecoGuadalupe Cámara Gutiérrez

    Andreas KoechertUniversidad Autónoma de Yucatán, Mérida

    RESUMEN: Se realiza una exposición de las

    características de la educación que se impartía

    en las postrimerías del régimen colonial tanto

    en el ámbito rural como en el citadino, y se

    aborda la problemática de las escuelas de

    primeras letras así como de la educación

    superior. Exponiéndose la trascendencia de laconstitución de Cádiz en el ámbito educativo,

    brindo un nuevo contexto donde se discutieron y

    pusieron en práctica ideas modernas sobre el

    aspecto educativo.

    PALABRAS CLAVE: Historia de educación, educa-ción del siglo XVIII-IX, Yucatán

    En este artículo se desarrolla un panorama generalde la educación en la península yucateca, comomarco de referencia para comprender latrascendencia de los individuos capaces deinterpretar lo escrito, en un marco social y políticoenfrentado a nuevas ideas legisladas en laConstitución de Cádiz.

    Partamos del panorama que expone elhistoriador yucateco de la segunda mitad del sigloXIX, Eligió Ancona, el cual nos da una visión global

    del tema, misma que se irá matizando y puliendo alo largo de este artículo, ya que así como está, dejafuera muchas situaciones de importancia parapoder explicar el fenómeno histórico de nuestro

    interés. Dicho liberal señalaba con vehemencia quela Instrucción Pública a finales de la colonia estabaconfiada exclusivamente al clero, la primaria no

    gozaba de ninguna protección de la autoridad civily la superior se hallaba limitada a la enseñanza de

    las ciencias eclesiásticas. Además, enfatizaba, que

    el clero secular estaba generalmente sumido en laignorancia o en el abandono, y los frailes eran losúnicos maestros de la juventud (Ancona 1978, E:527).

    Adentrémonos en estas aseveraciones, que elilustre historiador simplemente deja como unaverdad sin matices. En las cabeceras de parroquia, almenos en las más grandes y ricas, existían unaespecie de escuelas asentadas en el convento o

    iglesia, donde se procuraba la enseñanza de lalectura y escritura, limitada, por supuesto, a loshabitantes de las cabeceras y aún, muyposiblemente, a la mayoría de los vecinos de laszonas circundantes a la plaza principal. Estaspequeñas escuelas con enfoque religioso abrían laposibilidad de que algunos de los habitantescriollos, mestizos y aún indígenas, pudieranacceder a la preparación necesaria para leer y enalguna medida escribir. Es importante expliátar,

    que es muy posible, que en algunas parroquiaspequeñas y alejadas, estas escuelas tuvieran unaexistencia intermitente, pero, según la docu-mentación consultada, era un mandato de laCorona su mantenimiento por parte de la Iglesia, y

    los curatos y las doctrinas más importantesprocuraron siempre su funcionamiento.

    Además, éstas tenían ya una existencia de pocomás de un siglo, lo que nos habla de cierta propuestaeducativa, elemental, si se quiere, pero imposiblede obviar, que debía haber dado algunos frutos

    entre los habitantes de las parroquias, esto es,algunos individuos habitantes de los principalespueblos rurales, con capacidades lectoras.

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  • Estas escuelas habían surgido en el períododel obispo Dr. Juan Cano de Sandoval,1 quiénsiguiendo indicaciones de la Corona en la

    persona de Carlos II, había ordenado que en todosu extenso obispado estableciesen los señores

    curas escuelas parroquiales en beneficio de losjóvenes, principalmente de los indios, a quienes

    debían ya no sólo enseñárseles la doctrinacristiana, cómo se venía haciendo, sino también loselementos de lectura y escritura, con disposiciónespecial de que en dichas escuelas se usara la lengua

    castellana (Cantón Rosadol943: 21).Esta obra del obispo Cano de Sandoval,

    mereció una misiva congratulatoria del Rey,quien escribía

    "En carta de 6 de mayo pasado de 1689decís haber puesto en execución en lasdos visitas generales que habéis hecho enese Obispado, la cédula en que se os

    encargó que todos los Curas Doctrinerostengan escuelas donde se les enseñe a losmuchachos la lengua castellana, expli-cación de la doctrina cristiana y leer yescribir en ella. Y habiéndose visto en miConsejo de Indias a parecido avisaros delrecibo de vuestra carta, y volveros a

    encargar, como lo hago, estéis conparticular cuidado de que los dichosCuras Doctrineros tengan las escuelasreferidas de lengua castellana, esperandode vuestras obligaciones y zelo al servicio

    de Dios y mío os aplicaréis con todavigilancia a su cumplimiento"/

    En diversos momentos los Obispos habíanprocurado mantener en funcionamientos estas

    escuelas, tal es el caso del Obispo Sr. Dr. D. Pedrode los Reyes Ríos de la Madrid (1700-1714),quién de él y sus actividades relacionadas con

    este tema cita Carrillo y Ancona

    1 EL Hlmo. Sr. Dr. D. Juan Cano de Sandoval, estuvo al

    frente del Obispado de Yucatán durante los años de

    1682-1695, véase para un resumen de sus acciones

    Carrillo y Ancona Crescendo (1979, E: 592-616).

    "En la visita general tuvo ocasión deobservar el Illmo Sr. Reyes Ríos los

    buenos resultados de las escuelasestablecidas por el Illmo. Sr. Cano de

    Sandoval, en las cuales se enseñaba á losindios la doctrina cristiana en la lenguaespañola, instruyéndoseles á un tiempoen leer y escribir, por lo cual confirmó

    aquella disposición y de esto se le dieronespeciales gracias de la Corte por una Real

    Cédula" (1979: II: 659).A mediados del siglo XVIII, el Arzobispo D. Fr.

    Ignacio de Padilla y Estrada (1753-1760),regresaba sobre el asunto, manifestando eldecaimiento de muchas de las escuelas fun-dadas; aunque reconociendo su importancia,

    ordenaba se continuara procurando su fomento,"habían caído casi todas las escuelas que suspredecesores habían ordenado en lasParroquias, y aunque renovó la disposición,palpaba los muchos obstáculos queimpedían la general permanencia de ellas,no siendo los menores los trabajos ydificultades que los mismos indios teníanpara mandar á sus hijos diariamente y á las

    horas determinadas á la escuela, así como elinterés de los encomenderos y de losfuncionarios públicos en que por nada sedisminuyeran unas labores de que dependía

    la puntualidad y la mejor seguridad de lasganancias que de aquella clase sacaban"

    (Carrillo y Ancona 1979, H: 842).Considerando estos antecedentes, tenemos quea finales del siglo XVIII, se reportan datos endiversa documentación que permiten afirmar el

    funcionamiento de dichas escuelas, por ejemploel fraile Juan Rivas, párroco de la doctrina de

    Dzidzantún, expresaba al obispo en la visita

    pastoral respectiva lo siguiente "el motivo de

    2 Carta del Rey al Obispo Dr. D. Juan Cano de Sandoval

    de 15 de septiembre de 1690, citada en: Carrillo y

    Ancona Crescendo (1979, II: 597-598).

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  • que los indios no sepan la lengua castellana ha

    sido el no haberlos puesto desde su tierna edaden la escuela castellana, que yo é comenzado a

    ponerlos en la dicha escuela, ambos sexos".3 Yalgunos años después -1803- en esta misma

    parroquia, en la visita pastoral que hizo elObispo Estévez y Ugarte, ante la pregunta de que

    si las "escuelas de niños y niñas se zelan, yprocuran su adelantamiento, y si los maestrosque enseñan la doctrina cristiana la saben conperfección, e instruyen en el idioma castellano"respondió el párroco, en ese momento frayJoaquín Pastrana, que "el cura tiene el celo y

    cuidado debido con la escuela y de que se enseñeperfectamente la doctrina cristiana".4

    No queremos decir con lo expuesto que enestas escuelas se prepararon una masa decriollos, mestizos e indígenas lectores, pero síque a través de ellas, algunos miembrosprivilegiados de la comunidad pudieron tener laposibilidad de adquirir la capacidad de poder almenos deletrear lo plasmado en el papel, siendo

    que unos cuantos aventajados pudieron inclusoleer de corrido y acceder a otro nivel educativo.

    Es de suponerse las dificultades de los curas yfrailes para establecer y mantener estas

    escuelas, tomando en cuenta la falta de infra-estructura física, la escasez económica, la faltade maestros, hasta la negativa de los indígenas ainstruirse. Algunos de estos problemas sonexpuestos por los párrocos de la época.

    Tal es el caso del párroco de Conkal frayFrancisco Sánchez y Gálvez, quién en 1785 se

    quejaba en la visita pastoral que hacia el ObispoPina y Mazo, de sus feligreses indígenas quienesno hablan ni quieren hablar el castellano; niquieren que sus hijos vayan a la Escuela,

    3 "Santa Visita Pastoral del pueblo de Dzidzantún" 1785

    exp.56 f.!7v, en: AHAY Visitas Pastorales año de 1784,

    vol.3.

    4 "Santa visita del curato de Dzidantún" 1803 exp.2 f.2,

    en AHAY Visitas pastorales años 1803-1805 vol.5.

    5 "Santa Visita del Pueblo de Conkal" 1785 exp.52 f.l9v.

    "responden que para que han de aprender sus

    hijos si siempre han de ser lo que son, y nodejarán de ser tristes indios, y que los necesitan

    para que les ayuden en sus trabajos".5

    En el mismo sentido, fray Manuel Torres,asignado a la doctrina de Cenotillo, exponía sufracaso para que los indios asistieran a la

    escuela, escribía "los indios no saben castellanoy por más que he insistido a sus padres losentreguen a las escuelas para aprenderlo, como

    aprenden la doctrina cristiana, no he podidoobligarlos".6

    Acorde con lo planteado, en cuanto a laexistencia de estas escuelas, en las parroquiasmás importantes y no tanto en las doctrinas másalejadas, tenemos la respuesta que dieron un

    grupo de entrevistados en la visita que hizo elObispo Estévez a la doctrina de San Diego Pich.

    En el cuestionario de visita, aplicado alGobernador y Cacique del pueblo de San DiegoPich Don Andrés Caamal, al Teniente deGobernador Gregorio Chablé, al Cacique yGobernador de Bolonchen Cauich Don SantiagoChablé y, al alcalde del pueblo de Tismocui LuisTab, había que responder una pregunta queincluía a las escuelas. Ésta decía "Si uno y otroacuden prontamente con todos los auxiliosnecesarios a los pobres enfermos y entierran delimosna a estos; sí visitan las escuelas deprimeras letras, que se hallan establecidas en

    este pueblo, y promueven por los mediosposibles la lengua castellana".7 A tal cuesti-onamiento los cuatro respondieron que no habíaescuela de primeras letras.

    Tal parece ser, que este panorama cambió

    con el arribo de Gálvez a la Intendencia deMérida de Yucatán y el establecimiento de las

    en: AHAY Visitas pastorales Año 1784 vol.3.

    6 "Santa visita del pueblo de Cenotillo" 1784 exp.51

    f.!7v, en: AHAY Visitas pastorales Año 1784 vol.3,

    7 "Visita pastoral de San Diego Pich" 1782 exp.8 f.13, en:

    AHAY Visitas pastorales año 1782 voll.

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  • subdelegaciones. Cuando Lucas de Gálvezrecibió su nombramiento de Gobernador yCapitán General de Yucatán, ya desempeñaba enesa provincia los cargos de Intendente deYucatán, además del de Teniente del Rey en laplaza de Campeche. Su nombramiento fechadoel 17 de abril de 1789, fue acompañado de unareal cédula fechada el mismo día en Madrid, paraque cumpliese en Yucatán las providencias queel Consejo de Indias había adoptado, acerca delestablecimiento de escuelas de idioma caste-llano en los pueblos de indios (Rubio Mané 1942,III: xxiv).

    Este mandato señalaba"el establecimiento de escuelas de idiomacastellano en todos los pueblos de indiospara que en ellas aprendan a leerle,escribirle y hablarle, prohibiéndoles usarde su lengua nativa, y señalando paraello maestros, en quienes concurra lacristiandad, suficiencia y buena con-ducta que se requiere para tan útil ydelicado ministerio".8

    Podemos afirmar que este mandato se tomó conseriedad por el Intendente, pues con motivo deuna misiva del párroco del pueblo de Teya, endonde este último se quejaba de la ausencia delos indígenas en las fajinas para la construcciónde la iglesia de Tepakan, se tocó el tema de lasescuelas y su falta, lo cual atentaba contra elplan civilizador de la Corona.

    Escribía fray Adrián Aldave -en 1789- alGobernador Gálvez:

    "no puedo obligarlos con otras armas quecon aquellas en vez de servir de corrección asemejantes, sirven de escarnio y de burla,como ni tampoco puedo poner todosaquellos medios que la prudencia dicta y

    8 "Real cédula de 17 de abril de 1789, para que Don

    Lucas de Gálvez primer Intendente de Yucatán, provea

    de Escuelas de idioma castellano a los indios", en:

    Rubio Mané (1942, IH: 167-168).

    9 Carta del religioso franciscano Fray Adrián Aldave al

    nuestros católicos monarcas tieneasignados, cuales son principalmente lasescuelas, pues no reconociendo, como noreconocen subordinación, no quieren nihan querido mandar a sus hijos a la escuelapara que en el se consiga así el que aprendanlas obligaciones de cristianos, con lospiadosos fines de nuestros monarcas,cuales son la mayor instrucción y civiliza-

    ción; por cuyo motivo no hay maestro deescuela, pues el que había hizo renunciapor ver no asistían los niños, ni habíaquién obligue a los padres a mandarlos; yyo no me atrevo a poner otro por conocerha de quedar frustrado mi trabajo ydespreciados los reales intentos".9

    Dicha misiva ocasionó una serie de intercambiosde cartas entre las diversas autoridades así comoinvestigaciones. Por ese motivo el GobernadorGálvez envió una orden al subdelegado de laCosta Don José Antonio Dávila, donde lemandaba se apersonara al pueblo de Teya ainvestigarla falta de cumplimiento del mandatosobre las escuelas,

    "los reprenderá con la mayor seriedad ycircunspección, haciéndoles ver lasobligaciones en que están constituidosen darles educación a sus hijos odependientes, pues dejados al arbitrio desus inclinaciones serán holgazanes yvagabundos lo que no deben permitir losque gobiernan los pueblos".10

    Es de señalarse el importante papel que se leasignaba a la educación para el desarrollo de lasociedad. La visión de los reformistas borbónicosde una sociedad donde el individuo debía sereducado y preparado para ser miembro productivode ella le daba un nuevo aire a los esfuerzos

    Señor Gobernador y Capitán General, citado en Rubio

    Mané (1942, ni: xxvü-xxvni).

    10 Carta del Gobernador Lucas de Gálvez al Subdelegado de

    la Costa D. José Antonio Dávila de 5 de mayo de 1790,

    en: Rubio Mané (1942, III: xxxiii).

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  • educativos coloniales. De lo contrario, esteindividuo no alcanzaría a comprender su papelen la sociedad, y sus costumbres ancestrales lollevarían a la improductividad, manifestadas enel ocio y la vagabundez, impidiendo el avance dela sociedad. Así, nos encontramos ante unmomento histórico de importancia, en donde seiban a revalorar las habilidades lectoras, comoelementos necesarios de fomentar para alcanzarel desarrollo económico y social, y tal vez sin sertan explícito el político.

    En su respuesta, el Subdelegado de la Costainquiría sobre las medidas a tomar ante lasdificultades manifiestas para el establecimientode la escuela. Expresaba en su carta una serie deproblemas que consideramos comunes a otrasparroquias de la provincia y por ello trans-cribimos; escribía

    "Para la fundación de escuelas es indispen-sable la asistencia de maestro instruido quela maneje, y que a éste por su continuaocupación le asigne dotación o salariocompetente a su sustención, o que lospadres de los niños le acudan con unacuota equivalente cada mes, si no hayfondo para la asignación del salario, nipadres que puedan sufrir esta cargamensual como en aquel pueblo, cuyosvecinos, a excepción de uno o dos,apenas alcanzan lo muy necesario a susustención, según me hallo impuesto.¿Cómo crearse la escuela?".11

    Este cuestionamiento hizo que Gálvez con-sultara al Teniente y Auditor de Guerra Dr. DonAntonio Rodríguez de Cárdenas, quién despuésde pedir los expedientes sobre el caso para suestudio, dictaminó sobre el tema que nos atañe:que la provisión de los salarios de los maestros esresponsabilidad de los gobernadores, tomándolo

    de la Real Hacienda de los pueblos dondehubiere esta contribución, y completándose conlos bienes y cajas de comunidad de los mismos;sugiriéndole al Intendente

    "pedir le informe la Real Contaduría de lospagos que por ella se hagan a los enunciadosmaestros, verificando lo propio los sub-delegados con atención a los que hubiere ensus respectivos partidos, con suficientedotación y los que necesitaren, para que coneste temperamento pueda Vuestra Señoríaarreglar lo conducente a tan importanteobjeto".12

    La respuesta a tal petición arrojó lo siguiente: laReal Hacienda no satisfacía ni había satisfechonunca cantidad alguna para el pago de maestrosde escuela, sí en cambio, en los gastos anualesque reportaban las repúblicas de indios de losfondos de sus comunidades, traían siempre unacantidad variable destinada al pago del maestrode escuela, lo cual parecía no depender deninguna norma o regla si no de la voluntad delCura, Cacique o Capitán a Guerra.

    Textualmente decía la carta suscrita por elContador Diego de Lanz y el Tesorero de la RealHacienda Clemente Rodríguez Trujillo:

    "En los gastos anuales que dan lasrepúblicas de los indios del fondo de suscomunidades han traído siempre y traenuna data ya de seis pesos, ocho pesos,diez pesos y doce pesos por el salariopagado al maestro de escuela, que lo esalgún español mestizo, y se ocupan en laenseñanza del rezo, leyenda y escritura alos indizuelos, en el idioma castellano(....). Este pago que se les pasa es tanvario, o diverso en las dotaciones, comodesarreglado sobre los pueblos que lodisfrutan, pues ni tiene orden, en razón a

    11 Carta de José Antonio Dávila al Intendente Lucas de

    Gálvez de fecha 7 de mayo de 1790, en: Rubio Mané

    (1942, m: xxxvi).

    12 Dictamen de Antonio Rodiguez de Cárdenas sobre los

    asuntos consultados, de fecha 20 de junio de 1790, en:

    Rubio Mané (1942, III: xxxviii).

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  • que sean cabeceras, ni en cuanto adistribución de partidos, sino que según

    el mayor o menor celo, desde luego de los

    Señores Curas, Capitanes a Guerra, o loscaciques que han sido de ellos, traen deantemano comente el establecimiento, sinsaberse si la necesidad o mérito con que lo

    gozan estos tales pueblos, ni porquecarecen de ello los que no lo tienen".13

    Tal desorden motivó que Gálvez pasara oficios alos subdelegados de la Intendencia para quesuministraran noticias sobre el estado de estasescuelas, con el afán de establecerlas donde nohubieran y poder nombrar el Gobernador a los

    maestros que fueren necesarios.En apariencia, esta medida no llevaba mayor

    problema, pero recordemos el origen de estasescuelas y bajo qué responsabilidad recaía sufuncionamiento. La Iglesia, con el obispo Pina yMazo al frente, no se encontraba en la mejor

    disponibilidad de ceder esta actividad a laautoridad civil, sobre todo si consideramos que

    con esto estaba enjuego parte del control queejercía sobre el grupo indígena, así como laimportancia que tenía ante la Corona el que ellosfueran los ejecutores de esta política educativa,

    10 cual les daba argumentos, en los litigios queestablecían con los otros poderes, para defenderel importante papel que cumplían para con los

    indígenas.Nos ilustra esto un decreto que hizo circular

    Pina y Mazo a todos los curas párrocos de fecha11 de septiembre de 1791, donde argumentaba

    que las escuelas de primeras letras se hansostenido a expensas de los curas, de los bienes

    de cofradía o de obras pías, por lo cual no eraposible aceptar los reclamos del Capitán yGobernador General para nombrar él a dichos

    13 Carta de 7 de Julio de 1790 del Contador y Tesorero

    Real de Hacienda, en: Rubio Mané (1942, ni: xxxix).

    14 "Circular del Huno Sr. Pina y Mazo sobre Escuelas

    sostenidas por los curas del fondo de cofradías", en:

    Carrillo y Ancona (1979, II: 945).

    maestros, argumentando novísimas disposicionesreales que así lo mandan. Para que esto fuera así,

    dichas escuelas deberían ser dotadas -pagar loscostos- de las cajas de comunidad de los pueblos

    o de la Real Hacienda, cosa que no ocurre.14

    Bajo estos argumentos escribía el Obispo"nos fundamos para no permitir que el

    enunciado señor Gobernador se entrometa porconferir por sí solo iguales cargos, hasta tanto

    que de otros ramos muy diferentes no se exijanlas asignaciones y salarios que deben tirar los

    maestros".15 Cómo vemos el asunto levantópolémica, pero no siendo las intenciones de esteapartado entrar en discusión sobre la dotaciónde maestros o no por parte de la autoridad civil,sino presentar un panorama de la distribución deestas escuelas y sus particularidades al finalizar el

    siglo XVm, retomamos la documentación generadapor la petición del Intendente sobre el estado de lasescuelas, para tratar de construir este panorama lomás completo posible.

    LA EDUCACIÓN RURAL

    A FINALES DEL SIGLO XVIII

    El expediente que trabajamos se encuentra en elArchivo General de la Nación, clasificado como

    Historia tomo 498 bajo el título Expedienteformado para el establecimiento de escuelas en

    Yucatán y Campeche, 1782-1805, que sonpropiamente los informes sobre el asunto

    enviados por los subdelegados. Se encuentra enextenso como apéndice en el libro Archivo de lahistoria de Yucatán, Campeche y Tabasco III,

    cuyo material documental fue recopilado y

    analizado por J. Ignacio Rubio Mané, y de estedocumento tomamos una serie de datos que

    vaciamos en los siguientes cuadros.

    15 "Circular del nimo Sr. Pina y Mazo sobre Escuelas

    sostenidas por los curas del fondo de cofradías", en:

    Carrillo y Ancona (1979, II: 945).

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  • SUBDELEGACIÓN DE CAMPECHEPueblos con maestros de Primeras Letras16

    PueblosChampotón

    Sahcabchén

    Hampolol

    MaestrosLeandro Alayón

    Esteban Sánchez

    José Buenfil

    Niños58 indios208 vecinos115 indios51 vecinosSin datos

    La subdelegación se componía de nueve

    pueblos, incluyendo tres cabeceras de curatos,

    no siendo los maestros los más preparados,incluso del maestro de Sahcabchén se dice

    carece "no sólo de instrucción en los rudimentos

    de la ortografía, sino aun de forma de letra".17

    SUBDELEGACIÓN DE BENEFICIOS BAJOSPueblos con maestros de Primeras Letras

    PueblosSotuta

    Tabi

    Yaxcabá

    Yaxcabá

    TixcacaltuyuSeyé

    Hocabá

    Sacaba

    Homún

    MaestrosDiego Ángel Carrillo

    Josef Palomo

    Don Mateo de Sousa

    Don Juan Camargo

    Miguel PalmaLorenzo Vázquez

    Miguel Férreas

    Fernando Cortés

    Francisco Calderón

    Niños a su cargo55 indios110 vecinos60 indios6 vecinos57 vecinos203 indios9 vecinas7 indias20 (no reportado)46 indios37 vecinos50 indios85 vecinos27 indios12 vecinos61 indios30 indias46 vecinos13 vecinas

    Los datos que remite el subdelegado, muy

    posiblemente obtenidos de los jueces españoles

    asignados a las cabeceras de los pueblos, son

    muy variados.Lo que resalta es la división que se

    16 Expediente formado para él establecimiento de escuelas

    en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en: Rubio Mané

    (1942, m: 210 y 249).

    17 Expediente formado para el establecimiento de escuelas

    hace entre niños indígenas y vecinos y al hecho

    de que se mencionen a las niñas, en al menos dos

    pueblos. Entre los pueblos que reportan no tener

    maestros, tenemos a Tahchebichén, Hoctún,

    Tahmek, Xocchel, Tzanlahcat, Huhí, Cuzamá,

    Huhí, y Bolón Nuevo.18

    Es también de anotarse, que los nombramientos

    otorgados a estos maestros son bastante dispares,

    por ejemplo, el de Homún fue nombrado por el

    subdelegado; el de Hocabá por el cura del lugar; en

    tanto el de Tabi fue nombrado por ambos, el

    subdelegado y el párroco del lugar; y aún se dio el

    caso de que el de Yaxcabá recibió su nombramiento

    del Obispo. Con esto podemos señalar, que no

    existían procedimientos establecidos para la

    asignación de estos cargos; en mucho dependían de

    las circunstancias del momento y de las autoridades

    del lugar, aunque hay una mayoría de aquellos

    nombrados por los párrocos.

    SUBDELEGACIÓN DEL CAMINO REAL BAJOPueblo con Maestro de Primeras Letras

    PueblosHunucmá

    Umán

    Samahil

    íCopomá

    Chochóla

    Opichén

    Maxcanú

    Halachó

    MaestrosJuan López

    Bernabé Lazo

    Baltasar Muñoz

    Pedro Martin

    Diego Rodríguez

    Juan Mugártegui

    Francisco Acosta

    Tiburcio Esquivel

    Niños300 indios400 vecinos250 indios300 vecinos100 nidios150 vecinos82 indios150 vecinos116 indios78 vecinos300 nidios150 vecinos624 indios400 vecinos615 vecinos85 vecinos

    en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en: RubioMañé(1942, ni: 170).

    18 Expediente formado para el establecimiento de escuelas

    en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en: Rubio Mané

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  • No hay maestros en Bolompoiché, Kinchil, Tetiz,Ucú, Caucel. Llama la atención que no tuvierandocente asignado dos poblados tan cercanos aMérida, como Ucú y Caucel, visitas de laparroquia de Santiago, barrio ubicado alponiente de Mérida, los cuales estabannecesitados de un maestro de escuela según laafirmación del subdelegado Santiago Eolio "porhaber muchos indios y vecinos que se estáncriando sin enseñanza".19

    SUBDELEGACIÓN DEL CAMINO REAL ALTOPueblos con Maestro de Primeras Letras

    SUBDELEGACIÓN DE LA SIERRAPueblos con Maestro de Primeras Letras

    PueblosBecal

    Calkiní

    Dzitbalché

    Xecelchakán

    Tenabo

    Tinúm

    Bolonchén

    Hopelchén

    MaestrosJosé María Ancona

    Ignacio Rodríguez

    Juan de Cerveray RubioSí tiene perono lo nombra

    Manuel Quero

    Pedro FranciscoMolinaLuis Najar yEsteban Vera

    Sí tiene perono lo nombra

    Niños350 indios50 vecinos300 indios80 vecinos500 indios40 vecinos95 indios110 vecinosotras castas93 indios150 vecinos89 indios40 vecinos820 indios80 vecinosotras castas500 indios200 vecinosotras castas

    Los pueblos que reportan carecer de maestrosson Nunkiní, Tepakán, Pocboc, Pokmuch yDzibalchén. Se da en esta subdelegación un casomuy particular, el que hubieran dos maestros enun solo pueblo -Bolonchén-, lo que nos habladel gran número de niños de ese pueblo. Aligual, al menos en un par de los pueblos quetienen maestro, se escribe de estos que "no tienela instrucción competente".

    PueblosOxkutzcab

    San Antonio Xul

    Akii

    Yotholim

    Ticul

    Nohcacab

    Tekax

    Teabo

    Chumayel

    Pencuyut

    Maní

    Tekit

    Tecoh

    Sacalúm

    Muña

    Maestros

    Juan Dorantes

    Santiago Gómez

    "Maestro de Capilla,Indio"

    Vicente Canal(Indio Hidalgo)José ManjaresIgnacio MagañaJosé EspinosaPedro RajónAlejo Fuentes

    Pedro Pinelo

    Santiago Ruiz

    José Benito Esquivel

    José AntonioRodríguezManuel de Góngora

    Eduardo Navarrete

    Santiago RiberoAlonso FloresAntonio Fuentes

    Niños

    160 indios400 vecinos

    130 indios40 vecinos269 indios39 vecinos

    105 indios32 vecinos1000 indios600 vecinos630 indios106 vecinos500 indios500 vecinos350 indios125 vecinos100 indios25 vecinos350 indios30 vecinos400 indios200 vecinos152 indios150 vecinos400 indios70 vecinos250 indios60 vecinos

    600 indios400 vecinos

    Los pagos que se les hacían a los maestros, en sugran mayoría provenían de las cajas decomunidad indígena y en un caso de la haciendade cofradía de Nuestra Señora de la Concepciónen Tekit; el gobierno civil poco tenía que ver, enestos momentos, en el mantenimiento de lasescuelas. Carecían de maestro los pueblos de:Akil, Yotholin, Pustunich, Tixmeuac, Tixcuy-

    (1942, m: 173-178).19 Expediente formado para el establecimiento de escuelas

    en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en: Rubio Mané

    (1942, IH: 182).

    128 2|2005Ketzalcalli

  • tun, Ticúm, Xaya, Chapab, Tipikal, Dzan, Mama,Telchaquillo, Acanceh, Tixmucuy, Abala.

    SüBDELEGACIÓN DE VALLADOLLID

    Pueblos con Maestro de Primeras Letras

    PueblosChemax

    Cenotillo

    Tunkás

    MaestrosPedro de Salinas

    Felipe Alamilla

    Pedro Celis

    NiñosIndios 186Hidalgos 16Vecinos 15Indios 129Hidalgos 0Vecinos 48Indios 112Hidalgos 9Vecinos 86

    Llama grandemente la atención, el escasonúmero de maestros de primeras letras en lasubdelegación, incluso la ciudad principalValladolid, reporta no tenerlos. Complementanel cuadro de ausencia de maestros, lossiguientes poblados: Dzitas, Tixbakha, Barrio deSanta Ana de Valladolid, Barrio de Laboríos delmismo, Tixhualathun, Kanxoc, Tekuché, Sisal,Popóla, Temozón, Tixcacalcupul, Chichimilá,Kaua, Tinúm, Uayma.20

    SUBDELEGACIÓN DE LA COSTAPueblos con Maestro de Primeras Letras

    PueblosCacalchénTíxkokobNoloCondal

    IxilMotulDzemulZinanchéDzidzantún

    Maestros (propuestos)Juan EscalanteMartín AraujoJosé María PinoManuel José Alfonsode LópezPedro RubioRoberto PuertoJosé GuzmánSantiago de los ReyesTomás Osorio

    Niños260482133299

    322600289285239

    En este caso, el subdelegado se limitó a reportarla lista de los sujetos susceptibles de ocupar elempleo en los pueblos, y aún así varios de ellosquedaron sin candidatos. Es de considerar queen la inmensa mayoría de los pueblos noexistieran maestros.

    SÜBDELEGACIÓN DE BENEFICIOS ALTOSPueblos con maestros de primeras letras

    PueblosTihosuco

    Ichmul

    Uaymax

    Tiholop

    Peto

    Tahdziu

    MaestrosUno

    Uno

    Uno

    Uno

    Uno

    Uno

    Niños424 indios90 vecinos262 indios91 vecinos208 indios1 8 vecinos680 indios23 vecinos388 indios180 vecinos420 indios80 vecinos

    Nota: La suma de niños es de los pueblos con sus anexose incluye a ambos sexos.

    En el informe de esta subdelegación no se dannombres de los maestros, sino únicamente sereferencia su existencia o no en cada pueblo, yaún el subdelegado expresa el hecho de que entodo "este Partido sólo hallo quatro individuosaparentes para maestros, y son: don José MañaRodríguez para Chikindzonot, don Salvador delCastillo para el de Ichmul, y don Lázaro Aguallopara el de Sacalaca".21 La escasez de maestroscon preparación adecuada, no deja de referirseen cada mención que se hace de los pueblos quetienen maestros.

    20 Expediente formado para el establecimiento de escuelas

    en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en: Rubio Mané

    (1942, IH: 194-195).

    21 Expediente formado para el establecimiento de escuelas

    en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en; Rubio Mané, J.

    Ignacio. Archivo de la historia de Yucatán, Campeche y

    Tabasco UI, 1942, p.210

    2|2005 129Ketzalcalli

  • SUBDELEGACIÓN DE TlZIMÍN Y CHANCENOTE

    Pueblos con Maestros de Primeras Letras

    PueblosTizimín

    Sucopó

    Kikil

    Loche

    Panabá

    Sucilá

    Espita

    Calotmul

    Cháncemete

    MaestrosJosé Virgilio

    José Romero

    Pablo Rodríguez

    Ignacio Abreu

    Pedro JoséRodríguezLuis FranciscoSosaFrancisco JavierGonzálezAgustín QuiñonesJosé Mariano Pérez

    José Hipólito Argáez

    Niños

    140 indios155 vecinos9 indios47 vecinos

    43 indios37 vecinos34 indios35 vecinos109 indios32 vecinos84 indios147 vecinos747 indios190 vecinos

    213 indios147 vecinos184 indios69 vecinos

    Nota: Se incluyen los niños que viven bajo campana,y los que se hallan en los ranchos, sitios y haciendas.

    Es de señalarse, que el expediente que trabajamos

    está incompleto y contiene diversos apartados que

    en apariencia presentan datos diferentes. En esto

    mucho tiene que ver la estructura de los informes,que se construyen alrededor de demarcaciones

    distintas y en ocasiones contienen datos que no

    comprenden a toda la subdelegadón sino

    únicamente a las cabeceras, otros sí presentan

    información de toda la subdelegadón. Algunos más

    se estructuran alrededor de los curatos y otros

    atendían a la estructura del partido. Parece que

    existía una amplia confusión alrededor de la recién

    impuesta estructura político-administrativa de las

    intendencias. En algunos informes aparecen

    pueblos como es el caso de Sahcabchen -año de

    1790-, como parte de una subdelegados en este

    caso de Campeche; pero luego para 1791, es

    presentado como cabecera de partido. Otros

    informes son incluyentes, es decir se manejan

    datos de un par de subdelegaciones; tomemos el

    ejemplo del de la Sierra, que en uno aparece

    como la Sierra y en otro dividido en Sierra Baja y

    Alta.

    Por otro lado, tal parece ser que faltan

    algunos informes de ciertas regiones y todavía

    tenemos la cuestión de que aún cruzándolos

    vemos que los datos son incompletos, además de

    ser presentados de manera heterogénea.

    No obstante, para la construcción de los

    cuadros se recurrió a la revisión de todo el

    expediente, tomándose datos de los diversos

    informes y contrastándolos, analizándolos y

    presentando aquellos que tuvieran un mayor

    respaldo de acuerdo a la diversa información

    presentada. Al igual se eligieron aquellos quecubrían una mayor extensión territorial.

    Partiendo de lo hasta aquí expuesto, hilemos

    algunas ideas sobre el panorama de la educación

    rural a finales del siglo XVIII en la península

    yucateca.

    Las escuelas atendidas por los maestros con

    ciertas capacidades para la enseñanza de

    primeras letras eran ciertamente escasas en las

    subdelegaciones; siempre eran más los poblados

    dentro su demarcación que no los poseían. En

    los reportes aparecen numerosas menciones a su

    limitada capacidad de enseñanza. También se

    puede señalar que estos se circunscribían a las

    cabeceras o poblados de importancia económica,

    y aún dentro de estos, atendían mayoritaria-

    mente a los habitantes de los alrededores de las

    zonas centrales del poblado, es decir a los

    "habitantes de la plaza". Quedabn fuera de las

    posibilidades de aprendizaje los sitios, ranchos y

    poblados en general, distantes de las cabeceras y

    visitas.

    La enseñanza que brindaban los maestros era

    claramente deficiente, se privilegiaba la memoriza-

    ción y repetición que no la comprensión. Si nos

    sumergimos en las cualidades de la enseñanza,

    veremos, hadéndole caso a un cura de prindpios

    del siglo XIX que "Conteníanse los maestros con

    enseñar á conocer las letras, y pintarlas. Esto no

    130 2|2005KetzalcalU

  • debe llamarse enseñar a leer y escribir; pero ensabiendo los discípulos de memoria el catecismodel P. Ripalda, no importa que no lo entiendan:en estudiando moral lo entenderán así se dice"(Sicimundo 1802: 35).

    Los procedimientos para la asignación de loscargos de enseñanza eran sumamente difusos;en mucho dependían de las circunstancias delmomento y de las autoridades del luga. Peropodemos señalar que en la mayoría de los casosen las asignaciones tenían que ver lasautoridades religiosas del poblado, lo mismo queen los sueldos, ya que en su mayoría los pagosprovenían de los fondos de comunidad y/o deaportaciones del cura. La Hacienda pública pocoo prácticamente nada tenía que ver en estosaspectos.

    En los pueblos donde había maestros, vemosque los cuadros nos reportan cantidadesconsiderables de niños en "edad escolar",22 detal manera que aún cuando únicamente unamínima parte de ellos aprendiera los rudimentos dela lectura, tendríamos cierto número de individuoscon posibilidades de poseer capacidades lectoras;estos a su vez pudieran difundir lo leído a suscírculos inmediatos. Es decir, estamos ante laafirmación de que en pueblos de cierta importanciaeconómica y política, existían individuos conposibilidades de ser receptores de los contenidos delos impresos, que empezaron a circular profusa-mente a principios del siglo XIX.

    En este mismo sentido, había en la gran mayoríade los "pueblos, villas o aldeas, indios que sabíanleer y escribir, cuyas dotes aprovechábanse parahacerles caciques, regidores, secretarios oescribanos en los ayuntamientos indígenas, cuyosarchivos conservaron numerosos actos, contratos ytestamentos redactados en lengua maya" (BoüoOntiveros 1977: 94-95).

    22 El Protector de Indios sugería que debían entrar a

    dichas escuelas, los varones de cinco a doce años y las

    hembras de cinco a diez años, ya que es común que

    después de que los varones cumplen los catorce años y

    Y es que había toda una tradición indígenade registro escrito de los hechos, la cual semantenía hasta finales del siglo XVIII, en dondeel sujeto con capacidades lectoras tenía unrango, una posición de privilegio y autoridad enla sociedad indígena que potenciaba su opiniónde los hechos, otorgándole incluso la calidad deguía de opinión. Como exhibía Restall:

    "La primera generación maya a la que losfranciscanos enseñaron la escrituraalfabética provenían de los chibalob, ogobernantes indígenas, empero hacia elsiglo XVni algunos batabes y otrosindividuos ajenos a la 'comunidadnotarial' eran letrados. El escribano, erael principal practicante de la escritura enla sociedad maya, y a diferencia de sucontraparte española disfrutaba de unestatus sólo debajo del batab, aunque,por supuesto, podía ascender en elámbito político de su pueblo para ocupareste último puesto, lo que es una muestradel valor concedido entre los mayas a lapalabra escrita, y, ciertamente reforzadopor la preocupación española por elregistro de los asuntos de los pueblos"(Restall (1995), citado en: GüemezPineda 2005: 724-725).

    En los cuadros presentados, en la mayoría de loscasos se expone la distinción entre vecinos eindios, lo cual nos brinda también una idea delos pueblos con alta incidencia de habitantes noindios, con educación al alcance. También es demencionarse que las niñas no eran consideradasdentro de este panorama educativo, y únicamenteen una subdelegadón, la de Beneficios bajos, en unpar de sus pueblos, Homún (30 indias y 13vecinas) y Yaxcabá (9 vecinas y 7 indias),reportan el número de niñas en edad escolar. No

    las hembras doce se casan. Dictamen del Protector

    General de los naturales de Yucatán. Agustín Crespo de

    20 de Diciembre de 1791, en: Rubio Mané (1942, UI:

    259).

    2|2005 131Ketzalcalli

  • obstante es posible inferir de algunas noticias,que concurrían a las mismas escuelas de los

    varones, aunque es de suponer que en mucho

    menor número.La última afirmación del párrafo precedente, la

    respalda una misiva de 1791 de Francisco deHeredia y Vergara, donde señala parecerle

    necesario que el tendente dicte "sus providenciasdirigidas a cortar en la provincia el abuso de queconcurran juntos con los varones a una misma

    escuela, contra lo prevenido por su Majestad, queexpresamente lo prohibe". También podemosapreciar en la carta las ideas que circulaban entorno a la educación femenina, ya que este

    mismo personaje sugiere que"Su educación puede confiarse a algunasmujeres de buena vida, conducta e

    instrucción, para que no solamente lasenseñen a hablar y leer el idiomacastellano, y en él los demás dogmas denuestra sagrada Religión, sino enaquellas labores y manufacturas propiasde su sexo".23

    Con lo hasta aquí señalado, podemos notar las

    grandes lagunas existentes en el panoramaeducativo rural, al mismo tiempo que los

    esfuerzos por parte de los gobernantesilustrados borbones para desarrollar el aspectoeducativo en la provincia y alejarlo de las manosdel clero. Pero por otro lado, quedan claras lasposibilidades presentes en las localidades de

    cierta importancia, para que circulara lainformación a través de individuos con

    capacidades lectoras. Esta dinámica se vioacelerada por la revolución gaditana de 1812.

    LA EDUCACIÓN EN LAS CIUDADES

    En el caso de Mérida y Campeche, tenemos quelos esfuerzo educativos para con la niñez habíanrecaído en este siglo XVIII en las ordenes

    23 Carta de Francisco de Heredia y Vergara de fecha 26 de

    Octubre de 1791 al Intendente, en: Rubio Mané (1942,

    TU: 255-256).

    religiosas. En la primera ciudad, los jesuítashasta su expulsión en 1767, tuvieron una

    escuela primaria en el Colegio de San Javier y asu expulsión se mantuvieron dos de ellas conmaestros seglares. En tanto los franciscanos

    administraban otro centro de enseñanza para

    párvulos en el convento Grande de SanFrancisco. Era el mismo caso para Campeche,ambas órdenes impartían la educación infantil

    (Eolio Ontiveros 1977: 95).Sin embargo, como se ha expuesto, a finales

    de este siglo y principios del XIX, las autoridadesciviles se preocuparon por este aspecto de laenseñanza. Cantón Rosado escribe que en el año

    de 1808 se habían fundado en Mérida para esteaño, tres escuelas que se sostenían con

    pensiones que pagaban los padres de familia yque eran dirigidas por tres europeos (CantónRosado 1943: 41-42). De ellos se anota

    "han dado actos públicos de ilustracióncivil y religiosa, presididos del IlustreAyuntamiento y estimulados con pre-mios a costa de los mismos capitularesque han llenado de satisfacción al puebloy de consuelo a los padres que miran ensus hijos tan adelantadas las primeras

    semillas que deben producir muy sazo-nados frutos al estado" (Calzadilla et al.

    1977: 33-34).En el caso del Colegio de San Francisco Javierque había sido de los jesuitas, ejercía en estaescuela hasta antes de 1812 el cargo de maestrode primeras letras de niños blancos y demáscastas, D. Francisco Javier Ortiz, quién falleció a

    finales de 1811 o principios de 1812. A su muertese nombró para ejercer el cargo a D, José María

    Mendieta, ya fuere en el referido colegio o enalgún otro paraje público, por "haberse vendido delorden del Rey la mayor parte de aquel edificio al

    expresado don José María Mendieta".24

    24 "Nombramiento de D. José María Mendieta como

    maestro de primeras letras" 1812 en: Avila López 1926:

    42).

    132 2(2005Ketzaícalli

  • Pueden trazarse como los ejes educativos enla ciudad de Mérida para estos años, laenseñanza de la lectura, escritura y el arte decontar, instruyéndoseles a los educandos al

    mismo tiempo en los dogmas de la santa fecatólica, y buenas costumbres. Se recomendabala inversión de cinco horas de clase todos los

    días, en dos turnos, por la mañana desde lasocho hasta las diez de la mañana, y por la tarde

    desde las dos y media hasta las cinco. Entre losútiles escolares más comunes se mencionaban,las cartillas, cartones, papel tinta y plumas.25

    En Campeche, se tienen datos de que elAyuntamiento promovió en 1771 la creación deescuelas primarias en las cuales se proporcionaragratuitamente plumas, papel, tinta y libros detexto a los niños indígenas, a cargo de seglareselegidos por oposición, según su mérito yaptitud (Eolio Ontiveros 1977: 95).

    Por su parte, el español Andrés GonzálezMillán, procedente de Madrid, abrió en estamisma ciudad una escuela de primeras letras el

    primero de octubre de 1805, previa autorizacióndel Ayuntamiento,

    "Como liceo particular, sin subvenciónalguna, cobraba por su enseñanza una

    módica cantidad mensual, consistente enveinticinco centavos para los alumnos deprimeras letras y doctrina de Ripalda ycincuenta para los que, leyendo de corrido'cursaban las clases de Escritura, Gramática yAritmética" (Menéndez 1917: 4).

    Para marzo de 1807, se reporta la apertura

    siempre en Campeche de la "Escuela deMisericordia" para niños y niñas pobres, llamadatambién el Hospicio, dirigida por don Juan Pedrode Vargas (Menéndez 1917: 4).

    En tanto en Valladolid la tercera ciudad enimportancia de la península, a principios del

    XIX, se cita en las Apuntaciones

    25 "Nombramiento de D. José María Mendieta como

    maestro de primeras letras" 1812. en: Avila López

    (1926: 42-43).

    "población tercera en el orden por su

    centro y de toda consideración por laclase distinguida de sus habitantes, se

    puede decir que carece de un maestro deprimeras letras; pues sin estipendio quele proporcione subsistencia, las dirige unanciano que se puede decir que ignora lo

    que quiere enseñar" (Calzadilla 1977:80).

    Como vemos, el panorama educativo no erapropiamente el mejor o de vanguardia, habíainterés por parte de ciertos individuos, corpora-ciones e instituciones por el establecimiento yfuncionamiento de los espacios de instrucciónescolar, acordes con el pensamiento ilustrado.Pero el gran impulso, que dejaría huella ysentaría las bases para el arranque de unproyecto educativo moderno, se iba a dar apartir de la constitución gaditana.

    Al concluir el aprendizaje de la lectura yescritura los estudiantes con posibilidadeseconómicas de ordinario se ponían a estudiar

    latinidad; de allá el siguiente paso era intentarmatricularse en el Seminario. Si lograban suingreso, eso no garantizaba un elevado nivel enla escritura y lectura, ya que

    "Aunque en el colegio, ó fuera de él, consiganuna instrucción regular o sobresaliente,siempre escriben muy mal, y necesitan quiénles ajuste las cuentas más triviales. Si seaplican a las armas ó al comercio, para uno yotro carecen de los principios más esenciales"

    (Sicimundo 1802: 36)..Así, el siguiente nivel educativo corresponderíaal Seminario Conciliar.

    EL SEMINARIO CONCILIAR

    Fundado el 24 de marzo de 1751 bajo la égida deSan Ildefonso, al amparo de un decreto del Obispo

    Sr. Dr. Fray Francisco de San Buenaventura Tejaday Diez Velasco, fue el instituto de mayor

    importancia en la provincia, ya que además delos aspirantes a sacerdotes se educaron en él

    212005 133Ketzalcalli

  • jóvenes que se dedicaron a otras carreras,formando en su momento parte de los grupos deopinión de la sociedad yucateca.26

    En el período histórico que nos atañe,tenemos que correspondió su administración alObispo fray Luis de Pina y Mazo y al obispo Dr.Agustín de Estévez y Ugarte, pero al segundocorrespondió la etapa más importante.

    En cuanto al primero, tenemos que en el añode 1782 el Obispo Pina y Mazo verificó lareapertura del Colegio de San Pedro (al que pusoel nombre de Colegio de Indios), con cuatrocátedras de gramática latina y española, consujeción al Rector del Seminario de SanIldefonso y como establecimiento anexo a esteInstituto. De las seis becas, tres se otorgaron aotros tantos niños indígenas de Campeche,Hecelchakán y Acanceh, a los que se impuso elapellido Pina (Cantón Rosado 1945: 7). Ademásde que continuó la fábrica del edificio.

    Al fallecer el Obispo Pina, lo sustituyó en lamitra de Yucatán el Ilustrísimo Sr. Dr. Don Pedrode Agustín Estévez y Ugarte, quién llegó a estacapital en mayo de 1802. En este año seimpartían en el seminario tres cátedras delengua latina, dos de filosofía peripatética, unade teoría escolástica y otra de moral (Sicimundo1802: 15).

    Durante toda su gestión, pero aún más a sullegada se interesó vivamente por lo que ocurríaen el Seminario, tal vez porque era muy obvio enesos momentos que en él se encontraba ungrupo de alumnos críticos al orden de cosasexistentes, además de que como recién llegadodesconocía los intereses que se movían dentrode un establecimiento tan importante para elmantenimiento del status quo.

    26 Véase para una historia del Seminario Conciliar a

    Baqueiro (1894) y Cantón Rosado (1945).

    27 Carta del Obispo Agustín Estévez y Ugarte al Rey de 15

    de febrero de 1803, en: Expediente sobre el

    Establecimiento de la Universidad de Yucatán en el

    Seminario Conciliar deMérída. Años: 1768-1821. AGÍ

    El mismo Estévez lo señala en carta de 15 defebrero de 1803 al Rey

    "El Obpo. de Yucatán, lleno de deseo derealizar las piadosas intenciones de V.M.y las obligaciones de su cargo pastoral,aplicó sus atenciones a los mayoresadelantamientos del Colegio Seminariode S. Ildefonso que por cédula del padrede V.M. se halla erigido en universidad deletras".27

    En esos momentos dentro del seminario seexponían atisbos del pensamiento ilustrado entrelos alumnos de la misma. Entre ellos destacabaPablo Moreno,28 joven y brillante estudiante delseminario que fue en su momento cabeza de loscríticos de la filosofía que ahí se enseñaba.Nombrado en abril de 1802 -antes de la llegadadel nuevo obispo, quién llegó a Mérida en mayode ese año- maestro de filosofía en el seminariode Mérida, "su voz se hizo escuchar en undesierto de ideas y de principios", ya queintrodujo las dudas sobre las filosofías másrespetadas, y enseñó la filosofía modernacreando una verdadera revolución en elseminario. De sus alumnos surgieron los grandespolíticos y líderes de opinión de la época: Zavala,Quintana Roo, Jiménez Solís, Mariano Cicero,Juan de Dios Enríquez, Rafael Aguayo, entreotros (véase Sierra O'Really 1994,1: 311).

    Desde sus primeras lecciones, se alarmarontanto los directores del seminario como otroseclesiásticos de la ciudad, que empezaron ahostilizarlo, aunque parece que el obispo reciénllegado los tranquilizó para observar alinnovador. En eso se hizo anunciar un actopúblico en el que Lorenzo de Zavala, su alumno,debía defender sus proposiciones de ética o

    Legajo México 3101, foja 193.

    28 Mayores datos sobre este personaje se pueden

    encontrar en: Yucatán en el tiempo. (1998, IV:

    268-269). Barrera Osorio (1959: 7-9). Rubio Mané

    (1971: 10-11).

    134 2)2005Ketzalcalli

  • moral, sacadas de la filosofía moderna. El actocongregó a un numeroso público,29 enterado delas disputas que se estaban dando en elseminario, y las personas más notables de laciudad estaban ahí: el Capitán General D. BenitoPérez Valdelomar, el nuevo obispo, loscanónigos, los franciscanos, el clero secular,varios funcionarios públicos y otros muchosinvitados y curiosos se dieron cita en la capilladel colegio. El resultado, una agria disputa entrelos replicantes y el exponente que obligó a uno delos primeros ha abandonar la sala -el famoso padreOnofre-, y a Zavala negar incluso la autoridad deSanto Tomás de Aquino (véase Ancona 1978,3:14).

    Este hecho le valió una reprimenda almaestro por parte del Obispo. Pero fuera de eso yalgunos consejos que le dio a Moreno sobre elgiro de sus enseñanzas, le permitió librementeconcluir el curso -que abarcó del 20 de abril de1802 al 14 de mayo de 1805-. Esto llevó a MolinaSolis a afirmar que la filosofía que enseñó fue lade Descartes, que ni era moderna, ni en suslíneas contraria al cristianismo, y no la filosofíaracionalista o sensualista de Kant o Condillac(Molina Solís 1913, O: 571).

    Lo que es cierto es que el obispo, estaba más queconciente de la importancia del seminario en laformación de los cuadros eclesiásticos, y de latrascendencia que tenía en la formación de losgrupos de opinión de la península. Eso lo llevó apreocuparse por los estudios que en ella serealizaban.

    Ante el orden de cosas expuesto, el obispometió mano rápidamente. Desde 1802 introdujonotables reformas en los estudios del seminario;

    templó las luchas entre los filósofos de lasdiversas comentes, aumentó la dotación deprofesores, ejerció vigilancia continua en laadministración y estudios, asistía a losexámenes, a los actos literarios y proveía conpresteza todas las necesidades delestablecimiento (Molina Solís 1913, III: 571).

    Su interés por elevar el nivel educativo en elobispado fue una constante; durante toda sugestión se preocupó por el establecimiento de laUniversidad, apoyándose en las bases yasentadas en el Seminario Conciliar. Fue activomiembro de la junta compuesta para elestablecimiento de la Universidad, cuyosplanteamientos nos dan interesantes maticessobre el pensamiento católico progresista quedominaba en esta época.

    Se afirmaba en un documento signado por losmiembros de la junta, "que las ciencias son la basefundamental de la felicidad del Estado, sin ella loshombres no son útiles a sí, ni a sus semejantes". Deesa afirmación derivaba la importancia que se leasignaba a la Universidad, institución que

    "regenerará a la provincia; sus ecflesiás-ti]cos, tendrán la instrucción convenienteque exige su estado y el ministerio queocupan para conservar la religión católica,con una doctrina sólida a los feligreses. Losseculares instruidos obtienen los empleosde república y [la] administración dejusticia, lo harán con acierto".30

    Y es que había que tener presente que elseminario recibía alumnos de toda la provincia ysignificativamente además de Mérida, de laciudad de Campeche.

    29 Estás funciones literarias eran sumamente importantespara la sociedad meridana. Acudían todas lascorporaciones de la ciudad, los estudiantes mássobresalientes defendían en presencia de un concursonumeroso y selecto, las tesis más importantes de lasmaterias aprendidas. "Los más renombrados filósofoseclesiásticos y seculares concurrían al acto conabundante copia de argumentos para poner a prueba

    los conocimientos de los alumnos" (Molina Solís 1897:129).

    30 E Gobernador Benito Pérez remite una carta de la juntapara el establecimiento de universidad....27 de agostode 1803, f.179-180, en: Expediente sobre elEstablecimiento de la Universidad de Yucatán en elSeminario Conáliar de Mérida. Años 1768-1821. AGÍLegajo México, 3101.

    2(2005 135Ketzalcalli

  • Se trabajó arduamente para alcanzar estospostulados. Primeramente, ante las exigenciasdel rector de crear las cátedras de derecho civil ycanónico, se erigió una. Una de leyes y otra decánones, con una dotación de 300 pesos anualespor parte del Obispo. Dichas cátedras se podíanconferir de dos maneras, por oposición uotorgándosele a sujetos notoriamente idóneos ypor disposición del obispo. Pensándose en dossubstitutos regentes, para que por ausencia oenfermedad desempeñasen las funciones dedichas cátedras por los propietarios, a estos últimosse les expediría título y nombramiento31.

    El clima era asunto importante para elrendimiento, tanto de escolares como demaestros, y más aún para la salud de loscatedráticos, ya que siendo el clima de la regióncálido y húmedo todo el año, no se podíanocupar las tardes en estos estudios "sindetrimento de la salud de catedráticos yprofesores". Con este entendido su obligaciónera explicar una hora de 8:30 a 9:30 la Instituíacivil, apoyándose en el texto de Amoldo Usicio ysus adiciones a las leyes patricias, y otra hora de9:00 a 10:00 las decretales canónicas con loscomentarios -textos- de Berardi, Lelvagio,Murillo u otro a propósito, repartiéndose loslibros de suerte que en dos años se explique todala Instituía civil, y en otros dos, las decretales einstituciones canónicas.32

    Pero el obispo fue más allá de lo solicitadopor el rector del seminario, ya que establecióotras cuatro cátedras, una de sagrada escritura,otra de matemáticas, otra de canonjía y la

    última de medicina, con dotaciones de 300 pesoscada una. En cuanto a la cátedra de sagradaescritura, de acuerdo a la práctica establecida,en las conferencias se proponía usar algunadisertación de las de Calmert, no otro, y para elcurso de la semana de Epifanía se defendería unode los oráculos de los profetas verificados deJesús. Se destinaría una hora de conferencia enla clase de matemáticas, construyéndose unasala para el dibujo en los cuartos bajos delpalacio episcopal. Para la cátedra de medicina ycirugía, se destinaría un día de la semana paralas disecciones anatómicas en el conventohospital de San Juan de Dios. Con estoargumentaban el Obispo y Gobernador "laenseñanza logra la extensión necesaria y a losprofesores les sirve en cualquier carrera queemprendan".33

    En las acciones y deseos del obispo puedenrastrearse una serie de ideas encaminadas apromover el desarrollo de la educación en lapenínsula, manteniendo el papel preponderante dela Iglesia. Estaba conciente de que una forma demantener una posición sólida como instituciónante una sociedad cambiante, era el tenerinjerencia directa en la formación de sus jóvenes.En ese mismo sentido, se entendía la importanciade la formación clerical. La educación de los siervosde Dios debía ser vigilada y controlada, ya que nopodía soslayarse el hecho de que el catolicismoperdía solidez cómo doctrina; la secularización delas ideas era ya un enemigo en la puerta.

    La Junta para la erección de la Universidad-de la que hablamos brevemente párrafos

    31 Carta de 15 de septiembre de 1803 de Marcelino

    Antonio Pinelo, f.185, en: Expediente sobre el

    Establecimiento de la Universidad de Yucatán en el

    Seminario Conciliar de Mérida. Años 1768-1821. AGÍ

    Legajo México, 3101.

    32 Carta de 8 de agosto de 1803 del Obispo Estévez y

    ligarte y del Gobernador y Capitán General Benito Pérez

    Valdelomar, f. 186, en: Expediente sobre el

    Establecimiento de la Universidad de Yucatán en el

    Seminario Conciliar de Mérida. Años 1768-1821. AGÍ

    Legajo México, 3101.

    33 Carta de 8 de agosto de 1803 del Obispo Estévez y

    Ugarte y del Gobernador y Capitán General Benito Pérez

    Valdelomar, f. 187, en: Expediente sobre el

    Establecimiento de la Universidad de Yucatán en el

    Seminario Conciliar de Mérida. Años 1768-1821. AGÍ

    Legajo México, 3101.

    136 2)2005Ketzalcalli

  • arriba-, era un órgano donde se representabanlas más altas autoridades de la provincia, entre

    estos el Gobernador Benito Pérez Valdelomar, elObispo Agustín Estévez y Ugarte, el Dr. José

    Joaquín Chacón Chantre de la catedral, el Dr.Santiago Martínez penitenciario de la misma, yDon Gregorio José de la Cámara regidor subdecanodel Ayuntamiento de Mérida. De allá que sus

    planteamientos al Rey pudieran considerarse comoun esbozo de proyecto de sociedad y aún deproblemas que aquejaban a la provincia, en aspec-tos educativos, religiosos y de prácticas sociales deciertos grupos. Tomando como base el documentosobre el establecimiento de la universidad -citadolineas arriba-, presentamos un breve bosquejo que

    nos muestre ciertas particularidades de esos tiem-pos.

    Para 1803 el Colegio Seminario de Sanndefonso se le tenía como el único Instituto enuna provincia de más de 600,000 habitantes,donde se impartía educación de ese nivel,establecimiento que se había visto permeado porideas ilustradas que influenciaban a los jóvenesque allá se formaban. Esto ocasionabaenfrentamientos entre los grupos de profesoresestablecidos, ya que unos veían con agrado supropagación, mientras que otros no ocultabansu desagrado.

    La escasez en la provincia de buenosprofesores de leyes, medicina y cirugía, era

    notoria. La escasez de médicos obligaba abuscarlos con elevados costos en México, la

    Habana o España. El grado de doctor solamentelo tenían seis personas en la provincia, y de ellossólo dos eran naturales del país. La dificultad

    para dotar a las cátedras era un problema; a estocontribuía la distancia que había con las otrasuniversidades de más de 250 leguas, amén deque los caminos y vías de navegación eran

    34 Expediente sobre el Establecimiento de la Universidad de

    Yucatán en el Seminario Conciliar de Mérida. Años

    1768-1821. AGÍ Legajo México, 3101. f.211-219.

    35 Carta firmada del Señor Secretario Antonio Forcel al

    difíciles. En general la mayoría de los individuostenían pocas posibilidades económicas como

    para trasladarse fuera para realizar sus estudios,siendo las posibilidades más inmediatas las

    Universidades de México o Guatemala. Esoinfluía para que no adoptaran la determinaciónde elegir la carrera de las armas o de las letras,aún las "gentes de calidad".3*

    Por su parte los eclesiásticos no tenían la

    instrucción que exigía su estado y ministerio,esto afectaba grandemente para "conservar elcatolicismo puro, con una doctrina sólida paralos feligreses". En tanto los empleadosseculares, por su falta de preparación teníanserios inconvenientes para distribuir la justicia

    con acierto. El que los habitantes de la provinciase prepararán tendría inigualables ventajas. Los

    que se inclinaran a la milicia serían buenosoficiales instruidos en matemáticas y losenfermos tendrían en los profesores de medicinay cirugía quien los asistiese, "sin perecer porfalta de facultativos y a mano de un curandero

    ignorante".35

    Estos esfuerzos del obispo, no fueron

    suficientes para frenar el empuje de las ideas. Laeducación religiosa que se impartía en el

    seminario se vio seriamente afectada por laconstitución de Cádiz, que despertó los espíritusliberales que allá yacían.

    LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ

    Un punto importante a considerar sobre las

    tendencias educativas en la etapa delliberalismo Gaditano, son que éstas son productode los procesos que se vivían en gran parte deEuropa, que habían impactado fuertemente la

    pedagogía clásica y otras disciplinas. Buscabanhacer del ciudadano un pilar del desarrollo de la

    nación española, a través de la instrucción,

    gobernador de Yucatán 22 de febrero de 1805,

    f.212-213, en: Expediente sobre el Establecimiento de la

    Universidad de Yucatán en el Seminario Conciliar de

    Mérida. Años 1768-1821. AGÍ Legajo México, 3101.

    212005 137Ketzalcalli

  • pensada y propuesta como instrumento de cambio

    social.En las discusiones que se llevaron a cabo

    durante la sesión de las cortes, claramentemanifestaba la importancia que se le daba a laInstrucción por parte de los liberales, se escribía:

    "Debe, pues, el Congreso Nacional, que ha

    restituido a los españoles al ejercicio de suvoluntad, completar su obra y procurarle

    todos los medios de que esta voluntad seabien y convenientemente dirigida. Estosmedios están evidentemente todos bajo elinflujo inmediato de la instrucción" se

    continuaba líneas abajo "Nacen estos [loshombres] con facultades que, habiendo deservir á su bien individual y al de sussemejantes, necesitan para ponerse enmovimiento salir del reposo absoluto y de lainacción en que se hallan al principio. Alentrar en la vida ignoramos todo lo quepodemos ó debemos ser en adelante. Lainstrucción nos lo enseña; la instrucción

    desenvuelve nuestras facultades y talentos,y los engrandece y fortifica con todos losmedios acumulados por la sucesión de lossiglos en la generación y en la sociedad de

    que hacemos parte. Ella, enseñándonoscuales son nuestros derechos, nosmanifiesta las obligaciones que debemoscumplir: su objeto es que vivamos felices

    para nosotros, útiles á los demás yseñalando de este modo el puesto quedebemos ocupar en la sociedad, ella hace

    que las fuerzas particulares concurran consu acción á aumentar la fuerza común, en

    vez de servir á debilitarla con su divergenciaó con su oposición".36

    36 González de Navas, Martin; Vargas y Ponce, José; Tapia,

    Eugenio; Clemenán, Diego; Cuadra, Ramón de la;

    Quintana, Manuel José. "Informe de la Junta creada

    por la Regencia para proceder al arreglo de los diversos

    ramos de instrucción pública" Cádiz 9 de setiembre de

    1813, en: Quintana (1897, v. 2: 7).

    Entre las bases generales que se proponían paracualquier clase de instrucción, se expresaban la

    influencia francesa; sin embargo fueron las ideas delos ilustrados españoles, primordialmente deJovellanos, las que tuvieron mayor presencia en las

    disposiciones de las Cortes. En esta coyuntura,hubo liberales novohispanos que pugnaban porque

    se impulsara la educación en las colonias (Domín-guez Saldívar 2001: h.193). Muchos de ellos inclu-sive, en su momento serían los encargados de poner

    en marcha los postulados educativos durante lavigencia de la constitución gaditana.

    Tratando de presentar los núcleos alrededor de

    las cuales giraban las propuestas de los integrantesde la Junta de Instrucción Pública, que fueron lasque posteriormente se dejaron sentir en el reinoespañol durante esta etapa, tenemos que seproponía la universalidad de la Instrucción,

    entendiéndose por esto su extensión a todos "losciudadanos. Debe distribuirse con toda la igualdadque permitan los límites necesarios de su costo, larepartición de los hombres sobre el territorio, y eltiempo más ó menos largo que los discípulos puedandedicar a ella". Dicha universalidad también tieneque ver con abarcar el más amplio espectro de losconocimientos humanos, y asegurar a los hombresde todas las edades las facilidades de conservar sus

    conocimientos y de adquirir otros nuevos.37

    Otro gran referente era la uniformidad de todoslos estudios, es decir métodos y contenidoshomogéneos, así como una sola lengua para laenseñanza -la castellana-. Se buscaba dejar fuera

    el capricho y la extravagancia; la máxima bienpodría ser: una sola educación para un solo pueblo.

    Otra propuesta de gran trascendencia, era laconsideración de que la enseñanza debía serpública, lo cual significaba que no se diera a

    37 González de Navas, Martín; Vargas y Ponce, José; Tapia,

    Eugenio; Clemencia, Diego; Cuadra, Ramón de la;

    Quintana, Manuel José. "Informe de la Junta creada

    por la Regencia para proceder al arreglo de los diversos

    ramos de instrucción pública" Cádiz 9 de setiembre de

    1813, en: Quintana 1897, v.2: 8).

    138 2J2005Ketzalcalli

  • puertas cerradas ni se limitara sólo a los alumnosque se "alistan para instruirse y ganar curso". Sepensaba en la posibilidad de instruir al ciudadanoque no pudiera contraer las obligaciones deldiscípulo, pero que estuviera en posibilidad deagregarse a la clase como oyente. Se buscaba laapertura de las puertas de las aulas al ciudadanocomún, interesado en ciertos temas específicos.

    Lagratuidad se presentaba como una más delas calidades de la enseñanza pública, inclusoextensiva a las escuelas de primeras letras, yaque

    "Cabalmente es en ellas donde se pro-porcionan al hombre aquellos conocimien-tos que, siendo necesarios a todos, debenser comunes á todos; y por consiguiente,hay una obligación en el Estado de nonegarlos a ninguno, pues que los exige entodos para admitirlos al ejercicio de losderechos de ciudadano".38

    Por último, se consideraba el atributo general dela libertad. Se dejaba al arbitrio de cadaindividuo la búsqueda de dónde, cómo y conquién adquirir los conocimientos necesariospara su profesión; quedan manifiesta en estaidea, la participación de individuos y/oparticulares en la educación. Se escribía sobreello de la siguiente manera:

    "los establecimientos de instruccióndeben de ser como los de beneficencia:acude a ellos el que los necesita, siendolibre á cualquiera recibir los auxilios queallí se proporcionan de la generosidadparticular (...). No pudiendo el estadoponer á cada ciudadano un maestro de suconfianza, debe dejar a cada ciudadanosu justa y necesaria libertad de elegirlo

    38 González de Navas, Martin; Vargas y Ponce, José; Tapia,

    Eugenio; Clementín, Diego; Cuadra, Ramón de la;

    Quintana, Manuel José. "Informe de la Junta creada

    por la Regencia para proceder al arreglo de los diversos

    ramos de instrucción pública" Cádiz 9 de setiembre de

    1813, en: Quintanal897, v.2: 10).

    por sí mismo. Así las escuelas particulares supliránen muchos parajes la falta de las escuelas públicas, yla instrucción ganará en extensión y perfección loque gane en libertad y desahogo".39

    Con el establecimiento del sistema constitucional apartir de 1812, tal y como señala DomínguezSaldívar, se promovió un proyecto para lamodernización del sistema educativo tanto enEspaña como en Hispanoamérica. Ese mismo año seplasmó en la Constitución la orden de formar el plangeneral de enseñanza pública y la creación de laDirección General de Estudios (Domínguez Saldívar2001: h.194). Se incluía en la constitución uncapítulo sobre la Instrucción Pública queconstaba de seis artículos, capítulo que en granmedida representaba las ideas expuestaspárrafos arriba por los miembros de las JuntasConsultivas.

    De este capítulo llamamos la atención sobredos artículos, el 368 y el 371 que proporcionan elmarco para la circulación de las ideas políticasen el reino español. A continuación por suimportancia transcribimos los seis artículos:

    Art. 366. En todos los pueblos de lamonarquía se establecerán escuelas deprimeras letras, en las que se enseñará alos niños a leer, escribir y contar, y elcatecismo de la religión católica, quecomprenderá una breve exposición de lasobligaciones civiles.Art. 367. Asimismo se arreglará y creará elnúmero competente de universidades y deotros establecimientos de instrucción, quese juzguen convenientes para la enseñ-anza de todas las ciencias, literatura ybellas artes.Art. 368. El plan general de enseñanza

    39 González de Navas, Martín; Vargas y Ponce, José; Tapia,

    Eugenio; Clemencín, Diego; Cuadra, Ramón de la;

    Quintana, Manuel José. "Informe de la Junta creada

    por la Regencia para proceder al arreglo de los diversos

    ramos de instrucción pública" Cádiz 9 de setiembre de

    1813, en: Quintana (1897, v.2: 11).

    2|2005 139Ketzalcalli

  • será uniforme en todo el reino,

    debiéndose explicarse la constituciónpolítica de la monarquía en todas las

    universidades y establecimientos literarios,donde se enseñen las ciencias eclesiás-

    ticas y políticas.Art. 369. Habrá una dirección general deestudios, compuesta, de personas deconocida instrucción, a cuyo cargo

    estará, bajo la autoridad del gobierno, lainspección de la enseñanza pública.Art. 370. Las cortes por medio de planes yestatutos especiales arreglarán cuanto

    pertenezca al importante objeto de lainstrucción pública.Art. 371. Todos los españoles tienen lalibertad de escribir, imprimir y publicarsus ideas políticas, sin necesidad delicencia, revisión o aprobación algunaanterior a la publicación, bajo las

    restricciones y responsabilidades queestablezcan las leyes.(Constitución política de la monarquíaespañola, 1812. Título IX, capítuloúnico).

    Se puede concluir sobre este asunto, "que elproyecto educativo de las Cortes Generales

    resultó de suma importancia para los liberalesque veían en ella el camino para difundir los

    principios constitucionales tanto en lametrópoli como en las colonias de América"(Domínguez Saldívar 2001: h.197). Es decir, los

    ñujos informativos, en especial los ñujos de lanoticia política, se vieron imbuidos de un

    impulso proveniente de un nuevo marcojurídico.

    De esta manera, esperamos haber cumplidonuestro objetivo de presentar el panorama

    educativo de la provincia de Yucatán de finalesdel siglo XVIII y haber bosquejado la

    problemática que planteo la Constitución deCádiz.

    140 2|2005

    Ketzalcalli

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